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Hay varias enfermedades hepatobiliares que están predispuestas por ciertas razas. Por
ejemplo las anomalías vasculares (AVPS) son más frecuentes en perros de raza pura
como el maltés, el Cairn Terrier, el Schnauzer miniatura, el Yorkshire, el Teckels, el
Labrador Retriever o el Golden Retriever. En algunas tierras altas del oeste, dálmatas y
Terrier de Skye aparece una enfermedad hepática asociada con el cobre. Otras razas
como el Dobermann, el americano y el inglés-Suckers Spaniel, los caniches y el perro
perdiguero de Labrador pueden sufrir una enfermedad hepatobiliary inflamatoria crónica de
la causa desconocida. La amiloidosis hepática se presenta en el Shar Pei Chino.
Ocasionalmente, los perros con enfermedad Hepatobiliar también pueden tener signos
relacionados con la presencia en la vejiga de cálculos biurato de amonio, en cuyo caso
veremos dificultades al orinar, como estranguria, frecuencia o hematuria. El aspecto de
estos cálculos se debe a un aumento del amoníaco en la sangre y a una disminución en el
procesamiento hepático del ácido úrico.
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El hallazgo físico más significativo que debe hacernos pensar en una enfermedad
Hepatobiliar es la ictericia, una coloración amarilla de las membranas mucosas que se
asocia a la acumulación de bilirrubina. La dilatación abdominal debido a las ascitis o al
tamaño creciente del hígado y a un mal estado orgánico general puede ser otros
resultados que nos hacen sospechar enfermedad del higado.
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