14, CASO DE LAS PESQUERIAS
Fallo de 18 de di
EL caso de las pesquerias fue incoado po el Reino
Unido de Cran Bisa Irland del Nore cota No-
‘ega
or un dctto de 12 de julio de 1935, et Gobierno
de Noruegn habla dliatado en la partesepenrionl
de pats a aote del Circo Polar Arico) la zona en
fn que la peca estaba reserada asus maconales. El
Keibo Unido solens ala Corte que declare si esa
Gelimitacion era o no conana al derecho lneraci-
fl Ens flo, ia Cote coneluyg que i el méiodo de
Aclimitaciénempeado en el deceto, nla ineas fj-
ais en eran contarios al devecho internacional, fa
primera conclusion foe adoptada por 10 votos eons 2,
[Segunda por 8 votos conta
“res Magistados —lossefores Alvarez, Hackworth
y Hsu Mow adjntaron a fallo una declfacion o una
Spin dial en Ta que exponian fas rzones pa
tTaares en que se balan inapirado sus Votes, vas
dos Mapstralos Sir Amold MeNait y el St}
ead agregaon al flo ls exposiciones de sus opi
nionesasdentes,
En el fallo se recuerdan la situacién que dio lugar a
la controversiay los hechos que precedieron a Ia pre-
sentacion de la Solicitud britnica ala Corte,
La zona costera en litigio tiene una configuracién
caracteristica. A Vuelo de péjaro, su longitud pasa de
11500 kilémetros, Montafiosa toda ella, profundamente
cortada por fiordos y bahias, sembrada de innumera-
bles islas,islotes y arrecifes (algunos de los cuales
forman un archipiélago continuo conacido con el nom-
bre de skiaergaard, “muralla rocosa”), no constituye,
‘como casi en todas las demds partes del mundo, una
Tinea divisoria clara entre la tierra y el agua. El relieve
del continente se prolonga en el mar, y lo que constitu-
ye realmente la costa noruega es la Tinea exterior de
{se conjunto de formaciones terrestres. Alo largo de la
costa hay pozas profundas muy ricas en peces, Desde
tiempo inmemorial, os habitantes de la terra firme y
de as islas las han explotado: es la base esencil de su
subsistencia,
En siglos pasados, los pescadores britinicos hacian
incutsiones en las aguas vecinas alas costas de Norue-
{ga Debido alas quejas del Rey de Noruega, a partir de
fcomienzos del siglo XVII dejaron de haverlo durante
4300 aos. Sin embargo, en 1906 aparecieron de nuevo
‘buques britinicos. Se trtaba esta vez de palangreros
dotados de motores perfeccionados y potentes, La po-
blacién local se alarmé, y Noruega tomé medidas para
precisar Ios limites dentro de los cuales estaba prohibi-
{a a los extranjeros la pesca. Se produjeron incidentes
‘ada vez mas numerosos y, el 12 de julio de 1935, el
Gobierno de Noruega delimit6 por decreto la zona de
pesca noruega. Los dos Gobiernos habian iniciado ne-
fociaciones que continuaron después de la promulga-
2»
jembre de 1951
cin del deereto, pero sin llegar a un acuerdo. Numero-
$0s palangreres brtinicos fueron apresados y condena-
dos en 1948 y 1949, Fue entonces cuando el Gobierno
Gel Reino Unido incos un procedimiento ante la Corte.
En al fallo se specifica en primer Iga objeto de
Ja controversia. No se discute la anchura del mar teri-
torial de Noruega. Las 4 millas reivindicadas por ese
pals son admitidas por el Reino Unido. Se trata de sa-
‘er s as lineas fijadas en el decreto de 1925 con obje-
10 de delimitar la zona de pesca noruega fueron traza-
das o no conforme al ‘derecho inteacional (ests
Tineas, denominadas “lineas de base”, sor aquellas a
partir de las cuales se calcula la anchura del mar ter
forial). El Reino Unido niega que hayan sido trazadas
‘con arreglo al derecho internacional, invocando princi-
pios que considera aplicables al presente caso. Por su
parte, Noruega, sin negar que existan normas, sostiene
‘Que las indieadas por el Reino Unido no sou aplicables,
Y se atiene a su propio sistema de delimtacién, que
atima que Se sustatotmente al derecho inteaaco-
nal
En el fallo se examina, en primer lugar, la aplicabi-
lidad de los principios propuestos por el Reino Unido,
después el sistema noruego y, por tltimo, fa conformi-
ddad de ese sistema al derecho internacional
EI primero de los principios britinicos es que toda
Finea de base debe seguir Ia marca de la tajamar. Ese
¢ efectivamente el erterio generalmente adoptado en
Ia praia de los Estados. Las dos partes lo aeptan,
pero difieren respecto a su aplicacion, Las realidades
feograficas anteriormente descrtas, que inevitable-
‘mente llevan a la conclusin de que la linea aplicable
‘no es lade la terra firme, sino mis bien la del sKjaer-
‘gaard, llevan también a rechazar el requisito de que la
finea de base deba seguir siempre Ia marca de la baja-
‘mat, Partiendo de puntos apropiados de esa marca, y
alejindose hasta un grado razonable de la linea fisica
4e la costa, la linea de base ha de obtenetse mediante
‘una constricci6n geométrica. Se trazarin ‘ineas rectas
a traves de las bahias bien definidas, de las curvas me
nores de la costa y de los espacios de agua que separan
Tas slag ls isotes y los arrecies, lo que daré al cin
turén de aguas tertforiales una forma mis simple. El
trazado de lineas rectas no consttuye una excepeién a
Ta norma: el conjunto de esa costa irregular obliga a
recurtr al método de las lineas de base recas.
{Deben tener las lineas rectas una longitud maxima,
‘como sostiene el Reino Unido, salvo en el caso de Ia
Tinea de cierre de aguas interiores a las cue el Reino
‘Unido admite que Noruega tiene un derecho histérico?
‘Algunos Estados han adoptado la norma de las 10 mi-
ilas para fa linea de cierre de las bahias, pero otros han
adoptado una anchura diferente; por consiguiente, la
forma de las 10 millas no ha adquirido la autoridad deguano general d derecho neracion para a
Taian para Tas aguas que separan fas Islay de un
chpidlago. Ademas, la norma de las 10 millas es na
Blicable frente a Nordegs, que siempre seha opuesto 8
Ee oplcacon a la costa oraegs
Por tanto, aeniéndose a as conclusiones britinicas,
1a Core decide que la delimitacign de 1935 no Vol el
derecho internacional. Sin embargo, la dlimitacion de
tespacios maritimos tiene siempre un aspect interaa-
onal, ya que fnteresa a Estados distntos del Estado
riberei pr tant, no puede depender solamente dela
voluntad de éste, A ese respecte ciertasconsidracio-
tes fundamentales, inherentes 2a nturaleza del mar
territorial evan @ adoptar los siguientes crterios que
eden orienar' tos tibunales como el mar teri
Fal estéestrechamenteligado al dominio terreste, la
linea de base no puede apartase de modo apreciable de
reeign general dele costa, algunos espcios mar
timos estin especialmente vinculados a la formacio-
‘nes terrestres que los separan o los rodean (idea que.
debe tener una ampliaaplicacidn en el presente caso,
debido a la configuracién de la costa); puede ser nece-
farlo tener en cuenta certo interesesecondmicos po-
pos de una regién cuando un largo uso atestigie 30
Fealidad y su importancla,
NNoruega present el dereto de 1935 como la
cién de un sistema tadcinal de delimtaion con
al derecho internacional. A sujuco, el derecho interaa-
Senet cunt vind Sine a
ite qu a delmitacion se adapt alas condiciones
Culares de cada rerio. El fallo toma nota de que un
decretonoruego de 1815, a como varios textos psterio-
Tes (decretos, informes, correspondencia diplomatica),
eran ure modo ea ies ea, imps or
1 geogall, aS consgrado ene siting nore y
consolidado por una prtcaconstatey suficientemente
Targa Laapllcacin dees sistema noha encontrado opo-
Sicldn en toe Estados, Taluso el Reino Uaido 00 lo
ica:
30
impugné durante muchos aos: slo en 1933 presents
‘ne protests oficial y definiga. Sin embargo inleresa
{9 wadiionalmente en cuestiones marinas, 00 podla
fgnorar las manifesacones reteradas de Ta pasica
‘oeys que ema utore: La ‘olga general de it
comunidad interacional mest, por tanto, que 20 38
fonsderaba que el sistema norvego facta contraio al
derecho internacional.
No obstante, aunque el decreto de 1935 se ajuste a
ese método (lo que se constataen el filo), el Reino
‘Unido pretende que algunas de las lineas de base rectas
fijadas en él carecen de justificaciGn, per no responder
alos criterios anteiormente mencionadss; a su juicio,
no respetan la direcciGn general de Ia costa, ni han sido
ttazadas de un modo razonabl.
Al examinar los sectores asi criticados, en el fallo se
concluye que las lineas trazadas estin justificadas. En
tun caso —el de Svaerholthavet— se trala de una ense-
‘ada que tene el carter de una baba, aunque est
dividida en dos grandes fiordos. En otto caso —el de
Lopphavet—, la divergencia entre la linea de base y las
formaciones terrestres no es tan grande que desfigure
la direccién general de la costa noruega. Ademis, el
Gobierno noruego se ha basado en un itulo histérico
claramente aplicable a las aguas de Lopehavet: el privi-
lio exlusio de pesca y de cza de Balenas cones
do en el siglo XVII aun noruego, de lo que se deduce
‘que se consideraba que esas aguas estaban sometidas
‘exclusivamente a la soberania noruega. En un tercer
caso —el del Vestfjord—, la diferencia es minima; la
Solucién de esas cuestiones de carictr local y de im-
orfancia secundaria debe corresponder al Estado ibe
Por esos motivos, en el fallo se concluye que el mé-
todo empleado en ei decreto de 1935 no es contrario al
derecho internacional, y que las lineas de base fijadas
por ese decreto tampoco son contrarias aél.