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La legislación financiera vigente (artículo 102 del Estatuto Orgánico del Sistema
Financiero) ha señalado que las instituciones sometidas al control y vigilancia de la
Superintendencia Bancaria se encuentran obligadas a adoptar medidas de control
apropiadas y suficientes, orientadas a evitar que en la realización de sus
operaciones puedan ser utilizadas como instrumento para el lavado de activos.
Las normas sobre prevención del lavado de activos han sido expedidas con un
propósito fundamental que no es otro que aquel de prevenir que en el giro normal
de las operaciones propias de las entidades vigiladas por la Superintendencia
Bancaria sean éstas utilizadas por las organizaciones criminales para dar
apariencia de legitimidad a los recursos que han obtenido de manera ilícita. Una
lectura objetiva de las normas expedidas nos permite concluir que en esta materia
lo que le interesa al Estado es garantizar que las entidades vigiladas por la
Superintendencia Bancaria que en un sentido abstracto canalizan o explotan los
recursos del público en general o que de alguna forma realizan operaciones
comerciales con agentes "desconocidos", los identifiquen y conozcan
adecuadamente, es decir, que estén en capacidad de establecer, dentro de un
margen razonable, si los recursos aportados a la operación, cualquiera que sea,
son lícitos, pues es claro el riesgo que asumen de ser utilizadas (por ese público)
como instrumento para tan reprochable conducta.
En tal sentido, aplicando un sano criterio, es obvio concluir que aquellas entidades
vigiladas cuya actividad no es la propia de los establecimientos o instituciones
abiertas al público en general, es decir, aquellas que no prestan un típico servicio
de "front desk" o de atención al público, y cuyos clientes por regla general son
conocidos, no se exponen (cuando menos no seriamente) al riesgo de lavado de
activos en la misma proporción que, por ejemplo, un típico establecimiento de
crédito.
Pero, con todo, insistimos que las entidades vigiladas por la Superintendencia
Bancaria, sin excepción, deben adoptar sistemas proporcionados de protección
pues no importa el tipo de actividad que desarrollen, es claro que el riesgo de
lavado existe y, por lo tanto, no resulta exagerado exigirles que se preparen y
protejan adecuadamente.
https://www.superfinanciera.gov.co/jsp/loader.jsf?lServicio=Publicaciones&lTipo=p
ublicaciones&lFuncion=loadContenidoPublicacion&id=18419&dPrint=1