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Comentario de Ockham

Autor
Es un filosofo inglés del siglo XIV, perteneció a la orden franciscana y fue uno de los críticos
más firmes de la filosofía escolástica. Defendió la total separación entre fe y razón. Participó en
varias polémicas de su tiempo, como las que surgieron en torno al poder papal.

Tema
El Papa debe respetar los derechos de los gobernantes políticos, por lo que su poder no es
absoluto.

Ideas principales
1. El Papa debe respetar los derechos de los gobernantes políticos.
2. Esos derechos existían antes de las leyes de la Iglesia y por tanto el papa no puede alterarlos
ni disminuirlos, sin causa y sin culpa.
3. Si intenta algo en contra de ellos o dicta sentencia, ambas serán nulas.

Relación entre ideas


El texto defiende la limitación del poder del Papa, que debe estar al margen del poder político
que no se opone a la ley de Dios, pues ya existían gobernantes antes que las leyes de la Iglesia.
Concluye diciendo que el Papa no puede alterar las leyes políticas y si lo hiciera, su sentencia
sería nula.

Explicación de las ideas


Según Ockham la plenitud de poderes del papa en lo político y lo religioso es contraria a la
enseñanza evangélica ya que el Papa debe de ser un servidor de los fieles cristianos y su
autoridad debe de estar limitada en todo momento por la expresión libre de la fe de todos los
miembros de la Iglesia.
Para Ockham ni el Papa ni los concilios pueden imponer verdades para ser acatadas por el
resto de la comunidad de fieles, ya que para él esta comunidad de fieles es la Iglesia misma.
Niega la infalibilidad del Papa, cree al contrario, que el Papa como hombre que es, puede
equivocarse y que sólo es infalible el cuerpo colectivo de la Iglesia formado por todos sus
fieles. Rechaza el orden jerarquizado ya autoritario de la Iglesia de su tiempo, decantándose
por una visión más democrática de la religión.
Si el poder del papado está al servicio de los fieles en cuestiones religiosas, muchas menos
potestades tendrá el Papa para inmiscuirse en asuntos políticos. La autoridad del Papa es sólo
religiosa y no debe entrometerse en los asuntos públicos. De esta manera, religión y política
quedan delimitadas como ámbitos paralelos pero separados hasta el punto que Ockham
considerará que el poder político no obtiene su legitimidad de Dios, sino de que se atenga al
bien común. La religión no tiene jurisdicción sobre el imperio, que ya había sido instituido
antes de la venida de Cristo, pues fue fundado por los romanos. Ockham recoge un pasaje del
evangelio en el cual está Jesús de Nazaret en la playa y vienen los recaudadores de impuestos.
Entonces Jesús les dice a sus discípulos: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios". Así reconoce Jesús de Nazaret el poder político.
En conclusión: El Papa no tiene poder ni sobre los reinos ni sobre el imperio, ya que el poder
civil no proviene de éste, sino del pueblo y el Santo Padre no tiene autoridad para elegir,
confirmar o destituir a los gobernantes.
http://edu.jccm.es/ies/orden/index.php?option=com_content&view=article&id=54:apuntes-
filosofia-ii&catid=53:filosofia

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