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Eran las cuatro de la tarde menos dos minutos de un caluroso día del mes de abril de 2002. Fátima
Bautista, directora de la división de servicios informáticos de la Compañía Eléctrica El Tiro, se
encontraba en su despacho del piso treinta y cinco, mirando hacia la puerta de su oficina que se
encontraba cerrada. Estaba esperando la visita, prevista para las cuatro, del presidente de la
Compañía. El motivo de esta reunión, era analizar los resultados de la división, ya que no había
conseguido cerrar todavía ningún mes con utilidades.
En 2001, Fernando Ros, presidente de Compañía Eléctrica El Tiro, había convencido al Comité
ejecutivo de la compañía para crear una nueva división de servicios informáticos, que realizara el
proceso de datos de todas las empresas del Grupo y pudiera vender estos mismos servicios a los
Clientes de la misma, como parte de su oferta de servicios. Las razones principales que había
argumentado para la creación de dicha filial eran dos. La primera, el ir abriendo nuevas líneas de
ingresos en otros sectores y actividades diferentes a los de la energía eléctrica, que les permitiese
el poder ir absorbiendo el incremento de costos de los servicios sin tener que ir subiendo las tarifas
eléctricas. La segunda, el fidelizar a sus clientes actuales y futuros ante el aumento de la
competencia.
El Comité ejecutivo aceptó la propuesta de creación de dicha división con una única consideración:
la cantidad mensual que cargase la nueva división por los servicios prestados no excediera de los
149.650 euros, el costo estimado de subcontratar dichos servicios al exterior.
A finales del mes de abril de 2002, cuando las utilidades de la Compañía Eléctrica El Tiro, eran un
12% inferiores a los del año pasado, era el momento según su presidente de plantearse el futuro
de la nueva división de servicios informáticos, en contra de la opinión de su responsable sobre la
necesidad de algo más de tiempo para entrar en utilidades. Pero los informes enviados a Fernando
Ros, de los resultados de los últimos tres meses (Anexo 1 y 2) podían acelerar la necesidad de
tomar alguna decisión.
Fernando Ros recibió el informe sobre las operaciones de la división (Anexo1), donde resumía las
horas disponibles de computador. El servicio se ofrecía durante 24 horas los días laborables y 8
horas los sábados. El mantenimiento del computador lo realizaba una empresa externa, durante el
cual se desconectaba el computador durante 8 horas a la semana para su revisión.
Una de las conclusiones que Fernando Ros, había sacado del Anexo 1 eran las excesivas horas
no facturadas de computador que no generaban ingresos.
Después de analizar detalladamente los informes y de leer las notas aclaratorias de algunas
partidas del Anexo 2 que aparecen en el Anexo 3, Fernando Ros tenía muy claro que iba a solicitar
a Fátima Bautista el cierre de dicha división salvo que le propusiera medidas de actuación
inmediata.
Anexo 1
Anexo 2
Anexo 3
Los gastos e ingresos de los últimos tres meses se resumen en el Anexo 2, donde: