Olivia Gall

Trotsky en México
y la vida política en el
', periodo de Cárdenas, 1937-1940

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Colección
Problemas de México

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Ediciones Era
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elección coordinada
po' Rubén jiménez7'dez I índice

341859 ' .t-.

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C~)~~ t Agradecimientos, 10

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INTRODUCCiÓN, 11

1 PRIMERA PARTE: LA BIENVENIDA, 17

I I. Un visado en el planeta para León Trotsky, 19

I
I
¡
SEGUNDA PARTE: LOS PROTAGONISTAS,

11.
III.
Los camaradas, 45
Los amigos, 74
43

TERCERA PARTE: BATALLt\ POLÍTICA EN MÉXICO, 89

IV, Trotsky y el contra-proceso, 91

v . La guerra de Stalin, 108
VI. La contraofensiva de Trotsky, 169
VII. La derecha y Trotsky, 183
VIII. La LCI y Trotsky, 191
IX. La ruptura con Rivera, 205

CUARTA PARTE: EL PENSADOR ASESINADO, 221

'\

Primera edición: 1991.

X_ Trotsky analiza a México, 223
ISBN: 968-411-335-8
DR CI991, Ediciones Era, SA. de C.V.
XI. Francisco Zamora, intelectual mexicano
Avena 102,09810 México, D. F. simpatizante de Trotsky, 250
Impreso y hecho en México XII. Dos versiones estalinistas del cardenismo, 262
PrinJed and 7JI4de in Maico XIII. Una situación peligrosa, 288
XIV. El acoso, 303
XV. Preguntas en torno a un asesinato, 321

,----- - -, ---------~~==--==9?'f'=;;:::;,=..:;;..;...;;:;;:...------
Conclusiones, 344
Notas, 351
Abreviaturas, 399
Entrevistas, 402
Archivos consultados, 404
Cronología, 405
A Van,
que nos dejó sin su ancha sonrisa

Al Pepe, mi hombre
Al Andrés, mi hombrccito
 Agradecimientos
Este trabajo no hubiera sido posible sin la participación de un conjun-
to de personas a quienes quiero extender un caluroso agradecimiento.
~eorge N.o~ack, Charles Curtiss, Octavio Fernández, Félix Ibarra,
L~clano ,GabCla, Adolfo Zarnora, Vlady Kibalchich, Esteban Volkow,
~Iguel ¿ngel V~lasco, Boris Rose n, José Muñoz Cota, Arminda Yá-
nez, dona Carohna ~cudsro, viuda de Múgica, Laurette Sejourné y
los hoy ~ desaparecI?os Jean van Heijenoort, Nicolás Moli na, Ma-
nuel Rodríguez, Francisco Zendejas y don Francisco Zarnora, por ha- ~
berrne permitido penetrar en sus vidas, sus recuerdos y sus documen-
tos. -
_AJavier Wim~r, por su generosa y puntual colaboración. A Luis
Prieto yjuan Ortiz ~camilla por haberrne guiado en el laberinto que
e:a en 1983 el Archivo Múgica. A Dolores Acosta, Gloria Calvez, Ma-
na Teresa. Carcía, Ana Mal:gtdes,. Da.gobeno Vargas y Mónica Zárate
por s.u .vahosa ayuda en la mvesugacion documental y hemerográfica.
A Cristina :unaro ~or el trabajo mecanográfico. A Jo~ep María Olive-
ras y a Te.ul ~toyr~n por la reproducción fotográfica de documentos.
A JO.rge Vdle!5as Ivich por la sistematización de la bibliografía, a Jac-
quell~e Andre por la colaboración en la traducción del francés
Q~lero también agr~decer muy particularmente a Cedric Belfrage,
Da mie n I?urand, Octavio Fernández, Alejandro Gálvez Cancino, Ruth
Gall, D~?lela Grollova, Ricard? Pére~ ~tontfon, Enrique Serno y Jean
van HelJ~noort sus cornentarros, oprmones, críticas v sugerencias. A París, 1989)-
Adol.fo Gllly y su Seminario sobre la Revolución Me'xicana su intro-
du~clón a una nueva comprensión de la compleja vida política de este
pais.
Finalmente y ?e manera. muy especial, a Pierre Broué, quien ali-
m.ent~ es~e traba~o con sus lll~g<:>tables conocimientos y materiales, su
expene~Cla, su ngor metodolog¡co, sus criticas y consejos su tiempo
y su amistad. '
10
----------- ---_._-----
Introducción
Abordar un tema como el de Trotsky en México implica participar en
el esfuerzo que la historiografía política mexicana ha desarrollado,
fundamentalmente a lo largo de los últimos veinte años, por hurgar a
fondo en la temática de los diversos "socialismos mexicanos".
Desde el punto de vista del análisis histórico-político, este tema no
ha sido abordado hasta ahora con la debida seriedad. Lo escrito se li-
mita casi exclusivamente al asesinato o es el fruto de la visión de dos
adversarios políticos mexicanos de Trotsky: el Partido Comunista Me-
xicano y Vicente Lombarda Toledano o los lornbardistas.
Desde el punto de vista biográfico, por otra parte, en el momento
de echar a andar esta investigación no existía sino un importante tra-
bajo, El profeta desterrado de Isaac Deutscher -el tercer tomo de su
muy difundida trilogía, que cubre esta última etapa de la vida del bo~-
chevique ruso-- que no propone sino un relato, magistralmente esc.n-
to es cieno, pero que toca todo y nada y que por lo tanto no analiza
la relación entre Trotsky y el México cardenista.
No tuve que partir sin embargo de cero: tanto la historiografia
mexicana como la del movimiento comunista internacional ya habían
abierto algunas puertas importantes. En cuanto a la historiografia de
la Oposición de Izquierda y del movimiento por la IV I~ternacion~I.
tuve, gracias al doctor Pierre Broué -autor de Trotsk», pnmer trabajo
biográfico realmente serio y muy recientemente publicado (Fayar?,
el privilegio de tener acceso al conjunto de su trab~Jo
y del de su equipo del Institut Léon Trotsky. Sus Oeuirres, sus Ca}¡le~s
. Léoii Trotsky y su Assassmat de Trotsky -nada de esto editado _en M~Xl-
co-- pusieron a mi alcance los resultados de treinta años de mvesuga-
ción. En cuanto a la historiografía mexicana, creo que basta con men-
cionar en desorden a algunos -y estar consciente de que en este
breve listado uno deja injustamente de lado a muchos- de los auto-
res especializados en esta temática (como' Pablo González Casanova,
Gastón Garda Cantú, Arnaldo Córdova, Adolfo Gilly, Arnoldo Martí-
nez Verdugo, Raquel Tibol, Samuel León, Ignacio Marván, Octavi?
Rodríguez Araujo, Manuel Márquez Fuentes, Alejandro. Gálvez, Canc:-
no, Barry Carr, Enrique Krauze, Josefina Baena, franCisco. J?se P~oh,
Enrique Montalvo, Romana Falcón, Heather Fowler Salarnini, Daniela
11
 r 110\'::1,
r FI rancis. B. Chasscn
. de Lópcz, Jorge Basurto ,gllla-
Arturo An .
Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, perteneciente
~' aco gnaClo Taibo II, Cuadalupe Pacheco, Rogelio Vizcaíno o
al entonces llamado Partido Socialista Unificado de México (PSUM); el
Incl.uso José Revueltas) para poder apreciar la riqueza de esfuerzo v
de la Hemeroteca y Biblioteca Nacional; el de la Hemeroteca del Ar-
de Inforn~ac .•ón con la g~e h~ contado el trabajo que aquí se presenta.
chivo General de la Nación y el de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas
F.ue asurusmo ~n privilegio el te,ner acceso a algunas fuentes y co-
de El Colegio de México. Finalmente, la New York Public Lib~a.ry me
lecc~ones dde alrc.h~vos ?un~a antes estudiadas bajo el ángulo del tema
facilitó el acceso a sus microfilms de El Machete y La Voz de Meneo.
aql~1 tra~ o. nicié asi la Investigación en la Houghton Library de la
Universidad de Harvard, donde se encuentran los Trotsks's Papers y
sobre tO?O, la llamada "parte cerrada" que, expresando la vOlunta<Í
León Trotsky pasó solamente tres años y medio en México. Durante
del propio T~ots.ky, .no fue "abierta" sino hasta principios de 1980. En
esos tres años y medio vivió apartado en Coyoacán -primero en la
esta misma !nsutuClón pude consultar también la Coleccion-satélite de
"Casa Azul" de Frida Kahlo, luego en la calle de Viena=-, se abstuvo
Octa-r:1O Fernández; el entonces secretario de la agrupación trotskista
de escribir en la prensa acerca de problemas específica mente mexica-
mexicana. Al darme accesg al manuscrito de la correspondencia inter-
nos y evitó sistemáticamente los contactos con quienes participaban
cambiada entre Trotsky y su hijo León Sedov entre 1931 1938 p. _
rre B é • ió 1 y ,IC ostensiblemente en la vida pública nacional. .
rou me permlu exp orar a!gun?s de los aspectos más intere-
En este sentido, el tema elegido para conformar este trabajo puede
santes del. tesoro documental e histórico constituido por los Sedou's
aparecer perfectamente como el resul~do ya. sea de ~na. desb.ordada
Papers, d ub.icadosbi en la Hoover
. .. Foundation ' en Stanford , C a lif I orma,. y
capacidad imaginativa, ya sea de una insuficie nte cuno~ldad intelec-
apenas escu iertos a pnnClplos de 1984. Tuve también la suerte d~
tual. Pero, fuera de un interés puramente biográfico, quizás sea POSI-
co?ocer persona!mente y de entrevistar al señor Charles Curtiss,
qUien fuera: en uempos de !rotsky. en México, el representante de la
ble demostrar que el estudio de la presencia de este homb:e en :1
México del presidente Cárdenas arroja algo de luz sobre la Vida poli-
IV ~nternaclOnal e? este pals. Curtiss me brindó generosamente una
tica de nuestro país; y viceversa, que la realidad política de este país
copia de sus archivos -a los que en este trabajo llamaré Archivos
-sumido entonces en uno de los momentos más interesantes de la
Curtiss y qu<; hoy en. día ya se encuentran en la Hoover Foundation
historia latinoamericana contemporánea- enriqueció el pensamiento
en St.,nford,. California-i-, hasta ahora inéditos, a excepción de la co-
r:espondenCla de Trotsk y en ellos contenida, publicada por la edito- de Trotsky.
Tres co nstataciones se imponían al inicio de la investigación. la
rial Pathfinder P~ess de Nueva York en los Writiugs, las obras comple-
primera, que el aislamiento en que vivió Trotsky y la ause~C1a ·de Im-
tas de Trotsky. Fmalment~, las colecciones de prensa del Museo León
portantes corrientes que se reclamaran afines a su pensamiento, tanto
Trotsky ~ .la documen~'Clón personal de Nicolás Molina y de Félix

I
durante su estancia en México como inmediatamente después de su
Ibarra, militantes trotskistas mexicanos de los años treinta y cuarenta
me fueron Igualmente de gran valor. .' muerte, permitía descartar de entrada la suposición de una influencia
real y directa de su parte en el México de la época. La segunda, que
?cbo aña?ir que tuve ~cceso también a los acervos de varias insti-
la sistemática referencia a Trotsky en las columnas de la prensa me-
tuciones oficiales y de vanas colecciones privadas, lo cual me permitió 1 xicana en su conjunto, entre diciembre de 1936 y octubre de 1940,
consu.ltar el Expe~lente Leen Trotsky de la Biblioteca de la Secretaría de
da fe del desarrollo de una intensa batalla política en torno suyo, en-
Relaciones Exteriores; el Expediente Leen Trotsky del Fond
Cárdenas. del. Río, situado .en la Sección Presidentes del Archi~o
ral ~e la Nación: el Exp~dlenu 116/1 Trotsky de recortes de prensa en la
C:~~
Lá
tre los diferentes protagonistas de la vida política del cardenismo.
tercera, que un cierto número de escritos de Trotsky acerca de algu-
La

nos aspectos relevantes de la vida política mexica~a de .Ia época, c~ns-

l3~oh.oteca Lerd? de Tejada de la Secretaría de Hacienda y Crédito
tituyen la huella dejada por este pensador revoluciona río en el último
~ubhco; ~I Archivo del ~eneral Francisco J. Múgica, propiedad de do-
na. Carohn~ Escudero Viuda de Mújica y que hoy se encuentra en Ji- país que le diera asilo. . .
Había que preguntarse entonces, en un pnmer mom~nt.o, SI e~ es-
quilpan, Michoacán, en el Centro de Estudios de la Revolución Mexi-
cana• Lázaro Cárdenas< '. A • C·., e I matena. I hemerográfico, ¡ •
tudio de la presencia de Trotsky en México podía consUtUlr en SI un
• documental "rcvolado r" o, en otros términos, un "mirador privilegiado" sobre la
y bibliográfico de. la Biblioteca Vicente Lornbardo Toledano; el del
vida política del cardenismo. Y, en un segundo momento, hasta qué
12 13

---------- ...- -
 como de las derechas mexicanas del periodo 1910-~ 940 .. Abordar ,a
punto contribuyó Trotsky de manera consciente a jugar este papel fondo dicho estudio en este trabajo era sin c:mbargo II?poslble. ~a~~
"revelador", tanto con sus intervenciones puntuales destinadas a de- ue abordarlo, pero únicamente en la medida de .la ~mportanCla
fenderse de innumerables acusaciones y calumnias, como con la ex- q apel jugado por cada uno de sus elementos <;onsutuuvos con r~~c-
presión "privada" y/o "relativamente pública" de sus puntos de vista fo a Trotsky. Lo que esta segunda parte refleja es por lo ~nto °d 10 -
acerca de los grandes problemas políticos nacionales. ició d las di ersas agrupaCIOnes e a1
significante que resulta la oposrci n e v d d
Pero también había que cuestionarse acerca del grado en que sus derecha a la presencia de Trotsky en México, frente a l~ ve; ;. elra
escritos manifiestan una comprensión de México y, por consiguiente, guerra a muerte que organizaron contra él el PCM y Lom ar o o e-
acerca de su posible importancia tanto dentro del cuerpo del pensa-
dano.
miento político mexicano que se reclama del marxismo como dentro
del cuerpo del pensamiento político mexicano en general.
Una vez establecidas estas tres interrogaciones, la investigación em- Confrontadas a los resultadOS de la investigación, las inte:rogante~
pezó a tomar su propio curso: ¿Cómo se conformó la historia de la arriba planteadas permiten establecer, como prime:a .hipótesIs ~~~~
vida política del cardenisrrro? ¿Por qué le acordó el gobierno de Cár- de este trabajo que la presencia de Trotsky en México e~tre y
denas el asilo a Trotsky? ¿Qué relaciones mantuvo dicho gobierno 1940 constituy~ un revelador de la vida política del cardeOlsmo. y c~-
con él durante su estancia en México? En qué condiciones materiales e
é
mo su segunda hipótesis central, que las ideas de Tr~tsk! ac~~cama
se desarrolló dicha estancia?, es decir, équé tanta libertad tuvo México conformaban, dentro de la extrema pobreza,. rmopia y. g -
Trotsky para familiarizarse con el país? ¿Quiénes fueron sus camara- 's~o del pensamiento marxista mexicano del se~eOlo cardle~~stal
' duna
U ., ., ta Por a c an es-
das, sus amigos, sus simpatizantes y sus conocidos? ¿Quién lo introdu- tercera interpretaClon Y una tercera opeIOn mar:us . .,
jo y le explicó la historia, la geografía, la política, la cultura, las len- t" 'dad" en la que se desarrolló, esta interpretaCIón y esta opClon. per-
guas, los lenguajes, los símbolos y los códigos de este país? ¿Quiénes ~:necieron casi totalmente desconocidas en la él?oc~ y no cuajaron
fueron sus adversarios y por qué? ¿Cómo se desarrolló la oposición a en ese entonces en una alternativa político-orgaOlzau,va que las con-
su presencia en México por parte de estos últimos? ¿Cómo respondió frontara con la realidad.
Trotsky ante 'ella? ¿En qué consiste su análisis de la vida política del
cardenismo y en qué consiste el de las otras corrientes políticas mexi-
canas -amigos o adversarios- que se auto nombraban marxistas en
el México de los treintas?
Dividido en cuatro partes, este trabajo aborda el estudio del recibi-
miento de que fue objeto Trotsky por parte de los distintos sectores
políticos mexicanos; el de los protagonistas centrales de su estancia; el
de la guerra política en que dicha estancia se transformó y, finalmen-
te, el del análisis construido por las corrientes marxistas del periodo
cardenista acerca de algunos de los problemas políticos más importan-,
tes del México de la época. '
Hasta donde mi percepción y mi involucramiento personal con .este
trabajo me permiten ver, su segunda parte, aquella que se ocupa de
los "protagonistas", podría ser objeto de por lo menos una crítica a la
que me quisiera adelantar: ésta tiene que ver con el gran contraste
que aparece entre la atención dedicada a la historia del PCM y de
Lombardo durante el periodo anterior a la llegada de Trotsky y la
dedicada a la historia de las derechas mexicanas durante este mismo
periodo. Desde mi punto de vista, la historiografia mexicana está aún
lejos de agotar el estudio y el análisis crítico tanto de las izquierdas

14
J_ 15
PRIMERA PARTE

LA BIENVENIDA
 I. Un visado en el planeta para León Trotsky

Sumida en las premisas de la pesadilla que estaba a punto de vivir, la

Europa de 1936 que leía los periódicos y se interesaba por la política,
esa Europa. que, fuese cual fuese su color, aún no olvidaba la revolu-
ción rusa y su radiación, se enteraba sorprendida en el mes de di-
ciembre de que el viejo dirigente revolucionario León Trotsky,
expulsado del rcus en 1927, de la Unión Soviética hacia Turquía en
1929 Y exiliado finalmente en Francia y Noruega, acababa de recibir
la autorización del presidente de México -un total desconocido para
el mundo- para refugiarse en su país.
La situación de Trotsky se había vuelto muy precaria a partir del
mes de agosto de 1936. Agosto del 36 fue el mes del primero de los
célebres y aterradores procesos de Moscú, cuyos principales acusados
--ejecutados en el acto- fueron Zinóviev.! Kárnenev" y Srnirnov."
Agosto del 36 fue el mes durante el cual el gobierno socialdemócrata
noruego, interesado en establecer acuerdos comerciales con la URSS,
aceptó proceder a ejecutar una de las condiciones que ésta le pedía a
cambio: decretar el arresto domiciliario de Trotsky y de su esposa
Natalia, prohibiéndole por primera vez en su vida comunicarse con el
resto del mundo, ya fuese por vía postal, periodística u otra. Agosto
I del 36 marcó por consiguiente el nacimiento de la angustia de los
trotskistas -pocos pero activos en algunos países de Europa, Asia y
Arnérica- frente a la respuesta negativa y unánime de los gobiernos
ante los que se había acudido para solicitar el asilo para Trotsky. El
"NO" fue internacional, absoluto, definitivo. De ahí la famosa fórmula
de André Breton: "El mundo es un planeta sin visa para León
Trotsky".
El mundo, en efecto, fue un planeta sin visa para Trotsky y Nata-
lia durante seis largos meses más, seis mesés cargados de aconteci-
mientos mundiales importantes: consolidación en el poder del fascis-
mo alemán e italiano, crisis del Frente Popular Francés, consecuencias
nacionales e internacionales de !a sublevación del 19 de julio de los
generales españoles, movimiento liberador y pacifista de Gandhi en la
India, y finalmente, estallido de la crisis de la burocracia soviética,
tanto más dramática cuanto que se presentaba bajo la forma de un
siniestro espectáculo inquisidor puesto en escena por Stalin, el símbo-

19
.•. --. __ • .•.•--_ ,r".. •• _ •.• ...-_._-
 lo heredero del bolchevismo sobre quien se concentraba gran parte
de la esperanza del mundo.
Acerc~ de todos est~s acontecimientos, Trotsky, un hombre cuya
per~onahdad como escntor era tan importante como la del revolucio-
nano, no podía dirigirle al mundo una sola palabra. Esto sin contar
con que la amenaza de extradición, que hubiese significado una
muerte segura, no era de ninguna manera una posibilidad tan lejana:
el hecho de que Stalin no se hubiese decidido todavía a solicitarla se
debía únicamente a su temor de! juicio de un tribunal internacional.
Fue entonces cuando, bajo la mirada incrédula del "mundo civiliza-
do", el "lejano", el "salvaje", e! "exótico" México, intervino desmintiendo
la fórmula de Breton. Al declarar oficialmente el 7 de diciembre su deci-
sión de acoger a Trotsky, Lázaro Cárdenas imprimía un giro de 180
grados a los planes que Stalin le tenía reservados a su adversario comu-
nista: ellO de diciembre, fecha en que Trotsky abordó el buque cisterna
noru~go Rudi con destino al Golfo de México, Stalin tuvo que empezar
a delinear una nueva táctica para cornbatirlo.
Si por esos días Lev Davidovich no sabía nada de la tierra de Cár-
denas, menos sabían de ella los trotskistas europeos o americanos.
Jean van Heijenoort, e! estudiante de matemáticas francés que desde
1932, se había convertido en el principal secretario de Trotsky, conta-
ba como, enc?n~rándose en esos días en París, se dirigió inmediata-
mente a la ~Ibho.teca Sai~te Ceneviéve para documentarse un poco
sobre este pals launoamencano al que debería dirigirse muy pronto y
en el que viviría hasta 1939.4
. A bordo del Ruth, atormentado por la idea de un atentado, por
ejemplo de un naufragio "accidental", Trotsky escribía el 28 de di-
ciembre:
Lugar de desembarco aún no precisado [...] Estoy leyendo ávida-
:nente ~lgunos textos sobre México. Nuestro planeta es tan peque-
no: y SIn embargo sabemos tan poco de él. Me he pasado así estos
prImer.os ocho días, trabajando intensamente y especulando sobre
este misterioso México."
Cuál .no serí~ entonces su sorpresa y la de su esposa Natalia', cuan-
do, habiendo pisado apenas el suelo de este "misterioso México", al-
canzaron a ver estacionado en el puerto de Tampico --en el que de-
s~mbarcaron el 9 de enero de 1937- y listo para conducirlos a la
clU~ad de México, el más elocuente embajador de la actitud que guar-
dana desde ese momento hacia ellos el gobierno de Cárdenas: "El
Hidalgo", el tren presidencial.
20
t -
Trotsky y Natalia tenían bastante experiencia política y huma~a
como para comprender que este mensajero representaba un cambio
cualitativo en el ambiente que los había rodeado en todas partes des-
de la muerte de Lenin. Sin embargo, esta misma experiencia los llevó
a imaginar también desde el primer momento que, sin ~in~na ?u?a,
además de la posición oficial del Presidente de la Repubhca exisuan
en México otras tendencias políticas que les serían hosriles.
No tendrían que esperar mucho en efecto para saber cómo estaban
divididos los campos con respecto a ellos ... Pero en e~e moment?, ro-
deados por los muy cordiales representantes del gobierno rnexrcario,
6
por sus dos amigos trotskistas estadounidenses, Max. Schachtman y
George Novack,? atraídos por.l,a extra~a belle:za de Fnda ~ahlo -que
había acudido en representaclon de Diego Rivera," de qUien Trotskx
diría pronto "es a él más que a nadie a quien le debemos nuestra h-
beración del cautiverio de Noruega"-, los Trotsky penetraron en el
calor tropical de la costa atlántica mexicana. .
A las diez de la noche, el cortejo abordó "El Hidalgo" con desuno
a la ciudad de México. Los Trotsky no sabían que esta ciudad que les
daría albergue durante tres años y medio sería también el lugar, del
encuentro con la muerte. En efecto, León Trotsky ya no volvería a
cruzar el Atlántico ni ninguna frontera: moriría asesin~do, por orde,n
de Stalin el 21 de agosto de 1940, un poco más de mil días después
de su llegada, el 11 de enero, a· la Casa Azul de sus anfitriones Frida
y Diego, sobre la que Natalia escribiría: "Estábamos en otro planeta
en casa de los Rivera".9
Es bien sabido que Trotsky murió en México a consecuencia de u~
golpe de piolet en el cráneo; pero .sería ingenuo cre.er que L~v Davi-
.dovich haya vivido en este país únicamente para dejarse asesl,na~. De
ninguna manera; -r:rotsky viv.ió:, conoció, reflexion?', converso, Int~~-
cambió puntos de Vista y escribió acerca de este pals cuy.a Vida políti-
ca resultaba y resulta tan compleja, tanto para los naCionales. como
para los extranjeros. Un poco más de. un año d~spués de. su llega?a,
Trotsky empezaría en efecto a pr-oducir una sene de escrrtos que In-
tentarían interpretar la realidad política mexicana de la época. De es-
to, por el contrario, se sabe muy poco. .
Una vez instalados en la Casa Azul, la pareja escuchó de ~ca de
Diego y Octavio Fernández!? el relato de cómo se había obtenido su
visado: el 21 de noviembre de 1936, ante el nuevo rechazo!! del go-
bierno de Roosevelt a la solicitud de asilo en Estados Unidos para el
revolucionario ruso hecha por el American Cornrnittee for =. Defe n-
se of Lean Trotsky (ACDLT), Anita Brenner.P ejecutando l~ Inst!;Uc-
ciones del Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional. le
21
._---
 había enviado un telegrama urgente a Diego Rivera en el que le pe_ pero que para darle respuesta éste solicitaba la presencia del repre:.
día, como "asunto de vida o muerte", que contestara de inmediato si sentante de la sección mexicana. Desde que fueron introducidos en el
,
el gobierno mexicano aceptaría que "El Viejo Barbitas" fuera a curar- despacho presidencial, sin preámbulo y lacónicamente el jefe del eje-
se, en su país. 14 l.
cutivo les dijo más o menos lo siguiente:
Sin perder un segundo, Diego discutió el asunto con el Buró Políti-
co de la Liga Comunista Internacionalista (LeI) -el grupo trotskista
\
El señor Trotsky puede venir a México. El gobierno que repre-
m.exicano-, qu~ decidió "enviar a un~ delegación formada por Diego sento le acordará el asilo en su carácter de refugiado político [...]
Rivera y OCtaVlOFernández a entrevistarse con el presidente Cárde- en razón de las circunstancias que, como ustedes me lo aseguran,
nas [...] Nadie, excepto los miembros del Buró Político, debía conocer
ni la misión de esta delegación ni su existencia [...] Se iba a jugar
) ponen su vida en peligro. Se le brindarán todas las garantías nece-
sarias [...] no estará preso [... ] Mi gobierno actúa con total inde-
una carta decisiva contra Stalin".15 pendencia [...] No les exigimos a ustedes ningún tipo de ~romesa,
La LeI había decidido plantearIe el problema al presidente de la ya que el señor Trotsky sabrá comportarse como un refugiado po-
República por medio del general Francisco Múgica, secretario de Co- lítico [...] Lo único que le exigimos es que, a su llegada, los trots-
municaciones y Obras Públicas; un hombre cuya trayectoria política kistas mexicanos se abstengan de organizar manifestaciones que
era honesta, radical, "jacobina", que coincidía poco tanto con el parti- pudiesen provocar choques con elementos hostiles al señor
do comunista como con Vicente Lombardo Toledano y que, de acuer- Trotsky.!?
~o al testimon.io de Octavio Fernández . y de Manuel Rodríguez.t?
SIendo secretano de Economía en 1935, le había proporcionado al De vuelta en la capital los dos delegados se dirigieron de inmedia-
grupo trotskista los medios financieros para la edición de uno de sus to a ver al secretario de Relaciones Exteriores, el ingeniero Eduardo
periódicos: OctubreP Hay,20 quien, de acuerdo a lo que Cárdenas les había dicho, d~bía .es-
Múgica recibió a los dos delegados trotskistas el mismo 21 de no- tar al tanto del asunto y haber recibido las instrucciones del ejecutivo
viembre en la tarde. Como respuesta redactó, sin dudarlo ni un se- para realizar los trámites necesarios para recibir al "señor Trotsky"
gundo, una carta dirigida al general Cárdenas: Sin embargo, el ingeniero Hay les respondió:
Señor Presidente, No estoy de acuerdo con que el señor Trotsky venga a este país
Tengo el honor de presentarle al gran pintor Diego Rivera quien [...] Mientras yo sea secretario de Relaciones Exteriores no le será
es, además, un amigo y un correligionario. otorgado el visado.?'
[...] le conciernen asuntos muy interesantes, con los cuales está per-
sonalmen.r: ligado ~ que expondrá ante usted con la esperanza, Como Cárdenas seguía en Torreón, no les quedaba otra solución a
que también es la rrua, de que encontrará en su generosidad un re- los delegados de la LeI más que la de dirigirse de nuevo a Múgica: la
cibimiento sincero.w respuesta de este último fue una vez más rápida y firme:

Con esta carta en la mano, los dos delegados emprendieron un po- Yo me encargo de este asunto, pero ante todo nadie debe saber
co antes de la media noche el viaje de dos días en coche hacia To- nada de la decisión del presidente; un detalle que logre infiltrarse,
rreón, donde se encontraba Cárdenas, supervisando el reparto de tie- y asunto perdido.F
rras en la región lagunera.
"No obtener una respuesta rápida a la petición que íbamos a for- A pesar de la absoluta discreción del Buró .Político de .l~ LeI, la in-
mu!ar -escribía m~ ta~de Octavio Fernández- hubiese significado formación había logrado filtrarse: desde el pnmero de diciembre, va-
posiblemente la pérdida Irreparable de Trotsky." Rivera y su compa- rios periódicos mexicanos lanzaban en primera ~lana la sensacional
ñero ~abía~ decidido -añaden los Cahiers Léon Trotsky- que el pintor noticia: LEÓN TROTSKY DESEA VENIR A NUESTRO PAlS.
en~x:a pnmero a ver. ~ Cárdenas, cosa que hizo. Luego volvió Rive- ¿Cual había sido la fuente de información de la prensa? Los perió-
ra diciendo que la petición ya le había sido entregada al presidente, dicos lo revelaban abiertamente: la CThI de Lombardo Toledano.

22
341859 23

Noticias ~xtraoficial~s que la CTM ha recibido, hacen saber que se
es~n haciendo gesuones ante el gobierno [...] para que se permita
radicar en él al líder ruso León Trotsky.P
y la CTM no había perdido un instante en dar a conocer su punto
de vista:
L:a. CTM, en espera de confirmar plenamente esta noticia, se ha di-
~gIdo al señor presidente [...] expresándole [...] que la permanen-
CIa de Trotsky [...] sena motivo de dificultades para el movimiento
obrero .c... ]~grega [...] que es del todo justificable que los sectores
revolucionarios hayan hecho el cargo a Trotsky de estar de acuer-
do con el fascismo alerpán.2<t
¿De dónde había sacado la CTM esta información? Los Cahiers Léon
Trotsky s~ponen que "no pudo haber sido sino del propio secretario
de Relaciones Exteriores't.>
· Comprendiendo la gravedad de la situación creada por las revela-
cienes -de la prensa, a las que se sumaba la reacción instantánea de la
CTM, el primero de diciembre el general Múgica volvió a llamar a Ri-
vera y a Fetnández y les sugirió que volviesen a Torreón a ver a
Cárdenas.
Si pueden con~r ~on el apoyo de algunas organizaciones obreras,
mejor; pero es indispensable que se vayan [...] ya.26
· En estas ci:-cunsrancias, ese mismo día "el BP [ ... ] había decidido en-
viar ~ !orreon una se~nda delegación comandada por Fernández y
constituida por ~l, secretan~.,.peneral del Sindicato Unico de Trabajadores
de l~ ,CO}~tru(CIOn (SUTC).: Jua~ R: de la Cruz, por David Urzúa del
corrute ejecuuv~8 del mismo ,smdICato, por dos miembros de la
Casa del Pueblo, Manuel Carcía y Cenara Gómez Jr., y por el enton-
c.es abogad~ del SUTC, Bernabé Jurado, como consejero técnico [...)". Ri-
vera se habla quedado e~ el DF como.e?lace con el general Múgica.
· ~, su llegada a Torreon, el 3 de diciembre, el presidente no los re-
cibió personalmente. Sin embargo, .s~, representante, el señor Agustin
Arroyo Ch., le~ ase.~ró que la decisión tomada por el presidente du-
rante su antenor VISita no se había alterado.
Apenas ,infor~a?o de la presencia de la nueva delegación, Cárde-
nas redacto el sIguIente telegrama, dirigido al ingeniero Hay:
Una comisión de ciudadanos se acercó al suscrito para solicitar qu(;!
24
sea concedido por el Gobierno Nacional, permiso de residencia en
el territorio de la República a,l ciudadano ruso León Tr~tsky. ,
La petición fue presentada con carácter de. urgenCIa en razón
del grave peligro en que, a juicio de 1,05 comiSIOnados, se haIl~ la
vida del señor Trorsky, porque teudría que retornar a su pals a
causa de la negativa que ha recibido de la generali~ad de los, go-
biernos europeos para vivir en naciones de ese contmente, asi ~o-
mo por la inminente conclusión del permiso que le fue concedido
en Noruega.
Como en derredor del caso, diversos grupos Y personas. han e~-
puesto públicamente opiniones que alegan en contra del asilo pedi-
do, juzgo pertinente expresar a usted las. :azones en que se apoya
el Ejecutivo Federal para acced:r a 10 solicitado.
La política de México, 10 mismo en lo qu: se refiere ~ sus rela-
ciones internacionales como en lo que ata ne al tratamiento que
otorga a los ciudadanos o súbdit~s de los demá~ países, no sólo se
ciñe a las normas establecidas ul11versalmente, S1110que representa,
a lo largo de nuestra historia, un esfuerzo perman:nte 'por l~gral:
la evolución del Derecho en un recto sentido de JustiCIa pala las
naciones y de liberalidad para los hombres, cualquiera que sea la
proceden¿ia o el origen de ést?s: L~al a esa conducta, México s~
siente ahora en el deber de reivi ndicar con su actitud una de las
conquistas de mayor contenido .humano .que había log:~do ~a e~
Derecho de Gentes, la prerrogativa de asilo para los exiliados pOI
causas políticas. . ,
El asilo naturalmente no supone en I11ngun caso afinidad de
pensamiento, de propósitos o de. tend:ncias entre el país que lo
concede y el sujeto que se, benefiCIa de ,el. ,-
Este concepto es tan evidente, que solo se expresa ~qUl para ev~-
tar interpretaciones desviadas a las que por error pudiese darse pa-
bulo.
Con referencia a quienes temen que la hosl?italid~d qu.e se con-
ceda al señor Trotsky dé origen a perturbaCiones interiores o .a
complicaciones con el exterio.r, creo pertinente declarar qu~ c~nsl-
dero infundadas esas aprenstones. Y, en todo ca~o, .na~a Jusufica
que un país fuerte y perfectamente ?efinido, pc:r lI1StltuClon~s pro-
pias, por objetivos sociales y económICOS atltentIGl~en~e naClo?ales
y en franco proceso de realización, y por una políuca 1I1ternaClonal
congruente con sus limpias tradiciones abrigue t~l~ores por la pre-
sencia de un hombre, cualquiera que sea S\1 valimiento personal o
su doctrina política.
A mayor abundamiento, manifiesto a usted que no se descubren
25
 concretamente los riesgos que pueda correr la tranquilidad pública
por la estancia en México del señor Trotsky, pues si éste acata CTM, sus respectivas organizaciones filiales o periféricas y algunos in-
nuestras leyes y no toma injerencia alguna en el juego de la vida dividuos y organizaciones simpatizantes del estalinismo en el mundo
social y política del pueblo mexicano =-como corresponde a la con- entero exigían que la autorización acordada a Trotsky fuese anulada
dición de todo emigrado político-- el hecho de que se entregue a y amenazaban con manifestaciones públicas. Sin embargo, aunque no
sus labores intelectuales no puede alterar en lo mínimo la situación menos numerosas, las felicitaciones dirigidas a Cárdenas por intelec-
de un país como el nuestro, donde, al amparo del libre tráfico de tuales u organizaciones obreras mexicanas o extranjeras, no fueron
producción literaria, las mismas obras de Trotsky -<:omo las de tampoco en absoluto insignificantes. .
cualquier otro autor- siempre han estado al alcance del pueblo, Tomemos como ejemplo de cada una de estas dos posiciones un te-
sin taxativas ni censuras. legrama; de la primera:
En virtud de las razones anteriores, queda usted autorizado para
que cuando se le presente la solicitud formal de asilo en favor del México, D.F. diciembre 7
..
señor Trotskv,. la tramite usted de conformidad. Silvestre Guerrero
Ministro de Gobernación
Presidente de la República
Lázaro Cárdenas.f" Prensa anuncia llegada León Trotsky más grande contrarrevolucio-
nario mundial ligado al fascismo alemán considerado peligro uni-
Ignor:lndo la existencia y el contenido de este telegrama, así como dad clase trabajadora. Suplicamos a usted interponga influencia
de! que el presidente le había dirigido el '1 de diciembre a su secreta- ante gobierno para negar asilo.
rio de Gobernación, el licenciado Silvestre Cuerrero.>' ordenándole Por Comité Central Alianza Tranviarios.
que prep:lrar:l la llegada de Trotsky, el 4 de diciembre La Prensa ha- Secretario general Juan Hernández.Y
bía publicado, bajo la influencia de la CT~I, un artículo titulado "León
Trotsky no es grato en México, el señor general Cárdenas no admite De la segunda:
que resida en nuestro país". Boston Mass., diciembre 30
His Excellencv Lazaro Cárdenas
Lo anterior se lo comunicó el primer magistrado al pintor Diego President of Republic of México
Rivera en Torreón, cuando el artista lo entrevistó en nombre de la Mexico City
Liga Internacional Proletaria [...] según informes que se nos pro-
porcionan en fuentes dignas de crédito.>' Sinister stalinist and fascist forces still endanger Trotsky's life and
liberty of asylurn in spite of your brave stand which has won the
Había l;abido que esperar tres días p:lr:l que Hay desmintiese esas respect of all lovers of freedom. Trotsky's life and professional li-
informaciones "dignas de crédito". El 7 de diciembre, Trotsky ocupa- berty must be assured if he is to answer his accusers. Urge you to
ba la primera plana de todos los grandes diarios mexicanos: TROTSKY mantain your ground.
PUEDE VENIR A MÉXICO decía El Unioersal, TROTSKY AUTORIZADO PARA Boston Central Branch Socialist Partv
USA 3"3
VENIR A MÉXICO, corregía La Prensa. SE OTORGA PER~!ISO A LEÓN
TROTSKY PARA VE:>IIR A ~IÉXICO, proclamaba el Excélsior. Y todos re-
producían íntegramente o casi e! texto del telegrama arriba citado de La decisión tomada en 1936 por el presidente mexicano acerca de
Cárdenas a Hay. Trotsky se convertía así en la primera de aquellas que transformarían
El anuncio oficial de la concesión del asilo mexicano al gran perse- el régimen cardenista en un suceso de resonancia mundial.
guido del mundo había provocado inmediatamente una lluvia de tele- Por otra parte, la inminente llegada a México del antiguo comisa-
gramas dirigidos tanto a Cárdenas como a Silvestre Guerrero. rio de guerra y jefe del Ejército Rojo, enviado al exilio por Stalin,
El Partido Comunista Mexicano (PC~I), el Comité Nacional de la provocaba una tempestad que puede ser reconstruida por medio de
su eco en los diferentes órganos de información de la capital.
26
27

•••••• :ts Z;¡¡.

 LAS REACCIONES EN EL GOBIERNO las darán colectivamente si es necesario, pero que en todo caso el
asunto es sólo de la incumbencia del ejecutivo.P"
En ,el gabinete las reacciones habían sido diversas. El caso Trotsky pa-
recia provocar desacuerdos de los que desgraciadamente tenemos muy Excélsior, por su parte, registraba algunas opiniones de los senado-
pocas pruebas, pero que la prensa logró registrar superficialmente: ' res. Uno de ellos aseguraba que Trotsky era suficientemente inteli-
gente como para no inmiscuirse en la política nacional; otro decía
Ext.raoficialment~, sUl?imos ayer en fuentes dignas de crédito, que que lo admiraba porque era un revolucionario íntegro que de ningu-
v?nos alto~ funCIon~nos enc~bezados por un secretario de Estado, na manera podía estar ligado al fascismo y que había sido:
vler:en. haciendo actrvas gestiones cerca del señor presidente de la
república pa:a que sea revocado el permiso dado por el ejecutivo perseguido atrozmente, pero juzga que no debió permitírsele que
para que Leon Trotskv venga a residir a México. viniera a nuestro país .
. Seg.ún las v~r~i?nes circulantes dentro del mismo gabinete pre- Nuestra nación -agregaba el mismo senador- "no debe sovieti-
sidencial ~a. Op111l0n.se....~l:llJa sumamente dividida acerca del pro- zarse [...] Trotsky [...] creará una división entre elementos sociales
y~ctado viaje del discutido revolucion?rio ruso, pues la mayoría que parecían estar ya unidos" .37
cree qu.e no .deb.e concederse el permiso porque se causarían in-
neces?nas agitacIOnes en nuestro país y se dividiría más a la clase
trabajado rn.> LAS REACCIONES DE LOS ADVERSARIOS

Ya Vimos .qu~ había una fuel:te diferencia de opinión entre Múgica La Derecha
y Hay. La siguiente carta de Silvestre Guerrero a Cárdenas colocaba
al secretario de Gobernación en la misma posición de su colega de El periódico Omega38 y la revista Todot" fueron los principales en-
Relaciones Exteriorcs. cargados de dibujar la reacción de la derecha mexicana ante la llega-
da. del general bolchevique a nuestro territorio.
Mi general: Omega, rabiosamente anticomunista y sin esconder su descontento,
Quedé enterado de atenta fecha <1 del corriente, así como de las insistió sobre cinco puntos:"?
copias anexas a la misma, relacionadas con la admisión del señor Que la derecha mexicana, harta de la agitación provocada por los
Trotskv. "rojos" mexicanos, se vería ahora obligada a soportar a la "mera
[...] flor y nata" de los integrantes internacionales y fundador del comu-
~oy. estuve cambian~o impresiones con el ingeniero Hay y el li- nis mo.
c.encI:l,lo Barba Co nzález y te participo que estando va resuelta po Que el gobierno mexicano mostraba una ingenuidad sin límites al
u la en~ra(b al país de dicho señor Trotsky se girarán instruccione~ creer que Trotsky se abstendría de desarrollar actividades políticas.
nece~anas p:lra el caso y se tomarán todas las precauciones que se Trotsky forma parte de un "engranaje" que, "aun a despecho de su
requieran. voluntad, lo arrastrará".
Te saludo afectuosamente: Que la posibilidad de que su estancia en México fuese larga era
Silvestre Cuerrero.i" muy reducida ya que tres fuerzas tratarían de lograr su expulsión.
Antes que nada las fuerzas internacionales, ya que Stalin lo reclama-
. El to,~o. de esta cart~ no denota ni un respeto por "dicho señor ría y los Estados Unidos tampoco se
Trotsky 111una aceptación de la decisión presidencial.
En cuanto a las cámaras, después de entrevistar a los diputados La. han de hallar conformes con tenerlo tan cerca, in temer sus activi-
Prensa concluía: ' dades [...]

Se nieg:ln a dar [... ] [las declaraciones] individualmente, dicen que I y en lo interior,

28

1 29
 las fuertes mesnadas comunistas de la CTM han de procurar hacerle
la vida imposible para ahuyentarlo.
Esta decisión de Cárdenas suscitaba en la derecha preocupación
por la radicalización de éste hacia la izquierda:
Una cosa se pone en claro, y ésta es que el presidente Cárdenas
no se halla. tan compro~etido con Stalin que le impida dar asilo al
peor enemigo del zar roJo en nuestro territorio. ¿O se cambiará el
general Cárden~ ~e la Tercera a .la Cuarta Internacional, por pa-
recerle que esta última es más radical y más próxima a la ideología
que sustenta>"
..•.
. "Ya no entende~os nada", se quejaba 01TlJ!ga, "nuestro actual go-
bierno es .unasuceslón de rompecabezas indescifrables y todos anda-
mos desonentados con la brújula perdida."
Una protes~ categó~ca -"les abrimos las puertas de nuestra casa
a los m~ peligrosos agitadores extranjeros, y en cambio, negamos a
los meX1:anos hasta el derecho de residir en la patria"-i2 conforma-
ba el quinto pun~o sobre el que insistía en las páginas de O1TlJ!ga la
derecha vasconcelista, quien añadía:
A tod? .e~<:lueno es rojo se le cierran las puertas y se le niega has-
ta la jusucia. En suma la unilateralidad [...] es más absoluta que en
Rusia. 13
Mucho menos amargo a pesar de su anticornunismo Nemesio
Carcía Naranjo+ demostraba al escribir sobre Trotsky en' la revista
Todo que una parte de la derecha mexicana seguía conservando al-
gunas,raíces profundas en el pensamiento liberal mexicano del siglo
XIX:
Desde el momento en que algunas organizaciones obreras [...] han
declarado fa~cista a León Trotsky, no va a faltar [... ] quien diga
que este art~culo es un saludo entusiasta que le dirige u~ colega
q.ue ~tá ansl?~o por .verlo llegar. La cosa es para desternillarse de
nsa: ila reaccron mexicana abrazada al lugarteniente de Leninl=
¡Nada de eso!, exclama el viejo secretario de Estado. Para mí León
Trotskv no es más que un exiliado político. "Negarse a acoger a un
ho.m~r~ que ~ encuentra en semejantes circunstancias es faltar a los
:~n"p,oo rud,men~nOOde~caoo¡~,oo,~~% Mé~co~ere ofrecer <e~_l
~_~U~~~~_~_~U~
fugio a todas las víctimas del ostracismo, "cualquiera que sea su credo
político y el color de su bandera'i.v
La Confederación de la Clase Media (CCM),'18 perfectamente de
acuerdo con Carcía Naranjo, declaraba: "el derecho [de asilo] debe
aplicarse universalmente". La CCM "mira como toqx: y cri~i~al toda
otra interpretación del derecho de asilo y aplaude la imparcialidad del
presidente de la república en el caso Trotsky".19 , .
Finalmente, el intelectual Rubén Salazar Mallén.r" al que la IZ-
quierda estalinista de la época y la del Partido Nacional Revoluciona-
rio (PNR) de Cárdenas calificaban sistemáticamente de "reaccionario",
sobre todo a partir de su colaboración con el grupo Los Contemporá-
neos.>' fue el único "derechista" en escribir, en diciembre de 1936, un
artículo que calificaba a Trotsky como "el último leninista y el último
marxista". La fidelidad de Trotsky al marxismo -escribía- "es .por
partes iguales romanticismo y misticismo". Por otra parte, al am~h~r
la reacción de "horror" que suscitó la llegada de Trotsky a México
fundamentalmente entre los discípulos de 'la "Stalintern", Salazar Ma-
llén analizaba la lucha sin cuartel que, a la muerte de Lenin, entabla-
ron Stalin y Trotsky. La calificaba de lucha por el poder .-y no en
favor de la justicia social- entre dos jefes que, tan comunista el uno
como el otro, "defienden por igual la misma fortaleza". El autor esta-
blecía, sin embargo, una distinción entre "los procedimientos" em-
pleados por cada uno de estos dos jefes para la defensa de esta forta-
leza:
Trotsky la defiende con lealtad, Stalin ~on actitud tai.~ada: Los
procedimientos son diferentes: Trotsky qUIere la revolución vl?len-
ta en todo el mundo desde ahora mismo, y lo proclama abierta-
mente. Stalin alimenta el mismo deseo, pero no lo dice, proclama
la necesidad de consolidar el régimen sovietista y no le preocupan las
derrotas en otras regiones del orbe .52
Ésa es la razón, concluía Salazar Mallén, de la enorme resonancia
de esta lucha, y ésa es la razón de que los comunistas mexicanos -:-a
los que calificaba de adversarios "no sólo de la cultura y de la SOCIe-
dad, sino también del marxismo y del leninismo" - teman "que su
juego [... ] sea desnudado con la presencia de Trotsky en nuestro
país".
Contrariamente a la mayoría de las naciones del planeta. en las que
existía una sola sección de la Comintern, en el México de Cárdenas
_<ep<e~nUM. a partir ~'U~.V __I1_Co~_n_gr_eso
__ :_n_l
__
 193?, ú.nicame~te por ~l Par~ido Con:unista Mexicano (PCM) y sus or- posición oficial del Comité Nacional de la CTM sobre el asilo de
ganI~ClOneS filiales o slmpauzantes, sino también por un no comunis- Trotsky.>? El Comité Nacional exponía antes que nada su posición
ta, Vicente Lombarda Toledano, secretario general de la CTM desde acerca del derecho de asilo en general: "siempre hemos defendido
su fundación en febrero de 1936. con convicción el derecho de asilo -<ieclaraba- cuando éste les ha
Si~ pr0t?ndizar por lo pronto en la complejidad de las razones de sido otorgado a las 'víctimas de la reacción y del imperialismo', es de-
la existencia de este "cuerpo estalinista de dos cabezas", limitémonos cir a todos aquellos que han defendido una posición revolucionaria".
por lo pronto a reconstruir la reacción de cada una de estas "dos ca- "En el caso de Trotsky" -añadía-, "la CTM le deja toda la respon-
bezas" ante la llegada de León Trotsky a quien consideraban entonces sabilidad de la decisión al gobierno"; lo cual no quería decir que la
como el peor de sus enemigos. CTM no expresaría al mismo tiempo los siguientes puntos de vista:
creer que Trotsky puede permanecer apolítico durante su estancia en
México sería muy ingenuo; equivaldría a "negarse a sí mismo", Por
LA CTM Y LOMBARDO otra parte el programa político actua!,_ taI?-!?,el de, !~EM _como el de
la mayoría de la clase obrera mexicana, está basado en. el Qe-nte-Po~
Autora del, p.rimer comunicado d~ prensa que anunciaba la posibilidad -prrta~xíCallO-~29.!o-laygíti<2...~e-'dicfio-Fren~~~~.ncu..~~~~ con_el"
de que ~.IeXlco le otorgara el asilo a Trotsky, la CTM también fue la -¡rrug!ama _?e ..g.9~.~~.~~.Y .co~}~~_.2É~~::s~s~el~ __~ac~0i ..<':.0_ ~.:~~:al:".
p:~tagOnI.sta de la primera manifes~ción de oposición ante esta posi- Por el contrario, Trotsky y la IV .Internaciofial Tiáfi Oemostraa?.!:.~'~.L
bilidad. SIn embargo, para pronunciarse de manera oficial frente a lo otrá_-~~;z-.:-.:que.~s¿'oponena la alianza del proletariado cori arfos secto-
que desde el 7 de diciembre se convirtió en una decisión irrevocable res explota<:!~y'_coILeLgobierno democrático, como táctica para ~Ó!.IF
del gobierno, la llegada de Trotsky, la CTM esperó a su jefe Lornbar- batir aIa reacción, Trotsky es por lo tanto enemig9_deL[r:~ Popu-
do, que se encontr~b~ en ese momento fuera de la capital. lar "Mexicano y, por col1~~nte,. enemigo.idel.rgobierno jy ~~ la
Antes del 7 de diciembre, la confederación sindical se había dedica- nación elcsüconT,!ñfi"_S.u.presencia.en_México sera.un obs~cul.? en
do a confund~r a la opinión púb.li~~: primero había asegurado que Ia creaéiófidel Frente Poeul~!;"'~J;!n.1Íticsu presencia entre.noscrrós es
Cárdenas habla rechazado la petición de asilo que Rivera le había po n:umigurerile'"'sIDcídi" ,-P.OL lo, éHlteTior;--€onduía-el Comité.Nacio-
pres~ntado;53 una afirmación que llevaba a suponer que Cárdenas rialce~'
consld.eraba a Trotsky como a un enemigo. Luego había afirmado ----
que, Siendo Trotsky .e~ realidad un agente del fascismo y no el más si, desgraciadamente, la presencia de Trotsky diera resultados per-
fiel heredero del leninismo que aparentaba ser, dividiría a las fuerzas judiciales, [la CTM] tomará las medidas que estime convenientes pa-
revolucionarias y progresistas mexicanas.s- ra evitarlo.P"
~tes del 19 de diciembre -fecha en que la CTM tomó posición
ofiCIalmen~~ ante el v~sado o~o~gado a Trotsky- los voceros de la Seis días más tarde, queriendo mostrarse coherentes, los dirigentes
confedera~lO': lornbardisra decidieron ser más prudentes. A los insis- de la CTM enviaban a sus organizaciones miembros en todo el país
tentes 'penodlstas les respondieron en más de una ocasión: "No hare- una circular que constituía en todos los sentidos una consigna:
mos nInguna declaración antes del regreso del señor Lombardo=.ss
ParalelaI?~nte, la CDvI esbozaba sin embargo un nuevo argumento que no sea molestado Trotsky ni a su arribo, ni durante toda su
contra el dirigente bolchevique: estancia en el país. 59

Est.a confederación lamenta verdaderam.ente que venga al país

Leon Trotsk~, ~l desterr~do ruso que ha Sido el culpable indirecta- El Partido Comunista Mexicano
men~e de múltiples asesinatos en Ucrania y además, autor del co-
mumsrno de guerra.w Antes del anuncio oficial del 7 de diciembre que aseguraba que
Trotsky era bienvenido por el gobierno mexicano, el PCM había juga-
Con el regreso de Lornbardo, apareció en los diarios capitalinos la do el mismo juego de la CTM, aunque empleando un lenguaje mucho

32
t 33
•••
 solamente aquellos individuos que han hecho un modus vivendi de la
10. grc:sivo que reproducía una a u las' . teorías socialistas, hasta el extremo de que cada 24 horas rectifican
y que atacaba a Rivera r ue ~ acusaClon~ del Kremlin'"
Machete- éste I b po q -segun el semanario comunista El su posición ideológica, son los que pueden sentir algún temor con la
61
evanta a contra la CTM "1 ' llegada del líder ruso; ya que éste es un revolucionario de firme con-
la e.xtrema derecha mexicana cuand és os mismos argumentos que
obrera de tener relaciones con Mo '!" ta acusaba a la confederación vicción, honrado, y que seguramente dará orientaciones al proletaria-
do mesícano.. basadas en la enorme experiencia social que tiene."
El 5 de diciembre, el PCM ex uso , , ,
de asilo' una posición que n d,f ' su posición acerca del derecho
, ' , o llena en nada de la L b d El reciente descubrimiento de los Sedov's Papers,67 nos ha permiti-
sus
, simpatIzantes esbozarían
, el 19 d e d"iciembre A pesar que dom 1 ar o y
do conocer la inquietud y en algunos casos la angustia que provoca-
rior, esta declaración triunfalista del ' e o ante-
gunta "éacaso sería ca az Méxi d PCM, que concluía con la pre- ra el anuncio oficial de la emigración de Trotsky a México entre al-
Queipo de Uano o Mofa)" ca XlC ? de ftorgarles ,el asilo a Franco, gunos de los militantes cercanos al "Viejo";68 en especial el propio
ba a los dirigentes cetemis~s r;cla e ,a J:>rudenCla que caracteriza- Sedov,
te declaró "sí al visad "" or consiguiente, cuando el presiden- El 23 de noviembre de 1936, en el preciso momento en el que
o mexicano para T tskv" I ' , Cárdenas respondía afirmativamente a la petición que acababan de
se transformó autornáticamente e ro y.' a P,oslClón del PCM
gobierno, De acuerdo con la ló ic~ ~~a acusación ~l:ecta contra el formularle Rivera y Fernández, Max Shachtman le escribía a Liova"
no acerca de Trotsky lo h ' g 1 PCM, la posición del gobier- 70
acia aparecer en efe t ' En cuanto al visado, le he escrito también a Van acerca de esto-
perfectamente capaz de simpatizar c I C? como un gobierno 71
De México, ni hablemos, porque la vida de LD no valdría ni un
19 de diciembre confirmaba esta on ,os fas~IStas, El Machete del
derecho de asilo es utilizad lacusC.acI~n:bajo el encabezado "El centavo allá, Allá se puede contratar a un asesino por medio dólar.
o por os fascistas" 1'" En Estados Unidos, sigue exisúendo una pequeña posibilidad y es-
la clara orientación di-
e rmrustro_ Hay" 62 E ' ás
conc -uia:, vemos así
U>
comunista al reproducir 1 ,s m ,anadla el órgano tamos realizando todos los pasos posibles para llegar hasta las auto-
arriba citados, "los reaccio~!ri~:~]ento~ de la derecha mexicana ridades gubernamentales, Si la suerte y Dios están con nosotrOS,
llevará agua a su molino [ ]"63 ". Ised n cue~ta de, que Trotsky LO podría conseguir el visado, No quiero alimentar falsas esperan-
prueba de que Trotsk s ,'" 1 .Y e an la bienvenida. Y como zas, pero puedes estar seguro que estamos haciendo todo lo que es-
Machete aludía a los lee~a ed aliado, de los fascistas mexicanos, El tá a nuestro alcance."
Ejército Republicano, lrs tr~~k~~s" informantes en España: en el
dos contra sus jefes, y en las fábr i tradtan de le~antar a los solda- Esta carta demuestra, al igual que las subsiguientes, que la deci-
lar",64 ricas e destruir el Frente Popu- _sión del ACDL T de solicitar al gobierno de Cárdenas un visado para
LO no era sino un intento desesperado: para ellos, la única
ve rdade ra solución era en realidad Estados Unidos- Son incluso eS-
tas mismas palabras las que integran la respuesta de Liova (27 de
lAS REÁCCIONES DE AMIGOS Y SIMPATIZANTES noviembre) al telegrama en el que [saacs?" sugería que los resulta-
dos de la entrevista de Rivera y Fernández con Cárdenas parecían
La prensa no' ,publicó
calistas" d casi
~I na d a acerca de las reacciones de los sindi-
semi-m ependientes" ' ser positivos,
contraban al margen de ~ , ~Ienes en d~ciembre ?e 1936 se en-
Gracias sin duda a sus 1 ' P erosa comente oficial de la CTM, Usted telegrafía: SOLUTION TROUVÉE, Esta fórmula no es clara, Me
de Trabajadores (CCT) g °rasCpasa~as, sólo la Confederación General temo que no se trata de su país, ya que en tal caso se hubiese us-
atención de los grandes diari asa el Pueblo seguían mereciendo la ted expresado con más claridad, supongo que se trata de México,
El nos, Si es así, sólo estoy haciendo una suposición naturalmente, esa so-
comité directivo de la Casa d 1 P " lución no me parece en lo más mínimo satisfactoria,7i
decisión presidencial sobre I '1 e ueblo aplaude sin reservas la
saL,M Excélsior r su arte e asr o, ~ Trotsky", declaraba El Uniuer-
el mismo asu~!: por l~ CC.;: transcribía las declaraciones hechas sobre y Sedov explica por qué:
35
34
 •...-----------------------------------'---~
El país no ofrece ninguna estabilidad, cualquier cosa puede suce-
derle a uno ahí.
En s~ma, esa solución me parece casi imposible; no es en abso-
luto mejor ~ue Barcelona, en donde cualquiera puede estar seguro
que lo dejarán entrar, pero en donde también puede estar
seguro que no permanecerá mucho tiempo con vida.P
A pesar de que reconocía que sus insuficientes conocimientos acer-
ca de la situación. mexicana en general lo podían llevar a equivocarse
en c~anto a su situación política, en sus cartas a los camaradas esta-
dounidenses Sedov no cambiaba de parecer:
Hemos examinado aquí el asunto de~ asilo con mucha seriedad y
desde ~odos los á?~~los. La conclusión es la siguiente: su país.
C,ualqUler, otra pOslblhda? ~o vale nada. La situación, que empeora
día con día, s~ está convirtiendo en algo inexplicable. Si ustedes no
logran conquistar esta solución, estaremos ante una tragedia en el
verdadero sentido de la palabra.?" -:
Una carta anter¿or de Sed~v fechada el 7 de diciembre, dirigida a
H. R. Isaacs y escnta por lo visto después de haber leído el comunica-
do d.e la prensa francesa que revelaba la posición oficial del gobierno
~exI.cano ante .Trotsky, d~n:ue,~tra cómo la confusión sembrada por
los informes dignos de crédito de la CTM había trascendido amplia-
mente las fronteras mexicanas:
Ya no se entiende na~a -escribía Liova-. Primero una promesa,
l~ego un re~l~azo y mas adelan~e. una nueva promesa pública. ¿Se-
ria una noticia falsa o una noticia atrasada? ¿Quizás por qué no
una celada>" " italiano, con el ascenso del Frente Popular Francés y el principio de
Claramente angus.tiado por la situación de sus padres, ya que -se
pu~de leer en esa misma carta- "tengo la sensación de que los viejos
están empezando a acercarse al límite", Seda v insistía con vehemencia
una y otra vez en la inminente necesidad de conseguir un visado en
Estados U nidos. . en noviembre de 1936 que en noviembre de 1934.
Esta posibilidad -nos ~xplicó George Novack-78 era sin embargo
~uy. remota para no decir nula; lo sabíamos, pero en ese momento
difícil no queríamos adrnitirlo:
En 1934 ~nos dijo Novack- T:otsky estaba en Francia de incógnito
y perseguido tanto por los fascistas como por los estalinistas. A los
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I -- -- ----- -----------
trotskistas estadounidenses se nos pidió entonces que le encontrára-
mos asilo en alguna parte.
Se me designó para formar un comité ad-hoc de intelectuales que
se encargaría de tratar que algún país, empezando con Estados Uni-
dos, le abriera sus puertas a Trotsky. Asumí el cargo de secretario de
dicho comité. Como tal, le pedí al asesor estadounidense de la Civil
Liberties Union, MoITÍS Ernst, que se dirigiera a Washington y exa-
minara el asunto con el presidente Roosevelt. Ernst era un amigo de
la familia Trotsky. Una noche fue invitado a cenar a la Casa Blanca.
Después de la cena le dijo a Roosevelt: "Señor presidente, le quiero
pedir que me haga un gran favor". El presidente preguntó: "Pues
bien, Morris, «íe qué se trata?" "Tengo un amigo en apuros; quisie-
ra traerlo a Estados Unidos y darle albergue en mi casa." "¿y quién
es ese amigo suyo?", preguntó Roosevelt. "León Trotsky", respondió
el invitado, añadiendo sin detenerse una explicación de la situación
en la que se encontraba Trotsky.
Imagínese nada más --exclama Novack-; en ese momento, Roo-
sevelt debe haber estado a punto de tragarse la boquilla ... "Hrnm",
dijo, "tendré que discutir el asunto con mi secretario de Estado, Cor-
dell HuI!." Esto quería decir, simple y sencillamente, que dicha peti-
ción sería vetada. Claro, Estados Unidos acababa apenas de
reconocer a la Unión Soviética. Asilar al peor enemigo de Stalin hu-
biese sido visto por este último y por el Partido Comunista Soviético,
como una afrenta directa de Roosevelt al gobierno de MOSCÚ.79
Durante los años que transcurrieron entre esta conversación y di-
ciembre de 1936, las contradicciones políticas se habían acentuado en
Europa con el afianzamiento en el poder de los fascismos alemán e
la Guerra Civil española. El peligro de una nueva guerra interirnpe-
rialista -a la que los estadounidenses temían pero de la que también
esperaban sacar provecho-s- se aceleraba. Arriesgar en estas condicio-
nes sus recientes relaciones con la URSS para darle asilo a Trotskv
era sin duda algo mucho más remoto para el gobierno de Roosevelt
Terco en la necesidad de obtener el visado estadounidense, Liova
empezaba sin embargo a dejar que la idea que se había hecho de Mé-
xico se transformara poco a poco. El 16 de diciembre le escribía por
ejemplo al ACDLT:
Ahora todo parece indicar que Rivera fue muy pesimista cuando se
desató la campaña de .los estalinistas y de los reaccionarios. Cárde-
--'- _._~~~.
 nas adoptó una posición sólida y la ha mantenido contra todo tipo
de oposicion.w
. Ignorante qui~ .para sie~pre de la existencia y del contenido de
la cor:espondenCla ~ntercamb~ada entre su hijo, Van Heijenoort y los
trotslas~ e~tadoum~en.ses mientras preparaba su viaje hacia su nue-
vo y misterioso desuno, Trotsky,por su parte, sería informado muy
pronto ?e la reacción de sus. camaradas mexicanos ante la aprobación
de su visado y ante la reacción de las otras corrientes políticas nacio-
nales.
Al·estalla~ el "caso Trotsky". la prensa ni siquiera conocía el norn-
br~ d.e.la mm~ula organización trotskista mexicana a la que en un
pnnClplo bautizara como el Frente Internacionalista Proletario."! Ha-
bría que esperar. hasta el 19 de diciembre para que LA Prensa atribu-
yera las declaraciones de los trotskistas mexicanos a la üga Comunis-
ta Internacionalista.
Die.go Rivera era por el contrario una celebridad, cosa que aprove-
chó ~m perder ~n instante para. contrarrestar las calumnias y las
rnenuras que ?~blan empezado a Circular desde el primero de diciem-
bre. El 9 de diciembre declaró, por ejemplo, ante los reporteros:
Tro~ky está seguramente sorprendido de que haya un gobierno
suficientemente fuerte y justo, que prefiera sostener el Derecho de
Gentes .que someterse a la presión tanto de los gobiernos de carác-
ter fascista, como [...] de las dictaduras rojas burocraucas.v
Y añadió:
El presidente Cárdenas ha demostrado u~a prueba de su valor per-
son~! [...], ha demo~trado una gran clandad de su visión política,
nacional e internacional [...], y a los trabajadores conscientes del
~undo entero ha demostrado que sabe distinguir perfectamente
bien y ciar? cuál es la ~ínea revolucionaria, justa y recta [...].
.Esta acut~d [...], al Igual qu~ la ayuda franca y abierta al prole-
tan~.do español, y la ayuda abierta, franca y eficaz al proletariado
mexlca,no en el caso :Je La Laguna, hará pasar a México a la pri-
mera línea de las naciones progresistas del mundo.P
El famoso muralista concluía sus declaraciones sobre Cárdenas ase-
gurando que estas tres iniciativas del presidente hacían de él "el ver-
dadero e indisc~tibl.e dirigente nacional", cuya habilidad política debía
merecer la admiración de todo hombre inteligente.
38
",h . """';'"
Diego no podía dejar de criticar a aquellos que se oponían a que el
visado le fuese concedido a Trorsky en México. Quien se coloque en
¡
1. esta posición -<leclaraba el pintor hablando obviamente de los comu-
¡ nistas, pero sobre todo de los lombardistas--
I
depende, o bien del gobierno de Moscú [...] aunque en declaracio-
nes oficiales se declare no comunista, y aunque para disfrazar su
dependencia se afilie a la Segunda Internacional, y aunque se pre-
sente como amigo del presidente Cárdenas.st
o bien -<ontinuaba- "no es más que un falso anarco-sindicalista
que esconde su verdadera posición fascista tras una máscara apolítica".
Al día siguiente, la LCl declaraba que su promesa en cuanto a no
organizar eventos públicos no le impediría organizar "milicias de con-
trataque" en la eventualidad de que ella misma o Trotsky a su llega-
da fueran víctimas de agresiones.P Por lo pronto -añadía- se daba
a la tarea de contratacar en la prensa las declaraciones del PCM y de
la CTM sobre Trotsky y el trotskismo. Es falso por ejemplo -<ledan
sus voceros- que el programa de la IV Internacional se oponga al de
la CTM y que Trotsky -quien no se unirá a la LCI a su llegada-
\·enga a México para dividir a la clase obrera organizada. M
Milicias o no, el hecho es que un incidente (cuyos responsables
nunca serán descubiertos) contra Rivera inquietaba a los trotskistas:
Diego había sido agredido por cuatro individuos el 22 de diciembre
en la noche, mientras cenaba en un restarán del centro de la capital
con su esposa'? y Gerardo Murillo, el Dr. Atl.M
Alarmados, los militantes de la LCI denunciaban
ante los trabajadores del mundo [...] una serie de actos criminales
que la reacción fasciostalinista intenta coronar con el asesinato de
Trotsky.89
Resumiendo, podemos decir que sobre el "asunto visado de Trotsky",
las fuerzas políticas nacionales se dividían en dos campos:
Las [uerzas OJnuSÚlS al visado, representadas poor la extrema dere-
cha vasconcelista, Lombardo Toledano y' la CTM, el Partido Comunista
'\[e~cano~ algunos miembros del gabinete ministerial, algunos altos
funcionarios entre los cuales -todo parece indicarlo- el secretario
de Relaciones Exteriores, el de Gobernación, el presidente del PNR y,
finalmente, un grupo de diputados y senadores.
La extrema derecha pensaba que Trotsky era el más peligroso de los
39
_

comunis~ y que no haría sino agravar las desgracias de un México
cuyo gO~I~rno, d~ por sí muy dado a inclinarse hacia la izquierda, ha-
bría decidido quizás su adhesión a la Cuarta Internacional, lo cual,
más que una desgracia, habría sido una verdadera tragedia.
Lombardo, la CTM Y los comunistas pensaban que Trotsky, quien se
decía "revolucionario" e incluso "bolchevique-leninista", no era más
que un fascista, un aliado de Hitler y un peligroso enemigo de la
Unión Sovié.tica y de la p'0liti:a antifascista del Frente Popular. Que
en este se nudo no rnerecia disfrutar del derecho mexicano de asilo
del qu~ no de~rían. beneficiarse más que los revolucionarios y lo~
combaue~t~s anuf~c:s~, sob.r~ ~odo teniendo en cuenta que su pa-
pel en México consisuna en dividir a las fuerzas democráticas antifas-
cistas y revolucionarias '!.. las que tanto trabajo les había cos~do rea-
gruparse para luchar contra el fascismo nacional e internacional.
. Finalme.nt.e, los funcionarios del Estado y del gobierno suscribían más
b.len la opinión expresada por algunos diputados y senadores; es de-
C,l~, que Trotsky no debía ser. recibido en México como refugiado po-
Iítico porque su sola presencia en el país provocaría inevitablemente
una división en el seno del movimiento antifascista que apenas se es-
taba construyendo y que constituía la prioridad nacional número uno.
Las fuer-u:-s favorables a la concesión del visado estaban representadas
por el presidente de la república, general Lázaro Cárdenas; el secre-
tario de Comunicaciones y Obras Públicas, general Francisco Múgica;
una parte ~e la extrema derecha, es decir, algunos vasconcelistas y la
Confederación de la Clase Media; algunos intelectuales --como Ru-
bé n Salazar Mallén- calificados automáticamente como "derechistas"
o "~ascis~s" en razón de su oposición al Estado cardenista; los amigos
y srrnpauzantes de Trotsky, la LCl y, finalmente, algunos sindicatos
obreros no miembros de la cnt.
. En términos generales, Cárdenas y Múgica, la revista vasconcelista
Todo; la CCM y Salazar Mallén se expresaron en el mismo sentido, di-
cler:do que, a~ igual que cualquier otro 'perseguido político, Trotsky
d.ebla poder. disfrutar ~el .dere:ho me::icano de asilo y que su presen-
era en México no podía implicar peligro alguno si el revolucionario
ruso se comprom~tía a re~pe~r I~ ~ondiciones que México le pedía
que re~petara: no mtervernr m partIcipar en asuntos internos.
Cunosamen.te, todos estos representantes de sectores políticos hete-
rogéneos que Iban desde la extrema derecha más anticomunista hasta
el ala izquierda del gobierno carde.nista, emitían opiniones análogas
con .respecto a la eventual presencia de Trotsky en México. ¿Cómo
explicar que, a pesar de su heterogeneidad, estos señores hayan esta-
do de acuerdo sobre un punto tan importante de la política' exterior
40
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mexicana como el derecho de asilo, sobre todo tratándose en este ca-
so del exiliado más controvertido de la época?
Lo que resulta claro es que, por lo menos en un aspecto de este
asunto, estos sectores no podían estar en desacuerdo: que Trotsky no
era el fascista que los estalinistas denunciaban que era, sino que se-
guía siendo un fiel marxista.
En cuanto al derecho de asilo y a lo que provocaría la presencia de
í Trotsky en México, hay que distinguir los matices entre cada una de es-
tas posiciones.
Cárdenas -por el contenido de su telegrama a Hay- y Múgica
-por su actitud ante la comisión de la LCl- tuvieron un comporta-
miento perfectamente coherente con su línea política general y con I~
actitud que adoptarían en el futuro hacia Trotsky. Cárdenas no era ni
l'¡ comunista ni socialista. No les había dado armas a los republicanos
españoles porque se identificara con las ideas, el programa o los mé-
todos de lucha de los dirigentes del Frente Popular Español. No le
concedía tampoco el asilo a Trotsky por comulgar con sus posicion~s
1 políticas. La explicación de su conducta en estos dos casos es I~ mis-
I! ma: lo que guiaba a Cárdenas era el principio político contenido en
la frase: "La política de México representa un esfuerzo permanente
para promover la evolución del Derecho en el sentido de la justici~ y
de la liberalidad". Al escribir la palabra derecho con mayúscula, Car-
denas le imprimía un carácter absoluto, inamovible. Y Lázaro Cárde-
nas no acostumbraba jugar con sus principios. El "caso Trotsky" cons-
tituyó uno de los ejemplos más notables de la posición de avanzada
conquistada por la política cardenista. Una posición que llevaría al
. propio Trotsky a decir más de una vez: "El gobierno de Cárdenas es
sin duda el gobierno más honesto y valiente de la época".
No menos coherente fue el comportamiento de Salazar Mallén. Sa-
lazar Mallén pertenecía colateral mente a los Contemporáneos, aquel
importante grupo intelectual de los años veinte y principios de los
treintas que fuera uno de los más severos críticos de todas las co-
rrientes rnexicanas del marxismo, de la tendencia centralista, corpora-
tivista y "nacional-chovinista" del Estado cardenista y de s~s adl~eren-
tes de izquierda, pero cuya posición en política exterior, ni hostil a la
de Cárdenas ni menos liberal que ésta, lo llevaría a defender el dere-
cho de asilo y la estancia de Trotsky en México.
Las declaraciones de Carcía Naranjo y de la CCM merecen en cam-
bio una lectura entre líneas, dada la incompatibilidad de la política
general de estos dos representantes de la derecha mexicana con su
actitud hacia Trotskv una vez que éste llegó a México.
Estas dos tendencias eran en efecto profundamente reaccionarias,
41
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 _.- - - - - - - - - - -
antisernitas -sobre todo la CCM-, anticornunistas y anticardenistas, y SEGUNDA PARTE
militaban desde hacía algún tiempo en favor del regreso a México de
un cierto número de personalidades derechistas en el exilio. En este LOS PROTAGONISTAS
sentido, podría pensarse que sus declaraciones acerca de Trotsky no
eran sino la otra cara de la misma moneda con la que apostaban los
estalinistas.
En otras palabras, no es descabellado suponer que la decisión pre-
sidencial favorable al asilo de Trotsky podía servir a la derecha para
jalar agua hacia su molino. ¿Cómo? Por una parte como argumento
en favor del regreso de sus exiliados políticos -a quienes de ninguna
manera podía considerárseles como más peligrosos que a Trotslc.y- y,
por otra parte, como arma clásica de la táctica "divide y vencerás"
contra la izquierda mexicana y el régimen cardcnista.
Los amigos, simpatizantes y corre1igionarios de Trotsky, as! como la
CCT y la Casa del Pueblo, pensaban que, de todos los revolucionarios
perseguidos, Trotsky era el que más se merecía gozar del derecho mexi-
cano de asilo, ya que entre sus perseguidores se podía contar no sola-
mente a los fascistas e imperialistas del planeta, sino también al gobier-
no de Stalin y a las secciones de la Comintern. En cuanto al papel que
Trotsky jugaría en México, las opiniones de este último sector estaban
divididas: por una parte, los trotskistas querían garantizar por todos los
medios el asilo para su jefe. De ahí que mintieran al asegurar que
Trotsky no se opondría al programa de la CTM ni se aliada con la LC!.
Por otra parte, coherente con sus virajes izquierdistas o derechistas. la
CCT no parecía percatarse del peligro que podía correr el asilo de
Trotsky si se le defendía como ella creía defenderlo: es decir, diciendo
que el proletariado mexicano debería alegrarse de que Trotsky viniera a
orientarlo en un sentido revolucionario.
Es perfectamente posible afirmar por lo tanto que sin haber llegado
siquiera a México, Trotsky fungía ya como revelador de la vida política
nacional. Tras la violenta discusión suscitada por el asunto de su visado
se asomaban en efecto las diferencias tácticas entre las fuerzas de dere-
cha en su lucha contra el régimen y contra la izquierda; algunas fisuras
en el gobierno en torno a los principios sobre los cuales debería fundar-
se la política exterior de México; las diferencias entre las prácticas de la
CTM Y del PCM en cuanto a la actitud a gu.,rdar ante el gobierno en el
caso de una divergencia importante con sus posiciones, sus decisiones o
SlLS iniciativas; finalmente, las profundas divergencias entre la CTM y el
PC~I por un lado, y entre las fuerzas de la extrema izquierda entre sí
por el otro, por lo menos sobre un problema que ponía en evidencia su
visión del mundo de los años treinta: la defensa o la oposición, no a la
Unión Soviética, sino al régimen que gobernaba el país desde 1921.
I
42

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- - .
 11. Los camaradas

A pesar· de la apertura, en enero de 1980, de la "parte cerrada" de

los archivos León Trotsky, del muy reciente hallazgo en Stanford
(enero de 1984), de los Sedoo's Papers y del constante descubrimiento
de nuevas fuentes documentales, hasta ahora la historia del trotskismo
latinoamericano sólo ha sido globalmente abordada por el investiga-
dor estadounidense, especialista en el comunismo en América Latina,
Robert J. Alexander.'
En 1982, en el marco de los Cahiers Van Trotsks, Pierre Broué, es-
pecialista en la historia del comunismo en general y, más específica-
mente, en la de la Oposición de Izquierda y del movimiento trotskista
mundial, escribió un artículo, "Le mouvement trotskyste en Amerique
Latine jusqu'e n 1940",~ en el que, de manera muy concisa, marca al-
gunas pautas a seguir por los investigadores que deseen abordar di-
cho tema o alguno de sus aspectos, sin incurrir en los errores y lagu-
nas que inevitablemente caracterizan el sin embargo muy útil y muy

I
í
valioso trabajo de Alexander.
Actualmente algunos investigadores se están dedicando, en efecto, a
estudiar la historia del trotskismo en los países latinoamericanos. Co-
mo parte de esta historia,la de los inicios de la sección mexicana de
) la IV Internacional, una de las secciones más pequeñas entre los años
treinta a setenta en América Latina," tiene todavía algunos tesoros
I por descubrir.
No es la intención de este capítulo proceder a escribir una historia
de las posiciones políticas defendidas por Trotsky y sus camaradas en-
1
¡ tre la salida de este último de la URSS en 1929. y su llegada a Méxi-
I co en 1937.
¡
En un primer momento, entre 1929 y 1933, los partidarios mexi-
canos de Trotsky lucharon como él por la "regeneración" de la línea
política de la III Internacional (incluida su sección mexicana), contra
lo que llamaban "su política sectaria y aventurera" que en esa época
-pensaban- imperaba sobre todo en su actuación en Alemania fren-
te a Hitler. En 1933, convencido por la catástrofe alemana de que la
Internacional Comunista ya no era un instrumento al servicio

I de la clase obrera para la revolución mundial, y de que los partidos

comunistas habían degenerado con ella a medida que se reforzaba en

~~----j-
45

....... _-------------------.., ~-----

..•...••.••_ ...•
 la URSS una capa de burócratas privilegiados, Trotsky llamó a sus ca- seguido por el dictador Machado, se vio obligado a refugiarse en Mé-
maradas a que constituyesen en sus respectivos países grupos inde- xico en 1926.
pendientes cuyo objetivo sería la construcción de nuevos partidos co- Gracias al articulo de Alejandro Gálvez Cancino, "L'auto-absolution
munistas y de una nueva Internacional, la Cuarta. de Vidali et la mort de Mella", publicado recientemente en el núme-
Los primeros trotskistas mexicanos no tenían diferencias importan- ro que los Cahiers Léon Trotsky dedican a México, i podemos incluir en
tes con Trotsky acerca de los problemas políticos fundamentales crea- este trabajo una versión más coherente de las hasta hoy escritas acer-
dos a partir de la política de Moscú y de la de los diversos partidos ca de la vida de Mella entre su llegada a México en febrero de 1926
comunistas del planeta: su prensa era en muchos sentidos muy cerca- y su asesinato en enero de 1929.
na a la de sus homólogos en varios otros países. Su historia es sin A su llegada a la capital mexicana, Mella se adhirió casi inmediata-
embargo la de una muy descarnada lucha interna en la que no siem- mente al PCM. Empezó además a trabajar en la Liga Antirnperialista
pre es fácil distinguir las divergencias de tipo político. de las Américas (L\A), de la que se convirtió, junto con Diego Rivera,
Intentaré reconstruir en este capítulo las grandes líneas de la histo- en el dirigente principal. En febrero de 1927 asistió como repre-
ria de este grupo políjico, tal cual aparece filtrada en sus reciente- sentante de la L\A al congreso contra la opresión colonial y el impe-
mente descubiertos documentos. Esta historia será sin duda más com- rialismo con sede en Bruselas. De ahí se dirigió a Moscú donde, en
pleta que las que la han antecedido. Muchos de sus puntos aún marzo, participó en el IV Congreso de la Internacional Sindical Roja.
oscuros o inciertos no dejarán de suscitar sin embargo nuevas interro- Mella -escribe Gálvez Cancino- conoció a Andreu Nin,? quien le
gantes. explicó las tesis de la Oposición de Izquierda y la lucha que tenía lu-
El germen del trotskismo mexicano constituye precisamente el pri- gar en el seno del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS),
mero de estos puntos. é Es a "Rosalío Negrete" o a Julio Antonio Me- de la ISR y de la IC.
lla a quien corresponde el titulo de pionero inicial de la Oposición de A su regreso a México, Mella' siguió siendo activo en la L-\A, en el
Izquierda en México? comité "Manos fuera de Nicaragua", en el SRI y en la Liga en favor
de los combatientes perseguidos. La versión oficial -<:omunista- de
la vida de Mella no registra que durante los años 1927-1928 el jo~en
LOS PIONEROS DE L\ OPOSICiÓN DE IZQUIERDA EN MÉXICO revolucionario cubano haya adoptado algunos de los puntos de VIsta
de la Oposición de Izquierda. Sin embargo, sus posiciones con respec-
A Russell Blackwell se le conocía en México bajo el seudónimo de to a la importancia de la lucha de Sandino como el primer bro~e de
"Rosalío Negrote". De nacionalidad estadounidense, militante del par- una posible revolución anticapitalista y antimperialista en el conunen-
tido comunista estadounidense, el CPUSA, organizó en su seno a los te americano coincidían con las de la Oposición de Izquierda en el se-
"Pioneros". Fue enviado a México a fines de los veintes para cumplir no de la IC, contra la dirección de Stalin y de Bujarin. Mella, en efec-
en el, PCM la misma función. Según Alexander, ya desde su militancia to, si bien no excluía posibles alianzas con las burguesías progresistas
en Estados Unidos, Blackwell simpatizaba con la posición que se re- en el proceso de lucha por la liberación nacional, insisúa s~bre la ab-
clamaba de la Oposición de Izquierda Rusa: la Communist League of soluta necesidad de la autonomía organizativa de los trabajadores en
America (ci,«). Esta liga nació cuando Blackwell estaba ya en México, esta lucha. Sin esa autonomía --escribía- se corría el riesgo de per-
pero estableció contacto con ella y empezó a recibir The Militaru, su der, cuando esas burguesías -"los ladrones uacionales't->. al sentir.e1
órgano informativo, junto con algo de literatura "trotskista". Todos peligro proletario, se aliaran al im~rialismo _u~1 ladrón extra~J<:-
los testigos presenciales entrevistados en México afirman que, "al mis- ro"-, abandonado a sus supuestos aliados proletarios, a los que UI11-
mo tiempo que organizaba a los Pioneros y jugaba un papel activo en camente habrían utilizado como carne de cañón."
la Juventud Comunista (JC), Negrete participo en la fundación de la Esta versión de la vida de Mella tampoco registra que, en 1928, és-
Oposición de Izquierda Mexicana. te haya dado pasos concretos hacia la creación de l~ Oposición de Iz-
Julio Antonio Mella nació en Cuba en 1903. Debido a su actividad quierda en México. Sin embargo, algunos testimonios así lo afirman.
tanto en el sector universitario como en el de los obreros tabacaleros, Concretamente, los de tres militantes comunistas de la época, que
se convirtió en uno de los principales organizadores comunistas. Per- fueron parte del nacimiento de la Oposición de Izquierda en el sen

46

.-------------------------------------------
J_.
del POI: Manuel Rodríguez, del que ya hemos hablado, Félix Ibarra?
y Bernardo Claraval."
Manuel Rodríguez recordaba:
Yo acompañé a Rosalío Negrete a Veracruz en el momento de la
insurrección escobarista. Ibamos a entrevistarnos con Úrsulo Gal-
ván; él como encargado de los Pioneros, y yo como secretario ge-
neral del Socorro Rojo Internacional. En este viaje, Negrete
empezó a platicar me de las diferencias entre Trotsky y Stalin, y
me dijo que platicara con Julio Antonio Mella. Platiqué varias veces
con él; compartía los puntos de vista de Negrete.?
Félix Ibarra confirma el testimonio de Rodríguez cuando dice:
Alberto Martínez, mi tío, [...] trataba de llevarnos a mi hermano y
a mí a la Juventud. Nosotros nos resistíamos. En ese año de 1928
conocimos a Julio Antonio Mella. [...] Llegaba en las tardes para
que se le llevara a una fábrica o a una curtiduría, en donde iba a
dar conferencias. Pero llegó ellO de enero de 1929, cuando Mella
fue asesinado." En ese momento cambió nuestro modo de ver el
asunto y le pedimos al tío que nos llevara para que ingresáramos a
la Juventud Comunista. Ingresamos los dos hermanos; pero casi si-
multáneamente -lo cual me hace pensar que Mella era trotskis-
ta- el tío nos llevó a la Oposición Comunista de Izquierda."
Gálvez Cancino corrobora la relación entre Mella y Alberto Mar-
tínez y la simpatía de ambos por las ideas opositoras, cuando escri-
be que, alrededor de septiembre de 1928, Mella le regaló a Martí-
nez la Plataforma de la Oposición, incluyendo la siguiente dedicatoria:
"Para Alberto Martínez con el propósito de rearmar el comunis-
mo";'? ¿Qué mejor prueba de esta simpatía que las referencias de
Mella a Trotsky calificándolo de un "dinamo humano O',!3 las refe-
rencias en sus artículos a ciertas obras de Trots kv '" o a las "obras
de Trotskv y Lenin"." . expulsado del Partido Comunista de Cuba.
El testi~ónio de Bernardo Claraval, escrito diez años después de
los hechos, es sin duda el más completo de los que poseemos. De
acuerdo a Claraval, la principal diferencia teórica de Mella con la IC
residía en la imposibilidad de construir el "socialismo en un solo
país": la Unión Soviética. En cuanto a sus diferencias con la política
del PCM, la fundamental, de acuerdo a este mismo autor, se centraba
en la política sindical del partido: contra la opinión del Comité Cen-
tral, afirma Claraval, Mella pensaba en 1928 que los obreros comu-
48
nistas no debían permanecer ni en la CROM ni en la CGT, sino que
había que crear una central sindical "roja" e índependiente.P
Mella, en efecto, sostenía que se debía trabajar en las. grandes ~entta-
les obreras ya existentes, siempre y cuando. éstas ~fendieran los mtere-
ses del proletariado. Al no ser así, Mella, Diego Rivera, Rosalío Negrete,
algunos dele,gados de los ferrocarrile~~ y J~ .Guadalupe ~~z,
entre otros, I se enfrentaron a las poslClOnes sindicales del PCM, msisne-
ron, y en el cc de septiembre de 1928 sus posiciones triunfaron. 18
De acuerdo a Claraval, fue por este proyecto que el cc del PCM ta-
chó a Mella de "divisionista del movimiento obrero organizado" y de
.peligroso utopista. Pero és~ no ~eron las acusaciones más graves ~
las que hubo de estar sometido el Joven cubano en 1928: ya en abril
de 1928 -es decir, antes del VI Congreso de la le- durante la con-
ferencia sindical de Montevideo, el delegado mexicano David Alfaro
Siqueiros (alias Suárez) escuchó a dos importantes miembros de ~ IC,
Vittorio Codovilla y Ricardo Martínez;'? acusar a Mella de tener po-
siciones trotskistas'V?
Esta acusación, rechazada por el PCM -según Martínez Verdugo,
entre abril y septiembre de 1928-, fue sin embargo retornada duran-
te la reunión del cc de septiembre por los representantes de la IC.
Estos retiraron a Mella y a otros de los puestos de dirección, acusan-
dolos de "trotskismo". El delegado cominternista suizo, Srirner (lla~-
do' en realidad Woog), "presentó contra Mella una verdadera reqUiSI-
toria denunciando su 'trotskisrno'", citando sus artículos y acusándolo
de actividad fraccional. Reclamó su expulsión sobre la base de la reso-
lución de la quinta conferencia, en la que se había aceptado "expulsar
del partido a los elementos trotskistas" ..21
o o
Si se le expulsó o no del PCM. es dificil saberlo. Los t~ugos ante-
riormente citados se contradicen acerca de este punto: mientras Ro-
dríguez afirmaba, al igual que algunas publicaciones trotskistas.P que
sí lo fue, Claraval escribe que sólo estuvo a punto de serlo.P .Es nece-
sario agregar que, de acuerdo a un testimonio nada ~esprectable re-
cogido por Pierre Broué, como es el de Carlos Franqui.s" Mella si fue
Todo parece indicar -de acue~o a Cla~val como a Rosalío Ne-
grete y a Gálvez Cancino-- que Juho AntOOlO Mella no pudo salvarse
de ser expulsado del CC del Partido Comunista Mexicano. Esto parece
haber provocado bastante revuelo dentro del partido, perp sobre todo
en el seno de la organización juvenil. .
Manuel Rodríguez no era miembro de la JC. y Félix Ibarra ~o. lo
fue sino hasta después de la muerte d~ Mella ', Po~ lo r.:nto, el UOlCO
testimonio que poseemos de un "opositor de izquierda acerca de la
49
 actividad de Mella y de Negrete en dicha organización juvenil es el Hay en este sentido acusaciones muy concretas contra él. La más
de Claraval. En 1927, relata Claraval, el representante del cc en la grave es sin duda la de Jesús Hernández, el viejo dirigente del PCE,
JC era Mella. Y en este cargo el dirigente cubano fue para los jóvenes ministro de Caballero y Negrín durante la guerra civil, que después
comunistas: se pasó al lado de Tito contra Stalin. Hernández no sólo confirmó
que Contreras fue un importante agente de la GPU, sino que lo acusó
un guía en todos los aspectos de la lucha. Un amigo, un hermano, de haber sido personalmente responsable de la dirección del comando
un jefe auténtico.w que secuestró, torturó y asesinó a Andreu Nin. También se le acusó
del asesinato de Rexach.s? desaparecido más o menos al mismo tiem-
Si así lo fue para Claraval, según Manuel Rodríguez también lo po que Nin.
,'1 fue para Negrete y, según Ibarra, para Alberto Martínez; todos En 1939, Vidali-Contreras se refugiaría nuevamente en México,
;:1 miembros de la futura Oposición de Izquierda en el seno del PCM. Sin donde trabajaría en la redacción de El Popular, órgano informativo de

il
, I
duda es por esto que Claraval afirma:

El primer brote de oposición en México fue Mella, el segundo

r Blackwell.P
t.
1,
Si Robert Alexander no le confiere a Mella la importancia que
aquí se le da como una de las figuras importantes del "trotskismo" en
., .
América Latina, es seguramente porque hace diez años aún no se co-
nocían las piezas esenciales del rompecabezas que bien pudo haberse
armado en la IC en torno a Mella. De este rompecabezas está ya re-
construida una parte; es necesario seguir reconstruyéndolo, hablando
1
¡\ de su asesinato y con la ayuda de varias preguntas aún sin respuesta,
cuyas piezas clave son Vittorio Vidali y Tina Modotti.
Vittorio Vidali, alias Sormenti o Carlos Contreras, 'rl la primera pie-
za clave del rompecabezas, era un importante miembro de la Cornin-
tern y un alto funcionario de la GPU, policía política de la URSS du-
rante la época de Stalin.
Nació en Trieste, Italia. Fue desde su juventud militante del PCl.
CO¡;¡el ascenso del fascismo italiano, en los años veinte se refugió en
Estados Unidos, de donde fue expulsado. En 1927 se refugió en Mé-
"
I
¡
xico. En 1929 desempeñó un papel nada desdeñable en la "depura-
ción" del POoL No está claro si fue expulsado de México junto con
Negrete y algunos otros comunistas extranjeros.w En todo caso, en la
segunda mitad de ese mismo año ya se encontraba en Moscú traba-
jando para la IC. En 1934, fue comisionado por 1;1 Internacional para
representarla ante el PC español bajo la cobertura del Socorro Rojo.
Durante la guerra civil, bajo el nombre de batalla de "Carlos Centre-
ras" (el comandante Carlos), fue uno de los fundadores y jefes del
Quinto Regimiento y se convirtió en uno de los responsables directos
de la represión estalinista contra el anarquismo y el Partido Obrero
de Unificación Marxista, dirigido por Nin .
•¡
la CTM, fundado en 1938 por Lombarda. De sus actividades políticas
en México como delegado de la Comintern y de la GPU no se sabe
prácticamente nada; es muy probable sin embargo que haya estad?
involucrado en la depuración del PCM en marzo de 1940 y en los di-
versos intentos por asesinar a León Trotsky.
Vidali fue repetidamente acusado en años posteriores de haber sido
una de las figuras más siniestras de la policía internacional estalinista.
Una de tales acusaciones la hizo el anarquista italo-arnericano Carlos
Tresca, quien dijera que "en torno a Vidali flotaba un olor a muer-
te". Olor a muerte que probablemente flotó también en torno al pro-
pio Tresca; hay quienes afirmarían en efecto que Vidali tuvo mucho
que ver precisamente con el asesinato de Tresca, ocurrido en 1943;
pero también con el asesinato de Sandalio Junco ocurrido, como ya
vimos, en 1942.
Convertido después de la muerte de Stalin en alto miembro de la
dirección del PCI, Vidali logró cubrir su pasado tras esta militancia en
el partido comunista sin duda más autónomo frente a la URSS. Con
esta identidad se le conocía y respetaba cuando murió, en 1983.
Las interrogantes en torno a la relación entre la presencia de Vi-
dali-Sorrnenti en México y la probable expulsión de Mella del cc del
PC~1, así como entre esa presencia y el asesinato de Mella, no pueden
abrirse sin antes hablar de Tina Modotti.
Obrera italo-arnericana casada con un escritor de origen
Tina llegó a México con su marido -quien murió muy po .
después- como una de las muchas integrantes de la ola de rn la e
intelectuales que en los años veinte buscaba respuestas y esperanz:l en
la nueva sociedad posrevolucionaria mexicana. Interesada en la ~ I -
(Trafia, se convirtió a mediados de los años veinte en la compañ - • ti
;:,
vida y discípula del famoso fotógrafo estadounidense Edward W - , n.
Al separarse de Weston, con quien concordaba profesi?nalm nt - ',1111-
que no políticamente, se acercó a los círculos artístico mun

50
 - -
mexicanos, donde rápidamente fue aceptada por su fuerte y dulce
personalidad, su talento artístico, sus tendencias izquierdistas y su
enorme belleza, tanto física como interna; la belleza de la mujer libre
e independiente; de la artista sensible y creativa.
Después de fracasar en su intento de relación con el pintor comu-
nista Xavier Guerrero, Tina conoció a Mella con quien, de acuerdo a
s,u biógrafa Mildred Constantine.t" a los testigos presenciales y a Ele-
na Po niatowska." se ligó en una apasionada relación teñida de una
fuerte camaradería y colaboración política.
Al ser asesinado Julio Antonio, los impactos de bala no la alcanza-
ron a ella, quien caminaba a su lado. Se salvó, aparentemente gracias
a que su compañero la empujó lejos de él antes de caer.
A los pocos días, Tina tuvo que soportar una campaña de la prensa
contra ella; se la acusaba del asesinato del joven cubano por "razones
pasionales", Esa campaña no logró su cometido. Sin embargo, algu-
nos meses más tarde, Tina se vio obligada a abandonar el país por
.ser una "perniciosa comunista extranjera". Viajó entonces a Berlín,
donde. no logró adaptarse. Vidali, que estaba en la URSS y que era
su amIgo y camarada en México, la ayudó entonces a tramitar su en-
trada en la Rusia de Stalin.
En 1931 Tina y Vidali iniciaron una relación que no habría de
concluir sino hasta la muerte de ella en 1942.
Tina se' reunió con su compañero italiano en España. Fue una de
las responsables .del "Servicio de Contraespionaje" de las Brigadas In-
ternacionales bajo el nombre de María Ruiz.P? lo que hace obviamen-
te probable su pertenencia a los servicios soviéticos.
De vuelta en México junto con Vidali, Tina fue inmediatamente
atacada por Diego Rivera quien, habiendo roto con Trotskv, la acusó
de haber cometido graves crímenes políticos en España, como el ase-
sinato 'de Andreu Nin,~ Haciendo caso omiso de estas voces Tina
volvió a la fotografía, que había abandonado desde que empezara a
militar al lado de Mella.
,';A noche d~l 5 de ener? de 1942, diez minutos después de que "Car-
los se despidiera y la dejara en una cena en casa de amigos, porque
"tenía que trabajar en El Popular", Tina se despediría también diciendo
flue no se. ~ntía bien, y abordaría el taxi en el que, antes de llegar a su
casa, monna de un ataque al corazón a los 46 años de edad. Esta fue la
versión oficial. Nadie salvo "Carlos" sabía que Tina había tenido un bre-
ve historial de problemas cardíacos mientras estuvo en Europa. ~ Tam-
bién corrieron rumores de que fue envenenada ...35
~i suponeT?os que Mella fue realmente un opositor, tenemos que
abrir vanas tnterrogantes sobre Tina. Primero: ccórno es que Tina
52
h
fue la compañera de Mella cuando, muy poco tiempo d .spués de su
asesinato, absolutamente fiel a la línea del partido, c ndcnó vi lenta-
mente y cortÓ definitivamente con Diego Rivera a raíz de qu éste
fue expulsado de las filas comunistas y a pesar de que él, como nadie,
la había defendido en el momento de la acusación contra ella de cri-
men pasional"?3ó Segundo; haya jugado o no Sorrnenti un papel im-
portante como representante de la JC en la probable salida de Mella
del CC del PCM, écómo pudo un agente de la GPU como él tramitar,
en 1930-1931, la entrada a la URSS de la compañera de un opositor
como Mella?; ¿y cómo es que en pleno proceso de represión contra la
Oposición, Tina no sólo no fue apresada ni desapareció en los cam-
pos de trabajos forzados, sino se convirtió en su compañera de toda
la vida, y, más tarde, en agente de la GPU en España?
Ahora bien, eliminar la anterior suposición sobre la adhesión de
Mella a la Oposición de Izquierda no deja de ninguna manera a Tina
libre de toda sospecha. En efecto, como se pregunta el filósofo Philip-
pe Cherori:"?
Si bien persiste una duda sobre el personaje de Tina Modotti, no
pasa lo mismo respecto a Co ntre ras, cuya actividad como agente
estalinista v asesino es ahora clara. Ahora bien, si es cierto, como
todo el m~ndo coincide en reconocer, que Tina no era para nada
. una mujer sumisa, boba o idiota, o si excluimos la posibilidad de
que ella también fuese agente de la GPU, ccómo puede explicarse
su relación con Carlos Contreras? ¿Cómo una mujer tan sensible,
inteligente, no teniendo nada que ver con la mujer-objeto, pudo no
haberse dado cuenta de quién era su marido, a quien vio actuar en
España durante la guerra civil al lado de Lister? ¿Esta gran artista
creyó que la revolución socialista implica la tortura y el asesinato P"
Estas interrogantes tienen por objeto enriquecer la discusión en
torno a las sospechas que existen sobre el hecho de que Mella pudo
haber sido asesinado no por el dictador cubano sino por órdenes de
los representantes de la GPU en México, entre los cuales el más im-
portante era sin duda Vidali; pero también sobre el hecho de que, co-
1110 lo supusieron 31gunos "ex-amigos" de Vidali, la propia Tina haya
sido asesinada también por "el comandante Carlos" debido a que, en
tina probable rebeldía contra la URSS y la GPU, hubiese decidido re-
velar todo lo que había sido su actividad y la de su compañero en los
años veinte y treinta.
Es verdad que aún no se conocen a ciencia cierta casos de oposito-
res asesinados por la GPU en América Latina a fines de los años vein-
53
 te. Es v~rdad tamb~én que. resulta extre~adamente dificil pensar que
una mUjer como Tina pudiese haber tenido algo que ver en el asesi-
nato de aquel que, según sus amigos y biógrafos, fuera su más grande
.amor; o que UD hombre. pudiese haber asesinado, por razones políti-
cas, a l~ que fue su mUjer durante más de diez años. Pero es igual-
mente cierto que los métodos ya bien conocidos de la GPU, la historia
criminal de Vidali, su presencia en México en el momento de las dos
depuraciones del PCM (1929 y 1940), en el momento de los asesinatos
de Mella y Trotsky, el extraño paso de Tina de ser la mujer y cama-
rada. de ~n proba?le opositor a ser la mujer y camarada de un alto
funcionario gepeuista, y, finalmente, su misteriosa muerte, no permi-
yan sido sus erorres y barbaridades; a la calidad de su obra, por más
I
que en su momento, de una u otra ~nera, se ,hubiera querido si-
lenciarlos. Fueron gente que estuvo dispuesta a Jugarse. to:ct<:>lo que
tenía, hasta la vida, en defensa de lo que fueron sus pnnap,os. Esto
debiera hacerIos respetables aun para los ideólogos de la derec~~.
\ Mucho de lo mejor que hoyes y tiene México lo debe a esos mili-
tantes, muchos de ellos extranjeros, lo que no impide considerarIos
I como nuestros, como mexicanos."!

Volviendo a la historia de la LC! después de esta indispensable di-

ten. cerrarse.a la duda; no permiten asegurar que Mella no fue sim-
P?U~,<lllt~activo de la Oposición de Izquierda en México en 1928, qui-
zas influido por .Junco; que Mella no pudo haber sido asesinado por
l~ GPU; o que TI?a no t,u~o nada q~~ ver en el asesinato; o que Vida-
li no fue un asesino político al servicio del Kremlin y, finalmente, que
no hubo nada extraño en la sucesiva relación de Tina con estos dos
hombres, ni su súbita muerte de un supuesto ataque al corazón a
edad temprana. '
, Sin ?mbarg?, así lo piensan los comunistas de la época. Y hoy en
día, mas de CIncuenta años después de la muerte de Mella, más de
cuarenta años después de la muerte de Tina y a pesar de todo lo que
hoy se. sabe sob~e la repr~sión estalinista, así lo siguen afirmando los
comunistas mexicanos, unidos a algunos intelectuales de renombre co-
mo Raquel Tibol.P? o Hurnberto Mussacchio.
Al responder a las interrogantes de los "ideólogos de derecha" de
Vuelta, este último escribió en 1983:
La hipótesis del envenenamiento de la Modotti, porque "sabía de-
masi~do", no se puede "descartar a priori", señala un redactor.
Efec~vamente, no ~e de~e descartar, como tampoco puede hacerse
lo mismo con la existencia de chaneques y ovnis, no vaya a ser que
un día de veras resulte que sí existen.w
J gó terminantemente
. A le;>c~al, intentando reivindicar a Tina y a Vídali ante la histo-
rra y Jusuficando de esta forma todos los horrores del periodo esta-
linista, agregó:
En fin, que el terror ante el crecimiento de los creadores comunistas
es mayor que toda la mesnada. Sus leyendas no surgen de la nada.
Obedecen a su verdad, incompatible con lo que puede dar la socie-
dad de mercado; a su convicción de militantes, por muchos que ha-
gresión reflexiva, el papel desempeñado por Negrete en la creacióri
de la Oposición de Izquierda en México no se presta, ;omo el de ~le-
lla, a dudas ni a interrogantes. Por la labor que llego a desempenar
en México y por su intachable dedi~ación a la .mil~~ncia, Negrete se
convirtió rápidamente en el secretario de orgamzaclOn dentro del Co-
mité de la jc. Mientras él ocupaba este cargo, ya se encontraban en
ella dos militantes que más tarde formarían parte de la Oposición de
Izquierda: el yucateco Calero y Piñón SandovaL
Una de las labores centrales de Negrete dentro de la JC parece ha-
ber sido -según testimonio de Claraval, de ~odrígue~ .Yde un fu~uro
miembro de la Oposición de Izquierda, Luciano Calicia-s- consolidar
las secciones de provincia. ,
_De acuerdo a Claraval, en el Primer Congreso de la lC, que se llevo a
cabo en agosto de 1929 bajo la direcci,ón de SorI?enti, y por ?cuerdo del
v Congreso de la Internacional Juveml (IJ~ :eumdo en Moscu a fines ~e
1927, Negrete expresó algunas de sus posICIOnes trO~~lStas. Por ellas s~
le privó del derecho de palabra y del derecho a partlClpar :n el corrute
de la jc, y se emprendió una campaña de descrédito contra el en todo el
país. Algunos meses después, agrega Claraval, como en lugar d~ ren.egar
de sus ideas Negrete las reafirmó, el Comité Central del p~rtldo, CItó a
una asamblea extraordinaria del comité de la jc, con la participación de
"Sormenti" como representante de la dirección del PCM. Negret: se ne-
a retractarse de sus posiciones nacionales e Interna-
cionales, como se le había pedido, gor lo que fue formalmente expulsa-
do tanto de la jc como del Partido.
A la usanza del PCM de la época, además de er expu~sad . Ncg: te
fue brutalmente golpeado por sus excarnaradas.P nunu. trabajan-
do clandestinamente para constituir la Oposición de Izqui rda. Para
entonces contaba ya en esta tarea con un aliado firI? ' M. nu -1 ~ drl-
guez, con quien pronto empezaría a elaborar el pr~m -~ leún inter-
no en la historia del trotskismo mexicano y con qm n intentó formar
el primer núcleo pro-trotskista en el seno del P M.

54
55
 Este núcleo estuvo inicialmente formado, además de Negrete y Ro-
dríguez, por cuatro rc:clutas: el ucraniano Abraharn Golod, repre-
~ntante de la. I~ternaCIonal en la jc en América Latina, que se adhi-
nó a la Oposición de Izquierda donde, en 1930-1940, se le conocía
•como González;+t Benita Gaíeana.v Pedro María Anaya Ibarra, quien
algunas décadas más tarde se convertiría en el secretario editorial del
diario oficial El Nacional; Y José Revueltas, el futuro célebre escritor
mexicano. i6
En di~iembre d~ 1934, .Defensa Roja, el órgano del Socorro Rojo
Internacional (sección mexicana), alegaba la pertenencia de Revueltas
a la Oposición de Izquierda.
~n 19~9 Uosé R~vuel~] comenzó sus actividades juveniles revolu-
cionanas como símparizante de la Federación Juvenil Comunista.
[...] Entonces surgió el trotskismo entre muchos miembros de la
FJC entre los que fue arrestado Revueltas, concurriendo a sus sesio-
nes y dedicándose a leer a Trotsky. Siguió sus actividades, cayendo
preso numer~ veces, hasta que fue recluido por cerca de ocho
meses en el Tnbunal de Menores [...]. A su salida renegó del trots-
kísmo.v
Pierre Broué encontró la confirmación del paso de Revueltas por
la .Oposición de Izquierda en la parte de los documentos de Trotsky
abierta en 1980: una carta del trotskista norteamericano Abern a
Trotsky, fechada el 30 de marro de 1930:
El camarada Negrete de México ha sido arrestado y encarcelado.
Incluyo aquí la nueva dirección de los camaradas mexicanos: José
Revueltas, Pescaditos 20, México, D. F.-0
En efecto, la exp~lsión de Negrete formó parte de la ola. represiva
que ~n 1930 se abatió sobre el PCM --{jespués de su política aventure-
ra e Irresp?nsable en ~l mom~nto de la rebelión escobarista- y sobre
los C.O~UDlStasextranjeros quienes, por "peligrosos extrernistas", fue-
r~)DmVI~dos a aba~donar el país. Entre ellos se encontraba, como ya
Vimos, Tina Modotti y probablemente Vidali-Sorrnenríw y Golod-Gon-
zález.50
. La JC fue especialmente golpeada por la represión. SI Dos de sus di-
ngentes -R~~rez y Cal~r?- fueron incluso enviados al penal de
las Islas Ma~as. En este Viaje los acompañaron también algunos im-
portantes miembros del PCM, como Juan de la Cabada y Rosendo Gó-
mez Lorenzo, fundador del PCM, miembro en esos años del Comité
56
Central y a quien nos encontraremos en 1940 involucrado en uno de
los intentos de asesinato contra León Trotsky.
f
.¡ Al volver de las Islas Marías en diciembre de 1932, ~3 Rodríguez re-
constituyó al pequeño grupo opositor en el seno de la JC. De acuerdo
¡ a Claraval, tanto él como Calero -<}ue aún no había sido expulsado
del partido-, como un tal Guillermo Salís, formaron' parte de este
nuevo grupo.>' Rodríguez no los menciona; pero sí menciona en carn-
bio a los Ibarra, Angel y Félix.~5
Para reconstruir la Oposición de Izquierda, Rodríguez contó con
una doble ayuda proveniente del extranjero: por una parte, la Oposi-
ción Comunista Española que no sólo le haría llegar regularmente, a
partir de 1931, su revista Comunismo= sino que, en la segunda mitad
de 1930, le enviaría'" a uno de sus militantes, Manuel Fernández
Grandizo, alias Munis.P"
Por otra parte, desde el local del swr en Nueva York, Negrete y
González no se desconectaban de México.é? Le enviaba n al grupo Tlie
Militani, literatura trotskista, análisis de la situación política mexicana
y del PCM y consejos en cuanto a la línea política a seguir.
Para entender hasta qué punto Negrete y González estaban COIll-
prometidos con la construcción de la Oposición de Izquierda mexica-
na y cuál era la línea política que le proponían a Rodríguez y a sus
camaradas, es importante incluir algunos extractos de una carta qu,c
Negrete le envió el 9 de julio de 1930 desde Nueva York a un mili-
tante michoacano de la JC a quien obviamente estaba tratando de ga-
nar para la 01.
Nueva York, 9 de julio de 1930
Gabino Alcaraz,
Morelia, Michoacán,
Querido Carnarada.w
Desde que pudimos conseguir tu dirección te hemos enviado, algo
de material acerca de la situación actual dentro de la Internacional
Comunista, y el partido de México, [...]. explicando los yuntos ,de
vista de la Oposición Comunista de Izquierda que lucha mtern~~lO-
nalmente juntamente con el camarada León Trotsky y la OpOSICIón
Comunista rusa, por una línea leninista. . .
[...] El Partido Comunista está actualmente en una CTISISmuy
profunda que amenaza su existencia, y que ésta no se debe compL~la-
1nenu a la represión por parte de las autoridades sino que también
57
 g~n parte de la culpa descansa en la línea falsa y en los oportu.
rusmos y luego los aventurerismos del Comité Central y de los re-
presentantes que han tenido en México la Comintern, la KIM
(Int~rnacional.1uvenil Comunista), ~I Socorro Rojo Internacional y
la Liga Mundial contra el Imperialismo (Pedro Matlin. Sormenti o
Contreras y Bach).
Cada paso que ha dado el partido de México en los últimos años
h.a sido lleno de errores. [...) en lo que respecta al apoyo incondi-
. CI~nal al gobierno, la formación del Bloque Obrero y Campesino
bajo la hegemonía de Calván, Tejeda y Cía, la demora en no for-
mar la CSU~I cuando había una situación favorable para ello (desin-
tegr?ción de la CROM, etcétera), la falta de contacto directo y
con~nuo ,entre el CC y sus locales, la subestimación del trabajo ju-
venil, etcétera.
. Después cuando el partido quiso, bajo las directivas de la Co-
mlI~tern, abandonar su línea de derecha, fue al otro extremo y se
pllSler?n a hacer barbaridar] y media. [...) En esta vez, expulsaron
a medl~ decena de derechistas y luego a otros elementos más que
no _consideramos de derecha. -
[...) han suprimido toda democracia interna. [...] Luego vienen
con sus planes para hacer una revolución proletaria en la primave-
r~ del año pasado, teniendo que echarse para atrás cuando ya ha-
bla llegado el momento, En los sindicatos se ha llevado una línea
sectaria. [...) Se ha puesto siempre la línea del partido por encima
de las realidades objetivas del movimiento obrero y campesino. Por
esto es que la CSU~I es apenas una sombra de lo que era [...[,
Tengo entendido que la local de Morelia no estaba de acuerdo
con las instrucciones del CC del PC, acerca de la afiliación de la
confederación local o estatal de la CSU,[, por no co nsiderarlo opor-
tuno en Vista de que provocaría un cisma o cuando menos la ex-
pulsión de los comunistas del movimiento sindical michoacano.
Puede ser que yo esté equivocado, pero [...) creo que ustedes es-
taban en lo justo. Quisiera tener ma vo res datos acerca de este
asunto para poder hacer un análisis del 'mismo. [...]
[...] en México, la CGT, a pesar de represiones en su contra, de
parte de las autoridades, está aumentando su fuerza dentro -de la
masa obrera, Existe, una verdadera radicalización de las masas, pe_
ro como los comunistas no saben aprovechar la situación, dictando
desde un escritorio directivas poco adecuadas para la realización en
la práctica, los anarquistas y elementos reforrnistas de "izquierda"
están cosechando lo que nosotros debíamos.
[...] recomiendo que leas con cuidado el órgano ilegal de la Opo-
58
sición Comunista Española, proXlmo a aparecer, EL Comunista, y
que estudies detenidamente también todo el material que nosotros
te enviamos [... l.
Los estalinistas en la dirección del movimiento oficial dicen que
nosotros somos contrarrevolucionarios y que estamos dividiendo al
partido. La verdad es que [...] con sus teorías torcidas, basándose
sobre el concepto infantil de izquierda del tercer periodo, [... l tene-
mos que ir al fracaso. Nuestro propósito, los de la Oposic~ó~ Co-
-1 munista de Izquierda, es organizar dentro y fuera del movirmento
oficial comunista, a los elementos comunistas sanos a fin de lograr
la unificación y la rectificación de la línea errónea actual. Tú no
tienes que estar de acuerdo pero sí tendríamos gran interés en co-
, ¡
1 nocer tus puntos de vista, los cuales nos puedes comunicar con to-
da confianza. Es tu deber estudiar concienzudamente a fin de
conocer la verdadera posición leninista en la crisis actual. Puedes
escribimos a esta dirección:
M. Abern, 25 Third Ave. New York. E.DA
Con saludos comunistas
Rosalío Negrete (firmado)."
Si Negrete logró ganarse a este compañero michoacano o no, no
se sabe. Lo que sí se sabe es que manejaba suficiente información so-
bre México como para encargarse de la elaboración, edición en ?Ii-
meógrafo y envío de Claridad -el Boletín de la ?posición Comunista
de Izquierda citado por Claraval-, y para menclOn~r en _1931 la ex-
pulsión de Mella del Comité Central del PCM. Nadie mejor que Ne~
grete, sin duda, para conocer la historia d~ Mella, en ~I PC,~' Pero I
esta historia fue realmente la de un "opositor de Izquierda, Negrete
no podía divulgarla sino hasta después de su. expulsión ?~I p ,M, cua~-
do ya no ponía en riesgo con estas declaraclOn,e~ su militan, la en di-
cho partido ni la existencia misma de la OpOSICIón de Izquicrd que
con tanto trabajo había empezado apenas a crear en su no.
Negrete hizo esta revelación sobre Mella en mayo de 1 ,1 uando,
con la ayuda de Munis y el ingreso de varios jóvenes militam , la po-
sición dé Izquierda era un hecho. De acuerdo con F~lix Ibar " '1 grupo
ni siquiera se derrumbó cuando Rodriguez fue ~nvlad a las Islas Ma-
das: Alexander sostiene que tanto el boletín Izquierda mo 011° bolcrín,
oposición, aparecieron en 1933. Esta afirmación coin id' .on la informa-
ción proporcionada por EL Macheie.62 En todo C:lSO, P' 'o a '1ll~ t~·. l.
actividad de la Oposición de Izquierda entre fin de 1U' O y pnl\cII)I( s
de 1933. Claraval afirma que en julio de 1932 Muni; fue upreh 'n~lid?.v
deportado "por disposición expresa de la Se r tarta d . l rna In,
5
 E,

~ambién afirma que cuando Rodríguez fue finalmente expulsado de los Octavio Fernández nació el 18 de noviembre de 1914 en el céntri-
diversos frentes del PC~I en los que militaba, su fiscal fue Evelio Vadillo co barrio popular de La Merced, en el Distrito F.edcral. ~u padre,
y sus defensores Piñón Sandoval y Munis." Existe aquí sin embargo una maestro de profesión, había sido rnaderista en la pnmera mitad. de la
incongruenCIa, puesto que Rodríguez no fue expulsado del partido sino lucha revolucionaria; más tarde obregonJsta y, com<:> tal, presidente
por lo menos hasta unos meses después de su regreso de las Islas Marías municipal de su pueblo natal, San Pablo Oxto~e~c, situado al sur del
en diciembre de 1932. D.F. Al terminar la secundaria en 1929, Octavio mgresó a l~ Normal.
Fue ahí, en su clase de sociología, donde oyó ~ablar por primera vez
de Marx y del marxismo. Y fue ahí donde, sm saber cómo, se. topó
DOS NÚCLEOS: U~O EN EL SENO DEL PCM, EL OTRO EN EL EXTERIOR
con la revista Comunismo cuyo remitente resultó ser Negrete, qUien lo
puso inmediatamente en contacto con Conzález.t" ,
Ya fuera del PCM, Rodríguez se reclamó por primera vez abiertamen- Fernjndez conoció a Calicia dentro del mo.vlml~nto .. que l?s :,stu-
te trotskista independiente en México. Muy pronto se unieron a él los diantes de la Normal organizaron contra la dlrecCl~n basso~l~ta de
Hermanos Ibarra, también expulsados. Ni Benita Caleana ni José Re- la escuela, encabezada por Toribio Velazco. Converudos en dlflgen~es
vueltas --de quien los Ibarra eran muy cercanos- abandonaron el estudianúles después de la huelga victoriosa de la Normal, los dos Jó-
PCM. Bernardo Claraval por su parte abandonó no sólo el PCM sino ve nes devoraban toda la literatura trotskista que González les envia-
tambié.n la Oposición ~e Izquierda. Profundamente decepcionado del ba: El Gran Organizador de Derrotas, La rev?h.uión perma~lL7lU. ..
comunismo y d~smo:ahzado, entró en una larga crisis personal de la Con este bagaje teórico, en 1933 ?cCldlcron pubhcar un penódl-
que sólo lograría salir adoptando una nueva causa: la de la fe católi- co, Frente Proletario, y empezaron a dlstnb~I.r1o en algunas .de .las zo-
ca. Almomeruo de escribir su libro en 1939,-Claraval estaba militan- nas fabriles del D.F. La noticia de la apar ició n de este penód.lco lle-
do en las "blancas legiones de Cristo" y se declaraba "salvado por la gó a oídos de los comunistas, quienes invitaron a sus dos Jóvenes
misericordia de Dios".65 autores a ingresar al PCM. .
Mientras unos emprendían la retirada, otros apenas empezaban. Previa consulta con González, estos, a qUienes para entonces se ha-
Algunos meses despué~ de que ~odríguez y los Ibarra fueron expulsa- bía unido otro estudiante normalista, Benjamín Alvarez, aceptaron la
dos de las filas comurustas, dos Jóvenes maestros que no habían teni- invitación e ingresaron al partido con la consigna de luchar en u ~-
d? con~cto con la Oposición ~e Izquierda mexicana, pero que ya ha- no por las líneas trots kiistas. 69 .' .'
blan sld.o ganados a las posIciones de la Oposición de Izquierda Antes que nada ingresaron al Socorro ROJO InternaClO~ 1, d pu.,
InternaClon?1 por Negrete, Conzález y Comunismo; ingresaron al PC~I en su calidad de maestros, a lo que sería más tarde la. LIg de l,' rr-
con la consigna de conqUIstar nuevos adeptos. Ellos eran Luciano Ca- "lOres y Artistas Revolucionarios (la LEAR),7° cuyas reuOlo~ . -r' .UC~-
licia y Octavio Fernández. da Calicia- se llevaban a cabo en las calles de Don clcs, n 1 libre-
Lucia no Calicia nació el 30 de junio de 1913 en la población de ría de Rodrigo Carcía T'reviño.?' quien sería en 1937-38.uo de l
72
Papantla, estado de Ve racruz. Mientras era estudiante de la normal principales colaboradores de Trotsky en México. P r úl.I~1Il fu:r. n
~e. maestros en I~ ciudad de Jalapa, empezó "a interesarse por las ac- aceptados en una célula del PC:M llamada "Cé~ula E~z~~{j¡ ~ qu .~.
73
lJ~·ldades comunistas .. ~rabajó con los comunistas durante algunos en realidad la del barrio fabnl de Santa Juha. ali I P rmanc IÓ
anos como Simple actJvls~ [... ]. Estando aún en Jalapa, le cayó entre en ella todo el tiempo que duró su militancia en el ~ M. Fe,rn~ldez
las man~s una proclamación de la Oposición de Izquierda publicada por su parte pronto fue trasladado a la célula del barn cstudi 0111 de
en español en Nueva York y destinada a ser distribuida en América San Ildefonso.71 . n
Latina .. Les" escribió a quienes la publicaron y empezó a recibir con Para principios de 1934 los tr~s trotskistas norrn li
no
regularidad literatura trotskista". 66 conflicto con la dirección comumsta. Las razones de e te
En 1931, beca?o por el gobi~r~o estatal de Adalberto Tejeda que están muy claras.
acababa de asumir el poder, Calicia llegó a la ciudad de México e in- De acuerdo con Fernández:
gresó a la escuela Normal de Maestros.s? Allí conoció a Octavio Fer- .. d Al ia la c<lt;l:>lrofe a\clll::lna.
nández, con quien muy pronto encontró coincidencias políticas. Se vinieron los aconrecumentos e Arcrnam ,

61
60
 eguimos ,través de Comunismo, el análisis que hizo "el Viejo" de
lo que podía suceder, de la manera de luchar contra el fascismo.
[...] aquí se. decía que :odo había sido un triunfo, que en el invier-
no e~ Partido Comunista Alemán estaría en el poder, que eran
mentiras de los trotskistas el que hubiera habido una gran derrota.
que, por el contrario, el PC alemán y la clase obrera alemana era~
más fuertes y que estaban más cerca del triunfo que nunca. Y ...
pues ... comenzó a ser imposible mantener el silencio [... ].15
De acuerdo con Luciano Galicia:
L: razón de la divergencia nuestra con el PCM fue que en esos
días, el PC c~bano declaró que lucharía por la expropiación de to-
das las propiedades. cubanas, pero no de las americanas porque
desde su punto de Vista, se debía aplazar el enfrentamiento con el
imperialismo americano hasta que el PCC se fortaleciera."
Galicia, Fernández y Álvarez escribieron a Nueva York diciendo
que ~o .era P?sible seguir en el PC, que iban a- plantear abiertamente
sus divergencias.
. Antes de qu~ el partido los citara a juicio de expulsión, los tres di-
sidentes escribieron una carta de renuncia, unidos a algunos miem-
bros del PCM a los que y~ habían logrado captar para su causa: Car-
los, el hermano de Octavio; Segura, un obrero textil de la fábrica de
SAIL\; y un tal "Nacho", también obrero textil."?
Aquí se transcribe la versión de la expulsión de Octavio Fernández:
La reun!ón de expulsión se llevó a cabo. [...] fue un pleno del PC
[...] ~retleron a tO?O lo que tenía el partido aquí en la ciudad de
Me:,ICo, unas tresoentas gentes. [...] Antes de la "reunión" le dije a
GalIoa:, "Yo no voy a que me peguen". Entonces íbamos armados
con revólveres. La reunión comenzó cerca de las diez de la noche.
Fue un desfile interminable de oradores: Laborde, Carnpa, Vadillo,
Consue.lo Ur~nga, G~~ón Lafarga. ""!,odo mundo habló hasta que
qUl:.O, msultandonos. Perros trotskistas", "bandidos", "penerrea-
nos. ,~por ser maestros nos decían "penerreanos", "agentes de la
policía .
Y desp.ués, en la madrugada, cuando nos tocaba hablar, quisie-
ron agredimos: pero al vernos armados no se atrevieron. Hubiera
sido entregar todo lo que era el partido a la policía si había un za-
farrancho. Así que nos salimos.i8
62
Ya en la reurnon de célula donde también debían ser expulsados,
tanto Galicia como Fernández y Álvarez lograron imponerse y expo-
ner sus puntos de vista sobre la teoría del socialfascismo, sobre el ter-
cer periodo, sobre las consecuencias de la construcción del socialismo
en un solo país. Por su parte, El Machete del 20 de marzo de 1934 no
se detiene a relatar los hechos en torno a la expulsión. Se limita a
registrarla de la siguiente manera:
Los tres profesores trotskistas que acaban de ser expulsados del par-
tido del Distrito Federal lanzaron en su célula y sostienen en sus pa-
peluchos ruines calumnias contra la URSS y contra la In~ernacional
Comunista, tomadas en gran parte del órgano del trotskismo espa-
ñol, Comunismo. A la andanada de injurias del grupito trotskista, que
recoge y hace suyo el viejo disco burgués del "oro de Moscú" para
insultar a los dirigentes de nuestro partido lIamándoles burócratas a
sueldo de Stalin, vamos a contestar con hechos que prueban toda la
indignidad canallesca del trotskismo provocador y calumniador.
Párrafo que está contenido dentro de un articulo titulado "Los
trotskistas, calumniadores, provocadores, divisio nistas, contrarrevolu-
cionarios"?? En dicho articulo, que ocupa dos páginas enteras, el se-
manario comunista lanza una verdadera aplanadora de argumentos
tanto sobre la cuestión alemana de la que nos habló Fernández, como
sobre el asunto del PC cubano del que nos habló Galicia, como sobre
otros puntos, y concluye:
lf uera de nuestro partido la bazofia trotskista! il.ucha sin cuartel
contra la ideología del trotskismo, contra toda vacilación o compla-
cencia para con los renegados trotskistas! Firmes bajo la dirección
de nuestro Comité Central [...].80
LOS PRIMEROS Y DIFÍCILES PASOS DE UN GRUPÚSCULO
Fue otra vez González quien puso en contacto a los nuevos expul-
sados con el grupo de Rodríguez, para entonces llamado "Orosición
Comunista de Izquierda" (OCI) y que habría de adoptar a partir de fi-
nes de 1934 el nombre con el que lo conocería Trotsky: Liga Comu-
nista Internacionalista (LCI).
En la OCI ya había para entonces algunos miembros nuevos: Gusta-
vo de Anda, a quien Galicia califica como "el más culto pero el más
tibio del grupo"; los dos hermanos Ayala y Abraham López.s'
63
 Con la entrada de los "maestros" ~omogustaban en llamarles sus
nu~vos camaradas- el grupo se fortaleció y decidió sacar un periodi-
quito, Nueva Iniemacional, que sólo tenía un tiraje de cinco números y
que absorbió todas las energías de los militantes de la OCI durante su
primer año de vida. Para financiarlo se pidió ayuda económica a Ri-
vera, a los famosos compositores Carlos Chávez y Silvestre Revueltas
y a otros intelectuales.
El primer número de! periódico respondía a las calumnias que aca-
baba de dedicarle El Machete a los expulsados.
Alexander escribe:
Los siguientes números de Nueva Ituernacional contienen varios artí-
culos del propio Trotsky, entre los cuales :'Sindicalismo y comunis-
mo", "Una visión histórica del Frente Unico" y "La revolución
permanente"; también contienen textos tales como el Manifiesto
del Primero de Mayo, escrito por .Friedrich Engels en 1890, varios
reportes acerca de un congreso de la oposición internacional de iz-
quierda que acababa de tener lugar en París, y un articulo titulado
"Cómo está distribuida la industria en México".82
A mediados de 1934, la OCI celebró una conferencia en la que se
eligió a un comité ejecutivo, se aprobaron unos estatutos y se adopta-
ran algunas .tesis sobre la organización de los trabajadores y sobre va-
rIOS asuntos agrarios. La joven organización, que pronto contaría con
unos treinta a cuarenta militantes, estaba formada principalmente por
dos células; la célula de la Obrera= y la célula de Santa Julia. Los
"maestros" pertenecían al sector de intervención de Santa Julia.
De esta época datan también las primeras actividades políticas con-
juntas con Diego Rivera.s" quien acababa de volver de Estados Unidos
donde había estado en contacto con los trotskistas norteamericanos.
Rivera empezó a trabajar de manera independiente en la Casa del
Pueblo. Para junio de 1934, la OCI y Diego crearon la Asociación de
Estudios y Divulgación Marxista-Leninista en la que Diego se desern-
pcñó como secretario general, a la que acudían fundamentalmente los
trabajadores de la Casa del Pueblo y en cuyo comité ejecutivo, ade-
más de Galicia, había tres trotskistas. . do de los dirigentes naturales de los obreros, "los maestros" intenta-
El 23 de junio, la Asociación organizó un evento político-cultural=
en el que participó Silvestre Revueltas y en e! que Carlos Chávez es-
trenó el corrido "El Sol" 86 La organización Iascistizante Acción Revo-
lucionaria Mcxicanista (ARM) trató sin éxito que su grupo de choque,
los Camisas Doradas, boicoteara el acto. Pero, con todo, e! balance
político fue favorable: Fernández le escribió a González:
64
Rivera habló atacando al fascismo y explicando nuestra táctica para
el Frente Unico. Rodríguez habló del peligro de guerra y logramos
vender muchas copias de nuestro periódico.s?
Algunos meses antes de este evento había llegado a reforzar a la
pequeña organización trotskista el militante estadounidense Charles
Curtiss, cuyo nombre de batalla en México sería "Carlos Cortés".
Nacido en 1908, linotipista de oficio, Curtiss era uno de los miem-
bros de la Communist Youth, que rompió con el CPUSA para fundar
la CLA, antecedente del sWP. Como linotipista trabajaba en Nueva
York en la confección de The Militara, en cuyas oficinas conoció, en
1931 o 1932, a Negrete, quien se pasaba largas horas mimeogra-
fiando Claridad.
Impresionado favorablemente por este militante expulsado de Mé-
xico por "peligroso extremista" y que lo introdujo por vez primera a
los problemas de la construcción de la 01 en América Latina, Curtiss
decidió viajar a México. Al llegar se puso inmediatamente en contacto
con la OCI, y durante los diez meses que permaneció en e! Distrito
Federal colaboró en la confección artesanal de Nueva Iniemacionat/"
En la segunda mitad de 1934 la represión se abatió con fuerza una
vez más sobre la izquierda mexicana. En septiembre, cuatro militantes
de. la OCI, Félix Ibarra, Rodríguez, "Nacho" y el apodado "El Chile-
ro", y varios comunistas ~ntre ellos José Revueltas- fueron envia-
dos a las Islas Marías. La policía anduvo buscando al "gringo" Curtiss.
Para ayudarlo a huir, los camaradas que estaban en libertad lo em-
barcaron de inmediato hacia Estados Unidos.P" de donde no volvería
sino hasta 1938, esta vez como representante de la IV Internacional y
con una misión específica.
La fuerte represión anticomunista, unida a los constantes enfrenta-
mientas con los comunistas y a la deportación por siete meses de dos
de sus principales dirigentes, estuvieron nuevamente a punto de aca-
bar con la LC!. La única intervención política que Fernández, Galicia
y unos cuantos más lograron desarrollar mientras sus compañeros es-
tuvieron presos, fue en la fábrica de Tejidos y Lanas La Nacional y
entre los trabajadores de la industria de la construcción donde, al la-
ron construir un sindicato independienteP"
El que a la t.ci la reprimiesen con igual dureza que al P M no fue
argumento suficiente para que El Machete --quc a lo largo de casi to-
do 1934 había acusado a los trotskistas mexican de estar ligados
con dos entonces grandes enemigos de los comunista: ejeda y Lorn-
ba rdo--9 I no publicara un artículo acusando al rNR de trotskista:
65
 --------------
Desde algún tiempo, el Chato [Froylán C.] Manjarrez y demás teó-
ricos del PNR vienen utilizando las ideas y opiniones de Trotsky pa-
ra apuntalar el "socialismo mexicano" de Calles.9\!
Esta afirmación, El Machete dice haberla extraído de un articulo de
El Nacional que apuntaba una declaración del candidato presidencial
del PNR, Lázaro Cárdenas, en los siguientes términos:
Difiere el concepto socialista insertado en las instituciones rnexica-
nas del que sustentan los que pretenden establecer o haber estable-
cido un régimen colectivista integral en que, mientras éstos se
empeñan en atribuir al Estado el dominio directo y absoluto sobre
las fuentes de riqueja y los instrumentos de producción y de cam-
bio, ~l socialismo mexicano se empeña en organizar a las masas de
trabaJador~ para entregarles gradual y progresistamente esas fuen-
tes y esos Instrumentos.
La observación de la historia contemporánea nos lleva a la con-
clusión de que la tesis comunista no ha conducido en realidad a la
~dificación de un socialismo de Estado, como el que se dice
Implantado en la Unión Soviética, sino que ha derivado el intento
-s~gú.n la enérgica y justa expresión de León Trotsky- hacia un
capitalismo de ~tado, .en. el que el patrón individual -agregamos
nosotros-e- ha SIdo sustituido por un patrón irresponsable y sin fac-
tores superiores de equilibrio en los casos de conflicto con los tra-
bajadores.
Hasta aquí el articulo de El Nacional.
De todo esto -añade El Machete- resulta que el socialismo mexi-
ca~o es. mejor que el bolchevismo ruso. y la base teórica para esta
conclusión penerreana la ha dado Trotsky, con sus calumnias al
poder soviético. Alrededor de estas concepciones contrarrevolucio-
narias del trotskismo, se forma el frente único de Diego Rivera,
Denegri, Lornbardo yel PNR.93
No fue posible encontrar en El Nacional el articulo citado' por El
Ma~hete. Su reproducción resulta sin embargo interesante porque en
vanos de sus puntos parece prever algunos aspectos que se revelarían
en un futuro no muy lejano, a la llegada de Trotsky a México: el res-
peto. de Cárden~ por él; su anticomunismo y antiestalinismo y la in-
m~dIata conclusion que de lo anterior extraerían algunos sectores:
pnmero en cuanto a una cierta identidad política entre el jefe del Es-
66
n
tado mexicano y el general bolchevique, segundo en c~anto a ~ ase-
soría que el bolchevique le daba al presidente para re,glr su .goblerno.
Al regreso de Ibarra y Rodríguez de las Islas Manas se intentó le-
vantar nuevamente el grupo, a pesar de lo cual, durante todo 1935,
la actividad fue prácticamente nula. No fue sino hasta la coyuntura
favorable para la izquierda, a mediados de 1935, después de la pug~a
Calles-Cárdenas, cuando Fernández y Rodríguez decidieron reu~lIr
fondos para sacar una nueva publicación, f!~l!lbr~. C~n este propósito
acudieron otra vez a Rivera, a un vIeJo refugiado ruso, Pro-
povich -<¡ue siempre les ayudaba de una manera ~uy. discreta- y a
dos altos funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Obras
Públicas, para entonces ya dirigida por el general Múgica: Antonio
Hidalgo y Juan de Dios Bojórquez.
No sé cómo --cuenta Fernández- nos dieron idea de que eran
personas que podían simpatizar co~ el trotskismo. [...] Y sí nos res-.
pondieron; nos ayudaron económlcam~nte -baJ<:> las órdenes de
Múgica, añade Rodríguez- para que saliera la revista.?'
Los cuatro o cinco números que conforman la historia de Octubre
contienen, entre otras cosas: de Trotsky, la "Carta abierta al proleta-
riado francés" un texto de ,Adónde va Francial , "La lucha contra el
fascismo", "El' Séptimo Congreso de la Internacio~al C~:))nunis~", y
"cQuién defiende a la URSS y quién ~efien.de a Hitler? ; de ~\"e~,
algunos articulos sobre pintura. rev<:>lucI~nna o. sobre su propl~ 'p1.n-
tura; varios textos sobre la situación interna ional: Cuba, Ahisinia,
.ltalia; el testimonio de un preso político cvadi?o d~ las cjrcel~s de
Stalin y algunas reflexiones en favor de un universidad revoluciona-
ria en México.P
I
LA PRIMERA ESCISIÓN
Sin embargo, casi todo 1935 y parte de 1936 fue pral L I un pe-
riodo de discusiones y escisiones, en las que lo pr bl m. personales
1 jugaron un papel mucho mayor que las difere":ci~ políti as. .
Dos problemas de tipo político sí llegaron, !lID embargo,. a Ju~ar un
papel importante en estas escisiones: por una parte, la ~I~uslón en
torno al llamado "viraje francés": varias secciones del movuruento por
la IV Internacional en Europa y Estados Unidos ab b n de vo~r y
empezaban a aplicar una l.ín~a política co~i.stente en hacer cntrismo
dentro de los partidos socialistas. En MéXICO no había un verdadero
67
partido s~ialisGl. Pero, contra la opinión de la mayoría, Manuel Ro- rompió con Fernández, se alió con De Anda y, con él, creó un nuevo
dríguez insistía en que la Liga debía adoptar esta misma política e in- ¡ grupo, el Comité Organizador de la Juventud Leninista. Éste bautizó
t~nGlr. ~n~trar al ?a~do Socialista de las Izquierdas, un par- al grupo de Fernández como "grupo de Diego Rivera", lo acusó de
udo. lnsl~mficante nacido en 1934 para apoyar la candidatura \ haber dejado de ser trotskista y llamó al establecimiento de "un ver-
presidencial del coronel Adalberto Tejeda y que no viviría sino unos dadero partido revolucionario e independiente de los trabajadores de

I
cuantos meses. México". Ambos grupos apoyaban, sin embargo, la creación del Comi-
Por otra parte se abrió una discusión en torno a la colaboración té Nacional de Defensa Proletaria."? y reclamaban su adhesión al mo-
con Vicente Lombardo Toledano y la Confederación General de vimiento por la IV Internacional.'?' '
Obreros y Campesinos de. México (CGOCM) a la que éste encabezaba y Para entonces, desmoralizado por las pugnas internas y las escisio-
que era una fuerte opositora a la política comunista. Nuevamente, nes, Rodríguez abandonó la LC!. Durante los últimos meses de su mi-
Rodríguez, quien estaba a favor de dicha colaboración, se enfrentó a litancia el ambiente había sido muy hostil hacia él: se le acusaba de
Galicia y Fernández, que tenían un mal concepto de Lombarda. ser "el hombre de confianza de Rivera". Era cierto que Rivera le aca-
Según Fernández, antes de que se creara la CGOCM Lombarda "ha- baba .de ofrecer un empleo para sacarlo de la miseria; pero ¿por qué
bía estado con la LCI; había estado presente en varias de sus reunio- era VISta esta cercanía como "delito" si Rivera era también camarada?
nes e incluso había considerado la posibilidad de afiliarse a la organi- La ~C! trató de revertir. contra Rodríguez dos cosas que le reprochaba
zación trotskista".96 a Rivera: una, de la misma forma en que lo hizo el PCM unos años
atrás,102 que "era del gobierno, porque trabajaba para él"; la otra,
Cuando la reunión en la que me parece que se fundó la CGOC~( C[ue, aprovechando su muy holgada posición económica, había llevado
-relata Fernández-, Lombarda había estado en contacto con a la LC! a depender en gran medida de él, manipulando ciertas situa-
nos?tros e iba a de:lararse trotskista. Pero llegó esa, reunión, lo ciones políticas, dando dinero o no de acuerdo a su muy tempera-,
designaron secreta no general y salió antitrotskista. El había ha- mental carácter y no a las necesidades objetivas de la lucha.'?" Rodrí-
blado personalmente conmigo acerca de quienes éramos, etcét ra. gllez se alejó.
Le dije que yo era representante del grupo trotskista, [... ] que sa- Gustavo de Anda mantuvo su grupo v se acercó al POUM de An-
bíamos que él tenía u ua visión distinta de la que los comunistas dreu Nin. Su órgano informativo se ll~maría incluso, comu el del
tenían. a.cerca de los problemas sindicales. Le pregunté cuál era rOU~I, La Batalla. A mediados de 1936, Galicia rompió con De Anda,
su. pOSICIón acerca de Ale ma nia. Me dijo que él había estado si- se reconcilió con Fernández y, con base en los contactos de Fer nán-
gUIendo los acontecimientos muy de cerca, que estaba convencido dez en el ya constituido Sindicato Único de la Construcción (suc),
de que la unión sindical mexicana necesitaba una nueva orienta- empezó a trabajar en este sector.
ción revolucionaria, y que estaba de acuerdo con Tr ots kv en El suc contaba con unos seiscientos trabajadores y su dirección, en-
cuanto a Alemania; que por ello iba a declararse trotskista en esa cabezada por Juan R. de la Cruz, no concordaba con la política de los
reunión. Nos despedimos y ya no volvimos a hablar porque de comunistas ni con la de Lombarda. Con el trabajo en este sindicato
esa reunión él salió ya como antitrotskista.?? .se reconstituyó la LC!.

El resultado final de estas controversias fue el rompimiento de la

LCI en tres grupos rivales: uno dirigido por Galicia y Fernández, otro LOS MOMENTOS DE GLORIA DE U:-.IA SECTA

por Rodr~guez y. un .te~cer? por Gustavo de Anda, quien se quejaba

de las actitudes . estalinistas de los "rnaestros't.?"
Las dos células, la .de La Obrera, encabezada por Rodríguez e Iba-
rra y la de Santa Juha, encabezada por Fernández v Galicia, estarían
en pugna durante vari?~ me~es, a pesar de la firma: el lo. de agosto,
de un documen,o conciliatorio.w Contrariamente a lo que se esperaba
de este documento, después de firmarlo la pugna arreció: Galicia
En. una reunión a la que asistieron los Ibarra, los Ayala, Calicia, O -
tav1.0 y Carlos Fernández, Benjamín Alvarez, Juan R. de la ruz, och
o diez obreros del SUC, Diego Rivera y Frida Kahlo, e Cirm un nue-
vo acuerdo para crear, una vez más, la sección rnexi an de la futura
IV Internacional.:''"
El Buró Político quedó compuesto por Galicia, Fcrnándcz, Diego y

68 69
 Félix ~barra .. Este último fue elegido secretario general. Por primera
v~z, Diego Rivera aparecía en la dirección de una organización trots-
kista,
. Las tareas centrales que la LCI se propuso sacar adelante fueron:
tirar un nuevo periódico, ampliar el grupo, insertarse en el suc, en la
Casa del Pueblo y en el Magisterio, del que Fernández, Galicia y Ál-
varez eran miembros.105
El nuevo peri~ico pronto sería un hecho. Bajo el título de IV In-
tema~~L apa~ec~ó el, primer número el 3 de septiembre de 1936. Le
seguman dieciséis numeros más; e! último, en diciembre de 1937,
cuando Trotsky ya llevaba casi un año en México.
I}" b~l. era uI} periódico lleno de vida. Era grande en tama-
no, se ,especJaliza~ en ~uy frecuentes y gigantescos encabezados, y
con.tema una a~~lia variedad de materiales. Estos incluían una gran
variedad de no~lC~ sobre la guerra civil española, y panicularmente
sobre las ~qulOaClones d~ los estalinistas rusos y españoles destina-
das a elel~mnar ~ sus, opositores. en e! seno de las fuerzas republica-
nas e,spanolas; IOcIUla ~e.nunClas sobre los primeros procesos de
Mo~u, y c0ns.tantes noticias sobre asuntos polfticos y sindicales en
M~XICO.Tamblé~ contenía largos documentos de la Oposición de Iz-
qwerda Internacional y muchos artículos del propio Trotsky.t=
Gracias 'a la intervención en e! suc y en la Casa de! Pueblo, pronto
la LCI llegó a contar con alrededor de sesenta militantes.
~n el magisterio las cosas eran sin embargo bastante más dificiles
d~bl?o a que los comunistas ejercían un control casi absoluto sobre el
Sindicato de Trabajadores de la Educación de la República Mexicana
(el STE~M). A los tres maestros trotskistas se les unió otro compañero
nor.ma!lsta, Anuro Martínez, a quien Galicia recuerda como magnífico
r.n1~H.ante,que sa?fa mucho sobre el magisterio y tenía una capacidad
~ntca para. recop~1ar y or~enar toda la información necesaria para ar-
ticular mejor la intervención y la batalla contra los comunistas. Pero
esta b.atalla estaba casi perdida desde su inicio: identificados ya como
~otsk~, los cuatro maestros opositores a la dirección sindical eran
SLStemaocamente bloqueados e incluso agredidos. . Usted comprenderá
Para entonces Munis ya estaba de regreso en México. Volvió a fi-
nes de 1935 cuando, a raíz del r?mpimiento que se produjo en la
OCE tras .e~ d~rdo con la política del "viraje francés", la mayoría
de sus militantes Ingresaron al POUM. No fue el caso de Munis quien
prefirió volver a México donde permanecería sólo unos cuantos' meses
con la LCI: al estallar la revolución española, ayudado por Bojórquez,
70
n
~-.....,.•.•.
el joven logró embarcarse en el primer buque que Cárdenas enviaba
cargado de armas para el gobierno español.
A diferencia de otras secciones, la LCI no rompió sus relaciones con
el POUM. Al contrario, la guerra civil parece baberlas fortalecido. Por
conducto de Octavio Fernández se siguió distribuyendo en México Lo.
Batalla española y la literatura política producida por los dirigentes
poumistas. A fines de 1936, poco antes de que Rivera recibiera el te-
legrama de Anita Brenner, llegó a México una delegación de! POUM
con la misión de recaudar fondos. En ella venia n Daniel Rebull, alias
David Rey, Costa Amic y Sanchiz, miembros de la dirección poumista.
Fernández, Rivera y algunos otros militantes de la LCI se movilizaron
inmediatamente para ayudarlos.
La Casa de usted Palmas 2, Villa Obregón, D.F.
Señor General. Francisco J. Múgica.
Presente
Distinguido amigo y compañero:
A última hora y solamente debido a mis preguntas insistentes, pu-
de romper el silencio digno y prudente del compañero D. RebulI,
jefe de la comisión de milicianos españoles, y saber lo siguiente.
Debido a los "buenos oficios" de los señores estalinistas, sabotea-
dores, infiltrados desgraciadamente en México por todas partes, los
resultados de la misión de los compañeros milicianos han sido es-
tos: ellos trajeron fondos para su viaje de ida y vuelta, pero ilusio-
nados aquí en México por las promesas hipócritas, "llamaradas de
petate" de agentes C0l110el licenciado Vicente Lombarda At~I~-
dando, devolvieron a España los fondos de su viaje y, como anUCI-
po a las colectas prometidas, dos mil dólares, es decir, cerca de
siete mil doscientos pesos. [...] .
[...] es decir, como resultado de su misión a México, práctica-
mente la solidaridad de nuestras organizaciones se ha convertido,
no solamente en cero, sino en un déficit en los gastos indispensa-
bles de viaje para que la comisión vuelva a España; [...]
que para todo el que sea realmente
revolucionario, el resultado anterior es, además de desastroso, ver-
gonzoso. Siendo usted un verdadero revolucionario, considero mi
deber poner en conocimiento de usted las circunstancias 'anteriores,
pues estoy seguro de que usted hará lo que es de esperarse ~n. to-
do revolucionario en este caso. Por mi parte y como una opinión,
debo decir que el gobierno tiene suficientes recursos para resolver
71
-------- _--~ -
.. ....•.. ,.....,,...---"'--'--------------
 ------------------.------------------------------------------------------~------------------
Ya en la madrugada salimos para Lechería. Por cierto que los
lo necesario, reparando así la actuación vergonzosa de los falsos lí-
periodistas son buenos porque, a pesar de todo el sec:et~, al llegar
deres [...].
a Lechería empezamos a ver pasar los carros de: peno<!lstas. Ellos
[...]
también tenían gente vigilando en todas las estaciones y carreteras.
Salud! y el afecto de su amigo.
Diego Rivera (firrnaj.i'"
Desde el momento en que Cárdenas aceptó acoger a Tro~ky en
Lo que en noviembre de 1936 los dirigentes trotskistas aún no México, gran parte de la dirección de la LCI se abocó a o:gamza~ .su
llegada. Los militantes, aunque seguía~ haciendo inte~,enClón política
~a?ían era que, ':1no~ días más tarde, Rebull les sería a su vez muy
útil en la organización de los detalles de la llegada de Trotsky a en sus sindicatos, estaban a la expectativa. En todos vivra la esperanza
México.I'" de que la presencia del "Viejo" acabaría con los con.f1ictos int.ernos
Al conocerse la noticia de la concesión del visado mexicano para que aún subsistían; fortalecería al grupo. Po: d~sgrac~a se e~Uivo~a-
Trotsky, Max Schachtrnan viajó inmediatamente a México con el mis- ban: la instalación de Trotsky en Coyoacán auzaria -SIn que el tuvie-
ra en realidad nada que ver en ello-- los viejos problemas personales,
mo propósito: organizar la llegada del "Viejo". Su presencia -recuer-
y marcaría el principio de una nueva y grave crisis que, muy pronto,
da Fernán~ez~ tenía mucho valor desde el punto de vista político,
llevaría a la Liga primero a la autodisolución, a una endeble recon~-
pe:o orgamzatIvamente los consejos de Rebull -viejo militante anar-
trucción después y, por último, a su disolución por la ConferenCia
qUista con una gran experiencia en el trabajo ilegal- fueron mucho
más útiles, "pues lo que más nos preocupaba era la seguridad't.t?? Mundial de la IV Internacional.

Cómo seleccionar a la gente; en quiénes podíamos tener confianza;

t~mar algunas medidas de diversión como colocar a algunos guar-
dias en la casa de Frida y Diego en San Ángel para hacer creer a
los estalinistas. que llegarían allí y no a Coyoacán; cómo manejar
nuestras relaciones con la policía. Obviamente ~xplica Fernán-
d~z- tuvimos q~e aceptar la colaboración de los agentes del servi-
CiO secr~to mexicano. que fueron comisionados por Cárdenas ....
Pero obviamente también no íbamos a dejar en sus manos la llega-
da de Trotsky.
Organicé las cosas -añade Fernández- con la ayuda de Rebull
para que una p~~e de nosotr<?s se reuniera en el Café Principal.
Algunos otros militantes, seleccionados cuidadosamente entre los de
la ~áSa ~el. Pueblo y los del SUC, fueron instruidos para
partIr de distintos puntos y a una hora precisa hacia la estación de
tren de Lechería.
Diego había estado enfermo, pero ese día se levantó de la cama
y acudió al Café Principal donde estábamos reunidos los dirigentes
y algunas .o.tras perso.n~ .a las que nos parecía importante incluir
e.n la cormnva de recibimiento. Estaban los Ibarra, los Ayala, Gali-
cia, mIS ?<?s hermanos Carlo~ y Mario, mi padre, algunos agentes
del servicio secreto conducidos por el teniente Molina Vi1chis.
También estaba ahí Antonio Hidalgo, en primera fila. Ya antes ha-
bía.mos i?Struido a cada quien sobre cuál debía ser su trabajo y la
actitud discreta que debían guardar.
73
72
 11I. Los amigos
revolución que se aproximaba y el arte que en ella habría de desarro-
llarse. Esos años también significaron enfrentarse a la barbarie de la
guerra y a la desesperación que ésta produjo en los artistas, cuya acti-
vidad dejó de tener sentido para la sociedad. Como muchos, el joven
artista llegó a la conclusión de que la única esperanza, la única salida
ante un sistema "productor de tal locura", era la revolución TUSa. Por
DIECO último, a través de su encuentro con el crítico de arte Elie Faure, Pa-

,II
~acl:s fines de 1936, D.iego María Rivera Barrientos era no sólo uno
más. célebres pl~tor~ del mundo entero y uno de los más
ran~es arustas revolucionarios mexicanos, sino además uno de los
rís también significó el primer encuentro con su verdadero "yo artísti-
co". Según Bertram Wolfe, biógrafo de Diego, Faure logró poner en
palabras el cosmos que llevaba años girando en la cabeza y en la sen-
sibilidad de Diego, pero que él mismo no había logrado aún localizar

I
~l~s res ~uya muy particular vida política más polémica y más escán, y expresar con el pincel: el "retorno a la relación del arte con la ma-
N ~~bla provoc:ado, tal1.to en México como en Estados Unidos. sa anónima", el "retorno a ese arte que estaba al servicio de una cau-
! sa colectiva": "todo lo que en Diego se llamaría muralisrno".
ciem~~~ ~een la ciudad mm~ra y colonial de Guanajuato el 8 de di-
En 1920, Diego declinó la invitación de sus grandes amigos rusos a
co 1 'l· 1886,_ de pad~e liberal, la adolescencia de Diego coincidió
n .~s u um<:>s. anos de vida de la dictadura porfiriana. acornpañarlos en su retorno a la tierra bolchevizada, se despidió rápi-
_ NIDo pr~)(iJglO en .el terreno de la pintura desde la edad de tres damente de París y se lanzó a la conquista de su propio nuevo mun-
do: el México posrevolucionario.
~:;~í~s~~~~ ~~ Mé~lC? .con vabr:iosmaestros, entre los cuales él reco-
Durante los catorce años que transcurrieron entre su regreso al
o. a .~leJo gra ador popular José Guadalu Posada
es~~a ded~ de veinuun años, gracias a una beca del got!;nador d~l México gobernado por Obregón y el ascenso de Cárdenas al poder,
e eracruz, se embarcó hacia Europa l . la vida de Rivera atravesó por varias etapas esenciales: entre 1920 y
formativa allí (1907- 1920) sól . . para una arga estancia 1927 contribuyó primordialmente, a través del trabajo muralístico,
, o mcerrumpída por un m b . .
a México (1910-1911). uy reve vIaje al nacimiento de un nuevo arte en México; un arte que se identifi-
Pasó tres años en España· l zó d caba con la necesidad de rescatar a las civilizaciones indígenas pre-
1910 y, al llegar a París d :d~ an espués a. recorrer Europa en colombinas y que propagó las causas de las revoluciones rusa y me-
dad ha í ' ecr ,como tantos artJstas que de esa ciu
xicana y rompió con el tradicional financia miento privado al trabajo
década rd: s~J~~uela y taller. Así sería durante 'toda la segund;
1 artístico. Esto por una parte; por la otra, Rivera se adhirió al PCM y
Fue tan fuerte el impacto dI· . se convirtió durante ese mismo periodo en uno de sus principales
el poderoso imán del estallid ~ alartepansl~o sobre. él que m SIquiera líderes.
ra presenciar . dIO e revolución mexicana que le toca-
urante su rezreso Mé .: fi .' En 1927, Diego Rivera formó parte de la delegación mexicana
en su tie l . -o' a XlCO, ue suficiente para retener invitada a Moscú para celebrar el décimo aniversario de Octubre.
ilustr d rra nata a qUI~n en unos años sería uno de sus mayores
Cuando llegó a la URSS, Trotsky y Zinóviev acababan de ser expul-
embar~o
manera d
1;;:~9~..
París a o~es ylropagandlStas.

...1_
Obsesionado por el cubismo, volvió a
E~ su mente fo.tOgráfica habían quedado sin
rm ~~nes de la Insurrección y entre ellas, de
sados (octubre) del PCUS, y las luchas en su seno alcanzaban el pun-
lO crítico que repercutiría en el mundo entero. En la manifestación
estaca •.••• , una: Emiliano Zapata. . del 7 de noviembre, Rivera presenció el paso del contingente de
Desde el punto de vista social Ií . 1 . opositores de izquierda que portaban pancartas contra la burocracia,
París I . ifi y po ruco, os diez años que pasó en
d slgnI. scaron fundamentalmente para Diego conocer a los más en pro de la aplicación del testamento de Lenin y por mantener
unidad de los bolcheviques. También le tocó vivir de cerca la deci-
la
~~ es artistas del mu!,do: rcc?azar la vida bohemia v snob de mu-
y,. por el COntrano, I<lenuficarse con aquellos ~ra· l sión del xv Congreso del zcus de deportar a Trotsky a Alma Ata.
gran dllem~ era cómo sobrevivir como artistas sin entregaqlrseuenes 1 e. En la primavera de 1928, cuando la delegación mexicana al IV
patrones privados El . . ' a os Congreso de la ISR llegó a Moscú, encabezada por Siqueiros, las
. gran tema de dISCUSiónera la relación entre la
simpatías de Rivera por la oposición ya empezaban a aflorar. Rivera
74
75
 ingresó a "Octubre", un grupo de artistas rusos que levantaban el
lema" e necesita una nueva revolución en la cultura, un nuevo Oc-
tubrc".«
Al volver a México, Rivera no se presentó como trotskista y el PCM
se guardó de acusar-lo de tal crimen por un tiempo. Sin embargo, co-
mo ya lo \:imos, unido a Mella el famoso artista empezó a defender
en la practica algunas de las posiciones de la Oposición.
Por último, los años 1929-1933 fueron para Rivera los de su acer-
camiento, como artista y bajo contrato, al universo de las más altas
esferas industriales y financieras del mundo: las dinastías norteameri-
c~nas Ford y Rockefeller. De este universo se separaría de manera
violenta en 1933 por razones políticas.
Si bien es posible afirmar que, desde el punto de vista de su traba-
jo ar~stico, a su regreso de Estados Unidos en 1933 la personalidad
de Diego ya estaba formada y definida, no puede decirse lo mismo de
su personalidad política. Cuando Diego volvió a México en 1920, lue-
go d~ su jornada europea, su experiencia política no era la de un
paruClpante en las luchas populares sino la de un espectador en ex-
tremo sensible a la situación de las masas, a su combate, y que las ha-
bía observado desde fuera, más C0ll10 artista <1-ue como político.
En 1922, cuando Diego fundó y dirigió, al lado de David Alfaro Si-
queiros, el Sindicato Revolucionario de Obreros Técnicos y Plásticos
para luego pasar a la dirección del muy joven Partido Comunista Me-
xicano, su formación política, tanto en el terreno de la teoría como
en el de la práctica, era escasa. A pesar de sus varios intentos por su-
mirse en la lectura de los principales textos anarquistas y marxistas
que se leían en Europa, entre ellos los de Marx y los de los bolchevi-
ques, Diego casi nunca pudo terminar uno solo de ellos, debido por
un lado a su "hambre secreta" --como llama Bertram Wolfe a su in-
aciable búsqueda artistica- y, por el otro, a que
u e píruu vivo, prensil y opulento lo llevaba a transformar la menor
i~inu ión en una elaborada estructura surgida de su propio pensa-
mi ent Además, tendía a perder la paciencia con el ritmo, más Ie n-
to, y I imaginación más débil del autor."
Ya d de la f rrnación del sindicato y después, tanto en el Partido
Comunisr: '0111 :0 la Let. Diego nunca sería un militante ejemplar
01 nade por '1 e tJlo: staba demasiado ocupado trabajando en su pin-
tura dur me d e, cator e ° dieciséis horas diarias.
Esto .d: ninguna. maner~ significa sin embargo que no desarrollara
una tívidad política o Id rabie e importante para las organizacio-
76
nes de las que fue miembro. Entre 1926 y 1929, por ejemplo, nos di-
ce su biógrafo, Diego significaba muchas cosas para el PCM:
le dio prestigio, desarrolló una polém.ica e~ su favor en la prensa,
utilizó su influencia entre ciertos funcionarios gubernamentales pa-
ra proteger a sus miembros de la persecución, logrando en más de
una ocasión que fueran abiertas las puertas de su celda a alguno
de ellos que había sido detenido. Esbozó. muchos de sus documen-
tos: las tesis de la Liga Nacional Campesina, los estatutos y el pro-
grama del Bloque de O.brer~s .Y Campesi~os. [... ] fue [... l. el
presidente de la Liga Antirnperialista, el presld~nte de! Bl~ue de
Obreros y Campesinos, el director de la campana presidencial ~co-
munista, a nombre del BOC) de 1928-1929, el. corresponsal mexica-
no del Monde de Barbusse, el director de El Libertador, órgano de la
Liga Antirnperialista de las Américas."
El rnuralista mexicano era considerado entonces como el más gran-
de pintor comunista, tanto por sus correligionarios como por sus ene-
migos, por más que a éstos les pe~ra reconocerIo. .
¿Cómo no iba entonces a ser Diego una de las figuras comunistas
centrales de la época cuando, por la enorme polémica qu~ ~ausaba en
todo el mundo occidental, su obra no dejaba de dar publiCidad. al cc:-
munismo en general, y al Partido Com.unista Mexicano en parucular:
Todo esto no fue sin embargo suficiente para evitar que fuera ex-
pulsado del PC~f y por lo tanto de .la. Comintern .~.n.el veran~ \~Ie
1929. Entre las razones que se esgnmleron en el JUICIOde exp -
.sión" que le hizo el PC~f no se mencionó jamás su ".comportanllento
rebelde" en la URSS. Se le acusó de mantener relaciones personales
con Ramón Denegri, el secretario de Agricultura en el gobierno de
Obregón y recientemente nombrado secretario de [ndus~na, Co~ne~-
cio y Trabajo:" de haber tenido diferencias con otros dirigentes del
partido en algunos puntos, entre ello.s fun~ame,~talmente uno que ya
tocamos: el de la creación de un sindicato rOJo.
Después de su expulsión, la prensa comllnis~ lo acusó -{;01~0 lo
harían más tarde algunos trotskistas- de trabajar para un .goblerno
burgués." a lo cual Diego no tardó en responder que ~u pll.1tura e~
los muros de los edificios gubernamentales era revolu ronaria y qu
era una excelente forma de llegar a las masas... .fi
Fue así como el que hasta entonces había Sido ejemplo r:rsoOl 1-
cado del artista comunista se convirtió de la n he a la ma~lan~ lcl
alguien que, de acuerdo con varios de los órganos omurustas de
mundo,
77
 ~unca había sid~ leninista" sino solamente un zapatista, un peque-
noburgués agransta y, en líneas generales, un pintor burgués."
Más a su pesar que por. ini~iativa pr~pia, Diego se alejó así paulati-
namente del PCM. SU aleJ~mlento, teñido de un gran resentimiento
por el trato del que fu~ objeto ~n.to por la dirección del propio partí-
d~ como por las. autoridades arusucas de la URSS, propició su acerca-
miento al trotskismo y su breve adopción de la defensa de las bande-
ras de la IV Internacional. Ese resentimiento preparó a Diego para
aceptar la insistencia de Trotsky en el hecho de que la burocracia
~ era la causa de una gran parte de los rasgos indeseables de la
VIda de la URSS. Había por lo menos un aspecto que establecía un
pare~tesco entre estos dos. Para un artista como Diego [... J, la per-
sonalidad de Trotsky resultaba más atrayente que la de Stalin. La
figura ~e Trotsky era heroica y trágica [... J Era más sensible al arte
y a la literatura, Il~~ tolera~lte ante sus innovaciones que cualquie-
ra de los demás dirigentes Importantes de la Revolución de Octu-
bre, con excepción de Lunacharskv,s
. En 1?33, al ser destruido por los Rockefeller su mural de Radio
City, Diego se acercó a los trotskistas estadounidenses. En 1935 a
través de su participación independiente en la Casa del Pueblo entró
en co':tacto con la minúscula organización trotskista mexicana. '
. Al Igual que en el caso de su ingreso y participación en el PCM,
Diego no sólo fue admitido inmediatamente como miembro del Buró
~olítico d~ la LeI sino q~le, d.ent~o de ella, su carácter indisciplinado,
internpesuvo, altamente nnagrnauvo y su realidad como artista de re-
n,ombre intern~ci?nal, C?~ una posición económicamente holgada, ha-
nan que su actividad militante fuera muy distinta de la de los demás
trots.klstas, en su mayoría maestros o trabajadores de la construcción.
j tual, su pasión por todas las manifestaciones
A Diego no se le e,:~omen~arían los trabajos grises y cotidianos. Sin
embargo era un Imhtan~e Importante, tan importante y reconocido
dentro de la IV InternacIOnal que fue él a quien, en noviembre de
1 festaba frente a los intentos de su madre por convertirla en una bue-
19~6, el .ACDLT encomendó la tarea de conseguir para Trotsky. y Na-
taha el VIsado mexicano.
FRIDA
~adie .que entra~ el'! con~cto por primera vez con Frida Kahlo po_
día dejar de sentirse ImpresIonado por esta mujer de apariencia frágil
78
n
por su menuda silueta, pero a la vez directa y poderosa en su hablar
y en su mirar, orgullosa. en su pone, mexicana en su vesti.menta y
peinado. Trotsky y Natalia no tenían por qué ser una excepción a es-
ta regla.
Frida nació el 7 de julio de 1907. Su padre, Wilhelm Kahlo, un
culto emigrante judío húngaro nacido en Alemania, llegado a México
en 1894, había sido un exitoso fotógrafo que trabajaba al servicio del
gobierno porfirista. Matilde Calderón de Kahlo, la madre de Fri?a,
era una muy hermosa católica, tradicional y analfabeta mujer, nacida
en Oaxaca y de ascendencia mitad española y mitad indígena.
Los relativamente conos veintinueve años de la vida de Frida
transcurridos antes de la llegada de Trotsky a México habían sido en
realidad largos en riqueza cultural, vivencial y emocional; en expe-
riencia humana, profesional y política; en sufrimiento e intensidad.
De hecho, para 1937, la vida de Frida había pasado ya por tres de sus
fases esenciales y entraba en su etapa de madurez.
El primer corte en la vida de la alegre, pícara y escandalosa niña
de Coyoacán, se produjo a la edad de seis años, cuando fue atacada
por la polio y tuvo que permanecer nueve meses en cama. En esa
época nació "la otra Frida": la Frida introvertida y autocentrada, la
del profundo universo interior, la de la ilimitada capacidad imaginati-
va, la que escondía la deformidad de su cuerpo bajo una excéntrica y
vistosa vestimenta (los encajes más delicados o el overol de obrero) y
bajo un carácter fuerte y decidido cuya intención era convertirse en
"la más mexicana de todas las rnexicanas".? De esa época data tam-
bién el gran acercamiento con su padre, quien compartió con ella su
soledad de ser enfermo, le brindó ternura y comprensión y le trans-
mitió su gusto por la lectura y por la música, su curiosidad int~lec-
rés por el arte y la arqueología
de la naturaleza, su inte-
de México; pero también su
capacidad introspectiva y su insaciable inquietud., . .
Con este bagaje a cuestas y con la gran rebeldía que Fnda mani-
na mujercita católica, hacendosa· y servicial, Frida ingresó ~n 1~~2., a
la edad de quince años, a la Escuela Nacional Preparatoria, dirigida
en ese momento por el joven abogado Lornbardo Toledano. Entre los
profesores de Frida se encontraban algunos de los intelectuales y
científicos más ilustres de la época.
Frida era una de las apenas treintaicinco muchachas -por cieno
muy mal vistas por la sociedad "decente" - que en 1922 fueron acep-
tadas en esta escuela cuya población estudiantil giraba alrededor de
los dos mil elementos.
79
 Tenía amigos en varios de los círculos, que formarían después ver-
dadoras corrientes de pensamiento y de acción política. El grupo en
el que ella se integró se haría famoso con el nombre de "Los Cachu-
chas". Los Cachuchas
no se involucraban en la política (pensaban que los políticos actua-
ban siempre a partir de un egoísmo estrecho de miras), se adhe-
dan a una clase de socialismo romántico mezclado con
nacionalismo. Ya eran seguidores de Vasconcelos, tenían una visión
llena de ideales para el futuro de su país, y hacían campañas en
favor de reformar la escuela. 10
Además de las diabluras -por las que Frida fue incluso expulsada
en una ocasión- el signo"'caractcrístico de Los Cachuchas era la lec-
tura, que manejaban a la perfección en tres idiomas: el español, e! in-
glés y el alemán. Todos los libros qu.e pasaban por sus manos -Du-
mas, Lo. Biblia, la literatura de la revolución mexicana, las grandes
obras de la literatura rusa, francesa o española, y hasta las obras de
Kant, Hegel o Spengler que para ellos era pan comido-- eran devo-
rados ávidamente por estos jóvenes, miembros de la futura élite pro-
fesional mexicana. . cierto sentido, de hecho, Fr ida murió en el accidente, la pintura la hi-
Entre ellos Frida encontraría a su primer amor, el más adelante
ilustre abogado y periodista político Alejandro Gómez Arias, con
quien se ligó estrechamente entre 1923 y 1928, Y cuya enorme sofis-
ticación contribuiría a convertir a la "niña de la Preparatoria" en
una mujer moderna, imbuida del imperioso optimismo de los años
veinte, desafiante de la moral tradicional e impasible_ante la desa-
probación de sus compañeros más conservadores.!'
Fue precisamente a Alejandro a quien le tocó estar presente cuan-
do se produjo la segunda y terrible ruptura en la vida de esta prome-
tedora muchacha, precursora precoz de! nacimiento de un nuevo tipo
de mujer en México. F.I 17 de septiembre de 1925, frente al mercado
de San Juan, el autobús en el que viajaban Frida y Alejandro chocó
contra un tranvía que venía de Xochimilco. El autobús voló en mil
pedazos '! un trozo del pasamanos de hierro del tranvía atravesó de
lado a lado a Frida. a la alt ura de la pelvis.
Su co lu m na vertebral se rompió en tres lugares en la región
lumbar. También se fracturó la clavícula y la tercera'! cuarta
costillas. Su pierna derecha sufrió once fracturas y el pie derecho
80
---
fue dislocado y aplastado. El hombro izquierdo estaba fuera de
lugar y la pelvis rota en tres sitios. El pasamanos de acero literal-
mente la atravesó a la altura del abdomen; entró por el lado iz-
quierdo y salió por la vagina.l!
Nadie creyó que Frida sobreviviera, pero sobrevivió. Nadie creyó
que volviera a caminar, pero volvió a caminar. Inmediatamente des-
pués del accidente fue sometida a la primera de las veinticuatro
(otros dicen que treinta y dos) operaciones que le permitirían seguir
viviendo durante veintinueve años más.
Desde ese trágico 17 de septiembre Frida y el sufrimiento serían
inseparables. A partir de ahí "las dos Fridas" estarían indisolublernen-
te unidas en la lucha encarnizada contra e! destino. Y a pesar de que
. la muerte sobrevendría prematuramente para Frida, en la batalla más
importante, cotidiana, la del placer de la existencia, de la alegría y la
de la burla ante la muerte, la del humor y el amor, la de las convic-
ciones y el trabajo, la Frida de la vida fue siempre victoriosa.
Su larga convalecencia, que la obligó a permanecer inmóvil duran-
te muchos meses, la condujo casi naturalmente a l,a pintura. Como di-
ría años más tarde su amiga, la fotógrafa Lola Alvarez Bravo, si en
zo resucitar... "Frida es la única pintora que se dio a luz a sí misma".
Esto explica con claridad por qué la pintura de Frida, desde sus ini-
cios, tuvo como tema fundamental a la propia Frida.
Así, con su reto, con su risa, con su burla y con sus primeros cua-
dros, a fines de 1927 Frida se levantó de la cama y empezó a fre-
cuentar de nuevo a sus queridos Cachuchas, ya convertidos casi todos
en estudiantes universitarios. Con ellos participó, en la medida de sus
posibilidades, en la campaña presidencial de Vasconcelos y en el mo-
vimie nto en favor de la autonomía universitaria en 1929.
Gracias a su estrecha relación con e! dirigente estudiantil vasconce-
lista Germán de Campo, asesinado por una bala callista en 1929, Fri-
da entró en contacto con el Partido Comunista Mexicano a través de
Julio Antonio Mella. Al mismo tiempo, gracias a Tina Modotti, Frida
penetró en el mundo que ejercía sobre ella la mayor fascinación: el
mundo artistico de México, cuyas figuras centrales eran en esa época
Rivera y Siqueiros.
El encuentro con Diego en 1927 se convirtió en matrimonio el 23
de agosto de 1929 Y le imprimió a la vida de Frida un giro quizás tan
fuerte como el que le imprimiera dos años antes su te rriblc idente.
Como bien lo ilustra Bertarn Wolfe, aun si en Frid Di O en n-
tró.a la mujer que más amó y a su única verd dera mpañcra y ea-
81
_.~----
 ma rada , este amor siempre estuvo subordinado al más grande de sus
amores: la pintura. En cambio, para Frida nada sería en el fondo más
importante que Diego; toda su vida con él estaría llena de pruebas
contundentes de lo que le escribiera en julio de 1935: "Ahora entien-
do que, desp~és de todo, te amo más que a mi propia piel". Desde
que lo conoció y se enamoró de él, Diego se convirtió en la mayor
prioridad de su existencia.
Unida a la lucha contra la progresiva y dolorosa enfermedad, esta
p~oridad fue dificil r ocupó .gra? parte del tiempo y de la energía de
~nda; lo cual ~o qUIere ~eClr, sm embargo, que la Frida artista haya
sld<;>obra de Diego: la Frida Kahlo que entró y permanece en la his-
t?na de! ar~e y en la historia de México, se hizo en gran medida por
SI sola, gracIas a su fue rza , personalidad, talento y originalidad.
Es cierto que durante los primeros siete años de su matrimonio,
Frida vivió alumbrada por la aureola de Diego: se presentaba ante e!
m.undo con bastante. timidez y mucho más como la esposa de Diego
Rivera qu~ como Fr~da Kahlo. Incluso en su pintura se sentía bastan-
te determinada y estimulada por "lo que a Diego le gusta".
Pero, después de la ruptura de algunos meses que sufrió en 1935
su relación con Diego, nació una nueva Frida. Al volver con su mari-
do con la decisión de no separarse más dé él, Frida volvió con la de-
cisión de que, por fuera de esta unión, ella tendría una vida propia
q.ue n<;>sólo estaría constituida por su pintura y por su mundo inte-
nor, sino además por su propio círculo de amigos, por una activa vi-
da sexual y por sus propias ideas sobre México y el mundo. De ahí
que Octavio Paz haya podido escribir años después:
La pintura de Frida, nacida de la conjunción entre una visión muy
personal del mundo y una maestría de ejecución poco frecuente, es
Ul) universo propio y autosuficiente que poco o nada debe al arte
de Diego Rivera y los otros pintores mexicanos. Frida está más
c~rca, como ar.usta: de un Max Ernst o de un Delvaux que de un
Rivera o un Siqueiros. Su realismo -si su arte tolera ese marbe-
te- es e! a~típoda del ~ealismo socialista. Nada menos ideológico
que las versiones a un tiempo precisas y alucinantes que nos pre-
sentan sus cuadros.'> . concentrar su energía como para acercaría a Diego. I~
Hubo sin embargo un terreno en e! que Frida nunca fue 111 mten-
t? ser inde~ndie~te de Diego: e! terreno de la política. En las cues-
nones polítlCas Frida siempre siguió incondicionalmente los pasos de
su marido, por más confusos, contradictorios, irresponsables e incluso
peligrosos que fueren, y por más que en algunas ocasiones no corn-
82
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partiera la visión de las cosas -la visión de Estados Unidos, por
ejemplo-- que Diego tenía. .
La prueba más contundente de esto es precisamente la incondicio-
nalidad con la que Frida se alió con su marido, a fines de 1938 y
principios de 1939, cuando éste rompió brusca e irracionalmente con
la IV Internacional y con Trotsky. A pesar de no haber militado nun-
ca en las filas de la IV Internacional -quizás porque la pequeñez de
la organización requería de una energía que Frida no podía darle-,
desde los primeros acercarnientos de su esposo al trotskismo en 1933
ella
compartía el entusiasmo que sentía Diego por Trotsky [ ]. La gue-
rra civil española despertó [su] [...] conciencia política [ ]. Opinaba
que la lucha de la república española contra la sublevación de
Franco representaba "la esperanza más viva y fuerte que tenemos
de que se aplaste al fascismo en e! mundo". Junto con otros simpa-
tizantes leales, ella y Diego formaron un comité que se encargaría
de conseguir dinero para un grupo de milicianos que llegaron a
México en busca de ayuda económica. Frida pertenecía a la "dele-
gación del exterior" y se dedicaba a ponerse en contacto con per-
sonal y organizaciones fuera de México, a fin de reunir fondos.!"
Por otro lado, tanto como Diego aunque de otra manera, Frida de-
sarrollaría una estrecha relación con Trotsky durante los dos prime-
ros años de la estancia de éste en México. Sin embargo, así como
. rompió con todos sus amigos comunistas cuando Diego fue expulsado
del PCM en 1929, de la misma manera rompería tajantemente con
Trotsky cuando su marido abandonó el trotskismo. Y hacia el final de
su vida volvería junto con Diego al seno del estalinismo para conver-
tirse, como él, en una de sus más encarnizadas defensoras.
¿Cómo explicar este aspecto de Frida? Hablando de una et."lpa de
su vida (1936), su biógrafa Hayden Herrera esboza, sin profundizar
mucho en ella, una posible hipótesis:
La participación de Frida en la agitación política sirvió tanto para
Quizás esto fue cierto en la vida de Frida no sólo antes sino tam-
bién después de 1936. En este terreno, al igual que en el de su pintu-
ra, la esclavitud de su mundo interno a la que la sometió su terrible
enfermedad la llevó a privilegiarlo sobre su proyección social y políti-
ca, por más conciencia e inquietudes que pudiese tener.
83
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 ---------
Diego se convirtió así para ella en el protagonista esencial de su central obregonista, por lo que tuvo que dimitir en marzo de .1922.
mundo interno; un protagonista de hecho mucho más importante que Obregón lo mandó detener en diciembre de 1923 con todas las mt~n-
la enfermedad. Si la enfermedad fue el puente de Frida hacia la ciones de fusilarlo, pero el capitán encargado de escoltarlo a México
muerte, Diego fue su más importante puente hacia la vida. Frida no lo ayudó a escapar. \lúgica permaneció escondido durante todo el
estaba dispuesta a perderlo, así tuviese que dejar que cicatrizaran en resto del régimen obregonista. .
ella heridas tan fuertes como la que le dejó la relación de su marido Durante su clandestinaje, participó sin embargo con LUIS Cabrera
con su hermana Cristina Kahlo o avalar todos los virajes que confor- en una investigación sobre un fraude en materia petrole~a en Vera-
maron la agitada vida política de Diego Rivera. cruz. Fue entonces cuando conoció a Cárdenas y compartió con él la
preocupación por la explotación que las compañías extranjeras hacían
del petróleo mexicano. . .
FRA.'\CISCO ~iÚCICA y ANTONIO HIDALGO Al subir Calles al poder, \lúgica declinó todos los ofrecl1lll~ntos de
puestos en el servicio diplomático que se ~e hicieron. --obViamente
Nacido en 1884 en Tinguindín, Michoacán, en e! seno de una familia para alejarlo de la "gran política"-, y escogió en ~amblO_hacerse car-
liberal modesta, el desde joven rebelde Francisco José Múgica se gra- go del penal de las Islas Mar ías, en el que pasó cmco. anos,. tratand.o
duó como bachiller en 1904, estudios en los que se distinguió por sus de demostrar que era posible contar CO? una colonia penl,tenClana
posiciones cienúficas y antiteológicas. modelo -limpia, justa, humana y productiva-e- en nues~ro pals. , .
Entre 1906 y 1910, mientras trabajaba como empleado del gobier- Entre 1933 v el ascenso de Cárdenas al poder, nue ntras \luglca
no estatal, escribía en varios periódicos de oposición. Entre ellos, Re- ocupaba varios altos cargos militares, colaboró muy de cerca c?n el
generacion, futuro presidente, quien en él contaba c~n un maestro, un arrugo v
Refugiado en la capital desde 1910, tras la lectura del Plan de San uno de sus más fieles apoyos y propag:ll1dlst.as .
Luis Potosí, decidió unirse a Madero en Estados Unidos. . Al asumir Cárdenas la presidencia, \lúgica no sólo fue el más
Su papel durante la lucha revolucionaria no fue insignificante: bajo cercano de sus ministros sino su verdadero brazo derecho" y uno
las órdenes de Pascual Orozco participó en la toma de Ciudad juárez; de los ideólogos clave del régimen. Es a él a quien México debe el
fue miembro del gobierno de Coahuila: después de! asesinato de Ma- primer proyecto de nncio nalizacio n pct,rolera, esbozado du:ante su
dero se unió al Ejército Constitucionalista a las órdenes de Lucio desempeño como secretario de Eco nom ia en el primer gablllete de
Blanco; participó en e! primer reparto agrario; colaboró en la redac- . Cárdenas.
ción del Plan de Guadalupe: fue ascendido a general en 1915; ocupó De todos los miembros de éste su primer gabinete, Múgica fue el
importantes funciones en el ejército carrancista entre 1915 y 1916; único nombrado para formar parte del segundo. En él ocupó la c~rte-
fue entonces elegido diputado al Congreso Constituyente de Quercta- ra de Comunicaciones y Obras Públicas, puesto que desempenaba
ro: dirigió en dicho congreso al grupo de jóvenes diputados radicali- cuando Trotsky llegó a México. . . .'
zados -"jacobinos"- gracias a quienes nuestra Constitución cuenta En el "caso Trotsky", Múgica no sólo apoyó la decisión preslde~Cl.al
con aquellos arúculos socializantes que la hacen una de las constitu- de acoger al revolucionario ruso sino que, a pesar de su c~rgo n~mls-
ciones más avanzadas del planeta; fue dos veces candidato a la guber- terial y de los peligros q~le su contact~ .con el ~ontroverudo asilado
natura de Michoacán. La primera, en 1917, fue derrotado por Ortiz implicaban para su propia carrera pohuca,. el titular de la SC?P se
Rubio; la segunda, en 1920, fue elegido por "aclamación popular". convertiría en el principal defensor del asilo de Trotsky en uerr~
En e! momento de la fundación del ?CM, Múgica parece haber co- mexicanas y en el verdadero intermediario entre Covoacán y Palacio
queteado con la idea de convertirse en comunista. Sin embargo era Nacional.
un hombre del Estado, por lo que más bien formó parte de la co- Entre los integrantes de su equipo político, Antonio Hidalgo,
rriente de caudillos revolucionarios, como Tejeda y Carrillo Puerto, quien fuera designado por Múgica para er:ir omo correa .de
que en los años veinte fundó los partidos socialistas regionales, entre I transmisión entre la SCO? y Trotsky, se convertida en el que vanos
los cuales se encontraba el Partido Socialista Michoacano. testigos calificaban como "el n~ejo.r amigo pers nal" de este último.

J MéXi:;
Una vez gobernador, su política socializadora lo enfrentó al poder _ __ Durante vado' momentos difícile de u estancia en

84

-
 Trotsky encontraría en efecto ~n importante apoyo en Hidalgo. Por
otra p~~e, de acuerdo a los mismos testigos, Hidalgo fue ganado a
las posicrones del trotskismo.!?
LOS COLABORADORES
l!n pequ~ño ~po de intelectuales mexicanos, antiestalinistas conven-
cidos .Y. srrnpauzantes de la causa de la Oposición de Izquierda aunque
no m¡)ltant~ en s~ filas, colaboró con Trotskv en varios momentos
de su estanCIa,. ~eah~ndo .tareas diversas: presentarle México, partici-
par. en la comlSl.ón InvestJgadora de las acusaciones que le dirigió el
gobierno de Stalin durante los procesos de Moscú,)8 mamenerlo infor-
mado acer~a de las a~ti~idades antitrotskistas de los estalinistas rnexi-
cano~ y editar, o escribir en, la revista Claue fundada por Trotsky en
MéXJco.19
En~re ellos, se e~contraba un joven ~riodis~ conocido por sus re-
portaJes. de alta cahda? sobre la revolución mexicana, quien se acercó
a. Trotsky poco después de su llegada a México. Su nombre era Fran-
CISCOZamora.
Za~ora nació en Masa ya , Nicaragua, el 22 de noviembre de 1890
y emigró a México en 1906. A pesar de su corta edad, se convirtió
muy p~onto en. uno de los primeros periodistas e historiadores de la
revolución mexicana y, por su papel en el nacimiento de El Universal
es uno d.e los fundadores de la prensa moderna. Gracias a esta activi-
d~d se hizo me~ece~or de algo que era muy dificil de obtener en esos
días: la naturaüzacíon mexicana. En los años treinta se convirtió en
pr~fesor de ec~momía ~n la UNAM y fue también elegido como sccrc-
tarro ~e Estudios TéCniCOSen el primer Comité Nacional de la crxr
profesión y cargo que desempeñaba, además del periodismo cuand~
Trotskv llegó a México.> ' como amigos, colaboradores
Trotsky ya llevaba algunos meses en México cuando Francisco
Zam~ra le ~resc~tó a su hermano, menor que él, Adolfo, quien
~mblén. habla emigrado de 1\'icaragua y era abogado. A pesar de la
diferencia de ed~des entre Adolfo y Trotsky, la estrecha relación
p~rsonal que habla de nacer entre ellos llevaría a este último a clc-
gl~ a Adolfo Zamora como el tutor de su nieto Vsievolod Volkow
(Sicva}, llegado a México en 1939, ZI en el caso de que él o Natalia
llegaran.: faltar. Adolfo se convertiría también en un colaborador
de CÚlve.--
Rodrigo Garcí~ Treviño fue el tercer intelectual mexicano (IIIC
buscó un acercaUlIcnto con Trorsky, quien, con el ticmpo, habría dc
86
deberle varios favores importantes.w Garda Treviño nació el 22 de
enero de 1902 en la ciudad de Zarnora, Michoacán. Participó en la
lucha revolucionaria, al final de la cual fue ascendido a capitán. Re-
vocado de este cargo en 1924 tras la rebelión delahuertista, se con-
virtió en librero, por lo que militó en el Sindicato del Libro. Poco
después se adhirió al PCM, en el que siempre se negó sin embargo a
ser vocero o signatario de las declaraciones antitrotskistas, Deporta-
do a las Islas Marías en 1932, fue liberado hasta 1935. A su regreso
\ a la capital, se convirtió en profesor de la Escuela de Economía de
la UN:\~I, en un importante cuadro de dirección de la CTM y en edi-
torialista de FtUllTO, su revista mensual. Su colaboración con la con-
federación, con FtUllTO y con Lornbardo concluyó después de su en-
f cuentro con Trotsky. García Treviño habría de conservar, sin
embargo, importantes contactos en las filas estalinistas; de ahí los
¡
invaluables servicios que le brindaría al exiliado ruso.
Más bien un simpatizante lejano que un verdadero colaborador, Jo-
sé Ferrel, un amigo de Adolfo Zarnora, puede ser contado también
entre los amigos de Trotsky en \léxico.21 Ferrel nació el 3 de octubre
de 1908 en la ciudad de México en una familia de clase media cuyo
padre había sido maderista. Hizo sus estudios primarios y secundarios
en el Colegio Alemán, sus estudios preparatorios en el Colegio Mili-
tar y, sin pasar por la Universidad, se convirtió en traductor literario
del francés -Artaud, Gide, Cocteau, Racine- y del inglés. Después
de haber sido por algún tiempo empleado consular en Texas, volvió a
México. donde Adolfo Zarnora lo convenció de que se uniera a dos
iniciativas de Trotsky: Clave y la FIARl.z~
. Por breve y escueto que haya sido, el contacto de Trotsky con el
grupo intelectual Contemporáneos merece sin embargo un par de
frases. De hecho no existió con este grupo un contacto propiamente
dicho. De ninguna manera se puede calificar a los Contemporáneos
o simpatizantes de Trotsky. Gracias al
testimonio de Jean van Heijenoort sabemos sin embargo que, por su
profundo antiestalinismo ~I mismo que los llevó a invitar a André
Gide a México tras la publicación de su libro sobre la URSS-,!!6 Sal-
vador 1\'0\"0 y Jorge Cuesta fundamentalmente, vieron con buenos
ojos cl asilo acordado a Trotsky. 1\'0\"0 se manifestó varias veces en
ese sentido en la prcnsa.F? y Van aseguraba que en un par de ocasio-
nes, tanto en encuentros casuales con Novo y Cuesta como en con-
versaciones telefónicas con Novo, éstos le ofrecieron u ayuda "cn la
medida de sus posibilidades".
La LC!, Dicgo, Frida. ~Iúgica, Hidalgo. los Zamora, Carda Trcviúo
y Ferrcl fueron los integrantes de ese pequeño puñado de mexicanos
87
 ntre los cuales Frida era la única mujer- a quienes Trotsky debió
su introducción y sus primeros pasos en la comprensión y en la rela- TERCERA PARTE
tiva integración al México de Cárdenas, el último país que le ofrecie-
ra asilo. BATALLA PO LÍTI eA EN M Éx 1eo

..~

88
•
- - -
IV. Trotsky y el contraproceso

POR lA CREACIÓN DE UNA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN

"El gobierno mexicano puede tener la plena seguridad de que no vio-

laré las condiciones que me fueron impuestas y con las cuales estoy
de acuerdo, es decir, total y absoluta no intervención en la política
mexicana y abstención total de cualquier acción que pudiera ser noci-
va para las relaciones entre México y otros países."¡
Esta fue la primera declaración de Trotsky a su llegada a México.
A pesar de que se encontraba físicamente en las tierras del Nuevo
Mundo, en las que desembarcó "no sin emoción"." en las que Nata-
lia y él, "apenas salidos de una atmósfera repugnantemente arbitra-
ria y de fatigante incertidumbre [recibían] por todas partes atención
y hospiralidad"." y a pesar de que declaró que le gustaría "conocer
más a fondo México y América Lau na", Trotsk y se encontraba en
realidad en otra parte. Toda su energía y la de sus colaboradores
estaba orientada hacia un único objetivo: la lucha contra el proceso
de Moscú. En su primera declaración a la prensa, desde Tampico,
Trotsky afirmó:

Apruebo de todo corazón la idea lanzada por diferentes personas

representativas de la política, la ciencia y las artes de varios países,
de crear una comisión internacional para investigar y examinar el
material y los testimonios que conciernen los recientes procesos de
la Unión Soviética."
¡ En ese momento, la constitución de esta comisión de investigación
merecía, para Trotsky, la dedicación de todos sus esfuerzos.
Algunos meses ar-tes, en octubre de 1936, es decir después del pri-
mer proceso de Moscú, un grupo de intelectuales. estadounidenses,
1 que --en palabras de uno de ellos. Philip Rahv- pensaban que los
procesos de Moscú eran en realidad los "procesos del espíritu y de la
conciencia humana", había creado un comité provisional para la de-
fensa de León Trotsky, Este comité se había fijado un objetivo doble:
conseguir un visado para Trotsky y constituir una comisión interna-
cional de investigación sobre los procesos de Moscú. Al célebre educa-

Yl
 --------- -
d?r John Dcwey se unieron intelectuales y dirigentes del PS estado u- irrefutables que prueban la absoluui consistencia, de mis palabras y
nide nse, científicos e investigadores, miembros de los medios artístico de mis actos. Por consiguicmc, tengo la plena seguridad de que la
periodístico y literario y ~Igunos militantes obreros, En enero, segú~ opinión pública me ofrecerá una cierra hospitalidad moral, en el
Thom~s R, Poole, el comité contaba con unos ochenta y dos afiliados, sentido de que no aceptad declaraciones difamatorias contra mí
sometidos a una fuerte presión por parte de los medios comunistas, sin exigir pruebas y, si eso se produjera, de que me dará la opor-
que los ~cusab,an de estar controlados por los trotskistas, El secretario tunidad de públicamente de una vez por todas refutarlas."
del comité, George Novack, y varios miembros más del secretariado
eran trotskistas, pero en su seno --escribe
ninguna célula' trotskista" propiamente
Cérard Roche-
dicha."
I Iacla ya un mes que Trotskv se encontraba
ante el ACDLT ~;-¡~'a qu: fuera creada.la
"no había

en México, insistiendo
comisión de investigación,
I¡ Ocho
segundo
prensa:
días más tarde, en su primera reacción sobre el anuncio
proceso de Moscú," Trorsky declaraba en un comunicado
del
de

cuando este comuc llego al punto culminante de sus actividades, el 9 La CPU basa sus cálculos en la credulidad, la ignorancia y las me-
de febrero, con la organi.zación de un mitin de masas morias cortas. ¡Malos cálculos! He logrado por fin emerger de mi
reclusión en Noruega. iDesafío a los organizadores de tal impostu-
en e~ vIeJo hip~dromo de Nueva York, donde se previó una inte r- ra! No dudo que el gobierno mexicano, que ha sido tan hospitala-
ve nción telefónica de Trotsky, trasmitida desde México, Trotskv es- rio conmigo, me permitirá presentar ante la opinión pública
peraba que en el transcurso del mitin se constituyera la comisión mundial toda la verdad acerca de las monstruosas imposturas de la
de invcst igación o, por lo menos, sus primeros elementos. Sin em- CPU y de aquellos que las inspiran, Durante todo el transcurso del
bargo, las seis .mil personas reunidas en el hipódromo no pudieron proceso actual, quedaré a disposición de la prensa honesta e impar-
escu~h;-¡rlo dcl~ldo muy probablemente a U11 sabotaje de la cornuni- cial.!?
cacion. -Max Shachtman [oo.] acabó por dar lectura al discurso de
Trotskv, enviado con anricipació n como medida preventiva." El 24 de enero, Trotsky escribió para El Universal los doce puntos
en los cuales desmentía las acusaciones de Moscú. A partir de ese día,
,El, éxito ,políti~o c~~ este mIlI11 no satisfizo a Trotsky, ya que la co- "léxico se convenía en el escenario de un sorprendente espectáculo:
IlI1Sl0n de lll\'eslIg;-¡clon, constantemente citada por la prensa mexica- en este país, donde era imposible encontrar literatura marxista, en es-
na desde la llegada del revolucionario ruso, no fue creada. .te país replegado sobre sí mismo y prácticamente totalmente apartado
Al mismo tiempo que insistía constantemente ante el ACDL T y sus de las corrientes de pensamiento que agitaban al mundo, un hombre
camaradas de Europa sobre la constitución de esta comisión de inves- que fue una de las figur;-¡s de proa en la revolución rusa, .un exiliado
ti¡;,acióI~, ",!"rotsky .trataba de que la idea penetrara también en la opi- cuya experiencia y cuya posición de acusado hacían de él un comenta-
ruo n pública me~IGlna, cosa q~le le permitiría evaluar el graclo de li- rist a y un polemista de primer orden, exponía día con día su visión
bertad de expresión y los. mechas de defensa de los que podía esperar del mundo, su concepción de la revolución rusa, SIl au.ilisis de la de-
gozar en su nuevo refugiO, De esta manera, el 12 de enero hizo la generación del Estado soviético, del partido bolchevique y del p:1p<.:1
siguiente declaración a los representantes de la prensa mexicana: J del cstaliuismo.

~~r~í~nme s~il0res, aprovechar su presencia para plantear, por

nuciauva propIa, una. cuestió~l que me concierne
pero que al m1Sll1.0 ue mpo tiene cierta importancia
Aquellos que me Imputan actos contrarios
m!s escrito~, a mis discurs?s, me calumnian
personalmente,
pública. [... ]
a mis convicciones
frente a la opinión pú-
a
( L>\ COMISIÓN DEWEY

L:1 comisión de investigación no fue creada sino hasta finales del mes
de marzo. Nació con la participación de John Dcwey, Suzarmc La Fo-
blica mexicana. Estoy dispuesto en todo momento a preseutar llene, I I Carlo Tresca.P Ben Stolbcrg.'> el abogado John Fincrty.!' Ot-
pn~ebas a :ste respecto frente a cualquier comisión imparcial y au- to Rühlc;'> Francisco Zamora, Wendclin Thornas.!" y Alfred Rosmcr: 17
tOrI7A'1da.Dispongo de documentos y de testimonios innumerables e al último momento se incorporó el periodista Carlcton Beals.:"
':\ti
-1,1. 93

_
l.
••••••
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__ .---,--- •••
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:~.,..
.••••• ..., ••••• !!'!!!III_iiIiiío
 ------------
Las incesantes acusaciones de los re y de sus compañeros de ruta
en cuanto al carácter "trotskista" de la comisión no tenían ningún ~
fundamento. Sólo Alfred Rosmer había militado con Trotsky y había
colaborado en la fundación de la Oposición de Izquierda, pero se ha-
bía separado de ella en 1930. De hecho -<omo lo hace notar T. R.
Poole- "la mayoría de los miembros de la comisión es hostil a
Trotsk y en el terreno político ".19 John Dewey, el hombre que final-
mente aceptó presidir la comisión y que le dio el nombre con el que
desde entonces se le conoce, no era marxista. De ahí que lo que em-
prendió a la cabeza de la comisión no fue tanto la defensa de
Trotsky, sino más bien la de un cierto número de principios. Efectiva-
mente, Dewey formaba parte de un grupo de liberales estadouniden-
ses, acti.\"os en el ~e:ren...o de la defensa de los derechos del hombre y
de las libertades civiles, que veían en el estalinismo un desarrollo na-
tural del bolchevismo y lo identificaban con el fascisrno.s?
La Comisión Dcwey envió a México una subcomisión encabezada
por el mismo Dcwcv, para que interrogara a Trotsky. Pero sus labo-
res se extendieron a Estados Unidos y Europa.
Además de la comisión de Nueva York existía otra subcomisión en
París, encargada de interrogar a los testigos de Europa, entre los cua-
les se encontraban León Scdov y Víctor Serge. La comisión escuchó a
o.nce testigos, viejos conocidos de Trotsky. Después de los intcrrogato-
nos y de la acumulación de elementos materiales sobre las declaracio-
nes de los' principales acusados de los procesos de Moscú, la comisión
plenaria se reunió para deliberar y emitir su fallo, publicado en di-
ciembre de 1937.
Mientras tanto, Trotsky VIVla la pesadilla de un nuevo proceso de
Moscú, en el que veía "capitular" a sus antiguos camaradas bajo el
efecto. de tortur~s físicas y. psicológicas, y veía desaparecer a la vieja
guardl; d~! partido comunista ruso. Fue durante este periodo cuando
desap~reClo en la URS~ ~I. menor de sus cuatro hijos, Serguei. Algu-
nos días d~sI?ués del 1Il1C10 del proceso Piatákov-Rédek, Natalia y
Trotsky recibieron un comunicado, por medio del cual se enteraron
de .ql.le su hijo Serguei, un científico totalmente apolítico que había
decidido permanecer en la URSS y que había sido arrestado en 1934
simplemente por ser hijo de Trorsky, acababa de ser nuevamente
arrestado y deportado bajo la acusación de haber "intentado asesinar
a unos obreros con el gas de un generador".
El a~resto de Serguci -escribió Trotsky el mismo día para un co-
municado de prens..- es la respuest."l a mis declaraciones acerca de
los procesos de Moscú. Es un acto de venganza personal, totalmcn-
94
t
te acorde con el espmtu de Stalin [...] ¿Qué van a hacer con Ser-
guei Sedov? [...) Stalin quiere una confesión de mi hijo contra n~í
I
[...] Indirectamente Stalin es ya el responsable de la muerte de mis
dos hijas. Sometió a otro de mis hijos y a mis dos yernos a una
terrible campaña de denuncia." Ahora se prepara directamente pa-
ra matar a mi hijo, ya que está dispuesto a matar a decenas y has-
ta centenares de personas con tal de echar sobre mí una sombra
moral, y para impedirme que le grite al mundo lo que sé y lo que
pienso.
Rádek, Piatákov y otros más son personalidades políticas. Sus
destinos están indisolublemente ligados a sus actividades políticas.
Pero Serguei Sedov es perseguido por el solo hecho de ser hijo
mío. Su destino es por lo tanto infinitamente más trágico.Z'.!
Trotsky y Natalia no podían hacer nada para salvar a Serguei Se-
dov, a pesar de que contaban con la colaboración de la prensa ho-
nesta tanto en México como en el extranjero. Serguei moriría en la
cárcel.
En medio de todo esto, la enorme labor que absorbía todas las
energías de Trotsky era la preparación de su propia intervención en
el contra-proceso, para lo cual recibía la valiosa ayuda de dos de. sus
principales colaboradores, aquellos que mejor c~nocían su historia y
sus archivos y sobre quienes descansaría materialmente su defensa:
Jan Frankel y Jean van Heijenoort. ..
Nacido en 1906, checo de nacionalidad, judío de ongen, comunista
desde 1923 y oposicionista desde 1927, Jan Frankel conoció a Trotsky
en Prinkipo en 1930 y se quedó a su lado hasta enero ~e. 1 ~~? A lo
largo de esos tres años acompañó entre otras cosas al Viejo ~ Co-
penhague en ocasión de la conferencia que e~te último impartió en
dicha ciudad, invitado por un grupo de estudiantes daneses. Frankel
participó en la conferencia de Leipzig y más tarde llegó a forn~ar
parte del Secretariado Internacional (o dirección). de la IV In~ernaClo-
nal, en el que fungió como encargado del trabajo en la socJaldeme:>-
cracia. Expulsado de Alemania el 13 de febrero de 1934, se reunió
con Trotsky en Noruega en 1935 y lo alcanzó en México poco antes
de que diera comienzo el contra-proceso. . . ..
Jean van Heijenoor, por su parte, nació el 23 de juüo .c:n tcrruorro
francés, como hijo de un emigrante holandés. De fanlJh~ pobre se
convirtió sin embargo muy pronto en un destacado estudJ~nte, cosa
que le valió conseguir una beca para ingresar a Matemáticas Supe-
riores en 1930. Primero utopista, luego simpatizante de Rou5se.au y
más tarde comunista, entró en contacto con la Oposición de Izquierda
 francesa a la que" unió, convirtiéndose en un militante muy ~pce--1
ciado por sus compañeros. Además de sus estudios de matemáticas y
de su trabajo político se dedicaba también a estudiar concienzudamen-
te el ruso. Todo ello le valió el ser escogido en 1932 para fungir co-
mo secretario y guardaespaldas de Trotsky en Prinkipo. Presente a lo
largo de todo el resto del exilio turco de Lev Davidovitch, se fue con
él a Francia, donde se desempeñó como su principal traductor y su
enlace con París. En junio de 1935, Van --como le decían sus ami-
gas- instaló a Trotsky y a Natalia en Noruega y volvió a Francia du-
rante algunos meses; pero el estallido del Primer Proceso de Moscú y
la implantación de las primeras medidas represivas del gobierno no-
ruego contra Trotsky lo hicieron trasladarse de inmediato de vuelta a
Oslo. Fue por esas fechas cuando L'Humanité, órgano comunista fran-
cés, lo acusó de agente fascista, de criminal y de asesino, debido a
que Van Heijenoort asumió públicamente la defensa de Trotsky.
Casado con una trotskista francesa. -Gabrielle Brautsch-, padre
de un niño nacido en 19~5 -Jeannot- y activo militante, lo abando-
nó iodo para seguir a Trots kv a México. Proveniente de París y vía
:-.:lleva York, llegó a Coyoacán unas cuantas horas después de la lle-
gada de los Trotsky a la casa de Frida.P No había un segundo que
perder: apenas desembarcado Trotsky lo puso a cargo de todo el tra-
bajo de archivo necesario para su defensa y la de su hijo Sedov ante
la subcomisión Dewey.
Hasta la llegada de Fra n kel -le escribe Van a Liova- me en-
contraba casi solo, en medio de la instalación material de los aje-
treos suscitados por el proceso de enero [... ]. Después de la
llegada de Jan, el trabajo se multiplicó [...]. Muchas veces me pa-
so más de quince días sin salir de la casa. Estamos sometidos aquí
a una presión que no puedes sentir más que a través de las car-
tas o de los telegramas.>
A pesar de la intensidad del trabajo, Trotsky y Van encontraban la
forma de dar sus primeros pasos en el conocimiento de la vida v de
los personajes de la política mexicana.
~í ¡
¡i ¡
,I A principios del mes de febrero --cuenta Van- pasamos dos o tres
;!j días con Hidalgo en la casa de campo de Bojó rquez.> cerca de
¡!
Cuer navaca [...]. Fue durante esta visita que fuimos a dar a casa de
1,1i
Múgica, quien tenía un rancho muy cerca de ahí [...]. Un encuen-
¡¡I tro entre Trotskv y Cárdenas era imposible [...]. El encuentro con
1';
~[úgica -el primero- debía de alguna manera reemplazarlo [oo.].
1i _~ -- -
••....
96
La conversación fue amigable y animada. Hablamos de México, so-
bre todo de los problemas económicos y sociales, pero sin tocar la
política "en S[".26
Sobre la política diaria -según el testimonio de Octavio Fernán-
dez y Félix Ibarra- Trotsky conversaba con los militantes mexica-
nos de la LCI, que iban a vedo a Coyoacán. Les hada preguntas
acerca de las diferentes fuerzas políticas del país, de los rumores en
los medios políticos; sobre todo de lo que se deda de Vicente Lom-
barda Toledano, cuyos calumniosos ataques no cesaban. En fin, que
Trotsky empezaba a aprender y a tratar de comprender el Who's
iuho de la política mexicana.
EL CONTRA-PROCESO
EllO de abril, en la "Casa Azul" de Coyoacán, el doctor Dewey abrió
las sesiones de la subcomisión de investigación, el "contra-proceso",
"la única oportunidad importante que tuvo Trotsky para defenderse
de las acusaciones soviéticas ante el tribunal de la opinión rnundial't.t?
Hoy, cuando todo el mundo reconoce que los procesos de Moscú
fueron simplemente una maquinación, nos es difícil imaginar lo que
representaba este contra-proceso que tuvo su sede en México. Alan
Wald escribe:
En esa época había mucha confusión [Oo.]. A fines de los años treinta
existía una gran simpatía hacia la política exterior de la Unión So-
viética. Ante los ojos de un gran número de liberales y de radicales,
después de 1935 Stalin había realizado un cambio importante y prác-
tico, apelando al "Frente Popular" en contra de las fuerzas fascistas
[oo.]. Trotsky, por su parte, había denunciado la mentalidad de "corn-
pañero de ruta" desde un punto de vista marxista. Afirmaba que ei
refuerzo de la amistad hacia la Unión Soviética bajo la dominación
de Stalin indicaba la "reconciliación del liberalismo burgués con la
burocracia que había estrangulado a la Revolución de Octubre .!8M
El escritor James T. Farrell, miembro del ACDLT y presente en las
sesiones de la subcomisión Dewey en Coyoacán, describiría más tarde
la actitud más o menos generalizada de la opinión pública liberal del
mundo:
Si la versión oficial de los procesos era cierta. entonces los colabo-
97
 radores de Lenin y los dirigentes de la revolución bolchevique de-
bían ser considerados como los peores crápulas de la historia; si los
procesos no eran más que una maquinación, entonces los dirigen-
tes de la Unión Soviética estaban cometiendo una de las peores
imposturas de toda la historia. Un estadounidense eminente y hu-
mano, conocido por su anticornunismo y por su profunda honesti-
dad, me escribió que, a pesar de ver que este asunto era real, el
encararlo le daba terror.~
En este contexto, la comisión de investigación se presentaba como
un islote en busca de la verdad en medio de un oscuro océano de
conformismo cómplice, criminal o indiferente. Nadie sabía esto mejor
que Stalin y Trotsky. Sfalin hizo entonces todo lo posible por desacre-
ditar a la comisión y al contra-proceso, calificándolos de feudos trots-
kistas. Trotsky puso al servicio de esta investigación de la verdad toda
la riqueza de sus archivos, sus conocimientos y su capacidad literaria
y oratoria. FarrelI ilustra todo esto en una carta que le escribe a un
amigo un día antes del final del contra-proceso:
Es un espectáculo digno de verse, un espectáculo poco común en la
historia. Imagínese a Robespierre o a Cromwell en circunstancias
semejantes. Pues bien, esto es aún mejor, porque ni Robespierre ni
Cromwell tenían la envergadura intelectual de Trotsky.>?
El Partido Comunista Mexicano y la CTM de Vicente Lombardo
Toledano fueron invitados a participar en la investigación, pero fieles
a las imposiciones antitrotskistas. evidentemente que no asistieron.
Aproximadamente diez días después del final del contra-proceso, e!
comité nacional de la CTM presentó un informe ante su IV Consejo
Nacional, en el que intentaba explicar su negativa a asistir a dicho
evento:
, Con la ayuda de un grupo de sus amigos que viven en los Estados
Unidos, [Trotsky] organizó un llamado "jurado" que tenía como
principal finalidad presentado como víctima inocente ante la opi-
nión mundial. El jurado invitó al secretario general del Comité Na-
cional, por conducto de su presidente el doctor John Dewey, a
asistir a las sesiones que realizaría; pero la invitación fue declinada
por respeto al prestigio de la Confederación. Igual cosa hizo el se-
cretario de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza del
D.F., el compañero David Vilchis, que fue invitado también. La Se-
cretaria General tenía la convicción de que el llamado "jurado de
.. 98
Trotsky" era una farsa; y por eso estimó que la presencia de cual-
quiera de los miembros de Ia CTM en ese jurado podría darle apo-
yo a la comedia ridícula que iba a realizarse en la casa del pintor
Diego Rivera."
El PCM, que integró esta negativa de participar en el contra-proce-
so a su lucha por obtener la expulsión de Trotsky de México, expuso
dos razones para justificarla: lo que llamó "el acuerdo de dos traido-
res, Trotsky y Luis Cabrera",32 y el rechazo de Trotsky, a fines del
mes de enero, a comparecer ante el jurado de una "comisión impar-
cial", cuya creación había sido sugerida por el Frente de Abogados
Socialistas.
El 25 de enero, Luis Cabrera había escrito un articulo publicado
en El Universal, donde atacaba violentamente al gobierno soviético,
organizador de este "carnaval sangriento".33 Tres días más tarde, El
Universal publicaba la respuesta de Trotsky a Cabrera, en la que lo
llamaba "luchador por la justicia".
El PCM se apresuró a lanzarse contra Trotsky, calificándolos a am-
bos de "revolucionarios de! pasado, contrarrevolucionarios del presen-
te" .y acusándolos de asociarse en un "concubinato repugnante" a las
fuerzas más reaccionarias del país, para dirigir una campaña de ca-
lumnias contra la URSS.3-4
El título de "Querido Maestro" con el cual Trorsky se dirigió a
Luis Cabrera debió sin duda sorprender a más de un mexicano. a ex-
cepción de los militantes del PC, pero Trotsky era claro: deslindándo-
se desde e! principio de las posiciones políticas expresadas por Cabre-
ra acerca de los problemas mexicanos, escribía ya hacia el final de su
carta:
Si me permito dirigirle esta carta [...], [es) para 'expresarle la esti-
ma en que tengo e! valor con que usted adopta una posición en
una de las más sensacionales cuestiones de nuestros días.
[...] Usted dice con firmeza y categóricamente: "Esto es una falsi-
ficación". Y usted no yerra. Cada nueva semana aportará nuev
revelaciones. Ante la conciencia mundial, los acusadores deber! n
ser los acusados. Todos los que eleven a tiempo una VOl de pr tes-
ta, serán inscritos como luchadores por la justicia más elemental. Y
usted pertenece a este número.
Permítame enviarle mis más sinceros saludos.é"
El Frente de Abogados Socialistas, una or niza ión de
probablemente vinculada al partido comunista O, por lo 10 n
99
 --
compañeros de ruta -ya que estaba ligada a la Sociedad de "Amigos
de la URSS", cuyo papel es bien conocido en todos los países-, se di-
rigió a Trotsky y tomó la iniciativa de lanzar un comunicado de pren-
sa, anunciando su intención de crear una "comisión de investigación"
para "un estudio jurídico de los procesos de Moscú".
Según El Machete, la Sociedad de Amigos de la URSS le había pedi-
do al Frente de Abogados Socialistas que designara una "comisión im-
parcial constituida por algunos de sus miembros [...] para que éstos
pudieran conocer los elementos del proceso y emitir un juicio".36 El
Frente de Abogados Socialistas, apuntaba el órgano del POI, designó
a tres de sus miembros, distinguidos juristas, pero Trotsky no aceptó:
según El MaCMU el 22 de febrero último, le había hecho saber al FAS,
a través de Rivera e Hidalgo, que dudaba "de la rectitud de esas per-
sonas" en virtud de q~e "el FAS era una asociación que se encontraba
bajo la influencia de los estalinistas".
Desde luego se puede dudar fuertemente, no de las sospechas ex-
presadas por Trotsky sobre el FAS, sino de la manera en que las dio a
conocer. En efecto, Trotsky respondió por escrito al Frente de Aboga-
dos Socialistas con una carta fechada el 15 de marzo; y ésta constitu-
yó su única respuesta, independientemente de que, por otra parte, Ri-
vera o Hidalgo haya podido expresar en forma privada alguna
opinión cercana a la suya. En su carta, Trotsky se alegraba de la ini-
ciativa del Frente (a la que interpretaba como una manifestación del
desconcierto de la opinión pública) y les sugería a los abogados socia-
listas que acudieran a la Comisión Internacional de l nvestigación.?
Antes de que esta respuesta fuera dada, el PCM ya se había apresura-
do a asegurar que si el material de Trotsky era tan "irrefutable", no
entendía por qué no se sometía a esa comisión." De cualquier mane-
ra, toda la operación del PCM y de sus compañeros de ruta mostraba
en todo caso cómo los estalinistas le temían a una comisión investiga-
dora y cómo la idea de una "investigación imparcial" atraía el interés
de la opinión pública que se encontraba efectivamente desconcertada.
En su discurso de apertura de las sesiones de la subcomisión, John
Dewey no dejó escapar la oportunidad de hacer notar la ausencia de
un representante mexicano, como resultado de estas presiones y ma-
niobras. La única organización obrera presente como invitada ·fue la
Casa del Pueblo, cuyas preguntas, planteadas durante el último día
del contra-proceso, son muy reveladoras del aislamiento del movi-
miento obrero mexicano de la época con respecto al resto del mundo
y del candor de sus representantes.> Dewey declaró:
Con sumo placer me encuentro de nuevo en México, después de
100
•
-
diez años de ausencia [...]. Todos nosotros [él y los demás miem-
bros de la comisión] lamentamos no poder contar hoy con la pre-
sencia, como colega, de un representante mexicano, pero antes de
que la comisión ante la cual debemos presentar nuestros informes
esté completamente constituida, podemos esperar que esta deficien-
cia sea corregida.w
y prosiguió:
El hecho de que estas sesiones, en las que un extranjero va a de-
fenderse frente a otros extranjeros, tengan lugar en tierras rnexica-
nas representa un honor para México y un reproche para aquellos
país~s c.uyo sistema polític~ o cuya política en sí misma impide la
realización de nuestra reunión en su territoric.!'
En su primera intervención, después de haber agradecido al go-
bierno mexicano y a la prensa, Trotsky declaró:
Les ruego que sean indulgentes con mi inglés que, debo anuclpar-
les, constituye el punto más débil de mi posición. En cuanto a lo
demás, no pido indulgencia alguna. No solicito la más mínima con-
fianza a priori en mis afirmaciones. El deber de esta comisión de
investigación es el de verificarlo todo, desde el principio hasta el fi-
nal. Mi obligación consiste simplemente en ayudarla a realizar su
trabajo. Trataré de cumplir fielmente esta misión ante los ojos del
mundo entero.v
Durante las trece sesiones que tuvieron lugar en el curso de una se-
mana, Trotsky hizo mucho más que simplemente cumplir con su deber.
Los asistentes tuvieron el privilegio de verlo construir una defensa ma-
gistral, que desenmascaró y destruyó una por una las acusaciones que
~os proces<?s de Moscú presentaron contra él, contra su hijo y contra sus
Ideas políticas, transformadas en el motor de un movimiento comunista
de oposición de izquierda. Pero lo que esta defensa -<lue gradualmente
se convirtió en at.'que- puso al descubierto, fue sobre todo el carácter
~ictatorial, ~o~litario, que revestía el régimen soviético. Partiendo de po-
sicrones Ieninistas, la respuesta de Trotsky al interrogaoorio de los libera-
les estadounidenses constituyó una argumentación muy completa en fa-
vor de la necesidad de una nueva Internacional y de una revolución
política en la Unión Soviética.
El 17 de abril, la última sesión del contra-proceso estuvo casi total-
mente dedicada al "argumento final de Trotsky", en el cual retorné
101
 había sostenido en 1904 en cuanto al carácter de la revolución rusa;
punto por punto todos los temas abordados durante la semana.P Uno
es decir,
de esos puntos era su propia biografia política, la que expuso conven-
cido de que constituía una poderosa arma política contra sus adversa-
que la revol~ción rusa no podría concluir más que con la dictadura
rios del Kremlin y los representantes de estos últimos en todo el
del proletariado, que a su vez traería la transformación socialista
mundo, incluyendo México. La presentación que desarrolló de sí mis-
de la sociedad, siempre y cuando la revolución mundial se desarro-
mo entonces permitió a la prensa y a los pocos obreros mexicanos
llara exitosarnente. i5
presentes en las sesiones del contra-proceso entrar en contacto con
un Trotsky muy distinto del que les habían presentado Lombardo y
el peM.
\I Tras esto Trotsky abordó el tema del internacionalismo, al que lla-
mó "la ,~er~ motriz de su, vida", y al que arribó -dijo- gracias a
Empezó recordando la acusación que el procurador soviético de
su . paruclpa~lón en el mov~mlento obrero de varios países: Austria,
los procesos de Moscú, Vychinsk y, levantó contra el trotslc.ismo, cali-
ficándolo de "agente del capitalismo en el movimiento obrero" des-
SUiza, FranCia. r:Estados Unidos, Entre sus actividades en estos países
de hacía treinta años . Recordó después que en realidad acababan de
cumplirse cuarenta año~ d~l inicio de su participación ininterrumpi-
da en las filas del movmuento obrero y "bajo la égida del marxis-
I destacó su actividad contra el patriotismo que durante la guerra "de-
\'ora?a a la. II Internacional"; su participación en 1915 en la Confe-
renc,la de Zimmerwald y su actividad anti-guerra durante su breve es-
rancia de dos meses, en 1916, en Estados Unidos.
mo", Para apoyar esta afirmación, reconstruyó su historia entre la
Pasó inmediatamente a exponer cuáles habían sido sus actividades
edad de, d,i~ciocho años y lo~ primeros meses de 1917, que marca-
co:no uno de los. principales organizadores y dirigentes de la revolu-
ron,. el 100CIOde la revolución rusa: la organización ilegal de la
Clan rusa, a parur de su llegada a Petrogrado el 5 de mayo de 1917.
Unión Obrera del Sur de Rusia en Nikolaiev: la edición de Nache
Para Ilustrar hasta qué punto su papel había sido fundamental,
Delo (Nuestra Causa]; la deportación a Siberia entre 1900 v 1902
Trotsky citó un .articulo de Stalin fechado en 1918 en el que éste no
debido a ~stas actividades; la evasión de Siberia y la primera' están-
tuvo ~ás reme~lO qu~ reconocer que, cuando Lenin se vio obligado a
CIa, en calidad de refugiado, en Europa occidental; la afiliación a ls-
refugiarse e~ Finlandia, "todo el trabajo de organización práctica de
k~a. [~ Chispa]., organización, socialdemócrata rusa en el extranjero
la l.nsurrecClón fue realizado bajo la dirección personal del jefe del
dirigida por Plejanov= y Lenin: el regreso clandestino a la U RSS en
Soviet de Petrogrado, Trotsky", Esto no obsta, agregó entonces, para
1905; su papel en la revolución de 1905 como presidente del Pri-
Clue desde 1924 "la escuela estalinista" asegure que "lejos de organi-
mer Sov~et de ~ip~tados Obreros de San Petersburgo; su segunda
zar la Revolución de Octubre, la entorpecí".
deportación a Slben~;, su segunda evasión; su segundO viaje a Euro-
~.ta ú.lti.~a frase introdujo en el relato de Trotsky en la "Casa
pa; la condena a pnsión, de la que fue objeto por parte del gobier-
Azul el ml~lO de su ,Parte más dificil: la justificación de su papel al
no alemán tr~ el es~lhdo de la. pnmera guerra mundial, bajo la
frente del Ejército ROJOy su guerra con Stalin:
acus.a~ión de re~ldía y de oposición a la guerra; su expulsión de
F~nCla por los m~~ motivos; su detención en España; su depor-
Después de la Revolución de Octubre, permanecí en el poder du-
ración, con su familia, a un campo de prisioneros en Canadá, desde
rante nueve años, participando en la edificación del Estado Soviéti-
donde se embarcó hacia Rusia a principios de 1917. I
co, e~ la ,actividad di,plomática. en la vida del Ejército Rojo, en la
Tras esta introducción, Trotsky procedió a negar, como lo había
organización económica, en los trabajos de la Internacional Comu-
hecho ya tantas veces desde 1924, su filiación al menchevismo en los
nista. Dirigí durante tres años la guerra civil, En el transcurso de
primeros años del siglo xx. "Tres revoluciones se han encargado de
dC,most~r -a,r~yó- que a pesar de los conflictos y las polémicas,
( esta ardua labor, llegué a adoptar medidas draconianas por las que
asumo toda la responsabilidad ante la clase obrera de topos los paí-
mi política cOIDCldf,aen I? esencial con la de Lenin." Explicó cómo I

'. ses y ante la Historia. La justificación de estas medidas residía en

quedó resuelta la diferencia que tuvo con Lenin en cuanto a la alían-
S~Inecesidad histórica, en el hecho de que fueron puestas al servi-
za entre b:<>lcheviquesy mencheviques en esa época, cuando él mismo
CIOdel progreso y de que respondían a los intereses principales de
comprendió que ésta era imposible. Explicó también cómo, en abril
la clase obrera. Yo llamaba por su nombre a cualquier clase de
de 1917, en sus famosas tesis, Lenin avaló la posición que Trotsky

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102

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 -- ---- -
medida impuesta por la guerra civil y la reportaba a las masas tra-
bajadoras. No tenía nada que ocultarle al pueblo, de la misma ma-
nera que hoy no tengo nada que ocultar ante la investigación
internacional.
En cuanto a las críticas que recibió por parte de ciertos sectores
del partido comunista soviético acerca de su actuación como minis-
tro de Guerra, arguyó que Lenin estaba a tal grado de acuerdo con
ellas que, no temiendo ningún abuso de su parte, le entregó en una
ocasión una hoja en blanco a cuyo calce escribió que suscribía de
antemano cualquier decisión tomada por Trotsky. Su coincidencia
con Lenin se extendía también =-continuó-c- a la esfera del movi-
miento comunista interngcional: la fundación de la Comintern y la
redacción de los manifiestos y programas de sus cinco primeros con-
gresos. Stalin, quien me acusa de fascista, agregó, es el que real-
mente ha traicionado los principios básicos de la III Internacional
plasmados en los programas de esos cinco congresos; yo me he
mantenido fiel a ellos.
Uno de los puntos básicos de esta fidelidad ha sido la defensa de la
democracia soviética contra al absolutismo burocrático que el Estado
estalinista, fundado sobre una base económica arcaica, ha implantado
tanto en la URSS como en la Comintern. Esta diferencia, argumentó,
es lo que provocó mi expulsión del PCUS, mi exilio forzoso al Asia
Central en 1928 y mi expulsión de la URSS hacia Turquía en 1929,
debido a que me negué a interrumpir mis actividades políticas de
oposición durante mi deportación.
Entre las publicaciones a las que me he dedicado desde mi primer
exilio, una de las fundamentales -siguió Trotsky- ha sido el Bulleten
Opposilsii, alrededor del cual nos unimos un grupo de opositores rega-
dos por todo el mundo, incluida la URSS. Este boletín forma parte de
las aproximadamente cinco mil páginas impresas que, sin contar las
miles de cartas y los pequeños artículos, constituyen -<le acuerdo al
cálculo de mis amigos, aclaró-- el conjunto de mi obra en el último
exilio. Reto a Vychinsky a que, dejando de lado las referencias falsas
de mi obra que ha utilizado en mi contra, me demuestre en dónde
estas páginas han defendido o promovido el fascismo.
Trotsky procedió a exponer entonces sus sucesivas posiciones acer-
ca del Estado soviético. Entre 1923 y 1933, empezó, nuestra posición
era r~fo:ma no r~volución. Pe~o ésta cambió en 1933, debido al pa-
pel cnrr.llnal q~e J~gó el ~remhn en el ascenso de Hitler al poder en
Alemania y a la incapacidad de la Internacional Comunista para en-
tender las trágicas enseñanzas de la experiencia alemana".
104
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[...] el vieJo partido bolchevique y la III Internacional estaban per-
didos para siempre para el socialismo. Así desaparecía la 'posibili-
dad de una tranquila reforma democrática del Estado Soviético
Por eso los oposicionístas de izquierda llamamos a la constitución
de una IV Internacional que continuara con la tradición de los prime-
ros congresos de la Tercera.
"Renunciar a la esperanza de una reforma pacífica del Estado so-
viético no significaba sin embargo -especificó Trotsky- renunciar a
la defensa de la URSS." Si defenderla significa erigirse en contra de
la burocracia que hoy la gobierna -declaró- también significa o~o-
nerse a la guerra, la cual pondría en peligro sus nuevas bases socia-
les, "que representan un inmenso progreso en la historia de la huma-
nidad". Por eso nuestra consigna de hoyes "la defensa de la URSS
contra el imperialismo y contra la burocracia soviética". .
Resulta paradójico entonces que sea precisamente esta burocraCl~
la que me acuse de fascismo -sonrió Trotsky-, cuando contra mi
propuesta del frente único de todas las fuerzas obreras en el momen-
to del ascenso del fascismo, ésta propuso su "absurda teoría del 'so-
cialfascismo'"; es decir, declaró como enemigo número uno a comba-
tir a la socialdemocracia, cuyas ambiguas posiciones le parecían más
peligrosas que las de los propios fascistas. No es difícil darse cuenta
de que
Hitler no hubiera vencido sin la ayuda de Stalin. Los procesos de
Moscú se explican en gran medida 'por la necesidad de que se ,oh·i-
de la política criminal del Kremlin en Alemania.
Las calumnias con las que se ataca hoya la Oposición de. Izquier~1a
son muy similares a aquellas con las que se atacaba a los interna 1 -
nalistas durante la primera guerra mundial. Y si los veinte años. d .
i mi militancia política transcurridos hasta el estallido de la Re~olll 1, ~l
¡ rusa ya eran suficientes para refutar aquellas de estas calumnias dll I
gidas entonces contra mi persona -argumentó Lev Davidovich-e- "1111'
I atrevo a creer que los veinte años que han pasado desde ent 11(", I ' I
me otorgan el derecho de extraer de mi autobiografía un de lo, ,11·
\ gumentos más fuertes contra las actas de acusación de M s \1",
Trotsky concluyó su intervención final con su rcspu 'st;t al "pOI qlH'
,1 de estos procesos't.w
l
Mientras que estudiamos en México el ~ro so de M~~('II d('( 1.1
r6-, el comité ejecutivo de la Internacional ,OI\III1lISm e' le IIII!'
-~.~-~
....-.~~""-.,...
..
...-.-------......-
..
.;,..~---------------------""'"""I
 --- ----- -- ---------------

e.n la capital de la URSS, si nos atenemos a lo que dicen los dia- dad estaría podrida desde hace tiem.po. La Comisión ?e Inves~ga-
nos. Prepara la lucha contra el trotskismo mundial. Mañana ten- ción Internacional constituye un valioso elemento de I.ncorrupuble
dremos noticias de nuevas fecho rías imputadas a los trotskistas de conciencia social. Todos los que aspiran a una renovación de la at-
España [...J, de los Estados Unidos [... J. Pasado mañana nos entera- mósfera se vuelven hacia ella.53 ..' .

remos de que los trotskistas mexicanos planean la reinstalación en
el poder de Porfirio Díaz. Seguramente ustedes me dirán: ipero si
a Díaz lo enterramos desde hace mucho tiempo! A los ereadores de
las maquinaciones de Moscú no los detiene un detalle tan insignifi-
cante. Nada los detiene. El dinero no les falta [...[, Las conciencias
las compran como si fueran patatas. Ya nos sobrarán oportunida-
des para cornprobarlo.v
Queridos miembros de la Comisión: la expcne.nCla de mi Vida
[...], no sólo no ha destruido mi fe en el claro y b.nllante f~turo de
la humanidad; muy por el contrario, la ha vuelto mdestrucuble: Es-
ta fe en la razón, en la verdadc.en la solidaridad humana, la misma
que me acompañó a los dieciocho años cuando penetré en las colo-
nias cien por ciento obreras [...], esta fe la he preservad~ ente~a y
totalmente. Se ha vuelto más madura, pero no menos ardiente.

Trotsky no se equivocaba. Más temprano que tarde, los mexicanos Como lo dijo John Dewey para concluir la:>sesiones ?c! cont,~~-pro-
c~yas "conciencias comp.rÓ" Moscú iban a acusarlo precisamente de ceso: u Añadir algo a estas palabras no sena sino un anticlímax.
aliarse a la derecha mexicana para reinstaurar a Porfirio Díaz. Ya en
el seno mismo de la Comisión Dewey, el estadounidense Carleton
Beals, que era cercano a los medios estalinistas mexicanos, trataría de
complicar a Trotsky frente a la opinión pública, insinuando en la se-
sion del 16 de abril que ésto había enviado personalmente a Boro-
din~ a Méxic~ en 1919 para organizar el derrocamiento del régimen
mexicano, nacido de la revolución de 1910.i9
Trorsky, quien medía perfectamente el objetivo que se escondía de-
trás de esta insinuación, acababa apenas de denunciarlo ante la comi-
sión ~ue por cierto lo había entendido perfectamente-, cuando De-
wey procedió a dar lectura a la carta de renuncia de Carleton Beals,
~n la .cua~ éste declaraba que no consideraba este proceso "como una
investigación realmente seria sobre las acusaciones't.P'
En este caso, el incidente fue f;lcil de descubrir, pero Trotskv sabía
bien que "nada los detenía", sobre todo en lo que se refería a éL Cin-
co semanas antes del inicio del contra-proceso, había declarado tam-
bién a la prensa IIlc.xicana que sabía que Stalin preparaba su asesina-
LO ya que Kaganovich, el cuñado del Primer Secretario ruso y "sin
duda alguna" uno de los principales organizadores de las maquinacio-
nes, había "gritado" en un mitin en Moscú, el 29 de enero: ~iMuertc
a Trotsky!"." En esta ocasión, Trotsky había contestado: "Hay debe-
res que son aún más importantes que la preocupación por mi segun-
~d personal. En lo que a mí se refiere, soy un soldado de la revolu-
ción, M~ aú"n, ni un asesinato exitoso podría echar por tierra mis
declaraciones .5% Y había concluido con una declaración similar a la .:¡, -.
que hizo para clausurar su intervención final en d contra-proceso:

Por suerte, no todos los hombres están en venta, si no la humani-

101
106
 - --
v. La guerra de Stalin
El final del contra-proceso marcó el inicio de un considerable incre-
mento del vigor en la guerra estalinista contra Trotsky y el "trotskis-
mo" a escala mundial. La Conferencia de la.Jnterna®J!al Comun~ta
reunida :~ M~~~~I 2~a.br.i! s~ .c()~sagró por entero ~_.J~!.!:!.<;]Ja.
l:offffaeJ trotskismo", Los dieciséis partidospres'eñfeseñ-dicha confe-
r~~cab'and6-n!fFóñla UI3,SS con instrucciones precisas.
LA, LUCHA CONTRA EL TROTSKISMO EN EL MUNDO, 1937
El primer escenario de esta guerra fue el ya sangriento campo de ba-
talla de España.
El 16 de junio de 1937, la GPU arrestaba en Barcelona al dirigente
del POUM, Andreu Nin. Encerrado en un primer momento en una
prisión oficial, Nin fue transferido poco después a una prisión clan-
destlD~ de la, propIa GPu. ~onde fue asesinado después de ser tortura-
do, MIembro ~omo ya vrmos=- del comité ejecutivo de la IC duran-
te los años veinte y de la Oposición de Izquierda a partir de 1930, en
1937 Nin no era ya un "trotskista" propiamente dicho: Trotskv se ha-
bía opuesto vehemente y abiertamente a su política de participación
en el Frente Popular español. ¡ Pero en virtud de su antiestalinismo
~ue considerad? durante la revolución española como un enemigo
Ig'Jalmente peligroso que los trotskistas y se convirtió en uno de los
blancos más importantes de! estalinismo.
Tal.nbién en Barcelona, el 27 de julio, fue arrestado el antiguo se-
cr~tano de Trotsky, Erwin Wolf, que había llegado a España con la
fragd cobertura de su corresponsalía en el Spanisñ Neuis. Liberado po-
cas horas despué,s, fue arresta~o nueva~ente e! 31 de julio, un día
antes de su partida. Desapareció para sIempre el 13 de septiembre,
fecha de su supuesta "liberación".
Nacido en :~eJllania y de. nacionalidad checa, miembro de una muy
próspera familia de comerciantes, militante de la sección alemana en
Berlín y más tarde dirigente exiliado, Erwin Wolf llegó a Noruega
para funglr como secretario de Trotsky. Se casó con la hija de Kon-
rad Knudsen, el anfitrión noruego de Trotsky. Fue expulsado de No-
108
._--.-:-----~-
ruega junto con Van Heijenoort y volvió para ser arrestado y expul-
sado nuevamente hacia Copenhague. Encontrándose en Inglaterra du-
rante el primer proceso, había rendido testimonio ante la prensa bri-
tánica y, ya que Trotsky estaba incomunicado, había empezado a
uesme ntir las acusaciones del procurador soviético. Fue ahí donde
empezó la encarnizada lucha de la GPU contra él.2 .
No en España esta vez sino en Suiza, cerca de Lausana ~scnbe
Pierre Broué-, "descubrieron en la madrugada [del 4 de septiembre
de 1937] [ ...] el cadáver acribillado de un desconocido [...[".
Pero su esposa, quien llegaba de Francia, precisó que se trataba, de
un importante agente de los servicios secretos soviéticos, conocld?
en e! medio como "Ludwig", y a quien ella identificó ante la poli-
cía suiza con el nombre de Ignace Reiss, Este viejo comunista pola-
co, que pasó del servicio del Ejército Rojo al de la NKVD, la
inteligencia militar soviética y al de la GPU, dirigió a esta última en
Europa occidental. Reiss jugó además un papel muy importante en
la organización del aprovisionamiento de armas a ~a España repu-
blicana. Sin embargo, no pudo soportar los dos pnmeros procesos
de Moscú,
Después de haber establecido contacto con Sneevliet" a quien co-
nocía desde hacía mucho y a quien creía muy cercano a Trotsky,
Reiss envió a Moscú una carta de renuncia, informando de su in-
tención de unirse a la IV Internacional. Se ocultó después en Suiza
con su esposa y su hijo, aguardando el encuentro que esperaba te-
ner con León Sedov y que acababa de ser fijado en Reirns. Pero
este hombre, cuyo verdadero nombre era Ignacy Poretsky, era con-
siderado peligroso para la GPU y sus secretos, sus crímenes y pro-
yectos. Su ejecución estaba decidida y el jefe adjunto de la GPU,
Mikhail Spiegelglass, llegó a París a supervisarla personalmente."
El caso "Reiss" tiene una gran importancia para nuestro trabajo ya
Cjue permitió descubrir las primeras operaciones. de la guerra de Sta-
lin contra Trotsky en territorio mexicano, antes del contra-proceso: es
decir, antes de abril de 1937, En un telegrama con fecha del 11 de
marzo de 1938, la policía suiza, que era la encargada de dirigir la. in-
vestigación, identificó en efecto de manera oficial a Roland ~blate
como uno de los asesinos de Reiss. Abbiate había entrado a SUiza con
unos documentos que lo identificaban como Francois Rossi; sin em-
bargo, hacía tiempo que era conocido por la policía de varios países
bajo el nombre de Roland Abbiate, nacido en 1905 en Mónaco, y al
servicio de la GPU desde hada muchos años."
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_
____ -------------------------------- •• -- ••••• ES~.5S
•••••• ii ••••••
 -------_
-- .. _.--
--
En colaboración con la policía suiza, la policía francesa logró, deter-
minar la identidad del segundo asesino de Reiss, Charles-Etienne
Martignat, francés, nacido en 1900.6
Los descubrimientos hechos por la policía eran importantes; sin
embargo, los dos asesinos literalmente se esfumaron y nadie parecía
poder explicar lo que significaban el mapa de la ciudad de México, el
mapa de la República Mexicana, la guía de Air France, un cheque ex-
pedido en México y las solicitudes de visa firmadas por Caroll George
Quinn; todo esto encontrado por la policía en la casa de Rossi.? Este
asunto no tendría explicación sino hasta junio de 1940, cuando un
hombre de negocios, llamado Caroll George Quinn se enteró de que,
a petición de las autoridades mexicanas, era buscado por la policía fe-
deral. Si bien era su nombre el que aparecía en el aviso, la fotografía
de identificación no correspondía al señor Quinn, sino a un monegas-
co llamado Ronald Abbiate,
Asustado, el señor Quinn no comprendía de qué se trataba; sin
embargo recordaba haber conocido a Abbiate y a su amigo Martig nat
en marzo de 1937 a bordo de un barco que recorría el trayecto La
Habana- Veracruz. Más adelante contaría que, habiéndose presentado
como antiguos hoteleros, estos dos hombres que iban forrados de dó-
lares se volvieron sus inseparables y agradables compañeros de viaje.
Se le explicó entonces que quien le había robado su identidad, Abbia-
te, había ases inado a Reiss, y que se trataba de dos peligrosos asesi-
nos de la GPu.8
En diciemb:.e ~~ .!93?, la decisión de Cárdenas había provocado
el- fracasoTdé Stalin en su intento por hacer que exr~lsat.an a Por lo tanto, aunque no sea éste el lugar para desarro.lla: amplia-
Trotsky de Noruega hacia la URSS. A partir de la declaración ofi-
cial hecha por el' presidente mexicano el 7 de diciernOre,-S'iafín
comprendió además qüe sería imposible obtener la e~ulsi'6"Jrtte
Trotsky de México. De ahí que desde el mes de marzo He ~T93-7em-
pezara a elaborar un plan, con el cual el PCM sería llain;id_Q_i.:.é.OJ:a-
borar- en lo que se llamaría; a partir de agosto de ~1938-:- !~._"as.ción
directa" contra Trotsky y en el cual Lombardo Toledano se vería
voluntariamente implicado. . -.-------- -
Cuando Abbiate y Martig nat -sabemos que fueron los primeros
pero en absoluto los últimos asesinos de la GPU que anduvieron- tras
las huellas de Trotsk y en México-e- desembarcaron con Quinn en
Veracruz, la guerra del PCM y de Lombardo contra la presencia de
Trotsky en México llevaba ya tres meses de haber estallado.
110
t
DOS ENEMIGOS ESTALINISTAS MEXICANOS
. En 1937 existían en México no tLIl9.....=f~·mML~Ja-mayoríaA<:-'~~ p~!-
ses= S-moOos rep'r~~~ta!1Jes_.º~ la P.9Hti<;ªexterior soviética: el.Partí-
ClOComunista Mexicano y__Yi<;ente.Lombardo-=Toledano .. _'w:e'l0l9S
quiénes eran, po1íficáriien~~, cada cual.
...--------. .-
EL ADVERSARIO ABIERTO: EL PARTIDO COMUNISTA MEXICANO
En el momento de la llegada de Trotsky a México, la historia del
Partido Comunista Mexicano -un partido que, lejos de alcanzar su
madurez política, estaba más bien viviendo su adolescencia- ya es~-
ba marcada por dos profundas "heridas":" s.u ruptura co~ el anarquis-
mo en 1921 y su ruptura con el movimiento carnpesmo en 1929.
Rupturas normales en el marco del de~rrollo del conjunto de los
partidos comunistas de la éIXX:a, en MéXICOestos dos momentos se
convirtieron en verdaderas heridas por razones coyunturales que nos
conciernen en este trabajo. .
Si bien la encarnizada oposición del PCM a la presenCia de Trotsky
en México se explica en efecto de manera general po.r la pertenenCia
de aquél a la 11I Internacional, es sin emb~rgo también resultado de
una historia concreta. Por un lado, el PCM Jugó contra Trotsky <:1pa-
pel que jugó en tanto aparato político encar~ado de la preparación y
ejecución de su asesinato; por otro lado, fue Incapaz de Jugarlo solo:
mente los pormenores de la historia del PCM entre su nacirruento y la
llegada de Trotsky a Méxi~o,IO e~ in~ispensabl~ que proceda m s a
una breve reflexión sobre dicha historia con objeto de cntend r qu
era, en 1937, este partido.
DEL NACIMIENTO A LA RUPTURA CON EL ANARQUISM
texto favorable al nacimiento en México de
revolución rusa y la entrada en guerra de
El impacto de la revolución rusa sobre lo
nos de principios de siglo .tuvO un cara ter .
fluencia que sobre ellos ejercían los an rqu
cuasi total de lo que ocurría en el sen d
POT. otra parte, la entrada en guer d
111
 -
r·------------------------~------~-----------
--
1,
dichos sectores, así como en casi todo el país, un sentimiento de hos-
tilidad contra el imperialismo yanqui. Provocó también la llegada a
México de un grupo de refugiados estadounidenses des~r~ores, los
slackers, quienes jugarían un importante papel en e! nacirme nto de!
comunismo mexicano.P
Entre el 25 de agosto y e! -4 de septiembre de 1919 se reunió en la
ciudad de México --{:onvocado por el único grupo autonombrado
marxista, el Partido Socialista Mexicano (PSM}- el Congreso Nacional
Socialista. Este congreso agrupó a un amplio abanico de orga~izacio-
nes -desde los anarquistas del Gran Cuerpo Ce~tral de .TrabaJadores
(CeCT) hasta los moro nistas de la Confederación Regional Obrera
Mexicana (eROM}- y dio lugar, el 25 de setiembre, a la creación del
Partido Comunista Mexicano.
La discusión que se estableció en el Congreso Nacional Soci~lista
prefiguró la que se desarrollar.ía en e! movimi~nto obrero mexicano
durante los años veinte. La pnmera controversia versó sobre la pr.e-
sencia en dicho Congreso. de los representantes -llamados "reforrnis-
tas"- de la corriente obrera pro-gubernamental de Morones y de la
cxoxr. Los grupos de tendencia comunista se dividieron en torno a
este punto, pero el asunto quedó finalmente saldad~ cuando los rno-
ro nistas decidieron abandonar el Congreso por considerar que su de-
claración de principios era demasiado radical, .. . en las luchas electorales."?
El segundo punto fuertemente debatido fue e! de. la participación e,n
las elecciones. lA posición abstencionista fu~ de~endlda por l~ mayoria
de los asistentes, que estaba profundamente imbuida de ~narqUlsmo. . entender
Además de ilustrar claramente la poderosa presenCia del anarqllls-
mo en el seno del comunismo mexicano naciente, la decisión acerca
de este segundo punto ilustra tambié? la enorme dis~ncia q~le existía
entonces entre este comunismo mexicano y la también naciente Co-
m intcr n.P El peM no estuvo presente en la' vida de la Comintern sino
hasta el Segundo Congreso de ésta, que tuvo lugar en ~~20. Todo P:l-
rece indicar que el único contacto que tuvo con las posICIOnes d~ la le
entre sus dos primeros congresos fue la extraña llegada a M~XICO, ..e?
noviembre de 1919, del primer enviado de la le a nuestro pais. Mijail
Borodin.!'
De acuerdo a fuentes soviéticas, mencionadas por la prensa de! PS~I
(consultada por Paco Ignacio Taibo 11),15 Borodin se en.trevist~ con
Carranza, para sondear la posición del ~rimer I.nandatano me~lcano
frente al establecimiento de relaciones diplomáticas con la RUSIa so-
viética. Esta posición no era hostil, aunque sí cauta. Su ~resencia ~m-
bién se vio reflejada en la prensa del PSM, ya que s~ pnmeros nume-
ros publicaron llamamientos al Congreso de fundación de la Tercera
•••
112
- ---_._-----
Internacional, la "Plataforma de la Internacional Comunista" y noti-
cias varias sobre la revolución en Rusia.J" En sus memorias, José Va-
ladés plantea que Borodin también trabó contacto con Fe~ipe Carrillo
Puerto y Francisco J. Múgica, dos de los más destacados. ~ngentes ~el
entonces novedoso y fundamental fenómeno de los SOCialismos regto-
nales: en este caso, de Yucatán y de Michoacán respectivamente. Sin
embargo, la presencia de Borodin en México ~o tuvo ningún tipo ?e
influencia sobre las actividades políticas y sindicales concretas del JO-
ven partido en formación.
De acuerdo a la mayoría de los autores y de los testimonios, el 24
de noviembre de 1919 se reunió un pequeño grupo de militantes del
PSM, con el objeto de convertirlo en el nuevo Partido Comunista Me-
xicano, nombrar formalmente a los delegados al Congreso de la le y
pedir la admisión y e! reconocimiento de la propia le a la nueva or-
ganización.
En el documento formal producto de esta reunió~, que Bor~n
llevará a Moscú, se suscribían todas las tesis del manifiesto fundacio-
nal de la le; muchas de ellas sin ningún sustento de realidad política
en el territorio mexicano. Sólo en las últimas líneas aparecía una de-
claración que sí contradecía abiertamente tanto los planteamientos
electorales de la le como los del Congreso Nacional Socialis~ ?e ~p-
tiernbre. En ella, el nuevo peM declaraba que no tendría participación
Para entender el tipo de vínculo que el PCM tuvo con la Internaci?-
nal bolchevique durante sus primeros años de existencia, es necesar~o
que este pequeño partido estaba sumido en una compleja
realidad política nacional que distaba de reflejar la dinámica de las
contradicciones de clase del mundo capitalista tal y como la plantea-
ban las tesis de la Internacional. En efecto, como lo escribe Pablo
González Casanova:
En la fundación del peM operaron varios tipos de ló~cas:. la del i~-
ternacionalismo proletario, con Borodin, la del nacionalismo anu-
colonialista que se volvía socialista, marxista, . leninista, con. Roy, .la
del caudillismo nacionalista que fue reconocido como realidad 111-
soslayable, encabezado en México por el propi~ presidente de la
república, la de los laboristas que daban s~ pnmeros paso~ !.laTa
unirse a los caudillos y a las fuerzas proletarias, la de los SOCIal.lStas
y los anarquistas atraídos por la nueva experie~cia de los "soviets"
en Rusia y por lafilosofia que sustentaban, vanos de ellos nort~a-
mericanos asilados y muchos otros mexicanos, unos de clase media,
y otros obreros.
113
 . Todas estas lógicas obedecían a una complejísima dialéctica, difí-
CIl de .en~n~r con. los esquemas teóricos de entonces y ahora, y
más dificil SI se advierte que a ella se añadían las intenciones per-
~>DaJes.de sus actores y una cultura de la manipulación política e
ideológica que apenas surgía en un mundo y un México revolucio-
narios entre nacionalistas, laboristas, socialistas, anarquistas y co-
munistas."
Dentro de este contexto, concluye González Casanova, las contra-
dicciones de clase de ~ que hablaban las resoluciones de la le no po-
dían ser para el PCM SIDO una referencia para situar, artificialmente,
una historia y una realidad cuyas contradicciones deben haber pareci-
do provenir de un universo extranjero.P
El contexto político real en el que vivía el PCM lo llevaba a estar
m~ cerca de los anarqu~tas mexicanos que de la le. ¿Por qué se pro-
dUJOe?tonces, apenas ~IS meses después del nacimiento de la CCT, la
expulsión de los comunistas de sus filas?
. Do~ razones, esgrimidas respectivamente por dos estudiosos de la
~tona del PCM, Arnoldo Martínez Verdugo y Alejandro Gálvez Can-
cmo, dan a esta pregunta respuestas coherentes, que tienen el mérito
de apoyarse en la historia internacional. Martinez Verdugo afirma
que entre las razones del conflicto se encontraba sin duda el cambio
en la actitud de los anarquistas y de los anarcosindicalistas en el mun-
do entero frente a la revolución rusa.N Cálvez Cancino por su pane
asegura que esta medida no fue sino la conclusión de la severa batalla
q.ue se desarrolló en e:l seno de la eCT por el control de la organiza-
ción y que los comunistas, faltos de cuadros preparados e incluso de
argumentos suficientes, fueron desbordados por los elementos anarco-
sindicalistas. :1
. Buen co~ocedor de la historia del anarquismo y del anarcosindica-
Iisrno mexicanos, Paco Ignacio Taibo II, por su parte, afirma: en
192~, tras la. entrada de los hombres de Agua Prieta a la ciudad de
MéXICO,creció la efervescencia obrera. Sindicalistas revolucionarios,
anarq.uis~ y comu~ del PCM coincidieron entonces en un proyec-
to uDlta~O: la creaci?n de: una confederación roja.::! A lo largo de to-
d? ese ano, se .trabajó unificadamente en contra de la CROM por me-
dIO de. la acción directa, la huelga solidaria y la creación de la
Federación Comunista del Proletariado Mexicano (FePM).23
. .Esta a~pació.n era una organización sindical que se dio como ob-
Je?vo ;a integración de "federaciones, asociaciones gremiales e indus-
males "y el ~rro~lo ~e la lucha reivindicativa junto con la lucha
por el comunismo libre .~ Aunque muy poco numerosos, estos acti-
114
vistas sindicales unificados desarrollaron un trabajo que tUYOmucho
eco dentro de los sectores obreros más cornbativos.P De hecho, este
trabajo produjo un notable crecimiento del PCM que, de ser
un minúsculo grupo en el D.F. en vías de desintegración, [pasó] a
ser una fuerza con influencia en el movimiento de masas de la ca-
pital, con locales en Ve racruz, Orizaba y Tampico: que editaba tres
revistas (Boletín Comunista como órgano del pe:-.\, Vida Nueva de la
FCPM [ ... ] y Juventud JHl/Julial) y tenía grandes posibilidades de ex-
pansió n.P'
El día de la toma de poscsión de Álvaro Obregón, la corriente roja
era mayoritaria en el valle de \!éxico.:!~, . ' .
El 15 de febrero de 1921 se rcuruo en la Ciudad de México un
Congreso Rojo Nacional con\·ocat!o por la FCI'~\, cu~a il~.tenci~n era
combatir el avance de la CROl\t. Este congreso reuruo a la mitad al
menos del sindicalismo radical que se había expres;:¡d~ ~~ e! ascenso
de 1920·';~8 la voluntad unitaria pesaba mucho en esta iruciauva.
A la pregunta ¿qué organiz..ción queremos? -escribe T;:¡ib? 11-,
la respuesta era: "Para poder defendernos )' educarnos, aSI como
para conquistar la completa emancipación de los obreros y campe-
sinos, asentamos como principio fundamental la LUCHA DE e L>\S ES,
reconociendo que no hay nada en común entre la clase laborante y
la clase explotadora: sostenemos como aspiración sup:ema e! CO-
l\\UNIS~\O LlBERT.-\RIO y como táctica de lucha, la ,\CCION DIRECTA,
exenta de toda política burguesa.::')
La nueva organización surgida de dicho Congreso adoptó el nom-
bre de Confederación General de Trabapdore¡ (CCT). En el se~ndo
puntO del orden del día referente a su ~·e\ación CO~1partidos. políticos.
1
la CCT estableció que la lucha de! partido C01l1.Ul11sta 11l:~n?lal.por la
dictadura del proletariado podía ser aceptada SI no era eJerCl~a por
un partido que se arrogue la representac~ón de la clase .trabapdora
organizada, sino por el proletanado constituido en consejos obreros,
\ campesinos )' soldados"." De esta forma, aunq,ue no electo .'para el
primer comité ejecutivo de la nueva confederación, su prese~ua como
partido en su seno le permitió al pe:.\ adquirir una l\10uenCla todavía
mayor en un movimiento de masas muy amplio y radical que daba la
ba~lIa a la GROI\! por la organización y. dirección del sindicalismo me-
xicano."
No es necesario insistir mucho en el hecho de que la fuerte pre-
115
sencia del PCM dentro de la CGT fue producto en gran medida de
que, en 1920 y principios de 1921, el partido no seguía al pie de la
letra la ortodoxia cominterniana. Sin embargo, precisamente en el
momento en que esto empezó a permiurle incidir tan fuertemente en
las posibilidades revolucionarias: ;!ldependentistas del movimiento
obrero mexicano, la ortodoxia bolchevique también empezó a hacer
su aparición en sus filas.
En abril de 1921 salió hacia Moscú Manuel Díaz Rarnírez, primer de-
legado de! PCM a un congreso de la IC -en este caso el tercero-- v al l
Congreso de la Internacional Sindical Roja (ISR). "Desde el punto de vis-
ta de los dos congresos -escribe Taibo II-, poco podía llevar [Díaz Ra-
mírez] de regreso a México, que no operara como un bumerang contra
su partido en el interior de ta CGT".32 En efecto, cuando en el Congreso
de la I~ "se dio lectura .a las tesis sobre la estructuración de los partidos
comunistas. ~...] se enfa~zó una y otra vez la pureza ideológica del grupo
de vanguardia, la necesidad del programa, la construcción del núcleo de
dirección y centralizador de la actividad partidaria";33 y tras los debates
e? torno a los problemas de autonomía sindical respecto a la IC que se
dieron en el Congreso de la ISR, ~ flotaba e! fantasma de! manifiesto de
la IC sobre e! problema sindical, que insistía en que los comunistas debe-
rían dirigir todo y que el lugar del partido era la dirección y el del sin-
dicato ser su instrumento"."
Incluso antes del regreso de Díaz Rarnírez a México habrían de
~mpezar las tensiones entre comunistas y anarquistas o anarcosindica-
listas en nuestro país. En el primer número de un nuevo semanario
del PCM, El obrero comunista, se publicó un artículo en el que se afir-
maba: la .~c1ase obrera es ~evolucionaria, pero necesita del partido. su
vanguardia, para la conquISta del poder"." Este tipo de afirmaciones
chocaban frontalmente con las ideas de los anarquistas de la CGT que,
por otra parte, empezaban a recibir para entonces materiales de Eu-
ropa. en Ic:s que sus correligioriarios denunciaban la dictadura del pro-
letariado Implantada en la URSS por los bolcheviques.
Tres sesiones de polémica tuvieron lugar en México acerca de este
tema; en ellas empezó a quebrarse la fraternidad anarco-co munista
mexicana.
En el Segundo Congreso de la CGT. de septiembre de 1921. se pro-
dUJO la pnmera pugna entre estas dos corrientes a raíz de sus dife-
rencias en torno a la relación que debía guardar el grupo militante
con la organización sindical. Los jóvenes comunistas, "desbordados
por la oratoria de los viejos ácratas",~ acabaron abandonando el Con-
greso y cediendo as~ a los anarquistas su influencia dentro de la orga-
nizació n obrera nacional capaz de disputarle su hegemonía a la CROMo
116
---_.,---,---
Al volver Díaz Rarnírez, él personalmente se hizo cargo de inten~r
la reconciliación, con el objeto de que la CGT no abandonara su 10-
g:'eso a las filas de la ISR. Sin embargo, el informe .que rindió de su
viaje a la URSS -informe. que contenía u~ narración acerca de las
I discusiones sobre las detenciones de anarquistas en el país de la Revo-
lución de Octubre- no hizo sino profundizar la ruptura.
1 Resulta curioso observar cómo, a pesar de lo fuerte y altamente
II positiva que había sido para los comunistas mexi.c~nos la alianza con
los anarquistas, e! Primer Congreso del PCM de diciembre de 19~1 no
procediera a un análisis serio de la ruptura. Incluso, "en la pnmera
fase de caracterizaciones arremetía contra los grupos culturales (for-
I
ma enmascarada de hablar de los anarquistas) a los que pedía que de-
jaran libre el camino a las masas". Se decía también: "la misión de
los grupos culturales toca a su fin en lo que respecta a servir de guía
a las organizaciones obreras".37. Finalmente, en uno de lo~ puntos se
"resolvía reconocer a la revolución rusa como la vanguardia de la re-
volución proletaria, como la única expresión verdadera de la tá.c~ca
que debe seguir el proletariado mundial, y se re~firmaba la c.ond"IClón
del PCM como sección disciplinada de la Internacional Comunista ,33
Es cierto que a lo largo de los siguientes meses el PCM
mantuvo un ojo sobre la CGT para ver si las condiciones de, sep-
tiembre cambiaban. Pero esta pasividad, aunada a las resoluCl~m~s
del Congreso, abrían definitivamente una brech~ entre ~narcoslOdl-
calistas y comunistas. Tres años después, el partido se hizo una au-
tocrítica sobre esta etapa, y señaló como los dos errores más graves
la falta de dirección de la actividad sindical y el boicot a la CGT,
pero sin mencionar que eran los propios acuerdos del Cong:eso, al
establecer el concepto de sindicalismo subordinado al partido, los
que impedían el ree ncue ntro.P?
La ruptura entre los comunistas y los anarq~istas im~rimió as(. en
, la historia del PCM la huella profunda de su pnmera henda: consutu-
vó sin duda el primer paso que alejó a la jovel! sección mexicana .de
la III Internacional de la lucha por la construcción de una alternauv
\ \
independiente del Estado en el seno del movimiento obrero.
Obregón aprovechó entonces el momento para ponerle el ded ·0
la llaga al pequeño partido: entre las medi~ que adoptó pa~a pr pi-
ciar el reconocimiento diplomático de su régtmen POT el goblern ••
tadounidense. expulsó del país a los slackers.
El Congreso del partido de diciembre de 1921 se encontró 1
una organización en profunda crisis, cuyo principal síntoma era
1\7
 hemorragia d~ militantes. Este Congreso se planteó por primera vez
omo estrategIa la transformación de la revolución mexicana en revo-
lución proletaria. ¿Cómo? En el terreno del trabajo obrero, infiltran-
~o. a ~ CROM; en el. terreno agrario, llamando a la lucha por la colec-
uVI~Clón d~ la tierra y a la agrupación de los proletarios
semiproletarios agrícolas en sindicatos; en el terreno electoral, mante-
niendo sus posiciones abstencionisr.as; y en el terreno de las luchas
populares, i.nsertándose en los movimientos de los desempleados.
Fue precisamente en el contexto de este último tipo de luchas don-
d~ el PCM entró por segunda vez en amplio contacto con el rnovi-
n:tlento de masas. En 1922 estalló en efecto un movimiento inquilina-
no en el pue~o. de Ve~cruz, cuyo carácter profundamente popular
lo llevó a adquirir gran Importancia, a extenderse por algunas ciuda-
des del I?aís -entre las c~ales la ciudad de México- y a ligarse a
?breros, Il1tel~ctua.les y artistas. El POI tuvo un papel importante que
Jugar en la dlreCCI?n del entonces creado Sindicato Inquilinario, mis-
ma 9ue compartió nuevamente con militantes anarquistas inde-
pendientes, como el famoso dirigente veracruzano Herón Proal. Fuer-
temente reprimido por el gobierno, con la colaboración de la CRO~I
que !ntenta~a re~u.perarlo para sus propias filas, este movimiento
también su.fnó esclSlo.nes internas; esta vez provocadas por la CCT. La
confederación anarquista, en efecto, lanzó una ofensiva sectaria contra
el PCM en la ~ederación Local del D.F. del Sindicato Inquilinario, acu-
sando al partido de corrupción, de simpatía por De la Huerta y de
falta de radicalidad política en algunas de las huelgas obreras del' mo-
mento.
. En .esta ocasión fueron los anarquisras quienes, por su propio doc-
tnn~r~mo, rompieron .con "la única otra fuerza de izquierda en el
~o~lmlento obrero nacional, que expresaba en esos días un gran rno-
vlmle.nto d~ masas, el movimiento ingllilinario".iO De esta manera, los
cegeustas aislaron al Sindicato lnquilinnrio del movimiento obrero re-
volucionario, dejándolo a ~a merced de la CROM y de la represión. gu-
bernamental. Esta se abatió sobre la Local de Veracruz el 6 de julio
de 1922; y en agosto, por su aislamiento y por sus problemas inter-
nos se desmoronó la Local del D.F.il
¿Por qué canales recibía la IC la información sobre México?
1 Por esas fechas, el PCM empezó a establecer nexos algo más ~-
res con la Internacional Comunista y las distintas instancias orgamza-
o
J tivas relacionadas con ella: la Internacional Sindical Roja y la Interna-
cional Juvenil Comunista. _
A raíz de la asistencia al 11 Congreso de la 11I Internacional de dos
de los slackers que más habían pesado en la creación d~l. PCM -p~-
llips y Roy- y de Borodin, la Comimern Y.E.~~<Jecldier?~_ en~r
una delegació.!!.3-.MéJ9C;<h. ~vo c~.&!:m~~ po~ L~ _~~na,
"uno-cteiOsIñ.ilitantes más brillantes del aparato de la Iniernációnal
Comunista";" y por Sen Katayama, quien en ese entonces era res-
ponsable del B"uro-Americanoae-Iá- Comi.ntero.0 Frai,na y Katayama
llegaron a México a fines de ~921; es deCIr: cuando aun no se consu-
maba la ruptura entre anarqUlstas y comunistas. .
Su estancia en nuestro país fue muy breve. HªI:)lendo. llegado..en
pleno-lYeriodo"de cacería de brujas del régimen de Obregón contra
"los rojos", lo único que l?_s dos represen~ntes de. la IC ~o~ron.
montar fue lr-et-BurÓ""~fexicano de la Internacional ROJa de Sindicatos
-y-t:JlíÍones-cfé"lraoájadotes-:-Co?cibieron a ~ta i~tancia como' "uñ
centro de enlace de los sindicahstas revolucionarios y un punto de
apoyo a la labor cegetista con gran poder de propaganda".+t "También
invirtieron el dinero que habían traído de Moscú ---entre diez y 2~
mil dólares-- en la empresa de profesionalizar a algunos de los acn-
vistas del Buró y de financiar muchas de sus actividades. Pero las _con-
diciones de cla~Jqes_tinidad en las ...<lue se vieron obligados a actuar y
su-aesC"~~ento d~-j~~leñ~ provocaron qúe estuvieran basta~t:e
aislados'de'los acontecimientos nacionales y de los núcleos de acnvi-
cl;-d del partido. . _ .
Fraina, de hecho, abandonó la empresa a mediados de ano y v?lvló
a Estados Unidos.P Katayarna se sumió en el aislamiento, se dedicó a
estudiar y escribir acerca de temas internacionales. y finalm~n~ aban-
donó el país el 12 de noviembre de 1921 con destino a RUSIa.
Por esas mismas fechas, en Mosc~íaz Ramírez parece haber te-
nido_~Q.<;~~~~~vistárSe 9?.!l_)~ml! y 'deJ~tercam6~~n ~l
algunas ideas sobre Mé~co, ~11Jre las que resurgtó el problema e~e~-

---
toral. Cuenta Díaz Rarnírez que tras hacerle algunas preguntas, Lemn
afirmó:
BREVES Y EFíMEROS CONTACTOS CON LA INTERNACIONAL COMUNISTA
No sé mucho acerca de Méxi~Q,_eero teniendo presente su 52.I!.~i-
En el terreno ~I.ectoral, cou~o ya lo mencionamos, el joven PC~I man- CiOñOepaís aépendie_n~e:poco desarrollado industrialmente y ..c~m
tenía una posición abstencionista de la que ya estaba informada, y un proletariado exiguo. tal vez pudiera acep~rse, a~nque _sola~e_~-
con la que no concordaba, la Comintern. te corno medida táctica t~m~~!: _~. ~slClón anuparlamentarIa,

118 119

-----_.- ----_._-- -----~._-..,..-

 .Easa~<!.!'a;}~~~se!1-ª_ ¡m~cep-tabl~,_inadmisible. en países como.Ale-
mama, Canaaá y otros.
------------ -
A lo que D~ Ramírez respondió -escribe Taibo II- "creyendo in-
terpretar la ~p.mJón d~ la mayoría de la dirección de nuestro ~rtido [...l
[que] esa posición táctica pasajera sería modificada en breve".
Unos me~s. más tarde, en agosto de 1922, la Juventud Comunis-
~ -muy criuca de la actuación política del PCM en los últimos
uempos- se reunió en un Congreso Nacional del que surgió, tras
duros debates, la decisión de funcionar de manera autónoma frente
al partido.
A est~ congreso asistió Alfredo Stirner como representante de la
l.nternaclOnal Juvenil Comunista (IJC), cuyo Congreso acababa de rea-
lizarse en Moscú. Su papel fue el de apaciguar los ánimos caldeados,
fundamentalmente a ~vés de su. transmisión de la definición que el
Congreso. de la ~Jc habla establecido con respecto a la relación entre
~ada pa~do naClo~al y su Juventud: el papel de las juventudes -<li-
Je:- es preparatorio, educador, organizador de las fuerzas que debe-
nan e~t~r en el combate", pero debe estar subordinado al partido.
La decisión de autonomía se mantuvo sin embargo, por lo menos en
el terreno formal, y a principios de septiembre Stirner volvió a Mos-
cú con !as credenciales de delegado del PCM al IV Congreso de la IC.
Consigo llevaba una carta del comité ejecutivo del PCM dirigida a su
homólogo de la IC, en la que se desarrollaba una crítica a la forma en la
que se ?abía planead? y llevado a c.abo. la misión de Faina y Katayama
en México y se suger:a que la experiencra no volviera a repetirse.
De acuerdo a Taibo II, en ese momento, no tanto debido a esta
ca~ pero sí en. los hechos, el contacto con la IC se cortó, y perrnane-
cena mte~mpldo dura~te ~Igún tiernpo.w Otros de los especialistas
de este penodo de la historia del PCM no coinciden en este punto.
Robert Alexander, por ejemplo, afirma que apenas dos meses más
tarde llegaba a México otro representante de la IC, esta vez un miem-
bro. del C:PUSA llamado Bertrarn D. Wolfe, a través del cual la Inter-
n.aclOnal l~t~ntaría nuevamente -y esta vez sí lo lograría- introdu-
crr sus posiciones acerca de la cuestión electoral en México. 19
EL PRIMER VIRAJE A LA DERECHA
Tras la ~risis de sus nexos con el movimiento inquilinario derrotado y
en ~e?IO de los ~ndes ava.nces que se estaban produciendo en el
rnovrmrenn, campesino organizado en algunas regiones -sobre todo
120
.
- - ---'1i ••••••••
en Veracruz y en Michoacán- en Ligas Agrarias, a mediados de mar-
zo de 1923 el PCM convocó a su 1I Congreso Nacional.
En él se volvió a discutir el problema electoral. A pesar de que la
.lectura, en voz de Manuel Díaz Ramírez, de las tesis de la Interna-
cional Comunista sobre la intervención en las elecciones fue seguida
de "un silencio doloroso, hostil" y de un arduo debate, el voto a fa-
vor de la posición del comité ejecutivo fue unánime>"
Ante esta decisión, la IC intervino nuevamente por medio de una
larga carta de su comité ejecutivo dirigida al PCM y fechada el 21 de
agosto de 1923.. .
De acuerdo a Taibo I1, la carta, que era una respuesta al informe
sobre el segundo congreso del PCM y al reporte de Rafae~ Carrillo ~-
peitia, delegado mexicano a las sesiones de la Internacional Juvenil
Comunista (IJC), "mostraba un sorprendente conocimiento de la socie-
dad mexicana". Abordaba básicamente cuatro puntos: "La cuestión del
parlamentarismo, la futura elección presidencial, la táctica del 'Frente
Unico' y las relaciones con América Central".
En cuanto a la cuestión electoral, felicitaba al PC~i por haber de-
cidido participar en las elecciones y le ordenaba intervenir también
-cosa que hasta entonces había sido uno de los tabúes de los "ro-
jos" en México-- en las elecciones de los representantes obreros en
las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
En cuanto a la futura elección presidencial, desarrollaba todo un
análisis sobre los sectores del poder en México con miras a apoyar a
alguno. Primero proponía una caracterización del obregonismo como
"una joven burguesía nacional" capaz de garantizar el desarrollo de
México sólo gracias a la intervención del capital extranjero, en espe·
cial el norteamericano, y, por lo tanto, imposibilitada para enfrentar-
se a Estados Unidos. Segundo, declaraba como enemigo principal al
imperialismo norteamericano. Tercero, establecía "que el sucesor na-
tural de Obregón era Calles, forjador de esa burocracia sindical y
agrarista que había colaborado en la caída de Carranza"; ag~egaba
que "la política de un gobierno así sólo podía ser una política de
compromiso social reformista. No podría satisfacer las demandas de
un desarrollo capitalista ni las demandas de los trabajadores y campe-
sinos". A pesar de lo cual concluía: "El partido comunista d~be ~poyar
en las elecciones a Calles, [pero] no de una manera entusiasta : Y la
razón que daba para ello era: "Calles hoy representa protección' para
las masas ante la dominación clerical y reaccionaria".
Pocos días después de recibir esta comunicación de la IC, el Co~ité
Nacional Ejecutivo le respondía de la siguiente manera: "~I pa.rtJdo
comunista de México apoyará aquella candidatura a la presidencia de
121
_
 la República que reúna la mayoría de las corporaciones campesinas y
obreras", una respuesta en realidad ambigua.
Esta ambigüedad se reflejaría poco después en los hechos. En efec-
to, poco antes de estallar la rebelión delahuertista se manifestaban
dos posiciones en el partido. Una la representaba su secretario gene-
ral, Díaz Ramfrez, a favor del apoyo a los rebeldes; otra la repre-
sentaba Bertram Wolfe -para entonces una figura central dentro de
la organización-, a favor del apoyo a Calles.
En medio de múltiples confusiones, la segunda posición salió final-
mente triunfante.>' Wolfe convenció al PC~{ de que la candidatura de
De la Huerta se había convertido en el punto de encuentro de los
e~ementos más conservadores del país, mientras que aquellos que as-
piraban a UIl desarrollo- del proceso revolucionario se encontraban
más bien con Calles. ~z
Si bien este súbito viraje en lo electoral podría parecer indicar una
voluntad del POI de atenerse con más rigor a las directivas de la le,
la nueva política del partido se demarcó nuevamente de estas directi-
vas, pero ~sta vez por su flanco derecho. En otras palabras, no aplicó
las" resoluciones de l~ Internacional que dictaban "acuerdos tempora-
les con la democracia burguesa sobre la base de la autonomía de la
clase ,Ydel ~~~nbate "contra l~ influencia burguesa en las organizacio-
nes ooreras'. Por el contrario, en su apoyo a Calles movilizó al con-
Junto d: su or~aniz.lCión c~mpesina y, al llamar al PLM de Morones y
a} Partido Nacional Agrarista (P:-'¡A) a la constitución de un "Frente
Único", no acompañó dicho llamado con la más mínima crítica a la
línea "reformista" de la dirección moro nista de la CROMo
El Seg\~ndo Congreso del peM constituye por lo tanto la primera
de~C:>SlraClÓndel que sería el rasgo característico de su personalidad
pol.luca durante los .año~ qu: nos toca estudiar-lo: su permanente osó-
I~Clón entre el ultralzqulerdlsmo y la colaboración con el Estado. Pero
SI en 1923 el péndulo osciló hacia la colaboración con el Estado, y
hasta 192'1 el partido ligó su destino a las iniciativas del régimen, en
1925: de~p\lés del Tercer Congreso, volvió a oscilar, esta vez hacia el
ultraizquierdísmo.
La ~ueva dirección elegida por la conferencia ampliada del partido
de abril de 192'1 -<le hecho Tercer Congreso Nacional-e>' no sola-
mente no apoyó a la nueva administración callista del Estado mexica-
no sino que ~ le enfre~ló radicalmen~e. Caracterizó al gobierno de
Calles como el brazo ~zqUlerdo ~el Imperialismo americano, cuyo
brazo derecho es el fascismo y la IOtervención".55 Por otra parte, el
C.ongres.o denunció a los ?irige~lt:s de la eR.oM COIllO "agentes del go-
bierno, Instrumentos del imperialismo americano en México", y llamó
122
---- -- -------------.-
a luchar contra su colaboracionismo de clase y su traición a los inte-
reses de los trabajadores. ~
Se decidió también poner en marcha una nueva política: el trabajo
en la recién creada Liga Anrimperialista, la lucha por el estableci-
miento de relaciones diplomáticas entre México y la URSS y la orga-
nización de una Liga Nacional Campesina que unificara a las nume-
rosas ligas locales.
Sobre esta base y sobre la del ataque a las posiciones anarcosindi-
calistas.t? el peM empezó a desarrollar en e! movimiento obrero y
campesino una política independiente del Estado que se vería brutal-
mente interrumpida en 1928 por las conclusiones uhraizquierdistas
del VI Congreso de la le.
Después del Tercer Congreso el trabajo central de! partido se reali-
zó en el sector campesino. Fue a tal grado fructífero C¡~lela Liga de
Comunidades Agrarias (LCA) de Vcracruz, dirigida por Ursulo Calván
y Manuel Alrnanz;a, se adhirió a la Internacional Campesina Roja; la
LeA ampliada, o Liga de Comunidades .~gr:lrias y Sindicatos Campesi-
nos del estado de Veracruz, adoptó el programa del partido; sus dos
dirigentes fueron elegidos para el prcsidium de la Internacional Cam-
pesina; se crearon ligas campesinas similares en diez estados de la Re-
pública,~ y finalmente el gobierno, temeroso de las posibles co~se-
cuencias del desarrollo de este importante movimiento campeslOo
independiente, decidió reprimir brutalmente a sus I?!lit~lOtes.!>9 .
La represión provocó el desarrollo de una CriSIS entre las ligas
campesinas y el POI. Esta crisis surgió paradójicamente d:1 m.ismo
factor que había permitido su unificación: la línea políuca indc-
pendiente del Tercer Congreso del PCM. Todo parece indicar que P:l-
ra por lo menos una parte del movimiento campesino de los años
veinte, su propia radicalización no estaba en lo más mínimo reñida
con su estrecho vínculo con la izquierda del régimen nacionalista re-
volucionario, heredera del jacobinismo constitucionalista de la revolu-
ción de 1910, pero finalmente integrante del proyecto político central
del Estado mexicano.?? Muchos de los dirigentes campesinos de las li-
gas, y con ellos sus tropas, no pudieron por lo tanto entender, y me-
nos aceptar, el viraje brutalmente anticallista que se había operado
repentinamente en el rcxr a partir de su Tercer Congreso. Los "ga!-
vanistas", por ejemplo, acusaban a la dirección de conducir una políu-
ea sectaria y ultraizquierdista en la CROM.úl
El Cuarto Congreso del partido, celebrado en mayo de 1926, en-
contró por lo tanto a un partido al borde de la ruptura. Ante este
riesgo, ante la presión del sector campesino que amenazaba con es-
cindirse, la dirección comunista procedió a una "rectificación", que
123
 vor de su candidatura, argumentando que "las masas obreras aún no
m~s bien parecía un nuevo viraje muy pronunciado hacia una posi- contaban ni con la fuerza suficiente ni con la indispensable dirección
c.lOn ~e colab?ración c~n el Estado .. En efecto, de "lacayo del irnperia- y. por consiguiente no podían aventurarse en una lucha por el po-
h.sm~ el gobierno callista ~~só .rápld~mcnte a ser un "gobierno labo- der" .71 Un poco más adelante, tras el "desmoronamiento" de la CROM
r.l,s~ . Por .otr~ pa~·te, la dirección declaró que su política de Frente posterior al asesinato de Obregón, el PCM trató de reconquistar a las
~ ruco h~bla sido incorrecuuncntc desarrollada y se comprometió a bases obreras de la confederación al declarar: "ante una burguesía ca-
combatir con. todas sus fuc.rzas" a I~ tendencias ultraizquierdistas da vez más poderosa, este desmembramiento de la clase obrera orga-
que dentro de. sus filas ~mpll'pban hacia la salida de los sindicatos de nizada es un peligroso error"." Una posición que el partido no rnan-
las confederaciones consideradas como reaccionarias.w tuvo sin embargo por mucho tiempo ya que, un poco antes del VI
Después de su Cuarto Congreso, el PCM se concentró básicamente Congreso de la Comintern, donde se profundizó la línea ultraizquier-
en dos tareas: la lucha .antimperialista y La alianza obrero-campesina. dista, la dirección del PCM decidió llamar a la creación de una "terce-
~omo parte ?~ su pol.ít~ca de reconciliación con los dirigentes campe- ra central" obrera.P Esta central se crearía en enero de 1929 con el
sm~s, la deC1~lón 11l~!) Import~nte fue la creación, en noviembre de nombre de Confederación Sindical Unitaria de México (CSUM).H
19_6, de la Liga Nacional Campesina (LNC). Según los historiadores, a la CSUM se adhirieron aproximadamente
. La LNC, que nació. co.n 310 mil campesinos provenientes de dieci- 116 mil obreros y 300 mil campesinos y obreros agrícolas,75 los cuales
séls. cst~d~s de. la r~publlC~, se convirtió en la única verdadera organi- votaron por ':ln programa compuesto por tres puntos: ni un centavo
zació n revolucionaria de los pobres del c~mpo durante la segunda mi- menos a los salarios, ni un minuto más de trabajo, ni un obrero me-
tad de la década dc los veinte. nos en las fábricas, talleres ° haciendas. '
Algunos días antes de la fundación de la CSUM, nada además el
Bloque Obrero y Campesino (BOC), un frente electoral conformado
EL lJL TRA.IZQUIERDIS~IO Sl!ICID ..\ mayoritaria mente por el POI y la LNC.76 El BOC postuló a Pedro Ro-
dríguez Triana, un veterano revolucionario de origen magonista y za-
A.(~em;'\s d~ su tl'~bajo c~mpesino, el PC~! empezó a desarrollar tarn- patista. a la presidencia de la república; su programa de gobierno,
bié n un trabajo sindical IIllport.lnte con miras a estructurar una alter- muy radical." se resumía en las siguientes consignas: "iLa tierra y las
n~u\'~ proletaria frente a la crisis en que se debatía la CROM en 1928 fábricas para los trabajadores!", "iNo al motín político!", "¡Sí a la re-
aSI como frente a las tendencias de la CCT a la colaboración con el volución social!", "{Obreros y campesinos, uníos!".
goblcrno. Durante los primeros meses de 1929 el PC mexicano se encontraba
Los in.tentos del partido por apoderarse de la dirección de la CRO~! ante condiciones muy favorables para constituir una alternaúva obre-
f\l~ron sin embargo boicotea?os por declaraciones de algunos diplo- ra y campesina, debido a que tanto el Estado mexicano como sus alia-
maucos SOViétICOSen el sentido de que los dirigentes crornianos no dos moronistas estaban profundamente divididos y se debaúan en una
eran más q.ue "traidores" y "reformistast.P y de que México estaba
grave crisis.
por converurse en "el centro de las actividades comunistas
vo Mundo".61 Resultado directo de la nueva línea izquierdista
en el Nue-
del v I
Congreso .d.e la IC, estas declaraciones no lograron solamente la rup- I EL PRESIDENTE INTERINO
tura defi~luva entre. el PC~I y los dirigentes corruptos de la CROM, si-
no también la pérdida para el partido de la posibilidad de trabajar Emilio Portes Gil sabía esto y temía un progreso decisivo de la in-
~on la masa obrera de la confederación, a la que el PCM calificaba de \ íluencia del PCM. Sin embargo, la transmisión a todas las secciones de
sana y. en el fondo, revolucionaria't." la IC de la política ultraizquierdista decidida en Moscú en 1928 ha.bria
El P~~I se vio entonces obligado a permanecer dentro del muy
combativo pero estrech~ marco de su trabajo obrero en el seno de al-
\ de proporcionarle los medios necesarios para obligar a los comumst.1S
a dar marcha atrás.
gunos sectores obrerc:>s independientes: el ferrocarrilero.w el minerc.F Para los teóricos del estalinismo de la época, en efecto, después
el petrolero." el textil"? y el panadero."? del periodo revolucionario dc 1917 a 1923 y del periodo de cstabili-
Al sobrevenir la reelección de Obregón, el PCM se pronunció a fa-

124
 !
zació n ?e 923 a 1929,. había llegado, junto con la crisis catastrófica
del capitalismo, un periodo de lucha directa por el poder 1 "t
·00 .. -e
cer ~n o - e? el que la consigna central debía ser "clase contra
clase __Una consigna particularmente sectaria y divisionista, ya que
~xcl~.ua de. la clase obrera a los socialistas, a quienes bautizaba co
socialfascistas".
La. v~rsión. a:eptada por algunos testigos y por la mayoría de los
especíalístas suua el apo~eo del sectarismo del PCMen la posición po_
lítica y en el papel que)ugó durante la primavera de 1929, dentro de
la lucha contra la rebelión escobarisra.ts
. Es~ versión .a~egura que cuando la rebelión estaba a punto de ex-
tingUirse, los dirigentes comunistas ordenaron a sus grupos campesi-
nos que se rehusaran a entregar sus armas y exigieron al gobierno
que arma~a a t?<i0s los lrabajadores del campo, lo cual provocó una
brutal e inmediata represión gubernamental
~~
COntra el partido y la
Rechazando dicha versión de los hechos, Amoldo Martinez Verdu-
go, po; su parte, afirma que en un manifiesto fechado el 5 de marzo
de 19_9 el peM llamaba a los obreros y a los campesinos a combatir
contra los rebeldes, pero ~mbién "a organizar nuestras propias fuer-
zas, nuestros propios c~)Oungentes en esta lucha Contra la reacción",
De ?echo, en este ma nifiesro estaba formulado un programa concreto
destinado a asegurar la derrota de la sublevación.79 Los principales
puntos de ese progra~a eran: la entrega inmediata a las organizacio-
nes obreras y ca.mpesl?as, para derrotar a la reacción, de las armas
que ~o ~staban inmediatamente destinadas al ejército; la depuración
del ejército y del gobierno de aquellos elementos que fueran enemi-
gos ?e .Ia clase trabajadora; el control obrero por medio de comités
de fabn.ca: la puesta a la disposición del proletariado de las imprentas
del. gobierno ~ de I~ prensa reaccionaria; la disolución de las organi-
zaclOn.es ~eacclOnanas, que debían ser declaradas fuera de la ley; la
organI~CI~~ en todo el país de "comités obreros y campesinosca'ntra
la reacción .80
Independientemente de la discusión abierta por Martinez Verdugo
e? torno a este punto,. tanto un llamado a la rebelión contra el go-
bler?o como. el c?ntenldo de este programa implicaban que el peM
a.nallzaba I.a.situación política mexicana del momento como una situa-
ción de CrISISrevolucionaria en la que él y sus organizaciones filiales
o adherentes tenían la posibilidad de tomar el poder La f
·ó· . e icaz repre-
SI ,n que se abau? tanto sobre sus filas como sobre el BOC v la LNe,
asi como la, rápida recupe~ción del Estado mexicano -.que muy
pronto habr ía de darse su Instrumento unificador central, el PNR~,
126
------ _.
no hacen sino demostrar que tal apreciación del contexto político me-
xicano de la época --apreciación derivada tanto de las tesis del VI
er-
Congreso de la IC,SI como de la práctica ultraizquierdista del ?CM en
los años 1926-1929-- era profundamente errónea y que la política de
ella resultante fue fatal para los comunistas mexicanos.
mo Su primera co~uencia seria fue la ruptura del ?CM con la LNC y
la expulsión de Ursulo Galván de sus filas. Existen por lo menos dos
versiones acerca de las causas de esta ruptura: que los dirigentes de la
LNCconsideraron "propicio" e! momento en que se desataba la repre-
sión contra el PCM para romper con él y adherirse al PNR,~ o bien
que la ruptura con la LNe no fue sino la consecuencia de la expulsión
de Galván, ella misma provocada por divergencias entre el cc del
PCM y la IC.$3Sin embargo, la investigación que este tema aún mere-
ce no puede no explorar esta otra posibilidad: que frente a una crisis
.. nacional de esa gravedad, en desacuerdo con las soluciones propuestas
por el "partido del. proletariado" y no sintiéndose capaces de afrontar
la crisis por sus propios medios, Ursulo Galván y los suyos no encon-
traran otra salida que la de aliarse con el ala radical de la pequeña
burguesía en e! poder.
Para el verano de 1929, el "partido del proletariado" mexicano no
sólo había sido diezmado por una de las más feroces represiones que
se hayan abatido jamás sobre la izquierda mexicana y no sólo era vio-
lentamente criticado por la IC,Msino que, enemistado con los sectores
obreros tanto de tradición anarcosindicalista como de filiación moro-
nista, y con la izquierda de! régimen -los Tejeda y los Múgica-,
acababa además de perder su importante rama campesina. Pérdida
que constituye la segunda y sin duda una de las más graves heridas
sufridas por este partido, ya que, entre otras cosas, con ella perdía "la
posibilidad de contrarrestar [...] e! retroceso que e! gobierno [...] em-
pezaba a imprimirle a la reforma agraria".8-S
1929 marcó entonces la transformación decisiva del PCM. Inde-
pendientemente de la política sectaria u oportunista que hubi.ese podi-
•
do desarrollar en tal o cual momento, incluso bajo la presión o las
directivas de! ejecutivo de la le, el pe mexicano había sido hasta en-
tonces un partido débil, con indiscutibles aspectos de secta, pe~o c?n
serias ligas con los obreros y campesinos a través de su~ .orgamz.aclO-
nes de masa, en las cuales trabajaban arduamente sus rnilitanrc . De -
pués de la rebelión escobarista no quedó gran cosa de e . li .
No habiendo conocido todavía, debido a su extrema Juventud, las
consecuencias de la "bolchevización" propiamente di ha, ·1 P M sufrió
en 1929 una transformación radical: la nueva dirección que habría de
encabezarlo a partir de diciembre de 1930&6 -aqu 11 que lo seguiría
127
 conduciendo cuando Trotskv llegó a México- quedó conformada
elementos incondicionales de la disciplina internacional;
por
por gente de-
-, 1
1
tuvo más o menos estable y tranquilo h~ta el momentq en que el
PCi\1 se...enfrentó.abiertaITlen[e-aportes,qi1 en 19_29<-'
cidida -lo demostraría- a aplicar, fuese cual fuese el costo para Mé-.
xico, las directivas estali nistas. . D~sp!l_és .de la represión I?ortesgilista ~o~ Jos co~uE,~~._~_on-
cretarnente .~~ués .. del _a5esmato~ d~-~a~~upe. Rodríguez, ,~l!l~~nte
De esta forma, sin nunca haber sido un partido de masas, en 1929
campesm~ duran~~e_d~ la.,!:~c-, la. Conllnter~, desató una c:am¡:a-
el PCM se convirtió en un partido estalinista.
ña muncl!ar-de--protesta._ contra ~l gO~ler~ me~ca~~: ,Los, r,ec~~s
~-e5m~~uscitó por parte ?e .las auton~~d-=s m~Xlcan~, fu:.~o,~_!~c?~-
UNA MUY DURA CL\NDESTINIDAD
7:rcíoS por la cancillería sov!é!J~a,,~a cual arguyó la no reTacl.?n or~á~~-
cacIelaic con el gobierno de ,la URSs-¡,por lo-tanto.rta Impos.l~llI-
dacraeeste-últimó deresponsabilizarse por las acciones de la IC.
Sin aliados políticos y alejado de las masas, el PCM constituía una pre- LaS relaciOnes' entré los dosl'iaTsérno-podían' sinoveriffiarse. y fi-.
sa ~articularme~te fácil para los gobiernos del Maxirnato, que se pro- nalrnente se congelaron en noviembre de 1929 a raíz de un incident~
pusieron destruir todo aquello que pudiera constituirse en un centro en la frontera chino-soviética sobre el cual México externó su OpI-
de resistencia obrera y earnpesina.
nión. ~~.9!I.~~.qui~n,,~ Ji~es de ~nero_ de!?yO:tom~, l~ de~isió~.~e
La represión contra él fue por lo tanto inédita, brutal: sus militan-
~~Etl:!r<l_d~_!el~99nes __<!Ip'16~;ttrcaS. CUnosan~ent;, dicha decisión
tes fueron detenidos, deportados o asesinados, sus periódicos fueron
no fue anunciadapor Portes Gil de manera oficial." Fu~ además .to-
prohibidos, sus locales cerrados, sus amigos perseguidos.
mada en desacuerdo con Mo rrow, el embajador estadounidense, q~len
.Qcsde j~lio de 19~?!, el, pO.f.c~~acterizó al régimen de Pº1.:.t~s Gil argüía que la "tendencia internacional ~n aquellos ~omentos era J~-
~~o un ~~~~~:~ ~~St.'l,87 y decidió desarrollar una política a la que tarnente lo contrario, es decir, normalizar las relaciones con el régi-
caltficó"-Cíe 'resistencia a ultranza", constituida por acciones minor ita.
men revolucionario ruso", tal como lo había hecho recientemente la
rias y por un rechazo absoluto de cualquier colaboración con la CRO~I Cran Bretaña y como Estados Unidos podía hacerlo en breve.
y la CGT.88
A pesar de ~stos conflictos, en este pe~odo se f?rj,ó ~n Méxic? una
, Este prº-~<L.<i.~~nfr<:.n~~ni~nt().~ntre los representantes de la polí- generación de militantes comunistas dedicados, ~lsClphnados,_ sólidos,
u:a exterl(?:.~t¿~ió~_~.~ié~ca en i\.-.(é~ico] el gobie.rno culmina- duros y muy activos en la primera fila del trabaje::>en peq~enas y en
,~con la .!.Qp~!:~_de relaciones entre los dos países. Es necesario re- grandes empresas -sobre todo entre los ferroca~nleros, rruneros, me-
coroar aquí que México entabló relaciones dipl9máticasco~ URSS
talúrgicos y petroleros-, entre los obreros agnc~las y entre, los de-
:en agosto de 1924, convirtiéndose así en el primer gobierno Iaúi1Oa- sernpleados. Una generación verdaderamente her~lCa cuya actitud, re-
'me rica no eñ "dar ese paso. El primer embajador que representó a
flejo de su fe política y del lugar qU,e se, habla gan~?o en estos
nuestro país en territorio soviético fue Basilio Vadillo, mientras su sectores, no reflejaba la política de su dirección, Tal política. en efec-
homólogo en nuestro territorio fue Stanislas Petkovski. Las relaciones I to, provenía de las directivas -algunas veces rayanas en lo absurdo-
no fueron en un principio del todo fáciles y de hecho se Iimitaro n al I de la' IC.90
;intercambio comercial. En diciembre de 1926 Petkovski fue rernplaza- ¡
'do por una de las figuras femeninas intelectuales y políticas más des- ¡ El resultado de este proceso fue que en octubre de 1933, cu~ndo se
constituyó la Confederación General de .Obreros y ~ampesmos de
,t.'lcadas dentro del marxismo ruso: Alejandra Kollontai, En este perio- I México (CGOCM), Vicente Lombardo Toledano -graCias a su argu-
do las relaciones fueron mejores; la Kollontai sostuvo incluso una ;\ menta del "apoliticismo't=-?' logró hacer a un lado al PCM, a l?esar,de
comunicación interesante con algunos miembros de la comunidad in- 1
que éste había sido uno de los principales actores de la umficac~6n
telectual mexicana, como por ejemplo -<:omo lo menciona Enrique obrera desde marzo-abril de 1933,92 y de que la nueva confcderacl~n
Krauze en su Caudillos culturales m la revolución mexicana-e- con Ma- ¡. es t.'lba 'básicamente conformada por los nuevos sindicatos de industria,
nuel Góm~z Mortn. Ko llo ntai fue a su vez sustituida en 1927 por el
en los que los comunistas tenían i!lc~uso mayoría ..
doct~)f AleJan?ro Makar. Dos años más tarde, en 1929, el gobierno La gloria de encabezar al movrrruento ?brero ind p .ndicnte de fi-
mexicano envió a don Jesús Silva Herzog en sustitución de Vadillo. nes del Maximato y principios del cardenisrno r ay ,¡ bre Lorn-
El cauce de las relaciones diplomáticas entre ambos J~_aíses se I!.lan- bardo, el "brillante intelectual del rnovirni nt br r ", y n br lo
-- .-------- --._--,.-
128
129
 . 1 ué punto el viraje del PCM era
de obreros pudieron
apreciar iasta q . Ante la sorpresa de
heroicos militantes comunistas de las dificiles luchas cotidianas. Sería áserían sus consecuenCIas.
•

profundo y cu n g;~;e;bsolutamente dispuestos a apoyar a los ~omu-

también con Lombardo -máximo dirigente del Comité Nacional de
decenas de delega direcció de la nueva confederaCIón al
Defensa Proletaria (CNDP) y de la CTM-, no con los comunistas que . le ganaran la ¡reCCI n d I
J1lStaSpara <:lue los "Cinco Lobitos"), el PC\I, en aras e a
tanto hicieron para constituir ambas organizaciones, con quien Cárde- equipo de Fldel Veláz~~ez ( ndidatura -triunfante en la votación-
nas buscaría un acuerdo que reforzara al Estado y le permitiera en- unidad ant<: todo, reuro la caSe' d Organización Y se la cedió
frentar al imperialismo. de ~liguel Angel Velasco a la cretaria e
97
:1 Velázquez. . . e isodio constituyó la primera Olues~ra
Ese tan conOCIdo y trágICO -~ d l PC\I estaba dispuesto a sacrifi-
EL FRENTE POPUUR clara de que, en aras de la UnI a .' ~e 1; c ~a frenteat-E.sta-
car completamen~a~n_~n d ~nCIa r:--------- --------
La vida del PCM durante _el primer tercio del periodo cardenista rto-o-a-su-ª!íailiiJ;L~urocra~la-sl~dlca . ás adelante las razo-
(f935=1936)-;ántes de la llegada de Trotsky, estuvo marcada por tres ~rR eltas?" explicana muy .claramente m di l
JOs, evu . f' a az en ese momento de me Ir as
importantes fases: ~úbito y__~di<:~ _.Yj~je hac~_!!~_ ~1Jtica- de nes por las cuales e~~I'~~bl2-a--uzada-po- r el I11iSñ\oparua-ó en
F:rente_!,q~~ca _Dlíz_d(!l v~~_~~eso de la _~~u activa participa- conseCuen_(Ia.'>-· - de-su-nueva po. iuca, odu .' -.r:a--Tñtre-·óüas -- ·----1 R-evue taS
ción- en la victoria de Cárdenas sobre Callés y en la unifícacionobre- ~-d'-- 1937 orno de "unidad a tacos . .'-
\l1110
J~r:-- e___ e ..--·----~tales- a terrible e IOcuesuona-
rá: -y,finalmente, el principio de su propia subordinación a Lon:t~do señala dos razones .- co I110
d-
lasfUndamenLaIC;=>:
__ de . la_. revo Id
_.¡----..,-;
UCIun-··-la···'·r-g· =ec¡a-
IC.,_~,__
. '---d
es e-
Toledano y, por medio de él, al Estado cardenista, -blt:nutbi'ictad del "esta ojnayor . l c;;ñlún'isra:-Vly-algnoranéia
'Durante los primeros meses del régimen cardenista __el tono del - 1 -., - cuti,,·o-de-la InternaCIona ' .
DI, e ~~!l!~_e.Je --f:--- de loS--¡llitit:antes comUnIStaS
PCM no vario: acusaba al nuevo gobierno de "ésiar preparando=ta 'y'--Ta--blta de cultura general y. po iuca d od tipo de debate de
nueva masacre de obreros- y campesinos";9!t- enelmoñiemo del estalli- .
mexicanos, a lep- d os d e su propIO _ pasado, . e t o
do de la crisis Calles-Cárdenas, lanzó su famosa consigna "Ni con Ca- -id partidaria democráuca. d
ideas y d e una \ ¡ a ., l udo depurado de muchos e
lles ni .con Cárdenas", dado que vela al segundo (amo el repre- En enero de 1937, este nllnusc.u o par, r ~ionarios sometido a las
sentante de la izquierda dernagógicadel PNR y, por lo tanto, como al sus' e!enlentos obreros y campelsmods ~e.\o u de Cárdenas y de Lom-
más peligroso por ser susceptible de provocar el fascismo. -,-.--'--. - 1 ' 'como a as eCISlOnes .
lllreCUvas de__~~~-?S1 . d una campaña -en realidad una
Apenas hubo concluido el VII Congreso <!(:J.LIC, esta lín~ política b;udo Toreoano, tuvo que e mLePÓre n {r ts kv sin duda una de las más
cambió radicalmente, a pesar de las resistencias dc:_~- delegados ~xiea- cuer ra 'a 'rn ue rt.e-r-: contra n , _ro d '1' . l xx
nos presentes en dicho Congroo.~ A partir de ese momento, el régimen o . l tales y pohucas e slg o - - . .
g-r:indes figuras mte ec u f desigual Carlos Monsl-
de Cárdenas seria caracterizado cómo" "nacional-reformista". "más pro- id n que esta guerra ue . ..
Algunos consl era .. '_ .L - -- México era como un
gresista y democrático que los anteriores gobiernos mexicanos y que }os .' _.. lo escnbló que T'rots kv, en " -- f
\'aIS, por eJemp, l ··99 Y sin .embargo ... sin emb:lfgo, ue
gobiernos burgueses de IÍl~ - ~,":96' Y sobre la base de una
l\ipopótamo en ~hapu re pec -a ovó en ~st~- falange tan \'aliente, C?-
profunda autoa1tica -{}ue no tocaba a la IC- 96 el PCM iniciaría una po- '-!Íllicamente graCIas a que se P. los corruptOS en el presuglO
lírica radicalmente nueva: la construcción del Frente Popular, consigna Ii . d n los creventes como en '
1110 Imita a, e . _ más nobles tanto como en
central para los partidos cOñi\lniStaS-del mundo entero a partir del VII de la revolución rusa, en las e.=>l?eranzas'·1 e Stalin logró al-
Congreso de la IC. , ' . pohCIacos mas VIes, qu '. .
los metodos burocraucos ~ _ d - .-.- --- "años: la elilluna ió n de.
El cambio de política no significó en lo más mínimo una disminu-
ción de la participación del PCM en la primera fila de las principales
luchas existentes en el país durante los dos primeros años del carde-
'1' .
ca nzar en ." e xico su
·l:rotsky. Repitamos, sin embar?o, que es
obieuvo
J
e tantos·

fuerzas del PC\\ n~ ~:leron sufilICleO[e~.pagr:ntes de muchos mas có m-

Ir:
. almenlc cierto que as
buena ejc uci n de es-
l

nismo: la creación del CNDP, el combate contra "Los Dorados" de Ni- t a tarea, qlle
requi no de muc lOS mas a ,
colás Rodr-íguez el 20 de noviembre de 1935, las muy numerosas plices.
huelgas, la fundación de la CTM, los grandes movimientos de solidari-
dad con las huelgas de los sindicatos de industria en 1936, etcétera.
La fundación de la CTM fue sin embargo la arena en la que miles
131

130
 EL ADvERSARIO ENCUBIERTO: VICENTE LOMBARDO TOLED.-\.~O ¿Es posible definir al Lombardo de enero de 1937 como un intelec-
\1 tual. como un teórico, como un sindicalista o como un político marxista?
i Marxista, apástol del socialismo o político ~ ¿Es más correcto cousidcrarlo más bien como un marxista integral que
desarrollaba su acción tanto en el terreno de la teoría -el intelectual-
En enero de 1937, Vicente L~I?bardo Toledano era, después de como en el de la práctica -el sindicalista, el político-? ¿Era, como lo
Cárdenas, la segunda ~gura política de México. Máximo dirigente piensa Enrique Krauze, no un marxista, sino un ~póst?l mexicano. del
de la poderosa CTM, aliado del presidente de la república, es hasta \ socialismo? O bien, ¿puede uno considerarlo más bien Simple y sencilla-
hoy p:e~entado muy a menudo como el "introductor del marxismo"
mente como un político?
en México. Sólo la historia puede ayudarnos a resolver estas interrogantes. y
Invitad , . 1935 1 C9}!gr~.~~.~e la Internacional Comunista al p:na comprender a Lombarda 'i su "marxismo no comunista" es ne-
_ volv.er a__~~o.-2Lde.cl.aró....eL.m~or aeros---arñi-;ros--oeT;'ÜRS$""' de cesario que despejemos las dos variables de la ecuación que él repre-
Stalin.
"., _'~ Declarándose "marxista"
., ñO-porén-;:-o·-:r7eJ·goosaed~·
uu ueOCIeCleclararseI - --..-no senta: la del ·'político-intelectual" Y la del ·'político-sindicalista".
~mumsta ~ !,"'-'"~SÓ~O ~, __ e, a(llimoaI!~ siiio-qu-e" desarrolló "en el
s~"~~e l~ ~M ~lla pO~lt~ca ~a_~a vez mas contranaa-lü"s comunistas, El jJolítico-inlell!clual
qu~ ~~b~ p_or fa:,_orecer .~~ equipo de burócratas sindicales encabeza-
~sPo.LFlder_':'elázquez, -." .---- El nacimiento de un idealista ajeno a la revolució n.
Es a .este homb:e -::Iuien s~guiría siendo por varios años un sím- Originario de Teziutlán, Puebla, nacido en una próspera familia
bolo, pilar de I~ .mtelliguentsla revolucionaria, y a quien llamarían nato-mexicana de comerciantes y empresarios mineros, Vicente Lorn-
Maestro en Amenca, I:atina- al que trataremos de presentar y de bardo Toledano recibió, como primera formación educativa, la de!
comprender. en las pagmas que siguen. ' positivismo, la ideología de la cual se servía la clase dominante porfi-
Independlen~emente de lo que cada quien piense hoy acerca de rista para justificar su poder, pero también el sistema que permití?
Lornbardo, nadH~ pU~,de negar que si el México de hoy le debe a Cár- darle a la educación en México una base más científica y menos reli-
den.~ la consolidación del Estado monolítíco y centralizado que le
giosa.
abno de par ,en/ar las p.uertas a la modernidad que la revolución de Dos años después del estallido revolucionario de 1910, e! brillante
1~ 10 n? hab.la logrado SInO entreabrir, sin Lornbardo esta tarea hu- joven teziuteco ingresaba a la Escuela Nacional Preparatoria de la
b.lese Sido, SI no imposible, por lo menos extremadamente dificil y ciudad de México. Para entonces, su familia había venido a menos y
nesgosa. el Lornbardo de dieciséis a veinte años de edad, que durante los seis
. Cá~denas Y: Lornbardo p.ertenecían sin embargo a dos visiones olí- años anteriores había vi vicio en la opulencia, tUYO que prepararse pa-
uca: .internacionales y nacionales diferentes, a dos distintos prov!ctos ra el total colapso económico familiar que sobre\·endría en el periodo
poli~co: que al~unas veces estaban incluso alejados o eran divergen- en el que él tenía entre veinte y veintiséis años: 100 es decir, durante
teso ._Como explicar esta paradoja? los últimos cinco años de la lucha re\·olucionaria. Cada una de esta
Al ~esembarca r en México, donde tuvo que afrontar desde el pri- fases en sus primeros años de vida lo marcaría profundamente. .
mer día la guerra estalinista en la que Lombardo jugaría un impor- Por el momento en el que Lomb:ndo ingresó a la Escuela Na Ion I
tante papel .' Trotskv
. _. no tar.~ déo en p Iantearse todas estas preguntas. Preparatoria, se convirtió en uno de los integrantes d la 1I. 111. d.
Fue el pnmero tnC.h1SIV~en proponer de este hombre, al que conside- "Generación del 15·'. Más que formada por los positivistz s, esta g 11 -
r?ba .~u adv~r.sanp mexlC~no m~s inteligente y peligroso, una caracte- v
ración lo fue por aquellos de los miembros del Ateneo de .1. )u 11 \10
n~Clon I-'ol~uca que pudiese situar las relaciones de Lombardo con que no se autoexiliaron en 1914 y que, a pesar di. P bu 15m qu
Cárdenas aSI CO!TIOCOIl el Kremlin, con el PCM como con las masas les guswba proclamar, no pudieron sustraerse a la efcrvc , 11 ia p< ¡¡o
obreras mexicanas. Volveremos más tarde sobre esta caracterización. uca nacional de los años 1910-1914 y delinear n un imp iautc pro-
Pero es necesano ante todo tratar de comprender al personaje tal yecto de transformación de los asuntos de la . .liur: y de 1 • d 'mi •.
cual ~e 'presentaba frente a Trotsky en el momento de la llegada de . Moldeada intelectual y acaclémicament p r i\lIl ni
este último a Tampico. vasconcelos, la generación del quince h 'r '<1 de -1\ s, 11

132 133
 doctrina sino un compromiso con la sociedad: llenar el vacío que los
ateneístas habían dejado al partir, trabajar por "la protección de la
Patria por la Ciencia";'?' salvar a la "Grecia rnexicana L'P? tomar en
su~ manos la responsabilidad de la construcción político-cultural del
palS.
Demasiado joven aún en 1915 como para verse obligada a asumir
compromisos políticos, esta generación -<uyos más brillantes inte-
grantes, entre los cuales Lornbardo, fueron apodados "Los Siete Sa-
bios" _103 fue conducida por sus dos grandes maestros a afrontar el
mundo de ~a guerra y de la revolución, no a través de la búsqueda de
la verdad smo a través de la búsqueda de la revelación -de actitudes
místicas que pudiesen llenar el vacío dejado por la desaparición de los
años de paz. .....
Lombardo era entonces el alumno favorito de Caso. En 1915 --es-
cribe Krauze-s- él y sus compañeros lo escuchaban fascinados discurrir
acerca de la "psicología del cristianismo" o acerca de Sócrates, citar a
Ernerson, a Tolstoi, a Lute ro, a Pascal, y desarrollar sus teorías acerca
de la "existencia de la economía y caridad": mientras a unas cuantas
calles solamente tenían lugar las tumultuosas sesiones de la Conven-
ción, que rugían con las citas de Danton, Marat, Kropotkin, Marx,
Ferrer Guardia, Nietzche '?' o Benito juárez y Simón Bolívar.
Sintiendo su ho~Z?nte. amenazado por la revolución, estos jóvenes
entrelazaban su ~udlaneldad con I~ ?e ella pero sin participar, y bus-
cando una solución -<omo lo escribió Manuel Cómez Morín- en el
"~lto místico de la afirmación categórica, de la fe en una revelación
milagrosa, de la co~fianza en nuestra vitalidad apenas descubierta't.t=
Desarrollar y onentar esta "vitalidad mística" sería un largo proce·
so para cada uno de estos jóvenes, quienes estarían llamados a jugar
sobre .todo e.ntre 1920 y 1930, papeles determinantes en la política,
en la mdustna y las finanzas, o en la intelectualidad mexicana.
A partir de 19.15 cada uno de ellos ya empezaba sin embargo a de-
terminar s~ camino. Para algunos sería la poesía, para otros los pro-
blemas SOCialeso el mundo académico. Lombardo se orientaría muy
pronto hacia el estudio de los problemas educativos.
• El evangelista de la cultura.
En 1916, a la edad d~ ~eintidós años, Lombardo abordó por pri-
mera vez el tema del socialismo, en una conferencia 106 en la que sos-
tuvo que ae todos los problemas del país, el más grave y urgente era
el problema moral.
Secretario de la Unive~i~d Popular en 1917, estableció sus prime-
ros contactos con el movrrmento obrero organizado en 1918,107 pero
134
T
!
dirigiéndose a él a título de intelectual y preconizando la necesidad
de la educación, de la cultura y del saber para los trabajadores.
Como lo escribe su biógrafo Rober P. Millón, en 1919, es decir, en
el momento en que Lornbardo terminó su tesis de licenciatura,l08 era
muy dificil encontrar en México literatura marxista, Esto no le impi-
\ dió sin embargo al joven estudiante de derecho declarar en dicha te-
sis que se consideraba un enemigo implacable de la teoría marxista, a
la vez que reconocía que El ManifIeSto Comunista era el "documento
I más importante del siglo XIX", Y Marx "la figura más importante de
la historia de las doctrinas morales y políticas del siglo" .109
( Designado poco después como jefe del Departamento de Bibliote-
cas de la recién constituida Secretaría de Educación, Lornbardo parti-
cipó en la primera fila de la cruzada cultural vasconceliana, a cuyo di-
rigente consideró desde entonces, no su guía en el terreno del
pensamiento corno lo era Caso, pero sí su modelo en el terreno de la
acción.
Como lo destaca Krauze, en 1922, mientras que su amigo Górnez
Morín se cuestionaba acerca de las influencias que tendría la revolu-
ción rusa en el mundo.'!" Lombardo estaba sumido en la lectura de
Los Evangelios, se proponía contrarrestar los ataques de la Iglesia con-
tra el articulo 27 constitucional sobre la base de argumentos religio-
SOS,III y decidía la manera en la que sería un buen cristiano: 11% predi-
car en el movimiento obrero sus ideas contraevangelizadoras, que
consistían en pregonar el advenimiento de un nuevo mundo justo,
moral y culto.
El intelectual se enfrasca en la polltica
Para llevar a cabo esta tarea, Lombardo se acercaría al movimiento
obrero. Habiéndose afiliado al PLM de Morones en 1919, trató de
aproximarse a este último, de ganarse su confianza y de convertirse
en su consejero.
La carrera política que emprendió en 1922 estaba así basada en un
. método que consistía en educar a los educadores. En un principio esta
carrera no fue sin embargo muy brillante. Fuera de su labor corno se-
cretario de Educación de la CROM, los cargos de Lombardo como gober-
nador y como diputadol13 se vieron afectados por las consecuencias de la
batalla política de Obregón y los agraristas contra Calles y los laboristas.
Sus primeras lecturas marxistas -El Capital- datan de 1925. Sin
embargo, en 1927 seguía definiendo al socialismo como:
Un movimiento de rebelión contra la materialidad de la existencia,
135
tt
 una revisión, en suma, de los valores actuales de la existencia para
equilibrar e! vivir físico y el vivir espiritual.!'"
Alrededor de 1926, surgió también en Lornbardo, por primera vez,
una inquietud por problemas de índole más internacional. A raíz de
la brutal reacción del presidente estadounidense contra la ley sobre el
petróleo que el Congreso mexicano acababa de aprobar, Lombardo
escribió Lo. doctrina Monroe y el movimiento obrero. En este texto estable-
ció una muy curiosa división de! mundo; 115y desarrolló por primera
vez sus ideas sobre el imperialismo; proclamó que sólo una fuerza era
capaz de contrarrestar su poder: "el clamor del proletariado en el
mundo"; se confesó un "marxista insatisfecho", expresó algunas con-
clusiones basadas en un determinismo geográfico; 116 expresó su respe-
to por la Federación Panamericana del Trabajo dominada por la
American Federation of Labor (AFL) de Gompers, y esbozó una curio-
sa posición nacionalista que le llevó a escribir:
Pertenecemos al proletariado porque somos mexicanos; somos me-
xicanos porque somos miembros del proletariado. Jl7
LA POLÍTICA PREDOMINA SOBRE EL INTELECTO
El principio de la verdadera carrera política de Lombarda se produjo
durante la crisis política que se abrió en el país en 1927 a raíz de la
reelección de Alvaro Obregón: en nombre de la CROM, Lombardo de-
fendió en la cámara de diputados 118 la reelección del caudillo.U? No
por ello -y magistralmente- dejó de esgrimir en su discurso
una cierta prudencia ante dicha posición, prudencia que tenía como
objetivo tanto el dejarle a la CROM una puerta abierta en caso de que
tuviese que proceder, en un momento dado, a retractarse, co-
mo el no permitir que se dudara acerca de sus convicciones antirree-
leccionistas.F?
Cuando Obregón fue asesinado y Morones fue acusado por los
obregonistas como el autor intelectual del asesinato, Lombarda empe-
zó a deslizarse hacia las esferas del poder dentro del movimiento
obrero, proponiendo una línea que nunca había sido la de Morones:
la ruptura con el gobierno.
Ante el fortalecimiento y la unificación del Estado simbolizados por
la creación del PNR, y ante el arribo al poder del régimen anticrornia-
no de. Portes Gil, Lombarda fue el primero en tomar la palabra con-
tra el nuevo presidente, en defensa de la CROM.121 Y el 6 de diciem-
136
bre de 1928, respondiendo a su iniciativa, ésta rompiO con el nuevo
gobierno. La estrella de Lombarda había empezado a brillar.
A partir de entonces, Lombarda --quien se había ganado ya a una
quinta parte de los dirigentes medios de la CROM- y Morones se
convirtieron en los polos de una encarnizada batalla que el primero
ganaría después de varios años, durante los cuales combinaría las ini-
ciativas políticas con un frecuente repliegue táctico hacia un refugio
que lo volvía intocable: la intelliguentsia.
Resurgió así el "apóstol Lombarda" a quien el "político Lornbardo"
había guardado en un cajón entre 1924 y 1928. Se acercó a muchos
sindicatos que le pedían una asistencia técnica, retornó sus conferen-
cias obreras, decidió explotar sus innegables capacidades oratorias, de-
dicaba muchas horas a escuchar pacientemente a los obreros contarle
sus problemas y, por primera vez, seguro de que su audiencia crecía,
\
\ dirigió también algunas amonestaciones a los sectores patronales y a
las capas políticas dirigentes.
A los empresarios Lornbardo les pedía que entendieran la urgencia
de que abandonaran sus insaciables apetitos y los remplazaran por
una organización científica del trabajo:
Somos una nación en formación, no un pueblo hecho. De ahí la
importancia de definir el objeto de nuestro esfuerzo colectivo, fijar
medios y asociar y educar voluntades para alcanzar el fin [...] El
único camino es el trabajo científicamente organizado [...] La revo-
lución empieza a vivir la etapa de su organización, a cambio de las
quejas del pueblo, de sus lágrimas y de su sangre; démosle bases
indestructibles, fundamentos técnicos, cauces científicos que conduz-
can a su labor; abandonemos el discurso estéril y la anarquía de
nuestra actividad sustituyéndola por la obra constante y el sistema
bien meditado.F?
A los dirigentes del gobierno los invitaba a contribuir para hacer
de la transición histórica al socialismo un evento sin desorden; final-
mente, hacía un llamado a la conciencia de los obreros en el sentido
de que se educaran y no se convirtieran en los instigadores del caos
revolucionario.
En 1932 Lombarda proclamó la inminencia del dilema "socialismo
o caos",123 y se declaró "marxista no comunista"; una posición que
ilustró en su artículo "Socialismo, comunismo, ignorancia o mal-
dad";'>' Y que estaba en franco desacuerdo con la conducta del peque-
ño PCM que se encontraba entonces en su fase ultraizquierdista y sec-
taria.125
137
____________ .."•••.••......
""""',.,.
•••
.,-.-.,..,.,""''''
",.,....,-""'""...,.-'""'1""='~.,.--~-----
 - - ~-_.
El político-sindicalista
El 19 de septiembre de 1932, en su discurso de renuncia a la
CR~M, a la q~le dejaba en manos de Morones, y seguido por una ma-
yona de sus Integrantes que querían constituir con él la "CROM depu-
rada", Lornbardo declaró:
Se.guiré .si~ndo, pues, ra?ical, ma~sta,
mi convicción,
aunque no comunista, por
hija también de mis estudios y de mis observaciones
s?bre el pano~ama soci~l del mundo. Seguiré siendo internaciona-
lista y combatiré al nacionalismo chauvinista, trabajando, en suma,
por el advenimiento de una vida mejor, previo el cambio de! siste-
ma burgués imperante.· ...
Si el movimiento obrero, a sabiendas de que nada importante
puede esperar ya del gobierno =-detenido en e! camino de! cambio
social~, cr~e que deb.e olvidarse de la doctrina, del futuro, y que
su mejor tacuca consiste en una 'serie de combinaciones, treguas,
componendas y esperas que lo alejan constantemente de la trans-
formación social de fondo, perderá su único valor: el de la fuerza
inte mporal, revolucionaria y crítica, para convertirse en una
fuerza sin sentido que gira alrededor del Estado capitalista. 1~
. En este I.n.omento líder indiscutible de un importante sector radica-
lizado y militante en e! D.F. Y en varios estados de la provincia."?
Lombardo enarbolaba un discurso radical: incitación constante a la
acción de los obreros, reivindicación de demandas como la nacionali-
zación de las fuentes de producción y ataques contra el gobierno y
contra el propio Calles.
Habiendo dejado la CROM, Lornbardo no dudaba en atacarla. Ata-
caba violentamente también al brazo obrero del PNR que el gobierno
trataba de constituir, la Cámara Nacional de Trabajo. Perfectamente
consciente por otra parte del poder de sus huestes, el 11 de marzo de
1933 creó con ellas la "CROM depurada", y declaró desde el primer
momento que ésta rechazaba toda relación con la AFL, se proclamaba
i~dependiente de cualquier partido político, demandaba la participa-
CI.ó~obrera e~ e! desarr?lIo económico del país, exigía que se le pro-
hibiera al capital extranjero el apropiarse de los recursos naturales y
del subsuelo mexicano y aceptaba e! arbitraje de! Estado en los con-
flictos entre las clases sociales. El programa de la "CROM depurada"l:S
I~ostrab~ d<?s preocupaciones: la preocupación de asegurar los rueca-
rusmos sindicales necesarios para la utilización del arma de la huelga
y la preparación educativa y cultural de sus bases.
138
·---------·------.··-·- __
----- ._-------------_ .... _. -
I Consciente de los graves problemas provocados por las consccucn-
cias de la crisis y de 10 lejano de su resolución -y sabiendo además
,- que Morones no estaba derrotado todavía=-, Lombardo trabajaba du-
- ramente para aproximarse a las corrientes no rnoronistas y no oficia-
• listas del movimiento obrero. Ese acercamiento culminó en octubre
de 1933, con la creación de la Confederación General de Obreros y
Campesinos de México (CGOCM) en la q~e participaron importantes
I
(
sindicatos como la CSUM, la CGT, la LNC Ursulo Galván y la Confcdc-
ración Nacional de los Trabajadores Electricistas. Como vocero de la
nueva CGOCM, Lornbardo escribió en El Universal un artículo en el
que explicaba los objetivos de esta nueva confederación. Después de
hacer patente el compromiso de la CGOCM en cuanto a la construc-
ción de un movimiento "de abajo hacia arriba" y no "de arriba hacia
\ abajo" como lo habían hecho las centrales que la habían precedido,
Lornbardo hacía una declaración capital que resume lo que sería su
línea política durante los años subsiguientes: el apoliucisrno de la
CGOCM.
La CGOCM, declaró,
I
I¡ es una institución que se ha dado cuenta de que hay un problema
más urgente que el de discutir acerca del sistema que debe rernpla-
zar a la sociedad capitalista: reconstruir la fuerza del proletariado,
agrupando en un solo organismo a los núcleos esparcidos o anta-
gónicos, con el propósito de conquistar algunas reivindicaciones pa-
ra la clase obrera que ya no pueden ser pospuestas. 129
Más adelante, en el mismo artículo, Lombarda se pronunciaba
acerca del papel que debían jugar los partidos de la clase obrera; afir-
maba que dichos partidos no eran importantes más que en el mo-
mento en el que estaban listos para tomar el poder o si conformaban
una oposición a los partidos burgueses; dos cosas que -aI'iadía- no
podían producirse más que si éstos llegaban a una cierta etapa histó-
rica a la que México aún no llegaba en 1933.13()
Para Lombarda, la táctica de la lucha de la clase obrera debía ser
el uso de "las armas del sindicalismo revolucionario", "la acción direc-
ta." de los trabajadores, lo cual significaba "la supresión de todo tipo
de interrnediarisrno entre el capital y el trabajo". 131 Es irueresaru re-
saltar, como lo hace F. B. Chasse n, tres hechos en la on ti ti i n de
la CGOCM: primero, que el conjunto de sus reivindica i ncs n exce-
dían el terreno económico; segundo, que la Declar i n de Prin ipi s
no contenía ningún ataque al gobierno; y finalrneni , que, 19un d
sus integrantes se quejaban -ya desde su sesi n inougural- de las
139
óoi
--- ---- TI •
 - - -
maniobr~ del equipo de Lombarda. Decían en efecto que éste tendía
tanto a aislar o a. bloquear la participación de algunas organizaciones
obreras y campesmas como a favorecer la participación de elementos
"oficiales"; es decir, algunos miembros de las Juntas de Conciliación y
Arbitraje.Pt
El gobierno del presidente Abelardo Rodríguez se enfrentó sin em-
bargo ~ la CGOCM, en la que veía una amenaza para su poder. Ésta
contesto a sus ataques con una mayor radicalización.
En 1934, cuando Cárdenas llevaba un mes en el poder, el Primer
~ongreso .de la CGOOI mostraba así una organización mucho más só-
lida y radical tras adoptar las ideas de Lombardo acerca del desarrollo
del. maquinismo y de la racionalización de la industria; se pronuncia-
I~
ba incluso contra ~I.a~~itq,je o~ligatorio y a favor de la supresión de
las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
Ya en 1933 Lornbardo se había pronunciado contra el Plan Sexe-
nal. calificándo!o de "plan de tendencia fascista". A pesar de las decla-
rac!ones obreristas hechas por Cárdenas desde el. principio de su carn-
pa.na. electo.ral --en las que el presidente se hacía eco de las
pnncl~~les Ideas. ~e Lombarda acerca de las leyes, del trabajo y la
educación al servicio de los trabajador es-L, durante los primeros me-
ses de 1935 el Jefe ?e la CGOC~I seguía atacando al régimen. Los
obreros nunca se solidarizarán con el "jacobinisrno" y con el "falso
socialismo" del gobierno, declaraba Lombarda ante la prensa en ene-
ro de 1935.133 De hecl~o --escribe Arnaldo Córdova-, el que buscaba
en ese momento la alianza era más bien Cárdenas, "mediante conti-
nuos ofrecimientos a los que la organización obrera respondió siem-
pre con retardo y de manera velada, tratando en todo momento de
diferenciarse de su poderoso cortejante";'>
Es Cierto que desde el Congreso de diciembre de 1934 Lornbardo
empezaba a darse cuenta de las limitaciones del sindicalismo a ultran-
za y del "apoliticisrno" de la nueva organización; de hecho había ern-
pe~do ~nt~nces a tr~tar de convencer a la CGOCM de que un cambio
no implicaría necesanamente una colaboración con el gobierno, siem-
pre y cuando se le abordara bajo la perspectiva de la obligación de la
CGOCM de ~frontar p~oblemas cada vez más amplios y dificiles en su
marcha hacia una SOCiedad sin clases, pero bajo la forma de exigen-
eras que debía presentarle al poder.P>
I
~ realidad .era ~in embargo distinta; mientras que Lombardo no
habla logrado incluir todavía esta nueva visión dentro de la política
de, l~ CGOC~I, ~~n la lucha Calles-Cárdenas los sucesos políticos en
México se precipitaban. La dirección de la CGOC~I reaccionó entonces
bajo la forma de un salto cualitativo: pasó de su "apoliticismo" y de
I mismo año, del Comité Nacional de Defensa Proletaria, en la funda-
140
su independencia a un apoyo cada vez mas incondicional y a una de-
pendencia cada vez mayor del gobierno.
El "apoliticismo" evidentemente no podía ser en verdad apolítico.
El viraje que realizaría Lombarda en 1935 no sería por lo tanto un
viraje hacia una "politización" de su línea sindical, sino simplemente
un cambio de línea política, De hecho, Lombarda se adaptaría mucho
más fácilmente a él de lo que sus convicciones independentistas hu-
bieran permitido sospechar.
Un estalinista sui géneris
En 1935, cuando Lombardo ya se encontraba a la cabeza del pode-
roso movimiento obrero --cuyo radicalismo de los dos últimos años
acababa de lograr la expulsión de Calles de México y constituía la ga-
rantía más importante del triunfo del proyecto progresista de Cárde-
nas, atravesó por primera vez el Atlántico para asistir, en repre-
sentación de la CGOCM, al VII Congreso de la IC con sede en Moscú.
Los artículos que envió en esos días a los periódicos mexicanos mues-
tran claramente el impacto que el Congreso, los dirigentes y las nue-
vas posiciones políticas de la Internacional tuvieron en él.l36
Alta Y favorablemente impresionado por el sistema económico so-
viético, lo estuvo también por Dimitrov, al que calificó de "líder ver-
dadero, escrutador del futuro", que habla "desde aquellas alturas que
sólo los auténticos reforrnadores pueden alcanzar" y declaró su adhe-
sión sin reticencias a la nueva línea del Frente Unico contra el fascis-
mo y el imperialismo. m
Al volver a México la política de Lombarda empezó por lo tanto a
encaminarse hacia un rápido abandono de la línea que había abande-
rado por lo menos desde 1933: la independencia del movimiento
obrero frente al Estado; es decir, empezó a encaminarse hacia la
adopción de la política de Frente Popular. Con su nueva posición ce-
día al Estado el papel rector dentro de la construcción de dicho fren-
te. En este sentido, aunque más rápida y sin tropiezos, su política
aparecía como igual a la del PCM, lo cual no lo llevaría sin embargo,
y a pesar de su reciente calidad de "amigo de la URSS", a amainar la
intensidad de sus ataques contra sus nuevos aliados comunistas,
Tanto Lombarda como el PCM estuvieron presentes en la primera
fila de la lucha de 1935 contra Calles: en la creación. en el otoño del
ción de la CTM v en todos los frentes de la lucha obrera nacional con-
tra los patrones' desmoralizados y temerosos frente a la alianza que se
consolidó en Monterrey, en febrero de 1936, entre un p deroso rno-
141
vimicnto obrero y un presidente a los que los p:urones identificaban Dos aspectos de la política lombardista de 1936 prueban claramen-
sin matices corno comunistas. te lo anterior: su respuesta al desacuerdo que suscitó la discusión en-
Al presidir la creación de la eTM, Lornbardo afirmó que el propó- tre la CTM y Cárdenas sobre la organización campesina, y la agudiz..-
sito de la confederación no era establecer h rl;~tadura del proleta- ción, después del VII Congreso de la le, de su tradicional hostilidad al
riado sino el "re forza miento de la conciencia de las masas oprimi- peM.
das ~ y la realización final de la unificación proletaria. La consigna
central de la eTM -dijo su dirigente- será "Por una sociedad sin La diuisiáti obrero-campesina
clases", y su objetivo i
Desde el principio de su mandato Cárdenas se había pronunciado
[... ] la lucha contra la estructura semi feudal del país, contra el im- contra la organización de los campesinos por iniciativa de las organi-
perialisrno extranjero y por la independencia económica de la na- zaciones obreras. Es el PNR -decía- quien debe asumir dicha res-
ción mexicana, llamando -añadió-- a los otros sectores del pueblo ponsabilidad. A partir de su radícalización, Lombardo por su parte
para luchar en conjijnto contra la reacción interior y contra el fas- había empezado a pensar en la necesidad de unificar, frente a la cri-
cismo, g:lrantizando de esta manera el desenvolvimiento
de la revolución mexicana. J~
histórico
\
i
sis, a los movimientos campesino y obrero. L. eGOeM había constitui-
do de hecho el principio de dicho proyecto.
Inmediatamente después de su victoria sobre Calles, Cárdenas sin
Entre el Lornbardo de la declaración de divorcio con la eROM y el embargo había intentado adelantarse a los grupos obreros del cxor
Lombardo del acta de nacimiento de la CT\I, la diferencia parece con- al llamar a la constitución de una organización campesina nacional.
siderable, cLo era realmente? No por ello abandonó Lornbardo su propio proyecto: el Congreso
;-';0 es difícil extraer un elemento común a las dos declaraciones: la Constitutivo de la eTM nombró a un secretario de Acción Campesi-
toma de posición de Lornbardo contra el comunismo y la dictadura na, llamó a las agrupaciones campesinas a adherirse a la central
del proletariado. Pero otro elemento que a primera vista p;:¡rece muy obrera y se propuso llevar a cabo un Congreso de unidad campcsi-
diferente, aparece por el contrario común también a ambas declara- na.J39
ciones. Se trata de la colaboración de los obreros con el gobierno. En Apenas tres días después del final de dicho Congreso, Cárdenas
la primera declaración, Lombardo afirmaba que los trabajadores ya respondió a dicha iniciativa con la siguielllc declaración:
no tenían nada que esperar de un gobierno que "se detuvo en el ca-
mino de la transformación social", De ahí concluía la necesidad de [... ] la CTM debe abstenerse de convocar al Congreso de campesi-
una política independiente de las organizaciones
da declaración
obreras. En la segun-
Lo mbardo ya no utilizaba el término "gl1~ierno"; lo
había rcmplazado por el de "revolución mexicana", porque en febre-
, nos. Por las condiciones especiales de éstos, el gobierno emanado
de la revolución se ha considerado y se considera en el deber de
patrocinar su organización. El PNR al auspiciar las asambleas cam-
ro de 193G ya no había razón alguna que justificara para él su de- pesinas que se vienen celebrando en los diversos estados de la Re-
marcación frente al equipo que administraba el Estado. El programa
de lucha del gobierno se identificaba en efecto con el del dirigente
obrero en sus dos objetivos ccnt ralcs: el respeto a la Constitución y el
desarrollo de la revolución mexicana hacia un socialismo conducido
I pública, no ha hecho como partido de gohierno, más que acatar un
acuerdo que le fue dictado por el ejecutivo de mi cargo.
La transformación del régimen de nuestra producción, que en-
vuelve problemas como el de la rcdistribución de la tierra, el del
por el Estado que surgió de dicha revolución. refaccionarniento de sus nuevos poseedores y el de la organización
Quien cambió entre 1933 y 1936 no fue por lo tanto, desde mi de éstos en entidades colectivas capaces de garanti:t.ar al país el su-
punto de vista, Lombardo, sino el régimen en el poder y su política ministro de los artículos Cjue son necesarios para la alimentación
hacia los trabajadores. Como en 1933, en 19:36 Lombardo definió su del pueblo y para el desenvolvimiento de nuestra fuerza de produc-
política no en función de la lucha por la independencia de éstos fren- ción agrícola: esa transformación, digo, implica una responsabilidad
te al Estado, sino básicamente en función de las modalidades y de las directa para el régimen revolucionario; y es cn razón de esa res-
oscilaciones políticas del régimen en turno. . ponsabilidad, como compete igualmente al gobierno velar por la

142 143
 -------_ .. - -

organización social de los campesinos, a los que se va liberando Nosotros estal~?S en contra de la dictadura de la burguesía; pe_
por medio de la fijación de las leyes.. . ., ro estamos tarnbié r; en contra de la dictadura de Rusia; nosotros
Consecuentemente, si la CTM o cualquiera otra organIzaclOn pre- no estamos ~e acuerdo con ninguna dictadura, ya venga ésta de
tendiera, en concurrencia con el esfuerzo del gobierno, organizar dentro del pals o de fuera de México.w'
por su cuenta a los campesinos, lejos de lograrlo no conseguiría
más que incubar gérmenes de disolución, introduciendo entre los En 1933 los delegados comunistas no habían sido admitidos en el
campesinos las pugnas internas que tan fatales resultados han oca- Congreso de f~ndación de la CGOCM, nacida sin embargo bajo la es-
sionado al proletariado industr ial.P? trella de la unidad obrera. Según Rosendo Salazar, habían sido inclu-
so expulsados violentamente por elementos lombardisras ... Lombardo
La advertencia era clara. Ante ella, la CTM guardó silencio, y aun- no puede no haber tenido nada que ver en el asunto.
que siguió trabajando en la organización de los campesinos de La La- En marzo de 1935, apenas algunos meses antes de la crisis Calles-
guna, renunció a convocar al Congreso campesino. .. . Cárdenas que acercaría a los comunistas y a Lornbardo, este último
Si Cárdenas triunfó-fácilmente en esta batalla decisiva contra la di- los había acusa~o de traicionar nuevamente a los trabajadores al pro-
rección del movimiento obrero no fue de ninguna manera debido a mover la creación de un pequeño frente obrero que había sido en
un golpe de audacia de su parte. Después de todo lo ocurrido durante efecto .creado y que había tomado la iniciativa de apoyar la política
1935, Cárdenas sabía que, situada ante el dilema "unidad obrero-cam- cardenista.
pesina o unidad con el poder progresista", la dirección lornbardo-ve- E~a. lógico suponer -¿no lo habían hecho los comunistas?- que
lazquista de la CT~I optaría por la segunda vía, y que, con un PCM de- el viaje de Lombar,do a la URSS y su adopción del programa de
sarmado, las voces más radicales del movimiento obrero no tenían la Frente Popular habla transformado el anticomunismo de Lombardo
fuerza necesaria para oponérsele. tanto desde el punto de vista de su adhesión al comunismo como
teor~a. y práctica .revolucionarias como desde el punto de vista de su
Un estalinista contra el Partido Comunista tradlCl~na~ ene:ll1stad })or el PCM. No fue así: a pesar de las múlti-
ples comc~~enClas políticas con el PCM durante el periodo cardenista
Lombardo siempre le había sido hostil al Partido Comunista Mexi- ~la creacion d~l ~NDP, de la CTM, del Frente Popular Antimperia-
cano. Durante el "Tercer Periodo" algunos de sus ataques contra él lista, el .r,econocl.mlen~o del PRM como el partido del Frente Popular,
habían sido famosos por su agresividad. En noviembre de 1928, en su l~ ~uceslOn presidencial d~ 1940-, entre las cuales el apoyo inco n-
discurso de clausura a la Convención Pro-Ley del Trabajo en la que dlclOna_l a la po lítica Intenor y exterior de Stalin y, por lo tanto, la
Siqueiros había representado al PC:-'I, Lornbardo por ejemplo había campana a muerte contra Trotsk y, Lo mbardo no habría de afiliarse
declarado: nun.ca ni a la IC ni a su sección mexicana y seguiría autodefiniéndo-
se siempre como un "marxista no comunista".
Mientras que el grupo comunista no demuestre al proletariado d.e ¿Có,mo explicar esta paradoja? cCómo explicaría, primero, cuando
México que éste se halla en aptitud de transformar el actual régi- des pues del VII Congreso la enemistad de Lombardo hacia el PCM no
men burgués y de apoderarse del gobierno de la nación, los traba- sólo no amainó sino que, por el contrario, se transformó en una carn-
jadores de México señalarán con razón al grupo comunista como p~ñ~ cuasi sistemática para destruir la influencia comunista en el mo-
un grupo de delincuentes [... ] vrrmento obrero; segundo, cuando entre 1935 y 1940, la polftica dic-
No somos realmente una nación, dentro de los términos de la tada por la IC al PCM le impuso a éste -a costa de su muerte
sociología; no poseemos aún un solo pensamiento y una sola vo- pol~t!ca- una subordinación a las iniciativas, decisiones e intereses
luntad; somos un conjunto de grupos unidos por muchas circuns- políticos de Lombardo? No solamente compleja, la paradójica relación
tancias históricas [... ] La mayoría absoluta de los trabajadores de entre. ,las dos cabezas. del estalinismo mexicano ha e tado cargada
México no están preparados para emprender el cambio brusco del tam~le~ de consecuen~la~ y de VÍCtimas; entre ellas León Trotsky y el
régimen social, porque no entienden a fondo en qué consiste el ré- movimiento por el socialismo en México.
gimen. Víctima suya en efecto, pero también una de sus cau as, Trotsky

- 144
145
 fue además no sólo su mejor revelador sino uno de los primeros en
-, Una misma guerra, d~ ~ctic'.l:!!_-ºis!ͺ~: Lornbardo cubría sus in-
haber intentado explicarla. Tema de un capítulo posterior.v'? esta ex- tereses políticos baJO la suya; el partido comunista era lanzado a la
plicación no sería comprensible si no estuviese precedida por la des- arena política por la actitud que el Kremlin y su propia impaciencia

I l
cripción del comportamiento que cada una de estas dos corrientes del lo llevaban a adoptar. Atacaba por ejemplo a la eTM:
socialismo mexicano guardó en su guerra contra Trotsky.
A pesar de las declaraciones oficiosas de Piña Soria'v' -<ieclaraba
El Machete-:-, quien, atribuyéndose derechos, habla en nombre de
EL PRINCIPIO: DOS T:\CTICAS la CTM, invitando a los obreros a la pasividad, tenemos fe en que
\ los obreros de México lograrán expulsar del territorio mexicano al
A pesar de que ambos representaban en esencia la política de Stalin, i[...] renegado Trotsky.':" .
elPCM y 'Lombardo no emplearían los mismos procedimientos _cQ!!I!.a
Trotsky. En efecto, "desde el principio, como lo hemos visto en \¡¡}Caba también al gobierno, al que le reprochaba el acoger "con
Iás" reacciones de la' C:n.t. coñ¡:éspecto a láCiéCiSiÓ'n de Cárdenas::de tantas consideraciones al mavor contrarrevolucionario del mundo",
'acordarle el visado a Trotsky, Lombardo Toledano procedió con~ás por considerarlo como una c~ntradicción de su posición política, "la
'. prudencia que el PCM y fue más cuidadoso en sus iniciativas. más democrática y de izquierda de América". El Machete apuntaba el
El 11 de enero de 1937, un articulo publicado en el Universal Grá- 1G de enero que, al no poder protestar contra esta decisión del presi-
[ico dejaba entrever cuál sería la táctica inicial de Lombardo contra dente Cárdenas, la CT~I aparecía como inconsecuente. "éAcaso el pro-
Trotsky. Sobre este asunto, no se expresa nunca a título personal, si- letariado no tiene derecho a oponerse a la opinión del gobierno
no siempre tras la máscara de sus responsabilidades sindicales en la cuando éste se equivoca?" exclamaba el órgano comunista.!" sin cam-
CTM .. Lombardo .pr~g9n~~~.~íell, ._cienp modo un retorno a su viejo biar de tono, dedicaba a Trotsky otros siete artículos durante el resto
"apoliticismo", lo cual le permitía deslindarse delK[(!Ínli~;.::afÓTtiori del mes de enero.
entonces del PCM,y aparecer por lo tanto como contrario a la presen- Por el contrario, Futuro, la revista mensual lombardista, se abstenía
cia de Trotsky en México por razones que revelaban única y exclusi- de hacer comentario alguno sobre Trotsky. No fue sino hasta el 30
vamente su interés por los trabajadores mexicanos y que nada tenían de enero que, en un tono totalmente distinto, el Comité Nacional de
que ver con intereses extranjeros: la en! incluyó en su informe al III Consejo Nacional un punto sobre
el "asunto Trotsky" donde criticaba al PCM y declaraba:
La agitación que está desarrollando el partido comunista en contra
de León Trotsky es tachada por las organizaciones obreras efecti- En este caso, como en el del Frente Popular Mexicano, algunos
vas como de tendencias políticas, por ser el mencionado líder ene- elementos pertenecientes a ciertas agrupaciones de la Confedera-
migo del actual régimen soviético. ción, consideraron que eran libres de manifestarse abiertamente
Todas las agrupaciones pertenecientes a la Confederación de Tra- contra Trotsky para solicitar su expulsión del país [...] Tomando en
bajadores de México, que representan a más de seiscientos mil cuenta estos hechos, durante una de sus últimas reuniones, el Co-
obreros de todas las ramas, han recibido instrucciones del Comité mité Nacional decidió lo siguiente:
Ejecutivo Nacional de no realizar ningún acto hostil al refugiado a] No debe.darse.a la presencia d5_T!().ts.!y.c:~ ~I~~ico .n~ng\lna im-
ruso. porta ncia por.iparte ..del proletariado; p~!.~_~:::.i~arque su "estancia
[...] [Dicen los sindicatos de la CTM en el D.F. Y de otras centra- entre noso!!52§...seaexp lotada ..pa fa 9 ividi.!:.-
al mO.Vlm iens.o-o_b~c~o.-.
les] que la agitación que pretende crear el partido comunista es r
b Nó -ceben hacerse actos públicos para co.nentar la estancia de
claramente artificial. Trotskv en México. .
[...] La explicación de que el partido comunista recurra a la agi-
\
:c En 'nin úIL..(;.•~.,s-º_debe pedirse la expulsión de e
ror.sk del aí ,
tación artificial, dicen. es bien explicable [...]. ya que la idea gene- 1 orque seTi ~a:::a.t:-gQ.º-!~...9 _?e. !~_.~erúbhca la r soonsJ .2...ú:iad
ral sobre Trotsky no le es contraria en nuestro medio y tiene que ~J_sü<ieqci~ México.
servir los intereses políticos que representa.w d] El Comité Naciona e'ñ"'iará una circular él todas las agrupacio-

146 147
-- . -------------
 ---~-1
nes de la CTM explicando las diferencias que existen entre nuestra
Confederación y el trotskismo, para la debida orientación de los
trabajadores miembros de la CTM que les sirva de base para consi-
derar el caso dentro de las asambleas de los sindicatos. li7
LA "UNIDAD A TODA COSTA": VICTORIA DE LOMBARDO SOBRE EL PCM
No había sido necesario que Trotsky acabara de instalarse en México
para que su presencia se constituyera en el revelador de un conflicto
político naciente entre la dirección cetemista y el PCM, un
conflicto que llegaría a su pico más alto y sería resuelto, en junio de
1937, gracias a la mediación de la IC, en favor de Lombarda Toleda-
no y de su equipo. De la manera en la que este conflicto se desarro-
llara y resolviera dependería la evolución de. la posición del PCM
frente a Trotsky.
. A partir del incidente Velasco- Velázquez en el Congreso de funda-
ción de la CTM, los "Cinco Lobitos" habían tratado sistemáticamente
d.e aleja~ al PCM de la CTM; desde principios de 1937 lo bloqueaban
sistemáticamente en todas las iniciativas que trataba de impulsar den-
tro de la confederación, y varios de los sindicatos que controlaba fue-
ron expulsados. El 16 de enero, después de la enumeración de una
serie de hechos que "expresan una tendencia a los métodos reacciona-
rios y equívocos contrarios a los estatutos de la CTM", 148 El Machete
concluía:
Estos hechos [...] conducen poco a poco a la CTM hacia un camino
contrario a los intereses de las grandes masas de trabajadores [...];
el peligro de la división se agudiza día con día.149
~n esta misma .éf><?C~'
el SME impugnó a la dirección cetemista por no
aplicar algunos pnnCIplos estatutarios como el de la elección de los dele-
ga~os de manera proporcional a la importancia numérica de las organi-
zaCI<?nesa la que representaban; o bien el artículo 34, que preveía la ex-
pulsión de una organización que no hubiese pagado sus cotizaciones
durante un periodo de tres meses.
El 95% de los miembros de la CTM no pagaban en efecto sus cuo-
tas; Lombardo y la dirección cetemista habían preferido dirigirse al
Estado para cubrir su déficit en vez de aplicar el artículo 34. Lombar-
da inició entonces una ofensiva contra el SME, acusando a todos los
que lo apoyaban de estar "manejados por los cornunistas'I.P'' Durante
el III Consejo Nacional de la CTM, el voto fue falsificado para favore-
148
I
¡.
cer a Lombardo, y el SME abandonó la confederación, acusando a su
dirección de malversación de fondos.
Para desviar la atención de este hecho comprometedor, Lornbardo
! empezó a atacar a los comunistas, acusándolos de indisciplina, de querer
apropiarse de la dirección política de la central obrera, de anteponer los
intereses del partido a los del movimiento obrero. Fue así como justificó
la adopción de dos medidas profundamente antidernocráticas: la prohibi-
ción a todas las organizaciones afiliadas a comentar los estatutos, y tam-
bién de participar en la organización de los sindicatos de industria; dos
áreas que de ahí en adelante serían el privilegio exclusivo del Comité
Nacional.151
Con estas medidas, Lornbardo y los "Cinco Lobitos" aseguraban su
control absoluto sobre la confederación.
Poco después, Lornbardo acusó al PC~I de querer transformar a la
CTM en un partido político y de querer dirigirla por lo tanto hacia
la toma del poder del Estado. "Quieren obligar a toda la CTlII a
pensar de una única y misma manera", le decía al PCM.152 Un año
después sería e! propio Lo mba rdo quien conduciría al conjunto de
la CTM a afiliarse al PR~I de Cárdenas.
El IV Consejo Nacio nal cetemista de finales de abril de 1937 vio
estallar una violenta polémica que desembocó en la expulsión de tres
miembros comunistas del Comité Ejecutivo Nacional, el cual empren-
dió una verdadera "fumigación de comunistas". Oponiéndose a estas
medidas, veintitrés orga nizaciones sindicales -no todas controladas
por los comunistas- abandonaron la CT\!. Denunciaron ante la pren-
sa las irregularidades que se habían vuelto la norma de la confedera-
ción lornbardista.P" El documento que publicaron concluía:
[...] Las resoluciones de determinados dirigentes [que sirven sólo]
para el logro de fines personales, demuestran claramente que a
quienes de tal manera están obrando no les importa mantener la
unidad del proletariado de México, ni ser fieles a los objetivos de
nuestra confederación, sino que lo que abiertamente persiguen es
que las organizaciones que no podemos soportar esta situación, in-
tolerable a la más elemental dignidad de los trabajadores, nos se-
paremos de la confederación para dejarles plena libertad de usar el
nombre, la fuerza y el prestigio de la misma, en el logro de sus
propósitos. 154
No es de comunismo o de ideología de lo que se discute en el seno
de la CTM --decía un comunicado de prensa en el que el SME adopta-
ba la defensa de! PC~I en este conflicto concreto-; se trata simple-
149
mente de que lo, comunistas adopta~onla "~ala ,?"umbte" de ~e-l"
senmascarar a los dirigentes que, segun ellos, enganan y ~xplotan a el conflicto. La razón de esto es que ambos estaban profundamente
los trabajadores, procedimientos estos que resulta~ ser "lOtolerabl~s
para aquellos de entre nosotros que n~ nos he~lOs 1~~;~;5ado al moví-
miento obrero sólo para encontrar un modus VIVendi .
El SME se equivocaba. Durante los pri.mer?s meses de 1937, a pe-
sar de la adhesión de Lornbardo a las directivas del VII Congreso de
la IC y a pesar. de la "capitulación" del pc~ .ante la d,i~ección I~mba~-
do-velazquista en febrero de 1936, sus poslCl?ne~ pohucas, s~gUlan di-
firiendo en torno a dos puntos: la caracterización del regirne n y la
creación del Frente Popular. . "
Si el PCM se había atrevido a enfrentar a Cárdenas en su decisió u
de acoger a Trotsky era ...porque, como lo especifica su VI informe
de enero de 1937, mantenía una posición de "apoyo incondicional"
al presidente, un apoyo "leal y firme en ~ntO .el gobierno pe~sis.~a
en su política progresista",\56 pero que no llnpl1caba. la renuncia a
su libertad de criterio con respecto a éste último, 01 al derecho de
crítica".\57
En este congreso, el PC~! había calificado al gobierno de., Cá.rdenas
no de "gobierno de la burguesía progresista en el poder, SIOO de
wgobierno de Frente Popular", lo q~e lo había ll~vado a concluir q.u.e
"los comunistas no pueden compartir con el gobierno .Ia responsabili-
dad de todos sus actos". wEI PNR --decían los comuOlStas- no es el
conjunto de! Frente Popular. ~~o cuando exista ~~~gobierno naciona-
lista revolucionario podrá participar en él e! PCM. . de Cárdenas. 162
Después de haber renun~iado a organ~zar a I?s carnpesmos. LOI~-
bardo y la dirección cete rrusta, en cambio, hablan puesto de nuevo
en manos del gobierno la creación del Frente Popular. En enero
declararon:
Los suscritos han visto que esta iruciauva significa ~n paso fin~le
en la obra importante y trascendental de la unific.aClón revolucio-
naria <lile con tanto entusiasmo fomenta e! C. Presidente de la Re-
pública [... V~
En abril, durante el IV Consejo Nacional de la CT!'>f, añadieron:
1_,decisión de este asunto depende del Partido Naci.onal Rev~lucio-
narro. pues eS!3 institución maneja también al Comité OrgaOlzador
de la Unificación Campesina Nacional [... ].160
y Lombardó pronunció un violento discurso contra el PC~L
Entonces, tanto Cárdenas como la IC nombraron un mediador en
preocupados por los sucesos de abril, que parecían echar por tierra la
política de "unidad ante todo"; aquella ejecutada con tanto éxito por
el PCM en 1936, pero que éste parecía haber olvidado en 1937 debido
a la discusión que sostenía con Lombarda acerca del carácter del go-
bierno y, por lo tanto, acerca de la pertinencia de la alianza de las
fuerzas de la clase obrera con Cárdenas y su partido.
Earl Browder,secretari<;? J~~!l!:.~~! del CPUSA, llegó a México con la
m~cer a los dirigentes'-áen>éM-qué'volvieran al buen
camino y que asumieran la política de "unidad a toda costa". De lo
contrario, dijo, la división en el seno de la CTM corría el riesgo de
hacer que la creación del Frente Popular fuera imposible. No sin al-
gunas resistencias inter~~~ el PCM corrigió lo que I~ I.~, _~. .!:rf~j-de
sa--v~c~"!~~wder, lfa!!1ábª~3u_~~e..~r.í~Juo_:.•::"'y":'s.e_inclinó ante
~ 1endenC1~~_ cual~uL?$cr!!_tario. genc:raIgel.~.<:. ,~t:?dQ_l!.!iliIen-
se era po~~QL~
----:'\fgunos días antes del Pleno del CC del 26 al 30 de junio, en el
que el PCM hizo su autocr ítica, Her ná n Laborde publicó un artículo
que se volvió famoso, "Unidad a toda costa", en e! cual subrayaba
las graves consecuencias de la política comunista. Entre ellas, sobre
todo, la falta de unión entre los trabajadores que debilitaba a la cla-
se obrera e impedía la creación del Frente Popular, sin el cual no
podían ni extender sus conquistas ni apoyar la política progresista
La capitulación ante la...I..s:_!!~gÓ tan lejos que el._~I_<:'~2._Q~ cc decla-
ró que prose~sus._esJ~~<?s _PQr~I.a-.-coñStituc¡Qn.d.el freill~ Popu-
lar, pero que "si éste se organiza sin nuestra presencia. lo aceptare-
11tos--y . lo- -sestendremos-:1U' Ef cc decidió además retirar la
candidátura de Laoor<te-a-Iasetécc1ones legislativas y declaró que apo-
vrrria-a- lo!"-earrdrdatos-det PNR.· .
~-'Eri j;;lio, la CTh! IXxiíá-'dec'I;ra~ ante la nación que la división tem-
poral que se había producido en sus filas había sido superada. Entre
las organizaciones disidentes importantes de abril, únicamente el SME
siguió firme en sus posiciones y no volvió a la CTM.\64
Al subordinarse a la dirección ceternista. el PCM perdía definitiva-
mente su oportunidad de dirigir a la clase obrera, emprendía el cami-
no hacia una subordinación total al gobierno y perdía la influencia y
el respeto que había logrado ganarse entre los pocos sindicatos que
veían en él una alternativa posible a lo que algunos llamaban la "cro-
mización de Lornbardo".
16\ Paralelamente a la adopción de la "unidad a toda COSLa~.a través

150 151

._._ .. _. _._---------------'
--------~-------- .-
 de la pluma de su secretario general, Laborde, el peM hizo su autocrí-
tica por su actitud agresiva en diciembre de 1936 y de enero de 1937
frente a la CTM y frente al presidente de la república en el asunto
Trotsky.
Exageramos las posibilidades del movimiento y ejercimos así una
presión irreal sobre el gobierno de Cárdenas para que se radicali-
zara. [Por ejemplo], en el, caso Trotsky, amenazamos con desenca-
denar una acción de masas de la cual no fuimos capaces porque no
contábamos con la fuerza necesaria.t=
_Esta auto..<;r~~<J~_.Einguna manera significaba que el peM ya no
atacaifaa-Trotsky, sino -~ii.le-en lo sucesivo" ya no criticaría' rü-a-'la
CTM ni a Cárdenas por su actitud ante el asilo del revolucionario'
so, uno más de los precios que el peM tuvo que pagar a cam15io,'de's~
adopción incondicional de la. unidad. ' cución en todos los casos y sostiene que la entrada de Trotsky al país
Parece necesario recordar aquí que, a principios de mayo de 1934,
México le transmitió a la URSS su deseo de restablecer relací6ñesdi-
plornátícas. Se iniciaron incluso en- ese 'rnómento las negociaciones en
este sentido; negociaciones que, al ingresar México a la Sociedad. de
las Naciones (SDN) en 1934, se trasladaron al seno de este organismo.
El 17 de septiembre de 1936, la parte soviética tomó la decisiótr' de
res~blecer de m<:do inmediato y sin condiciones las relaciones diplo-
máticas con MéXICO. Esto como resultado de la cercanía de las posj-
ciones de ambos gobiernos acerca de la defensa de Etiopía y de la re-
pública española y acerca de la condena al fascismo. ---
En octubre de 1936, Narciso' Bassols, representante de México ante
la SDN, manifestó que en cualquier momento recibiría las instruccio-
nes dé Cárdenas en este mismo sentido. Las instrucciones sin embar-
go n~~ca llegaron. Cárdenas le dio asilo a Trotsky en noviembre' y,
en _dlClémbre,"-BassoIs le informó a la delegación soviética que "el
presidente Cárdenas pensaba que las condiciones políticas internas -no
hacían ,<?portuno el momento para el restablecimiento de relaciones
diplomáticas".I6ó
El peM se' quedó callado ante esta decisión del ejecutivo mexicano,
y tampoco lo atacó cuando el presidente, a partir de mayo de 1937,
le explicó a Ramón P. Denegri, su embajador en España, que no
compartía su opinión sobre la posibilidad de reanudar en ese momen-
to las relaciones diplomáticas con la URSS, y esgrimía para ello, en-
tre otros argumentos, el de las controversias que esto desencadenaría
en virtud del asilo de Trotsky en México. 167
El peM tampoco atacaría a Lornbardo cuando éste, abusando de su
152
prestigio y desde la tribuna de la CT?-.I, atacó a Trotsky tanto a título
personal como en nombre del "movimiento obrero mexicano", y
aprovechó para criticar también al peM.
TROTSKY, EL ENEMIGO DE LA. UNiÓN SAGRA.DA
Después del IV Consejo Nacional de la eT~I, el "movimiento obrero
mexicano" -título con el que se auto nombraba la dirección de la
eTM- definía su "posición hacia el trotskismo", particularmente cuan-
do afirmaba:
La confederación se declara una vez más en favor del principio del
ru- derecho de asilo, pero niega al mismo tiempo que pueda aplicarse
independientemente de las repercusiones sociales que implica su eje-
afectará necesariamente en forma adversa los intereses de todos los
sectores progresistas. [".] Prueba de la verdadera posición política de
Trotsky es el hecho de que desde antes de pisar suelo mexicano la
prensa reaccionaria ensalza su personalidad de "revolucionario".
( Trotsky corresponde debidamente y calumnia aLgQb~J:!!,0_9~J~~1~,
vitupera al pueblo chino, acusa al p'róIefm:¡iíciC;nl~xica.n~~.~.I!~!l:-
trarse vendido al oro de Moscú, indirectamente ataca al goQiem-º.,de
Cárdenas al atacar la. teolí~_del Frente ,popular y. coincide en todo
con las ideas y los actos que del fascismo provienen ...J\).r_~so __,León
Trotsky resulta enemigo del pueblo de México.i=
En un artículo publicado en el mismo momento, Loinbardo expre-
saba exactamente los mismos puntos de vista, pero haciéndolos prece-
der de una declaración. categórica con la cual se deslindaba del peM y
de la le. Su táctica "apolítica", "sindicalista", seguía siendo válida.P?
~ión de la ~~idad a toda costa~_<:~A~~ir.)a consagración
de L~9~IndOI!:l:garde la EüIíJica Il~Üo_Il~I;~~ig~!!c6"ün
avance e.n.-la..-g.ue.rra-·de--los..._~.;?1.1.liuis.ta.Lal!1rraTro~~-x:--Fue p¡:e¿isa-
~n el mOf!lento en 9ue el régimen cardellista.2~_s.u¡'i:¡í;Ceñ su
eeriodo más_.I;).di_<:~L._rnÁ,,_g;>.!1gn!~tivo,.~n erIllOmento en que estaba
a punto de confirmarse el Frente Popular, el, momento en que la
prensa y las declaraciones políticas de la CTM Y del peM empezaban a
abordar lo que sería su tema central durante dos años -"la identidad
total entre el pueblo v su gobierno"-, cuando Lombardo v los comu-
nistas mexicanos se e~meraron en presemar a 1rot'Skv, Ué'lTIañei=aCa-
(fa vez m~_slst.~.~l.:~EiC5:COTiloénenllgo deesr.a-l1l1i6,1 ~,gr:lC!a. -
153
_-_.,~~._-------,._-------------------------
..
 I \1 e 1\1<: los seis meses que Trotsky había pasado en México, Cár- trabajadores petroleros estallaron en mayo después de interminables
d '1\. habín iniciado enérgicamente, en efecto, el trabajo en torno a negociaciones, se quedaron verdaderamente paralizados cuando se en-
lo' puntos fundamentales de su programa político, En cuanto al sec- teraron, el 23 de junio, que Cárdenas había nacionalizado los ferroca-
tor agrícola, recorría el país construyendo escuelas e instituciones de rriles "por razones de alta conveniencia para la república".
salud para I~ pobla~ión indígena --{}ue representaba

guna, habí;~ manifestado su preocupación

una quinta parte
de la población nacional=- y, después del reparto de tierras de La La-
por combatir a los principa-
les Iaufundistas del país y por crear en sus territorios una economía
, agrícola fundada en el ejido. Se había dirigido a Yucatán a conducir
personalmente ~a espec~cular operación de expropiación de los riquí-
simos propictanos de uerras y de las modernas empresas que explo-
taban el henequén. Como en La Laguna --escribe el historiador Luis
Co nzálcz-c- los resultados de esta operación no habrían de ser los me-
jores; ni los nuevos ej~dararios ni la burocracia creada para dirigir es-
t~ nuevo y enorme ejido estaban calificados para resolver los grandí-
SIIllOS.problemas que se presentaban, sin embargo, los patrones eran
despojados de sus tierras en fa.vor de los indígenas, una expropiación
frente a la <¡ue Cárdenas asu mió la entera responsabilidad.r>
En el marco de la política exterior, el tema central era la activa so-
lidaridad con la España republicana. "1\:0 hay más que leer los diarios
de la época p..ra darse c~lcnla hasta qué punto el drama español y la
Violenta lucha de los nazis contra los comunistas, de los azules contra
los rojos, penetraron en el espíruu del pueblo mexicano."!"! Y el 19
de enero, des~ués de los infructuosos intentos del representante
xicano, don ISidro Fabela, ante la Sociedad de las Naciones para que
ésta. abandonara su actitud de aparente neutralidad que no hacía sino
servir a los mtereses de las potencias fascistas, Cárdenas declaró ante
la prensa mexicana lo que el 13 de marzo repetiría ame los corres-
ponsales extranjeros:
El gobierno mexicano seguirá proveyendo armas y municiones
fahncKlól\ nacional. México no cambiará su línea de conducta
favor del gobierno que dirige don Manuel Azaña.
Poco después, Cárdenas y México recibían calurosamente a la pri-
mera ola de. refuglad?s españoles, quinientos niños, a quienes el pre-
sidcntc ofreció la nacionalidad mexicana.
A pesar de sus constantes viajes en el interior del país y de su
pl'e?Cupación por la situación mundial, Cárdenas vigilaba de cerca e!
conjunto de los sectores nacionales.
Los representantes de los intereses extranjeros en México, que se
agitaban preocupados por e! apoyo de! gobierno a la huelga que los
II
.
La derecha, que desde hacía dos años no cesaba de acusar a Cárde-
nas de conducir una política "comunista", se organizaba: Morones re-
gresó a México, y el 23 de mayo nació una organización agresiva-
mente antirrevolucionaria, la Union Nacional Sinarquista, que el 12
de junio lanzó un manifiesto a la nación: "¡Patria, Justicia, Libertad!".
1 Su historiador, Jean Meyer, escribe que los sinarquistas planteaban:
í
Se salvará a México por la fe católica, las tradiciones hispánicas, la
\ familia, el pueblo en que se vive, el orden político cristiano, la eco-
nomía del "bien común". 172
1 En cuanto a la izquierda lombardista y comunista, el presidente
mexicano podía sentirse aliviado gracias al giro que habían tomado
los acontecimientos durante el IV Consejo Nacional de la CTM: des-
pués del movimiento campesino la izquierda finalmente se "oficiali-
zaba" .In
( Aunque apoyado por el conjunto del campesinado y descoso de su-
pervisar el tercer gran reparto de tierras de su scxcnio ~I del .Valle
del Yaqui, que se inició en junio y concluyó en octubrc=-, a partir del
me- mes de junio Cárdenas se vio obligado a permanecer en la Ciudad de
víéxico. Debía hacer frente en efecto a la polémica que surgía ya en-
ue sus partidarios y sus detractores de los sectores urbanos acerca de
las repercusiones económicas de sus medidas de expropiació~. Si por
una parte los obreros apoyaban al presidente, por la otra los intereses
estadounidenses, viéndose afectados, recurrían para defenderse al go-
bierno de Washington, quien no tardaría en atacar al gobiern<.> de
de Cárdenas. Y algo tal vez más grave aún: una mayoría de los habitan-
en tes de las ciudades, que rcse nt ían una repentina e importante alza en
<:1 costo de la vida, atribuían la responsabilidad a la política agrana
de Cárdenas.
La Liga Comunista Inter nacio nnlista consideró entonces qu~ el 1\10-
mento era propicio para editar un volante que acusara al gobierno de
ser el responsable del alza de precios y de la inflación. Conv~aha a
los trabajadores a luchar por medio de lo que llamaba "la acción di-
recta" .171
La oportunidad que el volante de la LCI le daba al PCM para rcfor-
zar su solicitud de expulsión a Trotsky era demasiado tentadora COl~1O
para dejaría escapar. Fingiendo demencia acerca de la ruptura pública

15-.
155
 de Trotsky con la organización trotskista mexicana, El Machete del 25
de julio denunciaba la celebración, el 19, de un "mitin trotskista" en
el Teatro Trianón donde, bajo las órdenes de Trotsky, los oradores
supuestamente habían atacado a Cárdenas acusándolo del alza de los
precios, y habían hecho un llamado a una rebelión armada contra el
régimen al que habrían calificado de "enemigo consumado del prole-
tariado";'?" Al día siguiente un articulo de La Prensa desmentía esta
información. Según este diario, el mitin del Trianón fue organizado
por e! PCM, que acusó a Trotsky de calumniar al gobierno atribuyén-
dole el alza de! costo de la vida. 176
La hostilidad tradicional entre el PCM y los trotskistas mexicanos,
que se había acrecentado con la llegada de Trotsky, empezó a adop-
tar en esa época e! aspecto de verdadera guerra. Octavio Fernández
cuenta cómo, habiéndose enterado, poco después del asesinato de
Nin, de que en la Normal -institución que se encontraba bajo el
control absoluto del PCM- se había hecho uso de un libro traducido
por e! dirigente español, redactó un volante acerca de la responsabili-
dad de la GPU en su asesinato:
Carlos, mi hermano, también militante de la LCI -relata Octavio-
fue a repartir el volante a la salida de la Normal. Cuando los cornu-
nistas vieron que Carlos estaba solo, unos diez se le echaron encima
y le .arrancaron los volantes y le dieron una paliza. Cuando vi llegar
a rru hermano descalabrado, agarré mi pistola, furioso, y me fui de-
rechito a la Normal donde les grité a los dirigentes del núcleo comu-
nista: "Ya vi lo que le hicieron a nuestro camarada. Les advierto:
mañana voy a repartir el mismo volante. Cuidadito con que se repita
lo de hoy.
Después de avisarle al "grupo de choque" del sindicato de los tra-
oajadores de la construcción (formado, según Fernández, por unos
cien trabajadores),
Les expliqué la situación. Estaban todos dispuestos a pelearse. Al
día siguiente, a las seis, estaban ahí armados con tubos. Les dije:
"Envuél.vanlos en periódico y repártanse en pequeños grupos en
las esquinas de las calles. Yo me vaya distribuir los volantes' cuan-
do los comunistas intenten golpeárme, correré, me seguirán, y Durante la segunda mitad del año, Lombarda se encargó funda-
cuando todos estén afuera les toca a ustedes entrar en acción.
Cuando Octavio Fernández entró al patio de la escuela, descubrió
que los comunistas también habían preparado bien su plan:
156
------...-------.--. - -+0-' _ :r-- - -~ ""' .....•....•.•
Eran alrededor de doscientos, armados con bats de beisbol y con
palos. Empecé a correr hacia afuera. Viéndome solo salieron todos.
Empezó la pelea. Lo que no sabíamos era que, desdé mi llegada,
habían llamado a la Secretaría de Educación, que inmediatamente
se comunicó con la policía. Pronto escuchamos las sirenas y vimos
llegar de ocho a diez carros .de la policía montada. No quedaba
¡
más que una salida: tratar de refugiarnos en el edificio contiguo,
que estaba en construcción, el del Hospital de Enfermedades Tro-
) picales. Yo -sonríe el antiguo secretario general de la LCI- me ti-
ré sobre el pasto de un pequeño parque vecino, confundiéndome
con los estudiantes que allí se encontraban. En ese momento, ea
quién vemos llegar? Pues nada menos que a los camiones de nues-
tros camaradas de La Casa del Pueblo, los de los vaqueros del Ran-
cho del Charro, los mismos que, el día de la llegada de Trotsky a
México, instalados sobre la avenida Reforma, habían saludado con
el puño en alto al "Viejo" mientras pasaba en su carro. Alguien les
había avisado y con el resto de los obreros de la construcción, en
total unos mil, habían acudido de inmediato y se habían topado
con un número similar de estalinistas y de policías. La bronca fue
en serio. El combate duró algunas horas y no cesó hasta la llegada
del jefe de la policía. Había heridos en ambos bandos, pero el ge-
neral no pudo arrestar a nadie porque, como los estalinistas no me
encontraban para acusarrne, cuando él preguntó qué sucedía y
quiénes habían atacado a la Normal, los camaradas respondieron:
"No sabemos nada, mi general, somos sólo un grupo de trabajado-
res de la construcción ... la policía nos atacó sin motivos". No pu-
dieron hacer nada contra nosotros =-dice Fernández, soltando una
franca carcajada- sólo detuvieron a mi hermano, pero lo soltaron
en la tarde. m
El 4 de septiembre El Machete protestaba contra la indulgencia de la
policía hacia los "provocadores trotskistas". El 1O Y el 21 de septiembre,
primero la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios -una asociación
que reagrupaba en su mayoría a comunistas-- y luego la Asociación de
Alumnos de la Escuela Normal le enviaron a Cárdenas telegramas de
protesta por "la agresión de que fueron víctimas los estudiantes y los
\ profesores de esta institución a manos de los trotskistas".178
J mentalmente de preparar el terreno para la próxima incorporación
del movimiento obrero en el nuevo partido en el poder, el Partido de
la Revolución Mexicana, también llamado por él .,Instituto de la Re-
volución" o "Frente Popular Mexicano".
157
 Al comentar el 1II Informe de Gobierno del general Cárdenas,
Lornbardo, en nombre del Comité Nacional de la crxr, dijo en su \'1
Consejo Nacional:
L, Confederación de Trabajadores de México declara ante el pro-
letariado de México y el internacional que la identidad que existe
entre los puntos de vista del general Lázaro Cárdenas, presidente
de la república, y la clase obrera, está plenamente justificada por la
labor que hoy ha cumplido el jefe de la nación, tomando en cuenta
siempre la opinión de los sectores desamparados y teniendo a la
vista, como objetivo de sus actos, los problemas que la revolución
ininterrumpida ha de ir resolviendo en el curso del tie mpo.!?"
El POI siguió el mismo camino. Hacia finales del mes de agoslo,
Laborde explicaba por qué el gobierno carde nista ya no debía ser ea-
racte r izado como "nacional-reformista", sino como "gobierno popu-
lar". Analizando a fondo la realidad =-dec¡a el dirigente cornunista-c-,
nos damos cuenta de que los actos de Cárdenas a los que habíamos
calificado de "simples reformas fundadas en la Constitución de 191,"
han .ido más allá y adquieren un carácter revolucionario indiscutible.
"La frase de Cárdenas sobre 'la democracia de los trabajadores' no es
una frase vacía; corresponde al gobierno popular por el cual lucha-
mos". Laborde concluía: "Todos los trabajadores deben agruparse al-
rededor de Cárdenas contra cualquiera de sus enemigos". 180
Para Lombarda y el PC~I, el enemigo número uno del régimen era
la derecha, en la cual incluían evidentemente a Trotskv. La acusación
de que la alianza de Trotsky con las principales figur~ de la reacción
mexicana estaba destinada a derrocar al gobierno, se volvía cada vez
más el eje de la campaña estalinista contra él. Y a partir del momen-
to en el que Trotsky propuso la integración del general Antonio Vi-
llarreal en la Comisión Dewey, la prensa estalinista no dejaría de acu-
sarlo de haberse convertido en un nuevo dirigente de la reacción.
Desde el final del contra-proceso, Trotskv y la Comisión Dewev bU5-
caban efectivamente la participación en la Comisión de hombres que go-
za~n de un cieno prestigio en México. El 27 de agosto de 1937 Trotskv
le informaba a la comisión la posibilidad de enviar a dos delegados me-
xicanos: el zcncral Villarreal, "un viejo combatiente de la revolución
• •• 18Y F . 7~ "
mcxicana . y rancisco zamora. Ambos gozan de una reputa-
ción irreprochable ~scribía Trotsky-. Ninguno de los dos tiene nin-
gún contacto político o personal conmigo. He visto al señor Zarnora una
sola vez en mi vida y jamás he visto al señor Villarreal.,,182
Según sabemos, Villarreal aún no se había pronunciado pública-
158
mente contra los procesos de Moscú corno lo había hecho Luis Cabre-
ra. Por consejo de "amigos mexicanos",I83 Trotsky había escogido sin
embargo proponer a Villarreal y no a Cabrera corno delegado en la
Comisión. La razón de esta elección parece ju.stificable; mientras que
Cabrera había sido abogado defensor de las grandes compañías petro-
leras extranjeras, el pasado de Villarreal estaba "limpio".
Nacido en 1879 en el estado de Nuevo León, había cursado sus es-
tudios en la Escuela Normal de Monterrey. Ligado a Flores Magón,
J se había vuelto periodista y, en 1906, secretario del comité de organi-
zación del partido magonista, el Partido Liberal Mexicano, y colabora-
dar de Regeneración. En conflicto con el ala magonista radical, se ligó
a Madero, quien en 1911 lo nombró cónsul de México en Barcelona.
En 1912, de regreso a México, fundó la CNT, y en 1913 se adhirió al
Plan de Cuadalupe y fue ascendido a general. En 191'-1 participó acti-
vamente en la reapertura de la Casa del Obrero Mundial, fue nOI11-
brado gobernador y jefe militar de su estado natal y presidió la Con-
vención de Aguascalientes. Secretario de Agricultura bajo el régimen
de Obregón y candidato a la presidencia en varias ocasiones, cuando
Cárdenas subió al poder se retiró de la vida pública.
Cuando se le invitó a participar en los trabajos de la comisión ple-
naria en Nueva York, Villarreal respondió sin embargo que no podía
aceptar "por razones personales" .184
Por su pane, a Villarreal el PCM lo clasificaba como "peligroso de-
rechista", aliado a Trotsky para derrocar a Cárdenas.l'" No sólo esto,
sino que el 20 de noviembre de 1937, durante el aniversario de la re-
volución mexicana, en un discurso pronunciado en presencia de las
autoridades de! Estado y de! presidente de la república, Laborde acu-
só a Trotsky y a Villarreal de estar aliados con las organizaciones fas-
cistas, con los cristeros y con Vasconcelos, y de buscar el apoyo del
fascismo y del imperialismo mundial para jugar el "mismo papel de
traidores que en España" .186
El presidente Cárdenas no compartía e! punto de vista de! secreta-
rio del Partido Comunista Mexicano. A una carta que Trotsky le en-
vió poco después de este mitin solicitándole la creación de un orga-
nismo que gozara de una autoridad incontestable y ante la cual
pudiera probar que esta acusación era una nueva impostura de la
GPU,187Cárdenas respondió sin tardanza que no creía que Trotsk y hu-
biese violado su compromiso de "no intervención", y le aseguró que
su asilo y las consideraciones que merecía "seguían siendo firmcmcn-
le válidos".l88
En virtud de que Villarreal había declinado la invitación de la Co-
misión Dewey, ésta se dirigió al presidente del Frente de Abogados
159
Socialistas "por si se daba e! caso de que se dijera -le escribía
Trotsky a Rosmer- .que la elección fue parcial o unilate ral't.P? Sin
embargo, éste declinó también la invitación; según Trotsky, los abo-
l marchar al revés la rueda de la justicia. Cada nueva revelación re-
gados es~linistas le impidieron que la aceptara.lw
Fra~cIsco :z.amora fue entonces e! único mexicano que participó en
las deliberaciones finales de la Comisión Dewey. Salió de México a
principios de septiembre de 1937 hacia Nueva York.191 El 13 de di-
ciembre, la Comisión Dewey pronunció su veredicto. Las conclusiones
finales fueron:
22. Concluimos que los procesos de Moscú son un fraude.
23. Por lo tanto declaramos a Trotsky y a León Sedov no culpa-
bles.In
LA LUCHA EN TORNO AL VEREDICTO DE LA COMISIÓN DEWEY
En cuanto el veredicto fue publicado' Trotsky solicitó una conferencia
de prensa:
iDos líneas en total! -dijo después de haber enumerado las conclu-
si.on.es de la Comisión-o Pero dos líneas que pesan mucho en la
biblioteca de la humanidad. Si la Comisión se hubiera conformado
con es~ palabras: "Trotsky y Sedov no culpables", quedaría aún la
probabilidad formal de un error judicial. Pero la Comisión se con-
sideró lo suficientemente competente como para cerrar definitiva-
me?te la pller~a a una interpretación de ese tipo. "Concluimos
-dIce el veredicto-e- que los procesos de Moscú son un fraude."
Con esta .~eclaración la Comisión aceptó cargar con una enorme
responsabilidad moral y política [...] frente al mundo entero
[...] ¿Acaso hay que explicar que el veredicto no encierra tan sólo
~n significado individual? No se trata solamente de mí y de mi hi-
JO. Se trata d.e la reivindicación de centenares de personas ejecuta-
das y de la vida de centenares más a los que se preparan a fusilar.
Se. trata de algo más importante aún, de los principios del movi-
mlent? obrero y de la lucha de la humanidad por su emancipación.
E.n pnmer lugar, se trata de extirpar la desmoralización y el conta-
gIO que propaga el aparato de la Comintern, estrechamente ligado
a la GPU.
. [...] El veredicto ha sido pronunciado. Stalin y la GPU están para
s¡~mp~e marcados como los organizadores del mayor crimen de la
historia [...]. La hora de la verdad ha sonado. Nadie podrá hacer
160
forzará e! veredicto destructor y extenderá su radio de acción. Po-
demos repetir, con el presidente de la Comisión, el doctor Dewey,
esta espléndida frase de Emile Zola: "La verdad está en marcha y
nada la detendrá".I93
"Es bastante evidente -respondió Trotsky a la pregunta de un pe-
riodista- que no espero en ningún momento que e! sonido de una
trompeta, aunque se trate de la verdad, haga que se derrumben de
inmediato los muros de Jericó. Pero,. en una perspectiva a más largo
plazo, la decisión de la Comisión tendrá consecuencias políticas muy
importantes en lo que concierne tanto al comunismo como a la buro-
cracia soviética. "19-1"Nada está perdido -añadió para responder a
otra pregunta-o La humanidad ha progresado pasando de! mono a la
Comintern. Pasará de la Comintern al verdadero socialismo. El juicio
de la Comisión demuestra una vez más que una idea justa es más po-
derosa. Y es en esta convicción en la que se fundamenta e! optimis-
mo revolucionario."195
Como respuesta a estas exaltadas declaraciones de Trotsky, los es-
talinistas mexicanos guardaron silencio y todo parece indicar que pre-
ferían dejar pasar algunas semanas para que e! impacto de las decla-
raciones de Trotsky se disipara. Después tratarían de ridiculizarlo.
He aquí uno de .los encabezados aparecidos en El Machet« para
inaugurar 1938: El Ex-uo tÚI [urado tÚI "Ex't-rroolucionario "Ex"-culpado
por los "Ex". Bajo un titulo que se antoja escandaloso, el texto del ar-
ticulo no contenía básicamente más que estas dos frases: "El jurado
de la Comisión está constituido por 'Ex'; es decir, por desechos de or-
ganizaciones y partidos". Y también: "Dewey declaró 'que un régimen
de violencia provoca una reacción violenta en los adversarios'. El re-
conoce por lo tanto que hubo, por parte de Trotsky y de los suyos,
'actos de violencia'".I96
La debilidad de! contraataque de! PCM se vería sin embargo com-
pensado muy pronto por la potencia del de Lombardo. En febrero,
Lombardo logró hacer que el conjunto de la CTM proclamara a
Trotsky enemigo de México y de! proletariado internacional.
Empezando con un balance de la actitud adoptada por la CTM con
respecto a Trotsky en 1937, la decisión del 1I Congreso Nacional de
la Confederación recordaba que todas las centrales sindicales latinoa-
mericanas y la Federación Sindical Internacional habían estado de
acuerdo con esta posición, dándola a conocer a los trabajadores del
mundo entero. Líneasabajo atribuía los "ataques de Trotsky contra el
gobierno republicano español, contra el gobierno nacionalista unifica-
161
 1
~o ~e. China y cono:a a"uellos que luchan por su independencia" a su
deli.no de pe~uClón y al "descontento" que provocó en él la uni-
ficación de cnteno de las organizaciones sindicales arriba menciona-
das con ~e~ación al ca.rácter de c.ontrarrevolucionario del trotskismo y
a la oposición a su asilo en MéXICO.Trotsky aprovechó su estancia en
México -añadía la dirección de la CTM- para "autolimpiarse de toda
culpa y para hacerse pasar frente al pueblo mexicano como el verda-
dero guía de la clase trabajado ra " .197
El intento por parte de los dirigentes cetemistas de ridiculizar tanto
a la Comisión ~ey como su veredicto tenía muchas más posibilida-
des de c~r un I.mpacto fuerte q.ue el de El Machete, ya que su públi-
co era, DI más DI menos, el conjunto de la clase obrera y de la opi-
nión pública nacional:
Sus amigos residentes en los Estados Unidos de América vinieron
un. día e.n grupo par:a juzgar a Trotsky; se hospedaron juntos, tra-
bajaron Juntos, lo rmsrno el fiscal que los jueces, y juntos absolvie-
ron a Trots~~, después de una serie de reuniones que, por su
grotesca comicidad y por su sentimentalismo postizo, hicieron reír
a todo el pueblo de México, provocando hasta la censura de la
prensa reaccionaria del país, que ha sido la mejor aliada de
Trotsky desde que éste se halla en México.P''
y ya que el "odio de Trotsky por la CTM y sobre todo por Lom-
barda ~ acrecentó con el rechazo de la confederación a participar en
la farsa del contra-proceso, la CTM se erigía desde ahora en defenso-
ra de su jefe. Y ya que Trotsky trataba de hacer aparecer a Lornbar-
do como "un hombre comprado por el oro de Moscú, como un falso
líder del movimiento obrero de México y como un vocero de la cons-
piración del silencio contra el trotskismo", la CTM reafirmaba su "in-
?ependen~ia "absoluta de .l~ Internacional Comunista". Recordaba que
J~más habla tomado posición en los ataques de Trotsky contra los di-
ngentes de la URSS", que su respuesta era categóricamente afirmati-
~a c"uando se trataba de la defensa de la "causa del proletariado sovié-
uco. a la que T.rotsky atacaba, de la misma manera en que atacaba
-<llce la reS?luClón- "solamente a los gobiernos y a las organizacio-
nes de trabajadores amenazados por la barbarie".
Por todas estas razones -concluía el comité ejecutivo de la CTM-
Le~n T.rotsky resulta enemigo de México, enemigo de la acción
antifascista y bandera evidente de los enemigos del proletariado
mundial. 199
162
i
;
I El momento que eligió Lom bardo para dar a Trotsky ese golpe, el
!
1 ataque más duro que le fuera dirigido hasta entonces, no era eviden-
I temente cosa del azar. Se trata no solamente de que Lombardo se en-
contraba cerca de la cumbre de su éxito político tanto a nivel nacio-
nal -con la creación del PR~I- como internacional -con la creación
de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL)--, si-
no de que Trotsky y su movimiento se encontraban profundamente
debilitados por el golpe más terrible que habían recibido desde el na-
cimiento de la oposición de izquierda internacional: la muerte ---<el
asesinato?- de León Sedov, Liova.
L\ MUERTE DE SEDOV
León Sedov murió repentinamente en París días antes de la apertura
del Il Congreso Cete mista, Operado de urgencia de una apendicitis
aparentemente inofensiva y sin complicaciones serias inmediatas.F?' se
encontraba todavía en la clínica cuando su estado físico se "complicó"
misteriosa y fatalmente. Suponiendo evidentemente un asesinato, ni
los trotskistas ni el mismo Trotsky tenían a la mano todos aquellos
elementos que ahora, cincuenta años después, no parecen dejar duda
alguna de que se trató efectivamente de un asesinato.
Entre esos elementos destaquemos esencialmente dos: la confirma-
ción, en 1955, de la pertenencia a la cPu. del colaborador de Liova,
Marc Zborowsky, alias "Etienne", y el hecho de que no sólo la clínica
en la cual Liova fue operado pertenecía a unos rusos blancos, sino de
que las características precisas del exilio y de la situación económica
del médico encargado de la operación de Sedov, un ruso-blanco, indi-
can que muy probablemente él también se encontraba al servicio de
la CPU.201
Cérard Rosenthal, el abogado francés de Trotsky, escribe:
La versión generalmente aceptada quiere que el hijo de Trotsky
haya muerto en una clínica parisina en ci cunstancias eminente-
mente sospechosas. Esta versión le deja una parte demasiado im-
portante a la duda.
Es cierto que el hijo de León Trotsky, al igual que León
Trotsky, era denunciado y perseguido por el odio implacable de
Stalin y de sus colaboradores. Es cierto [... ) que esta persecución
implicaba la búsqueda de su destrucción física [...). Es seguro que el
confidente y guardaespaldas de León Sedov por lo menos informó
a la CPU de su enfermedad y de su traslado a una clínica privada
163

cuya vigilancia distaba mucho de ser estricta, por no decir que era
deficiente. Es seguro que la GPU se debe haber mostrado sumamen-
te interesada.
Es seguro que el medio hospitalario cubierto por la emigración
rusa ofrecía un terreno perfecto para los trabajos de la GPU. Es se-
guro que la enfermedad, lejos de ser normal, presentó anomalías
que provocaron la perplejidad de los médicos. En esas condiciones,
de las .cuales nadie se enteró, parece objetivo y razonable pensar
q.ue existen cargos suficientes para levantar una acusación por ase-
smato.m
Además,. todo parece indicar que el primer atentado en México
contra la Vida de León 'Protsky acababa de producirse también. El 15
( declaraciones sobre Trotsky por parte del Comité Nacional y de Lorn-
de febrero, en una cana dirigida a James Cannon, dirigente del sWP,
Trotsky escribía:
Tenemos en nuestras. manos informaciones muy valiosas que con-
ciernen a la preparación de un atentado terrorista por parte de la
GPU en México.
La primera medida práctica ya fue tomada. Un hombre vino a
nuestra. casa cargando unos paquetes grandes. Afirmó que había si-
d? enviado por el general .\Iúgica [... ] y que esos paquetes corite-
ruan abono par~ e! jardín de Diego Rivera. El hombre prometió
regresar al día siguiente con cartas del general Múgica --quien nos
confirmó no haber enviado a nadie-.203
LOMBARDO L-\NZA su ARTILLERÍA PESADA
La n:tuerte de Sedov marcó un ascenso brutal en la guerra de los es-
talinistas contra Trotsky, del que Lombarda se hizo eco inmediata-
mente ". No podemos explicar de otra manera el hecho de que, en
presencia de Cárdenas, invitado de honor en el II Congreso ceternista,
Lombarda se tornara ~a libertad de utilizar ese tribunal nacional para
p.roclamar tamo su alianza con el poder a todos los niveles como su
VIolenta oposición al poder respecto al asilo de Trotsky.
La resolución que declaraba a Trotsky enemigo de México fue vo-
tada algunos d.ías más tarde, el ¡6 de marzo. Se componía de siete
pumas; nada sino las características de la estructura de poder en el
seno de l~ <:n.f puede explicar que estos pumas hayan sido aprobados
por unanll.ll1da~ por una central sindical. El punto número uno acusa-
ba de falSIficaCIón a aquellos que presentaban a Trotsky como a un
164
- _. _ .. -- ..• '.- -- -- --_ .._-----
marxista: "Trotsky nunca ha sido un auténtico marxista-leninista". El
punto número dos afirmaba que "objetivamente", Trotsky actuaba
"en complicidad con e! fascismo internacional". El punto número tres
lo declaraba "enemigo del Frente Popular", y por consiguiente enemi-
go de los pueblos chino y español. El punto número cuatro lo acusa-
ba de injerencia en los problemas internos de México, calificándolo
de "enemigo de la unidad obrera". El punto número cinco decía que
"todos sus actos sobre el problema fundamental de esa época históri-
ca" hacían de Trotsky "el enemigo de la clase obrera de! mundo". El
punto número seis declaraba que el Congreso hacía suyas todas las
bardo Toledano. El punto número siete afirmaba: "El camarada Vi-
cente Lombardo Toledano es el verdadero representante del proleta-
riado mexicano". La conclusión era obvia: Trotsky, "cómplice de!
fascismo", debe ser expulsado del territorio mexicano por su "injeren-
cia en los asuntos internos".~
Para Trotsky éste fue un momento amargo. Sedov -a quien lla-
mó, en su famosa Carta a la Juventud Obrera,'!05 el "hijo, el amigo, e!
militante"- no estaba. Como en el caso de la desaparición de sus
otros hijos, Trotsky -<uentan los testigos-'!06 se encerró con Natalia
durante una semana entera en su recámara, de donde salió "con al-
gunas profundas arrugas de más". En su dolor reflexionó ac~:ca ~e
las relaciones a menudo muy violentas que sostenía con ese hijo, sm
el cual la construcción de la IV Internacional se hubiese vuelto extre-
madamente difícil, sobre todo en una Europa dispuesta a lanzarse a
una nueva guerra. Seguramente también reflexionó sobre la posibili-
dad de que su exilio en México se volviese precario si el conflicto con
el imperialismo -en el cual Cárdenas se había ya involucrado con el
asunto del petróleo mexicano-- provocaba el fortalecimiento del po-
der de la burocracia sindical lombardista, sobre la que Cárdenas se
apoyaba para asestar su golpe final, la expropiación.
A partir de entonces, a pesar de que Trotsky declararía aún varias ve-
ces y de diferentes maneras que no quería discutir con "lacayos cuando
lo que espera es el enfrentamiento con sus amos", se vería obligado a
comprometerse más a fondo en la lucha contra Lombardo y el peM.
EL PCM VOTA "LA ACCIÓN DIRECTA" CONTRA TROTSKY;
LOMBARDa L-\ ECHA A ANDAR
En agosto de 1938 Octavio Fer nández, informado por García Trevi-
no, dio a Van Heijenoort una importante noticia.?" el cc del PCM,
165
------------------------
que acababa de reunirse, "fue informado, a través del ?C estadouni-
dense, de que había que intensificar la persecución contra Trotsky y
los trotskistas, recurriendo a métodos más eficaces, entre los cuales lo
1 ¿~ómo aisla~lo? Pierre
cion de. MéxICO durante
Broué explica con precisión que en la situa-
esa época, presen(¿"lr a Trotsky como agente
del fascismo alel~~n' no bast~ba para preparar a la opinión pública
que e! informante llamó 'acción direcu'".~ "Mi informante", añadía con, ~l fin de fa~llItar s~ asesl~ato .. En .efecto, "los sucesos sociales y
Octavio Fernández, "asegura por otra pane que Hernán l..aborde, políticos en MéxICO [...], la nacionalización de los pozos por el presi-
quien se trasladó a Estados Unidos para recibir instrucciones especia- d.ente Cárdenas, las amenazas de las compañías petroleras, la agita-
les sobre este asunto, se vio obligado a esconderse por algún tiempo c~ón de los jefes m~litares ligados a los reyes de! petróleo, la reanuda-
• antes de entrar clandestinamente a México, a causa de la persecución ción de la ac.e.lera.clón de la reforma agraria, todo esto sumía al país
de la comisión senatorial llamada House UnAmerican Activities Com- en una movilización, en una ola nacionalista naturalmente dirigida
mittee (HUAC), presidida por e! joven y ambicioso senador demócrata c<?ntra el_gran ~ecmo del norte".~15 "La prensa estalinista y proestali-
tejano Martín Dies, contra e! ?C estadounidense. rusta -anade Pierre Broué- tenía la dificil tarea de hacer escándalo
El asunto era grave. Según el informe, el ?CM debía explotar la en favor de la muerte de Trotsky, identificándolo con e! hitlerisrno
atención que el mundo entero iba a presur a los dos congresos inter- sin por ello oponerlo al imperialismo norteamericano. [...] Era llevada
nacionales - contra la guerra y el fascismo y por la unidad sindical-· así a adoptar posiciones que desafiaban toda lógica y que no resistían
que debían tener lugar en México algunas semanas más tarde, para el examen más superficial. "~16
"hacer avanzar el objetivo principal del momento, es decir -precisa- Lombardo abrió el fuego. En su número de septiembre de 1938,
ba el informe recibido por Van Heijenoon-, fortalecer la campaña que sería leído por los delegados de los dos congresos internacionales.
anti-Trotsky y antitrotskistas, hasta llegar a la liquidación física de los Futuro publicaba la resolución de febrero de la CTM que declaraba a
objetivos, Trotsky y sus amigos".209 Trotsky "e~emigo de México". El primer día del Congreso Sindical
El 8 de septiembre de 1938, en Nueva York, el abogado de Latinoamericano, elementos fieles a Lombardo impidieron la entrada
Trotsky, Albert Goldman, reveló ante la prensa las decisiones tomadas a Mareo Fossa, delegado de catorce organizaciones sindicales inde-
por el PCM. Mencionó que, además de Erwin Wolf y de Sedov, otro pendientes de Argentina, y que se había manifestado en su país con-
de los antiguos secretarios de Trotsky, Rudolf Klernent, acababa de tra los procesos de MOSCÚ.~17 Más tarde, al lado de una caricatura que
ser asesinado.P!? No solamente Klernent acababa de ser asesinado, si- pr.esentaba a Trotsk y como un gigantesco escorpión negro, Futuro pu-
no que en el transcurso del año, dos importantes agentes de la GPU, bl1c~ba :1 articulo de Luis Fer nández del Campo, "Lo que Trotsky
George \!ink y el francés Georges Fournial, habían entrado a Méxi- slgmfica .
C0211 El círculo de la GPU se estaba cerrando alrededor de Trotskv. . Después de e:::plicar el dilema fascismo-democracia y sus rept:rcu-
Coldman especificó: . sio nes en el ca nu no político a seguir por parte de los rcvolucionar ios,
a saber, "luchar por el mantenimiento del sistema de mocrático-bur-
La campaña contra Trorsky y sus amigos debe ser dirigida por el gués para hacer ~osible [... ] la preparación de las fuerzas que van a
partido comunista con la ayuda de altos funcionarios de la Secreta- derrumbar al capitalismo y a estructurar el régimen socialista", Fcr-
ría Mexicana de Educaciónv'? y por Lornbardo Toledano [... ] quien, nández del Campo proclamaba la obligación para todo revolucionario
durante su reciente estancia en Europa, recibió de la GPU todas las de defender al sistema "más que de mocrntico" de la URSS "contra el
instrucciones necesarias y volvió con una película que calumnia a freno a la clase obrera, al que aspiran el capitalismo v el fascismo".
Trotsky."" "Trotsky es pues =-concluía el autor lombardista-c- un ·ali<.ldo del fas-
cismo, ya que combate contra el régimen soviético". "He aquí la ra-
Goldman no se equivocaba cuando enfatizaba la participación de zón de que las fuerzas reaccionarias hayan hecho tic Trotsky su ins-
Lombarda en esta nueva fase "directa ~, a muerte, de la guerra contra trume.nto [...] y Trotsky no se ha negado a jugnr este papel. [... ] El
Trotsky. Si bien es cierto que el que respondió inmediatamente para maten~l que Trotsky les proporciona a los co ntrarrcvolucionarios y a
desmentir las declaraciones de Goldman fue El Macheu,:I-I tocó aJa los fascistas del mundo no tiene precio."
prensa lombardista sobre todo conducir una vez más los ataqucs más
violentos en la campaña de calumnias destinadas a aislar a Trotsky. La deliberada culpabilidad co n trn r revo luoio na rin de Trotsky no

166 167
 puede merecer otro calificativo que el de traición. y en el momen-
to político actual de la humanidad, la traición a los intereses del
pueblo no es otra cosa sino complicidad con el fascismo.v'"
Tal fue la posición de ataque que los estalinistas mexicanos eligie-
ron contra Trotsky en septiembre de 1938. ,
A principios de 1939 apareció un folleto de Miguel Angel Velasco,
Espías y prowcadores, donde se aseguraba:
El trotskismo dejó de ser una corriente política en el seno de la clase
obrera para convertirse en una pandilla cínica y sin principios, de es-
pías, de saboteadores y de asesinos que actúan según las instruccio-
nes de los organismos de espionaje de los Estados extranjeros.t'?
Al igual que Fernández del Campo, Velasco evitaba hablar en par-
ticular de la alianza de Trotsky con el fascismo alemán o italiano, pa-
ra dirigir su ataque hacia la colaboración de Trotsky con algunos "Es-
tados extranjeros".
Como en los procesos de Moscú de 1938, donde las acusaciones
por espionaje relacionaban -o mejor dicho intentaban relacionar- a sa inmediatamente,
.los acusados tanto con la Gestapo como con el Intelligence Service,
los estalinistas mexicanos dejaban la puerta entreabierta para ampliar
sus acusaciones contra Trotsky. El ataque según el cual éste estaba al
servicio de "organismos de espionaje de algunos Estados extranjeros"
permitía en efecto no encerrarse en el marco de la política "antifas-
cista" , que asociaba demasiado exclusivamente la calumnia a los lazos
con las potencias "fascistas" Alemania e Italia, en aquel momento en
que las relaciones se habían modificado en cierto modo con la URSS
desde que los occidentales aceptaron sesionar en Munich sin repre-
sentantes de la URSS.
Efectivamente, en el idioma de la propaganda del PCM, Estados
Unidos seguía siendo todavía la potencia democrática con la que la
diplomacia soviética había buscado tan ávidamente la alianza en los
últimos años; una actitud que facilitaba la política rooseveltiana del
"buen vecino" con los países de Arnércia Latina y en particular con el
régimen de Cárdenas. Sin embargo, la situación internacional podía
llegar a modificar muy rápidamente esta situación sin salida. A finales
del periodo que acabamos de estudiar, el pacto germano-soviético
pondría de nuevo al "imperialismo yanqui" en el primer plano como
el enemigo principal, y convertiría a Trotsky, de "agente alemán" que
había sido hasta entonces ~e acuerdo a la propaganda de la CTM-,
en un agente estadounidense. . de esta hospitalidad.
168
VI. La contraofensiva de Trotsky
"Mis enemigos utilizan hábilmente el ambiente de alarma general y
sin duda proseguirán su campaña en el Nuevo Mundo. No me hago
ninguna ilusión sobre esto", declaró Trotsky al desembarcar, y aña-
dió: "Mi defensa consiste en exponer mis ideas, mis planes y mis acti-
vidades ante la opinión pública. Deposito mis esperanzas en la
imparcialidad y en la objetividad de la prensa del Nuevo Mundo.'
TROTSKY EMPIEZA A CONOCER A SUS ADVERSARIOS
El primer objetivo que se fijó Trotsky fue el de conquistar la simpatía
de la prensa. Y no perdió ni un minuto; no sólo se dirigió a la pren-
sino que le habló en su propio idioma y jugó con
cartas psicológicas esenciales: la identificación, la modestia, la exalta-
ción del papel del interlocutor:
Gracias por la amable atención que se han sevido prestarme -así
abrió su primera conferencia de prensa-o Puedo apreciarla aún
más desde el momento en que me puedo considerar como uno de
sus colegas, ya que soy un antiguo periodista. Al mismo tiempo,
creo que estoy totalmente de acuerdo con ustedes al suponer que
ni ustedes ni yo tenemos ninguna razón para entretener a la opi-
nión pública y a la prensa con mi persona [... ]. Este país tiene
frente a sí tareas suficientemente imponentes como para distraer a
la opinión pública y a la prensa que es su espejo."
Ante la prensa, Trotsky jugó también una carta política impor-
tante: una mezcla de prudencia y de claridad en relación al
enemigo identificado, pero cuyas armas y cuya fuerza eran aún des-
conocidas.
Escucho, como ustedes, a algunas personas -aisladas, espero-
que dicen que, habiendo actuado supuestamente como un conspi-
rador terrorista aliado al fascismo alemán, me he vuelto indigno
[... ] Aquellos que me atribuyen actos contra-
169
--------------------------------------~---------------~
rios a mis convicciones, a mis escritos, a mis discursos, me calum-
nian frente a la opinión pública mexicana. Estoy dispuesto, en to-
do momento, a presentar pruebas ante cualquier comisión
imparcial y autorizada sobre este asunto.'
Sin embargo, Trotsky sabía perfectamente quiénes eran esos ene-
migos, a quienes calificó ante la opinión pública de "personas" o de
"aquellos que". En su [oumal escribió:
Uno de los sfntornas de la inquietud de Moscu saltaba a la vista:
los comunistas mexicanos me dedicaban números especiales de su
semanario e incluso publicaban números especiales llenos de ma-
teriales, viejos y recientes, que provenían de los desagües de la
GPU y de la Comintern. Mis amigos decían: "No haga caso, esta
hoja es tratada con el desprecio que se merece". Yo nunca pensé
en polemizar con los lacayos, cuando tenía que e nfre ntar me a sus
amos. El secretario de la confederación sindical, Lornbardo Tole-
dano, adoptó una actitud absolutamente indigna. Abogado, aficio-
nado cn política, alejado del proletariado y de la revolución, este
señor había ido a Moscú en 1935, de donde volvió como "amigo"
de la URSS, desinteresado, según pretende. El informe de Dirni-
trov en su VII Congreso de la Internacional Comunista sobre la
política de los "frentes populares", un documento revelador de
una especie de torpeza en teoría y en política, fue igualado por
Toledano al... Manifiesto Comunista.
Desde mi llegada a México, este señor me calumnia con una
desfachatez tanto más grande cuanto que cuenta con la impuni-
dad, en razón del compromiso que adopté de no mezclarrne en lo
absoluto en los asuntos del país. Los mencheviques rusos fueron
verdaderos caballeros en comparación con estos ar r ibistas , en
cierto modo enamorados de sí mismos.'
Era una declaración de desprecio y también una declaración de
guerra: Trotsky sabía bien que tendría que afrontar tarde o temprano
a las dos grandes cabezas del estalinismo mexicano, así fuesen éstos
"lacayos" o "arribistas". Es más, así se lo comunicó a sus amigos de
México y de Estados U nidos.
Teníamos que esperarnos a urra "defensa" totalmente extraordina-
ria por parte de los agentes de Stalin en los dos países. En su lu-
cha por su "reputación" internacional y su poder, la pandilla
dirigente de Moscú no se detendrá ante nada.>
170
En este párrafo queda claro por qué prudencia y paciencia era n
elementos indispensables. La meta era doble: no arriesgarse a perde.r
el derecho de asilo en Méx.ico y desenmascarar al estalinismo interna-
cional y nacional.
Trotsky en efecto no sólo tenía por enemigo al enemigo estalinista:
las derechas mex.icana y estadounidense se manifestaban también con-
tra él en su prensa. La frecuencia y la agresividad de sus ataques no
eran, sin embargo, comparables a las del adversario de "izquierda".
La defensa o la contraofensiva que habría de adoptar contra ellas no
exigiría mucha atención o energía por. parte de Trotsky. Les respon-
dería solamente cuando fuera necesario, cosa que sucedería sobre to-
do en el caso de la derecha estadounidense, casi nunca en el de la de-
recha mexicana. Volveremos sobre esto más adelante.
L\ CONTRAOFENSIVA "INEVITABLE~ O "FORZOSA"
El título que Trotsky dio a su primera declaración pública contra el
I estalinismo mexicano -"declaración forzosa"- y la fecha en que de-
cidió hacerla -el 26 de junio de 1937- ilustran tanto la prudencia y
el respeto que guardó por sus compromisos iniciales cuanto su deter-
\ minación de defenderse.
El 25 de junio, Lornbardo había publicado El asilo de México pa!a
León Trotsks y la actitud del proletariado mexicano; algunos días antes, la
CT~·( se había pronunciado contra este asilo, en nombre del movi-
I miento obrero y en los mismos términos que Lombarda. Trotsky les
l respondió:
En un cierto número de declaraciones públicas, el señor Toledano
me ha estado atribuyendo la intervención en asuntos internos de
Méx.ico (en particular, por ejemplo, un llamado a la huelga gene-
ral). No hay en sus afirmaciones una sola palabra que sea cierta. El
señor Toledano no puede ignorar esto [...]. El mismo señor Tole-
dano declara que, en virtud de mi crítica hacia el gobierno soviéti-
co, soy un servidor del fascismo. Se trata entonces de la política
interior de la URSS y no de la de Méx.ico. é'Tiene acaso entonces
algún sentido el que me ponga a polemizar con el señor Toledano
en asuntos en los cuales no ha demostrado en ningún momento su
competencia? Lo digo brevemente: [... ] los peores enemigos del so-
cialismo y del pueblo soviético son los supuestos "amigos" de la
pandilla dirigente de Moscú. El señor Toledano forma parte de
ellos. Aprender de estos señores la manera de defender el socialis-
171
 mo y la ,revolución. es algo que no acepto. y tampoco estoy dis- a las acusaciones precisas lanzadas contra él y. cuando fuera posible.
puesto a responder a futuras insinuaciones." la exposición de sus puntos de vista s..br c México. exposición a la que
dedicaremos un capítulo más adelante.
Las insinuaciones -lo vimos ya en el capítulo anterior- no fueron La respuesta de Trotsky a la declaración unánime de la CTM contra
pocas durante ese año de 1937. Trotsky no respondió. Sólo esperó. su asilo fue abrumadora. Trotsky mostró la identidad que existía en-
Esperó lo que .. desde su punto de vista. sería el arma infalible para tre los métodos empleados por Lombardo para burlar a la opinión
desenmascarar a la burocracia soviética y a sus representantes en to- pública y los empleados por el Kremlin durante los procesos de Mos-
do el mundo: el veredicto de la Comisión Dewey. cú: en ambos casos. dijo. tal y como lo concluyó la Comisión Dewey.
Cuando el veredicto fue pronunciado. Trotsky no dudó: después de se trata de "falsificaciones extravagantes". Trotsky añadió que toda. su
haber alabado y de haber agradecido calurosamente. una vez más. al política. su defensa de los "métodos de lucha intransigentes contra el
presidente mexicano y a su pueblo. exclamó: imperialismo". demostraba la falsedad de las acusaciones lanzadas.
Pero se trata -aseguraba Trotsky- de una maquinación en la que
Sin embargo. hemos [Natalia y él mismo] encontrado aquí a algu- Lornbardo se encuentra mezclado con la Cornintern, la cual precisa-
nos amigos de la GPU. Apoyándose en los fraudes de Moscú. estos mente "se arrodilla ante el imperialismo 'democrático ..·. una maquina-
señores llevaron a cabo. durante el transcurso del año. aproxima- ción que. añadía. no tiene sino un objetivo: "cerrarme la boca", El ve-
damente unos diez intentos para obtener que se nos negara el de- redicto de la Comisión Dewey y la reciente aparición en varios
recho de asilo. que hoy ya no es la regla. sino la excepción. Nunca idiomas del libro Los crimenes de Stalin" eran los hechos que obligaban
respondía a estos intentos [... ]. Pensaba que descubrir al amo impli- a Moscú a confiarle a Lornbardo una misión específica dentro de la
caba descubrir también a sus mercenarios; agentes y lacayos [... ]. maquinación general.
Ante el veredicto. ni un agente ni un lacayo podrán evadir sus res- Para demostrar que no lograrían inumidarlo ni cerrarle la boca,
ponsabilidades [... ] ¿Acaso hay que recordar los nombres de los que Trotsky llevó a cabo un recuento de las persecuciones de las que fue
participaron en las jubilosas fiestas de la burocracia soviética. de los víctima por parte del zar. de sus aliados franceses. de Guillermo II.
abogados que hicieron carrera sobre el lomo de los trabajadores? de Alfonso XIII. de los imperialistas británicos. de Kerensky, en suma
[... ] Ya le llegará a cada uno de ellos la hora en la que serán lla- de "todos los que intentaron callarrne". "Pero está escrito en las pági-
mados al orden por la opinión pública." nas de la historia que no aprenderé a callarme por órdenes
de nadie. Y Stalin sabe esto mejor que Toledano". exclamó Trotsky
Las declaraciones de Trotsky sobre el veredicto no dejaron de im- ante la prensa. "Es por eso que prepara otros métodos aún más efica-
pactar al conjunto de la prensa mexicana: al enterarse del veredicto. ces". Necesitarán realizar sin embargo un "envenenamiento" previo
el diario La Prensa. por ejemplo. lo anunció con el siguiente encabe- de la opinión pública; he aquí el trabajo que le ha sido confiado a
zado: "Los amigos de Trotsky lo declaran inocente". Al día siguiente Lornbardo.
de la conferencia de prensa de Trotsky, el articulo que La Prensa le Para Trotsky, su defensa 'contra las calumnias no podía ser conside-
dedicó era amigable y entusiasta con respecto a las conclusiones del rada como una intervención en la política mexicana:
veredicto emitido por la Comisión.
Si en las calles de esta capital alguien mete la mano en mis bolsi-
llos para robarme mi correspondencia y mis documentos. creo te-
TROTSKY SE ENFRASCA EN LA GUERRA ner el derecho de agarrarIe la mano a quien lo haga. Y creo que
el dueño de esa mano no va a ponerse a gritar que me esLOy in-
Tomando como base las conclusiones de la Comisión Dewev v la radi- miscuyendo en la política interna de México.
calización del régimen mexicano. Trotsky pudo dar comienzo a la fir-
me defensa que se imponía ante la guerra que le habían declarado
Lornbardo y el PC~t en 1938,
1 Pues bien. agregaba Trotsky,

Esta def~nsa estaría compuesta por dos. elementos: el contraataque Lombardo Toledano trata de robarmc algo infinitamente más va-

172 173
.•...._--""'!l', ..•.-,--,...,,--.'..••-.----
 lioso, mi' honor político. Por lo tanto, tengo absolutamente el dere-
cho de defenderme, y lo haré dando a conocer la verdad a la opi-
nión pública. y la verdad sobre Lornbardo es la siguiente:
A partir del momento en el que, por medio de materiales fabri-
cados, moviliza a este Congreso contra mí [...] y lo hace con e! úni-
co propósito de reducirme al silencio o de privarrne de mi derecho
de asilo, entonces el señor Toledano actúa 1W en calidad de repre-
setuatue de la polúica interna de México, sino como agente de la poliuca
exierior de la GPU. Que asuma entonces la responsabilidad de tan
poco honorable función."
A partir de esta fecha, ninguna de las iniciativas importantes de los
estalinistas contra Trotsky se quedaría sin respuesta.
Por ejemplo, en el mes de junio, después de un viaje a Europa que
"
culminó en Oslo, Lombardo hizo declaraciones sobre Trotskv en los
periódicos Aftenposten y Arbeiderbladet, ' hoteles, de toparme con ciudadanos mexicanos y de conversar con
En julio Trotsky solicitó una conferencia de prensa en México y al
responderIes a los periodistas, desmintió las declaraciones del jefe de
la CTI.1. Lornbardo, decía Trotskv, "deforma la verdad, no sólo con el
fin de calumniarrne políricarnenre sino, y esto aparentemente
gún motivo, porque es incapaz de actuar de otra manera", De una
sin nin-
1,., posición prudentemente defensiva, Trotsky pasó al contraataque,
tono despectivo, a la ironía mordaz.
'i:;.. En el momento de! viaje de Trotsky, André Breton y unas cuz ntas
" personas más hacia Pátzcuaro, a principios del mes de julio, un grupo
de profesores de la región, miembros del sindicato de maestros, abor-
¡,
daron al revolucionario ruso y le pidieron su opinión sobre la educa-
P'
," ción en México, para publicada en su boletín Vida. Trotsky redactó
algunas líneas, inmediatamente traducidas por Van Heijenoort, acerca
de la misión de los profesores en los países subdesarrollados, en las
que abordó de paso el problema de las graves repercusiones que aca-
rrean los regímenes gubernamentales o sindicales totalitarios en la
educación. Bajo estos regímenes, escribió, la educación pierde su li-
bertad Y se vuelve incapaz de asegurar su misión esencial --el desper-
tar y la formación de la capacidad crítica de sus alumnos-; concluía:
El deseo más ardiente que puedo expresar es que la enseñanza
mexicana no sea sometida a un régimen totalitario en sus sindica-
,i tos, con su séquito de mentiras, de calumnias, de represión y de
sofocamiento del pensamiento crítico. Sólo una lucha ideológica ho-
1 norable y leal puede asegurar la elaboración de convicciones firmes
y maduradas en forma seria. Sólo una enseñanza edificada sobre
,1
171
~l
tales condiciones es capaz de conquistar una autoridad inquebranta-
ble y de cumplir con su gran misión histórica. 10
En la lucha, Trotsky asumía una posición de ataque. La alusión al
papel totalitario de los jefes comunistas de! Sindicato de Trabajadores
de la Educación de la República Mexicana no podía ser más directa.
La respuesta no se hizo esperar. Durante todo 1938 tanto el PCM co-
mo Lombardo acusarían a Trotsky de intentar dividir al sindicato."!
Como si saboreara realmente la ocasión, Trotsky se dirigió de nue-
vo a la opinión pública por medio de un artículo en el cual manejó
abiertamente la ironía. Después de haber hecho un recuento de las
acusaciones de Lombardo, se volvió contra el PCM:
Se me acusa ahora, no ya de preparar la huelga general o la insu-
rrección fascista, sino de [oo.] viajar por México, de hospedar me en
ellos (!), y agrego que lo he hecho con una gran satisfacción, 12
Después de lamentar el no haber tenido la oportunidad, por falta
( de tiempo, de tener más encuentros como el de Pátzcuaro en las de-
más ciudades que visitó, Trotsky añadió:
al
Muchas personas me abordaron para pcdirmc autógrafos o simple-
mente para darme un apretón de manos. A algunos [oo,] les pre-
gunté bromeando: "¿Qué, no les da miedo acercarse a un
contrarrevolucionario y fascista?" Ante esta pregunta, recibí, casi
invariablemente la misma respuesta: "Nadie que sea mínimame nte
sensato puede creerlo". Es inútil decir que esta respuesta me pro-
porcionó una inmensa satisfacción moral.P
Tan pronto aparecieron en la prensa estadounidense las declaracio-
nes de Albert Goldman sobre las recientes decisiones del PCM y sobre
el viaje de Laborde a Nueva York, Trotsky agarró al vuelo la pelota
que él mismo había lanzado:
En el momento en que Goldman hacía estas revelaciones, Laborde
de repente apareció en México escribió Trotsky-, Digo "de re-
pente" porque en la prensa no se hizo ningún comentario sobre Sil
regreso. ¿De dónde venía? ¿Estuvo realmente en la URSS? [oo.] ¿sc
quedó secretamente en Estados Unidos? ¿Qué hacía ahí? [oo.]
Al señor Laborde le corresponde por entero la responsabilidad
de desmentir la declaración de Goldman. [oo.] Ningún pretexto po-
175

drá ayudarlo. La opinión mundial obligará a los conspiradores a
1 dar una respuesta clara y precisa al respecto. ¿Se escondió Laborde
en Estados Unidos? ¿Sí o no? Y si lo hizo, écon qué objeto>'!
Laborde guardaría silencio. Pero los ataques ~e Trotsky lo seg~i-
rían persiguiendo. Hacia finales del año, apareció un folleto escn.to
por Trotsky -"¿Cuál es el significado de la lucha contra el trotskis-
mo?"- y dirigido principalmente contra Lombardo, pero que tam-
bién hizo las veces de un balance del papel de Laborde en esta lu-
cha.'> En octubre, el primer número de Claue.s" explicaba el cambio
del nombre de El Machete -"que recordaba un pasado compromete-
dor"- por el de La Voz de México: "el respetable nombre que llevaba
anteriormente el órgane informativo de la reacción católica". Lo veía
.,¡. como resultado de la "transformación del PCM en un partido de la pe-
queña burguesía conservadora". Y en abril de 1939, cuando el PCM,
haciendo la parodia de la parodia, acusó a Trotsky de ser el responsa-
ble de la muerte de cincuenta y cuatro personas en la catástrofe fe-
rroviaria entre Irolo y Ornetusco. fue sobre Laborde sobre quien re-
cayó' la respuesta de Trotsky en Clave; una respuesta donde la
indignación se presenta bajo la forma de una ironía mordaz y de un
'.'
"
sentido del humor aplastante:
Hemos decidido proceder en este asunto, a una investigación meticu-
losa, con nuestras modestas fuerzas. [...)
Estimamos a Trotsky, pero estimamos aún más a la verdad. Los
documentos que han llegado a nuestras manos establecen de manera
irrefutable que el principal organizador del accidente ferroviario fue
el conspirador de Coyoacán. [...) Trotsky transmitía sus instrucciones
más criminales a través -¿pueden creerlo?- de Hernán Laborde.
Hcr nán Laborde no hizo más que encubrirse bajo el estalinismo
para cumplir más eficazmente .su trabajo de zapa trotskista [...).
La astucia trotskista necesita la máscara de la estupidez para cum-
plir más eficazmente su trabajo de zapa.
En lo que se refiere a la participación inmediata de Labordeen la
preparación directa del accidente de ferrocarril, ésta ha sido plena-
mente demostrada. En el cajón de nuestro escritorio se encuentran
dos nueces que Laborde puso ahí durante la noche anterior al acci-
dente. La dactiloscopía establecerá sin duda que las huellas digitalcs
pertenecen al trotskista mexicano [...). Vychinsky ya le envió un bo-
leto de primera clase para [...) Moscú [...) a los brazos de la GPU: es
lo mejor que puede hacer por el movimiento obrero. Después de
que el camarada Beria haya procedido a aplicarle su ritual interven-
176
In
- .- - ._--, --- - ---------
ción quirúrgica, los redactores de La Voz de México le dedicarán a su
maestro [...] una muy sentida nota necrológica que terminará con es-
las p.al~bras: ..¡l!n perro rabioso del trotskismo acaba de ser liquida-
do! i Viva Stal in l, el padre de los pueblos." Y todo el Partido
Comunista de México exclamará "¡Amén!"."
El principal adversario a vencer seguía siendo sin embargo Lom-
ba~do Toled~no. En el folleto publicado en octubre de 1938, Trotsky
calificaba al jefe de la Cn.1 como "uno de los agentes más esforzados
y menos escrupulosos de la burocracia de Moscú" y como el "peor
enemigo del trorskismovts El sometimiento de la CfM a las instruc-
ciones de Lornbardo, su ingreso al PRM y la organización de los dos
congresos internacionales de septiembre de 1938 en México, habían
hecho efectivamente de Lombardo el principal dirigente de la "acción
directa" contra Trotsky.
A partir del mes de agosto de 1938 Trotsky empezó entonces a ata-
carlo con un estilo cuya violencia contrastaba enormemente con las "de-
claraciones forzosas o inevitables" de 1937 v de los seis meses anteriores.
Uno de sus propósitos fue el de exponer ante la opinión pública
sus puntos de vista sobre la composición y los objetivos políticos de
los dos congresos de septiembre, cuyos dos principales invitados se-
rían Léon jouhaux y john L Lewis.
Las declaraciones de Trotsky sobre el Congreso contra la Guerra y
el Fascismo constituyeron una sfntesis de sus posiciones sobre lo que,
para él, seguía siendo el conflicto político central de la época: la lucha
internacional entre el capital y el trabajo, y no la lucha entre el fas-
cismo y la democracia, como lo sostenían los estalinistas y los repre-
sentantes de los gobiernos de las democracias burguesas.
La mayoría de los "pacifistas" presentes en este Congreso ~scri-
bía Trotsky-, son figuras políticas, patriotas de los países irnperia-
listas. Entre ellos está jouhallx. Estas personas consideran a los
pueblos coloniales o sernicoloniales como el abono histórico desti-
nado a fertilizar su cultura. Hablan de paz. Pero la paz no será al-
canzada más que a través de la lucha revolucionaria y no por
medio del establecimiento de Frentes Populares. Hablan de la de-
mocracia y al mismo tiempo se unen a los dirigentes de los países
imperialistas, cuado es evidente que la "democracia" ~lOperialista
está totalmente dirigida en contra de la democracia de los pueblos
coloniales y semicoloniales, subdesarrollados y débiles.
L. política internacional de Stalin, añadía Trotsky, coincide o trata
177
---~-----~-_.~ .. '- _._--------
de coincidi.r con la de los países imperialistas, con los cuales busca un
acercamiento, tratando de demostrarles que no representa ningún pe-
ligro para sus intereses:
El ejemplo más evidente de esto es el Nuevo Mundo: Estados Uni-
dos y México. El verdadero objetivo de Stalin es el de conquistar la
confianza y la amistad de la Casa Blanca. En este juego México no
es más que uno de sus peones.!?
En cuanto a la lucha contra el fascismo -seguía-, para ganarse la
confianza de las potencias imperialistas, Stalin prefirió estrangular la re-
volución española y el movimiento socialista de los trabajadores, antes
que unirse a ellos contra-el fascismo.
Los mismos peligros amenazan a otros países pobres. El caso del
conflicto petrolero mexicano constituye un ejemplo perfecto, prose-
guía Trotsky.%OEs por esto que estos paises deben desconfiar de la
política del "buen vecino", un discurso que los burócratas imperialis-
tas emplean hoy en día, pero que no les impide ponerse finalmente
de parte de sus gobiernos imperialistas:
El Congreso de México ha sido concebido, ordenado y organizado
por Moscú. Tomando en cuenta la gran tensión de sus relaciones
con Japón, Stalin quiere demostrar, precisamente, su fuerza poten-
cial en la frontera de Estados Unidos [...]. He aquí el meollo del
asunto. ¡Todo lo demás no son sino palabras, frases retóricas o ges-
tos vacíos!"
Al amparo del nombre de Diego Rivera, Trotsky respondió enton-
ces por escrito a las preguntas de la United Press acerca del Congreso
Sindical Panamericano.
Si bien, para él, la unificación más completa posible del proletaria-
do en el continente americano era en ese momento indispensable pa-
ra asegurar la influencia de los trabajadores en la política exterior e
interior de cada uno de sus paises, y para impedir que América se su-
miera en la guerra que se aproximaba, a Trotsky le parecía dudoso
que este Congreso alcanzara esa meta.
Si bien el objetivo de las masas obreras representadas en este Con-
greso es el más arriba mencionado -proseguía el refugiado de Co-
yoacán- desaparece bajo otros objetivos, y en especial el de Lombar-
do, cuya "ambición es la de escalar hasta la presidencia de México,
sobre los hombros de los obreros"; ambiciones para las que cuenta
con todo el apoyo de Moscú.
178
Sin embargo estoy convencido, aseguraba Trotsky, que Lombardo
no llegará a someter al movimiento obrero para lograr sus propósi-
tos. Pero esto no necesariamente guarda una relación directa con los
resultados del Congreso Panamericano, ya que la oposición no será
admitida y se tratará por lo tanto de un Congreso de burócratas
obreros bien seleccionados.
El hecho de que el dirigente obrero estadounidense de la AFL, Wi-
lliarn Creen, haya presentado este Congreso como un Congreso "re-
volucionar io" -una palabra que en Estados Unidos causa pánico--,
no significa otra cosa, declaró Trotsky, que "justificar su propia políti-
i ca reaccionaria".
En cuanto a los objetivos concretos de Lewis, respondió Trotsky
~ no puedo saber todavía cuáles son. Sin embargo, lo que queda claro
j es que todos los agentes de Moscú presentes en el Congreso tienen
como meta la de:
1
transformar a las organizaciones obreras de toda América en ins-
trumentos de Stalin y de su GPU. Con este fin la Comintern, como
sabemos, ha cambiado su política. Browder se ha vuelto roosevel-
tiano y Lombardo cardenista. Pero esto no tiene otro propósito
que el de confundir al adversario. Su objetivo real es el de pene-
trar a cualquier precio en el aparato del Estado. Si estas metas se
alcanzaran, esto constituiría, en todo el sentido de la palabra, una
catástrofe para la clase obrera y la cultura norteamericanas. No
queremos que México se convierta en una Cataluña, donde los
mercenarios de la GPU, que no valen más que un fascista cualquie-
ra, estrangulan todo lo que en el proletariado y en la intelliguent-
sia es inteligente y honesto.F
Fuera de los congresos internacionales, la campaña dirigida desde
principios de año por Futuro, El Machete y el diario de la CTM funda-
do en abril de 1938, El Popular, contra la "prensa reaccionaria", le
dio a Trotsky una de las primeras oportunidades para proceder a este
contraataque más agresivo.
Bajo el título de "prensa reaccionaria", los órganos estalinistas en-
globaban no sólo a las revistas o periódicos cuyos directores, redacto-
res y editores se proclamaban de derecha y eran conocidos como ta-
les, sino también al conjunto de la gran prensa nacional, es decir, a
los diarios abiertos a casi todas las corrientes, incluyendo la de
Trotsky.
Trotsky veía en esta campaña el peligro que se corre en cualquier
país capitalista en el que es restringida la democracia, un fenómeno
179
cuyas más 'graves repercusiones -la historia lo ha demostrado incon-
tables veces, argumentaba- recaen invariablemente en última instan-
cia sobre los trabajadores. Veía también el peligro que esta restricción
representaba en un país subdesarrollado que estaba dando sus prime-
ros pasos hacia la conquista de esta democracia. En este punto, su
ataque contra Lombardo fue también, por lo tanto, duro y directo:
La democracia no tiene valor para el proletariado más que en la
medida en que permite el desarrollo de la lucha de clases. Conse-
cuentemente, un dirigente de la clase obrera que provee al Estado
burgués con armas excepcionales de control sobre la opinión pública
en general, y en particular sobre la prensa, puede ser calificado muy
precisamente como traidor. En última instancia, con el agravamielllo
de la lucha de clases, los burgueses de todo tipo terminarán por po-
nerse de acuerdo y dirigirán entonces todas las leyes de excepción,
todos los reglamentos restrictivos, todas las formas de censura "de-
mocrática" contra la clase obrera. Aquel que no entienda esto, debe
abandonar las filas de la clase obrera.P
Restringir la libertad de prensa, explicaba Trotsky, no es justifica-
ble sino como una de las medidas de excepción indispensables en un
periodo de guerra en el que la reacción se levante contra la construc-
ción de un Estado obrero; y aun en ese caso, este tipo de medidas no
pueden ser sino momentáneas si no se quiere correr el riesgo de ver
reproducirse el totalitarismo, del cual la URSS constituye, en este mo-
mento, el mejor ejemplo.
Pero México no es un Estado obrero, precisaba Trotsky: y su ea-
rácter de país semicolonial no lo sustrae de ser un Estado burgués.
Por consiguiente:
Toledano y sus correligionarios se esfuerzan esencialmente por in-
troducir en el régimen de la democracia burguesa los medios y los
métodos [...] que toman prestados [... ) no de la dictadura del prole-
tariado sino de sus usurpadores bo napartistas. En otros términos,
envenenan a la democracia burguesa, ya de por sí enferma, con el
virus de la podrida burocracia estalinista."
Es por demás ilusorio, exlarnaba Trotsky, pensar que los trabajado-
res puedan liberarse de las ideas reaccionarias por medio de la censu-
ra a la prensa reaccionaria. Para ello hace falta un movimiento revo-
lucionario cuyas condiciones deben ser aseguradas, entre otras cosas,
por el desarrollo de la prensa proletaria. Periódicos como El Po/miar
180
_.---------
1 son incapaces de llenar estas condiciones, ya que sirven a intereses
contrarios al movimiento revolucionario. De ahí concluía:
I
La lucha contra la prensa burguesa debe empezar por barrer a los
dirigentes degenerados de las organizaciones de la clase obrera y,
en particular, por liberar a la prensa obrera de la tutela de Lom-
bardo Toledano y de otros charlatanes burgueses.P
j ¿Cómo podían semejantes declaraciones no ser interpretadas como
j,
injerencia interna en los asuntos políticos de México? Con semejantes
declaraciones éno corría Trotsky el riesgo de ver al gobierno de Cár-
denas volverse contra él? ¿No ponía Trotsky en peligro su asilo?
Desde hada algún tiempo, previendo el agravamiento de los ata-
1
l' ques contra él y conociendo suficientemente bien las realidades y los
1
1 problemas políticos mexicanos, Trotsky había empezado a planificar
1 el nacimiento de un instrumento que le sirviera al mismo tiempo de
j camuflaje personal y de arma contra sus adversarios. Este. instrumen-
I
to nació en octubre de 1938. Se trata de la revista Clave. Su primer
número contenía precisamente el articulo arriba citado, uno de los
primeros articulos de Trotsky sobre México que iban a aparecer sin
firma o bajo algún seudónimo.
Con Clave, Trotsky encontró un medio para contraatacar sin expo-
nerse. No hubiera podido hacerlo, claro está, si el presidente Cárde-
nas no lo hubiese apoyado; pero el presidente Cárdenas seguía apo-
yándolo.
CLAVE, UN ARMA TEÓRICA Y POLÍTICA DE TROTSKY
El cuerpo total de la revista Clave estuvo formado por doce números,
divididos por mitad en dos épocas. Entre estos dos periodos, tuvo lu-
gar un suceso capital: el inicio de la segunda guerra mundial. . .
El equipo de redacción era valioso y variado. Estaba constituido
por algunos colaboradores regulares, como Rivera, Fernández, Van
Heijenoort, Munis, el abogado Adolfo Zarnora y su amigo José Fe~el;
se contaba además con unos veinticinco colaboradores esporádicos.
entre los cuales había militantes trotskistas o nilitantes del Parti So-
cialiste Ouvrier et Paysan (psoP) francés, o bien simpatizantes o ami-
gos, en particular Breton, Francisco Zarnora o el pintor mexicano
Juan O'Corman.
El pilar principal de la revista era sin embargo Trotsky, cuya con-
tribución en el total de sus páginas ha sido estimada en un 38%. Co-
181

mo lo hicimos notar más arriba, muchos artículos suyos aparecieron
sólo con la firma de la revista, es decir con la inicial "C", bajo seudó-
nimos, o simplemente sin firma. Pero Clave llevaba la marca de
Trotsky: de ahí lo bastante elevado de su grado teórico y la explora-
ción de temas que para la época eran de vanguardia, como por ejem-
plo el psicoanálísis.w
El título de la revista no fue escogido al azar. "La clave que
Trotsky pretendía darle a América Latina, o mejor dicho, a una van-
guardia de América Latina, a finales de estos años treintas, era 'la in-
terpretación y la transformación del mundo: el marxismo', de cuya
superioridad como método para la victoria de la revolución mundial
él estaba convencido."Tl
Después de haber intentadoIlevar a cabo una cuantificación de los
temas abordados por Clave con el fin de valorar la importancia que
cada uno de ellos tuvo en la formación global de la revista, obtuvi-
mos un cuadro'" que muestra claramente las intenciones forrnarivas
de la revista; en él salta además a la vista, e inclusive sorprende, el
lugar tan importante que Clave le dedicó a México. En número de
páginas, México ocupa efectivamente un segundo lugar, después de la
segunda guerra mundial y del pacto germano-soviético.
Deseoso de no dar pie a las acusaciones de sus adversarios, Trotskv
no firmó sino el 8% de los artículos dedicados a México en Clave. Los
qO.lesí firmó eran por otra parte declaraciones "forzosas" o "inevita-
bles". Fue Octavio Fernández quien firmó la mayoría de los artículos
de la revista que hablan de México. Bajo su firma, Clave desarrolló,
profundizó y precisó una interpretación de la revolución mexicana y
del régimen político mexicano posrevolucionario, que fue elaborada
con la colaboración y bajo la estrecha vigilancia de Trotsky: leyendo
entre líneas, aparece, bajo la pluma de Octavio Fernández, una refle-
xión progresiva de Trotsky sobre este país que le dio asilo.
Pero Clave también hizo uso del análisis teórico como un instru-
mento en su combate contra los estalinistas mexicanos. En su intento
por tratar de entender la naturaleza política del lornbardismo, del co-
munismo mexicano y del dilema de los lazos existentes entre ambos,
Trotsky esbozó los trazos de una de las primeras interpretaciones con
las que hoy contamos acerca del original fenómeno del estalinismo
mexicano de dos cabezas.
Este esbozo, este intento de interpretación de las relaciones Estado
mexicano-Lolllbardo-Pc~I-KrelJllin, queda para un capítulo posterior,
aquel en el que se aborda la reflexión de Trotsky sobre la vida políti-
ca mexicana de los años treinta.
182
'-------------_._-_. __ ._._._-_._------_._--_ _---
..•._---- ..
---------~--_.
VII. La derecha y Trotsky
Además de la izquierda. estalinista, Trotsky tenía en principio otro
enemigo: la derecha.
No menos inocente que sus adversarios comunistas o lornbardistas,
ésta se revelaría sin embargo menos peligrosa para Trotsky que ellos,
al men~s durante los tres últimos años de su vida, aquellos que pasó
en México.
La primera ~xplicación de este fenómeno es la debilidad política de
I~ derecha ~eXlcana a 1.0largo de por lo menos los dos primeros ter-
CiOS del ~nodo ~ardemsta. Esta explicación no es sin embargo total-
Il~ente satlSfact<:>na.' Para entonces, en efecto, México ya estaba inva-
dido po~ las inversiones, los intereses y los órganos de opinión
estadoumd<:nses, y la derecha de este país tenía una opinión que dar
sobre e~ asilo que le otorgó a Trotsky el vecino del sur, considerado
por vanos de los mandatarios norteamericanos como parte del "tras-
patio de .Estados Unidos". De ahí que la lucha de la poderosa derecha
estad.oumdense contra Trotsky durante este periodo fuera mucho más
efectiva que la de la pobre derecha mexicana."
Sin ~mbargo, aun esta última, con todo el poder de sus armas, es-
t~IVOleJOS de alcanzar la virulencia mortífera de la guerra del Krern-
lin y de sus representantes locales contra el revolucionario bolchevi-
que proscrito.
cEs acaso que el Trotsky de 1937, exiliado, aislado, vencido, se había
vuelto un enemigo inofensivo para las derechas? La negativa de Roose-
velt a otorgarle el visado, las alusiones a Trotsky entre el embajador de
FranCia. ~ el F~hrer, las discrepancias entre el Departamento de Estado y
la Comisión DICSacerca de Trotsky probarían lo contrario.
Sólo l~ :'iolencia, la brutalidad y el objetivo de asesinato de la gue-
rra estal~msta contra Trotsky pueden explicar la relativa pasividad
que mamf~taba la derecha e~ esa época ante el antiguo dirigente de
la revolución rusa. Fue efectivamente entre sus enemigos donde las
derechas mexicana y norteamericana encontraron el instrumento ad
hoc para c~mlbatira ~ro.tsk.y.: los medios materiales y humanos pues-
tos al servicro de la eliminación de Trotsky por el Kremlin les perrni-
ueron deshacerse de él con toda comodidad, sin haber invertido casi
nada y por lo tanto con muy poco que perder.
183
.- - ._----------,.......,,..----
..•
 La prensa estadounidense en general -la cadena Hearst en parti-
cular- acogió la llegada de Trotsky con todos los desbordamientos
verbales con los que acostumbraba a tratar a los "rojos", al jefe del
ejército de! mismo color, a la guerra civil, a la Cheka, a los pelotones
de ejecución. Hasta las viejas tradiciones democráticas del asilo pare-
cieron haber sido olvidadas por un momento ante e! gran miedo sus-
citado por la presencia de este "agitador" en e! vecino país del sur,
un país que además era sospechoso de cierto "bolchevismo" y era tra-
tado como un candidato a la subversión contra el orden norteameri-
cano. Sin embargo, la prensa estadounidense -al menos la gran
prensa efectiva- comprendió rápidamente la importancia de la "plu-
ma" que se encontraba al otro lado del río Grande y el Neui York Tí-
11II:S primero, Lile, Liberty y otros más dieron cabida a algunos artículos
de Trotsky, a los que consideraban de enorme valor. Durante varios
meses y sobre todo en el momento del asunto Cedillo, Trotsky pensó
nuevamente en buscar refugio en Estados Unidos, legalmente -fue
lo que llamó en su correspondencia con sus amigos el "Proyecto Pari-
janin" - o, en e! último de los casos, ilegalmente -proyecto que bau-
tizó con el nombre de "Proyecto Margarita" -. No tuvo sin embargo
ni la oportunidad ni la necesidad de concretar ninguno de los dos
proyectos.
De parte de Estados Unidos Trotsky sólo obtuvo varios escándalos,
probablemente provocados por sus enemigos de la GPU a través de la
prensa derechista, o tal vez simplemente producto de la agitación de
algunos políticos de segundo orden en busca de publicidad.
Hasta ahora no se ha descubierto la clave del asunto "Metcalfe".
Este periodista alemán, que llegó a Estados U nidos en 1914 cuando
tenía diez años, se convirtió en 1928 en periodista del Chicago Daily
Times. A partir de marzo de 1937 Metcalfe inició una profunda inves-
tigación sobre la organización de los nazis norteamericanos, el Bund,
del cual su hermano formaba parte. Entró bajo la falsa identidad de
Helmut Oberwinder, y logró reunir, en un lapso de dos meses, una
documentación considerable que llamó la atención del representante
Martín Dies, quien lo contrató para su comisión de investigación en
virtud de su competencia y, evidentemente, de su capacidad como en-
trevistador. Metcalfe era sin embargo algo más que un periodista am-
bicioso. El 5 de octubre, ante la Comisión Dies y sin haber sido invi-
tado, empezó a hablar de Trotsky y aseguró haber obtenido del
dirigente nazi en Los Angeles, Risse, la siguiente información:
Trotsky se encuentra tras los "Camisas Doradas"> de México. Los
nazis rusos también están con ellos. i
184
Durante la misma sesión, cuando fue interrogado sobre las fuentes
de financia miento de la organización =-compañera de ruta- League
for Dernocracy and Peace, aseguró: "No estoy calificado para hablar
sobre este asunto"; dos curiosas declaraciones que llamaron la aten-
ción de Trotsky.
Poco después Trotsky tuvo que enfrentarse a dos senadores: Henry
J. Allen y Robert Rice Reynolds. Henry J. Allen no era muy joven y
contaba ya con toda una carrera política. Este antiguo gobernador del
estado de Kansas había sido el director publicitario de la campaña
presidencial de Herbert Hoover. El senador fue a Coyoacán plena-
mente decidido a aprovechar la presencia de Trotsky para provocar el
máximo escándalo político posible en favor de la derecha estadouni-
dense y la máxima publicidad para sí mismo. El 27 de julio de 1938
llamó a Trotsky por teléfono solicitándole que lo recibiera, pero fue
cortésmente ahuyentado por los guardias estadounidenses, que pretex-
taron la falta de tiempo de Trotsky, Obstinado, el senador logró unir-
se al grupo de universitarios estadounidenses que fueron recibidos
por Trotsky por representar al Committee on Cultural Relations with
Latin America, dirigido por el profesor Herring, quien mantenía ex-
celentes relaciones con el exiliado." Allen intervino en la discusión sin
disimular su odio contra Trotsky y su desprecio por México. De re-
greso a Estados Unidos fue a propagar en la prensa lo que creyó ha-
ber recogido en esta visita, acerca del corte "marxista" del que él lla-
maba "el nuevo dirigente comunista, el presidente Cárdenas", y
acerca del Estado "comunista trotskista" en que, según él, se había
convertido México. Dispuso de un auditorio importante como la Cá-
mara de Comercio de Nueva York, a la' cual dirigió -en el curso de
su banquete del 22 de noviembre, una verdadera tribuna- una decla-
ración de la que el Neta York Times se hizo eco al día siguiente.
Trotsky respondió con una carta abierta, devastadoramente irónica,
denunciando al racista que vivía dentro de este senador ansioso de
publicidad, quien todavía se explayaría en el Daily News,6 pero hacien-
do gala de su incompetencia al escribir que Lombarda Toledano era
un ldiscípulo de Trotsky! El senador Allen ya no se manifestaría más.
Existía, sin embargo, un segundo aventurero de la política, tam-
bién senador republicano: el senador de Carolina del Norte, Robert
Rice Reynolds. Este hombre, que se había ganado en su estado una
reputación de generosidad y caridad, se había hecho apodar "el pa-
drecito de los pobres". La fidelidad a esta línea lo llevó a la senaduría
en 1932, y desde entonces se distinguió por la virulencia de sus opi-
niones de extrema derecha. Ligado a la American Legión, pariente
del abogado de Wall Street Roy P. Monahan, presidente del American
185
------.--- ----- - .. -- ------------
 Committee of Disabled Army Vets, una organización de heridos y
mutilados, se distinguió primero por sus actitudes xenófobas: una per-
manente disponibilidad en todo momento a la cruzada contra "los
enemigos". Una estancia en Alemania en 1938 pareció hacerle dar un
paso adicional: regresó abiertamente antisemita, persuadido de que
Hitler abanderaba a la democracia en el mundo entero. El 31 de ene-
ro fun., 'lOa organización de carácter fascista los Vindicators
cuyo lernr ;¡..¡ "Ame rica First" y que se proponía ~Iiminar a judíos;
comunistas. El 27 de febrero de 1939 Rice Reynolds intervino en el
senado sobre el asunto que llamó "Trotsky Bronstein", y declaró en
particular:
Las doctrinas de la IV Internacional parecen haber producido un
efecto importante en México desde que Cárdenas le otorgó asilo a
Trotsky [...). Deseo subrayar el hecho de que, por sus acciones, el
gobierno actual de México parece haberse convertido en un satélite
activo de la IV Internacional Comunista de Trotsky.?
No hace falta comentario alguno. El senador Reynolds no dio pie a
que se hablara mas de él. Sin embargo, no es del todo seguro que
hombres de ese tipo no reflejaran más o menos la opinión de ciertos
medios dirigentes. ¿Acaso Cordell Hull, cuando era el jefe de la diplo-
macia estadounidense, no estaba también convencido del "bolchevis-
mo" de Cárdenas?
Es probable que, aunque: menos ruidosos, los dirigentes estadouniden-
ses hayan sido sin emo...rgo más cautelosos y vigilantes. En su estudio
sobre el caso Robinson-Rubens, Pierre Broué indica que las actividades
de la policía secreta soviética -la URSS era entonces un aliado poten-
cial de Estados Unidos- no reflejaron mucha hostilidad ni mucha vehe-
mencia en contra de las autoridades estadounidenses." Una alusión de
Roo~veIt. en ~u discurso de Chicago, a los "trotskistas" perseguidos que
neces~ta~n asilo," a pesar de que era objetivamente importante, puesto
que significaba que Roosevelt no creía en las acusaciones de los procesos
de Moscú. causó tan poco efecto en la opinión pública estadounidense
que puede uno buscaría en vano en la prensa en el curso de los días
siguientes.
Veremos por otra parte. en el capítulo XIII, cuán reticente se mos-
tró el Departamento de Estado, y cómo finalmente se negó a abrirle
las fronteras de su país al exiliado ruso cuando, a fines de 1938, el
senador Dies le extendió una invitación a este último para que acu-
diera a Estados Unidos a declarar en el llamado "Comité Dies".
186
TROTSKY VISTO POR LOS PRINCIPALES ÓRGANOS
DE LA DERECHA MEXICANA
Omega, El hombre libre y la revista Todo, algunos de los principales ór-
ganos de expresión de las diferentes agrupaciones de la derecha me-
xicana durante el periodo cardenista, dedicaron unos cuarenta
artículos, notas y caricaturas a la presencia de Trotsky en México. Del
tono a veces severo, a veces satírico o anecdótico y marcado por una
infructuosa intención cornbativa, es difícil concluir que la derecha me-
xicana del cardenismo desarrollara una verdadera oposición al asilo
de Trotsky en México.
En realidad, ni una sola de estas publicaciones profundizó en el
problema; cuando trataban de hacerlo se distinguían por dos denomi-
nadores comunes: el antisemitismo y el anticomunismo.
Así pues, perdida entre preguntas sin respuesta tales como ~¿~ué
viene a hacer el judío León Trotsky a México?" o "¿Acaso se limita-
rá solamente a hacer literatura?";'? y artículos satíricos donde se ad-
vertía a Trotsky que tuviera cuidado con los "bruscos cambios de
temperatura y con las e nchiladas", 11 apareció en enero de 1937 una
"declaración" contra su asilo en México que, pronunciada en un to-
no formal y que se antojaba agresivo, no tendría sin embargo re-
percusión alguna:
El Frente Nacionalista, con domicilio en Hidalgo S, departamento
1, y constituido por las agrupaciones Acción Cívica Nac.ion.al, Ac-
ción Cultural Nacionalista, Alianza de Campesinos del Distrito Fe-
deral, Asociación Nacionalista de los Estados Unidos Mexicanos,
Comité Pro Raza, Confederación de la Clase Media, Confederación
de Empleados y Obreros sin Trabajo, Partido Cívico de la Clase
Media, Partido Nacionalista Social Mexicano, Unión de Colonos del
Distrito Federal y Unión de Comerciantes del, Distrito Federal, nos
escribe protestando contra la estancia de León Trotsky en el país,
juzgándolo elemento pernicioso, puesto que lo han expulsado de
otros muchos países; censura la ligereza del gobierno al darle hos-
pitalidad y expresa su creencia de que traerá seguramente u~ era
de perturbación para México. Por últi~, dice ~l Frente ~~Clona-
lista que es inexplicable cómo se da asilo a un Judío permcloso . .Y
en cambio se tiene en el destierro a mexicanos tan sólo porque di-
fieren de manera de pensar en política, del criterio de los altos
funcionarios. 12
Durante el periodo en el que Trotsky se dedicó a la preparación
 del cont.raDr~eso y en el que los periódicos mexicanos estaban llenos
de deciaraciones sobre el Estado soviético y los procesos de Moscú,
I tra el asilo de Trotsky en México,' Omega esperó la respuesta de este
Omega y TofÚJ utilizaron estas declaraciones
lino antisoviético o anticornunista:
para llevar agua a su mo-
I último para servirse de ella contra Lombarda: no hay duda de que
Lornbardo es hijo de un extranjero, de un italiano, "probablemente
judío", arguyó. El hecho de que Lombardo tenga "tales antecedentes
Puede juzgarse a Trotsky con la pasión que se qUIera, abominar de genealógicos y sea de una raza diferente. debe constituir en sí una
su pasa?O puder~o, acusarlo de cómplice de los espantosos crímenes razón para que los trabajadores mexicanos no le confien el gobier-
de ~mn y considerarlo un monstruo sanguinario y solapado; pero no de sus destinos". Pero esto no es todo, continúa la OTTU.'ga: León
nadie puede negar que nos está haciendo un gran beneficio social Trotsky, otro judío, bolchevique y ruso, viene a confirmar que Lorn-
al revelar todos los negros fondos del régimen de Stalin y de la bardo es un agente de la política exterior de la GPU. Sin poner en
clase de política que sigue, que no es sino una enorme burocracia, duda una segunda afirmación de Trotsky, la publicación derechista
no la ofrecida dictadura del proletariado, sino una autocracia dicta- concluía:
torial absoluta, que esclaviza, que tiraniza, que despiadadamente
explota al pueblo, al que hace trabajar con exceso y sin considera- (oo.] por estar al servicio de un gobierno extranjero, como lo afirma
ción alguna. para enriquecer al Estado, tal como lo hicieron los fa- Trotsky asumiendo toda la responsabilidad de su tremenda e infa-
raones con los esclavos que levantaron las piramides.P mante acusación, [Lombardo Toledano] ha perdido sus derechos
como ciudadano mexicano [oo.] y no está facultado para tomar par-
Sin embargo. concluía Omega en febrero de 1937, a pesar de su ticipación en las actividades políticas que sólo nos competen a los
utilidad, las revelaciones de Trotsky sobre la realidad de la URSS no ciudadanos mexicanos [oo. J.I~
son sino una gran farsa. No existe en realidad ninguna enemistad en-
tre Tro~ky y Stalin, sino solamente el proyecto de provocar un es- Sin embargo, si las declaraciones de Trotsky contra Lornbardo le
cándalo internacional que propague las ideas comunistas por todo el sirvieron a Omega para atacar al jefe de la CTM, las de Albert Gold-
mundo. rnan (en septiembre de 1938) contra Laborde, pasaron completamen-
te inadvertidas para Todo. Esta revista no sólo no atacó a Laborde por
De cua!ltos aluden a Stalin como a Trotsky para polemizar, ningu- haber hecho un viaje a Moscú y por es {¿'U , como Lornbardo, "al servi-
no ha intentado suponer que tras la aparente disensión entre arn- cio de un gobierno extranjero", sino que cuando el secretario del PCM
bo~ l.íder~s de .la política moscovita se esconde un propósito cuyo regresó de su viaje "a Moscú", reprodujo íntegramente su discurso sin
objetivo inmediato es el de la diseminación de las teorías soviéticas añadirle ningún comentario, lo que equivalía a apoyarlo. En este dis-
por todos los países del mundo. curso, Laborde atacaba a Trotsky:
Para ello n~da más inteligente [...], que impresionar a los pue-
blos con la ficción de que tanto Trotsky como Stalin son enemigos En Europa ningún hombre honrado y consciente duda de la com-
políticos [...]. plicidad de Trotsky con la Cestapo alemana.
Por c.ada paí~ donde Trotsky vaya dejando su huella los proble- Por eso yo he sentido en Europa una sensación ambigua, mezcla
mas nacionales Irán quedando absorbidos por la enorme propagan- de dos sentimientos contrarios: el orgullo de ser mexicano y la ver-
da comunista. porque tanto Stali n como el ex-comisario de la güenza de tener a Trotsk y en México.!"
guerra, aparentemente irreconciliables, tratarán de aparecer como
los portavoces más idóneos del comunismo.t+ Más adelante, en enero de 19<10, las manifestaciones antisemitas
desencadenadas por el llamado de pequeñas agrupaciones como l
Era, tan poco sólida esta afirmación, que el mismo Omega la aban- Partido Nacional de Salvación Pública (PNSP) de Adolfo León Osorio.!?
donana 'para n.o conserv~r de la presencia de Trotsky sino la utili- lino de los más mediocres y enardecidos demagogos de la derecha, no
dad antrcomurusta y a ntise mita que ésta parecía ofrecerle. De esta diferían más que por una o dos frases -simple cuestión de vocabula-
manera, después de la posición unánime adoptada por la CTM con- rio y por lo tanto de tradición- de los llamados a muerte de los esta-
linistas,
188
189
--------
 l.
1!
México constituyó uno más de 1", territorios en lo, que 1"" dece. VIII. La LeI y Trotsky
chas y el estalinismo pelearon, en la guerra contra Trotsky, del mis-
mo lado de la barricada.

~
UNA DEMARCACIÓN POLÍTICA

1 Desde su llegada y por razones generales de seguridad, Trotsky decli-

no toda responsabilidad por las actividades de la LC!.

¡ En su primera declaración a la prensa mexicana, el 9 de enero, expli-

co claramente:

La acción de la sección mexicana no implica de ninguna manera

! mi responsabilidad. Valoro demasiado mi nuevo asilo como para
darrne el lujo de cometer la más mínima imprudencia.

Un mes más tarde, en una carta abierta a la LeI publicada en la

gran prensa, Trotsky se explayó bastante en las razones de esta deci-
sión, escribiendo en particular a sus camaradas:

Ustedes penenecen a una organización política que se declara so-

lidaria con las ideas que represento. Me manifiestan su solidari-
dad con gestos de atención y de amistad personales. Es inútil
decides que les estoy profundamente agradecido. [...]
Varios de mis nuevos amigos desearían consultarme sobre di-
versas cuestiones de doctrina y de política. Debo repetir con la
mayor energía lo que ya dije el primer día de mi llegada a Tarn-
pico: quiero evitar todo, absolutamente todo lo que pudiera servir
a mis enemigos como pretexto para decir que me mezclo, ya sea
de lejos o de cerca, en los asuntos internos de este país .. Su orga-
nización existía desde antes de mi llegada. Seguirá existiendo
ahora.
No puedo, de ninguna manera, asumir ni la más mínima res-
ponsabilidad por sus actividades. [... ] Quiero repetido pública-
1 mente a fin de evitar cualquier posible malentendido. Nuestras
relaciones seguirán siendo personales y de amistad; sin embargo.
1 no tendrán nada que ver con política.s

191
TROTSKY CONTRA EL ULTRAIZQUIERDISMO
En el mes de junio de 1937, en el momento en que la discusión na-
cional sobre el alza del costo de la vida alcanzaba un tono elevado, y
poco antes de la celebración del IV Consejo de la CTM, el de "la uni-
dad a toda costa", la Liga Comunista Internacionalista, dirigida por
Luciano Galicia, editó un volante y pegó en los muros de la ciudad
un manifiesto, donde le imputaba al gobierno la responsabilidad del
alza de precios y de la inflación y donde hacía un llamado a los tra-
bajadores a combatirías con los métodos de lo que llamaba "la acción
directa".
Ni el momento ni la consigna parecen haber sido bien escogidos
por parte de una organizaeión que se declaraba trotskista, yeso inclu-
so dejando de lado el problema de fondo del contenido del término
"acción directa". A este respecto, Pierre Broué escribe:
Fue, recordémoslo, al día siguiente de los dos primeros procesos
de Moscú, de las tentativas de los estalinistas para obtener la ex-
pulsión de Trotsky de México, asociando su actividad política a la
difusión del terrorismo y de la violencia. La política de Galicia,
evidentemente sumaria en sí misma, les dio indudablemente ar-
mas a los estalinistas, puso en peligro el asilo de Trotsky e impli-
có el gran riesgo de aislar a la sección mexicana, oponiéndola de
frente a la corriente antimperialista que arrastraba a Cárdenas a
entrar en el conflicto que maduraba poco a poco alrededor del
petróleo mexicano."
El 12 de junio de 1937, Trotsky inició un ataque en términos polí-
ticos y rechazó por antimarxista el llamado de Galicia:
¿Qué significa "acción directa"? cCo ntra la vida cara, contra las
huelgas, contra el sabotaje, contra los hambreadores del pueblo?
Es la primera vez en mi vida que oigo que el sabotaje es un
método empleado por la lucha obrera. El sabotaje de la produc-
ció n y de los transportes no trae consigo una disminución sino al
contrario, un incremento en los precios. Los falsificadores estali-
nistas acusan a los trotskistas de sabotaje. Nosotros rechazamos
con indignación esta acusación. Pero lo que la Liga proclama
puede ser y será interpretado como la confirmación de las calu m-
nias y de las falsificaciones estalinistas.
¿Qué representa en este caso la "acción directa" si no se ha
definido su contenido político? Esta fórmula del vocabulario anar-
192
cosindicalista puede ser y será interpretada por nuestros adversa-
rios como una incitación a actos terroristas.
El llamado es antimarxista, falso y aventurero. Pero no sólo
eso: por esta falsa política, los autores del llamado escogieron
una forma que parece haber sido especialmente creada para ser-
vir a los planes estalinistas. Me reservo el derecho de condenar
total y radicalmente esta política ligera y criminal."
La dirección de la liga concluyó que Trotsky había sacrificado los
intereses de los obreros y de los campesinos mexicanos en favor de
su propia seguridad; que apoyaba a Cárdenas para conservar su asilo.
Según el testimonio de Octavio Fernández, poco después de la reu-
nión de la LCI en la cual Rivera dio lectura a la carta de Trotsky, Ga-
licia, rechazando categóricamente profundizar en la discusión, propu-
so la disolución de la organización, lo cual fue inmediatamente
decidido.!
La ruptura entre Trotsky y la mayoría de los militantes que ha-
bían construido el grupo mexicano se convirtió desde ese momento
en un hecho. A partir del mes de junio de 1937, los únicos miem-
bros de la LCI que siguieron visitando la casa de Trotsky, partici-
pando en las guardias y manteniendo contacto político con el revo-
lucionario ruso fueron los que siguieron al lado de Rivera y sobre
todo de Fer nández,
Los militantes que frecuentaban conmigo la "Casa Azul" -<uenta
Fernández=> eran miembros del sindicato de la construcción, que
permanecieron fieles al trotskismo, a pesar de la escisión y del de-
bilitamiento que éste había sufrido, como resultado de los conflictos
internos de la LCI, que se reflejaron en é1.7
"Eran amigos míos", continúa Fernández, "y yo tenia plena con-
fianza en ellos; les podía pedir entonces que hicieran guardia o que
realizaran reparaciones diversas en casa de Trotsky."
Desde la llegada de Trotsky, la primera cosa que hubo que organi-
zar -<uenta Octavio Fernández- fue la guardia. Esta empezó la
primera noche, el 11 de enero, con Diego, Félix Ibarra y yo. Diego
se fue a su casas y regresó con una ametralladora Thompson. Es
decir que la primera noche Trotsky durmió con Diego en la casa,
sentado sobre una silla, con la ametralladora sobre sus rodillas y
roncando -no estaba hecho para las guardias- y yo, afuera. Ocho
o quince días más tarde, Van propuso que se sistematizara la orga-
193
 nización de los servicios de seguridad. La labor me fue encomenda-
da. De entonces en adelante y hasta la disolución de la Le! por la
IV Internacional, se encargarían de las guardias algunos miembros
de los grupos de choque de construcción -Antonio Luna, Francis-
l nos con Trotsky y Natalia eran cordiales, Trotsky
co Montes de Oca, Morones, David Ortiz, Manuel Sáinz, y cuatro o
cinco más--, mis tres hermanos -Feliciano Octavio, Carlos y Ma-
rio=-, mi padre, Leobardo, dos profesores -Anuro Martínez y
Francisco Portillo-, uno de mis amigos de la infancia -Melquía-
des Benítez- y yo.
Fue así como se llevó a cabo, durante meses, la guardia de
Trotsky; por pintores, herreros, y albañiles mexicanos. Si aún vi-
ven estos camaradas seguramente siguen contando: "Yo formé par-
te de la guardia de Trotsky", y probablemente nadie les cree; pero
Trotsky dormía con toda tranquilidad, bajo la vigilancia de un al-
bañil mexicano o de un pintor."
Melquíades Benítez no fue solamente mi amigo desde que yo tenía
seis años; también fue militante del grupo y gozaba de mi plena
confianza -sigue Octavio-. Le encargamos los trabajos de electri-
cidad, de plomería y de carpintería de la casa. Al mismo tiempo,
. fue mi vigía y me reportaba cualquier evento o comportamiento
anormal. 10
Para resolver el problema de la alimentación también hubo necesi-
dad de recurrir a los militantes de confianza:
Escogimos a Rosa, la esposa de José Ibarra, uno de los hermanos
de Félix. Ella fue la cocinera de Coyoacán durante varios años.
Un día me informó que quería irse, y llorando me dijo: "Me
voy, Octavio, porque no me tienen confianza ... prueban todo lo
que yo preparo".
Octavio le explicó:
Pero Rosa, aún si yo mismo preparara las comidas las probarían.
Es natural, tienes que entenderlo... Las cosas no pueden ser de
otra manera. Si te hubiéramos tenido tan sólo un poquito de des-
confianza, no estarías aquí. Estás aquí porque eres la única mujer
en quien podemos confiar para que sazone -y no para que enve-
nene- los alimentos. Me sentiría muy contento si te quedaras. II
Según Octavio Fernández, las relaciones de los militantes mexica-
194
con "extrema amabilidad". En cuanto a Natalia,
de Octavio Fer nández, muy a menudo, cuando él
pasaba un momento platicando y caminando con
se portaba con ellos
según los recuerdos
llegaba a Coyoacán,
Trotsky, de un lado
a otro del jardín, y después de que éste regresaba a su despacho ella
salía corriendo y le preguntaba en francés."
U¿Qué pasó? ¿Qué le dijo Trotsky?" Entonces, .yo debía contarle de
cabo a rabo todo lo que habíamos hablado, siempre. Se mostraba
muy interesada por todo; por todo lo que. sucedía en Mé~i~o, por
lo que hacían los estalinistas, por la situación, por las noucias que
le traía yo a Trotsky ... y siempre quería saber cuáles eran los co-
mentarios del Viejo.P
Pero, según Octavio y Félix Ibarra, también le interesaban mucho
los militantes mexicanos. Su estado de salud le preocupaba mucho ya
que, decía, no sólo se trataba de .trabajadores ~Iariados, sino que
además dormían poco a consecuencia de las guardias.
Después de hacer muchas preguntas -relata Octavio Fer~ánd.~z-:-.
Natalia entraba a la casa y regresaba con un plato de cernida. Tie-
ne que comer". "No Natalia", le .decía yo... "Sí, tiene que comer: l~~
trabajado, acaba de hacer guardIa. no va a d<?nOlr. IDe?<=comer.
Hacía que me sentara en la mesa, se sentaba Junto a mi hasta que
me acabara todo lo que me había traído. Entonces se despedía y se
alejaba.!"
"En una ocasión solamente Trotsky se enfureció conmigo ¿ic~
Octavio Fe rnández sonriendo-, pero ese día sí que estaba fUriOSO.
Fue después del panfleto de la "acción directa". cuando Trotsky em-
pezaba apenas a comprender lo que suc~día e~ el seno de la "Le!.
Creía que se burlaban de él cuando Octavio ~ Dle.?o le decían: .To-
mames esta resolución ... las cosas van a cambiar ... , y cuatro o CInco
días más tarde nada había cambiado en cuanto a la política de la
Le! hacia el gobierno o hacia la organización sindical en la cual in-
terve nía n.P
Entonces Trotsky le decía a Octavio Fernández:
"Pero ¿cómo es posible que nada se tome en .serio? ¿Acaso tratan
de burlarse de mí o qué?" Tratábamos de explicarle que en la reu-
nión de la Le! las cosas habían sucedido efectivamente como se lo
habíamos dicho. "Pero entonces -<lecía Trotsky fuera de s(- épor
195
 qué ahora pasa esto? ..". Era dificil explicárselo ... era verdadera-
mente una pesadilla.
y entonces -se ríe nerviosamente Octavio Femández- una vez
Trotsky estalló:
Fue algo terrible. Me hizo ir a hablar con él, en presencia de Van.
Yo comprendía que descargaría sobre mí todo 1<:> qu~ tenía ganas
de decirle a Galicia y a los suyos. Pude entonces Imagmarme cómo
debió haber sido Trotsky durante la guerra civil, cuando dirigía el
Ejército Rojo o cuando estaba en el Buró Político de la URSS ...
¡Parecía un león: sus ojos echaban fuego! Vi entonces cómo podía
convertirse en un truenó, como Júpiter, y lanzar rayos ... Cuán te-
rrible podía volverse cuando sentía que los intereses del movimien-
to revolucionario eran pisoteados de esa mane ra.!"
Trotsky, Fernández y Rivera trataron de hacer "entrar ~n r~zón" a
Galicia,. a Avala y a Ibarra, y de convencerlos de que no disolvieran la
Liga y end~rezaran sus posiciones políticas y sindicales. Pero éstos no
quisieron escuchar nada. . .
Aparentemente fue más por puro capricho que por una d~CIS~Ó'1
política bien fundada que Galicia hizo un llamado a I~ re~onsutuclón
de la t.cr, a principios de 1938. Sin embargo, reorganización no que-
ría decir cambio o madurez política. Al igual que en 1937, la i.cr no
comprendió lo que estaba en juego tanto en la vida política nacional
como en la vida de Trotsky.
Inmediatamente después de la nacionalización de! petróleo, el mis-
mo 18 de marzo de 1938, en e! momento en que, de los rincones
más apartados de México y de los medios más marginados de la po-
blación, los mexicanos acudían en forma masiva a ofrecer a Cárdenas
dinero y objetos personales para ayudar al país a pagar I~ indemniza-
ción a las compañías petroleras expropiadas, la Lel publicó un rnaru-
fiesto a través del cual, atacaba violentamente la expropiación.
Poco antes, el 12 de febrero de 1938, bajo el impulso de Calicia,
las escasas decenas de militantes que quedaban de la antigua i.cr de-
signaron, a pesar del desacuerdo de Octavio Ferriández, una nueva di-
rección formada por Calicia. Velázquez y Rivera. Ocho días más tar-
de, Rivera, acusado de oponerse a la línea revolucionaria,
expulsado. Ante sus protestas y las de Fernández, según este último,
Galicia respondió que la organización no podía abandonar su .línea
revolucionaria con el pretexto de que esto "perturbaba" la estancia de
Trotsky en México. A petición de Trotsky había llegado entonces de
196
l Nueva York una comisión que estaba destinada a representar
cretariado Internacional (SI) de la IV Internacional.
~I :>e-
Estaba constituida
I1
por tres responsables estadounidenses del Socialist Worke.rs Pa~y
(swr). Cannon, Dunne y Shachtman, quienes ve.nían.a estudiar la SI-
tuación de la Lcr, y a tratar de resolver los conflictos internos.
A su llegada, la comisión no pudo entrevis~rse .más q.ue c?n ~emán-
dez y Rivera. Después de haberse negado a d1SCUurla situación I~terna
I
de la ter con esta comisión, Galicia propuso una vez más -segun los
editores de las Oeuvres_17 disolver la organización y "transforrnarla en
un centro de estudios".
1
La disolución fue votada el 12 de marzo por treinta votos contra
siete. A su llegada a México, la delegación del SI se encont~ó. e"ntonces
con una t.cr inexistente, y contrariamente al "Grupo Ga~u~la , el 30
de marzo sus tres miembros tomaron la palabra en un rmun de apo-
yo a la nacionalización de las compañías petroleras que tuvo lugar en
la Casa del Pueblo.
Algunos días despué~ de~ regre~. de los tres estadounidenses a su
país, Galicia y sus partidarios decidieron -en palabras de Trotsky-
"resucitar" nuevamente la Liga, pero esta vez expulsando desde el
principio a Fer nández, a Rivera y a los s~y~s. 18
La situación se volvía cada vez más difícil. y estaba sobre tado lle-
na de peligros de todo tipo.
El 15 de abril, Trotsk y escribía a Cannon:
é Puedo hacer algunas proposICIOnes en lo que concierne a la sec-
ción mexicana? [...]
La participación de ustedes en la reunión que tuvo lugar .aquí, 19
tuvo un resultado "inesperado". Galicia, en nombre de la Liga re-
sucitada, publicó un manifiesto d~mde ataca a. Cárdenas por su po-
lítica de indemnización a los capitales expropiados y fue a pegarla
en particular sobre los muros de la Casa ~el Puebl<:>.He aquí ~u~l
es la "política" de estas personas. No sé SI respondieron a su ul~-
ma carta sobre la expulsión del grupo Fernández. En. todO"caso, 1:
guen autodeterminándose "sección de la IV Internacional . En. mi
opinión, la Conferencia Panamericana no debería reconoc~rlos 1Il.
nombrar a una comisión para la reorganización de la sec ión mc.:I-
cana. Haría falta enviar por lo menos a un responsable que pudie-
ra permanecer aquí mínimamente durante dos o tre m ' S.
fue Cuanto más pronto lo envíen mejor.w
Este representante sería Charles Curtiss: el mismo qu h bía V'I1I-
do a México en 1934. No tardaría en llegar.
197
l.t\ LCI EXPULSADA DE l.t\ IV INTERNACIONAL
La conferencia internacional de la "Cuarta", a la cual asistió Diego,
decidió ya no considerar a la LCI como una de sus secciones oficiales,
hasta que ésta no demostrara la capacidad y el deseo de representar a Buró Panan~e~lcano re~omendó finalmente a Curtiss que fuera muy
México en la línea de la Internacional.
El Buró Panamericano dirigió una carta a Curtiss donde manifesta-
ba claramente que de entonces en adelante considerada a Galicia co-
mo un elemento peligroso:
Deseamos present.·u algunas sugerencias que podrían series útiles
[...]. Antes de hacer cualquier intento para inducirlo a reabrir todo
el asunto a fin de encontrarle una solución diferente a la que tomó
la Pre-Conferencia, deberá siempre tomar en cuenta sus instruccio-
nes [...].
2. Desde nuestro punto de vista, el elemento más pernicioso cn
este asunto es Galicia (Blanno).* Sería un error tratar de intentar
conciliaciones con un individuo como éste. Cuando usted [... ] sienta
que la tierra está bien firme bajo sus pies, debe asestarle ung?lpe
político tras otro en la cabeza. Si él decide llevar una luch~ abler~
y escindirse, usted debe emprender una lucha lo más agresiva POSI-
ble. [... ] [Los militantes obreros] [... ] comprenderán tarde o tem-
prano que se trata de escoger entre Galicia y la IV Internacion~1.
Por otra parte, si Galicia trata de jugar un juego diplomático y
de adoptar el método de la falsa sumisión para después poder reto-
mar la lucha desde el interior, deberá atraparlo, insistiendo en la
severidad de la carta de la resolución de la Conferencia; es decir,
insistir para que dé prueba de buena fe quedándose fuera de la or-
ganización durante el periodo prescrito y que evite cualquier inter-
ferencia en su trabajo."
Sin embargo, el Buró no confiaba tampoco en Fernández:
3. Lo mismo se aplica al grupo de Fernández,· que también está
formado por intelectuales y es parcialmente responsable de la de-
bacle de la Liga; pero aquí hay matices. Tenemos la impresión de
que los hermanos Fcrnandcz ofrecen posibilidades a futuro. Con su
ayuda, podremos reeducarlos y permitirles eventualmente reinte-
grarse a la organización. Z2
• Blanno era uno de la. 5eudórumos de Calicia.
198
Evoc~ndo los problemas surgidos en el pasado por el financiamien-
to de Rivera a las ?ctividades de la Liga, la carta sugería que en el
f~turo estas aportaciones pasaran únicamente por intermedio de Cur-
USS, y que este .último decidiera en qué se emplearían estos fondos. El
firme, y le. pl~IÓ que orientara sus esfuerzos hacia un objetivo central:
la reconsutución de la sección mexicana a partir de sus elementos
obreros y un trabajo sistemático y serio en los grandes sindicatos de
masa. Pero también le fue solicitado ayudar en la publicación rápida
y regular de la revista teórica Clave.
La LCI protestó con ,'ehemencia contra estas decisiones en dos car-
tas igualmente confusas y, por si fuera poco, también contradictorias,
con fecha del 16 y 26 de julio. Ustedes --decían más o menos ambas
cartas- nos han expulsado de la Internacíonal sin permitirnos siquie-
ra defendernos, ya que no fuimos invitados a la Conferencia Panarne-
r.icana. Los procedimientos adoptados en este asunto, donde la deci-
sión fue tomada por el sWP y por Rivera, son dignos de Stalin. ¿Por
qué llamarno.s el."Grupo Calicia", cuando Galicia ya no es miembro
de nuestra dirección desde agosto de 1937? Además, las acusaciones
que se nos imputaron fueron falsas: haría falta revisar la historia de
nuestra intervención. ~n el si?dicato de la construcción, para demos-
trar que nuestra política sindical no se parece a la de los PC del ter-
cer penado, como ustedes lo pretenden. En el asunto del alza del cos-
to. ~e la vida,. Rivera fue el primero en adoptar esta postura en un
mlur.t ,~n el Cine Imperial el 18 de octubre de 1936. La palabra "sa-
baraje no fue empleada más que en el primer volante y en el pri-
mer cartel, pero después. fue corregida. ~
La afirmación según la cual Galicia ya no pertenecía al cc de la
L<~¡ fue desmentida enseguida, ya que la segunda carta sobre el "sabo-
t.'Je contra la LC!" la firmaba, en nombre del cc Rodolfo Blanno, es
decir, Galicia. ~1
Gracias a lo~ il:formes del Buró y del SI, Curtissempezó su labor.
lI:formaba penódl.cam~nte a la asamblea de los militantes de la Liga
disuelta sobre la srtuación de las diferentes secciones de la IV Interna-
cional; a p~rtir de las canas de la Liga al Buró, éste solicitó que se
elaboraran informes sobre la evolución de la situación en el seno de
la org~nización, y también sobre las características personales del gru-
po de Illtel.ectuales que ~uerían trabajar con Trotsky en Clave.'!!>
En ~~ptlembre, ~unlss pudo anunciar al Buró Panamericano que
la hostilidad que existía hacia él por parte de los militantes mexicanos
se había trans~ormado en una real cordialidad, y que, a pesar de no
haber reconocido las resoluciones de la Conferencia, los progresos en
199
".'~-~---"-----.
 la política sindical habían sido considerables" ya que el mismo Galicia
había aprobado la entrada del Sindicato Unico de la Construcción
(suc) en el seno del "mayor sindicato de la construcción"." Escribió
también que Galicia había aceptado abandonar la dirección al mismo
tiempo que se comprometía a seguir militando en la base, y que su
grupo --<lue contaba entre veinticinco y veintiocho miembros, de .Ios
cuales entre veintiuno y veinticinco eran trabajadores- perdían sim-
patizantes todos los días. rt
Sobre el "Grupo Fernández", que se hacía llamar "Amigos de la
Cuarta Internacional", Curtiss indicó que no estaba formado más que
por siete u ocho militantes y que no había más que un trabajador en-
tre ellos, que el resto eran estudiantes y profesores cuya intervención
se desarrollaba en el sector educativo; que el grupo tenía problemas
de disciplina y de constancia; que su trabajo se había vuelto muy pe-
sado en virtud de que las guardias de Trotsky recaían enteramente
sobre él; que su antipatía hacia Diego era considerable, aunque est;a?a
lejos de alcanzar el grado que había alcanzado la del grupo Galicia;
que tenía problemas desde el punto de vista financiero, y que "estaba
muy lejos de tener la iniciativa de Galicia".28
Los dos grupos ~ribía Curtiss- esperaban impacientemente la
reunión de la Conferencia de Fundación de la IV Internacional para
ser reintegrados en su seno como sección oficial.
Con la Casa del Pueblo, situada totalmente bajo la influencia de
Diego -escribía Curtiss-, las relaciones habían dege~erado, ya qu.e
sus miembros exigían que todos los integrantes de la Liga, menos Ri-
vera, fueran expulsados. Y lo exigían porque, contra lo que opina
Diego, están convencidos de que el Sindicato de la Construcción, afi-
liado a la CTM, por lo tanto controlado por el gobierno y en el cual
la üga ha empezado a trabajar, es un sindicato "fascista'T"
Para terminar, Curtiss declaraba que tenía la esperanza de poder
reorganizar la sección, a más tardar para el mes de octubre.
Tras la reunión de septiembre de la Conferencia de la IV Interna-
cional, el secretario del SI dirigió una carta al Buró Panamericana, a En su declaración, Galicia dice que "se inclina" ante la decisión de
través de la cual le daba a conocer la resolución sobre la sección me-
xicana.
Esta resolución -escribía Jan Frankel bajo el seudónimo de José
López- respeta las decisiones adoptadas por la [...] Pre-Conferen-
cia, presentando únicamente dos modificaciones: que los camaradas
Galicia y Fernández sean inmediatamente reconocidos como miem-
bros de la sección oficial, pero suspendidos de cualquier cargo de
dirección por un periodo de un año [... ]: y que al camarada Rivera
200
no se le incluya en la organización oficial, sin que ello implique
que se le deje de considerar como un miembro en general.>?
Sin embargo, en el caso de Diego y de Galicia la resolución de la
Conferencia no fue aceptada ni con una "comprensión total de la crí-
tica fraternal de la Internacional" ni con una "aceptación total de la
disciplina organizativa", como lo especificaba la carta de López,
En Diego, quien había sido mantenido sin embargo al corriente y
había estado de acuerdo con las razones de la SI, la carta provocó
un fuerte descontento que sería el preludio de su ruptura con el
trotskismo:
La víspera del Congreso de fundación, Galicia, por su parte, dirigió
a Trotsky una carta en la que le anunciaba que se sometería a la de-
cisión de la Internacional fuera cual fuera. No actuaría sin embargo
en consecuencia. Gracias a una' carta de Cannon a Curtiss fechada el
9 de septiembre de 1938, hoy sabemos que Galicia había enviado una
circular no sólo a todas las secciones de la Internacional sino también
a algunos de los grupos que habían sido expulsados de su seno, entre
los cuales se encontraban los Oehleristas.>' que ya la habían publicado
en su periódico. No conocemos exactamente el contenido de esta cir-
cular que llevaba por título "A los militantes de la IV Internacional",
y que Galicia negaría más tarde haber escrito.V Sin embargo sabemos
que contenía afirmaciones como éstas: "Existe el peligro de que la IV
Internacional venda a los obreros a la burguesía", o bien, "los diri-
gentes de la Internacional son unos burócratas".» Can non calificó es-
ta actitud de "acto desleal" y añadió que Galicia seguía comportándo-
se exactamente de la misma manera que antes del Congreso de
fundación.
El 5 de diciembre, cuatro días antes de que Curtiss enviara esta in-
formación a Cannon, Trotsky proponía en un documento interno que
Galicia fuera expulsado:
la IV Internacional. [... ] La decisión de la IV Internacional reclama
un cambio de política completo y radical. Si Calicia hubiera com-
prendido la necesidad de un nuevo giro, no habría hecho esta de-
claración absurda y criminal.
[...] El considera que para cumplir con su deber de marxista. se-
ría mucho más que suficiente el publicar una o dos veces al mes
un periódico superficial. donde se acusara al gobierno. Es esto lo
que hasta ahora ha constituido su actividad revolucionaria. Sin em-
bargo, en México más que en cualquier otra parte. la lucha contra
201
 la burguesía y contra su gobierno consiste ante todo en liberar a mitió que un camarada siguiera trabajando en el seno del "grupo di-
los sindicatos de su dependencia, en relación hacia el gobierno [... ). sidente de la LC!" --el grupo que había seguido a Galicia- con el fin
Podemos dar a Galicia seis meses más para que reflexione, y de- de recuperarlo para la organización: se eligió una nueva dirección,
jarlo que permenezca por mientras en el umbral de la sección me- enteramente formada por los recién llegados, a excepción de Félix
xicana de la IV Internacional.>' Ibarra, quien fue designado secretario general; se eligieron los res-
ponsables de las diferentes comisiones; entre las cuales estaba la del
Galicia respondió con una carta llena de indignación, ciertamente trabajo sindical en el magisterio, tarea que fue encomendada a Octa-
provocadora y dirigida a Trotsky. En ella le pedía que rindiera testi- vio Fernández, al igual que el trabajo de "traducción, cuestiones de li-
monio sobre algunos hechos, en particular sobre la discusión sindical teratura revolucionaria y correcciones de pruebas'l.>"
en el seno de la LCl; discusión que presentaba de una manera suma- La carta de la LC! al Buro indicaba también cuál sería la composi-
mente confusa. ción de la organización y los problemas que podrían derivarse de és-
Afirmaba efectivamente que había sido él quien había defendido la ta. Precisaba en primer lugar que el número de militantes había dis-
idea del ingreso del SUC g la CTM, yendo en contra de la opinión de minuido, ya que los que habían constituido el "grupo disidente" eran
Fer nández, de Rivera y del propio Trotsky, que quería llevar dicho por lo menos tan numerosos como ellos mismos, y añadía que la si-
sindicato a adherirse a la Casa del Pueblo.P tuación financiera del grupo era bastante mala, sobre todo en virtud
Trotsky no respondió. El 7 de enero de 1939 Curtiss propuso la de que los fondos recibidos de los simpatizantes se destinaban, desde
expulsión definitiva de Calicia de la IV Internacional y su no admi- el mes de octubre de 1938, al apoyo de la revista Claue.t"
sión en la LCI reconstituida. Entre otras cosas acusó a Calicia de ha- Claue era sin duda un gran éxito. Y a pesar de que el trabajo de re-
ber querido envolver a Trotsky en las desavenencias internas de la dacción y de impresión no le fue encargado a la LCI, su distribución sí
Liga, lo que no hacía más que ayudar a la GPU, y de haber reacciona- había sido desde el principio responsabilidad de los militantes mexicanos.
do contra la propuesta de expulsión por seis meses mediante la pre· En el mes de abril de 1939 Curtiss pudo escribir al Buró que la revista
paración de su "separación de la Cuarta con una campaña de chanta- empezaba a alcanzar un oraje de mil quinientos ejemplares, difundidos
je y de agitación contra Trotsky"." en México y en América Latina. Fue. en las páginas de Clave donde
Trotsky desarrolló, sin firmar el artículo, la posición de la revista acerca
de la campaña electoral abierta a principios de 1939. Esta posi-
UNA RECONSTITUCiÓN INESTABLE ción puede resumirse en una frase: Clave no torna partido en las eleccio-
nes, porque no hay candidaturas obreras independientes.
Desde ese momento ya no se escucharía hablar mucho de Galicia: pe· Un mes después de la aparición de este articulo, Trotsky se dirigió
ro la comunicación continuaría entre el Buró Panarnericano y la i.ci, a la LCl para dejarle las manos libres en (llanto a su decisión de par-
que en una carta del 10 de febrero anunciaba su reorganiza- ticipar o no en la campaña electoral:
ción y solicitaba su reconocimiento como sección mexicana de la IV
Internacional. Sería [... ] absurdo para cualquiera el querer partiCIpar en la cam-
Nuestra reorganización -<!ccía la carta- se hizo en base a la reu- paña presidencial o el abstenerse de participar desde el punto de
nión del 31 de enero, la cual fue convocada por Curtiss y en la que vista de mi asilo. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Us-
los miembros de la nueva LCI aceptaron reconocer las decisiones de tedes son tan libres en esta actividad, corno' libre estoy yo de cual-
la Conferencia Panamericana y del Congreso de fundación. En esta quier responsabilidad en ella."?
reunión Curtiss declaró también que a partir del momento en que la
Internacional aceptara reconocer a la LCI como sección, él mismo "se- De acuerdo con la posición de Clave, la LC! decidió no participar
Tia relevado de todos los poderes extraordinarios, que volverían en- en la campaña, en la cual el general Múgica y los trabajadores mexi-
tonces a la organización".37 canos serían los grandes perdedores.
En el curso de esta reunión se decidió que se sancionaría a todo El 19 de abril, Curtiss manifestó por primera vez que pensaba que
dirigente que tratara de desarrollar una polínca "personalisra": se ad- su labor en México había concluido. Aunque ciertamente la organiza-

202 203
 ción aún no ha llegado a proveerse de una dirección adecuada -es-
cribía- pienso que esta tarea le corresponderá a .algún otro mili.tan-
te. Propuso a Munis, el mexicano-español con qUlen había trabajado
durante su primera visita a México en 19~4. -11 • • _
El Buró aceptó la proposición de Curuss y l~ escribió que tra~na
de traer a Munis a México antes de- que él volviera a Estados Unidos,
lo cual debía ocurrir, a más tardar, el 15 de junio.
El 24 de mayo, como Munis aún no había llegado, Curtiss escribió
al Buró:
Pues bien, parece que mi misión ya ha concluido. Me voy no sin
cierta ansiedad en cuanto al porvenir de la organización de este
país, pero como lo he pedido apreciar, la organización úe?e una
base bastante sólida. Hemos negociado para empezar a publicar un
periódico que debería ser bisemanal, un diario d~ combate .[... l. El
lema central del diario será "if'or un nuevo partido revolucionario
de los trabajadores!" [... ]. Seguiremos publicando lo que publicamos
ahora: [...] un semanario de cuatro páginas, El Bolchevique, del cual
circulan más de quinientos ejemplares.
[... ] Hasta ahora, nuestra humilde labor ha sido la de crear, fir-
mes, las bases de la organización. La organización creció le nta , pe-
ro constantemente. En el momento de mi partida contaremos con
entre 35 y 40 miembros, de los cuales la mayoría son trabajadores.
Esto en cuanto a la capital. En provincia, tenemos muchos contac-
tos, un verdadero esqueleto de organización que, con un poco de
trabajo, puede llegar a tener carne y músculos.V
Así pues, la historia del trotskismo mexicano hasta 1940 fue la de
un pequeño grupo que ni Trotsky ni el Buró Panamericano de la IV
Internacional llegaron a sacar de su mediocridad.
El crecimiento lento pero firme y la relativa estabilidad y calma de
que gozaba el grupo en el momento de la partida de Curtiss d~jarían
de existir en agosto de 1940, fecha de la muerte del "Jefe", qUien ?e
hecho no lo fue para esta Liga Comunista Internacionalista, demasia-
do sumida en sus conflictos personales.
204
------------- ._-- - '-- - ---_._- ---- -----------
IX. La ruptura con Rivera
Hacia finales de 1938, los problemas de Trotsky y de sus camaradas
mexicanos no giraban sólo alrededor del Grupo Galicia. Desde el mes
de octubre aquel a quien Trotsky llamaba "un artista de relevancia
mundial que pertenece entera y totalmente a nuestro movimiento",'
Diego Rivera, se enfrascaba en un camino que acabaría por alejarlo
totalmente de este movimiento.
El conflicto iniciado por Rivera contra Trotsky y contra la IV Inter-
nacional pronto desembocaría en la ruptura entre los dos hombres,
una ruptura que significaría un golpe muy duro para el segundo.
RELACIONES mn.rcxs
Al principio de su estancia en México, Trotsky mantenía excelentes
relaciones con Diego y con Frida. Ellos eran sus amigos, sus camara-
das, sus guías y lo iniciaron en la historia, en la cultura y en la políti-
ca mexicanas,
A través de la siguiente carta, la primera que Trotsky le haya diri-
gido jamás a Diego, una carta escrita desde Turquía el 7 de junio de
1933, podemos evaluar cuánto Trotsky lo respetaba:
Estimado Camarada Diego Rivera:
Quiero dirigirle algunas palabras de saludo cariñoso. Conozco su
pincel sólo mediante reproducciones, naturalmente. En 1928, cuan-
do me encontraba en Alma Ata, Asia Central, me topé por primera
vez con algunas fotografías de sus obras en un suplemento i.lustra-
i do de una publicación americana cualquiera. Sus frescos me llnpre-
sionaron por su mezcla de virilidad y calma, casi ternura, por su
\ dinámica interna y el tranquilo equilibrio de las formas. Y con to-
t do ello, esa frescura magnífica para abordar al hombre y al ani-
mal. Jamás imaginé que el autor de esas obras fu.cra un
revolucionario que se halla bajo la bandera de Marx y Le nin. A~c-
nas recientemente supe que el maestro Diego Riv ra y el otr Ole-
go Rivera, el amigo cercano de la oposición d izqui arda. son una
sola y la misma persona. Ello me agradó infinitamente, porque la
205
 fuerza de las grandes ideas se verifica también en el hecho de que
ellas atraen hacia sí todo lo que hay de mejor en los diversos ám-
bitos de la creación humana.
Mantengo aún viva la esperanza de visitar América, de ver los
originales de sus obras y de conversar personalmente con usted. ¿O
quizá en un futuro cercano visitará Europa vía Estarnbul o Prinki-
po? Me daría mucho gusto. Estrecho su mano fuerte y cordialmen-
te. Mi esposa le envía cálidos saludos.
Suyo.
León Trotsky."
Más tarde, un día de la primavera de 1938, una vez que ya cono-
cía bien a Rivera, Trotsky escribió otras líneas que prueban que ese
respeto y admiración no había amainado ni con el tiempo ni con la
cercanía. En ellas, les solicitaba a los encargados de la Conferencia
Panamericana que invitaran a Diego a participar en ella.,
En la carta de invitación, habría que subrayar -les pedía- que
la IV Internacional valora profundamente el contar en sus filas
con el mayor artista de la época contemporánea y con un revolu-
cionario impecable. Debemos mostrar hacia Diego Rivera por lo
menos la misma atención que Marx tuvo hacia Freiligrath y Le-
nin hacia Gorki. Diego rebasa por mucho a Freiligrath y a Gorki
en virtud de su importancia en el terreno artístico y, cosa que es
absolutamente un caso único en la historia, este gran pintor es
un verdadero revolucionario, mientras que Freiligrath no era más
que un pequeño burgués "simpatizante" y Gorki un compañero
de ruta un tanto equívoco."
Gracias al testimonio de Van Heijenoort sabemos lo que algunos
han confirmado, pero que otros parecen querer ocultar: la breve pero
intensa relación amorosa entre Trotsky y Frida Kahlo,
Esto sucedió algunas semanas después del final de las audiencias de
la Comisión Dewey --escribió Van Heijenoort-. La situación se
volvió tan tensa que los que se encontraban muy próximos a conocimientos
Trotsky empezaron a preocuparse. [...] Se podía adivinar e! escán-
dalo y las graves repercusiones políticas que esto tendría."
Este idilio, que Frida le contaría detalladamente al propio Van más
adelante, tuvo serias repercusiones sobre otras relaciones importantes
de la vida de Trotsky, empezando con Natalia: a principios de- julio,
206
Trotsky se separó de Natalia durante tres semanas, que pasaría en la
Hacienda de San Miguel Regla, propiedad de Landero, un amigo de
Antonio Hídalgo.>
También provocó fricciones entre Trotsky y sus colaboradores: la
repentina partida de Jan Frankel en octubre de 1937 fue una de sus
consecuencias. Habiéndose aventurado a hablar con Trotsky sobre los
peligros que esta situación podría acarrearle, Frankel -<:ontaba
Van-, fue "invitado" a abandonar sus funciones."
Van Heijenoort y Octavio Fernández coinciden en señalar que
"Diego no sospechaba nada".? Si lo hubiera sospechado, su violencia
natural hubiera provocado una explosión, que nunca se produjo.
Entre enero de 1937 y octubre de 1938 la relación entre los dos
hombres fue excelente, tanto a nivel personal como en el terreno po-
lítico."
Entre abril y julio de 1938, por ejemplo, después de la visita a Mé-
xico de André Breton y de su compañera Jacqueline,9 el pintor, e! es-
critor y el revolucionario viajaron juntos =-acompañados por Natalia,
Jacqueline, Van y Joe Hansen-c-!? a Cuadalajara, donde Rivera les
presentó al muralista mexicano José Clemente Orozco y les enseñó su
obra.!'
A principios de julio, el grupo, al que más tarde se uniría Frida, se
dirigió a Pátzcuaro, Entre estos dos viajes los tres hombres decidie-
ron, por iniciativa de Trotsky, impulsar la creación de una organiza-
ción internacional de artistas, a la que llamarían Federación Interna-
cional de Artistas Revolucionarios Independientes (FIARI).I:! Con este
fin redactaron el célebre manifiesto "Por un arte revolucionario inde-
pendiente", publicado tanto en México en la revista Clave, como en
Francia, en la revista de! grupo surrealista, CIl.13 Firmado por Rivera
y Breton, sabemos ahora que el manifiesto de la FIARI, si bien fue el
fruto de la discusión entre los tres hombres, no fue redactado sino
por Trotsky y Breton.
El manifiesto contiene dieciséis puntos: la civilización nunca ha es-
tado tan amenazada como lo está ahora; en e! mundo actual, la situa-
ción de la ciencia y de! arte se ha vuelto intolerable: La creación inte-
lectual y artística son fundamentales tanto para el desarrollo de los
generales de la humanidad como para la revolución,
que debe conocer cada día mejor las leyes que rigen nuestra evolu-
ción. Hay que procurar entonces que esta producción esté garantiza-
da. Ahora bien, el mundo actual, con Alemania y la URSS en primer
lugar, no hace más que violar el respeto a las leyes necesarias para
esta creación. De esta violación proviene el envilecimiento de la obra
de arte y de la personalidad "artística".
207

No estamos de acuerdo con la consigna "Ni fascismo ni comunis-
mo", ya que el verdadero arte no puede ~r sino revoluciona:io; es
decir, no puede no aspirar a una reconstrucción completa y radical de
la sociedad.!" Sólo la revolución social puede abrirle paso a esta re-
construcción; estar a favor de la revolución social no significa sin em-
bargo estar a favor de la casta que gobierna a .•a U~S, que no es
otra cosa que "el enemigo más pérfido y más peligroso tanto para la
revolución como para la cultura. ¿Qué mejor prueba de ello que el
"crepúsculo" que se ha abatido sobre la cultu.ra, la ~ual se ~a colocado
bajo los auspicios de la URSS y de sus orgamsmos mtern~clOnales? ..
La sorda reprobación debía dar lugar a una "condena Implacable :
La oposicián artística es ahora una de las fuerzas que pueden contri-
buir de manera útil al descrédito y a la ruina de los regímenes ba-
jo los cuales se maltrata tanto el derecho. para la. c1~e explotada de
aspirar a un mundo mejor, como cualquier senurmento de grande-
za y hasta de dignidad hurnana.P
Es 'por esto que la "revolución comunista. no le ~eme al arte", ya
que "la necesidad de emancipación del esp¡nt~ no nene más que se-
guir su curso natural para ser llevada a fundirse y a empap~rse. de
nuevo con esta necesidad primordial: la necesidad de emancipación
de! hombre";"
Para el artista. la emancipación de! espíritu pasa por la recupera-
ción de la esencia de su trabajo arústico en e! sentido que Marx le ha
dado; es decir, no considerar su trabajo como un medio sino como una
7TU!W tm sí. Para esto, el artista necesita toda la libertad posible; su tra-
bajo no puede ser un empleo y no debe ser sometido a ninguna con-
dición disciplinaria: libertad total en el arte ..
El arte puede sobrevivir sometido a medidas temporales de defen~a,
y por lo tanto de restricción de las libertades en un estad~ re~oluclO-
nario naciente, pero nunca a un "mandato sobre la creación intelec-
tual de la sociedad".
Si para el desarrollo de las fuerzas productivas material~s la revo-
lución debe edificar un sistema socialista de plan centralizado, para
la creación intelectual debe establecer y asegurar desde e! principio
un régimen anarquista de libertad individuaLI7
El artista tiene que entender que su lugar no está en el seno de las
organizaciones estalinistas, que pueden prot~gerlo materialmente, pe-
ro siempre al precio de la castración de su libertad de creación; su lu-
208
----------._.,~-.-
~-- ,-
gar se encuentra entre aquellos que demuestran su inquebrantable fi-
delidad a los principios de la revolución.
De ahí este llamado cuyo "fin es encontrar un terreno propicio pa-
ra reunir a los paladines revolucionarios del arte", por más divergen-
tes que sean sus tendencias estéticas, filosóficas o políticas. Hay que
acabar con la dispersión de los miles de pensadores y artistas aislados.
La meta de la FIARI es reunirlos.
El manifiesto pedía a los artistas de todo el mundo que alzaran la
voz, aunque fuera para cuestionar las ideas que proponía, y que orga-
nizaran pequeños congresos locales y nacionales en vistas de la futura
celebración de su Congreso Internacional.
I
La independencia del arte
-para la revolución; la revolución-
para la liberación definitiva del arte.!"
I Si bien es cierto que la FIARI no llegaría a ser nunca una organiza-
! ción importante, este manifiesto simbolizaba sin embargo la imp<?r-
rancia que tuvo tanto para Trotsky como para Rivera su relación. Es-
ta le permitió a Trotsky encontrar, en un gran artista, un eco
práctico a sus posiciones sobre el arte enunciadas a partir de su libro
Literatura y reoolucionP A Rivera, por su parte, le permitió encontrar
el complemento político de su búsqueda de una expresión artística re-
volucionaria, una búsqueda nacida durante los años de su estancia en
Europa.
EL "OTRO RIVERA" LEVANTA LA CABEZA
La crisis entre Rivera y Trotsky parece haberse iniciado con el con-
greso mundial que sancionó la creación de la IV Internacional y adop-
tó la resolución particular -de la cual ya hablamos en el capítulo
anterior- sobre "el asunto mexicano". Recordemos que la resolución
estipulaba que el pintor no pertenecería a la sección mexicana, sino
que trabajaría bajo control internacional, y que Luciano Galicia y Oc-
tavio Fernández quedarían alejados de cualquier responsabilidad a es-
cala nacional durante un periodo de un año.
Todo parece indicar que al redactar el párrafo referente a Rivera,
los autores de la resolución habían creído interpretar correctamente
un deseo de Trotsky, sugerido tras consultarlo con el pintor; es decir,
que ya que Rivera definitivamente no era apto para ocupar .p~es~os
administrativos, debía autor izársele el poder gozar de un privilegio,
209

de una protección contra las labores cotidianas y contra los riesgos de
las luchas fraccionales.t?
Sin embarg?, la public~ción de esta resolución, sus interpretaciones
-<o.mo por ejemplo, la Ide~ de que le estaría prohibido pertenecer
la liga-%I provocaron en Diego una profunda humillación. Se indig-
nó por otra parte -y Trotsky apoyó en este punto su posición- por
el hecho de qu~ .la resolución estableciera en cierto modo una especie
de balance eqwlibrado entre su enemigo personal y fuente de todos
los ataques contra él, Calicia, y Octavio Fernández, que hasta enton-
ces había sido su aliado.P Las cosas empezaron a envenenarse con el
rechazo de Trotsky. ~ inte~enir para que se adoptaran sanciones más
severas contra Calicía. Diego se mostró dolorosamente sorprendido:
"¡Pero usted es el jefe!", ....exclamó.
Fue entonces cuando sobrevino el asunto O'Gorman. En noviem-
bre de 1938, el pintor Juan O'Corrnan, que era amigo de Diego, pin-
tó sobre los muros del Aeropuerto Internacional de México unos mu-
rales co~puestos por ca~caturas de Hitler, de Mussolini y de sus
l';lgartementes. Esto sucedía algunos meses después de la nacionaliza-
ción del petróleo, cuya exportación había sido boicoteada desde en-
tonces ~r las "democracias", no dejándole otra alternativa al gobier-
no mexicano .que la de ve~déx:selo a los países del Eje.
El. secretano de Comunicaciones y Obras Públicas, el general Múgi-
~a, dIO la orden de q.ue est?~ x:nurales fu~ran destruidos. Un grupo de
Intelec~les y de artistas dirigidos por Diego y Frida publicó entonces
un manifiesto, con e! cual llenaron las calles de México, como protes-
ta contra este "acto de vandalismo por parte de las autoridadesl.P
Trotsky condenó la posición de Diego y de Frida. Pensaba que este
asunto no podía ser comparado con la destrucción de! mural de Rive-
ra en el Rocke~el1er Center, ya que -y así se lo explicó a Rivera-
que estaba en j~ego esta vez era la estabilidad económica de un país
pob~e y dependlente~ que no podía arriesgarse en esos momentos a
sufrir también un boicot de su petróleo por parte de las potencias del
Eje .. Según Tro~ky, Diego refutó estos argumentos y afirmó "que e!
gobierno, y partlc~larmente Múgi:a. [...] eran unos reaccionarios que
le daban coba a Hltl~r y. a ~~lim y que harían cualquier cosa con
~I de mos~rse an~mltas . DIJO después que había roto toda rela-
ción con Hidalgo, qUien había intentado defender "a su amo reaccio-
nario, Múgica".21
. El Socialist Appeai, órgan<:>del SWP, se extendió entonces en explica-
cI~>nesacerca de la resolución de la conferencia de fundación.P pero
~Iego parecía .n.0 querer escuchar nada. Según Trotsky, como CurtÍSS
Intentaba conciliar las cosas en base a las resoluciones de la conferen-
210
-----
cia, Rivera se ofendió y, a pesar de que había sido él quien propusie-
ra a Curtiss para este trabajo, prácticamente sabo~eó su labor.P
Más tarde, en diciembre, Diego acusó a los miembros de la redac-
ción de Clave de haberlo censurado, instigados por Trotsky, al no ha-
a
ber publicado íntegramente un arúculo suyo que, entre otras cosas,
volvía sobre el asunto de los rnurales."
De hecho, Diego se había enfrascad? ya en el pr que lo con-
duciría a la ruptura con la IV Internacional y n Tr ky, una ruptu-
ra que involucro varios aspectos.
RIVERA CONTRA TROTSKY
Poco a poco Diego empezó a paruClpar más activamente en la C~a
del Pueblo, a oponerse a los demás militantes y sobre todo a Curtiss.
Así como había financiado la LCI -<osa que había provocado la ten-
i n y la explosión que ya conocemos-, en~pezó a fin~nciar la Casa
el 1 Pueblo.~8 Ansioso por mostrar sus capac~d~~es polítícas. bu:-có un
, ercamiento con la CGT, que aún antes del InICIOde la ~ampana pre-
.idcncial ya había decidido apoyar al futuro candIdato conser-
vador del PRM.Z9
Trotsky hizo todo lo posible por evitar una ~xplosión .. Decidió no
dejar que ninguna i?forma~ión se filtrara haCla.el exterior. al me-
n s mientras se pudiera evitar la ruptura .. Por ejem.plo, ~l ocul~rle
a Breto n las verdaderas razones de la reciente negligencia de Rive-
ra en los asuntos de la FiARI, adoptó la defensa del pintor y l~ su-
plicó a Breton que lo disculpara, pretextando enfermedad, fatiga y
nerviosismo.~o
Sin embargo, a finales del mes de diciembre ~atalia descubrió ~na
lo
carta dirigida a Breton que Diego acababa de dictarle a Van ~elje-
noort, donde e! pintor atacaba violentamente a Trotsky: era evide nte
que la explosión era ya inevitable.P'
En esta carta, Rivera le reprochaba de nuevo a Trotsky el no ha-
ber publicado íntegramente su artículo en CÚl~e, e interp~etaba este
rechazo como una represión de la libre expresión de sus Ideas sobre
el arte.32 Calificaba esta actitud de Trotsky de "débil" y lo acusaba de
"haber dado un golpe de estado en e! asunto de la FIAR! al colocar a
José Ferrel en un puesto d~ enorme. responsabilidad".33
Trotsky interpretó la actitud de Rivera como:
Una crisis ideológica que, en sus rasgos generales, es i?éntica a la
crisis por la cual han atravesado y atraviesan muchos mtelectuales
211
 contemporáneos, quienes bajo la presión de la terrible reacción,
abandonan el marxismo en favor de cualquier mixtura ecléctica.>'
En una nota interna de enero de 1939, Trotsky declaraba que en
caso de que Rivera siguiera quebrantando la disciplina de la IV Inter-
nacional, la ruptura con él debía ser públicamente anunciada.P Em-
pezó entonces un periodo de extrema confusión cuya cronología
es siempre fácil de reconstituir, a pesar de que la correspondencia
Curtiss y las memorias de Van Heijenoon nos permitan reconstruir
no
de
sin errores la esencia de la trama. El 7 de enero, Diego envió dos
canas de renuncia, una al comité de redacción de Clave,Y, y la otra al
SI de la IV Internacional. En la segunda carta, Diego escribía:
En base a la decisión" de la última conferencia, fui colocado bajo el
control directo del Comité Panamericana. Hasta ahora [... ] el ca-
rácter del trabajo que me ha sido confiado no ha sido claramente
especificado o elaborado. He permanecido, por lo tanto, en un es-
tado de inactividad completa. No considero que sea revolucionaria-
mente honesto pertenecer a una organización, y en particular a su
núcleo dirigente, sin cumplir una labor útil para aquélla.
Por otra parte, una situación semejante podría provocar malcn-
tendidos (de hecho ya los ha provocado) que son perjudiciales p.ua
el intenso trabajo interno de la organización. Estos malentendido.')
podrían ser fácilmente aprovechados por nuestros enemigos.
Por el bien de la IV Internacional considero que es mi deber
evitarle a la organización los inconvenientes que mi presencia po-
dría crear eventualmente en su seno, siendo mi retiro de la organi-
zación la única solución.
Presento pues mi renuncia formal a la IV Internacional. La or-
ganización queda así libre de cualquier responsabilidad que mi pre-
sencia pueda causarle.
Fuera del umbral de la organización, seguiré siendo evidente-
mente un simpatizante de la IV Internacional.J7
EllO de enero, en una cana dirigida al Buró Panarnericano, a to-
das luces escritas después de una discusión con Trotsky, Curtiss pro-
puso no aceptar la renuncia de Diego.
La importancia internacional que tiene Diego para nuestro movi-
miento es considerable. Es necesario tener paciencia con respecto a
sus puntos de vista. Sería conveniente y a la vez necesario hacer
otro intento por conservarlo en la organización. Por fuera de la or-
212
ganización, sin organización, probablemente derivaría lejos de no-
sotros. No podemos salvarlo de este posible destino más que cola-
J borando de cerca con él. Creo que un intento debería hacerse
¡ negándonos a aceptar su renuncia. No tenemos nada que perder y
t sí mucho que ganar.38
!
¡ Sin titubear, Trotsky redactó dos canas, una a nombre d~1 comité
de redacción de Clave,39 y otro a nombre del Buró Panamencano,. en
¡
I las cuales, y en términos por demás cor?iales, se le. explicaban a ~v~-
j
ra las razones del rechazo a su renuncia: su trabajo durante los últi-
i mas meses muestra no una inactividad, sino al contrario, una gran y
muy útil actividad -así empezaba la primera cart~-; pero si ust~d
no está satisfecho, puede sugerir que éste sea modificado; contraria-
mente a su opinión, lo que nuestros enemigos. podrían aprovechar en
beneficio propio sería precisamente su renuncia y, aunque és~ sea el
resultado de desacuerdos de principio, debería estar precedida por
una discusión fraterna.w
Diego no contestaría esta carta sino hasta el 19 de ~~rzo. il En una
conversación con Van Heijenoort, le declaró que la uruca razó? por
la cual no había hecho pública su renuncia había sido para no Impe-
dirle a Trotsky que siguiera viviendo en su casa.i2 Por" otra pa~te, .a
pesar de que seguía atacando a Trotsky acusándolo ,~e montar mtri-
gas contra él tras bambalinas".'> en otra conversación que tuvo co~
Curtiss, Rivera declaró no tener nada contra Trotsky salvo algunas di-
ferencias personales; pero dijo que no se sentía a gusto en su presen-
cia y pidió que se le dejara solo, tr~n~uilo con s~. ar~e. +i '.
En enero, Trotsky intentó una uluma reconClhac~ón con el pmtor.
le pidió a Frida que interviniera,. cosa que ella no hizo; por el contra-
rio se alineó del lado de su mando.
Si la situación interna era confusa y difícil, la situación polític~ pú-
blica de Rivera comenzó a tornarse realmente preocupante y pehg:o-
sa. En enero de 1939 Rivera creó con la Casa del Pueblo el Partido
Revolucionario Obrero y Campesino (PROC) y, sobre la b~e de su
"programa", an~mció. que él sería el c.andidato de dicho parud~ e~a;:
elecciones presidenciales de 1940. Sin embarg~, poco despue,s. ~
noviembre de 1938-, y a pesar de sus d~clara(¡on~s. sobre MUglC:l e
Hidalgo, se unió al comité por la postulación de Múgica. .. No sólo eso,
sino que después de la declaración de Clave sobre la posición ~e.la re-
vista hacia la campaña electoral, calzándose las botas de GahCl:1 -:1
quien había tratado de "agente de I~. GPU"- Diego ~seguró q~le l~
LCI se había abstenido de tomar posición en las elecciones preslde~
ciales con el fin de no poner en peligro el asilo de Trotsky en Méxi-
213
 o. Le mostró a Curtiss una carta dirigida a Bertram Wolfe que desa-
rrollaba esta idea y donde anunciaba la ruptura con Trotsky y los su-
yos "debido a su oportunismo't.t"
Paralelamente Diego le explicó al Buró Panamericano su posición
l- nos pobres y a él, por su intervención se debe, como a Cárdenas,
el otorgamiento oficial del derecho de asilo en México para el
compañero Trotsky. Esta diferenciación no es únicamente electoral,
la posición electoral actual proviene de la formación dialéctica en
el tiempo de la personalidad de cada uno de ellos durante e! perio-
hacia la campaña electoral: no fui yo -escribió--, sino los trabajado.
res de la Casa del Pueblo los que decidieron crear el PROC con el fin
\ do de la guerra civil y el que ha seguido a ella.
de participar independientemente en la campaña electoral. armados Por otra parte, ni la subburguesía podrá tomar el poder dentro
con un partido de clase y sin involucrar en él a la organización sindi- d.e dos años, por impotencia, ni podrá hacerlo tampoco e! proleta-
cal. Mi participación en este asunto proviene pues del hecho de que nad~ por. su inmadurez, Por su parte, la pequeña burguesía jamás
soy miembro de esta organización y de que fui elegido secretario po· ha Sido ~I será clase capaz d~ ejercer e! poder por sí misma. En-
lítico del Comité Central organizador de su partido. Para juzgar mi tonces, .s~ no se. podrá cambiar la naturaleza bonapartisra= de la
conducta habría que tomar en cuenta los puntos siguientes: antes que casta militar-policiaca gobernante dentro de dos años, équé hay que
nada, la LC! declara que no participará en las elecciones, ya que todos hacer? ¿Abstenerse restando votos que serán otros tantos en favor
los candidatos son burgueses. En segundo lugar, se me acusa de mano de la derecha y el centro? cSumarse a las mayorías centristas como
tener una posición oportunista por ahora hacen los Toledanos y Labordes? Ambas cosas si son real-
mente oportunismo puro. Ya que la historia ha demostrado que en
[...) entrar a la lucha con mi partido de trabajadores que precisa- e! Mé~ic.o de los últimos quince años ningún jefe de la clique mili-
mente tiene por objeto aclarar la situación y defender los intereses tar-policiaca pu~de mantenerse en el poder sin e! apoyo de amplios
de ellos, llamándolos alrededor de un programa mínimo de reivin- sectores campesinos y obreros, éstos deben emplear su fuerza nece-
dicaciones inmediatas y no de determinado candidato, apoyando saria para llevar al poder a alguno cuya existencia política dependa
eventualmente a aquél que acepte el programa." sobre todo del sostén que ellos le den, para detener [sic) las mejo-
¿Ahora bien? ~Qué dirá la LC! a los trabajadores? ¿Que se abs- res posibilidades de garantías para el desarrollo de un movimiento
tengan de votar? Entonces esto reforzará mecánicamente a las de- obrero independiente que no existe aún y sin el cual nada es posi-
rechas reaccionarias y a los reformistas. Es decir, traic io nará los ble en México para el proletariado,
intereses de los trabajadores [... ) Tomar la actitud estalinista es entrega y traición conpleta [...).
Considerar a todos los candidatos iguales es simplista y falso [... J Tomar la actitud abstencionista de la LCl (alegando que esta actitud
hay grandes diferencias. Hay jefes-candidatos cuyo poder y posición no es anarquista), es [...) dejar el campo libre al enemigo. [...]
dentro del ejército proviene del apoyo del capital local e imperia- Esta actitud da lugar a que las masas obreras acusen ya desde
lista extranjero más reaccionario, [... ) como Amaro, Pérez Treviño ahora a la LC! de lavarse las manos para no comprometerse y pre-
Iturbe, etcétera. Estos forman una derecha definida. Otros, cuya servar el refugio que tiene en México el camarada Trotsky,
fuerza está en el apoyo de la burocracia estatal y sindical, la aristo- Por otra parte, también dice la base de los obreros que, si como
era ia obrera, las "clases medias" de la ciudad y de! campo y cier- fuerzas electorales en México las de la Cuarta Internacional son
tos e to rcs del capital industrial, agrícola y financiero local e cantidad insignificante, ideológicamente son muy importantes y
irnpe r ia lista extranjero [... ). Tales son Ávila Camacho, Alrnazán, a~te las mayorí~ obreras y campesinas influenciadas por los refor-
án hez Tapia:'? y Castillo Nájera, que constituyen el centrismo. Al- rmstas OportuDlStas, ante 1•• pequeña burguesía y ante la subbur-
gunos uya fuerza está en la pequeña burguesía agraria como Ma- guesia, estorbarían grandemente al candidato que apoyan, pues le
gaña,48 que son izquierdistas de! centro. Y por último, aquellos que impedirían flexibilidades oportunas con el centro y las derechas.
tienen fuerza en el ejército-policía por su popularidad entre los Que en realidad manteniéndose alejada de las elecciones no
obreros y campesinos ejidatarios como jara,49 Tejeda y Múgica hace la LCI sin~ ayudar el juego de la casta militar-policiaca, deján-
(siendo este último e! único de ellos que hasta ahora se ha presen- do la en plena libertad de maniobrar sin estorbos en su ala izquier-
tado como candidato). Múgica fue el primer jefe militar o civil que da [sic].
durante la guerra civil dio posesión oficial de tierras a los campesi- Así pues, la actitud de la LCI ap •.arece ante la masa, y realmente

215
214
*:::s:
 lo es, como verdaderamente oportunista. Si bien no con la abyec- y categórica sobre las actividades políticas del pintor en el curso
ción y el cinismo del PC estalinista; ya que preservar al compañero del último periodo, declarando que los documentos que elaboró es-
Trotsky tiene indudablemente grandísima importancia para el pro· tán en total contradicción con el marxismo y con las decisiones de
letariado internacional. Pero los intereses inmediatos del proletaria. la IV Internacional y que, aun si no hubiera renunciado, sus activi-
do mexicano han sido en esta cuestión, traicionados por la Tercera, dades lo colocaban de por sí fuera de la IV Internacional. El rnovi-
y subestimados y desantendidos por la sección mexicana de la IV miento obrero no es un campo libre para los experimentos
Internacional." individuales.w

Debido a su insistencia en favor de la ruptura, Diego no aceptó A partir de entonces la ruptura se convertía en un hecho. Los do-
discutir con Trotsky y la LCI esta muy interesante y muy rica posición cumentos que se presentan aquí muestran lo difícil, casi inaceptable,
electoral. No sólo eso, sino que unos meses más tarde, cuando Múgi- que ésta fue para Trotsky, Para Rivera no lo fue menos. El 15 de
ca se vio obligado a renunciar a su candidatura, Rivera renegaría de abril todavía escribía en las columnas del Neui r07·k Times:
nuevo de sus propias posiciones al apoyar a Juan Andrew Almazan."
el candidato alrededor del cual se reagrupaba la derecha inde- El incidente entre Trotsky y yo no es una pelea. Es un malentendi-
pendiente. do lamentable que, habiendo llegado demasiado lejos, provocó lo
irreparable. Esto me obligó a romper mis relaciones con un gran
hombre hacia quien siempre tuve, y sigo teniendo, la mayor admi-
. SE IMPONE L\ DOLOROSA RUPTURA ración y el mayor respeto."

Respondiendo finalmente, con dos meses de retraso, al rechazo de su No soy de ese tipo de hombres que abandonan sus convicciones
renuncia por el Buró Panamericana, Diego declaró que las razones --declaró Rivera al corresponsal del diario cstadounidense=-. a
que lo habían llevado a desear la ruptura no habían cambiado y que pesar de que, como es hoy el caso, éstas lleguen a ir en contra
su renuncia era irrevocable. Afirmó no tener desacuerdos y ni siquie- de las de un hombre como Trotskv. Si renuncié a la IV Interna-
ra críticas que formular contra la línea general de la IV Internacional, cional <;'5 porque, como dice el refrán, "mucho ayuda el que no
y añadió que en el plano teórico y en el de sus divergencias con la estorba ...
LCI siempre había estado de acuerdo con la IV Internacional y con
Trotsky. Dada la importancia tan grande que represent..'l para ella (la orga·
Diego Rivera se declaró satisfecho con las explicaciones del Buró nización] la presencia de Trotsky, y la debilísima o nula importan.
respecto a la resolución tomada acerca de él por la conferencia de cia de la mía, lo mejor para mí era abandonarla.>'
fundación, pero afirmó que los problemas con Trotsky habían surgido
a partir de su carta de diciembre dirigida a Breton que desencadenó Diego dijo estar muy ofendido por el hecho de que no solamente
grego sin fundamento- aquellas declaraciones en las que Trotsky Trotsky no quiso seguir viviendo en la "Casa Azul", sino que desde
lo us ba de traición y mentira. algunos meses antes de su mudanza a las calles de Vicna, le exigió a
No ptO estas acusaciones, escribía Rivera. Son inadmisibles y Diego que le cobrara una renta mensual de doscientos peso. Como
ntrarias la confianza que Trotsky siempre me tuvo. Y concluía: no podía aceptar, declaró Diego, los envié y los seguiré enviando al
"No puedo permanecer en una organización cuyo dirigente tiene esa comité de redacción de Clave.
opinión de mr'.~ Rindiendo un último homenaje a Trorsky, Diego concluyó su en-
Por u parte, en una carta del 27 de marzo de 1939 dirigida al Bu- trevista con el Neui York Times diciendo:
ró Panamericana, Trotsky escribía:
Trotsky trabaja sin descanso para contribuir incesantemente con 511
En lo que se refiere al aspecto político de la cuestión, en mi opio esfuerzo mental a la lenta y difícil tarea de la preparación para la
nión debemos publicar inmediatamente una declaración muy clara liberación de los trabajadores' del mundo crucro.!'
i 216 217
L ----------------
LA RUPTURA Y SUS CONSECUENCIAS POLÍTICAS
La buena fe mostrada a postenori por Diego hacia Trotsky no pudo
impedir lo que este último le predijo el 17 de enero de 1939, cuando
en nombre del Buró Panarnericano rechazó su renuncia: "Contraria-
mente a su opinión, lo que nuestros enemigos podrían aprovechar se-
ría precisamente su renuncia".
En efecto, en cuanto la ruptura se hizo pública, el PCM se las arre-
gló para seguir cargando a la cuenta de Trotsky "los errores y los sal-
tos fantásticos" de Rivera. Durante los meses del verano de 1939,
Trotsky fue utilizado por el PCM y por Lornbardo como un arma con-
tra la candidatura de Múgica a la presidencia de la, República.
En enero de 1939, do] secretarios, Múgica y Avila Camacho, ha-
bían renunciado efectivamente a sus cargos y habían lanzado sus pre-
candidaturas a la presidencia de la República en nombre del PRM. El
15 de junio la prensa nacional anunció el apoyo de Cárdenas a la
candidatura de Avila Camacho. El lo. de julio Múgica retiró su candi-
datura.
En años posteriores, cuando Cárdenas abordó el tema de las razo-
nes de dicha decisión, repetiría lo que dijo en el siguiente discurso de
1967: "Había problemas de relevancia ínternacional"." lo que no
puede sino significar que, para el presidente mexicano, la instaura-
ción en México, en 1940, de un régimen conducido por -el ala iz-
quierda del PRM habría abierto la posibilidad o el riesgo de una inter-
vención por parte de Estados Unidos. Una conclusión radicalmente
distinta a la evocada ellO de mayo de 1938 en el siguiente párrafo
de su diario, que fue precisamente la que lo llevó -unido a Múgica y
como representante justamente de esa misma ala izquierda del PRM-
a expropiar el petróleo apenas once meses antes del inicio de la con-
tienda electoral para la presidencia de la República:
[Caminando con Múgica por la carretera de Cuernavaca cerca de
Palmira] hicimos consideraciones de las circunstancias que podrían
presentarse si gobiernos como los de Inglaterra y Estados Unidos,
interesados en respaldar a las empresas petroleras, presionaban al
gobierno de México con medidas violentas; pero tomamos también
en cuenta que se presenta ya la amenaza de una nueva guerra
mundial con las provocaciones que desarrolla el imperialismo nazi-
fascista, y que esto los detendría de agredir a México, en el caso de
decretar la expropiación.w
La elección de Ávila Carnacho había sido Sin embargo hecha por
218
Cárdenas mucho antes del mes de julio. ¿Cómo explicar si no que, p
des~e febrero, Lornbardo haya pyoclamado, en el curso del Consejo
Nacional de la CTM, su apoyo a Avila Camacho, <¡ue el 22 de febrero
la CT~I se haya pronunciado oficialmente en su favor, y que el lo. de
mayo, en una entrevista con El Machete, Labordc se preguntara si
\lúgica no era el candidato de Trotsk y?
La entrevista de El Machete se iniciaba efectivamente con dos pre-
guntas: "¿Qué piensa usted de la ruptura entre Trotsky y Rivera?", y
.• e No encuentra usted paralelismos entre los argumentos del manifies-
to de Diego y los conceptos evocados por ciertos 'mugiquistas'>". L.-
borde contestó:
El trotskismo también toma parte en la lucha por la sucesión presi-
dencial, poniendo en marcha sus maniobras, principalmente en el
seno del comité pro ~!úgica, al que presionan en contra de cual-
quier arreglo entre cardcnistas.
Añadió que la ruptura Trots ky-Rivcra era 3 todas luces una ma-
niobra:
El hábil renegado inserta 3 su estado mayor en las filas mugiquis-
tas, tratando de aparecer como apartado de la política de nuestro
país. [... ] En otros términos se trata de impedir que Múgica pueda
aparecer como el candidato de Trotsk y.
Esto equivalía a afirmar quc Múgica era el candidato de Trotsky.
La acusación era doble. Estaba dirigida antes que nada contra
Trotsky, a quien el PCM acusaba nuevamente de injerencia contrarre-
volucionaria en la política mexicana. Pero en este caso estaba sobre
todo dirigida contra Múgica, a quien el PCM acusaba de identificarse
políticamente con Trotsky, de impedir por lo tanto la unificación del
cardenismo, de dar la espalda a las organizaciones de la clase obrera
y de aliarse con los intereses reaccionarios del país.
El 5 de mayo de 1939 los Trotsky y sus colaboradores se mudaron
a la nueva casa de la calle de Viena, ubicada también en Coyoacan.
Al dejar la "Casa Azul" se dirigían de hecho hacia una nueva vida,
hacia un aislamiento mucho mayor.
Aislados en gran parte de Europa a partir de la muerte de Liova y
de la agudización de los conflictos entre las dos fracciones del trots-
kismo francés; aislados de la mayoría de los militantes de la LCI, salvo
de Octavio Fernández y su familia y algunos mili nt fieles; aislados
de Rivera y Frida, y por lo tanto de la amplia cobertura que les había
219
- .._-----------
 CUARTA PARTE
v lido el prestigio y la fama internacionales de la pareja de artistas,
e encontraban solos y en una situación cada vez más precaria: el re-
tiro de Múgica -su derrota- los privaba de la base estable que les EL PENSADOR ASESINADO
había permitido gozar hasta entonces de un exilio digno, relativame n-
te tranquilo y políticamente productivo.
Este cambio de casa y este aislamiento renovado y agravado coinci-
dían con la manifestación de los signos evidentes de un giro del régi-
men mexicano hacia la derecha, que, no por casualidad, coincidía con
el principio de una nueva guerra mundial. Tampoco fue una casuali-
dad el que este giro fuera defendido en los hechos por el PCM y Lorn-
bardo Toledano, los enemigos políticos de Trotsky en México.
Perfectamente consciente de las peligrosas consecuencias que la
nueva situación podía tene-r sobre su propia supervivencia, Trots ky,
quien seguramente se preguntaba qué iniciativas adoptar frente a
ella, no dejó sin embargo de esta preocupación ninguna huella es-
crita. Su huella escrita sobre México la imprimió en otro terreno; el
del análisis de la vida política mexicana del periodo que le tocó pre-
senciar.

220
-
x. Trotsky analiza a México

La expropiación petrolera marcó el inicio del trabajo analítico de

Trotsky sobre el México cardenista.
A su primer artículo de análisis sobre México -"La industria na-
cionalizada y la gestión obrera"-, le siguieron algunos otros que,
con excepción de la educación socialista, abordaron casi todos los
puntos vitales de la política de este país bajo el régimen de Lázaro
Cárdenas: la caracterización de la revolución de 1910; la fisonomía
política de Cárdenas y de su régimen; las administraciones obreras,
la democracia e independencia sindicales; las relaciones entre Lom-
barda y el PCM con el Estado mexicano y el Estado soviético; los
problemas entre México y el imperialismo a partir de la expropia-
ción petrolera; las elecciones presidenciales de 1940; el Segundo
Plan Sexenal y, finalmente, las perspectivas y las tareas de los revo-
lucionarios mexicanos.
Cronológicamente, los textos donde Trotsky analiza México son
los siguientes: "Declaración inevitable" (24 de febrero de 1938);
"Tiene la palabra el Labour Party" (22 de abril de 1938); "Stalin y
México" (mayo de 1938); "México y el imperialismo británico" (5
de junio de 1938); "La industria nacionalizada y la gestión obrera"
(junio de 1938); "La -Iucha antimperialista, tres entrevistas con Ma-
teo Fossa" (3 de septiembre de 1938); "Discusión sobre América La-
tina" (4 de noviembre de 1938); "iAl cadalso! Acerca del último
Congreso de la CG1 mexicana" (31 de diciembre de 1938); "La cam-
paña presidencial en México" (enero de 1939); "Algunas notas pre-
cipitadas sobre las bases generales para el Segundo Plan Sexenal"
(14 de marzo de 1939); "Los sindicatos en la época del imperialis-
mo" (agosto de 1940).
Dedicados a los problemas del imperialismo o del imperialismo en
América Latina, otros dos articulas de Trotsky hablan también de Mé-
xico; "La política de Roosevelt en América Latina" (1930) e "Imperia-
lismo y revolución nacional" (1940).
Finalmente, el artículo de Octavio Fernández "¿Qué es y a dónde
va la revolución mexicana", publicado por Claue en noviembre-di-
ciembre de 1939, nació de un intercambio de opiniones con
Trotsky.

223
 - --,
f
¿QUÉ ES Y A DÓNDE VA u,. REVOLUCiÓN MEXICANA? visto resuelta su situación, ni por las dotaciones realizadas por
1 Cárdenas.
Según el testimonio de Octavio Fernández, e! articulo sobre la revolu- La revolución mexicana, en tanto que burguesa, debía de libe-
ción mexicana publicado en Clave fue el resultado de! enriquecimien- ! rar al país del yugo imperialista. La historia de ella es una cade-
to que su discusión con Trotsky aportó a las ideas que él mismo I
!
na de concesiones, forzadas e inevitables [...] al imperialismo [... ]
había esbozado, tomando como base la teoría de la revolución perma- La situación económica y política de México, en la que las po-
nente. Algunos años antes de la llegada de Trotsky, Octavio Fer nán-
! siciones yankis se refuerzan de día en día, pese al progresismo
dez había participado efectivamente en la elaboración de los libros de que se pueda y se deba asignar a medidas del tipo de la expro-
texto de historia de México bajo la dirección del alto funcionario de 1 piación petrolera, demuestra ir refutablernente que en México y
la Secretaría de Educación y además historiador comunista, Luis Chá- I en América Latina las burguesías nativas ('... ] a pesar de sus an-
.vez Orozco. sias nacionalistas, son simples apéndices del imperialismo. No
Tanto para Octavio Fernández como para Trotsky, la clave de la pueden resolver con éxito las tareas que sus semejantes de los
definición de la naturaleza de la revolución mexicana residía en el países avanzados cumplieron ha mucho tiempo. En lo futuro sólo
"retraso histórico" de México: como la revolución rusa de febrero, era el proletariado, a la cabeza de los campesinos y del pue-
una de las últimas revoluciones burguesas de la historia; sin embargo, blo pobre, será capaz de realizar hasta sus últimas consecuencias
distinta de ésta en el sentido de que no se había transformado en una las tareas de la revolución democrático-burguesa (agraria y a n-
revolución proletaria, para ellos la revolución mexicana de 1910 ha- tirnperialista) [...]
bía sido una revolución "abortada". El desarrollo mismo de esta tarea, [... ] lo conducirá inevitable-
mente a realizar actos que se rá n ya los pasos de la revolución so-
[... ] La revolución mexicana ha triunfado en tanto que la burgue- cialista. Así, la revolución mexicana no es socialista ni lo será;
sía nativa ha sustituido en el poder a la aristocracia feudal-cleri- pero ensamblada, resuelta por la toma del poder por el proleta-
cal de la época porfiriana: en tanto que la producción capitalista riado, se transformará sin solución de continuidad en revolución
se extiende cada vez más a todos los sectores del país. Pero, (las socialista [... ].1
tareas fundamentales respecto de los intereses populares han sido
realizadas? [ ] No. ¿Cuáles son las causas? [... ] La revolución me-
xicana es [ ] una de las últimas revoluciones burguesas. En ello EL RÉGIMEN CARDENISTA y CÁRDENAS
reside la clave; es precisamente el atraso histórico de la revolu-
ción mexicana, como sucedió también con la rusa de febrero de Entidad dirigente del México capitalista, el Estado mexicano posrevo-
1917, lo que explica el grandioso aborto que ha sido la revolu- lucionario fue definido por Trotsky como un Estado burgués. Pero,
ción mexicana pese a la alharaca [... ] de las clases dominantes. ccó mo caracterizar al régimen carde nista basándose en las categorías
El intento de revolución democrático-burguesa realizado cuan- desarrolladas en la teoría política marxista de la época? El régimen
do juárez, dio origen a un paradójico fortalecimiento de las cla- de! presidente Cárdenas no era ni un régimen democrático ni un ré-
ses feudal-clericales debido ante todo a la carencia de una base gimen dictatorial. No era tampoco un régimen "bonapartista" o "ce-
¡
industrial suficiente, hecho que determinó la existencia de una sarista" según la definición del término desarrollada por Marx o por
burguesía apenas perceptible. El movimiento de 1910 [... ] impo- I Gramsci.
tente por nacimiento
agraria y al amo imperialista,
y ligado umbilicalmente a la propiedad
ha sido incapaz de resolver las ta-
I De hecho, su estancia y su contacto con el régimen mexicano de los
años 1934-1940 le permitieron a Trotsky desarrollar en la teoría política
reas históricas de su revolución. La base de la revolución mexica- marxista una nueva categoría para definir ciertos regímenes en los paí-
na fue el gigantesco incendio campesino; pero los campesinos, ses dominados por e! imperialismo: el "bonapartismo sui generis".
incapaces de forjarse una política propia y una dirección, fueron
solamente carne de cañón, sobre la cual se elevó la flamante bur- En tanto que el papel principal en los países atrasados no lo de-
guesía nativa [... ] los millones de miserables campesinos no han sernpeña e! capitalismo nacional sino el capitalismo extranjero, la

224 225
r ----
---- ---
burguesía del país ocupa en el sentido de su poslclOn social, una
posición insignificante y en desproporción al desarrollo de la indus-
tria. Teniendo en cuenta que el capital extranjero no importa
obreros, sino que proletariza a la población nativa, el proletariado
del país comienza bien pronto a desempeñar el papel más impor-
tante en la vida del país. En esas condiciones e! gobierno nacional,
en la medida en que procura resistir al capital extranjero está obli-
gado en mayor o menor grado a apoyarse en el proletariado. Por
otra parte los gobiernos de aquellos países atrasados que conside-
ren inevitable o más provechoso marchar hombro con hombro con
el capital extranjero, destruirán las organizaciones obreras e im-
plantarán un régimen más o menos totalitario. De este modo, la
debilidad de la burguesía nacional, la ausencia de tradiciones de
gobierno en las pequeñas comunidades, la presión del capitalismo
extranjero y el crecimiento relativamente rápido del proletariado,
minan las bases de cualquier clase de régimen democrático esta-
ble.2
Todo esto, explicaba Trotsky en otro texto:
Crea condiciones particulares en cuanto al poder del Estado. El go-
bierno navega entre el capital extranjero y e! capital nacional, en-
tre la débil burguesía nacional y el proletariado relativamente
poderoso. Esto le confiere al gobierno un carácter bo napartista sui
generis particular. Se coloca por así decirlo por encima de las cla-
ses. En realidad puede gobernar, ya sea volviéndose el instrumento
de! capital extranjero y manteniendo al proletariado encadenado a
una dictadura policiaca, ya sea maniobrando con el proletariado y
llegando al punto de hacerle concesiones y conquistar así la posibi-
lidad de una cierta libertad con relación a los capitalistas extranje-
ros. La política actual de! gobierno [mexicano] se encuentra en la
segunda fase; sus mayores conquistas son las expropiaciones de los
ferrocarriles y de la industria petrolera."
Estas medidas no son -continuaba Trotsky-, "ni socialismo ni co-
munismo", sino medidas "altamente progresistas de defensa nacional'"
del México sernicolonial. Se trata en efecto de "la lucha por la inde-
pendencia nacional, política y económica", la misma fase por la cual pa-
saron los Estados Unidos en los siglos XVlII y XIX en su lucha por la in-
dependencia y con.tra la esclavitud:
El general
226
Cárdenas se coloca entre los hombres de Estado que
-
han cumplido un trabajo comparable al de Washington, JefTerson,
Abraham Lincoln y e! general Crant.!
Habiendo definido la naturaleza política del régimen cardenista y
la personalidad política de Lázaro Cárdenas, Trotsky manifestó que
sentía también, como marxista y como revolucionario, un gran respe-
to por el presidente mexicano y por su gobierno.
Uno tiene realmente la impresión de que el único gobierno valien-
te y honesto de esta época es e! gobierno de Cárdenas."
Víctima de los ataques de los estalinistas y de la derecha estadouni-
dense, que aprovechaba su presencia en México para acusado de es-
tar detrás de las medidas "comunistas" del gobierno mexicano,
Trotsky se vio en la necesidad de explicar, sin ambigüedades, que res-
peto e identificación eran dos cosas diametralmente opuestas.
Para empezar, no era indispensable para él que un gobierno o un je-
fe de Estado fueran comunistas para que los comunistas lo respetaran:
Marx, por supuesto, no consideraba a Abraham Lincoln como co-
munista; pero esto no le impedía alimentar la mayor de las simpa-
tías por la lucha que Lincoln dirigía. La 1 Internacional envió al
presidente de la guerra civil un mensaje de saludo y Lincoln, en su
respuesta, apreció mucho este apoyo moral. 7
En segundo lugar, escribía, en ciertos casos, algunas figuras políti-
cas no comunistas merecían aún más respeto que aquellos que se de-
cían comunistas sin serio:
Aunque Stalin se diga comunista, desarrolla en realidad una políti-
ca reaccionaria; e! gobierno de México, que no es comunista, desa-
rrolla, aunque sea en una pequeña escala, una política progresista."
Una opinión que sin embargo no quería decir de ninguna manera,
concluía Trotsky, que los revolucionarios debieran identificarse políti-
camente con esta corriente progresista.
El proletariado internacional no tiene razón alguna para identificar
¡ su programa con el programa del gobierno mexicano. Los revolucio-
narios no tienen ninguna necesidad de cambiar de color, de adaptar-
I se y de alabar como lo hacen los alumnos de la GPU, cortesanos que
cuando ven el peligro, venden y traicionan al bando más débil,"
227
- --
MÉXICO Y EL IMPERIALISMO
Un mes después de la nacionalización del petróleo, cuando empeza-
ron las medidas del boicot por parte de los estadounidenses y los in-
gleses, Trotsky lanzó un llamado al Labour Party británico para que
elevara la voz y emprendiera alguna acción contra la política imperia-
lista represiva de su gobierno.
Mientras los beneficios de sus compamas estaba aseguradas, escri-
bía Trotsky, el gobierno y los capitalistas ingleses parecían respetar
las leyes mexicanas. Sin embargo hoy, cuando el péndulo se voltea en
contra de sus intereses, quieren imponer al mundo una interpretación
de las leyes mexicanas que no corresponde a la realidad y que no tie-
nen derecho a elaborar.
El gobierno británico no puede sin embargo negar que, para la in-
terpretación de las leyes de México, sólo sean competentes el go-
bierno mexicano y la Suprema Corte de Justicia de este país. Para
Lord Halifax, quien siente tanta simpatía por las leyes y los tribu-
nales de Hitler, las leyes y los tribunales de México pueden pare-
cerdeficientes. Pero cquié n le otorgó al gobierno británico el
derecho de control sobre la política interna y sobre la jurispruden-
cia de un país independiente? Esta pregunta lleva ya una parte de
la respuesta: el gobierno inglés, que está acostumbrado a disponer
libremente de cientos de millones de esclavos y de semiesclavos co-
loniales, trata de aplicar los mismos métodos en México. Habiéndo-
se topado con una valerosa resistencia, les encargó a sus juristas
que inventaran precipitadamente algunos argumentos en los cuales
la lógica jurídica fuera sustituida por el cinismo imperialista. 10
Trotsky le propuso al Labour Party que formara una comisión pa-
ra investigar las inversiones y las ganancias que las compañías petro-
leras inglesas habían hecho en México, con el fin de presentar ante la
opinión pública británica "un balance impresionante de la explotación
imperialista" .
El "derecho internacional" que e! gobierno británico invoca para
defender los intereses de sus capitalistas, continuaba, no es otro que
el que él mismo empleó cuando se hizo cómplice traidor de la pene-
tración de aviones y tanques fascistas en España:
En México, el gobierno inglés desarrolla en el fondo la misma po-
lítica que en España. Sólo que en España lo hace en forma pasiva,
mientras que en México lo hace activamente.'!
228
No podemos saber ahora, concluía Trotsky, cómo va a desa~ollar-
se en el futuro esta agresión, pero lo que está fuera de cualquier du-
da es que de la manera en que se desarrolle va a ~epender la pol~tic.a
de la clase obrera británica. Sólo ella puede "paralizar la mano crirru-
nal de la violencia imperialista".
Cuando el gobierno de Chamberlain decretó el boicot al petróleo
mexicano, Trotsky escribió inmediatamente un artículo en el cual
empezó por explicar que "el boicot implicaba siempre el autoboi-
cot"; lo que, en el caso de Inglaterra y del petróleo mexicano, era
aún más exacto ya que ésta era el principal consumidor de petróleo
mexicano, que alimentaba su industria, su defensa nacional y sobre
todo su flota:
El gobierno del señor Chamberlain manifestó con su habitual fran-
queza que los beneficios de los bandidos imperialistas ~s~ban antes
que los intereses mismos del Estado. Las clases oprimidas y los
pueblos oprimidos deberían registrar profundamente esta conclu-
sión fundarnental.P
Para contrarrestar el argumento empleado por las compañías ex-
propiadas y por ciertos órganos informativos de Estados U nidos y de
Europa, según el cual la medida cardenista había sido decretada por-
que el gobierno mexicano era un gobierno comunista, Trotsky ade-
lantó sus opiniones -mencionadas anteriormente- sobre la fase de
la lucha nacionalista y democrática que Cárdenas representaba y esta-
bleció paralelismos históricos:
El gobierno británico hizo todo, a finales de! siglo XVIII, no. sól.o
por mantener a los Estados Unidos en una co~~ición de colonia, SI-
no que más tarde, en los años de la guerra Civil, sostuvo a los ne-
greros del sur contra los abolicionistas de! norte, tratando, en favor
de sus intereses imperialistas, de sumir a la joven república en e!
atraso económico v en la desunión nacional.
A los Chamberl~in de esa época, la expropiación de los propieta-
rios de esclavos les pareció una medida "bolchevique diabólica" .13
En la acusación del "comunismo" como responsable de la medida
decretada por e! gobierno de Cárdenas, la prensa, y en particular ~a
prensa francesa, mezclaba el nombre de Trotsky, sobre todo a parur
de la nacionalización. La respuesta de éste fue aplastante: esta acusa-
ción tenía un doble objetivo: reforzar la campaña que le daba a la ex-
propiación un matiz "bolchevique" y "asestarle un duro golpe al amor
229
-_.~ ...---t!
 propio nacional de México", haciendo aparecer a sus dirigentes como
personas incapaces r~ tomar y de asumir por sí solas una decisión se-
mejante.
Esta acusación no fue sin embargo la única de la que Cárdenas y
su gobierno fueron víctimas. También se les acusó de actuar "en fa-
vor de los intereses de Hitler", haciendo aparecer la decisión a la que
los había obligado el boicot, es decir, aceptar vender su petróleo a los
países del Eje, como una intención explícita de privar a las "democra-
cias" del petróleo en caso de guerra. Pero entonces exclamó Trotsky:
Las "democracias" poseen un método simple para neutralizar el
boicot "fascista": que compren el petróleo mexicano, más petróleo
mexicano, siempre "petróleo mexicano. Cualquier persona honesta
y sensata no puede dudar de que si México se viera obligado a
vender su oro líquido a los países fascistas, la responsabilidad in-
cumbiría entera y absolutamente a los gobiernos de las "democra-
cias" imperialistas. H
• 1
México se vería efectivamente obligado a vender su oro líquido a
los países fascistas, ya que inclusive Estados Unidos, a pesar de las de-
claraciones de su presidente sobre "la buena vecindad", declararía el
boicot. En sus escritos sobre México y el imperialismo en torno al pe-
tróleo, Trotsky no trató el problema de la ambigüedad en la actitud
de Roosevelt en este asunto. Sus ideas sobre el imperialismo yanqui
en América Latina se desarrollaron en otros textos, dedicados especí-
ficamente a este problema y al de la lucha contra el imperialismo y te dependiente
el fascismo, y de los cuales nacieron sus conclusiones sobre la rebe-
lión cedillista.
A pesar de la preponderancia del imperialismo británico, escribía
Trotsky, la esfera de influencia del imperialismo estadounidense se
extiende ya a tres continentes: Asia, Europa y América, o más exacta-
mente, América Latina.
En América Latina es la fuerza imperialista dominante, a pesar de
su tardía aparición en escena. La crisis en la cual se sumieron los im-
perialistas europeos durante la guerra de 1914 y el hecho de que Es-
tados Unidos se transformara en esa época en el principal acreedor
del mundo, facilitaron su ascenso en .América Latina.
Su intención de no tolerar la competencia de los demás irnperialis-
tas en ese terreno --continuaba Trotsky- está plasmada en la doctri-
na Mo nroe , que a partir del final del siglo XIX ha sido interpretada
por todos los gobiernos de Estados Unidos como "el derecho del im-
perialismo yanqui a la posición dominante en los países latinoameri-
230
canos, como elemento preliminar a la conquista del papel de su ex-
plotador exclusivo't.t>
Esta política tiene como consecuencia la existencia en América La-
ti.na y en Sudamérica,. de numerosos regímenes dictatoriales, que go-
biernan pueblos reducidos a un estado de colonias o semicolonias so-
metidas al imperialismo "democrático" del vecino del norte. Pero el
apoyo a los regímenes militares dictatoriales de este continente no es
el único método de dominación imperialista yanqui; el otro es el que
está representado por la política del "buen vecino" de la administra-
ción Roosevelt. A pesar de todas sus "empalagosas pretensiones",
Roosevelt no traicionó ni por un momento la tradición imperialista
de sus predecesores:
Bajo Roosevelt, la política del puño de hierro en .América Latina se
cubre con el guante de terciopelo de las pretensiones demagógicas
de amistad y "democracia". La política del "buen vecino" no es
más que la tentativa de unificar al hemisferio occidental bajo la he-
gemonía de Washington, como mi sólido bloque esgrimido por este
último en su vigorosa campaña por cerrar la puerta de los dos
continentes americanos a todos los poderes imperialistas, excepw él
misrno.:"
El complemento económico de esta política rooseveltiana es la con-
clusión de tratados comerciales favorables a los países latinoamerica-
nos, pero también favorables a la economía norteamericana altamen-
de su comercio exterior, y que echan del mercado
norteamericano a sus competidores imperialistas.
Hay que esperar una política cada vez más represiva y reaccionaria
por parte de Estados Unidos en América Latina. concluía Trotsky, ya
que no se quedarán con los brazos cruzados ante la resistencia que su
dominación puede provocar en los pueblos a los que oprimen.
Así, los Estados Unidos aparecen como el amo predominante y
agresivo de América Latina, listo para proteger su poder con las
armas en la mano contra cualquier asalto serio de sus rivales impe-
rialistas o contra cualquier tentativa de los pueblos de América La-
tina para liberarse de su expoliadora dorninación.!?
Esta explicación de Trotsky sobre el papel del imperialismo -en
este caso del imperialismo norteamericano-, en los países lla-
mados en esa época "coloniales o sernicoloniales" (y ahora llamados
países "en vías de desarrollo") constituyó la base de su posición so-
231
 - -- - - ---
bre la lucha antimperialista y antifascista que estos países debían de- Sólo así se puede explicar también la victoria del régimen carde-
sarrollar. nista sobre la rebelión cedillista. Por qué? Porque -responde
é

En la era del imperialismo, la lucha de cada país colonial o sernico- Trotsky-:

lonial era para él a la vez una lucha interna por la democracia y una
. lucha externa contra los Estados opresores. "Es desde este punto de
vista y solamente desde él que se puede considerar en particular la
cuestión tan actual del fascismo y de la democracia"," escribía.
La lucha por la democracia y contra la dominación fascista no pre-
senta las mismas modalidades en los países oprimidos que en los paí-
ses imperialistas:
La democracia para México, por ejemplo, significa el esfuerzo de
un país semicolonial 20r arrancarse de una dependencia servil, en-
.¡ tregar la tierra a los campesinos, elevar a los indios a un nivel más
alto de civilización, etcétera. En otras palabras, las tareas democrá-
ticas de México tienen un carácter progresivo y revolucionario. 19
la conclusión de todo esto es la siguiente: es imposible luchar con-
tra el fascismo sin luchar contra el imperialismo. Los países colo-
niales y semicoloniales tienen que luchar ante todo contra el
imperialismo que los oprime directamente, independientemente de
que lleve la máscara del fascismo o de la democracia.
En los países de Latinoamérica el mejor método, el más seguro
para luchar contra el fascismo es la revolución agraria. Es solamen-
te debido a que México ha dado en este camino pasos importantes
que la revolución del general Cedillo quedó aislada.F
INDEPENDENCIA Y DE~IOCRACIA SINDICALES

Por el contrario, los países imperialistas no tienen que luchar por Poco antes de ser asesinado, Trots kv desarrolló un análisis de los sin-
alcanzar la democracia, puesto que ya la han conquistado con sus re- dicatos en la época del imperialismo en el cual incluyó a los sindica-
voluciones burguesas. Para ellos, ser "democracias" quiere decir man- tos mexicanos. '
tener lo que ya existía, es decir ante todo "la dominación de las me- En casi todos los países del mundo, ya sean imperialistas u oprimi-
trópolis sobre las colonias". dos -sostenía-, los sindicatos sufren un proceso de degeneración a
.¡ En cuanto al fascismo, no se presenta de la misma manera en causa de su "estrecha relación con el poder del Estado y con su desa-
I Alemania, en Italia o en Japón que como por ejemplo en México:
en los tres primeros países, "el fascismo y el militarismo son el ins-
rrollo". Por otra parte, ya que los grandes grupos capitalistas necesi-
tan cada vez más de la colaboración del Estado, y ya que su poder
trumento de un imperialismo ávido, hambriento y, por consiguiente, está por consiguiente cada vez más centralizado y ligado al Estado, los
agresivo". sindicatos se encuentran de hoy en adelante en la imposibilidad de
aprovechar la competencia entre las diferentes empresas.
En los países latinoamericanos el fascismo es la expresión de la de- De ahí la creciente tendencia de los sindicatos a "adaptarse al Esta-
pendencia más servil hacia el imperialismo exrranjero.t? do capitalista y a luchar por obtener su cooperación" como si su labor
principal fuera la de "liberarlo" de la influencia del capitalismo para
Sólo así se puede explicar, agregaba Trotsky, que Cedillo haya sido atraerlo hacia ellos.
un agente del imperialismo británico "democrático" y no un agente No se puede explicar de otra manera la actitud de la mayoría de
de los países fascistas del Eje. los burócratas sindicales, que hacen todo lo posible por demostrarle al
Estado de su país cuán indispensables le son.
Tanto cronológica como políticamente, el levantamiento del gene- En los países coloniales o sern icolo n iales, esta tendencia tiene sus
ral Cedillo surgió de la política de Chamberlain. La doctrina Mori- características propias -agregaba Trotsky-: los gobiernos de estos
roe impidió al almirantazgo británico la aplicación de un bloqueo países se encuentran sometidos, y por lo tanto íntimamente ligados,
militar naval en las costas de México. Necesitan actuar a través de a los magnates irnperialistas: y los burócratas obreros tienen la im-
agentes internos que, es verdad, no enarbolan abiertamente la ban- periosa necesidad de que su gobierno los apoye actuando como "ár-
dera inglesa, pero que sin embargo sirven a los mismos intereses bitro". Es precisamente esta relación entre los intermediarios de las
de una pandilla de magnates perroleros.s' masas con el poder y con los .patrones, el Estado y la burguesía im-

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 - --
perialista lo que constituye la base social más importante del "carác- Lo\. ADMINISTRACIÓN OBRERA DE L'\S B!PRES.'\S NACIONALIZAD.'\S
ter bo napartista y semibonapartista de los gobiernos de los países
atrasados y también la de la dependencia de los sindicatos refor mis- Según el testimonio de Rodriga Carcía Treviño, en un primer mo-
., tas en relación con el Estado". mento Trotsky se había declarado hostil a la aceptación de la admi-
nistración obrera decidida por el gobierno mexicano en el caso de
En México los sindicatos han sido transformados por ley en insti- Ferrocarriles Nacionales y de las empresas petroleras nacionalizadas.
tuciones semiestatales y han asumido de modo natural un carác- Todo parece indicar sin embargo que los argumentos con los que
ter semitotalitario. La estatización de los sindicatos, según la Carda Treviño trató de convencer a Trotsk y de la importancia de es-
concepción de los legisladores, se introdujo en beneficio de los ta medida lo sacudieron. Algunos días más tarde, Trotskv lo mandó
obreros con objeto de asegurarles influencia en la vida económica llamar y, después de decirle -poniéndole tina mano sobre el horn-
y gubernamental. Pero en tanto el capitalismo imperialista domi- bro-- "tiene razón", le entregó un escrito que Joe Ha nsen descubrió
ne el Estado nacional, y en tanto pueda derribar, con la ayuda de en abril de 19<16 en casa de Carcía Treviño y en el cual Trotsky apo-
las fuerzas reaccionarias internas, la poca estabilidad de la derno- ya la gestión obrera en las empresas nacioualizadas.>
cracia, y remplazar la<con una dictadura fascista descarada, en esa La decisión de Cárdenas de poner entera o parcialmente la adminis-
misma medida la legislación relativa a los sindicatos puede con- ti-ación de estas empresas en manos de los trabajadores -escribió
vertirse fácilmente en un arma en las manos de la dictadura im- Trotsky- se explica por el hecho de que, al mismo tiempo que no quie-
perialista. ~ re "dejar escapar de sus manos el poder real", necesita el apoyo de los
trabajadores para resistir la fuerte presión del capital privado extranjero
En México como en cualquier otra parte, esta degeneración de los y de sus representantes, los gobiernos de los países imperialistas. Este
órganos representativos le deja muy poco o prácticamente ningún lu- apoyo lo obtiene otorgándoles a las organi7~,ciones obreras "una parte
gar a la democracia obrera. Sin embargo, es necesario seguir luchan- importante de la responsabilidad en el funcionamiento de la producción"
do en su seno v hacer de su liberación de la tutela del Estado un ca- de esas empresas. Esta gestión obrera no tiene nada en común con e!
ballito de batalÍa de los obreros. control obrero sobre la industria --explicaba Trorskv=-, pues "la esencia
de la cuestión en esta administración es que se realiza por medio de la
La primera consigna para esta lucha es INDEPENDENCIA COMPLETA burocracia obrera que es independiente de los obreros, pero que por e!
E INCONDICIONAL DE LOS SINDICATOS FRENTE AL ESTADO CAPITA- contrario, depende completamente de! Estado burgués".~
LISTA. Esto significa una lucha cuyo objetivo es convertir a los ¿El partido obrero debía aceptar u oponerse a una decisión seme-
sindicatos en órganos de las amplias masas explotadas y no en jante? Trotsk y respondió que sería un crimen hacerles creer a las ma-
órganos de una aristocracia obrera. sas que el camino hacia el socialismo tenía que pasar por estas nacio-
., La segunda consigna es: DEMOCRACIA SINDICAL. Esta segunda nalizaciones y no por la revolución socialista. Pero abstenerse de
consigna surge directamente de la primera y presupone para su participar en la nueva gestión de las empresas nacionalizadas sería un
realización la completa libertad de los sindicatos del Estado colo- error, añadía: "es evidente que la participación obrera en esta admi-
nial o imperialista." nistración no puede dar resultados socialistas sino a condición de que
exista un contexto donde el proletariado se hava apoderado previa-
Estas consignas --agregaba- tienen una importancia fundamental: mente del poder". Sin embargo,
no es porque los sindicatos se han transformado en un ins~I?e~to del
imperialismo para obstaculizar a la revolución que el trabaJ~ smd.lcal ha no se trata de construir el socialismo como un regalo de la burgue-
dejado de ser el trabajo más importante para cada revoluClonano. Re- sía, sino de aprovechar las situaciones que se presentan en el capi-
nunciar a trabajar en el sindicato equivaldria a renunciar a la luc~a p~r talismo de Estado y de hacer progresar el movimiento revolucionario
influir en la clase obrera. Si una organización que se dice revoluc\O~na de los obreros.'?
decide adoptar esta posición, no sólo estará destinada a desaparecer, S1l10
que -<oncluía-, debemos decirlo, lo merecerá. Para Trotsky, la participación de los obreros en la gestión de ,las

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234
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-~--
empresas nacionalizadas no debía ser identificada con el "rninisteria-
lisrno", es decir, con la participación de los socialistas en los parla-
mentos burgueses. Podía por el.contrario, ser identificada con su par-
ticipación en las municipalidades.
En efecto, cuando un partido participa en el gobierno de un país,
escribió Trotsky, es "responsable por toda la política gubernamental
en su conjunto". Esto no se aplica a la participación de los obreros en
la gestión de su empresa, ya que ésta "permite una amplia posibilidad
de una oposición política", cosa que se parece mucho más a la partici-
pación de los socialistas en las municipalidades,.
donde a veces ganan por mayoría y son llevados así a una impor-
tante economía muni ipal, mientras que la burguesía todavía do-
mina el Estado y las leyes de la propiedad burguesa siguen
siendo vigentes. En la municipalidad los reformistas se adaptan
pasivamente al régimen burgués. En este terreno, los revolucio-
narios hacen todo lo posible para favorecer a los obreros, y, al
mismo tiempo, les enseñan a los trabajadores en cada etapa que
una política municipal es impotente sin la conquista del aparato
de Estado. ~8
La participación de los obreros en la administración de las empre-
sas nacionalizadas no está sin embargo libre de peligros -pensaba
Trotsky-. Estos pincipalmente a causa del "lazo entre la cúpula de
los dirigentes sindicales y el aparato del. capitalismo de Estado"; pero
también por los métodos de sabotaje que los bancos y otras empresas
capitalistas nacionales y extranjeras emplearán para obstaculizar la
gestión obrera, "para desacreditarla y llevarla al desastre". El primer
peligro resultaba, para Trotsky, de la "enfermedad general" del movi-
miento obrero, que ya abordamos en el punto anterior: la "degenera-
ción burguesa de los aparatos sindicales en la época imperialista". Al
igual que la mayoría de los agentes sindicales del mundo contagiados
por esta enfermedad, los de México -pensaba- se han vuelto "agen-
tes políticos de la burguesía y de su Estado". Pero, además, en la in-
dustria nacionalizada "se están volviendo igualmente agentes adminis-
trativos directos". Contra ellos, contra el peligro que representaban,
para Trotsky no existía más que una solución: la lucha por la inde-
pendencia y por la democracia del movimiento obrero que, en el caso
de la gestión obrera, debía traducirse en la lucha
por la formación, en los sindicatos, de sólidos núcleos revoluciona-
rios capaces, preservando al mismo tiempo la unidad del moví-
236
~-_._----------_._ .•. _-- _ -
....
--
mient? sindi~a~, de luchar por una política de clase y porque los
organismos dirigentes estén compuestos por revolucionarios.w
Contra el sat<:taje ?e las empresas capitalistas, Trotsky hizo un llama-
do a los r~voluclOn~nos para que no siguieran una política que para él
era reformista, consistente en "adaptarse servilmente a las exigencias de
sus proveedores capitalistas", sino constituyeran un "buró central de la
gestión obrera" en contacto estrecho con l;s sindicatos:
Las organizaciones obreras que participan en la gestión de las dife-
rentes ramas de la industria nacionalizada deben unirse para inter-
cambiar sus experiencias, para sostenerse económicamente las unas
a las otras, para actuar uniendo sus fuerzas sobre el gobierno, so-
bre las condiciones de crédito, etcétera.>?
Trotsky también hizo hincapié en el papel agresivo que podían ju-
gar los bancos en este sabotaje capitalista y, uniendo sus proposicio-
nes a la lucha por la conquista del poder por la clase obrera, solicitó
la expropiación de la banca y la creación de una "banca nacional úni-
ca que sería el centro contable de la totalidad de la economía".
El balance de este análisis fue por lo tanto el siguiente:
Se puede decir que este nuevo camino de trabajo trae consigo a la
vez las posibilidades y los peligros más grandes. Los riesgos consis-
ten en que, a través de los sindicatos controlados, el capitalismo de
Estado puede obstaculizar la acción de los obreros, explotarlos
cruelmente y paralizar su resistencia. Las posibilidades revoluciona-
rias consisten en que, apoyándose en sus posiciones en las ramas
excepcionalmente importantes de la industria, los obreros pueden
con todas sus fuerzas lanzar su ataque contra las fuerzas del capita-
lismo y contra el Estado burgués.>'
Para Trotsky, las perspectivas no estaban claras: era imposible sa-
ber de antemano cuál de estas posibilidades iba a prevalecer y en
cuanto tiempo. Esto dependería de la situación mundial y de la expe-
riencia que los obreros adquirirían ellos mismos, tanto participando
en la gestión que el gobierno les proponía, como luchando en sus sin-
dicatos contra las tendencias burocráticas y antidemocráticas. Lo que
era seguro, concluyó, era que esta experiencia no podría inclinarse en
favor de la clase obrera si ésta no se dotaba de un partido marxista
revolucionario que "estudiara cuidadosamente cada forma de actividad
obrera, que criticara cualquier desviación, que educara y organizara a
237
 ---- -- -
los trabajadores, que lograra cierta influencia en los sindicatos y que tamente superficial. Stalin tiene -iy de qué manera!- una política
asegurara una representación obrera revolucionaria en la industria h~<j.a.,México: Sobre t9sl<?,jesé!~- que él 'gobierno de Cárdenas deci-
nacionalizada'U" dió brinda~}<:.Ja
-.-
.!t_<?;;E.i~lidada_Trotsky.>' .

lii~Q.-$ntonces llll-.r.ecuento--de algunos .hechos. Entre ellos, la carac-

L\S REL-\CIONES DE LOMBARDO y DEL PC~( CON EL ESTADO ~(EXICA,'iO terización, ,de..-ufascista" que el POI tenía del régimen card·e-ñista -e-n-
y CON EL ESTADO SOVIÉTICO 1935; el giro prosoviético de Lombarda en el mismo año; la -partici-
p~1f~_acti':.~~-?e~[om~~rdo en la campaña c<?ntra el asilo d~._'I!.0ts~y;
En su defensa contra la resolución "unánime" de la CT~( en favor de ~~l:!..beos.....deL.RCM en la política a seguir frente a la posición de
su expulsión de México (febrero de 1938), Trotsky esbozó el Lombardo sobre el asilo de Trotsky y el desenlace de la ruptura que
inicio de una línea de reflexión --{Iue ya vimos en un capítulo ante- '·sobrevino· en 'mayo' de- 1937 entre el PCM y Lornbardo en el seno de
rior- acerca de la naturaleza política de Lornbardo Toledano: la CTM: "la unidad a toda COS~.r----"· -
\ -Si-el 'PCM, escribió Trotsky, dudaba todavía en el curso de los pri-
Es perfectamente claro que, cuando el seii.0TJ.ombardo Toledano, meros meses de 1937,
poi- medio de "materiales" fabricados, moviliza a este Congreso
contra mí;: contra un exiliado político que no tiene ningún tipo de es porque aún no había tomado una decisión al respecto. Para La-
relación con los sindicatos mexicanos, actúa no como representante borde, Lombardo Toledano seguía siendo aún un enemigo mortal."
de la política interna de México, sino como ag~nte de la política
exterior de la GPl;.33 Es precisamente en la explicación de la razón fundamental por la
que Lombardo había sido un enemigo mortal para el PCM desde los
Para entonces. Trots k y ya había definido al PC~( como repre- años veinte hasta el verano de 1937, donde Trotsky introdujo el ma-
sentante de la política exterior de la e RSS y, en"lo referente al asu n- tiz que, para él, distinguía a las dos cabezas del estalinismo mexicano.
LO de su propio asilo en México, como representante de la política En su número de marzo de 1939, Clave publicaba:
exterior de la GPl:. Con estas líneas acerca de Lornbardo parecía por
lo tanto establecer una total idcnrificacióu entre la naturaleza política La base material de la política conservadora estalinista se encuen-
del comunismo mexicano y la del lo mbarclismo de los años treinta. tra en Rusia. Lombardo se encuentra en los estratos sociales mexi-
Pronto matizaría sin embargo esta posición. canos intercalados entre la burguesía y el proletariado.>"
Antes que nada, en mayo de 1~3S Trotsky arguyó el.l un artículo,
que su propia presencia en víéxico constituía no sólo el- principal re- Un razonamiento que no significaba sino lo siguiente: mientras
velador de la naturaleza de las relaciones de Lornbardo y del PC~( con
el Estado mexicano v con el Estado soviético, sino tarnbié n v sobre
todo, la principal explicación de la naturaleza de estas relaciones.
-[93/- del__.KL~~In, .L~~5~r_~.?_!el2~~~~nta
~rvadOTes. Desde el 1~~<:!~l!..5,arrera
-º-~~_
que el PCM repre~~!:~únicamente_~o.2JE!-!2~~~.=<:.onserva~ores
tIpo~j~.J~!ereses
~ra
con-
pol~~ica, lo~_~e ~as_.c!~~ rr:<:-
Además hizo un llamado al pueblo mexicano para que no le permitie- "lúe se/m
-ctlas-;-a-i<:>s s~ I!!.adQ .pesd~q.uU~_<;lli:Q..aLKr.ernliILeILl9.35,
L

ra al 'Kremlin manejar su destino, ante el riesgo de una derrota con- los-derabüi-ocraclasoviética.

tra las fuerzas reaccionarias nacionales e internacionales. ·-;Vlás-tá-rde-;--írotsKv írite ntar ía ilustrar dicho razonamiento con
~¡¿!JJi9.do bajo la firma. de .Diego Rivera e.r!_Ja..J:e"i~taJfoy ~~~ ejemplos. En su texto titulado "jcuhaux y Toledano", por ejemplo,
mayo de 1938, Trotskv intituló este artículo "Stalin v México".
-..-:.-._- -- r '•• ,.,. • - -,. - '. ••.•• ._.
planteaba que ante la alarma de León Jouhaux acerca de la posibili-
dad de que en 1939 México cediera algunas concesiones petroleras a
nrccer S_Q~ll.cle!!t~,Y hasta inj~- los países fascistas, Lombardo había respondido que eso no era de
\ ti fica~~~";':'.~stffe~n~r~e~;~lcri-l%o~n~~f;1
p;¡l~o~n~l,~á;-;;ticas
entre la U RSs-y~éXl- ninguna manera posible; que "México no le daría jamás su petróleo a
\
co. Parece púes que Stalin no puede tener una política particular los fascistas, y que Inglaterra no podría sobrevivir sin el petróleo me-
hacia México. Sin embargo, una conclusión semejante sería a§lu- xicano". A lo que Trotsky respondió:

238 239
__ o _
 - - -
Si Lornbardo Toledano tuviera tan sólo un poquito, digamos, no
I !
f
PCM y Lombardo sean verdaderamente unos "cardenistas convenci-
de sentimiento revolucionario sino de sentimiento de dignidad dos". Y esto es peligroso, concluye el artículo de Hoy: la crisis que el
nacional (y los ciudadanos de u n país oprimido deberían tener al- mundo entero está a punto de enfrentar será muy dura y México
go de dignidad nacional), le habría contestado a Jouhaux con la sentirá sus efectos, Es difícil aceptar, L~l..pueblo mexicano no debe
punta de su bota. [... ] Pero Jouhaux [... ] no trata a Lombardo To- hacerlo, que l~._"dire<;~~onae·0C!9~tr'[~c..Qnl.ra '~~ ."elep1entos más' reac-
ledano como representante de las masas obreras de un país opri- cionarios 'y 'péligrcsos le sea encargada a los agentes '-mexicanos de la
mido, sino COIllOagente del Frente Popular [...], es decir, como GPtJ!!";":Comoen España, "sería-un desastre y es a la victoria a lo que
agente a la disposición del imperialismo "democrático". Y Jou- aspiramos't.w
haux no se equivoca."? ¿Cómo podría no serio si se tiene claro quiénes eran estos agentes?
\
El PCM, que en algún momento =-cuando la Comintern aún no era
i ~Cómo es, se preguntaba Trotskv, que i••. Ioscú se interesó tan súbi- tan conservadora- logró ser un aliado bastante creíble de la clase
i tanieñ(e-p-or-"er-E0~i~~~!<:lÚO obrer~ mexicano? Y, siendo Lombardo obrera mexicana, ha sido forzado no sólo a adoptar el conservaduris-
quien era, ¿éóIiio es que, Moscú lo proclamó _? él, Y no al PC~1, su mo frentepopulista de la burocracia estalinista sino a someterse a
"agente número uno"38 en México> e Por qué, continuaba interrogan- Lornbardo. Un _L9mbardoque. de acu~rdoa Trotsky, es vocero de
do, vino Browder en 1937 a dnrle a Laborde la orden de que se "in- dos tipo~_d~ conservadurismo muy peligrosos: el de la peqúeña bur-
clinara" ante Lombarda? guesía fiiexicana sometida al imperialismo y el del gobierno de Stalin,
A la primera pregunta respondió: Sr.alin se interesó súbitamente aliado desde el VII Congreso de la IC a una fracción de ese mismo
~or México en virtud de sn dete.l:mil1ai::l~Q2.!. __05~ener 'raexpulslOn 'imperialismo a la que califica de "democrática".
e r rotsky de e~te país; en.-0~~_tén:linos~_~u entr~K~_aJa GPú:'-Ráce _... S.9_meterse y __~o..J':!:!sio~<lr~~_
c.Q~ .1QJp.b<!Xg9_e~.I()que se ha obligado
años-ya-que-tapolfrica interna de bUItSS se resume en la lucha con- al pcM----a1íacer. y esto por una razón, concluye TrotsKy"str'TaZOna-
tra el trotskismo. El número de víctimas, la amplitud de los esfuerzos, miento sobre el te.riia:_pa.uiuC:-bomba~o. quiere fúsionárse.' Prefie-
la interminable campaña de calumnias y de persecuciones, los asesina- re conservar el lugar de privilegio que le ha otorgado "Moscú; pero
tos de los supuestos trotskistas en el extranjero, todo indica con abso- sin hipotecar totalmente su independencia y la otra cara de su perso-
luta evidencia el precio pagado por Stalin p3ra combatir y, si fuera nalidad'·p-c1íUca~-::.tnpalabras de .Trotsky:
posible, para acabar con el que la pandilla del Kre mlin considera su
enemigo número uno. cCó mo es entonces posible creer que Stalin no La fusión entre Lombardo y el PC~1es imposible ya que sería nece-
tenga ninguna política en ..!'2.. qlle ~_e. .i§Tlf~-=-aY@.Si~o?-TieÍl<:: una y sario para ello que el primero rompiera con los intereses que lo li-
muy 1:~Jféis.5=-=íior_Cíei·io.,.
Dentro ..cl<:._!~s_p)~e.?cupaciones_~e Stalin, eo- gan a la burguesía mexicana, para remplazarlosv por los de la
yoacá~_ OCUp,L\I!19Jle....lo~p.l:imeros-.lugan:s-).9.. .. ..' burocracia soviética.v
'-Pero p.ar~ sus fines, añadía "Rivera", v con esto respondía
la~~cla pregunra, ~iv- Laborde son de1...lJi.si;J.d_Q_insignificantes,
mientras ~Ie Lombar<ÍlJeL nad.i.1111e.I1O~ !ple .. el primer dirigenlfOore:- LA SUCESiÓNPRESIDENCIALDE [940
)..~ís. De ahí ~~~ ..JE.l.)::¡}
9r(!~.!.l~10_a. Laborde pleg~rse. t0?l-
\\ mente a LollTfxl1'(fOy.ill2Q)9do_.el}..ro~las_.:ilIs.~~!s.ia~iv~s,en especialjen Como lo vimos en el capítulo VIII, fue en las páginas de Clave donde
\. --ra--creaejar (~e ?p"'~n~r?e a Cárdenas -:;:al que es¿ecésario t~·~9..Lde Trotsky expuso su postura hacia la campaña y hacia las elecciones
i\Toscú- aCllsándolo de.J!1..sci~9. Loque Lombardo y eU)_<;;~1
irCe1'Cir-;:¡- presidenciales de 1940.
-Intentan hacer aho.r.a ~omo lo hizo Stalin en España contra trotskis-
LaS y ánarquistas=-, ~ utilizar a..J;.1._!"..e.;:1<:c;ión .!!!~~icana para eliminar a Nuestra revista no toma parte en la lucha de candidaturas. No a
Trotskv, haciéndolo aparecer;hol~~.-ª_é.t-<;;9.mo aliado-iferías'CiSrño in- consecuencia, es claro, del prejuicio anarquista sobre la no participa-
terñacio-naCyñaEl~nar_~1S!3~él régi me.n..~eL.poder:uiía -'campana , ción en la política: adónde lleva realmente este prejuicio, ya lo he-
_eñ la ~Ie_ ~Lp-~pel e~~I~.L p-.uec!~EL.Q.e.~~E.E.ei8~Ch.2...Ei~~· mos visto más de una vez en Francia, en España y en México
Lornbardo; ..~le. E..0I:__~.2!' Es por consiguiente dificil creer que el : mismo. No. Estamos por la participación más activa de los obreros

240 . 241
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en la política. Pero por la participación independiente. En México, ac-
tualmente, no hay ningún partido obrero, ningún sindicato que desa-
rrolle una política clasista independiente y que sea capaz de lanzar
una candidatura independiente. En estas condiciones lo único que
podemos hacer es limitamos a la propaganda marxista y a la prepa-
ración del futuro partido independiente del proletariado mexicano.P
Trotsky no se pronunció sobre la posición pro-Ávila Camacho de
Lombardo y del PCM; sin embargo, se pronunció muy duramente con-
tra el apoyo a este mismo candidato por parte de la vieja central
anarcosindicalista, la CGT.
Si alguien tenía aún alguna duda sobre la veracidad de los propó-
sitos "anarquistas" e "internacio nalistas" de los dirigentes de la CGT
-escribió Trotsky en diciembre de 1938- su último Congreso no
puede sino disipar estas dudas. En su último Congreso, estos seño-
res se unieron al Estado burgués y, de esta manera, le hicieron un
enorme favor a Lombarda.
Con el pretexto de luchar contra el estalinismo, han abandonado a
una organización obrera en manos de la peor reacción burguesa
que se ha puesto al servicio del imperialismo extranjero.v'
La decisión de los jefes cegetistas fue urdida, por supuesto, a espal-
das de los obreros -<:oncluía con gran vehemencia Trotsky-. Este
acto vergonzoso abre "una era de prostitución auténtica y desbocada".
sible para un gobierno regir a una sociedad capitalista -escribía-o s~-
guiendo un plan en el estricto sentido de la palabra, ya q'!e .la ~CtlVI-
dad gubernamental está sometida a un gran n~mero ?,e h~lta~IO?es.
Los dirigentes mexicanos han adoptado el té.r~mo de pl~n, sigUIen-
do el modelo de los planes quinquenales soviéticos, pero sm to~ar en
cuenta las diferencias entre los dos tipos de economía y de SOCiedad.
El "plan sexenal" es en realidad un programa.
La reforma agraria
Trotsky construyó su argumentación sobre la f~rma en ~a que el
Plan Sexenal trata el problema de la reforma agrana; es decir, a par-
tir de las incoherencias contenidas en el texto mismo:
El párrafo ocho dice: "Se proseguirá con la:' restituciones,. la entre-
ga y la repartición de tierras a las comumdades campes mas a un
ritmo no inferior al del periodo 1935-1938". ." .
Al mismo tiempo, el punto c] del párrafo ~rece dice: orgam~-
ción de la explotación colectiva de todos los ejidos durante los pro-
ximos diez años". .
Estos dos ejes del programa no están en lo más mínimo coordi-
nados. Únicamente están sobrepuestos.t"
Para él, reforma agraria quería decir exactamente revolución agraria
derrwcrática. Esta revolución equivalía a

Una lucha implacable contra ella [la pandilla dirigente de la CGT]
por parte de la clase obrera es el deber revolucionario elemental.
El señor R~mírez y sus compinches deben ser clavados para siem-
pre en la picota de los condenados por la vanguardia proletaria.v
A PROPÓSITO DEL SEGUNDO PL\¡\I SEXENAL
En sus comentarios sobre el Plan Sexenal destinado al gobierno de
Ávila Camacho, Trotsky abordó fundamentalmente dos problemas
centrales: la reforma agraria y la industrialización, y esbozó algunas
notas sobre estas cuatro cuestiones: la "reforma del mecanismo de Es-
tado", la "política exterior de México", "el capitalismo de Estado" y
"los sindicatos".
Antes de abordar el problema de la reforma agraria, Trotsky pro-
puso remplazar el término de "plan" por el de "programa". Es impo-
liquidar valiente y definitivamente, con ~ ayud~ de los campesinos
mismos, [...] [los] residuos de la barbarie medieval [:] las ~n?es
propiedades prediales parasita.rias ? semi parasitarias, l.a dominación
económica y política del propletano sobre los campesmos, el traba-
jo agrícola forzado, la aparcería casi patriarcal pero en el fondo
equivalente a la esclavitud."
Con sólo volver a leer el párrafo ocho del Plan Sexenal, escribía
Trotsky, se puede ver que éste no se propone concluir esta refo.rma
agraria en el periodo 1940-1946. ¿C?~O .pretende ent~?ces reali~r,:
durante el mismo periodo, la colectivización? Es una incoherencia
total que puede llevar a las peores consecuencias. Porque ¿qué qUIere
decir "colectivización"?
'
La colectivización significaría el reemplazo de la pequeña economía
rural por la gran economía."

243
242
 - - - -
Pero, para que pueda ser establecida, es necesario contar con una
táctica a~~nzada, con la aceptación del campesino y con un material
l do durante
completa",
el plazo histórico necesario para
y este plazo puede perfectamente
la "colectivización
medirse en unas
h.umano . al menos ,en. gran part~. educado y preparado para la direc- cuantas decenas de años. 50
ción técnica y econorruca de los ejidos colectivos".
Es cierto, añadía Trotsky, que el Plan Sexenal prevé la creación de La industrialización del país
escuelas, sobre todo de escuelas agrícolas, en las zonas rurales. Sin em-
bargo, aun si las. escuelas fue;en construidas a principios del sexenio, el Por más audaz que sea en materia agraria, en materia industrial el
personal necesano no acabana de ser formado sino hasta finales del se. plan se vuelve extremadamente vago y abstracto, escribía Trotsky.
;enio .. C:0lectivizar bajo .estas condiciones no significaría otra cosa que Guarda silencio, por ejemplo, sobre dos aspectos esenciales: ¿Cómo
colectivizar, por la presIón. del Estado, la ignorancia y la miseria", lo logrará la industria mexicana alimentar en términos de maquinaria
9 ue p~ede tener co.nsecuenCI~s nefastas que podrían llegar al punto de los grandes proyectos agrícolas que el gobierno ha reservado para el
empujar al campesmado hacia el campo de la reacción". periodo de 1940-1946? cCómo lo conseguirá cuando el país está em-
La prueba del peligro q.ue corre un país al colectivizar la tierra sin pobrecido, necesita capitales extranjeros y tiene una deuda externa
antes haber concluido la reforma agraria, nos la brinda sin duda al- considerable?
guna el caso de la URSS +-continuaba-c-. La URSS, un Estado obrero
q~e ha realizado e~teramente su reforma agraria, no por ello ha po- Es cierto que la conclusión de la revolución agraria democrática, es
dld~ pasar au~o~átIcamente, ni siquiera rápidamente, a la economía decir, la entrega de toda la tierra cultivable a la clase campesina, au-
agrícola colectivista, Y cuando la burocracia decidió colectivizar arbi- mentaría en un plazo relativamente corto la capacidad del mercado
trariamente la tierra, las consecuencias fueron dramáticas, primero interno; pero, a pesar de todo, el ritmo de la industrialización sería
porque. los ca.mpeslllos no sostuvieron, sino que, por el contrario, muy lento. Muchos capitales internacionales buscan actualmente un
combatieron VIOlentamente la medida decretada. Imitar estos métodos terreno de aplicación, en el que las ganancias pueden ser modestas,
en "un país que ni siquiera ha hecho su revolución proletaria como pero seguras. Darle la espalda al capital extranjero y hablar de colec-
México, sería un desastre". ' tivización y de industrialización es emborracharse con frases."

f:Iay que concluir la revolución democrática dándoles la tierra, toda la Partidario de la revolución agraria y de la industrialización en Mé-
tierra, a los campesinos. xico, Trotsky no proponía por lo tanto que se rechazara a los capita-
Sobre esta ti.erra conquistada, hay que darles un plazo ilimitado les extranjeros; al contrario, presentó algunas sugerencias concretas
para que reflexionen, comparen, experimenten los diferentes rnéto- para atraerlos a invertir en la industria mexicana, como por ejemplo,
d.os de. la economía rural. Hay que ayudar.los técnicamente, pero que el gobierno debía "darle concesiones en la industria, sobre todo
sm obligarlos. En resumen, hay que concluir la obra de Emiliano en forma de sociedades mixtas", en las que él participaría, en la me-
Zapata, y no sobreponerle los métodos de José Stalin.w dida de sus posibilidades, con un porcentaje de la inversión y por tan-
to con ganancias. Pero "asegurándose en el contrato el derecho de
Otra incoh~rencia del plan en matena agraria, añadía Trorsky, es volver a comprar la empresa en un plazo determinado, fijado desde
la manera baJo, la cual 'pr~s~nta el problema del crédito agrícola. El el principio; lo que les daría confianza a los inversionistas extranje-
punto ,d] del parr~f? dlecls~ls se ~pone a la necesidad de dirigir la ros". Esta forma de desarrollo de la industria tendría además -aña-
mayor~a de lo~ créditos hacia los ejidos para el mantenimiento de la día Trotsky- grandes ventajas en el plano de "la formación del per-
pequen~ propiedad agraria. No existe razón alguna para perder las sonal técnico y administrativo nacional, en' colaboración con los
proporcl~nes cre.ando esta oposición e imponiendo la desaparición de mejores ingenieros y organizadores de otros países".
la pequena propiedad con métodos represivos: , Para concluir sus comentarios sobre el programa de gobierno que
I
el siguiente presidente de México no cumpliría, Trotsky escribió:
Es necesario que -'as em.pre~as. c.olectivas. se m~~tengan Viables~J
que las pequenas indusrrias individuales sIgan VIVIendo y mejoran- , Estas notas pueden parecer impregnadas de un espíritu moderado,
244 ¡, 245
------- - -- - -
._-' ----- __ o ••• _
- - -- -
-11.·~
casi conservador, comparadas con las fórmulas rimbombantes,
que desgraciadamente
aun-
vacías del programa. Creemos, sin embargo,
que nuestro punto de vista es más realista y al mismo tiempo, más
:I La clase obrera de México participa, y no puede sino participar, en
el movimiento,
democratización
en la lucha por la independencia del país, por la
de las relaciones agrarias, etcétera. De esta mane-
r~volucio~ario. El punto central del programa es la cuestión agra- ra, el proletariado puede llegar al poder antes que la inde-
nao Es mil veces más fácil predicar la colectivización completa en pendencia de México esté asegurada y que las relaciones agrarias
el vacío que realizar, con una escoba de hierro, la eliminación total \ estén organizadas. Entonces el gobierno obrero podría volverse un
de los residuos feudales en la zona rural.52 instrumento de resolución de estas cuestiones. 54

Pero para esto --continuó Trotsky- haría falta conocer el terreno

LAS PERSPECTIVAS Y LAS TAREAS DE LOS REVOLUCIONARIOS EN MÉXICO que está uno pisando: las tareas democráticas por cumplir en una so-
ciedad como la mexicana son tareas democráticas burguesas. En estos
Era claro que, aun "corregido" con estas "sugerencias" o "consejos", países, la burguesía es sin embargo incapaz de resolver estas tareas,
el programa del PRM para los años siguientes no era el mismo que el como lo fue en Rusia o en China. Esto no quiere decir que no haga
de Trotsky, .... falta luchar por las conquistas democráticas, sino que en el transcurso
Como no existía una verdadera sección mexicana de la IV Interna- de esta lucha los revolucionarios dcben oponer el proletariado inde-
cional, Trotsky no elaboró ningún programa de acción política pro- pendiente a la burguesía, particularmente en la cuestión 3graria. En
piamente dicho. En una reunión que sostuvo en noviembre con sus efecto, en estos países la clase que teng3 a los campesinos de su lado,
guardias y secretarios, esbozó sin embargo algunas ideas sobre las g3nará el gobierno. Si los revolucionarios conquistan al campesinado,
perspectivas y las tareas de los revolucionarios en México. podrán instaurar una dictadura del proletariado; si es la burguesía
El primero que intervino en dicha reunió fue Curtiss: quien lo conquista, "entonces gobernará este tipo de Estado sernibo-
napartista, sernidemocráuco, que gobierna ahora [... ], con tendencias
Me parece que los camaradas [...] abordan muy mecánicamente los hacia las masas".
problemas de la revolución permanente [...]. Antes que nada existe De esta manera, les decía Trotsky a sus colaboradores, el proleta-
una incomprensión de la cuestión del salto de las etapas. De esta riado está en permanente competencia con la burguesía; pero no sólo
manera [...] nuestros camaradas mexicanos [se preguntan] cpor qué en relación con el campesinado, sino también en relación con el im-
e? México no habríamos de saltamos las próximas etapas y llegar perialismo. En efecto, por una parte, si la burguesía nacional cede
directamente a la de la revolución proletaria? frente al poder imperialista, el scrnibonapartismo dejará de apoyarse
No se hace ningún esfuerzo por considerar al movimiento desde en las masas, se convertirá en fascismo, y los trabajadores serán sus
el punto de vista de la realización de las tareas democráticas. [... ] principales víctimas. Por otra parte, dacio que la burguesía es incapaz
Por ejemplo, un asunto importante son las relaciones en México de completar la etapa democrática, la única clase cap:lZ de asegurar la
entre la burguesía liberal y nuestro movimiento, la IV Internacio- victoria de las masas contra el imperialismo es el proletariado.
nal. [...] La incomprensión [...] de esta cuestión concreta provoca Mientras que nos encontremos sin embargo en el periodo de la lu-
[además] dificultades y presenta obstáculos que en México, nos ha- cha por las tareas democráticas, añadta Trotsky, los revolucionarios
cen casi imposible abordar al movimiento de masas, al movimiento deberán apoyar a la burguesía en sus iniciativas antimperialistas y
popular de manera general. 53 progresistas, sin por ello perder su independencia de clase; cosa que
implica una buena comprensión de la naturaleza del poder, que se
Curtiss tiene razón -respondió Trotsky-. En la acción política, el presenta C0l110 un Frente Popular bajo la forma de un partido. Preci-
esquematismo es muy peligroso. Es cierto que la historia puede sal- sando esta idea, continuó:
tarse ciertas etapas: es posible saltarse la etapa de la democracia, pero
es absolutamente imposible saltarse la del desarrollo del proletariado, El Frente Popular no tiene en América Latina un carácter tan reac-
cosa que los camaradas mexicanos quieren hacer con demasiada fre- cionario como en Francia o en España. Tiene dos facetas. Puede te-
cuencia. ner un carácter reaccionario en la medida en que está dirigido

246 247
--- ------------------ --_ .• -:

, _----_._~_
..
contra los obreros, puede tener un carácter progresivo en la medida
en que está dirigido contra el imperialismo. [...] Pero esta diferencia
histórica de apreciación y esta diferencia de actitud, no son permiti-
das más que a condición de que nuestra organización no participe en
e! APRA, en el Guomindang o en e! PR.\I Y que conserve una libertad
de acción y de crítica absoluta.v
Para él, si la naturaleza del poder estaba clara y era correctamente
apreciada y si la independencia de clase estaba aegurada, entonces los
revolucionarios podrían discutir la cuestión de la toma del poder y
de! socialismo. ¿Cuáles son en México -se preguntó en voz alta- las
posibilidades de llegar al socialismo?
.•.
Por supuesto -respondió- [que] sería más difícil construir el socia-
lismo en México de lo que lo es en Rusia. Pero la idea de que los
trabajadores mexicanos puedan tomar el poder antes que los obreros
de Estados Unidos no está del todo descartada, si estos últimos si-
guen avanzando en una forma tan lenta como hasta ahora [...].
-Como primer paso en la nueva eL.'pa del imperialismo norteame-
ricano, Roosevelt o su sucesor le mostrará seguramente e! puño a
América Latina para asegurar su tutela económico-militar sobre ella
y esto provocará un movimiento revolucionario más decisivo que en
China -y pensamos que más exitoso-. En estas condiciones, los
obreros de México pueden llegar al poder antes que los de Estados
Unidos. Deberíamos apovarlos y empujarlos en esa dirección."
El ascenso al poder es una cosa; la construcción del socialismo
otra. Si los obreros llegaran a apoderarse del poder,
deberán decidirse a combatir al imperialismo norteamericano y,
por supuesto, a reorganizar las condiciones agrarias de su país y
abolir la sociedad pérfida y parasitaria que juega un papel tan im-
portante en esos países, dándoles el poder a los soviets de obreros
y de campesinos y combatiendo contra el irnperialismo.s?
Partiendo de consignas de transición como la independencia en re-
lación con el Estado, la democracia obrera, la distribución de la tie-
rra, la libre discusión, etcétera ---<:oncluyó Trotsky-, la meta de los
revolucionarios en México debe ser la construcción del socialismo.
Ahora bien, para construir e! socialismo, hay que conquistar a la ma-
yoría de los obreros, a una gran parte de! campesinado y apoderarse
del poder arrancándoselo a la burguesía. "No hay otro camino." Sin
248
-
- _--------------------
..
embargo, no hay que hacerse demasiadas ilusiones: una buena inter-
pretación y un buen uso de las perspectivas revolucionarias, tanto en
México como en cualquier otro país, "depende de los sucesos en Esta-
dos Unidos y en el resto del mundo".
Trotskr no iría más lejos. De hecho se abstuvo de hacer cualquier
~omentano, durante e! resto del último periodo, acerca de la política
¡x:t~rna de Cárdenas, de su retroceso frente a la contraofensiva irnpe-
rialista, de la clase obrera cada vez más íntimamente atada al Estado.
Si mencionó las raíces de clase del "cedillismo" y las causas profundas
de su derrota, fue sin insistir demasiado y, sobre todo, sin mencionar
jamás nada que, por muy poco que fuera, pudiera incomodar a este
gobierno honesto que le había salvado la vida ofreciéndole asilo y
que, después de todo, si se vio obligado a dar marcha atrás, fue úni-
camente porque estaba solo frente a la agresión de las más poderosas
potencias imperialistas.
Se puede a pesar de todo medir cuáles eran las preocupaciones del
exiliado ante el reflujo del pueblo mexicano, el desaliento de los me-
jores elementos y la angustia del propio presidente frente al proble-
ma de su sucesión, que dependía del exageradamente poderoso veci-
no norteamericano. ¿No sentía acaso Trotsky que, después de la
retirada de Francisco Múgica de la carrera por la presidencia, no de-
bía correr el menor riesgo de darle al sucesor de Cárdenas la posibili-
dad de hacerles concesiones a los estalinistas, a Stalin o a la derecha
tanto mexicana como estadounidense a costa suya y sin un costo de-
masiado elevado? Podemos perfectamente suponerlo y proponer ele-
mentos que sostengan dicha hipótesis.
es En adelante, Trotsky no podría sino callar. Los estalinistas se apre-
suraron además a cerrarle la boca definitivamente.
249
 -
XI. Francisco Zamora, intelectual mexicano
simpatizante de Trotsky
El círculo de amigos de Trotsky en México contaba con un intelec-
tual, el periodista y sindicalista de origen nicaragüense, Francisco Za-
mora, quien fue por cierto el único mexicano que participó en la
Comisión Dewey.
Era bastante conocido en México como periodista, fue en su ju-
ventud el autor de valiosos reportajes sobre la revolución mexicana
y colaboró en fundar la prensa posrevolucioriaria, por lo que obtuvo
la naturalización mexicana. Profesor de economía en la Universidad
Nacional de México desde los años veinte y miembro del primer co-
mité ejecutivo de la CTM, Francisco Zamora fue llevado a familiar!-
zarse con el pensamiento de Trotsky, y en particular con sus análi-
sis del estalinismo, por su participación en los trabajos del
contra proceso y por su actividad intelectual. Este hombre, al que
nada permitía calificar de "trotskista" en el sentido político-organi-
zativo fue, sin embargo, uno de los que más aplicaron estos análisis
a México en sus propios escritos.
A partir de fines de 1938, en efecto, Francisco Zamora publicó en
la revista Ho» una serie de artículos sobre diferentes temas de la polí-
tica nacionaÍ e internacional. En ellos expresó libremente algunas
ideas acerca de la realidad política mexicana, en las que se filtra cla-
ramente una profunda influencia de Trotsky. El estudio de estos artí-
culos nos ha permitido detectar también lo que Trotsky pensaba de
algunas cuestiones sobre las que se vio obligado a guarda¡· sile1}c~o;
por ejemplo, el significado de la candidatura política del general Avila
Camacho, sobre la que Francisco Zarnora, como ciudadano mexicano,
no tenía que tener los mismos reflejos necesarios de prudencia que
en Trotsky eran indispensables.
Los artículos de Zamora en Hoy son de dos tipos: los primeros, si-
tuados en el terreno de la política internacional, hablan de la degene-
ración del marxismo y del leninismo bajo la dirección moral de la bu-
rocracia soviética estalinista, y del papel contrarrevolucionario del
Estado soviético en el mundo. Los segundos, situados en la arena na-
cional, abordan tres aspectos que trataremos en este capítulo: el de la
lucha antifascista en los países como México, el de la política real de
la burocracia sindical mexicana y, finalmente, las perspectivas de la
250
reforma agraria en el sexenio 1940-1946 o, en otros términos, el tra-
tamiento que se podía suponer que el presidente Ávila Camacho le
daría a la herencia cardenista en materia agraria.
EL ESTALINISMO
En lo que se refería a la naturaleza y al papel del estalinismo en el
mundo, Francisco Zamora tomó como punto de partida la posición de
~ Trotsky en cuanto a que el Partido Comunista de la Unión Soviética
había abandonado totalmente y traicionado al comunismo, al marxis-
mo y al leninismo. De ahí pasó a un análisis de los principios "dirni-
I trovianos" de la III Internacional, a los que calificó de cómplices con
el fascismo. Finalmente concluyó hablando de España y de la natura-
leza crecientemente contrarrevolucionaria del imperialismo mundial,
que perpetraba en ese país crimen tras crimen para demostrarles a
sus eventuales aliados su "respetabilidad y su fiabilidad".
Francisco Zamora recordó que en abril de 1917, en sus famosas
"tesis", Lenin había proclamado por primera vez que el partido de
masas que había nacido en Rusia -a partir del viejo núcleo bolchevi-
que del PSODR y desligándose de la socialdemocracia de la Il Interna-
cional- era un partido comunista cuyas raíces estaban fincadas en el
Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Para definir a los comunistas
--escribía Zamora-, Marx y Engels decían:
Los comunistas [... ] no forman un partido distinto frente a los
otros partidos obreros. No tienen intereses distintos de los del pro-
letariado en su conjunto [...]. La diferencia entre los comunistas y
los otros partidos proletarios se reduce a esto:
1. [...] Los comunistas hacen notar y hacen valer los intereses in-
dependientes de la nacionalidad, y comunes a todo el proletariado;
2. [...] Los comunistas representan los intereses del movimiento
total.
En la práctica los comunistas son la fracción más resuelta [...].
En la teoría, tienen sobre la masa proletaria la ventaja que les da
la inteligencia de las condiciones, de la marcha y los resultados ge-
nerales del movimiento proletario. 1
Hace mucho tiempo que estas características han dejado de ser las de
los correligionarios de Stalin, cuya acción ha mostrado sistemáticamente
lo contrario, continuaba, pero las cosas no se detienen ahí. Mientras que,
en vísperas de la Revolución de Octubre, Lenin afirmaba que "los mar-
xistas son enemigos de cualquier forma de Estado" y recomendaba ya
no volver más hacia atrás, hacia la democracia burguesa,
los "comunistas" de Stalin son "estatófilos", fervorosos partidarios y
defensores declarados de la democracia burguesa, agentes eficaces
de su mantenimiento aun contra el interés nacional e internacional
del proletariado, e hipnóticos aficionados a mirar hacia atrás."
Para Zamora, el partido al que Lenin llamaba "comunista" era un
partido del proletariado, mientras que los partidos de la 11 Internacio-
nal -por sus fasificaciones sistemáticas del marxismo y por la compo-
sición social de sus miembros- habían dejado de serio, al igual que
el partido soviético; el Congreso Constituyente que acaba de votar
"La Constitución más democrática del mundo" sobre "la sangre aún
caliente de los viejos bolcheviques recientemente asesinados" -escri-
bía Zamora-, está compuesto en un 67% por burócratas y en un 6%
solamente por obreros. A esto se suman las reformas impuestas <11
aparato de Estado y a la Comintern, que han transformado a todos
estos partidos en "mecanismos de represión burocrática", trabajando
fuera de las fronteras de la URSS como "espías, calumniadores, perse-
guidores, opresores y frenos del proletariado". El nuevo Estado surgi-
do en la URSS en 1917 ha sido transformado en un "Estado burocrá-
tico-policiaco" cuyo poder y cuyas dimensiones no pueden ser
comparados más que con los de las dictaduras fascistas:
Encontramos así dos rasgos fundamentales que asimilan al comu-
nismo estaliniano con el fascismo: la composición social de sus or-
ganizaciones de masa, cuyo peso específico lo determinan los
contingentes pequeñoburgueses; y el predominio de la policía, co-
mo instrumento principal del gobierno, gracias a lo cual aparece
en toda su expresión, limpia de tapujos, la función opre~ora, "cla-
sista" del Estado. Pero hay uno más; tanto en el régimen de Stalin,
como en el de Hitler y Mussolini, el Estado ejerce su poder opresi-
vo sobre las masas, sobre el pueblo, en provecho de una minoría
privilegiada. El comunismo en manos de la burocracia estalinista se
ha desproletarizado y se ha "gepeutizado" [...].3
Sobre las bases de este análisis del Estado soviético, Zarnora anali-
zaba la línea frente-populista de! VII Congreso de la Internacional Co-
munista y elaboraba una reflexión en el terreno de la discusión sobre
"fascismo y democracia".
A tres años del inicio de la aplicación de la táctica preconizada por
252
Dimitrov, escribía Zamora, ésta ha demostrado haber provocado la
derrota de la revolución en todos los lugares donde ha sido aplicada.
Lejos de frenar e! ascenso de! fascismo, lo ha favorecido y, finalmen-
te, no ha logrado ni ganarse las simpatías de las "democracias" occi-
dentales que supuestamente debía haberse ganado, ni consolidar su
alianza con la URSS. De ahí que, a pesar de los inapreciables servi-
cios brindados por los partidarios estalinistas en e! mundo entero a
los representantes de los imperialismos, éstos se nieguen a reconocer
a los "comunistas" de la III Internacional como sus amigos y sigan
acusándolos de ser "los peores enemigos de la democracia".
Porque en- el fondo y sobre todo, la democracia no es verdadera-
mente importante para los campeones de la burguesía; lo que es
importante es la filiación del adversario que la ataca."
Por eso, añadía Zamora, la querella, la falsa pelea entre lOS "comu-
nistas" y los "demócratas" no hace más que facilitar e! ascenso de!
fascismo, mientras que las clases trabajadoras y la pequeña burguesía,
"ensordecidas por el barullo comunista (antifascista)", no ven otro ob-
jetivo que el de la lucha por la democracia burguesa bajo la dirección
de los capitalistas, que en realidad no quieren sino destruirIa.
Porque la burguesía, lejos de sufrir el fetichismo democrático de!
que hacen prueba los comunistas oficiales, no dudará ni por un
instante sacrificar todas las libertades políticas, aun si en parte es
en detrimento propio, siempre y cuando el sacrificio beneficie a sus
intereses de clase. El entorpecimiento de su propia democracia no
le interesa, si es por obra del fascismo. Por el contrario, lo resiente
en carne propia cuando el que intenta llevar a buen término este
trabajo es el proletariado. Aún más; efectivamente no está dispues-
ta a defender la democracia más que contra este último."
j Tanto el discurso de la burguesía imperialista como e! del supuesto
comunista Stalin no son entonces sino una farsa --concluía Zamora-,
porque "la democracia burguesa, en cuyo honor se han librado tantas
1i batallas verbales, no sirve más que de parapeto, tras el cual se ocul-
"¡ tan maniobras políticas en absoluto limpias ni edificantes". Y la gran
víctima de esta farsa "gepeutista" escondida tras la honorable máscara
de! comunismo es ahora y ante todo España: después del periodo de
criminal neutralidad hacia los sucesos en España que la Unión Sovié-
tica adoptó inicialmente, firmó el pacto de no-intervención que con-
denó a la derrota a la revolución española. La venta posterior de ar-
253
------_._--- - -' - .-_._-------------...-o<j
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mas y de aprovisionamiento no fue más que una táctica destinada a
ejercer una presión sobre el gobierno republicano para obligarlo a
aceptar la política de la GPU, que invadió a España implantando sus
métodos policiacos corruptos y criminales, inflando las filas de las or-
ganizaciones estalinistas españolas con elementos de dirección del
proletariado de este país.
lA LUCHA CONTRA EL FASCISMO EN MÉXICO
El primero de los temas abordados por Zamora acerca de la vida po-
lítica mexicana en su serie de articulos en Hoy toca el problema de la
lucha contra el fascismo .•.
"Nadie, sobre todo después de la experiencia fascista brasileña,
puede negar que la posibilidad de la implantación del fascismo en el
continente americano sea real", escribía Zamora. Si los Estados Uni-
dos se fascistizaran, lo harían para reforzar su posición de Estado
opresor. El proceso de fascistización brasileño, por el contrario, no
tiene como objetivo acorazarse sino "facilitar a otros imperialismos la
explotación de sus recursos naturales": el imperialismo italo-alemán y
el imperialismo norteamericano, El fascismo en Estados Unidos no ha
hecho más que empeorar la situación semicolonial de Brasil.
Es cierto que Alemania e Italia no tienen colonias -añadía Zarno-
ra-, y es lógico que busquen lo que necesitan en detrimento de los
pueblos débiles. Sin embargo,
[...] el carácter de! régimen pQlitico que prevalece en la nación do-
minadora no es factor determinante del que en un instante dado
puede asumir el que se establezca en las naciones por ella domina-
das. Esta verdad elemental, que prueba la historia entera del impe-
rialismo, acostumbran olvidarla quienes sin reservas preconizan la
adhesión a las "democracias" imperialistas como táctica de lucha en
contra del fascismo."
Lo que la historia de! imperialismo ha demostrado, por el contra-
rio, es que ninguna metrópolis imperialista se opondrá a la fascistiza-
ción de los regímenes en sus colonias o semicolonias, si ésta sirve a
sus intereses.
Zamora no podía más que concluir que la lucha contra el fascismo
presentaba en países como México características muy diferentes a aque-
llas de la lucha contra e! fascismo en las metrópolis. Aún más: que los
errores que estos últimos países cometieron en los métodos de la lucha
254
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- -
-~
antifascista, cuando eran aplicados a países como México, daban en ge-
neral resultados aún más catastróficos. La prueba estaba -para Zarno-
ra- en el trasplante a España de aquel Frente Popular que en Francia
había hecho fracasar el prematuro ataque del fascismo. En España esto
no podía dar los mismos resultados, explicaba, ya que el proceso de fas-
cistización en este país estaba principalmente determinado por causas
externas, es decir, más por las necesidades de los imperialismos que por
las del capitalismo autóctono. El resultado había sido entonces que el
Frente Popular español no sólo no había podido detener al fascismo, si-
no que había contribuido a estrangular a la revolución.
Para tratar de resolver en América el problema de la lucha contra el
fascismo -la dictadura totalitaria del capital financiero-, ante todo
debería procurarse plantearlo bien. ¿Se trata solamente de evitar el
avance del imperialismo nazi-fascista en nuestros países [...]? ¿O se
pretende, antes que nada, estorbar la fascistización de los Estados la-
tinoamericanos? [...] La lucha contra el imperialismo germano-italia-
no no equivale exactamente a la lucha contra el fascismo aborigen:
este último puede triunfar, aunque aquél resulte derrotado por sus
rivales "democráticos" en sus pretensiones colonizadoras. Por consi-
guiente, es estúpido, cuando no criminal, reducirla a una adhesión
incondicional hacia las "democracias" imperialistas a quienes se aban-
dona así la facultad de dirigirla a su guisa.7
Si los pueblos latinoamericanos siguieran el ejemplo de España -ar-
güía Zamora-, tendrían todas las probabilidades de tener el mismo des-
tino que ella. La condición primera para la victoria sobre el fascismo en
América Latina sería el no olvidar que "la democracia burguesa es la
crisálida de donde nace el fascismo". Sobre esta base no se puede sino
deducir, concluía Francisco Zamora, que la lucha contra el fascismo
en los países irnperialistas habrá de ser, en última instancia, una
lucha contra el propio sistema capitalista; y en los países económi-
camente retardados, una lucha implacable contra todos los imperia-
lismas y sus agentes nativos."
Partiendo de este análisis teórico anti-Frente Popular, Francisco Za-
mora inició un análisis de la política frente populista de los dirigentes
de la CTM. Lo desarrolló situándolo en e! contexto de la revolución
mexicana y sus consecuencias, para concluir que dicha política no era
marxista y que al colocarse a la cola de la política de la burguesía, no
hacía sino favorecer los intereses de esta última.
255
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 - --
LA BUROCRACIA SINDICAL
Es sintomático -así empezaba Zamora su artículo "Política de rernol-
que"-, .que e,n el tra.nscurso del último Consejo Nacional de la CTM
la terminología marxista haya desaparecido de los discursos "fatigan-
tes" pronuncia?~s como de costumbre' por Lombardo Toledano. Sin
emba:go, los dirigentes de la CTM siguen proclamando su adhesión al
ma,~Xl~mo.~demás.' el núcleo estalinista de estos dirigentes "marxis-
tas sIgue SIendo I~porta~te en el seno de la Confederación y, en
tercer luga.r, en vanas ocasiones y en e! transcurso de! Consejo, se ha
h~c~o alusIón, a una "teoría política clara y militante" sin la cual "la
tecruca no sena más que un arma estéril"; esta "teoría" no puede ser
otra que la teoría marxista.
Partiendo de esta inrroducción, el objetivo del artículo de Francisco
Zamora era ~emostrar "por qué esta 't~oría clara y militante', tal y co-
mo se t:;aduCIaen l~ palabras y en los actos de los dirigentes de la CTM,
n? podía ser :na~ta por más que lo deseara". Si admitimos -escri-
bla-:- q~e la historia de la sociedad humana es la lucha de clases, es irn-
posible mterpretarla, ya sea e.n su conjunto o en alguno de sus espacios
o en alguna de sus fases particulares, omitiendo la existencia de las cla-
~s y el análisis de su lucha. Si admitimos +-conrinuaba-c- la teoría mar-
XIStadel Estado según la cual éste es el representante de la clase dorni-
na~t~,9 se deduce. q~e la política del Estado tiene en general como
objetivo el mante.mr,ruento de la dominación de la clase que represen~
sobre la clase oprimida. Pero se ded\ce igualmente que
cuando és,~ ha adq.uirido madurez bastante para hacerse acreedora
a una política propIa, los fines de la que adopta son diametralmen-
te opuestos a los de la clase antagónica. 10
.~I hecho de que la.s c.ondiciones de su dominación no le hayan per-
mItl?o a la clase oprimida producir en su seno elementos capaces de
exphc~r y de orien~r raciona~mente las causas y las metas de su lu-
cha, SIllO que la obligaron a Ir a buscarlos en las clases medias no
si~njficaba -para Zamora- que las políticas de las dos clases an~gó-
rucas no fueran irreconciliables.
~o era nec~s~rio añadir nada más a este razonamiento para con-
:I
cluir ue los dirigentes de la CTM no habían desarrollado una política
marxista. Pero entonces, cqué habían hecho? Para Zamora,
primero, generalizar la lucha que sostienen diariamente los sindica-
tos contra los patronos aislados, a fin de lograr, a través del Esta-
256
do, reivindicaciones del mismo género de las que se reclaman en
esa lucha; segundo, reforzar esta política --que es, según Lenin, "la
política burguesa de la clase obrera" - por medio de alianzas y
pactos "con otros sectores del pueblo, con otras instituciones inclu-
sive ajenas al proletariado"; y tercero, subordinar la acción social
de la clase trabajadora a las contingencias de la política de la clase
que es en realidad dueña del poder.!'
Esta "teoría clara y militante" de los jefes de la CTM no es más que
un "dernocratismo socializante de raíces puramente pequeñoburgue-
sas", añadía Zamora.
La política genuinamente proletaria -y por tanto, socialista- de
la clase trabajadora de México está todavía por llegar, y vendrá,
sin duda, no de dentro de las organizaciones sindicales, sino de
fuera de ellas, a quienes habrá necesidad de conquistar, reeducar y
limpiar, para que ayuden a aplicarla. .
Mientras tanto, esa [política] que las organizaciones de trabaja-
dores hacen ahora, a la zaga de los politicos de la burguesía, sólo
habrá de servir para enseñar al proletariado --quizá dolorosarnen-
te- que sus guías lo van conduciendo mal, y que le es preciso,
más temprano que tarde, buscarse otros. Pero la tarea no resultará
fácil. [...] una espesa, unida, hábil y poderosa burocracia sindical
vinculada por múltiples lazos con el Estado y la organización capi-
talista [...] tiene infinitos motivos para combatir cualquier intento
de rebelión de los oprimidos en contra de una situación dentro de
la cual se halla tan bien instalada.!"
En México, la rebelión de los trabajadores contra la clase dominan-
te y su aliada, la burocracia sindical, será por ello dificil -{:oncluía
Francisco Zamora-, dadas las circunstancias históricas creadas por la
revolución de 1910.
EL FUTURO DE LA REFOR¡"'1A AGRARIA
Para este hombre convertido en intelectual trotskista, la revolución
mexicana, una revolución democrático-burguesa, seguía inconclusa, ya
que no había realizado más que a medias su objetivo central: la refor-
ma agraria. Esto hacía que, en su opinión, la naturaleza tanto de los
antagonismos como de las alianzas de clase surgidas en el curso de la
lucha armada y en los años posteriores no estuviera clara ni en el es-
257
'-
 -
rI píritu ni en la conciencia de las masas. El recuerdo de su alianza ~on
la pequeña burguesía, por ejemplo -escribía-, "aún no ha tenido
tiempo de borrarse ni de perder su eficacia". Además, los constantes
choques entre las diferentes fracciones de la burguesía le dan a la bu-
rocracia sindical varias oportunidades para desviar la atención de las
masas de su objetivo final de clase, proponiéndoles alianzas con uno
.
••
u otro de los grupos rivales .
No es difícil comprender en este contexto, añadía, la gran utilidad
que presenta para la burocracia sindical mexicana el "argumento del
fascismo inventado por Stalin para disimular su política de sabotaje
del movimiento revolucionario internacional". Esto de ninguna mane-
1
ra quería decir para Francisco Zarnora, como lo había explicado ya en
su artículo sobre la lucha contra el fascismo en América Latina, que
no existiera en México- ninguna diferencia entre el fascismo y la de-
mocracia y que el proletariado no tendría ningún papel fundamental
que jugar en caso de que se instaurara uno u otro de esos dos tipos
de regímenes burgueses. Lo que quería decir era simplemente que, al
hacerle tomar un camino equivocado, lo querían alejar de la única
política que le podría permitir precisamente jugar un papel funda-
mental.
Si en México, concluía Zarnora, el proletariado tuviera que impedir
lo que se ha producido en otros lugares, es decir, que "la democracia
burguesa ceda ante el fascismo", s~ transforme en fascismo, no podría
I hacerlo de estar comprometido en una alianza incondicional "sorda y
muda" con la democracia burguesa. Este tipo de alianza, argumenta-
ba, no es más que una traición.
Puede y aun debe un partido proletario [...] celebrar pactos con
fracciones de la burguesía, a condición de que lejos de apartar al
;, proletariado de su meta final, le ayuden a aproximarse a ella; pero
11 , esto implica: la limitación del propósito de la alianza y la concep-
ción clara de él; la libertad de crítica, y de propaganda de la pro-
pia política; tener presente que el aliado es representante de la
clase antagónica y, por lo tanto, un enemigo potencial; no olvidar
en ningún momento los fines mediatos de la lucha, y muchas otras
condiciones que los marxistas responsables [...] han puntualizado
casi hasta el exceso, y que las circunstancias históricas sugieren en
cada caso. Pero los pactos de coincidencia absoluta y de "seguidis-
rno' perfecto ni han atajado nunca al fascismo, ni son capaces de
atajarlo en lo futuro; y lo que es peor, no acercarán jamás ni un
milímetro la sociedad sin clases, por mucho que se le invoque en el
lema de las comunicaciones burocrático-sindicales.P
258
Era sin embargo en este tipo de alianzas que los dirigentes sindica-
les habían comprometido al proletariado mexicano.
A principios de 1939, después de lo que Francisco Zamora llamaba
la "caída de la CGT en las filas del reformismo", concluía: no hay "por
el momento probabilidad inmediata en México para el desarrollo de
una política auténticamente obrera";H conclusión de la. que Zamora
pasaba al análisis de las perspectivas de la reforma agrana para el se-
xenio 1940-1946.
En las discusiones acerca de este problema agrario mexicano entre
los "revolucionarios" de 1910-1920 que se quedaron en la arena polí-
tica -escribía-, se dibujaban dos corrientes. Por un lado, los que in-
terpretan el deseo del campesinado y quieren por lo tanto que la re-
forma agraria sea llevada hasta sus últimas consecuencias; P?r el ?a:o,
los representantes del punto de vista de la burguesía y del Impena~Is-
mo, que defienden la existencia de un ejército agrícola de reserva, In-
dispensable para el funcionamiento de las grandes propiedades pre-
diales.
A pesar de las dificultades que este problema implicaba en un prin-
cipio, subraya Francisco Zamora, el presidente Cárdenas lo atacó
enérgicamente desde el inicio de su gestión: emprendió la destrucc~ón
del latifundio y logró que "la reforma agraria fuera más que un SIm-
ple tema de pláticas de café y de especulación política", Las conse-
cuencias de esta política agraria cardenista han sido -añadía- la
hostilidad de los grandes propietarios no sólo en 10 que se refiere a
los aspectos agrarios, sino al conjunto de la política cardenista,. la re-
ducción del número de parcelas individuales y su transformación en
parcelas ejidales colectivas y, finalmente, a corto o largo plazo, la re-
modelación de toda la propiedad predial en el sistema ejidal.
y es así como Cárdenas ha venido a reabrir, sólo que bajo otra
forma, el debate que se planteó la revolución: los ejidatarios, los
jornaleros prácticamente excluidos del reparto de la tie.rra, es de-
cir, la mayoría del campesinado, la fracción más progreSISta y pers-
picaz de la pequeña burguesía intelectual, y el proletariado, apoya?
la continuación hasta el fin de la política agraria de la actual adrni-
nistración v la consideran la única revolucionaria, dentro del con-
cepto me~icano de la revolución; y los pequeños, medianos'y
grandes propietarios, la parte más conservadora de la clase media
ciudadana, la joven burguesía nacional, y los representantes y
agentes directos del imperialismo sostienen que debe u~genteme~te
revisársela, para lo cual invocan, como la única e:cpresIón g.enuIna
de la revolución, los argumentos y puntos de VISta que SIempre
259
 - --_____ -- __ o

sostuvo el ala derecha revolucionaria, aun en los momentos de la

que se abre~ ante el futuro presidente de la república, es el que
lucha armada por el poder.P
conduce hacia la derecha} a la rectificación de la política agraria en
que se ha basado el conjunto de la política social y económica del
Solamente que, para Zamora, co~cluir completamente l~ reforma
actual gobierno. Sólo que el malbaratamiento de la herencia de
agraria en México implicaba prosegUir con el reparto agrano durante
Cárde~as habrá de significar en realidad el fin de la revolución de-
ocho años todavía, al mismo ritmo que durante los años 1935-1937. mocrático-burguesa iniciada en 1913.16
Y como era evidente que dicha tarea no sería concluida antes de~ fi-
nal del régimen de Cárdenas, su sucesor ~e vería por lo tanto obliga-
\
I
Zamora no se equivocaba, y el desenlace de la historia mexicana
do a decidir: o seguía fielmente el camino trazado por Cárdenas y
de~ostraría .que efectivamente el general Manuel Ávila Carnacho no
desplegaba entonces -para su aplicación- una energía en cons.tante sena el continuador de la obra de Cárdenas, sino su destructor.
crecimiento, o liquidaba en un plazo más o menos corto el cOrlJunto FranCISCo Zamora, que había nacido en 1890, no era un jovencito
del programa agrario. . . . en 193~. E:a un hombre ~~cho, cuya historia política era inseparable
Para desarrollar el trabajo que emprendió en el campo, la adrninis- d~ Ja historia de la revolución de este México en el que había elegido
tración cardenista utilizó al máximo sus recursos técnicos y financie-
VIvir y .actu~r p~lí.tic~mente porque era un hombre profundamente
ros con el fin de darle una vida lo más larga posible al sistema ejidal
prog:reSlsta. (Que significa el que un hombre de este tipo haya escogi-
y demostrar así la superioridad de dicho sistema sobre el sistema par-
do bbr~~e.nte, .no el volverse "trotskista" y ni siquiera "discípulo de
celario, apuntaba Zamora; y añadía: esta medida es quizás "la m~s ~rotsky , SInO símplemenre continuar abriendo la brecha que éste ha-
profunda e importante de la acción desarrollada por la actual admi-
bla empezado a despejar en el terreno del pensamiento político mexi-
nistración". Pero la economía del país ha sufrido por ello y, para po- cano?
der verificar si los sacrificios de ese tipo han valido la pena, es indis- ¿Sig:nifica que el injerto del pensamiento de Trotskv, de su inter-
pensable que la experiencia sea llevada a buen término. Se necesita pretación ~obre México, había prendido en este país? ~ adhesión de
entonces que no se produzca ningún giro antes del plazo que ésta ne- do~ .FranCIsco Zamora a dicha corriente de ideas, que. era nueva en
cesita para mostrar sus resultados. México, y su colabo.ración a su continuación y desarrollo, aunque im-
Ésa debía ser para Zamora la línea a seguir; lo que no quería de- portante, no garantizaba por sí sola que ese injerto hubiese prendido
cir, sin embargo, que no estuviera consciente de que era la q~e pre- realmente. Para ello, ~n hombre como él tenía por lo menos que
sentaba más dificultades y la que no contaba con el apoyo ni d.e la crear escuela, c.asa que ,Intenta:ía en los cuarentas al lado de profeso-
"opinión pública" impaciente ni de los p~queñ<:>s'y grandes. pr.opl~:a- res como Rodngo Carcía Treviño, La Asociación de Estudiantes Mar-
rios, ni de las clases conservadoras y del imperialismo. La liquidación xistas fundada por ellos en la Escuela Nacional de Economía fue el
del programa agrario por el contrario, pensaba Zamora, implicaría primer intento de l<:g:rar que, el. injerto de este pensamiento prendie-
, todo un relajamiento de la oposición de los sectores más conservado- ra ~~ el terreno pohtico-academlCo, en el que la mayoría de las ideas
.,
res de la sociedad contra cualquier medida progresista. Como ad~más políticas de la época probaban también su suerte.
eso era lo que el imperialismo deseaba, le evitari~ al nuevo régl,men
las dificultades que Cárdenas tenía con el extranjero. Y en l~ situa-
ción en la que se encontraban actualmen.t~ las masas. trabajadoras
mexicanas, sometidas a la política de sus dirigentes consistente en la
alianza con la burguesía, esta liquidación no conllevaría el ries.go. de
que se levantara una poderosa y eficaz oposición de la <:lase oprimida.
Finalmente, no seria dificil condenar así la obra cardemsta en su con-
junto, con el argumento de que su único resultado había sido el ha-
berle costado demasiado caro a la economía nacional.

J Todo parece indicar, como se ve, que el camino más llano de los
l¡
260
l'1 -----_._----.-----
261
 XII. Dos versiones estalinistas del cardenismo tradicionalmente opuestas de la revolución mexicana que, según ella,
desembocaban de hecho en una misma conclusión en favor de una
polít!.ca contrarrevolucionaria, la primera al intentar "engendrar un
espeJlsmo, que se oponía de hecho a la acción de las fuerzas revolu-
cionarias presentes", oponiéndolas a esta revolución socialista del pa-
\ sado que, por. lo .~nto, no llegaría nunca. Por otra parte =-sostenía
FUtUTO- la ag.ltaclOn en. las masas con la idea de que próximamente
Habiendo abordado en los dos capítulos anteriores los puntos de vista se puede <..?olIr la propiedad privada y colectivizar la explotación ru-
de Trotsky y de su simpatizante intelectual, Francisco Zamora, acerca ral no es SIllO demagogia "nociva para el desarrollo natural de nues-
de varios importantes aspectos del cardenismo, es necesario ahora re- t~o mo~imie~t<?".3 La ~egunda tesis era según Futuro una "burda ma-
tomar -lo cual no ha sido tarea fácil- los mismos aspectos, pero vis- 11l0b~a ideológica des~lIl?da a provocar en el espíritu del pueblo un
tos desde el punto de vista de Lornbardo Toledano y del Partido conflicto entre su sentumento patriótico y su conciencia de clase".
Comunista Mexicano. La c.onclllsi,ón del aut~r ceternista era pues que, siendo falsas las
dos teSIS, habla que considerar que la revolución mexicana de 1910
no había sido sui generis -"ya que no existía en nuestra historia nin-
LA REVOLUCIÓN MEXICANA guna idea política, qu~ no h~lb~era sido importada del extranjero"- y
que l?mpoco habla Sido socialista ya que era "una de las últimas re-
En el-momento de la celebración del XIX aniversario de la revolu- voluciones burguesas" ... Dicho esto, FutUTO se remontaba entonces a la
ción mexicana y del XII aniversar io de la revolución rusa, ambos Independencia y a la Reforma para intentar caracterizar a las revolu-
en noviembre, apareció en Futuro un artículo sin firma en el que, ciones mexicanas, En la pluma de Manuel Germán Parra apuntaba:
polemizando contra dos posiciones opuestas, una que identificaba y
otra que oponía totalmente el contenido de clase de estas revolu- ~ evolución económica del país muestra que la primera revolu-
ciones, la revista lombardista presentó su caracterización de la re- c.lOn fue hecha por la c1~s,e feudal eclesiástica y laica mexicana para
volución mexicana.' liberarse de la explotación colonial española; que la segunda fue
"La tesis de la ignorancia", escribe el autor, identifica a las dos re- h~cha por !a c.lase feudal laica para arrancarle a la Iglesia la pro-
voluciones como socialistas. La "tesis maliciosa", por el contrario, 111- piedad ternt?nal, y que la. tercera fue la obra de la clase burguesa
siste en sus profundas diferencias. para expropiar. a terrate me nres, expulsar del país a la burguesía
Según Futuro, los defensores de la primera tesis basaban su conclu- mternacio nal e Imponer la forma capitalista de producción a nues-
sión en tres argumentos. El primero afirmaba que en virtud de que tro aparato económico; lo que no excluye que en esta última etapa
el movimiento de Reforma era la revolución burguesa, el de 1910- la clase trabajadora, habiendo alcanzado la edad adulta, actuara ya
1920 no podía ser su repetición: la revolución de 1910 había sido la de acuerdo con sus propios intereses, preparando así el terreno pa-
obra del proletariado, ya que los campesinos en armas habían sido ra el triunfo del socialismo.t
responsables de la denota de la dictadura; la clase obrera había lo-
grado tener una enorme influencia en el movimiento revolucionario, El análisis elaborado por el PC~I sobre la revolución mexicana apa-
que no se había detenido en 1920, sino que se había perpetuado a rece. mucho menos profundo y menos elaborado que la revista lorn-
través del régimen carde nista y que seguiría después de él. bardista.
Futuro califica de "maliciosa" la segunda tesis, ya que era sostenida Al igual que Lornbardo, el PCM extendía "la revolución mexicana"
por "todas las fuerzas reaccionarias de la nación", incluyendo "un al periodo cardenista. Por otra parte, al hacer depender su definición
grupo insignificante de profesores trotskistas"." Afirma que había una de la n~turaleza d~ la revolución mexicana del papel jugado por la
diferencia' de naturaleza entre la revolución rusa y la revolución me- burguesía progresista en su seno, esta definición cambiaba según
xicana. cuándo era enunciada, es decir, antes o después de la hora de la "uni-
Futuro rechazaba pues como incorrectas estas dos interpretaciones dad a toda costa". En marzo de 1936, en un folleto editado por el

262
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...
263
 ---------
PCM, la revolución de 1910 era definida como una revolución "demo-
crático-burguesa, pero traicionada": conducida por la burguesía nacio-
nal, se puede leer en dicho folleto, esta revolución no ha cumplido
aún dos de las tareas centrales de cualquier revolución burguesa, la
liberación nacional de la dominación económica y política del impe-
rialismo y los problemas agrarios, como la destrucción del latifundio y
el reparto de la tierra."
En junio de 1939, a pesar de que la caracterización fundamental
de la "revolución democrático-burguesa" no.había cambiado -ya que
Miguel Ángel Velasco escribió que la "burguesía nacional había dirigi-
do la lucha revolucionaria de los proletarios y campesinos en 1910" Y
que había sido ella quien, durante treinta años, había mantenido el
equilibrio entre dos sectores que se enfrentaban: los partidarios de la
liberación nacional y social del pueblo mexicano y los del proyecto de
desarrollo "propuesto" por el imperialismo--, lo que sí cambiaba era
la explicación de las razones por las cuales la revolución burguesa
aún no había llegado a su fin.
Contrariamente a 1936, en 1939, bajo la pluma de Velasco, el POI
ya no argüía que el haber "impedido el desarrollo de una burguesía
nacional capaz de acabar con todos los residuos feudales:" era el re-
sultado de la traición de la burguesía nacional, sino el de la acción
del imperialismo.
El Partido Comunista Mexicano v Lombarda coincidían entonces
en la caracterización de la revolució~ mexicana como una revolución
burguesa inconclusa.
CÁRDENAS Y EL RÉGIMEN CARDENISTA
Las posiciones de Lombarda y del PO! con respecto al presidente de
la república, al partido en el poder, al gobierno y al Estado mexica-
nos del periodo carde nista hacían que los representaran como una
unidad indivisible. Esto a consecuencia de dos factores: la forma semi-
corporativa del Estado mexicano, que nació sobre todo a partir de la
fundación del PRM en 1938, y la "escuela ~ política frente-populista en
la cual se habían formado las dos cabezas del estalinismo mexicano.
Llamando al presidente mexicano "Cárdenas el obrero", un artícu-
lo de El Popular, teñido de filosofía cristiana, planteaba:
Fue en "La Popular"," la que a su instalación provocó inquietud en
el pacífico ritmo de la vida del pueblo y un motivo de orgullo para
sus habitantes.
264
... -------~-------------------- -
El Destino, forjador cruel, había sometido al espíritu de ÉL, para
templario, al fuego del dolor y la tristeza; [...]
Continuando su obra, lo coloca después en la senda del trabajo
para que cumpla su sentencia bíblica, siempre contradicha por la
injusticia humana: "ganarás el pan con el sudor de tu frente".
y el niño-hombre causa alta en el taller y sabe de la
angustia de la fatiga y de las protestas de la carne, rendida de can-
sancio y vigilia.
y sus manos que apenas han dejado sus útiles escolares, se enea-
Ilecen prematuramente, ennobleciéndose con las cicatrices del tra-
bajo.
En Una imprenta tuvo su iniciación.
¿Predestinación? Tal vez.
Pero si fue allí donde su espíritu y su mente sintieron el ansia
de saber para servir; el contacto con las letras de molde lo hicieron
comprender, al "componer" las concepciones del pensamiento hu-
mano, la posibilidad de un mundo mejor por más justo.
y allí, en el taller, su mejor escuela, aprendió todo lo que sufre
un paria y su miserable posibilidad de vida.
y allí se abrieron ante sus ojos las grandes interrogaciones del
porqué de la injusticia social.
cPo r qué, si trabajamos tanto hasta rendirnos y damos todo
nuestro esfuerzo, no podemos siquiera tener para cubrir las más
ingentes necesidades de la vida: comer?
y con esta reflexión torturante en su cerebro, GlUSÓ alta en la
falange de los que anhelan y luchan por las reivindicaciones de los
trabajadores.
Por eso desde entonces, cuando habla de obreros, aflora a sus
ojos el recuerdo del tallercito del pueblo y ÉL dice siempre NOSO-
TROS porque sobre todas las circunstancias de su vida, reconoce su
filiación de origen; y su carne que padeció vigilias y cansancio le
grita: SON LOS TUYOS.8
Esta definición del presidente de la república por el sector obrero
más poderoso no podía sino significar un apoyo total a su política.
Al elaborar el balance de cinco años del gobierno de Cárdenas, el
autor de la sección editorial de El Popular escribía en diciembre de
1939: el primer mérito de este gobierno es el haber restaurado los
principios revolucionarios salvándolos del "callisrno degradante", gra-
cias al empuje de los grandes sectores populares fieles a la revolu-
ción. El segundo es sin duda el haber restablecido la confianza del
pueblo en el poder público, demostrándole que era posible identificar
265
 - --
gobierno y programa revolucionario. Cárdenas inyectó así optimismo
en las masas. Atacó también el problema fundamental de la inde-
pendencia nacional, lo que, a raíz de la crisis internacional, creó gra-
ves problemas para el país, durante los cuales el presidente se mantu-
vo sólidamente en el poder. "Al final de este quinto año de gobierno
de Cárdenas, el pueblo ve el porvenir con gran confianza":
El pueblo ha estado con Cárdenas, continúa con él. Pocas veces en
la historia de nuestro país, un presidente de la república pudo lle-
gar hasta el final de su periodo gubernamental manteniendo la ad-
hesión integral del pueblo a la política del presidente; nosotros
hacemos votos por la continuación feliz de la obra nacionalista y
revolucionaria del h mbre probo, perseverante y justiciero que es
Lázaro Cárdenas."
A pesar de su apoyo al gobierno progresista de Cárdenas, Lombar-
da y los dirigentes del pe~( declararon sin embargo varias veces que
estaban perfectamente conscientes de que, a largo plazo, le corres-
pondía al proletariado tomar las riendas del poder en sus manos.
cCómo justificaban entonces su política de alianza con el Estado y su
gobierno?
Las esferas de acción del Estado y las de la clase trabajadora deben
ser bien precisadas, declaraba el comité ejecutivo de la CTM en febre-
ro de 1938:
Tantas veces como haya un gobierno progresista al frente del país,
la CT~( le presentará su apoyo, conservando su autonomía y su li-
bertad de acción, porque el proletariado tiene una finalidad históri-
ca que cumplir diversa de la función del gobierno. Mientras no
desaparezca la fisonomía semi feudal de México y su carácter de co-
lonia de las fuerzas económicas del exterior, Y mientras el fascismo
o cualquiera de las formas que la gran burguesía decadente adopte
contra los intereses del pueblo constituya un obstáculo para la
transformación inevitable del sistema capitalista, el proletariado
mexicano no sólo deberá mantener la alianza que hoy existe entre
él y los demás sectores explotados, sino que deberá luchar con em-
peño por que el gobierno sea un fiel representante de los intereses
del pueblo y un leal ejecutor de la revolución en marcha. 10
Si esta política de la CTM empezó a ser puesta en marcha a partir
de su fundación en febrero de 1936, es decir, después del VII Congre-
so de la le, no fue sino hasta 1938, durante el periodo más estable
" 267
266
r
!
del régimen cardenísta, cuando sus creadores la definieron con más
claridad.
I En el Congreso cetemista de febrero de 1938, Cárdenas expuso
cuál sería el programa político del partido que pronto iba a fundar y
que encarnaría al Frente Popular mexicano:
1 [...] respeto a la vida, garantías individuales, libertad política, can-
celación de privilegios y mejor distribución de la riqueza pública.'!
1
, La adhesión de la dirección ceternista a este programa fue total.
Lombardo declaró:
Nunca ha habido indudablemente [...] una identificación tan real,
tan orgánica y tan profunda entre el jefe del gobierno y el pueblo
mexicano, como hoy. [...] Por este motivo, nuestra alianza posible;
[...) una alianza histórica, como las grandes alianzas de todas las
épocas en los grandes pueblos [... ].I!!
Esta alianza fue consagrada en 1938 con la creación del PRM. Los
documentos ceternistas definían a este partido como una "forma suge-
rida por Cárdenas, más que un simple pacto entre los diferentes or-
ganismos sindicales, sociales y políticos". Y, ya que Lombarda pensaba
que "la gran lucha mundial de la época era la que oponía al fascismo
ya la democracia'l.P estos documentos declaraban:
"1l
[...] el nuevo partido de la revolución no debe ser un partido ex-
clusivo del proletariado; debe ser un partido que asocie a los prin-
cipales sectores del pueblo de México en una alianza vigorosa para
combatir a la reacción y al fascismo [...].14
El papel del proletariado en este partido, el Frente Popular rnexi-
cano, es entonces especificado:
J
• [...] seremos los mejores soldados del nuevo partido, sin ambicio-
nes, sin preocupación de sitio o facción; sólo reclamaremos el dere-
cho de estar siempre en la vanguardia y la facultad de cumplir con
nuestro deber antes que otro sector.t''
Ya hemos visto cómo la caracterización de "burgués y nacional-refor-
mista" que el peM dio al régimen cardenista antes de la adopción de la
"unidad a toda costa" se transformó en "nacional-revolucionario" a par-
tir de junio de 1937. Vimos igualmente cómo este cambio en la caracte-
_ .. ~-----
 - -
rización del reg¡men provocó el de la política del PCM hacia el partido
en el poder, e! gobierno y e! Estado, la cual pasó de un "apoyo crítico"
en 1936 a un "apoyo condicionado" en enero de 1937, y a un "apoyo
total" después de junio de 1937.. , 1
En diciembre de 1937, después de! anuncio de Cárdenas de la pro-
xima transformación del PNR en un nuevo partido de Frente Popular,
el PCM declaró:
/ PCM apoyó la candidatura de Manuel Ávila Carnacho en una campaña
El nuevo PNR será "la muralla de acero" contra la reacción. Es ne-
cesario que los miembros del nuevo partido sean obreros, cao:pesi-
nos, empleados, mujeres, trabajadores intelectuales, agrupaCIo~es
de juventud y soldados de! ejército. Sostendremos al nuevo partido
y cooperaremos con él.l!
Al mismo tiempo que proclamaba su independencia política y la de
la clase obrera frente 31 partido del gobierno y del Estado, en enero
de 1938 e! PO! aceptó adherirse al PR~1.
El nuevo partido =-escribia El Machete-s- deberá tener estatutos ge-
nerales; ya que será un partido no de clase sino de coalición. Pero, al
mismo tiempo, las organizaciones que lo integren deberán gozar de
la independencia necesaria par3 resolver sus problemas internos,
porque es evidente que las organizaciones obreras no renunciarán
nunca a su independencia de clase. [...] la clase obrera tendrá que
l.
mantener su ideología y su programa propios, cuyo objetivo histó-
rico final es el socialismo.
Una afirmación que no impedía la siguiente: el pleno de! cc acep-
ta las resoluciones de! buró político de septiembre de 1937,
que implican la posibilidad y la conveniencia de la adhesión de
nuestro Partido en masa al PRN. [... ] Pero no haremos de este pro-
blema un motivo de disputa. Estamos prontos a dar nuestro respal-
do y nuestra cooperación p3ra el éxito de la medida propuesta por
el general Cárdenas, cualquiera que sea la actitud de los dirigentes
del Partido Nacional Revolucionario ante nosotros.v
Para el PC:--! no existía contradicción entre la adhesión al nuevo
PRM y la preservación de su independencia de clase, ya que el nue-
vo PRM sería el Frente Popular y e! "único partido de la clase obre-
ra en México era el PC;"!, cuvo programa era la transformación re-
volucionaria de la sociedad c;pitalista en una sociedad socialista"
268
Una vez creado e! PR~!, el PC~! saludó su constitución y la expro-
piación petrolera como los dos eventos más importantes de la política
cardenista, y anunció oficialmente que aceptaba la declaración de
principios, 13 disciplina y los estatutos del nuevo partido. Declaró ade-
I más que en 13s próximas elecciones presidenciales no apoyaría a nin-
gún candidato que no fuera del PRM.
Como lo vimos, de acuerdo a estas declaraciones de 1939-1940, el
militante que era la concretizació n de la política de la "unidad a toda
costa".
Siguiendo 13 misma línea, el 3 de marzo de 1940 La Voz de México
tomó la defensa del gobierno contra 13 derecha, que lo acusaba de ser
comunista. Explicó la diferencia que existía entre una política comunista
y una política que permanecía "en el reducido marco del régimen capi-
talista", y definió la "táctica" del PO! para el periodo final del régimen.
El gobierno de Cárdenas no ha llevado a cabo ninguna medida so-
cialista, escribió el autor anónimo del arúculo de La Voz de México,
pero, que el gobierno de Cárdenas no sea un gobierno comunis-
ta, que en la obra de Cárdenas no haya COMUNISTAS [sic], no sig-
nifica que el régimen de Cárdenas no contenga logros pro-
gresistas, que no haya hecho progresos revolucionarios. Al contra-
rio [... ] con el apoyo de los obreros y de las masas campesinas, la
política de Cárdenas hizo avanzar la revolución democrático-bur-
guesa en el terreno agrario y en el de la liberación nacional. [... ]
A pesar de sus contradicciones,
Gobierno
bajo la presión de las masas, el
de Cárdenas jugó y puede seguir jugando un papel
progresista.
He ahí justamente el motivo principal que determina la actual
táctica del Partido Comunista: lograr, con la movilización de las
masas [... ] que el 3pOyO y la presión de éstas ayude y determine
al gobierno de Cárdenas a marchar consecuentemente en el ca-
mino revolucionario y deshacerse del lazo reaccionario que lo ro-
dea.20
No podemos sino preguntarnos cómo es que e! pc;,,! pensaba lograr
movilizar a las masas en favor del gobierno, cuando éste no sólo las
había desmovilizado durante los dos últimos años, sino que, además,
al someterse completamente a él, el PC~! prácticamente había dejado
de existir entre 1938 y 1940. Los siguientes propósitos, sostenidos en
el momento de la fundación del PR~!, pertenecen al secretario general
.19 de! PCM:
269
 - - -- i,
-
En esta coalición de fuerzas populares, en esta concentración orga- "No sabemos", añadió Lombardo, "cuál será la actitud final de las
nizada del pueblo, nosotros los comunistas pedimos solamente un ~mpr~sa;; petroleras: pero sabemos que Cárdenas no cederá ante el
puesto de lucha y de peligro. imperialismo ext.r~njero .. La actitud de Cárdenas, concluyó, no es un
Queremos cooperar, queremos servir, queremos ser útiles a la acto de provocacJOn; ~s ~~mplemente la defensa de la ley mexicana."
revolución y a su gobierno, al pueblo y a la patria. Cuando la expropiacion fue un hecho, los artículos que le consa-
Queremos que se nos permita arrimar el hombro y poner el pe-
cho en la obra y en la lucha cornún.?'
/
Más que una caracterización política del régimen cardenista, lo que
el estudio de los escritos de Lornbardo y del PCM sobre este tema re-
¡ graron E:l Pop1~la: y Futuro abordaron tanto las relaciones entre Méxi-
c~ y el ImpenalIsmo, com~ la defensa de las organizaciones obreras
f¡e~te a. una ?u:guesla nacional, que veía en la eliminación del corn-
pe~?or unpenalIsta. la mejor oportunidad de rernplazarlo en la explo-
ta:lOn de los trabapd?res. Los dos órganos lombardistas condenaban
vela es su posición política: si en general definían al presidente mexi- aSI el alza de los 'precIOs y la especulación monetaria y financiera que
cano como un "hombre honesto al servicio de las grandes masas", a estallaron después de la expropiación, como una verdadera traición
su partido lo definían corno el Frente Popular mexicano y a su régi- por pa.rte d.e la burguesía nacional, que se aprovechaba del sentimien-
men como el gobierno del Frente Popular, del que --de acuerdo a la ~~ naclOnal~sta despertado por la medida adoptada contra las compa-
teoría del Frente Popular- todas las organizaciones obreras deberían mas extranjeras.
formar parte y ante quien, a pesar de sus discursos independentistas, El "pensamiento de izquierda debe hablar claramente" declaraba
éstas debían someterse sin reticencias. F.lItur~,: "L: lucha de clases subsistirá mientras subsistan la~ clases so-
ciales .23 SlI1 embargo, hoy en día

LA,. EXPROPIACIÓN PETROLERA Y EL I~!PERL\LISMO
La expropiación del petróleo constituyó el enfrentamiento central del
régimen cardenista con el imperialismo. El análisis de la conducta po-
lítica hacia México de las dos grandes potencias de la época, Gran
Bretaña y Estados Unidos, nos permite descubrir la posición política
de las diversas corrientes democráticas y obreras mexicanas frente al
imperialismo.
Desde enero de 1938 Lornbardo hizo declaraciones importantes en
el seno de la CT~! sobre su posición hacia el conflicto petrolero que
I1 agitaba a México desde hacía más de un año. Era aún imposible sa-
" ber si la decisión final sería la nacionalización, pero los. organismos
oficiales de arbitraje ya se habían pronunciado en favor de los traba-
jadores y sus reivindicaciones.
[... ] frente a la lucha imperialista, la única táctica de lucha posible
es la táctica de un Frente Popular. Córno
é realizar la táctica del
Frente Popular frente a la actitud de las empresas imperialistas
del petróleo? Ligando los intereses del movimiento obrero y del
pueblo de México, junto con los intereses del gobierno nacional;
hacer un frente común del sector proletario y el pueblo, frente a
las empresas impe rialistas.F
[...] el proletariado y.l?s elementos populares todos están obligados
a co~centa.r, su at~ncJOn y sus energías en la lucha antimperialista
pro-hber~clOn nacional, dando a la integración de una patria mejor
el ~onte:lldo de una lucha obr<:r~ y popular emancipadora y revo-
I~CI~nana [... ] a fin .d~ ~...] resistir con éxito las acometidas irnpe-
rialistas, que se han iniciado con la suspensión de compras de plata
mexícana.>
Sabemos qu~ una de las p~il~,eras medidas de represalia america-
nas fue anunciada por la decisión, comunicada por Morgenthau de
suspender !a~ compras mensuales de plata mexicana. Pero esta a'me-
naza fue rapldame:-lte se~uid~ por la declaración de Roosevelt, quien
aseguraba. q~7 nadie pO~la criticarle a México el derecho de decretar
I~ expropIacl<?n por motIVOS de beneficio público. Por su parte ya lo
VImos, el gobIerno británico amenazaba. '
Es claro, declaraba F.uturo, que México debe la posición final de la
C:asa Blanca a ,los conflictos entre los diferentes sectores de la burgue-
sl,a ~orteamencana; pero, añadía, se la debe también a la presión
ejer~~da ~obl:e R~?sevelt por la opinión pública norteamericana libe-
ral, de Izquler.d,a ', a la ~u.e le importa defender a los países oprimi-
dos de la agreslOnllnpenalIsta.25
Muchos tienen una fe ciega en Roosevelt -escribía FutUTO-. La

271
------_._---"_._-------
---------••------------'~I------~-
represalia que ejerció con la suspenslOn de las comp~as de. p!ata
esar de todo es el jefe de un Estado imperialista.
d escu b re que a P d b bT
Sin embargo, mientras él esté en el pode~ hay gran es pr? a I 1-
dades de que la revolución mexicana no m~ente ser deteOl;ia por
los Estados Unidos. Lo malo es que no existe una gar~ntla su~-
cientemente sólida de que los nuevos regímenes estadou?lden~es. si-
gan.la línea de Roosevelt. De tal ma~era, la lucha antlmpenahsta
no se va a amenguar, sino que en ciertos .aspectos hasta se va a
agudizar. Esto debe saberlo el pueblo trabajador, para que temple
su'
ánimo y sus armas ~6
En cuanto a la formulación de las declaraciones del gobi~rno de
Chamberlain, el mensual lombardista pensaba qu.e éstas er~n Sl~ du?a
al una una consecuenCia de las firmes declaraciones no interv enero-
ni~tas de Roosevelt. Prueba de ello -~e. I~e. en FUl~iro- e~ que, an~es
de estas declaraciones, el gobierno britáruco habla qu~nd? hacerse
representar en este conflicto por washington. Hoy en día, sin embar-
go ~oncluía Fuiuro-«,
[...] el gobierno inglés sabe que está solo en sus ~esignios de agre-
sión contra México. Esto [... ] es de una gran ImportanCIa para
nuestro país. ..'
Por otra pa!"te, la nota del gobierno británico es un~ mstan~la
improcedente v absurda a la luz del derecho y la I}lo~al mternaCiO-
nales. tanto porque siendo la Compañí.a ["..] El ~Ulla S,. A.., .una
empresa de nacionalidad mexicana, .mngun gobierno extranJ~I:~
puede intervenir en defensa de la misma, respecto de un pro
ma relacionado ~on los intereses de dicha compañía, cuan~o porque
el tono en que está concebida esa nota rebasa las formal.ldades de
respeto y consideración en que deben tratarse I~s cuestIones q~e
un Estado le plantea a otro. [...] Ante I~s agr~slO~es brutales
Hitler, de Mussolini y del Mikado, el gobierno inglés ha usad~ e~-
trema complacencia. y ahora, pretendiendo van~mente re.asUlI1l: sU
antigua soberbia imperialista, en un gesto. ~e lmpotenCl~ rab~o:
emplea términos desmedidos ante una nacion que no. solo n to
agresora sino que se ha mantenido dentro de un estricto r~spe 1
mo
en la convivencia internacional. Naturalm~nte p<:>r,ese ;am
gobierno inglés desemboca en el más estrepitoso ridículo."
En virtud de la "inefable estupidez británica", conc.luía Futuro, .\-I~xico,
que no podía reducir su dependencia más que vendiendo su petr?le~ a
varias naciones, se verá obligado a vendérselo enteramente o casi a OS
¡
¡
.J
1; 1
Estados Unidos, a pesar de la reafirrnación que esta medida provocará
en la posición preponderante norteamericana en su economía.
; Resumamos: los lornbardistas dividieron en dos su análisis de las
'.,11 consecuencias de la nacionalización del petróleo: los conflictos de cla-
se internos por una parte, y los conflictos entre México y las dos pa-
tencias imperialistas por la otra. A nivel interno previeron el refuerzo
i económico de la burguesía conservadora y proclamaron que el Frente
j Popular era el instrumento de lucha de los trabajadores contra los
, posibles abusos del sector burgués. A nivel internacional condenaron
1, la política del boicot del gobierno británico y de las poderosas compa-
ñías inglesas, norteamericanas y holandesas expropiadas. Por otra
! p~rte, las conclusiones que extrajeron acerca de la posición del go-
I bierno de Roosevelt eran tan ambigüas como esta última: al recono-
1 cer en la primera actitud de ese gobierno una actitud propia de su
l' carácter de representante de un Estado imperialista y al concluir, sin
embargo, que los Estados Unidos eran la única potencia que podía
decidir c?mprar el petróleo mexicano, anularon totalmente su primer
¡ razonanue nto remplazándolo por una confianza en el carácter progre-
sista, democrático, a ntifascista del régimen rcoseveltiano al que identi-
ficaban así con el de Cárdenas.
En cuanto al PC~!, salta a la visra la total falta de análisis que caracte-
rizaba a sus artículos y a sus declaraciones de la época sobre la situación
de las relaciones entre México y el imperialismo a partir de la ex"ropia-
ción petrolera. Los breves párrafos siguientes resumen de hecho el con-
junto de las opiniones comunistas sobre el tema.
Los artículos del órgano de prensa del po.! y las declaraciones de
sus militantes se limitaban a apoyar la medida cardcnista hasta el fi-
nal, pero sin introducir los matices que los lornbardisras introducían
en cuanto a los efectos y al papel de la nacionalización sobre las dife-
rentes clases sociales y en cuanto a las contradicciones internas entre
e los imperialismos.
A raíz de la fundación del PR~!, Laborde, por ejemplo, escribía:
La política revolucionaria y patriótica del presidente Cárdenas ha
tenido la virtud de ampliar el frente único del pueblo, que no se
reduce a las organizaciones de izquierda, a los sectores obrero,
campesino y de la clase media, sino que en el caso del petróleo
e
abarca de hecho a grupos hnsta hoy vacilantes y aun de tendencias
retardatarias, C01110 son algunas organizaciones estudiantiles y uni-
versidades autónomas, así COIllO sectores capitalistas, la Confedera-
ción de Cámaras de Comercio, algunos patrones, industriales,
etcétera. ~8
000
I•••••••••• -------------------~·
y en una entrevista del mes de mayo de 1939 para el Dail» Wor~e:,
el mismo Laborde declaró que México debía acercarse a. Es~dos U ru-
dos para contrarrestar la penetración de los países ~otahtarI?s, y que
la mejor manera en que el gobierno de Estados UDl~OS podía ayudar
a México era ejerciendo una presión sobre sus propIas empresa~ pe-
troleras para que aceptaran asegurar la venta del petróleo meXIGlIlO
a los países democráticos. ~ "<,
LAS ADMINISTRACIONES OBRER-\S DE L-\S EMPRESAS NACIONALIZAD,\.';
Contrariamente al tema anterior, sobr~ la administración obrera el
vacío en los análisis no e encontraba tanto en los órganos del PCM
sino en los lombardistas. La razón de este fenómeno parece evidente:
Lombardo y la dirección ceternista eran los principale,s participantes
de la dirección de las administraciones obreras; no podían por lo tan-
to ser sus observadores, ni mucho menos sus jueces. , En primer lugar, e! hecho de que una empresa sea: -administrada
Después de la nacionalización de los ferrocarriles, e! POI se dccl~lro
en favor de la administración obrera, y después del Consejo cetell\l:-,ta
de la "unidad a toda costa", Laborde escribió:
Así, los trabajadores ferrocarrileros podrán formarse y entrena~se
en el manejo de la empresa. [...] [En virtud de que otras pequenas
empresas se encuentran ya en manos de sus trabajadores] debemos
admitir que todo esto no significa sino que se están produ~lendo
los primeros intentos para la transmisión oportuna de las (J¡fer.en-
tes ramas de la economía nacional a la clase obrera, en un lllvel
más avanzado de la revolució n.P?
Algunos meses más tarde, enfrentado a los grandes problemas. ~e
una empresa en bancarrota y que debía pagar una indemnlZ4lClO?
muy alta, el PCM matizó su apoyo a esta medida. Valentín Campa,. di-
rig~nte comunis~ de los fe~roca.rrileros, esc:ibía: tant.o .el bOl~Ot e{~~
cido por los antiguos propietarIos y la antigua administracicn ,d
empresa como la disminución de sus entradas netas, provocaran un
déficit demasiado importante. La empresa puede sostener todos. sUS -
gastos excepto los que CGrresponden a la indem?ización y a s~. Jl1~~
reses. El gobierno debe decretar o una moratoria o la suspenslO~
esta deuda. Si no es posible, hay que imponer a los antiguos rrople~-
rios el pago de una mínima suma anual, para que nuestro defi.ICltdlS- _ ~.
" di para sa 11" 1
minuya. Estos -agregaba Campa- son los Ul1lCOSme lOS
adelante ya que, corriendo el riesgo de provocar e! descontento de _c
974
,
I
¡ población hacia las administraciones obreras, no podemos aumentar
las tarifas generales. Lo que hay que hacer, por el contrario, es au-
mentar las tarifas proteccionistas de las empresas mineras, anular las
J tarif~ especiales a las compa~ías plataneras y azucareras y reducir los
salarios de nuestros altos funcionarios. Las ganancias así obtenidas de-
berán ser reinvertidas en la construcción y reconstrucción de nuestro
equipo técnico."
. ~n po~o más de un año más tarde, cuando la experiencia de la ad-
ministración obrera o la de la "administración mixta" de la industria
petrolera habían sido sometidas a prueba, el texto de Laborde "Uni-
dos tras un solo candidato para derrotar a la reacción" concentró las
conclusiones del PCM al respecto.
La función de la defensa de los intereses de los obreros y la de la
administración de la empresa son incompatibles para el sindicato, de-
claraba el secretario del re.
por el sindicato suprime o restringe la función principal del sindi-
cato que es la de defender los intereses de la clase obrera. En el
mejor de los casos, desdobla la personalidad del sindicato, que aca-
ba por ser al mismo tiempo el defensor de los trabajadores y del
administrador; es decir, el defensor de la empresa. Una de estas
funciones entra inevitablemente en conflicto con la otra y el sindi-
cato debe escoger entre la empresa y los trabajadores. Y es probla-
ble que, como está dedicado a la tarea de hacer triunfar a la
administración, abandone los intereses de los obreros. Esto es par-
ticularmente inadmisible en un régimen capitalista -y México si-
gue siendo un país capitalista. Y es tanto más peligroso cuanto que
hay una crisis económica y que uno de los dos factores, ya sea la
empresa o sus obreros, debe sufrir las consecuencias.
El mejor ejemplo es el de Ferrocarriles Nacionales [...] [donde]
el resultado [del déficit] es el descontento de los trabajadores y la
pérdida del prestigio por parte de los dirigentes, incluyendo a los
dirigentes comunistas.
En segundo lugar -añadía Laborde- la administración obrera
d~scentraliza y dispersa la economía en vez de centralizarla y orga-
nizarla, cosa que es una condición básica para el progreso econó-
mico, y sin la cual no se puede pensar en serio en la perspectiva
o:: de! socialismo.
Esta descentralización presenta muchos inconvenientes: [...] en las
condiciones de la revolución democrático-burguesa, que es el caso
la .
de México, la administración obrera impide la coordinación de to-
- ---------- _._. - -- _. -- --- .. --~--- -
2 ---,""'''''--
das las ramas de la economía. Impide pues aprovechar al máximo
los recursos del país y acelerar la industrialización, el progreso eco-
nómico y la liberación nacional [... ].32
Es el Estado, con la colaboración del sindicato, el que debe tomar
en sus manos la administración de las empresas nacionalizadas, con-
cluía Laborde.
El pleno del mes de octubre se pronunció por la administración
del Estado, con la cooperación del sindicato, el cual debe propor-
cionar una parte de los funcionarios para la administración de la
empresa, bajo un sistema de contr.ol obrer? El. control ~b~ero per-
mite al sindicato conocer el manejo y la situación eco no mica de la
empresa, elaborar y fundamentar así las demandas ~e los trabaJ~-
dores y ejercer una presión para que la empresa realice una políti-
ca revolucionaria al servicio del pueblo [... ].33
Nuestro partido debe entablar sin tardanza una discusión espe-
cial sobre el control obrero para establecer su forma y sus funcio-
nes concretas. La objeción según la cual no existe g~rantía algun.a
contra una posible política conservadora o reac~ionana de I~ ad~l-
nistración del Estado tiene muy poco peso. Paramos de la srtuacio n
concreta de México, con su revolución en marcha. Además, la me-
jor garantía para los trabajadores reside en la fuerza de su organi-
zación y en su combatividad [...]. . .
Esto -proseguía el secretario del PCM- evidentemente r:o s~gnI-
fica que podamos aceptar de manera más o menos ~ransltona la
existencia de una administración obrera tal y como existe ahora en
Ferrocarriles Nacionales, ni tampoco que en ciertos casos excepci~-
nales podamos aceptar que se preseIl:te bajo la forma de coc:peratl-
vas; por ejemplo, ahí donde el gobierno rechaza o no esta capa-
citado para tomar en sus manos la administración y los obreros se
encuentren confrontados con la amenaza de la desaparición de su
fuente de trabajo.>'
Tras un importante esfuerzo de reflexión, impuesto sin duda por la
realidad cotidiana de los trabajadores enfrentados al reto de sacar
adelante empresas en quiebra o en proceso de construcción o d~ re:
construcción, la posición del PCM en este terreno no sólo ev~lllClono
independientemente de los intereses políticos dictados al parado des-
de el exterior, sino que era difente de la de Lombardo y de -la del
régimen: el sindicato no podía ser al mismo tiempo defensor de los
intereses de los trabajadores y de los de la empresa, pensaban los co-
J
••. ....:9:L.7.u6"-- . _._------ -----_. __.. _-
munistas mexicanos. Si las empresas nacionalizadas trabajaban para el
bienestar público, su ad:ninistrador debía ser el Estado; mientras que
los obreros debían participar en la gestión de la empresa organizada
bajo un sistema de "control obrero", cuya forma y funciones estaban
vagamente especificadas ya que el partido no las había discutido aún.
LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL DE 1940
El PCM y Lombardo formaron parte -y ml.}y activa- en la campaña
electoral de uno de los candidatos, Manuel Avila Camacho; de ahí que
en sus posiciones acerca de las elecciones presidenciales sea imposible
separar la acción de ambos de sus respectivos escritos y declaraciones.
Recordemos que los dos principales precandidatos del PRM renun-
ciaron a sus cargos ministeriales a fines de enero de 1939, en la cam-
paña electoral. En febrero de 1939, el Consejo Nacional Extraordina-
rio de la CTM, dedicado a la sucesión presidencial, se declaró en favor
de la candidatura de Ávila Carnacho. Lombardo marcó la línea ávila-
carnachista al pronunciar un discurso cuyos argumentos centrales esta-
rían concentrados más adelante en un artículo de Futuro:
o la revolución continúa su marcha salvándose, o la revolución re-
trocede perdiéndose: he ahí el dilema. Así lo entendió, desde el
primer momento, la clase obrera. [oO.] .
La contienda era de principios, más que de hombres. De Ideales,
más que de individuos. [.oO] el proletariado organizado de México
no vaciló un momento en hacer suya la candidatura del abandera-
do de la revolución, Manuel Ávila Carnacho, y en repudiar, con-
cienzuda y decididamente, a Juan Andrew Almazán, portaestandarte
de la reaccion.s-
En este mismo discurso y jugando con la carta del político modes~o
y sin ambiciones personales, Lombardo rechazó pr~se~tar su propia
candidatura, como se lo habían propuesto algunos sindicatos, p~rque
un "socialista marxista como él no podía estar al frente del gobierno
de una nación para la que no sonaba aún la hora de instaurar el ré-
gimen socialista".36. .
La victoria del ávilacarnachismo en el seno de la CTM' no fue sm
embargo el producto de una consulta democrática. "En vista de que
dentro de la misma CTM no había unanimidad [...] puesto que muchos
sindicatos no sentían simpatía por él [Ávila Carnacho] -escribe Jorge
Basurto-, [en el consejo extraordinario] se tomó también el acuerdo
277
.2
- - - - - - - - - -
----------------------4I4f.---------- ---------------------
-
de imponer a todos sus miembros la obligación de guiarse, en cues-
tiones políticas, por las directivas de los altos líderes de esa central, so
pretexto de mantener el 'frente único' de la revolución mexicana't.?
A partir de febrero de 1939, la CTM defendería entonces la candi-
datura de la derecha del PR~!, presentando a Avila Camacho como un
soldado ejemplar y como un hombre íntegro, pero sin referirse jamás
a su historia política --que siempre se había inclinado por los sectores
y las medidas conservadoras- y uno de cuyos episodios era la com-
plicidad con la rebelión de Cedillo.~
Acerca de la candidatura de Múgica, cuyas relaciones con Lornbar-
do se habían tensado aún más desde el papel que este último había
jugado ante la concesión del visado a Trots k y.P? el jefe de la CTM di-
ría muchos años más tarde:
por Cárdenas ['0']' Es necesario, como el pueblo lo quiere, conti-
nuar esta obra sin interrupción, hasta conquistar totalmente los
propósitos de la revolución misma;"
En el PCM, la discusión acerca de la sucesiou presidencial se re-
montaba a 1937, por lo que produjo una abundante literatura sobre
las elecciones presidenciales de 1940.
En el momento del conflicto que precedió al Consejo ceternista de
la "unidad a toda costa" de junio de 1937, e! agente de los "servicios
especiales" de Múgica en Ferrocarriles Nacionales le hizo llegar a su
jefe un informe acerca de una importante reunión comunista presidi-
da por Campa, en la que Lornbardo se encontraba presente, y que
empezaba por situar las tendencias políticas nacionales:

[Múgica] no contaba más que con el apoyo de una minoría [-..]. el cardenismo [está] [...] dividido en dos grandes grupos muy bien
Por supuesto que se trataba de un hombre limpio, honesto y, en definidos; las derechas, en las cuales cataloga el partido al propio
cierto sentido, radical. No era un socialista, era otro tipo de hom- general Cedillo, al general [Manuel] Avila Carnacho, de Guerra y
bre; pero su candidatura carecía de bases. [... ] Tampoco creo que Marina, al gober!1ador Anacleto Guerrero de Nuevo León; al gene-
haya sido comunista porque influyó mucho para que Trotsky ob- ral [Maximino] Avila Carnacho, el gobernador de Puebla; a Barba
tuviera el asilo en México. [...] El hecho es que Cárdenas estuvo González, etcétera, y las izquierdas, en las cuales quedan compren-
de acuerdo con la candidatura de Avila Camacho y la sos- didos el general Francisco J Múgica, el licenciado Vázquez Vela, e!
tuvo abiertamente porque seguramente consideró que el sucesor gobernador de Yucatán Palomo Valencia, etcétera. 42
debía unir a todas las fuerzas frente a unpeligro real que todos
percibíamos. Después de la violenta polémica que estalló en esta reurno n a raíz
Múgica era un hombre cuyos méritos no pueden ponerse en del desacuerdo de Lornbardo Toledano sobre la división de! cardenis-
duda, pero era un individualista feroz. Pensaba que sus opiniones mo en derecha e izquierda -ai1ade el informe entregado a Múgica-
eran las únicas posibles y, por este motivo, no contaba con el e! PC~I procedió a hace.r su aurocrírica=' y concluyó que para rectificar
apoyo de un gran número de organizaciones. Conducir a la revo- sus errores era necesario
lución mexicana más allá. Có mo? ¿Hasta dónde? ¿Frente a la
é

Segunda Guerra Mundial? Todo esto era infantilismo p uro."? trabajar intensamente por la formación del Frente Popular mexica-
no, con el Partido Nacional Revolucionario, sin distinción de los
La exaltada participación de Lornbardo en la campaña electoral de elementos que lo componen; es decir, con la totalidad de sus ele-
aquel al que llamaba "el continuador de la obra carde nista", lo con- mentos, desde Barba Conzrilez, hasta los cedillistas. En estas condi-
duciría a declararse carde nista: ciones, cuando el Frente Popular mexicano llegue a las próximas
elecciones presidenciales, es MUY POSIBLE Y SE .-\D~!ITE AÚN QUE SU
[...] ¿Cuál orden quieren los enemigos de la clase trabajadora que CANDIDATO NO SF_-\ UN ELE!\!ENTO DEFINIDO DE IZQUIERDA [sic], si-
se conquiste en México [...]? -preguntó Lombardo a la multitud no un elemento de los que el Partido señala como de derecha.
reunida en un mitin ávilacamachista- ¿El orden de Porfirio Díaz? Ahora bien, en este caso los organismos obreros garantizarán la lí-
¿El orden social de Victoriano Huerta? ¿Cuál orden quiere el pue- nea de izquierda de! nuevo gobierno por conducto del Frente Po-
blo? [La multitud contesta "El de Cárdenas"]. Sí -ailadió Lornbar- pular mexicano, radicalizándolo paulatinamente.:"
do-, el de Cárdenas, es decir, el nuevo orden social del pueblo
mexicano [...]. Nosotros somos cardenistas por la obra cumplida El principio fre ntepopulisra enunciado en esta reunión se convirtió

278 - 0 - • • • __ •• -- -- .----.
279
- - -
en 1939-1940 en la base de la política electoral de los comunistas me-
xicanos.
La campaña electoral del PCM arrancó al mismo tiempo que la del
PR~1. A finales de enero de 1939 ~pareció un folleto escrito por La-
borde en el que el PC~( se unía a las declaraciones de Cárdenas, en el
sentido de que en el programa del partido era necesario darle priori-
dad al problema de la elección del candidato. Habiéndose unido total-
mente entre 1937 y 1939 a las posiciones lornbardistas, el PCM expre-
só, bajo la pluma de su secretario general, que no había que caer en
el error sectario de dividir a los dos candidatos del PRM y a los secto-
res que éstos representaban tanto en su derecha como en su izquier-
da. Le aconsejó así al Congreso del partido en el poder que no se
pronunciara en favor de ningún candidato hasta que llegara a deter-
minar cuál era el "sentimiento de las masas", le propuso un progra-
ma de gobierno,~5 y concluyó que si el Congreso del PRM aceptaba sus
proposiciones, el PCM sostendría al candidato "perrernista" cuando és-
te fuera designado.w
Ello. de mayo, Laborde declaró ante el corresponsal del Daily
Worker que, con la ayuda de Trotsky, la reacción quería unificarse en
torno a un solo candidato: Alrnazán. Es debido a este peligro "fascis-
ta", añadió Laborde, que el POI
[...] lanzó y mantiene su consigna: "Uníos tras un solo candidato
para Derrotar a la Reacción". La Confederación Campesina, fuer-
zas decisivas del Partido de la Revolución Mexicana, han tomado
ya posición por Avila Camacho. Nuestro partido lucha por la uni-
dad de ambas organizaciones y de todas las fuerzas del PR~I a base
de un entendimiento de Avila Carnacho con Múgica, ya que ambos
representan el movimiento carde nista."?
Declarándose sorprendido por los ataques de los que el PC era ob-
jeto por parte de los directores del comité pro-Múgica, que lo acusa-
ban de ser enemigo de su candidato, Vicente Guerra, otro militante
comunista, manifestó no comprender los ataques ya que el PC~I no
había hecho más que dar les a sus militantes de la CT~( y de la Fede-
ración de Trabajadores al Servicio del Estado la consigna de discipli-
narse a las decisiones electorales de sus direcciones sindicales.:"
y en junio de 1939, sin esperar siquiera a que el PRM se pronun-
ciara oficialmente pOI· alguno de sus dos candidatos.w Laborde pudo
declarar que, frente al peligro que encarnaban Alrnazán y Magaña, la
posición conciliadora del PCM había cambiado. Este razonamiento es-
taba construido alrededor de algunos giros complicados que incluían
280
-- - - - ._---
-
una autocrítica del PC~I por no haber sabido denunciar ciertos proce-
dimientos antidemocráticos y a ciertos personajes reaccionarios del
ávilacarnachismo; una autocrítica por no haber manejado con la sufi-
ciente prudencia los efectos perniciosos provocados en las tendencias
izquierdizantes del mugiquismo por la provocación de Trotsky y de
Rivera.v una arenga a los trabajadores para que conservaran su inde-
pendencia de clase, es decir, en este caso, para no dividirse nunca ni
"ligar definitivamente su destino a ninguno de los precandidatos, ya
que ninguno de ellos era un verdadero representante del proletaria-
do";51 y un recordatorio "innecesario" sobre la independencia política
a la que el único partido obrero de México, el PCM, no renunciaría
jamás.52
Después de lo cual concluía:
¿Por qué se insi~te en que Múgica es de izquierda y Ávila Camacho
de derecha, si Avila Camacho lo apoyan la CTM y la CNC? ¿Cómo
podemos calificar de candidato derechista al hombre que goza del
apoyo de la izquierda? Para nosotros, el PRM en su conjunto es la
izquierda y sus enemigos son la derecha.P
Después de todos estos mala bares, el PCM llegó a la Convención
perremista de julio con la misma conclusión electoralista que Cárde-
nas, quien había guardado silencio sobre la elección de su candidato
desde el principio de la campaña, y de una CTM que, sin incomodo
alguno, se había pronunciado desde el principio.
Al igual que en otros terrenos de la política nacional, alinearse so-
bre las mismas posiciones que el gobierno y los grandes dirigentes
sindicales no le garantizaría al POI un lugar de honor en el desarro-
llo de los sucesos. En el caso de la sucesión presidencial, a pesar de
que Lombarda no logró salir sano y salvo de los ataques de los mugi-
quistas, que estaban indignados por lo que llamaban la "traición de
las organizaciones obreras y sindicales de sus principios de izquierda",
la principal víctima de estos ataques fue el Partido Comunista Mexi-
cano: el 13 de julio, Múgica le escribió a su fiel partidario, Pedro Ma-
zó n, una carta en la cual acusaba al PC~I de ser un "partido de van-
guardia que lanzaba una orden propia a un grupo de gente
anodina'l.>" El 14 de julio, en la declaración donde hizo público su re-
tiro de la competencia electoral, lanzó un violento requisitorio contra
los procedimientos del PR~( y acusó al PCM y "a los que controlaban
las centrales obreras y campesinas" de haberse aliado a los "políticos
profesionales y a los poderes públicos en los estados'l.P
281
2
EL SEGUNDO PLAN SEXENAL
Programa de gobierno del PR~ara el sexenio 1940-1946, el segundo
Plan Sexenal fue votado en 1939. o
A este plan, edificado sobre los principios básicos del carde nismo,
Lombarda y la CTM se adhirieron enteramente, tanto a su postulado
como a sus propuestas, de las cuales las más importantes atañían a
los terrenos agrícola e industrial.
Como introducción general a sus diversos capítulos, el Plan Sexenal
anunciaba que el PR~1creía en la democracia, pero no en el sentido for-
mal del término, que no tomaba en cuenta el hecho de que la verdadera
democracia no podía construirse más que sobre Olabase de un sistema
económico y social equilibrado .. Asimismo, acordaba al Estado el papel
de guardián del equilibrio es decir, único elemento capaz de crear los
fundamentos de la verdadera democracia. El movimiento revolucionario
obrero -declaraba el Plan- es la ..forma actual del proceso histórico de
la lucl~a popular" que, habiendo derrocado a una dictadura, pelea por la
conqUIsta a corto plazo de la democracia liberal, construida en
base a la independencia económica de la nación, como un paso indis-
pensable en la marcha hacia una democracia de los trabajadores:
El Partido de la Revolución Mexicana reconoce la realidad actual
de la lucha de las clases [...]; admite que aquella lucha debe reali-
zarse en el periodo a que este Plan se refiere, sin pensar que sea
posible o aconsejable forzaría hasta sus consecuencias últimas, pues-
to que la oportunidad histórica señala como previa la reparación
gradual de injusticias sociales y la necesidad de hacer de México
una patria fuerte, rica, capaz de sustraerse a influencias extrañas
que puedan entorpecer su transformación interna. 56
El movimiento revolucionario se encuentra en este momento tan
sólidamente implantado en la sociedad que ya no tiene por qué temer
la pérdida de sus conquistas fundamentales y puede por lo tanto con-
vocar a todas las fuerzas nacionales -incluyendo a la iniciativa priva-
d:l- a unirse al esfuerzo del desarrollo de la economía, precisaba la
introducción.
Añadía: el progr:lma ,del próximo gobierno está caracterizado por
su sentido humanista. Este se traduce en el hecho de que el creci-
miento del Estado, el progreso económico y el desarrollo cultural son
concebidos como medios para alcanzar el progreso, que no es sino
una abundancia cada vez mayor de bienes, distribuida equitativamente
entre un número cada vez mayor de seres humanos.
282
La flexibilidad del Plan Sexenal, concluía la introducción, es gr<tI1-
de. No está "limitada más que por el marco de nuestras instituciones
que evolucionan pero que no pueden ser quebradas de improviso" y
por la capacidad de los recursos materiales del Estado,"?
Tres meses más tarde, analizando en un discurso la política nacio-
nal, Lombarda expresaba su posición sobre ciertos aspectos abordados
por el Plan Sexenal, entre los cuales la reforma agraria, el problema
de los indios, la educación, las metas de un programa revolucionario
y los medios para alcanzarlos.
El problema actual de México =-decía Lombarda- no es solamen-
te un problema de hombres, sino un problema de trayectoria. El tra-
bajo necesario para alcanzar la meta anhelada, es decir, eliminar to-
das las formas de miseria y de ignorancia del pueblo en ciertos
terrenos, ni siquiera ha sido emprendido todavía.
La primera tarea por realizar -añadía Lombarda- se encuentra
en el terreno agrícola:
Estamos frente a este hecho que es preciso resolver, y resolver pron-
to. [...] O regresamos a la antigua hacienda y quitamos la tierra a los
campesinos [...], o hacemos del ejido la única fuente de producción
agrícola del país. [...] No hay más caminos. [...] Y para lograr esto, es
preciso que la tierra mexicana, en manos de los campesinos organi-
zados, se trabaje de un modo científico, con maquinaria moderna
[...]. Es menester que cada campesino se convierta en breve plazo en
un obrero calificado de la agricultura ['0']' La única forma que nos
parece respetable en el actual periodo de la evolución de nuestro
país es la pequeña propiedad agrícola. [...] la consecuencia inmediata
de este mejoramiento económico de la gr:ln masa rural de México
será el incremento de la industria."
En materia social, la clase obrera, en cuyo nombre hablo -decla-
raba Lombardo-, quiere hacer de la lucha de clases un medio para
alcanzar la meta deseada: la mejor distribución de la riqueza y una
igual posibilidad para todos de "gozar de los beneficios de la civiliza-
ción humana". Añadía que el proletariado sólo pedía una mayor par-
ticipación en la dirección y en la administración de la producción eco-
nómica, adquiriendo así mayores responsabilidades en la construcción
de la patria. La meta del proletariado no es de ninguna manera "de-
¡TOCar el orden social", precisaba Lombarda.
No es verdad que se haya pretendido o se pretenda subvertir el or-
den social establecido; mentira que tratemos de establecer la dicta-
283
 dura del proletariado en nuestro país, de acabar co~ la propiedad
drán presentarse mediante un desarrollo mayor de la industria y
privada, de bolchevizar a México. Los problem~ ~oCIales.se, ~esuel-
de la economía del país y en una etapa más elevada de. la revo~u-
ven siempre en virtud del estado del desenvolvimiento histórico de
ción, cuando haya madurado la conciencia de los campesInos, se In-
las fuerzas nacionales e internacionales; la solución histórica nunca
troducirá la explotación colectiva de la .tierra en aqu~~las zonas
es antes ni después dé cuando la solución histórica debe darse. No-
donde la naturaleza del cultivo y los medios de producción lo per-
sotros no aspiramos más que a vivir lo que ha creado y a empe-
mitan y lo aconsejen. El gobierno apoyará y .fomentará las ~ormas
ñamos por que la revolución mexicana no pierda ninguno de sus
más variadas de cooperación entre los campesInos, con e! objeto de
atributos y cumpla su programa.59
aumentar el rendimiento de la tierra y mejorar, como consecuen-
cia, las condiciones de vida de los trabajadores del campo. En todo
Planteado en estos términos con fecha de noviembre de 1939, este
caso se requerirá el acuerdo voluntario de los campesi~os para la
"programa de revolución" no era otro q~e el Plan Se.xena~ al que El
implantación del trabajo colectivo,. pro~i?iéndose to~o 6!ntento por
Popular calificaba de "síntesis del p.ensamIento revolucl?nano en mar-
imponer obligatoriamente la colectivización del trabajo. -
cha perenne hacia el porvenir, aplicada en forma de sistema de c?or-
di nación de las actividad s gubernamentales, para fuerzas potenClal~s
Para el PCM, el crédito y la educación de los campesinos estaba.n
que impulsen el progreso de México, realizar:do así en ~I sexeruo
profundamente ligados a la organi~,ción de. un sistema :jidal ~o!e~tI-
1940-1946 el desiderátum de las mayorías nacionales consistente en
vo que debía ser considerado como un conjunto homogeneo dirigido
continuar la gigantesca obra de palingenesia social llevada a cabo por
y administrado por un solo organismo" del Estado.
la administración del presidente Cárdenas"."?
. El arúculo del órgano comunista planteaba e~ problema de. la edu-
Para concluir su discurso, Lombarda resumió en una palabra el
cación de la población campesina come:>un conJ~nto de medidas que
medio primordial que debía ser puesto al servicio del cumplimiento
incluían tanto la educación oficial propiamente dicha como el respeto
del programa revolucionario: disciplina
hacia las opiniones de los campesinos, el estÍm~lo ~ ,su iniciativa .y el
aliento a su participación en los órganos de dirección y de adrninis-
[...] queremos, señores delegados de! pueblo mexican? aquí congre-
tración de su comunidad colectivamente regida y explotada.
gados, mayor disciplina en nuestra conducta colec.tl~a,. y po~ .eso
En cuanto al problema del crédito, el PCM criticaba el sistema de
queremos, de acuerdo con el sector militar, ~n~ ~IsClpl~n~ I~lhtar
México, que --decÍa- no sólo no contribuía sino que se oponÍ.a al de-
en nuestra vida de hombres mexicanos. [...] Disciplina, disciplina al
sarrollo de la economía, de la industria y de la ag!'icultura nacionales.
servicio de un ideal, equivale a esta suma maravillosa: victoria irn-
perecedera."
Los capitales y los depósitos de los bancos sirven para enriquecer
a especulado res, comerciantes y banqueros [... ]. EI.Estado no ~o-
Los puntos de vista del vcxr sobre el Segundo Plan Sexe nal están
drá cumplir su papel regulador de l~ economía na~lOnal SI n? tie-
contenidos casi enteramente en un arúculo de La Voz de México: "Pro-
ne en sus manos el control del SIstema ba ncar io, es decir. el
posiciones fundamentales para el Plan Sexenal en e! periodo 1940-
control del crédito que es el nervio vital de todas las actividades
1946 aprobadas por e! VII Congreso de! PCM". . _
económicas. [... }
El problema más importante a resolver a lo largo de los seis an.os
Para este fin es indispensable la nacionalización de los bancos
del próximo gobierno, comenzaba el artículo, es el p.ro?lell~~ agrano.
(lo que no implicará la confiscación del capital, de .Ios depósitos y
En este terreno, el gobierno debe llevar a cabo la el1l1llnaClo.n del la-
tifundio y la organización de los campesinos. Entre las medidas con-
créditos, que seguirán perteneciendo a los. particulares), y su
reorganización en un sistema homogéneo bajo el control del Es-
cretas que el VII Congreso del PCM proponía en este terreno, la sexta
tado [... ].63
tocaba el problema de la colectivización de la tierra.
El segundo gran problema abordado por el arúculo de La Voz de
Sin olvidar que las condiciones para una colectiviza.ci.ón gen~ral de
México era el de la industria.
la agricultura no existen todavía y que estas condiciones solo po-
La meta general de la política industrial de! próximo gobierno -pen-

284
'---------------------_ .. - .--
 -
Este rápido análisis de las propuestas -del Partido Comunista Mexica-
saba el PCl\!- debe ser la industrialización. Para que se desarrolle racio-
no y de la C:M en ~I periodo cardenista muestra que éstas presentan
nalmente, el gobierno deberá hacer un gran esfuerzo de organización de
e.n su may?na un VIOlento contraste con el análisis y con las perspec-
las empresas del Estado, de 10< servicios públicos y de las empresas na-
uvas extra Idas por ~rotsk y en los. escasos artículos que pudo dedicar a
cionalizadas. Por otra parte, en las empresas del Estado los obreros de-
los problemas propiamente mexicanos. Al leerlas, resulta indudable
berán trabajar bajo un sistema de control estricto.
que aquellos que se reivindicaban marxistas en el México de los años
Después de esta declaración general, el VII Congreso del PCM pasa-
treinta aparecen en estas propuestas como menos radicales que e! go-
ba al estudio de los casos de la industria eléctrica, de las empresas es-
bierno al que habían estado apoyando desde 1935.
tatales de servicios públicos, de la industria pesada y del azúcar, para
Su actuac~ón y sus ideas políticas de la época no pueden sino llevar
después tratar los puntos relativos a las condiciones de trabajo y a los
a la conclusión de que su visión de la marcha de México incluía una
derechos de los obreros.
etapa en la .que a ellos les correspondía mantenerse a la retaguardia
. _En cuanto a la industria eléctrica, el PCM proponía su nacionaliza-
del poder, siempre y cuando éste se llamara Lázaro Cárdenas o Avila
~Ión, que --<.lccía- es "reclamada como urgente por la necesidad de
~a~ach~, y no Francisco Múgica, ya que tras este último creían per-
I~pulsar l~ industrialización del país". Era necesario, según los cornu-
cibir -SIn razón alguna- la sombra de Trotskv.
rustas meXIGmOS,que en e1 transcurso de los años 1940-1946 se orga-
De ahí I~ mediocridad de sus programas y d~ sus propuestas. No se
n~za~a U?, "gran emporio del Estado que controlara la producción y la
puede de mnguna manera decir que forzaran su talento en el terreno
distribución de la energía eléctrica".
de las ideas políticas dUl:ant~ el periodo analizado en este trabajo.
Acerca d~ l~s ell~presas nacionalizadas, el PCM proponía únicamente
Donde por el contrario SI lo forzaron, fue en el terreno de su gue-
que su ~dmInlstraClón. ~uera reforzada para poder suministrar al pue-
rra contra Trotsky. En ella, cada uno cumplió con el trabajo que le
blo mexicano un servicio decente y ayudarle a elevar su nivel econó-
correspondía, de acuerdo al Kremlin y a su posición política interna.
mico.
En .e,ste terreno ?O careciero~ ni de i~eas, ni de audacia, ni de imagi-
Para el PCM, la industria pesada debía ser desarrollada de dos
nación .. Y lo~ranan su cometido: asesinarían a un hombre que, como
~aneras: bajo la forma de empresas estatales que debían ser finan-
rev~luClonano y como pensador político de talla internacional, había
ciadas por los recursos nacionales sin afectar la economía, y bajo la
dedicado buena parte de su exilio en México a invertir talento en
f<')fma de empresas privadas que el Estado debía proteger y subve n-
pensar acerca clel futuro de! país.
cio nar.
E~ c~anto a la industria azucarera, el PC~! también proponía su ex-
propiación, así como la creación de una asociación campesina y obre-
ra de productores que debería funcionar bajo el control del Estado y
encargarse de la producción y de la distribución de! azúcar.
Una parte de las propuestas de los comunistas al programa guber-
n.~mental del pr?:,imo go~ierno abordaba las medidas para la eleva-
Clan de las condiciones SOCiales de los trabajadores: fijación del salario
mínlT~lO y un~ escala móvil de salarios; promulgación de una ley de
segundad SOCIalpara ayudar a los desempleados, a las víctimas de ac-
ci.dentes de trabajo, de enfermedad, a los trabajadores en edad de ju-
bilarse y a las familias.
Finalrnente, e! PCM proponía eliminar las irregularidades existentes
en las condiciones de empleo de los trabajadores, a través de una fe-
deral~zación ?e los tribunales del trabajo y una reforma a la ley del
trabajo que Incorporara las conquistas obtenidas por los trabajadores
durante los últimos años.v"

287
286
--------------------- _ .. --_.-
-_ .. ---.-----_. -------------_._-_._ ...---_._-_. __.---
 -- ------------

miedo a Hitler. Stalin necesita la paz -a cualquier precio [... ].

XIII. Una situación peligrosa Los pánfilos que son "pro-soviéticos" creen que está sobreen-
tendido que el Kremlin espera derrotar a Hitler. No hay tal. Sin
revolución, la victoria sobre Hitler es inconcebible. Una revolu-
ción victoriosa en Alemania elevaría la conciencia de clase de las
grandes masas en la URSS a un nivel muy elevado y volvería im-
posible la prolongación de la tiranía de Moscú. El Kremlin espe-
ra el status quo con Hitler como aliado. Sorprendidos por el
Más que la evolución de .la situac.ió.n. mexicana misma, fue el desarro- pacto, los apologistas profesionales del Kremlin tratan ahora de
llo de la situación mundial y el IOIClO de la segunda guerra mundial
lo que condenó a Trotsky irremisiblemente.
i demostrar que nuestros pronósticos anteriores
alianza militar de agresión entre Moscú y Berlín mientras que en
preveían una

El 22 de agosto de 1939, Stalin y Hitler fi~maron el tr~~do ger- t

1
realidad sólo concluyeron un acuerdo pacífico de no agresión.
mano-soviético. Algunos días más tarde, la catastro fe golpeo al mun- ¡Miserable sofisma! [... ] El pacto germano-ruso es una alianza mi-
do. Octavio Fernández r.s;cuerda: !,. litar en el amplio sentido del término, ya que sirve a los objeti-
\ vos de una guerra imperialista de agresión.
El día que estalló la guerra, más o menos a las ?iez de la mañana [... ] Mientras que los expertos militares ingleses y franceses estu-
toda mi familia estaba en casa, alrededor del radio, cuando tocaron diaban en Moscú el mapa del Báltico desde el punto de vista de
a la puerta. Era Trotsky. cSe imaginan lo que signifi~aba P?ra él I.a las operaciones militares entre la URSS y Alemania, los expertos
declaración de guerra, los bombardeos, todo lo que el habla pred~- alemanes y soviéticos, exactamente en el mismo momento, estu-
cho v anunciado, el peligro que representaba esta guerra que, deci- diaban las medidas para proseguir con sus relaciones comerciales
diría' el curso de la política mundial? ¿En qué estado .de animo en tiempos de guerra.
creen ustedes que se encontraba? ~o tenía ni Buró POlítlC?, 111 co- [... ] El pacto germano-soviético [... ] es una alianza militar con la
mité central, se encontraba completamente solo y se mordía los la- repartición de papeles: Hitler dirige las operaciones militares y
bios, su cabeza estallaba.' Stalin le sirve de intendente. ¡y todavía hay gente que insiste en
afirmar en forma seria que el objetivo del Kremlin ahora es la
El 2 de septiembre, después de varias declaraciones a la prensa, revolución mundial!
Trotsky concentró sus puntos de vista sobre el acuerd<? de no-a~re- [... ] Las ventajas inmediatas que el gobierno del Kremlin ex-
sión Stali n-Hitler en un texto, el primero de una larga lista de articu- trae de la alianza con Hitler son totalmente tangibles. La URSS
las sobre este tema: "Stalin intendente de Hitler". queda fuera de la guerra [... ] Japón queda aislado. Paralelamente
al aplazamiento del peligro de guerra en la frontera occidental se
A partir de 1933, no dejé de repetir en la prensa l~undial que el puede adivinar, como consecuencia, un relajamiento de la presión
.. objetivo fundamental de la política exterior de Stali n er.a llegar a en la frontera oriental, e incluso tal vez la conclusión de un
un acuerdo con Hitler. [... ] Es dolorosamente demostrativo que el acuerdo con Japón.
parlamento estalinista haya ratificado el pac.to germano-soviético Es además totalmente verosímil que a cambio de Polonia Hi-
el mismo día en que Alemania inv~día Polom.a [... ]. . , tler le dé a Moscú toda la libertad de acción en relación con los
La cuestión no es en absoluto SI el Krern lin se siente mas cer- Estados Bálticos que colindan con la Unión Soviética. Sin embar-
cano a los estados totalitarios que a los estados democráticos. [... ] go, a pesar de que las "ventajas" pueden ser grandes, a lo más
[Si] la alianza [entre Stalin y Cha mberlain] no se efec~uó [fue] son de naturaleza episódica y su única garantía es la firma de
porque Stalin le tiene miedo a Hitl~r y no es po~ casualidad que Van Ribbentrop al calce de un "trapo de papel".
le teme. El Ejército Rojo está decapitado. No es Simplemente un~ Al mismo tiempo, la guerra pone a la orden del día cuestiones
frase, es un hecho trágico. [... 1 En el Estado Mayor ··depurado. de vida o muerte para los pueblos, los Estados, los regímenes, las
no queda ni un solo hombre en el cual. el ejérci~? ~ueda deposi- clases dominantes. [... ) Si Alemania logra, con la ayuda del Kre m-
tar su confianza. El Kremlin le tiene miedo al ejerCito y le tiene

288
 lin, salir victoriosa de la actual guerra, esto consti~uirá ~n peligro cho, Trotsky no era solamente Trotsky. Era en efecto, a los ojos de
mortal para la Unión Soviétic~. Rec?r~emos que mn:edlatamente los gobernantes -y esta conversación lo demuestra-, el símbolo
después del acuerdo de Munich, Dlml~rov, s~c:etano de la Co- de la Revolución de octubre de l 917, ese gran temor de los prote-
mintern, hizo público [... ] un calendario explícito de las futura~ gidos y esta gran esperanza de los oprimidos. Su nombre estaba li-
conquistas de Hitler. [...] Al final. en el otoño de 1941, empezara gado al levantamiento de las masas contra la guerra, a la lucha
la ofensiva contra la Unión Soviética. armada de los obreros y de los campesinos rusos contra las gran-
[...] Sin embargo, si Stalin se hace el intendente de Hitler, esto des potencias conjugadas, y a un programa, el de la revolución
quiere decir que la casta dirigente ya no es capaz de pensar en el mundial, cuya experiencia había probado una primera vez, a partir
mañana. Su lema es el de todos los regímenes condenados: de 1917, estar a la orden de! día en caso de guerra mundial."
"Aprés nous, le déluge". . . .
[ ] Sólo la guerra podrá decidir del desuno de la guerra. . Y Broué se pregunta: éestaba Trotsky realmente vencido? ¿Es lógi-
[ ] La Corni nter n, el instrumento más importa~te d~l Kremhn co acaso que se encarnice uno con un perdedor, en la forma como
para influir sobre la opinión pública en los dema~, ~aJses, es e?- Stalin se encarnizaba con él? Puede un embajador de una importan-
é

realidad la primera víctima del pacto germano·sovletICo .. El desti- te potencia mundial como Francia estarse refiriendo realmente a un
no de Polonia no tla sido decidido todavía. Pero la Co mi nter n .es perdedor cuando se expresa en los términos en los que lo hizo e! se-
¡•
a partir de ahora un cadáver. Ya fue abandonada por los patno- ñor Coulondre ante Hitler, en un momento tan crucial de la marcha
tas por un lado, y por el otro, por los inte~naci(:>nalistas. [... ] de la humanidad como lo era agosto de 1939?
Pero mi artículo sería muy mal entendido SI llevara a la con- En 1939, las cabezas de la reacción mundial aún le tenían miedo a
clusión de que todo lo nuevo 'que fue introducido en la vida de la Trotsky. Y Trotsky lo sabía. También sabía que su vida no podía du-
humanidad por la Revolución de Octubre va ~ ser descartado. Es- rar mucho, que la guerra sería una. coyuntura muy favorable pa~a
toy profundamente convencido de lo con.trano. La nueva :orma que sus enemigos lo liquidaran. Cuál de sus dos más feroces enemi-
de la economía, una vez liberada de los insoportables ob.staculos gos, Hitler o Stalin, le asestaría el golpe final, era imposible saberlo;
de la burocracia, resistirá no sólo la prueba de fuego SI~8 que pero el golpe final no tardaría en llegar, ya que para los dictadores
servirá también de base a la nueva cultura, la cual, esperemoslo asesinar a Trotsky era "proteger al viejo mundo".
así, pondrá definitivamente un punto final a la guerra.~ La proximidad de la guerra, la acelerada evolución hacia la dere-
cha del régimen mexicano y la perspectiva del asesinato de Trotsky a
A pesar de la precaria situación en que vivía el autor de esta~ lí- corto plazo significaron tiempos negros para los habitantes de la c~a
neas, las grandes potencias seguían ternié ndole, tanto a su 'pensamlen~ de la calle de Viena. Sólo una débil luz iluminó en esa época la Vida
to como a la tradición revolucionaria que representaba. Pie rre Broue del "Viejo" y de Natalia: el 8 de agosto sus grandes amigos franceses,
escribe: Alfred y Marguerite Rosrner, llegaron a México con el nieto de
Trotsky, Vsievolod Volkow, "Sieva", a quien esperaban desde 1938.i .
En el transcurso de una de sus últimas entrevistas (el 25 de agosto) Para Sieva, la llegada a México significó el inicio de una nueva VI-
con el canciller Adolfo Hitler, el embajador de Francia, el se~or da. Para Trotsky, el final estaba cerca: casi un mes después de la lle-
Coulondre, puso sobre aviso al jefe del 1II Reich contra el estallido gada del niño, un matón de la GPU se embar-có con destino a Améri-
~' ¡
I de una guerra sobre la cual subrayaba qu~ había riesgos re.ales d~ ca. En su pasaporte estaba inscrito el nombre de Frank Jacson;
que el único vencedor fuera ... Trotsky. Sin negar este pelIg:~, el durante el último año de su vida vivió bajo la identidad de Jacques
Führer se había conformado con hacer recaer esta responsabilidad Mornard; no se conocería sin embargo su verdadero nombre sino
sobre los gobiernos de Londres y de. París. T~o.tsky no era. "" em~ hasta bastantes años después del éxito de su misión, asesinar a
bargo en esta época más que un asilado político [...]. Existían e Trotsky. Se trataba de un tal Ramón Mercader del Río. ., .
todo el mundo millones de refugiados políticos perseguidos como Pero el asesinato se consumaría hasta agosto de 1940. A prmcipios
él [...]. d. de la guerra a Trotsky le quedaba todavía entonces casi un año de
.,' mas que un so lo Trotsky, o mejor
Sin embargo, no existía 1-
vida, durante e! cual la campaña y las acciones de los estalinistas con-

290 291
~------------------------------------
 invitación todavía no era de carácter oficial, se le suplicaba guardar el
tra él -atizadas por el apoyo de la extrema derecha- se volverían
, más absoluto secreto sobre el asunto hasta que no recibiera más in-
cada vez más violentas. ,
formación.

Para no crear ningún tipo de obstáculo -les escribe Trotsky a sus

EL ASUNTO DIES
camaradas estadounidenses el 28 de octubre-, ante una tan exce-
lente oportunidad que es a mi manera de ver excepcionalmente fa-
Algu.nos a~os antes había aparecido en los Estados Unidos la primera
~or~bl~ desde un punto de vista político,' respondí "sí" tanto a la
manifestación de lo que en los años cincuenta sería e! anticomunismo
invitación cemo a la petición de rnantenerla en secreto.
rabioso de los macartistas: la Comisión Dies.
~rotsky no había enviado sin embargo su respuesta sin haber 50-
Comisión de investigación parlamentaria sobre las "actividades no-
me.udo de antemano el asunto a discusión entre sus guardias y secre-
~~~ri~anas" en e~ país, [la Comisión Dies] nació en realidad por
~nos. Tras un a~uerdo general favorable a la aceptación de la invita-
imciauva de un diputado antifascista y judío que quería investigar
ción, redactó la SIguiente respuesta telegráfica: '
s?bre todo los ~ecursos, los .lazos y las actividades de la organiza-
cien de los nazis norteamericanos [...]. Pero e! joven y ambicioso
~epto su in,:itación como un deber político. Tomaré todas las me-
representante de Texas, Martín Dies, quien ya se había adelantado
didas nec;:esanas con el ~n de v~ncer todas .l~ dificultades prácticas.
en la. investigac~ón del. carácter no americano de las huelgas y de la
Les suplico arreglar bajo las mismas condiciones la entrada de mi
CIO, Jugó ~? bien su Juego que logró convertirse en el presidente
esposa. Ella me es indispensable para localizar los documentos ci-
de la Comisión a la que la historia dio definitivamente su nombre
tas, datos necesarios en mis expedientes. Necesito tener sus pre-
[...]. El invest!gador en jefe de la comisión, Joseph Brown Matt-
guntas ~o más pro~to posible con el fin de escoger los documentos
hews [...] le dIO en efecto a la comisión tanto su verdadera razón
necesanos. Deseo Igualmente citas exactas de las deposiciones de
de ser como su coloración definitiva, comprometiéndola en una
Foster y de Browder que me conciernen personalmente."
"cacería de rojos"."
La notici~ .de la invitación provocó sin embargo un cierto malestar
En ~n primer momento, Dies convocó a Browder, el jefe del PC es-
entre los militantes trotskistas estadounidenses. El 17 de octubre uno
tadounide nse. En su "testimonio" este último acusó por supuesto a
de los miembros importantes del Socialist Workers' Party, james
Trotsky de tener lazos con Hitler. Al día siguiente de la firma del
Bur~ham, presentó una moción pronunciándose contra la compare-
p~cto germano-soviético, a Dies y a Matthews se les ocurrió que el in-
cencia de Trotsky ante Dies y su banda. El 28 de octubre Trotsky res-
v!tar a Trotsky ~. ~eponer podría constituir IIn fuerte golpe publicita- pondió:
no para su conusion.
~l 12 de octubre, justo en el momento en el que Trotsky y su
Es evidente que si una decisión formal y de autoridad hubiera, sido
eqUipo de colaboradores acababan de lograr tirar el primer número
t~mada [por la dirección del swr] contra mi comparecencia, la hu-
de la segunda época de Clave, Van Heijenoort" recibió una llamada
biera acatado pres,entando al mismo. tiempo una declaración públi-
telefónica d~. Matthews, quien quería hablar con Trotsky. Sorprendi-
ca donde expondna las razones políticas de esta decisión. El comité
do, Van Heijenoort preguntó qué se le ofrecía. Matthews le contestó
[... ] es r~a.ccionario; pero .desde el momento en que participamos
que la comisión Dies quería invitar a Trotsky a comparecer en Aus- en ~a actividd parlamentaria, lo hacemos con el fin de combatir es-
un, Texas, ac.erca de la "historia del estalinismo". Negándose a con-
te upo de fines reaccionarios.
testar telefóriicamente a una propuesta de ese tipo, Van exigió que ¿Por qué no podemos seguir la misma línea política hacia uno
por lo menos les fuera enviado un telegrama, cosa que Matthews se de los órganos de! Parlamento? [... ] Nosotros mismos creamos un
apresuró a hacer. En dicho telegrama se precisaba que Trotsky podría
comité de ?urguese~ liberales [... ] [la Comisión Dewey]. Ahora te-
apro~e.char su comparecencia para contestar a las calumnias que los nemos aqUl un comité parlamentario obligado, en virtud de su po-
estahmstas lanzaban contra él; se le hacía saber además que ya que la
293
999
$
- -
sicion, a hacer investigaciones sobre muchas cosas ligadas con los
procesos de Moscú. Los fiscales de las calumnias fueron testigos
frente a este comité en contra nuestra. Entonces por qué no po-
é
demos comparecer ante este comité con el objeto de establecer la
verdad? La audiencia de este comité es miles de veces más amplia
que la de la Comisión Dewey. [...] Sabemos muy bien que Dewey
(aunque sea un liberal y no un reaccionario) hizo todo 10 posible
por comprometer al bolchevismo [...].
[...] Mostrarse, si es necesario, en el territorio de! enemi-
go y combatido con sus propias armas, eso es radicalismo revolu-
cionario [...].9
En octubre y noviembre de 1939, Hansen, e! secretario estadouni-
dense de Trotsky, se puso en continuo contacto con el cónsul McGre-
gor, quien era en realidá"d un agente de! FBl en México, designado
para regularizar la espinosa cuestión del visado. La condición que po-
nía el gobierno de Estados Unidos para acordar el visado era una se-
guridad estricta del gobierno mexicano de que Trotsky sería admitido
en México a su regreso de Texas. El gobierno de Cárdenas la propor-
cionó sin titubeos; y este paso, como todos los demás que concernían
a esta invitación, permaneció en secreto.
El 6 de diciembre, los periódicos vespertinos reprodujeron en Mé-
xico unos comunicados de la United Press que contenían la siguiente
información sensacionalista: "TROTSKY PRESENTARÁ A.t~TE EL CO'.IITÉ
DlES UNA DEPOSICIÓN SOBRE L-\. ACTIVIDAD DE LOS PARTIDOS
TAS EN GENERAL Y DEL PCM EN PARTICULAR, EN RELACIÓN
TIÓN PETROLERA".
La provocación era evidente. En un comunicado de prensa hecho
públicamente el 7 de diciembre, Trotsky reprodujo el telegrama de la
invitación de Matthews y añadió: "Se trataba pues de testificar sobre
la historia del estalinismo pero en ningún momento sobre la vida in-
terna de los países latinoamericanos [...]. Todo 10 demás [... ] no es si-
no el producto de una fabricación".
El 8 de diciembre, cuando Hansen le entregó a McGregor los do-
cumentos, debidamente llenados, de la solicitud de admisión
Trotsky y de Natalia a Estados Unidos, el agente del FBl, ante su sor-
presa, le informó que ni el Estado estadounidense ni él mismo encon-
traban razón alguna para revisar e! rechazo de la solicitud de visado
que el cónsul de Estados Unidos en Istambul le había comu nicado a
Trotsky en 1933. Hansen regresó a Coyoacán.
Las cosas efectivamente no se habían desarrollado como Dies lo es-
peraba. Trotsky había planteado algunas condiciones, se había indig-
294
---------------_.- ----- - .
nado de que se qmslera establecer como sede de la comisión -para
su uso exclusivo-, la pequeña ciudad tejana de Austin. Había asegu-
rado públicamente que hablaría de política y sólo de eso y que, por
supuesto, a diferencia de los dirigentes del PC estadounidense, para él
no se trataba de hacer "denuncias". Los medios cercanos a la Casa
Blanca empezaban sin embargo a preocuparse, y concluían que o~or-
garle la palabra a Trotsky en un marco como ése era correr un ries-
go considerable y que e! señor Dies era un imprudente. P.resiones, no
siempre muy discretas, habían llevado finalmente al presidente ?e la
comisión a renunciar a la comparecencia de Trotsky para pedirle ...
un testimonio escrito y tratar de salvar su honor por medio de decla-
raciones a la prensa en las que sostuvo que no había recibido la segu-
ridad por parte de México de que Trotsky sería autorizado a regresar
si llegaba a salir.
A Trotsky no le quedó sino dirigirse una vez más a la prensa, el
12 de diciembre de 1939, para desmentir este comunicado repleto de
falsos.
Se podría pensar que el asunto estaba liquidado. Y de hecho lo ~s-
taba, pero el PC mexicano y sus amigos harían como si no lo estuvie-
ra y centrarían su campaña de calumnias y de asesinatos en torno al
tema de la "colaboración" de Trotsky con la Comisión Dies, instru-
mento de represión contra los trabajadores y contra los pueblos. ~s~
campaña sería tan poderosa que Valentín C~mp~, e~ 196~, s~g~ma
evocando esta "colaboración", y algunos urnversitanos, editorialistas
COMCNIS- de la prensa mexicana, olvidándose de! hecho de que el asesinato in-
A LA CUES- vocó este pretexto ... seguían indignándose no hace mucho de que se
pudiera uno indignar por ello. 10
Futuro, por su parte, dio la bienvenida al año 1940 con el discurso
siguiente:
Su invitación [de la Comisión Dies] a Diego Rivera [?] y a Trotsky
para que presentaran informes contra ~as fuerzas progresistas de
México ante el Congreso de Estados Unidos, al mismo uernpo que
desenmascaró a estos individuos como agentes del imperialismo
de yankee, constituye la prueba de la campaña que existe para presio-
nar al gobierno mexicano.!' .
Queriendo colocarse a la altura de este profundo análisis lornbar-
dista, el pc'.¡ organizó, para ellO de enero, un mitin en el Teatro
Hidalgo. Ahí la cantaleta sería la misma, salvo que, como de~l~e cu-
rioso, los comunistas mexicanos invitaron a James Ford, un militante
norteamericano que confirmó la acusación. Trotsky tuvo que respon-
295
 -
der nuevamente mediante' un comunicado de prensa, el 12 de enero dería internacional", insulto político que el nazismo aplica con no-
de 1940: toria frencuencia a los imperialistas de Wall Street, especialmente
después de la derogación del embargo de armas. 15
[...] Los recientes inventos de los agentes de la GPU se colocan den-
tro de la misma categoría que sus acusaciones anteriores con res- Lo cual en otros términos quería decir: después de la firma del
pecto a mi p.articipación en el supuesto movimiento huelguista pacto germano-soviético la Cestapo ha dejado de necesitar los servi-
contra el gobIerno del general Cárdenas; sobre mis contactos con cios del trotskismo. Viéndose obligado a buscarse otro patrón,
Cedillo; sobre mi encuentro secreto en Morelia con el Dr. Atl;12 so- Trotsky se ha volteado entonces hacia el imperialismo norteamerica-
bre mis lazos con los judíos mexicanos, capitalistas y reaccionarios; no a pesar del hecho de que llevaba años designándolo como el peor
y, fi?alm:nte, sobre mi participación secreta en la actual campaña de sus enemigos, y minimizando así el peligro que constituía para el
presidencial, mundo el fascismo alemán. Ahora que trabaja para Wall Street,
Cuando desembarqué en tierras mexicanas, me comprometí a Trotsky incitará al gobierno norteamericano a entrar en guerra con-
no intervenir en la vida política interna o exterior del país. Quien- tra Alemania como una vía eficaz par golpear más fuerte a la URSS.
quiera que afirme lo contrario miente deliberadamente. Efectivamente, Creydt Abelanda concluía:
Tal vez ahora estos señores embusteros, fraudulentos, van a
aceptar por fin mi ya vieja propuesta: la de presentar la totalidad Hoyes totalmente evidente que el trotskismo, en la América Lati-
de esta ~erie d~ calumnias ante una comisión pública formada por na, no es más que una agencia de penetración, de provocación, de
figuras imparciales y de confianza. Pregunto abiertamente: ¿sí o confusión y de espionaje al servicio de los imperialistas de Wal!
no?13 Street.!"

La respuesta a esta pregunta habria de ser evidentemente negativa. ¡Cuántas veces no se burlarían los estalinistas de Trotsky, acusan-
Para los estalinistas mexicanos, confrontados, después de la firma del dolo de ser un paranoico que veía agentes de la GPU hasta en la so-
pacto germano-soviético, a la difícil tarea de presentar a Trotsky (has- pa! Cada vez que sus simpatizantes .de nu nciabau esta campaña histé-
ta entonces "agente de la Cestapo") como un agente del imperialismo rica, definiéndola como la orquestacióu de la preparación del fin de
norteamericano, la comisión Dies constituyó un verdadero salvavidas. Trotsky, dirigida por hombres bien entrenados que estaban en Mé-
Para Oscar Creydt Abelenda, un colaborador paraguayo de Futuro, 11 xico, y entre los cuales Vidali-Co ntre ras era la pieza clave, los esta-
quien se encargó de exponer el "nuevo significado del trotskismo", la linistas utilizaban su argumento preferido en la época: "paranoia
tarea, después del asunto Dies, ya no fue tan difícil. La página que el trotskista" .
señor Creydt dedicó a este tema en el número de marzo de 1940 de Nadie sabía mejor que ellos mismos sin embargo lo que Trotsky
Futuro es --como lo hace notar Broué- "en muchos sentidos inmor- también sabía, y que expresó en un texto titulado" La Comintern y la
tal en la historia del estalinismo". GPU", escrito tan sólo tres días antes de que "Jacson" entrara en su
estudio armado con el piolet asesino. En él analizaba los últimos artí-
1] Desde principios del año corriente, el nazismo ha retirado su culos -al estilo Creydt Abelanda-s- que la prensa estalinista le había
apoyo, definitivamente, a la sublevación armada que trama el ge- dedicado: "Así escribe la gente que está a punto de cambiar la pluma
neral Almazán ~scribió Creydt-. por la ametralladora";'?
2] Simultáneamente la Gestapo ha expulsado de su propio seno En efecto, las calumnias, las acusaciones y las burlas estalinistas no
a los espías de Trotsky -lo cual viene a corroborar, una vez mis, sirvieron más que para esconder el siniestro carnaval que se prepara-
-los resultados nunca desvirtuados del célebre proceso antisoviético ba contra Trotsky, un carnaval en el que Moscú le asignó al PCM un
[sic] de Moscú (año 1938) en relación a la conexión directa del papel tan importante que envió a sus hombres de confianza para que
trotskismo con la Gestapo. lo prepararan de la mejor manera posible.
3] La ruptura entre Trotsky y la Gestapo tiene su origen en las
vinculaciones establecidas por los agentes trotskistas [...] con la "ju- '

296 297
------------- -- - --- --------- -- -- "--- - -_.~.---------------_._---- -------_ .. -....-....

LA DEPURACIÓN DEL PCM
En 1977, treinta y cuatro años después del asesinato de Trotsky y
veintiún años después de la muerte de Stalin, Valentín Carnpa, en sus
memorias, dio testimonio de las razones de la depuración del PCM en
marzo de 1940.18 Este testimonio, sin duda importante, omite sin em-
bargo algunos nombres de los representantes de la Comintern que
estuvieron implicados."
Según Carnpa, Laborde lo convocó un día con otro de los miem-
bros del secretariado del Comité Central, Rafael Carrillo.s? para tratar
"un problema confidencial y extremadamente delicado" que el delega-
do de la IC le había comunicado, ordenándole guardarlo en el más es-
tricto secreto. En virtud de la gravedad del asunto, Laborde decidió
discutirlo con sus dos compañeros de dirección. El delegado de la Co-
mintern efectivamente le había
planteado la decisión de eliminar a Trotsky y le requería su coope-
ración personal como secretario general del partido y la de un
equipo adecuado para asegurar la eliminación de aquél."
Tras discutir e! asunto, los tres dirigentes comunistas estuvieron de
acuerdo, según Carnpa, en concluir que, como Trotsky estaba política-
mente vencido y absolutamente aislado y era sistemáticamente denun-
ciado por los comunistas del mundo entero, no sólo su eliminación fí-
sica ya no era necesaria sino que podía ser incluso contraproducente
para Moscú, la Comintern y el mismo r-cxr.
Cuando Laborde le comunicó esta opinión decisiva al delegado de
la le, escribe Carnpa:
Dicho representante lo amenazó; le dijo que se atuviera a las con-
secuencias derivadas de su actitud puesto que la indisciplina a la III
Internacional se pagaba muy caro.22
Entendiendo la amenaza, Laborde, Carnpa y Carrillo fueron direc-
tamente a Nueva York a tratar e! asunto con Earl Browder, quien
declaró estar de acuerdo con ellos y prometió viajar personalmente a
Moscú para explicar su posición a los altos dirigentes soviéticos.>
A las pocas semanas -sigue Campa- se presentaron movimientos
muy sospechosos. Llegó a México Vittorio Codovilla, argentino;
Martínez, venezolano, y otros compañeros enviados por la ¡¡¡ Inter-
nacional Comunista, dizque a cooperar con e! Partido Comunista
298
- -------- -----
._----
...~
Mexicano ante la situación crítica en que se encontraba. Luego -se
observó la intervención directa de los enviados en todos los asuntos
del peM.21
Es interesante reproducir aquí lo expuesto por Barry Carr en Mé-
xico, en mayo de 1987. Carr señala que en el archivo de Browder se
encuentra un documento interesante: una versión taquigráfica de un
discurso de treinta páginas fechado el 14 de diciembre de 1939, titu-
lado "Intervención del camarada Pé rez", que aparentemente formó
parte de una reunión de cúpula del peM y cuyo contenido indica cla-
ramente que su autor había pasado mucho tiempo en España.
Como tercer punto de su discurso, escribe Carr, "Pérez" -un nom-
bre de batalla- tocó el asunto Trotsky. Subrayó "e! modo insuficien-
te" de! trabajo anti-Trotsky del PCM, y agregó:
En nuestra campaña de explicación del papel contrarrevolucionario
del trotskismo creo que hay que explicar ante las masas lo que ahora
aparece como una contradicción; es decir, que mientras que hasta
ayer hemos afirmado que los trotskistas estaban al servicio de la Ces-
tapo y de la Ovra, ahora decimos que están también al servicio del
Intelligence Service, del Segundo Buró y del imperialismo america-
no. Esa contradicción es nada más aparente.
Una reflexión que fue base del hecho -apunta Carr- de que la
delegación de la Comintern planteara cambios de énfasis en la convo-
catoria para el Congreso Extraordinario, dando mucho más énfasis a
la lucha anti-Trotsky. Y una reflexión a la que "Pérez" agregó inme-
diatamente "el ofrecimiento [...] de compañeros formados en España
para ayudar a limpiar (depurar) el partido mexicano".
¿Quién era realmente "Pé rez"? Carr sugiere que se trataba de Vit-
torio Codovilla, y fundamenta su sugerencia en los siguientes argu-
mentos: "la delegación de la Comintern a México fue dominada por
el comunista argentino Vittorio Codovilla; [... ] la ortografía [sic] [del
discurso arriba citado] parece ser la de un español o de un argentino;
[...] el documento indica que su autor había pasado mucho tiempo en
España y, finalmente, el tono autoritario del discurso sugiere que el
autor es Codovilla".
Este documento encontrado por Barry Carr es una importante
aportación a la investigación tanto sobre e! Congreso Extraordinario
del PCM como sobre la participación del POi en el asesinato de
Trotsky. Sin embargo, los argumentos argüidos por Carr para sugerir
que "Pérez" era en realidad CodovilIa no son lo suficientemente sóli-
299
-----------_._-- . -------"'-"-----
- - ~~
dos. Basta para .mostrarlo el decir que, sobre la base de estos mismos .~.
: recientemente había llegado triunfante de España. Trotsky sostendr!a
datos, podríamos sostener que Pérez era en realidad Vittorio Vidali. .~ más adelante que, contrariamente a Laborde y a Campa, en España
En efecto, aunque italiano de origen, Vidali 'había pasado mucho J Siqueiros no sólo no se había resistido a las presiones ~ menudo san-
tiempo en España y hablaba y escribía el castellano como un español. ,1 grientas de la GPU sino que él mismo se l~abía convertido en u~o de
Por otra parte, aunque su arribo a México no era tan reciente como ~ sus agentes ... si no es que ya lo era antenormente. Lo cual esta por
el de Codovilla, ya estaba en nuestro país para cuando se efectuó el f comprobarse.
proceso de depuración del PCM de marzo de 1940. ~
Lo que Campa señala es que, a partir de la llegada de los delega- 1 Los meses de abril y mayo fueron pesados y negros para Trotsky,
por la batalla contra las calumnias estalinistas. El 19 de mayo de
dos de la le, empezó una campaña en el seno del partido contra el 1"
1940 La Voz de México publicó un artículo que no se puede considerar
propio Carnpa y contra Laborde, acusándolos de seguir una línea . sino como un acto de preparación del asesinato.
"sectaria-oportunista" que residía en la política de "unidad a toda .-
costa". . Trotsky, el "viejo traidor", como un día lo llamó el camarada Lom-
barda Toledano, cada vez que se le presenta la ocasión nos de-
Así fue como se desenvolvió toda una actividad muy deshonesta, ba- muestra que, entre más envejece, más cínico se vue.l~e. Espía al
sada en intrigas, particularmente contra Laborde y contra mí -pro- servicio de las fuerzas reaccionarias, agente de la Comisión Dies en
sigue Campa-. Se suspendió a Laborde de la Secretaría General, y México [... ], Trotsky debe responder ante las autoridades de! país
a mí de! Buró Político, y se integró una llamada Comisión Depura- por sus actos antiproletarios y antime~icanos [... ]. No hace m,ucho,
dora de la Dirección del Partido [... ].25 este traidor, soñando tal vez con los tiempos en los que podía or-
ganizar su propio proceso juzgado por ~us amigos ~n la casa de
En el transcurso del Congreso Extraordinario del partido, en e! Diego Rivera, lanzó el reto de que un tribunal exarnmara las acu-
mes de marzo, Campa y Laborde fueron expulsados de su seno. Aco- sa- ciones lanzadas contra él en cuanto a que era un agente de la
sados por la prensa, supieron callar muy bien las verdaderas razones Comisión Dies, cosa que él mismo confesó en sus declaraciones pú-
de su expulsión. Dentro de su lógica de militante de la Comintern, blicas.
Campa explicaba en 1977: Está claro que Trotsky busca una tribuna para proseguir su ac-
ción nociva contra los trabajadores de México. Pero el pueblo no le
Para un movimiento reivindicador ante el dogmatismo arbitrario, dará ninguna tribuna. .'
habríamos tenido que recurrir a explicar la verdad sobre la presión En lo que concierne a Trotsk y, los trabajadores mexicanos ya
sofocante de la política de "unidad a toda costa" y la injerencia nos pronunciaron su veredicto: il-Iay que echarlo de este país!"
brutal para liquidar a Trotsky, y esto Laborde y yo lo descartába-
mos en cuanto a que se había iniciado ya la segunda guerra mun- Existen palabras que matan más certeral~e.nte que I~s balas. Los
dial (agosto de 1939). especialistas en asesinatos de la escuela estalinista lo sabían entonces
Laborde y yo acordamos no incurrir en la grave falta que perfectamente. r..a guerra había creado una situación nueva, extrema-
Trotsky había cometido bajo el acoso por parte de Stalin El caso damente peligrosa, que exigía la eliminación de Trotsky: tal era la
de Trotskv sería utilizado internacionalmente contra la Unión So- primera certeza tanto de los asesinos como de los guarda.espaldas. ~
viética y contra el Partido Comunista Mexicano. Nuestra situación segunda era que la aterradora orquestación de .la ~aluml1l~ e~l el pals
era muy dificil, pero debíamos mantenernos discretos.w -su canto a coro por los responsables del sindicato practlcame~te
único y por los miles de burócratas sindicales a .1a orden-:- no podl~n
Con Carnpa y Laborde fuera de juego, los delegados de la Comin- dejar de crear en la opinión pública un cierto t1tube<? e. incluso senas
tern tenían todo e! camino libre para concluir su "acción directa" dudas. La fábula de la alianza con la Gestapo era difícil de creer, la
contra Trotsky. Según Carnpa, no esperaron la depuración del PC~ de la "colaboración" con la Comisión Dies había sido desacreditada
para poner en marcha todo un dispositivo operacional destinado a por los propios responsables esta?ounidenses: L?s comunica~os q~le
asesinar a Trotsky, bajo la dirección de David Alfaro Siqueiros, quien Trotsky por su parte había publicado para Jusuficar su testimoruo,

300 301
___ ---f!
quizás no habían sido comprendidos por todos los mexicanos. No con- XIV. El acoso
taba además con nada, nada que le permitiera realmente defenderse
de una orquestación semejante, al menos a corto plazo.
Había que actuar rápido, antes de que Trotsky lograra a pesar de
todo desmontar la nueva mentira. De ahí en adelante la palabra la
tenían las armas de fuego y las granadas del señor David Alfaro Si-
I
queiros.

I
i,
Eran las cuatro de la mañana del 24 de mayo de 1940. En casa de
los Trotsky todos -¿menos el guardia?- d~rmían profundamente.
De pronto, de la negra noche surgieron cuatro automóviles ocupados
por unos veinte hombres. Se detuvieron y sus ocupantes bajaron fren-
te a la casa, vestidos con uniformes de la policía y del ejército mexi-
canos y provistos de revólveres, ametralladoras y granadas. Un grupo
se dirigió hacia la pequeña caseta de policías que Cárdenas había co-
locado en la entrada para reforzar la vigilancia, y al grito de "iViva
Almazán!" los amenazaron y los ataron sin perder un segundo.
Los demás, que parecían conocer mur bien el terreno, cortaron en
un' abrir y cerrar de ojos los cables telefónicos y el de la alarma.
El joven guardia norteamericano de Trots ky, Bob Sheldon Harte,
quien debía encontrarse en la torre de guardia, no estaba. Estaba
abajo ... Pero, cpor qué? ¿Qué hacía abajo? .. Los hombres del co-
mando tocaron. No tuvieron que esperar, La puerta les fue abierta.
é Fue acaso Bob quien abrió la puerta? Si no podía ver lo que suce-
día del otro lado del muro, puesto que no estaba en la torre, ¿qué
fue lo que ocurrió? e Era el rostro que apareció tras la mirilla y le
ordenó que abriera el de alguien conocido? ¿Era Bob cómplice de la
banda que, según el testimonio de los policías atados, estaba dirigi-
da por un hombre con grandes bigotes, lentes negros y uniformado
como comandante del ejército?
Sin perder un minuto, los asaltantes se precipitaron hacia el patio
interior y, en perfecto orden, lanzaron un ataque con ametralladoras
y granadas, dirigidas en primerísimo lugar -sin duda como adverten-
cia-, hacia donde se encontraban los guardias e, inmediatamente
después, hacia las dos recámaras donde dormían Trotsky, Natalia y el
pequeño Sieva.
Este ataque ha sido enteramente reconstruido por Pierre Broué en
un capítulo de su magnífico libro L'assassmat de Trotsks, una verdadera
novela policiaca. Nuestro trabajo no puede sino retomar la informa-
ción contenida en dicho capítulo, resurnirla y enriquecerla con los do-
cumentos y testimonios recogidos y analizados tras la publicación del
libro de Broué.
¿Cómo es que los asaltantes no intentaron -se pregunta Broué-

302 303

---------
 - - - -/- - -
entrar en la casa? "Sin duda conocían la existencia del dispositivo de
seguridad que desataría instantáneamente el fuego si alguien intenta-
ba forzar la puerta desde el exterior."] Además, e! arsenal que em-
plearon, es decir, unas ametralladoras Thornpson cuyas ráfagas caye-
ron durante varios minutos en el interior de las dos recámaras, dos
granadas incendiarias que lanzaron y una bomba de tiempo que deja-
ron tras de sí cuando se replegaron en perfecto orden, debía haber
sido suficiente para matar al "viejo traidor" y a su familia sin que
1
1
fuera necesario siquiera poner un pie dentro de la casa.
Cuando se retiraron, tan velozmente como habían llegado, se lleva-
ron con ellos a She!don Harte, "a quien un policía vio subiéndose a
un automóvil en el que se encontraban dos hombres"."
Los guardias y secretarios, sin duda seguros de que se encontrarían
con los Trotsky muertos sobre sus camas, se precipitaron entonces ha-
cia la casa, donde encontraron a Trotsky y a Natalia, como por mila-
gro, no sólo vivos sino totalmente indemnes, y atendiendo a su pe-
queño Sieva que estaba aterrorizado y herido por una bala en el dedo
gordo de! pie.
Un poco después de! atentado Trotsky describió cómo lo había vi-
vido y cómo había sobrevivido milagrosamente.
Yo estaba profundamente dormido, ya que había tomado un som-
nífero después de un duro día de trabajo. Me despertó e! tableteo
de las balas, pero como todavía tenía la mente muy nublada, lo
primero que me imaginé fue que estaban celebrando la fiesta na-
cional y que estaban lanzando cohetes enfrente de la casa. Pero las
explosiones sonaban demasiado cerca, dentro de mi cuarto, muy
cerca y sobre mi cabeza. El olor a pólvora era cada vez más acre,
más penetrante. Era obvio que estaba ocurriendo lo que siempre
habíamos estado esperando: nos estaban atacando. cPero dónde es-
taban los policías apostados afuera? ¿y los guardias de adentro?
¿Atados? cSecuestrados? ¿Muertos? Mi esposa ya había saltado de la
cama. Los balazos no paraban. Mi esposa me dijo más tarde que
me había empujado hacia el suelo, de tal manera que me deslizara
en el hueco que había entre la cama y la pared. Fue perfecto. Esta-
ba acostada sobre mí a lo largo del muro, como para protegenne
con su cuerpo. En voz baja y con gestos la convencí de que se
echara al suelo. Los balazos caían por todos lados, era difícil ver
exactamente de dónde venían ... Los pedazos de cristal de las venta-
nas y del yeso de los muros saltaban por todas partes. Un poco
más tarde, sentí que estaba levemente herido en la pierna en dos
lugares.
304
-----~--_. --
Cuando se acabó la balacera esc~~hamos los grítos"a1pei""'i'nliui'PC!'t'fi"P---
nieto desde la recámara contigua: "iAbuelo!". La voz de este niño
en las tinieblas entre el ruido de los balazos permanece como el
recuerdo más trágico de esa noche. Cuando la primera bala atrave-
só su cama en diagonal, como lo indicaban las huellas halladas en
la puerta y en el muro, el niño se tiró debajo de la cama: la ba!a
atravesó el colchón, le dio a nuestro nieto en e! dedo gordo de! pie
y se clavó en e! piso. Los asaltantes lanzaron dos bombas incendia-
rias y se salieron del cuarto .
.Ante e! grito de nuestro nieto, mi esposa se deslizó en el cuarto
ya vacío. En el interior, el piso, mi puerta y una pequeña cómoda
ardían. "Secuestraron a Sieva" grité. Fue el momento más duro.
Los balazos seguían resonando afuera, ya lejos de nuestra r~cá~a-
ra, en algún lugar '::el patio o justo afuera. Todo parecía indicar
que los terroristas estaban cubriendo su re~irada .. M.i esposa se
apresuró a sofocar las llamas de las bombas incendiarias con una
manta. Durante una semana tuvo que curarse las quemaduras.P
Fueron sin duela los periódicos del día siguiente los que les hicie-
ron saber a los sin duda incrédulos delegados de la IC, a Lombardo
Toledano, a los miembros del POI implicados en el asa.lto y al je~e
del comando --el del bigote y los lentes negros-, David Alfaro SI-
queiros, que el atentado, a pesar de haber sido cuidadosamente pre-
parado y tan perfectamente ejecutado, había sido un r?~undo fracaso.
Lo que no sabrían sino hasta después de .leer la ver.slOn de Trotsky
reproducida en la prensa, era que fue graCias a Natalia que los seten-
ta impactos de bala que la policía contaría más ade.lante en .t~ cama
de los Trotsky, no habían logrado poner fin a la Vida del vieJo bol-
chevique refugiado.
No debían sin embargo permitir que el impacto de su so.rpre~ .Ios
bloqueara ... Los "delegados" de la IC tomaron en sus mano~ ~I? perdida
de tiempo las medidas necesarias "para conservar las poSibilidades de
volver a empezar y para proteger al aparato, al que cualquier confesión
o incluso un simple arresto podría comprometer·,.4 Su táctica se dibujó
sin pérdida de tiempo: antes que nada había. que ,negar, negarlo .tod~.
En segundo lugar había que contrarrestar la slmpaua que Trotsky lllev~-
tablemente provocaría en la opinión pública y lograr que este m~v~-
miento espontáneo se volteara contra él. .En tercer lu!p~ había que diri-
gir una buena parte de las baterías hacia la preparaclOn de un nuevo
atentado que por ningún motivo debía fracasar.
Paralelamente, el aparato de prensa de los estalinistas se puso en
marcha para llevar a cabo el primer paso de la táctica de urgencia:
305
 e hacer notar además que, como por a:te
negar, negarlo todo. Hay qu lozrc e el PCM y la CTM venere-
cionalista de los Estados Unidos Mexicanos, le dirigió las siguientes lí-
de magia, el fracaso de S~;~l~ir~ ~%~~l~~es que habían surgido en- neas al secretario de Gobernación:
ran, de la noche a la mal La
v. de México se asociaran para con-
tre ellos, y que El Popul~r i
b o~o o del PCM sin distinción; cosa
[oo.] Por tal motivo, esta Asociación ha pedido a esa H. Secretaría la
vertirse en los vocer?s '~'ó om a:l papel estelar le fuese asignado a
que sin embargo no Impl I que .. expulsión de varios extranjeros que se han estado "inmiscuyendo"
en asuntos políticos del país [...].
El Popular, que contaba con u~lm;~a~r~{e·puso a la disposición del
Por esta misma razón, esta Asociación pidió a esa H. Secretaría
A partir del 25 de mayo, 1 o d de los uniformes de policía
1 1 . do uso de a coarta a la expulsión del país del agitador perpetuo y desterrado de todos
PCM, e! cuai, iacien
y del ejército y de la de "..iViva Al maza.,
in!" declaró en sus columnas: los países del mundo, León Trotsky, ya que su presencia en Méxi-
co era un peligro constanre [... ] y ahora, los hechos lo confirman
Un boletín del PC~I enviado a la re d accion
., del periódico dice en plenamente; un asalto brutal y salvaje, [...] que condenamos en for-
ma enérgica [oo.] confirma en todas partes la existencia en el país
una de sus partes: id or anizado y ejecutado de extranjern, de lo más peligrosos que operan a espaldas de la
[...] el asalto a la casa de T~~~~r~l~o~1 dOep~licías y de oficiales
Ley [oo.] y que están en acecho constantemente [oo.] aun en COntra
por elementos provecado~~s forma arte del programa de la de nuestras instituciones y nuestro gobierno [oo.].
ir del ejército: esta provocaclOn [...]_, pl del Imperialismo
'¡¡ .. d 1 Compañías Petro eras y Si la CPU está operando en México, al ser denunciada por el
reacción al servicio e as. l fi de desencadenar re-
II¡¡ . 1 ambiente con e In . mismo Trotsky, que la acusa de ser responsable de este atentado
, Yanq~1 para p~e~arar e tados contra las organizaciones y sus di- [oo.] y si los extranjeros que la componen han podido organizar un
~i~e:~~:::~~ ;~r p:ü~:~\~~:~ contra el Partido Comunista." grupo de más de treinta individuos [oo.] provistos [...] de toda clase
de. implementos de guerra; entonces si no se pone violentamente
. 1 do a rovechó también el escándalo un dique a estas peligrosas actividades [oo.] estos individuos, no sólo
La extrema derecha, por su. a ,p del comunismo en plena
'1 1 1 tre vanas corrientes , organizarán a treinta o más individuos sino que procederán a orga-
que provoco a uc la en . dial para llevar agua a su
mitad de la crisis de la segunda guel ra mU n .1 n'a enviado a Cárdenas nizar un considerable grupo de conspiradores [oo.] atentarán contra
. li .' faba En un te eglal
l nuestras instituciones [...] pues sabemos perfectamente bien que los
molino nacrona rsta y xeno . d 1 Revolución" a fines de rna-
por la Unión Nacional de Veteranos e a deseos de la URSS son provocar la revolución mundial y acabar
yo podemos leer: con las democracias [...].8

. 1h r del comunista Trotsky da la razón Lombardo, por su parte, empleó la misma táctica que la derecha, pe_
El atentado cometido en e oga od 1 República de la existencia
ro en sentido inverso; si, para Ia derecha, la presencia de Trotsky era un
a las versiones que se propalan en t da .antervenir en los asuntos in-
. ieros que tratan e I peligro porque provocaba la organización de organizaciones comunistas
de elementos extranJ d el extraniero estas no- sovietimntes en México, para Lombardo era por el contrario un peligro
. lamentan o que en :J
teriores de los mexicanos, . dican al pueblo mexicano. La
ticias se abulten en forma tal, que ~IJ~ 1, 1 ión lo ha repetido un
ya que, como lo esclibió en El Po/miar el 16 de mayo, "Dies utiliza el
incidente Trotsky para decir que hay en México una quinta columna";
Unión Nacional de Veteranos de. a d e\io uecdl~i mucho menos de
do es enemiga e ust , . lo cual en otras palabras significaba que la presencia de Trotsky en Mé-
sinn~mero e veces, .n ual hemos sacrificado I?s mejores xico provocaba la injerencia de la extrema derecha y del imperialismo
MéxICO nuestra patna, po.r la c d México mejor lamen-
id la esperanza e un 1 , . en la política mexicana. Trotsky y Rivera -declaró el PCM en
años de nuestra Vl a con id alejados de su gobierno, un segundo comunicado publicado en las páginas de El ?opular-, son
tando únicamente que usted nos con~1 er~ la de la mayoría de sus
porque nuestra ideología no concuer a co los traidores que reclaman "en la prensa norteamericana la intervención
servidores." contra nuestro pueblo". El atentado perpetrado con toda seguridad por
"la reacción mexicana y por los agentes de la Comisión Dies" es "una
Das días más tarde, otro grupúsculo de derecha, la Asociación Na- provocación [oo.] que --exigió audazmente el PCM- debe valerle a
Trotsky y a StLS secuaces la expulsión inmediara de México"."
306
 -
S· haber agotado todos los posibles resultados del primer p~o de
su ~~tica, lornbardistas y comunista~ e~pezaron a preparar sm tar-
---- . -- - ~---~~,
guía estando aquí y, sobre todo, cómo habían fracasado los asaltan-
teso Esta reacción de Trotsky en la que el miedo y la prudencia es-
danza el segundo paso, al que b auuzarian
. con el nombre de "auto- taban ausentes -la puerta estaba abierta y otro asesino fácilmente
hubiera podido deslizarse hasta el lugar donde nos encontrába-
asalto'~rtir del 27 de mayo, no sólo El Popular sino también otr~s perió- mos- me sorprendió [...]. En cuanto a los jefes de la policía, esta-
.A P Prensa El Nacional aseguraron que Trotsky habla hecho ban cada vez más incrédulos. 1 1
dicos como La y li ' cto al lugar en
"declaraciones contradictorias" ante la po cia con respe lIS'
ue se encontraba en el momento del atentado. J-:I~~ e ~oron~ ~?- Esta incredulidad se vería alimentada por el testimonio de algunos
qh SaIazar el jefe de los servicios secretos que dirigía la l.nvesngacIOn de los policías mexicanos del puesto de vigilancia, quienes aseguraron
c elza po lircia
de " en casa de Trotsky , empezó a dudar de ladiveracidad
. Idel tes-
d que Sheldon Harte se había ido con los atacantes por voluntad propia
.
umoOJo 'd e este uiltimo . Efectivamente
l' '. "la extraor marra
Id' ca ma e y que era entonces posible que fuera él quien había abierto la puerta,
sobre todo la extraordinaria disparidad entre os, me lOSem- una puerta que en principio no le debía abrir a nadie, ni siquiera a
;~~~~~' e~ el atentado y la nulidad de los resultados, no dejaban de sor- ellos mismos.
j
j
prenderlo",IO.... . di . Sánchez Salazar ordenó entonces el arresto de los dos guardias ex-
Trotsky había reaccionado en efecto con una calma extraer marra tranjeros de Trotky, Otto Schüssler y Charlie Cornell. Para los comu-
que sorprendía incluso a sus propios colaboradores. nistas y para Lombarda éste era el momento ideal para poner en
marcha explícitamente la versión del "auto-asalto", una versión que,
El dí del ataque --cuenta O Ct",vIO
'F ern a'n.,dez- no había , un solo en virtud de la actitud de la policía, tenía todas las posibilidades de
meJ~ano de guardia [...] Al día siguiente ll.eg~e a Coyoacan como triunfar. Los comunistas organizaron entonces, para el 30 de mayo,
a las 17 horas [ ] Vi de lejos un gran movimiento [...] en la p:ler- un mitin en el teatro Hidalgo, en el cual se lanzó oficialmente la teo-'
ta de la casa [ ] ¿Qué pudo haber pasado>, ~e p~eguntaba IlnIeb~- ría del "auto-asalto", El 31 de mayo, en su reportaje sobre el mitin
tras me acer caba . Llegué hasta la puerta casr corriendo; no la , la c, comunista, Excélsior publicó: "Enrique Rarnírez y Ramírez y Angel
nadie que vigilara la puerta de entrada, cosa que me sorpren l? Olivo declararon: Trotsky se auto-asaltó con el fin de hacer aparecer
normalmente estaba cerra d a ... (.'Q' ue suce día). Estaba cada vez bmas a los comunistas mexicanos como terroristas".
intrigado ... El interior parecía un mercad?; ~ucha gent~, hom res Trotsky respondió inmediatamente en la prensa que esta interpre-
ue se movían por todas partes en el jardm,.y de ,pl<?nto llega tación era estúpida. Algunos días antes, el 27 de mayo, en una "Carta
q k me a arra del brazo y me dice: "IOctavio, es indispensable al Procurador General de México", ya había explicado su versión de-
T~~~e~' a a v~r todo esto, indispensable!" Con él se enc~ntraba un tallada acerca de los posibles culpables de los sucesos del 24. En esta
~ombre ~uya identidad conocería más tarde, el coro?el Sanchez S~~ carta, Trotsky empezaba por explicar que en la transcripción del inte-
• 1
1 el comandante Galindo. Trotsky me arrastro hasta su reca rrogatorio al que había sido sometido por el representante del procu-
mara y me diio:
azar, y Ijo. '"Mire'''
Il ....
me mostraba, los impactos ibde las balas spe-. rador, no había sido registrada -"sin duda debido a ciertas considera-
"'Q , pasó?" "Pues bien -me contesto-, lo que esta amos e . ciones que tenían que ver con las reglas internacionales de la
e ue ayer . al amanecer, fuimos ataca d os. ""·C'mo)"
randa' e o "..' exclame , ,y etiqueta"- la respuesta a la pregunta acerca de quién sospechaba él
empe~ó ~ c~ntánnelo todo [...], Sá nchez Salaza: ~ Calindo nos ml~ que había sido el autor del atentado COntra su vida; es decir, José Sta-
raban con escepticismo. Y Galindo me pregunto: usted~? .;ree ~~s lin. "Esto no quiere decir -proseguía Trotsky-, que Hitler no pueda
do esto, ;cver d a d?" . "cCómo> iPero claro que lo creo, di V:an
1 con ser también parcial o totalmente responsable de este atentado". Sin
-añadió-- écómo puede usted creer que Trotsky, p~ iera sa Ir ve embargo, si el culpable es la CPU hay que explicar un poco, cómo tra-
'da de rodo esto?" Me acuerdo que le respondí: Pues ya lo , baja ésta en el seno de los PC del mundo, entre los cuales nada justi-
VI
íahí lo tiene!" Trotsky ni siquiera se vera , asus.tad o --confirma
" Fer- fica que al PCM se le considere como una excepción:
nández-, casi podría uno decir que estaba ~ehz. No ten~a n~~~a~~
Parecía un chamaco mostrándonos con alegna cómo hab~an él se- En el Comité Central de cada sección está colocado un director de
las balas, cómo había sido el fuego cruzado, etcétera, y como la CPU responsable por ese país. Nadie, salvo el secretario del par-

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309
,. ___ o - '_ •••••••

tido y uno o dos de sus miembros de confianza, conoce su estatus \i absolutamente ingenuo creer que lo mismo sucede con los dirigentes
[... ]. En su calidad de miembro del Comité Central, el repre- .~ del PCM -afirmaba Trotsky, y Valcntín Campa lo confirmaría en su
-,
sentante local de la GPU tiene la posibilidad de acercarse [...] a to- testimonio--, manifestando un perfecto conocimiento de los métodos
dos los miembros del partido [...] y entrenarlos poco a poco en el de trabajo y del tipo de individuos reclutados por la GPU.
trabajo de espionaje y de terrorismo, recurriendo algunas veces a
su sentido de lealtad al partido.t? Perrnítanme también suponer que David Alfa ro Siqueiros. quien
tomó parte en la guerra civil en España como estalinista activo,
En el caso de! atentado -agregaba Trotsky-, todo parece indicar l. también puede saber quiénes son los más importantes y los más
que la gente de la GPU involucrada proviene del extranjero y es posi- activos de entre los miembros de la GPU, ya sean españoles, me-
ble que hayan salido del país la víspera del ataque a la casa de la ea- t xicanos u originarios de otro país, y que últimamente solicitaron
Ile de Viena, para no dejar hueIla alguna. asilo en México a donde llegaron principalmente vía París.!" Inte-
En cuanto a la posible participación en la conspiración de los poli- rrogar al antiguo y al actual secretario general del PC al igual
i
cías de la guardia, no se puede afirmar nada. Si es que participaron
es seguro que los agentes seleccionados para aproximárseles no po-
dían ser extranjeros, sine únicamente mexicanos del PCM o de su pe-
¡¡ que a Siqueiros, ayudaría enormemente
instigadores
ces.!>
a aclarar quiénes son los
del intento de asesinato y a descubrir a sus cómpli-

riferia.
Trotsky no se equivocaba: unos días más tarde se sabría que los
i, Sorprendidos sin duda por la preclslOn con la cual Trotsky recons-
;
policías de guardia habían sido cómplices del atentado sin saberlo: un ! truyó casi en detalle -es decir la participación directa de Siqueiros
agente mexicano de la GPU, Zúñiga Carnacho, había pagado a dos en el ataque- la verdad de los hechos, Lombarda Toledano y el PCM
mujeres, Julia Barradas y Anita López, para que alquilaran una pe- lo acusaron de difamación. Seguro de sí mismo, Trotsky los retó en-
queña casa cerca de la de los Trotsky, vigilaran las idas y venidas y tonces a una confrontación.
entablaran amistad con los policías para sacarles información y para El 31 de mayo, a través de Múgica, envió una carta a Cárdenas pa-
invitarlos "a su casa", la noche de la agresión, a una fiesta organizada ra protestar contra la defensa que hacía la policía mexicana de la ver-
para "celebrar un viaje próximo". sión del "auto-asalto",
Por otra parte, seguía la carta al Procurador, la GPU prepara siem-
pre sus actos terroristas con una campaña de prensa. En este caso, Las víctimas del at.lque se convirte n minuto a minuto en acusados,
Trotsky pensaba que la investigación no podía dejar de examinar las Señor presidente, esta manera de proceder no es nueva. Cuando la
calumnias montadas contra él por El Popular, La Voz de México y "al- pandilla de estali nistas noruegos organizó un at.lf!ue en mi casa pa-
gunos colaboradores de El Nacional". ra robar mis archivos y, si hubiera sido posible, a mí también, las
Acusar directamente a Lombarda o a los jefes del PCM sería inge- autoridades' noruegas empezaron por arrestar a los criminales, pero
nuo, argüía: la GPU emplea siempre a gente menos conocida para más tarde [... ] declararon que el ataque de los fascistas era una
perpetrar sus asesinatos. "chispa", y nos arrestaron a mi esposa y a mí. Hace algunos meses,
los autores de esa "chispa" ayudaron a Hitler a invadir Noruega."
El señor [Lombarda] Toledano no es sin embargo un adolescente
[...]. No es un secreto para Toledano que la GPU debe eliminarme El presidente mexicano no hizo esperar a Trotsky: inmediatamente
físicamente. Tengo entonces el derecho de decir que, al ocuparse después de haber recibido su carta ordenó la liberación de Schüssler y
personal y sistemáticamente de la campaña venenosa contra mí, e! de Cornel!.
señor Toledano tomó parte en la preparación moral del acto terro- Durante este tiempo, los comunistas habían intentado implicar a
rista. Escoger a Toledano como testigo sería por lo tanto muy im- Rivera en el ataque, pero a falta de pruebas In policía abandonó in-
portante para la investigació n.P mediatamente esta hipótesis. Ante el fracaso del "golpe Rivera" había
que montar otro. El 2 de junio, bajo el título de "Trotsky insulta a la
Si Lombarda Toledano no conoce al director local de la GPU, sería policía mexicana", El Popular publicó una carta que supuestamente le

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había sido .enviada por Luis Lornbardo Toledano, el hermano del jefe El comunicado del POI que apareció el 13 de junio en El Popular
de la CTM, y en la que en particular se leía: d~mostró ha~ta qué punto la situación de finales de mayo, que pare-
era .ser ampliamente favorable a los comunistas, empezaba a voltearse
Para Trotsky, la policía mexicana es una policía estúpida. :\'0 le peligrosarnenre contra ellos. Pero fue justamente a partir del primer
merece ningún respeto. Los mexicanos pensamos de distinto modo. arresto que el PCM y la CTM decidieron que había llegado el momen-
[... ] Si así opina Trots k y de las instituciones del único país del to de poner en marcha toda la maquinaria: de todos los rincones del
mundo que ha querido darle asilo, se explica por qué en ninguna país empezaron a llegar a 13 presidencia, a la Jefatura de Policía y a
parte del planeta se le permite vivir.'? la Secretaría de Gobernación, telegramas protestando contra "los
ar,restos infundados", contra "el trato injusto que los prisioneros su-
"Sí", respondió Trotsk y el 2 de junio mismo: "Públicamente califi- frfan por parte de las autoridades", y solicitando la expulsión de
qué la teoría del auto-asalto de estúpida y fantasiosa". Trotsky. Una aplastante mayoría de estos telegramas estaba firmada
por organizaciones filiales o simpatizantes del PCM, de la CTM o de
Algunos oficiales de la policía creyeron que era su deber hacer in- ambos. Tomemos dos ejemplos al azar.
vestigaciones sobre esta afirmación. Pero la obligación de la policía
de investigar todas las posibles variantes no me priva del derecho La Paz (Baja California)
de calificar la afirmación de Lornbardo Toledano y de sus amigos, 5 dejulio
que están en plena competencia con el re para ver quién lanza las General de División Lázaro Cárdenas
mejores calumnias, de absurda y fanrasiosa.!"
PRIMER CONGRESO DEL ~IACISTERIO TERCERA SECCIÓN STERM TIENE
A .pes3r de sus sospechas, la policía mexicana aceptó iniciar 13 ex- LUGAR ESTA CIUDAD PROTESTA ENÉRCICAMENTE CONTRA ARRESTOS
plotacióri de otra "posible variante"; la versión de Trots kv, Enrique INJUSTIFICADOS TRABAJADORES REVOLUCIONARIOS ACUSADOS COMPLI-
Ramírez y Ramírez fue entonces convocado por los investigadores en CIDAD ATA.QUE TRA.IDOR LEÓN TROTSKY y SOLICITAN SE LE EXPULSE
el momento mismo en que sin duela estaba leyendo las declaraciones PAÍS POR CONSIDERAR ESTO BENEFICIARÍA DESARROLLO INTEGRAL RE.
de Luis Lornbardo Toledano en el periódico. VOLUCIÓN IIIEXICANA.19
Al día siguiente, Novedades declaraba que Ramírez y Rarnírez nega-
ba haber hablado de un "auto-asalto", pero afirmaba haber dicho y la siguiente carta, redactada en un muy florido pero muy humil-
"pseudo-asaltc". Rompiendo su silencio, Siqueiros escogió también el de estilo:
3 de junio para hacer declaraciones en las columnas de El Popular. El
asalto, dijo, es la "última gran farsa de Traes k)', gran prevaricador v SINDICATO GENERAL DE TRABAJADORES DE IA INDUSTRIA DE ACEITES,
delator profesional". JABONES Y SIMIIARES
El 6 de junio, cambiando un poco el tono por prudencia, la CT~I MIEMBRO DE IA CTM
declaró a Excélsior que exigía el castigo para los culpables, quienes, se-
gún ella, no podían ser de ninguna manera miembros del PC~I; pero Torreón, Coahuila
exigía también que Trotskv, cuya "casa es una institución política':, Ignacio García Téllez
fuera igu31mente castigado. Por su parte, El Popular declaró: "Es evi- Secretario de Gobernación
dente que los atacantes de Trotskv no querían matarlo".
El libreto estaba siendo levemente alterado, pero la puest3 en esce- El sindicato [... ] se ha tomado la libertad de comunicarle a usted
na seguía siendo la misma: negar, negarlo todo. No tendría ~i~ em- [... ] que [... ] hemos acordado solicitar a la H. Secretaría que
bargo demasiado éxito: el 8 de junio, la policía arrestó a un dirigente usted tan dignamente preside que por favor se les conceda la liber-
del PC~I, antiguo combatiente de España, y a algunos miembros de su tad inmediata a los camaradas [... ] que están presos en la ciudad de
familia. El nombre del acusado no le sería revelado a la prensa, pero México, acusados de supuestos delitos que no cometieron, ya que
sólo fue el primero de varios arresros más de miembros del PC~!. estos camaradas siempre se han distinguido por su manera de pro-

312 313
 ceder en. todos sus actos, y han demostrado frente a todas l.as orga- bió sin embargo serlo para la oprruon púlbica que veía en Siqueiros a
nizaciones del país su criterio, su r~speto y su lealtad haCl~ el ac- uno de sus más grandes artistas de fama internacional y que, de un día
tual régimen, razón por. ~a cual sIempre los hemos admirado y para otro, se enteraba de que este artista era probablemente --como lo
escogido como nuestros dirigentes. .. pensaba Trotsky- un agente de la GPU desde 1928.
Ahora, por el contrari~, est.e H .. Sindicato, desde la llega~a de La tesis de la policía mexicana suponía que Siqueiros y su banda
León Trotsky a este hospitalario pals, hemos observado con aten- contaban con dos cómplices en el interior de la casa: Sheldon Harte
ción y hemos notado la pérfida e.l11sana labor qu~ ha .desarrollado
este dirigente desacreditado que sIempre se ha distinguido co~no un
traidor a la causa de los trabajadores del mundo entero, razón por
I -el hombre al que Siqueiros, según declaraciones
les había prometido
de los prisioneros,
comprar para que abriera la puerta- y, por otra

la cual le solicitamos que el susodicho

más pronto posible de nuestro país.
Trotsky
,
sea expulsado lo f parte, Carm~n. Palma, la cocinera, cuyas declaraciones parecían no te-
ner otro objetivo que hacerle creer a la policía la versión del auto-
asalto.22
Sin poner en duda la atención que le prestara. ~st~? a la presen-
te, reciba usted la prueba de nuestra devota admiración, de nuestra I A pesar d~ estos abrumadores elementos, El Popular siguió publi-
cando comul11cados del PC:--I, como el del 20 de junio, en el cual de-
consideración y de nuestro respeto. zo nunciaba la ¡"gigantesca provocación de la cual había sido víctima"].
POR UNA SOCIEDAD SIN CL-\SES.-
El partido comunista y junto con él todo el movimiento obrero y
Sin embargo, la policía avanzaba en su inve~tigación. El 18 d~ ju- el pueblo de México han sido víctimas de una provocación mons-
nio el coronel LeandroSánchez Salazar convoco a una .c?nferenCla de truosa en cuyas redes ha caído también la misma policía del Distri-
to Federal (México).
prensa que tendría lugar en prescnci~ ,del jef~ de policía, el .:g.cneral
José Manuel Núñez. To~la la decl~raclOn del Jefe de los serv IClOS se-
cretos condenaba al partido comurusta. Esta nueva acusación se asía de hecho al único salvavidas que no
había sido destruido por la investigación: la complicidad de Sheld n
Por el momento, treinta personas están tras las rejas -d~claró ?án- Harte. ¿Qué era lo que el PCM quería demostrar ahora? ¿Que Siquei-
chez Salazar=-. El maestro rural Luis Martínez -a parur de .el se ros y Harte eran trotskistas "puros", es decir, provocadores profesio-
I~
., encontró la primera pista- reconoció haber tratado de consegu~r los nales ligados al imperialismo norteamericano y a la Comisión Dies, y
uniformes de policía que les servirían a los agresores. Dos mUJcres, cuyo único objetivo era por lo tanto el de destruir el movimiento co-
Julia Barradas de SelTano. y Ana María ~ópez,~e ~h~vez [... l._ U.n~s~ n:unist~ mundial? Es muy probable. No tendrían sin embargo sufi-
tudiante, antiguo combatiente en Espana,. ,Nestol Sá nchez I r~1l1.an crente ue.mpo para desarrollar su nueva táctica: el 25 de junio, el jefe
dez, confiesa haber participado en la agreslon. portando un :ll1lfoll~:e de la P?IJcía, el general Núñez, envió el siguiente telegrama a Cárd _
nas, quien se encontraba en Torreón.
de teniente del ejército. Otro antiguo combatiente en España. David
Serrano A.ndonegui [miembro del Buró. Polírico del rcxr], [.:) parece
estar seriamente comprometido ~el.·o llIega toda p~~LIClP~Clon ,:11 T~ MIGUEL CHÁVEZ. Ayudante señor Presidente de la República
TORREÓN COAH.
atentado, sobre el cual pretende umcamente habe: ~nvestI!?ado: U
comunista canario Rosendo Gómez Lorenzo, esta SIendo mteri og a-
,
do. Gracias a las confesiones de todos ellos, la po liIC.I~esta
, 'fi 1I1a1Ine nte JP. P. RUÉGOLE INFORMAR SEÑOR PRESIDENTE EN CASO TROTSKY SE.
en condiciones de conocer y de buscar a otros p:llUClpantes del aten- GUfASE TRABAJANDO ACTIVIDAD YA FUE ENCONTRADO AYUDANTE
tado que han huido: I?avid .:Alfaro Siqueil?s [... l, su h~n~ano ..4Jf~;:i SECRETARIO BOB SHELDON DESGRACIADAMENTE :--IUERTO PUES F E
su colaborador Antonio Pujol, sus dos cuñados Antonio y LUIS Al ASESINADO POR HERMANOS LUIS Y LEOPOLDO ARENAL PARTICIPAN.
Y su amigo Juan Zúñiga Carnacho.>' TES ASALTO. CADÁVER FUE ENCONTRADO DESPUÉS MINUCIOSA BÚS.
QUEDA EN CASA ABANDONADA A VEINTICINCO KILÓMETROS SOBRE
..
Si la acusación contra Siqueiros no fue una sorpresa para Trotskv . ' de- CARRETERA MÉXICO DESIERTO DE LOS LEONES, SITUADA BRECHA BI-
FURCARSE DICHO LUGAR HACIA IZQUIERDA DOS KILÓMETROS IDEN.

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 - --- ----- ----
TIFICACIÓN SHELDO:-'¡ FUE PERFECfA,\IENTE ESTABLECIDA. YA TR.-\BA·
----- -- -----~- -- . -~.
JASE TODO CELO FIN LOGRAR APREHENSIÓN ASESINOS.23 inconscientemente, pero fue culpable. Porque la regla era que
cuando alguien llegaba, pues, en el día se podía ver quién era, pe-
Mientras que el PCM se veía momentáneamen~e reducido al ~il~n- ro en la noche no dejábamos entrar a nadie. Excepto a los que ha-
. 1 policía mexicana no abandonaba su tesis acerca del Jo ••en cían las guardias; nadie más entraba a la casa. La caseta de los
ClO, a . ki . , , d l policías estaba afuera; entonces ellos veían perfectamente quién lle-
Sheldon Harte, una tesis que Juhan Gor I.n c0?,1partlna mas a e an-
te: para ser un simple "colaborador .0caslOnal d~ la GPu,. Sl:eldon gaba y quién tocaba la puerta. Una vez que identificaban a la per-
sabía demasiado; podía volverse peligroso ... habla que ehm~~arlo. sona en cuestión, el guardia que se encontraba arriba debía
Esta tesis se vería además reforzada cuando la prensa anunCl.o que identificarlo a su vez, y sólo después de eso se abría la puerta. Es
1 . dre de Bob había encontrado en la recámara de su hijo e? decir que nunca se le abría la puerta a un desconocido. Un desco-
~u~~a York un retrato de Stalin. Trots~y )amás ace¡tadría,la ~omph- nocido simplemente no entraba, no entraba. [...] Y si no era un
cidad de su joven guardia con los estalm:stas y defe n ena siempre desconocido, el guardia de arriba debía avisarles a los de abajo:
su inocencia en el asunto del asalto. El día que el cadáver fue des- "equis persona está afuera y quiere entrar". y pues, la noche del
,
cubierto, Trotsky escribió: " atentado, Sheldon debía estar de guardia arriba; abajo no había na-
de. Sheldon debería haber despertado entonces a los secretarios y
El cuerpo de Bob Sheldon Harte es la trági~a prueba de la false- debería haberlos consultado diciéndoles: "Afuera se encuentra
dad de todas las calumnias y de las denuncias levanta~as contra equis, quiere entrar; cabro o no abro?" No lo hizo, lo que quiere
él [...] Bob está muerto porque se interpuso en el camm.o de los decir que fue él y nadie más quien abrió la puerta. [...] Que haya
asesinos. Murió por las ideas en las que creía. Su mernorra queda sido un agente o un perfecto imbécil -exclamó nuevamente Fer-
limpia." nández- no le quita responsabilidad ... Tal vez le abrió la puerta a
Jacson~6 o a alguien más al que conocía y que tal vez le dijo que
Si Sheldon fue o no culpable no lo sabremos ~unca con certez:t. venía a algo muy urgente, pero de cualquier manera, debió con-
sultar a los demás antes de abri r.??
1 El padre del joven guardia estadounidense. ,asesmado desrne nti ría
más tarde v en varias ocasiones la declaración sobre el r~trato de
~l Stalin, e Is~ac Deutscher, el biógrafo de Trotsky, s?stendr~a que .el El 19 de junio se abrió en casa de Trotsky una investigación judi-
cial; él mismo presentaría varias deposiciones. El 26 de junio le sugi-
único crimen cometido por Harte fue el de haber Sido un Joven sin
experiencia." rió al juez de instrucción que convocara a testificar a Narciso Bassols.
Octavio Fernández, por su parte, se muestra mucho más severo en Bassols, quien había sido secretario de Educación Pública y repre-
su juicio sobre Sheldon Harte: sentante de México en la Sociedad de las Naciones, era integrante del
grupo intelectual más prestigioso de la generación del quince, los
Después de mi conversación con Trotsky y con los jefes de la P?l~- "siete sabios"; ideológicamente no lejano del lornbardismo y, hasta ha-
cía mexicana intenté saber qué había pasado con los guardl~~. cía poco tiempo. embajador de México en Francia, era una personali-
"H'ues estábamos ahí!", decían Otto y Charlie, "Oímos los balazos dad evidentemente muy respetada en el México de Cárdenas. ¿Por
qué creía Trotsky que debía ser interrogado?
"¿y por qué no salieron?" "Pues porque se protegían de~r~ de l?~
árboles, y las ráfagas de las ametralladoras no nos pe:mman salir:
itenían granadas y todo!" "¡Pero -exclamó fuera de SI, en nues~ Narciso Bassols, en su calidad de embajador de México en París
entrevista con él, Fer nández, ~uya devoción a Trotsky n~ coln~~~~ -le explicó Trotsky al juez Ramón Carrancá TrujilIo- tuvo que
Iímites- estaban ahí para morirse, no para proteger sus vld~s: . [...] saber qué españoles serían autorizados a refugiarse en Méxi-
tedes estaban ahí para eso! ¿Si no para que, 1os hiicieron verurr . (Pa- co; no pudo no haber sufrido presiones e incluso concluido com-
ra que no los mataran, o para que los ~ata.ran per~ ,~o ~ promisos con la gente que deseaba que entraran a México
algunos agentes de la GPU .~8
Trotsky? .. ¿y quién abrió la puerta?" ... IMister'io l... El .v leJo
siempre defendió a Sheldon; yo creo que fue culpable; consciente o
Los periódicos del 25 de mayo deformaron inmediata y radical-
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 - _·~"---'~~-'::-~~r.," ..
mente las declaraciones de Trotsky, escribiendo ique éste acusaba a Trotsky, qui.en arroja la dirección imelectuat del atentado al señor
Bassols de ser el autor intelectual del ataque! Y ese mismo día, don Bassols y pide. s.e h?5F1 la consignación. El licenciado Bassols me
Narciso Bassols declaró: negó toda part~clp~~lOn sobre la responsal?ilidad que se le atribuye
y desea .la Se~1 eta.lla haga alguna aclaración en el sentido de ue
León Trotskv me acusa de ser el autor intelectual del asalto del por las invesugaciones hechas no son exactas las versiones dd la
cual fue víctima hace un mes [... ]. La calumnia es audaz y cínica. prensa sobre su actitud dclictiva.
Miente León Trotsky, pues soy absolutamente ajeno a todo cuanto Aun cuando es conocida su ideología de extrema izquierda en
se refiere a tan escandaloso asunto. [... ] verdad no tengo datos que hagan presumir su intervención en el
La acusación no alcanza a preocuparme por lo tanto. Me será atentado a ~rots~~ y desearía su opinión sobre la conveniencia de
muy fácil, llegado el momento oportuno, lograr que Trotsky, p.or hacer la rectdicaclOn que se me indica [... ].31
calumniador, vaya a la cárcel [... ]. Va a aprender las consecuencias
de atreverse a inodar a un hombre limpio con sus maquinaciones. Esta carr:a, no tuv~ ap~rentelllente ninguna consecuencia; Cárdenas
Pero sería pueril creer que la significación de lo que pasa radica no res~ondlO y Carcía Tellez no hizo ninguna declaración.
simplemente en el afán ..sIe hallar a los responsables de los sucesos Basandose en ~a versión de los periódicos, Lombardo y el PCM
de Coyoacán. [... ] creyeron por un msta nre que podrían explotar el incidente Bassols
Se trata de un eslabón más, no el 'último por cierto, de una vas- a su favor y obtener finalment.e la expulsión de Trots ky. Pero el
ta campaña de prensa en mi contra. Desde hace. años, mi actuación text.o de la. deposición de Trotsk::, lo ~r()tegía de este tipo de ata-
política enérgica, de ataque sistemático y eficaz a las fuerzas reac- que. Tr.atsky en efect.o nunca habla "dlfalllado" a Bassols, y Cárde-
cionarias de México, me conquistó la hostilidad mortal de todos los nas, q~len comprendió esto último inmediatamente, se colocó una
mercaderes y de sus secuaces [... ]. vez mas de su lado.
Ellos conocen -añadió Bassols, seguro de reafirmar así la vera- A! PCM y a Lombardo ya no les quedaban cartas por jugar. Lo úni-
cidad y, la fuerza de sus posiciones revolucionarias-,
,
mis relaciones 1 co q~e l~ quedaba al POI para entonces era deslindarse públicamente
de amistad con el general Manuel Avila Camacho [... ]. Saben [... J de Siqueiros y ~e ,su comando para no morir con ellos: el 27 de junio
que a mi lado se trabaja, se detienen abusos, se hacen esfuerzos El Popular publico un nuevo comunicado solemne de los comunistas
para construir racionalmente la estructura social de México. Por en el que declara.ban que ni Siqueiros ni Antonio Pujol ni los herrna-
eso me tienen por su mortal enemigo los bribones. Hay que hun- nos PUJol eran miembros de su partido, y añadfan.
dirme [... ].
Espero a los enemigos a pie firme, con una sonrisa de desprecio [... ] El Partido Comunista de México, co mo institución política res-
y con la solidaridad alentadora de los hombres honrados del país.?" ponsab~e, de~ea de:larar de lIlo~lo categórico y definitivo, que no
ha te.nldo 11l podna haber t~~ldo la menor participación en el
Bassols no era cualquier persona. Aprovechó inmediatamente sus men.Cl.~nado act~ de pro:'ocaClon; que reprueba enérgicamente la
contactos con altos funcionarios del gobierno, absolutamente seguro c~m~slOn de acciones dcll~tuosas de esta naturaleza y que desafía
de que ganaría esta batalla contra Trotsky. Ésta era, para él tambié~, pubhcamente a los calul1lI1ladores, cualesquiera q-ue ellos sean, para
una lucha política e ideológica, ya que ideológicamente estaba mas que demuestren que esta organización intervino de alguna manera
cerca de Lombardo Toledano y del PCM que de cualquier otra co- en el asalto a la casa de Trotskv.
rriente política mexicana, a pesar de que seguía siendo ante todo ~n
hombre del Estado y del régimen. El mismo 25 de junio, el secretario El fracaso de los estalinistas mexicanos en este terreno fue aplas-
de Gobernación, Ignacio García Téllez, incluyó entre los puntos de la tante en todos los ,aspectos, co~a que el PCM no parecía poder recono-
carta que le envió a Cárdenas el conflicto Bassols-Trotsky. ce.r, ya. ,que concluía su comunicado del 27 con una nueva petición de
expulsión para Trotsky. LOI~l~)ar<lop~r el contrario logró zafarse más
[... ] Últimamente.>? me ha hablado el licenciado Lombardo, mani- o me.n.os de este fracaso pOlIUCO, destinado a cubrir el de una aventu-
festándome su contrariedad por las declaraciones del señor ra militar terrorista, en la cual puso sumo cuidado de manera que na-

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da pudiese indicar que él y su equipo estuvieran directamente mezcla- xv. Preguntas en torno a un asesinato
dos. Pero los comunistas no tuvieron la misma oportunidad de cubrir-
se las espaldas. La GPU los expuso sin protección, y los resultados de
todo este asunto serían absolutamente aplastantes para ellos: para el
pequeño partido este fracaso marcó la coronación del drama que la
lC y la GPU le habían obligado a vivir a partir de la fundación de la
CTM, en el momento en que lo forzaron a someterse a Lombardo y a
sacrificarse a su favor, arrastrando con él, en nombre de la política de Todo par:c~ indicar que David Alfaro Siquciros y "Frank jacson" no
Frente Popular, a algunos sindicatos obreros importantes. eran los UI~lCOSagentes de la GPU encargados de preparar o de ejecu-
El año de 1940, que para Lombardo no significó más que la reafir- ~r .e.l asesmato de Trotsk y. Elllre. la :alida de escena de Abbiate y
mación de su poder a través de la consolidación de su alianza con el Mal ?gnat y la en~r~da en ella de Siq nej ros y de "jacson", un número
presidente entrante, marcó por el contrario para el PCM un paso más considerable de slllle~tros personajes, cuya pertenencia a la GPU sos-
hacia el cuasi estado de Iate ncia en que sobreviviría dentro de la esce- pecl:an desde hace uempo los especialistas, penetraron en territorio
na política mexicana durante por lo menos los siguientes quince años: mexicano.
una de las causas de está decadencia fue sin duda el papel que la opi- Se ti.ene noticia de por lo menos una media docena de ellos: el es-
nión pública lo vio jugar en la operación para la eliminación de ta.d?ullidense George Mink; el francés Georges Fournial: el alemán
Trotsky. FrelC!lenbach; el venezolan? Enriqu~ ~fartíllez; la pareja italo-esta.
Pero en el fondo del escándalo, tras las barnbalinas del teatro polí- ~oul1Iden:e f~n~lada p.or VItt?no :'lclaII y Tina. Modoti; otra pareja
tico, lejos de las miradas y de los oídos indiscretos, curiosos y a me- Iuso~espanola. Naum. I.lkO\·lc\"Ich Eltlllgon y Caridad Mercader; el ar-
nudo difamatorios de la prensa y de la opinión pública, la GPU, el or- 2ent~no Carl~ ,:=odovIl1a; el italiano Vittorio Codevilla y "Felipe" o el
zanismo estalinista "multinacional" por excelencia, quedó intacta. Y Jl~dlO Fr~nces .: En el momento en el que Abbiate y Martig nat desa-
~n el momento mismo del fracaso de Siqueiros escogió entre todos parecen S1l1dejar huella, aparece George Min k. Es un litua no, nacido
los engranajes que había empezado a poner en marcha en México alrededor ~e 1898 y emigrado en su juventud a Estados Unidos, don-
contra Trotsky a partir de 1937, uno o varios más que esta vez no de s~ convierte ~n chofer de taxi y se relaciona poco después con los
debían fallar. medios gangste~·¡Jcs. Todo parece indicar que fue reclutado en 1926
P?r la GPU y aSignado a trabajar en el sector mmItimo donde se con-
vierte en secretario del club de marinos de Nueva York. De vuelta en
Estados Unidos después de una csr.a ncin en Moscú, se convierte en el
pr~sldente de un "sindicato rojo". Bajo esta identidad viaja a varios
paises, entre los cuales D lila ma rca , desde donde es transferido en
1933 al buró .cemrztl de la sección e xt ranjcrn de la GPU. Se le acusa
de haber asesinado en esta época a un "correo" alemán v, en 1935,
e~, condenztd~ ,a un aÍ10 de cárcel en Di narna rca por intento de viola-
1
clan y posesión de documentos de identidad falsificados, A fines de

j
•
1936 se encuentra en Barcelona
d.e, Alfred Henz,. es uno de !os principales
c~~n a los trotskistas, anarqurstas
donde, pztrcce: ser, bajo el nombre
responsbles de la persecu-
y poumistas. Caria Tresca lo denun-
CIO con este nombre en 1938, ztcusándolo de haber asesinado a una
vi~ja militante comunista de la GPU, Julie Stuart Poyntz.' Otros dos
c~':menes y "" rapto le fueron atl:ibuidos más tarde, y la prensa trots- ,,¡
~ISt.'1 publicó su fotografía en vanos países. El 16 de abril de 1038 el

J
organo del sWP anunció que, habiendo regresado de España, Mink

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321
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 -
acababa de embarcarse en Calvestcn hacia Veracruz. Efectivamente, ola de refugiados de España; que Vidali trabajaba para El Popular ba-
un hombr~ que lo había conocido en España, lo reconocería e.n Vera- jo el seudónimo de Carlos Contreras y que Tina había retornado la
cruz, pero la policía mexicana no lograría encoritrarlo .. Es posible. que fotografia, abandonada por ella durante sus años de estancia en Mos-
para escapar de la policía haya regr~~ado a Estados ~mdos, a CalIfor- cú y en España.
nia donde los militantes del SWP dijeron haberlo VISto. El 8 de sep- La otra pareja, mucho menos conocida y por lo tanto más discreta,
tiembre de 1940, tres semanas después del asesinato de Trotsky, el
periódico mexicano Noticias aseguró que Mink había regresado a Mé-
\• estaba formada P?r un oficial superior ruso del NKV06 y por una mili-
tante del rsuc," El, quien se hacía llamar "Leonov" en México, había
xico después del asesinato, que había pa~ado algunos días en Cuadala- sido en España uno de los jefes de la GPU bajo el nombre de "Gene-
jara, que se encontraba en Ve racruz bajo en nombre de _~lumenthal t ral Kotov". Su verdadero nombre era Naum Takovlevitch Eitingon.
y que estaba trabajando supl~estam~nte para un~ cornparua de segu- J Ella, una comunista catalana que frisaba los cincuentas, se había uni-
ros. Por segunda vez, la policía mexicana se lanzo sobre las huellas de ; do en su juventud, en un matrimonio negociado, a un burgués con-
Mink, pero no logró encontrarlo." servador mucho mayor que ella, con quien había tenido seis hijos pe-
En febrero de 1938, Van Heijenoort recibió un info:me de. sus ca- J ro de quien se había separado en 1925. Instalada en Francia con sus
maradas de París que le anunciaba que Georges F~:)Urmal, un Joven y hijos desde su separación, conoció a un militante estalinista que se
r
enérgico profesor francés a quien se le podía consl~erar como agente convirtió en su amante y que la arrastró al comunismo y al trabajo
de la GPU, iba a llegar a México, para qued~rse seis meses con:o re- clandestino, al servicio de la GPU. A principios de la guerra civil espa-
presentante de la Internaci?n~l ?e. los Trabajadores de la Ense~anza. I ñola, Caridad tenía responsabilidades en el rsuc. Herida err el trayec-
Algunos días más tarde París IIlSIStIÓ, esta vez ante el s.w.p, rec~1 dando to al frente, al que se dirigía con una de las primeras columnas del
las características de Fournial y asegurando que su viaje tema otros partido, cuando sanó, éste la envió a México en una delegación que
objetivos además de la actividad sindical.. La prensa trotskis~ francesa iba a solicitar armas. Fue sin duda durante la guerra civil cuando hizo
y estadounidense acusaron entonces abiertamente a Four nial de ha- contacto con "Kotov". El segundo de sus hijos se llamaba Ramón, Ra-
berse desplazado a México para partICipar en los preparatIvos del ase- món Mercader del Río, quien se haría famoso unos cuantos años más
sinato de Trotskv."
Después de la· llegada d~ la ola de :~fugiados españole:, .la
francesa de la IV Irite r nacio nal anuncio a Trotsky la proxuna
=r:salida
tarde bajo el nombre de "Jacques Mor nard" o de "Frank Jacson".
Caria Codo villa (1894-1970) nació en Italia, entró al PSI en 1911,
emigró a Argentina en 1912. En 1927 ingresó al ala izquierda del
hacia México de un agente alemán de la GPU, antiguo secretario de Partido Socialista Internacional, que se convertiría en el pe argentino.
André Marty en España, y de quien sus camaradas franceses pensa- En 1924 fue electo al comité ejecutivo de la le, para la que llevó a
ban que contaba viajar en el mismo barco que los Rosmer y Sleva cabo un sinnúmero de misiones, especialmente en España en 1932 y
iban a tomar hacia Veracruz. Su nombre era Freichenbach.' durante los años siguientes, cuando vivía bajo el pseudónimo de Me-
Después del atentado del 24 de mayo, en julio, otro. informe, cuyo dina.
origen esta vez no fue men~ionado y que aún no ha podido s~r identifi- Vittorio Codevilla (1900-1950), llamado "Il Moro", era un joven
cado les anunció a los habitantes de la casa de la calle de Vierta la re- militante comunista italiano que había sido condenado a trabajos for-
i ciente llegada desde Nue va York de un hombre cuya pertenencia a l~s zados a cadena perpetua por una riña en la cual dos Camisas Negras
i, altos mandos de la GPU era indudable. Se trataba del venezolano Erm- fascistas habían perdido la vida. Refugiado en la URSS, trabajaba des-
de 1921 en la sección "América Latina" de la le. Más tarde fue desig-
que Martínez, llamado Riqui o Rique )' c~nocido como Montes algun?s
años antes, que representaba a la Internacional de la Juventud COIl1.UIllS- -J nado guardaespaldas de Gramsci y llegó a México al mismo tiempo
ta en América Latina y que había viv ido durante muchos años en :\ue'v-a que Eitingon y Vidali.
York sede de la dirección continental de la GPU. El informe espeCificaba Nadie ha logrado descubrir hasta ahora la identidad del hombre co-
que ~te viaje no era el primero, ya q:l~ en el m~ de marzo había juga- nocido como "el Judío Francés". Se le ha imputado sin embargo un
do un importante papel en la depuración del pe~1. . buen número de identidades -<:omo por ejemplo la de Lev Haikis, anti-
De Vittorio Vidali v de Tina Modotti ya hemos hablado antes. Di- guo secretario de la embajada rusa en Madrid=-, ninguna de las cuales
gamos simplemente que habían regresado a México en 1939 con la ha podido ser comprobada. Una hipótesis que sigue siendo plausible has-

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ta hoy en -día es que el personaje haya sido inventado de pies a cabeza de las Juventudes ~omunis~s. Fue arrestado en efecto el 12 de junio
para despistar las investigaciones y desviarlas lejos de los verdaderos or- d: 1935 y no fue liberado sino hasta la amnistía posterior a la victo-
ganizadores del atentado. rra elector~1 .del Frente Popular, en el mes de enero. A principios de
Todo parece indicar entonces que en agosto de 1940, además de la guerra CIVIl: Ramón se fue a combatir en el Frente de Aragón y en
Siqueiros, se encontraban en México Vidali, Tina --quien, recordé- 1937 fue dest1l1ad? al" ár~a. ~e "espionaje, contraespionaje y guerrilla
moslo, fue, bajo el seudónimo de María Ruiz, una de las responsables tras las filas enemigas", dirigida en España por "Kotov", Herido en el
del "servicio de contraespionaje" de las Brigadas Internacionales en brazo, ,Ramó~ .pasó algún tiempo en el hospital, y una vez sano se
España=-," Caridad Mercader, Eitingon, Codovilla y Codevilla, todos ~~rcho definitivamente de España para cumplir una misteriosa mi-
ellos agentes importantes de la GPU. No es arriesgado afirmar, ade- SIO~ d~ la que no le habló a nadie, pero cuya naturaleza podemos de-
más, que si Noticias no se equivocó sobre la presencia en México de dUCIr; Iba a tomar parte en la operación internacional de lucha contra
Mink después del asesinato, va se encontraba aquí desde antes. el trotskismo. ~n enero de 1938, en efecto, algunos testigos confirma-
De todos los dardos lanzados por Stalin, al menos uno debía dar ron su. presencIa en Moscú y en junio de 1938, con un pasaporte bel-
en el centro del blanco. Fra n k Jacson conquistaría para sí ese gran ga registrado a nombre de Jacques Mo rnard, se encontraba en París,
1..• honor. donde se ligó amorosamente
Sylvia Ageloff.
a la joven trotskista estadounidense
Durante los seis aiíós posteriores a la muerte de Trotskv, su asesi-
no no tendría nombre. Habiendo descubierto que ni el nombre de Tod<:> parece indicar que el encuentro entre Sylvia y "Mornard" es-
J, "[acson" ni el de "Mornard" correspondían a su verdadera identidad, tuvo leJOS de ser el fruto del azar: fue Louis F. Bude nz, un comunista
la policía mexicana no le dio ningún otro. estadounidense en otros tiempos cercano a los medios trotskistas y
No sería sino hasta 1950 cuando un refugiado catalán al que el hijo por lo tanto responsable de proporcionarle a la GPU toda la informa-
de Víctor Serge, Vlady Kibalchich, frecuentaba," creyó reconocer en las ción sobre sus antiguos amigos de la Cornmunist League of America,
fotos de "Mornard" publicadas en la prensa a un antiguo camarada de quien, a petición de un importante agente soviético en Nueva York,
España, conocido militante estali nisra de nombre Ramón Mercader del conve~c!ó a una com~lI1ista del CPUSA, Ruby Weil, de que acompañara
Río, quien habría sido herido en el brazo con una bayoneta. En efecto, a s~, vleJ~ .aml!:!a Sylvia Agelo~f a un viaje a Europa. Esto podía facili-
Mornard tenía una cicatriz en el brazo; pero le había dicho a la policía tar la vigilancia de los trotskistas y de los complots que traman en la
que era el resultado de una herida accidental que había sufrido durante sombra contra Stn lin"."! le dijo.
un entrenamiento en su servicio militar en Bélgica.
El doctor Quiroz Cuaró n, importante criminalista mexicano, deci- Pero cpor qué este encuentro? -se pregunta Broué-. La expli-
dió entonces aprovechar un viaje a Europa para ir a España llevando caci?n tradicional es simple. Conociendo la personalidad de
las huellas dactilares del asesino de Trorsky. Con la ayuda de la poli- Sylvia, la GPU pensó que podía fácilmente ser seducida. El esta-
cía española descubrió en menos de dos minutos que efectivamente blecimiento de un lazo personal entre ella v Mercader abría e nse-
las huellas pertenecían a Ramón Mercader del Río, "quien había sido gui~a muchas posibilidades, en virtud c1~ que la hermana de
arrestado en junio de 1935 después de una reunión de jÓ\'enes cornu- Sylvia, Ruth, había trabajado en Coyoacán en los tiempos de la
nistas".'? comisión de investigación y que la casa estaba abierta para los
Cuando, después de la separación de sus padres, el joven Ramón suyos, y por lo tanto para Sylvia y un eventual acompañante su-
llegó con su madre -a quien estaba profundamente ligado- a Fran- yo. Esta explicación no nos parece en absoluto satisfactoria. De
cia, tenía doce años. Después de la primaria prosiguió sus estudios en hecho, el único atractivo que Sylvia Ageloff pudo haber. tenido
una escuela de hotelerín de Lvo n. Su francés se volvió casi perfecto: para la GPU era ese papel que ella desempeñaba a menudo como
al escucharlo dificilme nte se le notaba un ligero acento; por lo tanto "~~rreo" ?~. la IV Internacional y que era de interés para los ser-
pasaba fácilmente por una persona de habla francesa. De regreso a VICIOSsovrcucos, sobre todo en vísperas de la conferencia mundial
España trabajó en la hotelería hasta 1932, fecha en la que tuvo que de esta organización con sede en Europa ya la que ella asistió.!"
partir para hacer su servicio militar durante dos años. Durante este
periodo estableció contacto con los comunistas y se volvió miembro Designado para dedicarse a la lucha contra el trotskismo, era evi-

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 - - "'=-r:t<
dente que· "Mornard" aún no tenía por misión la de asesinar a ción ejemplares: no fijó su mirada en Trotsky, no trató de entablar
Trotsky. No fue sino hasta más adelante cuando la GPU decidió utili- conversación con él ni de permanecer a su lado. Se dirigió a la recá-
zar la relación que parecía prolongarse entre él y Sylvia para intentar mara de Sieva, le regaló un avión de juguete y le explicó cómo fun-
penetrar en la casa de Trotsky. cionaba. A petición de Trotsky, Natalia lo invitó entonces a desayunar
A mediados del mes de julio, dos semanas después del inicio de con ellos y con los Rosmer.!"
una relación que arrancó muy rápidamente, Mornard abandonó re- . I?esp~és del desayuno, los Trotsky condujeron a sus amigos y a su
pentinamente a Sylvia por algunos días, pretextando un drama fami- distinguido chofer hasta la puerta de la casa que "Jacson" visitaría
liar -un accidente automovilístico--. Fue precisamente durante esta después, el 12 de junio, cuando iría a anunciarles su regreso a Nueva
"ausencia" que Rudolf Klement desapareció. Su cuerpo fue encontra- York, "convocado por su patrón"; pero se ofrecería a dejarles a los
do descuartizado. Klement había sido en un principio secretario de guardias su coche, un magnífico Buick, para que pudieran usarlo du-
Trotsky; en 1938 se convirtió en el secretario administrativo del Se- rante su ausencia.
cretariado Internacional de la IV Internacional, un cargo alrededor En Nueva York, Sylvia y él vivieron en un hotel, y el lo. de julio
de! cual se tejieron todos los hilos para la preparación de la conferen- "Jacson" se despidió nuevamente de su compañera y regresó a Mé-
cia de fundación con sede en París en septiembre de 1938. xico vía Nueva Orleans y San Anto nio. Sin embargo, una vez en
En febrero de 1939, ylvia regresó a Estados Unidos, donde se su- México, no se presentó en casa de los Trotsky, ni siquiera para re-
ponía que su compañero la alcanzaría más tarde, pero éste pospuso cuperar su auto, sino hasta el 29 de julio. Ese día Natalia y Trotsky
su llegada para después del estallido de la guerra,' En septiembre de lo invitaron a tomar el té con ellos, acompañado por Sylvia, quien
1939 se embarcó hacia Nueva York en el buque !le de France, provis- para entonces ya estaba también en México, ya que "Jacson" le ha-
to de una nueva identidad, la de "Frank Jacson", que se vio obligado bía pedido por teléfono -después de contarle que una grave enfer-
a adoptar -le explicó a Sylvia- para huir de una guerra en la que medad lo había retenido en Puebla- que se reuniera con él en la
no quería participar. En su nueva misión, el asesinato de Trotsky, ciudad de México, más precisamente en el hotel Montejo.
Nueva York no era más que una escala. Tan sólo unas semanas des- Cuando estaban tomando el té juntos, se inició "una animada discu-
pués de su llegada, le anunció a Sylvia que había sido contratado por sión [...].15 En presencia de Trotsky y de Natalia [...] ["Jacson"] [...] se
una compañía de importaciones y que por el momento su puesto de conducía casi tímidamente, tal y como convenía a un recién llegado que
trabajo era México. empezaba apenas a convertirse en un simpatizante";" "No participó [por
El 12 de octubre de 1939, el mismo día en que la Comisión Dies lo tanto en la discusión], pero dio a entender que estaba de acuerdo con
se comunicó por teléfono con Trotsky, "Jacson" entró a México en Trotsky [...]. Con los secretarios era mucho menos reservado y les conta-
auto, por Laredo. Durante meses no haría ningún esfuerzo para acer- ba acaloradas discusiones que tenía con Sylvia a este respecta'. Tenía sin
carse a casa de los Trotsky. Frecuentaba la alta sociedad y vivía como embargo mucho cuidado en no parecer excesivamente apasionado ".17
un verdadero hombre de negocios. En enero Sylvia llegó a México a Pero Trotskv era demasiado perspicaz como para no darse cuenta
reunirse con él. Iba de vez en cuando a casa de Trotsky y de Natalia, de que había algo raro en este Jacson que se decía apolítico en París
adonde su compañero nunca intentó acornpañarla. De los conocidos pero que ahora se declaraba simpatizante, sin ser sin embargo capaz
de Trotsky, los primeros a quienes les presentó Sylvia a su "marido" de participar en una discusión política ni de darse el tiempo suficiente
fueron Alfred y Marguerite Rosrner, a quienes "Jacson" les haría pos- para visitar a sus "camaradas" trotskistas en Nueva York.
teriormente algunos favores, inclusive después del regreso de Svlvia a
Nueva York. El propio Trotsky le confió a Natalia sus dudas sobre el personaje,
El 28 de mayo "[acson" conoció a Trotsky en la casa de Viena, •
"
los extraños comentarios del "marido de Sylvia" acerca de su "rico
cuando e! primero fue a buscar a los Rosmer para lIevarlos en su .au- patrón", qúe bien podía ser un fascista. Trotsky quedó profunda-
to a Veracruz, donde iban a embarcarse de vuelta a Francia.P Mien- mente sorprendido el 17 de agosto al ver sentarse a su visitante so-
tras que' "Jacson" esperaba a la pareja francesa en el patio, Trotsky bre su escritorio lleno de papeles y de libros, con el sombrero
daba de comer a sus conejos. Sin interrumpir su labor saludó de ma- puesto, para presentarle un artículo que no era más que una ila-
no al visitante. "[acson" se condujo con una amabilidad y una discre- ción de lugares cornunes.:"
¡
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1
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-.
La visita de Jacson el 17 de agosto fue además la última de las cin- Existe sin embargo un límite por encim;- ~:fJ-c;-árersíle'ncio
co que este nuevo "visitante de la casa":" les haría a los Trotsky entre apar~ce com.<>.una confesión parcial de "culpabilidad". Por mi par-
el 29 de julio y su última aparición fatal del 20 de agosto. El artículo te, SI culpabilidad hay, no es más que el resultado de una excesiva
que le presentó a Trotsky ese día y que le pidió le hiciera el favor de indulgencia de mi parte hacia los periodistas y políticos que están
corregir era un artículo contra Burnham y Schachtrnan."? completamente ahogados en la perversidad moral del estalinismo.
No de muy buena gana pero fiel a su determinación de ayudar a Dicho esto, en virtud de las incesantes provocaciones de La Voz
sus partidarios a elevar su nivel, Trotsky invitó a "[acson" a su despa- de México, El Popular y Futuro, propongo a partir de hoy dar simul-
cho. "Diez minutos más tarde -escribe Deutscher-, Trotsky salió ~neamente a la prensa mexicana todos los documentos y los mate-
confundido y preocupado. Sus sospechas se habían intensificado súbi- :Iales que estoy prese~t.'1I~do ante la Corte y que explican el papel
tamente; le dijo a Natalia que no quería volver a ver a ·Jacson"·.~1 Lo J~gado por estas publicaciones y por los que las inspiran, quienes
que provocó el malestar de Trotsky no fue en realidad el artículo de sirven así a la CPU. Espero que, independientemente de su tenden-
"jacson", sino la actitud del autor: sin quitarse el sombrero ni el abri- cia po.lítica, t<?d~s las publicaciones honestas ayuden a descubrir el
go, "[acson" se sentó en la mesa de trabajo de Trotsky, colocándose repulsivo y criminal complot de la agencia de Stalin.o
así por encima de su cabeza. Irritado por la falta de educación de este
joven a quien consideraba- frívolo, Trotsky olfateó en él toda la acti- Pero fue de hecho el 6 de agosto, en una conferencia de prensa,
tud de un impostor. ¿Quién era en realidad este supuesto belga? Es cuando Trors k y resumió todo el esfuerzo que la necesidad de aclarar
indispensable recabar información sobre él, le dijo a Natalia. Dos días totalmente el. aS~ll1to del atentado le h:¡IJÍa estado exigiendo a partir
más tarde, Trotsky le confió a Hanse n sus sospechas sobre "[acson''. de finales de JunIO:
Pero ya era demasiado tarde ... "el asesino actuaría más rápidamente
que la intuición y el instinto de conservación de la víctima".'? El objeto de mi invitación a la prensa es el de se ñala rle el nuevo
Varias veces durante los meses de julio y agosto de 1940, Trotsky mito que la GPU está fabricando en México. Parece ser que desea
había escrito que su trabajo se había visto interrumpido durante más convencer a la humanidad de que David Alfaro Siqueiros es mi
de dos meses porque había estado dedicando todo su tiempo a la in- agente y que por iniciativa mía organizó el atentado [... ].
vestigación judicial.P El 2 de julio empezó en efecto el contra-interro- El asunto. ha entrado en una nueva fase. Rusia no es capaz de
gatorio al que fue sometido Trotsk y por parte del abogado defensor. aceptar su triple fracaso. [... ] Como no aceptan ni perder ni consi-
El 5 de julio, Trotsky presentó un texto, "Explicaciones indispensables derar que el asunto está terminado, y como disponen de medios
sobre mis declaraciones del 2 de julio". El 7 de julio, el día de las ilimitados, tratan de ganar a toda costa.
elecciones presidenciales en México, perse ntó una "deposición adicio- [... ] Vaya explicarme mejor.
n::1Isobre la auditoría del 2 de julio". Durante todo ese mes trató ade- Se le ~1Ízo saber a todo México que David Alfaro Siqueiros no
más de ayudar a la policía a encontrar a Siqueiros y a los Arenal, que era. u.n miembro del re, Sin embargo, a su regreso de España, fue
se habían dado a la fuga. El 17 de julio acusó al abogado defensor, el recibido con muchas atenciones y amabilidad por el licenciado
señor Pavón Flores, de ser un abogado de la GPU. El 27 de julio, en LOI~bardo Toledano, [..) por el Partido Comunista [... ]. Después
un "Llamado a la prensa", Trotsky declaró: tomo la palabra en reu mo nes públicas, pero en calidad de jefe [... ].
. Fue lo que me orilló a pensar que era uno de los miembros más
Desde que el ataque del 24 de mayo se volvió asunto de la policía Importantes de la GPU. Se dice que le di dinero a Alfaro Siqueiros
mexicana, sentí que mi deber era el de dirigirme lo menos posible para demostrar que, como no es miembro del Partido Comunista
a la prensa. Además de eso, a lo largo de las dos últimas semanas de México, es. capaz de recibir dinero mío, precisamente para ata-
la atención del público ha estado concentrada en las elecciones pre- car a ese partido que me es hostil [... ]. Desde el día del atentado,
sidenciales. No es por lo tanto que no le haya dado importancia a tuve la certeza de que David Alfaro Siqueiros era el autor,
las docenas de provocaciones, de insinuaciones y de calumnias que . ".¿Dónde está Siqueiros>", van ustedes a preguntar, señores pe-
llevan la etiqueta de Made by GPU, a lo sumo, las he dejado sin res- riodistas [... ]. Seguramente le d ije ron [los dirigentes de la GPuJ:
puesta. "No puedes estar en ningún lugar del mundo excepto Rusia. Va-

328 329
 mos a llevarte allá, pero antes [... ] tienes que hacer aparecer el
'asunto Trotskv' como un atentado simulado y no como un atenta-
do ordenado por Stalin".25
Un periodista le preguntó si temía otro ataque, Trotsky
Por supuesto que lo temo, y lo espero tranquilamente. Es P?r ello
que mi casa se ha transformado, no en una fortaleza co.m.o dice us-
ted, sino en una casa medieval. Ahora tenemos que vivir con luz
eléctrica. De ahora en adelante será una prisión en la que pasaré
los últimos años de mi vida.26
A la prensa Trotsky le hablaba en términos de :'últimos años de mi
vida". En la intimidad, entre sus camaradas o amigos cercanos, su to-
no de voz cambiaba: ...
Era absolutamente seguro -cuenta Octavio Fernál:~ez-:- que los
intentos de asesinato se repetirían. Algunas veces, dmglendose ~la-
cia la torre de vigilancia que había sido construida en. la. ~sqUIn~
del terreno me la mostraba diciéndome: "Mire, en prmcipio ac¡ul
podemos resistir: hay víveres y todo aquí dentro". Pero lo, decía
con un gran escepticismo, porque presentía, y nos tr~nsmltla ese
presentimiento, que e! próximo intento no sería preClSam,el1le un
ataque frontal. La guardia fue reforzada: entr~ los que hacíaruos la
guardia tres veces por semana había dos mexlc3n,os. ~3da vez q~~
el "Viejo" me veía llegar, sonreía y decía: "Un día mas, (verdad:
y añadía: "Nunca se sabe 27
La transformación de su casa en una prisión fue un tema que
Trotskv abordó también en una carta de! 2 de agosto dirigida a Van
Heijenoort, en respuesta a la que le envió su exsecretar!o ofreciéndo-
le regresar a México para avuda rlo en esos momentos difíciles:
Seria demasiado cruel de mi parte forzarlo a regresar de nuevo J.
esta prisión. Ahora, después de la rec?nstruc.ción, s,e h~ vuelto una
verdadera prisión -no moderna, es Cierto, Sli10 mas bien como las
de la época medieval. ~8
"lo sólo la casa de Trotskv sino el mundo entero parecía estarse
convirtiendo en esa época en' una prisión: el rey de los belgas había
capitulado el 28 de mayo; ellO de juni<? I~lia h~~ía. entra(~o a ~a
guerra aliándose con Alemania; el 14 de JunIO e! ejerCito nazi habla
330
- -_ ... ---------
penetrado en París; el 25 de junio Pétain había firmado un armisticio
con Alemania y pronto empezaría a promover la "révolution nationa-
le"; el 6 de agosto, d?s. ~ías después de la conferencia de prensa de
Trotsky, la Lutfwaffe iniciaba sus bombardeos sistemáticos sobre Gran
respondió: Bretaña.
Los ojos del mundo estaban fijos en esta Europa que se desgarra-
r.'
I b~: Trotsky, que no perdía de vista al viejo continente, vigilaba tarn-
bien d.e cerca a los Estados Unidos. En su respuesta del 16 de agosto
al enviado de Novedades declaró:
El factor principal son sin duda los Estados Unidos de Norteaméri-
ea. Pero pareciera ser que desean rechazar su intervención [en la
guerra]. [...] No entrar en guerra pero apoyar a Inglaterra, no per-
mitir que Alemania acabe con ella. En este caso, Estados Unidos
sería el heredero legítimo de Canadá, de Australia, de Nueva Ze-
landia y de una parte de América Latina. [...] Todas esas ventajas,
Estados Unidos las tendría sin intervenir en la guerra.
[...] La guerra estallará sin duda alguna entre Alemania y Esta-
dos Unidos, pero antes de eso Estados Unidos debe reforzar su ma-
rina, su ejército, sus reservas, todo.
Creo que dentro de algunos años, el imperialismo norteamerica-
no será el más poderoso, más poderoso que cualquiera que haya
existido en la historia del mundo.
Dentro de algunos meses, estaremos en presencia del militaris-
mo más gigantesco.29
Ya en junio o julio de 1939 Trotsky le había pedido a Van Heije-
noort que fuera a investigar a la Biblioteca Nacional de México y que
le llevara textos sobre el siglo XVI y sus guerra.s de religión, al igual
que sobre la caída del Imperio Romano. Para él, si a alguna época
debía compararse la nuestra, era a esas épocas de fisura histórica.
t
t Me vuelvo a ver -escribió Van Heijenoort- de pie en su despa-
-. cho, él de pie también, cerca de mí, Le hice algunas objeciones, le
hablé de las atrocidades de las guerras de religión, de la gente a la
que tiraban desde lo alto de las torres sobre las lanzas de los solda-
dos que estaban al pie de esas torres. Me miró con una extraña
tristeza y me dijo: "Ya lo verán". Lo vimos .... 30
. Trotsky en cambio no llegaría a verlo. El 20 de agosto, sorpren-
diendo al pensador revolucionario en sus ideas sobre el mundo, so-
brevino la muerte personificada por "Frank Jacson".
331
- _. -_._---
 ---- -- - - -- ---~.~-'--"'.
Ese día, el sol resplandecía. Naralia contaría más tarde que Trotsky como si le pareciera divertido que trataran de consolarlo escondién-
irradiaba calma y que los temas de conversación del desayuno habían dole la verdad. "Take care of Natalia", le dijo; Natalia, sollozando, le
sido su excelente estado de salud, su buen humor y su "pobre libro", besaba la herida.
el Stalin, al que había abandonado después del atentado del 24 de . Trotsky escuchó entonces que sus guardias. golpeaban al asesino sin
mayo, pero que pensaba retomar. El correo de la mañana había lle- piedad: "No, no hay que matarlo -logró articular-c-, hay que obligar-
gado también con buenas noticias acerca de sus archivos; ya estaban lo a hablar". Los guardias contartan más tarde que bajo la lluvia de
en Harvard, por fin seguros. cachazos "jacson" decía: "iTienen algo contra mí! iEncarcelaron a mi
Después de haber trabajado todo el día en su despacho, Trotsky se m~dre!. .. iSylvia no tiene nada que ver con esto!" Pero no quiso decir
dirigió alrededor de las cinco de la tarde a la conejera para alimentar quién había encarcelado a su madre, y cuando mencionaron a la GPU
a sus conejos. Al salir :11 balcón, unos minutos después, Natalia perci- negó categóricamente y dijo que no tenía nada que ver con la GPU.
bió una "silueta poco familiar" (pie estaba de pie junto a Trotsky. Re- Ya en el hospital, en el momento en qlle la enfermera empezaba a
conoció a "Jacson". "Allí está otra vez -pensó-o ¿Por qué ha empe- cortar~e e~ pelo, Trotsky miró:1 aralia, y haciendo gala de su ex-
zado a venir tan seguido}" El aspecto de '"]acsol1" le dio mala e pina: traordinaria fuerza de voluntad y de su muy clásico y mordaz sentido
parecía nervioso, sus gessos eran bruscos, el color de su ro tro era del humor, le recordó que el día anterior habían pensado en la nece-
gris-verdoso y, a pes:1r del buen ricnipo, carg:1b:1 un abrigo "que sidad de llamar :11 peluquero para que le cortara el pelo, pero que no
apretaba convulsivame nte contra su cuerpo". "Sigue usted mal de sa- lo habían hecho: "También vino el peluquero" le dijo sonriendo. Vol-
lud, parece enfermo. Eso no csrri bien", le dijo Trotsky con un leve teándose entonces hacia Hanscn con los ojos casi cerrados, le hizo su
reproche en la voz. Natalia snhía que Trotsky no sentía ningún inte- tradicional pregllnt~,: "¿Joe, trajo usted su libreta?" El texto que le
rés por el artículo que "Jacson" le habla entregado tres días antes; dictó a Hanse n terminaha con estas palabras: ..Estoy seguro de la vic-
pero escuchó a Trorskv clccirle: "Bueno. e y si le echáramos un vistazo toria de la IV Internacional. .. IAdcln ntc!"
a su artículo?" Los dos hombres entraron al despacho. A las siete y media de la noche, Trorskv entró en coma. Murió
Trotsky no había terminado de co mc nrar la primera página cuan- veinticuatro horas más tarde, el 21 de agosto>~
do un terrible golpe le fue asestado en la cabeza. Pero las cosas no Trotsky sabía por qué Stalin había esperado hasta 19,10 para asesi-
sucedieron como "Jacson" lo esperaba. No solamente Trotsky no mu- narlo:
rió instantáneamente y sin emitir g-emido alguno, lo que le hubiera
permitido csc:1parse antes de que descubrieran el cadáver, sino que, cNo habría sido mucho m.is simple cjecura nue en Moscú como lo
por el contrario, "lanzó un grito terrible y penetrante", -"un grito hizo con tantos otros? =-escribió el 8 de junio-o En 1928, cuando
que no olvidaré jam;ls micnuas viva", diría más adelante el fui expulsado del partido y c nviarlo al exilio al Asia central, era
asesi no-e-" y, con el rostro bañado en sangre, se levantó de un salto imposible siquiera hablar de las ejecuciones, y no sólo de las ejecu-
y empezó a lanzar contra "J:1cson" todo lo que encontró a su alcance: ciones sino también de los arrestos. L:1 generación con la que viví
libros, tinteros y hasta la grabador:1, p:1ra finalmente lanzarse sobre la Revolución de Octubre y la guerra civil aún \·i\"Í:1. El Buró Polí-
su agresor. tico se sentía atrapado por todas partes. [... ] Después de haber du-
Natalia y Hansen entraron corriendo al despacho, donde encontra- ¡ dado durante un año, Stalin decidió que recurrir :11 exilio sería el
ron a Trotsky todavía de pie. "Jacson", fue la primera palabra que le menor de los males. Pensaba que así, aislado de la URSS, [... 1
dirigió, a Natalia, y añadió, "Natasha, te amo". Lo recostaron
suelo; su esposa le sostenía la cabeza ensangrentada
en el
entre sus manos.
t Trotskv sería absolutamente incapaz de hacer cualquier cosa. Adc-
más Stalin calculaba que, después de haberrne enlodado totalmente
Trotsky logró decirle que al entrar a su despacho con Jacson había ante los ojos del pueblo, podría negociar sin problemas con el
pensado: "Este hombre puede matarrne". "It is the end", le dijo a su amistoso gobierno turco mi regreso a Moscú para ajustar cuentas.
secretario. Convencido de que Jacson le había disparado, tuvo Los sucesos mostraron sin embargo que [aun en eS:1S condicione 1
una reacción de incredulidad cuando Hansen le elijo que no, que lo es posible participar en la vida política [... ] [Fue así como] coloqué,
había golpeado con un piolei, Hansen añadió que la herida era ~u- junto con otros amigos, las primeras piedras de la Cuarta Interna-
¡ perficial: Trorsky lo miró entonces con una larga sonrisa en los oJos cional. [... ] Los procesos de Moscú de 1~):H)-1937 fueron organiza-

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J--- . -~ _ __ _---------
.. .. ..
3.3
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dos con el. fin de conseguir mi deportación de Noruega, de entre- Durante cuarenta y tres años de vida consciente he sido un re-
garme, por ejemplo, en las manos de la GPU. Esto no les funcionó. volucionario; durante cuarenta y dos de esos cuarenta y tres alias
Llegué a México. Me hicieron saber que Stalin había admitido en he luchado bajo la bandera del' marxismo. Si tuviera que empezar
varias ocasiones que mi exilio en el extranjero había sido "el ma- de nuevo, trataría evidentemente de evitar cometer talo cual
yor de los errores". ¿Qué otro camino le quedaba para rectificar error, pero el eje central de mi vida seguiría siendo el mismo. [... J
entonces su error sino un acto terrorista? Mi fe en el futuro comunista de la humanidad no es menos ardien-
[... ] El estallido de la guerra agravó aún más la situación en vir- te, es en realidad más sólida hoy de lo que era en mi juventud.
tud de mi despiadada lucha contra la política interna y externa del
Kremlin. Mis declaraciones

de ejemplares.
y mis artículos [... ] fueron reproducidos
en la prensa mundial, en todos los países y en decenas de millones
La insatisfacción en el interior de la URSS estaba
I Natasha, quien esrá en el patio, acaba de acercarse a la ventana
y de abrirla de par en par para que el aire pueda entrar más libre-
~ente en .mi recámara. Puedo ver la lustrosa y verde franja de
hierba al pIe del muro, y el ciclo azul claro encima del muro, y so-
creciendo. [... J El avance de la guerra podía darle un fuerte empuje bre .todo .la 1~lz del sol. La vida es bella. Que las generaciones por
al desarrollo de la IV Internacional, inclusive en el interior de la v~nIr la limpien de todos los males, de la opresión y de la violen-
URSS misma. He ahí por qué Stalin no podía hacer otra cosa que CIa y que la gocen a fondo.>'
darles a sus agentes la orden de acabar conmigo lo más pronto po-
sible.33 Lev Davidovich Bronstein formaba parte de ese pequeño núcleo de
revolucionarios de principios del siglo xx para quienes la es-
"Un día más ....., le decía a menudo Trotsky a sus allegados, sobre t~'ella de la revolución rusa seguía alul~lbrando un camino que, gra-
todo a partir del 2'1 de mayo de 1940 ... Como lo demuestra la cita eras a ella, la OSCUridad del largo penado co ntrarrcvolucionario de
anterior, nadie entendía mejor que él que a partir de la decisión del 1920-1940 no lograba opacar. En 19'10 ya no quedaban muchos hom-
PC:-'I de "pasar a la acción directa" contra él, sus días estaban conta- bres que, como Trorsk y, conservaran tal fe en el hombre y en el fu-
dos. Escogió uno de los últimos días del mes de febrero --el mes me- turo, esa clase de fe que -con sus propias palabras- "lés daba un
xicano del viento del sol- de 1940 para escribir su "Testamento". poder de r~sistencia que jarn.is ninguna religión podría dar".> Los
que no hablan muerto entre las garr;¡s de los fascistas habían sido eli-
El desenlace está sin duda próximo. Estas líneas serán publicadas minados por el terror esralinisra, o bien, totalmente desmoralizados,
después de mi muerte. confundidos o aterrorizados, habían abandonado el campo de la bata-
No necesito refutar aquí una vez más la estúpida y abyecta ca- lla revolucionaria. ¿Cuántas veces la ínfima minoría que en 1940 per-
lumnia de St.alin y de sus agentes: sobre mi honor revolucionario manecía en este campo se había preguntado -<':011I0 lo haría más tar-«
no hay ni una sola mancha. [... J Las nuevas generaciones de revo- de el mundo entero-, cuál hubiera sido el destino del mundo si
lucionarios rehabilitarán su honor político y tendrán que vérselas Trotsky hubiera subido al poder en la uRSS en lugar de Sralin? Tan-
con los verdugos del Kremlin [... J. tas veces cuantas quedó sin respuesra. Tantas veces cuantas abrió otra
Agradezco calurosamente a los amigos cuya lealtad me ha acorn- interrogante: ¿Dónde nació el mal de la burocrntización de las revolu-
pañado durante los momentos más difíciles de mi vida. No mencio- c.iones del sigl? xx> ¿Con Stalin? ~Es el resultado del concepto centra-
no a nadie porque no podría mencionarlos a todos. Sin embargo lista-democrático de la construcción del partido> ¿o es el resultado
considero que es absolutamente justificable hacer una excepción en del hecho de que las revoluciones del siglo xx han tenido lugar en
el caso de mi compañera, Nataiia Ivanovna Sedova [... J el destino
me dio la alegrta de ser su marido. Durante casi cuarenta años de
1,
!,
países industrialmente poco desarrollados>
Uno de los más importantes escritores revolucionarios de la época,
nuestra vida juntos siempre fue una fuente inagotable de amor, de Víctor Serge, cuya fe en el hombre y su futuro y cuya lealtad a la
magnanimidad y de ternura. Sobrellevó enormes sufrimientos, so- causa de la revolución eran ra n firmes como las de Trotsky, había
bre todo en el último periodo de nuestras vidas. Me siento sin em- respondido ya en 1922: "Si el peligro estaba en nosotros mismos, la
bargo un tanto reconfortado por el hecho de que también conoció salvación también debía estar en nosotros ruis mos">"
días de felicidad. Es muy dificil determinar si Sylvia Agelorr fue cómplice de "[ac-

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dos con el fin de conseguir mi deportación de Noruega, de entre-
garme, por ejemplo, en las manos de la GPU. Esto no les funcionó.
Llegué a México. Me hicieron saber que Stalin había admitido en
varias ocasiones que mi exilio en el extranjero había sido "el ma-
yor de los errores". ¿Qué otro camino le quedaba para rectificar
entonces su error sino un acto terrorista?
[...] El estallido de la guerra agravó aún más la situación en vir-
tud de mi despiadada lucha contra la política interna y externa del
Kremlin. Mis declaraciones y mis artículos [...] fueron reproducidos
en la prensa mundial, en todos los países y en decenas de millones
de ejemplares. La insatisfacción en el interior de la URSS estaba
creciendo. [...] El avance de la guerra podía darle un fuerte empuje
al desarrollo de la IV Internacional, inclusive en el interior de la
URSS misma. He ahí por qué Stalin no podía hacer otra cosa que
darles a sus agentes la o-rden de acabar conmigo lo más pronto po-
sible.P
"Un día más ....., le decía a menudo Trotsky a sus allegados, sobre
todo a partir del 2'1 de mayo de 1940 ... Como lo demuestra la cita
anterior, nadie entendía mejor que él que a partir de la decisión de!
PC~( de "pasar a la acción directa" contra él, sus días estaban conta-
dos. Escogió uno de los últimos días del mes de febrero ---el mes me-
xicano del viento del sol- de 1940 para escribir su "Testamento".
El desenlace está sin duda próximo. Estas líneas serán publicadas
después de mi muerte.
No necesito refutar aqu i una vez más la estúpida y abyecta ca-
lumnia de Stalin y de sus agentes: sobre mi honor revolucionario
no hay ni una sola mancha. [... ] Las nuevas generaciones de revo-
lucionarios rehabilitarán su honor político y tendrán que vérselas
con los verdugos del Kremlin [... ].
Agradezco calurosamente a los amigos cuya lealtad me ha acom-
puñado durante los momentos más difíciles de mi vida. No mencio-
no a nadie porque no podría me ncionarlos a todos. Sin embargo
considero que es absolutamente justificable hacer una excepción en
el caso de mi compañera, Natalia Ivanovna Sedova [...] el destino
me dio la alegría de ser su marido. Durante casi cuarenta años de
nuestra vida juntos siempre fue una fuente inagotable de amor, de
magnanimidad y de ternura. Sobrellevó enormes sufrimientos, so-
bre todo en el último periodo de nuestras vidas. Me siento sin em-
bargo un tanto reconfortado por el hecho de que también conoció
días de felicidad.
Durante cuarenta y tres años de vicia consciente he sido un re-
volucionario; durante cuarenta v dos de esos cuarenta v tres años
he luchado bajo la bandera del' marxismo. Si tuviera que empezar
de nuevo, trataría evidentemente de evitar cometer talo cual
error, pero el eje central de mi vida seguiría siendo el mismo. [...]
Mi fe en el futuro comunista de la humanidad no es menos ardien-
te, es en realidad más sólida hoy de lo que era en mi juventud.
Natasha, quien está en el patio, acaba de acercarse a la ventana
y de abrirla de par en par para que el aire pueda entrar más libre-
~ente en .mi recámara. ruedo ver la lustrosa y verde franja de
hierba al pIe del muro, y el cielo azul claro encima del muro, y so-
bre. todo .la I\,Z del sol. La vida es bella. Que las generaciones por
v~mr la limpien de todos los males, de la opresión y de la violen-
era y que la gocen a fondo.>'
Lev Davidovich Bronstein formaba pane de ese pequeño núcleo de
revolucionarios de principios del siglo xx para quienes la es-
t~'ella de la revolución rusa seguía alumbrando un camino que, gra-
eras a ella, la oscuridad del largo periodo co ntrnrrcvolucionario de
1920-1940 no lograba opacar. En 19,10 ya no quedaban muchos hom-
bres que, como Trotskv, conservaran tal fe en el hombre y en el fu-
turo, esa clase de fe que -con sus propias palabras- "l~s daba un
poder de r~sistencia qlle jamás ninguna religión podría dar".35 Los
que no hablan muerto entre las garras de los fascistas habían sido eli-
minados por el terror estalinista, o bien, totalmente desmoralizados,
confundidos o aterrorizados, habían abandonado el campo de la bata-
lla revolucionaria. ¿Cuántas veces la ínfima minoría que en 1940 per-
manecía en este campo se había preguntado -COIllO lo haría más tar-»
de el mundo entero-, cuál hubiera sido el destino del mundo si
Trotsky hubiera subido al poder en la URSS en lugar de Sralin? Tan-
tas veces cuantas quedó sin respuesta. Tantas veces cuantas abrió otra
interrogante: ¿Dónde nació el mal de la burocratización de las revolu-
c.iones del sigl? xx> ¿Con Srnlin- ~Es el resultado del concepLO centra-
lista-democrático de la construcción del partido? (O es el resultado
del hecho de que las revoluciones del siglo xx han tenido lugar en
países industrialmente poco desarrollados:
Uno de los más importantes escritores revoluciouarios de la época,
Víctor Serge, cuya fe en el hombre y su futuro )' cuya lealtad a la
causa de la revolución eran tan firmes como las de Trots ky, había
respondido ya en 1922: "Si el peligro estaba en nosotros mismos, la
salvación también debía estar en nosotros misll1os",:%
Es muy difIcil determinar si Sylvia Ageloff fue cómplice de "Jac-

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son" o no. -Lo que es seguro es que, si no lo fue, fue entonces el directamente, no contamos ta~lpOCO con ningún documento que pue-
fuerte amor que aparentemente sentía por él lo que la cegó. Es la da confirmar la absoluta veracidad de la declaración arriba menciona-
única manera de explicar que esta joven -tan cercana al movimiento da. ~os hechos son sin embargo que la policía consideró inocente a
trotskista que entonces era perseguido por todas partes, y acostum- Sylvia y que la dejó en libertad. Actualmente -escribe Broué- es la
brada por lo tanto a observarlo todo, a vigilarIo todo, a cuestionario esposa de un ex-trotskista estadou nide nse.
todo- no se haya dado cuenta y no haya desconfiado de la extraña y Ramón Merc~der, ~or .s~ parte, fue condenado a la pena máxima
misteriosa conducta de su compañero. Un detalle sobre todo en la que la ley mexicana infligía en esa época, es decir, viente años de
conducta de "Mornard jacson" no se le hubiera escapado a ninguno cárcel. Esos veinte años no los vivió precisamente en la miseria ni en
de los demás trotskistas de la época: ella sabía que el despacho de l~, absoluta soledad. Le estaba pe~~mitido salir algunas veces de la pri-
"[acson" en México se encontraba en el mismo edificio en el que Si- sion en las !l0ches, y tuvo una hija con una de las mujeres con quie-
queiros tenía el suyo, el "Edificio Ermita". nes se relacionaba, La ~pu intentó ~n varias ocasiones, sin éxito, ayu-
En todo caso, a pesar de la insistencia de algunas personas, entre darIo a escapar. Al salir de su encierro tomó el primer avión hacia
las cuales Octavio Fer nández, para que la policía abriera una investi- Praga. Dicen los rumores que fue condecorado con la orden "Héroe
gación acerca del papel de Sylvia en el asesinato, Natalia no quiso oir de la Unión Soviética" en 1940 y con la orden "Le nin" en la misma
hablar del asunto. Al iguál que Trorsky en el caso de Sheldon Harte, época. Al pa¡'ecer falleció de cáncer en los huesos en Cuba o en Mos-
rechazó siempre la idea de considerar a Sylvia como cómplice de la cú, más de veinte años después de su liberación. Tal fue por lo me-
GPU. Octavio Fernández, quien hasta la fecha conserva una opinión nos lo que escribió la prensa.
acerca del papel de Svlvia totalmente diferente de la de Natalia, nos No nos ocuparemos en este trabajo del destino de todos los demás
contó: agentes de la GPU que pululaban alrededor de la casa de las caJIes de
Vie na para entrar en acción en caso de que también Mercader fraca-
Después de que la ambulancia se llevara a Trotsky hacia "México", s:lfa; sólo nos parece esencial tratar aquí un caso, el de Vittorio Vida-
el comandante Calindo se dirigió hacia Sylvia y le dijo: "Está usted li, por su muy p~si.ble papel como director de esta orquesta.
detenida". Logré conve ncerlo de que me dejara subirme al auto de Como er~ el uruco de los agentes extranjeros de la GPU en México
la policía en que la hizo subir. Adelante estábamos el chofer, Sylvia que había Sido un. "hombre público" famoso por su actividad política
y yo; atrás el comandante Calindo y dos de sus agentes. Yo cono- en la~ filas comurnstas en España, y como era conocido por su cola-
cía a Svlvia desde 1934. Empecé por lo tanto a tratar de hablar borac.lón ~n El Popular, algunos periódicos sospecharon que había es-
con ella. Ella lloraba, sufría un ataque de histeria, y sólo decía algo tado implicado ~n el atentado del 24 de mayo. El lo. de julio Excélsior
que repetía y repetía: "¿Por qué dejaron entrar a jacson~" "¿Por se preguntaba SI como agente de la GPU Vidali no habría sido el au-
qué dejaron entrar a jacson~" Y yo le decía: "Pero Jacson es tu tor intelec.tual del atentado, a lo cual Vidali respondió en las colum-
marido, ¿no?" "Sí -repetb sin cesar-, pero cpor qué lo dejaron nas ,del nll~l~lO periódico que era víctima de una calumnia, que nunca
entrar?" Entonces comprendí que ella sab ía algo, que conocía al habla participado en ningún tipo de actividad política en México y
menos una razón por la que no deberíamos haber dejado entrar a que nunca había pertenecido a la GPU.
Jacson en la casa. Ante mis incesantes preguntas no pudo respon- Después de la muerte -¿deberíamos decir más bien del asesina-
der más que una cosa: que sabía que estaba mezclado en "asuntos to?- de Tina y después de la guerra, Vidali regresó a Italia. Tras el
sospechosos", con un tipo llamado Bilis o algo así, que se encontra- xx. Congr~s? d~~ rcus escribi~ varios libros en los cuales negó cual-
ba en el Edificio Ermita ... "Pero si lo sabías, si fue publicado des- qUIer partlclpaclOn en los asesinatos, tanto en el de Mella como en el
pués del proceso que Siqueiros tenía su despacho en el Edificio de Trotsky, tanto en el de Nin como en el de Tresca. Escribió tam-
Ermita, -:por qué no nos preveniste?" No me contestaba nada. Lle- bién que había tenido mucha suerte en haberse refugiado en México
g;:íbamos ya a la jefatura, se la llevaron, ya no pude hablar más y no en Moscú, ya que allí sin duda no habría sobrevivido.>"
con ella."? En cuando a David Alfaro Siqueiros, no se fue a Moscú, como 'lo
había pensado Trotsky. Seguramente que él también temía morir más
No contamos con nll1guna. otra declaración que acuse a Svlvia tan fácilmente en la URSS que en manos de la policía mexicana. Ésta lo

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arrestó e! 4 de octubre de 1940 en un pueblo minero de Jalisco don- El Partido Comunista, al" igua¡-q~;;70~'r;:;~ac-iOñés políti-
de unos militantes del PCM, viejos camaradas suyos, lo tenían escondi- cas en nuestro país, ha gozado bajo nuestro gobierno de la liber-
do. La justicia sería sin embargo muy indulgente con él: de ,Io~ nueve tad y del respeto por sus integrantes [... ] y por sus doctrinas [... ]
cargos que la invesúgación levantó en su ~~n~ra, pronto. sena indulta- [pero] queremos que quede claro que si éstos [los comunistas]
do de los más graves, es decir, el de homicidio y el de intento de ho- han considerado que es útil para sus intereses abandonar el te-
micidio. De esta forma fue puesto en libertad condicional en abril de rreno de la cooperación con los trabajadores organizados de Mé-
1941, menos de un año después del atentado contra la vida de xico en vista de su desarrollo progresivo y de su defensa sindical,
Trotsky. y se han aliado con un poder extranjero que representa una
Durante el resto de sus días declararía en más de una ocasión que agresión a la soberanía de! país, al organizar asaltos a mano ar-
¡
el haber dirigido dicho atentado había sido "uno de los mayores ho- i mada, unidos a elementos mexicanos y extranjeros, y al cometer
nores de mi vida".39 Murió e! 6 de enero de 1974 en México y fue atentados que deshonran a la civilización y ponen en duda la ca-
sepultado con todos los honores oficiales.. . .
,! pacidad del gobierno y del pueblo mexicano para mantener, en
Acerca de Néstor Sánchez Her nández, el Joven combatiente mexi-
¡ la propia capital de la República un estado' de seguridad y de
i
cano en España al que Siqueiros arrastró a participar en el ataque del tranquilidad para los ciudadanos que en ella viven, estos elemen-
i
24 de mayo, es indispensable hacer aquí un comentario, por dos razo- tos [del PCM] han cometido el delito de traición a la patria, han
nes que denen que ver con todo menos con su importancia ya s~a co- prostituido sus doctrinas de redención y de progreso proletario,
mo militante comunista o como combatiente en España. La pnmera han herido al país poniéndolo en evidencia y, de esta manera,
para corregir los datos que Pierre Broué recogió sobre él y que publi- han cometido un crimen que la historia censurará como algo in-
có en su Assassinat de Trotsks, según los cuales Sánchez Hernández ha- digno para el que lo inspiró y para aquellos que lo perpetraron y
bía muerto, atropellado por un automóvil. ~o No; por lo menos hasta que colaboraron a su éxito.Y
diciembre de 1982, Nésto r Sánchez Hernández estaba vivo. En esa fe-
cha lo entrevisté personalmente en la ciudad de Oaxaca donde reside El piolet asesino de la GPU se volteó así contra el Partido Comunis-
y ejerce la lucrativa profesión de director de un periódico local. La ta Mexicano.
segunda, para decir que, después de mi entrevista con él, este "peno- Al día siguiente, apareció en un encabezado en La Voz de México
dista" tuvo el valor de nevar
o
categóricamente -a pesar de..
todas
"
las la respuesta del PC~f al presidente Cárdenas: "iNO SOMOS TRAIDORES
pruebas irrefutables que existen a este respecto- su partiClpaClon en DE L\ PATRIA!"
el atentado del 24 de mayo de 1940, con estas palabras: "INo hay que El 30 de agosto apareció, firmado con todos los nombres de los
creer siempre en la palabra escrita!" miembros del Comité Central, un largo comunicado del PCM que
El mundo recibió con indiferencia la muerte de Trotsky. desmentía cualquier participación en el atentado del 20 de agosto,
confirmaba su determinación de expulsar a cualquier militante que
Dentro de la catástrofe en CUyOcentro estaba sumida en ese verano creyera en el terrorismo y atribuía a Siqueiros la responsabilidad de
de 1940 la democracia europea y sin duda toda una forma de civili- sus propios actos, sin por ello negar su pertenencia al parúdo.
zación, el asesinato de Trotsky tuvo menos importancia en sí mismo Lombarda Toledano, al que ni una sola gota de la sangre de
que como el símbolo final de una época que había estado dominada Trotsky había salpicado, ni siquiera sintió la necesidad de hacer decla-
por la imagen negaúva o positiva de la revolución rusa de 1917.41 raciones a título personal. Se pronunció a través de la CTM, que in-
mediatamente después de la muerte de Lev Davidovich declaró:
En México, por el contrario, las reacciones fueron vivas y elocuentes.
Dividámoslas en cuatro: la del gobierno saliente representado por Reprobamos el atentado que le costó la vida a León Trotsky, lo re-
Cárdenas, la de la prensa estalinista, la de la prensa independiente y, probamos clara y explícitamente [... ] elevamos nuestra protesta
finalmente, la del pueblo mexicano en general. .
El 29 de agosto, el presidente Cárdenas dirigió un "Mensaje a los
trabajadores sobre el asesinato de Trotsky", en el que declaró:
! contra esta monstruosa provocación que sin ninguna duda tenía
por objeto el buscar en la muerte de León Trotsky un nuevo me-
dio de agitación contra México y su régimen de progreso. i.3

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Tan escandaloso res~ltaba este comunicado por la profundidad de que Lombardo y el PCM en los años treinta: "Trotsky era un age,nte
la mentira que contenía, que provocó en Antonio Pujol, uno de los del imperialismo norteamericano aliado a la extrema derecha mexica-
atacantes del 24 de m3yo, una fuerte reacción de asco hacia sus alia- na". No podemos sino sorprendemos ante esta opinión: ¿quién se
dos lornbardistas. Efectivamente, después de haber leído el comunica- atreve a creer todavía en esta versión de las razones de la existencia
do, Pujol redactó el siguiente telegrama: "ESTILO GANGSTERS DE CHI- de la Oposición de Izquierda, a la que Tro~ky dir.igía .desde, 1,923-
CAGO CONDENAN CRíMENES Y ENVÍAN CORONAS DE CONDOLENCIAS 1924? En todo caso, y esto desde los años treinta, m el imperialismo
VfCTIMAS",'"
estadounidense ni la extrema derecha mexicana.
Del otro lado de la barricada, entre los periodistas antiestalinistas, ¿Es necesario recordar quién era Trotsky? León Trotsky no era si-
que seguían siendo una minoría, la indignación que estalló no logró no aquel comunista para quien el mundo era ",un planeta si.n visa"; a
hacer mucho ruido, Su vocero fue Francisco Zamora: quien el gobierno estadounidense le negó el Visado una pnmera vez
en 1934, una segunda vez en 1939 después del asunto Dies, y una
No p.ertenezco y nunca he pertenecido a la IV Internacional; soy tercera vez en 1940 cuando el viejo dirigente bolchevique no era ya
completamente extraño a sus actividades; creo sin embargo que Sta- más que un montón de cenizas dentro de una urna, ¿Podía entonces
lin es el más repugnante y el más dañino de los traidores que haya la Unión Nacional Sinarquista aprovechar realmente la muerte de ,es-
tenido que soportar jamás la causa del proletariado y que ningún ser te hombre, considerado por la derecha en general como un enemigo
humano mental y moralmente sano, puede seguir siendo estalinista importante, para hacer una propaganda en favo~ de su ~ausa ultra-
después de la serie de crímenes, de fecho rías, de bajezas y de falsifi- rreaccionaria, católica y anticardenista? La idea misma es mcongrue~-
caciones de los hechos y de las ideas que ha perpetrado este siniestro te: los sinarquistas eran extrernistas, no "adolescentes", como decía
individuo; creo que lo que ha subsistido hasta ahora de la Revolución Trotsky cuando no quería decir algo más violento.w .
de Octubre, a pesar de Stalin y de su banda, debe ser salvado me- Pero si los sinarquistas no estuvieron presentes en el corteJ~, lo
diante la eliminación del estalinismo, el cual ha extraviado, decapita- que no podía faltar, ya que casi nunca ha estado ausente en la histo-
do y desorientado a la clase obrera mundial en el preciso momento ria mexicana, era la música. El "Gran corrido a León Trotsky" empe-
en que ella más necesitaba su conciencia y su certeza. Si eso es ser zó a circular en las calles casi inmediatamente después de la incinera-
trotskista, entonces soy trotskista y estoy orgulloso de serio, porque, ción del cuerpo:
en todas las épocas y en todo tipo de sociedad, será siempre más
digno estar del lado de la víctima, cobardemente asesinada, que ser- Murió Trotsky asesinado
vir de lacayo y de apologista de su todopoderoso verdugo;" de la noche a la mañana
porque habían premeditado
¿y el pueblo mexicano, los hombres y las mujeres de las calles de venganza tarde o temprana
México? e En cuál de estos tres lados los coloca su reacción? ¿Qué fue
lo que en este crimen condujo entre 200 y 300 mil personasw y, en- Pensó en México este suelo
tre ellas, a un gran número de campesinos sombrero en mano, a reu- hospitalario y grandioso
nirse en las calles para acompañar los restos de Trotsky hasta el cre- para vivir muy dichoso
matorio? bajo el techo de este cielo
La explicación no es evidente. Empecemos pues por descartar lo
que dijo no hace demasiado tiempo un conocido periodista mexican<? Por fin lo venció el destino
Javier Guerrero."? El señor Guerrero asegura que este cuarto de 011- en su propia residencia
llón de personas formaba parte en realidad de la base campesina y donde el cobarde asesino
urbana de la Unión Nacional Sinarquista, que ya en esta época apro- le arrancó allí su existencia
vechaba todo lo que pudiera perrnitirle organizar escándalos públicos
contra los comunistas, los cardenistas o los lornbardistas. Al decir lo Un zapapico alpinista
anterior, el señor Guerrero utiliza en el fondo el mismo argumento este asesino llevó

340 341

'" ¡ Ai!;:¡¡¡;:
 -
y al estar solo con Trotsky tierra no de acuerdo con la regla sino como una excepción a la
a rnansalva lo atacó regla.50

Fue un día martes por la tarde Pero al asesinar a Trotsky en pleno territorio mexicano lo que Sta-
esta tragedia fatal lin le decía en cierto modo a México era que no escaparía a la regla,
que ha conmovido al país que no escaparía a la guerra, que no escaparía a la pesadilla promo-
ya toda la capital.:" vida por Hitler, Mussolini, Franco, Estados Unidos, el propio Kremlin
$,
.~ y, a nivel nacional, por la Unión Nacional Sinarquista y quizás por
Si este corrido expresa --como lo pens;:¡mos- la reacción más ge-
neralizada ante la muerte de Trotsky en aquella p;:¡rte del pueblo me-
r
!!
Manuel Avila Camacho.
Después de los dificiles pero estimulantes años del presidente Cár-

ij
.¡ xicano que estaba al tanto de los sucesos políticos del país y que se
i pronunciaba frente a ellos, podemos concluir dos cosas: la primera,
que a pesar de su aparente amplitud la propaganda estalinista no
convenció ni los corazones ni la conciencia política de las grandes ma-
yertas que no estaban sindicalizadas dentro de la CTM ni militaban en
las filas comunistas. L. segunda, que la condena del asesinato por
parte de esta mayoría no fue a pesar de eso apolítica: ni lombardista
o cornunizante ni trotskizante, esta condena expresaba de hecho una
posición política muy general pero muy clara: el apoyo a Cárdenas.
Los mexicanos no sabían casi nada acerca de León Trotsky, pero a
"Tata Cárdenas" lo conocían muy bien, y a pesar de todo seguían sin-
tiéndose ampliamente representados por su pensamiento y por su ac-
ción.
Al igual que la manifestación masiva de adhesión a la expropiación
petrolera, la protesta masiva contra el asesinato de Trots ky significa-
ba que el pueblo apoyaba a Cárdenas, sobre todo cuando se trataba
de defender la soberanía nacional, ya fuera de los ataques de los irn-
perialismos, ya fuera de la invasión política en la que Stalin incurrió
al asesinar en México a Trotskv.
Lo que el pueblo mexicano expresaba en su reacción al acompañar
el féretro de Trotsky era la protest:l contra el hecho de que Stalin, o
cualquier otro, se hubiera atrevido a poner en duda la situación de
.! "país excepcional", de isla de libertad, que México representaba en
t cierta forma dentro de la profunda oscuridad de medianoche en la
j que se hundía el siglo en 1940.
Como lo escribió Trotsky el 8 de junio:
I
denas, esta perspectiva era más bien aterradora p;:¡ra el pueblo mexi-
cano, que a pesar de estar lejos de la realidad de la guerra en Euro-
pa, había podido vivir de cerca el sufrimiento del pueblo español.
Los mexicanos que acompañaron los restos de Trotsky de la fune-
f,
1
raria Alcázar hasta el crematorio quizás no comprendían acerca de
Trotsky más que una sola cosa: que había sido un revolucionario.
! Comprendían pues lo que él mismo, previendo la proximidad de su
muerte, escribió el 8 de junio:
En una época reaccionaria como la nuestra, un revolucionario está
obligado a nadar a contracorriente. Es precisamente lo que yo es-
toy haciendo lo mejor que puedo. Tal vez la presión de la reacción
mundial se haya expresado de la manera más implacable en mi
destino personal y en el de mis allegados. 0;0 lo considero como
un mérito personal: esto no es más que el resultado del entrecru-
zamiento de algunas circunstancias históricas. Pero cuando las per-
sonas del tipo de [Lombarda] Toledano, Laborde y otros declaran
que soy un contrarrevolucio nario, puedo con toda tranquilidad ig-
norarlos y dejarIe el veredicto final a la historia."
Cabe preguntar a la historia si en este terreno ya pronunció su úl-
tima palabra .

México me ofreció su hospitalidad porque México no es un país

imperialista; y es por este motivo que su gobierno -un;:¡ rara ex-
cepción-, demostrando que es lo suficientemente independiente
de las presiones externas, puede actuar de acuerdo a sus propios
principios. Puedo por lo tanto afirmar que sigo viviendo en esta

342 343
 - ~-~--.,.
...
Conclusiones de las cámaras. Como lo vimos, estos dos tipos de reacciones ante la
presencia del exiliado ruso en México volvieron a presentarse con
más fuerza en 1939, en el momento del "destape" de estas dos ten-
dencias rivales: la tendencia conservadora encarnada por Ávila Cama-
cho, que quería poner fin al reformismo cardenista y que estaba por
,. manten~r la ~lianza con la dirección obrera lornbardo-velazquista, y la
~'
tendencia radical encarnada por Múgica, que quería prolongar las re-
Revelador de la vida política mexicana del cardenismo, Trotsky lo fue t formas por el camino de las tareas centrales de la revolución mexica-
en dos sentidos: por su presencia dentro del contexto mexicano espe- na y que era enemiga de los métodos y de la ideología de la direc-
cífico de la época y por su participación indirecta, es decir, su refle- ción ceternista.
xión política acerca de este contexto. La relación que se est;ableció de manera a la vez directa e indirecta
En lo que respecta a Lázaro Cárdenas, puede afirmarse que, juma -tácita- entre Cárdenas, Múgica y Trotsky a lo largo de toda la es-
con su rechazo a que se decomisaran las armas destinadas a la repú- tancia de este último, mani fiesta indudablemente el respeto de
blica española, el visado otorgado a Trotsky en diciembre de 1936 Trotsky, en su calidad de militante revolucionario, por el presidente
constituyó una muy clara-muestra no sólo de los principios de su po- mexicano, sus ideas, su gobierno y quienes lo componían. La notable
lítica exterior sino incluso de lo que podemos llamar en general sus afirmación de Trotsky según la cual el gobierno de Cárdenas era "el
principios políticos. Cárdenas quería construir un México distinto que, gobierno más honesto y valiente" de la época, demuestra también
administrado por un poderoso Estado interventor, regulador y árbitro q~e -aun e? los terribles años treint..a, años de esperanza y trage-
fundado sobre el derecho constitucional mexicano de 1917, evolucio- dIa- es posible comprender y respetar a un adversario político al
nara hacia una sociedad económicamente más igualitaria, socialmente mismo tiempo que deslindarse completamente de sus ideas, de su
más justa, educada y consciente, nacionalista y ligada a las causas de- programa y de su práctica política. Esto, que se escribe tan fácilmente
mocráticas y antirnperialistas de los pueblos del mundo. pero que desgraciadamente casi nunca ocurre, ocurrió en México,
Cárdenas no era obviamente el comunista que la derecha quería tanto por parte de Múgica y Cárdenas con respecto a Trotsky como
ver en él; tampoco puede definírsele simpJemente como un liberal por parte de TroLSky con respecto a Cárdenas y Múgica.
a ntimper ia lisra, como lo definía Trots ky. Era, desde mi punto de La presencia de Trotsky en México resulta probablemente más re-
vista, un muy notable representante -el único por otra paree que veladora aún en lo que toca a las dos corrientes políticas mexica nas
lograra llegar al poder- de uno de los socialismos mexicanos, aquel que se auto nombraban marxist: as, representantes de los intereses de
que est;a ba conformado ideológicamente por un híbrido formado los trabajadores y "amigas de la URSS": el "lornbardismo" y el Parti-
por el liberalismo mexicano del siglo XIX y el jacobinismo co nstitu- do Comunista Mexicano.
cio nalista. Este híbrido nació con la revolución de 1910, quedó plas- Los primeros meses de la estancia de Trotsky en este país subraya-
mado en los artículos socializantes de la Constitución del 17 y pro- ron la diferencia entre la actitud extremadamente prudente de Lorn-
bó sus fuerzas en los años veinte a nivel regional; sobre todo en bardo y la agitación algo desordenada de Laborde y us camaradas.
Michoacán con Francisco ~lúgica y el Partido Socialista Michoaca no. Lornbardo aparecía en ese momento como una figura plenamente
en Ve racruz con Adalberto Tejeda y la Liga Campesina de Ursulo comprometida t..a nto con la vía del Estado mexicano e ncebido por el
Galvá n y en Yucatán con Felipe Carrillo Puerto y el Partido Socia- gobierno de Cárdenas como con el Frente Popular, cuyo nacirnient
lista del Sureste. en Moscú había saludado con entusiasmo. El P xr, por su paree, pare-
En lo que respecta a los integrantes del gobierno de Cárdenas, las cía por el contrario tener grandes dificultades para deshacer e de las
reacciones de hostilidad por parte de algunos de ellos ante la conce- costumbres y de los reflejos adquiridos durante el "Tercer Period ", v
sión del visado a Trotsky y, por otro lado, la actitud y las iniciativas se resistía claramente ante la política de alianzas con Lornbardo y con
concretas y puntuales del general Múgica, constituyen señales impor- Cárdenas que le estaba siendo impuesta. Esta discordancia era lo sufi-
tantes que permiten detectar las dos principales tendencias que se es- cientemente significativa, y lo suficientemente intolerable, por ser
taban dibujando, ya para entonces, en el seno del PNR, del gabinete y fuente de desacuerdos, como para obligar al Krernlin a ponerIe fin lo

344 345
--------------------_._---_._-----
antes posible. cCómo lo hizo? Dándol~ l:n aval y ~na cobert~:a mu- ~a:tir ~el p~eno de 1?38, la depuración de 1~J.lO y, finalmence, la par-
cho mayor al jefe de la CTM que al minúsculo partido, la sección me- tlclpaclOn directa, bajo el control de la CI'U, en el comando dirigido
xicana de la III Internacional, debilitada y ampliamente desacreditada en los hechos por Siqueiros.
por su ultraizquierdismo de los años anteriores. El IV Consejo Nacio- pesde .~i punto de vista, el estado de agonía política en el que ha-
nal de la CTM, celebrado en junio de 1937, aquel de la "Unidad a To- bna. de VIVir el PC:-! durante las dos o tres décadas posteriores al car-
da Costa", vino a confirmar de manera espectacula~ esta jerarquía de nismo fue el resultado de cuatro heridas sucesivas que marcaron
que exigía la subordinación de u.n.o de los dos SOCl?S al otro. De su~ lrimeros veintiún años de "ida. En otras palabras, la cicatriz que
acuerdo a las instrucciones transmmdas al PCM a traves de Browder, dejó en el cuerpo del PCM su ruptura con los anarquistas fue profun-
este partido se vio obligado a someterse a. Lornbardo hasta el ~nal da; no fueron menos profundas aquellas que le dejaron marcadas los
del sexe nio por lo menos; es decir, a no disputarle ~u .hege~o.l1la y er.rores políticos que le fueron en gran parte dictados desde la Co-
sus posiciones dentro del aparato ~~ la CTM, ~ as.t~mlr tncondIClc:>~~I- rruntern y que lo llevaron a desarrollar una política que ni partía ni
mente y sin reservas la interpretaClon y la apltcaciO~ que la coaliCiO? lograba anclarse en la realidad mexicana: su ruptura con el rnovi-
10mbardo-cardenist..1. hacía de la política frentepopulista, y a subordi- mient~ campesino revolucionario de los a ños veinte y su ruptura con
narse a las iniciativas de Lombarda a lo largo de las distintas fases de el ala jacobina del Estado, del gobierno y del PR:-'! a fines de los años
la lucha por la aniquilaeión de Trotsky., . , ' . -! t~ein~. Pero a e~as. tre~ ,cicatrices vino a sumarse una cuarta: su partí-
Fue la presencia de Trotskv en México -el carácter dramático, ClpaclOn en la eliminación de Trorsk v, Y esta cicatriz se volvió indele-
agudo y urgente que ésta le imprimía a todos los pro~le~as que se ble cuando Cárc.lenas lo acusó de tra'ición a la patria por desempeñar
planteaban en el seno de es~s dos c~r:ientes del mov~mlento obre- el papel de asesino en el "caso Trorsk v".
ro- lo que acabó de conducir a sus dirigentes a cc:>nclulr el pacto. de Pasemos ahora al desempeño de la 'derecha en el asunto aquí trata-
"Unidad a Toda Costa" y lo que acabó por conducir al .POo! a cap~t,u- do. La debilidad y el carácter irrisorio de la campaña no sólo de las
lar totalmente ante el proyecto cardenista y ante la mterpreracion derechas mexicanas sino sobre todo de la poderosa derecha estadouni-
cardcnista que convirtió al PR\! en la expresión mi genens del Frente dense contra Trotskv, uno de sus peores enemigos -recordemos la
Popular en México, es decir, en el I?ropio Frente POr1:la~. Lo anterior imprudencia de Martín Dies-, co nstituve un poderoso elemento más
evidentemente implicaba la aceptación de la separacio n lInpuesta por entre todos aquellos que ali mc m a n la conclusión de que el estalinis-
Cárdenas entre las orrra nizaciones obreras y las campesinas. pero mo de los años treinta llevó a cabo en múltiples ocasiones y con las
también la integración del rc a un sistema que lo convirtió en el últi- consecuencias dramáticas que hoy conocemos de sobra, tareas <lue co-
mo eslabón del partido en el poder, en el momento en. que la "CT\! se rrespondían a los sectores más conservadores, retrógrados y crimina-
integraba definitivamente al aparato estatal. Fueron aSll11.lsmo las eXI- les de la época: la batalla a muerte contra las oposiciones de izquier-
gencias prácticas de la guerra contra Trotsky las que obltgaron a que d~ y el asesinato de Trotsk y son dos muy buenos ejemplos de este
Lombarda Toledano endosara ante el pueblo mexicano el papel tanto tnste fenómeno. Pero hay mucho más: ahí está la historia para que
de hombre público de la política exterior del Estado. soviético, deus ex no olvidemos los múltiples asesinatos de revolucionarios españoles a
machina, como el de la figura de proa de sus operaciones espectacula- manos de la cru y la entrega a Hit.ler, tras el pacto germano-soviéti-
res: el Congreso Sindical Panamericano destinado a <:rear la CT:\L ba- co, de los presos políticos a quienes este último consideraba c 010
jo su égida, el Congreso contra la Gu~rra .y el Fascismo de~~lIlado a "suyos" pero que estaban encerrados en la cárceles de Stalin.
sustituir el antimperialismo por el antifascismo, una operación nada Llegamos así a los sectores no estalini ras del movimiento brcro
fácil por cierto en el territorio del presidente. Cárdenas, y cuya .pun,ta m~xica~o del periodo. carden ista. La presencia de Troesk y pU'o en
de lanza fue la campaña contra Trotsky. Mientras que esta dívísron evidencia la .extrema Jm·ent.ucl, la falta el experiencia, '1 muy fre-
del trabajo asignó a Lo mbardo Toledano el papel estelar dentro de la cuente sectarismo y lo <lue me tomada la libertad de llamar el "pri-
política mexicana, al pc:-! lo condel:~ a ?es~l~peñar papel.es ,secu~d~- mitivisrno de aquellos contados militrmtes mexicanos que, dcpu s de
rios, como por ejemplo la preparaciOn sicológica de la optniOn pubh- haber luchado por la regeneración de la línea de los partidos y de la
ca para el asesinato de Trorsky por medio de una camp~ña d~ calu.~- Internacional Comunista, luchaban por la creación de un "nuevo par-
nias inauditas, la preparación de sus militantes a la "acción directa a tido revolucionario" y se reclamaban de la IV Internacional. La sec-

346
 ción mexicana' de la IV Internacional fue entonces incapaz, por ejem-
plo, de superar los conflictos personales que arrastraba desde hacía
varios años y que presentaban todos los síntomas políticos y sicológi-
cos de las sectas. La LC! se mostró incapaz de sacarle jugo, en benefi-
cio propio y en el del movimiento obrero y campesino mexicano en
su conjunto, a la dimensión política de un hombre como León
Trotsky,
Con sus enormes dotes artísticas, su amplia capacidad intelectual,
su telúrica sensibilidad, su cambiante y explosivo carácter, su innata
rebeldía, su burla del status qua y su profundo conocimiento mitad ob-
J
1
jetivo mitad visceral de México, Diego Rivera se convirtió en un artis-
ta de grandes dimensiones. En el terreno político, estas mismas carac-
terísticas hicieron de él una figura sin duda importante del marxismo
lati~oamericano, pero una ...figura sumamente' contradictoria e irnpre-
decible. Entre sus dos me mbresias en el PC~I, los cuatro años en los
que militó en las filas de la IV Internacional constituyen en ello una
excelente muestra. De una muy aguda lucidez política -recordemos
el manifiesto de la FIARI o la carta a la LCI en la que aboga por el
apoyo a la candidatura de ~lúgica-, Diego podía pasar a actitudes in-
fantiles, como las de su correspondencia con Breton relativa a su rup-
tura con Trotsky, o a francas abyecciones, tales como el apoyo a A1-
mazán. Dentro de la vida de Diego, al igual que de la de Frida, el
periodo trotskista aparece así como una breve adhesión, pionera y
muy oportuna pero poco sólida, a una de las primeras crisis a ntiesta-
linistas de nuestro siglo.
Por último, los trabajadores agrupados o reagrupados en los sindi-
catos que intentaban ser independientes de la CTr-..¡ no tenían claro
dónde ubicarse exactamente, entre la ideología anarquista que habían
heredado y la práctica colaboracionista de las grandes centrales sindi-
cales. Su rebeldía contra la política lornbardo-velazquista se manifestó
siempre en el terreno sindical y poco en el terreno político. Fueron
sin duda los límites inherentes a ese sindicalismo los que no los lleva-
ron a tratar de saber quién era Trotskv, ni si su experiencia y sus po-
siciones políticas podían aportarles algo positivo. Salvo por algunas
contadas ocasiones =-enrre ellas sin duda la asistencia al contra-proce-
so de la subcomisión Dewev- este sector se mantuvo totalmente ale-
jado del exiliado de Coyoacán.
Queda por evaluar la presencia "activa", la participación indirecta
de Trorsk y, en la vicia política del periodo cardenista o, en otros tér-
minos, su reflexión sobre México.
El origen del pensamiento de Trotsky sobre México es su interpre-
tación de la revolución mexicana a la luz de la teoría de la revolución
348
permanente. Para Trotsky, ésta era uñ;'lTevorüCioñ--democr~"tft'O"'tnlr:;
g~esa incompleta que ~o podría ser c~)J1cluida más que por un go-
bierno obrero y campeslOo que concreuzara su transcrecimiento hacia
la. revolución socialista. Trotsky no era por lo tanto. partidario de las
alianzas co~ l.a burguesía naci~~al o progresista, en las que se le con-
fía a esta última la consumacion de las tareas democráticas. Para él,
los obreros mexicanos, aliados con los campesinos, debían arrancarle
eJ poder a su bu:guesía y conducir su propia revolución hasta sus úl-
timas consecuencias.
. Dentro d.~lT c~ntexto de la época cardenista, esta posición política sig-
rufi~aba:. el No a,l ~rente Popular; el apoyo a las medidas reformistas y
nacionalistas del regllne.n, a las e~propiaciones de las empresas extranje-
ras, a. la ~'eforma agrana; la participación activa e independiente de las
o.rgan~zaclOneso~reras en la administración obrera de las empresas na-
c.lO~,alIzadas,considerada por Trotsky como una verdadera "escuela polí-
nca ; y, ~n.almente, por una parte la lucha por la independencia de cla-
se, cond.l~lOnada por. la democracia sindical y, por la otra, la
constr~cclOn de u~ ,partIdo de, clase, un partido de los trabajadores.
La. mterpretacion y la via propuest..'ls por Trotsky para México
constituían una tercera opción marxista, alternativa tanto al marxis-
mo cominterniano del PC:-'I como al "marxismo no comunista", título
con el que Lornbardo se autodefinió desde 1932.
Nadie en México, salvo un pequeñísimo puñado de personas --en-
tre las que podemos contar a Cárdenas, a Múgica y sin duda también
a, Lombardo- se. p,ercató de que, entre sus cuatro paredes de Coyoa-
c~n, Trotsky dedicó una buena parte de sus preocupaciones y de su
tIempo a pensar en el presente y en el futuro de México. Este hecho,
aun~do al carácter breve, marginal y altamente conflictivo de la es-
rancia de Trotsky en México, provocó que esta tercera opción marxis-
ta n? log.rar~ calar, en la época, en el terreno de la vida política, de
la VIda sindical, de la discusión intelectual, de la vida cotidiana; en
una palabra, de la realidad material y espiritual de nuestro país.
. Hasta ?ónde ha logrado calar esta posición política en nuestra rea-
lidad nacional a lo largo de los cincuenta años que nos separan ya de
la muerte de Trotsky, y hasta dónde han logrado calar en esta reali-
d?,d, a lo largo de. 1 mismo lapso, los otros dos marxismos aquí estu-
diados, eso es harma de otro costal, de otro trabajo de investigación.
Al ocuparse del tema de Trotsky y la vida política mexicana, el traba-
jo que en estas páginas concluye no se ha adentrado hasta esos terri-
torios; al permanecer en el terreno de los años treinta solamente ha
queri~o d~sterrar y tratar de reconstruir con la mayor justeza posible
una historia que nunca había sido bien contada.
349
 Cuando se inició este trabajo, el planeta en el que vivimos todavía
estaba sumido 'en la era de la guerra fría entre los dos grandes blo-
ques de poder. Hoy que se concluye dicho trabajo, han caído ya el
muro de Berlín, las estatuas de Stalin y todos los despóticos regíme-
nes este-europeos del "socialismo real". Además, según cifras oficiales,
el noventa y cinco por ciento de los archivos del Partido Comunista
de la Unión Soviética han sido abiertos a los historiadores soviéticos;
éstos, juma con sus colegas de los países del Este, están trabajando
para dotar a sus pueblos de una historia nacional e internacional del
siglo xx más apegada a la realidad que la que habían estado apren-
diendo, hasta hoy, cinco generaciones de rusos y tres de alemanes
orientales. polacos, checos, húngaros, búlgaros y rumanos.
Dentro de esta nueva historia. Lenin, Trotsky, Stalin, ocuparán
uno o varios nuevos lugares que aún no conocemos; también lo ha-
rán la pugna Stalin-Trorsky ...y el análisis de sus diferencias políricas de
fonclo. Este último tema se ha convertido en una importante interro-
gante para todos aquellos que no aceptan sin reflexionar, sin discutir,
la fácil versión que hoy circula ampliamente, acerca de la irremedia-
ble e irremisible desaparición del socialismo, como una alternativa
aún viable en la solución de los muy serios problemas a los que se
enfrenta hoy nuestro planeta y nuestra especie.
A la luz de nueva información, de nuevas y diversas interprctacio-
nes y de una discusión renovada acerca del socialismo, se enriquecerá
y se transformará no sólo la historia elaborada actualmente en los
países del llamado "bloque soviético", sino también la elaborada va
desde hace algún tiempo en Occidente, acerca del comunismo soviéti-
co y este-europeo, de sus principales protagonistas y de sus ramifica-
ciones hacia el exterior.
La justeza con la que este trabajo ha intentado contar la historia
de Trotskv en México se verá así cuestionada con elementos ya no
producto fundamentalmente de construcciones ideológicas y de posi-
ciones políticas en ellas basadas, sino también -y esperemos que so-
bre todo-- de aquellos datos históricos que las nuevas cúpulas en el
poder decidan no dejar en el olvido empolvado de los archivos.
350
Notas
Capítulo 1
1. Grigori E. Radornylsky, alias Zinóviev (1883-1936) fue e! principal colabora-
dor de Lenin durante la guerra en la emigración. Opuesto a la decisión de la
insurrección de Octubre (a la que había combatido públicamente), justo después
de la victoria de dicha insurrección fue llamado a ocupar altos cargos: la presi-
dencia de! Soviet de Petrogrado y la de la Internacional Comunista, además de
la participación en e! Buró Político. Con Stalin y Kámenev constituyó la Troika.
que hizo a un lado a Trotsky en 1924. En 1925 constituyó la "Nueva Oposición"
y, con Trotsky, en 1926, la "Oposición Unificada" de la cual renegada tras la de-
rrota de esta última en 1928. En 1932 pareció inclinarse hacia un regreso a una
actividad clandestina de oposición y tomó parte en la formación del "Bloque de
las Oposiciones", pero, expulsado y después exiliado, capituló una vez más. En
enero de 1935 fue condenado a cinco años de cárcel por su "complicidad moral"
en e! asesinato de Kírov. Los comunicados de Tass lo presentaban no sólo como
el principal acusado en el proceso que se abría, sino como e! cómplice de
Trotsky en ese supuesto complot.
2. Lev B. Rosenfeld, alias Kámenev (1883-1936), cuñado de Trotsky, fue
uno de los colaboradores cercanos de Lenin. Ató su destino político al de Zi-
nóviev. Condenado en dos ocasiones. estuvo al lado de Zinóviev en e! banco
de los acusados de Moscú y los dos "confesaron".
3. Ivan S. Sm irnov (1881-1936), mecánico de máquinas de alta precisión,
viejo bolchevique, fue uno de los acusados de Moscú. Apodado "la conciencia
del partido" durante la guerra civil o también "el Lenin de Siberia", fue uno
de los portaestandartes de la oposición de izquierda entre 1923 y 1929, fecha
en la que capituló estando en deportación. Se volvió director de la fábrica de
automóviles Nijni-Novgorod. En 1932, e! pequeño grupo de "trotskistas capi-
tuladores", al que dirigía Srnir nov, formó un bloque con los zinovievistas y
con el grupo de los exestalinistas Sien y Lorninadze para conformar el "Blo-
que de las Oposiciones" que solicitó se unieran a él los trotskista, tanto de
la URSS como los que estaban exiliados: Holzman, otro de 1 s acusados del
primer proceso, fue el mensajero de Smirnov, cuyo artículo sobre la cuestión
económica fue llevado a las páginas del Biulleten Opposusii.
(Los datos de las notas 1, 2 Y 3 se han extraído de las notas biográficas
contenidas en Oeutrres, n. 11. ed. Institut Léon Trotsky, París, 1981.]
4. Jean van Heijenoort, Dt1 Prinkipo a Coyoacán, Sep: ans auprés de Léon
Trotsks, ed. Les Lettres Nouvelles, París, 1978. (Hay traducción castellana: Con
Trotsky. De Priukipo a Coyoacdn, ed. Nueva Imagen, México, 1979.]
351
- 5. León Trocsk y, lI'l'ilillgs,
-
1'J36-1937, ed. Pathfindcr Press, :\ueva York,
--------. ~<_._--.-. -
mada) de dieciséis años como Manuel Rodríguez Rodríguez, entró en contac-
to en la época de la revolución con algunos anarquistas Y' fue formado por
p.37. . . rc
6. Max Schachunan (1903-1972) fue un dmgente del CPUSA y uno de los ellos. Se empezó a interesar por Marx y Engels a principios de los años vein-
fundadores del movillliento trotskista en ESI.lc!OSU nidos, es decir, de la Com- te, por lo que participó, junto con el PCM, en la campaña pro-Sandino. De
lIlunisl Leaeue oi Amenca (Cl.A), del Workers' Party of the Un ited States ahí pasó a formar parte del Socorro Rojo -Iutcrnacional (ver El Machete, 30
(\\'PUS) y del Socialist \Vorkers' Part)' (S\\"I'). En 1940 rompió con el S:"P a de agosto de 1931, "La Jornada 'Sacco y Vanzeui'", p. 4, 2a. columna), del
causa de sus divergencias con respecto a la defensa de la U RSS, y en 19:>8 se que afirmaba haber llegado a ser secretario general hacia fines de los años
veinte, Aunque nunca llegó a ser miembro formal del PC~[, se ganó la con-
adhirió al Socialist Party. . . ,
7. George Novack (1905- ), que entró a la CL\ en 1933, Jugo un papel ~a~za de sus dirigentes y colaboró lllUy de cerca con ellos. Ganado a las po-
importante en numerosos casos de lucha 1'01' los derec~lOs y las libertades CI- siciones de la 01 en 1928, se volvió uno de sus miembros fundadores, Murió
viles. A la llegada de Trotskv a México, era el secretario del American Corn- asesinado por su joven secretario el 21 de noviembre de 1986 en la ciudad
mittee for (he Dcfense of Leon Trotsk y (:\CDLT), creado en 1936. Tuve la de México. Ver La Prensa, 4 de enero de 1987.
oportunidad de conocer lo vde enrre\'istarlo en, .1984, y e:1 .mayo de 19~? 17. Obtuvimos este dato en nuesu'a entrevista con OctavioFernandez en
participó en el coloquio "Tro.tsk Y,. l"evela:lor polftico del ~kxlC~ .card~lUsta , a~~to de 198~, y n,?s fue con0nnado r='. Manuel Rodríguez. tarn-
celebrado en la Facultad de Ciencias Políricas )' Sociales de la lo :\.-\:-'1 :> cuyas bien en 1982, Nos fue sm embargo imposible verificarlo en otras fuentes de
información.
memorias están en manuscrito.
8. Diego no estuvo prese~He en Tampico ya que, enferlllo, ha,bía sido hos- 18. Archivo del General Múgica, Expediente "Correspondencia Privada,
pitalizado en la ciudad de ~[éxiw. Pe~'o el II de cnel"O no faltana a la recep- 1935-1936", Centro de Estudios de la Revolución Mexicana Lázaro Cárdenas
ción de la estación de u'en de Lechería en };¡ C;lPIl;¡1. A. C., Jiquilpan, Michoacán.
9. Havde n Hcrrera, Frida, II1W biografía dr Fiula Kaldo , cd , Diana, 1985, 19. Octavio Fernández Vilchis, art. cit., p. 68.
20. Eduardo Ha v (1347-19'11), ingeniero nacido V fallecido en la ciudad de
p. 206.
10. Octavio Fernándcz fue secretario general de la Liga Comunista lruer- México. Revolucionario desde 1910. Jefe del ESt.ldo Mayor de la Capital e
nacionalista, grupo trotsk ista mexicano. Sus datos biográficos completos se Inspector General de Policía bajo el régimen de Madero. Subsecretario de
encuentran en el capítulo I l. Agricultura (1916); representante en Italia (1918-1923), en japón (1924-1925);
11. Ver iufra. subsecretario de COl.nullicaciones y Obras Públicas en 1927; embajador en
12. Anita Brenner (1905-197·1), que había estudiado antropología en ~a Guate!n.ala (1923): director genel'al de Aduanas (1932-1933); cónsul general
Universidad de Columbia, conocía lllllV bien ~"!éxico, donde su padl'e tenia de México en París (1934); secretario de Relaciones Exteriores en el segundo
un rancho. Especialist.. en el arte mexicano, era lan:bién pel'iO<.lista ':' entre gabinete de Cárdenas (1935-1940).
ou'as cosas, había entrevistado a Trotsk y en 1933. Ligada al ala dmglda por 21. Octavio Fernándcz, arto cit., p. 69.
Muste en el \\'PUS, se había vuelto sitn patiza nte del movimiento u'otskIsta. es- 22. Ibid., p. 70.
tadounidense )' colaboraba ocasionalmente en su, prensa baj? el seudÓnimo 23, La Prensa, lo. de diciembre de 1936.
de Jean Mendez. Octavio Fer n.indez nos confirmó que las Il1IClales A. B. en- 24, Ibid.
contradas en los documentos de los archivos revisados la designaban a ella, 25, Octavio Fernández, art, cit., p. íO.
13. La IV Internacional no fue oficial meute fundacla sino hasta 1933, pero 26. Loc. cit.
desde 1933 Trotskv llamó a su constitución al declarar que la Comintern ya 27. SUTC son las iniciales del Sindicato Único de Trabajadores de la Cons-
no jugaba un papel revolucionario, . " trucción, también llamado Sindicato Único de la Construcción (SUC).
14. Octavio Fernández Vilchis, "Cornmcnt fut obtenu le droit d asile pour 23. Casa del Pueblo. Organización obrera no cromisra ni cegetista que
Trotsky au Mexique", Caluers LéOH Trotsk», n. 11, cd. Inst.i~ut Léon Trotskv, agrupaba esencialmente a dos sindicatos: el de los panaderos y el de los va-
París, septiembre de 1982, p, 65. Este artículo, que apareclo por pnmera vez queros. En nuestra eritr-evista con Octavio Fcrruindcz (19 de agosto de 1982),
en la prensa mexicana el 20 de abril de 1956 en el diario La Prensa, no fue éste aseguró que la Casa del Pueblo se llamaba también Confederación de
desmentido por ninguna de las pCl'sonas que, habiendo jug~d~ un papel en Obreros y Campesinos,
este asunto, seguían con vida en el momento en que se publicó. 29. Fondo Lazaro Cárdenas del Río, Expedientes 5·16-677 y í05-173. U ni-
dad de Presidentes, Archivo Ccneral de la Nación.
15. Ibid. , .' .. - . el
16. Manuel Rodrígucz, El nusmo Ignol'a qlllcnes rue~'on ,sus padres )900 30. Silvestre Guerrero (1 3!)I -1(68). Abogado, nacido en Michoacán. Co-
lugar y la fecha de', su naCllnIC;1l0; se presu,me q~le n,IClO al! ededor de 1 xi- laborador de Cárdenas, procurador gencral de Justicia del lo. de diciem-
en la CIudad de México. Habiénrlosc regIsuaclo el uusmo a la edad (apro bre al 25 de agosto de 1936; Secrera rio de Cobernacióu del 26 de agosto

353
352
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 - --
de 1936 al lo. de enero de 1938. Secretario de Salubridad y Asistencia del
23 de enero de 1939 hasta 1942. Murió en la ciudad de México.
31. La Prensa, 4 de diciembre de 1936.
32. Fondo Lázaro Cárdenas del Río, expedientes más arriba citados, Archi-
vo General de la Nación.
33. Ibid.
34. La Prensa, 5 de diciembre de 1936.
35. Fondo Lázaro Cárdenas del Río, expedientes más arriba citados, Archi-
vo General de la Nación.
36. La Prensa, 8 de diciembre de 1936. "La presencia de León Trotsk y en
nuestro país, motivo de agitación".
37. Excélsior , 10 de diciembre de 1936. "No será reconsiderado el acuerdo
oficial..."
38. Omega, periódico político trisemanal, fundado el 3 de septiembre de
1918 como uno de los voceros de la oposición a Carranza. Entre sus prInCI-
pales redactores figuraba!'lemesio Carcía Nar~njo .. Fue uno de ,los órganos
de oposición a todos los regímenes posrevoluClonarl,?s hasta el.dla de su de-
saparición, el 4 de enero de 1949. En 1929 se declaro vasconcelIsta.
39. Todo. Semanario Enciclopédico, registrado e! 5 de sepnembre de 193.3.
En 1940 e! gerente general era Armando Manzanilla y el director Arturo CIS-
neros.
40. O 11It'ga
, 10 de diciembre de 1936, "Bienvenido sea León Trotskv".
41. Ibid.
42. Ibid.
43. Ibid.
44. Nemesio Carcía Naranjo (1883-1962). Nacido en Nuevo León, hIZO :us
primeros estudios en Texas, y se gradu~ como abogad~ en 1909. Empezó a
escribir para la prensa en 1900. Fue diputado 'por pnmera vez en 1909 y
después, bajo el régimen de Madero. En el gobIerno de Huerta fue se~:eta-
rio de Educación Pública. Emigró a Estados Unidos en 1914, y volvió en
1923. Volvió a salir de! país en 1926 para regresar en 1934. Miembro de la
Academia de Jurisprudencia, escribió numerosos libros y docume~:os y su co-
laboración, que se extendió a lo largo de cincuenta años en pen~lcos y re-
j vistas, fue muy abundante. Fue un magnífico orador, parlamentario y hom-
¡ bre de letras. ·Entre sus 150 textos aproximadamente, la obra más notable es
i sin duda Me1l!orias, escrita en diez tomos. Murió en la ciudad de México.
45. Todo, 15 de diciembre de 1936. "Bienvenido Sr. Trotsky."
~ Trotsky"; y La Prensa, 4 de diciembre de 1936, "León Trotsky no es grato en
46. Ibid.
47. Ibid.
48. La CC~I nació e! 19 de julio de 1936, por iniciativ~. de l?s he:-manos
Gustavo y Enrique Sáenz de Sicilia, herederos de una familia anstocranca de
la época colonial, pero venida a menos. El objetivo de la CCM .era "ul1lfi.car a
toda la clase media mexicana para contrarrestar la [...) tendencia comunISta y
nivelar la situación económica y social reinante". Anticornunista por excelen-
cia, fue además "nacionalista, hispanista, profranquista yantitrotskista". Infor-
mación extraída de Ricardo Pérez Montfort y Lina Odena Cüemes, Por la Pa-
354
L- ._----.----
tria y por la Raza, tres motnmietuos nacionalistas, 1930-1940, Cuadernos de la Ca-
i sa Chata, n. 54, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropo-
I logía Social (CIESAS), México, 1982.
49. El Universal, 18 de diciembre de 1936, "Trotsky podrá venir a vivir a
1 México. Pidió ya permiso".
\ 50. Rubén Salazar Mallén. Abogado, periodista y escritor mexicano. Nació
en Coatzacoalcos, Veracruz, en el año de 1905. Después de terminar sus estu-
dios preparatorios, comenzó a estudiar la carrera de jurisprudencia. Fue en-
carcelado en diversas ocasiones. De acuerdo a El Machete del 30 de mayo de
1934, alguna vez perteneció al PCM, del que fue expulsado, tras lo cual "le
daba la razón a Trotsky" (ver p. 2, "Entre la hoz y el martillo"). Fue catedrá-
tico de literatura española en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universi-
dad Nacional Autónoma de México. Fue colaborador de diversos periódicos,
entre ellos Mañana y El Universal, y de varias revistas, entre las cuales, sobre
todo, Contemporáneos y Examen, dos de las tres revistas crítico-literarias del
grupo Contemporáneos. Más tarde fue miembro de la Unidad Mexicana de
Escritores. Escribió: Soledad y Ejercicios (cuentos); Camino de perfección, Páramo,
Ojo de agua y Camaradas (novelas); y otras obras como La democracia y el comu-
nismo; Tres temas de la literatura mexicana: Apuntes para una biografia de Sor Jua-
na Inés de la Cruz; Las otras o la literatura; Adela y yo. Además escribió una
obra teatral: Ninán,
51. Los Contemporáneos. Conformado por dos subgrupos Uaime Torres
Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique Conzález Rojo, por un lado;
¡ Salvador Novo, Xavier Villaurrutia,
otro), el grupo Los Contemporáneos
grupo"-,
Jorge Cuesta y Cilberto Owen por e!
=-frecuentemente llamado el "grupo sin
perteneciente a la generación intelectual posterior a la "generación
~ del 15", marcó profundamente la producción poético-literaria mexicana de
los años veinte y treinta; y delineó una alternativa ideológico-cultural de cos-
\ rnopolitización para la cultura mexicana. Este proyecto estaba enfrentado bá-
sicamente al positivismo, al espir itualisrno ateneísta, al modernismo "gonzá-
lez-rnartiniano", al "caudillismo cultural" de los siete sabios y a la ideología
de la revolución mexicana defendida por los regímenes posrevolucionarios.
No-marxistas, opositores (sobre todo el segundo subgrupo) al totalitarismo es-
talinista, admiradores y discípulos de André Cide, apoyaron el otorgamiento
del visado y el asilo de León Trotsky en México.
52. El Universal, 10 de diciembre de 1936, "El horror a Trotsky".
53. Excélsior, lo. de diciembre de 1936. "No podrá venir León Davidovich
México: el Sr. General Cárdenas no admite que resida en nuestro país".
54. Ibid., Y La Prensa, lo. de diciembre de 1936, "León Davidovich desea
venir a nuestra casa".
55. Excélsior, 8 de diciembre rie. 1936, "Se aplaude la actitud sobre el líder
rojo"; La Prensa, 9 de diciembre de 1936, "El caso Trotsky caldea cada día
más el ambiente político-social".
56. La Prensa, 8 de diciembre de 1936, "La presencia de León Trotsky en
nuestro país, motivo de agitación".
355
 84. Ibid.
57. El Universal, 19 de diciembre de 1936, "La CTM Y Trotsky". 85. La Prensa, 10 de diciembre de 1936, "Los comunistas lanzan graves
amenazas para cuando llegue al país el líder León Trotsky".
58. Ibid. . b "
59. Excétsior, 25 de diciembre de 193G, "Ordena la CT.Ma sus mlem. ros .... 86. El Universal, 22 de diciembre de 1936, "La Liga Comunista Internacio-
60. El Machete, 5 de diciembre de 1936, "Los trabajadores no q~leren a nalista hace declaraciones".
87. La Prensa, 23 de diciembre de 1936, "Diego Rivera fue agredido ano-
León Trotsky en la República", "Hitler y León Trotsky se unen vs ....
61. Ibid.
62. El Machete, 19 de diciembre de 1936, "Trorsky quiere
'1
asuo pero sm
\ che"; E::;élsior, 24 de diciembre de 1936, "El pintor Diego Rivera fue gol-
peado ....
condiciones" . t 88. Gerardo Murillo, alias Dr. Atl (1875-1964). Nació en Guada!ajara, Jalis-
co, donde estudió pintura, para después irse a la ciudad de México a estu-
63. Ibid.
diar en la Escuela de Bellas Artes y en la Escuela Nacional Preparatoria. Es-
64. Ibid.
65. El Universal, 9 de diciembre de 1936. tuvo becado por Porfirio Díaz en Europa, donde estudió filosofía, sociología
66. Exoilsior, 27 de diciembre de 1936. .. y derecho con personalidades como Antonio Labriola, Enrico Ferri y Émile
67. León Sedov era e! hijo mayor de Trors~y. A lo largo del exilio de su Durkheirn, y psicología y teoría de! arte con Henri Bergson. Volvió a México
padre y hasta febrero de 1938, fecha de su .mls.t~nOsa muerte, f~~. su brazo en 1904 y organizó la exposición de pintura "Savia Moderna". Publicó varios
i derecho en e! mantenimiento de la comUl1lcaClon .C?~ la Oposl~lOn de Iz- periódicos; entre ellos, La Reuolution au Mexique (en París) y La Vanguardia.
.J (fundada por él). Cuenta con una obra escrita, pero la mayor parte de su
quierda en la URSS, en la construcción de. la Oposición d~ Izquierda Inter-
nacional y en la organización de lo que sena la IV Intern~Clona\. . obra es pictórica, fundamentalmente dentro de! campo de la pintura de pai-
68. "El Viejo" era e! apelativo afectuoso que los trotskistas y algunos ami- saje. Su participación en la política mexicana fue muy activa: fue comisionado
por Carranza para tratar con Zapata la unificación de las fuerzas revoluciona-
gos utilizaban eritre ellos para hablar de Tr?rsky. .
69 "Liova" es e! diminutivo I"lISOde Lean, con e! cual los colaboradores y rías; organizó la Confederación Revolucionaria, que contaba entre sus filas a
ami(T~s c~rcanos se referían a León Sedov, al que a veces también llamaban Alvaro Obregón y Luis Cabrera; en e! periodo 1920-1964 se pasa al campo
o .
de la derecha, en el que destaca su lucha en favor de las potencias de! Eje,
Sedov a secas. .
70. "Van" era y es el apelativo afectuo.~ con el que amigos y colaborado- su controversia con Cárdenas y su amistad con Adolfo López Mareos. Murió
res designaban y designan a Jean van I-IeIJenoor.t. .. en la ciudad de México.
71. LD equivale a Lev Davidovich. Los trotskistas utilizaban frecuentemen- 89. La Prensa; 31 de diciembre de 1936, "Los atentados a Diego Rivera no
te estas iniciales para referirse a Trotsky. .' . son sino preludios de una serie, según afirman los afectados".
72. Sedou's Papers, n. 231, Box 20, Hoover InstltuClOn Archives, Stanford,
California. . d d bli
73. Harold R. Isaacs, nacido en 1910, fue peri<xlista en CI1lf~~, on e pu lca- Capítulo II
ba sobre todo en China Forum. Rompió con e! PC en. 1934, v15ltan~Oa Trotsky
en 1935; se adhirió más tarde a la Oposición de Izquierda .In~ernaclonal, en cu- 1. Robert J Alexander, Trotskyism in Latin Amenca, Stanford Universiry
ya correspondencia con Trorsk y y Sedo~ servía de intermediario- Press, 1973.
74. Sedou's Papers, n. 231, Box 20, ClL . 2. Ver Cahiers Léon Trotsky, n. 11; ibid., pp. 13-30.
3. Ibid.
75. Ibid.
4. Ver Cahiers Léon Trotsks, n. 26, junio de 1986.
76. Ibid.
5. Andreu Nin Pérez (1892-1937): catalán, se adhirió a la seccion de las
77. Ibid. F d Juventudes Socialistas. Dentro del Partido Socialista en Barcelona en 1911 se
78. Entrevista de Olivia Gall con Ceorge Novack, México, D. ., marzo e
le conocía también bajo los seudónimos de Roig, Fatarella, L Tarquín y Ro-
1984. berto.
79. Esta conversación entre Ernst y Roosevelt tuvo lugar, de acuerdo a
Militante de la CNT en el sindicato de los profesionistas desde 1920, fue
Novack, a fines de 1934.
elegido como secretario de ese sindicato en ese mismo año, y se declaró favo-
80. Sedou's Papers, n. 231, Box 20, cit.
81. El Machete, 5 de diciembre de 1936; La Prensa, 10 de diciembre de rable a la le. Después de seis meses de cárcel y como secretario genera! de la
C:-¡T, fungió como su delegado en el Congreso de la Internacional Sindical
1936. d " Roja, para cuya secretaría fue también elegido. A su regreso a la URS a
82. La Prensa, 9 de diciembre de 1936, "El caso Trotsky cal ea ....
83. Excélsior, 9 de diciembr-e de 1936, "Diego Rivera se lanza contra unos principios de 192:!, se convirtió en miembro del Soviet de Moscú, del PCUS y
líderes".
357
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 del comité ejecutivo de la le. Después de haber cumplido con varias rrusio-
nes en Italia y en Francia, se adhirió a la Oposición de Iz9uierd~. Expulsad?
de la URSS en agosto de 1930, viajó a España, en donde Ingreso a la OpOSI-
ción de Izquierda. Entre 1930 y 1933, estu.vo tres veces. preso. E~ 1932, se
convirtió en secretario general de la IzqUierda. <??mumsta Espanol~: Tuvo
entonces agudos conflictos que provocaron la escision de esa agrupanon y e!
nacimiento del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). En 1935,
Nin se convirtió en miembro de la dirección de! POUM. Después de la deten-
ción de Maurín, encontramos a Nin tanto en la sección política de! POU.\f co-
mo en el Consejo Económico de Cataluña y, más tarde,. en el CC de .Ias.Mili-
cias, y en Justicia en la Generalitat de Cataluña. Detenido el 16 de )umo de
1937 en su despacho, interrogado y torturado por la Cheka, fue asesinado.
Junto con Mella viajó al Congreso de la Comintern Sandali? J~nco, cuya
cercanía política con Mella permite añadir elementos a la convlCClo~ de que
Mella fue pionero de la Oposición de Izquierda Mexicana. Sandalio Junco,
obrero-panadero nacido en 1894, se convirtió en una ?e las figu.ras más im-
portantes del Partido Comu~ista Cuban? (:CC) a ¡;>arur de mediados de l?s
años veinte, cuando fue elegido secretario internacional de la Confederación
Nacional de Obreros en Cuba. Delegado al VI Congreso de la Internacional
Comunista en Moscú, entró en contacto, como Mella, con Nin, quien lo con-
venció de la validez de las posiciones políticas de la Oposición de Izquierda.
Estando todavía en Moscú, tuvo e! valor de impugnar a Stalin por la repre-
sión de que era objeto dicha Oposición. En 1928 vivió durante un tiempo en
México, donde mantuvo un estrecho contacto con Mella a través de la
ANERC, que ambos fundaron. En 1929, participó en la Con~erencia de .~on-
tevideo, Al volver a Cuba en 1932, fue expulsado de! Partido Comunista y
fundó la Oposición de Izquierda, que había de convertirse más tarde en e!
Partido Bolchevique Leninista Cubano. Aunque poco tiempo después Junc?
I rompió con el Partido Bolchevique Leninista, nunca volvió al PCC, y se adhi-
rió a las agrupaciones nacionalistas. Fue asesinado du~ante un rruuri en Sane-
ti Spiritus, Cuba, el 8 de mayo de 1942... .. . 22. Ver Claridad Proletaria, n. 5, Nueva York, marzo de 1931; The Miluant,
6. Julio Antonio Mella, La. lucha. reuolucionaria contra el imperialismo. Folleto
citado por A. Gálvez Cancino en "L'auto-absolurion de Vidali et la mort de
Mella", Cahiers León Trotskv, n. 26, París, junio de 1986, p. 49.
7. Félix Ibarra. Nacido el 20 de noviembre de 1912 en Oaxaca, Oaxaca,
llegó a la ciudad de México a la edad de catorce años. Entró a trabajar junto
con su hermano a una fábrica de muebles. Influidos por su tío, Alberto Mar-
tínez, un ebanista del PC.\1 que era --de acuerdo con Ibarra- íntimo amigo
de Mella, ingresaron en enero de 1929 a la Juventud Comunista, para pa.~r
inmediatamente a formar parte, por la influencia de este tío, de la Oposición
de Izquierda.
8. Bernardo Claraval. Militante de la JC entre 1927 y 1933 aproximada-
mente; escribió en 1939 sus memorias de la época, Cuando yo fui comuni.s/.a,
ed. Polis, México, 1944.
9. Entrevista de alivia Gall con Manuel Rodríguez. México, D. F., 20 de
abril de 1982.
358
10. Mella fue asesinado por la espalda a tiros en la noche del 10 de enero
de 1929, cuando, de! brazo de su compañera, la fotógrafa Tina Modotti, salía
de las oficinas de El Machete y volvía a su casa.
11. Entrevista de alivia Gall con Félix Ibarra, México, D. F., 15 de abril
de 1982. Ánge! Ibarra es mencionado como detenido en un mitin por la con-
memoración del asesinato de Mella, El Machete, 10 y 20 de enero de 1932,
"La conmemoración de! asesinato de Mella", p. l.
12. A. Calvez Cancino, art. cit. Alberto Martínez es mencionado como
miembro de la oposición comunista de izquierda en El Machete, 30 de enero
y 10 de febrero: "Una delación ... de izquierda".
13. El tren blindado, n. 1, septiembre de 1928, citado por A. Gálvez Canci-
no, art, cit.
14. i Hacia el capitalismo o hacia el socialismo? de Trotsky, es citado por Mella
en El Machete, n. 67, junio de 1927. ., .
15. Julio Antonio Mella, Escritos revolucionarios, ed. Siglo XXI, México,
I 1978, p. 256.
16. De acuerdo a Claraval, uno de los seudónimos con los que Mella fir-
maba en El Machete era Juan José Martínez. Bajo este seudónimo aparece un
., arúculo con fecha de! 12 de enero de 1928, en el que Juan José Marúnez
t:
defiende la necesidad de aplicar esta política sindical. En su libro Julio Anto-
>
~ nio Mella en el Machete, la crítica del arte e investigadora Raque! Tibol sólo
registra dos seudónimos de r-Iella en Ei Macl~te: Kim y Cuauhtérnoc Zapata.
17. Diego Rivera, "Lo que opina Diego Rivera sobre la pmtura revolucio-
naria", Octubre, n. 1, 1935, p. 51.
18. Ver El Machete, abril de 1930, "David Alfaro Siqueiros expulsado del
Partido Comunista", sobre todo la página 4, columna 2.
19. Ver Capítulo 15.
20. Arnoldo Martínez Verdugo et al., Historia del comunisnw en México, ed.
Grijalbo, México, 1985.
21. A. Gálvez Cancino; art. cit., p. 51. ..
órgano de la CL\., 15 de enero de 1931; Y Lucha. Obrera, 20 de enero de
1941. Publicaciones citadas por A. Gálvez Cancino, art. cit., p. 53, nota 25. .
23. Según Bernardo Claraval, e! número del 5 de marzo de 1931 de Clan-
dad, e! boletín publicado por la Oposición de Izquierda en el seno del" PC~,
afirmaba que si Mella no había sido expulsado. del PC.\,l era p.orque ha.bla
capitulado ante los dirigentes del CC [...] renu~cla~do aSI a su.s I?cas ,?PO~lto-
ras por lo que consideraba que era la converuencia del movirruento . I m-
pre según Claraval, la conveniencia de! movi~iento era entonces "la de::<?r.ga-
nizar bolchevistamente a la clase obrera mexicana evitando (...1 una dlVISI n
al interior del Partido Comunista". Esta "capitulación" de Mella no habrí 'i-
do suficiente, asegura Claraval, para que éste no fuese expulsado del CC d
PC.\1. B. Claraval, op. cit., p. 51. Esta. afirmación ~ lo suficíeJ1tcmen.~e v~ga
como para inspirar en el lector una cierta prudencia respecto a sta caprtu-
lación".
24. Carlos Franqui, exdirector del órgano castrista clandestino Revolución y
359
 - ... ---- ----- .~-._._---
miembro posteriormente del PC de CulJa bajo Fidel, le aseguro a Pierre
Broué haber encontrado la resolución del PC cubano de expulsar a Mella en
los archivos de este partido.
25. B. Claraval, op. cit., p. 84.
26. Ibid., p. 150.
27. Las memorias de Vidali fueron publicadas recientemente en México: Vit-
torio Vidali, Comandante Carlos, ed. de Cultura Popular, México, 1986. Ver tam-
bién Vittorio Vidali, Diario (M xx Congresso , ed, Vangelista, Milán, 1974; y Viuo-
rio Vidali, Retrato de mujer, una vida C071 Tina Modo/ti, ed. UAP, Puebla, 1984.
Ver también U7I01lláSIl1IO, 17 de noviembre de 1983, "De México, el estali-
nismo y la revolución"; y Unouuisuno ; 11 de noviembre de 1981, "Vidali, il
messicano".
28. Clara val afirma que cuando se desató la represión contra el PC:--! "Sor-
menú" logró esconderse. En su libro L'assassinat de Trotsky, cit., Pierre Broué
asegura por el contrario que Vidali fue expulsado de México,
29. Ver capítulos XII!, XIV Y XV.
30. Mildred Constantine, Tina Modoui, ulla vida frrigil, ed. Fondo de Cultu-
ra Económica, México, 1979.
31. Elena Poniatowska ha estado trabajando en una nueva biografía de Ti-
na, de la que un capítulo ya ha sido publicado. Ver Cuadernos de Marcha, n,
20, julio-agosto de 1982, Ver también Proceso, u. 335, 4 de abril de 1983, y,
de Rosario Ferré, "Tina y Elena el ojo y el oído de México", Nexos, n. 98,
32', En Las Brigadas Ltüernaciouales de la guena de España, ed, Ariel, Barce-
lona, 1974, Andreu Casrells menciona a Tina Mocloui bajo el nombre de Ma-
ría Ruiz, pp, 225 Y 459.
33. acta vio Paz, "Tina y Frida: vidas no paralelas", Vuelta, 11. 82, septiem-
bre de 1983.
34. ~r. Constantine, op. cit., p. 197.
35. Ibid,
36. Bertrarn Wolfe, Tlie [abulous fije oJ Diego Rivera, ed, Stein and Da y,
Nueva York, 1963~ Pf': 230-33 (Hav edición en español: ÚJ. [abulosa vida de
Diego R1V(Ta, ed. DIana, víéxico): y ~r. Constantine, op. cit., P: 156.
37. Philippe Cheron es el marido de Andrea Revueltas; ambos recopilaron
la obra de José Revueltas, publicada pOI' Ediciones Era.
38. Philippe Cheron, Vuelta, n. 82, septiembre de 1983,
39. Raque! Tibol, "Tina Modorti por el suelo", Proceso, 16 de mayo de
1983. E, Poniatowska, op. cit.
40, Humberto Mussach io, "Tina la asesina y Frida la sufrida", Unomásuna,
7 de septiembre de 1983.
41. Ibid.
42. De acuerdo a Claraval, el único que intentó defender a Negrete fue
Calero, lo cual le valió su propia expulsión del partido, Ver B. Claraval, op,
cit., pp. 148 Y 150-52,
Rodríguez no estaba de acuerdo con Claraval en este punto: según él, al
volver Calero de las Islas Marías no entró ni a la JC ni a la Oposición de
Izquierda.
360
43. Robert J. -T;~o',~k;~;;l
AI~~~nd;;l~', -¡;;-¡;¡i¡;;-;{,;;¡=¡:'-¿ií:p:=~I 80. ~;.
44. Pien:e Broué, Cahiers VOl! Tm/sky, n. 11, p. 15,
45, Benita Caleana, mujer humilde, milir.uue reconocida de la JC en los
años veinte y treinta y del PC~I, fue en esa época la compaúera de Manuel
Rod~íguez; es decir, durante los aúos en <¡ue coste constituía la Oposición de
Izquierda en el seno del PC~!. SUS memorias están publicadas bajo e! título
de Benita, Autobiografía,
46, De acuerdo a la entrevista COII Manuel Rodríguez arriba mencionada,
47, Defensa Roja, n. 9, diciembre de 1934.
48, Trotsky's Papers, brns RUS 13-1, 6. Houghton Library, Harvard Uni-
versity.
49. De acuerdo a Claraval, "Sormenti" se escondió t.'1I1bien durante la re-
presión de 1930 que no fue víctima de ella. De acuerdo a Pierre Broué (L'as-
sassinat de Trotsk», cit.), Vidali fue expulsado de México pero no menciona la
fecha,
50. En el artículo citado de Pierre Broué en los Cahiers LeÓII Trotsks, no se
menciona si Colod fue expulsado o en qué fecha salió de México. Claraval sí
habla de que, para cuando Rodríguez y Calera volvieron de las Islas Marías,
Colod ya había sido expulsado del país.
51. Ver El Machete, 10 Y 20 de agosto de 1931, "La represión", p. 3, pri-
mera columna; El Machete, 10 de octubre de 1931, "Ungar y López, libres",
p. 4, primera columna.
52, El Machete, ID de julio de 1932, menciona la deportación de Manuel
Rodríguez, de Angel Ibarra , de José Revueltas, de Rosendo Cómez Lorenzo,
entre otros, a las Islas Marías. Ver p. 1, "A última hora", columnas 2 y 3, Por
lo visto, en los testimonios -en este caso en el de Manuel Rodríguez- hay
confusión en las fechas. El Machete del 10 de agosto de 1932 -"Los deporta-
dos", p. 4, 4a. columna- agrega a esta lista los nombres de varios "oposito-
res" más: Daniel Avala V Roberto Ibarra , enue otros nombres de militantes
de la JC. "
53. El Machete, 30 de diciembre de 1932, "Regresan de las Islas ~Iarías los
últimos deportados", p. 4, primera columna.
54. B. Claraval, =r- cit., p. 156.
55. Ma uuel Rodríguez, erru-evista citada.
56. En 1978, la editorial Fontamara publicó en Barcelona el libro Reuista
Comunismo: (1931-/93,1) ÚJ. herencia teórica del marxismo eSflwi.ol. En este libro,
los editores dividen por temas lo tratado pOI' Conuiuismo en los treinta y seis
números que la formaron. En el primero, <¡ue data del 15 de mayo de 1931,
escriben autores como And reu N in, Luis Carcí:¡ Palacios, Henri Lacroix,
León Trotsky, Alfonso Leorietti y André Malra u x.
57, De acuerdo a la entrevista de alivia Cal! con Octavio Fernández (19
de agosto de 1982).
58. i\.figuel Fernández Cra ndizo, alias "Munis", nació en México, aparen-
temente en Chihuahua, de padres españoles: en Es1';:111 a realizó sus estu-
dios; ingresó a la O. L española en 1930. Broué no registra que Mu nis ha-
ya estado en México en esos aúos, pero tanto Cla raval como Ibarra y
361
.. -- -

Rodríguez lo afirman. Datos extraídos de los éahiers Léon Trotsky , n.
11, p. 16.
59. Ver El Machete, noviembre de 1930, "En la Oposición", p. 2, primera
columna.
60. Transcribimos la cana incluyendo sus errores en español.
61. Carta reproducida por B. Claraval, op. cit., apéndice II. No posee-
mos el original, pero tanto por la posición política que maneja como por
los anglicismos en que incurre, todo parece indicar que es un documento
fidedigno. _ la u,na vez .y, dirigiéndose
62. En su número del 10 de noviembre de 1933, en un artículo titulado
"El trotskismo provocador levanta la cabeza", El Machete registra que el PCM
acaba de recibir "el primer número de Izquierda".
63. B. Claraval, op. cit., p. 157.
64. Loc. cit.
65. B. Claraval, op. cit., pp. 158-59.
66. R. J. Alexander, op. cit., p. 181.
67. Entrevista de Olivia éaJl con Luciano Galicia, 21 de julio de 1982.
68. Entrevista citada con Octavio Fernández.
·69. Ibid.
70. Luciano Galicia, entrevista citada.
71. Ver capítulo 11I.
72. Luciano Galicia y Octavio Fernández, entrevistas citadas.
73. Octavio Fernánd'ez, entrevista citada.
74. Ibid.
75. Ibid.
76. Luciano Galicia, entrevista citada.
/ /. Octavio Fernández, entrevista citada.
78. Ibid,
79. El Machete, 20 de marzo de 1934, p. 3, la. y 2da. columnas. Ver tam-
bién El Machete del 30 de marzo de 1934, p. 4, "Fuera la podredumbre trots-
kista".
80. Después de la expulsión de "los maestros", El Machete los acusa de rea-
lizar una labor divisionista en el SRI. Ver El Machete del 10 de abril de 1934,
p. 2, "Los trotskistas en el SRI". Sobre Galicia, El Machete del 10 de mayo de
1934 agrega más acusaciones: p. 2, "éQuién es Galicia?". . de los mIsmos,
81. En sus "números" del 20 Y 30 de noviembre de 1933, El Machete seña-
la a López y Ayala como "miembros del grupo trotskista". López era, según
Fernández, afecto a la brujería. Fernández aseg~ra que, en la primera reu-
nión de la OCI a la que él y Galicia asistieron, Alvarez prop'uso que hicieran
brujer-ía contra Abelardo Rodríguez. Fernández añade que Alvarez alcanzó la
fama muchos años más tarde, en París, debido a su _finísimo trabajo de car-
pintería.
82. R. J. Alexander, op. cit., p. 182.
83. De la Colonia Obrera,
84. Apenas ingresado a la acr, Rivera fue atacado por El Machete, 10 de
junio de 1934, p. 3: "Diego Rivera, la inmundicia mayor del trotskismo"; y
10 de julio de 1934, p. 3-, ·"El trotskista- biegoRi'vera ayu··::r:::''''!!''
__ !'4<!!!_ ••••••."..--
repatriados" .
85. De acu~rdo. a El Machete del 20 de julio de 1934, este evento, organi-
zado C?~O solidaridad con los "huelgistas de California", se llevó a cabo el
18 ~e julio .. En él, .añade El Machete, Diego Rivera, en dos ocasiones, disparó
al aire su pistola, Incapaz de responder de otro modo a sus impugnadores
d.el PCM, e~tre los cuales se encon~aba Evelio Vadillo. Los testigos presen.
ciales trotskistas. ~ l~s que he ~ntrev~tado, aseguran que Diego sacó su pisto.
hacia Vadillo, apuntó su cañón hacia el abdomen
de este, qUIen en el acto se desmayó.
86. La letra de este corrido es de autor anónimo' la música es de Carlos
Chávez. '
87. Archivo ?e Octa~io Fernández, Houghton Librar-y, Harvard University.
Carta de Octavio Fernandez a Conzález, 3 de julio de 1934. Citada por R. J.
Alexander, op. cit., p. 183.
88. Entrevista de Olivia Call con Charles Curtiss y LilJian Curtiss. México,
D. F., 20 de febrero de 1984.
89. Félix Ibarra, entrevista citada.
90. Octavio Fernández y Luciano Galicia, entrevistas citadas.
91. Ver por ejemplo El Machete del 10 de mayo y del 30 de junio de
1934.
92. El Machete, 20 de agosto de 1934, "Trotsky teórico del PNR", p. 2.
93. Ibid.
94. Octavio Fernández y Manuel Rodríguez, entrevistas citadas.
95. Octubre, n. 1 y 2, septiembre y octubre de 1935.
I
96. Entrevista de Alexander con Octavio Fernández, citada en R. J. Ale-
\ xander, op. cit., p. 184.
97. Octavio Fernández, entrevista citada.
98. Archivo de Octavio Fernández. Cartas entre Fernández y González. 3
de ju~io de 1934, 19 de )lIlio de 1934 y 22 de septiembre de 1934, Hough-
ton Library, Harvard University.
99. "Resolución .tomada por los representantes de los Grupos Colonia
Ob~era y Santa Juha de la Sección Mexicana de la Liga Comunista Inter-
nacional .sobre" los Problemas de la Sección Existente y sobre la Unificación
lo. de agosto de 1933. Citada por R. J. Alexander, op. cit.,
p. 184.
100. Octavio Fernandez, entrevista citada.
101. R. J. Alexander, op. cit., p. 185.
102. Ver capítulo I11.
103. Manuel Rodríguez, entrevista citada.
104. Octavio Fernández, entrevista citada.
105. Luciano Galicia, entrevista citada.
106. R. J. Alexander, op. cit., p. 185.
107. ~chivo .del general Francisco J. Múgica, Centro de Estudios de la
Revolución Mexicana Lázaro Cárdenas, Jiquilpan, Michoacán, "Corr p n-
dencia particular 1937, letra R".

362 363
 - --._-_._-~..~
108. Octavio Fernandez, entrevista citada. - --. -- -~--------- __ ''''¡i'''' , ...., •••~ ¡

109. Ibid ..
Capítulo III
1. Ver Olivier Debroise, Diego de Montparnasse, ed. Fondo de Cultura Eco-
nómica, Lecturas Mexicanas, 11. 83, México, 1985.
2. Datos obtenidos de Raque! Tibol, Dit'go Rivera. Alte y política, ed. Cr iial-
bo, México, 1979, pp. 19-23. ~ 24. Los datos sobre Ferrel fueron obtenidos en una conversación telefónica
3. B. Wolfe, op. cit., p. 54.
4. Loc. cit.
5. Véase e! Diccionario Biográfico Porrúa.
6. Ver El Machete, julio de 1930, "Se retira un héroe", p. 2 Y El Machete,
30 de enero y 10 de febrero de 1932, "Entre la hoz y el martillo", p. 3, pri-
mera columna.
7. 13~nram Wolfe, op. cirr; p. 230.
8. Ibld., pp. 233-3·1.
9. Hayden Berrera, Frida, a biogmJ¡/IJ o[ Frida Kahlo , ed. Harper and Row,
Nueva York, 1983, p. 18.
10. Hayden Herrera, op. cit., p. 35.
11. Ibid., p. 47.
12. Ibid., p. 53.
13. Ocravio Paz, arto cit.
14. Hayden Herrera , op. cit. (edición en español), p. 175.
15. Loc. cit.
16. La información biográfica acerca de \fúgica fue tomada de Ricardo Pé-
rez Montfort, "Francisco José \Iúgica Vel.ízquez (un intento de semblanza)",
Desdeldiez; boletín de! Centro de Estudios de la Revolución Mexicana Lázaro
Cár~ena.s, A. c.. de Jiquilpan, Michoacán, septiembre de 1984, pp. 15-24.
1/. SI e! testuuoruo ?e los trotskistas mexicanos de la época acerca de Hi-
da~go es conecto, todo indica que un documento que encontré en e! Archivo
Múgica, escrrto en. papel mcm.bretLldo con e! nombre de Antonio Hidalgo al
calce, y que SUSCrIbelas posIcIones de Trotsk y acerca de la lucha contra las
"democracias" y e! fascismo, fue escrito por el 'propio Hidalgo.
18. Ver ea pirulo IV.
19. Ver capítulo VI.
20. Francisco Zamora murió en la ciudad de México en 1986. Sostuve una
entrevista con él en diciembre de 1982.
21. Ver capítulo XlII.
22. Sostuve una entrevista COIlAdolfo Zamora en agosto de 1982.
. .23., Ver capítulo V. Sostuve una entrevisra con Rodrigo Carcía Treviño en
Juho ~e 1982. A fines de los años treiuta, Carcía Trcviño formaría, juntO con
FranCISCo Zamora , la Asociación de Estudiantes Marxistas, integrada por
alumnos de la Escuela Nacional de Economía, como Manuel Alvarado (a
quien también entrevisté en julio de 1932, y quien conoció a Trotsky, intere-
sado sobre todo en hablar con el joven estudiante acerca de los trotskistas es-
tadounidenses a los que éste había frecuentado durante un viaje de estudios
a Nueva York), y LUIS Yáñez (con cuya viuda, Arrniuda Yáñez, sostuve igual-
mente una entrevista en julio de 1(82). Carcía Treviño también se volvería
militante de la sección mexicana de la IV Intcruacional en los años cuarenta.
Librero hasta el final de sus días, duefio de una librería en la calle de Don-
celes, contaba con una de las más importantes bibliotecas marxistas del país.
Murió en la ciudad de México en 1986.
con su sobrina, la señorita Vicens. FCITel se 'suicidó en la ciudad de México.
25. Ver capítulo VI.
26. André Cide nació en Francia en 1869. Fue uno de los más distingui-
dos novelistas contemporáneos y uno de los líderes del pensamiento liberal
francés. Fu ndó en 1929 la Nouuelle Reirue Francaise que siguió siendo una
muy importante revista literaria, con un gran radio de influencia hasta 1940.
Como parte de su amplia obra literaria, se encuentra su libro escrito a su re-
torno de la Unión Soviética en los aúos treinta -Vo)'age en URSS-, un tra-
bajo sumamente crítico del fenómeno estalinista en el poder.
27. Tenemos una buena prueba de la actitud favorable de Los Contempo-
ráneos hacia Trotsky en e! libro de Salvador Novo, La vida en México en el
periodo presidencial de Lázaro Cárdenas.
Capítulo IV
1. León Trotsky, Oeuures, 12, Institut Léon Trotskv, París, 1982, p. 83.
2. León Trotsky, "Au Mexique", Oeuuies, 12, p. 76.
3. Loc. cit.
4. León Trotsk y, "Declaration a Tarnpico", 9 de enero de 1937, Oeuirres,
13, p. 84.
5. John Dewey (1859-1952) era ciertamente el filósofo y el pedagogo más
conocido en los Estados Unidos, discípulo de John jallles, atado al pragmatis-
mo filosófico y al liberalismo en materia política. Tenía setenta y ocho años
cuando asumió la responsabilidad del contl·aproccso.
6. Gérard Roche, "Une these magisl.I·alc: Cont re-procés de Thomas R.
Poole", Cahiers Leon Trosk», n. 3, número especial, "Les preces de Moscou
dans le monde", 1979, p. 25.
7. Ibid., pp. 25-26.
8. León Trotsky, "En la prensa mexicana", Ot'1LV1'eS, 12, 9 de enero de
1937, pp. 85-86.
9. León Trotsky, "Dix-sept nouvelles victimes du GPU", comunicado de
prensa, 20 de enero de 1937, Oeuures, 12.
10. Ibid., p. 134.
11. Suzanne La Follette (1893-1983). Hija del diputado por Washington,
William La Follete, escritor y antiguo editor del Neui Freedom, era miembro
del AGDLT Y se convertiría en secretaria de la Comisión Dcwey.

364
365

12. Carlo-Tresca (1879-1943) del que ya hablamos en el capítulo Il, era un
anarcosindicalista italiano emigrado a Estados Unidos, que editaba I¡ Martello
en Nueva York; fue una de las figuras legendarias de los Industrial Workers
of the World (IWW), y participó antes de la guerra en las grandes huelgas de
Mesa Range, Lawrence y Paterson. Fue también el iniciador de la campaña
en favor de Sacco y Vanzetti y gozaba de una gran autoridad moral en el
movimiento obrero.
13. Benjamin Stolberg (1891-1951), de origen alemán, ex-alumno de
Harvard, fue sociólogo, luego periodista, y era especialista del movimiento
obrero.
14. John F. Finerty (1891-1967), abogado, especialista ferroviario, entró en
asuntos de derecho democrático defendiendo al irlandés Edmon de Valera.
Abogó también por Sacco }' Vanzeui y Tom Mooney, y más tarde por Julius
y Eche! Rosemberg. Era abogado consejero de la Comisión Dewey.
15. Otto Rühle (1874-1943), profesor y pedagogo, socialista en 1910, dipu-
tado en 1912, votó en 191·; con Liebknecht contra los créditos militares. Fue
e! vocero de los izquierdistas en el Congreso de fundación de! KPD Y se afi-
lió al KPD en 19Z0. Era tino de los teóricos de! comunismo "antiburocrático".
Emigró en 1933 y se instaló en México.
16, Wende!in Thomas (1884-?), dirigente de los marinos amotinados en
1917, fue más tarde miembro del KPD al que abandonó en' 1933; emigró a
Estados Unidos,
17. Alfred Goriot, también conocido como Rosmer (1877-196-1), de ser e!
primer sindicalista revolucionario, se volvió comunista después de la Revolu-
ción de Octubre y fue elegido para el ejecutivo de la IC en 1920. Estuvo en
la dirección del PC francés de 1922 a 1924. Expulsado en 1924, contribuyó a
la creación de la Oposición de Izquierda en 1929 y la abandonó en 1930.
18. Carleton Beals (1893-1979), profesor y más tarde periodista, especialis-
ta en el tema de América Latina, había, entre otras cosas, entrevistado perso-
nalmente a Sandino.
19. G. Roche, art. cit., p. 28.
20, Ver John Dewey, "Whv 1 am not a Conuuunist", Modern Qllarterl.v,
VIII, abril de 1934, pp. 135-37. Citado pOI' Gérard Roche, art. cit., p. 28.
21. La menor de las hijas de Trotsky, Nina, nacida de su primer matrimo-
nio en 1903, murió de tuberculosis en 1928, a la edad de 26 años, después
de! arresto y la deportación de su marido, Mari Nevelson, un economista bol-
chevique de 1917 y de la guerra civil que había militado en las filas de la
Oposición de Izquierda y de quien se sabe que pasó varios años en una cel-
da de completo aislamiento, La hija mayor de Trotsky, Zinaida, nacida tam-
bién de su primer matrimon io en 1901, madre de dos niños, fue autorizada
a dejar la URSS, pero sin su marido, Platon Volkov -un profesor que com-
partía la historia política de su cuñado Nevelson y que también había sido
deportado-e- y con uno solo de sus hijos, Sieva, para someterse a un trata-
miento médico en Alemania. No recibió, sin embargo, la autorización para
volver al país. Se suicidó en Berlín en 1933, a la edad de treinta y dos años.
Su hijo fue recogido por León Sedov.
366
-----------,--, .
- -...,..--""--"-----.~UI<...""'~~~.-~~>;zm __ II!I!Il..,
22. León Trotsky, "L'arrestation de Léon Sedov", 27 de enero de 1937,
Oeuures, 12, pp. 192-93.
23. Jean van Heijenoorr permanecería con Trotsky hasta 1939, fecha en la
q~e ambos d~cidieron .q.ue había llegado la hora de que volara con sus pro-
pIas ala~ y dejara de VIVIra la sombra de! gran dirigente. Se trasladó a Esta-
dos Unidos donde se puso a trabajar con e! Socialist Workers' Party, con el
que ne:>dej.ó de tener diferencias y problemas a 10 largo de todo el resto de
su rnilitancia dentro .?e la IV Internacional. Esta concluyó después de la gue-
rra, ya, que Van. Heijenoort llegó a la conclusión de que la forma en la que
se habla producido, desarrollado y concluido esta conflagración mundial mos-
traba que e! marxismo había cometido un error de análisis y de apreciación
tanto ~el mOI~ento políúc~ como de las fuerzas políticas actuantes, y que no
se pocha segUIr adelante SIl1 proceder a una seria y profunda redefinición de
la teoría y de la práctica de los marxistas. A principios de los años cincuenta,
Van Heijenoon declaró en el proceso en el que las autoridades estadouni-
denses juzgaron a algunos agentes soviéticos, entre los cuales se encontraba
Zborowski, el antiguo secretario y mano derecha de León Sedov ("Étienne")
quien, desde ese entonces (los años treinta) era ya un agente de la GPU. Ca-
sado por se!5~nda vez y padre de una niña -Laura-, Van Heijenoort se
que?o a residir en Estados Unidos, donde se convirtió en un importante in-
vestigador y profesor de las universidades de Harvard y Brandeiss en el cam-
po de la lógica matemática. Desde la apertura de la' parte cerrada de los
Trotsks's Papers en 1980, Van Heijenoort se comprometió a fondo con e! tra-
bajo de investigación de dichos archivos así como, a partir de 1984, en los de
Léon Sedov. En estrecha colaboración con Pierre Broué, fue sin duda una
pieza clave, insustituible, en dicha investigación, ya que en muchos casos era
e! único capaz de descifrar viejos y maltratados documentos -muchas veces
escritos en cirílico, a mano y en clave o bajo seudónimos-- que sólo un testi-
go y actor central de los hechos era capaz de descifrar. Obviamente que en
este trabajo las notables características de Van, su honestidad, su rigor, su alta
capacidad de trabajo, su buena condición física y su buena memoria, fueron
inapreciables. Casado por tercera vez desde los' alíos setenta con Ana María
Zamora, la hija de Adolfo Zamora, murió en circunstancias trágicas: fue asesi-
nado de tres tiros en la cabeza mientras dormía. Esto ocurrió en la ciudad de
México, el 26 de marzo de 1986.
Información extraída de Pierre Broué, "Van, le rnilitant, l'arni, l'hornrne",
Cahiers Léon Trotskv, n. 26, junio de 1986. Ver Jean van Heijenoort, Con
Trotsks de Priukipo a Co)'oacán, cit.
24. Sedou's Papers, n. 231, Box 20, carta de Van Heijenoon a Liova, 22 de
enero de 1937.
25. Juan de Dios Bojórquez o Djed Bojórquez (1892-1967), escritor y polí-
tico nacido en Sonora, ingeniero agrónomo en 1912, participó en el campo
constitucionalista de la revolución, donde manifestó un interés particular por
el desarrollo de la reforma agraria, Diputado en la Convención de Queréta-
1'0, fue electo nuevamente para la XXIX Legislatura. Entre 1921 y 1926, re-
presentó a México en Honduras, Guatemala y Cuba, A su regreso, ocupó
3 7

cargos administrativos importantes, entr-e los cuales, y sobre todo, el de jefe
de lo que ahora se conoce como Secretaria de! Trabajo, y fungió también co-
mo secretario de Gobernación entre 1934 y 1935 deritro del primer gabinete
cardenista. Callista renombrado, estaba sin embargo muy cercano a Múgica y,
de acuerdo a los testimonios citados por Fernández y por ROOríguez,
fue uno de los que nvudaron a financiar su periódico Octubre. Sin embargo, a
la llegada de Trotsky,'c: mantuvo mucho más alejado de él que Múgica o
Hidalgo.
26. Jean van Heijenoort, op. cit., edición francesa, pp. 159-60.
27. Alan Wald, "La Comission Dewey, 40 ans aprés", Cahiers Leon Trotsky,
n. 3, p. 43. Documentos acerca de la subcomisión Dewey, ver Archivo Gene-
ral de la Nación, Unidad de Presidentes. Fondo Lázaro Cárdenas de! Río.
28. Cahiers Léon Trotsky, n. 3, pp. 44-45.
29. Ibid., p. 46.
30. Ibid., pp. 43-44.
31. "Informe del Comité Nacional al IV Consejo de la CTM". CTM (1936-
19-11), pp. 367-68.
32. Luis Cabrera (1876-1954), abogado y periodista, fue director de la es-
cuela de derecho de México en 1912. Lugarteniente de Madero, jugó un pa-
pel importante en la guerra civil; fue, en particular, secretario de Finanzas
de 1914 a 1917 y de 1919 a 1920 Y redactó la ley agraria carrancista en 1915.
). A la muer~ de Carranza, se convirtió en uno de los más acérrim~os criticas
de los regímenes de la revolución desde e! punto de vista de la defensa de la
democracia contra el estatismo que se desarrolló en México entre Obregón y
Cárdenas. Denunciando constantemente la "farsa electoral", se negó a aceptar
la postulación a la presidencia por algunas formaciones de oposición como el
PAN. Tradicionalmente tachado de reaccionario y conservador por us POSI-
ciones aruisocializanres y a contracorriente, hoyes necesario revisar su pensa-
miento )' su acción política y elaborar una más justa caracterización de él co-
mo intelectual y político.
¡
33. Luis Cabrera, "Carnaval sangriento", El Universal, 25 de enero de 1937.
j
t 3·1. "León Trotsky ataca la política del presidente Cárdenas" ... Dos traid.:'res
se entienden: Luis Cabrera v León Trotskv''. El Machete, 30 de enero de 193/.
35. León Trotsky, "Un Íuchador por 'Ia justicia", El Universal, 28 de enero
de 1937.
36. "Trotsk y se niega a colaborar con el proyecto del Frente Socialista de
Abogados para hacer un estudio de los procesos de Moscú", El Machete, 27
de febrero de 1937.
37. León Trotskv, "Dans le Frente de Abogados Socialistas", 15 de marzo
de 1937, Oeuures, 13, pp. 82-84.
38. "León Trotsky ataca la política ..;", El Machete, 30 de enero de 1937.
39. Las pl-eguntas de los representantes obreros fueron las siguientes:
lo. ¿Por qué Stalin persigue a Trotsky de esa manera? ¿Cuáles son las ra-
zones?
20. cDónde estaría Lenin si aún vrvrera V SI Stalin tuviera el mismo poder
que ahora?
368
------, ¡••••••••*X!JQ( ••• UUI ~~ ¡~,
30. éAcaso Stalin ha establecido un pacto con la burocracia mundial?
40. cEl seriar Trotsky está de acuerdo con el proletariado del mundo?
(The Case 01 Lean Trotsks, p. 457).
Entre los intelectuales mexicanos, el aislamiento y la candidez eran un po_
co men~res. Uno de los miembros más distinguidos del grupo de Los Con-
ternporaneos, Salvador Nava, plasmó en el último número de abril de la re-
vista Sema1la ~asada. su visión del contra proceso, donde dijo estar
pro.fundal~1ente impresionado por los archivos de Trotsky y se declaró parti-
dar io de este, tanto en lo que concernía al FAS como al incidente Beals.
.40: The Case 01 Leon Tmlsky. Report 01 f1eal"Í1¡gs 011 i/w Cllalg.:s Made Againsi
Him m the M05COW Trials &y lile Preliminarv Comission 01 hlqllúy, Merit Publish-
ers, Nueva York, 1969, p. 1.
41. "First Session", ibid., p. 1.
42. Ibid.
43. Véase OellV1"I!S, 13.
44 .. Goergi V: Plejánov (1856-1918), fundador del grupo Emancipación del
Trabajo, fue qUien realmente introdujo el marxismo en el movimiento obre-
ro ruso.
45. León Trotsk v, "Déclaration devane la Commission Preliminaire d'en-
quéte a Coyoacán", 'Oe-uv,-.:s, 13, p. 152.
46. Ver ibid., pp. 256-62, Y TII,. Case 01 Leen Trotsk», cit., "\Vhy and Where-
fore these Trials", pp. 580-85.
47. León Trotsky, "Déclaration devant. .." , cit., pp. 261-62_
48. Mijail Borodin. Ver nota biogrrifica en capítulo V, subcapítulo titulado
"El adversario abierto".
49. Ver "Eleventh Sessiou", The Case 01 LeOI! Trotsk», cit., pp. 411-14.
50. Ver "Twelfth Session", ibid., pp'. 415-18.
51. León Trotsky, "Kaganovitch anticipe ma fin", Ocuvres, 12, 31 de enero
de 1937, p. 232.
52. Loc. cit.
53. León Trotsky, "Le pourquoi de ces preces", cit., p. 262.
54. León Trotsk y, "\Vhy and Wherefore these Trials", cit., p. 585.
55. The Case 01 Leon Trol"ky, cit., p. 585.
Capítulo V
L Ver León Trotskv, "La traición del Partido Obrero de Unificación Mar-
xista", en Oeuures, 8, pp. 132-37.
2. La esposa de Wolf, Hjordis Knudsen, quien se encontraba con él en Es-
paña, regresó a Francia después del arresto de su esposo.
3. Henk Sneevliet (1883-1942). Se convirtió en socialdemócrata en Holan-
da en 1900. Fue un importante sindicalisra que fundó el RSP en 1929, firrn
la "declaración de los cuatro" en 1933 }' fue encarcelado por su solidaridad
con los .mal-inos amotinados. Rompió con Trotsk y en 1936. Fue arr Lado n
1942 bajo la ocupación alemana}' fusilado el 13 de abril.
369
 4. Pierre Broué, L'assassiuat d,- T/O(sky, ed. Complexe, Bruselas, 1980, pp.
- ----_.- --_._-'_._~~~_._._--
20-21. . una extraña situación que Borodin aprovechó para manejar al secretariado
5. Ibid., p. 21. del.consulado y hacerle que sirviera como .cobertura de agentes de la Inter-
6. Ibid., p. 22. nacional que pasaban clandestinamente hacia Alemania, así como para hacer-
7. Ibid., p. 23. ~ co~ pasapor:es y.sellos con los q~e. dotó a algunos de los agentes de la IC.
8. Ibid., p. 20. El mismo pOsel~ ?~Jo su nombre original (Gruzenberg) un pasaporte mexica-
9. Roger Bartra centró sobre esta idea y esta imagen de las "tres grandes no con el que viaJo por Europa".
heridas" de la historia del PC:-'I hasta 19·10 su comentario al libro de Arnoldo D~ acuerdo a. Pierre Bro~é, s~ conocimiento del inglés y sus contactos
Martínez Verdugo et al., Historia del C01/lwú,mo tm Mhico, ed. Enlace-Grijalbo, americanos le valieron su designación como delegado de la lC "en América"
México, 1985; pronunciado durante la presentación de dicho trabajo el 23 de en un ~omento en. que la Rusia soviética buscaba aprovisionamiento y alian-
mayo de 1985 en el Foro de la Librería Gandhi. ~~. Taibo II menciona que el 16 de abril de 1919, Borodin fue nombrado
10. Ver fundamentalmente Arnoldo Mart.ínez Verdugo, op. cit.; Paco Ig- cons~l .ge~eral de la Repúblic~ Socialista Federal Soviética ante el gobierno
nacio Taibo 11, Los Bolcheinkis, ed. Joaquín Mortiz, México, 1986, Y Octavio de tv.feXlco , un mandato graCIas al cual debía buscar el establecimiento de
Rodríguez Araujo >' Manuel \lárquez Fuentes, El Partido Comunista Mexicana, re:acl~nes comerciales entre los dos países. Y afirma que Borodin traía tarn-
ed. El Caballito, México, 1973. bien un mandato del .~::msejo de Comisa.rios ~el Pueblo firmado por Lenin
11. Ver Barry Carr, El movpnieiuo obrero y la polít-ica m México (1910-1921), y fechado el 17 de abril . Ver Paco IgnaCIO Taibo II, op. cit., notas 26, 27 Y
28 de la Tercera Parte.
ed. Era, México, 1982, p. 96.
12. Entre ellos, el más destacado fue Manabendra Nath Roy; los otros: Jo- 15. Citadas por el órgano del PS:-'I, El Soviet, n. 1, 13 de octubre de 1919.
16. El Soviet, n. 1,3,4 Y 5 de noviembre de 1919.
sé Allen, Linn E. A. Cale, Charlie Phillips, Trabber Irving Cranich y algunos
más; ver M N Roy', Memoirs, Alfred Publishers Prívate Limited, India, 196-1.
., 17. CarIeton 13ea;s, Gla.s.sHouses, J. B. Lippincou, Nueva York, 1938, p. 50_
13. En la página -12 de su libro Bolcheuikis, Historia narrativa de los origenes .18. Pablo Gonzalez Casanova, La clase obrera en la historia de México en el
j t==: gobiem~ comtitucio.1!al, (1917-1920), ed. Siglo XXI, México, 1984, p.' 206.
del comunismo m México (1919-1925), cit., Paco Ignacio Taibo II afirma que la
resolución del Congreso sobre este punto señalaba sin embargo: "no nega-
! 19. Borodin se d~pldlO del nuevo partido con una carta, reproducida en
mos el valor del voto}' del éxito de elegir candidatos a puestos públicos, ~n volante: por medio de la. que le aseguraba al PCM que sería el único par-
siempre que esto no desvíe la acción de efectiva lucha de clases". Para este tido de .Mexlco en ser ~dnll(ldo en la 11I Internacional. Paco Ignacio Taibo
polémico punto, ver los libros mencionados en la nota 10 Y ver la posición II, op. cit., p. 56. Borodin abandonó el país en diciembre de 1919.
no abstencionista del Primer Congreso de la Cominteru en Tliése, Manifest«: el 20. Arnoldo Marúnez Verdugo, op. cit., p. 40.
Résolutions de los 1, 11, III Y IV Congresos de la IC, Librairie du Travail, París, 21. Al jandro Cálv z Cancino, "La sección mexicana de la Internacional
193-1, reprint, p. 21. [Los cuatro primeros collg7"~SOS de la Lnternacionul COI//Il1ILsta.
Comunista yel movimiento obrero (1919-1943)", Revista Iuapalapa, UAM-Izta-
palapa, n. 6, p. 246.
Primera pane, ed. Siglo XXI, \Iéxico, lD73.J
22. Paco Ignacio Taibo II. op. cit., p. 86.
1-1. Paco Ignacio Ta ibo II, en op. cit., proporciona los siguientes datos
23. ¡bid., p. 92.
----<¡ue complementaré con otros, de Pierre 13roué- acerca de I3orcxlin. \!i-
24. Ibid., p. 94.
jail Mar kovich Cruzenberg , alias Borodi n (también conocido COl1l0 Bra ndv-
25. ¡bid.,p. 95.
wine y, en México, al inicio de su estancia, como Alexa nd rescu ), nació en
26. Ibid., pp. 102-103.
1884 en Ianovitch i, provincia de Vitcbsk. En su juventud se unió al socia-
27. rbid., p. 106.
lismo judio de Bu nd y en 1003 al seCL01·bolchevique de la socialdemocra-
28. Ibid., p. 115.
cia rusa. Militó en Leton ia , fue delegado en el Congreso de Estocolrno en
29. ¡bid., p. 116.
1906. Tras una breve detención, emigró a Estados U nidos, donde vivió en
30. Ibid., p. 117.
Chicago (de acuerdo a Pie rre Broué, bajo el nombre de I3erg); allí se afilió
31. Ibid., pp. 117-18.
al Partido Socialista de América. Regresó a Rusia en 1918 y se incorporó al
secretariado de la Internacional Comu nista (al Comisariado de Asuntos Ex- 32. Ibid., p. 134. Díaz Rarnírez no volvería a México sino hasta octubre de
1921.
teriores de la IC, según Broué) C0l110 colaborador.
33. ¡bid.; p. 132.
Del expediente sobre Borodin de la Secretaria de Relaciones Exteriores
(SRE) de México, Taibo II extrae lo ,;iguiente: "Dentro de sus trabajos para el 34. Ibid., p. 133.
35. Ibid., p. 137.
secretariado de la IC, mantuvo (Borodin) una curiosa relación con el consula-
36. Ibid., p. 1-11.
do de México en Moscú. Tras la renuncia del cónsul titular en 1918, se creó
37. Ibid., p. 147.

370
371

38. Ibid., p. 148.
39. Ibid., p. 150.
40. Ibid., p. 172.
41. Ibid., pp. 179-82. ." , 50. P. 1. Taibo II., op. cit., p. 205. Taibo II cita un artículo de Wolfe, "Pro
42. Ibid., p. 109. Louis Fraina. Nació ~n I~,lia en .1.894 y llego a Esta~os
Unidos a la edad de dos años en una emlgraclOn familiar. Desde 1909 se m-
corporó al movimiento socialista en. las fil~s del Socialist Labor Pany (:'ierre
Broué apunta que en 1917 fue coslgnatano co~ Trotsky ~e una m~on en
favor del Congreso del Socialist Party). Secretario .del Partido Comunista de
Estados Unidos en 1919, participó en la Conferencia de Arnsterdam en febre-
ro de 1920 y en el II Congreso de la le. EI'a junt~ con John Re~d la ~r~n
figura del comunismo norteal~)el-icano. Sus apreciaciones sobr~ el imperialis-
mo norteamericano y la necesidad de combatido a escala co~tmental, se ade-
lantaron a los trabajos teóricos de mediados de los años vemt~. Cuand~ en
Moscú esperaba que una comisión lo devolviera a Estados U 1~ldos, la ~)~ec-
ción de la le lo sorprendié con la decisión de que tenía que vlapr a México.
Paco Ignacio Taibo II, op. cit., p. 109. , "
43. Sen Kata yarna. Nació en Hadegi,. Oko~a.ma, Japon, en 1859, hIJO de
campesinos, obrero y estudiante normalista, ~Ingentes. ?e. las pnmeras hu~l-
gas en el Japón, sindicalista, redactor del pl'lme)' periódico obrero ppones,
fundador del partido socialdemócrata en 1901 y del Partido Socia lista de Ja-
pón en 1906, preso por el gobierno japonés; exiliado, se encontraba en Esta-
dos Unidos desde 1914. Fue fundador del re de Estados Unidos y responsa-
ble del Buró Americano de la Comintern. En 1920 se ocultó en Atla ntic City,
para rehuir la represión contra los radicales norteame~'ic~nos, y cuando re-
gresó a Nueva York recibió un info:me ,sob~~ su comlslon~ por lo cual no
resultó menos sorprendido que Frai na. EnvIO entonces, dice Paco IgnaCIO
Taibo II, a su hija y a su esposa a Tokio y a sus sesenta y dos años se prepa-
ró para la nueva aventura.
44. P. 1. Taibo II, op. cit., p. 120. " Puerto y Francisco lvrLigica, pel'o también me refiero a hombres como Heri-
45. En las pp. 294 Y 295 de su libro The Roots 01 .~mencan CommUTllsm (Th.e
Viking Press, Nueva York, 1957), Theodore Draper escribe: la labo~ orgam-
zadora de Fraina en México "era rudamente descorazonadora. [...] MeXlCOera
una clase de exilio que hubiera sido difícil. d~ soportar en I.a,smejores ci~-
cunstancias", Draper también asegura que, SI bien el reM cedió ante la, POSI-
ción de la delegación cominterniana en la cuestión .electo.ral y d~,claro 5u~
abandonaría su abstencionismo, de hecho nunca lo hIZO e incluso enga.no
Fraina y a Katavarna" haciéndoles Ilezar sendos informes y hasta relaCIones
de gastos correspondientes a una sUPl~esta campaña electoral que en realidad
era totalmente ficticia.
46. Ver P. 1. Taibo II, op. cit., p. 137. Taibo II a su vez se basa en Ku-
blin, op. cit. ," D'
47. P. 1. Taibo II, op. cit., p, 134. Información extraida d~ Manue~ . IaZ
Rarnírez, "Hablando con Lenin en 1921", Liberacián, n. 8, novlembre-dloem-
bre de 1957.
48. P. 1. Taibo II, op. cit., p. 186.
372
-----------------------_ .. _- --
49. Robert Alexander, op. cit., p. 122. Citando al propio Bertram Wolfe,
Taibo II escribe que el viaje de éste a México se produjo por motivos perso-
nales y que, siendo miembro de! epVSA, al llegar a México se afilió al peM
(ver P. 1. Taibo II, op. cit., p. 188).
Political Action Wins in México", publicado en The W01ker, 26 de mayo de 1923.
51. La información acerca de la carta de la le y de la respuesta del peM
fue extraída de P. 1. Taibo II, op. cit., pp. 214-18 Y 222-23.
52. Robert Alexander, op. cit., pp. 322-23.
53. "Théses générales sur la question d'Orient", IV Congreso, en Théses,
~ manifestes el résolutions adoptées par les le, Ile, lile et IVe cong-nis de l'Iruemauonale
.j communiste, Librairie du Travail, París, 1934, p. 177. [Los cuatro primeros congre-
1
sos de la Internacional Comunista. Segunda Parte, ed. Siglo XXI, México, 1973.]
, 54. En la dirección elegida por e! Tercer Congreso figuraban Siqueiros y
Wolfe, entre otros.
J 55. Robert J. Alexander, op. cit., pp, 323-24. También caracterizan al go-
l,
bierno como "el gendarme de los banqueros y de las compañías petroleras
yankees".
56. Ibid., p. 324.
57. Ver Octavio Rodríguez Araujo y Manuel Márquez Fuentes, op. cit., p.
104.
58. Entre ellas, la más importante era la de Durango, dirigida por el cam-
pesino comunista Guadalupe Rodríguez.
59. Varios dirigentes campesinos fueron asesinados y Bertram Wolfe fue
expulsado del país.
I
60. Al hablar de la "izquierda del nacionalismo revolucionario" me refiero
fundamentalmente a los partidos socialistas regionales de los años veinte
(Partido Socialista Michoacano, Partido Socialista del Sureste, Partido Socialis-
ta de Campeche, Partido Socialista Chiapaneco) y, por lo tanto, a algunos. de
sus dirigentes. Enu-e ellos, los más notables fueron sin duda Felipe Carnllo
berto Jara o Adalberto Tejeda. De acuerdo a la tesis de maesu-ía de Daniela
Grollova (El Partido Socialista Chiapaneco: rescate y reconstrucción de su historia,
FepyS, VNAJVf, marzo de 1987), estos personajes fueron caudillos revoluciona-
rios regionales cuyo papel fue básicamente el de mediar entre el movimiento
campesino revolucionario de sus respectivas regiones y el Estado, y cuyo pro-
yecto político central nunca dejó de ser el fortalecimiento del Estado posre-
volucionario. Ellos consideraban sin embargo que dicho fortalecimiento sólo
era deseable si se realizaba armado de una ideología y de una práctica políti-
cas muy distintas a las de los gobiernos de Obregón y Calles;, ideologí~ y
práctica políticas que de hecho no serían desarrolladas Sll10 hasta los anos
'treinta -cuando estos movimientos socialistas locales ya habían sido derrota-
dos-- por -el presidente Cárdenas.
61. A. Marúnez Verdugo, op. cit., p. 81.
62. Ibid., p. 82. (Aquí la cita es textual, pero es una retraducción al espa-
ñol de nuestra traducción francesa.)
373
---------------,.-..."'"
 63. Octavio Rodríguez Araujo y Manuel Marquez Fuentes. op. cit., p. 126. '
Y Robert J. Alexander, op. cit., pp. 325-26.
64. Roben J. Alexander, op. cit., p. 325.
65. "Resoluciones del Partido Comunista de México sobre la situación ac-
tual y las tareas del partido", El Machete, 30 de julio de 1927.
66. El peM trabajó en el sector ferrocarrilero desde 1921. Su papel -so-
bre todo el de Hernán Laborde-s- fue fundamental en la huelga ferroviaria
de 1926-1927. Laborde sería el secretario general del peM durante la mayor
parte de la estancia de Trotsky en México.
67. Los dirigentes mineros comunistas más destacados eran Siqueiros y Jo-
sé F. Díaz.
68. El sector petrolero era sin duda el de más antiguo arraigo comunista,
sobre todo en Tampico.
69. El trabajo textil comunista se centraba en Puebla y Orizaba, con Mau-
ro Tobón a la cabeza.
70. El trabajo comunista entre los panaderos lo encabezaba Miguel Ángel
Velasco, quien sería uno de los más acérrimos combatientes contra la presen-
cia de Trotsky en México.
71. Ver José Rivera Castro, La clase obrera en la historia de México. En la
Presidencia de Plutarco Elias Calles, ed. Siglo XXI. México, 1983, p. 143. Ver
también "Resoluciones del Partido Comunista ..;", El Machete. 30 de julio de
1927.
72. Ver A. Calvez Cancino, art. cit., p. 247.
73. Para la historia del debate interno del pe~1 sobre la "Tercera central"
ver A. Marúnez Verdugo, op. cit., pp. 90-91; Arnaldo Córdova, La clase obrerd
en la historia de México en un.a época de crisis (1928-1934). ed. Siglo XXI, Méxi-
co, 1984, p. 67.
74. Ver Arnaldo Córdova, op. cit., p. 69. Y A. Gálvez Cancino, art, cit., p. 247.
75. A. Córdova, op. cit., p. 69. A, Cálvez-Cancino, art. cit., p. 247. A. Mar-
únez Verdugo, op. cit., p. 92.
76; El soc tan:bién se llamó Bloque de Unidad Obrera y Campesina (Ver
A. Córdova, op. CIt.. p. 71), o Bloque Obrero y Campesino Nacional.
77. Ver A. Córdova, op. cit., p. 71.
78. Como testimonios, ver Bernardo Claraval, op. cit.; Julio Cuadros Caldas,
El ~mum.smo criolla, ed. S. Loyo, Puebla, 1930; y Diego Rivera. A7te y poliuca, se-
lección, prólogo y notas de Raquel Tibol, ed. Crijalbo, México, 1979. p. 115.
,Como tra.bajos de ?istoriadores, ver A. Córdova, op. cit., pp. 72-73; A
Galvez Cancino, art. CH., p. 249; B. Carro op. cit., p. 262; Donald Herrnan,
The Commtern in Mrxico , Public Affairs Press, Washington. 1974, p. 98; Heat-
her Fowler Salarnini, Movilización campesina en Veracmz, 1920-1938. ed. Siglo
XXI. México. 1979, pp. 87-89.
79. A. Martínez Verdugo, op. cit., p. 100.
80. Ibid., pp. 100-102. Y El Machete.
81. 9 de marzo de 1929; ver "Conversación con José Revueltas", en Artu-
ro Anguiano, Guadalupe Pacheco, Rogelio Vizcaíno. Cárdenas y la izquierda
mexicana, ed. Juan Pablos, México, 1975, pp. 184-85.
374
82. Ver A. Córdova, op. cit., p. 72.
83. Ver R. J. Alexander, op. cit., p. 327.
84. Ver A. Martínez Verdugo, op. cit., pp. 121-23. Lo cual no implicó que
el gobierno soviético no defendiera al PC~I acusando al gobierno mexicano
de fascista y rompiendo relaciones con él el 23 de enero de 1930.
85. Ver A. Córdova, op. cit., p. 72.
86. Secretario general: Hernán Laborde; secretario de Org3lnización:. Mi-
guel Ángel Velasco; secretarios sindicales: Valentíu Campa y Angel AgUlrre;
y Vicente Guerra en la secretaria de Asuntos Agrícolas.
87. Ver Gerardo Peláez, "Los años de clandestinidad", en A. Marúnez
Verdugo et al., op. cit., p. 31.
88. A. Córdova, op. cit., p. 86.
89. Véase Lorenzo Mever, Rafael Segovia y Alejandra Lajous, Los inicios de
la instuucianalizaciáti (1928:1934), en la colección Historia de la Revolución Mexi-
cana; t. 12. ed. El Colegio de México, México, 1980. pp. 264-65; Héctor Cár-
denas. Las relaciones mexicano-stnnéticas. Antecedentes y Pl111U:7'OS
contactos diplomáu-
cos (1789-1927). Colección del Archivo histórico-diplomático mexicano, tercera
época, ed. Secretaría de Relaciones Exteriores, México. 1974; y Archivo histó-
rico diplomático mexicano, Retaciones IIl(XicaIW-S00<:ticas(l917-19~0), ed. ~ecre-
taría de Relaciones Exteriores y Academia de Ciencias de la URSS, México,
1981.
90. Como prueba de cuán absurdas llegaban a ser las directivas de la le,
ver El Machete, 30 de enero de 1930. y G. Pelaez, art. cit., p. 148. La mejOr
descripción que poseemos sobre la distancia entre los militantes del peM de
la época y su dirección es la de José Revueltas en Los días te:Tmales, ed. Era ..
91. Ver este mismo capítulo, inciso llamado "El adversarIO encubierto. VI-
cente Lornbardo Toledano".
92. Ver El Machete. 30 de marzo, 10 de abril y lo. de mayo de 1933.
93. Ver José Revueltas, citado por O. Rodl'íguez Araujo y M. Márq uez
Fuentes. op. cit., p. 132.
94. Sobre estas resistencias ver A. Anguiano, G. Pacheco y R. Vizcaíno.
"Conversación con José Revueltas". cit., p. 197.
95. "Carta que la Delegación del Partido Comunista de México ante el VII
Congreso de la Internacional Comunista dirigió al Comité Central del paru-
do a raíz del Congreso"; ibid., p. 27 l.
96. Ibid .• pp. 274, 276, 278.
97. Ver CDI (1936-1941), t. r, ed. PRI. México, 1981. pp. 59-60.
98. Ver "Conversación con José Revueltas". cit., pp. 193-95.
99. Carlos Monsiváis, "Un hipopótamo en Chapultcpec", Proceso, agosto de
1983.
100. Enrique Krauze, Caudillos culturales m la revolución mexicana. ed. Siglo
XXI, México. 1984. pp. 36-37.
101. La divisa de la Universidad Popular fundada por el Ateneo era "La
Ciencia protege a la Patria".
102. E. Krauze, op. cit., p. 52.
103. Se trataba de Lornbardo, Manuel Gómez Moríu, Narciso Bassols, Da-
375
 nicl Cosío Villegas, Alfonso Caso, Alberto Vázquez del Mercado y Teófilo ~f1J.~R!~t1iar:.'ll!i'l-·IOs
125. En ~t~~I-·t-íc-ú.~lo;,:-;e~n~e;-f,r;:e·~c7:to:;,:í'Lo~n;';lY;ba~r:!o~~~c!ie~u:1na~'
Leyva Olea. comunistas que "se encuentran fuera de Rusia", porque "le hacen daño al ré-
104. E. Krauze, op. cit., p. 67. gimen ruso en lugar de hacerle ganar adeptos y se limitan a escandalizar y a
105. Manuel Gómez Mor ín, 1915, p. 8. exasperar a las masas cond uciéndolas hacia sacrificios parciales e inútiles y
106. El título de la conferencia fue "Las posibilidades del socialismo en descuidando el trabajo de doctrina y de convicción racional y doble".
México"; la pronunció en la Sociedad de Conferencias y Conciertos, hija del 126. Enrique Ramírez y Rarnírez, "Vicente Lombardo Toledano, un mili-
Ateneo de la Juventud. tante de la clase obrera de México", Futuro, n. 61, marzo de 1941, p. 39.
107. Francie B. Chassen de López, Lombardo Toledano y el movimiento obrero 127. En 1932 Lombardo era el secretario general de la más importante fe-
meXICano (1917-1940), ed. Externporáneos, México, 1977, p. 52. deración de sindicatos cromianos, la Federación de Sindicatos Obreros del
108. La tesis se intituló El derecho público y las nuevas corrientes fúosófu:as, Bo- Distrito Federal, así como de la Federación Nacional de Maestros fundada
letín de la Universidad, México, 1919, pp. 173-242. por él.
109. F. B. Chassen de López, op. cit., p. 119. 128. El programa contenía ocho puntos; ver revista Crom, lo. de febrero
110. Ver E. Krauze, op. cit., p. 119. de 1932, pp. 18 Y 24.
111. Ibid., p. 121. 129. El Universal, 8 de noviembre de 1933, p. 3.
112. Ibid., p. 125. 130. Ibid.
113. Lombardo fue designado gobernador interino de Puebla el 9 de di- 131. F. B. Chassen de López, op. cit., p. 160.
ciembre de 1923. La rebetíón delahuertista lo obligó a volver al D.F. de in- 132. Ibid., pp. 160-61.
c~gnito el 15 del mism? mes. Una vez recuperado el estado por los obrego- 133. Vicente Lombardo Toledano, El Universal, 21 de enero de 1935, pp.
rustas.• Lombardo fungió como gobernador, hasta que Obregón, habiendo Y 8.
decidido que ya bastaba de esa concesión otorgada a los laboristas, lo retiró 134. A. Córdova, op. cit., p. 230.
del cargo con una maniobra política, por lo que Lombardo abandonó el car- 135. Ibid., pp. 233-34.
go el 22 de marzo de 1924. Apenas destituido de este cargo, el 7 de abril de 136. Ver sobre todo "El VII Congreso de la Internacional Comunista", El
1924·se declaró "ansioso de comenzar a trabajar para la diputación". ProntO Universal, 20 de noviembre de 1935.
se convirtió en diputado por el XIJ[ disu-ito de Puebla, en representación de 137. Ibid.
la CRO~I. Fue electo posteriormente, a mediados de 1926, para el mismo car- 138. CT,\-[ 1936-19-11, t. 1, cit., p. 33.
go, en el que no dejó de tener enfrentamienros con los agraristas, pero es- 139. F. B. Chassen de López, op. cit., p. 211.
de el cua.1 procedió, junto con la dirección de la CROM, al "viraje" de apoyo 140. El Universal, 28 de febrero de 1936, p. 9.
a la candidatura de Obregón. 141. Rosendo Salazar, Historia. de las luchas prole/alias de México, de 1930 a
. 114. Vicente Lornbardo Toledano, Los derechos sindicales de los trabajadores 1936, ed. Talleres Gráficos de la Nación, México, 1956, citado por O. Rodrí-
iruelectuales, ed. México Moderno, Biblioteca de Autores Mexicanos Modernos, guez Araujo y M. Márquez Fuentes, op. cit., pp. 157-58.
México, 1927, p. 78. 142. Ver capítulo X.
115. Vicente Lombardo Toledano, La doctrina Monroe y el movimiento obrera, 143. "La hostilidad a Trotsky", El Universal Gráfu:o, 11 de enero de 1937.
~d. Talleres Linotipográficos "La Lucha", "léxico, 1927, p. 28. 144. Piña Soria era el portavoz de la CTM.
116. Ibid., p. 8. 145. "Rodeado de militares, policías y fascistas, desembarcó el traidor", El
117. Ibid., p. 62. Machete, 16 de enero de 1937.
118. DisWTSO del Sr. Lic. Vicmte Lombardo Toledano en la Cámara de Diputados 146. "Trotskv en México; una inconsecuencia de Cárdenas y una debilidad
con motivo de las reformas a los articulas 82, y 83 de la Constitución General, Méxi- de la CTM", El 'Machete, 16 de enero de 1937.
co, D. F., 4 de diciembre de 1927, Comisión Informativa del Partido Laboris- 147. "El caso Trotsky", CTiI-r, 1936-19-11, t. 1, cit., p. 316.
ta Mexicano, 1927. 148. Juan Machetero, Hacia dónde va la CTlIl?", El Machete, 16 de enero
"é

119. Ibid., p. 3, citado por F. B. Chassen de López, op. cit., p. 116. de 1937.
120. Ibid., p. 4, citado por F. B. Chassen de López, op. cit., p. 117. 149. Ibid.
121. Convención obrero-patronal, diciembre de 1928. ISO. J. Basurto, op. cit., p. 90. . _
122. Vicente Lombardo Toledano, revista Crom, lo. de enero de 1929, pp. 151. "Secretaría de Organización y Propaganda", "Informe del Com~le Na-
6-15. cional al XIV Consejo Nacional de la CTM", CTM, 1936-19-11, t. 1, cit., pp.
123. Ver E. Krauze, op. cit., p. 315. 322-23.
124. Revista Crom, lo. de agosto de 1932. 152. No es una cita textual.

376 377
'.>

~----------------------------------------------------_.
 153. El Nacional, 30 de abril de 1937.
-~---.. -
ban de haber sido enviado por -Trotsky a Espa;ia para-orFnizar,-con~los-na-
154. Ibid. lis, e! derrocamiento del gobierno republicano; El Machete, 26 de septiembre
155. El Nacional, 4 de mayo de 1937. de 1937.
156. "VI Congreso del PCM", El Machete, 30 de enero de 1937. 178. Archivo General de la Nación, Fondo y expedientes mencionados.
157. "Conclusiones sobre la ponencia del camarada Laborde", El Machete, 179. CTM, 1936-19-11, cit., t. 1, p. 451.
30 de enero de 1937. 180. Hernán Laborde, "La política nacionalista-revolucionaria de Cárde-
158. Ibid.; ver también "La CTM y el Frente Popular Mexicano", El Ma- nas", El Machete, 29 de agosto de 1937.
chete, 23 de enero de 1937. 181. León Trotsky, "Mexicanos en la Comisión", 27 de agosto de 1937,
159. CTA/., 1936-19-11, t. 1, cit., p. 320. Oeuures, 14, p. 337.
160. Ibid., pp. 360-61. 182. Ibid., pp. 337-38.
161. Ibid., pp. 257-67. 183. Los "amigos mexicanos" eran indudablemente Francisco Zamora y Ri-
162. El Machete, 20 de junio de 1937. vera.
163. "Resolución adoptada por el pleno de! Comité Central de! Partido 184. L 6n Trorsky, "Alrededor de la comisión plenaria", 13 de septiembre
Comunista", El Machete, 18 de julio de 1937. d 1937,Oeuv1'es, 14, p. 396.
164. CTM. 1936-19-11, t. 1, CiL, p. 256. 185. V r "Las maniobras de la URSS en Europa y en América", conversa-
165. Hernán Laborde, "Unidad a toda costa", CiL ión entre Riv ra y Villarreal, El Uniucrsal, lo. de diciembre de 1937.
166. No fue sino hasta e! 29 de octubre de 1942 que México manifestó 1 5. H rn in Laborde, "La revolución está en marcha; su jefe es el gene-
nuevamente su deseo de restablecer relaciones con la URSS, iniciativa a la ral Cárdenas", El Machete, 28 de noviembre de 1937; y "Denuncia de Labor-
que esta última respondió favorablemente e! 12 de noviembre del mismo de contra León Trotsky, que ratifica Diego Rivera", El Machete, 11 de diciem-
año. Las relaciones diplomáticas se restablecieron oficialmente el 12 de junio bre de 1937.
de 1943. Los primeros embajadores fueron Luis Quintanilla y Konstaruin 187. León Trotsk y, "Una historia de age11le del FBI", lo. de diciembre de
Umanski. Secretaría de Relaciones Exteriores y Academia de Cien ias de la 1937, Oeuvres, 15, p. 338.
URSS, op. CiL, p. 75. 188. Lázaro Cárdenas, Epistolario, cit., pp. 311-12, carta del 23 de noviem-
167. "Carta de Cárdenas a R. P. Denegri", 10 de mayo de 1937, Lázaro bre de 1937.
Cárdenas, Epistolario; L 1, ed. Siglo XXI, México, 1974, pp. 294-95. 189. León Trotsky, "Alrededor de la comisión plenaria", cit., p. 396.
168. CTAt, 1936-19-11, CiL, p. 268. 190. Loc. cit.
169. Vicente Lornbardo Toledano, "El asilo de México para León Trotsky 191. Loc. cit.
y la actividad de! proleta riado mexicano". Ibid., pp. 269-72. 192. "Not Guilty" y León Trotsky, "Breves comentarios sobre el veredic-
170. L. González, op. cit., p. 151. to", conferencia de prensa, 13 de diciembre de 1937, Oeuurcs, 15, p. 367.
171. ¡bid., p. 131. 193. León Trotsk y, "Breves comentarios ...", 13 de diciembre de 1937,
172. Jean víeyer, El sinarouismo ¿un fascismo mexicano? 1937-19-17, ed. Joa- Oeuures, 15, pp. 367-78.
quín Mortiz, México, 1979, p. 32. 194. Ibid., pp. 374-75.
173. Nuestra investigación en los archivos del general Múgica nos permi- 195. Ibid., p. 378.
tió descubrir hasta qué punto el gobierno mantenía un severo cont.rol sobre 196. El Machete, lo. de enero de 1938.
e! movimiento obrero organizado en esa época. Los expedientes "Quejas de 197. "León Trotsky, enemigo de México", CTA!, 1936-19-11, cit., t. 1, pp.
los Ferrocarriles Nacionales de México (1937-principios de 1938), revelan que 487-89.
Múgica, quien dirigía la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, ha- 198. Loc. cit.
bía colocado a algunos de sus hombres en e! Sindicato Ferrocarrilero para 199. Loc. cit.
que lo mantuviesen informado día con día de la evolución de la correlación 200. Ver Jean-Michel Krivine y Marcel-Francis Kahn, "La muerte de León
de fuerzas en e! seno de la CT~1. Sedov", Cahiers Léon Trotsk», n. 13, mano de 1983, pp. 44-54.
174. El volante editado por la LC! desencadenó el conflicto entre Trotsky 201. En diciembre de 1938, Trotsky recibió, de parte de un importante
y el reducido grupo trotskista mexicano. Ver capítulo VIII. agente de la GPU, Feldbine, llamado Orlov, un anónimo en e! cual éste --es-
175. "León Trotskv viola la hospitalidad", El Machete, 25 de julio de 1937. cribe Pierre Broué, L'assassinat de Trotsks, cit., pp. 45-46- "le proporcionaba,
176. La. Prensa; 26 de julio de 1937. aunque indirectamente con e! fin de protegerse él mismo contra cualquier
177. Entrevista mencionada con acta vio Fernández. Si los comunistas me- indiscreción, todas las informaciones que le permitían desenmascarar 3.
xicanos conocían bien a Nin, conocían también a Erwin Wolf, a quien acusa- 'Étienne'. Fue precisamente Orlov quien, refugiado en Estados Unidos en
,,:

378 379
 I :la para 'apar a las pu¡:gas de Moscú, en 1955, dos años después de la
m,uene de. Stalin, en plena guerra fría, empezó a publicar revelaciones".
"Etienne", también refugiado en Estados Unidos, fue entonces descubierto.
Ver Michel Lequerme, "Les derni-aveux de Zborowsky", Cahiers Léon Trotsks,
n. 13, pp. 25-43.
202. Cérard Rosenthal, Aiocai de Trotsky, R. Laflont, París, 1975, pp. 271-72.
203. León Trotsky, "Une tentative significative", 15 de febrero de 1938,
Oeuures, 16, p. 173.
204. Oeuures, 16, p. 202.
205. "Carta a la Juventud obrera", o "León Sedov, el hijo, e! amigo, e!
militante", 20 de febrero de 1938, Oeutrres, 16, pp. 178-94.
206. Octavio Fernández, entrevista arriba mencionada, y Jean van Heije-.
noort, op. cit., pp. 176-77.
207. Octavio Fernández y Jean van Heijenoort, entrevistas antes mencio-
nadas.
208. Pierre Broué, L'assassinat de Trotsky, -cit., p. 72.
209. Citado en ibid., p. ]3.
210. Rudolf Klernent (1908-1938) era estudiante en Hamburgo y miembro
de la sección alemana de la Oposición de Izquierda cuando fue enviado a
Prinkipo como secretario de Trotsky, en abril de 1933. Secretario de Trorsky
en Francia, se convirtió en e! secretario administrativo del SI en junio de
1934. Desapareció alrededor del 14 de julio, al igual que un amigo homose-
xual que fue probablemente cómplice en su secuestro. Los restos de su cadá-
ver, mutilado por un profesional, fueron encontrados en el Sena.
211- Ver capítulo XIV.
212_ Los comunistas estaban bien colocados en altos puestos de la Secreta-
ría de Educación.
213. Comunicado de prensa de A. Goldman, 8 de septiembre de 1938.
Houghton Library, 16882.
214. "Otra provocación trotskista en contra del movimiento obrero", El
Machete, 9 de septiembre de 1938.
215. Pierre Broué, op. cit., p. 75.
216. Loc. cit.
217. León Trotskv, "Tres entrevistas con Mareo Fossa" , 23 de septiembre
de 1938, Oeuures, 18: pp. 315-21-
218. Luis Fernánclez de! Campo, "Lo que Trotsk y significa", Futuro, di-
ciembre de 1938.
219. Miguel Ángel Velasco, Espias y prouocadores, ed. Popular, México,
1939.
Capítulo VI
1. León Trotsky, "Declaration a Tampico", 9 de enero de 1937, Oeuvres,
12, p. 84.
2. León Trotsky, "A la presse mexicaine", Oeuures, 12, p. 85.
380
3. Ibid., pp. 85-86.
4. León Trotsky, "Au Mexique", Oeuures, 12, p. 78.
5. Ibid., p. 79.
6. León Trotsky, "Declaration forcée", 26 de junio de 1937, Oeuures, 14,
pp. 154-55.
7. León Trotsky, "Brefs comrnentaires sur le verdict", 13 de diciembre de
1937, Oeuores, 15, pp. 372-73.
8. En esa época Trotsky terminó también de escribir Su moral y la nuestra,
que sería traducido al español, publicado en México, y del cual e! general
Múgica posee un ejemplar dedicado en su biblioteca, .donde se lee: "Al gene-
ral Múgica, con los mejores sentimientos de un refugiado, probablemente 'in-
deseable', pero profundamente agradecido y que estaría feliz si pudiera serie
útil algún día al generoso pueblo mexicano".
9. León Trotsky, "Declaration inevitable", 24 de febrero de 1938, Oeuures,
16, pp. 198-202.
10. León Trotsky, Vida, 1,5 de julio de 1938; El Nacional, 20 de julio de
1938 y "Pour la Liberté en Education", 10 de julio de 1938, Oeuirres, 18, pp.
137-38.
11. Ver El Popular, 4 de noviembre de 1938, "1ntento del trotskismo", y 5
de noviembre, "El magisterio y e! trotsk isrno"; y "Un congreso de trotskis-
tas", El Universal, 10 de noviembre de 1938. Ocravio Fernández asegura que
uno de los profesores de Pátzcuaro que fue a ver a Trotsky y que era mili-
tante de! PCM fue expulsado del partido, de! STERM y despedido de su tra-
bajo.
12. León Trotsky, "l\-fes Complots", Oeuures, 18, pp. 160-62.
13. Loc. cit.
14. León Trotsky, "Oui ou Non?", 14 de septiembre de 1938, Oeuures, 18,
pp. 288-90.
15. León Trotsky, "La signification de la lutte contre le trotskysrne", octu-
bre de 1938, Oeuures, 19, pp. 38-52.
16. Ver Olivia Gall, "La revue Clave: outil politiq ue de Trotsky", Cahiers
Léon Trotsks, n. 11, y "Clave a tiempo", El Buscón, 11. 13, 1984, pp. 162-76.
17. León Trotsky, "Laborde et les trotskystes en general", 28 de abril de
1939, Oeuures, 21, pp. 139-41.
18. León Trotsky, "La signification de la lurte centre le trotskysrne", cit.
19. León Trotsky, "The Congress Against War and Fascism", agosto de 1938,
Writings 1937-1938, ed. Pathfinder Press, Nueva York, 1969, pp. 429-32.
20. Loc. cit.
21. Loc. cit.
22. León Trotsky, "Réponses de Diego Rivera aux questions des repre-
sentantes de l'United Press sur le Con gres Syndical Pan-americain" 27 de
agosto de 1938, Oeuvres, 18, pp. 242-58.
23. León Trotsky, "La liberté de la presse et la classe ouvr iere", 21 de
agosto de 1938, Oeuures, 18, pp. 242-58.
24. Ibid., p. 244.
25. Ibid., p. 245.
ot- •••.
381
,"~
 26. Hay que acer notar que, para entonces, algunas revistas mexicanas ya
habían tocado el tema del psicoanálisis; entre ellas sobre todo Examen, la ~e-
vista editada en 1932 por Jorge Cuesta y en cuyas páginas Samuel Ramos es-
cribió sobre el tema.
27. Olivia Gall, "La revue Clave ... ", cit., p. 58, Y "Clave a tiempo", cit,
28. Ibid.
Capítulo VII
1. Para una mayor información sobre la derecha mexicana frente a
Trotsky, ver Ricardo Pérez Montfort, "Las derechas y Trotsky", en las memo-
rias del coloquio Trotsks, reuelador político del México cardenista, Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, 18-22 de mayo de 1987, manuscrito.
2. Para una mayor información sobre la derecha estadounidense
Trorsky, ver Peter Katel, "L1. Wensa estadounidense ante e! huésped rojo de
Cárdenas", en Trotsks, revelador poliuco del México cardeuista, cit.
3. Los Camisas Doradas era el gl'UpO de choque de la organización de ex-
trema derecha mexicana llamada Acción Revolucionaria Mexicanista, dirigida
por Nicolás Rodríguez.
4. Neta York Times, 6 de octubre de 1939.
5. Herring tenía una casa en Taxco que los Trorsky visitaron algunas veces.
6. León Trotsky, "Lettre ouverte au senateur Allen", 2 de diciembre de
1938, Oeuures, 19, pp. 212-16.
7. Neui }ork Times, 28 de febrero de 1939.
8. Pierre Broué, "L'affairc Robinson-Rubens", Cahiers VOIl Trotskv; n. 3.
9. Ver León Trotskv, "Sur une déclaration du Présidcnt Roosevelt", 29 de
marzo de 1938, Oe1tvres, 17, p. 110. El 25 de marzo de 1938 Roosevelt decla-
ró a la Pl'ensa que los Estados Unidos eran una tierra de asilo para todos los
perseguidos políticos y religiosos, incluyendo a los "trotsk istas de Rusia".
10. "-:'-\ qué viene a México León Trotsk y-", El Hombre Libre, 15 de enero
de 1937.
11. "Que Trorsky se cuide de los cambios de temperatuI'a y de las enchila-
das", El Hombre Libre, 15 de enero de 1937.
12. "El Frente Nacionalista protesta por la presencia de Trotsk y", El Hom-
bre Libre, 18 de enero de 1937.
13. "Los artículos de Trotsk y han confirmado el concepto sostenido por
Omega acerca de! comunismo", Omega, 4 de febrero de 1937.
14. "La enemistad entre Trotsky y Stalin es una farsa", Omega, 18 de fe-
brero de 1937.
15."é Por qué ha enmudecido Lombarda Toledano ante la aplastante acu-
sación de Trotskv-", Omega, 12 de marzo de 1938.
16. "Laborde regresa de Moscú", Todo, 15 de septiembre de 1938.
17. Para información sobre el P'\'SP y sobre Adolfo León Osorio, ver e! li-
bro de Hugh G. Cam pbell, La. derecha r;ulical m México. 1929-19·/-1, ed. SepSe-
tentas, México, 1976, pp. 125-28.
Capítulo VIII
-_._-----------~
1. León Trotsky, "Au Mexique", Oeuures, 12, p. 79.
2. León Trotsky, "Aucune ingérence dans la vie politique du Mexique",
Oeutrres, 12, pp. 258-59; "Relaciones cordiales de amistad", El Nacional, 6 de
febrero de 1937.
3. Pierre Broué, "Le rnouvement trotsk yste en Amerique Latine", Cahiers
U011 Trotsks, n. 11, septiembre de 1982, p. '27.
4. León Trotsky, "Ruptu re avec la scction mexicaine" carta a Rivera,
Oeuures, 14, pp. 125-26.
5. Entrevista mencionada con Octavio Fernánclez.
6. Los Trotsky se mudaron de casa de Rivera y Frida en mayo de 1939, des-
pués de la ruptura entre Rivera y Trotsky (ver capítulo IX). Se instalaron en
una casa situada a unas cuantas cuadras de la "Casa Azul", en la calle de Viena.
y 7. Entrevista mencionada con Octavio Fernández.
8. Recordemos que Diego y Frida vivían CCI'cade Coyoacán, en San Án-
gel, en una "casa doble", construida por la pareja)' cu>'as dos partes, una ha-
bitada por Frida y la otra pOI' Diego, estaban unidas por un puente, y que
hoyes el Museo Estudio de Diego Rivera.
9. Entrevista mencionada con Octavio Fernández.
10. Ibid.
11. Ibid.
12. Trotsky aprendió a hablar español más fácilmente que Natalia. Duran-
te mucho tiempo, Natalia se dirigió a los mexicanos en francés. Así, Octavio
Fernández, por ejemplo, se vio obligado a aprender ese idioma.
13. Entrevista mencionada con Octavio Fernandez.
14. Ibid.
15. La discusión sindical en el seno de la Le! consistía en si los trabajado-
res del sindicato de la construcción debían permanecer aislados de los gran-
des sindicatos de la industria o si debían formar parte de uno de estos sindi-
catos, combatiendo por posiciones de conciencia de clase, antiburocráticas y
favorables a la base.
16. Entrevista mencionada con Octavio Fcrnrindez.
17. Oeuures, 17, nota '2, p. ISO, según los documentos de la Coleccián satélüe
de Octatno Ferndndez; de la Houghton Librar)', Harvard.
18. Ibid., notas 4 y 8, p. 151.
19. Se trataba de la intervención de Caunon y de Schachtrnan en el mitin
de la Casa del Pueblo. .
20. León Trotskv, "Sur la scction mexicaine", 15 de abril, Oeuures, 17, pp.
150-51. .
21. "Carta de Cannon del Buró Panamericano a Curtiss", 21 de junio de
1938, Archivo Charles Curtiss.
. 22. Ibid.
23. Sedou's Papers, Hoover Insutuuon Archives, 231, Box 57 (no es una cita
textual).
24. Ibid. Un boletín interno de la Le! que rinde cuentas de su lucha in-

382
-•.•.• __ _._
..... ..
383
 terna ha~ía. caído aparentemente en m.a¡;os del PC~1. Entre e! 20 de junio y
el 14 de Jul¡o de 19~8, ~l Machete publico lo que afirmaba era su contenido.
25. Carta a Curtiss (incompleta), N lleva York, 22 de agosto de 1938. Ar-
chivo Charles Curtiss.
26. Carta de Curtiss al "Latin American Departmenr, Seco 11" Y Socialist
Workers' Party, Nueva York, 2 de septiembre de 1933. Curtiss la llamó "un
informe sobre el estado de cosas aquí". Archivo Charles Curtiss,
27. Ibid.
28. Ibid.
29. Ibid.
30. "Carta de José López (Jan Frankel) al Panamerican and Pacific Buro
of the Fourth Inrernarionat", 21 de octubre de 1938, Archivo Charles Curtiss.
31. "Carta de Jim Cannon a Chades Curtiss", Nueva York, 9 de diciembre
de 193~, Archivo Char-les Curtiss. Los oehleristas eran los miembros de la
Revolull.onary ~Vorkers' Lea~u.~, que. habían sido expulsados con Oehler por
su trabajo fraccional de opqsicion al mgreso de dicha organización en el Par-
tido Socialista.
32. "Carta de L. Calicia al Comité Reorganizador de la Sección Mexicana
de la IV Internacional", 10 de enero de 1939, Archivo Charles Curtiss.
33. Carta del Comité Ejecutivo de la LeI (reconstituida) al Buró Panarneri-
cano de la IV Internacional, 10 de febrero de 1939, Archivo Charles Curtiss.
34 .. León Trotsky, "La declaration de Calicia et compagnie; les problémes
de la section mexicaine", 5 de diciembre de 1938, Oeuures, 19, pp. 220-26.
35. "Carta de Calicia a León Trotsky", 25 de diciembre de 1938, Archivo
Charles Curtiss,
36. "Carta de Curtiss al Buró Panamericano V al Secretariado Internacio-
nal", 7 de enero de 1939, Archivo Charles Cllnis~.
37. "Carta del Comité Ejecutivo de la LCI (reconsutuida) al Buró Panarnerica-
no de la IV Internacional", 10 de febrero de 1939, Archivo Charles Curtiss.
38. Ibid.
39. lbid.
40. León Trotsky, "Pas d'ingérence", 14 de abril de 1939, Oeuures, 21, p.
lIO.
41. "Carta de Charles. Curtiss al Buró Panamericano y al SI" (con copia
para e! S~VP y para Muriis). Repon on my work in México for the Mexican
Organization and for Claue , 19 de abril de 1939.Archivo Charles Curtiss.
42. "Carta de Curtiss a Cannon", 24 de mayo de 1939, Archivo Charles
Curtiss.
Capítulo IX
l. León Trotsky, "La déclaration de Calicia et compagnie; les problémes
de la section rnexicaine", ~ ~e diciembre de 1938, Oeuures, 19, p. 225.
2. Carta manuscrita original escrita en francés y dirigida a Diego Rivera
sobre una hoja de papel blanco tamaño carta. Esta carta fue localizada en
384
-,
1986 por e! historiador Javiel' Cuzrnrin, en casa de Teresa roenza, una lirtll-
ga cercana de Frida.
3. Jean van Heijenoon, op. cit., p. 165.
4. Loc. cit.
5, La estancia de Trotsky en San Miguel Regla nos ha permitido conocer
otro aspecto de su personalidad: su lado sentimental, su amor por Natalia.
En una carta dirigida a su esposa, con fecha de! 12 de julio, Trotsky escribió:
"Tu carta me proporcionó alegría, ternura (cómo te amo Nata, mi única, mi
eterna, mi fiel, mi amor y mi víctima ...) pem también me hizo llorar, lágri-
mas de compasión, de arrepentimiento y de tormento. [...] Héme aquí imagi-
nando cómo vendrías a verrne y con qué senumiento de juventud nos abra-
i zaríamos e! uno contra el 01l'0, uniríarnos nuestros labios, nuestras almas y
1 nuestros cuerpos. [...] Ven a ver me. Nos quedan aún muchas cosas por vivir,
:i Natalochka". Natalia Leo Trotsk», Léon Trotskv, Correspondencia (1933-1938). Tra-
1 ducción de! ruso al francés, prólogo de Jean van Heijenoon.
;. 6. Entrevistas varias entre Olivia Cal! y Jean van Heijenoort, noviembre
de 1981-febrero de 1984.
7. Jean van Heijenoort, op. cit., p. 165.
1 8. El cineasta mexicano Paul Leduc, en su reciente filme, Frida, que no
tiene pretensiones
captar la personalidad
históricas sino más bien irucrpretauvas, aunque falla en
de Trotsky )' de Natalia, supo captar bien la esencia
de la atmósfera de las relaciones entre Diego y Trotsk y.
9. La pareja Breton llegó a México durante la segunda quincena del mes
de abril de 1938. La primera entrevista entre Trotsk y y Breton tuvo lugar el
8 o 10 de rna yo; la segunda, el 20 de ma yo.
10. Joseph Le Roy Hansen (1910-1979) venía de una familia de Morrno-
nes de Utha, fue reclut.ado en 1934 y militó después en San Francisco. Llegó
por primera vez, en septiembre de 1937, a trabaja¡' al lado de Trotsky, quien
lo estimaba enormemente.
11. Jean van Heijenoort relata en su libro cómo, saliendo del taller de
Orozco, Trotsky le dijo en presencia solamente de Nata lia: "i Es un Dos-
toievskyl". Jean van Heijenoort, op. cit., p. 185.
12. Según Van Heijenoorr, Trotsk y tomó la iniciativa de la FIARI en e!
curso de una segunda entrevista con Breton.
13. "Por un arte revoluciouario independiente", Clave, primera época, lo.
de octubre de 1938.
14. León Trotsky y André Breton, "Pour un art révolutionnaire indépen-
dant" , 25 de julio de 1938, Oeuures, 18, pUlltO 3, p. 200.
15. Ibid., punto 5, pp. 202-203.
16. lbid., punto 7, pp. 203-204.
17. lbid., punto 10, p. 206. '_
18. León Trotsky, Liuérature el Réuolution, Union Cénerale D'Edition, París,
1977. [Existen diferentes ediciones en español.]
19. León Trotsky, "Le méconteutement de Diego", 30 de octubre de 1938,
Oeuirres, 19, pp. 120-21..
20. Loc. cit.
385
 21. Ibid .• p, 121. 39. León Trotsky, "La dérnission de Rivera". 17 de enero de 1939. Oeuv-
22. Loc. cit. En la entrevista mencionada, Octavio Fernández cuenta que res. 20. p. 59 Y Archivo Charles Curtiss.
en el mo~ento en que ~ el~teraron en Coyoacán d~ la decisión de la pre- 40. León Trotsky. "Ce qu'il faut répondre" (Carta a Curtiss), 17 de enero
Conferencia. Trotsky le duo: No haga mucho caso, siga trabajando como an- de 1938. Oeuvres, 20, pp. 60-61.
tes [...] no haga mucl:o caso. no tiene importancia". 41. León Trotsky, "Le conflict avec Diego Rivera", 11 de enero de 1939,
23. El manifiesto se intituló "Protesta de los intelectuales dirigida a los tra- Oeuirres, 20, p. 50. En este comunicado interno, Trotsky informaba que trata-
~jadores de México", DOCWIIIJutos de Félix Ibarra ; y Trotsky expresó sus posi- ría de solucionar todas sus dificultades materiales para tratar de encontrar un
ciones sobre el asunto O'Connan en "Bilan de la rupture avec Diego Rive- lugar donde vivir en e! plazo más breve posible.
ra", 27 de marzo de 1938, Oeuures, 20, pp. 304-305. 42. Ibid.
24. León Trotsky, ibid., p. 305. 43. Charles Curtiss, "Memorándum de Diego Rivera". conversación con
25. "Staternent on Diego Rivera". Socialist Appeal, 12 de noviembre de Curtiss, 20 de enero de 1939, Archivo Charles Curtiss.
1938. 44. León Trotsky, "Rétablir l'amitié", 12 de enero de 1939, Oeuures, 20.
26. León Trotsky, "Bilan de la rupture avec Diego Rivera", cit., p. 303. pp. 52-55. .' ••
27. Se trataba de un artículo escrito por Rivera llamado "De la naturaleza 45. "Fragmento de la carta de Diego Rivera a Bertram Wolfe , 19 de mar-
intrínseca y de la: funciones d~l arte", firmado también por O'Corman y que zo de 1939, Archivo Charles Curtiss.
Trotsk y, encontrandolo demasiado largo, había sugerido al comité de redac- 46. Diego Rivera, "Al camarada Curtiss, represe~tante en Méxic<;,de! BPA
ción de Clave que lo publicara en la sección Tribuna Libre de la revista. Ver de la IV Internacional" 20 de marzo de 1939, Archivo Charles Curtiss.
47. Manuel Sánchez Tapia era miembro del gabinete ministerial cardenis-
León Trosky, "Sur un article de Diego", 24 de diciembre de 1938. Oeuvres,
l~, p- 2~6. Sin consultar a Trotsky ni a Diego, el comité de redacción lo pu- ta: también se postuló como candidato. pero no pudo sostenerse en la carre-
blicó bajo forma de cana, lo que enfureció mucho al pintor y reforzó su ren- ra electoral por mucho tiempo. . ..
cor hacia Trotsky, a quien atribuyó esta decisión. Ver León Trotskv, "Decla- 48. Cildardo Magaña. Antiguo lugartemente de Erniliano Zapata. se con-
ration forcée", 4 de enero de 1939. Oeuurrs , 20, pp. 34-35. ' virtió en un importante diri¡5en~e ca~pesino. conservador. u' • ••

28. León Trotsky, "Bilan de la nIplUre avec Diego Rivera". cit., p. 304. 49. Heriberto Jara, consutuclonahsta y miembro de los Jacobmos duran-
29. Loc. cit. te los últimos años de la revolución, fue gobernador de Veracruz, donde se
30. León Trotsk y, "Des difficultés avec Diego", 6 de diciembre de 1938. hizo una reputación de puño represor; pero seguía siendo considerado como
Oeuvn~s. 19. pp. 230-31. elemento de los "radicales" de la izquierda de! PRM.
31. Jean van Heijenoort escribió que Rivera le había dictado esta carta di- 50. Trotsky h a bíla ca liIfiica elo a 1 reglmen
' . car deni
erns ta de re'e-imer;
O'
"bonapartis-
rigida a Breton y que. ante su sorpresa, le había prometido hablar él mismo ta sui generis". Ver capítulo X. .
sobre el .asunto con Trotsk y. Ver Jean van Heijenoort, op. cit., p. 199. Que 51. Diego Rivera, "Al camarada Curtiss, representante en México del
haya te~ldo o no la in~ención de hacerlo, eso no lo sabemos. pero Natalia BPA ...••• cit.
encontro la carta al ~evl.sar la correspondencia, la leyó y previno a Trotskv. 52. La primera noticia del acercamien~o entre Diego y Almazán fue, el
Preocupado por este incidente, Van Heijenoort le escribió a Breton explicán- anuncio. en la prensa. de! almuerzo de Diego con e! hermano de Almazán,
dole por qué había aceptado escribir esta carta. Jean van Heijenoort, "Carta e! 10 de agosto de 193,9, es decir, después de {~.u~Cárdenas y e! PRM se pro-
a Breton" (con copia para Trotskv y para Rivera), 11 de enero de 1939. Ar- nunciaron a favor de Avila Camacho contra Múgica.
chivo Charles Curtiss, 53. Diego Rivera. "Al Buró Panamericano de la IV Internacional", 19 de
32. León Trotsky, "Declaration Iorcée", cit., p. 34. marzo de 1939. Archivo Charles Curtiss.
33. ¡bid .• pp. 35-36. 54. León Trotsky, "Bilan de la rupture avec pie¡5o Rivera", :;it.• p. 308. .
55. "Rivera still admires Trotsky, regrets their views clashed , Neui York TI-
34. Ibid .• pp. 36-37.
35. Ibid .• pp. 37-39. mes. 15 de abril de 1939.
36. Diego Rivera, "Carta a José Ferrcl, director de Clave y a sus demás re- 56. Ibid.
dactores" (con copia para Charles Curt iss), 7 de enero de 1939. Archivo 57. Ibid. .
58. Lázaro Cárdenas, "Discurso del 5 de julio de 1967", Ideario políJ.lCO. ed.
Charles Curtiss.
37. Diego Rivera. "Carta al Buró Panarnericano de la IV Internacional" (con Era. 1974, p. 139.
copia para Charles Curtiss), 7 de enero de 1939, Archivos Charles Curtiss. 59. Lázaro Cárdenas, Obras. t. 1, ed. UNAM, México, 1973. p. 389.
38. Charles Curtiss, "Can", al BUI'ó Panamericano", 10 de enero de 1939.
Archivo Charles Curtiss.

387
386
Capítulo X 32. Ibid., p. 122.
33. León Trotsky, "Déclaration inévitable", Oeutrres, 16, p. 202.
1. Octavio Fernández Vilchis, "¿Qué es y a dónde va la revolución mexica- 34. León Trotsky, "Staline et le Mexique", Oeutrres, 17, p. 265.
na?", Clave, segunda época, n. 3 y 4, noviembre-diciembre de 1939. 35. Ibid., p. 266.
2. León Trotsky, "Los sindicatos en la época del imperialismo", en Escruos 36. Clave, primera época, n. 6, p. 47.
varios, ed. Cultura Obrera, México, 1973, pp. 87-88. 37. León Trotsky, "]ouhaux et Toledano", Oeuvres, 20, pp. 92-93.
3. León Trotsky, "Le Mexique et l'impérialisme britannique", Oeutrres, 18, 38. León Trotsky, "Staline et le Mexique", cit., p. 270.
junio de 1938. 39. Ibid.
4. Ibid., p. 57. 40. Ibid.
5. Ibid., p. 55. 41. Las cursivas son mías.
6. León Trotsky, "Autour de l'enquéte" (carta a Alfred Rosmer), 12 de ju- 42. León Trotsky, "]ouhaux et Toledano", cit.: pp. 92-93,'
nio de 1938, Oeutrres, 18, p. 73. 43. Clave, primera época, n. 6, p. 47. Las cursivas son mias,
7. León Trotsky, "Le Mexique et l'impérialisme britannique", cit., p. 57. 44. León Trotsky, "Au pilori", 31 de diciembre de 1938, Oeuvres, 19, p. 307.
8. León Trotsky, "Lettre ouverte au Sénateur Henry J. Alíen", 2 de di- 45. Ibid., p. 308.
ciembre de 1938, Oeuures, 19, p. 212. 46. León Trotsky, "Quelques notes hátives sur les Bases Generales para el
9. León Trotsky, "Le Mexique et l'impérialisme britannique", cit., p. 57. Segundo Plan Sexenal", 14 de marzo de 1939, Oeutrres, 20, p. 259.
10. León Trotsky, "La parole est au Labour Party", 22 de abril de 1938, 47. Loc. cit.
Oeuvres, 17, p. 208. 48. Loco'cit.
11. Ibid., p. 209. 49. Ibid., pp. 260-61.
12. León Trotsky, "Le Mexique et I'impérialisme britannique", cit., p. 53. 50. Ibid., p. 261.
13. Ibid., p. 55. 51. Ibid., p. 262.
14. Ibid., p. 56. 52. Ibid., p. 263.
15. León Trotsky, "La política de Roosevelt en América Latina", en Escritos 53. Charles Curtiss, Intervención en "Discussion sur L'Amérique Latine",
varios, cit., p. 136. 4 de noviembre de 1938, Oeutrres, 19, pp. 129-30.
16. Ibid., pp. 138-39. 54. Ibid., p. 131.
17. Ibid., pp. 139-40. 55. Ibid., pp. 132-33.
18. León Trotsky, "Imperialismo y revolución nacional", en Escritos varias, 56. Ibid., p. 133.
cit., p. 152. 57. Loc. cit.
19. Ibid.
20. Ibid.
21. León Trotsky, "Le Mexique et l'imperialisme britannique", cit., pp. Capítulo XI
53-54.
22. León Trotsky, "Imperialismo y revolución nacional", cit., pp. 152-153. 1. Francisco Zamora, "La gepeutización del comunismo", Hoy, 19 de no-
23. León Trotsky, "Los sindicatos en la época del imperialismo", en Escri- viembre de 1938.
tos vanos, pp. 83-84. 2. Ibid.
24. Ibid., pp. 85-86. 3. Ibid.
25. Entrevista con Rodrigo Carcía Treviño, México, agosto de 1982, y 4. Francisco Zamora, "La democracia como biombo", Hoy, 7 de octubre de
Oeuures, 18, p. 118, n. 1. 1938.
26. León Trotsky, "Los sindicatos en la época del imperialismo", cit., pp.
93-94. .
27. León Trotsky, "L'industrie nationalisée et la gestion ouvriére", junio
5. Ibid.
6. Franciso
1939.
.
Zamora , "La lucha contra el fascismo", Hoy, 6 de mayo de

de 1938, Oeuures, 18, p. 119. 7. Ibid.

28. Ibid., p. 120. 8.Ibid.
29. Ibid., pp. 120-21. 9. Zamora añade una nota a su definición del Estado como representante
30. Ibid., p. 121. de los intereses de las clases dominantes: "excepto en ciertos periodos en los
31. Loc. cit. que las fuerzas antagonistas se encuentran tan próximas a equilibrarse, que

388 389
 -- - - --------,
- - ------
----
--
le ¡;>~oporc~onan [al Estado] una cierta independencia
nOClon de t..-naparr;~
usmo SUf . genens. " momentánea"; 18. Ibid.
uu .',
10. Francisco Zamora "P rti d' 1" 19. "La política de Cárdenas y la política de! Partido Comunista Mexica-
11. Ibid. ' 01 ca e remo que, Hoy, 18 de marzo de 1939. no", La Voz de México, 3 de marzo de 1940 (la cita no es textual).
12. Ibid. 20. La cita no es textual, pues debido al mal estado en e! que se encuen-
13. Ibid. tra actualmente el artículo "La política de Cárdenas y la política del Partido
. 14. Francisco Zamora, "La herencia de Cárdenas" Hoy 4 de d Comunista mexicano", cit., localizable tanto en la Hemeroteca Nacional como
15. Ibid. ' , marzo e 1939. en la hemeroteca del Archivo General de la Nación, no me fue posible con-
16. Ibid. su ltarlo nuevamente, como lo hice con detalle en 1982. El texto que aquí
aparece es por lo tanto una retraducción de! francés. Para un balance del ré-
gimen cardenista, hecho por e! PCM, ver La Voz; de México, lo. de diciembre
Capítulo XII de 1940, "Régimen político cardenista (lo que hizo)".
21. "Discurso de Hernán Laborde en la Comisión Constituyente del PRM",
1. Vicente Lombardo Toledano "1910-1917 '" El Machete, 9 de abril de 1938.
noviembre de 1939. ' , Dos revoluciones", Futuro, 22. Vicente Lombardo Toledano, "El pueblo de México y las compañías
2. Hay que recordar que sí Lombardo atacó a - T petroleras", discurso del 6 de enero de 1938, CTM, 1936-1941, cit., p. 533.
mexicano empleando la "rase "pr f

choacanos del periódico Vida

estalinista contra Tro k
1]

l
k' qUI a rotsky y al trotskismo
o esores trots ustas" fu
ban a pocos meses solamente del incidente d e porque se encontr~-
e Trotsky con los profesores rru-
y, por ~ ~nto, en e! periodo de la campaña
I
j
23. "Traidores a la patria", Fut u 1'0, abril de 1938.
24. Ibid.
25. "Últimas fases del problema petrolero", Futuro, mayo de 1938.
26. "La expropiación del petróleo", Fu/u1'O, mayo de 1938.
de nuestro . di ed y, ~onde e! principal argumento era "ITrotsky fuera 27. "Ultimas fases del problema petrolero", cit.
sin icato ucativo!".
28. Hernán Labor-de, "Viva el gran partido popular", El Machete, 2 de
3. V. Lombardo -Toledano ' "1910-1917 , Dos levo . luci
uciories" crt.
4 . Manue l Ge rman Parra "1910-1917 D . [uci ,,'.' abril de 1938.
5. "La nueva Iíti ' . ,os .Ievo uciones , Cit. 29. "La situación política y el primero de mayo en México", La Voz de Mé-
lar" PCM dPoruca del Partido ComUlllsta Mexicano. El Frente Popu- xico, lo. de mayo de 1939.
, ,marzo e 1936.
6. M. A. Ve!asco "El PROC T k l '- 30. Hernán Laborde, "La política nacional revolucionaria de Cárdenas", El
México 10 d . . 'd ' rots·y y a sucesror¡ presidencial" La Voz de Machete, 29 de agosto de 1937 (la cita no es textual; retraducción del francés).
, e juruo e 1939. '
7 "La P la" 31. Valentín Carnpa, "Las proposiciones del gobierno al sindicato ferroca-
bai opu r, era e! nombre de la imprenta donde Cárd _
tra ~ar. enas emp= a rrilero", El Machete, 4 de diciembre de 1937. Existe otro artículo de Campa
donde trata e! mismo problema: "El sindicato y la administración de los Fe-
~. ::C~rden~s e! obrero", El Popular, 7 de agosto de 1938
. mco anos de gobierno ca d . "El D da - . rrocarriles Nacionales", El Machete, 19 de febrero de 1938.
10. "La CTM l r erusta', ropi r,!) de diciembre de 1939 32. Hernán Laborde, illnidos! Tras un solo candidato para derrotar a la reac-
. y e Estado" e "El P . C .
CTM 1936 1941 . ,n nmer ongreso Nacional de la en!" ción, folleto, ed. Popular, México, 1939.
, - , Cit., p. 485. . ,
. 33. Ibid., p. 37.
11. ::Cárdenas habla al mundo a través de la CTM" ibid
12. COntesta Lombardo Toledano" ibid 511' ., p. 507. 34. Hernán Laborde, Para vencer en 1940, folleto, ed. Popular, México,
13 "D' ,1 1 ., p. . 1939, p. 38. Existe un artículo donde podemos apreciar la aplicación concreta
. l.SCur.~de Vicente Lombardo Toledano en l ti
d la R 1 - a undación de! Partido de la posición expresada por Laborde en el encabezado aquí mencionado:
e .~vo uCI~n Mexicana", ibid., p. 544.
14. El partido de! pueblo mexican " en "El P . "Los mineros y las administraciones obreras", La Voz de México, 9 de junio de
de la CTM", ibid., p. 484. o , rrrner Congreso Nacional 1940. Sobre la posición del PCM con respecto a las opiniones expresadas por
15. Vicente Lombardo Toled "La Clave y por e! colaborador de Trotsky, Rodrigo Garda Treviño, sobre las ad-
"Discurso en la sesión inaugural ~n~, P' ~ ante la amenaza fascista", en ministraciones obreras, ver Hernán Laborde, Para vencer en 1940, cit. Ver
e también e! folleto escrito por Laborde, El enemigo es Almazán, ed. Popular,
22 de febrero de 1938 ibid 4g 9 runer ongreso Ordinario de la ~",
,1 I ., p.
México, septiembre de 1939, y los artículos "La parcela ejidal", en La Voz de
(és~6~~P!!Ru~af~~~~~~).del pueblo", 'El Machete, 25 de diciembre de 1937 México del 10 de mayo de 1940, "Realidades agrarias", en La Voz de México
17. Hernán Laoorde, "El F P de! 22 de septiembre de 1940; y "El Segundo Plan Sexenal", en La Voz de
de enero de 1938. rente opular dentro de! PNR", El Machete, lo. México del lo. de diciembre de 1940.
35. "Los trabajadores y la sucesión presidencial", FutUTO, mayo de 1940. El

390 ,'~...- (
.._- ----- .- ---.---- __ IIi%ii···.±III'L 391
 _.- ----- - - -._.-_.-

discurso de Lombardo en el Congreso Extraordinario de febrero de 1939 se 53. Ibid., p. 21. do de María y Campos Múgica, CTÓnica
encuentra en "El proletariado mexicano y la sucesión presidencial", CTAI, 54. "Lettre a Mazón", en Arman p 1 '1" 193'9 P 356
-, Ed' . opu ares, 1\ eXICO, " .
bioo-rárua ed. Companla de ícíones 96 "2 d e JU
. l'io d e 1939 .
1936-1941, cit., pp. 683-89. o' 1" , _ . HMI n 1_ ,¡::

36. Javier Romero, "Múgica en 1939-1940. La frustrada candidatura a la 55. lbid., PPI' 3 5'¡-5 9 y, rSevlstal,,-/én.:[ 1936-1941, cit., p. 741.
56. "Capítu os d e pau 1 exena, '
presidencia", VII Jornadas de Occidente, Francisco J. Múgica, Centro de Es-
tudios de la Revolución Mexicana Lázaro Cárdenas, A. C., Jiquilpan, Michoa- 57. Ibid., P: 742. . d V' te Lombardo Toledano analizando la po-
cán, 1985, p. 241. 58. "~randiOso dlscu~so e Icen~lacio de Bellas Artes, e! 2 de noviembre
37. J. Basurto, op. cit., p~ 163. lítica nacional, pronunClado en el Pz 739-33
de este año", Cn,,!, 1936-1941, cit., pp. - _.
38. Acerca del papel de Avila Camacho en la rebelión cedillista, las opinio-
nes están divididas: Jorge Basurto sostiene que participó en la rebelión (ver 59. Ibid., p. 736. " t P pular 9 de diciembre de 1939.
ibid., p. 162). Anatoli Shulgovski afirma que, siendo secretario de guerra en 60. "El Plan. Sexe~al del PdRMV'~ n:e Lo:nbardo Toledano analizando ...",
61. "GrandiOSO discurso e Ice
e! gobierno de Cárdenas, en el momento de! levantamiento se "rehusó a ar-
mar a los destacamentos de trabajadores creados para luchar contra los rebel- cit., p. 738. ara el Plan Sexenal en e! periodo
62 "Proposiciones fundamentaleS p
des" (ver A. Shulgovski, op. cit., p. 409). . 1 I C ngreso del PCM", La Voz de México, 12 de
39. J. Romero, op. cit., p. 241. .•. 1940-1946, aprobadas por e VI o
40. J. Wilkie y E. M. de Wilkie, México insto desde el siglo XX, ed. Instituto abril de 1939.
de Investigaciones Económicas, pp. 332-33, México, 1969. 63. Ibid. sobre las posiciones de! PCM hacia
41. "Cuáles son la libertad y el orden que anhela e! pueblo", discurso de 64. Ibid. Para una mayor infonyl~~~~o mencionado que se refiere a los
Lombardo en e! mitin de apoyo a Avila Camacho, 24 de julio de 1939, en el. Plan Sexenal. :er el. resto de! l'3 condiciones de vida de! pueblo (reforma
CTM, 1936-1941, cit., p. 778. Problemas de! mejoramiento de las 1 .' , d e la d'lstribución y del
. T ) a a orgamzaclOn
42. "La situación internacional y nacional y las rectificaciones tácticas de! fiscal, problemas de los mqUl I~O~.' s a la educación (popular, agrícola, uni-
Partido en relación con el restablecimiento de la unidad de la CTM". Infor- consumo, al problem~ de los 111 lO :'d d a la juventud a la infancia y a las
me de los "servicios especiales" en Ferrocarriles Nacionales, Archivos Múgica, versitaria), a las ~~es~on~ d~ salub:lat e?ército. Ver tan~bién e! folleto escrito
expediente "Investigaciones por los servicios especiales de los Ferrocarriles mujeres, a la política intei naCional). J 1 .' 1 "La parcela eJ'idal" en
. 41 m!lÍn cit. Y os al ucu os
Nacionales de México, 1937 y principios de 1938". por Labor d e, El enemigo es .11 '19:10' "Realidades agrarias" en La Voz: de
43. La autocrítica que el PCM hizo en esta reunión fue la misma que hizo La Voz: de México del .10 de mayo dCO' "Él Secrundo Plan Sexenal" en La Voz:
México del 22 de septiembre de 194 , Y o
para regresar al seno de la CTM.
de México del lo. de diciembre de 1940.
44. "La situación internacional y nacional y las rectificaciones ...", cit.
45. Hernán Laborde, Unidos Iras un solo candidato para derrotar a la reacció1l,
cit. El programa de gobierno propuesto en la página 27 por Laborde era:
una rápida eliminación de los latifundios; un reacondicionamiento de las tie- Capítulo XIII
rras de riego y de temporal; la nacionalización de la banca pero no en e! . . d Octa\'io Fernández.
sentido de la confiscación de los capitales sino únicamente en el sentido de la 1. EntreVista menciona .a c~m d'¡-rtler" 2 de septiembre de 1939,
2. León Trotsky, "Stahn mtendant I ,
administración de la banca por e! Estado; la formación de empresas de Esta-
do; la nacionalización de la industria eléctrica, y la formación de asociaciones Oeuures, 21, pp. 382-86. . k' 11-19
. B 'L' . mI de Í70ts y, cit., pp. _.
de productores. . 3. Pierre roue, assaSS!7 d Sedov reclamó la tutela de su nieto, a
4 . T rots k.Y'.después de la muerU! e , d 1
46. Ibid., p. 27. _ Sedov. El asunto se complicó a causa e os
47. "La situación política y e! primero de mayo en México", entrevista del ]eanne Molinier, la companera de -l' d 1 "molinieristas" al que ella
,. T otsky <J e gl upo e os
Daily Worker con Hernán Laborde, La. Voz: de México; lo. de mayo de 1939. problem:s po 1iucos entre r,. Sieva fue "bautizado" con e! nombre de Este-
48. Vicente Guerra, "Ante todo y sobre todo la Unidad", La Voz: de México, perteneCl3. A su llegada a MexI~o, -on este último en e! mes de julio de 1982),
7 de mayo de 1939. ban por Adolfo Zamora .(entrevista ee! cuidado de!' niño en caso de que llegaran
49. Cosa que ocurriría en la Convención del PRM entre e! 5 Y el 12 de a quien Trotsky y Natalia confiarOl~ow casado con una refugiada española, Pal-
julio. a faltar. Ac;ualmen.te, Esteban V?lI~ ~e nacieron durante los años cincu~ntaS:
50. Hernán Laborde, Para vencer en 19,10, cit., pp. 24-26. mira Fernandez, uene cuatro hlJa:5~ Natalia: de las cuales las gemelas tienen
51. Ibid., pp. 21-22. Nora, Verónic~.y dos~~elas, Patf1~~dkron m~icina; la primera vive en Méxi-
cada una un hijo. Parricía y Nora es
52. Loc. cit.
393
 20. Rafael Carrillo no ha desmentido
-_._------_.-:-;-----~-
los hechos contenidos en e
co y trabaj~ en el HosI:ital de Pemex; y la segunda vive y trabaja en Nueva
~ork. Natalia es economista y está a cargo de la información económica interna- nio de Campa.
21. V. Carnpa, op. cit., p. 161. .
/conal ~n una em~resa descentral~da del Estado. Verónica, por su parte, con 23. En la ponencia de Barry Can antes citada, éste: señala que en ~l. archi-
sus o:-emta y un anos, es una poeusa bastante conocida en México; publicó ya vo Browder "no hay referencia directa" a sus reumohes con los dlngentes
tres~hb~os: Lo. Sl~ tÚ, Cumas, Litoral de tirua Y El inicio. del PCM; por lo tanto, tampoco hay confirmación de las aseveraci~nes de
J. Pierre Broué, L'assassinat de Trotsky, cit., pp. 77-78. Campa. Browder, en todo caso, nunca viajó a Moscú tras la entrevista que
6. En L'ass=,ill~t de Trotsky, Broué afirma que fue Hansen quien contestó Campa asegura haber sostenido con él en 1940, en compañía de Laborde y
la llamada telefónica de Matthews. En su entrevista conmigo, Van Heijenoort
sostuvo que fue él quien contestó dicha llamada. Carrillo.
24. V. Campa, op. cit., p. 162. En su ponencia citada, Carr afirma que ta-
7. ~n Trotsky, Writings 1939-1940, cit., pp. 110-12. les personajes llegaron a México tras entrevistarse con Browder en Estados
8. Ple:re Broué, L'assassinat de Trotsky, cit., pp. 80-81.
9. Leon Trotsky, Wntmgs 1939-1940, cit., pp. 110-12. Unidos.
10. Ver, en Unomásuno del 30 de noviembre de 1979, el artículo de 25. Ibid.
Edua:do Montes "Reforrnistas y trotsquistas [sic]", en el que ataca a Pierre 26. Ibid.
27. ÚL Voz de México, 19 de mayo de 1940.
Broue po: ~aber rec~rdado'pú.blicamente (entrevista de Inés Villasana a Pie-
rre Broue, P. Broue del Instituto de Estudios Políticos de Grenoble habla
de la .Comisión Dies", U7wmásuno, 22 de octubre de 1979) la responsabilidad
del mismo Campa. en es~ acusación contra Trotsky. Capítulo XIV
11. Carlos Enrique Rivas, "La política internacional de los Estados Uni- 1. Pierre Broué, L'assassinat de Trotsks, cit., p. 92.
dos", Futuro, enero de 1940.
12., ~I "Dr. Au", nacido en Guadalajara, jalisco, en 1875, murió en 13 ciudad 2. Loc. cit.
3. Ibid., pp. 92-93. Broué cita a Trotsky "Staline cherche ma mort" , 8 de
de M~Xlcoer: 1964. ~omó clases de fil~fia con Antonio Labriola y el sociólogo junio de 1940, Harvard College Library, ~. 4884-4889.
penalista ~co Fe;,n. En. 19?2, en París, Leopoldo Lugones lo bautizó con.el 4. Pierre Broué, L'assassinas de T1'Otsky,CIt., p. 94.
nombre de Dr. ~~ (Atl sl~i!ica agua, en náhuatl). Regresó a México en 1904,
5. El Popular, 25 de mayo de 1940. ._
y en 1906 organIZO la exposición de pintura "Savia Moderna"; volvió a Europa 6. La Unión Nacional de Veteranos de la RevoluclOn era una agrupaclOn
e~ 1,9!1, y en Parí~ fundó el periódico Action d'An en el que difundió sus teorías de extrema derecha, formada por un pequeño número de miembros de clase
Plctoncas y el. s.enudo social de la revol ución mexicana. En 1914 regresó a Méxi-
co y fue comlS~ona~o por Carranza para tratar con Zapata la unificación de las media.
7. Archivo General de la Nación, Fondo Lázaro Cárdenas de! Río, expe-
fuerzas revolucionarias. En el periodo 1920-1940 destaca su lucha en favor de las
poten~ias del Eje. Su obra escrita c~mprende:. Palabras de un hombre al pueblo ame- diente "Trotsky".
mano, Paz gem~na o pal. Jwi~uo-~1I1ca, Las ~esw.: de México, Historia del paisaje y 8. Ibid.
9. El Popular, 29 de mayo de 1940.
los volcanes, etcetera. Invento ademas las modificaciones a la encáustica el fresco
10. Pierre Broué, L'assassinai de Trotsks, cit., p. 96.
al óleo y los "atlcolores". ' 11. Entrevista mencionada con Octavio Fernández.
13. León Trotsky, Writings 1939-1940, cit., p. 138. 12. León Trotsky, W71tings, 1939-1940, cit., pp. 223-27.
14. Creydt Abelenda era profesor de la Universidad Obrera que Lornbar-
13. Loc. cit.
do había fundado. 14. Trotsky afirmaba que much~s de los r~fugiados estali~istaS españoles
15. O. Creydt Abelenda, "La significación del trotskismo", Futuro, marzo llegaban vía París porque e! embajador mexicano en Francia era entonces
de 1940.
Narciso Bassols.
16. Ibid. 15. León Trotsky, W1itings, 1939-1940, cit., PP: 223-27-
17. León ~rotsky, Writi7lgs 1939-1940, cit., p. 348. 16. Archivo León Trotsky, Harvard College Library.
18. Valentín Carnpa, MI testimonio, Memorias de un comunista mexicano, ed.
17. El Popular, 2 de junio de 1940.
de Cultura Popular, México, 1978, pp. 161-64. 18. León Trotsky, W1itings, 1939-1940, cit., p. 232. .,
19. Para una información mucho más detallada sobre este tema ver Barry 19. Fondo Lázaro Cárdenas del Río, Archivo General de la Nación.
Carr, "Browder, Trotsky y el Congreso Extraordinario del PCM en 1940", en 20. Ibid. (Esta carta está fechada el 19 de junio de 1940.)
r,rotsky, revelador político del México de Cárdenas, memoria del coloquio va rnen-
21. Pierre Broué, L'assassinat de Trotsky, cit., p. 101.
cionado. '
395
394
---- ----- --
 una campaña internacional en favor de su liberación. En 1941 se refugió en
22. Ver "Deposición de T k .
Flores", 2 de julio de 1940 "prots y y contra-interrogatorio por el Sr. Pavón México, donde murió.
Ca .• . reguntas y notas sobre la dep ", d l 10. Pierre Broué, L'ossassinat de Trotsky, cit., pp. 111-12.
rmen Palma¡, julio de 1940, Archivo Leo» Trotsky Harvard ~~on ~ba Sra.
23. Fo?do Lázaro Cárdenas del Río, Expedient~ "Trotsky" ege rary. 11. Ibid., p. 114.
24. León Trotsky, Writings, 1939-1940, cit., pp. 293-94. . 12. Ibid., p. 115.
13. Según lsaac Deutscher, 5ylvia 'le había presentado a "Jacson" a algunos
, ~~. ~ac Dheutscfiher,El profeta desterrado, ed. Era, México, 1975 p. 437 i1 de los guardias y secretarios de Trotsky, antes del 28 de mayo. Una de las hipó-
· eutsc er a irrna que Sheldon y "J acson" l . h bí . .. ~1'- tesis en cuanto al papel de Sheldon Harte en el atentado del 24 de mayo, es
tos varias vec~ antes ~el 24 de mayo; ver' ibid., p.I~~~:I:~ta ~.Ian salido Jun-
que quien le pidió que abriera la puerta fue precisamente "Jacson".
27. Entrevista
28 . mencionada con OCtavI'OFernan ind ez. 14. Joseph Jansen, "With Trotsky to the end", Fourth lnternational, octubre
· Plerr~ Broué, L'assassinai de Trotsks, cit., p. 105.
de 1940, citado por Isaac Deutscher, op. cit., p. 445.
29. NarCISO Basso1s Obras ed F d d C 15. En el SWP, sección estadounidense de la IV Internacional, había habido
1979, pp. 405-406. ' ,. on o e ultura Económica, México,
recientemente una fisura entre los partidarios de Trotsky en cuanto a "la defen-
30.
31 LoAr que
hi debe
G querer decir I "d urante las
as u lurnas
ú . veinticuatro horas" sa incondicional de la URSS en tanto que Estado obrero", y algunos de los diri-
· e IVO eneral de la Nación l .. . gentes de este partido, como Schachtman y Bumham, que "ya no consideraban
"Trotsky", T. 546.6/77, 705.1/73~ , 'arc 11VOSmencionados, expediente
al Estado soviético como un Estado obrero". Sylvia había tomado partido por es-
toS últimos, lo que no impidió que fuera siempre bien recibida en casa de los
Trotsky, La discusión que se entabló fue precisamente a este respecto.
Capítulo XV
16. 1. Deutscher, op. cit., p. 446.
1. Pierre Broué ' "Procées. d'Ai ner!call1s
" . 17. Loc. cit.
Cahiers Lé ou procés de Moscou a New York" 18. Pierre t5roué, L'assassinat de Trotsky, cit., p. 120.
2 V an. Trotsks, n', 3, ~nstJtut Leon Trotsky, París, 1980, pp. 160-64 ' 19. El 8 de agosto, Svlvia y "[acson" fueron de nuevo a tomar el té a casa
· Ib~drPierre ~roue, L assassinat de Trotsky, cit., pp. 25-28. .
3. l., pp. 2/-28. de los Trotsky. ,
20. James Burnham (1905-1987). Profesor de filosofía y dirigente del 50-
4. Ibid., p. 29. cialist Workers' Party en los años treinta. Después de una polémica con
5. Loc. cit. Trotsky acerca de la naturaleza y perspectivas del marxismo, rompió con este
6 '.NKVD'l' M"m~steno. del Interior; nombre familiar con el que se desi b último en 1940 y fue dirigiéndose paulatinamente hacia la extrema derecha.
en Rusia a a policía política. eslgna a
Los datos sobre Schachtman se encuentran en la nota 6 del capítulo 1.
7. PSUC: Partido Socialista Unificado de Catal -
8. Ver Andreu Castells Las bri das i una. 21. 1. Deutscher, op. cit., p. 447.
cit., pp. 225 Y 459. ' nga as internacionales de la guerra de España, 22. El testimonio de Natalia Sedova en Vida y muerte de Leon Trotsky -libro
elaborado junto con Víctor Serge- es citado por Deutscher, op. cit., p. 448.
d Lvovitch Kib
B 'l'9. Victor l a 1e hiIC,
h 11ama d o Víctor
' Serge (1890-1947) N .. 23. Carta de Trotsky a Espinoza, lo. de agosto de 1940. Harvard College
e glca, e padres rusos emigrad P . . acio en
cinco años de cárcel por c r .~sd rimero a~arquista, fue condenado a Library.
quista llamado "José el italiario" ICI a en el asesmato de un militante anar- 24. León Trotsky, Wl'itings, 1939-1940, cit., p. 323.
'con la que Serge SUpu~tal:~;:t~ ~a~í:n~~I:~~~~n~~;1 jefe ~e un~ "ba~da" 25. Harvard CoIlege Library.

~~7;~s e:~:o~~; ;~::11~ de w¿ revoluc~,lla~w,: ed. Efu~ae~a~~!~' ~{~~

en 1917, fue arrestado de ~:e~un~~ c~noclo ~Iqulera a Bonnot. En España,
26. Ibid.
27. Entrevista mencionada con Octavio Fernández.
28. León Trotsky, "Noticias a favor", carta a Jean van Heijenoort, Harvard
Rusla College Library. Esta fue además la penúltima carta de Trotsky a Van Heije-
do Bolchevique; trabajó para lao'IC ;~op atr en 1918: se ad?irió a~ Parti-
para Imprekorr, su órgano informativo Mf ogrado, Moscú, .~~rlm y Viena, y noort. El 16 de agosto le escribiría por última vez, pero esta vez acerca de la
en Leningrado miembro de I C .' " ernbro de la Oposición de Izquierda transferencia de sus archivos a la Universidad de Harvard. Trotsky efectiva-
ficada en I 926~1927 fu al domlslon Internacional de la Oposición U ni- mente vendió sus archivos a Harvard con la condición -provocada por razo-
' e expu sa o del PCUS en 1928 nes de seguridad que tenían que ver con las personas que figuraban en
d o. Fue puesto en libertad d 'd d Y nuevamente arresta-
ellos- de que no fueran abiertos sino hasta 1980. Ver León' Trotsky, "La
fama internacional como ~r~!'ues e os mes~ de detención, debido a su
de 1933 El' ' pero lo detuvieron nuevamente en marzo transferencia de los archivos", carta a Van Heijenoort. 16 de agosto de 1940,
. n a pn=.= de 1936 fue expulsado de l. URSS. d~PU~
Harvard College Library.

397
396
 ---- - -- -----
29. León Trotsky, Harvard College Library. Abreviaturas
30. Jean van Heijenoort, op. cit., p. 205.
31. Leandro Sánchez Salazar, citado por 1. Deutscher, op. cit., p. 45'2.
. 32. El testimonio de Natalia sobre la muerte de Trotsky es citado por 1.
Deutscher, op. cit., pp. 452-54.
33. León Trotsky, Writings, 1939-1940, cit., pp. 235-36.
34. Ibid., pp. 15S-59.
35. Loc. cit. American Committee for the Defense of Leon Trotsky
36. Víctor Serge, Memorias de un revolucionario, cit., p. lSI.
ACDLT
AFL American Federation of Labo~' .
37. Entrevista mencionada con Octavio Fernández. , Alianza popular Revoluci~nana Amencana
38. Pierre Broué, L'assassinat de Trotsks, cit., p. 12S. " APRA
39. Ver David Alfaro Siqueiros, Me llamaban El Coronelaza, ed. Grijalbo, BOC Bloque Obrero y Campes~no .
México, 1977. BOCN Bloque Obrero y Campesmo Nacional
40. Pierre Broué, L'assassinat de Trotsky, cit., p. 141. BP Bureau Politique .
41. Loc. cit." BUCC Bloque Unificado de Obreros y Campesmos
42. "Mensaje del presidente de la República a los trabajadores en rela- CC Comité Central
ción al asesinato de León Trotsk y", México, 29 de agosto de 1940, en Men- CCM Confederación de la Clase Media
sajes, discursos, declaraciones y otros documentos, ed. Siglo XXI, t. 1, México, Comité de Defensa Proletaria. . ' .:
CDP
1975, pp. 440-41. Confederación General de Obrer?s y Campesmos de MeXlCO
CCOCM
43. El Popular, 22 de agosto de 1940. Confederación General de Trabap~ores .,
44. Leandro Sánchez Salazar, citado por Pierre Broué, L'assassiruu de CCT
Confédération Cé nérale des T~'av~¡jleurs Ul1lfies
Trotsks, cit., p. 122. CCTU
CIO Congress for Industrial Orga.mzatlon
45. El Universal, 23 de septiembre de 1940.
46. Es el número dado por los diarios de circulación nacional. CLA Communist League of Amenca
47. La explicación de Guerrero del número elevado de los participantes CN Comité Nacional .
en e! cortejo fúnebre de Trotsky fue expuesta después de! coloquio "Fran- CNC Confederación Nacional Campesllla .
cisco Múgica", organizado por e! Centro de Estudios de la Revolución Me- CNDP Comité Nacional de Defensa Proletaria
xicana Lázaro Cárdenas, A. c., en la ciudad de Jiquilpan, Michoacán, en CNT Confederación Nacional del Trabajo
noviembre-diciembre de 19S4. Ninguno de los periódicos que rindieron
CPUS Communist Party of the United State~
cuenta de las características de este vasto cortejo fúnebre consignan algún Confederación Regional Obrera Me~lcana
CROM
tipo de manifestación que pudiera indicar la presencia de los sinarquistas Confederación Sindical Lalino-A.mencan~
en él. CSLA
CSUM Confederación Sindical Unitaria de Mé:I~O .
48. León Trotsky, Writings, 1939-1940, cit., p. 250. Confederación de Trabajadores de An;e~1Ca Latina
49. Volante titulado "Gran corrido a León Trotsky", que se vendía en CTAL
CTM Confederación de Trab;~adores de MeXICO
las calles del Distrito Federal a cinco centavos, en los días posteriores al
asesinato. DF Distrito Federal
50. León Trotsky, Writings 1939-1940, cit., p. 250. FAS Frente de Abogados Soci~list~s
51. Ibid. FBI Federal Bureau of Invesngauon. .
FCPM Federación Comunista del Prole~nado MexI~ano .
Federación Internacional de Artistas RevoluClonanos
FIARI
Independientes .
CCCT Gran Cuerpo Central de Trabapdores " "
Gran Cuerpo de Trabaja.dores d~ ,la Rep~l~l~ca Mexicana
CCTRM
Gosoudarstvonnoié polttltchesk01e p~vlel1le
CPU
House UnAmerican Activities Comll1lttee
HUAC
399
398
 - - - - - - - - -,- - - - - - - - - - - -- _----_._-----------.-
.,---_ ..
<, • Socialist Workers' Party , -
SWP
IC Internacional Comunista (Ir! Internacional) Universidad Nacional Autónoma de MeXlCO
UNAl\1
IJC Internacional Juvenil Comunista Workers' Party of rhe Unitcd States
WPUS
ISR Internatiouale Syndicale Rouge
IWW Industrial Workcrs of the World
JC Juventud Comunista
JS J uventudes Socialistas
KAPD Kornmunistische Arbeiter Partei Deutschlands
KIM Kommunititscheskii Internatsioual Molodioji
KPD Kommunistische Partei Deutschlands
LCA Liga de Comunidades Agrarias
LCI Liga Comunista Internacionalista
LEAR Liga de Escritores y A.rti stas Rcvolu ion. ri s
LNC Liga Nacional Camp sina
OCI Oposición Comunista de Izquierda
PCC
PCE
Partido Cornunisrn Cubano
Partido Comunista Español 1 ¡

1
PCI Partido Comunista Irnliano
PCM Partido Comunista vlexicnno
PCUS Partido Cornunisra de la Unión Soviética
PE~!EX Petróleos Mexicanos
PLM Partido Laboral Mexicano
PNA Partido' Nacional Agrarista
PNSP Partido Nacional de Salvación Pública
PNR Partido Nacional Revolucionario
POSDR Partido Obrero Social Demócrata Ruso
POUM Partido Obrero de Un ificación Marxista
PRCM Partido Revolucionario Comunista Mexicano
PRI Partido Revolucionario Institucional
PR:-'! Partido de la Revolución Mexicana
PROC Partido Revolucionario Obrero y Campesino
PS Partí Socialiste
SCOP Secretaría de Comunicaciones v Obras Públicas
sr Secretariado Internacional '
SME Sindicato Mexicano de Electricistas
STERM Sindicato de Trabajadores de la Educación de la
República Mexicana
STFRM Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la
República Mexicana
STPR:-'! Sindicato de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana
SUC Sindicato Único de la Construcción
SUTC Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción
I 401
-----. •••• _u u· __ ••••••••••• 'é< L _._. __ • _
 '''''''''"''!llII!!!IIIII •••••. - .--.-.--.---------

Van Heijenoort, Jean: Secretario de Trotsky entre 1932 y 1939, miem-

-.
Entrevistas"
bro de la IV Internacional hasta poco después de la segunda guerra
mundial y, durante los últimos años de su vida, dedicado en parte al
trabajo en los archivos de Trotsky y de Sedov que se encuentran en
Estados Unidos.
Volkov, Esteban: Nieto de Trotsky. , . .
Zamora, Adolfo: Abogado, colaborador de Trotsky en MeXlCO y amIgo
Alvarado Manuel: Simpatizante trotskista en la época de la estancia de personal, .... .
Trotskv en México, miembro de la asociación de estudiantes marxis- Zamora Francisco: Fundador de El Uuiuersal, periodista e l\1tele~tual de
tas de la Escuela de Economía de la UNA~f y militante trotskista en los renombre durante la estancia de Trotsky en México,.simpauzante y
años cuarenta. colaborador de este último y miembro de la Comisión Dewey.
Curtiss, Charles: Representante en México del Buró Panamericano de la
IV Internacional en 1938 y 1939.
Escudero de Múgica, Carolina: Viuda del general Francisco José Múgica.
Fer nández, Octavio: Miembro de la dirección de la Liga Comunista In-
[
I
ternacionalista (LeI) y secretario de esta organización en el momento
de la llegada de Trotsk y a México.
Calicia, Luciano: Miembro de la dirección de la LeI y secretario de esta
organización en varias ocasiones.
Carda Treviño, Rodrigo: Librero, miembro del Sindicato del Libro,
I
miembro del primer comité ejecutivo de la CTM; excolaborador de
Futuro en el momento de la llegada de Trotsky a México; durante la
estancia de este último, simpatizante trotskista y colaborador de Clave.
Ibarra, Félix: Miembro de la dirección de la LCI y su secretario a fines
de los años treinta, a partir del 31 de enero de 1939.
Kibaltchich, Vlady: Pintor, hijo de Vícto r Serge.
Molina, Nicolás: Profesor de filosofía y, en los años cuarenta, militante
trotskista. '
Mu ñoz Cota, José: Director de Bellas Artes durante la estancia de
Trots ky en México y miembro en ese entonces del equipo político
de Múgica.
Novack, George: Secretario del American COI1l111itteefor the Defense of
Leon Trotsky. fundador y miembro de la dirección del Socialist Wor-
ke rs' Party (SWP) y presente en Tampico en el momento del desem-
barco de Trotsky en México.
Rodríguez, Manuel: Fundador de la Oposición de Izquierda mexicana
(en el seno del Partido Comunista Mexicano) a fines de los años
veinte y fundador de la LC!.
Rosen, Boris: Miembro del grupo judío "Amigos de la URSS" durante la
estancia de Trotsky en México.

• Realizadas entre 1982 y 1985.

402
-.1_---- 403
 \
Archivos consultados Cronología

:U-chivo. Charles Curtiss, Los Ángeles, California, Estados Unidos. 1936

Expediente Trotsky", Archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores
México, D. F. ' NOVIEMBRE

Archivo León Trotsky, Houghton Librarv, Harvard College, Massachus- 21 Telegrama de Anita Brenner a Diego Rivera, urgiéndolo, de
setts, Estados Unidos. . parte del ACDLT, a que consiga el visa(.lo mexic~no para Tro~ky.
Archi:o del ge.neral Francisco J. Múgica, Centro de Estudios de la Revo- Rivera )' Octavio Fernández salen hacia T?rreo~ a ver a Carde-
IU~lón Me~cana Lázaro éárdenas, A. C., Jiqllilpan, Michoacán. nas. Este acepta inmediatamente otorgar dicho VIsado.
ArchIVO de NIcolás Moli na, México, D. F.
Colección Satélite de Octavio Fernández, Houghton Library, Harvard
DICIEMBRE
College, Massachussetts, Estados Unidos.
Documentos de Félix Ibarra, México, D. F. 3 Telegrama de Cárdenas a Eduardo Hay, en el que explica por
Sedo~'s Papers, Hoover Institution Archives, Stanford University, Califor- qué concede el asilo a Trotsky y ordena que se proceda en con-
ma, Estados Unidos.
"Expediente Trotsky", Unidad de Presidentes, Fondo Lázaro Cárdenas secuencia.
del Río, .A.rchivo General de la Nación, Expedientes 546-6/77 y 705- 7 Cárdenas anuncia oficialmente que México le otorgará el visado
1/73, México, D. F.
a Trotsky ..

19 Trotsky y Natalia se embarcan en Noruega en el buque-cisterna

"Ruth", con destino a México.

1937

ENERO

Trotsky y Natalia desembarcan en Tarnpico temp~'ano e.n la

9
mañana. A las 22:00 horas toman el tren preSIdenCIal hacia el
D. F.
Los Trotsky llegan al D. F.; se instalan al medio día en la "Casa
11
Azul" de Frida Kahlo.
23 Empieza el Segundo Proceso de Moscú.. .
El 1II Consejo Nacional de la L-T~t le deja al gobIerno toda la
27
responsabilidad por su decisión de asilar a Trotsky.

405
._--------~-----
 \
\

FEBRERO 30 Semana Pasada publica algunos comentarios de Salvador ovo

sobre el contraproceso de la subcomisión Dewey, en los que Na-
Principios Primera entre\'is~ •. entre Trotsky y Múgica en Cuernavaca, va simpatiza con Trotsky.
en el rancho de este último. Fines Primera estancia de Trorskv, Natalia y Van Heijenoort en Tax-
5 f!xcé~ioT pU~,lica un lla~~ado de, ~.borde a Cárdenas para que co, en casa de Hubert Herring.
impida que Trotsky utilice a México como tribuna contrarrevo ,
lucionaria". f . MAYO
9 Mitin del ACDLT en Nueva York contra los Procesos de Moscú. ¡
TJ.·ots~y il~icia sus .1l~lJl1a~los.~que se cree una comisión imparcial 3 Principio de la insurreción obrera en Barcelona.
1, 10 Cárdenas envía una carta a Ramón P. Denegri, embajador de
e mtei nacional de mvcsugacron acerca de los Procesos de Moscú.
México en España, en la que le dice que no es el momento de
MARZO restablecer relaciones diplomáticas con la URSS, entre otras cosas
por las controversias que esto provocaría acerca del asilo de
3 En la sesión del cc de¡"pcus, Stali n pronuncia un discurso en el Trotsky en México, pero sobre todo porque debe quedar claro
que acusa al trotskismo de ser una "banda de saboteadores, es- que la actitud de México hacia España no es el resultado de una
pías y asesinos". filiación política comunista.
12 L. LCI, bajo la propuesra de Lucia no G31ici3 y por 30 votos con- 23 Se crea en México la Unión Nacional Sinarquista.
tra 7, se disuelve. 28 Estalla en México la huelga general petrolera.
22 Los agentes de la GPU, Abbiate y Martignat, viajan en barco de
La. Habana .01 V~racntz. A bordo conocen a Caroll George JUNIO
QUll1n, cuya Identidad será "robada" por Abbiate para asesinar a
Reiss (ver septiembre de 1937). Principios Lornbardo publica su artículo "El asilo en México para
FinesLle:,g:lda del pl:illler grupo (quinientos niños) de refugiados es- León Trotsky y la actitud del proletariado mexicano".
panoles a Mexl~~. Constitución, bajo la presidencia de John De- 12 Trotsky escribe una carta a la i.cr en la que declara su ruptura
wey, de la comisión de investigación sobre los Procesos de Mos- con ella.
cú. 20 El Machete publica "IUuidad a toda costa!", de Hernán Laborde.
23 Cárdenas propone la sindicalización de los trabajadores del Esta-
ABRIL do y su derecho de huelga.
24 Cárdenas nacionaliza 24 mil kilómetros de ferrocarriles.
6 Llegada a México de Dcwev y los miembros de la subcomisión 26 Apertura del pleno del cc del rcxr que va a votar la "Unidad a
de. in~·e.stigación en~argada de 'imerrogar en México a Trotsky. toda costa". Laborde retira su cn ndidaturn a diputado en aras de
10 Principio ,~Ie :as .sesl~nes de la :ubcomisión Dew,ey (contraproce- esta unidad. Trorsky escribe lo que titula "declaración forzosa"
so) .en la Casa Azul de Frida Kahlo en Coyoacán. contra Lornbardo.
16 Incidente provocado por Carleto n Beals en las sesiones de la
subcomisión. JULIO
17 Final d~ las s~sione~ de la subcomisión Dewey,
21 ~n. París, c~nterenCla s~crcta de los principales dirigentes de die- 7 Por la CrISIS con Natalia provocada por su relación con Frida,
~Islete ~artJdos comunistas del inundo para organizar la lucha Trotsky se va un tiempo a San Miguel Regla, a la hacienda del
internacional contra el trotskismo. señor Landero, amigo de Antonio Hidalgo.
Veintitrés sindicatos abandonan la CTM acusando a su dirección 11 Frida va a ver a Trotskv a San Miguel Regla. Es posible que h -
Je corrupción y de falta de respeto a los estatutos. Entre ellos, yan roto entonces su relación.
varios del PCM. 26 Trotky vuelve a México.

406
 \
-----
27 Arresto .e.n Barcelona de Erwin Wolf, secretario de Trotsky en NOVIEMBRE
<?~lo. VISita del senador Allen a Trotsky en Coyoacán. Declara-
cien de. Cárdenas a la prensa por medio de la cual aclara que, Principios El Machete anuncia haber descubierto ,!n complot. para de-
co?~ranamente. a sus deseos, en caso de que las naciones derno- rrocar a Cárdenas, en el que Trotsky está aliado con Villarreal.
craucas ;t~ quieran :omp~ar el petróleo mexicano y lo boico- 2 Trotsky escribe "Es tiempo de pasar a una contraofensiva inter-
teen, México se vera obligado a verdérselo a quien lo quiera nacional contra el estalinismo".
comprar.
13 Lornbardo llama a la creación de un Frente Popular en México.
AGOSTO
20 Isidro Fabela expone en una carta a Cárde~as..su posición fre.nte
al conflicto entre Europa central y Alemania: No es el conflicto
entre el fascismo y el comunismo, sino entre el fascismo y las
Principios Expropiación de tierras en Yucatán.
democracias occidentales, los irnperialismos que dominan al
16 Renuncia de Cedillo a su cargo en el gobierno. Trotsky respon- mundo". En el acto de celebración de la revolución mexicana en
de al cuestionario de México al día.
21 el Zócalo, Laborde acusa a Trotsky y a Villarreal de conspirar
En Semana Pasada Novo escribe "La lombardotoledomanía". con la reacción contra el régimen en el poder.
27 Trotsky escr~be ::Mexic~l~os. en la Comisión" (Dewey).
31 - 22 Trotsky dirige a Cárdenas un mensaje protestanto por las decla-
Trotskyescnbe El recibimiento de los mexicanos". raciones de Laborde.
23 Cárdenas le contesta por cart •. a a Trotsky, dicié ndole que no cree
SEPTIEMBRE
que se haya "apartado" de su promesa de "no intervención'" y le
asegura que su asilo y la consideración que se merece siguen
Los diputados ~breros de la en! por el PNR, ingresan a la cáma- siendo válidos para él.
ra con la consigna de respetar el programa y la disciplina del
PNR.
DICIEMBRE
Principios El ple~~ del BP del PCM llega a la conclusión de la posibili-
dad de decidir la adhesión "en masa" del PCM al PRM (según El Principios Ramón Mercader del Ríe sale del hospital, e~ España, des-
Machete del lo. de enero de 1938).
pués de una larga estancia provocada por una herida en el bra-
4 El cadáver de Reiss es encontrado en Suiza. zo.
13 Trotsky e~c~ibe. "En torno a la comisión plenaria", donde habla Trotsky escribe "Una historia de agentes del FBI" (donde habla
de la p~~t:CIpaCIón de Antonio Villarreal y Francisco Zamora en de la "conspiración" entre él y Villarreal). .
la Comisión Dewey. Después del segundo arresto, desaparece en 4 El Machete condena el "futurismo presidencialista" de algunos di-
Barcelona Erwin Wolf.
putados en favor de Manuel Avila Carnacho.
26 El ~achete publica "León Trotsky sigue abusando de la hospitali- 13 En Nueva York el veredicto de la Comisión Dewey acerca del
dad , en el que lo acusa de querer aplastar al gobierno español papel de Trotsky y de su hijo Sedov en los Procesos de M?scú:
con ayuda de los nazis.
Not Guilt» (no culpables). Trotsky convoca a una conferencia ?e
OCTUBRE
prensa para hacer algunos "breves comentarios sobre el veredic-
to".
18 Cárdenas lanza un manifiesto a la nacion en el qu~ anuncia la
PrinciPiosSe termi~a de expropiar el Valle del Yaqui. próxima creación del PR1\!, que será un "verdadero partido de
9 Trotsky escribe "Cuál es el. significado de la lucha contra el masas" y "encarnará al Frente Popular".
trotskismo".
25 El Machete trata a la IV Internacional de "letrina inmunda".
22 Trotsky escribe "Dos agentes del imperialismo democrático" (so- 29 Las compañías petroleras extranjeras apelan a la Suprema Corte
bre Jouhaux y Toledano).
de Justicia de México.

408
409
J - - -- ~----- -----------_._------ -
 ----------
MARZO

ENERO La Suprema Corte mexicana rechaza la apelación de las compa-

ñías petroleras.
El Machete publica un artículo titulado "El 'Éx' -ito del Jurado del En Moscú se abre el proceso de los 21.
'Ex'<Revolucionario 'Ex'<culpado por los 'Ex'", Centenares de delegados cetemistas votan por unanimidad la reso-
10 Rivera renuncia al Modera !l1onthly por la presencia en esa revis- luci~n contra Trotsky (enunciada el 23 de febrero por el Comité
ta de Carleton Beals. Nacional) y llamada "Trotsk y, enemigo de México".
15 El Machete publica: "La labor trotskista en México: luchar contra En Estad s Unidos, el Dady W07·ker publica el texto de la resolu-
la unidad del pueblo". ción cetemista contra Trotskv.
Fines Antonio Hidalgo, enlace entre Múgica y Trotsky y colaborador Cárdenas le pide a Múgic:t que redacte el decreto de expropia-
del primero, le envía a éste un documento escrito por su puño y ción petrolera.
letra, en el que expone algunas ideas, absolutamente "trotskis- El ejército alemán penetr:t en Austria. La policía suiza comunica
tas", acerca del fascismo y las democracias imperialistas. que uno de los dos asesinos de Reiss es Roland Abbiate (ver 22
de marzo de 1937).
FEBRERO Austria es anexada a Alemania (Anschluss).
Las compañías petroleras rechazan la decisión de la Suprema
Principios Van Heijenoort recibe un reporte de París en el que se le Corte.
informa de la próxima llegada a México de Georges Fournial, Cárdenas anuncia la expropiación del petróleo.
agente francés de la GPU. El Socialist Appeal, órgano trotskista estadounidense, saluda la ex-
4 En Alemania, Hitler asume el comando de las fuerzas armadas. propiación petrolera.
13 Después de lo que parece ser a todas luces un atentado contra la Manifestación de un millón de personas en el Zócalo capitalino
vida de Trotsky, éste se va a vivir por un tiempo a casa de An- en apoyo a la expropiación.
tonio Hidalgo en las Lomas. orgenthau, secret .ario estadounidense del Tesoro, amenaza con
16 Muerte (éasesinato P) de León Sedov, hijo mayor de Trotsky, en ya no comprar la plata mexicana.
París. En cuanto Rivera y Van Heijenoort se lo comunican a Fundación del PR~!.
Trotsky, éste vuelve inmediatamente a Coyoacán, en donde se
pone a escribir "León Sedov, el hijo, el amigo, el militante" ABRIL
19 Rivera es expulsado del cc de la LC! por Galicia y la mayoría de
la organización. Principios El Congreso mexicano aprueba el proyecto de ley sobre la
23 En su Primer Congreso Nacional, el Comité Nacional de la CTM administración obrera de Ferrocarriles Nacionales.
enuncia, en presencia de Cárdenas, su "resolución contra el 5 Roosevelt le comunica a Cárdenas su deseo de que las relaciones
trotskismo", para que ésta sea adoptada por la confederación. entre los dos países sigan en buenos términos y se propone co-
Trotsky escribe "Declaración inevitable" (contra la resolución de mo mediador en el conflicto petrolero si Cárdenas ofrece indem-
la CTM contra él". nización a las compañías expropiadas.
25 La CT~I decide que en caso necesario los obreros tomarían a su 8 La British Mexican Eagle Company exige restitución de sus bie-
cargo la administración de la industria petrolera. nes.
27 En la URSS se anuncia el proceso de los 21, por el que serán 14 Morgenthau se retracta de su declaración de marzo.
condenados Bujárin, Rykov, Iagoda, Rosengolz, Rakovsky, etcé- 15 Trotsky escribe "Acerca de la sección mexicana".
tera. En Francia la cámara de diputados renueva el pacto fran- 16 Los trotskistas estadounidenses anuncian la llegada a México de
co-soviético. George Mink, agente estadounidense de la GPU.
21 André Breton y su esposa, Jacqueline Larnba, llegan a México.
1

410 ¡ 411
1
__________ --'- ••• __ o
U ---- ---- - ._------_._------_ .. _----'
 \
-
El Macl~te denuncia que los trotskistas

tra México.

ra de PEMEX.
.
"traidores" están incitan-
do al pueblo para que rechace e! pago de la indemnización a las
compañías petroleras. Violenta nota de! gobierno británico con-

27 Cárdenas expresa sus razones para crear la administración obre-

1 JULIO

Principios El grupo

5
10
que viajó a Cuadalajara,
Frida y]oe Hansen, viaja a Pátzcuaro.
acompañado

Trotsky escribe "Stalin y sus cómplices condenados".

Un grupo de maestros de primaria de Michoacán que edita el
ahora por

28 Trotsky escribe un artículo irónico titulado "Sobre Laborde y los
trotskistas en general". Calicia anuncia que la LC! se reconstituye.
Fines En Rusia, principio de la ejecución de 50 mil trotskistas en
Vorkuta.
MAYO
1 Primer encuentro enere Trotsky y Breton.
12 El secretario de Relaciones Exteriores anuncia la ruptura de re-
laciones con la Gran Bretaña.
15 Estalla la rebelión cedillista.
17 El Netu York Times afirma que Trotsky no tuvo ninguna influen-
cia en la decisión de nacionalizar e! petróleo.
20 Segundo encuentro entre Trotsky y Breton.
22 Checoslovaquia: elecciones; triunfo nazi en su parte germanófo-
nao
30-31 Nueva York: preconferencia panamericana de la IV Internacio-
nal, que decide ya no considerar a la LCI como su sección mexi-
cana.
JUNIO
Trotsky escribe "La industria nacionalizada y la administración
obrera" (dirigido por Rodrigo García Treviño). Trotsky, Natalia,
Van Heijenoort, Breton, ]acqueline y Diego viajan a Cua-dalaja-
ra. Diego les presenta al pintor José Clemente Orozco.
5 Trotsky escribe "México y el imperialismo británico".
26 Protesta de la LCI de Galicia por la decisión del Buró Panameri-
cano de la IV (ver 30 y 31 de mayo de 1938).
Fines En París, Ramón Mercader se convierte en el amante de Sylvia
Ageloff, hermana de Ruth Ageloff, trotskista estadounidense y
secretaria de Trotsky en México.
periódico Vida, visita a Trotsky en Pátzcuaro, tras lo cual
Trotskyescribe, para Vida, "Por la libertad en la educación".
2a. mitad En París, Ramón Mercader interrumpe súbitamente su "lu-
na de miel" para "hacer un viaje a Bélgica".
19 Trotsky escribe "Mis complots".
25 Trotsky y Breton escriben el manifiesto "Por un arte revolucio-
nario independiente", con el que pretenden fundar la Federa-
ción Internacional de Artistas Revolucionarios Independientes
(FIARI); Rivera aparece también como firmante del manifiesto.
AGOSTO
Principios Trotsky escribe "El Congreso Contra la Guerra y el Fascis-
mo" (a realizarse en México en septiembre).
13 El Po/miar publica" Los congresos de septiembre".
18 Un periodista de El Gráfico muestra a Van Heijenoort una foto
de George Mink en México y le explica que éste tuvo que irse
de México porque la policía andaba tras él.
21 Trotsky escribe "La libertad de prensa y la clase obrera" (contra
la censura a ciertos periódicos "de derecha", propuesta por Lorn-
bardo y el PCM).
26 Se descubren en el Sena los restos, en pedacitos, de un cadáver
que es sin duda el de Rudolph Klement, secretario administrati-
vo de la IV Internacional, desaparecido en París el 14 de julio.
27 Bajo la firma de Diego, Trotsk y contesta a las preguntas de la
United Press acerca del próximo Congreso Sindical Panarnerica-
no (ver septiembre de 1938).
28 Cárdenas crea la Confederación Nacional Campesina.
SEPTIEMBRE
1-3 García Treviño le notifica a Trotsky que e! CC del PCM acaba de
decidir pasar a "la acción direct;a" contra él.
4 Trotsky escribe "Otro complot estalinista".
6-8 Congreso Sindical Panamericana en México. Se funda la CTAL.
8 En Nueva York, conferencia de prensa de Albert Goldrnan, abo-

412 413
----- -----------
 /

gado de Trotsky, donde revela la reciente decisión del PCM en NOVIEMBRE

su lucha contra Trotsky.
9 Respuesta de El Machete a Goldman, negando la información del 4 El Popular publica una acusaciou contra Trots~y, s~gún la cual
día anterior. éste estaría intentando dividir al sector maglstenal. Trotsky,
9-12 Congreso Internacional contra la Guerra y el Fascismo en Mé- Charles Curtis. )' sus secretarios y guardias estadounidenses sos-
xico, en el que Cárdenas pronuncia un discurso. tienen una "discusión sobre América Latina" y las tareas de los
14 Trotsky escribe "Sí o no" (sobre un supuesto viaje de Laborde a revolucionarios en México.
Estados Unidos, que éste mantuvo en secreto y en el que los 8 El Popular publica "Los troskistas fueron aplastados" (en el sindi-
trotskistas suponían que fue a tratar el asunto de la acción direc- cato del magisterio). .
ta contra Trotsky). 9 En Alemania, "noche de los cristales rotos" En Estados Umdos,
19 Trotsky escribe "Sobre el derecho de asilo totalitario" (criticando triunfo demócrata en las elecciones: Roosevelt re fuerza su poder.
la concepción de Lombarda acerca del asilo). 12 Cárdenas declara a la prensa que Trotsky no tiene nada que ver
22 Huelga general en Praga. Encuentro Charnberlain-Hitler. con la política seguida por ~u gobien~o porqu~" desde s~ llegada,
23 Mateo Fossa, dirigente- sindicalista independiente argentino, ex- nunca ha roto su cornpronuso de no mtervencion. Empieza a p~-
pulsado arbitrariamente del Congreso Sindical Panamericano, garse la indemnización petrolera, de manera escalonada: un mi-
entrevista a Trotsky y decide su adhesión a la IV Internacional. llón de pesos al año. ..'
27 Carta de Orlov (antiguo agente de la CPU) a Trotsky, en la que 15 En Barcelona desfilan los voluntarios internacionales, antes de
desenmascara, como agente de la GPU, al secretario y mano de- abandonar el país. "
recha de León Sedov en París, "Etienne". 18 El Popular publica "Lornbardo Toledano contra Trots~y .
30 En Francia, huelga general contra las leyes del gobIerno Dala-
OCTUBRE dier. Severa represión.

Principios Futuro publica, de Lombardo, "El significado del Congreso DICIEMBRE

Obrero Panarnericano". Empieza la crisis entre Trotsky y Rivera.
En México aparece el primer número de Clave, la revista teórica Principios Trotsky y Rivera se encuentran y RiYe.ra promete que ya
de Trotsky. no hablará más de renunciar a la IV Inre rnncionnl.
4 En España, retiro del frente de los voluntarios extranjeros. En 2 Trotskv escribe "Carta abierta al senador Alle n".
Francia, ruptura del Frente Popular. 5 Cárclel~as promulga el derecho de huelga para los nabajadores
5 La Voz de México publica "Con la CTM contra el trotskismo". al servicio del Estado. Trotskv escribe "Problemas de la sec-
9 Trotsky escribe "El significado de la lucha contra el trotskismo". ción mexicana", donde pide la expulsión de Galicia por seis
11 Trotsky escribe "LiS tareas del movimiento sindical en América meses.
Latina". 6 Trotsky escribe "Algunas dificultades con Diego:'. .
29 En Estados Unidos, en el f-lerald Tribune, aparece un artículo del 22 Un tren que viajaba entre Irolo y Ornetusco tiene un accidente
senador Allen en el que acusa a Lornbardo de ser un seguidor con un saldo de 54 muertos y muchos heridos. El PC~I acusa a
de Trotsky. Aparece otro artículo en el Daily News en el que se Trotsky de ser responsable cle 'esta catástrofe ..
acusa a Trotsky de ser el instigador de Cárdenas en la venta de 23 En España, los franquistas empiezan su ofensiva final contra Ca-
petróleo a las naciones fascistas. taluña.
30 Trotsky escribe "El descontento de Diego". 31 Trotskv escribe "¡Al paredón!", a propósito del último Congreso
31 En un telegrama dirigido a Cárdenas, la CTM exige la expulsión de la CCT, a la que acusa de servir a la reacción.
de Trotsky "porque se dedica a una labor contrarrevoluciona-
ria".

414
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- -_._---------------_._~ .. -_ .._ ... -, ..---, _.- ~,-~.._,----,
1939 a un candidato obrero a la presidencia de la república, porque
"dividiría la unidad antifascista". Lombardo también declina su
En algún momento del año, Miguel Ángel Velasco escribe Espías y propia candidatura al ejecutivo.
ptouocadores. 21 El Gráfico vespertino publica la denuncia de los rnugiquistas
acerca de los procedimientos utilizados por, la dirigencia de la
ENERO CTM para imporierles a las bases el apoyo a Avila Camacho.
22 El Consejo Nacional de la CTM anuncia su apoyo a la candidatu-
4 T~otsky escrib~ "Declar~ción forzosa", acerca de Diego Rivera. ra de Avila Camacho.
7 Riv~ra renuncIa. al comité de redacción de Clave y a la IV Inter- 25 En las páginas de Excélsior, Múgica acusa a Lombardo de oportu-
nacional. El Uniuersal anuncia la llegada a México de 1 500 "in- nismo, de ser un adorador del poder y de no pensar en el desa-
terbrigadistas" de España. Trotsky le escribe a Coldrnan que en- rrollo de la revolución mexicana.
tre ellos hay seguramente agentes de la GPU. 27 Reconocimiento de Franco por el gobierno británico, El gobier-
10 Cárdenas le anuncia a México la muerte de Cedillo. no francés designa a Petain como su embajador en España. En
11 Trotsky escribe "El conflicto con Diego Rivera". el senado estadounidense, el senador Reynolds ataca a "Brons-
12 Trotsky le escribe a Frida, acerca de la ruptura con Diego, para tein-Trotsky" y al gobierno de Cárdenas, al que califica de "saté-
"restablecer la amistad". lite de la IV Internacional". Regreso de España de los comba-
14 Trotsky escribe "Hay que traer a Sieva" (su nieto, de París a tientes mexicanos, La prensa del PCM y de la CTM celebran
México). Trotsky escribe "La renuncia de Rivera" y "Lo que hay sobre todo a David Alfaro Siqueiros, a Félix Guerrero, a Mejía,
que contestar" (ante esta renuncia). a Andrés Carcía Salgado, a David Serrano Andonegui y a Anto-
18 Tr?~ky essri?e "Rivera debe presentar pruebas". nIO Pujo!.
20 Múgica y Avda Carnacho renuncian a sus cargos en el gabinete,
para lanzarse a su campaña como precandidatos del PRM a la il.IARZO
presidencia de la república.
25 Entran las tropas franquistas a España. Principios Clave se pronuncia acerca de las elecciones presidenciales,
26-29 Manifestaciones antisemitas en México al grito de "¡Muera en el sentido de que no apoyará a ningún candidato, "puesto
Trotsky!" que ninguno tiene un programa obrero", Van Heijenoort en-
29 En el Congreso del PCM Labo rde reclama la expulsión de cuentra la casa de la calle de Vierta en Coyoacán y Trotsky
Trotsky de México. firma inmediatamente con el dueño el contrato de arrenda-
31 Decisión de reconstituir una sección mexicana de la IV Inter- miento.
nacional conforme a las decisiones del congreso de fundación de 10-21 Decimoctavo Congreso del rcus. Trotsky anuncia que el dis-
la IV. curso de Stalin dejó entrever una apertura hacia la Alemania
Fines-principios de febrero Laborde escribe "Unidos tras un solo candi- hitleriana.
dato para derrotar a la reacción". 15 Entrada de la Wehrmacht a Checoslovaquia. Hitler llega a Pra-
ga. El país es desmembrado,
FEBRERO 17 Discurso de Chamberlain amenazando al gobierno alemán,
27 Adhesión del gobierno franquista al pacto anti-Cornintern.
14 En una carta a Curtiss, Trotsky manifiesta que ya no puede Trotsky escribe "Balance de la ruptura con Diego", una caro al
aceptar la hospitalidad de Diego. Buró Panamericano de la IV en la que solicita sea publicad su
16 Excélsior publica unas entrevistas de Múgica con sectores obreros ruptura política con Rivera.
radicalizados,
20 Se abre el Consejo Nacional de la CTM. Lornbardo pronuncia un
discurso en el que explica que no es deseable que la CTM apoye

416
 - - - -- -,._-----------~
ABRIL nistraciones obreras, en unos artículos titulados "Marxism n-
tra anarcosindicalisrno".
Principios París anuncia que el agente alemán de la GPU, Freichen-
bach, irá pronto a México. AGOSTO
7 El ejército italiano penetra en Albania.
13 Italia proclama la anexión de Albania. 8 Los Rosmer y Sieva llegan a México. La ley francesa ha designa-
14 Trotsky le escribe a la LCI una carta que titula "Ninguna inje- do a Trotsky como tutor de su nieto.
rencia", en la que les dice que se sientan totalmente libres en su 10 Diego asiste a un almuerzo del hermano de Almazán.
decisión de participar o no en la campaña electoral. 20 La Voz de México publica "Diego Rivera le ofrece sus servicios al
almazanisrno" .
MAYO 23 Uega a Moscú Von Ribbentrop, el ministro alemán de relacio-
nes exteriores; se firman el pacto germano-soviético y el proto-
Principios Futuro asegura que Rivera corno a Trotsky porque no colo secreto.
le pagaba la renta, y acusa a Trotsky de estar aliado con los 24 El Popular publica la noticia de la firma del pacto germano-so-
nazis. •. viético. Lo califica de "golpe magistral".
1 La Voz de México publica una entrevista con Laborde titulada 25 El señor Coulondre, embajador de Francia en Alemania, en uno
"Múgica, candidato de Trotsky en México". de sus últimos encuentros con Hitler, lo previene contra el peli-
3 Trotsky le escribe a su abogado francés, Rosenthal, informando- gro de una guerra cuyo único ganador pudiera ser Trotsky. Hit-
le que el gobierno mexicano le ha asegurado que en caso de ler, sin negar esta posibilidad, se contenta con hacer recaer esta
que Natalia tenga que ir a Francia a recoger a su nieto, lo haría responsabilidad sobre los gobiernos francés y británico.
como detentadora de un pasaporte mexicano.
5 Trotsky, Natalia y sus colaboradores se mudan a la casa de Viena. SEPTIEMBRE
11 Trotsky escribe "Industria nacionalizada y administración obrera".
23 La Voz de México publica, de Manuel Lobato, ..Hay que desen- La Wehrmacht ataca Polonia. Bajo la identidad de "Frank Jac-
mascarar el papel co ntrarrcvolucio nario del trotskismo". son", llega a Nueva York Ramón Mercader del Río.
2 Trotsky escribe "Stalin, intendente de Hitler".
JUNIO 3 Inglaterra y Francia le declaran la guerra a Alemania.
4 Cárdenas proclama la neutralidad de México en la guerra.
8-10 La T)"ozde México publica un artículo -"Molotov, la prensa 'se- Trotsky escribe "El pacto germano-soviético".
ria' y los trotskistasl-s- en el que se burla de Trotsky porque és- 8 La Voz de México publica "Judíos trotskistas apoyan a Almazán",
te se atrevió a escribir que la URSS estaba tendiéndole una ma- y "Trotsky, propagandista de la guerra".
no al III Reich. 14 Se funda el PA!'i.
15 Excélsior publica las declaraciones de Cárdenas contra la candida- 17 Cárdenas declara que la coyuntura de la guerra es favorable pa-
tura de Múgica a la presidencia. ra aumentar la producción en México. ,
19 El PCM anuncia su adhesión a la candidatura de Avila Camacho.
JULIO 20 El Popular publica "El anciano Trotsky: delira".

14 Múgica retira su candidatura diciendo que no quiere postularse I

como candidato independiente del PRM.
16 La Voz de México acusa a los trotskistas de actuar en alianza con
I OCTUBRE

12 Mercader entra a México vía Laredo. J. B. Matthews, del Comi-

los alrnazanistas en el sindicato petrolero. ~ té Dies, telefonea a Coyoacán para invitar a Trotsky a compare-
16-23 La Voz de México polemiza contra Trotsky acerca de las adrni- '. . cer acerca de la historia del estalinismo. Unos días después, ante

418 419
ABRIL nistraciones obreras, en unos artículos titulados "Marxismo con-
tra anarcosindicalisrno".
Principios París anuncia que el agente alemán de la GPU, Freichen-
bach, irá pronto a México. AGOSTO
7 El ejército italiano penetra en Albania.
13 Italia proclama la anexión de Albania. 8 Los Rosmer y Sieva llegan a México. La ley francesa ha designa-
14 Trotsky le escribe a la LCI una carta que titula "Ninguna inje- do a Trotsky como tutor de su nieto.
rencia", en la que les dice que se sientan totalmente libres en su 10 Diego asiste a un almuerzo del hermano de Almazán.
decisión de participar o no en la campaña electoral. 20 La Voz de México publica ..Diego Rivera le ofrece sus servicios al
almazanismo" .
MAYO 23 Uega a Moscú Von Ribbentrop, el ministro alemán de relacio-
nes exteriores; se firman el pacto germano-soviético y el proto-
Principios Futuro asegura que Rivera corno a Trotsky porque no colo secreto.
le ~agaba la renta, y acusa a Trotsky de estar aliado con los 24 El Popular publica la noticia de la firma del pacto germano-so-
naZIS. viético. Lo califica de "golpe magistral".
La Voz de México publica una entrevista con Laborde titulada 25 El señor Coulondre, embajador de Francia en Alemania, en uno
"Múgica, candidato de Trotsky en México". de sus últimos encuentros con Hitler, lo previene contra el peli-
3 Trotsky le escribe a su abogado francés, Rosenthal, informando- gro de una guerra cuyo único ganador pudiera ser Trotsky. Hit-
le que el gobierno mexicano le ha asegurado que en caso de ler, sin negar esta posibilidad, se contenta con hacer recaer esta
que Natalia tenga que irn Francia a recoger a su nieto, lo haría responsabilidad sobre los gobiernos francés y británico.
como detentadora de un pasaporte mexicano.
S Trotskv, Natalia v sus colaboradores se mudan a la casa de Viena. SEPTIEMBRE
11 Trotsky escribe "Industria nacionalizada y administración obrera".
23 La Voz de México publica, de Manuel Lobato, "Hay que desen- La Wehrmacht ataca Polonia. Bajo la identidad de "Frank Jac-
mascarar el papel contrarrevolucionnrio del trotskismo". son", llega a Nueva York Ramón Mercader del Río.
2 Trotsky escribe "Stalin, intendente de Hitler".
JUNIO 3 Inglaterra y Francia le declaran la guerra a Alemania.
4 Cárdenas proclama la neutralidad de México en la guerra.
8-10 La Voz de México publica un artículo -"Molotov, la prensa 'se- Trotsky escribe" El pacto germano-soviético".
ria' y los trotskistas"- en el que se burla de Trotsky porque és- 8 La Voz de México publica "Judíos trotskistas apoyan a Almazán",
te se atrevió a escribir que la URSS estaba tendiéndole una ma- y "Trotsky, propagandista de la guerra".
no al III Reich. 14 Se funda el PAN.
IS Excélsior publica las declaraciones de Cárdenas contra la candida- 17 Cárdenas declara que la coyuntura de la guerra es favorable pa-
tura de Múgica a la presidencia. ra aumentar la producción en México. ,
19 El PCM anuncia su adhesión a la candidatura de Avila Camacho.
JULIO 20 El Popular publica "El anciano Trotsky: delira".

14 Múgica retira su candidatura diciendo que no quiere postularse OCTUBRE

como candidato independiente del PRM.
16 La Voz de México acusa a los trotskistas de actuar en alianza con 12 Mercader entra a México vía Laredo. J. B. Matthcws, del mi-
los alrnazanistas en el sindicato petrolero. té Dies, telefonea a Covoacán para invitar a Trotsky a compare-
16-23 La Voz de México polemiza contra Trotsky acerca de las adrni- cer acerca de la historia del estalinismo. Unos días después, . ru

418 419
 pero todo esto en priva o.
23-24 El Pleno del cc del PC~'[ adopta
nistración, obrera de las empresas
una resolución
nacíonalizadas.
contra la admi- ---..¡--~.·--~~;;;iPi-os-F~.~tu~r~o~p~u~b;ll~ic;a~,dd~e'(Ó);s~c;a~r~CS1~'e~y~ditt~~;rem1ia:''''~"ni~rm'mlr<5'''''''''''''
del trotskismo".
3 Sylvia Ageloff vuelve a Nueva York.
NOVIEMBRE
.. 12-16 Congreso Extraordinario
sados, a puerta cerrada.
del rcxr. Campa y Laborde son expul-
5 Van Heijenoort se va a Estados Unidos. 19-26 Trotsky escribe" Por los Estados U nidos de América Latina".
30 El Ejército Rojo ataca Finlandia.
MARZO-ABRIL
DICIEMBRE

Trotsky se pasa unas vacaciones en Veracruz.

6 Los vespertinos del D. F. reproducen los cables de la United
Press e? ,los. que se anuncia que Trotsky va a comparecer ante ABRIL
el Comité Dies, acerca de "los partidos comunistas en general y
el PCM en particular".
6 Trotsky asegura que Rivera ha estado declarando que él
7 Trotsky escribe "El Comité Dies", para desmentir las afirmacio- (Trotsky) busca una reconciliación con Stalin.
nes del ~ía anterior. Dies declara que se le ha negado el visado 9 El ejército alemán invade Noruega y Dinamarca.
estadou~Idense a Trotsky porque "el gobieno mexicano no les dio
la segundad de que Trotsky sena admitido de vuelta en México". MAYO
11 Trotsky escribe "Por qué consentí en comparecer ante el Comité
Dies".
En el desfile del día de los trabajadores, el PCM y la CTM lanzan
12 Dies le retira la invitación a Trotsky. Trotsky escribe "A propósi- la consigna "IMuera Trotsky!"
to de la retractación de Dies" 10 Ofensiva del ejército alemán hacia el oeste. Churchill asume el
20 El Popular publica "Entre Coyoacán y Texas". cargo de Primer Ministro.
19 La Voz de México publica un verdadero balance de lo que sería la
preparación del asesinato de Trotsky, 1)"".
1940
24 Atentado de un grupo de veinte hombres, dirigidos por Síquei-
ros, contra la casa y la vida de Trotsky. Fallan. Trotsky sale ile-
ENERO
so del ataque.
25 El Popular declara: el atentado fue una provocación de las C0111-
Princifios FUlur~ ~cusa a Trotsky de ser agente yanqui. Sylvia Ageloff pañías petroleras y del imperialismo americano para acusar a las
VIene a México para encontrarse con "[acson". organizaciones obreras, sobre todo al PCM. . ..
25 El cc del PCM designa una comisión depuradora. 27 Los colaboradores de Trotsky mencionan por primera vez la posibili-
dad de que Siqueiros haya estado implicado en el atentado. Trotsky
FEBRERO
dice que el famoso pintor es agente de la GPU probablemente desde
1928. La Asociación Nacionalista declara que el atentado prueba el
11 Acuerdo comercial germano-ruso. peligro que implica para México la presencia de Trotsky. Trotsky
27 Trotsky escribe "Testamento". . envía una carta al Procurador General de la República.
28 Cárdenas propone "Los catorce puntos de la reorganización de 28 "[acsori" y Trotsky se conocen. Capitula el rey ?e los belgas ",
PEMEX".
30 En un mitin en el teatro Hidalgo los lombardistas y comunistas
lanzan la teoría del "autoasalto" de Trotsky para acusar al rc:'>!.

420 42l
 - -
31 Trotsky le escribe a Cárdenas para manifestarle su' desacuerdo JULIO
. f el
con la versión del autoasalto y pedir la liberación de dos de sus 1 Excélsio: duda si Vidali no es un agente de la GPU y SI no ue
colaboradores arrestados. Cárdenas ordena inmediatamente la li- .efe del comando del 24 de mayo. . .
beración de estos últimos. J . . de Trotsky frente a la Corte. D('~pués de un viaje a
2 Tesumoruo I México
Estados Unidos, "Jacson" emprende e regl' ,,' a j " .

JUNIO ib "Pavón Flores procurador Lie. la GPU .

3 Trots k y escri e, " .
7 Elecciones presidenciales . en . México.
d ~ tomar" e l' te en 1a casa ..., de
Ante la detención de tres miembros del PCM sospechosos de ha- 8 "Jacson" Y Sylvia son mvita os u
ber participado en el atentado, varias organizaciones filiales del
Trotsky y Natalia.
PCM o de la CTM protestan por medio de telegramas o cartas, y
lo seguirán haciendo durante todo el mes.
8 Trotsky escribe "Stalin busca mi muerte". La Voz de México se AGOSTO
burla de Trotsky porque quiere acusar al PCM. . .' de los bombardeos sistemáticos de la Luftwaffe sobre
8 P nnClplO
10 "Trotsky ve agentes de la GPU hasta en la sopa", dice El Popular.
Entrada en guerra de Italia en alianza con Alemania. Inglaterra. . . I GPU" donde explica los me-
17 Trotsky escribe "La COlluntel n ya, d 1940) Trotsky
12 Segunda visita "tIe "jacson" a casa de Trotsky. . , d I PC~I (ver marzo e .
canismos de la depuraClon el. . li "
13 El Popular publica una declaración del PCM: "Soma víctimas, .' 1
ib ..Los Sll1dlcatüS en a ep 'oca del lmpena isrno . . . T
junto con la policía, de una enorme provocación". escri e. . 1 ueblo italiano que celebre su victoria mi 1-
14 Entrada del ejército alemán a París. 20 Mussohlll ordena a p. , . S r "Jacson" hiere mortal-
tar sobre las tropas bnta!1lcas en ?ma la. b
15 Cárdenas comunica a la Gran Bretaña que si quiere restable cr mente a Trotsky de un golpe de pwlet en la ea eza.
relaciones con México debe reconocer el derech de Méxi o a
21 Trotsky muere a las ~?~~Oh~1~~s'93 de agosto de 1940, un corte-
expropiar y no intervenir en sus asunto internos.
17 E~ gobierno de Petain busca negociar un arruistici n Al ma- 22 foe f~~~:~~: ~eIO~n~~n~5~c~~Ül pe~'sonas acompaña el cuerpo de
ma.
Trotsky hasta el cremator;o. 1 PCM de "traición a la
18 Treinta miembros del POI están detenidos. Tod par ce indi ar dí más tarde Cardenas acusa a ,
Unos las, L' T tsky
que son culpables; la policía busca al prófugo iqu ir y ti u- patria", por su papel en el atentado contra eon 1'0 .
ñados, los hermanos Arenal.
19 Inspección judicial en casa de Trotsky.
24 Trotsky le pide al jup que Narciso Bassols, en su calidad de
embajador de París, sea llamado a declarar acerca de los repa-
triados mexicanos de España.
25 Bassols acusa a Trotsky de ser un calumniador. La policía en-
cuentra el cadáver de Bob Sheldon Harte, uno de los guardias
de Trotsky, que desapareció el día del atentado. Armisticio fran-
co-alemán.
27 El Popular publica la declaración del PCM por medio de la cual
niega que Siqueiros, los Arenal y P\00l sean miembros del PCM y
repudia el terrorismo.
30 Vittorio Vidali, alias "Carlos Contreras", publica en El Universal
una carta de protesta contra la versión de su participación en el
atentado; también niega haber pertenecido a la GPU.

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