Horizontes neoliberales
en la subjetividad
Jorge Aleman
migrame2 Joc AUMAN
la propia experiencia psicoanaitica as experiencia politicas|
delos'70 en Argentina, a interpelacién de a escritura posta,
la responsabilidad institucional ene interior del Gobierno sa-
Lente las distntassingularidades de las experiencas atinoa-
‘mericanas, el final del suefo europeo y sus nuevas torsiones,
cl nuevo ¢ ireversible malestar en la cultura y la iupcién
de un fuerza politica populista de izquierda con una frontera
‘crucial con el republicanismo en Espana,
Lo ertoes quebe trtado de discernir una vez més lo que
‘puede ser una ldgica emancipatoria, siempre muy frégil de
‘por si, con las “malas noticias” del psicoandlisis con respec:
to al sueto ilustrado. Pero ahora, con otra vuelta de tuerce,
promovida por los limos cambios politicos en América lati
‘na y Europa, Puntwalmente, las vicsitudes de la experiencia
‘del kirchnerismo y la emergencia de Podemas en sus distintas|
‘vertientes,
Por supuesto, como no podrfa ser de otro modo, mi pro-
fundo agradecimiento a todo el espectro de conversaciones,
‘voces y lecturas que intervinieron en la urdimbre textual que
aqui se presenta y que no nombro, a sabiendas de que podrfa
‘olvidar algtin nombre importantisimo, por razones insonda-
‘bles o por simple torpeza,
Por sltimo, también se lo dedico a Jos buenos contrincan-
tes que mueven el avispero.
Horizontes neoliberales en la subjetividad
I
Después de Gramsci, el poder no puede ser pensado en
‘elcampo emancipatorio,finicamente en su aspecto coeritivo
y localizado. Hay una linea que, partiendo de Gramsc y si-
uiendo por Althusser, Foucault, y otros, nos indica que el po-
ser no solamente oprime, sino que fabrica cansensos estable-
celaorientacin subjetiva y produce una trama simbdlica que
funciona de modo “invisible”, naturalizando as ideas domi-
nantes y donde siempre, y en esto consiste su éxito definitivo,
esconde su acto de imposicién. El procedimiento de los me-
dios orientados por las corporaciones dominantes se define
‘como un acto de entunciacidn que siempre busca esconder st
cardcter historic, y tambien los intereses que promueve bajo
tun modo supuestamente universal. En este aspecto, el orden
simbelico que atraviesa al Neoliberalismo, se comporta como
‘un dispositive racional que eparenta promover diversas for-
smas de subjtividad, mientras la repeticién de lo mismo en el
cizculto llimitado de la mercancla prosigue su mascha ince
sante y circular. Sin embargo, en la medida en que fos medios
de comunicacién, més ala de sus diversas modalidades de
transmisiGn, se sostienen en el Ienguale, es necesario, segin
nuestro juicio, despejar una confusion muy habitual entre las
ciencias sociales y las flosofias contemporéneas concernidas
poresta cuestion.“ once ase
Fs determinante admitir que, cuando se trata del orden
simbslico del lenguaje en sus distintas variantes y modos de
‘comparecenca, siempre se deben dstinguir dos dimensiones
distintas de dicho orden. En primer lugar hay que sefalar de
fentrada la “dependencia y subordinacién’” del ser hablante
‘con respecto al orden estructural u ontoldgico del lenguaje
‘con respecto ala constitucién del sujeto. Elser vivo es cap-
turado por el lenguaje para volverio un sujto. Esta captura
se establece antes de su nacimientoy prosigue después de su
‘muerte, Tal dependencia del sujeto que solo se puede const
tuir de ese modo, siendo siempre un efecto del lenguaje que
lo precede, exige ser dstinguida dela dominacin construida
dena forma socio-histérica, Son dos vertientes de lo simbs-
Tico que, aunque se presenten en la llamada realidad fenomé-
rica mezcadas, obedecen a ldgicas radicalmente diversas y
dlistntas. La primera dependencia simbélica es ineliminable
y constitutiva del sujeto. La segunda en tanto construcci6n
Socio-histérica, es susceptible de distinta transformaciones
epocales,
‘Lo que le otorga su especificdad terminante al Neolibe-
ralismo es que es el primer régimen hist6rico que intenta por
todos los medios alcanzar la primera dependencia simb lic,
afectar tanto los cuerpos como la captura por la palabra del
ser vivo en su dependencia estructural. SeRalemos que dicha