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TEMPERATURA DE COLOR

CALIDO NEUTRO FRIO

La temperatura de color de una


fuente de luz se define comparando su color dentro del espectro
luminoso con el de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a
una temperatura determinada. Por este motivo esta temperatura de
color se expresa en kelvin, a pesar de no reflejar expresamente una
medida de temperatura, por ser la misma solo una medida relativa.

Existe una explicación un poco más “seria”: Un cuerpo teórico


llamado cuerpo negro, el cual no absorbería ni refleja ninguna frecuencia
lumínica, es capaz de irradiar luz según aumenta de temperatura. A
cada temperatura a la que se caliente dicho cuerpo emitirá una
determinada longitud de onda (color) que tendrá una energía máxima.
Esa sería la temperatura de color. Lo más parecido a dicho cuerpo son
las estrellas, aunque éstas absorben una cierta cantidad de luz de
diversos colores según sea su composición. De hecho, analizando el
espectro de colores de la luz emitida por una estrella, se puede
averiguar su temperatura y su composición en base a las líneas
ausentes en el mismo.

Aunque aparentemente todas las fuentes de luz son blancas, esto no es


mas que una adaptación que hace nuestro cerebro, que en este sentido
se comporta de manera parecida al modo de "balance de blancos
automático" de algunas cámaras digitales y de vídeo. A veces pueden
verse los diferentes colores de las fuentes de luz si ponemos distintos
tipos de bombillas, fluorescentes o halógenos juntos. Entonces si que
notamos claramente que, aunque todos iluminan, cada una de las
fuentes de luz aparece como de un color distinto. Una consecuencia
práctica en la vida diaria de todo esto la tenemos en las tiendas de ropa,
donde una misma prenda puede aparecer de color distinto dentro de la
tienda (iluminación artificial, con una determinada temperatura de color)
y fuera de ella (luz solar, con otra temperatura distinta). Y precisamente
es en la fotografía para catálogos de moda e industriales donde mas se
mide la exactitud de reproducción de color, ajustando exactamente la
temperatura de color de la toma, para evitar colores "falsos".

La unidad de medida es el Kelvin (K), a veces llamado grados Kelvin, y


viene derivada de la teoría antes explicada sobre que los colores
aparecen al calentar un cuerpo ideal, y que según la temperatura que
alcance irradia unos u otros colores. Mientras que el cerebro humano
equilibra la luz, los sensores de las cámaras digitales y la película
fotográfica registran con diferencias palpables lo que realmente está
ocurriendo con la iluminación.

Las luces cálidas, neutras y frías

Se denominan fuentes lumínicas cálidas a aquellas que, debido a su


temperatura de color, tienen tonos cercanos al rojo, y frías las que
tienen tonos próximos al azul. Las fuentes lumínicas situadas en el
medio de ambas se consideran neutras.

Un caso interesante es la luz que percibimos del sol, que varía su


temperatura de color dependiendo de la hora del día o la presencia o
ausencia de nubes. Esto es debido a que la luz solar tiene que atravesar
más o menos cantidad de gases en la atmósfera según la hora del día y
su posición en el cielo, o según haya o no nubes, con lo que se absorben
antes las frecuencias altas de la luz, esto es, la gama azul/ultravioleta
(salvo para los que tengáis el agujero de ozono encima), quedando una
luz más rojiza (cálida), sobre todo al amanecer y atardecer.

En determinados tipos de luces, como los fluorescentes y algunas de las


que alumbran carreteras y sitios públicos, la temperatura de color es
una media, ya que la luz que emiten no es del mismo tipo que una
bombilla normal. En las bombillas tradicionales la luz se produce por
incandescencia, mientras que en los fluorescentes se genera por
descarga eléctrica en un gas. En los casos de descarga de gas faltan
colores en la luz que irradian, que para más desgracia varían entre
fabricantes y tipos de focos, y hacen muy complicado ver los objetos con
colores reales.
Para hacernos una idea de cómo afecta la luz al color, consideremos una
habitación de paredes blancas con muebles de madera clara. Si la
iluminamos con luces cálidas, se acentuarán los tonos marrones de los
muebles y las paredes absorben el color y se destaca un tono
amarillento. El conjunto tendrá un aspecto cálido muy agradable. Ahora
bien, si iluminamos el mismo cuarto con luces frías, se acentuarán los
tonos verdes y azules de muebles y paredes dándole un aspecto frío a la
sala.

Led y la temperatura de color

Una de las principales ventajas del led es que en su proceso de


fabricación de determina la temperatura de color que se desa obtener.
(Depende del compuesto químico que se combina como puede ser el
Galio, Indio, aluminio, etc) Mas info: Wikipedia
Gracias a esta tecnología los productos de iluminación led emiten luz
solo en el espectro lumínico para el que han sido fabricados, y no emiten
radiación en frecuencias como la ultravioleta o infrarroja como ocurre
con otras tecnologías como los fluorescentes (tubos o bombillas de bajo
consumo) e incandescentes que pueden perjudicar a los objetos que
iluminan.

Habitualmente, en leds, se hablan de 3 grupos de temperatura


de color:

 Luz Cálida: (Temperaturas de color entre 2800ºK y 3500ºK).


Equivale a la luz que producían las bombillas incandescentes y los
focos halógenos. Es recomendable en tiendas de ropa, fruterías,
panaderías, charcuterias y carnicerías (estas 2 últimas es más
habitual incluso una iluminación de tono rosa). En el caso de
viviendas, se recomiendo su instalación en estancias como el
salón y los dormitorios.

 Luz Neutra: (Temperaturas de color entre 3800ºK y 4500ºK) dicen


los expertos que es la luz más natural. Se puede instalar en
cualquier entorno que no requiera del matiz específico que puedan
aportar las otras 2 categorías.
 Luz Fría: (Temperaturas de color de mas de 5000ºK). Equivale a la
luz de un día muy soleado o nublado. Una de las ventajas de la luz
fría es que a la misma intensidad aporta una mayor cantidad de
lumens lo que genera una percepción mayor de luminosidad. Es
una luz muy recomendada para pescaderías y joyerías. Respecto a
viviendas, es habitual encontrarlo en cocinas y baños. Aunque
los/las expertos/as en maquillaje recomiendan siempre luces
cálidas ya que tienen la ventaja de aportar una mejor gama
cromática.

DESLUMBRAMIENTO
El deslumbramiento es un fenómeno de la visión que produce molestia o
disminución en la capacidad para distinguir objetos, o ambas cosas a la
vez, debido a una inadecuada distribución o escalonamiento
de luminancias, o como consecuencia de contrastes excesivos en el
espacio o en el tiempo.
Este fenómeno actúa sobre la retina del ojo en la cual produce una
enérgica reacción fotoquímica, insensibilizándola durante un cierto
tiempo, transcurrido el cual vuelve a recuperarse.
Los efectos que originan el deslumbramiento pueden ser de
tipo psicológico (molesto) o de tipo fisiológico (perturbador). En cuanto a
la forma de producirse puede ser directo como el proveniente de
lámparas, luminarias o ventanas, que se encuentren situadas dentro del
campo visual, o reflejado por superficies de gran reflectancia,
especialmente superficies especulares como las del metal pulido.
Los principales factores que intervienen en el deslumbramiento son:
 La luminancia de la fuente de luz o de las superficies iluminadas. A
mayor luminancia corresponde mayor deslumbramiento.

 Las dimensiones de la fuente de luz en función del ángulo


subtendido por el ojo a partir de los 45º con respecto a la vertical

 La situación de la fuente de luz. Cuanto más lejos se encuentre la


fuente en la línea de visión, menor deslumbramiento produce.
También disminuye el deslumbramiento a medida que la fuente
queda más por encima del ángulo visual.

 El contraste entre la luminancia de la fuente de luz y la de sus


alrededores. A mayor contraste de luminancia, mayor
deslumbramiento. Las máximas relaciones de luminancia
admisibles en el campo visual del observador, al objeto de evitar
el deslumbramiento, se dan en la siguiente tabla:

Máxima relación de luminancia


Objetos
admisible

Tarea visual y Superficie de


3:1
trabajo

Tarea visual y Espacio


10:1
circundante

Fuente de luz y Fondo 20:1

Campo visual 4:1

 El tiempo de exposición. Una luminancia de valor bajo puede


producir deslumbramiento si el tiempo de exposición es largo.
Dado los efectos tan perjudiciales que produce el
deslumbramiento, deben tomarse todas las medidas posibles para
evitarlo.

INDICE DE RENDIMIENTO DE COLOR

El IRC o Ra se califica de 0 a 100 en el Índice de rendimiento de color


(IRC o Ra), describe como una fuente de luz hace que el color de un
objeto aparezca a los ojos humanos y qué las variaciones sutiles en
tonos de color son reveladas. Cuanto mayor sea el IRC o Ra, mejor es
su capacidad de rendimiento de color. Cuando la calificación del IRC o
Ra es 0, lo único que se ve es en escala de grises. Todas nuestras
linternas y las luces halógenas tienen un IRC o Ra de más de 95. Las
luces fluorescentes por lo general tienen un IRC o Ra de 70 a 75.
También se puede entender, para tener un patrón, que el IRC o Ra de
100 es la propia luz del día.
Entre 2000K y 5000K, la fuente de referencia es cálido (3000K) y
neutro (5000K) y por encima de 5000 K, es la “más parecida” a la luz
del día. Las bombillas incandescentes tienen una calificación de IRC
de 100, pero todavía están lejos de ser capaces para la reproducción
de los colores y combinaciones. ¿Por qué? Con una temperatura de
color de 2700K son demasiado débiles en el espectro azul de lo que
es casi imposible distinguir entre varios tonos de azulados.
La calificación IRC o Ra de 100 significa simplemente que las 8
muestras se ven exactamente igual que lo haría una fuente de luz
hacia un cuerpo negro a 2700K. Lo mismo puede decirse de las
lámparas que superen los 6000k en temperatura de color, ya que son
demasiado débiles en el espectro rojo, por lo que los rojos y naranjas
parecen demasiado similares. Una temperatura de color de 7500K y
sobre un IRC o Ra de 100 no es necesariamente la representación
ideal del color. Una fuente de luz ideal para la reproducción de los
colores tendrá tanto una temperatura de color similar a la luz diurna y
un alto valor de IRC.

LAMPARAS INCANDESCENTES

Las lámparas incandescentes fueron la primera forma de generar luz a partir de la


energía eléctrica. Desde que fueran inventadas, la tecnología ha cambiado mucho
produciéndose sustanciosos avances en la cantidad de luz producida, el consumo y la
duración de las lámparas. Su principio de funcionamiento es simple, se pasa una
corriente eléctrica por un filamento hasta que este alcanza una temperatura tan alta
que emite radiaciones visibles por el ojo humano.
La incandescencia
Todos los cuerpos calientes emiten energía en forma de radiación electromagnética.
Mientras más alta sea su temperatura mayor será la energía emitida y la porción
del espectro electromagnético ocupado por las radiaciones emitidas. Si el cuerpo pasa
la temperatura de incandescencia una buena parte de estas radiaciones caerán en la
zona visible del espectro y obtendremos luz.

La incandescencia se puede obtener de dos maneras. La primera es por combustión de


alguna sustancia, ya sea sólida como una antorcha de madera, líquida como en una
lámpara de aceite o gaseosa como en las lámparas de gas. La segunda es pasando una
corriente eléctrica a través de un hilo conductor muy delgado como ocurre en las
bombillas corrientes. Tanto de una forma como de otra, obtenemos luz y calor (ya sea
calentando las moléculas de aire o por radiaciones infrarrojas). En general los
rendimientos de este tipo de lámparas son bajos debido a que la mayor parte de la
energía consumida se convierte en calor.

Rendimiento de una lámpara incandescente

La producción de luz mediante la incandescencia tiene una ventaja adicional, y es que la


luz emitida contiene todas las longitudes de onda que forman la luz visible o dicho de
otra manera, su espectro de emisiones es continuo. De esta manera se garantiza una
buena reproducción de los colores de los objetos iluminados.
Características de una lámpara incandescente

Entre los parámetros que sirven para definir una lámpara tenemos las características
fotométricas: la intensidad luminosa, el flujo luminoso y el rendimiento o eficiencia.
Además de estas, existen otros que nos informan sobre la calidad de la reproducción de
los colores y los parámetros de duración de las lámparas.

Características cromáticas

Los colores que vemos con nuestros ojos dependen en gran medida de las características
cromáticas de las fuentes de luz. Por poner un ejemplo, no se ve igual una calle de noche a
la luz de las farolas iluminadas por lámparas de luz blanca que con lámparas de luz
amarilla.

A la hora de describir las cualidades cromáticas de las fuentes de luz hemos de considerar
dos aspectos. El primero trata sobre el color que presenta la fuente. Y el segundo describe
cómo son reproducidos los colores de los objetos iluminados por esta. Para evaluarlos se
utilizan dos parámetros: la temperatura de color y el rendimiento de color que se mide con
el IRC.

La temperatura de color hace referencia al color de la fuente luminosa. Su valor coincide


con la temperatura a la que un cuerpo negro tiene una apariencia de color similar a la de
la fuente considerada. Esto se debe a que sus espectros electromagnéticos respectivos
tienen una distribución espectral similar. Conviene aclarar que los conceptos temperatura
de color y temperatura de filamento son diferentes y no tienen porque coincidir sus
valores.

El rendimiento en color, por contra, hace referencia a cómo se ven los colores de los
objetos iluminados. Nuestra experiencia nos indica que los objetos iluminados por un
fluorescente no se ven del mismo tono que aquellos iluminados por bombillas. En el
primer caso destacan más los tonos azules mientras que en el segundo lo hacen los rojos.
Esto se debe a que la luz emitida por cada una de estas lámparas tiene un alto porcentaje
de radiaciones monocromáticas de color azul o rojo.

Fuente de luz blanca. Fuente de luz monocromática.

Para establecer el rendimiento en color se utiliza el índice de rendimiento de color (IRC o


Ra) que compara la reproducción de una muestra de colores normalizada iluminada con
nuestra fuente con la reproducción de la misma muestra iluminada con una fuente patrón
de referencia.

Características de duración

La duración de una lámpara viene determinada básicamente por la temperatura de trabajo


del filamento. Mientras más alta sea esta, mayor será el flujo luminoso pero también la
velocidad de evaporación del material que forma el filamento. Las partículas evaporadas,
cuando entren en contacto con las paredes se depositarán sobre estas, ennegreciendo la
ampolla. De esta manera se verá reducido el flujo luminoso por ensuciamiento de la
ampolla. Pero, además, el filamento se habrá vuelto más delgado por la evaporación del
tungsteno que lo forma y se reducirá, en consecuencia, la corriente eléctrica que pasa por
él, la temperatura de trabajo y el flujo luminoso. Esto seguirá ocurriendo hasta que
finalmente se rompa el filamento. A este proceso se le conoce como depreciación
luminosa.

Para determinar la vida de una lámpara disponemos de diferentes parámetros según las
condiciones de uso definidas.

 La vida individual es el tiempo transcurrido en horas hasta que una lámpara se


estropea, trabajando en unas condiciones determinadas.

 La vida promedio es el tiempo transcurrido hasta que se produce el fallo de la


mitad de las lámparas de un lote representativo de una instalación, trabajando en
unas condiciones determinadas.

 La vida útil es el tiempo estimado en horas tras el cual es preferible sustituir un


conjunto de lámparas de una instalación a mantenerlas. Esto se hace por motivos
económicos y para evitar una disminución excesiva en los niveles de iluminación en
la instalación debido a la depreciación que sufre el flujo luminoso con el tiempo.
Este valor sirve para establecer los periodos de reposición de las lámparas de una
instalación.

 La vida media es el tiempo medio que resulta tras el análisis y ensayo de un lote de
lámparas trabajando en unas condiciones determinadas.

La duración de las lámparas incandescentes está normalizada; siendo de unas 1000 horas
para las normales, para las halógenas es de 2000 horas para aplicaciones generales y de
4000 horas para las especiales.
Factores externos que influyen en el funcionamiento de las lámparas

Los factores externos que afectan al funcionamiento de las lámparas son la temperatura
del entorno dónde esté situada la lámpara y las desviaciones en la tensión nominal en los
bornes.

La temperatura ambiente no es un factor que influya demasiado en el funcionamiento de


las lámparas incandescentes, pero sí se ha de tener en cuenta para evitar deterioros en los
materiales empleados en su fabricación. En las lámparas normales hay que tener cuidado
de que la temperatura de funcionamiento no exceda de los 200º C para el casquillo y los
370º C para el bulbo en el alumbrado general. Esto será de especial atención si la lámpara
está alojada en luminarias con mala ventilación. En el caso de las lámparas halógenas es
necesario una temperatura de funcionamiento mínima en el bulbo de 260º C para
garantizar el ciclo regenerador del wolframio. En este caso la máxima temperatura
admisible en la ampolla es de 520º C para ampollas de vidrio duro y 900º C para el cuarzo.

Las variaciones de la tensión se producen cuando aplicamos a la lámpara una tensión


diferente de la tensión nominal para la que ha sido diseñada. Cuando aumentamos la
tensión aplicada se produce un incremento de la potencia consumida y del flujo emitido
por la lámpara pero se reduce la duración de la lámpara. Análogamente, al reducir la
tensión se produce el efecto contrario.

Efecto de las variaciones de tensión (%) sobre las características


de funcionamiento de las lámparas incandescentes

Partes de una lámpara

Las lámparas incandescentes están formadas por un hilo de wolframio que se calienta por
efecto Joule alcanzando temperaturas tan elevadas que empieza a emitir luz visible. Para
evitar que el filamento se queme en contacto con el aire, se rodea con una ampolla de
vidrio a la que se le ha hecho el vacío o se ha rellenado con un gas. El conjunto se
completa con unos elementos con funciones de soporte y conducción de la corriente
eléctrica y un casquillo normalizado que sirve para conectar la lámpara a la luminaria.
Tipos de lámparas

Existen dos tipos de lámparas incandescentes: las que contienen un gas halógeno en su
interior y las que no lo contienen:

Lámparas no halógenas

Entre las lámparas incandescentes no halógenas podemos distinguir las que se han
rellenado con un gas inerte de aquellas en que se ha hecho el vacío en su interior. La
presencia del gas supone un notable incremento de la eficacia luminosa de la lámpara
dificultando la evaporación del material del filamento y permitiendo el aumento de la
temperatura de trabajo del filamento. Las lámparas incandescentes tienen una duración
normalizada de 1000 horas, una potencia entre 25 y 2000 W y unas eficacias entre 7.5 y 11
lm/W para las lámparas de vacío y entre 10 y 20 para las rellenas de gas inerte. En la
actualidad predomina el uso de las lámparas con gas, reduciéndose el uso de las de vacío a
aplicaciones ocasionales en alumbrado general con potencias de hasta 40 W.

Lámparas con gas Lámparas de vacío


Temperatura del filamento 2500 ºC 2100 ºC
Eficacia luminosa de lalámpara 10-20 lm/W 7.5-11 lm/W
Duración 1000 horas 1000 horas
Pérdidas de calor Convección y radiación Radiación
Lámparas halógenas de alta y baja tensión

En las lámparas incandescentes normales, con el paso del tiempo, se produce una
disminución significativa del flujo luminoso. Esto se debe, en parte, al ennegrecimiento de
la ampolla por culpa de la evaporación de partículas de wolframio del filamento y su
posterior condensación sobre la ampolla.

Agregando una pequeña cantidad de un compuesto gaseoso con halógenos (cloro, bromo
o yodo), normalmente se usa el CH 2Br2, al gas de relleno se consigue establecer un ciclo de
regeneración del halógeno que evita el ennegrecimiento. Cuando el tungsteno (W) se
evapora se une al bromo formando el bromuro de wolframio (WBr 2). Como las paredes de
la ampolla están muy calientes (más de 260 ºC) no se deposita sobre estas y permanece en
estado gaseoso. Cuando el bromuro de wolframio entra en contacto con el filamento, que
está muy caliente, se descompone en W que se deposita sobre el filamento y Br que pasa
al gas de relleno. Y así, el ciclo vuelve a empezar.

El funcionamiento de este tipo de lámparas requiere de temperaturas muy altas para que
pueda realizarse el ciclo del halógeno. Por eso, son más pequeñas y compactas que las
lámparas normales y la ampolla se fabrica con un cristal especial de cuarzo que impide
manipularla con los dedos para evitar su deterioro.

Tienen una eficacia luminosa de 22 lm/W con una amplia gama de potencias de trabajo
(150 a 2000W) según el uso al que estén destinadas. Las lámparas halógenas se utilizan
normalmente en alumbrado por proyección y cada vez más en iluminación doméstica.

Eficacia

Al establecer la eficacia de este tipo de lámparas hay que diferenciar entre la eficacia de la
fuente de luz y la de los elementos auxiliares necesarios para su funcionamiento que
depende del fabricante. En las lámparas, las pérdidas se centran en dos aspectos: las
pérdidas por calor y las pérdidas por radiaciones no visibles (ultravioleta e infrarrojo). El
porcentaje de cada tipo dependerá de la clase de lámpara con que trabajemos.
Balance energético de una lámpara de descarga

La eficacia de las lámparas de descarga oscila entre los 19-28 lm/W de las lámparas de luz
de mezcla y los 100-183 lm/W de las de sodio a baja presión.

Eficacia sin balasto


Tipo de lámpara
(lm/W)
Fluorescentes 38-91
Luz de mezcla 19-28
Mercurio a alta
40-63
presión
Halogenuros
75-95
metálicos
Sodio a baja presión 100-183
Sodio a alta presión 70-130

Características de duración

Hay dos aspectos básicos que afectan a la duración de las lámparas. El primero es la
depreciación del flujo. Este se produce por ennegrecimiento de la superficie de la
superficie del tubodonde se va depositando el material emisor de electrones que recubre
los electrodos. En aquellas lámparas que usan sustancias fluorescentes otro factor es la
perdida gradual de la eficacia de estas sustancias.

El segundo es el deterioro de los componentes de la lámpara que se debe a la degradación


de los electrodos por agotamiento del material emisor que los recubre. Otras causas son
un cambio gradual de la composición del gas de relleno y las fugas de gas en lámparas a
alta presión.

Tipo de lámpara Vida promedio (h)


Fluorescente estándar 12500

Luz de mezcla 9000

Mercurio a alta presión 25000

Halogenuros metálicos 11000

Sodio a baja presión 23000

Sodio a alta presión 23000


LUMINANCIA

En Fotometría, la luminancia se define como la densidad angular y superficial de flujo


luminoso que incide, atraviesa o emerge de una superficie siguiendo una dirección
determinada. Alternativamente, también se puede definir como la densidad superficial
de intensidad luminosa en una dirección dada.

La definición anterior se formaliza con la expresión siguiente:

donde:

 LV es la luminancia, medida en Nits o candelas /metro2.

 F es el flujo luminoso, en lúmenes.

 dS es el elemento de superficie considerado, en metros2.

 dΩ es el elemento de ángulo sólido, en estereorradianes.

 θ es el ángulo entre la normal de la superficie y la dirección considerada.

La luminancia se puede definir a partir de la magnitud radiométrica de la radiancia sin más


que ponderar cada longitud de onda por la curva de sensibilidad del ojo. Así, si L V es la
luminancia, Lλ representa la radiancia espectral y V(λ) simboliza la curva de sensibilidad del
ojo, entonces:

De forma no rigurosa, se puede considerar que el equivalente psicológico de la luminancia


es el "brillo". Por ejemplo, considerando el caso de la emisión o reflexión de luz por parte
de superficies planas y difusas, la luminancia indicaría la cantidad de flujo luminoso que el
ojo percibiría para un punto de vista particular. En este caso, el ángulo sólido que interesa
es el subtendido por la pupila del ojo.

En una transmisión de señal de vídeo, la luminancia es la componente que codifica la


información de luminosidad de la imagen. En términos generales, es algo muy similar a la
versión en blanco y negro de la imagen original. Luminancia y crominancia combinadas
proporcionan la señal denominada señal de vídeo compuesto, utilizada en multitud de
aplicaciones; o transmitirse independientemente. Forman parte de la codificación de vídeo
en los estándares de TV NTSC y PAL, entre otros.

Es un término comúnmente utilizado en el procesamiento digital de imágenes para


caracterizar a cada píxel. En el sistema de color RGB, la luminancia Y de un pixel se calcula
con la expresión matemática:

Y = 0,299R + 0,587G + 0,114B

Unidades de fotometría del SI

Magnitud Símbolo Unidad del SI Abrev. Notas

Energía A veces se usa la


Qv lumen segundo lm·s
luminosa denominación talbot, ajena al SI

Medida de la potencia luminosa


Flujo luminoso F lumen (= cd·sr) lm
percibida

Intensidad
Iv candela (= lm/sr) cd Una unidad básica del SI
luminosa

candela por metro A veces se usa la denominación nit,


Luminancia Lv cd/m2
cuadrado ajena al SI

Usado para medir la incidencia de


Iluminancia Ev lux (= lm/m2) lx
la luz sobre una superficie

Emitancia Usado para medir la luz emitida por


Mv lux (= lm/m2) lx
luminosa una superficie

Eficacia razón entre flujo luminoso y flujo


η lumen por vatio lm/W
luminosa radiante

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