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CONCEPTO DE TÉCHNE
El termino TÉCHNE, cubría un campo de objetos mucho mas vasto que nuestra palabra “arte”. No existía en Grecia una
palabra para designar al “arte”. El término TÉCHNE cubría una amplia gama de oficios y técnicas, designaba una habilidad
productiva, una destreza tanto mental como manual. El escultor era un TECHNÍTES, un artífice, tanto como el carpintero o el
constructor de barcos.
Según Aristóteles, la técnica era un modo de saber o de conocimiento, que debe ser adquirido por la enseñanza, la
práctica y la experiencia. Así convertido en una tenencia del hombre, éste tiene la capacidad de producir algo, con saber o
conocimiento de lo que produce. Hay pues tres elementos constitutivos y esenciales: el SABER, la TENENCIA, la
PRODUCCIÓN:
1) LA TÉCNICA ENTENDIDA COMO SABER: Aristóteles establece los grados ascendentes del conocimiento: SENSACIÓN,
MEMORIA, EXPERIENCIA, TÉCNICA y por encima de todos estos conocimientos están la CIENCIA y la FILOSOFÍA. En esta
clasificación, se muestra el ascenso de los saberes particulares a los universales; de los contingentes, a los necesarios; de los
empíricos, a los racionales. El saber técnico es universal por su validez; necesario, por el conocimiento de las causas o del
por qué de lo sabido, y racional por la facultad cognoscitiva que en él interviene. Sin embargo difiere de la filosofía -como
indica Platón- porque los saberes técnicos son especializados, restringidos a dominios parciales de conocimientos, puesto
que éstos se encaminan a la producción de una obra determinada.
Las técnicas se diversifican jerárquicamente y el valor de ellas depende de su aproximación al ideal de la teoría. Las primeras
técnicas en aparecer están al servicio de las necesidades o de las urgencias vitales que le permitieron al hombre vivir o
sobrevivir. Finalmente hay otras que procuran placer, que por su desinterés con las más altas y las que aparecieron más
tarde. Por su inutilidad, la técnica superior preanuncia el surgimiento de la ciencia especulativa y de la filosofía.
2) LA TÉCNICA ENTENDIDA COMO TENENCIA: En la técnica el conocimiento se obtiene en virtud de la ejercitación y la
práctica. Mediante la práctica y la ejercitación se adquiere un saber que constituye algo así como la segunda naturaleza del
hombre. En la “tenencia” se incluye tres ingredientes fundamentales:
- Es algo que se tiene, no que se es.
- No se posee de manera accidental y fortuita o transitoria, sino que se la tiene de modo duradero o constante.
- Es independiente del acto de ejercitarla.
3) LA TÉCNICA ENTENDIDA COMO PRODUCCIÓN: El conocimiento técnico es productor, de allí que tanto el poeta como el
carpintero sean hacedores. Las palabras poesía y poeta, tenían para lo griegos, un sentido que se extendía y abarcaba
cualquier actividad productiva o fabricadora de algo.
Mediante el acto operativo, llega a ser algo que de otro modo (por naturaleza) no era. A lo que es, sin deber su ser a causas
o principios naturales, lo denominamos “artificial” -producido por el ars, por la téchne. El principio de la existencia de la cosa
fabricada no se halla en ésta, sino en el agente que la produce. Por la característica operativa y productiva de la técnica, ésta
hace existir cosas artificiales, no naturales, obtenidas por el conocimiento que procura el ejercicio de la tenencia. En cuanto
técnico, el artista es un trabajador; alguien que por la tenencia ha obtenido un saber justo y preciso de lo que debe hacer.
Hay una gradación en las ocupaciones que exigen actividades corporales, según que ellas deformen el cuerpo, lo necesiten
(serviles) o descuiden los aspectos morales, del trabajo a que el artesano se dedica.
Aristóteles contribuía a la censura del profesionalismo: el lucro. El hecho de trabajar y recibir un salario por la labor
cumplida constituía un signo de envilecimiento de la ocupación técnica así realizada. El ciudadano podía desempeñar tareas
propias de un artesano, siempre que el producto de esa actividad sirviese a satisfacciones personales o al placer de los
amigos.
ARS (termino que deriva de nuestra palabra “arte”) es el correspondiente latino del griego TÉCHNE y, al igual que éste,
posee un amplio significado. Designa, hasta el siglo XV, actividades ligadas a distintos oficios y ciencias. Se aplica a la técnica,
al metier, al saber-hacer.
PLATÓN
REPÚBLICA
Es un diálogo de madurez, es decir que corresponde al momento en que está totalmente desarrollada su teoría de las
Ideas.
El tema general es la organización de una ciudad ideal que estará gobernada por filósofos, pues son ellos quienes
conocen la verdad y el bien. Se detallan en el diálogo las medidas a adoptar, con particular énfasis en la educación de los
jóvenes. LA TEORÍA EDUCATIVA constituye la parte central de La República, LA POESÍA es la parte central de la teoría
educativa.
Platón va a separar a la poesía de las restantes técnicas. Si admitiese como real la supuesta sabiduría de lo que el poeta
expone en sus obras se lo podría confundir no sólo con artesanos habilísimos, sino también con los filósofos mismos (riesgo
que Platón denuncia).
Sin hacer diferencias entre poeta y pintor, Platón pretende demostrar que el artista genera una versión de la experiencia
dos veces apartada de la realidad; que su obra es frívola, cuando no peligrosa, tanto para la ciencia como para la moral; que
los grandes poetas griegos, empezando por Homero y terminando por Eurípides, han de ser excluidos del sistema educativo
de Grecia.
Un Estado es justo cuando los ciudadanos cumplen la función que les es propia (y para la cual han sido educados), o sea
cuando son virtuosos, tal como un alma es justa cuando sus facultades se ciñen al ejercicio que les corresponde y NO
invaden esferas que pertenecen a otras potencias. ¿Qué pensar, pues, de los poetas e intérpretes de los poetas que
desconocen toda la especialización y fingen ser “sabios universales“? Dejan de ser ciudadanos virtuosos y conmueven los
cimientos del Estado, el cual, para perseverar, debe establecer la más estricta censura sobre la obra poética y, en casos
extremos, llegar a la expulsión de quienes se dedican a un arte ilusorio que cuenta con los medios necesarios como para
corromper las almas.
Aquellos que han sido seducidos por los poemas y les atribuyen conocimientos a los poetas, ya son incapaces de
distinguir entre la ciencia, la ignorancia y el remedio imitativo. Los poetas saben de prestado, toman sus temas de los que
verdaderamente conocen. Sin embargo producen algo, lo cual supone un saber-hacer, una técnica. Lo grave es que al
emplearla, el poeta lega un falso saber, un conocimiento aparente, ilusorio e ineficaz.
Para educar es preciso transmitir o despertar en el hombre contenidos latentes que lo conduzcan a la sabiduría y la virtud,
y no formas que lo encanten y alejen de las actividades serias, al sumergirlo en una vida irreal, propia del ensueño, pues,
según Platón, tanto al dormir como en estado de vigilia, llamamos ensueño al hecho de “tomar un objeto que se asemeja
a otro, no por imagen de ese objeto, sino por el objeto mismo al cual se parece“.
Al NO estar el origen de la obra literaria en la razón (pues deriva de un don natural o de una inspiración divina), no es
extraño que ella afecte a lo que en el alma humana hay de irracional.
El tono y la índole del ataque platónico, cuyo primer paso estriba en equiparar el efecto de la poesía con un estrago de la
mente, estamos pues ante una especie de enfermedad que es menester combatir con el correspondiente ANTÍDOTO = LA
RAZÓN. El cual ha de consistir en el conocimiento de lo que “las cosas son en realidad”. La poesía es una especie de
veneno mental, un enemigo de la verdad. No debe prestársele oídos si no se haya el modo de contrarrestar su embrujo
con otro nuestro. Hemos de estar en guardia : el que la escucha ha de guardarse temiendo por su propia república interior.
El objetivo de Platón parece consistir precisamente en la experiencia poética como tal. Una experiencia que nosotros
calificaríamos de estética y que, para él, es una especie de veneno psíquico. Hay que tener preparado siempre el antídoto,
Platón parece apuntar a la destrucción de la poesía como tal, excluyéndola en cuanto vehiculo de comunicación.
Platón tampoco escatima su hostilidad al registro de experiencias que el poeta pone a nuestro alcance por tales
procedimientos. Puede sin duda, retratar mil situaciones, pintarnos mil emociones. Es precisamente en la variedad donde
radica el problema. Lo que Platón ataca en el poeta es su registro, su universalidad, su dominio del abanico emotivo
humano, su intensidad y sinceridad, su capacidad para expresar cosas que sólo él puede expresar, de revelarnos cosas que
sólo él puede revelarnos. Sus objeciones se sitúan en el contexto de las normas educacionales que él mismo trata de
establecer. Para él, la poesía en cuanto disciplina docente, no plantea solamente un peligro moral, sino también intelectual.
La poesía confunde los valores humanos, privando al hombre de carácter y despojándolo de toda percepción de la
verdad. La poesía NO es objeto de acusación política, sino INTELECTUAL, y consiguientemente, la constitución que ha de
protegerse de su influencia se define, en dos ocasiones, con las palabras “propia república interior de cada uno”.
Platón dedica excesivo espacio al análisis de la reacción emotiva del publico ante la representación (lo cual nos hace
pensar que el filósofo tenía la vista puesta en el escenario, en la representación teatral.
El ataque contra el CONTENIDO de la poesía se inicia en el Libro II, cuando Platón preconiza una política de desprecio y de
censura total de los poetas griegos, pasados y presentes. ¿Qué guía nos suministra la poesía tradicional en lo tocante a la
moral? Poquísima, suponiendo que nos creamos sus historias de dioses, héroes, y hombres normales. Está plagada de
muerte y de incesto, de crueldad y de traición, de pasiones incontroladas, de debilidad, de cobardía, de maldad. La
repetición de tales asuntos no puede sino conducir a la imitación por parte de quienes aun poseen una mente tierna y sin
formar. No queda más recurso que la censura.
El MODO en que están NARRADOS esos contenidos: Al problema de la SUBSTANCIA sucede el problema del ESTILO.
Clasifica la poesía en tres epígrafes:
- la que relata lo que sucede por boca del poeta
- la que teatraliza lo que sucede, permitiendo que los personajes hablen por sí mismos: teatral
- la que mezcla una y otra modalidad (estilo mixto): Homero
¿Qué papel desempeña la poesía en la totalidad de ese tratado? En el Libro II, se plantea a Sócrates, como un desafío, la
posibilidad de aislar el principio de la moral en lo abstracto, y en cuanto pueda existir como imperativo moral en el alma del
hombre. Algo que debe definirse y ser definido por sí mismo; cuyas recompensas o castigos deben considerarse
incidentales; y se trata de demostrar que este tipo puro de moral constituye la mas dichosa condición humana (principal
fuerza motriz de la argumentación). Este desafío señala una innovación: esa MORAL PURA nunca se había planteado con
anterioridad. Lo que Grecia había venido disfrutando hasta entonces es una tradición de moral escindida, un pacto para que
las generaciones más jóvenes fueran siempre adoctrinadas en la noción de que lo importante no es tanto la moral en cuanto
prestigio social como la recompensa que puede derivarse de una reputación de moralidad, con independencia de que ésta
sea merecida o no. O de otro modo, se advierte a los jóvenes que la VIRTUD es el ideal, por supuesto, pero que es difícil y
suele quedar sin recompensa. En la mayor parte de los casos, la falta de principios resulta más remuneratoria. ¿Acaso no
otorgan los dioses sus favores al injusto, con frecuencia? Y en todo caso, la conducta inmoral siempre puede ser expiarse
por la vía rápida, mediante los correspondientes ritos religiosos. Es más importante mantener las apariencias.
Lo que Platón esta juzgando es la tradición griega y su sistema educativo: ATAQUE CONTRA EL SISTEMA EDUCATIVO
GRIEGO (los poetas son fundamentales dentro del sistema educativo). Las principales autoridades que se citan en apoyo de
este tipo de moral entre dos luces son los poetas. Sale a relucir el nombre de Homero y el de Hesíodo. Podría parecer que la
en República se plantea un problema más bien social y cultural. Lo que pone en cuestión es la tradición griega en sí, sin
olvidar los cimientos sobre los que se levanta. Para esta tradición es fundamental la condición y calidad de la enseñanza
griega. Sea cual sea, el proceso por el que se forman las mentes y actitudes de los jóvenes constituye la intríngulis del
problema platónico.
En el Libro II, una vez propuesto el problema -un problema que afecta a la construcción de la justicia en el alma del
individuo-, se acude al procedimiento de describir la sociedad política en general, para hacerla luego corresponder con el
individuo en lo particular. La evolución de esa sociedad se va siguiendo hasta el momento en que surge la clase de los
guardianes, clave del Estado. Y a partir de ese momento, la exposición se concentra en la EDUCACION DE LOS GUARDIANES:
en efecto, Platón pasa a proponernos un programa de enseñanza elemental y secundaria, revisado a partir de la práctica
griega entonces vigente. Una vez concluido esto, se pasan a describir las tres clases que componen el Estado, junto con sus
virtudes correspondientes.
Platón cree que el poder político no tenga mas que un receptor fiable y apropiado, y este sea el FILÓSOFO. Otra novedad.
Ahora, ¿Cuál será la educación adecuada para el filósofo?. Se nos hace participes de la secreta fuente del verdadero
conocimiento sobre el que se levanta la integridad del filosofo. Platón había detallado en nuevo plan de estudios de la
Academia, pero sin justificar la total ausencia de la poesía. Ahora en el Libro X, los poetas quedaran excluidos de la
disciplina que debe reinar en el ámbito de la instrucción filosófica.
LA MÍMESIS EN PLATÓN
Dentro de la República, Platón empieza utilizándola como clasificación estilística para definir la composición dramática,
en cuanto opuesta a la descriptiva. Pero más adelante parece ir ampliando el vocablo, hasta incluir en él otros varios
fenómenos.
1. MÍMESIS PARA DEFINIR EL MÉTODO DE COMPOSICIÓN: para definir sobre todo el modo de composición DRAMÁTICO, al
que se oponían tanto el estilo “simple” de narración directa como el estilo “mixto”, en que se emplean conjuntamente
ambas modalidades.
La palabra aparece por primera vez en el libro III, cuando Platón pasa del tipo de relato que narra el poeta al problema de
la técnica de comunicación verbal que éste emplea. Platón afirma que en toda comunicación verbal se da una distinción
básica entre el método descriptivo y el método teatral. Toma a Homero como prototipo de ambos. Dentro de sus poemas
cabe distinguir entre discursos con intercambio -como el que se produce entre actores- y expresiones interpuestas,
pronunciadas por el propio poeta. Los primeros constituyen ejemplos de mímesis, de “imitación” teatral o personificación;
las segundas, ejemplos de “recitación simple” o de narración directa en tercera persona.
2. MÍMESIS COMO INTERPRETACIÓN DEL ACTOR: el asimilarse uno mismo a otro en habla o aspecto, ¿no es imitar a aquel
al cual se asimila uno?
Estos dos significados presentan una dificultad: ¿Por qué emplear la palabra mímesis tanto para el acto de composición
-acto de creación- como para la interpretación del actor -mero portavoz o recitador-?
3. MÍMESIS APLICADA A LA SITUACIÓN DEL APRENDIZAJE: LOS GUARDIANES, ¿Deben ser miméticos?, ¿Cómo puede
afectarles el problema de la mímesis, que es cuestión de estilo artístico y de método? La clave está en las OCUPACIONES,
TAREAS, PROCEDIMIENTOS o PRÁCTICAS. Los guardianes tendrán que aprender el oficio, y esto se llevara a efecto por la
práctica y por la ejecución, es decir por una educación en que se les enseñara a “imitar” modelos previos de
comportamiento. De modo que MÍMESIS se trueca ahora en término aplicado a la situación de aprendizaje, del estudiante
que absorbe sus lecciones y que repite -que imita-, por consiguiente lo que se le dice que debe dominar. La tarea que se
les asigna a los guardianes no será estrictamente técnica: también requerirá carácter y capacidad de juicio ético. Estos, se
derivan de la enseñanza, que apela a la “imitación” constante, emprendida ya en la niñez. El contexto del razonamiento se
ha desplazado de la situación artística a la educativa.
Ahora Platón vuelve a usar la palabra mímesis también para referirse al acto de aprendizaje llevado a cabo por un discípulo
y no acaba aquí la ambigüedad de la palabra. Según platón se va adentrando en el tema del DISCIPULO-GUARDIÁN y de
cómo su condición moral depende de que se propongan las imitaciones correctas, el discípulo parece trocarse en un
adulto que, por alguna razón, ésta constantemente recitando o interpretando poesía, lo cual puede comprometerlo en
desafortunados tipos de imitación.
4. MÍMESIS COMO LA FACULTAD QUE POSEE EL POETA PARA EXORESAR LA REALIDAD : La formación intelectual depende de
la capacidad para calcular y medir: los engaños de la experiencia sensible se corrigen críticamente por el control de la
razón. La poesía, por el contrario, incurre en un ilusionismo permanente, doblado de confusión e irracionalidad. La
mímesis en esta ultima instancia consiste en una función de sombras chinescas, parecidas a la imágenes que oscuras se
perciben en las paredes de la caverna. Para Platón la realidad no puede ser sino racional, científica y lógica. El medio
poético, lejos de desvelar la verdaderas relaciones de las cosas o las verdaderas definiciones de las virtudes morales,
tiende una especie de pantalla refractaria que disfraza y distorsiona la realidad, y que, al mismo tiempo, nos distrae,
jugando con nosotros, apelando a las zonas más chatas de nuestra sensibilidad. De modo que mímesis es ahora, el acto
total de la representación poética, y no se retiene solamente al estilo dramático.
5. MÍMESIS COMO COMPENETRACIÓN DEL PÚBLICO CON UN ACTO INTERPRETATIVO : La identificación personal activa por
razón de la cual el público se compenetra con la interpretación. Nuestro sentimiento al embrujo. Ya no se describe la
imperfecta visión del artista, sino la identificación del publico con tal visión.
6. MÍMESIS DEL ARTISTA: La poesía es puesta en relación con la TEORÍA DE LAS FORMAS: trata de definir el carácter del
conocimiento que nosotros denominaríamos universal, exacto y final (ciencia matemática). La ciencia aplicada es ajena a
este tipo de conocimiento. Por el contrario, se sirve de él, empleando las Formas únicas y exactas como modelos a copiar
en productos materiales existentes. Las camas, son copias que el carpintero ejecuta a partir de la única Forma de cama. El
poeta, en cambio, se refiere en su poesía a las camas, pero sin saber nada de ellas, sin tratar de manufacturarlas, la
acusación puede aplicarse a Homero si éste nos propone su obra como manual para la buena fabricación de camas y
demás productos. Lo que hace el poeta es pintar retratos con palabras, describiendo al aspecto de las camas en mil
situaciones confusas; su eficacia no se aplica sino a la creación de ilusiones, mediante imágenes verbales y rítmicas, sin
que en ellas pueda encontrarse ninguna indicación concreta de cómo manufacturar una cama.
Los que producían las technai mimetikai (artes de la imitación) eran los mimetés (imitadores). Estos productores de
imágenes estaban alejados de la verdad y de lo real; ellos no hacían cosas útiles (utensilios, muebles, etc.) sino, como
observa Platón, meras ilusiones, fantasmas o simulacros de esas mismas cosas.
Mímesis supone, en efecto, no solo la producción de algo irreal sino también que eso irreal debe dar ilusión de realidad.
El pintor es una especie de mago que busca asombrar produciendo una suerte de encantamiento que le permitirá
ascender socialmente, obtener fama y riqueza. Si es diestro, dice Platón, logra el engaño al igual que los hechiceros. La
pintura en definitiva es LO CONTRARIO DE LA VERDAD, UNA FALSIFICACIÓN. Lo que vale para el arte visual alcanza también
a la literatura. Homero imita la virtud del héroe pero no sabe producirla en la polis y, además, imita a veces lo más vil del ser
humano, por lo cual sus obras NO pueden servir a la educación de los jóvenes. No ayudan a despertar en éstos el amor a la
verdad y al bien.
Aristóteles: Pone el acento en la habilidad técnica, intermediada por el conocimiento y la aplicación de reglas.
Ve al arte como un producto específicamente humano que depende de capacidades innatas y no ya de la “locura divina”.
Da importancia al conocimiento, pero más allá de él, también hace falta la experiencia (el arte deriva de la experiencia: exige
además de estudio, ejercicio, tiempo, repetición de los mismos actos para ejecutarlos de manera cada vez más perfecta).
Desde le punto de vista de la técnica, el arte no era separable del resto de las artesanías. Así se originó la noción del artista
como la de un artífice, la de un hacedor laborioso, lúcido y dueño de sus facultades operativas
ION
Platón formula su teoría de la inspiración. Vemos como la actividad del RAPSODA (van de pueblo en pueblo cantando
pedazos de poemas épicos, particularmente homéricos, no sólo son recitadores sino también interpretes o co-creadores) y
la del poeta derivan de una fuerza sobrehumana: Ambos son poseídos por un dios.
Esta FUERZA DIVINA que inspira a los poetas es comparada con la piedra heraclea o piedra imán, que no sólo atrae a los
anillos de hierro contiguos sino que, además les comunica a éstos la virtud de atraer otros anillos próximos: la cadena de
transmisión del poder divino se extiende, integrada por Dios, las Musas, el poeta, el rapsoda y el receptor. La Musa misma
crea inspirados, y por medio de ellos empiezan a encadenarse otros en este entusiasmo. De ahí que todos los poetas épicos,
los buenos, no es en virtud de una técnica por lo que dicen todos esos bellos poemas, sino porque están endiosados y
posesos. La creación responde a una predisposición divina, según la cual cada poeta es capaz de hacer bien aquello hacia lo
que la Musa le dirige. En las demás cosas cada uno de ellos es incompetente (puesto que si supiesen, en virtud de una
técnica, hablar bien de algo, sabrían hablar bien de todas las cosas).
Los poemas excelentes por su contenido no tienen el carácter humano ni dependen del saber propio de los hombres,
pues los poetas, en último término, son intermediarios o intérpretes de la divinidad que habla a través de ellos.
Platón concluye que si Ion habla de Homero como lo hace, NO es por una simple téchne (técnica). De lo contrario,
conociendo las reglas, estaría en condiciones de transmitir eficazmente la obra de cualquier otro autor. Lo que sucede es
que Ion entra en una suerte de trance entusiástico cuando se pone en contacto con la obra de Homero. Cuando Ion recita a
Homero NO es absolutamente inconsciente: está atento a la audiencia para así comprobar que el efecto de su recitado sea
el esperado.
Cada técnica encierra un saber distinto y me permite conocer diferentes cosas.
¿Cómo exigirles a los poetas razonamientos y aclaraciones fundadas? Ellos mismos son seres incapaces de producir nada
si no están inspirados o poseídos por una fuerza sobrehumana que les arrebata el uso de la razón. En tanto lo mantenga el
hombre será incapaz de producir obra poética alguna.
CADENA INMANTADA:
DIVINIDAD POETA (intérprete de la divinidad, a través de su obra, entusiasma o le quita momentáneamente la razón al
rapsoda o al actor) RAPSODA (hablan de los poetas a través de un don divino, son intérpretes de intérpretes)
ESPECTADORES (mientras dura el hechizo de la representación o de la recitación, el actor le despoja la razón al espectador y
lo convierte en el mayor de los ignorantes: en alguien que confunde la realidad con el ensueño).
La DIVINIDAD por medio de todos éstos arrastra el alma de los hombres a donde quiere, enganchándolos en esta fuerza a
unos con otros. Cada uno pende de la inspiración del otro, como formando una cadena de anillo imantados, en la cual los
eslabones se atraen los unos a los otros.
En FEDRO Platón define a la poesía como locura (manía) que proviene de las Musas. Habla de cuatro formas de manía:
- la que opera en los rituales purificatorios o de iniciación.
- la del poeta (poietiqué)
- la del enamorado (erotiqué)
- la del adivino (mantiké)
No todos los poetas son “locos inspirados”. hay quienes escriben versos sin trascender la mera imitación del modelo,
hacen uso de una técnica y la despliegan con rutina “artesanal”, como la de los oficios manuales. Hay otros que ejercitan la
poesía maníaca, ocupando por ello un lugar más alto en la jerarquía de las ocupaciones. Así en la escala jerárquica del Fedro,
el poeta aparece dos veces nombrado: una, en el sexto lugar, y otra en el primer lugar junto con los filósofos.
ARISTÓTELES
Aristóteles distinguía lo teórico de lo practico, y dentro de éste, diferenciaba entre el obrar y el producir. El primero
corresponde a la ética; y cuando decimos que alguien obra, el calificativo afecta al sujeto de la acción. El segundo pertenece
a la poética, al ámbito del producir o hacer; y si decimos que una obra es buena, la calidad de bondad se refiere a la cosa
producida, porque está bien hecha, y no se vincula con la bondad del artífice.
Para Aristóteles la tenencia productiva y la técnica son lo mismo, cuando la primera va acompañada de razón verdadera.
Esto quiere decir que la subjetividad de la tenencia desemboca en la objetividad de su obra, exterior al agente e
independiente de él.
MÍMESIS Y CATARSIS
Aristóteles, definirá a la TÉCHNE como POIESIS (hacer) y EPISTÉME (conocimiento). Arte es POIETIKÉ EPISTÉME
(conocimiento poiético). En tanto poiesis, es “hacer” y supone el desprendimiento de la obra respecto del autor: “Sale una
obra a la luz”, en tanto epistéme, es un hábito productivo acompañado de entendimiento.
Aristóteles supera la interpretación irracionalista platónica, sustentada en la inspiración proveniente de los dioses; el
ARTE, para él, es una actividad específicamente humana que exige tanto del conocimiento como de la experiencia; es decir
de la repetición de los mismos actos para ejecutarlos cada vez de manera más perfecta.
Contrapuso las “artes imitativas” a las artesanales. A diferencia de Platón no vio en la mímesis connotación negativa
alguna. El arte no es una degradación del mundo ideal, simplemente porque ese mundo no existe; las esencias no están en
otro mundo sino aquí, en el nuestro.
Aquello que el arte imita no es solo el producto de la naturaleza, sino la naturaleza en su devenir. Mientras Platón insiste
en que el arte imita -refleja como el espejo- los productos de la naturaleza y del hombre, Aristóteles ve en el arte la
imitación de la fuerza creadora de la naturaleza.
Si el devenir de la naturaleza es generación, el del arte es poiesis. Se trata en ambos casos de dar forma a la materia. La
diferencia reside que, en la naturaleza, la forma está en el objeto mismo que se va desarrollando y, en el arte, está en la
mente del artífice, quien desde el exterior la introduce en el producto. Producida la obra, ésta se emancipa del autor.
Para Aristóteles la mímesis NO resulta una copia mecánica. Lo importante no es la fidelidad a un modelo exterior sino la
VEROSIMILITUD: “no es tarea del poeta referir lo que realmente sucede sino lo que podría suceder y los acontecimientos
posibles, de acuerdo con la probabilidad o la necesidad”. La posibilidad de imaginar lo que podría suceder, destaca la
capacidad creativa del artista, dependiendo ésta no de la enseñanza sino de un don innato.
Otra característica del arte para Aristóteles, es que está ligado al placer. Gozamos de la imitación porque reconocemos al
modelo, que “esto es aquello”.
La MÍMESIS como causa natural de la poesía; la mímesis como actividad connatural al hombre, ligada al aprendizaje y el
placer.
La forma más elevada de arte, la que ayuda a descargarnos de las pasiones y la que “da más placer” es, para Aristóteles,
LA TRAGEDIA.
POÉTICA: Los tres conceptos fundamentales de la Poética son: MÍMESIS, MYTHOS, CATARSIS.
Se distinguen allí tres variantes de la poesía: la principal es la TRAGEDIA, a la que contrasta con la COMEDIA y compara
con la EPOPEYA. La epopeya, la poesía trágica, la comedia, son todas IMITACIONES. Pero al mismo tiempo difieren entre sí
de tres maneras, ya por la diferencia de clase en sus MEDIOS de realizar la imitación, o en los OBJETOS que representan, o
en la MANERA en que es representado cada tipo de objeto.
Los objetos que los imitadores representan son ACCIONES, efectuadas por agentes que son buenos o malos y los imitan
mejores (tragedia) o peores (comedia) de lo que nosotros somos, o semejantes.
El origen general de la poesía se debió a dos causas; cada una de ellas parte de la naturaleza humana (causas naturales a
diferencia de Platón que atribuye el origen a causas supra-naturales). La imitación es natural para el hombre desde la
infancia, aprende desde el comienzo por imitación. Y es asimismo natural para todos, regocijarse en tareas de imitación.
Aunque los objetos mismo resulten penosos de ver nos deleitamos en contemplar en el arte las representaciones más
realistas de ellos, las formas, por ejemplo de los animales más repulsivos y los cuerpos muertos. La explicación se encuentra
en el hecho de que aprender algo es el mayor de los placeres no sólo para el filósofo, sino también para el resto de la
humanidad. La razón del deleite que produce observar un cuadro es que al mismo tiempo se aprende, se reúne el sentido de
las cosas, es decir, que el hombre es de este o aquel modo; pues si no hubiéramos visto el objeto antes, el propio placer no
radicaría en el cuadro como una imitación de éste (la imitación que le interesa a Aristóteles, es la que reconoce un modelo).
TRAGEDIA EPOPEYA
Imita a los hombres mejor de lo que son, imita temas serios Imita a los hombres mejor de lo que son, imita temas
y nobles. serios y nobles.
La acción se desarrolla dentro de un ciclo solar, o cerca de Su acción no tiene límite fijo en el tiempo.
esta medida. Es preferible lo que está condensado que lo
que se dispersa en tiempos largos.
No es posible representar diversos pasajes de la historia La forma narrativa torna posible describir un número de
simultáneamente; el espectador está limitado a la parte que incidentes simultáneos
los actores desarrollan en la escena
Todos los elementos constitutivos de la epopeya se Los elementos constitutivos de la tragedia NO se
encuentran incluidas en la tragedia. encuentran todos en la epopeya (canción y espectáculo)
TRAGEDIA:
Es la imitación de una acción elevada y perfecta, y también, por tener magnitud completa en sí misma; enriquecida en el
lenguaje, con adornos artísticos adecuados (ritmo, armonía, música) para las diversas partes de la obra, presentada en
forma dramática, no como narración, sino con incidentes que excitan piedad y temor, mediante los cuales realizan la catarsis
de tales emociones (Mímesis práxeos).
Es una obra de arte total por incluir texto, música, danza, acción.
Puesto que los hombres representan las acciones, se deduce en primer lugar que el ESPECTÁCULO (o la aparición de los
actores en escena) debe ser parte del todo, y en segundo término la MELODÍA y la DICCIÓN: estas dos son el medio de su
imitación. El tema representado también es una acción, y la acción requiere actores, los que deben tener por necesidad sis
cualidades distintivas tanto en el CARÁCTER como en el PENSAMIENTO puesto que es a partir de estos hechos que les
asignamos ciertas cualidades a sus acciones. La acción se representa en el drama por la FÁBULA O MYTHOS.
PARTES DE LA FÁBULA:
Las fábulas pueden ser SIMPLES (cuando el cambio en la fortuna del héroe se realiza sin peripecia ni reconocimiento) o
COMPUESTAS (cuando encierra una u otra de estas desventuras o ambas). Estas acciones deben surgir de la estructura de la
fábula misma, de manera que resultan ser la consecuencia, necesaria o probable de los antecedentes.
1. PERIPECIA: Es un cambio de un estado de cosas a su opuesto, el cual concuerda con la probabilidad o necesidad de los
acontecimientos (ejemplo: en Edipo, el cambio lo produce el mensajero, quien al pretender alegrar a Edipo y eliminar sus
temores respecto de su madre, revela el secreto de su nacimiento).
1. RECONOCIMIENTO: Es un cambio de la ignorancia al conocimiento, y así lleva al amor o al odio en los personajes
signados por la buena o mala fortuna. La forma más refinada de reconocimiento es la que se logra mediante las
peripecias. El reconocimiento junto con la peripecia, suscitarán piedad o temor, que son las acciones que la tragedia está
preparada para representar, y que servirán asimismo para provocar el fin feliz o desdichado (el reconocimiento puede ser
sólo de una parte a la otra, o bien las partes quizá tengan que descubrirse). Hay distintas clase de reconocimiento:
Descubrimiento por SIGNOS o SEÑALES:
- congénitos
- adquiridos después del nacimiento: marcas en el cuerpo (cicatrices) o señales externas (collares). Estos signos, empero,
admiten dos usos, uno mejor y otro peor: un reconocimiento que emplea signos como medio de seguridad es menos
artístico, pues en verdad lo son todos los que apelan a la reflexión, mientras que aquel que produce un reconocimiento
repentino, resulta mejor.
Descubrimientos REALIZADOS DIRECTAMENTE POR EL POETA (inartísticos por esta misma razón)
Reconocimiento a través de la MEMORIA, que despierta la conciencia de un hombre por algo visto.
Reconocimiento a través del RAZONAMIENTO.
El mejor de los reconocimientos, es aquél que surge de los incidentes mismos, cuando la gran sorpresa aparece a través de
un hecho probable. Estos son los únicos reconocimientos independientes del artificio de los signos y collares. Los mejores
después de éstos son los que dependen del raciocinio.
ATENCIÓN: Existe asimismo un reconocimiento incorrecto que surge de un razonamiento erróneo por parte del público.
3. SUFRIMIENTO: Acción de naturaleza destructiva o patética, así los asesinatos en escena, las torturas, heridas, etc.
Cada tragedia es COMPLICACIÓN y DESENLACE. Los incidentes antes de la escena inicial, y a menudo también algunos de
aquellos dentro del drama, forman la complicación, y el resto en el desenlace. La complicación es todo desde el comienzo de
la fábula hasta el instante antes del cambio de fortuna del héroe; por desenlace se entiende todo desde el comienzo del
cambio hasta el fin.
Las tragedias deben clasificarse como similares o diferentes, según sus fábulas, es decir, de acuerdo con su semejanza en
la complicación y en el desenlace (compleja, patética, de carácter y espectacular)
El CORO también ha de ser considerado como uno de los actores; debe ser una parte integral del todo, y participar en la
acción.
CATARSIS
A diferencia de la mímesis que se aplica a todas las artes, la CATARSIS se aplica a algunas artes, principalmente a la
tragedia. El objetivo de la tragedia es la CATARSIS
Asignándole al arte una función catártica, Aristóteles no podría llegar a excluir a los artistas de la ciudad ideal, como sí lo
hizo Platón; tampoco distingue, como éste, entre una poesía superior (inspirada) y otra inferior (mimética).
Catarsis un término de la medicina, significa purgación; también en un sentido más amplio, purificación o liberación.
Como la catarsis medicinal, la de la tragedia también ayuda a devolver (al alma) el equilibrio perdido. Nos purificamos de las
pasiones experimentándolas nuevamente, pero en un nuevo marco: el de la ficción trágica o artística en general.
La catarsis trágica permite preservar o recuperar la salud del alma. Se concibe ésta como equilibrio y justa proporción de
los afectos. La felicidad de ese “animal político” que es el hombre reside en el equilibrio de las pasiones, en la prudencia,
en el justo medio. El individuo templado contribuye al bien de la polis porque el equilibrio individual encuentra
continuidad en el equilibrio social. Como en Platón, las ideas políticas de Aristóteles resultan imprescindibles para
entender sus ideas estéticas.
¿Cómo logra la tragedia la purificación del alma? Suscitando COMPASIÓN Y TEMOR, opera en el espectador la
purificación de estas pasiones. La tragedia debe caminar entre dos extremos: uno superior y otro inferior. El temor o el
miedo nos ubican en el extremo superior, en el reino de los dioses, mientras que la compasión o la piedad nos ubican en el
inferior, en el reino de lo humano. Por un lado, vemos con terror que las potencias superiores pueden disponer de nuestras
vidas; sentimos temor por nuestra vulnerabilidad. Por otro lado, nos identificamos -por empatía- con el que sufre,
sentimos compasión por él. La purificación trágica NO se extiende a todas las pasiones sino a la compasión y el temor.
¿Cómo se logra el placer de la tragedia? Freud aclara que ese placer es posible porque el espectador sabe que no es él
quien se encuentra efectivamente en la situación traumática; es el héroe y no el quien sufre un infortunio. Si bien puede
identificarse con el personaje y con la acción, la distancia real que existe entre él y la obra, le permitiría, luego de la
sensación displacentera de haberse “cargado” de una realidad “pesada”, liberarse de ella y alcanzar el sentimiento de
placer.
Una cuestión polémica es la identificación de las pasiones que son objeto de la catarsis trágica. Hay distintas
INTERPRETACIONES DE CATARSIS:
1. Interpretación moral (Renacimiento, Castelvetro y Robortello): La catarsis es como una especie de inmunización,
contra las pasiones de la compasión y el temor. Esta interpretación es imposible de aceptar porque, la purificación de las
pasiones no puede significar, para Aristóteles, desarraigo o aniquilación de las mismas.
1. Interpretación religiosa (siglo XVIII) Maggi: A través del temor y la compasión lo que se produce es la purificación de
otras emociones tales como la ira, la soberbia, la avaricia o la lujuria.
1. Interpretación psicoterapéutica (siglo de la Ilustración): Batteux refiere a la catarsis como una suerte de sedante del
alma y observa que la tragedia produce placer al reducir el dolor causado por la compasión y el temor excesivos. Esta
interpretación tampoco se puede aceptar, ya que el placer es consecuencia de la purificación, de acuerdo con la ética
aristotélica que entiende el placer en general como un resultado de toda actividad humana lograda. Lessing interpreta
que la purificación no atañe a todas las pasiones sino a las dos que nombra el filósofo (temor y compasión), las cuales se
purgan entre sí. Deduce que el la catarsis equivale al logro de una moderada compasión y un moderado temor.
1. Interpretación médica: todos tenemos necesidad, en mayor o menor grado, de sentir temor y piedad, y la tragedia nos
permite hacerlo sin peligro para nosotros y con placer: en esto consiste para el alma la catarsis, la cual es así una especie de
medicación, de tratamiento y de higiene.
KANT
El SUJETO TRASCENDENTAL, referido al conocimiento a priori (trascendental es todo conocimiento que se ocupa no tanto
de los objetos como de nuestro modo de conocerlos, en cuanto este modo de conocerlos debe ser posible a priori). “A
PRIORI” no significa anterior -en el tiempo- a la experiencia, sino anterior en el orden -atemporal- de la fundamentación.
La revolución copernicana que introduce Kant en la filosofía, consiste en demostrar que el conocimiento no está
determinado por los objetos externos sino por el sujeto. Esta revolución se manifiesta en cuanto el predicado del juicio de
gusto refiere no al objeto sino al SENTIMIENTO DEL SUJETO.
Para las filosofías realistas lo determinante resultaba ser el objeto, la cosa misma. El sujeto -racional o empírico- podría
ser comparado con un espejo en que el objeto se refleja. Podemos decir que para el IDEALISMO KANTIANO, el sujeto es más
bien una “lámpara” que ilumina el objeto. No es un simple reflejo de éste, sino aquello que lo hace aparecer.
En el CONOCIMIENTO entran los DATOS SENSIBLES (El dato sensible es imprescindible porque “despierta” la facultad de
conocer) = SENSIBILIDAD que es lo que permite tener sensaciones de distinto tipo: auditivas, olfativas, visuales, táctiles. Y
esto se caracteriza por la PLURALIDAD. Hay una pluralidad de sensaciones relativas a mesa, pero tengo UN CONCEPTO de
mesa. El concepto es lo que da unidad a la variedad. El CONOCIMIENTO está compuesto por INTUICIONES SENSIBLES +
CONCEPTO. Para construir subjetivamente el ámbito de la objetividad, Kant considerará tan importante la EXPERIENCIA
como la RAZÓN. “Todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia”, pero “no por ello todo él procede de la
experiencia” (del hecho de que nuestro conocimiento, en el orden del tiempo, “comience con” la experiencia no se sigue
que “proceda de” ella). En efecto, si bien para conocer siempre tiene que haber algo que nos venga al encuentro (las
sensaciones o impresiones), esto no basta para que haya conocimiento. Este fue según Kant, el gran error de los empiristas:
creer que con meras impresiones sobre la mente como “tabula rasa”, y nada más que con ellas, se puede dar el
conocimiento. Según Kant, hace falta el fundamento a priori, independientemente de la experiencia. Es decir que hacen
falta las intuiciones puras (espacio y tiempo) y los conceptos puros del entendimiento o categorías y de la razón y de las
ideas. La diferencia entre un concepto y una idea, es que el primero tiene una base empírica, tengo datos empíricos,
mientras que la segunda es algo que nunca vimos, por ejemplo Dios.
En el conocimiento en general, gracias a la IMAGINACIÓN se relaciona la pluralidad/variedad de sensaciones y la unidad
del concepto. La imaginación hace la SÍNTESIS y así el conocimiento se hace posible. El modo en que realiza esta síntesis es
dando una IMAGEN MENTAL a un concepto, llamada esquema.
La SENSIBILIDAD es una facultad cuyo acto es la SENSACIÓN
El ENTENDIMIENTO es una facultad cuyo acto es el CONCEPTO
La IMAGINACIÓN es una facultad cuyo acto es la SÍNTESIS
OBJETO: viene del latín objetum, que está formado por dos términos: OB (frente a) y JECTUM (arrojado, lanzado,
colocado). Etimológicamente “objeto” es algo que está arrojado o echado frente a nosotros. Estamos rodeados de objetos.
¿Cuándo un OBJETO pasa a ser un SIGNO? Cuando yo alcanzo a detectar en el objeto los dos aspectos del signo: el
significado (referente) y el significante, cuando percibo a través de un objetum que hay algo ausente. Cuando hay signo,
hay atención y descodificación del significado del significante. Para conocer siempre tiene que haber algo que nos sea
dado. Tenemos sensaciones de eso que nos es dado. La función del concepto consiste en dar carácter, sentido, “forma”, a
lo que un instante antes no era más que un caos , algo indeterminado.
REPRESENTACIÓN: es toda referencia posible a un objeto. Las representaciones se dividen en dos especies principales:
1. INTUICIONES (que son aquellas que dan un conocimiento inmediato y que se refieren a un objeto único, individual):
- EMPÍRICAS: SENSACIONES O IMPRESIONES.
- PURAS: ESPACIO Y TIEMPO: son a priori, no necesitan de la experiencia, están libres de todo elemento que pertenezca a
la sensación. Es la ESTÉTICA TRASCENDENTAL la que se ocupa de las intuiciones puras (se refiere al estudio de las
condiciones del conocimiento, a lo que hace que el conocimiento sea posible, y entre esas condiciones, están las
intuiciones puras del tiempo y el espacio).
2. CONCEPTOS (representaciones que proporcionan un conocimiento mediato, indirecto, y que se refieren a lo que es
común a diferentes objetos).
- PUROS: del ENTENDIMIENTO y de la RAZÓN
LA ANALÍTICA DE LO BELLO
Se divide en cuatro momentos que corresponden a cuatro categorías. Las categorías son formas para estructurar el
conocimiento. El entendimiento es la facultad de conocer mediante conceptos. Conocer mediante conceptos quiere decir
hacer juicios y en todo juicio hay un enlace entre la representación que aparece en el sujeto con otra que aparece en el
predicado. Pensar es un acto de enlace de representaciones y las unidades de enlace son las categorías:
1) según la cualidad: muestra dos aspectos esenciales del juicio de gusto: la SUBJETIVIDAD y el DESINTERÉS.
2) según la cantidad: establece que lo bello es lo que place universalmente sin concepto.
3) según la relación de fines: acá va a dejar de concentrarse en el sujeto (que tiene un sentimiento de placer ante lo bello) y
se va a concentrar en el objeto bello, se va a preguntar si hay una relación de fines, si hay una causa y un efecto, es decir, si
hay una regla que regule qué es bello y que no.
4) según la modalidad: define lo bello como objeto de una complacencia necesaria, basada en un sensus communis.
DESINTERÉS: “la complacencia que determina el juicio de gusto es sin interés alguno”. Kant aclara que si bien el juicio de
gusto no debe estar “determinado por ningún interés”, puede suscitar un interés (de esta índole son todos los juicios
morales puros)
Sólo si el sujeto se desliga del interés por el objeto puede apreciarlo estéticamente. El interés está ligado a la
representación de la existencia de un objeto y va unido al deseo de poseerlo. La inclinación, el ir hacia el objeto es lo propio
de lo agradable, de aquello que deleita.
Por ser ajeno a la representación de la existencia del objeto, el juicio de gusto “es solamente CONTEMPLATIVO”.
Contemplar un objeto supone no ir más allá de la forma del objeto mismo, no apartarnos de su apariencia, de su irrealidad.
El agrado descansa sobre la sensación, y “vale también para los animales desprovistos de razón; la belleza sólo para los
hombres”. el interés, en el caso de lo agradable, es individual (el vino me es agradable), mientras que el desinterés, en el
caso de lo bello, es universal.
Se distinguen dos tipos de deseo: uno inmediato, instintivo, que es propio de lo agradable sensitivo, y otro mediato,
que es propio de la voluntad. Este segundo tipo de deseo corresponde a lo BUENO, que está mediado por la referencia
racional a fines y sometido al más alto interés: el bien moral (quebrando la tradición filosófica de la antigüedad y el
medioevo, que sostuvo la unión de lo bello y de lo bueno, Kant se preocupara por liberar sus ámbitos definitivamente).
Hay dos tipos de BUENO:
- LO BUENO EN SÍ: La BUENA VOLUNTAD es buena en sí, más allá del resultado que uno pueda tener. El fracaso no le saca un
ápice de valor al acto.
- BUENO PARA ALGO: lo ÚTIL. Para encontrar que algo es bueno, debo saber siempre qué clase de cosa es el objeto, es decir
que tengo que tener un CONCEPTO de ese objeto. Para hallar belleza en algo no tengo necesidad de eso. Flores, dibujos
libres, rasgos que se entrelazan sin designio bajo el nombre de follajería, no significan nada, no dependen de ningún
concepto determinado y, sin embargo placer.
En el caso de lo agradable, sí podemos hablar de relatividad. El vino espumoso de Las Canarias me es agradable a mí. Lo
mismo podríamos decir de nuestras preferencias por comidas o por sabores dulces o amargos. Sobre gustos y colores no se
discute, a cada cual su gusto. No hay ninguna pretensión de ir más allá de lo individual. Totalmente diferente es el caso del
juicio estético porque cuando digo que algo es bello, quiero decir que es bello (y no sólo para mí). Hablo entonces de la
belleza como si fuera una propiedad de las cosas y pretendo una aprobación universal.
Es una UNIVERSALIDAD SUBJETIVA, diferente de la que tenemos cuando decimos “todos los cuerpos caen”. esto
responde a una realidad objetiva, demostrable (la del conocimiento científico). Entonces hay una universalidad objetiva y
otra subjetiva; ésta parece casi un oxímoron, una contradicción: “ en el juicio de gusto no se postula nada más que una tal
voz universal en vista de la complacencia y sin mediación de conceptos, por tanto, solo se postula la posibilidad de un juicio
estético que pueda ser considerado a la vez como válido para todo. El mismo juicio de gusto no postula el acuerdo de todos
(pues esto puede hacerlo solo un juicio lógico universal, porque puede aducir razones); aquél (el juicio de gusto) solo atribuye
a cada cual este acuerdo como caso de la regla de la que espera confirmación, no a partir de conceptos, sino de la adhesión
de otros. La voz universal es, por tanto, solo una idea.”
El predicado del juicio de gusto no es un particular que, dado en una intuición sensible, pueda ser penado como
contenido de lo universal. En el juicio de gusto cada objeto debe valorarse y comprobarse por separado.
Por esa irreductibilidad de lo que juzgamos bello, Kant concluye que BELLO ES LO QUE PLACE UNIVERSALMENTE SIN
CONCEPTO. En esto lo bello se distingue de lo BUENO (lo que place, por medio de la razón, por el mero concepto). Kant
distingue entre lo BUENO PARA ALGO -mediatamente, o sea lo útil- y lo BUENO EN SÍ -absoluta e inmediatamente-. Cuando
quiero encontrar algo que es bueno tengo que saber primero que clase de cosa es el objeto, es decir que debo tener un
concepto de éste. Para encontrar la belleza esto NO es necesario.
El PLACER NO precede al juicio. El placer estético resulta de la universal aptitud de comunicación del estado del ánimo. Es
la conciencia de una armonía espontánea -compartida por todos- de la imaginación y del entendimiento en libre juego. Si
bien el placer no precede al juicio, no debemos entender que primero se da el juicio y luego el placer. No existe un
momento del juicio y un momento del placer. No existe entre ellos separación temporal sino lógica. El placer está en el
juicio, está en la universal aptitud de comunicación de mi estado de ánimo (cuando escuchamos música realmente
tenemos un gran placer porque sentimos que otros también podrán sentir lo mismo. Nos sentimos acompañados por miles
de oyentes que también tuvieron, tienen o podrán tener el mismo placer que yo).
“la universal aptitud de comunicación del estado del ánimo en la representación dada, la que, como condición subjetiva del
juicio de gusto, debe estar en el fundamento de éste y tener como consecuencia el placer por el objeto. Más nada puede ser
universalmente comunicado, sino al conocimiento, y la representación. En la medida que pertenezca el conocimiento. Pues
solo en esta medida es ella objetiva, y tiene solo por esto un punto universal de referencia con que es forzada a concordar
la fuerza representacional de todos” Kant habla de una “universalidad objetiva”, que es la del conocimiento, allí hay
forzosamente concordancia ente todos.
Parte principal de la critica de Kant, es el estudio del fundamento “a priori” de la universal comunicabilidad del juicio
estético. Que resulta ser “el estado del ánimo en el libre juego de la imaginación y del entendimiento” esa universal
comunicabilidad reside en la armonía de las facultades (entendimiento e imaginación), como es requerible para el
conocimiento en general. Esta relación subjetiva debe valer igualmente para todos, y ser por consiguiente, universalmente
comunicable, tal como lo es cada conocimiento determinado que, empero, descansa siempre sobre aquella relación como
sobre su condición subjetiva. La posibilidad de comunicabilidad está en ciertas condiciones del sujeto dotado de imaginación
y entendimiento; facultades que en el caso del juicio estético, están en libre juego. En el conocimiento científico, la
imaginación, está determinada por el concepto. En cambio, en el sentimiento de lo bello el papel de la imaginación es clave
al no contarse con un concepto que la determine. El juicio de gusto NO está determinado por el concepto sino por el libre
juego de la imaginación y el entendimiento.
Ahora bien, la relación entre la imaginación y entendimiento tiene un sentido diferente de la que se da en el
conocimiento: EL ENTENDIMIENTO QUEDA AL SERVICIO DE LA IMAGINACIÓN. Sucede que aquí NO hay concepto. Lo bello
no es subsumible a un concepto de lo que deba ser. NO es una propiedad del objeto, sino un atributo del sujeto.
Cuando Kant dice que las facultades se hallan en libre juego, entiende la libertad de la imaginación no sujeta a la
coerción del concepto, de manera que puede crear, a partir del material dado, formas siempre nuevas. Tal “juego” de
imaginación y entendimiento se da en todo ser humano en virtud de su común constitución. De allí la posibilidad de
universal comunicabilidad del juicio estético. Lo que se transmite es un estado de ánimo, un sentimiento de placer (no un
conocimiento de un objeto). Este juego libre se pone de manifiesto en el ARTE.
Kant se refiere al arte como “arte del genio”. Él mantiene la originalidad de la naturaleza, libre se las presiones del
conocimiento (y del contenido). El GENIO ejercita un tipo de imaginación que se llama productiva (la que pone en juego al
crear obras de arte). La reproductiva es la que interviene en el conocimiento y la productiva es la del creador, es la que
produce algo que nunca vi. El artista crea articulando de una manera inédita algo que ya vio, inconsecuencia, nunca hay
creación ex nihilo (de la nada), sino que se articula algo que ya está, pero de manera inédita, original.
Las obras de arte son “abiertas”; aceptan un número ilimitado de interpretaciones ya que ningún concepto le es
totalmente adecuado. Opuesto al espíritu imitativo, el genio, crea según reglas no concebidas todavía. De allí que sus obras
no puedan explicarse por las del pasado. Contienen en sí mismas su propio criterio de valor. Podríamos decir que lo propio
del genio es crear nuevo paradigmas. La actividad del genio responde, según Kant a un DON INNATO similar al que
Aristóteles halló en el poeta. El artista actúa por dones innatos y su hacer no depende de la aplicación de reglas y modelos.
Se tarta de una facultad autónoma que se afina pero no se aprende.
Al hablar del arte en general, Kant señala que debería denominarse arte solo a la producción por libertad, no a las
artesanías o “artes remunerativas”. Tampoco debería incluirse a lo “agradable” por no ser esto “materia duradera para
ulteriores meditaciones”.
Lo que el juicio de gusto pone de manifiesto es nuestra capacidad de juicio reflexiva. Con ella no conocemos nada del
objeto; lo que se produce es una especie de vuelta de la conciencia sobre sí misma (una re-flexión).
Si bien el juicio de gusto depende del SUJETO, existen ciertos rasgos del objeto que no deben ser pasados por alto.
Para Kant es más importante la belleza de la naturaleza que la belleza artística. La BELLEZA, determinada por la forma, no
depende de ningún fin extraformal. La belleza PURA de una flor no deriva de su utilidad sino de su “conformidad a fin
formal”. NO presupone ningún CONCEPTO de lo que ella debe ser; por eso procura un juicio de gusto puro. Qué cosa deba
ser la flor nadie lo sabe. Schiller dirá luego que es bella la forma “que no exige ninguna explicación” o también aquella que
se explica sin concepto”.
La BELLEZA PURA, es libre, y ahí está la belleza de los marcos, de los dibujos a la grécque (dibujos decorativos), NO hay un
concepto en esto, nadie sabe exactamente que forma va a terminar teniendo el objeto.
Kant considera que las figuras geométricas regulares no son verdaderos ejemplos de belleza formal libre. Un circulo, un
cuadrado, un cubo, a pesar de que son tomados como ejemplos indubitables de belleza, son simples presentaciones de un
concepto determinado que le prescribe a esa figura la regla a la que ha de atenerse. En la belleza libre del arte -
producto de ese ser imprevisible y absolutamente original que es el genio- no actúa la natura naturata. Lo que está en
juego es la natura naturans.
Diferente de la belleza libre, la ADHERENTE depende de un CONCEPTO. En esto se asemeja a lo bueno. La belleza
adherente sería la del caballo, o la del edificio. El caballo no está para ser contemplado porque es un útil, entonces para
responder a determinados fines el caballo tiene que se fuerte, tener determinada forma para cumplir con una finalidad. Su
belleza NO es libre sino AÑADIDA, adherente a un CONCEPTO (belleza condicionada)
Kant distingue en la belleza adherente, un concepto del fin externo (la utilidad del objeto) y otro interno (la perfección
del objeto), que somete a la cosa quitándole la libertad.
En lo que respecta a la obra de arte, Kant ha descubierto que no debe dejar traslucir las ideas e intenciones con las que ha
sido producida. En consecuencia, la apreciación estética, -concentrada en la forma del objeto-, debe ir más allá del dato
genealógico, técnico o teórico.
Para obtener un juicio puro de gusto es preciso no caer en ningún tipo de efusión de fuerza vital, tal como la emoción.
“LA BELLEZA ES FORMA DE LA CONFORMIDAD A FIN DE UN OBJETO, EN LA MEDIDA EN QUE ÉSTA SEA PERCIBIDA EN ÉSTE
SIN REPRESENTACIÓN DE UN FIN”
“BELLO ES LO QUE ES CONOCIDO SIN CONCEPTO COMO OBJETO DE UNA COMPLACENCIA NECESARIA”
ESTÉTICA
EL TÉRMINO ESTÉTICA
La Estética cubre el vasto campo de la representación sensible de la experiencia humana. A través de ésta
representación, el ser humano tiene una imagen de sí, toma conciencia de sí: se ve. La Estética estudia la representación
sensible de la obra de arte concreta. Si bien, junto al ARTE, la BELLEZA ha constituido históricamente el objeto de la
Estética, es indudable que hoy es aquél, y no ésta, el que delimita el campo de la disciplina.
La recepción de algunos fenómenos estéticos exceden el ámbito de lo sensible a favor del concepto, por ende se debería
definir a la Estética como disciplina que estudia la experiencia estética no partiendo necesariamente de la sensación, como
dicta la etimología.
UN PRODUCTO DE LA ILUSTRACION
La Estética surge como disciplina en el período que va del Renacimiento a la Ilustración. Sin embargo comienza de un
modo formal con Alexander Baumgarten en el siglo XVIII. Será Kant quien fije de modo concluyente el estatuto definitivo
de autonomía de la Estética, al separar a la nueva disciplina de las esferas del conocimiento (científico) y de la moral.
El nacimiento de la Estética es consecuente con el lugar de privilegio que adquiere el hombre autónomo y sus
experiencias. Es entonces cuando el hombre deviene SUJETO.
La Estética es marca de Modernidad , de ese momento de la historia que inaugura el principio de la subjetividad. Si la
Ilustración constituye un hito decisivo en la consolidación de la Estética no es sólo porque presenta categorías nuevas sino
por el modo en que se articulan las ideas en torno del hombre como centro, como lugar de decisión. A partir de entonces,
yo mismo y mis estados son lo primero, lo digno de atención.
En el proceso de nacimiento de la Estética serán determinantes la categoría renacentista de autor, como individuo
creador y la del siglo XVIII de individuo genial. Coincide ese nacimiento con una nueva manera de ver el arte, separado de
las artes útiles o artesanas, que comienza a notarse en el Renacimiento y se concreta en la Ilustración. La Estética autónoma,
consecuencia del arte autónomo, no surge de un día para el otro, sino que recorre un largo camino que se inicia en el 1400.
La Estética como disciplina autónoma es la consecuencia teórica del avance de un arte autónomo, desligado tanto de la
utilidad como de la función educativa o religiosa.
El artista comienza a trabajar independientemente, las obras se valorarán ya no cuantitativamente sino
cualitativamente, por llevar la firma de quien las hizo. La obra ya no procede de la intervención divina ni es sólo reflejo de
lo divino. Se requiere de un nuevo tipo de artistas interesado en todo tipo de saber.
¿Qué relación guarda el nacimiento de la Estética con los ideales del Iluminismo? La educación, el desarrollo plural de
individuo, fueron principales ideales de esa época dinámica de la historia, guiada por la razón que ilumina y el principio de
libertad. Marchan Fiz sostiene que no seria exagerado aventurar que EL PENSAMIENTO ILUSTRADO CULMINA CON LA
ESTÉTICA.
La Estética participa de la utopia ilustrada, que guiada por la razón, permite al hombre alcanzar la completa felicidad. En
la Estética inglesa de principios del siglo XVIII, se habla del hombre estético feliz. El nuevo sujeto burgués, autónomo,
producto social de la Ilustración, será el principal destinatario de esta utopia de felicidad. Y no podremos entender el nuevo
ideal Ilustrado si no tenemos en cuenta el protagonismo y ascenso de la burguesía autosuficiente, defensora de la
propiedad privada y del “ser dueño de sí”.
En cuanto a la libertad del artista -ligada a la idea del progreso, síntoma inequívoco de lo moderno- se vería expuesta en
la famosa Querelle de antiguos y modernos, que marca la transición de la doctrina clásica a una posición de mayor apertura
que se desarrollaría en el siglo XVIII. Los modernos representados por Charles Perrault ponían en tela de juicio, más que el
arte clásico, al modelo clásico que necesariamente debía de ser imitado y “admirado”.
La Estética de la Ilustración se consolida a medida que se manifiestan las flaquezas de la doctrina clásica. Sus
impulsadores defienden la libertad creadora del artista mas allá de los cánones tradicionales.
LA ESTÉTICA DE BAUMGARTEN
Ubicamos a Alexander Baumgarten (1714-1762) en la línea del racionalismo. Como buen racionalista, se interesa en la
clasificación, en la separación de campos de estudio. Distinguirá entonces dos tipos de conocimiento: uno superior
(racional) y otro inferior (sensible).
Baumgarten define y fundamenta un campo teórico autónomo conectando ideas de la Ilustración, para lo cual se sirve de
la razón y de la experiencia. Define Estética como la ciencia del conocimiento sensible. Acepta Baumgarten que el
conocimiento sensitivo se dispone como un análogo de la razón, obteniendo representaciones menos claras que las del tipo
superior de conocimiento racional.
Mientras que las cosas conocidas lo son por una facultad superior, las cosas sensitivas lo son por una facultad inferior
(sensible). Si bien este conocimiento es considerado inferior, lo importante es que los sentidos y el sentimiento ya no son
considerados maestros del error o de la falsedad.
Al tratar la belleza de lo sensible, considera que ella consiste en la unidad en la variedad, en la consonancia entre las
partes de una obra, lo que no supone que esté dado por ningún concepto (cuestión que luego va a desarrollar Kant).