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Son muchas ocasiones en las cuales nos encontramos con consideraciones en el aula o
por fuera de ésta, como “no se le entiende lo que dice”, “parece que no comprendiera lo
que se le dice”, “se queda atrasado siempre”, “qué letra tan fea tiene”, “no se le entiende
lo que escribe”, “no comprende lo que lee”, “mantiene distraído”, “sé para mucho del
asiento”, “él es muy perezoso”, “es lento para escribir o para aprender”, “al escribir hace
las letras y números al revés”, “al caminar o correr siempre se golpea”, entre otras y
muchas que van caracterizando a un niño en el aula, hasta el punto de terminar siendo
rotulado, no sólo por docentes, sino por sus pares (compañeros), entes externos y hasta
los mismos padres de familia. Pero realmente son estos, signos de alerta para identificar
situaciones de desventaja que van presentando los niños en su desarrollo dentro de su
etapa escolar, dando aviso a la presencia de dificultades de aprendizaje o de trastornos
de aprendizaje, lo cual altera el desempeño escolar del niño y por ende su funcionalidad
ocupacional dentro del aula y hasta en el ámbito familiar.
El aprendizaje es un proceso que afecta todo el comportamiento humano y deriva tanto del ritmo
de desarrollo psicomotor como de la influencia del ambiente y aunque ambos son constantes
existen niños que muestran limitaciones importantes y especificas en sus habilidades para
aprender a leer, a escribir, el ejercicio de las matemáticas, en el desarrollo de su lenguaje, en su
coordinación motriz, así como en el comportamiento social. 1 Por lo cual, cuando un niño presenta
o evidencia problemas de aprendizaje se ven alteradas muchas de sus áreas de desarrollo, por el
mismo proceso de aprendizaje en el cual se encuentra que se interrelaciona a todas éstas.
1
SANCHEZ ROBLES, Sandra. Trastornos de Aprendizaje. Disponible en
http://www.ieepo.gob.mx/pdf/resumen_ta.pdf. Rev. Septiembre 2010.
2
SALGADO GOMEZ, Ana M.; y ESPINOSA TERAN, Nora. Dificultades Infantiles de Aprendizaje. Detección,
Estrategias y Ayudas. España, Madrid: Grupo Cultural. 2009. P 448.
individuo en lectura, en el cálculo o en la expresión escrita es sustancialmente inferior a lo
esperado para su edad, grado escolar y su nivel de inteligencia 3; por tanto no puede
hablarse de trastornos del aprendizaje si existen en el niño otras alteraciones del
desarrollo como retraso mental, autismo, síndromes y/o déficits sensoriales (visuales y/o
auditivos), sordera, ceguera, o trastornos del comportamiento. El DSM IV clasifica los
trastornos de aprendizaje de la siguiente manera:
• Trastorno de la lectura.
• Trastorno del cálculo
• Trastorno de la expresión escrita
• Trastorno del aprendizaje no especificado
Signos tempranos
• Discreto retraso en la adquisición del lenguaje.
• Fallas articulatorias.
• Dificultad para aprender nombres de letras o colores.
• Defectos en la secuenciación de silabas (“parajito” en vez de “pajarito”).
• Dificultades para hallar palabras, nombrar objetos o ilustraciones.
• Problemas para recordar secuencias verbales (Números telefónicos, direcciones).
Características posteriores:
• Errores típicos en la lectura.
• Falta de fluidez.
• Rotación en la lectura (“b” por “d”).
• Errores en la direccionalidad de la lectura (“al” por “la”).
• Sustitución de palabras similares (“mes” por “mas”).
• Equivocaciones en equivalencias fonológicas (“paga” por “paja”).
• Omisiones (“pep” por “pepe”).
• Adiciones de palabras.
• Identificación de la primera letra con cambio de la palabra (“vacio” por “vaso”).
• Deletreo inadecuado.
• Confunden lateralidad.
• Dificultad en reconocer los dedos de las manos.
• Falla en dimensión espacial.
• Fallas en seguimiento visual.
• Dificultades para aprender series: Letras, números, meses, días de la semana.
• Dificultades para aprender el reloj.
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SANCHEZ ROBLES, Sandra. Trastornos de Aprendizaje. Disponible en
http://www.ieepo.gob.mx/pdf/resumen_ta.pdf. Rev. Septiembre 2010.
Existen dos variables básicas que determinan los trastornos de aprendizaje
relacionados con la lectura:
1a.- Fallas en la lectura resultantes de las dificultades en el procesamiento auditivo.
2a.- Fallas en la lectura derivadas de defectos en el procesamiento visoperceptual.
Cabe anotar que no todos los niños que presentan dificultades en la lectura presentan
dislexia. Y en cuanto al proceso de evolución o avance que puede tener un niño con
trastorno de la lectura es importante tener en cuenta que su mejoría puede ser buena si
es atendido a tiempo. Con trabajo planeado y con estrategias de intervención efectivas los
niños que la presentan pueden aprender a leer, escribir y a utilizar el lenguaje lo
suficientemente bien, de modo que consigan cubrir sus expectativas escolares y sociales.
La dislexia no desaparece pero sí se supera. Se dificulta el tratamiento cuando se asocia
a problemas de conducta, retraso en la adquisición del lenguaje y/o respuestas
emocionales excesivas.
Alrededor de éste se encuentran unas variables que afectan la expresión escrita como:
Los signos de alerta o detección, permiten así, dar ayuda temprana a un hijo, a un
alumno, a un familiar, dando orientación y evitándole fracasos escolares que también
generan alteraciones en el autoconcepto y en la autoestima del menor, dado que por el
riesgo de ser rotulados terminan aislándose en el aula o siendo el centro de atención, no
por su buen rendimiento sino por ser el niño perturbador o el “payasito” de la clase, siendo
ésta una forma compensatoria de desempeñarse en el aula ante las necesidades de
aprendizaje que puede estar requiriendo de solución.
Por tanto más que rotular, se debe estar atento a los cambios, desempeño y rendimiento
de los niños(as) para ser agentes positivos de cambio y facilitadores en el proceso escolar
de los menores.
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SANCHEZ ROBLES, Sandra. Trastornos de Aprendizaje. Disponible en
http://www.ieepo.gob.mx/pdf/resumen_ta.pdf. Rev. Septiembre 2010.
BIBLIOGRAFIA