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PEDRO ENRIQUE RUBIO CABELLO

“LA FAMILIA ¿INSTITUCION HUMANA O DIVINA?”

“Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para
corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté
capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien.” 2 Timoteo
2:16-17

Chile

2013
2

PEDRO ENRIQUE RUBIO CABELLO

LA FAMILIA ¿INSTITUCION HUMANA O DIVINA?

Proyecto Ministerial presentado en cumplimiento a las exigencias del curso de


Doctorado en pastoral y liderazgo cristiano de la Facultad Teológica Sud Americana,
bajo la orientación del Prof. Dr. Daniel Arturo Godoy Fernández

Chile

2013
3

LA FAMILIA ¿INSTITUCION HUMANA O DIVINA?

Prof. Dr. Daniel Arturo Godoy Fernández


Orientador

Prof. Lic. Ailiñ Abigail Gava


Examinador

Prof. Dr. Omar Gava


Coordinador del Programa de Maestría REG

Santiago, 03 de Diciembre de 2013.


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DEDICATORIA

A mi amada esposa Leonora e hijos:

Por su amor y vida práctica de familia, ella me motivó así también mis hijos
Micaías y Pedro a seguir siempre adelante, ellos son el fruto de la bendición del
Señor sobre nuestro amado y dulce hogar. Así también a mis pastores y profesores
que fueron los que me inspiraron a estudiar la Palabra de Dios y enseñarla como el
Creador ha mandado.
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AGRADECIMIENTOS

A la Santa Trinidad, por sus infinitas misericordias.

A Dios el Padre, mi Señor Jesucristo y al Espíritu Santo, quiénes en palabras del


evangelio, el redentor de la humanidad, enseñó a sus discípulos con estas palabras:
“porque separados de mi nada pueden hacer” (Jn. 15:5). Esta verdad ha sido una
realidad en mi vida, todo lo que soy y he podido ser se lo debo a Dios.

Espero, que esta obra literaria sea un aporte, para quienes con un corazón limpio
aman a Jesucristo, y a la vez puedan educar, orientar y aconsejar a su familia como
a los integrantes de ellas en las verdades eternas de la Santa Biblia.
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RESUMEN

En este trabajo de investigación del tema de la familia, se hace un análisis


bíblico, teológico y práctico de cada uno de las temáticas menores que se dan al
interior y exterior del hogar. La familia es de origen divina, es el mismo Dios quien le
expone principios e indicaciones para cómo vivir en armonía y así evitar
potencialmente tensiones en el hogar. Algunos de estas verdades tienen que ver con
la unidad, es decir tanto el hombre como la mujer son una sola carne, la bendición
del Creador en ellos como matrimonio, es el mismo Dios quien bendijo con un lugar
donde vivir, alimentos para comer, la compañía del mismo Señor para asistirles en
cualquier momento sin importar las situaciones que viviesen. Los hijos que serán
parte de la multiplicación en ellos en obediencia al mandato a procrear y llenar la
tierra en ese momento histórico y revelativo.

Es verdad que en el matrimonio se requiere que cada uno de ellos se ayude y


apoyen en todo momento, de ser así los deberes y responsabilidades serán menos
extenuantes. Por otro lado, debido a las muchas tensiones en el interior y exterior del
hogar es que se producen heridas y es el mismo Señor quien expresa que vino a
sanar a los quebrantados de corazón y espíritu. ¡Gracias a él por esto! La sexualidad
matrimonial es una realidad única, singular y también excepcional. Esta fue
establecida por el Señor para que se viva en los mementos adecuados y éticos. No
se debe abusar de esta verdad, ya que son muchas las personas interesadas en
deshonrar esta bendición y realidad sagrada. Son los padres los que deben instruir a
sus hijos en las más variadas temáticas de la vida sexual, para que ellos vivan con
temor y respeto en lo que Dios ha establecido en este tema.

Las finanzas en la familia es un tema que requiere tener ciertas pautas para
tomar las decisiones correctas. Dios es la fuente de provisión para el hogar, los
padres de la familia son los que deben suplir las necesidades de sus integrantes. El
trabajo ha sido establecido por Dios como un medio para obtener el salario y así
responder a las exigencias materiales y en ese contexto los miembros del hogar
deben reconocer y agradecer al Señor por los beneficios

Los integrantes de la familia, son el padre, esposa e hijos. Fue el Señor quien
los estableció y les entregó sus deberes y responsabilidades para que estos
funcionaran en perfecta armonía. Es una realidad que surgirán tensiones al interior
7

de la familia, esto por ser personas sujetas a errores, pero al mismo tiempo que les
exige que cada uno de sus miembros se someta los unos a los otros en el temor de
Dios.
8

INDICE PÁGINAS

INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 10
I. PERSPECTIVA TEOLOGICA DE LA FAMILIA ..................................................... 15
II. BENDICIONES DEL MATRIMONIO ..................................................................... 20
2.1. La ayuda mutua .............................................................................................. 20
2.2. La persona de Dios ......................................................................................... 22
2.3. Los hijos del matrimonio. ................................................................................ 23
2.4. La unión sexual ............................................................................................... 25
2.5. El apoyo emocional ......................................................................................... 28
2.6. El amor recíproco y sus significados ............................................................... 29
III. LA SANIDAD INTERIOR FAMILIAR ................................................................... 36
3. 1. Bases bíblicas para la sanidad interior en el matrimonio ............................... 36
3. 2. El pecado y la enfermedad ............................................................................ 37
3. 3. La unidad y armonía matrimonial puede ser destruida por el diablo .............. 38
3. 4. Traumas de la edad prenatal ......................................................................... 39
3. 5. Traumas de la vida adulta .............................................................................. 42
IV. LA SEXUALIDAD FAMILIAR .............................................................................. 44
4.1. El sexo es creación divina ............................................................................... 44
4. 2. Es un acto de unidad entre dos personas casadas........................................ 46
4. 3. Es para procrearse ......................................................................................... 49
4. 4. Para mantenerse en limpieza moral ............................................................... 51
4. 5. La abstinencia sexual ..................................................................................... 53
4. 6. Enemigos del sexo ......................................................................................... 55
4.7. La formación sexual en los integrantes de la familia ....................................... 56
V. LA ECONOMIA FAMILIAR .................................................................................. 62
5.1. Dios bendice a la familia ................................................................................. 62
5.2. El dinero para la familia ................................................................................... 64
5.2.1. Beneficios al diezmar ............................................................................ 65
5. 2.2. Consecuencias al no diezmar .............................................................. 66
5. 3. Un presupuesto económico familiar ............................................................... 68
9

VI. LA ARMONIA FAMILIAR .................................................................................... 70


6.1. Principios bíblicos para formar una familia ...................................................... 70
6.2. Consejos extra-bíblicos para la familia ............................................................ 76
6.3. La madurez emocional .................................................................................... 82
6. 4. Una persona inmadura ................................................................................... 89
VII. LOS INTEGRANTES DE LA FAMILIA ............................................................... 93
7.1. Familias bíblicas.............................................................................................. 93
7.2. La vida de Jesucristo .................................................................................... 115
7.3. La verdadera familia de Jesús, Mr 3:31-35. .................................................. 119
7.4. La formación de los hijos .............................................................................. 121
7.5. Jesús defendió la unidad familiar .................................................................. 136
7.6. Jesús visitó varias familias ............................................................................ 139
CONCLUSIÓN ........................................................................................................ 143
BIBLIOGRAFIA ...................................................................................................... 146
10

INTRODUCCIÓN

El resultado de este trabajo y el tema que tratamos es que “La familia es una
institución creada por Dios, esto significa que cada vez que las personas deciden
casarse o unirse en matrimonio, no están obedeciendo a iniciativas humanas sino
más bien a un hecho sobrenatural establecido por el Creador. Por lo mismo, cada
familia requiere de las verdades del Altísimo en sus relaciones y actos, para poder
mantenerse con vida en el ámbito donde se desarrolla”

Son muchas las cosas que la familia necesita, una de ellas es la presencia
divina, el amor mutuo entre los componentes de un hogar, la comunicación
frecuente, la transparencia en sus relaciones, recursos financieros para poder
adquirir los elementos para cubrir sus necesidades y un conjunto diverso de otras
cosas.

La familia viene a ser la base de la sociedad de todos los tiempos, por lo


mismo si ella se encuentra en crisis en la actualidad, se debe a que esta sagrada
sociedad en miniatura está en conflicto. Es el momento de poner un alto y dejar de
preocuparse de los avances tecnológicos y científicos, pues lo único que hacen es
desviar y alejar a las personas de su propia identidad y necesidad, ya que la ciencia
no puede satisfacer las necesidades que los hogares exigen y requieren en el
presente. Algunos de los integrantes de las generaciones actuales, no tienen ningún
interés en formar un hogar, no les importa construir una familia para amar y ser
amados. Lo que interesa a los jóvenes de hoy es tener libertad y permiso para los
múltiples placeres que hay, sin mayores responsabilidades.

Existe mucha discusión sobre el lugar dónde los niños deben aprender los
principios básicos para su vida. El estado intenta, dentro de sus limitaciones,
educarlos en establecimientos de formación técnica y profesional. Sin embargo, por
ningún motivo este tipo de educación puede remplazar lo que la familia necesita;
sólo en la cuna hogareña se educa, instruye, forma, crea, y hace que las personas
tengan una plataforma correcta para enfrentar la vida cotidiana. De no ser así,
implica que el hogar no es valorado por los que tienen familia y sus integrantes.

No podemos despegar los ojos del Creador y dejar que millones de personas
se destruyan con sus ideas humanistas, existencialistas, liberales, inmorales y
11

escépticas. Se debe evaluar honestamente el hogar y certificar objetivamente qué


cosas nos hacen mal y qué hechos son dignos imitar, para luego orientarnos en los
marcos establecidos por el Señor, sólo así tendremos hogares y familias sólidas y
firmes en el tiempo.

En este texto se pondrá atención a las Escrituras para sacar de esta fuente
perfecta e inagotable la información sagrada, para saber qué principios mantienen a
una familia feliz y duradera. Se presentarán evidencias objetivas de cómo
administrar un hogar y como corregir aquellas irregularidades que pueden existir
entre los miembros de la familia actual.

Toda persona es importante en la familia, si las personas que la constituyen


saben realizar correctamente sus tareas, éstas podrán ser maduras en cada una de
las etapas que les corresponda enfrentar. Si alguno de ellos es capaz de aprender a
vivir correctamente en su familia, eso mismo hará en su entorno externo. Muchas de
las reacciones y comportamientos se deben a conductas aprendidas en el hogar, ya
sean estas buenas o malas. Por lo tanto, en este estudio práctico se darán consejos
y verdades bíblicas para todas las familias de la tierra.

Ahora bien, al examinar el código civil chileno se puede ver que esta verdad
del Creador acerca de la familia, se sostiene entre un hombre y una mujer más los
hijos que nazcan en el matrimonio. El código chileno dice: “El matrimonio civil -
según nuestro Código Civil-, es un contrato solemne por el cual un hombre y una
mujer se unen actual e indisolublemente por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de
procrear y de auxiliarse mutuamente" (art.102). Ley Nº 19.335, del año 1884.

En Chile, el matrimonio es el único medio legal para fundar una familia. Los
hombres y mujeres que han cumplido 18 años (mayoría de edad), no están
obligados a obtener el consentimiento de ninguna persona para contraerlo. Los
novios pueden casarse por la Iglesia, o hacerlo por la religión que ellos tengan. Sin
embargo, sólo tiene validez legal el matrimonio civil. Las características del
matrimonio son:

Es un contrato, por tal motivo requiere acuerdo entre quienes contraen


matrimonio, además del compromiso en el cumplimiento de derechos y deberes. Es
solemne, se formaliza este acto en un documento y se realiza ante un oficial del
12

Servicio de Registro Civil e Identificación, sea en el recinto del Servicio o en la casa


de uno de los cónyuges. Se efectúa entre un hombre y una mujer, en Chile no existe
matrimonio entre personas del mismo sexo. Además el matrimonio ha de ser
monógamo, es decir, no se permite que el esposo tenga más de una mujer
(poligamia) ni que la mujer tenga más de un marido (poliandria). Es una unión
permanente, rige desde el momento que se contrae.

La finalidad es vivir juntos y procrear, por lo tanto vivirán bajo el mismo techo,
se asistirá uno al otro en las buenas y en las malas. Estas son las variantes de la ley
de 1.884 al año 2008 LEY Nº. 19.947. Sin embargo, debemos tener presente que el
H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente. Proyecto de ley: "Artículo
primero.- Sustituyese la Ley de Matrimonio Civil, de 10 de enero de 1.884, por la
siguiente. "LEY DE MATRIMONIO CIVIL. Capítulo I Disposiciones generales:

Artículo 1º.- La familia es el núcleo fundamental de la


sociedad. El matrimonio es la base principal de la familia.
La presente ley regula los requisitos para contraer
matrimonio, la forma de su celebración, la separación de
los cónyuges, la declaración de nulidad matrimonial, la
disolución del vínculo y los medios para remediar o paliar
las rupturas entre los cónyuges y sus efectos. Los efectos
del matrimonio y las relaciones entre los cónyuges y entre
éstos y sus hijos, se regirán por las disposiciones
respectivas del Código Civil. Artículo 2º.- La facultad de
contraer matrimonio es un derecho esencial inherente a la
persona humana, si se tiene edad para ello. Las
disposiciones de esta ley establecen los requisitos para
asegurar el libre y pleno consentimiento de los
contrayentes .El juez tomará, a petición de cualquier
persona, todas las providencias que le parezcan
convenientes para posibilitar el ejercicio legítimo de este
derecho cuando, por acto de un particular o de una
autoridad, sea negado o restringido arbitrariamente.
Artículo 3º.- Las materias de familia reguladas por esta ley
deberán ser resueltas cuidando proteger siempre el interés
superior de los hijos y del cónyuge más débil. Conociendo
de estas materias, el juez procurará preservar y
recomponer la vida en común en la unión matrimonial
válidamente contraída, cuando ésta se vea amenazada,
dificultada o quebrantada. Asimismo, el juez resolverá las
cuestiones atinentes a la nulidad, la separación o el
divorcio, conciliándolas con los derechos y deberes
provenientes de las relaciones de filiación y con la
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subsistencia de una vida familiar compatible con la ruptura


o la vida separada de los cónyuges.1

Las leyes humanas son las cambiantes, desde el año 1884 ley Nº 19.335, se

instaura que la familia se establece con el matrimonio de un hombre y una

mujer más los hijos, pero la nueva ley Nº 19.947 anula la otra ley del año antes

citado en su última versión del 15 de septiembre del 2008.

Las leyes en Chile tienen diversas tendencias, según acuerdos que proponen
los legisladores, de esta manera consiguen llegar a diferentes conclusiones,
haciendo leyes lejos de las verdades absolutas dando como resultado un desastre
moral, que algunos aceptan y a otros molesta. ¿Qué piensa Dios de todo esto?

Algunos le llaman modernidad, madurez, mentalidad abierta. Este tipo de


mentalidad liberal ha puesto en peligro a las futuras familias de la tierra. Debemos
enfrentar y combatir estas ideas que consideramos perjudiciales, con la espada del
Espíritu que es la Palabra de Dios.Todas las cosas naturales o creadas tienen un
comienzo, origen o inicio en sus composiciones y sobre la base de este principio se
determina su acción o funcionalidad. Para el escritor sagrado, la familia se establece
en la divinidad. Son las criaturas las que deben obedecer a su Creador y no el
Altísimo a sus criaturas. De manera que, podemos sostener objetivamente que la
familia es creación de Dios.

El diccionario de castellano Salvat ALFA define así la familia: “Institución


social por la que un hombre y una mujer se unen al objeto de constituir una familia.
Contrato bilateral entre dos personas de diferente sexo, encaminando a establecer
una comunidad de vida. Sacramento instituido para establecer la legítima unión
entre hombre y mujer”2

En todo tipo de estudio las personas tienen su mirada o interpretación de la


realidad dependiendo de su contexto mediato o sociocultural. El cómo las personas
miran su entorno, el área familiar, financiera, relaciones humanas, profesionales,
materias éticas, vida espiritual, son muy variadas. Las personas hoy están
recurriendo a diferentes propuestas de los intelectuales, líderes de opinión y filósofos

1
www.bcn.cl/ecivica/mcivil.
2
Alfa, Diccionario de gramática, p. 726.
14

de este tiempo con respecto a las necesidades sociales, es más son muchos de
estos sabios los que construyen elementos y pautas para todas las personas de la
sociedad moderna. Son ellos los que han llevado a la destrucción de la familia y es
por esta razón que se debe buscar en Dios el autor de la familia y revertir la presente
situación.

Por los antecedentes que hemos mencionado a la luz de la Palabra de Dios,


queda muy claro que la familia parte desde el origen sobrenatural, divino y sólo con
sus principios vivirá plenamente. En ese contexto se debe mover la originalidad de
esta hermosa institución.
15

CAPITULO I

PERSPECTIVA TEOLOGICA DE LA FAMILIA

Una verdad tiene como base, origen y fundamento en Dios, más


específicamente en su palabra. En este sentido, todas las verdades que
comentaremos para la familia son los pilares o las bases donde se sostiene el hogar.

Estas verdades para la familia han sido tomadas de la Biblia, veamos


algunas:

A. La primera verdad es que toda familia se sostiene en Dios, esto significa


que esta institución obedece a motivos sobrenaturales, no puede menos que pensar
y afirmarse en el Todopoderoso. El autor del libro de los orígenes de todas las cosas
nos educa así: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó;
varón y hembra los creó... y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo;
le haré ayuda idónea para él” (Gn. 1:27; 2:18).

Esto significa que tanto el hombre como la mujer son creados por Dios y no
obedecen a otro patrón. También podemos darnos cuenta que en la primera pareja
implica que el hombre fue hecho para la mujer y la mujer para el hombre. Dios los
hizo a ambos con distintos sexos, fueron creados para pertenecerse el uno al otro.
Es posible discernir, que el primer oficial “civil y espiritual” que casó a la primera
familia formada por Adán y Eva fue Dios. En este sentido, hay algunas culturas que
piensan que no es necesaria la presencia religiosa en la unión matrimonial. De esto
se dice: “En Israel, como en Mesopotamia, el matrimonio era asunto puramente civil,
que no era corroborado por ningún sitio religioso”3

B. La segunda verdad es que esta familia al ser creada por Dios, está
compuesta por un hombre y una mujer. No como el contexto actual del siglo XXI,
donde muchos de los países llamados desarrollados, hombres se unen a hombres y
mujeres a mujeres. Es Dios quien le da luz al apóstol Pablo en su epístola a los
Romanos cuando escribe que este hecho es la característica del hombre lejos de
Dios. El texto nos dice: “Por lo cual Dios los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
3
García, Tomás B. El vínculo matrimonial, p. 6.
16

cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto
a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto
Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres,
dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros,
cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos
la retribución debida a su extravío” (Rom 1:24-27).

En este texto de la sagrada palabra, podemos darnos cuenta que esos


hechos obedecen a la perversión de las personas en concretizar este tipo de
situaciones. El Señor hizo que un hombre se uniera a una mujer, la voluntad del
Creador es que dos personas de sexos desiguales de unan y formen una familia. En
este contexto lo normal es que un hombre se sienta atraído por una mujer, no es
sano que un hombre guste de varias mujeres, esto es considerado una enfermedad
amoral. Lo sano es que a una mujer le atraiga un varón, no es correcto ni ético que
una mujer le gusten varios hombres. El concepto de una sola carne sólo se da en la
funcionalidad de un hombre con una mujer.

C. La tercera verdad de la originalidad de la familia, es que este grupo


elemental se sostenga en principios espirituales, es decir, cada una de las conductas
del hogar, deben ser dirigidas por Dios y no por pautas humanas. El autor de
Génesis nos alecciona con las siguientes palabras. “Y mandó Jehová Dios al hombre
diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer más del árbol de la ciencia del bien
y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gn
2:16-17). Es Dios quien mandó a la primera familia a no comer de este árbol, de lo
contrario, ambos integrantes recibirían consecuencias para sí mismos. Con el texto
posterior nos habla claramente, que la primera familia fue desobediente al Señor. Se
puede observar objetivamente, que ellos murieron espiritualmente con todas las
consecuencias que implican la rebelión contra Dios hasta terminar en la muerte
física.

Las páginas del Nuevo Testamento, están llenas de indicaciones para las
familias de todos los tiempos, fueron los escritores inspirados los que dejaron pautas
para el bien de todas las familias existentes. El apóstol Pablo es uno de los
escritores, usados por el Espíritu Santo y sus palabras son: “Sométanse unos a otros
17

en el temor de Dios... Las casadas estén sujetas... Maridos amen a su esposa...


hijos obedezcan a sus padres” (Ef. 5:21, 22ª, 25ª, 6:1). Con estas evidencias, se
puede observar que el Señor siempre ha deseado mantener a la familia informada
de lo que es mejor para ella. Dios jamás dejará de comunicarse con los seres que él
mismo ha creado.

D. La cuarta verdad de la originalidad de la familia, es que este organismo


cuenta con la bendición del Creador de todas las cosas. Esta verdad la podemos ver
en el texto que sigue:

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificar y multipliquen;


llenen la tierra y adminístrenla, y dominen en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que les he
dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la
tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; les
serán para comer. Y toda bestia de la tierra, y a todas las
aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la
tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para
comer. Y fue así. (Gn 1:28)

Hay varias verdades que se pueden descubrir en este pasaje, las cuales ellas
beneficiarán a todas las familias.
Todas las bendiciones para la familia se originan en Dios, según la sagrada
escritura Él se complace en bendecir, es decir, hacerles el bien. Para el Creador, es
bueno hacer el bien a cada casa u hogar que está presente.

La bendición de Dios, involucra la multiplicación de todas aquellas cosas que


la familia requiera, es el Señor quien se encarga de añadir y multiplicar en todas las
cosas posibles, según las necesidades de los integrantes de un hogar.

La bendición tiene relación con que cada familia tendrá un espacio donde
poder desarrollarse, vivir en paz, sentirse libre de las presiones que pueda tener en
momentos de su existencia.

La bendición es contar con los elementos para poder alimentarse. Dios le dio
a la familia los animales para nutrirse, las plantas para comer de ellas, en la medida
que ellas sean comestibles y alimenticias.
18

Todo esto que Dios hizo, ha sido y será para la edificación permanente de
todas las familias que han existido y existan. El Señor jamás ha dañado a alguna
familia, por el contrario, quienes se han introducido en esta institución solo han
recibido de parte de Dios el bien.

E. La quinta verdad de la originalidad de la familia, es que ella cuenta con un


lugar para administrar. La tierra fue creada por el Creador; las palabras del salmista
son, “De Yahvé es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan”. (Sal
24:1) Esta evidencia bíblica nos hace posicionarnos en el lugar correcto como
personas, todo lo que vemos es de Dios.

Dios le entregó la tierra a la primera familia, fue su responsabilidad que ella


conservara su originalidad y sus componentes. Lo lamentable es que por causa del
pecado, esta ha sufrido los males que actualmente posee. De todos modos, Dios se
ha comprometido con cada una de las familias que van surgiendo, para otorgarles su
bendición.

El Todopoderoso estuvo con la familia compuesta por Abraham y Sara, Él los


buscó y les comunicó sus planes. Este hogar fue receptivo a las iniciativas divinas,
por lo tanto podemos sostener que había un cuidado especial del Señor sobre esta
casa. Las palabras que sostienen esta verdad son: “Bendeciré a los que te
bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias
de la tierra” (Gn 12:3). Esta familia sería alabada por Dios, al mismo tiempo aquellos
que le desearan mal, el Señor se encargaría de ellos haciéndoles mal. Lo singular
de este hogar es que Dios los bendeciría y con esta bienaventuranza todas las otras
familias de la tierra serian benditas. La bendición para Abraham y Sara estaba en
Dios y no en ellos mismos, de la misma forma la bendición para todos los hogares
futuros de encuentra en Creador de todas las cosas.

En el Nuevo Testamento, vemos la delicadeza y ternura de Dios en una


familia muy especial, nos referimos a José y María. Los miembros de este hogar,
fueron ayudados sobrenaturalmente, cuando el peligro de muerte estuvo cerca de
uno de sus hijos, en este caso el primogénito, Jesús, quien era y es el Salvador del
mundo. El texto del evangelio habla así:

Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor


apareció en sueños a José y dijo: Levántate, y toma al niño y
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a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te


diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para
matarlo. (Mt 2:13).

El Creador protegió esta familia. Cuando la maldad se acercaba a sus vidas


fue el Señor quien salió en su defensa. El esposo recibió indicaciones claras, de
cómo esquivar la situación difícil para su casa. Hay momento en que hay que huir
del mal y no luchar; el autor de Proverbios afirma: “El avisado ve el mal y se
esconde; más los simples pasan y reciben el daño” (Pr 22:3). Fue Dios quien se
reveló y les advirtió el peligro y ellos fueron obedientes a sus indicaciones. La
esposa no cuestionó a su esposo, por el contrario notamos que fue obediente
plenamente. Como resultado, al morir Herodes, quien pretendía hacerles daño,
José recibió de Dios nuevas instrucciones, estas fueron: “Pero después de muerto
Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo:
Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los
procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó y tomó al niño y a su madre y
vino a tierra de Israel” (Mt 2:19-21).

Jesucristo ayudará a sus familias, en todo momento; es posible que las


circunstancias sean muy complicadas, pero Dios está por sobre ellas, él entregará
los recursos y las indicaciones para salir adelante y cumplir sus planes. No hay algo
desconocido para Dios en su familia; nada pasa desapercibido ante sus ojos,
creamos que todas las cosas en las cuales no hemos pecado, nos ayudarán a bien a
nuestros hogares, todo esto es porque amamos a Dios y Él nos ama.

Las familias de hoy deben ser receptivas a lo que Dios les pide. En las
Escrituras notamos, que el Señor siempre sostuvo a quienes les amaron y eran
fieles a sus mandamientos. Jamás pensemos que los poderes de los hombres son
mayores que la influencia del Creador de los cielos y la tierra.

Desde la mirada humana, seguirán sucediendo situaciones problemáticas,


difíciles, complejas para todos los hogares, pero desde la óptica del Señor Él tiene
todas las herramientas para apoyar durante estos tiempos de prueba de las familias.
Es por eso que se debe mirar y buscar siempre en el amado Dios las soluciones a
todas las exigencias y demandas que vive y vivirá toda familia.
20

CAPITULO II

BENDICIONES DEL MATRIMONIO


Cada una de las personas que se han casado, pueden decir que sus vidas
han cambiado para bien. Por un lado, han aprendido amar y a ser amados, tienen el
deseo de luchar por los altos ideales del matrimonio, han logrado crecer emocional,
moral y espiritualmente. Hay otras señales positivas del matrimonio, que los casados
deben saber; estas son las siguientes.

2.1. La ayuda mutua


Es notable detenerse en el capítulo dos del libro de Génesis y ver cómo Dios
creó todas las cosas y entre ellas está el hombre. La Biblia declara, que Adán puso
nombre a todos los animales creados por Dios. En relación a esto se dice:

Yahvé Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo,


y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese
como los había de llamar; todo lo que Adán llamó a los
animales vivientes, ese es su nombre.
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a
todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda
idónea para él. (Gn 2:19,20).

Aquí, se deja en claro que Adán no tenía ayuda para el trabajo que había en el
huerto de Edén. Todos los animales y aves no fueron de ayuda para el primer
hombre. Es más, fue Dios quien se dio cuenta, que los seres creados no podían
ayudarle correctamente.

Fue así como Dios creó una mujer para Adán, y su nombre fue Eva. Este es
el momento en que el primer hombre estaba completo, ya tenía una ayuda idónea
para todas sus necesidades y responsabilidades para con Dios en el huerto donde
tenía su residencia. La idoneidad significa en este contexto.

Ayuda para su esposo Adán, es Eva la que tiene que ayudar a su esposo.
Adán no encontró y tampoco pidió ayuda a algunos de los animales creados por
Dios. Estos seres por muy hermosos que fuesen, eran inútiles para ayudar al primer
hombre. Hoy se debe repetir este principio, en el sentido que los hombres casados
solo podrán encontrar ayuda para todas las necesidades en su esposa. Lo
lamentable de muchos matrimonios es que se apoyan en otras personas, las que
21

son ajenas a la unidad matrimonial. En todo esto el único que gana ventaja es el
diablo. Para los casados la ayuda idónea es su esposa. La palabra de Dios dice: “Y
dijo Yahvé Dios: No es bueno que el hombre esté sólo; le haré ayuda idónea para él”
(Gn 2:18). Ayuda para Adán implicaba que ella tenía que auxiliarle en la
administración del hogar que Dios les había entregado, para llevarlo excelentemente
ante el autor de la vida. Cada esposo debe tener en su esposa la ayuda idónea, para
que juntos edifiquen su hogar en la persona del Señor y no lejos de Él. El texto del
libro de los orígenes de todas las cosas dice esto: “Tomó, pues, Yahvé Dios al
hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrase y guardase” (Gn 2:15).

Ayuda para ser complemento en la parte espiritual de su esposo. Hay algo


muy importante aquí, Dios les había provisto de todo para su sostenimiento; sin
embargo había una prohibición ante los ojos de ellos. No podían comer del árbol de
la ciencia del bien y del mal, de hacerlo vendrían consecuencias funestas para ellos.
Lo lamentable, es que ellos fueron desobedientes y cosecharon por lo que
sembraron. Si cada uno de los matrimonios, tuvieran claro que ambos son
responsables de la vida espiritual y ética del hogar, el mundo sería distinto. Las
Escrituras señalan: “Y mandó Yahvé Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del
huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;
porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gn 2:16, 17).

Ayuda idónea era para que ambos se realizasen como personas en el


contexto matrimonial y en el entorno donde vivirían. Adán y Eva fueron felices, se
realizaron como pareja y tuvieron comunión. Por lo que dicen los pasajes previos al
pecado podemos deducir que ellos vivieron muchos años en plena armonía, hasta
que el enemigo de los seres humanos les tentó y los venció. Tanto el hombre como
la mujer, deben aprender a encontrar la plenitud de realización con su respectiva
pareja y no fuera de ella.

Ayuda idónea en la formación de los hijos que Dios les había de dar. Los hijos
que tuvieron los primeros padres de la humanidad, revelan que sus progenitores
fueron parte de ellos en la formación de ambos. El mundo actual está traspasando
esta responsabilidad a personas que no tienen vínculos con el núcleo familiar
directamente. En muchos países del mundo existen personas que trabajan cuidando
niños y niñas como nanas, constituyéndose en madres postizas, incluso los hijos les
22

llaman mamá. ¿Son ellas sus madres?; en un sentido sí lo son, ya que ellas están
con ellos la mayor cantidad del tiempo. Son muchos los padres que se sienten
mejor con otras personas, destinan gran cantidad de tiempo a los amigos, a proyecto
financieros, a sus trabajos dejando momentos breves para estar con sus hijos, no
saben reír o compartir con ellos, es más, les molesta el llanto nocturno, olvidando
que ellos también fueron niños o niñas. Es muy probable que en el pasado a ellos
les haya acontecido lo mismo. Esto debe cambiar, es necesario que los padres
aprendan a criar a sus hijos en el amor y en el temor a Dios durante toda su vida.

2.2. La persona de Dios


Dios se ha comprometido, con cada uno de los matrimonios para estar al
lado de ellos. Una vez que el primer matrimonio cayó bajo el pecado, Dios fue en su
búsqueda y respondió creativamente para sanarlos. El texto de Génesis dice así: “Y
oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el
hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles
del huerto” (Gn 3:8). ¿Dónde estaba Dios antes de la caída del primer matrimonio?
La Biblia dice que Dios es omnipresente y siempre permaneció al lado de los dos. El
problema estuvo en que ellos dejaron de mirar a Dios y así pusieron los ojos donde
no debían mirar, esto fue en el árbol de la ciencia del bien y del mal del cual estaba
prohibido que comieran.

El Señor estuvo con Abraham y su esposa. La palabra de Dios señala que fue
iniciativa del Creador mandarlos fuera de sus tierras y allí bendecirlos
abundantemente. Una de las frases citadas por Dios en beneficio del padre de la fe
fueron: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y
serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gn 12:3). Esta familia al ser
respaldada por Dios, implicaría que ellos serían de bendición para todas las demás
familias de la tierra. A la luz del Nuevo Testamento, la descendencia de Abraham es
Cristo, y es a través de su persona que todas las familias de la tierra son bendecidas
(Gal 3:16).

En el texto neo testamentario, se puede ver la presencia de Dios con José y


María, los padres terrenales del Salvador de todos los pecadores. Estas personas
fueron ayudas sobrenaturalmente, al verse en peligro de muerte el niño Jesús, José
fue avisado en forma celestial. El evangelista Mateo dice:
23

Después que partieron ellos, he aquí un ángel apareció en


sueño a José y dijo: Levántate, y toma al niño y a su
madre, y huye a Egipto, permanece allá hasta que yo te
diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para
matarlo. (Mt 2:13).

2.3. Los hijos del matrimonio.

Las Escrituras señalan claramente, que los hijos de los padres son propiedad
de Dios, uno de estas verdades se encuentra en el Salmo 127

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima del


fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son
los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre
que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando
hablare con los enemigos en la puerta. (Sal 127: 3-5).

Por lo que el texto de poesía señala y es muy evidente; cada uno de los hijos
que tienen las familias de la tierra le pertenece a Dios, es decir son de su propiedad.
Los padres son solamente administradores de ellos, pero en ninguna medida son
sus dueños.

Hay algunas culturales, que recurren a distintas ideas y formas para hacer
que sus matrimonios sean abundantes y tener muchos hijos. Para el pueblo de
Israel, los hijos eran muy especiales y tenían varios beneficios, veamos.

Un niño recién nacido era lavado, frotado con sal y envuelto


en pañales (Ez. 16:4; Lc. 2:7-11). El hijo varón era
circuncidado al día octavo, y entonces se le daba nombre.
Cuando el niño tenía cuatro años se le destetaba.
Y con ese motivo se hacía con frecuencia una fiesta (Gn.
21:8). Las madres árabes llevan hoy día a sus niños
pequeños a horcajadas sobre la cabeza o los hombros, como
se acostumbraba en los tiempos de Isaías. (49:22; 66:12) 4

La literatura de sabiduría, está llena de consejos a los padres en relación a lo


que ellos deben entregar a sus hijos. Citaremos algunos de ellos para nuestra
comprensión.

Oye, hijo mío, y recibe mis razones, y se te multiplicará años


de vida hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia
4
Op. Cit, p. 8.
24

inclina tu oído Para que guardes consejo, y tus labios


conserven la ciencia. Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu
padre, y no dejes la enseñanza de tu madre. (Pr 4:10: 5:1;
6:20)

Los padres son los que deben colocar el temor de Dios en el corazón de sus
hijos. De esta manera las próximas generaciones serán personas que amen al
Todopoderoso. El autor del libro a los Efesios escribe estas palabras: “Y vosotros
padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en el disciplina y
amonestación del Señor” (Ef. 6:4).

También se tiene que reconocer que cada madre o padre, tiene la bendición
de formar a una persona para Dios y entregarlo a la sociedad actual con altos
valores y herramientas de bien y excelencia.Uno de los comentaristas familiares, nos
enseñan con estas palabras:

1. Te amo más de lo que puedes comprender; Eres precioso


para mí y doy gracias a Dios, que me permites criarte. 2.
Como te amo, debo enseñarte a obedecer. Esta es la única
manera en que puedo cuidarte y protegerte de todas las
cosas que puedan dañarte. Y la Biblia dice: Hijos obedezcan
a sus padres, porque esto es justo, (Efesios 6:11). 5

La educación, instrucción e información de los hijos, es un trabajo relevante y


requiere una gran responsabilidad; sin embargo, es necesario afirmar que en
ocasiones, hay situaciones difíciles donde se pretende corregir a un niño, pero no se
tiene el control emocional adecuado y se hace daño a los pequeños; estos estragos
pueden tener efectos físicos, psicológicos y emocionales que quedan en ellos y en el
futuro pueden determinar conductas destructivas, violentas o maléficas. De este
tema, un escritor nos enseña lo siguiente: “Nunca hay justificación en castigar a un
niño por una acción involuntaria. El castigar a un niño por algo que no puede evitar
es dar base para que ocurran, luego graves problemas”.6

Otro de los temas es el que se refiere a la enseñanza a los hijos tiene que ver
con la sexualidad, ellos van despertando al mundo sexual que les rodea, se hace
necesario ir descubriendo esos temas e irlos enseñando en forma paulatina. El
consejero, otra vez continúa educándonos.

5
De Vaux R., Instituciones del Antiguo Testamento, p. 77.
6
Dobson James, Enciclopedia de problemas familiares, p. 16.
25

Como preparación para estas discusiones puede serle útil revisar. La lista de
diez temas que se cita a continuación. Hay que tener ideas claras de lo que se va a
decir sobre cada uno de los temas.

1. El papel de la relación sexual en el matrimonio. 2. La


anatomía y fisiología del hombre y la mujer.3. El embarazo
y el proceso del nacimiento.4. Las poluciones nocturnas
(sueños húmedos).5. La masturbación.6. La culpa y las
fantasías sexuales.7. La menstruación.8. La moralidad y la
responsabilidad en el sexo.9. Enfermedades venéreas.10.
Las características sexuales secundarias que van a tener
lugar debido a cambios hormonales. El pelo púdico, el
desarrollo sexual genital, el aumento de interés en el sexo,
etc. 7

Tendríamos que señalar que hay una sola persona objetiva y determinante
con un conocimiento total del tema de la sexualidad para enseñarnos, y éste es
Dios. Se hace necesario que existan familias bien fundamentadas y sólidas en
manejar este tema, para así poder instruir eficientemente a sus renuevos. Son
muchos los padres que desean experimentar más de los beneficios de la familia, que
responder correctamente a los deberes. Dentro de estos deberes generales, está el
enseñar a los hijos el tema de la sexualidad y por ningún motivo derivar esta
responsabilidad a los profesores de los colegios donde sus hijos estudian. La razón
del porque ellos no pueden hacer esto, es porque Dios les ha delegado la formación
únicamente a los padres y no a terceras personas; por lo tanto, los padres deben
primero instruirse ellos primero y luego hacerlo con los hijos. Son muchos los
escritores éticos, que escriben del tema y sus consejos son los mismos; como por
ejemplo: “La familia es, en el terreno de la sexualidad, el primer lugar donde se
transmiten los valores primordiales sobre la sexualidad”8

2.4. La unión sexual


El matrimonio es el lugar autorizado por Dios para la plenitud de una vida
sexual activa. Tanto el hombre como la mujer, tienen este deseo en sus genes y es
en la medida que están casados, el lugar donde pueden realizarlo cuantas veces lo
deseen. El escritor inspirado por el Espíritu Santo en este sentido, nos indica:

7
Dobson James, Enciclopedia de problemas familiares, p. 16.
8
Ibíd, p. 18.
26

El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y


asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene
potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco
tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la
mujer. No os neguéis el uno al otro, o no ser por algún
tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparse
sosegadamente en la oración; y vuelvan a juntarse en uno,
para que no les tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia. (1Co 7:3-5).

Por otro lado, el poema del amor inspirado por el Espíritu Santo para los
casados, el Cantar de los cantares nos exhorta a todos los unidos por Dios en el
santo estado del matrimonio, que efectuemos la intimidad sexual permanentemente.
Estas son sus palabras:

Susténtame con pasas, confórtame con manzanas. Porque


estoy enferma de amor. Su izquierda esté debajo de mi
cabeza, y su derecha se abrace. ¡Cuán hermosos son tus
amores, hermana, esposa mía!¡Cuánto mejores que el vino
tus amores, Y el olor de tus ungüentos que todas las
especies aromáticas!. Como panal de miel destilan tus
labios, Oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua. Y
el olor de tus vestidos como el olor del Líbano (Cat 2:5,6;
4:10,11).

Si este libro lo usaran los matrimonios como guía de estudio para llevar
adelante sus vidas conyugales serían maravillosas y excitantes. Es hermoso como
Dios, se preocupó de este tema y dejó una obra literaria sobre la sexualidad
matrimonial para los casados. Salomón en una de sus otras obras poéticas, el libro
de los Proverbios -aunque él no el autor de la totalidad de la obra-, también toca
este tema y extractamos uno de sus consejos: “Sea bendito tu manantial, y alégrate
con la mujer de tu juventud” (Pr 5:18). La fidelidad conyugal y la santidad del
matrimonio, se enseñan tanto en los textos de sabiduría como también en la Ley de
Dios. Creemos que en la Biblia, hay tres cláusulas para que los casados no tengan
relaciones sexuales por un tiempo corto. Estas medidas son las siguientes:

1. Cuando la esposa se encuentre, en el período de flujo de sangre. Al


respecto, uno de los textos sagrados que forman parte de la Ley de Dios dice al
respecto: “Y no te llegarás a la mujer para descubrir su desnudez mientras esté en
impureza menstrual” (Lv18:19).
27

2. Cuando ambos se ponen de acuerdo, por motivos personales y deciden no


tener relaciones sexuales. “No se nieguen el uno al otro, a no ser por algún tiempo
de mutuo consentimiento” (1 Co 7:5ª).

3. Para dedicarse a la oración, ya sea por momentos juntos prolongados, o


por algún tiempo corto individual. “... para ocuparse sosegadamente en la oración”
(1 Co 7:5b).

Es por eso, que cada uno de los cónyuges, mantendrá siempre una posición
de respeto en situaciones como estas: “La ética sexual ha de mantenerse
principalmente desde la persona y en orden a la persona. Es el misterio de la
persona el que debe estar a la base de toda moral sexual”.9

La fidelidad por parte de los casados debe estar en todo orden de cosas. Hoy
cuando en el mundo moderno, se proponen una serie de alternativas para el
libertinaje sexual, quienes están unidos en santo matrimonio deben guardar sus
corazones de todo acto que violente su ética moral. El escritor nos indica lo
siguiente: “La mirada puede convertirse en forma de diálogo heterosexual. Entonces
asume unas características singulares. Estas características se convierten para el
moralista, en condiciones morales”.10

Para muchos, las puertas están abiertas para el amor libre e irresponsable,
pero no se puede tomar las cosas que estén al alcance, por muy fáciles que sean.
Algunos consejeros sexuales dicen de este tema: “Es posible aceptar el mal menor
de las relaciones prematrimoniales, antes que una abstinencia sexual prolongada de
carácter represivo”11

La pregunta es: ¿dónde se puede aprender los principios para la ética? Al


respecto el consejero nos da la siguiente orientación: “La familia es, en el terreno de
la sexualidad, el primer lugar donde se transmiten los valores primordiales sobre la
vida sexual”.12

Es en el lugar del matrimonio y en las familias donde sus integrantes


conocerán el enfoque de la sexualidad éticamente. Este es el lugar donde los

9
Vidal Marciano., Diccionario de ética teológica, p. 191
10
Vidal Marciano, La ética cristiana, p. 171.
11
Ibid, p. 176.
12
Ibid, p. 177.
28

amantes, pueden entregarse al amor sexual único en tranquilidad, limpieza,


hermosura y santidad. En este sentido: “El comportamiento sexual humano, si lo
comparamos con el del animal, está sometido a la ley del “ocultamiento”. La
disimulación de los órganos sexuales es uno de los factores más elementales de la
cultura.13

Terminamos diciendo que, la intimidad sexual es un acto propio de dos


personas que se aman y se entregan mutuamente al interior del matrimonio; estas
dos personas del sexo opuesto están autorizadas por Dios, para expresarse su amor
y sentimiento más pleno.

Si existe otro motivo, sin duda causará daño de forma personal, como
también a la pareja que efectúa el acto.

2.5. El apoyo emocional


Existe un dicho de sabiduría humana: “Es mejor estar solo que mal
acompañado”, pero estas ideas son subjetivas y revelan la individualidad y egoísmo
de las personas que lo emiten. En el fondo no desean asumir responsabilidades y
solo quieren disfrutar de los privilegios del matrimonio. La Biblia expone lo incorrecto
de estar solo, Dios le habló al primer hombre y le dijo que no era bueno que él
estuviera solo. Con el transcurso de los años, otro autor inspirado por el Espíritu y su
texto se llama Eclesiastés sostiene el mismo argumento dado por el Creador. Estas
son sus palabras:

Porque si cayeren, uno lo levantará a su compañero; pero


¡hay del sólo! Que cuando cayere, no habrá quien lo
levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán
mutuamente; más ¿cómo se calentará uno?. Y si alguno
prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres
dobleces no se rompe pronto. (Ecles. 4:10-12).

Nuestro Señor Jesucristo, habló que en su tarea de redención no estaba sólo,


sino que el Padre estaba junto a él. “Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no
soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre” (Jn 8:16).

Por las evidencias citadas anteriormente, podemos decir que así como en la
vida cotidiana no es constructivo estar solo, menos será posible esta acción en el

13
Ibid, p. 191.
29

matrimonio. Por lo tanto, cada uno de los integrantes del matrimonio debe tener,
contar y asegurarse que en su hogar su pareja tiene total apoyo emocional. El primer
consejero para el matrimonio es Dios, luego la esposa encontrará apoyo y ayuda en
su esposo; el esposo será lo suficientemente honesto para sostenerse en su esposa,
de esa manera pueden sostenerse mutuamente.

2.6. El amor recíproco y sus significados


Son muchas las personas que dicen frases sueltas como por ejemplo; te amo
mi amor, te amo tanto, eres todo para mí, te amo más que a mi propia vida. Uno de
los cantantes españoles –Julio Iglesias-, dijo en una visita a un país de Sudamérica
la siguiente frase: “Les amo tanto, que si tuviera un hijo le podría Chile”, como una
declaración de amor.

Uno de los tantos escritores cristianos, nos habla del amor y estas son sus
palabras: “El amor es la relación original entre un hombre y mujer según la intención
de Dios. La mujer fue hecha para el varón, y el tenderá hacia ella” 14 Si deseamos
tener una correcta verdad de lo que es el amor auténtico, es imperativo que veamos
la Palabra de Dios, fuente de toda verdad y vida.

El amor es más que un sentimiento, es un mandamiento de parte de Dios


hacia quienes están casados. La palabra de Dios agrega esta indicación con las
siguientes frases: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Ef. 5:25). Esto significa que para el esposo,
amar a su esposa es una orden de Dios, y no depende de las circunstancias que
surjan al interior o exterior del hogar. Algunos hombres que están casados, le dicen
a su esposa “ya no siento que te amo”. Esta frase revela una apreciación
distorsionada de lo que significa amar, apreciación que no está cimentada en un
amor verdadero, sino sobre bases equivocadas.

Con respecto al amor de la familia, podemos leer muchas ideas y verdades a


medias, pero hay una que es muy clarificadora es un contenido, esta oración dice
así:

Si el matrimonio se basara en los sentimientos, la gente se


divorciaría infinidad de veces. El matrimonio es para toda la
vida y con la misma persona. Hay quienes se quieren

14
Ibid, p. 182.
30

divorciar sólo porque sienten que se han enamorado de


una cara bonita o de una voz agradable. Se olvidan que su
compañero o compañera ha estado con ellos no solo en
tiempo de alegría y fiesta, sino en días oscuros y
tempestuosos. Eso sucede cuando uno se deja convertir en
siervo de sus sentimientos. Recordemos que la fidelidad en
el matrimonio se basa en obediencia al mandato divino, no
simplemente en los sentimientos que oscilan como las
olas.15

El vocablo griego amar, en el texto bíblico citado anteriormente es “agapao”, y


se refiere al amor de sacrificio, rendición total, entregarse del todo, especialmente se
refiere al amor de Dios. En este sentido, Pablo emplea el modelo de Cristo en amor
por la iglesia al dar su vida por ella; los esposos deben amar a su esposa al punto de
estar dispuestos a morir por ella. ¿Qué esposo ha arriesgado su vida por el amor de
su esposa?

Hemos escuchado de personas que dicen conocer la Biblia y sostienen que


en ninguna parte de ésta se dice que la mujer debe amar al esposo; es más si ella
es amada responderá amando a su marido. En verdad se revela poco conocimiento
de la Sagradas Escrituras sobre el tema, al mismo tiempo hay desconocimiento de
los principios que mueven las acciones de los hombres y las mujeres respecto al
matrimonio y la familia. Pablo escribe esta verdad en relación de la mujer; estas son
las palabras del Espíritu Santo: “ ...que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus
maridos, y a sus hijos” (Tito 2:4). Estas palabras proceden de la misma Divinidad.
Hay otro pasaje que habla del amor, y es conocido como el himno del amor y se
sostiene que según la tradición este párrafo era cantado por los primeros cristianos.
Creemos que este fragmento sagrado, ubicado en 1 Co 13:4-7, tiene aplicación en el
matrimonio, es también para los solteros, inclusive para los creyentes en sus
relaciones del mundo que los rodea.

De este pasaje citado, podemos encontrar varias verdades para el amor entre
los casados. A continuación citaremos las oraciones y luego haremos un análisis y lo
aplicaremos al matrimonio.

Este poema de amor nos lleva a definir algunos de los matices que posee el
amor. El amor es sufrido, esto significa que las personas que se aman

15
Op. Cit, p. 8.
31

experimentarán sufrimientos o desgastes emocionales, penas y dolores por causa


del amor que comparten. Para Larry Christenson al hablar del amor: “Si está
ausente, el amor deja de ser amor; lo que queda es una mera pasión”16

Solo es en el amor que se da la disposición de buena voluntad y la correcta


determinación para servir a la persona que se ama y atender las múltiples
necesidades del matrimonio. El amor es longánimo, gr: “makrozumia” y que tiene la
connotación de solicitud, buena voluntad, o estar dispuesto. En el amor verdadero,
siempre habrá una disposición permanente para con la persona que se ama. Esto se
puede traducir en ayudar a la esposa en el hogar, atender a los hijos, preparar el
almuerzo, ir de compras al supermercado, efectuar el aseo de la casa, cuidar el
jardín, ayudar e educar a los hijos en materias del colegio que sean de su
competencia y todo aquello que involucre una manifestación del amor verdadero de
manera práctica.

El amor no tiene celos o envidia, gr: “celos”, es un sentimiento de disgusto


producido al ser testigo u oír de la prosperidad de otros. Los casados tienen que ser
personas, que al ver la bendición de uno de los dos se alegrarán sinceramente. Por
ningún motivo, tiene que existir competencia entre dos personas que forman la base
de la familia.

En el mundo que vivimos, son muchos los esposos que trabajan fuera del
hogar y por lo general se distribuyen los gastos de la casa. Por ejemplo, el esposo
cancela la luz, agua y teléfono; ella cancela el arancel del colegio de los dos hijos, la
basura y las cuotas de la junta del vecino donde residen. Algunos han llegado al
extremo de cancelar cada uno su cuenta al salir a comer a algún restaurante.

Los esposos deben amarse mutuamente, y esto se ve manifestado en


alegrarse mutuamente en todos los logros que ambos tengan, ya sea él o ella
cuando el éxito se manifiesta en desempeños determinados. Es en el
reconocimiento de las capacidades del otro que se valida la profundidad del amor
que se profesan.

La jactancia, gr: “perperúetai”, tiene el significado de un elemento que pierde


su propiedad, es decir, es como una semilla que se va secando y más tarde se

16
Larry Christenson, La familia cristiana, p. 29.
32

pudre quedando sin vida e inutilizada para volverla a sembrar. En el matrimonio tiene
que existir la vida permanente del amor, afecto que los mantiene en plenitud,
produciendo evidencias objetivas del mutuo sentimiento que los une. Esto significa
que se deben crear las instancias en el matrimonio para que el amor se mantenga
vivo, creciente y frondoso.

El vocablo en texto griego para la palabra envanecerse es “fusioutai”, y quiere


decir hincharse de orgullo. Amarse en el matrimonio incluye mantener la sobriedad.
Quien ama debe ser lo suficientemente capaz para darse cuenta cuándo está
recibiendo amor o dando amor. Las personas que aman deben ser humildes,
sencillos de espíritu y abiertos en todo momento a expresar y dar amor al interior de
la familia, como fuera de ella.

La palabra indecorosa en el griego es “aschemonei”, traducido como impropio


(a, negativo, schema, una forma). Esto es, actuar de tal forma que se expone el
matrimonio a una situación de peligro o menosprecio.

Para que el matrimonio pueda marchar adecuadamente, tendrá que cuidar


muy bien sus acciones, de lo contrario se expondrán a la muerte de la relación. Los
esposos deben actuar bien en todo momento; lo que regula correctamente al
matrimonio es el Señor Jesucristo y su palabra, de manera que si caminamos por
ese camino nuestro matrimonio marchará excelente.

Para amar verdaderamente, es necesario satisfacer a la persona en todo lo


que ésta necesite; de ningún modo los que aman buscarán satisfacer sus propias
necesidades y anhelos personales, sino siempre pensarán en la persona amada,
para aportar en todo lo que edifique y enaltezca al Señor.

El vocablo irritase en el griego bíblico original es “paroxunetai” y tiene el


siguiente significado.

El termino castellano paroxismo, lit., un aguzamiento, de


ahí un aguzamiento de los sentimientos, o de las acciones
(para, al lado, intensivo, oxus, aguzado), denota una
incitación, una discusión, Hch. 13:39, el efecto de la
irritación “desacuerdo” (RV, “contención”; RV77, “tirantez”);
en he. 10:24, “estimularnos” referido al amor (RV,
“provocarnos”. 17
17
W. E. Vine, Diccionario expositivo de palabras del N. Testamento, p. 406.
33

De manera que, los casados serán prudentes en sus diálogos y discusiones


cuando enfrenten situaciones en el hogar o variados temas relacionados con su
familia. Es vital, que no involucren sus emociones más allá de lo aceptable por el
otro, de lo contrario terminarán dañándose entre ambos. Ellos deben aprender a
tratar los problemas, la situación en sí misma y dejarán de lado a la persona. Cada
una de las tensiones del hogar pueden ser remplazadas, o bien orientadas; jamás se
pueden cambiar a las personas que amamos.

El texto griego traduce así la frase; “no guarda rencor”. Se puede entender
mejor su significado, al examinar la gramática empleada por el autógrafo. Bien,
vamos a ver el significado del vocablo “mal” en el texto griego, este es “kakón” y
posee la siguiente implicancia.

Kakós significa todo aquello que es de carácter malo


deleznable en distinción. (Siempre que tan distinción es
observable) a “poneros”, que indica aquello que es malo en
su influencia y efecto, maligno. Kakós es el término más
inclusivo, y frecuentemente cubre el significado de poneros.
Kakós es antitético a kalos, bueno aconsejable bueno de
carácter, y a agathos, beneficio, útil, bueno en acto; por
ello, denota aquello que es inútil, incapaz, malo; poneros es
esencialmente antitético a Cherestos, amable, graciosos,
servicial; por ello, denota lo destructivo, perjudicial, malo.
Como evidencia de que poneros y kakós tiene mucho en
común, aunque siguen sin ser intercambiables, cada uno
de estos dos términos se usa de pensamientos, cp. Mt.
15:19 con Mr. 7:21; Mateo:11 con 1 de Pedro 3:10; de
acciones, 2 Ti 4:18 con 1 Ts. 5:15; del hombre (Mt. 18:32
con 24; 48) 18

El verdadero amor, no valora el mal que se le haya hecho; la verdad que es


difícil, cuando hay situaciones que ocurren en los matrimonios de hoy. Sin embargo,
cuando nos abrimos al amor de Dios, dejando que fluya esa esencia perfecta,
nuestras vidas reaccionarán adecuadamente ante el mal recibido.

Amarse en el matrimonio es un acto de aplicación de justicia, por un lado es


justicia entre dos en el matrimonio, justicia revelada a los hijos, justicia aplicada al
interior de una sociedad. El desamor es injusticia tanto a los hijos como también a
los integrantes del matrimonio y también en un alcance posterior a la cultura.

18
Ibíd., pp. 151, 152.
34

El amor es gozo aplicado, si por alguna razón desconocida suceden


situaciones impropias, no debe haber reacciones de alegría por estos hechos. Lo
justo es gozarse en los triunfos de ambos, tanto en lo intelectual como también en lo
espiritual. La injusticia debe hacernos reaccionar, no sólo con oración a Dios
pidiendo su intervención, sino también nosotros participando en forma constructiva.
Ahora, en el matrimonio, cada uno debe actuar imparcialmente en todas las cosas
de la familia.

El Nuevo Testamento griego interlineal, usa la frase “pero se congratula de la


verdad”. Vamos a mirar la palabra congratularse en el texto griego, y así podremos
entender mejor, el significado del amor en esta idea del autor.

Congratularse, gr: “sugxairei” indica la manifestación de alegría y satisfacción


a la persona que le ha ocurrido algo bueno o agradable. Para quienes se aman,
tienen que manifestar satisfacción hacia la persona que aman; se alegrarán en la
verdad del ser amado, sentirán complacencia por las verdades del amado.

El adverbio de cantidad “todo”, se refiere a cantidad de cosas, elementos o


situaciones; aquí tiene que ver con sufrir. Busquemos el vocablo griego y
aprendamos a sufrir por amor. La palabra griega es “stégei” y se traduce excusa,
tanto en el Nuevo Testamento Griego Interlineal; como también en la versión de la
Biblia Nacar-Colunga. Para nosotros sería, no tomar en cuenta o bien perdonar las
faltas que otras personas nos hagan por causa del amor. Si amamos
verdaderamente, viviremos perdonando a quienes interrumpan nuestra paz.

El amor no toma en cuenta las faltas del otro, está dispuesto a pasar por alto
las tensiones o daños en su contra; todo esto lo hace porque verdaderamente ama.
Perdonar es remover las barreras al compañerismo, es saltar los obstáculos, para
volver a restablecer la comunicación con la persona que ha roto la correcta armonía
del amor. Si amamos en verdad, estaremos libres para expresar lo que sentimos o
pensamos a las personas que son objeto de nuestro amor.

Amar es tener confianza en la persona que amamos. Si por algún motivo se


ha perdido la confianza por una traición, mentira y engaño; solo con la ayuda de
Dios -que es el autor del amor-, podremos volver a confiar en el ser amado que nos
ha traicionado. Sabemos que esta acción de confiar es difícil, pero es posible que
35

nosotros mismos no confiemos en nuestra capacidad de amar. Si no somos capaces


de amar a otros, tampoco recibiremos amor de parte de otras personas, ya sea al
interior o al exterior de la familia.

Cuando dos personas se van a casar, están dispuestas a todo; muchos dicen
que conquistarán el mundo, vencerán todas las exigencias que el matrimonio les
pedirá. Sin embargo, encontramos que la familia tiene muchas variables, en cada
una de ellas se requiere tener mucha paciencia. Saber superar los cambios en la
otra persona que se ama, tener la paciencia suficiente para el momento de tensión
ante las realidades de la vida. El amor espera logros, crecimiento, formación y
desarrollo en la persona que se ama.

Soportar en griego es “upoménei”, denota permanecer bajo, soportar


valientemente (bajo el sufrimiento). El amor auténtico permanece, ante toda
demanda o exigencia que tenga en la vida a través del tiempo, nada lo derivará y
siempre estará firme. El amor, en la medida que se va aprendiendo a amar es muy
posible que haya retrocesos en el camino, pero luego se tomará nuevamente el aire
del amor para fortalecerse en el Autor del amor, quien está dispuesto a dar a amor a
quienes deseen educarse en ese ámbito; si se conoce y se crece en el amor, se
superarán todas las demandas y presiones que se enfrenten. Nunca sabremos si
amamos, si en verdad no vencemos las pruebas del amor. Todos los problemas que
suceden en la vida, son demandas para ver cuánto de amor hay en nosotros ya sea
para Dios, la familia o el prójimo.
36

CAPITULO III

LA SANIDAD INTERIOR FAMILIAR


El matrimonio, es honroso ante los ojos del Creador; por lo mismo, el hombre no
puede alterar su estabilidad, permanencia y durabilidad. Cada matrimonio es un
pacto ante Dios, también entre los mismos contrayentes y ante la sociedad donde se
vive.

El autor de Malaquías, nos dice: “Mas diréis: ¿por qué? Porque Jehová ha
atestiguado contra ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo
ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que
él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los
ejércitos. Guárdense, pues, en sus espíritus, y no sean desleales” (Ml 2:14, 16).

Para el escritor inspirado, el matrimonio no se debe romper por ningún motivo,


es Dios quien coloca las bendiciones y exigencias que éste posee; al mismo tiempo,
su autor se presenta como alguien a quien le molestan los divorcios, en parejas que
se han unido ante sus ojos. Si hoy se encuentra casado, sepa que su compromiso
es para toda la vida y no por un tiempo. Es posible que algún hecho le puede
molestar en su cónyuge y piense en dejarla (o dejarlo), para unirse a otra persona;
eso no lo autorizo dice Jehová de los ejércitos (paráfrasis del autor).

A continuación, veremos algunos elementos importantes, para la sanidad


interior en los matrimonios. Estos consejos, son tomados de la misma Palabra de
Dios y como tales son sanadores para todos aquellos que los deseen aplicar.

3. 1. Bases bíblicas para la sanidad interior en el matrimonio


El pasaje del libro de Isaías capítulo sesenta y uno, con los versículos uno a
tres (Is. 61:1- 3), es una profecía futurista, de la labor del siervo de Dios en su
ministerio terrenal. Lucas el autor neo testamentario del evangelio, toma esa verdad
por una acción inspirativa del Espíritu Santo y la aplica a Jesús, “El Espíritu del
Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a
los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el
año agradable del Señor” (Lc. 4:18-19).
37

Para los escritores canónicos, el ministerio del Señor Jesucristo tuvo tres
dimensiones, una de ellas fue la kerismática, es decir, la exposición de las buenas
nuevas del salvación, la otra es la labor didáctica, donde el Señor enseñó las
verdades del reino de los cielos a sus discípulos y a quienes le escuchaban con
mucha atención, finalmente el servicio de Cristo a los hombres fue caracterizado por
una labor terapéutica, donde Jesús sanó a las personas físicamente como también
el interior de quienes necesitaban atención en esa área, así también tuvo un área de
poder sobre los endemoniados librándoles poderosamente a quienes estaban bajo el
dominio del diablo. Estas son las palabras del evangelio:

Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas


de Ellos hablando el evangelio del reino, y sanando toda
enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su
fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían
dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y
tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los
sanó. Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de
Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.(Mt 4:23-25).
3. 2. El pecado y la enfermedad
La Escritura, señala dos tipos de pecados de los seres humanos. Uno de ellos
es el pecado de los primeros padres del género humano y el otro es que las
personas hacen por su voluntad.

El pecado original, es aquel realizado por el querubín protector, el cual estaba


en el cielo y gozaba de la presencia de Dios en todo su momento de sujeción, Is.
14:12-19; Ez 28:12-19, hasta que en este ser se encontró el deseo de ser superior a
Dios y suscitar la primera rebelión, arrastrando consigo a la tercera parte de los
ángeles (Ap. 12:4). La segunda obra pecaminosa surge de la desobediencia de
Adán y Eva a Dios al comer del árbol de la ciencia del bien y de mal que estaba en
el huerto del Edén (Gn 3:1-24). Aquí ellos cedieron a la tentación del diablo, y
quedaron expuestos a la muerte espiritual, física, moral y por último sujetos a todo
tipo de enfermedades.

A partir de esa caída, ha sido imposible nacer sin pecado; lo recibimos de


nuestros padres, quienes a su vez lo heredaron de los suyos. Pablo el autor de la
epístola a los Romanos, nos menciona las consecuencias de la desobediencia. “Por
tanto como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,
así la muerte pasó a todos los hombres, por cuantos todos pecaron” (Rom 5:12). De
38

lo anterior se desprende que todos somos pecadores desde nuestro nacimiento,


como también somos pecadores en los momentos que cada uno de nosotros
procede mal.

Para muchos estudiosos, existe una relación estrecha entre la enfermedad y


el pecado. La Biblia nos presenta varios ejemplos de esto. Uno de los más notorios
fue el del rey David, después del adulterio con Betsabé. Este pecado trajo como
resultado, serias consecuencias físicas y emocionales. La lucha que enfrentó
mientras ocultaba su adulterio y el asesinato del esposo de la involucrada, vivió
como un hipócrita y rebelde, dio lugar al dolor interno, y también se enfermó
físicamente, (Sal 32:3,4). David sufrió enormemente, porque desobedeció a Dios y
no enfrentó su pecado. Lo vemos también perdiendo el apetito, sufrió insomnio, no
podía pensar claramente, perdió sus energías y la fiebre no lo dejaba. ¿Cuál fue la
causa de su enfermedad? Por lo que nos relata el texto podemos decir que fue la
culpa. ¿Qué fue lo que le quitó su energía? Fue la culpa por el pecado, ¿qué fue lo
que le quitó la alegría o su sonrisa?, indudablemente fue la culpa.

Nuestro Señor Jesucristo, responde ante algo similar sobre la enfermedad de


una persona que había nacido con dificultad física desde su nacimiento; su ceguera
no tenía ninguna relación con algún pecado personal o de sus padres, (Jn 11:1-12,
5:14).

3. 3. La unidad y armonía matrimonial puede ser destruida por el diablo


Existen varios tipos de pecados, que afectan la armonía y la unidad
matrimonial, estos tipos de hechos pecaminosos son: El egoísmo, orgullo,
amargura, falta de perdón, resentimiento, iniquidad, conversaciones dañinas,
negligencia, crueldad, impaciencia, aspereza, insensibilidad, etc. Todos estos
hechos erráticos se pueden encontrar en He. 13:4; Gn 1:27,28; Mt 19:5; Mr 10:7, 8;
Ef. 5:21.

Muchas de estas acciones tienen que ver con la mente; para los psicólogos la
mente posee tres niveles: Uno de ellos es él consiente, el inconsciente y el
subconsciente. Sólo entre el 10% a 15% de nuestra actividad mental es consciente.

La conciencia es aquella parte donde sabemos con claridad lo que hacemos,


el subconsciente es el dominio de las emociones y complejos en oposición al reino
39

consciente de la razón. En el subconsciente suelen reinar los pensamientos,


sentimientos y deseos egoístas, mientras que en lo consciente suelen predominar
las tendencias del carácter social. El inconsciente es el reino de los pensamientos
controlados, que no recordamos en absoluto y que se encuentran activos
plenamente. Los trastornos de la personalidad, se deben por lo general a traumas
durante la niñez. “Nada se olvida”, la mente es como una inmensa grabadora, todo
lo que hemos dicho, visto, oído, vivido, lo tenemos dentro, se encuentra vivo y tiene
poder, por lo tanto se expresa y a veces nos traiciona.

Cuando nos convertimos al Señor Jesucristo, viene el Espíritu Santo a morar


en la vida del nuevo creyente (Ef. 1:13-14) y la Palabra de Dios es la que modifica
muchos de los valores y conceptos de nuestro consciente. Es en el momento de la
conversión, cuando se inician estos cambios gloriosos, de manera paulatina vamos
siendo transformados por el Espíritu Santo a la imagen de Jesucristo.

Nuestro Señor Jesucristo vino a salvar de la condenación eterna a todas las


personas “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido” (Lc. 19:10), al mismo tiempo su mensaje tiene relación con la sanidad
interior, pero esto es posible sólo en aquellos que aceptan las verdades del reino de
Dios. Estas son las palabras del escritor canónico y doctor Lucas: “El Espíritu del
Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, Y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos” (Lc. 4:18).
Miremos algunos de estas realidades que afectan la vida y que pueden ser sanadas
por Dios y el deseo de la persona.

3. 4. Traumas de la edad prenatal


Los estudiosos del comportamiento de las personas, dicen que muchas de las
vivencias de los padres afectan a la persona en el vientre de la madre. Si la madre
ha tenido experiencias fuertes, duras y complicadas en su embarazo estas
repercutirán en la criatura negativamente, ahora si ellas han sido buenas, saludables
y ricas estas serán saludables para el niño o la niña. Hay varios ejemplos de
situaciones traumáticas que afectan a la criatura, estas podrían ser.

La apariencia física, en el caso de la mujer o la negatividad a los niños. Esto


puede que sea producto de una violación, o por temor a perder la libertad. El
40

rechazo al nacimiento por temor al dolor, por algún peligro o por cualquier otra
causa, impide que la criatura o la futura madre puedan asimilar correctamente su
maternidad. La angustia, tristeza, miedo, humillación, y otras actitudes se traducen
posteriormente en comportamientos definidos. La angustia, tiene relación con
sentirse siempre desesperado ante las necesidades propias. Algunos tienen
angustia y no se siente pleno en su vida personal como también con lo que hacen.
La tristeza es el sentimiento permanente de falta de brillo en el alma o en el interior,
a este individuo le cuesta reírse, para él la vida debe mantenerse con mucha
seriedad y no hay lugar para las risas. El miedo es un comportamiento, que hace
que la persona se sienta incapaz de realizar algunas cosas por sí misma, le cuesta
pensar, idear, planificar o si lo hace siempre está pidiendo la aprobación de otros
para decidir; es correcto solicitar opinión de lo que hacemos, pero nunca la opinión
de los otros debería determinar lo que debemos hacer. La humillación es cuando la
persona, se siente incapaz para cualquier responsabilidad que le pueden delegar,
para él lo importante es siempre estar bajo otra autoridad o guía, por ningún motivo
emprenderá proyectos nuevos solo. En este sentido es una persona dependiente de
otros; esto no quiere decir que alguien que trabaje subordinado posea este
sentimiento de humillación en su interior.

El sentimiento de culpa por algún pecado cometido. La culpabilidad es un


sentimiento de suciedad personal o de indignidad. Cuando las personas se sienten
de esta forma, toman actitudes como aislarse, apartarse, esconderse y huir del
contacto social, incluso con los miembros de su familia. La palabra del Señor,
presenta varios ejemplos de esta realidad.

Uno de ellos es el pecado familiar de Adán y Eva, las palabras del texto son:
“... y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el
hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles
del huerto. Mas Jehová llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él le
respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí” (Gn 3:8-10).

La niñez es la edad más sensible en las experiencias traumáticas. “El niño es


como el cemento fresco... el adulto es como el mismo cemento, pero endurecido”.
Algunas de las causas más comunes de traumas son:
41

Cuando una persona ha quedado sola en un lugar oscuro o encerrado, es


posible que haya sido mordido o amenazado por algún animal, o tal vez pudo estar a
punto de ahogarse, un incendio y otras situaciones similares.

Si un alumno ha sido avergonzado por el profesor ante la clase -una situación


que se vive en muchos de los establecimientos educacionales-, podría causar un
daño psicológico o emocional a ese niño. En algunos casos han sido despreciados
públicamente, inclusive los propios compañeros de estudios ridiculizan o hacen
mofas de ante respuestas incorrectas que los profesores han hecho; cuando llega
edad madura son tímidos y creen que no valen nada, les cuesta aceptar los
beneficios que Dios desea entregarles.

Algún incidente que lo ha dejado en ridículo y que no lo ha podido enfrentar


correctamente. Estas son heridas que se manifiestan de una o de otra forma. Son de
los padres los que deben manifestar el amor verdadero en el hogar. En ocasiones la
familia es numerosa y los progenitores revelan favoritismo hacia uno de sus hijos
creando un clima de emociones encontradas, las que derivan en rencores e
incertidumbres.

La gran mayoría de los abusos sexuales se ocasionan en parientes cercanos


a la víctima, de ahí el cuidado de este tema en el interior del hogar, se deben tomar
todas las medidas posibles para evitar o anticiparse a posibles situaciones que
pongan en riegos a personas indefensas. En algunos casos puede que alguien haya
sido obligado a prácticas sexuales contra su voluntad, ya sean por personas del
mismo sexo o el opuesto.

Todos estos sentimientos de rechazo producen inmadurez emocional,


fricciones en el carácter, falta de personalidad o temperamento para enfrentar la
vida con realismo. No importa cuán difíciles sean las realidades que una persona
viva, Dios conoce cada una de estas experiencias y Él es el primero dispuesto para
ayudar y sanar completamente.

Cuando un hombre y una mujer inician su matrimonio, ambos necesitan tiempo para
poder enfrentar exitosamente su nueva vida conyugal. Con la ayuda del Señor y su
palabra podrán salir adelante.
42

3. 5. Traumas de la vida adulta


Dentro de este análisis se pueden estudiar varias de estas heridas, pero solo
se observarán algunas de ellas. Estas podrían ser algunas: los desengaños
amorosos, los fracasos en el trabajo, las humillaciones, las violaciones, las
experiencias homosexuales, los abortos, crímenes, infidelidades, mentiras
reiteradas, hurtos, etc.

Hay varios síntomas de las dolencias del alma que son dignas de mencionar
para nuestra corrección, algunas podrían ser: la tristeza sin causa aparente, el llanto
continuo, el trato angustioso del ser atendido. Con la imposición manos, el hijo de
Dios -o la persona por la que se esté orando-, es sanado milagrosamente por el
Espíritu Santo. El rechazo a sí mismo, un concepto muy bajo de sí mismo,
sentimientos obsesivos de culpa, dificultad de relacionarse con otros en forma
expedita, aislarse, creer que estando solo se está mucho mejor. La amargura, el
espíritu crítico, el rechazo a ciertos individuos, el juzgar duramente ciertos pecados,
la hipersensibilidad. El temor obsesivo a la oscuridad o a los lugares cerrados. El
rechazo a las relaciones sexuales normales o a tener una pareja normal. Los
problemas psicosomáticos son situaciones que no tienen aparentemente alguna
causa orgánica.

De lo anterior mencionado y analizado, se puede llegar a las siguientes


conclusiones, Dios desea que cada uno viva en armonía consigo mismo. Para el
Creador de todo ser humano, es fundamental que todas sus criaturas vivan bien.

De las personas que ya vivieron o pasaron por situaciones semejantes,


realidades irregulares, cada una de ellas es posible que haya encontrado la salida a
las experiencias difíciles, aun así hoy no se puede hacer nada por ellas.

Jesucristo vino con el propósito de no solamente corregir el problema del pecado,


sino que también sanar a los quebrantados del corazón. La Biblia declara que el vino
a deshacer las obras del diablo. Esta declaración se encuentra en la epístola de
Juan: “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el
principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1
de Jn 3:8). Jesucristo, vino a corregir el pecado de los hombres, así también vino a
deshacer las obras pecaminosas que hacen los hombres y que son motivadas por el
43

diablo (aunque no todas), y llegara el día en que no habrá diablo y menos pecado en
los redimidos.

Los matrimonios actuales deben aprender a enfrentar las realidades y


diferencias que puede haber entre ellos mismos o que puedan tener individualmente,
lo importante es que lo hagan en el temor de Dios y con todo el respeto que cada
uno de ellos merece.

Es imperativo que las dificultades de todo tipo se aborden sin demora, como
también aquellas relacionadas con la personalidad que se tengan, deben ser
enfrentadas con responsabilidad. De nada sirve aislarse o dejar que las cosas se
aplacen o se continúe en un engaño que a la postre destruirá la vida personal y los
lazos familiares.

Jesucristo se encuentra entre nosotros y está para sanarnos de toda


enfermedad que podamos tener hoy o que enfrentaremos en el futuro.

Debemos también mencionar que Dios desea que cada una de las personas
se acepte a sí misma, de hacerlo sabrán actuar en todos lados correctamente. En
ocasiones muchas personas tienen complicaciones con otros, esto es porque no
saben aceptar a los otros y además revelan que poseen tensiones en su
personalidad. Si tenemos algunas partes de nuestra vida que aún no han sido
superadas, es el momento de reconocerlas y solucionarlas paulatinamente. Muchos
de los trastornos de la personalidad requieren tiempo para su sanidad, lo importante
es saber que tanto los consejeros como los aconsejados tengan paciencia en todo
este caminar. Al iniciar el camino de la recuperación personal es vital saber que en
momentos habrá caídas, pero eso no significa que no se puede solucionar el
problema, hay que luchar con él hasta vencerlo en el nombre del Señor.
44

CAPITULO IV

LA SEXUALIDAD FAMILIAR
La sexualidad es un tema muy presente en cada una de las realidades de la
familia. Son muchas las personas que se encuentran viviendo o han experimentado
diferentes situaciones en el tema del sexo. Como hijos de Dios nos corresponde
buscar y hacer una investigación responsable en el tema de la sexualidad, para que
a través de la Biblia se pueda iluminar a muchos en el tema de una sexualidad
responsable. Veamos lo que la maravillosa palabra de Dios nos indica en este tema.

4.1. El sexo es creación divina


Por los antecedentes de la Palabra de Dios, notamos que el sexo es creación
divina, lo que hace que este acto sea sagrado. Ahora, lo importante es saber el
momento en que este acto de amor se tiene que practicar o quiénes son los que
pueden llevarlo a cabo. A continuación analizaremos, su origen, su desarrollo y los
responsables de educar y tratar el tema de la sexualidad en nuestra sociedad.

Al leer con detención las sagradas escrituras, notamos que son los padres los
responsables en educar a sus hijos en el conocimiento sexual, pero esto es poco
usual, porque muchos padres no se atreven a abordar este tema con sus hijos. Un
escritor en el tema de la sexualidad escribe lo siguiente: “No debemos concluir que
Adán y Eva eran totalmente inocentes (o ignorantes del sexo) en el huerto de Edén
antes de la caída en pecado. Debemos tomar en serio lo que Dios les mandó a
hacer en Génesis 2:24, 25: “El hombre… se unirá a su mujer, y serán una sola
carne” Aún en el enlace matrimonial, que seguramente involucraba el trato sexual,
“no se avergonzaban”19 En el texto sagrado encontramos que es Dios por medio del
rey Salomón escribiendo con sabiduría celestial el tema de la sexualidad a su hijo,
estas son sus palabras:

Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mí inteligencia


inclina tu oído, Para que guardes consejo, Y tus labios
conserven la ciencia. Porque los labios de la mujer extraña
destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;
Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada
de dos filos. Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos
conducen al Sehol. Sus caminos son inestables; no los
conocerás. (Pr 5:1-6).

19
Goff, Guillermo, El matrimonio y la familia en la vida cristiana, pp. 65, 66.
45

Debido a esta carencia es que tenemos a los medios de comunicación ya


sean escritos, radiales y televisivos, los que entregan información sexual a los niños,
preadolescentes y jóvenes de muchas familias; estos no tienen un marco espiritual,
ético, moral, que regule la conducta en muchas ocasiones. Muchos de los padres
no se sienten capacitados para encarar el tema, y esta situación se pueda dar por
varias razones.

Algunos padres tienen frustraciones, lo cual los inhabilita para formar a sus
hijos en la parte sexual. Igualmente ellos no han recibido una educación sexual en la
base familiar, es posible que algunos hayan venido a este mundo producto de una
inmoralidad, de esta manera, no saben cómo enseñar a sus hijos. La dificultad del
tópico, los hace menos capaces para hablar del contenido con sus hijos de manera
fluida.

Si investigamos sobre el tema de la sexualidad, se pueden tomar algunas


definiciones, las que nos pueden ayudar en este sentido, estas podrían ser las
siguientes. La sexualidad es el conocimiento bíblico del tema, que va desde su
origen, desarrollo hasta la culminación del encuentro corporal entre un hombre y una
mujer, dentro de los marcos del matrimonio y que apunta a una relación matrimonial
madura y duradera. La sexualidad implica tener un conocimiento moral, espiritual,
físico, emocional e integral de esta área de la vida del hombre y la mujer.

El siguiente estudio pretende establecer y fijar algunas verdades del sexo.


Trataremos de enfocar estas verdades a la luz de las Escrituras.

Dios junto con crear todas las cosas, una vez que las hizo le mandó a los
seres vivos y especialmente al hombre y la mujer, que se multiplicaran con sus
pares; esto significa que el acto sexual sería un acto sobrenatural, por el hecho de
cumplir con una verdad de Dios y una ley de extensión en el tiempo. Las palabras
del Señor son: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificaos y multiplicaos; llenad la
tierra... Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por
voluntad de Jehová he adquirido varón” (Gn 1:28ª; 4:1).

Ciertos sectores de evangélicos históricos sostienen que sólo se puede tener sexo
en el matrimonio, cuando se va a tener hijos y no en otro momento. Por otro lado
hay momentos en que la mujer no está en el periodo fértil, lo que hace imposible
46

saber con certeza cuando la esposa va a quedar embarazada, para luego tener una
relación sexual de amor. De todos modos al leer detenidamente el texto de Génesis
notamos lo opuesto, es decir, el sexo fue mandado por Dios a nuestros primeros
padres de la humanidad antes que cayeran en pecado.

Existen otros círculos de creyentes, que piensan que el pecado de Adán fue el
sexo con su esposa, esta idea no tiene asidero bíblico. Sería una contradicción ya
que el mismo Dios les mandó multiplicarse, ¿Existía otra forma para tener hijos en
ese momento? Esto es difícil de comprender, conocer y saber, la orden del Creador
fue llenar la tierra y por los antecedentes posteriores de la Palabra de Dios lo
hicieron por medio de la práctica sexual; esta es la verdad bíblica: “Conoció Adán a
su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he
adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel” (Gn 4:1-2).

La creación de un hombre y una mujer, no sólo implicaba lo hermoso de estos


seres, sino que también indicaba que entre ellos se multiplicaran. Por los
antecedentes y conocimientos de la funcionalidad de los órganos sexuales, sabemos
que el hombre y la mujer se excitan mirando a una persona del sexo opuesto. Con
esto se puede deducir que Adán y Eva al verse desnudos, les dio deseos de tener
intimidad entre ellos. Por otro lado Adán no encontró idoneidad sexual con los
animales, esto es una de las características de la maldad de los hombres y mujeres,
que se prestan a actos impuros y perversos. El modelo Escritural es para todos los
seres humanos, solo puede haber sexualidad entre un hombre y una mujer, siempre
y cuando ambos estén casados.

4. 2. Es un acto de unidad entre dos personas casadas


Es el mismo Dios que en el Génesis nos habló de sexualidad, ahora inspira al
siervo y apóstol Pablo para que proporcione instrucciones del mismo tema, a
personas de otro contexto cultural. Él escribe en el capítulo siete de su primera
epístola a los Corintios argumentos sobre las relaciones sexuales, tanto en la
matrimonio como también fuera de este. Sus palabras son: “¿O no saben que el que
se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una
carne. No se nieguen el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo
consentimiento, para ocuparse sosegadamente en la oración; y volverse a juntarse
47

en uno, para que no les tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” (1 Co 6:16;
7:5).

En el primer texto, se sostiene claramente que la relación sexual de un


hombre con una mujer, representa un hecho de unidad en dos personas diferentes.
Este tipo de actos sexuales son fuera del matrimonio y el Señor declara que no son
correctos. La razón del porqué esto no puede ser en un hijo del Dios, es porque el
cuerpo del creyente es habitación o santuario del Espíritu Santo; ahora bien,
aunque es pecado se produce unidad, ambos por medio del sexo se convierten en
un cuerpo. ¿Cuántos hombres y mujeres ya se han unido sexualmente a otras
personas cuando aún no se han casado? El segundo pasaje, la unidad sexual se da
en dos personas que ya están casadas, pero no cambia el motivo, la sexualidad
sigue siendo un elemento de unidad. ¿En qué momento se puede romper la unidad
de este acto sagrado? El mismo pasaje revela, los actos que pueden llevar a la ruina
un matrimonio. Estos serían los siguientes: Primero cuando uno de los dos se niega
a este hecho de amor. En el caso de negarse es romper el acto de unidad
matrimonial. Dios no se opone a que sus hijos se frenen, si estos están casados,
deben vivir amándose de esta manera. La unidad del matrimonio, se manifiesta en el
acto sexual. Segundo la decisión de no unirse sexualmente en forma arbitraria. El
texto sagrado demuestra que debe existir mutuo acuerdo. Ninguno de los dos,
puede negarse sin estar en armonía con la otra persona, la cual es su esposa o
esposo. Si ambos deciden no hacerlo por algún tiempo, eso está en armonía con la
propuesta bíblica. Y tercero si ambos no se unen frecuentemente en el área sexual,
lo que resultará de esto es abrirle el camino a Satanás. De este personaje que
aparece en la Biblia se dice:

Satán, Satanás “adversario”, enemigo “. Su nombre mismo


nos da la clave para entender un poco su obra y
personalidad. (1 R. 11:14; Sal. 109:6). La palabra
“Satanás” ha pasado a los idiomas modernos como
sinónimo del Diablo, el gran enemigo de las almas, Príncipe
de los ángeles caídos, el Acusador y Calumniador de los
hombres ante Dios (Job. 1:6-12; Zacarías 3:1,2; Ap.
12:9,10). Es el Tentador que induce a los hombres a pecar
(1 Cr. 21:1; Lucas 22:31), y, por tanto, es el autor del mal
que aflige a los hombres.20

20
Op. cit., p. 1060.
48

Satanás convierte a los casados en enemigos, cuando ambos son amigos en


el matrimonio. Él es enemigo de la unidad matrimonial sexual, por el contrario él
hace que las personas se causen daño mutuamente, induce a las personas a
levantar calumnias en el matrimonio, hace que entre ellos se acusen el uno con el
otro; por todos los medios ilícitos, los tentará a romper este vínculo de unidad.

De manera que los casados, debemos ser lo suficientemente sabios e


inteligentes en saber unirse sexualmente con sus consortes. Podemos hacerlo las
veces que lo deseemos, para que Satanás no los induzca a pecar contra Dios o en
contra del matrimonio. Por ningún motivo, los casados releguen el acto sexual de
unidad, como algo de poca importancia, sino que por el contrario, se le debe colocar
en el lugar que se merece. El Diablo intentará separarlos de este acto de unidad,
pero los casados no le deben dar lugar, si se enojan por algo sin importancia, no
pierdan el momento sexual que Dios les ha entregado para ser uno las veces que lo
deseen.
El tentador tienta a los casados a no tener sexo en el matrimonio y a los
solteros a tener sexo cuando aún no se han casado.

La sexualidad es una verdad para ser experimentada en el matrimonio, Dios


lo ideo en ese lugar y por ningún motivo fuera de este. Los seres humanos, por lo
general han tendido a romper este mandamiento sagrado, la verdad que al hacerlo
los únicos perjudicados son ellos mismos. De manera que la sexualidad es correcta
en dos personas de distinto sexo, los cuales se han unido en santo estado de
matrimonio ante Dios y las leyes de una comunidad determinada. La Biblia presenta
algunos ejemplos de esta realidad sexual en matrimonios.

Adán y Eva ya eran matrimonio cuando reciben de parte de Dios el mandato


de tener sexualidad. La palabra divina “multiplicarse” lleva implícito esta verdad;
luego notamos este principio repetido abiertamente, cuando ambos se unieron y
como resultado nació su primer hijo Caín. El texto de Génesis dice así: “Conoció
Adán a mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Dios he
adquirido varón” (Gn 4:1). Otro ejemplo de esta realidad, es el caso de la familia
Abraham y Sara, las palabras del autor sagrado citan: “Visitó Dios a Sara, como
había dicho, e hizo Dios con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a
49

Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios había dicho” (Gn 21:1-2).
Tenemos varios otros antecedentes de matrimonios, que se unieron sexualmente en
las Sagradas Escrituras, mencionaremos a Isaac y Rebeca. Moisés escribe de esta
forma: “Y la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la
amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre” (Gn 24:67).

En cada uno de estos casos, se puede notar claramente que ellos como
maridajes tenían una sexualidad activa entre ambos. Para cada uno de estos, es
evidente que tienen la libertad moral para unirse sexualmente. Por lo tanto,
aceptemos que la sexualidad es normal en quienes están casados.

4. 3. Es para procrearse
La procreación y la multiplicación de personas en el matrimonio es un
mandamiento de Dios, cuando un hombre y una mujer se han unido en matrimonio,
saben que esta realidad les traerá hijos y la forma de tenerlos es por medio de la
sexualidad entre ambos. La biología ha llegado a varias conclusiones en sus
investigaciones, algunas son muy conocidas y enseñadas en los colegios, institutos
y universidades en el área científica humanista. Ellos sostienen que para que haya
vida de un nuevo ser, debe existir la fusión de un espermatozoide entregado por el
hombre en el acto sexual y un óvulo proporcionado por la mujer. Esta unidad de
ambos pro núcleos masculino y femenino, formará de manera asombrosa un
embrión, el cual irá creciendo y desarrollándose con todas sus partes orgánicas
hasta su maduración, la que fluctúa entre treinta seis o treinta ocho semanas.

Los científicos continúan con sus investigaciones y han llegado a ser


demasiado extremos en poder definir con certeza el tono de la piel, el color de los
ojos, su capacidad intelectual, su estatura y muchas otras virtudes que hasta unos
años se veían muy lejos. Que dice la Biblia al respecto, ¿es posible diseñar a
nuestros hijos dejando de lado a Dios? ¿Está en las manos de los hombres la
identidad y las capacidades de las personas en los futuros seres humanos? Dios
iluminó esta verdad en la mente y pluma del salmista David al sostener que él
Creador lo conocía siendo un embrión, las palabras del escritor sagrado son:

Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre


de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas
son tus obras; Estoy maravillado y mi alma lo sabe muy
bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto
50

fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi


embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas
aquellas cosas que fueron luego formadas, sin fallar una de
ellas. ¡Cuán preciosas me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se
multiplican más que la arena; despierto y aún estoy contigo.
(Sal. 139:13-18).

Con esta verdad, es posible sostener que Dios es quien determina como va a
ser la persona antes de nacer, El conoce y establece sus capacidades, el color de
sus ojos, su identidad y todas aquellas virtudes externas que esta persona será
después.

La ciencia moderna ha avanzado mucho en el tema de la reproducción


genética y la manipulación de las células, pero ¿hasta qué punto es ético y
espiritual este tema? Después de varios años de conocimiento de la palabra se
puede llegar a considerar que los hijos del Señor, no pueden estar recurriendo a
estas personas que algunos no tienen temor de Dios, ellos no piensan nada más
que en su propia ambición y pretenden ser dioses y moralistas. La Biblia está llena
de ejemplos de personas que sabían que no podían tener hijos, y al clamar al Señor
de la vida recibieron lo que necesitaban. Veamos algunos ejemplos. El primero que
podemos citar es a Abraham y Sara,

Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la


vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara
escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara
le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rio,
pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido
tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces
Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara
diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado
volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un
hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo
miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído (Gn 18:10-
15)

En el Nuevo Testamento tenemos otro ejemplo maravilloso, nos referimos al


profeta Juan el Bautista, estas son las palabras del doctor Lucas,

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote


llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las
hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos
51

delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los


mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían
hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad
avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio
delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la
costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el
incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la
multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del
incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie
a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al
verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías,
no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer
Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y
la vida de un nuevo ser esta en las manos de Dios, los
hombres jamás podrán crear un hombre, sino que por el
contrario ellos son criaturas y no creadores. (Lucas 1:5-14).

Hay otras evidencias de cómo Dios Todopoderoso da hijos a la estéril en las


Sagradas Escrituras y para él no hay nada imposible. Es aquí donde los creyentes u
hombres que no tienen fe deben recurrir para ser padres, sólo el Padre permite a los
hombres ser padres.

4. 4. Para mantenerse en limpieza moral


La sexualidad en el matrimonio es aprobada por Dios, los casados al unirse
íntimamente en el acto sexual están procediendo con limpieza. La Biblia se opone
determinante al sexo fuera del matrimonio, por lo tanto cuando hombres y mujeres,
ya sean casados o solteros, se unen sexualmente a personas que no estén
confirmadas por Dios, lo que están haciendo es ensuciándose ellos mismos y a otras
personas. La limpieza sexual se vive en el matrimonio.

Frente a la sexualidad del momento histórico del apóstol Pablo, era común
que hombres y mujeres se unieran sexualmente en forma libertina, con personas
que no pertenecían al vínculo matrimonial. La respuesta a este tipo de actos de
inmundicia es el consejo divino, el cual se aplica a los casados como también a los
solteros, estas son las palabras: “Huid de la fornicación, Cualquier otro pecado que
el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo
peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido
comprados por precio; glorificad, pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios” (1 Co 6:18-20). La limpieza sexual, se mantiene en
el creyente siguiendo estos consejos. Primero, huyendo de las tentaciones para no
52

caer en los pecados sexuales. El cristiano debe saber que si desea unirse a una
mujer, lo debe hacer con quien está unida a él en el matrimonio, si lo hace fuera lo
que está haciendo es infectarse a sí mismo, a su esposa, a sus hijos, y toda la
sociedad donde se encuentra inmerso. Segundo, conservando su cuerpo y sus
miembros sexuales para su consorte, ninguna persona debe mirar o experimentar
placer sexual con una persona que no es parte de su matrimonio. Los casados
pueden mirarse mutuamente, sólo la mujer y el hombre cuando se unen
sexualmente se miran, los animales tiene acto sexual donde no se pueden mirar, los
esposos pueden acariciarse en amor para su acto de unidad, este acto lo pueden
hacer todas las ocasiones que lo deseen. Y finalmente los casados se pertenecen el
uno al otro corporalmente; si ellos viven en respeto en la unidad matrimonial, lo que
están haciendo es glorificar a Dios con el acto sexual con su respectiva ayuda
idónea. Los cuerpos de los casados se maldicen, cuando estos realizan actos
sexuales con personas que no son del matrimonio.

La Santa Biblia es la verdad divina para todas las personas, especialmente


para los creyentes. Al sostener esta pauta, tenemos que decir que todas aquellas
indicaciones de carácter de mandamientos o principios son para regular la vida de
las personas. En relación al sexo en el matrimonio, hay indicaciones claras que dice
que el sexo en los casados es un deber, las palabras del apóstol Pablo versan así:
“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el
marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni
tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer” (1 Co 7:3-4).
De este pasaje se pueden sostener varias pautas: Primero, ambos tanto el marido
como la mujer, deben cumplir este deber sexual en unirse como personas que se
aman. El vocablo deber, se usaba en el contexto de los ciudadanos romanos para
aplicarlo al salario de un trabajo, tomando esta consideración paulina e inspirada, si
uno de los dos se niega a tener sexo, está en deuda económica con el otro. ¿Cuánto
dinero se deben entre ustedes? En segundo lugar, el concepto de deber debe
entenderse en un sentido de mandamiento divino, y todas las ordenanzas del Señor
son buenas y santas; no existe en Dios una orden con malicia o por la fuerza, sino
cada mandamiento del Padre Celestial es para el beneficio de sus hijos. En tercer
lugar, los casados deben saber que este acto de amor no se puede negar ni afirmar;
¡Hoy no deseo tener intimidad contigo porque estoy molesta o enojado!, la razón de
53

este punto obedece a que no tiene esta autoridad, porque su capacidad de decisión
sexual no descansa en ella sino en su marido y viceversa. Ambos se deben el uno al
otro, si uno de ellos desean amar al otro, el otro debe hacerlo en amor también y no
por una mera obligación o hacerlo por cumplir no es una entrega de amor verdadera.
En cuarto lugar, si ninguno de ellos tiene potestad sobre el cuerpo del otro, esto
significa que el único que aparece como dueño del cuerpo de los casados es el
Señor, por lo tanto ambas personas deben saber que al unirse sexualmente, están
sujetándose a leyes divinas y no meramente a una ordenanza humana. Finalmente
las personas casadas han descubierto que tener intimidad es maravilloso y por un
enojo circunstancial no es posible negarse a una delicia creada por Dios.

4. 5. La abstinencia sexual
En el mundo que vivimos dominado por hombres que no conocen al Señor
Jesucristo y bajo el poder de las tinieblas es muy difícil encontrar indicaciones éticas,
por más que se busque en libros de cómo vivieron las variadas culturas o
civilizaciones del mundo antiguo, notamos que no existía una moralidad tan elevada
como la descrita en las Sagradas Escrituras. De esta manera, es posible observar
que la Biblia habla claramente de la pureza sexual. ¿Qué significa limpieza sexual o
quiénes son los que deben vivir puramente? Miremos la Palabra de Dios, y
extraigamos de ella algunas verdades para este tema. Primero la abstinencia sexual
es para quienes aún no se han casado, ellos tanto hombres como mujeres serán
educados por sus padres en la pureza moral desde su niñez, aprenderán que sus
cuerpos no son para la inmoralidad, sino para el Señor y también para quien más
tarde les conocerá en una manifestación de amor. La Escritura sostiene que los
creyentes solteros, deben esperar para estar casados y allí experimentar la vida
sexual, hacerlo antes es atentar contra ellos mismos. “... Pero el cuerpo no es para
la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Huid de la fornicación.
Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que
fornica, contra su propio cuerpo peca” (1 Co 6:13b, 18).

El cuerpo no es para la inmoralidad, suciedad o inmundicia moral, sino es


para el Señor. Cuando un hombre o una mujer fornican, están socavando su propia
limpieza. Por lo tanto deben cuidarse hasta que se casen. Segundo, los casados
mantendrán una vida activa sexualmente en su matrimonio, al practicarlo con
frecuencia, por ningún motivo están ensuciando sus vidas éticamente. Sus cuerpos
54

se manifiestan en entrega el uno para el otro, cada uno de ellos sabe que pertenece
al otro, no pueden estar separados por mucho tiempo y en sus cuerpos está la
máxima expresión de amor. Sus vidas serían manchadas si fueran infieles. Al
respecto la Palabra de Dios dice lo siguiente: “Así también los maridos deben amar a
sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se
ama. Porque nadie aborreció jamás su propia carne, sino que la sustenta y la cuida,
como también Cristo a la iglesia” (Ef. 5:28-29). El marido ama su cuerpo al
entregarse a su esposa, lo odia al tener relaciones sexuales con otra mujer; la
esposa ama su cuerpo si se entrega en amor a su amado esposo, pero mostrará lo
contrario al tener relaciones sexuales con alguien que no sea su consorte.

Finalmente la abstinencia sexual, implica que los solteros esperarán hasta


estar unidos en matrimonio y sólo allí tener relaciones sexuales. Los casados se
conservarán puros solo si tienen sexo con su esposa (o) y nadie más.

Hay situaciones bíblicas e higiénicas en las que se recomienda no tener


relaciones sexuales en el matrimonio, estas son las siguientes: Primero, en los
casados por mutuo acuerdo podrán privarse por un tiempo del coito. Esto significa
que ellos sabrán respetarse mutuamente y así volver a juntarse en el debido
acuerdo. Esto es lo que dice el autor inspirado: “No os neguéis el uno al otro, a no
ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la
oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de
vuestra incontinencia” (1 de Co 7:5). En segundo lugar, para dedicarse a la oración.
La oración es acto de comunicación entre el creyente y su Creador, donde él
oferente busca por medio de este diálogo conocer la voluntad de Señor. Estos son
los momentos que todo hijo de Dios requiere y necesita. En este mismo sentido el
uno o el otro respetarán cuando uno de ellos decida dedicarse por un tiempo a la
oración, luego una vez que esta bendición termine pueden volver a unirse. En tercer
lugar, cuando la mujer se encuentra indispuesta. Por razones higiénicas es
recomendable que el hombre espere que su esposa pase este período, el cual no
dura más de ocho días y luego tener relacione sexuales con su esposa. Veamos lo
que dice el texto: “Y no llegarás a la mujer para descubrir su desnudez mientras esté
en su impureza menstrual. Cualquiera que durmiere con mujer menstruosa, y
descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su
sangre; ambos serán cortados de entre su pueblo”. Lv. 18:19; 20:18. Cuando se
55

trata el pasaje exegéticamente, se deben aislar las leyes que son casuísticas, de
decir, son leyes del momento, o de la situación pero no se mencionan más adelante,
para luego proceder a ver las leyes apodícticas, es decir, leyes que se repiten
nuevamente en varios de los pasajes de la Palabra de Dios. De manera que, no es
correcto tener relaciones sexuales cuando la esposa está en este periodo por una
indicación del Creador, como también por consejo de algunos médicos. En cuarto
lugar, las personas solteras, el texto dice así: “Digo, pues, a los solteros y a las
viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia,
cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando” (1 Co. 7:8-9). Un asunto de
carácter de crítica textual, el vocablo “don” que aparece en la Biblia versión RV60,
RVR no aparece en las mejores manuscritos de los textos griegos, por esa razón las
versiones más nuevas como NVI no la usan y estas son sus palabras: “Pero si no
pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de
pasión. (1Co. 7:9 NVI) Todos los solteros ya sean hombres o mujeres, deben
esperar estar casados para luego tener intimidad con quien es su esposa. En el
mundo manipulado por las obras de las tinieblas, se considera una tontería llegar
virgen al matrimonio, sin embargo los creyentes deben amar la Palabra de Dios y no
la mentalidad de este mundo, la cual es opuesta al Señor. Finalmente, cuando la
mujer se encuentra embarazada, no es adecuado tener relaciones sexuales en ese
momento, ya que se puede causar heridas o daños físicos en el cuerpo en formación
del no nato.

4. 6. Enemigos del sexo


Para hablar de los enemigos del sexo, es muy importante identificar con toda
claridad aquellas cosas o elementos que hacen que este acto sagrado creado por
Dios se convierta en algo incorrecto. Es Dios mismo, quien entrega e identifica con
toda claridad en las Escrituras a los opositores al sexo. Veamos quienes son;
primero es Satanás, estas son las palabras divinas en la pluma de Pablo: “No os
neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para
ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os
tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” (1 Co. 7:5) El Diablo ha sido y es el
principal enemigo de Dios, todas las cosas que el Señor ha hecho, este ser las ha
manchado, destruido y desprestigiado poniendo a Dios como el más detestable de
los seres y haciendo que las personas anhelen las cosas incorrectas más que las
56

correctas. Lo referente al sexo, él hace que las personas que están bajo su poder,
practiquen sexo de las formas más horrendas y perversas. Segundo, los hombres
con sus fornicaciones, esto es lo que dice el texto: “pero a causa de las
fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”
(1 Co. 7:2). Es el mismo Satanás, quien está detrás de las inmoralidades como la
pornografía, promoviendo revistas, películas, videos, donde se práctica el sexo de
manera indiscriminada, incitando a violaciones donde hombres violentan
sexualmente a mujeres menores de edad e incluso a mayores. En estos actos hay
ausencia de amor. Podemos referirnos además a los incestos, relaciones sexuales
entre miembros de una misma familia; son muchos los casos donde los padres
violan a sus hijas y tienen hijos con ellas. Las depravaciones sexuales, actos de
mujeres teniendo sexo con animales y hombres también se prestan para estos
hechos sucios ante Dios. Las Escrituras son claras y objetivas al afirmar que el sexo
debe ser una práctica de los casados y no porque se haya llegado a la madurez
biológica. La fornicación se convierte en enemigo y atenta contra la acción sexual
del matrimonio. El problema no es el sexo en sí, sino los solteros que entregan sus
miembros a personas que no son autorizados por Dios para la sexualidad, por lo
tanto si en una comunidad la fornicación es una situación común, esa sociedad está
enferma. La iglesia es la que debe ponerse en pie y hacer que sus miembros vivan
en rectitud moral y familiar. Tercero, la negación de uno de los casados. Cuando uno
de los dos que están casados entiende que la sexualidad es una parte normal en
sus vidas, sabrán actuar correctamente en el ámbito sexual. Ellos se mirarán con
atracción, se desearán e irán mucho más allá en el amor sexual. Ahora si uno de los
dos se niega sistemáticamente al otro, lo que está haciendo es hacer que el otro
mire fuera del entorno matrimonial. Los casados son tentados por Satanás para no
tener sexo, y los solteros son tentados por el diablo a tener sexo antes del
matrimonio.

4.7. La formación sexual en los integrantes de la familia


El conocimiento de las cosas o el manejo de la información, en los más
variados temas son muy importantes, muchos sabios afirman que el conocimiento es
poder. En nuestra explicación sobre la formación sexual, el conocimiento se
convierte en la mejor herramienta, para así tener una correcta actitud y
comportamiento frente a las situaciones que tengamos que responder o vivir.
57

Son los padres los que deben educarse sexualmente en tan importante tema
y luego enseñarles a sus hijos en todo lo que tenga relación con una correcta
información sobre la sexualidad. Al respecto miremos algunas indicaciones, sobre la
formación de la sexualidad al interior de la familia. Primero los padres deben instruir
a sus hijos en el tema de la sexualidad, esto se debe a que Dios les delegó a ellos
esta función, el texto dice así. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Seño” (Ef. 6:4). El vocablo criar
implica la totalidad de la persona, es decir, elementos morales, intelectuales,
espirituales, económicos y físicos. En ninguna parte de la Biblia usted encontrará
que el estado de un país es quien tiene que asumir esta responsabilidad y menos de
las Escuelas bíblicas de la Iglesia de Cristo; lo lamentable es que muchos padres
descansan y eluden esta relevante y maravillosa tarea en la formación sexual de los
hijos para delegársela a terceros.El hermano David comenta sobre Deuteronomio 6:
8-9 estas palabras:

Los versículos 8 y 9 dicen que la palabra de Dios debe


estar escrita en nuestras manos y frontales, y sobre los
postes y puertas de nuestra casa. Para nuestros tiempos,
esto no puede interpretarse literalmente. Más bien, “en las
manos” se refiere a lo que hacemos y “en los frontales” a lo
que leemos y memorizamos. Dios quiere que tengamos su
palabra abierta en nuestro hogar. Los libros y revistas
tienen un impacto en nuestras vidas. 21

Los medios de comunicación entregan mucha información sobre este tema,


entre ellos la televisión, radio, prensa escrita e internet; proporcionan variadas
informaciones sobre el tema de la sexualidad, en muchos de estos medios de
comunicación carecen de responsabilidad y cuidado sobre la presentación de este
tema. Al final de los programas televisivos afirman “las opiniones vertidas en este
programa, no representan el pensamiento de esta casa televisiva o bien son
responsabilidad de quienes las emiten”. En el fondo se lavan las manos, al igual que
Pilatos ante el inocente Jesús.
Las autoridades espirituales de la Iglesia de Jesucristo, pueden ayudar a los
miembros a educar a sus integrantes con este importante conocimiento. Esto lo
pueden hacer porque. La Biblia es la fuente de la moral sexual, para todos los
hombres. Las Escrituras poseen un amplio contenido sobre el tema de la sexualidad.

21
Grams, David y Betty. Familia fe y felicidad. p. 110.
58

Hay variados ejemplos de cómo deben ser las conductas sexuales en los creyentes.
Una de las autoridades espirituales en el tema de la formación y educación familiar
nos escribe del tema:

Entre todos los aspectos que hemos dirigido mal a esta


generación joven, ninguna es más lastimosa que la
inmoralidad sexual que ha penetrado el mundo en que ellos
viven. No hay forma más eficaz de destruir la institución de
la familia que el socavar la exclusividad sexual sobre la
cual ella se funda. Y sin embargo eso lo han logrado ya,
deliberada y calculadamente, aquellos que despreciaban el
sistema cristiano de valores. Los actuales defensores del
“sexo sin peligro” están haciendo avanzar esa campaña
con una eficacia devastadora.22

Tenemos un libro dedicado para los casados, este es el Cantar de los


Cantares, escrito por un Rey de Israel llamado Salomón.

La sexualidad no sólo es la relación de intimidad de dos personas casadas del


sexo opuesto, sino que posee varios elementos más, a continuación veremos
algunas precisiones definitorias, las que nos ayudarán en el conocimiento y dominio
del tema.

La sexualidad es el conocimiento correcto de los órganos sexuales por parte


del hombre como de la mujer, ambos deben conocer sus propios cuerpos con sus
miembros, de modo que después no tengan problemas consigo mismo y menos con
su esposa.

La información sexual incluye los elementos morales, espirituales, físicos,


emocionales y mentales de ambas personas que actúan en el área sexual.

Al tener el conocimiento orgánico y espiritual de la sexualidad, se deben


aplicar moralmente y responsablemente con la persona a la que se pertenece y se
ama.

Tanto el hombre como la mujer tienen privilegios y responsabilidades al


interior de la familia, es vital que ambos actúen correctamente. También se puede
decir que es el uso atento de los órganos reproductores con la persona que se ama.

22
Dobson, James. Atrévete a disciplinar. p. 230.
59

El miembro reproductor y placentero del hombre, fue creado para la mujer que se
ama y debe ser recepcionado por el órgano femenino. No es ético que estos
miembros se empleen en otras partes del cuerpo, como por ejemplo el sexo oral y el
anal. Estas dos prácticas son inmorales y perversas, ¿por qué? Cada órgano fue
hecho por Dios para funciones específicas, es así que el pene del hombre es para
orinar, satisfacer sexualmente a su esposa y junto a eso procrear hijos. La vagina de
la mujer, fue creada por Dios para expulsar la orina, satisfacer sexualmente a su
esposo recibiendo el miembro masculino de este y finalmente dar a luz a sus hijos.

¿Cuándo es el momento de iniciar la educación sexual en los hijos? Al


respecto podemos decir, que el momento se inicia cuando los hijos pueden ir
comprendiendo los conceptos que los padres van enseñando. Es también
importante precisar, que la entrega de conocimientos es proporcional a la medida de
la compresión mental y asimilativa que tenga la persona que está siendo adoctrinada
en determinada materia. Muchos de los estudiosos, entregan lagunas pautas para el
momento de instruir a los hijos en el área sexual. Inicie esta etapa de instrucción
sexual cuando la criatura esté en el vientre, veamos lo que dice: “Y aconteció que
cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet
fue llena del Espíritu Santo” (Lc. 1:41). Son muchos los estudios que se han hecho
en relación a la percepción de los niños no natos con respecto a responder a los
estímulos de los padres desde afuera. Ellos reaccionan cuando los padres les
entregan palabras de amor, les dicen oraciones de cuidado, les hacen oír música
cristiana. Algunos de ellos colocan sus manos cuando los padres les hacen cariño
desde la piel de la madre. Si ellos son capaces de llorar cuando los han matado por
medio de un aborto, cuanto más si sus padres les brindan palabras, caricias y
expresiones de amor.

Continúe con este proceso didáctico cuando el niño (a) es un infante, veamos
que nos dice el poeta: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el
fruto del vientre” (Sal. 127:3). Si los padres son afectuosos, tiernos, comprensivos y
comunican sus sentimientos adecuadamente hacia sus hijos, estos responderán de
la misma forma. Son muchos los padres que no recibieron nunca una palabra de sus
progenitores, como ¡te amo mucho!, o ¡eres muy especial, hijo querido! Aunque no
todos los padres son expresivos con sus hijos, todos se pronuncian emotivamente y
con amor de diferentes formas. Hay padres que se niegan a construir frases de amor
60

hacia sus retoños; esto es posible porque en su niñez no tuvieron padres afectivos,
aunque en ocasiones puede suceder lo contrario. Los padres cristianos que tienen
problemas de expresar palabras de amor hacia sus hijos, deben reconocer esta
falencia ante el Padre Celestial y pedirle en oración que les instruya en esta área. Si
están dispuestos a aprender, se van a sorprender por lo que Dios puede hacer en
ellos.

Mencione correctamente las partes del cuerpo a sus hijos, “Además, el cuerpo
no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy
del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no
soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde
estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha
colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si
todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos
los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te
necesito, ni tampoco la cabeza a los pies” (1 Co 12:14-21). El cuerpo humano posee
cientos de huesos (208, total) Así también una cantidad muy importante de órganos,
donde cada uno de ellos fue diseñado por Dios para desarrollar una actividad
definida y clara para el bien del cuerpo. De este punto se desprende que ninguno de
los miembros puede ser cambiado al azar o al antojo por los hombres (los científicos
hablan de la singularidad orgánica, donde sostienen que cada órgano posee una
pertenencia al cuerpo, donde fueron puestas por la naturaleza (para nosotros los
creyentes fueron puestos por Dios) y sólo ahí cumplen sus funciones específicas.
Pensando en el área sexual, es lamentable como el diablo y la pecaminosidad de los
hombres han hecho burla de los miembros del cuerpo humano, otorgándole
nombres grotescos e inmorales. Son los padres los que deben identificar los
miembros del cuerpo de sus hijos y mencionarles cuáles son las funciones que
cumplen.

Desde los dos a cuatro años los niños aprenden por lo que ven. Es muy
importante lo que los niños ven al interior de la familia. Vivimos en un contexto muy
informativo carente de normas morales (no hay que olvidar que el mundo está bajo
el maligno y él es el dios de los incrédulos, esto es lo que dice la palabra de Dios;
“en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que
no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen
61

de Dios” (2 de Co 4:4) por lo tanto, no espere que los canales de televisión sean
cristianos y éticos en este segmento sexual de nuestros hijos. Muchos niños a muy
temprana edad han visto hechos pornográficos, ya sea en revistas o por internet en
la actualidad. El Señor Jesús dijo: “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo
es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu
cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no
serán las mismas tinieblas? (Mt 6:22-23), ahora si nuestros hijos ven lo malo o
hechos inmorales, no nos quejemos después de la conducta de ellos. Son muchos
los niños que observan hechos prohibidos, debido a su curiosidad o reciben
información en otros lugares. Son los padres que no se preocupan de esta parte en
la formación de sus hijos; por lo tanto, quienes les engendraron son los que deben
llenar ese vació con respuestas correctas a las preguntas de sus hijos.

Existen nuevas evidencias en el campo de la investigación y las implicancias


de la educación sexual. Veamos.

Las personas no eligen su orientación sexual. Los papeles


tradicionalmente asignados a uno y otro sexo, con
referencia a la sexualidad, se están volviéndose más
flexibles en nuestra sociedad. El número telefónico de la
central de homosexuales y lesbianas es… No tiene que
hacer papeles sexuales prescritos para los miembros de
una pareja. La masturbación, a solas o en compañía de un
compañero (a), es una forma en que la persona puede
disfrutar y expresar su sexualidad sin riesgos de embarazo
ni de enfermedades venéreas o virus HIV (virus del
SIDA).23

23
Ibíd. p. 231.
62

CAPITULO V

LA ECONOMIA FAMILIAR
Para hablar de la economía familiar, se requiere consultar algunos principios y
consejos entregados por los escritores sagrados. Estos son los que por un acto de
inspiración divina, han fijado varias verdades que ayudarán al creyente a manejar
correctamente sus finanzas, tanto en el interior como también en el exterior del
hogar.

5.1. Dios bendice a la familia


La Biblia en sus libros afirma que todas las cosas son de Dios. Quienes
vivieron y escribieron sus páginas, comprendieron que ninguna de las cosas que
tenían era de ellos, sino que le pertenecían al Creador. El autor de uno de los
Salmos dice: “Del Señor es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan”,
también el profeta Hageo escribe: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice el Señor de
los ejércitos” (Sal. 24:1; Hg 2:8). Al tener claro esto, es imperativo que los hogares
cristianos sepan que Dios es quien se encarga en atender las necesidades de sus
hijos. Veamos cómo estas verdades se pueden ver en la práctica, en la familia
cristiana.

Uno de los primeros mártires Esteban, antes de morir, afirmó que Dios había
sacado al patriarca Abraham desde su tierra para llevarlo a otro lugar, el cual esa
tierra sería para él y su descendencia, estas son sus palabras: “El Dios de la gloria
apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en
Harán, y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré.
Entonces salió de la tierra de los Caldeos y habitó en Harán; y de allí, muerto su
padre, Dios le trasladó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora” (Hch 7:2-4).
Si Dios es el dueño de la tierra, es evidente que sus hijos le pueden pedir a Él una
porción de tierra, donde puedan morar ellos y su descendencia. Esto no va a
depender de las condiciones financieras que los bancos manejen, él Señor se
encuentra por sobre estas cosas técnicas y es evidente que su bendición viene para
los suyos.

Aparte de las cosas inanimadas que fueron creadas por Dios, está la creación
del ser humano, su cuerpo es creación divina por lo mismo Dios también tiene la
preocupación de suplir todas las necesidades que este puede tener. Jesús al
63

hablarles a los discípulos les dijo que no debían afanarse por sus necesidades,
porque así como el Señor cuida de las aves también cuidaría de ellos, estas son sus
palabras:

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué


habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro
cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves
del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros
podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un
codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad
los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero
os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así
como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y
mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará
mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os
afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan
todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día
de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta
a cada día su propio mal. (Mt 6:25-34).

Es el mismo Espíritu Santo quien por medio del apóstol Pablo habla, que los
creyentes deben aprender a vivir cualquiera sea su necesidad, “Por nada estéis
afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de gracias. …Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme
a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil 4:6, 19) ¿Por qué les dice esto?
Porque el Señor le había sostenido en diversas necesidades, que el mismo tuvo en
el pasado. Dios es fiel en proveer a los suyos, y no depende de las variantes
económicas de una nación o del mundo entero. Los hijos de Dios deben depender
del Señor hoy y siempre.

Muchas las personas afirman que el trabajo es un castigo por el pecado de la


primera familia terrenal. Pero si observamos correctamente el texto sagrado, nos
daremos cuenta que Dios puso a Adán y Eva en el huerto de Edén para que lo
labraran. Estas son las palabras del escritor canónico Moisés: “Tomó, pues, Jehová
Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”
64

(Gn 2:15) De este principio, podemos sostener que el trabajo es una verdad
revelada por Dios, y hombres y mujeres deben trabajar. Nuestro Señor Jesús,
cuando hablaba de su ministerio a sus seguidores, les expuso así como su Padre
trabajaba él también debía hacer lo mismo, esta declaración es citada por el apóstol
Juan: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Jn 5:17).
Pablo fue un hombre incansable en ejercer su oficio terrenal de constructor de
tiendas, este trabajo lo hizo en compañía de otras personas del mismo oficio. Al
hablar con los hermanos de Tesalónica, sobre la inminente venida del Señor,
muchos de ellos interpretaron mal la situación y dejaron de trabajar, para así esperar
la venida del Señor tranquilos, evitando que cualquier cosa los distrajera. Pero
vemos que la exhortación paulina no se dejó esperar, fue tan dura que les dijo que
aquella persona que no trabajara andaba desordenadamente. Además aquellos que
no trabajaran habían negado la fe y eran peor que los incrédulos. Veamos sus
palabras: “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto:
Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre
vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose
en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que
trabajando sosegadamente, coman su propio pan”. (2 Ts 3:12) Por lo tanto, el
trabajo es una forma de manifestar nuestra fe cristiana. Además con el hecho de
trabajar estamos obteniendo el salario para adquirir adecuadamente los alimentos y
utensilios para las necesidades terrenales.

5.2. El dinero para la familia


Dios es sus acciones, siempre lo vemos haciendo lo bueno, bello y actuando
en forma perfecta. En el campo de las finanzas es posible ver como el Creador de
todas las cosas, se compromete con aquellos que son fieles a sus principios. Estas
son algunas de sus promesas: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,
ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros
mucho más que ellas? (Mt 6:26) Hay otro escritor inspirado que escribe estas
palabras: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús. (Fil 4:19).

Dentro de la revelación divina, se encuentran principios y verdades que a las


personas al conocerlas no las comprende a primera instancia, pero con el
crecimiento de la fe se las va asimilando poco a poco. Dios sabe lo que las personas
65

necesitan y su provisión nunca faltará en las vidas de sus hijos. En todo este
proceso de crecimiento está la verdad del diezmo, su fuente, uso y manejo.

5.2.1. Beneficios al diezmar


La verdad del diezmo es una acción revelada de Dios, no nace en la
mentalidad de los hombres, esta declaración versa así:

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi


casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los
ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al
devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra
vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y
todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis
tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos (Ml 3:10-12)

Esta evidencia no es una operación matemática a la cual tengamos que


someternos todos los creyentes en Dios, sino que pasa por la mente de la Deidad y
sus hijos deben recibirla como tal.

Los mandamientos del Creador son para obedecerlos, estas indicaciones


divinas son perfectas, completas y únicas en la aplicación de ellas. En los momentos
en que los hombres los ponen en práctica les irá bien. Por el contrario cuando los
mortales no valoran las verdades de Dios, ellos mismos son perjudicados y les va
mal. Cuando los creyentes obedecen el diezmar, están siendo obedientes a la
Palabra del Creador.

El Señor se compromete a abrir las ventanas de los cielos y derramar


bendiciones hasta que sobreabunden. Esto significa que el autor de los diezmos,
está poniendo su Palabra como garantía para la preservación y la durabilidad de ese
noventa por ciento, que queda en las manos del creyente obediente.

El dinero es un recurso que ha ido cambiando de cultura en cultura. En


muchas ocasiones por los intereses humanos, estos han ido pasando de un extremo
a otro y su valor es determinado por las variables que existen en los mercados. Dios
está por sobre estas acciones humanas. La Palabra de Dios menciona un hecho
muy particular en la nación de Israel, la que era presidida por el Rey Jorám. En ese
momento histórico la capital de Israel era Samaria, esta fue sitiada por los sirios y la
hambruna fue tan fuerte, que a los niños, a sus propios hijos se los comían entre
66

ellos. En este tipo de situaciones difíciles, el profeta Eliseo habla por Palabra de
Dios, que las cosas bajarán de preció en forma brusca, esto será debido a una
intervención directa de Dios. Lo que no se podía adquirir, al otro día tendría un valor
muy pequeño pudiendo comprar todos lo que desearan. (2 Reyes 6:24-7:-1:16). Dios
interviene en los manejos económicos de los pueblos y en muchas ocasiones lo
hace favoreciendo a sus hijos, por lo que es real y posible esperar que el Creador
haga milagros financieros. Esto mismo Dios puede hacer si se siguen sus consejos,
se verán grandes maravillas del Señor.

La felicidad es una situación muy anhelada por las personas, mayormente por
quienes desean tener paz en medio de los conflictos en los que viven, los que cada
vez son más complejos. La libertad es algo que todas las personas quieren tener, no
quieren ser esclavos de nadie, no obstante las personas son servidoras de alguna
persona, sistema o de algún objeto. Dios desea darles a sus hijos que diezman
felicidad y libertad en sus recursos, porque debido a ellos es posible adquirir las
cosas que necesitan y desean. ¿Le gustaría tener felicidad y libertad económica?,
queremos decirle que solo en Dios usted podrá tener este estado de vida.

5. 2.2. Consecuencias al no diezmar


Desde que las personas nacen deben tomar decisiones, en muchas de ellas
es posible que se acierte, pero en otras se cometerán errores. Las malas decisiones
tienen malos efectos. Por ejemplo, si un padre de familia toma la decisión de
cambiar su automóvil por uno que este más cercano al año de su vigencia, sus
pretensiones son buenas, pero la decisión la tomó sin considerar los posibles
cambios del mundo financiero y aunque en ese momento sí podía hacerlo, más tarde
todo se complicó. Canceló algunas cuotas, anduvo varios meses en su nuevo
automóvil, pero luego el crédito superó a sus ingresos; finalmente debió devolver el
auto nuevo y para peor el auto antiguo que tenía lo perdió pues lo había dado en
parte de pago. Otra muestra, un padre que desea cambiarse de trabajo, en otro
lugar le ofrecen mejores condiciones laborales y económicas. Todo marcha bien por
algunos meses; luego la nueva empresa va a la quiebra por mala gestión de los
dueños y los mandos medios. Lo malo es que este trabajador, se ha quedado sin
trabajo y su familia ha debido pagar las consecuencias de una mala determinación.
Estos dos modelos le pueden suceder a cualquiera de los mortales. Veamos lo que
sucede, cuando los hijos del Señor no diezman.
67

Dios es quien tiene la capacidad de multiplicar las cosas menores, así


también darle calidad, potencialidad y productividad aquellas cosas creadas. Pero
así también, él puede detener las bendiciones y hacer de ellas una abominación, de
tal manera que nada de lo que se haga sea fructífero, esto le acontece a quien no
diezma.

Las leyes divinas se hicieron para el bien de las personas y no para causarles
daño. Son los hombres los que al desobedecer estas indicaciones, hacen que las
palabras de vida se conviertan en muerte. Dios le dijo al hombre “no robarás” (Éxodo
20:15), es decir, debes respetar la propiedad ajena. Si las personas no diezman, se
están declarando ladrones ante Dios, están tomando el dinero de Dios para ellos y lo
están usando en cosas que a ellos no les competen.

La Palabra de Dios enseña que el Todopoderoso está en su trono y la tierra


es el estrado de sus pies. En varios pasajes de la Escritura, se pueden ver diferentes
significados sobre la frase “los cielos abiertos”. En cada una de ellos podemos
mencionar que Dios es quien toma la iniciativa para actuar, el Adonay resuelve
proceder, el Altísimo va en ayuda de sus hijos que claman día y noche. Ahora si los
cielos se cierran, sucede lo contrario; por más que una persona pida ayuda a Dios, el
Señor de los cielos no le va a responder, serán inútiles las suplicas y los sacrificios
para lograr ayuda. Quien no diezma tiene los cielos cerrados.

Hay varios sinónimos para el vocablo construir, por ejemplo; edificar, levantar,
erigir y muchos otros. Pensando en nuestro tema; si los creyentes no diezman, se
están exponiendo a que sus economías se destruyan en forma paulatina. Por más
que intenten mantenerlas a flote y con vida o vigencia esa administración se irá al
suelo. Las personas que no diezman, sus economías tambalean y van al precipicio.
He sido testigo de varios hermanos que eran muy bendecidos cuando diezmaban,
pero decidieron cerrar la mano y todo se les vino abajo.

La felicidad es una condición comentada y muy anhelada por todos los seres
humanos; dentro de esa complacencia se encuentra tener una armonía financiera y
saber que los recursos son para cubrir las necesidades propias de la familia. En
cambio si la persona no diezma, lo que está haciendo es tener diversas amarguras,
tensiones y aflicciones porque no estará en paz debido a los altibajos en las
finanzas. A veces desea tener paz en sus recursos, pero viene un mal tras otro y
68

nunca está en paz. Todo esto acontece porque no diezma. Cuando la persona
diezma tiene paz en su interior todo el tiempo.

5. 3. Un presupuesto económico familiar


Un presupuesto es una metodología financiera, que ayudará a ordenar los
recursos económicos de la mejor forma, para así poder distribuirlos en base a las
necesidades. Lógicamente este medio es tentativo y puede ser adaptado a las
necesidades que los lectores estimen conveniente. A continuación le presentamos
un ejemplo.

EJEMPLO: Nº 1. Renta total: $350.000.-


SALIDAS HABITUALES CANTIDADES EN PESOS
1. Diezmos $35.000.-
2. Ofrendas $15.000.-
3. Luz eléctrica $ 6.000.-
4. Teléfono $ 10.000.-
5. Agua $ 5.000.-
6. Frutas y verduras $16.000.-
7. Abarrotes $45.000.-
8. Locomoción y transporte $10.000.-
9. Ahorros $50.000.-
10. Gastos totales $192.000.-
11. Imprevistos $158.000.-

EJEMPLO: Nº 2. Renta total: 1.200.000.-


SALIDAS HABITUALES CANTIDAD EN PESOS
1. Diezmos $120.000.-
2. Ofrendas a la iglesia $ 40.000.-
3. Luz eléctrica $ 20.000.-
4. Teléfono e internet $ 35.000.-
5. Agua potable $ 15.000.-
6. Frutas y verduras $ 20.000.-
7. Abarrotes $ 80.000.-
8. Bencina del auto $100.000.-
69

9. Ahorros $500.000.-
10. Total de salidas $930.000.-
11. Imprevistos $270.000.-

Conclusión:

En materia de administración financiera, algunos escritores nos enseñan


sobre el tema y nos advierten de lo peligroso que sucede cuando se rompen los
límites del orden y la prudencia, veamos:

El problema básico en el 70% de los matrimonios que


fracasan arraiga en el presupuesto. Cuando se agrega a
los conflictos y diferencias normales en un hogar, las
presiones financieras que proviene de los gastos excesivos
y de las compras a crédito, las consecuencias pueden ser
hostilidad, la amargura, y en los casos graves del divorcio.
El insidioso enemigo de mucho de esos matrimonios sin
duda han sido los créditos y la presión de “no puedo vivir
sin esto”. 24

Dios desea que cada una de las personas tenga y sepan manejar bien el
dinero. Él es la fuente de bendición para todas las familias creyentes y obedientes;
sus hijos deben estar seguros que él les bendecirá siempre y suplirá
abundantemente todas aquellas cosas que requieran. Veamos estas palabras del
Señor. “Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo”
(Gn 33:9) y “Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo
recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a
Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén
(Fil 4:18-20). Esto son sólo algunas verdades del Señor, que nos hablan de su
fidelidad y bendición.

24
LaHaye, Tim. La familia sujeta al Espíritu, p. 171.
70

CAPITULO VI

LA ARMONIA FAMILIAR
Las relaciones armónicas en los componentes de la familia son difíciles pero
no inalcanzables, esto se debe a las diferencias de carácter y gran variedad de
reacciones que tienen las personas. Dios es el primero que desea mantener una
correcta relación armónica con su creación, todo lo hizo para que viviera en armonía,
esto se puede ver en las plantas, los animales, las aves, los cuerpos celestes, y
termina el relato creacionista con la frase: “y vio Dios que era bueno” (Gn 1:4, 10, 12,
18, 21, 25). Fue el diablo y el hombre los que introdujeron la violencia y el odio entre
los semejantes y todo lo creado. Pero no todo quedó así, nuevamente vemos a Dios
tomando la iniciativa y ejecutando planes para hacer la paz con los hombres, el
hecho más notable es el enviar a la cruz a su propio Hijo, para que todos los seres
humanos tuvieran paz con Dios, sus semejantes y el todo.

La Palabra de Dios señala que una de las verdades más claras y objetivas
para vivir en armonía en el hogar es: “Sométanse unos a otros en el temor de Dios”,
(Ef. 5:21). Luego aparecen en el contexto del relato, los miembros de la familia,
donde el esposo debe estar sometido a Cristo, la esposa debe ser sumisa a su
cónyuge, esta actitud la debe ejecutar en el temor de Dios, los hijos deben obedecer
sus padres como al Señor, recibiendo como beneficio vida y múltiples beneficios. Si
cada uno de los componentes del hogar, se somete mutuamente por temor de Dios y
en amor entre ellos, las relaciones serán armónicas en todo momento.

6.1. Principios bíblicos para formar una familia


Al leer la segunda epístola a los Corintios encontramos una verdad única que
apunta a cómo vivir en armonía en diferentes tipos de situaciones. Esto es lo que
dice el pasaje:

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque


¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y
qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia
Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el
incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y
los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente,
como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su
Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en
medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis yo
os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me
71

seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. (2 Co


6:14-7:1)

En este párrafo vemos un tema usual, la negativa de parte de Dios a que sus
hijos se unan en relaciones de dependencia, planes, proyectos y unidad permanente
con personas no redimidas o comunes a la fe cristiana. El autor inspirado entrega
varias exigencias, estas son las siguientes para vivir en armonía.

La armonía entre dos personas creyentes, implica sincronización, fluidez y


engranaje frecuente en cada una de las relaciones que implique el matrimonio y la
familia que esté iniciando sus primeros pasos.

En autor del pasaje hace una serie de comparaciones, las cuales resultan
evidentes y reguladoras para formar una sociedad con una persona que pertenece a
otro mundo; veamos los ejemplos.

No puede haber compañerismo entre la justicia y la injusticia.


Comparativamente son opuestos. La justicia persigue entregar a las personas, sin
ninguna distinción, lo que cada una merece, sin embargo la injusticia persigue tratar
a las personas según las conveniencias. En el matrimonio es honesto que haya un
trato correcto y justo entre los esposos y los hijos, en ocasiones las preferencias de
padre con uno de los hijos, hace que haya manifestaciones injustas provocando
malas reacciones.

Los elementos de la luz con las tinieblas se oponen entre sí, el uno al otro se
manifiesta contradictoriamente, esto hace que tanto el uno como el otro no se
pueden unir y menos caminar juntos. La luz es un elemento activo, y las tinieblas son
pasivas; en nuestra sociedad actual la luz se convierte en un elemento indispensable
y fundamental para generar vida y soluciones a muchas necesidades inherentes
cuando las tinieblas aparecen. El hijo de Dios es luz, y debe buscar personas que
generen luz para así poder en formar una familia unida. Los que pertenecen a las
tinieblas se unen entre ellos y así forman hogares armónicos, que piensan lo mismo,
actúan de la misma forma y se proyectan en el mismo sentido. Los hijos de la luz no
pueden unirse a los de las tinieblas, porque tanto el uno como el otro se destruirán y
no permanecerán. Es posible que en el inicio del hogar las cosas caminen muy bien,
sin embargo con el tiempo las demandas de la familia se agudizarán y harán que el
matrimonio y familia sucumban. Un escritor de este tema nos enseña, sobre la
72

importancia que Dios esté en medio de ellos, estas son sus palabras: “La tragedia
de miles de hogares y familias es la ausencia de Dios. Planifican y trabajan… pero
sin tomar a Dios en cuenta. Se unen en matrimonio y en miles de casos se separan
nuevamente sin pensar solo instante en el Dios que les dio la vida, talentos y quien
con su ojo penetrante los ve de día en día” 25

Jesús el Hijo de Dios actúa en armonía con el Padre y el Espíritu Santo, todo
lo que ellos realizan, piensan y hacen se encuentra totalmente unido y fluyente. La
palabra Belial es un vocablo arameo que significa inútil, el cual se aplica a Satanás.
Es posible pensar que Jesús es útil para la vida diaria y el diablo es inútil e inservible
para el hombre. Jesús es el Creador en la familia, el diablo destruye el hogar, Cristo
es vida, el diablo es muerte, Jesús es paz en todo momento al interior de la familia,
el maligno es violencia e intranquilidad, y así podríamos añadir muchos elementos
comparativos en este mismo contexto.

La casa de Dios es donde localmente se sostiene que el Creador mora, el


templo de los ídolos es una morada del principal enemigo del Señor, este es el
diablo. La palabra templo que es usada aquí, en la lengua griega es “Naos” y
significa santuario de Dios; en cambio en oposición al templo de Dios están los
ídolos, donde detrás de ellos están los demonios y este es satánico. Estas son las
palabras de Pablo, con la luz del Espíritu Santo: “Antes digo que lo que los gentiles
sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os
hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de
los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los
demonios” (1 Co 10:20-21) En este caso, el cuerpo del creyente es morada de Dios
y el incrédulo es morada del diablo, la última idea es probable que parezca muy
fuerte, pero el texto sagrado lo afirma.

El creyente tiene junto a él a Dios, el Señor camina con él y vive en su cuerpo


totalmente, esta persona pertenece al pueblo del Señor, en cada situación por muy
difícil que sea, Dios lo recibe para otorgarle irremplazable ayuda. En contra
posición él no creyente es enemigo de Dios, el Señor no está en su ser y por ningún
motivo anda con este, vive cada día en la inmundicia y practica el pecado como algo
agradable para sí mismo. Al hijo de Dios se le manda salir, apartarse y no tocar lo

25
Boonstra, S. Juan. Hogar y familia en el siglo XX, pp.233, 234
73

inmundo, lo sucio; por lo tanto es imposible formar una familia con los antecedentes
que las Sagradas Escrituras proporcionan a los creyentes. En ocasiones se escucha
decir “Dios me habló que podía casarme con María, aunque aún no es creyente,
creo que con el tiempo ella se convertirá al Señor, porque yo mismo me encargaré
de evangelizarla”. Este tipo de aseveraciones son opuestas a lo que Dios mismo ha
dejado claramente en su Palabra, más bien estas frases son para justificar el pecado
y desobediencia de muchos hijos del Señor. Muchos hijos del Señor se han unido
así y sus hogares hoy son un desastre, Dios desea que se formen hogares en su
perfecta voluntad y no en pensamientos que en ocasiones no se enmarcan en la
verdad divina.

La espiritualidad, es una verdad entregada por las Sagradas Escrituras y ésta


tiene perfecta relación con la capacidad de poder restaurar a quienes viven en los
pecados de la carne; esta definición ha sido extraída de la epístola a los Gálatas
capítulo seis versos uno y dos: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna
falta, ustedes que son espirituales, restáurenle, considerándose a sí mismos, no sea
que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y así
cumplir la ley de Cristo” (Gal 6:1-2). Por el contexto del pasaje, podemos identificar
que los espirituales, son aquellos creyentes que restauran a las personas que viven
en los pecados de la carne. Estos hechos de la carne, son los que se mencionan en
el argumento, siendo estas obras: adulterios, fornicaciones, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. La
labor de una persona espiritual es reintegrar a quienes están en estos pecados. La
voz en el griego es “Katartídsete” y significa remendar, equipar completamente, su
conjugación se encuentra en presente continuo, esto indica que los creyentes
espirituales estarán de continuo remendando, equipando completamente a quienes
viven en estos actos opuestos al Espíritu Santo. En el matrimonio, cada uno de sus
componentes debe tratarse mutuamente con espiritualidad, esto significa que entre
ellos no habrá lugar u oportunidad a hechos carnales. Ahora bien, si esto acontece
uno de ellos no actuará descalificando al otro, sino que le ayudará a superar esa
debilidad.

La vida en el Espíritu, no es una vida abstracta, irreal, dedicar largas horas a


la oración, encontrase todos los días en reuniones de carácter cristianas, cantar
74

todos los coros de la congregación, decir amén a cada momento o frase de un


contenido similar, sino que por el contrario, la vida en el Espíritu tiene relación con
un estilo, forma, calidad, extensión, sustancia, duración, limpieza y todas las áreas
de la vida. Vivir en el Espíritu es hacer lo que el Espíritu desea que realicemos,
desde que nos levantamos al trabajo, en el trayecto , en el trabajo mismo, en las
relaciones con nuestros compañeros de labores, en la colación, al regreso a las
actividades del trabajo, estas deben ser de calidad como para el Señor y no para los
hombres, al terminar las horas del oficio que tenemos al regresar junto a nuestra
esposa, saludarla correctamente, a los hijos tratarlos con valor y cariño. De manera
que en cada una de las acciones, sentimientos, pensamientos, intensiones del
corazón deben ser en el Espíritu. Concluyentemente, el ingrediente fundamental
para la vida en el Espíritu es manifestar el fruto del Espíritu. Se pueden hacer
muchas cosas, en ellas debe primar el amor, una actitud de gozo, hechos con
tranquilidad, esperar y actuar con paciencia, revelar benignidad en lo que se hace,
manifestar fe en lo que se piensa y hace, tener la templanza para enfrentar todas las
demandas que aparecen cada día. Cristo es el centro y hecho de todas las cosas,
con él viviremos una vida plena del Espíritu en nuestro hogar, iglesia y sociedad.

A los primeros seguidores del Señor se les denominó cristianos, ¿por qué se
les calificó así?; si leemos el pasaje de las Escrituras en el libro de los Hechos del
Espíritu Santo: “Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a
mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía”
(Hch 11:26), aquí nos daremos cuenta que esta afirmación se debe a que los
discípulos de Cristo eran enseñados en los mandamientos del Señor Jesús, además
ellos eran miembros de la Iglesia del Señor y eran seguidores permanentes del
Señor Jesucristo. Hay otra aseveración del mismo tenor en la epístola a los
creyentes de Corinto, en la primera carta a estos creyentes se les dice que ellos
tienen la mente de Cristo, “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le
instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Co 2:16) pero ¿qué significa
tener la mente de Cristo? Tener la mente de Cristo, significa ser capaz de analizar
las cosas del Espíritu, también adaptar las cosas del Espíritu al Espíritu, tener el
Espíritu Santo de Dios, el cual se recibe creyendo en Jesucristo, dejar de vivir en
disputas individuales y egoístas. En otro de los escritos paulinos, el texto cristológico
manda a los hijos de Dios a que las palabras de Cristo moren en abundancia en el
75

cristiano. “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y


exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Col 3:16). Si
pensamos bien en el verdadero sentido de tener las palabras de Cristo
permaneciendo en abundancia en nuestras vidas, tenemos que evidenciarlas de la
siguiente manera. El cristiano que tenga las palabras de Cristo en plenitud en su
vida, será sabio en su accionar, será un creyente agradecido delante de Dios y de
las personas que viven a su alrededor o con aquellas que se relacione donde él
Señor le tenga o vaya, la paz del Señor se revelará en su vida en todas las acciones
que realice. Al aplicar estas verdades en la familia, vivir como cristiano será revelar
en carne propia las enseñanzas del Señor en las muchas actividades que
realizamos, es ser capaz de evaluar el medio donde vivimos y actuar como cristiano.
El actuar movido por el amor a las personas y no pensar sacar provecho de ellos.

La oración es un dialogo entre el orante y Dios; esta realidad se puede


observar en el ministerio del Señor Jesús de manera notable, era su forma o un
medio de mantener una comunión continua entre él y el Padre Celestial; para ambos
era una situación gloriosa, de vida continua, de compartir conocimientos mutuos, de
revelarse los secretos entre ambos, de confianzas entre pares, reconocían que nada
tenían propio, esto significaba que lo existente les pertenecía a ambos. Es por lo
mismo que se puede citar lo siguiente:

El arca de Dios era una representación primitiva de la


presencia de Dios entre los suyos. Hoy en día Dios no se
encuentra ya en templos hechos a manos sino que se
acerca al hombre hecho a su imagen por medio de su
palabra y su Espíritu. Esa pobre gente de los tiempos
antiguos sólo tenía una limitada idea de la grandeza y de la
bondad de Dios. Nosotros tenemos la completa revelación
de toda la majestad divina, de su amor sin par, de sus
decretos inmutables, de su justicia y su explícita voluntad.26

La epístola de Santiago sostiene que la oración se debe realizar entre los


hermanos de la fe o bien los unos por los otros, estas son sus palabras: “Confiesen
las ofensas entre ustedes, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración
del justo puede mucho” (Stgo 5:16). De este pasaje se puede decir que la oración de
los unos por los otros, es mandato del Señor para los creyentes, luego abre las

26
Ibíd., p. 235.
76

puertas para la confesión de las ofensas mutuas. La confesión de los errores es un


puente que se forma y hace que las relaciones de las personas sean más sólidas;
además en la oración entre los hermanos el Señor Dios se manifiesta sanando a los
enfermos. Es posible sostener que muchas personas que están enfermas por la falta
de oración de los unos por los otros, si aprendemos a interceder entre nosotros la
salud del Señor será más evidente entre su pueblo; finalmente la oración hacia el
hermano es poderosa, se dice que puede mucho; esto significa que orar es poder, y
poder es efecto múltiple. Esta misma verdad, se encuentra en las palabras
inspiradas por el Espíritu en las líneas del libro de los Hechos y dice que Jesucristo:
“…sanó a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hch 10:38).

6.2. Consejos extra-bíblicos para la familia


Las verdades de la Palabra de Dios son permanentes y no cambian con los
avances de la ciencia o las variables de las personas. Existen algunos consejos que
pueden ser de mucha utilidad en las relaciones familiares, pero que no
necesariamente requieren un asidero en las Escrituras.

Las tensiones son emociones fuertes, donde las personas pierden el control y
la sobriedad. En estas situaciones complejas no sabemos cómo proceder, perdemos
con mucha facilidad la percepción de la situación que pretendemos resolver. Lo
importante es saber que no es sabio ni correcto subir el tono de voz para resolver un
problema, ponerse serio, es decir, evitar sonreír, sino que por el contrario lo que
debemos hacer es mirar la situación, bajarle el perfil, observarla fríamente, analizar
su alcance en relación al tiempo, luego analizar sus ventajas y consecuencias, para
finalmente tomarla y darle un término.

Hoy se vive en un mundo muy activo, exigente, acelerado y con muchas


presiones donde las personas hacen cosas para demostrar quienes son más
capaces, muchos luchan y trabajan fuera de las horas naturales que una persona
puede ejercer una labor. Hay cambios permanentes de las modas ya sea en la ropa,
útiles de hogar, elementos de distracción, posiciones sociales, capacidad y poder
adquisitivo esto hace que muchas familias rompan sus estructuras y unidad. Todo
esto hace perder de vista lo que son las personas verdaderamente. El evangelio de
Dios sostiene que las personas valen como individuos y no por las cosas que
puedan tener. Todos y cada uno de los integrantes de la familia es de mucho valor,
77

existe una singularidad creacional en ellos y en ese aspecto es vital hacerse valer y
amarse así mismo.

El descanso en una herramienta de mucho valor para las personas, pasar


tiempo a solas les permite meditar, evaluar, dejar que la mente y los pensamientos
vayan mucho más lejos de lo que se puede hacer en la realidad, por supuesto que
este hecho, tiene que ser dirigido por lo moral y no dejar la mente en blanco para
posibles pecados en el futuro. El descanso es una inversión, un beneficio de utilidad
para quienes reposan, es como prepararse para mejores desafíos que vendrán en el
cercano futuro, es estar más fuerte para posibles sorpresas, ya sea de índole
espiritual, social, económica o en otros alcances. En cambio si no se pasa tiempo a
solas con los miembros de la familia, existirá un agotamiento, las fuerzas se irán
lentamente hasta no saber cómo levantarse en momentos opuestos y duros.

Hay un proverbio cultural, que afirma que “el cojo no puede caminar sin
apoyo”, de manera que le es imposible poder caminar si no tiene una ayuda para
mantenerse en pie y moverse. De la misma manera, la familia y sus componentes
se necesitan de manera imperativa, no pueden ser un hogar si no hay respaldo el
uno con el otro. La mujer acompaña al hombre, tienen como un objetivo procrear y
llenar la tierra de individuos. Los consortes deben apoyarse en su relación. Los
matrimonios y familias que se unen ante la sociedad cuentan con el respaldo de la
misma, este es uno de los apoyos que todo hogar requiere en la actualidad, es
permanente y oportuno. Los miembros de la familia deben apoyarse en las tareas
que guarden relación con el desarrollo integral de la familia, esto hará que todos
crezcan sanos; luego los retoños al formar ellos su propia familia harán lo mismo, de
no existir este vital elemento vivirán solos y aislados sufriendo los efectos de la
soledad. Hay que apoyarse, el esposo a su esposa, la esposa a su esposo, los
padres a sus hijos, los hijos a sus padres.

La comunicación es una ciencia, donde una fuente que produce información


es dirigida hacia un receptor que recibe la información, este hecho se realiza por
medio de un canal, este canal es determinante para poder comprender totalmente el
mensaje de la fuente. En el matrimonio y la familia, la comunicación es fundamental
y vital para hacer que el hogar cristiano exista toda la vida. Para el fin del matrimonio
la comunicación es abrir y manifestar los sentimientos, ya sean positivos o
78

negativos, lo importante es revelarlos en un tono adecuado y ser claros en lo que se


siente como también en lo que se piensa. Hay consortes que guardan situaciones no
gratas de sus esposos e hijos, no son lo suficientemente honestos para decir lo que
piensan en un tema complicado y difícil. Las personas adultas deben estar
dispuestas a sacar a luz las cosas de sus seres queridos en el seno del hogar,
guardarlas les hará más daño y serán como gusanos que se comen la manzana
lentamente hasta que esa fruta no sirve y hay que votarla. Los conocimientos que se
han adquirido, son vida para el hogar, no puede ser que uno aporte todo su potencial
y el otro sea un esclavo servil de la familia; ambos deben estar dispuestos a edificar
su hogar con amor y asimismo con conocimiento.

Cada vez que las personas se miran al espejo, se dan cuenta lo que son y
cómo son, es posible que haya una tendencia a desear mejorar en algunas aspectos
externos y esto es natural, pero en ningún momento debe haber una actitud de
hacerse daño o desarreglarse para verse peor de lo que una persona es.

La sagrada escritura dice que todo lo que Dios creó es bueno, eso indica que
no hay desperfecto externo en nuestras vidas, es verdad que el pecado de la
primera familia de la humanidad causó estrago en sus vidas, y es lo que hace que
las personas tengan conflictos con Dios como también con ellos mismos. De
acuerdo a este planteamiento, podemos llegar a algunas conclusiones.

La falta de aceptación personal se debe al pecado del hombre, esto indica


que siempre tendemos a encontrar defectos en nosotros mismos y también en
nuestros semejantes.

El medio cultural que hay es muy violento en este sentido, eso significa que
muchas veces las personas aceptan la opinión de este medio y en base a él se
conducen en la vida.

Cada persona debe tener una clara conciencia de quién es, de esto
determinará la función que cumple en la sociedad que vive, solo así actuará
equilibradamente.

Dios ha hecho de las personas un ser singular, especial, original y único; esto
significa que cada una de las personas, debe aceptar lo que Dios ha hecho de ellos,
79

al aceptar esto estarán reconociendo su perfección y por otro lado tendrán una
perspectiva correcta de sí mismos.

Los padres son los primeros modelos de los hijos, ya sea en el presente como
también en lo que serán en el futuro. Les impulsan a estudiar una profesión, ser
personas de bien en la sociedad y además les exteriorizan sus ideas las que en
general son expuestas pensando qué es lo mejor para sus hijos.

Naturalmente las personas crecen, lo hacen desde la vía biológica,


psicológica, moral y espiritual. Es evidente que muchos de ellos se casarán y este es
el momento de dejar de pensar en ellos mismos y se volcarán a la nueva vida que
tendrán por delante. Esto significa que todas las ideas, proyectos y ambiciones
terminan pasando a un segundo lugar, ahora todo marcha de la mano con la
persona que han decidido formar una familia. Al estudiar los años de matrimonio de
muchas parejas, se puede aprender que los planes de uno de los miembros, no
pueden realizarse si no hay el total apoyo del otro. Esto significa, que ambos
esposos tomarán los objetivos y metas de los pares y harán una causa común; de
esta manera pondrán todas las fuerzas para lograr las metas de ambos y no la de
uno de ellos en particular. Ya no dirán este es mi idea, o ese es tu plan; sino que
aprenderán todas las cosas en familia, sabiendo que estas ideas pertenecen a
ambos. Es lamentable como en muchos matrimonios, existe una competencia del
uno contra el otro, de cuánto ganan en sus trabajos o profesiones. Hay una historia
en la cual una esposa describía a un matrimonio que al ir a cenar a un restaurante
cancelaban el valor de lo que se habían servido mitad y mitad. Todas las cosas que
Dios añade al matrimonio, son de ambos, en ninguna manera alguna del hombre y
las otras de la mujer. Tanto en el libro de Génesis como también en la epístola a los
Efesios se repite la verdad, para todas las familias de la tierra; “...los dos serán una
sola carne...” (Gn 2:24; Ef. 5:21). Es posible que Dios pensara en la separación de
bienes, cuando los bienes o elementos materiales de la pareja son del Creador. Al
respecto respondemos, el autor de la familia manda que un hombre y una mujer se
unan y sean una sola carne o una sola persona.

Dios desea un matrimonio donde haya armonía en las metas, objetivos y


proyectos que puedan estar planeando al interior cada uno de los componentes de
la familia.
80

Estuve observando un documental de la National Geografic, en el cual se


describía el respeto de unos animales para con otros, era impresionante como
algunos de ellos saben los límites de sus reacciones y no pasan más allá, porque de
hacerlo perderían sus vidas. Un ejemplo de esto es el lobo salvaje, este animal se
une a una loba hembra para toda la vida; es posible que tenga algunas propuestas
de otras hembras, pero jamás cederá a ellas, además cuida a sus cachorros de una
manera asombrosa, es capaz de extraer la comida que tiene en su estómago para
así alimentar a sus hijos.

Este ejemplo es una viva realidad, tal vez puede ser considerado poco
aceptable, pero los estudiosos de los animales lo han descubierto y creemos que
Dios les ha puesto a estos seres esas conductas.

El respeto en el matrimonio abarca numerosas áreas, veamos algunas de


ellas a continuación. Los modales son ciertas conductas que se aprenden al interior
del hogar, muchas de las reacciones se convierten en conductas propias y definidas.
Cuando dos personas se casan, ambos han crecido en diferentes hogares con
diferentes modelos a imitar. En los primeros meses de convivencia ceden
tiernamente a las demandas del otro, todo lo hacen porque son movidos por
motivaciones donde el uno obtendrá algo del otro, luego con el correr de los años,
sacan a luz como les gustaría que fueran algunas cosas al interior de su casa, esto
puede ser desde aliñar una ensalada, planchar una camisa, lavarse los dientes o
darse una ducha. Es aquí donde se debe mantener una actitud de respeto con el
otro. Por ningún motivo modifique a su compañero o viceversa, miren las cosas con
naturalidad. Lo importante es que se hagan las cosas y no se discuta por largas
horas, donde pueden lastimar las emociones de la pareja y no conducirán a nada
provechoso para ambos. El amor verdadero y maduro, buscará complacer al otro y
satisfacerse personalmente.

Existen opiniones en el medio publicitario, donde se dice que todas las cosas
entran por los ojos de los clientes, es decir, una buena imagen o la excelente
presentación de un producto garantizará que este elemento sea éxito de ventas.
Muchos jóvenes pasan largas horas frente al espejo, arreglándose para verse mejor
y así poder conquistar el sexo opuesto. Muchos de ellos lo logran y otros no, es
posible que se cuestionen en qué han fallado en la parte externa. No hay duda, las
81

apariencias juegan un papel muy importante en el mundo de hoy, sea cristiano o no.
Relacionando todo esto con este punto, es de mucho valor que ambos esposos sean
cuidadosos con su apariencia, muchas mujeres y hombres antes de convertirse en
personas casadas, se veían esbeltos y muy apuestos. Sin embargo se han
descuidado, él por un lado ha aumentado de peso de manera importante, ya no es el
atleta del barrio, se mueve más lento, le cuesta correr unos metros y ha subido
varios kilos, ella por otro lado cuando era más joven, en los momentos de las citas
amorosas era la chica más hermosa del distrito y hoy no se sabe qué pasó con ella.
Sus padres la alababan y muchos de los muchachos del condominio le lanzaban
expresiones de amor y palabras de conquista de diversos contenidos. Hoy es madre
de cinco hijos, dos varones y tres niñas, sus hijos son hermosos igual que ellos hace
muchos años, en cambio ellos no han sabido cuidar su apariencia, ambos están con
mayor peso y menos atractivos que sus tiempos de oro.

La apariencia externa de las personas es muy importante, el cuerpo del


creyente es templo del Espíritu Santo, este debe ser cuidado con amor y debidas
atenciones a las necesidades del mismo. El apóstol Pablo inspirado por el Espíritu
Santo, nos dice que “el ejercicio corporal para poco es provecho...” (1 Timoteo 4:8);
esto no significa que el ejercicio corporal no tenga ningún beneficio, sino que por el
contrario este es positivo para el cuerpo. Hay que saber mantener los equilibrios en
las cosas de la vida terrenal y dentro de esto está el cuidarse el cuerpo. Si los
casados saben administrar adecuadamente sus otras necesidades de la familia,
también deben aprender a cuidar su aspecto externo, es más, esto lo harán porque
será bueno para ellos, pero también lo realizarán para la persona que aman.

Cuando en la consejería pastoral, los creyentes vienen a solicitar orientación


pastoral, escuchamos frases como “mi esposo no me respeta”, “mis padres no me
respetan, y ellos siempre se creen los dueños de la verdad, no están dispuestos a
aceptar mis propios pensamientos”. Frente a este tipo de situaciones, el ministro del
Señor tiene que valorar las diferencias de pensamiento de las personas y desde ese
ángulo plantear las sabias palabras de Dios.

Es necesario que definamos qué es el respeto, se puede decir que el respeto


es la aceptación o atención que se da a una persona, ya sea en sus pensamientos,
vestimenta, comidas, diversión y todo lo que tenga relación con su forma de vivir. Al
82

mirar esto en la familia, es muy importante el respeto en los miembros de la familia.


Los esposos se mantendrán abiertos a aceptar la forma distinta que tiene el uno en
evaluar una situación, es posible que en los primeros meses sean muy tolerantes y
accedan a resolver las demandas propias de su nuevo hogar, pero vendrán
momentos en que se revelarán el uno contra el otro, de todos modos, llegará el
momento en que ambos deberán conjugar una sola estrategia en abordar las
distintas realidades de su nueva familia. El respeto será una realidad en la medida
que sepan tratar las situaciones, escuchándose mutuamente con madurez,
valorando lo que el otro dice de un tema, aceptando que el otro puede hacer las
cosas tan bien como él o ella las ejecutaría. Se es respetuoso siendo capaz de
aceptar que mi esposo o esposa e hijos irán aprendiendo y desarrollando las
habilidades que como personas son necesarios para la vida.

En muchas ocasiones, hemos sido testigos de cómo se han desatado


disputas leves, las cuales más adelante han ido creciendo terminando en un
desastre. Algunas discusiones se han iniciado por cosas que no tienen importancia
en la vida familiar, nos referimos por ejemplo, cómo aliñar la ensalada, cómo se
peina la esposa en momentos puntuales, cómo se lava los dientes antes de
acostarse, si ronca por las noches o no. El amor en el matrimonio implica agradar al
otro en todo lo que tenga relación con la edificación familiar, pero no por eso
significa que no se sabrán respetar el uno al otro.

6.3. La madurez emocional


Una vez un individuo afirmó conocer a una persona, que según él era un
individuo muy paciente y manso; al preguntársele cómo estaba su familia, la persona
no dudó a afirmar que vivía solo. Ante esta situación es lógico que esa persona sea
muy paciente. Sin embargo, tenemos que decir que la madurez emocional, se ve en
la relación continua que tenemos junto a los que vivimos cada día.

La madurez emocional se puede ver muy claramente, en la vida del Maestro,


es decir, Jesucristo el Hijo de Dios, las palabras del evangelista son: “... y aprendan
de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas” (Mt 11:29). Hay distintas aseveraciones en otros pasajes, los que se refieren
a la mansedumbre. El mismo Señor alaba y llama felices a los mansos, con este tipo
de comportamiento ellos recibirán la tierra por herencia, estas son sus palabras,
83

registradas por el escritor canónico: “Bienaventurados los mansos, porque ellos


recibirán la tierra por heredad” (Mt 5:5). El sabio rey Salomón escribió con palabras
de sabiduría divina, esta frase: “porque la mansedumbre hará cesar grandes
ofensas” (Ecles. 10:4). El apóstol Pablo en una de sus epístolas, escribiendo a los
miembros de la congregación de Corinto dice esto respecto de Cristo: “... yo Pablo
les ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo” (2 Co 10:1). Al mismo tiempo el
apóstol Pedro, afirma que a las persones que nos pregunten sobre nuestra fe, se les
debe responder con mansedumbre, observemos esas palabras: “sino santificad a
Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar
defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la
esperanza que hay en vosotros; (1 de Pe 3.15). Por lo que vemos, la mansedumbre
es una virtud muy valorada por Dios y por quienes la han puesto en práctica.
Pensando en esto, se hace necesario clamar por mansedumbre, para así poder
tener una relación armoniosa al interior del hogar. Retomando un poco las citas
mencionadas, podemos sacar algunos consejos y verdades importantes para
nosotros.

La mansedumbre, es una virtud en la personalidad de Jesucristo. Fueron las


personas de su tiempo que lo definieron como una persona mansa y humilde de
espíritu, esta actitud de comportamiento se le puede ver en todo tipo de situaciones
que vivió. Jesús vivió con mansedumbre en el interior y exterior de su familia. La
mansedumbre produce una vida de descanso al interior del alma, esto es para los
esposos y los hijos. Evite ponerse en pleito con sus miembros familiares, sea manso
y así vivirá en paz.

Con mansedumbre se puede conquistar y recibir lugares que nunca


pensamos antes tener. Si ustedes actúan con mansedumbre, podrán alcanzar
lugares benditos para sus vidas. Responda a las ofensas con mansedumbre, de esta
forma evitará que se levanten grandes pleitos al interior de su hogar. En ocasiones
las diversas demandas de la familia hacen que se pierda un poco el control; de todos
modos usted sepa actuar en medio de esas situaciones y cada una de ellas
píntelas con mansedumbre.

Son muchas las personas que no conocen a Dios. Por lo mismo, cada una de
ellas necesita que se les den argumentos de la fe cristiana con mansedumbre y no
84

de otra forma. Evite entrar en pleitos con individuos que usan la religión para
combatir en sus ideas. La verdadera fe, produce paz entre los hombres.

La madurez emocional, en realidad se va desarrollando en forma paulatina.


Es natural que en cada etapa de la vida se realice gradualmente, por lo tanto no es
de sorprenderse, que personas de madurez física aún no sean personas maduras
emocionalmente. Lo importante es saber conjugar ambas cosas, es decir, las
personas deben ir creciendo en su integridad, dicho de otra manera, en la medida
que se crece físicamente, hay que crecer en sabiduría, inteligencia, cultura,
espiritualidad y en el temor de Dios. A continuación veremos algunas evidencias de
una persona madura.

La vida de las personas posee una serie de privilegios, sabores y


experiencias emocionantes; algunas de ellas es muy grato vivirlas y otras no son tan
aceptables. Tenemos algunas situaciones como estudiar, trabajar, en cada una de
ellas hay que esforzarse, luchar con el antagonismo en lo que estamos haciendo, las
injusticias que se dan en la vida. Hay personas, que en ocasiones se manifiestan
muy amables con sus semejantes o hermanos en la fe, pero después de un tiempo
se les puede ver actuando en oposición a sus promesas de lealtad y amor que
hicieron en un momento. Es por eso que: “El requisito indispensable es la voluntad
de querer madurar estando dispuestos a cambiar cuantos esquemas y
comportamientos sean necesarios. El mero paso de los años no significa haber
madurado. Sólo quiere decir haber crecido y, lamentablemente, no existe una
necesaria correlación entre crecimiento-y-madurez”27

Cuando se pierde el trabajo de una persona muy apreciada, se producen


acciones emocionales muy variadas; como por ejemplo, el silencio prolongado,
aislarse, sentirse rechazado por los individuos, creer que todos están en su contra,
ponerse muy sensible por todo lo que le digan. Estas pueden ser algunas
consideraciones, que nos puedan afectar de forma positiva o negativa. La persona
madura, tomará la realidad como se presente, mirará las situaciones como una
etapa de crecimiento, no huirá de la situación, sino que será valiente y atrevido en
saber cómo afrontar esta nueva situación en el camino de la vida. Muchas de las
situaciones que suelen acontecerle al creyente, son puestas por el Señor de la vida,

27
Correa, Guillem. La familia según Dios. p. 24.
85

tienen como objetivo hacerle crecer como individuos, son también para sacar cosas
negativas que hay en la vida que de otra manera jamás saldrían, pueden ser
también ocasiones para demostrar cuanto sabemos o para aplicar lo que hemos
estudiado en materia de conocimientos. La madurez no está en esconderse de las
cosas, sino que hay que enfrentarlas con la siempre y presente compañía del Señor
y con la sabiduría que él entrega. Hay muchas personas, que desean alterar la
realidad que están viviendo, algunos de ellos afirman que están bien, cuando en el
fondo de sus sentimientos y corazón están sufriendo, lo importante es que la
persona madura acepta las cosas tal como son y no las disfraza de otra cosa.

Hay una etapa del ser humano, en la cual se viven varios cambios, estos
afectan al área física, emocional, hormonal; a este escalón de la vida se la denomina
“desde la juventud a la adultez”. En muchas de estas situaciones, muchas personas
no aceptan algunas cosas que sucedían, pero luego terminan aceptándolas, como
parte de la vida. En la madurez, la persona debe aceptar las cosas tal como son.
Miremos algunos ejemplos, los que ayudarán a comprender mejor esta parte de este
tema. En caso de la muerte de uno de los hijos, lo anormal es que los padres
continúen actuando como si el hijo estuviera vivo, conservan su vestimenta, no
quieren que otro de sus hijos menores ocupe su cuarto, todos los años visitan el
cementerio y lloran ante la tumba de este hijo que ya ha muerto. La aceptación de
las cosas tal como son aquí y ahora significa que hay que aceptar la muerte del hijo
tal como es y seguir viviendo la vida con realismo. Otro ejemplo puede ayudarnos a
comprender esta situación, la persona ha sido despedida del trabajo por razones de
la empresa; el individuo lo que hace es volverse a su hogar, no acepta la idea de no
poder trabajar temporalmente en otra área, que no sea su especialidad. Siente temor
y miedo al futuro, cree que será nuevamente despedido en otra empresa a la cual
desea postular y finalmente duerme muchas horas en su casa, se vuelve un
holgazán y mira el televisor por horas, esto lo hace esquivar su responsabilidad
laboral. Lo importante de todo esto es que si ha perdido el trabajo, debe buscar otro
en otro lugar, es evidente que si el trabajo lo ha perdido por su irresponsabilidad
laboral o ética, deberá esperar el tiempo en que las cosas cambien por la gracia de
Dios y así volver a insertarse en el campo laboral. Recordemos que Dios es fiel,
justo y poderoso para ayudar a sus hijos en todas las áreas de la vida.
86

Desde que los hijos nacen los padres tomaron decisiones por sus retoños,
ellos les ayudan y enseñan a cómo deben asumir las distintas responsabilidades que
tendrán en la medida de su crecimiento. Muchas de aquellas decisiones, es posible
que hayan sido bien tomadas y otras es probable que no se supo medir el momento
oportuno para tomar una decisión. Las personas maduras, por lo general asumen las
responsabilidades que en su entorno se presentan, no tienen temor a enfrentar las
demandas que la vida les proporciona. No tienen desconfianza, aunque algunos de
ellos han sido muy criticados por sus padres o profesores del colegio. Con esto, no
queremos decir que todas las personas que fueron avergonzados por sus padres o
profesores, sean temerosos. No son perfeccionistas, si algo les salió mal en alguna
ocasión, están dispuestos a intentarlo nuevamente. Se atreven a emprender algo
distinto, esto se debe a no aceptar que las cosas salgan de una manera distinta a lo
que fueron antes. No tienen temor al fracaso, cuando se han equivocado no son muy
duros consigo mismos y son capaces de asumir algo distinto, siguen luchando a
pesar de la adversidad. Hay una pregunta muy puntual en estas ideas; ¿qué es el
fracaso? Algunas personas, lo definen como la realización de algún proyecto
personal, el cual en su inicio camina excelentemente, pero luego se pierde en
efectividad para morir lentamente. Para algunos autores, el fracaso no debe existir
en la mente de los cristianos, más bien las cosas que emprenden son oportunidades
para aplicar la sabiduría que Dios ha dado, también estos son los momentos en que
se puede crecer. Hay que ser optimista, creer que Señor está en junto al hogar, para
que de esa forma poder afrontar las cosas tal como son.

Como personas maduras, se debe ser capaz de tomar decisiones, no


importando el valor, alcance y exigencia que estas tengan; lo puntual es que si hay
dudas, hay que solicitar la ayuda divina y pedir sabiduría al Señor, para que así se
pueda asumir responsablemente las demandas de esta vida. No se debe olvidar que
dentro de contexto humano, hay personas que tienen más experiencias que usted,
siempre habrá personas antes como también.

Los escritores sagrados, dejaron frases y oraciones como estas; “la iglesia es
el cuerpo de Cristo, somos miembros los unos a los otros, la oreja no le puede decir
al ojo no te necesito, el cuerpo va creciendo en la ayuda mutua”, (1Co 12:14-16).
Estas palabras, revelan varias verdades espirituales, en relación a la iglesia del
Señor. Para que existe el cuerpo de Cristo, este está formado por su autor y es
87

dependiente de él en todo momento. Cada uno de los miembros del cuerpo de


Cristo, se necesitan mutuamente. En la medida que las personas son parte de la
iglesia, estas van creciendo en el crecimiento de calidad de vida como también en
cantidad. Ninguno de los hermanos puede afirmar con toda claridad a su hermano,
que no le necesita, o puede seguir adelante sin él. Este tipo de afirmaciones es
inmadurez.

La madurez emocional, significa que la persona es capaz de trabajar bien con


otras personas, sabe que las otras personas son parte de sí mismo, entiende que
aunque no puede aceptar que piensen igual, también comprende que ellos son parte
de un todo y les necesita para poder vivir. La cooperación con otros revela equilibrio
emocional, aceptación de la sabiduría que la otra persona posee, valorización de la
otra persona como un ser digno de ser amado. Cooperar con otros es saber aceptar
a la otra persona, que este puede mirar una situación desde un ángulo diferente; en
ocasiones este tipo de aceptación puede salvar la vida a una persona, o hacer que
una situación se resuelva con el menor de impacto negativo que se podría dar. Se
debe mirar a las personas como parte de la vida, el individualismo es fatal,
destructivo y dañino para quien desea vivirlo. Dios resolvió la soledad de Adán
haciendo alguien de su cuerpo, y este hombre al ver la obra divina afirmó esta es
huesos de mis huesos.

El trabajo con otras personas hace que se sea más humano, al mismo tiempo
indica que no se ésta solo en este mundo. Necesitamos la ayuda de los semejantes
y con mayor urgencia la ayuda de los hermanos en Cristo.

En el matrimonio, es fundamental e indispensable saber cooperar y ayudarse


mutuamente. Son muchos los privilegios que hay en el matrimonio, pero ellos no
pueden traducirse en realización del uno con el otro a menos que se disfruten en
compañía. Por ejemplo uno de ellos, el ser una sola carne. No existe otra realidad
natural, social e ideológica que pueda hacer de dos personas de distinto sexo una
sola carne, esta realidad sólo se da al interior del matrimonio. La felicidad de ser
padre y madre, sólo es correcto y aceptado porque Dios lo ha decidido, el que los
hijos nazcan en el matrimonio que sea realizado ante sus ojos es maravilloso. De
esta manera los hijos se convierten en una joya de mucho valor, no pasan a ser una
carga, sino un privilegio del Dios Padre que comparte con los humanos casados
88

correctamente su paternidad. Hay muchos niños, que han nacido bajo otras
situaciones, pero hay que evaluar si estas realidades son éticas o no. También es
correcto afirmar, que la responsabilidad de un nacimiento no es responsabilidad de
ese pequeño, sino de las personas que le trajeron al mundo. En este mismo
contexto, son muchas las personas que aceptan vivir lejos de las verdades del
Creador y esta sociedad lejos de Dios los acepta, pero no tenemos que dejarnos
conducir por esas opiniones divergentes ya que esas personas están lejos del
Altísimo, aunque parezca extraño o se luche contra la corriente hay que hacerlo. Se
debe siempre buscar lo que al Señor agrada, porque esto es bueno delante de sus
ojos como también ante los pasos de quienes le aman con todo el corazón.

Para los creyentes, Cristo este viene a ser la persona más importante de sus
vidas, esto significa que Jesús es la paz presente, el amor verdadero, la libertad real,
la bendición auténtica, el pan que quita el hambre, el modelador del carácter, la
felicidad existente, el único camino, la luz que alumbra siempre, la sal siempre
necesaria, el Dios humanizado, la sanidad evidente, la mansedumbre real, la
cercanía a las personas, el único Salvador y libertador, el santo de los santos, el
victorioso de todas las pruebas, el intercesor por excelencia, el abogado justo, el
juez compasivo, el pastor confiable, el maestro sabio, el cordero perfecto, el soldado
valiente y muchas otras virtudes, las que se hacen interminables al mencionarlas
como también describirlas.

La persona madura sabe amar al Señor, comprende que el amor del Señor
fue un amor real y ejemplar, en palabras y actos notables de amor por parte de su
vida, la obra mayor de amor que él realizó fue morir crucificado por todas las
personas injustas que han existido y vivirán en el futuro de la humanidad. Al poner
este amor en el matrimonio, es necesario notar que los esposos deben hacer gestos
concretos de amor del uno hacia al otro.

Los problemas son elementos que no podemos evitar, estos son inherentes a
la existencia, nadie puede decirle a otra persona que resuelva sus problemas, pues
cada persona es responsable en afrontar sus necesidades y salir adelante de ellas.
Las personas maduras, saben que la clave para resolver los problemas no es
eludiéndolos, sino ver como las cosas que sí tienen solución, lo único que no tiene
solución es la muerte segunda o la condenación, estas son las palabras del autor
89

inspirado por Dios: “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es
la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al
lago de fuego” (Ap. 20:14, 15) Las situaciones, problemas, tensiones o pruebas
tienen respuesta, lo importante es saber encontrarla. En este mismo sentido se
puede decir que las soluciones a los problemas deben cumplir algunos requisitos; la
solución no debe afectar negativamente a otras personas; la salida a una situación
difícil tiene que ser éticamente correcta; la respuesta a un conflicto debe tener una
consecuencia espiritualmente verdadera; todos los problemas deben ser resueltos a
la luz de la Palabra de Dios; la decisión a tomar no tiene que ser causa de tropiezo
para otras personas; la clave del problema tiene que estar en armonía con el Señor.

Dios creó al hombre y a la mujer, ambos necesitan las mismas cosas, pero
ambos las perciben en forma muy diferente. Los hombres son más rudos, miden las
cosas por medio del intelecto y aceptan los sucesos fríamente. Las mujeres son más
sensibles, interpretan las situaciones por medio de los sentidos, necesitan seguridad,
respaldo en las cosas que construyen. Dios le ha mandado al esposo tratar a su
amada cónyuge con delicadeza, suavidad y ternura, esto es porque ella es un vaso
frágil: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la
mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para
que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 de Pe. 3:7). En muchas ocasiones
algunas mujeres que han salido adelante, han luchado valientemente, pero al hablar
con ellas sus palabras han sido, Dios me ha ayudado a caminar en esta difícil y
complicada vida. Creemos que lo mejor es saber valorarse y respetarse entre
ambos, es decir la mujer y el hombre.

6. 4. Una persona inmadura


La madurez emocional es muy importante en todo tipo de situaciones, su
valor se puede medir en diferentes circunstancias, algunas de ellas podrían ser: en
el trabajo donde hay que tener madurez emocional para saber recibir órdenes de
los superiores administrativos. La madurez emocional es imprescindible para
aprender y tomar con una correcta actitud las tareas y demandas de los estudios que
un alumno esté rindiendo. En la familia, la madurez emocional al interior del hogar
permitirá que cada uno de los componentes sepa llevarse bien con sus hermanos,
los padres con sus hijos y viceversa. Se necesita ser maduro emocionalmente para
así poder tener buenas relaciones con las personas que viven cerca de nosotros. La
90

madurez emocional es necesaria para con las autoridades sociales y políticas de


una nación, el creyente maduro emocionalmente sabrá cumplir son sus deberes
ciudadanos y políticos. Si en alguna situación no está conforme con algo, éste
afrontará la realidad y planteará sus ideas en los organismos respectivos y con las
personas indicadas.

Todo lo que se ha planteado hasta aquí tiene relación con una persona
madura, pero cómo podemos identificar a una persona que es inmadura
emocionalmente, a continuación veremos algunas características de ellas.

Al inmaduro no le importan los pensamientos, sentimientos, opiniones,


anhelos y deseos de otras personas; para él lo primero es él, el segundo es él, y en
todo momento sus deseos y opiniones son las correctas, todos los demás están mal.
Miremos algunos ejemplos de esto. Cuando su esposa opina distinto a él, éste no le
toma en cuenta, sus ideas son erradas, lo que ella plantea está mal; esto se puede
ver en el color del vehículo que van a comprar, el color de la casa por pintar, el estilo
de ropa que ellos usan o sus hijos, los lugares que visitarán cuando salen de
vacaciones y muchas circunstancias similares.

Los deseos son anhelos inherentes a cada persona, desde que nacemos
tenemos diferentes deseos, pueden estar relacionados con los juegos, las personas,
las distracciones o las comidas. El inmaduro, cree que lo que él desea debe ser
aceptado por el resto de su familia y amigos, si no respetan sus deseos, se retira o
se aparta en busca de otros que lo acepten tal como es. La verdad es que tarde o
temprano, tendrá que negarse a sus aspiraciones y aceptar los deseos de los otros.

Muchas personas, de una y otra manera, cada una de ellas posee una forma
de mirar y reaccionar frente a distintas situaciones que han enfrentado. Algunos de
ellos han procedido bien, otros en sus reacciones lo han hecho un poco mejor, pero
otros han respondido pésimamente en el momento de decidir o actuar como un
verdadero cristiano. Hay algunas reacciones que se dan en individuos inmaduros,
estas son reacciones constantes y no ocasionales. Llorar por cualquier situación
complicada que tengan que enfrentar, manifiestan ira frecuente a sus seres
cercanos, presentan mal humor en situaciones reiteradas, se mantienen callados por
largos momentos cuando hay algo que les molesta, tienden a culparse mutuamente
al interior del matrimonio, les cuesta asumir algún grado de responsabilidad en
91

situaciones donde han decidido mal, se mantienen obstinados en temas que ya se


han comprobado que están errados, dependen de los padres u otras personas en
situaciones en las cuales ellos deberían saber responder correctamente.

Son personas o individuos adultos, pero que viven como adolescentes,


negándose a responder adecuadamente a las exigencias que todas las personas
normales a su edad ya han respondido correctamente. El maduro está dispuesto a
aprender, el inmaduro pretende saber lo que no sabe.

Las personas inmaduras no asumen las responsabilidades que se espera que


ellos tengan según su edad física. No quieren casarse porque tienen miedo y eluden
los potenciales deberes de ser posibles padres.

Este mal de la inmadurez se da mayormente en los hombres, ya que algunos


prefieren tener una mujer que los mantenga y justifique sus actos. Por tal motivo es
más fácil ver a hombres que dependen de las mujeres que mujeres inmaduras que
dependen de los hombres.

Hay personas inmaduras que no pueden estar solos, no saben lavar su ropa,
no son capaces de cocinar una comida, no hacen aseo en un lugar donde viven, son
dependientes de otros, lo único que quieren es vivir para divertirse o pasarlo bien.

Para algunos estudiosos del tema, la inmadurez es el síndrome de “Peter


pan”. Los inmaduros no se hacen responsables de sus actos. Creen que todo es un
juego, es irreal lo que están viviendo, no se comprometen con la sociedad. Esta
misma idea se puede extender en el campo eclesiástico, donde hay muchos hijos de
Dios inmaduros espiritualmente que no asumen los costos de mantener una iglesia,
si hay algo que les molesta huyen a otra realidad corporativa, si no les gusta una
canción o el mensaje del pastor reaccionan mal criticándolo todo.

Los inmaduros son personas que se quejan de todo lo que está en su medio,
nunca están conformes con lo que tienen, culpan a Dios de su apariencia personal, a
los padres de sus experiencias truncadas o fracasos. Se niegan a asumir
responsabilidades, esperan que otros realicen o solucionen sus deberes. Mientras
menos se agiten emocionalmente mucho mejor para ellos.
92

Las personas inmaduras emocionalmente viven en un mundo de fantasía,


imaginan grandes proyectos, voy a implementar este plan en este lugar, tienen todo
escrito en sus mentes, palabras e ilusión. Viven soñando pero no están dispuestos a
sacrificarse por lo que posiblemente sería su vida.

Los inmaduros no se casan, se aman tanto a ellos mismos, no está


dispuestos a dejar que su cuerpo se reproduzca en otro ser. No asumen una familia,
pero si desean o viven experimentando realidades que son propias de los casados,
tienen sexo con varias personas, no tienen un trabajo estable, culpan a otros de su
insuficiencia financiera.

Las personas inmaduras, son rebeldes, preocupadas de sí mismos, se niegan


a la edad que representan, quieres ser siempre jóvenes, dependen de otros,
especialmente de sus padres, son manipuladores queriendo salirse con la suya en
todo momento, si alguien no les concede lo que ellos desean o quieren se van
enojados. No les gusta que se les marque el territorio por donde deben caminar, no
respetan las leyes civiles y menos las del Creador.

Dentro del contexto de la familia se van a presentar situaciones complejas, las


que demandan madurez, pero si no se las acepta, resuelve y confronta, se está
manifestando en el interior una reacción o comportamiento de inmadurez.
93

CAPITULO VII

LOS INTEGRANTES DE LA FAMILIA


Para que un auto camine debe tener un motor que funcione, en el motor es
necesario que posea una serie de piezas menores ya que sin ellas no podría
moverse. Al contar con cada una de estas piezas y su correcto funcionamiento, se
logra el objetivo para el cual fue creado, es decir, ser un medio de ayuda para el
hombre que lo trasladará cómodamente de un lugar a otro. Lo mismo sucede en el
marco de cada una de las familias. Para saber correctamente, quienes componen
una familia, tenemos que ir a las Sagradas Escrituras, y desde allí sacar los
integrantes de la estirpe. En este tema, se conocerá cómo los autores bíblicos, los
que fueron inspirados por Dios, dejaron claras señales de cómo es la familia, su
conformación y los principios cómo deben vivir en la tierra.

7.1. Familias bíblicas


La familia de Adán y Eva, estas son las palabras del autor Moisés, que
escribe por mandato divino:

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo


creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y
señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y
en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Y dijo
Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla,
que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y
que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la
tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se
arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde
les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había
hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la
tarde y la mañana el día sexto…Entonces Jehová Dios hizo
caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía,
tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de
la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una
mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es
ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será
llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto,
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos,
Adán y su mujer, y no avergonzaban. (Gn 1:27-31; 2:21-25)

En este ejemplo sagrado, notamos que Dios es quien creó el primer hogar.
Adán fue hecho primero, pero al convivir con los animales no tenía una compañía
94

idónea para él. El relato creativo continúa adelante y el Señor con su sabiduría de la
misma esencia del hombre le hace una mujer para que sea su ayuda. Idoneidad
significa aquí que solo alguien de la misma carne podía acompañar al primer
hombre. Los animales no pueden ser idóneos para estar junto al hombre. A
continuación citaremos algunas cosas que tenía este matrimonio.

Contaba con la presencia de Dios, 1:28. Tener la presencia de Dios es lo más


importante para toda familia, con el Creador a favor se puede vivir en plenitud la
vida terrenal, como también la celestial.

Tenían la imagen de Dios, 1:27. La imagen de Dios en la familia implica la


capacidad de tener la inteligencia del Señor en las áreas de la familia, era contar con
la imagen moral del Señor, para una correcta educación ética en los integrantes de
un hogar, era también tener una comunión espiritual permanente con el Dios
Espíritu. Todas estas virtudes estaban en la primera familia, lo lamentable es que se
perdieron con el pecado de Adán y Eva. Pero bendito sea Dios, que en Jesucristo es
posible volver a la restauración plena. Son muchos los hogares desechos que tienen
esta posibilidad, acercarse al Hijo del hombre por la fe.

Recibió instrucciones divinas de cómo vivir en la tierra, 1:28-31. Este primer


matrimonio es la base de todas las familias, fue receptor de las más variadas
indicaciones y verdades de Dios para vivir correcta y perfectamente en el hogar.
Ellos fueron honrados por el Todopoderoso al escuchar su voz y disfrutar de sus
consejos de manera permanente.

Tenía un lugar donde morar, “Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al


oriente; y puso allí al hombre que había formado” (Gn 2:8). Dios hizo un sitio
maravilloso para esta familia, con árboles, animales, flores, aves, un aire limpio y
libre de toda contaminación. En este lugar perfecto debieron vivir mucho tiempo y
contemplaron lo hermoso que fue vivir en las cosas perfectas del Señor.

Le fue mandado no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, es decir
fue creado un ser libre, “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto
de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre,
diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien
y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. (Gn
95

2:15-17). Dios creó a los primeros padres de la humanidad como seres libres; esa
libertad, les permitió vivir en armonía con Dios por mucho tiempo. En este mismo
contexto, con esa libertad, pudieron relacionarse adecuadamente con las cosas
creadas que el Señor había puesto en sus manos y así administrar la belleza de la
creación. En este hecho había una demanda hecha de parte de Dios, no podían
comer del árbol de la ciencia del bien y del mal; porque de hacerlo morirían. El texto
sagrado, posterior a la desobediencia de nuestros padres dice así: “Y vivió Adán
ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y
llamó su nombre Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set,
ochocientos años, y engendró hijos a hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán
novecientos treinta años; y murió” (Gn 5:3-5). Este pasaje de la Sagrada Escritura,
nos lleva a la conclusión que Adán y su esposa Eva, engendraron personas con la
imagen del pecado y todas las personas que nacieron perdieron totalmente la
imagen de Dios en sus vidas. Por lo mismo, Pablo inspirado por el Espíritu Santo
dejó estas palabras para las personas de todos los tiempos; en Adán todos mueren
y en Cristo Jesús todos son vivificados “Porque así como por la desobediencia de un
hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de
uno, los muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:19).

Tuvieron hijos, los que se llamaron Caín y Abel, “Conoció Adán a su mujer
Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido
varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue
labrador de la tierra (Gn 4:1-2).

Este matrimonio tenía compañía mutua, 2:17. Esta es una verdad muy
importante, ya que aquí se menciona el primer propósito del matrimonio, el
compañerismo. Este matrimonio como compañeros recibieron lo siguiente: La
bendición de Dios, 1:28. Tenían que multiplicarse, 1:28. Debían administrar la tierra,
1:28. Alimentarse de las cosas buenas que Dios creó, 1:29-31. Ayudarse
mutuamente, 2:18. No estar solos y no quedarse solos. Ser una sola carne, 2:24.
Vivir en unidad, 2:24. No avergonzarse el uno del otro, 2:25.

Todo lo opuesto sucedió cuando pecaron contra Dios, 3:1-6. Al pecar este
matrimonio, tuvo las siguientes consecuencias en sus vidas, como también en sus
generaciones. Conocieron que estaban desnudos, 3:7. Se escondieron de la
96

presencia de Dios, 3:8. Tuvieron miedo de Dios, 3:10. Se culparon mutuamente de


su pecado contra de Dios y de ellos mismos, 3:11-13. Se producirá una enemistad
entre la mujer y la serpiente (diablo), pero al mismo tiempo, se anuncia la redención
del pecado por parte de la venida del libertador (Jesucristo), quien nació de una
mujer (María), 3:15. Los dolores de parto le fueron multiplicados a la mujer, 3:16. El
hombre haría de la mujer su sierva, 3:16. La tierra fue maldecida, 3:17, 18. Con
dolor, el hombre tendrá que comer todos los días de su vida, 3:17. Los seres
humanos al ser creados del polvo, al polvo volverán, 3:19. Conocieron el bien y el
mal, 3:22. Les fue impedido seguir comiendo del árbol de la vida, 3:22. (1:29; 2:15-
17). Fueron expulsados del huerto de Edén, 3:23, 24. Los demás hijos de Adán y
Eva, fueron engendrados a la imagen de ellos y no a la imagen de Dios. La imagen
de Dios en ellos, la perdieron por causa del pecado, “Y vivió Adán ciento treinta
años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre
Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y
engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta
años; y murió” (Gn 5:3-5). En este pasaje de la palabra del Señor, se puede ver que
los hijos que tuvieron Adán y esposa Eva fueron conforme a su semejanza y no a la
semejanza de Dios; ahora bien, ¿cuál era a semejanza de este ser caído?, es
indudable que es la imagen del pecado y la desobediencia.

Muchos se han preguntado, ¿con qué mujer se casó realmente Caín? La


verdad, es que se debe buscar la verdad teológica y no las posibles genealogías,
que dieron una mujer para Caín. También respondemos, que ya habían pasado
muchos años y los antiguos contaban y registraban a los hombres no a las mujeres.
Por lo tanto, es lógico que hubiera muchas otras personas que nacieron de Adán y
Eva y que no fueron consideradas por Caín para unirse en matrimonio. Por lo tanto
Caín se casó con una mujer de los descendientes de Adán y Eva.

De este matrimonio nació Enoc, de donde después los hijos de los hijos
tuvieron otros hijos. En el mismo libro de Gn 4:19-24, Lamec tomó dos mujeres, una
fue Ada y la otra Zila. Este es el primer caso de poligamia citado por la Biblia. Al
respecto podemos decir, que estas acciones representan lo siguiente: No son la
voluntad de Dios, porque Dios en el principio creó a una mujer para un hombre, “Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una
sola carne” (Gn. 1:27). La unidad de una sola carne, sólo se da en el matrimonio,
97

donde dos personas de distinto sexo se unen bajo una perspectiva de Dios, las
uniones fuera de este marco con pecaminosas y perversas. Al mismo tiempo este
hecho de uniones de un hombre con dos mujeres, es producto posterior al pecado
del primer matrimonio. El pecado es una acción espiritual y física. El hombre no supo
valorar la unidad de una sola carne establecida por Dios, el estar unido a una
persona distinta del sexo que la persona tiene es un misterio glorioso, bello y único,
pero hay que vivirlo para entenderlo, es más, se podría decir que no se entiende, se
va asimilando poco a poco. El hombre no supo tener plena complacencia sexual
con una sola mujer. El hombre no demostró dominio de sus pasiones. La sexualidad
en el matrimonio es singular, bella, emocionante, tierna y maravillosa, lo que las
personas viven en su sexualidad supera todo tipo de experiencias terrenales.

Estudios de arqueología han descubierto en los últimos años la existencia del


cuerpo de la esposa del Noé. Este evento es citado en la Biblia, donde a esta mujer
no se le menciona por su nombre, además junto a la tumba aparece su esposo Noé.
Los hijos de este matrimonio son los siguientes, Sem, Cam y Jafet. De esta familia
se dice, por parte del padre, que era un hombre justo y perfecto en sus
generaciones. El tiempo histórico que le correspondió vivir era muy deplorable
espiritualmente. La palabra de Dios lo describe con estas palabras: “Y se corrompió
la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y
he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino
sobre la tierra” (Gn 6:11-12). A esta familia Dios le encomendó una misión muy
especial. Tenían que hacer un arca, donde ellos y los animales que Dios les
ordenara serían preservados milagrosamente, esto es lo que dice el texto sagrado:

Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el


arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. Y de
esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del
arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su
altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo
de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del
arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. Y
he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra,
para destruir toda carne en que haya espíritu de vida
debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Gn
6:14-17.

Fueron receptores de un pacto entre ellos y Dios, “Mas estableceré mi pacto


contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos
98

contigo” (Gn 6:18) Noé como esposo era un hombre justo, “Dijo luego Jehová a Noé:
Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta
generación” (Gn 7:1). Noé era un hombre consagrado a Dios, “Y edificó Noé un altar
a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en
el altar. Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a
maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es
malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
Mientras la tierra permanezca, no cesarán la cementera y la siega, el frío y el calor,
el verano y el invierno, y el día y la noche” (Gn 8:20-22). La familia de Noé
bendecida por Dios, “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos, y llenad la tierra” Gn 9:1. De esta familia especial fue llena toda la tierra,
“Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fue llena toda la tierra” (Gn 9:19).

Noé es el primer ebrio de la Biblia donde, al plantar una viña, hizo vino y
bebió de él, resultando como consecuencia su embriaguez. Ante esta situación, se
desnudó perdiendo totalmente la razón de su comportamiento. Uno de sus hijos,
Cam, le vio desnudo, pero eso no aconteció con sus otros dos hermanos Sem y
Jafet. Noé maldijo a Cam por ver su desnudez, (Gn 9:25-27). ¿Creen ustedes, que
Noé maldijo a Cam solo por verlo desnudo? Algunos comentaristas, sostiene que
Cam violó o atacó sexualmente a su padre cuando este estaba borracho, ya que la
expresión “ver la desnudez” en la gramática hebrea, apunta a tener acto sexual, así
que esta frase sería un eufemismo, desde el ángulo de las figuras gramaticales. Esta
misma idea, es citada en:

Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para


descubrir su desnudez. Yo Jehová. La desnudez de tu
padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre
es, no descubrirás su desnudez. La desnudez de la mujer
de tu padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre. La
desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu
madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no
descubrirás. de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su
desnudez no descubrirás, porque es la desnudez tuya. La
desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de
tu padre, tu hermana es; su desnudez no descubrirás” (Lv
18:6-11).
99

El matrimonio compuesto por Abram y Sara fue muy hermoso, pero al mismo
tiempo, debieron experimentar una serie de situaciones. Con la ayuda del
Todopoderoso salieron victoriosos. Esta misma verdad, es posible vivirla en las
familias cristianas del presente. Veamos cómo esta familia, vivió diferentes
experiencias y al mismo tiempo el Señor les anunció verdades, las que se pueden
aplicar a todos los hogares en toda época. Dios les prometió una tierra nueva para
un nuevo plan y hogar, “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu
parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Gn 12:1). Por medio
de este matrimonio, Dios haría una nación grande, “Y haré de ti una nación grande,
y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición” (Gn 12:2). Dios les
bendeciría al hablar bien de ellos, Génesis 12:2. Esta familia sería engrandecida por
el Creador, Gn 12:2. Serían bendición para otras personas, Gn 12:2. Esta rama
familiar sería protegida en ambos sentidos, “Bendeciré a los que te bendijeren, y a
los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”
(Gn 12:3). Dios se reveló a Abram a la edad de 75 años y su esposa 65. “Y se fue
Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y
cinco años cuando salió de Harán” (Gn 12:4). La familia de Abram era próspera,
“Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus
bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron
para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron” (Gn 12:5). La familia de
Abram y Sara era consagrada, “Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-
el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí
altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová” (Gn 12:8). Más adelante ellos serán
probados como familia.

Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a


Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la
tierra. Y aconteció que cuando estaba para entrar en
Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que
eres mujer de hermoso aspecto; y cuando te vean los
egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te
reservarán la vida. Ahora, pues, di que eres mi hermana,
para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por
causa de ti. Y aconteció que cuando entró Abram en
Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en
gran manera. También la vieron los príncipes de Faraón, y
la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de
Faraón. E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo
ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
100

Más Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas,


por causa de Sarai mujer de Abram. Entonces Faraón
llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho
conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión
de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu
mujer; tómala, y vete. (Gn12:10-19)

Todas las familias, tarde o temprano enfrentarán pruebas y tensiones


complejas. Estas situaciones no se pueden esquivar, de una o de otra manera ellas
son parte de nosotros, lo importante es cómo vivir y salir de ellas al mismo tiempo.
Veamos cómo este matrimonio, vivió esta prueba de hambruna.

El conflicto partió por una falta de alimentos, v. 10. Es muy posible, que los
hogares cristianos tengan que enfrentar etapas financieras complejas; pero el
consejo frente a estas situaciones es que deben buscarse en Dios la salida y no
acudir a los poderes humanos para solucionar estas demandas.

Abram mintió en medio de la situación, v. 13. Las mentiras jamás serán


salidas éticas para librarnos de los problemas que enfrentemos como cristianos.
Nunca mienta, aunque se enfrente a las aflicciones más severas. Dios es verdad y
no hay mentira en él, éstas proceden de su autor y este es el diablo, “Vosotros sois
de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido
homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay
verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de
mentira” (Jn 8:44). Siempre diga la verdad y Dios lo respaldará.

Por la hermosura de Sara, Abram fue bendecido, v. 16. Hay muchas cosas,
que suceden en las pruebas que nosotros no controlamos. Una de ellas es que en
las situaciones difíciles, se sale bendecido por causa de uno de los componentes del
matrimonio, en este caso fue Sara. Ella era una mujer bella y atractiva a los ojos de
los hombres. Es bueno que en el matrimonio se reconozcan mutuamente las virtudes
que poseen, ya sean físicas, espirituales o morales. El consejo es hacerlo en todo
momento y no solo cuando hay dificultades.

Dios castigó a Faraón por la situación de Sara, éste la quería como una más
de sus mujeres, 17-19. Dios en su gran misericordia nos puede defender de males
mayores, pero al mismo tiempo nuestras decisiones pueden causar daños a otras
101

personas, que no son responsables de nuestras determinaciones. Seamos


cuidadosos en el manejo de lo que somos responsables, decidamos adecuadamente
en las funciones que tenemos.

Abraham es expulsado de Egipto, saliendo bendecido, v. 20.Toda prueba


tiene una salida, la verdad es que cuando tenemos que enfrentarlas deseamos que
pronto terminen. Sin embargo aprendamos a esperar el momento de la salida.

Más adelante en el hogar de este siervo de Dios hubo riñas con los parientes
de la familia, esto es lo que dice la Biblia.

Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro. Y


volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta
el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-él y
Hai, al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó
allí Abram el nombre de Jehová. También Lot, que andaba
con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. Y la tierra no era
suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones
eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar. Y
hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y
los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo
habitaban entonces en la tierra. (Gn 13:2-7)

El conflicto surgió por la cantidad de posesiones que tenían entre Abram,


Sara y el sobrino Lot con sus pastores, ya era imposible vivir juntos. La verdad que
es posible vivir juntos en un lugar, siempre y cuando no haya intereses de poder de
una persona sobre la otra. El conflicto se resolvió de la siguiente manera:

Abram era un hombre de paz, “Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora
altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos
hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si
fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la
izquierda. (Gn 13:8-9). La familia cristiana con sus integrantes deben ser personas
de paz, por ningún motivo ser contenciosos con sus parientes. Dios nos ha llamado
a paz y no ser belicosos.

Lot escogió la tierra de la llanura del Jordán, apartándose de Abram,


“Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el
oriente, y se apartaron el uno del otro” (Gn 13:11). Lot tomó la decisión de tomar la
tierra que mejor le parecía, no miró lo complicado que podría ser en el tiempo.
102

Nunca los integrantes de una familia tomen decisiones mirando las apariencias o
según las indicaciones de los hombres. Lo correcto es buscar dirección del Señor
en cada una de las decisiones.

Abram eligió vivir en la tierra de Canaán,

Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él:


Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás
hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque
toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para
siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra;
que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu
descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo
largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. Abram, pues,
removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre,
que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová. (Gn 13:14-
18)

Este pasaje es muy importante, viene a determinar que la decisión tomada


por Abram fue la correcta. Este siervo de Dios dejó las cosas en las manos del
Señor en el conflicto con su sobrino Lot. El Señor, amo del universo, tiene cosas
bellas para los pacificadores. La misericordia de Abram con su sobrino Lot, “Oyó
Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su
casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. Y cayó sobre ellos de noche, él y
sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. Y
recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y
demás gente. (Gn 14:14-16)

Pasados algunos años de la separación, las cosas se complicaron para Lot,


quien se ubicó cada día más cerca de las ciudades de Sodoma y Gomorra. La
consecuencia fue que le tomaron prisionero, el rey de Sinar, Aríoc rey de Alasar,
Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim, (Génesis 14:1). Abram no dudó en
ir a pelear por su pariente en conflicto, logrando su libertad y recobrando los bienes
que anteriormente tenía.

En muchas familias pueden surgir situaciones complejas de disputas de


poder, se quedarán las rencillas en el corazón de los componentes, pero esta es la
resolución que se debe tomar cuando un pariente nuestro esté en problemas. ¡Hay
que ir y ayudarlo!
103

Abraham acudió en su ayuda, no le importó lo que podría costar en términos


de arriesgar su vida, combatiendo físicamente con enemigos mortales. Para este
admirable hombre de fe la decisión fue actuar y liberar a su pariente, “Y cayó sobre
ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte
de Damasco. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y
a las mujeres y demás gente” (Gn 14:15-16)

Abram como padre de familia es un creyente generoso e íntegro, estas son


las palabras de autor del texto:

…y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus


enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de
todo. Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame
las personas, y toma para ti los bienes. Y respondió
Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová
Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que
desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré
de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí
a Abram; excepto solamente lo que comieron los
jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo,
Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte. (Gn
14:20-24).

Una vez que Dios le dio victoria a Abram con sus criados sobre los enemigos,
obtuvo un gran botín. La actitud de este padre de familia fue dar el diezmo de todo lo
obtenido a Melquisedec. Luego ante el ofrecimiento del rey de Sodoma, que tomara
parte de los bienes de los derrotados, su cualidad fue la de no aceptar nada de ellos,
sino solo lo que sus compañeros tomaron como parte de recompensa, todo esto
para que en ningún momento se dijese que había sido enriquecido por el rey de
Sodoma.

Algunas indicaciones hermosas, las que se pueden aplicar a las familias de


creyentes son las siguientes: Acepto la bendición de Melquisedec, “y le bendijo,
diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y
bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram
los diezmos de todo” (Gn14:19-20). Entregó los diezmos de todo lo que había
adquirido, 14:20. Al dar los diezmos Abram está diciendo: Dios es el que bendice
nuestra familia. Los sacerdotes viven del diezmo que dan las familias creyentes, es
decir, son los creyentes los que diezman. Dios entrega un 90% para vivir en la
familia. Solo Dios es el autor de la bendición financiera, “Y respondió Abram al rey
104

de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la


tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es
tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram” (Gn14:22-23)

A la familia de Abram se le anunció su futuro, “Entonces Jehová dijo a Abram:


Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será
oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo;
y después de esto saldrán con gran riqueza. Y tú vendrás a tus padres en paz, y
serás sepultado en buena vejez. Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún
no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí” (Gn15:13-16). Dios
tenía planes maravillosos con esta familia. A medida que pasaban los años se vivían
diferentes pruebas. Con el avance del tiempo Dios iba comunicando su voluntad
paso a paso, para que este hogar supiera las cosas que les acontecerían en el
futuro inmediato como también en el lejano. Veamos cuál fue la revelación divina
para la familia de Abram.

Su descendencia morará en tierra ajena, “Entonces Jehová dijo a Abram: Ten


por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será
oprimida cuatrocientos años” (Gn15:13). Al morar en esa tierra serían esclavos por
un tiempo. La verdad es que ante Dios, todas las condiciones de esclavitud son
producto del pecado, ya que Dios creó al ser humano libre, pero por su pecado hay
variables de abusos de unas personas hacia otras. Solo el Señor puede dar poder a
uno de sus hijos, pero esta finalidad es para bendecir y ser de bendición a las
personas, de ninguna manera enseñorearse sobre ellas.

Se le señala el tiempo de opresión de unos 400 años, 15:13. Los espacios de


tiempo en el mundo natural son variables, pero en lo sobrenatural es Dios quien
mide cuándo se inicia y cuándo se termina algo. Es posible que por un tiempo,
tengamos tensiones familiares y estas sean muy complicadas, pero el Altísimo es
quien pone límite a los malos tiempos o a los buenos.

Dios juzgará a ese pueblo opresor, “Más también a la nación a la cual


servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza” (Gn15:14). La
Biblia está llena de ejemplos, donde el Señor Todopoderoso es el juez por
excelencia, el cual cuando interviene en sus acciones judiciales lo hace
105

objetivamente. Nunca levantemos la mano y menos maldigamos a otras personas,


porque así como juzgamos seremos juzgados.

Al salir de ese lugar de opresión saldrán ricos, 15:14. Es verdad que hay
personas que a través de acciones ilícitas tienen mucho dinero; el hijo del Señor
tiene que saber, que de Dios es el poder para bendecir y maldecir. “Jehová
empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece” (1 Sm 2:7).

Su vida será de paz, “Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en


buena vejez” (Gn15:15). Una vida de paz familiar en ninguna medida significa
ausencia de problemas. Se puede afirmar y sostener que las demandas familiares
son variadas y hay que aprender a resolverlas correctamente, según lo ordenado por
el Creador en su Palabra.

Tendrá una buena vejez, 15:15. Abram vivió una serie de situaciones, las que
por un lado le edificaron, pero hubo otras que le causaron mucho dolor, sin embargo
lo concluyente es que tuvo una bella vejez. De igual manera, Dios desea que sus
hijos vivan una bella vejez y no terminen arruinados como muchas personas que no
han nacido de nuevo en el evangelio del Señor Jesucristo. “Y estos fueron los días
que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió
Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo” (Gn
25:7-8).

Sus descendientes serían protegidos de la maldad de otros, “Y en la cuarta


generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del
amorreo hasta aquí” (Gn15:16). Dios desea que los hogares que profesan fe en él
vivan separados del mal. Es verdad que muchos hijos de Dios dejan que el mal
ingrese a sus hogares, ya que no han vencido los pecados gravados en su espíritu
antes de conocer a Jesucristo. Las familias de fe, deben vivir lejos del mal y gozar de
la santidad del Señor, ya que su santidad es saludable.

Un pecado moral de proporciones.

Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una


sierva egipcia, que se llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a
Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego,
pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella.
Y atendió Abram al ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram
106

tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que


había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por
mujer a Abram su marido. Y él se llegó a Agar, la cual
concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con
desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: Mi
afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose
encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre
tú y yo. Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está
en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como
Sarai la afligía, ella huyó de su presencia (Gn 16:1-6)

Dios le había prometido a este matrimonio, que serían bendecidos y al mismo


tiempo de ellos saldrían naciones. En el momento de su llamado ellos tenían las
edades de 75 el varón y 65 la mujer. Los antecedentes posteriores nos muestran
que ya habían pasado diez años y aparentemente la promesa de naciones se había
esfumado ante sus ojos. Observemos lo que fue el pecado familiar.

Abram cedió a las presiones sexuales de su esposa Sara “Dijo entonces Sarai
a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi
sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai” (Gn 16:2).
Ninguno de los esposos puede presionar al otro a cometer un ilícito, es más, en
ninguno de los hogares de los creyentes los hermanos deben forzar a sus
hermanos o padre a que incurran en una medida que más tarde causará daño a la
tranquilidad de la familia. La revelación bíblica sigue adelante y los escritores neo
testamentarios inspirados por el Espíritu escribieron lo siguiente: “No participes en
pecados ajenos” (1Tim 5.22), “Y no participéis en las obras infructuosas de las
tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Ef. 5.11). El hijo de Dios, no debe participar
en pecados de otras personas y menos dejarse presionar o manipular para pecar.

Ambos no esperaron el cumplimiento de las promesas de Dios, “Y Sarai mujer


de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado
Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido” (Gn 16: 3). Es
sencillo descalificar a Abram y Sara sosteniendo que no supieron esperar el
cumplimiento de las promesas de Dios, en relación a tener hijos de sus propias
entrañas. Lo que sí es posible sostener con toda seguridad es que Dios es quien
maneja perfectamente los tiempos y el momento exacto para que su voluntad se
haga realidad en el tiempo humano. Lo que a nosotros nos compete es esperar en
Dios, al contrario de Abram y Sara que no lo hicieron.
107

Sara fue menospreciada por Agar la sierva Egipcia, “Y él se llegó a Agar, la


cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y
viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo” (Gn 16: 4-5).
Las leyes culturales, permitían a la esposa del amo que en sus esclavas tuvieran
hijos, con todos los derechos que sus amos les dieran. Este fue el recurso legal que
apeló Sara. Dios tiene sus propias leyes, éstas nunca fallan y son perfectas. Los
hombres pueden formular una serie de leyes menores para sus semejantes, según
sus expectativas esos estatutos son buenos, pero según Dios las leyes de los
hombres son dependientes y con el uso pierden su efectividad. Los creyentes de
este tiempo deben apelar siempre a las verdades y principios permanentes de Dios y
vivir por ellos en todas las situaciones familiares. Si estos miran las leyes humanas,
es posible que les sean favorables por un tiempo, pero luego se volverán en contra
de ellos mismos, en cambio las leyes de Dios son salud y vida para todas las
familias de la tierra. Veamos lo que nos dice un escritor, de la importancia de
caminar en la luz de la palabra de Dios: “Por fortuna, tenemos un arma más
poderosa en esta batalla: la verdad. Podemos disipar las tinieblas de las mentiras
con la luz de la verdad. Jesús lo aclara en un pasaje anterior. Si se mantienen fieles
a mis enseñanzas, serán en realidad mis discípulos; y conocerán la verdad, y la
verdad los hará libres (Juan 8:31-32)”28

Abram se lava las manos al pretender que Sara se deshaga de su sierva, “Y


respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que
bien te parezca.

Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia” (Gn 16: 6) Abram ya se


había unido con la sierva de Sara, Agar, además era el padre de ese niño, pero no le
importó la determinación de su esposa, expulsarla del hogar. Son muchos los padres
cabeza de familia, que una vez que ellos han participado en algún acuerdo con su
esposa, luego culpan a su mujer de las consecuencias de alguna decisión mal
tomada. Lo que corresponde es asumir con total responsabilidad las decisiones que
se hayan tomado, ya sea si han sido buenas o han tenido mal efecto para el hogar
cristiano. Si en el matrimonio hay buenos resultados, ambos tienen que gozar de sus

28
Bruner, Kurt. La Brújula de la familia. p. 43.
108

resultados, por el contrario si se ha tenido malos saldos, ambos deben asumirlos y


no culparse mutuamente.

Dios resolvió el problema de este matrimonio, “Y le dijo el ángel de Jehová:


Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. Le dijo también el ángel de
Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la
multitud” (Gn16:9-10). Agar es madre por intervención de terceros (Abram y Sara),
Sara aflige a su esclava egipcia y por tal ambiente ella huye. Toda esta situación fue
resuelta por Dios, al intervenir en el desierto ordenándole a la madre que regrese al
lado de su señora y le esté sumisa. Con respecto al hijo, este será bendecido
multiplicándose abundantemente y tendrá un carácter fiero, su nombre será Ismael.

En muchas ocasiones como creyentes hemos actuado mal, nos hemos


adelantado a las acciones del Señor y en su gran amor nos ha tendido la mano
sacándonos de situaciones muy complejas. Ahora bien, si hay escenarios donde
estamos metidos involuntariamente, por acción de otras personas, si somos
inocentes, sepamos que Dios es Todopoderoso para poner fin a la aflicción.

El Señor Padre de todos las personas protege a los inocentes, “Además le


dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás
su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción” (Gn16:11). Agar estaba
tranquila cuando no era madre, pero debió aceptar la propuesta indecente de Sara,
la que más tarde le afligió y le llevó a despedirla de su vivienda, alimentación,
protección y amo. Dios que conoce el origen de las malas intenciones, interviene en
el momento oportuno, para así evitar mayores consecuencias negativas.

Abram fue padre a la edad de 86 años, “Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y
llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael. Era Abram de edad de
ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael” (Gn16:15-16). Esto fue una
realidad, obedeciendo a las costumbres culturales de la época; donde los amos
podían unirse sexualmente a sus esclavas y los hijos que éstas tuviesen eran suyos.
Lógicamente esto no estaba en los planes de Dios, ya que el mismo Creador se
encargó se corregir tal situación, enviando a uno de sus servidores celestiales, para
anunciarle que dentro de sus entrañas con su esposa serían padres de multitudes
de gentes.
109

Abraham y Sara son padres,

Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con


Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham
un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. Y
llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio
a luz Sara, Isaac. Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de
ocho días, como Dios le había mandado. Y era Abraham de
cien años cuando nació Isaac su hijo. Entonces dijo Sara:
Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá
conmigo. Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara
habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en
su vejez. (Gn 21:1-7).

Dios es fiel y Todopoderoso para darle hijos a quienes naturalmente no


pueden tenerlos. No importa si las condiciones biológicas son complejas; al estar en
la presencia del Creador, todo lo irrealizable se convierte en vida. En este pasaje es
posible ver lo siguiente: Dios visitó a Sara como había dicho. Sara concibió en su
vejez. Esta realidad de vida fue en el tiempo de Dios. El nombre del hijo fue Isaac.
Fue circuncidado por orden de Dios. Abraham tenía cien años. Dios trajo gozo a la
familia de Abraham y Sara.

Un conflicto de amos y siervos. Gn 21:9-21. Fue Sara la que le dijo a su


esposo Abraham, que se uniera a su sierva Agar, la que posteriormente dio a luz un
hijo llamado Ismael. Cuando esta sierva fue madre y el niño crecía, se iniciaron las
envidias y las tensiones emocionales entre las dos mujeres. Si una mujer no podía
tener hijos, era considerada maldita. Veamos algunos de los elementos de conflicto.
Agar se burlaba del hijo de Sara, “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual
ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac” (Gn 21: 9). La burla
es el menospreció y la ridícula comparación de la relativa superioridad de un hijo por
sobre los otros, ya sean a nivel de habilidades naturales, como capacidad de
aprendizaje o creatividad. Estas situaciones se dan en las familias donde los padres
son inmaduros y desproporcionan las cosas de sus hijos, dándole mayor premio a
uno y menospreciando a otro. Los hijos al interior de la familia, deben ser tratados,
amados, instruidos, valorados, incentivados por igual. Esto lo perciben los hijos,
tengamos cuidado con las comparaciones.
110

Sara habló con su esposo para expulsar a su sierva, “Por tanto, dijo a
Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de
heredar con Isaac mi hijo” (Gn 21:10). Detrás de la actitud de Sara, había una
pugna de poderes económicos, en los que Sara no estaba de acuerdo, compartir
con un niño que no era propio. Hay familias que se han roto, por ir tras las riquezas
que han dejado sus padres. Dios ordena todo, al decir que “así como el hombre
nace desnudo y sin nada, de la misma forma se irá de este mundo”. Por lo tanto
debemos ser cautos y sabios en no disputar con nuestros parientes por motivos
económicos.

Abraham se molesta por la mala actitud de su esposa, “Este dicho pareció


grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo” (Gn 21:11). Había una ley que
prohibía que las esclavas madres fueran expulsadas con sus hijos del hogar de sus
amos. Esta ley era conocida por Sara y a ella no le importaba. Si estuvo atenta a
recordar la otra ley, referente a que los hijos de las esclavas serían de la esposa del
amo y de ella también ¿qué le pasó que se olvidó de esta otra ley tan importante?
Los cristianos de hoy deben tener cuidado con recordar solo algunos pasajes de la
Biblia, por intereses egoístas y carnales. Dios desea que vivamos en toda su
palabra, ya que ella es para nuestro bien.

La reacción de Abraham fue correcta al evitar un mal para su hijo Ismael; pero
por sobre estas malas actitudes, Dios tenía un plan maravilloso con ese varón, de
quien más tarde de sus genes saldrían naciones. Abraham suple de alimentos para
Agar y su hijo. Es muy acertado añadir que este muchacho, tendría unos 16 años, ya
que la palabra he. Naar traducida muchacho, generalmente indica “joven” (como en
Gn 37:2) Dios siempre estará sobre nosotros y nos ayudará en las más variadas
dificultades, dándonos salida gloriosas. Es por esto que debemos entender: “La
brújula de las creencias: Hay un Dios. Es el perfecto Espíritu: origen, sustentador y
fin de todas las cosas. No se trata de una fuerza impersonal sino de un ser personal.
Dios es justo y amante, y nos cuida a ti y a mí”.29

La pérdida de un ser muy amado, “Y quedó la heredad y la cueva que en ella


había, de Abraham, como una posesión para sepultura, recibida de los hijos de Het”

29
Ibíd., p. 66.
111

(Gn 23:20). Al crear Dios todas las cosas, el texto sagrado sostiene que todo era
bueno, pero el hombre estaba solo y necesitaba ayuda.

El apoyo del hombre es su esposa. Cuando dos personas, es decir un hombre


y una mujer se casan ante Dios, ambos vienen de distintos contextos culturales,
sociales, educativos, Poco a poco se van adaptando el uno al otro, de tal manera
que llegan a ser uno y les es difícil vivir separados. Comen juntos, ríen juntos, se
divierten juntos, asisten a la iglesia de Dios juntos, duermen juntos, estudian la
Palabra de Dios, forman juntos a sus hijos en los valores éticos y espirituales,
trabajan juntos por el bien del hogar, corrigen a sus hijos, arreglan sus diferencias y
muchas otras actividades las realizan juntos. Pero llegará el día en que uno tendrá
que partir antes que el otro a la presencia de Dios y se produce mucho dolor.
Veamos lo que le pasó a este hombre de familia.

Sara murió a la edad de ciento veintisiete años, “Fue la vida de Sara ciento
veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de Sara” (Gn. 23:1). El hijo de
Dios sabe, que llegará el día en que será llamado por Dios ante su presencia y debe
estar preparado para ese momento. La verdad es que muchas personas piensan
que vivirán muchos años y al ser viejos partirán de esta tierra, pero cuidado, el único
que tiene la existencia en sus manos ese es el autor de la vida. Los cristianos
debemos estar listos cada día para irnos con el Señor, cuando él diga.

Abraham hizo duelo por su esposa, “Y murió Sara en Quiriat-arba, que es


Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla”
(Gn 23: 2). El duelo era una actitud demostrativa de dolor ante la pérdida de una
persona amada, en este caso el dolor de Abraham por su esposa. Era de tanto valor
para él, que el texto sostiene que el patriarca expresó su dolor llorando por ella. Esta
fue una situación difícil para este padre de familia, era su compañera, la que había
estado a su lado muchos años. Juntos vivieron variadas experiencias; esta bella
mujer acompañó a Abraham cuando Dios le llamó a salir de su tierra, ella pudo
haberse opuesto, pero no lo hizo, fue ella la que soportó por muchos años la
amargura de no poder tener hijos, finalmente por la gracia y el poder de Dios fue
madre. La vida del ser humano es así, y llegará el día en que todos tendremos que
dejar este cuerpo de muerte, para ser revestido de uno imperecedero.
112

El padre de la fe lloró por la pérdida de su esposa, “…y a llorarla” (Gn 23: 2b)
Hay muchas situaciones que hacen que las personas lloren; algunas de ellas por el
dolor de la perdida de una persona amada, la impotencia en alguna situación
compleja, alguna enfermedad incurable que con el tiempo terminará con la muerte
inevitable. En el Nuevo Testamento, el Señor Jesús lloró por la muerte de un amigo
que amaba, “Jesús lloró” (Jn 11:35). El contexto del relato nos lleva a extraer
algunas verdades o motivos que hacen a Jesús llorar. Jesús llora por el sufrimiento
de una familia, “Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban,
cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron,
diciendo: Va al sepulcro a llorar allí” (Jn 11:31). Jesús llora por una mujer que sufre,
“Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también
llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió” (Jn 11:33). Jesús llora por los
que ama, “Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba” (Jn 11:36).

No cabe duda, así como Abraham lloró por la pérdida de la persona que
amaba -en este caso era su esposa-, el mismo Señor Jesús también lloró por la
pérdida circunstancial de su amigo Lázaro. Fue tal el impacto que esto causó en
Jesús, que vino ante la tumba y le resucitó. Abraham no vio a su amada resucitar en
el tiempo terrenal, pero sí está con ella en el tiempo eterno. Jesús es quien vio a su
amigo vivo, pero todo esto sucedió porque el Padre siempre escuchaba a su Hijo en
sus peticiones, “Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y
Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo
sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor,
para que crean que tú me has enviado” (Jn 11:41-42). De la misma forma, el Señor
escucha los sollozos de sus hijos, cuando estos sufren por diferentes circunstancias
y él desea quitarles sus lágrimas hoy.

Buscó un lugar para enterrar a su amada esposa,

Extranjero y forastero soy entre vosotros; dadme propiedad


para sepultura entre vosotros, y sepultaré mi muerta de
delante de mí. Y respondieron los hijos de Het a Abraham,
y le dijeron: Óyenos, señor nuestro; eres un príncipe de
Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros
sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negará su
sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta. Y Abraham
se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los
hijos de Het, y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad
113

de que yo sepulte mi muerta de delante de mí, oídme, e


interceded por mí con Efrón hijo de Zohar, 9para que me dé
la cueva de Macpela, que tiene al extremo de su heredad;
que por su justo precio me la dé, para posesión de
sepultura en medio de vosotros. Este Efrón estaba entre los
hijos de Het; y respondió Efrón heteo a Abraham, en
presencia de los hijos de Het, de todos los que entraban
por la puerta de su ciudad, diciendo: No, señor mío, óyeme:
te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en
ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy;
sepulta tu muerta. (Gn 23: 4- 11).

La búsqueda de un sitio para sepultar a su esposa era una actitud de valor y


al mismo tiempo un recordatorio; también implicaba una medida de higiene, no se
podía dejar el cuerpo en cualquier sitio o al aire libre, sino que a las personas se les
enterraba en lugares especiales escogidos de antemano. Abraham sepultó en lugar
preparado para ello.

Abraham compró el sitio para enterrar a su esposa, 12-20. Abraham era una
persona íntegra, al mismo tiempo su actitud ante las demandas de la vida las
enfrentaba con valor y realismo. La prosperidad que Dios le había dado la logró
únicamente gracias a la bendición de Dios. No se le ve aceptando coimas, dineros o
beneficios anti éticos. A continuación citaremos un ejemplo donde Abraham no
aceptó bienes de mala fama, este hecho puntual se encuentra en Gn 14:21-23
“Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los
bienes. Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios
Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de
calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a
Abram”. Abraham era cuidadoso y claro al no aceptar bienes de otras personas, de
modo que no se dijera que otros le habían prosperado. Reconoció que solo El
Señor le bendecía y a él le dada la gloria en todo momento.

Seguidamente tenemos varios personajes bíblicos que tuvieron una base


familiar única y especial que es digno de mencionar. Veamos algunos de ellos.

La vida de la mayoría de los personajes bíblicos fue sostenida, fundamentada


y enraizada fuertemente en Dios, esto se debía a que sus padres eran familias de fe.
Uno de los personajes del Antiguo Testamento, el cual se menciona bastante en la
Biblia y en las predicaciones de las iglesias cristianas es Moisés. “Y Amram tomó por
114

mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de
Amram fueron ciento treinta y siete años. Los hijos de Izhar: Coré, Nefeg y Zicri” (Ex
6:20-21) Su madre conocía al Creador y como resultado ella hizo todo lo posible
para que este niño creciera y se desarrollara en el mundo de ese tiempo. Por los
antecedentes posteriores notamos que fue preservado divinamente, Dios le llamó al
ministerio,

Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo


que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus
exactores; pues he conocido sus angustias, y he
descendido para librarlos de mano de los egipcios, y
sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a
tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del
heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El
clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de
mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los
oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para
que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel (Ex.
3:7-10),

Fue profeta, “Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien
haya conocido Jehová cara a cara; nadie como él en todas las señales y prodigios
que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a
toda su tierra, y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés
hizo a la vista de todo Israel. (Dt. 34:10-12), y con su servicio fue usado por Dios
para liberar al pueblo del Israel de la cautividad de Egipto, es el autor de los primeros
cinco libros de la Biblia y finalmente condujo al pueblo de Dios a la tierra prometida.

Por otra parte, el Nuevo Testamento nos describe como una madre llamada
Eunice, junto a su abuela Loida, se dedicaron a instruir a su hijo Timoteo en las
Escrituras. Este trabajo fue hecho desde la niñez y como resultado de eso Pablo lo
comenta con estas palabras:

... trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la


cual habitó primero en abuela Loida, y en tu madre Eunice,
y estoy seguro que en ti también. Pero persiste tú en lo que
has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has
aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la
salvación por la fe que es en Cristo Jesús. (2 Tim 1: 5;
3:14-15).
115

Veamos lo que hicieron. Por la información del pasaje se nos dice que el
resultado de la vida de este joven ministro de Dios se lo debía a la fe de sus padres:
Estos progenitores trabajaron con su hijo en su formación. Desde la niñez lo
educaron en la palabra de Dios, fueron fieles para enseñar a hijo en los caminos del
Señor. Es por eso que: “Dios nunca dijo que la tarea de ser padres iba a ser fácil.
Pero sí nos ha dado suficiente instrucción y ejemplo de cómo hacerlo. Para Él, su
pueblo Israel era su hijo, y nosotros, al conocer a Cristo personalmente, somos sus
hijos. Él ha invertido mucho en nosotros, y continúa su amor y su disciplina cuando
le desobedecemos. Sí, la tarea es enorme, y requiere una inversión de todas
nuestras energías y tiempo”30

Por el conocimiento de la palabra de Dios en su vida personal, este hombre


fue un hombre de fe en el Todopoderoso. Timoteo fue una persona que aprendió los
mandamientos de Dios al ser enseñado no mandó lejos los consejos de sus padres
con respecto al Señor, sino que los tomó para sí y supo aplicarlos a su vida
personal. Fue un hombre que conocía las Escrituras. Para los hombres hebreos las
Escrituras eran divinas, reflejaban un Dios moral, espiritual y juez de todos los
hombres. Hoy más que nunca, nuestros hijos deben saber de las Escrituras y
conocer que ellas nos hablan del único Dios soberano de todos los hombres. El
joven ministro de Jesucristo, era un hombre sabio, a la luz de este hecho adquirió su
sabiduría porque sus padres se preocuparon de esa parte de su vida, le mostraron al
Señor, y le brindaron el conocimiento de las Escrituras durante todo el tiempo.

7.2. La vida de Jesucristo


El principal modelo para todos los cristianos es el caso de nuestro Señor
Jesucristo, su vida estuvo marcada de diversas experiencias de aprendizaje a los
pies de sus padres terrenales; los autores bíblicos nos dicen de su persona:

Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le


pusieron por Nombre JESÚS, el cual le había sido puesto
por el ángel antes que fuese concebido y cuando se
cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a
la ley de Moisés para presentarle al Señor. Y descendiendo
con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su
madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús
crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios
y los hombres. (Lc. 2:21-22, 51-52).

30
Taylor, D. Guillermo. La familia auténticamente cristiana. p. 178.
116

Los padres de Jesús atendieron las leyes del Señor, estuvieron dispuestos a
someterse a ellas, porque sabían qué era lo mejor para sus vidas como también
para el Hijo de Dios. Esto mismo es lo que las familias del presente deben hacer, es
decir, buscar la voluntad de Dios para todos los componentes de la familia.

Este hecho era una señal del pacto entre Dios y el pueblo de Israel, “Este es
mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será
circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro
prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros” (Gn 17:10-11). Los padres
que obedecen al Señor serán formadores y tendrán autoridad moral para orientar
correctamente a sus hijos, de lo contrario todo se convierte en pérdida para el hogar
y la sociedad. El amor a Dios y a su Palabra es beneficioso para toda la familia.

La presentación de los hijos varones al Señor, descansa en los


mandamientos divinos, “Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron
por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese
concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la
ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito
en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor”
(Lc. 2:21-23), la idea es que cada matrimonio sepa que los hijos son propiedad de
Dios, los padres son solamente administradores de estas pequeñas personas.
Dedicar nuestros hijos a Dios es reconocer que cada uno de ellos es del Señor, con
esto estamos aceptando que sólo Dios tiene la sabiduría para conducirnos en todas
las cosas.

El niño Jesús creció ante los ojos de Dios como también de los hombres, “Y
Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”
(Lc. 2:52). Su crecimiento estuvo en todas las áreas de su vida. Qué mejor decisión
es que nuestros hijos crezcan delante de Dios en todo tiempo, esto significa que
cada uno de los hijos tendrá conciencia que está ante Dios en todas las situaciones
de la vida. Vivimos en una sociedad que todo lo permite y lo tolera, pueden pasar
muchas cosas impuras e incorrectas ante los ojos de las personas actuales y no les
importa. La verdad bíblica nos enseña que somos una sola familia, todas nacen en
los primeros padres Adán y Eva, de manera tal que lo que somos y hacemos tiene
un efecto positivo o negativo en nuestro entorno social.
117

Para esta joven familia que amaba a Dios, lo importante era conducirse en la
Palabra de Dios. El pasaje muestra que usaron la ley de Moisés, para aplicar esas
verdades a ellos y al niño. Todos los padres deben enseñar a sus hijos en la Biblia.
En este mismo contexto podemos coger las palabras del escritor:

El vocablo “disciplina” es una traducción del griego


“paideia”, que habla no tanto de información, sino de
formación. Enfatiza la instrucción por medio de la
corrección. Habla de enseñanza, instrucción, disciplina y
hasta castigo. Nuestra tarea no es solo la de castigar, sino
de moldear; y nosotros los padres, somos los modelos
moldeadores. La palabra “amonestación” viene de
noutheteia, que literalmente significa “poner en mente,
amonestar, exhortar. Es una apelación verbal al
entendimiento del niño a través del diálogo, la consejería, y
la orientación. 31

Es interesante saber que en Chile el hermano Thompson, al iniciar las


Escuelas públicas usó como libro de texto “La Santa Biblia”; para que los niños
aprendieran a leer.

En muchos países de la Europa antigua y en el origen de los Estados Unidos


se usó la Biblia como libro de estudio en las Escuelas de la nación, en las
graduaciones se regalaban ejemplares de las Escrituras; todo esto lo hacían porque
miraban la Biblia como consejos de Dios para todos los hombres, aunque los
alumnos eran excelentes estudiantes, pero eso no los haría buenos cristianos, solo
el poderoso evangelio los haría mejores ciudadanos del reino de Dios y del país. Las
Escrituras harán de nuestros hijos hombres sabios, sus vidas serán rectas,
conocerán lo que Dios desea de ellos y la manera en que estos también pueden ser
luz en medio de una sociedad que cada día muere.

El templo para los israelitas era un lugar visible de la presencia del Señor en
la tierra, allí cada uno de los creyentes escuchaba la Palabra de Dios, le daban
gracias por sus misericordias y su ayuda en todo momento, así también reconocían
que sólo con la ayuda divina sus vidas serían mejores para ellos como también en el
entorno donde vivieran.

31
Ibíd., p.167.
118

La verdad del templo hoy ha sido más clara, Jesús dijo que la adoración a
Dios ya no sería en Jerusalén ni menos en Samaria, sino que Dios buscaba
adoradores que le adoraran en todo lugar, lo importante es que lo hicieran en
Espíritu y en verdad,

Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni


en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros
adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que
sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Más la
hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es
Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren. (Jn 4:21-24).

El apóstol Pablo argumenta que el templo de Dios son los creyentes, es decir
todos aquellos que reciben y aceptan a Jesús como Señor y Salvador de sus vidas
se convierten en templo y morada del Espíritu Santo,

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu


Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y
que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por
precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios. ¿Y qué acuerdo
hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros
sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y
andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mí pueblo.
Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el
Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré
para vosotros por Padre. Y vosotros me seréis hijos e hijas,
dice el Señor Todopoderoso. (1 Co 6:19-20; 2 Co 6:16-
7:1).

De modo que podemos llegar a las siguientes conclusiones: Cada hijo de Dios
es templo del Espíritu Santo, esto significa que cada uno de ellos debe cuidar su
cuerpo en todo el sentido de la palabra. Los padres creyentes, deben vivir cada día
en la presencia de Dios siendo esto modelo para sus hijos. La vida en el templo de
Dios no está limitada a la construcción física donde los hijos de Dios se congregan,
sino que debe estar en el núcleo familiar, además en sus relaciones con el prójimo.
Los hijos del Señor debemos vivir en todo lugar como si estuviéramos en la reunión
espiritual de cada domingo o algún día de semana, cuando los santos nos
congregamos a exaltar a Dios. El culto del creyente se ha iniciado cuando ingresó al
119

reino de Dios, “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de
la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Rom 12:1-2). Por lo tanto, cada día vivimos
en el culto y en el templo de Dios, porque el templo divino somos cada uno de
quienes confesamos con los labios a Jesucristo y con nuestros hechos hacemos
carne las palabras del evangelio. Los hogares de los hijos de Dios deben ser modelo
en todo. No estamos sosteniendo que jamás tendrán algunas irregularidades de
roces emocionales, sino deben tratar y esforzarse en hacerse el bien todo momento.

7.3. La verdadera familia de Jesús, Mr 3:31-35.


El pueblo de Israel tenía un mismo origen, su padre Jacob y sus hijos fueron
los que por una selección sobrenatural divina, se convirtieron en el pueblo amado de
Dios. Cada uno de ellos, tenía de manera clara en su mente que eran hermanos
entre ellos. Tenían en común su parentesco, su tierra, su fe y los lazos proféticos
dados a conocer por Dios.

El Señor Jesús levanta una verdad mayor, diciendo que los hermanos de él
no eran aquellos que tenían un parentesco biológico e histórico, sino aquellos que
hicieran la voluntad de Dios, es más, dice que ese es su hermano, hermana y
madre. Esta es la verdad bíblica: “Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos
están fuera y quieren verte. Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis
hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen” (Lc. 8:20-21). En la
actualidad según esta revelación de Jesús, los hermanos nuestros son todos
quienes crean en el Hijo de Dios, como el enviado de los cielos y al mismo tiempo,
revelen en actos prácticos que hacen la voluntad de Dios.

En las familias cristianas es muy importante tener en la mente esto, ya que


cada uno de sus integrantes debe creer en Cristo y hacer la voluntad de Dios. Hay
muchos integrantes de hogares cristianos, donde esposas, esposos o uno de los
hijos, no sean han convertido al evangelio aún. Ahora al aplicar lo que Jesús dijo,
estas personas no serían hermanos de los creyentes de la familia, aunque tengan
lazos biológicos, porque la verdadera familia es aquella que tiene a Dios como
120

Padre, a Jesucristo como redentor y al Espíritu Santo como conductor de la vida de


manera permanente.

Jesús con su familia fueron invitados a un matrimonio, (Jn 2:1-11). Jesús


como parte de una familia, asistió a esa boda. Algunos eruditos sostienen que José
estaría muerto para ese tiempo y los que se iban a casar eran parientes de José; por
lo tanto si el padre de familia no estaba, el primogénito tenía que suplir su ausencia.
Con su presencia, Jesús ratifica el valor de la familia y al mismo tiempo suple una
necesidad puntual de ese hogar.

Cuando dos creyentes (cristianos y de distinto sexo) toman la decisión de unir


sus vidas ante Dios, Jesús es quien asiste, siempre y cuando los contrayentes le
inviten a ser el dueño de su hogar. Al mismo tiempo, el Señor suplirá todas las
necesidades de este nuevo nido familiar.

María la madre de Jesús estuvo en el sitio de su muerte, “Estaban junto a la


cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María
Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que
estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He
ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa” (Jn 19:25-27).
La Palabra de Dios establece que Jesús vino del cielo a morir por los pecados de
todos los hombres. Él es el rescate de Dios para la redención de todos los hijos.
María sabía que llegaría el momento en que su hijo (María fue madre del Jesús
hombre, pero no es la madre de Dios; esta es una herejía que la iglesia católica
romana ha propagado durante muchos años y sostiene aún) tendría que morir y fue
así cuando estuvo frente a la crucifixión de Jesucristo.

Es una realidad de la vida en que en las familias de cristianos, se produce la


pérdida de algunos de sus parientes, pero eso que llamamos “pérdida”, no es así ya
que una persona que ha reconocido a Jesús como su Señor y Salvador, es salvo y
tiene vida eterna. Este hecho de la muerte, es solo un paso para estar con Cristo,
estas son las palabras de un siervo que con claridad sobrenatural, escribe lo
siguiente: “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de
partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; (Fil 1:23) Los hijos de Dios
tienen esperanza, y no están solos en esos momentos complejos de la partida de
unos de sus integrantes.
121

7.4. La formación de los hijos


Dios le mandó a los primeros padres de la humanidad que se multiplicaran y
llenaran la tierra, esto indudablemente tienen relación con procrear. Con el avance
de la revelación bíblica, el Creador inspiró a Moisés a escribir sus mandamientos
para su pueblo. En estas ordenanzas se deja bien claro, que los padres son las
personas responsables en formar a los hijos que Dios ha puesto bajo su
administración. Muchos padres, en las páginas de las Sagradas Escrituras, fueron
obedientes a esta indicación del Señor, pero otros fallaron trayendo consecuencias
sobre ellos mismos como también en sus descendientes.

La formación de los hijos pasa por el privilegio de ser padres y además tiene
relación con saber muy bien qué se les enseñará a los hijos. Si los progenitores
desconocen en lo que deben educar a sus hijos, es lógico que no sepan hacer su
trabajo. Para los cristianos, son las Sagradas Escrituras las que poseen el contenido
irremplazable que toda persona necesita para crecer sano y equilibrado. En este
tema pondremos atención en lo que los hijos deben aprender y también fijaremos los
ingredientes que toda persona necesita para crecer estable.

La palabra del Señor dice lo siguiente: “Y ustedes padres, no hagan enojar a


sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor” (Ef. 6:4. NVI).
Dios dice que son los padres los que deben criar a sus hijos, no son los abuelos,
tíos, el estado político de la nación o entidades u hogares de niños. Todas estas
entidades mencionadas excluyendo a los padres, solo desvirtúan la identidad de los
hijos, es posible que los atiendan en la parte académica, física y emocional, sin
embargo en lo concerniente al amor, los valores espirituales y los modelos de padre
y madre, no pueden ser delegados en otras personas, sino exclusivamente en los
padres. Pongamos atención en los principios que los hijos deben aprender.

El Señor Jesús al sintetizar la ley divina, la resumió en dos mandamientos.


Uno de ellos, el primero dice: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con
toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal
mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No
hay otro mandamiento mayor que éstos” (Mr 12:30-31).

Los padres que aman a Dios de esta forma, podrán enseñar a sus hijos el
amor a Dios en el primer lugar de sus vidas. Vivimos en una sociedad que está
122

dejando a Dios de lado paulatinamente, solo le interesa sus propios deseos,


complacerse a sí misma, y satisfacer sus propias ambiciones. Para ellos Dios es un
ser muy lejano y no pertenece a esta cultura de ciencia, no se puede depender de
un ser superior. Estas son las frases de los intelectuales que conducen muchas
naciones. En cambio para los hijos del Señor, Dios es lo más importante y los padres
deben instruir a sus hijos en el amor al Todopoderoso como un pilar fundamental
que forme hijos estables y normales. Los hijos deben aprender a tener su mente en
Dios, sus almas deben ser plasmadas con la presencia divina, su mente no puede
ser ocupada con otros conocimientos dejando a lado a Dios, sus fuerzas deben ser
impulsadas por el Señor de todas las cosas.

Muchas personas dicen que no se debe tener temor a Dios, sus palabras son;
“al Señor no se le puede tener temor”; pero ¿qué significa esta frase que aparece en
la Biblia y cuál es su sentido? Uno de los escritores bíblicos que registró estas
palabras fue el sabio Moisés por inspiración divina la dejó escrita, más tarde lo hizo
el rey Salomón. Veamos primero lo que significa tener temor de Dios, en el texto
mosaico.

El temor a Dios tiene relación con poner en práctica los mandamientos del
Señor. Si en la familia los integrantes asumen una actitud de temor hacia el Señor,
observarán los principios divinos. El hecho de tener temor de Dios hace que la vida
terrenal sea prolongada por Dios. A Dios le place bendecir a quienes tienen temor en
sus vidas. Hay familias que han sido cortadas por Dios, porque han actuado con
rebeldía a sus indicaciones. En la Escritura hay varias familias que Dios hizo
desaparecer, la familia de Coré (Nún 16:1-34). La familia del sacerdote Elí (1 Sm
3:1-10-14). La familia del sacerdote Amasías, (Am 7:7-17). De manera que las
familias que tienen temor de Dios serán por Él prosperadas. El temor a Dios,
también tiene relación con amarle como a un Ser único, existente en todo lo creado.

Dios le ha dado hijos a quienes le temen, al mismo tiempo son estos padres
que deben instruir a sus retoños en las palabras de Dios. Esta instrucción debe estar
marcada en la repetición diaria y constante de los mandamientos del Señor.

Dios llena de todo bien a quienes son temerosos de su persona. Las familias
temerosas de Dios, son aquellas que no se olvidan de los mandamientos del Señor.
La clave del temor a Dios es no olvidarse de quienes somos nosotros y quién es
123

Dios. El temor a Dios se aplica a la actitud familiar de servir a Dios y no servir a otros
intereses de los hombres o de los dioses de este mundo. Finalmente debemos
afirmar que el temor a Dios, significa hacer lo recto y bueno para con Dios y los
hombres, de este manera nos irá bien en todas las cosas que emprendamos en el
temor a su nombre.

La vida familiar posee una serie de facetas, las que se pueden apreciar o
experimentar de diversas formas. En esta vida tenemos el trabajo, diversión,
estudios, descanso, momentos de tranquilidad, compartir con otras personas y la
vida de la fe en Dios por medio de Jesucristo. Dios Padre ha delineado en su
palabra, cómo sus hijos deben vivir en una correcta relación con él como también
con sus semejantes. En los escritos sagrados, aparecen sus mandamientos, su
voluntad revelada para todas las familias de la tierra. También el Señor ha dicho
claramente lo que El desea y aquellas cosas a las que rechaza. Ahora todas estas
indicaciones son para el bien, felicidad, salud y satisfacción del ser humano, cuando
las personas rompen los principios divinos es cuando las consecuencias se hacen
evidentes.

Una pregunta base para iniciar este punto, ¿de dónde podemos sacar las
indicaciones como debe ser una familia? A esta pregunta muchos sabios de hoy
pueden dar diversas respuestas. Algunos podrán decir que es el estado quien debe
entregar un modelo de familia de cómo deben vivir sus ciudadanos. Otros podrían
decir que es tarea del parlamento, es decir, de las personas que son los
responsables de construir las normas, para que los miembros de esa comunidad
tengan estatutos adecuados para así vivir en orden y respeto. Finalmente otros
podrán opinar que esta responsabilidad debe ser desarrollada por el sistema judicial,
pues ellos son los conocedores de las leyes y sus aplicaciones legislativas. Ahora
bien, ninguno de estos poderes tiene esa finalidad o responsabilidad. El poder
político, tiene la función de administrar el gobierno de la sociedad, desde el punto de
vista de servicio a esa comunidad en la que fue elegido; el poder del parlamento
tiene como tarea construir las leyes por las cuales una nación vive en sociedad y el
poder judicial tiene como responsabilidad velar por el cumplimiento de la ley.

Al observar las Sagradas Escrituras, podemos ver que es Dios quien ha


creado la familia, él es quien le entrega las indicaciones, principios, mandamientos,
124

así también las verdades en cómo esta institución debe ser, de ahí la importancia de
conocer las Sagradas Escrituras.

La vida perfecta del hogar no existe, es por eso que se pueden cometer
errores en cómo debe manejarse una familia y cómo enfrentar las demandas
familiares y cómo compatibilizar los privilegios que ella tiene. Jesús les dijo a las
escribas y fariseos que “…ignoraban las escrituras y el poder de Dios” (Mt 22:29);
por ese hecho, estos servidores de Dios que eran políticos y religiosos no supieron
identificarlo a él como el Mesías prometido. En este mismo contexto, a estas
personas les era imposible que la vida familiar la pudieran vivir plenamente en el
interior y exterior del hogar. Volvemos a citar las palabras del Señor. “Yo he venido
para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10:10b). Si las familias de hoy
desconocen las escrituras no podrán vivir con felicidad en la familia.

Muchas personas creen que casarse es amarrarse, perder la libertad, asumir


responsabilidades muy grandes y ponerse una soga al cuello. Estas son opiniones
validas, miradas del punto de vista del que no conoce la Escritura, porque la Palabra
de Dios dice: “El que haya esposa, halla el bien y alcanza la benevolencia del Señor”
(Pr 18:22). En otras ocasiones hemos escuchado que para casarse hay que estar
enamorado. Deseo preguntar ¿estaba enamorado Adán de Eva para casarse con
ella? ¿Estaba enamorado Isaac de Rebeca?, ¿Estaba enamorado Moisés al casarse
con Séfora? Las personas deben casarse, no por atracciones externas o intereses
ajenos a los bíblicos, sino porque verdaderamente hay deseos superiores de amor y
al mismo tiempo se pretende formar una familia en compañía de una persona a la
cual ellos se darán enteramente. Cuando se ignora las Escrituras, se asumen
responsabilidades superficiales y actos que no tienen un fundamento sólido.

Existen elementos que podríamos mencionar que afectan la unidad del


matrimonio, la escritura dice que son una sola carne; esta verdad se demuestra en la
vida sexual, la escritura añade que no deben negarse el uno al otro y cumplir con el
deber conyugal, estas son las palabras sagradas: “La mujer no tiene potestad sobre
su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio
cuerpo, sino la mujer” (1 Co 7:4).

El conocimiento sabio de la escritura, lleva a tener mucha información en


cómo manejar correctamente todas las potenciales necesidades de la familia.
125

El profeta Oseas dice: “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”
(Os 4:6). Este es un conocimiento informativo como también íntimo. El mismo
Espíritu Santo cientos de años después, inspiró al apóstol Pedro con estas palabras:
“vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe
virtud; a la virtud, conocimiento” (2 Pe 1:5). Los demonios conocían a Jesús y sus
palabras eran: “Te conozco quién eres, el santo de Dios” (Lc. 4:34). Estos ángeles
conocían a Dios, por mucho tiempo obedecieron a su creador, pero luego frente a
una tentación siguieron a un líder equivocado que les condujo a la separación de
Dios; hoy esos seres son malvados y destructores. Es más, en el Salmo 119 se
alude al valor de conocer la palabra de Dios y se le atribuyen una serie de beneficios
por conocer a Dios a través de ella.

La escritura está llena de favores y beneficios para quienes la aprenden, a


continuación citaremos algunos de ellos: Es feliz aquella persona o familia que
obedece los mandamientos del Señor, que el solo hecho de cumplirlos les produce
dicha. La madurez la alcanzan los miembros de la familia que obedecen el consejo
divino. La familia que obedece los mandamientos del Altísimo no hace iniquidad, es
decir su vida está manejada por la rectitud. Es Dios quien les ordena a las familias
que obedezcan sus mandamientos. No es cualquier persona la que por muy
influyente en esta tierra le ordene a la familia obedecer los principios divinos, sino
que es el mismo Dios quien exige obediencia a sus ordenanzas. La palabra de Dios
es la que ordena a las familias por donde caminar, qué hacer, decir, planificar y
hacia dónde ir. Son muchas las familias que no tienen dirección y esto porque no
buscan en la Palabra de Dios una conducción correcta. Otras familias han partido
muy bien, se han unido ante el Creador, han perseverado en la palabra de Dios,
pero algo pasó que poco a poco se han ido alejando del “camino” y se han apartado
destruyéndose totalmente. El llamado del Señor de la familia es a caminar junto a él
en su palabra, luego hay que mantenerse unidos y por ningún motivo alejarse de la
maravillosa y dulce palabra. La idea no es cómo partes, sino cómo terminas.

La familia se puede manchar en el camino de su existencia, pero el consejo


de la misma palabra es ir limpiando o mantenerse puro en todo momento y este
trabajo lo hace la palabra del Señor. El deseo es que toda familia debe tener en su
vida en ser instruida por Dios, así como muchas personas están durante años
aprendiendo diferentes tipos de contenidos para ejercer una profesión terrenal, ¿por
126

qué no están dispuestos a ser enseñados por Dios durante toda la vida para
agradarlo a él y ser plenamente feliz? La familia y sus integrantes deben aprender
juicio, y saber resolver los problemas que se pueden dar en las variadas temáticas
de sus necesidades. En los mandamientos del Señor hay juicios correctos,
imparciales, objetivos y plenos. Los mandamientos del Creador producen gozo,
alegría y satisfacción en todas aquellas familias que los aplican.

Las leyes del Señor son para aprender y es dulce y placentero meditar en los
consejos del Señor, quien es la fuente de toda sabiduría. El hecho de olvidarse de
los mandamientos del Santo puede traer consecuencias fatales, y eso ha sido una
realidad en muchas familias, pero si los hogares tienen la mente fresca con las
verdades del Señor sus vidas serán vigorosas. Los mandamientos del Señor son luz,
visión y proyección para la vida en la familia, el hecho de no tener la palabra de Dios
es estar ciego, y cuando se tiene esa debilidad toda esa familia caerá al hoyo. Las
familias soberbias y arrogantes se desvían o dejan los mandamientos del
Todopoderoso. Los consejos del Señor otorgan luz y comprensión a la familia. Qué
importante es entender la vida familiar con todos sus sabores y sinsabores; cuando
no se comprende esta realidad se ve todo mal, sin claridad y se pueden cometer
errores fatales.

El libro de los Hechos del Espíritu Santo, nos relata el hecho maravilloso de la
conversión de una persona muy influyente de África. Felipe es usado por el Espíritu
para explicar la palabra de Dios a este hombre que no “entendía la palabra divina
por parte del profeta Isaías” Estas son las palabras relatadas por el escritor canónico
Lucas: “Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo
que lees?” (Hch 8:30). El hecho es que con la ayuda insuperable del Espíritu Santo y
sus siervos, las familias de hoy pueden comprender la Palabra de Dios y así vivir
en plenitud.

La palabra de Dios es la que sustenta, da vida, existencia a las familias, esto


es cuando se lee y pone en práctica lo que vivifica el hogar. Dios se muestra
misericordioso y compasivo con las familias que gustan y guardan los mandamientos
de su paternidad y autoría.

En toda la revelación sagrada el más importante de ellos es el cumplimiento


de la Escritura, esto es el nacimiento de Jesucristo, como el Señor y Salvador de
127

todos los pecadores. “Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura


delante de vosotros. (Lc. 4:21). Hay un coro, el cual versa así: “con Cristo un hogar
feliz, tú necesitas a Cristo en tu hogar”. Si Cristo no está en las familias de hoy, estas
sufrirán los golpes del diablo y las consecuencias del pecado. En cambio con Cristo,
nuestras familias serán felices y sabrán enfrentar las demandas familiares de una
forma más constructiva y sólida.

Jesús una vez resucitado, se apareció a sus discípulos en reiteradas


ocasiones. En uno de estos encuentros, se manifestó a los diez discípulos en
Jerusalén; en ese encuentro él les abrió el entendimiento para que comprendiesen
las Escrituras. “Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día; (Lc. 24:45), de no ser así estos discípulos
nunca habrían comprendido lo que le aconteció al morir y resucitar en tres días.
Estas palabras se pueden aplicar a las familias cristianas, si estos comprenden las
escrituras podrán conocer la voluntad de Dios para sus vidas. El beneficio es
inmenso para cada uno de los componentes del hogar, si conocen y manejan
adecuadamente las palabras del Señor.

El beneficio para la familia se encuentra en conocer y tener la escritura para


así anunciar las buenas noticias que el Señor tiene para las familias de la tierra.

Cuando nuestro Señor Jesucristo ejerció su ministerio terrenal, habló de la


verdadera libertad. Los líderes espirituales de su tiempo se jactaban de ser personas
libres, esto para ellos era no ser esclavos de nadie; sin embargo el Maestro les dice,
“que todos los que hacen y viven en pecado son esclavos del pecado” (Jn 8:34).
Ahora bien, cómo se aplica esta verdad de la libertad a las familias, al respecto
tenemos que sostener que la verdadera libertad se encuentra en la persona de
Jesucristo, por lo tanto todos los integrantes de la familia que son libres son porque
conocen experimentalmente a Jesucristo. Por otro lado, aquellas familias que están
bajo señores como el dinero, son esclavos de él, los que se someten a vicios son
esclavos de ellos, los que viven bajo los poderes de las tinieblas son esclavos del
diablo y sus demonios, los que están bajo la idolatría son esclavos de los ídolos.

En síntesis, todo aquello que produzca dependencia o ataduras hace que un


individuo sea esclavo. Con respecto a la libertad se puede decir lo siguiente. La
128

libertad implica permanecer en la Palabra de Jesús, “Dijo entonces Jesús a los


judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; (Jn 8:31). Esto significa vivir en carne propia las
verdades, mandamientos e indicaciones que Jesús tiene para el matrimonio y la
familia en general.

Las personas que son libres, deben ser individuos que dicen y andan en la
verdad del Señor Jesús. Por ningún motivo tienen que dejar lugar para la mentira al
interior de la familia. La verdad implica libertad.

La libertad se encuentra separada del pecado. Las personas que hacen lo


malo sus inclinaciones son por lo general al mal, se encuentran encadenados y
viven en el pecado haciéndolos este sus esclavos. La única forma de vivir en
libertad es vencer el pecado, con la ayuda poderosa de la gracia del libertador
Jesucristo. Nuevamente insistimos, la libertad se encuentra en la persona de
Jesucristo. Él es la persona libertadora de todos los esclavos del mundo, donde el
amo de muchos es el pecado. De manera que cuando algunas personas nos
ofrezcan libertad -como los políticos-, no se les debe creer, porque la Palabra de
Dios señala de manera categórica a Jesucristo como el único libertador.

La persona que es libre no atenta contra la vida de las personas. En este


relato los escribas procuraban matarlo. Esto es lo que dice el sabio Juan: “Sé que
sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla
cabida en vosotros”. (Jn 8:37). De manera que los libres no pueden ni deben en
ninguna manera tener actitudes homicidas en contra de sus pares, cuidado con los
“hijos de Caín”; por lo general los esclavos del mal son los que actúan de mala
forma. La familia libre ama las otras familias, por amor se da por otros hogares
buscando su bien.

En muchos países, los hijos se comportan como sus padres y esto lo hacen
por imitación, no porque sus progenitores les hayan enseñado, sino por una
respuesta ambiental. La Palabra de Dios trata el tema de cómo los padres deben
instruir a sus hijos y también el tema de cómo deben ser padres, para que en el
momento de asumir dicha posición respondan en forma correcta. Estas son las
palabras del escritor inspirado Pablo: “Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen
críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de
129

maledicencia. Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. Y vosotros,


padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor” (1Tim 5:14-15; Ef. 6:4). Lo que las palabras del Señor nos
dice para nosotros es:

Son muchos los padres cristianos que usan mal algunos versículos de la
Biblia como por ejemplo: “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no
se apartará de él”, o “cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa” (Pr
22:6; Hch 16:31). Estos pasajes no son declaraciones dogmáticas, donde los hijos
de los creyentes se conserven de manera pura y haya una plena garantía que ellos
son candidatos seguros a ser hijos de Dios. Muchos padres se afirman de otras
afirmaciones como; “aún no es el tiempo de Dios para ellos” y muchos creyentes
creen que esto es así. La verdad es que la misma Palabra de Dios esgrime esto
diciendo: “Por lo cual dice el Espíritu Santo: Si hoy oyes la voz su voz, no
endurezcas tu corazón” (He 3:7-8). Dios está hablando cada día, son las personas
que endurecen el corazón; por lo tanto de ninguna manera se le puede atribuir
responsabilidad a Dios, en que aún no es el tiempo de Dios para esa persona.
Somos nosotros los que endurecemos nuestros corazones y no escuchamos al
Señor cuando él nos habla.

Pablo el esclavo, dice al respecto: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a


vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Ef. 6:4). Los
padres deben ser ejemplos en el carácter, disciplina y temor de Dios. De no ser así,
difícilmente serán motivo de inspiración para sus hijos en los caminos del Señor. Es
el momento de mencionar algunos elementos espirituales en los cuales los padres
deben ser modelos para sus hijos.

En el conocimiento de las Escrituras. Si los padres no conocen la Palabra de


Dios, dominándola, siendo diestros en ella, con qué autoridad le mandarán a sus
hijos a aprender la Biblia si ellos no lo hacen. Atención padres con esto.

En el carácter cristiano. Esto significa que deben tener las siguientes virtudes:
Mansos como el Señor Jesús. Humildes en sus relaciones al interior y al exterior del
hogar. Prudentes en sus decisiones. Valientes en su identidad. Consecuentes en
sus promesas.
130

En el trabajo. Esto significa que serán personas trabajadoras y responsables


donde el Señor Jesús les tenga trabajando. En el campo laboral serán ejemplo de
sus compañeros de oficio, esto significa que mantendrán un rendimiento laboral
conforme a las metas de la empresa, no esquivarán las responsabilidades dadas por
sus superiores, por ningún motivo se prestarán para malos comentarios de algunas
personas que estén disconformes con la rentabilidad que tienen. Serán cuidadosos
en manejar un correcto testimonio de su esposa. Esto se debe a que muchos
esposos hablan mal de sus esposas en el trabajo; cuando un esposo comenta cosas
íntimas de su esposa en su trabajo, lo que está haciendo es desprestigiarse a sí
mismo.

En las relaciones con el prójimo, todas aquellas personas que se encuentran


a nuestro alrededor desde el más cercano al más lejano. Las primeras personas que
son nuestro prójimo son los padres de nuestra esposa. Es muy importante tener
buenas relaciones con ellos, esto se debe a que cada uno de ellos es parte de
nuestra familia local y por lo tanto merecen nuestro respeto y aprecio en todo
momento. Otras personas que son nuestro prójimo son nuestros vecinos, es bueno
saludarlos; recordemos las palabras del Señor Jesús que dijo al respecto: “Y si
saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también
así los gentiles” (Mt 5:47). Para el Señor Jesús, no tiene ningún valor saludar a
quienes conocemos, lo relevante está en saludar a quienes realmente no tienen
relaciones de amistad con nosotros. Además se debe evitar tener problemas con
ellos, ser cuidadosos en no causar conflictos, especialmente en asuntos
intrascendentes. Vivamos en paz en todo momento.

En la valentía. El siervo de Dios Pablo escribe acerca de este tema: “Porque


no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio” (2 Tim 1:7). El modelo de carácter para los padres cristianos es el Señor
Jesús, cada vez que los evangelistas escribieron de su persona, estos siervos nos
dejaron señales claras de cómo se debe proceder en variadas circunstancias.
Veamos algunas de ellas y apliquemos estas acciones a la vida de los esposos.

Frente a la tentación, Jesús usó la Palabra de Dios para contrarrestar el


ataque de Satanás. Lo mismo debe hacer los padres, frente a los ataques del
131

maligno hay que usar las Escrituras y así poder en el nombre de Jesús salir
adelante. (Lc. 4:1-13).

Cuando estaba enferma la madre de uno de sus seguidores, él Señor


Jesucristo estuvo dispuesto y reaccionó sanando a la persona enferma. Los
esposos deben tener una actitud de sanidad a quienes se encuentren enfermos y no
dejarlos solos para que ellos se restablezcan por sus propios medios. Lo correcto
sería hablarles de Cristo, quien tiene todo el poder para sanar cualquier
enfermedad. “Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de
Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella. E
inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella
al instante, les servía. (Lc. 4:38-39). Nada hay imposible para Dios.

El día de reposo se estableció por causa de las personas, fue el Creador


quien lo estableció para ese fin. Los escribas y fariseos añadieron otros elementos,
leyes menores, para hacer que este día se cumpliera fielmente. Lo que hicieron fue
olvidarse que ese día era para que el hombre descansara, estuviera con su familia y
lo dedicara a la adoración. El Señor Jesús, al ver las personas enfermas tuvo
compasión de ellas y se acercó a éstas sanándolas. Ante estos hechos los líderes
religiosos se molestaron y acusaron a Jesús de quebrantar la ley de Dios. Los días,
meses y años son para que las personas amen a Dios y vivan en armonía junto al
Creador. Los esposos pensarán siempre en el bien de sus semejantes y en base a
eso se moverán. De esta manera los hijos verán a sus padres actuar y así
procederán ellos.

Del Señor Jesús se dice que él es manso y humilde de espíritu. Si Cristo


actuó así también nosotros los padres debemos hacer lo mismo con nuestros hijos.
En cambio sí como padres somos iracundos, nos metemos en pleitos por cosas que
no tienen importancia, somos rencorosos y tenemos falta de perdón, eso hará que
nuestros hijos hagan lo mismo.

La disciplina de los hijos se encuentra claramente trazada en las Escrituras


por Dios mismo. Para el Señor son los padres los que deben impartirla, su entrega
debe estar fundamentada en el amor, paciencia y esperanza. Veamos qué cosas
deben hacer los encargados de la educación de los hijos y usemos la Palabra de
Dios al respecto.
132

Con el avance de la modernidad, materialismo, consumismo de las personas;


son muchos los niños que se encuentran en las guarderías. Allí hay personas que
han recibido una instrucción de carácter profesional en las Universidades del ramo y
así poder atender de la mejor manera a estos infantes sin la presencia de sus
padres. ¿Dónde están sus padres? Ellos están trabajando, para poder pagar todas
las comodidades que han asumido de manera responsable o irresponsable. Muchos
de ellos desean tener grandes casas, estar actualizado tecnológicamente, el auto del
año y lo último que este saliendo en todo lugar. ¿Qué es más importante, las
personas o las cosas materiales?

Al examinar la Palabra de Dios podemos darnos cuenta claramente que las


personas son lo más importante. Todas las cosas materiales cambian, pierden su
valor y utilidad. En el contexto de la familia extendida, están los abuelos ejerciendo
responsabilidades que no son propias de ellos, estas personas que ya no tienen las
mismas fuerzas y habilidad para criar o disciplinar a sus nietos y por lo general lo
que hacen es formar incorrecta e irresponsablemente a las futuras generaciones.

Tomemos a continuación las verdades de la Palabra de Dios, para demostrar


que son los padres los que tienen que asumir esta tarea, presentaremos algunas
bases bíblicas al respecto: “Y vosotros padres no provoquéis a ira a vuestros hijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Instruye al niño en su camino, y
aun cuando fuere viejo no se separa de él. Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con
diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten
de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los
hijos de tus hijos” (Ef. 6:4; Pr 221:6; Dt. 4:9). Hay muchas indicaciones de cómo los
padres son los responsables y privilegiados en educar a sus hijos en la disciplina
que Dios ha establecido. La palabra disciplina se puede traducir como sinónimo de
enseñanza e instrucción, lo que indica que los padres deben instruir a sus hijos en
todo lo concerniente a su crecimiento integral.

La amonestación del Señor para los hijos fue delegada por Dios a los padres
y no a los maestros de las Escuelas Dominicales (planes de instrucción para los
niños en la Iglesia de Jesucristo a nivel local). Es lamentable que muchos padres,
por su sistemática ausencia en esta área, critiquen el servicio de educación cristiana
a la Iglesia del Señor a la cual asisten, que no tiene programas adecuados de
133

formación cristiana para sus hijos. Nuevamente tenemos que ser honestos, esta
tarea es de los padres y no de otras personas, la Palabra de Dios es clara y objetiva
al respecto.

El sabio Salomón escribió miles de proverbios donde se registran esas


palabras anteriormente citadas, las que se refieren a la instrucción de los hijos.
Nuevamente los padres son los llamados a ejercer esta notable función. Veamos un
pasaje: “Ahora, pues, hijos, oídme, y bienaventurados los que guardan mis caminos.
Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis” (Prov. 8:3-34).

El siervo de Dios Moisés, fue inspirado por Dios Espíritu, para dejar
estampadas estas demandas para la nueva generación de israelitas que ocuparía la
tierra prometida cientos de años atrás por el Señor a Abraham. Ellos debían no
solamente luchar para tomar la tierra, sino que también tendrían que asumir la noble
tarea de educar a sus hijos en los mandamientos del Altísimo. Hacerlo indicaría la
extensión de su descendencia física y espiritual. La historia deja clara evidencias
que solo se preocuparon de extenderse físicamente y los deberes espirituales los
dejaron a un lado. Que esto no nos acontezca a nosotros hoy.

En los organismos institucionales de educación que regulan a una nación,


podemos ver como se han creado instancias de formación para cada uno de los
estudiantes. En estos lugares hay segmentos de ordenación y continuidad de los
conocimientos; esto obedece a que cada una de las verdades o diferentes tipos de
información se deben entregar en forma sistemática, es decir de manera organizada
para que los estudiantes aprendan correctamente.

Esta misma modalidad se puede aplicar a formación de los hijos. Al respecto


la Palabra del Señor dice: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios uno es. Y amarás a
Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán
como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en las
puertas.” (Dt. 6:4-9). En este segmento hay varias indicaciones importantes para los
padres. Dios manda a los padres, que deben hablarles a los hijos de su persona.
Los hijos deben amar a Dios con todo su ser.
134

Los padres deben repetir las leyes de Dios en el hogar. Los progenitores
deben trabajar con los hijos en los mandamientos divinos. Las leyes de Dios deben
ser traspasadas desde los padres a los hijos al acostarse. Al momento de levantarse
los hijos deben oír de sus padres la Palabra de Dios. Los padres harán que sus hijos
anden con la ley de Dios en sus manos. Como padres creyentes debemos hacer que
nuestros hijos escriban la Palabra de Dios o la aprendan de memoria. Al hacer este
trabajo, los padres harán que sus hijos conozcan correctamente a Dios. Sabrán que
el Creador es un ser cercano, que desea morar junto a los suyos y no mantenerlo
lejos por actitudes inadecuadas de los padres. Cuando las personas escriben las
cosas, hacen que ellas les sean familiares y al mismo tiempo se aprende mejor lo
que se está estudiando.

Dios es revelado en la Palabra de Dios como un ser que educa, siendo su


principal objetivo hacer de sus hijos personas que sepan lo que deben ser y hacer.
En ninguna parte de la Biblia se alaba la ignorancia, sino que por el contrario se la
descalifica y al mismo tiempo se presentan consecuencias funestas para los que
ignoran los mandamientos del Señor. Veamos un ejemplo de los que estamos
diciendo: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto
desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque te olvidaste de la
ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos” (Os 4:6). El profeta Oseas, habla
palabras duras de parte de Dios para el pueblo de Israel.

En estas frases se puede observar que: la destrucción de la nación de Israel


se debió a la ignorancia y casi nada de conocimiento de Dios. La falta de
conocimiento de Dios conduce a la destrucción espiritual. Israel desechó el
conocimiento del Señor. Veamos lo que escribe el rey Salomón: “El principio de la
sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza. (Pr.1:7) Hay integrantes de familias que son unos insensatos y necios al
no querer aprender las verdades que llevarán al éxito a la familia, sólo Dios tiene la
fórmula para la felicidad plena. Debido a que los sacerdotes desecharon el
conocimiento Dios, él Adonay los expulsó del ministerio. Los ignorantes o bien los
que desconocen el servicio a Dios no pueden estar en el ministerio del Señor. El
olvido de las leyes del Señor hace que Dios se olvide de los hijos del pueblo de
Israel. ¡Señor no te olvides de nuestros hijos!
135

Los padres tenemos una gran tarea en la educación de nuestros hijos,


debemos ser consecuentes en nuestra responsabilidad. Hay muchas familias que
han sido destruidas por la falta de conocimiento divino. En el presente tenemos
varios hogares con quebraduras y a punto de romperse, y esto es porque no asisten
a los programas que la iglesia ha establecido en la formación espiritual de sus vidas,
o también porque éstas no tienen el hábito de estudiar permanentemente las
Escrituras. Lo que hacen de manera indirecta es desechar el conocimiento de Dios.
Es importante también tener fresca la palabra de Dios en nuestra mente de lo
contrario haremos locuras como padres, ya sean en las decisiones personales como
también familiares.

Las Sagradas Escrituras dicen que: “Dios es amor”, (1Jn 4:8); además está
escrito el himno del amor: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece; no es indecoroso, no busca lo suyo, no
se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de
ser.” (1 Co 13:4-8ª). El Señor Jesús mandó a sus seguidores que debían amar a sus
enemigos; esto es porque obviamente él amó a quienes se opusieron a su vida y
ministerio, es más, él estuvo dispuesto a dar la vida por ellos. El evangelista Lucas
registra esta situación y estas son sus palabras: “Pero a vosotros los que escuchan,
les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a los que le aborrecen” (Lc. 6:27). Estas
frases revelan el amor tanto en Dios como también en la iglesia de Cristo debe ser
una realidad.

Con este precedente podemos citar algunas virtudes como las siguientes: Así
como Dios es amor, los padres deben amar a sus hijos. Los padres deben sufrir por
amor a sus hijos. Debido a que aman a los hijos deben ser benignos con ellos. El
amor de los padres hace que entre los hijos no tengan envidia entre ellos. Los
padres que aman a sus hijos no se irritan contra ellos. El decoro será el ingrediente
para el amor de los padres a los hijos. Si los padres aman a sus hijos no buscarán lo
que ellos creen que es bueno para sus hijos, sino que buscarán la voluntad de Dios
para ellos. Por el amor verdadero, los padres no deben guardar rencor para con sus
hijos. Si los hijos se han comportado mal, los padres tendrán una actitud
perdonadora.
136

Los padres deberán gozar con las cosas rectas que sus hijos hagan. La
verdad será siempre vivida por los padres que aman a sus hijos. Los padres que
aman a sus hijos tendrán fe en sus hijos. Como padres debemos a tener paciencia y
saber esperar en ellos. Los padres que realmente aman a sus hijos, sabrán soportar
aquellas partes del crecimiento aunque en ocasiones sean motivo de agravio,
confiarán en el Señor que él conducirá todo. El verdadero amor de los padres por los
hijos nunca deja de ser.

Los padres manifestarán amor en la formación de los hijos, revelarán tener


paciencia con ellos, confiarán en ellos para que estas personas que hoy pueden ser
pequeños ante los ojos de los hombres, con el amor de ellos crecerán para llegar a
ser personas de bien para el reino de Dios, así como también para la sociedad en la
que viven.

Vivimos en una sociedad de falta de amor, donde cada una de las personas
busca su propio beneficio, el egoísmo y la idolatría por el hombre se puede detectar
desde lejos. No les importa lo que le ocurre a quienes están a su lado, sino que por
el contrario, son insensibles al dolor de sus semejantes.

Dios desea que todos los que le conocen amen sin ninguna discriminación. Es
el momento en que los padres e hijos se amen dejando sus diferencias y aprendan
juntos a enfrentar las adversidades, como también a disfrutar de los privilegios que
hay en el interior y exterior de la familia.

Ya se señalado que Dios es amor, por lo tanto si las personas no se aman, es


porque no conocen al autor del amor. Aunque hay muchos que se denominan
conocedores del Creador, con sus hechos niegan totalmente sus argumentaciones.
Hay que aprender a amar y pedir a Dios que Él eduque en relación al verdadero
amor.

7.5. Jesús defendió la unidad familiar


Jesús al nacer en un hogar excelentemente constituido por Dios y con un
claro testimonio de sus padres en el servicio al Señor, fue en ese lugar donde valoró
la unidad de la familia. Durante su vida él nunca se casó o llegó a formar una familia,
esto obedece a que él tenía una misión única y diferente. Esta consistía en morir por
137

los pecadores de la humanidad y ser el cordero de Dios para dar salvación a todos
los que le obedecen.

En un momento que estaba en las regiones de Judea, acontece una situación


muy particular, la que nos ayudará a ver como Jesús miraba y al mismo tiempo
veremos el valor que él le daba a la familia, en especial al matrimonio.

Vinieron unos fariseos para tentarle, “Entonces vinieron a él los fariseos,


tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier
causa?” (Mt 19:3). El vocablo tentación en griego es “Peirázontes” y significa,
intentar, probar, ensayar con el ánimo de Dios, produciendo crecimiento en sus hijos,
pero en el aspecto negativo es inducir al mal o a la desobediencia a Dios. Estos
fariseos deseaban que Jesús apoyara sus ideas “divorcistas” del matrimonio, lo
tentaron al mal. Jesús jamás inducirá a la ruptura de ninguna familia, por el
contrario, el Señor les mostrará que todas las cosas tienen respuestas en su amor y
verdad. Pero jamás disolviendo o destruyendo el hogar y el matrimonio.

En una ocasión una sierva del Señor dijo, hay problemas del matrimonio que
no tienen solución, y lo mejor para ellos es separase o divorciarse. La respuesta que
se le dio, fue que todos los problemas tienen solución (lo único que no tiene solución
es la condenación o muerte segunda, estas son las palabras del escritor sagrado: “Y
el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Ap.
20:15) lo que pasa, es que a muchas personas no les agradan las soluciones que
Dios les da en su infinita sabiduría.

El problema no son las variadas respuestas que el Creador tiene en sus


manos, sino el corazón del hombre con respecto a reconocer sus errores y estar
dispuesto a solucionarlos. Jesús responde con estas palabras: “El, respondió, les
dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo (var. Creador) al principio, varón y hembra
los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los
dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separa el hombre” (Mt 19:4-6). ¿Qué se puede
desprender de la respuesta de Jesús?

Jesús había leído la Torá y allí fue escrito por Moisés esta verdad divina sobre
la unidad matrimonial, con estas palabras:
138

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una


mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es
ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será
llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto,
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos,
Adán y su mujer, y no se avergonzaban. (Gn 2:22-25).

El Padre revela esta verdad para Adán y Eva. Después de aproximadamente


1500 años, Jesús confirma esta verdad y el Espíritu Santo la ratifica nuevamente en
la pluma de Pablo, “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a
su mujer, y los dos serán una sola carne” (Ef. 5:31). En otras palabras la Trinidad
está plenamente de acuerdo en la unidad del matrimonio.

Dios creó al hombre y a la mujer formando una familia. Hacer el intento de


hablar de una familia entre dos mujeres, dos hombres, un hombre con un animal
hembra o una mujer con un animal macho, es una aberración y perversión. Estas
son las palabras inspiradas divinamente del escritor Moisés:

No te echarás con varón como con mujer; es abominación.


Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote
con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para
ayuntarse con él; es perversión. En ninguna de estas cosas
os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han
corrompido las naciones que yo echo de delante de
vosotros, y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad
sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores. (Lv 18:22-25)

Es más, esto es un nuevo intento de Satanás de destruir lo bello que es estar


unido en matrimonio entre un hombre y una mujer.

Hay una unidad entre el hombre y la mujer. Esta unidad es un misterio, pero
se va dando en la medida que estas dos personas, que tiene diferentes formas de
ver la vida, de alimentarse, de distraerse, con el tiempo se van pareciendo el uno al
otro y no pueden estar separados; todo esto sucede porque están unidos en una
unidad del Señor.

Es Dios quien junta a un hombre con una mujer. El matrimonio no lo inventó


ningún hombre de ciencia, o programa educativo, presidente de un país, artista
139

famoso, músico profesional, ganador de las olimpiadas, arqueólogo, cineasta u otra


persona de renombre. El matrimonio lo creó Dios y esto es definitivo y concluyente.

La unión matrimonial ningún hombre la puede destruir o separar. Esta unidad


espiritual, emocional, amorosa, moral y sicológica, no se puede separar por leyes
humanas. Es muy impresionante leer lo que el Espíritu Santo le motivó a escribir a
Pablo, estas son sus palabras: “¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es
un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne” (1 Co 6:16). Cuando
una persona tiene sexo con otra, se produce una unidad, esta unidad no se puede
romper por medio de la voluntad de los legisladores de alguna sociedad atea,
humanista, materialista y existencialista. Hay muchos que están unidos de esta
forma, esto es serio y no es para tomarlo a la ligera o bien leerlo con simpleza.

Son los duros de corazón los que se separaron de su esposa. El Señor Jesús
sostiene, que debido a la dureza del corazón de las personas casadas, se les
permitió separarse, pero al principio no fue así. Al leer el texto sagrado tenemos: “Él
les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras
mujeres; más al principio no fue así” (Mt 19:8) El Señor Jesús toma la idea original
del matrimonio, que él mismo había anunciado junto al Padre y al Espíritu Santo en
la primera unión matrimonial de Adán y Eva. Dios no cambia por la dureza de los
corazones de los hombres. Jesús estuvo en el primer matrimonio entre los primeros
padres de la humanidad.

Las personas que se han separado, si se casan de nuevo con otra persona
estando ésta viva, comenten adulterio. “Y yo os digo que cualquiera que repudia a
su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se
casa con la repudiada, adultera” (Mt 19:9). Jesús desea evitar que los casados
cometan adulterio. Lo importante es mantener la unidad matrimonial y en caso de
haber rotura matrimonial, hay que mantenerse solo y no unirse a otra persona.

7.6. Jesús visitó varias familias


La familia es la base de cualquier comunidad existente, no puede haber
existido algún grupo de personas que no haya nacido de una familia. Por lo tanto, en
el contexto del origen de las sociedades, esta verdad es vital y muy importante para
Dios, en razón del valor que tienen las familias. Cada familia es única, y el Señor
tiene propósitos definidos con los hogares del presente siglo.
140

El Señor Jesús en su ministerio público, visitó algunas familias, vamos a ver


quiénes fueron y que acciones realizó en estos hogares que asistió el Mesías.

Visitó la familia de Pedro, Mt 8:14-17. Fue en este hogar, donde la suegra de


Pedro estaba enferma de una fiebre y con la visita del Señor Jesús, ella fue sanada
milagrosamente. Jesús desea visitar hoy los hogares de sus hijos, como también los
hogares de aquellos que aún no le conocen y así sanarlos de cualquier enfermedad
que haya en ellos. Solo las familias sanas pueden servir al Señor.

Visitó la familia de Jacobo y Juan, Mt 20:20-28. En esta familia, la madre de


estos dos servidores del Señor le hizo una petición, esta consistía en que sus dos
hijos se sentaran uno a cada lado del Maestro en el reino futuro. La respuesta del
Señor fue que eso estaba señalado con anticipación por Dios Padre y no era de su
competencia resolverlo en ese momento. La verdad es que hace falta que el Señor
visite nuestros hogares y nos oriente correctamente sobre nuestras peticiones.

Visitó la familia de Simón el leproso, Mt 26:6-13. Al visitar el hogar de este


hombre que fue sanado de lepra por el Señor, una mujer con un vaso de perfume de
gran valor, lo derramó en la cabeza de Jesús. La reacción de los discípulos fue
molestarse, por que según ellos se perdió y lo que debería haberse hecho era
haberlo empleado en las necesidades de los pobres. Jesús supo de inmediato lo que
ellos estaban pensando y sus palabras fueron; “Porque siempre tendréis pobres con
vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Porque el derramar este perfume sobre
mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura” Mt. 26:10-11. Con esta
respuesta Jesús les está diciendo a sus discípulos que él es más importante que las
cosas materiales. Jamás las cosas materiales deben anteponerse a Dios.

Visitó la familia donde se realizó la última cena, Mt 26:17-19. Era el momento


previo a la pascua, sus discípulos le piden instrucciones al Señor donde quería que
se efectuara la fiesta más importante del pueblo de Israel. Jesús les dice a sus
educandos, que vayan a la ciudad y encontrarán a cierto hombre pues en su casa se
hará la celebración. Este hogar fue el bendecido por Dios, al ser nominado para que
el Hijo del hombre firmara e hiciera realidad el nuevo y definitivo pacto por los
pecadores. Nuestros hogares pueden ser lugares donde se sellen vidas para Dios y
donde las personas se encuentren con Jesús.
141

Visitó el nacimiento de una nueva familia, Jn 2:1-12. Las bodas eran fiestas
muy importantes, para las personas que eran los parientes de quienes se unirían en
la formación de un hogar. Entre los invitados estaba el ilustre Señor Jesús, su madre
y sus discípulos. Después de probar los alimentos, se encontraron que faltaba el
vino (vino dulce que se tomaba en los matrimonios, la palabra vino en el texto griego
es “Oivou” y se refiere a un vino dulce, que se tomaba en las fiestas especiales
como el matrimonio. Además también se le empleaba con fines medicinales, es el
caso de Timoteo, éste debe tomar vino por un problema al estómago, (1Tim 5:23).
María frente a este problema, acude a Jesús y él responde resolviendo una situación
caótica en este nuevo hogar. ¿Cree usted que Jesús les hubiera hecho un milagro,
para que después los invitados al matrimonio quedaran todos ebrios? Dios desea
que todos los hombres vivan sobrios todo tiempo.

Muchos de nosotros hemos tenido situaciones complejas en nuestro hogar,


pero al invitar a Jesús y rogarle su misericordia, nuestras familias ha salido una y
otra vez adelante por sus poderosas intervenciones.

Visitó la familia de María, Marta y Lázaro, Jn 11:38-44. Esta era una familia
muy especial para Jesús, ya que el mismo texto sostiene que Jesús ama a Lázaro
“Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba” (Jn11:36). Fue esta actitud la
que condujo al Señor a responder con una señal potente del poder del Espíritu
Santo, volviéndole la vida a este hombre. El pasaje es tan claro que Jesús amaba a
Lázaro y al mismo tiempo este varón tenía una razón muy substancial para trabajar
por su familia. Hoy el Señor Jesús está atento a muchas familias de sus hijos y
espera que estas le pidan que les haga una visita. En todos los hogares que Jesús
visita se producen maravillas. ¡Te invitamos Señor a nuestras casas y haz lo que
sabes hacer!

El trasfondo histórico cultural describe a los padres que les enseñaban a sus
hijos el oficio que ellos tenían. José era carpintero y más tarde a Jesús se le conoce
como el carpintero, “¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de
José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y
se escandalizaban de él” Mr 6:3; por lo tanto, Cristo una vez que murió José, él
trabajó por su familia. Esta casa familiar incluía a José, María y sus hijos, los
nombres de ellos eran: Jacobo, José, Judas y Simón, además sus hermanas Mr 6:3.
142

Al final de su ministerio salvador, en la misma cruz lo vemos preocupado con quien


quedará su madre y es el evangelista Juan que escribe estas palabras: “Cuando vio
Jesús a su madre, y al discípulo a que él amaba, que estaba presente, dijo a su
madre: Mujer, he ahí tu hijo (Hijo, gr: Uios, este es un hijo adulto, maduro y
responsable.

No podemos pensar que Jesús está pensando en el cuidado que María debía
asumir sobre el futuro apóstol Juan, sino que el asunto va por el otro lado; Jesús
está pensando más bien en el cuidado que Juan va asumir sobre su familia, ya que
antes de llevar adelante su ministerio él sostuvo a su familia. Según la tradición de la
iglesia, se sostiene que los hermanos de Jesús e hijos de José y María, se
convirtieron al cristianismo después de ascenso de Jesús a los cielos. Por ejemplo,
Jacobo, en el año 49 D. C., llegó a ser el pastor de la iglesia cristiana de Jerusalén y
presidió un difícil concilio de orden doctrinal en ese lugar. Este hecho fue registrado
por el escritor inspirado y teólogo Lucas en (Hch 15:6-21). Otro de los hermanos de
Jesús, Judas, fue quien escribió la epístola apologética que aparece en el canon neo
testamentario.

Tenemos el ejemplo de Jesús, fue fiel en su casa como también en la casa de


Dios, sigamos sus pisadas. El autor de la epístola a los hebreos cita estas palabras:
“Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. Y
Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de
lo que se iba a decir; 6pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos
nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”
He 3:4-6. La primera casa para Jesús o la primera familia para Jesús fue la de sus
padres terrenales, pero la casa final para el Señor es su iglesia, es decir la mega
familia de los creyentes en él. Hoy el Señor sigue con los integrantes de su familia,
ayudándoles, supliendo sus necesidades, sanado a los enfermos de su casa,
conduciendo a sus hermanos, y finalmente vendrá por su amada familia de la fe.
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CONCLUSIÓN

El fundamento de la familia está en Dios, su palabra, y estas verdades


sobrenaturales. Este hogar está compuesto por un hombre, una mujer y sus hijos. El
Creador de este núcleo, es quien les bendice con un lugar para vivir, les sostiene
con principios fuertes, les honra con paz, armonía, alimento, y edificación
permanente. Es el Creador del universo, quien habla bien de las familias, siempre
les ayudará y les protegerá.

El matrimonio es una bendición, ambos integrantes se tienen para ayudarse


mutuamente. Adán vivió mucho tiempo sólo, hubieron cosas que no pudo hacer y es
Dios quien le creo una mujer para ayudarlo en todo, sólo con ella pudo formar una
familia, y sus hijos fueron los que adornaron su mesa. La máxima bendición para el
matrimonio es Dios, éste les otorga compañía, y suple todas las necesidades que
pueden producirse al interior y exterior del hogar. Dentro del matrimonio Dios añade
hijos, estos son de un tremendo valor para el hogar. Los padres deben instruir a sus
hijos en el camino del Señor siendo estos de propiedad divina. Dios ha creado la
sexualidad matrimonial para la multiplicación de estos seres, es más en la Biblia hay
un manual para el matrimonio y la sexualidad siendo este texto sagrado Cantares de
los cantares de Salomón. El amor en el matrimonio es un mandamiento divino, un
sacrificio, la rendición total, la buena disposición al amado, tener humildad, sencillez
de espíritu, prudencia en los diálogos, perdonarse en las tensiones, dejar fuera el
rencor, tener alegría al amar, confianza, soportarse el uno al otro y permanecer
unidos por el amor de Dios y el de ellos.

En el matrimonio o en la familia se producen por causa del pecado tragedias,


heridas y manchas que han destruido a muchas familias. Lo grandioso es que en
estas situaciones tienen solución y la respuesta es Jesucristo. El Señor es quien
sana el pecado individual, y colectivo de la familia. Como hijos de Dios se tiene al
Espíritu Santo quien ayuda al creyente a cambiar posibles elementos que dañan la
familia. Existen a nivel de estudio, algunas situaciones emocionales de las personas
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que son heridas producidas en la etapa prenatal como el rechazo, angustia, tristeza,
miedo, humillación produciendo conflicto en la edad madura de la persona. Por otro
lado, en la adultez las personas por causa del pecado personal o el transferido
desde Adán a todos los hombres se sufren situaciones dolorosas y es en este
sentido que Jesucristo es la persona que sana el espíritu o el corazón herido, roto,
destruido o arruinado.

La sexualidad familiar es una temática bíblica, es creación divina, y está


diseñada por el creador. Este saber es patrimonio para los padres y debe ser
comunicada por ellos a sus hijos, se debe reconocer que este tema de la sexualidad
a los hijos, hay que hacerlo paulatinamente, con temor de Dios y de manera
respetuosa a los hijos. La sexualidad es un acto de unidad entre los esposos, siendo
esta unión física, emocional, mental y espiritual. Al mismo tiempo, el sexo en el
matrimonio mantiene la pureza moral de la sociedad. La Sagrada escritura, revela al
diablo como el enemigo de la pureza sexual matrimonial y también se cita al hombre
incrédulo como opositor a la santidad del matrimonio. Los solteros deben esperar
estar casados para tener sexo con la persona que se unirán en matrimonio.

La economía es un tema en la familia, que se tiene que saber cómo aplicarla


de manera correcta. Dios es quien bendice al hogar de sus hijos, lo hace
otorgándoles tierra y todas aquellas necesidades potenciales que puedan surgir.
Jesucristo expone a sus hijos que estos no se afanen por lo que comerán o vestirán
ya que el Padre sabe de qué cosas tienen necesidad. Adán y Eva fueron puestos en
el huerto del Edén para trabajarlo, aunque hay algunos que piensan que el trabajo
es una maldición divina, pero este pensamiento no pertenece al Espíritu Santo quien
inspiró el texto sagrado. Dios es presentado en la Biblia como trabajador, Jesucristo
hace lo mismo y quienes le sirven deben ser personas de trabajo. Pablo se señala
que él ha trabajo incansablemente en llevar el evangelio a los gentiles. El dinero es
un medio terrenal y es usado por Dios para bendecir a sus hijos, estos últimos son
bendecidos por diezmar como el tener los cielos abiertos, protección de sus bienes,
salud integral y felicidad plena, lo que no significa que no tendrán problemas en un
momento, pero con la ayuda oportuna del Todopoderoso saldrán victoriosos en todo
momento. Dentro de la administración de los bienes materiales se presenta un
presupuesto, que es una metodología técnica de ordenar los recursos, partiendo con
145

diezmar, ofrendar, cancelar las deudas adquiridas, depositar ahorrando una parte y
dejar finalmente el resto para las necesidades de la familia.

La armonía familiar es requerida por Dios, son los padres e integrantes de


este núcleo los que deben mantenerlo unido y firme ante los golpes de la vida
terrenal. Para vivir en armonía en la familia, se exige que los casados sean
creyentes, justos, ejemplos para sus hijos, honestos, tengan al Señor en sus
corazones, caminen en el fruto del Espíritu con amor, ser personas de oración.
Existen algunas recomendaciones no bíblicas que pueden ayudar a la familia a vivir
en armonía, estas pueden ser; responder con un tono adecuando a una discusión,
apoyarse mutuamente en las crisis, comunicar todo lo que sea necesario, bajarle el
perfil a las tensiones, y respetarse mutuamente. Para mantener una familia hay que
tener madurez emocional, y esta consiste en saber comunicar adecuadamente
nuestras emociones, tomar la vida con realismo, no huir de las situaciones, asumir
las responsabilidades que se han asumido, tomar decisiones sin importar el valor,
alcance y exigencia. Así mismo tiempo, existen personas que llevan al desastre lo
que se comprometen, son personas inmaduras y lo revelan siendo insensibles ante
los pensamientos, sentimientos, opiniones, anhelos y deseos de otras personas.
Estas personas se quejan por todo, viven en un mundo de fantasía, no se casan por
la responsabilidad de llevar un hogar adelante, son rebeldes y solo se preocupan de
ellos mismos.

Los integrantes de la familia son establecidos por Dios y no por la mente


humana. Al estudiar el texto sagrado vemos sus componentes, el hombre, la mujer y
los hijos. Algunos ejemplos de esto vemos a Adán, Eva, sus hijos Caín y Abel, está
la familia de Noé y su esposa e hijos Sem, Cam y Jafet, la familia de Abraham, Sara
su esposa e hijo Isaac, la familia de Amram, su esposa Jocabed y sus hijos Aarón,
María y Moisés. Dios estuvo a su lado sosteniéndoles y bendiciéndoles. El modelo
de familia en el Nuevo testamento es la familia de Cristo, sus padres José y María,
estos fueron fieles, ordenados, temerosos del Creador y vivieron a la luz de la
Palabra de Dios. Finalmente se establece en los labios del mismo Señor Jesucristo,
que la verdadera familia es la de la fe, es decir, está compuesta por todas las
personas que hayan nacido de nuevo, obedezcan los mandamientos del Señor y
permanezcan unidos a él hasta que el Señor les llame a su presencia. Los hijos que
se tienen, deben ser formados por sus progenitores en todas las área de la vida,
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como en lo espiritual, emocional, mental y físico. No es responsabilidad del estado o


de otras personas que no sean los progenitores formar a sus progenitores.

Jesucristo es quien defendió la unidad familiar frente a los ataques de los


líderes políticos y religiosos de su tiempo. Él se valió de la Sagrada Escritura, para el
Señor este texto es sagrado y en él se encuentran las bases, verdades y principios
para mantener de manera saludable y feliz el hogar. La trinidad está de acuerdo con
la unidad del matrimonio. Aunque debemos ser muy cuidadosos en saber que hay
oponentes a la familia y están claramente señalados e indicados en la Biblia. Estos
son Satanás y el pecado quienes pretenden que se puede vivir en unidades
familiares, fuera del marco establecido por Dios, padre, madre e hijos. Todas estas
son aberraciones éticas. Sin embargo con la poderosa palabra de Dios se les puede
vencer.

Jesús visitó en variadas ocasiones a familias de su tiempo, esto lo hizo


dependiendo de las necesidades que estas podían tener. Hoy él puede venir a
nuestro hogar. Señor, quédate siempre en nuestros hogares. Amén.
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