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Universidad de Talca

Facultad de Ciencias de la Salud


Depto. de Bioquímica Clínica e Inmunohematología
Tecnología Médica
Inmunología

Aglutinación

Nombre de docente: Dr.TM. Marcelo Alarcón


Integrantes: Camilo Pino Hinojosa
Rocío Sáez Vejar
Soledad Salgado Salgado

Talca, martes 12 de diciembre, 2017


INTRODUCCION.

El campo de la inmunología ha progresado rápidamente en los últimos años. Y los avances se han
dado no solamente en el área de la inmunología básica, sino también en el campo del diagnóstico.
En la actualidad, está disponible una gran gama de pruebas de laboratorio para analizar, de
manera simple, cualquier componente del organismo. Independientemente de la metodología
utilizada, las pruebas inmunológicas de laboratorio tienen como fundamento principal la reacción
antígeno – anticuerpo, reacción que puede producirse tanto in vivo como in vitro. “La reacción in
vivo generalmente coincide con la invasión del organismo por antígenos extraños contra los que
reacciona por medio de anticuerpo, tal como sucede en la reacción hemolítica transfusional o
mediante la transferencia pasiva de anticuerpos, como es el caso de la enfermedad hemolítica del
recién nacido”1. La naturaleza específica de estas reacciones depende las múltiples variables
relacionadas principalmente con las condiciones de reacción, así como de las características tanto
de los antígenos como de los anticuerpos, obteniendo criterios como “especificidad, reacción de
moléculas enteras, es un fenómeno de superficie que no altera estructuras, y se conoce como una
reacción rápida”2

Las reacciones de aglutinación, al igual que las reacciones de precipitación, involucran una
interacción entre Ag-Ac que llevará a la aparición de un aglutinado que se visualiza como grumos.
Para ambos tipos de reacciones los principios fisicoquímicos que gobiernan la formación del
aglutinado son los mismos, en otras palabras, es de suma importancia considerar la zona de
exceso de antígeno, la zona de equivalencia y la zona de exceso de anticuerpo. La gran diferencia
entre ambas reacciones es la característica del antígeno, como se menciona anteriormente,
depende de las múltiples variables involucradas en la reacción, en la aglutinación, “el antígeno es
particulado, se encuentra en la superficie de una célula o una partícula inerte que tiene adherida en
su superficie en antígeno o el anticuerpo”3.

La reacción de aglutinación ocurre en dos fases: “en la primera, el antígeno se combina con el
anticuerpo (unión epitopo-paratopo) que se lleva a cabo en cuestión de milisegundos; y en la
segunda, la producción de complejos antígeno-anticuerpo. Las fases generalmente se sobreponen
en tiempo, pero en la medida en que se forman los complejos la reacción se hace visible”4.

Los principales tipos de aglutinación son tres; directa, indirecta y pasiva. La aglutinación directa
corresponde al antígeno particulado con suficientes determinantes antigénicos para que el
antisuero produzca de manera espontánea la aglutinación. La aglutinación indirecta, es para
reducidos determinantes antigénicos o cuando el anticuerpo no es suficiente por lo que se requiere
de otro reactivo como el anticuerpo anti-inmunoglobulinas. La aglutinación pasiva corresponde a la
utilización de antígenos solubles que se absorben de manera covalente en la superficie de las
partículas.

1Garibay, Adriana. Manual de prácticas de Inmunología. 1a Edición. Editorial UniSon. México.2006.


2 Forbes, Betty. Diagnóstico Microbiológico. 12a Edición. Editorial Médica Panamericana. Buenos
Aires, Argentina. 2009.
3 Siachoque, Heber. Inmunología, Diagnóstico e interpretación de pruebas de laboratorio. 1a

Edición. Centro Editorial Universidad del Rosario. Bogotá D.C. Colombia. 2006.
4 Fiorentino, Susana. La inmunología en el diagnóstico clínico. 1a Edición. Centro Editorial

Javierano CEJA. Santafé de Bogotá, Colombia. 1994.


“Estas reacciones se utilizan preferentemente para identificar bacterias y tipificar globulos rojos, por
lo que puede ser un análisis cualitativo para la determinación de una especificidad como por
ejemplo la determinación del antígeno “D” y puede ser semicuantitativo cuando se busca el título
del anticuerpo para una especificidad conocida”5.

Durante el desarrollo del laboratorio, se realizarán dos tipos de determinaciones, una a partir de
cinco muestras problemas, donde se debe determinar el grupo sanguíneo ABO que presenta y
también, el antígeno D. En la otra determinación, se realizará el mismo procedimiento pero la
muestra proviene de un alumno, al cual se le realiza una punción capilar para determinar su grupo
ABO y la presencia o ausencia del antígeno D. Para esto se observan las aglutinaciones sobre la
placa luego de ir agregando los antisueros anti A, B, AB y O que reaccionarán con los anticuerpos
en la gota de sangre, produciendo la aglutinación, si es que la interaccion Ag-Ac ocurre
correctamente.

Los antígenos situados en la membrana de los glóbulos rojos reaccionan con los anticuerpos y el
resultado de la reacción es la formación de grumos de hematíes o aglutinados. La distancia que
han de salvar los anticuerpos para producir aglutinación es la que guardan entre sí los glóbulos
rojos en suspensión en su propio suero o plasma o en un medio salino isotónico, distancia que
viene impuesta por las fuerzas de repulsión existentes entre los hematíes. La superficie de los
hematíes tiene cargas eléctricas negativas debidas a los carboxilos del ácido siálico de la
membrana. Si los eritrocitos están en suspensión en un medio que contiene iones libres, los
cationes forman una envoltura de cargas positivas alrededor de aquellos convirtiéndolos en
partículas cargadas de electricidad del mismo signo experimentando una fuerza de repulsión entre
ellas. Esta fuerza de repulsión se denomina potencial Zeta.

Las reacciones de aglutinación poseen varias ventajas desde el punto de vista de su utilidad en el
laboratorio; son sencillas de realizar, no requieren de equipamiento para su lectura, son rápidas y
fáciles de implementar. Es por esto, que lo mencionado hace de estas reacciones una valiosa
herramienta para diversos estudios serológicos, es decir, en la búsqueda de anticuerpos
específicos contra agentes patógenos, así como también, para la detección de antígenos en fluidos
biológicos.

OBJETIVOS

- Demostrar la especificidad de la reacción Ag-Ac por medio de la hemaglutinación como método


cualitativo.

5
Palomo, Iván. Fundamentos de Inmunología Básica y Clínica. 1 a Edición. Editorial Universidad de
Talca. Talca, Chile. 2002.
MATERIALES Y PROCEDIMIENTOS.

Materiales:
1. Glóbulos rojos A-B-O
2. Suero fisiológico
3. Set de antisueros para grupos sanguíneos
4. Kit comercial para aglutinación
5. Placas de aglutinación
6. Pipetas Pasteur
7. Bagueta

Procedimiento:

-Las reacciones se realizaron en placas de vidrio, las cuales deben estar limpias, posteriormente se
rotuló para dimensionar el espacio que sería asignado para cada muestra.

-Sobre una placa se depositò separadamente una gota de sangre de las muestras entregadas en
laboratorio, estas tenían una identificación correspondiente la cual era 33, 53, 12, 40, 46 y muestra
sanguínea de un integrante de nuestro grupo.

-Al lado de cada gota de sangre se agregó una gota del antisuero correspondiente.

- Se mezcló siempre en volúmenes iguales.

-Se homogenizó con ayuda de una bagueta diferente cada reacción.

-Se observó la aparición de pequeños grumos de células a contra luz, cuando la reacción es
positiva antes de un minuto.

-Se anotó y se analizaron los resultados obtenidos en relación a especificidad de cada reacción
inmunológica.
RESULTADOS.

Muestra n°33, grupo A Rh(D)


negativo.

Muestra n°53, grupo O Rh(D)


negativo.

Muestra n°17, grupo B Rh(D)


negativo.

Muestra n°40, grupo B Rh(D)


negativo.

Muestra n°46, grupo B Rh(D)


negativo.

Muestra de compañera soledad,


grupo A Rh(D) positivo.

Figura 1: Determinación de grupos sanguíneos


DISCUSION.

La capacidad para transfundir exitosamente sangre total o componentes hemáticos específicos ha


salvado incontables vidas. “En la membrana de los glóbulos rojos existen numerosos tipos
diferentes de antígenos determinados genéticamente. El termino de grupo sanguíneo se aplica a
un sistema bien caracterizado de antígenos producido en el mismo locus genético. En el ser
humano han sido identificados propiamente unos 21 sistemas diferentes de grupos sanguíneos,
siendo los más conocidos el sistema ABO y el sistema Rh, debido a las reacciones ocasionadas al
mezclar sangres no compatibles”6. Las determinantes antigénicas de estos sistemas son moléculas
de carbohidratos, cuya especificidad reside en los azucares terminales de un oligosacárido. Por
esto es que “el anticuerpo anti-A se produce en personas del grupo O y B, y el anti-B en los del
grupo O y B, mientras que las personas del grupo AB, que contienen ambos antígenos, no forman
tales anticuerpos”7.

La aglutinación es un agregado de células o partículas debido a una formación entrelazada. El


fundamento de la aglutinación es una reacción inmunoquímica que produce la agregación de
partículas o células recubiertas de antígeno o anticuerpo y que forman una red entre ellos cuando
el antígeno es compatible con el anticuerpo. La reacción de la aglutinación se produce en dos
fases, la primera en la que se produce el contacto antígeno-anticuerpo sobre la superficie de la
célula empleada, y la segunda en la que los anticuerpos se agregan y se puede visualizar la
aglutinación.

Por lo dicho anteriormente, se puede observar en la imagen 1 que la muestra 33 aglutinó al


agregarle el suero anti-A y el anti-AB, por lo tanto, eso quiere decir que la persona posee antígenos
A en la membrana de los eritrocitos, ya que en estos casos la aglutinación con el suero anti-AB se
utiliza de control. Al no aglutinar con el suero anti-Rh, indica que no hay antígeno Rh en la
membrana del eritrocito, por esto, el grupo sanguíneo de esta persona es A Rh (D) negativo. En la
muestra 53, no hubo aglutinación de ningún tipo, por lo tanto, esto indica que en la membrana del
hematíe no hay presencia de ningún tipo de antígeno, por esto es que el grupo sanguíneo es O Rh
(D) negativo. Por otro lado, en las muestras 17, 40 y 46, hay aglutinación con el suero anti-B y el
suero anti-AB, que como se dijo anteriormente este suero se utiliza como control, pero no hay
aglutinación con el suero anti-Rh, de tal manera que hay presencia de antígeno B en la membrana
del glóbulo rojo, pero no del antígeno Rh, por esto es que el grupo sanguíneo de estas muestras es
B Rh (D) negativo. Por último, en la muestra sanguínea que se le extrajo a un integrante del grupo,
aglutinó con el suero anti-A, anti-AB y anti-Rh, por lo que esto indica que en la membrana de los
glóbulos rojos hay presencia del antígeno A y del antígeno Rh, por lo tanto, el grupo sanguíneo de
esta persona es A Rh (D) positivo.

6
Estrada, mariano. Fisiología II: practicas. 1ª edición. Editorial BUHO. Santo Domingo, República
Dominicana. 1999.
7
Garibay, Mariana. Manual de practicas de inmunología. 1ª edición. Editorial UniSon. Sonora,
México. 2006.
CONCLUSION.

Al finalizar, se concluye que la determinación del grupo sanguíneo se hace para que poder recibir
una transfusión de sangre o un trasplante de manera segura, ya que al no ser del grupo sanguíneo
correspondiente puede generar algún tipo de daño, como la coagulación de la sangre del donante
en los vasos sanguíneos de la persona receptora, ya que, si los tipos de sangre no coinciden, su
sistema inmunitario verá a los glóbulos rojos donados como extraños, y se atacarán a estas células
sanguíneas.
Además, la determinación de grupos sanguíneos da una orientación en las pruebas de paternidad
para determinar o comprobar la compatibilidad de ambos individuos.
Por último, se cumplieron los objetivos planteados al inicio.
BIBLIOGRAFIA.

- Estrada, mariano. Fisiología II: practicas. 1ª edición. Editorial BUHO. Santo Domingo,
República Dominicana. 1999.
- Fiorentino, Susana. La inmunología en el diagnóstico clínico. 1a Edición. Centro Editorial
Javierano CEJA. Santafé de Bogotá, Colombia. 1994.
- Forbes, Betty. Diagnóstico Microbiológico. 12a Edición. Editorial Médica
Panamericana. Buenos Aires, Argentina. 2009.
- Garibay, Mariana. Manual de prácticas de inmunología. 1ª edición. Editorial UniSon.
Sonora, México. 2006.
- Palomo, Iván. Fundamentos de Inmunología Básica y Clínica. 1 a Edición. Editorial
Universidad de Talca. Talca, Chile. 2002.
- Siachoque, Heber. Inmunología, Diagnóstico e interpretación de pruebas de
laboratorio. 1a Edición. Centro Editorial Universidad del Rosario. Bogotá D.C.
Colombia. 2006.

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