El niño debe saber escribir bien los números, aprenderse sus
nombres. Saber leerlos, como paso previo a cualquier tipo de trabajo. Esto está muy bien, es algo previo, necesario, pero no es una tarea automática, sino escrita. Nuestro cometido será realizar un recorrido más detallado por el camino que lleva desde la identificación del cardenal de un conjunto cualquiera hasta su representación gráfica. Las representaciones mentales que surjan en la mente de los alumnos cuando observen la grafía de un número van a depender del recorrido que los mismos hayan hecho para expresar las cantidades que conocen y manipulan a través de un signo o trazo.
La simbolización de los cardinales hasta su expresión en una grafía se
debe desarrollar en cuatro etapas:
1º La representación figurativa. Se cumple cuando el alumno
reconoce conjuntos representados con clara referencia a su naturaleza: un dibujo que representa tres naranjas, o diversos objetos. El alumno los reconoce y es capaz de contarlos. Es necesario trabajar con objetos reales, manipularlos, poner y quitar, comparar, contrastar. Otra forma de trabajar es que los niños representen también conjuntos de dibujos sencillos . 2º La representación simbólica. Tiene que ver con la representación figurativa de los conjuntos, aunque sin estar sometida ni a la rigidez de su disposición ni a la fidelidad a lo representado.
REPRESENTACIÓN REPRESENTACIÓN REPRESENTACIÓN CON
FIGURATIVA SIMBÓLICA SIGNOS
4 CUATRO
Se trata de trazos o dibujos que permiten reconstruir la numerosidad
y, por tanto, establecer o comparar el cardenal respecto al conjunto que representa. En la celda de la derecha aparecen signos que representan ese cardenal. Ya no tienen nada que ver con la realidad, ni con sus representaciones figurativas ni simbólicas. Es algo arbitrario y que hay que aprender. Esta etapa se supera cuando los niños son capaces de reducir la riqueza y complejidad de los conjuntos de objetos a otro conjunto más sencillo que tan sólo guarde relación con el primero a través de su coordinabilidad.
3º La representación símbolo-signo. Aparecen los grafos de los
números, pero con "incrustaciones", con recordatorios. Esta etapa se sitúa en un momento intermedio entre la anterior y la aparición del grafo del número sin ninguna referencia a la cantidad que representa. Es un paso intermedio para los alumnos menos aventajados. La experiencia demuestra que omitir este paso es el origen de muchos de los problemas de aprendizaje posteriores, sobre todo en la resolución de problemas. 4º La representación por los signos. Son los grafos que representan a los números. Contempla la representación gráfica de los números a través de sus signos sin ningún tipo de referencia a la numerosidad o a la cardinalidad del conjunto que representan. Cierra el proceso por el que el niño comienza su alfabetización en el mundo nada fácil de los números.
Esta imagen resume gráficamente la progresión a seguir: trabajo con los
objetos, con su representación simbólica, con su mezcla de símbolo-signo y, por último, con la cifra indoarábiga.