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“ELIMINACION DE XENOBIOTICOS”
INTEGRANTES:
SANCHEZ ANGELES, STEFFANY
SEVILLA NIEVES, PATRICIA
VALVERDE RUIZ, SELENE
YEPEZ CUADRA, MELISSA
VI CICLO
2018
Contenido
I. INTRODUCCIÓN 3
II. EXCRECIÓN DE XENOBIÓTICOS 3
Excreción renal 4
La filtración glomerular 4
Secreción tubular 4
La reabsorción tubular 5
Excreción hepática o biliar 5
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EXCRECIÓN Y ELIMINACIÓN DE XENOBIÓTICOS Y SUS
METABOLITOS
I. INTRODUCCIÓN
Nuestro organismo, en forma constante, se encuentra en contacto con innumerables
sustancias químicas, las que pueden ingresar por ingestión, inhalación o absorción a
través de la piel y mucosa intestinal. Estas sustancias pueden o no causar daño
dependiendo de su concentración y su transformación en los tejidos de nuestro
organismo, las que han sido denominadas xenobióticos. (Bornaz, 2010)
La palabra xenobiótico deriva del griego xeno (extraño) y bio (vida), el término
xenobiótico es entonces un compuesto químico extraño a nuestro organismo que ha
ingresado por cualquiera de las vías que hemos señalado. Cada xenobiótico es
sometido a procesos de transformación con la finalidad de hacerlo menos dañino,
procesos que se conocen con el nombre de Metabolismo de xenobióticos; pero a veces
la transformación del xenobiótico puede dar origen a compuestos más dañinos. Por
ejemplo, el metanol se transforma en nuestro organismo en formaldehído y ácido
fórmico, sustancias más dañinas que el metanol.Por tal razón ya no cabe utilizar el
término detoxificación, que en este caso no lo habrá; es preferible utilizar el término
metabolismo de xenobióticos o biotransformación. Ninguna sustancia química es
totalmente inocua para nuestro organismo, en determinada concentración puede causar
daño; incluso el oxígeno, tan vital, a elevadas concentraciones. Pero nos interesa
principalmente las sustancias extrañas a nuestro organismo. (Murray, 2005)
No solo es importante conocer la dosis letal de estas sustancias, sino también aquellas
otras que no causan daño inmediato, pero que al ser administradas en pequeñísimas
cantidades y en forma frecuente son potencialmente dañinas. Quizá este tipo de
sustancias sean ahora las más interesantes, porque causan daño solapado, que podría
estar relacionado, por ejemplo, con la aparición de un cáncer. (Bornaz, 2010)
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- El peso molecular del fármaco: peso molecular bajo (<200) se eliminará por la
orina, mientras que los de peso molecular alto (>200) lo hacen a través de la
bilis. La aspirina por ejemplo al tener un peso de 180 KD se excretará por orina.
- De la presencia de grupos polares: a mayores grupos polares pasa peor por las
membranas.
- De la capacidad del fármaco para ionizarse.
A. Excreción renal
Los riñones están principalmente y perfectamente designados para la excreción.
Estos órganos participan en la eliminación de muchos productos del
metabolismo normal y la mayoría de los xenobióticos polares y metabolitos
hidrofílicos de xenobióticos lipofílicos procedentes del medio ambiente. La
unidad funcional del riñón es la nefrona. Los riñones humanos contienen aprox.
2.400.000 nefronas, en las que tienen lugar 3 grandes procesos:
a. La filtración glomerular
Es la etapa inicial en la formación de la orina. Consiste en el filtrado pasivo
del plasma como resultado de su paso por los poros glomerulares.
Selecciona únicamente por el tamaño y cualquier soluto libre en plasma de
tamaño suficientemente pequeño (peso molecular inferior a 5000 Da)
atravesará los poros y aparecerá en este filtrado. Pequeñas moléculas que
se unen o absorben inespecíficamente a otras moléculas más grandes que
no son capaces de pasar a través de los poros glomerulares pueden estar
ausentes del filtrado junto con moléculas de elevado peso molecular. Así, la
filtración glomerular produce un ultrafiltrado de plasma sanguíneo
conteniendo sustancias tóxicas y sus derivados en aprox. las mismas
concentraciones que en sangre.
b. Secreción tubular
Tiene lugar en el túbulo proximal. Los mecanismos de secreción tubular
transportan solutos desde el fluido peritubular al lumen del túbulo. Es
selectiva y puede ser activa y pasiva. Un mecanismo activo (requiere
portador y una fuente de energía), actúa para la secreción de un número de
ác. orgánicos, incluyendo el ác. glucurónido y conjugados de sulfato, y un
segundo mecanismo activo segrega bases orgánicas fuertes. La alteración
del pH influye en la difusión de compuestos ionizables a través de las
membranas de las células adyacentes. La secreción de bases débiles y al
menos dos ácidos débiles ocurre por un mecanismo pasivo que es ventajoso
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por el hecho de que estos compuestos son mucho más lipofílicos en la forma
no ionizada y así, más difundibles a través de la membrana de las células
del túbulo.
c. La reabsorción tubular
Dado que el filtrado glomerular contiene mucho volumen y solutos que son
necesarios para la fisiología normal del organismo, la mayoría del filtrado y
su contenido debe ser recuperado. Así, la glucosa, aminoácidos, minerales,
ciertos cationes, proteínas y un número de otros ácidos orgánicos son
activamente reabsorbidos. Las sustancias tóxicas semejantes a estos
metabolitos competirán con ellos por la reabsorción. De esta forma, no solo
se acumularán estos compuestos en el organismo, sino que parte de su
toxicidad puede ser debida a que provocan la pérdida de los metabolitos
correspondientes en la orina. El agua y los iones cloro son pasivamente
reabsorbidos como resultado de los gradientes osmótico y electroquímico
generados por el transporte activo de sodio y potasio. La reabsorción de
xenobióticos es en la mayoría de los casos pasiva. Los compuestos
lipofílicos, al atravesar mejor las membranas, se reabsorben en mayor
proporción que los xenobióticos polares o desechos endógenos, y la
excreción renal de xenobióticos lipofílicos es proporcionalmente menor.
El que una sustancia se reabsorba o no depende de:
- Liposolubilidad del compuesto: a mayor liposolubilidad, más apolar,
por tanto, más cantidad se reabsorbe.
- pH de la orina: al variar el pH de la orina, varía el grado de ionización,
los xenobióticos que sean ácidos débiles se reabsorberán mejor
cuando el pH de la orina sea mayor o más alcalino, las bases se
reabsorberán mejor a pH más bajos. La orina tiene un pH de 6,3, en
función de lo que se ingiera este pH variará, por ejemplo, legumbres y
verduras son alcalinizantes, por el contrario, las carnes son
alcalinizantes.
B. Excreción por Heces y Hepática o biliar
1. Las heces son otra ruta importante de excreción. Consisten de la ingesta
no absorbida, secreciones biliares, secreciones intestinales y microflora.
Cualquier dosis oral que no se absorbe se elimina con las heces y no
existe la absorción 100%. La flora microbiana puede bioacumular
compuestos y como parte de ella es eliminada en las heces, esto
contribuye a la excreción de tóxicos. Hay también una pequeña
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contribución de la difusión pasiva de algunos compuestos de la sangre al
intestino.
Circulación enterohepática
Las sales biliares en forma no ionizada, son reabsorbidas con los constituyentes
grasos de la dieta por un mecanismo conocido como circulación enterohepática.
La mayoría del material reabsorbido es devuelto al hígado, pero una parte puede
entrar en la circulación general para ser finalmente excretada por el riñón.
Algunos compuestos químicos, especialmente nitrobencenos, se sabe que son
más tóxicos como resultado de la acción microbiana intestinal sobre metabolitos
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excretados en la bilis y reabsorbidos en la circulación enterohepática. La acción
de otras drogas y compuestos químicos son ampliadas e intensificadas como
resultado del tiempo pasado en la circulación enterohepática. Al prolongar la
duración de la acción del xenobiótico, puede concluirse con el envenenamiento
acumulativo de las células del hígado. (Blanco, 2016)
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2) Efecto del peso molecular sobre la excreción
Además de los factores vistos hasta ahora, el Pm puede influir en la excreción
por orina o heces. Así, se ha publicado que el Pm crítico a partir del cual existe
una excreción significativa por heces es 325 para la rata y 475 para conejos y
humanos. Esta relación es dramática en algunos conjugados glucurónicos, sin
embargo, no siempre se mantiene. Hay un número de polímeros solubles en
agua, de Pm 25000, que se excretan fácilmente en orina. Muchos
compuestos orgánicos aumentan su solubilidad en lípidos al aumentar su Pm.
Este aumento es especialmente dramático cuando se añade Pm en forma de
halógeno. Por ello, el aumento del Pm de bifenilos policlorados y otros
compuestos aumenta su excreción en bilis contra orina al aumentar la solubilidad
en lípidos y por ello la reabsorción de los túbulos renales. Los polímeros solubles
en agua excretados en la orina pueden ser demasiado polares o demasiado
grandes para ser reabsorbidos de los túbulos.
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IV. OTRAS RUTAS DE ELIMINACIÓN
La eliminación de xenobióticos se define como el movimiento pasivo de xenobióticos del
cuerpo, generalmente asociado a la eliminación de otras sustancias en el tejido
implicado. Sería así un proceso secundario a la excreción (función primaria que implica
gasto de energía al mover el xenobiótico en contra de gradiente de concentración).
Algunos órganos y tejidos que no de forma principal pero sí están implicados en la
eliminación de xenobióticos son:
A. Pulmones
Cualquier compuesto en sangre suficientemente volátil (CH3-CCl3) pasará a
través de la membrana alveolar a los pulmones (difusión pasiva) y será exhalado.
El grado de eliminación dependerá de la solubilidad en sangre, volumen de
respiración y el flujo de sangre a los pulmones. La baja solubilidad en sangre
permite una excreción rápida y está limitada por la perfusión (flujo de sangre),
mientras que para los compuestos con una alta solubilidad en sangre su
excreción está limitada por la ventilación. Entre los compuestos que salen
principalmente por exhalación se encuentran gases anestésicos (éter),
pesticidas fumigantes (paraquat), algunos solventes orgánicos volátiles, y
metabolitos volátiles de algunos xenobióticos no volátiles.
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mercurio, cadmio y plomo. No se conoce bien el mecanismo, pero las
células del intestino que se desprenden parecen ser las mayores fuentes
del mercurio fecal.
3. Finalmente, los xenobióticos lipofílicos son lentamente eliminados
del intestino por la constante renovación del contenido intestinal y el
equilibrio pared intestinal/contenido, por un mecanismo de difusión
pasiva. Entre estos xenobióticos se encuentra la tetracloro
dibenzodioxina y kepone.
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VI. XENOBIÓTICOS Y EL MEDIO AMBIENTE
ALGUNOS CONTAMINANTES:
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que la mayoría del agua potable proviene de acuíferos subterráneos. Que un
pesticida no sea biodegradable podría parecer una cualidad necesaria, puesto
que su acción biocida se mantendrá durante más tiempo. Sin embargo, también
existen pesticidas naturales muy eficaces que son biodegradables. La legislación
medioambiental en muchos países desarrollados contempla el estudio de la
persistencia y biodegradabilidad de pesticidas antes de aprobar su utilización.
Lamentablemente, en países poco desarrollados esta legislación es poco
restrictiva o inexistente y se utilizan profusamente pesticidas cuyo uso está
prohibido en otros países. Algunos pesticidas muy resistentes a la
biodegradación, como el insecticida DDT, fueron utilizados en el pasado de
forma abusiva, pero están actualmente prohibidos.
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metabolizados eficientemente por los microorganismos a menos que se
suministren fuentes de nitrógeno y fósforo adecuadas. Un segundo factor que
limita la degradación del petróleo es la insolubilidad en agua de la mayoría de
sus componentes, lo que limita su biodisponibilidad, es decir, la facilidad con la
que serán captados por los microorganismos. Muchos microorganismos han
desarrollado diversas estrategias para poder captar los hidrocarburos insolubles
más eficientemente. Las más comunes son la excreción al medio de moléculas
que facilitan la solubilidad o la dispersión de estos compuestos en el agua
(biosurfactantes), o el desarrollo de superficies celulares hidrófobas que
permiten al microorganismo adherirse a la interfase entre el agua y el petróleo,
captando así los hidrocarburos directamente sin necesidad de que se disuelvan
previamente en el agua. Un tercer factor que limita la biodegradación del petróleo
es la relativa toxicidad de muchos de sus componentes. Moléculas como el
benceno, el xileno, y todos sus análogos son bastante tóxicos y normalmente
sólo se degradan bien si están en concentraciones moderadas. Asimismo,
muchos compuestos poliaromáticos tienen actividad mutagénica. Finalmente, la
disponibilidad de oxígeno es también muy importante. La biodegradación de
petróleo en suelos contaminados es relativamente eficiente en la zona más
superficial, en la que hay oxígeno, pero es muy lenta en capas más internas (a
más de 10 centímetros de profundidad), donde el oxígeno escasea. Aunque
existen microorganismos capaces de degradar hidrocarburos en ausencia de
oxígeno (anaeróbicamente), crecen más lentamente que los microorganismos
aeróbicos, y el proceso biodegradativo es menos eficiente. Por lo tanto, la
inyección de aire (oxígeno) en el subsuelo de zonas contaminadas por
hidrocarburos (petróleo o gasolinas, por ejemplo), o la aireación del terreno por
otros métodos mecánicos, acelera sustancialmente la biodegradación.
ELIMINACIÓN
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lugar contaminado suministrando nutrientes (bioestimulación), o se pueden
añadir organismos con propiedades especificas para degradar el contaminante
(bioincremento). En el tratamiento ex situ, el contaminante es transportado a
una planta de procesamiento donde se trata en reactores con microorganismos
degradadores especializados. Cuando el contaminante no se puede
biodegradar, como sucede con los metales pesados, la estrategia utilizada es la
bioacumulación, es decir, la acumulación del contaminante en el interior del ser
vivo y la posterior retirada del organismo que ha acumulado el contaminante.
Los microorganismos suelen ser los seres vivos más utilizados en
biorremediación, aunque cada vez está más extendido el uso de las plantas en
estas tareas (fitorremediación), especialmente en los casos que requieren la
bioacumulación.
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Esta técnica puede ser muy útil para recuperar lugares que nunca han estado
expuestos a contaminación artificial, pero que contienen sustancias en
concentraciones suficientemente elevadas como para que sean altamente
perjudiciales para el ser humano y para el ecosistema.
Hay diversas formas de utilizar los organismos del suelo para descontaminar un vertido.
Una opción es la llamada “biorremediación intrínseca”, una aproximación pasiva en la
que, después de una estimación del riesgo, se opta por dejar transcurrir el proceso de
biodegradación natural en condiciones controladas. Otra alternativa es la
bioestimulación, una estrategia activa que pretende modificar las condiciones
ecológicas del suelo (nutrientes, aireación, pH, humedad, etc.) para que la actividad
degradativa de interés pueda desarrollarse en condiciones óptimas. La versatilidad
fisiológica de las poblaciones microbianas del suelo es enorme, siendo capaces de
degradar espontáneamente un gran número de sustancias presentes en los vertidos.
No obstante, este proceso suele ser lento. Muchas de las tecnologías de
biorremediación in situ que ya han tenido éxito con contaminantes como petróleo o
disolventes orgánicos se basan en la estimulación de las poblaciones autóctonas. Un
ejemplo típico es la técnica de laboreo (“land-farming”), tradicionalmente utilizada por la
industria petrolífera para tratar sus residuos en el suelo, y que se aplica también para la
biorremediación de sitios contaminados. La técnica consiste básicamente en la adición
de fertilizantes con nitrógeno y fósforo (en cantidades proporcionales a la cantidad de
carbono presente en el vertido), la aireación periódica del suelo, y el mantenimiento de
niveles de pH y humedad óptimos para la actividad microbiana.
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industriales y agrícolas (nitratos, fosfatos). También es posible diseñar biofiltros
para la inmovilización de contaminantes que no se pueden degradar, como los
metales (cadmio, mercurio, o uranio). El uso de biofiltros en tareas de
descontaminación o de tratamiento de efluentes industriales representa una
alternativa atractiva frente a otros métodos de filtrado y tratamiento menos
selectivos basados en métodos no biológicos. Como en los biofiltros los
microorganismos se mantienen confinados y no se liberan al medio ambiente,
constituyen una estrategia muy segura para el empleo de organismos que han
sido genéticamente modificados para mejorar sus propiedades degradativas.
LOS LODOS ACTIVOS de las depuradoras están formados por una población
heterogénea de microorganismos que mediante reacciones metabólicas
diversas degradan la materia orgánica que entra en la depuradora. Por lo tanto,
las depuradoras actúan como reactores biológicos donde los microorganismos
se mantienen en contacto con el agua residual a tratar, bajo condiciones de
mezcla y aireación controladas, para conseguir el grado de depuración deseado.
El tiempo de contacto entre el agua residual y los microorganismos determinará
el rendimiento de depuración alcanzado en el tratamiento.
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diferencia entre una depuración eficaz o una depuración incompleta, o incluso
nula
VII. BIBLIOGRAFÍA
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