MODULO IV

CARGAS EMOCIONALES

¿Qué es lo que hemos visto hasta ahora?

TENGO QUE...

CARGA EMOCIONAL

QUEJA

JUEGOS JUSTIFICACION

ES
Nuestros juegos: esas conductas o roles que yo asumo en determinados
momentos; y esos juegos me llevan a justificarme con esas creencias que se han
ido asentando dentro de mí, y esas justificaciones me llevan a tener que volver a
realizar el juego, y me vuelvo a justificar porque tengo que... y se empieza a
convertir en un círculo vicioso, en un volcán que se retroalimenta. Si yo lo dejo
seguir, el resultado de ese volcán, lo que lo alimenta, es la QUEJA, que podemos
definir como primer síntoma de la carga emocional. Como también veíamos, la
queja es una petición de cambio. Si esa queja no la freno y, por el contrario, la dejo
crecer y crecer, ese volcán se llenará de lava, y llegará un momento que se
desborde, y es entonces cuando aparece la carga emocional, pudiendo incluso
llegar a estallar, dejando a su paso víctimas que, normalmente, no tienen mucho
que ver con esa situación que lo generó.

¿Qué es una carga emocional?

Una carga emocional es cualquier estado que nos cause incomodidad, malestar,
disconformidad... Cuando ocurre algo que nos perturba, decimos que sentimos una
carga emocional. Son sentimientos heridos. La base de esas cargas emocionales
son las propias emociones. Partimos de la base de que las emociones no son ni
positivas ni negativas; lo que es positivo o negativo es el uso que hagamos de esas
emociones.
Según un estudio llevado a cabo en los años 70, todos los seres humanos sentimos
miedo, tristeza, enfado, asco, sorpresa y alegría. Estas son las denominadas
emociones básicas. Y las expresamos de la misma manera, independientemente de
nuestra cultura, raza, sexo o etnia.

Las emociones son fundamentales, ya que nos dan la información que necesitamos
para responder, adaptarnos e interrelacionarnos con el medio. Por ello debemos
aprender a reconocerlas y canalizarlas.

EMOCIÓN INFORMACIÓN

ALEGRÍA Entusiasmo, disposición, consecución de una meta

MIEDO Seguridad, protección, necesidad de amor
TRISTEZA Abandono de algo, pérdida
ENFADO Amenaza, defender mis límites
ASCO Rechazo, expulsión
SORPRESA Descubrimiento, orientación

Estas emociones tienen una misión: darnos información sobre nosotros en relación
a nuestro entorno.
 La alegría nos informa de que estamos entusiasmados, en disposición a
hacer algo.
 El miedo nos informa de que necesitamos protección, seguridad...
 La tristeza nos informa de la pérdida de algo, de que sentimos abandono.
 El enfado nos informa de que nos sentimos amenazados, de que algo o
alguien ha superado nuestros límites.
 El asco nos informa de algo que nos desagrada, que nos produce rechazo.
 La sorpresa es una emoción neutra que nos informa de que hemos
descubierto algo y nos orienta: si el estímulo es positivo, nos orientará
positivamente, mientras que si el estímulo es negativo, lo hará
negativamente.

Sentir estas emociones es saludable, es algo sano y necesario, ya que, como se ha

comentado, nos informan de nuestra situación en relación con el entorno; pero
cuando estas emociones no las dirigimos adecuadamente, es decir, no las
canalizamos, pasan a convertirse en una carga emocional, es decir, se convierten en
una emoción que se ha apoderado de nosotros y a la cual no le damos salida (nos
 dejamos arrastrar por ellas). Cuando esto ocurre ya no son sentimientos sanos y los
máximo perjudicados somos nosotros, convirtiéndose en cargas emocionales.

EMOCIÓN INFORMACIÓN CARGA EMOCIONAL

ALEGRÍA Entusiasmo, disposición, consecución de una meta Euforia

MIEDO Seguridad, protección Ansiedad, inseguridad
TRISTEZA Abandono de algo, pérdida, necesidad de amor Depresión, soledad, víctima
ENFADO Amenaza, defender mis límites Ira, culpa, resentimiento
ASCO Rechazo, expulsión Intolerancia, alejamiento
SORPRESA Descubrimiento, orientación Estupefacción, desconcierto

Siguiendo con las emociones básicas antes descritas:

 Cuando la alegría no la canalizamos bien, puede llevarnos a estados de
euforia donde podemos tomar decisiones sin ser nosotros dueños de la
situación, con lo que posteriormente nos podemos arrepentir.

 El miedo mal canalizado, pasa a ser un sentimiento enquistado (carga

emocional) en forma de ansiedad, inseguridad...

 Si la tristeza no la dirigimos adecuadamente, la carga emocional

correspondiente sería la sensación de apatía, soledad, depresión o
sentimiento de víctima. Hay que tener claro que la emoción de la tristeza es
sana ya que nos sentimos tristes cuando ha existido un acontecimiento, una
pérdida, ha habido un período de duda: La solución es no anclarnos en ella
porque si no, podemos crear un sentimiento de víctima, de autocompasión
excesiva.
Lo único que se puede hacer con la tristeza es enfrentar el dolor.
Permitirlo, aceptarlo, experimentarlo y expresarlo, para sobrevivirlo y
llevarlo a su fin. La evitación y la lucha contra el dolor simplemente
prolongan el sufrimiento

 El enfado es otra emoción básica que si no la manejamos correctamente,

podemos llegar a construir sentimientos como la ira, la culpa, el
resentimiento... El enfado es una emoción curiosa ya que se dice que “el
enfado se va construyendo sobre sí mismo”. Por ello, si no dejamos el
tiempo suficiente para que esa emoción se “diluya”, aparecerá un segundo
 enfado que se construye sobre el primero, por lo que nuestro umbral de
sensibilidad ante esta emoción irá en aumento, estallando finalmente ante
situaciones insignificantes; lo que comúnmente decimos de “la gota que
colma el vaso”.
El enfado parece ser el estado de ánimo más persistente y difícil de
controlar. De hecho, el enfado es la más seductora de las emociones
desagradables porque proporciona argumentos convincentes para
justificar el descargarlo sobre alguien. El enfado resulta energizante e
incluso euforizante. Cuantas más vueltas demos a los motivos que
nos llevan al enojo, más “buenas razones” y más justificaciones
encontraremos para seguir enfadados. Los pensamientos obsesivos
son la leña que alimenta el fuego de la ira.
Estas percepciones actúan como detonante de una respuesta doble
del cerebro. Por una parte, libera la secreción de catecolaminas*
(neurotransmisor) que generan un acceso puntual y rápido de la
energía necesaria para emprender una acción decidida tal como la
lucha (a través de la agresión física o verbal) o la huida (“ahí os
quedáis”, “yo me largo”). Esta descarga permanece varios minutos.
Mientras tanto, otra oleada energética activada por la amígdala se
desplaza a lo largo del sistema nervioso. Esta excitación puede
perdurar horas e incluso días, manteniendo al cerebro emocional
predispuesto a la hipersensibilidad.
Zillman considera que un primer modo de restar fuerza al enfado
consiste en prestar la máxima atención y darnos cuenta de los
pensamientos que desencadenan la primera descarga de enojo. El
momento de intervención es sumamente importante, porque cuanto
antes lo hagamos, mejores resultados obtendremos.
“No expreses enfado a menos que seas capaz de manejar lo que
viene después de la expresión”

*Catecolaminas: grupo de compuestos que incluyen adrenalina, noradrenalina y

dopamina. Se producen en la glándula suprarrenal y en las terminaciones
nerviosas. Las catecolaminas circulantes tienen que ver con la actividad del sistema
nervioso simpático, y con la respuesta al estrés. Si se produce en exceso, pueden
originar hipertensión arterial.

 El asco es otra emoción básica que, si no se canaliza bien, nos lleva a la

intolerancia y/o al alejamiento de personas y situaciones.
  La sorpresa si no se dirige adecuadamente, nos conduce a un estado de
estupefacción, de desconcierto, de shock.

La carga emocional la podemos comparar a una “olla exprés”, que se va calentando

poco a poco, hasta que llega un punto que ha alcanzado tanta temperatura que
llega a estallar. Este es el reflejo de la carga emocional acumulada.

VAMOS A TRABAJARLO:

¿QUÉ PUEDO HACER CUANDO ME ENCUENTRO EMOCIONALMENTE

CARGADO? ¿CÓMO PUEDO CANALIZAR ESAS EMOCIONES?

La manera de aprender a canalizar o regular las emociones es conociéndolas y

experimentándolas, siguiendo el ciclo de la autorregulación emocional:

a) Auto-observación: consiste en observarse y darse cuenta de nuestra forma de

proceder.
b) Auto-evaluación: consiste en valorar si queremos actuar así o no.
c) Auto-refuerzo: se refiere a que uno mismo sea capaz de proporcionarse
gratificaciones.

Y eso es lo que vamos a hacer, un EJERCICIO que nos permita desgranar la carga

emocional. El patrón que vamos a utilizar es como sigue (por parejas):

Recuerda cuando sentimos una carga emocional.

AUTO-OBSERVACIÓN
 ¿Qué emoción sentiste?
 ¿Cómo provocaste la carga emocional?
AUTO-EVALUACIÓN
 ¿Qué beneficio obtuviste con esa carga?
 ¿Qué efecto negativo produjo?
AUTO-REFUERZO
 ¿Cómo podrías ser más efectivo?
¿QUÉ SOLUCIONES O ALTERNATIVAS TENEMOS?

ANTES:
Cuando nos encontramos ante una carga emocional: ¿qué puedo hacer en el
momento?
1. Detecta los primeros signos de la carga emocional para evitar el secuestro emocional (que la
emoción se apodere de nosotros).
2. En el momento inicial canaliza preguntándote.
a. Es esto lo suficientemente importante para que yo me enfade, me
entristezca, me sienta...
b. Está justificado que me enfade/ me entristezca/ me sienta....
c. Va a mejorar las cosas que yo me enfade/ me entristezca/ me
sienta...
Ante estas preguntas debemos encontrar una respuesta. Si se considera que va a
ser beneficioso el expresar esa carga emocional, que está justificada, que es lo
suficientemente importante y que van a mejorar las cosas, entonces hazlo, eso te
ayudará a desahogarte. Si por el contrario alguna de estas preguntas te plantea
dudas del beneficio que puedas obtener y piensas que puede tener repercusiones
negativas, entonces deberías replantearte la situación y buscar otra solución más
efectiva (un parche por ejemplo, como período de enfriamiento, aunque este no
será de ninguna utilidad si lo empleamos en seguir alimentando la cadena de
pensamientos irritantes, ya que cada uno de ellos constituye, por sí mismo, un
pequeño detonante que hace posible nuevos brotes de cólera.)

...Y CUANDO ESTÁS SUBIDO EN LA EMOCIÓN:

1. LIMPIEZA:
a. Parches. Los parches son situaciones que el ser humano busca para
liberarse de una carga emocional. Se trata de ir enfriando la situación.
Existen dos tipos de parches:
  Parches aceptados: aquellos que por sus características no nos
perjudican ni conllevan efectos La función de estos parches es
bajar nuestro nivel de carga emocional para evitar la
“explosión” de la emoción.
 Parches no aceptados: aquellos que por sus características, son
dañinos para nosotros y para los demás.
b. Desahogo con personas neutras. Esta sería otra forma de limpieza en
la que una persona se libera emocionalmente con otra que no pertenece
a esa situación o contexto que le ha provocado la carga emocional, y que
además, sea una persona objetiva.
 Permite también rebajar la intensidad de nuestro volcán.
c. Desgranar la carga emocional con un patrón como el que hemos
visto o uno más complejo: PROCESO EMOCIONAL BÁSICO (al final)
2. PEDIR:
Otra forma de superar una carga emocional es pedir lo que quieres de la
manera que quieres. Si una situación no te agrada o te disgusta y querrías otra
cosa, puedes expresarlo de manera positiva y asertiva para que los demás
sepan qué es lo que esperas. Tal vez así se solucionen las cosas.
3. PEDIR APOYO A UN PROFESIONAL:
Cuando nos encontramos ante cargas emocionales especialmente delicadas y
demasiado enquistadas, deberíamos acudir a un profesional especializado que
nos apoye en la limpieza, pues con algunas especialmente peligrosas (como
sentimientos de víctima, de culpa, resentimientos...) los verdaderos
perjudicados de todo eso somos nosotros.

COMO CIERRE, HILÁNDOLO CON EL GLOBO POSITIVO:

¿Y qué pasará con ese globo positivo si, cuando salgamos, nos lo llevamos a casa?
¿Cómo estará mañana, y dentro de una semana? Que se irá desinflando; con
nuestros sentimientos positivos pasa lo mismo: nuestra misión es cada día, inflar
nuestro globo positivo con esas cosas que nos hacen sentir bien, de tal forma que
permanezca esplendoroso en todo momento.