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alternativa
de solución...
dicen los
médicos
AA como
alternativa
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dicen los
médicos
AA como
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dicen los
médicos
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dicen los médicos
Índice
Tema Página
Presentación…………………………………….. 3
Introducción……………………………………… 4
Capítulo I 5
Opinión de los médicos que han atendido
profesionalmente al enfermo alcohólico……… 5
Capítulo II 32
Trabajo social orienta al enfermo alcohólico y
a la familia con respecto a la Agrupación de
Alcohólicos Anónimos…………………………. 32
Capítulo III 36
Llevando el mensaje de Alcohólicos Anóni-
mos a los enfermos de alcoholismo encama-
dos en los hospitales…………………………… 36
Capítulo IV 39
Seguimiento del enfermo alcohólico, por el
hospital, por medio de carnet o cartilla……….. 39
Capítulo V 42
Experiencias de enfermos de alcoholismo que
han sido tratados por la medicina y continúan
viviendo en sobriedad en Alcohólicos Anóni-
mos……………………………………………….. 42
AA como
alternativa
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Sección México 3
Presentación
Introducción
Los médicos que han tratado directamente al paciente
con síntomas relacionados con el consumo anormal del
alcohol, han recomendado a la Agrupación de Alcohólicos
Anónimos como una alternativa a la solución de su pro-
blema.
Capítulo I
Opinión de los médicos que han atendido profe-
sionalmente al enfermo alcohólico
Alcoholismo
Millones de personas de todo el mundo luchan con esta
enfermedad funesta que afecta al hombre entero: física,
mental, psicológica y espiritualmente. El alcoholismo es
incurable y la única manera de liberarse es la abstinencia
total; el alcohol no es esencial para la vida. Por lo tanto, la
persona puede mantenerse alejada de él.
¿Qué podemos hacer cuando se nos solicite ayuda de al-
gunos amigos o parientes? Examinarse con franqueza.
El primer problema que encontramos como profesionales,
es enfrentarnos con la negación. El negar que es alcohó-
lico es uno de los mayores obstáculos que el enfermo tie-
ne que superar, porque la negación es una forma de no
ser sincero consigo mismo, es racionalizar con un propó-
sito: proteger la libertad de beber justificándose: “No soy
tan malo”. Quizá razone: “Tengo mi familia, empleo, dine-
ro, prestigio y poder”. Sin embargo, la negación impide
que los amigos, o profesionales, los puedan ayudar a sa-
lir adelante.
Cuando un amigo o un familiar se nos acerca y nos dice
que está preocupado porque su enfermo está bebiendo
demasiado, lo que nos compete hacer, a los médicos, es
un examen franco y serio de su enfermedad.
¿Puede vivir sin alcohol una semana entera, todo un mes
o varios meses?, de no ser así, ¿a qué se debe? No debe
ser como el hombre que se engaña con razonamientos
falsos: “Este es semejante al hombre que mira su rostro
natural en un espejo, pues se mira y se va, e inmediata-
mente olvida qué clase de hombre es”.
Un alcohólico, cuando inicia su actividad alcohólica, hace
periodos de abstinencia y esto lo hace creer que puede
vivir y estar capacitado para no usar la droga en breve
tiempo, piensa que ya está curado. Esta manera de razo-
nar crea la peor clase de adicción, es el primer paso a la
recaída a fin de recibir la negación de la realidad. No de-
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dicen los médicos
C a p í t u l o II
Trabajo social orienta al enfermo alcohólico, y a
la familia, con respecto a la Agrupación de AA
Un hospital de Naucalpan, en sus trece años de funcio-
nes, ha tenido una relación estrecha con grupos y aso-
ciaciones que nos brindan apoyo en la recuperación y re-
habilitación de nuestros pacientes hospitalizados.
Uno de ellos es Alcohólicos Anónimos por su trascenden-
cia y constancia. Cada lunes brinda una información al
público en general, y atiende a pacientes en el área de
hospitalización, mismos que le son canalizados por traba-
jo social al conocer la angustia y desesperación que viven
los familiares (esposa, hijos y padres), al no encontrar so-
lución a un problema crónico de alcoholismo, y donde el
desgaste físico, moral y económico es vivido por cada
uno de ellos.
Es por ellos que el equipo de trabajo social favorece a la
población usuaria, enviando y conectando a pacientes
con este padecimiento a un Grupo de AA, tratando de
buscar una alternativa a su problema con el alcohol.
Hasta el momento hay quienes han logrado una buena
recuperación y otros, simplemente se han quedado en el
camino, regresando al hospital, pero no han logrado vol-
ver a su hogar.
Capítulo III
Llevando el mensaje de Alcohólicos Anónimos a
los enfermos de alcoholismo encamados en los
hospitales
Es importante que los directores de las instituciones hos-
pitalarias conozcan cuál es el objetivo que perseguimos
como Agrupación de Alcohólicos Anónimos, a todas
aquellas personas que desean dejar de beber y la nece-
sidad de que nos brinden la oportunidad de llevar el men-
saje de AA, a los pacientes que aún desconocen que el
alcoholismo es una enfermedad. A continuación descri-
bimos brevemente la manera de hacerlo:
I. Fase inicial, llevar el mensaje de AA a los en-
camados en el piso de hospitalización:
a) Se visita a los encamados que, a juicio del médico, su
padecimiento esté relacionado con el consumo de al-
cohol. Esta información se recaba del área de medici-
na interna del piso de hospitalización.
b) Esta labor de visitar al encamado la realizan los
miembros de AA, los cuales tienen la experiencia para
tal fin. Observando que los hombres sean visitados
por hombres y las mujeres por mujeres.
c) Los lineamientos bajo los cuales se realizan las visi-
tas, los establecen las autoridades del hospital. Estos
lineamientos pueden ser entre otros: días de acceso,
horario de visita a los encamados, forma de registro
para el ingreso, número de miembros de AA que pue-
den ingresar...
d) Los AA tienen la responsabilidad de respetar los li-
neamientos establecidos por la institución hospitalaria,
así como de mantener informadas a las autoridades
de la institución de cómo se están realizando las acti-
vidades de AA.
Sección México 37
Capítulo IV
Seguimiento del enfermo alcohólico, por el hos-
pital, por medio de carnet o cartilla
Carnet o cartilla de asistencia
Es un formato donde se registran, en orden cronológico,
las asistencias a una Reunión de Alcohólicos Anónimos
de un prospecto canalizado por un profesional.
Contiene datos primarios como:
1. Nombre y dirección del Grupo al que se asistirá a las
reuniones.
2. Nombre del prospecto.
3. Fechas de asistencia a las reuniones.
4. Firma del responsable del Grupo (una por Reunión).
¿Cómo se utiliza?
El profesional entrega al prospecto su carnet o cartilla de asis-
tencia con los datos que juzgue conveniente, y establece un
período de tiempo para que éste le sea devuelto con las fir-
mas requeridas, o al término del tiempo mínimo necesario de
permanencia en los grupos de AA.
¿Cuándo se utiliza?
Cuando el profesional desea tener una constancia o con-
trol sobre las asistencias del prospecto.
Ventajas de uso:
1. Es una forma de persuadir al prospecto a que asista a
las reuniones y permanezca en ellas. La obligación de
asistir la determina el profesional. AA sólo recibe a la
persona y le trasmite su experiencia fortaleza y espe-
ranza.
2. El profesional individualiza una actividad grupal.
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dicen los médicos
Capítulo V
Experiencias de enfermos de alcoholismo que
han sido tratados por la medicina y continúan vi-
viendo en sobriedad en Alcohólicos Anónimos
Experiencia de Diana
En 1979 tenía 31 años. Estaba internada en un psiquiátri-
co. Era el mes de abril, y desperté con una terrible cruda,
pero ¿qué pasó?, me pregunté. Estaba amarrada a la
cama de pies, manos y cintura; volteaba a mi alrededor y
veía mujeres encamadas, unas gritaban, otras dormían,
pero yo despertaba de una terrible borrachera de no sé
cuánto tiempo. Pasó una enfermera y le pregunté que en
dónde estaba, yo creo que no me escuchó porque no me
contestó. Al poco rato pasó un médico y le pregunté que
en dónde estaba y tranquilamente me contestó: “En el
manicomio, señora”. Sentí un terrible miedo, empecé a
tener ese vómito de colores, las manos se me acalambra-
ron y sentí ganas de gritar: “Yo no estoy loca, ¿por qué
estoy aquí?”.
Sólo recuerdo que llegué a la casa de una de mis herma-
nas después de andar deambulando por la calle pidiendo
una moneda para beber, con muchos días de no bañar-
me. Traía unos pantalones amarrados con alambre, no
sabía de quién eran esos pantalones, y sin saber nada de
mis hijas; todo estaba perdido y decía que yo no estaba
loca, qué ironía. Después de unos días les pedí que me
permitieran hacer una llamada, quería saber quién me
había llevado. Me contestó una de mis hermanas y me di-
jo: “Es mejor que estés en ese lugar y no que andes en la
calle, prefiero verte muerta”.
La angustia, el miedo y la ansiedad crecieron a tal grado
que empecé a gritar y a llorar. Tuvieron que amarrarme
nuevamente y después me quedé dormida. Desperté
aceptando con mucho miedo mi estancia en ese lugar y
poco a poco fui teniendo confianza en mis compañeras
Sección México 43
Experiencia de Mauro
Cuando tenía trece años, aproximadamente, me gustaba
juntar con amigos mayores que yo, y un día me invitaron
a beber cerveza, ¡y me convencieron! Acepté sin pensar
el efecto que me iba a causar. Cuando me sentí borracho
me dio mucho miedo porque presentí que mi padre me
iba a golpear y mis amigos me escondieron hasta que
más o menos se me pasó la borrachera. Pasó el tiempo y
cuando tuve quince años todo había empeorado: las bo-
rracheras eran cada quince días.
Seguí bebiendo cada vez más. A los 21 años conocí a mi
primer mujer. Ella era menor de quince años y sólo dura-
mos un mes de novios. No me conoció muy bien porque
en ese mes la convencí de que viviéramos en la casa de
mis padres y, con mentiras de los dos, mis padres acep-
taron.
En catorce años procreamos cinco hijos. Durante ese
tiempo le di una vida de infierno, tuvimos tres separacio-
nes. Aburrida de maltratos, humillaciones, y hasta el
abandono económico, decidió irse de la casa en dos oca-
siones llevándose a los niños y en la tercera, me dejó a
los cinco niños y jamás regresó.
A un año de su abandono, mi carrera de alcohólico em-
peoraba cada vez más; tenía muchos problemas en mi
trabajo. Encontré a una mujer y empezamos a salir jun-
tos, también en poco tiempo se fue a vivir conmigo en
unión libre y tuvimos dos niñas. En diez años que vivimos
juntos le transmití la enfermedad de un alcohólico, por lo
tanto, también me abandonó. Se llevó a las niñas, pero
ellas regresaron, no quiero investigar por qué, nada más
me dijeron que su mamá ya vivía con otro señor y que no
querían regresar con ella.
Después encontré a otra mujer que fue más inteligente
porque estuvo conmigo menos de dos años.
Sección México 45
Mauro M. R.
Grupo Institucional “Liberación”
Clínica No. 8 del IMSS
Tizapán, DF.
Sección México 47
Experiencia de Arturo
Llegué el 17 de febrero de 1993 al Grupo Institucional, en
el hospital. Tengo doce años trabajando en este hospital
y el Grupo tiene trece años en el mismo. Tuvieron que
pasar cinco años para poder llegar a este Grupo, no lle-
gué antes ni después, llegué en mi momento.
Lo más bonito es que nací el día del aniversario del Gru-
po. Ese día me dieron mi Junta de información y des-
pués, hasta pastel comí. Me dijo uno de los compañeros:
“Tú eres un pastel más grande, que el que nos vamos a
comer”. Desde el día que llegué, hasta la fecha, sigo asis-
tiendo al Grupo.
Las facilidades que me dieron las autoridades y el sindi-
cato ¡qué suerte¡ estas personas estuvieron informadas
sobre el problema del alcoholismo y me permitieron acu-
dir al Grupo para que no me despidieran de mi trabajo.
Hoy estoy agradecido con el Grupo y con las autoridades,
pues gracias a ellas volví a vivir. Siento que estaba muerto
en vida, pues durante los dos últimos años de mi carrera al-
cohólica, tomé a diario; ya con verdaderos problemas de la-
gunas mentales, el no recordar nada al día siguiente, estar
atrapado en una verdadera locura sin salida.
Arturo
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dicen los médicos
Declaración de México