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DEVOCIONAL FAMILIAR: LA FAMILIA CRISTIANA COMO FORTALEZA DE LA SOCIEDAD

IGLESIA CRISTIANA ROCA DE SALVACIÓN

LECCION 2. EL VALOR DEL RESPETO

Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la


ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que
tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de
Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al
rey. Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente
a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. 1ª Pedro
2:15-18

Cuando hablamos de respeto nos referimos a una virtud que demuestra madurez
cristiana en nuestra vida. Muchos pasan por la vida ofendiendo, agrediendo,
haciendo lo que les place, sin respeto a la ley humana o a la de Dios. Pero el respeto
es la base de los valores, este nos hace aceptar el valor propio y los derechos de las
personas, y nos hace convivir en paz, pero sobre todo nos lleva a dar honra a toda la
creación de Dios. 2ª Corintios 7:1

El respeto al derecho ajeno es la paz, citó Benito Juárez; pero comprender el derecho
ajeno es algo que busca Dios que llevemos como bandera delante de nosotros. El
valor de los hijos de Dios es cómo reaccionan ante la adversidad y la prueba, en si
respondemos con la misma moneda cuando alguien nos ofende, faltándonos al
respeto; respeto es no pensar que podemos actuar igual que el mundo cuando
recibimos insultos u ofensas. El respeto envuelve todo y a todos (NO tirando basura,
no ofendiendo, respetando a los padres, a los hermanos, a los ancianos, a toda la
creación de Dios etc., incluso respetando formas de pensar). Filipenses 2:1-4

Como hijos de Dios somos portavoces Suyo, nuestra madurez se tiene que demostrar
actuando siempre de la forma correcta, honrando a nuestro Padre que está en los
cielos a pesar de la prueba. Amar al prójimo como a nosotros mismos es guardar
respeto, aun cuando no estén frente a nosotros (habladurías, críticas, ofensas). Si
buscamos fortalecer nuestra sociedad a través del núcleo familiar, entonces
guardemos prudencia y frenemos actitudes que no son dignas de mencionar y ayudar
para el crecimiento de los que son débiles. Romanos 14:1-3

Enseñemos a nuestros hijos la importancia del respeto al prójimo; inyectemos


pensamientos de cambio a nuestra familia para comprender que todo lo
creado por Dios merece honra y respeto. Seamos los iniciadores de una ola de
fraternidad y respeto a la ley de los hombres (sin corrupción, sin ofensas) y a
la ley de Dios (amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos). Si como
pueblo de Dios queremos ganarle terreno al enemigo, aprendamos a respetar
y honrar todo lo que Dios ha establecido para un perfecto orden OREMOS

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