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Terapia de Exposición:

Auto-exposición: Es la manera más simple. Después de que el paciente ha hecho la lista


con el terapeuta, se le indica que procure enfrentar cada una de las situaciones descritas
a su propio ritmo, comenzado por las que le producen una reacción más ligera. El paciente
debe llevar un diario con sus experiencias. En este tipo de exposición se procura que las
experiencias sean diarias, hasta que logre crear la habituación y la ansiedad haya
desaparecido. Por ejemplo, si lo que se tiene es miedo a conducir, se procura que la
persona el día uno intente acostumbrarse al automóvil, que familiarice con los asientos,
con los controles y las proporciones, como primer paso, esto es suficiente. Una vez que
esto no le causa nada de ansiedad, puede intentar arrancarlo y dar una vuelta corta por
un lugar bien conocido. Posteriormente, conforme se sienta cómodo, puede intentar con
rutas más demandantes, hasta que ya nada de esto le cause ansiedad. En las sesiones, el
terapeuta revisa el diario y le ayuda a enfrentar los obstáculos.

Exposición asistida: Acá el terapeuta acompaña al paciente durante el proceso de


exposición. Como en esta variación se cuenta con la asistencia de un profesional, el mismo
puede exigir más del paciente, retando los pensamientos irracionales que surjan durante
la experiencia.

Exposición grupal: En esta variante se combinan la auto-exposición y la discusión de las


experiencias en una sesión grupal guiada por un terapeuta

Según el tipo de trastorno:

Cuadro clínico Modalidad Observaciones

Fobias  Desensibilización sistemática


imaginaria
 Exposición gradual o intensiva en
vivo

Agorafobias  Exposición Gradual en vivo

T.O.C  Variantes según los síntomas


abordados: Exposición intensiva,
escucha dicótica, exposición verbal
o escrita al contenido de las
obsesiones

T.A.G.  Exposición funcional cognitiva

T.E.P.T  Exposición narrativa

T.E  Exposición interoceptiva

HIPOCONDRIA  Exposición interoceptiva

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