La saliva es un fluido biológico de gran importancia, ya que, además de mantener
la homeostasis en la cavidad oral, es un medio perfecto para monitorear la salud en general, debido a que está compuesta de una variedad de proteínas, enzimas, hormonas, anticuerpos, constituyentes antimicrobianos y citocinas, muchos de los cuales pasan de la sangre a la saliva, a través de sistemas de transporte intra y extracelular.
Dentro del contenido proteico de la saliva, el componente de mayor
concentración es la α-amilasa, la cual es secretada por el páncreas y por las glándulas salivales, ambas de carácter enzimático. La variabilidad en la concentración o actividad de la α-amilasa salival o la pancreática permite detectar anomalías en los órganos que la producen. La α-amilasa encontrada en la saliva humana (AASH) es la suma de la secretada por las glándulas salivales y de la secretada por el páncreas que, por mecanismos de transporte celular, entra a formar parte de la saliva.
La AASH tiene múltiples funciones biológicas: como enzima cumple un papel
importante en la digestión inicial de almidón, el glucógeno y otros polisacáridos, porque cataliza la hidrólisis de los enlaces α-1,4-glucosídicos, lo cual resulta en la configuración α-anómerica de los oligosacáridos. Al ser la proteína de mayor abundancia en la saliva, hace parte de la película adquirida y de la placa dentobacteriana; adicionalmente, se une con alta afinidad a un selecto grupo de estreptococos orales. Se ha encontrado que su concentración se eleva, lo cual refleja un aumento en la actividad del sistema nervioso simpático, por lo cual se ha propuesto como un biomarcador sensible a cambios en el organismo humano que están relacionados con el estrés. Una cantidad elevada de amilasa significa que el páncreas está afectado, ya sea porque presenta una inflamación, una lesión o se encuentra bloqueado. También puede elevarse por:
Pancreatitis aguda o crónica.
Inflamación de la vesícula biliar (colecistitis). Fibrosis quística. Oclusión intestinal. Cáncer de páncreas, pulmones u ovarios. Obstrucción de las vías biliares o pancreáticas. Infección de las glándulas salivales (paperas). Gastroenteritis grave. Úlcera perforada. Macroamilasemia. Embarazo ectópico. Por otra parte, los niveles disminuidos de amilasa en sangre indican que el páncreas no está produciendo suficiente cantidad de esta enzima pancreática. Puede ser debido igualmente a distintas afecciones, como: daño y lesión en el páncreas, nefropatía, toxemia del embarazo y cáncer de páncreas.
II. PROCEDIMIENTO
Se obtiene la muestra salival en un vaso de precipitación la cual es
posteriormente filtrada con papel filtro. Seguidamente se realiza la preparación del siguiente sistema de tubos
COMPONENTES/ TUBOS I II III
Muestra 0.5 ml 0.5 ml - NaOH - 0.5 ml - Buffer fosfato 0.1M pH 6.6 0.5 ml - 0.5 ml Sustrato almidon 0.5 ml 0.5 ml 0.5 ml NaCl 0.15 M 0.5 ml 0.5 ml 0.5 ml Agua destilada 1 ml 1 ml 1 ml Muestra Pre- incubar por 15 - - 1 ml minutos Agregar solución yodada 1 ml 1 ml 1 ml Sistema de tres tubos, se agrega las cantidades de las sustancias indicadas en la tabla a cada tubo correspondiente.
Preincubar por 15 Agregar solución yodada y HCl.
minutos a 37° C Observa la coloración en cada tubo de ensayo. III. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
1. Se demostró la presencia de amilasa salival en el tubo de ensayo N° 1 y 3.
2. Se determinó que en el tubo de ensayo N° 2 no hay presencia de amilasa salival.
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