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límites a la conducta:
órdenes eficaces y reglas familiares
Autores: E. Romero, P. Villar, M. A. Luengo, J. A. Gómez-Fraguela y Z. Robles. 2016 © 2016 by TEA Ediciones,
S. A. U., Madrid, España • Edita: TEA Ediciones, S. A. U.; Fray Bernardino Sahagún, 24 - 28036 Madrid. La
reproducción de este documento, para fines profesionales, está amparada por el permiso que TEA Ediciones
otorga al comprador de esta obra • Todos los derechos reservados.
Ficha 7.1. Dar buenas órdenes
Características
Aspectos importantes
a la hora de dar buenas órdenes
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Nota de Ejemplos
xx de órdenes
.
recuerdo 7.1
«Ve a hacer los deberes ahora». «Seguro que tienes cosas que hacer».
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Ficha 7.2. Órdenes que no funcionan
Órdenes pesadas: son aquellas que se formulan con demasiadas explicaciones, razonamien-
tos o «sermones» sobre lo que se debería hacer y que nunca se cumple.
Ejemplo: «José, siéntate bien en la silla para comer, ¡no te lo vuelvo a repetir! Ya sabes
que así se te cae toda la sopa y además es de muy mala educación estar retorcido en
la mesa. Luego cuando comes en el cole tiene que estar siempre Lola riñéndote por lo
mismo».
Órdenes repetidas: repetir muchas veces seguidas la misma orden hasta que se cumple. El
problema es que el tener que repetir la orden tantas veces desespera a quien la da, aumentando su
enfado hasta que se acaba estallando. Cuando esto ocurre de forma regular, los niños aprenden ese
«número clave» de veces que se repite una orden antes de estallar. Por esto, saben que pueden igno-
rar al adulto hasta que se acerca ese «número clave» y de esa forma, solo cuando vean que el enfado
está llegando a su tope, escucharán y luego puede que obedezcan.
Ejemplo: «Pablo, apaga la tele ya. Te he dicho que apagues la tele. ¡Pablo, te estoy di-
ciendo que apagues la televisión! ¿No me oyes? ¡A-pá-ga-la! ¡No te lo vuelvo a repetir!».
Órdenes encadenadas: se dan demasiadas órdenes de seguido. Lo normal es que los niños
no puedan atender a más de dos órdenes consecutivas. Probablemente empezará a cumplir alguna
pero se olvidará de las demás. También puede ocurrir que se sienta abrumado por tantas órdenes a
la vez y desista incluso antes de empezar.
Ejemplo: «Juan, recoge todo lo que has dejado en el salón, mete el puzzle en su caja
y los rotuladores en el estuche y llévalos a tu habitación. Guarda también los muñecos en
su sitio y tu chaqueta en el armario y luego tira el vaso de yogur y la cáscara de plátano
a la basura y deja el plato y la cucharilla dentro del fregadero».
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Ficha 7.2. Órdenes que no funcionan (continuación)
Órdenes como preguntas: son aquellas que se formulan como una pregunta que da la
opción al niño o niña a responder «sí» o «no». En este caso, castigar por no obedecer sería inadecuado
ya que no tienen por qué ser entendidas como órdenes.
Órdenes «vamos a… »: las órdenes que comienzan por «vamos a… » implican que se va
a hacer la tarea juntos cuando la idea, en realidad, es que el hijo la haga solo. Esta forma de dar las
órdenes provoca desobediencia porque los niños asumen que los adultos les van a ayudar y cuando
esto no es así se sienten engañados y se niegan a colaborar.
Órdenes vagas: órdenes que no son directas ni concretas. No es posible saber lo que quere-
mos que haga porque no se dice exactamente..
Ejemplos: «Compórtate», «¡Para!», «Sé bueno», «Estate quieto», «Deja eso», «¡No
seas crío!».
Órdenes dadas desde lejos: son aquellas que se dan desde la distancia (p. ej., desde otra
habitación de la casa). Cuando esto ocurre, el padre o la madre lo hace gritando y sin saber qué está
haciendo el hijo o hija en ese momento. Esa falta de interacción directa y el hecho de que el niño esté
inmerso en otra actividad hacen muy probable que desobedezca.
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Nota de Cómo hacer que las órdenes
.
recuerdo 7.2 se acepten con más facilidad
5. Intenta dar órdenes empleando el «has de…», en lugar del «deja de…».
6. Siempre que sea posible, las órdenes deberán ir precedidas de una primera
advertencia (p. ej., «Dentro de 5 minutos tendrás que…»).
8. Todos los niños necesitan tiempo para responder a las órdenes. No des varias
órdenes seguidas. Espera a que haya obedecido o a que hayan pasado unos
5 segundos.
10. Evita mantener disputas con tu hijo o hija sobre órdenes y reglas.
11. Recuerda elogiarle cuando obedezca las órdenes y las reglas familiares.
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Tarea para
casa 7. 1. Decidir las reglas de casa
Reglas
1. Piensa en dos o tres conductas que quieres que tu hijo o hija haga sin que haga falta decírselo
continuamente. Es decir, decide qué cosas quieres que sean normas a cumplir. Ten en cuenta
que irían seguidas de consecuencias negativas en caso de que no las cumpliera.
1.
2.
3.
2. Escribe esas conductas en forma de regla. Por ejemplo: «Los juguetes tienen que estar
recogidos antes de la hora de la cena», «La hora de irse a la cama son las 21:30 h», «Máximo
una hora de televisión al día».
1.
2.
3.
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