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Los Autores
Los Cómplices
Los Encubridores
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN CRIMINAL
El concurso de personas en la comisión de un delito se
produce cuando interviene en ella más de una, dando
origen a varias posibilidades:
1) Coautoría : Que se presenta exclusivamente en la acción
única de un sujeto múltiple.
2) Autorías accesorias: Varias personas, sin acuerdo previo
y de modo independiente, realizan acciones que
objetivamente se complementan para cometer el delito.
3) Participación: Corresponde a aquellos que sin ser autores
intervienen con acciones que al complementar la del autor
o de los autores, sea por actos anteriores, coetáneos o
posteriores, permiten que el delito se agote.
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN CRIMINAL
La participación presenta diversas formas:
a) La instigación: Actividad anterior a la comisión de un
delito destinada a crear en una persona la resolución
delictiva. Se sanciona en el CP como una forma de autoría y
sólo cuando se comienza la ejecución del hecho por el
inducido.
b) La complicidad: Acción de colaboración en favor del
autor, anterior o simultánea a la ejecución del delito, que se
presta sin concierto previo.
c) El encubrimiento: Que es colaboración al autor o autores
o cómplices con posterioridad a la ejecución del delito, sin
que haya habido concierto previo a la ejecución.
UNIDAD II
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN CRIMINAL
La Autoría
El concepto de autor, conforme a la dogmática jurídico- penal
mayoritaria, corresponde al de aquél sujeto que, en todo o en
parte, realiza los elementos de la descripción típica; corresponde
al sujeto activo de la acción. Aquél que trae a la realidad el verbo
rector de un tipo penal.
«Es el sujeto que adoptó la resolución delictiva y la concretó en la
realidad fáctica» (Garrido Montt, Derecho Penal Tomo II, pág.
297).
Estos conceptos se aplican al de autor individual, que en el
artículo 15 N° 1 del CP es definido como aquél que toma parte en
la ejecución del hecho de una manera inmediata y directa o bien
impidiendo o procurando impedir que se evite.
La Autoría
La primera parte del artículo 15 N° 1 del CP no ofrece
problema alguno de interpretación y es coincidente con la
doctrina Española y con lo dispuesto en el artículo 12 del
CP de España del año 1848, modelo empleado por la
Comisión Redactora.
La segunda parte del N° 1 del artículo 15 corresponde, según
la mayor parte de la doctrina, a una extensión del concepto
de autor, apartándose la Comisión Redactora de su modelo
español. Ha sido entendida por la doctrina y la
jurisprudencia de una manera muy amplia, lo que ha
derivado en un concepto muy extensivo de autor ya que no
es necesario el concierto previo.
La Autoría
De este modo, y en virtud de esta segunda parte agregada
por nuestros legisladores, situaciones que más bien
corresponden a complicidad, han sido entendidas como
autoría(«Orientaciones para el estudio de la Teoría del
Delito», Cury, pág. 267).
La doctrina nacional mayoritaria, así como la doctrina
europea, presupone que la noción de autor se desprende de
los diversos tipos penales. De suerte que el artículo 15 no
tiene por misión entregar un concepto de autor sino
extender tal calidad a personas que en realidad no lo son, a
casos de coautoría (N° 1), de inducción (N° 2) y de
complicidad (N° 3), por ello se inicia con la expresión «Se
consideran autores»
La Autoría
Don Mario Garrido Montt disiente de la mayoría de la
doctrina (Etcheberry, Cury, Yáñez), señalando que lo
que el artículo 15 pretende es explicar lo que se
entiende por autor para los efectos normativos,
precisando para el derecho penal que se considera
autor tanto al que promueve un proceso causal dirigido
a la comisión del hecho típico, como a aquél que
impide que se interrumpa un proceso en desarrollo en
el que no tiene intervención (N° 1); que lo es también
quien induce o fuerza a otro a ejecutar el hecho (N° 2)
y aquél que concertado con terceros participa en la
actividad necesaria para ejecutarlo (N° 3).
DOCTRINAS QUE PRETENDEN
PRECISAR LA NOCIÓN DE AUTOR
Teoría Subjetiva Causal: Considera un concepto extensivo de
carácter naturalista. Autor es aquel que ha puesto alguna de las
condiciones provocadoras del resultado prohibido, estimándose
que todas ellas son equivalentes (conditio sine qua non). Por
tanto es autor cualquiera que haya provocado una de las
condiciones necesarias para la ejecución del hecho. El derecho
interviene para limitar la extensión que en virtud de esta teoría
puede tener la noción de autor, por ejemplo, sancionando la
complicidad, aun cuando de acuerdo a esta teoría la conducta del
autor y del cómplice son equivalentes diferenciándolos de
acuerdo a un criterio subjetivo, un animus, o elemento subjetivo
conforme al cual el autor tiene un interés personal en el hecho y
por tanto para él es un hecho propio, en tanto para el cómplice el
hecho es ajeno.
DOCTRINAS QUE PRETENDEN
PRECISAR LA NOCIÓN DE AUTOR
Teoría Formal (Objetiva Formal): También tiene su
fundamento en criterios naturalista-causales, sostenida por
Von Beling, creador de la teoría del tipo penal, pretende
explicar objetivamente la noción de autor de acuerdo a la
teoría del delito, específicamente la del tipo penal. Para
esta teoría son autores quienes ejecutan el todo o parte de
la acción contenida en el verbo rector del tipo penal. Se le
critica su carácter excesivamente restrictivo ya que permite
excluír de la categoría de autor a quienes planifican el
delito, al jefe de la banda, quienes no ejecutan ninguna
acción típica, relegándolos a la participación como
instigadores.
DOCTRINAS QUE PRETENDEN
PRECISAR LA NOCIÓN DE AUTOR
Teoría del Dominio del Hecho (Objetiva-subjetiva u
Objetiva Final): Esta tésis también es restrictiva y pretende
sujetarse a criterios objetivos, recurriendo a la acción
descrita por el tipo penal pero analizándola con un
principio valorativo «parajurídico», el dominio del hecho. Es
autor aquél sujeto que interviene en la ejecución del hecho
y tiene el dominio de la acción. El dominio del hecho
consiste en «tener las riendas de la acción», es decir, poder
iniciarla, interrumpirla o suspenderla; «es el doloso tener
en las manos el curso del suceso» (Welzel, Derecho Penal
Alemán, pág.143 y ss.). Se critica lo vago e impreciso que
puede resultar la expresión dominio del hecho y la
amplitud en la noción de autor que ello puede generar.
DOCTRINAS QUE PRETENDEN
PRECISAR LA NOCIÓN DE AUTOR
Teoría Normativa de la Acción: Considera la noción
finalista de la acción como inherente al derecho penal y en
virtud de ello postula que el criterio para determinar quien
es autor radica en la acción misma en los delitos dolosos. Si
el tipo es descripción de una acción, entonces el autor de
esa acción es el sujeto quien la realiza. Acción es la
actividad final, es decir, el actuar del hombre dirigido hacia
una meta o propósito preconcebido. De consiguiente, autor
es quien tiene ese propósito típico (finalidad) y realiza los
actos tendientes a la concreción de esa finalidad. Esto es
válido tanto para la autoría individual como para la
coautoría (división del trabajo) en tanto todos participen
de esa finalidad. El cómplice puede realizar actos de
colaboración a la realización de la acción pero no participa
de la finalidad típica.
LA AUTORÍA INDIVIDUAL: ART. 15 N° 1
Artículo 15 N° 1: Se consideran autores a los que “toman parte en
la ejecución del hecho, sea de una manera inmediata y directa,
sea impidiendo o procurando impedir que se evite”.
Este precepto complementa y determina la noción de autor que
puede desprenderse del tipo penal, que es neutra, se refiere tanto
al autor singular como a los coautores.
A) Alcance de las expresiones “tomar parte en la ejecución del
hecho”:
Es realizar una acción que desencadena o dirige un proceso
causal para lograr un resultado dado, o no realizar algo que debe
ejecutar para impedir que un proceso causal, susceptible de
lesionar un bien jurídico, siga su curso. Se debe considerar tanto
el aspecto material u objetivo de la acción, tanto como la fase
interna o volitiva, se trata de una actividad final.
LA AUTORÍA INDIVIDUAL ART. 15 N° 1
B) Formas de tomar parte en la ejecución:
1) “Sea de una manera inmediata y directa”
2) “Sea impidiendo o procurando impedir que se evite”
Estas dos formas de tomar parte en la ejecución del
hecho, a su vez dan origen a dos modalidades de
autoría, la autoría directa y a la autoría indirecta.
AUTORÍA DIRECTA: Consiste en que el sujeto
provoque o ponga en movimiento un proceso causal
tendiente a concretar su finalidad o bien dirija uno ya
en desarrollo hacia ese objetivo.
LA AUTORÍA INDIVIDUAL ART. 15 N° 1
La expresión “inmediata”, utilizada por el artículo 15 N° 1,
ha de entenderse como inexistencia de una interposición
de otro, consciente de la finalidad perseguida, entre el
autor y el hecho. Por tanto es una inmediatez de índole
intelectual.
AUTORÍA INDIRECTA: El sujeto, para lograr la concreción
de su finalidad típica, recurre a un proceso causal que él no
ha provocado ni dirigido en un sentido determinado.
Aprovecha el proceso que se le ha presentado como
propicio y su actividad consiste en evitar que terceros lo
interfieran impidiendo que se concrete la lesión al bien
jurídico protegido. El proceso causal puede corresponder a
un hecho de la naturaleza o a uno iniciado por el hombre
sea o no sea delictivo.
LA AUTORÍA MEDIATA
“Por autor mediato se entiende aquél que
utilizando como instrumento a otra persona,
realiza el hecho delictivo”. (Garrido Montt ob. cit.
pág. 308)
Queda comprendido en el artículo 15 N° 1, ya que
ejecuta la acción de una manera inmediata y directa
utilizando “un instrumento humano”, del mismo modo
que si utilizara para tal efecto a un animal o un objeto.
El “instrumento” actúa engañado o bien no tiene la
capacidad de comprender los alcances de su propia
acción.
LA AUTORÍA EN EL CUASIDELITO
La Noción del artículo 15 N° 1 del CP es plenamente
aplicable a los cuasidelitos. Los artículos 490 y 491 del
CP se refieren al que «ejecutare un hecho», esto es, al
que toma parte en la ejecución de tal hecho dando
origen a un proceso causal, o interrumpiendo uno ya
en curso, dejando lugar a la producción del resultado
típico, el cual no tiene en vista, su acción no se dirige al
resultado que causó, pero lo origina mediante su
actuar imprudente. Se atribuye objetivamente ese
resultado a la falta de diligencia
Los que fuerzan o inducen directamente a
otro a ejecutarlo, Art. 15 N° 2
El art. 15 N° 2 CP se refiere a la inducción, como modalidad
única de participar en el delito, la que puede revestir dos
formas:
A) La inducción por medios intelectuales: Consiste en hacer
nacer en otro, mediante la persuasión, la resolución de
ejecutar un hecho delictivo. No se debe confundir con el
concierto previo, en el que se busca armonizar voluntades.
Condiciones: 1) Que el inductor actúe dolosamente, con el
propósito concreto de que el inducido adopte la resolución
delictiva, la decisión de cometer el delito de que se trata.
Quedan fuera las insinuaciones, los consejos o meras
aspiraciones. La instigación debe relacionarse con un
hecho determinado.
Los que fuerzan o inducen directamente a
otro a ejecutarlo, Art. 15 N° 2
2) Que la inducción haya sido decisiva para que el inducido
o instigado cometa el delito. No se presenta si el inducido
ya tenía decidido cometer el delito o si la instigación no fue
determinante para él.
3) El hecho debe haberse principiado a cometer por el
inducido, por lo menos debe haber alcanzado el grado de
tentativa, de otro modo la inducción no es punible. Ello de
acuerdo al principio de accesoriedad, pues la instigación es
dependiente de la ejecución del hecho por el inducido.
La inducción es para cometer un delito, por lo que no existe
inducción de inducción y se dirige al autor, no hay
inducción para la complicidad.
Los que fuerzan o inducen directamente a
otro a ejecutarlo, Art. 15 N° 2
B) El que fuerza a otro directamente a la ejecución del
hecho:
Una persona puede inducir a otra a cometer un delito
mediante la fuerza, esta puede ser de dos clases: vis
absoluta, que consiste en la fuerza física ejercida
sobre una persona y que anula su voluntad,
convirtiéndola en un simple «medio» o instrumento
de ejecución, y vis compulsiva que es la fuerza física
(s0bre el cuerpo) o moral (sobre la mente) empleada
contra una persona para obligarla a adoptar una
resolución o decisión delictiva.
Los que fuerzan o inducen directamente a
otro a ejecutarlo, Art. 15 N° 2
SÓLO LA VIS COMPULSIVA QUEDA
COMPRENDIDA EN EL ARTÍCULO 15 N° 2 DEL CP.