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Amosis I

Para otros faraones con el mismo nombre, véase Amosis.


Amosis I (Ahmose I)
Faraón de la Dinastía XVIII de Egipto

Estatua de Amosis I. Brooklyn Museum.


Información personal
Reinado c. 1550 a 1525 a. C.
Fallecimiento 1525 a. C.
Probablemente en Abidos, Egipto, aunque su momia fue
Entierro
encontrada en Deir el-Bahari
Predecesor Kamose
Sucesor Amenofis I
Familia
Dinastía Dinastía XVIII
Padre Seqenenra Taa
Madre Ahhotep
Consorte Ahmose-Nefertari
Sitamón, Siamón, Ahmose-Sitkamose, Ahmose-Anj,
Descendencia
Ahmose-Meritamón, Amenofis I, entre otros.
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Nebpehtyra Ahmose, o Ahmose, fue el faraón fundador de la Dinastía XVIII del Imperio Nuevo
de Egipto, aunque es más conocido como Ahmose I, o como le denominó Manetón, Amosis,1
según Eusebio de Cesarea en la versión del monje Jorge Sincelo. Reinó de c. 1550 a 1525 a. C.2
Sus títulos de trono y nacimiento eran Neb-pehty-Ra Ah-mose.
Era miembro de la casa real de Tebas, hijo del faraón Seqenenra Taa y hermano del que sería el
último faraón de la Dinastía XVII, Kamose. Durante el reinado de su padre —o de su abuelo–,
Tebas se rebeló contra los hicsos, que gobernaban el Bajo Egipto. Cuando contaba con siete años su
padre falleció de forma violenta, posiblemente guerreando,3 y tenía alrededor de diez años al morir
su hermano por causas desconocidas,tras un corto reinado de probablemente unos tres años. Amosis
I asumió el trono tras la muerte de su hermano,4 y tras su coronación fue conocido como Neb-
pehty-Ra.
• 4 Momia
• 5 La familia ahmósida
• 5.1 Las mujeres de Amosis
• 5.2 Los hijos de Amosis
• 6 Sucesión
• 7 Titulatura
• 8 Véase también
• 9 Referencias
• 9.1 Notas
• 9.2 Bibliografía
• 10 Enlaces externos

Cronología de su reinado
El reinado de Amosis ha sido datado de forma diferente, según distintos autores: 1570–1546, 1560–
1537 ó 1551–1527.56 Manetón escribe que el reinado de Amosis fue de 25 años y 4 meses,5 y el
dato está apoyado por una inscripción que hace mención al año 22 de su reinado, encontrada en las
canteras de Tura.7 El examen médico de su momia indica que murió con una edad aproximada de
treinta y cinco años, lo que apoya también una duración del reinado de 25 años, si tenemos en
cuenta que llegó al trono con diez años de edad.5 El historiador David Rohl ha sugerido fechas
alternativas para su reinado (de 1194 a 1170 a. C.), pero sus conclusiones son rechazadas por la
mayoría de los egiptólogos.8

Campañas militares
El conflicto entre los reyes locales de Tebas y el rey de los hicsos Apepi Aauserra ya había
comenzado en algún momento del reinado de Seqenenra Taa, y finalizaría tras casi treinta años de
guerra intermitente durante el reinado de Amosis I. Es probable que el propio Seqenenra Taa
muriese luchando contra los hicsos, tal y como sugiere el gran número de heridas halladas en su
momia. Se sabe que su sucesor, Kamose (probablemente el hermano mayor de Amosis), prosiguió
la guerra, puesto que atacó y saqueó las tierras que rodeaban la capital de los hicsos (Avaris, en la
actual Tell el-Daba).9 Kamose, considerado el último rey de la dinastía XVII, tuvo más éxito que
Seqenenra Taa en la guerra y consiguió hacer retroceder a los enemigos: en el sur recuperó
Elefantina y logró liberar Menfis y todo el Delta del Nilo a excepción de Avaris, la última fortaleza
hicsa. Es evidente que el reinado de Kamose fue corto, dado que tan sólo se registran datos relativos
al tercer año de su reinado, y que fue sucedido por Amosis. Apepi, el rey de los hicsos, pudo morir
también por aquella época. Existen dudas sobre si los nombres "Apepi" encontrados en los registros
históricos pertenecen a dos monarcas, o si son dos nombres del mismo rey. Si se tratase de reyes
distintos, se cree que Apepi Awoserre habría muerto aproximadamente por el mismo tiempo que
Kamose, y que fue sucedido por Apepi II Aqenienre.4
La temprana muerte de Kamose implicó que Ahmose ascendiese al trono siendo sólo un niño, por lo
que su madre, Ahhotep, fue regente hasta su mayoría de edad. A juzgar por algunas descripciones
sobre sus títulos reales mientras estaba en el poder, e incluyendo el general y honorífico "cuidadora
de Egipto", parece que consolidó efectivamente la base de poder tebano en los años previos a que
Amosis asumiera el control. El asedio a Avaris no cesó durante todo aquel tiempo, y la eficacia de
Ahhotep como gobernante y jefe de las tropas no tardaría en ser recompensada por su hijo con el
mayor galardón militar egipcio, tres gruesas «moscas de oro» que mostrarían a la reina como una
auténtica heroína en esa larga guerra. Si realmente Apepi Aqenienre fuera el sucesor de Apepi
Awoserre, entonces se cree que permaneció en el delta durante la regencia de Ahhotep, porque ese
nombre no aparece en ningún monumento u objeto al sur de Bubastis.10

Daga con el nombre de Amosis I inscrito en ella. Royal Ontario Museum, Toronto

La independencia de Tebas
Amosis comenzó la conquista del territorio del Bajo Egipto, que era el que se encontraba bajo el
control de los hicsos, alrededor del undécimo año del reinado de Jamudy (rey de los hicsos), pero
existe cierta controversia acerca de la secuencia exacta de los hechos.11
Analizar los eventos que tuvieron lugar durante la conquista y antes del asedio de la capital de los
hicsos es extremadamente difícil, debido a que prácticamente toda la información de la que
disponemos procede de un breve aunque valiosísimo comentario de carácter militar, ubicado en el
reverso del Papiro de Ahmes (también llamado Papiro Rhind), que consiste en unas breves notas
fechadas,12 una de las cuales dice lo siguiente:
Undécimo año de reinado, segundo mes de shemu, Heliópolis fue penetrada. Primer mes
de ajet, día 23, este Príncipe del Sur penetró en Tyaru.13

Si bien en el pasado se asumía que la mención al año de reinado hacía referencia al año de reinado
de Amosis, hoy en día se cree que realmente hace referencia al reinado del oponente de Amosis,
Jamudy, puesto que el documento se refiere a Amosis por el título inferior de "Príncipe del Sur", y
no como rey o faraón, que sería la forma en la que se habría dirigido a él un súbdito suyo.14
Anthony Spalinger, haciendo una revisión del libro de Kim Ryholt de 1997, The Political Situation
in Egypt during the Second Intermediate Period, c.1800-1550 BC, hace notar que la traducción que
Ryholt hace de la parte central del texto realmente quiere decir "mes de ajet, día 23. Él, el del Sur,
ataca contra Tyaru.15 Spalinger, que prefiere no cuestionar la traducción de Ryholt, se pregunta en
su revisión del libro lo siguiente:
¿Es razonable esperar que un texto escrito desde Tebas describa al faraón de esta
manera? Puesto que si la fecha hace referencia a Amosis, entonces el escriba debía ser
un súbdito de dicho gobernante. Para mí, la muy indirecta referencia a Amosis —debe
ser Amosis— debería indicar a un vasallo de la dinastía de los hicsos; por tanto, los años
de reinado deben hacer referencia a este monarca y no al tebano."16
El Papiro Rhind también ilustra parte de la estrategia militar de Amosis cuando atacó el delta.
Amosis entró en el delta por la ciudad sagrada de Heliópolis en julio, y luego se movió hacia la
parte oriental del delta para tomar en octubre la ciudad de Tyaru, la mayor fortificación fronteriza
del Camino de Horus, la principal vía de comunicaciones entre el Bajo Egipto y Canaán. Con esto
bloqueaba completamente a los hicsos en Avaris, ciudad que había evitado en su movimiento, lo
que indica que estaba planeando aislar la ciudad, privando a la capital de los hicsos de la ayuda y
suministros que pudieran conseguir de sus aliados de Siria y Palestina (Canaán).17
Se encontraron registros en los que se describen los acontecimientos posteriores de la campaña en
las paredes de la tumba de un soldado que participó en la guerra, y que curiosamente comparte el
mismo nombre que el faraón, Amosis, hijo de Abana. Según estos registros, Amosis I habría
dirigido tres ataques fallidos contra el bastión de Avaris, la capital de los hicsos. Además, Amosis se
vio también obligado a regresar al sur a sofocar una rebelión interna, a la que ni siquiera la reina
Ahhotep pudo hacer frente.
Avaris aguantaría sin ser conquistada hasta el cuarto embate del rey egipcio. En ese momento los
hicsos tuvieron que huir más hacia el este.18 Con Jamudy aún al frente, los hicsos se refugiaron en
la fortaleza de Sharuhen, cerca de Gaza, pero Amosis completaría su victoria expulsándoles también
de este enclave.519
Se calcula que Amosis habría conquistado Avaris, como muy tarde, durante los años 18º o 19º de su
reinado. Estos datos se infieren de un grafito encontrado en la cantera de Tura, en donde se afirma
que se usaron "bueyes de Canaán" para la apertura de la cantera durante el 22º año del reinado de
Amosis.20 Teniendo en cuenta que el ganado habría sido probablemente importado después del
asedio de Amosis sobre la ciudad de Sharuhen, que a su vez sucedió a la caída de Avaris, esto
implica que el reinado de Jamudy habría terminado como muy tarde durante los años 18º o 19º del
reinado de Amosis, que llegó a reinar 25 años.20

Campañas en el extranjero
Estatua de Ahmose I (Amosis I). Metropolitan Museum, NY.
Tras la expulsión de los hicsos, y por primera vez en más de cien años, todo Egipto volvía a estar
dirigido desde un único centro. Amosis, gobernante de todo Egipto, ubicó la capital en la ciudad de
Tebas, la artífice de la rebelión. Considerado el fundador de la dinastía XVIII y del Imperio Nuevo,
el faraón tuvo ante sí la difícil tarea de restaurar el debilitado sistema económico y financiero del
país, así como restablecer vínculos comerciales con otros países y reconstruir los templos y
edificios oficiales que los hicsos y la propia guerra habían destruido. Amosis tampoco se olvidó de
quienes habían prestado apoyo a su causa: aparte de los premios y honores concedidos a la reina
Ahhotep, los diversos príncipes locales que habían secundado la rebelión de Tebas fueron
generosamente recompensados.
No obstante, Amosis no se contentó con ver a los hicsos expulsados y dispersados por Asia.
Recordando que muy poco antes la extinta dinastía XV (la de los gobernantes hicsos) había estado
aliada con los diferentes reinos de Canaán y Nubia, emprendió acciones bélicas en estos lugares a
fin de disuadir a los gobernantes de repetir la experiencia hicsa y, de paso, vengar a sus antiguos
amigos. Tras derrotar a los hicsos, Amosis comenzó campañas en Siria y en Nubia. En una de las
campañas, correspondiente al vigésimo segundo año de su reinado, llegó hasta la ciudad de Djahy,
en el levante mediterráneo, y puede que tan lejos como el Éufrates, si bien es a Tutmosis I, el faraón
posterior, a quien se suele considerar el primero que llevó la guerra hasta tan lejos. Amosis sí que
llegó, cuando menos, hasta Kedem (ciudad que se cree que estaba ubicada cerca de Biblos), según
aparece en un ostracon encontrado en la tumba de su esposa, Ahmose-Nefertari.21 Los detalles de
esta campaña en particular son escasos, puesto que la fuente de la mayor parte de la información de
que disponemos procede de la tumba del soldado Ahmose, y éste sirvió en la armada egipcia
durante aquella época, por lo que no tomó parte en esta expedición terrestre. Sin embargo, a partir
de las investigaciones arqueológicas realizadas al sur de Canaán se puede inferir que lo que ocurrió
a finales del siglo XVI a. C. fue que Amosis y sus sucesores inmediatos atacaron la región con la
intención de acabar con el poder de los hicsos destruyendo sus ciudades, sin intención de conquistar
Canaán. Esta interpretación se infiere del hecho de que muchos lugares fueron destruidos durante el
periodo, y no consta ningún intento de reconstrucción. Esto no sería lógico si el propósito del faraón
hubiese sido la conquista con la finalidad de poder exigir tributos en el futuro.22
Las campañas de Amosis I en Nubia están mejor documentadas. Poco después de la primera
campaña en Nubia se produjo una rebelión de los nativos contra Amosis comandada por un nubio
llamado Aata, pero la rebelión fue sofocada. Tras este primer intento, un egipcio contrario a Tebas
consiguió agrupar a muchos rebeldes nubios para un nuevo levantamiento, pero también fue
derrotado. Amosis restauró el gobierno egipcio sobre Nubia, que se controlaba desde un centro
administrativo establecido en Buhen.23 Por otro lado, y durante el restablecimiento del control
egipcio sobre Nubia, parece que Amosis recompensó a varios príncipes locales que apoyaron su
causa y la de sus predecesores dinásticos.24

Arte y construcción
Sin lugar a dudas, uno de los grupos más beneficiados por la reunificación del Alto y el Bajo
Egipto, así como por la reconquista de las minas del Sinaí y Nubia, fue la clase sacerdotal, y en
especial la del dios Amón. Esta deidad, considerada como la personificación de la rebelión y el
orgullo egipcios, no tardó en pasar de ser el dios principal de Tebas a la cabeza del panteón
nacional, gracias al patrocinio sin fisuras de la familia real. La vuelta a la estabilidad se tradujo en
un aluvión de riquezas que, a su vez, fue a parar en su mayor parte a la ciudad-templo de Karnak,
que en poco tiempo superó en poder al ahora decadente sacerdocio de Ra en Heliópolis. Los
renacientes intercambios comerciales con Nubia, Siria, Fenicia, Creta, Chipre y las islas del mar
Egeo hicieron que, poco antes de la muerte de Amosis, Egipto se convirtiera en un imperio
económico.
En sus últimos años de reinado, Amosis inició una intensa actividad artística y arquitectónica,
principalmente centrada en la restauración de templos y construcciones destruidos. Amosis dedicó
de forma periódica un décimo de toda la producción egipcia a la construcción de monumentos
dedicados a los dioses tradicionales egipcios,25 recuperando con ello la actividad constructora
masiva de grandes templos, así como la actividad artística. Sin embargo, y dado que la derrota final
de los hicsos tuvo lugar relativamente tarde en el reinado de Amosis, su programa constructivo no
duró probablemente más de siete años,26 y gran parte de las construcciones que comenzó es
probable que no fueran finalizadas hasta el reinado de su sucesor, Amenofis I.27

Estela de Ahmose y Tetisheri. Museo Egipcio de El Cairo.


Se retornó al estilo elegante y conservador del Imperio Medio, aunque aportando algunos pocos
elementos nuevos, especialmente en cuanto al material utilizado. Las obras llevadas a cabo durante
el reinado de Amosis están construidas con materiales mucho más finos que ninguno utilizado en el
Imperio Medio. Una vez que el delta del Nilo y Nubia se encontraban de nuevo bajo el control
egipcio, se pudo acceder a recursos que antes no estaban al alcance del Alto Egipto. El oro y la plata
llegaban de Nubia, el lapislázuli de regiones remotas del Asia central, el cedro llegaba desde
Biblos,28 y en la península del Sinaí se reabrieron las minas de turquesas de Serabit el-Khadim.29
Aunque no se conoce con exactitud la naturaleza de las relaciones entre Egipto y Creta, se han
encontrado al menos algunos diseños minoicos que datan de este periodo, y Egipto consideraba el
mar Egeo como parte de su imperio.28 Amosis reabrió las canteras de caliza de Tura para extraer la
piedra necesaria para los monumentos, y utilizó ganado asiático de Fenicia para transportar la
piedra, según atestiguan las inscripciones encontradas en la cantera.30
El estilo artístico del reinado de Amosis I fue similar al estilo real tebano preponderante en el
Imperio Medio,31 y las estelas que datan de este periodo vuelven a tener la misma calidad.29 Esto
es posible que refleje una natural tendencia conservadora cuyo fin sería revivir aquellas modas
pertenecientes a la era anterior a la llegada de los hicsos. A pesar de ello, sólo han sobrevivido tres
esculturas confirmadas que representen a Amosis I: una estatuilla ushebti que se encuentra en el
Museo Británico, probablemente procedente de su tumba (que no ha llegado a ser localizada), y dos
esculturas a tamaño real, una de las cuales se encuentra en el Metropolitan Museum de Nueva York,
y la otra en el Museo de Jartum.31 Todas muestran unos ojos ligeramente saltones, característica
que también aparece en diversas estelas que representan al faraón. Basándose en el estilo, una
pequeña esfinge de piedra caliza que se encuentra en el Museo Nacional de Escocia, en Edimburgo,
también ha sido identificada como representación de Amosis I.32

Joyas y armas ceremoniales encontradas en el enterramiento de la Reina Ahhotep, incluyendo un


hacha en cuyo filo se representa al faraón Amosis I abatiendo a un soldado hicso y las moscas de
oro concedidas a la reina por su apoyo en la lucha contra los hicsos.
Se cree que el arte de fabricación del vidrio se desarrolló durante el reinado de Amosis I. Las
muestras más antiguas de vidrio que se han encontrado parecen ser piezas defectuosas de fayenza
egipcia, pero la fabricación intencional de vidrio no tuvo lugar hasta los comienzos de la Dinastía
XVIII.33 Uno de los primeros ejemplos de abalorios de vidrio contiene los nombres de Amosis y de
Amenofis I escritos en un estilo datado aproximadamente en el tiempo de sus reinados.34 Por ello,
si la fabricación de vidrio no se desarrolló antes del reinado de Amosis, y si los primeros objetos
hallados datan de no mucho más tarde que el reinado de su sucesor, es muy posible que fuese
durante su reinado cuando se desarrolló esta nueva industria.34
Amosis retomó los grandes proyectos de construcción, similares a los emprendidos antes del
Segundo Periodo Intermedio. En el sur del país comenzó la construcción de templos utilizando
sobre todo el adobe, uno de ellos en la ciudad nubia de Buhen. En el Alto Egipto hizo algunas
ampliaciones a los ya existentes templos de Amón en Karnak y de Montu en Armant.29 Además, y
según una inscripción encontrada en Tura, utilizó piedra caliza blanca para la construcción de un
templo dedicado al dios Ptah, presumiblemente en Menfis, y el harén meridional de Amón, pero no
llegó a finalizar ninguno de esos dos proyectos.29 También construyó en Abidos un cenotafio
dedicado a su abuela, la reina Tetisheri, considerada la matriarca de la familia y la primera
«voluntad de hierro» a favor de la resistencia a los hicsos.29 Sea como fuere, el lugar donde más se
apreció el favor real y divino sería, una vez más, la ciudad de Tebas, convertida en la capital de todo
Egipto, por encima incluso de Menfis y Heliópolis.
Por otro lado, excavaciones realizadas por Manfred Bietak en el lugar en el que estaba ubicada la
ciudad de Avaris, muestran que Amosis construyó un palacio en el lugar que ocupaba la antigua
capital fortificada de los hicsos. Bietak encontró fragmentos de frescos de estilo minoico que
cubrieron en su tiempo las paredes del palacio. Por ello existe una gran especulación acerca del rol
que esta civilización egea pudo haber tenido en el campo del comercio y de las artes.35
Bajo el reinado de Amosis, la ciudad de Tebas se convirtió en la capital de todo Egipto, al igual que
lo había sido durante el Imperio Medio. También se convirtió en el centro de un nuevo cuerpo
establecido de funcionarios públicos, al incrementarse la demanda de escribas y de personas con
conocimiento de la escritura a medida que los archivos reales se incrementaban con la
documentación generada en el reino.36 La elección de Tebas como capital fue probablemente por
motivos estratégicos, puesto que estaba ubicada en el centro del país, y sería la conclusión lógica
tras haber tenido que enfrentarse a los hicsos en el norte y a los nubios en el sur. Cualquier
oposición futura que pudiera surgir contra el faraón podría ser combatida rápidamente.25
Sin embargo, el cambio más importante en el reinado de Amosis fue posiblemente el relativo a la
religión oficial del reino. Tebas se convirtió en el centro religioso y político del país, siendo Amón,
su dios local, el que recibió el mérito de haber inspirado las victorias militares de Amosis contra los
hicsos. Creció la importancia del complejo de templos de Karnak (ubicado en la ribera oriental del
Nilo, al norte de Tebas) y superó al culto anterior al dios Ra, que se centraba en la ciudad de
Heliópolis.37 Se han encontrado diversas estelas que detallan el trabajo realizado por Amosis en
Karnak, y en dos de ellas aparece como el benefactor del templo. En una de ellas, conocida como la
Estela de la Tormenta, Amosis se vanagloria de haber reconstruido las pirámides de sus
predecesores en Tebas, y que habían sido destruidas por una tormenta.38 Algunos estudiosos
combinan esta afirmación con la erupción del volcán de Tera en el mar Egeo, pero este tipo de
afirmaciones son comunes en los escritos propagandísticos de otros faraones, dado que simbolizan
la victoria sobre los poderes de la oscuridad. Por ese motivo, no se puede llegar a una conclusión
definitiva.

Pirámide

Restos de la pirámide del faraón Ahmose (Amosis I) en Abidos, Egipto


Plano del complejo Pirámide/Templo de Amosis I
En 1899 se descubrieron en Abidos los restos de una pirámide, que en 1902 fueron identificados
como una obra del reinado de Amosis I.39 Esta pirámide y las estructuras relacionadas con ella se
convirtieron en objeto de renovados estudios a partir de 1993, fecha en que se puso en marcha una
expedición de investigación dirigida por Stephen Harvey y patrocinada por el Instituto de Bellas
Artes de Pensilvania y Yale, y la Universidad de Nueva York.40 El estado de conservación de la
pirámide no era bueno: la mayoría de las piedras del exterior de la pirámide habían sido sustraídas a
lo largo de los años para su utilización en otros proyectos de construcción posteriores, y el
montículo de escombros sobre los que se había construido se había derrumbado. Sin embargo,
Arthur Mace encontró dos hiladas intactas de bloques del revestimiento, y a partir de ellas, estimó
una pendiente de unos 60 grados (en comparación con la inclinación de 51 grados de la Gran
Pirámide de Guiza).41 Aunque la pirámide interior no ha sido explorada desde 1902, el trabajo
realizado en 2006 descubrió porciones de una inmensa rampa de construcción hecha con ladrillos de
adobe y construida contra una de las caras.
La expedición de Harvey ha descubierto hasta la fecha tres estructuras más que pertenecían al
conjunto del templo de la pirámide (que ya había sido descubierto por Arthur Mace). El que se
conoce como el templo de la pirámide es la estructura más cercana a la base de la pirámide, y es
probable que fuese construida con la intención de ser el centro de culto principal. Entre los miles de
fragmentos pintados y tallados que han sido descubiertos desde 1993, aparecen diversas
representaciones de una compleja narrativa sobre una batalla contra un enemigo asiático. Con toda
probabilidad estos relieves, que muestran arqueros, naves, enemigos muertos y la primera
representación conocida de un caballo en el Antiguo Egipto, suponen la única representación
conocida de las batallas de Amosis contra los hicsos.40
Adyacentes al templo principal de la pirámide y en dirección al este, Harvey ha identificado dos
templos construidos por la reina consorte, Ahmose-Nefertary. En una de estas estructuras también
se encuentran ladrillos estampados con el nombre del tesorero jefe, Neferperet, oficial responsable
de la reapertura de las canteras en el-Ma'asara (Tura) en el vigésimo segundo año de reinado de
Amosis. Un tercer templo más grande (templo C) es similar al de la pirámide en forma y tamaño,
pero sus ladrillos y sus detalles de decoración hacen creer que se trataba de un lugar de culto para
Ahmose-Nefertary.
El eje en el que se estructura el complejo de la pirámide puede asociarse con una serie de
monumentos construidos a lo largo de un kilómetro de desierto. A lo largo de este eje se pueden
localizar varias estructuras clave: una gran pirámide dedicada a su abuela, Tetisheri, que contiene
una estela que muestra a Amosis dedicándole ofrendas; un complejo subterráneo excavado en la
roca que pudo haber servido como representación de un inframundo osírico o como tumba real;42 y
un templo con grandes terrazas de piedra y adobe construido en unos altos acantilados. Todos estos
elementos reflejan un plan general similar al llevado a cabo para el cenotafio del faraón Sesostris III
y su construcción combina elementos de los complejos de pirámides tanto del Imperio Antiguo
como del Imperio Medio.42
Existe una cierta discusión acerca de si la pirámide fue el lugar de enterramiento de Amosis o si se
trata de un cenotafio. Aunque Mace y Currelly, los primeros exploradores, fueron incapaces de
localizar ninguna cámara interior, es improbable que pudiera haber un lugar de enterramiento en el
interior del montículo de escombros sobre el que se levanta la pirámide. En ausencia de mención
alguna a la tumba del rey Amosis en la relación de robos de tumbas contenida en el Papiro Abbott, y
en ausencia de un candidato probable entre las tumbas reales de Tebas, es posible que el rey fuese
enterrado en Abidos, como sugiere Harvey. Ciertamente, el gran número de esculturas de culto
encontradas en los últimos años en la base de la pirámide, así como la presencia de un cementerio
utilizado por los sacerdotes del culto de Amosis, sirven para argumentar la importancia del culto
real en Abidos. Sin embargo, otros egiptólogos piensan que la pirámide fue construida, al igual que
la pirámide de Tetisheri, como un cenotafio, y que Amosis pudo haber sido enterrado originalmente
al sur de Dra Abu el-Naga, junto con el resto de los reyes del final de la Dinastía XVII y comienzos
de la XVIII.29
Esta pirámide fue la última de la historia de Egipto que fuera construida como parte de un complejo
funerario. La forma piramidal sería abandonada por los faraones del Imperio Nuevo, tanto por
razones prácticas como religiosas. La llanura de Guiza ofrecía mucho espacio para la construcción
de pirámides, pero ese no era el caso de la geografía tebana, mucho más escarpada y llena de
acantilados, y que hacía que cualquier enterramiento en el desierto circundante fuera vulnerable a
las inundaciones. Además, la forma piramidal estaba asociada con Ra, el dios del sol, que había
dejado de ser el preponderante en favor de Amón. Por su parte, uno de los significados de Amón era
el oculto, lo que significa que ahora era teológicamente permisible esconder la tumba del faraón
mediante la separación completa del templo funerario del lugar concreto del enterramiento. Si
tenemos en cuenta que esto añadía la ventaja de que el lugar de descanso del faraón podía quedar
oculto y mejor protegido de los ladrones de necrópolis, todo esto supuso que los faraones
posteriores del Imperio Nuevo fuesen enterrados en tumbas excavadas en la roca, en el Valle de los
Reyes.43
Durante su reinado, Amosis completó la conquista del Bajo Egipto y la expulsión de los hicsos del
delta del Nilo, restaurando el gobierno de Tebas sobre todo el territorio de Egipto. También restauró
el poder egipcio sobre los territorios de Nubia y Canaán.4 Después reorganizó la administración del
país, reabrió canteras, minas y rutas de comercio, comenzando grandes proyectos de construcción
de un tipo que no se había abordado desde la época del Imperio Medio. El reinado de Amosis puso
los cimientos de la creación del Imperio Nuevo, en el que el poder egipcio llegó a su cúspide.

Índice
• 1 Cronología de su reinado
• 2 Campañas militares
• 2.1 La independencia de Tebas
• 2.2 Campañas en el extranjero
• 3 Arte y construcción
• 3.1 Pirámide

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