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DERECHO
ROMANO
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Reimpresión
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Debjdo a este carácter que le asignamos a la de este modo, no solamente e7ttenderemos mejor el
investigación, no nos Iza preocupado el aspecto eru- Ius de los habitantes del Lacio y de Bizancio, sino
dito de la cita bibliográfica. Por eso la obra carece también entenderemos nuestro- estado actual de co-
de notas al pie, y solamente cuando ha resultado sas en el ámbito juridico.
imprescindible hemos recurrido al nombre de u n El tercer aspecto que nos h a preocupado es el
romanista. EL punto cenital pasa por la cita directa de establecer lo más prudente que resultó factible
de las fuentes. L a experiencia nos ha demostrado la evolución interna que tuvieron las propias ins-
que muchas veces Ea ciencia romanística, sobre todo tituciones romanas a lo largo de muchos siglos.
la expresada e n los manuales, realiza en forma Nuestros hermanos, civilistas actuales, cuando se
atrevida afirmaciones que no encuentran el respal- refieren al Derecho Romano -aclaro que con 7nu-
do fontal. Hay que desconfiar de cualquier asevera- cho respeto- lo suelen ver y citar como u n todo
ción que no se apoye en una fuente romana directa. único, sin advertir que las sduciones romanas de-
E n tal sentido, en esta tarea de depuración de penden de cada una de las épocas en que se desa-
las instituciones romanas, hay algunos aspectos rrolló su ius. Ello obedece a2 hecho de ver en el
que considero importantes. Ast, en primer lugar, Corpus Iuris u n estadio permanente, sin advertir
nuestros manuales continúan por lo general -de la riqueza de matices que es dable apreciar entre
manera consciente o sin saberlo- la l l e a interpre- las soluciones clásicas, las posclásicas, las bizanti-
tativa de la Pandectística alemana. Esta es tribu- nas y las propias de los compiladores justinianeos.
taria de los principios iluministas de la Moderni- Por ello, en el tratamiento de las diversas ins-
dad. De allí el empleo frecuente de uocablos tituciones hemos seguido el criterio de apoyarnos
centrales coíno el de "sujeto de derecho", "derechos fundamentalmente en el denominado Derecho Ro-
subjetivos", y sobre todo el repertorio especializado mano Clásico. Ello nos permite, por u n lado, des-
correspondiente al amplisimo uoluntarismo, propio cubrir la inmensa tarea de superación que los ju-
de la ciencia jurídica décimonónica. Hoy día uno ristas romanos realizaron respecto del denominado
de los temas más debatidos es el de establecer si Derecho antiguo, y también conocer con más pro-
los Tiempos Modernos continúan todauta vigentes, fundidad cómo esa tarea fue luego rectificada -a
o como lo dicen los llamados "posnzodernistasY', l a veces bien, otras no tan bien- e n el Derecho pos-
Modernidad, con todos sus dogmas, entre los cua- clásico y en el bizantinojustinianeo.
les encontramos el Willensdogma (dogma de la Hemos tratado de destacar lo fundamental con
voluntad), y el progreso indefinido de las ideas y u n tipo de letra más grande, procediendo luego a
de la Humanidad, ya ha concluido. No entraré e n ampliar los detalles con u n tipo de letra más chica.
estas consideraciones, pero hay algo que resulta L a exposición se abre con u n capítulo primero ten-
totalmente innegable: los romanos no eran "moder- diente a dar una información somera de la histo-
nistas", de tal modo que aplicar las ideas de l a ria de la constitución política romana, diferencia-
Aufkliirung (Iluminismo) a las instituciones roma- da en el capitulo segundo del desarrollo histórico
nas es teñirlas de u n pensamiento posterior avant del ius. Nuestro propósito de realizar l a décons-
la lettre. Nuestro esfuerzo consiste en eliminar a truction del trasfondo modemista resulta bien evi-
las instituciones y principios romanos de ideolo- dente en todas las instituciones tratadas. Pese a
gías extrañas a su espiritu. Simple~nentenos pre- ello, aunque scn abandonar el espíritu de la tarea
ocupamos con recrear el Derecho Romano tal como que nos hemos propuesto, a veces hemos tenido que
" lo vivieron los propios romanos. Y ello sólo se hacer alguna concesión, como al tratar en forma
puede lograr tratando de interpretar las fuentes genérica y sistematizada el negocio jurídico, tarea
juridicas que ellos mismos nos han dejado, buscan- a la cual no se abocaron los juristas romanos. Ello
do ser fieles a los distintos textos. se debe a que hemos tratado d e evitar al estudiante
El segundo riesgo que hemos querido evitar, de las instituciones de Roma u n a mayor complica-
muy usual e n nuestro país, es el de interpretar el ción en el acercamiento a nuestra materia.
Derecho Privado Romano por medio del Código No queremos acá dejar de expresar nuestro
Civil vigente en cada comunidad. Por esta vía, los m u y particular reconocimienim al doctor César E.
estudios romanísticos se han convertido en una Mele, quien se encargó de la supervisión de las
especie de "liztroducción general del Derecho Civils', pruebas de imprenta, principalmente en cuanto a
tratando de demostrar a los alumnos cómo el texto los vocablos y expresiones latinas. Esta tarea la
codificado incorpora muchas de las soluciones ro- desarrolló con gran altura linguistica y con el ca-
manas. Todo esto es m u y cierto, y lejos estoy de riño y amor que resultan propios de quienes aman
negarlo. Pero si le queremos asignar a nuestra lo "clásico".
materia su carácter fontal, el camino a seguir es Muchas veces se suele hablar del "legado jurí-
precisamente el inverso. S e trata de adentrarse en dico de RomaJ'. A fuer de ser sinceros, no obstante
el Derecho Romano tal cual B e , ir siguiendo sus lo elogios@que ello puede resaltar en una primera
evoluciones en cada una de las instituciones, tra- lectura, no aceptamos la idea de legado, puesto que
tando de descubrir los cambios que se fueron ope- supone la muerte del d e cuius. Y para nosotros,
rando en la propia Roma, y con posterioridad, Roma, si bien es %ausaY: y de allí lo de causante,
como muchas veces en el mundo jurídico occidental todavía no ha muerto. Goza de muy buena salud.
se continuó con las soluciones romanas, y otras
muchas se apartó de ellas. Estamos seguros de que L a Plata, Dta de la Natividad del Señor, 1995.
~NTIIcE GENERAL
LVTRODUCCI~N
11. Derecho Romano clásico. D 39. Caracterización. 9 40. (A) Comienzos del periodo
cTL&cico.8 41. El Edicto de los magistrados. § 42. Clases de edictos. 8 43. Importancia del
Eclicto del Pretor. 8 44. Los respo7zsa pruderztium. 5 45. Labor de los iurispraldentes. 8
46. Primeros juristas. (B) El Derecho ~ I á s i c ocentral. § 47. Caracterización. 8 48. Los
senadoconsultos. 8 49. Los respoma prudentium. El izrs pz~blice I-espo7zderzdi. 9 50. Los
j~~risconsultosde esta época. Escuela Proculeyzna y Escuela Sabiniana. ( C ) La ultima
etapa cte la época clásica. S 51. Características. 5 52. Constitutiorzes Principum (Consti-
tuciones iinperiales) 9 53. Los grandes juristas de esta época.
III. El Derecho romano posclásieo. 5 54. Comienzos. S; 55. El Derecl-io Vulgar. S 56.
Las Escuelas de Derecho 4 57-58. La Ley de Citas. 3 59. La tarea de la codificación. 9
60. Las leyes romano-bárbaras. 8 61. La colxpilación de J~istiniai~o.
8 62. Las interpola-
ciones. § 63. Medidas legislativas de Justiniano. Q 64. El Corpus Iuris Ciuilis: 1. El Cbdigo.
11. El Digesto. 111. Las Institutas. N. Las Novelas.
8 75. Ius y Derecho. 8 96. Etimología de ius. § 77. Etimología de Derecho. 5 78.Distintas
acepciones de la palabra ius. § § 79-80. Diversos empleos del vocablo ius. Q 81. EI Fas. 8
82. Dekiciones básicas: (a) lustitia; (b) Aequitas; (c) Principios fundamenkdes del Dere-
cho; (d) lurisprudentia.
Clasificaciones del ius: S§ 83-84. Ius p b l i c u m - l u s privatum. 5-85. Ius commune, ius
singulare, beneficium, privilegium. S§ 86-88. IUS civile - ius gentium - ius reaturale. 8 89.
Ius praetorium o ius konorarium.
PARTE PRIMERA
EL PROCEDIMIENTO ROMANO
Parte primera: 381. El procedimiento QudiciaE antiguo. Las Legis aefiones. 8 95.
Generalidades. 3 96. Características generales. § 97. Enumeración. 5 98. Iniciación del
procedimiento. 5 99. 1. Sacramenku: (A) Sacramenturn i n rem. 5 108. Monto del
sacramentum. § 101. Posesión interina de la cosa. § 102. Sacramentam in personam. §
103. II. Iudicis CveJ arbitrivis) postula~o.§ 104. HPE. Condicfio. 5 105. Las vías
ejecutivas: 1, Manus iniectio. § 106. Casos especiales. § 107. II. Pignoris capio.
§ 108. Decadencia de las legis actiones. 88 109-110. Origen del procedimiento formulario.
Marcha del procedimiento. 1. Etapa i n iure. § 111. (A) Iniciación del procedimiento. §
112. (B)Partes del procedimiento. § 113.Actuación por un cognitor. § 114. Actuación por
un procurator. 5 115. (C) Actuación ante el magistrado. § 116. Análisis del juicio por el
magistrado. § 11%. Posiciones que puede asumir el demandado. § 118. (LB) Decreto de
iudicium dare. Nombramiento del iudex. Libramiento de la fórmula. § 139. Clases de
jueces. § 1120. (E) Litis contestatio. 11. Procedimiento apud iudicem. 8 121. La tarea del
iudex. § 122. La sentencia. § 123. Efectos de la sentencia.
Glasificaei6nr &e lzc f6rmdzs. 5 134. 1. Fórmulas in ius conceptae. .S 135.-11. Fórmulas
trz fuctur?z conceptae. 1; l36. 111. Fórmulas flcticiae. 1; 137. IV. Bonae fidez iz~dicia.§ 138.
Otras fórmulas pretoriailas: (A) Fórmula arbitraria; (B) Fórmulas con trasposición de
persoilas.
PARTE SEGUNDA
Status ciuitatis. 9 181. Clasificación. § 182. (A) Los ciudadanos romanos. § 183. Adqui-
sición y pérdida de la ciudadanía romana. § 184. (B) Los latinos. § 185. Los peregrinos.
SE-afus famiEiae. § 186. Generalidades (remisión).
Causas modificativas del statns. § 18'7. Causas: (A) Edad; (B) Sexo; (C) Enfermedad
mental; (D) Infamia.
PARTE TERCERA
5 194. Concepto de cosa. 8 195. Res corporales et incorporales. § 196. Patrimonio. 8 197.
Clasificacióil general de las cosas. § 19%.1. Res extra commercium: 199. Res diuini iuris.
§ 200. Res communes. Res publicae. Res uniuersitutis. § 201. 11. Res in comnze~cio.Res
mancipi et nec nzancipi. Otras clasificaciones de las res in commercio. § 20%. Cosas
inrnuebles y muebles. S 203. Cosas simples y compuestas. 5 284. Cosas fungibles y no
fungibles. 205. Cosas consumibles y no consu~libles.§ 286. Cosas divisibles e indi~isi-
bles. 8 207. Partes, accesorios, pertenencias y frutos.
§ 259. VE. El condominio. 8 260. Reglas que rigen el condominio. 5 268. Acciones de
partición.
V. Modalidades del negocio jnridics. § 307. (A) Gesmdición. § 308. Clasificac'P6n d e las
condiciones. § 309. Efectos de la condición. § 318. (%%)Plazo o témino. § 3x1. Clases
de plazos. § 312. Efectos del término o plazo. B 313. ( C ) Modo.
§ 324. III. Fuemates de las obligaciones. 8 325. Contrato. 5 326. Pactos. § 32'7. Quasi
ex contractu. § 328. Delitos y quasi ex delicto.
11. Rapina. 344.Aparición y desarrollo. § 345. Actio vi bonorum raptorum. § 346. Otras
acciones vinculadas a l a violencia.
111. Damaen= Hniwia datum. 5 347. El delito de "daño causado injustamentd'. S 348.
Casos previstos por Ia lex Aquilia. § 349. La iniuria del daño. § 350. Acciones en favor
de q~iiensufrió e1 daño: 1. Actio legis Aquiliae. 11. Actiones i n factum y actionzs utiles.
337. Xnimiae. 8 351. Características de las injurias. 9 352. Contra quién pueden produ-
cirse. § 353. El dolo .en las injurias. § 354. Penas. 8 355. Lex Cor7zelia de ilziuriis.
BTS Actos ilicitos sancionados por el. pretor. 5 356. Distintos casos. § 357. Los qzcasi
ex delicta.
IH. El comodato. 5 364. Concepto. 365. Obligaciones del comodatario. 8 366. Actio
commodati.
111. El depósito. § 367. Concepto. 5 368. Contenido del contrato de depósito. 5 369. Clases
especiales de depósito. P 370. Actio depositi.
Otras dacionaes creditícias. § 373. 1. Dationes ob rem. § 374. Los llamados "contratos
reales innominados". § 375. Principales casos: (A) Permuta; (B) Aestimatum; (C) Precario.
§ 376. 11. Dationes ob causam. § 377. 111. Dationes "ex eventu".
1. Modalidades de la stlpuñatáo. § 387. Distintos casos: (a) Condición; (b) Plazo; (c)
Lugar; (d) Alternativa; (e) Accesio.
VI. Promesas de pago unilaterales: 8 403. La dictio dotis. § 404. El iusiurandum Ziberti.
§ 405. Las obligaciones nacidas en forma escrita: los 7zomina transcripticia. § 406. Clases
de nomina transcripticia. 8 407. Chirographa y syngraphae. 8 408. La obligatio litteris en
Justiniano. 8 409. Consideraciones sobre las obligaciones literales.
SO 418-411. ~aracterísticasgenerales. 9 412. Importancia de los contratos conserrsnales.
1. Compraventa. S 413. Evolución de la compraventa romana. 5; 414 Concepto de
coinpraventa. 9 415. Acciones. 1. Elementos esenciales de Ia cornpravem~ta.5 416. (A)
Consentiiiliento. 9 417. Las arras. 9 418. (B! E1 precio. 9 419. (C) Cosas que purden ser
coiilpraclas J. vendidas. 11. Riesgos de l a cosa y garantáas. S: 420. Riesgos de la cosa.
$ 421. Garantía por vicios jurídicos: la "evicción". S: 422. Garantía por vicios ocuItos de la
cosa. 111. Pactos agregados. S 423. Distintos pactos: (a) lex conznzissol-ia; (b) I'n cl~e772
uddictio; (c) Puctz~~-iz
displ~celitiae;(d) P a c t z ~ md e retroe~ne7zdo(de I-etrouertdendo,~.
IH. Locación. 9 424. Concepto. S: 425. Unidad del contrato: variedades. f . Locación de
cosas. S 426. Obligacioiles del locador (arrendador). S 427. Obligaciones del locatario
(arrendatario). S 428. Situación del locatario. S; 429. La locación de cosas en la @pocade
Justiniano. 11. Locación de obra. S 430. Concepto. S 431. Formas especiales ~rinculadasa
la locatio colzdz~ctiooperis: (A) Régimen de la Lex Rhodia de iactu. (B) Caso de la mezcla
(avel-sio). 111. Locación de servicios. S: 432. Características.
SI. La responsabilidad por retraso (la mora). 8 463. Coiicepto. S 464. Efectos de l a
mora. 5 465. b/Iora del acreedor.
111. Revocación de los actos fraudulentos del deudor. 5; 466. Concepto de fi-aude.
Medidas del pretor. § 467. Actio Pauliaaa. 8 468. Efectos.
PARTE QUINTA
DERECHO DE FAMILIA
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~ 'k ' jt Capítulo 1: La familia romana. ........................................................................................... 293
,
8 498. Concepto de familia. § $049. Parentesco.
H. Manus. 9 512. Concepto. § 513. Formas de adquirir la manus. 8 514. Matrimonio sine
manu. DI. Dominica potestas y rnancipiurn. § 515. (Remisión).
Efectos del matrimonio: 1. Efectos persormdes. § 534. (A) Efectos entre 'los cónyuges;
(3)Efectos en cuanto a los hijos. 11. Efectos en cuanto a los bienes. 8 535. Genera-
lidades. § 536. (A) Matrimonio cum rnanu. § 53%. (B) Matrimonio sine manu. § 538. (C)
La dote. § 539. Constitución de la dote. § 540. La dote durante el matrimonio. § 541. La
dote después de la disolución del matrimonio. 8 542. (D) Donaciones matrimoniales:
Donaciones entre cónyuges. § 543. Donaciones ante nuptias (propter nuptias).
Disolución de1 matrimonio. § 544. 1. Por muerte de uno de los cónyuges. § 545. 11. Por
la cautividad en poder del enemigo. § 546. 111. Por destierro. § 547. IV. Por impedimento
sobreviniente. § 548. V. Divorcio.
Otras uniones lícitas. 3 549. 1. Concubinato. 5 550. 11. Matrimonio sine manu. § 551.
111. Contubernium.
Tutela de las; mujeres. § 568. Razón de ser de esta tutela. § 569. Dación de la tutela
de las mujeres. 8 5'70. Actuación del tutor. § 571. Decadencia de esta tutela.
Las curatelas. H 572. Concepto. § 573. 1. Curatela de los furiosi. § 574. 11. Cm-atela del
pródigo. § 595. 111. Curatela de los menores. § 576. W . Otras curatelas especides.
DERECHO HEREDITARIO
§ 608. 1. Herencia del liberto ciudadano romano: (A) Herencia del liberto ciudadano
romano según el ius civile; (B) Sistema pretoriano; (C) Ley Papia Poppaea; (h)) La
adsignatio liberti. § 609. 11. Herencia de los libertos latinos iunianos. § 610. ID. Herencia
de los libertos que se cuentan en el número de los dediticios. § 611. Refomas de
Justiniano.
$3 620. 11. Capacidad para testar y para ser instituído heredero en un testal-mento: T.
Testamenti faciio activa. 11. Testamenti factio passiria. 111. Ius capiendi.
111. Contenido del testamento: D 621. (A) La institución de heredero. S; 622. (E) Sustitu-
ciones de herederos: (-A) Sustitucióil vulgar; (B) Sustitución pupilar; (C) Sustiiración cuasi
pupilar .
IV. Invalidez e ineficacia de los testamentos. 5 623. (A) Invalidez; (B)Ineficacia. S 624.
Revocación del testamento. 9 625. Interpretación de la voluntad de revocar u n testamento.
8 626. V. Apertura del testamento. 5 627. VI. Los codicilos. S 628. Clases de codicilos.
Capítulo 4: La sucesión legitima contra el testamento. ............................................ 375
ii 629. Reglas primeras del i z ~ sciuile. 9 630. 1. Caso de la preterición testamentaria según
el i z ~ sciuile. 8 631. 11. La borzorwn possessio contra tabulas de los liberi. 8 632. Efectos.
9 633. 111. La qz~erella irzofficiosi testamenti. 634. Ejercicio de la querella iizofftciosi
testumenti. S 635. IV. La Novela 115 de Justiniano.
IIII. Casos de herencia no adquirida: 8 650. (A) Herencia yacente. 5 651. 03) Usucapio
pro herede. W - Trasmisión de la herencia: 9 652. La ilz iure cessio hereditatis. V.
Protección jurídica del heredero. S 653. Reglas generales. 9 654. 1. Hereditatis petitio.
9 655. 11. Interdictum quorurn bo7zorum. S 656. 111. Acción de partición de herencia.
Capít~xlo6: Legados y fideicomisos. ................................................................................... 397
H. Los legados. S; 657. Concepto de legado. 9 658. Clases de legados: (A) Legado pel-
(B) Legado pel- dumrzationem; (C) Legado sinendi modo; (D) Legado pel-
ui~zdicatiorze~7z;
pl-aeceptionern. S 659. Evolución posterior de las formas.
SI 660. Características de los legados por su objeto: 1. Legados de cosas corporales
determinadas. 11. Legados de cosas genéricas. 111. Legados de cosas incoqorales: (A)
Legado de crédito; (B) Legado de liberación; (C) Legado de deuda. IV.Legado de opción.
V. Legado de Lrna parte de la herencia. VI. Legado de peculio.
9 661. Adquisición de los legados. 9 662. Acrecentamiento entre colegatarios.
9 663. Limitaciones al derecho de legar: lex Furia, lex Voconia y lex FaEeidia. 8 664.
1. A quién se aplica l a lez Falczdia. 8 665. 11. Calculo de la quarta Falcidia. S 666. 111.
Casos excluídos de la lex Falcidia.
8 667. Ineficacia de los legados: 1. Por l a invalidez del testamento que lo contiene. Ci
668. 11. Invalidez por causas intrínsecas al legado. 5 669. Regla catoniana. ti 670. Legados
a título cle pena. 9 671. Legados post mortem del heredero. 672. Iilvalidez por incapa-
cidad del legatario. 8 673. Invalidez por voluntad del testador: (a) Revocación del legado;
(b) Traslación del legado.
11. Los fideicomisos. 3 674. Concepto. Q 675. Evolución. 9 676. Reglas generales de los
fideicomisos. 3 677. 1. Fideicomisos de herencia. 678. Régimen jurídico: (A) Formas
primeras de cumplimiento. S 679. (B) Senadoconsulto Tre bellianu7~z.S 680. ( C ) Senadocon-
sulto Pegasialzz~m.9 681. Reformas de Justiniano. § 682. 11. Fideicomisos de cosas par-
ticulares. SI 683. Asimilación de los fideicomisos de cosas singulares con los legados en la
época de Justiniano. S; 684. 111. Fideicomiso de libertad. S 685. IV. Fideicomiss de familia.
5 686. V. Fideiconiiso de residuo.
A.GeIt.: Aulo Gellio, Noches áticas. F.V.: Fragmenta Vaticana.
frie.: Africano. hst.: Institutas de JustimSano.
S : Fontes iuris romuni antiqui, 7" ed., 1 ~ 0 1 (eBavoI.1:
- Javoleno.
1909. i*.: interpelado.
C.: Código de Justiniano. &J.: Juliano (Salvio Juliano).
@Tb.: Código Theodosiano. Jmt.: Justiniano.
CoXI.: Collatio legum Mosaicarum e t Lenel: Edicto Perpetuo.
Romanorum.
Const.: Constantino. Moid.: Modestino.
D.: Digesto de Justiniano. Nov.: Novelas de J u s t i n i a o .
Dioel.: Diocleciano. Pap.: Papiniano.
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d'Ors); Pamplona, 1977. Wp.: Ulpiano.
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reconst. de 17Édit Perpétuel, 1901). Scéar.: Scaevola.
EpBt.: Epítome de Gayo.
H. La . Monarquía
Secesión de la plebe.
Los concilia plebis eligen los tribunos.
Ley de las XII Tablas.
Ley Canuleia (concesibn del co7zubiu7n a los plebeyos).
Leyes Liciniae Sextiae (Creación de la pretura).
Ley Poetelia Papiria (abolición virtual del nexum).
Cneo Flavio publica las fórmulas de las legis actiolzes
y el calendario.
Ley Hortensia (los plebiscitos son considerados leyes).
Primera Guerra púnica.
Tiberio Coruncanio primer Pontífice Máximo plebeyo.
Creación del pretor peregrino.
Ley Ciacia (sobre donaciones). Alrededor de esta época
la ley Plaetoria (protegiendo a los menores de 25 años).
Aníbal en Italia (Lago Trasimeno: 217; Cannas: 216).
Fin de la segunda Guerra Púnica (batalla de Zama).
Sexto Aelio Peto cónsul. SextoAelioPeto:
Pus A e l i a n u m .
[Tripertita)
Ley Aebutia (procedimiento formulario).
Manio Manilio cónsul. Manio Manilio
Publio Mucio Escévola cónsul. P.M.Escévola
Tribunado de Tiberio Graco.
Tribunado de Cayo Graco.
Quinto Mucio Escévola (po7ztifex1, cónsul.
Dictadura de Syla (leyes Corneliae).
Cayo Aquilio Galo, pretor. Cayo A. Galo
Servio Sulpicio Rufo, cónsul. S.Sulpicio Rufo
Guerra civil (48: batalla de Farsalia).
Asesinato de Cicerón.
Ley Falcidia (limitación al derecho de legar).
Alfeno Varo, cónsul. m e n o Varo
Batalla de Accio (triunfo de Octavio sobre Marco
Antonio y Cleopatra).
El Principado
E1 Dominado
Diocleciano. La Tetrarquía.
Batalla de Puente Milvio. Conversión de Constantino.
Edicto de Milán.
Constantino. Constantfnopla nueva capital.
Theodosio E.
División del Imperio: Bonorio (Occidente) y Arcadio
(Oriente).
'H'heodosio II (Oriente).
Valentiniano (Occidente).
Ley de Citas.
Código Theodosiano.
Caída del Imperio Romano de Occidente.
Breviario de 'karico (lex Romana Wisigothorum).
Justinialao.
Compilación justinianea: Primer Código.
Institutas y Código.
Código nuevo.
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13STORIA DE LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS ROMANAS
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cornauesta
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están
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intmdasA-en-guipos.-más_
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en fa- cia
el
etrusca,
cetro y l a
eran la toga púrpura, l a corona de oro,
silla curul, ornada de marfil. Igualmente
amphos: las gentes (sing.: gens). contaba en los actos con una guardia de 12 Zicto7-es,
>8te - ~ _ E ~ ~ ~ _ ~ ~ ~ ~ m ~ ~ ~ e ~ ~ n d eque g -llevaban
~ o m _ los
_ uhaces
n a .(fasces).
&
f-P---
inilia am lia (= clan), integrada-po-
amllias p e r t e n e c i e ~ g ~ , ; h l ~ ~ ~ m o 4Se i ncaracteri-
ajp~
3. Según la tradición histórica hubo siete reyes:
cuatro de origen latino (Rómulo, Numa Pompilio, Tu-
_I-
cios componiendo 30 curias, 10 por cada una de? 1.Por un lado son protegidos por su patrono con
--
s b u s---étnicas (Ramnenses = Romanos; Ta-
.-2-
tienses = Sabinos; y Luceres = Etruscos). La
el cual están vinculados p o ~ nn deber de fides. Éste
los debía auxiliar cuando se lzdlaban en dificultades.
unidad _de voi;gUg-aIa curia.
- La ley de las XII Tablas condenaba con la muerte al
---.
patrono que fuera infiel a su cliente (8.21). General-
1.Bajo la proposición del Senado, conceden aI rey mente, una forma de ayuda es que el patrono, a pe-
propuesto el imperium (lex regia de imperio). Aceptan dido del cliente (precarium), les dé el uso de tierras.
las leges y deciden sobre la y e m a y la paz. Pueden-' 2. Por el otro, los clientes le deben lealtad a su
~ r ~ ~ ~ s ~ u ~ n i í d d
a- s l
--
a prouocatio ad populum
-------&--
recurre
a - $patrono, o__
a n ayudándole en todo aquello que éste les
requiriera. En la época republicana, la masa de clien-
a
2. Con el nombre de culata comitia se reúnen dos tes servirá a los propósitos electorales de su patrono.
veces al año (el 24 de marzo y el 24 de mayo),
presididos por el Pontifex Maximus, ocupandose de e ) LOSplebeyos son definidos por exclusión, -*.-%-
Su origen es d i s c ~ t l ~ F & ~ a b l ~ - g u e
_
e
.-*
-
un cliente, y e n los primeros ~iemposno adquie- t m i a formada por los del nivel m& baja, ya que no
re la ciudadanía romana-. tenían tierras ni oficios honorables (proletat-iz: sólo
cuentan con su prole, gladiatores, etc.) y finalmente
5 5 . Reformas de Serwio Tulie?.Una refor- otros que aparecen en el censo anoiados sólo con sus
_--
ma muyLimportante es debida 21 rey de origen _ nombres (capite cerzsi; accensi velati). En total eran:
eti-usco Servio Tulio. Frente a Ia constitución pues, 193 centurias.
A
-
-.
u-
y&a
clase: 20 centurias;
1. Para poder determinar las diferencias, ordena
__ -
la r e a l i z a C 1 O n i n ceam @Z~zslLsllu~TSK ;déEaaGcC4/
h a l l z a r cada lustro ( 5 z s j . Se debían inscribir to- ' \
<'
-
5a clase:
30 cenkmias + 2 de
rntisicos
(tublcines, corrzices);
..,-m llP-
músicos (tubiclnes, cornices), quienes figuraban ads- _trat;_Vrs, que cor&igurarán las criatro tribus urbanas.
critos a la quinta clase. Finalmente, existía una cen- NO se sabe bien si para esta época se agregaron 17
tribus rústicas más. Ya en la época republicana al- tes de su creciente número y del aislamiento político
canzarán a 35 tribus: - -que determinaban los patricios, crearon una fuerza
armada plebeya, que se juramentá Qe.z sacrata) para
formar una comunidad separada- Por ello determina-
IP. La República. ron una secesión (apartamiento político), retirándose
al monte Aventino (rnons sacer).
5 7 . Comienzos de la Republica. En un Según la tradición, fue un viejo patricio romano,
momento determinado, que según fa tradición muy respetado, Menenio Agfipa, quien logró el acer-
se establece en el año -
509 a.c., fecha que es camiento. Su célebre apólogo del cuerpo h~xmanore-
objeto de críticas por parte de"Tos historiadores, presentó la primera gran lección politiea en pro de la
los patricios, que habían visto menoscabada s u idea de la concordia (concordia ordinum), uno de los
posición preeminente, por parte de la familia de temas fundamentales en las ideas política-a romanas
los Tarquinos, producen u n cambio político im- Presentó a los plebeyos el caso de la rebelión de los
portante, derrocando al úitimo de los reyes, 'Lar- órganos de un hombre, que estaban enojados porque
quin0 el Soberbio, e instituyendo un nuevo sis- todos ellos trabajaban para el ocioso estómago que
tema polítlco conocrdo con ei nomb-rF-de-rer;- recibía todos los alimentos. Decidieron en asamblea
publzca.
---m
privarlo del envío de sustancias, lo cual terminó con
la vida del cuerpo del hombre. De manera muy inte-
1. Según el relato tradicional, la causa patricia ligente, presentaba al estómago (las patricios) frente
habría tenido su motivación para la rebelión en el a las energías de los demás órganos (los plebeyos),
famoso episodio de Lucrecia. Ésta era una noble ma- demostrando que los unos necesitaban de los otros, es
trona romana, casada con Tarquino Colatino. En oca- decir, los patricios de los plebeyos y éstos de aquéllos.
sión del asedio que el último rey había llevado contra La plebe decidió reintenarse a Roma, llegándose
la ciudad de'Ardea, se encontraron en una fiesta su a un pacto juramentado, por el cual los plebeyos
hijo Sexto con otros compañeros, entre los cuales obtuvieron ia pos~bilidadde reunirse en a s a m b G
estaba Tarquino Colatino. Se planteó una discusión r>ro~ias
* A
ít'oncilza ~ l e b z.,s )"v. el reconocimiento de un
sobre cuál de sus mujeres era más virtuosa y habien- magistrado plebeyo: el tribuno de l a piebe (año 494
do triunfado como la mejor Lucrecia, ello provocó el a:C.). El tribuno podía convocar a la plebe en dichos
furor de Sexto, quien abandonando el campamento concilios plebeyos, tomando decisione_s que significa-
partió hacia Roma, y penetrando en casa de ella, ron su reconocimiento politico-jurídico. Además, el
luego de amenazarla, l a violó. Lucrecia, luego de tribuno podía acudir en auxilio de cualquier plebeyo
denunciar el crimen a su padre y a su marido, se &ente a actos arbitrarios de los magistrados patncios
clavó un pufial. Tarquino Colatino, acompañado por (ius auzilium). Y l o que era más importante, tenía el
su primo Iunio Bruto, expusieron su cadáver ante el veto respecto de las decisiones de dichos m a-~ s t r a d o s
pueblo. La irritación que se produjo determinó la y aun del Senado (salvo en tiempo de guerra), cuando
destitución del rey, que estaba fuera de Roma y el las decisiones afectaran a los intereses plebeyos (ea-
destierro de toda su familia. Según la tradición, Tar- sos de.arresto o castigo de un plebeyo). E1 tribuno era
quino Colatino y Iunio Bruto asumieron el poder, inviolable en su persona; gozaba de la sacrosanctitas,
desechando la forma monárquica. de tal modo que nadie podía atentar contra él, bajo
sanción (sanctio) de ser declarado sacer, pudiendo el
3 8 . Integración patricio-plebeya. Para agresor ser matado por cualquiera sin que ello impli-
poder comprender el ordenamiento de l a res cara un crimen.
publica hay que hacer referencia al lento y di- Los tribunos tenían como colaboradores a los "edi-
ficultoso proceso de integración patricio-plebeyo. les plebeyos", encargados del templo consagrado en el
Indudablemente, aun dejando a un lado l a año 493 a la trinidad divina de Ceres, Liber y Libera.
historia moralizadora de Lucrecia, que tornó 3. El otro episodio importante flle la sanción de
odioso para los romanos l a palabra rex, con la la Ley de las XII Tablas (nos referiremos a ella en el
-
cual aparecía asociada, el cambio de gobierno
significó una afirmación del poder patricio, al
mismo tiempo que una revuelta c o n t - r m e g e -
capítulo siguiente). Esto ocurrió entre los años 451-
450 a.c. Su importancia estaba determinada por
6-s e trataba de un texto escrito que se aplicaba
=-
monía etrusca. Pero ello arrastraba el problema tanto a los patricios como a Los plebeyos.
de los plebeyos, cada vez mayores en número. 4. Poco a poco, 10s plebeyos fueron alcanzando,
paso a paso, Ia ansiada igualdad. Por la lex Canuleia
-
1. El conflicto patricio-plebeyo, que obedecía a
causas ilás profundas que las meras económicas,
(ano 445 a.c.), se concede el coaubiurn a los plebeyos,
de tal modo que éstos pueden celebrar iusdae nuptiae
-resulta muy complejo para narrarlo en su totalidad. con los patricios. Por otro lado, -.-..-. conseguirán los ple-
Mencionaremos dos de estos episodios, que resultan beyos el acceso a- las magistraturas. Ya en-el año 36'7
10s inás ~mportantes: g.-C: sé i&e?,ek&a la f&5-8éfiñitiva del consulado,
2. La secesió~zde la plebe. Los plebeyos, conscien- pudiendo uno de los cónsules ser plebeyo. Igualmente
HISTORIA
DE LAS WSTITUCI ONES POL~TIC-rS ROIWI.AS
accedera~l-aloscolegios sacerdotales,
. - y en el año 252 3. También todos los magiszrados tienen poderes
- -
a C..Tiberio Coruncanio será el primer plebeyo que para tomar "auspicios", si bien a algunos (p.ej., cón-
será instituído como Pontzfex Mmimus. Con ello se sul. censor, pretor) les está peraitido tornarlos en
puede considerar definitivamente alcanzada la inte- cualquier lugar (ius auspiciorum maiol-um), mientras
gración patricio-plebeya que los otros, solamente en Roma (ius auspiciorum
*S-
rninorurn).
'J
9. Composición politica. Ea constitución
p ~ ~ d ~ 1 a ~ u b descansaZ i c afimdamental- b ) Lasmagistraturas son electivas, es decir,
mente en el equilibrio de tres órganos: los nm- deben ser aprobadas por los eomicios. Los ma-
gisi7-udos (que eiercgñ el poder; principio monár- gistrados mayores (censores, c6nsufes y pret.0-
ggi~o),el Senado (que mantiene la auctoritas; res) son elegidos en los conzitia centuriata; los
principio aristocrático) y los Comicios (asam- menores (ediles curules y cuestores) en los co-
bleas del popuius; principio democrático). Se to- mitia tributa. El tribuno y los ediles plebeyos
nlan todas las precauciones p s a evitar un po- son elegidos en los concilia piebis.
der personalista. Si bien los magistrados son los - -_',
ejecutivos, son elegidos por el populus en los 1. Se acostumbra el principio de '"caoptación~
coinicios, mientras que pS-nnac%oommotigne una según e1 cual el magistrado saliente
__--.---
-- -
pro-ue-
.. -- ."
ÍUnción-de tutela respecto- del gobierno. vo, quien debe&-ser-aceptado en los comicios. El
9-
candidato (llamado así por cuanto se presenta con
A) Las nzagistraturas. (T una toga blanca -candida-) h a d a su campaña ante
los electores, interviniendo aquí en forma decisiva la
3 10. Con la caída de fa monarquía,
--~---- el rex
clientela.
fue sustituído por dos magistrados nombrados
2. Estaba prohibido acumular al mismo tiempo
por el populus y ratificados por el Senado. Al
P
dos rn&gstraturas. Un nuevo mandato, en principio,
comienzo se los denominó pmetores (de prae = -.
no podía ser renovado sino después de haber trascu-
ante; ire = caminar, marchar; es decir, eran los
que iban al Ejente de la tropa). Pero ya a media- Eiio un
'%it&k&lo de 10 años; los censores no eran
dos del siglo V a.c. pasaron a Uamarse cónsules. reelegibles.
3. Para poder ser elegidos se deben tomar los
D ? B o a la complejidad creciente de los pro-
auspicia. Ello no ocurre con el tribuno y eiriles ple-
b l e m a s , ~fueron amepando otros magistrados.
beyos, que son elegidos inauspicato.
Así, 10s censores (año 435); el pretor urbano
(aiio 367; pretor peregrino año 242), los cuesto-
res, los ediles, aparte de las magistraturas ex- C) L a _ ~ - a ~ S t ~ a $ - u rson
a s colegiadas, es de-
traordinarias y de las magistraturas plebeyas cir, a carr_d.edos--?-~&mggistrados (salvo las
(tribunado y edilato plebeyo). extraordinarias), de tal modo que cada uno de
ellos tiene un poder igual al de su o sus colegas.
5 11. caracteres
A ._ .---_ generales: a ) Todos los Las tareas se dividían, ya por razón de la ma-
teria
rna@strados , g 0 2 ; ~ && 2 ; p o ~ ~ a ~ p o C T é ? f a e ó r - (así, el pretor urbano y el pretor peregri-
denar desde e1 punto de v i s t a i m s t r a t m no) o en forma temporal (así, cada cónsul gober-
Pers-s~alasalasmagi~~~@~ay()r~s~é"onstf1es y naba un período, un mes, o estando en campaña
pretores) tienen el irnperiurn (poder de mando militar, un día). En este caso la1 igual que los
----._-
político). - tribunos), el que no está ejerciendo tiene el
"veto" (intercessio) respecto de las medidas to-
1. F;i i ~ n ~ e r i ucomprende
m facultades de mando
madas por su colega. Los magistrados mayores
militar, que cuando se ejerce en campaña (militiae)
-tienen este derecho respecto de los menores.
es pleno, pudiendo ejercer la coercitio (aplicar penas
d ) En general, las manistraturas son anua-
corporales e incluso la muerte). Pero estando "en les (caso de los cónsules, pretores, ediles curules
casa" (donzi), es decir, en Roma o a una milla de ella, y plebeyos, tribunos y cuestores). Como excep-
la coe7-citio se veía limitada, por cuanto todo ciudada- ción,--
biendo
los censores
cumpIir
son elegidos cada 5 años, d-e-
sus funciones del censo en 18
no amenazado con una pena corporal o la muerte
puede apelar ante el populus (prouocatio ad popu- m a s . El dictator sólo
-
podía durar 6 meses.
l u m ) , derecho ya reconocido en las Xn: Tablas, y e) Las magistraturas son gratuitas: se con-
luego de algunas vicisitudes, por l a lex Valeria de sidera que era un honor el se^ magistrado. De
p7-ouocatione (año 300). hecho, las personas de escasos recursos queda-
2. Comprende también el ius agendi cum populo ban por ello autoexcluídas.
(derecho de convocar a los comicios y proponer leyes f ) Las magistraturas son responsables. De- -
y candidatos); el ius agendi cum patribus (derecho de bían responder por su actuación: los magistra-
convocar al Senado y efectuar consultas); la iurisdic- dos czLm imperio pueden ser llevados ante los
tio (el poder "decir" el ius en asuntos civiles, penales, comicios que los eligieron. Los censores, los tri-
ete.)37 el ius edicendi (poder dictar edictos). bunos y los ediles plebeyos están protegidos por
su inviolabilidad. En cambio, no lo estaban los cionar con la tacha de infamia (o ignominia o nota
ediles curules y los euestores, que excepcional- censoria) a los trasgresores;
mente podían ser responsabilizados ante los co- C ) a partir de l a Eex OvinEa: (año 318) inscriben a
micio~tribados. los nuevos senadores entre los ex magistrados.
Podían culminar su carrma política, si luego era
12. El cursus honorum. El acceso a las nominado por un sucesor como miembro del Senado.
magistraturas fue reglamentado (ya hacia cu- 3. También, desde el siglo 111, los magistrados
mienzos del s i"d o 11. revisad6 Dor Sila). de . --
t a.l
salidos del cargo eran enviados a las provincias para
n o - r había
~ que seguir u- n.---__-_
cierto orden en ejercer una "promagistratura (ya como pro-cónsul o
la "car;era de los honor&" (cursus honorumT7- como pro-pretor). La lex Pompeia (año 52 a.C.1 impu-
Esto representó, mientras s e - ó so un lapso de 5 anos entre la magistratura y la pro-
-declinó hacia finales de l a República-, uno magistratura.
de los m x o r e s logros -de buena política. E n
efecto, se procuraba que a ~ ~ iba 5 13.
~ Existían también
~ s
las magistraturas e
recorriendo
.-----
el "orden honorario" se fueroa adaui-
L
extraordinarias: a ) El dicfador (dictator). Era
riendo experiencia y capacidad de comprensión
A--_ __-___ _ .- - nombrado por uno de las cónsules cuando el
he todos los aspectos del gobierno de Roma. Senado dispoliía que se estaba ante u n grave
Dado el sistema electivo. 'Col~~5~~e11~ssaule"kn~
* L
peligro. Duraba 6 meses y tenía plenos poderes.
bieran demostrado eficacia en el ejercicio públiF -
Cesaban las otras magistraturas.
cb, eran aceptados como magistrados. b ) El dictador elegía pin magister equitum
(jefe de l a Caballería y del Estado Mayor).
l . El aspirante a la magistratura sólo a los 28
años podía iniciarse en el cursus honorum (con ante- 1. Desde el afio 202, el Senado no pidió más la
rioridad debía haber cumplido con diez levas anuales designación de dictadores, limitándose a dar mayores
defendiendo a Roma). poderes a los cónsules.
a ) Así, a esa edad podía aspirar a ser cuestor (2 2. Como magistratura e~rh-aordinariay en forma
en el siglo TrI; 20 bajo Syla; 40 bajo César). Estaban temporaria, para redactar la que fue luego l a Ley de
encargados de las' finanzas, ya como guardianes del las XII Tablas*, se eligió a Pos decenuiros.
Tesoro público (aerarium), pago a los soldados y te-
soreros de las provincias. 5 14. A su vez, existlan los tribunos de la
b) Luego venía la posibilidad de ser edil (2 cu- plebe, elegidos en forma anual (2 o 5 en el año
rules y 2 plebeyos). Se ocupaban del cuidado de la 493; 10, a partir del año 471). Debían ser nece-
urbe, su aprovisionamiento, la realización de juegos sariamente plebeyos. Gozaban de los beneficios
públicos; los ediles curules se ocupaban de los mer- acordados luego del pacto juramentado, en oca-
cados (tuvo importancia jurídica por los edictos dic- sión del retiro de la plebe a1 Monte Sacro (año
tados). 494 a.c.). Desde los Gracos (133-121), asumie- ..
--.
.---
L..
c) Los pretores (1 en el año 367: pretor urba- ron un papel más amplío, como defensores de
no; 2, desde el año 242; se agregó el pretor pere- los intereses populares, y no sólo de la plebe.
grino; y más tarde 8 bajo Syla y 16 bajo César). Se Estaban asistidos por dos ediles.
ocupaban de la administración de justicia. Conser-
van su imperium y reemplazan a los cónsules en s u B) Los comicio-
ausencia.
d ) Los dos cónsules, que son los magistrados eje- $ 15. Las asambleas del populus eran de
cutivos máximos. Convocan y presiden el Senado y tres clases: a) Comicios cariados (curiata comi-
los Comicios curiados y centuriados, proceden a l a tia). Quedaron como sobrevivientes de la época
leva de soldados y conducen los ejércitos. Dan s u de los reyes. E n l a práctica, quedan representa-
nombre al año (por eso son epónimos). das por 30 lictores en nombre de las 30 tribus.
e) Para el caso de vacancia de las magistraturas E n general, continúa el predominio patricio. Su
mayores, el Senado-conservó su potestad del interreg- papel político quedó reducido a conferir el impe-
num. Se designaba a u n senador por 5 días, quien rium a los magistrados mayores (lex curiata de
debía elegir al nuevo magistrado, y así, en caso ne- imperioj que eran elegidos en los comicios cen-
gativo, sucesivamente a otro senador, hasta que se turiados. Se ocupaban d e situaciones jurídicas
P
a_pyobac?ón,
(lez Hortensia), de tal modo que están agrupa- a ) Al principio de la Repalica su irmtegra-
dos los patricios y los plebeyos. Estaban consti- ción dependía de los principales magistrados,
tuidos sobre la base de los Sistritos (tribus), que pero a partir de la lex Ovinia (año 318) son los
eran del número de 35 (4 urbanas y 31 rústi- censores los que hacían la Esta (lectio) de los
cas). Se ocupaban: (i) d e d e & a los mapistra- nuevos senadores.
dos menores, y (ii) de hacer votar leves vincu-
ladas con el i u s privatum (la mayoría de las que l. Toman en cuenta la lista precedente (en un
nos interesan); ya desde la ley Hortensia (año comienzo patricios, denominados patres), agregándose
287) los plebiscitos habían quedado equiparados luego los otros (ex magistrados, incluso plebeyos, pa-
a las leyes. 1í;y ¡+o,-y .i 5 ;;: ;
;, rr. tres conscripti), que en un principio no hablaban aun-
<.;!P &?:, -CTf
t ~
3
: que votaban (criterio que irá desapareciendo). Los
1.Los comicios centuriados, por ser el populus en censores buscan siempre a personas honorables. Po-
armas, tienen más bien un si,pnificado militar. Por dían separar a aquellos que no respetaban las bue-
ello es que son ellos los que eligen a los magistrados nas costumbres (infamia censoria). El mas antiguo, O
cum imperio, y también a los censores. Se deben el más representativo, era denominado princeps Se-
reunir y votar en el Campo de Marte. En cambio, los natus. Era el que dirigía los debates, y, en general,
comicios tribados se reúnen en el Foro, si bien para su palabra como líder solía arrastrar el parecer de los
votar lo deben hacer en dicho Campo de Marte. demás.
2. A partir del año 220 se modificaron las cifras
que correspondían a cada una de las clases. Así, para b ) Hasta Syla fueron 30.0; éste los elevó
la primera clase había que tener una fortuna de hasta el mímero de 600. Baje C é s x fueron 900
1.000.000 de ases, y luego decreciendo para las otras. y 1.000 bajo el Triunvirato. A comienzos del
A su vez, se buscó una cierta integración con las Principado se fijó el número en 680. Al principio
tribus, de tal modo que siendo éstas 35, debía existir se determinó para la admisihn la edad de 46
en cada una centuria de seniores y otra de iuniores. años; luego 27 y bajo Syla 30 años.
Siendo así, todas las clases contaban con 70 centurias
cada una. Sumando las 18 de equites y las 5 que 1. Solían reunirse en el edificio "inaugurado" de
estaban fuera de las clases, el total es ahora de 373 la Curia Hostilia o en el templo de la Concordia (o
cent~irmas. de Júpiter Capitofino). Pero lo padían hacer en cual-
La primera clase (que comienza la votación con quier lugar, aun fuera del pomrium. Las puertas
una centuria sacada a la suerte --centuria praerro- estaban siempre abiertas, aunque las sesiones no
gativa-) vota con los caballeros, de tal modo que eran públicas. Podían reunirse en días fastos
suma 88 votos, y, por tanto, ya no constituye la coma nefastos, aunque no en día de comicios.
mayoría, como era antes. De todos modos, la votación 2. AI reunirse se vestían con Ea túnica de ancha
se detiene cuando se logra ésta (el voto concorde de banda púrpura vertical (laticlava) y en las ceremo-
187 centurias). Vuelto más democrático, sin embargo, nias con fa toga praetexta (orlada con púrpura). Se
las centurias pobres prácticamente no votaban. sentaban en bancos, pero no tenían un sitio prefijado.
3. En 10s comicios tibados, la constitución primi- Establecido el orden del día (relaé-r:~),
según el orden
tiva de las urbanas fue siempre de 4, mientras que del alburn, comenzando por el Princeps Senatus, iban
las rústicas fue de 16, luego 17 (año 493), y después emitiendo su opinión. El voto se hacía llamando in-
en el año 243 fue de 31. Aparentemente más demo- dividualmente según el orden de l a lista (album), de
cráticas, lo que ocurría era que los pobres y obreros taI modo que se iban desplazando (ire pedibus in
vivían en la ciudad y sólo contaban con los 4 votos sententiarn alicuius), formando grupos. Los que esta-
de las tribus urbanas (los libertos ciudadanos esta- ban en último lugar no alcanzaban a hablar y apenas
ban obligados a votar en ellas), mientras que los si tenían tiempo para ubicarse en el grupo de su
ricos, que tenían propiedades en el campo, votaban preferencia; por ello se los llamaba pedarii (se des-
en las tribus rústicas, por lo que constituían mayoría. pIazaban a pie).
4. La costuinbre era que los cónsules debían pre-
sentar sus proyectos (rogatiorzes) ante los comicios S, 17. Sus atribuciones eran las siguientes: a )
centuriados, mientras que los tribunos y los pretores, La dirección de toda la política exterior, decla-
lo debían hacer ante los comicios tribados. Pero lue- rando la guerra
- o proponiendo
- - la paz;
- design~ba
go, el cónsul, para evitar la auctoritas patrum, pre-
fería dirigirse a estos últimos.
-
a les--s&jadores y los reciMa para apreciar
sus informes.
b) La consulta por parte de los magistrados minado por una creciente expansión territorial. D e
en todotema importante para la res publ~ca.Si simple ciudad junto al Tíber, se convirtió, por la
b'ien eran convocados generalmente por un cón- derrota de todos los pueblos vecinos (Volscos, Equos.
su1 (O quien tuviera el ius agendi cum patribus), Sabinos y Etruscos), en la 6ueña de1 Lacio, y con
podían autoconvocarse. La costumbre política posterioridad extendió su poder a toda Italia (año 265
seiíalaba l a importante auctoritas del Senado, a.c.).
puesto que un magistrado que tomara una de- La lucha victoriosa contra Cartago, su gran ene-
cisión sin previa consulta al Senado para cono- miga, significó tres guerras conocidas como "púnicas".
cer s u opinión (senatusconsultum) corría el pe- E1 punto culminante fue la segunda (218-201), en la
ligro de estar actuando según s u propio criterio, cual el cartaginés Aníbal, luego de derrotar a tres
por lo que carecía de peso político. De este ejércitos romanos en la propia Italia, puso en peligro
modo, el Senado controlaba tanto la política la misma Roma. Pero finalmente fue vencido por
interna como externa. Escipión el A-fricano, en Zama (año 201). Significó un
c) Supervisaba todo lo relacionado con la alto costo de vidas, pero le otorgó a Roma el predo-
religión romana y decretaba medidas en caso de minio de toda la parte occidental del Mediterráneo. Y
peligro público (tumultus). prontamente, casi sin desearlo pero forzada por las
d ) Hasta cierta época, debia prestar su auc- circunstancias, logrará ampliar su espacio político a
toritas patrum respecto de las decisiones de los Grecia, el Asia Menor y todas las zonas aledañas,
comicios y concilios de la plebe. Por la lex Pu- avanzando hasta el Mar Negro y el Éufrates.
blilia Philonis (años 339-338), respecto de las De este modo todas las costas del llamado Mare
leyes y plebiscitos y la lex Moenia (año 2891, Nostrurn quedaron sometidas a Roma. Más que una
respecto de las designaciones, se decidió que gran potencia, fue la dueña y señora de un territorio
esta auctoritas patrum debia ser prestada con amplísimo, al cual se agregarán las Galias, amén de
anterioridad a la reunión de l a asamblea. Final- buena parte de lo que es hoy Inglaterra. Imperiurn
mente, con la lex Hortensia (año 287): se exclu- Romanum es sinónimo de todo el orbe terrestre occi-
yó la autorización previa respecto de los plebis- dental (orbis terrarum; en griego oikoméne).
citos. Pero, reteniendo el criterio de l a consulta, Esto representó un verdadero desaño para los
el Senado continuó manteniendo su hegemonía romanos, que lograron conservar la unidad de tan
en lo legislativo. grandes regiones, donde habitaban pueblos de distin-
e ) Finalmente, ejercía el interregrzum
- -.-
en ca- tas composiciones políticas, diferentes lenguas, cos-
so de vacancia de los magistraos. También era tumbres y religiones. Para ello empleó un complejo
el que designaba a los pro-magistrados en las sistema de alianzas, m e m n t e el cual el genio roma-
- .
provincias. no losí-mantener la diversidad propia de cada una
Representando la primera y más elevada de las regiones, a las que permitía un cierto grado de
clase social y política, el Senado fue el órgano autonomía, dentro de la unidad política de la res
rector y salvaguardador de l a res publica, papel publica. Pero por otro lado, se le planteaba el pro-
que cumplió defendiendo el régimen republicano blema de la crisis de las instituciones republicanas
hasta la llegada del Principado. para poder administrar y gobernar semejante espacio
La designación oficial de Roma era precisa- político.
mente la sigla S.P.Q.R. (Senatus PopulusQue
Romanus), con l a cual se resume la organiza- § 20. A su vez, en el ámbito interno de Roma
ción republicana: "El Senado y el Populus Ro- comenzaron a asomar problemas sociales. Superada
mano". la vieja división entre patricios y plebeyos, ahora
perfectamente integrados, aparecen las controversias
entre los pertenecientes a la aristocracia acomodada
331. EH Principado. (optirnEEs) y-las grandes masas urbanas desprotegi-
das (populares). Las reformas agrarias propuestas
$ 1s. La organización del gobierno de l a por dos aristócratas convertidos en tribunos, Tiberio
República romana frie una magnífica elabora- y Cayo Graco (años 133-121 a.c.), fueron un primer
ción política que se adaptaba perfectamente a intenko que terminó trágicamente para ellos, sin ha-
las características de lo que fue Roma desde la berse alcanzado un cambio profundo.
caída de la monarquía (fines siglo VI a.c.) hasta Más
---- que -luchas entre clases económicas, el pro-
la época de su crisis, a propósito de las guerras blema se trasladó a cGnd&s por el poder-dentro de
civiles (fines siglo 11 y siglo 1 a.c.). Pero en el la-aristGc?acia roriiana.'Este Zi'tado de cosas condujo
lapso intermedio se fueron dando circunstancias a Roma a las "guerras civilesn, asistidas por ingre-
que modificaron profundamente el cuadro de dientes demagógicos y procedimientos taimados y bm-
situación. tales. Primero
-- fue la lucha entre Mari0 y Syla (años
112-63 a.c.), que terminó-can la dictadura de este
5 19. El destino histórico de Roma estuvo deter- último (aíos 82-79). Luego la lucha entre Pompeyo ,y
César. quienes coiiformaroil con Craso e1 IIaniado las costumbres, quedó asirnilado al censor, y. de
''p&g- Triunvirato", que terminó con el rl-iunfo de este modo, la lectio de los senadores.
César cobre Pompeyo en Farsalia (año 48).Les- 4% -<
era
plenamente consciente de que Roma necesita3a una 1. De este modo, sin violentar las instituciones
pi-ofi~ndamodificación de su gobierno, tendiendo a republicanas, a las que dicecrespeéar -salvo en lo
---
una mayor centralización. Acusado de i r contra los
..--.--
ideales republicanos y quererse convertir en 'i-ey",
relativo al carácter vitalicio de sus funciones-, Oc-
tavio Augusto realiza l a más grmde de las trasfor-
--.e---- *-
cayo asesixado por los tradicionalistas en los Idus de maciones del gobierno romano. Admitiéndoselo como
m5rzo- del año 44. magisier populi Romani logra mantener el control de
_Se constrtuye entonces un gobierno de triunviros los magistrados, de las legiones y del Senado. Esta-
(el segundo Triunvirato: h/larco Antonio, s e p n d o de blece como curator rei publicae toda una serie de
Julio Cesar, Lépido, jefe de su Caballería, y Octavio, funcionarios burocráticos que lo agxidarán en sus ta-
sobnno nieto de César, adoptado por éste en su tes- reas, no sólo en la ciudad de Roma;, sino también en
tamento). Derrotan en Filipos (año 42) a los conjura- las provincias. Al lado del tesoro de l a res publica (el
dos republicanos y se reparten la administración del aerarium), Octavio conserva un patrimonio particular
espacio político. -Octavio
--- (que se quedó en Italia) ter- (Fiscus).
mina venciendo en la batalla naval de Accio (año S)¡ 2. Este nuevo poder constitucional de Roma fue
a Marco Antonio (que se había ido a Egipto y aliado ejercido con suma prudencia. Conthmban
. .. -
reuniéndose
con Cleopatra). Con este triunfo, el joven Octavio, ya los comicios, eligiendo los magistrados y reuniendo el
srn i-ivales, quedó como e1 árbitro de la situación. -Senado, pero sus funciones se feíeron prontamente
desdibujando, pese a que formalmente el Prilzceps y
5 21. Comstitzción politiea del Principa- sus sucesores se dirigían a ellos a m o si realmente
do. Hacieiido gala de sus notables dotes políti- gozaran de poder. Lo curioso es que, pese a los repu-
cas, Octa-vio emprendió la tarea de realizar el blicanos recalcitrantes que se l e oponían, la idea
cambio institucional. Esto no ocurrió de -mmo- política de Augusto estaba ya presente en los escritos
do directo, co11io en principio se podría enten- de Cicerón. P gozó de1 favor literario del historiador
der. Al contrario, con mucha sutileza, apeló a Tito Livio y de los poetas Horaeio y Virgilio, que
las instituciones públicas republicanas, procla- celebraron la nueva Edad de Oro qxe había advenido.
mando que su misión era precisamente la res- El
--
"siglo
..
de Augusto" y la Pax Eomana, de casi dos
tauraciói~de la res publica. siglos de duración, volcaron en srz favor la opinión
Por ello es aue mantiene
L
- - - - -
la e
vigencia
"
-- -
-
de
-
to-
pública.
.- ---
das las instituciones repubhcanas -~....- - -.
-= 3
("magastrados, 3: Desde Octavio el Príncipe se preocupó por
GrniEios y ~ei~~doJ.'Tfero él se ubica como una hacer participar a la clase senatorial y a la de los
&Speiié'dk tútor de la res publica. Ya en el año caballeros en la tarea de la administración. Comienza
28 se inscribe en el album senatorial como P r i n - así una burocracia que irá aumentando a medida que
ceps S e n a t u s (de ahí el nombre de "Principado") pase el tiempo; uno de los principales organizadores
jT proclama que está dispuesto a cooperar para será Claudio, y luego Hadriano. Entre los funciona-
que el funcionamierito de los órganos políticos rios más altos estaban:
se pueda decen.irolver. a ) El PraeJ2e2tusur& (prefecto de la ciudad), ele-
Aparte de los títulos honoríñcos que le fueron gido e n x o s principales senadares del orden más
--- -- (de significación religiosa),
coi~cedidos:Augustus alto (consulares), el cual se
--eocupaba
-- detodo lo refa-
de Inzperator (general de las tropas), de Pontifex --
tivo a la tranquilidad y orden &e l a urbe, teniendo
_C
ÑIá~imus-$~de
--m---
Pater
-.-"
patriae (Padre de i<-pal&),
uEa _fgnción jurisdiccional en-materia penal.
OCtavio se preocupo-j%OrlobtGner tres potestades b ) Estaban también los P ' ~ ~ G ~ ~ gene- ~ ~ ~ & Q
que fuilci6ñabE COifÓ~mFZicnSeñi cIe"col@ia- ralmente de la clase de los equites (solían ser dos), que
lidad" de las magistTaturas republicanas: A.
eran los jefes de l a guardia pretarima, con competen-
.-.-....- . que le daba la in-
a ) la potestas tribu?zicia,
-C
cia militGY civif; eran los representantes del empera-
violabilidad de"-lostribunos, l a-.facultad dor (algo ask como viceernperado~es);tendrán impor-
de reu-
--
-- -. y dderecho
nir a las3aiambl&as,' -..-..- ____
__ vetó respec-
de tancia en la designación de los Césares posteriores.
to de todos los magistrados
- en ejercicio; C) Igualmente, estaba e l Praefeeus ,grznorz es-
b) el irngerizun p ~ o c o n s u l a r em a i u s e t i~zfi7zi-
.-- - del aprovisionamiento de trigo y víveres en
cargado
tum, que l e daba poder sobre las provincias, y Roma; el fia@egtuct-g&iJium; una especie de jefe de
sobre el ejército ( l ~ s l e ~ o n estaban es normal-
policía, que se ocupaba de los casos de incendios y
mente en las-fronteras). Esto le permitía nom- disturbios en Roma; y también entre los principales,
brar "legados" (legati Augustz), que serían sus __ -. - velticu&hF, que era m jefe general de
el-?riZe~ectus~
comandantes a sus órdenes. correos.
C) la potesfas censoria, con lo cual lograba el
---
control-ael'-~eilado.Por un lado era el irilzceps 8 22. iPrinc2paeEo o dierquta? Algunos
S5lzáli~s;más adelante, mediante el control de autores (p.ej., Mommsen) establecen que esta
nueva constitución poiftica involucraba una "diar- senadores; se llamaban legati Augusti pro praetol-e,
quía" (gobierno de dos poderes). ---- S e basan - - en y tenían funciones civiles, judiciales y también esta-
que
-.-A-..
la
___
adnlinistración
_ __"_..---. de las prayincias est-a ban al frente de las tropas que estaban allí. En
dividida en€re el
---- .- Cés- (provincias tributarias provincias más pequeñas, el gobernador era de la
---
-pagaban un tributum que ingresaba en el Fis- clase de los equites, llamándose10 procurator (tal el
\
co del Emperador-; provinciae Caesaris)---y el caso de Poncio Pilatos en Judea). Una provincia muy
Senado (provincias estipendiarias -pagaban un importante era Egipto, por ser proveedora de cerea-
siip2ñdium que ingresaba en el aerartum-; pro- les; se la consideró muy especialmente y estaba a
vinciae populi Romarzi). cargo de un praefectus Alexandriae et Aegypti, que
Pero, si bien esto era cierto, mirando el nue- era un caballero, y no un senador.
vo orden constitucional de Roma, resulta inás La mala administración en las provincias senato-
exacto decir que el peso del poder pasaba fun- riales hizo que el Senado recurriera al Pnncipe, quien
damentalmente por el PriTzceps, -fa q u e el pro-
- envió a ellas un legatus pro praetore. De este modo,
pióxSegado7cuyos Gembros ., eran
--""--------
1^
1
elegidos
1 .---*I------ por el la distinción, a comienzos del siglo 11 era nominal, y
César, salvo es a funcon
I_I.-- - administ~ativa_en lo la centralización imperial se fue imponiendo. Hacia
f%Eiñc"'al~~rapolítica-nte
__,,, - - - dependiente d e ~ ~finales - del siglo 11 todos los gobernadores adoptaban
doraBe'
u
-&?'
---.__C-----
aue resulta - '-g&
--- -
A
-a~rouiad'a'
c.
l a el mismo título de praesides.
de1'1bbmihaci6n de Principado.
--- -___ 3 23. El punto más flojo que tuvo este perío-
1. El nombre personal del Emperador será e1 de do del Principado fue la determinación de la
I~nperatol-,o el de Caesar, o el de Augusto. Tiene forma como accedía al pader el nuevo Princeps
derecho a la guardia de 12 lictores (24 después de cuando moría o cesaba el anterior. En un prin-
Domiciano); lleva la corona de IaureIes y en público cipio, se siguió el sistema de la "cooptación7' (el
la toga praetexta. Su mujer tiene derecho al título de vigente elige y propone al siguiente), incluso
Augusta, y los príncipes de la familia al de Caesar. adoptándolo o asociándolo al gobierno en vida.
Esta denominación perdurará, aunque deformada, en Pero luego comenzarán a tener importancia co-
el alemán Kaiser, en el ruso Czar, y en el iraní Sha. mo grupo de presión las Dizerzas militares. Pri-
2. El Emperador cuenta con su propia Cancillería mero, la guardia pretoriana que rodeaba al em-
imperial. Está compuesta de Oficinas {scrinia = escri- perador, y más adelante los cuerpos de legiones
torios) que ayudan al Príncipe en la labor centraliza- que estaban en las fronteras.
da de la administración del Imperio:
Para recordar los nombres de los emperadores y
a ) Sección ab epistulis (correspondencia con las
sus respectivas épocas, podemos establecer el siguiente
provincias; relaciones con los embajadores); estuvo
cuadro cronológico:
organizada por un liberto de CIaudio;
b ) Sección a rationibus (asuntos financieros y
1. Dinastia julio-claudiana (29 a.c.-68 d.C.), deno-
contables; también organizada por Claudio).
minada así por emperadores de la gens Iulia y de la
C) Sección a cognitioizibus (asuntos judiciales, ocu-
gens Claudia, emparentados entre sí:
pándose de las apelaciones en el procedimiento extra
1. Octavio Augusto (29 a.c.-14 d.C.).
ordinern; según algunos, también atendiendo apela-
2. Tiberio (14-37; muere asesinado por orden de
ciones en el procedimiento ordinario, pero esto era
Macron, Prefecto del Pretorio, a los 78 años).
muy raro).
3. Calígula (37-41;muere asesinado a los 29 años
d ) Sección a Eibellis (separada de la ab epistulis),
por un tribuno de la cohorte pretoriana).
que se ocupaba de los pedidos realizados al Príncipe;
4. Claudio (41-54; muere envenenado por su es-
y también se agregó un cargo especial para la redac-
posa Agripina a los 63 años).
ción del diario imperial (a memoria).
5. Nerón (54; en el año 64, incendio de Roma; se
Lo cw.-ioso es que estos cargos e3kIvieron en un
suicida a los 31 anos, luego de la revuelta de Galba
principio en manos de libertos, la mayoría de origen en las Gdias, en el. año 68j-
griego, que eran muy hábiles en las tareas adminis- 6. Galba (68-69, asesinada por los pretorianos).
trativas. Desde Hadriano, estos cargos son ocupados 7. Othón (69; se suicida ese mismo año, luego de
por caballeros (equites). la derrota de sus tropas frente a Vitelio, proclamado
En la organización de las finanzas imperiales se por las legiones de la R ~ ~ ~ ~ G ~ ) ,
logró mayor eficacia, superándose el antiguo sistema 8. Vitelio (69, asesinado Iuego de la revuelta de
de recaudación. Los representantes de1 Fisco debían las tropas de oriente y del ~ ~ ~movidas ~ b pori ~ ,
hacer efectivo el cobro a los deudores ante los tribu- vespasiano).
nales. Desde Hadriano se nombran advocati fisci.
3. En cuanto al gobierno de las provincias, las 11. Dinastía de Los Flavias (años 69-96).
senatoriales estaban a cargo de procónsules (senado- 9. Vespasiano (69-79), quien restablece el orden
res). Mientras que en las provincias del César, tam- interno. En el año 70, destrucción de Jerusalcm a
bién se acostumbraba designar como gobernadores a manos de su hijo Tito.
10. Tito.'
(79-81). proclamació~de Caro (282),y pr~rrtamenresus hijos,
11. Do7niciano (81-96), quien muere asesinado. f i m e r ~ a n o y C a ~ i n(282-2841, hasta que llegó al
poder Diocleciano (284).
111. Cobier~zode los A~ztoni~zos (96-192). No con- El Imperio sufrió una importante anarquía mili-
forman propiamente una dinastía, ya que salvo en- tar, con amenazas de desmembramiento (en Galia
-cre los dos últin~osemperadores, no existía vínculo había emperadores particulares), así como también
familiar. peligros exteriores: invasiones geimánicas (godos, ala-
12. Nerva (96-98). que establece una alianza con manes, francos), hasta tal punto que se debió pagar
el Senado, y de común acuerdo con éste, asocia al que tributo a los godos. Por otra parte, los persas amena-
será el primer emperador de origen provincial (Tra- zaron la frontera oriental: se praGujo la humillación
jano, descendiente de colonos italianos establecidos inaudita de que u n emperador, Valenano, fue tomado
en Itálica, España). prisionero por el rey persa Sapor, quien lo sometió a
13. Trajarzo (98-117), uno de los mejores empera- suplicio.
dores, quien administrará excelentemente a las pro-
vincias.
14. Hadria7zo (117-138). Pacífico y viajero. Esta- m. El Dominado.
bleció el célebre muro (ValEum Had7-iani) en Escocia.
Aumentó la burocracia, sobre todo la vinculada con 24. Diocleciano (284-385). La figura de
los juristas (consilium). Diocleciano, con su gobierno fuertemente cen-
15. Antonino Pio (138-161). Su reinado fue tam- tralizado, operó una reforma muy amplia del
bién calmo. Su moderación y su respeto a los viejos Imperio, tendiente a sacarlo del estado anárqui-
cultos romanos, le valieron el agregado de Pío. co que estaba padeciendo. Ya en su propia de-
16. Mal-co Aurelio (161-180). Adoptado, lo mismo signación de sacratissimus Dominus, de hecho
que Lucio Vero por Antonino Pío, gobierna juntamente divinizaba su persona. Se llamó directamente
con él, hasta la muerte de este último (169). Gran imperator en fugar de princeps.
pensador estoico (su obra célebre son sus Pensamien-
Los, escritos en griego). 1. La persona del imperator de este período, se
17. Cónzodo (180-192). Hijo del anterior, se carac- rodeó de todas las circunstancias que eran propias
terizó como un demente peligroso. Fue asesinado en del gobernante oriental, tipo Dario o Jerjes. Aparecía
una corljuración debida a su favorita Marcia. en público con sus vestiduras púrpuras recamadas en
oro, luciendo l a diadema orlada coa perlas. Se comen-
TV. D i n a s f f a de Los Severos (193-235). zó a establecer un minucioso ceremonial, excesiva-
18. Luego del breve gobierno de Pertinax (193) y mente ritualista. Quien se presentaba ante el Domi-
de la acción del senador Didio Juliano, que compró n u s , lo debía hacer con las rodilIas en tierra. De ahí
el cargo a los pretorianos, este último es asesinado l a denominación de Dominado. Ya desde Diocleciano,
por Septimio Severo, de origen africano. el Emperador es tributario de un culto personalizado,
19. Septimio Severo (193-211). Fue un emperador como un dios.
que se alejó de las viejas tradiciones. Se apoyó en el
ejército ("Enriqueced a los soldados y burlaos del Para lograr un mejor gobierno y administra-
resto"). Extendió el Imperio hasta el Éufrates. ción del Imperio Romano, considerando la gran
20. Caracalla (211-217). Gobernó al principio con extensión de las tierras que 10 componían, 10
su hermano Geta, al que hizo matar a los pocos dividió en una parte oriental, con sede en Ni-
meses. En el año 212, otorgó la ciudadanía romana comedia, en el Asia menor, que él se reservó, y
a todos los habitantes del Imperio, Salvo algunas otra occidental, con sede en Milán, que concedió
excepciones (constitutio Antoniniana). Se asentó en el a Maximiano, a quien nombró su colega. Ambos
ejército, que terminó asesinándolo. eran Augustos. Pero, al mismo tiempo, ambos
21. Luego del corto gobierno de su asesino, Ma- designaron a dos Césares: Galekio, a quien se le
CI-ino,asumió, gracias a las legiones, un sacerdote asignó el gobierno de Iliria (lo que después será
sirio, Elagúbalo (218-222). Yugoslavia) y Grecia, y a Constancia Clo7-o, con
A partir de este momento, se inicia un período de gobierno en las provincias de Galia, Hispania y
anarquía. Los distintos emperadores, de breve dura- Britania. De este modo, se formó lo que se llamó
ción, son nombrados con intervención de las legiones la Tetrarquía (gobierno de cuatro). El propósito
(iMaxirniniano 1, de origen godo .-225-; Gordiano I, era solucionar por un lado e1 gobierno de las
Gordia~zoII y Gordia7zo III -238-1 Filipo el Árabe diversas regiones, y por el otro, el grave problema
-244-; Decio (249); Triboniano Galo (251);Emilia- de la sucesión, pues se había dispuesto que luego
IZO,Valertano y Galiano (253);los 30 Tiranos procla- de cierto término, los Césares pasarían a ser los
mados en las provincias (260); Claudio 11 (año 268), nuevos Augustos, quienes a su vez debían elegir
de origen ilirio; du.relia7l.o (270); proclan~ación de1 nuevos Césares. Roma quedó como ciudad fnistó-
senador Túcito, asesinado (275); el ilirio Probo (276); rica, capital meramente nominal del Imperio.
1. Todo esto significó un gobierno fuertemente lábaros (en realidad no era propiamente una cruz.
centralizado y sumamente burocrático. A semejanza sino el signo de una cruz atravesada por una Pj. La
de los cuerpos de las legiones, aparecen toda una batalla tuvo por ello una significación religiosa, pues-
coliorte de funcionarios que dependen directamente to que Majencio estaba iniciado en el culto militarista
de los Augustos. Incluso clasificados jerárquicamente: de Mithra, luciendo el emblema del Sol invictas.
así, los más altos eran los illustres (el praefectus
pretorio, jefe administrativo; el quaestor sacrz palatii, Constantino disolvió la Tetrarquía de Dio-
consejero supremo en materia jurídica), etc. Luego cleciano, aunque dividió el Imperio en cuatro
estaban los spectabiles, los clarissimi y los egregiz. El Prefecturas: Oriente (Biztincio), Iliria (Sirmio),
Senado continúa, pero queda convertido en una cor- Italia (Milán) y Galia (Tréveris), con 14 diócesis
poración municipal, de significación nobiliaria, apta y 1 1 7 provincias. Reforzó el ejército y reformó el
para la pompa imperial. orden burocrático. Su medida más importante
2. Desde el punto de vista económico, el ejercicio fue el famoso Edicto de Milán (313), por el cual
de esta burocracia trató, sin mucho éxito, de resolver decretó la libertad de todos los cultos. De este
la crisis por la cual estaba pasando el Imperio. Ésta modo, el Cristianismo, de perseguido, no sólo
se apreciaba tanto en las fuentes de producción (agri- pasó a ser admitido, sino que gozó del favor
cultura, comercio e industria) como en l a distribución imperial.
de las tierras. Fuertes impuestos trataban de soste-
ner la pesada maquinaria burocrática-militar. l. Constantino será el primer emperador que ejer-
3. Un problema muy especial lo tuvo Diocleciano cerá lo que se dará en llamar el "césaro-papismo",
con los cristianos, cada vez más crecientes en núme- que luego se continuará con los sucesores bizantinos,
ro. A pesar de una gran Liberalidad en cuanto a l a sobre todo con Justiniano. Constantino, como empe-
libertad de cultos, lo que resultaba imposible de acep- rador "cristiano7' -está muy discutida su conversión
t a r para el Cristianismo era el reconocimiento del personal, si bien poco antes de expirar se bautizó-,
Emperador como Dominus, título sólo debido a Dios. será quien convocará el primer concilio ecuménico, en
Ello desembocó en tremendas persecuciones -que Nicea (325), reuniendo a todos los prelados cristianos
antes habían sido más o menos esporádicas y funda- para fijar el Credo y condenar al arrianismo.
das en l a desconfianza de los gobernantes hacia el 2. Establecerá l a capital en Bizancio, la que será
nuevo culto basado en la caridad hacia los humil- llamada Constantinopla (330).
des-. Ésta es la gran etapa de los "mártires" (testi- 3. Los viejos adeptos al culto romano se refugia-
gos) que preferían ofrendar su vida al verdadero Se- ron en las aldeas (pagi; de ahí s u denominación de
ñor, y no a la persona del Dominus. En ello, veía "paganosn). Tuvieron un fuerte defensor en el empe-
Diocleciano un alzamiento contra el poder imperial. rador Juliano, llamado el Apóstata (361-363), quien
Los cristianos, al contrario, veían en su figura una trató de reavivar los ritos tradicionales romanos. Mu-
representación de la Bestia apocalíptica. r i ó combatiendo contrá los persas.
5 25. Consfantino (306-337). Las expecta- § 26. La gran figura posterior fue Theodosio,
tivas de Diocleciano de haber establecido un de origen español, llamado el Grande (379-395).
orden duradero no tuvieron éxito. Luego de 20 De h e r t e s convicciones cristianas (influencia de
años de poder, renunció a su cargo, lo mismo San Ambrosio, obispo de Milán), persiguió al
que el otro Augusto, Maximiano, para dejar pa- paganismo, mientras que el Cristianismo pasó a
so a los Césares. Las disputas personales entre ser la religión oficial romana (año 391). A su
los que mantuvieron los nuevos Augustos y Cé- vez, a s u muerte, dividió, ya definitivamente, el
sares hicieron peligrar el plan político de Dio- territorio en el Imperio de Occidente, que dejó
cleciano. a su hijo Honorio, y el Imperio de Oriente, a su
Prontamente la lucha se estableció entre dos otro hijo Arcadio.
personajes hegemónicos: Constantino, que asu-
mió en el año 306, en York, después de la 1. En la parte occidentd, los problemas de las
muerte de su padre Constancia Cloro, y el hijo migraciones, en principio pacíficas, de los bárbaros se
de Maximiano, Majencio, que asumió en Roma. fueron tornando cada vez más amenazantes. Roma
El primero derrotó a éste en la célebre batalla tu60 que recurrir para su defensa a generales y tro-
de Puente Milvio (312) y quedó como único ár- pas bárbaras romanizadas. Ello no impidió que la
bitro de la situación. .- frontera del Rin fuera forzada por los suevos, los
vándalos, los alanos y los bwrgundios. Alarico some-
1. Según se dice, la noche anterior a l a batalla, terá a saqueo a la ciudad de Roma (410). Se tendrá
Constantino tuvo un sueño premonitorio, donde se le también que soportar al "flagelo de Dios", como se lo
presentó el signo cristiano de l a cruz y una voz que llamó a Atila, que depredó l a Galia. Y hasta el mis-
le dijo: 171 IZOC signo uinces (Con este signo vencerás), mo rey de los vándalos, Ger-cerico, se apoderará de
razón por la cual lo lucieron sus soldados en los Roma por mar en el año 455.
2 En Occidente. la sucesión de !os emperadores (457-474), Zenó7z (474-4911, Anasfasio (491-5181, Jus-
f ~ l ela sigmente: Ho~zor-io(,395-423)-VaEe7zti7tian.o 211 tino 1 (518-527) y finalmente Justiniarzo (527-565).
(425-455). Ma~ora7zo(457461)y A n t l ~ e m i o(467-472). Justino 1 había asociado en el trono a Justi-
En e! año 476, Odoacro destronará a1 último niano, que era su sobrino, al cual había adoptado.
representante del poder romano, cuyo nombre para- Éste se casó con una bailarina circeme, Theodora,
dójicamente era Rómulo AzgÚstulo.Con ello frndiza- la cual fue elevada por Justii~o a la dignidad de
-- rá el Imperio Romano de Occidente, y según los Augusta.
- hxstonadores la Edad Antígua El Imperio de Oriente perdurd a lo largo de toda
3. En Onente reinará Arcadio (395-4011, seguido la Edad Media, hasta que los tmcos otomanos se
por Theodosio IZ (403-4501, Idarciano (450-457), León apoderaron de Constantinopla, en el año 1451.
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HISTORIA DEL DERECHO ROMANO
5 27. Lo que se denomina "Derecho Romano" 1. El tema de la división en etapas de1 Derecho
-en sentido propio- abarca el estudio de las Romano, como todas las divisiones hechas por los
instituciones jurídicas romanas que hacen a1 historiadores, es relativa. En nuestro caso varía se-
Derecho Privado (ius priuatum), consideradas gún cada autor. Emprender la tarea de explicar cada
desde la fundación de Roma (año 754 o 753 uno de los criterios es una labm enciclopédica, que
a.c.) hasta la compilación realizada por el em- arroja pocos resultados prácticos al estudiante. Acá
perador Justiniano en el siglo VI d.C. (que abar- hemos seguido el criterio de Álvmo dYOrs,sobre todo
có entre el año 529 y el año 556), que se conoce porque se emplea pina regla mnemotécnica en cuanto
con el nombre de Corpus Iztris Civilis. a las fechas (130-230-530, etc.), que resulta más có-
moda para recordar.
1. Este sentido estricto del Derecho Romano no
significó que finalizara luego de Justiniano. En la
parte oriental del Imperio continuará su vigencia, no I. Derecho Romano h t i g
- a o (Derecho
-- --T.-..---_. _
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A- _-y
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no-=:_ estuvo escri-
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de la caída de la ciudad de Roma) durará hasta el to. Consistía-_ los -denominados
\ - - - mores-inaEo'-
saqueo de aquella urbe en el año 4453. A su vez, en rum. Esta Palabra sirve para hablar de'lgs-:%e-
~E-nr'"'
la parte occidental, se prolongará su vigencia, gracias - - -.-
jas costinmbr-es. de l o s antepasados", como
a los nuevos estudios realizados por los Glosadores y criterios morales de virtud, qeze se respetaban
los Postglosadores (siglo XII), convirtiéndose durante estrictamente. Pero también para referirse a los
mucho tiempo en el ius commurze de los pueblos "ritos" (palabra intercambiable con mores, y que
europeos, e influyendo luego en la tarea de codifica- aquí tomamos como "ritos jurídicos").
ción emprendida en los tiempos modernos y actuales.
1. Estos ritos serán en general solemnes. Así;
4 28. Etapas erz la hisiFoFia del Derecho principalmente la mancipatio" (cnyos efectos son siem-
Romano. En tan largo período, las institucio- pre adquisitivos de poder sobre una persona o una
nes jurídicas fueron variando según los cambios cosa) y el rzerum* (que produce efectos obligaciona-
sociales, económicos, políticos y religiosos que se les). Se caracterizan por el empleo del cobre y de la
fueron produciendo. Podemos distinguir las si- balanza @ e aes ~ et libram).
guientes etapas: 2. Los poderes del pate&miZias se ejercen bajo
a ) El derecho antiguo (o quiritario; Quirites la forma de potestates (la patria potestas" sobre los
es la vieja denominación que se daban a sí filiifamiliae; la manusX sobre Ia mujer casada; la
mismos los romanos), y que ubicarnos desde la dominica potestus' sobre los esclavos y las cosas; y el
fundación de Roma hasta el año 130 a.C. mancipium'" sobre otras personas libres).
b ) El derecho rornano clúsico, que abarca 3. Los conflictos de intereses que dan lugar a un
entre el 130 a . c . hasta el 230 d.C. (dentro del pleito, son resueltos por el procedimiento de las legis
cual podemos distinguir una primera etapa, que actiones", sumamente ritual con el empleo de fórmu-
algunos ubican como "preclásica", durante l a las orales muy estrictas.
República; años 130-30 a.c.; una segunda, el
"derecho clásico central"; años 30 a.c.-130 d.C.; 5 30. Las d ~ d a d w - l e g e s + e g i a e .Para esta
y una tercera, el "derecho clásico tardío"; años primera época se habla de l b s t e n c i a de ciertas
7-----
130-230 d.C.); leyes &iiadasqgmJo~-reyes (Leges regnae). El proble-c
C ) El Dereclzo Ro~narzopost-clúsico, que va ma__-__
viene por la cita - d e ~ ~ o r n ~ o nen i o Ia sucinta
desde el 230 d.C. al 530 d.C., fecha en l a cual h%toria del ius romano que realiza en el iibro 1 del
podenzos ubicar la compilación justinianea (528- - ' g e s t o (D.l.S.S.2 y E
)
:
535), que se continuará hasta la muerte de Jus- Menciona allí que primero R6mulo y Luego los
tiniano (565). demás reyes promulgaron
- -- unas leyes a las que de-
-6
-_-- --
nomina "curiadas" (¿aprobadas por los conlicios cu- conservado gracias a diversos autores (por s u fornla
nados?). Éstas _ h a f 3 r í a ~ ~ i d o - á ~ p por
a d ~un-Yd-
s rimada, los niños la aprendían de memoria en la
--y - ---
S s o Papirio. de l a Z j j ~ c X X k l E ~ u ~ n o - . e escuela),
I ~ . ~ no se puede decir que introdujo un derecho
berbjo, recopilación que se. conoció como zus czvile nuevo, sino más bien se asentó por escrito los viejos
P ritos jurídicos y reglas vigentes con anterioridad. No
- ápirzanu.
.""-a-
Dicha obra no nos ha llegado, existiendo sólo esta se habla de la organización política romana. Están
mención de Pomponio, además de otra de Paulo referidas a los procedimientos judiciales, zncluso de
(D.50.16 144) y de dos más de los escritores Macrobio ejecución (en tal sentido resultan importantes para
(Sat. 3.11.5) y Servio (ad Aen. 12.836). Se cree que conocer las Iegis actzones"). También contienen dispo-
esta recopilación sería muy posterior (hacia fines de siciones del Derecho Penal romano y reglas del dere-
la República). Sin embargo, por la mención de diver- cho hereditario. AI contrario, salvo alguna excepción
sos autores, aparece cierta la existencia de leyes de referida a la mancipatio, no hay un tratamiento ex-
Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Servio Tu- preso de los negocios jurídicos.
lio. Se las pueden encontrar en los Textes de Girard
Colegio de los
y en las Folztes de Bruns. 3 2 . A interpretatis.
Pontífíces mantenía un exchsivo contro
9 31. Ley de l a s 2'21 Tablas. A comienzos iendario, donde figuraban los dias en que s e
\-
-- e n t r o
-----___ __
de la ~ e ~ ~ ~ ~ a y - .dde1CIIfiñ*a~é-l10stI~izf%-d-podia actuar judicialmente (dies fizsti) y d e las
<gistente entre patricios y- pl&eyss,=ce- a p ~ o b ó - - ~ ó r m u l arituales
s que debían pronunciar los li-
la famosa Ley de las XII Tablas (años 451-450 - -.. t i g a n t e ~(el que querí& actraar-d&&-aew&r-a-
a.C.). Los romanos vieron en ella-el.hdament.oOOellos). Los Pontífices-_er- también quienes se
de su vida jurídica, tanto en el aspecto público e n ~ a r & ~ ~ ~ ~ ~ ~ - ~ @ t e ~ ~ r e ~ a ~ ~ ~ ~ r 1
a - d --
someter (p.&;., uii- pacto comisario'" -Lex cornrnisso- nes pasa, por t m t o , como un recurso político para
ria- en el contrato de coilipraventa). hacer ver que es 61 quien "ordena y establece". Lo
Capito nos dice que lex est generale iussum popu- cierto es que en la realidad política, s u única facilitad
li aut plebis: rogante rnagisti-atu (ley es lo que el propia independiente era l a de oponerse y votar por
populr~so l a plebe establece para todos, a propuesta l a negativa.
de un magistrado; Aulo Gell., X.20). Gayo (1.3) la
define como "lo que el populus ordena y establece". Y 34. Partes de la Eez. El teado estaba compues-
en las Institutas de Justiniano (1.2.4) se dice que 'ley to de: a) la praescriptio (nombre del magistrado pro-
es lo que el populus Rornanus establece, a propuesta ponente, lugar de reunión de la ctcamblea, nombre de
de un magistrado del orden senatorial, como p.ej. el la centuria o tribu, y del ciudadano que votó en
cónsul". primer término); b ) l a r-ogatio (e! contenido propio de
Se quiere ver en l a Lex una especie de convenio la ley); y finalmente, venía la sanctio, por la que se
establecido entre el magistrado y el popuíus, a seme- fijaba la sanción de los actos redizados e n contra de
janza de lo que ocurre con l a lex privata. Por ello, lo establecido en la Iey. Por contener una sanctio, las
Pomponio habla de communis rei publicae sponsio leyes son consideradas sanctae (Ulp., D.1.8.9.3).
(una forma de contrato común de l a res publica).
Pero si bien el populus es el que aprueba l a lex, el 35. Denorninaci6rt. Por lo general se hace por
papel predominante es para el magistrado proponen- el nombre gentilicio del autor, acompañado por el de
te, quien someterá su rogatio, casi con l a seguridad su colega en e1 caso de los cónsdes, ambos en nomi-
política, dado el trámite que tenía, de su posterior nativo femenino. Así, lex PoeteBia Papiria (ley pro-
aprobación. puesta por Poetelio, cuando era cónsul juntamente
( 2 . Pi-ocedimiento. l. La lex rogata es votada en con Papirio; año 326 a.c.).
los comicios centuriados y tiibados. El tramite era el Si llevan un solo nombre, ello es así por cuanto
siguiente: fue dictada, p.ej., por un dictatm-. Así, lex Ho7fensia
a ) Un magistrado, de entre los que pueden '5-0- (el autor fue el dictador Hortem5o). También tuvie-
gzr" al populus (ius agendi cum populo), como eran ron un solo nombre los plebiscitos (luego denomina-
el cónsul, el dictador, el pretor, etc., hacía s u propo- dos leyes); así lex Aquilia (propnesta por el tribuno
sición en forma publica anunciándola en tres días de Aquilio; año 286 a.c.). Algunas leyes contienen tam-
1 mercado en el Foro. A esto se llamaba promulgatzo. bién la mención del asunto tratado; así, Le: Aciíia
b ) La propuesta podía ser discutida en reuniones repetendarum (de represión de los delitos de los ma-
--informales de ciudadanos, llamadas conizones (contio gistrados en sus funciones) o la l a Rubria de Gablio:
=_ es una mera reunión pública), a las cuales podía Cisalpina, por l a cual se concedia y reglamentaba l a
=- -" asistir el magistrado proponente o enviar alguien en ciudadanía de los Galos cisalpinos).
su n o m b ~ e
-- c ) Previa consulta de los auspicios (auspicat~o), y 3 36. Clases de leyes. S e g h Ulpiano (1.2), las
- --
--
-a
hasta un determinado momento histórico contando
con la autorización senatorial (auctorztas patrum), se
reúnen los comicios. En ellos no se discute nada, sino
leyes pueden ser: perfectae, que son aquellas que
contienen en la sanctio la pena de nulidad de los
actos que sean contrarios a SUS disposiciones; minus
--.- que el magistrado hace su rogatzo al populus. La quam perfectae, que soneaquellac que en la sanctio
.- votación se hace en el orden establecido en las ten- castigan con penas a los trasgresores, pero sin decla-
3 t u n a s o en las tribus. Se empleaban cartones, lo que rar nulos los actos contrarios a dichas leyes; e imper-
-,
--
--
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facil~tabael cómputo. Los que se inclinaban por la
afirmativa decían Utz rogas (= conforme con lo que
estableces). Si eran por la negativa, la fórmula era
Anttquo (= me quedo con lo antiguo, es decir, con l a
fectae, que son aquellas que no han establecido nin-
guna sanctio.
Por una constitución de Teodosio y Valentiniano
se dispuso que todos los actos realizados contra lo
. , situación anterior). 9 dispuesto en una ley "no sólo se los tenga por nulos
-- 3 Por lo que se ve, el control del procedimiento (inutiiia), sino también por no hechos íp7-o infectis)";
<-
lo tiene el magistrado. Éste, al presentar s u proyecto, C.1.14.5, año 439. Siendo así, todas las leyes son,
trata de interpretar el sentir de los grupos mayorita- desde esta disposición, perfectae.
- rios, incluso consultando al Senado, en cambio, el
- populus no puede presentar proyectos de ley. Con las 37. Importancia reka6va de las Eeges
contrones. tiene l a oportunidad de pulsar políticamen- en el ius privatunz. Pese a que en la enume-
te a los futuros votantes, pudiendo hacer las modifi- ración de las fuentes del ius, la lex aparece en
caciones que entienda convenientes. De este modo, primer lugar, debemos aclarzlr que la mayoría
podía saber, en la mayoría de los casos, cómo vota- de ellas tratan más bien de Demas del ius pu-
rían los comicios El "punto de gravedad" pasa, pues, blicum. En cambio, son solamente muy pocas
por el magistrado. Rogat~o (que está emparentado aquellas que se ocupan de temas del ius priva-
con 7 - P ~ O , de donde viene rex) significa más "dictar" tum (generalmente votadas eE los comicios tri-
que "rogar". La mención del popz~lusen las definiclo- bados). Ello sucede cuando Za causa motivante
de la lex respectiva llevaba a tener que adoptar E. Desecho romano el8stco.
una solución política. .Así, cuando se trataba de
algún problema cuya gravedad social superaba 39. Este período, que hemos establecido en
la labor propia de la iurisp7-ude7ztia, y que, por tres etapas (130 a.c.-230 d.c.), es indudabie-
sus repercusiones, provocaba la intervención le- mente el de mayor florecimiento del ius. Duran-
gislativa de los magistrados. te él se constituyó la verdadera ciencia jurídica
romana, gracias a la labor de los grandes juris-
1. Es por ello que existen zonas muy vastas del consultos. Éstos fueron l o s que encontraron so-
ius przuatum, tales como lo vinculado con el matrimo- luciones técnicas sumamente zdecuadas a la rea-
nio, la familia, los contratos y demás negocios, el lidad socio-económica de la Roma de ese
dominio y los in iu7-a i n re alielza, etc., que no serán entonces. Significó una superación neta del vie-
sino esporádicamente motivo de tratamiento legisla- jo i u s civile de la época quiritaria, que sólo
tivo. Una cuestión esencial, como la edad para alcan- interesa desde un punto de vista histórico, y en
zar la capacidad de hecho, la pubertad, será motivo la medida que siguió penviendo en algunas
de discusiones entre las escuelas, y recién con Justi- cuestiones de este derecho clásico. A su vez, el
niano habrá una decisión legislativa. derecho posclásico no puede ser comprendido
2. La lex tiene, pues, un campo de aplicación sino como una alteración y en algunos casos
limitado en lo que atañe al zus priuatum. No se innovación de las soluciones clásicas.
puede hablar de un "ordenamiento legal". Lo más que
podemos admitir es que existen ciertas y determina- (A) Comienzos del periodo del derecho clá.-
das leges que de alguna manera han dicho algo en sico.
ese campo. Hablando en términos actuales, más que '3 40. Desde el año 387 a.c. se había creado la
sefialar la existencia de "lagunas", es decir, sectores magistratura del praetor, pero alrededor del 242 a . c .
jurídicos no legislados, para ser precisos tendríamos, -debido a la expansión de Roma a Italia- se creó
al revés, que hablar de "islas", o sea, de algunas la magistratura del praetor peregrinus, que se debía
pocas y escasas materias legisladas, en medio de l a ocupar de los problemas jur;dicos existentes entre
vasta superficie del "mar" de lo no legislado. extranjeros y entre éstos y 15s ciudadanos romanos,
3. A las Zeges no se les puede aplicar la temino- utilizando el ius gentium. S e deja subsistente al otro
logía actual de "normas". La palabra norma (escua- pretor, llamado ahora praetor usbanus, encargado fun-
dra) sólo aparece aplicada en la legislación del siglo damentalmente de las cuestiones entre romanos, en
IV d.C., en forma muy específica para reglamentacio- las que se aplicaba el ius ciuéle.
nes fiscales. Un momento muy importmte fue la sanción de
l a lex Aebutia, que permitió el procedimiento de las
38. Los plebiscitos. La palabra "plebisci- fórmulas escritas ("procedimiento formulario"). Esta
to" se cGníorma a-pai-t5r de plebs (plebe) y de ley, de fecha desconocida, e r a de mediados del siglo
scitu~n(decidido). La definición dada por Gayo 11 a.c. Aunque tuvo que haber sido sancionada antes
(1.3) es equivalente a la empleada para la lex: del 130 a.c., por las razones dadas, hemos seguido
"mebiscito es lo que la plebe ordena y estable- el criterio de fijar este año para señalar el comienzo
ce". En este caso, el c o n c i & n plebts es convo-- de este derecho clásico (para algunos "derecho pre-
---.-- p o 3 magistrado plebeyo, es decir, el %?? '
TZ3o clásico").
buno.
-
,
la l e ~ . --
--s'ig_uiéndosey_ntrámite semejante que para
5 41. El edicto de Ecro magistrados. En
general, los magistrados con i m p e r i u m gozan
l. El problema pilncipal estuvo representado por también del ius edicendi, es decir, de la posibi-
el valor que tenían estos plebiscitos (¿eran obligatorios lidad de dirigirse en forma general al populus,
sólo para los plebeyos o valían también para los ya sea por pa'abra o por escrito. Se dice enton-
patricios?). Parece ser que debían estar sometidos a la ces que el magistrado da su edictum.
aprobación del Senado. Hubo al respecto dos leyes, l a Acá interesarán fundamentalmente los "edic-
Valeria Eor-atia (año 448 a.c.) y l a Publilia Philonis tos" de aquellos magistrados que t i ~ e quen ver
(año 338 a.C.1, relacionadas con este tema del requisi- con la administración de justicia. Estos son: el
to de la aprobación (quizá primero posterior, y luego, pretor -urbano y peregrioo-, los ediles curu-
por l a segunda anterior). Pero finalmente el problema les, que se ocupaban de la ~egulaciónde los
quedó zanjado con la lex Hortensia (año 288-285 a.c., mercados; y en las provincias, los gobernadores
quizá 286), que eliminó la necesidad de la auctoritas y los cuestores.
patl-um, quedando entonces los plebiscita equiparados
a las Zeges. Por ello, los que conocemos tienen la 9 42. Clases de edictos. !Cada pretor, al comien-
¿lenominación $ e j g x . ~a-posibilidad de los conzitia - zo de s u magistratura, publita su edictum en las
----A
tributa tornó obsoleta esta fuente de producción jurí- tablas del album, librándolo a l conocimiento general.
dica En 61 figuran las fórmulas de las acciones que con-
cederá a los lizigantes, así como otras nledldas espe- recer aquellos que por mérito propio se dedica-
ciales: decretos, interdictos,. etc. ban al conocimiento de soluciones de justicia,
Ei edicto expira el día en que cesa Ia magistra- manejando la prz~derztia en los asuntos jurr'di-
tura de quien lo dlctó; de ahí su denominación de le9 cos. Por ello son denominados -prudentes o tam-
anrzua, y más concretamente de edictum perpetuum, bién iuj-isprudentes.
si bien duraba solamente ese año. El pretor siguiente El p r u d e n s era consultada por los particda-
no estaba obligado a adoptar el mismo edicto. Pero el res en cada caso específico y emitía s u respon-
uso habitual fue el de renovarle su vigencia (si así se s u m (respuesta). A s u vez, col^ el advenimiento
hacía se lo llamaba edictuln traslaticium; aunque del proceso formulario, los pretores, que en ge-
podía agregarle nuevas proposiciones (pars 7zoua) a lo neral cumplían una función e a el cursus hoao-
que ya existía (pars traslat~csa).De todos modos, la r u m político, se fueron acostnnbrando a recrs-
ru7zsdictio del pretor no se agota con la decisión rrir a estos iurisprudentes.
inicial, ya que ante cualquier caso concreto que se le De este modo, l a interprekatio p r u d e n t i u m
presentaba podía amparar al litigante mediante el fue de uso común, t a l como lo reconocen Cicerón
dictado de una solución concreta nueva, es decir, un (Top., 5.281, Pomponio (0.1.2.2.12) y Papiniano
edzctunz repentznum. fi (D.1.1.7). En los tiempos de Cñcerón (pro Caec.
23), si bien el magistrado no aparece como obli-
Q 43. Prazpoz-tarzeia del edicto de1 pretor. gado, lo común era que se adhiriera a lo acon-
Con la aparición del procedimiento forinulario sejado por estos entendidos, salvo que se pre-
(lex A e b u t i a ) , el pretor pudo manejar mas libre- sentara una opinión contrarizi, en cuyo caso
mente s u iurisdictio (el dicere = decir: pero en optaba por el criterio que considerara oportuno.
el sentido fuerte de "crear" el i u s ) . Si bien no
puede modificar directamente el i u s ciuile, res- 45. Labor de los iurisprudentes. 1. En cuan-
pecto del cual corresponde, sin embargo, s u irz- to a la actividad de los iurisprudentes, abarcaba as-
tel-pretutio, el pretor comienza a introducir inno- pectos más amplios que las respaestas dadas a las
vaciones, que funcionan como i u s praetorium. consultas del pretor, o del iudex, o de particulares.
Mediante esta nueva clase de i u s (llamado tam- E n forma muy breve, podemos caracterizarla como
bién i u s honorarizcm), los pretores podían, "por consistente en:
causa de utilidad pública", a veces "ayudar" (i) respondere: dar consejos, bajo forma de opinio-
( a d i u u a n d i c a u s a ) al i u s ciuile, pero también nes o sentencias, acostumbrándose a que estuvieran
"suplirlo" (supplelzdz causa), y más aun "corre- presentes jóvenes auditores, qJe se iban formando
girlo" (corrigendi causa); Pap., D.1.1.7.1. jundicamente;
(ii) cavere (prever): consistia en redactar cláusu-
1. De este modo, no se consideraba que el pretor las que se incorporarían a los negocios jurídicos: asis-
derogaba al ius ciuile, sino que más bien lo afinaba tiendo a los interesados y aconsejhdolos en l a impar-
en su aplicación concreta. Por eso, este ius hono7-a- tancia práctica de las palabras, giros y tecnicismos
rium es considerado por Marciano como viva voz jurídicos que se empleaban; y
iuris civilis (13.1.1.8). Esto significaba que al lado del (iii) agere (obrar): era l a tasea de guiar a los
~ L L Sciuile, que seguía marcando l a aplicación de la litigantes y a sus defensores (oratores), quienes eran
iustitia (en el viejo sentido de apego a las reglas fijas los que efectivamente abogaban por las partes.
y rituales), funcionaba armoniosamente este nuevo 2. La labor de los iurisprudentes era honoraria,
ius praetorium, que se basaba en la aequitas y que por lo menos en un principio. Tuvieron un amplio
permitía la producción de soluciones de justicia me- reconocimiento público por parte d e los romanos. Se-
jores. E1 edicto de los pretores -que normalmente gún Cicerón, el domicilio de los prudentes era sine
requerían la ayuda de los iu7-lsprudentes- sinrió pa- dubio el de un "oráculo de la ciudad" (oraculum
ra adecuar el ius a los distintos cambios que se ciuitatis; d e orat. 1.45.200). Pornponio habla de ellos
producirán en la sociedad romana. como que "fueron de máxima estimación (dignitas)
2. Del mismo modo, los ediles curules, si bien en para el populus Romanus" (D.1.2.2.35). Su sapientia
menor medida, introdujeron soluciones interesantes es considerada por Ulpiano como res sanctissima
para l a vida jurídica de los mercados (así, a propósito (0.50.13.1.5).
de los vicios redhibitorios"; D.21.1). También en las
provincias, los gobernadores y los cuestores (en las 46. Primeros juristas. Entre los primeros
provincias senatoriales) dictaban edictos que confor- juristas debemos mencionar, continuando l a la-
maron luego el "Edicto Provincial", comentado por bor iniciada por Tiberio Coruneanio y por S e x t o
Gayo y por Ulpiano. Aelio Peto, a Marco Porcio Gafo (muerto en el
152, siendo pretor), hijo de Catón el Censor, y
5 44. L o s respolzsa: pr~deaztiizm. Eri la a los tres que se consideran los "fundadores":
medida eil que se laicizó el i u s , sacái~dolode la A4urco A4anilio (cónsul en el k49), Marco J u n i o
irzte7pretatio de los Pontífices, comenzaron a apa- Brztto (hijo del cónsul del 147) y Publio Mucio
Scéuola. Este último, cónsul en el 133, pertene- ria del derecho clásico. Par un lado, la forma-
ce a u n a familia que .dio otros juristas célebres ción del nuevo sistema político del Principado;
conio su primo, Quinto Mucio Sdvola, el Augur por el otro, el afianzamiento ya obligatorio del
(cÓnsu1 en el 117) y su propio hijo, Quinto Mu- procedimiento formulario, permitido por la Lex
cio Scéuola, el Po~ztífice(cónsnl en el 95). A este Aebutia, pero ahora tornado obligatorio por Oc-
último se debe la primera exposición ordenada tavio Augusto (Leges Iulia d e iudiciis; año 17
del ius ciuile, en una obra de 18 libros, donde a.c.).
se aprecia la influencia retórica helenística.
En una etapa siguiei~teaparecieron dos gran- 1. Las fuentes del ius para los comienzos de
des nombres: Cayo Aquilio Galo (pretor en el esta nueva etapa del ''Derecha Clásico", serán funda-
66) y Seruzo Sulpicio Rufo (cónsul en el 51); con mentalmente los edictos de los pretores y otros ma-
este último se fortalece la costumbre de formar gistrados, así como los responsa prudentium. Igual-
discípulos, constituyéndose en el fundador de la mente, como fuentes autoritarias, durante cierto
"escuela Serviana". Precisamente uno de sus tiempo continuarán las leges, a las que se unirán en
grandes adeptos fue Alfeno Varo (cónsul en el una primera época los "senadoconsultos" y más tarde
39), autor de una obra en 40 libros, llamada las "constituciones del Príncipe" (o "constituciones im-
D i e s t a , conteniendo responsa a casos prácticos periales".
(quaestiones). 2. A comienzos del Principado se continuaron
votando leyes en los comicios (así, entre otras, la lex
1. La labor de estos juristas se basa fundamen- Aelia Sentia, la lex Fufia Calzinia, etc.). Éstas conti-
talmente, como ocurrirá con sus continuadores céle- nuaron aprobándose hasta la época de Claudio.
bres del periodo clásico central, no en comentar tex- 3. En cuanto a los "senadoconsultos", la denomi-
tos legales, sino en analizar cada uno de los casos nación ya existía en la época republicana, puesto que
concretos que se le presentaban. Sus responsa des- la opinión de este cuerpo político ante la consulta de
cansan en su propia auctoritas o en la de otro jurista un magistrado, recibía el nombre de senatusconsul-
anterior. Lejos de mostrarse presuntuosos, se expre- tum. La característica distinta consistía en que se
san en términos muy prudentes: intelligi (se entien- empleaba la consulta al Senado, aprovechándose del
de), videl-i (se ve), contineri (se comprende), o esse peso de su auctoritas para darle fuerza de ley. De
placuit (place ser) o est probabiltus (es probable). La este modo se reemplazó la convocatoria de los comi-
opinión dada será mantenida siempre y cuando no se c i o ~por la reunión del Senado. Por ello, Pomponio
modifiquen las circunstancias del caso. señala cómo e1 Senado aparece como órgano legisla-
2. No obstante que se habla de influencias filosó- dor en lugar delpopulus, de tal modo que lo decidido
ficas, sobre todo helenísticas (Platón; Aristóteles y la por este organismo es llamado senatusconsultu~n
escuela estoica), no existió propiamente una "filosofía (D.1.2.9). Tácito Olnn., 1.15) menciona que "por pri-
del Derecho". Lo que sí pudo haber existido es una mera vez -en la época de Tiberio- los comicios
influencia individualista, propia del liberalismo hele- pasaron del Campo de Marte al Senado". Pero ya con
nístico, A pesar de emplear muy moderadamente el Octavio se practicó esta forma, por lo menos en ma-
método dialéctico de las "distinciones", se mostrarán teria criminal.
muy reservados para emitir definiciones. Palabras
usuales como actio, dominium, possessio, obligatio, 5 48. Los senadoeonsultos. S e a Gayo
pzgnus, delicturn, heres, etc., carecen de definición, (1.4) el "senadoconsulto" es definido como ' l o
anticipando el criterio posterior de Iavoleno que el Senado ordena y establece". Los verbos
(D.50.17.202) de que "toda definición en el ius ciuile empleados son los mismos utilizados para defi-
es peligrosa". La tarea de sistematizar todo el ius, nir la lex y el plebiscitum. Al igual que en ellos,
una de las ideas de Cicerón (que no era un prudens no se trata acá de una labor autónoma del
que maneja el ius, sino un orator, que se empeña en Senado. Los senatusconsulta se realizaban a pro-
la tarea de convencer a los jueces por medio de la puesta del P-r j n q s- . L
-- .- precisamente
.-.
en-tal carác-
retórica), no fue practicada. La obra de Q. Mucio ter, como líder dei Segado, -o en-
Scévola, no pasa por ser sino una presentación usual viaba a un delegado suyo para leerla- m a
de las instituciones. Incluso, aun cuando enuncian oratio (discurso).
- -- Guardaba con ello, en lo for-
una "regla" (regula iuris), ella carece de validez lógi- mal, un respeto por el Senado, mostrando cómo
co-dogmática. Como lo dirá más tarde Paulo se conservaban las costumbres republicanas. Pero
(D.50.17.11, "tan pronto COMO en algo es cambiada (la en lo sustancial el Senado se mostraba suma-
"causa" o "caso") pierde su eficacia. mente complaciente para con los requerimientos
imperiales.
(B) E l derecho clásico central. Ya para la época - - de
-. Hadriano, el texto del
47. Hacia el año 30 a.c. -que hemos S.C.éi-adiTectX6nte la oratio, siendo aprobada,
tomado conlo hito- se producen algunos acon- ño ya Coii--EaGtación estricta, sino mediante
tecinlientos que serán importantes en la histo- laacclamatió: los senadores prorrumpían en u n s
"aclamación" aplaudiencio la medida propuesta to!itate Principzs con10 beneficio p ~ s o n a la determi-
por el César. Todo esto adquirió una forma ira- nados juristas, comenzando por hrasurio Sabino. La
presionailte de adulación reglamentada, 1ou-qu_e obligatoriedad para el pretor no debió haber sido
contribuyó a s u d e s p q ~ t j ~ o : - p a g á n d o sa-esince- estricta, pero de hecho los magisk-dos debían sentir-
rar,-posfeFioi~nente,!a-&- empleada medi&- se inclinados a aceptar los criterios propuestos por
t e la y@~~add~E-mpe~-afiore~~esada.-baja la aquellos en quienes el emperadolp había depositado
fo%a de "constituciones del Príncipe'' su confianza y otorgado el calor oEcÍa1.
_S--- - 3. Con posterioridad, tanto Clandio como Calígu-
1. La denominación del S.C.se solía hacer con el la se mostraron como queriendo reservarse el derecho
nonlbre del emperador proponente (p.ej., s.c. Claudta- de los J-esponsa, tarea casi imposigile de asumir por
7zum, s. c.Vespasianum); otras veces, con el nombre de parte de estos emperadores. Luego de ellos se volvió
uno de los cónsules que gobernaba en ese momento al sistema anterior.
4. Reformas de Hadriano. a ) Par un lado permitió
(p.ej., s.c. TrebelEianum, siendo Trebelio Máximo y h-
que cualquiera pudiera responder a una consulta jun-
neo Séneca, cónsules).
dica, siempre y cuando se sintiera con confianza para
2. Gayo (1.4) nos dice que el S.C.tiene "fuerza de
ello. En tal sentido interpretó l a p d a b r a publice como
ley", aunque expresa que esto estaba discutido por que cualquiera del populus podia efectuar responsa
algunos. Pero ya en l a época de Ulpiano (D.1.3.9): "no (Pomp., D.1.2.2.49). Pero a algunos les debió haber
se duda que el Senado pueda hacer ius". concedido el favor especial. En un párrafo muy discu-
3. Poco a poco esta fuente irá desapareciendo. tido de Gayo (1.7) se habla de aquellos "a quienes se
Los últimos s.c. mencionados son uno de Alejandro les h a permitido fundar derecho" (~perrnissioiura con-
Severo (año 228;D.11.4.1.2, sobre esclavos fugitivos) dere?), de tal modo que si al magiskado se le presen-
y otro de Gordiano (año 239; C.2.11.15, sobre dismi- taban respuestas concordantes por parte de estos juris-
nución del luto legal de las viudas). tas, era obligatoria para él ("obtiene fuerza de ley"),
pero si se presentaba una discordante, entonces el
5 49. Los responsa prudentium. El ius magistrado era libre de seguir una u otra opinión. Y
publice respondendi. La fuente jurídica más esto lo atribuye a un rescripto de Hadriano.
importante estuvo constituída por la labor de b) Pero, por el otro lado, este emperador creará
los iui-isprudentes. Sin embargo, u n a medi- un Consilium de juristas, que o b ~ x ácomo tribunal
da tomada por Octavio vino a introducir m de casación de la jurisprudencia. Los juristas inte-
elemento alterador de la labor de los juris- grantes de este Consilium son pagados, con lo cual se
llega a una burocratización de la Eabor interpretativa.
consultos.
Esta tarea centralizadora marcha de ~tcuerdocon la
En cierto modo, absorbió l a potestad de efec- otra gran determinación de Wadriano, de ordenar
tuar responsa en su propia persona, pero l a confeccionar el Edicto Perpetuo. Par ello, los juristas
delegó en los iurisprudentes, a quienes les con- del Consiliurn tendrán l a tarea de interpretar y pro-
cedió el poder de responder en nombre de s u ducir las modificaciones al Edicto cuando mediaba
ar~ctoritas.Esto se llamó el ius publice respon- una consulta por parte de los magistrados, dándosele
dendi ex azrctoritate Principis. Según lo dice autoridad imperial por l a vía de Iss rescriptos.
Pomponio (D.1.2.2.48-50), fue Tiberio quien or- 5. El último jurisconsulto a quien se concedió el
ganizó este sistema, y pese a reconocer el pre- ius publice respondendi parece h a h a sido un tal Ino-
cedente de Augusto, excresa que fue Tiberio el cencio, contemporáneo de Dioclecimo. La abolición de-
primero que concedió dicho favor al jurista Ma- finitiva parece haber ocurrido con Constantino.
surio Sabino.
3 50. Los jurisconsul~os d e esta época.
La tarea de los iurisprudentes, pese a las difi-
1. El texto de Pomponio no es muy claro: '731
cultades creadas por el ius publice respondendi,
Divino Augusto fue el primero que para que fuese
no sólo continuó la tradición de los grandes
mayor la auctoritas del ius, determinó que se contes-
jurisconsultos de la época republicana, sino que
tara ex amtoritate suya". Podría ser que más que
conceder este beneficio a alguien en particular, en
se mostraron como técnicos e5caces e n solucio-
ciertos casos, e1 César agregaba el peso de su aucto-
nes ocurrentes y felices que dieron gran brillo al
ritas a la respuesta del jurista consultado. De ahí
conocimiento del ius. Asimismo se dedicaron a
que el texto debía venir firmado y sellado (signaturn),
fa tarea pedagógica, formando discípulos. Du-
pareciendo más que probable que se le uniera el sello rante el siglo 1 y parte del sig-&ente, se confor-
imperial, para asegurar la procedencia auténtica. El maron dos escuelas: la de los fioculeyarzos y l a
uso no debió ser, en principio, muy frecucnte. de los Sabinianos.
2. Pero Octavio -quien gustaba centralizar todo
el poder- controlaba en forma personal cada caso, Escuela Proculeyana.
tarea que se volvió muy pesada. Por ello Tiberio 1. El primer gran jurista de comienzos del Prin-
resuelve conceder el ius publice respondendi ex auc- cipado fue Jla~-coAntistio Labeo (48 a.c.-10-18 d.C.).
Su padre pertenecía al círculo de Bruto, uno de los suma sencilIez y sin faltarle elegancia, trata de las
asesinos de César. Fue discípulo de Trebacio y ejerció instituciones de la época clásica. Esta obra gozó de
el oficio de iurisprudens con toda dignidad. Desde el gran predicamento por parte de quienes se iniciaban
punto de vista politico mantenía su acendrada prosa- en el conocimiento del ius,y ello hasta tal punto que
pia republicana (fue pretor, pero rechazó el consula- las Institutas de Justiniano tomarán a las de Gayo
do), manteniéndose apartado de Octavio. Se dedicó a como modelo.
formar discípulos, que son quienes conformaron la
escuela Proculeyana. (C) L a Última e t ~ p ade la época Clásica.
2. Entre éstos cabe n~encionara los dos Nerua 3 5 1 . Caracteristicas. Desde el gobierno de
(padre e hijo) y a Próculo (que dará su nombre a la Radriano comienza un giro francamente centra-
escuela), todos de la época de Tiberio; y luego a lizante y burocrático de la labor jurídica. Este
Pegaso, de la época de Vespasiano (69-79), a los dos efecto nuevo surge de las dos medidas tomadas,
Celso, padre (de la época de Domiciano, años 81-96) una la de crear el Edicto Perpetuo, y la otra, la
e hijo (de la época de Trajano, años 98-117), y &al- creación del C o n s i l i u m de juristas.
mente a Neracio Prisco, ya de la época de Hadriano.
1. Edicto Perpetuo. Hadllano encomendó al jui-is-
Escuela Sabiniana. ta Salvio Juliano la codificación ordenada del edicto
1. Contemporáneo de Labeo fue Ateio Capito, de los pretores, obra que se conoce como el Edictum
quien se movió al calor de los favores imperiales, Perpetuum, reconstruído hoy día por el monumental
sobre todo de Tiberio, No tiene la importancia jurídi- trabajo de Lenel. Este Edicto se tornó obligatorio, de
ca que tuvo Labeo, ni tampoco fue él quien creó una tal modo que los pretores -y jueces debían seguir
verdadera escuela. Pero por.020sición a la escuela de
y única y exclusivamente sus prescripciones. Para dar-
Labeo, que en realidad no tuvo en principio un nom- le obligatoriedad, lo presento al Senado, quien lo
b x y a { u e la-den~minación de -Proculeyana Parece aprobó bajo la forma de senadoconsulto. En él se
=-- .-%,fl-- -2 -7.
ser_-posterior,
._. . -aparece como el *rimero de 10s juristas
oficialistas, al igual que Masurio Sabino, que dará su
expresa que "si algo no se emontrara consignado en
el Edicto, pudiera resolverlo una nova auctoritas, se-
nombre a'la escuela SabiniLla: ' gún las reglas, conjeturas y analogías de aquél"
2-'-PrecisamentC Masurio Sabsno fue el primer (C.1.17.18). El mismo Salvio Juliano (D.1.3.11) esta-
gran autor de esta Escuela. De origen humilde, tuvo bleció que en caso de duda o laguna del Edicto, se
siempre___-___
escasez de recursos. Tuvo -que ser remediara el problema vía interpretatio o por una
_- ---- - - .-.--.__
-- -- 1
- - ayudado
---
- *
aor---sus
- - --,. _-
disci~ulos.
caballero en el c'énso
~udiendo
-e-.
cuax~do
alcanzar
> L
el raneo
" de
tema-50 -&os- E s S b i ó
constitutio optimi Principis.
2. Se ve así cómo la sanción del Edicto Perpetuo
I--r*IYI-.-L-- -.. -4_
inuchas obras, entre las cuales las que le dieron más está plenamente vinculada con la creación del Consi-
fama fueron sus tres libros sobre el ius civile. lium. Los magistrados estaban obligados a hacer ob-
3. Cayo Cassio Longino (cónsul en el 30 d.c.) fue senrar el Edicto, pero ante un caso de duda en cuanto
discípulo de Masurio Sabino. Provenía de una familia a la aplicación, o propuesta de reformas, la consulta
ilustre. Era descendiente del Cassio asesino de Cé- debía ser hecha ante el Príncipe mediante un escrito
sar, y al mismo tiempo, por parte de madre, del (libellus). La Secretaría de la Cancillería imperial
gran jurista republicano Servio Sulpicio Rufo. Tuvo pasaba la cuestión a los juristas del Consilium, y la
gran prestigio público, y ello hasta tal punto que respuesta adquiría fuerza obkigatoria por medio del
esta Escuela suele ser mencionada también como rescriptum dictado por el emperador.
Cassiana.
4. Otros juristas de esta Escuela fueron Celzo 3 52. Constitutiones Principis (glsnsfitke-
Sabsno (de la época de Vespasiano) y Iavoleno Prisco ciones imperiales). De este modo surge una
(de la época de Nema). Y sobre todo Salvio JuZialto, nueva forma de legislaci6n, que será conocida
que fue el otro gran jurista del nivel de Labeo. Na- más tarde con el nombre de "constituciones im-
cido en Hadrumentum, África, hacia el año 100 fue
periales". Ulpiano nos defhne la constitutio prin-
cónsul en dos oportunidades y gobernador de la Ger-
cipis de este modo: "Aquello que le gustó adrni-
mania inferior. Integró el Conszlzum de Hadriano, y
luego de Antonino Pío y Marco Aurelio. Igualmente
tir al Príncipe, tiene fuerza de ley" (Quod principi
fue el redactor del Edicto perpetuo y de una obra placuit, legis habet vigorern).
Dzgesta (90 libros) que contiene respuestas y resolu- Las formas que podía tener una constitución
ciones que demuestran su gran sapiencia jurídica. imperial eran variadas:
Tuvo un buen discípulo en Sexto Cecilio Africano. a ) Podía ser un e d i c t u m , o sea, una disposi-
5. Un nombre muy especial es el de Gayo. En ción de - -c- -a r á c t ~
g e ~ F t o d o los s habitantes
realidad, no fue un zul-zspr-udens, ya que no se le del Imperio, o de alguna provincia.
conoce ningún 7-esponsum. Fue en cambio un maes- b ) O un .- _--------' tal cual vimos que se
rescriptum,
__.
tro, enseñante del Derecho. Vivió bajo Hadriano, aplicó con cierta profusión a partir de Hadriano.
Antonino Pío y Marco Aurelio. Es el autor de sus Consistía en la respuesta dada a una consulta
célebres Institutas, obra didáctica en la cual con de UD magistrado o de uia particular.
7-
.kiICTORIA DEL 1
c } O u n <ecretunz, o sea. pila resolución ju- d$urcelo fue mrernbro del L"o:.zs~iiunnbajo -&I-
dicial del einperador e n q i n juicio, y a por grado tonino Pío y Marco Aurelio. Fue autor de 31 libros
originario o por apelación. Si bien tiene sólo de su obra Digestu, y de un libro s o h e Eesponsa, así
valor p a r a el caso planteaclo, s i m e , a l igual que como de un comentario de la ler IrrZFa ~t Papia Pop-
los 1-escl-ipta, p a r a casos similares. paea, y de otra sobre el Oficio de los cónsilles.
d ) A ellos podemos agregar los nzaadata, o e Ce7vidio Scéuola fue contemporáraeo y conseje-
sea; órdenes dadas a magistrados provinciales. ro de Marco Pxurelio. Escribió una obra sobr? Wespon-
sa (6 libros), otra sobre el Digesto (40 libros) y una
1. Esta nueva fornia de legislar,. llamada vulgar- tercera sobre Quuestiones. Igualmsnte se dedicó a
mente constitutio~zes(Ulp., D.1.4.1.1), es diferenciada temas de derecho provincial y cue~%ones de far~illa.
de la lex; por eso no se dice que son leges, sino que e Papizziano, originario de SiFha, fue asesor de1
tienen "fuerza de ley". Su fuente radica en que este pi-aefectus praetorio en la época de Severo, y él mis-
poder legisferante le nace al emperador desde el mo- mo llegó a ocupar ese cargo. Esto era importante -
inento en que le es concedido el impel-ium; Gayo, 1.5; porque desde él se dominaba en esta época l a admi-
Ulp., 0.1.4.1. Ya en la última época posclásica son nistración de justicia y las cada vez más crecientes
denominadas directamente leges. consultas juridicas. Dentro de u n estilo muy sobrio
Por el 01x0 lado, estas disposiciones, principal- escribió sobre Responsa (19 libros), sobre Quaestiones
mente los rescripta, tendrán suma importancia en su (37 libros) y Definitiones (2 libros). Se lo consideró el
aplicación al nuevo procedimiento cognitorio (o extra "príncipe de la jurisprudencia". Fue condenado a muer-
ordinem) que significará la desaparición de la figura te por Caracalla, en el año 212, p m negarse a justi-
del pretor. ficar el asesinato de dicho emperador a su h e m a n o
Geta. Su muerte lo rodeó de la aureola de mártir de
8 5 3 . Los grandes juristas de esta &poca. l a justicia.
Después d e Salvio Juliano prácticamente desa- e Paulo fue un discipulo de Scévola y trabajó
28 i DI PIETRO
ALFREDO
L
EnAcua& á. la c~mpilaciónde leges, existie- si Momrnsen (en parte tomando el trabajo de Krüger)
ron dos obras debidas a la @cia$iva privada: lo ha reconstruído, ello fue posible por cuanto Justi-
las~Cohpila&ones Gregoriana y Hermogeniana, niano, que lo derogó (en W e n t e en el 529 y en
io&-o&i:&_&-~ó+go Theodosiano. Occidente en el 554), conserv6 en el Código las cons-
tituciones desde Constantino, tomadas del Código
l. La palabra "código" (codex) designa, ya en el Theodosiano.
siglo 111, la nueva práctica de agrupar distintas pá- 2. En el Breviarium Alaricz se agregaron otras
gmas ensambladas, de tal modo que es de aquí que constituciones de Theodosio y sus sucesores, poste-
llegaremos al libro. Se reemplaza así la forma ante- nores al 439, a las que s e conoce como Novellae
rior de los rollos (volunzen) y la de las tablas ence- postheodosianae.
radas. Con el codex se tornaba más fácil el manejo de
la obra y s u lectura. 60. Las leyes rornano-bárbaras. Durante el
siglo V, ya varias tribus germánicas estaban habitan-
A) La compilación Gregoriana, llamada cor- do la parte occidental del Imperio. Estos pueblos, a su
pus, y más tarde codex Gregorzanus, es debida modo "romanizados" y reconociendo las virtudes jurí-
a un tal Gregorio, personaje desconocido del dicas de las obras romanas, demostraron sumo interés
HISTORIA
DEL DERECEIO R 0 3 4 A S 0 29
en aplicai-las. Es por ello que se las conoció posterior- 5 61. La eéampilacihin de J i u s f i n i a m g . Fue
mente como "leyes romano-bárbaras3. finalmente el emperador Jucfhiano (527-565)
quien realizó l a compilación definitiva, superan-
1. Lex Romana MTisighotorum. E n el año 506, do netamente a todas las anteriores: ya que
Alarico 11, rey de los TTisigodos, que gobernaba no solamente recopiló las leges, sino también
el Sur de las Galias y el Norte de Hispania, los iura. S u obra será conocida m á s tarde -no
realizó una compilación, que abarcaba tanto al- en su época- como Corpus IELTLSCivilis. Esto
gunos iuru, como tanibién leges. Se la conoce se debió a los estudiosos posteriores de Occi-
como Lex Rolnana Wisighotorum o "Breviario de dente, siendo Godofredo quien fe dio este nom-
Alarico". bre cuando editó la obra en el año 1583. De
Contiene un extracto de las compilaciones este modo lo contraponían al Corpus h r i s Ca-
Gregoriana y Hermogeniana, y en mayor medi- nonici, donde estaba la leg-klación canónica
da partes del Código Theodosiano, al que se eclesiástica.
agregaron constituciones posteriores (Nouellae
Postheodosia7zae). Pero también u n resumen de 1. Por medio de l a constituci6n Eaec quae neces-
la obra de las Institutas de Gayo (Epitome Gai), sario del año 528, Justiniano enczrgó a una comisión
textos de las Serztentiae de Paulo y un fragmen- de 10 miembros, presidida por Juan, ex criestor de
to de Papiniano. Palacio e integrada entre otros pm Triboniano, ma-
gister oficiorum, y Téofilo, profesor de l a escuela de
1. El Breuia7.iu~nAlarici resultó muy importante Constantinopla, l a tarea de redactar u n Código, po-
para la historia jurídica occidental. Gozó de mucho niendo al día las compilaciones anteriores. Esto se
favor, ya que gracias a él se podía conocer tanto las llevó a cabo en el 529, si bien esta edición del Codex
instituciones de l a época clásica como posclásicas. El file luego reemplazada por otra.
Epítome de Gayo tuvo relevancia hasta el descubri- 2. Luego, en el año 530, por la constitución Deo
miento del texto de las Institutas, realizado por Nie- auctore, encomendó a Triboniano, ahora cuestor del
buhr en l a Biblioteca de Verona (1816). Fue una de sacro Palacio, que formara una camísión para recopi-
las fuentes del Derecho, no sólo en España, donde lar los iura. Entre sus colaborado~esestuvieron los
estuvo vigente hasta la publicación del Liber iudicio- profesores Teófilo, Doroteo, Cratirao e Isidoro, así co-
r-unz, en el siglo VII, sino además en Francia, Alema- mo Constmtino, comes sacrarurn largitianum, y 11
nia e Inglaterra medievales. Luego del redescubri- juristas. La tarea fue cumplida en sólo tres años, y
miento del Co7pus Iur-is Civilis (siglo XI-XII), perdió Justiniano l a puso en vigor por medio de l a constitu-
la importancia primitiva, pero resulta siempre inte- ción Tanta para entrar a regir desde el 30 de diciem-
resante para los investigadores. bre de dicl~oa8o. Se la llamó D i e s t a (= "distribuido
ordenadamente") o en griego Pandectas (= 'qibros que
11. La lex Ronzalza Bu7-gu7zdio~-ut7z.Fue dada lo contienen todo").
a comienzos del siglo VI, por Gondobago, rey de 3. Aún en curso esta segunda obra, le encomien-
los burgundios, que se habían establecido en la da a Triboniano, a Teófilo y a Doroteo, la redacción
zona de la actual Borgoña. Se aplicó tanto a su de una obra para uso escolar. Será denominada Ins-
pueblo colno a los romanos que habitaban el titutiones (vulgarmente Institutas), comenzando a re-
territorio. gir, junto con el Digesto, por la constitución Tanfa.
4. Con posterioridad al Código, teniendo en cuen-
1. Contenía constituciones de las compilaciones t a innovaciones legislativas producidas, entre ellas
Gregoriana, Herrnogeniana y del Código Theodosiano, las Quinquaginta decisiones (50 decisiones que diri-
así como de sus Novelas. También, fragmentos de las d a n cuestiones doctrinarias), gracias a Triboniano,
Sententiae de Paulo, de las Institutas de Gayo y Doroteo y tres juristas más, publica una nueva edi-
ciertas leyes de costumbres de los burgundios. ción del mismo (Codex repetitae praelectionis), el cual
es puesto en vigencia por l a constikción Cordi novis,
111. El Edictum Theodorici. Fue dictado, lue- para regir desde el 29 de noviembre del año 534.
go de la caída de Roma, hacia el aiio 500, por 5. Como la labor legislativa jwtinianea continuó,
el rey ostrogodo Theodorico. Éste se consideró fue necesario compilar estas nuevas constituciones,
gobernador de Italia, diciendo actuar en nombre que serán conocidas como Novelas {Nouellae),si bien
del Emperador de Oriente, y regía sobre toda la en vida de Justiniano, éste no las ordenó en u n libro
población existente en sus dominios. único, lo que será llevado a cabo por particulares.
.
-
2
Institutas, u n a Parúfrasis de ellas, en la cual, la desaparición de1 derecho romano. Los bárbaros,
reconociendo la superioridad de éste respecto de sus .
con u n estilo llano y claro, i r á m á s allá de la ~
tarea de parafrasear -"decir lo mismo con otras costumbres, lo incorporaron en las leyes romano-bár-
palabrasn- para realizar u n a verdadera glosa baras. La reconquista por parte de Justiniano de
de dicha obra, y ello hasta tal punto que su Italia, determinó la sanción de la constitución Pro
contenido es aproximadamente tres veces más petitione Vigilii, por la cual el Corpus Iuris se tornó
que el texto de Institutas. de vigencia obligatoria. Muerto Justiniano, se produ-
jo la invasión de los lombardos que se apoderaron de
O) Igualmente aparecerán índices de las Pandec- Italia, salvo el Exarcado de ELávena y algunas otras
tas (Doroteo, Cirilo), del Código (Talaleo, Anatolio, ciudades, que quedaron bajo el poder bizantino. Y a
DEL DERECHO BOI\.r(-G?JO
~~ISTORIA 33
peser de la pérdida posterior de mucha parte de este 68. Escaela de los Conze~-,i-aristas.En el
territorio, hubo ciudades, tales como Nápoles, Pisa y siglo XIV apareció otra pléyade de estudiosos.
algulzas otras del Sur, que hasta el siglo VIII conti- Entre elios, los nombres principales son Bartola
nuaron siendo bizantinas. de Sassoferrato, Baldo de U&aldis y Cino da
Durante esta épocai los escritos que existieron de Pistoia.
derecho romano resultaron muy fragmentarios: co-
mentarios sobre el Epztome IuLiani, o sobre el Brewa- 1. Estos estudiosos, conocidos como "comentado-
n o de Alarico, o sobre partes determinadas del Col-- res" y también como '%artolistas", continuaron la la-
pus _Tul-is. Para un resurgimiento total habrá que bor de los Glosadores ("post-glosadores"). Pero e9 mé-
esperar al siglo XII. todo es ahora distinto. La tarea de apego a la letra
de los textos romanos, es decir, el método exegético,
3 67. Escuela de los GZosadores. A fines es reemplazado por el modelo escslástico. Se trabajan
del siglo XI y comienzos del siglo XII, se produjo los textos pero buscando establecer generalizaciones
un movimiento de renovación de los estudios de las materias, con ampliaciones, divisiones, cubdi-
ronimísticos, que tuvo su centro en la Univer- visiones y clasiñcaciones que atendieran a los proble-
--
__
sidad de-wc-r- B o l ~ g a Allí,
Matilde,*
w-wks--
. a ~ s - y ~ i ; i ~ d _ o - p ~ Ja~ - ~mas
un monj eprofesorH..---de gramática
-p-m- %
. u ---fMv=.A---.-
11aina- T~
~ q dvigentes
los
~s
estudiantes.
c.7-----
&
do Zrizei-LO,se dedic6.-a
.-.-A - - = . - - * estu*diiar_=ej-qan_sc;ito 2. Pese a ciertas exageraciones metodológicas, los
def Corpus I z ~*r i s que había descubierto en la
A
,,- -"-?--'L.l'I
comentadores, y entre ellos l a figura eximia de Barto-
E%hoteca de Pisa (aiio 1094). Prontamente atrajo lo, sirvió para establecer en Europa el Derecho Ro-
a r=pue.-&_iurisLas
vidos a la lectura y al comentar5 de la obra de
que se -sbtieron
--- - PO- mano
que
como "Derecho
, .> -
Común". Por ello se consideraba
"ningún. jurista era bueno, a menos que sea
JmCtiñiialioT F;e4ásf qúe s e Eoi-mQ l a e5cúela de bartolista" (nuilus bo~zusjurista, nisi sit bartolista).
los-- Giosadores.
---------------X_.-^-_I__ _-.-_"
--- ....-.-
Un buen conocedor del Derecho de esta época, no sólo
EZeee?iornbre le vino por el método exegético __ __-_
debía saber el Derecho Romano, sino además el De-
.a-,=- que significaba ~nr-e,gge_t~A.&stl_a.la
einpIeado, recho Canónico, que estuvo recopilado en el Decreto
letra de,- .lo
ím~oriaad
-- ----------
- ,-escrito
de
,-
Justiniano.
E r los bizaa$bas.-y..a.Aa
A l a
-
Iectura, seguía
de Graciano (Decreturn Gratiani; siglo XII). La unión
de los dos derechos formaba el utrumque ius (ambos
____.+,__ -l_a .- ----- N --r- "z_.--=v_
una exégesis
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cada uno
era necesaria la explicación de cada una de las
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de
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los textos. Como derechos).
e cada palabra-&
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ker (1827-1916);a Dernbu7-g (1829-1907).Y priacipal- punto de comparación con el Derecho Postclásico,
mente al más célebre, Beyna7-d IVindscizeid (2817- bizantino y justinianeo.
1892). El estudio del Derecho Romano resulta parte esen-
2. Otro autor célebre fue Rudoif u071 Iherir~g(1818- cial para la formación de los juriskas, no solamente
1892),de pluma ágil y muy amena. Su obra pi-incipal de los países propios del área romanística, sino tam-
frie "El espíritu del Derecho Romano", en la cual veía bién de otros que parecería en pz-incipio que poco o
el desarrollo historicista del Derecho Romano, sin nada tuvieran que ver. Así, los eshdios en Oxford y
perjuicio de conceptualizaciones. Escribió obras como Cambridge, los realizados en el h a otrora llamada
"El fin en el Derecizo", ' Z a lucha por el Derecho", "socialista" (caso de Hungría, PoIslaia, Rumania, la ex
"Jurisp~udenciae71 broma y erz serio", aparte de su Yugoslavia e incluso en Rusia). También en e1 Japón
obra sobre la posesión, etc. y en China. Baste decir que, en colaboración con el
Frente a la tendencia general de la Pandectística, Gruppo di Ricerca sulla Dimsione del Diritto Roma-
que se expresaba por la llamada "Jurisprudencia de no, establecido en Roma, se está aabsPJando en una
Conceptos" (Begriffsjurisprudenz), de tendencia bien traducción al chino del Digesto.
racionalista, Ihei-ing defendió la "Jurisprudencia de
Intereses" (I~zteressenjurisp7-udenz),
de orientación más 9 7 4 . El Derecho Romano em Ea Argentina. En
sociológica, dando importancia al Derecho conio "lo nuestro país, la primera cátedra de Institutas surgió
que es útil al pueblo". en la Universidad de Córdoba (1791). Importancia
especial tuvo la enseñanza del Derecho Romano por
6 73. Situación a c f z a l d e los estudios. En- la - parte de Dalmacio Vélez Sarsfield, profesor en Córdo-
--_U _- "-m
-ok&ovado __-__-----
vigor. Si bien durante todo el na en el Código Civil redactado por él es innegable,
siglo XIX y buena parte de los comienzos del siglo no sélo en gran cantidad de sus artículos, sino tam-
XX, los principios modernistas de la Pandectística bién en las muy instructivas natas.
tu,,,,,pecial~W$" Hay que destacar que en el t m e n o de la traduc-
textos romanos, lentamente se ha ido conformando ción, hay obras argentinas demos,f;rativac del interés
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CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO ROMANO
75. Bus y Derecho. Generalmente- la pa- haberse hecho conforme a los ritas, iusta manamis-
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labra iris es traducida como "Derecho". Sin em- sio" = manumisión justa de un escIavo hecha por una
bargo-loc-ma-n~S-rl-o-fi~~l-gb-an- "<<$e-rcho2- forma solemne, y también iustum beltunz = "guerra
, . , . --- ---- - --U-
sino de zus. Es@ -vocablo vjpeula aTe:t@Ia-.maneli~:* justa", es decir, l a declarada ritualmente par los ritos
ñ ~ ~ ~ - c l i r e c t Kjurídico
-lo con l a iustitia. De ahí de 10s feciales, etc.
que en f'orina muy amplia poilEñEC~stablecer
que ius = "lo justo". En cambio, la palabra "de- 5 77.B f i r n o l o ~ iLos ~ romanos
~ , co-
recho" (directum) alberga un sentido rnoralizan- nocen rectus, -a, - u m ,pero su aplicación es:
te, en el sentido de que la conducta justa es a-) ya geométrica, para desig-nn l a Iínea recta, es
aquella que sigue el camino recto. Comenzará a decir, la que une directamente dos puntos, a a~fer"-
ser empleada por los autores cristianos de l a cia de l a "curva", donde l a u n i h es combada, es
tardía época del Bajo Imperio. Pero no trascen- decir, "no recta7';
derá a lo jurídico, donde siempre se utiliza el b) ya gramatical, para desi;igr;ar el "hablar en
vocablo ius. forma directa"; así, expresar algo con directa verba
+_-_C_
ius. La -palabra Ius -preferimos traducirla, ge- jurisprudentes. Pero habiéndolas dotado Justi- --- -
..
....
..- -
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nuinamen ~ e . siempre
- ~ como - "lo
. justo".
~ F'BW-r - niano de fuerza legal, en el fondo significará 'lo --
.
-...-?".
Zraves de las distintas etapas del deiZarro1lo ju- justo obligatorio", con lo cual nos aproximamos --
----
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rídico romano, su sentido irá variando. al sentido posterior de Derecho. .----
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--.
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gi~CcL1;lloexplicaaael.sarrá~ter ->_I
lenguaje jurídico modernkta, una de las ideas
de los actos y negocios jurídicos, así como
--
centrales es la diferenciación del Derecho en
antiguo procedimiento para resolver los juicios una doble significación:
.
(caso de l a - ~ i s actiaesSs'j. -.-.
a) colnn_& ordenamiento
*
--
b ) Ya en la época clásica, la más esplenden- j~r:ídico,-c~~+un.to-de~IE:pes v regl_sque coinpo-
--,A.--L
te, se supera el viejo ritua ismo de £ ~ m d ~ ~ k n e r - e 6 kasío cuando ) ; hablo del D a 3
-
. ---.
que LUS ~ I o ~ u ~a$d ~q ou i
A -
conlplEjo2- Gmo-
J e
~ z e - ~ ~ ~ n ~argentino,
3a~ o francés, o inglés; y
lees-l-a-brjsqueda- d ~ 1 d - o k - b.) como dereehs-s.tLb&fius (= poder o facultad
ciorreKde jg&icia'I,ea cada_c3=-~~~ecífico. -- que @e-una-pe~so~a--pam&ace a l g o c e -
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De ahí la -eéleb-re-&finic~ón--d-~~eTS~4_3~$:~ er . - D e ~ s e n M ~ v o así, ) ; cuan- ---.
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"El iiii es el arte -----de lo _-bueno y de lo equit& =de "mis derechos". --- -~
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vo" ( l u s est ars boni et a e q u i ~ V l p ~ ~ E ! e l , - En Roma, estas expresiones no existen, por
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m.1.1pr.). lo menos con toda la carga rnodernista. Incluso, .-.
.
.
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las propias palabras subiecfzxrn y obiectum fun- -..-.
-.
..
1.Esta definición ha sido criticada por los moder- cionan en forma distinta de lo que será entre
. .
nistas, como "incomprensible" (Prigsheim), como una los racionalistas la relación "sujeto-objeto". LOS ---
-.
.-
"vacía frase retórica" (Schulz), o en general en ciertos juristas hablan en general de ius, y si bien cabe -
--. -----
..-
--.
manuales como "ingenua" por cuanto no se resalta el observar aspectos "objetivos" y aspectos "subje- -.
carácter de "ciencia" que tiene el Derecho. Pero en tivos", la diferenciación no será tan tajante co-
---
---
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ella encontramos l a esencia misma del ius, por lo mo lo vemos en la actualidad. -.
.. ...
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menos el de la época clásica.
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2. La palabra ars podría ser entendida como una 3 801 Sin pretender agotar las muchísimas *..
"técnica" (en griego techné), pero siempre que le de- tonalidades del vocablo ius, podemos señalar ..-.
.
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mos a este vocablo, no el sentido de un "mero hacer", estas aplicaciones: . >
-...
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sino uno más elevado (como en "bellas artes"). El --.
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jurista, es decir, el iurzsprudens, lo que busca es "pro- a ) A veces el sentido es claramente "objetivo". -.. .
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ducir" la "solución justa" en cada caso. Éste es el Así, p.ej., "el ius que se usaba por el Populus Roma-
.-- -- .-.
--.
.. .
sentido griego de poiesis. El ius es, pues, alguna cosa nus" (ius quo Populus Romanm utebatur; Gayo, 2.40). ,
--
pozékca. Lo que se trata de pro-ducir (es decir, desen- Acá s e está refiriendo al conjunto de reglas, institu- ..e:..
-..
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.
--
trañar algo y traerlo - d u c e r e - ante sí) es algo que ciones, etc., que utilizaba el Populus. .-.
. .-
....
corresponda al bonum (el bien, es decir, que trascien- Obviamente, en su caso, será un ciudadano quien -.-.
.---
---
de lo meramente pragmático, que sea moralmente podrá usar de este ius. Pero acá ese ejercicio no está
bueno y aprovechable para el hombre) y al aequum cargado del sentido voluntarida moderno, sino que
(lo equitativo). Recordemos que la expresión ex bono representa el aspecto "subjetivo" de s u utilización
et aequo la encontramos exi l a fórmula de los bonae Precisamente el Ius está constituído "por causa de los
fidei iudicia '. hombres" (hominum causa ornne ius constitutum sit;
3. Se trata de un ius abierto, donde se trata de Hermogeniano, D.1.5.2). Por eso el ius es usado por
"crear el tus" (condere zus). Nos lo recuerda Ulpiano los hombres, ya que es algo esencialmente humano.
(D 13.13): "Pues, como dice Pedio, siempre que por l a b) Otras veces aparece un aspecto "subjetivo"
ley se ha introducido una u otra disposición, es buena Así, p.ej., sus meum, respecto del cual se emplean los
ocasión para que o por la znterpretatio (la de los verbos "obtener" (obtinere), 'psticionar" (postulare).
"perseguir" . (pel-sequi), etc. Pero obsérvese también surgida dentro del protestantismo s o b ~ etodo por l a
el empleo de la expresión jundus cum iure suo (el Escuela Holandesa del Derecho hTatural.
fundo con s u i u s ; Ulp., D.33.7.12.42; Modest.,
D.33.10.8; etc.). Si traducimos todo esto como "mi $ 81. E&&
/- -
Junto al ius, sobre todo en el
derecho" (en el sentido subjetix6sta moderno), nos derecho antiguo, se emplea l a palabra fas. Ge-
encontramos con la dificultad de que hablando del neralmente se lo entiende en IQSm m u d e s como
"fundo", resulta incongruente hablar de que una el "derecho divino". Si con ello hacenaos referen-
cia a un ius de los dioses, en c p ~ t r a p o s i c i ó n ~ o ~ ~ ,
cosa tenga "su derecho" (siempre en el sentido
modernista). el ius de l~_h__ombres, la idea-_oo;q_rgsdta ex~ta. -
Más bien, los autores (Gio&edi, Kaser, Villey,
d'Ors) traducen acá ius como l a "posición" o "situa-
ción jurídica" (o "justa") en que se encuentra una
persona o una cosa.
C ) Un sentido donde se ve esta ambivalencia ob-
jetivo-subjetiva, se da en el "dar a cada uno lo suyo" obligatorio por estar establecfdo por el ius y
( i l ~suum
s cuique tr-ibuere) y en l a potestad del pretor fundamentado por el fas.
del ius dicere. En l a función de hacer justicia, lo que
se debe determinar es el ius suum, que acá no es el 1. La etimología de fas está discutida. Para algu-
"derecho suyo", en el sentido moderno, sino más bien nos proviene de la raíz Bha = "hablar". Para otros,
"lo justo suyo", determinando el magistrado la "situa- de Dha = "colocar", "establecer". &iza no haya que
ción" o "posición justa" de cada uno de los litigantes. excluír a una por la otra, por criznto s e pueden dar
d ) En el caso de los iul-a in 7-e aliena, más que aplicaciones igualmente válidas.
"derechos subjetivos sobre la cosa ajena", vemos la Así, por l a primera, vemos que quedan definidos
designación de la "situación" en que se halla l a cosa, los dies fasti (aquellos en los cuales s e podía actuar
que determina ventajas en favor de otro. Así, ius en justicia, por cuanto el pretar podia "hablar" y
altius tollelzdi no es el "derecho de elevar más alto", decir las palabras procesales rituales: do, dico, addi-
sino "la posición justa de edificio elevado": ius utendi CO). Nefasti dies son, en cambio, los días en que no
fiuerzdi es "la posición justa de uso y de disfi-ute"; ius se podía pronunciar dichas palabms y en consecuen-
tigizi imrnite7zdi no es "la facultad de apoyar l a viga cia actuar ante el pretor.
en el fundo vecino", sino ' l a posición justa de edificio En cuanto a l a segunda, el fm señala el funda-
que apoya su viga en el fundo vecino", etc. Recuér- mento que resulta infranqueable respecto del ius.
dese que el dominiurn no es u n ius i n re, sino 'la Así, se dice que nefas est que los comicios centuriados
situación justa de una cosa de la que puedo decir que se celebren dentro del ámbito (ponerturn) de l a ciu-
es mía", dad (Aul.Gell., 15.27.4), o que el pamen Dialis (sacer-
e ) En expresiones como ius successionis o ius dote de Júpiter) jure. Es también nefaadus celebrar
oúligatio7zzs, que Gayo (2.14) ubica entre las res in- nupcias incestuosas, profanar los lugares sacros, etc.
corporales, el sentido exacto es "posición justa de En una época posterior, las expresiones fas et
sucesor" y "posición justa de obligatoriedad"; precisa- nefas quedan bien limitadas al ámbito d e lo religioso.
mente en este último caso, resultaria incongruente Para lo jurídico, el límite del fundamento estará dado
hablar de que el obligado tiene u n derecho subjetivo. por el ius naturale: "lo que e s f b prohibido por las
l . Lo que podría llamar la atención es que en el cosas de la naturaleza no es c o n f i m d a por ninguna
viejo ius, sobre todo en la familia, se hable de potes- ley" (Celso, D.50.17.188.1).
tates, lo que podría hacernos pensar en fuertes "de-
rechos subjetivos" (recordar aquello de que el pater 82. Definiciones básicas.-a) Pustitia. Se-
tenía el ius vitae necisque). Pero acá, no obstante l a gún Ulpiano la justicia queda ifeiinida como ' l a
energía y e¡ vigor jurídico de la patria potestas, ésta constante y perpetua voluntad de dar a cada
no es "el derecho subjetivo del pater sobre los filiifa- n o lo suyo jurídico" (Constans et perpetua uo-
nziliae", sino "la posición justa, en tanto que admitida luntas ias suum cuique tribuertdi; D.l.l.10 pr. =
por el ius, del pater en la familia", que engendra no 1nst.l.l.pr.).
sólo poderes, sino también obligaciones. Del mismo
modo, no se puede hablar decederechos subjetivos 1. El concepto corresponde a u n a ~ i e j atradición
públicos", entendiendo por talec el imper-ium o l a griega (Platón, Rep., 331 e). El "dar a cada uno lo
potestas de los magistrados. . suyo jurídico", criticado por algunas por cuanto no se
2. Por tanto, nos aproximamos mucho más al indicaría con precisión qué es lo suyo de cada uno, se
verdadero espíritu romano en estos casos de beneficio corresponde plenamente con l a tarea de los pruden-
particular, si entendemos por ius l a "posición o situa- tes, que tratan de discernir "lo equitativo de lo ini-
ción justa" en que se hallan los beneficiarios. E1 cuo, lo lícito de lo ilícito" (Ulp., P3.1.1.1.1). No hay
considerarlo "derechos subjetivos" es una intelección recetas preestablecidas, salvo ag-rmellos pocos casos
avant la lettre de la posición filosófica modernista, determinados por las escasas leyes, las cuaIes eran
E?
--
,.-c ...
.-
igualmente tarea d e análisis en cada caso concreto. 1.Honeste uiuere (Vivir honestamente) ,cI:
-
Cicerón (de inv. 2.53.160) establece que l a justicia se 1. Este principio luce como moral. Pero, dada la i=
da "en dar a cada uno lo suyo, según su interpenetración las costumbres y el L.:-
(suam cuique tribuens dignitatem). ius, el no vivir en forma honesta puede arrastrar ,,=.: .-.
:-'
la "equidad". Para los juristas y para los magis- censoria; los censores tenían el deber ....--..
...
..
--
i u s esto (que así sea el i u s ) . Cuando declara que 1. La conducta de todo hambre no debe ocasionar ?m.
'-Z-Z.
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algoaequunT est lo qlie quiere significar es que daños a otro. Una aplicación primera de esto es la --
..
, .
.-
- .'1
algo es el ius (lo estricto) y está esta otra deci- configuración del delito de "daño" referido a las cosas
(damnum iniuria datum), penado por la lex Aquilia". :.6 . .
sión que quiere ser en contradel ius. Así puede
decirnos Cicerón que "muchas veces se decide Igualmente el daño a una persona libre, ya de al abra .,.-.. <
.
:
L
.
-. .
por la sequitas contradel ius7>;d e oraf., O de hecho, configura el delito de injurias (iniuriae'*). ."
-.
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(S:
universal y que hay casos en los que no es posible -d) Iurisprudentia. Ulpiano (I3.1.1.10.3) defi-
,...
tratar las cosas realmente de un modo universal". En ne la iurisprudentia como "el conocimiento de ,- .~.
L..
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cambio, para los romanos, el problema era distinto. las cosas divinas y humanas, con la ciencia de ..
..
Ante un caso concreto, siguiendo una lógica finalista lo justo y de lo injusto" IIurisprude71tia est d i -
[Y--.
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que mirara los resultados finales, se decidía o por la v i n a r u m atque h u m a n a r u r n r e r u m notitia, i u s t i <:-:
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aplicación directa del ius ciuile o por la solución de atque i n i u s t i scientia). .'-.-_
aequitas, concediendo el pretor una actio i n factum, en
-
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-.,
2. Decidir por la aequitas es recurrir al arbitrium es una referencia a toda la realidad. El conocimiento =.-..
emplazar l a iurispruderztia por la aequitas (Suet., Ésta consiste, según Cicerón, en la rerum expetenda- ."-
.
---
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...
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Caius, 34) es algo que desnaturaliza el verdadero r u m fugiendarum scientia (el conocimiento de aquello .-.
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concepto romano. Luego, en los tiempos medievales que se debe hacer y de lo que se debe evitar; de off.,
.---.
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se recurre a la célebre aequitas cerebrina, nacida del --.--
-
.
1.43.153). ..---..-.
L"
rngenio" del juez (ex ingenio suo). Ello trasformó el Por ello es que el conocimiento de toda la reali- -
.- --
~
"arbitrio" prudente en pura "arbitrariedad". Nos expli- dad debe ser efectuada "con* (preferimos traducir
- -.
- ~
camos así la reacción de los habitantes de Saboya que scientia como ablativo y no como nominativo, a fin de u
..
-- -
reclaman del conquistador rey francés Francisco 1, que evitar dos frases aisladas e n l a definición) l a "ciencia"
prolibiera que las causas se resolvieran por "equidad". ..
-en el sentido de conocimiento- "de lo justo y de lo
O el dicho que corría en el Ancien Régirne de que "Dios injusto".
nos guarde de la equidad del Parlamento". En cambio,
una versión más "romana" la tenemos en la aplicación
de la equity del Common Law inglés.
Clasificaciones del ius:
e) Principios f i ~ n d a m e n t a l e sdel Derecho. Se-
gún Ulpiano (D.1.1.10.1},hay tres principios que 5 83. Ius publicum - Ius priuahm. El Derecho
f~lndamentanel ZLLS: moderno distingue entre Derecl-io Público y Derecho
.ES DEL DERECHO EOkIrLWO 41
Privado. El pnmero es el que regiila la constitrrción son atribuídos a familias determir~adas"(Festo, S98
de los poderes del Estado, así como también l a rela- L.). Y Varro (en Sc720l.Pers.: 1.723nos dice que las
- ción de las personas privadas respecto de aquél, en fiestas de los Parilia, celebradas el 21 de abril, "son
situación de subordinación. En cambio, el segundo para los rústicos, tanto privadas como públicas".
regula las relaciones que tienen las personas entre sí.
actuando en un pie de igualdad. 64. Ulpiano, ya en su época, establece l a
mención de ius publicum distinta del ius priva-
Esta distinción no se da en Roma de una tunz (D.1.1.1.2). El primero es e1 que "se refiere
manera tan clara y tajante. Lo que ocurre es al estado de 1s res Romana" (qz~odad statu7n I-ei
que en su orden constitucional no se da la idea Romarzae spectat), mientras que el segundo se
de Estado. Y ello es explicable, por cuanto este refiere "a l a utilidad de los paroticulares".
concepto es netamente moderno. De lo que ha-
blan los romanos es de Populus Ronzaizzrs, pero 1.Acá el empleo de status no debe ser entendido
funcionando políticainente como la res publica, como el Estado político, sino que vale tanto como
es decir, la "cosa o el asunto que interesa a status personarum, status Eiber-tatis, etc. Entre los
todos los ciudadanos que la componen". Dicho ejemplos que da de temas relativos al i u s publicum
de otro modo, el popztlz~sno es considerado nun- menciona los sacra, los sacerdotes y los magistrados.
ca una "persona jurídica""'. Cicerón, en cambio, dice que los sacerdotes del popu-
De ahí que durante la época antigua, pasan- lus Romarzus son "privados" (de inv. 1.40.Sg). Tam-
do por l a republicana y aun durante buena par- bién los rnunicipia son a veces e s t o s como "priva-
te del Principado, la diferencia entre el populus dos", aunque l a mayoría de las veces, como "públicos".
y los ciudadanos es muy distinta de lo que Como se ve, si bien continúa l a diferencia entre los
ocurre en el pensamiento actual. Así, en lo que asuntos que '%hacen a todos" o a la "mayoría" (Ulp.,
se refiere a las personas, las decisiones tomadas D.50.17.160), que se tornan obligatorios, y los que
en los comicios (leges) o en los concilia plebis "hacen a los particulares", l a distinción romana no
(plebiscita) deben ser acatadas por cuanto han tiene el carácter decisivo que tiene en el Derecho
sido sancionadas por el populus, es decir, por actual.
todos (o la mayor parte de los ciudadanos). Del
lnis~ilomodo, en cuanto a las cosas, las res Recién con l a aparición de los organismos
publicue son aquellas que pertenecen en forma administrativos, como l a Cancillería imperial, lo
comunitaria a todo el popzclus, sin pertenecer a relativo a l a administración en general, el go-
alguien en particular, como ocurre con las res bierno de las provincias, los temas fiscales y
privatae (Gayo, 2.11). criminales se tornan más claramente públicos,
ya en u n sentido más cercano al moderno.
1.En este derecho la distinción entre lo "público"
y lo "privado" aparece como la diferencia entre "lo 85. Ius eornmune, ius singrtlare, Geneficiurn,
que es de todos" y "lo que es propio de los particu- priuilegium. l . Sin tener mayor importancia, se con-
lares". Al no existir la idea de Estado, no hay una trapone el "derecho común" (ius commune) y el "de-
"persona jurídica" que tenga su existencia separada. recho excepcional" o "singular" ( i m singulare). Este
Así, un ciudadano puede apelar, así por una pena último será entendido por Paulo como "aquel que h a
capital, por l a provocatio ad populum ante los comi- sido constituído por l a autoridad a causa de l a utili-
cios. Pero esto debe ser entendido como una apela- dad particular de alguien" (D.1.3.16). La terminología
ción "a todos los ciudadanos". no parece clásica. S e n a el caso del ius que se aplica
2. Cierto es que lo decidido por el populus es a los soldados, a quienes se les permiten ciertas
considerado lex publica, y en tal sentido no puede ser situaciones especiales (p.ej., hacer testamento como
modificado por los particulares. La regla general es quieran o como puedan).
que "el ius publicum no puede ser alterado por pactos 2. Este concepto de ius sirzgufare no se confunde
particulares" (Papin., D.2.14.38). Del mismo modo, con el de beneficium. Éste aparece, dentro del dere-
hay temas en los cuales, por "interesar a todos" (uti- cho justinianeo, para designar ciertas ventajas otor-
lidad pública), ellos se comportan necesariamente co- gadas a algunas personas. Así el beneficium corpe-
mo obligatorios (ius cogerzs). Así, la libertas (no es tentiae" (que ciertos deudores puedan pagar sólo hasta
cosa privada, sino pública; Marciano, D.40.5.53 pr.); el límite de sus posibilidades económicas), el benefi-
el régimen de excusas de , l a t u t e l a ( P a p i n . , ciurn abstinendi" (que ciertos herederos forzosos se
D.27.1.30.3); la responsabilidad de los trasportistas pueden abstener de aceptar la herencia), el berzefi-
marítimos (Ulp., D.14.1.1.20); etc. cium inventa?-ii (que los herederos voluntarios o ex-
3. Como una situación intermedia entre lo "públi- traños sólo respondan de las deudas del causante
co" y lo "privado" encontramos la expresión técnica hasta el límite del monto activo de l a herencia); etc.
populaj-is. Así, según Labeo, 10s populal-ia sacra son 3. También existe la noción &e priuilegrum. En
aquellos ritos "que hacen todos los ciudadanos, y no los primeros tiempos era algo que iba en contra de
una persona (de priuus y de ler). La ley de las XII a todos los animales que nacen en la tierra o en
Tablas prohibían los privilegia (9.1). Cicerón lo define el mar, y también las aves", p.ej., la unión de
todavía como "ley contra un individuo" (de kg., 3.19). sexos y la procreación; el i u s gentium, como
Pero en la época posclásica, aparece como una excep- aquel que "usan todos los pueblos humanos" y
ción al Derecho común, por lo que se llama priuile- el ius civile como el propio de cada civitas.
gium cuando se favorece a una persona. Tiende a
aproximarse y confundirse con el ius singulare (así, l. Ulpiano pone más el acento en los seres a los
se habla de priuilegium a propósito del testamento de cuales se aplica cada ius. Así presentados, la corre-
los soldados). lación se podría hacer en tres círculos concéntricos: el
círculo más amplio sena el ius naturale derivado de
86. Hus eiuile - Ius geaetiurn - bUs natu- la ratio divina y aplicable a todos los seres vivos; el
raZe. Por ius civile se entiende el Derecho que es círculo segundo representaría el ámbito más restrin-
propio de cada nación (ciuitas). Así, el Derecho gido del ius gentium, aplicable a todos los hombres de
usado por los atenienses coino propio, es su ius. todas las naciones, incluídos los romanos; y finalmen-
ciuile, respetado en principio por los romanos pa- te, el más interno significaría el ius civiíe, es decir,
ra solucionar los problemas entre atenienses. El el propio de cada civitas.
Derecho usado en Alejandría será también el ius Para dar un ej., la mera unión de sexos y la
ciuile de los alejandrinos. Pero, en general, cuan- procreación corresponde al ius naturale. Pero la unión
do se habla directamente de ius civiíe, entende- sexual concebida como "matrimonio", fundado en el
mos por tal el "ius propio de los romanos". Derecho Natural, es del ius gentium. Y a su vez, el
matrimonio propio de los romanos (iustae nuptiae*)
1. Este ius ciuile está contenido en el ius scrip- es propio del ius ciuile.
tu7n de las leges (y de las otras fuentes con valor La oposición mayor se d a entre el ius civile y el
análogo: plebiscitos, senadoconsultos, constituciones ius gentium (que muchas veces se identifica con el
imperiales), pero también en el ius non scriptum de ius naturale, pero en otras se opone; así, según Flo-
las instituciones propias de los romanos (así, la pa- rentino (D.1.5.4.1), la esclavitud es "una constitución
tria potestas, la manus, etc.), como de los ritos jurí- del ius gentium, por la cual alguien está sujeto contra
dicos (mancipatio, in iure cessio, etc.). la naturaleza al dominio ajeno").
2. Se aplica a los ciudadanos romanos, pero tam- 2. La vigencia del ius gentizlm se tornó necesaria
bién a los latinos que tienen el commel-cium y el a los romanos para dar soZnción a los problemas
conubium, según la categona a la cual pertenecen. A jurídicos entre extranjeros o entre éstos y 10s roma-
medida que se va extendiendo la ciudadanía, la apli- nos, e incluso para admitir para éstos la vigencia de
cación del ius civile se irá ampliando. instituciones que no figuraban en su ius civile. Sur-
gen así figuras contractuales (p.ej., la compraventa,
!.j 87. Ius g e n t i u m - Ius zeatecrale. Gayo la locación, la sociedad, etc.) que son usadas por
(1.1)establece que todos los pueblos se rigen, al todos los pueblos. También formas de adquisición del
mismo tiempo, en parte por un ius que les es dominio que irán reemplazando las del ius civile (man-
propio (ius civile) y en parte por un ius que es cipatioq i n iure cessio") como la tradición.
común a todas las naciones lius gentiurn). Y nos 3. Mgunos autores (p.ej., el P. Ramírez, 'El De-
dice que este "derecho común" tiene su fuente recho de Gentes") le han objetado a Ulpiano que haya
en la "razón natural" (naturalis ratio). concebido a los animales como "sujetos de derecho".
Pero la crítica no es aceptable. Si Ulpiano menciona
1.De este modo, la división de Gayo es bipartita, a los animales, es porque perteneciendo a la natura-
y al parecer lo que denomina ius gentium se confun- leza, ésta les ha participado del instinto de procrea-
de con el ius natul-ale. La expresión rzaturalis ratio ción, y bajo esa circunstancia están dentro del "orden
aparece como un recurso extraído de la filosofía, qui- natural", puesto que corresponde a un apetito nacido
zá de los estoicos, que hablaban del orthós Logos de la ley natural. El mismo Ulpiano (D.9.1.1.3) nos
(recta razón natural) y de Logos spermatilzós (el que dice que un animal que carece de razón no puede
pone sus semillas en toda la naturaleza). Lo que sí obrar en forma contraria al i u s (aplicado en este caso
parece sensato es que esta expresión se refiere a la a que no puede cometer iniuzia).
"razón de ser de las cosas y entes naturales", y no 4. Digamos también que en algunos párrafos del
debe ser entendida en el sentido modernista subjeti- Digesto (así, D.41.1.5.7; D.50.7.17) está preanunciada
vista de la "razón humana". la variante que luego se establecerá en el mundo
occidental del ius gentium = 'Berecho internacional".
!.j 88. Con Ulpiano (D. 1.1.3 SS.;Inst.l.2 pr. y Igualmente, anotemos como curiosidad que con pos-
1) aparece una distinción tripartita. Distingue terioridad, en el Decreto de Graciano (1.1.1)ius na-
entre el ius naturale, que es "aquel que la na- turale es definido en sentido netamente cristiano co-
turaleza eilseiió a todos los animales, pues este mo "aquello que se contiene en l a Ley (los
ius no es propio del género humano, sino común Mandamientos) y en el Evangelio".
3 89. Ztxs praretoráuarz. s ikcs hofiorarimrr. in potestate del causante (aquí "car&-ma'' el ius ciui-
El izis ciuile, entendido corno el propio de 10s le), pero para evitar la iniquidad de que quedaran
romanos, sobre todo caracterizado por 3a rigidez fuera los hijos emancipados, tanlb4én los incorpora
de sus reglas, se contrapone al ius praetoriu~n (aquí "corrige" el ius civile), y luego de haber llanzado
o ius korzor-ariurn, que es aquel que por una a todos aquellos que eran hered'ezas civiles, agrega
finalidad de "utilidad pública" introdnjei-on las también a los parientes "cognadas" y al "cónyuge
pretores para "ayudar" (adiuvandi grafia), o pa- supérstite" (aquí, "suple" el ius ci.aal).
ra "suplir" (supplendi gratia), o para "corregir"
(col-r-igerzdigratia) el ius civile (Papin., D.1.1.7.7), El ius honorarizcm tendrB m a importancia
quien agrega que es llamado "honorarion e n '%o- decisiva para producir los grandes mejorarnien-
nor" de los pretores. tos del ius civile y el hallazgo de l a s mejores
soluciones jurídicas. Este ius prmtoriurn es un
l. Este tus praetorium no desplaza directamente ius que in sola pruden-tium i n t e ~ r e t a t i o n econ-
al ius civile, pero de algún modo lo complementa y sistit. Y Pomponio, aI decir esto, agrega que este
hasta lo corrige, estableciendo un ius paralelo que i u s honorarium e s el prop,iÉum i u s ciuile
trata de encontrar soluciones de equidad para los (D.1.2.2.12). No hay en ello una contradicción,
distintos casos. sino u n a delicada t a r e a de com,lementación de
Así, p.ej., la hereditas es una institución del ius ambos derechos. Por ello, también Marciano
civile. Cuando se producen, por cambios en la socie- (D.1.1.8) puede decir que "este mismo ias hono-
dad romana, situaciones que deben ser amparadas, el rarium es l a viva voz (viva usr) del ius civile".
pretor crea una institución análoga, la bonor7~mpos-
sessio. Vemos, pues, funcionar dos instituciones que 2 . De ahí que una de estos detrechos funciona
conviven en distintos planos. En cuanto a la heredi- mientras no lo haga el otro. Ello se ve en la dualidad
tas, el pretor no puede crear herederos, pero a ciertos de instituciones que podemos encontrar; así, hay un
herederos familiares que no lo son por el Eus civile, dominio ex iure Qairitium y un dominio in bonts;
les concede la "posesión de los bienes hereditarios" está el vínculo civil de la agnatio y el de la cognatio,
(bo7zorum possessio), institución pretoriana. En los que será amparado por el pretor; y del mismo modo,
llamamientos edictales de la bonorum possessio ab la hereditas civi1 y la bonorum p~asessiopretoriana.
i~rtestato,el pretor llama en primer lugar a los fiEii Y así, muchas otras aplicaciones..
5 90. Generalidades. E n el Derecho actual y fa protección judicial que éstas puedan tener. Por
se distingue entre lo que es propiamente el elIo es que se habla de ''Derecha de acciones", y no
Derecho Privado y el Derecho Procesal. El1 el "de derechos subjetivos". Quien cp-eía estar justificado
primero figuran todas las instituciones sustan- para defender su posición juridiea, lo que busca es
tivas (p.ej., los negocios, los contratos, las obli- que el pretor le ofrezca respuestas a preguntas tales
gaciones, las herencias, etc.). El segundo consis- como: ¿puedo yo en esta situacibn accionar con pro-
te en la forma como tramitan los juicios en los babilidades de éxito?, o ¿puedo ya defenderme contra
cuales dos partes estén disputando sus derechos esta acción? El pretor no era el mero aplicador de las
en torno de alguna de chicl-ias instituciones. De leyes, puesto que: a ) éstas eran muy pocas en mate-
ahí que se suela decir que uno es el Derecho r i a de derecho privado; y 6 ) él se dedica más bien a
sustantivo y el otro el Derecho adjetivo, o más considerar el caso concreto que l a s partes le presen-
propiamente, que uno es el Derecho de fondo y tan, tratando de encontrar una 'Csduci6nde justicia".
otro el Derecho de forma. Él es quien tiene l a iurisdicfYcr, es decir, l a potes-
tad de dicere (= decir, pero en el sentido fuerte de
1. Esto ocurre así, porque en la sustancia de esta "crear") el ius. Por ello es que, al otorgar una de
diferenciación está presente l a noción modernista de estas medidas de amparo, está creando, para hablar
"derechos subjetivos"; l a constitución de ellos, pernzi- en términos modernos, Derecho ~bjetivo.Como se ve,
tida por el Derecho objetivo, necesita su proteccion po+ ser u n magistrado jurisdiccionaI, aquí l a actio 0
para los titulares, y ella se da mediante las normas l a exceptio entran en el ámbito de lo sustantivo y de
del Derecho Procesal. lo formal, conformando una unidad. La expresión
Derecho Procesal no es romana, sino moderna.
Los romanos no conocieron propiamente l a 2. Ello es lo que permite hablar del ius como de
noción modernista de los "derechos subjetivos". u n "Derecho de acciones", expresión que nos resulta
Para ellos, las distintas situaciones jurídicas que más adecuada que "sistema de acciones" ("sistema" es
sean litigiosas, sólo tienen relevancia en tanto y una palabra moderna), puesto que muchas veces este
en cuanto que resulten amparadas por el magis- "Derecho de acciones" aparece más como asistemáti-
trado encargado de administrar justicia. El pre- co, que como totalmente organizado. Ello tampoco
tor, al admitir la protección de una determinada puede significar que todo el ius se reduzca al proce-
situación: está propiamente creando lo que hoy dimiento judicial. Hay muchas instituciones que vi-
día se llama Derecho objetivo. Por ello es que no ven su vida jurídica en forma apartada de los juicios:
conocieron una diferenciación sistemática entre así, l a adquisición y pérdida de la patria potestas, el
el Derecho Privado y s u protección jurisdiccia- matrimonio, la celebración de los negocios, l a confec-
nal. El ius es para ellos una unidad, de tal ción de testamentos, l a adquisicion del dominio, etc.
modo que las situaciones de fondo están íntima- Y elIo es así hasta que se genere un litigio.
mente expresadas en las "acciones" y otras rne-
didas de amparo que considere oportuno el ma- 5 91. 1. Actio. La palabra actio (deriva de
gistrado. Por ello se h a dicho con razón que el agere = actuar, obrar) tiene el sentido genera1
Derecho Romano es un "Derecho de acciones". de "acto"; pero técnicamente está referida a la
actividad jurisdiccional, y por ello l a llamamos
2. Así, si tomamos el Derecho dásico, la preocu- "acción". Es la vía por l a cual alguien puede
pación de los juristas no es ocuparse tanto de los lograr el amparo jurídico de su situación parti-
derechos, deberes u obligaciones que podía tener al- cular. Quien ejerce la actio es el actor (deman-
guien que ocupaba una situación jurídica (ser propie- dante); aquel contra quien s e dirige es el reus
tario, ser acreedor, ser heredero), como de las condi- (demandado). El juicio en si es l a res de qua
ciones en las cuales podía caber el ejercicio de las agitur; o también lis (litigio) o causa.
acciones, a los efectos de proteger a quien goza de esa
situación. 1. Celso (D.44.7.51) nos trae una definición de
De ahí la unidad existente entre las instituciones actio: "la acción no es otra cosa .que e1 ius de perse-
guir eil-juicio lo que se nos debe" (cfi-. Inst. 4.6 pr.). 2. En cambio, en una actio L7Z personam, el nom-
No resulta pacífico traducir el ius persequendi. Sería bre del demandado aparece necesai-iarnenze en la
estar en situación o posición juridica admisible para iatentio de l a fórmula: ("Que N.N. deba dar, hacer o
iniciar un juicio. Si la tradilcimos por "derecho", se prestar algo": la expresión Dare fucel-e praestare opo7--
podna traicionar el vocablo, máxime si por ese cami- tet señala sin dudas una actio i n pe7sonam). Y por
no caemos en que se trata de un "derecl-io subjetivo", supuesto, llevado el juicio contra él no podría apar-
y menos aún en el sentido moderno de "derecho sub- tarse del resultado de l a condena, si no es pagando
jetivo procesal" (el Anspl-uch -pretensión- del cual (cfr. Furio Anthiano, D.6.1.80; Ulp., D.50.17.156 pr.).
hablan los alemanes). Más bien es el "poder de obrar" 3. Sena erróneo entender las actiones i n r e m y
para obtener un resultado judicial. Pero este poder las actiones i n personam, traduciéndolas por las ac-
sólo es válido cuando es admitido por el magistrado, tuales "acciones reales" y "acciones personales". Esta
puesto que es el pretor quien "da o deniega la actio" nueva terminología, que tendrá sus primeros deline-
( d a t aut delzegat actzonem). amientos con los comentaristas medievales, trata de
2. La definición de Celso parece que está dirigida afirmar que l a moderna "acción real" tiende a prote-
sólo a las acciones para cobrar una obligación. Esto ger un "derecho real", mientras que l a "acción perso-
obedece a una cierta tendencia de la última época nal" a proteger un "derecho creditorio", con lo cual
clásica, en l a cual, si bien se acepta un sentido ge- estamos haciendo funcionar la idea modernista de los
nérico de la actio para designar a cualquier acción, se "derechos subjetivos patrimoniales".
la reservaba más específicamente para designar l a 4. Debido a esta técnica procesal, las actiones i7z
actio i n personam, empleándose la palabra petitio rern se suelen dar para que s e añrme el dominio de
para nombrar la actio in r e m , y luego pei-secutio, una cosa o uno de los iura En re aliena. Pero seria
para el caso de su uso en el procedimiento extra erróneo decir que las actiones in rern son todas aque-
07-dirzeln (UIp., D.50.16.178.2; Papin., D.44.7.28). llas que protegen un ius in. re. Así, la actio legis
Aquiliae (para penar el daño en l a cosa propia) y la
11. Clasificuciórz de las acciones. Hay va- condictio furtiva (para que el ladrón devuelva la cosa
rios criterios para su clasificación: hurtada) tienden a proteger e l dominio, y sin embar-
go son actiones i n personam.
92. Actiones in rem - actiones in per- 5. Igualmente, siendo el propósito de la actio i n
sonam. a ) En la actio i7z rem el actor reclama r e m una declaración que valga contra todos (erga
para que se declare en la sentencia, ya que una omnes), no queda relegada a los modernos "derechos
cosa es suya, o que le corresponde un ius (así, reales", sino también a otras situaciones; así, las
un usufructo o una servidumbre) o también que quuestiones statu, como, p.ej., los debates judiciales
está en una posición jurídica personal que debe sobre el status, l a libertad y fa calidad de ingenuo; o
estar protegida respecto de todos (Gayo, 4.3; el ser hijo legítimo. Todas ellas son actiones p7-aeiu-
Inst., 4.6.1-2). Así, p.ej ., la rei uirzdicatio, que le diciales y son consideradas actiones i n 7-em (Inst.,
es concedida al propietario quiritario cuando 4.6.13.1). Y si son tales es porque lo que interesa
alguien lo desconoce como tal. saber es si el demandado asumirá l a defensa de s u
O) En la actio i n personam el actor reclama posición o se inhibirá de continuar el juicio.
contra alguien que le está obligado a tener que 6. También, aunque no sea una idea clásica, apa-
pagar una obligación. Así, p.ej., la condictio (ac- rece la noción de actio i n rern scripta, como, p.ej., la
tio) certue creditue pecuniae, por la cual el de- actio quod m e t u s causa (Ulp., D.4.2.9.8; D.44.2; Ulp.,
mandado puede ser condenado a tener que pa- 11.1).
gar una suma determinada de dinero al actor. 7. Las actiones i n personam son también Ilama-
das por Gayo condictiones, así como las actiones in
1. La diferencia establecida es, pues, de orden r e m son llamadas vindicationes (4.5), aunque ello no
técnico. En la actio i7z r e m lo que se reclama es más es totalmente exacto. Así la actio ex testamento o la
propiamente "la cosa" o l a "posición juridica que se actio ex stipulatu son siempre llamadas "acciones", g
tiene respecto de una cosa". Y la declaración de que no condictiones.
el actor tiene razón tiene un valor genérico respecto
de todos (efecto erga omnes). Por eso en l a fórmula $ 9 3 . Acciones reipersecutorias, penales
de l a época clásica la intentio contiene solamente la y mixtas. a ) En una acción reipersecutoria (ac-
afirmación de esa "posición jurídica" (así, "que la cosa tio rei persequendae causa) s e persigue solarnen-
es mía"), sin nombrarse al demandado, el cual apa- t e l a obtención de una cosa. Ello puede ocurrir
rece recién en la condernnatio (donde se lo condena, tanto en u n a actio i n rem (así, en la rei vindi-
p.ej., a restituír la cosa, o a pagar su valor). Siendo catio), como en u n a actio in personam (así, en
así, el demandado no queda obligado a continuar el caso de comodato, depósito, mandato, compra-
juicio, pudiendo optar entre retener la cosa reclama- venta, locación, etc.: Gayo, 4.7; Inst., 4.6.17).
da o detenerlo en cualquier monlento abandonando l a b ) En una acción penal (uctio poe7zali.s) se
posesión de la cosa, dejándosela al actor. reclama solamente una pena, coino ocurre en el
L.%ACTIO 49
caso de los delitos. Asi, p.ej., la u.c¿io $ ~ r i i :la fj 94.Actianes psrpefwae gp acfioazec fem-
actio vi borzorz~mr u p t o r u ~ ~ozla actio iniuriarttm porctes. Las acciones que tiensn su firndame11-
(Gayo, 4.8; Inst., 4.6.18). to en el tus civile, es decir, l a s actiones ciuilzs,
por lo general, pueden ser ejercidas sin limita-
f. Así, en el caso del fui-tunz, el que ha sufi-ido ción de tiempo (actiones perpehxae). En cambio,
la sustracción de la cosa tiene por un lado actiones las acciones que corresponden al derecho preta-
reipersecutorias (como la condictzo fui-tiua o la rei riano son, por lo general, anuales (Gayo, 4.110;
uritdicntio) para recobrar lo hurtado, pero también l a Inst., 4.12 pr.).
a c t ~ ofuriz, que es "penal", ya que por ella podemos 1. Para l a época de Cassio ícónsul año 30 d.C.1,
lograr que el ladrón nos pague además. como pena, todas las actiones civiles son perpetuas, así como
el dupluin, el tripluln o el quadrupluin del valor de también las honorarias reipersecztorias (caso de la
la cosa. Publicia7za:-), mientras que las acciones penales ho-
norarias son anuales (Paulo, D.$1.7.35).
C) Son denominadas acciones nzixtas (actio- 2. Respecto a las del ius crr;ble, podemos anotar-
nes mixtae) aquellas por las cuales perseguimos algunas excepciones. Así, l a actio auctoritatis, conce-
tanto la obtención de una cosa como también dida por la ley de las XII Tablas contra el enajenante
una pena. Ello ocurre excepcionalmente cuando que no fuera dueño de l a cosa vendida, l a cual fene-
accioilamos por el d u p l u m contra un adversario cía al cumplirse los piazos de usucapión (Paulo,
recalcitrante (adverszcs i7zfitiarztenz), es decir, res- 2.17.1). También l a ley Furia d e sponsu liberó a los
pecto de aquel que se niega a reconocer lo que fiadores en Italia al cumplirse dos años (Gayo, 3.121).
reclamamos y pierde luego el juicio. Así, p.ej., Igualmente, la acción prejudicial de l a ley Cicereia.
en la actio iudicuti"', en la actio depensi'" en l a que expiraba después de los 30 días (Gayo, 3.123).
actio legts Aqz~iliae:':o en la de los legados de- 3. En cuanto a las acciones pretorianas, l a regla
jados per da.nzrzutiorze7n por un monto determi- es l a anualidad, ya que el imperTurn del pretor sólo
nado (Gayo, 4.9; Inst., 4.6.19). dura un año (Inst., 4.12 pr.). Si se iniciaba una
acción fuera del año, el demandado tenía una excep-
1. Justiniano altera esta denominación de "accio- tio annalis (EP, 5 273). Es dudoso saber la forma de
nes mixtas". Así, entiende que la actio ui bonoruln cómputo del año. Se habla de anrzus utilis, pero el
7-aptorum2:'es mixta porque en la pena del quadru- problema es saber si se debía coildar el año en fornza
plu7n está comprendida la persecución de la cosa, no continua (arinus utilis ratione irzitii) o solamente com-
siendo la pena más que del triplum. Igualmente, l a putando los dies utiles, es decir, sin contar aquellos
actio legis Aquiliae, no sólo por la razón dada acá por en los cuales existió algún impedfmento, ya de parte
Gayo (pena contra el demandado recalcitrante), sino del actor, del demandado o del magistrado (Ulp.,
además porque eventualmente se puede responder D.44.3.1: a n n u s utilis ratzone cursus).
por un valor superior al de la cosa dañada. Esto es 4. Ya en la época de Gayn, algunas acciones
así porque hay que considerar el "mayor valor" den- honorarias, "imitando al ius civile", son concedidas a
tro del último año (o de los últimos 30 días); así: si perpetuidad: así, las de los b o r ~ a r u mpossesso?-es y
e1 esclavo muerto quedó tuerto desde hace seis me- también l a actio furti manifesti; esta última porque
ses, hay que pagar el valor del esclavo como si estu- sustituyendo la pena capital de las XII Tablas, el
viera íntegro. Y finalmente dice que es mixta la pretor otorgaba una pena pecuniaria.
incoada contra los que, por legados o fideicomisos a
las iglesias o entidades piadosas, retardan la entrega En la época posclásica, todas las acciones
hasta ser demandados en justicia, ya que en ese caso prescriben a los 30 años (Theodosio; CTh. 4.14.1;
serán condenados a la entrega de l a cosa o suma C.7.39.3; año 424), salvo la acctórn hipotecaria que
legada, más otro tanto a título de pena, de tal modo en principio fue perpetua, pero Justino la declaró
que la condena es por el d u p l u ~ n(Inst., 4.6.19). prescrita a los 40 años ((2.7.39.7; año 525).
2. En un sentido distinto, Justiniano habla en
Inst., 4.6.20, de acciones mixtas ( t a m i n r e m q u a m i n 5. También prescriben a los 40 años las acciones
personam) referidas a las acciones de partición (actio en favor de las iglesias y fumdaciones piadosas
coininuni diuiduizdoj a. familiae erciscundae* y a. (Nov.111); notándose una prescripción de 50 años
fziziu17z regundorum":). Tal carácter surge de que en para la acción de repetición de deudas generadas en
parte se adjudica a cada uno la parte que le corres- juegos prohibidos ((2.3.43.1.2). El \-dejo sentido de per-
ponde en la cosa común (aspecto i n rem), pero ade- petuas se sigue conservando p a n la vi7zdicatio i n
más, por lo que en más recibiere alguno queda obli- Libertatem (C.7.22.3) y para el reclamo fiscal de los
gado por una suliza de compensación (aspecto i7z impuestos (C.7.39.6), que de este modo resultan im-
persorzam). prescnptibles.
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..:*,
-- -.
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EVOLUCI;~NHISTÓRICA DEL PROCEDIR4IENTO JUDICIAL RO$kLpilVO
.'o
.-,
PARTEPRIMERA C ) Las fórmulas orales, cuyos depositarios eran
-.
U-
1 5 95. El primer procedimiento iudicial fue el propias. Debía actuar por actio de arboribus
-..
--
.-
?-
t i -m a para
- lograr
-
---
4 99. ~ ? ~ a c r a r n e n f u r Es
n . la vía más an-
que se reconozca judicialmen-
-
juicio recobraba la suma de su s a c r a m e n t u m ; eil
cambio, la otra lo perdía, a título de pena, pa-
te que se está en determinada posición o sima- sando al erario público (Gayo, 4.13).
- Es también la más "general "v
cioTniÜr~ica.
amplia de todas, puesto que todas las causas Mucho se h a discutido acerca de la natura-
pueden llevarse a cabo por este camino, tanto si leza del sacramentum:
se trata de una actio i n rem corno de una actio a ) para unos se trataba de: ain juramento recípro-
ilz persoízam. co de tal modo que los likigmtes se exponían a la
venganza de los dioses;
A) S a c r a m e n t u m in rem. Por esta vía se b) para otros era una apaesta, de tal modo que
puedé discutir la situación de propietario, de la con ello se superaba, mediante el riesgo pecun;ario,
patria. potestas"', de la manus:'' sobre una mujer la aplicación de la mera fuerza que pudo estar pre-
casada, de la condición de heredero, de la liber- sente en una etapa prejurídica. El inconveniente es-
tad de un hombre, etc. t á en l a propia denominación de sacramentum (pala-
El procedimiento consiste en-?;a_.mutua aEr-
- -
bra formada a partir de s a c m = sagrado; Varro, de
mación solemne de-osición jurídica (vindi- ling.lat., 5.180), lo que no se ve e n una mera apuesta
catio),
--- y dada la situación de
--
-
paridad,
u--
una de las Por ello,
partes provoca --.- a la ----otra al sacrameíztum, es de- C) otros piensan que en u n a primera época, la
cir,- a- arriesgar una suma de -. dinero que deben provocatio ad sacramentu7n debió haber consistido en
aportar ambas partes, tras lo cual se pasa el la entrega de cabezas de ganado (mayor o menor, lo
asunto al iudex para que p r o n u n ~ l asentencia. que explicaría los dos montos posteriores). Éstos eran
llevados ante los Pontífices, ~Irzenesordenaban su sa-
1. El procedimiento lo conocemos bien gracias a crificio para poder leer en las entrañas de los anima-
Gayo (4.16). Nos pone el ejemplo de la reisindicación les, cuál era el sacramentum Ezlstum y cuál el inius-
de un esclavo. Este estaba presente, al igual que las t u m . Se trataba, en consecuem-ia, de una "ordalía" (en
dos partes, ante el magistrado. el Medioevo se utilizará el "$uicio de Dios"), de tal
Uno de ellos (acá, por las caractensticas del rito modo que son los dioses los que dictan la sentencia.
da lo mismo que sea cualquiera de los dos litigantes) Luego, en una etapa posterior, se laiciza totalmente el
hace una vindicatio en estos términos: 'Yo digo que procedimiento, y en lugar d e los animales, éstos son
este esclavo es mío ex iure Quiritium. Según su cau- reemplazados por los montos de dinero mencionados,
sa, como lo he dicho, he aquí que te he impuesto l a de tal modo que como ahorz no hay necesidad de
ui71dzcta~,y al mismo tiempo colocaba una varilla de sacrificio. La causa pasa ahora al iudex, quien deberá
mimbre (festuca), tocando al esclavo. Su adversario resolver por las pruebas traidas quién es el vencedor.
decía exactamente la misma vindicatio y también Esto último, que sólo tiene u n a mera apariencia de
colocaba su varilla sobre el esclavo. apuesta, sena lo narrado por Gayo.
Intervenía entonces el pretor y decía: "Dejad li-
bre ambos a este hombre". Ellos lo hacían así. E1 que 5 101. Posesión interina de Ea cosa. El
había hablado primero preguntaba entonces al otro: magistrado, antes de pasar el caso al iudex,
"Pido que digas en virtud de qué causa has hecho la debía resolver quién se quedaba con la posesión
uindicatso", a lo que el adversario respondía: 'Yo he interina de la cosa (en este caso el esclavoj.
hecho el ius (es decir, los ritos de adquisición del Aquel a quien se le acordaba, debía dar al otro
esclavo) así como yo he impuesto la ui7zdicta (nombre seguridades por la cosa y sus £t-utos (praedes litis
que se daba también a la festuca). et uindiciarurn). Saber por quién se inclinaba el
pretor: es un punto oscuro. S e puede pensar en leyes Sitia y CaZpz~rnia.Por la primera para
una prioridad del poseedor actual, o quizá tam- sumas determinadas de dinero, mientras que
bién en quien ofrecía una suma mayor en calidad por l a segunda para toda cosa determinada5-a
de pruedes litis et vindiciarurn (Gayo, 4.16). Fi- característica principal es que producida la con-
nalmente, !a sentencia del iudex tenía la parti- tradicción el actor, en lugar de pedir inmediata-
cularidad de que sólo indicaba cuál era el sacra- mente u n iuáex emplaza al adversario para que
nzentum iustzcm y cuál el tnizcstum. dent3.o de 30 días estuviese presente para tomar
un iztde%t6ayo, 4.17b-19). El establecimiento de
1. En cuanto al cumplimiento de la sentencia este p&o tendía a facilitar la solución del jui-
tenía importancia quién se había quedado con la cio, dodo que durante él las p a t e s podían llegar
posesión interi_na. Podía ocurrir que: a) quien ganara a un arreglo de la situación conflictual creada.
fuera dicho poseedor; ac& no hay problemas, pues ya
tiene la cosa; b ) pero si fuera vencedor el que no 1. El trámite era así: el actor decía "Afirmo que
tenía la posesión, está discutido si el otro podía ser t ú me debes dar 10.000 sestercios; te pido que lo
obligado a restituírla (v. Gayo, 4.45). Lo más proba- afirmes o que lo niegues". El adversario decía que no
ble es que el vencedor no poseedor ejecutara los debía. El actor manifestaba: "Puesto que t ú lo niegas,
praedes, de tal modo que el vencido pudiera optar, ya yo t e emplazo para tomar iudex dentro de 30 días".
por restituírle el esclavo, o de lo contrarío, tuviera Y entonces el día trigésimo debfan estar presentes
que pagar las garantías. para tomar un iudex (Gayo, 4.1TI). Condicere signi-
ficaba en l a antigua lengua denuntiare (Gayo, 4.18).
Q 102. B) Sacrarne7zturn in personam. Acá no
tenemos en las fuentes una descripción t a n de- 8 105. uias eiecufikras. 1. Manzts
tallada como la anterior. Cabe pensar q u e e l ilziectio. Es la vía normal aara eiecutar la sen-
actor debía afirmar solemnemente que el otro tencia condenatoria de una obligación.r"El actor
le debía alpo. Y luego de la negativa del ad- llevaba al demandado ante el pretor, an e quien k
versario, el actor lo provocaba al sacramenturn, proclamaba que el deudor ya condenado no le
en tér~ninosanálogos a cuando se accionaba in había pagado la suma de dinero o l a cosa debi-
da, agregando que por tal razón le "ponía l a
mano encima".
Q 103.11. Iloedic Es (veE a r b t triuis) Pos fa- Quien sufre l a ejecución n o puede hablar,
Latio. A diferencia del sacranzenturn, esta se- pero podía aparecer un tercercv que respondiera
gunda vía era solamente para ciertos casos de- por él (uindex), con lo cuaI e1 procedimiento se
krininados. Así, cuando en virtud de la Ley de detiene. Si el deudor no daba e no aparecía este
las 331 Tablas se reclama lo adeudado por una uindex, era llevado por el autor a s u casa y era
sponsio (o u n a stipulatio). Y también, como lo encadenado. Esta situación duraba 60 d í a z s i
establecía l a misma ley, en caso de división de no existía ninguna solución de pago, el procedi-
la herencia (actio familiae erciscztadae). Más tar- miento desembocaba en que el deudor condena-
de, la lex Licinia la tornará aplicable para el do debía respond-= con s u propio cuerpo, en
caso de partición del condominio (actio communi calidad de @Gayo, 4.21).
dzvidz~?zdo);Gayo, 4.17a. y
El procedimiento era más sencillo. ~ . e. ,jh i 1. El procedimiento aparece fxatado con cierta
se reclama una suma de dinero debida por una minuciosidad en la ley de las Tablas (3.1 SS.):
sporzsio, el actor, en presencia del pretor, afir- a) El deudor condenado (iudicatus) o el que había
maba tal circunstancia ante el demandado, y confesado deber algo (confessus),tenia un plazo de 30
ante la negativa de éste de que debiera algo, el días para pagar.
actor pedía al niagistrado que se designara un b) Si ello no ocu-a, sucedía l a manus iniectio
iuder o un arbiter. ante el pretor.
C) Si el deudor no pagaba, o no aparecía un
1. Generalmente, el nombramiento de un iudex uindex que respondiera por él, el actor lo lleva a su
corresponden's cuando se trataba de una sponsio ter- casa pudiendo encadenarlo, estando obligado a pro-
tae pecuniae, interviniendo un ai-biter si el monto es porcionarle por lo menos dos libras de harina diarias.
un incertuln (Gayo, 4.17a). También se debía nom- d ) El procedimiento quedaba suspendido 60 días.
brar un árbitro en el caso de las acciones de partición Durante este plazo el deudor paga llegar a un pacto
que se mencionan, puesto que más que una cuestión con el acreedor. Igualmente éste &bía llevar al deu-
jurídica, se trataba de dar a cada uno de los litigan- dor en tres dias de mercado continuos ante el pretor
t e ~ la
, justa parte que le correspondía. en el Foro, proclamando públicamente el monto de l a
deuda. Esto tenía el sentido de e ~ f e r a l a- otros acre-
3 104. 111.@ondicteo. Esta legis actio fue la edores, al mismo tiempo que darle oportunidad para
última en aparecer. Quedó establecida por las que apareciera un uindex que ~ s p o n d i e r apor él.
e ) Pasado este plazo, y no habiendo sido satisfe- do o por causa hereditaria más de 1.000 ases.
cho el acreedor o acreedores, se llegaba al desenlace Y también por la ley Marcia para obligar a los
final. Éste podía ofrecer esta alternativa: o se lo prestamistas que hubieran cabrado intereses usu-
llevaba al otro lado del Tíber (trans Tiberim), como rarios a restituírlos.
si allí firera terreno extranjero, pudiendo ser vendido
como esclavo; o "en el tercer día de mercado era 1. En estos casos -no s i se trata del caso del
cortado en partes. Si lo hubieran cortado en más o en iudicatus- una Lez Vallia (Lcirca comienzos siglo II?)
menos, que ello no sea fraude" (XII Ts. 3.6). permite al ejecutado desprendeme de la malzus iniec-
2. Esta última solución era un enigma para los tio, actuando por sí mismo por l a legis actio (Gayo,
mismos romanos de l a época de Aulo Gellio, para 4.25).
quien tomando la expresión literal del texto legal lo
consideraba repugnante (20.1.52), estableciendo que 3 1 0 7 . 1 1 . E ~ n o r i scapiz,~stavia era muy
no se recuerda ningún caso en que hubiera sucedido excepcional, quedando ad&%da sólo en pocos
así. Se han dado varias explicaciones. Así, que se casos, ya por motivos de cer;tumbres o legales.
trataba de una intimidación legal para que se paga- E 1 ejecutante podía actuar diiectamente, sin es-
ran las deudas, con lo cual no se explica qué pasaba tar presente el pretor, y mediante el empleo de
si no obstante ello el deudor no pagaba. Quizá hay palabras rituales, se cobraba por mano propia lo
que pensar que el verbo empleado: secare, más que que le debía el d e u d g - ( ~ a ~4.26-29).
o,
en s u sentido primero ("cortar"), hay que leerlo como
"dividir", de tal modo que la división no es ñsica, sino 1.Gayo, prácticamente nuestra única fuente, nos
una atribución jurídica como esclavo por parte de los menciona tres casos de pignogs capio basados en las
acreedores, que pasarían a ser sus domini. Siendo costumbres de los soldados: w',podía cobrarse de
así, se explicaría la &ase final sobre la no considera- este modo aquel soldado a quien no se efectuaba l a
ción de fraude ante u n a atribución proporcional inco- paga (aes militare); también, para cobrar el dinero
rrecta, como dando a entender que la situación debía asignado para comprar u n c a l r d o (aes equestre) y por
quedar concluída, sin poderse alegar más situaciones e1 dinero destinado al forraje d e los caballos (aes
problemáticas. hordiarum); Gayo, 4.27.
3. Este procedimiento nos habla de la responsa- Igualmente, permitida poc l a s leyes, las XII Ta-
bilidad absolutamente personal que nacía de la obli- blas la permitían contra a q ~ e fque comprara una
gación primitiva, hasta tal punto que el deudor debía víctima de sacrificio y no pagara el precio. Igualznen-
responder con s u propio cuerpo. En tal sentido guar- te, para cobrar el alquiler de nn jumento, siendo que
da relación con lo que ocurría en el negocio del ne- el dinero estaba destinado a 7J;na ofrenda sacrificial.
xum:" en e1 cual el deudor automancipaba s u propio Finalmente, la lex censoria otorgaba esta vía a los
cuerpo como garantía, por lo que ahora en l a manus "publicanos", respecto de aquellos que no pagaran al
inzectio se ejecutaba él mismo. populus las sumas debidas por el uso de campos
públicos (vectigalia); Gayo, 4 2 8 .
106. Casos especiales. La manus iniectio 2. Gayo (4.29) nos dice que se dudaba de que se
podía servir para ejecutar una sentencia conde- tratara de una legis actio, ya que podía no suceder
natoria de una obligación. Pero había otros ca- ante el pretor, y a menudo en. ausencia del adversa-
sos en los cuales, aun sin sentencia, se podía rio, pudiendo ser llevada a cabo aun en un día nefas-
ejercitar esta vía, asimilándola a la del iudica- to. Sin embargo, permanecía el requisito de los certa
tus. Así, en el caso de la deuda confesada (al et sollernnia uerba, es decir, el recitado de una forma
confeso se lo tiene por ya condenado: confessus ritual (desconocida), lo que permite admitir que se
pro iudicato habetur). debía llevar a cabo ante testigos.
Gayo (4.22) nos dice que otras leyes permi-
tieron recurrir a esta forma de manus iniectio
pro iudicato, es decir, sin ser necesaria l a sen- PARTE
tencia. Así, l a ley Pz~bliliala permitió ai garan- __--- ________ S E G ~ T-D-A _ _ --
te (sponsor) que hubiera pagado la deuda, con- 11. EL PROCEDIMIENTO FORMULARIO
tra el deudor principal que no le hubiera devuelto
dicho monto dentro de los seis meses siguientes.
k
1
-
5 108. Las legis actioms -ZiYoñ~cfio-
-
También, la ley Furia de sporzsu la permitió sas, como dice Gayo (4.301, debido sobre todo a
contra aquel que hubiera exigido del sponsor su exagerado ritualismo. Es por ello que se
más de la cuotaparte que le correspondía. reemplazó este procedimiento por otro, mucho
En otros casos, se habla de manus iniectio más ágil y también mucho m á s apto para hacer
no asimiladas al caso del pro iudicato, por lo una mejor justicia en cada uno de los casos
que se las llama 'puras". Así, la ley Furia tes- concretos. La denominacián de "formulario" se
tamelztaria contra aquel que, en contra de lo debe a que se redactaba rma "fórmula" escrita
dispuesto por dicha ley, había recibido por lega- adaptada a cada juicio (Gayo, ibíd.).
&OL.I;CIOI\I F I ~ S T ~ R I C ADEL TXOCEDIIiDE3E0 JUDICLLL ROLTAN0 55
5 109. Or-igen. El procedimiento formulario rurv, (año 1'7 a.c.) se impuso como cisteirra o51i-
parece ser que tuvo SU origen en las causas gatorio el formulario para ser aplicado en todas
habidas entre un ciudadmo romano y un ex- las causas (Gayo, 4.30).
tranjero, o entre extranjeros, las cuales debían
ser presentadas ante el 'hretor pere,&no", jui- 1. Siguió manteniendo l a clase de Eudicia legáti-
cios en los cuales no se podía recurrir a las legis m a , que se diferenciaban de los otzos laz~dzciceimperio
nctiones. Hacia la primera mitad del siglo 11 continentia) y que eran aquellos en los c u d e s no se
a . c . , entre el 149 y el 130, apareció la lex Ae- cumplía con alguno de los tres r e q ~ ~ i t oyac expresa-
butia, extendiendo el procedimiento a causas dos. Se basan en el imperium d e l magistrado, y a
entre ciudadanos romanos, con~.lrtiéndoloen pro- ellos correspondían los que se l l e ~ 7 ma cabo ante los
cedimiento propio del i u s ciuile, aunque lilnitán- recuperatores, o interviniendo un ixaico juez, prna de
dose en un principio a los casos en que se podía las partes o dicho juez era un exeanjero o aquellos
actuar por la última de las íegis actiones cogni- que se celebran fuera de una milla de Roma (Gayo,
torias, es decir, la co~zdictio. 4.105).
La diferencia, según la ley IuLia, eshiba e n que
1. El texto de la ley Aebutia nos es desconocido. el iudicium legitimum expira en el plazo de un año
" La primera opinión vulgarizada por los romanistas y seis meses, mientras que el iugiciurn imper;io con-
""
(Wlassak, G-irard, etc.) establecía que por esta ley se tinens caduca al cesar en su cargo anual el nagistra-
otorgaba una opción a los ciudadanos romanos: actuar do (Gayo, 4.104-106).
por el procedimiento de las Legis actiones O por el 2. De este modo, este procedimiento fomu1ari0,
. nuevo De este modo, durante más de un siglo, es que fue el típico de la época clásic% y el más eficiente
decir hasta las leyes Iuliae, los romanos habrían po- para alcanzar los grandes logros j-iar'dicos del Dere-
dido actuar por uno u otro procedimiento. Pero l a cho Romano, coexistió durante más d e u n siglo con el
objeción principal es cómo podía ser que los lirigantes viejo procedimiento de las legis ac;ciones. Sólo en po-
:
-
dudaran entre emplear el viejo procedimiento ritual cos casos se siguió actuando por los ritos antiguos:
: ("odioso" según Gayo) y el nuevo, totalmente elástico así, en el caso de celebrarse el juicio ante el Tribunal
3i y simple. de los Centunviros, y también -aunque no s e lo
2. En cambio, hoy día se acepta más lo que nos prefería- en el caso del "daño ternido" (damnurn
- dice otra parte de la doctrina (Eisele, PiTüger, Kaser, infectum), Gayo, 4.31. Ya desde l'a época de Hadria-
-
d'Ors, etc.), para la cual la ley Aebutia sólo habría no, el procedimiento formulario tuvo la fuerte compe-
- sustituído los viejos ritos por l a fórmula en los casos tencia del procedimiento extra ordinem, que final-
.-
1 en que era aplicable la condzctio. En esto pudo tener mente se impondrá en l a época posclásica.
- importancia la sustitución para juicios donde se dis-
L-,
-
.-
-.
-
-
--.
----
-.
u-
.-
-
e
.
-.
-3
cutían deudas dinerarias, siendo que los préstamos
representaban para esta epoca un serio problema
=. socio-económico.
--
-. 3. En cuanto a su implementación, esta primera
aplicación del procedimiento formulario sólo estaba
referida a los zud~czalegst~rna(son aquellos que tie-
nen lugar en Roma o en un radio de una milla de
-
W C H A DEL PROCEDIMIENTO
-
F O R ~ Ü L ~ P ~
.-.
actio i7z factum contra dicho garante (Gayo, 4.46). En decreto de Hadriano respecto de u n a actio i n rei7z. ,
..
-
vadimonia para el caso de que el juicio requiera son el demandante o actor (antes de la litis ,..
..
.:
nuevas comparecencias), dando 1u.gar a la actio naci- contestatio es "el que quiere actuar" -is qui -, .-*
..
da de la stipulatio. agere vult-, luego es directamente el actor) y el , .-.
-.
.- *..
7:
.
..--.
" L .
demandado tenía que ofrecer nuevas garantías de Pero en el procedimiento formulario -a dife- ..-.. -..
-.
.
.-
que seguirá compareciendo (vadimonia; Gayo, 4.184). rencia de lo que ocurría en las Eegis adiones- !os ..
.
~
En algunos casos, estos vadimonia se hacían en for- Litigantes pueden nombrar sus representantes. Es- . -
..... .
~
O..:
..
--
..
ma "pura", es decir, con una simple promesa sin dar tos no actúan en ''representación directa" de algu-
caución. En otros con caución; en otros con juramento n a de las partes, de tal modo que asumirían ellos ....
.
(iusiul-andum);en otros con interposición de los i-ecu- directamente los efectos de Ict sentencia. Por téc- .-.
..
..
, -.
...
pei-atores, de tal modo que si no se comparece es nicas especiales, estas consecuencias judiciales,
condenado por éstos por el monto del vadimonium favorables o desfavorables, pueden, según los
(Gayo, 4.185; E P , $3 17-24). ..
.. .
casos, ser trasferidas a los representados. -....
.
,. -
3. Hay ciertas personas contra las cuales no se Hay dos formas de designar un representan- ..-.
.-
-...
---..-
puede dirigir la i n ius vocatio sin permiso previo del te, tanto para el actor coma p a r a el demandado: .
pretor. Así, los ascendientes, los patronos o patronas a ) el cognitor, nombrado pdbLicamente en pre- .-..
..-----
o los descendientes de éstos (Gayo, 4.184; Ulp., sencia del adversario; y bt el procuratol-, nom- .....
-- -:
-.
--
L.
D.2.4.4.1). Tampoco se puede citar en juicio a los brado sin esta formalidad. Los incapaces están -.
--
.. .a
magistrados, ni al Pontífice cuando está celebrando representados por sus tutores o curadores. Y las
actos sagrados, ni a1 que se esté casando, ni al que corporaciones por sus actores. . ...- .
. -
-
preside u n entierro familiar, etc. (Ulp., D.2.4.2). E n
.-.. .
caso de contravenir esto, se concede una acción i n 1. En las legis actiones, ambas partes debían --.
.. .
=-
factum condenando al infractor con una inulta fija estar presentes en forma necesaria (Ulp., D.50.17.123 ,----
---.
..--..
-= .*,
-----
(Gago, 4.46, quien habla de 10.000 sestercios para el pr.: "Nadie puede accionar e n nombre de otro, por la
caso del liberto que hubiera citado i n ius a s u patro- ley"), pero se admitían algunas excepciones (Gayo,
--
.-..
~-
-.. --, ,
no). Luego se establecerá para este caso de falta a la 4.82). Así, cuando se actúa por una actio popularzs, ..
. ...
.
reuer-entia de una pena de 50 áureos (Ulp., D.2.4.24; ésta podía ser intentada por cualquier ciudadano; ..
Calístrato, D.2.6.2; en Inst., 4.16.3, se habla de 50 cuando se acciona pro libertate, es decir, cuando se . .,,
. ,
sólidos, que es el mismo valor). discute l a libertad de alguien, e r a necesaria la pre- - ...
.-...
...
..
-
sencia de un defensor de l a libertad -aunque no es ...,
El demandado que no obstante las garantías parte propiamente dicha- (adsertor libertatic); cuan- ---.
--:! .
dadas no se presenta, se hallará en situación de do se actuaba en virtud de una vieja ley Hostilia . .
..-..
.
.::-
..,:2
"indefenso" (indefensus). El pretor no podrá li- para el caso de furtum respecto de un romano toma-
.-..--
..
brar la fórmula constriñendo al demandado a ...-,
do prisionero, o ausente por interés público (Inst., .- ..8
defenderse, pues éste queda libre de no hacerlo 4.10 pr.). Se cita también el caso del tutor (Inst., -.----. *
?
(Paulo, D.3.3.45 pr.). Pero, a pedido del actor, el loc.cit.), pero el problema es bastante oscuro. Si el
: --<
pretor procede a embargar los bienes del inde- tutor acompaña con su auctontas al pupilo, es éste 8
fensus, otorgando la posesión de ellos al actor quien actúa. Y si el tutor obra por l a gestio, lo hace
(missio in bona rei servandae causa; Gayo, 3.78; en nombre propio (su0 nomine), y no pro pupilío.
EP, $ 202).
8 113. El cognitor es dado por el actor o el
4. Lo mismo ocurre en el caso de una actio in demandado, por medio de palabras especiales y
'
re7n (por fórmula petitoria) cuando el demandado se en presencia del adversario. Así: "Puesto que t e
niegue a dar la cautio iudicatum solvi (por la cual se reclamo p.ej. u n fundo, t e doy a Lucio Ticio
obliga a defenderse debidamente, a cumplir la conde- como mi cognifor en este asunto" (caso del ac-
. ,
EVOLUCI~N
HISTORICA DEL PROCEDIhfIENTO l?OhW\TO 37
ior). C4 "puesto que t ú ine reclanaas un fundo, t e le sea desfavorab1,e (Gayo, 4.981. S i no la pres-
doy como mi cognitor en este asunto a Publio taba el pretor lo podía coaccionar denegándole
Mevio" (Gayo, 4.83). la acción.
La f6rmrtla seguirá la técnica de l a " t a s p o - A s u vez, s i el procz~ratoraparece como re-
sición de personas", de tal modo que en l a in- presentmte del demandado, eri_ caso de ser con-
te~ztiof i , ~ r a el nombre del "dueño del asunto", denado se corre el peligro de que el dueño de1
y en la eorzdenznatio, el nombre del eognitor. asunto no r a t s q u e sus actos y que el procura-
Como l a sustitución es plena, l a acción se con- tor sea insolvente. Por ello, e s también el propio
sume totalmente. Pero la ejecución (actio iudi- procurutor (y no el dueño del asunto, como ocu-
cati), aunque l a sentencia recaiga en favor del rría con el cognitor) quien debe dar fianza (cau-
cogrzitor, le será otorgada al "dueño del asunto", tio iudicatum soíui) de que c m p l i r á l a senten-
ya en su favor si llubiera resultado vencedor o cia condenatoria (Gayo, 4.101).
en s u coi~tra,si hubiera sido condenado (FV., E n todos 10s casos, la actio iudicati no es
317; 331). dada al mandante o contra él, sino en favor o
en contra del procurator (FV.,317).
1. Si quien da un cognitor es el actor, ninguno de
los dos debe dar ninguna caución, ya que dado que 1. La jurisprudencia posterior admitirá que si
la sustitución procesal se operó por "palabras espe- el procurator h a sido presentado personalmente a
ciales y cuasi solemnes", en presencia de la otra la otra parte (procurator praese~ztis),o consta de
parte, no cabe ninguna duda acerca de que el cogni- otro modo su carácter procesal {así, en un acta,
Éo7- es el representante (Gayo, 4.97). apud actam factum), entonces queda equiparado al
2.Pero si quien da un cognitor es el demandado, cognitor.
el dueno del asunto debe dar una garantía (cautio 2. Respecto del procurator se aplicarán las mis-
iudicatum solvi), de que cumplirá l a sentencia en mas reglas de fórmula "con traspocíción de personas".
caso de ser condenado, aplicándose la regIa gengrica 3. En el caso de los tutores, curadores si actúan
de que "se considera que nadie puede ser defensor como actores deben dar en principio caución, pero en
idóneo de un asunto ajeno sin dar caución" (Gayo, algunos casos s e los exceptúa de ella (Gayo, 4.99;
4.101). Inst., 4.11 pr.). Así, si el negocio litigioso había con-
3. Justiniano suprimirá l a figura del cognitor, tado con su auctoritas, pero no si íiie realizado por s u
sustituyéndolo en todos los casos, can las debidas gestio (Ulp.-Juliano, D.26.7.23). Si actúan como de-
interpolaciones, por la figura del procurator. mandados, deben siempre dar caución (Gayo, 4.101).
4. La representación de las corporaciones era lle-
5 114. El procurator aparece porque en de- vada a cabo por sus representantes (actores); así, en
terminadas circunstancias (enfermedad, viaje, el caso de los municipios, por sus duunviri. Su posi-
edad, etc.) no se podía dar un cog-nitor. No ción queda asimilada a la del cogaitor de una perso-
había formas especiales para dar un procurator, na particular.
ya como actor o coino demandado, pudiendo ha-
cerse el nombramiento en ignorancia o ausencia 5 115. C) Actuación ante el magistrado.
del adversario. Mas aíin, alguien, de buena fe, Ante el magistrado, el actor, e n presencia del
se podía presentar como procurator aun no ha- demandado debía renovar s u editio actionis (que
biendo mediado mandato del dueño del asunto, el demandado ya conocía e n H a etapa previa),
garantizando que sus actos serán ratificados lue- manifestando lo que pide y soicitando al pretor
go por éste. que éste le conceda u n a determinada acción
Como se puede comprender, era siempre du- (postulatio actionis).
doso saber si el que se presentaba como procu- El magistrado escucha a l actor, lo mismo
rator había o no sido debidamente apoderado que al demandado, estando las declaraciones
para intervenir en el juicio, por lo que s e exi- libres de formalidades. S i el pretor advierte que
,gian se,wridades concretas y especiales. lo pedido por el actor se ajusta a lo prescrito en
Si el procurator aparecía como representan- alguna de las acciones que figusan e n el Edicto,
t e del actor, como la sustitución (a diferencia de entonces la concederá (datio actEonis). Si no está
lo que ocurría con el cognitor) no es plena, l a en el Edicto, l a podrá rechazar, no obstante lo
acción no se consume para el dueño del negocio, cual, si entiende que lo que ha pedido el actor
quien luego podría intentar de nuevo l a acción. merece amparo y protección Fsrídica, entonces,
Por ello, el propio procurator debía prestar u n a a pedido del demandante le puede otorgar u n a
caucion (cautio dominum rem ratam habitururn, actio in facturn, para ese caso concreto.
Ilamada más bre~remeiitecautio de rato) de que
el dueiio del asunto ratificará lo actuado por él, 5 116. Si el pretor comprueba que l a situa-
y que no intentará demandar de nuevo por el ción jurídica del actor no n ~ e r e c e proteccián,
mismo juicio en el supuesto de que l a sentencia entonces le deniega l a acci6n (derzegatio actio- .
nis). Lo inisrno ocurre si comprueba que carece pro ueritate habetur (al que h a confesado, se lo
de competencia jurisdriccional o si fallan los pre- tiene como que ha dicho la verdad). Procede en
supuestos jurídicos para la actuación de las par- consecuencia contra él la ejecución por lo de-
tes. mandado, si bien en algunos casos habrá que
determinar por un procedimiento estimatorio el
1. Po7- competencia jurisdiccional. A) Así,el pre- monto de lo debido.
tor puede carecer de "jurisdicción" (iurisdictio). P.ej.,
si se trata de uno de los casos que deben tramitar 11. Oponerse a Lo pedido por el actor. E n este
extra 07-dinem, o se trata de un asunto penal o admi- caso el demandado niega la posición jurídica
nistrativo; esto era resuelto por el pretor antes de la que sirve de base a la actio civilis, o niega los
iniciación del procedimiento, o inmediatamente que hechos en que se basa la actio honoraria. En
tuviera noticias de ello. ambos casos, h a manifestado su voluntad de
B) También el pretor puede carecer de competen- continuar adelante el juicio, que será dilucidado
cia por razón de la materia. Ésta queda determinada en la sentencia.
en cada caso en particular. Así, cuando existe la
posibilidad de elegir entre varios magistrados, la com- 1. Se puede también pedir que la suerte de la
petencia está fijada por el domicilio del demandado cuestión quede resuelta sometiéndola al juramento
(regla: actor sequitur forum rei). Pero con algunas (iusiurandum voluntarium) de la otra parte, la cual
excepciones: así, si se trata de una obligación, el debe aceptarlo, ofreciendo atenerse a lo que se jure
lugar fijado para el cumplimiento de ella vorum con- (iusiurandum deferre). Si el juramento es dado por el
tractus); si se trata de un delito, el lugar de comisión actor, le abre la vía de una actio ex iure iurando. Si
(forum delicti commissi); la regla del forum rei sitae lo presta el demandado, podrá oponer a la acción del
(lugar donde está la cosa) para las actiones i n rem es actor, si ésta no es denegada, una exceptio iurisiuran-
tardía (C.3.19.3, año 385). di. El iudex tendrá en cuenta el solo hecho del jura-
2. Por fallas de la %apacidad procesal". A ) En mento sin entrar a verificar su veracidad o falsedad
principio todos los sut iurts, ciudadanos romanos o (Ulp., D.12.2.11.1; id. 3 pr.; id. 7').
extranjeros tienen lo que en lenguaje procesal actual 2. Para el caso de reclamo de una suma determi-
se denomina 'legitimación activa y pasiva", es decir, nada (ceda pecunia) y luego también para el de una
el poder estar como actor o demandado en un juicio. cosa determinada (certa res), el actor podía, autoriza-
Los esclavos están excluídos. Los f b~ifamiliaepue- do por el pretor, provocar el juramento del demanda-
den actuar en lo que atañe a su peculio castrense", do, ya no voluntario, sino obligatorio para éste (iusiu-
o por la actio iniuriarunz", o en caso de ausencia de randum necessariurn), poniéndolo en la alternativa
sus padres, representándolos a éstos. Las mujeres sui de que jure que nada debe o referir recíprocamente
iuris pueden actuar con la auctoritas de su tutor. el juramento del actor (iusiurandum referre) para
Algunos casos especiales carecían de la postulatio que jure que efectivamente le debe y cuánto es el
actionis: los menores de 17 -os y los sordos, o de monto de la deuda. Estos juramentos son decisorios,
postular por otros: las mujeres, los ciegos y ciertas de tal modo que con ellos se zanja la cuestión plan-
personas caracterizadas como zgnominiosae (infames). teada, abriéndose, en su caso, la ejecución. En su
3. En ciertos casos se tornaba necesario previa- momento se determinó que si el demandado rehúsa
mente aclarar la 'legitimación activa o pasiva". Así, jurar, y no refiriese el juramento al actor, se lo
cuando se actúa como o contra herederos, o en el consideraba indefensus (Diocl., C.4.1.9).
supuesto de acciones noxales*. Como podían existir 3 . Puede llamar la atención esta provocación al
dudas, se utilizaba una interrogación previa entre las juramento, sobre todo en nuestra época actual, en la
partes (interrogatio in iure): así, preguntar si el actor cual esta práctica resultaría más que peligrosa debi-
o el demandado es heredero de Ticio, y en qué pro- do a la desvalorización del juramento. Pero ello no
porción; si se es el pater o dorninus del autor de un sucedía así en Roma. Por ello, Gayo (D.12.2.1) habla
delito, etc. del "mayor remedio para terminar los pleitos3: el
recurrir a la "santidad del juramento".
P 117. Posiciones F e puede asumir e.?
dernandczdo. Durante la tramitación del juicio 111. Oponer una excepción. El demandado
el pretor tiene también oportunidad de escuchar puede también no discutir la posición jurídica
al demandado, quien puede adoptar diversas del actor, pero alegar que por alguna circuns-
posiciones : tancia ocurrida, apta para el ius civile o para el
1. Reconocer la legitimidad plena de Zo pedi- ius praetorium, merezca protección para dete-
do por el actor. Esto significa que se allana a la ner la eficacia de la acción, pidiendo al pretor
demanda (confessio in iure). E n este caso, no que le conceda una exceptio.
hay razón para continuar con el procedimiento.
Al coízfessus se lo asimila al ya juzgado y con- 1. En este caso, si 10 considera equitativo, el
denado (izcdzcatus). XZI Ts. 3.1, regla corzfessus pretor accede a la acción, pera la fórmula se modifica
E~-o~uc~Cin; DEL FE(
~IST~RICA
en cuanto que se intercala la exceptio, que de probar- cliosa (non calumniae causa infitiac ire: Gayo, 4.172).
se y triunfar? detendrá el progreso de la aciio. Si no se prestan estos juramentoe, se puede provocar
el iudicium calumniae (infia, 8 P22.c).
IV. .iMnrzte7zer una posición pusiuu S ~ ? Z decir
nada. En este caso el demandado no discute, 3 119. fadex. a ) Juez único ( u n a s iudex). Siendo
pero tampoco reconoce la posición jurídica del el juicio en Roma un iudicium priuu~ium,en principio
actor, sin solicitar tampoco la inserción de una las partes pueden ponerse de acuerdo en nombrar a
exceptio en la fórmula. una persona que actuará como iudex, la cual resul-
tará elegida como tal, siempre qne reuniera ciertas
1. Si se trata de una actio i n renz, el demandado condiciones básicas (ser varón púber, no ser m insa-
no queda constreñido a trabar el juicio, ya que por no ni un infame).
esta acción lo que se pide es un poder sobre la cosa Si no había acuerdo entre las partes, se recuma
o situación jurídica, y no sobre la persona del deman- al album iudicum, que era una lista oficial de jueces.
dado, quien puede desistir de su posición. El pretor El pretor podía ir proponiendo nombres que debían
le otorgará al actor ya una actio ad exhibendum ser aceptados por las partes. En Stirao caso, de no
(para que se muestre la cosa reclamada) o interdictos haber acuerdo, el pretor l o designaba mediante un
para entrar en posesión (quenz fundum, quem usu- sorteo de los que figuraban en la lista.
fiuctum, quam hereditatem). El album, iudicum estaba formado por nonlbres
2. En cambio, si se trata de una actio In perso- de ciudadanos del orden senatorkl y también del
nam, el demandado está obligado a trabar el juicio. orden de los caballeros (equites),estableciéndolo cada
Si no lo hace estará en situación de indefensus. Que- pretor para el aiio de su magistratura. Desde la ley
da expuesto a que el pretor lo amenace con facultar Aurelia (año 70 a.c.), la lista se componía de 900
al actor para constituír al deudor en prisión privada nombres (300 por cada decuria: una de senadores,
(ductio), así como también a pedido del actor, que el otra de caballeros y una tercera de tribuni aerarii).
magistrado ordene el embargo de los bienes del deu- Esto sufrirá sucesivos cambios, estando en l a época
dor (rnzssio i n bona). No era necesario para ello que imperial integrada por el Príncipe.
se probara nada. El actor, que puede aprehender los b) Recuperatores. Fuera del caso del juez único
bienes, no los puede ejecutar hasta tanto tenga un (unus iudex), existía el tribunal de los recuperatores,
t í t ~ ~ lválido
o conlo la sentencia condenatoria. Era, que era colegiado. Su origen se encuentra en Ia chilu-
pues, una medida pretoriana para incitar al deman- cidación de conflictos internaciondes. Así, se decía
dado a defenderse en el juicio. que existía una recuperatio (latín mtiguo: reciperatio)
cuando entre el populus romancr y otro pueblo se
5 118. D) Decreto de iudiciecrn dare. Nom- concluía un tratado, determinando el modo por el
branziento de2 iudex. %kbrarnieptfo de la fbr- cual los ciudadanos de uno u otro pueblo contratante
mula. Una .irez examinadas las cuestiones traí- se harían devolver y recuperarían sus intereses pri-
das por las partes, el pretor debe resolver si da vados (Festo v. reciperatio). Luego estos recupei-atores
la acción (datio actiolzis) o la deniega (denegatio se ocuparán de determinados asmntos: procesos de
actiorzis), así colno la exceptio u otras defensas libertad, delitos de lesiones o con violencia, reclamos
procesales. Por ello dicta un decreto de iudi- por excesos de los publicanos y cie--stas acciones preto-
cium dare, y redactará la fórmula, en la cual rias como la citación procesal. Su mimero era siempre
quedan fijadas todas las cuestiones disputadas. impar (generalmente 3; a veces 5; Cic., i n Verr., IIa. 3.
Igualmente, nombrará al iudex a quien pasará 12. 60; Tito Livio, 43.2). Parece ser que la costumbre
la causa para fijar la sentencia. era que cada una de las partes eligiera uno y el pretor
determinaba el tercero (Tit.Liv., 26. 48).
1. El pretor solía invitar a los litigantes a llegar C ) Tribunal de los Centunuiros. Aparece en la
a una transactio" para evitar la continuación del segunda mitad del siglo 11 a.c. Estaba formado por
juicio. Mediante ella las partes se hacían concesiones 105 miembros (3 por cada una de las 35 tribus). En
que hasta podían ser recíprocas. La transacción gene- la época de Trajano, alcanzaron a ser 180. Estaba
raba un pacto que daba lugar a una exceptio al que presidido por un praetor hastarius, y dividido en
f~lerademandado en contra de lo ya transado. cuatro secciones (consilia o hastae). Esta denomina-
2. Las partes pueden pedir que su adversario ción pro~+enede la lanza (hasta} que se fijaba en el
preste juramento de que no está actuando conscien- suelo cuando se reunía el tribund (Gayo, 4.16, i n
temente de que no tiene razón (iusiurandum calum- fine). Actuaban principalmente en cuestiones de pro-
niae). Así, el actor podía ser exigido de prestar jura- piedad, familia y herencia. Se podía actuar por el
mento de que no litigaba con ánimo de calumnia, por sacramentum (Gayo, 4.31).
el solo hecho de vejar al demandado, intentando la d ) Decemuiri Zitibus iudicandis. Poco sabemos de
acción por temeridad (non calulnniae causa agere; ellos. Era un tribunal de 10 juradas e intervenían en
Gayo, 4.1761, mientras que el accionado, e11 ciertos las causas de libertad. Desde Augusto pasan a pre-
casos, debía jurar que no se oponía de nianera capri- sidir las comisiones del Tribunal de los Centunviros.
e ) En Italia, juzgaban los consillares y iuridici, caso de intentarse un nuevo juicio sobre lo mismo
mientras que en las provincias lo hacían los goberna- (erceptio rei i n iudicium deductae).
dores (praesides y procónsuIes). En realidad, su denominación es r-ei iudicatae ve1
in iudicium deductae, pero acá opera la segunda
120. E) Eitis contestatis. Una vez que parte de ella. Lo que sena la exceptio rei iudicatae es
las partes están de acuerdo en celebrar el iudi- para el supuesto que se pretenda iniciar el nuevo
cium, el pretor, como hemos visto, fija la fórmu- juicio por lo mismo luego de dictada la sentencia. Es
la con que se deberá resolver la cuestión jurídi- decir, si el actor pretende el nuevo inicio, luego de la
ca por el decreto de iudicizcm dare. Este momento E.c., pero antes de la sentencia, corresponde la excep-
es el punto central del procedimiento in iure, y ción rei in iudtcium deductae; y si lo quiere efectivi-
es llamado litis contestatio. zar luego de la sentencia la exceptio rei iudicatae ("de
cosa juzgada").
1. Recibe su nombre de la época de las Eegis 2. La cuestión de si la nueva acción es la misma
actiones, cuando las partes reclamaban los testigos que la anterior fue resuelta por los juristas en cada
(testes estote = "sed testigos"); de allí se forma la caso concreto. En principio existir la triple identidad:
palabra lztis contestatio (atestiguamiento del litigio). de personas (eaedem personae), del mismo asunto
(eadem res) y de la misma petición (eadem causa
La litis contestatio produce determinados petendi). Lo relativo a este tema, lo tratamos luego
efectos: con el efecto de la "cosa juzgada7' en la sentencia.
1. Las partes quedan vinculadas según los 3. En el caso de los efectos de "consumición de la
términos de la fórinula a la dilucidación del acción" se suele hablar de "novación necesaria"',.
pleito conforme a la sentencia.
2. Produce un efecto preclusivo, lo cual quie-
re decir que el actor no puede variar la forma II. Procedimiento apud iudieem.
como h a presentado su petición y tampoco el
demandado podrá, en principio, presentar nue- 121. %a darea del áudex. Una vez esta-
vas excepciones (ver, sin embargo, infra, 6 133.2). blecida la fórmula, y operada l a Zitis contestatio
El litigio h a quedado trabado en los términos de termina la actuación del magistrado, y el asun-
la fórmula (en lenguaje actual, se dice "traba de t o debe pasar al iudex (o al colegio judicial
la litis"). designado por el pretor). a s t e está! obligado a
3. La cuestión litigiosa se convierte ahora en tener que respetar los términos de l a fórmula
el objeto del iudicium, de tal modo que para el que h a recibido. En ella están, e n principio,
actor se produce la ccconsumiciónde la acción", ordenadas las "cuestiones de derecho" (quaestio-
ya que lo que ha peticionado se h a trasformado nes iuris), de tal modo que ante él las partes
en "el asunto introducido en el juicio": res in deberán aportar las pruebas de favor de cada
iudicium deducta). Ya h a agotado su actio, de posición, y de cada hecho implicado (quaestiones
tal modo que no puede iniciarse sobre la ba- fueti), dando su decisión e n la sentencia.
se de ella un nuevo juicio (regla: bis in eadem
re agere no12 potest = "no se puede accionar 1. Pese a ser privados, los jueces deben cumplir
dos veces sobre el mismo asunto"); o más sim- obligatoriamente su cometido (munus personabe), aun-
ple: non bis in eadem = "no dos veces en lo que pueden excusarse por motivo fundado (así, por
mismo". enfermedad, o por causa de saeerdocio; Ulp., D.50.5.13
pr.). Antes .de comenzar su actuación deben prestar
1.Este efecto opera de manera distinta según las juramento de que actuarán conforme al ius y a la
características de la acción. verdad.
Así, en el caso de una actio i n personam, y sólo Si descuida su función apartándose de lo que se
si se trata de una fórmula redactada conforme al zus dice en la fórmula, se entiende que "hace suya la
ciuile (in ius concepta) en un iudicium legitimurn, es causaJ' (Zitem suam facit), dándose contra él una actio
decir, dándose estos tres requisitos el crédito del in factum (EP, 5 59); con Justiniano será uno de los
actor se extingue (trasvasado en la fórmula) ipso iure casos de cuasidelitos .
luego de la litis contestatio, de tal modo que e! mismo En caso de no ver clara l a cuestión de a quién le
pretor denegará la petición de una nueva acción que asiste la razón, le estaba permitido quedar libre de
verse sobre el mismo asunto. su oficio mediante juramento de que "no lo ve claro"
En cambio, en los otros casos, es decir, si se trata (rem sibi non Eiquere). Sin embargo, debemos recor-
de una actzo in re7n (y también si es in pei-sonam dar que las partes podían siempre recurrir al jura-
redactada i n factum, o en juicios imperio continen- mento.
tia), el efecto de consumición de la acción no se 2. Los jueces realizaban su cometido en el colni-
produce ipco iure, como en el caso anterior, pero se tium, o en el lugar que se hubiera convenido. Debían
le permite al demzndado oponer una excepción en estar presentes las partes. Si una estaba ausente; su
R\TOLUCIÓN HISSÓRICA DEL PROCEDIh<IENTO JLJDICLíL RObiiAigO 61
situación, no haber podido alegar, le era pejudi- que no admiten pruebas en contraslc), si bien existen
cial. No existe la "rebeldía" en el sentido actual, pero ciertas reglas que desde la época posclásica. son 11s-
la sentencia se podía dictar contra el demanda.do madas presunciones (p.ej., la de c~nmoriencia'~: si
ausente, estando a las pruebas traídas (la expresión conmueren hijo y padre, se presume primero la de
ad~lé.7-sus absentes pronuntiari; D.48.19.5 pr., debe ser éste); o la de que debe entender por "padre" en las
entendida como que se puede pronunciar l a sentencia iustae nuptiae", el marido casado con l a madre en
contra el ausente, pero no que necesariamente l a este matrimonio legítimo; son iul-is taiztum, es decir,
sentencia debía ser "contra" el ausente). que admiten la prueba en contrario.
3. Las paries realizaban primero una breve expo-
sición de la causa. Esto ya era empleado en las Eegis 5 122. La senfemcia. El oficio del iudex
a.ctio7zes y conocida como causae coniectio, realizándo- culmina con la sentencia, donde expresa su de-
se luego los alegatos. Para ello se podía llevar un cisión. En las actiones i n personanz, dirá que
or-ator que pronunciara una defensa de los intereses condena (co7zdemno) o que absuelve (absoluo) al
y de la posición jurídica de su cliente, analizando las demandado. En las actiones irc rem (con cl6usu-
pruebas. Ésta fue una de las tareas predilectas de la arbitraria) la condena no versa sobre la de-
Cicerón, que no era u n p7-uderzs (que entendía el ius), volución de la cosa, sino que siempre es pecu-
sino un or-ator que manejaba la retórica, o sea, el arte niaria (Gayo, 4.08). El juez debía previamente
de convencer por el razonamiento y la elocuencia. hacer la pronuniiatio, para que el demandado
4. Siguiendo el viejo principio de las XII Ts. (1.7- opte por restituír lo reclamado o ser condenado
9), el juicio debía ser tramitado en un solo día, dic- por la cantidad estimada y jurada por el actor
tándose la sentencia antes de la caída del sol, pero (litis aestimatio). En las acciones divisorias em-
se admitía un aplazamiento de l a vista de l a causa plea la palabra "adjudico" (adiudico).
para un día determinado.
5. En general, las cuestiones que debía resolver 1.La condena puede quedar agravada en determi-
el iudex son "de hecho", pero si hubiera alguna im- nadas circunstancias:
plicancia juridica podía recurrir a los juristas, dado a) En algunas acciones, como pena al demandado
que no suelen conocer el ius. Las partes deben abs- recalcitrante (infitians), es decir, gae no h a reconoci-
tenerse de probar el ius al juez (sin embargo, el do l a razón del actor, que es el que triunfa, deberá
principio actual iura nouit curia no es romano). pagar el duplum (caso de la aefio iudicati:':, de l a
actio ciepensi*: de l a actio legis Aquiliae':).
Todas las actuaciones ante el iudex son ora- b ) Cuando en la condictio las partes se cruzan
les (principio de oralidad), públicas (principio de promesas de pagar una suma adicional en caso de
publicidad) y directas ante él (principio de in- perder el juicio: así, la sponsio* (del demandado) et
mediación). Respecto d e la apreciación de las restipulatio (del actor) tertiae partts (por la tercera
pruebas es totalmente libre de fijar su criterio parte); o en la actio de pecunia constttuta:' por l a
(su "sentir7'). mitad (dimidiae partis); Gayo, 4.150..
C) Cuando e1 actor litigó por el simple hecho de
1. Respecto de l a "carga de la prueba" (onus vejar al demandado, no habiendo triunfado, y no
p7-obandi), aunque no hay reglas fijas, corresponde prestó el juramento de calumnia, puede verse accio-
a quien haya afirmado cada uno de los hechos ("in- nado por un iudicium caíumniae y ser condenado por
cumbe la prueba a aquel que dice, no a aquel una décima parte de lo que r e c l ~ m ó ;excepto en el
que niega"; Paulo, D.22.3.2; Marciano, id. 211, por lo juicio de libertad, ya que contra el adsertor se da por
que normalmente el actor deberá probar sus peticio- l a tercera parte (Gayo, 4.175).
nes, y el demandado lo que haya introducido como EI pretor ofrecía también contra el calumniator
exceptio. una acción penal por el quadruptrrm dentro del año
2. Las pruebas podían consistir en cualesquiera (luego por el simplum) de l a cantidad que cobró del
de los medios usuales: a) l a confesión, o el resultado demandado antes de l a sentencia, por entablar de
del juramento; b ) los testigos (no hay reglas sobre el mala fe una acción, o haber cobrado una suma para
i~iíniino:podía ser uno solo); c) los documentos (ins- desistir de ella (Ulp., D.3.6.10.1; D.5.1.10.10; EP, $6'
trumenta), ya por declaraciones extrajudiciales de tes- 36-38).
tigos escritas sobre tablas de cera, o los libros de los d) En ciertos juicios se da también el contrarium
banqueros (argentarii), el documento escrito de l a iudicium, como pena contra el a d a r vencido. Así, si
stipulatio (cautio), etc. se demandó, sin probarlo, por injurias (décima parte),
3. Respecto de las "presunciones", es decir, deter- o contra la mujer a la cual se le dio l a missio in
minadas situaciones por las cuales se dispensa de la possessionenz, en nombre del h j o que lleva en s u
prueba en ciertos hechos que no necesitan ser proba- vientre, y trasmitió en forma dolaca dichos bienes a
dos porque la experiencia demuestra su veracidad, en otro, siendo que no le correspondían (quinta parte), o
el Derecho Ciásico no hay reglas precisas, no exis, cuando se accionó alegando que pretor dio a al-
tiendo presunciones legales (iuris et de iu7-e, es decir, guien la missto i11 possesslonem, lTu n tercero lo h a
privado de ella dolosamente (quinta parte); Gayo, Si se trata de una actia in rem, p.ej., la re7
4.177. E n este contrarfum iudicium no es necesario vindicatzo, se considera que i$ reclamar que yo soy
que se pruebe l a mala intención al demandar, lo cual propietario estoy invocando todas las causas de ad- - -.
.-
es necesario en el calumniae iudicium (Gayo, 4.178). quisición del dominio. Por tanto, si pierdo el pleito, -
e) Cuando ocurrió en un juicio el juramento de- no puedo intentar uno nuevo, salvo que hiciera valer -
...
cisorio (iusiurandum irz Eitem), si el condenado no una nueva causa de adquisieion posterior a l a senten-
cumple con él, en la condena se toma el valor de l a cia del juicio primero (Ulp., D.44.2.2.4-5).
cosa en litigio (así, un legado, no por el monto quizá Si se trata del ejercicio de la actio furti puedo
.-
disminuído por l a lex Falcidia, sino por s u valor real; acumular l a condictio furtiun (o la rei uzndicatio),
Iavol., D.35.2.60). puesto que por l a primera estoy reclamando una .- ..
fl Finalmente, las condenas en ciertas acciones pena, mientras que por cualquiera de las otras estoy ..
-.
,
tienen carácter infamante. Así, los condenados en l a reclamando por l a cosa. ,...~ .
-.
actio fürti, actio v i bonorurn raptol-um, actio iniuria- c) Eadem condictio personarum. La sentencia pro- --
....,...
-.
rum, lo mismo que en la actio pro socio, l a actio duce efectos respecto de las p&s que han intervenido - -.-
fiduciae, actzo tutelae, actio mandati, actio depositi, en el juicio, no respecto de terceras personas, a las -" .-
..-..
"
~
-A-*-
son tachados de infames (ignominiosi); Gayo, 4.182. cuales no afecta (Modest., IP.44.1.19). Esta identidad ---
..
r=-:
existe también cuando aun tratándose de personas
<-=
123. Efectos de Ea sentencia. Lo resuelto Eísicas distintas, una de ellas es continuación jurídica L
-:.
---
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en una sentencia tiene la fuerza de la "cosa juz- de la otra. Así, el heredero continúa la persona del de ..--
--
.... ....
. .-
gada" (res iudicataj. Esto significa que lo decidido cuius; el filius in potestate e s una misma persona,
-....-.....-
lo es en forma definitiva, impidiendo que la niis- desde este ángulo, que su p d e r (Ulp., D.44.2.11.8).
ma cuestión entre las mismas partes vuelva a Sin embargo, en el caso de las acciones penales, -... .-
.---
..
..>
iniciarse de nuevo (regla: non bis En eadem). éstas se llevan a cabo contra todos y cada uno de los
que cometieron el delito. Se habla de "concwencia
..- -
.. ..
---.
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1. La sentencia produce este efecto de l a res cumulativa", ya que se ejerce Ta misma acción contra --
, ---
-
. -.
m-.
. ~
iudicata, análogo al que había producido la litis con- varias personas distintas. Se ve acá que no se da el
testatto. También acá se suele hablar de "novación requisito de ecredem personue).
necesaria", ya que la obligación que nacería de la
fórmula (intentio: dure praestare facere oportet) es aho-
ra obligación por la sentencia (condemnari oportere).
2. Para saber si el nuevo juicio que se intenta
merece el efecto de l a res iudicata, hay que atender 9 124. Características. La fórmula es un . .
a cada caso en particular. Como regla general, se corto documento en el cual ñgura la nominación
debe d a r l a triple identidad dicha por Paulo del iudex y además las c i m s t a n c i a s fácticas y ....-. .~
.
.
.
(D.44.2.12.14): idem corpus, eadem causa petelzdi y las pautas jurídicas que el pretor determina -.
....
---.
.-..-..
eadern condictio personarum: para la solución del litigio. Es, pues, un progra- ...-.
a ) Idem corpus. Existe cuando se reclama l a mis- ma de acción al cual se ve sujeto el iudex. Al .--
---
.-L.
m
-
-%?
ma cosa o l a misma cantidad, o el mismo derecho dar l a acción y por ello ordenar la redacción de .
---
-.- -
. --
>-
---
..
-- -
(Ulp., D.44.2.1); no importa el aumento o disminución la fórmula, el pretor h a admitido que la posi- ..
de la cantidad o calidad (Paulo, D.44.2.14 pr.). Así, si ción jurídica del actor (y en su caso, la del
reclamo un rebaño, no obsta a l a exceptio rei iudica- demandado en la excepfis) merece protección
tae, que hayan muerto o nacido animales (Pomp., jurídica. Es decir, h a resuelto la quaestio iuris,
D.44.2.21.1). Si se pide la totalidad, no puedo volver pero ahora las partes deberán probar apud iu-
a pedir una parte integrante (así, primero reclamar dicem que los hechos alegados por ellas (qzcaes-
la casa, y luego el fundo, las vigas, etc.; Ulp., D.44.2.7 tio facti) eran verdaderos. De ahí que la redac-
pr.). Pero si se reclaman primero los intereses, puedo ción adopta siempre una forma condicional: Si
accionar luego por el capital (Ulp., D.44.2.23). se comprueba un determinado supuesto (p.ej., la
b) Eadem causa petendi. Se debe tratar de l a compra de un esclavo, en la cual no se pagó el
misma petición jun'dica. Hay que distinguir entre las precio) entonces el iudex deberá condenar al
actiorzes in personam y las actiones in rem. En el caso demandado a pagarlo. De n o aparecer probado
de las primeras, si, p.ej., a propósito de los vicios el negocio o también probado el pago de dicho
redhibitorios" en la cosa comprada, he accionado por precio, hay que absolverlo.
la actio redhibitoria y he perdido, no puedo intentar
la actio qualzti minoris (Juliano, D.44.2.25.1). Pero si 1. Las fórmulas orecidas por el pretor que serán
me es debida una cosa por una venta y además por aplicables durante el año de s u pretura, aparecen
un legado, si intento la actio empti (acción de com- publicadas en el Edicto, expuesto en el Foro. Sin
pra) y la pierdo, podré iniciar el reclamo de la cosa embargo, cada fórmula es gpica y exclusiva para
por l a acción propia del legado, pues estoy intentando cada caso determinado, de tal modo que el magistra-
una nueva causa petendi. do podrá modificarla introduciendo aquellas circuns-
fi\[J,UC~OW RISTORICA DEL PR(
tancias que merezcan protección. Igualme~ltepodrs indeteminado (sncertz~7iz),es decis? can tb~?e??tio
Sncerta,
admitir una fórmula nueva, .del orden honorario, cu7a- debiendo por ello el juez averiguar lo que debe pagar
do estime que ello es necesario para amparar l a el demandado si es condenado. Por eLIa, acá v a segui-
situación jurídlca planteada. da de Ia &ase: "Por todo aquello...".
2. El actor solía presentar un borrador del texto 3. La segunda frase es la irztenfio (Gayo, 4.411, es
y el demandado podrá proponer modificaciones. Todo, decir, la psrte por l a cual el actm expresa s u recla-
sin embargo, queda sujeto a lo que finalmente decida mo: "Por todo aquello que a causa de este z s m t o
el magistrado en cuanto a l a redacción final, pudien- deba N.N. dar o hacer a Aulo Agerio conforme a la
do por supuesto quitar o agregar cuanto considere buena fe".
- conveniente. E n este caso, lo que se r e d a m a es un incertum,
, - puesto que la actio empti por s e r un bonae fidei
S~> 8 125. Parfes ordi~;;axias de la fórmula. iudiciuin, Ia suma a pagar, en caso de condena, de-
Hay ciertas partes que se pueden distinguir en berá ser fñSada por el iudex según los principios de la
.-.- buena fe (ex fide bona).
la fórmula, no siendo necesario que todas ellas
-. estén presentes; su mención depende de las ca- Pero, en otros casos, la peticihrm puede ser de u n
racterísticas de cada asunto. Las llamadas par- certur7z. Así, en l a rei uindicatio mando s e reclama
-.,
.--
-*"
tes ordinarias son cuatro: demonstratio, interz- ser propietario de una cosa determinada. O en una
.
.
2
-.
.-
-. tio, condernnatio y adiztdicatio (Gayo, 4.39). actio in personam, si se reclama el pago de u n a suma
..
L
..
Qz~odA "A" de NoN" honzinem q h o ) de) a(gi- es decir, aquellos en los cuales hay que dividir
?! tu.r;) emit, q(z~a)de) re) u k i t u r ) , quidquid ob una cosa que tienen varios en comen, s e emplea
.-. eam rem N m . N m Ao.Ao. dure facere oportet ex otra parte que es la adiudicatio, que autoriza al
. -
-.
fide bona, eius i r ~ d e sNrn.Nm. Ao.Ao. clondem- juez a adjudicar a las partes que lo pidan la
--
--
-- nato); sfi) n(o7z) plaret), albsolvito (EP, § 110). porción material que les correspande e n la &vi-
-. Así aparecía en el Edicto para la lectura de sión de la cosa que tienen en c o m a . Así: "Que
.-
. .
-.
un litigante. Traducida dice así: el izedex adjudique a Ticio cumio deba serle ad-
-.
---,
--- - "Por aquel esclavo por el cual se acciona que judicado" (Gayo, 4.42).
-S-.
---
---- Aulo Agerio compró a Numerio Negidio, por Esto ocurre con la actio c o m m z n i dividundo
----.
*. todo lo que a causa de este asunto Numerio (división de l a cosa en conÉiominio), l a actio
.-
- -,
..
<:-;.
-,
Negidio deba dar o hacer a Aulo Agerio conforme farniliue erciscundae (división de Ia herencia) y
.. a la buena fe, que el iudex decida que Numerio la actio finium regundorum (segulación de los
.-.
-.
Negidio sea condenado en favor de Aulo Agerio; límites confusos entre dos ii~muebles).
.-\
...
S
si no aparece probado, que sea absuelto".
-.."
--
..- 1. Pero el iudex al adjudicar la porción correspon-
.-.
-.
.
diente a l actor o actores, puede condenar a pagar
c.-
-
Edicto, por razón de brevedad, sólo figura la primera material. Por ello, cuentan estas acciones con una
-
.---...,.
--
..--,.- letra. Las partes litigantes aparecen mencionadas intentio incerta, por l a cual las Indemnizaciones, ga-
.-. nonlbrando al actor como Aulo Agerio (derivado de nancias conseguidas y pérdidas cukidas deben ser
.-.
.,.
.-a
.
agel-e: accionar) y al demandado como Numerio Ne-
.L. gidio (derivado de ~iegare:negar). modo l a condemnatio es, por tal motivo, complemen-
2. La primera parte es l a demonstratio (Gayo, taria de l a adiudicatio.
4.40), en la cual se indica brevemente l a causa del
asunto, en este caso la causa de l a obligación ("Por 127. Particularidades d e la irafeatis.
aquel esclavo por el cual se acciona que Aulo Agerio Como hemos visto, l a intentio puede referirse a
compró a Numerio Negidio"). Se sabe por ella que se reclamar algo determinado (intentio certa}; o al-
ha alegado la compra de un esclavo por parte de go indeterminado (intentio incerta). En el p-i-
Nunlerio Negidio a Aulo Agerio. mer casa debe pedir exactama-ite la sama de
La de7nonstnntio va siempre que se peticione algo dinero que se le debe o la cosa determinada,
cuidándose de no pedir de más (pluris petitio) o ciertos casos, se varió la sanci9n de perdida del juicio
pedir de menos (mitzus petitio). De estos dos en caso de pluris petitzo, admitiendo una mayor fle-
erro-res, el m á s importante es l a pluris petitio, xibilidad. De este modo:
puesto que e n l a época clásica pierde el juicio. (i) si se había incurrido en pluris petitio re: el
E n cambio, los efectos de l a minus petitio son juicio no se pierde, pero el actor queda obligado por
menos importantes. Estos errores por parte de1 el triplum de los daños y perjuicios ocasionados al
actor sólo existen si l a ilzte7atio es certa, pero no demandado (Inst., 4.6.33 c; C.3.10.2; año 530). Sólo
si es zncerta (así, "Por todo aquello que aparezca pierde el juicio el actor si, con dolo o malicia, pide
que el adversario deba dar o hacer" o "Por cuan- una caución excesiva al demandado; aunque se lo
t a parte del fundo por el cual se acciona que perdonaba si se arrepentía y n o iniciaba el juicio en
aparezca que es del actor"; Gayo, 4.54). el caso en que pidió la caución (C.3.10.3).
A) Pluris petitio. S e puede reclamar de más: (ii) si se había incurrido en pluris petitio tempore,
a) E n relación con la cosa (pluris petitio re): por una constitución del emperador Zenón, que nlan-
Me deben 10.000 y reclamo 20.000, o siendo tuvo Justiniano, el actor no pierde el juicio, pero el
propietario de u n a parte de la cosa hubiera re- lapso que pidió de más, le era duplicado en favor del
clamado la totalidad de ella (Gayo, 4.53 a; Inst., demandado, quien veía prolongado el plazo, sin inte-
4.6.33 a). reses. Además, debía pagar al adversario las litis
b ) E n relación con el tiempo (pluris petitio expensas (gastos del pleito) con antelacion al inicio
tempore): Cuando reclamo una suma debida an- del segundo juicio (C.3. 10.1; Inst., 4.6.33 e: Inst.,
tes de que s e cumpla el plazo o la condición 4.13.10).
(Gayo, 4.53 b; Ilrst., 4.6.33 b). (iii) si se había incurrido en pluris petitio loco, el
c) E n relación con el lugar (pluris petitio mismo pretor atenuaba el principio de la pérdida del
toco): Cuando s e me prometió dar algo en cierto juicio, al conceder la actio c e r t i con un agregado culn
lugar (así, e n Éfeso) y lo reclamo en otro (así, Zoci adiectione (la llamada acfio de eo quod certo loco;
en Roma); Gayo, 4.53 c; Inst., 4.6.33 c. D.13.4; (2.3.18). El juez podía decidir que el deman-
d ) En relación con la causa (pluris petitio dado pagara tanto menos cuanto son los perjuicios
causa). Así, p.ej., cuando en u n a obligación de que le acarrea tener que pagar en otro lugar (Gayo,
género, reclamo al deudor una cosa concreta D.13.4.1; Africano, D.id.8). Ella representaba una ven-
(así, se me debe u n esclavo, y demando al escla- taja tanto para el actor que RO perdía el juicio, como
vo Sticl-io). O e n una obligación alternativa*: p.ej., para el demandado, ya que p.ej., el precio de ciertas
se me deben dar 10.000 sestercios o el esclavo cosas genéricas, así el vino, el aceite, el trigo, etc.,
Sticho, a elección del deudor, y yo reclamo el variaba según las localidades; lo mismo ocurria con
esclavo Sticho, quitándole la facultad de elegir al el dinero, que no produce en todas partes el mismo
demandado (Gayo, 4.53 d; Inst., 4.6.33 d). interés.
(iv) si se había incurrido en pluris petitio causa,
1. En este último caso, Gayo agrega que aun en Justiniano decidió la no pérdida del juicio, pero con-
el caso de que se pidiera la cosa que es de menor denaba al actor por el triplum del daño que resultare
valor, lo mismo se incurre en pluris petitio, puesto por ello al demandado (Inst., 4.6.33 c).
que le estamos quitando la elección al deudor, y a
éste le puede resultar preferible cumplir con la pres- B) Minus petitio. Si el actor incurre en el
tación no reclamada (Gayo, 4.53 d; Inst., 4.6.33 d). error de pedir "de menos" (minus petitio), no
2. No se incurre en pluris petitio re si se deman- suf?irá l a pérdida del juicio. Así, si se le deben
da no la cosa que se debe, sino otra (reclamo al 10.000 sestercios, podrá probar que esa suma
esclavo Sticho y se me debe el esclavo Eros). Obvia- menor l e es debida. Por l o s 2.000 sestercios
mente acá se ha pedido la cosa equivocada, y de restantes, no podrá accionar a n t e el mismo pre-
seguirse el juicio, lo perderá el actor puesto que no tor, y a que el demandado l o puede repeler por
podrá probar que la cosa pedida le es debida; pero l a exceptio litis diuiduae (no dividir e l pleito en
podrá haber un nuevo litigio por la cosa verdadera- juicios menores), pero los podrá demandar ante
mente debida (Gayo, 4.55; Inst., 4.6.35). el siguiente pretor el año siguiente (Gayo, 4.56).
3. Se excusaban de la pluris petitio en algunos
casos: (i) si se trataba de un menor de 25 años (Inst., l. Esta solución será modificada por una consti-
4.6.33 a); (ii) si se había incurrido en eIla por un tución de Zenón, aprobada por Justiniano, pudiendo
error excusable (Paulo, 1.7.21, como p.ej., si alguien, el juez condenar por la cantidad total que se hubiera
ignorando codicilos" posteriores, pidiera la totalidad probado (C.3.10.1.3; Inst., 4.6.34).
de un legado, lo cual no era admisible por la ley
Falcidia. ya que no estaba obligado a conocer dichos En cambio, si existiera pluris petitio o mi-
codicilos (Inst., 4.6.33 a); (iii) cuando hubiera media- nus petitio e n l a demonstmtio, como nada de
do coacción (nzetus) o dolo del adversario (Paulo, ibid.). ella l e es planteada al juez como petición, el
4. Para la época de Justiniano, y aun antes para asunto permanece inalterado (Gayo, 4.58).
tio, de tal modo que el demandado vencido tu-
5 128. Par-tie~lar-idades de E a eo~~derzí3na- viera que optar entre pagar Io litis aestirnatitr
fto. La condella, en la época clssica, se refiere (segCm el juramento del actor qxe generalmente
siempre a una suma de dinero. EI iz~dexestaba sobrevaloraba la cosa) o producía l a restitución
obligado a observar los términos en que está de ella.
redactada la condemnatio. Ésta podía ser:
Cerfa: Cuando se establece una cantidad de- 1. Si el demandado vencido en l a 7-ei vindicatio
ternlinada de dinero. Así: "Condena a Ntunerio prefiere pagar la Eitis aestirnafio, podrá retener la
Negidio por 10.000 sestercios en favor de Aulo posesión de l a cosa. Pero si pierde s u posesión, nece-
hgerio. Si no aparece así, absuelve" (Gayo, 4.50). sita una acción, que surge a partir de Juliano, quien
No puede el iudex condenar por una suma mayor extiende l a posesión civil a s u favor a título de com-
o menor; de lo contrario, se entendía que "hacía pra (pro emptore), contando con la actio Pubiiczana in
suya la causa" (litern sz~amfacit), quedando obli- rem, y posibilitándole la usucapio (Juliano, D.6.2.7.1;
gado al resarcimiento a la parte perjudicada (Ga- Paulo, D.6.1.46). Esto no debe ser entendido como
yo, 4.52). que Juliano viera en ello una compra por la litis
Irzcer-ta: Cuando no se establece ninguna su- contestatio (idea bizantina), ya que en ningún caso el
ma determinada de dinero. Así: "Condena a Nu- poseedor puede adquirir l a propiedad civil antes de
inerio Negidio en favor de Aulo Ageria por tanto haberse cumplido los plazos de 1a usucapio.
dinero cuanto valga la cosa". Acá el iudex puede 2. La litis aestimatio podía tener variantes según
condenar por una suma determinada, teniendo cada caso de acción. Así, podía quedar referida:
mayor libertad en cuanto a su monto (Gayo, a) en las acciones penales, a l valor existente en
4.51). el momento de la comisión del delito (quanti ea res
Incerta cum tasatione: E n algunos casos la fiit -en pasado-; por lo que v&a l a cosa en ese
condernnatio era limitadamente incerta, puesto momento);
que se establecía u n monto máximo de condena b ) al valor existente en el momento de l a Ettis
(taxatio), de tal modo que el juez no puede contestatio (quanti ea res est - e n presente-; por lo
condenar más allá de dicho monto, pero sí por que vale l a cosa cuando se traba el litigio). Esto ocurre
menos. en las actiones in personam de res-tituír la cosa (así, la
Esta condemnatio i~zcertacum taxatione po- actio depositi, actio commodati, de dolo, etc.).
día ocurrir p.ej. en la actio de peculio et de in C) al valor en el momento de Ia sentencia (quanti
renz versoq (hasta el monto del peculio o de la ea res erit -en futuro-; por lo que valdrá l a cosa)
ganancia obtenida por el pater demandado), o en las otras acciones de derecho estricto;
cuando se da el "beneficio de competencia"*, d) al valor que fije el juez, sin referirse a un
para que el demandado pague según las posibi- momento determinado (tantam pecuniarn. ..); esto ocu-
lidades de su solvencia actual. rre en los bonae jidei iudicia, en los cuales s e tie-
ne en cuenta 'lo que le interese-" al actor (id quod
1.La corzdenz~zationo existe en los procediinien- interest).
tos prejudiciales, en los cuales sólo Gguraba l a inten-
tio; así, si se trata previamente de saber si alguien 9 130. Partes edrceordiaza~iasde da f6r-
es liberto, o cuánto es el monto de l a dote, etc. (Gayo, rnula. Aparte de las denominadas partes ordi-
4.44). narias (dernonstratio, interztio, condemnatio g
2. Una pluris petitio en la condemnatio no perju- adiudicatio), las fórmulas pueden contener otras
dica a1 actor, pero sí al demandado, al cual se le que son extraordinarias: así, usia p7-aescriptio o
restituye el exceso por medio de una in integrum una exceptio.
7-estitutio*. Si existe una minus petitio, el actor sólo
recibirá el monto fijado en ella, puesto que el juez no 8 131. A) Praescriptio. E s u n a cláusula
puede exceder el monto de la condemnatio. Pero si el que iba al comienzo de la fórmula, para advertir
actor es un menor de 25 años, el pretor lo protege por al juez sobre alguna circunstmcia que debe ser
medio de la in integl-um restitutio (Gayo, 4.57). salvaguardada en favor del actor -pro actore-.
Así, si l a obligación consiste en el pago de su-
5 129. LEtis aesténzatio. Coino la condena cesivas mensualidades o anualidades, para evi-
debía ser siempre pecuniaria, en caso de no t a r que con el ejercicio de la acción por alguna
tratarse de una suma de dinero, era necesario de las cuotas impagas se considerara que el
hacer una previa estimación del litigio (litis aes- actor habría agotado la acción respecto de algu-
timatio). n a otra cuota futura. El p r e t o ~agregaba enton-
Esto tiene especial importancia en aquellas ces la siguiente praescriptio: "Que el asunto se
acciones en las cuales hay que restituir la cosa accione por aquella suma cuya plazo h a venci-
conforme a una "cláusula arbitraria" (p.ej., la do" (Ea res agatur cuius dies h i t ) . De este
rei ui7zdicatio). El juez anticipaba su pronuntia- modo, quedaba aclarado que l a acción quedaba
expedita por las cuotas futuras (Gayo, 4.130- tancias inicuas que merezcan protección, le puede
133). dar al actor una triplzcatio para tornar inane la
duplicatio (Gayo, 4.128; Inst., 4.15.2). Y así sucesiva-
1. Gayo (4.133) nos aclara que si bien la praes- mente nuevos agregados (Gayo, 4.129; Inst., 4.15 3 )
cl-iptio es dada en la época clásica en favor del actor, Todo esto es una muestra de la elasticidad que
en sus comienzos era dada también en favor del tenía el procedimiento formulario, que atendía todas
demandado, pero esta defensa se trasformó en la las circunstancias, aun las m& complejas que podían
exceptio. Esto debió haber ocurrido a comienzos del suceder en un litigio. Esto era imposible bajo el pri-
procedimiento formulario, puesto que en las legzs ac- mitivo procedimiento de las legis actiones.
tiones no cabían las exceptiones (Gayo, 4.108).
Q 133. Clasificaeióa de Eas exceptiones.
Q 132. B)Exceptio. E s u n a defensa dada en Se suele clasificar las excepciones e n "perento-
favor del demandado, quien alega alguna cir- rias" y "dilatorias".
cunstancia que por aplicación de l a aequitas Las primeras son l a s que valen a perpetui-
merece ser amparada por el pretor. Con ello, dad ("perpetuas"), de t a l modo que de triunfar
u n a vez probada la exceptio se neutraliza l a resultan definitivas para la suerte del asunto,
ilzterztio del actor, evitando con ello la condena es decir, lo hacen "perimir" (Gayo, 4.121; Inst.,
(Gayo, 4.116; 119). 4.13.9(8)); así, p.ej., la exceptio doli nzali, l a
exceptio quod metus causa, etc.
1.Así, p.ej., si hubo una stipulatio por una suma En cambio, las "dilatorias" son l a s que valen
de dinero, pero el dinero no le fue efectivamente por cierto tiempo ("temporales"), como, p.ej., l a
entregado al que aparece como deudor en dicha pro- exceptio pacti conz~e7zti,en virtud de un pacto de
mesa de pago, en principio el estipulante tiene la no reclamar l a cosa, supongamos, por cinco años,
acción para reclamar, pero como resultaria inicua la ya que luego de trascurrido este plazo no se
condena de tener que pagar algo que no se recibió, el puede oponer l a excepción (Gayo, 4.122; Iilst.,
pretor le otorga al demandado la exceptio doli mali 4.13.10 (9)).
(Gayo, 4.116 a; Inst., 4.13.3).
2. En general todo pacto -no genera una actio- 1. En la época clásica, esta distinción de las
está amparado por una exceptio (exceptio pacti con- excepciones cs muy relativa, ya que siendo "perento-
uenti), lo mismo que si alguien es demandado por un ria" o "dilatoria", una vez introducida en la fórmula,
negocio en el que se actuó por dolo (exceptio doli por efecto de la litis contestatio, el procedimiento
mali), o ha sido objeto de coacción (exceptio quod marcha hacia la sentencia, de tal modo que si se
rnetus causa). En los bonae fidei iudicia no había hubiera intercalado una "dilatoria" (exceptio pacti con-
necesidad de intercalar una eñceptio en la fórmula, uenti), de triunfar, el actor perdería el juicio por
puesto que se la puede hacer valer directamente ante haber incurrido en pluris petitio tempore. Con ello,
el juez. tendría el mismo efecto que si hubiera sido "perento-
3. En la fórmula aparece redactada luego de la ria". El actor, avisado de la posible intercalación de
intelztio y antes de la condenzrzatio. En el procedimien- esta exceptio, debía considerar que le resultaba más
to extr-a 02-dinem posterior, al no haber fórmula, se provechoso no llegar a la litis contestatio.
sigue manteniendo la exceptio, que será entendida co- 2. Sin embargo, alguna aplicación tenía la divi-
mo medio de defensa del demandado (Inst., 4.13 pr.). sión en la época clásica. En efecto, si el demandado
4. Una exceptio generalmente es dada en favor omitió intercalar una excepción "perentoria" en la
del demandado. Pero puede verse rechazada por al- fórmula, lo podrá hacer apud iudicem antes de la
guna circunstancia que la desvirtúe. Así, si el actor sentencia (Gayo, 4.1251, criterio que se mantendrá
demanda una suma de dinero por la condictio certae luego por una constitución de Diocleciano y Maxirni-
creditae pecuniae, el demandado que había pactado niano (C.7.50.2; aíio 294). A su vez, el mismo Gayo
con el acreedor actor un pacto de espera, puede in- nos dice que respecto de una excepción "dilatoria"
tercalar la exceptio pacti conventi. A su vez, si el estaba cuestionado para su época si se podía alegar
actor alegara que luego de dicho pacto existió uno la misma, omitida antes, en la etapa apud iudicem.
segundo por el cual se dejaba sin efecto el primero,
el pi-etor le concede en favor del actor la intercalación
de una replicatio, que enema la fuerza de la exceptio CLASIFICACIÓN. DE LAS FÓRMULAS
(Gayo, 4.126). El pretor, que escucha en la etapa
cognitoria a las dos partes, puede en casos más com- 5 134. 1. %iorrnuZas in ius conceptae. U n a
plejos admitir otra cláusula en favor ahora del de- fbrmula está redactada E a ius cuando lo que
mandado tendiente a enervar la replicatio del actor, reclama el actor está tutelado por el ius civile.
que era llamada duplicatio (así, p.ej., si alegara que
el segundo pacto fue obtenido coactivamente; Gayo, l. Así, p.ej., la rei uindicatio. La fórmula dice así:
4.127; lnst., 4.15.1). Y si surgieran nuevas circuns- "Si aparece probado que tal cosa (designándola con
EVOLLTCI~N
I I I S S ~ ~ ~ I C .DEL
% P20í
psecislón) por la cual se acciona es del d o ~ i r i i oex (contiene en l a i7zte~ztiola exprecia3n dare facei-e opor-
iz~7-e Quiritiu777. de Aula Agerio ...". Sena el caso de tet ex fide borza); Gayo, 4.47.
una actio irz 7-em.
-4cá, la fórn~ulapetitoria hace neta referencia al 5 136. 111. F6natrelees fieficiae. También,
dominio civil (si paret ...esse ex iure Quil-itium). Como por razones de equidad, en una acción pretoria,
no se basa en una obligación del demandado, éste ni el magistrado ordena al juez qae tenga por exis-
siquiera es nombrado, ni tampoco la posesián que tente un hecho inexistente, o por inexistente
tiene de l a cosa, a pesar de que ella es la que legi- uno existente. De este modo, hace proceder una
tima pasivamente al demandado para estar en juicio. acción que según el i u s civile fmo correspondería,
2. A su vez, también la actio certae creditaz pe- pero que se considera inicuo qaae no se tenga en
curziae: "Si aparece probado que Numerio Negidio le cuenta. Son llamadas tarnbikn actiones z ~ t i l e s .
debe dar 10.000 sestercios a Aulo Agerio" (Si pa-
ret ... 10.000 s. dar-e oportere). Acá es el caso de una 1. Así, p.ej., hay fórmula co3 ficción para ef caso
actio LIZ perso~zam, en la cual la suma de dinero de que demandara el cobro de una obligación heredi-
-. (podría ser también una cosa) es certa; pero si se taria el bonorum possessor* (sin ser heredero), o se
4
.- trata de l a actio ex stipulatu, por ella se puede pe- demandara contra él una obligación del causante.
.i-i?
ticionar un incertum. Como no tiene "acciones directas", el pretor finge que
----
.-,
"
es el heredero (Gayo, 4.34). 0, en el caso análogo
-.
-- 5 135. 11. P6smuEas Én factunk conceptae. del bonorum emptor*, respecto del cual se finge que
-. En otros casos, el pretor, por razones de equi- es heredero del deudor (Gayo, 4.35). El caso más
..
...
-. dad, concede la acción, pero no basada en el célebre es el de l a actio Publiciano. i n rern*, en la
derecho civil ( i n i u s ) sino en el hecho ocurrido. cual se finge que el comprador de buena fe h a com-
-- -
-.
->
Por ello no se redacta una ilztentio sino que al pletado el plazo de l a usucapión (Gayo, 4.36). O para
-.
.i.
-. coinienzo de la fórmula se menciona dicho he- el caso de l a actio furti ejercida contra o por un
-.
-- -13 cl10, dándosele e a la corzdemnatio a l juez la extranjero, fingiendo la ciudadanía romana (Gayo,
potestad de condenar o de absolver (Gayo, 4.46). 4.37).
-1';,
Son denominadas formz~lae in factum (basadas 2. Un caso en que se finge kexistente un hecho
-
..
. -,. en "el hecho") y todas ellas con pretorias (u existente, lo tenemos cuando u n acreedor del que se
.-
-..--.
l-ioi~orarias). ha dado en adrogatio'" lo ha demandado, fingiéndose
que la adopción no h a tenido Ingar (Gayo, 4.38).
-.
.-.
-. 1. Así, p.ej., la usada por el patrono en contra del
..-
.
*-: liberto que lo demandó sin haber pedido autorización 5 137. N.Banae fidei E~&Eicia. Es un pro-
--
-- al pretor. La demonstratio-intentio es reemplazada cedimiento ante el juez, pero de tal modo que
-.
- - ~ por l a mención del hecho: "Que haya recuper-atores. Si por concesión del pretor se le concede la libre
-.
.-
-. aparece que este patrono hubiera sido citado en juicio potestad de estimar lo que se debe restituír, sin
...
..-.
-2 por este liberto del patrono en contra (del edicto) del darle una limitación cuantitztiva determinada,
S-
--
..-.
-'
pretor, entonces recuperatores, condenad a este liber- sino estableciendo que lo precise conforme a lo
=.
-- to a dar 10.000 sestercios a este patrono. Si no apa- que indica la buena fe (ex b o ~ et
o aequo); Gayo,
:--1
;i' rece así, absolvedlo" (Gayo, 4.46). Como no se basa en 4.61; Inst., 4.6.39. -
. ..
3
-5-
el ius ciuile, dado que la permisión para actuar del Ello ocurre en los casos ~i~guientes:en el de
.-a
libero estaba ordenada en el edicto, el pretor consi- la compraventa, la locatio coaductio", l a aego-
.-...
.>, dera solamente ese hecho. tiorunz gestio, el mandato, la fiducia, l a socie-
--.
-"
..-..
<: . -
-*.. > 2. Igualmente, para el ejercicio de l a actio legis dad, la tutela y las cuestiones de dote -rei
Aquiliae*, que es del i u s civile (y también legitima, uxoriae- (Gayo, 4. 62; Inst., 4.6.18).
.-a
... --
--
.- *
por emanar de una ley), se exige que el daño haya
-
-.
- u
-.
.- sido ocasionado por la acción directa del cuerpo del 1. El iudiciurn, si bien está. respaldado en una
-.
-- agente sobre l a cosa (corpore corpori d a t u m ) , pero si fórmula, no es considerado una fórmula, es decir, no
- ..
-
--
ello no se cumple, el pretor concede una acfio i n son términos sinónimos. El i u d e r debido a la comple-
.-
---..-
--
.
-
factunz (Pomp., D.19.5.11), considerando que por equi- jidad que pueden tener estos casos, debe examinar el
dad merece amparo jurisdiccional. negocio en sí, pudiendo condenar en más o en menos
-..
.- 3. En algunos casos podían existir dos fórmulas: de lo que reclama el actor, efectuando en su caso
una más antigua redactada irz factum (pretoria), y compensaciones (Gayo, 4.63; Inst., 4.6.30).
. . otra redactada irz i z ~ s más
, reciente, lo que significa 2. Están referidos a algunos supuestos (caso de l a
que la situación jurídica está amparada por el ius compraventa y demás contratos consensuales) que no
.~.. czuile. Tal es el caso, p.ej., de l a actio deposifi. La provienen estrictamente del i u s cizile, pero que esta-
actio depositi i n factum hace mención de que el de- ban fundamentados en la buena fe. Al ser reconoci-
positario no h a devuelto la cosa por dolo malo. En dos por el derecho civil, la cláusula ex bono e t aequo
cambio, la actio depositi irz ius ampara directamente permitía dispensar al juez manos libres para inter-
-.-- la obligación de devolver de acuerdo con el i u s civile pretar las cláusulas del negocio, lo cual hubiera re-
.. ..
-.
.-- .
.-...-
S-.
sultado muy con~plicadode atender en una fórmula haga respetar inmediatamente una determina-
corriente. da situación que está protegida jurídicamente, y
3. Justiniano agrega a la lista de bonae fidei cuya solución no admite mayor demora (Gayo, t. .-:...
-2.
iudicia de Gayo, la del comodato, la prenda, las ac- 4.138 SS.). ...
-.,
a - :
ciones divisorias communi dividundo y famzliae ercis- .- -.
ctrndae, así como l a actio praescriptis verbis', l a actio 1. El interdicto procede no de l a iurisdictio del 22.1 ,*->
-~
.,.-.
e x permutatione y la hei-edis petitio' (Inst., 4.6.28). A magistrado, sino de su imperinm. Funcionan, pues, .
,-.-
- .-
su vez, los otros juicios que no son bonae fidei iudi- igual que otras medidas directas que toma el pretor:
i
. .
--
-.-.-
,..
cza, los cuales en l a época clásica no tenían ninguna así, en el caso de una missia i n bona, de una i n ...
. .
denominación genérica, serán llamados por Justinia- integrum restituiio y de las stipulationes praetoriae. <.:-.
...,..:...
no stl-icti zuris (Inst., 4 6.28) 2. Por ello, a diferencia de u n a actio, el inter-dic-
--...
t u m , cuya fórmula es dada en el Edicto, no sigue el ...
-..-. --
fj 138. Otras fórmulas p~eiorianas.A) Fór- procedimiento de las dos etapas usuales (in iure y --
- - y
mula arbitraria. En algunas fórmulas (caso de apud iudicem), sino que todo es tramitado ante el
....
..
la rei vindicatio), el pretor agrega la cláusula "a imperium del pretor. Esto le da celeridad y mayor .--..--
falta de restitución" (nisi restituetur o neque eficacia. ....
restituetur), de tal modo que si en una actio i n 3. Si bien el mismo Gayo (4.139) advierte que el --...-
.--
-,
-
,'. '
.". '2
reln o exhibitoria el demandado no restituye o mayor campo de aplicación d e los interdictos era el *L.
exhibe la cosa, podía ser condenado a tener que de la posesión, se pueden referir a múltiples cuestio- .-..
.-.
-..-
..
....
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pagar el valor estimado de ella según juramento nes: así, para proteger un lugar sagrado, religioso o
...
...
<-:
del actor (litis aestimatio). santo (EP, 8 235); para restiitair l a libre navegación -
-..
de un n o o el uso de sus riberas (EP, 241); para .:-.
' .
.-....
-.
. . d .
1.Son llamadas comúnmente actiones arbitrariae permitir al dueño de un funda recoger las bellotas -:
.....
.
puesto que al parecer se dejaba la ejecución al arbi- que caen en terreno vecino (El?, 260); para obligar - .
-.. .
t7-ium. iudicis. Gayo (4.141; 163) emplea la expresión a otro a exhibir un filius que s e retiene arbitraria- .--
,.:
>-
-7-
..
. ~
de "fórmiila arbitraria" también al caso de actuación mente (El?, §§ 261-262); o para exhibir un liberto
-..... ....
<c.<
de un árbitro. Justiniano las denomina actiones arbi- (EP, 263); o para obligar a1 deudor a restituir lo
trar-iae, como dependientes del arbitrio del juez. Po- retenido por fraude al acreedor (EP, 268). -- -
dían ser tanto actiones i n 7-em (reivindicación, exhi-
-
--
-.-..
r:-...
bición, Publiciana, Serviana, etc.), como actiorzes i n 3 140. Clases. Los interdicta son res.t;ituto- .-
..-
.....,
per-sonam (dolo, coacción). En todas ellas el juez tiene rios, exhibitorios o prohibitorios (Gayo, 4.140). --
.-.
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-...~.
..
-
la potestad de sobrevalorar l a cosa por el juramento En el caso de un interdicto restitutorio, el co- P.. ---
..
del actor, como medio coercitivo para que el deman- mienzo de la orden es con la palabra "resti- -
dado vencido la restituya (Inst., 4.6.31). Pero éste tuas ..." (para que restituyas fa cosa o se vuelva -. ..-.
-.
podía aceptar pagar la litis aestimatio, reteniendo l a a la situación anterior). El interdicto exhibitorio
-.-
cosa y gozando sobre ella de l a propiedad bonitaria*. emplea la palabra "exhibeas..." (para que exhi- .
.-
.....
.-,.
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B) Fórmulas con trasposición de personas. forma negativa; así, uim fiui veto (prolGbo que
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en contra de una persona distinta de la que restituya, reciben el nombre de decreta. E n cambio, .....,
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aparece implicada en la intentio. Así, en las cuando se prohíbe que se haga algo, así que no se ....-..
deudas contraídas por los hijos o esclavos (actio- haga violencia sobre quien posee sin vicios o que no .\=.
.
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nes adiecticiae qualitatis"), o en los casos de se haga algo en un lugar sacro, reciben propiamente ,,-
,.-
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representación procesal (cognitor, procurator). el nombre de interdicta (de interdicere = prohibir); .-
. ..
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Iost., 4.15.1. -
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-
OTROS MEDIOS PRETORIANOS 8 141. Proced-Zmientos. Si el demandado . .
ESPECIALES acata la orden del pretor, el actor consigue lo -
..
que se había propuesto con el interdicto. En
cambio, si resiste la orden pretoria, a petición
del actor se inicia un procedimiento que termi-
n a con la decisión del iuciex (o de los recupera-
139. Concepto. Los interdicta (en singular tores), es decir, una ejecución forzosa.
interdictum) son medidas, o mejor órdenes dis-
puestas por el pretor (o el procónsul) para resol- l. Gayo (4.156 SS.) nos dice que los interdictos
ver una cuestión urgente, de tal modo que se son c'simples" o "dobles". Son "sfmples" cuando uno es ...
......
ETTOLUCI~K
EICTÓSICA GEL PROCEDIMIENTO JUDICi_ilL ROALANO 69
actor y el otro es demandado (asi, los exhibitorios y Y además, está l a sexta fórmula por la ~ u c t u a ~ - z a
restitutorios, y también los .prohibitorios del tipo: pro- stzpulaizo que era llamado zudiczwn fi-uctuai-iu7n (Ga-
hibir a alguien hacer algo en un lugar sacro o en un yo, 4.169).
150 o en sus riberas; Gayo, 4.157; 159). En cambio, Si alguien rehusaba seguir los distintos pasos de
son "dobles" cuando ambos litigantes asumen recípro- este procedimiento, el pretor establecía "interdictos
camente el papel de actores y de demandados (así, en secundarios", ordenando directamente restituír lo que
los interdictos posesorios Utt possidetis" y el'trubi"; poseyera, y si no fuera el poseedor, no hacer violencia
Gayo, 4.160). al que lo fuere.
2. Eix Ios "simples", la ejecución es per formulanz Incluso, para evitar estos prozedimientos, se solía
arbitrariam, es decir, el demandado pide l a interven- convenir a una expulsión simbólica por parte de uno
ción de un kbitro. Lo debía hacer inmediatamente, de ellos respecto del otro (uis ex conventu). De este
antes de que el pretor se retire, no recibiéndose pe- modo, se eludia el tener que plantear el interdicto
didos posteriores (Gayo, 4.164). Si se cumple la orden Uti possidetis (caso de un inmueble), que era prohi-
del árbitro, entonces el demandado obra sin riesgos bitorio y doble, para poder plantear (alegando el des-
(sirze penculo), y es absuelto. Pero si no la acata, pojo "simbólico") el interdicto restitutorio Unde oi,
entonces es condenado por cuanto valga la cosa (aes- que era "simple". A esta vía parece referirse Cicerón
tirnatio: quanti ea res el-it). en su pro Caecina.
Pero si el demandado no pidiera u n árbitro antes
de abandonar el tribunal, se utiliza el procedimiento Estos engorrosos procedimientos fueron eli-
de que el actor provoca al demandado a una spo7zsio" minados en la época poscl5sica. Justiniano los
(p.ej.: "Si en contra de lo dispuesto en el interdicto no sigue denominando interdicta, pero quedaron asi-
restituiste ¿sporzdes (prometes solemnemente) darme milados a las "acciones útiles" (Inst., 4.15.8;
tantos sestercios? y el otro contesta spo~zdeo(lo pro- D.43.1).
meto). EI demandado provoca a su vez al actor a una
i-estipulatio (p.ej.: "Si restituí conforme a1 interdicto
ispondes darme tantos sestercios? y el otro contesta:
spondeo). Estas spo7zsio~zes et restipulationes tenían
un carácter penal, por cuanto el que era condenado $ 142. En determinados casos, el pretor po-
a cumplir 12 orden, perdía la suma de su sponsio o día rescindir una determinada situación nego-
i-estipulatie. Por ello se decía que acá el procedimien- cial volviendo las cosas al estado originario. El
to era "con riesgo" (cum periculo); Gayo, 4.163. magistrado, luego de conocer fa causa (cognitio
3. En el caso de los interdictos "dobles" el proce- cansae), comprobando la veracidad de lo o c m i -
dimiento era más complicado, ya que ambos aparecen do y que ello justificaba la medida, ordenaba la
conlo actores y demandados (casos del Uti possidetis in integrum restitutio. Así, para proteger a los
y del Utrubil. menores de 25 años que por s u inexperiencia
a ) Primero había que proceder a l a fiuctus lici- habían realizado negocios que les eran perjudi-
tatio (licitación de los frutos), que conlleva la pose- ciales; pero también en casos de violencia, frau-
sión interina de la cosa y el goce de sus fr-utos. de, perjuicio de los acreedores, y también en
Ambas partes pujan en la licitación. El que triunfaba algunos casos de justo error (Ulp., D.4.1.1; Pau-
porque ofrecía una suma mayor, debía garantizar por lo, D.id.2: Paulo, 1.7.1).
una fi-uctuaria stipulatio al adversario para el caso
de que perdiera el procedimiento. Esta garantía era
poezzalis, ya que además de pagarla debía restituír la III. IYGcsEo h n possessionem (Pn bond.
posesión y los frutos, utilizándose el juicio Cascellia-
no o consecutivo (Gayo, 4.166a-167) 5 143. Para proteger determinadas situacio-
b ) Luego había que proceder a las sponsiones et nes, el pretor puede ordenar el embargo de todo
I-estipulationes, que acá, a diferencia de lo que ocu- el patrimonio de una persona (missio in bona),
rría en los interdictos "simples", se duplicaban. Así, o al menos de una cosa (missio in rem).
A celebra una spolzsio comprometiéndolo a B, y éste
a su vez "restipula" respecto de A; pero también B 1. Su finalidad es garantiza l a conservación de
celebra otra sponsio con A; y éste una nueva restipu- los bienes embargados, por lo q-ie es más l a simple
Latio con B. detentación de las cosas que u n a verdadera posesión
De este modo, se hace necesario redactar cuatro (missio rei servandae gratia). Salvo que la situación
fórmulas, correspondientes a las cuatro sponsiones et sea definitiva no goza de l a n o m a l protección pose-
7estipulatio?zes, más una quinta por el resultado fi- soria interdictal. Pero, no obstante s u carácter provi-
nal, en el supuesto de que quien por l a fructus lici- sional, se le otorga al missus un interdicto para que
tatio fuera vencido y por la decisión del juez tuviera no se le impida con violencia retener la cosa en s u
que devolver la cosa discutida y sus -frutos y no lo poder (D.43.41, y en algunos casos una actio i n fac-
hiciera iiudicium Cascellianum siue secutoriuin). t u m contra quienes le impidan, con dolo, poseer la
cosa (asi, a los acreedores en la uendstio borzorum; h a confesado ante el pretor que el actor tiene razón
EP, 3 216). en s u petición.
2. Se le concede: a ) al actor cuando el demandado 2. La ejecución puede ser =personal7'o "patrimo-
se ubica en la situación de Endefensus; b) e n favor de nial". La primera, resabio de Iz vieja 7nanu.s iniectio;
quien no da una caución exigida por el pretor; c) a permitía que e1 pretor autorizafa al actor a llevarse
los acreedores en la venditio bonorum; d) en favor del al deudor a s u casa reteniéndolo con prisión por
nascitul-us para preservar sus derechos hereditarios causa de deuda. A pesar de la dureza de esta vía,
(missio uentris matris; E P , 9 147); etc. En estos casos esta forma de ejecución privada seguirá perdurando.
se da respecto de todos los bona. Un caso de missio
in rem (respecto de una sola cosz) se da en el dam-
-
La ley Poetelza Papiria (año 326 a.c.) había mi-
tigado el proce&mic;nto autorizando al deudor a de-
n u m infectum (EP, Q 175). fenderse por sí mismo, sin neeesidad de un u i n d ~ x .
--__11S
-La expreslon de Tito ~iG&-(6.28.8)de que por esTa
-
ley se cambió l a ejecución personal en ejecución pa-
-__.
tri-ionial, parece una simplificación excesiva. A l pare-
cautio usufructuaria, lo mismo que en el caso de l a patrimonial consiste en la venta de todo el aa-
collatio bonorum" y la satisdatio rem pupilli saluam
fore4', de no prestarse eran sancionadas con la denega-
tona de la acción para entrar a gozar el u s u h c t o , la
herencia o la administración de los bienes en la tutela.
2. Para el supuesto de que se exigiera en la
cautio damni z$ecti, l a cautio iudicatum solvi", los
uadzinonia4:o la cautio legato7-um, la sanción era una
missio i7z possessionem en favor del actor que pidiera
por el daño eventual temido, el demandado que no
prestara las cauciones o el heredero que no cumpliera -
el legado. ralmente que éstos no logren cobrar el todo de
sus créditos. L a uenditio bonorum arrastra l a
tacha de infamia para el deudor ejecutado (Ga-
yo, 2.154; Cic., pro Quinct., 15).
pide la missio i n bona, se le otorga a él, pero también c ) Finalmente ocurrirá la venta, la cual es
tienen acceso los otros acreedores, siempre permitién- realizada Dor el rna~istervendendi. Esta no se
dolo el magistrado (Paulo, D.42.5.12 pr.). Para l a
elección del cur-ator bonaruln el-magistrado no era
totalmente liüre.'"Se prefería al acreedor, sobre todo de aauel aue ofrece Dagar el m& alto norcentaie
al que se le debiera la mayor cantidad, incluso res-
pecto de un cognado, pero también al cognado respec-
to de una persona extraña (Gayo, D.42.5.16). Igual-
mente un vir co7zsulal-is y un vir praefectorius debían 1. En la venta, el interés del licitador está dado
ser preferidos a una femina co7zsularis (Ulp., D. 1.9.1); por el cálculo valorativo que ha hecho de los bie-
también los hijos respecto
- .-
de parientes más alejados nes del activo y las deudas delpasivo, pensando
(Ulp., ~.50.16.56.1). que de triunfar en la subasta, luego podrá vender
2. El favorecido Con-la miss& in boita deber& dar en forma más tranquila y redituable los bienes ob-
publicidad de lo ocurrido mediante avisos públicos, tenidos.
d~irante30 días si el deudor está vivo, y 15 días si Esto significa que los que pqjeil en l a licitación,
ha fallecido (Gayo, 3.79). Con ello se facilita el cono- luego de haber hecho dichos cálculos ofrecerán pagar
cimiento de los demás acreedores que se quieran un determinado porcentaje de las obligaciones del
presentar al concurso, y también para que se presen- deudor, triunfando aquel que ofrezca pagar el porcen-
te alguien que quiera pagar por el deudor evitándole taje mayor. Como éste no será por el 100 por ciento,
la tacha de infamia. Por ello se explica que se con- todos los acreedores quirografarios (es decir, no los
ceda un plazo mayor respecto del deudor vivo que de prendarios e hipotecarios ni los privilegiados, que se
uno fallecido, "para que no se vean expuestos t a n cobrarán primero) sólo cobrarán un porcentaje de sus
fhcilmente a sufrir la venta de sus bienes" (Gayo, créditos.
3 79). 2. El deudor no queda, sin embargo, totalmente
3. Los acreedores que tengan un pignus o una liberado, debiendo responder por los residuos impa-
hipoteca no se presentan a la uenditio bonor-um, ya gos de deudas a-eriores a la verzditio boízorum, pero
que ellos ejecutan directamente sus créditos con los durante el año siguiente gozará de1 beizeficium com-
l~ienesgarantizados, los cuales quedan excluídos de petentiae* (Diocl., (2.7.75 b Litp?).
la masa de bienes
El bonorum emptor adquiere l a propiedad
6 )__-cI,k&c~~g&sg~-. Trascurridos estos bonitaria de los bienes del deudor, pudiendo
plazos, or-e ordena que se elija
-.-
&-#------..----
entre ..10: "
usucapirlos (Gayo, 3.80). El pretar le concede un
acreedores u n magister (lo que hoy día sería un interdicto possessorium para entrar e a posesión
de ellos (Gayo, 0.145). Respecto de los bienes o o curador (Paulo, D.42.5.6 pr.; "JIp., 14.42.4.7.112. Iguai-
créditos debidos al deudor concursado, o los de- mente respecto de personas de l a clase senatorial
bidos por éste, el pretor concede al bonorum (clarae personae), un s.c. disp-aso en general que en
emptor acciones útiles (Gayo, 3.8 1). lugar de- l a venditio bonorum, les sea nombrado un
curator bonoruln (Gayo, D.2'7.101.5), pudiendo los acre-
1. Así, si se trata de un concursado que leve, se edores mismos proponer al deudor esta forma de
le otorga ( a favor y en contra) la actio RutiZiana, pago (Juliano, D.42.7.5).
mientras que si el concursado ha fallecido, el pretor
le concede (en favor y en contra) la actio Seruiana
(que no hay que confundir con la del mismo nombre
del acreedor pignoraticio); Gayo, 4.65. PROCEDIMIENTO EXTRA ORDINEh4
2. Estas acciones se hacen con cláusula ficticia, (LA ~ - J j q i- - -- I . I .
l . Este procedimiento era muy usual. Era posible En la época posclásica asistimos a la desa-
en virtud de una lex Iulia de bonis cedendis (C.7.71.4). parición def procédimiento; formulario (u ordina-
Gayo (3.78) la denomina simplemente ler lulia. Para rio), y a una correlativa ampliación de este nue-
algunos se trataba de un capítulo de l a l e s Iulia vo procedimiento extra orddnem. De este modo,
iudiciorum privatorum (año 17 a.c.); para otros, era
de l a época de César.
2. Quien había cedido sus bienes, por las deudas
anteriores a la cesión, continúa obligado, pero goza
del "beneficio de competencia", de tal modo que debía vía jurisdiccional sea comcida como "procedi-
pagar según sus posibiIidades patrimoniales (in id miento cognitorio".
quod facere potest: Inst., 4.6.40; Ulp., 13.42.3.4).
Justiniano (Ulp., D. 42.3.6 itp.) entendió que se 1. En l a época del Principado, este procedimiento
le debía permitir al cedente de los bienes, la posibi- extra ordinem se aplicaba e n ciertas causas especia-
lidad de reconstituír s u patrimonio, de tal modo que les, generadas por situaciones rodeadas de cierta com-
si adquirió una nueva y pequeña cosa (así, una anua- plejidad. Así, las causas referidas a los fideicomisos
lidad o mensualidad de alimentos, o un u s u h c t o de eran tramitadas ante el praetar f deicomrnissarius, lo
alimentos) no se lo podía ejecutar por la venditio mismo que las que versaban sobre tutelas (praetor
bo~zorum. tutelaris) y sobre causas de libertad (praetor de libe-
ralibus causis);la querella ino*@ciosi testamenti"; cau-
sas sobre honorarios profesionales, etc.
2. A su vez, en las provincias, si bien se suele
enunciar que regia el procedimiento formulario, ba-
res; uno a uno, hasta satisfacer a lo sándose en principio en el E d i c h m provinciale, parece
(distractio bonorum). cierto que no conservó las mismas caracten'sticas que
tenía en Roma. Las causas debían suceder ante el
:;T.Así, entre estos beneficiados, figuraban en el gobernador (praeses), pero éste acostumbraba nombrar
Edicto, el caso del incapaz de hecho carente de tutor directamente al juez (iudex d a m ) , entre las personas
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CAPÍTJLO 1
LAS PERSONAS
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jurídico, el esclavo es meramente un horno (es la yiz-ar determinados L e a l ~ -&-_gue__p>rar -- -..- .*..
- ..
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designación empleada en el lenguaje coloquid para el
esclavo). Hay que tener en cuenta que mirado con concebido se lo considera 6-2 ..
--.;
ojos modernos, el esclavo no podría ser considerado entre los herederos (Gayo, 1.147; 2.242; Sabino- (-7-
"sujeto de derechos", lo cual sí ocurriría con el resto Ufp., D.38.16.3.9) y se le concede la bonorum <..
.,_..-
possessio*, considerándolo e n k e los sui heredes:'., ,.- ...
e
de las personas, si bien, como hemos visto, este con- .
cepto no es romano. En otras palabras, el esclavo que siempre que no hubiere sido desheredado (Ulp., í - , -
L -:
'
es mero horno carece de status. Si hablamos de su D.37.9.1 pr. y 1; EP, $ 147); igcralmente, se lo - -
capacidad jurídica propia, ella es nula: Seruile caput protege con un curaitor ventris (Modest., D.26.5.20; - -. " -.
-
nullurn ius lzabet (Paulo, D . 4.5.3.1); UIpiano (D. EP, íd.). Si la mujer abodara, por l o menos a ,.:S.>
50.17.209) lo compara con un muerto, puesto que "en partir de la lex Coraelia de sicariis et ueneficis, - -.
se lo considera un crimen, debiendo sirfrir la .--.----..
~ ,.
lo que ataiie al ius civile los esclavos son considerados ""* .
.e.
como si-no fuerag nadie -pro nullis habentur-" (D. pena de destierro (exilium); Ulp., D.48.8.8. - .-
.-.
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.--
..
/ ~ &
--.
- ~
...-
.--..
tante cuando hagan actos en nombre de su domi7zus, se habla del qui in utero est, como estando en paridad -
---
e igualmente pueden poseer ciertos bienes (peculios), de situación con el nacido, puesto que se lo comprende
---
*--
F..*
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-
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así como también se los tiene en cuenta respecto del como siendo en la realidad (En rerum natura esse; así, -"-
LA&
ius naturale (Ulp., D. 50.17.32), y en las prácticas Paulo, D.1.5.26; D.1.5.7: irz rebus humants esse; --.
..-
-.-
-...
..
religiosas. D.50.16.231; se lo tiene por sobreviviente: pro supers-
c<..--
>.
.Y d
Ya en el derecho posclásico. la palabra persona tite esse); Juliano, D.1.5.26; Celso, D.38.16.7; etc. ..--
se emplea preferentemente respecto de los libres. Los Esto se enuncia con l a regla, enunciada como -.- .
..- -
.
--
. a -
~
--
comentaristas, así Donello (1517-15911, profundiza- nasciturus pro i a m nato habetur (al concebido se lo . F .
-
rán la diferencia: "el esclavo es horno según la natu- tiene por ya nacido); así, Gayo, 1.147. Esto no es una r: ;
.
-,
raleza; en cambio, persona es u n vocablo del ius ficción, sino que expresa u n a realidad: que el nasci- G;
--
,.-.--
. . ..
civile". turus realmente existe y como tal goza de los bene-
....
...
*>
?-
4. En cuanto al segundo principio moderno (todos ficios que pueda recibir. Muy claramente lo dice Te- . .
i-
los hombres son iguales, por lo menos ante el Dere- rencio Clemente (D.50.16.153): "Se h a de entender
cho), tampoco se aplica en Roma, puesto que cada que existió al tiempo de la muerte el que fue dejado
persona, en lo relativo al Derecho público, y al Dere- en el claustro materno".
cho privado (ius civile, ius praetoriurn), dependen del 2. Ciertos párrafos utilizan una expresión apa- ----
.-..
...-
.. .
status que tengan. Sólo en lo que atañe al ius natu- rentemente contraria: in rerum natura non est (Gayo, --
, ,'..
a-.
raie, como hemos visto, "todos los hombres son igua- 2.203; Pomp., D.30.24 pr.; etc-). Pero hay que com- .. --.
les" (Ulp., ibíd.). prenderlos como refiriéndose al hecho de que aún no .-.
..---
--
..
.-.
Desde este punto de vista, el status más elevado han nacido efectivamente. Así, e n estos dos pasos ---
-.
--
.-
es el del pate7familias (que es libre, ciudadano roma- citados se habla de que se pazede dejar por legado al ---
--.
no y sui iuris). Los demás status son situaciones '%ijo concebido por una esdava", cuya efectividad ---
.--.
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---y
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intermedias. El status es, pues, una qualitas que final está supeditada al nacimiento real. Pero ya, ....
--
--.
-S
acompaña al hombre-persona, pero es como si esas desde el momento que puede ser capaz de recibir un -
.<x-.
importancia de los papeles de las máscaras teatrales. 3. En cuanto a la expresión de que el concebido -. -
-.. .
-..
5. También se emplea la palabra caput (cabeza), es meramente "parte de l a mujer o de sus vísceras" , .,
--
.-
..-
pero capax no significa "capacidad" en el sentido (mulieris portio est ve1 uiscerum; Ulp., D.25.4.1), hay c-x -.
.-=-, .
moderno (la persona es capaz), sino en un tono más que entenderla no como una regla genérica, sino que .--.
-
.- -
simple, o sea, la posibilidad concreta de entrar en la expresión se explica en el caso muy particular allí s.:-.
capax; UIp., D.47.2.23; o iniuriae capax: Ulp., D.9.2. vientre de una madre divorciada pedido por s u ante- -.
.. -.
5.2); o l a posibilidad de hacer testamento (Gayo, 1.25), rior marido. Se llega a la conclusión de que los ss.cc. \- .-
-..
-
.. --
o poder adquirir por testamento (Gayo, 1.25). sobre reconocimiento de hijos no resultaban aplica- ,_
, .
-a
.-
--
-.
Ulp., 5.10). Pero esta regla no se refiere a la existen-
.=7.<
-- -
- cia del nasciturus, sino al diferente status (ya sea el --
- -.
--.
--- - -. libertatis, el ciuitatis o el familiae) que podían tener. . J~~,&inianoterminará
z- Esto se explica porque la paternidad cierta es presu- %e -p3r esta última po-
----..-. mida siempre al pater que hubo al hijo en iustae
--..
rx.
.-
sición ((3.6.29.3; año 530).
-
-- * nuptiae; en las demás uniones se atiende siempre a c) U~.--kuw-pp~dkgelementalesgug
=&.
"1
-. e
"-
la madre que semper certa est, por el nacimiento.
'h.
. ..
-72
Lo mismo ocurre a propósito del nacimiento de mujer no haya procreado m monstruo o un
-
3 . los póstumos. A los póstumos del pater- (postumi sui) prodigio de la naturaleza, pzes ello no podría
---
.-..,.
ser considerado fijo suyo (Pzdo, 4.9.3 = D.1.5.14;
-*-
--..-
.
se 10s puede instituír herederos o hacerles legados o
fideicomisos, mientras que a los postumi alieni (es 6.6.29.3, in fine).
2
--- ciones jurídicas que favorezcan al concebido (Paulo, personas morían en un mismo accidente (p.ej., en un
.-.
:
u-.
z=- 2.24.1-3; D.1.5.7). naufragio, un incendio, una batcsa, etc.). A este caso
-*
.
- -
-a Así, respecto del status libertatis se sigue el cri- se lo suele denominar como el &e los "conmorientes".
-
2:
-
terio de que no importa si la madre fuera esclava en
- -.
Teoía importancia para decidir- los efectos heredita-
-.-. -
~
-.y.*
el momento de la concepción o del nacimiento, sino rios que se pudieran haber praducido.
- .. ., que bastaba que hubiera sido libre en cualquier mo- En la época clásica se seguía el criterio de que si
--
:--7
mento intermedio durante el embarazo (Marciano, no se probaba que uno de los c m o r i e n t e s hubiera
.-.
c..
- -. .,
D.1.5.5.2-3; Paulo, 2.24.1-3; Inst., 1.5.4). Lo mismo se
c.
~
3
vivió al otro, es decir, que todas murieron en forma
.~- ser herederos, recibir legados o fideicomisos (Inst., coetánea (Marciano, D.34.5.18(19) pr.).
-
. .. 2.20.26-27). Tampoco quedan dudas acerca de que se Justiniano establecerá una presunción de premo-
--
P>.
~ = >
&S
pueda, en su nombre, pedir la bonorum possessio o un riencia para el caso de que en -m mismo hecho hu-
curator ventris (Ulp., D.37.9.1 SS.).Justiniano termina bieran muerto el padre y el hijo. Si el hijo era púber,
-
:.S
--.-. decidiendo que para establecer el status hay que aten- se entiende que sobrevivió al psrdre, si no se pudiera
:--.. der al momento del parto, "exceptuándose solamente
--
- -
.--.-- .
S
.-.
-
.
L
.
-.
Además, si en un fideicomiso" existe la condición ni iuris y se trasforma en sui iuris (hay más bien un
de premoriencia de un hijo del fideicomisario, se pre- mejoramiento de su status); por ello resulta paradó-
sume que ha muerto antes del padre conmoriente jico que se diga de él que ha sufrido una capitis
(D.36.1.18(17).7);para salvar la donación, se presume deminutio. Esto tiene sentido si recordamos el signifi-
premuerto al cónyuge donante (13.34.5.8(9); y si las cado originario: se trata de una capitis deminuiio.
donaciones fueron recíprocas, se presume que nadie puesto que la familia capite deminuta est.
ha sobrevivido al otro (D.39.6.26).
2. En cuanto al "ausente" de quien no se tienen Sobre l a base de esta división de l a capitis
noticias, ignorándose dónde está, los magistrados y deminutio, se h a construído una clasificación de
los jueces apreciaban la situación. los s t a h s , respecto de la cual hay que señalar
Pero, en general, no hay ningún procedimiento que no es romana, y que es la contrafigura de
de "declaración de presunción de fallecimiento". Se- la tricotomía de la c.d. De este modo, se habla
rán los juristas medievales los que establecerh que de status Zibertatis cuando se configura a Tos
luego de haber vivido 100 aiios el ausente, se lo hombres según la "libertad"; de siabs eivitatis
considera muerto; luego se redujo el plazo a 70 años, cuando se los considera conforme a su ubicación
apoyándose en el v. 10 del salmo 89, que habla de respecto de la ciuitas; y de status familiae cuan-
diclla edad como la normal de un hombre: "Los días do se los analiza- en su posición dentro de la
de nuestra edad son 70 años". familia.
~i.&n.
r$i$sa-
Y com~,r~d~s,^;li~-~,ued~,o,~e~c&~~a_,caía bajo la lex Cornelia de sicarlis (de la época de
Pero los juristas romanos nunca To consi- Syla; Marciano, D.48.6.1.2) con l a pena de deporta-
.-. ,
.-.. --...
ción, y . más tarde, hasta la de muerte (Marciano, 1. Si bien se describe al peculio como de monto ..:-.-
. .-..
reducido (Ulp., D.i6.5.3), hay ejemplos de esclavos
D.id.3.5). Según una constitución de h t o n i n o Pío,
...-.
matar a su esclavo es lo mismo que hacerlo con uno que lo habían administrado en forma tan beneficiosa, ..
.-.
.. --.-
ajeno; además, un trato abusivo ocasionaba la venta que se compraron su libertad (Séneca, Ep.80.4; Pli-
nio, H.N. 7.39; Petronio, 57). Incluso, dentro de su
forzada de sus esclavos (Gayo, 1.53; Inct., 1.8.2; Ulp.,
D.1.6.2). Un s.c. del año 83 d.C. castigó con la multa
peculio el esclavo podía tener esclavos que recibían el
de la mitad de los bienes a quien castrara a un nombre de semi vicarii.
esclavo (Venuleyo Saturnino, D.48.8.6). 2. El dominus era el propietario del peculio, pero
como lo explica Tubero (Ulp., D.15.1.5.4), no figuraba ..-
- .
.
-.
-.
..
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...
. -
9 167. Capacidad juridica: a>i bien el en la contabilidad del dominus, sino que estaba se- .-
..-...-
..
esclavo c a r a a a d juríaica propia, sin parado de ella. Esto le daba cierta libertad al esclavo, -.
~-.
...-
..
... .
--
embargo p s d e actuar como ir+truinien~~,&e-ad;- de tal modo que el dominus sólo se lo retiraba en
T ' A s í , pOdía realizar to- casos de mala gestión o de falta grave. .--.
.. ---
... -
aran bienes a su domi- E1 pretor, al conceder a los acreedores del esclavo .,
--..<
.-
. -~.
nus: p.ej., adquirir por ocupación, por tradición la actio de peculio (et de in rem verso)", ha interpre- L-..-2
-
-..-
o recibir un bien por la mancipatio"; igualmen- tado que el esclavo podía obligarse con terceros; éstos, -. --.
..s =.
*
te, celebrar una stipulaiio", por la cual alguien por medio de dicha acción, podían responsabilizar ai -a.
e.
queda deudor del dominus; o con autorización dominus hasta la concurrencia del monto del peculio c:=z:
--- -> ,
de éste, aceptar una herencia o adquirir un (O de lo enriquecido sin causa por el dominus). .....
..
...
.....
-
.S
. ..
legado. E n todos estos casos, si bien los actos
son realizados por el esclavo, el que se convierte d ) Si el esclavo cometia un delito, el domi- -e.---%-- -, .
--- ~
,.
en propietario o acreedor es el dominus (Gayo, nus responde con la acfio mxalis". En este caso, -.. ---
.--
.A-.
2.87; Inst., 2.9.3). Solamente no pueden celebrar el dueño puede optar entre pagar l a pena, como - *
,--
,.., ..
una in iure cessio", ya que se trata de una legis si él mismo hubiera cometido el delito, o entre- -.
---
, -.-
actio'", en fa que se reclama algo como propio gar el esclavo a quien habia sufrido el delito :x.;í
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:_
".--
(Gayo, 2.91). (noxae deditio; Gayo, 4. 15 SS.). -2--
&En cambio, el.scl-o ~ _ s e ~ U e , , o b & g e ) Desde el punto de vista procesal, los es- j .
,-_ 1
.
-..
_sí,por el ius ciuile; clavos no podían ni por sí, ni como representan- ..-.-.
,~..
- -.
-..
más tarde, a partir de Juliano, se entenderá tes (cognitor, procurator), actuar en juicio. Sin .: .
,-,-..
que la obligación contraída por el esclavo es una embargo, en el derecho posclásico se admiten -.
- ..--
"obligaci6n natural"* (Ulp., D.47.7.14). .--
algunas pocas excepciones en el procedimniento -.
----.
Sin embargo, en la época clásica, el dominus de l a cognitio. ,--2
...
podrá servirse del esclavo como un operador -
~ -.
gocios, o más aún asumiendo la responsabilidad por parte de alguien que se dice el dueño respecto de -"-e --
..--.
-----.
>*
*
por los negocios contraídos por el esclavo puesto otro que lo está poseyendo (rei vindicatio); -.
--.
,,. S
al fiente de una nave (rnccgister navis), o de una (2) que se discutiera si un hombre es libre o es .----.
-
.---
&- --.
.-
-.
tienda (institor). En estos casos el pretor concedía --..
esclavo, lo que conllevaba un procedimiento de liber- .. -
..
a los terceros acreedores acciones especiales (adiec- tad (liberalis causa). Aquí, c m o el esclavo no podía -.
--.
.-
.
ticiae qualit-atis*) contra el dominus. actuar, debía hacerlo en favor suyo un hombre libre -.
~
.-.
---2
.. - .,
- .
que ai5rmase su libertad (adsertor Eibertatis). Por tan- -.-..--
1. Estas posibilidades nos permiten visualizar to, si el actor decía que el hombre era libre, el juicio -.
...--
- .-
cierta independencia operacional de los esclavos, si -.- -
era una vindicatio i n libertatem (EP, $ 178) y si en e-.
~
..-.---
--,.
bien con el conocimiento y la responsabilidad del cambio el actor decía que era esclavo, ocum'a una -.
- -
.&*
dominus. En germen, está acá la idea de una empre- vindicatio in servitutem (EP, 5 179). .
..- ---
sa, establecida a partir del dueño, pero ejecutada por 2. En el derecho posclásico se permitía actuar
--
.
. -
-- -
--..
-..-. .
esclavos (también podía ser por los filiifamiliae). Así,
2.
bancarios, del cual nos habla Ulpiano (D.14.3.13 pr.). manumitido; cuando se discutía la libertad dejada . -..
por fideicomiso; cuando reclamaba por haberse com-
TrO
C) Iguatmente
--v--- - se le podía constituir al esda-
u n p e c u ^ r l ~ ~ ~ ~bienes
.LA
~ r et zor e sg a -
- prado la libertad y no haberse respetado el trato;
para acusar a1 dominus por encarecimiento de los
e-a"Saadminis- ,eres públicos; etc.
tas producidas, aun
cuando coilservaba la propiedad (Ulp., fl Al esclavo se le reconoce capacidad en el
D.15.1.5.4). ius naturale. La unión entre esclavos era cono-
~ i d acoino colziube~iziur71,y a diferencia de las realización de un rito en el cual lrmtel-venía el pater
iustae nuptiae'", era m simple hecho no recono- p a k a t u s (jefe del colegio de los fdiales). El efecto de
-..
-..-. cido. El hijo nacido de una esclava (partus an- la esclavitud podía ocurrir lo mismo tratándose de
...-..
.
cillae) pertenece al dominus de la madre. A s u pueblos con los cuales Roma no tenía ni amistad ni
vez, se respetan los vínculos de sangre (sereiilis pactos, y sucediera una guerra (Pamp., D.49.15.5.2).
~.
.-- En cambio, no caían en esclavitua los prisioneros en
i .
--
y
.. religiosa'!' (Ulp., D.11.7.2 pr.), mereciendo las
--
-..-.
.. honras fúnebres (Ulp., D.19.1.13.22; Paulo, por ser prisionero de mierra e-ra recíproca res-
.. .
-.-. 21.10). ggc&o~c,d_asJ-&%aa~~g&s. Por ello podía ocu-
. ..-.
- -.
m-.prisionex.o0
*\
.-
---5 .
.,
del enerni~g.Mientras esté e a tal situación de
.-
PIE. Causas de eselavitnd. dependencia
- será esclavo d e quien 10 tenga. -teL
--.-,
:
LL - & * f ~ _ ? ~ f ~ S ~ ~ - ~ z r i r i F . ~ :
.. , -7 ~ ~ c & ~ ~ ~ o ~ ~ v & ~ F ~ ~ G , . ~ c
i"
-.-
.
..
..
5 168. P_lorwpecimienfo.
w*-
LOSesclavos nacen -&?-,sudo rornaa~~~z_&.~de1.i.~~
Sx<*d-G- --L-x.~
-.
..-
.-. O,~-ACR~~E~BC~P-~X ~og~%~.os~-_d_e.
QS~~ pgstliminii o postliminiurn (post = después de;
-..
.
..~
o importa que el padre sea limes = Jímites). S e _ _ o ~ g a J b b q u e recobr-aba
3."
-..
...
~.-
libre o esclavo, pues fuera del matrimonio legí- k o d s & - W m ~ - - ~ a d o . - n A z ~
-.. timo (iustae nuptiae), ulico supuesto en el cual e~ esclavitud. -+í,se,w&~~&_ul_nuo (no
., se presume que el pater es certus, l a regla es liberto), paterfamilias, propiekxrio, etc. (Tryfoni-
-*.
..
+.
que el 1Gjo sigue la condición de la madre (re- no, D.49.15.12.6).
-.. gla: mater semper certa est). Como los esclavos
--..
e
no pueden celebrar iustae nuptiae, se explica la 1. Pero esta ficción se operaba sólo para los su-
-..
-... solución dada (Inst., 1.4 pr.). puestos "de derecho", no para las situaciones "de
,% hecho", como, p.ej., la posesión", que se considera-
--
=
.,.
.-u
-.
así las mujeres. Pero Vespasiano, considerando ' b e - postliminiurn (Ulp., D. 49.15.14.1). En el derecho pos-
.->
--... legante" la solución, determinó que en todos los ca- clásico, si luego de cuatro años de espera no se te-
A-
sos, sean varones o mujeres, eran esclavos del domi- nían noticias ciertas del cautivo, l a mujer podía vol-
7zus de la madre esclava. ver a casarse (Constant., C.5.17.2 pr.). El plazo se
extendía a 5 años en caso de incertidumbre sobre el
9 169. Causa de .. eselauitud
- .,- del ''ius-g-.n- cautivo. Así lo determinó J u s t i n i a o (Jdiano, D.24.2.6
itp.; Nov.22.7, año 536). Si durante ese lapso la mu-
jer faltaba al deber de fidelidad era considerada adúl-
tera (Ulp., D.48.5.14.7 itp.). Tam&én, después de la
muerte declarada del cautivo, había qrre esperar un
l. La declaración de guerra a un pueblo enemigo año para que la mujer contrajera nuevas nupcias
(lzostes), importaba, aparte de la decisión política, la (Nov. 117.11).
§ 171.Fic tio _ke@ ~~9i_elfa_&=.&=Si iigl&=rom-anofue derogada por Justiniano (C.7.24.1 pr.), pero para
moría
e
cautivo-
-a*--"-
de¡
M- -------
enemigo,
---,-a-A
l o hace
= -e - -
c------
9 - esclavi-
'-'- -- evitar que proliferaran estas h o n e s , por las cuales
tud, _ extinguikndose sus derechos desde -= el mo-
_ _ - un esclavo podía imaginarse k b e r contraído matn-
msn < ^_LiL-
en-g=eI-a&eS -
*
&do. El testamento he- monio con una mujer libre, se le concede al dominus
cho antes era inválido, puesto que la capacidad potestad sancionatoria para corregir con el castigo
de hacer testamento (testamenii factio áctiua*) conveniente tales actos (C.7.24.1.1).
debía estar presente tanto en el momento de
hacerlo, como en el de la muerte. Para benefi- d ) Podía ocurrir que un hombre libre se
ciar al ciudadano que había peleado por la pa- hiciera vender como esclavo nor m-.c-gmpI1ce
-
S -
-
-
-
tria, una tex Cornelia (alrededor del 80 a.c., de suyo; con él compartía luego el precio y luego
la época de Syla) fingía que en este caso l a scla-
muerte había o c ~ d en
que es tomado prisionero, es decir, siendo libre
-
o el mismo momento en vo. Ya desde Q.M.Scévola (Psnlo, D.40.12723 >.),
el pretor, luego confirmado por SS-cc.(Poinponio,
(Paulo, 3.4a.8; D.35.2.18 pr.; Juliano, D.28.1.12). D.40.13.3), determinó que le s e n a negada la
De este modo, mediante esta fictio Zegis Corne- libertad y quedaría como eschvo, siempre y cuan-
liae, el testamento resultaba válido aunque re- do, sea hombre o mujer, &viera 20 años, hubie-
almente muriera siendo prisionero del enemigo. r a actuado con dolo y participado del precio y el
comprador fuera de buena fe (Ulp., D.40.12.7.1-
172. Causas d e asclcewéfud deE "ius ci- 3; Paulo, D.id. 23 pr.).
vile". La causa principalísirna de esclavitud e?
la delcautiverio por causa de guerra. Pero tam- 1. En el caso de que, aun con dolo, el hombre o
bién por el ius ciuile si se cometen determina- la mujer que se vendieron lagraran obtener la liber-
das acciones que son castigadas con la esclavi- tad por reclamo judicial (p.ej., si no participaron del
tud. Estos casos, que son raros y limitados, son precio; Ulp., D.40.12.13 1pr.), el pretor le concede al
los siguientes: comprador de buena fe una actio in factum, de carác-
pJ&n-eUewho-antimi~~~ vo1.@aaes&a~o ter penal Wp., 40.12.14 pr.; D.id.22 pr. y 6) por el
q_il-o se había anotado en .ek,censo (incen- duplurn del precio contra el vendedor y el vendido.
sus); el desertor y, además, el que sufría la (UIp., D.id.18; 20.2; EP, §1&21.
rnanus iniectio*, podía ser vendido como escla-
vo llevándolo al otro lado del río Tíber (trans
Tiberim).
-gb&caíanepescw$g$dd_
los "con$
poenae). h c k u n a revocación de l a manumisibn - - (re-
-*
hierro, los sometidos a tormentos y encontrados u>catio ad servitutem), vdxq-a ser.--esclavo-
culpables, los entregados para combatir en el (Constantino, C.6.7.2 pr.; Modestino, D.25.3.6.1).
Circo (Gayo, 1.13); o a trabajar en las minas Para l a época de Justiniano, aparte del na-
(Ulp., D.48.19.8.4.12; Gayo, D.28.1.8.4). cimiento y de la cautividad por guerra, sólo
quedaron vigentes las dos rlitimas causales ex-
1. Constantino suprimió la condena a combatir puestas (Inst., 1.3.4).
con las fieras (C.11.43.1) y Justiniano decidió que la
condena a las minas no arrastraba la esclavitud
(Nov.22.8). El.Fin de la esclavitud.
--=-r__l
1. El último censo se realizó el año 74 d.C., si l. La expresión i7tter amicos n o significaba nece-
bien se hicieron censos municipales o provinciales. sariamente que debían estar presentes 10s amigos del
dominus., sino más bien que ocurría entre éste y el de 14 años podía hacer testamento, pero no manumi-
esclavo como si fueran amigos (inter dominum et tir por tal acto (Gayo, 1.40). E n el fondo EO había
se7-vum ut inter amicos); es decir, de manera infor- incongruencia, porque una cosa es disponer del escla-
mal. Justiniano es quien exigirá la presencia de cinco vo (acto de interés privado; p.ej., legarlo), y otra
testigos (C.7.6.2; año 531). manumitir10 y hacerlo ciudadano romano (acto de
2. También la forma per epistulam, en la época interés público). Justiniano tomará una solución in-
clásica, era el mero envío de una carta (Juliano, termedia, permitiendo la mantamisión testamentaria
D.41.2.38 pr.). Justiniano exigió además cinco testi- a los 18 años (Inst., 1.6.7). Luego derogó la disposi-
gos que firmaran o dieran fe del contenido de la carta ción (N0v.ll9.11)~de tal modo que el púber podía
((3.7.6.1; año 531). manumitir desde los 14 años, quedando el requisito
3. La forma per mensam, aparecida a comienzos de la edad para los actos inter vivos (vindicta, manu-
del siglo 111, procede del derecho helenístico, pero fue misión en la iglesia).
suprimida por Justiniano en Oriente (C.7.6.12),mien- 3. El fraude a los acreedores era el perjuicio que
tras que en Occidente queda confundida con la de s&an por la merma del patrimonio, tornándolo in-
inter a~nicos(Lex ~ G m . ~ u r ~ u n44.3).
d., solvente o aumentando la insolvencia (Inst., 1.6.3).
4. Además Justiniano, siguiendo a Catón, dispuso Justiniano, siguiendo un criterio anterior, exige pa-
que fuera libre el esclavo a quien su dueño daba ra sancionar la nulidad por fraude un doble requi-
"nombre de hijo" en forma pública, aun cuando por sito: no sólo el estado de insolvencia, sino también
esto no alcanzaba la situación legal ('2.7.6.10; Inst., la intención por parte del dneño de haber queri-
1.11.12). También a los esclavos que acompañaban el do cometer fraude y perjudicar a los acreedores
funeral del dominus adornados con su pileus (bonete (Inst., íd.).
de fieltro que se daba al esclavo el día de la manu- Había un caso de excepción: el del "heredero
misión; C.7.6.5). necesario"* cuando se instituía- heredero a un escla-
vo, en una sucesión insolvente, para evitar la caída
del testamento; esto estaba permitido por la propia
- ----qrJsj
ley Aelia Sentia (Paulo, D.28.5.57(55).
guna de las formas solemnes (vindicta, censo, 4. De este modo, para Ia época de Justinia-
testamento), hacia &es del periodo republicano, no, sólo quedó el requisito d e la edad del dominus
se trasformaba en liberto ciudadano romano. para manumitir por actos inter vivos, con la posibi-
Los abusos que se cometieron, provocaron que lidad de la justificación de u n a justa causa
Augusto,
"- %
celoso de la ciudadanía romana, esta-
.=
S
-- (Inst., 1.6.7; Nov.119.2) y la nulidad de la manumi-
bleciera, mediante dos leyes, restricciones a las sión en fraude a 10s acreedores, en la forma ya ex-
inanurnisiones: presada. La categoría de liberto dediitic'io quedó abo-
A) ia (4 d.C.) estableció lida (C.7.5).
que:
duende se los solía ubic-slas mujer -no iustae nuptiae- a una ciudadana o lati-
cuatro tribus urbanas, por lo que su peso polí- na, y tenía con ella un hijo que alcanzaba un aiio de
tico era menguado. En cuanto al ius privatum, edad, se podía presentar ante el pretor y tanto él
tenían capacidad para efectuar los actos del ius como su mujer -si no lo era ya- obtenían la ciuda-
ciuile (ius commercii), y también el ius conubii. danía (Gayo- 1.29; Ulp., 3.3).
Sobre ellos pesaba la relación del patronato. b ) También podían adquirir la ciudadania por
haber prestado determinados sefpkios a Roma: así,
1. Sin enibargo, a pesar de ser válido jurídica- haber mimado durante 6 años e;% la guardia (vigiles)
mente, el matrimonio entre ingenuos y libertas era de Roma (ley Visselia); un s.c, posterior redujo e1
nial visto socialmente (los libertos eran llamados tam- cómputo a 3 Gtos (Gayo, 1.32b; =p., 3.5); o si habebía
bién "libei-tinos"-1ibertini-). En la época de Augus- construido una nave con capacicbci para 10.000 me-
to, la ley IuEia et Papia Poppaea prohibió el matrimo- didas de trigo y había estado Bevando dicho cereal
nio entre senadores y descendientes con libertas durante 6 años a Roma (edicto de Claudio, Gayo,
(Paulo, D.23.44 pr.). Y un s.c. debido a Marco Aure- 1.32~;Ulp., 3.6); También Nerón le da la ciudadanía
Iio, consideró inexistentes las nupcias habidas en- al latino que tuviera un patrimonio de más de 200.000
tre una mujer senatorial y un liberto (Paulo, sestercios y ediEcara una casa ea Roma, invirtiendo
D.23.2.16). la mitad de dicho monto (Gayo, 1.33). Y Trajano, al
2. En el Imperio, los libertos ciudadanos romanos latino que trabajó como molinera. en Roma Eeurante 3
podían adquirir individualmente, por concesión del años, habiendo molido no menos de 100 medidas de
Príncipe, una condición que los acercaba a los "inge- trigo diarias (Gayo, 1.34).
nuos". Había dos grados: el ius aureorum anulorum Como es fácil advertir, todas estas disposiciones
(derecho de los anillos de oro) que usaban los caba- están vinculadas con distintas ~ecesidadespublicas
lleros (equites) (D.40.10; C.6.8); el que gozaba de esta de la vida romana.
concesión seguía manteniendo la relación del patro- 3. Además, siendo mayor de 30 años, si se corre-
nato, por lo menos en cuanto a los derechos suceso- gía la manumisión informal anterior, realizando una
r i o ~del patrono (Paulo, D.id.5). En cambio, por la solemne (por rindicta, censo o testamento), el latino
\
concesión de la restitutio natalium, se lograba la adquiere la ciudadanía romana (i8eratione, Gayo, 1.35;
igualdad total con los ingenuos (D.40.11;C.6.8). En Vip., 3.4).
ambos casos se necesitaba el consentimiento del pa-
trono (Marciano, D.40.10.3; D.40.11.2). C) L _ E _ b & ~ 1 k e ~ & ~ ~ e ~ l e 1 , ~ U _ m ~ o ~ d
~ ~ ~ ~ ~ ~ & ~ a , ~ ~ - e ~ a n ~ ~
B) Libertas - latino&nianos
- S -
A
=-
--
-
Z (Libsrti Latini
Iz~zziani).~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ s ~ a n u m i t i d o ~ o r
una_for~-n_.so~eemne (p.ej., infer amzcos), o no M
es- los trataba con rigor
- --- jwídi-
---m--"L-a,-,-a
se cumplimentaban los otros requisitos del ius a asimilándolos a los extranjeros deaítléiO2.
ciuile, era libre de hecho, pero quedaba indefi-
nido su status. Por ello es que se dio la ley 1. No tenían ni derechos políticos ni tampoco
Iunia Norbana (19 d.c.). participaban del ius ciuile. Lo único que podían hacer
Son denominados 'libertos latinos junianos" eran actos del ius gentium (Ulp., 20.14). Pero por la
porque están asimilados a los latinos (colonia- ley Aelia Sentia no podían habitar en Roma, ni en un
radio de 100 millas a su alrededor; y si contravenían nia una actio operarum (L?lp., D.38.1.2.1), o en >-.
tal modo que el comprador no los podía tener como e ) El tercer aspecto era de carácter patrimo- ..-
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esclavos ni en Roma ni a 100 millas de ella, ya que nial (bona). E1 patrono (y en su caso sus here- -. .-
.-
de lo contrario se convertían en esclavos públicos deros) es llamado a la sucesión &estada cuan- .-
(serui populi Romani); Gayo, 1.27. do el liberto muere careciendo de herederos suyos -.-
--
.. ..
...-
2. Gayo denomina su situación como pessima 2i- (heredes sui). Igualmente, el patrono como sus -- -
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bertas, no pudiendo lograr el acceso a la ciudadanía descendientes agnados m& cercanos son Ilama-
dos a la tutela legítima de los Ejos del liberto. ---..
romana por ninguna ley, o S.C.,o constitución in~pe- -..-.
..
.
rial (Gayo, 1.26).
...
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?j179. A su vez, el patrono debe prestar su
Justiniano abolió la condición de los dediti- fides a sus libertos; por ello le incumbe el deber .-- -
.-.
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cios (C.7.5.1; año 530), e igualmente la de los de alimentos al liberto que se los pida (Modes- --..
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---
..
libertos junianos (C.7.6; año 531), quedando to- tino, D.25.3.6 pr.), asistirlo y defenderlo en jui- -.. --
dos los libertos como ciudadanos romanos (Inst., cio, no acusarlo por delito que traiga la pena .- -.-..
.
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1.5.3). capital ni ejercer injustamente la actio ingrati -
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(Ulp., D.38.2.14; id., 16).
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La relación de patronato pasa a los descen- ---. .O
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su antiguo dominus. Éste pasa ahora a ser su i- yl.-
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patronus. De ahí el nombre de este vínculo que (
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es el patronato. Situaciones similares a la esclavitud. -
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l. Ya desde antiguo, el liberto quedaba unido al § 180. Aunque no son propiamente escla-
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patrono por un vínculo análogo al de la clientela. El vos, había ciertas situaciones que resultaban si- .-.--..-
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nor), en virtud del cual el liberto debía respetar continuaba siendo libre y en su caso ciudadano, -- C
siempre al patrono como un hijo a su padre pero para las relaciones patrimoniales estaba co-
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(Ulp., D.37.15.9). El cumplimiento de este deber mo si fuera un esclavo (in toco serui; Gayo, 1.123; F-
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abarcaba muchas situaciones. Así, prestarle ali- 3.114). Se salía de esta situación por la manu- .
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mentos en caso de necesidad del patrono (Paulo, misión, regresando in potestute de su pater.
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2.32); o la de no poder iniciar una acción contra B) Los addicti eran aquellos que en el dere- T.
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él, sin autorización del pretor (Ulp., D.2.4.4.1). cho antiguo no habían pagado la obligación con- c?:e,
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En caso de contravenir este deber, se lo podía traída por el nexum*', o habían sufrido la manus
considerar como liberto ingrato, permitiéndose inlectio*. No egs- exactamente esclavos, pero e?!-.-
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en la época imperial una reuocatio in servitu- patrimonialmente estaban sujetos al acreedor, +i--*
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tem, por lo que volvía a caer en esclavitud (v. de quien dependían hasta que éste los liberara, --.
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supra, 5 172.e). luego de haber satisfecho _ l a obligación.
b) El liberto debe prestar al patrono deter- C) El redemptus- ib -&osebus (rescatado de ----.
..-.
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... ... -
minados servicios (operae). Algunos de ellos, ele- los enemigos) es aquel que fue rescatado de la --
mentales, se consideraban un cumplimiento del esclavitud por causa de guerra, mediante un , --: .
-. ..,
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obsequium -4perae oficiales- (p.ej.: guardarle rescate en dinero. Quedaba retenido por el que
la casa, acompañarlo en un viaje; ayudarlo en había pagado, hasta recobrar el precio.
los negocios; Calistrato, D.38.1.38.1). En cam-
bio, para otras obras -operae fabriles- el li- l. Por una constitución de Arcadio y Honorio se
berto las debía prometer por un juramento (ius- favoreció su situación señalando un plazo máximo de
iurandu~nliberti*) antes de la manumisión, 5 años, entendiendo que los trabajos y servicios pres-
renovada luego de ella (p.ej., por una stipula- tados durante ese lapso valían como compensación de
tio). En caso de incumplimiento, el patrono te- la suma del rescate (CTh. 5.7.2; C.8.50.20).
D) El auctol-atus e s aquel que arrienda sus 2. Este criterio fue aplicado muy liberalmente
servicios a u n empresario (lanista)p a r a s e r gla- respecto de los escIavos (generalmente extranjeros),
diador e n los juegos del Circo, obligándose bajo ya que por su manumisión regula se hacían ciuda-
juramento a dejarse quemar, sujetar y morir danos romanos. M respecto, S c h d r (DRC, 3 141) cita
con el hierro (Séneca, Ep.37.1; Apocol. 9.3). ES una carta del rey FrIipo V de Macedonia, aliado de
libre y e n su caso ciudadano, pero s u situación Aníbal, en la cual respecto de esta actitud jurídica
es equivalente a l a del esclavo. romana, la considera como fuente importante de la
E) En el derecho posclásico s e conoció e l fuerza y del poderío de Roma. Coa sus esclavos, dice
"colonato". Los colonos (coíoítii) e r a n hombres el rey rnacedonio, Roma no solamente acrecienta el
libres, pero que por condición estaban adscritos número de sus ciudadanos, sino qne puede con ellos
de m a n e r a permanente, a l igual que sus fami- fundar numerosas colonias.
liares, a u n a tierra determinada, y en conse-
cuencia al dueño de ésta. S e los considersba
servi terrae (esclavos d e la tierra) o glebae ads- a
cripti (adscritos a l a gleba). a
es decir, si el ciudadano cae en esclavitud, salvo nes conquistadas e n Italia fue el de l a s colonias,
el caso del postltminium~'para el prisionero de q se
guerra (Gayo, 1.160; Ulp., 11.11; Inst., 1.16.1); espíritu. Unas eran propiamente romanas y sus
b ) por la capitis deminutio media, cuando s e habitantes eran ciudadanos romanos, pero a par-
convierte en latino coloniari~'~, o cuando s e su- tir del año 268 a.c. s e erearon doce nuevas
fre la pena del destierro (Gayo, 1.161; Ulp., colo+as, que eran latinas -formadas por Iati-
11.12; Inst., 1.16.2). nos o por ciudadanos romanos que al irse d e
Roma perdían su categoría-. A éstos se les
1. Por razones políticas,, un ciudadano podía ser concedió uxl status particular llamándoselos La-
condenado a su£rir la interdictio aquae et ignis (pro- tini coloniarii.
hibición del agua y del fuego), con lo que se signifi-
caba simbólicamente que se lo ponía al margen de la 1. Tenían el sufiagium siempre que estuvieran
czvitas; ello significaba la pérdida de la ciudadanía en Roma en oportunidad de reunirse los comitia, pero
(Gayo, 1.55; 90; 128; 161; Ulp., 10.3; Inst., 1.12.1; no el ius honorum. Ejercían también el ius comnzel--
1.16.2). cii, pero necesitaban una concesión especial expresa
-.
las PEE
--
para tener el co7lubir~mcon los ciudadanos romanos la de los pe7-egl-ini dediticii. g c t r s mar1 aquellos que
-. (Ulp., 5.4; 59.0). se habían alzado en armas contra Roma y se rindie-
2. Este status fue concedido también a los habi- ron a discreción, es decir. sin gozar de ninguna pre-
tantes de otras comunidades fuera de Italia. ,Así, en rrogativa (Gayo, 1.14). Tal era, p.ej., la situación de
..>..
.. España, donde conocemos las leges que ordenaban l a ciertos nativos de Egipto, excluyendo algunas ciuda-
administración de Salpensa y Malaca. des griegas (así,Alejandría); tal%& las judíos, aun-
3. Los Latini veteres podían alcanzar con cierta que al parecer reducidos a los h a b á t a ~ ~ t edes Jerusa-
facilidad la ciudadanía romana, siempre que cambia- lem, luego de su destrucci6n p o Tito. ~ También los
ran s u domicilio a la ciudad de Roma, y a fin de que sufrían l a znterdictio aquae c-t ignis, y luego la
- evitar la despoblación de las ciudades latinas, debían deportatio in insulam, caían e n esta condición. NO
-.
2-,
-. dejar por lo menos u n hijo varón afincado en ellas tenían derechos políticos, no sólo en Roma, sino- tam-
-
:- . .
.
n
(Tit.Liv., 41.8 y 9). Este beneficio también lo kenían poco en sus ciudades, salvo pernzisión especial de los
..--7
. .
los Latini coloniarii que hubieran sido magistrados gobernadores.
.-zi en s u ciudad antes de trasladarse a Roma. Pero fue No podían hacer testamento, no sólo por el ius
.-.
7
.
.- -- -, suprimido paxa todos por l a ley Licinia Mucia (95 ciuile, sino tampoco como p e r e w o s (ius gentium),
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. a.c.), lo cual provocó la guerra social, tras l a cual "porque al no ser ciudadanos de ninguna ciudad no
.-
; -;, todos los latinos de Italia adquirieron la ciudadanía pueden testar de acuerdo a s u im eiuile" (UIp., 20.14).
.- - romana (leyes Iulia; 90 a.c.; Plautia Papiria, 89 a.c.). Se podían casar según el ius genfium, pero sin poder
- 2 .
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- ---- 4. Quedaron solamente los latinos coloniarios de ejercer ninguna potestas sobre S'CES hijos.
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También les estaba prohibido vivir e n Roma y en
ciudades extranjeras, pero podían acceder a l a ciuda-
x?< ..
danía romana ocupando una magistratura municipal un radio de 100 millas de Roma. Además, debían
. ..
~,... -.
,
3.
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(ius minus Latiui.~~),o habiendo sido decuriones (ius pagar un impuesto especial (tributum capitis), si bien
..-=<<.. -3
.- maius Latium); Gayo, 1.96. está discutido si esta carga era genérica o no para
7
......-..
.
Igualmente, haciendo condenar por concusión (pe- todos los dediticios.
3
-=> culado) a un magistrado romano (ley Servilia, año Los peregrini dediticii no pueden adquirir ddrec-
E
.-.-- tamente l a cindadanía romana, pem sí indirectamen-
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111 a.c.; Cicer., pro Bulbo, 8.21; Aul.Gell., 4.4) y
-.
.?--
....
-,
, también por los modos por los cuales se admitía l a te, tomando antes una ciudadanh e b a n j e r a . Así s e
".. ciudadanía a los latinos junianos. deduce de una correspondencia b&ida entre Plinio el
- ..,
-
-- .
--.A
-- 185. Los peregrinos. Los peregrini (viene lograr l a ciudadanía para su m6&co Harpocras, ma-
9
. ..
...
de p e r agros, e s i 5 " f " o s que se acercaban a numitido por una egipcia. El proeedimivnto consistió
-----. Roma caminando por los campos) =&S en hacerlo primero ciudadano de Alejandría.
.......
3 ..
tsajex~~ ~ ~ag~~,e~~qs~gr~,en&entes
sea, o L
*
-.-u
.--- a otras La Constitutio Antoniniana (z.50 212 d.C.1 parece
-2.
.-..
.....-. -... c o ~ ~ d a d ~ : ~ , ~ ~ ~ ~ ~ L , g ~ ~ excluído haber ~ $ ~ de_ los g rbeneficios
~ d ~ de ~ lRa ciudadanía
_ ~ ~ a ,
-.
. e
aseguyanxhgls&sia_ci e r t o s k e ~ _ h v p a r a n t í a s . +romana
~ a los dediticios, si bien para esta época, su
-.
S- .-.-~
..-1, .
., Generalmente se firmaba un pacto (foedas) don- número había disminuido mucho; debido a l a nueva
-
E-.a
---?.- , de se establecía el s t a t u s de fa civitás, así como reestructuración municipal de muchas partes del Im-
*-:.
de sus habitantes. Desde este punto de vista se perio. No hay que olvidar que e= esta categoría es-
7%
<.?
...-. -. taban también los servi poenGscT manumitidos, que
a-
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- -.
> ?.
, por l a ley Aelia Sentia "se cuentan en el número de
-.
los dediticios". Todavía existí= p e r e e n o s dediticios
=
.-....--
-. -.," en el siglo IV d.C. (CTh.4.6.3). Jmtiniano hizo final-
-.
1'.--3.' 1. Los peregrinos, en general, no quedan sujetos mente desaparecer esta categm'a en el año 530
iji
al ius ciuile. Perteneciendo a una civitas libre, es ((2.8.5.1).
9-
-L.- ..
3. decir, a l a que se le reconocía cierta autonomía, podía
L- ".
-=" -.-... llevar sus litigios ante sus propios tribunales que STATUS FAM22XAE
7.
versitus, y no de sus miembros (hfarciano, D.1.8.6.1 1. En la época clásica se solía afectar terrenos
itp.; Gayo, D.3.4.1.2, parece .más bien referir el esta- aledaños a un sepulcro, de cuyo cdkivo surgían fon-
do comunitario, como condominio de los socios, propio dos que debían quedar afectados al cuidado de la
de la época clásica); b) los créditos y las deudas sepultura. O dedicar un capital para la distribuci6n
corresponden a fa uniuersitas, y no a los miembros de alimentos, o fa atención de los aobres, o la cura
(Ulp., D.3.4.7.1 itp.), a diferencia de la mera socie- de enfermos, etc.
dad, en la cual hay que demandar a todos los socios; 2. Jurídicamente se recum'a a[. procedimiento de
C ) el representante de la universitas actúa más en imponer al donatario o legatario a iideicomisario la
nombre de ésta que de sus integrantes (Ulp., D.3.4.2). obligación de cumplir con el fin fiduciario a que es-
Vemos, pues, los mismos problemas que respecto de taba destinado el capital y su rendimiento. Se trata,
los rnunicipia. El título "De cuando se demande en pues, no de un caso de personería jaídica, sino de la
nombre de una u7ziuersitas o contra ella", se refiere aceptación por parte de alguien de cumplimentar la
tanto al caso de la universitas, como del municipium. idea del fundador (fundación fiduciaria). Si no se
El predominio en Justiniano del aspecto "unidad" cumplía, podía estar prevista una estipulación penal,
sobre el de "colectividad", que se dio en los rnunici- o en su caso el reemplazo del fidmiario.
pia, se dará también en estas universitates. 3. Este tipo de fundaciones t e d r á especial desa-
rrollo en la Roma cristiana, ya que muchas personas
se desprendían de sus bienes para aifectarlos a obras
de caridad (piae causae). El camino seguido era en-
tregar el patrimonio a la Iglesia 8e t al modo que sus
autoridades asumían la obligación de administrar el.
capital afectándolo a los fines indicados. No se podía
decir que perteneciera a la Iglesia, ni tampoco que
fuera una entidad separada e independiente, es decir,
una persona jurídica, como se dice en los tiempos
como dotando al p&rirnonio afectado de una modernos.
personalidad independiente. Así, p.ej., donar un 4. Justiniano permitirá otorgar legados a "perso-
capital o realizar m fideicomiso, pero de tal nas inciertas", tales como los caufivos, o los pobres
modo que quede exclusivamente afectado a fa (en caso de duda al hospicio más pobre que exkta, a
construcción de un hospital o de un asilo. juicio del prelado de la ciudad), e~cargandola admi-
En Roma existieron casos análogos, aunque nistración al Obispo y el ecónomo del lugar, autori-
se dieron soluciones distintas de la moderna de zándolos para cobrar los créditos y pagar las deudas
la persona jurídica. (C.1.3.49(48).1-5).
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PARTE
TERCERA
LAS C O S M f
5 196. PaErimonio.
queqertenecen - a- una
- --. -C_---IC -
El conjunto de cosas
persona, capaz de tener-
tor protege a los acreedores por medio de actzones
ficticiae".
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r-
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...
-.
jetivos (reales y creditorios; ambos llamados pre- piamente para designar el dinero (pecunia numerata K
cisamente "patrimoniales"), así como también = dinero amonedadó). Y en general, en un sentido .-.
-.:
las deudas. Igualmente, para el--ed muy amplio, para denominar no sólo el dinero, sino .-.
?
,
.- ~
-, el patrimonio es considerado como un todas las cosas "que hay en el patrimonio" (Ulp., D.
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b4utcr de la personalidad", de tal modo que toda 50.16.5 pr.; Hermogeniano, D.50.16.222). ..-
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sea mavor que el activo, v no hay patrimonio
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que no t e n ~ u n titular. -
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ve, pues, que hay personas que siendo tales t:f--
carecen .de patrimonio, aunque puedan tener fZ
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pasivo. Lo mismo ocurre en l a uenditio bonorum*,
@:
cuyo adquirente no sólo se apropia de los bienes del l. Este ultimo criterio permite ubicar mejor cier- -.-
~..-.
-- 7-
deudor insolvente, sino que además se hace cargo de tas cosas como las res nullius (cosas de nadie; así, un ---
las deudas. animal salvaje que puede ser cazado). De hecho no -
;:k.,.-.
nes) es computada como una expresión económica. cambio, no cabe duda de que es una res i n commer- z-7
k5:-=z
Así, Paulo (D.50.16.39.1) nos dice que "por bona se cio. Lo mismo ocurre con las res derelictae, es decir,
entienden los bienes que quedan una vez deducido el las abandonadas por su dueño y de las cuales se K2
dinero ajeno -es decir, las deudas-"; íd., Javoleno, puede apropiar el que les interese. 6s
D.49.14.11. Aquí, el significado es meramente econó- 2. También pueden existir cosas que temporánea- 'y
,.--
mico, tal como hoy día, cuando hacemos una "decla- mente están sin propietario actual. Son las res (in ..T---I
*
k.
ración de bienes", y deducimos las deudas. commercio) sine domino. Así, el caso de la hereditas @
En los casos especiales de la adrogatio* y de la yacens* (herencia yacente), el staf%íiber*, los serui ..--
1,.>
conuentio i n manu", no podemos ver una aplicación poenaeX, etc. --
L-
----
y las res uniue-rsitatis.
-S---.
--
de una iglesia (Nov. 120.10).
S 199. Ante todo, están las res diuini iuris B) También entre las cosas que e s t h fuera
(cosas del ius divino). En primer lugar figuran: del com~aercium,por ser res d i v i n i iuris, e s t h
A) las res sacrae. Son las cosas consagradas las res religiosae. Son los sepulcros, engrobando
a los dioses superiores (Gayo, 2.4; Inst., 2.1.8); tanta el lugar como las constmeciortes y demás
así, los templos, terrenos, edificios, altares y enseres de las sepulturas (Gayo, 2.6; Inst., 2.19).
cosas culturales dedicados a las ditinidades. Pa-
r a que se tenga por sacro un lugar debe mediar: 1. Es interesante señalar que para Gayo (2.41,
a ) la intervención autorizante del populus, mientras las res sacrae son "conszgradas" (consacra-
cristalizada en una lex, o en un S.C. o una tae sunt), las res religiosae son a q d l a s "dejadas"
constitución imperial (Gayo, 2.5; Inst., 2.1.8); (relictae sunt) a los dioses Manes (Dii Manes), es
b ) una ceremonia religiosa (dedicatio o con- decir, los antepasados familiares, a los cuales se de-
secratio) en la cual tomaban parte los Pontífices ben los sacra priuata. En l a época cristiana, obvia-
(Cicer., de domo sua, 177 SS.), como también mente no rige este culto familfar pagano, pero el
magistrados especiales (duouiri aedi dedican- respeto a los muertos (tema de l a restzrreccióo de la
dae). En la época imperial intervenía el César, carne) mantendrá esta calificación de cosas religiosas
en su carácter de Pontifex Mazimus, o un dele- referidas a las sepulturas (Inst., 2.1.9).
gado suyo (Ulp., D.1.9.9.1).
Son requisitos para que m a cosa sea re-
1. En todos los casos se pronunciaba la fórmula ligiosa:
sacramental (Zex dedicationis), la cual contenía las a) La inhumación efectiva de un c a d á ~ e o~ ,
indicaciones del terreno, límites, etc. (ver Bruns, Fon- el resguardo de sus cenizas. Por ello, rnn ceno-
tes, I p. 283). Lo que se consagraba era el suelo tafio, es decir, un mero monr~anentoh e r a r i o ,
(locus), el ediñcio (aedes, templum) y los utensilios sin coa$ener el cuerpo o sus eenizces, no es res
rituales (aras, vasos, etc.). Pero si se derrriía el aedes, religiosa (Ulp.,D.1.8.6.5). Si Las partes del ca-
no por ello deja de ser sacro el lugar (Papin., Inst., dáver hubiesen sido enterradas en partes dis-
2.1.8; Marciano, D.1.8.6.3). tintas, sólo se considera cepulc~oel lugar donde
2. Para que una res deje de ser sacra es necesario estuvieran las partes principdes; p.ej.: la cabe-
una ceremonia inversa (exauguratio o profunatio), la za (faulo, D.11.7.44). El sepulcro donde está
cual tiene efectos permanentes: la cosa se convertía enterrado un esclavo es res r-eiigiosa (AristCm-
definitivamente en profana. Pero si llegaba a caer en Ulp., D.11.1.2)
poder del enemigo, cesaba provisoriamente de ser b ) Que el entierro lo realice aquel a quien le
sagrada, ya que por efecto del ejercicio del postíimi- corresponda rendir las honras fúnebres, en te-
nium, si se recobraba por los romanos, retornaba al rreno propio. Si el lugar es ajeno, se debfa con-
estado primitivo (Pomp., D.11.7.36). t a r con el permiso del dueño (Marciano,
En cuanto a los efectos, la calificación de sacra la D.1.8.6.4).
tornaba extra commercium (Marciano, D.1.8.6.2; Ulp.,
D.1.8.9.5: "La cosa sagrada no admite estinación (pe- 1.Si hay condominio, para enterrar el condómino
cuniaria)". La violación de una res sacra podía impor- debe contar con la autorización diel otro u otros con-
tar que el sacrílego fiera declarado sacer, pezdiéndo- dóminos; si existe usufructo, el u s u h c t u a r i a necesi-
selo matar impunemente sin que ello fuera crimen. tará el permiso del nudo propietario, y si fuera éste
La Zex luíia peculatus matizó las penas, que podían el enterrador, el del usufruduario (Inst., 2.19; 'enp.,
variar "de acuerdo con la condición, e1 tiempo, la D.11.7.2.7).
edad y el sexo" (Ulp., D.48.13.6 pr.). Iban desde la El motivo es obvio: al enterrar un cadáver, el
aquae et ignis interdictio (Ulp., íd.31, hasta la pena sitio se hace religioso, perdiéndose la parcela ocupada
capital (Paulo, D.48.13.9 pr.). Para proteger las res por el sepulcro, por ser res extra commercium. Por
sac7-ae, el pretor concederá un interdicto prohibitorio ello, quien enterraba en terreno ajeno sin autoriza-
(Ulp., D.43.6.1; EP,5 235: 'Vedo que se haga o se ción del duefio, podía ser obligado por una aetio in
introduzca cosa alguna en lugar sagrado"). factum, o a retirar el cadáver o a pagar el precio del
Con el advenimiento del Cristianismo, al abando- lugar ocupado (Gayo, D.11.7.7 pr.).
narse los ritos antiguos, la calificación pasa a los 2. En el caso del suelo prmGncid, nos indica
edificios y cosas aplicadas a la Iglesia (Inst., 2.1.8). Gayo (2.7) que la mayoría opinaba que allí e1 sepul-
Como novedad jurídica importante, se permitirá la cro no puede convertir al lugar en religioso. En efec-
venta de algunas cosas muebles, p.ej., los vasos sa- to, el cuelo provincial era, en la épma del Principado,
y a del César o del Senado, por lo que los habitantes ses" (&. Ulp., D. 1.8.9.3). Ju,&hiano directamente
sólo tenían la posesión .o el usufructo; sin embargo, las involucra entre las res divini iuris, haciendo
dice el mismo Gayo que, aun cuando no sea religioso, l a trípartici6n d e res sacrae, res religiosae y res
es tenido por tal (pro religioso habetur). Lo mismo sanctae (Inst., 2.1.7).
ocurre con las cosas consagradas en terreno provin-
cial (pro sacrae; Gayo, 2.8). Al modificarse la propie- 1. La sanctio que protege a los muros (y puertas)
dad, en la época posclásica, obviamente este proble- es la pena capital (Inst., 2.1.10; Pomp., D.1.8.11). Se
ma desaparece. recuerda el caso de Rómulo, qae mató a su hermano
3. Gayo (D.11.7.5) distingue entre los sepulchra Remo por haber violado el surco donde estaba delimi-
familiaria (los constituídos para sí y para su familia) tado el término de la recién %dada Roma (Tit.Liv.,
y los sepulchra hereditaria (de aparición más tardía; 1.7), y u n a ley atribuída a Numa Pompilio, según la
son los constituídos para sí y para sus herederos). Al cual, quien con sus bueyes pasare los términos del
principio todos eran familiaria, para reservarlos para fundo vecino, violándolos, debía morir juntamente
los familiares. De ahí que Ilevaban la fórmula epigrá- con las bestias, sancionándola como sacer (Dion.Ha-
fica H.M.H.N.8 = Hoc monumentum heredem non lic., 2.74).
sequetar (este monumento no le corresponde al here- 2. Por otra parte, las leyes que prevén penas
dero). Luego se irá implantando la costumbre de contra sus violadores - e s decir, contienen una sa7zc-
ampliarla a los herederos que no sean familiares. tio-, son por ello denominadas sanctae (Inst., 2.1.10;
Ulp., D.1.8.9.3).
En cuanto a sus efectos, el sepulcro por ser
res extra commercium no es susceptible de do- 200. Pero aparte de las res divini iuris,
minio (Ulp., D.8.5.1). Sin embargo, quien lo ha- h a y además otras cosas que están fuera del
bía constituído tenía un particularisimo ius se- commercium, es decir, exclrn'das de la apropia-
pulchri. ción privada por alguna razón del ius (res hu-
Por él se permitía el paso por el terreno mani iuris), ya porque pertenecen a todos los
vecino para visitar el sepulcro (iter ad sepulch- hombres e n general (res communes), o al popu-
rum), defendido por un interdicto (Gayo, D.11.7.1 lus (res publicae) o a una eivitas o a u n a coi-po-
pr.; Ulp., D.id. 8.1.3); l a utilización de1 sepulcro ración- (res uaiuersitatis).
(Ulp., D.11.7.6); l a edificación de un monumento A) Res comrnunes. Son aquellas cosas que
(Ulp., D. 11.8.1.5); el poder repararlo (Ulp., D.id. por e l ius naturale son comunes a todos 10s
5 pr.); e incluso la posibilidad de conceder a un hombres: el aire, el agua corriente, el mar y s u s
tercero l a permisión de ser inhiiinado en él (ius costas (Inst. 2.1.1).
sepeliendi), o la de enterrar un muerto (ius mor-
tuum inferendi; Ulp., D.ll.8.1 pr. y SS.). 1. El agregado de estas res communes omnium
puede ser de origen posclásica- Ni Gayo ni Ulpiano
l . Este ius sepulchri no significaba una excepción (D.43.1.1 pr.) las mencionan; aunque sí Marciano
al principio de que el sepulchrum está h e r a del (D.1.8.2). Hay una especie de concordancia, muy del
commercium. Lo que otorga es una serie de permisio- gusto de los estoicos, para quienes existe una res
nes, pero no el sepulchrum en sí, lo que estaba pro- publica de todo el género humano; otra, más propia
hibido (Ulp., D.11.7.12.1). En cafñbio, el ius sepulchri de cada nación; y finalmente, otra más reducida for-
es comerciable y se trasmite a los herederos, aun a mada por los municipia o ciuitates, o uniuersitates.
los indignos (Ulp., D.11.7.331, pero no es patrimonial. 2. El mar, en sí mismo, h e siempre considerado
Así, en el caso de la herencia, queda vinculado a la por los romanos como cosa común (cfr. Plauto, Rud.,
persona del heredero, quien no lo pierde ni aun en el 4.3.36; Cic., pro Rosc., 26; Séneca, de benef, 4.28;
caso de que tenga que restituír la herencia (Ulp., Ovidio, Metam., 6.349). De elfo resulta que la nave-
D.11.7.33). gación es libre, lo mismo que la pesca.
3. En cuanto a las costas del mar (littora maris)
Quien violaba un sepulcro podía ser perse- se consideran tales hasta donde se extienden las
guido por l a actio sepulchri violati (D.47.12; aguas en las mareas más Atas, es decir, las de
(2.9.19; E?, § 93), que era una actio i n factum, invierno (Inst., 2.1.3). Curiosamente, CeIso (D.43.8.3
de carácter popular y que arrastraba l a infamia. pr.) establece que las costas mari'timas sobre las cua-
C) Finalmente están las res sanctae (de sanc- les Roma ejercía imperium hay que considerarías res
tio = sanción), que se llaman así porque los publicae. Pero en Inst., 2.1.1 y 5, se afirma que "la
atentados contra ellas s e castigan con u n a sanc- propiedad de dichas costas (las del mar) no es de
tio. Se las considera protegidas "de l a injuria de nadie, sino del mismo de quien es el mar, y la tierra
los hombres" (Marciano, D.1.8.8 pr.). Son, p.ej.: o arena que está debajo".
los muros y las puertas de las ciudades. Gayo De todos modos, el uso de dichas costas es públi-
(2.8) las considera "en cierto modo de derecho co y de ius gentium. Es lícito acercarse a las costas
divino", "aunque no estén consagradas a los dio- del mar, pescar desde ellas, y también elevar una
COSAS
construcció~(p.ej., una choza) para habitarla, secar t i c a e e n t ~ elas res mancipi..L_4as res"neg-n_aalz-
las redes y sacarlas del mar (Inst., ibid.). Pomponio ~~JT<--~G~Jo, 2.14a-17; Ulp., 19.4). En general, las
(D.41.1.50) estabIece que para hacer una construcción primeras son las cosas más valiosas para la
había que pedir autorización al pretor. E1 uso de mentalidad primitiva romana, que es neta-
tales bienes, lo mismo que el uso genérico de las mente agrícola y rural. Gayo (1.192) se refiere
costas mm'timas, está protegido por la actio iniuria- como las "más preciosas" (res
rum, respecto de aquel que impidiera tales usos (Ulp., pretiosores).
D.43.8.2.9). Ulpiano (19.1; Gayo, 2.143) nos ofrece una
lista de las res mancipi: a ) los fundos y las
B ) Res publicae. Son aquellas cosas que son construcciones itálicas (las ubzadas en Italia y
del populus Ro:nanus (Ulp., D.50.16.15; Gayo, Tue gozan del ius Italicurn); b ) --
las servidumbres y
2.11 = D.l.S.1 pr.; Inst., 2.16), siendo su uso rústicas (las de "paso7'-iter*, actus", via"-) y
público para los particulares, como las calles la de aquae ductus"; los esclavos; los animales
(viae publicue; Ulp., D.43.8.2.221, plazas, foros, "que se suelen domar por e1 cuello o por el
teatros, puentes, ríos perennes (flurnina peren- lomo", es decir, los bueyes, los caballos, las mu-
nia), etc. las y los asnos.
1. Estas res publicae están destinadas al uso 1. Esta clasificación, netamerrte romana, es muy
público, el cual está protegido por la acfio iniuriarum antigua. La propia de no mi nació^ así lo denota. Man-
y por interdictos (D.43.7-15). Pomponio, apoyándose cipz es un genitivo arcaico de mancipium (quedó con
en Celso (D.lS.1.6 pr.), distingue entre las "cosas que la terminación en una sola "i", y DO como sena en la
se tienen en uso público" (res publico usu habentur) época posterior: mancipii, tal corno se ve en causa
y las que están en el patrimonio del poputus (in mancipii, o en lex mancipii). También el_,_necs-~~~a~
pecunia populi), careciendo de uso público -p.ej., los
esclavos públicos, campos, etc.-, las cuales pueden ser non).
-
negación antigua (más actualizada hubiera debido
entrar en el tráfico jurídico, pudiendo adquirirlas los 2. Los-fundos provinciales son nec mancipi (Gayo,
particulares por venta del populus. 2.14a).
2 . Los ~'luminaperennia son aquellos nos de cau- por I w e jas,__
cabr~a_s,gtg1,T~qp~w-~.-son ,res- m a n c k i
dal perenne. Se oponen a los torrentia (torrentes), las bestias feroces (osos, leones), ná los elefantes y los
que se secan en verano (Ulp., D.43.12.1.1-3); estos CaLQ
últimos son del dominio de los particulares.
Lo que es res publica es el "río" en sí, considera-
do como una unidad. Pero sus elementos constituti- 3. &bre el sentido de esta clasificación se ha
vos, por separado, son de naturaleza distinta: el agua discutido. Por un lado aparecen como las cosas más
corriente (aqua profluens) es una res communis; las preciosas en una economía agn'coIa-ganadera (así Bon-
riberas son de propiedad de los ribereños, si bien los fante). Así, el fundus y los instrurnenta fundi (escla-
particulares las pueden recorrer, pescar, etc.; en cuan- vos, animales como bueyes, cabdlos, etc.) y las ser-
to al lecho (alveus), mientras esté ocupado por el vidumbres rústicas (se excluyen las servidumbres
agua, carece de interés, pero si el río se secara: o urbanas). Igualmente, el dinero -tipico bien de una
cambiara su curso, el lecho queda al descubierto, y por sociedad comercialista- es res nec mancipi.
ser una extensión de las riberas correspondería a los Por el otro (De Visscher), se h a sostenido que la
propietarios ribereños (caso del alveus derelictus*). división no se hacía a partir de;l criterio económico-
3. En cuanto a la posibilidad del aprovechamien- rural, sino a partir de la noción jurídica del manci-
to del agua para regadíos, el tema es muy confuso en pium, como representativo de fa potestas que ejercía
Roma. Acá interviene el principio de l a permisibili- el paterfamilias. Por ello, lo adquirido por la manci-
dad de los ribereños, siempre y cuando no se perju- patio hace nacer el mancipium, y de ahí l a denomi-
dique a los demás. En la práctica, debieron mediar nación de res mancipi. Quizá ambos aspectos de las
acuerdos privados y hasta concesiones públicas. dos posiciones -y esto sin caer en un eclecticismo-
no parecerian excluirse (Arangio-Ruiz).
C ) Res universitatis. Son las propias de los También se quiere (A. d'Ors) ver una aproxima-
habitantes de un municipium o cioitas; así, el ción entre familia (entendida como hereditas) como
campo municipal, los teatros o estadios, etc. designando las res mancipi (es decir, 'la riqueza per-
(Inst., 2.1.6); se las considera como que son de manente") y pecunia las res nec mancipi (los bienes
toda la comunidad de los municipes o cives. de "ganancia").
5 201. 11. uera del caso El efecto principal + es aue míentras el domi-
A
---
=__l_c-a___,
de las ya examinadas res extra cornrnerciurn, el nio _del@--&S" nec manczp- - -
resto de todas las cosas son res privatae. simple " traditio".
- . - -
para
- --A
-
po-Ci!orn~n~urn -- -
-d*.Th " -=a&&--
La-_
clasificación
-- -_-- más __antigua es la que dis-
<-. _ - - - S -
QuiritiumTé una res nsa- nece-
sario el empleo de un rito especiai, la mancipa- 3. Precisando la terminoloda, aparte de la expre-
= gOF a--J---
%
-
sión genérica de fundi, están las de "predio" (prae-
cosas-. eran susceptibles dium) para designar un espacio esté o no edificado;
medio de x n iure ce.ssi~2- la de 'lugar" (locus) para señalar una parte del pre-
De gran importancia en el derecho antiguo, dio; en los fundos rústicos, la parte edificada es Lia-
y también en el clásico, fue poco a poco perdien- mada villa y ager la no ecMcada. En los fundos
do vigencia. Justiniano suprimió esta clasifica- urbanos, la casa recibe el nombre de aedes y la parte
ción (C.7.31.1); incluso, se borrará toda referen- sin ediñcar es llamada arecri. Los edificios de uno o
cia a esta división; los bizantinos interpolarán más pisos son llamados Dzsulae (islas), por no tener
todos los textos clásicos donde ñguraba manci- apoyo en otros edificios.
patio, reemplazándola por traditio. 4. En la época poscl8sicq tendrá mayor irnpor-
tancia esta división, sobre todo respecto a l a compra-
4. Para ver su vigencia en la época clásica, venta de inmuebles, que requerirá ciertos requisitos
Gayo la toma en sus Institutas como algo que nuevos (v. infra $5 238,d,3; 413,d).
se aplicaba. Incluso, había de una controversia
en las Esciielas sobre los animales que deben 5 203. Cosas simples y comp~esfires. Una
ser domados. Para los sabinianos, los animales cosa simple es aquella que consiste en algo mi-
mancipi 10 eran desde el nacimiento. En carn- tario (p.ej., un esclavo, m a mesa). Una cosa
bio, para los proculeyanos, sólo desde que ha- compuesta es aquella que consiste en el agrupa-
bían sido domados (Gayo, 2.15). miento de cosas simples componentes de una
unidad (p.ej., un edificio, m buque). A su vez,
una "universalidad de cosas" (uniuersitas rerurn),
Otras elasificacionies de las res in es el agrupamiento de cosas, que consideradas
individualmente son simples, pero consideradas
en s u conjunto, asumen el m1 de una unidad, a
5 202. Cosas inmaebles y muebles. Las pesar de no estar conectad= materialmente en-
cosas inmuebles (fiindos) son las que no pueden tre sí (p.ej., una biblioteca, m rebseño y también
ser trasladadas de un lugar a otro. En cambio, una herencia).
las cosas muebles son las trasladables; entre
ellas hay que distinguir los seres vivos que se 1. Esta distinción está en m texto de Pomponio
mueven por sí solos (sernovientes; p.ej., un es- (D.41.3.30 pr.) y es de origen 5losófico estoico (Séne-
clavo, un animal). ca, Ep. 102.6). Habla de tres dases de corpora: a) el
que está contenido en un solo espíritu (quod contine-
1. En la época antigua y clásica, esta división tur uno spiritu), como el esclavo, el madero, la pie-
resulta secundaria. Tiene importancia en temas como dra; b) otro, que consta de componentes (quod ex
la usucapio"; para la ley de las XII Ts. el plazo para cantingentibus), como un ediE&o, una nave, etc.; y c)
usucapir las res fundi era de dos años, mientras que el que consta de partes distantes (quae ex distanti-
para las otras cosas (ceteras res), sólo de un año; bus), que son llamadas por u n solo nombre, como un
igualmente, el furtum* sólo puede ocurrir respecto de pueblo, una legión o un rebaEeo.
una cosa mueble, no respecto de un inmueble; para 2. Si se trata de una cosa compuesta, en la cual
los interdictos posesorios, está el uti possidetis* que se cambian las partes, no se hace otra cosa, sino que
protege al poseedor de inrnuebles, mientras que el continúa siendo la misma (Alfeno, D.5.1.76, caso de
utrubi* lo es para el de una cosa mueble; etc. la nave reparada). También, el que posee un ediñcio,
2. Los suelos y terrenos son denominados '%n- lo posee independientemente de-las partes componen-
dos" (fundi). Había que distinguir entre los "fundos tes (así, los materiales; Pado, D.41.2.30 pr.). Por
itálicos" (de Italia, gozando, a partir de Augusto del ello, si dichos materiales fueran ajenos y luego se
ius Italicum) y los "fundos provinciales", sometidos al desagregan del edificio, el propietario de ellos puede
gobierno del César o del Senado (quienes los poseen reivindicarlos CPaulo, D.6.1.23.7; Labeo-Pomponio,
no son propiamente propietarios; son llamados pos- D.41.3.30.1; Gayo, D.41.1.7.11).
sessores, o fructuarii). 3. En el caso del rebaño, este no es susceptible
También hay '(fundas urbanos" (los de la ciudad) de ni usucapión unitarias, sino que se posee
y "fundos rústicos" (los del campo); esto está vincu- y se usucape ca&a animal en f m a particular (Pomp.,
lado, aunque no decisivamente, con las "servidum- D.41.3.30.2). Pero se admite que se pueda vender
bres rústicas y urbanas"; dentro de los campos se todo un rebaño por un precio único (Gayo, D.18.13.5.6).
diferencian los agri arcifinii (cuyos límites son los Respecto de la rei vindicatio, se la permite respecto
naturales; así, hasta un río) de los agri limitati (cu- de todo el rebaño (Gayo, 4.17; Ulp.-Pomp., D.6.1.1.3),
yos limites han sido fijados por los agrimensores). sin perjuicio de que si animales propios están mez-
Esto tendrá importancia en el tema de la "accesiónn* clados con los ajenos, e1 propietario de aquéllos los
de inmuebles. pueda reivindicar (Paulo, D.6.1.2). Quizi, estas últi-
mas reglas hayan sido de origen bizantino, ya que sin alterzr su naturaleza o E u ~ c i ó npropia; así,
antes de Justiniano el rebaño sólo es una unidad xna estatua, un navío, etc. (Gayo, D.6.1.35.3).
desde el punto de vista económico. Esta división tiene importancia para las obliga-
4. Los glosadores, y luego el derecho moderno, ciones divisibles e incEvisible3.
denominaron a las "universalidades" como "de hecho"
(universitas facti) y "de derecho7' (unaversitas iiz7-i~). 5 207. Peesteq aeeesorias, perfeneneias y
m
Esta última categona no es romana. Pese a elfo, l a fi~f0S.
heredztas, 10 mismo que el peculio y l a dote, son a ) La expresión pars (parte) hace referencia,
consideradas una unidad. no sólo a un elemento que h t e g r e la cosa (así,
la vela de un barco, 'la teja de -m edificio, etc.),
sino que como pars pro divisa es la separación
que se hace de una cosa: así, Ia división de un
h d o en porciones o disidir, ceando se pueda,
una casa poniendo un muro medianero (Ulp.,
aceite, etc.), de tal modo. que en las obligaciones D.8.4.6.1).
vocablo res fungibíes no es romano. Fue utilizado par o (se habla de accessio*), o sin estar >
-
-...
t...
favor de que gozará para los modernos -pese al Lo mismo ocurría cuanda alguien poseía u n cam- ..
ataque de Ihering- no refleja tampoco todas las po que lo usaba como a g r i d b r , pero en el cual no (5;;
-
posibilidades posesorias, que no quedan reducidas a l estaba permanentemente; lo poseía él, al igual que ,-=. -
..- -
... .. -
"ánimo de ser propietario". los saltus hiberni uel aestiui (Ulp., D.43.16.1.25). -Y..
-.
,-.- -
3. Por la presencia de1 animus rem sibi habendi, 2. Igualmente, si tenemos la posesión por medio L-
.
-.-. -
se diferencia l a "posesión" de la "tenencia" (caso, de un esclavo o un arrendador, y éste fallece o se ---=.
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p.ej., del locatario o del comodatario; es llamada pos- volvía demente, seguimos manteniendo la posesión .. A
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sessio naturalis, possidere corpore, esse in fundo). El sólo por el animus (Pomp., D.41.2.25.1; Afric., gz:
.-- -.
-
---
mero tenedor tiene una affectio tenendi, pero no re-
tiene la cosa para sí, sino que está reconociendo que
D.id.40.1, inicio).
3. Otro caso es el del "esdavo fugitivo". Los pro-
---
k*?
--
.....--.....
.
le pertenece a otro como poseedor. culeyanos afirmaban que se perdía l a posesion. Pero .-.
-. ~
- ..
4. El tenedor no puede cambiar por SU propia se admitió que mientras está fugitivo y no sea poseí- ....-
..
voluntad la causa de su situación (regla: nemine sibi d o por otro, utilitatis causa, se lo continuaba rete-
.,..:. .. .7.
ipso causam possessionis mutare potest; Paulo, niendo (Paulo, D.41.2.1.14). Jnstiniano dirá que se lo .-
D.41.2.3.19). Para que ello ocurra debe mediar un conserva nudoEo'animo, pudiendo adquirir por medio -..
C---.
y-S
acto de violencia o una causa negocia1 (así, si el de él ((3.7.32.12). /-.
propietario, que es el poseedor, se la vende; entonces,
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sin tradición efectiva, por cuanto ya tiene el Corpus,
el tenedor comienza a poseer; este caso es la traditio
&
Ij 239 - é r d i d a d e lee posesión. A su vez,
se pierde la posesión si perdemos el corpus de
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brevi manu; Gayo, D.41.1.9.5; Ulp., D.12.1.9.9). El la cosa o dejamos de mantener el a n i m u s o por .-
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...~ ,
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caso opuesto es si u n poseedor se convierte en tene- la pérdida de ambos elementos: e-
.
S:
..
.-
Los poseedores que pueden acudir a la de- tratario el contar con los interdictos posesorios
-
4
5.:
.
fensa interdictal son. los siguientes: (Florent., D.16.3.17 pr-1).
A) Todo poseedor que acredite poseer, o ha- 6
ber poseído la cosa con voluntad de tenerla para 1. Estos casos resultan mrzy problem&ticos para r
-.
-.-
-. -
sí (corpore et animo). E n tal situación se pueden construír una '"teoría general de fa posesión", pues >=
(i) el ~oseedorque es propietario, aunque acá possessio, que exige el Corpus y el animus. Savigny .-
interese como poseedor, y no como propietario; hablará acá de que se trata de una "posesión deriva- .,--.
(ii) el poseedor de buena fe (possessor bonae da", es decir que el poseedor originario la h a derivado ..
e.
..... "
ner los interdictos, si bien no contra la persona bien poseer la cosa en su interés que en nombre de
..-
F :..
r
1.Así, supongamos que A ha hurtado una cosa nunca de construír una teoría general, sino que más --
,--
-
7 :
-
*.
a B. Si un tercero C le toma dicha cosa a A, éste bien la posesión fue siempre un recurso técnico para
tiene contra dicho C el interdicto utmbi. Esto puede proteger por equidad -además del. poseedor tipico, es "..L...-1..-
parecer raro, pero se trata de preservar la "paz pose- decir, de quien posee a nombre propio- ciertas situa- .-..
soria", de tal modo que nadie puede hacerse justicia ciones especiales. ~.
,c
por mano propia. En cambio, si quien le tomó la cosa 2. Fuera de estos casos sefialados -muy excep- 2
8-:
....
-
es B, el ladrón no puede intentar con éxito el inter- cionales- el mero poseedor Cpossessor naturalis) no
-.=,.: .
dicto, puesto que ha sido él quien la ha hurtado. tiene protección posesoria. Es el caso del arrendata- -.
-..
B) El pretor protege también a otros posee- -por un tercero, deben acudir al arrendador, al como- c.
dores de cosas, a los cuales, por razones de dante y al depositante, etc., qnienes son los verdade-
5 -
...
.-
,-
aequitas, considera que hay que proteger. De
e-.
este modo, la protección interdictal se amplía a por estos tenedores. Tampoco éstos, como meros tene- ..,. --
ciertas personas, a las cuales denomina posses- dores, tienen la vía interdictd contra aquellos por los
.-
,-.
.,...
.
-
...
sures, a pesar de que están reteniendo la cosa cuales están teniendo la cosa. En caso de turbación, ..
. .
en lugar de otro, es decir que reconocen y acep- tendrían las acciones negociales nacidas del arriendo, --
-.
#--
tan su deber de entregar la cosa a otra persona. el. comodato, el depósito, etc.
8.-2
.. -
Esto sucede en los siguientes casos: 3. El usufructuario, que no es poseedor, está sin .+.-.---
(7;
(i) Aquellos que han recibido la concesión embargo protegido, no por los interdictos comunes, -
--
--
del ager publicus y pagan por ello al populus un sino por uno especial: el uti frui prohibitus esse di-
-
..-
vectigal (uectigalistas); y más tarde el enfiteuta* cetur (EP, § 245). Además, tenia el interdictum uti --
.,--
- ."
-.
(Macer, D.2.8.15.1). Igualmente, el titular de possidetis utilis (EP, 247), sálo para el caso de que .;-,i
*i -c2
-
.-.
una "superficie" (Ulp., D.43.18.1 pr.; EP, 8 249). dos personas se reclamaran recíprocamente el mismo x-
.-.---
-2
(ii) El acreedor pignoraticio que retiene co- usui?ucto. --.-,
mo garantía la cosa de otro, se considera que es --.
-.---
el poseedor pretoriano, resultando protegido por
-.
los interdictos. Quien se la entregó en pignus Protección de la posesiáin. *-.
r-:
c ----
L..-
(ad usucapionem; Javoleno, D.41.3.16; Juliano- o m o . p s & t ~ ~ ; ~ a a - ; - e s ~ á E d e ~ ~ d a ~ p o r !:<d\-.
.-~ ~ ~
-,-. -
Paulo, D.41.2.1.15). tos. Mediante ellos, se protege a quienes están- -.-
7 -.-.m--
k
(iii)El "precarista" (figura distinta del como- poseyendo frente a sustracciones o perturbacio-
datario), es decir, aquel que h a rogado a otro nes injustas por parte de otro. Pero tienen tam- ...
-.
-..
1.3..
.-.
que le conceda la posesión de una cosa mueble bién otra h c i ó n . Así, cuando se discute acerca -c..-
\---.
i.-i.
L=..-
o inmueble (precarium = préstamo suplicado; de de la propiedad de una cosa, antes de iniciar la .-- ..-.
.. .
preces, ruego; Ulp., D.43.26.1 pr.-3). Su posición rei uindicatio, hay que aclarar cuál de los even- .-.
..
es muy débil respecto de quien le concedió l a tuales litigantes es el poseedor que será el de-
posesión (precario dans), pero, en cambio, está mandado en la reivindicación (Gayo, 4.148; Inst.,
protegido por interdictos contra terceros (Ulp., 4.15.4).
D.43.16.2; EP, 5 258).
(iv) El "secuestratario" (sequester), es decir, 1. Cuando se piensa en intentar la rei uindicatco,
aquel que retiene las cosas discutidas por los según nos dice Ulpiano (D.47.1.31, se puede convenir
litigantes en una apuesta o en un proceso. Sien- o no quién es el actual poseedor y quién no. Si se
do incierto el resultado, es de interés del secues- conviene, ia cuestión previa esta resuelta: el posee-
d o ~ ap=te
; de gozar de la posesión, como demandado favor del propietario de un fundo respecto de las
en la reivindicación gozará .de la ventaja proeesd de bienes del colono establecidos como garantía (Zn-
su situación cómoda en el juicio, puesto que Ia carga vecta et iltaiae) de los alquileres a pagar (Gzye,
de la prueba (el onus probarzdi) le corresponderá a l 4.147; Inst., 4.15.3, in fine; EP, 8 266).
actor (Marciano, D.22.3.21; Gayo, D.6.i.24). Además, Por causa de retención de la posesión (reti-
si el actor no prueba que es propietario, el demanda- nendae possessionis causa), se protege a aquel
do poseedor se queda con la cosa (Yado,D.50.17.128 que discute con otro su posición de poseedor,
pr.). En caso de duda era preferida la posición del para saber quién lo es y qui6n no, a los efectos
poseedor (Paulo, D.50.17.128 pr.; Lnst., 4.15.4: "cuan- de la rei vindicatio posterim (Gayo, 4.148;
do son oscuros los derechos de erno y otro, suele Inst., 4.15.4). Son dos: el uti possidetis para la
fallarse contra el actor"). posesión de inrnuebles, y e1 zdrubi, para los
Pero si no se conviniera acerca de quién es el muebles.
actual poseedor, habrá que recurrir a los interdictos Finalmente, los interdictos de recuperacibn
(uti possidetis, si se trata de un inmueble, o uirubi, de la posesión (recuperandae posseessionis causa)
si es una cosa mueble). También, si alguien ha sido para proteger a aquel que h a sido despojado de
desposeído violentamente de su h d o , le podrá inte- la cosa que poseía; así, el unde v i (Gayo, 4.154;
resar plantear primero el interdicto uizde ui para Inst., 4.15.6).
recobrar la posesión y estar por ello en mejor situa- En realidad, los interdictos que propiamente
ción en el juicio, amén de la ventaja de estar pose- defienden la posesión son los de "recuperar" y
yendo la cosa. los de "retener". Los de "adquirir" más que pro-
2 . Esto significa que la vía intwdictal -que goza teger la posesión cuestionada, sirven para ad-
de un procedimiento más simplificado (ver supra, $ quirirla.
138)- es, como decía Ihering, el combate inicial en
torno de la cosa. Éste no es defitkkvo, por cuanto el 216. 1. Interdictos posesori~sC'ret-Eres~-
perdidoso en dicho combate por la posesión, podrá dae possessionis causa".
C
-
luego intentar la batalla definitiva por la propiedad.
Es lo que en terminología moderna se suele men- 1. ~ - - d o s - i n k d ~ c t o que
s analizamos, si bien
cionar como la correlación entre el "posesorion y el están clasificados para "retener la g o s e s i á n ~ @ e n -
"petitorio". En el "posesorio" se resalverá la cuestión - s e una función restitutoria, puesto que quien
de la posesión, sin poder invocarse el título de pro- Gerde debe reintegrar - al otro en la posesión.
piedad, sino las circunstancias fketicas relativas a la - 2 e ¿ e ) , por-
posesión (principio: la propiedad y la posesión no que a pesar de que sea uno quien lo pide, la situación
deben mezclarse; Venuleyo, D.41.2.52 pr.). de los litigantes es semejante, pudiéndose desempe-
En el "petitorio", en cambio, la discusión es sobre fiar como actor o como demandado. Igualmente, son
la propiedad (caso de la rei uindicatio). La regla "prohibitorios", porque lo que hace el pretor es pro-
general es que si se plantea primero e1 "posesorio" y hibir el uso de la fuerza u otros vicios, dirigiéndose
se resulta vencido, se podrá luego intentar el "peti- a ambos con el mismo lenguaje, a -fin de mantener la
torio". Pero, si de entrada resulta convenido quién es posesión que esté libre de dichos vicios posesorios
el poseedor y se va por ello directamente al "petito- (Gayo, 4.160; Inst., 4.15.7).
rio" (es decir, se promueve la rei uindicatio), quien 3. Sobre el procedimiento, muy complicado en la
resulte vencido no puede luego litigar con la misma época clásica, ver supra, 5 140.3. Había que interpo-
persona y por la misma cosa, por la vía del "poseso- nerlos dentro del año (Ulp., D. 43.17.1 pr.).
no" (Paulo, D.44.2.14.3).
217. U f i possidetis. Mediante este inter-
3 215. Clases de intercEicfas posesorios. dicto -ref&ido a íos inmueMes- el pretor or-
La clasificación de los interdictos (prohíbitorios dena que sea preferido aquel que @nc"momen-
y restitutorios; simples y dobles), ya h a sido to en que otorgue el interdicto posea sin
vista anteriormente (v. supra, 5 139). Digamos "violencia", sin "clandestinidad" y sin "precarie-
acá que respecto de la posesión, los interdictos dad" (nec vi nec clam nec precario) respecto de
suelen estar clasificados en interdictos que tien- su adversario (Gayo, 4.150; h s t . , 4.15.4a).
den a adquirir, a retener y a reenperar la pose-
sión (Gayo, 4.143). 1. La £&mula edictal era- - Ice- siguiente:
Los primeros (adipiscendae possessionis cau-
--- -
que se-haga violencia para que poseáis, tal" cok0
_-
"Prohio
clandestino realizado a C, A no le podrá oponer la viciosa (nec vi nec clarn nec precario) r q & o
---*-
-
n o sea
excepción, por cuanto el vicio no lo afecta a él, sino =-&sario. Debe ser intentado dentro del
que ha sido perpetrado contra otro, es decir, no con- &o a partir de la "expdsTón" (deiectio). Luego
tra el adversario (ab altero). Como lo dice Paulo del año, el pretor daba una actio in factum
(D.43.17(16).2):"nada importa, en este interdicto, que (mp., D.43.16.1 pr.).
*respecto de los demás», la possessio sea iusta o inius-
ta, porque cualquier poseedor, por el hecho de ser l. La fórmula era así: "Por aquel fundo del cual,
poseedor, está en mejor situación que el que no po- en este año, has expulsado por l a Euerza, o lo enpulsó
see"; y también Venuleyo (D.41.2.53): "Respecto de t u «familia»,a aquel que lo poseía respecto a t i ni por
los extraños suele aprovechar la vitiosa possessio". violencia, ni por clandestinidad, n i en forma precaria,
restitúyeselo, así como las cosas que entonces allí
_
3 218. Utrubi. Es un interdicto s_f_mlagSz había" (EP, 5 245; Ulp., D.43.16.1 pr.; Cicer., pro
-
1. La fórmula era así: "De donde tú, por medio 5 220. Los inveterdictos em la &poca pus-
de Ia vioIencia, has expulsado, o t u "familia" lo ha cZ&sica y j'ustinianea.
hecho, por la coacción de hombres armados o de Con la desaparición del sistema formulario,
armas, y también todo cuanto entonces tuviera allí el en su forma clásica, los i n t e r ~ ~ desaparecen,
os
despojado, que se lo restituyas" (EP, 8 245.2). borrándose la distinción con f a actiolzes (Dio-
2. Por "armas" se entiende, en sentido amplio, no clec., C.8.1.3; Inst., 4.15.8). Can Justiniano, e1
sólo los escudos, las espadas y los cascos, sino tam- interdicto tramita como una ncf;io (como dando-
bién los palos y las piedras (Gayo, 4.155; Ulp., se una actio utilis en lugar del interdicto; Inst.,
D.43.16.3.2-4). íd.). Tiene, sin embargo un trhnite más rápido.
3. También, a diferencia de1 anterior (unde vi Así, las instrucciones dadas e n el Código (8.1.4;
n o n armata; l a expresión uis cottidiana no es roma- 8.2.3; 8.4.8; 11.47.14) de acelerar el procedi-
na), en este caso del unde ui armata, el interdicto no miento, y para el caso del unde vi (que podria
es dado en el año, sino que es "perpetuo" (Cicer., a d ser tomado en forma análoga respecto del res-
famil., 15.16). to), la sentencia no se suspende por apelación
((3.7.69).
C ) Interdicto "de precario". Es para conseguir
la restitución de la posesión de la cosa cedida al 1.Justiniano equiparará el utmbi con el uti pos-
"precarista" (es decir, que la hubo por precariame sidetis, eliminado el requisito de Ia posesión durante
= ruego, preces); EP, 5 2581, y también para l a mayor parte del año anterior.. De este modo, se
obtener la indemnización de aquello que en forma trate de una cosa mueble o inmueble, lo que se tiene
dolosa se dejó de poseer (Ulp., D.43.26.2 pr.). en cuenta es l a possessio iusta, es decir, nec vi nec
clam nec precario respecto al adversa-io, no al tiempo
1. La fórmula era así: "Restituye a aquel de de interposición del interdicto, sino al tiempo de l a
quien tienes en precario la cosa de que aquí se trata, litis coatestatio (Inst., 4.15.4; Ulp., 33.43.3l(301.1 itp.).
2. Respecto del unde vi non armata, ya en la se exigió la posesión act_ual, aI momento de la litis
época posclásica, quizá.por una constitución de Va- contestatio, por lo que era sóio para retener. Esta
lentiniano ((2.8.4.7) desaparece la exceptio vitiosae pos- laguna recién será cubierta, dentro del Derecho Ga-
sessio7zis. De este modo sólo existirá un interdicto nónico, con la actio spoiii.
unde vi, asimilándose los casos clásicos de vi Izon
armaia y de vi armata. Debe ser planteado dentro § 221. Cuasi-posesión. CQuasi possessid .
del año, y pasado éste, bajo la forma de actio in La possessio se refiere siempre, en la época
factum, por todo aquello que hubiere logrado el des- clásica, a l poder de hecho que se tiene sobre las
pojante (Ulp., D.43.16.1 pr.). cosas corporales. No podía existir respecto de
3. Ya en el Bajo Imperio, dentro de un cuadro de las res iacorpora2es, como los iura (Gayo, 2.14).
desórdenes sociales, los conflictos posesorios aumen- Cierto es que el pretor, en la época clAsica,
taron y las vías interdictales ordinarias se mostraron extendió la protección interdictal utilizando la
insuficientes. De ahí la aparición de medidas nuevas vía de figxras "útiles" a quienes tenían un tus
(Inst., 4.15.6): i n re aliena* (caso del usu£ructuario, usuario,
a) Cuando se utilizó violencia respecto del posee- habitador y algunas servidumbres prediales), pe-
dor, expulsándolo antes de terminado el juicio, si ro sin emplear la palabra possessio. Ello signi-
quien lo hizo era el propietario, debía devolver la ficaba una protección de hecho de los iura, em-
cosa y perdía el dominio; si en cambio era un tercero, pleando la aequitas pretoriana.
además de restituír la cosa, debe pagar al deiectus Pero, con Justiniano, se habla directameilte
una suma indemnizatoria igual al valor de las cosas de quasi possessio, entendiendo que quien goza-
despojadas (Va1ent.-Theod.; CTh.4.22.3; C.8.4.7; año ba de uno de los iura in re aliena tenía disec-
389). tarnente la posesión de dichos iura, lo cual sig-
b ) Conforme a una constitución de Zenón (C.8.4.9; nificaba una possessio iurts (es decir, sobre una
año 477), el despojado podía bajo juramento fijar el res incorporalis). Por ello, en los textos bizanti-
valor de todas las cosas que les han sido quitadas por nos se habla de quasi possessio del tus (iuris
la fuerza. quasi possessio; Ulp., D.8.5.10 itp.) y de que la
C) Además, quien ha expulsado a otro por la possessio podía versar sobre un corpus o un ius
herza, queda sujeto a l a ley Iulia de vi priuata aut (possessio ve1 corporis ve1 iuris; UIp., D.43.26.2.3
de v i publica, entendiéndose por v i privata la mera itp.).
violencia y por vi publica si se empleó armas (Inst.,
4.15.6; Dioclec., C.8.4.4). 1. En Gayo, 4.140, se habla de quasi possessio.
d) Cuando se hubiera desposeído sin violencia Para algunos es un glosema añadido posteriormente.
(p.ej., a los ausentes), y para remediar la falta de Para otros la expresión es auténtica, en el sentido de,
protección interdictal (el unde vi no era aplicable, p.ej., un usufructuario, pese a no ser poseedor, impli-
quedándole sólo la rei uindicatio), los emperadores caba el uso y goce de la cosa en forma semejante a
bizantinos crearon un interdicto recuperatorio nuevo la posesibn, sin avanzar más, es decir, sin que impli-
(que algunos confunden con una ampliación del unde cara una possessio iuris.
ui). Recibió el nombre de interdicto (o actio) momen- 2. En los Fragmenta Vaticana, citando a Ulpiano,
tariae possessionis (C.8.4.6; C.3.6.3). Tiende a procu- se habla de que al usuhctuario se le concedía la
rar la restitución inmediata (beneficium momenti). protección interdictal en forma "útil" (utile datur; FV.
Era popular, es decir, lo podía intentar cualquiera 90), ya que se lo consideraba poseer (la cosa en usu-
((2.3.6.3); el magistrado debe atenderla inmedia- fructo), y a semejanza del interdicto Quem fundum (ad
tamente, incluso en forma oral, sin escrito (C.8.4.81, exemplum interdicti Quem furzdum), se le propone el
y sólo tiene que comprobar si existió o no la despo- interdictum Quem usufructum iudicare velit (FV.92).
sesión. Este interdicto sólo prescribe a los 30 años de 3. Luego, con Justiniano, quedaría explicitada, no
ocurrido el despojo. ya bajo la forma analógica de la quasi possessio, sino
LO que no contemplaron fue un interdicto para directamente de la possessio iuris (figura equiparable
recuperar las cosas muebles, las que tenían menos a la possessio corporis). Así, aparte del izsufiucto y
importancia que los inmuebles. Quizá no advirtieron del uso, también respecto del superficiario (D.48.18),
que al cambiarse las reglas del utrubi, dejó de tener de q*en goza de un iter o de un actas (D.48.19), etc.
la función recuperatoria de la época clásica, ya que (ck. hasta D.48. 23).
8 222. Nocióm de lea pa'opE.edad.La propie- entonces el propietario recobra la p'lenitud de su do-
inio (los modernos hablan acá de "elasticidad de la
"propiedad Quiritaria"). Sólo la pueden tener los- frurixal-@O possessores. (Gayo. 2.7). Cuentan con
s , 4 menos aquellos que,
c i ú ~ F i f a i ~ o m a n o6 la protección - - -.-
jurisdiccional
__-. _. _&_ _ -___.-de
de tos gob+emadores
sin serlo, tengan el commer-cium. Puede recaer provincia, que actúan por las vias pretorianas.
sobre las cosas muebles, y también sobre los
inmuebles siempre que se hallen en suelo itáli- 1.La protección jurisdiccional G p r a 5 a en el Edic-
cQi se trata de una res mancipi, se adquiere to Provincial, estableciendo acciones "útiles"; así, en
por la mancipatio, o por la in iure cessio. Si se lugar de la rei vindicatio, la riíbrica si ager stipendia-
g a t a de res nec nzarzcipt, por la traditio o tm- l i u s petatur.
biz; por la i ~ ziure cessio. También se llega a 2. Diocleciano extiende el pago del irzbutum a los
esta propiedad
- - por la usucapio. Está protegida fundas del suelo itálico, por lo que esta península
i por la rei uinclieatio. pasa a ser una "provincia" más.
5
228. In honks habese. Es la "propiedad" 5 230. Propiedad peregrima.--- Los extranje-
de o- ros (pp-egrini) por carecer del commerciunz no
piedad bonitaria"). En ciertas circunstancias, al- pueden ser propietarios ex iure Quiritium. Pero
-
guien podía haber adqÜirido la cosa pero faltan- ello no les impide ser propietarios se- el ius
do algún requisito para que se coilvirtiera en gentium. El pretor los debió proteger mediznte
acciones ficticias, en las males se fingía la ciu-,
dadanía romana.
especial del acto (rzuncupatio). Esto le estaba permi- dimiento que había que realizzw ante el magis-
... tido por la ley de las XII Ts.: cum nexum faciet trado (en las provincias ante el g o b e r n a d o r ) s
.- marzcipiumque, uti lingua rzuncupassit, ita ius esto adquirente, teniendo la cosa en la mano, afir-
(lo que se nwcupara por la lengua, en el nexum y en maba: "Digo que este esclava es mío ex iuze
el mancipium, que eso sea ius"; 6.1). Así, para reser- Quiritium". Hecha esta vindicatio, el pretor se
varse algún derecho sobre la cosa enajenada (deduc- dii-ida al cedente que estaba también presente.
..
tio), como p.ej., el usrhucto, o una servidumbre. Si &te niega ser él propietario, o se calla, en-
tonces el pretor atribuye el &minio (addictio) al
C) El efecto principal de la mancipatio de que ha firmado serlo (Gaya, 2.24).
una c o s a ~ Z b T ~ l T 5
-.
t i Z m " ( E a ~ T " 3 2 ~ ~ Z m ZPero
-=---- l ) . esa adq-epi- 1. Si bien la opinión prevaleciente es que esta-
sición está subordinada a que quien trasmitía la mos en presencta de un acto aparente -una rei
cosa mera e 1 ~ ~ o p i e t a r iSrono . lo era, uindicatio simulada-, en realidad se trata de un
s i i n p l l acto formal r e d , es decir una "cesión ante el magis-
tal modo que para ser prop~etarioquiritario la trado", con Ja finalidad de adquirir el dominio qrifri-
deberá usucapir, es decir, poseerla por los pla- tario. Si se tratara de un juicio aparente, la sentencia
zos legales. SI en el lapso intermedio, un tercero valdría inter partes. En cambio: acá la adquisición
le micia una rei uiizdicatio, el adquirente puede del dominio se realiza respecto de todos. Curiosamen-
hacer una denuntiatio al enajenante, quien está te, Gayo (2.24) dice que es una legis actio, aparente-
-.
obligado a prestarle su ayuda en el juicio (auc- mente distinta ael sacmmentum.
--
,%
. toritatem praestare). Ya si se niega a ello o si se 2. Se la empIeó -respecto de las res mancipi-
pierde el juicio reivindicatorio no obstante su en forma supletoria respecto de l a mancipatio, que no
-.
a
-.
?
.: intervención, el adquirente puede reclammle, exigía la presencia ante el magistrado; servía para e1
por la actio auctoritatis, el doble del valor de la caso de que p.ej., no se podían lograr los testigos
cosa (Paulo, 2.17.1-3). (Gayo, 2.25). A su vez, respecto de las res nec man-
.--1
cipi, resultaba más simple realizar una traditio.
-.. . 1. La actio auctoritatis puede s e d también pa-
ra el caso de haber declarado el enajenante la inexis- b ) La in iure cessio servía. para adquuir el
tencia de una servidumbre, y ésta es luego reivindi- dominio tanto respecto de las res mancipi como
A
-.
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cada por su titular. En este caso, el enajenante debe de las res nee- mancipi
-
(Ulp., 19.10). Pero tam-
..
pagar el doble del valor que importe la disminución. bién se la utilizaba Dara ceder una tutela (@a-
A
=-.
2. También, si el enajenante no hubiera declara- yo, 1.168-1721, una hereditas (Gayo, 2.34-36;
"-
T
.
'
do la verdadera extensión del fundo, queda obligado 3.85-87) O una idopción (Gapo, 1.134).
al comprador a pagar el doble del valor del terreno Desaparece en la época posclásica. En la
faltante (actio de modo agri; Paulo, 2.17.4). compilación justinianea, los bizantinos la abo-
lieron, reempIazando sii mención en los textos
d ) La 7nancipatio se siguió usando en la por la simple palabra cessio, que valía como
época clásica, no sólo en ia de Gayo, sino tam- "cesión".
bién en la de Paulo y Ulpiano (19.4). Apare-
ce usada en l a época posclásica (siglo IV; 238. m. Daditio. a ) Consiste en el acto
CTh., 5.12.7). Formalmente es abolida por Jus- que el enajenante (tradens) entregue o permita
tiniano, siendo reemplazada por la traditio que otro ¡accpzensj tome posesión c f F i X 3 2 ~
(C.1.2.4.3). por lo que el papel del tradenc puede ser toEi!-
mente pasivo. Lo que importa es que el acci- tuario. En los tiempos clásicas, aunque sin llamarlo
piens adquiera el control posesorio de la cosa así, podía haber sucedido en el caso de Ia ma7zcipaiio
tradida. Por eso se debe tratar de res corporales de un fundo haciendo reserva de que el mancipante
(Gayo, 2.28). se quedaba con el usufructo. Los pocos textos que
E s el procedimiento usual para adquirir hablan de supuestos de "constitutos posesorios" están
la propiedad quiritaria de las res nec mancipi. interpolados (UIp., D.6.1.77; Celso, D.41.2.18 pr.) y
Si se realizaba respecto de u n a res rnanci- puestos al servicio de la idea bizantina de que por el
pi, quien la recibe la tiene in bonis (propiedad mero anirnus alguien determiaa que no quiere seguir
bonitaria). poseyendo (constituit nolle possidere; Ulp., D.41.2.17.1).
Las formas de realizar la tradición son
varias: 6 ) El tradens debe ser propietario de la cosa
r e s ~ e m lae cual se ha-l t r a d ~ t mv tener
1. Si se trata de un inmueble, en un principio se 'dérecho de enajenarla. Pero n o es necesario qíie
realizaba un paseo ritual alrededor del fundo (cir- sea hecha por el propietario,
- - y a que también lo
cumambuEatio glebarum), pero luego bastaba que el puede hae& un tercero autorizado por él (Inst.,
tradens lo deje libre, de tal modo que el adquirente
lo encuentre desocupado. Incluso, bastaba con que el
tradens lo señalara desde lo alto de una torre o a 1. Se suele hablar de la regla nemo plus iuris ad
distancia, viéndose que la posesión de él estaba libre alium transferre potest, quam ipse haberet (nadie pue-
(vacua possessio; Celso, D.41.2.18.2). Los medievales de trasmitir a otro más derecho que aquel que ten-
dirán que se trata de una traditio longa manu (el dría; Ulp., D.50.17.54). O en forma más simple 1ze7no
tkrmino aparece, sin embargo, en Javoleno, D. 46.3.79). dut quod non habet (nadie da lo que no tiene). Este
2. Si se trata de muebles, lo normal es la entrega párrafo de Ulpiano corresponde a su comentario al
en la mano. Así, si se hace la tradición de dinero, se Edicto. Probablemente se debió haber referido a la zn
realiza la cuenta de las monedas (numeratio, de don- iure cessio hereditatis realizada por un heredero legí-
de pecunia numerata). Pero puede hacerse sin tras- timo. Éste podía ceder la herencia antes de haber
lado del dinero; así, p.ej., conviniendo que la suma hecho la aceptación de la herencia (aditio Izeredita-
que te di en depósito, la puedas usar como si fuera tis). De este modo, lo que debió haber dicho, referido
un mutuo (Ulp., D.12.1.9.9). a este caso es que "el heredero no puede trasmitir a
También en otros casos no interesa el tomar di- otro más derecho que el que tendría si hubiese acep-
rectamente con las manos la cosa. Ello ocurre en tado la herencia". Los bizanhos elevaron este caso,
distintos supuestos llamados luego por los medievales a regla general (cfr. Schuh, DRC, $ 620).
traditio ficta. Así, en los casos siguientes: 2. Al contrario, Gayo, reflejando el pensamiento
(i) La llamada traditio symbolica, que tampoco es clásico, si bien en 2.20 dice que la cosa tradida "es
una designación romana. Así, si te entrego las llaves inmediatamente tuya, siempre y cuando que yo sea
de la bodega para hacerte la tradición del vino (Pau- el dueño de ella7', luego en 2.62 establece que "se
lo, D.41.2.1.21), o las llaves del almacén donde están puede enajenaf sin ser propietario". Y da ejs. en 2.64:
las mercaderías (Gayo, D.41.1.9.6 = Inst., 2.1.45). Así, ( a ) el agnado curador de un demente puede
O marcando las cosas con señales especiales: así, po- enajenar la cosa de éste, se* la ley de las XII Ts.;
niendo una señal en una tinaja que está entre otras ( b ) el procurator respecto de la cosa del ausente,
(Trebacio-Ulp., D.18.6.1.2). O sin tomar la cosa, p.ej., siempre que le esté permitido (Gayo, D.41.1.9.4); y
un montón de leña, pongo un guarda que la custodie (e) el acreedor pignoraticio puede vender la cosa pren-
(Javol., D.41.2.51). dada aunque no sea el propietario (Gayo, D.41.1.46:
(ii) También señalándola desde cierta distancia 'Wo es nuevo que quien no tiene el dominio dé a otro
(p.ej., si se trata de una cosa pesada; Paulo, el dominio; porque el acreedor, al vender la prenda
D.41.2.1.21: occulis et affectu (con los ojos y la in- da una causa de dominio, que él mismo no tuvo").
tención). Por ello, la mencionada regla, que parece desconocida
(iiil La llamada traditio brevi nzanu: si te hallas para los clásicos, no es absoluta.
detentando la cosa como tenedor (así, como locatario, 3. A su vez, alguien puede ser propietario, pero
comodatario, etc.) y te la vendo. Para evitar que me no puede hacer la traditio para trasmitir el dominio.
la tengas que devolver y luego yo te la vuelvo a Así, e1 marido puede ser titular de un fundo dotal,
entregar, directamente te la quedas como poseedor de pero la lex Iulia (de fundo dotali) le prohíbe cederlo
ella (Gayo, D.41.1.9.5 itp.; Inst., 2.1.44; Ulp., sin el consentimiento. de su mujer (Gayo, 2.63).
D.23.3.43.1, habla de brevi manu). Es el mismo caso
dado anteriormente a propósito del dinero. c ) El acto de la traditio, dada su sirnplici-
(iv) El caso del constitutum possessorium. Es la dad, n o nv
ir- sí' la adquisición del
hipótesis inversa de la anterior. Poseo una cosa como dominio. Para que ello ocurra es necesario que
dueño, p.ej., un fundo, y te la enajeno, pero la sigo exista una "justa causa", c p e le sirva de funda-
conservando como mero tenedor, p.ej., como usufruc- mento para w p r o p i e t a r i o . Como p.ej., t e
LA PRC
hago la trfLditio de una cosa porque te la lñe a considerar que efectuada una do~~ación por escrito.
vendido. Tambikn son zustae causae para adqui- donde se diga que fue tradida la cosa, torna propie-
rir el dominlo por l a tl-aditio: el dar la cosa en taria a la donataria (Dioclec., FT7.297). Esto Iuega
donación, en dote o en mutuo. será admitido por Justiniano (C.B.54(53).1itp.).
3. Una reacción contra este d a d o de cosas se
1. Como mero acto la tradición puede tener un producirá con Constantino. Por rma constitución del
significado polivalente. Por elfo, si te entrego o per- año 337, luego de denunciar el grave estado de cosas
mito que tomes una cosa, hay que apreciar cuál es la en torno de la propiedad de inmrzebles (unos pagaban
causa (como antecedente) de por qué la tienes ahora. los impuestos, mientras que otros eran los que po-
Así, puede haber tradición de una cosa que te he seían), requiere para la venta de un inmueble una
dado en comodato, en cuyo caso no será tuya. Pero sí, traditio corporaíis (calificativo que hubiere sido sor-
si te la he vendido. Por ello, cuando aquí hablamos prendente para un clásico), redizada en presencia de
de '?justa causa", ello significa que debe haber un testigos (FV, 35; CTh., 3.1.2); la mismo, en caso de
5)
antecedente jurídico válido para que se pueda adqui- donación de muebles, se requiere la tradición efectiva
rir el dominio. de la cosa (FV, 249; CTh.,2.29.1-2).
2. Pueden, en cambio, existir iniustae causae tra- Pero los donantes, a fin de dispensarse de la
tradición, efectuaban la donacióx pero reservándose
.
..'
ditionis, como, p.ej., las donaciones prohibidas entre
marido y mujer. el usufructo (caso de constituturn possessoriurn). Pro-
Si falla la causa -así, p.ej., si se ha dado por hibida en el $ 415 (CTh., 8.12.6) h e reconocida como
-.
.-
causa de dote, pensando en el matrimonio futuro y permitida en el F, 417 (CTIi., 8.U.9; C.8.53(54).28).
=.- éste no ocurre-, la datio realmente se ha operado. 4. Justiniano quiso, por un lado, volver a los
Quien recibió la dote es realmente propietario de clásicos y por el otro admitir cierO~nsprácticas usuales
.-
ella, pero su adquisición se ha quedado "sin causa". en el ámbito oriental. Por ello,, si bien admite la
Por ello es que no corresponde reclamarla por la rei necesidad de la iusta causa y de la traditio (C.2.3.201,
uirzdicatio, teniéndose que recurrir a la condictio ex multiplicó los casos de tradiciones fidas. Así, en e1
i'i
,..'
causa finita. caso citado de donación, o de &te, con reserva de
./
.. . usufructo, la entrega de las llaves del negocio donde
.A
d ) A medida que se fue dejando de usar la están las mercaderías vendidas (Inst., 2.1.45;
mancipatzo y la i D.41.1.9.6 itp.) o la entrega del documento d e la
pr-incipio, el modo normal de trasmisi6n de la
proFctad. Pero, en el uerecilo vulgar tue desa-
-donación ((2.8.53.1 itp.).
Existieron dos casos en los czaaies Justiniano ad-
pareciendo la distinción clásica entre el "titlllo" mite la trasmisión por mero co1rsentimiento: a ) la
.. (iusta causa) y el "modo" (ahora, la traditio). donación a las iglesias, obras pías y ciuitates (C.1.2.23
?<
Como consecuencia de ello se atribuyeron efec- pr.), y b) el de la sociedad omniurn bonorum (de todos
2i
tos constitutivos directos de la propiedad a la los bienes), donde la simple canvención basta pa-
2-
.. compraventa y a la donación, aun sin haberse ra tornar a los socios condóminos (D.17.2.1.1;D.id.2
--
L.,
.- efectuado la tradición. Con Justiniano se retornó itps.).
L.?.
la regla clásica, considerando en general que 'la La idea de la trasmisión por la propiedad direc-
..
... tamente por el contrato recién aparece en los esco-
.... propiedad se adquiere por la traditio y la usu-
-.\ capio, y no por simple pacto"; de este modo se l i a s t a ~de las Basilicas, en el siglo XI.
.. .
y:
dueño (res nz~Llius), con ánimo de adquirirla II. Occupatio bellica. Las casas que aprehende-
mos a los enemigos son nuestras por el derecho na-
para tenerla para sí. Así, p.ej., si cazamos una
bes twal (naturalis ratio); Gayo, 2.69; D.41.1.5.7; Inst.,
2.1.15.
Viene a corresponder a un principio de de- 1.Son consideradas res nullius (Fado, D.41.2.1.1).
Los inmuebles pasan a pertenecer al populus (Pomp.,
r e c h m I m 1 , ya que ia m a qu- de
D.49.15.20.1). Las cosas muebles que forman el botín
nadie, es del prlrnero que s e la apropie (Gayo,
i,- 66.
7 U. 41
- 1. 3 pr.; lnst., 2.1.12). deben ser entregadas por los soldados; de lo contrario
cometen peculatus y son penadas a restituír el qua-
druplum (Modest., D.48.13.14). Podrán ser de los sol-
Se pueden dar varios casos de res rzullius suscep-
dados las cosas conseguidas en -ma escaramuza in-
tibles de occupatio:
formal (Celso, D.41.1.51.1), o las logradas con permiso
1. A7zimales que pueden ser cazados (o pescados): del emperador (C.8.54.1).
1. Hay tres clases de animales: las bestias "sal- 2. Es necesario que se trate d e una guerra justa
vajes" lferae bestiae); los animales "domesticados" (iustum bellurn), es decir, respecta del enemigo (hos-
(p.ej.: palomas, abejas, etc.), es decir, aquellos que tes); no se aplica respecto de Ias casas logradas en las
pueden ser adiestrados; y los "domésticos", como las guerras civiles (Ulp., D.49.15.21-1).
gallinas, los patos, etc. (Gayo, D.41.1.5.6). 3. No s e consideran nuestras hasta tanto las
Los primeros pueden ser ocupados por l a caza; llevemos a un lugar seguro (Pomp., D.49.15.21.1), ya
los segundos no, mientras permanezcan obedeciendo que si en el trayecto el enemigo las recobra, perde-
a sus hábitos de regresar (anirnus reuertendi), pero si mos l a propiedad, ya que no es que el enemigo come-
30s han perdido se vuelven silvestres y pueden ser t a un hurto, sino que esta usando correctamente el
ocupados por el primero que los capture (Gayo, 2.68; derecho (Pomp., D. ibid.).
D.41.1.5.5; Inst., 2.1.15). En cambio, los meramente 4. Las cosas de los romanos tomadas por el ene-
domésticos no pueden ser apropiados por l a caza; migo pueden gozar del postliminium*, de tal modo
quien se apodere de ellos comete furtum (Inst., 2.1.16). que recobradas por los romanos vuelven a tener l a
2. Los animales pueden ser cazados en cualquier situación jurídica anterior (Marcelo, D.49.15.2 pr. y
lugar, propio o ajeno, puesto que no se los considera 1; Pomp., D.id. 5 pr. y 2).
un accesorio del dominio. Pero no se puede cazar en
terreno ajeno si el propietario se opone (Gayo, 111. Cosas encontradas en el Iifo~-aZdel mar. Las
D.41.1.3.1). Si se ocasionan daños en el fundo ajeno, cosas encontradas en el litoral diel mar (res inuentae
se deberá indemnizar al dueño por los daños y per- in litore mari), como p.ej.: perlas, piedras preciosas y
juicios, en virtud de la Lex Aquilia".. demás cosas que sean encontradas o mejor descubier-
tas e n , las costas del mar (Inst., 2.1.18; Paulo, Justiniano trata el tema en Pnst., 2.1.46-47. En el
D.42.12.1.1), son de quien las tome, siempre que sea primer párrafo trata un caso especial de derelictio:
con ánimo de apropiación. cuando un magistrado, p.ej., m o j a monedas (missi-
Lia) a la muchedumbre para cpe las recoja el primero
IV. Isla nacida en el mar (insula in mari nata), que pueda hacerlo (de allí que se hable de traditio in
'lo cual raramente ocurre" (Gayo, D.41.1.7.3), puede incertam personam). En el pásrafo 47, saca la conclu-
ser apropiada por cualquiera; en cuanto a la nacida en sión general de que quien abñndona deja de ser, por
un n o (i?zsula in flumine nata), en la época clásica, la intención, dueño de la coca desde ese momento,
siendo el ager limitatus, podía también ser ocupada con lo que sigue la tesis sahiniana.
por quien la posea; pero si era ager arcifinius, se 2. Las cosas perdidas continúan siendo de propie-
consideraba que era una prolongación de la propiedad dad de su dueño, y cabe la obligación de devolverlas,
de los ribereños. Al desaparecer el rito de la limitatio sin hablarse de recompensa. Igualmente, no cabe apro-
esta última será la solución (Gayo, 2,72; D.41.1.7.3). piarse de las cosas que en ma tempestad se arrojan
al mar para aligerar la nave; e o n t i n ~ a nsiendo de su
V. Tesoro (Thesaurus). E1 tesoro fue definido por dueño, y quien las ocupa comete fii-tum. La pérdida
Paulo como "un viejo depósito de dinero de cuyo de ellas deben ser soportadas proporcionalmente (lex
dueño no exista memoria, por lo que no tiene ya Rhodia de iactu); Inst., 2.2.48-
-propietario"
- (Paulo, D.41.1.31.1). Es un tanto inexac-
ta, por cuanto además del dinero (propio de una II. Accesión (Accessiaj. 8 243. La accesión
éooca en aue era una forma de mardarlo ante la se da r e s ~ e c t ode una cosa accesoria aiena aue
inexistencia de bancos) puede consistir en otras cosas se agrega a una cosa principal propia formando -
muebles (así, joyas). En C.10.15.1, el concepto de un solo cuerpo. La regia principal es que '?a
tesoro aueda arn~liadoa dichas cosas muebles. cosa accesoria accede a la ~ r i n c i ~ a l(accessio
A .L
"
1. En un comienzo, la posesión del fundo abarca cedit princzpali: Ulp., U.34.2.19.13). Además, se
el tesoro escondido en él (Bruto-Manilio-Paulo, considera que la tiefra e s siempre considerada
D.41.2.3.3); de allí que quien usucapiere un fundo, una cosa princinal v. Dor t a n t o . todas las cosas
posee el tesoro que hay en 61 (Paulo, D.cit.). Pero, a 20
partir de una constitución de Hadriano (Inst., 2.1.39), cedzt = todo aquello que se edifique accede al
la mitad del tesoro pertenece al descubridor y la otra suelo; Gayo, D.41.1.7.10). El dueño de la cosa
al propietario del fundo donde fuere hallado; si ocu- principal adquiere la propiedad de toda l a cosa.
rre en terreno público, la mitad es del populus (luego,
del fisco) o de la ciuitas (Inst., ibíd.). Se pueden producir los casos siguientes:
2. El tesoro debe ser descubierto en forma casual,
o hallado con búsqueda autorizada del duefio del 1. Accesión de un immueble a otro are-
fundo. Se trataba de proteger a los propietarios res- mueble. $ 244. Son denominados "incrementos
pecto de terceros dedicados a estas búsquedas, con fluviales", porque ocurren como consecuencia del
los daños consiguientes. De ocurrir la búsqueda con- comportamiento de u n río:
tra la voluntad o ignorancia del dueño del fundo, el A) Aluvión (alluvio). Consiste en el iqcre-
tesoro le corresponde a éste. En cambio, si era halla- r n y p e r c ~ 9 t i b 1 de e ti~r_~~, -b~
do en forma casual (p.ej., si arando lo hallo), entonces o arena
-2-. producido la
--- -- --- &erz_-lde'_-rro que
al descubridor le corresponde la mitad (León, C.15.15). raada - b i c b ~ m a k r i-.M a __fundoa- s_ueeri@l-xl
"
fundo
_I ...-.=-
inferior _(Gayo, 2.70; D .41.1.7.1).
---.
VI. Cosas abandonadas (res derelictae). Las cosas
de alguien pueden convertirse en res nullius cuando 1. Se debe tratar siempre de la fuerza de la
éste las abandone. corriente de un río. Por eso no se produce el aluvión
l. Si se trata de res mancipi, la propiedad no se en e3 caso del estanque o de un lago, ya que son
pierde por la mera derelictio, sino que el adquirente "aguas dormidas" y no "aguas corrientes" (Calístrato,
debía usucapirla. Ello conforme a la regla de que D.41.1.12 pr.).
dichas cosas no pueden trasmitir la propiedad quiri- 2. Los fundos sobre los cuales se deposita el
taria por mera traditio. sedimento deben ser agri arcifinii, es decir, aquellos
Si se trata de una res nec mancipi, los procule- que no tienen otros límites cpe los naturales, y no
yanos sostenían que el propietario perdia la cosa agri limitati, es decir, aquellos cuyos límites han sido
cuando alguien la ocupaba (Próculo-Juliano-Paulo, trazados con el rito de la lirniiatio por los agrimen-
D.41.7.2.1).Por ello, para ellos es un caso de occupa- sores (Florentino, D.41.1.16).
tio. Tal debió de haber sido el criterio predominante En estos últimos, dada la limitación, el agregado
en la época clásica. queda fuera, pero pueden ser motivo de la occupatio
Los sabinianos entendían que la propiedad se (no propiamente accessio) por parte de los ribereiios
pierde desde que el propietario se desprende de la o de un tercero (Ulp., D.43.B.1.6). En el derecho
cosa (Sabino-Cassio-Ulp., D.47.2.43.5). justinianeo desaparece esta dfL&inción de fundos.
3. Los sedimentos deben ser deja6os de macera la isla nacida en el mar, Gayo &ee "raramente ocu-
insensible y paulatina ("nuestros ojos no han podido me", respecto de la nacida en un río, habla de que
percibir10"; Gayo, 2.70; inst., 2.1.20) y se deben ñjar "acontece con frecuencia" (D.41.l.J.3).
de manera efectiva en el fundo, es decir, hay que 2. Para repartir la isla hay que proceder asá:
esperar que el aluvión "madure", pasando de su es- a ) Debemos trazar una Enea Pongitudinal por el
tado "esponjoso" a una total fijeza. medio del rio, siguiendo su curso; si la isla pemane-
ce por entero entre dicho eje y m a de las riberas,
B ) Auulsión (avz~lsio).Ocurre cuando por la entonces sólo se la apropiarán los propietarios de esa
fuerza del río éste a r a r a ~ i o l e r i t a m e n t e ~ribera, quienes deberán señalar L e a s perpenáicula-
_
H n t o d e t i e i a y-árboles-de m f m e f res a la longitudinal, a partir del confín de sus pro-
_^---------
perior y_-.-
los_-appcega~^al-£u.nd~~inferior(Inst.,-- piedades.
2.321). Se diferencia del a l l u v ~ ~ l k h b) Pero si la línea longitudinal pasa por medio de
características de éste es la "insensibilidad" y la la isla, la repartición debe ser hecha entre los propie-
"paulatinidad", mientras que la de la auulsto es tarios de ambas riberas, conforme al procedimiento
la- "vioiencia". ya señalado (Inst., 2.1.22; Gayo, D.41.1.7.3; Paulo
D.41.1.29).
1. La regla general es que cualquier cosa arras-
trada por la fuerza del no (vis fluminls) sigue perte- 11. deeesE8n de un rnat?&$ea etn inmue-
neciendo a su propietario, quien la puede reclamar
cono suya por la rei uindicatio (Gayo, 2.71). Pero si
- _
bEe.
--.--- 9 245. Sucede cuarmigo se agrqa-&gcma,
-m_
Todo esto ocurre siempre que haya buena fe; caso que
dia s t g n t i a-.) -, - -- ya existió en la época clásica,
conirrarlo, corresponden la co7zdictio firtiua y la actio y e r á la que -- a+tará--- Justinlsam(Inst., 2,1,25).
fu7-ti (Gayo, 2.78; Inst., 2.1.26). Si la nova species permite qwe se pueda volver
a la materia prima anterior (caso del anillo que
cación (specificatio). 8 207. Se se puede tun&r y recó-
- moj, ia cosa per-
tenece al dueño de la materia e m a . Pero si, al
A
rei vindicatio. El perjudicado puede actuar, si cabe, 1. A, dueño quiritario de una res mancipi, la .
!.1
:
.
~
por el delito de daño previsto en la Iex Aquilia. En vende a E, trasmitiéndole la cosa por una fra- g
*
la época de Justiniano, el que deja de poseer con dolo ditio. Al no hacerle la mencipatio o la i n iure
o culpa, antes de la litis contestaiio, responde por ello cessio, B era para el ius ciuile un poseedor de *-y:
,-
por la propia rei vindicatio. buena fe y con justo título que estaba en vía de :..
.
L .
Si la pérdida o el deterioro ocurre después de la usucapir la cosa. Sin embargo, antes de cum- E
litis contestatio, en la época clásica debe responder el plirse el plazo de la usucapio, pierde la cosa que ,:
F-
poseedor de buena fe sólo si ello ocurrió por dolo o es ahora detentada por m tercero C. En este ,..--
-"
culpa, pero no por caso fortuito, como p.-ej., si el caso B cuenta con la protección de los interdic- -.
6j
esclavo o los animales se mueren (Cassio-Paulo, tos, pero carece de la rei vindicatio, por no ser .,* ->
D.5.3.40 pr.; Ulp., D.6.1. 15. 3); en cambio, el de mala propietario quiritario. Pese a ello, el pretor lo -.
.C
--.
.",
-3
fe responde aun en este caso (Próculo-Paulo D.id.). ampara considerándolo "propietario bonitario" (i7z
----
--
--
Justiniano entiende que es como si estuviera en mora bonis habere), y le concederá frente a ese terce-
--
-.
(Ulp., D.6.1.15.3 itp.). r o una acción análoga a la rei vindicatio, que -- ..
-- -
2. Respecto de los fi-utos. a ) Antes de la litis será precisamente la actio Publiciana in rem -- --
.-.
-. .
-.
contestatio, los frutos conseguidos por e1 poseedor de (Gayo, 4.36; EP, 60). ....
.<
buena fe pueden ser retenidos, en la época clásica, 1
7
.
..
por el poseedor de buena fe, no así los &tos pen- 1. El pretor valora que mientras B tiene una - -.
--
,.-.
dientes. Pero bajo Justiniano, debe devolver también posición expectante de una usucapión, C, al contra-
los percibidos que estén en sus manos y no haya rio, carece de fundamento para ser protegido. Por eso -.
consumido (Inst., 2.1.35). otorga a B la actio Publiciana in rem, usando de la .-.-r5-
..
En cuanto al poseedor de mala fe, aun en la técnica de la fctio. En efecto, le ordena al juez que .. - ~
época clásica debe devolver todos los &tos percibidos finja haberse cumplido el plazo de la usucapio. B
consumidos o no, ampliándolo Justiniano a aqueIlos actor deberá probar, sin embargo, los otros requisitos ,..=
--
que dejó de percibir (Labeón, D.6.1.78, para la época de la usucapio (posesión, buena fe y justo título). %7
clásica; luego, Inst., 4.17.2). Debido a la ficción se trata de uno de los mejores --.
,.. ?
b ) En cambio, después de la litis contestatio, tan- ejemplos de equidad por medio de una actio ficticia -.-
to el de buena como el de mala fe, deben devolver (Gayo, 4.36).
todos los frutos percibidos y también los dejados de 2. Se da acá el caso especial de que A continúa
..
- ---
-.
.. -
percibir por negligencia (Pap., D.6.1.62.1; Inst., 4.17.2). siendo el propietario quiritario. Por ello, pese a haber -
-
-e
..
- +-
Fz:
c) Respecto de los gastos realizados en la cosa. vendido y tradido la cosa, podría iniciar contra B la
..-.-.
--
-.
Los gastos (impensae) realizados en mejoras necesa- rei vindicatio. Pero de o c u ello,
~ siguiendo el mis- .
.-
.-
-
-
...
.
r i a ~y: ~útiles* de la cosa deben ser retibuídos por el mo principio de equidad, e1 pretor le permite a B <>
-
propietario, en la época clásica, sólo al poseedor de oponer la exceptio rei venditae et traditae ( E P , 5 276),
-.
.-.
buena fe que los hizo. y si fuera por otra causa que la compraventa, la .-
. .-
:y
--
ción. Incluso, al poseedor de mala fe, para impedir un replicatio rei venditae et trctditae. .--
-
-7
,- .,. -.
-
.-
-.
Además, todo poseedor tiene derecho a exigir la 11. Supongamos este otro caso. A, sin ser -
...
...
separación de las cosas que representen mejoras vo- propietario de una res ma~zcipio de una res nec
luntarias o de placer, siempre y cuando que ello sea mancipi se la vende a B, dándosela por una
posible sin deteriorar la cosa, salvo que el actor pre- traditio. La posición de B es endeble, por cuanto
fiera quedarse con ellas indemnizando al poseedor se la ha comprado a alguien que no es el dueño
(Celso, D.6.1.38 itp.). (venta a non domino: por un no dueño). Si B
pierde la cosa a manos de un tercero C, en este ...
11.Actio pubiTiciana ire rem. 255. Es una caso B no tiene contra éste la rei vilzdicatio,
acción pretoria, creada por un pretor Publicius- pero el pretor le otorga también la actio PubLi-
(quizá, Quinto Publicio, año 6'7 a. C.), que le ciana in rern. .- .
:. . .
---
1. En este caso, si S, que no era propieta-
rio, llegara a adquirir la cosa (p.ej., por ser el he-
redero del verdadero duefío quiritario) y preten-
de demandarlo por la rel uindicatio, el pretor le 5 256. Estas medidas están vl~celadascon la rei
otorga igualmente a B Ia a-ceptio rei uenditae et vi~zdicatio.Conforme a lo ya visto Isapra, 411, en la
traditae. época clásica, cuando se actúa por rma artio in renz
2. Pero si aparece el verdadero propietario qui- (a diferencia de lo que ocurre en urna actio ia perso-
ritario y ejerce la rei uindicatio contra B, éste no nc-emf.aquel que es demandado no pnede ser conske-
le puede oponer la exceptio rei uenditae et traditae. Rido a ser parte en el juicio (FmSLnLh., D.6.4.80;
Lo mismo, si la cosa llega a poder del verdade- ap., D.50.17.156). Le basta con aegar ser el posee-
ro propietario y B pretende iniciar la actio Publicia- dor, o directamente no decir nada. Siendo así, el
rza i n rem, le podrá oponer con éxito la exceptio iusti actor se encuentra con una dific'aftad, ya que para
dominii, ya que B no le podría oponer ninguna repli- reivindicar (ya per sponsionem o pcr fomuEam peti-
catio. torianz) necesita la cooperación de la contraparte, no
3. Como el ejercicio de la actio Pubíiciana i n rern se podn'a formalizar la litis contesfatio, o dicho de
depende de la traditio de la cosa, puede suceder que otra manera no habría posibilidad de juicio. Para ello
alguien haya vendido separadamente a dos personas el pretor concede estas dos vías:
una cosa.
En principio, tiene la acción el comprador que A) Si se trataba de la rei vindicatio de un
recibió la cosa por traditio (Jul.-Ulp., D.6.2.9.4). inmueble, y el demandado se negaba a defen-
Si luego la cosa volviera al vendedor y éste hicie- derlo, el pretor le otorga el interdicto Quem
ra una nueva venta y traditio a un tercero, prevalece fundum, por medio del cual se le daba al actor
la primera traditio, considerando que el que la obtu- la posesión del mismo (E?, 248; Lene1 agrega
vo por primera vez podría ejercitar la actio Publicia- el caso de quien dolosamente dejara de poseer).
na in rern contra dicho vendedor (Neracio, D.19.1.31.2), El demandado poseedor podía exigir una fianza
aun cuando en esa oportunidad no era el dueño y en (satisdatio; Paulo 1.11.1; Lend, cit.).
la segunda se hubiera convertido, p.ej., por herencia,
en verdadero propietario (Jul.-Pomp., D.21.3.2; Ulp., B) Si se trataba de la rei ~GndEcafiode una
D.6.1.12). cosa mueble, el pretor otorga e0331 antelación al
Si la misma cosa fue comprada a dos vendedores actor, la actio ad exhibendum (El?, 90). Esta
distintos, que no eran duenos, prevalece el poseedor acción podia servir:
actual (Jul.-Ulp ., D.6.2.9.4; principio: "por igual causa a) como preparación para Fa reÉ vindicatio,
es mejor la condición de quien posee"; in pari causa, ya que le puede interesar al actor identificar la
m.elior est condicio posside~tis;Paulo, 50.17.128 pr.). cosa que quiere identificar, para demandarla
correctamente (Ulp., D.10.4.3 -6; Jul.-Ulp. D.id.,
A estos dos casos especiales se les puede 3.14), o si ésta estaba unida pm accesión, para
agregar otros. Así, si B ha adquirido la posesión pedir la separación (Paulo, D.10.4.6);
de una res mancipi por causa de donación, o por b ) como recurso para cumdo el actor se
causa de dote, o por causa de pago, el pretor lo encontraba con que el demandada se negaba a
protege por medio de la actio Publiciana, ya que defenderse. Siendo así, por estar en situación de
en todos estos casos B es un possessor ad usu- iadefensus, el actor podía obtener m decreto del
capionem (Ulp., D.6.2.1.2 SS.). pretor de ser puesto en posesi6n de la cosa
(iussum de duci vel ferri; Ufp., D.2.3.1.1);
1. La actio Publiciana i n rern es considerada en e ) en la época clásica, se comedia la actio ad
todos los casos como una actio utilis (ad exemplum exhibendum contra el que dolasamenite dejU de
uindicationis; Paulo, D.44.1.35 pr.). poseer (Labeón, D.12.4.15; Ulp., D.10.4.9.1 SS.).
2. Le compete igualmente al propietario quiri- Por ello es que cumplía un papel sustitutivo de
tario, en tanto que concurren en él los supuestos de la rei vindicatio. Y ésta es la xzzzón por la cual
la possessio ad usucapionem, Liberándofo de las di- no era necesario en esta &pocaincluir este su-
ficultades probatorias de Ia rei vindicatio (supra, puesto en la acción petitoria, como luego lo hará
5 253). Justiniano.
3. Con la desaparición de las categorías de res
mancipi et nec mancipi, así como también por la 1. La actio ad exhibendum se concede no sólo al
abolición de la propiedad quiritaria (uacuurn et su- propietario que va a intentar luego la rei vindicatio.
perfluurn uerbum; C.7.25.1), la actio Publiciana in Así, a quien va a iniciar otras actiones tn rem (caso
rem pierde su campo originario de aplicación. Justi- del ucufiucto, del pignus); Ulp. D-id., 3.4-5; y tam-
niano la mantiene para los supuestos de adquisición bién a quien va a intentar un interdicto (Ulp.,
por cualquier título por un no dueño (a non domino; D.id.3.5), a: quien quiere vindicar Sa libertad de una
D.6.2). persona (Paulo, D.id.l2), etc.
2. Se trata de una actio in personam (Ulp., de adquisición de la propiedad son orales (en 1-u 1nc1)z-
D.10.4.3.3), lo que significaba que estaba obligado a cipatio, basta la presencia de cinco testigos; en la L ~ L
trabar el juicio. Para evitar la condena, el dernanda- iure cessio, el acto realizado =te el magistrado; en la
do debe presentar la cosa. La condeem~zatioera arbi- traditio, el hecho público y rrotorio de la posesión,
traria, ya que el iudex podía obligar a exhibir la cosa etc.); por lo común, el empleo de documentos escritos
(no a restituírla), ya que de lo contrario se producía obedece a una influencia gríxo-oriental.
una condena pecuniaria por el valor de la cosa (Gayo, 2. En forma muy tímida, aparecerán en el siglo
4.51); en la época justinianea se deja librado el monto IV d.C. algunas disposiciones que tenían un trasfon-
al arbitrio del juez (Inst., 4.6.31, in fine; UIp., do de neta preocupación tributario-físcalista (v.szpra,
D.10.4.3.2 itp.). 3 238 d) 3). Así, Constant5n0, a propósito de las
donaciones, considerará bueno consignar el acto en
Con Justiniano en caso de que el demanda- un documento escrito, que debían inscribir los magis-
do rehusara la defensa en fa rei vindicatio, tan- trados (FV 249; año 316, serÉsn del 322; C.Th.8.12.1;
to en caso de cosa inmueble como mueble, se le C.8.53.25). Y este mismo emperador (FV.35; CTh.
debía poner en posesión de la cosa, posiblemen- 3.1.2; año 313, sena del 387) obliga a vender los
te maizu militari si seguinios el procedimiento inmuebles ante testigos y previo pago del tributo,
usual de esta época (Ulp., 13.6.1.68 itp.). El Pn- bajo pena de que si no se pagaba, el vendedor pierde
terdicto quem f i n d u m desaparece totalmente. Y el precio y el comprador el fundo. Zenón, continuando
en cuanto a la actio ad exhibendum, quedó am- lo dicho por Constantino, obliga a Pa inscripcijn (in-
pliada como una acción general que se concede sinuatiof de las donaciones (C.8.54(53).31; año 478).
a todo aquel que demuestre tener interés en la Con Justiniano continúa la obligación de la insinua-
exhibición de la cosa (Ulp., D.10.4.3.9 itp.; Pau- t i o en las donaciones importantes Enter vivos, deján-
lo, D.id.19 itp.). dola como facultativa para las otros actos (C.4.21.17).
A su vez, en la tardía NoudTa Valentiniani 15, se
N.Actio negaforia. 3 257. Esta actio ne- establece un gravamen sobre ]las ventas, que debían
gatoria (Ulp., D.8.5.2 pr.) o negativa (Gayo, 4.3; pagar por mitades, pero sin M l a r de inscripción de
fnst., 4.6.2) la tiene el propietario contra aquel inmuebles.
que pretenda tener una servidumbre o un usu- 3. Lo curioso es que 10s romanos conocían el
fructo sobre su cosa, para lograr que se declare sistema de la publicidad imhaliario. No sólo el exis-
la inexistencia de estos i u r a in re aliena (Ulp., tente en Grecia (Cic., pro Flúocro, 30), sino también el
Dibid.), debiendo en su caso restituír el fundo de Egipto. En este último pak, existía un sistema de
libre o ser condenado a una condena pecuniaria publicidad muy completo, que decayó en el siglo 1
(EP, § 72). d.C., cuando y= era una provincia romana. Y es el
Es la réplica de la vindicatio servitutis (lue- prefecto de Egipto, Marco I~fetioRufo, quien en el
go llamada por los bizantinos actio confesso- año 89 publicará un edicto sobre publicidad inmobi-
ria'"), es decir, aquella que tienen quienes pre- liaria recreando el sistema mterior.
tenden tener uno de estos iura in re aliena y la Mediante él, no se podía efectuar ninguna venta
intentan contra los propietarios que no se los (lo mismo que gravámenes, asi hipotecas, etc.) sin
quieren reconocer (Ulp., D. ibíd.). que previamente se pidiera a3 titular del Registro un
La actio negatoria' se caracteriza porque el "certificado de dominio" (epistalma) donde constara la
actor, lo único que debe probar es que es pro- posibilidad de efectuar el negocio. Éste debía tenerlo
pietario, ya que siendo el dominio, en principio a la vista el escribano (agoráname], debiendo asentar
libre de iura in re aliena, el demandado es el dicha circunstancia, bajo sanción del "castigo mereci-
que tiene la carga de probar la existencia de do". Luego, el escribano debia redactar una breve
ellos. minuta sobre el negocio, las partes y las caracterís-
La condena arrastra: a ) la cesación de la ticas del inmueble. Ésta servíai para su registro en la
servidumbre o del usufructo; b ) la reparación de Bibliothéke egkthéseon, donse se producía el asiento
los perjuicios ocasionados, y en su caso la devo- deñnitivo (parúthesis). El texto del Edicto (conocido
lución de los frutos (Ulp., D.7.6.5.6); c) dar una como "petición de Dionisia") se puede encontrar en
caución -cautio de amplius non turbando- de Bruns, Fontes,73; Girard, Texkes, 4" ed., ps.176 y SS.,
que el demandado vencido no causará nuevas y en Riccobono, Fontes, 1, no 54, ps. 257 y ss.
molestias o perturbaciones (Javol., D.8.5.12). 4. Esta medida, que por un lado significa una
muestra del respeto por parte-de Roma de las insti-
3 258. Publicidad de %a propiedad. tuciones locales de cada regiún del Imperio, fue una
muestra de su genio jurídica, capaz de solucionar
l. En Roma, a diferencia de lo que ocurría en problemas ajenos a su ius. Pese a todo ello, el Dere-
Grecia, no se contó con un sistema de publicidad cho Romano, que prefiere ser "oralista" y no "escritu-
inmobiliaria. En general, los romanos son "oralistas", rario", no adoptará para su uso interno el sistema
y no "escriturarios". Prueba de ello es que los modos registra1 de publicidad inmob&aria.
VI. El condominio. condóminos (UIp., D.8.1.2; Celsa, D.8.3.11; Paulo,
D.8.4.18; Ulp., D.39.3.10). En cambio, se permitió que
5 259. Por-el carácter "exclusivo" del doini- un condómino pudiera ceder el usdructo de su cuo-
nio, dos o más personas no pueden denominarse taparte, sin el consentimiento de los demás (Pap.,
---~- -m o m i n i ) de la misma cosa (Celso.
" -d-.Ü D.7.1.5).
1 7 m . - g ~ e -r o 'se puede
-----
L
~ dar la figura -distin: 2. E n e1 caso de la manumisf6n de un esclavo
- - - . - .
ta del dominio- del condominio (co~zdomznium; común, si uno de los condóminos Ye daiba la libertad,
comrnunio pro indiviso). en Ia época clásica perdía s u derecho, que pasaba a
En este caso, los condóminos mantienen
-. .
una
. -
acrecer el de los demás condómkos (Paulo, 4.12.1;
comunidad, no sobre partes divisas materiales Ulp.: 1.18).En el derecho antiwo (erctzcm non cito y
de la cosa í ~ o ello
.A
r es ~ r indiviso).
o , , sino sobre consortium inter fratres) se producia un efecto solida-
cuotapartes ideales en dicho condominio (U= rio, por lo que la manumisión de un esclavo común,
0.13.6.5.15; D.45.3.5). Así. si A,, B "Y C son con- por parte de uno de los herederos, era plenamente
dómrnos o copropietarios- del fundo X X o válida respecto de los demás. Esta solucicn será adop-
que se haga establecido rrn régimen distinto de tada por dustiniano, basándola en e1 fmrror libertatis,
atribución de las partes ideal&--, cada uno de de tal modo que el esclavo maniusraitido pro parte se
ellos tendrá 1/3 del h d o . hace libre, pero se debe previamente indemnizar a
los que no manumitieron ((2.7.7.1; Inst., 2.7.4; Julia-
1. La primera figura de una co7nrnunio aparece no, D.40.12.30, i n fi ne, itp.).
en el antiguo derecho con la comunión de bienes 3. Si uno de los condóminos gfzvaba s u cuotapar-
hereditarios que se producía automáticamente (erc- te indivisa, el pignus pesaba s o h e l a totalidad del
t u m no cito* (Gayo, 3.154 a), a la cual hay que bien en condominio, debiendo no sólo responder el
agregar l a forma ya voluntaria del consortium inter que lo contrajo, sino también los demás (Gayo,
Ji-atres (Gayo, 3.154 b), En estos casos la totalidad de D.20.6.7.4).
los bienes pertenece a todos, y cada uno de los con-
sortes podía manumitir un esclavo, proporcionando a B) Actos de uso y adminis&-ación de la cosa
todos un liberto, o vender por rnancipatio alguna de común. Cada condómino puede usar de la co-
las res muncipi que se tuvieran en común (Gayo, s a actuando independientemente, s i bien
ibíd.). cualquiera -de los otros se podían oponer ( i u s
2. Ya en la época clásica estas figuras desapare- prokibendi).
cen. Pero se admite l a communio en otros casos: Este derecho de veto no se h d a en el ejer-
a ) Cuando, de manera voluntaria, las propias cicio pro parte del dominio, sino en la cotitula-
partes lo constituyen. Así, si A y B compran en ridad solidaria patrimonial, que se ejerce en
común una cosa. También, como consecuencia de una porciones abstractas. Por ello, xm condómino no
sociedad, en la cual los socios se trasfieren recíproca- puede realizar actos materiales sin el consenti-
mente sus propios bienes en común; o miento de los demás (Pomp., D.8.2.27.1; Marcelo,
b ) De manera involuntaria, en cuyo caso se habla D.8.5.11; Pap., D.10.3.28). Esto tenía importancia
de cornmulzio incidens. Así, en el caso de dos o más en lo relativo a construcciones e innovaciones en
herederos, respecto de la herencia, o de dos o más la cosa común, por lo que era conveniente que el
legatarios de una misma cosa (Paulo, D.10.2.25.16; condómino que quisiera hacerlas contara con el
Ulp., D.17.2.31). También en el caso de commixtio* o consentimiento preventivo de los otros.
de confusio" cuando se produce la mezcla irreversible Justiniano establece que las relaciones entre
de sólidos o de líquidos. las condóminos, sobre la base de que se parece
a una sociedad, es un cuasi-contrato (Inst.,
5 260. La vida jurídica del condominio se 3.21.3). Por ello, tiende a limitar el i u s prohi-
rige por estas reglas: bendi, supeditando las consecaencias de un acto
ya realizado por uno de los co~~dóminos a la
A) Actos de disposición. Cada uno de los falka de beneficio de la comunión de bienes (Pau-
condóininos puede, por su cuenta y sin consen- lo, D.8.2.26 itp.), lo cual se verá cuando se de-
timiento de los demás, disponer de su cuota ban decidir las consecuencias de la partición
parte ideal, ya enajenándola, ya gravándola con ante el juez.
un p i g n z ~ s : ~En
. cambio, para disponer de la
totalidad de la cosa c o m b (venderla o gravarla) l. Así, si un condómino ha percibido la totalidad
es necesario el acuerdo de todos los condóminos de los frutos que h a dado la cosa comiin, debe devol-
(Pap., D.10.3.28). ver los que correspomdan a las cuotapartes de los
demás (Ulp., D.10.3.4.3). Igualmente, si h a realizado
1. Cuando el acto de disposición consiste en la gastos por mejoras necesarias o GtiIes, hechas en
constitución de un derecho indivisible, como p.ej., beneGcio común, los demás, en s~ proporción, lo de-
una senedumbre, se requiere la voluntad de todos los berán indemnizar (Ulp., ibid.).
2. Todo condómino está obligado a tener que proporcionalmente. Sí la cosa es indivisible, se puede
reparar el pejuicio causado a los otros, por dolo o -la cosa a-Üño de los ~ondóminos,quedando
culpa, en la administración de la cosa en común éste obligado a tener que pagar a los demás una
(Paulo, D.10.2.25.16). suma de dinero equivalente al valor de las cuotapai-tes.
O también se puede vender a m tercero, procedién-
5 261. La situación nacida d e la communio dose a la partición en cuanto al precio recibido (Inst.,
e s m u y inestable, debido a las dificultades exis- 4.6.20; 4.17.4; Ulp., D.10.3.6.8; D.10.3.7 pr. y 1).
tentes e n t r e los condóminos p a r a u s a r y admi- 2. La acción de partición no se limita a solucio-
n i s t r a r económicamente la cosa común, r a z ó n nar el problema de la divisián material de l a cosa,
por la cual a todos y cada u n o d e ellos s e les sino que se aprovecha para regular las relaciones de
otorga la posibilidad de lograr la partición ma- créditos surgidas durante l a vida comunitaria. Así, la
terial d e la cosa, adjudicándose la p a r t e mate- atribución de frutos, los pagos por expensas o mejo-
rial q u e l e s corresponde. Esto se logra por me- ras. Incluso, en l a época de &nstúriano, ambas accio-
dio d e l a actio com7nu;lzi dividundo (para e l caso nes serán consideradas mixtas* ( t a n irz rem quam in
d e condominio d e una cosa concreta) y de la personam; Inst., 4.6.20), con la particularidad de que
actio familiae erciscundae:" (para el caso d e la es posible ejercerlas (como l a actio pro socio), al solo
comunidad hereditaria). efecto del pago de estas compensaciones, pudiendo la
cosa quedar indivisa (Paulo, 33.10.3.14.1 itp.).
1. Estas dos acciones (juntamente con l a actio 3. Por ser un modo de adquisición, la adiudicatio
finium regundorum", de regulación de límites confu- hace que l a propiedad sobre las porciones materiales
SOS) son "acciones divisorias". La fórmula cuenta en que correspondan a cada uno de los comuneros, se
todas con la adiudicatio. Por ella, el juez puede atri- considere adquirida desde el momento en que se ve-
buír -.-___ la parte que ie
a cada uno de los condóminos,
-------- rifica la división (es decir, na desde l a situación ini-
__
corresponde.
- Así> si la tos-a QU~U-&&~
l__.._l<v con c i d de l a communio). Se dice, por ello, que l a senten-
__ - - g g - ~ + a - ~ . ~ c a ~ o - j gle, ~corresponde
Gmodidad,
__, ue cia tiene efectos constitutivos.
8 262. Aparte de las limitaciones impuestas el vocablo no existe propi.arnente en las
por la ley o el ius al propietario (ver supra, 5 fuentes).
232-0), éste gaza de la plena i n re potestas: pero
podía voluntariamente producir una limitacibn 1. Esta relación de la selviizs aparece, pues, en
jurídica respecto de su dominio, permitiendo que principio, como l a existente entre dos fundos (domi-
de algún modo concurra con él en el ejercicio de nante y sirviente). Lo que se quiere significar es m&
su propiedad. Esta concurrencia se d a en los bien la relación entre las personas que tienen la
siguientes casos: a ) en las ser~?dmbres;b ) en propiedad de ambos fundos, pero sin hacer mención
el usufructo, uso y habitación; c ) en ciertas si- concreta de propietarios determ'cnados. Si éstos cam-
tiraciones amparadas por el ius praetorium (en- bian, la servitus, que tiene carácctw permanente, con-
fiteusis, superficie); d ) en ciertas garantías rea- tinúa como una carga del fundo sikmciente, que deberá
les (pignus;hipoteca). Podemos hablar en generd soportar su titular, en favor del fundo dominante,
de iura in re aliena, si bien reconocemos que la que beneficiara a su propietaria.
terminología no es clásica. 2. Las servidumbres no son propiamente "dere-
chos subjetivos" en el sentido moderno, sino c a r d e -
rizaciones de la "posición jurídica del fundo simien-
teJ', con sus cargas y gravámenes, en beneficio del
fundo dominante. Por eso se habia de ius findi (Prócu- .
6 263. La al abra "servidumbre" Cseruitus) lo, D.50.16.126), de dornus cum iase suo omni (&sod.,
designa una^^‘? un gravamen q-kiTaebe
- - - e
D.33.10.8) o de alienatio rei suae iurisque in ea sui
-venta de la cosa y de los iul-a que tenga ella en si-
(Séneca, de benef., 5.10.1). Se p e d e ver en estas
expresiones una situación más bien objetiva, que tien-
vi de a denotar los iura como "cudidades" de la cosa
limitada en la cosa ajena, o también obtener misma, si bien están por un lado como cargas y por
el beneficio de una cierfi--abstención por par- el otro de beneficios. Celso (0.50.16.86) nos dice:
te del propietario de la cosa que soporta la "¿Qué otra cosa son las servidumbres sino las condi-
senridumbre. ciones de bonitas, salubritas y cxnplitudo en que se
hallan los fundas?".
3. Precisamente cada uno de los casos de semi-
1 dumbres demuestra que éstas smgieron por exigen-
C y D. Se puede entonces constituír servidumbres de cias de la convivencia humana, sea de la vida zlmctica
m
------=
- - - urbana. Pero son como "cualidades" o "atributos"
vecinos pueden ";-gu"a"ap&a sus necesidades que se complementan con las cosas, permaneciendo
am-o~ecuarias, unidas a ella, pero de tal modo que aun cambiando
las personas, esas ventajas conhuaban acompaifao-
A) En el derecho antiguo y clásico: -
la
-
+
expre- do a los fundos, si bien gozadas por los hombres, que
sión usada era la de se~viiuteso iura predzo-
-
m -
son quienes las ejercitan. Comp. esto con Pompoiúo
rum. En efecto, sólo se utilizaba para desqpar (D.8.3.20.3): "El ius de sacar agua, no corresponde al
hombre, sino al predio".
favor de otro. Las fuentes nombran al fundo
gravado como findus qui seruitutew~debef -&m- B) El sentido primero de las servidumbres
do que debe la servidumbre- o f i n d u s seruiens como predides, se verá alterado y organizado
(en general, se suele hablar de "fundo sirvien- de un modo más amplio y genérico en el dere-
te"); y 21 fundo que goza del beneficio, como ~ s t i n i a n e oclasificándolas
, en servidumbres
findus cui servitus debetur -fundo al cual se le reales (las que afectan tanto a fundos ---rústicos
debe la servidumbre- o que seruitutern habet a m oEf_up-d~s u5anosl- y en s e m d u ~ ~ , b r per-
( s e suele hablar de "fundo dominante", arinque sonales (las establecidas en fa~i~or
- ..
--e s
de una perso-
na determinada, que es la única que --- puede doli respecto a quien contra 35 pactado vindicase la
--
sacar los beneficios;
no, D.8.1.1 itp.).
- p.ej., el usufructo (Marcia- servidumbre (Pap., ibíd. itp.).
propietarios. No
---se puede tener serviaumbre so- ejercicio indefinidamente renovable, independien-
te del hecho del propietario del Íundo sirviente. -.
bre la cosa propia (reda: nemini res sua servtt;
..'-.
~
A
b ) Los fundos deben ser vecinos, lo cual no 1.Así, a propósito de la servidumbre de acueduc- ..
, :.
s j _ g n i f i c a b to, encontramos ya en el derecho cl&sico,que se debe ..
la existencia de una vía pública entre dos 6- tratar de aqua-perentzis: así, l a que derive de un .-.
,--
dos no impide la servidumbre de paso, aunque manantial (Ulp., D.43.20.1.5-S), donde el agua mana --..-------
L
-..
1. Una situación especial se plantea con la ser- suele constituírse desde cualquier lugar". De todos
.-
vidumbre urbana de oneris ferendi (apoyo en el muro modos, no parece admisible que se establezca toman- (. -
vecino), en la cual el propietario del muro podía ser do agua de una cisterna qae debe ser llenada y F.:
r
..
demandado a reparar la pared a su propia costa, renovada por el propietario del fundo sirviente, pues-
-.
.c
para que la servidumbre pudiera tener lugar (Ulp., .to que sería una labor in faciendo. (2-
..-\
-
D.8.5.6.2). .K
.
.. .
Ii.
-
g )-Las servidu-mbres Son 2"indivisibles'': sien- -.-
E
a,.
..--
.
-.
nadie, no constituye servidumbre (Pomp., - -
D.8.1.15). -. ..-.
265. Clasificu¿?iÓ$. Se distingue entre "ser- '
L
c.--
.-
*<
:.
1.La utilitas no debe consistir en cargas meno- vidumbres rústicas" (iura praediorum rustzCo- --.
.--.
..-. --
r u m ) y "servidumbres urbanas" (iura praedio- ,---
- --
res, como p.ej., pasear o cenar en el fundo ajeno ,-
-.--
(Paulo, D.8.1.8 pr.). r u m urbanorum); Gayo, 2.14; Inst., 2.3 pr,: 2). ..
.-.-
-
.--
2. No se puede constituír una servidumbre pre- Esta clasillcación no coincide necesariamente con .---
---:
dial en favor de una persona (así, p.ej., el permitirle I_~.-.-=
Tampoco puede dar en arriendo una servidumbre A) Servidumbres rústicas. Fueron las más -.
e-
..
.-
..-
.
%
- --
(Ulp., D.19.2.44).
- ..
-.
...-
recta y 16 en las curvas (Ulp., D.8.3.1 pr.; Gayo constituida en un legado p e r uindicationem* (Jul.,
D.8.3.8). D.33.3.1); o por una a d i ~ d i c a f en
i ~ el supuesto
- ---.S -m-*---- -----
En cuanto a la de aquae ductus, es l a que de u a acción divisoria.
permite e1 Qasporte de a p u a ~ ~ O 7 E 3 j b o. s II. En un principio, pudieroxi u s u c a p i r s e a
p ~ ~ ~ ~ > ~ ~ e z & o - ( D.id.
U l p1 .pr.).
, 6
* r
1. Estas cuatro servidumbres eran las más anti- sido el evitar la constitución más o menos ~ E E I
guas. Son res inco7;oorales (Gayo, 2.14) y son consi-
deradas res mancipi (Gayo, 2.17). del dominio.
2. Se agregaron prontamente otras vinculadas al 111. En los fundos arovinc5ales se ~ o d í a n
campo: (i) la de sacar agua de una fuente (aquae
lzaustus), lo que implicaba el acceso a ella (ifer a d
hauz-iendum); (ii) la de llevar a abrevar el ganado al
campo vecino (pecoris ad aquam adpulsus): (iii) la de
llevar a pastar el ganado (ius pascendi); (iv) la de
sacar cal o arena del fundo simiente; etc.
inmueble, hacer una "reserva de s e r v 1 c é U ~ 3 que dichos servicios debían continum como servidum-
--.--_si -LI
I---_;____YI
L Y
-
bres (Marcelo, D.33.2.15 itp.: secundum voluntatem pasar, sacar agua, etc. E n vmbio, en la urbana:
defuncti; Scévola, D.8.5.20 itp.; D.8.2.41 pr. itp.). se mantiene la servidumbre como un estado
C ) Igualmente Justiniano termina por admitir la permanente de los inmuebles. Si la situación
aplicación de la Zongi temporis praescriptio (10 años creada es permitida por el titular del fundo
entre presentes y 20 entre ausentes); C. 7.33.12, i n dominante durante dos años (o 10 o 20 con
fine. Justiniano), ocurría la usmapio libertatic (Pau-
lo, 1.17.1-2; Gayo, D.8.2.6).
5 267. Extinción d e las serwidumbres. Las d ) Tambiénócurre l a extinción de las servi-
e-
el fundo dominante, como del sir-
viente (regla: no existe servidumbre en la cosa
propia; Gayo, D.8.6.1).
beneficio. Ello da lugar a
1. La adquisición debe ser por entero de ambos cho, de tal modo que si se vuelven a dar las
fundos. Si el propietario del fundo dominante, p.ej., condiciones de utilidad y no se cumplió el plazo
adquiere parte del fundo sirviente, la servidumbre no de no uso, se restituye la servidumbre (mp.,
se extingue, sino que permanece en favor del fundo D.8.5.6 pr.; Javol. D.7.4.24 pr.).
dominante sobre la parte no comprada. Esto obedece
a la indivisibilidad de las servidumbres (supra, 3 268. Proteecicín de las sesukdambrec. El
264.g; Paulo, D.8.2.30.1).
2. Si más tarde el propietario de ambos fundos
vende uno de ellos, no se restablece la antima ser- u-a.w ES e1 ~~~p~cia_d&_la
vidumbre; hay que constituír una servidumbre nueva
(Paulo, D.8.2.30 pr.).
1. La célebre definición de Paulo (D.7.1.1): Usus C ) El usufructo aparece como una figura
fructus est zus alienis rebus utendi fruelzdi salva re-
rum substantia (Usufructo es el derecho de usar y
gozar en las cosas de otro, dejando a salvo la sustan-
cia de las cosas) parece de origen clásico. Es la repro- D.7.1.4 itp.),,configurándolo cano una servidum-
ducida casi textualmente en el Cód.Civi1 argentino - b ~ ~ e r s o n a f(Marciano,
. D.8.1.P itp.; Paulo,
(art. 2807). D.50.16.25 pr. itp.).
2. En cuanto a la salvedad de la sustancia, p-de
resultar imprecisa eil ciertos casos; así, el usufruc-
tuario puede extraer piedras, arenas, minerales, etc.
(Ulp., D.7.1.9.21, lo cual no resulta posible sin dismi-
nuir la sustancia de la cosa. Pero define bien la
característica limitativa del usuhctuario. smibles, puesto que según la definición de Pau-
lo, se debe dejar a saIvo la sxrstmcia de la cosa.
B) De este - b m a d n , a d n , ~ $ a ~ , - a l , a l , Y
t eno
~ e sobre
r las consumibles (así, vino, aceite,
el uso (USUS) y el goce (frui) de la cosa tiene dinero, etc.), ya que con su ~ m k e uso r se extin-
to &jan, lo que significaría e3 iius abutendi, es
rnodunz- los medievales hablarán de "dom1i110 decir, la disposición materid de Ia cosa, y con
ello concluiría el usufructo ( I ~ c t . 2.4
, pr.; 2).
B) Pero en la ~r.ácticas e daban su~uestos
(por eso se lo llama nudus proprietarius, por
cuanto sólo fetiene el titulo de dominio). Se
caracteriza p o r q u e " ~ s ~ ~ ~ e T T i s r ~ 1 ~ ~ S T -
lo constituye teniendo en cuenta las condTEorieSS
c ~ m - ~ lla
i rV O ~ W ~ ~ ~ ~
misible-inter vivos y 7nortis causa. s--a t o del siglo 1 d.C. permitxíB el usurructo de
-Y---- *A--.
--
asegurar el futuro económico de ciertas personas, a
las que no quiere instituír herederos. Así, con la &
(~assio-U$., 0.7.1.7.37.
24.26). Así, si se trataba de un fundo de recréo,
no podía sacar los canteros y árboles para hacer 1. Aun no tratándose de estos casos, se puede
huertas (Ulp., D.7.1.13.4). Ea el derecho bizan- aprovechar de 10s árboles derribados por la fuerza del
viento, para su uso y el de SH granja; pero no para
hacer leña si tuviera de dande proveerse de ella
(Labeón-Ulp., D.7.1.12 pr.).
B) d ) S i ~ d g r d g g u n e s c l a y es , o ,
quiere
- la propiedad de los frutos naturales por
- del u s u f r u c t u ~ ~ o ~ ~ d ~ d ~ g ~ e a h t e n g
3
esclavo como consecuencia directa de s u trabaJIo
Inst., 2.1.36) y los civiles, día por día (Ulp., o-nneg_oiando con bienes del usufructuario; tam-
D.7.1.25.2: D.19.2.9.1). En cambio. los aroductos bién lo puede locar y percibir l-aprod~-
cidos (fkutos civiles). Pero si s e trata de ingresos
producidos por otra causa Casi, sucesiones, lega-
dos) no se entiende que sean frutos, pertene-
ciendo a l nudo propietario (Gayo, 2.91 =
D.41.1.10.3).
1.Recordemos que la perceptio involucra el acto
de recoger los frutos (o comenzar a recogedos); así, 1.Debe usar del esclavo c o d o m e a su condición.
cortar el trigo, o sacar las uvas o las aceitunas (Pau- Así, si es un copista de libros, no lo ~ u e d eenviar a
trabajar en el campo; o si fuera un músico, destinarlo al heredero, siendo el legatario e', nudo propietario
a mayordomo (sería ir contra el principio del salva (Gayo, D.7.1.6 pr.).
rerum substa7ztia); Ulp., D.7.1.15.1. 2. Si hablamos del legado pez- uindicatianern", es
2. En cuanto a los hijos de la esclava, el punto porque por este modo el testador pnede trasmitir ipso
apareció discutido ya en época de Cicerón (de fin. 1.4; iure el usufructo al legatario. Pon?a ocurrir también
Ulp., D.7.1.68 pr.), prevaleciendo la tesis de que no en el legado per damnationem o por íideicomiso, pero
se los considera fi-utoc, por lo que serían del nudo entonces la constitución no es directa; e1 legatario
propietario. Se menciona motivos humanitarios ("pa- deberá pedirlo al heredero, quien queda obligado a
recería absurdo, en efecto, considerar como fruto a l constituírlo por un acto ilzter vivos (p.ej., una i n iure
hombre, para quien la naturaleza le ha criado todo"; cessio); Paulo, 3.6.17. El legataria cuenta con la actio
Gayo, D.22.1.28.1; Inst., 2.1.37). Curiosamente se ad- ex testamento.
mite que sean del usufructuario, si el usufructo era
en forma determinada el de parto de la esclava (Ulp., B) Por actos inter vivos, el modo usual era
D.7.1.68 pr.). la i _ n _ i u y p s u a 0 -lru-
medio de una adiudicatio" en los juicios diviso-
rioi
c l 5 s i k 6 - - ~ ~ S l ~ 1 ~ 1 ~ 1
t á ~blig-ado -a m-&ener eLnúmer~..do:ezas,
reemplazando los animales que hayan muerto ..
(Ulp., Dig. id., 2). tiones et stipulationes; Gayo S - F .
fl Si - - e n _ e l ~ d o O d ~ d o ~usuTucto
n &ay
canteras, el usufructuario puede extraer los mi-
n
-tituía1. Alsobre
igual que con las servidubres, si se cons-
una res mancipi, se podía hacer una
el ~ ~ ~ ~ & ~ & o de
<L.--
~ sellas
a ncomo
d o bonus pa- mancipatio con deducción del usrnffiucto. Gayo (2.33)
terfamilias (Ulp., D.7.1.9.2). Siguiendo el crite- hace notar que acá no es propiamente el usufructo lo
rio de que puede "mejorar" l a causa de l a cosa, mancipado, sino que como consemencia del negocio,
se le permitirá abrir canteras nuevas "si para aparece retenido por el vendedor. La deductio tam-
esta finalidad no h a de ocupar una parte impor- bién podía efectuarse en la in izm-cessio (FV. Pgu-
tante del campo"; e íncluco minas de metales, si 10, 47). "__ . . .
en nada perjudicare a la agricultura (Ulp.,
D.7.1.13.5 itp.). e) eo, el usufructo
uuede -a__
> i c a t i ~ ( ~ l a ~ o , ~ p~~
U L"
- --
7r-v-
dominio deducido el u s u h i ~ t o :para que éste quede -.fio-9 coInprador de los ben2ficlos, percil"e1"tisu-
fructo continúa siempre en cabeza del usufruc- 2. El demandado
- - ..
vencida debe restituír todos los
tuario (Ulp., D.7.1.12.2). Sin embargo, se permi- frutos, ya que no es considerada poseedor de buena
tirá hipotecar el usufructo, aun contra la uolun- fe a los efectos de adquirir los frutos anteriores a la
t a d del nudo propietario (Pap.-Marciano, litis contestatio (Ulp., D.7.6.5.3-4; D. 4.6.23.2). En
D.20.1.11.2). caso de indefensio del demmdado el usufructuario
contaba con el interdictum qmm usum fructum (FV.,
274. -@xtinerEón del asufiuefo. Puede ocu- Ulp., 92), análogo al quem furzclurn*. Se debía dar
rrir de varios modos: caución de no molestar el ejwcicio del usufructuario
a ) Por la muerte del u s u f r u ~ o r(Paulo, D.8.5.7).
de éstec 3. La existencia de una actio Publiciana para
(Inst., 2.4.3) o por haberse finalizado el plazo proteger al usuhctuario qne hubiese constituido el
uti frui sin formalidad, resulta dudosa para la época
clásica (Ulp., D.6.2.11.1 ¿itp?T-
1. En el caso de la muerte, dado el carácter
personal del usufructo, no pasa nunca a los herederos Además, a pesar de no ser poseedor de la
del usufructuario (Ulp., D.7.4.3.3). cosa, el pretor lo defender5 eon interdictos úti-
2. La incapacidad producida por la capitis demi- les (así, el uti possidetis y el unde vi; FV.90-91,
nutio" (máxima y media) resultaba equiparable a la Ulp.). También la actio txtilis legis Aquiliae (Ulp.:
muerte (FV.61). Para el caso de la "mínima", se con- D.7.1.17.3; D.9.2.11.10, opinión de Juliano); in-
sideró que el constituyente del usufructo, para evitar cluso contra el nudo propietario que le hubiese
situaciones contrarias a su voluntad: podía establecer ocasionado un daño a la cosa (p.ej., haber ma-
una cláusula especial a fin de que no se extinguiera tado al esclavo dado en usufructo; Paulo,
el usufructo (FV.64). Justiniano dispuso directamente D.9.2.12). Igualmente si le hubiese corrompido
que la c.d.minima no lo extinguía ((2.3.16.2; año 530; a l esclavo, la actio serui corrupti (Ulp.,
Inst., 2.4.3). D.11.3.9.1).
d5Z"
8 276. &o. En el derecho clásico se admite
~
junto al u&fiucto una variedad más limitada: L. No se extinguen ni por el DO uso ni por la
el usus. EL-.u.smxicdieti~~l~cnl.mnt,el~2uso" capitr's-deminutio, pudiéndose t r a - e t i s a los herede-
(uti)
-- 1- -
pero no el (fruz) de &-cosa (Gayo, E-oC!Fap., D.33.2.2 Litp?).
D.7.8.11; Ulp., D.id. 2 @TTEFcignificaba que
-e-
2. Ulpiano (D.7.9.5.3: vel c u b s aztenus anima-
podía usar de la cosa, pero no podía percibir Lis ...) parece referirse a una servigfambre anaEoga de
n i las operae servorum, sobre los &males ajenos. -
vender, ni ceder, ni locar (los alquileres son
-
a
?.
.-
-
--
- a
--
bonis, puesto que lo que trasmite es la posesión. esta posibilidad -luego admitida en el derecho ac-
Incluso se admitirá que pueda darse en prenda una tual como "prenda tácitan- es un simple derecho de
cosa ajena con la voluntad de su dueño (Paulo, retención.
D.23.7.20 pr.). El acreedor puede mantener la pose-
sión, dejándola en tenencia al deudor, a título de 5 290. Efectos de la prenda. La garantia
locatario o de precarista, pero será el acreedor quien que tiene el acreedor consiste en el derecho de
tenga el ejercicio de los interdictos (Florent., D. retener la cosa dada en prenda hasta que la
13.7.35.1). obligación sea enteramente pagada, ejerciendo
2. Esta posesión que mantiene el acreedor es a co< privado de
los efectos de la garantía, siendo su efecto principal la posesión del pignus. Po&a ocurrir que efecti-
la protección interdictal. Pero, salvo permiso especial vamente el deudor pagara la obligación, o que
convenido con el deudor, el acreedor pignoraticio no no sucediera así.
puede usar la cosa dada en prenda. Si lo hiciera sin A l S i se paga la obligación, o ésta se ex'cin-
esta autorización, siendo la cosa mueble, queda obli- gue por otra causa, el deudor pignoraticio tiene
gado por la actio fur-ti (usus); Gayo, D.47.2.54 pr.; una actio pignoazeantra^Le-aC6eCfOT~ue
re!&% indebidarne~te.-la cosa prendada (LTlp., D.1.3.7.5). Ni el dueño deudor ni el acreedor pueden
D.13.7.11.3; id.,13 pr.1 pagase -
la dewelva. comprar el pigrtus (Pap., D.13.7.40 pr.; Paulo 2.13.3).
Además, queda obligada por los daños causados Si no resultara ningún comprador, se permitirá
por dolo o culpa, y en caso de ser una cosa por una constitución de Alejandro S s ~ e r o(C.8.34(33).1)
mueble, responde también de la "custodia"* realizar una petición al emperador para que se otor-
(igual que el comodatario; Ulp., D.13.7.13.1). gue el dominio del pignus (impetrati0 dominii). Jus-
tiniano establecerá para este caso m procedimiento
1. La actio pig7zoraticia (EP, 5 99) tenía en prin- especial, según el cual había que intimar, luego de
cipio una fórmula i n factunz. Pero más tarde aparece dos años (post biennium) al deudor, para que pagara
una redacción in ius, como bonae fidei iudicium Cse- la deuda, tras lo cual se fijaba judicialmente un
giín rescripto del año 225; C.4.26.6) que no parece nuevo plazo, y de no ocurrir eI paga o estar ausente
clásico. el deudor, se concedía l a propiedad de l a cosa (C.8.
2. Igualmente existirá Ia forma de actio cont7-aria 34(33).3.2-3).
en favor del acreedor, para el supuesto de haberse
dado en prenda una cosa ajena sin autorización del Si resultare un sobrante (superfluum), éste
dueño, o una cosa ya pignorada (Ulp., 13.7.9 pr.; debía ser devuelto al deudor, quien la podía
Paulo, D.id.PG.1). reclamar por medio de una acfio in personam,
que en caso de mora del acreedor incluía tam-
B) Para el caso de no haberse satisfecho Ya bién los intereses (Paulo, D.131.1.7).
obli~ación.entonces el acreedor aodía efectivi-
zar la garantia. Generalmente se realizaba, al 1. En el caso de l a hipoteca, se suele hablar de
constituír la prenda m convenio ("contrato de
A
este superfluum denominándolo hyperocha. Pero este
prenda"), que entrará en la clasificación de los vocablo griego, empleado por los romanistas, sólo se
"contratos reales"". En dicho convenio solían fi- halla mencionado una sola vez en los textos (Tryfo-
Eurar pacta conventa (pactos convenidos),. p a a nino, D.20.4.20).
Eesoivér finalmente la situación:
a) A veces se establecía una lex commisso- 11. E p o f e e a . Q 291. El pignus baio la forma
ria, mediante la cual el deudor le otorgaba al de la hipoteca, aparece muy tardíamente en
0- Roma. Subo un desarrollo preparatorio que lle-
piedad d z pignus en caso de no pago de 4a vó ñnalmente a esta forma de garantía, q u e 2
obli~ación.La utilización de este pacto permitia dPferencia de la menda, mantenía la p@n
prácticas usurarias, al aprovecharse el acreedor de la cosa pignorada en poder del deudor.
'de cosas de mayor valor que la deuda, ya que
el pignus quedaría de su propiedad. Por ello, 1. La palabra ~ e g hypotheca
a es prácticamente
considerando su inmoralidad, fue prohibido por desconocida por los autores clásicos. Fue tomada del
Constantino (CTh., 3.2.1= C.8.35(34).3;año 320). uso de fa institución griega de la hipoteca, pero no
b ) Otras veces se autorizaba al acreedor Da- resulta aceptable pensar en u n origen extraño al
propio Derecho Romano, y menos la asimilación a la
institución usada en Grecia.
En unprincipio, este pacto debía figurar expre-
samente. En la jurisprudencia posclásica se in- a ) Existió la costumbre, en los arrendamien-
terpretó que aunque no hubiere convenio expre- tos de % d-os rusticos, de convenir que los ins-
so, la cláusula de vender resultaba sobrentendida trumentos de labranza (invecta) y los semovien-
o tácita en el pignus (se convirtió en un elemen- -tes
- (illata: l a n el
t o "natural" del negocio; Ulp., D.13.7.4 itp.; pago de los alquileres. Dadas lascaracterísticas
Pomp., id.5). de estos invecta et illata, era normal que per-
manecieran en poder del arrendatario, quien de
1. Si se hubiera convenido el pactun de non otro modo no podría trabajar el campo locado.
uendendo, el acreedor incurría en ?f&um si vendía Ea Nos encontramos acá con =a garantía muy
cosa pignorada, salvo que previamente no hubiese especial, puesto que salvo lo convenido, el arren-
hecho un triple reclamo (denurttiatio) al deudor para dador no tenía una actio in rssm para ejecutar
que pague y éste no lo hubiere hecho (Ulp., D.13.7.4). la garantía.
2. En el derecho justinianeo se Ie permite al b ) Hacia fines de la RepGhlica, un pretor
deudor convenir que luego de vendida, podría resca- Salvius creó un interdicto por medio del cual el
tarla pagando el precio de compra. De hacerlo, tenía arrendador podía entrar en posesión de estos
la rei uindicatio o una actr'o in factum (Ulp., D.13.7.13 invecta et illata. Éste fue el in2irdictum Salvia-
pr., i n fine, itp.). num, que ya Gayo (4.147) lo da como ejemplo de
3. La venta se solía convenir entre acreedor y losiñterdictos adipiscendae possessionis. Sólo se
deudor mediante u n pacto entre ellos (Pomp., podia ejercer contra el arrendztaio (EP, 266).
cl Más tarde, ea época clásica anterior a permiten que pueda ocurrir con las servidumbres
Hadriano, otro pretor, Servio, creó una actzo
='-m--
rústicas (Marciano, D.20.1.11.3; Pomp.-Paulo, D.id.
Serviana. aue era Gia actzo zn rem. aue inodía 12; ambos itps.); en el último se permite hipotecar las
de iter, actus, u i a y aquae ductus, diciendo que el
acreedor hipotecario las u t i k a r a si tenía fundo veci-
los. inuecta et illata (EP, 267). no, y posteriormente, si na se pagaba la deuda las
d l a l - vendiera (quizá al dueño del fundo sirviente para
mente Salvio Juliano, fueron perfil-ando una ac- recobrar la plenitud de su dominio). Como se ve, las
tio Serviaíza utilis, denominada también quasi utilidades prácticas eran pocas.
Serviaiza (por los bizantinos, actio hypothecaria
o pignoraticia ilz rem; Inst., 4.6.7; id.31). Me-
d i s e esta acción, se extendía el caso d e l o s
inuecta et illata, a toda clase de pignus (E
&era "prenda" o %ipotecan). De este modo, el
acreedor tuvo una actio in rem para perseguir
al pignus (ya con desplazamiento de la posesión
o sin ello; Ulp., D.13.7.9.2).
tas s e r á . m y ~ o & & A e ~ qJustiiliano (D.20.2;
3 292. Caracteris£ieas.La hipoteca, al igual C.8.14(15), existieron algxm0s precedentes clásicos:
que l x ~ r e n d a~arantizabatoda clase de obliga- a ) Por un s.c. de la época de Marco Aurelio,
ciones. Pero a diferencia de ésta, que necesitaba el acreedor que prestó h e r o para refaccionar
de la entrega de la posesión para que comenza- un edificio, tiene un EZGS praeferendi para co-
ra la garantía,
a-e-a l gor -Y z
F
- brarse con dicho inmueble (Pap., D.20.2. l).
simple c o n v e a (Gayo, D.20.1.4; Ulp., D.13.7.1 b ) Así, por una constitución de Severo y
Caracalla, en favor del pupilo sobre las cosas
compradas por el tutor con dinero del pupilo
(Uip., D.27.9.3 pr.; D.20-4.7 pr.).
Al no exigirse el traspaso de la posesión, se C ) Desde la época de los Severos, el fisco
puede establecer no sólo sobre las res corporales gozaba de hipoteca legal cobre los bienes de los
(como sucede con la prenda), sino también sobre deudores (Rermog., D.49-14.46.3: fiscus semper
las res incorporales, y en general sobre todas las habet ius pignoris; CaraoaIla, C.8.15.1-2, años
cosas que pueden ser compradas y vendidas 213 y 215).
(C+ay8, D.20.1,g.l); incluso sobre todo un patri- B) Luego, en la época posclásica, y acentua-
monio (Pap., D.20.1.1 pr.). do con Justiniano, se establecen otros casos, ya
sobre bienes particulares, ya abarcando todo el
1. Así, se puede hipotecar un crédito (pignus patrimonio del deudor. Este género de hipotecas
nominis). En este caso se permite que el acreedor tácitas y legales (y sobre todo las generales)
tenga actiones utiles para ejecutar al obligado a él, ocasionó un grave perjuicio al crédito, debido al
compensando el dinero cobrado o reteniendo en pig- estado de inseguridad qEe tenían los restantes
nus la cosa, si no sc trataba de obligación dineraria acreedores.
(Paulo, D.13.7.18 pr.). q u ) Hipotecas tácitas o legales particulares (es
También se puede hipotecar un pignus, es decir, decir, sobre bienes en parkicular): (i)el arrenda-
sería el caso de dar como pignus a un tercero, el que dor de un fundo rural tuvo hipoteca legal sobre
yo tengo como garantía (pignus pignoris o subpig- los frutos del inmueble (Pomp., D.20.2.7 pr.,
nus), de tal modo que el acreedor subpignoraticio itp.); (ii) se extendió el p&us de los invecta et
está facultado para ejecutar por la venta dicho pig- illata, considerándolo t á 6 t o en todos los casos
nus (Marciano, D.20.1.13.2). (Paulo, D.2.14.pr., itp.); (i.5)Justiniano crea una
En realidad, en estos casos del pignus nominis y hipoteca legal en favor del legatario sobre la
del pignus p i g n ~ r i sestamos en presencia de cesiones herencia adquirida por e1 aeredero, para el pago
del crédito o de la prenda. de los legados (C.6.43.1.1, a ñ o 529); etc.
2. Si se trataba de todo un patrimonio, se excluí- %;S) Hipotecas tácitas o legales generales (es
an cosas esenciales como el ajuar, los vestidos y decir, sobre todos los bienes del deudor): (i)
esclavos domésticos, o cosas de uso cotidiano (Ulp., Constantino constituyó hipoteca en favor de los
D.20.1.6; Paulo, D.id.7). pupilos y menores de 25 d o s sobre los bienes
3. Igualmente se puede hipotecar una enfiteusis de los tutores y curadores, por las obligaciones
o un usufructo (Pap.-Marciano, D.20.1.11.2). En cuanto nacidas de la tutela y de 1a curatela ((2.5.37.20,
a las servidumbres prediales, en el derecho clásico no a ñ o 312); Justiniano la concedió también a los
podían ser hipotecadas. Los bizantinos prohí%en la -dementes (C.5.70.5, año 530);(ii) También pesa-
hipoteca sobre servidumbres de fundos urbanos, pero b h m hipoteca legal cabre el patrimonio del
marido por obligaciones i~acidas de la dote -v
((2.5.12.30 pr. y 1, aiio 529), de la dozatio pl-op- también otr%s&io-es. En estos casos ocuze
ter nz~ptias((3.8.17.12, año 531) p de los bienes una concumencla de garántfas (así, en primer
parafernzles (C.5.14.11, año 530). (iii) sobre el grado, segundo grado, etc.). Pw ello es impor-
patrimonio de la mujer binuba para garantiza- tante determinar cómo se regula el c o ~ ~ t o
los derechos hereditarios de la línea paterna en enke estos acreedores.
favor de los hijos del primer matrimonio Por lo tanto, se estalslecía u n orden
(C.5.9.6.9, año 472); etc. preferencial, de tal modo que el acreedor hipo-
tecario en primer grado es q n ? c ~tiene el dere-
$ 294. Otros cascps especiales de S $ i @ ~ ~ 7 9cho . pleno del piglzus. Este iuc praeferendi se
determina codorme a la regla prior tempore,
a ) En la época clásica, aquel que había obtenido potior iure (e1 primero en el tiempo tiene mejor
una sentencia favorable cuenta con la actio iudicati* derecho; Caracalla, C.8.17.4; aso 213; C. id, 2).
y el procedimiento concursa1 de la uenditio bonorum*. Él es quiera puede obtener la pcxseción de la cosa
En los tiempos posclásicos, con la cognitio extra 07-di- y promover la venta de la cosa hipotecada, triun-
nem, la ejecución se realizaba mediante una pignoris fando respecto de todos los otros acreedores. Si
capio sobre los bienes del deudor, ordenada por el uno de éstos promoviera la v~mzta,obrando zn
juez. Esto fue llamado pignus ex causa iudicati cap- rem, puede ser despojado por el primer acreedor
t u m , y al beneficiado Justiniano le termina por dar (Marciano, D. 20.4.12 pr. y 7). Esto trae las
la acción real recuperatoria (C.8.22.1-2). siguientes consecuencias: a) EB acreedor en pri-
b) Igualmente, el pretor concedía en ciertos casos mer grado puede cobrarse la totalidad de su
una missio i n possessionerna'; así, al legatario si el crédito, tanto por el capital como por los intere-
legado no era aún debido y el heredero no daba la ses, sin preocuparse por el resto de los otros
cautio respectiva. Los bizantinos -no los clásicos- acreedores. b ) Una vez vendida l a cosa, el com-
dieron a esta missio el nombre de pigrtus praetorium. prador de ella adquiere la propiedad de la mis-
Igual que el caso anterior, este pignus difiere total- ma libre de toda hipoteca. En efecto, no sólo se
mente del pignus clásico. Pese a ello Justiniano le extingue dicha hipoteca en primer grado, sino
otorgó la acción real (C.8.21.2). también todas las de grado pasterior (Alej. Se-
C) Un caso especial era la celebración de una vero, C.8.20.1).
contratación pública por parte del aerarium o muni- Puede suceder que el acreedor en prtmer
cipia con un particular, la cual era garantizada por grado no alcance a cobrarse Is totalidad de su
fiadores (praedes) que constituían una garantía real crédito, por lo que en ese caso, el deudor que-
ípraedia). Se firmaba (subsignare) un documento es- dará obligado por el resto (Pado, D.20.5.9 pr.).
pecial (subsigizatio) que se inscribía en los registros Pero si en l a venta realizada existía un
públicos. superfluum, éste le era devuelta al deudor (Pzdo,
Algunos han querido ver en estas subsignationes D.13.7.7; Ulp., D. id., 24.2). Los acreedores pos-
el origen de la hipoteca. Pero si bien es cierto que teriores no tienen ya actio in rem para cobrase,
virtualmente esta garantía real funcionaba como hi- puesto que las hipotecas han quedado extulgui-
poteca, no era del derecho privado, sino que se regia das (C.8.20.1), pero continúa11 siendo acreedores
por el ius publicum. El pretor no concedía una actio qne podrán obrar por una a c i o in personam
i n reln en favor del aerarium o de los municipia, si respecto de dicho excedente CsuperfZuum), co-
bien protege a los particulares que compraban a és- rriendo el eventual peligro de Ia insolvencia del
tos un inmueble (Gayo, 2.61; EP, 9 186). deudor (Pap., D.46.3.96.3;P a d o , D.22.2.6).
ario.
S- - -
1. Dada la falta de publicidad de la hipoteca, era
un problemas el establecer la fecba cierta de consti-
tución de La hipoteca. La falsificación de la fecha era
como crimen falsi (Mok, D. 48.10.28). El
or León dio preferencia a la hipoteca docu-
en escritura pública, c m intervención del
(iabularius) (C.8.17.11.1, a50 472). Justi-
niano la equiparará con la celebrada en un docu-
scrito al menos por tres testigos (C.4.2.17,
I:
..
:.?.
vuelto al constituyente del pignus, quien tiene contra el acreedor pignoraticia y el antiguo pro-
pietario (C.7.39.8 pr.). Y a u n sin justo título,
F p a r a reclamarlo l a actio p i g ~ o r a t i c i a (Ulp.,
--..
2:- D.13.7.24.2). S i n o alcanzaelvalor d e l o adeuda- luego de 30 o 40 años (longissirni temporis p r a -
:-
--
. ..,
do, las restantes hipotecas en grado posterior se escriptio; C.7.39.8.pr. y l).
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PARTE
CUARTA
negocio (~zegotitcm:f o r m a c f n a l - m & la par- es uno de los requisitos de la usucapio" para poder
t<<iTcñ-gaitiva nec ~a"pPa1"áBroPfmn3"7:~rel adquirir la propiedad civil respecto de una cosa. Y
valorde referi~-~=a~~-af-p~~~-~fi-l;e-"aI~li~~BB -
también interviene a propósito de la fijación del le-
c j j e ~-.-
~6---2--.- ~ Y a>-.~ d- f* - _ _ -_-
W i E % ~ ~ üst&t'cs"d~TpTa~spiri-
-lTDX*l-ac- gado y del momento en que se paede realmente re-
tual e i n c ~ u s q ~ p l ~ ~ ~ ~ d ~ ~.a~-, e l l l o O z c C clamarlo
~~ (regla del dies cedens* y. dies ueniens*).
En el derecho moderno y en el actual, el Asimismo, hechos naturales, corno p.ej. una inun-
afán abstracto h a hecho concebir una "Teoría dación, puede acarrear, en caso de ser permanente,
generai del negocio jurídico". Nada más opuesto la pérdida del dominio del funda, lo mismo que el
a la manera de pensar de los romanos. Los derramamiento de una vasija de aceite o de vino.
juristas romanos huyeron de las generihacio- 2. También es un hecho que acarrea consecuen-
iles abstractas. En cambio, estuvieron dotados cias jurídicas el "nacimiento": al nacer la persona, se
de una especial inclinación para resolver los consolida la situación del nasctt~trus", ocasionando
problemas concretos que se les presentaban tra- con ello consecuencias dentro de la familia, no sólo
tando de enconkm la "solución justa" para e1 personales, sino también patrimoniales; así desde el
caso determinado. De la mera lectura del Diges- punto de vista del derecho suceaosio.
to, lo que surge no es una teoría, sino más bien Igualmente es un hecho la "maerte", ya que cesa
análisis de casos particulares. la persona y determina si se t r z h de la muerte de
un paterfamilias la apertura de ,su sucesión, o si es
1. Pese a ello, los programas usuales de nuestro m alieni iuris, la modificación de las cuotas heredi-
país y muchos extranjeros, continúan hablando de la tarias, e incluso, si era el único heredero instituído
necesidad de presentar al alumno un cuadro general en un testamento, la ineficacia de éste y la apertura
del "negocio jurídico". Esta costumbre, de la cual de la herencia ab intestato*.
discrepo, tendría la única ventaja de presentar cierta
terminología en forma agrupada, lo cual puede resul- B) Cuando se habla de actos, m
3 --is-~
110s
-
estamos
. szze- --a
>~ - #-<-L+,-
$ 298. Hechos
~2
acto
Esta terminolop=íaes
entrar en la consideración de las discrepancias
doctrinarias que pudieran existir, una ubicación
que no despertaría mayores problemas nos per-
mite distinguir:
A) Todo hecho es un mero acontecimiento,
o que
aTzs-z^2,
C) Para algunos
--e
autores, el
. -<- %,~
+"-F?+s*=- --------
acto jurídico es
sinónimo de negoczo 7uddzco. Far"""oiFroS~FS*b'r~a
ci,orges-oonela&3gesIX,j-uídic $9. halla totalmente fijada por el*L- derecho (así, p.ej.,
"=----=v&~~
.~ - -u"
cómo,
1. Así, ug.gcho natural ~ ~ , o ~ g & $ :_ d~ Óe g ~d m
á t o y a - qulen- se debe paga?). En
-Y---"*--=- -<
c~gsygggne~&rid;Lcasen determinados
T.------ casos. De
-u---
cambio en el-ñernio jur~d2r);-1d;voluntad
---+~-T---A-=&->&~-~-- - ._-_tiene
este modo, en una stcpulatio'' subordinada a un pla- .ul-aj-osibihdad de actuacion mas amplra - = ,--lasí,
.= -
m-
-
zo, habrá que esperar el trascurso de éste para que p.ej., un testamento, ya que. el testador puede
.--yn=z-
n - - -.--m--i *. - -__ _
con cierta libertad, teniendo en cuenta las va- por l o general, los del tus ge?ztiuin4-o del LUS
rzaturale'": así, en principio la compraventa cla-
/'
sica, el mutuo, la locación.
fideicomisos"'). c.
--
cuenta el fín tenido en vista. ---
--
1. Sin embargo,
- la clasificación no luce tan clara --
A
--
y sencilla. El testamento es un acto o negocio unila- l. Sin embargo, ello no es totalmente cierto. Así,
teral, pero si el heredero es "e~trafío"'~,se necesitará en el caso de la stipulafio, l a "causa" podía adqui" -!-
la aceptación de la herencia por parte de este. Igual- importancia, ya para invalidar el negocio o poder -zz*-
mente, una donación* sólo se perfecciona cuando es oponerse con alguna excepti~a su cumplimiento (v.
aceptada por el donatario. ¿Los convierte por ello en infra, 5 385).
"actos bilaterales"? ¿O continúan considerándolos "uni-
laterales"? Los juristas romanos no prestxon atención E) Olzerosos o gratuitos. LOSprimeros -supo-
.
--m- s"
F-< ..i_.
<=-
a estas divagaciones aue. ~reocuaana los modernos. nen una ventaia económica aue se daurere a o r
2. Igualmente: el testamentiu civil romano clásico -aacion c
fue e1 efectuado per aes et libram-'-.Si bien la volun-
tad es expresada en una utilización de la mancipatio,
dimiento patrimonial -asíl la compraventa, don- :-
se necesita de la presencia de otras personas (los
testigos, el Eibripens), pero también el que figura
como familiae emnptol-, que parece estar aceptando x>.ei. en la donación.
por un gesto de alnicitia las palabras del testador. Lo -
mismo ocurre en la mera mancipatio, o cuando es
utilizada para emancipar a un hijo o a una hija. 1. Elementos de los actos y negocios-.= --- -
---
jurídicos. ----
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c-
£3) Ilzter vivos o mortis causu. Los primeros -c..
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300. Se suele hablar de elememztos esencia-
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laiio , cuáles pueden ser compradas y vendidas, cuá- part-e,_cabe-rec_n~g-r con cerkidmbre la exis-
.. les pueden ser objeto de u n legado" o de un fideico-
miso', cuáles pueden ser objeto de la usucapio*, y así
--- tencia
.*- de la=+ voluntad. Así, el hwedero " e x t 3 0 "
- _ -^ _&
-
-
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,
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ara una m
GZ StijZIatio o
una in iuie cessio), el acto p r ~ d u c í alos efectos
. S - .- - - - --*S- "
Q 301. La -<-
voluntad puede --ser manifestada
- -7p71---
z- *-
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ya e n f o & i expresa5' p en-7U11aa&I.@'
aSasac~~~~irn.iro~doformn$a
de-manera indubitable. En algunos ne"goclos,
-
a -S-
_
los testamentos. Ya hacia fines de l a República, Por tanto, había que considerw qne la "sustitución
nvolucrando ,también la "sustitución
en los 10): se interpretaba que la stipulatio era vá- ue una-.?e-e.de las9-iza 3essmT.
.7r P- ? a m o % r a
-2xmgLa-z--&-
1. El acontecimiento condicional debe ser "futu- él se resuelve. Así, p.ej., Te daré 100 todos los
ro". Si se refiere a un hecho pasado o presente, así días mientras no llegue una nave del Asia. Desde
"Si Ticio es cónsul" o "Si Mevio está aún vivo", se ya te estoy debiendo 100, pero esa obligación se
entiende que la obligación es "pura y simple". En resuelve si sucediera el hecho condicional.
efecto, si estos acontecimientos pasados o presentes En e1 Derecho Romano sólo se conoce pro-
no han sucedido, Ia estipulación es nula. Si, en cam-
bio, han sucedido, es exigible en forma inmediata. Y
ello ocurre así aun cuando estos hechos sean simple-
mente desconocidos por las partes, no obstante la
apariencia de incertidumbre, no suspende la obliga-
ción, puesto que lo que es desde ya cierto por la
naturaleza de las cosas, es prontamente constatado
(Inst., 3.15.6, Modest., D.45.1.109; Pap., D.íd. 120).
2. A su vez, debe ser "incierto", pues si necesa-
riamente debe ocurrir, estamos en presencia de un 1. Así, p.ej., si se agregó a una compraventa un
plazo, y no de una condición. pacto de que si dentro de un determinado plazo el
3. Los juristas clásicos sostuvieron que la condi- comprador no aprueba la cosa comprada la venta
ción debía figurar como un evento del cual depende queda resuelta, se entiende que se trata de una
la obligación. Así, "¿Prometes darme tanto si llegara compraventa pura, con un pacto de resolución sus-
una nave del Asia?". En cambio, si se dijera: "¿Pro- pensivamente condicionado o aplazado (Ulp., D. 18.1.3).
metes darme hoy tanto si una nave llegara mañana Lo mismo ocurre con el pacto cornisorio" y el pacto i72
o pasado del Asia?", se entendía que era una condi- diem addictio*.
1
k5L NEGOCIO
2. En e1 caso de una stipulatio se podiz subordi- metes darme 100 si quisieras djrmelos?": De ser asÉ,
nar la eficacia de ella a una condición suspensiva se entiende que la stipulatio as inválida (Ulp.
(así, "Prometes darme 100 si llegara una nave del D.45.1.17; Javol., D.íd. 108.1; Paulo; D.46.2-3; Bomp.,
Asia"), pero realizada empleando en la pregunta una D. 44. 7. 8).
cond~eióno un plazo resolutorio, la modalidad no es 2. Las condiciones pueden ser positivas (cumdo el
válida, quedando la obligación debida en forma pura negocio se subordina a que se realice un acontecimien-
y simple. Así, p.ej.: "¿&'le prometes dar 100 á-meos to: "que ocurra tal hecho") o negativas (cuasido se
por día, mientras no llegue una nave del Asia?", se subordina a que no suceda: "que na ocurra tal hecho").
entiende que la obligación es pura y simple y se per- Un problema especial se presentaba cuando el
petúa, de tal modo que según el ius civile estricto, el negocio se subordinaba a una condición "potestativa
deudor continúa obligado a dar dicha cantidad diaria. negativa". Así, "¿Prometes darme tanto si yo no as-
Esto se debe a que los juristas romanos sólo cendiera al monte Capitolio?". C m o no había ningún
admiten en principio que una obligación se debe ex- plazo para determinar cuándo se consideraba cumpli-
tinguir por alguno de los modos admitidos (así, por el da la condición, se interpretó que era como si hubiese
pago). Lo que no se admite es que se pueda deber ad estipulado que el estipulante se 103 daría a su muer-
tempus, es decir, hasta un tiempo determinado (ad te, siempre que para esa época no hubiera subido al
t e m p u s debe?-i 7zon potest; Inst., 3.15.3; Paulo, monte Capitolio (Inst., 3.15.4).
D.44.7.44.1 y 2). En cambio, se podía estipulu sin mayores pro-
Sin embargo, el pretor corregirá los efectos ine- blemas, diciendo: "¿Prometes dar 1.000 si en el tér-
quitativos que se producían. Otorgaba al deudor, en mino de dos años yo no subiera al monte Capitolio?",
caso de haberse producido el hecho condicional, l a debiéndose esperar dicho bienio para saber si l a con-
exceptio pacti conventi o la exceptio doli mali (Inst. dición se cumplió o no (Celso, D.45.1.99.1).
ibíd.; Paulo, D. ibíd.). Para e1 caso de los legados dejados con condfción
3. En el derecho hereditario se puede establecer potestativa negativa: "Dejo tal legado a Ticio si no
una institución de heredero subordinada a una con- ascendiera al monte Capitolio", o "si no manumitiera
dición suspensiva, como p.ej.: "Que Ticio sea mi he- a Sticho", se i;enrlría que aplicar la misma regla que
redero si viene una nave del Asia". El instituido será respecto de la stipulatio, con lo m a l el legatario no
heredero si se cumple la condición. se beneficiaría del legado. Pero se aplicaba un reme-
Pero no se puede instituír heredero subordinado dio arbitrado por Q. Mucio Scévola. Consistía en que
a una condición resolutoria: así, "Que Ticio sea mi el legatario tornara inmediatameate el legado, pero
heredero hasta que venga una nave del Asia". dando previamente una caución a4 heredero, es decir,
La razón está dada por l a regla selriel heres sem- una seguridad para la restitución si es que no aca-
per heres, es decir que una vez que alguien es here- taba la prohibición del testador (cautio Muciana; Ulp.,
dero lo será siempre, de tal modo que no se admite 13.35.1.7 pr.; Javol., D.id.67; Pap., D.íd. 72 pr., 1-2;
tampoco la institución de heredero "hasta un tiempo" 73; 77.2; Pap., D.id. 101.3; Jul., D.íd. 106).
(ad tempus). En favor de la validez del testamento, Más tarde, se aplicó también al caso análogo de
se entiende que la institución es pura y simple, es la institución de heredero (Ulp., D.28.7.4.1 itp.).
decir, no sometida a condicióñ, entendiéndose que la
cláusula resolutoria no estaba escrita (Inst., 2.14.9).
---
halla el deudor. Este constreñimiento se hace --
En textos interpolados encontramos la expresión ef-sin grso7zam -
-.
..
.
ius crediti (Calíst., D.48.7.7; D.4.2.13; Ulp., D.4.2.12.21,
-)0-( - ...
.
propia del ius civile. Sobre "obligaciones pretorianas" sobre una coca. También e1 tener que realizar --.
.-.
.-.
- -.
.
m-.
---
v. infia, 3 320.B.3. servicios o trabajos (dare operas).
---.
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.-.
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-..
11. Hay otra definición,- que es de Paulo 1. Dure tiene propiamente el sentido de que el ...
.....-.....
(D.44.7.3 pr.), según la cual "la sustancia ? E ' T Z E deudor debe hacer que una cosa "se haga nuestra" (ut -
-.
. .
.
obli~aciones
-
no consiste en aue-a~a " nuestra nostrum fiat; Gayo, 4.4). Así, el heredero debe cum- .-.
.. .
una cosa, o una servidumbre, slno en que otro plir el legado per damnationem, haciendo que ésta
- .-.
..
--.
--.
_-
.-
se constrina hacia nosotr.os, a darnos, a hacer- sea del legatario, si se trata de una res mancipi, por -
nos o a prestarnos alguna cosa" medio de una mancipatioq o de una in iure cessio", <.
....
~
.....
1. Aquí, la definición, acusada de interpolación, tio, si se trata de una res nec mancipi (Gayo, 2.204). ,..
...
..-.
.
se concentra en distinguir dos aspectos en la obliga- Igualmente si se trata de una sfipulatio, en la . --:
.-
ción, los cuales son: cual el promitente se obligó a dar u n fundo (dare ,.-
: -.-
--
a ) el "constreñimiento" en sí mismo, es decir, la fundum; Ulp., D.45.1.75.10): r--
.-:
atadura, el deber, o como lo dice la moderna doctrina 2. También consiste en un dure la constitución de
alemana el Haftung (= responsabilidad); y un usufructo (Gayo, D.7.1.3 pk-.: dare usufructum), u n
b ) la "deuda", es decir, '?o debido, el debitum o la uso, o una servidumbre.
Schuld de los alemanes. 3. Finalmente, el realizar determinados servicios.
2. Esto tiene importancia en las obligaciones na- Así, l a prestación de servicios, p.ej., por parte de un
cidas de negocios fbrrnales en la época antigua. Así, liberto (dare operas; Pomp., D.36.1.8 pr.; D.íd.10 pr.).
en la nacida del nexum, no bastaba meramente pagar En cambio, si no se trata d e "trabajos" ("locación de
la "deuda", sino que para extinguir la "responsabili- servicios"), sino de realizar una "obra" determinada
dad", era necesario realizar un rito especial: la solu- (opus; "locación de obra"), la obligación consiste en u n
tio per aes et libramx, forma que se aplica para l a ficere.
extinción de otras obligaciones (Gayo, 3.173-175). Lo
mismo ocurre con la obligación nacida de la sponsio- Facere hace relación con todo acto que irnpli-
stipulafio. No bastaba pagar para quedar desligado; que un comportamiento determinado, incluso el
era necesario realizar un acto ritual contrario: la abstenerse (non fucere).
acceptilatio*.
En la época clásica, en cambio, el mero pago es 2. En D.50.16.218 se nos da un sentido muy
amplísimo de facere: "Comprende absolutamente toda
la forma normal de extinguir l a obligación. La accep-
t i t e r e m t i r E-dZÜdZ-
causa de hacer, de dar, de pagar, de entregar dinero
*-
nacida de una stipulatio. (numeratio), de juzgar y de andar". Pero el texto
atribuído a Papiniano se considera interpelado.
5 318. Elementos de la. obligación. En la El sentido propio de facere es más restringido,
obligación deben existir: abarcando un comportamiento en conexión con un
resultado final preestablecido. Así, si se h a estipula-
'L
' do la tradición de l a posesi6.n vacua de una cosa, o
la misma obli~aciónrecavera en la misma v hacer una fosa, o construir un edificio (Ulp., D.45.1.72
ú n i i l d a r í a de c~on.usiónrY pr.; D.íd.75.7).
ello arrastra la extinción - -. Así, A debe
- -. de---eflal Precisamente tiene su importancia en l a compra-
100 a B, pero luego A instituye heredero a B, venta, ya que la obligación del vendedor no es un
por lo que éste seria acreedor y deudor de si dure (constituír l a propiedad en el comprador), sino
mismo. en hacerle la traditio (considerada un faccl-e) para
otol-gasle el Izcere habere (podes tener lícitamente la respecti~aestá cuidadosamente redactadz, pudiendo
posesión). deducirse fácilmente la causa y el contenido de la
3. También puede consistir en un "no hacer" (non obligación, y también contiene c m precisión los dis-
faciendo), como, p.ej., "que no me sea lícito tener el tintos supuestos de la condena.
esclavo Sticho" (Ulp., D.45.1.75.7); o "que no comete- 2. El fiúmero de las acciones con sus respectivas
rás dolo" (Paulo, D.45.1.83 pr.). causas obIigacionales es un "núroero cerrado" (nume-
7-us claususf. Las partes no pueden crear una obliga-
Praestare significa en general el contenido ción que no esté asegurada por iana actio.
de u n a obligación, esto es, l a "prestación", apli- Este carácter cerrado se ve atenuada, por un lado
cándose a veces el1 forma más restringida, en por el fácil empleo de la stipulatia, que como promesa
forma autónoma, para los cacos en los cuales no de pago permite fácilmente tornar obligatoria una
hay propiamente un dare o un facere. Como, p.ej., prestación siempre que no sea ilícita o inmoral. Y por
cuando se garantiza algo ("prestar cauciónJ7). el otro, por la potestas de los pretores, qne frente a
un caso de obligación que no esté incardinada en el
4. En algunos textos se habla de praestare en Edicto, podian otorgar, si la situañ_ónmerece amparo
sentido muy genérico, comprendiendo al dare o al jurídico una uctio i n factum.
fasere, es decir, hablando ampliamente de la "presta- 3. En el período posclásico, al desaparecer el
ción" (así, Gayo, 2.202; D.4.5.8; Javol., D.24.1.50; Ne- procedimiento formulario y resolverse las cuestiones
racio, D.17.1.35; Pomp. D.17.2.60 pr.; etc.). por la extra ordinem cognitzo, se produce un resque-
5. Pero con sentido más preciso y autónomo, aten- brajamiento del "número cerrada" de acciones, y en
diendo a su etimología (praestare) significa "consti- consecuencia de las obligaciones. Con Justiniano se
tuír fiadores" y en general "garantizar". Así, garan- trató de volver a l sistema clásico, pero su aspiración
tizar el "peligro" (periculum) de una cosa (Jul., fue más formal que sustancial, por cuanto se admi-
D.23.3.46; Pomp., D.3.5.10(11)), o la ausencia de dolo tieron acciones nuevas surgidas de la misma natura-
o de culpa, o el cuidado especial de la "custodia"" leza de1 negocio.
(Pomp., D.24.3.9; D.íd.67; Pomp., D.26.7.17). d i 01L, [-j7
Y también se habla de praesiare con el signdica- 8 320. Obligaciones czuzZes y obligacio-
do de resarcir el daño. Así, por la venta de una mes horaarasias.
herencia (Javol., D.18.4.81, o por la evicción* (Ner.,
D.21.2.48), o en el condominio o en la sociedad (Jul., A) a e i A o -las
--*
obligaciones admitidas
w--m" a--------
Estas tres formas que puede asumir l a pres- nacimiento a u n a actio ciuilts. E s t á n compren-
tación conforman todas las posibilidades de con- d f % ~ Z " r n ~ ~ T = m ~ h " " o X ñ O
tenido de las obligaciones. Precisamente, lo típi- también las admitidas con p u s k a d a b a _ m - e l _
co de u n a actio in. personarn es que figura en la p.ej. las obligaciones de ---
i7zterttio de la fórmula l a expresión dure facere ,buena fe, que dan lugar a un i u d i c i u m bonae
pra.estare oportet (que se deba dar, hacer o pres- fidei.
tar: Gayo, 4.2).
1. Algunas de estas obligaciones son consideradas
de "derecho estricto", ya que son interpretadas de
manera rigurosa y estricta por medio de una actio-
stricti iuris". Así en el caso de las obligaciones deri-
5 319. ObEigatio y actio. Las obligaciones vadas de la stipulatio* y del legado per damnatio
en Roma, sobre todo en el derecho antiguo y nem*. La fórmula contiene la intentio redactada como
clásico, resultan individualizadas por las accio- dare facere praestare oportet (Que se deba dar, hacer
nes que sirven para obtener s u efectividad. De o prestar).
ahí que existe u n a conexión muy estrecha entre 2. En cambio, otras son consideradas "de buena
obligatio y actio. Ambas, u n a como causa y l a fe7'. Dan lugar a un bonae fidei iudicium", que se
---.--.d--&~
otra como efecto, son dos términos correlativos, caractenza por c u a n 6 ? % ~ P ~ ~zudex ~ = apara
i con--
ya que una implica la otra. Precisamente, los denar por "todo aquello que el demandado deba al
dos titulos del Digesto (44.7) y del Código (4.10), actor según los dictados de la ?&- fides (quid-
consagiados a esta materia IleXiran el nombre De quid ...dare fucere oportet
.. ex fide b o n a ) ~ u ~ d por
e,
obligationibus et actionibus (Sobre las obligacio- tanto, examinar con libertad cuestiones co__ i0.s m- .
nes y las acciones). tg-eses,&--os, la comiensaci6z de ---- créditos, así
como las H l o ocurre, p.ej., en
1. Cada obligación reconocida por el ius civile O negocios provenientes del iui gentium, admitidos por
amparada por el izcs pr-aetorium (u hono7-ariurn) está el ius civile, como la compraventa, la locación, la
asegurada por la existencia de una actio. La fórmula sociedad g el mandato, pero también en obligaciones
DI PIETRO
curules).
1. Se trata de casos en los cuales el magistrado, esclavo promete algo a alguien no podía por ello -
por razón de equidad, extiende bajo la forma de obligarse c~vilmente,ni tampoco ser demandado ya -:.
actiones utiles, analógicamente, formas de obliga- que no podía actuar en justicia. Se entendía que 1
ciones que según el ius civile estricto no conta- era una obligako naturalzs (Ulp., D.47.7.14). So- -'
rían con acción. Así, a veces se emplea la ficción lamente en el caso de que el esclavo gozara de -1
de un elemento pedido por el ius civile (actiones un peculio, los acreedores podían dirigir una actzo ----
-%
-.
ficticiae*). de peculio*, hasta el monto del mismo contra su =-:
2. También son utilizadas para reprimir conduc- dominus. --.
-.--
--
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!y.
"
tas dolosas. E incluso, en algún caso (como la nego- La filia y la uxor i n m a n u tampoco se pueden ---
tiorum gestio* y el depósito), la acción es ex fide obligar=. -En cambio, un
bona. filius podía obligarse. Incluso hasta podían ser de- E$ *
3. Se ha destacado por parte de la doctrina que mandados y condenados en un juicio, pero la ejecu- --
la obligatio es en la época clásica una institución ción del mismo carece de sentido. pues no tiene pa- -&
exclusiva del ius civile, señalada por la expresión trimonio. Se podía aquí hablar también de obligaciones :8
dure facere praestare oportere. En cambio, cuando el naturales. Si los filiifamiliae poseían un peculium
pretor amparaba al beneficiario de una situación obli- profecticium, los acreedores podían dirigir la actzo de -
gacional se evitaba hablar de obligatio empleándose peculio contra el pater, hasta el importe del mismo 1.- -
en cambio la expresión actione teneri (estar sujeto a Pero si detentaban un peculiurn castrense', respecto -
una acción). del mismo se podía obligar civilmente y podían ser -
Se entendía que así como el pretor no puede ellos mismos demandados, condenados y ejecutados r-
crear un dominio distinto del dominium ex iure Qui- por su monto (Gayo, D.5.1.41. --
=
ritium, aunque sí proteger al que tenía cosas in 2. Luego, el número de obligaciones naturales se
b ~ n i s (llamada
:~ "propiedad bonitaria"), ni crear here- fue ampliando. Así se incluye el caso de1 sui iuris que 7
deros, aunque sí proteger a los bonorum possessores* por una capitis deminutio se ha hecho alzeni iuris -
(no Ia hereditas sino la bonorum possessio), tampoco (Ulp., D.4.5.2.2). E igualmente, según una opinión -
puede crear obligaciones, aunque sí proteger por actio- mayoritaria, las obligaciones contraídas por el pupilo :y-
nes determinadas situaciones obligacionales. sin la auctoritas de su tutor (Pomp., D.46.1.2; Paulo, .e2
.--
"-
"
Sin embargo, hay textos, algunos interpolados, D.12.6.13.1; en contra, Licinio Rufo, D.44.7.58). Y la
donde se habla de obligados pretorianos, donde se obligación extinguida por la litis contestatio (Jul.- 1
emplea obligatus: Gayo, 4.172; Ulp., D.46.1.8.2; D.2.15. Paulo, D.12.6.60 pr.).
4.1; Paulo, D.4.5.7.2; D.4.2.17; etc. En la época jus- 3. Posteriormente, en la epoca posclásica, se ad-
tinianea, al no existir el procedimiento formulario, miten otros casos: así, si un filius ha contraído un
esta diferencia carece de sentido. mutuo, en contra del S.C. Macedoniano" (Marciano,
Este problema quedó fijado, pese a ello, en la D.12.6.40 pr.; Paulo, D.14.6.10 itps.), o la obligación
definición de obligatio (Inst., 3.13 pr.), donde la ex- nacida de un simple pacto de pago de intereses (Ulp.,
presión final secundum nostrae civitatis iura (según D.46.3.5.2 itp.).
10s derechos de nuestra ciuitas), haría referencia di-
recta al ius ciuile. Los propios juristas admiten que sólo en 2
forma abusiva se puede hablar aquí de "obliga- .-:-
9 321. Obligaciones naturales. Tal como ción" (Jul., ~.46.1.16.4;Ulp., D.15.1.41).Pese a
lo señalamos, existe una correlación eñtre oblz- ello, estas obligacioneS n&rales producen los
~ a t i ov actio. La obli~ación~ropiamentedicha siguientes efectos:
a) Si el deudor paga lo debido, no puede
repetir r , ~ - b & ~ ~ a (Jul., - g o
D.46.1.16.4; Pomp., D.12.6.19 pr.).
b) Un crédito "natural" puede oponeisgsomo
c o m p e n s a una obligación
- _._ - civil (Ulp.,
III_--C<TC->L
tes, resulta favorecido el que tiene la posesión de la T2E¿TtT% sus acreedores A y B.. No obstante que
cosa (melius condicio est possidentic). el esclavo es físicamente indivisible, el cumpli-
Sin embargo, el pater tiene acción para reclamar miento de la obligación se puede hacer pro par-
lo perdido en el juego por un fiíius o un esclavo. te, es decir, Ticio se puede liberar entregando la
Igualmente, se daba una acción contra el pater por lo 1/2 a A y la otra a B, que 10 tendrán en con-
que ganó el flius o el esclavo (Paulo, D.11.6.4.1-2). dominio (Jul., D.45.1.54). Pero no sería "divisi-
En el Derecho moderno, en cambio, las deudas de ble" cuando el dare es de un ius indivisible
juego se consideran "deudas de honor". Según A. (p.ej., una servidumbre predial; &c., D.8.3.32;
d'Ors, (DRP, 5 354) ello "refleja un determinado cli- Ulp., D.45.1.72).
ma histórico-moral", y representa en los códigos uno Si se trata de un facere, p.ej. hacer uno~u_s,-
de los principales ejemplos de obligación natTwal. a ~ a a z a s - ~ 2 ~ ~ ~ & l i g aesC@da%g&le. ión Pero si
'----e- brc L . se trata de servicios que pueden dividirse por
&/'>
322. Clases de o&ligaci<aatespor Ice su número o medida (dare operas), la obligación
pr-estación. sería "divisible" (Jul., D.45.1.54.1).
Las obligaciones indivisible5 pueden ser exi-
A) Obiigucio~zes
--
específicas y _~enér&ic.-La gidas por cada acreedor a cada deudor. Se com-
prestació=uede
- t I a- .-*____ consistir en~ar-un__CoAaa_ portan igual que las obligaciones solidarias, pe-
perfectamente determ--[species), com&.- -ro a diferencia de éstas, dicho efecto de reclamo
el esclavo Sticho, o cosas indeterminadas dentro- tn solidum no surge por el vinculo "solidario"
del mismo género (ge~zus),como, p.ej., un escla- sino por la naturaleza de la prestación.
vo, tantas tinajas de vino o de aceite.
- C) O ~ , a & n ~ ~ g r n ~ yu afucul~gtiuas. s
1. Si se trata de una obligación especifica, en
caso de perecer la cosa que se debía dar por caso
-
-
u-
prestación consiste- en ~ O o
-
S-
--- -
entiende por "alternativa" la obligacióncuya
S más- -- co@s-.-.deslma:
i- _.-
eligiendo él en principio, cuál de los dos dará. puedécG?igir'ldelAdeÜd6f,y éste ;$a oblieachxhd&&l
El efecto principal es que si uno de los dos &e los 100. Tras lo cual, una vez pagados, queda
esclavos, p.ej. Sticho, muere, es debido el otro. liEi%ZZY-'----
P "----
Si bien se puede aplicar a los legados y a las 2. Hay un acreedor y c-lnca deudores, siendo la
compraventas, la estudiaremos a propósito de la
stipulatio (infra, Cj 387.d).
_
_ _ 100.--Dicho
deuda__ por - ----
acreedor puede reclamar el
monto total a cualquiera de los deudores. El pago
--=u-
En cambioi en &Q~&d_7i&~i&~fgcu1- e f e c t u a d o g a c i 6 n .
tativa", la prestación es única, pero e l deudor se
reserva la facultad de liberarse entregando una Las diversas circunstancias de las obligacio-
cosa distinta. Principalmente se aplica en el nes solidarias, las veremos a propósito de la
c m t i r una condena en un juicio noxal. stipulatio (infra, 389-3901.
Así, por el delito de un esclavo responde su
dominus y su obligación (in obligatione) consiste C) Obligaciones cumulatiuas. Un deudor se
en pagar la suma de dicha condena. Pero tiene puede encontrar obligada a tener que pagar
la facultad (facultas solutionis) de liberarse en- la entera prestación a das o más acreedores.
tregando al esclavo en noxa*. Esto ocurre, p.ej., a propdsito de las actiones
poenales*, ya que habiendo una pluralidad de
1. La llamada facuítas solutionis es prácticamen- coautores, cada uno de ellos está obligado por el
te extraña a las estipulaciones, y en general a los monto de la pena. Igualmente, er* el legado
demás negocios romanos (ver, sin embargo, Paulo, per damnationem4: efectuado en forma disiunc-
D.44.7.44.5).Los autores modernos la emplearán con tim: Así, "Doy y lego el esclavo Sticho a a'icio;
mayor asiduidad, sobre todo para señalar que ha- doy y lego el mismo esclsrvo a Seyo". E1 here-
biendo una sola prestación in obligatione, de perecer dero cumplirá este legado dando a uno de
ésta por caso fortuito, la obligación se extingue, ya los legatarios el esclavo, y al otro su valor (aes-
que la facultas solutionis aparece para el deudor sólo timatio).
-
para liberarse de la obligación.
===- 503-
8 323. Clases de obligaciones pos las per--
D) Obligaciones ambulatorias. Sopr denomi-
nadas así, ciertas obligaciones que carecen, de
soaas interuinieates. momento, de un acreedor o deudor determinado.
Ello puede ocurrir en los siguientes casos:
Cuando existan pluralidad de acreedores o a ) El daño producido por un animal, esclavo
de deudores, se pueden dar las siguientes for- o filius, debe ser demandado al dueño o patel-
mas de obligarse: que lo fuera no en el momento de la comisión
del daño, sino cuando se produce la litis contes-
n tatio* (Gayo, 4.75-77; Inst., 4.8.5).
v
" las deudas se dividen de acuerdo con los di- b) La obligación del eilffteuta, supeficiario o
--yersos acreedores o deudores.
"-----P-ccLI.
propietario provincial de pagar el tributum o el
stipendium, aun cuando la falta de pago sea
1. Así, - si existen cinco deudores y un solo- acre- debido a personas que estaban anteriormente
edor. siendo la deuda de 100., se ~ o d r ár e c L a r de
&
en esa situación (Papirio Justo, D.39.4.7: "son
cada uno de ellos la parte proporcional que les co- demandados los mismos predios, no las perso-
r r 3 - 2 0 . nas"; Pap., D.50.15.5.2).
2. También, si son tres los acreedores y uno solo c) La obligación de restituír lo adquirido por
el deudor, siendo la deuda por 90, cada uno de los violencia en l a actio quod metus causa, que
acreedores podrá reclamar su parte proporcional: en responsabiliza a cualquiera que haya obtenido
este caso 30. la cosa, o haya obtenido provecho con ella (Ulp.,
D.4.2.9.8).
B) Oblipaciones solidarias. E n algunos -.--A ca- d) La obligación que incumbe al heredero de
sos. principalmente en una stipulatio, o en un realizar una prestación e n favor de terceros cu-
l e ~ a d oper damnationem, se puede establecer ya determinación corresponde a un tercero (Inst.,
que cada acreedor pueda exigir la totalidad de 2.20.25-27).
1 e ) L a obligación de reparar el muro en la
activa). O también, -----.existiendo varios deudores y servidumbre oneris ferendi", que corresponde al
-, --u
un solo acreedor, éste puede también exigir el que sea propietario del edificio sirviente en el
total de la prestación a uno sólo de los deudo- momento de ser pedida la reparación, pudiendo
-.p..."."-p-'"
-
res, cualquiera
<L.----&- - de ellos;
-p..---
y éste
pagar zn s o l i d z ~ ~ 7 ~ l i d-a r i dpasiva).
está obligado a* ser exigida por quien lo sea del edificio domi-
ad nante (Ulp., D.S.5.6.2).
111. Fuentes- de
-
lzs abfig2ciones. tul-is)"; 13.44.7.1 pr. De esLe m a h , la clasifica-
A-___-
.
-
-
A
<-
-
--
-
-
edor convino con el deudor no reclamarle la deuda, si cio. Éstos no daban lugar a una acción, sino solamen- --
.---
lo hiciera entonces el pretor protege a este último con te a una exceptio (Ulp., D.2.14.7.5). Se los considera ..
..--
..
-
la exceptio pacti conventi (excepción de pacto conve- como distintos al negocio en sí mismo.
.---.
nido; Paulo, D. 2.14.2.1; Gayo, 4.122). 4. Los bizantinos reelaboraron este terna en los -.
2. Adviértase que el p a c t u m , no productor iudicia bonae fidei. Establecieron así diferenciaciones .
..
~
de acción pero sí de excepción, se contrapone neta- entre pacta ex continenti y pacta ex interuallo, pero
mente a la stipulatio, que sí produce acción para el también entre pacta pro actore y pacta pro reo, g más
acreedor. aún entre pactos que "agregan algo" al contrato y ..- . -
pactos que le "quitan algo" (Pap., D.18.1.72 pr. itp.). --
..
. .~
E) Un sentido especial tenían los pactos que Además, en general que entiende que los pacti con- ..
se agregan a un negocio (pacta adiecta), ten- uenti se comprenden (igual que para los clásicos la A.
..
-.
.-.
.
dientes a modelar los efectos de éste. Esto no exceptio doli), en los iudicia bonae fidei (Wlp., u
-.-.
debe verse como una excepción a la regla ya D.2.14.7.5). --.-. -
señalada de que el pacto sólo produce exceptio, La idea central para los bizantinos está dada por .....
...
.-
.. -
~
ya que si produce acción, ésta no nace del pacto, la "naturaleza del contrato" (natura contractus), en-
~
..
-.
sino del contrato al cual está agregado. tendiendo por tal la caracterización que el ius le da
a él. En general, se entiende que los pacta ex coizti- ~.
a ) 1. En los negocios que dan lugar a una actio nenti hacen a dicha naturaleza, pero ex intervalío, el -.
stricto iure, como la stipulatio o el mutuo, no se actor podía hacerlo cumplir con la acción y el deman- --
..
--
*
- A
puede hablar en el derecho clásico de pacta adiecta. dado podía ampararse en una exceptio, siempre y --
Ir-
.--
---
.L.
A -
En el primer caso, la obligación está conformada por cuando no afectara la "naturaleza del contrato" (p.ej., -.-..
las palabras empleadas en dicho negocio, por lo que un pacto desligando las fianzas dadas), pero no mu- .- -
no existe eficacia de acción para los pactos conveni- tando el precio de la compraventa, puesto que siendo -.
dos fuera de dicha forma. Lo mismo ocurre con el éste un elemento esencial del negocio, se altera todo
mutuo, ya que su naturaIeza implica que hay que el negocio, entendiéndose que habría una nueva com-
devolver la misma cantidad de cosas, por lo que un praventa (Pap., D.18.1.72 pr.; Paulo, D.2.14.7.6).
pacto de usura (para que me devuelvas más dinero
que el que he prestado, carece de efectos; Ulp., C) Si bien la regla general fue la que los
D.12.1.11.1). Para tornar válidos los intereses (usu- nuda pacta no producen obligaciones, sino ex-
rae) es necesaria una stipulatio. cepciones, los bizantinos establecieron que podí-
2. Sin embargo, los bizantinos, poniendo en pri- an existir pactos que dieran origen a una actio.
mer lugar la vigencia del consensus, admitirán que se Así, P a d o denomina legifima conuentio la que
puedan agregar pactos en estos negocios. Así, respec- se confirma por alguna ley, "y por tanto, a veces
to de la stipulatio, aprovechando la desvirtuación de por el pacto nace o se pierde una acción, siem-
este negocio realizada en la época posclásica (Paulo, pre que esté apoyado en ley o senadoconsuIto"
D. 12.1.40; D.2.14.4.31, y extendiéndolo al mutuo (Ulp., (D.2.14.6). Son los denominados "pactos vesti-
D.12.1.7). dos" (pacta uestita).
Pero le establecieron un límite, admitiendo los
pactos que eran favorables al demandado (pacta pro 1.Por un lado, e1 pretor admite que ciertos acuer-
reo), manteniendo una actitud distinta respecto de dos o convenios gocen de la protección de una nc-fio.
los que agravaban la situación del deudor, tales como Se los acostumbra denominar "pactos pretoriosXipez-o
por lo general el pacto de intereses (Paulo, D.2.14.17 esta terminología es desconocida por los juristas ni
tanlpoco se los presenta asi en el Edicto. En realidad la de la bación de una cosa (Gayo1 2.14.118).Por eso,
se trata de ciertas situaciones que el pretor consideró Aristón se permite hablar de synaEkagma (Ulp.:
que debían ser protegidas mediante una actio in fue- D.2.14.7.2).
tu771, otorgándoles determinados efectos reales.
Podemos mencionar entre ellas: a ) el pignus* o 327. a clase de
liypotheca:':; b ) el iusiurandum uo2untarium:~mplea-
do en los juicios; el constitutum" y los recepta (el
7-eceptum argentarii", el receptum nautarum, caupo-
num, stabu1arium'-, el receptum arbitrii". de situaciones parecidas a c o ~ t r a k m
2. Los bizantinos denominarán.pacta legitima, donde falta el consensus e i ~ t r elas partes, pero
aquelIos pactos protegidos por leyes (constituciones
imperiales), entre los cuales podemos mencionar el stitutas: la
pactu7n dotis'" el pactum donationis", así como el
compromiso arbitral".
dibuja mucho la idea clásica del contrato que Pero e u m r x acticlnes in= a-af
pone en primer plano la relación jurídica sus- sancionar determinadas conductas, que son con-
tancial. Pese a ello, no se afirma una idea plena s ~ ~ d ~ ~ a i t ~ ; ~ - ~ g ~ ~ n ; " ~ ; e E i 3 r T - i d ' E ~ o
de libertad contractual sobre la base del acuerr- - e t - e t r r m F d o-
do de las partes. ~ 6 n ) i ~ g u a a l l m e n t eaccio~gs&
, factum que
eran de carácter ena al. como: a) la llevada a
1. Es indudable qne con los bizantinos se h a
producido una extensión de l a idea de contrato. EI
mismo pacto será definido en términos muy cercanas
al contrato: "Es pacto el consentimiento de dos o más ~Zi'30~
cisas a l ~ & ~ t et ~
d e s se ) ; ~ s
sobre una misma cosa convenida" (Ulp., D.2.14.1.2 c ) contra quien tiene colocada o colgada alguna
itp.). Pero por el otro lado se sigue afirmando que
"cuando no subsiste ninguna causa, es sabido enton-
ces que por la convención no puede constituírse obli-
gación. Por consiguiente, el nudo pacto no produce
obligación, sino que produce excepción" (Ulp.,
13.2.14.7.4). Es$- últimos _asos . s&án considerados -
2. Además, la propia idea de los "contratos inno-
minados" está siempre basada en una causa, cual es
L O S DELITOS
t
5 331. Acciones penales. Las acfiones poena-
1E De este modo, el delictum (delito privado) se les tienen rasgos propios que hay que destacar:
o$& a crimen (delito pIbiico). Acá nos ocuparemos A) Si existieran varios delincuentes, la actio
sólo de los primeros. las engloiba a todos ellos de Ticmera "ctlmulati-
Para tener una idea, los éirimina configuraban vay7,de tal modo que todos y cada m o de ellos
ca.sos como los homicidios, los sacrilegios, la traición debe sakisfacer la pena por entero. Así, si son
(perduellio),etc. Los casos los encontramos en el libro cuatro quienes han cometido m firtum nec m a -
48 del Digesto. Son juzgados por tribunales especia- aifestum (la pena es el d u p l u ~ ~aquel
~ j , a quien
les como quaestiones perpetuae. Las penas podían le hurtai-on la cosa podrá perseguir por l a actio
variar, desde la pena capital (muerte, esclavitud), l a furti nec manifesti a cada uno par separado, con
ciepol-tatio (que suple la anterior interdictio aquae et lo que obtendrá ocho veces el valor de la cosa,
igrzis), la relegatio i n i n s u l a m , l a JZageLlatio, el azo- amén de la restitución de ella que es debida por
tamiento (vez-beratio), el trabajo en minas, etc. Ver la condictio furtiua o la rei vindicatio (Ulp.,
Inst., 4.18. D.47.2.21.9; D.9.2.11.2; C.4.8.I).
2. En cambio, el delictum' da lugar al nacimiento
de una actio poenalis, mediante l a cual se persigue e1 1. Este carácter cumulativo se aplica a l a acción
cobro de una poena, que si bien en un principio fue penal, no a la acción reipersecutoria, puesto que si en
corporal, en el procedimiento pretorio consistió en el ej. dado uno restituye la cosa, ij&era a los demás.
una suma de dinero, con l a cual se castigaba al autor 2. Algún paliativo se dio en favor del dueño de
del daño. una "familia" de esclavos que hzbían hurtado. La
Esta acción penal no es incompatible con el ejer- pena era una sola, considerando l a unicidad del due-
cicio de alguna acción reipersecutoria, la cual se pue- 60 de l a familia -acá significa el conjunto de los
de acumular. Así, p.ej., quien h a sufrido un furtum esclavos de un pater-, "para que no arruinen el
tiene la condictio furtiua y l a rei uindicatio para patrimonio de su dominus (Ulp., 32.47.6.1 pr.).
recobrar la cosa hurtada. Pero, además, tiene la actio Igual solución, por una constitución de Severo y
fu7-ti, con la cual se castiga al ladrón con una pena h t o n i n o , respecto de los publicanos que formaban
pecuniaria (duplum, t r i p l u m o q u a d r u p l u m del per- una societas que hubieran cobrado algo ilícitamente
juicio ocasionado). (Mod., D.39.4.6).
3. En el derecho posclásico tiende a desdibujarse
la diferencia entre delicta y crimina. Justiniano res- 3) Las acciones penales san pasivamente
tablece el derecho clásico de los delitos privados, pero intrasmisibles, de tal modo que sólo es respon-
le da mayor importancia a la persecución criminal sable el autor del delito, no srrc herederos (Ga-
que a la privada (Ulp., D.47.2.92(94) itp., donde se yo, 4.112).
110s habla que "hoy se ejerce las más de las veces
crimi~glmentela actio furti: sin perjuicio de la acción 1. Esto es así si el acusado mnere antes de la
civil"). 1 Iitis contestatio*. Pero si ésta ocurrió, es decir, si el
juicio quedó trabado, así conlo si existe sentencia esas condiciones, dineros que no eran debidos (Scév..
condenatoria, los herederos deben responder (Gayo, 13.13.1.18; Ulp., D.47.2.43 pr.).
D.50.17.139). e ) Ya en época posterior, también la destrucción
2. Justiniano, sobre la base del principio del en- maliciosa de los documentos donde se evidencia una
riquecimiento indebido, permitirá la actio poeizalts deuda (Ulp., D.47.2.27.3).
contra los herederos, hasta el límite de su enriqueci-
miento por l o logrado por el delito (Pomp., D.50.17.38 2. Se ve, por todo esto, lo difícil que es lograr una
itp.; Venuleyo, D.42.8.11, recogiendo la opinión del definición omnicomprensiva del furtum. La idea pri-
sabiniano Cassio; Paulo, D .44.7.35 pr., itp.). mera de sacar una cosa ajena del lugar donde está
(amotio; de ahí, escamoteari, se completará, segun
En cambio, desde el punto de vista activo, Sabino (A. Gell., 11.18.20), con l a adrectatio (= tocar.
las acciones penales son trasmisibles, ya que poner la mano en la cosa, por supuesto contra la
son de contenido económico, salva aquellas co- voluntad de su dueño, poseedor o tenedor). De ahí
mo, p.ej., la de injurias, de las que se dice que que los autores prefieran emplear el vocablo más
"respiran venganza" (uindictam spirantes), que genérico y omnicomprensivo de contrectatio (= mane-
afectan más los sentimientos personales que los jo; control de l a cosa para sí; Gayo, 3.195; Paulo,
patrimoniales (Gayo, 4.112; TJlp., D.47.1.1.1). 2.31.1; D.47.2.1.3).
C) Si el autor del delito era un filitts in
potestate o un esclavo, el pater o el dominus, 3 333. Formas de c o m f e r el @s&m. a ) En
podía escapar de su responsabilidad entregando principio consiste en la srrstracción o desplaza-
dicho hijo o esclavo, por medio de una mancipa- miento de la cosa (contrectatio rei, o también
tio, a quien sufrió el perjuicio, en carácter de firfum rei; Paulo, D.47.2.1.3). Acá entrarían to-
noxa (aoxae datio; Gayo, 4.75-79). Si no optaba das las variantes mencionadas en el párrafo
por este procedimiento, debía pagar él mismo la anterior.
pena del delito (Gayo, D.9.4.1). b ) Pero también se consideró f i h m el abu-
so que se produjera en el rpso de una cosa con-
1. Justiniano, impulsado por motivos morales, a fiada a alguien @rtum usus). Así, si a alguien se
los que no son ajenos los principios cristianos, elimi- le prestó un juego de platm'a para cenar y se lo
nará l a noxae datio de los hijos e hijas, mantenién- llevara al extranjero; o un caballo, para u n paseo
dola sólo en el caso de los esclavos (Inst., 4.8.7). Ya y se lo llevara a la guerra (Gayo, 3.196; Inst.,
en la época clásica, por razones humanitarias no se 4.1.6). Igualmente comete el f i ~ m usus el depo-
practicaba la noxae datio de una hija. Gayo (4.75 y sitario que usara de la cosa depositada (Gayo,
SS.) habla sólo del caso del filius, no de la filia. 3.196) y el acreedor prendapío que usara la cosa
dada en pignus (Inst., 4.1.6; Gayo, D.47.2.54 pr.).
C) Por último, cuanda el propietario de una
P. Furteini. cosa dada en prenda (Inst., 4.1.1; Paulo, D.47.2.15
pr.), o dada en u s h c t o (Paulo, D.íd. 15.1), se
§ 332. E ' _ f u _ r t u m ~ a ~ apodere de esa cosa. Acá, se da la circunstancia
ándo- * de que el dueño de la cosa comete jürtum apode-
rándose de su propia cosa. Pero en realidad no se
dueño. considera el dominio de ella, sino la posesión de
la cosa que había entregado y debía respetar
1. La figura del firturn se irá configurando len- (furtum possessionis; Gaya, 3.200; Inst., 4.1.10).
tamente. Por cierto que excedió lo que hoy día se Estas tres formas fisturn rei, furtum usus
conoce por "hurto", pues englobaba otras situaciones. Y furtum possessionis) no deben ser considera-
a ) En principio, el fur (= ladrón) es quien se lleva das clases distintas de fumrn, sino simplemen-
una cosa ( f i r viene de fero = 'llevo o trasporto") cuya te modalidades en su comisfón. El delito es siem-
posesión o tenencia está en manos de otro, sin auto- pre íínico en estos casos.
rización suya (Paulo, 2.31.1; D.47.2.1.3).
b) Ya en el siglo II a.c., también será furturn el
retener l a cosa de otro, en contra de s u voluntad:
p.ej., el depositario o el comodatario que ocultan l a
cosa depositada o prestada para quedarse con ella mueble (A. Gellio, 11.18.13),pero esta opinión
(Gayo, 3.195; Paulo, D.47.2.1.2). -que habría sido seguida par s u escuela- fue
C) Quien se apoderó de una cosa que halló per- rechazada, incluso por e1 mismo Gayo (2.51;
dida (no la abandonada): ya sea que sepa de quién es D.41.3.38; Ulp., D.47.2.25 pr.). .
o lo ignore; Ulp., D.47.2.43.4-11).
d ) Quien a sabiendas. de mala fe, ha vendido O 1. El apoderamiento doloso de un fundo torna
dado la cosa de otro (Inst., 2.6.3); o ha recibido, en viciosa la posesión, lo que tendrá efectos para la
-
LOS DELITOS 195
soluciói~de -10s interdictos posesorios, pudiendo cons- hay que interpretarla como la exigencia del dolo,
tituír un cr-irnen, pero no a n delictum. tal cual lo había dicho el mismo l a u l o (2.31.1): "La-
Justiniano, receptando constituciones anteriores, drón es aquel que con dolo malo se apodera de una
lo tipificará como inuusio~con la pérdida de la cosa cosa".
si la realizaba el propieta.rio. Si fuera un tercero, 3. El fraude, como tal, no es firturn, debiendo
después de haberla restituído, será obligado a pagar actuarse por l a actio de dolo. Sin embargo, se puede
el valor de ella (Inst., 4.2.1; Valentiniano, Theodosio dar el caso que menciona Ulpiano (D.47.2.52.21): "Que-
y Arcadio, C.8.4.7). riendo yo prestarle dinero a Ticio, hombre honesto,
me lo sustituíste por otro Ticio (es decir, otra perso-
También se puede cometer el firturn de per- na) pabre y lo hiciste como si él fuera rico, y dividiste
sonas libres, como p.ej., si se sustrae la libertad con él el dinero recibido". E a este caso, Ticio al
de los filiifumiZiae, de la uxor in m a n u (Gayo, recibir el dinero comete furtum, y quien obró como
3.199; Inst., 4.1.9). agente también, por ser su cómpEice @rturn ope con-
siíio factum).
2. En estos casos, l a actio furti podía ocurrir
juntamente con el crimen de "plagio" (secuestro o 5 336. Por las características del f u r t u m ,
enajenación de personas libres, D.48.11). quien lo comete debe haber adquirido un proue-
Para recuperarlas no se podía usar de la condic- cho respecto de l a cosa hurtada (ya la cosa
tio furtiva (Paulo, D.47.2.38.1), pero sí de la rei vin- misma, s u uso o su posesión). Si se h a apode-
dicatio (Ulp., B.6.1.1.2). Pero lo más práctico era rado de una cosa ajena para d a a r l a o destruir-
interponer un interdicto de íiberis exhibendis uel du- la, entonces no es f u r t u m , sino el delito de
cendis, para que se presentara ante el pretor aquel "daño77( d a m n u m ) sancionado por fa Eex Aqui-
que estaba in potestate (D.43.30; EP, 4 262). Zia (Paulo, 2.31.35; inp., D.9.2.41.1; D., íd.
27.25).
3. La pena del delito por la actio furti, no está
calculada sobre el valor de la persona sustraída, puesto l. En algunos textos, se suele encontrar l a expre-
que no se puede apreciar en dinero el valor de una sión animus lucri faciendi (o animus lucrandi). Inclu-
persona libre. Se la calculaba sobre el interés del so en l a época clásica (Sabino en kGel1.,11.18.20).
pater. Tlleófilo establece que en este caso l a actio Será muy del gusto de los bizantinos que lo interpo-
fur-t~va por aquello que sea el "interés" (Furti autem larán en algunos párrafos (así, Pau10, D.47.2.1.3; Inst.,
agitzir in id quod interest), y cita como ej. el caso del 4.1.1). Pero si tenemos en cuenta el interés del fur al
hijo instituído como heredero con l a condición "que se cometer el furtum, vemos que e n l a práctica se con-
encuentre en tal ciudad a l a muerte del testador", y funde con el dolo de él (aninus furandi).
el ladrón se lo ha llevado a otra, por lo que incum-
plida la condición, se pierde la herencia. Por ello, la Clases de furEurn
cuenta de esta pérdida deberá entrar en la estima- 337. j?zrt-tum rnacnifeshm y fidrtum nec
ción del perjuicio. antiguo se distinguió entre
5 335. Animus fusandi. Quien comete un
f u r t u m debe actuar con dolo (dolus malus). Tam-
bién será denominado a n i m u s o adfectus furan-
d i (Gayo, 2.50; 208; 4.178), que consiste en el C
conocimiento que tiene el ladrón (fur) de que (Inst., ibíd.; Ulp., D.47.2.5
está actuando contra la voluntad del dominus dan estas condiciones, el furtLem es nec manifes-
de la cosa.
-
tum (t3ay< 3 . 1 8 v n s t . , & Z d T
1. Para la existencia del furturn no basta la mera 1. La cuestión de cuando el furtum era manifes-
intención. Es necesaria la sustracción de la cosa (con- tum mereció l a atención de los dásicos. Por Gayo
trectatio mi; Paulo, D. 41.2.3.18). Así, si alguien con (3.184) y Paulo (2.31.2) nos enta-amos que existían
propósito de hurto entra en una casa, abriendo o cuatro opiniones:
rompiendo una puerta, pero sin alcanzar a sustraer a ) para algunos es manifestzm cuando el ladrón
una cosa, no existe aún el furtum. es aprehendido (o querido aprehender) en el momen-
2. No se admite el furtum por mera culpa. kcí, to mismo que está hurtando;
quien creyó que contaba con l a voluntad del dueño y b) para otros, también si se 30 aprehende en el
no era así, no comete fu7-tum (Ulp., D.47.2.46.7). lugar del furtum (en l a casa, en el olivar, e n la viña);
En la definición de furtum de Paulo (D.47.2.1.3: C) otros van más lejos: cuando s e lo aprehende en
"apoderamiento fraudulento de una cosa") se emplea el trasporte de la cosa hurtada al lugar donde l a
la palabra fiaudzlosa, muy rara para su época (nos pensaba guardar; y
habla de un manejo del párrafo por los compiladoresf; d ) según l a tesis más amplia., p z n d o se lo hubie-
ra visto al j'ür en cualquier momento posterior, te- ma pena establecida por la ley de las XII Tablas
niendo la cosa hurtada-en su poder. (Gayo, 3.190; EP, Q 128). Jnstiniano mantendrá
2. Gayo se inclina por la segunda opinión, que estas mismas penas (Inst., 4.1.5).
dice ser la prevaleciente en su época, rechazando la
tercera, "ya que existe una seria duda sobre si el 1. Respecto del ladrón honaibre libre, los antiguos
llegar a dicho lugar (en el que espera guardar la discutían sobre si por la addictio se convertía en un
cosa) le tardará un dia o incluso varios días, ya que esclavo o se colocaba en una situación de adzudicatus
sucede a menudo que los ladrones intentan traspor- (Gayo, 3.189).
tar las cosas sustraídas a otras ciudades o provin- 2. La ley de las XII Tablas (8.12) permitía matar
cias" (Gayo, 3.184). impunemente al ladrón sorprendido en la noche. Y
Sin embargo, prontamente se impone la tesis de también, si sucedía de día, estando el ladrón armado
Juliano (Ulp., D.47.2.3.2), según la cual es fur mani- y luego que el afectado requiriera a viva voz auxilio
festus quien es aprehendido con la cosa hurtada, de sus vecinos (endoploratio);Cic.,pro Tullio, 21.47.50;
antes de que hubiese llegado con ella al lugar donde XII Ts. 8.13.
la había destinado.
Justiniano termina aceptando esta posición (hst., 5 339. otros casos & acciones por- el
4.1.3). En cuanto a la duda de Gayo, se resuelve con furfurn. También existieron otros casos de hu?-
la opinión de Paulo: "Adonde hubiere determinado per- to, o mejor, de actiones
manecer aquel día (el del jurtum) con la cosa hurtada"
(D.47.2.4). Una vez que la llevó al sitio destinado ese
día, aunque sea sorprendido más tarde con Ia cosa
hurtada, es fur nec rnanifestus (Ulp., D.47.2.5.1).
.4.1.4).
L m era por el t r i p l u m (Gayo, 3.191; Inst.,
ibid.).
~- de m registro r - < ( p e r q u i s i t i olance
sultado
-.-
et licio; Gayo, 3.192-4). 1. Para Servio Sulpicio y Sabino, se trataba de
una clase distinta de firturrr conceptum. Lo mismo
3. Según Gayo, aquel que quería hacer este ritual que hablarán del furtum obladum (Gayo, 3.183). En
investigatorio debía estar desnudo (nudus), cubierto cambio, para Labeón, sólo habia dos clases de fu7--
sólo por un taparrabos (Liciurn) y llevando en la mano tum: el manifestum y el nec manifestum, tratándose
una bandeja o plato (lanx). De este modo debía en- estos casos, más que géneros de1 @rtum, de especies
trar en la casa de aquél respecto de quien entendía de la actio fürti (Gayo, 3.183, quien se adhiere a esta
que tenía la cosa hurtada. última posición, pese a referirse luego al furtum con-
4. Gayo describe irónicamente esta perquisitio, a ceptum -3.186- y al @rtum ohlatum -3.187-).
la que trata de "ridícuta". Posiblemente este ritual
tenía alguna significación religiosa que no ha sido b ) _-
La ____
actio __firti
_.- -
oblaii
-.
s -u i .e J 1 j > s o si-
aclarada. guiente: una persona ha llevado la cosa hurtada ---- ..
Lo interesante es que aquí, no obstante que el a tu casa, con la intención de que fuera encon-
fur no había sido aprehendido i n fraganti, ni tampoco
trasportando la cosa, e1 furturn era calificado de rna-
nifestum. Este registro ritual fue empleado en los
tiempos primitivos (XII Ts. 8.15b) y desapareció con
el advenimiento de la lex Aebutia (mediados siglo II
a.c.; A.Gell., 16.10.8). 3.191; Inst., ibid.).
c ) La actio prohibiti firti se daba por el
5 338. Según la ley de las XII Tablas (8.141,
el furtum
m
%
--
manifestum era castigado
. . -
la q u g r - Juntariamente a que se investigara el furiunz -
te. si el ladrón era un esclavo: en cambio. si se (Gayo, 3.188; 192).
L & L l o a actio non exhibiti
declaraba addictus'l: (Gayo, 3.189). Si el fúrtum Justiniano,. de pena desconocida. contra aauei -aue
A
s k b - s c a d a 1n
-ts 4 m i
..?
lación justinianea sólo existen el furtunz ma7zi- 2. En cambio, sería procedmte esta acción por
fesifunz y el nec r?zarzifestur7z (Inst., 4.1.4). "interés negativo", en el caso de aquellos que deten-
taban l a cosa, pero sobre ellos pesaba la responsahi-
1. Sin embargo, se mantienen ciertas acciones in lidad por "custodia". Siendo así, a ellos les interesaba
factum por el duplum. Así, devolver la cosa al dueño.
a ) la actio de tigno iuncto, para quiera hubiera Es el caso del tintorero (fulloj y del sastre (sar-
hurtado un madero (tig~rum),o rnaterides ajenos, cinator) a quienes se le han entregado vestimentas
habiéndoles empleado en una edificación (EP, Q 131.0; para limpiarlas o remendarlas, mediante un pago. El
Ulp., D.47.3.1 pr.); dueño de estas cosas no tendne un interés directo,
b) una acción contra aquel que por testamento se por cuanto podrá reclamar contra ellos por la acción
le ordenó la libertad, y antes de adida la herencia, se nacida de la lacatio et conductio, siempre y cuando
apoderó con dolo de bienes que debían ser del here- que sean solventes, es decir, si pueden pagar al pro-
dero (EP, S 136.8; Ulp., D.47.4.1 pr.). pietario la estimación de la cosa.
c ) Una acción contra los dueños de nna nave, una Si lo son, la actio firti corresponde al tintorero o
posada o un establo (nautae, caupones, sfabularii), al sastre. Pero si no lo son, eatonces le compete
por el fuz-tu7n cometido por ellos o sus dependientes propiamente al dueño (Gayo, 3.205; Inst., 4.1.15).
a sus clientes (EP, 3 136.9; Ulp., D.47.5.pr. y 2). También le corresponde la a d o furti al comoda-
d ) Para el caso de una "familia de esclavos" hu- tario (Gayo, 3.206; Inst.,4.1.16), puesto que está res-
biese cometido un furtum, para evitar que el domi- ponsabilizado por la guarda de la cosa. Pero Justinia-
nus tuviera que responder en f o m a curnlrlativa por no le permite al dueño optar por reclamar contra e1
todos ellos arruinándose, se le permite que pague la comodatario por la actio commodati, o ir contra el
estimación de la pena como si el furturn hubiese sido ladrón por la actio furti. Pero elegida una vía, salvo
cometido por un solo hombre libre (EP, 8 137.10; caso de ignorancia o duda acerca del furtum, no
Vip., D.47.6.1). puede intentar la otra.
e ) Una acción por el furtum cometldo por una En cuanto al depositario, como éste no tiene l a
"familia de publicanos" con ocasión de l a recaudación custodia de l a cosa y no responde por furtum, salvo
de impuestos (EP, Q 138. 11). que hubiera mediado dolo, carece de interés en la
j) Una acción contra los que frrrtivamente hubie- conservación de la cosa. Por tanta, la actio furti no
ran cortado 5rboles. Ésta es distinta de la actio de le corresponde a él, sino al propietario (Gayo, 3.207;
ar-boribus succisis, en la cual la pena era de 25 ases Inst., 4.1.17).
por cada árbol abatido, mientras que acá es por e1
duplrs?z del interés (EP, 5 139.12; Paulo, D.47.7.1). 8 341. Ea actio furti se lleva a cabo contra
el ladrón @r). Pero también contra el cómplice
340. Ejercicio d e lee actio @?-ti. La actio en la acción delictiva. Sería el caso de que el
furti, que tiene los caracteres ya señalados para firtum fuera realizado "con la ayuda y el con-
las actio7zes poelzales, es de carácter infamante sejo" (ope consilio) de otro. Así: hago caer tus
(Gayo, 4.182; Inst., 4.16.2) y le compete: monedas para que otro te las arrebate; t e obs-
a ) por supuesto, al dueño de la cosa hurtada; truyo el camino a fin de que otro te quitara una
b ) pero también a aquel que aurm no siendo cosa tuya; o hago huír tus ovejas o tus bueyes
dueño de la cosa, le interesa que ésta no fuera para que otro los tome (Gayo, 3.202; Inst.,
hurtada (Gayo, 3.203; Inst., 4.1.13). 4.1.11). Quien ha obrado como cómplice (ope
consitio), y no directamente como coautor, es
1. En doctrina, se suele hablar de casos de pro- perseguido por la actio firti nec rnanifesti (Pau-
cedencia de la actio furti por "interés positivo" o por lo, D.47.2.34).
"interés negativo".
En el primer caso están quienes tienen un interés 1. La expresión ope se refiere a la "ayuda ma-
directo en la cosa, que han perdrdo por el furtum. Así, terial". Consilio al "consejo", "instigación" de come-
el acreedor pignoraticio si le han sustraído el pignus ter el dolo furtivo (Pedio-Ulp., D.47.2.50.2). "Se can-
(tanto por un tercero, como por el propio dueño; fir- sidera que d a «consejo» aquel que persuade y mueve,
tum possessionis; Gayo, 3.204; Inst.. 4.1.14); el posee- instruyendo a otro con s u consejo para cometer el
dor de buena fe (Gayo, 3.200; Inst., 4.1.10); el usufruc- firtum; presta su .ayuda» el que aporta s u servicio
tuario, el usuario, el colono (Ulp., D.41.2.14.2). y colaboración para sustraer l a s cosas7' (Ulip.,
Pero, no la tendría e1 comprador, a quien aún no D.íd.50.3).
se le hizo traditio de la cosa. La actio firtt la tiene El "consejo" y la "ayuda" sólo tienen consecuen-
el vendedor, si bien Ulpiano y Juliano recomiendan cias si es que realmente se ha seguido el apodera-
que éste ceda la acción (lo mismo que la condictio miento de la cosa (Ulp., D. íd. 52.19).
furtiva) al comprador (D.47.2.14 pr.; D.íd.,80(82) pr.). 2. El haber actuado con "árrimo de broma" (las-
Pero si se operó la tradición de la cosa comprada, es civia), pero sin ánimo de colaborar con el JZLI-, no
el comprador quien tiene la actio furti (Inst., 6.1.15). incriminaría al autor por la ac6o furti, pero si can
ello provoca un daño, seria perseguido por la actio irz P a r s Ia 6poca de Justiniano, quien safrió el
factum de la lex Aquilia (Ulp., D.47.2.50.4). f i r t u m podía recurrir antes a la justicia penal
ante el gobernador o el pi-aefectus u i g i l i u m , y
342. Tal como dijimos, por la actio furti se luego al juicio privado (Jd.,D.47.2.56.1; L?lp.;
puede perseguir el pago de u n a pena. Sin per- D.íd. 92).
juicio de ello, para recobrar l a cosa hurtada, el
dueño tiene que elegir entre l a rei uindicatio y
l a condictio +rtiva (Ulp., D.13.1.1).
dljere que (con uiolencza) fueron robados bienes, ton- penal p o T e l ~ u X - y - p ~ n Z ~ E restante
m
tra el que se dijere que hizo esto, daré acción (por el
quadruplum, erz el año contado desde que Ea cosa fue
al-rebatada, y luego del año por el simnpluin, en juicio
recuperafor-io). También, si se dijere que lo hizo un 1. Con lo cual, curiosamente, y pese a lo que dice
Justiniano de que "había sido ri&'culo hacer de me-
esclavo (o una familia de esclauos), daré acción noxal
contra el domirzus". jor condición al que arrebata con violencia que al que
sustrae clandestinamente", si se trataba de u n delito
3. Según lo ha estudiado Lenel, el texto del Edic-
to hablaba en principio de "dolo malo", interpretán-manifestum, la actio furti mani@sti aparece como
dose que dentro de tal concepto quedaba involucrada más lucrativa, puesto que es íntegramente penal por
el quadruplum, mientras que el contenido de la se-
la "160lencia" ("porque el que obró con violencia, obró
con dolo malo"). Pero en el caso de 'banda de hom- gunda, lo es en tal carácter sólo por el triplum.
Además, el que ejerce la primera puede añadir la
bres reunidos y armados", para la hipótesis de "daño"
acción reipersecutoria de la cosa, lo cual no puede
se podía actuar con "dolo" aun sin emplear la "violen-
cia" (así, p.ej., encerrando ganado ajeno para que nohacer el que ejerza l a segunda.
pastara; D.íd. 2.20). 2. En el fondo, la rapina, como lo dice Gayo
En cambio, si el delito lo cometía un hombre solo
(3.209): es siempre también un fumkm, si bien cali-
"armado", debía emplear la "violencia". ficado. Por eso es que se puede usar también l a actio
furti. En la época d k i c a , siendo ambas penales, du-
Así, el párrafo de Ulpiano (D.47.8.2.7), según la
restitución de Lenel, debía ser asi, en s u versión rante el año útil, se podía usar m a u otra, 10 cual
tenía importancia si el delito era nec manifestum.
originaria: "Así también, si dijeras que uno solo (ar-
mado) causó el daño, no creo que sean deficientes laspuesto que la pena se agravaba del duplum al qua-
druplurn. Pero, pasado el año, la actio fui-ti (tanto
palabras del Edicto; porque cuando se dice: "habiendo
manifesti como nec manifesti) tenia la ventaja de ser
reunidos hombres (arrizados)", debemos entenderlo así:
que uno solo (armado) hubiere hecho violencia, o "perpetua" (Gayo, 4.1111, y por vdores superiores al
siendo hombres reunidos, ya sean armados o desar- simplum.
mados, está sujeto a este Edicto". 3. En la época clásica, está discutido sobre los
efectos de esta acumulación de acciones. Para Justi-
4. Pero en el caso, no de "daño", sino de "bienes
arrebatados" en ambos casos era ineludible que se niano, si se ejerce la actio v i bonarum raptorum, se
deniega luego la actio furti; pero incoada primero
ejerciera violencia. De lo contrario no nos explicaría-
mos la diferencia con el firtum, como figura agrava-ésta, se puede accionar por la primera "para que imo
da de este delito, y más precisamente el nombre de consiga lo que de m& hay en ella'' (Paulo, D.47.8.1
la acción que era actio vi borzorum raptorum (acciónitp.).
de bienes arrebatados con violencia (Ulp., D.íd.2.17). Así, si se hubiera actuado por l a actio fui-ti nec
5. Los bizantinos hicieron desaparecer la palabra
manifesti y se consiguió el duplum, se puede accionar
"armados", lo cual es congruente con su decisión de luego por la actio v i bonorum raptorum, para lograr
el triplum, y hasta el quadruplum si no se hubiera
abrogar el interdicto de vi ar~nata",hablando sirnple-
logrado la restitucián de la cosa.
mente de violencia (interdicto unde ui), lo que explica
las interpolaciones a los textos. Pero también emple- 4. Quien, sin actuar con dolo malo, hubiera arre-
an arnbivalentemente "dolo malo" y "violencia". Todobatado una cosa creyendo que es suya, y pensando,
esto engendra no pocas dudas y algunas contradiccio-por ignorancia del derecho, que m propietario puede
nes, pero como dice Lenel, "ello encuadra perrecta- recobrar la cosa, aun con violeneiz, de Ios poseedores,
mente con las costumbres de los compiladores que no debía ser absuelto; tampoco podía ser perseguido por
se hacen problen~aspor tan poca cosa". la actio furti (Inst., 4.2.1).
Sin embargo, "por temor de qne cubriéndose con
tales pretextos no hallen los ladrones medios de ejer-
citar impúnemente su avidez= se establecieron algu-
U ) En la época clásica, e s t a acción opera, nos principios por la vía de constituciones imperiales,
-
c~a-e~-~d~.._a
-
--
--
+-
AL
con-ecc~ón,sin embargo, éste no guardó moderación". 5 332. Se entiende adem2s que las t?ziicricte
Pero también le compete la actto utilis de la ley no s o l m e n t e pueden ser considersdas contra
Aquilia por el daiio. No así la acción de injurias (actio un hombre libre en particular, sino: además; se
iniuriarum), "porque esto no se hizo por causa de l a puede s u r i r por los filii q ~ están
e En. potes-
inferir injuria, sino por enseñar" (praecipie~zdi;Jul., tate, o también por l a uxor. ETabrg tantas iqju-
UIp., D.19.2.13.4). rias y tantas acciones como el niiinero de per-
sonas injuriadas. Así, si se ixijrrria a mi hija
D) Igualmente el pretor prevé ciertos casos Ticia, casada con Mevio, no e610 tendrá acción
especiales: a ) si el daño h a sido producido por dicha hija, sino también podrEh accionar yo, así
hombres reunidos en banda ( d a m n u m vi honzi- como el marido (Gayo, 3.221; Snst., 4.4.2).
nibz~sarmatis coactisve da.trcm), la pena es del
quadr~~plzcrn (actio vi bonort~mraptorurn*); b ) o 1. En cambio, por la injuria hecha al marido no
producido aprovechando l a ocurrencia de un in- puede accionar la uxor, porque como dice Paulo, "es
cendio, naufragio, etc., con pena también del equitativo que las mujeres sean defendidas por sus
quadruplum; c ) o producido por una "turba", maridos, no los maridos por la mujer" (D. 47.10.2;
con pena del duplurn (ver supra, 3 346). Paulo, 5.4.3; Inst., 4.4.2).
ca (ilziuria: p.ej.,
- -
una bofetada; 8.4). 47.10.3.3).
B) Pero más adelante, el concepto de iniu-
ria 1. Los posclásicos hablarán de animus iniuriae
tales
--
no sólo las afrentas físicas (
-" ~ o l ~
A
e a
a r
otro faciendae, o adfectus iniuriae faciendi, lo que señala
con los ouños. o con una v a r T rrna tonalidad distinta. Así, en el caso de l a infumatio
(EP, 5 193), es decir, insultos públicos, el dolo, o sea,
---
verbales o =sVcritas- (Gayo, 3.220).
- .
to de la iniuria, y el juez, probada la misma dolo malo, respecto de quienes empleaban dolo
podía condenar ex bono et aequo por e1 monto en los negocios (v. supra, 305).
pedido o uno menor. Pero si se trataba de una
"injuria graven (atrox iniuria), el pretor fijaba él 1. También podemos mencionar:
mismo el monto, y el juez, por respeto a l a a ) la actto de albo corrupto (EP, 3 7 ) , por la cual -.
:
autoridad del pretor, no se atrevía a disminx& se pena con 50.000 sestercios al que altera el texto
!
..
ese monto (Gayo, 3.224). del album del Edicto; esta ctcción era "popular", es .
....
---
-
decir, la podía intentar cualquier ciudadano; ..
.--.
.-.--+-
2. Para considerar atrox irziur-ia había que tener b ) la actio de seruo corrupto (D.11.3; EP, 9 631,
en cuenta las circunstanciac del hecho (ex facto): contra aquel que, actuando con dolo, corrompiera a --.-
.--
,- y-
.-.
.-
.-*.s
p.ej., el haber herido o flagelado a alguien; las cir- un esclavo ajeno, siendo la pena por el duplum;
.,....
..
.
cunstancias del lugar (ex loco): p.ej., si ha ocurrido en c ) una actio i n factum contra el agrimensor --.
,
el teatro o en el foro; las del ofendido (ex persona): que con dolo hubiere dado medidas falsas (D.11.6;
-.
p.ej., si un hombre de baja condición injuria a un Ep, 9 89);
...
..
senador o a un magistrado (Gayo, 3.225; Inst., 4.4.9). d ) la actio de sepulchro violato (D.47.12; EP, 5 93)
--
3. Si el demandado es declarado inocente, se le por la que se castiga la violación, edificación o inha- ..
.....-
--.
concedía a éste contra el que había sido actor, u n bitación de un sepulcro. Era u n a acción popular. Si --
s.
-..
contrarsum iudicium" por la décima parte de la pena la ejercía aquél a quien correspondía el sepulcro, el
--
.-.
....-
-
pretendida (Gayo, 4.177). pretor admite la aestimatio que éste efectúe. Si fuera -
,-.
.
.
-.
4. La actio iniuriarum se extingue por la dissi- otro, la pena era de 100.000 sestercios en caso de -.-..
A
-
---
mulatio, es decir, por el perdón del ofendido que violación, y de 200.000 sestercios en los otros casos. .
...-.-
.-- -.
olvida -disimula-el ultraje recibido (Inst., 4.5.12; e ) Por una disposición del Edicto de los ediles -6
Vip., D.47.10.11.1; C.2.22.1; 7.13.3). curules, se prohibía tener anirnales peligrosos sin atar ..
.,
(edictum de feris; EP, 3 295). S e daba una acción por
-
355., Por la lex Cornelia d e iniuriis, de l a el daño que hubieren causado, con una pena de 200.000
~PBCL~ . . ..- -
aurado-
--. sestercios si era la muerte de un hombre libre, la
o -
un, de determinadas aestimatio que se realizara por el actor en caso de
formasd&u2ae: el "golpear" (pulsatio), heridas, y por el duplum del daño en los otros casos.
" ~ i a d ~ ~ ~ a - d d ~ ~ r n - i c c Yi así, l iunonúmero mayor d e acciones.
(vi domum introire). Es decir, se trata clei~asos
--_-
de iniurz&e- (no verbales ni escritas), --sino come-
t i d a g o r Ia ma-n_iIf.'Ip:, D.47.10.5 pr.T--*-
5 357. &y- ciertos- ~ - s o g_n-&EEdicto
~ __I
Pretor, que-&ego serán e ~ n ~ i ~ - a despecial-
os
LOS DELITOS 205
nierrte
--
(Inst., 4.5).
_ _ c o m o ~ a s iex delicita
_ .---___ por J~~.s_t_iniarlo
*---*---- *_--__ _- _ _ hay acción contra el pate7- (ni de. peculio ni nolial) y
hay que actuar contra el fiiius (Gayo, D.44.7.5.5;
A! pi~n_l_~términ&ga~del juez que Inst., 4.5.2).
Y si bfen esto es así, en caso de que el filtus haya
a sido condenadot el pater resulta recponsabiIizado por
l a actio iudicati, de tal modo que podía ser deman-
dado pero sólo hasta el monta del peculio del f i i u s
(Ulp., D.9.4.35).
ya por soborno o por amistad (o eoemistad) 3. Se entiende que esta a c c i h es penal, dada por
-formas dolosas- o ya por inlprüdencia o ne- la equidad (ex bono et aequo), peque es de pública
gligencia -formas culposas- l~ubieradado la utilidad que sin miedo y sin peligro se vaya por los
sentencia en fraude de la ley (Ulp., D.S.1.15.1; caminos (Ulp., D.9.3.1.1).
Gayo, D.50.13.6). Además, en principio es "popdar" y perpetua. Si
El pretor concedía una actio in factum, de- se trata de u n dafío a un esclzvo o a una cosa,
jando a1 arbitrio prudente y equitativo del sen- entendiéndose que es un daño pecuniario pasa al
tenciante, el monto de la condena (EP, 59). heredero, pero no se d a contra e2 heredero del habi-
tator (Ulp., D.íd.5.5).
1. Hay ciertos problemas de interpretación entre Pero s i se ha ocasionado l a m-erte de un hombre
el texto de Ulpiano (D.5.1.15.1), que habla del caso libre, la acciOn es sólo anual, pem no pasa al here-
del dolo del iudeñ, estableciendo la condena en el dero por derecho hereditario (el cnerpo de un hombre
monto del juicio (vera aestimatio litis) y el de Gayo libre no admite estimación algcsna; Gayo, D.9.3.71,
(D.50.13.6), quien agrega también la imprudencia, y porque es penal y popular. La puede ejercer cual-
deja librado el monto de la condena a lo que el iudex quiera, pero si son varios los qae l a piden, tienen
encuentre equitativo. prevalencia los parientes (Uip., D.íd.5.5).
Nos parece sensata la argumentación de Lenel, Si se trata de danos a un hombre libre, este tiene
quien establece que había una sola fórmula (y no dos, una acción perpetua; pero si o%rointenta 1a acción,
una para el dolo y otro para la imprudencia), redac- debe ser dentro del año; tampacs compete a los he-
tándose la condemnatio en l a f o m a amplia señalada, rederos por derecho hereditario, puesto qu- no es iui
@
es decir, por lo que determine el juez: Quantum ob daño pecuniario (Ulp., D.ibíd.).
earn renz tibi videbitur ...
colocado (posi-
di
-- - -
o en un balcón que dmi a u ñ
en unñ-6Ttizo
I
I-
qire esté ocupando un edificio (sea propietario, transite gente, alguna cosa &ya C a i 2 a ~ a
l a c a t a r i o ~ l o ~ ~ - ~ - ~ L e * e L
cual se hava derramado (effusum) o arrojado
(
que pasaba por aAi-(EP, 5 61; D.9.3; Iilst., .--- , -
A , A
5 358. Caracteristieas. Cayo (3.90-91) nos a las dationes ob rem, contratos'reales innomi-
habla de "obligaciones contraídas por la cosa", y n a d o ~ ,y las otras dos clases (ob eausam y ex
lo mismo ocurre en las Institutas de Justiniano euentu), como cuasicontratos.
(3.14 pr.: Re co7ztrahitur obligatio). A s u vez, en Vemos, por ello, que c7-eden (o res creditae)
el Edicto figura el titulo 17: De rebus c~editis que obligan a l a restitución, es u n género, res-
(Sobre las cosas prestadas). De ahí que aquí pecto del cual, p.ej., el mutuo es t a n sólo una
estamos en presencia de préstamos. especie (Paulo, D.12.1.2.3).
a ) La característica fundamental es que se
ha operado por parte de alguien la traditio de
una o varias cosas, de tal modo que por el hecho Gointratos reales
de haberlas recibido nace la obligación de devol-
verla a quien se la entregó. Puede ir acompaiía-
da, y generalmente es así, de un convenio pre-
vio, que es el que aclara la "causa" de la entrega.
3 359. Coneepta. El mutuo (mutuum) es
m préstamo de dinero o de otras cosas fungi-
Pero puede suceder que éste no exista (caso,
bles y consumibles (vino, aceite, etc.), que con-
p.ej., del "pago de lo indebido") y, sin embargo,
siste en l a atribución de su propiedad a quien
la obligación de devolver nace lo mismo. Dicho
las recibe, el cual queda obligado a restituir una
más sinlplemente, la obligación nace propiamente
cantidad igual de éstas y no Eas mismas que ha
de la entrega de la cosa (por ello es obligatio
recibido. Es un "préstamo de consumo" (Gayo,
re), y no del convenio. Así, una mera convención
3.90).
de querer prestar una cosa a otro no engendra
una- obligación civil (Paulo, D.45.1.68).
1.Mutuum se forma a partir del verbo mutare (=
b ) Dentro de los préstamos, tenemos que
"cambiar de lugar", "desplazar" y en consecuencia
comprender las figuras que luego, para los bi-
"cambiar en propiedad". En reaIidad no hay un enri-
zantino~,serán los "contratos reales". Primero,
quecimiento, puesto que si te presto algo, no pierdo
y ante todo, figura el mutuo, en el cual alguien
nada, puesto que tú comienzas a_ debérmelo (aes alie-
da por traditio u n a cosa fungible (general-
num: "dinero ajeno"). Si bien puede consistir en cosas
mente dinero), de la cual adquiere el dominio,
fungibles y consumibles, lo más tipico del mutuo es
pero que obliga al accipiens (el que recibe, por
el préstamo de dinero.
ej., el dinero) a devolver tanto cuanto recibió.
Y también, el comodato, o "préstamo de uso"
El requisito esencial del mntuo es l a trasmi-
de una cosa que se tiene en tenencia, y el de-
sión de la propiedad a quien recibe la cosa. Si
pósito, que sería un "préstamo de guarda", res-
no se produce esa trasmisió- l a obligación no
pecto de una cosa que se tiene también en te-
comienza (Paulo, D.12.1.2.2; Paulo 2.14.17).Es,
nencia. Y el pignus (prenda), o "préstamo de
por tanto, una obligatio ex re (comienza cuando
garantía", respecto de la posesión que el deudor el mutuario recibe l a cosa, o sabe que es suya).
h a dado al acreedor (Gayo, D.44.7.1.3-6; Inst., Como ya lo dijimos, una promesa de mutuo o u n
3.14.2-4). convenio de que t e daré algo e n mutuo es algo
Pero credere (o res creditae) abarca otros preliminar; no basta para tener por perfecciona-
supuestos, por cuanto es un vocablo genérico, do el mutuo y no engendra obEgación civil (Pau-
p.ej., respecto del mutuo que es una especie. De lo, D.45.1.68).
ahí que existan otras dationes que originan obli-
gaciones real de restituír: u) para coilseguir algo 2. Además se considera que se ~ U T Oque haber
del accipiens (ob rem); b) por una causa deter- convenido entre las partes el acuerdo de que lo que
minada (ob causam); y c) por causas evexmtuales se daba lo era en mutuo (Paulo; D.44.7.3.1).Si se da
(ex euentz~).Justiniano, aparte de considerar las o se recibe con otra intencijn, p.ej. para don-QT O
cuatro figuras de "contratos reales", denominará tener en depósito, no hay mutuo (-Jlp., D.12.1.18 pr.).
5 360. Forinas d e cozzstiCueLán del mu- 362. Intereses. El mutuo es gratuito. Sólo
tuo. La forma normal de constituír el mutuo es se debe devolver l a cantidad prestad'a. Los i n ~ e -
la entrega del dinero por una traditio del mu- reses (usurae) no resultaban naturalmente de l a
tuante o prestamista, al mutuario o prestatario. esencia del mutuo. Pero s e podían agregar. Pa-
Pero también tenemos otros casos, en los cuales, r a ella habia que celebrar u n a st.ipuíatio espe-
aunque no se haya realizado en dicha forma, lo cial (stipulatio usurarum); u también establecer
mismo constituye un mutuo: el mutuo con una stipuíafio que abarque ei
capital (sors) y los intereses (usurae), es decir,
a ) Te doy monedas en depósito, y luego te permi- la stipulatio sortis et usurarurn que permitía
to usarlas y gastarlas: el depósito se convierte en luego reclamar ambos importes en forma con-
mutuo (Nema-Próculo-Marcelo, Ulp., D.12.1.9.9). junta.
b) Tú eres mi mandatario, y te he indicado que
lo que recibas en pago de un deudor mío, lo puedas 1. Si se establecían intereses por meros pactos,
gastar en carácter de mutuo (Pap.-Ulp., D.17.1.10.4). éstos no podían ser exigidos p m una actio (los pactos
C) Si le indico a un deudor mío que el dinero no generan actiones); pero si se hubieran pagado
debido por él se lo dé a otro (delegatia) de tal modo voluntariamente, entonces pueden ser retenidos por
que mi deudor primero extingue l a obligación, y el el mutuante mediante una exceptio, salvo que sobre-
tercero que h a recibido el dinero lo tiene en carácter pasaran l a tasa legal (Ulp., D.12.6.26 pr.).
de mutuo (Ulp., D.12.1.15; Afric., D.17.1.34 pr.).
d ) En general, indicando a otro, p.ej., mi banque- E n l a época clásica, los intereses estaban en
ro (argentarius), que siguiendo mis instrucciones, dé el orden del 1 % mensual, siendo denominados
dinero a otro (Uip., D.12.1.9.8; Paulo, D.45.1.126.2). centessimae usurae o kalendariae (porque se co-
e) Cuando se da a otro una cosa para que l a braban el día l de cada mes -kalendae-, ge-
venda y retenga el precio obtenido como mutuo. Si t e nerando la actio kalendarii (Pap., D.26.7.39.14).
dí l a cosa con intención de que la vendieras, y ella se La legislación cristiana se mostró restrictiva,
pierde antes de la venta, la responsabilidad por l a prohibiendo l a usura a los senadores (CTh.2.33.3;
pérdida sera para mí. Si, en cambio, te l a dí, porque año 397). Jnstiniano fijó l a tasa ordinaria en el
me habías pedido dinero y no lo tenía, entonces la 6 % anual (C.4.32.26.1), pera estableció a l g u ~ a s
responsabilidad es tuya (Ulp., D.12.1.4 pr.; Ulp., D.íd. tasas distintas: así, para los negotiatores, el 8
11 pr.). %; para las ilLustrae personae, el 4 %, y para los
agricultores un poco más del 4 % (4 1/6 5%).
5 361. Acciones. El mutuo obliga al mutua-
rio a de vol ve^ la misma cantidad de cosa presta- 2. En un tipo especial de mutuo, el fenus nauti-
da. No la misma cosa (como en el cornodato o en cum (o pecunia traiecticia) el interés solía ser mayor.
el depósito), ni tampoco otra cosa distinta (sería Ello era debido a las características de este préstamo
una permuta); Paulo, D.2.4.17 pr.; D.12.1.2 pr. vinculado con las actividades marítimas. El presta-
Para poder exigirla el acreedor tiene l a actio mista prestaba dinero a l armador del barco que iba
(condictio) certae creditae pecunzae, cuando se a comerciar mercaderías, pero tomaba para s í el ries-
trataba de sumas de dinero. Si era de otras go de la travesía, de tal modo que sólo podía recla-
cosas fungibles y consumibles, se concedia l a mar lo prestado cuando dichas mercaderías llegaran
co7zdictio certae rei (quantitatis), que los bizan-
sanas y salvas a puerto. E r a una forma de "seguro",
tinos denominarán condictio triticaria (Ulp.,
por lo que se explican los intereses más altos, que
D.13.3.1; EP, 95).
cubnan el riesgo (D.22.2; C.4.33).
1. La fórmula de la actio (condictio) certae credi-
tae pecuniae es "abstracta" (no se menciona l a causa Ya desde l a época clásica se estableció que
de la obligación): "Si aparece que N.N. deba dar (dare los intereses nunca podían superar el doble del
oportere) 10.000 sestercios a A.A., entonces iudex con- capital (supra dupEurn), y si lo excedían, y se
dena a N.N. a dar a A.A. 10.000 sestercios. Si no hubiera pagado, se podían repetir por dicho ex-
resulta probado, absuélvelo". ceso (Ulp., D.12.6.26.1; Caracalla, C.4.32.10). Jus-
2. La fórmula de la corzdictio certae rei (quanti- tiniano siguió también este criterio (Nov.121.2).
tatis), también abstracta tiene una inkntio certa, pe- También estaba prohibido el "anatocismo",
ro incerta la condemnatio: "Si aparece que N.N. deba es decir, el cobrar intereses de intereses, ca-
dar (dare oportere) 100 medidas de óptimo trigo afri- pitalizándolos (Marciano, D.22.1.29; Ulp.;
cano, por cuanto sea el valor de la cosa, condena a D.12.6.26.11, si bien se puede ver en Cicerón
N.N. por ese monto de dinero en favor de A.A. Si no que primero se prohibió el anatocismo que im-
resulta probado, absuélvelo". plicaba l a capitalización mensual (ad Atf.
3. Los dos casos proceden de la reforma realizada 5.21.11), y luego, la anual (s.c. cit. en a d Atf.,
por la ley Aebutia, sobre la base de la trasformación 5.21.13). Justiniano prohibid incluso la conven-
de la legzs actio per- condictionema'. ción por la cual el deudor aceptaba la conver-
sión de intereses vencidos en capital ((2.4.32.36; E1 s.c. no se aplica: a) si el filius podía
año 529). obligarse por sí, por tener un p~cuiirtmcastren-
se (Ulp., D.14.6.2); b ) si por e ~ r mexcusable el
5 363. Serza~sco~tsuEtam A~acedorzianzcm. prestamista creía tratar con un sxi iuris (Ulp.,
Es de la época de Vespasiano (Suet., Vesp., 111, S.íd.3 pr.); c) si se hizo el mu,t-aa con el consen-
quien habría renovado los principios de una ley timiento del pater (C.4.28.2, a30 195); seria el
de Claudio (Tác., A7zn.,11.13). La medida fue caco de la posibilidad de las adolzes adiecticiae
tomada debido a l a situación particular de los quaíitatis"': así, si el pater lo armtorizó (adio
jóvenes romanos que solían pedir sumas de di- ~ u o diussum), o si lo puso C G ~ Oagente suyo
nero, a veces a intereses elevados para gastar- (actio exercitoria, al frente de u n a nave; actio
las en costumbres disipadas. Según se contaba, institoria, al frente de un negado); o si el pater
parece ser que uno de ellos, de nombre Macedo se enriqueció con el mutuo (actio de in rem
-de ahí el nombre del s.c.-, apremiado por u n uerso); (Ulp., D.íd.12); d ) si el filius al tiempo
usurero, dio muerte a su padre para heredar- del préstamo era soldado (C.4.28.7.1; año 530).
lo y de este modo pagar y seguir gozando de
crédito. H.Comodato.
Se@n este s.c.Macedoniano, se le niega l a 8 364. Concepto. E l comadato (comnzoda-
acción a quien hubiera dado en mutuo dinero a tum; utendum dare) es el préstamo otorgado por
uii f~lius,aun cuando la actio certae creditae el comodante al comodatario de una cosa corpo-
pecuniue se la quiera ejercer después de la muer- ral no consumible, para que este l a use gratui-
te del pater. E1 pretor estaba autorizado a de- tamente durante cierto tiempa, debiendo luego
negar la actio, pero por regla general acataba lo restituírla. Es lo que se denomk~aau n "préstamo
dicho en el s.c. insertando una exceptio en la de uso".
fórmula, en obediencia al S.C. (Ulp., D.14.6.1 pr.; E1 comodatario es un s i m ~ l edetentador de
EP, 3 279). l a cosa, quedando l a posesión en el comodante
(Pomp., D.13.6.8; Ulp., D.íd.92-
1.En general, el préstamo de dinero hecho a un
filius era válido iure ciuile, a pesar de que no adqui- 1. La cosa prestada debe ser no coracumible, puesto
ría la propiedad de lo recibido, por cuanto era del que luego hay que devolver esa misma species. Pero
pater. Si bien el prestamista podía accionar contra él, se permite dar en comodato u n a eosa consumible a l
la condena se tornaba imposible por cuanto no tenía solo efecto de exhibirla (ad pom-pam ueL ostentatio-
patrimonio. Sólo podía cobrarse el prestamista cuan- nem; Ulp., 0.13.6.3.6).
do el filius se hiciera sui iuris. 2. Lo típico del comodato e s su gratuidad. Si
De ahí que el s.c.Macedoniano, con evidente pro- hubiera que pagar algo por el usa de la cosa, estarí-
pósito moral, negara la actio aun después de la muerte amos en presencia de una locaticj et conductio (Ulp.,
del pater, con lo que desalentaba que se diera dinero D.13.6.5.12).
en mutuo a los jóvenes que estaban i7z potestute. 3. Se puede dar en comodato incluso una cosa
2. Los efectos del S.C.Macedoniano se extendie- ajena que poseemos, aún sabiendo que no nos perte-
ron también a la filia (Uip., D.14.6.9.2), y también al nece. Así, el ladrón o el poseedor de mala fe pueden
nieto que hubiera actuado por mandato del hijo (Jul., efectuar este préstamo (Paulo, D.13.6.15; Marcelo, D.
D.14.6.14). íd. 16).
51
o a mi uxor cosas para s u atavío más decente; o si mente (Paulo, D.íd.17.2).
quien h a organizado una representación h a dado co- /i'
-
sas en comodato a los comediantes. En estos casos, el 3. Esta forma presenta también problemas, por lo
comodatario responde sólo del dolo (Ulp., D.13.6. 5.10; menos para su existencia en el derecho clásico. Tre-
.:; -
..
--
Gayo, D.íd. 18 pr.). ..
t. .
bacio (Paulo, D.4.3.18.3) consideraba que el remedio -. %
.-
4. La cosa debe ser devuelta en el estado normal era l a actio de dolo ejercida por el comodatario, por --
-.
E-1
.-
que tenía. Por tanto, el comodatario responde de todo lo que se puede pensar que frente a un reclamo de
deterioro que no fuere ocasionado por un caso de entrega intempestiva, s e n a suciciente l a exceptio doli. L .
"fuerza mayor" (por ladrones en banda, piratas, etc.); E n cambio, los textos bizantinos hablan de la
Ulp., D.13.6.3.1). posibilidad de una compensaiio (propia de los iudicia
Si el daño fue causado por un tercero el comoda- bonae fidei) respecto de la actio commodati directa,
tario podía devolverla tal cual estaba, porque "&con pero como ésta podía traer problemas, por el carácter
qué cuidado pudo conseguir que por otro no pudiera gratuito del comodato o porqrie los daños reclamados
causarse daño con injuria?", teniendo el propietario fueran superiores al valor de l a cosa: se consideró
la acción de la lex Aquilia (Juliano, D.9.2.11.9, necesaria la actio commodati contra7-ia (Gayo, D.13.
D.13 6.19). Pero en la última época clásica, predomi- 6.18.4 itp.).
:OhTTF&'J POR LA COSA 211
eil el derecho actual se denonina "prenda". En cam- se le &o en prenda una cosa ajenz., o se oculta la que
bio, en caso de piglzus sin.despTazarniento, estamos estaba pignorada, o cuando el deudor c ~ m e t i óalgún
ante la hypotlzeca. En términos de derecho moderno, otro fraude (steflionatus), y de es! modo no puede
ambas formas del pignus constituyen "derechos rea- cobrarse (Paulo, D.13.7.16.1; Ulp., B.íd.1.2); b ) para
les dr garantía". Todo ello ha sido estudiado a pro- reclamar los gastos necesarios que debi6 realizar res-
pósito de los iui-a i77, re aliena (ver s z p m , $ 285 y SS.). pecta de la cosa pignorada (Pomp~nio,D.13.7.8 pr.;
Acá, lo que vemos es la obligatio ex re, que nace Uip., D.íd.25).
para el acreedor a causa de habéi-cele realizado la
trasmisión de la cosa (caso típico de l a "prenda"), que d) Sobre los pacta con~~e7,ifaque se solian
deberá restituír luego de haberse pagado la obliga- intercalar al pignus, ver supr~i.: 29023.
ción principal. Será considerada por Justiniano un
"coiltrato real" (Inst., 3.14.4).
Otras daeionaes creditieias
372. Derechos y obligaciones del acre-
edor prendaria. Esta obligación se contrae ex 5 373. 1.Deefioazes ob rem. Se trata acá de
re, es decir, a partir del momento en que el daciones efectuadas por una persoEa con el fin
deiidor -u otra persona- le hace entrega de la de obtener de la otra, que la ~ecibe,algo lícito.
cosa en garantía al acreedor (Gayo, D.44.7.1.6). Pero como acá no se da n i n p ~ ade las figuras
a ) El acreedor detenta la posesión de la de los "contratos nominados", quien recibe no se
cosa, pero simplemente a título de garantía. Es obliga civilmente a hacer o a dar nada, y por
así que por ser poseedor tiene la protección ello no se cuenta con una acko para conseguir
interdictal, pero no puede, en principio, usar de la contraprestación convenida..
la cosa, ya que cometería furtum usus (Gayo, Sin embargo, en caso de no haberse logrado
D.47.2.54 pr.). Es un verdadero "préstamo de lo pactado o convenido, quien: xecibió la da60 y
garantía". no cumplió su parte, está reteIsiendo la propie-
b ) E1 acreedor, mientras detenta la cosa es dad recibida sin causa, y entonces corresponde
responsable por los daños ocasionados a ella, no que ella sea restituída por una condictio.
sólo por dolo, culpa, sino también por custodia
(los bizantinos la denominarh diligentia ilz cus- 4. Así, supongamos el czsa de que A hubiera
todiendo). Su responsabilidad es igual a la del dado algo a B para que éste le diera otra cosa a A,
comodatario. Por ello responde también por el ante el incumplimiento de B, A no le puede exigir
casus nzinor (así, por el furtunz de la cosa; Gayo, que cumpla lo acordado, pero po&a obtener l a resti-
3.203-4); Ulp., D.13.7.13.1; Paulo, D.íd.14 (se tución de su datio mediante la coadictio ob rem dati
debe comportar como un diligens paterfamilias). re non secuta (Celso, D.12.4.16).
C ) El acreedor debe devolver la cosa dada en Está fundada en que la datio de una cosa se ha
pigrzus cuando se ha satisfecho la obligación. La realizado, pero por una causa que no se ha cumplido.
restitución debe efectuarse can todos sus acceso- A su vez, si A ha realizado un hecho en favor de B
rios y frutos (Ulp., D.13.7.22 pr.). En caso de no para que éste le dé una cosa y éste no se la da, acá
hacerlo asf, el deudor tiene contra él la actio la condictio no se podía emplear, puesto que l a idea
pignoraticia, para que se lo condene a devolver- de restitución de un hecho resultaba inaplicable. La
la (Ulp., D.13.7.9.3; EP, § 99). acción que correspondía era fa actio de dolo malo
(Panlo, D.19.5.5.3).
l. En la época clásica, esta actio pignoraticia 2. Un paso importante lo da -como ya lo hemos
tenía una formula i n factum. Resulta muy impro- visto- el jurisconsulto Aristón (fines del siglo 1 O
bable que para esos tiempos s e haya admitido comienzos del siglo 11 d.C.). Preguntado por Celso,
una formula ilz ius (v., sin embargo, C.4.24.6, año respondió que si alguien dio una cosa para que otro
225). le diera otra cosa, nace la obligación, puesto que
Justiniano, en cambio, la considera i n ius y la "subsiste la causa", operando entonces la correspon-
ubica entre las actiones bonae fidei (Inst., 4.6.28). Del dencia de las prestaciones (la t¿l&o citroque obliga-
mismo modo, habla de una actio pignoraticia contra- tio), por lo que se daría un syna;ZZagma (contrato).
ria (posiblemente en la época clásica, los mismos No se nos dice qué actio propone Aristón, pero
efectos se conseguirían por la actio negotiorum gesto- inmediatamente se nos habla de la controversia entre
r u m corztraria). Juliano, quien menciona una acfio in factum, y Mau-
El cambio tiene importancia, por cuanto por ser riciano, quien da la solución de u n a actio ciuilis in-
un "préstamo de garantía", bastaba la actto i n fac- cerífi (Ulp., D.2.14.7.2).
t u m ; en cambio, la configuración del pignus como
"contrato real", facilitaba la redacción in ius. 374.%os Elamados ''comgfafos seales im-
2. Por la actio pig~zoraticia contraria, puede re- ~tomineedos''.Estos diversos casos de dationes
clamar el acreedor del deudor: a ) cuando, sin saberlo, ob 1-ern que no entraban en las fi,wras nomina-
das de contratos (verbales, literales, reales y había - dado una cosa o una cuma de d i n e r u u e
consensuales), fueron tratados por los posclá- se le r e s t i t u y a ~ h a b í a r e - a x i ~ a c l ~ ñ e cque ho,
sicos bajo la denominación de "contratos inno- -se lo indemnice por efimp-uwg-qge s,ca&vla el
-F.--=..--
ex Te:
_C.____r -_ -.------
minados" se com~ortan_como -- - ---
las - obligaciones
5 375. Principales casos. Dentro de la va-
----Lb
---Estos casos están protegidos por la actio riedad de estos contratos -5&ominados, hay que
~?raescriptisuerbis, que con Justiniano es subrayar algunos de ellos que son mas im-
D.43.26.2.2 itp.). -
derada a ~ o ñ I d ~ ~ t n i m - f ~ ~ t ~ 4 ~ ~ ~ 0 r t a n t e s :
(LIS., D.21.1.19.5 itp.; Paulo, P.19.4.2 itp.), así como la datio carece de causa para retener la misma
l a promesa de la garantía de evicción" (Celso, y debe restit.uírla.
D.12.4.16, i72 fine, itp.).
1.Los juristas clásicos se basan en la considera-
B) Aestimatum. En este caso, A entregaba ción del fracaso o de la falla de la causa, de tal modo
a E determinadas cosas (generalmente mercan- que l a imposición de la obligación 6e restituír nace de
cías), Íijjándole u n valor determinado (aestima- la retención incausada del accipiens. Es una de las
turn), para que B las vendiera al precio que creaciones más novedosas y valiosas de los juristas
quisiera. Por aquellas que lograba vender, B romanos que no se encuentra en los otros pueblos
podía retener el exceso, pagando solamente a A antiguos.
la estimación ya fijada. Si B no vendía las co- 2. Justiniano establecerá el principio general del
sas, debía restituírlas a A. A éste, se le concedía "enriquecimiento sin causa", esto es, que resulta equi-
una actio aestimatoria, para lograr el pago de lo tativo por el ius naturae "que nadie se haga más rico
estimado o la devolución de las cosas no vendi- en forma injustificada con detrimento de otro" (Ture
das (Ulp., D.19.3.1; Paulo, D.íd.2; itps.). naturae a e q u u m est neminem cu7n afterius detrirnen-
to et iniuria fieri locupletiorem; Pamp., D.50.17.206;
1. Este negocio era conocido en la época clásica, D.12.6.14 itps.).
discutiéndose si se estaba en presencia de una com-
p r n e n t a , de una locación de servicios o de una socie- A) El caso principal es el "pago de lo no
dad (Ulp., D.íd.1 pr.). debido', (solutio indebiti). Se t r a t a del supuesto
Se cree que una acfio de aestimato figuraba ya en de que por error A pague a B una deuda ine-
el Edicto (EP, $ 112), sirviendo como antecedente de xistente (Ulp., D.12.6.1 pr.). Por l a condictio
la posterior actio praescriptis verbis. Es curioso que indebiti (D.12.6; C.4.5), quien recibió el pago
en casos semejantes se habría otorgado la actio pro debe restituír la cosa o la suma pagada, o s u
socio (Ulp., D.17.2.53.7; D.íd.44). valor si la cosa hubiese perecido (Pomp., D.íd.7).
2. El periculurn de la cosa corría a cargo de quien
las había recibido (Ulp., D.íd.l.1). En la época clási- 1. Esto puede ocurrir respecto de una cosa paga-
ca, la situación era distinta: era responsable quien da pero no debida. Así, A creía q-e le debía a B u n
las recibía en el caso de que él fuera quien había esclavo y se lo dio, pero la obligación era inexistente.
toinado la iniciativa del negocio; si la había tenido el Igualmente, si se pagó una smna de dinero cre-
dueño de ellas, el riesgo era a su cargo; y si la yendo que se debía, o, debiendo 100, A pagó a B IZO,
iniciativa fue común, quien las recibió respondía del A tendrá la condictio indebiti por los 20 pagados de
dolo y de la culpa (no de la custodia); Labeón-Pomp.- más.
Ulp., D.19.5.17.1.
Para que proceda la condictio indebiti es
C) Precario (precarium). Sucedia cuando al- necesario:
guien pedía (precare = rogar) al dueño de una a ) Que lo pagado por una parte a la otra no
cosa, generalmente tierras, que le permitiera sea realmente debido.
graiuitamente el uso en posesión de ella.
En l a época clásica, el dueño podía re- 1. Se debe tratar de una obligación "civil". Pero
clamarla a su voluntad, gozando de un interdic- no procede si la obligación es natural. Así, p.ej., si el
tum de precariis (Paulo, D.43.26.14; Ulp., dominus que debía algo a su esclavo, s e lo pagó una
D.47.2.14.11), y por supuesto de l a rei uindi- vez manumitido, aun creyendo que existía alguna
catio. acción contra él, estamos en presencia de una "obli-
Pero en el Bajo Imperio se produjo una apro- gación natural"", y no cabe la condictio indebiti
ximación con el comodato, y según una glosa de (Tryfon., D.12.6.64).
las Sentencias de Paulo (5.6.10) y l a interpreta- Tampoco, si se pagara el préstamo de dinero
tio que acompaña a la Lex Romana Visighoto- hecho a un filius en contra de la dispuesto por e1
rum, se le dio al dueño u n a actio ciuilis como en s.c.Macedoniano2 (Marciano, D.12.6.40 pr.).
esa época se le daba al comodante. 3. Tampoco si se pagó por error una obligación
Terminó por convertirse en u n "contrato real antes de vencido el plazo (Paulo, D.12.6.10).
innominado", protegido por la actio praescriptis 4. Igualmente, no corresponde l a condictio inde-
uerbis (Ulp., D.43.16.2.2; en D.íd.í.3, se denota biti cuando alguien, para evitar m juicio que conlle-
la aproximación al comodato; itps.). va l a condena al duplurn por 'litescrescencia"*, paga
directamente el simplurn, no puede luego repetir lo
8 376. 11. Datioazes o6 eausarn. Esto ocu- pagado.
rre cuando se h a realizado una datio, pero falla Esto sucede, p.ej., en el caso de la actio legis
la causa de ella, ya por no acaecer o ser errónea Aquiliae*. A demanda por un daño injusto a B. Paga
que existiera. De este modo, quien h a recibido directamente el simplum, pero si se le concediera la
condictio indebiti, alegando p.ej. que el daño no había derecho posclásico, tal cual la vimos a prop6sito de
sucedido, estaria discutiendo su responsabilidad pe- las "deudas de juego" (supra: 5 321.e.2), rige el prin-
nal, evitando la 'litiscrescencia". cipio de que "cuando el dolo recae sobre quien da y
Lo mismo ocurre en el caso del legado per dam- quien recibe, es mejor la condición de quien posee".
natione77zT (luego ampliado por Justiniano a todos los 2. Justiniano engloba en esta rúbrica el caso de
legados y fideicomisos), por cuanto el juicio respectivo la condictio ob iniustam cazsam (D.12.5: Condictio ob
conlleva en caso de negarse la responsabilidad, e1 turpem ueí iniustam causam]. S e n a para el caso de
peligro de la condena por el duplum, o sea, la 'litis- causas prohibidas, así las donaciones entre marido y
crescencia"; Inst., 3.27.7. muj er.
5. Si se paga lo no debido a un procurador,
procede l a condictio indebiti contra él, si es que no C) Otros casos de da60 ob causam, en los
hubo ratificación del mandante; de haberla habido la cuales había obligación de restituír, era cuando
acción es contra éste (Paulo, D.12.6.6.1-2). se había realizado por urna causa determinada,
y luego ésta desaparece (condictio ex causa fini-
b) El pago debe haberse producido por error, fa). La casuística es muy amplia. Así, cuando se
es decir, ignorando quien lo hace que no se dio la dote, y luego el matrimonio no se realizó
debía. Pero si, a sabiendas, alguien paga algo (Ulp., D.23.3.7.3); o cuanda el comodatario pagó
que no se debe, no tiene la condictio indebiti, el valor de la cosa dada en comodato, la cual no
entendiéndose en este caso que lo h a hecho pudo restituír por creerla perdida y luego ésta
donationis causa (Ulp., D. 12.6.1.1; D.íd.26.3=FV. aparece (Ulp., D.12.7.7.2); etc.
266; Jul., D.41.4.7.2).
c) El pago debe ser aceptado por el supuesto 1. Aclaremos aquí que en l a época clásica, para
acreedor de buena fe. Si a sabiendas de que todos estos casos de dations ob causam, es decir,
nada se le debe recibe el pago, procede en este cuando se había realizado rzna datio y fallaba la causa
caso no la condictio indebiti, sino la condictio de ella, lo que se concedía por el pretor era l a condictio
firtiva (Scév., D.13.1.18; Ulp., D.47.2.43 pr.). certae rei, que tenía tres fómnlas (EP, 9 95). Si lo que
se había dado era dinero, h c i o n a b a la condictio ceí=
1. El caso del pago de lo indebido era ya conocido tae creditae peculziae. Si se había dado una cosa
por Gayo (3.91), quien no ve claro el problema de si determinada se otorgaba la mndictio certae rei. Si se
la obligatio re h a nacido de un "negocio contraído". había dado una cantidad de cosas fungibles, se conce-
Luego en Res cottidianae (D.44.7.5.5.3),lo ubica en- día la condictio certae quarztftatis (condictio triticaria).
tre las uariae causarum figurae. Justiniano 10 consi- 2. Las denominaciones que hemos dado a las
dera u n quasi ex contractu, asemejándolo al "mu€uo7' acciones de restitución obedecen a nombres posterio-
(Inst., 3.27.6). res, admitidos finalmente por Justiniano. Incluso, am-
pliando los supuestos que hemos visto, concede una
B) Dentro de este grupo también procede la condictio sine causa, para cualquier caso donde no
obligatio re de restituír, cuando la datio se h a exista una causa -involucrando también el caso de
producido como consecuencia de un convenio ilí- la causa finita- o que ésta no sea justa (Ulp.,
cito o inmoral. Así, te dí una suma de dinero D.12.7.1.1 SS.).
para que no mates a un hombre, o para que me 3. Con ello se abre la posibilidad de extender la
devuelvas un depósito. Acá falla la causa, por condictio a casos que no hayan sido previstos.
ilicitud, por lo que deviene injusta la retención Esta condictio sine causa, puede también em-
de la cosa. Se concede acá la condictio ob tur- plearse para un incertum (Jd.,D.íd.3 itp.). Con ello
pem causam (D.12.5; C.4.7). se desvirtúa el concepto de Pa condictio clásica, que
Si sólo es ilícito para quien recibió la datio se basa siempre en una datio, que conlleva la idea de
(así, p.ej., te dí dinero para que no cometieras algo determinado.
un delito), tengo esta condictio para que me lo Igualmente establecerá u n a condictio ex íege, pa-
restituyas (Paulo, D.12.5.1.2). Pero si el que r a aquellos casos en que una nueva ley hubiera in-
hizo la datio está incurso en la causa inmoral troducido una obligación y no s e previno qué clase de
o delictiva (p.ej., t e doy este dinero para que acción la protegería (D.13.2; C.4.9). Y también una
mates a Ticio), entonces carece de derecho a l a condictio generalis, para reclamar por cualquier obli-
restitución (Paulo, D.íd.3). Y si se intentara la gación nacida de contrato, siempre y cuando se recla-
condictio, puede ser repekido por la exceptio doli, me un certum (Ulp., D.12.1 pr. SS., itps.).
quedando la datio para quien la recibió (Paulo, Estos dos últimos casas n o corresponden a la
D.íd.8). condictio clásica, significándose con ello l a expresión
bizantina de establecer acciones generales y concu-
1. Esto significa que cuando la causa torpe es rrentes entre sí, para colmar las lagunas que existie-
común, queda favorecido quien la recibió. Esto se ran. Corresponden a la misma técnica legislativa de
explica porque ha existido dolo recíproco, y en el la actio p7-aescriptis uerbis.
CONTRA4EN POR LLJ COSA
o-
LL i
-
5 3'77. ID. D,atEon.es 'kx eare~zfu".Final- dolas en los "contratos reales", s i q i e n d o con ello d
mente, hzbiía ciertos casos muy especiales en criterio de Justiruano y los bizan6nos (v. supra, CO-
los cuales se concede la condictio, pese a que no modato, 5 364 y ss.; pignus, 371 y SS.).
ha habido una datio inicial y voluntaria que 2. Asimismo, en el titulo XI del Edicto (De recep-
pernii-ta hablar de creditum. tis) figura l a actio recepticia, otorgada contra el b m -
quero que asume una deuda ajena, y que seríe m
1,. La terniinología de estos casos especíalísimos "préstamo de solvencia".
la toinamos de A. d'Ors (DRP, 400): ex eventu hace
relación a circunstancias eventuales. Los alemanes 5 379. P. Canstifm%rem.EsLbmos acá en Fe-
hablan de "dación perfeccionada a posterior-e". sencia de un convenio -se lo! suele d e n o d m
2. Se trataría de casos en que no h a habido pactum- vinculado con una deuda preexistemke.
propiamente datio, es decir, constitución de la propie- Por medio de él, sin emplear f ~ m a solemnes,s se
dad, p.ej. por no ser el dador propietario de l a cosa fija un plazo (o uno nuevo, si ya existía alguno)
entregada. Así, el mutuo hecho con dinero ajeno. para el pago de dicha deuda. Ésta puede ser
Pero si el deudor lo consumió, quien prestó tiene la "propia" (constitutum debiti p r o p r i i ) o "ajena"
condictio contra él (Jul., D.12.1.19.1). (constitutum debiti alieni) (D.93.5; C.4.18).
Del mismo modo, si se ha donado rnortis causa A) Constituturn debiti proprii. VeAmosla en
una cosa ajena, y ella le ha sido dada a1 donatario, un ejemplo: A debía la suma de 100 a B por m
no hay datio, ya que nadie puede "dar" lo que no es mutuo, la cual debía pagar en las calendas de
suyo. E n el caso de que el donatario la usucapiera, marzo'. Al convenirse el constifutunz (de concti-
la datio se h a producido por este hecho posterior. tuere = "fijar un día") ambas partes acordabxn
Pero el donante, aún vivo, tiene la condictio (Jul., que la suma fuera pagada e a las calendas de
D.39.6.13 pr.). julio. De ahí que puede ser concebido como un
E1 caso más citado es el de l a coizdictio furtiua. "préstamo de plazo", pudiendo retener el deudor
Normalmente la condictio supone la datio previa. En la suma debida durante cierto tiempo más.
el caso del Iadrón, éste se había apoderado de l a cosa El c o n s t i t u t u m no produce una novación. De
(no había datio, por eso no es propietario porque el este modo, el acreedor tiene &ora dos acciones:
fui-km no es titulo de dominio). Sin embargo_ se le la actio (condictio) certae credigae pecuniae, por
concede l a condictio furtiua, por "odio a los ladrones" la deuda existente del mutuo: a la que se a s e -
(odzu7n furu~n;Gayo, 4.4). Ahora bien, aun cuando la ga ahora la actio d e constituta pecunia, las cua-
cosa no se pueda reivindicar, p.ej. por haberse consu- les pueden ser ejercidas en forma alternativa.
mido o destruído, el dueño tiene l a condictio fijrtiva Pero, por supuesto, el deudor debe pagar una
contra el ladrón para reclamar su valor, porque éste sola vez, de tal modo que una vez satisfecha la
está siempre en mora (jur sernper i n mora uidetur; obligación y extinguida ésta, na corresponde vol-
Ulp., D.13.1.8.1). ver a reclamarla (Ulp., 43.13.5.18.3).
ESTIPULACIONES
(CONTRATOS VERBALES)
_____.-._Y--
t
$ 381. Gsmeepto. La stipulatio es l a forma
más sencilla y ordinaria por la cual se puede
rey Numa Pompilio era considerada el asiento de la
diosa Fides (Plut., Numa, 16).
hacer nacer una obligación. El futuro acreedor G Reconoce una forma más antigua: la sponsin.
(stipz~lator)
preguntaba en forma solemne al fu- ~ s k s caracterizaba
e por el empleo del verbo spon-
turo deudor (promissol-) si prometía dar, hacer dere (Centum mihi dari spondes? preguntaba el acree-
o prestar (dure, fucel-e, p7-aesta7-e) algo, y este dor; spondeo, contestaba el deudor). Este verbo, que
último contestaba congruentemente y en forma sólo podía ser empleado por los ciudadanos romanos
inmediata que lo prometía y a partir de ese (Gayo, 3.93), tenía un significado religioso, por lo que
7
momento quedaba obligado. sí, en u n sencillo
ejemplo, el stipulazlor pregcrn taba: "¿Me prorne-
tes dar 100?', y el promissor contestaba: "Lo
según algunos era un juramento; para otros un "voto"
(uotum). Spondeo debía sonar a
meto solemnemente por mi fides". \
9 así como "Pro-
-
Dabis? (¿Darás?) - Dabo (Daré). lida (Ulp., D.45.1.1). .-
.--
--
y - .
. --
c:.
*
..
otorgar al deudor una exceptio doli o de otra cepción privilegiada sólo podía oponerse durante -., ...
/
1. Así, p.ej., A h a pedido dinero a B. Éste dice Pero el acreedor podía usar de una argucia: <
s-.
.e-
que se lo dará, pero previamente le pide que se haga dejaba trascurrir el año sin demandarlo, y en-
la stipulatio. Si luego B, de buena o de mala fe, no tonces aI hacerlo luego del &o, volvía a dejar al -.
-.
le da el dinero por el cual se realizó el negocio, deudor con que sólo podía usar de la exceptio ,.-.
--
..
-..
cuenta con l a condictio para reclamarlo. Pero como doli. Por ello es que apareció l a denominada
esto es inequitativo, ya que está pidiendo un dinero querella non numeratae pecuniae, que seguía el e?
F
?
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que no h a prestado, el pretor le otorga al deudor l a procedimiento extra ordinem. Mediante ella, el .,.,~
.
-.
exceptzo doli mali (Gayo, 4.116a). Acá el pretor h a deudor no debía esperar ser demandado por el -
tomado en consideración la "causa" de la stipulatio, acreedor, sino que tomando l a iniciativa, incoa- .. ..
-
--.
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que era un mutuo. ba esta querella con el mismo efecto que l a .-..
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...
2. Lo mismo ocurre si, por coacción, tú t e has exceptio, es decir que era el acreedor quien de- ,<
obligado a prometerme por una stipulatio una cosa bía probar la entrega del dinero. #?z-
v.
determinada. Si yo ejerciera l a condictio, me l a po- Estas medidas significaban, para este caso -
*
...,..
drías repeler por l a exceptio quod metus causa (Gayo, de stipulatio por pecunia a.umerata, l a posibili-
.*-
-c.
4.117). dad de llegar a la causa de Ea obligación, no ,j;
rnitente queda obligado, pero si es demandado podrá (C.4.30.9 itp.) y Justiniano 10 redujo a dos años (C.íd.
--
-
oponer l a exceptio doli maíi (Ulp., D.23.3.21). 14 pr.), tras lo cual caducaba, extendiendo tanto la
4. Igualmente, si se vende y compra algo, no por querella como l a exceptio a tada clase de obligaciones .-.
..~
la forma consensual de la compraventa, sino emple- de entregar dinero o cosas.
ando dos estipulaciones recíprocas; así: "iPrometes Eximió del plazo de cahucidad a los rninoí-es -
darme 100 por la cosa que te he vendido?" y "¿Pro- (~.2.d0(41).5;afio 531). A su vez, para evitar abusos, S
-
metes darme la cosa que te he comprado?". Si el terminó castigando a los deudores que alegaban no
@
-
vendedor pretende cobrar l a suma prometida como haber recibido el dinero y luego perdían el juicio, con -
precio antes de haber entregado l a cosa, el comprador el pago del doble de la cantidad debida al acreedor
demandado puede oponerle l a exceptio rei non tradi- (Nov.18.8; año 536).
tae (excepción de cosa no traditada), negándose a
pagar. Se ve acá como si bien las estipulaciones son
unilaterales, la exceptio puede enlazar casos de obli- P. Modalidades de Isa sfipulatio.
gaciones estipuladas en forma recíproca.
387. La stipulatio p u d e ser pura y simple,
§ 386. La exceptio non numeratae pecu- pero también se puede dar el caso de que quede
niae. E1 ejemplo dado de posibilidad de una sujeta a ciertas modalidades. Entre éstas pode-
exceptio doli, está vinculado con el tema de la mos citar: a ) la condición; b ) el plazo; c) el
exceptio (y querella) non numeratae pecuniae. lugar; d ) l a alternativa; y e ) l a accesio.
Si un stipulator no había en realidad entre- a) Sobre la condición, v. supra, §§ 307-309.
gado el dinero por el cual se había realizado la b ) Sobre el plazo, v. supra, 8s 310-312.
estipulación (pecunia numeratu), o le había sido c ) Lugar: Se suele usar insertar en la stipu-
entregado en menor cantidad, en tiempos de Eatio la indicación de un lugar donde hacerse el
Gayo, el promissor te1 deudor) tenía, como he- pago. Así, "iPrometes darme en Cartago?" IInst.,
mos visto, la exceptio do2i mali. Pero según las 3.15.5).
reglas procesales le correspondía a él la carga
de la prueba (onus probandi) de que no había l.El promitente se obliga a cumplir s u obligación
recibido el dinero o el total de él, lo cual, como en el lugar fijado en l a stipzrlctio (Ulp., 13.4.9).
OBLIGACIONES
QUE SE CONTR4EN TTIZBIS 223
a ) Cuando, a los solos efectos del pago, se En tercero, pero también el t u t o x que estipula tiene
ügrega en la pregunta a. un tercero. Así, "¿Pro- acá "interés", puesto que es respasable de la maIa
metes darme 100 a mí "o" a Ticio?". Es el caso administración ( I n s t . , 3.19.20; Marcelo-Ufp.,
de la solutiorzis causa adiectio (agregado de otro D.45.1.38.17).
por causa de pago; Gayo, 3.103a; Inst., 3.19.4; 5. También, si estipulé "que se le diera a mi
ver supra, 5 387.e). procurator", o "a mi acreedor", i k e ~ gi n~i e ~ é s ,p.ej.,
b ) Cuando sucediera de esta manera: "$?ro- para evitar que se me aplique 13x3 "cláusrala pe~al",
metes darme 100 a mí "y" a Ticio?". Los sabi- o que los fundos pignorados sean vendidos (Inst.,
nianos pensaron que la stipukatie era valida, 3.19.20; Ulp., D.45.1.38.23).
pero sólo para mí, quien podía r e c l m ~ a los
r 100, En general, salvo los casos mencionados por Ga-
como si no se hubiera agregado el nombre de yo o el de la donatio sub moda, se consideran no
Ticio. Eiz cambio, los proculeyanos estimaron clásicos, siendo los textos interpdados.
que sólo podía reclamar la mitad (la mía), y que
por la otra parte la stipulatio era inútil (Gayo, 111. Caso de l a promicslo a cargo de u n
3.103). tercero. En el caso anterior se trataba de la
stipulatio en favor de un tercero. E n cambio,
2. Justiniano se inclinará por el parecer procule- acá se trata de que la prestactón sea cumplida
yano (Inst., 3.19.4). Sin embargo, la tesis sabiniana por un tercero. Así, A preguma: "¿Prometes que
parece haberse mantenido para la compraventa. Así, Ticio me dé 100?", y 3 responde: "Prometo".
Javoleno (D.18.1.64) nos trae el caso de la compra Como se ve, B está prometiendo, no por él, sino
de un fundo "para mí y para Ticio", opinando "que por un tercero. La stipulatio es inválida, puesto
se ha de considerar como superflua l a persona de que el promitente no se h a abfigado por él, y
Ticio, y que por lo tanto me pertenece l a compra de en cuanto al tercero es u n a persona ajena al
todo el fundo". La solución justinianea debía ape- acto.
rar para las prestaciones divisibles, no para las indi- Ello no obstante, podría ser válida si el pro-
visibles. mitente se compromete a hacer algo para que el
tercero dé; asi, p.ej.: " P r o m h que haré que
Hacia frnales de la época clásica se comien- Ticio dé 1003,ya que en redidad se compromete
za a admitir una excepción para el caso de una personalmente para infiuír sobre Ticio para que
donatio s u b modo, es decir, una donación "con éste dé (Inst., 3.19.3). En estos casos, se la
cargo". Así, "¿Prometes darme donationis causa acompañaba con una "cláusida penal", a cargo
un fundo, el cual luego de tal tiempo se lo del promitente, para el caso &e que el tercero no
deberé dar a Ticio?". Ticio es un tercero, pero efectúe el hecho (Inst., 3.19.21; U p . , D.45.1.38.2).
por constituciones imperiales mencionadas en
los Fragmenta Vaticana 286 (aunque sin espe- 1.También es válida cuando alguien se compro-
cificar), por un criterio de benignitas (benignae mete a que un tercero comparezca en juicio. CeIso
iuris interpretatiorzes), se le otorgó acción para entiende que es válida, aun cuando no hubiera me-
reclamar la entrega del fundo, una vez cumpli- diado "cláusula penal", lo que acepta Ulpiano, "por-
do el plazo. que quien promete que otro camparecerá, promete
En el derecho justinianeo, si bien se mantu- esto: que él hará que comparezca" (D.45.1.81 pr.).
vo el principio del alteri stipulari nemo potest 2. E igualmente cuando un ysocuz-ato+ estipula
(Inst., 3.19.4), éste se inserta netamente en el la catltio ratam rem dominum habiturum, prometien-
criterio del "interés" del stipulator (Inst., íd.19- do que el dueño del asunto par quien está actuando,
20). De este modo, "si alguno h a estipulado que, ratificará todo lo que haga en eE juicio (Gayo, 4.84;
cuando a él le interesase, se le diese a otro, Inst., 4.11.1 pr.).
entonces la stipzrlatio es válidaJ' (Ulp., D.45.1.
38.22 itp.).
111. PlLmalidad de stipulafores o de
3. Esto se podía lograr, p.ej., superponiendo una promissores.
stipulatio poenae: "¿Prometes darle 100 a Ticio, y si
no lo haces, prometes tú darme tanto a mí?". Aquí, 5 389. Hasta h o r a hemos tratado la stipu-
el interés del stipulator -estableciendo una cláusula latio como una promesa de p g o hecha por un
penal superior a la prestación- obligaba más aún al promitente (promissor) a un estipulante (stipula-
deudor (Inst., 3.19.19; Ulp., D.45.1.38.17). tor). Pero tanto del lado de Ta parte acreedora
4. Igualmente, cuando por una stipulatio un tu- como de la deudora, podían inkrvenir dos o más
tor cede la administración de la tutera a su cotutor, personas. Se pueden dar los siguientes casos:
obligándolo a que los bienes del pupilo serán custo- 1. Podía ocurrir que la stipwkutzo se r e d i z a r a
diados y mantenidos a salvo (rem pupilli satuam. de manera simple, sin hacer alusión a la totz-
fore). Acá, el interés aparece para el pupilo, que es iidad de la prestación. Así, A pregunta: "¿&/fe
prometen dar 100?", B y C contestan: "Lo Mirado desde este punto de vista, se puede decir que
prometemos". En este caso, los promitentes es- hay una sola obligación (Javoleno, D.45.2.2; Ulp.,
tán obligados cada uno de ellos por una parte D.id.3.1; Jul., D.íd.6.3). Por ello, pagando uno, los
viril, es decir A podrá accionar contra -B para demás quedan liberados.
que pague 50 y contra C para que pague los otros Perro si se considera desde las personas, tanto si
50 (Pap., D.46.2.11.1-2). Es lo que suele llamar la solidaridad es pasiva o activa, hay un vínculo
una obligación simpleme~ztemancomunada. distinto entre cada acreedor y'cad.a deudor (Pap.,
D.45.2.9.2). De ahí que Vendeyo pueda hablar para
1. Sucede lo mismo en una stipulatio entre Ticio e1 supuesto de dos promitentes solidarios que hay dos
y Sempronio. Este último es el deudor, pero muere. obligaciones (D.45.2.13).
La parte que le corresponde pagar se divide por 3. Cierto es que estos vínculos se hallan conecta-
partes viriles entre sus herederos. dos por la prestación única, pero se podría dar el caso
2. También se puede dar que la pluralidad sea de de que, respecto de uno de los acreed~reso de los
los acreedores (p.ej., A, B y C), respecto de los cuales deudores, la obligación fuera nula. Así, p.ej., A y B
el deudor promete dar 60. Cada uno de los acreedores son deudores solidarios. Si A queda exento de la
podrá reclamar su parte viril, es decir, 20. obligación por una capztis derninutio, el otro no queda
3. La mancomunidad se da siempre y cuando que libre (Pomp., D.45.2.19).
la prestación sea "divisible". Cuando no lo es, no se O también, que uno de los deudores haya visto
podrá dividir, y el acreedor o acreedores podrá de- extinguida a su respecto la obligación solidaria por
mandar el total. Pero esto, que será similar a la "confusión" (p.ej., por ser heredero del acreedor). El
obligación in solidum, es consecuencia directa de la otro deudor queda, sin embargo, obligado.
indivisibilidad de la prestación. Y también si el acreedor concedió a uno de los
deudores un pactixm de non petendo tomando en con-
11. Supongamos ahora este otro caso. Se trata sideración solamente su persona (in personam). Sólo
de un acreedor A y de dos promitentes B y C. lo beneficia a él, pero no aprovecha al otro. Pero si
A: B, jme prometes dar 100? dicho pacto fue in rem, es decir, no en consideración
C, jme prometes dar los mismos 100? a la persona, sino a la obligación misma, entonces sí
B y C: Lo prometemos (o cada uno por se- se benefician todos (Paulo, D.2.14.25.1).
parado: Lo prometo). Debido a esta pluralidad de vínculos, uno de los
Este supuesto es conocido como solidaridad promitentes puede ser obligado pura y simplemente
pasiva. B y C deben 100 a A, quien puede y el otro bajo condición o plazo. El acreedor podrá
reclamar el total ( i n solidum) a B o a C. Cada demandar directamente a l primero, pero respec~odel
uno de ellos debe la prestación íntegra (Inst., segundo habrá que esperar eI resultado de la condi-
3.16 pr.). El pago efectuado por uno de ellos ción o el vencimiento del plazo (Inst., 3.16.2).
cumple la obligación (Ulp., D.45.2.3.1; Inst., íd.1). 4. Cuando hay dudas sobre la cuestión de saber
111. Se trata, ahora, de dos stipulatores A y si la obligación es simplemente mancomunada o so-
B, quienes interrogan al deudor C: lidaria, se presume lo primero, porque la solidaridad
A: C, jme prometes dar 100? es algo excepcional (Pap., D.45.2.11.1-2).
B: C, ¿me prometes dar los mismos 100? 5. La solidaridad puede nacer también de otras
C Prometo darles 100 a cualquiera de vo- fuentes. Así,
sotros. a ) Por testamento, si se instituye un legado per
Este caso es conocido como solidaridad acti- damnutionem se ha ordenado "Que mi heredero Lu-
va. Tanto A como B pueden reclamar de C los cio Ticio o mi heredero Mevio" den algo a Seyo (Pomp.,
100, pero si éste paga a A, h a cumplido la D.30.8.1).
obligación y nada debe a B; Inst., 3.16.1. Justiniano mantiene esta regla respecto de la
solidaridad pasiva, pero no en caso de solidaridad
1. En los textos se habla de duo rei stipulandi y activa, del tipo Lucio Ticio o Mevio. Interpretando la
de duo rei promittendi (Inst., 3.16; D.45.2), y alguna conjunción "o" como "y", los legatarios son considera-
vez de conreus (Ulp., D.34.3.3.31, de donde deriva la dos acreedores parciarios. Para que surja la solidari-
denominación de "correalidad" empleada por los mo- dad es necesario una disposición expresa e indubita-
dernos. da del testador (C.6.38.4.1).
2. El problema que se presenta es si en estos b ) Por delitos, y en general por disposición legal.
casos hay una sola obligación, o hay tantas como Así, respecto de la condictio firtiua (Diocl. y Maxirn.,
coestipulantes o copromitentes existan. Acá hay que C.4.8.1); también de los condenados por una senten-
distinguir según el aspecto con que se mire la obli- cia (Alej., C.7.55.1); de los que derramen líquidos en
gación. la vía pública (Ulp., 9.3.3); etc.
Si lo liacemos en relación con el objeto, hay una C) En la época de Justiniano se aplica a muchos
unidad de prestación: es la misma cosa la que es negocios, dependiendo de la voluntad de las partes.
debida a cada uno por cada uno en su totalidad. Así, la solidaridad se generaliza a la compraventa, la
locación, el depósiio, el comodato (Pap., E.45.2.9
pr.; de carácter autónomo e independiente de la cesión
Elp., D.13.5.5.15; Ulp., D.19.2.13.9 itps.). (C.8.39.1.1 itp.).
2. Así, si l a estipulación era una stipulatio post 2. Así, si el acreedor demandAa al p7-omissor, la
mor-tern (inutilis), la sponsio o fideipromissio acceso- obligación principal se extinguía por l a lttis contesta-
rias eran exigibles. Lo ~ilismosi la mujer o el pupilo tio, pero no afectaba la obligación accesoria del spon-
hubiesen prometido algo por una stipulatio sin 'la sor o del fideipromissor, porque i z ~existencia de és-
aucdoritas del tutor, tanto el pupilo como la mujer no t a no dependía de l a existencia de l a obligación
eran ejecutables, pero sí el sponsor o el fidezpromis- principal.
sor (Gayo, 3.119). Al revés, si se demandaba a1 sponsor o al fidei-
promissor, l a obligación accesoria de éstos quedaba
C ) Sin embargo, fa accesoriedad funciona en extinguida por la litis contestatio, pero no se afectaba
cuanto a1 contenido de l a stipuícttio principal. l a obligación principal del promissor.
Así, como obligación accesoria, no podían exceder
l o prometido en la stipzclatio principal. De este 5 396. Leyes especiales. Dada l a importan-
modo, si se había prometido 100, no se podía en cia prevaleciente que tuvieron en Roma las "ga-
las formas accesorias obligarse por 200; aunque rantías personales" respecto alu las "garantías
sí por menos, p.ej. por 5 0 (Gayo, 3.126: '%o acce- reales" (v. srcpra, 3 285), fueron de uso corriente
sorio no puede contener más que lo principal"). no sólo en las épocas clásica y posclásica, sino
d ) Eran estrictamente personales, de tal mo- con anterioridad. Muestra de ello es que en el
do que muerto el sponsor o el fideipromissor, no período republicano existieron algunas leyes ten-
se trasmitía l a obligación a sus herederos (Ga- dientes a simplificar y aclarar la situación de
yo, 3.120). los fiadores:
S 395. E n cuanto a los efectos jurídicos, aun- a) Por una lex Furia (siglo Ií;a-C.), sólo aplicable
que se produce una "solidaridad pasiva", el deu- en Italia, no en provincias, s e determinó que las
dor principal y los fiadores accesorios no son fianzas de los sponsores y fideipromissores caducaban
plz~resrei promitterzdi (es decir, ambos principa- al cabo de dos años (Gayo, 3.1211.
les), al igual que lo que sucedía con la adstipu- b ) Una Eex Publilia (siglo IV a.C.1 fijó que si el
latio, donde tampoco stipulator y adstipulator sponsor (no se hablaba del fideipromissor) había pa-
son plures rei stiptclandi. E n realidad, son dos gado l a deuda y no era reembolsado en el plazo de
actos distintos, y la garantía hasta podía ser seis meses por el deudor principd, tenía una actio
dada más tarde. La identidad no está en 10 depensi, que era por el duplum (Gayo, 3.127).
debido, sillo en la promesa realizada. En l a época clásica, tanto el sponsor como el
El acreedor podía reclamar la totalidad de lo fideipromissor disponen de l a actio mandati contraria
prometido tanto al promissor principal, como d (Ode ía a . negotiorum gestorum contraria) para recla-
sponsor o fideiprornissor accesorios. Éstos no mar el desembolso (Gayo, ibíd.).
tienen el derecho de pedir que primero se accio- C) Cuando se trataba del supuesto de varios spon-
ne contra el promissor y luego se vaya contra sares o fideipromissores, se enteadía, en principio,
ellos (el berzeficium excussionis). que e1 acreedor podía reclamar e1 todo de lo afianza-
do (in solidum) a quien eligiera de entre ellos; pagan-
1. Sin embargo, lo usual era primero ir contra el do se extinguía la obligación.
stipulator. Cuando el acreedor se dirigía directamen- Pero en virtud de una lex App~cleia(siglo 11, pero
te contra los fiadores, ello hacía pensar en que e1 anterior a l a lex Furia), se consideró que entre dichos
deudor principal era insolvente, provocando murmu- fiadores se establecía una especie de sociedad, de tal
raciones que afectaban el honor tan preciado que se modo que si uno de ellos pagó d s allá de l a parte
tenían los romanos; incluso, si se lo hacía con propó- siril que le correspondía, podría ir contra los otros
sito de difamar al deudor principal, podría dar oca- coñadores, por el excedente (Gayo, 3.122).
sión a que éste intentara la actio iniuriarun (v. La mencionada lex Furia (sólo; para Italia) dio un
Gayo, 3.223; D.47.10.19). paso más. El acreedor no podía reclamar a los spon-
sores y fideipromissores más allá d e l a parte viril que
Satisfecha la obligación, ya por el deudor le correspondía a cada uno, lo que significaba la
principal o por el fiador, ésta se extinguía, y si división ipso iure de las garantías (Gayo, 3.121).
el acreedor remitía fa deuda a uno de sus dos Y otra ley (de la misma época), la Zex Czcereia
deudores por acceptilatio, ambas obligaciones obligaba al acreedor a manifestar públicamente la
cantidad de sponsor-es o fideipromissores, así como la missio, en las cuales de ser irnválida la siipuiafio, lo
cuantía que afianzó cada uno de ellos. Si no lo hacía, mismo valían, acá, si la obligación principal era nula
los fiadores tenían derecho a interponer dentro de los ab initio la fideiussio también era nula. Para ser
30 días una acción prejudicial (praeiudicium) para válida la garantía, debía ser vdida la obligación prin-
averiguar si dicha proclama fue hecha, y si se deci- cipal, ya ciuiliter o ya naturaliter (Gayo, 3+126).
diera que no ocurrió, entonces quedaban liberados
(Gayo, 3.123). C) Por haber garantizado la obligación prin-
d ) Por último, por una lex Conzelia (época de cipal, la fideiussio se trasmite a los herederos
Syla, ¿año 81 a.c.?) se prohibió que un mismo fiador del fiador (Gayo, 3.120).
se obligara respecto del mismo acreedor por una cuan- d) La fideiussio no tiene ningún plazo de
tía superior a los 20.000 sestercios. Si excedía dicho caducidad. En tal sentido no le es aplicable lo
monto, la fianza sólo era válida hasta lo permitido. que dice la Zex Furia (en Italia), de que la
Se quería evitar que una misma persona quedara sponsio o fideipromissio accesorias, caducaban a
atada por razón de fianza a la misma persona. Ello los dos años (Gayo, 3.121).
provocaba que se tendiera a una pluralidad de fiado-
res, si e1 caso lo requería (Gayo, 3.124). 2. En cambio, le es aplicable la limitación de la
lex Cornelia (Gayo, 3.124). Pero esta ley irá cayendo
3 397. Pideiussio. Hacia finales de la Repú- en desuso en la época poscl&ica. Justiniano no la
blica aparecerá una forma más perfeccionada de menciona (Inst., 3.20).
fianza: la fideiussio. A diferencia de los casos
anteriores (sponsio o fideipromissio), ahora no 8 399. Relación. entre el acreedor y los
se garantiza la "promesa" (stipulatio) del deudor obligados. Siendo varios deudores por el mis-
principal, sino que el fideiussor se obliga por el mo crédito, a menos que se hubieran obligado
debitum de la obligación principal, declarándose solamente por una parte Pap., D.46.1.51 pr.),
responsable de él. La forma usual era así: quedaban obligados cada m o por la totaIidad del
A: "Ticio, jme prometes dar 100?". debitum (singuli in debitum), aun cuando esto no
Ticio: "Lo prometo". hubiera sido expresamente dicl~o(C. Severo y
A: "Mevio, lo que me debe Ticio, ite obligas Antonino, 8.41.).Esto se desprende del resultado
a que sea soportado por tu fides?". de su respuesta: Idem fideiubes? Fideiubeo.
Mevio: "Me hago cargo de ello por mi fides?". A) El acreedor podí;e dirigir la acción de
cobro -salvo que hubiera mediado alguna con-
1. Como se ve, ya no se trata de una stipulatio vención contraria, estableciendo algún orden en
accesoria de otra stipulatio, sino de una stipulatio la ejecución- ya contra el deudor principal, ya
que implicaba una obligación accesoria de otra obli- contra el fiador (C. Antonino, 8.41.5; C.Dioc. y
gación principal. Lo que se afianza es la prestación Maxim., C.íd.19 y 21). Pero iniciada la acción y
misma de la obligación principal. operada la litis contestatio, se operaba la consu-
mición de la actio, de tal modo que se excluía
398. Efectos de la fideiussio: una nueva demanda por el mismo asunto (ea-
dem res). Así, si la demanda contra el deudor
a ) Por la forma empleada de la fides (al principal no h a satisfecho al acreedor, éste no
igual que ocurría con 'la fideipromissio) puede podrá luego demandar al fideiussor, y recíproca-
ser usada tanto por ciudadanos romanos, como mente (Paulo, 2.17.16; Gordiano, C.8.41.16, año
por extranjeros. 241).
b ) Al no requerir necesariamente una
stipulatio principal, por la fideiussio se pueden l. Se plantea acá el mismo problema que respec-
garantizar toda clase de obligaciones, no sola- to de los deudores solidarios. Este problema recién
mente las contraídas en forma verbal, sino tam- será solucionado por Justiniano, al suprimir para
bién en forma real (p.ej., un mutuo), en forma estos casos el efecto consuntivo de la litis contestatz:~
literal, o en forma consensual (p.ej., una com- (C.8.41.28; año 531; ver supra, 5 390; infra, 400, A).
praventa). Y n o importaba si la obligación ga- Mientras tanto, se practicaron algunos remedios, que
rantizada era civil o natural (Gayo, 3.119a; Inst., sirvieron de paliativos, pero para los cuales se nece-
3.20.1). sitaba la colaboración del acreedor.
2. Así, un procedimiento empleado para remediar
1. El carácter "accesorio" ahora cumple efectos en esta situación fue la fideiussio indemnitatis, la cual
forma amplia. Por ello, al igual que en las formas integraba la stipulatio de la fideiussio. En este caso,
anteriores, un fideiussor no podía garantizar una obli- el garante se obliga a pagar sólo en el caso de que
gación que fuera superior al monto de la principal el acreedor no hubiera sido satisfecho por el deudor
(Gayo, 3.126). principal ("Tomo bajo mi fides todo aquello que en
Pero a diferencia de la sponsio y de la fideipro- cuanto de menos hubieras conseguido de Ticionj.
Ello obligaha a tener que demandar primero al los deudores solidarios. En pr-hcipio, n o tiene
deudor principal. y sólo después al garante. En rea- derecho a este reembolso, s a h o qv.e existiese
lidad, no es propiamente una frdeiussio, ya que no se entre ellos una situación juridica especial (p.ej.,
obliga a lo misnio. sino que se responsabiliza a pagar el mandato); de ser así, el fideiussor que pagó
una indemnización por lo que no pague el acreedor po&a exigir e1 reembolsa por ía actiu mandati
principal, la cual sería condicional, supeditada a lo co~ztrarta(Gayo, 3.127; Inst., 3.20.6). E n su ca-
que no pague este último (Pap.-Paulo, D.45.1.116; sa, aun cuando no hubiera diredamente manda-
Paulo, D.46.3.21; v. Celso, D.12.1.42). to expreso o tácito (así, p.ej., si algerien salía de
-'. 3. Otro procedimiento era que el fiador amenaza- fiador por u n a persona ausente), el fideiz~ssor
do de ser demandado, daba mandato al acreedor para gozaba de l a actio ~zegotiorumgestorum.* (Paulo,
.- accionar contra el deudor principal, a cuenta y riesgo D.17.1.20.1).
- del fideiussor (Inst., 3.26.2). De este modo, el acree-
. - dor, al haber aceptado este mandato, debía dirigirse También, en la época clásica, se podía utilizar el
primero contra el deudor principal, pero si éste no le procedimiento de que el fideiussor podía ofrecer al
.- satisface la deuda en forma total podrá ahora accio- acreedor la dación de lo debido, n o tanto entendido
.-
,
\
nar contra el fideiussor, no como tal, sino como man- como "pago" sino como que "le h a vendido el crédito"
-.
--.
..
*
dante por medio de la actio mandati contraria (Pau- que tiene contra el deudor (Paulo, D.46.1.36). De este
-----.
-= - lo, D.17.1.45.7). modo, este fideiussol- gozará de la "cesi6n de las
-.,
-,
-,
-..-.
.-
acciones". Podrá demandar al deudor principal en
.m
B) A su vez, en caso de pluralidad de fi- nombre del acreedor y como él mismo acreedor. Y
--
.
.-2 deiussoi-es, no les fue aplicable la lex Furia (tam- además, contra los otros fiadores, sobre la base de la
- poco la lex Apuleia ni l a Cicereia), que obligaba división de la obligación en los términos del rescripto
.. -,
.
-7
- a la división de responsabilidad, por su parte de Kadriano (Severo y Antonino, C.8.41.2, afio 207).
viril. De este modo, todos debían responder in 1. Como lo veremos, un creifito no puede ser
:.?
.-.,,. solidum. trzsferido a otro. Pero sí le puede ceder las acciones,
Sin embargo, por una epístola de Hadríano, constituyendo al cesionario como un procurator, si
-. .. 8
se extei~dióel beneficio de la división. Según lo bien en el propio interés de éste (procurator in rem
h. allí dispuesto, el acreedor es compelido a recla- snan).
mar contra cada m o de los fideiussores -que De este modo, si bien se había desinteresado al
. ..
fueran solventes antes de la litis contesfatio- a acreedor, la obligación no quedaba extinguida. I\4ás
z.,
.
.
.
2
pagar sólo s u parte viril (Gayo, 3.121; Inst., que a titulo de "pago", era una "%renta de las accio-
3.20.4). nes" (Paulo, D.46.1.36). Se debía contar con el con-
d.
sentimiento del acreedor, pero el, pretor auxiliaba en
Z.-.
i 2. Pero, a diferencia de lo que indicaba la lex este caso al fiador, compeliendo d stipulator a ceder
.-i
Furia: a ) la división no se produce de pleno derecho las acciones cuando se ofrecía pagar la totalidad (Jul.,
-.
..
-- (ipso iure), sino que el fideiussor demandado debía D.46.1.17; C. Severo y Antonino, Ci.S.41.2; C. Diocl. y
--
-~
-.
h.\
---.
.- pedirla; y b ) la división no tiene lugar entre todos los Maxim., íd., 21).
fideiussores, sino sólo entre aqueIlos que son solven- 2. El beneficio que podía tener el cesionako es
F.',
tes en el momento de la Eitis contestatio. Por ello, que al poder ejercer la acción de l a obligación prin-
hasta ese momento los fideiussores responden de la cipal, gozaba de todas las garmtías de prenda o
-.S
-.
insolvencia de los otros (Gayo, D.46.1.26; Pap., hipoteca que podría tener ésta.
1 D.íd.51.1 y 4).
\"-
.- .
3. El acreedor podía por ello iniciar la demanda 5 401. La ñdeinssio en la épsca! de Jus-
i n solidum, debiendo en este caso uno de los fdeius- tiniano. E n los textos de Ias Institutas, del
~4
/
sores pedir la división usando de la exceptio "si tam- Digesto y del Código h a desaparecido toda refe-
bién ellos no fueran solventes" (Paulo, D.46.1.28). rencia a la sponsio y a la fideipromissio. Ellos
--
--
-..-. Con ello, corría a su cargo probar la solvencia de los han sido totalmente interpelados, suplantando
. . otros. Si no lo probaba, y por ello sólo uno de los esas formas y reemplazándolas por l a fideiussio,
.-.
.
..
fideiussores fuera solvente, entonces éste debía res- que queda como única garanga estipulatoria.
ponder in soliduin. Las características principales de l a fideius-
Si un fideiussor pagaba el todo, en caso de insol- sio para esta época son las siguientes:
vencia del deudor principal, é1 sólo soportará el per- A) Modificó los efectos de la Eitis contestatio,
juicio, por no haber usado del beneficio de división que como habíamos visto, impedía que luego de
del rescripto de Hadriano (Iast., 3.20.4). haberse demandado al deudor principal o a un
fideiussor, se pudiera d e m a n d x el cobro en for-
5 400. RekaciOn entre el deador Y 20s ma sucesiva a los distintos obligados ((2.8.41.28
fidehrrssores. El reembolso -acción de regre- pr.; 1.3, año 531). Sólo q u e d m éstos libres de
so- del fideiussor que pagó respecto del deudor persecución por parte del acreedor cuando éste
principal, está concebido en el mismo marco que ha sido totalmente satisfecho.
E) El fideiussor goza de tres beneficios: préstamo a A y éste le da el dinero a B quien se lo
a ) el beneficio de excusión (beneficium excus- trasfiere a Mevia, la cual aparece que es fiadora de
sionis). En caso de ser demandado el fiador, B. En la realidad económica todo el provecho es para
gozaba de una exceptio, obligando al acreedor a Mevia, por lo que este caso no entra en el s.c. (Ca-
que primero accionara contra el deudor princi- lístrato, D.16.1.21 pr.; Gayo, D.id. 13 pr.).
pal (Nov.4.1, año 5351, agotando las posibilida- Lo mismo sucedía si le dí dinero a Seya para que
des de pago de éste; le pague a un acreedor mío, aunque esté pagando la
b ) el beneficio de diuisión fbeneficium divi- deuda de otro, se obliga por el mandato, por lo que
sionis). Cada uno de los fideiussores podía re- parece que es en causa propia.
cliazar el reclamo que excediera a la parte viril 2. Si no obstante lo dicho e n e1 s.c. la mujer paga,
que le correspondiera pagar, pidiendo la divi- dicho pago es repetible por l a eondictzo indebiti, salvo
sión de la obligación respecto de los cofiadores que ella hubiera pagado a sabiendas que no estaba
solventes al momento de la sentencia (Nov.97.1; obligada a hacerlo; así, p.ej., mediando un documento
año 539). que lo probara.
C ) el beneficio de cesión de acciones (benefi- Justiniano entenderá que l a mujer podía renun-
cium cedendarum actionum). Habíamos visto que ciar a la excepción, en forma independiente del pago;
en la época clásica el fiador que orecía satisfa- así, aceptando el juicio en sri contra por ser fiadora,
cer en forma íntegra al acreedor, podía obtener dando caución de que no usará la exceptio (Pomp.,
la "cesión de las acciones" contra el deudor prin- D.16.1.32.4; Ulp., D.íd.8.10 @s.).
cipal y otros fiadores.
Justiniano, en el año 535 (Nov.4.1, in fine), 11. Actio restitutoria. Si la mujer hubiese salido
otorga el beneficium cedendarum actionum en fiadora de otro y hubiese extinguido l a obligación
forma general a todo fideiussor, sin necesidad (p.ej., por medio de una "no~ación"),el pretor le
de la expresa cesión de su acción. concede al acreedor esta actw restitutoria. Así, A le
había prestado dinero a B. hlevia, por medio de una
stipulatio novatoria, asume para sí la obligación, de
v. La intercessio. manera gratuita, es decir, sin recibir nada del deudor
B. Ella está amparada por la exceptio y A no tendría
5 402. El vocablo intercessio hace en general acción contra B por haberse extinguido la obligación
referencia a la intervención de una persona, ya por la novación*.
garantizando en forma personal o real, así como Sin embargo, el pretor ampara al acreedor por
sustituyendo a un deudor. esta nueva acción, con fórmula ficticia, fingiendo que
La intercessio, como toda actividad propia de la intercessio no tuvo lugar (EP, 105; Ulp., D.16.1.8.7-
los banqueros, era considerada un negocio viril. 13; Gayo, D. íd. 13.1-2).
Por ello, en el siglo I d.C. se sancionó el sena-
tusconsultum Vellaeanum, que prohibió los ac- 111. Actio institoria. Se concede esta acción para
tos jurídicos por medio de los cuales las mujeres que el acreedor pueda reclamar del deudor respecto
se hacían responsables de deudas ajenas. Esto del cual medió la imtercessio de una mujer.
se refería a dos casos: a ) que la mujer pudiera Así, p.ej., A quiere prestar dinero a B, pero inter-
prestar una fianza garantizando la deuda de viene Seya para que preferentemente el dinero le sea
otro (sponsio, fideipromissio, fideiussio); b ) el dado a ella. A se lo da, y ella inmediatamente se lo
préstamo de dinero hecho a una mujer que ésta da a B. Se considera que la m.Jer obró como fiadora.
trasfería inmediatamente a otra persona (enp., Pero a A se le da esta actio i-rzstitoria para reclamar
D.16.1.2.1). De este S.C. surgirá una defensa de B, por el mismo género de obligación por el cual
para la mujer (exceptio s.c. Vellaeani), así como se obligó Seya; así, p.ej., por una stipulatio.
dos acciones para casos especiales en favor del La fórmula es ficticia, fingiéndose que la obliga-
acreedor (actio restitutoria y actio institoria). ción no tuvo lugar por la intercessio de la mujer, sino
que era como si hubiera nacido directamente en el
1. Exceptio s.c. Vellaeani. 1. El acto de intercessio deudor ("como si hubieras convenido ex stipulatu";
realizado por l a mujer no era nulo para el ius ciuile, EP, $ 105; UIp., D.16.1.8.14-15).
pero se le otorgaba a ésta una exceptio que el pretor
introducía de oficio en la fórmula (exceptio s.c. Vella-
eani). VI. Promesas de pago milaterales.
La mujer perdía la exceptio si el acreedor proba-
ba que, a sabiendas, había actuado dolosamente ha- Hay dos casos en los cuales es posible con-
ciéndole creer que el acto era en su beneficio (Paulo, traer obligaciones por medio de palabras (obli-
D.16.1.23; D.íd. 30 pr.). gationes uerbis); pero a diferencia de lo que
Igualmente no gozaba de l a exceptio cuando real- ocurre en la stipulatio, no hay una pregunta del
mente la deuda era propia. Así, si Mevia pide un acreedor seguida de la respuesta del deudor,
sino que éste se obliga &i-ectalileote. Por ello, un!later.al (uzzo loqz~elzte),se ok5gaba a hacer a
Gayo los clenomina zslzo loqz~ersfe(sólo halda uno; su patrono u n regalo (donuvz),~xtservicio (mu-
--
.. Gayol 3.95a196). nus) o trabajos (operae). Como dice Gayo (3.961,
es el hito caso en que una obEgacáóri se podia
..
3 403.gictio dotis. Se trata de l a promesa contraer por un juramento. 7
.. .
solemne de dote, que podía ser hecha solamente
:-.:
por la misma mujer que se va a casar, por su l. La forma usual era un jmameír'co (iusinran-
-. patel- y también por u n deudor d e la m ~ e que
r d u m ) del esdavo antes de ser m m i z i t i d o . Con ello
actuara por orden suya (Gago, 3.95al.A el donzinus se aseguraba l a prestación, puesto que si
bien el esclavo es incapaz de derecho, podía prestar
-.
- ~
1. La fórmula era así: Dos filiae meae erunt cen- un juramento religioso.
-. tum (La dote de mi hija serán 100). La mujer la podía Luego de manumitido, era s@do por un segun-
L
-.
-:- constituír si era -sui iuris y con la auctoritas de s u tu- do juramento, ya que se pensaba que el primero no
>
tor. Si l a constituía el pate7-, era denominada "profecti- arrastraba total responsabilidad ci-vil, aunque s í reli-
cia". Si la "decía" el deudor, "adventicia" (Ulp., 6.2-3). giosa (Venuleyo, D.40.12.44 pr.). También se admitió,
-" 2. Se la solía realizar con los sponsaíia, pero en lugm de este segundo j u r a m e ~ t o ,u n a stipulatio
.
..--..,
,
también prometer al marido luego de las nupcias (Venuleyo, D,ibíd.; Pomp., D.38.h-E pr.; Paulo, D.íd.
.t'
-- (Gayo, 3.95a). La acción por l a que se podía reclamar 37 pr.).
-
"a,
una stipulatio (C.5.12.1, año 201: condictio o actio ex habla de donum, munus, operae, la acción que tiene
.-
-.
>.
?7
stipnlatu). el patrono es denominada actio operarum (EP, 5 1401,
.-
-~
.> . '
3. No hay que confundirla con lapromissio dotis, dándose a la palabra operae u n cedido muy amplio,
2 que es posterior y que consistía en una stipulatio abarcativo de las demás prestaciones (Ulp., D.38.1.7.3;
.." (pregunta g respuesta), prometiendo l a dote. Paulo, D.íd. 37 pr.).
_, 4. En el derecho posclásico, l a dictio dotis cayó en Según Lenel, era una actio cit*ilis (fórmula in ius
desuso. Según una constitución de Theodosio y Va- concepta), redactada sobre el modelo de la condictio
..-..., lentiniano del año 428, bastaba un simple pacto ver- certae rei (Pomp., D.38.1.4: c o m p a a Ias operae a l a
./
pecunia credita; de donde habña m paralelismo con
-,
>,
-. bal o escrito por el cual se conviniera l a dote, sin
-..
la actio certae creditae pecuniae). Aanque, para otros,
necesidad siquiera de stipulatio (C.5.11.6).
..
. ..
~-
--
-
--.
-.,
. ..
..
r
5 404. draksiarendekm Eiberfi. Era el jura-
mento por e cual el liberto, mediante promesa
l a condemnatio era incerta, d e j k d o s e al juez l a va-
luación de los "días" de las operae., ya que éstas eran
computadas en forma diaria (Paw10, D.38.1.1).
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OBLIGACIONES LITERALES
(CONTRL4TOS LITERALES)
5 405. Gayo (3.128-134) 110s habla de que se tamo, la obligación era re, no litteris. Por ello es que
podían contraer obligaciones lizcteris (por 'letras", los extranjeros podían usar esta forma de contabili-
es decir, escritos o documentos), haciendo espe- dad, puesto que ellos podían obligíxse por la dación
cial referencia a los nomina tra~tscripticia.Es- (numeratio pecuniae) del mutuo (Gayo, 3.132).
tos están viilculados con las anotaciones vincu- 4. Pero si las dos partes del negocio cons.ienen
ladas con el codes accepti e t expensi (libro del una de ellas en tener la suma de dinero como 37a
Haber y del Debe), de tal modo que las anota- numerata, es decir, como dada (pecunia experzsa lata),
ciones allí realizadas, 'cuando correspoildían a y la otra por numerata y recibida (accepta relata),
efecíivas tra~fe~eilcias de dinero, hacían nacer aunque ello no hubiera ocurrido, aceptando ambas
obligaciones. que se anotara en el codex del acreedor, entonces sí
vemos aparecer una obligación que nace litteris. Acá,
1. Todo este tema es bastante dif~cultosoy oscu- la escritura no es meramente una prueba, sino que
ro. Prácticamente las únicas fuentes de información de ella surge una obligación civil. Las expresiones
están representadas por estos párrafos de Gayo y por nomen facere, nomina facere designan la creación de
las indicaciones accidentales de algunos autores como esta especie de obligación (Cic., i n Verr., 2.1.136; de
Cicerón (pro Roscio com., 5.14; pro Caec., 6.17; i n off.,3.4; Paulo, D.2.14.15; Pomp., D.33.1.1).
'l7en-., 2.2.76.186; íd., 2.1.39.102; ad Att., 4.17 (18).2; 5. Esta obligación litteris guarda una neta ana-
ad Fam., 7.23; de off., 3.14.59); Plauto (Truc.,l.51- logía con la stipulatio. La diferencia es que en ésta
54); Plinio (H.N. 2.7.22); Ps.Asconio (in Verr., 2.1.60); la obligación surge verbis, por el consentimiento del
Séneca (de berz., 2.23.2-3 y 3.15.2); Val.Max. (8.2.2), stipulator y del promissor. En cambio, acá surge por
etc. Todos estos textos hacen meras referencias, y en el convenio de las dos partes, de las cuales una de
suma los puntos importantes quedan sin establecer eflas la "trascribe" en su codex y la otra que pide que
claramente el funcionamiento total del sistema. así se haga.
2. En principio, está referido a la costumbre que A diferencia de la obligación ver-bis, esta otra
tenía el pater de llevar escrupulosamente sus cuentas Zitteris puede ocurrir entre ausentes (Gayo, 3.138).
pati-imoniales en una especie de borrador (sería algo No hay necesidad de palabras formales, sino que
así como un "libro diario") llamado adversaria, con basta la orden de una de las partes y la aceptación
tablas distintas para las "entradas'' (accepta) y para por parte de la otra (Gayo, 3.1371.
las "salidas" (expensa). Periódicamente, lo habitual era 6. Para la época de Cicerón Ia práctica privada
en forma mensual, se trasladaban las anotaciones a un del codex era usual y propia de patres diligentes.
libro más importante llamado c o d a o tabulae. Este autor las califica de "eternas, santas, demostra-
3. Estas anotaciones servían en principio para tivas de la perpetua estimación de la f des y de la
llevar la contabilidad e incluso como medio de prueba religio" (pro Quinct.comoed., 3.2). Pero según las fuen-
respecto de los actos realizados. Se anotaba el nom- tes literarias, para el siglo 1 de nuestra era estas
bre (nomen) de la persona que había dado, p.ej., prácticas del codex por parte del pater se habían
dinero en mutuo, o el del que había pagado. Pronta- dejado de usar.
mente, la designación del nomen pasa a la designa- Los últimos que conservaron esta forma fueron
ción genérica del negocio mismo. Y más particular- los banqueros (argentarii). Prueba de ello, por lo me-
mente nomirza sirve para designar los créditos nos para la época republicana, es el paso de Plauto
obligacionales. (Truc., 1.51ss.1, donde se nos pinta a los banqueros
Pero estas anotaciones, como elementos probato- en su escritorio tmensa) en el F O Z - Urodeados
?~ de
rios de los créditos, llevados a cabo en forma unila- cortesanas y jóvenes disipadas. También Terencio
teral, conformaban los arcaria nomina, es decir, la (Phormio, 5.89) da testimonio de esta actividad.
enumeración de los créditos provenientes de la "caja Se nos habla también de las operacioiies de los
familiar" (arca). Gayo tiene especial cuidado en indi- pararii, que eran banqueros intermediarios entre rnu-
carnos que como meros escritos probatorios, estos tuantes y mutuarios, facilitando la operación cuan-
urcaria nomina no engendraban "obfigaciones litera- do el que necesitaba dinero no lo tenía, o se debía
les" (3.131). Así, si se había recibido dinero en prés- recurrir al préstamo de varios mn-k~antesa la vez
(Sén., de buz., 2.23.1; 3 y 3.15.2; Cic., ad Att., 4. Como lo indica el p ~ c p i onombre del codez-
4.17(18).2). accepti et expensi, había que anotar las "enwadas" y
Gayo, en forma curiosa, habla de estas obligacio- las "salidas". De este moda, se supone que ambas
nes litteris sin hacer ninguna mención ni de las prác- partes debían anotar el "créd%to"y l a "deuda", lo cual
ticas familiares, ni tampoco de las de los argentarii. podía tener importancia p w a s u confrontación en
caso de juicio.
406. CEases de noratitea fratescriptieia. Pero lo decisivo era el libro del acreedor. Éste
Gayo (3.128) nos habla de dos formas de operar debía probar: a ) la transcriptbo en sus tabulae; y b )
por los nomina transcripticia: el consentimiento del deudor en que ésta se hiciera
a ) a re in personam. Esto ocurría cuando ya (Cic., pro Roscio com., 3.3; S&., de ben., 3.15).
existía otro negocio; p.ej., una compraventa, o En el título De edendo (D.2.13) figura una acción
una locación, por l a cual t ú me debes dinero. En para que los argentarii exhiban l a cuenta que les
este caso, yo hago figurar en e! acceptum, de pertenece, con expresión de &a y año (Ulp., D.íd. 4.1;
manera ficticia, que t ú me has pagado esa su- EP, 9.2). Es probable que esrtre sus distintas apli-
ma; pero al mismo tiempo l a anoto en la tabla caciones de operaciones bancarias, en su origen se
del expensum, como dinero entregado a ti. E n haya referido también a los nomina transcripticia.
virtud de dicha expensiLatio, se produce una 5. En el caso del argeniarius, lo que se debía
novación objetiva", por cuanto se h a trasforma- reclamar era l a suma resultante del "debe" y del
do la primera obligación, de naturaleza consen- "haber", estando obligado a compensar las entradas y
sual, en una nueva obligación, que a partir de salidas habidas con su cliente (Gayo, 4.64 SS.).
ahora es "literal" (litteris). 6. La obligación litteris ejecutable (la expensrla-
b ) a persona in personam. Así, si Ticio me tio) no puede quedar sujeta a condición, bajo pena de
debe 100, pero Sempronio, a s u vez, le debe 100 nulidad (Pap., FV, 329), aunque sí a plazo (Cic., Ad
a Ticio, hago l a anotación de tal modo que, fam., 7.23).
habiéndolo convenido con las partes, dejo de ser En principio tiene las cmacterísticas de una obli-
acreedor de Ticio, anotando en el acceptum: "He gación "abstracta" (no interesa la causa de l a obliga-
recibido de Ticio" (acceptilatzo ficticia). Pero al ción), ya que basta probar L a expensilatio consentida.
mismo tiempo, habiendo delegado Ticio su deu- Pero, sin embargo, se deduce de Cicerón (de off.,
da en Sempronio, lo hago figurar ahora como 3.14.59) que respecto de una compra "trascrita" en un
deudor mío, anotando en el experzsum: "Entre- codex (a propósito del célebre caso de l a compraventa
gado a Sempronio por 100". De este modo, las de Canius habiendo mediado el dolo del vendedor;
antiguas obligaciones quedan novadas ("nova- ver supra, 3 305.11, se permite l a exceptio doli mnli,
ción subjetiva"), de tal modo que la doble ope- lo cual relativiza, lo mismo que respecto de la stzpu-
ración se h a simplificado: sólo queda la obliga- latio, el carácter abstracto de la obligación litteris.
ción de Sempronio hacia mí por 100 (Gayo,
3.130). 3 407. Chirographé~.y syngr-aphae.Los
nomina transcripticia (la expensilatio), lo mismo
1. Podemos hablar en este caso de "delegación de que en su comienzo la sti'pulatio, estaban reser-
deuda". Ticio es el "delegante", Sempronio el "deudor vados a los ciudadanos romanos. Respecto de la
delegado" y yo el "delegatario". Es fácil entrever que stipulatio, hemos visto que prontamente se am-
este tipo de operaciones servía contablemente a los plió a los extranjeros. E k i cambio, respecto de
pararii o argentarit para sus negocios en la interme- los nomina transcripticia, liubo una discusión
diación de dinero. entre los juristas. Según estableció Nerva (pro-
2. Por una cita de Velio Longo (de ortographia, culeyano), esta forma d e obligarse era propia
601, sabemos que para anotar una "entrada" (accep- del ius civile y por ella sBlo podía ser usado
t u m ) , se solía emplear l a forma acceptum af Titio, en entre romanos. En cambio, para Sabino y Cas-
lugar de acceptum a Titzo. El empleo de la forma sio está visto que si el nomen transcripticizcm se
anticuada a f , denota una cierta antigüedad de estas hace a re in personam, también se pueden obli-
prácticas. gar los extranjeros; pero n o así si se hace a
3. Conforme a las características de las anotacio- persona in personam ( G a p , 3.133).
nes, aparece claro que el nacimiento de l a obliga-
ción litteris se opera a partir de la expensilatio. De 1.Esta distinción que hacen los sabinianos puede
ahí que este vocablo aparece preferente en Gayo tener que ver en lo que cuenta Tito Livio (35.7.2)
(3.137-8). acerca del procedimiento usado por los romanos para
evitar las prohibiciones de 1% leyes de usura.
Por las características de los nomina trans- Como los extranjeros no esiaban sometidos a ellas,
cripticia, sólo se podían anotar sumas de dinero. los usureros romanos r e c u d m a ellos como interrne-
El reclamo se hacía por la coizdictio certae cre- diarios, de tal modo que luego de realizado el mutuo
dita,e pecuniae (Cic., pro Q. Roscio com., 4-5). por intereses prohibidos, se reovaba la obligación 7-e
en Izttcl-is. por medio de Ia corresponciiente expe7~st- nes con extranjeros. Eran así ura forma de eseable-
lnfzo en una ~ransc7-iptioa persona i77, pe7-sonam.. De cer una obligación literal para el uso de o con los
este modo, el extranjero quedaba convertido en nuevo extranjeros.
acreedor y el deudor no podía oponerle las leyes 3 . Por medio de ellos se podía reconocer -una
romanas que prohibían determinadas intereses. deuda actual (así, p.ej., la nacida de una venta, una
Esta situación terminó con la sanción de la Zex locación, etc.), pero de tal modo que extinguían las
Se7npronia (año 122 a.c.), por la cual las reglas ro- obligaciones primeras, novándoias en la obligación
rnanas respecto de los préstamos de dinero se aplica- literal. O también una deuda futuxa (Gayo, ¡bid.)., de
ban también a los extranjeros. ahí que e1 chirographum se parece a nuestro s c h ~ a l
Quizá por esto fue que los sabinianos hicieron la "pagaré".
distinción: la expensilatio a persona in personam, se Sin embargo, hay que distinguirla de otros docu-
prestaba para este juego de los acreedores romanos mentos que eran meramente "probatorios" (Enstru-
con los intermediarios extranjeros, por lo que no acep- mentum, scriptura, libellus, charta, chartula; Gayo,
taban su uso por parte de quien no fuera ciudadano D.22.4.4; Constantino, C.4.21.15).
romano. Xenra, en cambio, se mantiene en la regla 4. Con el tiempo el chirographum tiende a apro-
restrictiva, por la cual los extranjeros no podían usar ximarse a la cautio, que si bien en principio era un
de ninguna manera las dos formas de nomina trans- documento probatorio de la stipalaiio, comenzó a ser
crzpticia. en la época posclásica directamente una promesa es-
crita de pagar una suma de dinsro (certa pecunia),
Gayo (3.134), luego de hablar de los n o m i n a así, p.ej., un mutuo de dinero. Y2 en una eonstitcpción
trarzscripticia, parece buscar wna cierta equiva- de Alejandro Severo se califica de ob1igació.n a la
lencia de éstos con ciertas formas doenmentadas cautio (C.4.30.7). Y por otra de Arcadio, Honorio y
provenientes del Oriente romano. Éstas son los Theodosio, se ve cómo por la cautio se forma una
chirographa y las syngraphae. Respecto de éstos obligación litteris ((3.2.4.6).
dice que "se considera que nace --de ellos- una
"obligación literaY (litterarum obligutio), y que es 408. La obBiga&Politteris en Jzstiniee-
un género de obligación propio de los extranjeros. no. 1. Tal como lo vimos, la práctica de los
El chirographum (también a veces chirograp- n o m i n a transcripticia, de uso en la época repu-
hus) es un escrito emanado de la propia mano blicana, desaparece prontamente y en silencio.
del deudor, donde se reconocía una deuda, sella- Ello debió ocurrir ya antes de Gayo, no obstaeite
da por él y entregada al acreedor. Era cambio, la que éste los da como "actuaYesXpara su época.
syng7-apha (a veces syngraphus; pero en plural Ello no significó que no existkra la actividad
sielnpre sy?zgl-aphae) eran dos o más documen- bancaria en Roma, ultimo reducto de los rzonzi-
tos sellados por las diversas partes, de los cua- 7za transcripficia, sino un cambio en la técnica
les se entregaba uno de ellos a cada parte (As- de las operaciones que realizaban los argentarii,
conio -o Ps.Asc.-, Ad Cic. in Verr., 2.1.36; 60; sobre todo por la aparición y desenvolvimiento
91). que tuvo el c o n s t i t u t u m (v. s u p r a , 3 3791.
S. Estaban en uso desde la época republicana. 1. Esta figura podía consistir en el constitutum
Las syngraplzae parecen ser anteriores (Plauto, Asi- debiti proprii, que permitía que e1 argentarius acep-
~zaria,4.1.1; Cic., de leg., 3.8; in Verrem, 2.1.36). Pero tara un plazo (o uno nuevo si ya existía alguno)
también fueron las primeras en desaparecer. En la respecto de una obligación en dinero, y también podía
recopilación justinianea no encontramos ninguna men- serlo como constitutum debiti alfeni, en el caso de
ción de ellas; en cambio, la mención de los chirogra- que el banquero afianzara la deuda de otro. También
pha es más frecuente. existía el receptum argentarii (un banquero asume
2. Se discute sobre si se trataba de documentos directamente una deuda ajena, comprometiéndose a
probatorios o productores de obligaciones. Gayo se pagarla). Justiniano terminó por asimilar esta última
expresa de un modo muy particular. No dice, como de figura con el constitutum debiti alieni, haciéndole
los 7zomina transcripticia que "se forma una obliga- perder su carácter "abstracto" (es decir que no fnie-
ción literal" (lztterarum obligatio fit), sino solamente resaba la causa), haciéndolo "causado7'((3.4.18.2, año
"se considera (fieri uidetur) que nace una obligación 531; Inst., 4.6.8).
por escrito (litterarum obligatio)". Además, la diferen- 2. Por estas formas, vemos co6. los banqueros
cia de la stipulatio: "dejando bien entendido que en podían operar de un modo más concreto y práctico
este caso no se l-ia realizado ninguna stipulatio" con sus clientes. Así, se desprende de lo que dice
(3.134). Labeón acerca de las "cuentas de 30s banqueros" íra-
Cabe entender por ello que de estos documentos tiones argentarii), que consistían ya en cantidades
no nace propiamente una obligación ci-d, como ocu- debidas recíprocamente por los contratantes (aktro
rre con la stipr~laiioy con los nomiiza transcripticia. citro dancli accipiendi), ya en forma unilateral por
Pero, sí, por asimilación obligaciones para las rolacio- causa de u11 préstamo (credendi), 0 por el dinero qne
por su causa se compron~etióa pagar (obligandi sol- obligatio Eitteris existió en la época de Justiniano, es
uendi rei); Lab.-Ulp., D.2.13.6.3. Buena parte del títu- curioso que en 111.21, no reproduce en forma total,
lo De edendo (D.2.13), está dedicado precisamente al sino parcial, el giro empleado por Gayo (3.130). Éste
deber de los argentarii de presentar dichas cuentas. hablaba de "deuda actual" (si quis debere se...scribat),
pero también de "deuda f u m a " (aut daturunz se).
Justiniano dedica el capítulo 3.21 de sus Justiniano se reEere sóro a la "deuda actual" (asi. l a
Institutas a hablar de la "obligación literal". debida por un mutuo respecto del cual se firma un
Luego de señalar la obsolescencia de los nomina documento).
transcripticia, se refiere a l a posibilidad de que También es llamativo que no exista en el Digesto
alguien quede obligado Litteris. Parece referirse un título sobre estas obligutiones litteris, y que en
a un documento en el cual "alguno escribiera D.44.7.1.1 (Res cottidianae) se reproduce el tex%o pa-
deber algo" (si quis debere se scripserit), y dice ralelo de Gayo (3.89), diciendo que "las obligaciones
al respecto que "por la escritura se obliga" (scrip- se contraen o re o uerbis o consensu" callando litferis.
tura obligatur), y por ello "de ella nace l a con- Esto causa extrañeza, a menos que se acepte que sea
dictio". Este único párrafo, luego de estas seña- el propio Gayo quien efectuó l a supresión. Pero, de
lizaciones, está referido a que si alguien demanda ser así, dado el interés bizantino en mantener el
esta obligatio litteris y no se le había pagado l a género litteris, cabe preguntarse por quÉ no la inter-
suma de dinero puede oponer l a exceptio non polaron. Incluso, en el Epítome visigótico de Gayo
numeratae pecuniae (v. supra, 5 386). (2.9.121, se menciona el caso de las litteí-is obligatio-
nem fieri, refiriéndose a l a cautio escrita en el caso
l. Esta referencia tan escueta de l a obligatio de delegación.
litteris por parte de los compiladores, h a motivado
muchos comentarios. Algunos piensan que por un § 409. Estas obligaciones litteris, por lo que
espíritu de esquema, Justiniano trató de mantener hemos visto, están referidas siempre a sumas
acá el género de "obligaciones literales" que había de dinero. E n consecuencia, están analógicamen-
seguido Gayo en sus Institutas, que como sabemos t e vinculadas con l a stipuiatio y el mutuo. Como
fue el modelo sobre el cual actuaron los colaboradores lo dice Cicerón (Pro Roscio com., 3.41, u n a can-
bizantinos. Y que en realidad acá confiindió los docu- tidad cierta de dinero (pecunia certa) puede ser
mentos meramente "probatorios" con aquellos que da- "dada" (data), "prometida" (stipulata) o "anota-
ban nacimiento a una obligación. da e n el expensum del codex" (expensa lata). De
2. El problema es muy oscuro. Theófilo (3.21) ahí que l a acción con que s e l a reclama por
dice que "sin embargo, si hoy día buscas diligente, parte del acreedor es siempre l a misma: actio
encuentras en l a vida cotidiana que existen estas (condictio) certae creditae pecuniae.
obligaciones literales, las cuales tienen otra forma y E n el caso de los nomina transcripticia, es-
otras figuras". Ello conduciría a que, más que imagi- tamos e n presencia de créditos bancarios; que
nar este género, l a forma litteris de algún modo debió en cierto modo o están jugando como 'hrésta-
existir. mos" 9 como "promesas d e pago", al igual que lo
Se podn'a pensar en la cautio, como probatoria de que ocurre con el mutuo o con l a stipulatio. Algo
la stipulatio, pero el texto de Justiniano aclara espe- parecido ocurre con los documentos cred;,ticios
cialmente "que la escritura obliga y da origen a l a (syngraphae y chirographa), que funcionan co-
condictio, a falta, bien entendido, de la obligatio uer- mo "promesas de pago por escrito", pareciéndose
bis", es decir, precisamente de la stipulatio. al actual "pagaré". Por ello, a pesar de que
Por el otro lado, en el Digesto aparece menciona- media un consentimiento, al igual que e n todas
do el chirographum, entendido como promesa escrita las convenciones, resulta excesivo hablar acá de
de pagar una suma de dinero determinada, por lo "contratos literales". Son simplemente obiigatio-
general, a propósito de un mutuo (Scév., D.2.14.47.1; nes lifteris, es decir "nacidas por escrito". Sola-
D.22.3.44; Modest., D.22.1.41.2; D.22.3.24). Además, mente por la extensión dada por los bizantinos
en el Código, aparece que se puede oponer l a exceptio al contractus, es que luego se hablará de "con-
non numeratae pecuniae respecto de un chirogra- tratos literales". Pero a ú n así, la mera "promesa
phum (Alej., C.4.30.5) y también el chirographum escrita de pagar", el actual "pagaré", tampo-
aparece en otros párrafos (Dioc1.y Maxim., C.8.43.14; co será considerado hoy día un "contrato", n i
15;18, 22 y 25). tampoco los negocios bancarios tipo "cuenta
3. Si bien esto conduciría a que alguna forma de corriente7'.
CONTRATOS CONSENSUaLES
5 410. Caractez-istkcas generales. Los con- eficacia; así, en los arrendamientos (se habla del
tratos consensuales se caracterizan por formar- colonato), si terminado el plazo las partes callan y lo
se mediante el mero consentimiento (nudo coa- ccint-lnúan, se entiende que rige pus un período más
sensu). Una vez que las partes han convenido ("tácita reconducción"; Ulp., D.19.2.13.11).
en realizarlos son desde ese momento obligato-
rios (Gayo, 3.136; D.44.7.2.1-2; Inst., 3.22). 3 411. Las principales características de los
contratos consensuales son las siguientes:
1. Tal cual lo habíamos visto, si bien en todas las A) Mientras que las obligaciones nacidas re,
con~rencionesexiste el consensus, el mero consenti- verbis o litteris están protegidas por acciones de
miento en un negocio no constituye un "contrato con- derecho estricto, principalmente l a condictio, los
sensual" (v. supra, $ 325.C.5-6). Sólo en aquellos contratos consensuales -debido a que no se
casos admitidos por el ius, el consentimiento confor- trata de obligaciones unílaterdes sino bilatera-
ma un contrato consensual (carácter "cerrado y norni- Ies y recíprocas- están ampuados por "accio-
nado de los contratos"). nes de buena fe" (bonae fidet iudicia*; Gayo,
2. Hay, pues, una neta oposición con los denomi- 4-61 S S . ) .
nados "contratos formales". Así, tanto en las stipula- Por tanto, tienen un régimen de apreciación
tiones como en las fonnas litter-is, que si bien serán mucho más flexible, permitiendo a1 juez un ar-
luego considerados por la doctrina romanística "cun- Sitrium mayor para establecer la condena. Esto
tratos verbales" y "contratos literales", en realidad se ve en algunos aspectos importantes: a ) Dada
son "promesas de pago" constituídas verbalmente o la Silaterdidad recíproca de %as obligaciones,
por escrito. Más propiamente, como lo dice tanto puede directamente operar "compensaciones" en-
Gayo como las Inctitutas de Justiniano son obligatio- tre ellas. b) Dado que la fides integra el conte-
nes ver-bis y obligationes litteris. nido mismo de estos contratas, el juez puede
También con los denominados "contratos reales" considerar las exceptiones que el demandado
(incluídos los llamados "contratos reales innomina- quiera plantear, aun cuando &&as no se hubie-
dos"), que son "préstamos", y donde la obligatio re ran hecho figurar en la fórmala. c) Igualmente,
nace de la datio. el juez tiene en consideración los L ' p a ~ t o(pacta
~"
En cambio, en los "contratos consensuales", el co- adiecta) que las partes han t e e d o en considera-
mienzo, es decir, el perfeccionamiento del contrato es ción a propósito del contrato, y que funcionan
el nudus consensus. Pero en las otras formas, por el como leges privatae que debes cumplir. d ) Por
solo consentimiento no nacen obligaciones. Ci'ftirno, por aplicación de la bona fides, la res-
Así, el haberse puesto de acuerdo en querer cele- ponsabilidad del demandado es examinada con
brar un mutuo no genera obligaciones, sino después de mayor flexibilidad, según las czracterísticas del
la datio de la cosa; lo mismo que el convenir celebrar contrato ("culpa contractual"), pudiéndose tener
una stipulatio no es obligatorio sino después de pro- en cuenta no sólo el "daño emergente" directo
nunciadas las palabras, y lo mismo ocurre con las del incumplimiento, sino tambl6n de los incre-
fonnas litteris, que sólo valían luego de la "escritura". mentos que por dicho incumplimiento dejó de
3. El consentimiento en estos contratos consen- percibir ('lucro cesante").
suales es totalmente informal. Puede ser dado entre B) Lo propio de los contratos consensuales
presentes, pero también entre ausentes, como, p.ej., es la "reciprocidad" de las obligaciones. Una de
por medio de una carta donde se acepte el ofi-eci- Ias partes queda obligada respecto de la otra en
miento del otro, o por medio de un mensajero (nun- v k b d de la prestación que debe realizar (Gayo,
tius) (Gayo, 3.136; D.44.7.2.1-2'; Inst., 3.22). 3.237; D.44.7.2.3; Inst., 3.22). Por eso se habla
Incluso, por un "gesto" que implique una declara- de que las obligaciones "son del u n o respecto del
ción de la voluntad (Mod., D.44.7.52.10: "Pero aun oko" (ultro citroque obligatio; alter clteri obliga-
con una sola seña (~zutus) se contraen obligaciones". tur). Son considerados "sinalap6ticos" (del grie-
El silencio, en cambio, en principio no tiene valor. go syrzallag~na:"contrato recíproco"; Lab .-Ulp.,
Pero en el derecho posdásica se le admite cierta D.50.16.19).
l. Pueden darse varios casos: mundo antiguo con este perfeccionamiento por
a ) En l a compraveata y en el arrendamiento o el mero consentimiento. AS$,entre los griegos l a
locación, es evidente que surgen obligaciones recípro- "venta" será considerada ya u n "contrato real"
cas. Éstas dan lugar a acciones que tienen nombre (es decir, perfeccionada luego del pago de las
propio para cada una de las partes: asi e n l a compra- arras O del precio), O como "venta escrita" (na-
venta la actio ex empto para el comprador y l a actio ciendo de un documento).
ex vendito para el vendedor; y en la locación l a actio LOScontratos consensuales figuran en el tí-
ex locato para el locador y la actio ex conducto para tulo XII del Edicto, que Beva par título De bo-
el locatario. Por ello la doctrina habla acá de "contra- nae fidei iudicia. Allí, junto a otras "acciones de
tos sinalagmáticos perfectos". buena fe", como la actio r e i uxoriae y la actio
b ) En l a sociedad, esta simetría de las relaciones tutelae, figuran como "contratos" el depósito ($
entre los socios es aún más perfecta. Por ello cada 106), l a fiducia*: ( 3 107; sobre fiducia cum anzi-
uno de ellos goza de la misma acción respecto de los co, V. supra, 5 368.a.l; sobre fiducia cum credi-
otros: actio pro socio. Es también un "contrato sina- tore, V. supra, 5 286). Y luego, los considerados
lagmático perfecto". propiamente por Gayo y Sustiniano "contratos
C ) E n cambio, en el mandato, las obligaciones consensuales": el mandato (3 108), l a sociedad (3
recaen en principio en el mandatario, quien debe 109), la compraventa (5 110) y l a locatio conduc-
cumplir lo mandado por el mandante. Éste tiene la tio (arrendamiento o locación, 5 111),aparte del
actio mandati, pero eventualmente puede nacer una aestimatum (8 1121, que sería u n a forma vincu-
obligación a cargo del mandante (p.ej., para que éste lada a la compraventa (v. supra, 5 375.B).
pague 10s gastos que h a requerido el cumplimiento
del mandato). E n este caso el mandatario tiene la
actio mandaii (co7ztraria). 1. COMPRAVZlNTA
Si bien en el mandato parece que surge una - - ---
obligación unilateral para el mandatario, dada la even- $ 413. Evolución de Ea compmventa r o m a n a .
tualidad de responsabilidad para el mandante, se Si entendemos en forma muy genérica la compraventa
entiende que el origen de la obligación radica en la como el negocio no formal por el cual se cambia una
"causa recíproca". Los modernos hablan de "contrato cosa por un precio en dinero, podemos decir que, al
sinalagmático imperfecto". igual que en otros pueblos, existió siempre en Roma.
a ) En un principio, se supone que la venta era un
C) Por su carácter "consensual", estos con- negocio manual en el cual l a entrega de la cosa y el
tratos pueden extinguirse por el contrarius con- pago del precio prácticamente coincidían. Si se trata-
sensus (llamado también dissensus, contraria uo- ba de una res mancipi, el monto de dinero era pesado
luntate, etc.). Así, p.ej., si A h a vendido un en l a mancipatio y de este modo el comprador adqui-
h d o a B, cualquiera de las partes puede disol- ría l a propiedad de l a cosa. SI era una les nec rnarz-
ver el contrato antes de que el vendedor haya cipi, el. comprador pagaba l a cosa y seguidamente se
recibido el precio o el comprador la cosa (Inst., hacía propietario por l a tradttio, o viceversa.
3.29.4). Lo mismo ocurre respecto de los otros b ) Ya en la ley de las XII Tablas, según nos dice
contratos consensuales. Justiniano (Inst., 2.1.41),aparece l a posibilidad de no
coincidencia temporal entre entrega de l a cosa y pago
1. En el caso de la compraventa el contrarius del precio. Este último podía ser demorado mediante
consensus puede suceder sin dificultades mientras el una garantía (pignus o expromtssio personal).
negocio no haya tenido principio de ejecución (mien- Según piensan algunos, pudo haber existido la
tras permanezca l a res integra). Pero si, p.ej., el costumbre de recurrir a dos stipulationes recíprocas:
vendedor entregó la cosa vendida (res secuia), el ne- por una de ellas el vendedor promete la entrega de
gocio en principio continúa. Se puede convenir l a l a cosa y por l a otra el comprador promete el pago
revocación, pero ella no arrastra per se la obligación del precio. Desde un punto de vista económico esto
de restituk, sino que se entiende que h a nacido una podía ser una compraventa, pero jurídicamente no
nueva obligación (Neracio, D.2.14.58; lo mismo que si era así. Las acciones que nacían no eran propiamente
luego se pactó un cambio del precio (Pap., D.18.1.72, las de una emptio venditio, sino que cada uno tenía
in fine; ver infra, 9 485). la correspondiente acción, si bien interrelacionadas.
cj La aparición de l a compraventa (emptio uendi-
8 412. LOS contratos conse~isuales,esto es, tio) como figura propiamente contractual debió haber
las obligaciones recíprocas basadas en la bona ocurrido alrededor del siglo 11 a.c. La jurisprudencia
fides y nacidas nudo consensu, son una de las admitió l a validez de este negocio como meramente
grandes invenciones romanas, que posibilitará consensual, de tal modo que bastaba que las partes
el desarrollo contractual del mundo occidental. se pusieran de acuerdo para que nacieran Ias obliga-
Si bien estos contratos provienen del ius gen- ciones de entregar la cosa y de pagar el precio. Podía
tiurn, no se los conoce en los otros países del ocurrir que ambas se cumplieran inmediata y simul-
tánezmente, pero el conscrzsus establecido, basado en !no dare) rem (Ulp., D.19.1.11.2). O sarnbién para que
la fides, hacía nacer actiones en favor del vendedor y el comprador la "tenga lícitarne~~ke" (izabere I~cere;
del conlprador. Podía ser celebrado entre ciudadanos C., D.19.1.30.1; Jul., D.21.2.8: &.?p., D.íd.21.2).
romanos o entre éstos y extranjeros, y podía versar En cambio, la obligación del comprador es una
sobre res 7nancipi g nec mancipi. datio, es decir, que el dinero entregado es del vende-
d) En el derecho poscIásico l a compraventa se dor (Ulp., D.19.1.11.2, i n fine).
verá afectada por las reglas del derecho griego. Se- 2. E1 praestare possesszonem se piensa que surgió
gún éste, la perfección del contrato recién se efec- sobre la base de que de este cmtrato participaban
tuaba con el pago del precio, y si se trataba de tanbién los extranjeros (que no podíazl tener el do-
cosas importantes, por l a redacción de un documento minium ex iure Quiritium), o respecto de los fundos
escrito. provinciales que no eran suscept&1es de donzzizium.
Así, por una constitución de Constantino (FV., 35 Si la cosa era una res nec rnaazcippi entregada por
= CTh. 3.1.2, año 337), para la compraventa de in- el propietario, ello no reportaba mayores problemas,
muebles se requiere no sólo el pago del precio, sino puesto que bastaba l a mera t r d i t t o para que el
también la redacción escrita, donde debía especificar- comprador fuera propietario.
se el cumplimiento de las obligaciones fiscales -éste En cambio, se suscita el proWema si l a cosa era
fue el principal interés legal- y la presencia de una res mancipi. E1 comprador podía esperar usuca-
testigos que garantizasen l a propiedad del trasmi- pirla, puesto que la venta era u n iusfzs titulus. Sin
tente. Se ve acá, pues, que la compraventa de in- embargo, por tratarse de un contrato donde intervie-
muebles adquiere un carácter "real" -al estilo grie- ne la fides, el vendedor se abliga a tratar de hacer
go-, tendiendo a coincidir con la adquisición del todo lo posible para que el comprador devenga pro-
dominio. pietario. En tal sentido, según P d o (1.13a.4), si l a
e) Finalmente Justiniano recurrirá a una solu- res mancipi no h a sido mancipada, el comprador pue-
ción ecléctica. Por un lado mantiene l a compraventa de obligar al vendedor a hacer l a mancipatio. Y tam-
clásica, netamente consensual. Pero también, siguien- bién Gayo (4.131a) nos habla de la posibilidad de una
do las costumbres bizantinas, permite y da eficacia a praescriptio para que agregadsi a l a acción de tradir
la compraventa por escrito, l a cual recién se perfec- l a cosa, s e haga la ~nancipatio.
cionaría luego de firmada por las partes (C.4.21.17, 3. Por la entrega de l a posesión el vendedor
año 528; Inst., 3.23 pr.). De todos modos, el contrato queda obligado por todo acto ddoso (Pomp., D.19.1.
aparece separado de la adquisición de la propiedad 6.S), así como a prestar la "garantia de evicciónn*, en
de la cosa comprada, la cual se debía producir por la el caso de que otro reclamara como suya la cosa
traditio u otro de los "modos" de adquisición. (Ulp., D.19.1.11.2), también por %a garantía de los
vicios ocultos (vicios redhibitorios)" que pudiera tener
~ t aecimpravenEa.
4 1 4 . ' ~ o ~ a c e de ~ Cuando l a cosa (Lab.-Sab.-Ulp., D. 19.1.11 -3).
una de l a s partes quiere vender (vendere) una 4. Tal como lo señalamos, Justiniano alterará
cosa y la otra quiere comprarla (emere) y se -por influjo de las costumbres bizantinas- la regla
ponen de acuerdo en cuanto al precio, por este clásica, de tal modo que las cosas compradas sólo se
solo consenso, aunque la cosa no haya sido en- hacen de propiedad del compra6o;r cuando éste pagó
tregada ni el precio pagado, existe desde ese su importe al vendedor, o danda una garantía (real
momento la compraventa (emnptio uenditio); Ga- o personal), o el vendedor tuviera confianza en que el
yo, 3.139; Inst., 3.23 pr. comprador le pagara el precio (Inst., 2.1.41).
La compraventa queda perfeccionada desde --
ese mismo momenko. Por ello es que de allí 3 415. !Acciones. Estas dos obligaciones ge-
nacen obligaciones, tanto para el vendedor como neran acciones bonae fidei (EP, 110: empti
para el comprador. El primero (ve~zditor) se obli- uenditi). Así, el vendedor tiene l a act-io venditi
ga a entregar a la otra parte la pacífica pose- (para exigir el precio, así como los intereses de
sión (habere licere) de una cosa (merx), mientras éste después de entregada l a cosa; Ulp.,
que la otra, el comprador (emptor) se obliga a D.19.1.13.19-20), mientras qne el comprador
pagar por ella un precio en dinero. cuenta con l a actio empii (para reclamar la
entrega de la cosa; Ulp., D.19.1.11 pr.-2).
l. Adviértase que el vendedor no se obliga direc- Así como las obligaciones nacidas son recí-
tamente a la datio de la cosa (es decir, hacerlo pro- procas, estas dos acciones se consideran interde-
pietario al comprador; Ulp., D.18.1.25.1; Jul.-Mica- pendientes. En su ejercicio, n r ~ ~ g u ndeo los con-
no, D.19.1.30.1), sino sólo la posesión pacífica de la tratantes puede exigir que e1 otro cumpla la
cosa. Por eso se habla de entregar la uacua possessio prestación antes de haber cumpIido, u ofrecido
(Paulo, D. 19.1.2.1; Ulp., D. 19.1.11.2: uacua possessio, cumplir, la suya. Así, si el v e ~ d e d o rintenta la
es decir, libre de ocupantes, arrendatarios u otros acfio uendit-i debe haber entregado la cosa u
usuarios). Por eso su obligación es un face7-e (hacer la ofrecer entrega coetáneamente con el inicio de
traditio; v. supra; ji 318) que consiste en pl-aestai-e la acción (Ulp., D.19.1.13.8). A s u vez, tampoco
puede el comprador iniciar la actio empti sin tuvieron un carácter confirmatorio de qze el
haber pagado u ofrecido, al mismo tiempo, pa- consentimiento había sido dado, de tal modo
gar el precio (Paulo, D.44.4.5.4). que probaba la existencia de él (Gayo, 3.139).
Una vez cumplido el contrato, las arras debían
l. Esta interconexión en el planteo de las accio- ser devueItas (caso del anillo), o se imputaba la
nes era directamente solucionado por el iudex, quien suma de dinero a l precio (Ulp., D.19.1.11.6).
consideraba el comportamiento de las partes ex fide
bona. 1. Luego, algunos textos (Scév., D.18.3.6; y 8) y
Sin embargo, hay textos en los cuales se habla de una constitución de Caracalla (C.4.54.1; año 216) nos
que el comprador a quien no le habían entregado la muestran cómo, mediando un pacto comisario", si el
cosa podía oponer la excepción "por la cosa que se comprador no pagaba el precio en el término fijado,
vendió y que no se entregó" (Jul., D.19.1.25; Paulo, las arras quedaban en poder del vendedor y se resol-
D.44.4.5.4; Ulp., D.50.16.66; Caracalla, C.8.44(45).5 vía el negocio.
-exceptio doli-). Esta excepción debió ser una gene- 2. Justiniano, luego de repetir el texto de Gayo
ralización de la exceptio mercis non traditae, que se acerca de las arras como conñrmatorias de la com-
daba contra el argentarius mediador que había ven- praventa, introduce l a vigencia, de origen oriental, de
dido en subasta una cosa, habiéndose estipulado el las arrhae poenitentiales (poenitentia = arrepentimien-
precio y no habiéndose entregado la cosa (Gayo, to). De este modo, si se han dado arras, ya sea la
4.126a; EP, § 272). venta sin escritura o con ella, ambas partes pueden
Los autores modernos emplearan la terminología arrepentirse, el comprador perdiendo las arras que
exceptio non adimpleti contractus para designar esta había entregado y el vendedor wstituyéndolas por el
defensa del comprador o del vendedor para negarse doble (Inst., 3.23 pr., bastante confuso; C.4.21.17, año
a cumplir s u obligación antes de que la otra parte lo 528).
haya hecho u ofrecido hacerlos. - ,-
3 418. ~ Y ' E precio.:
Z Elprecio debe tener
estas caract62sticas:
1. Elementos
-e.--. esenciales de la compraventa. a) Debe sermdader.0 (verum), es decir, no
---'-'--
simulado: así, vender ununa cosa de cierto valor
Para que se pueda dar una compraventa es por una moneda pequeña: se entiende que vale
necesario que exista ( a ) un consentimiento res- como "donación", pero no como venta (Ulp.;
pecto ( b ) de un precio que es determinado res- D.18.1.36 y 38). Y será válida siempre y cuando
pecto de (e) una cosa. no esté prohibida (así, no está permitida la do-
..- nación entre cónyuges: Vlp., D.íd.,38).
S 416.'A) Conse7ztimiento. El consentimiento b ) Debe ser cierto (certum), es decir, debe
debe ser liEemente expresado. Nadie puede ser estar "déterminado". Así, el caso común: "Te
obligado a vender una cosa Contra su voluntad vendo esta cosa por 100 sectercios" y tú aceptas.
(C.4.38.11;18). Además, debe carecer de vicios Pero se admite que aunque no esté determina-
como el dolo, el error o la violencia. do, sea "determinable". Asá, "Te compro esta
cosa por cuanto tú la compraste" o "por el dine-
1. Sin embargo, por cuestión de equidad, la venta r o que tengo en la caja" fUlp., D.18.1.7.1).
podía resultar obligada. Así, respecto de los esclavos
tratados inhumanamente (Gayo, 1.53); el que enterró 1. Mayor problema había si el precio quedaba
en terreno ajeno podía ser compelido a retirar el librado a la determinación de un tercero: "Te compro
cadáver o comprar el iter ad sepulchrum" (Ulp., esta cosa por lo que estime Ticio que vale". Para
D.11.7.12 pr.). Y en determinados casos por utilidad Labeo y Cassio, el negocio e r a nulo; en cambio, para
pública (Theod., Arcadio y Honorio, C.S.12.9, año 393). Ofílio y Próculo l a compraventa era válida (Gayo,
Sobre "expropiación" v. supra, 233.A.2. 3.140).
2. Respecto de los llamados "vicios de la volun- Justiniano resolverá el problema siguiéndolo a
tad", es decir, el error, el dolo y la violencia, los Próculo, pero dándole carácter condicional al negocio:
hemos tratado al hablar de "negocio jurídico". El si el tercero fija el precio, l a venta es valida; pero si
tema del "error" tiene notablemente sus precisiones éste no lo fija porque no quiere o no puede, la venta
más importantes en la compraventa (y en los testa- es nula (C.4.38.15, año 530; Inst., 3.23.1).
mentos), v. supra, $ 304. Sobre "dolo", v. supra, $ 305,
y sobre 'biolencia", 5 306. C ) Además, debe
-- - cgnsigir en dinero. Al res-
pecto hubo una discusión entre-las escuelas. Los
cC
-
praventa. En cambto, si se la consideraba "condición
resolutoria" (mejor en términos romanos, suspensiva
con efectos resolutorios), la compraventa ya se había 11. LOCACIÓ~V (LOCATIO CONDUCTIO)
perfeccionado, pero sujeta a un "pacto de resolución".
En un comienzo, según la opinión de Sabino (Sab.- 5 ,424. Coneepfo. La locafio conductio (ac-
Paulo, D. 41.4.2-3), 1s; mayoria de estos pactos podían tualmente "locación" o "arrendamiento") es un
ser agregados a una compraventa bajo la forma de contrato consensual por el c u d una de las par-
una condiciór-i suspensiva. tes (locutor, locador, arrendador) coloca en ma-
Luego, en el siglo 11 d.c.; Juliano propuso otra nos de otra (conductor, locatar'io, arrendatario),
ya una Cosa, uil trabajo o servicios, mediando 1. Locación de cosas fiFoeceGEo conduciio
una cierta h a l i d a d .y a cambio de un precio rei).
(merees) fijado y por las partes>
-7
5 426. Obligaciones del bca&r (@rren-
(Gayo, 3.142 y SS.;Inst., 3.24 pr. y cs.; D.19.2). d a d o d .
a ) Debe entregar la tenencia de la cosa arren-
l. Locare significa "colocar", esto es, confiar O dada al locatafio (si es un inmueble urbano es
entregar algo a una persona. Conducere vale tanto llamado inquilirzus; si es fundo rústico, colo-
como secum ducere (llevar consigo). nus), para que éste pueda usarla y disfrutarla.
Su obligación principal se resume en la expre-
i-
,=- 8 425. Zhidad &E variedades. sión praectare conductori f i ~ ilicere (prestar al
1 Los romanos, estrictamente, cuando se refieren locatario el disfrute lícito; u p . , ~ ~ 1 9 . 2 pr. . 9j,
La este negocio hablan en forma unitaria de un
solo contrato, la locatio coízductio. Al igual que 1. Por detentar el uti frui de la cosa, su situación
en la se a~ro;srima parece semejante al del usu&ctuario. Pero entre la
( G ~ Y O 3.142;
, Inst., 3.24 F . ) , está protegido por locati,, conductio y el usufriE& hay una diferencia
una acción in ius y bonae fidei: la acfio locati fundamental, La primera es un contrato
colzducti (EP, S 111(112)), que tenía la forma ex q,, genera una acción in pelsonam, mientrasque el
'oca'' Para proteger 1' 'ocador Y 'a forma ex u s u k c t o es un ius in ,-e por lo cual el usufr-c-
corzducto para proteger al locatario- Pero da- tiene u- uináicatio, que es una uctio irz rem.
da la variedad del contenido, quedgon senta-
das las bases para una tripartición irno roma- b ) La cosa debe entregarse en condiciones
iia- utilizada por los autores posteflores. Éstas que pueda ser utilizada +..niendo en cuenta las
son: características de ella. Por ello, el locador res-
F) Locatio conductio rei (Locación de cosa). ponde por los vicios que pueda tener la cosa
E n e s t e caso el locator cede al conductor el uso (así, por haber locado t.nsjas defectuosas que
de una cosa (inmueble rústico, casa, esclavo, u estaban rajadas; mp., D. 19.2.19.1; o por haber
otra cosa mueble cualquiera), obligándose el con- locado un esclavo mdetero que por impericia
ductor a pagar W l precio por dicho de la suya dejó morir animal; Labeón, D.íd. 60.7).
cosa. Igualmente responde por los vicios jurídicos (evic-
b ) Locatio conductio operis (locación de obra). ción; ulp., D.íd. pr.).
Aquí el conductor se compromete a la realiza- C ) El locador debe hacer las reparaciones
ción de una determinada "obra" (hacer una es- necesarias de la cosa (Ulp., ~ . í d . ~ 519.2; , ~ ;G ~ -
tatua, construir una casa, confccciana~un tra- yo, d.^^.^). si la cosa se tornaba imposibi~-
je), obligándose el locator a Pagar un precio Por tada en su uso y disfrute, ya por culpa o por
dicha "obra". herza mayor (vis maior: p.ej., un terremoto que
cj Locatio conductio operurum ilocación de ,,ha 1, locada), los riesgos (el pericu-
servicios). En este supuesto el locutor arrien- lum) corren por cuentadel arrendador lpericw-
da sus "servicios" (así, trabajo doméstico) a cam- Iu, est locatoris; Gayo, D.19.2.25.6), no quedari-
biO de una r ~ ~ e r a c i óque n debía pagar do obligado el locatario pago del alquiler
conductor. 7 (Javol., D.íd.59; Alfeno, D.M.SO.l), debiendo en-
2
tregar la cosa en el estado que esté.
1. Como se ve, la terminología no resulta senci-
lla. En el segundo caso el trabajador es denomina- 1. Las reparaciones necesarias y útiles efectua-
do conductor. En cabio, en tercero es 'lamado das por el locatario, deben ser pagadas por el locador
locator. (Paulo, D.íd.55.1).
Para poder comprender esto, el locator es siem-
pre quien "coloca", ya la cosa (locación de cosas), ya 8 427. Obligaciones del locatario (arrem-
la materia para hacer la obra (locación de obra), ya datario).
SUS servicios laborales (locación de servicios). En cam-
bio, el corzducto7- es quien se lleva consigo, ya l a cosa a ) La principal obligación del locatario es
arrendada, ya la obra confeccionada, ya los servicios pagar el por la cosa arrendada. El pre-
laborales. cio (merces) normalmente debía consistir en di-
Debido a esto, en la locación de cosas y en la de nero, pero ya los juristas clásicos admitieron
servicios, es el conductor quien debe pagar el precio, que en el caso de ar-end&entos rústicos, el
mientras que en la locación de obra el obligado a alquiler (pensio) podía en una parte de
remunerar es el locator. En otras palabras, estas los frutos (colonia partiaria).
variaciones obedecen a que el precio debe ser pagado
por quien obtiene las ventajas por la cosa, la obra o 1. El locatario no queda obligado al pago del
los servicios. alquiler ea caso de que el uso o disfrute de la cosa
queden imped~dospor casas de "fuerza mayor", es n ó a (6.8.4.10; año 484) castiga ia injustificada
decir, "aquella que no se puede resistir" (así, p.ej., retención de la cosa locada romo si fuera la
una inundación, un terremoto, una incursión de los "invasión" de posesión ajena, ablighdolo a res-
enemigos, etc ), pero no si se le perjudicó la cosecha tltuír o pagar la aestimatio de la cosa.
por daños en la cosa misma (así, p.ej., si los frutos
frieron atacados por gusanos o cizañas); Ulp., 8 428. Situación del Esc~failrEo.El locata-
D.19.2.15.2; Alfeno, D.19.2.30). Sin embargo, s e ad- rio (coreductor) es un mero dezmtador (no pose-
mitió como causal de no pago ciertos defectos, como edor) de la cosa (Ulp., D.10.3.7.11), gozando sólo
la vejez de los viiiedos (Ulp., D.19.2.15.5). de la actio ex co7zducto contra el locador. Preci-
2. El caso de la cololzia partiar-ia corresponde a samente por no ser poseedor carece de la defen-
ciertas prácticas provinciales. Se podía dar la varie- sa de los interdictos. Y en general carece de
dad de que el arrendatario pagase una cuota deter- toda protección respecto de terceros.
minada de los frutos percibidos conforme a lo obteni- a ) Si el locador decide veilder la cosa alqui-
do en la coseclia, o directamente una parte fija, lada, o constituye sobre ella un usufructo o un
cualquiera que sea el resultado de la cosecha. pignus, el locatario no tiene ningún derecho
Los Severos concedieron a los colonos que tenían contra dichos terceros, quienes podrían expul-
una cosecha menguada, una reducción proporcional sarlo de la cosa, salvo que en la venta o en la
de la pe~zszo (C.4.65.8). Esto se generaliza de taI constitución de los derechos mencionados, el lo-
modo, que por una mala cosecha el colono tenía de- cador hubiera tomado la precaución de que el
recho para pedir una disminución del alquiler (remrs- adquireate se obligaba a respetar la locación. El
sio mer-cedis), debiendo compensar la disminución si único recurso que tiene el locatario es ejercer la
en los años siguientes se obtenían cosechas supera- actio conducti para reclamar &el perjuicio sufi-i-
bundantes (Ulp., D.19.2.15.3-7). do contra el locador (no contra el tercero;
Sin embargo, se trata de una 9ocación") y no de Alej.Sev., C.4.65.9, año 234; a y o , D.49.2.25.1).
una "sociedad". Pese a ello, los bizantinos lo acerca-
rán a esta ultima figura (quasi societatis: como si 1. Esto se expresa en el derecho medieval con la
fuera una sociedad, de tal modo que ambas partes s e máxima emptio tollit Zocatum (la compraventa rompe
reparten las ganancias y las pérdidas. Por ello los l a locación), fórmula no muy exacta, por cuanto la
efectos de la "fuerza mayor" se aplican solamente al locatto conductio no queda suplrikida; al contrario,
caso en que e l alquiler s e a en dinero (Gago, queda intacta, y prueba de ello es que el locatario
D.19.2.25.6, itp., i ~ zfine). goza de l a actio conducti. El amendatario perjudica-
do, aunque limitado por cuanto no puede actuar con-
b ) El locatario debe usar la cosa conforme a t r a el tercero, podrá obtener u n resarcimiento pecu-
la naturaleza y destino de la cosa, según lo niario de su locador.
convenido en el contrato y siguiendo las reglas
de la bonu fides (ex bono et aequo). Por ello, b ) Si una de ambas partes fallece, en prin-
responde no sólo por dolo y culpa, sino además cipio la locatio co~zductiocontizltia: los herederos
por "custodia" (diligentia i n custodiendo para del locatario continúan gozando del mismo con-
los bizantinos; Gayo, 3.205-G), de tal modo que trato qne su causante, y los herederos del loca-
se debe comportar en dicho uso como "el más dor seguirán cobrando los dquileres (Labeón,
diligente paterfarnilias" (Inst., 3.24.5), respon- D.19.2.60.1; Up., D. íd. 19.8; Go~diano,C.4.65.10,
diendo por el furtum de la cosa arrendada. Su a ñ o 239).
responsabilidad sólo cede cuando aun habiendo
tenido dicha exacta diligentia, aun así la cosa se 1. La situación no parece clara en el texto de
hubiera deteriorado o destruído (Inst., ibíd.; Labeón (quizá itp.), quien habla de que ef heredero
C.4.65.28). del colono no es colono, aunque afirma que "posee
para el dueño". Pero no hay dudas respecto de Ulpia-
1. Sin embargo, como no se requiere el uso per- no y de l a constitución de Gordiario. Pero, si el arren-
sonal, se permitió el "subarriendo" de la cosa alqui- damiento se hubiera hecho "hasta que quisiera el
lada, salvo pacto contrario (Alej.Sev., (2.4.65.6). locador", se extinguía con l a m u d e de éste (Pomp.,
D.19.2.4).
C ) A la conclusión del contrato está obligado
a devolver la cosa locada. Si se trata de m C) Ea locatio conductio dura el plazo que se
esclavo o de una cosa mueble, el locador tendrá haya establecido por las partes (para Ias loca-
la actio ex locato, para obtener la devolución de ciones de fUndos rústicos, lo normal era fijarlo
ella, respondiendo el locatario por cuanto esti- en 5 años; el 'lustro" de las Iocaciones censo-
m a r e en juicio dicho locador (Marcelo, rias). Pero si luego de finalizado el plazo las
D.19.2.48.1). partes guardaban silencio y continuaban la re-
Respecto de los i~muebles,el einperador Ze- laciór, contractual, se admitió Ea llamada reloca-
ti0 tacita (hoy día, "tácita reconducción"). Si se nas. Tal como lo aclararnos; si bien en el Dere-
trataba de fundos rústicos, la renovación tácita cho moderno y actual es figura específica.
se efectuaba por un nuevo aiio, que era a su vez de locación, para los romanos sólo existía el
renovable. En cambio, respecto de los fundos contrato genérico de locatio conductio.
urbanos; si se había establecido un n u e ~ ~plazo,
o
había que estar a éste; de lo contrario, por el 1. En este caso, era esencial que el locutor fuera
tiempo de efectiva ocupacióil ("que cada uno se el que proporcionara la materia de la obra a realizar
obligue por el tiempo que lo hubiese habitado"; por el conductor. Así, si convengo con un joyero que
Ulp., D.19.2.13.11; D.id.14). me haga anillos de oro, yo Le debo dar el oro. En
Si en el contrato no había plazo para el arren- cambio, si el joyero debía hacer los anillos con su oro,
damiento, la relación podía cesar en cualquier Cassio opinaba que respecto de la materia prima se
tiempo, por decisión unilateral de las partes. És- contrajo una compraventa y respecto de los trabajos
ta se expresaba en forma fáctica (expellere del una locación. Gayo (3.1471, seguido por Justiniano
arrendador; relinquere del arrendatario). (Inst., 3.24.41, nos dice que ya para su época la
opinión mayoritaria decía que en este último caso no
1. El locator podía también dar término al con- hay dos contratos, sino uno solo de compraventa.
trato, sin responsabilidad de su parte: a) cuando el 2. Lo debido es la obra que se debe realizar. Por
locatario se haya conducido mal con la cosa locada tanto, su obligación es un facere, si bien lo que inte-
(Caracalla, C.4.65.3; año 214); b) si necesitaba hacer resa no es tanto el trabajo, sino la obra realizada. Se
reformas necesarias y urgentes a la cosa locada (C., podía pagarla en forma total, pero el hecho de fijar
ibíd.); c) si la necesitaba para sus propios usos (C., el precio por unidades de trabajo no altera el sentido
ibfd.). de totalidad de la obra encargada (Javol., D.19.2.51.1).
Además, por una constitución de Zenón (C.4.65.
34), ambos contratantes podrán rescindir unilateral- El conduc$or que h a recibido el material con
mente la locación, pasado el primer año sin incurrir el cual debe trabajar responde por la custodia
en el pago de la cláusula penal convenida. de la cosa; así, si es objeto de un furfum, deberá
También, en el derecho posclásico se admitió que responder ante el locator (Gayo, 3.205-206). Ade-
el locator podía darlo por finalizado cuando el arren- más, responde por su imperitia por su falta de
datario no ha pagado los alquileres por dos años aptitudes para realizar Ia obra a la cual se
(Paulo, D.19.2.54.1; íd., 56 itps.). comprometió (Celso-Ulp., D.19.2.9.5).
2. Igualmente, el conductol- podía rescindir el
contrato: a ) si no se le entregó la cosa, o se alteraron 1. Si la cosa se destruía como consecuencia de
las condiciones de ella, según lo convenido (Paulo, "fuerza mayor" antes de haber sido aceptada por el
D.19.2.24.4; Gayo, D.íd.25.2; Labeón, D.íd.60 pr.); b ) locator, la pérdida era para e1 conductor. Así, si con-
si el uso de la cosa representaba un temor justificado trató la construcción de un canal y éste fue destruído
para el arrendatario (Alfeno, D.íd.27.1). por una tempestad.
Pero los juristas posteriores hicieron una distin-
429. En la última época del Derecho Ro- ción: si el vicio estaba en la obra misma, debía res-
mano, el arrendamiento de fiandos rústicos se ponder el constructor (conductor); en cambio, si fue
verá fuertemente influído por la "enfiteusis"*, por un vicio extraño, así por defectos del suelo, la
que -aparte de su característica genérica de pérdida es para quien la encargó (locator), quien debe
arrendamiento a largo plazo, aunque de natura- el precio (Labeón, D.19.2.62 itp.); igual solución en
leza particular (Inst., 3.24.3)-, será más bien Javoleno (D.íd.59) y Africano (D.íd.33).
concebida como un derecho real, dentro del cua- 2. De este modo, la regla general era que, ya de
dro amplio de la propiedad que se observará en pleno derecho o por haberse convenido entre las par-
el Derecho vulgar. tes, el conductor deja de ser responsable desde que el
Justiniano restablece la locatio conductio clá- locator ha aprobado la obra, verificando su buena
sica, si bien para las locaciones rústicas admite ejecución. Pero si la obra se pierde o se deteriora ya
las relaciones de dependencia de los subordina- por dolo o culpa del locator, o por fuerza mayor (en
dos cuasiserviles (caso de los "siervos de la gleba" nada atribuílle a1 conductor; así, un terremoto), áun
y otros semejantes). antes de la aprobación el locator debe pagar el precio
(Javol., D.íd.59; D.íd.37; Florentino, D.íd.36).
11. Locación de obra (kocatio co~ad~tctio
operis). § 431. Formas especiales vinctelmdoa a l m
3 430. Aquí, el locutor es quien paga el Xoeakio conductis operic. El contrato de tras-
precio, mientras que el co~zductores quien debe porte de mercaderías por mar era una de las
realizar una "obra" (opws),entregando un traba- formas que podía considerarse un arrendamien-
jo ya terminado: así, construír una habitación o to de obra. Pero existían al respecto ciertas
una casa, o reparar, o trasportar cosas o perco- reglas especiales.
A) Régin~etzde la lex Rhodia de iactu. Ya no se puede estimar la vida (P:.iulo, D.íd.2.2), ni
desde la época republicana, en el niundo medi- de los esdavos que perecieron en el mar (Paulo,
terráneo era de práctica usual la utilización de D.íd.2.5).
la le). Rlzodia de tactu (de la isla de Rhodas, 3. Si la nave h a sido atacada s o r piratas, no se
sobre la "echazón"). Se- ella, cuando el capi- debe contribución. El propietario pferde las rnercan-
tán de una nave (mugisier ~zauis),como conse- cías hurtadas. En cambio, se debáa contribuír si se
cuencia de una teapestad o de una \<a de agua, pagaba un rescate por la nave (Servio, Ofilio, La-
se veía obligado a aliviar la carga echando una heón-Paulo, D.14.2.2.3).
parte de las mercaderías al mar, para salvar al 4. Si alguien se apodera de las cosas echadas al
resto, la pérdida ocasionada debía ser soportada mar no comete furtum, salvo que se tratara de algu-
proporcionalmente por todos los propietarios de n a cosa que esperaba conservar si s e salvaba (Ulp.,
mercancías que habían cargado la nave (Paulo, D.47.2.43.11; Paulo, D.14.2.2.8).
0.14.2.1). Si las cosas arrojadas al mar hnbiesen aparecido,
Si bien la regla es griega, la jurisprudencia se prescinde de l a contribución. U si ésta ya fue
clásica le dará un tratamiento romano, utilizan- hecha, los que pagaron tienen la actio locati contra
do precisamente las reglas de la locatio conduc- el patrón de la nave para que este ejerza l a actio
tio. El propietario de l a mercancía que había conducti contra los demás t r a s p o ~ t a spara rectifi-
sido echada (iactus) tiene la actio locati contra car la cuenta de las indemnlzaciones pagadas (Paulo,
el trasportista, para obtener indemnización por D.14.2.2.7).
dicha mercancía perdida. El trasportista gozaba
a su vez de la actio corzducti contra los propie- B) Caso de la mezcla (aversio). Cuando se
tarios de las mercaderías que se salvaron, para cargaba una nave con granos, de tal modo que
que se reparta proporcionalmente el perjuicio en la bodega quedaban mezclados, el capitán de
(Paulo, D.14.2.2 pr.). Ia nave se obligaba no sólo a a;1-asportarlos, sino
Es el antecedente antiguo de lo que será el a entregar la cantidad convenida a cada uno de
régimen de las "averías" en el Derecho maríti- los destinatarios. En esta variedad de locación
mo moderno. de obra por trasporte, se entendía que no se
regia por las reglas de la simpEe copropiedad
l. Quien perdió mercaderías por medio de l a (como en el caso de la ~0n17ti~60 y de la confu-
actio locati podía exigir que el patrón de l a nave que sio, v. supra, 5 248), ni tampoco por la del
retuviera las mercaderías de los demás trasportistas mutuo (como si el trasportista h e r a mutuario),
hasta que paguen la parte del daño (Servio-Paulo, sino como una forma particular de trasporte
D.14.2.2 pr.). (conductio nauis per auersiolzem: trasporte de
2. La contribución debía hacerse proporciond- mercaderías por cantidad mezdadas). Quedaba
mente según l a estimacibn de las mercaderías de abierta a los propietarios de los granos una
cada uno, que se salvaron. Se tomaba en cuenta el actio oneris auersi (aversio = mezcla), para recu-
valor presente, sin considerar el precio de compra ni perar las respectivas cantidades, siendo el capi-
el lucro que pudieran tener sus dueños al venderlas tán responsable por culpa en el trasporte (Alfe-
(Paulo, D.14.2.2.4). no, D.19.2.31; EP, 8 111 (112).
Estaban incluídos en l a obligación de contribu-
ción todos los pasajeros, lleven mercaderías o equipa- C ) Recordemos, a su vez, cpe los trasportis-
jes o no, ya que por haber ocupado un sitio en l a tas marítimos (nautae), al igual que los dueños
nave, el beneficio del "alijo" o de l a "echazón" bene- de albergues (caupones) y de establos (stabula-
fició a todos (Paulo, D.14.2.2 pr.). Estaba incluído rii), tenían una responsabilidsrd especial por la
también el dueño de l a nave (Paulo, D.íd.2.2.2); aun- declaración expresa de seguro respecto de las
que éste no es responsable de l a insolvencia de los cosas trasportadas (receptum res salvas fore); v.
pasajeros (Paulo, D.íd.2.6). supra, 5 357.D.
Por ello debían contribuír también quienes Ileva-
ban mercaderías que no representaban peso (p.ej.,
joyas), porque sus propietarios tuvieron interés en l a
"echazón" o "alijo". También de los vestidos y anillos
de un viajero, pero no de los alimentos que se lleva-
ban para ser consumidos "con tanta mayor razón, 3 432. Se trata acá del caso de que una de
cuanto que, si hubieran faltado para l a navegación, las partes (locutor) arrienda sus servicios o tra-
10 que cada cual tuviera lo hnbiera aportado en co- bajos a otra (conductor) que s e obliga a pagarle
múil (Paulo, D.14.2.2.2). un precio por ellos. Esta variedad, que no está
También entraba a contribuciór, la "ecl-iazón" del especificada como figura independiente en los
mástil u otro instrumento de !a nave (Paulo, D.14.2.3). textos romanos, sino como uno de los supuestos
Pero no de los honbres libres. respecto de quienes de locatio conductio, no tuvo en Roma el desa-
ri-0110 qile tuvo en los tiempos modernos (de dos o más personas (soctij se unen, aportando
donde surgirá el "contrato de trabajo" actual). ya la totalidad de sus bienes o sólo una parte
Lo que ocurre es que en el mundo antiguo, la de ellos, para realizar un Sin común, repartién-
mano de obra, cuando no era personal, estaba dose las ganancias y soportando las pérdidas."
ampliamente cubierta por los esclavos y los Ii-
bertos (con las operae debidas al patrono). El 1. En la época antigua r e s t í a l a costumbre cle
trabajo de hombres libres pagados por otro re- que a l a muerte de un pateq%milias, los bienes con-
sultaba bastante limitado. tinuaran indivisos entre los szci heredes, confornlán-
dose entre ellos u n a especie de sociedad llamada
1. La locatio corzduclio de un esclavo es una erctum non cito (dominio indiviso; Gayo, 3.154a).
'locación de cosa", en el sentido de que es el esclavo Pero también se permiti6 que otras personas pu-
mismo l a cosa locada. Dentro de esta figura se podía dieran crear artificialmente m a sociedad semejante
dar una mera variante, cual sería locar determinados por medio de una legis acticr, como si fueran herma-
"servicios del esclavo". Así, podía ocurrir como una nos (ad exemplum fi-akum suorum; Gayo, 3.154b).
modalidad para otorgar la manumisión (operas dare; Ya en l a época clásica, tanto la sociedad "natural
Paulo, I3.40.7.4.4); o en el caso de un esclavo fructua- y legítima" (ercto non cito), eomo l a "artificial" (cre-
rio que Zocat operas suas (Pap., D.45.3.18.3). ada "a su ejemplo") han desaparecido. Es muy proba-
2. E n cambio, en el caso de un hombre libre que ble que sobre l a base de e d a última, surgiera l a
"coloca" sus servicios, él es el Eocator, siendo el con- societas omnium bono7-um.
ductor quien aprovecha de ellos y debe retribuírlo. S u
obligación principal es pagarle el salarium, o merces 11. En la época clásica, podemos observar la
(de allí, mercennarius). -
existencia de varias4clasgs de sociedades (Ulp.,
Si los servicios no han sido prestados por causas D.17.2.5 y 7):
--L
- -"-
no imputables al trabajador, se le deben los salarios a). Societas a m n i u m _ ~ m a r m ~ s o c i ~ de
dad
casa__
que se haya convenido. Así, Ulpiano (D.19.2.19.9-10) todos
*
los bienes):
__"
Se caracteriza porque todos y
nos da dos casos: en e1 primero, un copista contrata- uno de los socios a ~ s r t a nen coinún todo
&
do por alguien que murió; en el segundo, los subor- su patrimonio (tanto 10s bienes actuales como
dinados de un Legado del César, que falleció. En los futuros). De este modo, los socios se "comu-
ambos casos, se decidió que los términos del contrato nican" todos los bienes, en forma inmediata, lo
debían mantenerse y los herederos debían pagarles mismo que sus deudas, a partir del consenti-
los salarios. miento, conformándose -can consortium común
Pese a ello, no se encontrará en Roma una pro- (Paulo, D.17.2.1.1).
tección social en caso de despido. Por esto, los ante-
cedentes romanos no proporcionan ninguna ayuda al 1. Las cosas se hacen inmediatamente comunes,
"contrato de trabajo" actual. Simplemente hay que aunque no haya mediado Éraditio, entendiéndose a
tomar en consideración la módica aplicación que tuvo ésta como tácita (Gayo, D.l'T.2.2 itp.). Esto no debió
esta figura de la llamada locatio conductio operarum, haber sido así en el derecho clásico, por lo menos
en u n medio económico totalmente distinto del que respecto de las res mancipi. Si se trata de créditos,
ocurrirá en los tiempos modernos, sobre todo a partir los socios deben cederse l a s acciones para su cobro
de l a "sociedad industrial". (Paulo, D.íd.3). Cada socio tiene s u parte en la pro-
Vinculadas con la Eocatio conductio operis (y piedad, tal como ocurre, p.ej-, en l a hereditas.
en s u caso, también l a locatio conductio operarum) 2. De algún modo, contin6an ciertos vestigios de
había una gama muy amplia vinculada con las labo- l a vieja sociedad "artificial". Así, aparte de l a comu-
res que hoy día llamaríamos 'liberales" (así, los re- nidad de bienes, cuando u n sacio debe responder ante
thorici, geometrae, grammatici, abogados, institutri- los otros podía usar del benefieium competentiae* (pa-
ces, etc.). No serán considerados como habiéndose gar conforme a sus posibilidades), lo cual es propio
convenido una locatio conductio. Las profesiones libe- entre familiares (Ulp., D. 11.2.63 pr.). Además, l a ac-
rales, por la dignidad que tenían parecen estar fuera tio pro socio, por estar implicada l a fides, tenía para
del marco de los contratos. Las retribuciones no son el vencido la tacha de infamia (Gayo, 4.182: Inst.,
consideradas merces, sino honorarium. En l a época 4.16.2).
imperial la labor de estos profesionales genera para
su cobro un juicio extra ordtnem (Ulp., D.50.13.1 pr. b l Societas quaestus ($e .ganancias y adqui-
y SS.). sjcig~ed:Los socios guardan su patrimonio pro-
pio, pero ponen en común todas las ganancias y
adquisiciones que provengan de su trabajo, o de
111. SOCIEDAD su actividad negocia1 o ind&rial (Ulp., D.l'i.2.1).
<----.. , Se deja a un lado lo que se obtenga por otras
433. Concepto y evolucicín. La sociedad causas (legados, donaciones, herencia); Alfeno
(socie-las)-éc un contrato consensual, por el cual Varo-Paulo, D.17.1.71.1; fd.74.
l. Esta especie de sociedad servia en r l caso de Q 434. GarscferÉsfEcas de la saciedad.
que existieran varios escla~~os manurnitidos por el A) E1 contrato de sociedad e s conseasual. Se
rnislno dontilzus. Como, en general, no tenían otra ~ ~ el
c ~ n s t i t . ~por e mero consen&miento y dm2
fuente de recursos que su trabajo, encontraban una mientras
--- - éste continúe (Gayo, 3.151). Es de bue-
gran ventaja en poner en coman sus esfuerzos y i a fe, en el sentido de que la fides es l a qae
ganancias (Paulo, D.17.2.72.1). preside todo su contenido. A diferencia de la que
2. Ante el silencio de las partes que hubieran o c m e en la compraventa y e n la iacaci6n, no
convenido otra cosa, se entiende que han querido existen soles distintos de las p z t e s (así, com-
unirse por esta especie de sociedad de adquisiciones prador y vendedor; locador y loeatario), sino que
y ganancias (Ulp., D.17.2.7 y 9; Paulo, D.íd.8). todos los socios están s o m e ~ á o sa ].as mismas
obEgaciones, sancionadas por I r ^ actio pro socio,
C ) Societas alicuizrs negotiadionis (sociedad que tiene igual amplitud para todos ellos.
por negocios determinados . - - - de la misma natu-
raleza). Los & ~ O S realizan aportes, poniendo en l. Para senalar ese concernimiento de todos los
común el uso (también la propiedad, pero no era socios en el interés común, U l p i a ~ o ,en texto aislado
necesario) de determinadas cosas o e1 trabajo (D.17.2.63 pr.), nos habla de que e n la sociedad existe
personal para la realización de un negocio de- de algún modo un ius fraternitatis 00 cual seria otro
terminado, como, p.ej., pma comprar y vender vestigio de las formas primitivas ya vistas). También
escla~~os, aceite, vino o trigo (Gayo, 3.148; Inst., se emplea l a expresión affectio societatic, que es jus-
3.25 pr.). tinianea (Ulp., D.íd.31 itp.).
2. Los miembros de la sociedad son los que con-
1. La forma más antigua fue la asociación de vinieron en constituírse como socios en u n comienzo.
trabajadores libres que ofrecen sus servicios al pro- La admisión de un socio nuevo requiere el consenti-
pietario agricultor para levantar l a cosecha (Catón, miento de los demás. Si uno de ellas s e asocia con u n
de re rust., 144 SS.). Típicas de la época clásica son tercero, será sólo socio suyo (Ulp., B.17.2.20: "porque
las sociedades de banqueros (argentarii) y de vende- el socio de mi socio no es socio d o " ) .
dores de esclavos (venaliciarit); así como las empre-
sas de trasportes y suministros fTit.Liv., 23.48-49). iCC
t a-.s-es u n a persona jurídica.
B ~ - ~ a-'----.--------
~ o c i e no
2. Una forma especial eran las sociedades vecti- P i - t a ~ t s ,no hay m pam%~chr*%o-de - cócTedad.
-la- - --
galia, encargadas de la percepción de impuestos (vec- Si los bienes están en c o i ~ ~ & Ccái6-2e l a especie
tigalis). En la época republicana el arriendo de estos ornnium bonorum), éstos e s t h en condominio
impuestos se sacaba a subasta. Aquellos a quienes se de todos los socios, teniendo snc respectivos de-
adjudicaban este encargo, eran llamados publica7zi. rechos en dicho consortiurn. Si. los aportes han
Podían retener los uectigalia cobrados, debiendo pa- sido sólo en cuanto al uso de las cosas (caso de
gar una suma fija al aerarium. Tenía reglas especia- la especie alicuius negotiatiorzts o de l a unius
les que las distinguían de las oh-as especies de socie- rei), siguen siendo propiedad de cada socio, quien
dades. Así, a la muerte de uno de los asociados, la deberá permitir el uso por pmke de los otros.
sociedad no se disolvía, sino que continuaba con los Tampoco existen deudas de la societas, y sí
que quedaban y los herederos del difunto, salvo que sólo de los socios singulares. Se ve de este modo
la personalidad de este último hubiera sido causa que la sociedad es sólo una relación contractual
principal de la formación o de la administración de la interna entre los socios, que carece per se de
sociedad (Pomp., D.17.2.59 pr.). efectos en el exterior.
Si ha contraído una obligación, podrá descargar s u l a respectiva compensación interna. Así, habrá ga-
,,.- .
monto, hasta la concqrrencia de su parte (Paulo, nancia si efectuada la compensacibn, ei ((saldo neto" ..
3. Solamente Justiniano permitirá que la respon- tivo. Es en torno de este cálculo que s e producirá el e:
,
sabilidad de los actos de un socio pueda alcanzar a reparto entre los socios. Lo que no está permitido es .-......
,
los demás socios (Paulo, D.17.2.83). Está interpolada que un socio nunca pueda tener participación en las , ,
... .~
...
la parte final: "Por derecho de sociedad, un socio no ganancias (Inst., 3.25.2, in fine; Paulo, D.17.2.30). .-
! .'-
,
se obliga por otro socio a una deuda" (clásico), pero 2. Para el caso de que se hubiera convenido algo ,.
se agregó "si las cantidades no se ingresaron en l a en un solo sentido, ya en las ganancias o en las L
.,
.-
.:
..
caja común". pérdidas, s e entiende que hay que aplicar el mismo e
, -
criterio respecto del rubro omitido (Inst., 3.25.3). ..
.
ner que soportar las pérdidas (communicafio (societas leonina), denominada así por la fábula -...-
?
Lucri et damni). de Fedro (1.5), según la czld el león forma una ---- . .
..-
A) Si nada se hubiera convenido acerca del sociedad coi1 otros animales, y luego se queda --.
reparto de las ganancias y de las pérdidas, se con toda la caza realizada, dejando sin nada a -*.
?-
--
9:.
entendía que se debía producir por "partes igua- sus c'socios". Se trata de la sociedad en que u i ~ o ----
.-.
les" (partes aequas: Gayo, 3.150; aequales par- participa sólo de las "ganancias", y el o t r o debe .--
..-..
tes; Inst., 3.25.1). soportar todas las pérdidas, sin tener derecho a
las ganancias. Se considera un género de lo n á s
1. Acá "partes iguales" debe ser interpretado co- inequitativo de sociedad liniquissimum gelzus
mo divididas per capita, y no en forma proporcional societatis: Aristón-Cassio-mp., D.17.2.29.2).
a los aportes (Ulp., D.17.2.29 pr.; Pomp., D.íd.6; Prócu-
lo, D. íd.76 y 80). De lo contrario, sería difícil de 1. Está permitido que se convenga l a decisión de
establecer cuál es la proporción si el aporte de un un arbitro para resolver el problema del reparto de
socio consiste en el trabajo. las ganancias y de las pérdidas (Pomp., D.17.2.6; ,-
.,.--
..
D.íd.76-80). Si el socio se considera perjudicado, pue- ---
,~--
B) Pero las partes podían convenir un régi- de actuar por la actio pro socio para obtener una 1 L
-.
U -.
nocer que el primero aportó más a la sociedad, zñ-~eternum-es nula (Paulo,-D.1712.70). Por ello
--Y__I .- --_
m.-
,. .
ya sea en dinero, en trabajo o en otra cosa ~-p~~&E_&sOZ~er--por varias
..---- causas:
-.,
?--A
b-.
(Inst., 3.25.1; Ulp., D.17.2.29 pr.). A) Por la muerte de uno de los socios (o su +...--
t -- i-i
que se conviniera que uno de los socios tuviera una se había elegido el socio, 0 los socios de manera ..
parte mayor en las ganancias que en las pérdidas. muy especial, la muerte o l a incapacidad de uno
Así, este caso: Ticio y Seyo han convenido que a Ticio de ellos acarrea la finalización del contrato (Ga- (".
\---
.*
le corresponderían los 2/3 de las ganancias y sólo I/ yo, 3.152.153; Inst., 3.25.7-8). .-
.-
G
:
Quinto Mucio Scévola consideró que esto estaba muchos sobrevivan" (Inst., 3.25.5). No puede eonti- .-.
r,--
en contra de la naturaleza de l a sociedad. Pero Ser- nuar la sociedad con el heredero del socio muerto; lo ...b
i-
vio Sulpicio consideró que un convenio semejante era que se permite es constituk "una nueva sociedad"
válido. Esta última opinión resultó triunfante ya en integrada por los socios que quedan (Gayo, 3.153). e L--:
,.
la época clásica, admitiéndola igualmente Justiniano. Justiniano permitirá que por convenio previo se '.-
{ -
La razón dada era la distinta importancia de los establezca l a continuación de l a sociedad primera
(,.-
aportes; así, si uno de 10s socios contribuía con su (Znst., 3.25.5; Paulo, D.17.2.65.9 itp.).
trabajo, que resultaba tan valioso, que por ello se 2. Respecto de la capitis deminutio, en l a época I
\
justificaba la desigualdad (Ulp., D. 17.2.29.1-2). de Gayo, las tres clases ocasionaban l a disolución de
Este principio no resulta contrario a que todo l a sociedad. Luego se establecerá que sólo provocan
socio debe participar en las pérdidas. Hay que tener este efecto la c.d.maxima y la c.d.media, pero no la
en cuenta que acá, "ganancias" y "pérdidas", no son c.d.minima. Así el hijo socio no deja de ser tal por su
entendidos como números aislados, sino estableciendo emancipación; tampoco el que s e da e n adrogatzo, sin
englobar al adi-ogatoi- "para que n i n l n o se haga manezca ésta, el ~ u no s regula lo i i d a inierna entre
socio contra su voluntad iPaulo, 13.17.2.65.11 itp.; los socios. El que esté desconforsle puede peciir la
Ulp., D.íd. 63.10 itp.). disolución de la sociedad.
3. La muerte de un miembro de una societas 2. Justiniano permitirá el ejer~ic'rode la actio pro
vectigaliun ( s ~ ~ p l -3a , 440.11 (e) 2) no ocasiona la socio antes de l a finalización de Iri. sociedad (manenie
ñnalización de la sociedad, sino que continúa entre societate), p.ej., para reclamar los zportes que no han
los supervivientes y los herederos del fallecido, salvo sido hechos (Paulo, D.17.2.65.15 $m.).
que éste hubiera sido causa determinante en su for- En cuanto al beneficium competentiae, en 1s épo-
mación o administración (Pomp., D.17.2.59 pr.). ca clásica sólo regía para la socr?efas omnium bono-
rum (Pomp., D.42.1.22.1), que Astiniano extiende
E) Por la renuncia (renuntiatio) de un socio. para las otras clases (Ulp., D.17.2.63 pr. itp.).
Si uno de los socios se quiere retirar, también - --
se disuelve la sociedad, puesto que nadie puede
ser obligado a permanecer como socio contra su
-.-
' La finalidad de esta actio pro socio es recla-
mar por el saldo que le pueda corresponder al
voluntad (Gayo, 3.151; Inst., 3.25.41. socio, es decir, el que resulte de l a compensa-
ción de las ganancias y pérdidas, y por las
1. Pero la re7zu7ztiatio no debe ser dolosa. Asi, si indemnizaciones procedentes de aportes no efec-
nn socio advierte que ha recibido una herencia y tuados, gastos necesarios efecbados por interés
renuncia a la societas om7zium bonorum a cuyo con- social y por los daños efectuados por otro s0ci"o.f
sortiuln ingresaría ella, con el fin de aprovechar él Los socios responden no sólo por dolo, sino tam-
solo el lucro de la herencia, entonces, como dice Cas- bién por culpa (Paulo, D.1'7.2.36; Celso-Ulp.,
sio, "libera de sí a los socios, pero él no se libera de D.íd.52.2), e incluso, en ciertas casos, por "cus-
ellos". Por la actio pro socio se lo obliga a tener que todia" (Ulp., D.íd.52.3-4).
soportar como "común" l a utilidad, y si existe algún En l a época de Justiniano, l a culpa debía
"daño" derivado de la herencia, de éste responde úni- ser apreciada in concreto. No debe medirse por
camente el socio renunciante (Paulo, D.17.2.65.3). una '"exacta diligencia" (exacfissirna diligentia),
2. La renuntiatio tampoco debe ser intempestiva. bastando que el socio ponga en las cosas socie-
Así, si la sociedad es por un plazo determinado y el tarias el mismo cuidado que habitualmente po-
socio se retira antes. En este caso: si hay alguna Iie en sus propios negocios ( k t . , 3.25.9; Gayo,
ganancia, el renunciante no participa de ella, pero si D.17.2.72 itp.). La razón que s e da es "porque
hay una pérdida, deberá pagar su parte. Todo ello el que h a admitido a un socís poco diligente, a
salvo que la renuncia haya sido hecha por necesidad él sólo debe culparse".
(Paulo, D.17.2.65.6). Si existían bienes en cainxín, es decir, que
estaban en copropiedad (comrnunio pro indivi-
--
C) Si--la sociedad se convino para l a realiza-
ción de ~n-Colu~-~rwgoei~~ cmclüidó éstq EEiiiha
SO), era necesaria la partición por l a actio com-
munni diuidundo, ya que no bastaba con la
la socied-ad (Inst., 3.25.6)) e iguál6ente, si-fue
.-U--- - - actio pro socio (Paulo, D.10.3.1; Ulp., D. 17.2.43).
-constituída por un plazo determinado y éste se En este caso, el iudex por la ndiudicatio produ-
cuniplió (Paulo, D.17.2.1 pr.). cía el reparto entre los socios copropietarios.
Esta communio pro indiviso será considerada
1. Otras causas son: la quiebra (uenditio bono- por Justinimo como una fighzra de quasi ex
7-u7n) O la confiscación de los bienes de un socio contractu (Inst., 3.28.3).
(Gayo, 3.153; Inst., 2.25.7-8); la pérdida de los apor-
tes entregados por los socios (Ulp., D.17.2.63.10); cuan-
do por una stipulatio o un juicio se hubiera mudado IV. MANDATO
la causa de la sociedad (Paulo, D.1'7.2.65 pr.). -
4 3 8 e a z c e p l o . El nzalzdatum es un con-
437. detio pro SOCEO. Cuando s e extingue
- - .. _
^_
trato consensual, por medio del cual u n a parte
la sociedad, se abreTa".cc?bilidad para que cada (mandatarius) se obliga grabitamente a reali-
uno de los socios pueda ejercer l a actio pro zar uno o varios negocios en favor de l a otra
socio, cuya fórmula estaba redactada in ius y (mandans o mandator), quedando ambos recí-
con la cláusula ex fide bona (EP, 9 109). La procamente obligados el uno al otro a cumplir
condena traía para el vencido la tacha de infa- todas las prestaciones que la fides ordena (Ga-
mia (Gayo, 4.182); pero gozaba del beneficium yo, 3.155);'-
competentiae, es decir, pagar según sus posibi- .*
lidades (Ulp., D.17.2.63 pr. itp.). 1. La expresión mandare deriva de m a n u m dare,
porque antiguamente una vez celebrado el negocio, el
1. En la época clásica, la actio pro socio sólo se uno -daba la mano al otro ( m a n u m dabat; manus
podía ejerccr al finalizar la sociedad. PISientras per- datum = ma7zcEatum);pero tambien en lztin w l g a r in
manum dare es confiar un encargo a otro. Quien L. El consentimiento puede ser ''expreso:' (p.ej.,
encomienda es denominado mandans; también man- por medio de palabras o por una carta que diga
dator. La expresión mandatarius es tardía; en l a simplemente "Te ruego", "Quiero", "h'lando", aceptada
época clásica se lo denomina como qui mandatum por la otra parte; Paulo, D.17.1.1.2). Pero también
accipit (quien acepta el mandato). "tácito" (p.ej., cuando estando uno presente o en co-
2. El origen del martdatum estuvo precedido por nocimiento, permite que otro maneje sus negocios:
los encargos que se realizaban en el marco de la Ulp., D.17.1.6.2; Pap., D.íd.53).
amicitia. Ésta tenía en Roma una vigencia tal que 2. Pero el consentimienta no phtede dejar de exis-
imponía serios deberes en cuanto al cumplimiento. tir, ya que si en ausencia del "dueño del negocio"
De ahí que se regían por la bonu fides, y por supues- (dominus negotii) alguien r e a k a una gestión favora-
to en forma gratuita. Todo ello (gratuidad, fides, ami- ble a él, entonces se da la figura de l a "gestión de
citia) nos hace ver que estamos en realidad fuera del negocios" (negotiorum gestio; Enst., 3.27.1; D.3.5).
ámbito jurídico. Con mucha discreción, a fin de evitar 3. El mandato se puede coarstituír a plazo o bajo
problemas en las relaciones surgidas, es que en la condición (Inst., 3.26.12).
época republicana se lo configura como un contrato,
a partir de l a actio mandati que era iiz ius concepta i;B) E l mandato es eminentemente gratuito,
y la fórmula contenía la cláusula ex fide bona ( E P , ya.*que en principio se entiende que si hubiera-
5 108). una retribución estaríamos en presencia de una
locatio conductio (Gayo, 3.162; Inst., 3.26.13).
439. Represenfaeiidn indirecta en el Sin embargo, en el derecho clásico tardío,
mandato. Tal como lo vimos (supra, 3141, en se permite l a recepción de un voluntario horzo-
Roma no se da noción de "representación direc- rarium, que es entendido como un reconocimien-
ta", es decir, aquella en la cual el representante to, y no como un precio, y que no afecta l a
actúa en nombre de1 representado, sino sola- validez del negocio (Ulp., D.11.6.1 pr.;
mente aquella en l a cual alguien actúa por cuen- D.17.1.6 pr.).
t a de otro.
De este modo, en e1 mandato, cuando el l. En el derecho imperial este honorarium podía
mandatario acepta el contrato y realiza el nego- convenirse y ser exigido por extraordinaria cognitio
cio encomendado, los efectos de éste recaen en (D.50.13), pero no por l a actw mandati (Justiniano
s u propia persona, si bien por los efectos inter- insistirá en el carácter clásico de l a gratuidad del
nos del mandato, debe luego trasferirlos por los mandato; Inst., 3.26.13).
modos adecuados a la persona del mandante. 2. Si se trataba de un mandato procesal, el pro-
Así, A le encarga a B comprar una casa. B curator no podía convenir u n honorarium que fuera
se la compra a C. La compraventa tiene efectos una determinada porción de lo que se obtendna en la
entre B y C, quienes se pueden reclamar por la sentencia (es decir, el "pacto de cuota litis" actual),
actio venditi (C contra B) y la actio empti (B por considerárselo inmoral (Pap., D.17.1.7).
contra C ) . Pero por efectos del mandato, B se ve ,-
obligado a ceder l a actio ernpti a A, e igualmen- Q 441: Contenido del mandato. a ) El co-
t e A queda obligado a liberar a B de las obliga- metido del-mandato debe s e r lícito y acorde con
ciones contraídas respecto de C. las buenas costumbres~*~cí,no s e contrae la
obligacion, p.ej., si teILiarndo que cometas un
1. Como se puede apreciar, el mandatario es u n furtum o una iniuria contra Ticio (Gayo, 3.157;
"agente" O un "comisionista" del niandante. Esta "re- Inst., 3.26.7).
presentación indirecta" también se puede ver en l a
figura del procur-ator (v. supra, 314.A.2). General- 1. E n general, s e trata de la realización de deter-
mente era un liberto del pater que se ocupaba de l a minados actos jurídicos. Gayo (3.162, repetido en Inst.,
administración de todos sus bienes (procurator om- 3.26.13) nos habla también de actividades fácticas;
nium bono?-um)o de un asunto determinado (procu- así, dar a un tintorero vestimentas para que las
rator unius rei), así como también de su defensa limpie o a un sastre, para que las repare. Pero parece
procesal. Todo ello más para cumplir un deber moral más u n ejemplo escolar para subrayar Ia gratuidad
(officium procuratoris; Pap., D.17.1.56.2) que para del mandato; en efecto, si estas labores son realiza-
lograr una retribución. das gratuitamente serían casos de mandato; si son
pagadas, serían locaciones de obra.
5 440.~~araetep.es: %
rEl asunto o negocio encomendado puede
:A) ES-Aeramente consensual. !por ello no $1
tieneformas solemnes de celebrac~;. Debe exis- ser (i) en interés del mandanteI(p.ej.: que mi
tir un "mandar", un "autorizar" (iubere) por par- mandatario me compre una casa) o (ii)-en el de
te del mandante y una aceptación del encargo éste y también del mandztario (p.ej., t e debo
por parte del mandatario. 100 y t e mando que le cobres -2' Ticio los 100
que él ine debe, de tal 111odo que a! cobrarlos te tos consensualec, e! mandato PS " s i n d a g m é ~ i c ~
los quedes cono pago de mi deuda) o (iii)de un imperfecto". En principio, gerw.ra obligaciooes
terceroTp.ej., te mando que le salgas de fiador para una sola cie las partes, el rnandata-io,
(fideiz~s'sor)a Ticio); Gayo, 3.153; Inst., 3.26 pr. quien debe cumplir lo mandado. Pero everitud-
Lo que no puede ocurrir es que sea en inte- mente, el principio de reciprocidad del synatlceg-
rés exclusivo del mandatario. Los juristas clási- tna: está presente, puesto que el. m m d a n t e pue-
cos establecieron que un ma7zdatum t z ~ arar~tunz de resultar obligado.
gratia (es decir, sólo en el interés del manda- Esto se ve bien claro en el ejercicio de l a
tario) equivale a un coizsilium (consejo). E n efec- actio ?izandati, que tiene dos aeciones distintas.
to. se entiende que lo que t ú harás en t u propio Por la actio mandati directa, EI mmzndante pene-
provecho debes hacerlo por tu propia determina- de exigir que el mandatario le rinda cuentas y,
ción, y no por mi mandato. Así, si t e hubiera en su caso, le trasfiera todo el beneficio adqui-
aconsejado que prestaras el dinero ocioso que rido; se ejerce contra el mandatario y sus here-
tienes, dándoselo en mutuo a alguien, y tú si- deros (Paulo, D.17.1.5.1; Ulp., D"íd.8.10). Por l a
-es mi consejo, ello no obstante no podrías actio mandati contraria, el mandatario puede
reclamarme nada por la actio mandati (Gayo, demandar al mandante para que se le restitu-
3.156; Inst., 3.26.6). y a n todos Ios dineros que hnbiere pagado, los
gastos que hubiere necesitado hacer y se lo
1. Tanto Gayo (D.17.1.2 pr. y SS.) como Justinia- indemnice de los perjuicios ocasionados ( U p . ,
no (Inst., 3.26 pr. y SS.),establecieron toda una serie D.17.1.12.9; Paulo, D.íd.45 pr.).
dc posibilidades de mandato válido: a ) en favor exclu-
sivo del mandante; b) del mandante y del mandata- 1. Parecería que el mandatario, dado que el con-
rio; C ) del mandante y de un tercero; d ) sólo en el trato está basado en la fides y es gratuito, sólo res-
interés del tercero; e ) del mandatario y del tercero; y ponde por el "dolo". El criterio en tal sentido está
f l sólo en el interés del mandatario. Todo esto no fijado en un texto de Modestino ~Co11.10.2.3),quien
pasa de ser un mero ejercicio escolástico, careciendo establece la responsabilidad por la aciio mandati sólo
de importancia, salvo el de determinar que el úfti- en caso de dolo, pero no de culpa.
mo caso (mandatum tua tantuln gratia: "mandato ¿Respondía por ello el mandatario por culpa en el
solo en t u interés") es un mero "consejo", y no un derecho clásico? Para algunos, l a opinión es negatha,
"mandato". sospechándose que los textos de^ Digesto han sido
2. Sin embargo, en el caso que hemos planteado manipulados por los bizantinos.
acerca del "consejo" hay que distinguir: si se trata de El problema estaría en t r a t a s de comprender el
que te aconsejé que te resultaría convenientr invertir caso del mandatario que no haya hecho nada pa-
tu dinero poniéndolo en préstamo a interés, ello es r a cumplir el mandato, lo cual no siempre s e n a
un simple consejo ( tua tarztuln gi-atia = solamente en por "dolo". Así, Ulpiano lo respollsabiliza por s u to-
tu interés). Tú lo puedes seguir o no, prestándole el tal inactividad (D.17.1.6.1) y habla de culpa la-
dinero a quien se te ocurra, y yo no seré responsable. ta (D.17.2.8.10) y de dissoluta negligentia (D.íd.29
Pero si yo te pido que le prestes dinero a Ticio pr.), l a cual es equiparable al d d o . Además, Gce-
en mutuo, y t ú aceptas, ¿habría mandato? Servio Sul- rón (pro Rosc.Amer., 38.111) n m dice que en el
picio interpretaba que era una forma de consejo, por lo mandato no sólo s e responde por dolo (nzalitz'o-
que no había mandato. Pero triunfó la opinión poste- SUS), sino también por demasiada negligencia (negli-
rior de Sabino, quien pensaba que si bien había acá el gentius).
pedido de que prestaras Ticio, lo cual era "en t u inte- También en algunas constituciones se incluye la
rés" (tua gratia) no era, sin embargo, "en t u solo culpa: así, Diocleciano (C.4.35.11, año 293) exige una
interés'' (tua tantum gratia), sino también en el interés exacta diligentia, e incluso hace responder al manda-
de Tino que quena recibir el préstamo. Acá había, tario de toda culpa (omnis culpa; 6.4.35.13, año 294).
pues, válidamente un mandato, puesto que t ú no ha- Igualmente Constantino (C.4.35.21, del 313-15) tam-
bnas prestado a Ticio si yo no te lo hubiera mandado. poco exime al mandatario por c d p a .
Tú haces tu negocio, y en caso de que Ticio no te Se nota, por tanto, el fácil deslizamiento que se
pague, podrás demandarlo por la condictio certae cre- produjo del dolo a l a negligencia grave (culpa lata),
ditae pecuniae, Y si no Iiallas satisfacción me podrás y Enalmente a toda clase de culpa (Ulp., D.50.17.23:
demandarme por la actio mandati coniraria, pues he dolus et culpa), e incluso si e1 mandatario pierde el
asumido el riesgo (pericuium); (Gayo, 3.156; Inst., dinero entregado por el m a n d a , aun sine culpa
3.26.5-6; Marcelo, D.46.1.24). (Afric., D. 15.3.17 pr.). En términos generales pode-
Sobre "mandato de prestar dinero" (mandatum mos decir que el mandatario no responde por l a falta
pecuniae credendae) ver i~zfia: 445. de éxito en su gestión (así, t e ~ m d comprar
é algo
para mí y no lo conseguiste), p e ~ osí por no haber
5 442. O&Eigacisnesy aeekones nacidas obrado diligentemente p a r a conseguirlo (UIp.,
. diferencia de los otros contra-
del P P E D P Z ~ L ' L Z E O A D.11.2.12.9; D.íd. 26.6).
La actio 7nandati arrastra con s u condena la tingue cuando una de las p d ~ e s antes
, de hzber-
infamia (Gayo, 4.182;.Inst., 4.16.2). Cicerón (pro se realizado lo encomendado (re irziegra), desisten
Rosc.Amer., 38.111) decía que "el juicio de man- del contrato (revocare del mandante y denuntiare
dato no resulta menos deshonroso (minus turpe) del mandatario); Gayo, 3.159; Inst., 3.26.9).
que el de furtum".
1. La revocación del mandante puede ocurrir en
$ 443. Excesos en el eszmplinaierzto del cualquier momento, pero sólo surte efectos a partir
mamdceto. El mandatario debe cumplir regular- de l a notificación del mandatario. Así, si te mandé
mente las instrucciones dadas por el mandante que compraras un fundo, y luego revocando el man-
(Paulo, D.17.1.5). ¿Qué es lo que ocurre si actúa dato te escribí que no lo compraras, y t ú ya lo habías
en forma distinta o excediendo las órdenes im- hecho con anterioridad, te estaré obligado por la actio
partidas? Aquí hay que distinguir: mandati (Paulo, D.17.1.15).
a ) Cuando el mandatario se aparta total- 2. El mandatario también puede renunciar (Inst.,
mente de lo encomendado. Así, t e mandé com- 3.26.11), pero para quedar desligado debe ocurrir: ( a )
prar la casa de Seyo y compraste la casa de que renuncie cuando l a ejecución del mandato pueda
Mevio. No había mandato para tal cometido, por ser continuada por el mandante o por otro que éste
lo que el negocio queda para el mandatario, quien mande, de manera normal y sin perjuicios (Paulo,
se responsabiliza por cualquier perjuicio ocasio- D.17.1.22.11); ( b ) o que existan razones eximentes,
nado por dicho negocio (Paulo, D.17. 1.5.1-2). por motivos graves, así una súbita enfermedad, o un
b ) Cuando se apartó de las instrucciones viaje necesario, o por haberse generado una gran
respecto de un acto divisible; así, t e pedí que enemistad (Hermog.-Paulo, I3.17.1.23-25).
salieras fiador por la suma de 100 y tú t e com-
prometiste por 50. En este supuesto, quedo obli- Igualmente, por el carácter personalísimo del
gado como mandante, porque t e había autoriza- mandato, si antes de cumplido el mandato u n a
do por una suma mayor; e n consecuencia, no t e de las partes muere, ya sea el mandante o el
has excedido. Pero, en el mismo ejemplo, si mandatario, el mandato se disuelve. Pero, utili-
afianzaste una suma superior: así, 150, Juliano tatis causa, si el mandante falleció, e ignorán-
y la mayoría entienden que hay mandato hasta dolo el mandatario cumpliera el mandato, éste
el monto ordenado (es decir, 1001, pero no por tiene la actio mandati contra los herederos del
el resto (Jul., D.17.1.33). mandante (Paulo, D.17.1.26 pr.; Gayo, 3.160;
c ) Cuando el mandatario se apartara de las Inst., 3.26.10).
instrucciones en u n acto indivisible; así, te man-
do comprar una casa por 100.000 sestercios, 1. El mandato post mortem del mandatario (así;
podía suceder que tú la compraras por 150.000 que se me mande hacer luego después de mi muerte)
o que lo hicieras por 90.000. E n este último era inútil (Gayo, 3.158).
caso, no ocurre u n "exceso", por lo que no hay 2, En cambio, se admite el mandato post mortern
dudas acerca de que existe el mandato, ya que del mandante (es decir, para que sea cumplido des-
quien h e autorizado por u n precio determinado pués de la muerte del mandante). E r a válido y debía
y logró comprar por uno menor, está evidente- ser cumplido respecto de s u heredero. Así, "para que
mente beneficiando al mandante (Gayo, 3.161; después de mi muerte se hiciera un monilmento"
Inst., 3.26.8). (tnp., D.17.1.13.17); o también "Te mando que des-
E n cambio, en el caso primero (la has com- pués de mi muerte compres rui fundo para mis here-
prado por más), discutieron l a dos escuelas: los deros" (Gayo, D.íd.13); o "Te mando manumitir el
sabinianos opinaban que no había mandato, esclavo que t e he dado después de mi muerte" (Gayo,
mientras que los proculeyanos -opinión triun- D.íd.27.1).
fante- decían que existía l a actio mandati con-
traria hasta el monto autorizado (Gayo, 3.161; 5 445.Mandato de prestar d i n e r o (ma-61-
D.17.1.4; Inst., 3.26.8). datuni pecmiae eredendae) .
Por lo visto, se puede establecer l a regla Consiste precisamente en que el mandante
general de que si el mandatario excede las ins- encarga al mandatario prestar dinero, o abrir un
trucciones dadas por el mandante, se considera créditó, a otra persona. Se lo usaba como una
que el mandatario ' l ~ a c euna cosa distinta", res- forma más cómoda de "fianza", de tal modo que
pecto de lo cual no se puede responsabilizar al si alguien quería afianzar una deuda, sin recurrir
mandante (Paulo, D.17.1.5 pr.), salvo hasta la a las formas usuales de garantía (sportsio*, fidei-
medida del interés de éste en la ejecución del promissio* y luego la fideiussio*) mandaba tomar
mandato (Gayo, 3.161; D.17.1.41). el préstamo al mandatario asumiendo la responsa-
bilidad en caso de que el deudor no pagare.
S 444. Cesacion del mandato. A) Siendo el Ello podía tener utilidad en casos como ios
mandato un encargo basado en la fides, se ex- siguientes :
a ) Necesitas dkero, se lo pides n Ticio. Pero éI t e qi;e se equipararon ambas figuras (C.8.41.28). b ) Lo
exige un fiador. En lrrgz de recurrir a las figuras de mismo el derecho de oponer excep~<ones,t&o para
fianza, le mando a Ticio que te lo dé en mutuo. M los fiadores como para los man6antes ((3.4.30.12;
aceptar Ticio el mandato y otorgarte el préstamo, bTlp.,43.46.1.32 itp.). c ) Se extiende a los mandantes
como acreedor tuyo t e podrá demandar por l a condic- de p r h t a m o de dinero el beng6cium diuisionis
tio cerfae credztae pecuniae, y si es satisfecho podr5 fC.4.18.3; Pap., D.27.7.7 itp.). d ) Fiaalmente, se con-
accionar contra mí pcsr l a actio mandati contrane cede tardíamente a ambos el '%ene6cio de excusión",
(Inst., 3.26.5). para obligar al acreedor a demandar primero al deu-
b ) T ú me debes 100. En lugar de pagarte direc- dor principal y luego al fiador c mandante de esta
tamente a tí, t e mando que estipules con Ticio, que especie (Nov.4.1).
es deudor mío por 100, para que él como deudor
"delegado" te pague. Los juristas modernos lo calificarán de man-
Mediante esta sfiputatio ambas obligaciones (la datum qualificatum.
que yo tenía contigo y l a que me debía Ticio) s e
extinguen por novación;". Pero ello no obstante, yo 5 446. Gestión de negoeáo sin mandato
quedo obligado hacia tí por mi responsabilidad como (negotionnm gestio). El mandato como contra-
mandante. Y tú tendrás oportunidad de cobrarle a to exige el consentimiento de las partes. Pero
Ticio por lo prometido en l a stipulatio, pero también podía ocurrir que alguien, sin existir mandato
la acko rnandati contraria contra mí, si Ticio no t e se ocupe de los negocios de una persona ausen-
paga (Inst., 3. 26.2; P a d o , D.17.22.2; D.íd. 26.2; D. te. De esta intervención (negdiorum gestio =
45.7). gestión de negocios) nacía una acción, válida
C ) Lo mismo ocunría si en un caso como el ante- para una y otra parte: Bajo la forma de actio
rior, en el cual yo t e debo 100 y Ticio me debe 100 negotiorum gestorum directa la tenía el "dueño
a mí En lugar de pagarte directamente, te mando del negocio" (dominus negotii) contra el gestor
que se lo reclames como "fiador" (fidetussor) e n mi p a r a pedirle cuentas y obligmlo al traspaso de
favor a Ticio, pero a mi cuenta y riesgo (Inst., 3.16.2). todo lo conseguido a propósita de su gestión, así
Tú lo podrás reclamar a Ticio, y si no te satisfacepo- como la indemnización por los perjuicios ocasio-
drás venir contra mí por l a actio mandati contra-aria. nados por su intervención; y como actio negotio-
1. En el fondo, este mandatum pecuniae creden- rum gestorum contraria, la qae tenía el gestor
dae cumple la función de una Eanza por parte del contra el "dueño del negocio" para resarcirse de
mandante. Pero en e1 derecho clásico había diferen- los gastos y daños sufridos en su gestión.
cias con la fzdeiussio.
Por de pronto, el mandante (que aparece como 1. La negotiorurn gestio es vxa creación típica-
deudor respecto del mandatario) obtenía una cíerta mente romana, que no encontramos en otros pueblos
ventaja al estar obligado el mandatario a accionar da la Antigüedad. Es una aplicacibn de l a humanitas
primero contra el deudor delegado, antes que contra romana, en virtud de la cual aquel que ayuda a los
él. demás cuando éstos lo necesiten merece protección
Además, este tipo de mandato no creaba solida- jurídica (Ulp., D.3.5.1; Inst., 3.2'1.á).
ridad entre mandante y mandatario como o c d a con 2. El caso básico de esta gectián sin mandato es
la fideiussio entre deudor y fiador. De este modo, en el de l a representación judicial de u n ausente (caso
cualquiera de los casos que hemos visto, si simple- del procurator, v. supra, 3 113). Zllo explica que en
mente se hubiera tratado de una fianza (fideiussio), el Edicto Perpetuo, el tema de h negotiorurn gestio
el acreedor que demandaba al deudor principal ago- aparezca ubicado en el tít. VIII que habla de los
taba la actio por los efectos de l a litis contestatio", de cognitores y procuratores, es decir, los representantes
tal modo que luego no podía volver a accionar contra procesales.
el fideiussor-. En cambio. si se trataba de esta especie 3. Prontamente el pretor, ya en época republica-
de mandato, el mandatario contaba, en caso de no ser na, concedió primero una formula i n factum y Iuego
pagado, con la actio mandati contraria (Paulo, 2.17.16; también una formula i n ius con la cláusula ex fide
D.17.1.32). bona ( E P , Q 35). En principio era para el caso de la
Pero, a su vez, los mandantes no podían aprove- administración de bienes de UEL "ausente" (Ulp.,
charse de las excepciones que tuviera el deudor, como l3.3.5.1; Gayo, D.íd.21, a la que se agregó la de una
ocurría con los fzdezussores (Javol., D.39.5.24). Y el persona fallecida (Ulp., D.íd.12(13) pr.-2).
beneficiurn diu~sionisen caso de pluralidad de f - 4. Una acción i n facturn espeeial se concedía a
deiussor-es, aprovechaba sólo a éstos (Gayo, 3.1211, y aquel que había hecho gastos para el entierro de
no a los mandantes. alguien extraño, llamada actio f u n e r ~ r i a(Ulp., D.11.7.
2. Con Justiniano, el mandatum pecuniae creden- 12.2 y SS.; D, íd. 14.6; EP, 3 94) contra los herederos
dae fue una figura de mandato especial y práctica- del difunto.
mente s e fusionó con l a fdeiussio: a ) Desapareció el 5. Las dificultades que surgen, porque lo poco
efecto consuntivo de !a liiis C O B ~ @ S ~ U ~deO ,tal modo que conocemos de l a evolución de la negotiorum ges-
tio es lo que luce en D.3.5 (C.2.18(19)), cuyos tex%os "afectando doloso disimulo" l e hubiera entonces pro-
fueron muy trabajados por los compiladores. Uno de hibido hacer nada al gestor, para no pagarle.
los datos más importantes es la ampliación en la 4. El requisito de exigir la "intención" (animus)
formula, donde se hablaba de "negocios de un ausen- por parte del gestor, aparece en algunos textos
te", por "negocios de otro" (alterius: Ulp., D.3.5.3 pr.; íAlej.Severo, C.2.18.11 y SS.; ctnimus recipiendi; Gor-
Inst., 3.27.1). diano, C.íd.15). Y será subral~adopor los compilado-
res bizantinos. Así, en Paulo (D.10.3.14.1 itp.: "gectio-
3 447. Para que se pueda dar la negotiorum nar un negocio con el antmus de obligarse respecto
gestio es necesario: de alguno"). Y también en Juliano (D.3.5.6.3) a pro-
a ) Que el gestor se haya ocupado de un pósito de alguien que cuidó Ias negocios de otro pero
negocio que fuera ajeno. El interés subjetivo de no por consideración (contempíatio) a mí, sino por
"querer hacerlo así", prácticamente hay que su- lucro suyo. De todos modos, s i Po realizó para cometer
ponerlo desde el momento en que el gestor esté depredaciones tendré acción caeitra él, e igualmente,
interviniendo en los negocios de otro. Precisa- si no fuera con mala intención, tendrá dicho gestor
mente de este actuar nace la obligación de que acción contra mí, "por aquello e n que me hice más
dicho gestor pudiera resarcirse de los dineros rico". Se ve, por lo tanto, la relatividad del requi-
empleados. Esto entra dentro de la naturaleza sito bizantino, ya que acá no aparece el elemento
primigenia de la "gestión de negocios", prote- subjetivo.
giendo a aquel que de algún modo enriqueció a
otro. En el derecho justinianeo, en cambio, pa- b ) Igualmente, esa intervención en los nego-
rece exigirse el elemento subjetivo por parte del cios del ausente o del fallecido, debía ser reali-
gestor (animus, contemplatio) acerca de fa in- zada L'útilmente" (utiliter). Este requisito, para
tención de hacerse resarcir los gastos. los clásicos, era entendido como que la gestión
debió haber sido realizada de manera razonable
1. Todo esto despierta fuertes controversias acer- para favorecer al "dueiío del negocio", sin inte-
ca de l a presencia de este elemento subjetivo (animus resar el resultado final del negocio, que puede
aliena negotia gerendi), por lo menos en el derecho no ser favorable para éste. Así, es "útil" la in-
clásico. Parecería que, pese a las dificultades de las tervención del gestor que cuidó de una casa
fuentes, los clásicos insistieron más en el "elemento ajena, aunque ésta finalrnmke se haya incendia-
objeti~ro"(que se trate de un negocio ajeno). Pese a do, o curado a un esclavo ajeno, aun cuando
ello, la intención del gestor podía tener importancia luego éste se haya muerto j u p . , D. 3.5.10(9).1).
en ciertos casos. Sólo se requiere que haya, comenzado siendo
Así, por supuesto, si por error hubiera adminis- "útil" (utiliter coeptum; U-Sp-,D.3.5.10(9).1, irz
trado bienes propios creyendo que eran ajenos, evi- fine).
dentemente no procede ninguna actio (Jul., D.3.5.6.4),
lo cual se explica porque los bienes no son objetiva- Acciones. En fa época clásica apare-
448.--."-,.---,---*..
mente ajenos. Pero si creyendo que mediaba un con- ce la actio negotiorum ges$arum, con dos fórmu-
trato de mandato, administré los bienes de otro, tam- las: la actio n.g. directa y Icr actio n.g. contraria,
bién se entiende que procede l a actio negotiorum nacidas para el caso de la administración de
gestorum (Ulp., D.3.5.5 pr.). negocios de un ausente o de un fallecido. Ambas
Igualmente tiene importancia la voluntad de que- fueron al principio in facfum, pero luego i n ius
rer administrar los bienes ajenos, cuando ésta no y con la cláusula ex fide bona (EP, Q 3 5 ) .
estaba dirigida a crear una obligación para el "dueño \A) El "dueño del negocia" tiene la actio ne-
del negocio". Así, en el caso de que el gestor hubiese, g o t t m u m gestorum directa para obligar al gestor
p.ej., prestado una fianza con ánimo de donación a rendir cuentas de su actuaciáq y restituirle
(Ulp., D.3.5.4); y también, si no h a hecho más que todo lo que hubiese recibido por 12 gestión (Ga-
cumplir con un deber familiar, como p.ej., si dio yo, D.3.5.2; Inst., 3.27.1).
alimentos a s u sobrina (Modest., D.3.5.27.1). E n estos
casos no hay negotiorum gestio. 1. En principio, el gestor de negocios responde
2. En el caso de l a gestión realizada por alguien por el dolo cometido en s u gestión (Ulp., D.3.5.3.8;
en contra de l a voluntad de su dueño, hubo disputas Lab.-Ulp., D.íd.3.91, pero también por l a culpa (Pomp.,
entre los autores clásicos, puesto que algunos opina- D.3.5.11; Pap., D.3.5.31 pr.; Paulo, D.47.2.54.3), de-
ban que al gestor le correspondía directamente l a biendo actuar con total diligencia (exactissima dili-
actio negotiorum gestorum; otros, como actio utilis, gentia; Inst., 3.27.1). Incluso, por el caso fortuito
siempre en razón de los gastos que representaban cuando el gestor h a realizado actos riesgosos que el
una ventaja objetiva para el dueño. Otros, como Ju- "dueño del negocio" no estaba acostumbrado a hacer
liano, denegaban la actio. Justiniano (C.2.18(19).24), (Próc.-Pomp., D.3.5.11(10)).
donde figuran estas opiniones, terminó decidiendo 2. Podía ocurrir que luego de comenzada la ges-
que el gestor carecía de acción, salvo que el dueño tión, el "dueño del negocio" la hubiera ratificado.
icontinúa como tal o se trasforma en mandato? Los 3.27.1), extendiendo s u aplicac<ón, reducida en
tenos son anlhiguos. Según Ulpiano (D.50.17.60), la !a &poca clásica al caso del a m e n t e y del falIe-
ratificación de lo hecho por el gestor, lo obliga al cido, a todo caso de "gestiórr de los bienes de
"dueño del negocio" por la actio mandati, mientras otron (alterius; Ulp., 0.3.5.3 pr. itp.). De este
que Scévola establece que continúa gozando de la modo, la gestión de negocios tiene crn carácter
actio 72eg. gestoruln (D.3 5.9(10)).El interés que tiene muy general, aplicándola a l a administración de
la ratificación es que el "dueño del negocio" esta patrimonios ajenos.
reconociendo su utilidad. Incluso Marcelo nos dice
que si alguien comenzó a ser gestor, y luego se le dio 1.De este modo, queda aprozhada al caso de la
mandato, son válidas ambas acciones (Marcelo-Ulp., tutela (Inst., 3.27.2), al igual que para las gestiones
D.3.5.3.11). de una comunidad incidental de copropiedad sobre
l una cosa sin haber sociedad (Inst., 3.27.3), así como
B) A s u vez, el gestor del negocio puede también entre coherederos (Inst., 3.27.4).
recTamar por l a ac-t. neg. gest. contraria, por En la época clásica existían casos de acción direc-
gastos realizados, siempre y cuando que l a ges- t a y de "acción útil", los cuales desaparecen "como
tión haya sido "útil", aunque no haya resultado sutilezas7'del procedimiento fomdario, que nada tie-
totalniente eficazTUlp., D.3.5.9(10).1). E n todo nen que hacer con el procedimiento cognitorio extra
caso puede reclamar hasta el monto de l a uti- ordine7n (Paulo, D.3.5.46.1 itp.). En tal sentido, cabe
lidad que haya proporcionado al "dueño del ne- conjeturar que al curator firiosi cn prodigi, se le debía
gocio" (Jul., D.3.5.6.3; Gayo, D.íd.2: "si adminis- conceder (salvo que actuara por un pupilo ausente)
tró útilmente"; Pomp., D.íd.ll(l0)). una actio utilis. Rastros de esto todavía se conservan
en Justiniano, que concede al cumtor, en forma direc-
8 449. E n l a época clásica, la "gestión de ta las utiles curationis causa actiones 03.27.3). E n
negocios" es concebida como una forma "contrac- cambio, las relaciones entre tutor y pupilo, al igual
tual", aunque no haya consentimiento. Así, Ga- que en la época clásica se conceden la actio tutelae
yo (D.3.5.2) nos dice que e n este caso l a acción directa y co~traria.
nace "de una u otra parte" (uLtí-o citroque nas- En caso de la comunidad incidental, aproximada
citur actio), con lo que reconoce l a reciprocidad al condominio, las cuestiones sobre gestiones realiza-
propia de los contratos. das se ven en la actio communi diz~ividundo*;y en el
Justiniano, por l a falta de consentimiento, caso de los coherederos por la acti-0 familiae erciscun-
l a considerará como u n quasi ex contractu (Inst., dae" (Inst., 3.27.3-4).
LAS DONACIOhWS
$ 450. Concepto. Se habla de donación (do- funcionan siempre como "motivos" de la donación,
natio) cuazido una persona (donante), sin que pero TPIJ como s u "causa jurídica".
nadie lo obligue le atribuye a otra (donatario) 3. La danatiernis causa EuncYana siempre como
de manera gratuita, ya la propiedad de una gratuita, estando ausente "jurídim e n t e " l a contra-
cosa u otro beneficio económico. prestación. Así, lo dice Papinianor "Se entiende como
A) En un principio, la donación consistió en donado lo que se concede sin que el ius obligue a
trasferir una cosa a otro, en forma gratuita, hacerlo" (D.39.5.29 pr.; D.50.17.82). De aquí nace la
liaciezldo que la adquiriera en propiedad, por cierta desconfianza o suspicacia c m que se h a mirado
medio de una marzcipatio, si se trataba de una siempre a las donaciones, puesto que se aparta de lo
res marzcipi o de una traditio, si era una 7-es nec que sucedía normalmente en los actos onerosos, don-
nzancipi. de el detrimento o el enriquecimiento tenían siempre
una contrapcil-tida.
1. Por ello recuerda Paulo que "donación fue Ila- Una prueba de ello es que Tos juristas clásicos
mada así de «don» (dono), como cosa dada en don" elaboran sus dichos sobre la base de los comentarios
(D.39.6.35.1; cfr.FV, 275: dono res data est (el "don" efectuados en tomo de la lex Cincia, que limita osten-
es la cosa dada); FV, 281; 283). Acá la expresi6n dono siblemente los negocios por causa de donación, y de
dare (v. también en FV,275; 281; 283) tiene un sen- la psobibición de donaciones entre cónyuges (v. infra,
tido muy riguroso en lo jurídico. Dare es expresión de 542).
que la cosa es trasferida en propiedad. Y dono, que lo 4. La donationis causa invol~lisasiempre, por un
es en forma gratuita, por pura liberalidad. lado, m beneficio lucrativo para el donatario y un
desmedro o empobrecimiento parz el donante. Por
3)Pero prontamente se llega a la noción de ello, a pesar de que también son "gratuitos", ni el
la donación como donationis causa (causa de comodato, ni el depósito ni el maadato, no son dona-
donación), con lo que se amplía .el campo de ciones.
aplicación, puesto que aparte de trasferir gra- Agui es lítil establecer una diferencia entre "ac-
tuitamente la propiedad, involucra todo acto que tos gratuitos" y "actos lucrativos". En estos últimos,
si,gnifique u11 ellriquecimiento gratuito para el tal como el caso de la donación, SB logra una adqui-
donatario a expensas del donante que de algún sición definitiva de u n bien económico (Gayo,
modo se empobrece. Así, por donationis causa te D.50.17.51). En cambio, en los p h e r o s , los que pres-
puedo perdonar una deuda no cobrándotela tan el servicio gratuito no logran una adquisición
(TJlp., D.39.5.17), o constituírte gratuitamente patrimonial definitiva, ni tampoco l a otra parte sufre
una servidumbre a tu favor, o renunciar a la un desmedro o un empobrecimiento.
servidumbre que tenía sobre tu fundo (Pap.,
D.8.4.17).
H. DONACIONES ENTRE VIVOS
1. Lo que hay que tener en claro es que en el
derecho clásico la donación no es propiamente un 8 451. HBereckLo clásico: A) Tal como diji-
negocio típico, ni menos aún un contrato. Es simple- mos la donación n o es un contrato, ni una obli-
mente una "causa lucrativa" (llamada así porque en- gacibn, sino directamente el negocio por el que
riquece a alguien), a la que se denomina causa do- normdmente se trasladaba a otro la propiedad
~zationis.En tal sentido acompaña a un acto jurídico (datto), por razón de libera'didad (donationis
cuando por medio de éste se quería beneficiar gratui- causa). Así, por la mancipairio si se trataba de res
tamente a otro; así, una mancipatio o una traditio; o mancipi, o la traditio si era una res nec rnancipi.
una stipulatio o una acceptilatio. Por ello, la mera convención o pacto por el
2. La dolzation~scausa es una causa en sí misma. cual una persona promete d o n a algo a otra no
Quien la realiza tiene sus "motivos" (generosidad, produce ningún efecto para nin,wa de las par-
benevolencia, ganas de ayudar a otro, pero también tes. Era simplemente la manzestación de una
ánimo de captarse su adhesión para que haga algo: voluntad de querer donar, pera sin consecuen-
así, un polítrico para que voten por él, etc.). Pero éstos cias prácticas (FV, 266a; 268 y 263). Si se que-
ría realmente donar, era necesario operar el a l a esposa, pero que la misma se resolver5 si
acto jurídico pertinente: así, la munciputio, o l a no se producen las nupcizs (Jul., D.ibíd.; 1.1).
in iure cessio o l a tl-uditio, y también prometerla
por una stipulatio, o si se trataba de la libera- 1. Hoy día se diría que en e1 segundo caso la
ción de u n deudor, por una acceptilatio, que donación está sujeta a una "condición suspensiva", y
extinguía la obligación ipso iure ((2.8.44.2) o por en el tercero, a una "condic4Bn resolutoria", de tal
medio de un pactum de non petendo, que daba modo que la propiedad dada quedaba suspensiva-
al deudor la defensa de la exceptio pacti colzuen- mente adquirida o resuelta.
ti (D.20.6.1.1). Los romanos decían que en el segundo caso la
donación era una "donacián suspensiva", mientras
1. Para que sea válida la donación es necesario que en el tercero, como ignoraban la existencia de
que quien quiere hacer la liberalidad tenga, emplean- "condición resolutoria", hablaban de que la donación
do el lenguaje de los bizantinos, el animus donandi, era en principio inmediata, pero estaba cargada de
es decir que la está haciendo por causa de donación, efectos resolutorios, subordinados a que no se cum-
sin estar obligado por derecho. pliera una condición suspeneva.
La expresión clásica es donationis causa, que es 2. Hay además otro aspecto: e1 dominium romano
bien objetiva. En cambio, animus donandi, que seña- no podía ser afectado en el tiempo por una cláusula
la un aspecto "subjetivo" distinto, parece más bien resolutoria, puesto que existe o no, pero no limitado
bizantina. en e1 tiempo (Diocl.Maxim., W, 283).
2. Normalmente, el acto que involucra una dona-
ción va acompañado de la aceptación del beneficiario. Por tanto, en este caso de donación suspen-
Así, no se podría concebir una mancipatio o una sivamente condicionada a un efecto resolutorio,
traditio sin esa aceptación. Pero no siempre ocurre de s i bien l a donación era resuelta, el adquirente
este modo. Así, p.ej., si alguien paga la deuda de otro quedaba como propietario. E1 donante tenía l a
donationis causa sin saberlo el deudor, o si un acre- posibilidad de obligarlo a restituír el dominio
edor perdona la obligación del fiador también dona- por medio de la condictio (Alej. Sev., C.4.6.2,
tianis causa, sin saberlo el deudor principal, hay sin a ñ o 228; Valer.Galieno, (2.8.55.1 itp., in fine).
embargo donación (Venuleyo, D.42.8.25). Pero el be- Más tarde se admitió, aparte de l a condictio,
neficiario puede rechazar la donación, pues nadie una vindicatio utilis. Ésta figura en el texto
está obligado a recibir una donación que no quiere citado del Código (8.55(54).1), pero resulta su-
(Paulo, D.50.17.69; Ulp., D.39.5.19.2). mamente sospechoso, al igual que el de Diocle-
ciano (C.8.55(54).2, comparado con s u auténtico
B) E n los casos en que l a donación involucre de FV, 283), ya que serán los bizantinos y Jus-
que el donatario se vuelva propietario, se pue- tiniano quienes se manifestarán proclives a ad-
den presentar problemas para el caso de que se mitir l a propiedad revocable.
haya dispuesto que l a donación se haya hecho
en forma condicional. Q 452. Limitaciones a las donaciomess lex
Juliano (D.29.5.1 pr.) analiza estos tres Cimncia. Esta ley, en realidad un plebiscito del
casos: año 204 a.c., estableció l a prohibición de donacio-
a ) Ef primero, cuando el donante da de ma- nes que superaran un determinado monto (mo-
nera que la cosa pertenezca inmediatamente al dus legitimus) -desconocido para nosotros-, sal-
donatario, y que de ningún modo vuelva a él. vo que se t r a t a r a d e p a r i e n t e s (personae
Juliano dice que ésta es propiamente la que se exceptae). Los motivos de esta ley no aparecen
llama donación. E n tal sentido la donación es muy claros, pero están VLrmmlados con la necesi-
irrevocable. dad de evitar los regalos y donaciones excesivas.
b ) El segundo, cuando el donante da de ma-
nera que la cosa no sea del beneficiario sino 1. La ley Cincia tenía dos capítulos. En el cap. 1
después que se haya cumplido un cierto aconte- se prohibía a los oratores que defendían a otros en un
cimiento (condición). En realidad, no hay acá juicio, recibir regalos. Así, Tácito (Ann.,ll.5) recuerda
todavía en forma propia u n a donación, por cuan- el caso de un caballero romano, Samius, quien se
to ésta está dependiendo del acaecimiento o no atravesó con su espada en l a casa de su defensor que
de la condición. De cumplirse ésta, se perfeccio- lo había traicionado en el juicio, luego de haberle
na la condición. pagado 400.000 sestercios, 10 que provocó indignación
C) El tercero, cuando el donante da la cosa en Roma.
para que el beneficiario se haga propietario in- Esta prohibición de la ley fue mal observada en
mediatamente, pero con la condición de que de la práctica. Posiblemente se le concediera al donante
suceder o no suceder determinado acontecimien- una acción por el simplum. Augusto estableció por un
to, podrá reclamar s u restitución. Así, si el es- s.c. una pena del quadruplum contra el orator con-
poso (no el cónyuge, c h o el "prometido") da algo traveniente (Dión Cassio, 56.18). Claudio estableció
k i 5 DON
un monto 1icir;o (10.000 sestercios, Sác..ll.i). Final- bida por la ley aunque todzvis no perfecciona-
mente, habi8ndose admitido que los honorarios po- da, hasta su muerte, conforme a la regla "Vin-
dían ser reclamados extra ol-dznem, esta sarte de la cia morte remoueatur" (Pap., FV,259, In fiae:
ley decayó totalmente "con la muerte se deja sin efecto la ley CirzrEa"),
2. En cuanto al cap. IT sobre las donaciones, el la donación se perfeccionaba, de tal modo que
texto principal es el capítulo ad legem Cznciam de los los herederos no podian ante el reclamo del
F ~ a g ~ n e n t Ti'aticana.
a Pese a la extension ($8 260- donatario oponer l a exceptio legis Cinciae,
3161, el tema del qualztuln del monto permitido no puesto que serian rechazados por la replica-
está revelado. tio doíi (Pap., FV,259; Utp., W, 266; Diocl.,
En cuanto a las pel-solzae exceptae, una lista, FV, 312).
puede ser incompleta, menciona a los cognados hasta Ya en la época posclásica esta ley cayó en
el 5" grado, y el S O ~ T L ~ L yL Sla sobrina en el 6" grado, desuso, quedando abolida en el año 428 (CTh.,
los afines, tutores y pupilos, esclavos y libertos (Pau- 8.12.4).
lo, FV, 298-309; Paulo, 5.11.6).
453. Refamas p o s t e r i ~ ~ nA) ~ sSegún
. m a
A) La ley Cilzcia no preveía nin,pna san- constitución de Constantino del año 316 (FV,
ción, ni penal para el infractor, ni tampoco Ta 249; CTh., 8.12.1 = C.8.54(53).25),para presenir
nulidad de la donación; era una lex inzperfecta". las dificultades de probar una donación, subor-
Sin embargo, el pretor, para hacerla cumplir dinó la perfección de ella, a la que hizo un
otorgó una excepción (exceptio legis Ctaciae), negocio típico, al cumplimiento de estos tres
siempre y cuando que el acto no se Irrubiera requisitos: a ) la redacción de rrra escrito indican-
perfeccionado. do las partes ktervinientes, así como la cosa
que se donaba; b ) la tradición efectiva de la cosa
l . Se entendía que la donación quedaba perfec- donada ante irn gran número de testigos; y c ) la
cionada (donatio perfecta) si se había logrado trasmi- testificación del documento en los registros de
tir la propiedad. Así, si se había realizado la n a n c i - los magistrados locales ( i n s i n ~ a t i o )Cumplidos
.
patio respecto de una res rnancipi habiéndose estos requisitos la propiedad es del donatario.
entregado l a cosa, o l a tradiiio respecto de una res
7zec rnalzcipi (Pap., FV, 264; Paulo, FV, 310-311). En 1.E1 uso de l a donación por ciocumento (professio
este caso, la donación, pese a estar prohibida, era apud actam) era usado mucho tiempo antes (Alej.
inexpugnable. Sev., FV, 266a; Diocl., FV, 297). La insinuaiio parece
2. En cambio, veamos estos otros casos: haber sido requisito obligatorio establecido por Cons-
a ) Ticio ha hecho u n a donación proKbida a Me- tancio Cloro, padre de Constantioo (CTh., 3.5.1).
vio respecto de una res mancipi. Ha mancipado la 2. La insinuatio tenía una doMe finalidad: por un
cosa, pero aún no se la entregó. Si Mevio se l a lado, en interés del donante y sir familia, ya que es
reclama por la rei vindicatio, Ticio le puede oponer la más difícil donar algo más o menos ligeramente, que
exceptio Legis Cinciae (Paulo, FV, 311). proceder a s u forma escrita y posterior registro. P por
6) Ticio ha hecho una donación prohibida a Me- el otro, en interés de los terceros, ya que l a publici-
vio, habiéndole entregado una res mancipi pero sin dad pone en guardia contra los peligros de una do-
hacer la mancipatio. Ticio se l a puede reclamar por nación clandestina (FV, 249).
la 7ei vindicatio, puesto que es aún el propietario. Si
Mevio le opone la exceptio rei donatae e t k a d i t a e B) Justiniano tendió a una fusión entre las
(semejante a la exc. rei verzditae et t r a d i f a e ) , Ticio le soluciones clásicas y las posdásicas.
puede replicar con la replicatio legis Cinciae (Diocl., a ) Por un lado, rescata el sentido de la
FV, 312). donación como "causa de adq~risicióndel domi-
C ) Ticio prometió por una stipulatio hacer una nio", ubicándola en las Institueas luego de ha-
donación prohibida a Mevio. Si éste le redamara por blar de las c'usucapiones y de las posesiones
la condictio, Ticio le puede oponer la ezceptio legis longi temporis" (Inst., 2.7 pr. y 2 ) , separándola
Cinciae (Uip., FTT, 266; Paulo, FV, 311). de la trasmisión de la propiedad, manteniendo
Ulpiano (FV, 266) nos dice que incluso habiendo la distinción entre "título" (donatio) y "modo"
una suma prometida, en contra de la ley Cincia, el (traditio).
donante podía repetir lo pagado con exceso, es decir, b ) Pero eleva la promesa de donación a la
más allá del monto permitido como posible de dona- categoría de "pacto legítimo" sancionado por la
ción por la ley Cincia, y si el aonatario le oponía la ley. De este modo, sin necesiCTad de recurrir a
exceptio leg.Cinciae, el donante le podía replicar por la stipulatio como en la época clásica, ahora es
la rep1icai;io doli. un negocio típico que genera la actio ex 2ege
para su cumplimiento (C.8.54 [53).35.5, año 530;
E) En !a última época clásica se determinó 36.3). Incluso, hasta llega a hablar de contrae-
que si el clonante persistía en su donación, prohi- tus donationz~m(C.4.21.17 pr.): si bien o o se
atrevió a hacerlo figurar en la lista oficial de los esta cosa por tu próximo casamiento con Idla"),
contratos. que luego no se realizaban (Jd.,D.8.5.1.1); b ) en
un caso análogo, no se cusripla el cargo en la
l. E n principio, el pacto de donación es de ca- donatio sub modo, que veremos luego; y por
rácter consensual pudiéndose perfeccionar por escri- supuesto, siempre que procesahente se pudiera
to, o sin escrito. Desde que se h a manifestado así la hacerlo, para las donaciones prohibidas por la
voluntad del donante, nace para éste la obligación de ley Cincia.
hacer la traditio de la cosa (Inst., 2.7.2; C.8. 54 Pero este principio genérico de la "irrevoca-
(53).35, año 530). Como Zo dijimos: el donatario tiene bilidad" irá conociendo excepciones:
la condictio ex lege (C.8.54(53).35.5,año 530). A) Por causa de ingratitud. El primer caso
2. Se suele mencionar como antecedente clásico surgirá, aproximadamente en el siglo 111 d.C., a
una regla establecida por Antonino Pío, según la cual propósito de la donación que hiciera un patrono
las donaciones entre ascendientes y descendientes a su liberto. Si éste realizaba un acto de ingra-
(inter parentes et liberos), exceptuados de la ley Cin- titud, el patrono podía revocarle la donación
cia, se podían realizar mediante la sola voluntad del efectuada (Filipo, C.8.56(55).1, año 249; FV, 272).
donante, quizá expresada en un documento, sin ne- Constantino extenderá esta posibilidad al pa-
cesidad de la mancipatio o de la traditio (Cm., 8.12.4). dre en casos determinados de ingratitud de sus
Pero resulta muy dudoso que Antonino Pío-haya que- hijos (FV, 248). Constancia y Clemente le con-
rido constituír un "pacto de donación" para este caso. cederán la misma posibilidad también a la ma-
Más bien se trataba de evitar investigaciones indis- dre respecto de i n g r a t i t u d de los hijos
cretas entre estos familiares (scrupulosae inquisitio- (C.8.56(55).7; año 349). Y Theodosio y Valenti-
nes; FV,314). Otros textos de los Fragmenta Vatica- niano extenderán el mismo derecho respecto de
n a están en contra de este pretenso "pacto de las hechas entre ascendiente y descendiente
donación" (263; 293; 297). (C.8:56(55).9).
Finalmente, Justiniano establecerá la posi-
C ) Por otro lado, exige la insinuatio de las bilidad de revocar todas las donaciones por cau-
donaciones, pero sólo si superan un determina- sas taxativamente determinadas de ingratitud:
do monto (primero era de 300 solidos de oro; injurias graves, o "ponga en él (el donaate) sus
C.8.54(53).34 pr.; y luego de 500 sólidos (C.,íd. manos impías, o con insidias grandes le provo-
36,3, año 531). Están exentas de la insinuación que un daño patrimonial, o haya atentado a la
las donaciones hechas al emperador o por el vida del donante"; las causales de ingratitud
emperador, el rescate de cautivos, las destina- debían quedar perfectamente probadas ('2.8.56
das a obras pias, etc. (C.,M.34;36; (3.5.12.31). (55).10; año 530).
La posibilidad de revocar sólo la tiene el
3. La donación no "insinuada" es nula, pero sólo donante, por medio de la condictio ex tege, pero
por el monto que excede los 500 sólidos (C.,íd. 34.1). si éste soportó las afrentas y no hizo nada, sus
Si la cosa donada no puede ser dividida sin inconve- herederos carecen de derecho para hacerlo
nientes, por esta nulidad en el exceso se formaría, (C.,ibíd.).
una communio entre el donante y quien aceptó la B) También por una constitución de Cons-
liberalidad. tancio y Constante, se permite al patrono que
Así, supongamos que se donó u n fundo cuyo valor había donado todos sus bienes o una parte de
era de 1.500 sólidos: l a comunidad estaría formada ellos, sin tener hijos en el momento de la dona-
por el donante por 1.000 y por el beneficiario de la ción, y luego los tuviera, que pudiera revocarla
donación por 500. Se le ofrece al de la mayor parte (C.8.56(55).8, año 355).
conservar el fundo pagando al otro la suma menor. Si
no lo quiere hacer, entonces se le ofrece análoga
posibilidad al de la suma menor (C.,íd.34.2). 11. FIGURAS ESPECIALES DE DONACIÓN
Si el donante ha efectuado sucesivas liberalida-
des, hay que considerar si cada una por separado no 455. 1. Donación sqjeta a una carga
supera el monto de los 500 sólidos para la znsinuatio. (danatir, sub modo). NO obstante SU carácter
No corresponde hacer la suma de todas ellas (C.,íd.3). gratuito, la donación puede estar acompañada
de una carga (modus), establecida por pacto no
5 454. RevocaciBaz de las donaciones.En formal, que debía cumplir el beneficiario. Así, A
principio toda donación inter vivos (distinto es da la propiedad de una casa donationis causa a
el régimen para las mortis causa) es definitiva. B, pero le impone la carga de ceder en forma
Por tanto, no cabe la revocación por parte del vitalicia una habitación al donante o a un ter-
donante. Ello ocurre así, mientras a ) no se trate cero. Esta carga no suspende los efectos del
de una donación sub condicione, como p.ej., cuan- acto, como ocurre en la condición, ni tampoco
do se donaba a propósito de nupcias ("Te doy significa una contraprestación.
En e! derecho clásico, el donan?;&(asi colno 4. Por benigna inferpretaiio: In donación de ves-
también el beneficiario de la carga si era uu tidos y otras cosas "que yo ta7ie-sa el día de mi
tercero) no podía exigir el cumplimiento de la muerte" a un liberto, se l a consideró válida como
carga, salvo que hubiere mediado erna stipula- mortis causa (Ulp., D.39.15.16).
tio, o un pactum fiduciae, acompañando al acto
de la rnarzcipatio. A) La donación mortis causa podla estar su-
Sin embargo, en el derecho clásica tardío se bordinada a la muerte de dos m a e r a s distintas.
le concede al donante, aun sin haber mediado Así, entregando la cosa donada, pero de tal
una stipulatio, una condictio tob causam) para modo que el beneficiario no s e hiciera propieta-
resolver la donacióii (por haberse ido contra la rio de ella sino luego de la muerte del donante
fides de lo pactado); Alej.Sev., C.4.6.2; Diocl., (Ulp., D.39.6.2; D.íd. 29; Marcelo, D. 40.1.15).
FV,286. Se trataría de una condición puramente suspen-
siva, de tal modo que si ocum'a la muerte, fa
1. En este último texto se menciona el caso de propiedad se adquiría directamente (Marcelo,
una donatio sub modo: Te doy esta casa como dona- 13.40.1.15). Si no ocurría o pñ-emoría el benefi-
da, pero luego de cierto tiempo se la tendrás que dar ciario, el donante puede ejercer la rei vindicatio,
a Ticio. E indica que a éste, benigna iuris interpl-e- puesto que la cosa no ha dejado de ser suya
tatione por constituciones imperiales se le concede (Juliano-Ulp.,D.39.6.2, in fine).
una actio utilis. Y también trasfiriendo directamente la pro-
piedad de la cosa donada, pero con la condición
En la época de Justiniano, la donatto sub de que le será devuelta si no ocurre la muerte,
nzodo pasa a configurarse como u n contrato in- o si premuere el beneficiario (Ulp.,D.39.6.2;
nominado (del tipo do ut facias. El donante DJd.29). Acá estamos en presencia también de
podía: a) reclamar el cunzplimiento del modus una condición suspensiva, pem con efectos reso-
por la actio praescriptis uerbis (C.8.54 (53).9 lutorios. El donante puede demandar la devolu-
itp.); o b ) recobrar la cosa si el a o d u s no se ción de la cosa por la condictiao (o& causam; ab
cumplía, por medio de una condictio causa dafa rem datam); ocurre acá lo mismo que habíamos
causa non secuta (6.4.6.2). Si el beneficiario del visto en las donaciones intes ~livos(v.supra, 5
modus era un tercero contaba con uua actio 451.B; Jul., D.39.6.13 y 19; &-ic.,D.íd.23; Mar-
utilis (C.8.54(55).3.1). ciano, D.íd.26; Paulo, D.íd.35.5; ULp., D.íd.37.1).
B) La donación mortis causa se consideró
$ 456. 11. Donaciones rnortks causa. Se que era perfecta e irrevocable por la ocurrencia
trata de "donaciones por causa de muerte". Así, de la muerte. A partir de la época posclásica,
cuando alguien teme una muerte inminente, do- criterio que mantiene Justiniaao, se la conside-
na p.ej., un fundo para cuando efectivamente r ó revocable por el propio donante en vida (Pau-
muera. De este modo, si el donante ha logrado lo, 3.7.2; Inst., 2.7-1).
salvar el peligro de muerte, o también si el
beneficiario ha premuerto en relación a él, fa 1. Así, se consideró que l a donación se mantenía
donación cae por haber fallado la causa. si el donante se mantuvo perseverando en su volun-
tad de donar (Marcelo, D.40.1.15 &p.). Esta perseve-
l . Según explica Paulo (D.39.6.35.41, podía ocu- rancia de voluntad era supuesta mientras el donante
rrir, ya que el donante se encontrara en el momento no expresara una voluntad contraria (Marcelo, D.ibfcE.1.
de hacer l a donación ante el temor de sufrir una Pero e1 cambio de intención provocaba la autorización
muerte presente o futura, pero también, sin sospecha al donante de pedir l a devolución de la cosa (Jul.,
de peligro alguno para su vida, estando bueno y sano, D.39.6.13.1; Tnp., D.íd.30 itps.), aun en caso de duda
pero teniendo el pensamiento puesto en que l a suerte acerca de si el donante mejoraba o no de salud (Jul.,
de todos los liumanos es la muerte (sola cogitatione D.39.6.16).
mortalitatis; cfr.Ju1.-Ulp., D.39.6.2). 2. Al igual que para las donaciones inter vivos,
2. Se explicaba esto diciendo que en esta clase de Justiniano le otorga no solamente la condictio para l a
donación, el donante quiere tener más bien !a cosa pa- devolución de l a cosa, sino directamente una rei uin-
ra sí antes que para el donatario; y a su vez, que l a ten- dicatio utilis (Ulp., D.39.6.29-30 i C ~ s . )fiel
, al princi-
ga éste antes que el heredero (Marciano, D.39.6.1 pr.). pio bizantino de que podía existir una propiedad
3. También la donación podía quedar subordina- "revocabf e''.
da a la muerte de una tercera persona. Así un patel-
temiendo la muerte de su filius o de s u hermano le C) Esta clase de donaciones tenía la ventaja
hiciera donación a Mevio con la condición de que si de poder disponer cosas para después de La
convaIeciera uno de aquéllos se le devuelva a 61 la muerte, evitando ciertos inconvenientes que po-
cosa, y si hubiera fallecido, permanezca en poder de día tener hacerlo por testamento (institución de
ngevio (Jul., D.39.6.18 pr.; Ulp., D.íd.11). heredero o legado). Pero ya desde la época clá-
cica .o dejó de sorprender a los juristas la re a tíiulo hereditario, o por legado, o por fidei-
semejanza que, por lo menos desde e1 punto de comiso, y también por una &anación"7nortiscausa.
vista económico, tenian las donaciones moi-tis Pero, con un sentido más restringido, sirve
causa con los legados. para designar todo aquella que se adquiere por
causa de herencia que no este comprendido en
1.Sin embargo, mantenían diferencias importantes: los supuestos ya mencionados "que tienen nom-
a ) La donación mortis causa estaba sometida sólo bre propio". Así, sería el caco de lo que el escla-
a la condición de l a muerte del donante; en cambio, vo manumitido por testmento, o el legatario
el legado estaba siempre dependiendo de l a acepta- queda obligado a pagar al heredero para cum-
ción de l a herencia, por lo menos para el caso del plir la condición que le %e impuesta por el
heredero "extraño"; testador (Ulp., D.39.6.8 pr.; Gayo, D.íd. 31 pr.-
b) Los legados podían quedar ineficaces, alcanza- 2; Marcelo, D.íd.38). Uno de los efectos princi-
dos por l a querella inofjciciosi testa7nenti"; en cambio, pales es lo ingresado por estas capiones mortis
las donaciones mortis causa no se veían afectadas causa no se computa a los efectos de la quarta
(Paulo, D.34.9.5.17). pars de la lex Falcidia (Gayo, D.35.2.76(75) pr.).
2. En cambio, había aproximaciones importantes: 5 457. 111. Donaciones nupcZaEes. Nos re-
a ) Las leyes Furia y Voconia eran aplicables a los mitimos a lo tratado en el régimen de bienes en
legados y a las donaciones mortis causa (Gayo, 2.225- el matrimonio (v. infra, S. 543).
226; 4.23).
b) Las prohibiciones de las leyes caducarias de 5 458. IV. Otras tiberalkdades. Hay ciertos
Augusto fueron extendidas, por un S.C. a las donacio- casos de liberalidades prometidas por una per-
nes mortis causa (Paulo, D.39.6.35 pr.). sona, que no son propiamente donaciones.
C) Por una constitución de Septimio Severo, el a ) La principal es la pollicitatio, que consis-
heredero podía deducir las donaciones mor-tis cansa te en la promesa efectuada por alguien a la res
para el cómputo de l a quarta pars de l a lex Falcidia publica, de hacer una obra, o de que dará dine-
(C.8.57.2.2; C.6.50.5). ro, en ocasión de habérsele conferido un cargo
(honor), o que se le conferirá, promesa que po-
3. A diferencia de las donaciones i72ter uiuos, no drá dar lugar a exigir lo prometido por medio
se aplica a las mo7-tis causa la ley Cincia. de un procedimiento e x t m ordinem .
D) Finalmente Justiniano, por una constitu- 1. Cuando Iapoílicitatio e r a por estos motivos (ob
ción especial ((2.8.57.4, año 530), termina por honorem; para los justinianeos ob iustam causam), el
asimilar las donaciones mortis causa a los lega- promitente quedará obligado a cumplirla (Ulp.,
dos, "surtiendo todos los efectos que tienen (és- D.50.12.1.1; D., íd.3 pr.).
tos), y no se entienda que en alguna cosa es En cambio, tratándose de una pollicitatio por
diferente de ellos". otra causa cualquiera (non cpb honorem; para los jus-
tinianeos sine causa, o non ex causa), sólo es obliga-
1. En cuanto a la forma, las donaciones mortis toria si hubo principio de cumplimiento, es decir,
causa podían ser hechas por escrito o sin documento p.ej., si se comenzó l a obra (UIp., D.íd.1.2-4; D.50.12.3).
alguno, pero siempre debe ocurrir en presencia de 2. Para los bizantinos, la pollicitatio quedará in-
cinco testigos, sin necesidad de ninguna insinuatio, cluída entre las donaciones, aproximándola a l a pro-
cualquiera que fuera su monto, a diferencia de lo que missio donationis causa, estableciendo l a distinción
ocurría en las donaciones inter uiuos. entre las prometidas ob causam iustam (obligatorias)
2. Si la cosa había sido ya traditada, producida la y non ob iustam causam (en principio no obligatoria,
muerte del donante, el beneficiario adquiere la propie- salvo principio de ejecución) (Ulp., D.39.5.19 pr.).
dad. Si la truditio no había sucedido, había que pedir-
l a al heredero, como se hacia para Ius legados, que en &) El voturn es la promesa que se hace a la
esta época no tienen diferenciación en clases. divinidad. En principio sblo tiene una sanción
3. En el texto de Institutas (2.7.1), Justiniano sacral, pero se lo terminó considerándolo obliga-
pese a lo rotundo de lo afirmado en su constitución, torio, asimilándolo a la pollicitatio (Ulp.,
habla de que las donaciones por causa de muerte D.50.12.2).
sean contadas "casi en todo" en el número de los c) También entran como liberalidad ciertos
legados, sin indicar las diferencias a que se refiere. casos de "recompensa" por devolución de una
cosa perdida o hurtada ( m í , inscripciones res-
E) La denominación de mortis causa capiones pecto de una urna perdida en una taberna, y
(adquisiciones ~nortiscausa) resulta e11 principio respecto de un esclavo fugitivo; B r w s , no 159.1-
muy amplia y abarca todo aquello que se adquie- 2; Girard, Textes, p.864 1-2).
CAPÍTULO9
EFECTOS Y EXTINCIÓN DE LAS OBLIGBCIONES
3 459. ~ u ~ n . p E i r n k ~e ~irecumpEi~azEepzto
fo para el caso del damnum i n i u ~ adatum (daños
de las obligaeiorzes. La obligación no es una ocasionados a esclavos, animales o cosas aje-
situación permanente, coino lo puede ser el do- nas), sancionado por la lex AqzziEia, lo único que
minio o cualquiera de los otros iura in re alielza. se exige es que sean cometidos con iniuria, por
Al contrario, l a obligación es siempre una situa- lo que basta la mera culpa, es decir, la comisión
ción temporal, que de alguna manera debe con- del daño por u n a negligencia ( f d t a de cuidados;
cluír. Puede suceder: diligentia; Gayo, 3.211; Alfeaa, D.9.2.52.3 SS.;
a ) Que la obligación se cumpla, esto es, que Labeón-Javol., D.íd.52).
la prestación debida por el deudor al acreedor
sea satisfecha. Con ello, l a obligación, en prin- 1. Hay que recordar que en principio, en el caso
cipio se extingue, ya en forma plena (ipso iure) del daínnum, la comisión del peri-enicio tenía que ser
o dando la posibilidad de una exceptio. Igual- realizado en forma inmediata (principio del corpore
mente, la obligación puede quedar extinguida corpori datum"), no bastando la mera omisión. Sin
por otros modos que no sea el cumplimiento. embargo, ya en la época clásica se amplió el concepto
Sobre esto nos ocuparemos a propósito de l a mediante la concesión de actiones I;n facturn por parte
extinción de las obligaciones. del pretor.
b ) Pero si l a obligación no se cumple, ni 2. No es considerada iniuria: l a acción que es
tampoco queda extinguida, ello genera efectos motivada por un estado de necesidad: así, el destruír
determinados. Así, en principio, se abre para el la casa del vecino para impedir el avance de un
acreedor la posibilidad de iniciar la correspon- incendio (Celso-Ulp., D.43.24.7.4): lo si por causa de
diente uctio, precisamente para exigir el cumpli- los vientos una nave es llevada contra otra, y por ello
iniento por parte del deudor. Y además para se cortan las sogas, o si se cortaa las redes de los
éste, se origina un estado de responsabilidad. pescadores en las que se había enredado una nave de
pesca (Labeón-Próculo-Ulp.,D.9.2.29.3). Y en general,
los actos de defensa propia, para repeler la violencia
ajena (Cassio-Ulp., D.43.16.1.27).
Los juristas romanos, lejos de construír una 11. Si se trata de responsabilidad por incum-
teoría general de esta responsabilidad, si,pie- plimiento negocial, hay que distinguir según l a
ron un criterio casuístico. Éste no resultaba de naturaleza de l a obligación y de la actio que le
tan fácil apreciación, ya que había que atender correspondía al acreedor:
no solamente a la naturaleza de cada obliga- a ) En caso de que se trate d e una obligación
ción, y consiguientemente a cada una de las de dare una cierta cantidad de dinero, o una
clases de actiones que se generaban, sino que cantidad de cosas genéricas, e n el caso de accio-
además dentro de cada actio se conformaban a nes de derecho estricto (así, vcondictio (actio)
su vez grupos reducidos de casos. certae creditae pecuniae, o la n d i o ex stipulatu
(actio triticaria) o actio ex testamento, el vínculo
8 460. A) Responsabilidad del fncumpEi- obligacional se mantiene aunque las cosas con
miento del deudor segun l a n a k r a í l e z a de que se pensaba pagar se hayan extinguido (prin-
Ea obEigseción y de l a actio. E n principio, la cipio de que las cosas genéricas no perecen;
responsabilidad del deudor va a depender de l a genera non pereunt).
naturaleza de la obligación y de la pertinente b ) En cambio, es distinto si se trata de una
acción que tenga el acreedor: obligación de dare una cosa cierta y determina-
1. En el caso de las obligaciones nacidas de da nacida de u n negocio de derecho estricto,
un delito, en principio se exige el dolo, o sea, la p.ej., de una stipulatio. En principio, al extin-
intención deliberada de producir el daño. Tal es guirse la cosa cierta, la obligación se debía ex-
lo que ocurre con el ficrtz~m*,la rupina:" y las tinguir, porque el dare oportei-e de la fórmula
initci-iue:':. Sin embargo: ha37 que recordar que presupone la existencia de la eosa. Pero, por la
construcción de los juristas, se interpretó que 1. Los bonae fidei iudicia protegían las obligacio-
cuando l a cosa h a perecido por hecho (dolo o nes en las cuales la bona fides estaba necesariamente
culpa) del deudor, la obligación se "perpetuaba" presente (casos de la compraventa, la locación, el
(perpetuator obligatio; Paulo, D.45.1.91.3). Ocu- mandato, la sociedad, la gestidn de negocios, la tute-
rre lo mismo si el deudor se hubiera encontrado la: la restitución de bienes dotales - a c t i o rei uxo-
en mora en cuanto a l a datio de la cosa (Pomp., riae-, el depósito, la fiducia; Gayo, 4.62).
D.45.1.23 y 33; Ulp., D.íd.82.1; Paulo, D.íd.91 Debido a ese deber de lealtad nacido de la fides,
pr.;l y 3). el deudor responde por "dolo", es decir, por una con-
De este modo, el deudor quedaba en este ducta que arrastra la intención deliberada de no
caso obligado a pagar "aquello que en menos me cumplir la obligación. El dolo e s considerado como un
diera" (quominus mihi dare; Pomp., D.12.1.5), "fraude" (fraus; así, Pap., D.6.1.63) en el sentido de
por lo que se consideraba que l a cosa aún esta- que se h a "defraudado" la confianza. Pero también se
ba subsistente. La condena debía alcanzar el agregó l a responsabilidad de casos graves de negli-
valor objetivo de la cosa en eP momento de l a gentia, como opuesta a la diligentia que por la fides
litis contestatio" (quanti res est). se debe observar. Esta negligencia grave queda asi-
milida al dolo (Cic., pro Rosc.A~ner., 111; Celso,
1. En caso de entregarse la cosa, pero dañada D.16.3.32).
(p.ej., un esclavo herido), se permitía en principio la 2. En ciertos casos, en los cuales el deudor deten-
actio de dolo (Labeón-Ulp., D.4.3.7.3). A partir de t a cosas muebles del acreedor, que en su momento
Juliano, se permite reclamar el menor valor directa- debe restituír, se habla del deber de la custodia. Se
mente por la acción de derecho estricto pertinente trata de ciertos supuestos en los cuales el deudor
(Jul., D.30.84.4; D.46.3.33.1). queda comprometido en forma más amplia 'respecto
2. Si se tratara del caso de acciones con formula de la entrega de la cosa.
incerta (así, actio [incerta] ex stipulatu), como ésta está Así, Gayo (3.205-206) menciona el caso del "co-
redactada reclamando "todo aquello que el adversazio modatario", del "tintorero" ífbtlo) y del "sastre" (sar-
deba dar o hacer (quidquid pare£ da7-e facere oportere; ci7zator). A ellos habna que agregar el supuesto de
Gayo, 4.54), no es necesario recurrir a la perpetuatio los "dueños de navíos", "casas de hospedaje" y "esta-
obligationis, porque la extinción de la cosa no extin- blos" por las cosas de los clientes respecto de las
gue la obligación. Deberá el deudor, en este caso, cuales deben praestare custodiam. Y también, el ven-
pagar el valor del perjuicio, considerando el interés dedor antes de la entrega de la cosa, lo mismo que
de la cosa para el acreedor (id quod interest; Próculo, el locatario y el acreedor pignoraticio respecto de la
D.45.1.113.1; Ulp., D.íd. 114; Afric., D.7.1.36.2). cosa prendada.
En estos supuestos, el deudor no sólo responde
C) Si se trataba de una obligación que mo- por dolo y culpa, sino que además, por el extravío o
tivaba un bonae fidei iudicium ", en caso de pérdida de la cosa. Es, por tanto, una responsabiiidad
incumplimiento, el juez está facultado p q a apre- ampliada. Así, si le hurtan la cosa, aunque el deudor
ciar la falta de lealtad del deudor, otorgando no haya tenido directamente culpa por el furtum; se
una amplia indemnización en el interés del de- trataría del casus minor (Gayo, 3.205-207; Ulp.,
mandante, no solamente teniendo en cuenta el D.13.6.5.5 itp.). En cambio, no responden de la pér-
"perjuicio directo" ocasionado (lo que los comen- dida de la cosa por "fuerza mayor" (casus rnaior), es
taristas llamarán damnum emergens: "daño decir, cuando h a ocurrido por un hecho inevrtable
emergente"), sino además l a ganancia que el como u n naufragio, u n incendio, el arrebato por vio-
acreedor hubiera podido haber sacado y de l a lencia, etc. (Gayo, D.44.7.1.4).
cual se privó por el incumplimiento (lo que se
llamará el lucrum cessans: 'qucro cesante"); (Pau- 5 462. Tal como dijimos, los compiladores,
lo, D.46.8.13 pr.; Justiniano, (2.7.47.1). apoyados en las reglas clásicas, pero introdu-
ciendo nuevas distinciones y criterios elabo-
5 461. B) Responsabilidad por infiaccio- raron una gradación esquemática de l a res-
nes negociales por cecfos del deudor. En la ponsabilidad. ---
-=
G
Pero puede ocurrir tanto en supuestos de l a un ditigentius paterfamilias. Tal es e1 caso del "como-
comisión de actos "imprudentes" (culpa i n fa- datario" (Inst., 3.14.2; Gayo, Bl-13.6.18 pr.; Ulp.,
ciendo) como de la omisión de aquellos que la D.á3.6.5.2), al igual que la del "depositante" (no el
"depositario"); así, por haber dado en depósito un
esclavo ladrón (Afric., D.47.2.61.5).
Pero también cuando ambas -&es obtienen ven-
tajas: caso de quien ha dado y de quien ha recibido
" c u ~ (en~ un' solo pasaje se habla de una cosa en pignus (Inst., 3.14.g); e igualmente, el
culpa Levissirna; UPp., a propósito de l a ley Aqui- vendedor y el comprador (Inst., 4-23.33; el locador y
lia, D.9.2.44). el locatario (Ulp., D.13.6.5.15, in Frie; Gayo, D.19.2.
A) La _cu&a J~&kxgg~is$ee~~-~a comisión u 25.7); el mandante y el mandatzio (UIp., D.50.17.23;
-A-,--~,&-~-
. v
i m p a l e en principio a o E c e s En general l a mora se produce ---. por el---retar-
--
de "caso fortuito" (casus), es decir, por un hecho do injustificadg-~o- del deudor. En inu- u
--
Tmprevisto"
--
en el cual el deudor no tuvo cdpa: chos casos la situación de m x q u e d a b a perfec- -
así, p.ej., porque el e s ~ l ~ v o ~ u e j l edzaxnmió
bía tamente fijada por la índole de la obligación.
o el edificio se incendió, o por "fuerza mayor" Así, cuando l a deuda estaba sometida a un pla-
-. %_
(uis nzaior), es decir, u n hecho que "aunque zo, sea que éste esté fijado en u n testamento o
hubiera sido pr_e&o_ha~a sido im~o&-le de en general en el propio negocio o en el contrato -1
así, p.ej.&ue la,cosa me fuera d a - (Gayo, D.13.3.4; P a u l o , D.19.1.47; Ulp., -:
.-
.*
-
--u_ ____
tada por fuerza irresistible. D.45.1.114; D.50.10.5 pr.; QJ.4.49.10; C.5.38.12).
De aquí surge l a regla, que no está en los textos $;
:-:
1.A veces, se suele diferenciar el "caso fortuito", romanos, sino que proviene de los juristas me- .=-
--
como casus minor, mientras que la "fuerza mayor" dievales: dies interpellat pro homine (el plazo
.-
*-
sena casus lnaior ("al que no puede resistir la debi- interpela por el hombre).
lidad humana"; Gayo, D.44.7.1.4). Igualmente, s i se t r a t a de u n a obligación de
2. E n principio, el deudor no es responsable ni restituír una cosa como consecuencia de u n de-
-
por "caso fortuito" ni por "fuerza mayor" (Ulp., lito o una cosa que se poseía de mala fe (Ulp.,
D.50.17.23, i n fine). D.5.3.18 pr. y 20.20; D.6.1.15.3; D.13.1.8.1; +=
Sin embargo, puede ocurrir que el deudor quede Tryfon., D.13.1.20; D.43.16.19; C.4.7.7). ..-
responsabilizado. Ello es así: Se hablaba de que la mora se había produ- 1.
a ) Cuando medió alguna convención en contrario cid0 ex re, es decir, como consecuencia del hecho
por la cual el deudor puede. asumir responder por el mismo (Ulp., D.40.5.26; Marciano, D.22.1.32 pr.).
caso fortuito en forma total o en cierta medida (Ulp., E n otros casos se soEai emplear una "inti- y:
D.19.2.9.2). mación" (interpellatio), o reclamación extrajudi- -
b ) E n los casos de "custodia" se responde por el cial por parte del acreedor al deudor. Entonces
casus minor, pero no por el casus rnazor (así, respecto se hablaba de mora ex persona. Sin embargo,
del comodato: Ulp., D.13.6.5.3; respecto del socio: Ulp., para los juristas romanos, esta interpellatio no -
-
D.17.2.32.3; respecto del posadero, dueño de navío o es un requisito imprescindible para que se pro-
caballeriza: Ulp. ,D.4.9.3.1). duzca-la mora, Tenía más bien u n a importancia -?
C ) Si se trataba de dar cosas genéricas (puesto probatoria, sobre todo en eiertos casos dudosos. 55 -.
.-
que 'los géneros no perecen" -genera non pereunt-, LOSjuristas romanos no produjeron sobre esto --
pudiendose siempre cumplir la obligación aunque las reglas fijas, dejando el an%sis para cada caso
cosas que pensaba dar hubieran perecido), el deudor en particular.
-
no se puede excusar ni por "caso fortuito" ni por
"fuerza mayor". 1. Marciano (D.22.1.32 pr.) establece que si se _
d ) Cuando el deudor se halla incurso en mora*, realizaba l a interpellatio l a mara no era ex re, sino ex 2-1
-.
por cuanto la obligación se consideraba "perpetuada" persona. Pero dejaba indicado que l a situacrón debía 1'
--
(perpetuatio obligatzonzs). ser examinada por el juez. Y cita a Pomponio, acerca
de que este tema es "de dificil definición". Y también -
--
De este modo, para los compiladores justi- un rescripto de Antonino Pío según el cual no puede e
nianeos, el panorama genérico de la responsabi- decidirse ni por una constitución ni por la autoridad t
lidad estaba diseñado sobre dos extremos: el del de los juristas cuando se debe entender que se está kE
dolo como máxima responsabilidad, y el de l a en mora, "puesto que es más u n a cuestión de hecho
vis maior, como supuesto de irresponsabilidad. que de derecho". -
Entre ambos existen todos los matices de l a 2. Para que se pueda considerar que algmen está
culpa, que forman los eslabones matizados de en mora, es necesario que el aereedor cuente con una
diversos supuestos de responsabilidad (exactissi- actio (Scév., D.50.17.88), y qE-ie el deudor no cuente
ma diligentia, paradigma del diligentius pater- con una exceptio (PauIo, D.12.1.40, i72 fine: "no está
familias -"culpa in abstracto"-, responsablli- en mora aquel a quien no s e puede reclamar dinero
dad por la falta de diligentiam quam suis rebus a causa de una exceptio").
adlzibel-e solei -"culpa in concreto" y nimia rze- Así, si por un mutuo, se ha estipulado un plazo,
gligerztia -"culpa graven-. l a mora se produce ex re des&e que éste venza srn
pagarse el dinero prestado. Pero si no hay plazo. el --
En cambio: es distinto el caso si se trataba
de un bon& ,6dei iudiciuirn, ya qae kZF¿!Erz2Gr
dinero se debe desde el primer no mento. A su vez, .------.--A
SI el deudor ha pactado un plazo de espera cuenta mo_r_oso--&Qg los intere- fijados - por-.
con l a exceptio pacti conventi, o si por otra causa el juez (Marciano, D.22.1.32.2; Paulo, 33. íd. 17.41,
(p.ej., un reclamo intempestivo) tiene l a exceptio doii, así c o m o - t a r n b e n _ - ~ ~ ~ ~ f r ~ tdurante
~~~ibI~os
no se hallará en mora, aunque haya mediado Ea la mora (Paulo, D.22.1.38.8; Fzulo, 2.13.?):----
i7zte7pellatio. Pero si no cuenta con ninguna excepción
que pueda esgrimir, estará en mora, aunque no haya l. En el caso de los fideicomisos, el deudor ma-
I-iabido irztelpellatio. Sin embargo, se ve aquí la uti- FOSO en s u cumplimiento debe Pos intereses y Ios
lidad práctica probatoria de la intimación, la cual, sin fiutos. No ocurria lo mismo en los legados que se
embargo, no es requisito imprescindible. exigían por la actio ex testamento, pero ya en l a &poca
3. Serán los autores medievales los que definirán clásica se los admitía para los legados sinendi modo*,
la mol-a ex per-sona como mora ex interpellatiorze, según la opinión prevaleciente de Juliano (Gayo,
considerándolo el caso normal, a diferencia de la 2.280).
= mora ex re, que funciona como excepción (mora sine En l a época justinianea, al i g r d a r s e los legados
-- zn terpel7afzone) a los fideicomisos (C.6.43.1, año 529), los frutos y los
intereses pesan sobre el deudor moroso (Ulp.,
~ ¿ o sde &amora. En general, la - D.22.1.34 itp.).
mora amava la res~onsabilidaddel d e u d m
- - .-hecho
C) El - --= -- en m o r a x e r s o n a l de
de estar %
-
.
-
a
.-
-. gado a pagar su aestimatio (Pomp., D.45.1.23). bio o p-zto rnorae)n~por-'elhec"hTde que el
2. Se considera que incurrió en mora, quien pre-
';. fii-ió litigar a restituir la cosa. Así, en el caso de dar
un esclavo, el deudor queda obllgado como si el es-
clavo viviese (Ulp., D.45.1.82.1).
1
3 La responsabilidad abarca el "interés" del acre-
; edor (quod quanti mea intersit; Ulp , D.45.1.114). Sin
-. embargo, el deudor podía quedar exculpado probando 8 465. Hora del acreedor. El acreedor es
- que la cosa debida hubiera igualmente perecido te-
niéndola el acreedor (Sabino-Cassio-Gayo, D.16.3.14.1,
zn fine, a propósito del depósito).
1:
3. El demandado perdidoso debio restituir la cosa dazldo por recibido el pago de nna deuda (DJp.,
dentro de! patrimonio del deudor, ea beneficio de los D.42.8.1.2, in f n e ; D.íd.10.14; >al., D.íd.17): e1 no
acreedores. Debía retrasmitir la propiedad del bien haberse presentado a juicio, o haber consentido
enajenado, o conceder en su caso la acción que habia en que feneciera, o haber proporcio~adouna exceptio
obtenido por el acto fraudulento. Si se trataba de al deudor del fraudator (Ulp., D.IS.8.2-4); e3 ha-
obligaciones liberadas, debía volver a constituírlas ber abandonado una cosa suya, de m ~ d oque otro se
(Ulp., D.42.8.10.22). Sin embargo, no alcanzaba para la apropie (Gayo, D. íd. 5). A diferencia del interdic-
constreñir al acreedor prendario a restituir el pignus tum fraudator-ium, también procede la acción revoca-
obtenido en garantía de una deuda anterior (Paulo, toria contra la constitución de una prenda raudulen-
D.42.S.13). ta, por una deuda anterior (Scév., D.42.8.22 itp., in
4. Además, el pretor protegía al bonorurn emptor, f ne).
es decir, al adquirente de los bienes del concurso, 2. En cambio, no procede conkm los actos por los
respecto de acreedores fraudulentos (constituídos fal- cuales el deudor decidió no enriquecerse, p.ej., no acep-
samente por el deudor fraudator) que pretendieran tando una herencia, una donacián o un Iegado, puesto
cobrar sus créditos, ya denegando la acción, o permi- que como dice tnpiano, "este Edicto se refiere a los que
tiendo que el bonorum emptor se defendiera con una disminuyen su patrimonio, no a los que obrao de modo
exceptio (UIp., D.42.5.25; D.12.2.9.5). que no se hagan más ricos" (D.42.8.6 pr.).
, 1 que -h
. lói-ter_cr_ce_ro-s
p ~ - j _ _ _ _ - V
'buena fe, la acción progresa solamente hasta el mon-
D.42.8.1 pr.). to en "que se hizo más rico" (locz~pletior)y no más
a s :de ello (Ulp., D.42.8.6.11).
S e - d e b . i - a ~ - $ a r - h s ~ a t & ~ , ~ a n c i allá
a ) E s _ l i _ e g s . a ~ o - g g ~ crgglizado
to haya- En cuanto a la situación del te~ceroadquirente a
disminuído o empobrecido el patrimonio del deu- título gratuito, en la época clásfca se concedía el
inri -- interdictum fraudatorium como ufile (Venuleyo,
D.42.8.25 pr.; C.1.75.5).
l . Así, el haber vendido un fundo por un precio 2. Si el adquirente a título oneroso la hubiese a
menor (Paulo, D.42.S.T); el haber liberado a1 deudor, su vez vendido a otro tercero, é&e sólo podía ser
perseguido si es de mala fe (corzscius fraudis). Si es caso en que sea imposible la restitución, dando a ello
de buena fe, el acto es.inatacable, pero el acreedor un carácter de pena (Venuleyo, D.42.8.25.7).
podrá ir en ese caso contra el adquirente primero, 3. Cuando l a acción era intentada dentro del año,
siempre que lo sea de mala fe, reclamando el total a contar desde la realización del acto f r a u d ~ ~ l e n t o
del precio (PauIo, D.42.8.9). (UIp., =.42.8.6.14), l a condena abarca l a totalidad del
perjuicio, aun cuando el tercero adquirente no hubie-
468. En cuanto a los efectos de la actio in r a consernado l a totalidad de1 beneficio procurado
factum revocatoria (actio Puuliana), fundamen- (Ulp., D.42.8.10.18-19).
talmente tiene por finalidad la revocación del Pero también se la permitió luego de pasado el
acto fraudulento. Era "arbitraria", y según el año después de la venta fraudulenta, ya contra el
arbitrium del juez se debía restablecer el orden fiaudntor a quien le volvió l a cosa, como respecto de
de las cosas en el estado anterior a la celebra- terceros, pero sólo en la medidz de 10 que se hubiere
ción del acto, restituyendo la propiedad de la enriquecido (Ulp., D.42.8.10.24). Compete igualmente
cosa con sus productos y frutos, o volviendo a al heredero del acreedor y va contra los herederos de
constituír la obligación, en caso de haber sido las personas involucradas en el fraude (Ulp., D.id.25).
liberado el tercero deudor (Ulp., D.42.8.10.22;
Paulo, D.22.1.38.4). Si el tercero restituye la
cosa o reconstituye l a obligación antes de la N.Extáneáón de Has obEgaicio~es.
--
condena, queda liberado (Venuleyo, D.42.8.23.1:
"porque esta acción se da para que se restituya S 469. Concepto y clases. Toda --.
obligación
-- - ---
la cosa, no a título de pena, y por ello suele ser vale Gémpre como una atadura . ----
(_un_lzgKeJ,cpe
absuelto el demandado si h a restituído"). es necesario desatar (solver-e = "disolver"). Des-
d e obligación engen:
l . Se h a discutido si esta actio (rescisoria y fic- dra un dure pruesture fucere -oportere -- c---w. o --
ticia) era i n personam o i n rem. Paulo (D.22.1.38 pr. ese debztum se"c"u=e. s a & & z n d ocon ello al
y 4 ) habla de que esta actio era i n personam, mien- a c r e e d o r , d e lo é ---_,
~Cx~-Ia;Ia
tras que Theóphilo, comentando el texto de las Ins- --obligación .--
se extingue. Pera pueden e n s i i r otras
titutas (4.6.6), le da a esta actio, a la que denomina causas de d i ~ ~ e ~ - - - ~ - f i g ~ ~ i ; . ~ n , ~ ~ - c
---
__
-_*--_
como Pauliana, un carácter i n rern. Estos textos piuedin tergr -----*
efect-o
*-
n á - s l 4 - menos-~kensos,
--* _U_XU__ -e* -.--,-__ __-_ -
son contradictorios, por lo que han preocupado a la- se& sus características.
doctrina. a ) E n algunos casos, como p.ej., -el- "pago"
--.1----- -"
Los textos hablan meramente de una actio i n (por lo menos e-a la época clásica),
factum. Es dada no contra cualquier detentador, sino siempre
- - cuando éste re-tína los Fesuisitos ne-
y
contra el deudor que ha cometido el fraude y contra cesarios para satisfacer plenamente al acreedor,
10s terceros de mala fe (que tenían conocimiento del l a extinción de la obligación se produce de ma-
fraude), aunque ellos no posean, y aun contra los -ática, "d*e= d ~ e
adquirentes a título gratuito, si bien siendo de éstos b ) E n c z b r e n otros casos, l a obligación --
de buena fe, sólo hasta el monto del enriquecimiento. en principio subsiste, pero puede verse extingui-
Todo ello hace dudar que se tratara realmente de 2u - d l e opone el deudor
-.%--=
una actio i n rem que alcanza a todo detentador. demandado al acreedor. A s h , ocurriría en el caso
Sin embargo, Justiniano (Inst., 4.6.6) habla de de haberse celebrado un "pacto de remisión de
esta acción diciendo que si se h a trasmitido l a cosa l a deuda" (pactum de non petendo) por el cual
en fraude de los acreedores, éstos pueden, después de el acreedor-la perdonaba.
- principio, el pacto -
habérseles puesto en posesión del bien, "vindicar esta no genera acción, pero s i e l acreedor que había
cosa haciendo rescindir la tradición, es decir, diciendo hecho remisión de- la deuda pretende-cobrarla,
que la cosa no h a sido tradida, y que en consecuen- entonces e1 demandado gozará de u n a "excep-
cia, h a quedado entre los bienes del deudor", con lo ción" (exceptio pucti conventi; Gayo, - . 4.116b). Se
que parece asignarle efectos i n rem. dice entonces que la obligación no se extingue
Algunos piensan que podían existir dos formas: ipso iure, sino "por obra de u n a excepción" (ope
l a primera (in personam), que se aplicaba para res- exceptionis).
cindir todos los actos fraudulentos, y la segunda (in
rem) cuando se trataba de actos de enajenación, y 1. Esta clasificación, generalmente expuesta en
que no era sino una clase especial de rei vindicatio los manuales, tiene su punto de partida en el texto
construída sobre una base ficticia. de Gayo (3.168),donde habla del pago como modo de
2. La acción se da contra el deudor fiaudator y extinción ipso iure, planteando el problema de si la
contra los terceros involucrados en los actos fraudu- datio i n soíutio (cuando se paga u n a cosa distinta,
lentos Mela opinaba que si el deudor hubiera vendi- aceptándolo el acreedor) extingue l a obligación i-pso
do un bien, no correspondía la acción contra$l, pero iure, o se debía operar ope exceptionis.
los bizantinos le admiten responsabilidad para todo 2. Pero, en realidad, esta división resulta bastan-
te escolástica, quizá para denotar una ma3roo inten- hablando de que aceptada por el zcreedor, la obliga-
sidad en la fuerza de extinción. Además, resulta bas- ción se extingue ipso iul-e. En cambio: los proculeya-
tante relativa, ya que si no obstante haberse produ- nos decían que el deudor contianaba técnicamente
cido el pago ea la datto irt solutio, el acreedor insiste obligado, si bien se podía defender por la exceptio
en que ello no ocurrió, el pretor podía, ante prueba doli. Justiniano se inclinó por la primera solución,
fehaciente; denegar directamente la acción Qdenegatio entendiendo que pagando una cosa por la realmente
aciio7zis), aunque también si no le constaba fehacien- debida y aceptando ello el acreedor, "también se pa-
ternente, dejar que el hecho controvertido se introdu- ga" (Inst., 3.29 pr.; Dioc1.y hfaxin~.,C.8.43.16-1'7).
jera en el juicio, otorgando al deudor ur,a exceptio 2. Si la cosa dada en pago era ajena y fuera
doli mali. objeto de una "evicciónXypor s u verdadero dueiio,
Y a para la época de Justiniano, con la vigencia se entendió que no hubo datio, y por ello, que no
de ia extra oi-dirzern cognitio, esta clasificación carece existió pago, por lo que el acreedor sigue mantenien-
de importancia: Ni siquiera la menciona en el capí- do su primitiva actio contr$ el deudor (hfarciano,
tulo pertinente de las Institutas (3.29). D.46.3.46).
Por ello resulta más conveniente referirse concre- 3. En la última época, Justipriano (Nov. 4.3) le
tamente a cada uno de los modos de extinción. concede al deudor que no puede psgar una deuda de
dinero, liberarse ofreciendo bajo justa estimación, los
3 470. h. Pag- La palabra empleada para bienes inmuebles que posee y que nadie quiso adq-i-
designar lo que hoy llamainos "pago" era solu- rir (Nov.cit., 120.6.2). Se la denomina datio i72 solutio
iio, derivada de solvere (="disolver"). A veces, necessaria, por oposición a la d a ~ oi n solutio volun-
puede tener un sentido restringido al cumpli- taria: que como hemos visto exige el consentimiento
miento de las obligaciones de dare (así, pagar de aceptación por parte del acreedor.
una suma de dinero), pero se termirzó por darle
un sentido muy amplio, de tal modo que signi- b ) El pago debe ser "íntegro" respecto de la
ficó directamente el c ~ m p ~ i e n de
t o a@-a cosa debida. El acreedor no pglede ser obligado
lo m a l e1 deudor se obli~ó. a recibir pagos parciales contra s u voluntad.
Justiniano permitirá por razones de h u m a n i f a s
1. Así, según se atribuye a Paulo (D.46.3.541, que se puede constreñir al acreedor por rnedio
sotutio corresponde a "toda liberación hecha de cual- del magistrado a recibir una suma menor (5 en
quier modo", refiriéndose más bien a la sustancia de lugar de los ñO de la deuda), dándole acción
la obligación que al pago de una suma de dinero. solamente por el resto (Jul., D.12.1.21 itp.).
Igmaimente, Ulpiano (D.50.16.176) entiende por so- Hay ciertos casos en que el acreedor se ve
luiio toda satisfacción de una oóligatio, incluyendo obligado a aceptar una suma parcial. Ello ocu-
también las obligaciones de "hacer" (en lenguaje clási- rre si el garante (fideiussorj le opone el '%me-
co, para éstas se solía utilizar la expresión satisfactio). ficio de divi~ión"'~, o si el dendor le opone rana
Por ello, en Inst., 3.29 pr., se dice que "toda "compensación". Igualmente, para ciertos deudo-
obligación (omnis obligatio) se ex-tingue (tollitur) por res especiales, se les permite pagar dentro del
la sobutio de lo que es debido". límite de sus posibilidades económicas. Es Io
que posteriormente se denorn~karáel '%eileficio
p a g de
§ 47 1. i Q ~ h d o ~ q ~ e ~ s ~ e - d g ~ e s ~En pr? competencia" (beneficium competentiae).
sentido-amplio . s ~ l p a g ~ - ~ ~ ~ r l ~ ~ l i ~ ~ ~ o l ~ ~ ~ e ~ ~ a - -
c-o
i-s.í -
---
m .
--
si ésta _.consiste
.--- en un dare, 1. En el caso de este beneficfum competentiae se
trimitiendo---7---T---
el
Y-,
dominio -
de la cosa debxrp:ej., limitaba la condena por una t m a t i o para que el
par-uaamiwlcz-~atzo o una traT'iEO")~ZYIB'TBBde-. deudor pagara '10 que podía" (irz id quod facere po-
u ~ f a c e r - ehaciendo
. aquello a lo que comprome- -- test). En e! derecho clásico, el iudex condenaba hasta
tió, (así, p.ej., haciendo el vendedor la traditio al el monto activo del patrimonio del deudor, es decir,
comprador entregando la posesión de l a cosa; o lo que quedaba deducidas las dendas.
realizando la obra en una locatio conductio ope- Justiniano autoriza a que el deudor pudiera re-
ris); y si se trata de u n praestare efectiikando tener lo necesario para s u subsistencia (Faulo,
la garantía asumida (v. supra, 318.c). D.42.1.19.1; D.50.17.173 pr.). Precisamente competen-
a ) Se acepta también que el deudor se libere tia hace relación a la "suficiencia de medios para
pagando "una cosa por otra" (aliud pro alio), vivir".
siempre y cuando que el acreedor consienta en La denominación beneficium ceimpetentiae no apa-
ello, puesto que éste no queda obligado a acep- rece en los textos romanos, siendo acuñada por los
tarla (Paulo, D.12.1.2.1). Este caso se denomina juristas del siglo XVI, y llegando a l a época actual.
la datio in solutio ("dación en pago"). 2. Los casos más significativos de quienes goza-
ban de este beneficio son: (i) el deudor que hizo
l. Según nos dice Gayo (3.168), los sabinianos le "cesión de los bienes" a los acreedores (Inst., 4.6.60);
daban a esta datio itz solutio un sentido más intenso, (ii) el donante (Paulo, D.42.1.19.1); (iii) el socio (LUp.,
D.17.2.63 pr.}; (ív) el marido que debía devolver la dor beneficiado por la liberación de la obliga-
dote por la actio rei uxoriae (Inst., 4.6.37); etc. ción, se le concederá la acno neg.gest.contl-aria,
ejercida útilmente (Gayo, D.3.5.38(39)), y en los
C ) Si el acreedor tiene varios créditos simi- tiempos del Bajo Imperio, también la actio de in
lares (así, de dinero) contra el mismo deudor, rem verso, extendida por analogía y como actio
corresponde en principio al deudor indicar a utilis.
cuál de ellos debe imputarse el pago (Ulp.,
D.46.3.1; Paulo, ~ . 4 6 . 3 . i 0 1 . ~Si
) . no 1; hace-el 3 473. - _ ~ , A ~ E l f ~ n ~ ~ ~ d e FEn
P ~primer
~pagad
deudor, la imputación la realizará el acreedor Jugar corres~ondepagar al a c S O F . 7 P ~--_ o X m -
.,
(Caracalla, C.8.43(42).1, año 212). ~e&darn~agar-al-=andatar'Io
En esta misma constitución se indica que si -procurator- de_ést&, el m a l puede revocar la
ni uno ni otro expresó su voluntad, corresponde permisión en cualquier momento (Ulp., D.46.3.12
imputar lo pagado primero a los intereses y pr.; D.íd.2).
luego al capital. Todo esto motivó una amplia
casuística (Ulp., D.46.3.1-8): así, se debia impu- 1. Aunque no se pagare al verdadero procurator,
tar el pago primero a la obligación vencida an- el pago es válido siempre que fuera ratificado por el
tes que a la aun pendiente; entre varias deudas mandante (Ulp., D.46.3.12.4).
vencidas, la imputación debía ser al pago de la 2. Si el acreedor es un pupilo, hay que pagar al
más gravosa: p.ej., primero a la que arrastre la tutor, o al pupilo con la auctoritas del tutor. De lo
infamia; luego, a la que tenga una poena; en contrario, el pago no libera, si bien el deudor que
tercer lugar, la garantizada con pignus; etc. pagó tiene la exceptio doli hasta el monto del enri-
(v.Pap., D.46.3.97). quecimiento patrimonial del pupilo (Pomp., D.46.3.11;
Wp., D.44.4.4.4).
472. &uién
-- puede hacer el pago? En 3. En la stipulatio se podían dar dos casos: a )
principio, el pago le corresponde al deudor. Yero
,
Que se designe a una persona para recibir el pago
también_puedexuntercernsiempre P - = - L - -
-=-
--,
a
animus donandi, y simplemente se haya queri- -ordinario es que el acreedor reclame el pago allí
do realizar una "gestión útil" en favor del deu- dondeZ~oO, ~ u e d eexi'"1m-=@rj707--
dor, se da acá el supuesto de la negotiorum D.13.3.4; Jul., D.12.1.22). Pero también aten-
gestio (Inst., 3.27.1; Gayo, D.3.5.38(39)). El ter- &endo a la naturaleza de las prestaciones y a-__
-
cero tiene la actio negotiorum gestorum contra- @ S - C I X ~ ~ ~ S --- O .
--
ria, para recobrar el monto de lo "útil" que le ha
sido al dominus negotii. 1. El lugar oportuno para el pago, cuando no se
c) Que el tercero pague "en contra de la lo ha fijado en el negocio, nos conduce a una casuís-
vol unta^^^^ deudor". r;n esxe cm-O"'emagop es ' tica donde impera lo razonable y práctico de las
válido y el tercero carece de acción para reco- prestaciones. Así, si es un inmueble, hay que darlo o
brar lo pagado (Inst., 3.29 pr.). Sin embargo, el prestarlo en el lugar donde está ubicado; si se trata
que paga puede obtener la cesión de acciones de una cosecha, lo normal es exigirla allí donde ésta
por parte del acreedor a quien ha pagado. se levante; y en general, allí donde tenga las cosas el
Con posterioridad, considerando la figura del deudor, siempre y cuando qne éste dolosamente no
"enriquecimiento injusto" que obtendría el deu- las haya trasladado (Licinio Rufino, D.5.1.38).
De todos modos, el acreedor tiene la actio ad En la época clásica, cuan20 el nexum ha
exlzibe7zdum para lograr que el deudor traiga ante s í desaparecido, y l a mancipatio, de forma efectiva
la cosa debida (D.10.4). y real se h a convertido en unz Yventa imagina-
2. Si el acreedor debe reclamar lo debido por una ria", que se realizaba por una sda moneda (num-
stipulatio en un lugar determinado, y ya sea que el mo uno), así también l a s o í n ~ p e~r aes ef li-
deudor no estuviera en él, ya lo hiciera en forma bram, pasa a ser una forma d e extinguir l a
intencional o por necesidad, el pretor, para evitarle al abligación usada para c o n d o n a o remitir u n a
acreedor que incurra e= una plus petitio loco, le deuda (imaginaria solutio). 604"0 nos habla de
concede la actio de eo quod certo loco (D.13.4). Se s u rnso respecto del pago de IQ debido por u n a
trata de una aciio arbitraria, por la cual el juez podia condena judicial, así como t a m K 6 n para liberar
apreciar el mayor o menor interés o perjuicio que ía al heredero de l a obligación nacida de uri legado
condena podía traer a las partes, el tener que cum- per damrzationem (Gayo, 3.173-115). Como todos
plir la obligación en un lugar distinto (Ulp., D.15.4.2 los actos per aes et libram e s t a forma desapare-
pr.; D.íd.6). ciá en l a época posclásica. N i siguiera es men-
cionada por Justiniano.
3 475. & z + ~ c E q se debe pagar?
*MJ-/ ^ .. General- B) Acceptilatio. Este modo ,Irve para extin-
n~mtt.e+el tiempo l a obl1gyaC_;~~i~e_c%~ ?guir
'
las obligaciones nacidas verbalmente (ver-
determinado en el negocio. Si no es así, en bis): así, por una sponsio, una stipulatio, m
priacipio puede exigirse inmxiatamente, .,- -y . - . &%en- iusiurandum liberti o u n a dEc6o dotis (Gayo,
diendo la naturaleza de l a obligación y las cir- 3.169; Inst., 3.29.1). En cuanto a SE forma, co-
cunstancias del caso rresponde con s u pregm%a y su respuesta al
reverso de l a stipulatio. En este caso, quien
pregunta es el deudor: ''¿Tienes tú por recibido
cuanto t e he prometido?", y e1 zcreedor contes-
taba: "Lo tengo" (Gayo, ibid.; h s t . , ibid.).
pos&siqa,,-sis&& las c o s t ~ & e s ~ & $ P _ , (i) E n u n principio, la ucc~pfilatio(de accep-
..
s P m recibos escritos ( ~ p o c h a e ) ~ - u s t i - ium ferre = "tener por recibido") e r a l a forma
niano dispuso que s i la deuda figuraba por
----" ---- es-
- - n o m a i de extinguir, por un pago efectivo, l a
c r i t ~ ~ pago
el sólo p u e d e a c r e d i t a r s e con otro responsabilidad habida por una sponsio o u n a
- V d - - _ I
documento. escrito o mediante clnco testigos, stipt~latio,resultando lógico que "una obligación
-
--.
.a-
---
-
((3.4.22.18, año 528: Nov.90.2). nacida por palabras pueda ser disuelta por me-
dio de otras palabras" (Gayo., 3.170).
477. Casos especiales de pago. Hay cier- (ii) Al i,gual que lo que oc-&6 con l a solufio
t a s formas de solutio que resultan formales: p e r aes et libram, se convirtiá en Ezna forma de
A) Solutio per aes et libram. Entre los mo- "pago imaginario" (imaginar¿;.c~solutio; Gayo,
dos de contraer u n a obligación en el derecho 3.1691, pudiendo servir para e d k e obligacio-
antiguo estaba el nexum, cuyas formalidades s e nes "aunque no se hubiera pagado la deuda"
corresponden al de los actos per aes et libram. (Ulp., D.46.4.19.1). De este modo e r a u n a forma
Como l a regla general es que "todo lo que se ipso iure de remitir u n a obligación. Funcionaba
contrae por u n ius determinado, s e extingue por como u n recibo formal oral.
u n ius contrario" (Gayo, D.40.17.100), para con-
siderar extinguida la responsabilidad obligacio- 1. En principio, sólo sinre p a r s extinguir obliga-
nal del lzexum era necesario que se celebrara ciones nacidas uerbis. Pero se poZa recurrir al pro-
otro acto per aes et libram, denominado precisa- cedimiento de extinguir cualquier obligación "nován-
mente solutio per aes et libram. dola" por medio de una stipulatio. Este procedimiento
es e1 generalmente denominado dipulati0 Aquilia-
l. Es decir, no bastaba con pagar la deuda (de- na": por medio de l a stipulatio se. krasforma la ante-
bitum), s.ino que además había que romper el vínculo rior obligación (que podía ser re o co~zsensu)en verbis
de la "responsabilidad" mediante esta forma particu- y de este modo era susceptible de aeceptilatio (Gayo,
lar solemne de solz~tio.Sólo así quedaba liberado el 3.170; Inst., 3.29.1-2; Florent., D.46.4.18.1).
deudor. 2. En la época clásica una aeceptilatio respecto
2. El acto (análogo a l a mancipatio) se debía de una obligación que no fuera mrbis era absoluta-
celebrar en presencia de no menos de cinco testigos, mente ineficaz. Los bizantinos interpretarán que en
además del libripens, estando presentes el acreedor 3. un acto así, hay en realidad una voluntad de perdo-
el deudor. Hablaba este último: "Puesto que estoy nar la deuda, de tal modo que si bien "por su natu-
obligado a darte tantos sestercios, yo me libero de tí raleza" no vale l a acceptilatio, e1 a& es convertible
por medio de este cobre y de esta balanza de bronce. en un pactum de non petendo y vd&á como tal
Pesa tú esta balanza por primera y última vez de (PauEo, D.2.14.27.9 itp.; Ulp., D.46.4.S; Juliano,
acuerdo con la ley publica" (Gayo, 3.174). D.18.5.5 pr.).
'Te lo proineto". Como consecuencia de esta sii-
3. Por sus características de ser un acto formal
pulatio, si bien el debitum (los 10.000 sester-
del ius civiie, l a accept.iiatio no admite ni condición
(Pomp., D.46.4.4) ni plazo (Ulp., D.íd.5). cios) continúa, ahora la obligación nacida de la
compraventa se h a extin-*do,
Un pupilo podía aceptar en s u favor una accep- y h a quedado
novada en la obligación nacida de la stipulutio.
tilatro sin la auctoritas de1 tutor, porque lo beneficia.
El efecto principal reside en que la primera era
En cambio, no pueden liberar por la acceptilatio a un
una obligación bonae fidei, que era exigible por
deudor sin dicha auctoritas (Ulp., D.46.4.2; C.S.44.1).
Lo mismo ocurría con la mujer sujeta a tutela porla actio ex vendito (en un banae fidei izcdicium),
razón de s u sexo (Gayo, 3.171). mientras que ahora se ha novado en una obli-
gación que tiene SU causa en la stipulatio, recla-
4. Se discutió sobre la validez de una acceptilatio
parcial. En tiempos de Gayo (3.172) no había una mable por la condictio (actio) certae creditae
pecunzae, que no es de "baena fe", sino de "de-
doctrina segura. Pero más tarde se aceptó s u posibi-
recho estricto".
lidad. Así: "¿Das por recibido en su mitad lo que t e
En el ejemplo dado, lo que se h a novado es
prometí?" (Paulo, D.46.4.9). E incluso respecto de u n
la "causa" de la obligación (por ello llamada por
esclavo que h a sido prometido a dos herederos que
los modernos "novación objetiva"). Pero también
tendrían el condonlinio, se le puede pedir l a acceptt-
latio pro parte a uno de ellos (Pomp., D.íd.10). se podían cambiar otros efementos, como, p.ej.,
las partes. Así, veamos e s h otro caso: B le debe
Pero no si se trata de una cosa indivisible: así,
10.000 sestercios a A por cualquier causa. Con
una servidumbre predial (Ulp., D.46.4.13.1), o ha-
posterioridad, se celebra u n a stipulatio entre A
biéndose estipulado una casa, se pretendiera hacer la
y C, por medio de la cual C asume la deuda de
acceptilatio pro parte de los elementos componentes:
B y promete pagar a A Ciicha misma deuda.
así, las paredes, las puertas, etc. (UIp., D.íd.13.2).
Aquí también hay una noaatio (llamada en de-
La posibilidad de la acceptilatio pro parte está
recho moderno "novación snbjetiva"). En virtud
admitida como regla general por Justiniano (Inst.,
de ella la obligación primera entre B y A queda
3.29.1: "se puede hacer la acceptilatio por parte de lo
debido"). extinguida, subsistiendo ahora sólo la segunda,
por la cual C es el deudm de A, que reemplaza
I j 478. 11. Movaci6n. Ocurre l a novación- a la primera.
(novatio) cuando se trasforma una obligación ya
_e&~:ate,~en,~tru~a,~~de_ta.h~d~. que queda 1. Viendo estos ejemplos podemos comprender
exbnpuida la primera, quedando ahora subsis- . mejor la terminología empleada por Ulpiano. De la
& n t - e e l a p ~ ~ ~ , d- a . obligación primera continúa siempre el debztxm, res-
pecto del cual se ha operado m a transfusio, así como
1. Según la define Ulpiano (D.46.2.1 pr.): "La una translatio a la segunda, al mismo tiempo que se
izouatio es una trasfusión y una traslación (transfisio ha operado una alteración de algún otro eleri~ento
atque traslatio) de una deuda anterior a otra obliga- distinto que el d e b i k m en la s e m d a obligación.
ción, sea civil o natural, esto es, cuando por virtud de 2. Es decir, en la novatio hay algo que permanece
una causa precedente se constituye otra nueva, de en la segunda (la deuda), pero el vínculo obligacional
modo que se extinga la primera; porque la novación está alterado. Esto podía ocurrir: a ) cambiando la
recibió s u nombre de "nuevo" (nouum) y de "nueva" "causa" (ej. primero); b) agregando o eliminando al-
obligación". gún elemento accidental (así, condición, plazo, lugar
2. La forma de realizarla es extinguir l a obliga- de pago); c ) cambiando el acreedor (delegatio); y d )
ción primera trasfundiéndola por medio de una stipu- cambiando el deudor (expromissio; ej. segundo).
latio en una obligación nueva. La stipulatio es l a
forma normal, y si bien se agrega en D.46.2.31.1 I j .4
8
: Requisitos para que haya no-
(Venuleyo, itp.) l a dictio dofis, de todos modos se vación. -- <
trataría de una promesa verbal, asimilable a la sti- A W t e todo debe h a b a una obligación an-
pulatio. terior. Ello resulta elemental, puestÓ"~Ue+i¡o
Aunque discutida, cabe también aceptar que los puede extinguirse lo que no existe. No importa
nomina transcripticia (ya sea a re i n personam o a la naturaleza de esta obligación primera: puede
persona i n personam) tenían efectos novatonos. ser civil, pretoriana o meramente natural, ya
sea que haya nacido verbis, o re, o litteris o
479. Pongamos un ejemplo: A ha vendido consensu (Ulp., D.46.2.1.1; D.íd. 2).
a B u n esclavo por 10.000 sestercios. El compra- B) Que exista una siipulatio realizada en
dor B está obligado a pagar el precio convenido. forma remlar. tendien~5-a-l'ia-Vr~=-
Con posterioridad, ambos celebran una stipula- a e v a &ligación
.-- (civil o natural; Ulp., D.46.
tio. En ella A, el vendedor, pregunta: "¿Prome- 2.1.1). Lo que interesa es que la stip~lutiono-
tes darme los 10.000 sestercios que me debes vatoria sea----
regular,
-d - - a-gcpe ze2ulte- ineficaz por
por la venta del esclavo Sticho?", y B contesta: Iz c o aparición- -de-gn_a -nueva-- obfigacih Lo
mismo se opera la extincióil de la obligación prsdor estipula del vendedor y éste promete
precedente (Gayo, 3.176;. Inst., 3.29.3). pagar ir, suma del precio, o entregar la cosa
vendida. -4lmor'a la prestación debida n o estará
1. Este efecto pleno que tiene Ia stipulatio aun- basada en 1a compraventa, sino en l a stipulatio
que no haga nacer una obligación válida, parece de- (Pap., D.22.1.4 pr.).
berse a una doctrina de Servio Sulpicio, según la cual Acá hay que mencionar a Ba conocida stipu-
se consideraba, en e?te caso: que el acreedor, al rea- latia Aquili'tana, creada por el jurista AqnhLio
lizar la stipulako es como si hubiera renunciado o Gallo, quien fue discípulo de Q.Mucia Scé-?ola,
abandonado la obligación anterior. maestro de Servio Sulpicio, amigo 3. colega de
2. Sin embargo, para mitigar en algo la dureza Cicerón en la pretura. El procedimiento q ~ e
de este principio, los juristas clásicos establecieron había ideado era muy simple y muy práctico,
una distinción. por cuanto permitía novar toda clase de obliga-
a ) Si la stipulatio era manifiestamente irregular ciones, aun en conjunto, mediante una cola sfi-
(stipulatio non existens), entonces no surtía efectos p u l a t i o (hst., 3.29.2).
novatorios. Así, si se trataba de la stipulatio prome- (ii) Por un cambio en algunos de las elemen-
tida por un esclavo. Recordemos que el esclavo, orde- tos secunrdarios o accidentales de la abEgacióu.
nado por su donzinus, podía actuar como stipulaior, Esto podia ocurrir, p.ej., si se agrega o quita un
pero no como "promitente" (promissor), es decir, po- "plazo" a la obligación precederte (Gayo, 3.177;
día obligar a otro, pero no obligarse él. E n consecuen- Inst., 3.29.3).
cia, en este caso se interpretaba que l a stipulatio era Igualmente, si se agrega 0 s e quita una
irregular (stipulatio non existerzs) y no novaba la "condición". Así, las partes pueden trasformar
obligación anterior; era "como si no se hubiese esti- una obligación pura y simple en u n a obkigacih
pulado de nadie" (Gayo, 3.176; Inst., 3.29.3). condicional. O viceversa, una obligación condi-
Lo mismo ocurría si se había estipulado emplean- cional en m a que sea pura y simple, eliminan-
do la forma Spo~zdes?(propia de l a sponsio), con un do la can&ci6ni.
extranjero a quien no se le había concedido la perrni-
sión de esta fórmula (Gayo, 3.179, i7z fine). No se 1. Para Servio Sulpicio, la aovatio s e producía
producía la novación. inmediatamente que se realizara la siipulatio nova-
b ) En cambio, si el promitente de l a stipulatio
toria, sin aguardar el resultado de l a con&ción.
era un pupilo que actuaba sin la aucforitas de su Pero se@ explica Gayo (3.1791, prevaleció un
tutor, se interpretaba que había extinguido l a obliga-
critemio distbto. Si la obligación e r a pa-a y simple,
ción anterior, aunque la nueva fuera nula. Acá se y se la pretende novar con una stipulatio que agrega
consideraba que la stipulatio existía, puesto que eluna condición, el efecto no es automático, sino que
pupilo puede preguntar y responder en la stipulatio,hay que esperar que la condición s e cumpla. Si ello
aunque los efectos sobre la nueva obligación no se ocurre, acaece l a ~zouatio;de lo contrario, l a primera
produzcan (Gayo, 3.176; Inst., 3.29.3). obligación continua existente. Este criterio será el
que predominará, siendo aceptado por Justiniano
---
C) En la-s&pj~latio novatoria se
----- -- ...-
vaiiel-~ilisma.&h&ide.fa o&-precesen-
debe conser- (Ulp., D.46.2.14 pr.; Pomp., D.46.2.24; Inst., 3.29.3).
2. El casa inverso sería el d e que l a primera
te. Por ello es que Ulpiano habla de "t~asfusióñ-obligación &era condicional y se estipulara s u nova-
y traslación de la deuda (debitum) anterior". tio como obEgación pura y simple. Como 10 indica
Este requisito fue observado riw-osamente en Ulpiano (D.46.2.14.1), aunque pmeciera que Ia nova-
la época clásica. Así, si se me debe un fundo ción debe surtir efectos inmediatos, hay que esperar
determinado, no se puede novar la obligación que se cumpla l a condición de la primera obligación.
estipulando que se me deba otra cosa (p.ej., otro De lo contrario no s e cumpliría el requisito de que
fundo). De ocurrir así, acá habrían dos obliga- para novar debe existir alguna obligación. De este
ciones, por cuanto la anterior no ha quedado modo, si no se cumplía l a condición de H a antigua
extinguida en cuanto a la prestación debida, y obligación, quedaba ésta extinguida, por Po que no
la nueva es perfectamente válida ( J u l . , surtía efectos l a estipulación navatoria. Y si en cam-
D.45.1.56.7; Ulp., D.46.2.9.2). bio se cumplía l a condición de l a primera obligacion
d ) La stipulatio novatoria, si bien debe man- ésta existe ahora en forma plena, y de ahi que otor-
tener la misma deuda que la obligación prece- gue efectos novatorios a la segunda.
dente (idein debitum), debe contener algún ele-
mento nuevo (aliquid novi). Este "algo nuevo" En cambio, fue controvertida la cuestión de
que debía estar presente en la stipulatio podría si había o no novación por el agregado o l a
ser: supresión de un fiador. Los sabinianos opinaron
(i) Un cambio de la "causa de la obligación". por la afirmativa, negando los procdeyanos los
Ello ocurre ea ,el ejemplo dado antes de que efectos novatorios, ya que no se aiteraba Ea obli-
existiendo un contrato de compraventa, el com- gación principal si se agregaba algo accesorio
(Gayo, 3.177-178). Justiniano aceptó el efecto E1 agregado del a7zimus nauandi, obedece en parte
novatorio (Inst., 3.29.3). a la declinación de las formas uerbis que 'se va operan-
(iii) Por cambio del acreedor. Así, A es acre- do en el derecho posclásico, y también a terminar con
edor de B y le ordena a éste qne realice una las cuestiones que en la época clásica provocaban du-
stipulatio con C, prometiendo a éste la misma das (así,el agregado de un fiador). Por ello es que se
deuda debida a A. De este modo, el deudor B t e d a suplantando el efecto exclusivo de la forma
deja de serlo respecto de A y comienza a serlo verbal y determinando que lo que debía primar era la
respecto de C. En este caso se habla de delega- voluntad expresamente declarada por las partes.
tio, de tal modo que A es el "delegante", B el De este modo, se abre, para el derecho moderno,
"delegado" y C el "delegatario". el camino por el cual en todo negocio obligacional,
con l a expresión del animus nouandi, se podían pro-
1. Los motivos que puede tener A para dejar de ducir efectos novatonos.
ser acreedor de B y pedirle que lo sea de C pueden
ser muy variados: así, para pagar una deuda que A IguaImente, con la exigencia del animus no-
tiene con C; para conceder un mutuo al nuevo acre- vandi, que ahora pasa a ser el pivote de la
edor (Jul., D.46.1.18); para constituír una dote; etc. novatio, se termina influyendo sobre el requisito
2. Supone siempre u n iussum (mandado, orden, clásico del idem debitum. Así, en l a constitución
autorización) por parte del delegante. El deudor no justinianea citada se habla de novatio crrando
está obligado a celebrar la stipulatio novatoria. Sin "se aumente o disminuya l a cantidad" de la
embargo, tratándose de la misma deuda, no tendrá deuda.
mayormente razones para no realizar el negocio, que
implicaba una liberación de su antiguo deudor. 2. Por ello se realizarán interpolaciones, tales
como la del fragmento de JULiano (D.45.1.58).El ju-
(iv) Por cambio del deudor. Así, B es e1 rista clásico excluía la nouatio cuando s e hacía una
deudor de A, supongamos por 100. C, un terce- stipuíatio prometiendo la semidumbre de actus, en
ro, celebra una stipulatio con el acreedor A, lugar de la anterior de iter; o del usus en lugar del
prometiéndole dar los mismos 100 que debía B. ususfructus; o de "cinco" en lugar de "diez". Pero se le
De este modo, la obligación primitiva entre A y interpela: "a menos que en ellas se hubiera expresado
B se extingue, naciendo una nueva por la mis- especialmente que ello se hacía animus novandi".
ma deuda de C respecto de A. E n este caso se Igualmente, el fragmento de Papiniano (D.46.2.281,
habla de expromissio. donde se admite la novatio de l a prestación de un
fundo por su valor (aestimatio). Las expresiones no-
1. No es necesario ningún iussum por parte del uandi causa y animus nouandi que están en el Diges-
deudor B a C. Pero, obviamente, es necesaria la to están siempre interpeladas.
conformidad del acreedor, puesto que no se le puede
obligar a cambiar de deudor. Esta conformidad l a 481. Wrovoefio necessaria. Los autores
expresa desde el momento en que accede a la reali- modernos suelen hablar de "novación necesaria"
zación de la stipulatio, pudiendo poner como condi- para oponerla a la convenida por las partes
ción previa que el nuevo deudor sea solvente. O tam- ("novación voluntaria"). Ven como tal el caso de
bién hacerse dar del deudor antiguo un "mandato de la litis contestatio*. Sabernos que s u principal
hacer la novación", por lo que el nuevo acreedor efecto es la "consumición d e la actio". Gayo la
podía demandar del deudor antiguo, por cualquier trata inmediatamente después de hablar de la
perjuicio sufrido por la actio mandati contraria (Inst., novatio [3.180),pero no dice que sea una espe-
3.26.2). cie de novatio.
E n dicho párrafo, Gayo reproduce el dictum
e) En fa época posclásica se produce el agre- republicano: "Antes de l a titis contestatio el deu-
gado de un requisito nuevo, a los ya señalados dor debe pagar; luego de la litis contestatio, es
en la época clásica: el animus novandi, o sea, la menester que sea condenado; y una vez conde-
"intención de novar", que Justiniano termina por nado debe cumplir con la condena pronunciada".
imponerlo a l ordenar que debía figurar de mane- Aparentemente hay una cierta aproximación con
r a expresa por las mismas partes (C.8.42(41).8, la novatio, pero no es lo mismo. El acercamiento
año 530; Inst., 3.29.3). Si no ocurría así, subsistía se debe a que la obligacibn introducida en el
la primera obligación y se le agregaba la segun- iudicium (legitimum) se consume con la l.c.,
da, de tal modo que habrá dos obligaciones. estando las partes sujetas al trámite posterior
de1 juicio, y a la eventual condena.
1. En realidad, el elemento intencional, de algu- Pero hay diferencias: (i) la novación purga
na manera tuvo que estar presente en el derecho la mora de la deuda primera; en cambio, la Z.C.
clásico, por cuanto sin él no se explican's la voluntad n o sólo no la purga, sino que hasta la puede
de realizar la stipulatio novatoria. determinar (Pap., D.22.1.3 pr.; Paulo, D.íd.24
pr.); (ii) la novacióil extinrae las gara~ltíasac- nados casos se podía operar 12 conzpe?zsctio. Es-
cesorias; en cambio, la 1.c.. deja subsistentes las tos e r m los siguientes:
prendas, hipotecas, etc. (Paulo, D.46.2.29); (iii) a ) En los bonae fidei iudicir* ", en los cuales
la novación interrumpe los intereses de la deu- la fórmula permitíc que el iztder k ~ i e r laa libre
da anterior, cosa que no ocurre en la E.c. (Paulo, potestad de estimar el montci de Ia condena
I9.22.1.35; D.46.2.18). conforme a lo que estimaba ex ijono et aequo, le
estaba permitido -aunque no obligatoriamente,
1. El texto de Paulo (D.46.2.29) que diferencia la ya que era él quien debía apreciar la oportrzni-
novatio voluntaria del iudiciztm acceptum (juicio acep- dad, conveniencia, justicia y equidad- hacer
tado) y el de Papiniano (FIT,263) que afirma que se aplicación de la compensacih {Gayo, 3.63).
podía novar por delegatio o por actiones introducidas
en juicio, están ambos inter~olados.Es Justiniano 1. Así, si en una compraventa, a1 pedir ef vende-
quien habla de rtoua7-e i u d i c ~ i iactione (novar por la dor el precio, el demandado alegaba el desmedro
acfio iudicati para hacer cumplir l a condena; sufiido en fa guarda de la cosa, que tardó en ser
(3.7.54.3.2, año 531). entregada, el iudex, si lo consideraba conveniente
(co~zueniensuidetur), podía tener esa circunstanc'la en
cuenta y disminuír el pago del precio en la condena.
2. Técnicamente no era una exceptio. Por ello,
y W c r é d i t o " (D.16.2.1). -%sí, supongamos que Gayo nos dice que no figuraba expresamente como tal
e e d o ren las palabras de la fórmula. Se la consideraba
e u - - u ~ b o n _ a g - & d e i ~ ~ & ~ ~ ~ ~ & ~ - e ~ - - a ~ -rres-
ciecto de B Dor 100.---~%.&Pero.
--L----- <,*
como -_--
- consecuencia--- del integrada en la naturaleza de los h n a e f dei iudicia,
negocio que los liga, B r e s d i a acreeTor r e s p e m pasando directamente al officium del Euder. Incluso
de A por 50. m o s i ~ f i c aque ambos son a1 e1 propio demandado podía preferir conservaf el cré-
dito y que no se efectuara la compensación (Ulp.,
D.27.4.1.4).
3. Si el iztdex no había h e c b fa compensación,
_iudex,-en la sTGtencia procederá a "compensar" la parte gozaba de la acción pertinente a s u crédi-
íoendere cum: "contra~esar"o "contrabalance- to, y esto es así, por cuanto l a ccmpensatio, aunque
A
ar'xel --.- ---" de A con el de B, de tal modo qüé* se tratara de bonae fidei iudicia3 no es sino una
créditoCL
,
INIp
I-
l
,
.A-
-
minados", otorgando la actio praescriptis verbis para (Fap., D.46.3.95.2).
cumplir lo tramado, aparte de la actio nacida de la
stipulatio en su caso (Alej.Sev., (2.2.4.6, año 230 itp.; 1. Si bien se suele decir que la confuszo extingue
Diocl., C.íd.33(34).1 itp.). la obligación ipso iure, asimilándose al pago (solutio;
Terencio Clemente, D.34.3.21-11,en realidad presenta
3 488. Conse~zECrnientoc ~ ~ m k - a ~En
i o .las diferencia. La obligación permanece más paralizada
obligaciones nacidas de contratos conGnsuales
-- - que extinguida. Así, si la confisio se producía en la
(compraventa, locación, mandato y sociedad), así cabeza de un heredero por testamento, y éste era
declarado inoficioso, la ok~ligaciónrecobra su faerza pcsterioridzd, por otra causa icompra, herencia,
(Paulo, D.5.2.21.2). legado, donación), A deviene p-opietario de di-
2. Si se trataba de l a obligación nacida de una cho fundo. La obligación p r f n ~ e ~ en a , el derecho
stipulatio, si se producía la co7zfusio entre e1 eslig-rr- a11tigu3 y también en el primer derecho clásico,
lante y el promitente, o viceversa, l a obligación se quedaba extinguida, puesto qTne una vez ya ad-
extinguía ciuiliter (Pomp., D.46.3.107; Modest., qeda la cosa, deja de ser debida y no podemos
D.íd.75). reclamar que se nos dé una cosa que ya es
Pero si había acreedores o deudores solidarias nuestra (Gayo, 4.4).
por la stipulatio, los efectos eran distintos respecto Más tarde, quizá a parL& de Juliano, e
del pago. Así, p.ej., A es acreedor de B y de C in indudablemente para la épocñ Qustinianea, este
solidum. Si por causa hereditaria A confunde su ea- principio primero queda alterado. Se establece-
beza con B, continúa vigente la obligación respecto de r& una distinción entre "causa onerosa" (p.ej.,
C; Paulo, D.46.1.71 pr. La confusio deja subsisteaa- una compraventa o una permuta) y "causa lu-
te la otra obligacién, a diferencia del pago, que ka crativa", es decir, a t í t u l o gratuito (p.ej., un
extingue. legado o una donación). Se fijzrá el principio de
3. Si la confusión se opera entre el acreedor y el que Ea obligación no se extirr-e si una de las
deudor principal, al exTinguirse la obligación princi- dos causas es "onerosa", de tal modo que el
pal las fianzas quedaban extinguidas, puesto que eran acreedor puede demandar la aestimatio de la
accesorias de aquella (Afric., D.46.3.8.5). coca. En cambio, siendo ambas causas 'lucrati-
Pero si la confusio se produce entre el acreedor vas" la obligación se extingue (Africano, D.30.
y el fiador, se extingue l a fianza, pero no l a obliga- 108.4; Jul., D.44.7.17 itps.).
ción principal (Paulo, D.46.1.71 pr.; &c., D.id.71.3).
Si el fiador era el heredero tendrá acción contra el 1. Respecto de la aplicación de l a Úitima versión
deudor principal, por ser una deuda de l a herencia. ("concurso de dos causas lucrativas") en l a época
Lo que se discutía era si correspondía la actio rnan- clásica, el tema está muy discui2&~.Algunos piensan
dati, como ordenada por el. causante (Pomp., D.1'7.1.11) que los clásicos no conocieron e s t a diferenciación en-
o la condictio nacida de la stipulatio (Pfnc., D.46. tre "causa onerosa" y "causa lucsaiiva", sino que bas-
1.21.5). taba con que el acreedor p.ej., hubiera recibido l a
A su vez, si la colzfüsio se producía entre el cosa por cualquier causa para qae l a obligación que-
deudor principal y el fiador, en principio se extio-pe dara extinguida.
la fianza (Ulp., D.46.1.5; Scév., D.46.3.93.3). Pero elfo Los casos mencionados en el Digesto están vincu-
puede ocasionar perjuicio al acreedor. En efecto, su- Iados a cosas debidas por una sfiL~:nulatio y un legado
pongamos que A, el deudor principal, hubiera here- per damnationem. El caso era &,,skinto para la com-
dado a B, su fiador, y luego se produjo l a venciitio praventa, donde regía la bona fid~os.Así, si p.ej., t ú
bonorum de los bienes hereditarios. Si l a fianzs h ~ - me habías vendido una cosa, que yo obtuve por otra
biera subsistido, el acreedor podría haber pedido l a causa, no me puedes reclamar el precio por l a actio
separatio bonorum", derecho concedido al acreedor venditi (Pomp., D.22.2.29 pr.), ptsesto que l a obtuve
hereditario para separar el patrimonio de sus derndo- por otra causa. Incluso, si te compré una cosa que
res del patrimonio del heredero. Acá, por efectos de luego me fue legada, podía reclmmar el precio por l a
la confusio no lo tendría, pero Papiniano (D.22.6.3 actio empti (Paulo, 2.17.8; Jul., D.30.84.5; Jul.-Ulp.,
pr.) lo protege otorgando, al parecer, esta separatio 13.19.1.13.5).
bonorum aunque no fuera el acreedor hereditarh, Quizá pudo haber ocurrido que este principio,
sino el acreedor del heredero. vigente en la compraventa, se h s g a extendido a con-
4. Un caso particular se daba en algún supuesto ceder una acción de recupero del precio, a quien
de ejercicio de la actio noxalis. Así, un esclavo de A compró una cosa que luego se leg6 (Ulp., D.30.34.7).
cometía un delito contra Ticio. Éste tenía contra A la El párrafo fundamental, para dilucidar esta cues-
"acción noxal". Pero si luego, por cualquier causa, tión es el de Juliano (D.44.7.17): "Todos los deudores,
Ticio se convierte en propietario de dicho esclavo, s e que por causa lucrativa deben m a cosa específica,
discutía entre las escuelas si la actio noxalis se ex- quedan libres cuando esta cosz específica hubiese
t i n p í a por confusio (tesis sabiniana), o se suspendia pasado por causa lucrativa a los acreedores", ya que
y despertaba en el supuesto de que el esclavo esca- para unos es auténtico, mientras que para otros es
para de la potestas de Ticio (Gayo, 4.75). Justinimo producto de una interpolación.
se inclinará por l a solución sabiniana (Inst., 4.8.6). 2. En época justinianea, l a obligación sólo se
extinguía si concurrían dos "causas lucrativas", pero
490. Coneumo de causas (conemsm no si una de ellas era "onerosa". Así se dice clara-
eausarum). Ocurre esto cuando el acreedor ob- mente en las Institutas (2.20.6): '3i l a cosa de otro
tiene por otra causa, la cosa que le es debida. h a sido legada, y en vida del tes-cador h a adquirido
Así, A I~aceuna sfipulatio con B, por la cual el legatario la propiedad de ellz. puede a título de
éste se obliga a darle el fundo Tusculano. Con compra obtener el precio por la actio ex testamento;
pero si ha sido por causa lucrativa, como p.ej., por le había desclavado las tablas y maderas para luego
donación o por cualquiera otra causa semejante, no volver a recomponerla, se trataba de la misma cosa.
tiene acción. Porque se halla recibido tradicionalmen- Pero si el dueño l a hubiera deshecho con la intención
te que dos causas lucrati~~as no pueden acumularse de que sus tahlas se aplicasen a otros usos, y luego
para una misma cosa en un mismo indi~iduo". cambió de opinióa y volvió a rehacer la nave, se
entiende que ésta es una nave nueva. Igualmente,
§ 491. Otras causas de exfir~eéón. con el caso de haber prometido una casa ajena. Si se
removían las maderas para S- puestas otra vez, son
a ) Pérdida de la cosa debida. Cuando se de la misma casa. Pero si los materiales hubiesen
debe una cosa específica -no una genérica, sido demolidos hasta el sueicr. aunque se vuelvan a
puesto que el género nunca se extingue- y ésta poner los mismos materiales, se entiende que es una
perece en su totalidad (así, el caso de que se casa nueva (Paulo, D.46.3.98.8; D.45.2.83.5).
hubiera prometido entregar el esclavo Sticho en También si el esclavo prometido hubiera caído
un plazo determinado, y éste muriera el día prisionero del enemigo, y luego fuera rescatado, por
anterior a dicho plazo; Pomp., D.45.1.33), o si la el postliminium volvía al dominio de su amo, y por
cosa debida se hubiera hecho sacra o religiosa tratarse del mismo esclavo, podía luego ser pedido
(Inst. 3.19.2), o el esclavo hubiere alcanzado la (Paulo D.46.3.98.8).
libertad (Paulo, D.45.1.83.5), el cumplimiento se
torna imposible y, en consecuencia, de hecho b ) Nuerte y capitis deminutio. La muerte
se extingue la obligación, quedando el deudor puede hacer cesar ciertas obligaciones, que son,
liberado. en principio, intrasmisible a los herederos (caso
de las actiones poenates*; v. sin embargo, supra,
1. Para que ocurra este efecto es necesario que el 8 331.B), y mientras estavieron vigentes las
acontecimiento haya sucedido, no solamente por el derivadas de fianzas como l a sponsio y la fidei-
dolo o la culpa del deudor, sino también por cual- promissio (Gayo, 3.120).
quier hecho del deudor fsine facto promissoris; Inst. También la capitis d e ~ z i n u t i o ,aun rnirzima
3.19.2; Pado, D.45.91 pr. y cs.). Sucede lo mismo si extinguía en principio las obligaciones (así, en
el acontecimiento ha sobrevenido estando el deudor el caso de la adrogatio* y de la converztio in
en mora, ya que continúa obligado por haberse per- manux: de una mujer sui iuris). Pero el pretor
petuado la obligación (perpetuatur obZiiÚtio; Pomp., protegía a los acreedores <T. infra, 89 506.f1.a. y
D.45.1.23 y 33; Ulp., D. íd.82.1; Paulo, D.íd. 9 1 pr.1 536.1).
y 3). c ) Praescriptio. Respecto de la prescripción
2. ¿Qué pasa si, más tarde, la cosa sacra o reli- liberatoria de las acciones por las cuales se
giosa entra en el comercio, o si el esclavo manurnitido podía exigir una obligación, nos remitimos a lo
recae en la esclavitud? ¿La obligación renace? Supon- ya visto supra, 3 93.
gamos este caso: Se deja por legado un esclavo ajeno.
Antes de cumplimentarse dicho legado, el dueño de
aquél lo manumite. Pero luego, por cualquier causa, V. Trasmisión de c9-editas y asrahaciáln de
recae en la esclavitud. Celso (D.32.79.3) opinaba que deudas.
la obligación renacía. Este párrafo debió haber sido
dejado inadvertidamente por los compiladores, puesto 3 492. 1. Tsasmisi6n de créditos. En prin-
que luego se agrega otro de Paulo que nos dice que cipio, las obligaciones -tmto en su aspecto ac-
la opinion de Celso -anterior en más de un siglo- tivo como pasivo, pueden ser trasmitidas en
no fue la prevaleciente (nec ad7nissum est quod CeZsus caso de sucesión per uniriersitatem. Ello ocu-
ait). Según él una vez manumitido dicho esclavo, la rría en una herencia. Los créditos y las deudas
obligación se extinguía a perpetuidad, no pudiéndosela del de cuius pasan directamente al heres,
entender renacida; se consideraba que dicho hombre, quien gozaba de los primeros y se tornaba res-
primero esclavo, y luego manumitido, al recaer en ponsable de las segundas. Igualmente, los crédi-
esclavitud, no era el anterior sino que se trataba de tos -no las deudas- eran adquiridos por parte
un nuevo hombre (Paulo, D.46.3.98.8; D.45.1.83.5. del pater adragante, en e1 caso de la adroga-
D.34.4.27.1). Para esta opinión predominante, la obli- tio"', como también por parte de quien celebra-
gación se había extinguido. ba una conventio i n manix" con una mujer sui
De acuerdo con esta idea prevaieciente, lo que se iuris.
trataba de averiguar era si se estaba o no ante una Pero en forma Uidividdzada, las obligacio-
cosa nueva. Si la cosa podía ser considerada nueva, nes no pueden ser trasmitidas a otros. Se debía
la obligación extinguida no renacía. Por ello, Paulo esto al carácter fuertemente personal de la obli-
entra en una casuística tendiente a determinar si gatio y de la responsabilidad que de ella nacía.
ocum'a o no esta circunstancia. Así, si se trataba-de Sin embargo, dadas las exigencias de la s.ida
la promesa de entregar una nave ajena, si el dueño económica, hubo necesídad de crear las vias que
3E LAS OBLIGAC!ONES 289
posibilitaran la tl-asmisión de las obligaciones. cluso la actio iudicati para ejecutm a l deudor (Gayo,
Este camino h e l e d o , y. aunque la eficacia de 2.39; FV,317). Jurídicamente, EB crédito adquirido
los modos encontraclos resulta menguada res- por el cognitor, por efectos de la ICas contestatio, era
pecto de los actuales, bastaron para satisfacer nuevo, y no idéntico al que había tenido el cedente.
las necesidades romanas. 2. Otro inconveniente que traía este práctica era
que la muerte del cedente o del ces5onario resol~ríala
5 493. a ) La delegatio. En l a época clásica, cesión, que no pasaba a los herederos; si bien al -final
si un acreedor quería trasmitir su crédito a de l a época clásica se otorgan actioazes utiles en favor
otro, no podía hacerlo n i por muncipatio, ni por y en contra de los herederos (Go~d.,'2.4.10.1).
i ~ ziure cessio, ni por otro modo de adquirir
(Gayo, 2.38). Pero podía recurrir a la novatio 3 495. c ) Una forma más importante, no
por cambio de acreedor (delegatio; ver supra, vinculada al mandato procesal, Eo ofrece la prác-
5 487.C.iii). Así, A era acreedor respecto de B tica empleada por los juristas de la Cancillería
por 5.000 sestercios. Supongamos que quiere imperial en virtud de l a cual el cesionario no
ceder su crédito a C. Entonces, acatando l a obra como coglzitor sino directmente a nombre
invitación de A, B celebraba una stipulatio con propio, por medio de actiones utiles, que no
C, a quien prometía pagar esos mismos 5.000 pueden extinguirse por l a muerte del cedente y
sestercios. En virtud de esta delegatio se extin- que son trasmisibles a los herederos.
guía la obligación entre A y B y nacía una
nueva entre C como acreedor de B; Gayo, 2.38. 1. En la época de Antonino Pio (siglo 11 d.C.) se
comenzó a defender así al comprador de una herencia
1. Esta forma podía valer económicamente como (Ulp., D.2.14.16 pr.), concediéndosele actiones utiZes
una cesión del crédito, pero en realidad el crédito para reclamar en nombre propio los créditos de la
primero se exkinguía por l a novatio y lo que tenía C herencia comprada.
era un crédito nuevo. 2. Pero luego, en el siglo LTI, s e ampliará el
2. Tenía el inconveniente de que se necesitaba cuadro: así, en favor de aqueI a quien se cedía en
inevitablemente l a cooperación del deudor, quien de- prenda un crédito ((2.8.16.4, aiio 225); en favor del
bía aceptar el iussurn de A y celebrar la stipz~latio marido a quien se había cedido -un crédito en dote
novatoria. (Val.Galo, C.4.10.2, año 260); en favor de aquel a
Además, al extinmirse la obligación primera, se quien se le había pagado con un crédito (Diocl.,
extinguian también con ella sus accesorios, es decir, C.4.15.5); en favor del legatario (Xkiocl., C.6.37.18); y,
las fianzas, prendas e hipotecas, las cuales sólo podí- en general, respecto de quien compraba un crédito
a n tener validez si son constituídas de nuevo, (Diocl., C.4.39.8). Justiniano lo ampliar8 al donatario
juntamente con la stipulatio novatoria. de un crédito (C.8.53.33, año 5281.
ció que el deudor ce podía liberar pagando al cesio- catum solui (Gayo, 4.102).
nario la misma suma con que compró el crédito al 2. Esta forma es menos eficaz que la novación,
cedente. por cuanto el deudor primero no se liberaba respecto
del acreedor, y éste no puede forzar al nuevo a ser
5 497. 11. A S U P E C E Ó de
~ deudas. a ) Se podía parte en el proceso. Si el nuevo se negaba a actuar
recurrir a la novatio (caso de la expromissio, v. como demandado, e1 deudor originario era el que
supra, 5 478.C.ii). A es acreedor de B. C un debía responder, pudiendo tener, según el negocio
tercero pide asumir la responsabilidad de esa celebrado con el pretenso asumidor de la deuda, una
obligación. Para ello era necesaria fa aceptación eventual acción de re~mbolso.
del acreedor A, quien por medio de una stipu-
Latio novatoria con C, se hace prometer por éste c ) Para asumir deudas, podía valer también
el pago del debitum de la obligación. La obliga- el constitutum debiti alieni (v. supra, 5 319.B).
ción entre A y B se extingue, lo mismo que las Mediante él, un tercero asume, con consenti-
fianzas, prendas e hipotecas, saZvo que se las miento del acreedor, el pago de una deuda aje-
mantuvieran en la stipulatio, naciendo Ta nueva na, de tal modo que el deudor no queda libe-
obligación por el mismo debitum entre A y C. rado, ya gue puede ser demandado por el
6) Otra forma era recurrir al mandato pro- acreedor. Este puede a su vez actuar contra
cesal por parte del deudor, quien nombraba un este tercero -en realidad está cumpliendo
cognitor in rem suam, asumiendo por sí la obli- un papel de fiador- por la actio de pecunia
gación. Este tercero se dejaba demandar por el constituta.
PARTE
QUINTA
DERECHO DE FArPCtIBILU
5 498. Concepto de familia. La familia iuris, pero "es cabeza y fin de su familia" iülp.,
romana tiene sus características propias que D.íd.5), ya que no podía ejercer ha patria potestas.
son distintas del sentido que tiene en la actua-
lidad. Ulpiailo (D.50.16.195)diferencia entre fa- 8 498. Parentesco. Los romanos conocen
nzilia proprio iure y familia communi iure. dos vínculos de parentesco: Ia adgnatio y la
a ) La farnilia proprio iure tiene la caracte- cognafio. Por el primero, que es un vínculo ar-
rística de que todos sus integrantes están some- tificial creado por el ius cÉvEle, estáin unidos
tidos a una misma persona, el paterfamilias (o como parientes agnados, en principio todos aque-
sinlplemente pater). Entre estos integrantes es- llos que estaban sometidos a la p o i e s t a ~ del
tán los .jos o hijas, nietos o nietas sometidos pater y hubieran continuado en ella si éste no
a la patria potestus. También la mujer casada hubiese fallecido. Y así, en las generaciones si-
que estuviera sometida a la manus. Podían tam- guientes i n infifzitum (Ulp., D.38.16.2.f; Inst., 3,
bién estar otros terceros que están i n ~nancipio. 2, 1).Igualmente todos los integrantes Se Ta
TT por último los esclavos sometidos a la domi- gens, mientras ésta se conservó, eran a p a d o s
nica potestas. entre sí. La adgnatio se trasmite t b i c m e n t e
El pater es el único sui iuris (tiene los de- por vía de v a 6 n (Paulo, 4.8.13; Mod.,D.38.10.4.2).
rechos por sí mismo); los demás son todos alieni En cambio, la cognatio es e1 parentesco de san-
iuris (dependen de otro). Cuando fallece el pcr- gre, y, por tanto, es una vbxcdación a a k a l
terfamilias, los filiifamiliae y la uxor i72 manu, (Ulp., D. 38.8.1.1)igual al qire rige en el dere-
se convierten en sui iuris. Los hijos varones cho actud.
pasan a ser cada uno de ellos paterfamilias, El desenvolvimiento de la familia romana se
teniendo potestad sobre sus propios descendien- puede resumir muy apretadamente así: a ) En
tes. Las mujeres, si bien serán szci iuris serán un principio, el hito parentesco qae se toma en
"cabeza y fin de su propia familia" (Ulp., D.íd.5). cuenta, sobre todo en sus efectos patriinoniales-
Los esclavos seguirán sujetos al dominio de quien hereditarios es la adgnatio. Así, cuando se ha-
corresponda (Ulp., D .íd.2). bla de familia "civil" (conforme a1 ius ciuile)
b ) La familia communi iure está formada desde los inicios se hacía referencia al parentes-
pos todos los agnados; así, los que al morir el co agnaticio. b) El pretor, atento a los cambios
pater pasan a formar una familia propia, están operados en la familia romana, es e1 que irá
vinculados entre sí por la adgnatio (Ulp., ibíd.). otorgando importancia al vínculo n a k d de la
En los tiempos primeros esto iba conformando cogncitio. c ) Finalmente, en la úItirna época, este
la institución de la gens, esto es, la "gran fami- parentesco será el único tomado en consideración.
lia". Ésta reconocía un fundador común, a partir
del cual se van formando con las distintas ge- l. La adgnatio se explica en la familia romana,
neraciones, familias propias separadas, pero que que era una institución política manolítica, en la cual
por su descendencia de este autor común, resul- se practicaban los sacra privata (es decir, los ritos de
tan todos agnados entre sí. la religión doméstica). Esto hace que l a familia no se
resuma meramente en l a familia del "hoy" (familia
1.El vocablo familia tiene también otras acepcio- proprio iure) sino que se perpe'6;úe hacia atrás, al
nes: a ) para designar los '%ienes patrimoniales" (Ulp., "ayer" (como consecuencia de l a reverencia debida a
D.íd.1); b ) para nombrar al conjunto de esclavos per- los antepasados, los Manes) y hacia el "fiitrrro7'. Mien-
tenecientes al mismo dueño (Ulp., D.íd. 3). tras esto rigió plenamente, la gens, como familia
2. La expresión paterfamilias s i g n s c a 'Sefe de commzlr~iiure, tuvo vigencia. Al ir desapareciendo el
familia"; si bien sucede generalmente que es el que lazo de l a rebigio, esta forma de parentesco ir6 cono-
tiene hijos, la designación no hace referencia jurídica ciendo su lento ocaso. La gens decae hacia fines de l a
a ello. Así, el pupilo impúber que está en tutela es Repúblics y ya no se l a cuenta en el Principado.
pater, lo mismo que el hijo emancipado (Ulp., D.íd.2). 2. Normalmente, los hijos legítimos procreados
Es sinónimo de sui iuris. La mujer puede ser su!: por el pater son al mismo tiempo c ~ g n a d o sy a,onados.
A su vez, la mujer o el varón adoptados son agnados 5 501. 1. Fk~£r&a4p~1fecs. ES Jg_potestas
en l a familia del pater, .y a pesar de no existir pro- que se eierce sobre los @os y l a s z - i a s qkexr
piamente vínculos de sangre, se los considerará tam- razón de adgnatio le están sometigcl-A-ella
bién cognados. Esto es así porque l a adgnatio arras- cnrresjonden los filiifarniliue o w ~ $ - e a h i j ~ ~ . - e n -
tra la cognatio (Paulo, D.1.7.23; Ulp., D. 23. 2. 12.4). geedrados legítimamente por e k a t e r , los n i e t s
De este modo, todos los agnados son también cogna- y nietas y aquellos que havan i n p r e s a d ~- d a
-
--
.u
-
dos, pero no al revés. Así lo dice Paulo (4.8.14): f-amllia por adopción.
"Entre los agnados y los cognados media esta diferen- =&EiÜs proprium Romanorum (de-
cia: entre los agnados están comprendidos también recho peculiarísimo de los romanos; Gayo, 1.55).
los cognados; en cambio, entre los cognados no están Esto no significa que en los otros pueblos los
comprendidos los agnados". Así, respecto de este ú1- padres no tuvieran poderes sobre sus llijos, sino
timo caso, si el pater emancipa al filius, deja de ser que la patria potestas presentaba características
agnado, pese a continuar siendo cognado. propias que la diferenciaban muy claramente:
'
3. Para el cómputo del parentesco (tanto agnati- Primero, por lo absoluto del poder del pater
cio como cognaticio) hay que tener en cuenta las (según e1 derecho sucesorio, los filiifamiliae son
líneas y los grados. Hay dos líneas: l a "recta" que une considerados herederos "suyos" del pater, como
a ascendientes y descendientes, en sus dos formas: la L~i fueran propiedad suya; Gayo, 2.157).
"descendiente" (hijos, nietos, bisnietos) y la "ascen- Segundo, porque la patria potestas es vitali-
diente" (padres, abuelos), y la "colateral", que une a cia, ya que no cesaba mientras viviera el pater,
aquellos que reconocen un autor común, aunque en- 1 cualquiera que fuera la edad de los filii, salvo el
tre ellos no están en línea recta (así, hermanos, tíos, / caso de emancipación de éstos. Pero ni el matri-
primos, etc.). El "grado" es la posición generacional i monio de ellos, ni el hecho de que ocuparan ma-
que se ocupa en l a línea respectiva. i gisiraturas, ponía fin a la patria potestas.
En l a línea recta, a partir de cada generación, se -
I
cuenta u n grado. Así, el hijo está en primer grado l. Sólo en casos excepcionalísimos se sale de l a
respecto de s u padre; el nieto en segundo grado res- patria potestas (fuera de l a emancipatio), como p.ej.
pecto de su abuelo. cuando el hijo es consagrado flamen Dialis (sacerdote
En la línea colateral, hay que remontarse al tron- de Júpiter), o l a hija tomada como Vestal (Gayo,
co común. Así, mi hermano está en segundo grado, 1.130); y también cuando existían las colonias lati-
puesto que primero debo ascender al autor común, mi nas, y el hijo se enrolaba e n una de ellas, y a que se
padre y luego descender a mi hermano; mi tío, en hacía ciudadano de otra ciudad (Gayo, 1.131).
tercer grado (debo ascender hasta mi abuelo, dos 2. Gayo (1.55) nos dice que entre los gálatas (¿ o
grados y de éste descender a mi tío. Y así, los primos quiso decir galos?) se mantenían principios semejan-
hermanos están en cuarto grado, etc. tes a los de l a patria potestas romana. Precisamente
recuerda Julio César entre los galos (de bello GaZl.,
("f 6.9.3):los padres tienen l a potestad de vida y muerte
2
r)
!-
/\+LTE PRDU
\LAS POTESTADES
sobre las mujeres casadas y sobre los hijos.
I DEL PATERFAMILIAS'
_
3 502. E;jercicEo de la: patria p o t e s t a s a
pater tenía un poder extraordinario _sobrere
. .. _sqs-
i*'y$ . F
500. En un comienzo, el pMaifi:s-ejerce
1 poder unitario y absoluto sobre todos los miembros
un
--
f&X?SñGe%e-queXicerón pudo escribir en su
época (siglo I a.C.1 que el pater debía ser reve-
renciado como un dios (pro Planc.,12.29). Si bien
1 de la familia, que habría recibido el nombre de ma- l o s filii son 'libres", jurídicamente estaban en
l nus (simbólicamente signo de poder: "estar s o m e a una condición equivalente a la de los esclavos
i n a manusn). - (Servio, a d Aen.,11.43, habla de servi loco = en
Con Posterioridad se conforma también el vocablo el lugar de los esclavos). Pero el ejercicio de la
mancipium (de manum capere = tomar_laamanus, es patria potestas queda morigerado por el contex-
I
-
-:r -
$ecir, el poder, ya sobre personas o cosas).
Luego, en la época republicana, y en el período
clásico, se diferenciará este poder unitario, según las
to de los mores, aparte de disposiciones jurídi-
cas influídas por el estoicismo, y luego por el
cristianismo.
personas sobre las cuales él se ejercía. Así, se puede Desde antiguo, constan varias facultades en
T e h a b l a r de: a ) la p 3 C . i ~potestas, como
l tie~&xdos-libert@Zii
-
- el poder que s e
y demás descendientes,
el ejercicio de la patria potestus:
a) E l derecho de vida y muerte (ias vitae
F-
incluídos 10s- adop$ivos); b ) ~nz.us (ahora específica- necisque) figuraba en la Ley de las XII Tablas
mente sobre la mujer __ casada que ingresa en la fami=
___m----
(4.2) y aún nos lo recuerda Papiniano, respecto
lia); C ) mancipium como poder-temporario -
- sobre-los de todos los miembros de la dornus (Coll., 4.8).
alieni iuris de otrá familia entregados in causa m a g Esta potestas era el ejercicio del poder doniésti-
cipi; y d ) el dominium (sobre los esclavos y las cosas). co para imponer penas, incluso la capital, a los
miembros de la familia, sin estar obligado a esdavo (CTh., 5.57.1). Valentinia7:cs castiga con una
ocurrir %?te el magistrado. Todo esto estaba pena !a exposición ((2.8.52.2; año 0.74). Y h a l x r e n t e
regido por los mores, existiendo el uso de con- Justiniano declaró ilícita la exposición, y al hijo ex-
sultar a los parientes y amigos (iudtcium do- puesto libre, sui iuris e ingenuo respecto de q-&en Io
mesticum), para recabar de éstos su opinión en recogiera (C.8.52.3; (2.1.4.24).
orden a la falta cometida y el castigo que co-
rresponde aplicar (así, casos concretas en Vale- C ) También el p a t e r podía enajenm al hijo.
-"-
n o Máximo, 5.8.2; Salustio, d e bello Gai'ii.,39). Como castigo, podía venderlocomo esc'la~c,en el
Iguzlrnente el censor tenía la facultad de vetar, eXt%ijG+%-iEZIsi 1 t b e r i n z ~ ~ proc., C u ? i F d ' e
por medio de una nota censoria, las arbitrarie- orat., 1.40). Pero si lo hacía ea Romcr Y-- -- eritonces
dades del paterfamilias. se entendía que lo estaba dando tn mancipio.
A , . , A
n =m a6iXito
1.Con el correr del tiempo se fueron produciendo ~ ~ ~ " "------..--M
r % ~ n i ~ f ~ i
lin~itaciones.Así, si aún en la época republicana la otofgarlC35Ta-ciei%apotestas (el r n u n c & i u m ) _ ~ r - -su--L
lex Po~npeiade parricidis (año 52 a.c.) no menciona parte de un tercero sobre el filius mediando
al pater en Ia lista de personas culpables de parrici- precio en d i n e r o ; ~ , j , para que-Q~&ai;traa1~h~,-
----.---y--- -AV
no en la atrocitas".
2. Por constituciones posteriores, el pater puede Para liberado, el a _ % i e n t e debía re,&cgirraa
castigar a s u fitius por faltas menores, pero si se manumisión. En ese caso, r e g r e ~ a - ~ ~ x - i g i p i o
trata de la pena capital debe acudir ante e1 magis- a la patria potestas anLerior (Gayo,. 1.138-141).
trado (Ulp., D.48.8.2; Mej.Severo, C.8.47.3; año 227).
La muerte del filius por el pater será considerada 1. La práctica de vender los Thijos, en el sentido/
parricidium por Constantino (C.9.17.1; año 319). común de venta, parece haber g d o más bien rara
Valentiniano y Valente (C.9.15.1, año 365) permite la entre los romanos primitivos. Quizá, lo más probable
corrección normal de los hijos, aunque para el castigo era que el pater que se hallaba en necesidades eco-
de faltas graves, había que recurrir a los jueces. nómicas, conviniera con otro la cesión d e dicho filius
~inalmente,Justiniano declara abolido el "derecho de como locación de servicios. De este modo, el pater
vida y muerte" (C.8.47(46).10 itp.). cobraba una suma por ella, y luego de u n cierto
tiempo lo recobraba tras la manumisián que hacía el
b ) El p a t e r puede también "exponerlos", es adquirente de los servicios. --
decir, no admitirlos en la familia (ius exponen- 2. Precisamente, la ley de las XII Tablas estable-
di), para el caso de no aceptar al recien nacido ció una limitación al disponer que si 10 mancipaba
o no aceptar la atribución de paternidad. por tres veces, el f lius quedaba libre de la patria
potestas (4.2; Gayo, 1.132: S i p a t e ~filium ter uenurn-
l . Según las costumbres, una vez nacido el niño, duit a patre filius liber esto). Si hablamos derecta-
la partera lo colocaba ante el pater en el suelo y éste, mente de venta, pareciera que basta con una sola.
al levantarlo, lo estaba admitiendo como suyo (libe- Pero acá se nos habla de tres, y aparece como una
rum tollere, suscipere; Plauto, Amph.,1.3.3; Terencio, limitación. Esto significa que la pd&ra venumdare no
And.3.1.6; Juv., 9.84). Si lo dejaba "expuesto" (expo- implicaba una venta que hiciera adquirir la propiedad,
situm) era porque no lo consideraba hijo suyo, deján- puesto que luego de la manumisi6nt del Hijo in causa
dolo abandonado (liberum repudiare, negare; Ulp., maneipi por una manumisión regrssaba a la patria
0.25.3.1.11). potestas anterior. En cambio, la muncipafio debía
A partir de1 siglo 1 d.C. se toman medidas para referirse a una locación de servicios de dicho filius.
obligar al pater a reconocer al hijo expuesto (infra, Así, se nos aclara la disposición decenviral, en el
§ 504.1.4). sentido de que tenía el propósito de que el hijo no
2. La ley de las XII Ts. (4.1; Cic., de leg., 3.8.19) trabajara toda su vida como un esdavo para satisfa-
autorizaba la exposición de los hijos deformes. El cer las necesidades de su pater. Nos podríamos pre-
abandono por exposición de los hijos lo encontramos guntar cómo es que teniendo el pater el i u s v i t ~ e
común en Plauto @7npfz.,l.3.3). Constantino decidió necisque, estaba limitado en las posibilidades de ven-
que el hijo expuesto pasará a la potestas o al domi- t a de un hijo, pero acá hay que caraprender qEe 18s
nium de aquel que Ic recogiera ya como hijo o como dos facultades tienen un fundamento distinto: en la
primera está actuando como pate7- ejerciendo sus po- nace ciudadano romano, pero desde Hadriano debe
deres de juez familiar, mientras que en la segunda se pedir al emperador que el hijo quede somet~doa la
lo considera como dominus del hijo, y por ello existe patria potestas (Gayo, 1.92; 94).
la limitación legal. b) Si un latino Iuniano ha tomado mujer a una
Nada se dice de la f l i a , lo que permite suponer ciudadana romana, o una latina, atestiguado por sie-
que no se la empleaba para locar sus servicios, como te testigos, conforme a la ley Aelia Sentia, y h a
se hacía con el fzlius. La regla de que bastaba una procreado un hijo, cuando el hijo alcanzara u n *o de
sola mancipatio para liberarla de la patria potestas, edad, podía presentarse al magistrado y pedir la
es una interpretación pontifical, a los efectos de po- ciudadanía romana y la patria potestas sobre dicho
der darla en adopción, es decir, se trataba de una hijo, aduciendo una causa justXcativa (Gayo, 1.29; 66).
rnancipatio formal (Gayo, 1.132.1%;4.79}. C ) Si un ciudadano romano toma por mujer a una
3. Ya en la época clásica, la mancipatio volunta- latina o a una extranjera ignorando su nacionalidad.
ria de los hijos tenía principalmente en vista su creyéndola ciudadana romana, podía probar la causa
utilización pro forma a los efectos de realizar la adop- del error (erroris causa probatio), l a mujer como el
ción o la emancipación, o para el caso de la entrega hijo son ciudadanos romanos y éste queda sujeto a la
noxal (Gayo, 1.141). patria potestas (Gayo, 1.67).
Caracalla declaró ilícita l a venta de hijos
(C.7.16.1). Tampoco lo puede dar en pignus* o en 5 504. (1) Coneepci6a en iéastsae nuggA&e.
fiducia", castigándose al acreedor que lo sabe con la Se denomina 'Tiijo legítimo" el concebido en -un u
deportatio" (Diocl., C.4.43.1; Paulo, 5.1.1). matrimonium iustum. Ante todo, se debe --. tratar
-
Sin embargo, esta afirmación de la hurnanitas de la unión matrimonial reconocida por el ~- -U S
cedió bajo la presión de la crisis económica del siglo civile (iustae nuptiae); y además, la concepción
---
IV. Es así que será tolerada por Constantino sólo debe haber ocurrido una vez comenzadas éstas.
para el caso de extrema necesidad (FV, 34; CTh., Si hubiera sido concebido mtes, el hijo es ~ F g í -
5.10.1), para evitar la exposición de hijos recién na- timo y entonces no está bajo la patria potesdas.
.-
cidos. Pero se le acuerda al pater, mediante el pago
de una suma de dinero o la trasmisión de un esclavo, 1. La única unión que permite inducir la certi-
redimir al hijo vendido. dumbre en cuanto a la paternidad, son las iustae
Justiniano también la admite en caso de gran nuptiae. Esto se expresa POT. la regla: pateí. zs est
indigencia del padre, concediéndoles también el poder quem nuptiae demonstrant (Paulo, D.2.4.5: "padre es
redimirlo por una suma de rescate o la trasmisión de aquel a quien las nupcias muestran como tal"). En
un esclavo ((2.4.43.2; intp. del CTh., 5. 10.1). cambio, en cualquiera de las otras uniones, esta in-
ferencia no resulta admisible por no conocerse el pater
e ) Los filiifamiliae podían ser reivindicados cedus. Por ello, estos hijos ilegítimos sólo tienen madre
(Gayo, 1.134; Ulp., D.6.1.1.2) respecto de quien (regla: mater semper certa est: la madre siempre es
los retuviera. En caso de secuestro, se comete el cierta; Paulo, D.íd.); y en consecuencia siguen la con-
crimen de plagio, que es de carácter público; pero dición jun'dica de la madre
-- - (Gelso, D.1.5.19).
también la actio firti (Ulp., D.47.2.14.13; pero no La regla funcionará como presunción judicial en
la tiene la madre; Paulo, D.47.2.38(39) pr.). la época clásica. Será iuris t a n t u m , es decir, que
El pater tiene los interdictos de liberis exhi- admite l a prueba en contrario por parte del pater-
bendis, para que se exhiba ante el magistrado (así, si el padre estuvo ausente por largo tiempo y al
el liijo en cuestión (Ulp., D.43.30.1 pr.; EP, 8 261) volver se encuentra con que s u mujer h a tenido un
y de liberis ducendis (Ulp., D.43.30.3 pr.; EP, ni60 de corta edad, que resulta imposible haber sido
§ 2621, prohibiendo que se ejerza fuerza para evi- concebido por él; Ulp., D.1.6.6).
tar que el pater se lleve a l hijo in potestate. 2. Los hijos extramatrimoniales son denominados
- '1
spurii (espurios; concebidos "esporádicamente", como
i
5 503. Modos por los cuales puede naces semillas que se siembran: Gayo, 1.64). O también
la patria potestas. Para poder adquirir la pa- vulgo concepti (concebidos en forma vulgar). Entran
tria potestas de un fclius o de u n a fiLia es ne- en esta categoría, no sólo los adulterinos y los inces-
cesario: a ) que haya sido concebido en iustae tuosos, sino también los habidos con esclavas (Pap.,
nuptiae; o b ) que haya sido adoptado por el D.48.5.6 pr.) o con meretrices CUlp., D.48.5.14.2), con
pater; o c) ya en la época posclásica, que hubie- "alcahuetas" (lenae) y "actrices" (Pap., D.48.5.11.2) o
ran sido 'legitimados" por el padre que los hubo sus hijas (las obscuro Loco natae: nacidas en lugar
de _un.
- concubinato. oscuro; Ulp.,13.1). Los habidos de un concubinato, en-
tran también en esta denominación, pero a partir de
En la época clásica existieron algunas formas Constantino se los llama libeñ naturales (CTh.,4. 6).
especiales de tener la patria potestas. Así,
a ) Si se concedía la ciudadanía ronlana a un Para poder determinzr si la concepcl' 1on ocu-
extranjero, lo mismo que a su mujer encinta, e1 hijo rrió dentro de las iustae izzcptiae, se tomaran ea
cuentz, según datos de la medicina (Hipócrates), Augusto, todo ello con la finalidad de ir p r e p a r a d o
plazos mínimo JT máximo de embarazo para que la sucesión imperial (Tac., Anlz., 4 37; Suet., Tiberic,
ei ni50 nazca vivo. El plazo mhimo es de 180 15; Inst.,1.11.11).
días (6 meses cumplidos; o 181 o 182, si compu-
tanlos el día de las nupcias y el del nacimiento) a ) Formas. Como este acto resultaba-".muy -
y se aplica para el caso dudoso del nacimiento importante, tanto para la sociedad (una familia
cercaio a las nupcias. Para ser legítimo y estar borat),X~EcQ-i
in pofesiate el hijo debía nacer luego de dicho ( y ~ l ~ s , s , a ~ ~ ~ & ~ del ~ tadro-
1 _ ~ ~ ~ i
plazo computado a partir de la celebración de las gado), la adrogaiio debía. s s e L a p r O p r o ~ a ~ >--~ ~ - ~ e ~
iustae nz~pfiae(Fado, D.1.5.12; Ulp., D.38.16.3.7-2). populus interrogado por el Poni-:ifíce.
--- En la épo-
Por supuesto, todos los hijos posteriores, mien- ca antigua ocurría ante los con~itiacuriata pre-
tras continúen las iustae nuptiae son legítimos. sididos por un pontifex (Aulo Gell., 5.19.4 SS.).
El otro caso que podría provocar dudas es el Éste debía proponer una rogatio, previo acuerdo
hijo que tiene la mujer luego de cesadas las del adragante y de1 adrogado, y el populus la
izistae ~zuptiae.Acá se toma el plazo máximo de aceptaba. Ya más adelante, la costumbre era
300 días (10 meses), computados desde el divor- realizarla ante 30 'iictores, que representzban
cio o l a mrierte del marido (Ulp., D.38.16.3.11). las 30 curias, pero lo imp0rtant.e será la preson-
cia e intervención del pontífice.
3. El establecimiento de estos plazos no aparece
en 11n comienzo. Así, en cuanto al plazo mínimo, el 1. Si bien del texto de Gayo (1.99) parece cledu-
texto de Ulpiano menciona un rescripto en tal sentido cirse una triple I-ogatio ( a ambas partes y al popu-
de Antonino Pío (138-161). lus), lo que debía ocurrir era que el consenso de los
4. Según el ius expo~zendi(supra, 502.b.l), el interesados era previo ante el pontifice. Y luego éste
pater podía negarse a admitir al hijo recién nacido. era el que dirigía la rogatio al populus. Por ello, Aula
En el siglo 1 d.c., se determinó por un s.c. Plaucia- Gellio (5.19.9) habla de una sofa rogatio (al populus):
nunz 21 reconocimiento forzado del hijo legítimo, si la "Expresa tu deseo y ordena que Lacio Valerio sea el
mujer divorciada le hubiera heckio saber a su ex hijo de Lucio Ticio, de acuerdo con el ius y las leyes,
marido el embarazo dentro de los 30 días contados a como si hubiera nacido del padre y de la madre de esa
partir de la separación por divorcio (D.25.3). Por un familia en cuya potestus desea estar, y que el pater
s.c. de Ziadriano, se extendió este procedimiento para tenga sobre él el ius uitae necisque. Por ello, luego de
los hjjos nacidos durante el matrimonio (D.íd.3.I). haber dicho esto, a vosotros, Quú-Etes, os interrogo7'.
Para implementar estas disposiciones el pretor conce- 2. El acto debía ir acompañado de l a detestatio
día unpraeiudiciuln (de agnoscendis liberis; EP, $117). sacrorum, es decir, la renuncia al culto familiar del
adrogado.
3 505. (11) Adopcián. La adopción es u n-
-
a~tgsolenine por el cual
- .se
- toma el lugar de hijo Estas formalidades prosigwieron durante el
(O de nieto)-
- que no lo es p0rF-K ñ5tGa- Principado y el período clásico. Siendo el empe-
leza, es -0-ndrado-Sr el rador Pontifex Maximus, éste podía designar a
p z e r adoptante. L w r a adoptzo $uiudZE@- un delegado suyo. Ya en la época posclásica se
ear dos supuestos distintos: ya la adrogatio o ya reemplazaron las viejas formas, realizándose por
la sipp1_.adoptio (Gayo, 1.98-99; Inst., 1.11.1; medio de la voluntad imperia1 manifestada en
Mod., ~ . 1 . 7 T g : un rescriptum, ante el pedido de las partes
(Diocl., C.8.48(47).20). Éste pasó a ser el proce-
3 506. A) AdrogaEEo. Ocurría cuando un pa- dimiento normal (l[nst.,l.ll.l).
Antonino Pío (138-161) permitió la adrogatio de im- éllo. él v sus hiios (V nietos). aue tarnb2n caen
púberes, si es que existía una 'Susta causa de adop- in potestute del pater adorga- ser
ción" (iusta causa adoptionis), pero se debían obser- heredes sui de este.
>
-,-
5. Además, el que adrogaha a un impúber, debía 1. Se& l a ley de las XII Tablas, si iin pater
probar que era por "causa honrosa y que conviene al "vendía" a s u hijo mediante tres m a ~ c i p a t i o ~ z eéste
s,
pupilo", y dar fianza a los eventuales herederos del quedaba 'libre" de l a potestas paterna. Supongamos
adrogado, ante una "persona pública" (en un princi- que A quiere dar en adopcion a su filius Cayo. Lo
pio la stipulatio de caución se celebraba ante un mancipa entonces a B, el a d o p t z ~ ~de
d , t a l modo que
esclavo público, y con Justiniano ante un escribano ahora quedaba i n causa rnancipi d e B. Para hacerlo
-tabularius-; adarciano, D.L.7.18; C.8.48.2; C.lO. salir de ese estado, lo manumite per uindictarn, con
69.31, de que si el adrogado muriese antes de alcan- lo cual regresa a la patria potestas de A. Se vuelve
zar la pubertad, les restituiría a dichos herederos sus a repetir el mismo paso mediante una segunda man-
bienes (Inst., 1.11.3). cipatio y una segunda manumisi6n. A.l efectuarse l a
tercera mancipatio, por efectos Ue la disposición de-
5 507. AdopciOa hereditaria. Las fuentes lite- cenviral, se h a roto el vínculo de la patria potestas
rarias, no jurídicas, nos hablan de una forma especial que ejercía A.
de adrogatio. Esta ocum'a cuando un pater hacía Luego de ello, el pater adoptmte, o lo remancipa
testamento i n calatis comittis. En esa ocasión insti- al pater para luego reclamarlo, o directamente concu-
tuye heredero a un exh-año a la familia, pero con l a rren ambos patres ante el pretor.. AZIB B vindica a
condición de que tomase el nombre gentilicio (nomen Cayo como s u fi lius, y ante el ,dencio de A, por l a
gentile) del testador. addictio del magistrado, Cayo queda como f l i u s de
Se discuten mucho sus efectos: para unos se tra- E; Gayo, 1.134.
taba de una verdadera adrogatio, mientras que pa- 2. Como l a regla de las XII Tablas habla de
r a otros era una simple institución de heredero con fiíites, por una interpretación pontrrr3:a.l: s e estableció
el requisito de que el instituído tomara el nom- que para el caso de l a hija, o del nieto o de l a nieta,
bre familiar. Aun tratándose de una adopción, lo cu- el procedimiento se simplificaba, bastmdo una sola
rioso es que no se podía ejercer la patria potestas por mancipatio, seguida del acto ante el magistrado (Ga-
cuanto ésta nacería después de la muerte del testa- yo, 1.134 SS.). E n provincias, el procedimiento se
dor. realizaba ante los gobernadores ( G a p , 1.134, in fine).
Habría sido conocida en el periodo antiguo y
preclásico, pero no existen menciones de los juristas. Estos formalismos resultaran luego bastante
En el Digesto nada se dice de ella, salvo el párrafo complicados. Los habitantes del Oriente romano
de Gayo iD.36.1.63.10), que habla de l a institución de se limitaron a presentarse ante el gobernador
heredero con la condición de tomar el nombre del de provincia: el padre natural hacía una decla-
ración ,de "emancipación" del hijo aceptando que los hijos concebidos en iustae ~zuptiae,en oposición E,
fuera adoptado por el nuevo pater. Justiniano los adoptivos.
termina por aceptar este procedimiento, prácti- 2. Los únicos que pueden ser 'legitimados" son
camente administrativo. Ante el asentimiento los hijos naturales habidos de m concubinato. No así
de las partes presentes, se levantaba u n acta los meramente extramatrimonfdes (spurii o vulgo con-
(C.8.48.11, año 530). cepti), ni tampoco los adulte*oc ni los incestuosos.
b ) Efectos de la ádozltio". E n la b o c a clá-
sica, l a ~ ~ t i ~ ~ p r o d u c--- e-..~ L ~ ~ ~ ? o ' n ~(i)~ Quien ~ t ' " r la
~ a ~ introdujo i ~legitimatio
~ fue Cons-
potestas del padre natural y el nacimiento de tantino, como m o d v a n z a i - las- s$ZiIaiq-
~ Z E - ~ * E Z T O Y T-.-Z- -~ ~ T Oefe&os
-
---
m ; P * ~nes ~ ~c o~n ~c uEb A~~~& ~ al mismo tiempo que ~ r o t u -
bíal; adrogatio de los hijos naturales (CTl1.4.6.2;
-
serán m o d i f i c a s por Justiniano, quien distin-
-
@-~~&~~~t~Tdc,pB~Fña
a&tzo
-*
a--
--+
--
-----
-
mtnus
l --
-'...~%..il
~*Cena. --- ,
- y l a 3). E n efecto, como nacíctn fuera de las iustae
"?- - - - --rzupfiae, los-. mjos eran saz zurzs, siguien$lJa
cundición jurídica de l a ma&e. L a forma creada
- -- - - ~ ~ ~ -- -~
----- -
~ - ~
3. Los motivos de esta distinción consistían fun- por Constantino era el mah-inlonio silbsimiente
d a m e n t h e n t e en la situación patrimonial en que de los concubqios (per subs~quensmatrznzoniu~n).
quedaba el adoptiuus. AI establecer el nuevo vínculo,
conforme a la adopción clásica dejaba de pertenecer 3. Constantino la estableció como medida excep-
a la familia natural primera, quedando privado de cional para los hijos ya nacidos al tiempo de la san-
todo derecho sucesorio en ella. Así, podía suceder que ción de la constitución imperid. El ejemplo fue segui-
mientras el pater natural fuera rico, el adoptante do por Zenón ((3.5.27.5, año 476); y ya Anastasio, en
fuera pobre, o también que en algún momento lo el 517, autorizó este modo de manera permanente
emancipara, si bien en este caso podía reclamar la (C.5.27.6). Luego fue abolida por su sucesor Justino
bonorum possessio unde liberi". (C.5.27.7), pero finalmente retomado por Justiniano
(C.5.27.10, año 529).
a ) Adoptio plena. Ocurre cuando quien adop- 4. Era necesario: a) que los padres se hubieran
podido casar en el momento de la concepción, es
-cia no tiene sobre el adoptado la patria potestas. decir, que no hubieran tenido impedimentos en dicho
Así, p.ej., el abuelo de un nrño c o n c e b ~ ~ o - d momento;e ello, para evitar, p.ej., la legitimación de
l a e&kcipación del hijo, o también del propio hijos adulterinos; b ) que la conversión del concubina-
padre que había sido emancipado, habiendo que- to en matrimonio fuera formalmente redactada en
dado el niño bajo l a potestas del abuelo. En estos convenciones matrimoniales (matrimonalia instrumen-
casos, l a adoptio producía los plenos efectos que tal; y c) que e1 hijo consintiera, o al menos no se
tuvo en la época clásica, teniendo el adoptante la opusiera.
patria potestas (Inst., 1.11.2; C.8.48(47).10).
(ii)Había otra forma d e l p i t i m a r . l a oblatio
b ) Adoptio minus plena. Ocurre cuando curiae ( o f k e n b a ~ l ac g ~ a L S etratabba...de l a
q
eu
ni<&en curia r n u n i ~ j ~ I ~ . ~r n c i~e o
r nsb._ r _ o ~ ~ I d e _ c ~ u r i o -
que no es ascendiente. Aquí l a adoptio es m á s nes") L e ._encargaban, e n el Baio 1mperi0,~~ce
Cobrar los impuestos. Las dificultades de reclu-
ción s i m e conservando la ~ a t r z a~otestas.v en tamiento de estos decuriones e r a n ostensibles,
pues el cargo era pesado y honorario. Fue así
_ q u e s e otorgaron diversos derechos a quienes
ofrecieran sus hijos como "decurión" (era u n
cargo viril) o diera a sus hijas e n matrimonio a
n- decuriones. Estas medidas culminaron con la
P
testato (Inst., 1.11.2; C.8.48(47).10). legitimación de dichos hijos e hijas.
aue el caso del adrogado). ... Pero el pretor conce- que se celebraba con l a i n t e r v e ~ c i o ~ n - p -
día a los acreedores anteriores de i a mujer una gfex y el @ a m e n Dialis. El p u t o central de l a
actio z ~ t i l i scon fórmula ficticia (como si la con- ceremonia consistía en una 05enda de p m de
uentio in m U B U no h ~ b i e r aocurrido), exacta- harina de h&o-(panis farrezrs")rigida a LupPpi--
mente igual que para el caso de la adrogatio -ter FGP-T~US: y es de aquf clr donde toma el
(Gayo, 4.84). nombre (Gayo, 1.112).
1. La expresión in loco filiae mariti est, no nos L. La ceremoaia estaba precedida de toda una
debe hacer pensar que se trataba de una situación serie de actos menores: la tradifio de la mujer al
igual a la de la patria potestas. Así, no se habla marido en casa de aquélla, el cortejo nupcial que
nunca de que el marido tuviera el ius vitae necisque, acompañaba a los contrayentes, y la deductio i n do-
ni tampoco de que la pudiera vender. M&s bien, lo mo en l a casa del marido, donde fanalmente se cele-
que se quería expresar era que el ingreso a la fami- braba el sacrificio. La presencia d e diez testigos, mí-
lia, la trasformaba en agnada en la familia de su mero alto en comparación con otios ritos, nos habla
marido, y, por tanto, en heredera de él, o en su caso de su antigüedad.
del pater de quien dependiera. Aun reconociendo tam- 2. Se la continuó usando por las familias más
bién los efectos patrimoniales (la uxor i n manu era conservadoras, aun para la época de Gayo (1.112).
alietzi iuris, y lo que adquiere ingresa al patrimonio Según nos dice este autor resultaba necesaria en SU
familiar), la denominación no h e la de potestas, sino tiempo, ya que los sacerdotes mayores, es decir, los
simplemente la de manus. de Iuppiter íflamines Diales), l o s d e Marte (Martia-
les) y los de Quirino (Quirinales), así como e1 "rey de
3 513. Formas de adquirir Ea manus. los sacriEciosn (rex sacrorum), sálo podían ser desig-
Estas formas eran el U S K S , la confarreatio y la nados entre aquellos que han nacido de nizpc:las ce-
coemptio (Gayo, 1.110). lebradas por una confarreatio, jr enos mismos no
A ) , , E l . - g s _ ~ s ~ ~ ~ s ~ ~ ~ ~ p 1 ~ a a apodían~ d _ cejercer
t ~ ~ ~su
Ó ~sacerdocio
au_ sin haberla efectuado.
tomática de la ma7tu.s v ocurría d
.- -cuando la muier
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Por otro lado. se sabe aue el careo de flamenu
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que
de
por
bración de las nujcias. Si ella no lo deseaba de esta última fecha, sólo se celehaba l a confarreatio
w----%=w---av---T-- -
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candidatos, desde
mi senadoconsulto
asaa_ley de las 231-Tablas lej~mi-Jígí~vitar a los efectos sagrados (ad sacra tantztm), pero que
caer z 7 t manzL, ausentándose durante tres no- ello no afectaba al ius ciuile (Tácito, Ann., 4.16).
cipses~a_ño (XII Ts.6.4: trixzoctii usurpatio; tri- 3. Para extinguir la manus habida de la confarre-
~zoctium). atio era necesario un acto ritualmente opuesto, cono-
cido por difarreatio.
l. Esta forma, que algunos consideran como la
más antigua, establece claramente que el matrimonio C) La coemptio era
no comporta necesariamente la manus, puesto que
durante el trascurso del año, la mujer estaba casada
y sin embargo no estaba aún i n manu. Otfos opinan
que debió haber sido la forma de establecerla a falta mente in causa m a n c i p i , se modificaban las pa-
del casamiento por confarreatio y ausencia de la co- labras usuales para que no h b i e r a dudas de
emnptio. qus el acto se realizaba por causa de matrimo-
2. Gayo (1.111) la describe como si la mujer nio ( m a f r i m o n i i c a u s a ) , para adquir4r l a m a n u s
"hubiera sido usucapida por una posesión anual". La (Gayo, 1.113).
costumbre era usar de la trinoctii usurpatio yendo a
casa de sus padres durante las tres noches anteriores l. Esta forma ya está en desuso hacia fines de la
al vencimiento del ano. Aulo Gellio (18.6) nos dice República. Cicerón (de orat., 1.56.237) nos dice que
que la mujer que estaba in manu era denomina- ya los oradores forenses ignoraban los detalles de
da materfamilias; en cambio, Ia simplemente casada, esta ceremonia.
matrona. 2. Gayo la sigue recordando, pero 61 mismo dis-
3. Este modo fue el primero en desaparecer. Ci- tingue entre la coemptio que se malizaba por "causa
cerón (pro Flacco, 30.80) la continúa ~nencionando de matri:monion, de otra que se realizabs "por causa
para su época. Pero ya Gzyo nos la describe como de fiducia", y es a ésta a la que presta total atención
(1.114). Así, por causa fiduciae, una mujer se daba in todo aquello que adquieren por cualquier causa
manu, no por ruatiimonio, sino para eludir una tute- no l o adquieren para-ii~o que se revierte
-..- al G
ralizando el matrimonio sine manu, que fue el pater, quien podrá ejercer el ius noxae dandiJ-.
usual de la época clásica. Justiniano borró toda
referencia a la rnanus en su recopilación. l. Si un filius contrae una obligación que no le
ha sido autorizada por su pater, ésta no es necesaria-
mente nula. Pero si tenemos en cuenta que no es
propietario de nada, obviamente que carece de senti-
( v z g 165) do entablar una actio contra él, porque sería de im-
-
supra, 8 223 SS.).
o propiedad; v. posible cumplimiento, aun cuando hubiere mediado
una sentencia. El pater, si quería podía voluntaria-
E l m a n c i m e se ejerce s o b e los terce-
-.-a__i_L___.__
mente satisfacerla, pero no está obligado a ello. Des-
r m a x o y a d e la época de Juliano, estas obligaciones serán con-
(V. supra, $ 502, c). sideradas "obligaciones naturales"".
----
"S-
usufructo, ni los hijos se lamentarán de ver que sus 1.La denominación actiams adiecticiae qualitatis
bienes tengan que ser compartidos con otros (C.6.61.6 (= "acciones de cualidad agregada o añadida") no es
pr.). El hijo no puede pedir rendición de cuentas propiamente romana. Proviene de los glosadores, quie-
del usufructo al pater ((3.6.61.6.2). Muerto el pater, nes la tomaron del texto de Paulo (D.14.1.5.11, donde
f a masa de estos bona le es entregada al filius. Pero se indica que en estos casos "no se trasfiere la acción,
éste no puede enajenarlos, ni pignorarlos ni hacer sino que ella es agregada --udiicitur-".
testamento sin e1 consentimiento del pater (C.6.61.6.5). Lo que hay que resaltar es que, en principio, si
2. Conforme a la disposición de Constantino, si el las acciones eran dirigidas contra el filius, éstas ca-
pater emancipara al hijo, podía quedarse con la ter- recerían de practicidad ejecutiva (salvo que contara
cera parte de los bienes adventicios, como precio de con un peculium castrense o p a s i castrense). Pero en
la emancipación. Justiniano, considerando esto un este caso se "agregaban" o se "afíadían" estas actiones
despojo, sólo le permite quedarse con el usufructo de dirigidas contra el pater.
la mitad de ellos (Inst., 2.9.2; C.6.61.6.3). 2. En la época clásica, la fórmula se redacta
3. Sin embargo, hay ciertos casos en los cuales el mediante la técnica de la "trasposición de personas"",
pater no goza del usufructo sobre los bona materna de tal modo que si bien aparece el nombre del filius
y aduenticia: a ) si al hijo se le da un legado o una o de1 esclavo en la intentio, el que resulta responsa-
donación con la condición de que el pater no tenga el bilizado en la condernnatio es el pater. Cuando desa-
parece el procedimie~toformulario, la acción es dada .i-Ta nüve. Se habla de esta decisim como un p?-aepo-
directamente contra ed, pater (Inst., 4.7.8). A sn vez, nere, y del encargado del negocio cnmo de u n praepo-
si bien el esclavo no podría realizar el negocio por sihs. Acá la autorización no es c s m ~en el caso de la
carecer de capacidad, el pretor hacía desaparecer es- actio quod iussu por una obligiición detenninada,
ta dificultad por una ficción de libertad (Jul., sino que es genérica respecto de tadas 72s contraídas
D.19.1.24.2; D.14.3.12; D.45.2.12). con motivo de la empresa m a r í t b a .
2. Entra en tal concepto todo, 30 relativo con el o
519. A) kctio ~ u o diussu. Si e1 negocio -lo los negocios encargados al magisfer reauis (también
realizaba el fiiius el esclavo, pero cuenta can por la carga, la reparación de la =Te, los salarios de
-m%-- -m-___
la sr&e~-o,_la a u t ~ r l ~ a ~ i ~mEtLo9. ~ s s u m lbs marineros); incluso, si debió tumar dinero en mu-
deJ domznus,~l_~~~omeon~ede, ~o~~llooa--~ -tuo, siempre y cuando lo haya hecho para emplearlo
a d ~ ~ a ~ d _ ~ a s $ ~ ; ~ t . ~ c Acá ~ & la ~ a en
~ eel~negocio
~ ~ ~ del
t i viaje
~ o (Ulp.,
s . D. 34-1.1.7-9).
acción "agregada" se justifica plenamente, por 3. El magister navis debe obrar conforme a las
cuanto quien celebró el negocio h a confiado mas instrucciones recibidas; si las exeede el exercitor no
en el pater o en el dominus que en el filius o responde (Ulp., D.íd.1.12). Tampuco es responsable
en el esclavo (Gayo, 4.70; Inst., 4.7.1; D.15.4; por los negocios realizados por Has marineros, y no
EP, 104.2). por el magister; aunque sí por los delitos cometidos
por los marineros, ya que una casa es la causa con-
,/l.Si el pater o el dorninus han querido reaIizar frahendi y otra la causa delinqumdi, puesto que se
ellos mismos e1 negocio, utilizando al filius o al es- debe vigrlar que no cometan "culpa" o "dolo" (Ulp.,
clavo como meros instrumentos, entonces se concede D.íd.1.2).
la acción correspondiente en forma directa contra el
pater o el dominus. Así, si para realizar un mutuo un
pater envía a su filius a recibir el dinero en prgsta-
mo. Acá no corresponde recurrir a la actio quod ius-
su, ya que se entiende que el negocio lo realizó el - TYY~-
--.
---
+ F
"lr--7--a --"-
*--,<-m-=n--
actio ex vendito (acción por lo vend2do); Ulp., D.íd.5.12.
--•
rzavis)
.*
y. ncomo tal ha realizado negocios relatívos
- - ~ + E " z # ~ c r x C r X ~ ~ - * ~ ~ ~ - ? ' -- ---
-
Igualmente, salvo que se lo hubiese prohibido, si
~ s l ~ ~ ~ ~ f l e t aLos ~ ~terceros
g g t o pueden
. danan- tomó dinero en préstamo, p.ej. para comprar merca-
dar al pater o al dominus por el todo de cada derías o para pagar el alquiler tiel local (Ulp., D.íd.
obligación (in solidum), por la actio exercitoria 5.13); etc.
(Gayo, 4.71; Inst., 4.7.2; D.14.1; EP, 101). 3. Tanto en el caso de la ac&o exercitoria, como
en el de la actio institoria, el empresario podía em-
1. El exercitor es el empresario, dueño o fletador plear a un ex%raño (libre o esclavo ajeno). En estos
de la nave, que pone a otro (incluso un libre extraño sapuestos, lo que adquieran los '-popuestos" no re-
o un esclavo ajeno! como rnagister- nauis al frente de vertía automkticamente al patrimonio del empresa-
no, conlo sucede con el filzus o el esclavo propio, sino 2. Los "créditos" y "deudas" intrafamiliares no
que el que adquiría era .el extraño libre o el dorninus resultan admisibles como obligaciones citiles. pero se
del esclavo ajeno. Pero el empresario podía dirigir las tomaban en cuenta parz! el cálculo del peculio,
contra ellos una acción derivada ya del mandato o de estableciéndose así los "descuentos" y "suplementos"
la negotiorum gestio. A su vez, el pretor basado en Ia ya mencionados (Ulp., D.15.1.41). Ya en el período
fzdes, otorga al empresario acciones contra los terce- clásico, van a ser consideradas obligaciones natura-
ros que se obligaron con el praepositus (Ulp., D.14.3.1; les* (Afric., D.12.6.38 pr.).
Gayo, D.íd.2 SS.). 3. Los acreedores podráree ejercer esta actio de
peculio, según el orden de las demandas. Esto significa
Justiniano otorgó una actio quasi institoria que el pater no debe prorratear el monto del peculio
establecida ad exemplum de la actio izzstitoria. entre todos los acreedores. El que lo hace primero
Se trataba del supuesto de aquel que encomen- cobra todo su crédito siempre y cuando existan fondos.
dó a otro, no como institor, pero sí como agente Luego, se deberá pagar al segundo acreedor, y así
suyo (procurator), la realización de un negocio; hasta que se agote el peculio (Gayo, D.15.1.10).
así, tomar dinero en mutuo (Pap., D.íd. 19.3) o 4. Bajo la forma de actio de peculio es en prin-
la venta de un bien (D. 19.1.13.25). Itlediante cipio "perpetua" mientras el filius permanezca i n po-
ella se podía ir contra el "dueño del negocio". testate, pero si muere, o sale de l a potestas (así, por
Estas gestiones realizadas por hombres libres emancipación del filius o aanmnisión del esclavo), la
ajenos a la familia, irá ampliando la responsa- acción se da solamente dentro del año (actio anizalis;
bilidad por terceros, abriendo el camino a la Ulp., D.15.2.1 pr.-1).
idea de la representación. 5. Cuando los filii (no los esclavos) celebran un
mutuo en dinero sin la autorización de sus padres, la
522. Dentro de la clase de actiones adiecti- actio de peculio se ve impedida por la exceptio senatus-
ciae qualitatis, existían otras fórmulas que admi- consulti Macedoniani*. El S.C.Macedonianoz prohibió
ten una responsabilidad limitada por parte del pa- los préstamos hechos a los hijos de familia. El pr-etor,
ter o del dominus. Son éstas la actio de peculio ya denegaba la acción del m n h o (actio -condictio-
et de in rem verso y la actio tributoria. certae pecuniae) o integraba ja fórmula con la excep-
ción señalada.
D1 . En
realidad es una sola actio con dos condernnatio- (ii) En el caso de la csndemlzatio@&inrem
---VA"*-
nes alternativas distintas (EP, § 104.2). Para uerso, estamos en presencia de que el filius o el
"--"u---
5 523. El$ Actio tributoria. Se trataba aeá de 524. Estas actiones adteciiciae qualifatis
un-- caso
-= -
~ ~ ~
m.nwl__C
J ~ F O ~
_L_b,i*_m--
C I ~ Z " "
~ :-
" ~ S ~ - ~ I "
debían~ ~ ~ ejercidas
ser ~ ~ T T ~de- manera
---m.-
~ S C T excluyente.
~~O Fe-
empleasen todo
& .__-o p a r m m. e c S M " . y merca-
Vd,z
A
-------ro, si es posible demandar por la actio quod
derias, o lo hubiesen
, .*-.-,
,
invertido
..
,i ,
en cye_a~.,
-
una- iussu, o por la exercitoria o l a institoria, nadie
- a -
-
r
empresa comercial
I--Y1"r-w".
o
~~~~-----Z~::
industrial
iz---e -
( m e m peculia- dudaría en emplearlas en relación con las otras,
7-is), con p K o conocimiento del pater o del_* r--<;rk puesto que van por el todo de las obligaciones
m n ~ s " f o s acreedore etor la (in solidum).
En cambio, en la actio de pecuiio et de i n
o- rem verso, había que - probar,
- ya el monto del
res podía serencargado al pater o al = S , peculio o el enriquecimiento, además la res-
- ponsabilidad quedaba limitada a dichos montos.
y
La última preferencia debía quedar radicada
dito que cobrar, también podían presentarse co- en la actio tribuforia, en la cual los acreedores
rno s&ples acreedores; es-decir, ;o pueden como son satisfechos a proriata (Gap,4.74-74a; Inst.,
en la actio de peculio descontar directamente 4.7.5).
dicho crédito (Ulp., 1'9.14.4.l.pr.l.
8 525. ,El matrimonio romano, que es la base 1. En la primera parte, la palaha coniunctio, que
de _la'~~lia,presenta características-c~ue lo es Ia que permite hablar de conim (cónyuge), aparece
di£ermcimvcidel que existe- - en
- -el derecho
--Y-.
moder-_ _ vinculada con iugurn, es decir, el instrumento rústico
-
--- .- ---- .--. _ -.
no2- inspirado en
u.
motivos cristianos. -- 4
que es el "yugo", el cual permite a dos animales
&alo-s-poma~os,_e~rpatrjmoni~-no.,esuna bueyes, p.ej.- estar uncidos a dicho aparato de ma-
re&iÓn juri-di~%, S ~ rnmacC
O _
*
a que los liga por el cuello para el labor agricolus.
situación .. de hecho ---- - -_.
y
(res facti), aunque
--.- capaz
-- de 2. La palabra consortium es mrry ilustrativa. Vie-
prp_duce-conse-enpas j ~ ' d i c a s . -_De_-&j
--..A- 1 Y 4- -u
.-
u
la ,celebración, de los-irnp_edimen$os-x.d i l a disoln- 3. AL decir que este consortiumz o societas (aqui
c&
i >- del matrimonio. 0bviii.m~ -&a tomado en un sentido muy lato; no en el del contrato
legislación c a s c a será tributaria de la doctrina de sociedad) o coniugium es "de tada la vida", se está
&-
cristiana, basada en los textos evan&cos y neotes- significando que el propósito inicia3 es la duración
tamentarios. Surgz ncepción del "matrim- vitalicia de la unión matrimonial.
qacramento;
------<e d e caráctpr-indisoluble.-
- _-7.7 = -- ___ __ -En la historia
.__-,._ - Ciertamente que los romanos admitieron la idea
<
1L_ - --
posterior, sobre Gdo después de la Reforma pro- del divorcio. Pero si ello acaece, aparece, no como lo
-
a b initio, sino más bien como una eventua-
t e ~ ~ 9 @m, g t _ _ o ~ 9 _ ier & ~ e ~ ~ & e n ~ a ~ c i z a n dpensado o,
con el -- avance cada vez más sostenido de la interven-
--.m w*L-*-x"-&-"-'.
lidad accidental. A lo que apuntan los romanos es a
clón estatal. Se irázeando toda una l e g i s l x & - no admitir las nuptiae como una simple unión ad
diente
,.=-=
a regular
--
prácticamente
, -.-- ,.~
.-- .--- -z- todos
- -- los aspectos, tenzpus, o revocable por alguna imaginada cláusula
--
+"o.-
vida; c o - m- ---~
_
macho y de la hembra y consorcio
- n i ~ ~ ~ i
--*-
divino
~
__------,-
a-
é
L
'
de toda
l y~ -
--- la t+nculan
huma-
~ f ~ o
lo divino a lo humano. En tal sentido no
tendría necesariamente que ver cac la posibiIidad de
A -
ser --libre=,
---- sino para reclamar una suma de presentes (p.ej., u n anillo nupcial), que una de
d i s o s _ g 1 incqm~limiento.A l parecer, esto
era de aplicación en los pueblos del Latium
(Servio Sulpicio, en Aulo Gellio, 4.4.2; Varro, de
ling.lat., 6.70). las que h a recibido, pero ya por el qixadruplum
b ) Cuando llegamos al derecho clásico, no (época prejustinianea; CTh.3.5,14; año 380), y a
obstante que la denominación de sponsalia sub- d e ~ustiniano,por el duplum (c.5.i.5;
si&e, s u reGEa'ón no lo era por medilCleTas -
m---
itp.; P a d o , D.25.2.38 pr., itp. in fine).
spans¿mes.,-b-astando un m ~ r oconve_ni~-formal-
egtre las p-2-artes sea---- que éstas-- estén presentes
- --. 1. La introducción de las ccvhae pro~Renedel
o a u n entre ausentes {p.ej., por m e z o ae un derecho semítico (ley de Hamm-aabi, Talmud, Bi-
nuncio: Ulu.. D.23.1.4: íd.1). Se reafirma más blia). Se consideraba que era el precio entregado por
aún&idea de cjue,-- como
--.-10s matrimonios deben- la compra de la prometida. Este pfiricipio habría sido
cenar-con ---- un consentimiento
--- , - _ -libre,
. _ . no ex%e sostenido por la Iglesia para favorecer la fuerza vin-
ninguna acción cornpdso.na
-
--m-
-
para
--------,
que l a s nup-
*-/--
culativa de !as arras. Pero indudablemente afecta la
cias se realicen. A su vez, la vieja accion -
U--"---.* A
--
por libre decisión de los contrayentes, por las consecuen-
una indemnización ha desmarecido va en la cias económicas que significaba. Es por esa razón que
luego, en el derecho moderna (caso de nuestro C.C.), En u n comienzo sólo lo tenían los ~atricios;luego se
están prollibidas, siendo de ningún valor. le concedió a los plebeyos (Ea Canuleia; año 445
2. Para el caso de que se tratara de un rninor*, a.c.).
la devolución era por el simplum (C.5.1.5; itp.). La El principio es que '70s ciadadanos romanos tie-
fuerza vinculativa de los sponsalia se perdía luego de nen el conubium con ciudadanas romanas; en cambio,
dos años, si pudiendo hacerse el matrimonio, éste no con los latinos y los peregrinos, si les fuera concedi-
se celebraba (C.5.1.2; año 332). La existencia de una do", es decir, debía haber u n otorgamiento expreso
cláusula penal, continuó siendo rechazada, incluso del conubium (Ulp., 5.4; Gayo, 1.56-57). También se
por Justiniano (Cid., in fine), pero con posterioridad les concedió a los veteranos (Gayo, 1.57). Ningún
fue admitida por el emperador León el Sabio (Nov.18). conubium existe con los esclavos (UIp.,5.5).
3. Además, Constantino, por dos constituciones Con el otorgamiento de la ciudadanía romana a
(C.5.3.15; año 319; y C.íd.16; año 336)) entiende que todos los habitantes libres del Imperio por la consti-
los regalos efectuados por las dos partes quedaban tutio Antoniniana (Caracalla, a ñ o 212 d.c.), esto pier-
supeditados al matrimonio posterior. Si éste no se de importancia. Sólo los esclaros (Ulp., 5.4-5), los
realiza, se debian devolver, pero quien se ha negado bárbaros y ciertos condenados carecerán del derecho
injustificadamente a casarse, carece de acción para Ia de acceder al matrimonio l e g ' h o .
devolución. En el caso de que la esposa no pudiera
casarse por muerte de su esposo, y siempre que haya C) C m e n t i m i e n t o de Zus contrayentes. Aun-
mediado el beso de los esponsales íoscuEo interuinien-
te), sólo estaba obligada a restituír la mitad de dichos
que no seaaconsiderado .. -
- ----
un contrato
societas), se necesita el consentimiento
-.-- (como la
Así, (i) la infidelidad de k.22.Posa es a s h i l a d a por la regla d6-%Ptias non concubitus, sed con-
al adulterio (Ulp., D.48.5.13.8); (G) .&-~ncuIo s e m u s facit ( E s el consentimiento, y no la unión
Por a f u i i a entre 10s ~ z r i e n t e spróximos y en- semal, 10 que hace las nupcias; mp., D.35.1.15
t r e l o s propios esposos es m ~ : ~ o o T p " a a=a n50.17.30);y también n o n coitus rnatrimo-
contraer matrimonio (Inst., 1.10.9); (iii) el espo- nium faeit, sed maritalis e#eetio (no es la unión
so puede accionar por la actio iniuriarum por sexual la que hace el matrimonio, sino el afecto
ofensa dirigida la íU1p-~ marital; Ulp., D.24.1.32.13). El conseiisus debe
D.47.10.15.24); (iv) la acción para reclamar la ser dado por las can total sin
dote entregada Por 1' esposa, queda a'imilida a
ni coacción ( T ~ ~ - ~.23.2.21; c ~ ~ ~ ~ ~
la actio de dote (Ulp., D.42.5.17.1 itp.).
C.5.4.14).
--
-.-
.---
-
-
S-
madas también ~ u s t u mo I e g t k m u m matrimo- para que se produzca el matrimonio. Pero como éste
S
.
---
-- q--p"A>na-.s---c_?n- -a -r
Luego, en el Bajo Imperio, la afinidad se que ejerce su cargo (Paulo, DI-23.2.35 pr.).
extiende también a los cuñados, o sea, entre el
cónyuge y los hermanos del otro c ó n p g e . La 1. La razón de este i m p e h e n t o es de índole
primera cita corresponde a Constantino y Cons- política, a fin de evitar que los go'bernadores, ligados
tante (CTh.3.12.2; a ñ o 333), lnego confifnlada por por el vínculo matrimonial, favorecieran detennina-
textos posteriores que Íigurm en e1 Código de dos intereses vinculados a la E d i a de s u mujer.
Justiniano (C.5.5.5, año 393; C.5.5.9, año 475). Pero, cesado el cargo (post d e p s i t u m oficium) se
considera válidas las nupcias ya cslebradas, si es que
1. Este impedimento rige una vez disuelto el se mantiene l a affectio marEtaÉEs (Paulo, D.23.2.
matrimonio, puesto que mientras éste permanezca, 65.1). Podía también celebrar espansales para casar-
es por otra razón que no se pueden casar los afines, se después de haber concluído s u cargo (Paulo, D.íd.
puesto que una mujer no puede estar casada con dos 38 pr.).
maridos, ni un varón con dos mujeres (Gayo, 1.63; 2. E1 impedimento afecta no sólo aI gobernador,
Inst., 1.10.5-7). La prohibición abarca tanto al su- sino a su hijo (Marciano, D.23.2.571, pero no a su hija
puesto de que el matrimonio se disuelva por muerte, (Paulo, D.íd.38.2).
pero también por divorcio. El motivo está seEalado
por estar consideradas "nupciac nefastas" (nefas = (iii) Con el fin de mantezer la disciplina
contrarias al f a s ; Modest., D.38.10.4.7; PaulÓ,
D.23.2.14.4; Pap., D.23.2.15; íd., D.12.7.5.1; Ufp., 5.6).
2. También se extendió la "afinidad" más allá del
nlatrimonio válido, a los esponsales, al coniubernium Tácito, h., 14.27). A partix- de Claudio, aun
y al concubinato (cf. los textos itps. de D.23.2.14.4; considerándola ilegítiiiT&Wt 5 T e w n Z o -
íd.,12.1-2; íd.,14.2-3; Inst.,1.10.10). se regularizar los eiectos c u a n S s e los ficencia-
3. Igualmente, Justiniano habla de 12 prohibición ba como veteranos, por un diploma militar. Ya
de nupcias por parentesco espiritud, que comprende hacia fines del siglo 11, esta prohibición no ercis-
el caso del padrino o la madrina, con' su ahijada o t e más (Paulo, D.23.2.65 pr.).
ahijado ((2.5.4.26.2). (iv) La mujer viuda, durante el período clá-
sico, no p-od í a - ' 6 0 n ~ n q p ~ i i a ~ d s z h e r
D) F-uera de estos casos de impedimentos trascurrido 10 meses de la muerte de s u mari-
-
--m-
m--=---*
---.--
c l á s i c o . Debido sobre todo a Ia iniluencia del Gris-
tiamsmo, se van P--w.asa*-w
-."*--
establecle+a
.,=
- --
nues.as~rg@biE~nes
-.--
a
- o
l. El fundamento consiste en tratar de evitar modifícando~asanteriores:
dudas respecto de los hijos póstumos nacidos de viu- - a ) Justiniano prohibeel matrimonio entre el rap-
-.
-
das. Por eso, el plazo coincide en principio con el &r y layapzada
- - . ' - -.---- m.
*---
plazo máximo de concepción para atribuír la paterni- 6) El mismo emperador pohííbe las nupcias ---~ entre
dad al marido fallecido. La prohibición cesa si la un hombre y una doncella o-Au_da,cgwz+gr:ada-al
mujer da a luz antes de concluído dicho parto (Ulp., -F3eñor; o tomar muier a los s&o$es, diáconos y
D.3.2.11.1-2). subdiáconos. El matrimonio celebrado con anteriori-
dad a la consagración subsiste, pero el celebrado con
$ 532. Leyes dictadas por Octavio Augusto. posterioridad, produce la pérdida de la función sagra-
Con evidentes propósitos demográficos, así como tam- da (C.1.3.45(44)).
bién para corregir la corrupción de las costumbres, el C)El adúltero o adúltera podrá casarse, después
emperador Octavio Augusto dictó la lex Iulia de ma- de erte de su cónyuge, pero no con su có-ice-
U- - - -
a ) Conforme a este COIFUS legislativo, surgen cier- das nupcias. Se& las leves caducarias ariz-s-=
tas prohibiciones de matrimonio. Así, a los ciudada- eran obligsrias. Pero, por i d u e n c i a cristiana * % - .-serán
.
nos ingenuos se les prohí%e casarse con mujeres de m i r a d a ~ c emanera d e s f a v o z ~ ~ ~ P ~ l o , , ~ ~ ~ t o m a d
-
e
L
mala fama (prostitutas, alcahuetas, cómicas, etc.). roñ medidas p ' > a G G e r a los h í F a e y p z m-e r
Igualmente a los senadores se les prohííe casarse con mabimonio.
libertas. Los matrimonios contraídos pese a esta pro- Así, por un lado, todo aqwello que hubiere obte-
hibición no son nulos, pero a los efectos de estas nido el cónyuge binubo del otro, a t í h l o lucrativo, ya
leyes, se los considera como no celebrados. Por un S.C. sea por donación nupcial, dote, o por vía hereditaria
de la época de Marco Aurelio y Cómodo (segunda (lucra nuptialia), pasaba directamente a los hijos del
mitad del siglo 11 d.C.1, se los declara nulos (Paulo, primer matrimonio, reservándose el cónyuge binubo
U.23.2.16 pr.). el mero usufructo.
b) Por otro lado, se establece la obligación de Además, el binubo no puede dejar a su segundo
contraer matrimonio para los hombres mayores de 25 cónyuge, que era la madrastra o el padrastro de sus
años y menores de 60 y para las mujeres compren- hijos una parte superior a Ia que recibe el menos
didas entre los 20 y los 50 años. Esto regía incluso favorecido entre los hijos del primer matriinonio; el
para los viudos y divorciados, que debían casarse excedente se reparte entre los hijos del primer matri-
inmediatamente, mientras que las viudas y las divor- monio ((2.5.9.6 pr. y 4; íd., Ci; Nov. 22.27).
ciadas tuvieron un plazo, que se extendió a 18 meses Si el cónyuge binubo enajenara los lucra nuptiu-
y dos años, respectivamente. Eia, el negocio es nulo, como también las enajenacio-
Quedaban exentos de estas obligaciones los hom- nes verificadas con anterioridad al segundo matrimo-
bres y mujeres que hubieren procreado por lo menos nio (Nov. 2.2; Nov. 22.26).
tres hijos legítimos (ius liberorum); a los Iibertos y f l La unión realizada a pesar - ..-de l a existencia de
-ec-=-.-r---
libertas, se les exige cuatro hijos (Gayo, 1.194; 3.44; un i m o e d i ~ e ~ eso& ~ < c ~ ~ t ~ "no n u debe
l a :verse
Ulp., 16.1; Paulo, 4.9.1 SS.). en ella ni mando ni mujer, rni n " u F s , ni matrimo-
C ) Además, se sancionaba a los solteros que no se nio, ni dote"; por tanto, los Ejos son espurios (Inst.,
casaban (cuelibes)y a los casados que no tenían hijos 1.10.12).
(orbi). Los primeros no podían adquirir nada a título Por una constitución de Valentiniano, Theodosio y
hereditario, mientras que los segundos, sólo la mi- Arcadio, los bienes dotales o productos de una dona-
tad. Lo que les hubiera correspondido era denomi- ción nupcial son reivindicadas por el íisco (C.5.5.4).
nado caclucuna, y se adjudicaba a los demás herede- Sin embargo, si una mnrjer hubiera por error
ros testamentarios o legatafios, que tengan por lo creído que su matrimonio era válido (caso del actual
menos un hijo. A defecto de éstos, se atribuyen los "matrimonio putativo"), se le admitieron en algunos
bona caduca al aerarium, y más tarde (Caracalla) al casos efectos. Así, la que se casó con su tío ignorando
fisco. esta circunstancia, y estuvo 40 años viviendo en ma-
Estas leyes augusteas no gozaron de simpatía en trimonio y teniendo hijos, se consideró que éstos eran
Roma. Fueron luego progresivamente suprimidas, a legítimos (Marciano, D.23.2.57.1). A su v a , los hijos
partir del siglo IV d.C. El motivo principal fue, a de una mujer libre que se casó por error con un
partir del Cristianismo, que sus principios favorecían esclavo, si bien no son legítimos, se los considera
el celibato religioso y desaconsejaban las segundas nacidos libres (spurii ingenui.), pudiendo además re-
nupcias. clamar sus bienes; '2.5.18.3.
Pero se&n !5i constitucrón ya citada (C.5.54), los -Igualmente
primido
rido.
.;-
respecto de la mujer: 2ero 110 del ma-
=Le J - Ao p u s & m a F
mari
cónyuges que no quieren perder sus bienes y h a ,. .. L- - - - - - . .L-
separarse desde el mismo momento en que conozcan ,p__ranqJa Lgni-ta r e s ~ e c t ade l a infeeh-a-
el vicio. l - -
s u marido (Gayo, 3.221; ~ i s t . 4.4.2).
,
~ i ~ ~ m i i b , a - g - - ~ ~ ~ p a - i a -=.. , &*
d a n d o ~ ~ ~ ~ a ~(Gayo, s s 1.56; t a s
potesitas. En caso de no ser así, estará sujeta. a
tutela, ya sea que s u pater le haya nombrado
07375 Tárnilia -civil del
-L"- -
-r =-e-<-----
la mujer goza del rango social del marido (dig- hijo tendrá también la ciildad~míaromana; y si
nitas rnariti): así, si éste es cónsul (Ulp., fuera latino o peregrino, gozando del conubium,
D.1.9.1.1) o pertenece a la clase senatorial (Ulp., el hijo será también latino o peregrino (Gayo,
D.1.9.8; C.10.39.9), obteniendo el domicilio del 1.80; 1.89; Celso, D.1.5.19).
marido (Ulp., D.2.19; D.5.1.65; Papirio Justo,
~.50.1.38.3?.
d ) Existía entre ambos cónyuges un deber a Il.- las bienes. -"
Y
de reve 3E-
ellos no puede accionar contra el otro sm p e r m F § 535. Hay que diferenciar- a ) si el matrimo-
so del pretor (Modect., D . 2 . 4 . r 3 x ~ E oera nio iba acompañado de la rnanus (matrimonio
admitida entre cónyuges l a actio d e dolo cum manu); b) si la mujer estaba libre de la
(C.5.12.2; año-ZOi)~iT-a~~furf;rcai~el--= 'manus (matrimonio sine rnaaz~).U finalmente,
caso de la acitio rerum amotarzsmY'), por -
ser
- c) las incidencias de l a insti6-81ción de la do-
infamantes.
- -- te; así como las donaciones +-culadas con las
3Siñ embargo, existe cierta desigualdad. nupcias.
Asj. .respecto-de_i tebs:' cle fidelidad: que es _re- 5 536. A) Tdaf~"i:rn$-mkoC-LJX&&IA~~LE~ _-Aquí
podía suceder que la ,uxor
,__.-- que se casaba fuera tividad del marido durante el matrimonio ("ga-
-
__=_-- _--N__r ___/ * =
-
---r--_---l___.2-.---
una fiLiafamiZiae, y por ello alient iuris; o al nanciales" en la terminologia actual), a pesar- de
c que se los lograba muchas veces con la eolabo-
g a z ~ ~ z i s ~ r a c de
i ó la
n mujer, que prestaba su ayuda es-
c w c e per se de c_a-clacidad_pax
-
, Como piritual y material en la Sabor doméstica. Sin
agnada en la familia del marido, figura loco embargo, en la práctica, este sistema de inde-
filiae. Todo lo que ingrese por causa suya con pendencia económica estaba morigerado por las .. . - --
..
posterioridad (p.ej., por una herencia o un lega- costumbres: ..
do), incrementará el patrimonio del pater de la a ) Así, jurídicamente, el marido no está obli- .,
...
-.
Pero como antes contaba con su patrimonio, los dote*, es decir, una suma de dinero o de deter- . . ~
. -
.-
-.
--
bienes de él serán absorbidos en forma total por minados bienes que la mujer, o su pater o un ----
--.
---
---
el pater de la nueva familia (su marido, o s u tercero, entregaban al marido para contribuir a ---
pater si el marido era alieni iuris). De este dichas expensas. - --
-,
-=
.--
-e
-e
y
-.---
modo, el marido (o su pater) podía disponer b) A diferencia de la uxor in manu, que por -.-~ .
-.
--.
libremente de ellos, ya por actos inter vivos o ser agnada en l a familia de s u marido será
rnortis causa.
.-
.-..-.-
---
heredera legítima fheres suu) en la sucesión a b .---.
intestato, en el matrimonia Libre, la uxor no es
1. Recordemos que respecto de las deudas de la heres Legitima de s u marido, ni éste heres Legi-
*.,-*.
mujer sui iuris que se casaba conviniendo l a manus, timus de su mujer a los efectos de la herencia ~.
.-
éstas se extinguían por la capitis deminutio. Pero ab intestato. Sin embarga, el pretor corregirá -z>
:'-.
este efecto, propio del ius ciuile, será corregido por esta situación otorgando La bonorum possessio -
..- ..
una actio con fórmula ficticia, concedida a sus anti- sine tubulis d cónyuge supgrstite, sea el marido .. -
.-..
guos acreedores, que de otra forma se verían burla- o la mujer, aunque solamente si carecím de -- -
r:
'. "-.
dos, implicando ello una zn integrum restihtio (Gayo, parientes agnados y cognadoc (úftimo llamamien- .-
3.83s.; 4.38). to: unde vir et uxor*). ,.P. .--z.
.. .
siendo propietarios de los bienes que tuviesen al que los cónyuges se comporten respecto de los --
---
--.
.-&
contraer matrimonio. Cada uno de ellos adquie- bienes particulares como si fueran comunes. La ---.
--.
. -.
re los bienes para sí (o, en su caso, si son alieni mujer solía conferir al marido l a administración -.
..
iuris, para su pater). Igualmente ocurre respec- de sus bienes propios. Se habla entonces de -.-
.
t o de las deudas: el marido no responde por las bona extra dotem (Pap., D.39.5.31.1), según el
..
-..
--
-.
obligaciones de su mujer, n i ésta por las de su lenguaje clásico. hSás tarde serán también 11.- .-.
. -. .
-
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marido. - mados "bienes parafernalec". -.-
..
...
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.%.
-,
.--
.
1. De este modo, si la uxor era alieni iuris, lo que 1. La denominación de pasufernales es de origen .
N_-
..
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- ~
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-4
adquiría era para s u pater. Si era sui iuris, continua- griego (= fuera de l a dote) y es ya usada por Ulpiano ..--.- .
-
.
L .--
r á detentando su propio matrimonio, ya inicial o (D.23.3.9.3). Aparece también e n papiros greco-egip- ---..
.:.t '.
acrecentando posteriormente, pudiendo administrarlo cios de los primeros siglos del Imperio; entre los galos '==
-
..-e.-.
o disponer de él (con la auctoritas de s u tutor mien- se los llamaba peculium (Ulp., D.ibíd.1.
K-. --
tras rigió la tutela mulierum; luego, cuando ésta cayó 2. El régimen de tales bienes estaba regulado por
en desuso, de manera totalmente libre). la intención de la uxor. Generalmente era para su .-
administración, como si fuera ran mandato o un de-
Este régimen del "matrimonio libre" (sine pósito, debiendo ser devileltos a l a disolución del
manu) estaba basado en un fuerte individualis- matrimonio (Ulp., D.23.3.9.3). Si se trataba de crédi-
mo, ya que cada cónyuge administra y dispone tos, el marido los podía cobrar aplicando los intereses
de sus bienes. A l no existir un "régimen de o rentas en beneficio común. E1 capital debía reser-
bienes matrimoniales", muchas varse para la mujer, estabIeciendo Justiniano que
veces no resultaba favorable a la mujer. Ésta no pesaba una hipoteca legal* en favor de ésta íC.5.il.11;
participaba en los bienes adquiridos por la ac- año 530).
3. La mujer no estzba obligada a este régimen: epocz clásica no hay una designzción propia. Es en
pero era bastante usual. Eztre los casos excepciona- la época posclásica que aparece !a denominación de
les se recuerda el de Terencia, la mujer de Cicerón, dos adventicia para contraponerla a la otra. El nom-
que retuvo para sí la adniinistración de sus bienes, bre aparece justificado si el coristituyente era un
lo cual irritaba a su marido, sobre todo cuando i s t e tercero, pero resulta impropia si la efectúa la propia
se hallaba en apuros econónlicos, y fue una de las mujer.
causas por las cuales se divorció de ella.
4. En cambio, el marido de Turia, según Io 6ice La dote se podía "dar" O ''p~ometer",
- = - _ _ -
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ya an- --y--.
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"
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para el padre- o- sus--ascendientes sancio- Pero la práctica común era la ~ G c i ó ComUii
--.---&-A*.._,--
n
n a a o r el tu; -c-~ v i l e(Marciano, D.23.2.19). de un "pacto dotal" (pactu-rn~ Y T Y ñ T f ~ z f ~ ~m-
dotale). Justiniano terminará par admitir fuerza
8 539. ~oszs~i~c~~8a-de-x~Q:~Q~ece,.-~~=-C~s~- obligatoria a este pacto (pactzcrn Zegitimum), ya
más frecuente era que fuera el pater quien cons- sea en forma escrita 0 aun oral (-algo así como
--------
titúialrdEIE:e. & eS t l
--%
-.-
una estipulación degeneradz-; C.5.11.6 itp.;
fecticia (Ulp., 6.3; D.23.3.5 pr.). Pero t a m b d ~ 5-12-31pr.; 5.13.1.1d).
p u ~ ~ a c e r lasn-daLm_r,-si
lo es su&risf f ~ O O
un tercero
- ---- --
cualquiera
.-?--*--u---
(dos aduenticia; Ulp., 6.3). 2. Los compiladores bizantino~emplearon l a for-
ma de la dos tacita (Paulo, D.23.3.30; Javol., D.íd.64;
1. La dos profec~zciapodía ser constituída por el itps.). Este caso ocurría cuando la mujer, luego de
padre o un ascendiente (Ulp , G íd., 5 pr.) En 12 divorciada, celebraba un nuevo matrimon~oreconci-
liatorio, sin haber antes obtenido la restitución de los 3. Gayo (2.63) expresa sus dudas si la prohibición
bienes dotales. Se consideraba que en forma tácita se de la enajenación se aplica sálo a los fundos i~klicos
constituía la dote. Esto está en contra de lo usual en o debe extenderse también a los fundos provinciales.
el derecho clásico, en el cual l a dote debe estar ex- Ya para el siglo V estas dudas aparecen descartadas,
presamente constituída. en el sentido de no permitirse ni la venta ni la
hipoteca de inmuebles dotales provinciales (Fragm.Sc-
540. L-a_d& l~drc-a~kg eLImgf&n~g...IIII,nai, 5, donde se cita al Cód. Gregoriano y a Sabino).
La-.regla general imperante en el derecho repu- Justiniano expresamente confirma esta extensión,
blkanrn~i, =eLe exme---echó- al mismo tiempo que prohíbe l a venta o la hipoteca
clásico es que la -zZmpropiedad de ellos, "y que ni lo uno ni lo otro pueda verificarse
-- >
áriñaT?bO w'aulo, U.ZJ.&.I). aun con el consentimiento de l a mujer, por temor de
que se abuse de la fragilidad de este sexo (sexus
l . En realidad, lo más correcto es decir que el mulieribus ,fi-agilitas), con perjuicio de su fortuna"
marido tiene sobre la dote el derecho que le h a sido (Inst., 2.8 pr.; C.5.13.1.15).
conferido al constituírla. Podía consistir en un usu-
fructo, con el cual los poderes son más limitados, y C) En la época posclásica se reafirmara la
el régimen se acercaría al de los bienes "paraferna- idea de que los bienes dotriles son res uxoriae (=
les". Pero, por lo general, lo que se daba en dote era cosas de la mujer), denominándolos quasi patri-
el dominium. monzum uxoris (como un patrimonio de la mujer;
2. La expresión de la dote como res uxorzae (="co- Ulp., D.11.7.161, es decir, en un sentido más fuer-
sas de la mujer") usada ya en la época clásica, hace te que el mero derecho de Ea mujer a obtener su
sólo referencia al eventual derecho que tiene la mujer devolución luego de terminado el matrimonio. Jus-
para recuperarla luego de disuelto el matrimonio. Así tiniano acentuará esta tendencia, al establecer
se concedía la actio rei uxoriae, que figura entre los que las res uxoriae son tanto de la mujer como
bonae fidei iudzcia (Gayo, 4.62; EP, 3 113). del marido: del primero, por "sutileza de las
leyes" (legztm subtilitate); 6e la mujer "por dere-
a ) Durante todo este período primero, entre- cho natural" (iure naturali); 6.5.12.30.1; año 529.
gada en propiedad, el marido es el dueño de los De este modo, si bien se reconoce 1s propie-
bienes dotales. Puede usarlos, administrarlos y dad formal del marido, debido a las limitacio-
disponer de ellos, sin necesidad de ninguna au- nes, sobre todo de disposición, que tiene, su
torización por parte de la mujer, quien no podía derecho sobre la dote es más bien la de un
interferir en el actuar de su cónyuge. dominio fiduciario o la de un usufructo.
b ) Pero, considerando las causas particuia-
res que rodean a la dote: fa contribución a las 1. Ya en el Edicto del pretor figura una rúbrica
cargas matrimoniales y también el constituír un de re uxoria (EP, Tít. 201, pera esto no es decisivo por
fondo de reserva para la mujer luego de disuelto cuanto se aplica a la dote que debe ser devuelta
el matrimonio, se estableció una limitación im- después de la disolución del matrimonio. En un texto
portante en la denominada lex Iulia de findo de Tryfonino (D.23.3.75), discutido en cuanto a que
dotali (que en realidad no fue tal, sino un ca- sea clásico, se dice que "a pesar de que Ia dote esté
pítulo de la lex Iulia de adulteriis; año 18 a.c.; entre los bienes del marido, es sin embargo de l a
Paulo, 2.21b.2). En virtud de ella se prohíbe al mujer", lo cual se corresponde con un texto de Boecio
marido enajenar los fundos itálicos dotales e comentando a Cicerón (ad Cie-top., 17.65).
incluso hipotecarlos ni siquiera con este consen- 2. Como consecuencia de esta concepción de las
timiento (Gayo, 2.63; D.23.5; Inst., 2, 8 pr.). res uxoriae, se fortalecen cie-rtas reglas: a) el marido
debe poner especial diligencia en los bienes, l a misma
l. Si pese a la prohibición se efectuaba la venta, que pone e n las cosas propias, respondiendo por dolo
ésta no es válida (Pap., D.41.3.42), pero la nulidad se y culpa (Paulo, D.23.3.17 pr.); b ) los fnitos de los
considera siempre en favor de l a mujer, por lo que bienes dotales con, en principio, del marido, pero
ésta tendría que actuar por l a actio rei uxoriae (luego dado el carácter de res uxoriae, si se los da a la
actio de dote; Paulo, D.23.5.3.1). Probablemente, l a mujer para su alimentación, o aun excediendo esa
mujer contaría con una rei uindicatio con la ñcción de finalidad, no se incurre en el régimen de prohibición
que ella fuera propietaria. de donaciones entre cónyuges (Ulp., D.23.3.7 pr. y 1);
2. En ciertos casos %sepermitirá la enajenación. c) si la mujer sustrae bienes muebles dotales, no se
Así, cuando fuera necesaria, por la partición provoca- considera ello furtum, si bien a los efectos de la
da por el copropietario (Tryf., D.23.5.18.4; Paulo, restitución, se le concede al marido una actio rerum
D.23.5.1; Gordiano, C.5.23.2). También, si el bien hu- amotarum (Paulo, D.25.2.1; EP, 115).
biera sido previamente estimado, de tal modo que
disuelto el matrimonio, el marido podía optar entre 5 541. Are dofe después d e La disobaci&z
devolver el bien o su estirnacih (Afric., D.23.5.11). t r ~ e ~ ~ ya~cala
~ ~ ~ dijimos, ~ _época
~ ~ - e
republicana-se -\-&LO
de la-*_Iaade
-- - a k m a n d o la_*función
--_ __-__ dobie tos, es decir. la mitad (Ulp., 6.16): lii) i-eteizftop ~ o p i e r
c o n t r i b u ~ j ~ n n ~ & c ~ , a ~ s s ~mores:
~ a - un sexto en caso de haber ~hcurrPdoen adul-
t r i m ~ i & l ~ g s ~ - i a ~ ~ ~ & resezla-p&rta
,-&e la terio; un octavo por causas menos m e s que hubie-
muier en caso de . aue
-L
la unión se disolviera.
,,------ -- - ran provocado el divorcio (Ulp., 6-12).
A) En un urincisio se acos-&mtucg&brg b) Ctaando muere el marido, la mujer o el cons-
u ~ ~ t p u l a t p~acatria
to (cautto rei urortae), tituyente de Ia dote puede reclamzrlas de los herede-
en virtud de la cual el constituyente de la dote ros, pero éstos no tienen derecho a efectuaf las reten-
se - h ~ L p ~ ~ r . í a e t & ~ a ~ <de~-los 6 " cb"iEes
~n ciones propias del caso de divorcia.
que la, integgb_n__uqdo-eL_n~atrimonio -_se-di- C) Cuando muere la mujer, S: la dote es aduen-
s o l v i e d a d-ote__er_ &izada recepticia (Ulp., ticia queda para el marido; y si es profecticia y vive
6.5 Y ,dab a i ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ a ~ i ~ t i ~ ~ el ~ padre,
~ - _ éste
3 : tpuede
F + reclamarla,
~ a t u . pero puede retener
B) Con posterioridad, y reafirmando ----.. el prin-
--
u n quinto por cada hijo (Ulp., 6.10).
c i p & d & a e la-mujer,. A su vez, en todos los casos, el marido también
Se ~~t~xgíS~un.a-a~~tS~~~~ei~1~xo~ri~~e,-por,,d.a~ .cual, se puede retener: (i) el monto de los regalos hechos a su
l ~ & ~ ~ I u ~no~ ~ mujer
~ o b L a r _ ~ a m ~ a ~ ~ Cte_'bia~~.te&~un ~ (retentio propter res donaz'ns); (ii) el valor de
habiendo mediado la stipulatio. - las mejor= necesarias efectuadas por el marido; las
mejoras ÚtiIes, si fueron hechas con consentimiento
1. El origen de la acfio 7ei uxoi-iae es bastante . de la mujer; pero no por las sml~aptuarias(retentio
oscuro. Gayo (4.62) la menciona como un bonae fidei propter impensas); y (iii) el valor de las cosas silstra-
iudicium (EP, 113), si bien la redacción de la fór- idas por l a mujer (retentia propter res ainotas).
mula era particular: quod ~neíiusaequius erit (Cic.,
top., 17.66, en lugar de ex bono et aequof. Pero el
resultado era el mismo, puesto que le permitía d ral fue la de que la dote n g x a -salvo algún
iudex otorgar a la mujer o a quien correspondiera, lo pacto especial al momento de eonstitrrírla- de--_
que por equidad entendía que debía ser devuelto.
2. También podía ocurrir que el mando dejara la
bía.e-p-..
bienes d m
-
e-d a r al marido, quien 8ebía
----,---
restituir los
a mujer y a sus herederos,
dote por legado a su mujer (dos relegata o praelegata; generakmente sus hijos (c'm~ - -
.
D.33.4). Igualmente, si el marido le deja bienes por
un legado a su mujer, ésta puede optar entre pedir l . Ea devolución de l a dote a l a mujer oc-a
dicho legado o bien reclamar l a dote (edicto de alte- siempre, ya en caso de muerte del marido o de divor-
7-utro; EP, 8 114). cio sin culpa de ella. Si era l a rn~ujerla que moría,
los bienes iban a sus hijos. Por la Nov.98 (año 539),
El marido condenado por la aetio rei uxoriae el marido viudo retiene el usufrudo de dichos bienes.
estaba obligado a devolver los bienes inmuebles 2. Si el divorcio era por culpa de la mujer o por
en forma inmediata; en cambio, si se trataba de su capricho, el marido podía retener la dote (C.5.17.
cosas hngibles, las podía restituír en tres pla- 8.3-4), o si así s e hubiere pactado.
zos de un año cada uno ( a n n u a , bima, trima 3. El pater que hubiera constitnído l a dote de s u
die; Ulp., 6.8). hija alieni iuris, podía reclamar dicha dos proficticia,
Además, gozaba de otros beneficios. Así, (i) en caso de l a muerte de aquélla. El constituyente
tenía el beneficium compefentiae", por el cual era extraño sólo la recibirá cuando p w stipulatio o pac-
condenado hasta el límite de su activo patrimo- t a m así se hubiera convenido (C.5.12.31.1).
nial (Mod., D.42.1.20); (ii) se quedaba con los
frutos de los bienes dotales (Ulp., D.23.3.7 pr.); y Además. en caso de haberse estinulado la
(iii) podía efectuar determinadas retenciones.
to; (ii) igualmente, le continúa otorgando al marido gla general es que las donceciones entre--- cónyu-
demandado el '%eneficio de competencia", si no hu- g m á n P m -- P : D v .-..
-.
-.-.
-....
- -..
biera mediado dolo del marido en la administración .-
-
(Inst., 4.6.31); (iii) en cuanto a la devolución, los l. No se sabe bien cuá-rado surgió esta regla. .--
...-.~
..
inmuebles deben ser restituidos inmediatamente; los Debió ser posterior a la Iex Cincia (año 204 a.c.), .
.m-.
,..-.
.....-.:
muebles en el plazo único de un año, lo mismo que puesto que ésta menciona al marido y a la mujer .-.
. ....
~
. .~ -
.
uindicatio para reclamarlas, lo mismo que respecto por Augusto en la ley Iulia e t Papia Poppaea; quizá .. -
de las res amotae, la actio rerum amotarum. pueda ser cierto que Octavio Augusto se haya referi-
Respecto de los gastos empleados en mejoras (tm- do a esta prohibición, para evitar que por medio de
pelzsae), el marido puede disminuír el monto de l a donaciones se evitaran las sanciones caducarias en
dote que debe restituír, si se trata de "necesarias"; si las adquisiciones hereditarias.
son "útiles", se le concede la actio mandati (si medió 2. Ulpiano (D.24.1.1) da como motivo un argu-
el asentimiento de la mujer en realizarlas) o la actio mento que ataííe a la moralidad romántica: "Para
negotiorum gestorum (si hubiera mediado "utilidad", que recíprocamente no se despojasen por s u mutuo
pero no asentimiento); si eran "voluptuarias", el ma- amor, no moderándose en las donaciones haciéndolas
ndo podía retirarlas, si es que no quiere pagarse el respecto de sí con dispendiosa facilidad". También
importe. Paulo (citando a Sexto Cecilia) nos habla de que "se
En lo que se refiere a la retentio propter mores, disolverían los matrimonios, si no donase el que no
se la considera innecesaria por las penas previstas pudiera, y por tal motivo acontecería que los matri-
para el caso de divorcio ex iusta causa, lo mismo que monios serían venales" (D.24.1.2).
Fuera de estas consideraciones, jugaba acá el
la retentio propter liberos, ya que se reconoce el de-
criterio de evitar el enriquecimiento de una familia a
recho sucesorio necesario de los hijos en l a herencia
costa de la otra. Por ello es que la prohibición no rige
de sus padres.
sólo entre cónyuges, sino también respecto de dona-
6. La mujer pocEa pedir la restitución de la dote ciones hechas por un cónyuge a miembros de la otra
aun durante la vigencia del matrimonio, si el marido familia, que por razón de esta- i n potestate pudieran
estaba en insolvencia o mostraba tendencia a la di- encubrir una donación entre cónyuges (así: si la ma-
sipación patrimonial (C.5.12.29). dre dona al filius sometido a la patria potestas); Ulp.,
7. Igualmente se derogó el edictuln de alterutro, D.24.1.3.2~~.
de tal modo que si el marido le dejaba un legado a
su mujer, ello se interpretaba como una liberalidad Estas donaciones entre cónyuges son total-
independiente de la dote, pudiendo la mujer reclamar m e ñ n m O G F ~ o ' r
ambos legados (el de dote y el otro dejado por s u una stzpulatzo, ella es ineficáz (Ulp., ~.24.1.3.i0).
marido) (C.5.13.1.3). Si l a cosa donada hubiera sido dada, el que
donó tiene l a rei vindicatio para recobrarla; y si
Por una constitución del año 529 (C.5.12.30), la cosa se hubiera consumido, se puede ejercer
Justiniano le permite a l a mujer ejercer la rei l a condictio (Ulp., D. íd. 5. 18). Sin embargo, l a
vindicatio respecto de los bienes dotales. Con jurisprudencia clásica, seguida por los juristas
ello se reafirma su propiedad, seg-Un el ius na- posteriores, limitaron la prohibición, establecien-
turale. Si para reclanarlos optaba por la actio do algunas excepciones y permitiendo también
dotis, le otorga un privilegio hipotecario sobre una convalidación posterior a l a disolución del
matrimonio, ya por muerte o divorcio.
los bienes existentes; m año después, lo amplia-
rá a una "hipoteca legal general y tácita" sobre
3. a ) Así, se consideraran válidas las donaciones
todos los bienes del marido (C.5.13.1.1). Termi-
por determinados deberes sociales: p.ej., si se dona
nará por extenderla, de manera más exagerada,
una sepultura, siempre y cuando se-entierre en ella
a un privilegio general que primaba incluso res-
al cónyuge (Ulp., D.íd.5.8-91, o si se le hubiere dona-
pecto de los acreedores del marido, aun por deu- do u n monumento funerario, Iuego que el lugar se
das anteriores al matrimonio (C.8.18. 12; año hubiera vuelto religioso por el entierro del cónyuge
531). (Ulp., D.íd.5.10). También, las donaciones por causa
de divorcio (Jul.-Ulp., D.íd. 11-11),Y en general, las
D) Donaciones matrimoniales. Acá tenemos que no importan una disminución apreciable de los
que distinguir entre a ) las donaciones entre cón- bienes propios o un enriquecimiento del donatario,
yuges; y b ) las realizadas col1 motivo de las que no se queda con lo recibido, sino que lo afecta a
nupcias. una finalidad razonable; así si la mujer recibe dinero
37 hace rin pequeño regalo a iin pariente (Ulp., do -no obstante la prohibicibn de donaciones
D.íd.5.16-17); también si el .marido donó dinero a su entre cónyuges- que este tipo de donaciones
mujer para reconstruír una casa suya incendiada puede celebrarse directamente luego de ce1ebr~-
(Paulo. D.24.1.14), o vestidos (Labeán-Pomp., das las nupcias. Debido a ello, cambia la vieja
D.24.1.29.1). denominación y las denomina donatio~zesprop-
Justiniano admitirá que no c m nulas las dona- ter nupfias (donaciones por causa de las nup-
ciones hechas en caso de deportación o exilio (Ulp., cias; C.5.3.20; Inct., 2.7.3).
D.íd.13.1: 43 itps.). También permitirá las donaciones E1 papel que se le asigna es el de ser una
recíprocas entre el Emperador y l a Emperatriz contrapartida de la dote. De este modo, se con-
((2.5.16.26; año 529). firma la costumbre oriental, a y o nombre de
4. b) Las donaciones hechas para el caso de muerte antiferna (contradote) figura e n C.5.3.20.2. Más
o disolución del matrimonio sólo son eficaces una vez aún, pasa a ser obligatoria para el marido o su
ocurrida la muerte o la disolución de éste. Cuando el pater (C.5.11.7.2) y finalmente, Justiniano esta-
donante mona antes que el donatario, la donación bleció que s u monto debía ser equivalente al de
podía ser confirmada por un fideicomiso. Acá tiene la dote (Nov.SP.1).
importancia un s.c. de Caracalla (año 206, siendo
corregente de su padre Septimio Severo: oraíio Anto- 1. S e le aplica el mismo régimen que a la dote
nini u oratio Severz). Por él se determi116 que si el (solventar las cargas del hogar y servir de fondo de
donante hubiese perseverado sin revocar l a donación reserva a la mujer y a los hijos). Durante el matri-
antes de s u muerte, y moría estaildo casado, la do- monio el marido es considerado como propietario, si
nacion era válida de pleno derecho en el momento de bien le está prohibido enajenar e hipotecar los in-
s u deceso, sin necesidad de fideicomiso confirmatorio. muebles (Nov.61).
Se la consideraba donación 7nortis causa, ya que su En caso de muerte del marido o de divorcio sin
silencio en vida para arrepentirse 37 revocarla, vale su culpa, la mujer retiene la donación, pero si tiene
como una ratificación expresa, siendo inatacable por hijos, éstos son considerados los propietarios, si bien
los herederos (Ulp., D.24.1.32 pr. y SS.). la madre tiene el usuffucto (Nov.98.1). Termina por
5. Por una regla atribuída a Q.Mucio Scaevola, se concederIe a ésta una parte como a cada hijo
consideraba que las adquisiciones en favor de la mu- (Nov.127.3). Si l a madre viuda o divorciada llegara a
jer por una causa no probada, eran donaciones de su contraer nuevas nupcias, la donaci6n se reparte entre
marido (Ponip., D.24.1.51). éstos, quedando la mujer excluMa (Nov.2.1).
Esta praesumptio Mucia7za se debió haber aplica- Si muere antes la mujer o es culpable de1 divor-
do con anterioridad al matrimonio cum manu. Gene- cio, el padre conserva el usufYucto, siendo l a propie-
ralmente, el marido dejaba a su mujer u n legado, y dad de los hijos (C.6.61.4).
siendo que si había cosas que detentaba gsta, ellas 3. La donatio propter nuptias no está sujeta a la
hubieran escapado al legado. Por medio de la "pre- i7zsinuatio* (Nov.ll9.1; 127.2).
sunción Muciana", todo lo que había recibido en vida
la mujer, salvo prueba en contraria, se e n t e ~ d í aque Al establecer la obligatoriedad de la dote y
le había sido dado por el marido, y por tanto, af ser de la donatio propter nuptias, y que los montos
una donación entre cónyuges y ser nula: no era de fueran equivalentes, se tiende a establecer una
ella, pero entraba en el legado. Esto se extendió al igualdad entre los cónyuges. A diferencia de lo
matrimonio sine manu, y de este modo se bterpre- que ocum'a en el matrimonio clibre", donde re-
taba que lo dudoso era como donado por el marida, gía el principio de separación de patrimonios,
convalidándose la donación como mortic causa. ahora se tiende a un regimzn de patrinlonio
conyugal comtln: la mujer aporta l a dote y el
543. Donaciones ante nuptiac (ppq~opter marido la donación propter nuptias (como "con-
tradote").
_
b ~ u ~ U l pD.49.15.14.1). . , De ser cierto ello, el principio clásico se impuso hasta
Justiniano. Pero cabe la duda acerca de esto, pues no
1. La explicación de esto se debe a que se debe se ve la necesidad de que este emperador tuviera que
mantener la convivencia en forma continua. Por ser citar un precedente que no existió.
una res facti, no se recupera el anterior matrimonio
por el postlimirtium, que sólo produce efecto respecto 547. fV. Pog'_~~pediaatenfo sobreuinien-
- = -
de los derechos. Esto ocum'a aún cuando la mujer te. Es$? ocurría cuando el pater adoptaba su
quedase en su patria viviendo en la casa del marido yerno o a su nuera. De este modo, los cónyuxes
(Tryph., D.49.15.12.4). pasaban a ser hermanos a s a d o s , lo cual era un
2. Por un rescripto de Severo y Caracalla, en im-.3.6 Gayo, D.23.2-
caso de que ambos cónyuges hubiesen caído prisio- 17.1). -evitar
-, ------- la disolución del vínculo--- ma-
neros, conviviendo en cautividad, si la mujer daba trimonial, en la época clásica, se aconsejaba al
.. -
a luz un Iiijo y luego ambos regresan libres, dicho paier adoptante que emanckara ír SU h j ~ o
hijo es legítimo, como si fuera consecuencia del hijo, con lo cual el impedimento desaparecía
-
-
7
'~---1-jj--
postlirninium. En cambio, si volvía sólo la madre, (Gayo,xdTEEi5T consejo es considZ30-obli-
el hijo era considerado "espurio" (Marciano, D.49. gatorio por Justiniano, de tal modo que ant%
15.25). de a-a que ernzncipar al hijo o .ja
(Inst., 1.10.2).
Justiniano variará el principio clásico, de tal
modo que por la cautividad en guerra de uno de 1. Otra hipótesis, más discutida, era aquella en la
los cónyuges, el ma'crirnonio no se disuelve. El cual el marido de una liberta fuese elevado al rango
que se ha quedado en Roma no puede contraer senatorial, estando prohibido el matrimonio entre se-
nuevas nupcias hasta después de 5 años desde nadores y libertas por la ley Papia Poppaea. En el
la cautividad, y no se tengan noticias ciertas del único texto referido a este caso (C.5.4.28 pr.), Justinia-
cautivo. De lo contrario, se considera que de no menciona que la cuestión le había sido presentada
casarse sin el cumplimiento de estos requisitos, a Ulpiano, denotándose por e1 sentido del texto que la
se incurre en divorcio sine causa, lo que ocasio- respuesta era positiva en cuanto a la disolución. Pero
naba las penas pecuniarias correspondientes Justiniano decide lo contrario, "para que la felicidad
(N0v.22.7; año 536). del marido --elevado a la categoría senatorial- no se
convierta en infortunio para la mujer".
3. También por otras causas de esclavitud se 2. Esto es acorde con el principio bizantino, atri-
disolvía el matrimonio (Paulo, D.24.2.1). Justiniano buído al emperador Gordiano de que "el matrimonio
suprimirá la esclavitud por penas infamantes (servi- contraído en forma no se puede viciar por un irnpe-
tus poenae; a 4 metalla), de tal modo que el matrimo- dimento posterior". Acá aparece aplicado a l caso de
nio existente se conservaba. En realidad, para su que a una mujer casada, c m hijos, se le nombró
época sólo subsistían como causas de esclavitud: a ) la curador al pater del marido. Si bien termina con el
del hombre libre mayor de 20 años que se hacía "consejo" de que se nombre a otro como curador,
vender como esclavo (Inst., 1.3.4); y b ) la del liberto "para que desaparezca todo escrúpulo" ((2.5.6.3).
ingrato (Mod., D.25.3.6.1).
fj 548. V. &P-A A) Laapkg-sia=_c&e s t e
3 546. 111. Por destierro. Por el destierro, de modo de extinción de las nwcias. se. .explio
un.0 de los c ó n % g e s = i o ) el matrimggo fácilmente por ser el ma.t;rimonio r o m ~ o - a
se disolvía en la época clásica (capitis deminutio res facti, que se mantiene .eor la a w k r n a r i -
media). Más tarde, según %a constitución de talis. Al faltar éste, e1 vinculo cesaba P O F - ~ ~
Constantino ((2.5.16.24.1; año 3211, el m g t c ? ~
nio no concluía por esta causa, lo cual fue rea-
volunta
repudium).
--
os o de u* de ellos (diuortium;
-
firmado por ~ustiniano- ~i~i;;ewe~~ue_gI-~c&n~nige.-~~
q ~ - ~ o -".---la ~ mantenga
,A spena ~ ~ la affectio
~- -- 1. L ~ h ~ 6 L p ~ ~ d i 5 ~ ~ c i ~ O e - t u ydes- a_~1-~~
--
?naritulis (Nov.22.13). de el i n i c i g - q i s - ~ ~ ~ ~ - R qAsí,
m a . Pñutarco (Rómulo,
22) nos habla de una Zex regia dictada por el Ftnde- que de lo contraso incurría en el delito de lencci-
dor de Roma. seg-611 la cual, se permite al marido el nzurn (inducir a l a mujer casada a tener relaciones
r.epudium de su mujer por causas nluy determinadas: extramatrimoniales), así como también fijar la fecha
envenenamiento de l a prole, susti-acción de Ias llaves para el inicio de l a acción contra la mujer adúltera.
($as de l a bodega, a propósito del tabú del vino para También. desde el punto de s-i,cta patrimonial, las
las mujeres?) y adulterio. donaciones post diwortium (sin haberse observado las
2. Pero hasta el siglo 111 a.c., no hay nzención formas establecidas por Augusto) s a n inválidas, aun
expresa de divorcios. Cicerón (de 7-e pub?., 6.2.2) nos cuando por su inobservancia se pndiera considerar no
habla de que los antiguos quisieron mantener la es- disuelto aún e1 matrimonio (Ulp., D.24.1.35).
tabilidad del matrimonio. Y tanto fue así, que los 2. En el comienzo de los tiempos clásicos, el patel-
primeros divorcios llamaron la atención. Valeño Má- podía disolver el matrimonio de s-as hijos sometidos
ximo (2.8.2) nos habla del de Lucio Annio, a quien a su patria potesias. Esta superiomdad manifiesta de
por ello se lo privó de la dignidad senatorial, por dicha potestad h e derogada en tiempos de Antonino
haberlo hecho sin haber consultado el consil~unzami- Pío (Paulo, 5.6.15) o de Marco AureEo (C.5.17.5, Diocl.;
cor-am. P más citado es el caso de Spurio C d l i o Ulp., D.24.1.32.19; D.43.30.1.5).
Ruga, quien repudió a su mujer por ser estéril, juran-
do ante los censores que la había tomado por cónyuge
para tener hijos (Aul.Gell., 17.21.44; Val.Max.: 2.1.4).
3. En cambio, en el tiempo posterior, con el de- -==.=m
caimiento de las viejas costumbres, los divorcios fue- lícito divorciarse, ni las estipulaciones que apor-
ron más usuales. No solamente se admite el repn- taban penas al que se hubiese divorciado, no
dium, que en principio corresponde sólo al marido, eran irálidas (~a;lo, D.45.1.134 Fr.; Alej. seve-
sino también l a decisión de divorciarse de la mujer, ro, C.8.39 (38).2; a ñ o 223).
habiendo llegado esta costumbre a límites tales que
motivaba las quejas de Séneca ('las mujeres ilus- 1. Esta libertad quedaba limitada no tanto por
tres y nobles no cuentan los años por los consulados las costumbres, corno por las consecuencias económi-
-como era la costumbre- sino por el número de sus cas resultantes de la devoluciún de l a dote. Hay
maridos; salen del matrimonio para casarse, y 'toman mordaces sátiras al respecto: '%-ada hay más intole-
marido para divorciarse"; de benef., 3.16.2). No había rable que una mujer rica" (Juv., 6.460), y Marcial
causas limitadas para producir la disoluci6n ni t m - (8.12.1-2) decIara que jamás tornaria por mujer a una
poco forma solemne alguna. mujer adinerada, porque no quiere vivir ahogado par
el velo nupcial.
B) Para la época de Augusto, no obstante 2. Si una liberta casada con su pa'trono se divor-
las leyes c a d u c a r i a s - ~ í E 3 ~ a que
y seaíalar cia de éste, el acto es válido, pero l a mujer perdía el
q-c~estab~a~misba%dirigidas a solucronar el - - conubium para contraer nuevas nupcias (C.5.5.1;
pr~b~em -d_ográ-fico&ndi-G20
a a hom- que-s C.6.3.9).
bres
- ---y --las mujeres se casaran y tumera=jos,
e -,.-7-=.s>=-",,
3. En cuanto al uso de las expresiones usadas, en
sin. -- prohibir
- -
*.
-.
--
e
---. la di3ución Te7Z?TI17iTE4aT-$or
- - - - _ _ F I C - - ~ - - ~ * - - ~ - ~ * * - <
un principio se había usado l a palabra repudinm,
divorcio. como derecho del marido. Cuando la mujer también
- - " ~ ~ i n i e n z o sdel Principado, la costumbre se podía divorciar, se hablaba de divortium. Pero ya
era,.$,er_sIni empleo de ciertas p m s luego, los vocablos son utilizados ambivalentemente
(comprobata uerba). Así, "Ten para ti tus coSaSn para el divorcio producido por e1 marido o por l a
( T L Lres ~ ~tibi habeto), y tamAbién "ocúpate tú mujer. Así, respecto de diuortium: Gayo, D.24.2.2;
misma de tus asuntos" (Tuas res tibi agito);Gayo, D.50.16.191; Paulo, D.24.2.9; D.24.1.57. Y respecto de
D.24.2.2.1. Pero, por la lex lulia de adulteriis repudium: Quintiliano, Declam.147; Ulp., D.24.2.4;
(año 18 a.c.), Augusto estableció que el divorcio (2.5.17.9; (3.5.17.8; etc.
debía ser realizado de manera formal, por medio
de un liberto del cónyuge, que debía anunciar al D) Cuanda c o m i e n z a ~ p c ac-ís&ptiaa
otro su voluntad de divorciarse, en presencia de Los emperadores,
siete ciudadanos púberes (Paulo, D.24.2.9). El di- la aceptación de
vorcio sin el empleo de esta formalidad era &VA- la doctrina de los Padres de la Iglesia acerca de
lido, pero aun así, la jurisprudencia rnantcrvo el la indisolubilidad del matrimanío. En cambio,
criterio de por el mero desistimiento de la affec- mantuvieron un criterio restr+ctivo -no en el
tio ínaritalis, el matrimonio quedaba disuelto, si caso de divorcio convenido por mutuo acuerdo-
bien dando lugar a sanciones accesorias (Ulp., para el supuesto de separacib~unilateral, se-
D.24.1.35; D.3S.ll.l.l; Paulo, D.24.2.9). ñalando penas económicas, y aun personales
cuando se realizaba sin causa justificada. Ade-
l. El propósito de esta formalidad era obligar al más, se restringió la posibilidad de nuevas
marido a divorciarse de su mujer adúltera, puesto nupcias.
1.Así, Constantino (CT11.3.16.1; año 331) permitía E) Justiniail-o continuará
, -. - ..
Ya'rrnea posclásica,
el repudio por parte del marido por tres causas justi- pero con marcada restricción de la libertad de
ficadas: si la mujer era adúltera, envenenadora o alca- divorcio. En su régimen (Nov.22.4)
m-.
- -. - .
había que
hueta. Si fuera por otra causa, el divorcio es válido, d i s t i n m i r las s i m i e n t e s m - e a í G r F i o :
pero debía devolver toda l a dote y no se podía casar
con otra; y si lo hiciere, la primera mujer podía entrar a ) Divortium e ~ i u s wcausa..Las causas van
en la casa de su ex marido, y tomar para sí, por causa a s e r enumeradas t a x a t i v g e n t e , t-,pat-a el
de injuria, toda la dote de la segunda mujer.
En cambio, l a mujer no podía repudiar a su
marido por ser bebedor, jugador o mujeriego, pero sí 1.El marido podía divorciarse ex iusta causa: a )
si probaba que era homicida, envenenador o violador si la mujer supiera de una conspiración contra el
de sepulcros. En estos casos, la mujer se quedaba con emperador y no le hubiese avisado al marido; Et) por
toda la dote. Pero si se separaba por otras causas, adulterio de la mujer; c) si l a mujer hubiese atentado
debía abandonar la casa dejando sus bienes, debien- contra su vida; d ) si, no queriendo e1 marido, comiera
do ser deportada a una isla, por su temeridad. con extraños, o se bañara con ellos; e) si, no querien-
2. Por una constitución del año 421, los empera- do el marido, se quedare fuera de su casa, a no ser
dores Honorio, Theodosio y Constancio, hablaron de la de sus padres; f) si no sabiéndolo el marido, o
una manera más general de causas graves y causas habiéndose10 éste prohibido, asistiera al circo o al
leves, sin mencionarlas expresamente. teatro, etc. (Nov.cit.8).
Si el marido probaba causas graves, se quedaba 2. Las causales que podía invocar la mujer eran:
con la dote recibida de su mujer y podía volver a a ) si el marido hubiere conspirado contra el empera-
casarse. Si sólo probaba causas leves, perdia la dote dor, o sabiendo que lo estaban haciendo otros, no los
y no podía contraer nuevo matrimonio, sino luego de hubiera denunciado; b ) haber atentado contra su v -
pasados dos 6 0 s . Si se divorciaba sin causa alguna, da, o atentando otros no l a hubiese defendido; c ) si
perdia no sólo l a dote sino toda donación nupcial la hubiera incitado al adulterio, entregándola a otros
(ante nuptias) hecha a su mujer; y por supuesto no hombres; d ) si el marido la hubiese acusado falsa-
podía casarse de nuevo. mente de adulterio; e ) si el marido viviera en otra
Si se trataba de la mujer, en caso de que probara casa con otra mujer, habiendo sido advertido por dos
causas graves, recobraba la dote, pudiéndose volver a veces por sus padres, o los de la mujer, u otras
casarse luego de pasados 5 años, "porque entonces se personas dignas de fe (Nov.cit.9).
verá que se separó más por aborrecimiento de su 3. En cuanto a los efectos, si l a mujer es la
marido que por deseo de otro". Si probaba causas culpable ex iusta causa, pierde l a dote y no puede
leves, perdía la dote y cualquier donación hecha al exigir la donación propter nuptias, que queda en pro-
marido, estando impedida de celebrar nuevas nup- piedad de su marido, o e n usufructo si hay hijos
cias. Si lo hacía podía ser acusada de adulterio por (Nov.117.8 pr.).
el anterior marido. Y finalmente, si se divorciaba sin El marido que es culpable ex iusta causa, debe
causa, perdía la dote y las donaciones, no podía con- devolver la dote y paga l a donatio propter rzuptias.
traer matrimonio y era desterrada, sin derecho al Ésta es adquirida por la mujer, y si hay hijos, éstos
postliminium. son los nudos propietarios, gozando l a mujer del usu-
3. Ya en el año 449, Theodosio 11 y Valentiniano h c t o (Nov.117.9 pr.).
111 (C.5.17.8) restablecieron en el sistema de las cul- En caso de no haber dote o donación propter
pae, admitiendo el divorcio por medio del envio de un nuptias, el cónyuge culpable debe entregar al inocen-
nuncio que denunciara el repudiurn. Ahora las culpas te una cuarta parte de sus bienes hasta un máximo
admitidas y expresamente señaladas son las ante- de 100 libras de oro. Se aplica esto tanto respecto del
riormente denominadas graves. Es de destacar que marido como de l a mujer (Nov.22.18, año 536).
desde ahora el adulterio, no sólo de la mujer, sino del
marido, es causal grave. Con lo cual en este aspecto b ) Divortium sine c a u s ~ - ~ e a , & ~ ~ & - ~ o
quedaban equiparados. de los cónyuges, de m a n e r a d a t e r-4-a- l y sin
El marido culpable debe devolver la dote y pierde divorcia
la donación ante nuptias. Su mujer puede casarse (Nov.22.4).
después de un año. La mujer culpable pierde la dote
y la donación nupcial. Y no puede volver a casarse 1. Acá las penas son mayores por cuanto no
sino después de 5 años. Y si se casaba antes era existen justas causas. La mujer que h a repudiado sin
declarada infame y la unión no era considerada ma- causa, pierde su dote, que pasa a su marido en
trimonio. El marido podía volver a casarse (C.cit.4-5). propiedad, y si hubiera hijos, en usufructo.
4. El divorcio por mutuo consentimiento era lícito Pero, aparte de ello, l a mujer debe entrar en un
(C.cit.1). El emperador Anastasio ('2.5.17.9, año 497) monasterio "mientras viviere". Si tuviera hijos, debe
permitía que la mujer volviera a casarse luego de darles los 213 de sus bienes y e1 tercio restante al
pasado un año. monasterio. Si no tuviere hijos, debía dar dos partes
de sus bienes al monasterio y la otra restante a sus l. Esto ocurría: (i) por el i n c e s o de uno áe los
padres, salvo que teniéndola i7z potestcrfe hubiesen cónyuges en la vida monástica (P;~v.22.5); (ii) por la
dado su consentimiento al repudio sin causa: en cuyo impotencia del marido para realizar la unión sexual,
caso todos los bienes van al monasterio donde deberá Juego de trascurridos tres ~ 6 0 sde matrinonio
entrar (Nov.ll7.13, año 542). (Nov.22.6; C.5.17.10); no se habla de la imposibilidad
Si el marido es el que h a producido el repudio sin de la mujer; (E)el caso de cautis.&o de un cónyuge,
causa, deberá devolver la dote zcí como la donación una vez trascurridos 5 años, sienda incierta la suerte
proptel- nuptias. Además, deberá darle de sus bienes de él (Nov.22.7);(iv) en favor de lz mujer, la ausencia
un monto equivalente a la tercera parte de l a dona- de su marido por causa de milicia, luego de haber
ción nupcial. Si hay hijos, la mujer sólo tendrá de la trascurrido 10 anos? con incerteza de la voluntad del
donación, y de este agregado del tercio, sólo el usu- marido de querer permanecer err matrimonio (Nov.
fructo (Nov.117.13, a50 542). 22.14).
2. Luego, en la Novela 134.11 (año 5561, viendo 2. Luego, en la Novela 117.12 del año 542, reduce
que se continuaban los repudios sin causa, tanto si lo estas causas de divorcio bona ~ a t i c ta solamente
hubiera hecho el marido como la mujer, eran envia- tres: a) impotencia del varón; b j entrada en la vida
dos a un monasterio. Si hay hijos, éstos se harán monástica de uno de los cónyuges; y c ) cautividad de
propietarios de los bienes. Si no los hay, los ascen- uno de ellos.
dientes recibían 113, yendo los 213 restantes al mo-
nasterio. Si tampoco hay ascendientes o éstos hubie-
ran consentido en el repudio, todos los bienes van al OTRAS UNIONES ~f CITAS
monasterio.
3. Por una constitución del año 538, Justiniano 9 549. 1. Concubinato. E1 concubinato
- -- es
estableció que si alguien tomaba mujer e a mat-iimo- una comunidad de vida semi& duradera entre
nio "poniendo la mano sobre las Sagradas Escrituras, L ~ x esdi- e
o jurando en casas de oración" no podía repudiarla del matrimonio. Por su ca-r&&er duradero se .-
sin causa. Y si la echaba de la casa "prescindiendo de diferencia de una mera unión sexual transito-
-
lo ordenado en la ley", la mujer podía enviarle el x-ia,-gesde este punto de vista
-- >o tiene nada que
repudio y reclamar, incluso si el marido muriese ver con la mera " u n i i n Txeja'' de los tiem-
antes, la cuarta parte de sus bienes, aunque se hu- pos actuales. Pero carece de Ea ajiectio marzta- -
biese unido sin dote ("porque ¿qué otra cosa hará la lis. razón gor la cual no se .a u x e hablar del
que no tiene para dotarse, que entregarse ella misma lzoaor matrimonii., aue es notZtim-E:'
L J
.
por toda dote?"; Nov.74.5). monio. Es, pues, una unión líc"a, pero ilegítiinn-
(licita' consuetudo, causa n o n matrimonii; C.6.
C) Qiuortiurn corn_m_-i corzsensu, es decir, 57.5 i n fine; Modest., D.48. 5.34). Como lo dice
PQ (N0v.22.4).-~,, el
divorcio por mutuo consentimiento queda aboli-
do por Justiniano (Nov.ll7.10, año 542), salvo
por razón de castidad. Esto significó una inno- 1. Aparte de no estar castigada legalmente, tam-
vación respecto de la tradición anterior. Justino poco estuvo reprobado por las mstumbres. Era ya
11, sucesor de Justiniano, lo volvió a restablecer conocido por los antiguos, segiío; lo dice Massurio,
(Nov.140, año 566). refiriéndose a la unión con la que "no siendo mujer
casada, vivía, sin embargo, con alguno, a la cual se
1. Justiniano, en ese breve interludio en que l a llama ahora con el nombre de amica, y algo más
prohibió el matrimonio por mutuo consentimiento, honestamente con el de concubina" (Paulo, D.50.16.
salvo por razón de castidad, estableció para este 3- 144). Incluso emperadores como Patonino Pío y Mar-
timo caso que si el marido o la mujer que se hubieren co Aurelio, que no tenían nada de disolutos, tuvieron
divorciado contrae otras nupcias o sive lujnriosamen- concubinas (Script.Hist.Aug., Pía 8.9; Marco, 29.10).
te, se les entregue a los hijos, además de la dote y
de la donación nupcial, "casi todos los bienes" del A) No existió ~ r o ~ i a -m
A -e n t une tratamiento
----- - -- .-
-
patrimonio del que incurrió en esa falta. Si no hubie- jurídico del concubinato,
ra hijos los bienes van al fisco (Nov.ll7.10).
- -- que más bien quedaba
remlado por las c%stuml?res. La I m c E 5 - - a U - L,
2. Justino, al restablecer el divorcio por mutuo gustea le vino a dar incidentdmente------ un~- lug-q.1
.--
consentimiento, declaró libre de penas a esta forma h ~ e ~ ~ e Iixlk-de y e as d u I _ t e - ~ i i s ~
. y~.
de disolución del divorcio. Iulia et Papia, castigaban el adulterium (unión
m---- -e--*-
z-s a r k e E1 concubinato es considerado como de 2. Cuando todos los habitantes alcanzan l a ciuda-
categoría inferior a las nupcias (inaequale co- danía romana este matrimonio resulta raro. Con Jus-
rziu~ium:C.5.27.31. tiniano, que ha suprimido Ia categoría de latinos
junianos, sólo resulta aplicable para el caso de per-
C) Justiniano suprimió la distinción entre derse la ciudadanía por causas políticas (depol-Éatio).
--A-..---. -- - Pese a que Paulo (D.25.3.56) indica que el matrimo-
mujeres honestae y non E e s t a e conditionis, de
tal modo que un hombre podía casarse con mu- riio habido se extingue, en otros textos del Digesto se
j eres honestas o mantewn,- concubinatoL a: da la solución contraria, siempre que haya consenti-
diferencia entre ambas uniones dependía de la miento entre marido y mujer (Ulp., D.48.20.5.1;
intención del ánimo (sola animi destinatione; C.5.17.1; Nov.22.13).
Paulo, D.25.7.4; solo dilectu; Paulo, 2.20). Si se 3. El matrimonio entre extranjeros se rige en
trataba de una mujer ingenua y honesta, había principio por el derecho local. El marido puede acu-
que hacerlo saber por una declaración (testatio) sar de adulterio a su mujer mp.,D.48.5.13.1).
que probara la ausencia de la affectio rnaritalis.
De lo contrario, si no se casaba, se cometía 5 551.111. Contubemiecm. Es la unión entre
stuprum (Marciano, D.25.7.3 pr., itp.). esclavos o entre una persona libre y una esclava.
Terminará E r darle al c o n _ b ~ ~ o _ b Es , oconsiderada
~ ~ ~ un simple hecho que está permi-
estatuto l e ~ a l :
u t i i o sin los efectos del matrimonio (Fado,
a ) El soltero podrá tener sólo una concubina 2.19.6; (3.7.16.3; (2.6.59.9).A eomienz6idel Impe-
(Nov.18.5; 89.14.4 SS.); en cambio, le está prohi- rio se admitió una especie de cognatio servtlis
bido al casado vivir también en concubinato (Labeón-Ulp., D.2.4.4.3: para que el hijo nacido
(Constantino, C.5.26.1, año 326; Zenón, C.5.27.5 de concubinato no pudiera citar a su padre a
pr., año 477). juicio; Pomp., D.23.2.8: para impedir que el escla-
b ) La _-ubina debía tenerl_g~p_ceeeg&Id y70 vuelto liberto se pudiera casar con la madre o
(Ulp., D.25.7.1.4 itp.), rigiendo los mismos impe- hermana de su mujer; D.íd.14.2-3; Inst., 1.10.19).
.. ...
..
TUTELA Y CURATELA
m-
-
-
-
->-
-
-
..
- .., 5 552. Hay ciertas personas que no obstante 2. La expi-esión uis ac pofestas (fuerza y potestad)
ser sui iuris -y por ello poder tener bienes- es una expresión técnica usada por los romanos. Así,
de hecho se hallan incapacitados para poder respecto de las leyes: "Saber las leyes no es conocer
desenvolverse en los negocios. Hoy día, se ha- sus palabras, sino su uis ac potestas" (Celso, D.1.3.17);
-.
blaría de que si bien tienen "capacidad de dere- o respecto de un interdicto (In-., 4.15.31, o de un
-. cho", carecen de "capacidad de hecho". Siendo codicilo (C.6.36.7), o de los metales empleados como
L-2
r.
L-
-. así, se les otorga una protección jurídica por
--
.-4
intercambio 'cuando no había a& moneda (Gayo,
.,. inedio de la tutela y de la curatela. Esta protee- 1.122).
ción atiende al mismo tiempo el interés del 3. Si bien la tutela es definida corno una potestas,
-i patrimonio familiar. este poder difiere del de la patria pofestas. El pupilo
'7
La.~bt-e~a,~,e~~k~=a~a~ic)~-~n~a$~es~$g- r-azón (pupillus = "mufíequito", del latín pupus) que está i n
..--
- 1
&edad, es decir, a los im~úberes,sean varones tutela, no está i n potestate, pue~% que es un sui
1 o m ~ & ~ g s , ~ ~ e ~ ~ ~ - ~ ~ Es - g uel&caso
g ~ fdes .los iuris. El tutor no tiene como e1 pater el ius uitae
.. huérfanos por haber muerto el pater, o por re- necisque y el ius vendendi. Su poder se dirige a la
I
sultar emancipados antes de llegar a la puber- protección del patrimonio de1 pupilo, así como a su
- , tad. También -por lo menos hasta cierta época cuidado personal y educación (Pado, D.26.7.12.3; Ga-
-!
del derecho clásico- existirá una tutela para yo, D. íd.,13), aspectos, estos S i r n o s , que pueden
las mujeres sui iuris, cualquiera que fuere su quedar relegados a la madre o a otro pariente.
.. edad (tutela mulierurn). 4. La expresión "oabeza libre" no se refiere a
..t
'_r
~ -- En cambio, l a ~ _ _ u r ~ & a ~ e _ _ d ~ _ g ~ ~ l y @ ~ g ~ , rlibres,
- hombres - ~ sino a los libres que estén libres de
r3 ciertas S o acciden- potestas. Tal el caso de los impfiberes, varones o
r _ _ X _ _ & S _ 4
.-.
.-
- t_leiliAsí, las más antiguas fueron la de los mujeres, huérfanos o emancipados. O el de las mujeres
dementes (furiosi) y la de los pródigos. sui iuris ya púberes, cualquiera que fuere su edad. Al
-. Atendiendo sus características propias, k t e - desaparecer esta tutela de las mujeres, los bizantinos
-.
--
--
-,
la y curatela mantendrán regímenes distintos. eliminaron toda referencia a ella, pero parece normd
.-
-- Pero a medida que se fue generalizando fa cu- que los vocablos enti-e paréntesis, debieron haber
--
-.
L.
--<
,
ratela de los menores de 25 años, ambas insti- estado en la definición de Servio Sulpicio.
tuciones irán aproximándose cada vez más, so- 5. Si bien se la encuentra en el ius gentium, pos
bre todo en el derecho posclásico. cuanto en todos los pueblos se prkege a los incapaces
por razón de la edad, y a veces tzmbién por razón de
sexo, la tutela es dada y pera&& por el ius civile.
S- TUTELA Por ello es que las reglas romanas le dan un régimen
particular (Gayo, 1.189).
potestas in capite libero ad tuendum e u m (eam- ziupilo, pero por el otro el cuidado de que los bienes
ve) qui propter aetateln (ve1 sexum) sua sponte
se defendere nequit, iure civili data ac permissa;
familiares no sean dilapidados.
---~~X>X>X>X>X>~X> i _.
p i s e r o s tiem-ES, lo-que $s@ítí
--
E;' así que en los
Inst., 1.13.1; Paulo, D.26.1.1 pr.). e a ~ a d ~ ~ ~ ~ ~ e n e s ~ ~ a ~ err jno t-s g~s ~ g g o &
gE&gggg",i& ,P-uP~~,a quien,
1. Tutela deriva del verbo tueor, una de cuyas llegado el caso, podrían heredar.
acepciones significa "proteger". Por ello se habla de Pero, a medid-% 9% ~ ~ t u r í e ~ J , o s ,-repp-
. ~ n ~ o ~
los tutores quasi tuitol-es atque defensol-es (como pro- blicanos, la tutela se irá trasformedo,-
-
< T U .
subrayándose
tectores y defensores; Inst., 1.13.2). él pagel.-d e- $gotec&ón- del p ~ p i l oA ello no es ajeno
que el pretor, a falta de tutor testamentario o legí- o al dado en un testamento irregular o en un codicilo
timo, pueda dar un tutor al pupilo. no confirmado (Inst., 1.13.5; Mod., D.26.3.1.1; D.íd.3;
----
De este modo, pasará a ser una carga
y
-
,__ _ -<_ _
pública
(mu~zus),lo que conlleva la idea de un deber obliga-
íd. 10).En estos casos de irregularidad se hace pre-
valecer la voluntad real del pater sobre los aspectos
m-
-
-- - N - - . -
Jorio z>arg.el>&-cado (aunque por una justa causa formales. De todos modos, el magistrado debía confir-
se podía excusar de aceptarla). El tutor tiene up mar al tutor.
a;~p;p,.priiado -no públ~co-. La función del magis- ~ = J ~
trado se limita a una vigilancia en el cumplimiento testamento, podía también darle tutor. E n este caso
de la tutela. fa confirmación Z g i s t r a d o h a E a que hacerla
previa inquisitio, es decir, investigando las condicio-
+v $6 1 d'iuK6- nes morales y patrimoniales .del tutor dado y la con-
x CLASES DE D
--=%S. ~ L TUTELA
A==/-___a a veniencia del pupilo (Neracio, D.26.3.2).
ckSi .eLaatrono d e l i m d b e r . ogLmun=e&raño.
En el derecho clásico se distinguen tres cla- 10 instituía heredero, le podíal___ién dar tutor. Acá,
ses de tutela impuberum, según la forma como al igual que en el caso anterior, la confirmación del
ésta se defiere: magistrado se debía hacer previa inquisitio (Paulo,
: aquí el tutor es ele- D.23.3.4).
l u ~ a $del pater en En todos estos casos, la tutela, no obstante la
un testamento. -s.
---.o
confirmación del magistrado, se interpretaba que era
b ) Tutela legítima: a falta de la anterior, la "testamentaria", y no decretalis, lo que pennitía elu-
designación está dgda por la ley de las XII dir la tutela legítima.
Tablas, al agnado próximo. d ) Justiniano
" - - -, ((3.5.29.4, aiío 530) le_pz+te
< A--
al
--S. "- A
tzctelae; Ulp., 11.17). Sin embargo, desde la épo- B) Además, ad exemplum del caso anterior,
ca de Claudio, se perfila el criterio de que el ke considera tutor legítimo al pater respecto del
tutor testamentario sólo puede no hacerse car- hijo o nieto impúber ernancipadofl(tutor fiducia-
go de la tutela si da razones valederas (excusa- rius; Gayo, 1.166; Ulp., 11.5; h t . , 1.19).
tioaes). De este modo, el izts se abdicandi es C)dsi en el caso anterior el pater muere
reemplazado por el genérico ius se excz~sandt dejando hijos varones, éstos se hacen tutores
(Gayo, 1.182). 'Yiduciarios" del hermano o h e m a n a irnpúberd
Sin embargo, esta tutela que es "fiduciaria" no
9 558. FLn. Tufela Iegftima de los Empzibs- es, como en el caso de los hijos del patrono, una
--
res. En cas; de no - s i m a m e
en ~ a
tu&;- tutela legítima (Inst., 1.19).
t -e ~ t a ~ e ~ $ i ; r j ~ ~ ~, ~ ~ ~ & > ~ - ~ ~ .
11.3) instituye como tutor al heredero v a r h 1. Esta diferencia procede de que el hijo del
m& c e r c a i ? o a f ~ G i ~ s T e % ~ a S difunto,
-u--L- ~ a o si el pater no lo hubiera emancipado en vida,
n" (e1 h P T ~ O ~ ~ ~ ~ & --..
px15xii1-i ~de ~ a~ la Cmuerte
. ) de. éste habría sido sui iuris, sin pasar
n a _ = h a b a a g n a h s&~d~am-ado~~oz,ge~'ti.~es a la potestad de sus hermanos, y por tanto, no esta
(Gayo, 1.155 SS.; 1.164). sujeto a l a tutela legítima de ellas. Pero, en cambio,
el liberto, si hubiera permanecido esclavo, siempre
l. Vemos acá un neto paralelismo y vinculación habría estado sometido a la domiaica potestas de los
entre tutela y herencia, ya que a ésta, siendo a b hijos del dominus (Inst., 1.19).
iztestato y a falta de "herederos suyos", son llamados 2. Lo mismo sucedía si un tercero que tenía el
los agnados próximos. La única diferencia está dada hijo i n causa mancipi, lo manumktia. E1 manumissor
en que las mujeres agnadas pueden ser herederas, extraneus es considerado como b t o r fiduciario, ya
pero no pueden ser tutoras, por ser un cargo viril. que entre él y e1 pater mediaba xm pacto de fiducia
2. Se sigue el orden de precedencia de1 grado, es para emanciparlo luego de la tercera venta (Ulp.,
decir, los agnados de grado más cercano desplazan a 11.5). Esta forma no existe en laaépoca de Justiniano
los más lejanos. Si hubieran varios del mismo grado, debido a la desaparición de las viejas formas de la
todos ellos la ejercen en forma conjunta (Gayo, 1.155; emancipación (v. supra, 5 511).
Ulp., 11.3). Se requería la auctoritas por parte de todos
(Ulp., 11.26). Esto v&ó en la época de Justiniano,
quien decidió que bastaba la az~ctoritasde uno solo de
los tutores, salvo para un acto tan grave como la
adrogatio del impúber, que ex%ngue la tutela ((2.5.59.5). en principio, el impúber sui ig&_lue__ba__in__e&ba sin
3. Si el agnado a quien le correspondiera la fx- txdacJZus-así_au-~por~ jgxA&<ja (en realidad
tela era un impúber, el ejercicio de ella quedaba en
suspenso hasta que Ilegara a la pubertad, pasando
---
iaepkhiscito debido al tribuno L.Atilio Régulo;
debió ser anterior al a ñ o 186 a.c.), el pretor
temporariamente a l que continuara en grado. v z b a . m , a i s i ~ ~ ~ & &
4. El tutor legitimo no puede rehusar el cargo de -l- a j l------S
e b e -~~dj-g_d>~i@ar-cZ~r-.@-tor(tutor Ati-
(abdicare); aunque luego se podrá acoger al régimen lianus), ,tanto _ en R ~ _ r n - a ~ ~ m - ~ ~ g n - ~Poste-
~t~aJia:-
de las "excusaciones". Tampoco pueden ceder la tute- xiormwtteel_tralezJgJka&T~h& (año 3 1 o 25
la (Gayo, 1.168; Ulp., 11.8).
.,
a.C.1, e-acicín:n:p.aaq~ee~~la~
5. La tutela de los gentiles desaparece coetánea- ~o~ia_l__~b~~ad~res~,i_d-er~--_d_ tutor
mente con la declinación de la gens. En el Bajo (Gayo, 1.185; Ulp., 11.24;Inst., 1.20 pr.).
Imperio, Anastasio (año 498) acuerda la tutela legí-
tima a los hermanos emancipados del impúber, con L. Este tutor es denominado pm- Justiniano tutor
preferencia a los agnados de grado más aleja- dativus (en C . 1.3.51 pr.; no en Inst.). El tgrmino es
+
-.
...--
.. .
&.--L.
..~
equívoco, ya que Gayo (1.154) distingue en la tutela de 15 días (300 millas divididas por 20) mas 30 días ,-.-:
.-. .
testamentaria al dativus del optivus (cuando a la más, o sea, un total de 45 días. Sin embargo, los
c..-<
mujer se l a dejaba optar por el tutor que quería). Sin juristas estimaron que en todos los casos el pretor -- C...
embargo, el mismo Gayo (1.185) emplea el verbo dure designado no podáa nunca ser inferior a 50 días (filod., v.E
.:-. L -- ..
,---.
para referirse al tutor atiliano. D.27.1.13.2), criterio que seguirá Justiniano (Inst.,
t;'"' E;
2. Luego, por lo menos en Italia, por medio de un 1.25.16).. --. ..
S.C. debido a Claudio (Suet., Claud., 25) se dispuso El mismo Marco Aurelio estableció que si alguien ,.-. - .
' F
.-- --
que la nominación de tutores la efectuaran los cón- era nombrado tutor, no podía apelar. Debía invocar m.
cio Varo crearon un pretor especial (praetor tutela- presentar una nueva, siempre dentro del plazo fijado. -1:.. ,-T.,
--
r i s ) , quien se encargaría en Roma de tales Sólo en caso de ser rechaza& se podía apelar (Ulp., ,.--.
. *
nombramientos (Inst., ibid.);en cambio, en las pro- D.49.4.1.1; Inst., 1.25.16). ---. ,:-v.
vincias esto recaía en los iuridici (FV, 232). 3. En la época posclásica, el designado como tu- .-- . .
-.
3. En la época de Justiniano, el nombramiento en tor podía descargarse del rnanus invocando el ius
la capital correspondía al pretor o al praefectus urbi. nominandi tuforis, es decir, secalando una persona
, =
..
>
~
En las provincias, si la fortuna del impúber excedfa solvente, honesta y preferible a él, a causa de su ..--? .-- ".
-.....
,,
---,..
de 500 sólidos, podía designarlos el gobernador por sí parentesco con el pupilo (Fv,157-8). Bajo Justinia- --.
.--
o por orden suya. Si era de monto inferior, los nom- no no se menciona esta posibilidad de la potioric -.--:-
-m-
-*
sibilidad.
8 561..,Xgc,gggag&~~s. A) Con l a aparición. .,--.
,--
:
i
-
-
.-ed e d a nueva clase de tuteIgLss&&eel_e_ieJ'o l . La permisión a l a mujer para ser tutora esta-
,.
L._
-y
-
:u-
.. .
.-
de_rl,sl,a otro \Gayo, 1.168; Ulp., 11.6). Lo único a ) que sean mayores de edad (25 años; C.5.35.2.3); --
-.
que podían hacer los designados &.. -
,= .- tutores
--.-
g ~ i ~ ~ ~ o ~ ~ ~ s g & ~ ~ 1 2 g s _ > ~ ~ I iluego
-
e s--x-e - *>-
a
b ) que juraran no V O ~ V ~aF casarse (C.íd.2 pr.);
a r el_a a a n o es
juramento 2 ~reemplazado
e ~ ~ . por una promesa,
--.
c-2
-
--=
cexl&,.los c n a l e . s ~ ~ ~ e c i a d ~ s ~ ~ o ~ l - mcuya
- a inobservancia
gis~ arrastra la conveniencia de que la --
-- .
,- -
&ada.,Este régimen de excusaciones rige ahora mujer abandone la tutela (Nm.94.2); además, el hijo
-.
.
para todas las tutelas. tendrá una hipoteca legal sobre los bienes del segun- ,..
do marido (C.íd.2.2); y -
-.
..
1. En Inst., 1.25, hay una lista bastante larga de C) que renunciaran a los beneficios del s.c.VelEeia-
estas excusaciones. Así, a ) por tener 3 hijos vivos en n u m que protegía a l a mujer que se obligara por -
---.
('>
Roma, 4 en Italia o 5 en provincias (Inst., íd. pr.); b ) terceros, otorgándose una exceptio S.C. Velleiani cr.
5:
~. -.
=
por ejercer una magistratura o ser funcionario (íd. 3); (Nov.118.5).
...
,,-.
C) por tener tres cargas de tutela (íd. 5); d ) por ser L
--
-.
pobre (íd. 6); e ) por salud quebrantada (íd. 7); j) por C) En forma gradual,
- --- -7=---Lo-i algunas -
- causas+---+-.
--
..
-
,
L,
de .--
-
-.
-
no saber escribir (íd. 8); g) por ser mayor de 70 años
(íd. 13); etc.
excusación se fÜeron convZrtiendo con G t m a -
n o en incapacidades propiamente dichas. Así: a )
-- .-
-.
= ?
=
,v=
el magistrado dentro del plazo de 50 días continuos Sars e, no. pu.e_den-mrsii_yeyecme_n.tRt.&;_ases. (Inst.,
a partir del momento en que conoció su nominación. 1.25.13; C.5.30.5); b ) lo -ism~o~u~rrrax~&s
Según una constitución de Marco hurelio este plazo -- obispos y los monjes (Nov.I.23.5); c) fiambién-,- si
-*
era concedido a los tutores designados que vivieran a ~A&oL &signadp?~~de~ur3.~~ eLp
menos de un radio de 100 millas del lugar en que h a pilo (Nov.72.1); si callaba esa circunstancia, sien-
sido nombrado. Si vivía más allá de dichas 100 mi- "aolFGdor no podrá reclamar el crédito, y sien-
llas, el plazo en principio era distinto: se contaba un do deudor del pupilo no podrá alegar nin,gín
día por cada 20 millas, a los que se agregaban 30 pago que hiciera figurar en las cuentas (IkIov
días más. Así, si vivía a 300 millas, tendría un plazo 72.3-4).
EJERCICIO
. . . . .A,~.--..>:.=.~.~
DE
.~.--=
LA TUTELA
-.*.
3=.L~>-~*.a,.vA*=L--.,.-~.~L~2*.s.?.-.- - .
do por la mayoi-ía o en último caso por el preior. El
mismo proce&miento se hacía en esso de dar el tutor
§ 5 62. 1. ebl~geeiones_~g&~r&o~~saE_-
- - el pretor (Inst., 1.24.1).
4. Para el caso de designación del tutor por el
ejercicio.
.- ---------
magistrado, en caso de pupilos cuya f o d m a no fuera
Al-b.uentacbzxEl-tutor--deb-5hacer -ante to- ---,'S
grande (500 sólidos de oro para Justiniano; Inst.,
d o-&~-e;nt axioo0buebUeIgs 1.20.5), el procedimiento era sine inquisitione, de-
pr-a~ti-caesto, está cg~ectadocon la-&l%ggión biéndose dar caución suficiente. S? los magistrados no
pmterkde-larendición de-cuentas.. Si el tutor, la pedían o la aceptaban en forma insuficiente, existe
sin excusa válida, no h a hecho el inventario, una acción subsidiaria contra dichos magistrados. Así
resulta responsabilizado por dolo, debiendo in- resulta de un s.c. de Trajano (C-5.75.5), resultando
demnizar al pupilo de todo per-jiricio que le pu- responsabilizados también sus herederos (rescripto
diera haber causado. La indemnización resulta de h t o n i n o Pío, Ulp., 13.27.8.6). & cambio, para las
fijada por l a estimación bajo juramento del pu- tutelas de mayor cuantía, como la designación se
pilo (Ulp., D.26.7.7 pr.). hacía ex inquisitione, nunca fueran responsabilizados
B) Caución. A l g u g ~tutores. debíanxrestar (Inst., 1.24.4).
gara@L (cautio reni. pupilli salvarn fore)Tara
asegurar=-queel. p_aQimG~ggg_~q-_,-g~mfis-
t r a n~ ~ a m s i o n -~pa g ~ j y j i o ~ ~ a &(Ga-
o s
yo, 1.199; Inst., 1.24 pr.). Los que debían pres- Ills-trawAj;sRonerrr b e k g ~ i ? ~ ~ ~ ~ ~ . Se ~-~~~pj
tar esta caución eran principalmente los tutores lo considera ,&vmin,n-&oco2~e(en Eilgar del dueño:
legítimos. Los tutores testamentarios no están Jul., D.47.2.56.4; Ulp., D.50.17.157 pr.).
obligados a dar esta caución "porque l a fides y ~L~~~-naOd~scrparnlo~,~~Ie~.~~~mde,actui el
la diligentia están reconocidas por el propio tes- L-X~ 53%-& & - % & ~ ~ & Z ~ & - ~ ? - ~ $ ~ ~ $ ~ ~ G ~ :
tador" (Gayo, 1.200; Inst., 1.24 pr.). En cuanto A- d~li9e~t~mhh6%, deee.m-tnfas (0
a los designados por el magistrado, generalmen- de m impuber ausente), I q ~ ~ c t x a s ~ y , = ~ ~ g ~ c
t e tampoco se les exige cuando h a mediado in- Dado
quisitio, porque el magistrado ha entendido que qne no se conocía en los tiempos anhguos, ni
se trata de personas idóneas ( h s t . , ibid.). tampoco en el derecho clásica,, Pa idea de repre-
Como se sabía el eventual monto por el cual sentación directa, 13gestio - - del
. k -t o r-involucraba
- & -
A4 ---A
-e
1. Esto traía inconvenientes para el pupilo, sobre
1. La lex Atilia no decía nada de la cautio. Parece todo en dos clases de acto;:
haber sido introducida por los cónsules (Inst., 1.20.3), a ) cuando se debía actuar en jrricio. En el sistema
siendo reglamentada por constituciones posteriores. de las legis actiones se permitió- a2 tutor actuar por
Si el tutor rehusaba dar la cautio, puede ser forzado el pupilo; en el sistema formulario, el tutor podía
a ello por toma de bienes en prenda (pignus) en favor actuar como procurator*, dando la pertinente fian-
del pupilo (Inst., 1.24.3). za. Y
2. Para dar la cautio, el o los garantes se la b) cuando el pupilo era nombrado heredero. No
prometían al propio pupilo. Si éste estuviera ausente había problema si el pupilo era heres suus et neces-
o era un infans, uno de sus esclavos estipulaba por sarius, ya que la recibía de pIeno derecho. Pero si era
61. Si no lo tenía se podía usar un esclavo público instituído como heredero extraño, ni e1 pupilo ni el
(Ulp., D.46.6.2; Gayo, D.íd.6). Luego se admitió que tutor podían aceptar la herencia, por lo menos mien-
los garantes designados por el tutor, que dejaban tras éste fuera infans.
inscribir sus nombres en actas públicas sin oponerse, 2. Existía el procedimiento de que el tutor orde-
quedaban obligados como tales (Ulp., D.2'7.7.4.3). nara al esclavo del pupilo la realización de un acto
3. Si por testamento, o el magistrado ex inquisi- jurídico, con lo cual los efectos recaían en el pupilo.
tione, han sido dados varios tutores, uno de ellos Pero esto estaba limitado a los zctos que no fueran
podía dar la c a u t ~ oa fin de ser preferido en la ad- personales ni que significaran empobrecimiento.
ministración de la tutela a los otros; éstos, a su vez,
también la podían ofrecer para participar en el ejer- Sin embargo, en el derecha posterior se fue
cicio de la tutela. admitiendo u n progreso que teadía a una cierta
Si nadie la ofrece, ei designado para ejercerla en representación del pupilo por parte del tutor.
el testamento cra el que administraba. Si no había Así:
nadie designado para tal función, cl tutor es designa- a,) Se admitió que el pupilo pudiera adquirir
la posesión por actos del tutor (Neracio, D.41.1. 2. También era dado un tutor especial cuando e1
13.1 itp.; Paulo, D.41.2.1.20). designado por testamento lo había sido bajo condición
b) Igualmente, por una constitución del año o plazo, mientras estas modalidades no se cumplie-
426, Theodosio y Valentiniano decidieron que el ran (Gayo, 1.186; Inst., 1.20.1). Y cuando el tutor
tutor podía aceptar la herencia para el pupilo, hubiera caído prisionero del enemigo, hasta tanto
en el supuesto de que éste fuera aún infans vilelva y recobre su carácter por el postliminium
(C.6.30.18.2). (Gayo, 1.187; Inst., 1.20.2).
C) También se consideraba que el pupilo es
el que ha trasmitido la cosa por venta o adqui- 8 564. La ~uciFoGzF_as.~~s-g~t=a;b~a-ne: ezaga
rido por compra, cuando el tutor hace o recibe p-~~t@osa_sue~osac@sz=i~e~e~e&-alalmmen,teee
la tradición del bien. O cuando, por cuenta del p o d í e comprometer
-- -- -. aI pupilo. Así, para aceptm
i"' i=UI>e-,-
pupilo, celebra un mutuo, ya sea recibiendo di- una herencia, pedir l a boazorum possessio" o
nero o prestándolo (Paulo, D.26.7.46.5). recibir una herencia por fideicomiso (Inst., 1.21
d) Igualmente, por los negocios realizados pr. y 1).
por la gestio del tutor, se daban actiones utiles Pero en ciertos ws,ss~-~rupPila~~bía rgali-
y excepciones, y a en favor del pupilo o sn su z a ~ - 3 ~ p s a p s ~ ~ a ~ ~ ~ t e ~ t , a .
contra por parte de terceros (Ulp., D.26.7.9 pr.; L a=
<
. regla es que el pupilo obrando sólo
D.íd.2; D.21.2.4.1). puede mejorar su situación; pero si la empeora,
De este modo, la gestio del tutor aparece en es necesaria la auctoritas del tutor (Gayo, 2.83;
la época final bizantina como un negocio símil Inst., 2.8.2; 1.21 pr.). Así, puede sin auctoritas
de la ~zegotiorumgestio, figurando entre los de- ser acreedor (no deudor) por una stipulatio; re-
nominados quasi ex co~ztí.actu(Inst., 3.27.2). eibir el pago de una deuda o adquirir un bien
B) Auctoritas ..
-^
.wxx&4a-a-+
(Gayo, 1.83-84; Inst., 2.8.2). En cambio, no pue-
comp_l&-a~g-personade]. pupLlo_l3r&qhxpre- de obligarse, ni trasmitir m bien, entablar un
carnente--aguUeVoeVo~~-a~eeee~~~úb;g~. Este pro- proceso, o aceptar una herencia sin la kterpo-
cedimiento se debía hacer cuando el Pupilo fuera sición de la auctoritas del tutor (Inst., 1.21 pr.
-y-'*-.
que tenía un don y 1).
e ~ G - ~ ~ E ~ - ~ e
este modo, s~-cansidera-q~e -ellgc&o__gg-~m&gb_ Esto traía a los negocios una serie de ventajas y
- desventajas:
ci ese s m e r j u d i c i a l al
-- D-27.6.1 SS.; EP, 9 122).
~ 3 ~ i I - P_r__lo,
p. hacia fines de l a República (la
menciona Cicerón, h ~ ~ ~ f e ? G ~ -a c i a 3 567. Para darle total seguridad al pupilo
Q.M.Scaevola, de of., 3.17), eI~etoy_~cglc_e~~ó éste contaba también con otros medios:
u-ac&~d-eak~g~.p-~g&&&~~&&or a ) Un privilegio de preferencia pzra ser pa-
por el ejercicio d e a g _ s ? j o . S e - l ~ d g ~ ~ m ~ & gado
g ó antes que los acreedores quirografarios (no
4 e t s L t e l a ~ yera un bonae ficlei iudicium (Ga- los hipotecarios) del tutor (Pap., D.26.7.42; Pau-
yo, 4.62; EP, 4 124), siendo de carácter i n f m a n - Po, D.23.3.22; Hermog., D. Ed.25). Constantino le
t e (Gayo, 4.182). otorgó al pupilo una hipoteca tácita y general
sobre todos los bienes del tutor, cuyo rango se
1. Al parecer, surgió a propósito del tutor Atilia- considera a partir del comienzo de la tutela
nus, pero se la extendió al tutor testamentario y (C.5.37.20, año 312).
finalmente se la extendió a todos los casos de tutela. b) Cuando ha mediado fianza (cauiio), el
En principio, responsabilizaba al tutor por la gestio pupilo puede ejercer la aefio ex stipulatu ya
(por ello se asemeja a la actio negotiorum gesto?-um). contra el tutor o los fiadores de la tutela
Justiniano termina por clasificar la gestio del tutor (D.46.6.1 y 9). La responsabilidad es in solidum,
entre los cuasicontratos (Inst., 3.27.2). y los fideiussores no cuentan con el derecho de
2. En un comienzo sólo abarcaba Ia gestio del división de la obligación (D. id.12).
tutor, pero luego se la extendió a ciertos actos de C) Si el pupilo no puede lograr cobrarse ni con
interposición de la auctoritas (así, por donaciones; el tutor ni con los fiadores, por un S.C.de Rajano
Jul.-Ulp., D.47.3.1-2). cuenta con una actio subsidiaria contra los ma-
I gistrados encargados de exigir cautio que han
fk) El pupilo podía interponer la actio tutelae omitido hacerlo o lo han hecho insuficientemente.
(d+recta) luego de finalizada la tutela. De este Esta acción alcanza también a los herederos de
modo obligaba al tutor a rendir cuentas, pedirle los magistrados (Inst., 1.24.2; (2.5.75.5).
la devolución de sus bienes y también a l a d) También los pupilos tienen el beneficio de
reparación de todos los perjuicios ocasionados, la in integrum restitutio, pudiendo pedir la res-
tanto por dolo como por culpa (Ulp., D.27.3.1 cisión de actos económicamente perjudiciales, ya
pr.; D.50.17.23 pr.). fuera cumplido por la gestio o por la auctoritas
En la época de Justiniano, la responsabili- del tutor (Mod., D.4.4.29; Scaev., D. íd.47).
dad del tutor es juzgada más severamente, ya
no por dolo o culpa, sino por los actos en los
cuales no empleó la máxima diligentia, como si D. M _ . e l a de las mujer-.
i_ian.~~-v7-L----"-*-
reza
-
---
-,f
de es~íritu"
,
,
(levitas anirni:. Gayo,
- . 1.140) o de su mismas Ios negocios, s~l-dg4a4a4ark~621s~tas_de,~~-
- -
irzfi7-mztas S E X U S (in-firmitas = no firmeza, inconstan- ad. BBás a h , l a mnjer
cia; Cic., p7-o Mur-ena, 12.27). Incluso, otros hablan de aun contra l a voluntad de so tutor, se po&a
zmbec~llitas(Val.n/Iax., 9.1.3; Skneca, Controu., 1.6.5). dirigir al pretor para constreiGr10 a darla (Gayo,
Pero esta razá&ast~te-e&~~@~.a~~r-l~~q~e real- 1.190).
mente ocurrió, y a - q ~ ~ J g .- ~ ~ x r mujeres
-Ln-.
o ~ i a s demostra-
*
i_
--
.a y + -
uz~ctoritus.
a_a.
-
l a gestio
no actúa por ----- - -.a,,sino solamente
,, --,
--S ,
por l a
_- Pero ésia , e & & ~ ~ ~ g , ~ - a g g
---- y l a del parens rnanumissor (ascendiente que
~ emancipaba
l l o s a l a mujer; caca de la coemptio
Q , $ - . ~ J ~ ~ ~ ~ ~ U & ~ & A & C ~ ~- O~ SB fiduciae
%$~s. S - ~ - causa).
h~rg-derosub ilztestato. Así, para enajenar res Persistió, m u y debilitada, h a s t a comíen-
murzci-pi (las más valiosas), p a r a hacer tes- zos del Dominado. Pero ya entre el siglo TV
tamento, para contraer obfigaciones, para re- y el V, cayó en desuetudo, sin necesidad d e
mitir por acceptilatio u n a deuda, o para soste- una ley que l a a h o g a r a formalmente. Por u n a
ner 11x1 iegitiGzcrn iudicium (Gayo, 1.192; Ulp., constitución de Honorio y Theodosio se conce-
11.27). dió e l ius liberorum a t o d a s las mujeres,
E n cambio, gozaba de u n a capacidad mayor aun a l a s que no tuvieran hijos (C.8.59.1, 60
que l a de los impúberes, puesto que obrando sin 410). En el Código Theodosiaslo no s e l a men-
l a arccioritas de s u tutor, podia enajenar res nec ciona, y los compiladores bizmtinos e b i n s r o n
m,arzcipi, prestar dinero, hacer o recibir u n pago del Corpus Iuris toda referencia a esta tufela
(Gayo, 2.81 y 85). mulierunz.
LAS CURATELAS-
*-c.=-.----.
1. El interés de la --
distinción
----V. _-
estaría
-__ dado por la
posibili&d de existencia en ciertos casos de demencia
,.--- - -
572,El c u r _ a ~ g ~ t o ~ ) ~ ~ g ~laq ude~ los ~ gllamados
n e _ "intervalos
L lr~eidos". Evidentemente
--- -_ _ - -
pok&U r t o-s, el mente captus no los p o s a tener. En la época
. n ~ d e - c i e=--.
. i n . c a ~ -(así, los dementes, los p r ó G , los &sica,'Bis-juristas debieron conocer l a existencia de
menores de 2 5 años, etc.). ~ ~ ~ , ~ q ~ ellos,g pero
- nog le ~prestaron
a ninguna atención. Un an-
; t . i . r $ d ~ ~ ~ d e - a = - ~ a m p ~ r , l a - - p a s ~ n a -tecedente
d d j m - lo veríamos en u n rescripto de Itilarco Au-
,pAb er .&de-'a-mujr)&en~t~lpredornina .,- relio y Cómodo (Macer, D. l . 18-14], donde l a existen-
~-La@~-de-1a,-.a.dmini_&@n-dg~osbienes. cia de un intervalo lúcido padía empeorar el caso
De ahí la regla de que "se da tutor a la persona, criminal allí tratado.
curador a los bienes" (tutor datur pel-sonae, cu- 2. Ya en la época posclásica, Paulo (3.4a.5) con-
rator rei; Marciano, D.26.2.14). sidera válido el testamento hecho por un furiosus en
un intervalo lúcido. Y DiocIeciano parece admitir la
1. Esta regla aparece dentro del contexto de los validez de una venta en esas condiciones (C.4.38.2,
dos párrafos anteriores (Ulp., D. id. 12; Pomp., D. id., año 286).
--
13) en los cuales se habla de que no se puede dar El problema parece centrarse e n saber s i el cu-
tutor por testamento para una cierta cosa o negocio rador continuaba o no sus funciones, o si las recobra-
(cfr. Inst., 1.14.4). ba si el firiosus recaía en l a Iocura. Justiniano de-
2. En el derecho clásico nos encontramos con terminó que durante el intervaio lúcido quedaba
ciertos casos en que se daba un tutor para ciertas "suspendida" la curatela, quedando el jüriosus con
causas en particular. Así, la mujer podía elegir un plena capacidad, incluso para hacer testamento: pero
tutor optiuus para todos sus negocios o para solamen- el curador recobraba su cargo si se recaía en la
te uno o dos (Gayo, 1.150). O darse un tutor para demencia (C.5.70.6.1; C.6.22.9, afío 530).
aceptar una herencia (Gayo, 1.176). O para constituír
una dote (Gayo, 1.178, 180; Ulp., 11.22), etc. Pero en C ) & ~ a & r ~ & o o s g g & e - @ a g g g s , cgid ar
la época justinianea para los casos de negocios par- ~ ~ ~ c i a _ ~ ~ - ~ ~ i , S Q t r a ~ ~ u T
ticulares se hablará de curadores. nio. Dada la incapacidad total del demente, el
=-%u
l a - p o t e s t a ~ d ~ s u s - a m a d o-(y
s a falta de éstos, que en el caso del tutor del impúber, tendrá luego
de SUS gentiles). restricciones, sobre todo en lo r e l a t i ~ oa la venta de
- - - r m % 1 a de los qqnados (la de los inmuebles (S.C. de Severo; D.27.9.1 pr. y 1; Ulp.,
gentiles desapareció ya en tiempos de la Repú- D.íd.8.1).
blica) ~ ~ t o y n á t i cy ano requerig--wmbra: 3. En tiempo de Justiniano el curador debe pres-
~ m i e p , t ~ t o , P e r s - p d p o c a c l á s i c a , ~ a l t alos
n d o tar garantía y hacer inventario. En favor del incapaz
a ~ ~ s & ~ o b e r n a d------ o rdesignaba
) s e le da una hipoteca general y legal sobre los bienes
-
,
uno"i-.- (Gayo, D.27.10.13).
=
A
-
riel curador (C.5.70.7.5a/6c).
1. En estos casos el pretor dictaba la interdictio, 1. Esta ley protegia a todos los menores (sean
designando un curador a su discreción (carator hono- varones o mujeres, sui iuris o in potestate; y en el
rarius). En la época de Antonino Pío se le otorgó caso de las mujeres, sin considerar si estabm o no en
iricluso al hijo respecto de su padre.(Ulp., D.26.5.12.1), tutela). La actio popularis podía ser ejercida contra el
y se atendió el pedido de la madre pidiendo un cu- tercero que se aprovechaba fraudulentamente consi-
r a d o ~respecto de sus hijos pródigos. guiendo ventajas económicas de la inexperiencia de
2. El fundamento de la prodigalidad antigua (in- un minor (circumscriptio). Si ella s e demostraba, apar-
tereses de los herederos), se conjuga ahora con el te de la pena, que desconocemos, eii tercero era tacha-
resguardo de los mores (Ulp., D.ibíd.; Paulo, 3.4a.7). do de infamia (Cic., de nat.deor., 3.30).
Las viejas virtudes de la gravitas y de la austeritas
parecen aquí estar defendidas frente al atentado de B) loqcl-la Lguuttaetgr_'&no-mx&dne'- nego-
la dilapidación. cio celebradpa-s decir, era "imperfecta"", el p_e;
ton=~t&a--ap&an.d~~~d~s_,.~~~~~~&5:~e~.o,$~:
El curador de un pródigo tiene la potestad a ) una e ~ c ~ p t ~ ~ q u e ~ ~ p odd. ~ a ~ ~
de administrar los bienes de éste por la gestio tercero quese _había-apzoxechsLo_ &,_su-&exp_e-
-está asimilado al fi7-iosus- (Pomp., D.50. riencia ,y_ greffendiLpa~unl-,acrsigah~;:~-~fe~~vo
17.40; Ulp., D.47.10.1 pr.; D.45.1.6). Si11 embar- ( P a u l o , EP,
e I n g g ~ ~ g - ~ g ~ & ~ , a ~ ~ ~ D.44.1.7.1;
go, el pródigo, si bien carece de capacidad para 4 279);
obligarse y para enajenar, puede-reaIizm .actos_
que p u e d a a , m e j ~ ~ p ~ i ~ u a c i ~ n - e c o n Óin- ; _ e l rnix-or_que sufnó.-_x&ión"-
m i c adir patrimoGal
cluso, aceptar una herencia, pese a las deudas por cau__be-sx,edad, y por medio deT=-
(Ulp., D.29.2.5.1). consideraba al negocio como no sucedido, res_ta_=-
Así como esta curatela se abre con la inter- bleciendo las _co$asgn~u~gatg&o_p;-~i$:Ivo (Ulp.,
dictio del magistrado, cesaba con el levanta- D.4.4.1.1).
miento de ella por el magistrado.
El pretor atendía el pedido de1 menor previa
3. Ulpiano (D.27.10.1, i n finel habla de que tam- cognición de la causa (cognitio causae). Había que
bién finaliza cuando el pródigo se hubiera enrnen- probar:
dado, sin necesidad de decreto (ipso iare), lo mismo (i) que el minor había sub-do u n perjuicio, o
que al loco que hubiera recobrado la salud mental. hubiese dejado de alcanzar un beneficio que pudieron
El texto resulta sospechado de interpolación. De adquirir (Ulp., D.4.4.44; D.íd.7.6 cs.);
ser así, esta solución s e n a válida para l a época (ii) que se hubiese producido por defecto de la
justinianea. edad (infirmitas aetatis; Uip., D.id.1 pr.);
(iii) que el menor no tuviera a4korecurso juridico
Q 575. DImCarateta de tos menores.--
Z%----*lDlD----ra*-
La ---ae--
(Ulp., D.íd.16 pr. y 1: D.íd.44; Did.7.6); y
frzt%a s-cesaha_sxarado (iv) que no hubiera mediado dolo o delito por
é~~~~a1~pu&t,ad._A~artirdee sparte
e mdelo ~minor
, (Ulp., D.íd.9.2) o que el daño ocurrió
todos por caso fortuito (Uip., D.íd.11.4).
De este modo, el pretor socomfa a los rninol-es "en
Pero esta conclusión de una lógica primaria, todos los asuntos en que se han equivocado" (Gayo,
que no siempre concuerda con la realidad jurí- 2.163; 4.57).
dica, de equiparar la capacidad de engendrar
dada por la naturaleza, con la capacidad de C) Estos tres remedios (acho, exceptio e in
realizar actos jurídicos, resultaba equivocada. integrum restitutio), si bien aparecen como be-
e r i G a del minor, en realidad le aportaron una
El piíber s ~ - _ i ~ s _ _ _ o s - o _ n t a b a c o ~ I a ~ ~ e ~ . &neficios
del mundo de los _negocjos, y _por e140 podía seria desventaja, puesto que debido a la even-
realizarlw de manera=inconvRniente..y h a s t a en tual rescisión que podían hacer los menores, los
forma dañosa- para-su patrimonio. terceros evitaban negociar con ellos.
A) F u e asLque,;~g-~ san$xiy;c-la ,&x Laetoria Para solucionar la situación, fueron los mis-
(no Plaetoria, como equivocadamente se dice en mos minores los que solicitaran un curator que
un único texto, la lex Iulia municipalis = Tabu- los asistiera en el acto a realizar (Pap.,
La Heracleeizsis 112) aproximadamente a comien- D.26.5.13.2). Al estar asistidos por un curator,
zos del siglo 11 a.c. En ella se estableci6 -a no se podía alegar la infirnzitos aetatis, con lo
acci4n penal_y popular contra todo aquel que se cual los terceros podían negociar con ellos sobre
l-irrbiera aprovechado económicamente en uii ne- una base más firn~e.
En un principio el pedido de curador era para Se exigía que el varbn tuzviera 20 aiios JT la
un negocio en particular (C.5.31.7; Ufp., 4.4.7.2). mujer 18. No podían hacer donaciones ni tvnpoco
Pero desde la época de Marco Aure-io (Vitu Mar- vender bienes que estaba prohibido hacerlo a los
ci, 10 fin.; Ulp., 12.4), ef menor pedía un cura- - tutores.
tur permanente para todos los actos. Con 10 cual Con este beneficio cesaba la curatela. EI menor
estaba reconociendo su propia incapacidad. De habilitado no podía pedir la tn integrum rest~zíutiopor
este modo, por una constitución de este empera- razón de la edad, salvo en los casos en que esta
dor, la "curatela de los menores" (cura minorum) medida extraordinaria le era concedida a los mayores
se convirtió en una institución legal. de edad (C.2.45).
2. Aun emstiendo la cura minorum, se amplía
1.El curator minorurn es muy distinto del tutor. también la in integrum restitutio aun en e1 caso de
Así: a ) El pedido de un curator es siempre optativo que el menor hubiera actuado con el consensus del
para el minor, y no obligatorio como la tutela del curador (Alej-Severo, '2.2.25.2, año 223).
impúber. b ) El obrar del curador es simplemente el Esto traía la lógica inquietud para los terceros.
de un consejo y conse~timiento,pero no se trata de Justiniano, siguiendo el consejo de Triboniano, deci-
una auctoritas; da sólo su consensus. e ) Tampoco es dió (al igual que para el pupilo de la tutela) que en
por sí un administrador del patrimonio del menor, caso de un pago efectuado por un acreedor, para no
salvo que éste lo nombre su mandatario (Pap., D.26. 7. sentirse expuesto a la i n integrum restitutia, podía
39. 18), posiblemente con intervención del magistrado. presentarse al juez y obtener una sentencia por la
d ) No resulta responsabilizado por las acciones de la cual se lo autorizaba a pagar, y entonces el pago era
tutela; si ha sido designado mandatario, lo será por la inatacable (C.5.37.25, año 531; Inst., 2.8.2; supra,
actio mandati" o la actio negotiorum gestorum". $ 564 b).
bonorum possessio), o
&
w
~
,)c
~
" b) inter vivos (p.ej.: en l a adi-agatio, l a conventio
$&mente será conocida en la época posclásica. i n manu de una muie_s-.-urzg,_ bonorum velzd~tia,
P
-
--- caída en esclavitud de un- sui iuz-is).
1. Gayo, en sus Institutas, cuando habla de l a 11. Sucesión particular, que pnede ser:
adquisición de cosas (2.18 SS.) distingue la adquisi- a ) mortis ca~~_(p_.~j..~nnI~~legadas.-~-e~lo~-s
ción de las cosas particulares B l a adquisición de toda -- --
fideicomisos a título particular), cr
una universalidad (2.97). Pero sólo en este último b ) inter vivos (p.ej., en l a compraventa o en - la
A---
caso habla de successio (2.157; 3.77; 3.82). donación, donde el comprador o _donatari=s-su-
2. La "sucesión universal" puede ocurrir por ac- - particular del vendedor o del donante en 1%
eesor _C--------------
possessio" (Da mihi hanc bonorum possessionem). bonis, pudiendo usucapirlas desde el día en que
-.
- 2. F1 plazo estaba fijado en el edicto. Era de un entren en posesión (Gayo, 3.801.
..--
año para los ascendientes y descendientes, y de 100 El sistema pretoriano de la B.p. seguirá prac-
ticándose en toda la época clhsica y comiermzos
7 .
e s ~ ~ s ~ g - ~ e ~ n ~ ~ ~ _ A s í ~ ~ d e e e s u c t e d e ~ - g u e
-- sea heredero en&mame&od&-muite_
qulen
n o l o sea, por muerTe o incapacidad en el de la
-
H. SueesHh Hn$estada de Pa Ley de has XE
Tablas.
- *b".---=-&Lr..m-L -
:
z-
e *--
JL -- -4
'-E,- , ~ g _ e , & - ~ l e r , e d e r ~ s , ~ ~ ~ e ~ ~ht a-~ o 582. %ley ------ las XII Tablas establecía:
de --."--
momento de la apertura de hurenci a sean " S k . s e d a ~ ~ e e i n ' t ' t e s E
~ a~d ~a, ~ ~ ; e n d ~ Z ~ h F f e
dero suyo»
-"
(suus izeres), que el a p 9. -
n
_
-rL_r.+
,.-z
-
r -ó a i m o
__X----
Pero B ha premuerto dejando nietos. La herencia se
divide en cuatro partes (pe7- stirpes), siendo los here-
deros A', C, D, y la parte que le hubiere correspon-
; dido a B se subdivide per capita entre los nietos.
D.28.2.9.2).
No se requiere la aceptación de la herencia
por parte de los sui heredes, ya que éstos la
g~--g,igttr__Igg.wararar
causante marido, pues está ubicada como su - m de ci%zus..el tío o-la tía
3.10; fnct.,
lugar de nieta, pero en este caso sólo será sua 3.2.1; Ulp., D.38.16.2.1). Se siguen estas reglas:
heres si su marido no esté bajo l a potestas del (i) Se da al "agnado próximo" que esté vivo
pater al momento de su muerte (Gayo, 3.3). no en el momento de la muerte del causante,
Los nietos y nietas habidos del hijo, o el sino en el momento en que resulte cierto que ha
bisnieto y la bisnieta habidos del nieto también muerto intestado (Gayo, 3.13; Inst., 3.2.6). A su
son eventualmente sui heredes, pero únicamen- vez, debe aceptarla, ya que la adquisición no es
te en el caso de que la o las personas que los automática.
preceden hayan premuerto o dejado de estar in (ii) Si no la acepta o h a muerto antes de
potestate, como p.ej. por haber sido emancipados aceptarla, la herencia no pasa a los agnacfos en
(Gayo, 3.2; Inst., 3.1.2). grado posterior, ni tampoco existe derecho de
a ) De este modo, podemos establecer la re- "representación" (Gayo, 3.12; Inst., 3.2.7). Por
gla de que los que están en primer grado (p.ej., ello, si hay varios agnados en el mismo grado
hijos e hijas) desplazan a los que están en grado que han aceptado la herencia, la división es
ulterior (nietos y nietas). Y en principio, la di- siempre per capita (Ulp., 26.4).
visión de la herencia se hace per capita, es
decir, cada uno tendrá una cuota igual. 1. La agnación va siempre por la línea masculina
(Paulo, 4.8.13). Los más próximos son los hermanos
l. Así, el siguiente caso: Muere A dejando a su (2" grado), los tíos (3er grado) y los primos (4" grado)
mujer A' in manu, de la cual ha tenido tres hijos B, (Gayo, 3.10; Inst., 3.2.1).
C y D. La herencia se divide en cuatro partes iguales Se podía dar el siguiente caso: hay dos hermanos
para A', B, C y D. que han premuerto y ambos han dejado hijos (es
Si C y D han sido emancipados, y por el10 dejado decir, sobrinos del causante). Si del hermano A hay
de ser agnados, los herederos serán A' y B por partes tres sobrinos y del hermano B sólo uno, se discutió
iguales. en un principio si la división de ia herencia había
que hacerla per ctirpes (acá habría dos: la de cada
b ) Pero si un hijo ha premuerto o dejado de hermano) o per capita. Pero el criterio que predominó
estar in potestate, habiendo dejado nietos, la fue este úItimo, y por ello tantas fueran las personas,
parte que le hubiera correspondido al hijo falle- tantas cenan las p-&es (Gayo, 3.16; Inst., 3.2.4).
cid0 le es atribuída a sus hijos y su uxor in 2. En un principio no se distinguió entre varones
manu (Gayo, 3.8; Inst., 3.1.6; Ulp., 26.2; Paulo, y mujeres. Pero luego, quizá por la ley Voco7zzaV
4.8.9). Se habla acá de "representación" de los (Paulo, 4.8.22), solamente se admitió a las mujeres
descendientes en la cabeza de su antecesor. agnadas que fueran hermanas del de cuius (Gayo,
De este modo, la herencia se divide en prin- 3.14; Paulo, 4.8.20). Por ello dice Justiniano, respecto
cipio considerando cuántas cabezas de sui here- de esta época, que "así, sucedes tú a la hija de tu
des había, incluído el hijo premuerto (división hermano, o de tu tío paterno, o a tu tía paterna, pero
per stirpes). La porción de este ultima se distri- ellas no te suceden a ti7' (Inst., 3.2.3).
buye p e r capita entre sus hijos, que son nietos El pretor, sin embargo, sin modificar el concepto
del causante. de agnado, admitirá que las mujeres puedan pedir la
b.p., más allá del grado de -fraternidad, en el llama-
l. Así, en el mismo caso anterior: muere A dejan- miento unde cog~zati'. Justiniano, volviendo a lo es-
do a sii mujer A' zn manu y a tres hijos B, C JT D. tablecido por la ley de las XP Tablas, determinará
que las mujeres serán ilaniadas al igual que los d e 10s 100 días para los demás, co~i.-tadosdesde que
varones, sin distinción, a su rango de aeacióm?(C.G.58. pudieran pedirla (EP, 5 165; Inst., 3.9.8).
14, aRo 531). Señalemos que la agnación. será luego
reemplazada por la co,macián conforme a lo estable- 5 587..---
.-
- --
Bonorum
A--."--
u
possesséa
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P -. ..edicfalis.
- e -
El
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cido en las Novelas 118 g 127, que s7eremosdespués. rsretotor, en el Edicto. lam-ucesivo a
cedida sine re, por lo otorgada sine re, lo cual signiEeaba que si éstos
que un heredero civil con mejor derecho (así el reclaman l a herencia triunfan respecto de Tos
SZLZLSheres o a,gnados en grado más próximo), bonorum possessores.
podían reclamar con éxito l a herencia (Gayo, EL íhico caso que se concede cum re es
3.37). respecto de los que la obtienen por el primer
llamamiento (unde liberi). Así, X h a dejado un
suus heres A y un emancipado B. Si ambos han
pedido la b.p., ambos la tienen cum re respecto
de l a n?itad. Incluso E, que no es suus heres
respecto de A. Respecto del caso especial de l a
nova clausula Iuliani ver supra, 588.3-4).
E n el caso de los agnados, su posesión era
do, sepuir haciendo otros llamamientos. con los sine se respecto de los sui heredes, que pueden
reclamade y triunfar en l a petición de l a here-
ditas. E n cambio, si el agnado, p.ej., acepió l a
herencia, pero no pidió l a b.p., y esta era soli-
citada por m cognado, l a de este áltimo es sine
re, y cede &ente al reclamo de1 agnado (Gayo,
3.37).
Finalmente, los llamados unde comati Y -"
de UEJ. et uxor, la obtendrán sine re. Pero se
un-
embarazada o que el nasciturus se hallara sin a sus hijos, aunque con ciertos condicionamien-
vida (Ulp., D.37.9.1.27).
C) El curador del demente, quien obviamente
no podía aceptar la herencia, podía también cuatro; Inst., 3.3.2; Ulp., ~.38.17.2 pr.; (2.6.56.1).
pedir en su nombre la b o n o r u m possessio firiosi
rzo~nine.Si el demente recobraba la razón tenía 1. Esta sucesión le es concedida a la madre, no
libertad para aceptar o repudiar la herencia. Si a la abuela (Inst., 3.3.2). Pero fa madre sólo heredaba
l a repudiaba o si hubiera fallecido antes de a sus hijos si no existían descendientes del hijo, el
recuperar las facultades mentales, esta b.p. ce- padre de éste que lo hubiese emancipado (parens
saba (Pap., D.37.3.1; C.5.70.7.3). manumissor) o hermanos consanguíneos del hijo. En
efecto, éstos excluían preferentemente a la madre
(Ulp., D.38.17.2.14; D.íd.2.16-17).
111+-. Reformas
. --, del Derecho ImperialL
*-o_<,-+---. -.ii~C C
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--c. ~CC ---c 7
2. Si el hijo fallecidrYs190 tenía hermanas consan-
guíneas éstas concurren con l a madre (Ulp., 26.7;
Q 597. Por lo que hemos visto, frente a lo dis- D.38.17.18; Inst., 3.3.3). En cambio, si el hijo tenía
puesto por el ius ciuile que basa la vocación heredi- un hermano y una hermana, la madre quedaba en-
taria según el parentesco "agnaticio", la creación pre- cluída y la herencia se distribuía por sus respectivas
toriana de la bonorum possessio ab intestato había partes entre el hermano y la hermana (Inst., 3.3.3).
producido las innovaciones ya mencionadas, admi- 3. Fuera de estas personas que la podían excluír
tiendó- q Ü K SK-puZiZra pedirla según el parentesco o limitar, la madre será preferida respecto de los
"cognaticio" (caso del hijo emancipado en el Ilama- otros cognados. No interesa si el hijo es legítimo o
miento unde liberi; y en general de los copados en natural (vulgo conceptus; Paulo, 4.10; Inst., 3.4.7).
el tercer llamamiento unde cognati). 4. La madre es considerada "heredera volunta-
La evolución posterior en el Derecho Imperial ria"* , de tal modo que debía aceptar la herencia
significará la admisión del vínculo cognaticio, es de- (aditio hereditatis). Si la madre se hallaba i n potes-
cir, por sangre, dentro del sistema jurídico del i m tate, la aceptación de la herencia debía hacerse con
civiíe. Con ello, lentamente y no siempre en forma autorización de su pater (Inst., 3.3.2).
clara, los cognados serán admitidos, no sólo a los Si la madre tenía un hijo impúber, se debía pre-
llamamientos de la b.p., sino a la hereditus. ocupar de pedir dentro del año un tutor para dicho
hijo, o ya su reenplazo en ceso de que el tutor se a !os nietas les con-esponde el todo de lo que hubiera
hubiera excusado o hubiera. sido removido. Caso con- correspondido a la madre ((2.6.55-12, año 528).
trüiio era rechazada de la sizcesión de estos hijos que
mueren impúberes (epístola de Septioiio Severo; Mo- TI. Caso de Los hermanos y h e m a n a s cogn.ados.
destino, D.26.6.2.2; Inst., 3.3.6). Éstos-e r z los Iriios e hiias emenoanados., oor lo que
5. Finalmente, Justiniano dejó a un lado la exi-
gencia del ius Ziberorum, otorgando la herencia a la
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no eran herederos le-@timos. Po+ m x t o del
rador h a s i a s i- o ' K s - a T c .
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empe-
5.30.4,
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madre aunque el hijo fallecido fuera el único que
tenía ('2.8.59.2, año 528; Inst., 3.3.4). Además, será
considerada heredera con preferencia a todos los he- r---
rederos legítimos con excepción del padre sanguíneo de la mota en la división per capi?amación
y de los hermanos y hermanas de1 hijo. Si sólo que-
dan hermanas (agnadas o cornadas), la madre tendrá
la mitad y las hermanas se deben repartir la otra (C.6.58.15.1, año 534). Con ello se eo:rpnfirrnapor el ius
mitad. Pero si queda uno o varios hermanos solos, O c
con ellos hermanas, la división será per capita miento ztnde Ltberi.
(C.6.56.7 pr. y 1;Inst., 3.3.4). Luego, por l a Nov.22.47,
también será pe7- capita en el caso de la concurrencia 111.-Caso de
- .-.--los Izijos adoptiuccs. Si e1 hijo adop- A
ban unidos por la cognacióil. Si la madre premoria en 8 602. P o r las constituciorie.s d e l período pos-
relación con su abuelo, los nietos por la vía materna c l á s G ~ ~ I F S ~ s Z i a < ~ or
sólo podían pedir como co,~ados la b.p. unde cognati.
Por una constitución de Valentiniano, Theodosio
y Arcadio (C.6.55.9), se admite, la vocación heredita-
ria de dichos nietos, de tal modo que podían recla-
mar, pero sólo hasta las 2/3 partes lo que hubiera confu- +L!L,=x.v7.-:.+
ii&sgat~.
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debía ser el o r d e n -suceSoriC3=tíela"bereocia
_-U. e ab
P z a _ello d+t$-flos Laovdac,- Tz- 1-3-8.-- -
-- -- ---a ---cm>-
(aÍio 544), -completada y corregida por la 127 desplazando a los abrrelos, quienes no tienen e
(año 548). . "derecho de representación".
En lo fundainental, se abandonara totalmente (ii) Si no están los padres, la herencia va 2
el vínculo agnaticio, para dar total y única ad- los abuelos. Pero la herencia se reparte pe,
misibilidad al parentesco cognaticio. La atribu- stirpes: así, la línea paterna y la línea materna
ción de la hereditas (aparece fundido el sistema
pretoriano de la b.p. con el de1 nuevo ius ciuile), 1. Así, p.ej., muerto el causante, no habiendc
será en la forma siguiente: descendientes, pero existiendo e1 abuelo y la abuela
paternos y sólo la abuela materna, la herencia se
9 603. I. Primer orden: Descendientes. divide en dos partes: una para la línea o estirpe
Muerto a l p i e s paterna (que se dividirán per capita los dos abuelos
cendientes, con estas características: paternos) y la otra para la línea o estirpe materna (13
&Ante todo e s $ b ~ s . & s t i n .c .i ó. de
u
---
---
A--n abuela); Nov. 118.2.
En este caso, los de primer grado (padres) des- (iv) Si no existen ascendientes, pero sí ger-
plazan a los de segundo grado (abuelos): mani (o germanae), entonces éstos heredzn di-
(i) Si están el padre y la madre del causan- rectamente, dividiéndose la herencia per capita.
te, ambos se dividen la herencia p e r capita (la Y si uno de ellos ha premuerto y dejado hijos,
mitad al padre; la otra a la madre). Pero si sólo éstos pasan a ocupar su Zrigar por el "principio
vive uno de ellos, se queda con toda la herencia, de reprecei~keión".
3 605. 111. -~e~-c_e_r:
o~"c;Pe~:.=
ji(L"e$j-g~-&gyma- tato a sti pa&e concubino. Si muerto éste no
-
nos. Si no l~g~&s~endi&&accen&@gsni tenía descendientes legítimos. fa concubina y
h sus hijos naturales tienen acceso a una sexta
manos unilat~~aw~m~djos herLmmayayaya parte de la herencia, cuota que se debían repar-
s a r ( r r r ~ ~ s ~ ~ g ~ U U s mper~cc~pita ~ d (Nov.89.12.4
~ t ; r y 6); recíprocamente
dré~li;';"e~~-d<~~i~~a~~~~_?s~raroneso_
-
distinta madre) o "uterinos" (de la misma ma- le corresponde lo mismo al padre concubino en
.la herencia de estas hijos (Nov.íd.13). Si en
mujeres, se reparten la herencia per capiia, y si cambio tenía descendientes, sns hijos naturales
e " . ~ ~ ~ d T K ~ j T E s ; T syt olas concubina tenían la posibilidad de obtener
L
-_
-.
5 607. Técnicamente acá conclnye el orden D) '$01" último, a falta de o t ~ ocon titule a l a
sucesorio establecido por las Novelas 118 y 127. herencia ab Entestato, ésta va a parar al fisco
Pero es necesario agregar ciertos casos especia- (Ulp., 28.7; Honorio y Sheodos?~,C.10.10.1, afio
les que resultaban vigentes: 421).
Pero el patrono se veía desplazado: a ) en caso de (cupitis denzinutio) no pudieron presentarse al -..
. -.
.
-.
que el liberto hubiese hecho testamento instituyendo segundo llamamiento (EP, $ 159); ..
a un heredero extraño; y b) por los sui heredes del (v) unde patronus patroni: se refiere al su- ,-.
-.
.-,
kit.
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liberto. Según lo explica Gnyo (3.401, esto se entendía puesto de u n segundo patrono de un liberto fl
(>~.
: ,.
bien si se trataba de hijos legitimas del liberto, pero manumitido; y a los descendientes de este se- ..
-.
no se justificaba si el liberto había adoptado un hijo p d o patrono (Coll.16.9; EP, § 160); <7
. ..
o una hija, o tomado una uxor i n manu. Estos últi- (vi) unde uir et mor: el cónyuge supérstite <,,+
mos eran, por supuesto, sui heredes del liberto, pero del liberto, no estando la uxor in manu; en caso . --
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parecía inequitativo que desplazaran al patrono (cfr. contrario, entra en el primer llamamiento; G
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Inst., 3.7 pr.). (vii) unde cognati manurnissoris: parientes -.
..
cognados del patrono, incluído el propio patrono . .-
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B) Sistema pretoriano. El pretor, sobre la que era nuevamente llamado (Ulp., D.38.2.47.17). *.
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base de la b.p., irá corrigiendo el orden del ius .G
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traba hostil al enriquecimiento de las mujeres. al menos 100.000 sestercios (cenienarius) y te-
Tampoco se ocupó del patrono de una liberta, nía menos de tres hijos, ya sea que muriera .--
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puesto que ésta no lo afectaba, ya que por un testado o intestado, de esos bienes le era debida -
lado no podía testar sin s u auctoritas, y por el al patrono una parte viril. Así, si dejaba un solo
---
-
..
--.
otro no podía tener heredes sui (Gayo, 3.43). De hijo o hija, le correspondía al patrono la mitad; ."
--
este modo sus medidas se refieren a la herencia si dejaba dos hijos, un tercio. Pero si dejara ..
.-.
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testada o ab intestato de un liberto varón. La tres, el patrono es excluído (Gayo, 3.42). .:>
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patrono pudiera ser excluído de la herencia del 1. Esto ocurría respecto de la herencia de los E
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liberto por la sola voluntad de este último. libertos varones. Si se trataba de libertas mujeres, la --
1) Si el liberto había hecho testamento, de- ley Papia Poppaea otorgó el-ius Liberorum a las que rr.7
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jando como heredero a u n extrafio, debía dejarle tenían cuatro hijos. Por ello, se liberaba de la tutela : - ;1
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al patrono (no a la patrona; Gayo, 3.41; 3.49) la del patrono y podía hacer testamento sin la auctori-
r-
mitad de sus bienes. De no ser así le otorgaba tus de éste. Pero le otorga al patrono siempre una (.L.:
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la b.p. contra tabulas por esa porción (Gayo, parte viril. Así, si le sobreviven 4 hijos a la liberta, ..-
-- .
. .-
3.41). Pero si existían descendientes sanguíneos la herencia se divide entre ellos y el patrono per- <-
-.
(naturales) del liberto instituídos (o preteridos), capita, es decir que al patrono le corresponderá 1/5.
éstos tenían preferencia para pedir la b.p. res- De no quedar ningún hijo vivo cuando muriera la .-. -
. ..
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pecto del patrono (Gayo, ler. y 3er. párrs. de liberta, la herencia pertenece al patrono (Gayo, 3.44;
3.41). Ulp., 29.3). Este sistema se aplica también al hijo, al --
-- --
--
2) Si la herencia de1 liberto era ab intestato, nieto habido del hijo, etc., del patrono (Gayo, 3.45). -------
,-
el orden de los llamamientos a la b.p. era así 2. En cuanto a las hijas, nietas y bisnietas agna-
-. -
(Ulp., 28.7): das del patrono, conforme a la ley de las XI Tablas,
.
--
...
%
(i) unde liberi: todos los descendientes in podían ser desplazadas por los sui heredes de! liberto.
potestate o emancipados del liberto. En caso de El pretor, como lo hemos visto, no las protegió, puesto
-
hijos o hijas legítimos del liberto, éstos despla- que sólo atendió a Tos descendientes del sexo mascu- ,
zan al patrono, pero si se trataba de hijos o lino. Pero según la ley Papia Poppaea se las benefició, ..
.---
-..
.-
hijas adoptivos o de la uxor in manu, el patrono siempre y cuando tuvieran tres hijos (ius liberorunz).
.. -
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.
(o sus descendientes varones; Gayo, 3.45) puede Podían pedir la b.p. contra tabulas o ab intestato, en ....-.
. ..
pedir la b.p. por la mitad de los bienes en la misma forma y proporción que el patrono o sus
contra de lo que corresponda a éstos (Gayo, descendientes masculinos (Gayo, 3.46-47; Ulp., 29.5).
3.41, 2" párrafo). 3. En cuanto a la patrona, 'taley Papia mejorará
(ii) unde legitimi: los herederos legítimos se- la situación que tenían por la ley de las XII Tablas.
gún las XII Tablas (patrono, patrona y descen- a ) Si se trataba de una patrona ingenua que
dientes agnados varones -no las mujeres- del tuviera el ius liberorum, queda en la misma situación
patrono; Ulp., 29.4); que el patrono, por lo que podían pedir una "'parte
(iii) unde cognati: los cognados próximos del viril" en la herencia testada en el caso de los libertos
liberto, según las mismas reglas y hasta los "centenarios". Esto no se concedía a la patrona liber-
mismos grados de la b.p. del ingenuo; ta, aunque tuvieran 4 hijos (ius Ziberorun); Gayo,
(iv) unde familia pakoni: la familia del pa- 3.50; UZp., 29.6-7.
trono era: la patrona, los liberi de1 patrono, no b) Si la patrona ingenua tenía dos hijos o una
los de la patrona (Gayo, 50.16.196.1). Se los patrona liberta que tuviera tres hijos, se les concede
vuelve a llamar, puesto que por alguna causa la posibilidad de pedir la b.p.contra tabulas, es decir?
se las asiinilal~aa los pakonos en cuanto a la pi-otee- 2. El emperador podía otorgar a a n liberto lztino
ción concedida por el pretor (Gayo, 3.50; bSp., 29.6). el ius civitatis. Pero si este f i r o r le era concedido al
En cuanto a la herencia ab zniesfaio de las liberto latino, en contra de la volir~taddel patrono o
libertas, la ley Papia Poppaea no estableci6 nada era igrmorándolo, Trajano, por medio de rin edicto, estable-
relación con las patronas, por lo que se les sigue ció que a la muerte de dicho liberto latino quedaba
aplicando el régimen de la ley de las Tablas: a salvo el derecho del patrono y sue hijos (saluo iure
reciben la herencia excluyendo a los hijos de la liber- patroni; Gayo, 1.72).
ta, puesto que ésta no puede tener sui heredes. Es el Ello significaba que este liberta, mientras ~ i ~ i e r a
mismo sistema que respecto de los patronos (Gayo; será igual que los otros libertos ci-adacianos romanos;
3.51). así, los hijos que procree ser23 legztimos, pero a su
muerte, sus bienes pertenecerán al patrono JT sus
D) Por un senadoconsulto de la época de descendientes conforme al ius Lat'Lnum. Los hijos del
Claudio (Inst., 3.8.3) se permitió que el patrona liberto no son herederos suyos y e1 liberto cuenta con
puede asignar (adsignatio liberti) ya en testa- l a testalnenti factio sólo para i n s i ; ; - e eomo heredero
mento o fuera del testamento (Inst., ibid.) el aI patrono, pudiéndolo sustituír por otro si éste no
liberto o libertos a uno solo de sus hijos, exclu- qirisiere serlo.
yendo a los demás. Éste queda como tunico pa- Hadriano mitigó en parte los efectos del edicto de
trono, y si premuriera sus descendientes. Pero Trajano por medio de u n senadocorrsulto que dispuso
si no deja herederos, se regresa a l a regla nor- que si el liberto latino iuniano pidió la ciudadanía
mal, de tal modo que los bienes van, en su habiéndosela concedido el emperador con la ignoran-
caso, a todos los otros hijos del patrono (hst., cia o en contra de la voluntad de EX patrono -y caía
3.6 pr.). por ello en la aplicación del eaido de Trajano-,
hubiese obtenido con posterioridad l a ciudadanía ro-
l. EI patrono puede elegir de entre sns hijos in mana por alguno de los métodos regulares (Gayo,
potestate aquel a quien le otorgaba la adsignakio. Si 1.29 SS.; Ulp., 3.1 SS.=, como p.ej. por la "prueba de1
el filius beneficiado con la asignación del liberko o hijo de un año" (Gayo, 1.29), entmces se lo conside-
libertos, hubiese luego sido emancipado, su derecho raba directamente como liberto cizdadano romano.
se desvanece, por lo que es inhábil para ser heredero
del liberto (Inst., 3.8.2). 5 610. IE.Herencia de ~FGS libertos que se
cuentan en el n ú m e r o de tos dediticios. És-
Q 609. E. Berencia de Eos Eiberfas lafiaos tos eran los esclavos a título de pena (serui
i e k ~ i a m s s Los
. latinos iunianos", es decir, aque- poenae; Gayo, 1.13 SS.; Ulp., %.5;11).Su situa-
llos que por la ley Iu~ziaNorbana alcconzabana ción era la peor entre los libertm (pessima liber-
una "libertad de hecho", cuando morían eskabm tas; Gayo, 1.25; pessima condicio; Gayo, 3.75).
asimilados a los esclavos, por lo que sus bienes En cuanto a la herencia, la regla general es la
pertenecen a los manumisores, a qnienes vol- misma que les corresponde a las patronos (Ga-
vían por una especie de "derecho de peculio" yo, 3.74)
(Gayo, 3.56; Inst., 3.7.4). Si se los manumitía como &adadanos roma-
nos, asi p.ej. por una forma solemne como la
1. Por un s.c. Largianum (año 42 d.C.1 se esta- vindicta, en caso de muerte rro pueden testar
bleció que sobre los bienes hereditarios de m latino (Gayo, 3.75; Ulp., 20.14) y sus bienes son atri-
iuniano correspondía una especie de herencia en lu- b u í d o ~a sus patronos, como si fueran libertos
gar del derecho de peculio, en beneficio de los l o s de1 ciadadanos romanos (Gayo, 3.75). Si hubieran
patrono. Se estableció, así, que en primer lugar les sido manumitidos por alguna forma no solemne,
corresponden a los manumisores; luego, a sus tiberi p.ej. inter amicos, se los liberaba como latinos
que no hubieran sido desheredados en forma nomina- ihmianos, y los bienes, a su muerte, les son
tiva, según el grado pertinente de parentesco. Y ñnd- atribuídos a los patronos como si hubiesen muer-
mente a los otros herederos del patrono manumisor. to latinos (Gayo, 3.76). La ley Aelia Sentia no
Esto significaba que en el supuesto de que e1 era muy clara al respecto (Gayo, 3.76, i n finel.
patrono hubiere premuerto en relación aI liberto, de-
jando otros herederos aparte de sus hijos, los bienes 611. Reformas de hstiniarzo. Justinia-
provenientes del liberto latino iuniano no volvían no suprime la categoría de liberto latino, así
como peculio para i n t e g r a el total de¡ acervo here- como la ley lunia, el edicto de Trajano y demás
ditario, sino que serían recogidos sólo por los hijos, disposiciones referidas a los la43nos (C.7.6.12,
como una especie de derecho hereditario, con exclu- año 531), así como la de los libertos dedrticios
sión de los otros herederos que pueda tener el manu- (6.7.6.5, año 530). Habrá una sola categoría de
misor. Solamente si no hay liberi, pasan en tercer libertos, la de 30s libertos ciudtidanos romanos.
lugar a los herederos del manumisor (Gayo, 3.63-71; Reformará el sistema de la herencia de los
lnst . 3.7.0). libertos (C.6.4.4; Inst., 3.7.3). No hará más di-
ferencia entre el patrono y Ia patrona; tanlpoco derecho (contracta fiduciu); de no ser así, se
entre hijos e hijas, ni entre la herencia de un trataba del caso de que la enzancipación se pro-
liberto o de una liberta. El orden sucesorio, que ducía cuando el tercero que lo tenía irz rnanci-
será el mismo para todos, se puede resumir así: pio", luego de la tercera mctrzcipatio, lo rnanxnni-
tía; era un manumissor extraneus, quien tenía el
A) Herencia testamentaria: lugar del patrono y sucedía en segundo grado.
Pero 4 pretor otorgaba con precedencia al
(i) Si el liberto no era "centenario": puede
manurnissor extraneus un Tlarnarniento especial
disponer por testamento de s u patrimonio sin
otorgando la bonorum possessio a los parientes
necesidad de instituir herederos o legatarios ni
cognados más cercanos del emancipado (padres,
al patrono ni a la patrona ni a los hijos de
abuelos, hijos, nietos, hermanos), que contando
éstos.
ambos sexos eran diez (el llamamiento era rcizde
(ii) Si el liberto era "centenario" (dejaba 100
decem personae; Coll. (U1p.f 16.9.2).
áureos o más = 100.000 sestercios), en caso de
Bajo Justiniano, dadas fas formas nuevas de
haber testamento, entonces el patrono tiene de-
emancipación, desaparece la figura del monu-
recho a reclamar, ya no la mitad, sino un tercio
de la herencia, pudiendo reclamarlo por la b.p, missor extraneus, e igualmente este Uamamierz-
to de la b.p. (Inst., 3.9.5). Estableció un nrpex7o
contra fabulas.
Esta porción le corresponde siempre y cuan- orden para la herencia ab intestato del emanci-
pado, que queda así: a ) primero los herederos
do no existan descendientes del liberto o que
hubieran sido justamente desheredados. suyos o asimilados a éstos; b) los hermanos y
hermanas del emancipado;. v - c) al ascendiente
emancipador. En el caso segundo, los bienes
B) Herencia ab intestato:
van como adventicios a los hermanos y henna-
Ea caso de herencia intestada del liberto, el ,as, teniendo el ascendiente el usufructo de
orden sucesorio era el siguiente: (C.6.58.13.1, año 531).
(i) siguiendo el principio que veníz de las
XII Tablas, primero heredan sus hijos;
(ii) luego, el patrono 0 la patrona, Y a falta VII. Sncesi6n de a ~ n nfilimsfarniliase.
de éstos, sus hijos agnados, dividiéndose la he-
rencia pel- capita, y no per stirpes; 613. En principio el fi2lusfamiliae no tiene
(iii) 10s parientes colaterales cognados del patrimonio. Pero a medida que se va profundi-
~ a t r ó l 10 de la patrona hasta el quinto grado, zando la vigencia de los peculios, sobre todo el
podía heredar siempre que no hubiera liberi del peculium castrense*, el p a s i castrense'" los
liberto. bona adventicia", cuando no había dispuesto de
De este modo, el orden sigue pautas cerca- dichos bienes por testamento, ellos volvían al
Das a la herencia del ciudadano r O ~ ~ a ninge-0 pater, no a título de heredero, sino iure peculio.
nuo: un primer orden está configurado por los En la época justinianea se llega en la prác-
herederos SUYOS del liberto; luego, un segundo tica a admitir que los filiifamiliae pueden tener
orden, el de 10s a s a d o s , representado Por el su patrimonio, estableciendo en consecuencia la
patrono o la patrona; Y finah-~enteel tercero posibilidad de una verdadera sucesión. Determi-
com~uestoPor 10s parientes ~ ~ ~ a ~ e rdel a l Pa-
e s nará (C.6.59.11, año 529) para el caso de los
trono 0 de la patrona, hasta el quinto ~ a d o bona adventicia el siguiente orden para dichos
(Inst., 3.7.3.; (2.6.4.4.14). bienes: a) los hijos y descendientes del causan-
te; b ) los hermanos y hermanas; y c) el pafer,
quien ahora recoge sus bienes iure successionis.
VI. Sucesión de un ingenuo emancipado. Respecto de los peculios castrense y cuasi-cas-
trense, el texto de Inst., 2-32 pr., establece que
5 612. El hijo emancipado se convierte en "si mueren ab intestato, sin dejar hijos ni her-
cabeza de su propia familia. Sus agnados serán manos, su peculio pertenecerá, según el derecho
sus propios descendientes in potestate. Puede común, a l pater". Queda la duda de si el pater
hacer testamento, pero en caso de morir intes- los recibe iure peculio o iure successorio. En
tado, al pater emancipator se le da un trata- general, se lo interpreta asi, si bien Theóphilo
miento análogo al del patrono. se refiere en este lugar diciendo que la expre-
De este modo, el orden de la herencia ab sión "según el derecho c o m W debe ser leida
intestato del emancipado es así: a ) los heredes como "un derecho de pecdio". Lo que resulta
sui del emancipado; b ) el pater emancipator, si indudable es que después cfe la Novela 118 del
había tomado la precaución de reservarse este aflo 544, el padre es ciertmente heredero.
5:
-- ,
,
HERENCIA
- TEST~EkTTmW
ir-es. EI testamento es un negocio jurídico solem- que sea realizado ante testigos.
e
-
-
-El test ainento &econtenerka_i@usrr-
las, tales como
t~q-n
*-.L.-
una manumisión, una -m-=
lecado. w s = n s i d e r a d a s
--- de
dación
5 615. -En
, L
- el derecho antigw hubo dos for-
rnas de hacer testamento CGay5, 2.fO3----
-..-
A) Testamentum calatis ca,mitiis. Consiste
mento de todo el testamento" (caaut et funda-
~ n
- 7
Si la lzeredis institufio falta o resulta invá-
-:
---
era así:- debían estar presente, al igual que en toda
a s más inteligentes interpretaciones de Eiae emptor. Éste "pro forma*' dice que compra la
la mente jurídica romana:
-- herencia -es decir, participa en el acto- para que
-TT-Z'ETTO°CrliCT Gayo, si aquel que no se pueda hacer testamento. Pero luego, el otorgante,
habiahecno t e s t a m e n . t o ~ ~ s " ~ . a f teniendo
~ - d ~ ens ~sus manos las tablas del testamento, dice
ni
- in p r o c i s u s
. -e ha"lTE"f~ñ?"eT~Z"a~o"dFFFÜnaasí: "Conforme a lo que está escrito en estas tablas
muerte ~ ú b i ~ ~ ' U y enn esta~ cera,~yo doy,
~ lezo~ y testo,
~ y- por ~
tanto ~ t
d ~ ~ ~ p a ~ i ~ ~ i o _ ~ f a ~ < L ~ ~ ~ ~ ~ ~ n ~ ~ ~quirites,
n - a _dadme
p ~ ~testimonio
~ ~ ~ ~ $de~ esto".
e - ~ o s o t r o
2. Lo que decía públicamente el testador es lla-
mado nuncupatio (= nominación solemne). En rcali-
dad, en una mancipatio no es usual que hable el
mancipante, pero podía hacerlo, ya que se lo permitía
una vieja regla que estaba en las XII Tablas: "Cuan-
1. Gayo es nuestra única fuente respecto de este do se haga un nexum o una mancipatio, todo lo que
negocio. Técnicamente no es un "testamento", ya que se diga con la lengua en l a nuncupatio, que todo ello
no hay institución de heredero, sino una muy parti- sea ius" (6.1; íd.5.3).
cular mancipatio apoyada en una fiducta, por la cual 3. Al hacer la nuncupatio, el testador podía de-
se trata de aprovechar este negocio para alcanzar signar los herederos en forma verbal, pero para ma-
resultados económicos similares a los del testamento. yor seguridad, como lo Indica Gayo en el p h a f o
2. El familiae emptor no es un '?ierederon, pero mencionado, ya lo tenía escrito en las tablas del
a la muerte del mancipante "ocupa el lugar del he- testamento.
redero" y realizaba la partición de los bienes en la Estas tablas eran de madera enduídas con cera.
forma indicada por aquél (Gayo, 2.103). El uso era que fuesen de tamaño desigual, de tal
Siendo que normalmente la mancipatio es inter modo que una de ellas, donde figuraba el nombre del
vivos, lo curioso acá es que se establece que los testador, quedaba con una parte superior donde se
efectos se produzcan mortis causa. No se podría ima- leía quién lo había dado. Con las siguientes, se ter-
ginar -salvo el caso de la "amenaza de muerte sú- minaba formando el testamento, quedando enfrenta-
bita" de que habla Gayo- que un pater trasmitíera das a la primera y de este modo ocultas. Se las
todo su patrimonio presente y futuro para una muer- ligaba con un hilo o una cinta. Luego eran presenta-
te más impensada. Si sucediera que el mancipante das a los testigos, quienes la sellaban (obsignatio),
recobrara su salud, cabe pensar que podía revocar la con sus nombres a la vista (superscriptio).
mancipatio. El secreto no era obligatorio. De un tex+o de
3. A la muerte de1 causante, el fa~niliae emptor, Horacio (Sat., 2.5. 51 SS.), podemos ver cómo por
ocupando el lugar de1 heredero, era en realidad un cortesía, el testador proponía a los testigos leer las
tablas, pero éstos reiiilsrh~a.si bien el poeta aconse- e s a cn-stión,- estableciendo c ó ~ ~ udeMa
t hacerse
jaba lanzar, al mismo tianpo q ~ r erehusaban, una G - -- --
---S--
~ e s ~ a m e n t ~ C ~ 6 ~ I ~ Ztestador
-.a-m- ~ a 4 ~ 9 ~ ~ : '
a L-uw-e-v.=----
ráaida mirada aara ver el nombre del heredero mes- debía m e s e m a s t a b l a e l testamento (ya
to al comienzo. zhiedas, hac~endoc o n o c ~ ~ ~ ú - C ~ & = % ~ Q < ~ a -
+ i d&
o
-e=.&.
f i z - n
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de la rnancig-a-
-----CLI=e-3-
herediias-
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la-
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L____- I
bo~zol-umpossessio s e c u ~ u mta??uiTas
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i--"di*r_?a --~---lr".Y<-&~s~iC--c.
a qmen
_ d l * " .
aparezca
- - -como heredero
-- en un testamento cuyas 1. La unidad del acto no se rcmpe s i el testador
tablas m a n t u v i e r a n ? C~1Io~desiéE'"Estigos,presenta un testamento hecho con anterioridad, bas-
ef;-;y-una
&. t a d o con que todos los testigos en el mismo acto
- --Sa irsrtrczL
sellen y firmen como tales (C.6.23-21.2).
i C u-^
vil: y a qfie"ese ' n m > e sreie resulta de los Luego Justiniano disculpará c m o no perjudican-
necesarios " " i T a l a rnancipat~r(los c&o
-
-
-m-
-
- =-m-"---
do l a "lamudad del acto" una breve hterrupción -así,
testigos, el libripens y W u e e=-=i&i_ indisposición de un testigo- c u a d o ello venga im-
puesto por una necesidad evidente (C.6.23.28.3-4).
- --A--
-- - - -----
En el caso -bastante f r e c u e ~ e - de que el tes-
tamento pretoriano" (6ayo. 2.1 F U l p., 28.6Ta- tador fuera analfabeto o no s u p i e ~ rfimar, a habíz que
I ñ $ ~ 5 149). ~ ~ r ~ ~ ~recurrir ~ a u n octavo testigo qnle firme por él
(C.6.23.21.1).
1.La medida luce prudente dentro de las posibi- 2. Aparte del testamento e s d o , se permite el
lidades que tiene el pretor No les concede la heredi- testamento nmzcupativo, es decir, e9 expresado no en
tas (que es del zus ciuile y hubiera requerido el tes- forma escrita, sino oral ante siete testigos (C.6.23.21.4).
tamento per aes et lzbram), sino la bonorum possess~o 3. Como particularidad, y esta para Occidente,
(posesión de la herencia, que es del derecho pretorio). Valentiniano 111 (Nou.Va1. 21.2, ~o 446) permitirá:
2. Además es secundum tabulas, por cuanto los a) El testamento hológrafo ( p e r holografam scrip-
beneficiados son los que figuran en las tablas del tut-am), es decir, el redactado de pnño y letra por el
testamento. propio testador. Esta forma no eGge la presencia de
En un comienzo los herederos legítimos ab intes- testigos. No sera aceptado por Ju,sEniano, pero luego
tato podían reclamar la herencia de los que poseían tendrá desarrollo en el Derecho aácidental posterior
por este modo la bonorum possessio (Gayo, 2 119). hasta nuestros días.
Ello significaba que l a b.p. era sine re, es decir, cedía b ) Igualmente, el mismo Valenf2nian0, en la dis-
ante el heredero legítimo. posición citada, permitirá el testamento recíproco en-
Pero por un rescripto de Antonino Pío, los que tre cónyuges, que será un precedente del contrato
han recibido esta b.p. en un testamento pretoriano, no sucesorio.
hecho según las reglas del lus civile, pueden defender- 4. Justiniano aceptará la forma del tesfamentum
se por una excepko dolz de los herederos legítimos que triiertitum, tanto en la forma esc+lta como oral.
reclamen la herencia ab intestato, De este modo, la Se acepta también una forma "pública", cuyo ori-
b p pasa a ser cum re (Gayo, 2.120; Paulo, 4.8.1). geri está en el siglo V (Honorio y ?"ficeodosio; C.6.23.19,
a50 413). Ocurría cuando se formzEza73.a s u presen-
5 618. - Q ~ & t t e z p i z e ~ i - ~g ~ { e ~ -posclási-
& ~ ~ ~ taeión
~ ante el juez o el funcionario municipal. Que-
ca;. Las formas testamentarias del
clásico se 'Zeron i%r"ñnmdr
--
pos- dó equiparado a este el t e s t a m e ~ % oentregado al
un tanto cofiCai. emperador. --.*e-
del militar esté expr-ada, de wceg-,go$o; mo lo exida la "unidad de acto" (Diocl., (2.6.8,
siendo así, "el testamento es válido por el sdok
efecto de esta voluntad" (Inst., 2.11 pr.). 6 que si el testa-
l . Están comprendidos todos los soldados y ma- ba suficiente l a presencia de sólo cinco testigos,
rinos (Cnp., D.37.13.1), durante toda l a duración del v si algunos no saben o no aueden firmar. es
servicio (Ulp., D.29.1.42), aunque Justiniano lo limitó
al período de una efectiva expedición militar, y no
haciendo vida de guarnición (C.6.21.17, año 529). 3. Si el testador es c i e ~ o .se le aermite otor-
El testamento de los soldados era válido hasta un
año después de haber sido licenciados, siempre que
ello hubiere sido por causa honesta (missio honesta;
Paulo, D.29.1.38 pr.), pero caducaba si era dado de debe leer ante l o s testigos y el testador, debien-
m-,
baja por causa ignominiosa (Macer, D.íd.26). do éste cZrTariZ~GStX~Gr6^.~~72;-~-0~~5 --- 2 1;
2. Las formas podían ser muy amplias. Se les Inst., 2.12.4).
permitió testar confiando su última voluntad a un
compañero de armas, escribiendo con sangre su escu- 4. En ciertos casos se permiten disposiciones
do, o escribiendo con l a punta de su espada en la dé última voluntad aunque no sean estrictamente
arena ((3.6.21.15). testamentos. Así, si el patei- distribuye los bienes
Lo que se exige en el testanlento militar es que entre los herederos ab intestafo, por cuotas o bienes
la institución de heredero sea clara, precisa e impe- determinados, siempre que ne existan disposiciones
rativa. Tal cual se dice en la constitución de Trajano, en favor de terceros. Es llamado festamentum pa-
esto es en beneficio de los propios soldados, "pues de rentis inter liberas (Constantulo, (2.3.36.26, año 321;
otro modo no sería diñcil que a la muerte de un Theod.-Valent., C.6. 23. 21.3, año 439). Justiniano
soldado se hallasen testigos que asegurasen haberle exigirá una determinación clara de las personas y de
oído decir que dejaba sus Sienes a tal o cual persona, las cuotas, admitiendo disposiciones en favor de ter-
según su antojo; y que de este modo se suplanta- ceros (Nov. 107, año 541). Continúa siendo una for-
sen las verdaderas intenciones del testador" (Inst., ma imperfecta, ya que es válida aunque falten otras
2.11.1). formalidades, por lo que no es propiamente un tes-
3. Pero cumplimentado este requisito esencial, tamento.
las dispensas que tenían eran muchas. Así: Una variante distinta de la anterior es la llama-
a ) pueden instituír herederos a quienes no tienen da divisio parentum inter libei-os, que tampoco es un
la testamenti factio passiua, como, p.ej., a los extran- testamento. Se trata de fijar reglas para la división
jeros o a los latinos iunianos (Gayo, 2.110); hereditaria, cabiendo incluso que pueda hacerse inlel-
b) pueden desheredar o preterir tácitamente a vivos (Nov.18.7; Nov.107).
sus hijos y nietos (Inst., 2.13.6); Además, por razones de favorecimiento a las igle-
C ) en contra de la regla general pueden morir en sias y obras pías, se determinó una simplificación de
parte testados y en parte intestados (D.29.1.6; íd.15.4; las formas testamentarias, a veces hasta disculpando
íd., 37); su omisión (CTh.16.2.4 = C.1.2, año 321; C.1.2.13;
d ) pueden morir con varios testamentos, na ri- íd.25(26), año 530).
fT. Cspacfdad
- -
para teskzr S pzrz ser
_.---
LI I I IX- f^- __u---
que lo hubir:a hecho antes de Bp- mtm-dicción (Irist.,
instEfLTJCddo--e~-~gtest~piseqt
O* 2.l3.S).
El mudo tampoco puede tes~alr,ya que no puede
3 620. La expresión tes_tamenti faciio sirve
_____-_A-- e
pronmcrar las palabras de l a nu>zctrpafi~, y lo rnismo
p a r a designar ( a )l a capacidzd para otorgar tes- oc-tll-re con el sordo que no puede oir las palabrm del
tamento, a s í como t a m b i é n ( h ) la de ser institui- farniíias enzptor (Ulp., 20.13). Justiniahio admite que
do heredero o legatario o t u t o r , y (c) igualmente los que faeran mudos o sordos, PLO de nacimiento,
la d e poder a c t u a r como testigo en la soleinni- sino p o r un acto sobreviniente ptredan hacer testa-
d a d del t e s t a m e n t o . Los. -ut~b_gggdasjcos mento escribiéndolo con su propia mano (C.6.22.10;
habh&te~tam-entiSq~&o_Cjw,~~an<~~,
Se año 531; Inst., 2.12.3).
El ciego, a partir de Justina (C.6.22.81, podrá
refieren a la capacidad del testador, y de testa-
n l e e f a c t ~ oPasC~sz%-respe~a capaciCLZi
p a r a ~ e c ~ ~.-, t ~ m ~ o
- hacer testamento (v. supra, 4 619.11.31.
En cambio, el esclavo pública (servus popzxli Ro-
1. Testamenti factio activa. Como principio mani) tiene el ius de hacer t e s t m e n t o hasta l a mi-
tad (Ulp., 20.16).
- ------.------- Y-" -
11. Testamenti factio oassiva. Se trata d e la
--A
be&_es~ame7~f~~oackga,,p~~-n_$~-
105 extranjeros.- (no gozan del i u s commercii), y
.--+S-
genen_p.~trimonio
.- - --7-
edan testar.
No l a tienen:
1. Sin embargo, hay que tener en cuenta las m a n j e r o s (peregrini) y par supraecto los
siguientes circnnstancias: d e d i t i c i x 6 c 0 > u e d e n adquirir rnortis causa los
a ) Los extranjeros no pueden hacer testamento latinos iirnianos (Ulp., 20.14).
civil, si bien podrán testar conforme a su ley local b ) Las mujeres, a las cuales gm la ley Voconia se
(Ulp., 20.14). les prollibió ser instituidas herederos por quienes
b) Tampoco pueden testzr los latinos iunianos, figuraban en el censo con máis de 100.000 ases de
por cuanto están descalificados por la ley Iunia Nor- fortuna (Gayo, 2.2741, si bien pudieron adquirir lega-
bana (Gayo, 1.23; Ulp., 20.14). Igualmente los dedi- dos hasta m a cantidad no mayor a l a recibida por
ticios tampoco pueden hacer testamento n i siquiera los herederos (Gayo, 2.226). Esto luego cayó en desu-
según su ley local (Ulp., 20.14). so, s o b a o d o por el decaimi,&p_61&~so (comien-
C) El filius, pese a ser alieni iuris, podrá hacer zos del Imperio, siglo 1).
testamento en lo que concierne a su peculio castren- C) Las incertae personae. Ep la época cIási.caason_
L
se'!' (y luego, también en cuanto a l cuasi-castrense); los posturni alien~,es d e ~ , J o s que vayan a nace:
Gayo, 2.106; Ulp., 20.10; Inst., 2.12 pr. Respecto de
los bienes que tuviere el filius por otros modos (pe-
-
tuera de Ia familia del testados (Gayo, 2.241-242;
287). En cambio, no hay incapac~dadpara los postu-
culio profecticio, bona aduenticia), no puede testar mi sui (ver infia, 629.B.iii). Posteriormente, en la
aun contando con el consentimiento del pater (Gayo, última época, se admitió una nasyor Liberalidad res-
D.28.1.6 pr.). pecto de todos los póstumos (C.6.48.1; Inst., 2.20.26;
d ) Respecto de las mujeres sui iuris cuando en 28; 3.9 pr.).
un principio estuvieron sujetas a l a tutela de los d ) También son consideradas incertae perso-
agnados no podía testar (Gayo, 1.115a). Pero la mu- nae las municipalidades y otras corporaciones (Ulp.:
jer podía emplear el recurso de realizar una coemptio 22.51, a u j c a -
fid~ciaria'~ de, tal modo que con ello cesaba la agna- pacidad pgra a d w i r mortrtts 'causa (C.6.24.12;
----____l,
ción (Gayo, ibid.). Luego, por un s.c. de Hadriano, las C.11.32.3).
mujeres ingenuas que tuvieran 12 años podían testar e) Los hijos de los
? -=---1
traidores fEex Maiestatts:
sin necesidad de realizar la coemptio fiduciaria, aun-
que por estar en tutela necesitan l a auctoritas del
C.9.8.5. l )a,-y -época--&m~alos__a&sta- - ---
tas (C.1.7.31, los herejes (C.1.5.5) y los judíos (C.1.9.1).
- -___
----Y---
tutor (Gayo, 2.112). Como lo indica el mismo Gayo, En camb--puérle i n s t i t d r herederos a los
las mujeres estaban en mejor situación que el va- esclavos, ya suyos o ajenos.
rón menor de 14 años, ya que éste no podía testar Si son suyos, hay que conceda-les l a manumisión
ni aun con la auctoritas del tutor; en cambio, la (Gayo, 2.186; Ulp., 22.121, aunqae luego, con Justi-
mujer pupila mayor de 12 tenía l a testamenti factio niano, s e interpretó que por el hecho de haber sido
(1.113). instituídos herederos, se los es'caba manumitiendo
e ) A su vez, tampoco pueden hacer testamento los (Insk., 2.14 pr.; C.6.27.5; año 531).
impúberes (Ulp., 20.13; Inst., 2.12.1); los dementes Si son ajenos necesitan, lo misn-so que los alielzi
(Ulp., 20.13), salvo que lo hiciera en un intervalo iuris ajenos instituídos, l a auto;-;zación de1 que los
lúcido (Inst., 2.12.1j y los pródigos (blp.; 20.13), salvo tiene en potestad, lo cual se exclica por fa responsa-
bilidad de las obligaciones hereditarias (Gayo, 2.186; Sin embargo, se admitió alguna excepción. .Así. si
rnp., 22.12). instituyo heredero a mi esclas.o, lo debía al mismo
tiempo manumitir: "Que mi esclavo Sticho sea libre y
111. Ius capiendi. Una situación distinta de la sea mi heredero" (Gayo, 2.186). Eabeón y Práculo opi-
testamenti factzo es Ia "capacidad para adquirir" (ius naban que una "dación de tutor" 4 a d o que en nada
capiendi) introducida por las leyes matrimoniales de disminuye el monto de la herencia- podía figurar
Augusto (lex Iulia de maritandis ordinibus del año antes de la institución de heredero (Gayo, 2.231). Pero
17 a.c. y lex Papia Poppaea del año 9 a.C.1. esta opinión no prevdeció en los tiempos clásicos, aun-
que luego será admitida por Jirstiniano (Inst., 1.14.3).
1. Ver sobre esto supra, 5 532. En lo relativo 3. En el derecho posclásico, por una constitución
propiamente a este ius capiendi, recordamos breve- de Constancia (C.6.23.15, año 339), se suprimió la
mente que: a ) los caelibes no podían adquirir nada obligación de utilizar formas solemnes para instituír
mortis causa. Su parte se volvía caduca en favor del herederos, pudiéndose hacerlo ya con palabras impe-
erario público (luego del fisco); b) los orbi, es decir, rativas y directas, o con palabras indirectas. Tam-
los casados sin hijos sólo podían adquirir mortis cau- bién, por una disposición de Theodosio (C.6.23.2 1.6,
sa la mitad, y la otra se volvía caduca; c) a su vez, año 439), se puede utilizar el griego.
los casados sin hijos sólo pueden adquirir mor-tis Se podían emplear formas no admitidas anterior-
causa entre si, una décima. Esta porción se acrecien- mente: "Hago heredero" o "Instituyo" o "Quiero" o
t a por una décima por cada hijo sobre~ivientede una L'Mando" O "Deseo", bastando el uso de "cualesquiera
unión anterior (Ulp., 15.1-3). palabras", siempre "que sea evidente la intención de
la voluntad". Estas formas estarán vigentes con Jus-
tiniano. Este emperador había establecido que, para
KT. Contennldo del testamento. prevenir fraudes, el nombre del heredero debía ser
escrito por el propio testador o alguno de los testigos
621. A) La institución de heredero. Lo (C.6.23.29), pero luego dio marcha atrás, suprimiendo
esencial de u n testamento es la "institución de este requisito (Nov.119.9).
heredero" (heredis institutio). El testamento pue-
de contener otras disposiciones (desheredacio- 1. Se puede instituír heredero a una sola
nes, legados, fideicomisos, dación de tutor, ma- persona, pero también a varios señalándoles o
numisiones, etc.). Pero la fuerza jurídica de todas n o una parte de la herencia (Inst., 2.14.4).
ellas arranca de la existencia de la "institución
de heredero". Es su piedra angular y Gayo po- 1. Si el heredero es uno, o si son varios a los que
drá decir que es "cabeza y fundamento de todo se le ha asignado cuotas, podía ocurrir que la suma
el testamento" (caput et findamentum totius de todas las cuotas no agotara la totalidad de la
testamenti; 2.229). herencia. Tal como ya lo dijimos, como había que
respetar la regla de nemo pro parte testatus pro parte
1. En la época clásica, la institución de heredero intestatus deceden? potest, en este supuesto no se
debe hacerse en latín, empleando la palabra heres. abre la herencia ab intestato par el sobrante, sino que
Los romanos quisieron que la institución fuera clara éste acrecienta las cuotas de los herederos.
y no diera lugar a dudas. Así, decir simplemente: Del mismo modo, si con el cómputo de las cuotas
"Ticio debe tener todos mis bienes", no es suficiente, se hubiera superado el total del caudal hereditario,
puesto que de este modo parece que las obligaciones los herederos verán disminuidas en forma proporcio-
no estarían a cargo de Ticio. Pero aun haciendo re- nal las partes fijadas a cada uno de ellos (Ulp.,
lación a éstas, tampoco valdría. Lo que interesa es la D.28.5.13.3-6; Inst., 2.14.5-7).
afirmación de que alguien es heredero, como conti- 2. Pero el testador podía instituír heredero sin
nuador de la persona. asignarle una porción -sine parte-. Así, si Ticio es
La institución debe ser expresada en términos instituído por ll4 y Gayo sin indicación de parte, este
directos e imperativos. Así, Titius heres esto ("Que último se quedará con las 314 partes restantes (Ulp.,
Ticio sea heredero"), admitiéndose también "Ordeno D.28.5.17 pr.).
que Ticio sea heredero" (Titium heredem esse iubeo). Pero si las asignaciones de partes completan el
En cambio, "Quiero que Ticio sea heredero", lo mismo monto total de la herencia, y hay además otro here-
que "Instituyo a Ticio como heredero" o "Hago here- dero sirze parte, se presume que el testador ha que-
dero" no resultaban aceptadas en la época clásica rido dividir el patrimonio en dos ases (as = total de
(Gayo, 2.117; Ulp., 21). la herencia), de tal modo que l a mitad va a los
2. Igualmente, l a institución de heredero debe asignados por partes, y la otra al que no la tenía
figurar al conlienzo del testamento, de tal modo que (Ulp., D.cit.; Inst., 2.14.8).
otras disposiciones Quefiguraran antes (legados, ma-
numisiones, etc.) eran inútiles y se consideraban no 11. El heredero instituido, ya único o
escritas (Gayo, 2.229 SS.). juntamente por partes con otros, lo es siempre a
"Ghzlo xuiiversal:'. Lo cpe n o podk OCU~T~Z. 2ra una nave del ,%siaX). En cambio, no se la pu.ede
izistitC3ir heredero en relación a m1a cosa, determi- hacer desde m plazo fijo (así, "Que Ticio sea mi
nada lez re certa). Así, p.ej.: "Qte 'be4cio sea mi heredero cinco años después de mi muerte"), ni
Iner-edero respecto de mi fundo Tizsm1mor. Técni- hasta un plazo fijo ("Que Ticto sea mi heredera
camente acá no hay heredero ~mi-qez-sal~ c m lo pero sólo hasta cinco añosJ7);Inct., 2.14.9.
cual parecería que sería un legado, aparte de que En efecto, se entiende que 'Eainstitución de
dicho heredero no aparece ~esptonsabilizado heredero debe ser perpetua, ca~~forrne a la regla
por las deudas. Sin embargo, ya desde la época sernel Izeres seanper lzeres (aqireT; que es heredera
de Cicerón se tendió a "interprete3 fa v o l a t a d debe continuar siéndolo). De haberse puesto es-
del testador acerca de la institrrci6n de hesede- tas modalidades prohibidas, s e entiende que pe-
ro, considerando sin va-lor su limitación a cosa se a ello el testamento no cae: Ia institución es
cierta. válida y la cláusula es superflua y es como si no
estuviera es'cnta (Pap., D.28.5.34; Inst., 2.14.91.
1. En principio el testamento era nulo, pero em-
pieando el favor- testamenti, se consideraba valida la 1. Se debe k a t a r de una condicion suspensiva, no
institución de heredero, teniendo por no escrita la de la llamada 'i.esoluto~-ia": "Que Ticio sea mi here-
mención de institución por la cosa. dero, pero dejm'a de serlo si viene una nave del
Asi, es interesante cómo los juristas dás-lcos re- Asias', pues afectaría el principio d d semel heres sern-
solvieron distintas hipótesis: per heres.
a) Si el heredero era único: así, "Que Ticio sea mi El efecto es retardar la apertma de l a herencia
heredero en cuanto al fundo Tuscdano", se conside- hasta que se cumpla el hecho f u b r o e incierto. Si
raba que Ticio era el sucesor universal, y la expre- éste ocurre, el heredero será efectivamente tal. De no
sión al fundo Tusculano, como no escrita (Ulp., ocunir el hecho condicional, el testamento cae y la
D.28.5.1.0). herencia podrá ser reclamada por los herederos ub
b ) Si había dos herederos ex re certa: así, "Que intestato. Hasta ese momento éstas no tienen ningún
Ticio sea mi heredero en cuanto al b d o CorneEano derecho a l a herencia, sino sólo una esperanza (Pan-
y Seyo en cuanto al fundo Iuliano", se considera que lo, D.50.17.80).
ambos son herederos por la mitad de la herencia, Para determinar cuándo l a cmdición se conside-
teniendo por no escritas las expresiones referentes a r a cumplida, hay que tener en c u e ~ t ala voluntad del
los fundos (Sabino-Paulo, D.28.5.10). testador segúil lo expresado por &%,een el testamento
C) En este otro caso, variante del anterior: "Que (Pap., D.35.1.101 pr.).
Ticio sea mi heredero por un 1/3 del fando Cornelia- 2. Dados los inconvenientes que se presentiiban
no y Seyo por los 213 del mismo fmdo, 'L'icio será mientras l a condición estaba pendiente, el pretor con-
considerado heredero por U3 y Seyo por Z 3 de la cede al heredero instituído la borz~rumpossessio se-
herencia (Celso-Sabirio-Ulp., D.28.5.9.13). cundum tabulas, pero debía dar caución de devolx~er
d ) "Sea Atcio mi heredero del fundo Corneliano, los bienes si la condición no se cumpliera (PTLp.,
y los dos Ticios herederos de tal casa": Atcio será D.2.8.12; Pap., D.46.5.8).
heredero de la mitad de la herencia y los dos Ticios 3. No se admiten las condiciones imposibles ('"si
de la otra (Próculo-Javoleno, D.28.5.11). tocara el cielo con las manos") o inmorales ("si come-
e ) "Que Ticio sea mi heredero excepto en cuanto tiere un homicidio"). Se las considera no escritas,
al fundo Corneliano". Ticio será heredero por e1 todo, siendo válida Ba institución de heredero como si fuera
sin tener en cuenta la excepción (Galo Aqriilio-Licinio pura y simple (Paulo, 3.4b.2; Inst., 2.14.10).
Rufino, D.28.5.14). Tampoco se admiten las llamadas condiciones
2. Además, se fue considerando por la jurispru- "captatorias", es decir, aquellas q u e impliquen una
dencia que en caso de dos o más herederos ex certa institucíón supeditada a una liberalidad futura del
re, el juez en la actio farniliae erciscundae debía heredero o legatario. Así, "Que Tic=iosea mi heredero
adjudicar a cada uno de ellos la cosa designada por si mostrare y probare que instituyó a Mevio como
el testador como si fuera un "prelegado7'. En este heredero suyo en su testamento" (Pap., D.28.5.70;
caso, siendo dos los herederos lo s e r h por la mitad, Paulo, D.íd.71; Gayo, D.30.64). Se Habla de que esto
tanto en los bienes como en las deudas fUIp., D.28.5.35 fue dispuesto por un senadoconsulta desconocido, qui-
pr. y 1; Pap., D.íd.78 pr.). zá el S.C. Liboniano.
Justiniano, continuando esta solución, considera-" 4. Si se trata de un plazo incierto, así "Que Ticio
rá que los herederos lo serán por partes iguales, pero sea mi heredero cuando Seyo muera", según Papinia-
las cosas asignadas valdrán como "prelegados" en no (D.35.1.751, queda asimilado a una condición, en-
favor del heredero respectivo (C.6.24.13). tendiendo que lo que se quiso decir es 'Que Ticio sea
mi heredero si sobrevive a Seyo".
111. La institución de heredero puede hacer-
se pura y simplemente, pero también bajo con-
dición (así, "Que Ticio sea mi heredero si viene
v ~ ~ q u61 - d,e s e aea d k ? t o _ ~ n g _ l _ a sustituto de A, y si éste no acepta la herencia, enton-
$J-esaución de instituír h e r - e r o en primer=
-,=-.
gra-- ces G pasa a ser el heredero, como sustituto de
4
tiendo el testador que no debían ser abiertas estando las 4 f ~ b a l i d i ~ n e c e s a r i a s(Gayo, 2.1143;o E-
vivo el hijo y en tanto sea impúber. n
El mismo Gayo nos dice que es más seguro con- heredero (Gayo, 2.116; Inst., 2.20.30).
signar ambos géneros de sustituciones en las tablas ssIas,-
m t e s $ ~ e ~ ~ ~ d , i i L . , d ~1.~ra~a:>,-
inferiores del testamento, ya que si han sido selladas lidades ya sezgiadas pero el-Ets-xxhgb&se p r e -
y separadas como ya dijimos, se puede deducir de la tea&-dkJ(eer&o hnbjese om-do,_._-_sin - - S -
Ei =&=efe&s.
caso (ud e ~ e r n ~ ~ ~ ~ z suE;Si~EtiOiiLs).
---.__n*
p,utgr--que tenía
- - un
+ -w
podía instimlo__he~eedeso
-
descendiente
l l a r z s
Kx&~~-i-
mente
-- -captus,
-.
-----
A
Se dice entonces que el
testamento es "írrito" (testarnenfum trritum; Ga-
yo, 2.145; fnst., 2.17.4).
tituto a 1- efe.~_tog~d_e_que-_~murieraintestado
(Iilst., 2.16.1; (2.6.26.9). 1.Quien h a hecho testamento y luego su&e una
capitis deminutio, ya f i e r a ésta "máxima", "media" o
1.Esto fue concedido por humanitas. El beneficio "mínima" (Ufp., D.28.3. 6.4 SS.), torna a éste "írrito".
lo tenían los ascendientes (también l a madre), y como Si por alguna circunstancia recobrarti l a capacidad,
sustituto se debía llamar a certae personae que de- no por ello el testamento se coavalida. La solu-
bían ser púberes: hermanos, hermanas del incapaz, ción por el ius civile es hacer en ese caso un nuevo
y, en su defecto, a cualquier otro. testamento.
2. También se admitía respecto de un furiosus, 2. Pero el pretor, aun cuando haya faltado la
pero si éste recobra la razón, se invalida l a sustitu- continuidad de la testamenti factia, si el testamento
ción (Inst., 2.16.1). Según un texto de Paulo, igual reúne los requisitos exigidos por el edicto (sellos de
solución se había dado, por vía imperial, si se trataba siete testigos), le concede validez a los efectos de
de un descendiente mudo (D.28.60.43 pr.). otorgarles a los herederos allí señalados la bonorum
possessio secundum tabulas.
Para ello, obviamente, el testador en el momento
N.Invalidez e ineficacia de los testmentoc. de su muerte debía gozar de la testamenti factio: ser
~ W ~ - - - * -<ur-n-
~ ~ - - - ~ - ~ s
ciudadano romano y sui iuris. La b.p. es sine re, es
3 623. A) Invali-ez. El t e s t a m e n t o - - ~ e d e decir, puede resultar vencido por el reclamo de UD
0 j de
adolecer - c igFa-._ heredero fegátimo ab intestato (Gayo, 2.147-149; Ulp.,
---.- como tal. La terminología usada por los 23.6; Inst., 2.17.4).
lidal1 Y
.
.-
-
--
juristas romanos en los distintos casos es la 3. Además, en el caso de que l a capitis deminu-
siguiente: tio se haya producido por haber caído el testador
como esclavo prisionero del enemigo, rigen reglas la herencia, etc. En todos estos casos, el testa-
especiales: a ) Si liiciere .testamento estando prisione- mento se vuelve desertum, y lo que corresponde,
ro, éste es inválido, ya que carece de la testainenti a falta de testamento, es abrir l a herencia ab
factio, y ello aun cuando regrese; si quiere debe hacer intestato (Gayo, 2.144; Inst., 2.17.2).
nuevo testamento (Gayo, D.28.1.8 pr.; Inst., 2.12.5).
b ) Pero si regresa, goza del ius posfliminzi* el testa- 1. Para ejemplificar los distintos supuestos:
mento otorgado, siendo libre con anterioridad (Inst., a ) El testamento 1 es perfectamente válido. Lue-
2.12.5). Y c ) en caso de no regresar y morir prisionero go el testador otorga el testamento 11, y éste igual-
del enemigo, el testamento que hizo siendo libre ten- mente cumple todos los requisitos. El vigente es el
drá vaIidez en virtud de la fictio legis Corneliae" testamento 11.
(Jul., D.28.1.12; Paulo, 3.4a.8; Inst., 2.12.5). b) Está el testamento 1 perfectamente válido.
4. En el caso del testamento de un soldado que Pero el testamento 11 no ha respetado las reglas de
sufre una c.d.rnizzima (p.ej., fue adrogado o emanci- validez (salvo si se tratara de m testamento militar).
pado), el testamento sena irritum. Pero si manifiesta El vigente es el testamento 1.
su voluntad de mantenerlo tendrá valor "por la nue- c f Hay un testamento 1 y usi testamento 11, am-
va voluntad del militar" y será considerado como si bos plenamente válidos. E1 primero resulta revocado
no se hubiese hecho irritum por la capitis deminutio y en principio el vigente es e1 testamento 11. Si el o
(Inst., 2.11.5). los herederos instituídos en éste no llegan a aceptar
la herencia y Ue~amos
- al testamentum desertum, se
B) Zneficcecia. Un testamento que sea váli- debe abrir la herencia ab intestato.
do se puede
-S
$-nrot -
~ u r r e 11. Hay un primer testamento hecho con
dos los requisitos y formalidades del ius ciuile.
n posterioridad, se otorga un testamento pre-
an toriano. El pretor le concede la bonoram posses-
sio secundum tabulas a los herederos institui-
dos en el testamento pretorio. Ésta era en
1. En caso de ser varios los herederos, el testa- principio sine re, es decir, los beneficiarios pue-
mento continúa siendo eficaz si sólo uno o varios, den ser vencidos ante el reclamo de u n heredero
pero no todos están en alguna de las situaciones legítimo ab intestato, pero luego de l a disposi-
mencionadas. Los otros pueden aprovecharse del tes- ción de Antonino Pío, será cum re, y los bono-
tamento que no sena desertum respecto de ellos con- rum possessores podrán defenderse con una ex-
forme a las reglas del acrecentamiento o, en su caso, ceptio dolz al reclamo del heredero legítimo ab
de la sustitución de heredero. intestato (Gayo, 2.119-120).
624. Revocaeiejin de$ destrarnenfca. Todo 1. Un testamento no puede ser invalidado por la
gestamento puede ser revocacio por uno p o s i ~ - sola intención del testador de querer que no valga
rior._Esto significa q u ~ e c t a c i o rp u e d ~ - - m á s . Así, si e1 testador ha roto la cinta o el hilo del
bik de p a r e c e r r e s p a d e lo ya a t i r m a d W testamento o, más aún, ha quemado voluntariamente
pri_mer_testamen-tv-€u~ las tablas, o tachado los nombres.
en uno nuevo. Como lo dice Ulpiano: "variable a ) Si se trataba de un testamento civil, es decir,
e%=- difunto hasta el último mo- per aes et libram, seguia conservando su validez, ya
mento de vida" (D.34.4.4). que para el ius ciuibe lo esencial era un acto oral y
El tema de la revocación testamentaria pre- las tablas cumplían un papel probatorio. Por ello,
senta muchos problemas en el Derecho clásico, Gayo asegura su validez "no obstante que Ia prueba
donde rigen las reglas del ius civile (respecto de sea diñcil" (2.151).
la hereditas) y las del ius praetorium (respecto b ) Sin embargo, el pretor concederá la bonorum
de la bonorum possessio). Así, podemos conside- possessio a los herederos legítimos ab intestato y les
rar 10s siguientes casos: otorga una exceptio doli si alguno de los inscritos en
1. Un testamento hecho conforme al ius ci- el testamento pidiera la b.p. secundurn tabulas (Ga-
uile, es decir, per aes et libram, es revocado por yo, 151a; Ulp., D.28.4.1.3). Se interpreta que éstos '.no
otro testamento hecho también según las for- tienen a su favor la voluntad del testador"
mas del ius ciuile. El que está vigente es el (Ulp., 36.6.1.8).Al heredero instituído en esas condicio-
segundo testamento, siempre y cuando guarde nes se lo considera como indigno (quasi indigno), y se
todas las formalidades y requisitos. El primero abre la vía para la herencia ab intestato (rescripto de
ya no rige, pues está revocado. Caracalla, Gayo, 2.151a; CoU.,E6.3.1; Paulo, 3.1).
Y ello sin interesar si el heredero instituido
en el segundo rehusare serlo, o premuriera res- § 625. Ya en l a propia época clásica se le irá
pecto del testador o fdleciera antes de aceptar dando una importancia fiuidamental a la inter-
pretación de la votuntací de1 testador, *atando los t~,stamentosluego de un &ece:i?n. Para Justiniari_o
de dilucidar su verdadera intención. era válido, salvo que el testador 50 relrocara por un
acta hecha ante la autoridad j ~ d i c i a l o ante tres
1. hfiarco Aurelio, decidiendo un caso dudoso, re- testigos (C.6.23.27; aiio 530).
solvió que aunque el testador hubiera tachado los
nombres de los herederos, había que cumplir los le- 626. A p e r f u ~ adel tectc~aaze~do.
El testa-
gados (R'iarcelo, D.28.4.3). dor confiaba el testamento 2 un amigo o lo
Luego, por una constitución de Alejandro Severo depositaba en un templo. A partir de la lex
se reconoce eficacia a una carta que había revocado Prclia uicesimaria de Au,aucto (año 6 d.C.) se
la institución de un heredero ((2.6.35.4; año 223). estableció un impuesto del 5 Ti sobre la lieren-
2. Tl~eodosio11 y Valentiniano 111 sancionaron, cia y los legados.
aparte de la forma pwa y simple de revocación, otra Según nos narra Paulo (4.61-3), la apertura
que denominaban testarnentun posterius impel72cturn. del testamento se producía entre el tercero y
Se trataba del caso de un primer testamento en el quinto &a luego de la muerte del de cuius. En
cual se instituía a herederos extraños. Éste era revo- Roma, se hacía en presencia de los testigos
cado por un segundo testamento que resultaba invá- testamentarios, o de la maym parte de ellos,
lido por no cumplir las reglas. Pero como se ins- quienes debían reconocer sus sellos. Luego, se
tituía en él como herederos a los legítimos ab rompe el hilo, se lee el testamento y se hace
intestato, el acto aunque imperfecto tenía validez. Se -una copia; se lo sella con el s d o público y se lo
exigía que la rolu untad fuera atestiguada por cin- deposita en los arclGvos, a fin de que si la copia
co testigos, bajo pena de considerarse válido el se deteriora, sea posible recmrir a él. Si se
primer testamento fC.6.23.21.5; año 439; UIp., trataba de testamentos heclkas en los munici-
D.28.3.2 itp.). pios, colonias, etc., debía ser leído en el foro o
en la basílica, en presencia de los testigos o de
En la época de Justiniano, la revocación se hombres honorables; igualmente se le sacaba
puede producir: a ) por un nuevo testamento luna copia y era de nuevo sellado.
válido; b) por la apertura intencionada del tes- Corresponde al pretor co~streiitr-a pedido
tamento, con la ruptura de las cintas y sellos, de parte- a quienes pusieran sus sellos como
o su destrucción; o c) por la voluntad expresada testigos, a hacerlos comparecer para ver si los
ante tres testigos o ante la autoridad judicñzl de reconocen o no (Ulp., D.29.3.4; Paulo, D.íd.5;
querer revocar el testamento anterior (C.6.23.27; EP, 5 167). Bastaba que frzeran reconocidos la
año 530). mayoría de los sellos. Respecta de los ausentes,
En todos los casos se le da una importancia no era necesaria su presencia,, sino que bastaba
esencial a la voluntad del testador, sobre todo que se les enviara el testamento al lugar en que
en el caso de destrucción material del documen- se hallaban (Gayo, D.29.3.7).
to, según se pruebe la voluntad deliberada de
revocar o que fue debida a otra causa (C.6.23.30; 1. La disposición del edicto Zd pretor era general
año 531). y voluntaria. Aquellos que lo cperian, tanto en su
nombre como en el de otro, p r ~ m e t eexaminar (ins-
3. Debido a ello algunos textos del Digesto fueron piciendi) el testamento, o sacar m a copia (describen-
manipulados. Así, habia que distinguir entre lo que di); Ulp., 43.29.3.8.
se borra o tacha voluntariamente, que lo torna invá- 2. Si había dudas sobre la muerte del testador,
lido, y lo que se borra o tacha por descuido o invo- el pretor se debía preocupar por averiguarlo, no per-
luiltariamente, que sigue valiendo (Ulp., D.28.4.1 pr.). mitiendo que el testamento s e a abierto cuando se
Lo mismo si el testador ha roto el hilo o cuerda de verificaba !a existencia del testadar (Ulp., D.29.3.2.4).
las tablas, s u voluntad revocatoria queda probada. 3. Si aquel que tenía las tablas del testamento
Pero si ello ocurrió por un tercero, o se hubiesen rehúsa presentarlas, era constreabido a ello. Si niega
podrido las tablas por antigüedad, por moho, o por tenerlas, el pretor daba contra 61 un interdicto de
haberla roído los ratones, entonces el testamento es tabulis exhibendis (Ulp., D.29.3.2.8; D.43.5.1).
válido (Ulp., D.37.11.1.11). 4. Podía suceder que ciertas &sposiciones no fue-
4. La sola voluntad del testador no basta para rm abiertas, si así lo había diqpuesto el testador,
invalidar el testamento, de tal modo que si uno hu- como, p.ej., cuando había sustit~cionespupilares se-
biese comenzado a hacer un segundo testamento sin lladas aparte. También el pretor no consiente que se
llegar a acabarlo porque lo sorprendió la muerte o copie ni que se vea la fecha (día y nombre del cónsul)
porque desistió de ello, por una constitución del em- del testamento, para que no se I;,ag-a una falsificación
perador Pertinax se decidió que el primero continua- CUip., D.29.3.2.6).
ba siendo válido (Enst., 2.17.7). 5. A partir de Alejandro Srvero (C.6.32.1; año
5. Igualmente, Justiniano derogó una disposición 223) la apertura se hace ante el juez compe~ente,
de Theodosio y Honorio que hacía perder fuerzz a quien ordenará que el testameoto sea presentado.
Q 6 2 7 & ~ - c o d i c i i L m ~ d i c i l o s (codicilEi) b ) Están l o s codicifos "confirmados por ies-
son cartas o notas inf- que-- se-- dejaban tamento" (ya sea éste anterior y pre13enil-o-fa
--escr~t
--
a ~ ~ L a M h u e , e ~ - a p i do&
-*
r o . se_exprS= validez de^codicilos ulteriores; o posterior, con-
saban-ciertas_ disp.osic&.onec-de-última-v s l u ~ a - firmando e1 testamento las codicilos anteriores).
No podían- contei1e~-niuna institución- de-
heredero_n i ~ d e c h ~ i ó Parece n . haber 1.No pueden contener institución de heredero, ni
tenido su origen en el ruego que el testador desheredación, ni sustituciones (Gayo, 2.273; Mwcia-
hacía al heredero instituído de que cumpliera no, D.29.7.6 pr.; Pap., D.íd.10). En cambio, pueden
un fideicomisoY:,que como sreremos es un nego- contener legados (Gayo, 2.27Qa; Ulp., 25.81, fideicomi-
cio no formal, que sólo obligaba moralmente por sos, manumisiones, daciones de tutor (Inst., 2.25.2;
la fides. En un principio, no tuvieron valor ju- Ulp., D.26.2.3 pr.).
rídico, pero a partir de una decisión del empe-
rador Augusto, tuvieron fuerza vinculativa {Inst., C) A su vez, había ca&.ciloc_~no confirmados
-\
2.25 pr.). por te&&ento". En principio no son omÍgato-
$05, salvo qv.efue~wluego c o n f i r r n a d W T a p
M-----
1. La palabra codicilli (diminutivo de codex) está Iñst., 2.25.1; D.29.7.5). Lnego por rescripTFde
empleada siempre por los clásicos en p l d (Gayo, Severo y Caracalla se decidió que por medio de
D.50.16.148). El empleo en singular (codicillus) deno- codicilos anteriores al testamento, era posible
ta un empleo posclásico posterior. dejar fideicomisos, que son válidos si es que
2. Según narra Justiniano (fnst., 2.25 pr.), fue aparece que quien ha hecho un testamento pos-
Lucio Léntulo, el mismo que dio origen a los fideico- terior no se h a separado de la voluntad expre-
misos, el que introdujo esta forma de los codicilos. sada en los codicitos (Gayo, 2.270a; Inst., 2.25.1).
Estando próximo a morir, en África, escribió codicilos
que confirmó en un testamento. En ellos rogaba al 1. Una innovación interesante es la aplicación en
propio Augusto que hiciese alguna cosa por fideicomi- el testamento de la denominada "cláusula codiciliar"
so y habiéndolo hecho éste, los demás siguieron su ~cZausulacodicilliaris). Por &a se determinaba que
ejemplo, y así la propia hija de E. Léntulo pagó "si el testamento no valiese como tal, quiero que
legados a los cuales no estaba obligada en derecho valga como codicilo". Esta cIáusula debe ser expresa
estricto. por cuanto no se la presume (Paulo, D.28.1.29.1; Pap.,
Se dice que entonces Augusto consultó una corni- D.28.6.41.3; Ulp., D.29.7.1).
sión de prudentes, entre los que estaba Trebacio, De este modo servía como remedio para salvar la
quien opinó que eran muy útiles y necesarios "a omisión de los requisitos de los testamentos, impi-
causa de las grandes y prolongadas peregrinaciones diendo que se tornaren ineficaces. La institución de
que hacían entonces, durante las cuales, si había im- heredero debía ser interpretada como un fideicomiso
posibilidad -por las formas y requisitos- de hacer un que grava a los herederos ab intestato. Los tegados y
testamento, al menos podrían hacerse codicilos". otras cargas deberán ser cumplidos por quien detente
Luego, habiendo hecho codicilos el mismo Labeón la herencia. La cláusula sálo sirve para disculpar
-el fundador de la escuela proculeyana, quien no era errores formales, pero no la capacidad para hacer
afecto a Augusto- ya nadie dudó acerca de su efec- testamento, pues en ese caso no se puede hacer co-
tividad jurídica. dicilos (Marciano, D.29.7.6.31, u otros vicios de conte-
nido sustancial, como la pretericióa de herederos.
8 628. En los codicilos hay que distinguir
_-
d i v m s e s + @ n sn aciones y eIect=
a ) Puede haber codicilos a b intestato, en lo>
El uso de los codiciloc creó cierta confusión
en la época posclásica y de%Derecho vulgar en
cuales, sm establecer ninguna institución de he- materia testamentaria. Constantino prescribió
redero, se puede imponer a los que reciben la para los codicilos ab intestafa (CTh.4.4.1) y The-
herencia determinadas mandas como fideicomi- odosio (CTh.4.4.7) en toda clase de ellos el nú-
sos. Paulo dice que los herederos ab intestato mero de siete testigos, igual que para los testa-
quedan obligados a cumplirlas, pues estos codi- mentos. Justiniano los redujo a cinco, ante
cilos valen '?laciendo las veces de un testamen- quienes debía el otorgante h a r y sellar (C.6.23.
to" (D.29.7.16). 28.6).
LA SUCESIÓN LEG~TIRUCONTRA EL TESTiuIENTO
3 629. Según las viejas reglas del ius civile, pretería. o siendo dos o más na hubiesen sido
el testador tiene la más amplia libertad en la desheredados "nominativamentE-, el testamento
colzfección de su testamento (latissima potestas, es n d o (inz~tile),debiéndose abrir l a herencia
Poinp., D.50.16.120). Puede instituír heredero a ab Entesfato (Gayo, 2.123).
quien quiera, tanto a sus herederos domésticos B) Si se trata de los dem& sui heredes
como a extraños. Incluso respecto de los primeros (hijas, nietos o nietas, la uxor iz~manzr) podían
los puede desheredar sin dar razones. ser desheredados mediante unu cláusula gene-
Pero esta libertad tar? anlplia comenzó a ser ral colectiva. .Así:"Que todos los otros sean des-
limitada, precisainente en orden de proteger a los heredados" (Gayo, 2.128). Si e11 lugar de desl-ie-
herederos legítimos. De lo que se trataba era del redalos se los pretiriese, el testmiento es válido,
conflicto entre la amplia voluntad del pater para y las personas preteridas coneumen con los he-
disponer de los bienes familiares y del otro lado rederos instituídos del siguiente modo:
las viejas costumbres que sostenían el fundamen- (i) Si habían sido preteridos respecto de los
to de la herencia familiar para sus integrantes. sui heredes varones que habían sido Instituídos
Las medidas tomadas fueron elaboradas, de herederos, concurren a l a herencia por m a par-
il~aneramuy prudente, por los jurisconsultos te viril (Gayo, 2.124).
clásicos y colltinuada por los posteriores. En el
fondo se trataba de lograr una cierta afirmación l. Así, si el testador tiene dos hijos A y B insti-
por parte de los herederos legítimos (que no lo tuidos herederos, y una hija C y-e pretirió, ésta
eran testamentarios, p.ej.: por haber sido deshe- recibe U3 de la herencia, al iguaI qure cada prno de los
redados), aun en contra de la voluntad del pater hermanos. Se entiende por "partes vides" aquellas
expresada en el testamento. que son iguales entre sí (Paulo, 3.2.3).
Debemos acá distinguir varias etapas: 2. Si lo hacemos mas compleja, en el mismo caso:
A fue instituido por 2/3, B por Y3, y @ fue pretenda,
esta úItirna recibe ií3 respecto de la porción de A y
T. Caco de Ea preterieiór~t e s t a m e n t a r i a U3 de la porción de B, las cuales ssumadas senan
se&n el Eus eivile. igualmente U3 de la herencia.
630. Cuando el pater hace testamento, (ii) Si habían sido preteridos respecto de un
dentro de la libertad que goza, puede instituir "heredero extraño", p.ej. un amigo de1 testador
herederos a sus sui heredes, o desheredarlos. instituído heredero, entonces reciben l a mitad
Sin embargo, de lo que debe cuidarse es de no de la herencia (Gayo, 2.124).
silenciarlos. Si ocurre esto último, se dice que
los ha 'preterido". Ello se consideraba contrario l. Así, p.ej., el testador instituye heredero a su
al deber paternal. amigo Ticio, y pretiere a su única Kja. Ésta obtiene
Los efectos de esta preterición son distintos la mitad de la herencia, quedando la otra mitad para
según los casos: Ticio. Acá recibiría una cuota inferior a la que le
A) Si se trata de un hijo in potestute, debía correspondería si la herencia h u b i ~ msido intestada,
ser instituído heredero o desheredado "nomina- por cuanto por ser la knica heretiera debería haber
tivamente" (rzominatim). Esto último significa recibido el todo.
que en la cláusula de desheredación había que 2. En este otro ejemplo: El a t a d o r instituye
designarlo por su propio nombre. Así, p.ej.: "Que heredero a su hjo A y a su amigo Sempronio por
ini hijo Ticio sea desheredado", aunque tam- mitades, pretiriendo a su única hija B. Ésta obtiene
bién, si tenía un solo G o , valía la forma "Que de su Hermano A una parte viril, ea decir: la mitad
mi hijo sea desl-ieredado", ya que aunque no se de la cuota de éste, y por el otro lado, la mitad de
agregara el nombre propio no cabía ninguna la cuota de Sempronio. En total, l a crnota que le
duda de quién era el desheredado (Gayo, 2.127). hubiera correspondido ab irztestafo; por cuanto por
E11 cainbio, si se lo silenciaba, es decir, se l o ser dos sui heredes (ella y su hermao~o)le correspon-
día la S t a d de la herencia. Curiosamente acá, el 3. Ya desde la época repi-blicana, se trató de
hermano A instituído heredero sólo recibirá un cuarto. encontrar una solución para evitar la ruptura del
testamento. El jurista Aquilio. Galo, contemporáneo
(iii) En el caso de un hijo póstumo suyo, es de Cicerón, inventó una fórmula para e1 caso siguien-
decir, aquel concebido por el pater pero nacido te: El pater tiene un hijo, del cual espera un nieto
después de su muerte, debía ser instituído o por cuanto su mujer está embarazada. Para evitar
desheredado (Gayo, 2.130; Inst., 2.13.1). que por la premoriencia del hijo se rompiera el tes-
Los póstumos de sexo masculino debían ser tamento, entonces se le permite instituír condicional-
instituídos o desheredados nominativamente. Los mente al nieto que nazca después de la muerte del
de sexo femenino, lo podían ser ya nominativa- testador.
mente o en forma colectiva, peTo se les solía La fórmula sena así: "Si mi hijo muriese vivien-
dejar algún legado, para que se considere que do yo, si de él me hubiese nacido un nieto o una nieta
no fueron preteridas por olvido (Gayo, 2.132; después de mi muerte, en los diez meses inmediatos
Inst., 2.13.1). a cuando muriese mi hijo, sean herederos" (Scev.,
Esto era una excepción al principio de que no D.28.2.29 pr.). De este modo se prevenía que el tes-
se podía instituir o desheredar herederos a per- tamento no se rompiera. A estos póstumos se los
sonas inciertas, como lo eran los póstumos. Pero 1Iamó postumi Aquiliani.
se permitió ya que la preterición, sin importar el 4. Los casos anteriores (postumi sui y postumi
sexo, hacía que el testamento cayera no porque Aquiliani) se refieren a nietos nacidos luego de la
n o fuera inválido, sino porque la agnación del muerte del testador. Quedaba aún el problema de los
póstumo o de la póstuma, lo anulaba (testamen- nietos nacidos en vida del testador habiendo pre-
t u m ruptum; Gayo, 2.130-131; Inst., 2.13.1). muerto su padre. Según el i u s civile, si el pater
hubiese hecho testamento, éstos quedaban preteridos
l . En un principio, fa expresión de postumi sui se y ello conduciría a su ruptura. Cierto es que podía
refiere propiamente a los hijos e hijas nacidos del hacer nuevo testamento instituyéndolos herederos a
pater que había hecho testamento, pero que nacían tos nietos.
luego de su muerte. Pero por la ley lunia Vellaea (año 28 d.C.) se
Estos "póstumos" hubieran estado sometidos a la permitió, en su capítulo primero, que el testador
inmediata patria potestas y por ello eran "herederos pudiese instituír heredero o desheredar al nieto o a
suyos" del testador, de tal modo que habiendo nacido la nieta "póstumos" que nacerían antes de su muerte,
después de la muerte del pater, en principio "rompen" a fin de dispensarlo de hacer nuevo testamento (pos-
el testamento. t u m i Vellaeani); Ulp., 22.19; Scev., D.28.2.29.11-12;
Por ello es que para este caso, los juristas adrm- Ulp., D.28.3.3.1.
tieron que el testador pudiese de antemano instituír La situación estaba perfectamente resumida por
heredero o desheredar al póstumo suyo que naciera Wpiano (22.19): "Aquellos que están en el útero, si
de su mujer dentro de los diez meses después de su nacidos fueran futuros sui heredes nuestros, los pode-
fallecimiento. Esto fue así, para evitar la "rupturay' mos instituír herederos. Si es que nacen después
del testamento por la preterición de dicho póstumo de nuestra muerte, conforme at ius ciuile. Si en cam-
(Gayo, 2.130-131; Inst., 2.13.1). bio ocurre estando nosotros vivos, conforme a ?a ley
2. Pero esta significación de "póstumo" (que viene Iunia".
de post humum, es decir, que nace luego de estar Si bien Ulpiano habla de los "que están en el
enterrado el pater), se amplió a otros casos. Así, si el útero", llegaría a creer que este primer capítulo se
pater tiene un hijo al cual instituye heredero, pero refiere a los concebidos, el texto de Scaevola
este hijo le ha dado un nieto o una nieta, estos (D.28.2.29.12) habla de nietos póstumos en general,
últimos, no obstante que están sometidos a la patria concebidos al tiempo del testamento o con posteriori-
potestas del testador, no eran aún sui heredes de dad. Éstos son los llamados postumi Vellaeani.
éste, puesto que los precedía su pater. 5. Observemos que en el primer capítulo, la ley
Cuando el testador moría, sus nietos pasan a ser Iunia Vellaea se ocupa del caso de los nietos no
herederos suyos respecto de su padre. E1 problema se nacidos en el momento de la facción del testamento.
presentaba si hecho ya el testamento del pater su En cambio, en el segundo trata el caso de aquellos
hijo moría antes del fallecimiento del testador o era que ya existían cuando se hizo el testamento, pero
emancipado: los nietos pasaban a ser directamente que aún no son propiamente sui heredes, porque es-
sui heredes del pater, y como en principio no figura-. tán precedidos por su padre.
ban en el testamento éste se rompía por la preteri- Pero si éste premuere, o por otra causa (p.ej.,
ción de dichos nietos. Se empleaba ahora la expresión emancipación) sale de la familia, resultaría que que-
de quasi posturni, ya que llegan a ser herederos por daría preterido en el testamento. Según el ius civile
una quasi agrzatio (Gago, 2.133; Dig., 28.3.13; Inst., el testamento caía por ser rupturn. Pero la ley Iunia
2. 13.2; Ulp., -23.3). Ahora la palabra "póstumo" pasa Vellaea no quiere eso (Scev., D.28.2.29.15).
a tener el sentido de "posterior". SI vemos bien, no se trata acá de verdadero
"póstumo", puesto que el nieto ha nacido después de De este modo cambia ahora el 5mdamelito
la facción del testamentc, pero adquiere la calidad de que sostenía el régimen antelrinr dsI ius civile,
suus izeres. Por eso se dice que está en "lugar de basado en la protección de la fairliia; hadicional
póstumo" (loco postunzi) y eran denominados quasi h d a d a en l a agnación, par2 -alpnorz a todos
postumi Velleaizi. Era inrítil que la ley le permitiera Los descendientes que lo erm por >enculo de
instituírlo heredero, puesto que esta facultad la te- sangre. E1 modo de proteccióxi era otorgar l a
nia, ya que a diferencia del póstumo era una persona bonorum possessio contra t ~ b n I a s ,Bct cual era
cierta. Por ello se limita a declarar que estos quasi siempre cum re, es decir, snseept?bIe de ser
postunzi no rompían el testamento si eran preventi- defendida a u n contra los h e r e d e ~ o cinstituidos
vamente instituídos herederos o e r a desheredados, e~ el testamento (Gayo, 2.125). Esta reforma
para el supuesto de la muerte o emancipación de su era ya conocida por Labeón, a comienzos del
padre (Gayo, 2.134; D.28.3.13; Inst., 2.13.2; Scev., Imperio (Ulp., D.37.4.8.11).
D.28.2.29.15). Podemos observar los ~igtef~entes supuestos:
Ci) Si el testamento era nulo. por el ius ciuile
La razón de todas estas ~ s p o s i c i o n e splan-
, (caso de l a preterición de u n S j o varón in po-
teadas en A, B y C, fue l a de t r a t a r de salvar testate), por no haber testamento, e r a necesario
la herencia para los herederos domésticos (sui seljnr la herencia a b intestato. Las Iibei-i -inclu-
heredes). Sin llegar todavía a impugnar el tes- so los desheredados y los ernars&paChos- podían
tamento por l a desheredación injusta, los juris- acudir al primer llamamiento d e l a b.p. ab
tas plantearon el supuesto de l a preterición. S i intestato, es decir, el unde libe7-iSí. Ea división se
se trataba de un hijo (o de u n póstumo), arri- hace p e r capita, si bien los ernmcipados debían
baron a la invalidez del testamento, y en los hacer colación de sus bienes (c&afto bonorum);
otros casos a u n a solución de compromiso. Mmciano, D.28.2.32; Ulp., D.38.6.1.9.
E n todos estos casos en que el testamento (ii) Si l a preterición no haesa n d o el testa-
continúa válido y los preteridos piden s u parte, mento por el ius ciuile (caso d~ H a preterición de
hay u n a combinación entre herencia testada y la lija o de los nietos o nietas), &&osy los demás
a b intestato, significando ello u n a excepción a la Liberi (descendientes emancipados) preteridos pue-
regla Nenzo pro parte festatus pro parte intestatus den pedir l a b.p. contra tabulas.. Campome a ésta
decedere potest. los preteridos (no los desheredados) pueden con-
seguir una cuota exactamente Igud a l a que
corresponde a l a b.p. a b ilztesfafo unde liberi.
HI. La boueoi-urn p~ssessiocontra tabalas de Como esta b.p. contra tabut'as es cum re, los
los Liberi. herederos inscritos en el testamento, satvo que
firesen liberi, quedan excluídos I;34a1cim0, D.28.2.
3 631. La s e p d a fase de este problema 32 pr.; Afsicano, D.28.6.34.2; FPSp., D.37.4.10.5;
estuvo representada por l a actividad del pretor. D.38.6.1.9).
Iilacia finales de l a República, este magistrado,
sintiendo menos escr6pulos en este tema, conce- 1. Así, el testador tenía un hijo A g una hija B.
de una preferencia al parentesco consanguíneo Instituye heredero a A y pretiere a B. Ésta puede
respecto del agnaticio. pedir la b.p. contra tabulas, pero &sta no le es con-
Por ello establece que a los efectos del or- cedida por el total hereditario, pues-to que figurando
denamiento pretoriano l a obligación de instituír entre los Ziberi su hermano A, el ~ r e t o lro auxiliaba
o desheredar herederos no sólo abarca a los sui commisso per aliurn edicto, es de&, se Le aplicaba el
heredes, como establecía el ius ciuile, sino en "edicto por acto de otro" (en este -0, de su herma-
general a todos sus descendientes (liberi) que na: Ulp., D.37.4.3.11; D.idem, 8.14; Lenef, 5 142). De
serían herederos suyos si no hubiesen sufrido este modo, cada uno de ellos obtea5a Ia mitad de la
una capitis deminutio (así, p.ej., los que h a n herencia.
sido emancipados). 2. Solamente pueden pedir la &-p.contra tabulas
los descendientes i n poiestate y emancipados que
1. El pretor los admite por medio de una fic- hubieren sido preteridos. No la pueden pedir los
ción: "como si no hubiere sucedido la capitis demi- desheredados. En cuanto a los emcillcipados preteridos,
izutio, y por ello fueran sui heredes (EP, 5 142; Pau- se sigue la regla de que a los veanes hay que des-
lo, D.37.1.6.1; Ulp., D.37.4.3.5; D. íd.8.14). Esto se heredarlos "nominativamente", y a las nmjeres, tanto
aplica a los emancipados. En cuanto a los dados en en forma nominativa como en forma colectiva (Gayo,
adopción, por pertenecer ya a otra familia agnati- 2.135; Wp., 22.23; Inst., 2.13.3).
cia, se los considera extraños, salvo que, mientras De este modo, si bien en pltncfpio Ia b-p. contra
viviera el padre natural, hubieran sido emancipa- tabulas otorga Ias cuotas de la b.p. ab zmtestato, podía
dos por el padre adoptante (Gayo, 2.135; 136; Inst.: suceder que por efecto de la deskreriedaci6n los otros
2.13.3-4). liberi podían obtener una porción zayor. Así. p.ej., si
un hijo fue desheredado, los otros acrecían su cuota 2. El descendiente preterido tiene un año de pia-
por el monto que le hubiera correspondido a éste. zo para pedir la b.p. contra tabulas (Inst., 3.9.8).
3. En principio el pretor no hacía, a los efectos de 3. En lo que se refiere a l a herencia del patrono,
la b.p. contra tabulas, ninguna diferencia entre hijos recordemos que por la ley de las XII Tablas; sólo
varones y mujeres. Ello otorgaba una situación de heredaba a su liberto si mona intestado y sin dejar
preferencia a las mujeres, puesto que por el ius civile, sui heredes (5.8; Wlp., 29.1; Gayo, 3.40). Pero si el
en caso de ser sui heredes, lo único que podían hacer liberto hacía testamento podia preterir impunemente
era, en caso de falencia de sus hermanos (p.ej., eman- a su patrono (Gayo, 3.40).
cipados), acrecentar su parte, En cambio, acá, al pedir a ) El pretor obliga al liberto a dejarle por tesza-
la b.p. contra tabulas, descartaban a los herederos mento la mitad de sus bienes, y si no le dejara nada
extraños, pudiendo por ello acrecentar más sus cuotas. o le dejara menos de la mitad, entonces le era dado
4. Así, veamos este caso: El pater había instituído al patrono la b.p. contra tabulas por la mitad de
heredero a su amigo Ticio, es decir, un heredero dichos bienes contra los herederos instituidos (Gayo,
extraño. Desheredó a su hijo A. Pero, a su vez, pretixió 3.41; EP, § 150).
a su hija B, existiendo un tercer hijo C que estaba b ) Pero, sin embargo, si eHstían sui heredes "san-
emancipado. En este caso, B y C pueden pedir la b.p. guíneos" (naturales, para distinguirlos de los adop-
contra tabutas por una cuota igual, es decir, la mitad tivos y de la uxor in manu) del liberto, incluídos los
de la herencia. Ticio es rechazado como un heredero emancipados y los dados en adopción y éstos hubie-
puramente nominal (sine re). Y el hijo A tampoco ran sido instituidos por una parte cualquiera en el
obtiene nada, por haber sido desheredado. testamento o hubiesen sido preteridos, si pedían la
Pero, según nos dice Gayo (2.126), por un rescripto b.p. contra tabulas excluyen la del patrono (Gayo,
del emperador Antonino (Antonino Pío, o probable- 3.41; EP, 150).
mente Marco Aurelio), las mujeres no pueden obtener C ) Esta medida de proteccáán del patrono, asegu-
por la b.p. contra tabulas más allá de b que les rándole en principio la cuota; de la mitad de los
correspondería por el ius aclcrescendi según la heren- bienes, es análoga al supuesto de herencia ctb intes-
cia ab intestato. Este principio se observa también tato, cuando el liberto no h a dejado sui iuris sanguí-
respecto de las mujeres emancipadas. neos: así a un hijo adoptivo o a l a U X O I . i n m a n u o
la nuera in manu: se le concede l a bonorum possessio
5 632. Sin embargo, no resulta cierto decir por l a mitad en contra de diehos sui heredes (Gayo,
que la medida pretoriana de la b.p. contra tabu- 3.41; ver supra, 631.3).
las anulaba el testamento. Acá se produce tam- d ) Si el liberto realiza actos de disposición en
bién una combinación entre herencia testamen- forma dolosa para disminuír srá patrimonio, o hechas
taria y ab intestato siendo también otra excepción mortis causa, el patrono tenía l a actio Fabiurza (caso
a la regla Nemo pro parte testatus pro parte de herencia testamentaria; E?, 151.1) y la actio
intestatus deeedere potest. Caluisiana (caso de herencia ab intestato; EP, 5 131.2)
Pese a que a primera vista el ordenamiento para pedir la revocación de aquéllos en la medida en
puede resultar intrincado, en el fondo es más que hayan perjudicado su cuota de la mitad calcula-
sencillo de lo que parece. El pretor se limita a da antes de la realización de ellos.
introducir el principio de la cognación, modifi-
cando en consecuencia la -calidad de los que
podían pedirla, en detrimento de los herederos III. L a querella inoflciosi testarnenfi-
extraños. Pero el resto de las cláusulas testa-
mentarias mntinúa manteniendo su validez. Así, 633. Hacia h a l e s de la República hubo
el heredero pretoriano debe cumplir lós legados una reacción contra la conducta del testador
hechos en beneficio de los ascendientes y des- que de manera injustificada, haciendo mal uso
cendientes del testador, así como el legado deja- de la amplia libertad que le otorgaba el ius
do por él a título de dote, a su mujer o a su nuera civile de testar o deshereda, excluye sin cansa
(Ulp., D.37.5.1 pr.; EP, 5 143). Igualmente son justificada o instituye por una porción escasa a
válidas la sustitución pupilar (Africano, sus herederos familiares cercanos.
D.28.6.34.2), así como las manumisiones, dacio- Si bien el testamento era válido conforme al
nes de tutores, etc., es decir, todas aquellas cláu- ius civile estricto, se consideraba acá que el
sulas que surjan de la evidente voluntad del tes- testador había faltado al deber del afecto faini-
tador, salvo por supuesto lo referente al régimen liar (oficium pietatis), otorgándose a dichos alle-
pretoriano de la b.p. contra tabulas en cuanto a gados próximos, la posibilidad de atacar el tes-
los liberi preteridos. tamento como "inoficioso" (inoficiosum; contra
o f i c i u m pietatis factum), por medio de la que-
l. Las reglas de la collatio bonorum" y de la rella inoficiosi testamenti, logrando que se mil-
collatio dotis:;: se aplicaban también a la b.p. contra laxa y se abría la herencia ab irztestato (Pzulo,
tubulas (Ulp., D.37.6.1 pr.; Jul., D.íd.3). 4.5.1).
Lo curioso era que la fimdamentación de se trate del padre o de la madre; es decir, todos
esta qzcerella no era estrictamente juridica, sino aquellos clescendieiltes o ascrn,~&entesque pu-
más bien moral por haberse afectado los usos y dieran pedir la herencia civil o p~etoriana(Uxp.,
costumbres que implicaban el o f i c i u m piefatis. D.5.2.1; D.íd. 6.2; Paulo, D.íd.7; Ulp., D. íd. 8;
Se utilizaba un argumento retórico, según el Inst., 2.18 pr.).
cual el testador que hubiera perjudicada a sus (ii) También los hermanos bilaterales Iger-
allegados próximos es como si estuviera bajo los m a n i ) e incluso los medios h c m a ~ o s"sanpí-
electos de una perturbación mental (color insa- neos" (no los "uterinos"); pero, para todos ellos,
~ziae;Marciano, D.5.2.2). sólo en el caso de que el testador hubiese ins-
Representaba una indudable conquista de la tituido heredero a una persona vil (turpis per-
equidad y del ius naturale sobre el derecho es- sona: así, un gladiador o alguien tachado de
b-icto (Paulo habla de ratio naturalis, D.48.207 infame); Inst., 2.18.1; Constantirro, C.3.28.27, año
pr.). Es, en el fondo, un gran reconocimiento del 319).
pareiltesco cognaticio y del deber de afección
que de él dimana. 1. La constitución de Constant-iálo (CTh. 2.19.1-2)
sólo se refería a los hermanos y hermanas agnados,
1. El conocimiento de este procedimiento en la pero Justiniano, interpelando esta decisión, la admi-
época clásica resulta bastante difícil. Gayo no la men- tió a tedos los hermanos "consangdneos" (sean agna-
ciona, y sólo contamos con un corto comentario de dos o no) y a los que tienen el mismo padre y distinta
Paulo (4.5), aparte del también escaso título del Có- madre ("sanguíneos"), excluyendo sojamente a los "ute-
digo Theodosiano (2.19). Por tanto, lo que tenemos rino~"(C.3.28.27).
son los párrafos del Digesto (5.2),evidentemente muy 2. En tiempos de Justiniano, en caso de adoplio
interpelados, así como las leyes que figuran en el plena el hijo aeioptivo tiene la pos5bilidad de atacar
Código (3.28-30) y el título sobre el "testamento por ino5cFoso al testamento. En cuanto al adoptado
inoiticioso" de las Institutas de Justiniano (2.18). por la adogtio minus plena, no paede atacar el tes-
La denominación correcta es la de querella inof- tamento de su pater adoptivo, pero sí contra el de su
ficiosi testamenti (la expresión querela, usada por los padre natural, salvo que tuviera o&ra forma de &te-
autores modernos, es un anacronismo). ner sus bienes (así, p.ej., por la b-p. contra tabalas*
2. Comenzó a ser admitida en el tnbuxal de los o por la quarta Antoninav, si habieado sido adrogado
centunviros, actuándose por la vía del sacl-amenturn. como impínber, fue luego desheredado); Inst., 2.18.2.
Ya desde la época clásica se admitió la vía del
procedimiento extra ordinem, ya ante funcionarios Fuera de éstos, los cognadac en mayor grado
imperiales y en las provincias ante los gobernadores estaban excluídos de atacar el testamento por la
(C.3.28.17, año 284). querella inoflciosi testamenti (M-., D.5.2.1; Inst.,
,4l carecer de una base legal, estando asentada 2.18.1).
en la argumentación moral, los jueces tenían una muy 11. El que pretendía la querella inofliciosi
amplia libertad para apreciar las circunstancias espe- testamenti, debía demostrar que había sido des-
ciales de cada caso y llegar así a la condusión de si heredado o preterido sin causa justificada; o que
ei testador había o no iníYingido el deber de lapietas. por dicho testamento haya recib3do -por vía de
3. Es de destacar el preciosismo de la argumen- herencia, legado o donación rnoFtis causa- una
tación, puesto que no se decía que el testador estu- porción que se consideraba irisdiciente.
viera demente, puesto que en ese caso el testamento En 10 que atañe a las causas de desheredación,
hubiese sido directamente nulo, ya que un furiosus no había ninguna disposición expresa qae señala-
no tenía la testamenti factio. En cambio, el argumen- ra cuáles eran. Le correspondía alegarlas y pro-
t o retórico del color insaniae que equivalía a "como si barlas al querellante, quedando m apreciación a1
estuviera demente" por haber infringido la regla mo- arbitrio judicial. Además, en un principio, quedó
ral, que debió ser del gusto de los bizantinos, no al arbitrio del juez el determinzr la suficiencia o
significa una influencia de los retóricos -no siempre la insuficiencia de lo que se recibía, pero final-
bien apreciados- respecto de los juristas (cfr. Cic., mente se entendió (influencia &e la lex Fulcidia)
Brutus, 67.236). que por lo menos el testador le debió haber de-
jado una cuarta pzt-te de lo que; les hubiera eo-
S 634. Ejercicio de Ea querella inoEicicsaP rrespondido ab intestato (Ulp., D.5.2.8.8; Inst.,
testamenti. 2.18.3 y 6). De este modo, si el tedador dejó zi sus
herederos una cuarta parte de lo que les hubiera
1. Aquellos que podían atacar como inoficio- correspondido ab intestuto, su testamento es se-
so el testamento eran: guro e inatacable (Ulp., D.5.2.8.6).
(i) Los descendientes y los ascendientes, en
forma reciproca, sin distinguir si se trata de 1. Como dato curioso, en unn constitución de
a g a d o s o de cognados, sean varones o mujeres, Theodosio y Valeotiniano (CTh., 16.7.28), esta cuarta
parte es denominada formalmente como 'la Falcidia", 361). Si bien los textos del Código no son del todo
lo cual vuelve a ocurrir en otra constitución de Arca- claros, se admite que los herederos que tienen dere-
dio y de Honorio (C.9.8.5.3). Pero las expresiones más cho a la "legítima" pueden dirigirse contra los bene-
usuales fueron quarta debita portionis (''cuarta parte ficiados por las donaciones realizadas por el testador
de la porción debida"; Ulp., D.5.2.8.8) o también quaria inter uivos, a los efectos de defender su portio legitima.
Zegitimae partis (así, en Inst., 2.18.3: "cuarta de la No se trataba de provocar la nulidad de ellas. sino de
parte legítima"). Y también portio legiitma ((2.3.28.28; reducirlas hasta un monto que asegure la 'legítima"
30 y 31). (Dioc1.-Maxim., C.3.29.7-8).
Esta terminología no pudo haber sido clásica por Igualmente, si el pater, cuando hizo la donación
la sencilla razón de que el monto quedó Ejado, no por inter vivos, declaró que lo hacia para que se compu-
ley, sino por la práctica judicial. Para los clásicos, tara a la 'legítima", entonces, el monto de lo donado
decir legitima portio o legitima pars signiñcaba sola- se imputaba a ésta (Ulp., D.5.2.25 pr.). Esta solución
mente "la porción reconocida en la Ley de las XII será confirmada por Justinimo (C. 3.28.35.2; año
Tablas". Si los autores posclásicos y Justiniano la 530). Se establecerá el principio general de que toda
denominan así es porque hacen referencia a la por- liberalidad concedida en vida del testador debe ser
ción calculada respecto de lo que les hubiera corres- colacionada. Indudablemente, juega acá el principio
pondido ab intestato. Luego, los comentadores habla- de considerarlas como adelanto de la herencia (Inst.,
rán pura y simplemente de "la legítima", y es así 2.18.6; C.6.20.20). Así, aparke de las propiamente
como llega al derecho moderno y actual. donaciones, lo mismo ocurría si el pater había donado
2. Para determinar lo que le corresponde por esta intel- vivos una suma de dinero para que el hijo
quarta pars legitima, había que establecer primero e1 comprara un empleo imperial o un grado militar (ad
patrimonio neto del testador en el momento de su militiam emenda; Justiniano, C.3.28.30.2). Se ve, por
fallecimiento (C.3.28.6). Hay que computar todos los ello, que ciertos cargos resultahan venales.
bienes y créditos, incluso los sometidos a condición, A su vez, la dote a una hija no era computable
por lo menos mientras no se decida el hecho condi- para la quarta pars, porque ella entraba en el patri-
cional. Los bienes que han sido legados o donados monio de su marido. Pero el emperador Zenón permi-
mortis causa se incluyen en la masa hereditzuia, tió imputar sobre la 'legítima" la dote constituida a
puesto que hasta ese momento están dentro del pa- una hija y la donación propter nupttas* hecha a un
trimonio del testador (C.8.50.5-12; 8.57.2). hijo (C. 3.28.29; año 479). Para ello se empleaba una
Había que descontar las deudas que pesan sobre querella inoficiosi dotis.
la herencia y los gastos funerarios, así como el valor
de los esclavos manumitidos por el testamento (Ulp., 111. La querella inofftciosi testamenti se debe
D.5.2.8.9). interponer contra el heredero testamentario den-
Una vez calculado el monto de la masa heredita- tro de un plazo de cinco afios. Como se trata de
ria, había que calcular la "cuarta parte" de lo que le m a medida extraordinaria, s6lo se concede a
hubiera correspondido al heredero en la herencia ab fdta de otra vía disponible -ya del ius ciuile o .-
.. -
intestato. Se le computaba en su contra todo aquello del ius praetorium- (Inst., 2.18.2). El que pide .----..-
.-.-.
:--
A
2
-
.
que el heredero que se querellaba hubiera recibido la querella no debe contar con otro recurso para ..-.--..
-..
.
por causa de muerte, ya como heredero, como legata- obtener la herencia. Así, p. ej., si un hijo eman- -*.
rio, como fideicomisario o por una donación mortis cipado ha sido preterido en el testamento, como .
-.
--
-
...
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causa (Inst., 2.18.6; C. 3.28.36.1). En efecto, con ello tiene derecho a pedir la b.p. contra tabulas, no -.
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puede iniciar la querella. En cambio, sí lo tiene
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podía aducir que el testador había incumplido el si ha sido desheredado (Pmlo, D.5.2.23 pr.). .
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oficium pietatis. ...
Como se ve, sin entrar en mayores detalles, esta 1.Según una constitución del año 258 este plazo .-
.
..-.
---
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...
...
cuarta parte se calcula como la quapta Falcidia*.
3. Las donaciones inter viuos, en principio, no
no comienza a computarse para los menores de 25
años, sino desde que hayan alcanzado dicha edad
-
-.
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..- --.
entran en el cómputo de la masa hereditaria, puesto (Valeriano y Galiano, C.3.28.16; C.2.40.2). --
que no estaban en el patrimonio del testador al 2. Si el heredero perjudicado ha muerto antes de -
v . .
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-
momento de su muerte. Pero Alejandro Severo (Paulo, ejercer la querella, no la pueden iniciar sus herede-
.-.
D.31.87.31, ante un caso en el cual una abuela, para ros, pues se interpreta que ha perdonado la ofensa al .
impedir la querella, consumió su patrimonio en las officium pietatis. Pero si la había intentado antes de
donaciones hechas a su nieto, aceptó que se las ad- morir, o hubiese preparado su ejercicio con una inti-
mitiera, decidiendo que "exige la razón que se revo- mación al heredero, la guerelh podía ser continuada
que respecto de la mitad de lo que se donó". por sus herederos (Ulp., D.5.2.6.2; Paulo, D.íd.7).
Este precedente será completado por la legisla- 3. El que pedía la querella no tenía que haber
ción posterior (FV. $9 270-271:280-282; C.3.29). Se realizado actos que significaran un reconocimiento o
admitió una querella inoficiosi donationts (a senie- aceptación del testamento, puesto que de ser así que-
janza de la q.i.testamerzii; Constancio, C.3.29.9, año daba excluido de peticionaria. Así, p.ej., si el deshe-
redadc compró al keredero instituído cosas de l a he- 3..5.2.23.2; D.íd.17). Estos Cltimoy rio tienen derecbo
rencia, s~~biendo que lo era;.o tomó en a r r e n d d e n ~ o de invocar para sí el frian& ju2$icGil del querellante
caEpos hereditaiios, o le pagó deudas debidas a1 (Pap., D.5.2.16).
testadnr. Se entendía que con ello aceptaba la volun-
tad expresada en el testamento (Pazlo, D.5.2.23.1). B) Si el qaerellmte pierde 3a querella inof
Igualmente si aceptaba un legado (Paulo, D.íd. 31.3; ficiosi testamenti, el tectame:~to queda vaido.
D.íd.32 pr. y 1). El actor, en este caca, por haber injuriado Ia
. Por supuesto. esto ocurre cuando realiza estos memoria del testador es considerado indigno y
actos en su beneficio, pero no para otro. ,%sí, el tutor pierde todo legado o liberalidad, que queda para
puede reclamar el legado establecido para su pupilo el fisco (Up., D.5.2.8.44).
(lo cual para él es una obligación), pera ello no obs-
tante no pierde el derecho de iniciar la querella por 1. Un caso especial er2 el del tutor que pidió la
su propia cuenta (nomine suo; Inst., 2.15.4). querella en nombre de su pupilo desheredado. En
4. Una circunstancia especial se daba si d testa- caso de perder, por considerarse c p e estaba obligado
dor había dejado a sus hijos legados o donaciones a iniciarla, no cabe hablar de irid$-widad, y si existía
mortis causa imputables a la legítima, aiíadrendo que un legado en favor del pupilo &&e no deja de ser
si fueran inferiores a ésta, quería que la legítima válido (Inst., 2.18.5; Pado, D.34.9.5.2).
fuese "completada" según "el arbitraje de un vmón
honrado" (boni uiri arbitratu).
Según una constitución de Constantino (CTh. m. Ea Novela 11% de Jnc&EJdañao.
2.19.4, año 361), los legitimarios en este caso debían
aceptar la voluntad del testador, no pudiendo pedir 635. El emperador bizarttino, recogiendo
la querella, pero concediéndoles una actio ad supplen- algunas particdaridades del derecho posclásico,
danz íegitimarn, que era una actio i n personam para establecerá mayores precisiones. Sobre la base
pedir dicho suplemento. En caso de perder el juicio, de la Novela 18 (año 537) y p-slzlcipalmente de
no pierden la liberalidad otorgada, como accmía con la Novela 115 (año 541) trata de establecer m
la querella inoficiosi testamenti. sistema unificado, que tenia d p a s importan-
tes modificaciones en lo qne se refiere a la
IV. A) Si la querella prospera el testamelato sucesibn contra el testamentc~
queda rescindido (ipso iure rescissum est; Ulp., A) Los descendientes y l o s asceodientes, re-
D.5.2.8.16), de tal modo que se abre la herencia cíprocamente, deben ser iristibidos herederos o
ab intestato. De este modo, no sólo se beneficia desheredados en forma nominativa, expresando
el actor victorioso que percibe por ello su por- l a mención de la justa causa de desheredación.
cióri intestada, cino también todos los otros que Igual sucede con los hermanas germailos y me-
tiencri derecho a la l-ierencia a b intestafo (Ulp., dios hermanos consanguheoc, no los uterinos.
D.íd. 6.1). B) Quedan especificadas Iscs causas de in-
gratitud que el testador debía mencionar expre-
1. Sin embargo, podía suceder que el testamento samente como justa causa de desheredación en
se rescindiera sólo en parte. Así, p.ej., si había dos el testamento para excluírIa de la legítima
herederos instituídos A y B y el querellante gana fNov.115.2-4).
contra A y pierde contra B, sólo obtiene la parte de
A; Pap., D.5.2.15.2. Curiosamente, acá ocurriría que l. Respecto de las descendieates figuraban: e1
la herencia sena en parte testada y en parte intes- maltrato fisico al ascendiente; o la injuria grave; e1
tada, en contra de la regla nemo pro parte testatus et atentar contra su vida; Ia acusaridn criminal salvo
pro parte zntestatus (Ulp., D.2.5.24; D.íd. 25.1; Gor- delito contra el Príncipe; hacerse el hijo hechicero;
diano, C. 3.28.13, año 239). tratar de impedir que hiciera testsniento; no redimir-
2. En lo que se refiere a las manumisiones, lega- lo estando cautivo; no recogerlo y sostenerlo estando
dos, fideicomisos, dación de tutor, etc., contenidos en demente; delatarlo falsamente can perjuicio económi-
el testamento, en principio se consideró que habién- co; hacerse el hijo hereje; tener relaciones sexuales
doselo rescind~do,todas las cláusulas caían (-Jip., con la madrastra; hacerse gladiador o dedicarse al
D.5.2.8.16; Paulo, D.íd.28). teatro, salvo que el ascendiente &!era de esa profe-
Pero Justiniano terminó al final admitiendo la sión; no salirle de fiador a1 ascendiente preso por
idea contraria (Nov. 115.3.15, aiío 5421, de tal modo deudas, pudiendo hacerlo; hacer 12 bija vida licencio-
que todas ellas eran válidas. s a cuando sus padres ofrecen casmla y dotarla y es
3. El que triunfó en la querella tiene derecho a menor de 25 años (Nov.115.2).
pedir en principio la parte que le hubiera conespon- 2. Respecto de los ascendientes: acusar al descen-
dido nb intestato, pero eventualmente la podrá acre- cliente de delito que merezca la p e a capital, a no ser
centar respecto de aquellos otros herederos cb intes- crimen contra el Príncipe; atenta^ contra l a vida del
lato que han renunciado o perdido el juicio iPaulo, descendiente; tener relaciones se::ades con l a nuerzi;
prohibirle testar; no redimirlo estando cautivo ni so- cap. 1 de l a Novela 18, que establece que lo allí
correrlo estando demente; hacerse hereje; si uno de resuelto se debe observar respecto de todas las per-
los ascendientes atentara contra la vida del otro sonas que tenían derecho a l a antigua porción de la
(Nov.115.4). quarta.
3. Respecto de los hermanos: maquinar contra la vi-
da de su hermano; acusarle de algún crimen, causarle D) Si hubiesen sido exchuídos como herede-
una gran pérdida en sus bienes (Nov. 22.47). ros, es decir, haber sido preteridos o nominati-
vamente desheredados sin justa causa, éstos tie-
C ) La cuota de la legítima que antes era la nen la querella inofticiosi testamenti para lograr
quarta pars, queda ahora modificada: Si el tes- la nulidad del testamento, provocando que se
tador tiene hasta 4 Irrjos, la 'legítima" es de 11 pudiera pedir la parte que le hubiera correspon-
3, la cual se deberán repartir. Si tenía 5 o más dido ab intestato. No es s&ciente que le dejen
hijos era de 112 (Nov.lB.1). todo o parte de la legítima por legados, fideico-
misos u otra liberalidad.
1. Esto provocaba alguna circunstancia ilógica. E) Si los herederos 1egiDimarios habían sido
Así, si hay cuatro hijos: ,4, B,C y D, su legítima era nominativamente instituídos herederos, de tal
en total de U3, por lo que cada uno recibía 1/12 (es modo que han recibido en el testamento alguna
decir, 1 dividido por 3 para tener el tercio, y luego cosa, pero por una porción inferior a la legítima,
por 4 para ver lo que correspondía en particular a no pueden actuar por la querella: sino que de-
cada uno. Pero si eran cinco hijos, por ser la legítima bían ejercer la llamada actio ad supplendam
total de la mitad, la legítima de cada uno era de I/ legitimam, a los efectos de pedir el complemento
10, es decir, una porción mayor. faltante (C.3.28.30, año 528).
2. Curiosamente no se dice nada de l a legítima F) La rescisión .del testamento sólo abarca
de los ascendientes y hermanos, éstos pospuestos por a la institución de heredero. Las otras cláusu-
herederos indignos. Cabria suponer, como lo piensan las (legados, fideicomisos, rnanumisiones o da-
algunos, que seguía rigiendo la quarta pars. Quienes ciones de tutor) quedan validas (Nov.115.3, in
piensan lo contrario se apoyan en el párrafo Enal del fine).
e herederos y formas_g-- 3. La institución del '"nerede~onecesario" podía
ser hecha en primero, segundo G también ulterior
grado. Esto se refiere a las sustitu&.ones de herederos
5 636 . ~[~ses-+e&ere&ros.-P~ide:. en el testamento. De este modo, el i:estador que duda-
rar la _aceptación
--- -,- -
o repudio de la herencia, Gayo ba de su solvencia patrimonial, padia darle l a opcrtu-
nidad a otro heredero voluntario edablecido en grado
(2~~l~~ZZ~n,;ZZZZgntí^e los herere=*-cesa-
os "extraños". Esta diferenciación se anterior, p.ej. un amigo, para que si 10 veía convenien-
te aceptara, pero dándole la oportunidad para que, en
caso contrario, no aceptara la herer~ua,quedando siem-
do fallece el de cuius.E n ~ a m b i olos-
~ sepundos, pre el rescardo del '%heredero necesaino".
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11
a Pero, con sentido equitativo, el pretor le per-
mite al "heredero necesario" 12 ventaja de con-
servar los bienes adquiridos por éste después de
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ser-* : 6)3T1"z%a
-_5%-w
'%herederos suvos-.
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os la muerte de su anterior draeGéh, ahora patrono.
Siendo así, estos bienes no entran en el cómpu-
t o de la uenditio bonorum, a u n enando no se
5 637. I.erecEer-o n e c e ~ i sU11
. testador, alcance a pagar todas las deudas hereditarias
cuando tenía dudas acerca de la solvencia de s u (Gayo, 2.155; Inst., 2.19.1).
patrimonio, solía instituír heredero a su esclavo
propio, al cual le otorgaba al mismo tiempo la 4. Se trata de un verdadero caso de "separación
libertad en el testamento. Hacía esta institución de patrimonios" (separatto bonorum) de ta! modo que
previendo que si luego de su muerte 110 se podía los acreedores sólo p e d e r ; cobrase con los bienes
pagar las deudas y los acreedores iniciaban su del patrimonio del testador, pero el resto de los bienes
cobro por la velzditio bonorum*, la nota de in- -que son propios del liberto- deben ser separados y
famia que acompañaba este procedimiento no no responden de las deudas del de cuius (Ulp.,
recaería ya sobre su memoria, sino sobre el D.42.6.1.18).
esclavo manumitido (Gayo, 2.154; Inst., 2.19.1).
E~a,dQe-~-n-e~c$g&o~_C,~ce ssa r iu s 5 638. IL. Hesederos sayas y necesarios
( s e et k%
e-i*
o
n - --los hilos-e
+k&La ) -lo mismo que
la m o r in m a a' en lugar de hija
pretor, quizá ya en el ultimo siglo de Ia Repú- estaban sometidos a l a potestas del causante.
blica. concediendo al suus lzeres la riosibilidad TanY6~nnsOnnGn7m~herederos"vol&ta-
de "abstenerse de l a herencia", lo c u k tenía el ---
efecto principal de liberarse de la responsabili- ticamente
dad por las deudas cuando éstas eran muchas tienen que expresar s u voluntad de aceptar ser
y superaban e1 acervo hereditario (Gayo, 2.158; herederos ( C G W m a aéep-
Inst., 2.19.2). tación de la herencia es denominada "adción
- de
ki?%%?en&a:T&tio hereditatts: de ad -ire , "ir
l . Gayo (2.160; 163) la denomina potestns absti- hacia la herencia").
zzendi. También se la llamó facultas abstinendi (Ga-
yo, D.29.2.57 pr.) y ius abstinendi (Marciano, 1. Así, entran en esta categoría, en caso de he-
D.28.5.86.1). En cambio, la expresión beneficiuzn abs- rencia testamentaria, ante todo las personas total-
tirzendi, generalmente usado por los modernos, sólo mente extraiias a la familia (&, p.ej., un amigo del
aparece una vez (Ulp., D.29.2.71.4). testador).
2. Esto significaba, por un lado, una considera- Pero también los hijos que han dejado de estar
ción más benigna para el suus, pero por el otro, un bajo l a potestas del testador (así, los emancipados y
deterioro del oficium pietatis, ya que al abstenerse los dados en adopción).
de l a herencia, los acreedores iban a ejercer l a ven- Igualmente, si la madre hacía testamento insti-
ditio bonorum contra el ascendiente, que arrastraba tuyendo a sus hijos, éstos son "extraños" puesto que
l a tacha de infamia sobre su memoria (Gayo, 2.158). no tiene la potestas sobre elles.
3. Si se trataba de herencia testamentaria, el También el esclavo que fue manumitido en vida
pater podía contemplar la situación instituyendo al del testador y hecho liberto, si se lo instituye here-
hijo así: "Que sea heredero Publio Mevio, si quisiera dero será "extraño". Adviértase que es u n caso distin-
serlo". En este caso, la herencia no le pasa ipso iure, to del 'Sieredero necesario", puesto que éste es manu-
sino cuando se cumpla esa condición potestativa de- mitido post mortem del testador, precisamente con el
mostrándose que ha aceptado la herencia (Hermog., testamento.
D.28.7.12). 2. En l a herencia ab intestato del ius ciuite, el
agnado próximo será "extraño", precisamente por
C ) Este ius abstinendi no debía ser pedido no ser sui heres y no estar sometido a l a potestas
al pretor. Los sui heredes lo adquieren simple- del causante. Por ello es que deben aceptar la he-
mente por no inmiscuirse en la herencia pater- rencia o repudiarla (Gayo, 3-12; Inst., 3.2.7; Ulp.,
n a (Ulp., D.29.2.121, y de este modo evitaban la 26.5).
eventual venditio bonorum a su nombre, reali- En igual situación están los herederos confor-
zándose ésta a nombre del difunto (Gayo, 3.78; me al S.C. Tertulliano* (la madre no agnada respecto
Javol., D.42.5.28). Si los acreedores pretenden de sus hijos) y Orficiaizox (los hijos respecto de su
iniciar la uerzditio bonorunz contra el heredero mzdre).
5 640. En el derecho ciásicc hubo dos modos La clairsula ';estamentaria po&a ser así: "Ti-
de aceptar la herencia gor parte de esta clase cio, sé heredero, y haz la cr.e$o dentro de los
cle herederos: la pro herede gestio y l a cr-eiio. 100 días sipientes a aquel ea que tengas cono-
cimiento y puedas practicarla. Si zlo la hicieras,
1. Pro herede gesBo. En general, la delación sé desheredado" (Gayo, 2.1651; mp., 22.27).
de la herencia (delutio he7-ecfitatis)era ofrecida d Si el heredero instituida decidía aceptarla
heredero extraño. Una vez q-ue estaba en conoci- debia decir las siguientes palabras: "Puesto que
nliento de dicho ofrecimiento, desde los primeros PubLio Mevio me h a instituído heredero en s u
tiempos, se consideraba que el heredero aceptaba testamento, yo he decidido aceptar l a herencia"
la herencia si realizaba actos que implicaban el (Gayo, 2.166; Ulp., 22.28). Esza declaración ri-
"actuar conlo heredero7' ígeiere pro herede; de ahi t a a l no requería de otras formas: pero resulta
pro herede gestio). Así, p.ej., si manifestaba su obvio que se realizaba en presencia de testigos,
simple e informal voluntad de adir la herencia, si ya que de lo contrario el heredero no podría
solicitaba la bo7zor~~mpossessio al pretor, o si se probarla.
"inmiscuía en los bienes hereditarios vendiendo
bienes del acervo hereditario, o reclamando a los 1. En un principio, el heredero sesalaba el plazo
deudores hereditarios el pago de sus obligaciones, de Pa deliberación para la cretio, pero sin contener la
o cultivaba los campos o los daba en arrenda- cláusula de desheredación. Así, p.ej.: "Ticio, sé here-
miento (Gayo, 2.163; 167; Inst., 2.19.7; Ulp., 22.25). dero y haz l a cretio dentro de los 100 &as próximos".
Esto le permitía al heredero tomas esta orden como
1. En los Fragm. de Autun (2.44) se dice: "¿Qué una invitación, pero no tenía efec~osdecisivos sobre
es actuar pro herede? Es tener la intención de tomar s u actitud: podía hacer la cretio o Ta pro herede gestio
la herencia (anirnus capiendi hereditatern): por e110, dentro de los 100 días, o posteriamente. Los viejos
si tengo las cosas (hereditarias) o en presencia de juristas republicanos se atuvieron a l a literdidad de
amigos digo que quiero ser heredero, se satisface la lo escrito, de tal modo que ni siq-aiera consideraban
aditio de la herencia". "condicional" la institución de heredero (la condición
2. En relación con l a ltuda uoluntas de querer ser sena la cretio).
heredero, que tarnbiCn aparece en Gayo (2.167) y en Por ello, para acentuar la vo2antad del testador,
las institutas de Justiniano (2.19.71, algunos autores se acostumbró agregarle la cláplmla de deshereda-
lo dan como un caso especial -un tercer modo de eión: "Si no haces la cretio dentrc de los 100 días sé
hacer la aditio-, pero lo más probable es que repre- desheredado", con lo cual desaparecr'a el problema.
sente una modalidad de la pro herede gestio, y no Cuando no se la intercalaba, se la denominaba cretio
conlo una forma de aceptación distinta. Obviamente, impe7ífecta (Ulp., 22.34).
esta nuda volztntas debe manifestarse de algún modo, 2. ¿Qué pasaba si en una ci-etio imperfecta se
con conocimiento de la situación de la herencia reemplazaba la cláusula de desheredación por una
(destinatio arziini; Pap., D. 50.17.76). sustitución de heredero? Así: "Si n-o haces la cretio,
que sea heredero h'levio".
TI. Cretio. La pro herede gestio fue l a forma Si el primer heredero instituí20 no hacía la cretio
más antigua. Pero en principio, el heredero ex- pero realizaba actos que signirlcz-ran l a pro herede
traño no tiene un plazo para que se decida a gestio dentro de los 100 días y ?+fevio,el sustituto,
aceptarla. Él puede deliberar mientras viva si aceptaba la herencia, se planteaba el problema de
acepta o no l a herencia (Gayo, 2.167; Ulp., 22.25; que el primer heredero no había cumplido con la
Inst., 2.19.7). Lo único que tiene es un derecho orden de la aceptación expresa por la cretio, aunque
a adquirirla, que en vida puede trasmitir a otro también era cierto que había hecho l a pro herede
por la in iure cessio heredifatis (Gayo, 2.35; gestio.
3.85; v. ilzfra, 5 652). Pero si muere antes de Los juristas clásicos se inclinaron por aceptar
haberse decidido, l a herencia no pasa a los he- que si el primer heredero institufdo había actuado por
rederos, ya que la vocación hereditaria le perte- la pro Izerede gestio antes de que finalizara e1 plazo de
necía a él y era personal e intrasmisible a sus deliberación no quedaba excluído, de tal modo que si
herederos (C.6.51.1.5, refiriéndose al derecho an- luego el sustituto hacía la cretio, ambos eran herede-
tiguo; ver infra, 5 642, E). ros, cada uno por l a mitad (Gaya, 2.171-178).
a ) Ya en la época republicana, para evitar Esta solución fue desestimada por Marco Aurelio,
los lógicos inconvenientes que arrastraba esa quien atribuyó toda la herencia al heredero instituído
dilación, se acostumbró a que el testador le en primer término si había hecho l a pro herede gestio
impusiera al instituído l a obligación de que si (Ulp., 22.34; era la opinión de Sahino, Gayo, 2.178).
quería ser heredero debía aceptar en forma ex- Sin ninguna duda, en cambio, sí el primero ins-
presa la herencia dsntro de un cierto plazo de tituído no hacía la cretio ni la pro h e ~ e d egestio
deliberación (spatizcm deliberandi; Gayo, 2.164; dentro de los 100 días, entonces q-iredaba excluído de
ulp., 22.27; 22.25). la herencia (Gayo, 2.177; Ulp., 22.30).
6 ) Cuando en un testamento no existía la requiere el consentimiento del curador ((2.5.26.1; eiio
cretio, o tratándose de herederos extraños ab 531).
intestato, intervenía el pretor permitiendo que 2. No la pueden aceptar los infantes ni los furio- r-
.:
... -.
-
los acreedores o los legatarios intimaran al he- si. Por una constitución de Theodosio 11 y Valentinia-
.--..
redero para que explicite si aceptará o no la no 111 (C.6.30.18) se permite que el padre y el tutor
herencia (interrogatio a n izeres sit). El heredero puedan aceptar la herencia en nombre de los Infantes. .~
,
.T.
..
~
( s p a n u m deliberandi). El pretor no concedía me- ca, y si bien se deduce que l a opinión predominante 6:
i
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.
nos de 100 días (Ulp., D.28.8.1; Paulo, D.íd.2). fue la negativa (Afnc., D.29.2.47; Marcelo, D.íd.63): *"-z
Si el heredero dejaba trascurrir el plazo de de- Justiniano admite la licencia -y la necesidad- del -..-
.-
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liberación sin decidirse, los acreedores, a falta curador de tomar l a bonorum possessio. ..
. ...-
L-
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----
de otros herederos, a los cuales en segundo o ...-
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ulterior grado le correspondiera la herencia con .
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miento, ante el resultado 6 n a l negativo o sin ,..-..-
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resultado, podían iniciar la venditio bonoí-um de 1. E1 heredero debe tener la testamenti factio - A--. .
la herencia (Marcelo, D.28.8.10; Ulp., 13.29.2.69; passiua en el momento de la confección del testamen- .----
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'-"
EP, 8 208).
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cid0 de dos formas distintas: 2. La t.6 passiva la tienen el mudo, el póstunlo, .-...
.--.
.
a ) "Haz la cretio dentro de los próximos 100 el infante, el filius y el esclavo ajeno, porque aunque .--.
..
días contados a partir de l a muerte del testa- no puedan hacer testamentc pueden adquirir por 6..2-.
dor". Esta forma era llamada "cr-etio de término testamento, ya para ellos o pma otro (Inst., 2.19.4). .-
llamada "cretio vulgar" (cretio vulgaris); Gayo, herencia, no puede adirla en parte, dividiéndola (Pau-
,
.--
.-.
-
2.171; Ulp., 22.31. lo, D.29.2.1). Si la aceptara pro parte, se considera .-
--- \-
Como la primera computaba el plazo de los que la h a aceptado en forma total (Ulp., D.íd.10). .--
..
-.
-
100 días de manera automática a partir de l a Si fue instituído por varias partes de la herencia, ..
muerte del testador, ello podía ocasionar perjui- no puede repudiar algunas y aceptar otras (Ulp.,
. ..
-
--=
..-.
-
cio irremediable al heredero cuando por cual- D.íd.2; Paiilo, D.íd. 80 pr. y 1; C.6.30.20). --
---
-
-
-
---
A-
.-..
quier causa, así no haberse enterado, está im- 2. Además, la aceptación debe ser pura y simple,
pedido de optar. Por ello es mejor y más es decir, sin supeditarla a una condición o a un plazo .--.
--
-.
--- .
-
conveniente usar la cretio vulgaris (Gayo, 2.172; (Afric., D.29.2.51.2; Pap., D.50.17.77). Ello obedece a .-
..
Uip., 22.31-32). que quien acepta ser heredero debe siempre conti-
nuar siendo tal (regla semel heres, semper heres). ..-......-
..
Ei 642 .. ----.-
herencia. Dada l a i D)--&+~M-U~C~~=RS &-r~v o- .--
5.-=
-
-- -.
aceptación de la herencia (aditio hereditatis). se cable. ..-
...--.
.--
-.
--
_q_s_
debían cuminlimentar ciertos requisitos: [*?
-.
\g.
1. Mientras dure el spatium deliberandi el here- -.
?f.
dero instituído puede aceptar Ia herencia o repudiar-
la. Pero, mientras esté vigente dicho plazo si ha , .-
----
--u
-
l . Cuando se instituye heredero a un esclavo decidido no aceptar la herencia, puede sin embargo
ajeno o a un filius de otra familia, la aceptación arrepentirse y cambiar de opinión aceptándola. En
debía contar con la autorización (iussurn) del domi- cambio, si deja trascurrir el plazo de deliberación sin
nus del esclavo o del pater de dicho filius (Gayo, decidir nada o la h a repudiado sin arrepentirse antes
2.187; Ulp., 22.12). El hijo y el esclavo son los que de cumplido el plazo queda excluído (Gayo, 2.168;
deciden aceptar, pero luego de aceptada, el único Wp., 22.30).
heredero es el dominus o el pater, conforme a las 2. La repudiación no exige ninguna forma salem-
reglas de adquisición familiar. ne. Puede hacerlo en forma expresa, o en forma
El impúber pupilo la puede aceptar con la auc- tácita mediante cualquier indicio que demuestre su
toritas de su tutor. Respecto del menor de 25 años se voluntad de no aceptar (Paulo, D.29.2.95). Igualmen-
dero. La única excepción está dada respecto de modo que la aceptacion de m o de ellos se refie-
los derechos que son. "personales" y que se ex- re a todo el patrimonio hereditario, si bien con-
tinguen con la muerte del causante, como p.ej. curriendo con otro u ofzos hacen "concurso de
el usufructo o el uso. partes" (partes concursu fiant). Pero ante la fal-
ta de uno de ellos, el otro u otros herederos
1. La sucesión se produce respecto de los dere- pasan a acrecer la porción que le correspondía
chos, pero no en cuanto a las situaciones de hecho, a aquél. Esto se opera de manera automática
como, p.ej., la posesión (Scev.-Ulp., D.47.4.1.15). Esto (ipso iure), no necesitándose que se haga una
significa que el heredero para llamarse poseedor de- adición por parte del o de 10s beneficiados. Más
bía efectivamente entrar en la posesión de la cosa. a h , se produce hasta contra su voluntad, ya
Sin embargo, a los efectos de la usucapio, se puede que éstos no pueden r e h u s a r s e (Gayo,
sumar la posesión del causante a Ia del heredero (v. D.29.2.53.1).
supra, $ 240, E, 2). A) En la herencia ab intestato el acrecenta-
2. Si hay más de un heredero, mientras no suce- miento tiene lugar siempre. Así, p.ej ., el pater
da la división de la herencia, las cosas son manteni- ha dejado tres hijos: A, B y C. Si C muere sin
das en comunidad. Cada heredero tiene una cuota de dejar herederos, la parte que le correspondía
participación conforme a la porción en que ha sido acrecentará su parte, de tal modo que en lugar
instituído. Así, hay dos herederos: A por U3 y B por de tres partes, cada uno de ellos tendrá la mi-
213. Si en la herencia hay un predio, él está en tad de la herencia.
condominio, de tal modo que a A le corresponde una
cuotaparte de 1/3 y a B otra de 213. 1. Supongamos ahora que n o ha dejado sui here-
3. El estado de indivisión cesa por la p h c i ó n de des. La herencia le corresponde al agnado próximo. Si,
la herencia, que puede ser privada y amigable o p.ej., hay dos A y B en el mimo grado, cada uno con
recurriendo al magistrado por la actio famtliae ercis- derecho a la mitad. Si B no acepta la herencia, sino
c~ndae:~. que renuncia a ella, entonces todo va a A (Ulp., 26.5).
2. Incluso si A había *aceutado la herencia v
hubiese muerto al tiempo que B había repudiado la
cia, el acrecentamiento se produce lo mismo, en
de los herederos de A CNiarciano. D.38.16.91.
l w e-d i t g i o s , - s i n o con los suvos Dr.0- .
pios. Esto se enuncia con el principio ultra vires B) En la herencia testzmentaria, en caso de
ser varios los herederos A, B y C lIarnados al
-- todo, sin asignación distinta de partes, en caso
de que uno de ellos C no hubiera aceptado la
herencia o hubiera premuerto, la herencia se
reparte por mitades entre A y B.
l. En caso de ser varios los herederos, la respon- La herencia se debe repartir entre todos los
sabilidad por las deudas hereditarias le corresponde herederos instituídos por el testador. Acá el ius
a todos ellos. adscrescendi se basa en la aplicación de la regla
Si las obligaciones son divisibles, la responsabili- Nemo pro parte testatus, p r o parte intestatus
dad es según la cuota hereditaria. Así, una obligación decedere potest. Por ello, basta que exista un
de 90, siendo los herederos A por i/3 y B por 2/3, A heredero testamentario pasa que éste acrezca
deberá pagar 30 y B 90. La regla ya existente en las las partes de los que alcanzaron a serlo. Tal
X I Tablas (5.9) era que las deudas se dividen ipso como lo habíamos dicho, la aceptación de la
iure (nomina zpso iure divisa sunt; nomen = "asiento herencia es in solidum, pudiendo ocurrir el con-
en el codex del pater). curso cuando existan otros coherederos; obvia-
Si la obligación era indivisible o solidaria, cada mente si éstos faltan, se produce el acrecimien-
uno de los herederos debe el total (in suliáurn). to. Así lo dice la regla fundamental establecida
por Celso (D.38.20): "Instihir herederos en for-
ma conjunta (coniunctim) 0 legar en forma con-
1. Acrecentamiento entre coherederos. junta significa esto: Dar a cada uno toda la
herencia o todos los legados, aunque las partes
5 645. Cuando existen dos o m& herederos se hacen por los que concurren".
y uno de los llamados a la herencia no quiere Sin embargo, hay que atender a la forma
o no puede ser heredero, su cuota pasará a como el testador ha efectuado las instituciones
acrecentar la porción del otro u otros herederos. de herederos, haciéndola en forma separada (di-
A esto se lo llama "acrecer" (ius adscrescendi). siunctim), o formando grupos (coniunctinz).Cum-
La idea romana es que la herencia le es do ocurre lo primero, cada uno acrece la parte
deferida in solidum a todos los herederos, de t a l del heredero que falta en forma proporcional a
su cuota. Cualldo ocrzlrre la seg-mdo, s e da pre- Par? ciertos casos, se suele ms:fifen?r el "acrecen-
ferencia a los herederas. del mismo grupo. tamiento" tradicional -vetum ius-; as' en fa-or de
los descendientes o parientes den'ir~del tercer grado
1. Según lo explica Paulo en un texto didáctico que hubiesen sido instituídos en e l testamento (hnp.,
(D.50.16.142), pero que resulta interesante para ana- 17.3; cit. C.6.51.1 pr.).
lizar los casos, la coniunctio puede ser de tres clases Justilliario dsrogó el regime3 de l a caducidad,
distintas: pera estableciendo que el acrecemkmiento debía en
a ) co7ziunctio 7-e et uerbis (en la cosa y en las ciertos casos cumplir las carga? testamentarias
f6rmulas). Así: "Que sean herederos Ecio y Mevio (6.6.51.1. 4 y 9; infra, 662, C, 1:i.
por mitades". Acá no hay problema de interpretación, 3. E a y que recordar que en el derecho anti-
ya que a ambos les corresponde l a herencia por mi- guo, 21 acrecentamiento se redizaba sine honore,
tades". Si uno de ellos na acepta la herencia, el es decir que el heredero b e n e f i k d o no está obli-
acrecimiento se reaiiza en favor del otro, que se gado a cumplir las cargas, legadas y fideicomisos
queda con el todo. qxie p a v a b a n al heredero que no aceptaba l a he-
b ) coniulzctio uerbis tantuln (sólo en las palabras rencia.
de la institución de heredero). Así: "Que sea heredero Pero esto se modificó por una decisión de Septi-
Ticio; que Gayo y Mevio sean herederos por partes mio Severo (Ulp., D. 3 1.61.1, recordado en 6.6.51.1.9).
iguales". Se entendía acá que 1s voluntad del testa-
dor era establecer heredero por un lado a Ticio, y por
el otro, conformar un grupo con Gayo y Mevio. Por II. Remedios para Isa respmsb2ídad
tanto, a Ticio le corresponde U2 y la otra mitad le por deudas.
coi-respondía 1/4 a Gayo y lí-4 a Mevio.
Si Gayo no aceptaba, el que acrecía era Mevio si 5 646. Tal como lo h a b í m o s visto (supra,
es que aceptó la herencia. Ai contrario, si Ticio es el 8 644, B), desde que se adquiere la. herencia, ya
que no acepta, Gayo y Mevio acrecen s u parte, de tal fuere ipso iure (caso de los hvzrederos "necesa-
modo que se quedan con toda l a herencia por mitades rios"), ya a p d r de la acepta&6fe de l a heren-
para cada uno. cia (caso de los herederos "exkrafíos" o "volunta-
C) conzunctio re taiztum (solamente en la cosa). rios"), el patrimonio del causante se confunde
Así: "Que Ticio sea heredero de l a mitad; que Seyo con el del heredero, de tal mada que éste deberá
sea heredero por !a parte en que instittiá a Ticio; que responder por las obligaciones de1 de cuius y
Sempronio sea heredero por la mitad". obviamente por las suyas.
Juliano decía que se puede, por un lado, in- Cuando se estaba en preseacia de una he-
terpretar que se han hecho tres mitades, lo cual rencia cuyo pasivo superaba al activo, se habla
sería ilógico. Pero, por el otro, cabe pensar que de "herencia dañosa" (hereditos damnosrr ; Jul.,
lo conecto es pensar que Seinpronio es heredero por D.17.1.32; Gayo, D.29.2.57.1). S e g h ya vimos,
V2, mientras que Ticio y Seyo lo son por la otra si se trata de un suus heres q u e - sospecha esa
mitad (l/4 a cada uno). En efecto, ambos han sido situación económica, puede renm-ir al belzefi-
unidos de manera más íntima, formando un mismo cium abstinendi*, de tal modo que e n caso de no
gruP 0. existir otro heredero o boizol-ZLXL possessor que
Si Ticio no acepta la herencia, el que acrece es pida la herencia, los acreedores deberán dirigir
Seyo. Al contrario, si el que no acepta es Sempronio, la venditio bonorum contra los bienes heredita-
el acrecimiento beneficia a Ticio y a Seyo, que se rios. También, en el caso del '%eredero necesa-
deben repartir la herencia por mitades. rio", el esclavo manurnitido p m el testamento
2. El régimen del acrecentamiento s e vio cornpli- podía pedir la separatio b o n o r ~ m de
: ~ 10s bienes
cado con las leyes caducarias de Augusto, por cuanto hereditarios respecto de los propios adquiridos
alguno de los herederos podía ver que s u parte se por él después del deceso del de cuius.
tornaba "caduca". En principio, quedaban sustraídas Pero en el caso de un heredero "errtraño",
al acrecentamiento de los otros herederos, yendo a &ente a tal situación, para evitar 0 Limitar esa
parar al fisco. responsabilidad, le cabía:
Pero se admitió como "premion que dichas partes a ) no aceptar la herencia a rep~3udixTa;
caducas fueran ofrecidas a los herederos, y en su b) pactar con los acreedores, m t e c de la
defecto a los legatarios, siempre y cuando que cum- aceptación de la herencia, que no l a aceptaría
plan los requisitos de las leyes caducarias. Siendo salvo una reducción de l a s deudas (Ulp.,
así, el acrecentamiento es volmtzrio, es decir, no se D.2.14.7.17; v. D.íd.8-10);
produce ipso ir~resino que hay que pedirlo pudiendo C) pedir a los acreedores q.e para aceptar la
reivindicar la parte (const. de Caracalla, L?p., 17.2). herencia, éstos le debían dar srrr mandato de
Este "premioJ1conllevaba la obligación de cumplir los hacerlo. Con ello el heredero SS protege, ya que
legados y fideicomisos correspondientes a la parte al ser mmdatxio cuenta con la aamaetoi mandati
caducz ( c z ~ ~honor-e).
n corztraria+' contra todo perjuicio- que pudiera su-
frir por la responsabilidad de las deudas del 3. Se podía presentar el caso de que los acreedo-
testador (Ulp., D.17.1.32). res del de cuius han obtenido la separacion de patry-
monios. Se han querido cobrar con los bienes heredi-
3 647, Pero una vez aceptada la herencia, la tarios, pero agotados éstos h a quedado algún saldo.
situación de heredero es irrevocable, y no puede Mientras tanto, el heredero que aparecfa como insol-
arrepentirse (principio: senzel heres, semper he- vente (por eso se pidió la separatio bonorurn), resulta
res). Al formarse una sola masa patrimonial (la que ha obtenido ingresos inesperados y ha podido
del causante y la del heredero), esto podía apor- pagar todas sus deudas prop2as. ~Podrianir ahora
tar serias consecuencias económicas, tanto para contra los bienes del heredero para cobrar los saldos
los acreedores como para el heredero. Así, po- impagos?
dían presentarse estos dos supuestos: La cuestión divide a los juristas. Por un lado,
A) Los acreedores del causante que están en Papiniano (D.42.6.3.2) lo permite siempre y cuando
la expectativa de cobrar sus créditos, por cuanto se haya satisfecho a todos los acreedores propios del
habían tenido negocios con una persona solven- heredero. En cambio, Paulo y Ulpiano sostenían que
te, que había dejado una herencia que contaba no, entendiendo que al rechaza la persona del here-
con bienes suficientes, podían ver burladas sus dero al pedir la s.b., optaron por querer cobrarse
esperanzas de cobro si el heredero, en cambio, únicamente con los bienes de la herencia (Paulo,
contaba con un patrimonio cargado de deudas, D.íd.5; Ulp., D.íd.1.17, quien habla de que ésta era la
ya que iban a formar una sola masa con los solución generalmente admitida).
acreedores de dicho heredero. 4. En cambio, como habíamos dicho, sobrando
B) Frente a una '%herencia dañosa", el here- algo de la herencia luego de Haberse cobrado todos
dero debía responder de las deudas del causante los acreedores que habían pedido la s.b., los acreedo-
más allá del monto del activo de la herencia res personales del heredero podían cobrarse con ellos
(ultra vires hereditatis), y ello lo debía hacer con (Paulo, D.42.6.5).
su propio patrimonio. 5. E1 derecho a pedir la separatio bonorurn se
Para solucionar iiiás equitativamente ambos extendió a los legatarios, pero éstos deben esperar
problemas, se establecieron dos beneficios: que primero se cobren los acreedores que pidieron la
separación de patrimonios (JESEiano, D.42.6 pr.).
E ' *consti-
tución del año 531 (C.6.30.22), creó este benefi-
cio para todos los herede~os.EL heredero que
"acept~.&~íbenefic"l aeeíE6n@az2ZJ
-
no queda obligado a pagar a los acreedores
.causante ~ á allá s del m o n t ~ l o
-
bienes
s
del
he-
-- - - - - -_
go de haber intentado cobrarse los acreedores del rgdii-?aros (v. supra, ' 5 643, b y e ) ,
causante con los bienes hereditarios. Los acreedo-
res del heredero se beneficiaban si quedaba algún 1. Como se ve, se trata de una excepción al
excedente de la herencia, pudiendo ejecutar sus principio de la responsabilidad ultra vires hereditatis.
créditos con este sobrante y, obviamente, con los PJ contrario, se puede decir que conlleva el principio
bienes propios del heredero (EP, 8 223; D.42.6). de la responsabilidad intra vires hereditatis (hasta el
monto de los bienes hereditarios).
1. Los únicos que podían pedir la separatio bono- 2. Para poder tener este beneficio, el heredero
rum eran los acreedores del causante. Sólo beneficia- debía cumplir el siguiente procedimiento:
ba a quienes la hubiesen pedido; de lo contrario a) Debe aceptar la herencia, pero dentro de los
quedaban equiparados a Tos acreedores del heredero 30 días de la delación de ella, debe comenzar a hacer
(Ulp., D.42.6.1.16). Estos últimos nunca la pudieron un inventario ante un escribano (tabularius).
pedir, ya que habiendo celebrado negocios con el he- b ) Dicho inventario debía estar terminado en un
redero han aceptado por adelantado las consecuen- término de 60 días; se podía extender a un año si los
cias de sus actos (Ulp., D.íd.1.2). bienes estaban en lugares diskintos.
2. Tenían el plazo de cinco años, a partir de la C) Debía ser hecho en presencia de los legatarios,
aceptación de la herencia, para pedirla, siempre y fideicomisarios y acreedores, o si ellos estuvieran au-
cuando vigente dicho plazo no se haya producido una sentes, en presencia de tres testigos que posean bie-
confusión de ambos patrimonios (Ulp., D.íd.12-13). nes y residan en el mismo lugar.
Una vez pedida, si se habían equivocado sobre la d ) El heredero debía poner s u firma (subscriptio),
insolvencia del heredero, no podían dejar atrás la declarando que no ha tomado ningún bien de la
separatio bono~um,salvo probando una causa de error sucesión. Si se probara lo contrario, es condenado a
excusable (Ulp , D.l'd.17). devolver el duplurn (C.6.30.22.2 y 10).
3. Luego pagaba a los acreedores a medida que I Entre estos criterios pariiculares poden~osrrreri-
éstos se presentaban. Los acreedores hipotecarios eran cionar los siguientes:
preferidos a los quiro,aaCarios, y éstos a los legata- a ) Cassio, respecto de si el esclavo hereditko
rios (C.íd. 22.5-8). Para poder pagar, el heredero po- podía estipular en favor de la herencia, estableci6
día vender privadamente los bienes hereditarios. que podía l-racerlo, argumentando cpe cuando acepta-
Si sobraba algo, después del p g o de las deudas ra el heredero la herencia se retlpatraía al momento
y de los legados, quedabsl para el heredero. de la muerte del causante (Gayo, D.45.3.28.4).
4. Si no se hacía el inventario en término, o se b ) Sobre el mismo caso, hablaado de que el escla-
había solicitado el spaiium delibel-undi, la herencia vo podía estipular en favor de la herencia o recibir
queda sujeta a las reglas generales del ius ciuile cosas por tradición, se dijo que la persona del Qifun-
anterior, es decir que se responde en forma plena to, no la del heredero, es sostenida por la herencia
(ultra uii-es Izereditaiis); v. supra, 643, c. (Jul.--Up., D.41.1.33.2 y 4).
Pero también el criterio opuesto, esto es, que en
el intervalo es la persona del heredero la que es
sostenida por la herencia (Ponip.. D.46.2.24); o atri-
buyendo los derechos y obligaciones a la herencia
misma (Paulo, D.3.5.21.1; Hermog-, D.41.1.61 pr.).
A) Herencia yacente.
Estos distintos criterios signiiican que el patri-
$ 650. Como lo hemos visto, en el caso de los monio hereditario se halla s o m e ~ d oal derecho de
herederos "extraños" podía mediar un plazo en- sucesión, y por ello el causante o el heredero actúan
tre la delaclón de la herencia y su aceptación. por ella, mientras el esclavo subsiste zn potestate,
Igualmente, aun tratándose de u n suus heres, si aunque sin dueño.
había sido instituído bajo condición, hasta que 2. Uno de los problemas principales era la caren-
ésta se cumpliera, o tratándose de un heredero cia de ejercer la actio firti respecta de cosas sustraí-
póstumo, hasta que se produzca s u nacimiento. das de la hereditas yacens.
En el lapso intermedio l a herencia está en Sólo se la permite en ciertos E ~ o especiales:
s así,
una situación muy particular. Se habla entonces si antes de la aceptación de la herencia, el heredero
de 'Sierencia yacente" (hereditus yacens; Ulp., D. era poseedor de la cosa (Gayo, 3.201); o si un tercero
36.4.5.20; D.43.24.13.5). Es una herencia que "no era poseedor a nombre de la herencia: así, si el
tiene aún heredero, pero espera tenerlo". Por ello causante había dado a otro una cosa en prenda, o
no hay que confiu~diriacon la 'Serencia vacante", aun siendo tenedor, la había da60 en comodato; o
situación que se produce cumdo, p.ej., nadie ha también en usufructo (Marcelo, IE.41.2.68; Scev., D.íd.
aceptado la herencia, pues en este supuesto la 69).
herencia "no tiene heredero ni espera tenerlo". Los juristas clásicos no pudieron restringir la
1. ya desde la época republicana se conside- ausencia del firturn, por cuanto además estaba im-
raba que las cosas pertenecientes a la herencia plicada la usucapio pro herede. Lo que se hizo h e
son res Í Z Z L I I ~ U S(Gayo, D.1.8.1 pr.; Ulp., D.43. sancionar como delito el despojo de la herencia, me-
23.13; res sine d o m i n o , Ulp., 13.15.1.3 pr.; diante la sanción por Marco AureEo del crimen expi-
D.38.9.1 pr.). latue hereditatis (Marciano, D.47.19.1; C.9.32), aun-
De este modo se daba l a situación curiosa de que se recalca que pese a ello, no se concede la actio
que el esclavo que perteneció al causante, con-
firti en el caso de la ?herencia yacente" (Ulp.,
tinúa i n potestate, pero sin dominus. Los crédi-
D.47.19.2.1; Paulo, D. íd.6).
tos en favor de l a herencia, lo mismo que las
3. En otros casos -así, por danos injustos su&-
deudas de ésta, c o n t i d a n subsistentes, pero
dos por un esclavo hereditario-, Celso otorga la actio
careciendo de titular concreto, activo o pasivo,
no pueden ser ejercidas. Cuando el heredero legis Aquiliae al heredero (D.9.2.93.2); o si fue arre-
acepta l a herencia, sólo entonces adquiere la batada una cosa con violencia o con clandestinidad,
titularidad del dominio y de las obligaciones, se le concede al heredero el interdicto respectivo (Ulp.,
sin retrotraérsela al momento de la muerte del D.43.24.13.5).
causante. Como consecuencia ineludible, siendo 4. Mientras estuviera yacente Ia herencia, el pre-
res nullius, si alguien se apoderaba de alguna tor podía nombrar un curador de los bienes (Ulp.,
cosa no cometía furtum. D.42.4.8; Hermog., D.50.4.1.4).
En la época clásica, los juristas, siempre
renuentes a establecer doctrinas generales, tra- 11. E n la época posclásicsi, en el Derecho
taron de resolver los probIemas concretos en vulgar, la herencia fue considerada como una
cada caso particular. Pero en líneas generales persona jurídica. Se dijo que la herencia hace
continuaron admitiendo l a hereditas yacens co- las veces de persona (hereditas personae vice
mo la situación de una herencia sin titular, fungifur: Florentino, D.46.1.22: itp.) o que la
tanto respecto de las cosas como de los créditos herencia obtiene el lugar de clueca (hereditus
o deudas. domi~zaelocurn obtinet: Ulp., D. 43.24.13.5 itp.;
Paulo, D.41.3.15 pr.). Esta idea, que fue la acep- dolosa, a falta de la actio j%rti, por el despojo
tada por Justiniano iizterpolando los textos res- sufrido.
pectivos, parece simplificar las cosas. Pero en Justiniano suprime la wílcapión de mala fe
realidad las complica, por cuanto el heredero no de las cosas hereditarias (lucrativa usuca-pio pro
sucede directamente al causante, sino que lo herede), admitiéndola sólo &fi caso de buena fe:
hace por intermedio de la hereditas yacens, con- así, Pma el heredero verdadero que creyese erró-
siderada como persona. neamente que una cosa e r a de la herencia
(Pomp., D.41.5.3) o para el heredero aparente,
B) Usucapio pro herede. es decir, aquel que cree de buena fe que es
heredero, sin realmente s e d o (Jul., D.41.3.33.1).
5 651. Se-- nos expresa Gayo (2.541, desde
los tiempos antiguos se consideró que las heren-
cias mismas podían ser usucapidas mediante l a
?ri.acmisíón de
-posesión de los bienes hereditarios. Se daba en-
tonces el caso de la usucapio pro herede (usuca-
652. La vocación hereditaria tiene un ca-
pión a de De este si rácter personal, ya que se hace siempreen fa-
alguien, aun de mala fe, poseía los bienes here-
vor de determinadas persoaas. Por ello es que
ditarios durante el plazo de u n año, adquiría la
si el llamado a ser heredera no h a adquirido o
herencia.
aceptado la herencia, ésta resulta ii~trasmisible
Esta extraña institución, reprobable por
para sus herederos (v. supzl-a, 8 642, E).
cuanto se le concede al poseedor de mala fe, era
Sin embargo, existió la posibilidad de tras-
aprobada por los antiguos, para que los herede-
mitir la herencia a otro mediante la in iure
ros "extraños" aceptaran prontamente la heren-
cessio hereditutis. Esta institución, con muchos
''a, fWJdada en do' motivos. mero, Para que pmtos oscuros, nos es comdda por G~~~ (2.35-
fuese continuado el culto doméstico (sacra pri- 37 = 3.85-87) y Ulpiano (19.12-15).
vata), sumamente observado en esos tiempos. Y
segundo, para que los acreedores tuvieran al- 1. Parece que su existencia se debió a motivos
guien a quien Para sus crédi- a los de la usucwka~ pro herede*, es decir,
tos (Gayo, 2.55). para asegurar la continuidacl de los sacra privatu y
plazo de la usuca~iopro herede fue de un el ,ten% patrimonial de los terceros cuando ciertos
año, observando lo que decía la ley de las herederos no llegaban a ser frdes.
Tablas, que imponían el de dos años para los 2. No tiene nada que ver crin la llamada uenditio
inmuebles Y el de WJ año "para las otras cosas". heredifatic (D.18.4), que es la venta en bloque de los
Dado que la hereditas no es un "inmueble" (a bienes hereditarios, pero no la vocación hereditaria
pesar de que dentro de ella puedan haber f ~ n - ni la calidad de heredero.
dos), se interpretó que entraba entre 'las otras
cosas" (Gayo, 2.54). A) Si se trata de la herencia ab intestato, los
En la época clásica solamente existía una agnados podían hacer la in iure cessio heredita-
usucapio pro herede de las cosas individuales, tis ante el magistrado, antes de l a aceptación de
siempre y cuando éstas fueran susceptibles de ella. Recordemos que siendo "extraños" debían
ser usucapidas. Y aunque se tratare de un in- hacer la pro herede gestio* o aceptarla por la
mueble, continuando el criterio antiguo, el plazo cretio*. Aquel a quien se cedió la herencia, pasa
siguió siendo de un año (Gayo, 2.53). Podía ser ahora a ser el heredero (Gayo, 2.35; 3.85; Ulp.,
usada frente a un heredero "extraño", pero no 19.12-15).
respecto de un suus heres (que adquiere la he- Pero si ceden la herencia después de haber-
rencia automáticamente -ipso iure-; Gayo, la aceptado, el cedente permanece como herede-
2.58). ro (regla: semel heres semper heres). Esto debe-
Esta usucapio pro herede -que es llamada ría significar que la cesión es nula. Sin embargo,
lucrativa, ya que uno se enriquece a sabiendas produce ciertos efectos: a) Ias deudas heredita-
de que la cosa es ajena (Gayo, 2.56)- va a rias continúan vigentes, padiendo los acreedo-
sufrir limitaciones ya en el propio período clá- res actuar contra el heredero cedente; b ) en
sito. Así, por un S.C. de Hadriano se revocan cambio, no ocurre lo mismo con 10s créditos que
estas usucapiones, cuando son de mala fe y sin se extinguen, de tal modo que 10s deudores se
iustu causa. Y así, el heredero puede pedir l a benefician al no tener que satisfacerlos; c) a su
herencia contra aquel que haya usucapido la vez, las Cosas corporales de l a herencia Pasan al
cosa, como si no mediase usucapio (Gayo, 2-57]. cesionario como si le fueran cedidas in iure una
Y luego Marco Aurelio castigó e1 crimen ex- PO' una (Gayo, 2.35; 3.85; Up.,19.12-15).
pilatae hereditatis (crimen de despojo de la he-
rencia; Marciano, D.47.19.11) cometido por aquel l. Los proculeyanos entendían que también los
que 8 sabiendas posee una herencia en forma herederos "suyos y necesarios" podían hacer !a in
cwe cessio, después de aceptada la hel-enria: a1 par?- demandado para sín,tar que con eUo se ''prejuzgue" lil
cer haciendo una interpretación extensiva del régi- condición de heredero del actor, podía oponer : r ~ a
men aplicable a los herederos t e s t m e ~ t a r i o s .LOS cxceptio (primero fue una praescr~~pfio) ne pr-ueJndi-
sabinianos estaban por la negativa (Gayo, 2.37; 3.87). c i u ~ nfiat heredituti (Ulp., D.5.3.5.2). De este modo,
en la rei ui7zdicatio no se puede considerz para nadz
E) En cambio, los herederos testamentmíos la situación del heredero, de tal irnodo que el actor
no pneden hacer la cesión de la herencia m t e s deberá reducir sus pruebas a las relativas a l a mes-
de haberla aceptado, ya que el acto es n d o . Si tión singular planteada, sin poder valerse de qtle sea
la hicieran con posterioridad, se producen los heredero. Con ello, puede obligar a éste a teoer que
mismos efectos que respecto de los herederos actuar por l a hereditatis petitio en caso de sede esen-
legítimos ab i~ztestato(Gayo, 2.36; 3.86; UZp., cial probar su calidad de heredero.
19.13-15). 3. Comienza siendo una acción. Én rem con fármu-
Ea cesión de la herencia desaparece en el la semejante a la de l a rei uindicatio (EP, 3 232). El
siglo III d.C. con el desuso de la i n iure cessio. actor podía optar entre el procedimiento per sponsio-
Fue suplantada por la venditio hereditatis, es nem* (con sponsio de 125 sestercios; Gayo, 4.95) o
decir, el traspaso al comprador de los bienes y actuar per formularn petitoriamz.
cargas de la herencia. Pero en Ea época republicana e incluso luego de
establecido el procedimiento formuIario, l a costumbre
1. En el caso de l a venditio hereditatis, el cedente era presentar la hereditatis petitfo ante el Tribunal
no deja de ser heredero. Sólo se compromete a tras- de los Centunviros, en cuyo caso s e actuaba por el
pasar al comprador las cosas corporales par la traditio. sacrarneizturn*.
En cuanto a los créditos y las deudas, se celebraban La fórmula petitoria ante el pretor tenckía dgu-
estipulaciones recíprocas, llamadas emptste et uenditae sula restitutosa, según el arbitrio del iuder.
lzereditatis, semejantes a las que veremos funcionar en
los fideicomisos, por medio de 12s cuales se ceden las A) Esta acción es iniciada por el heredero
créditos obligándose el cedente a no redamados y las civil, testamentario o ab intestato, quien por
deudas por las cuales responderá el cesionario. Anto- supuesto deberá probar su calidad de tal. Si hay
nino Pío dará al con~pradoracciones rítfles contra los más de u n heredero, el pretor otorga l a fúmula
deudores de l a sucesión (Ulp., D.2.14.16 pr.). si pars hereditat-is petatur (D.5-4; EP, 8 66), es
decir, sólo por su parte en lz herencia.
B) Debe ser llevada a cabo contra quien
V. Prokección jnridica del heredeyo. posee la totalidad o una parte de la herencia, o
aun una sola casa hereditaria cuando se desco-
653. En principio, el heredero puede ejer- nozca la calidad de heredero del actor ('Ulp.,
cer todas las acciones usuales relativas a su D.5.3.9; Gayo, D.íd. 10 pr. y 1). El demandado
situación ju-ídica. Así, si una cosa de la heren- puede poseer a títúlo de heredero (pro herede), es
cia está en poder de otro, puede a c h a r por la decir que se cree de buena o mala fe que es here-
rei virzdicatio*. Si el deudor de una obligación dero ("poseo porque soy heredero"; Ulp., D.5.3.111,
hereditaria no la satisface, cuenta con la acción pero también se terminó adm-IGendo la acción
creditoria correspondiente. Igualmente, e1 bono- contra el simple poseedor (possessor pro possosso-
runz possessor contará con acciones similares, re), es decir, poseyendo sin alegar titulo albauno
ejercidas como actiones utiles. ("poseo porque poseo"; Ulp., D.id.12; 13 pr.).
Pero, aparte de ello, cuenta con defensas
judiciales más específicas: 1.En l a época posclásica el deudor de l a herencia
que rehúse pagar negando l a calidad de heredero del
4 654. 1. Hereditatis peQíkEs,Cuando al- actor, también será admitido corno. demandado a ti-
guien le niegue su calidad de heredero, contará tulo de possessor iuris (Ulp., D.íd.13.15).
con la Izereditatis petitio, a los efectos de que 2. Al igual que ocurre con la rei uindicatio, tam-
sea declarado heredero y le sea atribuida la bién, bajo influencia bizantina, puede ser demmdado
herencia (D.5.3; EP, 5 63). el que se ñnja dolosamente poseedor ( f ~ c t u sposses-
sor), actuando en el juicio y produciendo con ello
1.Asi, si alguien posee una cosa hereditaria, y engaño a l heredero (Celso, D.5.3-45; Celso-Vlp.:
reclamada ésta por el heredero, no sólo s e opone a su D.íd.13.13).
entrega, sino que además le cuestiona que sea el 3. Contra aquel que invoca un título pcarticu-
heredero, ya sea pretendiendo que él es el heredero lar de adquisición: así, por haber comprado f a cosa
o simplemente negando la condición de Heredero del íp7-0 emptore), o habérsele sido donada (pro donato)
reclamante. o tenerla en dote (pro dote), no se okorga e n princi-
2. Para el supuesto de que el heredero iniciara pio l a hereditatis petitio, aunque e l interesado pue-
una actzo partic~zlar(así, p.ej una 7-ez uim€zcatio),el de aceptzr esta \la. En algunos casos excepciaaales
se otorga una actio utilis (Ulp., D.5.3.13.1; D.íd.4; Si una de ellas se hubiese venaido, había que seguir
~.íd.&10). lo ya dicho por el S.C.Iuventianum. Si hubiese peri-
mido antes de ' l a litis confestatio: el poseedor de
C) En el año 129 d.C., bajo el gobierno de buena fe no responde de la pkdida, aunque hubiera
Hadriano, se aprobó el s.c. Iuue7ztian.urn (tomó sido por su culpa (Ulp., D.5.3.31.3). En cambio, e1 de
el nombre de uno de los cóilsules, el jurista mala fe responde en todos los casos. Luego de la Eitis
proculeyano Juvencio Celso). Conocemos su tex- contestatio, ambos, sean de buena o de mala fe, res-
to, por la reseña que hace Ulpiano (D.5.3.20.61, ponden por la pérdida, aunque e1 primero sólo
que comenta en los párrafos siguientes. por su culpa, y no por caso fortuito (Paulo, D.5.3.40
itp.),
1. En realidad, este s.c. se refiere al caso muy b ) En cuanto a los frutos, e1 poseedor de buena
particular de las partes "caducas", las cuales, según fe debe devolver todos aquellos que h a percibido y
las leyes de Augusto, debían recaer en el Aerarium con ellos se h a enriquecido (Pado, D.5.3.40.1). En
(más tarde en el fisco). Si los bienes de estas partes cambio, el poseedor de mala fe los debe devolver de
"caducas" eran poseídos por terceros, podian ser rei- manera muy amplia: no sólo los percibidos sino los
vindicadas por la virzdicatio caducor-um, que no es que, por su negligencia, hubiera debido producir o
sino una variante especializada de la vindicatio here- percibir la cosa (Ulp., D.5.3.25.4; Paulo, D.5.3.40.lj.
ditatis (es decir, la hereditatis petitio). C ) En cuanto a las mejoras, el poseedor de buena
2. Conforme al texto se plantea el caso de que los fe tenia una exceptio doli para que se le pagaran las
demandados por la acción petitoria hubiesen vendido mejoras necesarias, Útiles g voluptuarias (Paulo,
los bienes de dichas partes. El s.c. distingue el caso D.5.3.38). No así el de mala fe, al cual Justiniano
de poseedores de buena fe y de mala fe, termina por otorgarle el valor de las necesarias y
Se habla de "poseedor de buena fe" cuando los útiles (Paulo, D.íd. itp.).
demandados hubiesen creído tener justas causas de
que los bienes les perkenecían. En ese caso debían En la época de J u s M a n o , l a hereditatis
devolver solamente aquello que por tal motivo los petitio es considerada una acción "mixta" (tanto
hubiese hecho más ricos, es decir, devolviendo el in 7-em como in personam), quedando clasificada
precio de venta cobrado, sin intereses. entre los bonae fidei iudieia (Inst., 3.31.12.3;
En cambio, el "poseedor de mala fe" era especial- Inst., 4.6.28). Por esto rrltErno el juez tiene am-
mente el que sabía que los bienes no le pertenecían, plias facultades para decidir equitativamente los
aun cuando antes de la litis contestatio hubiesen distintos aspectos que se plantearan.
dolosamente dejado de poseer. En este caso, se con-
tinuaba el juicio contra él, pudiendo ser condenados 5 655. R. I l n t e r d i c b qeaolrrá~mnbono-.
"como si poseyeran". Debía restituír el valor real de Este interdicto (restitutorio) era concedido por el
los bienes vendidos y sus frutos, aunque lo que hu- pretor para proteger al bonorum possessor. Me-
biesen cobrado hubiese sido menor (Ulp., D.5.3.20.6 y diante él podía pedir la restitución de las cosas
12). Por una decisión de Alejandro Severo se extendió hereditarias -sólo las corporales- que le corres-
a todos los poseedores de mala fe, aunque no hubie- pondían y que estaban detentadas por otro, ya
sen vendido la cosa (UIp., D.íd.12). alegando ser heredero (pro herede) o ser mera-
Esto era importante, por cuanto si antes de la mente poseedor @ - opossessore). También contra
litis contestatio el que poseía había dejado de poseer, el que hubiera dejado de poseer en forma dolosa.
no se podía ejercer contra él acción alguna. El actor No corresponde si la cosa hubiese sido usucapida
debía dirigirse contra el nuevo poseedor. (Ulp., D.43.2.1 pr.; EP, 8 227; D.43.2; C. 8.2).
3. Como se ve, este s.c. Iuvenfianuln se refería
solamente al caso de los bona caduca. Con posterio- 1. Este interdicto lo tiene todo heredero a quien
ridad, quizá por los propios compiladores bizantinos se le hubiere concedido la bonorum possessio.
de Justiniano, lo dispuesto en este s.c. se extendió a El heredero civil cuenta igualmente con el in-
todos los casos de la hereditatis petitio, ya no pedida terdicto quam hereditatern (EP, 3 229) por el que
por el erario (O el fisco), sino por cualquier persona cuando el demandado en la hereditatis petitio no
particular (Ulp., D.5.3.20.9 itp.). aceptara el pleito, podía estimar el valor de la heren-
cia y reclamarlo.
D) De este modo, si tenemos en cuenta la fu- 2. Como el interdicto quorurn bonorum resultaba
sión de las reglas del S.C.Iuuentianum con las pro- más práctico, con Justiniano s e realiza una aproxi-
pias de la lzereditatis petitio, podemos decir que mación con la hereditatis petitio. Este emperador acor-
los efectos de esta acción son semejantes a los de dó el interdicto tanto al heredero como d bonorum
la rei vindicatio*, con algwnas modificaciones: possessor (C.8.2.1 itp.). Servía para el b.p. como trá-
mite introductorio de la cuestión respecto de la ac-
a ) En cuanto a las cosas hereditarias poseídas ción petitoria, que pasó a llamarse hereditafis petitio
indebidamente, ellas o su valor debían ser restituídas. possessor-ia.
5 656. DI. kcc¿'0n de p~r.£ieióstde Freren- En la época justinianea, la pzr-tición efectuada
eia. Cuzndo existen varios herederos, la heren- en el testamento ocasionaba l a atribución directa
cia permanece en principio en estado de indiil- de la propiedad de las cosas asigrzdas, que de es-
sión. La comunidad formada cesa si los te modo no entraban en la commzidad (Nov.18.7;
herederos, en forma privada, por medio de pac- f 03.3).
t o s , se dividen l a herencia. Si ello no ocurre, Un caso distinto ocurría cumdo el padre o el
cualquiera de ellos puede pedir judicialmente la abuelo divide los bienes entre los hijos y éstos aprue-
partición por medio de l a actio familiae el-cis- ban y suscriben el documento (dtrlisio inter iiberos;
cz~ndae(El", 3 80; D.10.2; C.2.36). Nov.18.7).
Como las otras acciones divisonias (acfio conz- 2. El juez puede atribuír las cosas en forma
1nu7zi diuidz~7zdoy actio fanziliae erciscundae), l a separada. Si eran de distinto valorJ había que asig-
fórmula contiene una adiudicatio* (Gayo, 4.42), narles uno, efectuándose las compensaciones perti-
de tal modo que lo que correspondía al juez era nentes. Igualmente, se podía ordenar la venta efec-
determinar l a parte que le correspondía a cada tuándose la partición en cuanto sl precio obtenido
heredero. (Up.,D.10.2.22.1).
Con Jmtiniano, pasa a ser una acción mixta Había que tomar en consideracióm los frutos o
(tanto i7z rem como in perso7mm), y la hace figurar rentas percibidos por los herederoc {Paulo, D.10.2.561,
entre los bonae fidei iudicia (Inst., 4.6.20 y 28). así como los gastos necesarios efeckaados y no distri-
buídos (Paulo, D.10.2.25.15) y también los daños cau-
1. Si se trata de una herencia testamentaria, el sados a la herencia (Ulp., D.10.2.16.4-5).
juez debe cumplimentar las asignaciones de partes
hechas por el testador (Pap.-Ulp., D.10.2.20.3).
C P ~ T U L6O
LEGADOS P FTDEICOMISOS
-
inválido, también serán inválidos los legados. Si el los i u r a zn re alzena, y el otro, el legado p e r -
heredero instituído no acepta la herencia, los legados damnationem, con eficacia obligacional, es de&,
del testamento caen. -
imponiendo al heredero una d a d a en favor del
- -
.
.
-a
2. Las definiciones de legado que figuran en los legatario. Luego a p a r e c i e _ r - - k . a a ~ o m s - ~ -
textos del Digesto son posclásicas. medias.
Así, la de Florentino (D.30.116 pr.): "Legado es
una disminución (desagregación) de la herencia, con A) Legado p e r uindi~ationepn_Es.lamadp-así
la cual el testador quería que fuera dejado a otro algo p o r q u ~ ~ ~ la- trasmikdn d e mortis causa
de lo que en su totalidad habría sido del heredero". 8e la propiedad quiritaria de %aa cosa al Ega-
También Modestino (D.31.36) dice que 'legado es taGio. Así: "Dov v lego a Ticio mi esclavo ~ticho"
una donación dejada en el testamento".
3. Esta institución de los legados fue muy usada ireetamente la cosa
en Roma, y mereció la atención particular de los
juristas (Gayo, 2.191-245, D. libros 30-36; Inst.,
2.20.24). suva gor la rei vindicatio. va del heredero o de
Así, desde los tiempos primeros, si el testados cualquier tercero que la poseyera (Gayo, 2.194).
había optado por u n determinado heredero, podía
beneficiar a los otros familiares que habían sido ex- l. Las formas empleadas son & lego, aun emple-
cluídos (su mujer, sus hijos e hijas, parientes invali- adas aisladamente. Pero también: Capito (aprehen-
dos). de), Sumito (toma) o S i b i h a b e f ~(tenga para sí);
Eran usuales, en tal sentido: (Gayo, 2.193; Ulp., 24.3).
a ) el legado de usufructo, que asegura que el La forma Do no significa mera entrega de la
legatario pueda usar y gozar de un determinado bien, cosa, sino de la propiedad de elTa, o de otro de los
y hasta de todos los bienes hereditarios (Ulp., 24.26; iura in re; así, el usufructo (PauIa, 3.6.17); o de una
D.33.2); servidumbre (Pomp., D.8.6.19.1). En estos últimos
b ) el legado de renta periódica, ya por mensua- casos el legatario cuenta con l a vimdicatio usus frac-
lidades, anualidades, etc. (Pomp., D.33.1), lo que per- tusT, o con la uindicatio seruituttsA.
mitía la manutención del legatario; también el legado 2. Respecto de la adquisición, para los sabinia-
de alimentos (Ulp., D.34.1.14); nos, el legatario es propietario quir&ario desde que el
C) igualmente, e1 legado de dote, por el cual el heredero ha aceptado la herenciz, aunque él ignore
que h a recibido u n legado. Los proculeyanos piensan te su obligación, el legatario lo podrá obligar por la
que la cosa es del legakario sólo después de que éste actio ex testamento.
manifieste su intención de que le pertenezca, es de- 3. La actio ex testamento es de derecho estricto,
cir, que lo acepte (Gayo, 2.195). con una fórmula certa (respecto de una cosa especí-
Por una constitución de Antonino Fío, se exigía fica o s u valor) o incerta (respecto de cosas genéricas
la deliberación previa y la aceptación posterior (Gayo, o indeterminadas); EP, 5 170.
2.195). Sin embargo, parece ser que l a opinión preva- Por lo menos, en caso de formula certa, si el
leciente fue la sabiniana, Así lo dice Ulpiano (D.30. heredero se niega a entregar fa cosa y continúa el
44.1): "Cuando el legatario no repudió el legado, se juicio, se incurre en litis crescenciax, de tal modo que
considera que fue de él, desde que fue aceptada la en caso de ser condenado el heredero, lo será por el
herencia"; e igualmente Juliano (D.30.86.2). duplum.
3. Las únicas cosas que pueden ser legadas per En caso de estar sometido el Iegado a un plazo
vindicationem son las pertenecientes a la propiedad o a una condición, el legatario podía exigir al here-
quiritaria del testador, tanto en el momento de la dero una caución (cautio legatorum servandor-um cau-
confección del testamento, como en el momento de su sa), para cubrir una eventual insolvencia por parte
muerte. Esto será modificado por el S.C.Neroniano (v. de aquél (Ulp., D.36.3.1 pr. y SS.).
infra, 5 659, A).
Se admitiój respecto de las cosas genéricas (acei-C) Legado sinendi modo (a modo de -neqni-
sióno tolerancia). Se trata acá de que el here-
te, trigo, dinero monedado), que bastaba que le per-
demiti?
tenezcan al testador sólo en el momento de la muerte que e f ? I ~ t E ' i i o ~ E E j < ~ f a
(Gayo, 2.196). una determinada situación de hecho (así,
-
u--
---
- _*_--servi-
---
durnbres, situaciones posesorias, uso, habrtación,
B) Legado
..--- -per"-- damnationem. La fórmula em-
.í""-4<11P .
.
--
'&
.
s-
--
sión o
p l e a d ~ e r a : - ~ e a - ~ e ~ g . ~ e ~ tolerancia
~ ~ ~ t , del
e ~heredero,
o ~ cosas del testador o del
.
.%
%
su objeta.
. -
-
3 660. Caracferisticas de los legados por vo", era válido si en la herencia había por lo menos
-m
o ~ s e e D.30.108.2 s itp.).
2 1 2 commercio (Inst., 2.20.4). -S lo fuera, así 2. Justiniano decide esta mestión estableciendo
p.ej. el legado de u n templo o de una res publi- que la elección le pertenece d legatario, a menos de
ea, el legado es nulo y el heredero no debe ni existir una disposición contrarj-a por parte del testa-
la estimación de l a cosa (Inst., ibid.). dor (Inst., 2.20.221.
Pese a ello, en caso de que en la herencia no haya
l. El legado de la cosa ajena sólo era posible en cosas del género legado, el 1eg;htario no tendría la rei
la forma per damnationem. Luego, el s.c. Neroniano vindicatio, sino la actio ex tedamento, por lo que en
-
lo convalida para cualquier forma de legado. Y con este caso sena el heredero quien debe elegir (Pomp.,
Justiniano, al unificar la naturaleza de los legados, D.33.5.2.1 y 12; Ulp., D.30.4'7.3; Paulo, D. 33.6.4).
se pudo directamente legar.
Sin embargo, se hace una distinción, que arranca 111. Legado- --de cosas i n m r p-----o r a l e s . Ej legado
-r
ya de Antonino Pío (Inst., 2.20.4). Hay que averiguax puede cgnsistir-enla _ consfkución _de
"m -" usu-
fi-wh,-u~a-s~r_@dugb~e~
o un zsc o una liabi- ha legado purs y sirnplernmte la obEgzclón
-- - (v. supra, 3 6 5 ~ 3 ) - P e r c 0 j % i & ~ 3 2 - e f l o , que era debida a plazo y bafi con&cióa 41nst.,
tacióíi
hay ciertos casos especiales s o h e legados de 2.20.14).
créditos y de deudas.
A) Legado de crédito. Si el testador tiene rrn l. Lo mismo onrrre cuando un marido lega a s u
crédito no cobrado lo puede dejar en legado mujer la dote. Si bien ésta debe serle restituida, l a
(legatum ~zominis).En realidad e1 crédito figura situación de l a mujer es mejor; por cuanto de este
en cabeza del heredero, como sucesor del de modo puede ejercer la actio ex testa7nento que permi-
cuius. Para poder cumplir este legado éste debe te escapar a las retenciones y de=& particularidades
ceder las acciones pertinentes para que pueda de la actio rei uxon'ae (Inst., 2.20.15). Era llamada
actuar el legatario reclamando del deudor (fnst., dos praelegata íD.33.4).
Z.20.2l). Si la mujer no hubiere constitnído ninguna dote,
según u n rescripto de Severo y Antonino había que
l. La manera de efectuar esta cesión era consti- hacer una distinci6n: si el lega& se hace sin expli-
tuyendo al legatario como una especke de mandatario cación alguna, es nulo. Pero si el Gestadar hace al@-
del heredero, como "procurador" suyo, pero en bene- na indicación respecto de una sirrria de dinero a uola
ficio del legatario (procurator i7z rern suam). cosa que deben ser separadas de la herencia vale
El heredero se limita a ceder las acciones respec- como legado dota! (Inst., 2.20.15).
tivas. No garantiza ni la solvencia del deudor, ni aun 2. hstiniano, cuando se refiere al legado a1 acre-
la existencia de la obligación (Jul., D.30.105; Ulp., edor (Irist., 2.20.í4), establece l a opinión de Papinia-
D.íd. 39.3; 75.2). no de que, aun cuando el fenecimiento del plazo o- el
2. El legatario puede obligar al heredero por cnmplimiento de l a condición ocurran en vida del
medio de la actio ex testamento, pero si se rehusaba testador, el legado es válido. No resulta muy lógico.
el heredero le era concedida una actio utilis para por cuznto la ventaja otorgada al acreedor por el
actuar ante el deudor (Dioclecianoi, C.6.37.18). legado ya no existe al tiempo de H a muerte del tes-
3. Si el testador cobra en vida el crédito legado, tador, por lo que el legado sería ?mítil. La opiniórr de
el legado es nulo (Inst., 2.20.21). Si lo cobra el here- Papiniano-Justiniano parece confkmada por una re-
dero, puede ser compelido a tener que reembolsar lo gla general de Paulo (D.50.17.85.P), pero en general
cobrado al legatario (Ulp., D.32.11.13; AfrIc., D.íd.64). está contradicha en otros p h r r d i s del Digesto qne
consideran nulo el legado (Marcimo, D.34.8.3.2; Pau-
B) Legado de liberaciórz. E n este caso, el lo, D.31.82 pr.).
testador libera a un deudor suyo de la deuda
que tiene con él. Así, p.ej.: "Lego a Ticio la N.Legado de opción. Se trata acá no propia
liberación de lo que me debe"; o "Brohíbo a mi y directamente del legado de m a cosa, sino que
heredero demandar a Ticio por lo que me debe" lo que se lega es la "opción" o l a "elección" p e
(legaturn liberationis; D.34.3; Inst., 2.20.13). debe efechar el legatario de m a cosa generica
(Uip., 24.14; D.33.5).
1. En realidad, el legado no es un modo válido Así, en la época clásica temía generalmente
para extinguir una obligación. En consecuencia, de por objeta el poder elegir un esclavo dentro de
estar estrictamente a lo que dice el ius civile, la los que están en l a herencia: "Que Ticio opte
deuda subsiste. Pero si el heredero pretende iniciar por uno de mis esclavos. De este modo, come lo
la acción de cobro, el legatario le pnede oponer la que se lega es un derecho personal de "opción"
exceptio doli mali (Ulp., D.34.3.3.3; Pado, D.44.4.8.1). por aquel esclavo que elija el legatario, es nece-
Pero también puede actuar por la actio ex testa- sario que dicha decisión sea tomada en forma
mento contra el heredero para obligado a que realice personal por el legatario.
el modo de extinción de la obligación (así, p.ej., por
una acceptilatioac;Inst., 3.29.1, 2 y 4). 1. Es por ello que la opción DO podía ser hecha
2. El legado de liberación puede hacerse también por un procurator del legatario {Pap., D.50.17.77;
indirectamente; así, p.ej., legando al deudor el docu- Ulp., D.id.123). Si el legatario rnoria sin haber opta-
mento escrito donde conste la deuda (chirographum*). do, no trasmitía el legado a los herederos (Inst.,
Al menos valdrá como fideicomiso (Ulp.,D.34.3.3.1-2). 2.20.23). Si se trataba de varios eo'iegatarios, debían
ponerse de acuerdo sobre la elección; de lo c o ~ t r a r i o
C) Legado de deuda. Se trata del caso de el legado resulta impedido de ejecutarse.
que se legue al acreedor del testador la deuda 2. En la época clásica quedaba asimilado al lega-
que éste tiene con él. Este legado es en princi- do per uindicationem (Jul., D.33.5.11; Paulo, D.íd.13;
pio nulo, ya que no consiste en uEia liberalidad, Javol., D.íd.15). Antes de la opción el legatario men-
puesto que se trata de la obligación debida. ta con la actio ad exhibendum para que se le mues-
Pero resulta válido si con el legado le procu- tren las cosas entre las cuales debe elegir (Ulp., D.
ra al acreedor Lula vsntaja. Así, si el testador 10.4.3.6; Paulo, 59.33.5.4; Afric., D. íd.8.B).
3. Para los clásicos, este Legatum optionis tiene heredero prometía al legatario darle su parte de
por objeto la optio o la electio. Por ello, no hay que las sumas que le fueran pagadas y el legatario
confundirlo con el legado de cosas específicas ofreci- prometía reembolsarle su parte de las deudas
das en forma alternativa: "Lego a Ticio m esclavo que tuviera que pagar (Ulp., 25.15).
Sticho o mi esclavo Pánfilo". Aquí, si bien el legatario C) El 'legatario parciaria" por no ser herede-
debe elegir, el objeto del fegado no es directamente la ro, sino legatario, no tiene vocación eventual al
optio o la electio, sino una de las cosas mencionadas todo de la herencia, sino h i c a m e n t e a la por-
por el testador. Si el legado era per uindicationem, ción asignada. Por ello es que carece del dere-
sinendi modo o per pmeceptionem, la elección es del cho de "acrecer" respecto de la herencia. Así,
legatario, quien debe elegir una. Si era per damna- siendo dos herederos: Ticio y Mevio y un lega-
tionem la elección es del heredero. Todo el10 si el tario por un cuarto de la herencia, en caso de
testador no ha establecido expresamente a quién le no llegar a ser Ticio heredero, quien acrecerá su
correspondía elegir. Dicha elección pasa a los herede- parte es el coheredero Mevio, no el legatario
ros (Ulp., D.36.2.12.7-S). parciario.
4. Justiniano termina confundiendo bajo la forma
de "legado de opción o elecciónJ' las dos formas clási- 1. La razón de esta forma era otorgar el beneficio
cas (el legatum optionis propiamente y el legado de de la herencia a alguien a quien no se instituyó como
cosas alternativas). En ambos casos, si el legatario no heredero. Así, p.ej., para evitar la carga del culto
ha hecho en vida la elección, pasa a los herederos el familiar (sacra priuata; Cic., de leg. 2.20). Servía
derecho de optar. Si hubiere varios colegatarios o ya igualmente para escapar a las prohibiciones de la lex
varios herederos de un solo legatario, para evitar que Voconia*, que prohibía al testador con patrimonio
el legado perezca, según lo establecían los clásicos, superior a 100.000 sestercios instituír heredera a una
había que someter la opción al azar, sorteando la mujer. De este modo, el pater instituía heredero a
cosa legada (Inst., 2.20.23; C.6.43.3). sus hijos varones, y beneficiaba a las mujeres como
"legatarias parciarias".
V. Legado de urza parte de la herencia. El O para el caso interesante que menciona Javo-
testador, en lugar de legar una cosa determina- Ieno tD.28.6.39 pr.). Un pater tiene dos nietos, uno sn
da (species), o genérica (genus), o universalida- potestate y otro emancipado. Para beneficiar a ambos,
des de cosas (p.ej., un rebaño, un peculio, etc.) instituye al primero como heredero y al otro como
podía legar una parte cualquiera de l a herencia. 'legatario parciario", pero de tal modo que si el que
Así, "Que mi heredero divida mi herencia com- estaba in potestate muriera impúber, el otro lo sus-
partiéndola con Ticio" (LJlp., 24.25). Esta especie tituye como heredero (a semejanza de la "sustitució~i
de legado se denominaba partitio y el legatario pupilar"). Esto fue lo aconsejado por Labeón, Ofilio,
'legatario parciario" (Zegatarius pul-tiarius; Ulp., Cascelio y Trebacio.
ibíd.; Gayo, 2.254). Podía ser por una cuota 2. Se interpretaba que era como un legado per-
cualquiera, pero si no se decía nada, se enten- damnationem. Respecto de los bienes hereditarios,
día que era por la mitad (Ulp., D.50.16.184.1). los proculeyanos entendían que el heredero les debía
Este legado de parte de la herencia no con- dar directamente en especie los bienes de su parte.
vertía al legatario en coheredero, es decir, en En cambio, los sabinianos opinaban que el heredero
continuador de la persona del de euius, sino que debía entregar el valor en dinero de dicha parte
tenía derecho como acreedor para reclamar al (aestimatio). Justiniano le permite elegir entre una u
heredero su parte, como dirían los modernos "a otra solución (Pomp., D.30 ,262 itp.).
título particular". Por ello: 3. El legatario parciario, si bien no puede acrecer
a) La validez del legado depende siempre de respecto de la herencia, tiene este derecho si p.ej. son
la existencia del heredero. Si caía la institución dos o más los legatarios. En este caso el derecho de
de heredero por cualquier causa, caía igualmen- acrecer es entre ellos y hasta el monto de la porción
te la partitio. asignada.
b ) No tiene un derecho directo sobre los 4. En la época en que el legado parciario estuvo
bienes hereditarios. Por ello, no puede ejercer ni diferenciado del fideicomiso, esta forma de legar era &e-
la acción de partición de la herencia (actio fami- cuente. En cambio, con Justiniano, aparece totalmente
liae erciscundae), ni la petitio hereditatis. confundido con el fideicomiso. Por ello es que esta
Respecto de los créditos y de las deudas, clase de legado no aparece citado en sus Institutas.
éstos continuaban recayendo en cabeza del he-
redero. Se realizaban entre éste y el legatario VI. Legado de peculio. El testador puede
estipulaciones recíprocas (stipulationes partis et legar, ya a un tercero, pero más frecuentemente
pro parte), al igual que en fideicomisos (Gayo, a un esclavo suyo, al cual 10 manumitía en ei
2.254-257). De este modo se comprometían a testamento, el peculio" que en vida le había
atender los créditos y las deudas, pero trasfi- concedido, como un reconocimiento a sus servi-
riéndolos, en proporción a la cuota legada. El cios (Inst., 2.20.20).
1. E! peculio, como ocurría igxalmente con un
rebaño, es una universalidad que crece o decrece. Por
ello acá tiene importancia saber en qué momento
había que tomar en consideración el monto del pecu- 1. Según lo explica Ulpiano CD.50.16.213 pr.),
lio. Aquíl había que tener en consideración cuándo estas expresiones se zplican en f o m a general a otros
nacía el derecho eventual del legatario (regla del dies negocios: "Ceder" el término signlfiea comenzar a ser
cedens, que veremos más abajo). debido el dinero. 'Zlegar" el t é m i n o significa haber
Estos aumentos no están referidos a nuevas ad- llegado el día en que se puede reclamar el dinero". Y
quisiciones que logre el legztario, sino a aquellos que nos pone el ej. de una stipulatio: "Cuando uno hubie-
provengan directamente de las cosas integrantes del re estipulado pura y simplemente, "cede" g "Ilega el
peculio (ex rebus peculiaribus; Inst., 2. 20). Así, p.ej., término". Si es a plazo, "cedió" el término, pero no
el aluvión que aumenta la extensión del campo, e1 'Ilegó" todavía. Si es bajo condición, ni "cedió", ni
nacimiento de las crías de los animales del peculio, "ilegó" el término, estando t o d ~ v i apendiente l a
etc. condición".
2. Si se trataba del legado del peculio a un ter-
cero, el momento del derecho eventual del legatario A) Aplicado a los legados, s e establece que
estaba fijado a la muerte del testador (dies cedens). el dies cedens, que coincide normalmente con l a
En consecuencia, los aumentos posteriores no benefi- muerte del causante, asegura en beneficio del
cian al legatario íhnst., ibfd.). legatario, uri_ derecho eve~itualpara su adquisi-
3. Si se trataba del legado del peculio a un escla- ción. Decimos eventual porque l a suerte del le-
vo, el momento de dicho derecho quedaba fijado cuan- gado corre pareja con l a del testamento, y éste
do se producía la manumisión de éste, y ello ocurría puede resultar invalidado o tomarse ineficaz,
con la aceptación de la herencia. Por ello el peculio p.ej. si el heredero repudia la herencia y cae el
se engrosa con los aumentos producidos entre la muer- testamento.
te del testador y la aditio hereditatis (Inst., ibíd.). Pero se entiende que prohcido el dies ce-
4. El esclavo manurnitido por testamento no tie- dens, el derecho, aunque eventual, figura en
ne derecho al peculio, si éste no le ha sido legado. cabeza del legatario y por ella es fxasmisible a
Pero si hubiera sido manumitido en vida del testa- sus herederos (UIp., D.36.2.5.1). Este derecho
dor, el esclavo puede retener el peculio, bastando que eventual se efectiviza cuando se produzca la
el dorninr~sno se lo hubiese reclamado. De todos aceptación de la herencia por d heredero. Acae-
modos, si en las relaciones domésticas el esclavo le ce entonces el dies veltiens y desde ese momento
hubiera adelantado sumas al dueño, éstas no pueden el legatario o sus herederos gczan del derecho
ser reclamadas por el legado (Const. de Severo y de reclamar el legado.
Antonino, D.33.8.3.4; íd., Diocleciano y Maximiano, B) Esta solución de atribuir e1 legado -aun-
C.7.23; Inzst., 2.20.20). que no su adquisición efectiva- en un momento
objetivo, fuera del momento subjetivo de la acep-
tación hereditaria por el heredero, se aplica en
caso de un legado puro y simp3e. Y también si
Como hemos visto, la efectividad de los le- el legado era a plazo cierto (mp.,D.36.2.5.1).
gados depende de la existencia válida de un Pero no si fuera condiciond (o a plazo in-
testamento, y además de que exista realmente cierto), ya que en este caso hay que esperar que
un heredero. Si éste es un heredero "necesario", ocurra el evento condicional, desplazándose el
como la sucesión se opera ipso Lare, el legatario momento del dies cedens hasta que se produzca
detenta directamente su derecho al legado des- esa circunstancia. Por ello si el legatario muere
de la muerte del testador. En cambio, siendo un antes de que se cumpla la con&ción, no trasmi-
heredero "extraño", habia que esperar que se te su derecho a sus herederas (Ulp., D.íd.5.2).
produjera la aceptación de la herencia.
En este caso, hasta tanto el heredero acepte, 1. En un comienzo el momento del dies cedens es
el derecho del legatario es una mera expectati- el del momento de la muerte del causante. La ley
va, que se verá frustrada si p.ej. el único here- Papia Poppaea lo llevó al momento de la apertura del
dero repudiara la herencia. Esto traía un perjui- testamento (Ulp., 24.31). Pero JuSnniano lo volvió a
cio para el legatario, puesto que el heredero restablecer en el momento de la m u d e (C.5.51.1.1c.5).
extraño podía retrasar la aceptación, calculando 2. Respecto del legado per vi~zd¿cationem,los sa-
p.ej. la inminente muerte del legatdo. Si esto binianos entendían que en un legaso bajo condición,
ocurria, el heredero se veía Libre de tener que mientras ésta no se cumpliera la cosa es del herede-
cumplir el legado, ya que al no haber sido adqui- ro. Los proculeyanos, en cambio, fieles a su principio
rido por el legatario, no pasaba a sus herederos. de que el legatario no adquiere la eosa sino a partir
Para poder fworecer la voluntad testamen- de su aceptación, había12 decidido p e la cosa era una
taria, y amparar los legados, la jurisprudeilcia res nullius (Gayo, 2.200).
Según ya dijimos, la opinión prevaleciente fue la modo: "Doy y lego nii esclavo Sticho a Ticio y a
sabiniana, si bien atenuada por Juliano, que conside- Seyo"; o en forma separada (disiunctim ), así:
ra que la aceptación quedaba pendiente para el lega- "Doy y lego mi esclavo Sticho a Lucio Ticio; doy
tario, hasta el momento de aprehensión de la cosa y lego el mismo esclavo a Seyo".
(Juliano, D.30.86.2). a) Si se trataba de un legado per uindicatio-
nem, -a m a y a sido d e ~ a ~ c 0 7 z z u n c ~.~ @ ~ ~
C) Hay, sin embargo, ciertos casos en los
cuales el dies cedens no se opera a1 momento de
disiunctim-A. *-a &z&_E- !
.
del otro. No nos dice nada del dejado en forma co- interés en aceptar h herencia por
o c= - e c
niz~nctirn,pero se debían aplicar las reglas del legado e ¿??iTBcxha-St%xa
___L
pe7- darn7zationern (Gayo, 2.215). Pero a pesar de las de los bienes hgyedikrjosLvi6'4idose,-XEorifia-
diferencias doctrinarias, es evidente que no existia el rio, responsabilizado del pasivo del causante. A
B) Las leyes c
-- -".*----m-- a x r i a s de Augusto sancio-
-. ---
--e-v
663. &&i
En los tiempos
taciones al derecho de legar.
antigmos, la ley de las XII
-
Ta-
- respectoP @-~u-clyotagarte hereditaea, sin=-
__V___
b l a ---
-- i G~CSW~OY%-~E'LI&E-~"~~Z~S-
~ ~ e - r m ----
t ~ ~_ E
p a r s
tituído
e i k
dos
k u k l o s ~ _ t w sAsí,
herederos :
.
Ticia y
p.ej., se han ins-
Seyo, el primero
_ _ --__ Y
a111rlia libertad para hacer iegadbs 15:3j.-GSyo, -cargado con legados que gravm su cuota más
--- -- -- --.--*- --^ 1__ " _ A _
-
-- _ - -
allá de las 3/4 partes; el segundo, con su porción 2, Pero obsérvese que este criterio considera in-
libre de legados. En- este caso, Seyo, por no distintamente a todos los legados, siendo que, conio
estar gravado con legados, recibe su cuota (la lo hemos visto, para algunos de ellos el dies cedelts -
-.?
..--.:
:
mitad de la herencia). En cambio, Ticio tiene coincide con el dies veniens. El10 no obstante, la razóii -
. . %
derecho a pedir que se le asegure la cuarta se encontrm'a en que, dado que las liberalidades ha- . ---.
v.
parte de su cuota, debiéndose pagar los legados bían sido Ejadas por el causante, de manera invariable -. --
hasta donde alcancen las 3/4 partes restantes. había que atenderlas en relacion con él, y no respec-
Ahora bien, si uno de los herederos no acep- to del interés de los herederos en el momento en que
tara la herencia, el otro puede tener el ius debían optar por aceptar o no l a herencia. -
..-.
.
-
-.
adscresce~xdi.El problema era saber si la quarta
..
FaEcidia se debe aplicar en forma separada a Para comprender mejor este principio vea-
cada una de las partes o éstas se confunden. mos estos dos casos: . -
.-.
.
Los sabinianos (Cassio) opinaban que las porcio- a ) Cuando murió el testador su patrimonio -
-.
..
nes se confundían, de tal modo que el legatario era de 100 áureos y los legados eran de 100 ...
debía formar una sola masa de su cuota con la áureos. El heredero debe calcular su cuarta par- . ...
....-i
que acrecía, mientras que Psóculo entendía que te en 25 áureos, no pudiendo los legados supe- .....
---.
--
..
debían permanecer separadas. La primera posi- 4' partes restantes (75 áureos). Y ello
rar las 31 .--.~ -
-.
ción tuvo a su favor una decisión de Antonino era así aun cuando en el momento de aceptar la :-..-*.-
La-
Pío. Pero, al inclinarse Juliano por la posición herencia el patrimonio haya aumentado (así, . -.
..
..
de Próculo, ésta resultó la prevaleciente (Paulo, por ingresos de los esclavos, o por hijos nacidos
D.35.2.1.14; Gayo, D.íd.78). de esclavas o por crías que han tenido los ga-
De este modo, había que distinguir: nados), y el patrimonio aumentó a 125 áureos.
a ) Si la parte gravada con legados acrece a El monto máximo de los legados no puede su-
la otra parte que está libre de legados, esta perar la suma ya fijada de 75 áureos, es decir,
úItima sigue permaneciendo intacta. El cálculo a los legatarios no aprovecha en nada lo que
de la quarta FaEcidia debe efectuarse solamente obtenga el heredero de los bienes hereditarios
sobre la cuota que acrece. después de la muerte del caasante (Inst., 2.23.2).
b ) Si ambas partes resultan cargadas con b ) Al revés, si el patrimonio ha d9sminuído
legados, la solución es igual. El cálculo de la (así, por incendios, naufragios o muerte de es-
quarta Falcidia debe efectuarse de manera se- clavos), supongamos a 75 áureos, los legados
parada respecto de cada cuota, la que acrece y deberán ser siempre pagados por el monto de 75
la de quien recibe el acrecimiento. áureos fijados para el momento de la muerte del
c) Pero si la parte que acrece no está grava- testador (Inst., ibíd.).
da con legados, y el legatario beneficiario del El heredero, en este úPtimo caso, resultaría
acrecimiento está cargado de legados, como todo burlado en sus expectativas hereditarias. Pero,
el provecho es para éste, las dos partes se con- como dice Justiniano, no es así, ya que siendo
funden y la cuarta hay que calcularla sobre el libre de aceptar o no la herencia, puede por ello
todo. llamar a los legatarios y ponerlos en la necesi-
dad de pactar una transacción, porque de lo
3 665. D. Cálculo de la quaanta Falcidia. contrario no acepta la herencia y aquéllos per-
El problema del cálculo de la cuarta parte invo- derían todo al caer el testamento (Inst., ibíd.).
lucra dos aspectos: el primero es determinar el
momento en el cual se debe establecer el patri- B) Para calcular el activo hay que deducir
monio; el segundo es, ya determinado éste, có- las deudas (Pap., D.35.2.15.3; C. 6.50.6; 14), los
mo se calcula la qual-ta Falcidia. gastos funerarios (Paulo, D.íd. 1.19; Marcelo,
A) El cálculo de la quarta Falcidia debía D.íd. 21, el valor de los esclavos manumitidos
efectuarse tomando el valor del patrimonio en el (Inst., 2.22.31, así como también los gastos que
momento de la muerte del testador (Gayo, demande la aceptación de la herencia (Gayo,
D.35.2.73 pr.), sin interesar los aumentos o dis- D.35.2.72; C. 6.30.22.9).
minuciones posteriores (Meciano, D .35.2.30 pr. Establecido entonces el patrimonio "neto", el
y 2-4; Gayo, D.íd. 73 pr.). heredero, en el caso de que los legados superen
las 3/4 partes, apartará para sí la cuarta parte
1. Cabe preguntarnos por qué se toma en cuenta (quarta Falcidia) y las 3/4 partes restantes se
el momento de l a muerte del testador y no el de la deberán dividir a prorrata entre los legatarios
adición de l a herencia. Lo primero que hay que pen- conforme al monto de cada Iegado (Inst., 2.23.3).
sar es que ello es así por el principio del dies cedens, Por supuesto, si el monto total de los lega-
por el cuaI comienza el derecho eventual de los lega- dos no alcanza los 3/4 del patrimonio heredita-
tarios, que está fijado regularmente al momento de la rio neto, el heredero debe eí_zmplir con ellos en
rnuei-te del testador. forma total.
1.En las institrtas de Justiniano (123.3) se dzn toria de la ley Falcidia, para trasformarse en una
los siguientes casos, F e muestran cómo se efectúa el simple presunción de ia volunta8 del testador, que
pago a prosrata: éste puede destruír por su m d e s ~ a c i ó ncontraria.
a ) El patrimonio hereditario es de 400 ánreos de
oro y los legados ascienden a la misma suma. El 5 667. Ineficacia de &los l e g a d o s
heredero apartará para sí 100 áureos. Con los 300
áureos restarxtes hay que pagar los legados, de tcih H. PQPEa EneraEidez del r"es$!ame~to que lo
modo que en proporción al monto de cada uno hay coa~ttene.Si el testamento es iz'iaálido, los lega-
que pagar cada legado disminuído en l/4 parte. dos también serán inválidos, por cuanto reciben
6) Si en el mismo ejemplo, la suma total de Tos su fuerza de aquél y de la k t i t s l c i ó i ~de here-
legados es de 350 áureos, el heredero retiene su dero (Gayo, 2.229; Inst., 2.20.341.
cuarta parte (400 áureos), y cada legatario recibirá d
monto del suyo disminuido en LIS parte. 1.En la época clásica el legado debía ser ordena-
e ) Finalmente, siguiendo el mismo ejemplo, si e% do después de la institución de heredero (Gayo, 2.229;
monto de los legados es de 500 áureos, es decir, Ulp., 24.15; Paulo, 3.6.2), puesto qae la heredis insti-
supera el monto de l a herencia, se debe primero htio es "principio y fundamento d e todo testamento".
suprimir 100 áureos, es decir, lo que se excede del Justiniano consideró vitirperah3e el hecho de dar-
patrimonio. Luego, el heredero retendrá la 114 p z ~ ~ ~le vprimacía a la letra escrita sobre la voluntad del
(100 áureos: el patrimonio era de 400 áureos). y con testador, y reformará este principio: declarando válido
los 300 restantes habrá que reducir proporcionalsnen- d legado hecho antes, entre o despugs de l a institución
te cada uno de los legados, es decir, cada legatario de heredero (Inst., 2.20.34; C.6.23.24, año 528).
recibirá U6 de lo que le correspondía. 2. Sin embargo, se admitieran ciertas situacio-
2. Si el heredero no sabe aún si tendrá lugax la nes que significaban una indepedencia del legado
reducción del legado, antes de pagarlo podrá pedir al respecto de la institución de heredero:
pretor que el legataria le preste una caución para el a ) En la bonoru~npossessio c m t r a tubulas", los
caso de que luego sea realmente reducido (Lqp., peticionantes de ella tenían la ahEgación de pagar,
D.35.3.1 pr.). Pero si el heredero ha pagado por error en proporción a sus cuotas, los legados que dejó el
un legado que debiú haber reducido, luego no lo po- testador a los ascendientes y a los descendientes.
drá reclamar íPaulo, D.22.6.9.5). También a la mujer o a la nuera ex carácter de dote
(edicto De legatis praestandis; EP, $ 143;Ulp., D.37.5.1
Q 666. DI. C ~ s s excluidos
s de Ea Iex Fal- pr.; 6.6.12.1).
eidia. La aplicación de l a ley Falcidia no s e b) En caso de ejercerse la querella inoficiosi
lleva a cabo en los siguientes casos: testamenti, Justiniano establecerá que los legados que-
a ) E n los testamentos militares (Scev., daban en pie (Nov. 115.3.15).
D.35.2.17; Macer, D.id. 92; Scev; D.íd.96; C.6. c) Cuando un heredero ab intestato h a sido desig-
21.12). nado como heredero voluntario en a n testamento, y
b ) Si se trata de un legado de dote, ya que para evitar tener que cumplir c m los legados ha
se considera que la mujer recibe una cosa suya repudiado la herencia testamentaria, el pretor salva
(Gayo, D.35.2.81.1). Lo mismo si se lega a la los legados mediante acciones con: fórmulas ficticias
mujer cosas de su uso personal (Ulp., D.íd. 2). (Uip., D.29.4.1 pr.; EP, 168).
C) En ciertas clases de legados: así, si se d ) Igualmente el fisco debe cnmplir los legados
lega un esclavo con la carga de manumitirIo de una herencia vacante. Además, el i u s adscrescendi
(Paulo, D.35.2.33); si se trata de un 'legado de por las leyes caducarias podía kLplicar pagar los
deuda" ( l e g a t u m debiti), por cuanto se lega d legados, por la cuota respectiva (cu,m honore); v. su-
legatario la cosa que l e es debida (Marcelo-UIp, pra, $ 645, B, 2-3; $ 662,C,1.
D.30.28.1).
9 668. IP. InueaEidez por e.szmras intriazse-
1. Justiniano ampliará las excepciones a los lega- cas al legado. Así, ( a ) en l a epoca clásica por
dos dejados a obras pías (Nov. 131.12). E igualmente, un defecto de forma no confirmable por el s.c.
para el caso de que e1 heredero haya sido negligente Neroniano*; ( b ) si el objeto del legado es inmo-
en hacer el inventario, por lo que el heredero debia ral, ilícito (Marciano, D.30.112.3) o imposible.
cumplir la totalidad de los legados (Nov. 1.2.2). Así, si se hace un legado zi único heredero
2. Pero además estableció un principio generd, (Ulp., 24.22; Florentino, D.30.136.1), o el legado
en virtud del cual la Zex Falcidia no se aplica cuando de una cosa que es del legataeo (Ulp., 24.20;
el testador le deniega al heredero hacer uso de la Pnst., 2.20.10); ( c ) si l a cosa perece por caso
quarta. Así, "Ticio sé heredero, y te doy este predio forbito (Inst., 2.20.16).
con tal de que no pidas la quarta" (Nov.l.2.2).
-7
hsto es importante por cuanto se pierde, por lo 5 669. cceto1z2an~&&$~ 7x1 principio que
inenos en este caso, el carácter públicamente obliga- parece elemental, un acto que es r ~ d oen su origen
-- .
.--~
.-- .
, -.
----
no puede tornarse válido por el solo trascurso del niano (siglo 11 a.c.). Esteblecia lo siguiente: "El ...?
.
.-.
tiempo: "Aquello que está viciado en su inicio no IegáZ6
- ~ ~ ~ ~ ~ ~en el ~ ~
puede convdidarse por el trascurso del tiempo" (Pau- momento en que hace el testame-o, i pue-
T .
.- .-
-....-
" -*,I'
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-.
-.
ser instituido heredero exista en el momento de la Se a&ca a los l e ~ a d o sstor~ados
" en forma .- -.
facción del testamento: "La institución que fue inútil puFa y simple, pero no a Ks7eJEl%Sb@o
_____m-b ---- - e--
desde el comienzo no puede convalidarse con poste- dic'ión (Celso, D.34.7.1.1; Ulp., D.34.7.4). En efec-
v
.
.<-?-. -
-.
rioridad" (Licinio Rufino, D.50.17.210). to, en este caso, aun cuando el testador muriera - ..
.-
En principio, esta regla se aplica también a los inmediatamente después d e hacer el testarnen- .. . .-
legados: así, si el legatario carece de la testamenti to, el legado no había sido dado para producir ... .
--
.-- k
factio (Celso, D.28.5.59.41, o si se legan cosas fuera efectos inmediatos, sino que estaba subordinado ...-
. -..
-.-.
del comercio (Inst., 2.20.41, etc., el legado es nulo ab a una condición, de tal modo que había que .-
.-
. -.
- - -.
initio. esperar hasta que el acontecimiento condicional ..-
. ..
...
-
Pero, podía ocurrir que ciertos legados involucra- se cumpliera o no. --.
,--
---
-.
m--
--.
ran circunstancias que en el momento de la facción Por la misma razón no se aplica a aquellos
del testamento, los tornaran inútiles, pero suscepti- legados en los cuales el diec cedens4' no ocurría -..-
.-..
.ili
.---..
-,.-
.
-
e
~
bles después de desaparecer. Así, p.ej., si se otorga con la muerte del testador, sino que coincidien- ---..
--- -
<-.
.---
....
un legado a alguien que está sometido a la potestas do con el dies veniens, s u c e a a con la aceptación
del que instituímos heredero (Gayo, 2.244); o tam- de la herencia (Pap., D.34.7.3).En efecto, en .--Y?.
--- ..
. --
.,-
bién, si se lega a alguien una cosa que le pertenece este caso, aun cuando el kstador muera iim.-ie- -..
--.
.,
q77
(Inst., 2.20.10). Estos legados son inútiles, porque en diatamente después de hacer testamento, no se -,.
el primer caso, estando el legatario in potestate, ca- puede decir que el legado sea nulo. Había que -
.e.
(i.
~
-
rece de sentido que se lo pueda reclamar a aquel de esperar si el obstáculo dessiparecía o no antes -.
-.
E-->
.~-
-.
quien depende; y en el segundo, porque pertenecién- de la aceptación de la herencia para saber si --
..-
dole la cosa al legatario es irrisorio reclamarla. era válido o nulo. :
. --.
S ?-.
-->
estando vivo el testador (así, el hijo o el esclavo del regla catoniana es falsa". Pero s e aplica no s6lo a los -
..
heredero a quienes se dejaba el legado se emancipaba legados, sino también a los 5deicomisos ((2.6.37.13). ..
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o era manumitido, el legado es valido. Si el legado :
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era condicional, también valía si dicho acontecimien- $ 670. Legadas a tituh de pena. Legar a ~-..--..
to ocurría antes del cumplimiento de la condición. título de pena (poerzae nomine) significa coercio-
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Y finalmente, (c) poniéndose en una situación nar al heredero, no a l legatario, a que haga o i +
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intermedia los sabinianos opinaban que si el legado no haga algo, y en caso de rxn obrar contrario se .--
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era condicional, era válido y había que esperar que le impone como pena un legado. Así, p.ej.: "Si -2
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el cambio de circunstancias ocurriera antes del cum- mi heredero diera su hija en matrimonio a Si- ..
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plimiento de la condición. En cambio, si el legado era cio, que le dé 10.000 sestercios a Seyo"; o tam- ..
---
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puro y simple, debía ser tenido por nulo, "porque bién lo contrario: "Si mi heredero no diera su
sería absurdo que u n legado que habría sido nulo si hija en matrimonio a Ticio, que le sean dados .
.
,
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que se s i e r ~ t erespecto del legatario, y n o e n url o también: "A quienes luego del rzstamenzo serán
resentilniei~tohostil contra el heredero (Theo- design¿idos cónsules". En estos cssos el legado es
philo, Paraphr.; Inst., 2.20.36). inv&do (Gayo, 2.238; Ulp., 24.18; Tnst., 2.20.25).
pero si se hacía una indicacih cierta entre per-
1. El legado hecho en forma condicional al lega- sonas indeterminadas. entonces el- legado es válido.
tario; así: "Lego 10.000 a Ticio, si da su hija ei-t_ Aci, p.ej : "Que ini heredero dé 10.%00 a quien entre
matrimonio a Seyo", es perfectamente válido. llcio mis actuales cognados viniera p-rimero a ofiec-nrme
considerará si acepta o no esa condición. En cambio, las honras fúnebres" (Gayo, 2.238; ULp., 24.18). O
en el legado de pena, la condición de hacer o no hacer también "Aquien entre mis acttmdes cognados toma-
está dirigida no al legatario, sino al heredero. r a en mit;aimonio a mi hija" (Insx*, 2.20.25).
2. El legado de pena se aplica igualmente a un 2. Respecto de los "póstumos rbtraños': es decir,
legado de libertad de un esclavo, condicionando al aquelIos que al nacer no serán sui heredes del testa-
heredero a sufrir el legado si no manumite a un dor, tampoco se les puede legar (Gayo, 2.241; Inst.,
esclavo (Gayo, 2.236), así como tambi6n a instituír un 2.20.16). Esto se debe a que son clsslsiderados perso-
heredero (Gayo, 2.243), o a un fideicomiso (Ulp., 25.13). nas inciertas.
La prohibición del legado de pena se aplicaba incluso Sin embargo, Justiniano r e f o m a r á esto, permi-
a los testamentos militares, a pesar de los favores tiendo que los póstúmos extraiíoc, F;is diversas corpo-
que gozaban éstos (Inst., 2.20.36). raciones, los pobres, puedan recih~rlegados y fideico-
3. Justiniano permitirá que los legados y otras misos, aunque no l a nominación de un tutor (Inst.,
disposiciones a título de pena sean perfectamente 2.20.27; C.6.48).
validos, salvo, sin embargo, las penas que obligaran 3. En cambio, ( a ) si el testador s e h a equivocado
a cosas imposibles, prohibidas por las leyes o desho- en el nombre, cognomen o agnomen del legatario,
nestas (Inst., 2.20.36; '2.6.41). siempre que la intención del testador esté manifies-
tamente expresada acerca de la persona del legatario,
8 671. Legados post msrtem del herede- el legado es válido (Inst., 2.20.29; -Ulp., 24.19; Gayo,
ro. También es nulo el legado hecho p a r a des- D.35.1.17 pr.; Marciano, D.íd.33; miorentino, D.íd.34).
pués d e la m u e r t e del heredero, como, p.ej.: Pero si l a nominación es vaga o irjrnteligihle, es re-
"Cuando m i heredero h a y a muerto, doy y lego" putada corno no escrita (Ulp., D.28.5.9.1; Wp., D.30.4;
(Gayo, 2.232; Inst.., 2.20.35). La razOn estaba en Const. Gordiano, C.6.23.4).
que no e r a un legado impuesto al heredero, sino A su vez, ( b ) una equivocaciíin en cuanto al dato
al lieredero del heredero (Ulp., 24.16; Paulo, del legatario, así p.ej.: "Lego a Sticho, n a d o de mi
3.6.5). esclava", y es cierto que no nació de ehla, sino que lo
había comprado, se entiende que como no hay proble-
1. En cambio, era válido si se legaba así: "Cuan- ina de identificación, ese error no kvalida el legado
do mi heredero se muera", ya que en este caso no se (Inst., 2.20.30). O si se dice: "El esdavu Sticho que he
deja para después de la muerte del heredero, sino comprado a Seyo", cuando en realidad lo ha cornpra-
para su última hora (Gayo, 2.232). do a otro", el legado es vaIido (fn,-t., ibíd.).
2. Era también nulo el legado hecho "después de (c) Tampoco lo invalida una eausa falsa. Así,
la muerte del legatario" (Inst., 2.20.35). La razón es p.ej.: "Lego mi esclavo Sticho a Ticio, porque hz
evidente: como el plazo incierto no se cumplirá sino administrado mis negocios durante mi ausencia", o
luego de la muerte del legatario, el derecho al legado bien "Lego mi esclavo Sticho a Ticio, porque en vir-
no lo tendrá nunca éste, de tal modo que no deja tud de s u defensa me ha logrado absolver de una
nada a sus herederos. acusación capital", aunque Ticio DO Haya prestado
3. Esta regla no se aplica a los fideicomisos, en esos servicios al testador, el legado es valido (Ulp.,
los cuales estas cláusulas eran válidas (Gayo, 2.277; 24.19; Inst., 2.20.31; Pap., D. 35.1-72.6; C.6.44).
Ulp., 25.8). Justiniano, al asimilar los legados a los En cambio, si la causa expresada fuese expresa-
fideicon~isos,las tendrá por válidas también respecto da como condición, el legado es i n ~ á l i d o .Así: 'Zego
de los legados (Inst., 2.20.35; C.4.11.E; 8.38.11). tal fundo a Ticio si h a cuidado de mis bienes" (Gayo,
D.35.1.17.2-3; Inst., 2.20.31). En realidad no es pro-
5 672. 111. Invakidez por incapacidad de1 piamente una condición, ya que aro se reEere a un
legafar-io. El legatario debe contar con la fes- hecho futuro sino pasado, pero ac& s e interpreta la
tamenti factio passiua (supra, 8 620, 11). D e lo voluntad del testador que señala específicamente que
contrario el legado es inválido (Inst., 2.20.24). sólo lega si la causa es real.
4. Respecto del esclavo podían ,%ceder estos dos
1. Respecto de las personas "inciertas", se habla- casos:
ba en primer término de aquellas que el testador no a) "Que Ticio sea mi heredero y lego 10.000 a su
tenía presente en su espíritu de quién se podía tra- esclavo Sticho". En principio, s i el legado es puro y
tar. Así, p.ej.: "A quien primero viniera a ofrecerme simple, s e n a nulo puesto que se* l a regla catonia-
las honras filnebres, que mi heredero le dé 10.000"; na, si el testador muere en el momento de la ficción
del testamento, Ticio no es solamente heredero, sino ha surgido una enemistad evidente con el legatario
que además como dueño.de1 esclavo también recibiria (Ulp., D.34.4.3.11.4; Pap., D.id.22; Scex~.,D.íd. 31.21,
el legado dejado a éste. Y no se puede reunir en una o si el testador, por una escritura posteiior, h a agre-
misma persona la calidad de heredero y de legatario gada una nota injuriosa contra el legatario (Marcia-
(Florent., D.30.1.116.1; Juliano, D. íd. 104.3 y 5; Inst., no, D.34.4.13; Paulo, D.íd.29).
2.20.32). 3. Un caso particular ocnrría con el legado de
En cambio, si es condicional -así, p.ej., "Que una cosa particular, que luego el testador vendía. En
Ticio sea mi heredero y lego a su esclavo Sticho la época clásica se podría p w s a r que por el s.c.
10.000 si antes de la aceptación de la herencia fuera Neroniano, el legado valdría per damnationem, que
liberton-, no se aplica la regla catoniana, y habrá admite el legado de cosa ajena. Pero según Gayo, la
que esperar si llegado el dies uenierzs se ha cumplido opinión prevaleciente para su tiempo es que en este
o no la condición (Inst., 2.20.32). caso no se podía usar de dicho S.C. Neroniano, ya que
b ) En el caso inverso: "Que Sticho esclavo de si bien sería válido por el ius ciuile, el legatario que
Ticio sea mi heredero. Y doy a Ticio un legado de reclamara l a cosa puede ser repelido por la exceptio
10.000". Acá el heredero, en principio, es Sticho. Si doli mali, como si la demanda fuera hecha contra la
aplicamos la regla catoniana en relación al legatario voluntad del difunto (Gayo, 2.198; h s t . , 2.20.12).
Ticio, siendo el legado puro y simple, el dies cedens Sin embargo, tiunfó finalimente l a opinión de
ocurre con la muerte del testador. Pero él no es el Celso, confirmada por un rescripto de Severo jT de
heredero, sino Sticho, y habrá que esperar que se Antonino y consagrada por Justaniano (Inst., 2.20.12).
acepte la herencia. Según ella, había que probar que la enajenación efec-
Si a ese momento la situación de esclavitud no tuada por el testador tenía la intención de revocar el
h a cambiado, el legado será inválido, por cuanto Ticio legado. Si esta voluntad no existe, el legado es válido
será titular de la herencia y del legado. Pero puede entendiéndose que no ha sido revocado.
ocurrir que en el lapso intermedio Sticho sea vendido Así, si la enajenación fue hecha por una necesi-
(la herencia irá al nuevo dominus) o haya sido ma- dad urgente, los herederos san los que tienen que
numitido (la herencia irá a Sticho), y dándose alguno probar la intención de revocar (Ulp., D.32.11.12). Al
de estos supuestos, el legado a Ticio será válido, por contrario, si l a enajenación ha sido sin ninguna ne-
cuanto el esclavo no le pertenece (Inst., 2.20.33; Ga- cesidad, así por una donación, e1 legatario tiene que
yo, 2.245; Ulp., 24.24; Jul., D.36.2.17; Scev., D.35.2.20; probar que no hubo intención de revocar (Modest.,
Paulo, D.30.25; Jul., D.íd. 91). D.34.4.18).
El texto del rescripto mencionado (6.6.37.3) se
5 673. W . Invalidez por uolecntad del tes- refería al caso de un legado de fundos que luego el
tador. Puede ocurrir que el testador resuelva testador ha dado en ptgnus. Estimando que no se ha
dejar sin efectos el legado. La situación más revocado el legado, se nos dice que el legatario podrá
simple sena si al hacer nuevo testamento no reclamar del heredero que desgrave dichos fundos.
habla para nada del legado. Pero, fuera de ello, interpretando que el testador los h a tenido que hipo-
pueden ocurrir estas dos situaciones: tecar por necesidad.
a ) Revocación del legado. Esto ocurre si en Si sólo se vendía una parte de1 fundo legado, la
el mismo testamento el testador manifiesta su parte restante es debida por el legado (Pomp., D.30.S
voluntad contraria a dejar el legado. Así, en la pr.). Según el rescripto respecto de la parte vendida,
época clásica, tenía que emplear términos con- sólo se debe en el caso de que la venta haya sido
trarios: Si primero había dicho "Doy y lego", hecha sin intención de revocar el legado.
basta que luego agregue, corrigiendo lo anterior:
"No doy y no lego" (Ulp., 24.29). En la época de b ) Traslación del legado. El testador puede
Justiniano no es necesario el requisito de térmi- trasferir el legado hecho en favor de alguien a
nos contrarios, bastando cualquier expresión que otra persona: "El esclavo Sticho que yo he lega-
signifique la voluntad revocatoria del testador do a Ticio, yo lo doy y ID lego a Seyo". Se
(Inst., 2.21 pr.). entiende acá que hay una revocación del legado
a Ticio y la constitución de uno nuevo en favor
1. En la época clásica se solía hacer en un codi- de Seyo (Inst., 2.21.1).
cilo confirmado (Ulp., 24.29). Justiniano lo admite
para el empleo de toda clase de codicilos (Inst., 2.21 1. Según nos dice Paulo, la kraslación de legado se
pr.1. podía hacer de cuatro formas: a ) cambiando la persona
2. La revocación no sólo puede ser expresa, sino del legatario; b) cargando con el legado a otro de los
también tácita, interpretando la voluntad del testa- herederos instituídos; c ) cambiarado l a cosa del legado;
dor (Paulo, D.34.4.16). Así, p.ej., si éste realiza actos y d ) subordinando a una condición e1 legado que en
incompatibles con el legado: p.ej., cobrando él nusmo principio era puro y simple (D. 34.4.6).
el crédito que ha legado íInst., 2.20.21). Incluso se 2. En el primer caso, si el beneficiado por la
puede presumir de ciertas circunstancias: así, p.ej., si traslación rehúsa el legado, e110 no obstante el prime-
yo queda revocado, por smerésa la valuntad del testa- dada la negación del heredera .respecto de su
dor (Jul., D 34.4.8; Pomp., D.íd.2C). cumplimiento, Augusto orden6 a los cóncu1ec
S1 se trataba de UD cambio de cosa legada, si la que interpusieran su autoridad, entendiendo en
segunda no ha sido efecti~ramentedada, subsiste el ellos mediante la extruordi~zariacognitio.
legado de la primera, interpretándose que el testador Esta m e a d a de reconocir~ientojruidico de
no ha querido privar al legataria de todo beneficio los fideicomisos fue plenamente aceptada, y por
(Pornp., D.32.18). decisi6n de Claudio se podia r e m r r i ~al p r a e t o ~
fideicornmissarius (Pomp., D.1.2.32), y en pros&-
cias a los gobernadores (Gayo, 2.278). Como ins-
D. Los _fideigoniizps, titución no totalmente asimilada a1 ius civile, se
s e d a siempre el procedimiento extra ordirzem.
----
ci?, se la devuelvas y la restituyas a Gayo Se- gos, en caso de que el heredera fiduciario se negara
y o Ad~etncl&3~t&IStOYGT~&mi~4.,
~ con "pedidia" a fa restitución, negando haber recibido
e~$fo&Lo usual era entpL&rpalabrass_ta- tal encargo, el fideicorilisario, después de haber jura-
l_eomo~~~@~~J,go, quiero, confío en tu bue- do s u buena fe, podrá deferir el juramento al here-
--_____-
na- fe7' (Peto, ~ o g o~, 7 ; C l T e ~ n % T t ~ T a y dero o , fiduciario, quien deberá jurar que no ha recibido
2.249). tal encargo del causante. Pero la voluntad del testa-
dor no perece nunca. Y así, si con posterioridad,
1. Ulpiano nos dice (24.1) que mientras en los después de haber negado el fideicomiso, confiesa des-
legados son establecidos por palabras 'Tmperativas" pués el hecho, aunque envolviénEPose en sutilezas
(legis modo), en los fideicomisos se emplean términos jurídicas, no dejará por ello de ser obligado a pagar
'5-ogativos" ípl-ecatiuo rnodo), y sin las exigencias del (Inst., 2.23.12; C.6.42.32, año 53%).
ius civile, interesando más la voluntad del causante.
La M t a de formalidades precisas llevaron a que un 0 676.
fideiconliso sería válido establecido por u n simple sos. La regulación - de los fideicomisos obedecía
signo ( n u t u s ) de la voluntad (Ulp., 25.3). gWentes reelas:
2. Debido a esta informalidad, los fideicomisos no A) EI fideicomiso puede ser dispuesto en un
-.-
sólo sirven para poder dejar cosas a quien carece de testamento o en un codicilo, ya mere esre con-
la testamenti factio passiua, sino también para evitar firmado o no por un testamento (Gayo, 270a;
el efecto de las leyes caducarias (Gayo, 2.286). Igual- U ~-P,.25.8:, Paulo. 4.1.10: Inst.. 2.25.1). También
mente para evitar los límites de las leyes Furia y -
e-
. -.. -- - .- a% in2es-
se lqpuede establecer en una herencia -
-
Voconia, y en general para soslayar los formalismos tato ( G a K 2.270; m~p~~-25.4;
y exigencias de los legados.
&-t., 2.23.10).
B) El fideicornitente debe tener l a testamenti --
a que el fideicomiso sea valido mp.,
5
675. Eva2uciOn. En un principio, en la 25.4).
época republicana, el cumplirniernto de los fidei- 6)Se puede encomendar con un fideicomiso,
comisos era un compromiso moral, basado en la tanto
---- a--l 'rieredero' " m Z m--B
---- -. 2 T i b T ~ rnab-i7ztes-
-- ---- -.
fides (Cic., d e filzib., 2.17.18; Inst., 2.23.1). Pero taio (Gayo, 2.260; 270; Inst., 2.22 pr.; 2.23;10].
-
-a
Pea- le&~,~bayo, 2.2 71L- y-a ban estipulaciones recíprocas entre el 'Tieredero
aguel que ha recibido una donación rnortis cau- fiduciario" y el "fideicomisaPion a propósito de
sa (Pap., D.31.77.1; Ulp., D.32.3.3). Incluso
- esta cccompraventa"(emptae e t uenditee heredi-
fisco, respecto de ;Los bienes vacantes (Afric., tatis stipulationes); Gayo, 2.252.
~.30.114.2).La regla es, pues, que el fideicomi-
so puede gravar a todo aquel que reciba algo del l. Estas estipulaciones se realizaban del siguien-
de cuius. te modo. Respecto de las deudas hereditarias o por
D) El fideic~&c) r,~e~~s~-d_e&a_dQOOenfavor cosas que hubiera entregado &e buena fe a un terce-
(c
---
de cualquier persona, aun no teniendo la t e s k
rnelztz a=
f passiua.
ro, el heredero fiduciario preguntaba: "¿Prometes de-
volverme el dinero que por causa de las deudas he-
r.=
--.
.-
.?
1.Así, por de pronto a los extranjeros; pero tarn- fuera yo condenado a pagar y seré rectamente defen- ,..-.
: : 6
-
bién a la mujer que no podía ser instituída por la lex dido por ti en los juicios, actmmdo como mi cognitor .. -,
-
E-.
~ -
Voconia (Gayo, 2.274) y a los latinos junianos, que o miprocurator?"; y el fiduciario contestaba: "LOpro-
por la íex Iunia Norbana no pueden ser instituídos meto" (Gayo, 2.252). .
,,...
herederos o legatarios (Gayo, 2.275; Ulp., 25.7). Y tam- Y a s u vez, respecto de las créditos y acciones - ..
..---
.-
--
--
bién para escapar a las leyes caducanas, establecien- reclamando cosas hereditarias, el fiduciario pregun-
do por fideicomiso beneficios en favor de los caelibes taba: "¿Prometes devolverme tado lo que se te pague .-.
-"
,- -
..->
4
2. Pero luego que el fideicomiso es considerado acciones por causa de la herencia como cognitor o
-
como engendrando derechos válidos y exigibles, no se procurator?". Y el heredero fiauciario respondía: "Lo -.
r---
derecho respecto de l a quarta pars sobre los montos dice que en l a época antigua $ ñduciario "no ocupaba
.,c -
de las partes prohibidas (Gayo, 2.286a; Pap., D.34.9.11; ni el lugar de heredero ni el de legatario, sino más 7 -7
-.
Gayo, D.íd.10). precisamente el de un compmdor" (Gayo, 2.252). ::(
d
.-
Si bien en u n comienzo los extranjeros podían 3. De este modo, quedaba salvado el principio del .-
dar y recibir fideicomisos, y tal fue su origen, luego semel heres semper heres, puesto que el heredero <:
se les prohibió. Un s.c. habido en época de Hadriano fiduciario quedaba siempre como heredero, no obs- .,--
:- '
c.:
estableció que estos fideicomisos podían ser vindica- tante lo cual se lograba la trasferencia de los créditos -
, -
dos por el fisco (Gayo, 2.285; Inst., 2.23.1; 2; 25 pr.). y de las deudas. Recalquemos, además, que en cuan- !-i
Tampoco se pudo por otro S.C. de Hadriano dejar a to a las cosas de l a herencia, éstas debían ser tras- ..--...
las personas inciertas (Gayo, 2.287; UIp., 25.13). mitidas en forma particular conforme a cada cosa
mancipi o nec mancipi.
§ 677. 1. Fideicomisos de herencia. El
fideicomiso de herencia es aquel en el cual se 8 679. B) Esta forma de trasferencia tenía
deja toda una herencia, o una cuotaparte de sus peligros: el primero, porque dependía de la
ella. Así: "Que Lucio Ticio sea mi heredero", solvencia de las partes; debido a ello, para pre-
agregando luego: "Te ruego, Lucio Ticio, que caverse de la insolvencia de lo estipulado, se
restituyas esta herencia a Gayo Seyo, desde que empleaban cauciones de garantía (Gayo, 2.253).
puedas hacer adición de ella" (Gayo, 2.250; Inst., Para solucionar este inconveniente se apro-
2.23.2). bó el s.c. TrebeELianum (Nerón; año 56 d.C.). Se
Ante todo debe existir un heredero, el here- establecía en él que la persona del fideicomisa-
dero fiduciario, quien debe trasmitir las cosas, rio quedaba directamente asimilada a la de un
créditos y deudas hereditarias al beneficiario heredero (heredis Loco: ocupando el 'lugar del
("fideicomisario"). Pero aun restituyendo la he- heredero"). Por ello, ya no son necesarias las
rencia, el heredero fiduciario no por ello deja de estipulaciones, sino que ipso iure se le conceden
ser heredero (regla: semel heres semper heres). al fideicomisario, bajo la figura de "acciones úti-
En cambio, el fideicomisario quedaba asimilado les", las que tenía el heredero o eran dirigidas
al heredero. a 61 (Gayo, 2.253).
herencia, los deudores le opondrian la "excepción de gaciano. &orá el hereaero fiducsri-iio que pueEe re-
k-
herencia restituída" (exceptio restitutae iie~edifatis). clamar sn parte, debe responder camo heredero cI~";1
si los acreedores del causante quieren cobrade a él, de las cargas hereditarias totales.
les podría oponer la misma excepcion (Jul., D.36. Por otra parte, ya no se prtedv hablar del fidei-
1.27.7). comisario como ocupando el lugar d e heredero (here-
2. Las acciones que se otorgaban al frdeicomisa- dis Loco), sino el de 'legatario p;irciarion, debiendo
n o eran actiones utiles, en las cuales el pretor emple- mediar las stiputationes partis et p-o parte. Acá, 2 s u
aba la ficción "si fuera heredero" (si heres esset), de vez, podía ocw-rir:
manera análoga a la empleada por el bonorum pos- (i) Que el heredero fiduciario acepte la herencia
sesso7- (Gayo, 4.34; EP, $ 68). y retenga s u pak-te, es decir, la cuarta. En este caso
continúa siendo el heredero, y e n t e él y el fideicnrni-
680. C) Pero entonces ocurría otro incon- sario deben celebrarse las stipulatione partis e f p ~ o
veniente, ya que los herederos inscritos en el parte, respecto de los créditos y de las deudas (Gayo,
testamento a quienes se rogaba trasmitir la to- 2.257; Ulp., 25.15; Inst., 2.23.6).
talidad o la casi totalidad de la herencia, rehu- (ii) Que el heredero fiduciario acepte la herencia,
saban aceptarla, ya que el beneficio que aprove- pero renuncie a retener su quarta. E n este caso con-
chaban era nulo o míninlo, motivo por el cual tinúa siendo heredero, debe soporkar todas las car-
los fideicomisos se extinguían (Gayo, 2.250; Ulp., gas, pero las stipulationes deben ser por el total de
25.15; Inst., 2.23.5). la herencia; es decir, volvemos a las emptae et uen-
Por ello, posteriormente, en época de Vespa- ditae hereditafis stipulationes (GSJJO,2.257).
siano (años 69-79 d.C:), se aprobó el s.c. Pega- (iii) Que el heredero se niegue a aceptar la he-
sianixm (siendo cónsules Pegaso y Pusia). Por él rencia. Entonces, puede ser compelido a restitnirla
se dará una solución análoga a la establecid2 por el magistrado. En este caso, el heredero pierde su
por la ley Falcidia, a propósito de los legados: quarta, pero el fideicomisario pasa al lugar de here-
e! heredero fiduciario podía siempre retener una dero (heredis loco) y las acciones en su favor o en su
cuarta parte de la herencia (quarta Pegctsiana). contra les son dadas como actiones utiles, conforme al
El propio heredero es quien debe soportar las s.c. Trebelliano. En este caso, da-das las seguridades
cargas hereditarias. El fideiconiisai-io, que podía que tiene el Gdeicomisario no son necesarias las sti-
recibir hasta las 314 partes de la herencia, qne- pulationes (Gayo, 2.258; Ulp., 25.16; Inst., 2.23.6).
da asimilado al "legatario parciarion, debiéndose
interponer entre heredero y fideicomisario las 5 681. Todo este sistema muy compEcado y
stipz~lationespartis et pro parte, que son usua- hasta abstruso, fue reformadu por Justiñlamo.
les para el caso de esta clase de legados. Por No conservamos la constitución respectiva, pero
ellas, los beneficios y las pérdidas son comunes el régimen zparece explicada en Institutas,
y se reparten a prorrata (Gayo, 2.254; Ulp., 2.23.7.
25.15: Paulo, 4.3.1 SS.;Inst., 2.23.5). Las estipulaciones que se pacticaban fue-
ron cameadas por Papiniano de "capc'iosas"
l. El régimen establecido por el s.c. Pegasiano no (Inst., ibid.).Por ello, siguiendo el principio de
deroga el s.c. Trebelliano, sino que funcionaba en la simpliÍicación y de la claridad y rechazando
combinación con él. De este modo, la aplicación con- la complicaci6n, Justiniano deja sin efecto el S.C.
junta resultaba bastante compleja. Cabía distinguir Pegasiano, conservando sólo la vigencia de1 S.C.
los siguientes casos: Trebelliano, aunque mantenieado algunas dis-
l. Que el fideicomiso sea parcial e inferior a las posiciones del primero.
3 / 4 partes de la herencia. En este caso, como el here- De este modo, considera d fideicomisario
dero fiduciario tiene asegurada su quarta pars, debe como el sucesor universal. En cuanto al herede-
restituír el fideicomiso conforme al s.c. TrebelEano. ro fiduciario podrá retener su qaarta, obligánda-
Las acciones hereditarias son dadas respectiva- lo a aceptar la herencia y entregarla al fideico-
mente contra el uno y el otro, a prorrzta de sus misario, quien la podrá en caso de no aceptzción
porciones. En favor y en contra del heredero, en virtud reclamar judicialmente.
de lo que dispone el ius civile, y en favor o en contra
del fideicomisario en virtud del S.C.Trebelliano. 1. En el Digesto sólo existe el xitulo sobre el s.c.
Sin embargo, como el heredero permmece here- Trebelliano (D.36.1), no así sobre el! S.C.Pegasiano. El
dero incluso respecto de la parte fideicomisaria que sistema quedó así:
debe restituir, puede ejercer las acciones o ser diri- 1. En todos los casos, el heredero fiduciario debe-
gidas contra él, pero sólo hasta "el beneficio que r á restituír la herencia al fideicom~sario,conforme d
obtenga de la herencia" (Gayo, 2.255; Ulp., 25.14; s.c.Trebelliano, ocupando éste siempre el "lugar de
Inst., 2.23.6). heredero" (heredis Loco).
2. Que el fideicomiso sea total, o por más de l a s 11. S e mantiene la quarta en favor del heredero,
3 / 4 partes de la hwe7zcia. Aquí se aplica el s.c. Fe- con lo cual se conserira este princfpio del S c. Pega-
siano. Incluso, si la h a restituído por error, puede recibido una suma de dinero s e le h a ordenado o
repetirla por la corzdictio indebiti, lo cual no era rogado que diera a otro una c s a o un esclavo ajenos,
permitido en el derecho clásico (Paulo, 4.3.4; Inst., que él debe comprar, y se le exige u n precio que
2.23.7). supera el monto recibido, no está obligado a comprar
111. No hay necesidad de stipulationes. Si el here- dicha cosa, pudiendo negarse a comprarla (Marcelo-
dero se queda con la quarta (conocida ahora por al,gu- Ulp., D.40.5.24.12-13).
nos como quarta Tl-ebelliazza y no quarta Pegasiana), Pero si se trata de una casa o de u n esclavo
las acciones se dividen a prorrata se* l a parte asig- propios, deberá cumplir el legado o el fideicomiso, sin
nada a cada uno. Si no se queda con la quarta, enton- poder alegar que h a recibido menos que el valor de
ces toda la herencia pasa al fideicomisario, juntamente dichas cosas. Se entiende que desde el momento que
con todas las acciones en favor y en contra. aceptó la carga la deberá cumplir (Pap., D.31.70.1;
IV. También se conserva del s.c. Pegasiano el Marcelo-Ulp., D.40.5.24.12-13).
poder exigir al heredero fiduciario la aceptación de l a
herencia, en caso de negarse a hacerla, pasando to- 3 683. Respecto de los fideicomisos de cosas
das las acciones -en favor y en contra- en cabeza singulares, se va logrando un acercamiento re-
del fideicomisario, conforme al s.c. Trebelliano, de tal cíproco con los legados. Podemos observar un
modo que no le queden al heredero ni cargas ni doble movimiento convergente. Por un lado, so-
beneficios (Inst., 2.23.7). bre todo a partir de los efectos prácticos del S.C.
Neroniano", se irá liberando a los legados de las
682. E.. Pideicorniso d e cosas particu- formalidades estrictas. Por el otro, se va otor-
lares. Ocurre cuando se deja el fideicomiso de gando mayor protección y regulación juridica a
cosas singulares, como p.ej. un esclavo, un ves- l o s fideicomisos; así, p.ej., la analogía de la
tido, dinero amonedado tfJecurzia numerata), en- quarta pars producida entre la ley Falcidia y
cargando al mismo heredero o al legatario tras- el s.c. Pegasianum. Con Justiniano se produ-
ferir la cosa a un tercero, aunque no se pueda ce l a fusión de ambas instituciones (Inst.,
encomendar ningún legado al legatario (Gayo, 2.20.2-3; C.6.43.1, año 529; Ulp., D.30.1 itp.: "En
2.260; Inst., 2.24 pr.). todo fueron igualados los legados con los fidei-
comiso~".
1. Se puede dejar en fideicomiso, no solamente
las cosas propias del testador, sino también la del 1.Pese a ello, Justiniano, en sus Institutas, trata
heredero o la del legatario o l a del fideicomisano y por separado los legados (2.20) de los fideicomisos de
también l a de un tercero cualquiera (Gayo, 2.261; cosas particulares (2.24). Pero si se consideran los
Ulp., 25.5; Inst., 2.24.1). Con ello se aproxima a l a resultados prácticos, l a igualación es total: La dispo-
forma más amplia de legados, es decir, al legado pel- sición testamentaria que no pueda valer como legado
damnationem. no es nula sino que vale como fideicomiso; y recípro-
2. Si s e trata de una cosa ajena que h a sido camente todos los efectos de los legados se comunican
dejada por fideicomiso, el fideicomisario está obligado y valen para los fideicomisos (Inst., 2.20.3).
a comprarla y dársela al beneficiado, o pagar su 2. Así, hemos visto cómo a los fideicomisos se los
estimación (Gayo, 2.262; Inst., 2.24.1). puede establecer con l a misma amplitud e n cuanto a
En tiempos de Gayo, algunos pensaban que en las cosas, que lo permitido por el legado per damna-
caso de fideicomiso de una cosa ajena, en el caso de tionem. Igualmente, el derecho al gravado de poder
que el dueño no la quisiera vender, el fideicomiso se retener l a quarta pars. Y también, el principio del
extingue, estableciendo que es una situación distinta dies cedens se aplica tanto a los legados como a los
del legado per damnationem. Pero el mismo Gayo fideicomisos (D.36.2).
parece no darla como l a opinión prevaleciente (2.262).
Justiniano, sin siquiera mencionar esta discrepancia, 3 684. 111. Fideicomiso de libertad. Tam-
establece que en ese caso se debe pagar la estimación bién se puede por fideicomiso otorgar l a libertad
de la cosa (Inst., 2.24.1). a un esclavo, rogando al heredero o al legatario,
3. Existe, sin embargo, un límite: que no se pue- o al fideicomisario (Inst., 2.24.2) manumitir10
de encomendar un fideicomiso de cosa ajena por un (Gayo, 2.263; Ulp., 25.18; 2.7; Inst., 2.24.2). Así:
valor mayor que el que h a recibido el encargado de "Ruego, encomiendo a l a fides de mi heredero
cumplirlo (Gayo, 2.261; Inst., 2.24.1). que el esclavo Sticho sea manumitido" (Ulp.,
Esta regla era un principio general que se apli- 2.7).
caba también al heredero respecto de los legados: No interesa que el testador ruegue rnmumi-
'Wadie puede ser obligado a tener que cumplir un tir a un esclavo suyo, o a uno del heredero o del
legado que exceda lo que recibe por causa de la legatario, o más aún al de un tercero extraño
herencia" (Ulp., D.36.1.1.17; D.40.5.24.13). En princi- (Gayo, 2.264; Ulp., 2.10; Inst., 2.24.2). En este
pio, será nulo el fideicomiso por la parte excedente. iiMimo caso debe ser comprado y manumitido
Así, si al legatario o al fideicos-isario que h a (Gayo, 2.265; Ulp., 2.11; Inst., 2.24.2).
El escluvo nianrrmitido por fideicomiso no se 5. En !a época clásica si se trataba del fideicomi-
hace liberto del testador,.como ocurre si bubies:: so de libertad de un esclavo ajenci. y el dueño no lo
sido manuinitido en forma directa en el testa- vendiera, el legado se e x c g u e , y s que no es posible
mento (acá, se lo llamaba Oi-eiizus), sino que su reemplazar el cometido por el precio, como en l a cosa
patrono es aquel que cumpliendo el fideicomiso ajena (Gayo, 2.263; Ulp.? 2.11).
lo manumite (Gayo, 2.266; LTp.: 2.8; Inst., Justiniano, siguiendo un rescx?pto del emperador
2.20.2). Alejandro (C.7.4.6), entiende que el ñdeicomiso no se
extingue, sino que su cumplimien+a queda diferido,
1. Sin embargo, existe otra diferencia entre l a "porque el tiempo puede siuninisirm- ocasión de com-
manumisión directa por testamento .y el fideicomiso prar al esclavo y manramitirlo" [Irist., 2.24.2).
de libertad. El testador puede manumitir en forma
directa en el testamento, solamente al esclavo propio 5 685. N.Fideicomiso de familia.Se po-
("Que mi esclavo Sticlio sea libre"; Gayo, 2.267 y 272; día también establecer la "sustikución fideicomi-
LJIp., 2.7-8; Inst., 2.24.2). En cambio, por fideiconniso caria", aunque esta expresión no existe en los
se puede manumitir al esclavo ajeno, según 10 dicho textos. Podía ocurrir que se estableciera un fi-
más arriba. deicomisario sustituto para e3 caso de que el
2. El tratamiento de este fideicomiso de libertad beneficiario no adquiera el fideZconliso. Sería m
figura en un título especial del Digesto (40.5). En caso de "sustitución fideicomisaia vulgar". Pero
general, de su lectura se desprende un espiritu de también para el supuesto de que el causante
lzumanitas, favorecedora de una interpretación pro- establezca el destino del fideiccmiso luego de la
clive a la efectividad de la manumisión del esclavo. muerte del beneficiario primero. Así, a diferen-
Si bien el esclavo no tiene capacidad procesal, se cia del caso de la herencia, se podía decir, como
admitió que en el procedimiento extra ordinsm de los ñdeicomiso: "Cuando mi heredero Ticio haya
fideicomisos pudiera presentarse ante el pretor espe- muerto, quiero que mi herencia vaya a Publio
cial reclamando s u voluntad. Mevio" (Gayo, 2.277).
3. Hay varios S.C.que demuestran el interés im- Esta modalidad se empleá d comienzo redrr-
perial en tal sentido: cido al fideicomisario para luego de la muerte
a ) Así, el S.C.Rubriano (Trajano), por el cual si del heredero. Pero luego se lo amplió para casos
los herederos no comparecen convocados por el pre- posteriores flllodest., D.31.32.6 itp.).
tor, éste considera libres a los esclavos mamamitidos Esto configuró el "fideicomiso de familia" (fi-
por fideicomiso (Ulp., D.40.5.26.7). deicomnzisszrm familiae relietz~m).Consiste er?.el
6) El S.C.Iunciano (año 127 d.c.), por el cual se encargo al heredero de que conservase el patri-
permite que el pretor declare libre al esclavo si el monio hereditario, de tal modo que a su muerte
heredero fiduciario no comparece o no da razones fuera dejado a personas pertenecientes a su fa-
atendibles para no manumitir10 (Ulp., D.40.5.28.4). milia. AI principio, parecía estar limitado a la
C) El s.c Vitrasiano (Hadriano), para el caso de primera generación, pero luega también, ligando
que uno de los herederos fuera u n infans, y por ello los bienes familiares en m mden sucesivo de
no se le rogó la manumisión, dado que no puede generaciones (a lo cual se pueden unir los res-
venderlo a los coherederos que s í fueron rogados. se pectivos beneficiarios continumdo la serie). Se
interpreta (cfr. también con u n rescripto de Antonino solía establecer generalmente con el cargo de no
Pío) que le corresponde l a libertad al esclavo, debien- vender los bienes.
do los coherederos darle al infans la cuotaparte del
valor del esclavo (Ulp., 19.40.5.30.6). l. Este procedimiento fue luego muy usado en la
d ) El S.C. Danusiano (Hadriano), por el cual si se Edad Media y Moderna, determi~ruidoel origen del
trata de personas ausentes por justa causa (p.ej., por "mayorazgo", es decir que los bienes iban pasando
ser prisioneros de guerra, o ser I%riosi) y por ello no sucesivamente al hijo mayor, quien debía continuar
estar coniprendidos en el S.C.Eubriano, si no se pre- manteniendo el patrimonio familiar.
sentare el tutor o curador, el esclavo obtiene l a Iiber- 2. Justiniano limitó estas " s n ~ ~ t u c i o n efideico-
s
tad (Meciano, D.40.5.36 pr.). misarias" a la cuarta generación (Nov. 159.2, año
e) El S.C. Articuleyano (año 123 d.C.1, por el c u d , 535); pero determinó también que el fideicomiso se
en provincias, los gobernadores entendían en el caso extingue cuando el penúltimo fiduicornisario muere
de ausencia de los herederos. antes de llegar a l a pubertad (Nov.íd.3).
4. También por un rescripto de Autonino Pío y
Pertinax se dan las libertades fideicomisarias, en 5 686. V. Fideicomiso & residuo. Esta
caso de que la herencia vaya finalmente al fisco modalidad consiste en establecer el fideicomiso por
(Modest., D.40.5.12.2). '10 que quede de la herencia7'. Edo se solía usar,
Por otro de Marco Aurelio (lnst., 3.111, para el p.ej., para dejar que la 'hija heredera tomara para sí
caso de que los acreedores de la herencia redicen la ciertas cosas, confiando en su fict'es, que dejara el
ue~zdrfzoborzol-uinT resto de la herencia a los hermanos.
Estas disminuciones de la herencia debían que ésta sustituye a la primera ("subrogación
respetar la voluntad .del testador implicada en real"; Pap., D.31.70.3).
el fideicomiso (Ulp., D.36.1.22.4; Pap., D.íd.56 y Justiniano fija el límite de disposición del
60.8). También, si el heredero vende alguna fiduciario en las 3/4 partes, reservando al fidei-
cosa y con el producido compra otra, se entiende comisario la cuarta (Nov. 188).
Cada una de las palabras s e refiere al número de párrafo (S). La indicación en negrita señala el lugar
principal del tema.
--
quanti minoris: 422 (A); época de Justiniano: 643;
quasi Seneana: 29.1 (d); requisitos: 642.
quod iussu: 519; Adiudicatio: 126, 261.
quod metus causa 306 (c.1); Adiunctio: 246 (a).
rationibus distrahendis: 566 (B); Adoptio: 505, 508;
recepticia: 380; hereditaria: 507;
redhibitoria: 422 (A); plena y minus plena: 508 (h).
rei uxoriae: 540 (c.11, 541 (3); Adplumbatio: 246.
rerum amotarum: 540 (c.2); Adquisición de frutos: 20'7.
restitutoria: 402; Adquisición de la herencia: 643 SS.
Rutiliana: 147; Adrogatio: 506.
sepulchri violati: v. Actio de sepulchro violato; Adsertor libertatis (liberalis causa): 167 (e.1.2);
Serviana: 291 (c); manumisión per vindictam: 174 (A).
utilis: 291 (d); Adsignatio
subsidiaria (tutela): 567 (e); de tierras públicas: 235 iA.b);
tibutoria: 523; libertis: 608 (D).
triticaria: 384; Adstipulatio: 393;
tutelae (directa-contraria): 566 (e); lex Aquilia: 348. --.
-
venditi: 415; Adulterio: 534 (A.e). -
--i
-----
vi bonomm raptorum: 345. Aequitas --
Actiones concepto: 82 (b);
adiecticiae qualitatis: 518, 524; v. Bonae fdei iudicia,
arbitrariae: v. Formula arbitraria; Aerarium: 189, 654 (C.l).
bonae fidei: v. Bonae fidei iudicia; Aes alienum: 359. ---
civiles: v. Formula in ius concepta; Aestimatum: 375 (B). -
ficticiae: v. Formula ficticia; Affectio mantalis: 527 (a), 52-53 (C), 549.
honorariae: v. Actiones in factum; Afinidad: 531 (c); -
i n factum (lex Aquilia): 350; v. Parentesco.
(de effusis et deiectis): 357; Ager -
-
(de posito et suspenso): 357; arcifinius-limitatus: 234 (3), 243 (I.A.2, y C.1).
Cjuez que hace suya la causa): 357; 244;
v. Formula in factum; publicus; stipendiarius; tributarius: 229; -.
in personam: 92(b); vectigalis: 283. -
litis contestatio: 120 (1); Agere ?
in bonis habere: 228; Emptio spei; emptio rei speraeae: 419 (3).
limitaciones: 232; . Emptio venditio: v. Compravenfa.
propiedad peregrina: 230; Endoploratio: 338.
propiedad provincial: 229. Enfiteusis: 283-284.
Donación: 450 cs.; Enriquecimiento (sin causa): 522.
ante nuptias (propter nuptias): 543; Epanagogue: 65.
donaciones matrimoniales: 542 SS.; Episcopalis audientia: 157 (2).
donatio sub modo: 388, 455; Erctum non cito: 433.
inter vivos: 451 SS.; Error: 304;
limitaciones: 452; de derecho y de hecho: 304;
mortis causa: 456; in corpore: 304 (1II.i);
revocación: 454. in negotio: 304 (1);
Dos praelegata: 541 (B.2), 660 (6.1). in persona: 304 (11);
Dote: 538 cs.; in qualitate: 304 (1II.iii);
constitución: 539; in substantia: 304 (1II.ii);
régimen jurídico al disolverse el matrimonio: 541; respecto de la cosa: 304 (m).
régimen jurídico durante el matrimonio: 540; Erroris causa probatio: 503 (c).
retenciones: 541. Esclavo (servus): 159 bis, 165-167:
Dotis datio: 539. causas de esclavitud: 168;
Dotis dictio: v. Dictio dotis. condición jurídica: 166;
Duo rei stipulandi (duo rei promittendil: 389; esclavo fugitivo: 211 (3);
v. Stipulatio solidaria. peculio: 167;
Duplicatio: 132 (4). semi poenae: 172;
Duumviri iure dicundo: 150.4. servus publicus: 166.
Escuelas
E de Derecho: 56;
del Derecho Natural: 70;
Ecloga legum: 65. de los Comentaristas: 68;
Ecclesia (obispos, monjes y clérigos): de los Glosadores: 67;
arbitraje: 157; histórica: 71;
colonos: 180 (E.1); humanista: 69;
excluídos de la patria potestas: 510 (4); (Proculeyanos-Sabinianos]: 50.
excusaciones, tutela: 561 (6); Especificación: 247.
fundaciones piae causae: 193 (3-4); Esponsales (sponsalia): 528.
manumisión (in ecclessia): 174 (D); Estipulación: v. Stipulatio.
prescripción, acciones: 94 (5); Equidad: v. Aequitas.
San Ambrosio: 26; Evicción (evictio): 421.
sucesión clérigos: 607 (6.a); Exauguratio: 199 (A.b.2). ,
--
.".
.<<
-.
Legado: 657 SS.; Iulia (cessio bonorum): 148; --.
.-.
acrecentamiento entre colegatarios: 662; de adulteriis: 532, 534 (A.e.11, 548 (B), 549 ,.<.
.
de liberación: 660 (IE.B); 549 (A), 571 (e), 808 (0,620, 661; -*-
-
clases et Titia: 560; ir'-
'.--
per damnationern: 658 (B); iudiciorum p r i v a t o m : 110; y.
-
per praeceptionem: 658 (D); vicesimaria: 626;
2
!---
-
,=,--=
r.--
.-
Ley de las $31 Tablas: 30; obligsciones y acei~nes:442;
orden sucesorio: 583. . representación indirecta: 439-
Ley de Citas: 58; Mandatrarn pecmiae credendae f m a d a t o de prestar
Leyes mat;rimoniales de Augusto: v. E a IzclzlEa de mu- dinero): 445.
ritandis ordinibus; Iulia de adulteriis; Julia et Manu miiitare: 15'7 (1).
Papia Poppaea. Manumisión:
Leyes romano-bárbaras: 60. fideicomiso de Ebentad: 684;
Libelo de reprrdio: 527, 548. (formas no solemes): 175;
Libellus conventionis: 152. (formas solemes): 174;
Libeni, Ilamanziento unde Tiberi: 588; leyes restrictivas de las mz;n:&siones: 176;
v. Hijos. manumlssor elrtfaneus: 612.
Libertad: 164 (2), 165 (1); Manus: 500, 512 S S , 598;
v. Status libertatis. formas de adqrrisicibn: 513.
Liberto: la? Manus iniectio: f 05;
centenario: 611; casos especiales: 106.
dases: 177; Materfsmilias: 353, 513.
ciudadanos romanos: 177 (A); Mater semper ceda est: 168, 501 (1).
dediticio: 177 (C); Matrimonio: 525 SS.;
latino iunizno: 177 (B); carácter monogámico: 527;
herencia del liberto ciudadano romano: 608; celebración: 530;
herencia de1 liberto dediticio: 610; definición: 526;
herencia del liberto latino iimniano: 609; disolución: 544 SS.;
Orcino (Orcinus): 684. dote: 538;
Libripens: v. Mancipatio. efectos en el matrimunio c m n a n u : 536;
Limitaciones de la propiedad efectos en e1 matrinionio sine manu: 537;
por interés público: 233; efectos personales: 534 SS.;
restricciones por relaciones de vecindad: 234. impedimentos: 531;
Limitatio: 234 (3). leyes dictadas por Augustcr: 532;
Litis aestimatio: 123, 129. requisitos: 529;
Litis contestztio: 120, 240; sine conubio: 550;
procedimiento extra ordinem: 153; subsequens mnafsimonium (Tegzkimación): 503 (i).
stipulatio solidaria: 390; Mayorazgo, origen: 685 (1).
v. Nouación necesaria. Mayon'a de edad: v.-Lex Laetoriw.
Litis denuntiatio: 152. Membmm r u p b : 351.
Locatio conductio: 424 SS.; Menores (minores): 187, 575.
locación de cosas (locatio conductio rei): 425 SS.; Mente captns (curatela): 573 (E);
locación de obra (locatio conductio operis): 630 sustitución cuasi pupilar: 622.
SS.; Metus: v. Actio; Exceptio quod me- causa; violencia.
locaciOn de servicios (locatio condnctio operarum): Mezcla (aversio): 431 (B).
432 SS.; Militares (soldados)
variedades: 425. matrimonio: 531 (D.3);
LocupIetior: 608. testamento: 619 (1);
Longi temporis praescriptio: 24% 266. v. Peculio (castrense).
Longissimi ternporis praescriptio: 241. Minores: 575 (A).
Lucrum cesans (lucro cesante): 460 (C). Minus petitio: 127 (B).
Missio in bona (in possessionenab: 111, 117, 123,
143, 147 (a), 158.
Monarquía: 2-3.
Magistrados: 10; Modo (modus): 313.
caracteres generales: 11; Mora: 463 SS.;
cursus hononim: 12; del acreedor: 465;
magistraturas extraordinarias: 13; efectos: 464;
tribunos de la plebe: 8. ex re: 463;
Magister bonorirrn vendendi: 147 &c). interpellatio: 463.
Magister equitum: 13 (b). Mores maiorum: 29.
Magister navis: v. Actio exercitoria. Moftis causa capiones: 456.
Mala fides supemeniens non nocet: 240 (6;'). Mos gdicum; italicum: 68.
Mancipatio: 236. Muerte
Mancipium (potestad): 180 (A), 502 (c). extinción de la persona: 162;
Mandato: 438 SS.; medio exkintivo de la obIigaciáin: 491;
caracteres: 440; modo de terminar la patria paestas: 510;
cesación del: 444; muerte del cónyuge: 544.
contenido: 441; Mujeres: 187, 549;
excesos en el cumpliaiento: 443; interressio: 002:
pos*ilidad de ser tutora: 561; especificas y genéricas: 322;
tutela de: 568 SS. . extinción: 469 SS.;
Municipium: 191; fuentes: 324;
v. Personas juridicas. literales: 405 SS.;
Mutuo: 359 SS.; rnmcomunadas, solidarias, cumulativas y arnbu-
acciones: 361; latorias: 323;
formas de constitución: 360; naturales: 32 1;
intereses: 362. obIigatio y actio: 318;
que se contraen por el cansentimiento: 418 SS;
que se contraen por escrito: 404 ss.;
que se contraen por la casa: 358 SS.;
Nacimiento, requisitos para tenerlo por tal: 161. que se contraen por palabras: 381 SS.
Nasciturus: 160. Obras
Natalium restitutio: 177. realizadas en el fundo sihl autorización: 234 (9);
Naturalis obligatio (obligación natural): 321. realizadas en terreno ajeno: 234 (7).
Nautae: 339, 357 (D), 380. Obsequium (patronato): 178 (a).
Negocio jurídico: 297 S S . ; Obsignatio: 465.
clasificaciones: 299; Occupatio: 242;
elementos bellica: 242 (11).
accidentales (modalidades): 307 SS.; Oneris ferendi: 264 (c.11, 264 (B.ii).
esenciales: 300 (A); Ope consilio: 341.
naturales: 300 (B); Operae liberti: 178 (b).
ineficacia: 315. Operae servorum: 278.
representación: 3 14; Operis novi nuntiatio: 234.
Negotiorurn gestio: v. Gestión de izegoctos. Orbi: 532.
Nemine sibi ipso causam possessionis mutare potest: Orcinus (liberto): 684.
210 (4). Os fractum: 351.
Nernini res sua servit: 264 (a).
Nemo plus iuris transferre potest quam ipse habet:
238 6.1).
Memo pro parte testatus, pro parte intestatus dece- Pacta adiecta, compraventa: 423.
dere potest: 579, 621 (I.l), 645. Pactiones et stipulationec (servidumbres): 266 (1111,
Nexurn: 316. usufructo, 272.
Nomen Pacto: 326.
ciudadanos romanos: 182 (3); Pactum commissoriurn
del adrogado: 506 (1); compraventa: 423 (a);
libertos ciudadanos romanos: 182 (3). de mutuo dando: 358 (a); 359 (1);
Nomina transcripticia: 405; de non petendo: 486;
clases: 406. de non praestanda evictione: 421;
Nomina arcaria: 405 (3). de retroemenda (de retrovendendo): 423 (d);
Non bis in eadem: 120. de vendendo: 290;
Non usus: 267. displicentiae: 423 (c);
-+?ovación (novatio): 478 S S . ; distrahendi 286;
necesaria: 481; fiduciae: 286;
requisitos: 480. in diem addictio: 423 (b);
Novelas: 64 (m; pignus: 290.
116 (sucesión contra el testamento): 635; Pago: 470 SS.;
119 y 128 (herencia ab intestatol: 602. a quién se debe pagar: 473;
Noxae deditio (abandono noxal): 180 (A), 331 (C). casos especiales: v. Solutio y Acceptilatia;
Nudo propietario (usufructo): 269. cuándo se debe pagar: 475;
Nulidad, actos jurídicos: 315. dónde se debe pagar: 074;
Nuncupatio: 236 (5), 616. pmeba del pago: 476;
qué se debe pagar: 471;
O quién puede pagar: 472.
Pandectas: v. Digesto.
Oblatio curiae: 509 (2); Pandectistica alemana: 72.
v. Legitimatio (legitimación). Paraphernales (bienes): 537.
Obligación (obligatio): 316-337; Paráfrasis de Teófilo: 65.
alternativas y facultativas: 322, 387; Pararii: 405.
civiles y honorarias: 320; Parens manumissor: 511.
correales: 389; Parentesco: 499.
divisibles e indivisibles: 322; Partes (cosas): 207 (a).
elementos: 318; Partición de la herencia: v. Actio familiae erciscun-
efectos: 459 SS.; dae.
Partitia legata (legado parciario): G60 (V). Peprrlus Rornanus: 81, 18%
Parto de la esclava: 167 (a, 207 (d.3), 271 (C.d.2). Posesión: 208;
Pazerfarnilias ad interdicta: 213 (1):
adquisición para el: 314 (A), 516 (A); adquisición: 210:
obligaciones a cargo del: 314 (B), 516 ad usucapionem: 240;
pater ernancipatar: U 1 1 (1.2), 612; civil: 213 (1);
potestades: 500 S S conservación: 211;
Pater is est quem nuptiae demonstrant: 504 (1). efectos: 209;
Patria potestas: 501 S S ; interina (sacramentum in red: 101;
ejercicio: 502, pérdida: 212;
extinción: 510; pretoniana: 213 (B);
modos de nacer: 503. protección: 214 SS.;
Patricios: 4 (a); vacua possessio: 238;
integración patricio-plebeya: 8. vicios de la posesión: 217.
Patrimonio: 19Q Possessio iuris:
relaciones con familia y hereditas: 578 (1). V. Quasi possessio.
Patronato: 178. Possiturn ve1 suspensum: 357.
Pecoris ad aquarn adpulsus: 265 (A.2). Postliminiurn (ius postlimiELai): lTB;
Peculio: 517; de cosas: 242.
castrense: 517 (B); Postulatio actionis: 115, 1-6.
cuasi castrense: 517 (C): Póstumos: 620, 630;
profecticio: 517 (A); postumi Aquiliani: 630;
v. Bona Matel-na y Bona Adventicia. postumi sui: 630;
Pecunia: 196 (31, 201 (3). postumi Vellaeiani y quasi p s f x m i Vellaeiani:
Perceptio: 207 (d.4), 271. 630; _.-
Pérdida de la cosa debida: 491. qnasi postumi: 630.
Peregrini: 185; Potestas
(dediticii): 185 (3). censoria del princeps: 21(c);
Periculum magistrados: 11 (a);
compraventa: 420; tribunicia del princeps: 21 (a).
enfiteusis: 284. Praedes litis e t vindiciamm: 100..
Permuta (permutatio): 375 (A). Fraedia: 294.
Perpetuatio obligationis: 464 (a). Praediatura: 240 ((3.2.4.
Perquisitio lance et licio: 337. Praefecti pretorio: 21 (3.b), 450, 156..
Persona: 159 bis; Praefectus annonae: 21 (3.12).
(comienzo y fin): 160; Praefectus urbi: 21 (3.a), L30 (4231, 560.
(servilis; servi):159. PraefectiIs vehiculorum: 2 1 (3x1.
Personae incertae: 620. Praefectrrs vigilum: 21 (3.c).
Personas jurídicas: f88. Praelegatum: v. Dos praelegata.
Praescriptio: 131;
Pertenencias (cosas): 207 íc).
Iongi ternporís: 241;
Pesca (occupatio): 242 (7.5).
lo.ongissimi temporis: 241 (E y C).
Piae causae (fundaciones): 193. Praestare: 318>414 (2).
Pictura: 246 (0. Precanum: 213, 37%(C);
Pignoris capio: 107. precarista (como possessor): 213 /B.iii).
Pignus (posesión), 213: Prenda: 288;
ex iudicati causa: 158, 294 (a), 287 S S . ; caracteres: 289;
pignus pignoris: 292; contrato: 311 SS.;
pignus praetorium: 294 (b); efectos: 290.
praedia: 294; Prescripción
v. Prenda e Hipoteca. (extintiva de acciones): 94.
Plagio (secuestro de personas): 334. Prestación: 318;
Plantatia: 245 (A). V.: Dure, Fucere, Praestare.
Plazn: 318; Préstamo marítimo: v. Fenns n a h c u m .
clases: 311; Réstamos: 358 SS.;
efectos: 312. pretorios: 378.
Plebiscitos: 38. Presunción
Plebeyos: 4 (e); -.
Muciana: 542 ( 5 ) .
ley de las XII Tablas: 8 (S); paternidad: 504.
secesión de la plebe: 6 (2) Presunciones: 122, 154.
Pluris petitio: 127 (A). Preterición de herederos: 630 SS.
Pretor
Pollicitatio 458 (a).
(fideicommisarius): 673;
Pontífices: 3 (d.1);
(liberalis causa): 150;
(adiogatio): 506 (a);
(tutelaris): 150. 560;
testameato 6 x 5 (A)
(urbano y perebri_no): 12 (l.cj, 108.
Princeps; Senatus: 16 (a.l), 16 6 . 2 ) ; arbitrii: 380;
v. Principado. nautarum, cauponum, st&ulariorum: 380.
Principado: 18; Recompensa: 458.
constitución política: 21; Reconocimiento de hijos: 504 (1.4).
orígenes: 19-20; Recuperatores: 119 6).
¿Principado o Diarquía?: 22. Redemptus ab hostibus: 180. . .
Principios fundamentales del Derecho; Ulpiano: 82 Reembolso (obligaciones s ~ l i d ~ a s391.
):
(c). Registro inmobiliario: v. PuGTicidad inmobiliaria. . ..
. ..
Prisión privada: 145 (21, 158 (5). Regula Catoniana: 669. S
-
--
..
Privilegium: 85 (3). Rei vindicatio: 250;
Procedimiento contra quien se ejerce: 251; .-.
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.. -
Procurator: 114 ; Replicatio: 132 (4);
t.e
*:.e--:
in rem suam: 400 (l), 494 (b). doli: 486; ---
Pródigo: 574. legis Cinciae: 452; ; :-: \.--
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en el mandato: 439, :7
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-..
Provincias Representantes procesales: f 13;
Caesaris: 22, 190; v. Cognitor y Procurator. W
gobierno de: 22 (3); Repudiación de la herencia: 642 fD). i.':
--
Prueba Res g .-
carga de: 121; clasificaciones: 197;
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del pago: 476; communes: 200 (A); .-.
en el procedimiento extra ordinem: 154. concepto: 194; 1-;:
-
Púberes (pubertad): 187; .--.
consumibles: 205;
(pubertati proximi): 187. corporales et incorporales: 195; ,-
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pago de lo indebido: 376;
tutela: 563. publicae: 200; ;-i
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Usureceptio: 240 (C.2.c).
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' Usurpatio: 240 (D.1). servitutis (actio confessoria~:268, 658 (A.1);
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ususfructus: 275, 658 (A.1).
-:.J Usus: 276; Vinindlcta (manlLmisión per víndictarn): 174 (A).
--. diuturnus usus: 266;
forma de adquirir la manus: 513 (A); Violencia
r- ..
&- non usus: 274 (c). (vis absoluta y compulsiva): 306;
F., Ususfructus: 269; vis armata: 219 (B.3);
J vis cottidiana: 219 (B.3);
- constitución: 272;
vis ex conventu: 219 (A.4).
:-3 . cosas susceptibles de: 270;
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Viuda: 531 (D.4);
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-. duración: 273; pobre: (607.1).
ejercicio: 271;
-- 3 Voluntas
".. extinción: 274; intepretación: 302;
-.. protección: 265. manifestación: 30 1;
-_.. -- Uti possidetis: v. Interdictos.
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vicios: 303 SS.;
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Utrubi: v. Interdictos. v. Error: Dolo y VioLencia.
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Uxor, llamamiento unde vir et mor: 594. Votum: 458 (b).
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