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UNIVERSIDAD TÉCNICA DEL NORTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA DE ENFERMERÍA
FUNDAMENTO GINECOLÒGICOS

Tema: Pruebas de Bienestar Fetal


Nombre: Darío Ganchozo
Docente: Lumi del Carmen Anaiz
Fecha: 20-11-2017

2017-2018
Pruebas de Bienestar Fetal
Las pruebas de Bienestar Fetal son las Tecnologías que aplicadas a la
madre nos permiten una predicción del posible riesgo fetal o un
pronóstico del estado actual del feto que puede indicar la necesidad
del parto y una posible reanimación por el Neonatólogo. Existe un
reto atemorizante el de beneficiar a los pocos recién nacidos que
realmente tienen una amenaza sin incrementar el riesgo neto para
ellos y otros neonatos por las intervenciones diagnósticas y
terapéuticas adicionales. El estándar de oro de estas pruebas es la
reducción del daño fetal evitando la necesidad de intervención y prolongando la gestación de la etapa
de prematuridad. El momento óptimo para iniciarlas depende de la capacidad de supervivencia
neonatal por lo que se acepta el inicio de las pruebas para conocer el estado actual del feto alrededor
de las 32 sem. de gestación. Aunque si existen complicaciones serias puede requerirse a las 26 -28
sem. La frecuencia de repetición se ha fijado arbitrariamente en 7 días, pero debe ser más frecuentes
diarias o dos veces por semana, si las condiciones maternas se agravan o cambian. (Vallejo, 2011)

La mayoría de las pruebas tienen una alta tasa de falsos positivos ( 40 – 80 % ), pero una baja de Falsos
Negativos (1%).En caso de resultado verdadero positivo no se puede descartar que ya exista daño fetal.

 Métodos clínicos
 Auscultación clínica de la frecuencia cardiaca fetal.
 Evaluación de la ganancia de peso materno.
 Medición de la altura uterina (AU).
 Conteo de los movimientos fetales.

 Métodos biofísicos
 Valoración del crecimiento fetal.
 Perfil biofísico.
 Monitoreo ante parto de la frecuencia cardiaca fetal (simple y estresado).
 Flujometría Doppler.
 Detección de malformaciones. Es obviamente, el primer elemento a tener en cuenta
para evaluar el bienestar fetal.

 Métodos bioquímicos
 Dosificación de alfa feto proteína.

Para la mejor interpretación de estas pruebas debe tenerse en cuenta los siguientes aspectos:

 Conocer la Fisiología Fetal.


 Conocimiento teórico de la cascada hipoxémica fetal.
 Afección perinatal de la gestante.
 Fisiopatología de la enfermedad de base.
 Condiciones presentes en el momento de la prueba.
Métodos clínicos:

 Auscultación clínica de la frecuencia cardiaca fetal:


La frecuencia cardíaca fetal o fetocardia de feto
humano son los latidos del corazón en un minuto.
El corazón fetal aparece a la semana 6 y ya se puede
detectar su látido mediante una ecografía
Doppler gestacional a partir de la décima semana. Se
puede escuchar de dos maneras: la primera con la
corneta de Pinard a partir de la vigésima semana de gestación y la segunda con
un doppler obstétrico. El foco máximo de auscultación se encuentra hacia la cabeza y el dorso
fetal. La frecuencia cardíaca fetal basal oscila entre 120 y 160 latidos por minuto;1 se habla
de taquicardia fetal cuando ésta pasa de 160 y de bradicardia fetal cuando la frecuencia está
por debajo de 120 latidos por minuto; estos cambios se relacionan con el estado anímico
materno, la alimentación, la hipoxia fetal, los medicamentos.
 No es constante en todo el embarazo
 Disminuye a medida que avanza la gestación
 La FCF se modificará con la maduración del sistema neurológico.
 Valores normales de la FCF en un feto a término: de 120 a 160 lat/min.

Variaciones:
 Taquicardia fetal: Aumento de la FCF por encima de 160 lpm a partir de la LB con un periodo
mínimo de 10min ó más.
Causas Fisiológicas:
 Prematuridad
 Estimulación externa
 Taquicardia materna

Causas Patológicas:
 Infección materna
 Anemia severa
 Fármacos: Atropina, isoxuprine - Hipoxia fetal precoz para compensar la distribución
del FS

Tipos de taquicardia fetal

 Taquicardia sinusal: Se produce con mayor frecuencia por efecto farmacológico o en


respuesta a infecciones maternas como infección del LA
 Taquicardia supraventricular: con una frecuencia superior a 200 lpm, es la forma más
frecuente de taquiarritmia fetal.
 Fibrilación Flutter auricular: Se diagnostica en el anteparto y se asocia con una alta
mortalidad y con Malformaciones fetales
 Bradicardia fetal: La FCF menor de 120 Lpm ó menos de 30 Lpm desde la LB normal
durante 10 min a más.
Causas Fisiológicas:
 Sueño fetal profundo.
Causas patológicas

 Colagenopatías LES
 Enfermedades virales: Rubéola, CMV
 Anestésicos Locales
 Bloqueadores del sistema simpático
 Hipoxia fetal tardía- acidosis-asfixia

Tipos de bradicardia fetal

 Bradicardia sinusal: Bradicardia leve


 Bradicardia moderada. Los ejemplos de condiciones clínicas que pueden
producir hipotermia: Shock endotoxico, exposición directa a bajas temperaturas.
Este patrón puede acompañarse de variabilidad normal.
 Bradicardia severa: menor de 100 lpm (Flores, 2013)

 Evaluación de la ganancia de peso materno


En esta etapa del ciclo vital de la mujer se aprecia un
acelerado crecimiento y desarrollo de tejidos maternos
y fetales, responsables ambos de una ganancia de peso
cuyos componentes pueden ser divididos en dos partes:
la que se atribuye al producto de la concepción (feto,
placenta y líquido amniótico) y la que responde a la
expansión de los tejidos de la futura madre (aumentan
el útero, mamas, volumen sanguíneo, líquido extracelular, reservas de grasa; y especialmente,
material nutritivo para afrontar la lactancia).
A pesar de saberse que el incremento de peso durante la preñez depende en gran medida de la
constitución corporal de la mujer, existe consenso de que la gestante delgada debe adicionar
más kilogramos en este período que la de peso promedio alto, pero dicha ganancia no tiene
lugar de modo regular durante el embarazo fisiológico cualquiera haya sido el estado
nutricional inicial de la futura mamá. En una mujer de estatura media, con una evaluación
ponderal dentro de límites adecuados, la gravidez normal tiene un aumento de peso apenas
evidente en el primer trimestre, e incluso, es natural alguna pérdida de este. En el trimestre
subsiguiente es frecuente un incremento semanal que oscila entre 250 a 400 g
(aproximadamente de 8 a 13 onzas). En cambio, en el tercer tercio de la gestación es habitual
una ganancia de 400 a 500 g por semana (aproximadamente de 13 a 17 onzas), excepto las
últimas una o dos semanas antes del parto a término, en las cuales casi no se identifica aumento
alguno. Al final de la gestación la mujer corriente suele pesar, como promedio, unos 11 kg más
que antes de su inicio. La ganancia de peso, en sentido general, es progresiva, y expresada en
una gráfica adopta una curva lineal con inclinación ascendente desde la semana 13 con
tendencia a estabilizarse en las últimas 2 a 3 semanas del embarazo; no obstante, diferentes
autores expresan discrepancias acerca de los incrementos de peso deseados durante el segundo
y tercer trimestre del embarazo, según se aprecia a continuación. (Almira, 2015)

 Medición de la altura uterina


La medida de la altura uterina en el embarazo sirve para
llevar un control del crecimiento del bebé durante
las semanas de embarazo y conocer así datos sobre su
tamaño, desarrollo y posición. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la medición uterina es un
método ideal para detectar neonatos pequeños para la
edad gestacional en la que te encuentras. Suele
recomendarse como una práctica básica en el control
prenatal y, en lugar de reemplazar otras pruebas médicas en el embarazo, lo que hace es
complementar la exploración del útero mediante otras herramientas como las ecografías.
La tabla de la altura uterina muestra cuál es la altura del útero de cada semana del embarazo en
centímetros (cm). Se divide en tres percentiles: P10 sería el mínimo, es decir, que el 90% de
las mujeres embarazadas tienen una mayor altura del útero; P50 es la media de altura uterina
y, finalmente, P90 significaría que el útero tiene una gran altura, ya que el 90% de las
embarazadas tendrían una altura menor.
Ten en cuenta que la técnica de medición de la altura uterina no es infalible y es el médico
quien te confirmará si el desarrollo, el crecimiento y la posición del bebé son los adecuados.
La tabla de altura uterina sirve para hacerse una idea aproximada del desarrollo del bebé, de
manera que te aconsejamos consultar con tu ginecólogo cualquier duda que tengas al respecto.
 Conteo de los movimientos fetales
Si sentir los movimientos del bebé en tu vientre es algo
emocionante, no sentir los movimientos por períodos
prolongados es muy preocupante. Una buena forma de
controlar el bienestar feta durante el tercer trimestre de
embarazo es el conteo de movimientos fetales en casa.
Normalmente, un feto comienza a hacer movimientos
obvios que pueden ser percibidos por la madre entre las 18 y 20 semanas de embarazo, pero es
sólo después de la semana 28, cuando en realidad se pueden contar con cierta coherencia. Estos
movimientos incluyen patadas, giros y golpes, excluyendo el hipo fetal. El bebé emplea el 10%
de su tiempo en hacer los movimientos bruscos y muy evidentes. Normalmente la fase activa
dura 40 minutos y la inactiva unos 20 minutos. Intenta familiarizarte con los patrones de sueño
y vigilia de tu bebé. La mayoría de los bebés hacen en menos de 30 minutos unos 10
movimientos.

Debes hacer el recuento de los movimientos a la misma hora todos los días. Elije un momento
en el que la actividad fetal sea más alta. Puedes hacerlo después de una actividad estimulante
para él, después de alguna actividad física como caminar, después de una comida, en la tarde-
noche o justo antes de acostarte, cuando tú creas que tiene mayor actividad. Acuéstate sobre el
lado izquierdo, relájate y cuenta el tiempo que tarda tu bebé en hacer 10 movimientos. Cuenta
sólo los movimientos más evidentes y no los más diminutos. Si no sientes 10 movimientos en
un periodo de 2 horas, levántate y muévete un poco o toma un vaso de zumo de naranja (algo
dulce) y vuelve a intentarlo más tarde. Si, aún así, no sientes 10 movimientos en 2 horas, ponte
en contacto con tu médico. Los estudios demuestran que (en el momento del día de mayor
actividad fetal) el promedio de tiempo para sentir 10 movimientos es alrededor de 20-30
minutos. (Peréz, 2016)

Métodos biofísicos

 Valoración del crecimiento fetal


Peso fetal: El peso fetal es una variable que depende de una serie de factores como la raza
(mayor en caucásicos que en afroamericanos y asiáticos), sexo fetal (fetos masculinos pesan
más que femeninos), enfermedades cromosómicas, estado nutricional materno, paridad
(aumenta con paridad), concentración de hemoglobina materna (inversamente proporcional por
aumento de viscosidad sanguínea), patologías maternas como la hipertensión arterial crónica,
preeclampsia y diabetes mellitus, consumo de cigarrillo y altitud, entre otros1,2 . Existen
diversas formas de estimar el peso fetal. Ninguna de ellas es exacta, teniendo todos unos
márgenes de error más o menos aceptable. La estimación clínica por palpación depende de la
experiencia de quien la realice y del peso fetal. Esta técnica es más precisa en la estimación de
pesos fetales entre 2.500 y 4.000 grs. (Leyton, 2009)
Ecografía y estimación de peso fetal: El gold standard en la valoración adecuada del
crecimiento fetal es el peso neonatal en función de la edad gestacional. Como no es posible
pesar en una balanza a un feto in útero, la estimación ecográfica del peso fetal es el método en
la actualidad más reproducible y objetivo de lograrlo.
La validez de la ultrasonografía en la evaluación del peso y crecimiento fetal depende de tres
factores:
 Factores del examen ecográfico propiamente tal.
 Fórmula utilizada.
 Curva de referencia de pesos en relación a edad gestacional utilizada.

 Factores del examen: Son varios los factores del examen ultrasonográfico que influyen en las
mediciones que se realicen para estimar el peso fetal. Obviamente la calidad de la imagen
dependerá del equipo ecográfico y la tecnología que éste incorpore; también factores maternos
como obesidad y presencia de cicatrices abdominales dificultarán un adecuado examen, así
como factores de la unidad feto-placentaria (posición fetal, número de fetos, cantidad de líquido
amniótico). La experiencia del operador es fundamental en la adecuada evaluación fetal, tanto
antropométrica como anatómica. Estudios han demostrado que la curva de aprendizaje alcanza
su punto óptimo a los 24 meses. Sin embargo, aun en operadores con experiencia aparecen
diferencias en mediciones intraobservador que se reducen al promediar mediciones repetidas
del mismo o con las de un segundo observador. La medición que presenta mayor variación
entre operadores es la circunferencia abdominal. Por lo tanto, es importante realizar auditoría
constante en las mediciones de acuerdo a criterios de calidad estandarizados, con el fin de
reducir al máximo el error derivado del observador
 Formula del peso fetal: La estimación de la masa fetal a través de fórmulas deriva de la
morfometría fetal (diámetro biparietal o DBP, longitud de fémur, abdomen) y supone una 14
relación constante entre estos parámetros fetales y el volumen fetal. Asume una densidad
constante de los tejidos fetales para diferentes edades gestacionales y para fetos sanos y con
patologías, lo que no es cierto. La densidad fetal varía entre 0,83 y 1,012 g/ml, dependiendo de
la composición de grasa corporal, tamaño órganos, etc. Cuando se conoce el volumen exacto
fetal mediante el método de desplazamiento del agua, el error en la estimación del peso es de
alrededor de 7,2%5. El uso del volumen fetal como base para la estimación de peso fetal ha
sido validado con el uso de resonancia magnética (RM). El peso estimado por RM tiene mejor
correlación con el peso de nacimiento que la ecografía al utilizar fórmulas de Hadlock. Sin
embargo, las diferencias no son significativas del punto de vista clínico y la RM es de mucho
mayor costo, lo que la hace poco aplicable a la práctica clínica. La ecografía utiliza una serie
de fórmulas basadas en morfometría fetal para calcular masa fetal. Estas fórmulas incorporan
mediciones biométricas fetales estandarizadas y reproducibles: cabeza fetal (DBP,
circunferencia craneana), abdomen fetal (circunferencia abdominal) y fémur (longitud). Las
fórmulas que poseen la mejor correlación con el peso fetal son las que incorporan
circunferencia abdominal, longitud de fémur, DBP y circunferencia cefálica, todas ellas
comparables1,2,5. El método de estimación de peso fetal ideado por Hadlock, que utiliza los
tres parámetros mencionados, tiene un error de más o menos 15%. La circunferencia abdominal
es el mejor predictor aislado del peso fetal. La adición de más parámetros medidos por
ecografía no mejora la predicción del peso fetal. La incorporación del volumen de partes fetales
calculado por ecografía tridimensional (3D) reduce el error a 6%-7%, sin trascendencia clínica5
. La ecografía 3D requiere mayor tiempo de examen, mayor costo y se dificulta en segundo y
tercer trimestre del embarazo. Dentro de las limitaciones mayores de las fórmulas de peso fetal
existentes está el hecho de no considerar la variabilidad en las proporciones fetales durante la
gestación y en fetos RCIU. (Leyton, 2009)

 Perfil biofísico
Trata de observar la actividad biofísica normal del bebé, lo que traduce la integridad de su
función cerebral. El perfil biofísico sólo debe realizarse en gestaciones de riesgo, una vez
alcanzada la viabilidad del feto (que en los hospitales terciarios suele ser a partir de la semana
24) y en función de la patología materna o fetal que exista.
Esta prueba de control de bienestar fetal se compone de una ecógrafía, donde se valoran los
movimientos corporales del feto, el tono fetal, los movimientos respiratorios y el volumen de
líquido amniótico; y de una monitorización externa que estudia la frecuencia cardiaca. Por tanto
se analizan 5 variables:
 Movimientos corporales fetales.
 Movimientos respiratorios fetales.
 Tono fetal.
 Cantidad de líquido amniótico.
 Frecuencia cardiaca fetal.
Cada una de las 5 variables analizadas se valora como "0" si está ausente o como "2" si está
presente obteniendo puntuaciones entre 0 y 10. Si la puntuación es 8/10 ó 10/10 quiere decir
que no existe asfixia fetal y puede seguir controlándose al feto, siempre que el líquido
amniótico sea normal. Si la puntuación es 6/10 se valorará la cantidad de líquido amniótico y
la edad gestacional para finalizar la gestación o seguir controlando el embarazo. Si la
puntuación es menor de 6/10 indica que puede existir asfixia fetal y deberá vigilarse al feto de
forma más estricta o se finalizará la gestación si son más de 32 semanas previa maduración
pulmonar con corticoides. Si la puntuación es menor o igual a 2/10, se finalizará directamente
la gestación. La actitud a tomar con cada puntuación dependerá del centro y de la disponibilidad
de unidades de intensivos para neonatos y grandes prematuros. (Martinéz, 2011)

Perfil biofísico modificado


Estudia tan solo 2 variables: la cantidad de líquido amniótico y el Test No estresante comentado
en el capítulo anterior. El líquido amniótico es un marcador a largo plazo de la función
placentaria. El test No estresante es un marcador a corto plazo del estado fetal.
 El resultado es normal: Si el Test No estresante presenta un patrón reactivo y el líquido
amniótico es mayor que 5.
 El resultado es anormal: Si el Test No estresante No es reactivo y/o el líquido amniótico
es menor de 5.

 Test no estresante ó monitorización externa ó registro cardiotocográfico.


No debe realizarse en las gestaciones de bajo riesgo antes de la semana 40, ya que se ha
demostrado que no tiene efecto significativo sobre la mortalidad y la morbilidad perinatal. Se
debe individualizar su uso en la gestación de riesgo. Esta prueba valora la reactividad fetal y la
presencia de contracciones maternas a través de dos cintas colocadas sobre el abdomen materno
durante un periodo de 20 minutos.
 Si el patrón fetal es reactivo: Presenta al menos dos aceleraciones de 15 latidos/minuto,
indica bienestar del feto. Se repetirá la prueba en 3-7 días.
 Si el patrón no es reactivo: No presenta aceleraciones. Se prolongará el registro otros
20-30 minutos más. Si es reactivo, se repetirá en 3-7 días. Si sigue siendo no reactivo,
se realizarán otras pruebas de control fetal o si el feto está maduro se finalizará la
gestación mediante inducción del parto o cesárea, según cada caso.
 Si el patrón es anormal o patológico: Presenta aumento (taquicardia) o descenso
(bradicardia) de la frecuencia cardiaca basal o desaceleraciones. Se realizarán otras
pruebas de control de bienestar fetal o se finalizará la gestación mediante inducción del
parto o cesárea.

Test estresante o prueba de tolerancia a las contracciones.


Valora la respuesta del feto a las contracciones uterinas provocadas artificialmente. Se
realiza en la sala de urgencias o ingresada en la planta. Se coge una vía y se administra
oxitocina hasta conseguir que la gestante tenga 3 contracciones cada 10 minutos. Después
se valora la respuesta del feto ante el estrés de las contracciones.
La indicación del Test Estresante es cuando el Test No Estresante descrito anteriormente
ha salido con un patrón no reactivo o anormal.
 Si el Test Estresante es negativo, es porque no hay desaceleraciones tardías fetales
ante la presencia de contracciones uterinas. Se repetirá en 7 días.
 Si el Test es No Concluyente, es porque existen desaceleraciones tardías
ocasionales o las calificadas como desaceleraciones variables. Se deberá repetir la
prueba en 24 horas o completar con otras pruebas de bienestar fetal.
 Si el Test es positivo, quiere decir que existen desaceleraciones tardías en más del
50% de la prueba. Se deberá finalizar la gestación si el feto está maduro (>35
semanas) mediante cesárea o parto. Si el feto no está maduro (<35 semanas) se
administrarán corticoides intramusculares divididos en dos dosis cada 12 horas y se
decidirá después finalizar la gestación o realizar más pruebas de control fetal.
(Martinéz, 2011)

 Flujometría Doppler útero-placentaria fetal


Se trata de medir mediante una ecografía Doppler las características de los vasos sanguíneos
más importantes en el embarazo.
 Arterias uterinas: Se realiza en la semana 23 en las gestantes con riesgo de preclampsia
o crecimiento intrauterino retardado. Su utilidad aumenta junto con una buena historia
clínica.
 Arteria umbilical: Sirve para evaluar los casos de sospecha de insuficiencia placentaria.
Se realiza en gestantes de alto riesgo de desarrollar complicaciones hipóxicas (falta de
oxígeno), como la preeclampsia o el crecimiento intrauterino retardado. Con esta
medición, se consigue disminuir la tasa de ingresos hospitalarios y de las inducciones
de parto.
 Arteria cerebral media: En los casos en los que le bebé se está quedando sin oxígeno,
se pone en marcha un mecanismo de "centralización circulatoria" para que le llegue
más sangre a órganos vitales como el cerebro. (Martinéz, 2011)

Métodos bioquímicos:
 La alfafetoproteina (AFP) es una de las mayores
glicoproteínas del plasma fetal y una de las mayores
proteínas carcinoembriónicas. En el embrión es sintetizada
por el hígado y saco vitelino y en menor proporción por el
tracto gastrointestinal y el riñón. Es una proteína similar a la
albúmina en muchas de sus propiedades fisicoquímicas y
está relacionada genética y estructuralmente a la misma por
lo que se le adjudica en el embrión el mismo papel biológico
que el de la albúmina en el adulto. La AFP se encuentra en
la sangre del feto y de la gestante como asimismo en el líquido amniótico. Los rangos varían
con la edad gestacional. La máxima concentración en el suero fetal se observa entre las semanas
12 y 14 de gestación y declina hasta el momento del parto. En el suero materno la concentración
de AFP se incrementa desde la semana 14 , alcanzando el mayor nivel entre las semanas 28 y
32. Recién decae a posteriori debido a la variación del área de intercambio materno-fetal en el
transcurso del embarazo. El screening prenatal para la presencia de defectos del cierre del tubo
neural (DTN), como la espina bífida y otras patologías fetales, se basa en los hallazgos de AFP
elevados en el suero materno idealmente entre las semanas 16 y 18 de gestación. Estos
hallazgos deben ser confirmados por estudios de la isoenzima de acetilcolinesterasa de tejido
neural en el fluido amniótico y por ecografía de la espina fetal para detectar falsos positivos
(embarazo gemelar, amenaza de aborto, nefrosis congénita, etc.).
El líquido amniótico presenta menores concentraciones de AFP, a causa de la dilución del
medio, pero con evolución paralela a la concentración sérica fetal. Los valores obtenidos en el
LA se comparan con valores tabulados para los tres trimestres del embarazo.
El recién nacido posee altos niveles de AFP, usualmente en relación inversa a la madurez fetal
y adquiere los valores normales del adulto en el transcurso del primer año de vida. De allí la
importancia de efectuar determinaciones seriadas durante los primeros meses de vida
extrauterina en caso de sospechar la existencia de una patología tumoral de tipo embrionario o
hepatocelular. Las mismas deben ser efectuadas respetando el intervalo de 2-3 vidas medias,
para asegurar el período de decaimiento fisiológico del marcador. Valores persistentemente
altos o en aumento pueden ser patognomónicos de enfermedad neoplásica. En el adulto, niveles
elevados de AFP pueden hallarse en los pacientes con hepatoma primario y tumores de células
germinales derivados de saco vitelino, en más del 70% de los pacientes con cáncer no
seminomatoso, en enfermedades hepáticas benignas como hepatitis y cirrosis (niveles
inferiores a 200 ng/ml), en raros casos de tumores no hepáticos gastrointestinales, en el 21%
de los tumores gástricos, colónicos, biliares y pancreáticos y muy raramente en tumores no
gastrointestinales con metástasis hepática (niveles inferiores a 500 ng/ml). (Gutierréz, 2015)

Bibliografía
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Obtenido de http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol_14_1_10/san12110.htm
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