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Andarse por las ramas PERSONAJES DON FERNANDO DE LAS SIETE ¥ CINCO TITINA Po.ito LAGARTITO Una mesa puesta, Sentado a la cabecera don Fernando. Titina a la derecha. Polito, hijo de ambos, a la izquierda. Los tres visten de negro, El nifio Teva un gran babero blanco. En el suelo, junto a Polito, un gorro de arlequin, leno de cascabeles. Al fondo, telones con fachadas de casas y tapias. Don Fernando come su sopa parsimoniosamente y de cuando en cuando mira su reloj. Polito y Titina, inmdviles, contemplan el fondo de su plato. Dow FERNANDO: Las siete y siete y apenas han servido la sopa de poros. Sopa de poros: lunes. Lunes y mis mancuernillas checoeslovacas no aparecen, Trrina; Si, hay alguien que hace aparecer y desaparecer las cosas. éVerdad, Polito? Potro: Si, mama. Las mancuernillas son como los lunes, que aparecen y desaparceen. Dow FERNANDo; jBasta de disparates! Tima: Es cierto lo que dice Polito, éHa pensado usted, don nando de las Siete y Cinco, en dénde se meten los lunes? siete dfas no sabemos nada de ellos. Dow FraNAnvo; Los lunes son una medida cualquiera de tiempo... una convencidn, Se les lama lunes como se les podria lamar... pompdénico, ‘Trrwa (riéndose): iAy, don Fernando, me hace usted reir! iRicte, Polito! (Polite mira a su madre y se echa a reir.) Pompénico no seria nunca lunes. iPompdnico seria algo con borlas! Potro: [Borlas negras! ‘Trriwa; iCon coles moradas! Po.iro: f¥ zapatos picudos! ‘TITINA: Y una gran nariz azul, Porro: jOliendo una berenjena! Don Frrnanno (los mira alternativamente. Da fa ultima cucharada de sopa): Coman la sopa, ¢Cudnto tiempo voy a esperar para que sirvan los jitomates asados? (Titina toca precipitadamente una campanilla de plata, Don Fernando se fa arrebata.) iPolo, come tu sopa! Tiina; iPerdone, don Fernando! éQuiere usted que traiga las tijeras para podar la risa? Llevamos ya siete podas, pero retofa... Don Feenanno: éTienen buen filo? Titina; Si, hoy pasdé el afilador y mos trajo suerte... Dox Fersanvo (a Polito); iCome la sopa! Tittwa: (Una cucharadita por Titina, Palito! El nifio sigue mirando el fondo de su plato. Don FrRNANbo: éLa vas a comer? éSi 0 no? éNoo si? ¢Sio no? Titina: No se irrite, don Fernando. En los plates de sopa a veces caen estrellas, hay eclipses, naufragios. ¥ los nifios se quedan mirando... ¢Quiere usted que le cuente cnando la luna cayé en mi plato de lentejas?... Don FERNANDO: iJustina, por Dios, Justina! Un poco de recato. éSabes ti lo que es la luna? La luna es el pecado mortal; y mezelarla con un plato de humildes lentejas.., Titiwa: Asi fue. Las lentejas estan lenas de hierro; yo iba a ser saldado y pensé que no seria malo hacerme una armadura por dentro. Entonces, vi en mi plato... Don FERNANDO: Justina, no justifiques lo injustificable: que Polo no come su sopa de poros. (Aire ausente de Titina.) i Justina, Justina! iTe estoy hablando! iResponde! Titina se levanta en silencio. Se dirtge a los telones del fondo, saca de su pecho un gis rojo y sobre el muro dibuja una casita con su chimenea y su humito. Luego dibuja la puerta, la abre y desaparece. Encima del muro surgen las ramas de un drbol y Titina, sentada en una de ellas. Mientras tanto don Fernando habla, dirigiéndose a la silla vacia. Don FerNanpo; Siempre haces lo mismo. Te me vas, te escapas. No quieres ofr la verdad. éMe estas oyendo? ‘Tirta (desde ei drbol): Lo oigo, don Fernando, Don Frrnanno (a la silla vacia): La loeura presidiendo mi casa. La fantasia a la cabecera de mi mesa, La mentira impidiendo que sirvan los jitomates asados de los lunes. Y ti sin ofrme, Las mujeres viven en otra dimensién, La dimensién lunar. éMe oiste? iLuuunaaar! Potro: Titina te oye y también te oigo yo. Don FERNANDO: Se eseapa; y lo peor de todo es que a ti también te enseiia a irte por las ramas. Titina (desde el drbol): Yo no creo que sea malo irse por las ramas... Dow Fernanvo (a /a silla vacia): Irse por las ramas es huir de la verdad. TiTina: Las ramas son verdad. Polito, dile a tu papa que las ramas son verdad. Pouiro: Si, son verdes y sirven para columpiarse, papa. Don FrRNanno: éPara columpiarse? Aqui se trata de tener los pies honestamente en el suelo. Trrina: Las ramas tienen los pies en cl suelo, Don Fernanno: No respondas con sofismas, Justina. Trrina: No son sofismas. Las ramas tienen los pies en el suelo. Pero digame, don Fernando, cel suelo dénde tiene los pies? Don FERNANDO: iQué idea tan atropellada! Poutto: iEs cierto! ¢En dénde estan los pies del suelo? Tivina: El suelo es la cdscara que cubre al mundo... y debe tener... Potro: Entonces el suelo tiene los pies en el mundo. Tirina: iClaro! ¢Y¥ el mundo dénde tiene los pies, don Fernando? Don Frernanno;: iF] mundo no tiene pies! PoLito: Entonces, como se sostiene? Don Fernanno: El mundo gira en el espacio. Titina: 1E] mundo baila un vals! éVes qué hermoso, Polito? El mundo esté bailando un vals, (Silba el Danubio azul.) Don Ferxanno; iJustina! iVan a reprobar a este nifio en la escuela! Polito se pone el gorro de cascabeles y gira al compas del Danubio, Don Fernanno: Hay que poner un hasta aqui. ‘Trrina: éUn hasta aqui? Poutto: iUn hasta aqui! Don Ferxanpo: iUn hasta aqui! Un punto que ponga fin al desorden o Polito no sera nunca ingeniero agrénomo. Potrro: Yo no quiero ser ingeniero agrénomo. Titina: ¢Por qué no, Polito? Tendris un anteojo para mirar a las estrellas y te iras a pasear por el campo vestido de explorador inglés. Don FERNANDO (se levanta y habla a la silla): iTitina: voy a hablarte por Ultima vez! ‘Trina: iAy, don Fernando, nunca diga usted por tltima vez! Don FraNnanno: Por ultima vez: éeres capaz de ser racional? TittNa: Nunca se es racional por dltima vez. Don Fernando sale. Titina desaparece de las ramas, abre la puertecita que ella misma dibujé, saca un borrador, borra el dibujo y viene a sentarse a la mesa, Don Fernando vuelve con una maletita, Saca un gran patiuelo almidonado. Se enjuga una lagrima. Don Frernanpo: Adiés, Titina engafosa, Tittna (enjugdndose una ldgrima): Adiés, don Fernando, cualquier golpe de viento me regresard a su casa. Don Fernanpo: Titina, no digas eso. Si vuelves, vuelve por tu propio pie. Quiero verte con los pies en el suelo, no volando como una hoja. (Mira su reloj.) Las siete y cincuenta y nueve y Polito no come su sopa de poros. La escena oscurece. Al volver la luz, han desaparecido a mesa, don Fernando y Polito, Titina con su maleta esid sola en la calle, Tirina; LAqui estoy, en las cinco esquinas! En el centro de la estrella. Puedo viajar al pico de hielo: ver trineos, lobos hambrientos y rusos con caftanes. iQuiero vodka! O puedo irme por el pico del Sur y llegar a esos mares adonde van los ingleses en pantalones cortos a beber whisky. iQuiero whisky! Aparece en escena un joven lechuguino, buscando a alguien. Descubre a Titina. Lacartrro: iTitina, no puedo creerlo! Ti vagando por las esquinas. Titina: iLagartito, yo quiero whisky! Lacartiro: éWhisky? Trrwa; iY vodka! Lacartrro: é¥ vodka? Tera (fjandose en la corbata que lleva Lagartito): ¥ que dejes de estrangularte con ese lazo verde. Lacartrro: No es lazo ni es verde, es corbata. Tima: Pues quitatela. Asi dejaras ver el rio. Lacartito: éQué rio? ‘Tra: El de tu garganta. Lacartiro (se quita la corbata y se abre el cuello de la camisa): éY¥ ati te gusta mi rio? Tima: Yo soy fluvial. A mi me gustan todos los rios y sus nombres, Por eso me gustaba la casa de don Fernando, a las orillas del Lerma. Lacartiro: é¥ cual rio te gusta mas?, del mio o el Lerma? Tima: Los dos; los dos corren y llevan garzas y estrellas. ZY a tite gusta el vodka? Lacartivo: El vodka no es un rio, Titina. Trmtna: No, pero si lo bebes llegas al Neva. Lacartiro: Estas borracha, Titina, (Cerréndose el cuello de la camisa muy serio.) Voy a llevarte a tu casa. Titina se le queda mirando; despacio se dirige al muro, saca su gis rojo, dibuja la casita y la puerta y se mete por ella. Sobre el wwe aparecen las ramas del drbol y Titina encima de una de las. Lacartito (dirigiéndose al lugar que ella ocupaba): Debes oirme, Titina. Debes oir ala razin. Te hablo por tu bien. Pero, éno me oyes? éCrees que es posible vagar asi por las calles? Suelta como una perrita callejera... Y aun las perritas callejeras tienen al menos un Arbol para levantar la patita y... Tina (desde el drbol): También yo tengo un arbol. Lacartrro: éTu? Tmna: Si, yo. En cambio, ti y don Fernando no tienen un Arbol para levantar la patita y. Lacagtito (interrumpiéndola): Justina, no quieres entenderme; digo que una sefora necesita algo més que un Arbol para levantar la patita y.. Tivina: Un drbol para levantar la patita y... es mas que suficiente. Pero ti no lo sabes. Tid no sabes sino recorrer oficinas, calles y sefioras, Lacartiro: Nunea he recorrido seforas, Titina. Tita: Peor para ti. Yo creia que las habias andado a todas. Lacartrro: Justina, tt no respetas nada, Tivina: éEs falta de respeto recorrer sefioras? Lacartrro: iClaro! Titina: Entonces, los lunes son pompénicos. Lacartiro: 4Qué dices? Un lunes es un lunes. ‘Tirta; éNunea te has asomado a ver lo que es un lunes? Lacartrro: Nadie puede asomarse a un lunes. ‘Tivina: Entonces nadie puede asomarse a ti. LAGARTITO (angustiado): éY por qué no? Trrina: Porque no quieres ser lunes. Lacartrro: ¥ si yo fuera lunes, équé seria? ‘Trrina: Serias después de la fiesta. Lacartrro: Y antes de la fiesta. ‘Trrina: Si eres lunes, eres toda la fiesta, porque estas entre la de ayer y la de mafiana. Lacartito: iTitina, yo quiero ser lunes! Trina: Pues eres lunes, Lagartito, eres el principic... Lacartrro: cEl principio de la semana? ‘Trmna: El principio del viaje. Primero hay que caminar tu perfil de media luna y desde alli viajar a las estrellas, para llegar el domingo al cielo del z6calo, Td eres eso, Lagartito: una estrella fugaz, lanzada en un cohete por Ja mano de un borracho, viajando por el cielo del domingo. También yo soy una estrella de] mismo cartucho. Por eso somos lunes. Asi empieza la semana, con las estrellas caidas en la noche sobre el zécalo. éEn dénde quieres caer ti, Lagartito? Lacartrro: En donde caigas ti. Tirina; No te creo. A ver, cen una cornisa de la catedral? Lacartrro: Si, en una cornisa de la catedral, Alli estaremos los dos, juntos como dos palomas de piedra. Tina: Pero yo no cai en una cornisa de la catedral. Lacartiro: Yo caeré en donde ti caiste. Timixa: A ver; cen el asta de la bandera que esta en el balcon central de Palacio? Lacartiro: Si, en el asta de la bandera, Desde alli, como dos confetis, vemos juntos los desfiles del 16 de septiembre y giramos cuando los ejércitos pasan bajo nosotros... Trmina: iAy, Lagartito, no hagas trampas! Yo no cai en el asta de la bandera. Lacagtrro: éNo comprendes que yo cai en donde tu caiste? Timmna: Eso no es cierto, éCai en una fuente? Lacagriro: En una de las cuatro fuentes, Estamos en sus aguas; estrellas gemelas, azules, persiguiendo las manos de los nifios y jugando con las cascaras de frutas que echan los boleros. Tima: Yo no estoy en una fuente, Lagartito. Si no lo adivinas es que no has caido todavia. Lacartito: Pero voy cayendo, Haxme una sea, dime dénde caiste ta. ‘Tima: Seria una trampa y el lunes seria sopa de poros. Lacartito: Eso si que no. El lunes no es sopa de poros. E] lunes somos nosotros, estrellas caidas en la noche del domingo. Algunas caen en las aceras, otras a media calle, otras en los baleones. Una que otra cae en las copas de los Arboles, (Hay tan pocos Arboles en el zécalo.) Deberia haber uno verde, corpudo, ancho como el mundo y alli caeriamos los dos entre sus ramas. Tra: GAM caf yo, Lagartito! Ti un poquito fuera, sobre la banqueta. Lacagtiro: Déjame subir a sus ramas. Tima: No se puede; cada quien cae en donde debe caer. Lacartiro: Por ti puedo volver a las manos del cohetero. Puedo volver a las manos del borracho, Esta vez no erraria la caida. Titixa: No se puede volver a las manos del cohetero. Ya quemaste tu viaje por el cielo del zécalo. Lacartiro: Entonces, déjame que te vea desde la banqueta. Trina: iM{rame, Lagartito! Lagartito se vuelve, la mira entre las ramas y se acerca. Lacartiro: iDame la mano, Titina! Titina alarga el brazo, Lagartito le toma la mano, Tita: Asi podriamos estar por los siglos de los siglos. Lacagtiro: Asi estaremos por los siglos de los siglos. Tirta: Yo cogiéndote la mano desde e} arbol de mi casa, a ti, que eres la estrella mas azul del eartucho del coheltero, Lacagtrro: Y té la estrella cuyos cinco picos son mas blancos que la estrella mds blanca salida del cartucho del cohetero, Pausa. Pasa un sefior con una gran cartera. Pasa una sefora. Ambos miran a Lagartilo, Pausa, La luz decrece, Vuelve a pasar el sefor, Lagartito lo mira, Pasa la sefiora, viendo ffjamente a Lagartito, El vuelve el rostro para verla, Timtna: Tus pies, Lagartito, estén hechos para recorrer aceras, oficinas y sefioras. Tus pies y tus ojos. La escena se oscurece del todo. Pausa, Se itumina de nuevo. En las ramas del drbol estd Titina, acomodada como un pdjaro. Pasa don Fernando muy serio, de negro, con una guitarra, Canta. Dox Fernanpo: iUy, uy, wy, qué iguana tan fea! iUy, uy, uy, qué iguana tan fea! Que se sube al arbol, Y lo zarandea... Pasa Lagertiic con su corbaia puesta, def brazo de fa seflore. Conia. Lasarnmo: No te andes por las remas. Uy, ny, ny. TELON

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