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LITERATURA MEDIEVAL

PROFESORA: LUISA OCARANZA PÁEZ


AYUDANTES: VICTORIA CIFUENTES C.
WLADIMIR DÁVILA T.
PAOLA VALDIVIA H.

DOSSIER N°17

LA DIVINA COMEDIA

CONTENIDOS

1. Alighieri, Dante. La Divina Comedia.


a. Infierno
2. Hernández, Adriana. El papel de la Divina Comedia de Dante Alighieri en la consolidación del
imaginario occidental en la literatura.

LECTURA CLASE

1. Alighieri, Dante. La Divina Comedia, Infierno:


a. Cantos: 1, 2 y 3.
Adriana Hernández
"El papel de la Divina Comedia de Dante Aligheri en la consolidación
del imaginario occidental en la literatura"

Tejiendo con amor en un volumen,


lo que en el orbe se desencuaderna.
Dante Aligheri.

Esta conferencia tiene como fin mostrar el papel de la Divina Comedia de Dante Aligheri
en la consolidación del imaginario en la literatura occidental. Era un riesgo, un
atrevimiento quijotesco tratar de aproximarse de esta magnífica obra. Ese riesgo ha sido
posible asumirlo gracias a la alta dirección de la Universidad Central y constituye un
tributo de agradecimiento a la cultura italiana a sus gentes, y sobretodo este trabajo de
pensamiento e imaginación "activos", está dedicado a mis estudiantes.

La consolidación del imaginario occidental que realiza Dante Aligheri en la Divina Comedia
es una tarea titánica, un trabajo de reconstrucción simbólica en la memoria de occidente y
me atrevería a afirmarlo, en la memoria del mundo. Este opus magnum aventajará los
siglos y la fama más que las destructoras máquinas de guerra de los férreos emperadores
de occidente y oriente y la máquina de la violencia que quisiera avasallarnos en nuestro
país.

De este modo, la tarea de Dante es una apuesta ética- estética que supera en entusiasmo
y energía a la majestuosa destrucción del mundo por parte del hombre. El epígrafe de
esta conferencia quiere recorrer ese nivel de sentido relacionado con volver a ligar lo que
se destruye en el universo; las fuerzas negativas que avanzan con los ejércitos de la
deshumanización y la muerte, que desgarran los cuerpos y el mundo. Si se tratara de
resumir la intención de Dante en la Divina Comedia estos versos podrían ser una parte de
la obra que contiene la totalidad: Tejiendo con amor en un volumen, lo que en el orbe se
desencuaderna.

Hablar de la obra de Dante Aligheri implica introducirse en la lógica medieval, es


comenzar un rito de iniciación profundamente relacionado con el orden mítico, que
comienza con un descenso desde la conciencia humana medieval hacia las zonas de la
imaginación y de la fantasía. Aquellas dos facultades permiten profundizar en lo real,
constituyéndose en el territorio donde surge la relación entre el mito y el plano de
consistencia, es decir, el deseo dantesco que recurre al mito para trasladarse a la esencia
de la condición humana, el deseo tiene un nombre: Beatriz. El libro VI de la Eneida fue el
móvil fundamental para la posterior creación de la Divina Comedia, allí Dante recibió la
iluminación del inspirado Virgilio.

El contexto histórico de esta obra es la edad media, para comprender los efectos que la
mentalidad medieval instaura en la Divina Comedia, tendríamos que guiar la lectura
hacia una comprensión diferente, fuera del lugar común, que la signa como oscurantista.
Es el momento de superar los falsos presupuestos que la muestran como una edad
obscura. No, esa oscuridad podría entenderse con la metáfora de un nido, un nido en el
que se gestaba la revolución tanto del pensamiento filosófico occidental, de la ciencia y del
arte que le seguiría. Dentro de estos nidos: abadías misteriosas, conventos silenciosos,
talleres de artistas, escuelas de pintura, navegaban la poesía y la razón como diosas
iluminadas.

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Retomando la poesía dantesca como la elección de una forma musical, es decir, de una
concepción de la poesía como lírica por excelencia, Dante obra como aeda, como aquel que
canta y cuenta, aquí podríamos recordar los versos de Antonio Machado:

Canto y cuento es la poesía.


Se canta una viva historia,
contando su melodía.

Lo interesante, en este caso, es que Dante canta la condición humana transitando a


través de tres territorios para el viaje: el infierno, el purgatorio y el paraíso. El concepto
del viaje que se renueva para la tradición occidental parte del conocimiento profundo que
poseía Dante, de su amado maestro Virgilio y de la Eneida. El viaje de Eneas, es el viaje
de un cuerpo vivo a través del averno, para obtener un conocimiento y saber del origen no
sólo propio, sino del pueblo romano. Virgilio cumple con varios imperativos: el estético, el
moral y el político. Este último, afirma el origen, por un lado mítico y por el otro divino,
del linaje de Augusto César. Dante aprende de Virgilio y no de otro maestro, la necesidad
de estructurar una obra donde lo ético- estético se relacione fuertemente con lo
ideológico-cultural.

El cuerpo de Eneas viaja, un cuerpo que asombra a los habitantes del averno se nos
cuenta en el libro VI de la Eneida. Igualmente, se impresionan los condenados, los
demonios y barqueros del infierno dantesco. El cuerpo medieval viaja a otros infiernos,
quiero aclarar que el averno tiene una concepción muy diferente al infierno
judeo/cristiano (1). La estructura del averno virgiliano no tiene un purgatorio sino dos
lugares, uno de castigo con la siguiente ruta : el vestíbulo del infierno, el Aqueronte,
umbral entre el Aqueronte y el Tártaro ( donde los condenados sufren horrendos castigos)
; y uno de felicidad y espera, llamado los Campos Eliseos, donde Eneas de boca de
Anquises, entiende la doctrina de la transmigración de las almas y anticipa la profecía del
retorno de las almas de los romanos ilustres, que al volver a la tierra forjarán en nuevos
cuerpos, la grandeza de Roma, entre ellos el joven Marcelo.

En el averno antiguo, las sombras de los hombres son castigados terriblemente al cuidado
de Plutón y de un sinnúmero de presencias monstruosas que acosan a los condenados,
los castigan por la maldad que ejercieron contra sí mismos y contra otros. Los que
inflingen el castigo en su mayoría corresponden a seres de la mitología grecorromana:
furias, medusas, perros de tres cabezas, Flegias, entre otros, también son sombras los
que habitan en los Campos Eliseos. En cambio, los condenados del infierno y del
purgatorio dantesco, tienen robustos cuerpos que recuerdan la representación posterior
del cuerpo humano en la pintura de Leonardo. Este efecto en la descripción, sabiamente
usado por Dante, busca corporizar a los condenados para que el lector pueda sentir la
intensidad del castigo y el dolor que produce con el fin de crear un efecto de realidad en la
lectura.

El castigo a los condenados del infierno dantesco es aún más terrible. La lógica de la
condena parte de los conceptos de pecado, de culpa y del castigo como imperativo de la
justicia divina. Con respecto a la actualización de esta imagen de ultratumba es necesario
decir, que a los condenados del averno virgiliano Dante les imputa castigos desde el
concepto de pecado y culpa judeo-cristianos.

En el infierno de la Divina Comedia todo lo anterior se cifra en que negar la ley de Dios es
negar la existencia de Dios. Este sería para Dante y para los especialistas, la clave de una
lectura teológica del texto. Cuando los condenados hablan con el Dante - de la ficción, el
viajero de los tres territorios, no el Dante Alighieri histórico- no pueden nombrar a Dios

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directamente, por ejemplo, Francesca Rímini en el Canto Quinto del infierno, sufre por el
pecado de la lujuria y en vez de nombrar a Dios, usa esta expresión:

…Si fuese amigo el rey del universo,


por tu paz le podríamos rogar (2)
ya que te apiada nuestro mal perverso!
(Dante,1983. P.28)

La tristeza invade a Dante por el destino de Francesca y el de su amante, Paolo; quienes


van en una tormenta de arenisca, fuego y olores pútridos, cual estorninos contra las rocas.
Para Dante el destino de estos amantes es terrible: ser separados sin poder vivir el amor
que descubrieron en el instante de leer juntos el libro de Galeoto (3), donde la reina
Ginebra besa a su amante. y ser luego brutalmente asesinados por Gianciotto Malatesta,
esposo de Francesca y Hermano de Paolo. Por ello a manera de queja ella dice :

Amor, que a nadie amado amar perdona,


Por él infundió en mí placer tan fuerte
que, como ves, ya nunca me abandona.
( ALIGHIERI, Dante, 1983, p. 29 )

En este canto, Dante empieza su purificación o catarsis que va avanzando hasta que en el
purgatorio le es borrada la P de pecador.

Retomando la base literaria virgiliana, es importante definir en este momento que el


aprendizaje que Dante realiza de la obra de Virgilio, es fundamental, especialmente de la
Eneida, en lo relacionado con los motivos literarios y arquetípicos del viaje y la bajada a
los infiernos, porque permiten configurar una visión de mundo que enfoca la creación con
la profunda interrelación entre tres grandes bloques de sentido que se imbrican a la
manera de un rizoma que "A diferencia de los árboles o de sus raíces, el rizoma conecta
cualquier punto con otro punto cualquiera, cada uno de sus rasgos no remite necesariamente
a rasgos de la misma naturaleza; el rizoma pone en juego regímenes de signos muy distintos
e incluso estados de no-signos" ( GILLES DELEUZE Y FELIX GUATTARI, 1997) durante
toda la obra y son claves para comprender el pensamiento dantesco que trataré de
explicar:

I. LA DIMENSIÓN SAGRADA Y MÍTICA


II. LA DIMENSIÓN ESTÉTICA
III. LA DIMENSIÓN POLÍTICA que no trataré en esta conferencia.

I. LA DIMENSIÓN SAGRADA Y MÍTICA

Tenemos en occidente la costumbre de confundir lo sagrado con la ideología religiosa, por


ello advierto que no hablo de ninguna religión en especial, hablo en términos de Mircea
Eliade y de Ellemire Zolla, como la experiencia metafísica donde el hombre busca el
conocimiento profundo y sacro de su origen, su sentimiento religioso más bien en el
sentido de Miguel de Unamuno, que no puede ser contaminado por la percepción de un
escucha que le da una carga semántica próxima a la existencia y justificación de unas
religiones que son básicamente ideologías, al decir de Nietzsche. Más bien y para quedar
claros, se trata de la religión en el sentido del religare latino, que traduce volver a unir lo
humano con lo sagrado.

¿Qué se une? al hombre consigo mismo. Se rompe la separación del entendimiento y el


conocimiento del hombre, por una entrada a sí mismo, Dante ingresa a la construcción

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estética de la pregunta, no por el tiempo como en Heidegger, sino por el origen del ser,
aquí- ahora, gracias a un sentimiento religioso cifrado en el amor hacia Beatriz que da
alas a la fantasía.

Desde la dimensión sagrada, el papel de Dante es fundamental para occidente al revivir el


culto de la diosa abandonado en Grecia desde la implantación cultural de la filosofía
platónica. El canto a la diosa, es el canto a la musa. La Divina Comedia revive a cada
paso el culto antiguo de una diosa acallada por Platón y Aristóteles. Creadores de dos
sistemas de mentiras ¿acaso convincentes?. Sus fábulas intelectuales son monstruosas,
recordemos el cuadro de Goya: los monstruos de la razón.

La separación del culto femenino que se funda en occidente, en defensa de la racionalidad,


el abandono del origen sagrado en el rito, implicó la separación de la diosa y la ruptura
del cuerpo humano (corporeidad y mente) con el universo y lo sagrado; antes existían
como una unidad mítica que se expandía en una lógica simbólica obrando desde una
ética-estética como productos del mito y reflejados en la danza, en la poesía, en el canto,
en la oralidad en un concepto de historia fundado en la memoria, de allí la necesidad de
la narración oral en las culturas premodernas.

Para explicar lo anterior: el mito fundaba una tradición que se transmitía a través de la
voces plenas de memoria, cuerpos habitados por la historia, historias auto transformadas
por la imaginación del que narraba o de quien dirigía el espíritu de la tradición vivo en la
ceremonia, donde se presentaba con su como conocimiento milenario.

Cuando apareció la escritura se reordenó el mundo, la mente se separó de la naturaleza


porque ya podía nombrarla, se cerró el contacto con la naturaleza. El hombre empezó a
nombrar y a poseer las cosas a través de esos nombres. El cuerpo no vive la historia y la
reactualiza en la voz, sino que se confía a la escritura y entonces comienza la peste del
olvido. Platón es quien lo afirma.

La tarea de Dante es obligar al lector a jugar dentro de una lógica distinta, la de la


imaginación, consistente en el culto a la diosa, el viaje lo motiva el deseo de encontrar a la
diosa. Al final de su obra la vida nueva, anterior a la Divina Comedia promete cantar a la
Beatriz como jamás nadie había cantado: En la parte XLII de la Vita Nuova escribe:
Después de este soneto, tuve una admirable visión, en la que vi cosas que hicieron que me
propusiera no decir más de esta bendita hasta que yo pudiera más dignamente tratar de
ella. Y para llegar a ello estudio cuanto puedo, así como ella lo sabe de verdad. De modo que
si pluguiere a aquel por quien todas las cosas viven, que mi vida dure por algunos años,
espero decir de ella lo que nunca fue dicho de ninguna (4). Y después quiera aquel que es
sire de la cortesía, que mi alma puédase ir a ver la gloria de su dama. Es decir, de aquella
bendita Beatriz (5), la cual gloriosamente contempla el rostro de aquel qui est per omnia
saecula benedictus (6 y 7).

En este punto, es necesario hacer un llamado para preguntar al público de esta


conferencia algo así como : ¿Se imaginan la maestría de Dante para retomar la imagen
femenina de la diosa dentro de una cultura que hacía el culto a un Dios padre que venía
del culto apolíneo en Grecia y de la tradición judeo -cristiana?

Este retorno a lo perdido lo mueve la potencia del amor hacia Beatriz. Dante se atreve
más allá de todo, es un titán, afirma que la sonrisa de Beatriz ilumina la fuente divina en
la visión mística final. Dios no puede tener forma. Dios es Beatriz, Beatriz es Dios. La
corporización de lo sagrado en lo humano, la humanización de lo divino, una ley, una
justicia, una estética, una política, un reordenamiento del mundo desde la fábula de un
titán, es la Divina Comedia.

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Volviendo a lo mítico y al rito, la crueldad que exige enfrentar el cuerpo a la naturaleza y
transformarlo en el viaje rizomático por otros cuerpos animados e inanimados es propio
del culto a la diosa; el cuerpo en el rito puede conectarse con el universo lleno de vasos
comunicantes, de puertas, de espejos, de símbolos e implica devenir humano, devenir
divino, devenir demonio, devenir pájaro y árbol, devenir serpiente.

El cuerpo como campo de energías atravesado por fuerzas que lo transforman, el cuerpo
conectado a la máquina viva del Universo. El universo como una criatura viviente, la
condición sagrada del mundo implicada totalmente con la estética. Eso hace Dante en el
viaje por los tres mundos, devenir indiferente en la fosa de los que no creyeron en el cielo
o en el infierno, devenir lujurioso viendo la tragedia de Francesca y Paolo, devenir ladrón
vuelto serpiente, devenir suicida con el cuerpo colgado de un alma vuelta árbol, devenir
pájaro en los hombros de un dragón, devenir titán al recordar en la llama a Diomedes y
Ulises, Devenir en hielo al encontrar a Lucifer de tres cabezas, devenir Beatriz al verla
cerca de la fuente divina, devenir Dios en la contemplación del vacío que deja el viaje.
Devenir silencio cuando la fuerza de la poesía no le alcanza para contar las visiones que
penetran su cuerpo y su alma.

Dante ejecuta un rito de vaciamiento del cuerpo, lo que buscaba en el dolor era vaciarse
de los órganos, vaciar el cuerpo, vaciar la mente del dolor que producían en él, la
temprana muerte de Beatriz, las escisiones políticas de Florencia, una iglesia
absolutamente corrupta, un poder eclesiástico mezclado con intereses políticos hasta el
asesinato y demás concupiscencias, sufrir estos dolores en el exilio, como una muerte en
vida que lo encaminó a la bohemia, a la selva obscura desde donde inicia su obra.

Su camino es cultivar el amor en la escritura para encontrar a Beatriz, el móvil amoroso y


poético, constituye algo así como el rescate del amor gracias a la poesía. La profundidad
que se busca en la imagen sagrada del amor humano: la mujer como imagen del amor
divino como potencia en Beatriz, el culto a la mujer le viene del amor Udri de oriente de
una secta muy antigua que adorada la virginidad y pureza de la mujer,. Es extraño y
maravilloso saber que Dante sólo la vio dos veces en su vida, una vez vestida de rojo y
otra de blanco. Realmente se comprende que Dante percibió la triada del amor, la belleza,
lo femenino y lo sagrado encarnados en Beatriz.

En la Vita Nuova comienza el culto a lo femenino a través de la reflexión acerca del amor
como sustancia inspiradora y sagrada. Esta filiación viene precisamente de los trovadores
que llamaban mi señor a la dama, es decir, el señor era el Dios y el Dios era la dama, esto
es lo que llamamos religión del amor de la cual Dante retoma las enseñanzas.

Dante afirma en la Vita Nuova: Podría aquí dudar una persona digna de declarar todas sus
dudas, del hecho de que yo siempre llamo a Amor como si fuera una cosa en sí, y no
solamente substancia inteligente sino en cambio como si fuera sustancia corporal: lo cual, de
acuerdo a verdad, es falso; porque Amor no es en sí como una sustancia, sino un accidente
en sustancia. (8). Y que yo hable de él como si fuera cuerpo, inclusive también como si fuera
hombre, se ve por tres cosas que digo de él. Digo que lo vi venir; por donde, como sea que
venir diga movimiento corporal, y localmente móvil en sí, según el Filósofo, lo sea solamente
el cuerpo, se ve entonces que pongo que Amor es cuerpo. Digo también de él que reía,
inclusive que hablaba; lo cual son cosas propias del hombre, y especialmente el ser risible; y
así se ve que pongo que él es hombre.

Para aclarar estas cosas, como es conveniente al presente, primero hay que entender que
antiguamente no había decidores de amor en lengua vulgar, pero había ciertos poetas
decidores de amor en lengua latina; entre nosotros, aunque tal vez entre otras gentes haya

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ocurrido y ocurra todavía, como en Grecia, que estas cosas la trataban no los poetas
vulgares sino los letrados.

Y no pasaron muchos años antes que aparecieran por primera vez estos poetas vulgares;
que decir por rima en vulgar, es tanto como decir por verso en latín, de acuerdo a una cierta
proporción. Y señal que fue hace poco tiempo es que si quisiéramos buscar en lengua de oc y
también en la de si (9) no encontraríamos que se hayan dicho cosas más allá de los últimos
ciento cincuenta años. Y la razón de que algunos rudos tuvieron fama de que sabían decir,
proviene de que fueron casi los primeros que dijeron en lengua de si. Y el primero que
comenzó a decir como poeta vulgar, se movió a ello porque quiso dirigir sus palabras a una
dama, para quien era difícil entender los versos latinos. Y esto es contra de aquellos que
riman sobre otra materia que no sea la amorosa, porque resulta que dicho modo de hablar
fue hallado desde el principio para decir de amor. Por donde como sea que a los poetas se
conceda mayor licencia de hablar que a los decidores en prosa, y que estos decidores en
rima no son sino los poetas vulgares, digno y racional es que les sea concedida una mayor
licencia de hablar que a los otros habladores vulgares; por donde, si alguna figura o color
retórico se concede a los poetas, está concedido también a los rimadores.

En otra instancia, en la Divina Comedia se produce un vaciamiento del cuerpo del Dante
histórico gracias al Dante de la ficción, más allá de la catarsis, este vaciamiento del cuerpo
y de la mente busca un cuerpo sin órganos, es decir, una catarsis lograda gracias a la
destrucción (a la manera masoquista diría Deleuze (10)) para encontrar algo verdadero,
para hacer el propio plano de consistencia, es decir, el deseo de Beatriz, que le
comunicaba la potencia del amor universal creadora de la arquitectura del universo. Este
trabajo implica la idea de lo humano sublime dentro de lo sagrado, por eso Dante sufre en
el infierno, se desmaya ante los cuerpos de los condenados y en el purgatorio, cuando
observa a los condenados de labios cosidos. El amor lo mueve, le da la fuerza, lo hace
capaz de romper con todo sistema ético- religioso o político de su época.

Para Deleuze (1997, P. 164-165) Deshacer el organismo nunca ha sido matarse, sino abrir
el cuerpo a conexiones que suponen todo un agenciamiento, circuitos, conjunciones, niveles y
umbrales, pasos y distribuciones de intensidad, territorios y desterritorializaciones medidas
a la manera de un agrimensor. La búsqueda del CsO la realiza Dante al pasar a través de
los tres mundos.

Si para Deleuze la Ética de Spinoza es el gran libro sobre el cuerpo sin órganos, en esta
reflexión la Comedia también lo es, en ella los atributos son los tipos y géneros del cuerpo
sin órganos: el plano de consistencia del deseo.

Todo ello deviene en el conatus del Dante como voluntad, deseo, apetito de ser a través de
la imaginación, a través de la Comedia y aquí me separo del adjetivo divina acuñado por
un Dantista. La propuesta es volver a Comedia como la tituló el autor en principio. Por
que esta obra entre muchas otras obras literarias, es subversiva, produce una risa
subversiva que se queda en el gesto, no en el alboroto de su expresión, es quietud
absoluta, detención, que ejecuta el silencio que produce el gesto, al ver cómo el mundo
medieval se destroza ante la mirada del Dante y del Lector.

La reacción de Dante da potencia a la máquina medieval del mundo, la reconstruye


literariamente, para luego destrozarla en un ataque desde la poesía. Al final el cuerpo del
Dante de la ficción se queda suspendido en un vacío total, no habla con nadie, la mirada
desde abajo cruza los cielos, donde asoman estrellas, queda vacío y en silencio, allí en el
paraíso no finaliza la Comedia, allí comienza.

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Volviendo a este concepto de cuerpo que he introducido, el trabajo de Dante en la obra es
iniciático, se busca un conocimiento del mundo desde la sensación y la imaginación. El
mundo no está afuera, el mundo se corporiza, visión del mundo en la visión poética, no
está separado de Dante, Dante es el mundo y el mundo según Baruch de Spinoza se
define como la relación entre los cuerpos. Esto se entiende al final del libro; igualmente, el
cielo, el infierno y el paraíso no están en un espacio/tiempo sobrenatural, como lo
piensan algunas religiones en un mundo paralelo y trascendente.

No, están en el aquí-ahora de la escritura y la lectura. Dante nos enseña que están dentro
de la conciencia, son dimensiones interiores y mundos posibles en la escritura, al
respecto Paúl Eluard diría hay otros mundos, pero están en este, mundos-cuerpos que los
conforman, desde lo infinitamente pequeño hasta lo infinitamente grande, que se hacen
conscientes en un viaje estático como el de Dante.

Viaje que comienza en una selva obscura, en un duermevela producido entre el sopor del
sueño y la vigilia. El viaje iniciático no se hace afuera del cuerpo, se hace dentro del
cuerpo gracias a la escritura que proporciona visiones infinitas y donde el cuerpo es
puerta, ventana, resquicio y pliegue donde tornan y retornan energías infinitas.

A la mitad del camino de la vida


yo me encontraba en una selva oscura
con la senda derecha ya perdida.
¡Ah, pues decir cuál era es cosa dura
esta selva salvaje , áspera y fuerte
que en el pensar renueva la pavura!

Para concluir este apartado, quiero aclarar que los mitos se actualizaban en los más
antiguos ritos fundados en oriente y consolidados en occidente, al decir, de Robert
Graves. El privilegio del concepto y la razón con la influencia platónica, rompen y ocultan
la concepción estética y sagrada que implican los misterios de la diosa. Separaron al
hombre del mito; esta crítica al mito ejecutada por Platón fue devastadora para las lógicas
simbólicas y sus correlatos sensibles en la naturaleza y en lo sagrado porque
estratificaron el mundo, lo jerarquizaron desde la razón.

II LA DIMENSIÓN ESTÉTICA

Entrando en la otra dimensión estética y partiendo de los presupuestos de Sklovski y del


concepto de disimilitud de lo similar como elemento fundamental de la creación estética,
podemos empezar a rastrear la relación de la Comedia con las obras literarias
occidentales. La disimilitud de lo similar consiste en un procedimiento estético en el que
aún permaneciendo lo viejo (elementos de textos literarios anteriores), se superpone lo
nuevo ( la forma en que el autor presenta su nueva versión). "Las palabras", dice Sklovski
(1975 P.40) contienen "ecos del pasado" o sea, rasgos temáticos, estilísticos, etc., de obras
literarias del pasado que reaparecen en obras "del presente". ( BRAVO, 1996. P.77).

La Comedia es una obra que entra en diálogo con otras obras anteriores y futuras y con
las poéticas de algunos escritores o artistas antiguos y modernos. Es decir, dialoga con
ellas, presenta una disimilitud de lo similar esto se refleja en la conciencia que Dante tenía
acerca de su obra como imagen del universo, donde dialogan las tradiciones culturales
como la judeo-cristiana , la griega, la latina etc. las formas estéticas, las imágenes
arquetípicas, los personajes mitológicos y literarios. El microcosmos refleja el
macrocosmos. Al descuadernarse la vida de un hombre, al infligir destrucción en el
mundo, se rompe el universo. Esta idea de fondo pitagórico es reelaborada por Dante.

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Esta aventura en la imaginación nunca antes vista en el sentido del viaje a la fuente de lo
sagrado, implica una inmersión en la oscuridad del alma humana; que tiene fuertes
relaciones con obras que al leerlas recuerdan la Divina Comedia. Por ejemplo, el infierno
del alma humana y su cara opuesta el paraíso, bien podríamos encontrarlo influyendo en
el imaginario de la literatura occidental en las obras de Dostoievsky, en Crimen y Castigo
y en los Hermanos Karamasov. Especialmente ésta atmósfera sobrenatural que se
introduce por ejemplo en el discurso del Gran inquisidor, en los pensamientos de
Raskolnikov, en Los demonios, en el Héroe del subsuelo.

Si Dante pasa por la influencia de Virgilio, Dostoievsky pasa por la influencia de Dante y
así en adelante podremos rastrear la influencia que la Divina Comedia tiene y tendrá en
la literatura, no sólo occidental sino del mundo. Uno podría afirmar, pensando en
Dostoviesky, que nunca antes alguien aprendió tan bien de su predecesor, en el
delineamiento de los cuerpos y de la condición humana. Infierno en Dostoievsky implica
la conciencia de la contradicción y el dolor que se superan en la escritura como conatus,
esa fuerza en los personajes, esa autoafectación de los cuerpos, ese deseo de unión con el
mundo, no podrían más que arrastrar al asombro a un lector encantado, al contemplar al
Raskolnikov de Crimen y Castigo. Otra obra que nos recuerda las atmósferas dantescas es
El corazón de las tinieblas de de Joseph Conrad.

En el mismo sentido anterior, son muchos los lectores hechizados que irrumpen en la
literatura, casi en posición de adoradores del mundo dantesco como William Blake y T.S.
Elliot . El inglés William Blake reactualizando una poética cuya base tiene ecos de la obra
dantesca, en el sentido de la creación de un mundo posible que parte de la actualización
de un panteón personalísimo, de una zoología fantástica, de una mitología fantástica.
Desde donde se funda una estética y una ética. Es así como la presencia del rito de
bajada a los infiernos inunda las páginas de los textos de ambos magnánimos poetas.

Las bodas del cielo y el infierno y La tierra baldía de Blake y Elliot, reconstruyen la
perspectiva dantesca del viaje a lo sagrado, desde una inmersión en los terrenos de la
imaginación y la fantasía en el sentido de William Wordsworth (1770-1850). La
imaginación atrapa el mito en su significado de potencia creadora y liberadora del alma
humana, la fantasía como método de indagación, permite profundizar el viaje en el
territorio de las palabras, los símbolos y las imágenes, donde el sentimiento humano es
una hierofanía.

Cuando hablo de libro total puedo recordar muchos poetas fundamentales para occidente
entre ellos Blake, Elliot. Quienes querían cifrar en un poema al universo, que corresponde
a la puesta en forma de esta idea en la Comedia, lógicamente no podríamos olvidar a
Mallarmé y en nuestra Colombia a Aurelio Arturo. Cuando el deseo titánico busca que el
mundo se cifre en la propia obra, cuando este deseo casi loco se expresa, la mente del
poeta derrumba todas sus limitaciones, sale de sí mismo hacia la experiencia del infinito.
Zolla hablará de una experiencia metafísica. Unos dirán hacia la total experiencia de lo
inmanente, otros dirán hacia la total experiencia de lo trascendente. Esta ubicación es un
gran problema que vamos a ir desbrozando para dar cuenta de una "lectura Dantis" justa
o por lo menos aproximada.

En París, Francia en el siglo XIX existe un verso que profetiza la nueva poesía de
occidente, cuando Charles Baudelaire afirma: Vamos a lo desconocido para encontrar lo
nuevo. Este verso tiene un eco fundamental en la Divina Comedia y en el pensamiento de
Dante ; sólo el titán se enfrenta con lo desconocido sin importar la muerte, porque le
acompaña, Baudelaire dice ¡Oh muerte, Capitán, levemos anclas, el destino nos hastía,
vamos a lo desconocido para encontrar lo nuevo. (11)

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Al citar la aventura de Ulises, Dante muestra el destino de los titanes quienes van por
encima de todo. Dante muestra a Ulises quemándose en una llama doble al lado de
Diomedes, están acusados en la bolsa infernal y sufren los tormentos que la justicia
divina da a los engañadores ( aquí vale aclarar el detalle de cómo los héroes de la
antigüedad, son juzgados desde la perspectiva teológica medieval) de lo anterior, se
deduce la unión de dos tradiciones, y si somos perspicaces, nos damos cuenta que Dante
usa el subterfugio del juicio de Dios sobre los condenados, pero en realidad quien juzga y
castiga en el sentido de la crueldad como rigor, es Dante.

En el Canto XXVI, Bolsa VII del Infierno, donde están los malos consejeros se encuentra
Ulises, quien es castigado por crear la estrategia del gran caballo de madera, en cuyo
interior estaba un buen número de guerreros griegos y que fue abandonado a las puertas
de Troya , siendo introducido en la ciudad, por los mismos troyanos, quienes produce su
propia destrucción.

Dante juzga a Ulises no sólo como mal consejero sino como titán, ya que Ulises no hizo
caso a la prohibición de no pasar más allá de las columnas de Hércules y naufraga, al
chocar su nave contra la montaña del purgatorio y así muere en la versión dantesca.
Ulises fue castigado por ir a lo desconocido. En la mentalidad medieval, era ser tentado y
no acatar la prohibición, como lo cita el mismo Dante, cruzar las barreras de occidente el
non plus ultra, como inscripción de las columnas de Hércules atraería la muerte. Dante
sigue castigando a personajes de la antigüedad con criterios de la mentalidad medieval,
reinterpreta los mitos de los héroes para la literatura occidental.

Es paradójico como para Dante, no hay nada más allá, eso es mentira dirá Dante, quien
con la Comedia pudo afirmar, a la manera de Baudelaire, ir a lo desconocido para
encontrar lo nuevo. Dante elige una experiencia total de conocimiento de su ser desde la
imaginación (12) y desde el sueño que lo introducen en la selva obscura. Es decir, el
destino que Dante da a Ulises como titán, también se lo atribuye a sí mismo. Dante ve de
frente a Dios, juzga a la manera de él, le da voz como si fuese un inspirado o un profeta.

De otro lado, si vamos antes de Baudelaire, reconoceríamos en Dante a un romántico


empedernido, a un precursor del romanticismo del siglo XIX, recordemos la gran
identificación de los románticos con obras como la Comedia del siglo XIII , El ingenioso
hidalgo Don Quijote de la Mancha del siglo XVI y la dramaturgia de Shakespeare del
mismo siglo. La autoridad que al respecto tiene Albert Beguins en cuanto al conocimiento
de la esencia del pensamiento romántico, nos muestra como para estos poetas, como para
Dante existen dos vías de conocimiento fundamentales: la de la imaginación y la del
sueño. La Comedia empieza como un sueño, aletargamiento y oscuridad de la conciencia:
en la selva obscura. Y aquí se introduce mágicamente otro eco, el de la noche obscura del
alma de San Juan de la Cruz.

Noche Oscura

En una noche oscura,


con ansias, en amores inflamada,
¡Oh dichosa ventura!
Salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!

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a oscuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa.
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa
sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía.

( DE LA CRUZ, San Juan. 1999. P.21 )

El verso de Baudelaire es magnífico porque implica el mitema que Dante retomó de


Virgilio, la necesidad del hombre de buscar en lo desconocido, a través de la imaginación.
Paradójicamente de este verso de Baudelaire nace la poesía moderna, al decir de Hugo
Friederich (13). Este verso lo habría dicho Gilgamesh, hace más de cuatro mil años antes
de Cristo. ¿Qué significa esto?

Estos mitemas definidos como mínimas unidades de significación que se conservan a


través de las obras literarias se consolidan en la Comedia, otros se fundan en ella y
recorren la literatura de todos los tiempos, implican una base temática común, que
reconstruye Dante gracias a la renovación de los mismos desde su personalísima visión,
que retornan en la tradición. Finalmente tradición no significa ataduras que nos liguen al
pasado, sino que es algo bello que recordamos según Ezra Pound.

BIBLIOGRAFIA

ALIGHERI, Dante. La Divina Comedia. Bogota Editorial Oveja Negra.1983 (traducción de


Ángel Crespo)
BAUDELAIRE, Charles. Las flores del mal. Alianza
BEGUIN, Albert. El alma romántica y el sueño. Fondo de cultura económico. 1994.
Primera edición 1939.
BLAKE, William. Antología Bilingüe. Madrid. Alianza Editorial. 1998
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BRAVO, Nubia. Elementos fundamentales de la intertextualidad. En: Revista Litterae No.
6 de la Asociación de Exalumnos del Instituto Caro y Cuervo. Agosto de 1996
BROCH. Hermann. La muerte de Virgilio. Madrid, Alianza Editorial. 2000.
CIRLOT, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos.
CHEVALIER, GERBRANT. Diccionario de símbolos. Herder
DE LA CRUZ, San Juan. San Juan de la Cruz. Obra poética. Bogotá, Norma. 1999
DELEUZE G. Y GUATTARI. Mil mesetas. Valencia, España. Pretextos. 1997
ECO, Humberto. De los espejos y otros ensayos. Lumen.
FRIEDERICH, Hugo. La estructura de la lírica moderna
GRAVES, Robert. La Diosa Blanca. Madrid, Alianza Editorial, 1983. Primera Versión en
1948
PLATON, Diálogos. Bogotá. Editorial Panamericana. 1998
QUESSEP, Giovanni. El libro del encantado. México. Fondo de Cultura Económica,2000
SKLOVSKI, Víctor. La cuerda del arco. Barcelona, Planeta, 1975
VIRGILIO. Eneida. Madrid. Planeta. DeAgostini. 1999

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