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LA IGLESIA, UNA NACION SANTA (1PEDRO 2:1-12)

Hemos estado platicando cerca del tema de la Iglesia, su naturaleza, sus funciones, y la
importancia de la membresía. Hoy nos toca comprender que somos una nación una familia
real. Santa, pueblo que pertenece a Dios.
Pedro enseña que debemos tener fe y vivir en santidad. Enseña que los santos son un linaje
escogido, llamados para anunciar las virtudes del Salvador.
Objetivo: Ayudar a los miembros de la Iglesia a vivir en santidad y a ser un linaje escogido.
1 Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda
calumnia,
2 deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por
medio de ella, crecerán en su salvación,
3 ahora que han probado lo bueno que es el Señor.
4 Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa
ante Dios. Al acercarse a él,
5 también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa
espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.
6 Así dice la Escritura: «Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y
preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado».
7 Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos, «la piedra
que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular»,
8 y también: «una piedra de tropiezo y una roca que hace caer». Tropiezan al
desobedecer la palabra, para lo cual estaban destinados.
9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece
a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas
a su luz admirable.
10 Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no
habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.
11 Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo que se
aparten de los deseos pecaminosos[e] que combaten contra la vida.
12 Mantengan entre los incrédulos[f] una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen
de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día
de la salvación.
Como pueblo SANTO de Dios tenemos que desprendernos de algunas cosas que nos
contaminan. 2:1
Ningún cristiano puede permanecer igual. Tenemos que despojarnos. quitarse la ropa que
uno viste.
Tenemos que desprendernos de aquellas cosas que no convienen como nos desprenderíamos
de ropas sucias y contaminadas.
1.Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda
calumnia,
Es un ejercicio espiritual el renunciar, dejar o abandonar toda maldad que surge en nuestro
interior de nuestro corazón, todo engaño que surge del exterior, toda hipocresía, porque el
hipócrita es aquel que no es sincero, verdadero, alguien que solo finge, abandonemos toda
envidia y calumnia que pueda surgir de nuestra naturaleza carnal, pues la envidia solo puede
encontrar cabida en un corazón que tiene expectativas y la calumnia surge de un corazón
resistente a la bondad.
Es como uno que responde preguntas sobre el escenario. Un actor. Es alguien que representa
una comedia, que oculta la verdad. Alguien que lo enfrenta a uno con una cara que expresa
sentimientos muy distintos de los que tiene en su interior. Es quitarse la máscara, quitarse la
careta y mostrara la bondad.
Despojarnos de toda envidia. La envidia muere cuando muere el ego.
De toda clase de chismes. Hablar mal. Somos esclavos de nuestras palabras. Seremos
juzgados por cada palabra. Somos responsables por cada palabra que emitimos. Tenemos que
hacernos cargo.
La unidad de la iglesia se perjudica con los chismosos. El chisme es algo que a la mayoría de
las personas les molesta, pero que sin embargo están permanentemente tentados a realizarlos.
les gusta. Como cristianos tenemos que despojarnos de esa práctica.
Como pueblo de Dios tenemos que desear la palabra de Dios
2 deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por
medio de ella, crecerán en su salvación,
Abandonando todo deseo malo que proviene de nuestro corazón, deseemos con ansiedad solo
aquello que puede trasformar y nutrir el alma, esa leche pura de la palabra de Dios,
esa palabra que trasforma, que como a niños que la necesitan. Y Dios ha dispuesto en
abundancia para que, por medio de ella, podamos crecer en nuestra salvación.
Tenemos que desear la leche pura de la palabra. Estar desesperados por la palabra. Querer
saber más de ella.
El alimento de Dios no está adulterado, No hay nada en ella que pueda ser nocivo. Tenemos
que asistir a los encuentros de estudio, a los grupos o reuniones, a la escuela dominical, a los
cultos.
Estudiar la palabra de Dios solos, meditar en ella, es la única forma de crecer bien plantados
en la palabra de Dios.
3 ahora que han probado lo bueno que es el Señor.
La salvación es una prueba de la bondad del Señor, solo quien comprende y experimenta en
su ser la salvación puede decir con certeza lo bueno que es Dios.
Como pueblo de Dios tenemos que acercarnos a la piedra viva. Jesús.
4 Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa
ante Dios. Al acercarse a él,
El mundo rechaza a Jesús. No lo consideraron No tiene nada que ver con ellos. Sin embargo,
aunque el mundo lo rechaza, Él es la piedra escogida por Dios, Para los que lo aceptan es
salvación y amistad, para los que lo rechazan juicio y condenación.
Él es la base del reino de Dios. Si no nos acercamos a Él, no podemos estar en su reino.
Pedro usa la simbología de Cristo quien, como piedra viva, ha sido rechazada por la
humanidad, pero en Dios escogida y perfeccionada para hacerle preciosos a aquellos que
habrían de probar la salvación.
LA IDENTIDAD DEL PUEBLO DE DIOS (CRISTO DEFINE NUESTRA
IDENTIDAD)
Como pueblo de Dios nosotros somos piedras vivas
5 también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa
espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.
Bajo su misma esencia, como piedras vivas Dios edifica una casa espiritual, un lugar al cual
pueden acudir los refugiados, heridos, dolidos y desechados. Convirtiéndoos en un
sacerdocio santo, apartado dispuestos siempre a ofrecer nuestras vidas como sacrificio
espiritual que solo es aceptado por Dios a través de Jesucristo.
Como pueblo de Dios nosotros somos piedras vivas.
Somos piedras vivas. Somos como ladrillos en el edificio de la iglesia, edificado en la fe de
Jesucristo.
Somos un edificio viviente. Somos una comunidad, Somos una familia. El cristianismo solo
se puede vivir en una iglesia. No existe la religión solitaria. Mientras el ladrillo permanece
aislado no tiene utilidad. Es útil cuando es incorporado a un edificio. Fuimos creados para
extender el reino de Dios por su iglesia. Nos necesitamos unos a otros. No podemos darnos
el lujo de permanecer aislados. Somos piedras vivas por el poder de Dios.
Como piedras vivas. La vida que hemos llegado a tener en Cristo nos convierte, al igual que
él, en piedras vivas.
Pablo nos da en casi todas sus cartas un cuadro comparativo de lo que era nuestra vida antes
de conocer a Cristo y lo que ahora somos en él.
Al referirse a la vida pasada nos dice que estábamos “muertos en nuestros delitos y pecados”.
Pero el mismo Pablo nos dice que.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,
5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia
ustedes han sido salvados!
6 Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones
celestiales, (Ef. 2:4-6).
Ahora somos “’piedras vivas” participando en un organismo vivo que es la iglesia. Es por
eso que nuestra alabanza debe ser viva, nuestro servicio al Señor debe ser vivo, nuestro culto
es vivo y racional. Recordemos que el Arquitecto divino dijo: “Yo he venido para que tengan
vida y para que la tengan en abundancia” (Juan. 10:10b)
6 Así dice la Escritura: «Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y
preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado».
El pasaje de Isaías 28:16 Por eso dice el Señor omnipotente: «¡Yo pongo en Sión una
piedra probada!, piedra angular y preciosa para un cimiento firme;
el que confíe no andará desorientado.se ha encontrado cumplimiento en Cristo. Como
podemos notar la escritura sirve como fundamento para establecer su misma revelación.
Sion es la iglesia, y como cabeza o fundamento de esta se ha escogido a una piedra principal
que es Cristo, para que todo aquel que ponga su confianza en él, no sea defraudado. La
confianza solo puede surgir sobre un fundamento, la verdad.
7 Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos, «la piedra
que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular»,
Para la iglesia que entiende el fundamento de la verdad, Cristo viene a ser apreciado y
atesorado como algo valioso, mientras que para los que no creen, ese fundamento angular
para la construcción de la confianza no puede ser alcanzado
8 y también: «una piedra de tropiezo y una roca que hace caer». Tropiezan al
desobedecer la palabra, para lo cual estaban destinados.
Piedra de tropiezo. Desde los tiempos de Cristo, muchos hombres encontraron en él una
piedra de tropiezo.
Los hombres que habían hecho su propio programa para salvarse, especialmente el sistema
riguroso de la ley, encontraron en Jesús una piedra de tropiezo. Él quebrantó su tradición y
por eso se escandalizaron hasta el punto de crucificarle.
Jesús llega a ser una piedra de tropiezo para aquellos que han construido sus propios
intercesores delante de Dios. Para aquellos que levantan su propia filosofía sin tomar en
cuenta lo que Dios ha dejado para la salvación. Las Escrituras antiguas nos hablan
proféticamente de la piedra que iba a ser puesta en Sion, como principal (Isaías 8:14) Para
toda la humanidad, Jesucristo es el medio de salvación si lo acepta, pero también será el
medio del juicio si rechaza el evangelio.
Pedro termina diciendo que para los creen él es “precioso”, pero para los incrédulos es “roca
que hace caer”. Al no poder ser alcanzado se convierte en tropiezo para que la confianza no
pueda surgir, con lo cual solo queda la caída.
Como pueblo de Dios somos una raza escogida. un reino de sacerdotes.
9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece
a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas
a su luz admirable.
. Somos un pueblo escogido. Tenemos una relación de pacto con Dios, que no
va a cambiar. Nada nos puede separar del amor de Dios, cuando aceptamos a Jesús como
nuestro Señor y Salvador.
Tenemos un privilegio. Tenemos una nueva e íntima relación con Dios. Somos amigos de
Dios
Tenemos una responsabilidad. Somos elegidos para que nos convirtamos en
hijos obedientes de Dios. Fuimos elegidos para vivir de acuerdo a lo que Dios diga. Estamos
para agradar a Dios.
El sacerdote es alguien que tiene acceso a Dios, y que lleva a otros hacia Dios. Antes
solamente lo hacían los sacerdotes elegidos. Ahora cada uno de nosotros somos un reino de
sacerdotes.
!!QUE ALTA POSICION TENEMOS LOS CRISTIANOS ANTE DIOS!!! También en este
mundo lo tenemos, y a veces ni nosotros lo percibimos.
Un sacerdocio real – Tenemos la dignidad de los reyes, y en lo espiritual somos sacerdotes”
“Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios." (Apocalipsis 1:6)
Es tan grande nuestro oficio y puesto que Dios nos dio. Nos ve como reyes y sacerdotes. -
Como sacerdote es nuestro oficio el de acercar al pecador a Dios.
Nuestras vestimentas deben ser espirituales, el de llevar una vida santa agradable a Dios. No
ofrecemos sacrificios de animales, pero anunciamos el sacrificio de Cristo en todo momento.
Nosotros andamos con el verdadero cordero de Dios. No trabajamos en el tabernáculo o el
templo, pero trabajamos en la Iglesia de Cristo en este mundo.
Hermanos llevemos una vida consagrada a Dios, estemos apartados del mundo para su
servicio.
Que Dios nos haga aptos como sacerdotes para hacer que los perdidos que están por así
decirlo afuera del tabernáculo podamos acercarlos y reconciliarlos con los quien esta adentro
del lugar santísimo, nuestro Gran Dios todopoderoso y santo
Aquellos que han puesto su confianza en la roca no serán defraudados pues ellos han sido
dispuestos por Dios como “linaje escogido” habla de la naturaleza, “real sacerdocio” habla
del servicio, “nación santa” habla de del proceso de santificación que es llevado a cabo en
nosotros y “pueblo que pertenece a Dios” habla de nuestra identidad con el Padre.
Significa apartados del mundo y de la maldad y del pecado y consagrados para el servicio a
Dios con un comportamiento digno del sacerdocio.
La santidad debe ser la característica en la forma de vivir que se ve de los sacerdotes
Como pueblo de Dios somos una nación santa. Somos un pueblo diferente. Estamos
dedicados a nuestro Dios. Ya no dependemos de nosotros mismos, nos negamos a nosotros
y queremos ser como Jesús. Estamos separados para El, en obediencia El, para Su gloria.
Como pueblo de Dios estamos para anunciar las obras maravillosas de Dios.
Nuestra vida debe dar gloria a Dios. Tenemos que anunciar en todo lugar donde vallamos la
gloria de Dios.
Somos una muestra de la gloria de Dios. Como una foto estamos anunciando al mundo a
Jesucristo. La gente tiene que ver a Jesús cuando nos ve a nosotros.
Como pueblo de Dios fuimos llamados de la oscuridad a su luz maravillosa.
Antes vivíamos a tientas, en oscuridad, sin Cristo la vida no tiene luz.
Vivíamos chocando con todo, porque solo la luz de Cristo nos puede iluminar.
De esta manera están nuestros amigos, nuestros vecinos, que están sufriendo porque no saben
dónde van. Somos nosotros los que los podemos llevar a conocer la luz de Dios que iluminará
su camino para que no se sigan dañando chocando siempre con las mismas cosas.

Como pueblo de Dios ahora tenemos misericordia y esperanza.


10 Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no
habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.
Antes no teníamos una identidad, nuestra identidad era vana, perecedera, mas ahora somos
su pueblo. Siendo un pueblo lejano a su identidad no éramos dignos de su misericordia, pero
al recibir a Cristo como nuestro Señor y salvador hemos encontrado su misericordia.
Somos comprados por la sangre de Cristo. Él nos compró con su sangre preciosa.
Cristo compro la Iglesia con su sangre preciosa. Y por eso somos unos con Él.
Antes no teníamos significado, ahora lo tenemos, antes no teníamos destino, ahora lo
tenemos.
La grandeza del cristiano consiste en que Dios nos ha escogido para que seamos suyos y para
que le sirvamos en este mundo.
Antes no teníamos misericordia ahora no tenemos nada de que temer de Dios. Él es nuestro
refugio, nuestro amigo, nuestro Padre, él es todo para mí.
Como pueblo de Dios somos llamados a ser santos
11 Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo que se
aparten de los deseos pecaminosos que combaten contra la vida.
De nuevo es interesante hacer notorio que los deseos pecaminosos combaten contra la vida
de Dios, la naturaleza carnal combate a la naturaleza divina en nuestro interior, por ello Pedro
nos ruega que como peregrinos que no estemos apegados a lo terrenal, que nos apartemos,
que rechacemos todo aquello que proviene de nuestra naturaleza carnal, para que al obrar
bien confrontemos la mentira y el engaño con la verdad.
12 Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen
de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día
de la salvación.
No buscamos aparentar algo que no somos, sino más bien expresar aquello que si somos,
seres que hemos sido trasformados, renacidos cuya conducta es acorde con sus palabras y
pensamientos para que Dios se glorifique. Que, si hablan mal, lo hagan como una calumnia,
no porque de verdad lo hayamos hecho.
Por todo lo que Dios hizo en nosotros y por nosotros, nuestras vidas deben reflejar las virtudes
de Dios y de Cristo.
Nosotros estamos hoy viviendo por Cristo, deberían ver a Cristo en nosotros. Nosotros
debemos ser la forma visible de Dios. Nuestra conducta debe reflejar al Dios viviente.
Se le exige más a la familia de los reyes, Los hijos de reyes son más observados por el mundo,
deben ser ejemplos para todos los ciudadanos. Así también nosotros los creyentes como
cuerpo de Cristo, somos lo que debemos realzar, hacer sobresalir las maravillosas virtudes
del Rey de reyes.
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a
Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas
a su luz admirable.

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