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Maestría en Análisis Político

Materia: Elecciones y Sistemas electorales

Capítulo 5. Reglas de decisión y sistemas electorales. Abal Medina

Existen dos perspectivas teóricas sobre la toma de decisiones, una de ellas con un gran
énfasis en la lógica deductiva, pero sin un desarrollo práctico, y otra centrada en las
reglas de elección colectiva. Otros autores retoman ambas corrientes, haciendo un
combinado de las anteriores. Las decisiones que puede tomar un solo individuo no
dependen más que de su propia voluntad, es el llamado, principio del dictador, y difieren
de las decisiones colectivas, donde se llevan a cabo por más de una persona. A partir de
esto, existen cuatro principios que estructuran las reglas de elección social: unanimidad
(acuerdo de todos los miembros), lotería (sistema de rotación de cargos), mayoría
(mayoría absoluta, la mitad mas uno; mayoría relativa, de mayoría simple, donde el que
gana se queda con todos los cargos) y proporcionalidad (se distribuyen los cargos en
función de los apoyos recogidos por las distintas opciones, es una opción para distribuir
el poder). Los elementos que convierten a un sistema en proporcional son la formula (de
cociente  total de votos/bancas en disputa- y de divisor total de votos/divisor
preestablecido en función a las bancas en disputa) y la magnitud (refiere a la cantidad de
cargos que se eligen en cierto distrito territorial en la distribución de bancas). Además de
la magnitud de los distritos, importa la delimitación geográfica y la distribución de éstos,
ya que pueden generar sobrerrepresentación o subrepresentación de ciertos partidos.
Estos tipos de manipulación pueden darse con el gerrymandering (manipulación
deliberada en la distribución de los distritos electorales tendientes a favorecer uno u otro
partido. Ej.: V República de Francia 1958) o el malapportionment (es la
desproporcionalidad territoral entre el porcentaje de escaños y el porcentaje de población
en distintas unidades geográficas. Ej.: Menem).
Los sistemas electorales proporcionales se utilizan en listas plurinominales, mientras que
los sistemas mayoritarios se asocian mayormente en candidaturas uninominales. En las
listas plurinominales pueden existir: lista cerradas-bloqueadas (no se puede alterar la lista
del partido, listas sabana), lista cerrada-desbloqueada (se pueden alterar el orden de los
candidatos, competencia intra partidos), o lista abierta (el elector forma su propia lista).
Desde 1821 en nuestro país, estaban habilitados para votar todos los ciudadanos de sexo
masculino, mayores de 20 años de edad y que contaran con una pequeña propiedad. El
ordenamiento constitucional sancionado entre 1853 y 1860 estipuló la elección indirecta
del presidente y vice, por medio de la Junta electoral, y de senadores a través de un
Colegio electoral. Esto aseguraba el control de los electores, mediante el gobernador
provincial.
En 1902, Joaquín V. González logro la sanción de su proyecto que establecía la división
de distritos según diputados se eligiera. En 1912, la Ley Sáenz Peña, estableció el voto
universal, secreto y obligatorio estableció el voto universal , secreto y obligatorio para los
ciudadanos argentinos varones, nativos o naturalizados, mayores de 18 años de edad,
habitantes de la nación y que estuvieran inscriptos en el padrón electoral, e incluía una
Pablo Otto Müü ller
lista incompleta, ya que solo se establecían dos tercios de los cargos y el restante era
completado por la lista de adhesiones siguiente. Durante los inicios del Peronismo, la
aprobación del sufragio femenino en 1947, fue acompañada de la elección directa del
presidente y vice, y de los senadores nacionales, y se descartaba la clausula que inhibía la
reelección. Se derogo la Ley Sáenz Peña, y se volvió a dividir el territorio en
circunscripciones uninominales. La vuelta de Perón, estableció la elección directa
nuevamente, luego de la anulación por parte del gobierno militar, y la figura del tercer
senador por la minoría. Durante 1983, se restableció la Constitución de 1853-1860, pero
la presión de Menem por permitir la reelección presidencial desembocó en el acuerdo con
la UCR (Pacto de Olivos), permitiendo la reelección, a cambio de reformas más
inclusivas. Aquí también se determinó que para ganar una elección en primera vuelta
debe ser un porcentaje de votos mayor al 45%, o mayor al 40% con 10 puntos
porcentuales por sobre el competidor más próximo, de lo contrario habría ballotage entre
los dos primeros. También se achicó de 6 a 4 años los mandatos presidenciales.

Pablo Otto Müü ller

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