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ECUADOR

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Fredy Rivera. Jaime Borja Torres. Marco Romero.

DIRECTOR
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EDITOR
Fredy Rivera Vélez

ECUADOR DEBATE
Es una publicación periódica del Centro Andino de Acción Popular CAAP,
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Redacción: Diego Martín de Utreras 733 y Selva Alegre, Quito.
Se autoriza la reproducción total y parcial de nuestra información, siempre
y cuando se cite expresamente como fuente a ECUADOR DEBATE.

PORTADA
Magenta Diseño Gráfico

DIAGRAMACION
Martha Vinueza

IMPRESION
Albazul Offset

51 caap IISSN-1012-14981
ECUADOR
DEBATE 47
Quito-Ecuador, agosto ele 1999

PRESENTACIÓN/ 3-4

COYUNTURA

Nacional: Se prnfundiz;¡n la recesión y la incertidumbre 1 7-17


A-larc() Rof))ero C.
Política: Los polos de la crisis: su r;Kionaliclacl y horizonte 1 1Sl-:14
Fernando Bus/amante
Conflictividad Social: t'v\¡¡rzn-)unio 1999 1 35-4h
mternacional: Peor crisis de la posguerra, aún podría profundiz¡¡rse 1 47-f>:{
Wilma Snlpaclo
Er¡uipu Coyuntura "CAAP"

TEMA CENTRAl
La comLIIIitLHI andi11.1: entre IJ crisis y la falta de identiclilcl/ 65-<JO
Marco Romero
1 91-9il
A 30 ;¡ños cl~·l procc>o: fort;d<xer la unidad andin;¡
Atan Fnirlie l<einosu
Negnci;¡cinnes comunid;H.I Andina de nilciones
y el merc<~do común del sur 1 'J'l-1 27
Rubén FlnrP.s
Grupo ;\ndino-Mercosur: Un<~ ví<~ p;ua la inserción cre<~tiv<J en el escen<lrio intern;¡-
cion;¡l? 1 12'J-141
Jorge Reind f'u/eciu ,
L.1 diierenciaci<'m n;¡cion.ll en el contexto ele lil Región Andin;¡ 1 143-152
Herarlin Bunilla
La integraci<'m en /\méric.1 L;ltin.l: un sobrevuelo desde Europ;¡ 1 15.'1-1 64
Marc Rimez
ENTREVISTA
La vigenci<J del marxismo en la Antronologí.l 1 1h.'l-1711
Entrevi.~t.¡ .J Willi.1m 1\oseberry

PUBLICACIONES RECIBIDAS/ 1 79-1 H.'l

DEBATE AGRARIO
La gestión loe <JI de los Kecursos Natur<~les 1 1H7 -2 15
Lconard Field
Lo que piden los agricultores y lo que pueden los gobil'rnos 1 217-222
Polan Lacki

ANALISIS
Gobernabilidad o el regreso del pretorianismo 1 22J-24h
César Montúfar
El im¡¡ginario democrático en el Ecuador 1 247-269
Pablo Andradc

CRITICA BIBUOGRAFICA
Filosoiía Andin;~: estudio intercultural de Id sabiduría andina 1 271-279
}OSé }llllCOSi>
ENTREVISTA

La vigencia del marxismo en la Antropología:


una entrevista a William Roseberry•
Realizada y traducida por Carmen Martínez 1, Octubre de 1998

C.M. Tu trabajo ha sido incluído economía política en la antropolo-


dentro de un paradigma antropoló- gía. La idea era pensar cómo se ha-
gico que se centra en la economía bía usado el lenguaje de la econo-
política. ¿Cómo definirías este para- mía política en un conjunto de con-
digma? textos nacionales. Yo exploraba el
W.R. Fuí a una sesión sumamen- surgimiento de la economía política
te interesante de la Sociedad Antro- en los Estados Unidos y su destino
pológica Canadiense el pasado mes más reciente. En los Estados Unidos,
de mayo en Toronto que estaba or- la economía política surge clara-
ganizada en torno al tema de la mente en los años sesenta y setenta.

William Roseberry es una de las figuras más destacadas de la corriente antropológica esta-
dounidense que se enfoca en la comprensión de los sujetos sociales a partir de la historia
y de la economía política. Una de sus mayores contribuciones, influido por antropólogos
como el recientemente fallecido Eric Wolf y Sidney Mintz, es la búsqueda de un marxis-
mo renovado que supere el estructuralismo esquemático desligado de la realidad social, y
busque una comprensión más matizada del desarrollo del capitalismo basada en el con-
tado d. ecto con los procesos sociales que facilita el método etnográfico. Roseberry nos
sugiere que no hay capitalismo sino capitalismos, es decir, que el capitalismo toma distin-
tas fisonomías en distintos lugares dependiendo de la convergencia entre las historias y
campos sociales locales, y los procesos globales. También propone que el estudio de los
individuos y los campos sociales locales pueden alterar nuestra comprensión del capitalis-
mo como proceso global. William Roseberry es también conocido por su crítica a la an-
tropología posmoderna. En esta entrevista, Roseberry delinéa lo que él considera algunas
de las tendencias más preocupantes de las ciencias sociales contemporáneas, y propone
una antropología políticamente consecuente basada en la investigación empírica seria y en
el contacto diredo con la realidad social. William Roseberry enseñó por veinte años en el
departamento de antropología de la New School for Social Research en Nueva York, una
universidad que se especializa en la teoría crítica, y se ha trasladado recientemente al de-
partamento de historia de New York Untversity.
Ph.D. en antropología por la New School for Soctdl Resedrch, New York.
166 EcuADOR DEilAl r_

Esta etiqueta era en realidad un eu- marxistas a sociedades no-occiden-


femismo para hacer referencia a un tales o no-capitalistas o al estudio
enfoque marxista dentro ele la antro- de la cultura?
pología. Este enfoque incluía una W.R. Creo que había un<J clara
gama de proyectos, desde el intento deformación en el trabajo tempr<1no
de aplicar Marx a sociedades no-ca- . realizado por la generación de an-
pitalistas y no-occidentales, hasta el tropólogos de la que hablah<J, inclu-
estudio de las consecuencias de la yendo el mío. Fuimos a menudo al
expansión occidental y del desarro- campo con una idea clara de lo que
llo del capitalismo, o el intento de íbamos a encontrar. lbarnos al cam-
estudiar las formas culturales en re- po con ideas muy esquemáticas so-
lación con los procesos materiales. bre el desarrollo del capitalismo y la
En los Estados Unidos la forma prin- formación de las clases sociales. Y.
cipal en la que se ha hecho econo- probablemente, con el presupuesto
mía política en el pasado ha sido el de que, cualquier lugar al que íba-
análisis de las consecuencias de la mos, nos íbamos a apropiar de l<1
expansión del capitalismo en socie- historia de ese lugar corno una pie-
dades y situaciones no-capitalistas. za más para la historia más élrnpli<t
La economía política está claramen- del capitalismo. Estábamos menos
te ligada a la formación de una ge- interesados en entender cómo la
neración particular de antropólogos historia de un lugar concreto podría
en los años sesenta y setenta que es- alterar nuestra comprensión de la
tuvieron influidos e inspirados por historia del capitalismo mismo y de
el movimiento de los derechos civi- sus dinámicas. Y creo que, para dar
les (que promovió los derechos de ·crédito a una serie de personas de
los afro-americanos, latinos, e indí- esa generación, la experiencia del
genas norteamericanos), y por el trabajo de campo alteró nuestra for-
movimiento en contra de la guerra ma de pensar. Muchos de nosotros
del Vietnam. Nu se pueden separar descubrimos la antropología ele esa
los proyectos intelectuales del con- manera: a través de reconocer que
texto político en el que estos surgie- las ideas esquemáticas que llevába-
ron. Algo que se llamó economía mos al c<~mpo eran inadecuadas.
política surgió como respuesta a También reconocimos la importan-
una crisis política e intelectual en la cia de una comprensión más dife-
antropología americana. renciada del desarrollo del capita-
C.M. ¿En qué puede la antropo- lismo, de la rica variedad de formas
logía como disciplina contribuir al y campos sociales en los cuales se
marxismo o a la economía política insertaban estos procesos globales,
además de aplicar herramientas y de la importancia de esas formas
ENTKEVIS"II\ 167

sociales diferenciadas corno in- los Anctes Venezolanos), como una


fluencias que, a su vez, dan forma a aplicación de las teorías de Lenin
los procesos rnás arnpl ios de desa- sobre el desarrollo del capitalismo
rrollo capital isla y formación del es- en Rusia a Venezuela. Esperaba en-
tado. Para algunos de nosotros llegó contrar la formación de un mercado
a estar claro que la concepción de interno para el capital y la fuerza de
una intersección entre el rnarxisrno trabajo, la desaparición del campe-
y la antropología en la cual la antro- sinado, y el establecimiento de rela-
pologí;_¡ era apropiZ~da por el marxis- ciones sociales claramente capita-
mo, lo que tu has llamado "aplicar listas. No estaba sólo en esta empre-
el marxismo a las sociedades no-oc- sa. Hd¡JÍd b'd'' rrÚrY,ero de latinoa-
cidentales", era un;_¡ forma inade- mericanos y norteamericanos que
cuada ele pensar sobre esa intersec- llevaban a cabo proyectqs marxistas
ción. La experiencia del trabajo de similares. La mayoría del trabajo
campo antes o después apuntó ha- publicado durante los arios setenta
cia la necesidad de aplicar una sen- en el }ournal o( Peasant Studies (Re-
sibilidad antropológica a la econo- vista de estudios del campesinado)
mía política y al marxismo mismos. era de este tipo. Al pasar de los atios
C.M. ¿Qué tradiciones intelec- me he sentido cada vez menos sa-
tuales han influido en mayor medi- tisfecho con este tipo ~i::~~_:;¡¡;;pot
da en tu trabajo antropológico? las razones que apunté anterior-
W.R. En los años setenia estudié mente.
en la universidad de Connecticut en Me han iníluido dos corrientes
un departamento que estaba experi- que se relacionan de forma. intere-
mentando un redescubrimiento del sante con el marxismo. Una de ellas
marxismo. Varias personas del de- surge de la antropología a través del
partamento estaban trabajando en trabajo de Eric Wolf, Sidney Mintz,
la construcción de una antropología y sus seguidores. Esta corriente se
marxista. Durante rn.s estudios gra- puede ver bien delineada en el libro
duados leí más clásicos marxistas The People u( Puerto Rico (La gente
que clásicos de la antropología. Es- de V'ub"1\.hgu':S'1i y ~:--a~'.~abai~l"tno­
taba menos familiarizado con la his.- gráttt::::> que estos autores desarrolla-
toria de IZI antropologí;_¡ que con ron después. Encuentro un par de
Marx, Lenin y otros que eran clara- cosas especialmente atractivas en
mente parte de mi formación. En esta forma de hacer antropología.
parte, yo percibía mi trabajo en Ve- Wolf, Mintz y otros desarrollaron
nezuela, del que resultó el libro un<t semihiliclad afín al materialis-
Cotfee and Capitalism in the Vene- mo histórico sin encerrar o limitar
zuelan Andes (Caté y capitalismo Pn est<:~ sensibilidad dentro cie una serie
168 ECUADOR DEBATE

de categorías preconcebidas o de W.R. Bueno, me parece que po-


un esquema mecánico de la suce- demos diferenciar dos aspectos.
sión de las formas sociales. Era un Uno es el intento de comprender las
inten~o de comprender el impacto formas culturales dentro de un con-
de fuerzas históricas más amplias texto material más amplio. La cues-
como el colonialismo, el capitalis- tión clásica del materialismo históri-
mo, y la formación del estado, sin co es reconocer que los significados
abandonar el proyecto etnográfico. culturales están. inscritos en relacio-
El estudio de Puerto Rico y el traba- nes sociales, que a su vez se rela-
jo que realizaron después exploraba cionan con procesos materiales y
las múltiples variedades y la varia- sociales más básicos. Este tipo de
ción entre la gente trabajadora, y las proyecto se puede ver, por ejemplo,
diferentes formas que el capitalismo siguiendo con R. Williams, en sus li-
puede tomar en varias partes del bros Culture and Society (Cultura y
mundo. El tipo de trabajo que _ellos sociedad) o The Country and the
realizaron demandaba definitiva- City (El campo y la ciudad). En estos
mente una sensibilidad etnográfica trabajos, Williams se enfoca en de-
y el reconocimiento de la importan- terminadas imágenes que aparecen
cia de la variación local y de los as- en novelas y poesía en The Country
pectos y relaciones más íntimos. Yo and the City, o en el surgimiento del
me acerqué a este tipo de trabajo concepto de cultura en Culture and
cuando aumentó mi descontento Society, y relaciona estas imágenes
con un tipo de marxismo más mecá- con conceptos socio-históricos pre-
nico y vacío. cisos como el proceso de cerca-
Mi segunda fuente de inspiración miento de la tierra, el proceso de ur-
proviene de la historia social mar- banización, el surgimiento del tra-
xista británica, del trabajo de Ed- bajo asalariado en el campo etc. Pe-
ward Thompson, Eric Hobsbawm, y ro, el aspecto más innovativo y difí-
especialmente Raymond Williams, ci 1de su forma de entender la cultu-
que no es un historiador social pero ra no se basa sólamente en localizar
que ofrece una reflexión crítica so- las formas culturales dentro de con-
bre las categorías marxistas de la textos sociales y materiales, sino en
historia y los enfoques marxistas so- insistir en que estas formas y signifi-
bre la cultura. Este enfoque ha sido cados no son simplemente produc-
muy útil para mi trabajo posterior tos materiales, es decir, productos
sobre cultura y economía política. de fuerzas materiales, sino que tam-
C.M. ¿En qué se diferencia tu for- bién son fuerzas materiales en sí
ma de entender la cultura de la del mismas. Las formas culturales no
marxismo clásico? son simplemente un epifenómeno
EN 1Rrv1s lA 169

superestructura!, sino que se intro- comunidad ha_ sido estudiado en


ducen en los procesos sociales y en más profundidad por otros antropó-
las relaciones sociales como fuerzas gos que no tienen precisamente una
que son políticamente consecuen- orientación marxista .. Y, sin embar-
tes. Y es este paso más allá lo qw-' es go, si nos fijarnos por ejemplo en
una inversión del marxismo rnec;í- los Estados Unidos contemporá-
nico. Williarns es un clásico en es- neos, es imposible comprender na-
to. El problema del materialismo da.de lo que está pasando en el jui-
cl:isico, corno señala Wi 11 iarns, no cio político contra el presidente
es que es demasiado materialista, si- Clinton si no se tiene en cuenta el
no que no es suficientemente mélte- enorme poder emocional, político,
riéllista, que niega la materialidad de y, en formas bastante dirP.ctas, mate-
la cultura. No reconoce_ que las rial de cierta forma de creencia y
ideas son productos materiales de práctica protestante. Estas creencias
fuerzas materiales. Es este desarro- tienen una influencia tremenda en
llo a partir del enfoque del materia- la imaginación y la pr<lctica de los
lismo histórico el que resulta rn;ís individuos y, por lo tanto, son una
interesante. parte fundamental del contexto de
C.M. ¿Podrías ilustrar con un significados desde el cual y a través
ejemplo esta segunda forma de cn- del cua 1 actúan los actores poi íticos
tendt'r lil cultura dentro ~le la tr<Jdi- importantes ele este país.
ción marxist<t? Actualmente estoy trabajando en
W.R. Creo que los marxistas han una investigación sobre los eiectos
tenido dificultades especialmente regionales de las reformas liberales
entendiendo l<t religi6n. Han segui- del siglo diecinueve en Michoacán,
do la tendencia a ignorar totaimen- México. Estoy Interesado en ios
te las creencias y la organizaciún re- conflictos que surgen dentro de y
ligios,\, u a hacer referencia ;¡ l:.t re- entre comunidades indígenas con .la
1igión sol¡¡mente cuando l:t iglesia privatización de los recursos comu-
se convierte en una fu('J7.1 rnatt>rial nales. Mi intenciÓn es comprender
de una forma ohvia, como por la política de la violencia en la re-
ejemplo cuando la iglesia es un t<:'- gión después de la Revolución Me-
rrateniente importante. Pero la igle- xicana. Lo que caracteriza a la vio-
sia es tJmhién un¡¡ instituci6n cnr- lencia en la región es que no sigue
cial desde el .punto de vista de la las líneas agraristas clásicas, no es
formación de comunidad. El catÍJii- una luch<t entre campesinos y terra-
cismo corno un conjunto de creen- tenientes. Por el contrario es una
cias, símbolos y formas de organiza- forma de violencia casi fraterna:
ción social que dan coiH'sión a la pueblos contra pueblos, primos
170 ECUADOK DEilJ\It

contra primos etc. Lo que es fasci- W.R. l'or supuesto que no. Un.1
nante es que un aspecto esencial de dt> las cons<:'CUC'IKi<ls de l.1s rdor-
las luchas políticas de carácter lr,¡- lll.ts lilwr;!ll's fue 1<~ des.tnH>rtiz;¡-
terno que surgen entre gente de un ción de la tierra. de forma que l;¡
mismo pueblo y entre person.1s dl' iglesi.1 como instituciún y.t llll f.•r.t
clase social más o menos simil.11, es un t<:·rratenil'nte importante .1 p<~rtir
que iueron llevadas a cabo y organi- dl' 1850. Pero la iglesia continuó
zadas alrededor de ¡:xoblemas reli- siendo importante, t•s¡wcialrnente
giosos. El grupo que defendí.1 acti- en las comunidades indígenas, co-
vamente lo que ellos ll;¡mab,ln IJ mo organ iz;1dora de l.t vid.t cornu-
comunidad indígena también se nitJriJ. Una de las cos<1s que quic•ru
veían a si mismos como dett:>nsores explorar en los archivos son los do-
de la íe y de la iglesia, mientras que cumentos de las cofrJdías para ver
los que deíendían lo que ellos lla- la formé! en que su organización
mabiln la comunidad agraria, en coincidía o no con otro tipo ele fac-
oposición a la comunidad indígena, ciones interpersonales y políticas
eran proíundamente anti-católicos y que se manifiestan en otro tipo dl'
anti-clericales. Estos últimos clausu- documentos. Uno de los aspecto~
raban iglesias y capillas, entraban interesantes de las reformas 1iherél-
en las iglesias, sacaban las imágenes les es que la comunidad indígena
de la virgen y los santos, y las que- como entidad jurídica fue declarada
maban. Por lo tanto, un lenguage de no-existente. La comunidad había
la iglesia y la religión y una defensa sido el principal principio organizél-
de la iglesia y la religión por una dor de la vida social durante el pe-
parte, y un ataque militante contra ríodo colonial y republicano antes
la iglesia y a la religión por otra, son de las reformas. Las leyes liberales
fundamentales para entender las lu- atacaron a la comunidad como en-
chas sociales y políticas de estas dé- tidad jurídica y de propiedad de la
cadas. Es un reto para el análisis, pe- tierra. Se negó el estatus jurídico de
ro pienso que también es un ejem- las comunidades indígenas y, sin
plo de cómo las formas culturales embargo, estas comunidades conti-
no son únicamente productos mate- nu;:¡ron existiendo. La iglesia fue su-
riales sino también fuerzas que son mamente importante desde este
poi íticamente consecuentes. punto de vista, ya que a través de la
C.M. ¿Enloces piensas que se org;:¡nización de las cofradías y las
puede estudiar la cultura como un p<1rroquias, a través de los rituales y
factor que es independiente de las de 1<~ vida ceremonial en el pueblo,
condiciones materiales más bási- resistió una identidad comunitaria a
cas? pes<~r de la estratificación interna, y
EN 1~EVIS lf\ 171

a pesar de que el estado negaba su producto social y cultural único que


existencia jurídica. Entonces, uno se había formado en el contexto de
tiene que entender la iglesia y la re- la llegada de ideas y prácticas libe-
ligión no solélmente como un con- rales a los Andes venezolanos, de l.t
junto de ideas, sino como una for- inversión de capital mercantil, de la
ma institucional, como creadoras llegada de comerciantes al ;íre;¡ a
de comunidades. partir de lél formación de una eco-
C.M. tCómo describirías breve- nomía cafetalera, y de la mercantili-
mente el tipo de antropología que zación de lé! tierra, el trabajo y el
has hecho hasta ahora y los princi- capital. La formación de este peque-
pales problemas que te han intere- ño campesinado era, por lo tanto,
sado? una de las consecuencias del surgi-
W.R. Resumiendo mis intereses miento de cierta forma de produc-
en una frase, mi principal preocupa- ción capitalista en la región.2
ción ha sido la formación de ciertos Desde entonces, he continuado
sujetos antropológicos en la inter- trabajando en diferentes direccio-
sección entre procesos globales y nes, una de las cuales ha sido com-
relaciones e interacciones sociales parativa. Profundizando en mi tra-
locales muy específicas. Mi primer bajo previo sobre el café, he cola-
trabajo, del que resultó el libro que borado con un grupo de historiado-
mencioné anteriormente Coffee and res en un estudio comparativo sobre
Capitalism in the Venezuelan Andes las economías cafetaleras y lél for-
(Café y capitalismo en los Andes ve- mación de clases sociales en L<~ti­
nezolanos), buscaba entender la noamérica entre fines del siglo die-
formación de un pequeño campesi- cinueve y principios del veinte. De
nado productor de café en los An- esta colaboración surgió el libro
des venezolanos. Yo estaba intere- Coffee, Society, and Power in Latin
sado en el surgimiento de una forma America (Café, sociedad y poder en
particular de pequeño campesinado La.inoamérica) publicado en 1994.
que producía para el mercado capi- Estábamos interesados en el hecho
talista. Este campesinado era un de que las economías cafetaleras de

2 En una entrevista anterior, Roseherry explica que lo que le impresionó al realizar su traba-
jo de campo en Venezuela fue "ver cómo tantas de las características que consideramos
distintivas de los campesinados, y de campesinados no-capitalistas, eran en realidad pro-
ductos bastante directos de la inversión del capital." En Cotice and Capitalism in thc Vc-
nezuelan Andes, Roseberry cuestiona el presupuesto del marxismo clásico de que el cam-
pesinado es necesariamente no-capitalista o pre-capitalista. Ver Elena Arenf\O y Gastl>11
Gordillo. 1995. "Historia, cultura y economía política: JJna entrevista a William i{osr·-
berry." en Publicar, 4(S): 1)S-1 SO.
1 72 ECUAI)()I< DtHATE

una serie de regiones Latinoameri- te diferenciadas. Por ejemplo, estoy


canas surgieron aproximadamente estudiando las 1istas dé los procesos
al mismo tiempo, fueron productos de reparto en las comunidades entre
de los mismos procesos históricos 1890 y 1910. Generalmente en-
globales, de la inversión de capital cuentro una división entre de un
en estas regiones, y del surgimiento cuarto a un tercio de la comunid.Jd
de nuevos pueblos, carreteras y fe- que tiene bastantes recursos y tie-
rrocarriles en relación con la forma- rras, y otros dos tercios del f->Ueblo
ción de estas economías. Y, sin em- aproximadamente que no son es-
bargo, la organización social de la trictamente desf->oseidos, pero que
producción del café, las clases y las tienen muy pocos recursos. Tienen
estructuras sociales que se formaron derecho a usar los pastos y los bos-
en estas regiones como resultado de ques del común; pero apenas tienen
los mismos procesos globales fue- tierras agrícolas. Y esas divisiones
ron muy variadas. Se daba, por lo de clase dentro de las comunidades
tanto, una intersección muy intere- marcaron claramente los cnnfl ictos
sante entre los procesos globales y posteriores. Aunque los conflictos
las condiciones e historias locales. no siempre siguen líneas de cla~e. 1\
Como mencioné anteriormente, el veces aparecen disputas entre co-
proyecto en el que estoy trabajando munidades o entre grupos de fami-
actualmente se centra en el área de lias. Por eso, una de las cosas que
Pátzcuaro en Michoacán, México. estoy haciendo es estudiar la forma-
Estoy estudiando los efectos regio- ción de alianzas interpersonales
nales de las reformas liberales del dentro de los pueblos a través de las
siglo diecinueve, y la violencia po- relaciones de compadrazgo.
lítica que desencadenaron más tar- C.M. ¿Tienen alguna relación los
de estas reformas dentro de y entre conflictos que estudias con las dife-
comunidades indígenas. rencias é1nícas?
C.M. ¿Pretendes cuestionar con W.R. r~o exactamente. Al menos
este último trabajo histórico la cons- estos conflictos no siguen diferen7
trucción académica de la comuni- cías étnicas tal y como se entienden
dad indígena como una entidad ho- a fines del siglo veinte. Uno de los
mogénea, cooperativa y armoniosa? objetivos del proyecto liberal fue
W.R. Ciertamente. No se pueden transformar una sociedad estamen-
entender los procesos de privatiza- tal en otra en la que todos los ciuda-
ción o los conflictos que surgen danos fueran formalmente iguales
dentro de y entre comunidades indí- de cara al estado. Las comunidades
genas si no se parte de la idea de indígenas que estudio eran todas
que estas comunidades eran bastan- purhépecha, pero no existía una
ENTKEVISTA 173

identidad purhépecha. Las identida- ¿Qué recomendarías consultar a los


des que se observan en el área en lectores que estén interesados en
este período'son todas basadas en la profundizar en esta corriente antro-
comunidad. Este fenómeno se re- pológica?
monta al período colonial en que la W.R. Para empezar, el trabajü de
comunirlad se estableció corno uni- Gavin Smith en Perú en su 1ibro Lí-
dad social y cultural con la frag- ve/ihood ·ami f<esistance (Supervi-
mentación del Reino Purhépecha o vencia y Resistencia) es un trata-
Tarasco. Desde luego, corno parte miento etnográfico magnífico de la
de las divisiones estamentales del formación de una comunidad parti-
orden· colonial, la gente indígena cularmente militante en los Andes
era clasificada corno indios. Pero la centrales en relación a una hacien-
base de la organización social, reli- da y a la historia política de losAn-
giosa, económica y cultural se basa- des centrales en general. Una de las
ba en las comunidades. Las comu- cosas que surge del libro de Smith
nidades eran las unidades de tenen- es la comprensión de la formación
cia de la tierra, y era corno comuni- de una conciencia política muy par-
dades que la gente indígena con- ticular que está ligada a la forma-
frontaba a los terratenientes, a los ción de la comunidad a través de la
agentes del estado, y a los misione- lucha entre la comunidad y la ha-
ros. También fue como comunida- cienda. Es un libro que se mantiene
des que la gente indígena confrontó contra cualquier intento de moverse
y respondió a las reformas 1ibera les demasiado rápido a una interpreta-
del siglo diecinueve. No existe nin- ción esquemática de la clase social,
guna evidencia en este período de del desarrollo del capitalismo, y de
lma idehtidad, organización social, la política.
tJ polftica Tarascas. Lo que encon- Peasants and Capital (Campesi-
lramO!l es una gran cantidad de con- nos y capitnl) de Michei-Rolph
flictos l'rHre comunidades por recur- Trouillot es el tratamiento más inno-
~us. [!.C• tipo de conflicto social es el vativo desde la etnografía de la in-
que ckcide el lenguaje cultural con tersección entre los procesos globa-
el que se lucha. No hay un conflic- les y locales. Trouillot estudia un
to organizado entre castas. Los tipos campesinado dedicado al cultivo
de conflictos que estudio en este del banano en Dominica. Este tra-
período son mucho rnás específi- bajo relaciona activamente el análi-
cos, iriterpersonales, e íntimos. ·sis de una situación etnográfica en
C.M. Del tipo de trabajo que se el contexto de un pueblo, con un
ha hecho recientemente dentru del intento de comprender IZJ isl;¡ de
paradigma de la economía polític.t, Dominica en su totalidad, y la for-
174 ECIIAI >OK DmAH

maCion y las actividades de una tre lo local y lo global. En un mun-


compañía importadora de banana do en el que las poblaciones, el ca-
c:on sede en Londres. pital, la información y otros factores
La historia de vida es otro méto- se mueven rápidamente de un lugar
do rico en posibilidades. Es de des- a otro, ¿Cómo aplicarías un método
IJC<lr el trabajo de Blanca Muratorio histórico y de economía política de-
en su libro Rucuyaya Alonso y la tallado para entender estas interac-
historia social y económica del alto ciones?
Napo, que relaciona una historia de W.R. De nuevo destacaría que
vida individual con la historia social hay una variedad de métodos que
del Ecuador. En la misma tradición, pueden aplicarse a esta situación
también es interesante el libro de que algunos denominan globaliza-
Nicole Polier sobre Papua-Nueva ción. john Gledhill ha escrito un li-
Guinea que se publicará próxima- bro excelente sobre el neo-liberalis-
mente en Verso. Se enfoca en una mo y el transnacionalismo titulado
mujer migrante y trabajadora asala- Neoliberalism, Transnationalization
riada en un pueblo minero. Relacio- and Rural Poverty: A Case Study of
na su vida en su pueblo de origen Michoacan, Mexico, en el que estu-
con su nueva experiencia en el en- dia histórica y estructuralmente la
clave minero. Podría continuar des- formación de redes transnacionales.
cribiendo proyectos, y prefiero ésto Se enfoca específicamente en Méxi-
a hablar en general sobre los pro- co y en los Estados Unidos. Es un
blemas de la etnicidad, la identi- análisis que relaciona los desarro-
dad, la economía política o cual- llos en la economía política de Mé-
quier otra etiqueta que queramos xico con un intento de entender los
darle. La cuestión central es que el cambios en la migración a los Esta-
tratamiento antropológico de la dos Unidos, que requiere también
economía política se puecle ver en un estudio de los cambios en las le-
una variedad de proyectos y de mé- yes de migración. E, libro no es so-
toclos: clesde la historia oral en el li- lamente un análisis de problemas a
bro de Gavin Smith, al análisis etno- nivel macro. También ofrece un es-
gráfico clásico en el de Trouillot, a tudio muy interesante de grupos de
la historia de vida en el de Murato- migrantes particulares en los pue-
rio. Es esta rica variedad de proyec- blos de México en los que Gledhill
tos lo que encuentro más interesan- trabajó, y en lugares concretos en
te en la corr;ente actual de la eco- los Estados Unidos a los que llegan
nomía política. estos migrantes. También toma en
C.M. Tu trabajo resalta la impor- cuenta los cambios políticos en el
tancia de estudiar la interacción en- sur de California y especialmente en
Los Angeles. Este trabajo es un resantes y los principales problemas
ejemplo de lo que una economía del paradigma posmoderno en las
política decente y detallad<~ debe ciencias sociales?
hacer. Es un estudio que no está ata- W.R. La cuestión del posmoder-
do a una región específica, pero nismo es muy amplia. Creo que esa
que se enmarca en un análisis histó- etiqueta se ha usado demasiado, es-
rico y estructural del surgimiento de pecialmente entre los que critican
esta situación transnacional. Nos este paradigma. Esa etiqueta se ha
permite emplazar individuos y gru- usado para una gran variedad de
pos de individuos en un marco his- proyectos. No me gustaría decir na-
tórico y estructural más amplio. da positivo o negativo en general
Otra forma de análisis que puede sobre algo llamado trabajo posmo-
usarse para este tipo de situación es derno en antropología. Creo que
la historia de vida. Cuando te estás hay algunas tendencias en la antro-
enfoc<tndo en los espacios transna- pología que me preocupan, pero nu
ciunales y en su creación a través me gustaría poner la etiqueta dt:'
delmovimiento·de individuos y gru- posmoderno a todo lo que me dis-
pos de individuos particulares como gusta. Puedo decirte, sin embargo,
una forma de iluminar la formacion en términos generales qué es lo qut:'
de esos espacios, sólo se puede usar me molesta sin que entendamos
la historia de vida. No puede sepa- que esto es una crítica del posmo-
rarse, sin embargo, del análisis his- dernismo.
tórico y estructural de la creación Me preocupa la insatisfacción
de espacios y estructuras transna- que comenzó a surgir a principios
cionales. Deben hacerse las dos co- de los ochenta con muchos mode-
sas, aunque no necesariamente al los y métodos de análisis social pre-
mismo tiempo. Una implica la ne- vios, incluyendo, pero no limitán-
cesidad de la otra. No se puede lle- dose al análisis marxista. Una de las
gar a una comprensión compleja de consecuencias desafor,unadas de
la historia y la estructura sin un tra- esta crisis en la antropología recien-
tamiento de los individuos que es- te ha sido el abandono de las di-
tán experimentando estos espacios mensiones más sociológicas del
y de alguna manera creándolos. Por análisis, es decir, el abandono de la
otra parte, no se pueden entender etnografía como un análisis detalla-
esas vidas individuales sin el anál i- do cara a cara de las relaciones so-
~;is histórico de un momento parti- ciales en un lugar particular del es-
cular en la historia del capitalismo. pacio social y del tiempo histórico.
C.M. ¿Cuáles son desde tu punto Me molesta la creciente superficiali-
de vista las contribuciones más inte- dad d(' I<J rlélrración etnográfica. Me
176 ECLJADOR IJEBI\i ~-

preocupa especialmente la variedad C.M. ¿Quieres añadir alg(m co-


de formas que puede tomar la eva- mentario final?
sión o el escape. Una forma de eva- W.R. Bien, la (mica cosa que me
sión es centrarse en los textos. Y no gustaría añadir para dar m.ás sentido
me refiero a los textos que son pro- a la crítica que he estado desarro-
ducidos por los sujetos sociales que llando es una clarificación de la re-
estamos tratando de entender, sino ferencia constilnte que es!l:;y ha-
a los textos que son producidos por ciendo a la impor~ancia del trabajo
otros intelectuales que tienen más o sociológico deta,llado. No me gu~ta­
menos la misma formación que nq- ría que se rnc juzgara COf\lO un em-
sotros. De esta forma, el autor traba- piricista pasado de moda .. Hablando
ja más con un grupo de tradiciones desde mi propia experiencia, para
ir:ttelectuales o con un grupo de in- mi fue muy 1iberador moverme más
terlocutores intelectuales preferi- allá del estructuralismo esquemáti-
dos, no me importa si es Foucault o co de mi marxismo original al en-
Bordieu u otro, .que con un intento volverme en las complejidades de
de comprender un lugar particular la vida social y de la historia social
en el espacio social y en el tiempo regional. A esto es a Jo que me refie-
histórico. A veces me encuentro ro cuando hablo de la necesidad de
con estudiantes cuyos proyectos po- añadir una sensibilidad etnográfica
tenciales de tesis pretenden ir un a la economía política o i!l análisis
paso más allá de La hiMoria de la se- marxista. Me gustaría que esto fuera
xualidad de Foucault. Esa tesis po- una respuesta crít.ica al análisis mP-
dría escribirse en el apartamento de cánico y al estructuralismo vacío.
esa persona. No hay razón para ir a En esto me influyeron gente corno
algún lado y hacer algo. Un segun- E.P. Thompson en su trabajo sobre
do tipo de evasión que es preocu- Althusser, pero también mi trabajo
pante es cuando se' pasa de un estu- en Venezuela, y el trabajo de histo-
dio de los demás a un estudio de riadores y etnógrafos en otros luga-
uno mismo. La etnografía se con- res de Latinoamérica. Esta referen-
vierte en una excursión de auto-des- cia constante a la importancia de lél
cubrimiento. Eso es lo que encuen- sociolpgía detallada la veo como
tro más preocupante. Para mi el una respuesta crítica al tipo de tra-
problema no es un teórico en parti- bajo que es esquemático y vacío.
cular, digamos Foucault, sino un Cuando hablo de la superficiillirbd
uso de la te;nía que se interpone en etnográfica, la crítica no proviene
el camino de un análisis sociológi- de una defensa .de un empiricisrno o
co detallado y de un trabajo políti- de una etnografía anticuada, sino
camente consecuente. de la sensación de que uno escape
ENTKEVIS 11\ 177

hacid uno mismo, hacia un descu- Muratorio, Blanca


191l7 Rucuyaya Alonso y la historia so-
brimiento de uno mismo, o comen-
cial y económica del Alto Napo,
tdrios consldtlles sobre otros intelec- 1850-IYSO. Quito: Ahy;1-Y~Ia.
tudles y sus textos representan sola- Muratorio, Blanca
meniP Psn, un escape. Esl<ls tenden- 191l0 "l'rotcstantism and Capitali"ll
cias reproducen ¡¡lgunos de los pPn- Rcvisited, in the Rural Highlands
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