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Vitruvio y Borromeo
en la capilla mayor de la catedral
de Santiago de Compostela
Proporción y simetría según el canónigo
José de Vega y Verdugo (1656-1657)
Resumen
En el archivo de la catedral de Santiago de Compostela, se conserva un memorial
dirigido al cabildo, hoy conocido como Memoria sobre las Obras de la Catedral de
Santiago, escrito entre 1656 y 1657 por el entonces joven canónigo José de Vega y
Verdugo. Este excepcional manuscrito, joya de la literatura artística barroca, recoge
las ideas del autor para reformar la capilla mayor medieval, el recinto que alberga la
tumba del apóstol Santiago y que recibe a peregrinos procedentes de toda Europa. Sus
propuestas, de contenido clasicista e ilustrado con varios dibujos de su mano, denotan
la influencia del De Architectura, de Vitruvio, las Instructiones Fabricae, de Carlos
Borromeo, y otros escritos de signo contrarreformista. Al estudio de tales fuentes se
dedica el presente estudio.
Palabras clave:
módulo; proporción; simetría; catedral de Santiago
Abstract
Keywords:
module; proportion; symmetry; Cathedral of Santiago de Compostela
152 LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 Miguel Taín Guzmán
E
n la sección de manuscritos del archivo pañol. Por ello sorprende que, pese a su interés
de la catedral de Santiago de Compostela, para la historia del arte y la estética de la España
con la signatura M-32, se conserva un barroca del siglo XVII, no haya habido ningún
excepcional documento dirigido al cabildo, hoy estudio integral del mismo. El motivo tal vez
conocido como Memoria sobre las Obras de la sea tanto la nula relevancia que se le ha veni-
Catedral de Santiago (figura 1). Escrito entre do dando en la bibliografía internacional sobre
1656 y 1657, el entonces joven canónigo José la literatura artística española, como la escasa
de Vega y Verdugo expone en él sus ideas para atención de la nacional. En efecto, solamente
reformar la capilla mayor y las fachadas prin- Juan Antonio Gaya Nuño, en su Historia de la
cipales de la vieja basílica del Apóstol Santiago crítica de Arte en España (Madrid, 1976, p. 52-
(figura 2). Dichas propuestas son ilustradas con 53); Antonio Bonet Correa, en La arquitectura
doce dibujos de su mano que siguen modelos en Galicia durante el siglo XVII (Madrid, 1966,
que ha conocido durante sus estancias en el p. 275-284), y, más recientemente, José Enrique
monasterio de El Escorial (1637?-1645?) y en García Melero, en Literatura española sobre ar-
Roma (1647?-1649)1. Su objetivo es respetar y tes plásticas, volumen 1 (Madrid, 2002, p. 121),
a la vez renovar la catedral medieval y su esce- han reconocido el valor de la memoria catedra-
nografía: escribe que «[...] no emos de ynnobar licia y sus aportaciones al clasicismo español4.
en lo que an hecho nuestros antepasados, antes En este sentido, ofrece particular interés
[...] emos de seguir mejorando solamente la para la literatura artística del seiscientos el capí-
materia de las cossas que se fabricaren y, asimis- tulo introductorio del memorial titulado «De la
mo, su forma o dibuxo, sin mudar de especie, proporción de la obra» (f. 9r.-11v.), donde Vega
puniéndolo en mejor disposición y usso». Tales y Verdugo expone sus ideas para la realización
intenciones se entienden en el contexto de la del plan general de remozamiento de la capilla
Contrarreforma y en la aspiración de renova- mayor, tanto a nivel arquitectónico como de su
ción de las catedrales de España para exaltar el aparato escenográfico, tema al que se dedica la
culto eucarístico, la imagen titular del templo mayor parte del manuscrito (figuras 3 y 4). En
y las reliquias de los santos2. Así se explica especial, le preocupa la «desproporçión» del re-
que, en el manuscrito, destaquen los capítulos cinto medieval, el corazón de la catedral, el ám-
dedicados a la mesa del altar mayor, la custo- bito que alberga la tumba del Apóstol Santiago,
dia, la imagen de Santiago, la cripta apostólica, meta de las peregrinaciones europeas, y que, y
el cenotafio y el baldaquino. Por otro lado, esto normalmente se olvida, ostenta la condi-
el interés excepcional del memorial radica en ción de capilla real.
que, a raíz de la ocupación del autor del cargo
de fabriquero de la catedral el 1 de mayo de
16583, buena parte de sus proyectos van a ser El problema de la proporción
ejecutados bajo su dirección, aunque, eso sí, con en la capilla mayor
importantes cambios.
El texto constituye uno de los mejores ex- El 30 de junio de 1655, unos meses antes de la
ponentes de la literatura artística del barroco es- redacción del manuscrito, el cabildo nombra
Vitruvio y Borromeo en la capilla mayor de la catedral de Santiago de Compostela LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 153
Figura 1.
Memorial sobre las obras de la Catedral de Santiago del canónigo José de Vega y Verdugo
(1656-1657). Archivo de la Catedral de Santiago.
Figura 3. Figura 4.
Sección actual de la capilla mayor de la catedral de Santiago. Xunta de Galicia. Aspecto actual del interior de la capilla mayor.
muy despectiva, que inicia Rafael, que la califi- tan alto, tan hermoso, igual, bien labrado:
ca de misérrima y «sin arte, ni medida, ni gracia tantas torres, chapiteles, cúpulas, cimborios,
alguna» en comparación siempre con la arqui- pirámides, ventanas, puertas, remates, bolas,
tectura antigua12. Luego Vasari, en la primera cruzes y frontispicio, que los deja en admi-
edición de sus Vite (Florencia, 1550), incide en ración, con la extrañeza de una cosa no vista
similares adjetivos al señalar que los arquitec- en España, donde ha estado tanto tiempo se-
tos de este periodo desconocían el arte antiguo pultada la verdad y la grandeza de la buena
y «no edificaban nada que en orden o propor- arquitectura15.
ción tuviese gracia, diseño o algo racional», una
tendencia que, según el italiano, cambia com- Por consiguiente, tanto durante su estancia
pletamente en su tiempo con la instauración del en Italia como en El Escorial, Vega y Verdugo
Renacimiento y el estudio de Vitruvio y los edi- hubo de conocer estas opiniones, siempre crí-
ficios de la Antigüedad13. ticas con la proporción de la arquitectura me-
Frente a las opiniones de los dos primeros dieval, las cuales debieron de ser decisivas en su
teóricos mencionados, recogidas entonces en valoración del espacio románico de la catedral
manuscritos de relativa proyección, el juicio pe- compostelana.
yorativo de Vasari tuvo una enorme trascenden- En realidad, estos pareceres contra la arqui-
cia en Italia y toda Europa, gracias a la amplia tectura medieval constituyen un reflejo de una
distribución de su libro, que encontró su eco en postura generalizada, pues de otra manera no
numerosos escritos, como podría ser el caso del se justificarían drásticas actuaciones como la
compostelano14. Por ejemplo, en la Historia de demolición, en los siglos XVI y XVII, de la ba-
la Orden de San Jerónimo (Madrid, 1600), de sílica paleocristiana de San Pedro en Roma, su-
Sigüenza, se realiza una apreciación genérica ceso que dio carta blanca a multitud de inter-
negativa de la arquitectura medieval en su des- venciones similares en toda Europa, como, por
cripción de la fábrica de El Escorial: ejemplo, la destrucción y sustitución por edifi-
cios barrocos de las grandes abadías carolingias,
[…] lo primero que se pone delante ya se ve otonianas, románicas y góticas europeas16. En
que es todo este cuerpo junto, y aquella be- la propia Roma, son innumerables los edificios
lleza y buen orden que les enamora la vista, que sustituyen sus sedes, o al menos su fachada
alegra y ensancha el alma, viendo un cuadro hacia la vía pública, por otras más monumen-
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tales, lo cual barroquiza definitivamente la ciu- tiene, poniéndola en mexor forma, losándola
dad17. En España, este comportamiento también de jaspes, mármoles o otras piedras preciosas
fue habitual. Constituye buen ejemplo de ello y rodeándola de rejas, de suerte que quedase
la renovación de las fábricas catedralicias18. Ex- patente y en disposición que pueda gozarse el
celente ilustración del fenómeno es el caso de la sepulcro del Santo Apóstol por todas partes21.
actual configuración exterior de la propia cate-
dral de Santiago, de la que se demolieron, entre Las negociaciones hubieron de ser largas y
otros elementos, la mayor parte de sus fachadas con el tiempo fructíferas, pues constituyen el
románicas para construir los frentes de la Quin- origen de la cédula real del 17 de junio de 1643,
tana, Obradoiro y la Azabachería. No será hasta por la que Felipe IV concedía al cabildo du-
Gaspar Melchor de Jovellanos, bien entrado el rante veinte años la cantidad de 2.000 ducados
siglo XVIII, cuando comience en España una va- anuales sobre los frutos y las rentas de la mitra
loración positiva de la arquitectura medieval19. compostelana, y otros 2.000 sobre las vacantes
Para entender el planteamiento del canóni- de las encomiendas de la Orden de Santiago
go, hay que recordar que la arquitectura de la durante el mismo tiempo, para la construcción
capilla mayor, cuando se realiza el manuscrito, de una reja y un nuevo retablo al Apóstol «con
difería de la actual en lo que se refiere al nivel que pareze se podrán hazer estas dos obras con
del pavimento, entonces mucho más elevado. el lucimiento y grandeza que se deve al Santo y
Además, un muro separador mantenía aislado el correspondientes a mi afecto y devoción». En
hemiciclo, ya utilizado como sacristía, de modo el mismo documento se instituye la ofrenda al
que el presbiterio presentaba los tres tramos ac- Apóstol de los reinos de Castilla, en nombre del
tuales. El primero era fruto de la invasión de un rey, de 1.000 escudos de oro cada 25 de julio a
tramo del crucero en 1542, funcionaba a modo perpetuidad, signo evidente del renovado apoyo
de vestíbulo y se hallaba sobreelevado por enci- de la Casa Real al patronazgo jacobeo, tras el la-
ma del resto del pavimento de la iglesia. Los dos mentable episodio del intento de copatronazgo
restantes constituían el presbiterio construido de Santa Teresa22.
por Diego Gelmírez en el siglo XII sobre la tum- Este afán de renovación de la capilla mayor
ba del Apóstol y se hallaban a superior altura que hemos visto recogido en la carta capitular al
que el presente, de modo que era obligado as- deán Huarte no constituye un hecho aislado en
cender por varias gradas, de elevación y ampli- la historia del edificio, sino que responde a un
tud mucho mayores de las hoy dispuestas, que deseo otras veces manifestado, pero nunca lle-
acaso todavía sean las mencionadas en la His- vado a cabo por completo. Ejemplo de ello son
toria Compostelana. Según López Ferreiro, el la cimentación de la malograda cabecera gótica,
pavimento de esta zona era alrededor de 45 cen- construida bajo el gobierno del arzobispo Juan
tímetros más alto que el actual, mientras que, Arias a partir de 125823, o los proyectos poste-
para Guerra Campos, la plataforma del altar riores de cabeceras neoclásicas en 1794 firmados
mayor todavía se hallaba unos 60 centímetros por Miguel Ferro Caaveiro y Melchor de Prado
más elevada sobre la calculada por el canónigo y Mariño a instancias del arzobispo Malvar24.
decimonónico20. En todo caso, en esta evaluación de Vega
No obstante, Vega y Verdugo rechaza la po- y Verdugo contraria a la construcción de una
sibilidad de renovar la capilla, ensanchándola, nueva cabecera se encuentra la clave para com-
con el argumento de que nunca armonizaría con prender la censura del autor a la arquitectura ro-
el resto del templo románico, y así escribe: «[...] mánica. En efecto, la cuestión que subyace gira
esso fuera por cubrir un defecto grande, dar en en torno al debate que debía de tener lugar en
otro mayor, como lo sería tener mayor la cabeça esos años en el cabildo sobre si destruir o no una
que el cuerpo de toda la Yglesia, serbiendo lo capilla mayor que albergaba los ritos jacobeos
uno de remiendo monstruo de lo otro». Para vinculados con la peregrinación, de tradición
ilustrarlo, pone como ejemplo el intento falli- centenaria y fuente importante de los recursos
do de construir una nueva cabecera por el ar- económicos capitulares. Una discusión similar
zobispo cardenal Agustín Spínola (1626-1644), también se daba en esos momentos en otros
del que hay constancia por la correspondencia centros españoles, franceses y europeos, en los
capitular. En efecto, en una carta del cabildo di- que también se conservaron sus viejos inmue-
rigida al deán Lope Huarte en 1639, entonces bles con el objetivo de ratificar su antigüedad
en Madrid, se le indica que trate con Felipe IV ante otras diócesis y gozar de mayores privi-
sobre la obtención de rentas, pues: legios y beneficios25. En el caso de Santiago, se
aspiraba a reforzar y promocionar tanto el culto
[dado] que se halla dificultad en executar el al Apóstol como la peregrinación26.
primer designio de edificar de nuevo la capi- En consecuencia, el canónigo propone en su
lla maior, podría tratarse de mejorar la que oi memorial aceptar el recinto heredado, pero co-
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Vitruvio, el módulo
y el proyecto de reforma
Para Vega y Verdugo, lo grave de la despropor-
ción de la capilla mayor es que afecta a los nue-
vos muebles, esculturas y objetos litúrgicos que
en esos momentos el cabildo estudia renovar. El
objetivo de su escrito es, pues:
Figura 7. Figura 8.
Acta Ecclesiae Mediolanensis (Milán, 1582). La custodia de Antonio de Arfe con el sagrario de bronce a modo de
peana. Foto Xenaro Martínez.
cardenal Jerónimo del Hoyo (signatura 19.697), decoro» y visibilidad38. Una cuestión esta última
el autor del conocido manuscrito Memorias del que preocupó especialmente a algunos cabildos
arzobispado de Santiago (ms. de 1607 editado españoles del siglo XVII que ambicionaron cam-
por Ángel Rodríguez González y Benito Varela biar la disposición de estos espacios para que los
Jácome, Santiago, 1952). servicios religiosos fueran majestuosos y espec-
La evidencia de tal influencia, directa o indi- taculares con el fin de impresionar, sino emocio-
recta, se manifiesta porque el impreso milanés nar, al fiel39.
enumera en la misma secuencia que el manuscri- El manuscrito compostelano no constituye
to compostelano los elementos a tener en cuenta un caso aislado en este interés borromeano por
en un proyecto arquitectónico para la cabecera la disposición del altar. En efecto, otro ejem-
de una iglesia, dando medidas e instrucciones plo es el manuscrito conocido como Discorso
para la disposición de cada uno de ellos, bus- d’Arquitettura (1587), del arquitecto Pellegrino
cando siempre como objetivo guardar la pro- Pellegrini, redactado durante su estancia como
porción y organizar un escenario adecuado para pintor en el monasterio de El Escorial40, entre
las ceremonias. En el apartado que más nos in- cuyos muros hubo, durante al menos un tiem-
teresa, el dedicado a la mesa del altar, se coincide po, un ejemplar del texto41. El propio Pellegri-
con el canónigo a la hora de señalar, primero, ni había sido el autor de la reorganización del
que debe ser objeto de una especial atención por presbiterio de la catedral de Milán, así como de
ser el centro óptico del edificio, aquél a quien otras iglesias de la diócesis, desde 1567, bajo los
principalmente dirigen su atención los fieles auspicios de Carlos Borromeo42. En la parte de-
durante las celebraciones, entonces de rígido dicada al altar mayor se señalan unas medidas
ceremonial; segundo, que debe contar con unas en proporción con la capilla mayor que, aunque
medidas concretas «según la proporción de la de elaboración propia, denotan la influencia de
iglesia o de la capilla», y, tercero, que debe satis- las Instructiones43. Tales ideas bien pudieron ser
facer la necesidad de dejar un espacio adecuado transmitidas a nuestro canónigo por los profe-
para los oficiantes de las misas «por motivo del sores del seminario de El Escorial donde estu-
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Figura 9.
Lienzo occidental hacia la Quintana del monasterio de San Paio de Antealtares.
dió o por los monjes jerónimos del monasterio, factura defectuosa, sin simetría, ni proporción,
para cuya iglesia llegó a aportar trazas el artista ni corrección. Al primer grupo pertenecen los
italiano44. cuatro candeleros encargados en 1654 al poco
A nivel nacional, un caso temprano del in- apreciado platero vallisoletano Andrés de Cam-
flujo de las Instructiones de Borromeo lo consti- pos, de los que dice «[...] están sin ninguna pro-
tuyen las Advertencias para los edificios y fábri- porçión pues a unos pies disformes de grandes,
cas de los templos (Valencia, 1631), del arzobispo les a echo los cuerpos delgados y enanos»46; los
valenciano Aliaga, que adapta la normativa del catorce bancos nuevos de terciopelo carmesí
milanés a la realidad de su diócesis, dedicando también de 1654 «[...] que, sin tener asientos,
un capítulo, como Borromeo, a cada uno de los todos son espaldas y pies en que tropeçar»47; los
elementos a tener en cuenta en una iglesia45. En- dos reclinatorios de 1651 «[...] que tienen tres o
tre estos, está el del altar mayor, donde se dan quatro faltas muy de considerar»48, y el sagra-
nuevamente indicaciones precisas sobre las ca- rio de la custodia del altar mayor realizado por
racterísticas y las medidas de la mesa, por cierto, Antonio de Arfe en 1573 en su taller de Vallado-
estas últimas otra vez diferentes a las prescritas lid (figura 8). Se trata de un mueble hexagonal
por el arzobispo milanés, aunque con el mismo constituido por planchas de latón, con una alea-
interés de guardar la proporción. ción bastante particular que le da esa tonalidad
Para ejemplarizar todas estas ideas y hacer- oscura, claveteadas sobre un alma de madera,
las comprensibles a sus compañeros de cabildo, decorado con toscos relieves relativos al Após-
Vega y Verdugo no utiliza referencias literarias tol que copian los del basamento de la custodia,
y eruditas de la tratadística española e italiana, esta última de plata, realizada en Santiago tam-
lo cual no ayuda a conocer su cultura libresca, bién por Antonio de Arfe años antes, entre 1539
sino que, inteligentemente, las defiende men- y 154549. El cabildo se lo encarga con motivo del
cionando ejemplos próximos locales bien cono- traslado de la custodia del Tesoro al altar mayor
cidos por los canónigos compostelanos. Así se para contener la reserva donde guardar el San-
entiende que enumere tanto una serie de mue- tísimo Sacramento y también para dar mayor
bles y piezas del ajuar catedralicio, familiares al realce al mueble renacentista. Vega y Verdugo
resto del cuerpo capitular, como edificios com- critica la pieza «[...] que debiendo acerla que
postelanos destacados, «obras grandes» las lla- ymitasse a la custodia de manera que pareciese
ma el prebendado, caracterizados unos y otros peana y custodia toda echa de una bez y de una
por ser de construcción reciente y, según él, de pieça, la ycieron sin medida, sin proporçión y
160 LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 Miguel Taín Guzmán
Figura 10.
Claustro del convento de San Agustín de Santiago.
sin ymitación, como si la conpraran de lançe en ción del manuscrito, el cenobio contaba con una
una almoneda». En efecto, en el sagrario llama pequeña iglesia románica que ocupaba parte del
la atención el contraste del material, así como solar de la actual barroca, con fachada siempre
su pequeño tamaño y desproporción. Ello acaso hacia la estrecha Vía Sacra y que, sospecho, no
puede constituir el motivo de que haya pasado sobresalía en altura, por lo cual no era percibida
desapercibido por la bibliografía especializada. desde la Quintana.
Igualmente, su gusto por el clasicismo y la El segundo edificio juzgado es el claustro del
aplicación correcta de los órdenes de Vitruvio, convento de San Agustín, terminado en 1648,
ecos de su formación escurialense, se reflejan siguiendo trazas otra vez de Fernández Lechu-
en sus críticas a tres edificios compostelanos50. ga52 (figura 10). Nuestro prebendado le reprocha
El primero es el lienço nuebo del monasterio de que carezca de puertas principales, dado que se
San Paio, el cierre este de la plaza de la Quinta- accede por uno de los arcos pequeños de los ex-
na, con las celdas de las monjas en las dos últi- tremos en tres de las pandas; que las columnas
mas plantas, construido por Jácome Fernández del claustro bajo «no son de tan buena propor-
el Mozo entre 1641 y 1645, que sigue libremente ción como las segundas» del claustro alto, refi-
trazas del arquitecto Bartolomé Fernández Le- riéndose a las discordancias de canon en el orden
chuga51 (figura 9). Vega y Verdugo le reprocha dórico entre las dos plantas, y que presenta «sin
que sus «bentanas caminan sin orden en arqui- proporción las claraboyas que cier[r]an los án-
tectura y menos en lo monástico, pues no tien[e] gulos a las otras de en medio», en alusión a las
señal ninguna de Yglesia», refiriéndose princi- disonancias entre el diámetro de la luz de los ar-
palmente a que no se guarda simetría entre los cos de las esquinas y los del resto de las pandas
vanos del primer piso y los de los pisos superio- del patio, faltas que acaso se deban a la necesidad
res. Quizá también pudiera aludir a la desorna- de Lechuga de adaptarse a la obra preexistente.
mentación del muro y sus vanos, de aspecto aún El tercer edificio aludido aparece en sus crí-
hoy carcelario, sin presencia de órdenes arqui- ticas a «las confusiones» del monasterio de San
tectónicos articuladores, ni de armas o símbo- Martín Pinario, referencia probable a los pro-
los alusivos a la orden benedictina, así como a blemas de estabilidad de los abovedamientos y
la ausencia de su templo en plaza tan principal. la cúpula intradosada de la iglesia, terminada
Hay que pensar que, en el momento de la redac- con muchas tribulaciones en 1645, y causa del
Vitruvio y Borromeo en la capilla mayor de la catedral de Santiago de Compostela LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 161
Figura 11.
Claustro Procesional e iglesia del monasterio de San Martín Pinario.
comienzo de la construcción del actual claustro principalmente, en el maestro que, por falta del
procesional, con su monumental orden dórico, buen gusto y no entender de medidas propor-
a modo de contrarresto, con trazas nuevamen- cionadas según buen arte, engañan a los que las
te de Fernández Lechuga53 (figura 11). Dichas miran procurando ermosearlas con reliebes y
confusiones sospecho que aluden tanto al uso realces, faltando en la medida y proporción que
de un orden columnario gigante, un hecho poco es el principal fundamento». Como ejemplo,
habitual en la arquitectura española del momen- contrasta los seis blandones de plata de la cate-
to que obligó a no guardar la relación de me- dral, hoy perdidos, que afortunadamente cono-
didas del orden dórico, como, sobre todo, a la cemos gracias a las descripciones contenidas en
no construcción de una gran cúpula extradosada el inventario de sus ornamentos, realizado por
sobre el crucero de la iglesia, al modo de la que el platero Bartolomé de la Iglesia en diciembre
presenta la iglesia de El Escorial, la mayoría de de 164856. Vega y Verdugo resalta la belleza de
las iglesias romanas y la que él mismo construirá las estilizadas proporciones de los cuatro do-
años después en la catedral cuando se convierta nados por Felipe III y Margarita de Austria,
en su fabriquero. de factura sencilla, frente a los regalados por el
príncipe Baltasar Carlos, mucho más cortos y
sin la debida correspondencia, pero de factura y
Advertencias sobre dibujo mucho más elaborados, particularmente
los artistas ornamentistas en el balumbo de los pies y en la arandela del
remate. Y escribe: «[...] aunque los dos [últimos]
Otro temor del prebendado recogido en su me- no tengan buena medida y proporción, con lo
morial es la elección de malos artistas para el bistosso de su cinçelado, entretienen y engañan
diseño de la reforma de la capilla mayor54. Par- a quien los mira».
ticularmente, le preocupa que el cabildo los se- En realidad, esta inquietud del prebendado
leccione por sus dotes para el dibujo y el ornato constituye un eco del debate que en esos mo-
de las trazas propuestas, sin fijarse en la distri- mentos se plantea en España entre arquitectos
bución, la proporción y la escala de lo plantea- profesionales —el plan director compostelano
do, un hecho sobre el que ya advertía Alberti55. debería proyectarlo un arquitecto— y pinto-
Y escribe que «estas faltas y defectos consisten, res, plateros, entalladores y escultores tracistas,
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magníficos dibujantes de cualquier objeto artís- Y luego sigue afirmando que «si el super-
tico, arquitectónico, mobiliario o de orfebrería, intendente no tiene conocimiento bastante del
caracterizados por la hipertrofia y el frenesí del dibuxo, como adbierte Bitrubio, primero berá
ornato tan del gusto del siglo XVII y caro a los la obra acabada que reconosca las faltas de ella».
promotores, a los que los primeros acusan de En realidad, esta alusión a las deficiencias for-
impericia técnica e intrusismo en oficio ajeno. mativas de los superintendentes constituye un
La controversia es consecuencia de la frecuen- reproche directo a la falta de preparación de los
te contratación en la época de artistas plásticos, canónigos fabriqueros de la catedral composte-
dedicados a la pintura, la escultura y otras ar- lana, a los que evita llamar por su nombre para
tes, para proyectar obras de arquitectura. Ello eludir problemas con sus compañeros de ca-
se debe a que su familiaridad con los recursos bildo, y se une a otras visiones críticas sobre la
técnicos y ornamentales de sus profesiones, así situación del arte español de la época58. Sus pa-
como sus sólidos conocimientos de matemáti- labras dejan entrever que el problema expuesto,
cas, geometría y perspectiva, en algunos casos la selección de malas trazas por fabriqueros en el
adquiridos personalmente en Italia, les permi- pasado, dio lugar a obras defectuosas y de mala
tían tener una visión de la ciencia constructiva calidad dentro de la catedral, muchas de las cua-
muy diferente, mucho más decorativa, de la les cita a lo largo de todo el manuscrito. Así se
técnica y sobria que poseían los arquitectos de entiende que advierta sobre los fabriqueros que
su tiempo57. Fray Lorenzo de San Nicolás, en «piden cossas fuera de camino» a los artistas,
su Arte y Uso de Arquitectura (Madrid, 1639 (1ª por su ignorancia de las cuestiones artísticas, ha-
ed. de 1632), I, p. 164), expresa una idea similar a biendo artífices sin escrúpulos que aceptan esos
la de nuestro prebendado cuando escribe: encargos «porque no llamen a otro».
No deja de ser significativo que, en la crítica
[…] gana a un príncipe la voluntad muy de de Vega y Verdugo a la formación de los direc-
ordinario un pintor, un platero, un escultor, tores de la fábrica, sus compañeros de cabildo,
un ensamblador, un entallador, y todos estos evite mencionar ningún ejemplo que pudiera
entienden la arquitectura en quanto a su or- poner en evidencia al trabajo de alguno de ellos
nato exterior y así adornan un retablo, una y ocasionarle alguna enemistad. Así se entien-
fachada o la traza desto con muy buena traza den sus palabras cuando escribe: «no es mi yn-
y disposición [...] Pagados desta corteza los tento acussar a nadie, sino es açer estos abissos
príncipes a estos architectos dan estas plaças, y adbertir que quien erró en esto no yerre en
siendo causa que los palacios, los reynos y estotro y que ponga todo cuydado en lo que en
los aprendizes que se crían reciban notable adelante se obrare». Por consiguiente, excepcio-
daño, tal, que si repararan en ello, conocieran nal y prudentemente, para respaldar su discur-
lo mucho que tenían que restituir [...] Porque so, nuestro canónigo va a utilizar la tratadística
¿qué tiene que ver la viçarría de una pintura al uso. Primero, como ya hemos visto, cuando
con la fortaleza de un edificio? ¿qué los cortes afirma que del cuerpo del hombre se extraen las
de un retablo, con los cortes de cantería? medidas para las proporciones de las artes, idea
de procedencia vitruviana comúnmente cono-
cida y generalmente aceptada desde el Renaci-
Advertencias sobre miento en la literatura artística especializada. Y,
la formación de los fabriqueros segundo, citando expresamente la autoridad de
Vitruvio, cuando afirma con rotundidad la ne-
Por fin, el último recelo del prebendado se di- cesidad de poseer conocimientos de dibujo para
rige hacia la incapacidad de los superintendentes opinar sobre arte e identificar sus defectos (I, 1,
de las obras de saber comprender y valorar las p. 59-67)59. El prebendado concluye recomen-
trazas de los artistas para todo el aparato de la ca- dando que, cuando se tenga el proyecto, se estu-
pilla mayor y comprobar si guardan proporción die tanto el alzado (la fachada) como la sección
y simetría. Advierte de las consecuencias de: (el perfil), para poder valorar correctamente las
proporciones, la profundidad y la distribución
[...] en no entender del dibuxo los del objeto artístico. Y escribe: «no se a de mi-
superintend[ent]es, en que se conoçe bien la rar el dibuxo sólo por la fachada, sino es por el
proporçión de toda la obra, no contentán- perfil. Y esto es lo principal para reconoçer el
dose con mirar el dibuxo por junto, sino en fondo y cuerpo de quasquier obra, porque no es
todas sus partes desmenuçadas. Porque en posible el reconoçerlo por los claros y oscuros
un cuerpo vien dispuesto en el bulto pueden del dissiño», con lo cual rechaza la técnica pic-
ser desproporcionadas las facçiones, como tórica, ya criticada por Alberti, de representar la
suçede en el onbre que es de quien salen las profundidad del objeto a través del sombreado
ymitaciones y medidas para estos artes. modelador60.
Vitruvio y Borromeo en la capilla mayor de la catedral de Santiago de Compostela LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 163
El término superintendente lo conoce bien con la bara y nos diga lo que a todas juntas
Vega y Verdugo por su estancia en el monaste- les perteneçe, y lo que a cada una de por sí
rio de El Escorial. En efecto, la Junta de Obras le toca. Porque como no bemos los cuerpos
y Bosques, organismo que administraba el patri- que an de ir a bestir aquella cappilla, sino
monio de los Austrias, contaba entre sus miem- que toman la medida en un pilar o en el ayre,
bros con el superintendente de Obras Reales, todas las medidas pareçen ymajinarias, con
el máximo responsable de la organización y la que quedaremos poco seguros y sin satisfa-
administración de las obras del rey, a quien in- ción de su perfeçión asta ber el fin último de
formaba personalmente sobre las mismas, puesto toda la obra.
que su cargo se encontraba por encima del arqui-
tecto del monarca. Frente a los que ocuparon el Igualmente, rechaza la construcción de ma-
puesto, personas de la nobleza muy unidas a la quetas y modelos por su elevado precio, un he-
Casa Real, por lo general con nulos conocimien- cho del que ya tenía experiencia el cabildo, pues,
tos artísticos, destaca la figura de Giovanni Bat- como ya se ha dicho, acababa de enviar una de la
tista Crescenzi, marqués de la Torre, de amplia capilla mayor a Madrid. Otro motivo para este
formación en arquitectura y las artes decorativas, rechazo se debe a la imposibilidad de usarlas
así como en la práctica del dibujo, encargado de conjuntamente, refiriéndose a que, al hacer ma-
la superintendencia de las obras del Panteón Real, quetas de objetos y muebles de muy diferente
hecho al que parece aludir nuestro prebendado índole, su escala sería diversa. Tal comentario
en otro capítulo del manuscrito cuando alude sólo se entiende en el contexto de un uso habi-
que los reyes tenían en El Escorial «un ombre del tual de maquetas para la construcción ex novo
arte y ynteligençia» para inspeccionar el bronce, o para la renovación de fábricas religiosas en
el oro y su calidad en las obras que allí se acome- otros lugares de España —por ejemplo, las per-
tían (f.12v.-18r.)61. En la cédula de nombramiento didas de El Escorial que Vega y Verdugo hubo
del 14 de octubre de 1630, se señala: de conocer— y sobre todo en Italia, como muy
bien sabía nuestro canónigo después de su resi-
[...] os nombro por Superintendente de las fá- dencia en Roma64. Sin embargo, en Santiago no
bricas y obras de mi Alcázar de Madrid y Ca- documentamos la primera hasta 1602, cuando el
sas Reales del Campo y Pardo, Balsaín, San cabildo manda hacer una de madera de los arcos
Lorenzo, Aranjuez y Aceca, para que así en y la maquinaria de la polea del botafumeiro y la
las trazas como en los conciertos de las que envía en barco a Vizcaya para ser allí fundida en
se hicieren, no se haga ni ejecute sin aproba- hierro65. La citada de la capilla mayor realizada
ción y asistencia vuestra. Y mando que todas por Antas en 1656 es la segunda de la que hay
las órdenes que en razón de esto diéredes, se constancia y que hoy se halla desaparecida. En
obedezcan, cumplan y guarden inviolable- este sentido, cabe resaltar que, de conservarse,
mente, que así conviene a mi servicio62. constituiría, tal vez, la única maqueta europea
del interior de un templo medieval concebida
Sus atribuciones, por lo tanto, son similares para que, a partir de ella, otros artistas diseñaran
de las de un canónigo fabriquero, en este caso nuevas escenografías para el recinto66. Es más,
supervisor de las obras capitulares dependientes tampoco tengo constancia de que ninguna otra
de la fábrica nombrado por el arzobispo. institución española haya encargado otra con un
fin similar. El hecho de que Vega y Verdugo re-
chace la construcción de otras nuevas en el me-
Propuestas para el éxito morial indica que varios capitulares defendían
del plan director con vehemencia su construcción.
En cambio, nuestro prebendado propone
El canónigo cree imposible que el cabildo tome una opción muy diferente y muchísimo más ba-
conciencia de las medidas y las proporciones del rata y práctica, que consiste en que se utilice el
nuevo altar, la custodia, el cenotafio, la imagen viejo telón del cielo del monumento de Jueves
de Santiago y el baldaquino, etc., que se quieren Santo para dibujar en el reverso, a tamaño real
acometer en la capilla mayor sólo con los cálcu- y en perspectiva, con una brocha con pigmenta-
los abstractos del maestro mayor de la catedral, ción negra o con yeso blanco, los contornos de
entonces el modesto ensamblador de origen los objetos proyectados y, luego, colgarlo desde
portugués Francisco de Antas63. Deja bien clara las bóvedas hasta el suelo para apreciar bien el
esta postura al afirmar: efecto del conjunto, sobre todo, es de suponer,
desde los asientos de la sillería de coro en la nave
[...] es dificultossísimo el que nos agamos central. De esta manera, los canónigos podrían
capaçes de la medida y proporçión de todas hacerse una idea clara de la prestancia de todo
estas obras sólo porque el maestro la tome lo ideado, calculándose las distancias entre las
164 LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 Miguel Taín Guzmán
1. Sobre las características del J.C. Valle Pérez, J. K. Steppe y 18 al 21 de septiembre de 2002,
manuscrito, véase mi reciente R. de Roo, Gante, 1985, p. 225), vol. 1, Málaga, 2003, p. 73-84;
trabajo «Cronología, contenidos y X. M. García Iglesias (A «Gótico y neogótico en la Castilla
y referencias del Memorial de las Catedral de Santiago e o Barroco, del siglo xvi», en Le Gothique de
Obras de la Catedral de Santiago Santiago, 1990). Desde entonces, la Renaissance/Renaissance Gothic,
del canónigo pintor José de Vega otros autores han aprovechado IVe Rencontres d’architecture
y Verdugo», en La Cultura del datos puntuales en sus estudios, europeenne 2007, París, 2011,
Barroco Español e Iberoamericano particularmente los referidos al p. 149-172). Tal hecho se repite
y su Contexto Europeo, actas del retablo de Gelmírez, el baldaquino todavía entre algunos ilustrados;
Congreso Internacional, Varsovia, y las fachadas del Obradoiro y de cfr. J. Mª. de Azcarate, «La
21-25 de septiembre 2009, a cargo la Quintana. valoración del gótico en la estética
de K. Sabik, Varsovia, 2010, p. 499- del siglo xviii», Cuadernos de la
509. El texto completo, si bien sin 5. ACS, Libro 32 de Actas Cátedra Feijóo, 1966, p. 542-543.
el índice, ha sido publicado por F. Capitulares (LAC), leg. 597, 1655,
J. Sánchez Cantón, Opúsculos f. 5r. 10. Sobre esta confusión en la
Gallegos sobre Bellas Artes de los literatura especializada española de
siglos XVII y XVIII, Compostela, 6. El 6 de febrero de 1657, el los siglos xvi y xvii, véase Gómez
1956, p. 7-52, y por M. A. cabildo les ordena que continúen Martínez, El gótico español..., op.
Castillo, Las catedrales españolas con sus reuniones (ACS, LAC, leg. cit., p. 195-196.
en la Edad Moderna, Madrid, 597, 1657, f. 140r.).
2001, p. 207-232. 11. Erróneamente, vincula ambas
7. ACS, LF, leg. 534, datas de 1655 con el renacimiento carolingio. Cf.
2. Cf. G. Ramallo Asensio y 1656, f. 16v., 31v.-32 r. y 30v. la edición del manuscrito Vida de
(coord.), La catedral: Guía mental Filippo Brunelleschi (ca. 1480), de
y espiritual de la Europa Barroca 8. Cf. Schlosser, La literatura C. Perrone (Roma, 1992), p. 76.
Católica, Murcia, 2010. artística, op. cit., p. 145-147.
En realidad, la historiografía 12. Cf. las ediciones críticas de las
3. ACS (Archivo de la Catedral de artística no hace sino aplicar la tres versiones de su Carta sobre
Santiago), libro 2º de fábrica (LF), periodización de la historiografía la conservación de monumentos
leg. 534, f. 53r. coetánea propuesta por Leonardo (1519) en F. P. di Teodoro,
Bruni, Flavio Biondo di Forlì y Raffaello, Baldassar Castiglione e
4. No figura citado ni en el Machiavelli, entre otros. Cf. W. K. la Lettera a Leone X, Bolonia, 2003
pionero estudio de J. von Fergusson, Il Rinascimento nella (1ª ed. de 1994), p. 72-73 (ms. de
Schlosser (La literatura artística critica storica, Bolonia, 1969 (1ª ed. Mantua), p. 137 (ms. de Munich) y
(Viena, 1924), Madrid, 1993); ni en 1948), p. 14-35. p. 179 (impreso de Padua).
el reciente trabajo de K. Hellwig
(La literatura artística española 9. Para una aproximación sobre 13. Cf. G. Vasari, Las vidas de
del siglo XVII (Frankfurt am Main, las valoraciones del gótico por los los más excelentes arquitectos,
1996), Madrid, 1999). Tampoco en arquitectos y la tratadística europea pintores y escultores italianos
M. Menéndez Pelayo (Historia del momento, véase el trabajo desde Cimabue a nuestros tiempos,
de las Ideas Estéticas, Madrid, pionero de E. Panofsky, «Un traducción crítica de la edición
1883-1884); M. Herrero García estudio sobre el estilo gótico a la príncipe por L. Bellosi y A.
(Contribución de la Literatura luz del Renacimiento italiano», en Rossi, Madrid, 2002, p. 100. Cf.
a la Historia del Arte, Madrid, El significado en las artes visuales, Panofsky, El significado..., op.
1943); A. Bonet Correa y E. Madrid, 1995 (1ª ed. 1979), p. cit., p. 219-233; Mª. Labò, «Il
Orozco Díaz (El libro de Arte 195-233. R. Wittkower (Gothic Vasari critico dell’architettura», en
en España, Granada, 1975), ni J. versus Classic. Architectural AAVV, Studi Vasariani. Atti del
Fernández Arenas (Fuentes y Projects in Seventeenth-Century convegno internazionale per il IV
Documentos para la Historia del Italy, Londres, 1974), demuestra Centenario della prima edizione
Arte: Renacimiento y Barroco como renombrados arquitectos delle vite del Vasari, Florencia,
en España, Barcelona, 1982). A. del barroco italiano respetaron los 1952, p. 67-72; A. Gambuti,
Bonet Correa (Bibliografía edificios góticos que tuvieron que «Teoria e critica dell’architettura
de arquitectura, ingeniería y completar o renovar, atendiendo nella storiografia vasariana», en Il
urbanismo en España (1498-1880), al criterio de la unidad estilística Vasari storiografo e artista, actos
Madrid, 1980) sólo lo menciona del conjunto arquitectónico. En del Congreso Internazionale nel IV
en la edición de los Opúsculos de España también hay ejemplos Centenario della Morte, Florencia,
Sánchez Cantón. A nivel local, de valorización del gótico 1976, p. 750-753. Como arquitecto,
tres estudiosos de la arquitectura consecuencia del deseo de cuenta con una amplia experiencia
gallega han adelantado unas resaltar las raíces visigodas del en la renovación de arquitecturas
primeras valoraciones sobre país y legitimar la monarquía medievales italianas (C. Conforti,
el manuscrito. Me refiero a: J. castellana frente a la herencia «Il rimodernamento delle chiese
Carro García («Del Románico árabe-musulmana, estudiados por medievali», en Giorgio Vasari
al Barroco: Vega Verdugo y la J. Gómez Martínez (El gótico architetto, Milán, 1993, p. 209-223).
capilla mayor de la Catedral de español de la edad moderna.
Santiago», Cuadernos de Estudios Bóvedas de crucería, Valladolid, 14. En este sentido, los grandes
Gallegos, fasc. lii (1962), p. 224- 1998, especialmente p. 191- propagadores de las ideas
228); Mª. del C. Folgar de la 241) y F. Marías («Memoria, vasarianas entre los críticos de la
Calle («Mémoire sur les oeuvres correspondencia e integración arquitectura, ya en el barroco, y
de la Cathédrale de Santiago de de las artes en la Edad del posteriores al memorial gallego,
Don José de Vega y Verdugo», en Humanismo (siglos xvi-xviii)», son los textos de los italianos
Santiago de Compostela. 1000 ans en Actas del XIV Congreso Bellori (Le vite de pittori, scultori
de Pelèrinage Européen, catálogo Nacional de Historia del Arte, et architetti moderni, Roma, 1672,
de exposición Europalia 85 España Correspondencia e Integración de p. 12) y Baldinucci (Notizie de
(Gand, 1985), comisariada por las Artes, celebrado en Málaga del professori del disegno da Cimabue
166 LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 Miguel Taín Guzmán
in qua, Florencia, 1681, p. 3). Sobre Español de Arte. Los Caminos y 31. Sobre la divulgación de
el primero, véase A. Emiliani, el Arte (16-20 de junio de 1986), Vitruvio en Europa desde la
«La prospettiva storica di Giovan edición a cargo del Departamento antigüedad y durante la edad
Pietro Bellori», en E. Borea de Historia del Arte de la media, véanse Kruft, Historia
y A. Emiliani (comissarios), Universidad de Santiago, Santiago, de la teoría de la arquitectura,
L’Idea del Bello: Viaggio per 1989, II: El Arte en los Caminos, op. cit., p. 35 y s.; P. Fleury, «La
Roma nel Seicento con Giovan p. 121-133, y «La frustrada catedral posterité du De architectura», en
Pietro Bellori, Roma, 2000, t. i, gótica de Santiago de Compostela: Vitruve. De l’Architecture, Libre I,
p. 87-91. Y sobre el segundo, F. ¿eslabón perdido en las relaciones texto traducido y comentado por
Farneti, «Vasari e Baldinucci: la artísticas entre Francia y España P. Fleury, París, 1990, p. xlvi-liii.
fortuna dell’architettura gotica durante el siglo xiii?», actas del Sobre las diferentes ediciones
fiorentina», Quaderni di Storia coloquio Gotische Architektur in de Vitruvio en los siglos xv, xvi
dell’Architettura e Restauro, 1992, Spanien. La arquitectura gótica y xvii que pudo consultar Vega
p. 66-70. en España (Gotinga, 4-6 de y Verdugo, véase F. Granger,
febrero de 1994), editado por CH. «Bibliography», en Vitruvius,
15. Véase la transcripción del texto Freigang, Frankfurt am Main y On Architecture, editado del
dedicada a El Escorial publicada Madrid, 1999, p. 41-57. Sobre lo Harleian manuscript 2767, vol. i,
por la editorial Turner bajo el título sucedido en siglos posteriores con Harvard, 1962, p. 32-34. Sobre las
La fundación del Monasterio de El dicha cabecera, véase J. Suárez traducciones del texto de Vitruvio
Escorial, Madrid, 1988, p. 200. Otero, «A Quintana de Paaços: y su difusión en España, véanse
Arquitectura, urbanismo y A. Bustamante García y F.
16. Sobre la justificación de la conflicto social en la Compostela Marías, «El Escorial y la cultura
demolición del templo romano, bajomedieval», en Quintana, I arquitectónica de su tiempo», en
véase A. Pinelli, «L’antica (2002), p. 285-300. E. Santiago Páez (comisaria), El
basilica», en A. Pinelli (a cargo Escorial en la Biblioteca Nacional,
de), La Basílica di San Pietro in 24. Cf. A. Vigo Trasancos, Biblioteca Nacional, diciembre
Vaticano, I, Módena, 2000, p. La Catedral de Santiago y la de 1985-enero de 1986, Madrid,
37-51. Ilustración. Proyecto clásico y 1985, p. 124-219; J. E. García
memoria histórica (1757-1808), Melero, «Las ediciones españolas
17. Cf. P. Portoghesi, Roma Madrid, 1999, p. 113-158. de “De Architectura” de Vitruvio»,
barocca, Roma y Bari, 1992 (1ª ed. en Fragmentos, 1986, p. 101-131.
1966). 25. Así sucedió, por ejemplo, Sobre la traducción manuscrita
en algunas catedrales francesas. de Lázaro de Velasco de 1554-
18. Cf. G. Ramallo Asensio, Cf. M. Lours, L’autre temps des 1564, véase la edición publicada
«El rostro barroco de las cathédrales. Du Concile de Trente à por F. J. Pizarro Gómez y P.
catedrales españolas», Cuadernos la Revolution française, París, 2010, Mogollón-Cortés, Los X
Dieciochistas, 1 (2000), p. 313-347. p. 39 y s. libros de arquitectura de Marco
Vitruvio de Marco Vitruvio Polión
19. Cf. J. E. García Melero, 26. Cf. D. L. González Lopo, (Cáceres, 1999). Sobre la influencia
«La visión del Románico en «Los avatares de la peregrinación de Vitruvio en la literatura
la historiografía española del jacobea en el Renacimiento y el artística española y europea, véase
Neoclasicismo romántico», Barroco», en Homenaje a José Schlosser, La literatura artística,
Espacio, Tiempo y Forma, núm. 2 García Oro, Santiago, 2002, p. op. cit., especialmente p. 225-231.
(1988), p. 139-186. 171-192. Consúltese también la Sobre la influencia de Vitruvio
controvertida opinión de O. Rey en la tratadística de arquitectura
20. Contrastar A. López Castelao, Los Mitos del Apóstol española de los siglos xvi y xvii,
Ferreiro (Altar y cripta del Santiago, Santiago, 2006, p. 87 y s. véase Kruft, Historia de la teoría
Apóstol Santiago: Reseña histórica de la arquitectura, op. cit., p. 291
desde su origen hasta nuestros 27. Cf. P. Navascués Palacio, La y s. Las más recientes reflexiones
días, Santiago, 1891, p. 24) con J. Catedral en España: Arquitectura generales sobre la obra de Vitruvio,
Guerra Campos (Exploraciones y Liturgia, Barcelona y Madrid, con la bibliografía más actual, se las
arqueológicas en torno al sepulcro 2004, p. 49-59. debemos a los estudios firmados
del Apóstol Santiago, Santiago, por varios autores en Vitruve,
1982, p. 223-234). 28. Cf. Borsi, Bramante, Milán, De l’Architecture, colección Budé,
1989, p. 300-312. París, 1969; P. N. Pagliara,
21. A.C.S., Minutario de cartas, «Vitruvio da testo a canone», en
leg. 942, f. 34v.-36r. 29. Sobre el tema, véase mi reciente S. Settis (a cargo de), Memoria
trabajo «Prolegómenos de una dell’antico nell’arte italiana, Turín,
22. Véase la cédula publicada en excavación en tiempos del canónigo 1986, p. 5-85; P. Gros, «Vitruvio
A. López Ferreiro, Historia de José de Vega y Verdugo: el mito de e il suo tempo», en introducción
la Santa A. M. Iglesia de Santiago la cripta del Apóstol Santiago y el a Vitruvio, De Architectura,
de Compostela, Santiago, 1907, IX, retablo del arzobispo Gelmírez», vol. i, Turín, 1997, p. ix-lxxvii;
apéndices, doc. xvi, p. 81-83. Goya, 324 (2008), p. 200-216. I. Rowland, introducción
en Vitruvius, Ten Books on
23. Cf. J. A. Puente Míguez, 30. Para otros ejemplos, véase Architecture, Cambridge, 1999, p.
«La catedral gótica de Santiago A. Cerutti Fusco, «Vitruvio 1-18, y R. Tavernor, «Vitruvius
de Compostela: Un proyecto nella cultura architettonica and his De Architecura», en
frustrado de D. Juan Arias (1238- italiana nella prima metà del introducción a Vitruvius, On
1266)», en Compostellanum, XXX Seicento: alcune considerazioni sul Architecture, edición y traducción
(1985), p. 245-275; «Catedrales dibattito del tempo in Italia e in a cargo de R. Schofield, Londres,
góticas e iglesias de peregrinación: Francia», en Vitruvio nella cultura 2009, p. xiii-xlvii.
la proyectada remodelación de architettonica antica, medievale
la basílica compostelana en el e moderna, actas del encuentro, 32. La presencia del libro de
siglo xiii», actas del VI Congreso 2003, p. 439-460. Vitruvio y de tratados italianos
Vitruvio y Borromeo en la capilla mayor de la catedral de Santiago de Compostela LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 167
en bibliotecas gallegas está Ajuar Eclesiásticos, introducción, evidente del uso de las Instructiones
ampliamente documentada desde traducción y notas de B. Reyes son las disposiciones sobre
comienzos del siglo xvii. Cfr. Coria, Universidad Nacional arquitectura de las constituciones
A. Goy Diz, Artistas, Talleres e Autónoma de México, 1985, sinodales españolas (véase el
Gremios en Galicia (1600-1650), p. 15 y s. Aparte del estudio estudio de las andaluzas por P. J.
Santiago, 1998, p. 183-184; L. introductorio de esta edición, Pomar Rodil y A. Recio Mir,
Fernández Gasalla, «Los sobre las Instructiones, véanse «Las constituciones conciliares
tratados técnicos y profesionales los trabajos de L. Grassi, «Prassi y sinodales de Andalucía como
en las bibliotecas de los arquitectos socialità e simbolo dell’architettura fuentes para la historia de la
gallegos del siglo xvii y principios delle “Instructiones” di S. Carlo», construcción», en Actas del Cuarto
el siglo xviii», en Actas del XIV Arte Cristiana, 73 (1985), p. Congreso Nacional de Historia de
Congreso Nacional de Historia 3-16; M. Navoni, «Tentativo di la Construcción (Cádiz, 27-29 de
del Arte..., op. cit., vol. 2, Málaga, lettura liturgico-teologica delle enero de 2005), ed. de S. Huerta,
2004, p. 731-744. Instructiones Fabricae», en M. Madrid, I, p. 889-900).
Rossi y A. Rovetta, Pellegrino
33. Cito la traducción de J. L. Tibaldi pittore e architetto dell’età 38. Cf. Borromeo, Instrucciones
Oliver Domingo de la edición borromaica, Accademia di San de la Fábrica, op. cit., p. 16-17.
latina de 1486 (Madrid, Alianza, Carlo, Milán, 1997, 167-178; Mª. Sobre el altar de Borromeo,
1995). Sobre la cuestión, véanse A. Crippa, «Il contributo di Carlo véanse D. Frascarelli, «Arte e
H.-W. Kruft, Historia de la teoría Borromeo all’architettura e all’arte controriforma: l’altare maggiore
de la arquitectura, Madrid, 1990 (1ª per la liturgia nelle “Instructiones”: nelle Instructiones fabricae et
ed. Munich, 1985), vol. i, p. 29-31; un punto de vista attualizzante», superllectilis ecclesiasticae di Carlo
H. Geertman, «Teoria e attualità en C. Mozarelli y D. Zardin Borromeo», en I cardinali di Santa
della progettistica architettonica (a cargo de), I tempi del Concilio: Romana Chiesa: collezionisti e
di Vitruvo», en Le projet de Religione, cultura e società mecenati, 1, Roma, 2001, p. 24-37,
Vitruve. Objet, destinataires et nell’Europa Tridentina, Roma, y M.A. Crippa, «Origine e fortuna
réception du De Architectura, 1997, p. 425-438; R. Sénécal, dell’altare borromiaco. Brevi
actas del coloquio internacional «Carlo Borromeo’s Instructiones note per ulteriori ricerche», en P.
organizado por l’École française de Fabricae et Supellectilis Biscottini (a cargo de), Carlo e
Roma, l’Institut de recherche sur Ecclesiasticae and its origins in Federico. La luce dei Borromeo
l’architecture antique du CNRS et the Rome of this time», Papers of nella Milano spagnola, Milán,
la Scuola normale superiore de Pise the British School Art Rome, 68 2005-2006, p. 137-148. Sobre el
(Roma, 26-27 marzo 1993), Roma, (2000), p. 241-267; N. Benazzi, seguimiento de las Instructiones
1994, p. 15-30. M. Marinelli y M. Navoni, en el diseño de los nuevos altares,
estudios introductorios a C. véase, a modo de ejemplo, lo
34. Sobre su concepto del módulo, Borromei, Instructionum Fabricae sucedido en la diócesis de Milán
véanse P. H. Schofield, Teoría et Supellectilis Ecclesiasticae, en M. L. Gatti Perer, «Cultura
de la proporción en arquitectura, traducción al italiano a cargo de M. e socialità dell’altare barocco
Barcelona, 1971 (1ª ed., Cambridge, Marinelli con la colaboración de nell’antica Diocesi di Milano», en
1958), p. 37-40; T. Kurent y L. F. Adorni, Ciudad del Vaticano Arte Lombarda, 42/43 (1975), p.
Muhic, «Vitruvius on module», en y Milán, 2000, p. vii-xxii; E. 11-66.
Archeoloski Vestnik, 28 (1977), p. C. Voelker, introducción,
209-232; R. Falus, «Sur la théorie notas y comentarios a Charles 39. Cf. A. Rodríguez G. de
de module de Vitruve», en Acta Borromeo’s Instructiones Fabricae Ceballos, «Las “Instrucciones”
Archeologica Hungria, 31 (1979), p. et Supellectilis Ecclesiasticae, de san Carlo Borromeo: su
249-270; J. J. Coulton, «Modules 1577, traducción al inglés de repercusión en la arquitectura
and Measurements in Ancient los libros i y ii, estudio inédito, eclesiástica de España y de sus
Design and Modern Scholarship», 2008 (con anterioridad, su dominios en América», en El
en Munus non Ingratum, actas traducción comentada del libro I corazón de la Monarquía. La
del International Symposium on fue publicada por la Universidad Lombardia en età spagnola, actas
Vitruvius De Architectura and de Siracusa, 1977), y C. Hecht, de la jornada internacional de
the Hellenistic and Republican «Die Instructionum fabricae et estudio, Pavia, 16 de junio de 2008,
Architecture (Leiden, enero de supellectilis ecclesiasticae libri Como y Pavia, 2011, p. 191-202.
1987), Leiden, 1989, p. 85-89, y B. duo-Karl Borromaiis und die
Wesenberg, «Die bedeutung des Architekten», en Architekt und/ 40. Cfr. R. Mulcahy, «A la
modulus in der Vitruvianischen versus Baumeister, Eidgenössische mayor gloria de Dios y el Rey»: la
Tempelarchitektur», en Le Projet Technische Hochschule Zürich, decoración de la Real Basílica del
du Vitruve..., op. cit., p. 91-104. Zürich: Gta-Verlag, 2009, p. Monasterio de El Escorial, Madrid,
18-29. Sobre la relación de las 1984, p. 57-65 y 125-168.
35. Al respecto, véanse D. Instructiones con el Concilio
Vesely, «The Architectonics of de Trento, véase A. Blunt, 41. Del texto, una reelaboración
Embodiment», en G. Dodds y «El concilio de Trento y el arte del De re aedificatoria de Alberti
R. Tavernor (eds.), Body and religioso», en Teoría de las artes y el De architectura de Vitruvio,
Building. Essays on the Changing en Italia 1450-1600, Madrid, 1979 se conservan dos ejemplares, uno
Relation of Body and Architecture, (1ª ed. Oxford, 1940), p. 115-141, en la Biblioteca Nacional de París
Cambridge, 2002, p. 28-43, y J. A. especialmente 134-136. (copia de 1591 realizada en el
Ramírez, Edificios-cuerpo. Cuerpo monasterio de El Escorial) y otro
humano y arquitectura: analogías, 37. Sobre las diferentes ediciones en la Biblioteca Ambrosiana de
metáforas, derivaciones, Madrid, de las Acta en los siglos xvi y xvii, Milán (copia de 1610). El primero
2003, p. 16-40. véase E. Cattaneo, «La singolare ha sido publicado bajo el título
fortuna degli Acta Ecclesiae de L’Architettura di Leon Battista
36. He consultado la traducción Mediolanensis», La Scuola Alberti nel Commento di Pellegrino
al español de C. Borromeo, Cattolica, 111 (1983), p. 191-217. Tibaldi, edición crítica de S.
Instrucciones de la Fábrica y del A nivel nacional, la influencia más Orlando, exégesis e introducción
168 LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 Miguel Taín Guzmán
de G. Simoncini, Roma, 1988. custodia de Arfe y los púlpitos de C. Luitpold Frommel, «Sulla
El ejemplar milanés ha sido Celma», en Platería y azabache en nascita del disegno architettonico»,
publicado como P. Pellegrini, Santiago de Compostela. Objetos en H. Millon y V. Magnago
L’Architettura, introducción y litúrgicos y devocionales para el Lampugnani (a cargo de),
notas de A. Buratti Mazzotta, rito sacro y la peregrinación (ss. Rinascimento da Brunelleschi a
edición crítica a cargo de G. IX-XX), catálogo de la exposición Michelangelo. La rappresentazione
Panizza, Milán, 1990. (Santiago, Capela do Hospital dell’architettura, catálogo de la
Real de Santiago de Compostela, exposición (Venezia, Palazzo
42. Para una idea general de 27 de marzo a 19 de abril de Grassi, 1994), Milán, 1994, p. 104-
su relación con el arzobispo de 1998), comisariada por F. Singul, 106.
Milán y de la influencia de las Santiago, 1998, p. 179-222.
Instructiones en sus trabajos, 56. ACS, Tesoro. Recuento de
véanse A. Scotti, «L’architettura 50. Sobre la relevancia de El la plata y ornamentos, leg. 382,
religiosa di Pellegrino Tibaldi», en Escorial como paradigma en Raçón..., f. 30r.-31v.
Bolletino del Centro Internazionale España de clasicismo, orden
di Studi d’Architettura Andrea y correspondencia, véanse A. 57. Sobre el debate a lo largo del
Palladio, 1977, p. 221-249, y Bustamante y F. Marías, «La siglo, véanse A. Rodríguez de
J. S. Ackerman, «Pellegrino révolution classique: de Vitruve Ceballos, «L’architecture baroque
Tibaldi, San Carlos Borromeo e à l’Escorial», Revue de l’Art, 70 espagnole vue à travers le débat
l’Architettura Ecclesiastica del (1985), p. 29-40, y «El Escorial entre peintres et architectes»,
loro tempo», en San Carlo e il suo y la cultura arquitectónica de su Revue de l’Art, 70 (1985), p.
tempo, Roma, 1986, p. 573-586. tiempo», op. cit., p. 117-148. 41-52; B. Blasco Esquivias,
«Sobre el debate entre arquitectos
43. Cfr. L’Architettura di Leon 51. Cf. A. Goy Diz, El arquitecto profesionales y arquitectos
Battista Alberti nel Commento di baezano Bartolomé Fernández artistas en el barroco madrileño.
Pellegrino Tibaldi, op. cit., p. 148- Lechuga, Jaén, 1998, p. 160-170, Las posturas de Herrera, Olmo,
149, y Pellegrini, L’Architettura, y A. A. Rosende Valdés, Unha Donoso y Ardemans», en Espacio,
op. cit., p. 198. historia urbana: Compostela 1595- Tiempo y Forma, IV (1991), p.
1780, Santiago, 2004, p. 193-194, 159-194; Mª. V. García Morales,
44. Cfr. F. Marías, «La Basílica especialmente la nota 521. Véase «El ejercicio como arquitectos de
de El Escorial, la arquitectura y la planta de la antigua iglesia pintores y escultores en el siglo
los arquitectos italianos», en G. medieval en A. Bonet Correa, La xvii», en Velázquez y el Arte de su
Beltramini (ed.), Studi in onore di arquitectura en Galicia durante el tiempo, actas de las V Jornadas de
Renato Cevese, Vicenza, 2000, p. siglo XVII (Madrid, 1966), Madrid, Arte, Departamento de Historia
360-363. 1984, lám. 263. del Arte Diego Velázquez, Centro
de Estudios Históricos CSIC,
45. Cf. la edición del impreso de F. 52. Cf. Goy Diz, El arquitecto Madrid, 1991, p. 187-193; F.
Pingarrón Seco (Valencia, 1995) baezano..., op. cit., p. 135-138. Marías, «De pintores-arquitectos:
precedida de su estudio crítico. Crescenzi y Velázquez en el
53. Cf. A. Vigo Trasancos, «La Alcázar de Madrid», en Velázquez
46. ACS, Fábrica. Comprobantes iglesia monástica de San Martín y el Arte de su tiempo, actas de las
de Cuentas, caja 955-B. Escritura Pinario en Santiago de Compostela: V Jornadas de Arte, Departamento
entre Pedro Pardo, fabriquero, y Proyecto, fábrica y artífices», en de Historia del Arte Diego
Andrés de Campos, platero. Compostellanum, XXXVIII (1993), Velázquez, Centro de Estudios
p. 337-361; A. Vigo Trasancos, Históricos CSIC, Madrid, 1991, p.
47. Descritos en ACS, Tesoro. «Bartolomé Fernández Lechuga 81-89, y A. J. Morales Martínez,
Recuento de la plata y los y el Claustro Procesional de «Velázquez y la arquitectura», en
ornamentos, leg. 382, Raçón y San Martín Pinario en Santiago actas del Symposium Internacional
memoria de lo que el canónigo Don de Compostela», Cuadernos de Velázquez (Sevilla, 8 a 11 de
Pedro Pardo, fabriquero, añadió a Estudios Gallegos, XLI (1993- noviembre de 1999), Sevilla,
algunas cossas deste requento y hiço 1994), p. 277-310, y Goy Diz, El 2004, p. 15-21. K. Hellwig (La
de nuebo para el servicio del culto arquitecto baezano..., op. cit., p. literatura artística española..., op.
divino, f. 140v. 78-95. cit., p. 168-169) contextualiza este
debate como una consecuencia
48. Descritos en el documento 54. En el siglo xvii, aparece en de las diferentes posturas sobre la
anterior, f. 136r. y v. España la figura del tracista, un jerarquía de las artes de la literatura
profesional especializado en la española del siglo xvii.
49. La bibliografía de la custodia función de dibujar trazas. Cf. J.
suele confundir el sagrario con J. Martín González, El artista 58. Al respecto, véase K. Hellwig,
el basamento del mueble que en la sociedad española del siglo La literatura artística española...,
creen realizado en la fecha del XVII, Madrid, 1984, p. 61-68. Tal op. cit., p. 80-93.
primero. Cfr. López Ferreiro, figura trabajaba en Italia desde el
Historia..., op. cit., viii, p. 190- Renacimiento (cf. C. Wilkinson, 59. Cf. L. Kanerva, Between
192; J. C. Brasas Egido, La «El nuevo profesionalismo en Science and Drawings: Renaissance
platería vallisoletana y su difusión, el Renacimiento», en S. Kostof Architects on Vitruvius’s
Valladolid, 1980, p. 326; J. M. (coord.), El arquitecto: historia de Educational Ideas, Helsinki, 2006,
Cruz Valdovinos, «Antonio de una profesión, Madrid, 1984, p. p. 155-176.
Arfe e a custodia da Catedral de 125-157).
Santiago», en Galicia no Tempo. 60. Cf. Alberti, De Re
Conferencias, Santiago, 1991, p. 55. Cf. Leon Battista Alberti, Aedificatoria, op. cit., p. 94-95, y
245-259, y J. M. Monterroso De Re Aedificatoria, Madrid, 1991, C. Thoenes, «La teoría del dibujo
Montero, «La iconografía jacobea p. 95 (traducción de J. Fresnillo de arquitectura en los tratados
en las tallas metálicas catedralicias Núñez publicada por la editorial italianos del Renacimiento», en
de la segunda mitad del siglo xvi: la Akal). Sobre esta cuestión, véase Juan de Herrera y su influencia,
Vitruvio y Borromeo en la capilla mayor de la catedral de Santiago de Compostela LOCVS AMŒNVS 11, 2011-2012 169
actas del simposio (Camargo, 14 Disegni, Misure. La professione 255-256. Sobre las maquetas de El
a 17 de julio de 1992), dirección dell’architetto Roma 1680-1750, Escorial, véase A. Bustamante
a cargo de M.-A. Aramburu- catálogo de la exposición (Roma, García, «Los proyectos para
Zabala, Santander, 1993, p. 379- Castel Sant’Angelo, diciembre de el Monasterio del Escorial», en
391, particularmente p. 380. 1991-febrero de 1992), a cargo El Monasterio del Escorial y la
de B. Contardi y G. Curcio, Arquitectura, actas del simposium
61. Sobre estas obligaciones, véase Roma, 1991, p. 9-22; H. A. (San Lorenzo de El Escorial, 8
A. Bustamante García, «El Millon, «I modelli architettonici a 11 de septiembre de 2002), El
Panteón del Escorial. Papeletas nel Rinascimento», en Millon Escorial, 2002, p. 45-62.
para su historia», Anuario del y Magnago Lampugnani,
Departamento de Historia y Teoría Rinascimento da Brunelleschi a 65. Cf. López Ferreiro,
del Arte, IV (1992), p. 180. Michelangelo..., op. cit., p. 19-74; Historia..., op. cit., viii, apéndices,
H. A. Millon (a cargo de), I p. 218-221.
62. Cf. Mª. V. García Morales, Trionfi del Barocco. Architettura
«El superintendente de Obras in Europa 1600-1750, catálogo 66. En el catálogo de la exposición
Reales en el siglo xvii», en Reales de la exposición (Turín, Palazzo comisariada por Millon (I
Sitios, 104 (2º trimestre de 1990), di Caccia di Stupinigi, 1999), Trionfi del Barocco..., op. cit.),
p. 65-74. Venecia, 1999. Sobre el uso de donde figuran las más importantes
maquetas en España, véanse J. J. maquetas europeas del barroco
63. Sobre este artista y sus Martín González, «Formas de de los siglos xvii y xviii, no existe
limitaciones, véase L. Fernández representación en la arquitectura ningún ejemplo parejo a la maqueta
Gasalla, «La actividad artística del clasicista española del siglo compostelana.
maestro de obras de la catedral de xvi», en Herrera y el Clasicismo,
Santiago, Francisco Dantas Franco catálogo de exposición (Valladolid, 67. Cf. A. J. Morales Martínez,
entre 1649 y 1664», Revista Museu, Palacio de Santa Cruz, 22 de «El proyecto arquitectónico
5 (1996), p. 123-140. octubre a 21 de noviembre de en la Sevilla del Renacimiento.
1986), comisariada por J. I. Elementos y condicionantes», en
64. Sobre el uso de maquetas Linazasoro, Valladolid, 1986, Juan de Herrera..., op. cit., p. 343.
en la arquitectura religiosa, sus p. 25-26; F. Marías, «El papel
técnicas y tipos en los siglos xvi y del arquitecto en la España 68. ACS, LF, leg. 534, data de
xvii en Italia y Europa, véanse B. del siglo xvi», en Les chantiers 1658, f. 55v. Sobre este artista, véase
Contardi, «I modelli nel sistema de la Renaissance, actas de los V. Tovar Martín, «El arquitecto-
della progettazione architettonica coloquios (Université de Tours, ensamblador Pedro de la Torre»,
a Roma tra 1680 e 1750», en 1983-1984), estudios reunidos Archivo Español de Arte, XLVI,
In Urbe Architectus. Modelli, por J. Guillaume, París, 1991, p. 183 (1973), p. 261-297.