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El TOC es un trastorno grave porque es muy incapacitante. Cuando se agrava, se convierte en la principal actividad
mental diaria de la persona que lo padece; la cual experimenta que las obsesiones y compulsiones son ilógicas e
irracionales, provocándole un malestar clínico importante que le afecta en su actividad cotidiana (área familiar,
afectiva, laboral, académica, social, de ocio, etc.). Mediante estos mecanismos repetitivos de conducta, la persona
con un TOC intenta reducir su ansiedad o evitar situaciones temidas, con lo cual lo único que consigue es aumentar y
desarrollar más su trastorno. Incluso en algunos casos, el TOC puede llegar a bloquear la afectividad.
Todas las investigaciones de la Psicología Cognitiva han demostrado la estrecha relación entre la historia de
aprendizaje, los pensamientos, las conductas y los trastornos psicológicos. Las investigaciones sobre el TOC, han
aumentado mucho en las últimas dos décadas, desde que se descubrió que es el cuarto trastorno más frecuente,
solo superado por las fobias, los trastornos adictivos y la depresión. El TOC llega a bloquear o paralizar a la persona,
porque fallan sus sistemas de feedback de control de sus pensamientos que producen sus conductas.
Las obsesiones más frecuentes se refieren a la limpieza (personalidad anancástica): ducharse durante dos horas o
varias veces al día, lavarse las manos repetidamente, llevar todo el día guantes de látex, miedo al contagio, orden y
simetría, objetos (cuchillos, etc.), culpabilidad, hechos del pasado o miedo al futuro, conductas de comprobación (luz,
gas, puerta, grifos, etc.), de contenido moral o religioso, temor a enfermedades (cáncer, infarto, etc.). Las
compulsiones que más se dan son las relacionadas con lavarse las manos, no tocar ni dar la mano a otra persona, no
poder entrar en una cafetería o ir a una boda por no poder comer con un objeto ya utilizado por otra persona, no
coger el transporte público para no tocar nada, comprobar el gas, la cerradura de casa o del coche, la luz, los grifos,
necesidad de hablar siempre del mismo tema y seguir con rituales muy largos y diversos.
Causas
La mayoría de las personas con TOC tuvieron unos padres excesivamente controladores, inseguros y miedosos, que
siempre le hablaban de los peligros y nunca reforzaron su autoestima. De esta forma, desde la infancia va
aumentando la inseguridad, la ansiedad, la falta de autoestima, los sentimientos de preocupación, culpa, incapacidad,
la hipersensibilidad, el miedo al futuro, a las tareas cotidianas. En el niño van apareciendo y creciendo los
pensamientos negativos, los miedos, fobias y preocupaciones. Todo esto aumenta los pensamientos negativos sobre
sí mismo y sobre los demás, y en la adolescencia ya aparecen las obsesiones y en la edad adulta las compulsiones.
Los adolescentes con personalidad obsesiva compulsiva se intimidan y coaccionan a sí mismos, con múltiples
pensamientos para adaptarse en exceso a la opinión de los demás. Son esclavos de su imagen. No se sienten libres
para decir lo que piensan ni comportarse como son en realidad. La presión del grupo de amigos les vence. Les
preocupa mucho lo que piensan de ellos. Su conducta, excesivamente introvertida, prudente, muy perfeccionista y
demasiado controlada para dar una imagen social positiva, procede de un complejo mecanismo psicológico derivado
de la lucha psicológica continua de dos procesos: la hostilidad que siente hacia los demás pero que no expresa y el
miedo a lo que piensen de él o a la desaprobación social. Ante esta ambivalencia psicológica, casi siempre terminan
reprimiendo la agresividad hacia los demás condicionando en su mente un conformismo excesivo, siendo muy
exigente consigo mismo. Ante esta imagen de conducta muy formal y controlada, se ocultan sus verdaderos
sentimientos de ira, agresividad, rebeldía, que les obliga a ejercer un esfuerzo mental tan grande, que en algunos
casos, pierden el control y se dispara la agresividad con toda su fuerza, por haber estado tanto tiempo reprimida.
Nunca es feliz ni disfruta con nada.
Pensamientos frecuentes
Los pensamientos más frecuentes de las personas que tienen un TOC son:
Rumiación obsesiva (le da tantas vueltas a todo que le cuesta mucho tomar decisiones).
Analiza todos los pequeños detalles, que a otros se pasan desapercibidos.
Hipersensibilidad (todo le afecta mucho).
Es ordenado y meticuloso en extremo.
Preocupación obsesiva por todo.
Rigidez mental y obstinación muy marcada.
Conducta general de timidez e inhibición.
Excesivamente cumplidor en el trabajo.
Miedo a ser observado.
Temores, miedos y fobias en exceso.
Preocupación excesiva por lo que piensan los demás sobre su conducta social, laboral, académica, etc.
Perfeccionismo obsesivo.
Escasa tolerancia a la frustración.
Dificultad de relación social. Déficit de asertividad y habilidad social.
Necesidad excesiva de comprobarlo todo muchas veces.
Lenguaje extremista, tiende a generalizarlo todo.
Dificultad de autocontrol emocional.
Bloqueo de la afectividad.
Introversión.
Analiza todo en exceso, le da tantas vueltas a su pensamiento, que su conducta diaria se deteriora y es poco
práctico.
Síntomas más frecuentes
1. Múltiples obsesiones y compulsiones.
2. Preocupación excesiva por detalles, normas, listas, organización, horario, actividad, etc.
3. Hipersensibilidad, todo le afecta en exceso.
4. Estado permanente de duda patológica.
5. Dificultad de concentración y memorización.
6. Incapacidad para tomar decisiones.
7. Obsesión por la limpieza y temor a la suciedad.
8. Persona excesivamente escrupulosa.
9. Temor a tocar objetos o personas y contagiarse.
10. Temor excesivo a los objetos peligrosos.
11. Irritabilidad frecuente.
12. Obsesión por la puntualidad excesiva.
13. Conductas frecuentes de evitación.
14. Preocupación excesiva por el orden y la simetría.
15. Pensamientos agresivos repentinos.
16. Contar objetos, personas, matrículas, etc., obsesivamente, todo el día.
17. Incapacidad para tirar objetos gastados o inútiles, sin ningún valor sentimental.
18. Ansiedad e incomodidad en diversos lugares o situaciones.
19. Incapacidad para delegar tareas en otras personas.
20. Perfeccionismo excesivo que le afecta en sus tareas.
21. Necesidad de controlarlo todo porque todo le produce ansiedad.
22. Poca tolerancia a la frustración o la crítica. Esto le produce mucha ansiedad.
23. Excesiva rigidez mental, obstinación y falta de espontaneidad.
24. Falta de autoestima.
25. Dedicación obsesiva al trabajo u otra actividad.
26. Pérdida de actividades de ocio y de amistades.
27. Sentimientos de culpabilidad.
28. Exagera los detalles negativos y su incapacidad ante los problemas.
29. Excesivo sentido de responsabilidad.
30. Temores excesivos a las infecciones, al infarto, etc., a las enfermedades (nosofobia).
31. Recuerdos obsesivos del pasado que no puede evitar.
32. Muchos pensamientos negativos hacia el futuro.
33. Necesidad patológica de acumular dinero para futuras catástrofes.
34. Síntomas de ansiedad y depresión producidos por las obsesiones.
35. Aislamiento social: a medida que el TOC aumenta, la persona se relaciona menos y no tiene habilidad social.
Disminuye su asertividad.
36. Conductas de comprobación: mirar el gas, la cerradura, la luz, los grifos, etc., varias veces seguidas.
37. Compulsiones y rituales frecuentes.
38. Miedo intenso a perder el control.
39. Miedo excesivo a volverse loco.
Manifestaciones de TOC encubierto
Cuando el TOC se agrava, puede estar bastante enmascarado, pero se detecta porque aparecen también estos
síntomas: