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INTRODUCCION

El abuso sexual constituye en algunos casos una experiencia traumática, y es

vivido más por aquellas personas incapaces de poder defenderse en este caso

una niña menor de edad, ya que viene a ser como un atentado contra su

integridad física u integridad psicológica que puede afectar su desarrollo

psicoemocional, así como su respuesta sexual en la vida adulta, por lo

categorizarse como una tipología de maltrato infantil en la modalidad de abuso

sexual. Las respuestas psicoemocionales y secuelas en niñas y niños podrían

ser similares a las que se observan en casos de maltrato físico, abandono

emocional, etc.4En la mayoría de los casos se requiere apoyo psicológico para

evitar secuelas en la vida adulta como resultado del abuso sexual vivido en la

infancia.

Es un acto considerado en muchos países como un delito por la legislación

internacional y la mayoría de los países modernos, aunque no siempre haya una

correspondencia entre el concepto psicológico y el jurídico del problema y no

exista consenso sobre los procesamientos jurídicos de los generadores de abuso

sexual infantil.

En el presente caso aunque el imputado alegue error de tipo, el daño moral,

psicológico, social, etc. ya está consumado, porque todo el trauma causado en

la menor de una manera u otra repercutirá en su vida.


TEMA 1

ANÁLISIS Y DESCRIPCIÓN DEL CASO

En el año 2011 un hombre fue condenado a veinte años de cárcel, al ser

considerado culpable de violar sexualmente a una menor de edad. La sentencia

se basó en el actualmente derogado inciso 3 del artículo 173 del Código Penal,

Este consideró que la declaración de la menor agraviada de iniciales M.A.M.T,

permitió acreditar la existencia del hecho imputado, además del vínculo de

parentesco por afinidad entre el condenado y ella. Ya que el condenado viene a

ser su Padrastro.

El condenado señala que la declaración de la menor agraviada, sostenía, tenía

vicios de incredibilidad y, en consecuencia, se incumplió el principio de logicidad

y deber de motivación de las resoluciones. A pesar de sus reclamos, en segunda

instancia, la Sala de Apelaciones confirmó la pena.

Como primer punto: se ha tomado en cuenta, la declaración de una menor de

edad puede ser prueba suficiente para condenar a una persona por el delito de

violación sexual.

Al respecto, sostuvo que la sola declaración de la menor es suficiente para poder

determinar la existencia de los hechos imputados y su vinculación con el

acusado. Resulta necesario, en cualquier caso, que se encuentre corroborada

por un mínimo de medios probatorios.


En consecuencia, cuando se cumplen estos requisitos, no puede ampararse la

causal de falta de logicidad y motivación en la sentencia recurrida, tal y como

había argumentado el imputado en el caso expuesto.

Con esta postura, se toma en cuenta lo expresado en el Acuerdo Plenario N° 1-

2011/CJ-116, donde se determina que para que la declaración de la menor

pueda demostrar la existencia del hecho, es necesario que cumpla los siguientes

requisitos: ausencia de incredibilidad subjetiva, existencia de datos objetivos que

corroboren mínimamente la declaración, que no sea fantasiosa o increíble, ser

coherente, y presentar uniformidad y firmeza.

El otro punto importante: analizado en dicha sentencia ha sido la precisión con

respecto a la relación entre autor y víctima, realizada al comprobar que no se

tomó en consideración el parentesco entre el condenado y la menor agraviada,

se expone que, dada la presencia de un vínculo de parentesco por afinidad entre

el condenado y la agraviada, “resulta necesario reconducir la tipificación de la

conducta imputada” al delito previsto en el inciso 2 del segundo párrafo del

artículo 170 del Código Penal.

Interrogatorio a la menor

Sin duda, uno de los momentos más delicados en los procesos por violaciones

sexuales a menores de edad es el sometimiento de la víctima al interrogatorio.

El artículo 157 del Código de Procedimientos Penales expone que será el

juzgador quien decida si el imputado puede realizar por sí mismo el interrogatorio


de los testigos. Con tal propósito, debe comprobar que esa confrontación no

afecte al descubrimiento de la verdad, ni tampoco influya el testimonio de la

menor. La decisión, sin embargo, debe estar fundamentada.

En el Incidente N° 168-2013-43, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema

revisó la solicitud de un procesado, al que se le había negado que su abogado

defensor estuviera presente en la declaración de la menor –no él, sino su

abogado.

La Corte Suprema sostuvo que la limitación a la que se refiere el artículo 157

solo recae en el inculpado, y no sobre su abogado defensor, quien sí puede

participar en la diligencia de toma de declaración de la menor e interrogar, a

nombre del imputado, sobre la base del principio de contradicción.

La Sala Penal Permanente explicó que “negar el derecho fundamental a la

prueba de un imputado para que prevalezca la protección de la presunta

afectación sicológica de un menor en una testifical, importa una afectación

gravosa, desproporcional e innecesaria”.

Error de tipo

En el Recurso de Nulidad N° 3481-2012-Lima, la Corte Suprema tuvo que

analizar el error de tipo en los delitos de violación sexual de menor de edad. El

análisis vino motivado por la alegación del encausado de que no sabía que

estaba manteniendo relaciones con una menor de catorce años –si la víctima no
ha superado dicha edad no importa el consentimiento ni el ejercicio de violencia

para que se materialice el delito de violación de menor–.

En tal sentido, solicitaba la aplicación del artículo 14 del Código Penal que regula

el error de tipo por existir una representación errada con respecto a uno de los

elementos del tipo (en este caso, que la agraviada era menor de 14).

La menor de edad tenía exactamente, al momento de los hechos, la edad de 13

años, 11 meses y 6 días. Basándose en este dato, se consideró que “estaba muy

próxima a cumplir los 14 años, por lo que existe un gran porcentaje de

probabilidad de que el encausado haya actuado en la creencia errónea de que

contaba con más de 14 años de edad”.

Resistencia de la víctima

La resistencia de la víctima suele ser el principal motivo por el que se generan

las lesiones. Debido a esta circunstancia, siempre se ha tenido muy en cuenta lo

concluido en el certificado médico-legal para determinar la existencia del hecho.

Sin embargo, al desarrollar este aspecto, se expone que no todo acto de

violación sexual implica la presencia de lesiones en la víctima. El acto carnal

también puede producirse por actos indeseados, involuntarios, o no consentidos,

que no necesariamente implican resistencia de la víctima, por lo tanto “no existe

forma en que la resistencia de la víctima se erija en presupuesto material sine

qua non para la configuración de este ilícito penal”.


Asimismo se consideró que “la constatación de si el agente doblegó o no la

resistencia de la víctima de abuso sexual, en absoluto constituye objeto de

dilucidación preponderante en el proceso, pues existen supuestos como el abuso

sexual practicado con amenaza grave coetánea a la consumación del acto, o se

realizan bajo un contexto objetivamente intimidatorio anterior y contemporáneo

a la consumación del abuso sexual”.

Similar criterio se establece en los casos en los que la víctima no puede

manifestar su resistencia, o guarda silencio sobre el acto por la inutilidad que lo

reviste –como, por ejemplo, en los casos de cautiverio–.

Un punto a destacar de este acuerdo es que aclara el valor probatorio del

certificado médico legal. No considera un requisito indispensable que el examen

médico “arroje lesiones paragenitales que evidencien resistencia física por parte

de la víctima”. Su función es solamente determinar la presencia de lesiones, no

responsabilidades penales.

La conclusión, por tanto, es que se debe acudir a otros medios de corroboración

como la pericia psicológica “u otras que se adecuen a las peculiaridades del

hecho objeto de imputación”.

Interrogatorio sobre la vida íntima de la víctima

La vida íntima de la víctima suele ser cuestionada durante los interrogatorios por

la defensa del acusado. Esto supone un conflicto entre derechos y garantías de

las partes: por un lado, la intimidad de la víctima, y, por el otro, el derecho a la

defensa del acusado.


Se consideró que dicha situación procesal constituye un conflicto entre ambos

derechos fundamentales, por lo que “para proceder a la indagación íntima de la

víctima, en principio prohibida, deberá identificarse una vinculación lógica entre

la prueba indagatoria restrictiva de la vida íntima y la tesis defensiva

correspondiente”.

Por tal motivo, se ha establecido que “dicho examen solo cabría si tal indagación

está dirigida a demostrar que el autor del ilícito es otra persona y no el

procesado”; o si “como consecuencia de impedir esa indagación, se vulnera

gravemente la garantía de defensa del imputado”.

CAPITULO II

ANÁLISIS DEL CONTENIDO DEL TEMA ELEGIDO

DEFINICIÓN DE VIOLACIÓN SEXUAL

La violación sexual ocurre cuando un individuo te obliga a participar en un acto

sexual en contra de tu voluntad.

La fuerza física no es siempre el factor primordial para violar sexualmente a una

víctima. Los agresores pueden recurrir a amenazas o a la intimidación para hacer

que sus víctimas se sientan atemorizadas o imposibilitadas para detenerlos.

También constituye una violación sexual el hecho de que la víctima se encuentra

en estado alcohólico, drogado, inconsciente, sea menor de edad, o esté

incapacitada mentalmente para acceder a participar en lo que legalmente se

define como un acto sexual.


a) La concepción biológica, que enfoca el problema desde un punto de vista

fisiológico, considerando al acto sexual como acoplamiento por vía natural del

cuerpo de la víctima. Por consiguiente, el acto sexual será realizado con

penetración vaginal y el acto sexual análogo deberá abarcar con exclusividad a

la penetración por el conducto anal, siendo necesaria para esta tesis, la total

penetración del órgano sexual masculino y la consiguiente eyaculación. Sin

embargo, esta concepción es rechazable por cuanto la lesión del bien jurídico

libertad sexual no debe estar subordinada a una actividad fisiológica como es la

eyaculación, constituyéndose este requisito en un obstáculo para la protección

de tan importante bien.

b) La concepción jurídica comprende como acto sexual a toda actividad

libidinosa en la cual existe intervención de los genitales del agente, que pueda

representar el coito o una forma degenerada de éste. Constituyéndose el

Derecho como un regulador de las relaciones sociales, ésta concepción no

recoge la realidad social y, específicamente, la naturaleza del acto sexual, el cual

implica necesariamente la penetración del pene en la vagina. Según la

concepción jurídica cometerá delito de violación la mujer que obligue a otra

persona a introducirle los dedos en la cavidad vaginal.

c) La concepción mixta, que postula al acto sexual como la penetración del

órgano sexual masculino a través de un conducto natural, posibilitando la cópula

o una forma degenerada de éste. Esta posición también es cuestionable, por

cuanto no podrían ser considerados como sujetos pasivos de este delito aquellos

hombres con tendencias femeninas, que piensan y sienten como mujer, y que

se someten a una intervención quirúrgica con la finalidad de extirparse el pene y


los testículos, para posteriormente hacer confeccionar una cavidad de 18 cm. de

profundidad y mediante una cirugía plástica conformar una vulva artificial;

asimismo se le administran dosis de estrógenos, lo cual produce la disminución

de vellosidad y el desarrollo de las mamas. La exigencia en el sentido que la

penetración se realice por un conducto de “origen natural” constituye una traba

para la defensa de la libertad sexual, siendo inaceptable concebir que estos

sujetos, por el hecho de tener preferencias sexuales distintas a las de un varón

y haber sido intervenidos quirúrgicamente, hayan perdido su libertad sexual,

tanto más si dicha intervención quirúrgica se ejecutó para que el sujeto pueda

sentirse realizado en la práctica sexual de la manera que mejor consideró.

Concepto relacionado con la violación sexual

Trata de mujeres La legislación penal nacional define la trata como la actividad

que “promueve, favorece, financia o facilita la captación, transporte, traslado,

acogida, recepción o retención de personas, en el territorio de la República o

para su salida o entrada del país, recurriendo a la violencia, la amenaza u otras

formas de coacción, como la privación de libertad, el fraude, el engaño, el abuso

del poder o de una situación de vulnerabilidad, la concesión o recepción de

pagos o beneficios con fines de explotación o venta de niños, para que ejerza la

prostitución, someterlo a esclavitud sexual u otras formas de explotación sexual,

obligarlo a mendigar, a realizar trabajos o servicios forzados, a la servidumbre,

la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud u otras formas de explotación

laboral, o extracción o tráfico de órganos o tejidos humanos”. Se informa también

que, en el año 2004. En la normatividad internacional, la violación y el abuso

sexual de niñas y mujeres en situación de conflicto, tanto internacional como


interno, constituyen una violación del derecho internacional humanitario. Según

esta definición, la trata ya no es un delito solo contra la libertad sexual, sino

contra la libertad integral, ampliándose así las finalidades y las diversas formas

que reviste, que afectan principalmente a las mujeres.

ART. 170 DEL CÓDIGO PENAL VIGENTE

Según el art. 170 del C.P vigente comete el delito de violación sexual el que con

violencia o grave amenaza, obliga a una persona a tener acceso carnal por vía

vaginal, anal o bucal o realiza otros actos análogos introduciendo objetos o

partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías, el tipo contenido en el art.

170 se podría decir que es novísimo ya que anteriormente el código preveía la

violencia o amenaza para tener acceso carnal con una persona por la vía natural

es decir, la vía vaginal , dejando los demás casos (vía anal. Bucal , haciendo uso

de objetos o partes del cuerpo) a actos contra el pudor.

El acción típica entonces consiste en que mediante la violencia o amenaza

obligar a una persona a tener relaciones sexuales las cuales pueden ser por la

vía natural, contranatural, por la vía oral, cabe resaltar que el Art. . 170 del C .P

nos señala que para que se plasme el delito no necesariamente requiere de la

penetración del miembro viril del hombre , sino que puede darse la penetración

por algún objeto o parte de cuerpo, esto se dio a raíz del caso muy sonado en

nuestro país en donde un Doctor Cirujano Plástico acometió sexualmente a su

víctima, una vedette famosa, pero con una prótesis de miembro viril, este caso

motivó a legislador para implementar la figura antes descrita.

En caso de los menores de edad la situación cambia , ya que las relaciones

sexuales realizadas entre un mayor de edad y un menor de 14 años se conocen


como Violación Sexual Presunta , es decir en este caso ya no importa que haya

violencia o amenaza para la comisión del delito, incluso no importa que haya

consentimiento o no, ya que en estos casos la voluntad de los menores de edad

no importa. En caso de los menores de 18 años y mayores de 14 se da la figura

del Estupro o Seducción, aquí sí importa la voluntad del menor pero se toma en

cuenta que esta no haya sido viciada o motivada por las promesas engañosas

de la pareja.

CAPITULO III

EVALUACIÓN Y ANÁLISIS CRÍTICO DEL TEMA

8.- COMENTARIO

el delito de violación sexual en su evolución ha respondido a criterios

mayormente morales, en donde se basaba erróneamente en una desigualdad e

inferioridad de la mujer frente al hombre, superioridad de la fuerza entre los más

débiles y los más fuertes, el abuso hacia los menores de edad que son más

propensos a esta situación, el derecho penal debe ejercer su potestad punitiva

tomando conceptos morales y previamente comprobados y acreditados en su

momento y también analizando el grado de cultura de cada persona, con esto

señalamos que el estado debe imponer penas basándose en hechos concretos

en donde lo que se busque o lo que se proteja sea la libertad orientada a velar

por lo derechos inherentes del ser humano para esto el estado en su facultad

punitiva debe tomar en cuenta a los hecho como una mera acción, lo cual quiere

decir que no debe tratar de regular las maneras de ser de los hombres, ni
tampoco, menos su personalidad sino única e exclusivamente sus actos, ya

sean positivos o negativos de acción u omisión.

Además el estado debe buscar proteger bienes jurídicos concretos, es decir no

ideales, velar por algo que se supone va a traer mejoras para una sociedad justa.

Finalmente creemos que toda represión debe ser proporcional, es decir no una

sobre criminalización, ni tampoco penas ridículas, cada pena debe ser

proporcional al daño causado.

En la regulación actual contenida en el Código Penal Vigente se hadado un paso

importante a lo antes descrito habida cuenta que la violación no solo se realiza

mediante la introducción del miembro viril del varón en la cavidad vaginal, por

ende se entiende que puede ser incluso realizado a los menores de edad.

Tomando en cuenta que un alto porcentaje de las víctimas son jóvenes que aún

no se han iniciado en la vida sexual, en este caso mujer menor de edad, los

especialistas aclaran que su recuperación es mucho más lenta y dolorosa que la

de mujeres adultas. Sin embargo, por lo general todas reaccionan de la misma

manera: el 90% sufre la consecuencia del shock, se quedan congeladas, no

pueden moverse ni reaccionar ante el embate del victimario.

Un mito muy común y devastador acerca de la violación sexual, es que la

victima de alguna manera es responsable por el crimen. Hemos oído a algunas

personas-incluyendo, lamentablemente, a algunos abogados defensores y

jueces-decir, "¿Que estaba haciendo afuera sola?" o "No debía haber estado

tomando" o "No debía haber estado usando esa ropa.", que se denota en

señalados comentarios mucha predominación del machismo, ya que buscan

justificación del agente activo para tal actitud.


Por lo señalado se concluye : Que en el presente caso el inculpado señalo que

se le había vulnerado el Derecho a la garantía constitucional al debido proceso,

específicamente el derecho al juzgamiento imparcial y justo, por la actuación de

una prueba de oficio –declaración de la víctima– ordenada después de que

culminó la etapa de admisión y actuación de pruebas; también que se ha

vulnerado su derecho a la presunción de inocencia ya que la sentencia

condenatoria se basó en únicamente en la declaración de la agraviada;

asimismo, que se inobservó su derecho de defensa pues se le recortó el tiempo

para formular alegatos. Además, sostiene que se incurre en ilogicidad en su

motivación pues se aprecia error en la interpretación de la prueba; y alega que

se aprecia un apartamiento de la doctrina jurisprudencial establecida por la Corte

Suprema por cuanto se ha inaplicado el Acuerdo plenario Nº 2-2005/CJ-116, al

haber inobservado que las relaciones entre la agraviada y el procesado no deben

estar basadas en el odio, resentimiento, enemistad u otras que puedan incidir en

la parcialidad de la deposición; y además que la declaración de la menor

agraviada es incoherente y no se encuentra corroborada con pruebas periférica

de carácter objetivo, del cual yo no me encuentro de acuerdo en las

observaciones que planteo el abogado defensor del inculpado, sobre el error de

tipo planteado, ya que este presume no saber la edad de la agraviada, ¿Cómo

podría ser eso posible? Si hay una relación entre autor y víctima, en

consideración el parentesco entre el condenado y la menor agraviada, y decir

hay la presencia de un vínculo de parentesco por afinidad entre el condenado y

la agraviada. Desde esa premisa y por todas las actuaciones realizadas en el

presente caso y que estuvieron conforme a ley, me encuentro de acuerdo con la

Sentencia.
Bibliografía:

1.- Bramont Arias Torres, Luis Alberto , Derecho Penal Parte Especial .

2.- Griselda Venero Zegarra, El Delito Sexual, 2006 Editorial Inca S.A

3.- Villa Satín, Javier, Derecho Penal Parte Especial 1998 Editorial San Marcos

4.- Juristas Editores-código Penal vigente

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