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INSTITUTO TECNOLOGICO DE CERRO AZUL

HIDROLOGIA SUPERFICIAL
UNIDAD 3: ESCURRIMIENTO E INFILTRACIÓN

CATEDRATICO:
ING. JESUS MARIA MARTINEZ HERNANDEZ

ALUMNO:
DEL ANGEL ALVINO DANIEL ABRAHAM
DEL ANGEL CARRILLO JORGE ALBERTO
BLANCO GARCIA VÍCTOR ALFONSO
BRAVO SÁNCHEZ DULCE MARÍA

CARRERA:
INGRIA. CIVIL

CD. CERRO AZUL, VER., ABRIL DE 2013


UNIDAD 3: ESCURRIMIENTO E INFILTRACION

3.1.-Proceso de Escurrimiento.

La capacidad de estimar con exactitud la escorrentía que producirán la lluvia y/o el


deshielo es uno de los aspectos más importantes del proceso de predicción de crecidas.

La escorrentía (o escurrimiento) se define como aquella parte de la lluvia, del agua de


deshielo y/o del agua de irrigación que no llega a infiltrarse en el suelo, sino fluye hacia un
cauce fluvial, desplazándose sobre la superficie del mismo. Se denomina también
escorrentía superficial o de superficie.

La escorrentía también comprende el agua que llega al cauce fluvial con relativa rapidez
justo debajo de la superficie. Junto con la escorrentía superficial, este flujo, que se
denomina interflujo o flujo subsuperficial, constituye el volumen de agua que en hidrología
se conoce generalmente como escorrentía o escurrimiento.

El motivo principal del estudio del proceso de escorrentía es la necesidad de estimar la


cantidad de agua que alcanza rápidamente el cauce fluvial. La escorrentía es el elemento
más importante de la predicción de crecidas y puede consistir de agua pluvial o del agua
generada por el derretimiento de la nieve y del hielo. Las condiciones en la cuenca
hidrológica determinan la proporción de lluvia o nieve que se transforma en escorrentía.
Conociendo la cantidad de agua esperada en forma de escorrentía, pueden utilizarse
otras herramientas, como el hidrograma unitario, para calcular el caudal o gasto
correspondiente que se descargará en el cauce.

El movimiento del agua en el suelo es el resultado de tres procesos físicos: entrada,


transmisión y almacenamiento. El proceso de entrada, que también se denomina
infiltración, ocurre en el límite entre el agua y la superficie del suelo. La transmisión es la

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percolación, tanto vertical como horizontal, que puede producirse a cualquier profundidad
en la capa del suelo. El almacenamiento puede ocurrir en cualquier parte del perfil del
suelo y se manifiesta como un aumento en la humedad del suelo.

En términos generales, las condiciones ambientales que influyen en estos tres procesos
se dividen en dos categorías principales: efectos naturales y efectos antropogénicos. A
diferencia de los procesos naturales, que pueden tener varios efectos, la actividad
humana suele reducir la cantidad de agua que penetra en el perfil del suelo y, por
consiguiente, aumenta la escorrentía en la superficie del suelo, con todos sus conocidos.

Empleamos los términos cuenca, cuenca de drenaje y cuenca hidrológica (o hídrica o


hidrográfica) para describir el área que contribuye a la escorrentía. En términos generales,
la escorrentía comienza en la divisoria de las aguas que marca el perímetro de la cuenca.
Toda la escorrentía dentro de una cuenca drena en un único sitio, es decir, la salida o
desagüe de la cuenca.

Si el índice de precipitación excede la capacidad de infiltración, se produce escorrentía


superficial. La escorrentía superficial equivale al índice de pluviosidad o a la velocidad de
deshielo menos la capacidad de infiltración.

Ciclo del escurrimiento


William G. Hoyt describe el ciclo del escurrimiento en cinco fases:

Primera fase
 Comprende la época seca en la que la precipitación es escasa o nula.
 La corriente de los ríos es alimentada por los mantos de agua subterránea.
 La evapotranspiración es bastante intensa, y si esta fase no fuera interrumpida,
llegarían a secarse las corrientes.
 En regiones de clima frío, donde la precipitación es en forma de nieve, si la
temperatura permite el deshielo, habrá agua disponible para mantener las
corrientes fluviales, interrumpiéndose así la primera fase e iniciándose la segunda.

Segunda fase
 Caen las primeras precipitaciones cuya misión principal es la de satisfacer la
humedad del suelo.
 Las corrientes superficiales, si no se han secado, siguen siendo alimentadas por el
escurrimiento subterráneo.
 Si se presenta escurrimiento superficial, éste es mínimo.
 La evapotranspiración se reduce.
 Cuando existe nieve, ésta absorbe parte de la lluvia caída y su efecto de
almacenamiento alargará este segundo período.
 A través del suelo congelado puede infiltrarse el agua precipitada si su contenido
de humedad es bajo.

Tercera fase
 Comprende el período húmedo en una etapa más avanzada.
 El agua de infiltración satura la capa del suelo y pasa, por gravedad, a aumentar
las reservas de agua subterránea.

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 Se presenta el escurrimiento superficial, que puede o no llegar a los cauces de las
corrientes, lo cual depende de las características del suelo sobre el que el agua se
desliza.
 Si el cauce de las corrientes aún permanece seco, el aumento del manto freático
puede ser, en esta fase,suficiente para descargar en los cauces.
 Si la corriente de agua sufre un aumento considerable, en lugar de que sea
alimentada por el almacenamientosubterráneo (corriente efluente), la corriente
contribuirá al incremento de dicho almacenamiento (corrienteinfluente; Figura).

 La evapotranspiración es lenta.
 En caso de que exista nieve y su capacidad para retener la lluvia haya quedado
satisfecha, la lluvia caídase convertirá directamente en escurrimiento superficial.
 Si el suelo permanece congelado, retardará la infiltración, lo que favorecerá al
escurrimiento, pero encuanto se descongele, el escurrimiento superficial
disminuirá y aumentará el almacenamiento subterráneo.

Cuarta fase
 Continúa el período húmedo.
 La lluvia ha satisfecho todo tipo de almacenamiento hidrológico.
 En algunos casos el escurrimiento subsuperficial llega a las corrientes tan rápido
como el escurrimiento superficial.
 El manto freático aumenta constantemente y puede llegar a alcanzar la superficie
del suelo, o bien la velocidad de descarga hacia las corrientes puede llegar a ser
igual a la de recarga.
 Los efectos de la nieve y el hielo son semejantes a los de la tercera fase.

Quinta fase
 El período de lluvia cesa.
 Las corrientes de agua se abastecen del escurrimiento subsuperficial, del
subterráneo y del almacenamiento efectuado por el propio cauce.
 La evapotranspiración empieza a incrementarse.
 En caso de existir nieve, cuando la temperatura está bajo 0º C, produce la
prolongación de esta fase.
 Esta fase termina cuando las reservas de agua quedan de tal manera reducida
que se presentan las características de la primera fase.
3.2.-Tipos de escurrimiento.

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El escurrimiento es la parte de la precipitación que aparece en las corrientes fluviales
superficiales, perennes, intermitentes o efímeras, y que regresa al mar o a los cuerpos de
agua interiores. Dicho de otra manera, es el deslizamiento virgen del agua, que no ha sido
afectado por obras artificiales hechas por el hombre. De acuerdo con las partes de la
superficie terrestre en las que se realiza el escurrimiento, éste se puede dividir (ver figura)
en:

Escurrimiento superficial o escorrentía. Es la parte del agua que escurre sobre el suelo y
después por los cauces de los ríos.

Escurrimiento sub-superficial. Es la parte del agua que se desliza a través de los


horizontes superiores del suelo hacia las corrientes. Una parte de este tipo de
escurrimiento entra rápidamente a formar parte de las corrientes superficiales y a la otra le
toma bastante tiempo el unirse a ellas.

Escurrimiento subterráneo. Es aquél que, debido a una profunda percolación del agua
infiltrada en el suelo, se lleva a cabo en los mantos subterráneos y que, posteriormente,
por lo general, descarga a las corrientes fluviales.

A la parte de la precipitación que contribuye directamente al escurrimiento superficial se le


llama precipitación en exceso.

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El escurrimiento subterráneo y la parte retardada del escurrimiento sub-superficial
constituyen el escurrimiento base de los ríos.

La parte de agua de escurrimiento que entra rápidamente en el cauce de las corrientes es


a lo que se llama escurrimiento directo y es igual a la suma del escurrimiento sub-
superficial más la precipitación que cae directamente en los cauces.

3.3.-Medición de escurrimiento y registros de aforo.

Medida del escurrimiento


Las técnicas y valoración de la medida del agua se agrupan bajo el nombre de
Hidrometría.
Los lugares en los que se realizan las medidas del escurrimiento se denominan
estaciones fluviométricas, hidrométricas o de aforos (Figura).

Con respecto a la medida del escurrimiento, existen algunos términos que se emplean
frecuentemente:

Coeficiente de escurrimiento. Es la relación entre la cantidad de agua escurrida y la


cantidad de agua precipitada. Se expresa en porcentaje.

Nivel de agua. Es la altura del agua de los ríos en la sección en que se mide. Se expresa
en unidades lineales.

Velocidad. Es la relación del espacio recorrido por el agua de las corrientes en un tiempo
determinado. Se puede hablar de velocidad media, superficial o a diferentes
profundidades. Se expresa en m/seg.

Gasto o caudal. Es el volumen de agua que pasa por determinada sección del río en un
intervalo de tiempo.

Resulta de multiplicar la velocidad del agua por el área de la sección donde se midió dicha
velocidad. Se refiere a gasto o caudal instantáneo, máximo, mínimo y medio. Se expresa
en m3/seg.

Avenida. Es el aumento del caudal del río debido a la intensidad o frecuencia de las
precipitaciones. Puede durar horas o días. No necesariamente causa inundaciones.

Aportación. Es el volumen total escurrido en un período determinado: un día, un mes, un


año. Se habla de aportación media anual o escurrimiento medio anual cuando se
promedia la aportación de varios años. Se expresa en m3/seg.

Altura media del escurrimiento. Resulta de dividir el volumen medio total escurrido entre la
superficie de la cuenca. Se expresa en milímetros.

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Medida del nivel de agua
La medida del nivel de agua interesa por la relación que guarda con el caudal que lleva el
río. Los instrumentos que se emplean son los limnímetros y los limnígrafos.Los
limnímetros están destinados a la observación directa del nivel de agua de los ríos. Los
más usados son escalas graduadas hechas de diversos materiales: madera, hierro,
plástico, cerámica, etc. Los más comunes son los de madera. Se colocan normalmente en
la orilla de los ríos, de tal manera que el cero de la escala coincida con el fondo del cauce.
En ocasiones, cuando se quiere estabilizar el cauce del tramo del río escogido para
realizar los aforos, se cubre éste con una capa de concreto y en una de las paredes se
marca la escala limnimétrica. También se puede utilizar el limnímetros por secciones, que
consiste en montar secciones cortas de tal forma que una de ellas siempre quede
accesible (Figura).Los limnígrafos son aparatos que registran continuamente las
variaciones del nivel del agua.Son dos los sistemas fundamentales de funcionamiento de
estos aparatos: uno basado en el registro del movimiento de un flotador y otro basado en
el registro de la variación de la presión del agua.

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En el primer caso, los aparatos constan de un tambor o sistema de rodillos acoplados a
un mecanismo de relojería, un flotador con contrapeso y una caja instrumental que
protege a las partes más delicadas contra la humedad y el polvo. En el tambor o sistema
de rodillos va colocada una gráfica en la que queda registrada la variación del nivel del
agua, el movimiento del flotador, colocado sobre la superficie del agua, mueve una pluma
a lo largo de la gráfica, y cuando llega al borde, invierte su dirección y continúa el registro
en sentido contrario o bien puede seguir atravesando el límite superior de la gráfica y
empezar de nuevo por el límite inferior cuando el mecanismo de relojería es el que
acciona la pluma y el movimiento del flotador acciona el tambor (Figura).

Un aparato registrador tipo flotador requiere de un pozo amortiguador que sirve para
proteger el flotador y los cables de contrapeso de los residuos flotantes y de las olas
superficiales de la corriente (Figura).

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En el caso de los limnígrafos de presión, las fluctuaciones del nivel del agua ejercen
variaciones de presión sobre diversos mecanismos instalados en el fondo del cauce,
según el modelo del aparato, esas variaciones son transmitidas a un manómetro
comunicado con el tambor del limnígrafos en el que se registran gráficamente.

Este tipo de aparatos no requieren pozo amortiguador y se emplean en ríos con orillas
muy tendidas (Figura).

Toda instalación de limnígrafos exige una instalación de limnímetros para referencia.

Medida de la velocidad del agua


Los aparatos más empleados para medir la velocidad de las corrientes de agua son los
molinetes (fluviómetros).El mecanismo de su funcionamiento consiste en que el
movimiento de la corriente hace girar un eje a través de una hélice o sistema similar.
Mientras la velocidad de la corriente permanezca constante, el eje girará también con una
velocidad constante, de manera que al medir la velocidad de rotación del eje, mediante
una fórmula, se puede conocer la velocidad de la corriente; dicha fórmula viene indicada
en el aparato. La velocidad del eje se mide a través de un circuito eléctrico que permite
salvar la distancia del observador al aparato. Así, cada determinado número de
revoluciones del eje suena un timbre, cuyos golpeteos se pueden contrastar fácilmente
con un cronómetro, llegando a conocer con suficiente exactitud el número de revoluciones
por minuto.Existen diversos tipos de molinete, pero en general todos constan del molinete
propiamente dicho, de un contrapeso estabilizador y del sistema de sustentación que
puede ser de barras o tornos (Figura).

Aforos

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La manera más práctica de utilizar el molinete para aforar es la que se realiza dividiendo
la superficie libre de una sección transversal del río en varias fajas verticales, fijando en
cada una de ellas un punto cuya vertical constituye la mediana. El primero y último de los
puntos deben estar muy próximos a una y otra orillas, respectivamente. Se sitúa el
molinete en cada una de las medianas a distintas profundidades, con lo que se logra
conocer la velocidad del río a esas diferentes profundidades en diversas verticales
(Figura). Para el cálculo del aforo se multiplica la velocidad media de cada vertical, que se
presenta aproximadamente a los 6/10 de la profundidad, por el área de la faja
correspondiente y sumando el gasto obtenido en cada una de ellas se tiene el caudal que
pasa por esa sección transversal.

Otra manera de determinar el gasto de un río es por medio de flotadores. Un flotador


puede ser cualquier cuerpo que flota en la corriente de agua.

Se señalan dos secciones transversales medidas, situadas a una distancia conocida (L)
que constituya un trazo lo más recto posible del río. Se divide la corriente en tres o más
canales y se arrojan en ellos varios flotadores aguas arriba de la primera sección
transversal y se miden los tiempos invertidos al pasar de una sección a otra, repitiendo
esta operación varias veces con objeto de obtener con mayor aproximación el valor de la
velocidad de las aguas. Se deduce la media aritmética de los tiempos (tm) de cada canal
y la velocidad media (vc) de cada uno de ellos:

Por último, se determina el caudal total cuyo valor será la suma de los caudales de cada
canal obtenidos al multiplicar la velocidad media de cada canal por el área transversal de
los mismos.

Un tercer procedimiento son los aforos químicos, en los que se emplean fórmulas
basadas en la variación de concentración que experimenta una solución al ser vertida
sobre el cauce de un río en el cual circula un caudal determinado que se trata de conocer.

En ocasiones, cuando el gasto de la corriente es escaso, se hace una construcción


especial, un vertedor, a través del cual se canaliza el agua y se afora mediante una
fórmula que toma en cuenta, entre otros factores, la forma del vertedor y la altura que
alcanza el agua en el mismo.

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3.4.-Análisis de registros de escurrimiento.

El análisis del hidrograma de una avenida tiene una forma típica, que a pesar de que
puede variar en sus detalles de una cuenca a otra y de una tormenta a otra, se pueden
identificar las siguientes partes que lo conforman, según la figura 4.4:

 A.- Punto de levantamiento.en este punto, el agua proveniente de la tormenta bajo


análisis comienza a llegar a la salida de la cuenca y se produce inmediatamente
después de iniciada la tormenta, durante la misma o incluso cuando ya ha
transcurrido algún tiempo después de que ceso de llover, dependiendo de varios
factores entre los que se pueden mencionar: el tamaño de la cuenca, su sistema
de drenaje y suelo, la intensidad y duración de la lluvia, etc.

 B.- Punto de cambio de pendiente en el hidrograma de ascenso.este punto nos


indica la disminución o terminación de la precipitación en exceso.

 Pico.es el gasto máximo que se produce por la tormenta, con frecuencia es el


punto más importante de un hidrograma para fines de diseño.

 Punto de inflexión. en este punto es aproximadamente cuando termina el flujo


sobre el terreno y de aquí en adelante lo que queda de agua en la cuenca escurre
por los canales y como escurrimiento subterráneo.

 Final del escurrimiento directo.de este punto en adelante el escurrimiento es sólo


de origen subterráneo. Normalmente se acepta como el punto de mayor curvatura
de la curva de recesión aunque pocas veces se distingue de fácil manera.

 Tiempo pico. es el tiempo que transcurre desde el punto de levantamiento (A)


hasta el pico del hidrograma (C).

 Tiempo base. es el tiempo que transcurre desde el punto de levantamiento (A)


hasta el punto final del escurrimiento directo (E). Es entonces el tiempo que dura el
escurrimiento directo.El análisis del hidrograma de una avenida aislada, se realiza
fundamentalmente para encontrar su relación con la tormenta que lo produce. En
este sentido, lo primero que se requiere es separar el escurrimiento directo, del
escurrimiento base.

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La figura anterior muestra la separación de los dos escurrimientos en un hidrograma. Los
métodos más utilizados para trazar la frontera entre el escurrimiento directo y la base son:

 Método a. La frontera se define trazando una recta horizontal que parte del punto
de inflexión que muestra el inicio del escurrimiento directo y llega hasta donde
corta al hidrograma, ver figura 4.4.

 Método b. La frontera se define trazando una recta entre los puntas A y E. Para
encontrar el punta E se obtiene la curva de vaciado del escurrimiento base,
analizando primero una serle de hidrogramas y seleccionando tramos en los que
sólo exista escurrimiento base figura 4.5.

La curva de vaciado deducida se superpone al hidrograma por analizar haciéndola


coincidir en el extremo derecho y se determina el punto E como aquel en que la curva se
separa del hidrograma como lo muestra en la figura siguiente:

 Método c. La frontera se define mediante los siguientes pasos:

 Se traza una horizontal a partir del punto de inflexión A, hasta la proyección del
punto C que corresponde al gasto máximo (punto C’ de la figura 4.6)
 Se calcula N por medio de la expresión:

𝑁 = 0.87 ∗ 𝐴2

Dónde:
A = es el área de la cuenca hidrológica, en km2
N = es el tiempo de vaciado de la cuenca, en días

 A partir del punto C’ se toma una distancia horizontal igual a –N para definir el
punto E
 Se traza una recta entre C’ y E.

Porción del hidrograma que corresponde al escurrimiento base

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La selección del método depende de consideraciones subjetivas basada en la precisión
que se requiera del número de hidrogramas por analizar, etc.

Análisis Estadístico De Escurrimientos.


El análisis de escurrimientos puede enfocarse a eventos definidos en intervalos
relativamente grandes, esto es, a los escurrimientos mensuales o a eventos
extraordinarios que ocurren en intervalos de tiempo relativamente cortos, por ejemplo,
gastos máximos durante la época de avenidas. Existen varios análisis estadísticos que
pueden realizársele a una serie de datos de escurrimiento en donde uno de los más
importantes, es el análisis estadístico de gastos máximos.

Análisis Estadístico De Gastos Máximos.


Este tipo de análisis de gastos máximos permite estimar la probabilidad de que un
determinado valor del gasto sea alcanzado o sobrepasado al menos una vez durante la
vida útil de la estructura en estudio. El procedimiento es el siguiente:

1.- Del registro histórico de escurrimientos, se selecciona el valor del gasto máximo de
cada año.

2.- Los valores seleccionados se ordenan de mayor a menor y se les asigna un número
de orden i, tal que i = 1, para el valor mayor; i = 2, el siguiente y así sucesivamente hasta
que i = N, para el menor (N es el número de años del registro). Los valores así ordenados
se designan con Tm.

3.- Se estima el período de retorno correspondiente a cada valor por medio del inverso de
la expresión de Weibull
𝑁+1
𝑇𝑚 = 𝑖
.

4.- Se estima la probabilidad de que en un año cualquiera el gasto máximo sea menor que
cada valor Tm, mediante la ecuación:
1
𝐹(𝑌𝑖) = 1 −
𝑇𝑚

5.- Con base a estos valores se ajusta alguna función de las ya mencionadasen el inciso
3.6.3 y se grafican. Se recomienda utilizar la función Gumbel.

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3.5.-Proceso de Infiltración.

La infiltración es el proceso por el cual el agua en la superficie de la tierra entra en el


suelo.

La tasa de infiltración, en la ciencia del suelo, es una medida de la tasa a la cual el suelo
es capaz de absorber la precipitación o la irrigación. Se mide en pulgadas por hora o
milímetros por hora. Las disminuciones de tasa hacen que el suelo se sature. Si la tasa de
precipitación excede la tasa de infiltración, se producirá escorrentía a menos que haya
alguna barrera física. Está relacionada con la conductividad hidráulica saturada del suelo
cercano a la superficie. La tasa de infiltración puede medirse usando un infiltrómetro.

La infiltración está gobernada por dos fuerzas: la gravedad y la acción capilar. Los poros
muy pequeños empujan el agua por la acción capilar además de contra la fuerza de la
gravedad. La tasa de infiltración se ve afectada por características del suelo como la
facilidad de entrada, la capacidad de almacenaje y la tasa de transmisión por el suelo. En
el control de la tasa y capacidad infiltración desempeñan un papel la textura y estructura
del suelo, los tipos de vegetación, el contenido de agua del suelo, la temperatura del suelo
y la intensidad de precipitación. Por ejemplo, los suelos arenosos de grano grueso tienen
espacios grandes entre cada grano y permiten que el agua se infiltre rápidamente. La
vegetación crea más suelos porosos, protegiendo el suelo del estancamiento de la
precipitación, que puede cerrar los huecos naturales entre las partículas del suelo, y
soltando el suelo a través de la acción de las raíces. A esto se debe que las áreas
arboladas tengan las tasas de infiltración más altas de todos los tipos de vegetación.

La capa superior de hojas, que no está descompuesta, protege el suelo de la acción de la


lluvia, y sin ella el suelo puede hacerse mucho menos permeable. En las áreas con
vegetación de chaparral, los aceites hidrofóbicos de las hojas suculentas pueden
extenderse sobre la superficie del suelo con el fuego, creando grandes áreas de suelo
hidrofóbico. Otros eventos que pueden bajar las tasas de infiltración o bloquearla son los
restos de plantas secas que son resistentes al remojo, o las heladas. Si el suelo está
saturado en un período glacial intenso, puede convertirse en un cemento congelado en el
cual no se produce casi ninguna infiltración. Sobre una línea divisoria de aguas
probablemente habrá huecos en el cemento helado o el suelo hidrofóbico por donde el
agua puede infiltrarse.

Una vez que el agua se ha infiltrado en el suelo, permanece allí y se filtra al agua
subterránea, o pasa a formar parte del proceso de escorrentía subsuperficial.

Proceso de infiltración.
El proceso de infiltración puede continuar sólo si hay espacio disponible para el agua
adicional en la superficie del suelo. El volumen disponible para el agua adicional depende
de la porosidad del suelo y de la tasa a la cual el agua antes infiltrada puede alejarse de la
superficie a través del suelo. La tasa máxima a la que el agua puede entrar en un suelo se
conoce como capacidad de infiltración. Si la llegada del agua a la superficie del suelo es
menor que la capacidad de infiltración, toda el agua se infiltrará. Si la intensidad de
precipitación en la superficie del suelo ocurre a una tasa que excede la capacidad de
infiltración, el agua comienza a estancarse y se produce la escorrentía sobre la superficie
de la tierra, una vez que la cuenca de almacenamiento está llena. Esta escorrentía se
conoce como flujo terrestre hortoniano. El sistema hidrológico completo de una línea
divisoria de aguas se analiza a veces usando modelos de transporte hidrológicos,

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modelos matemáticos que consideran la infiltración, la escorrentía y el flujo de canal para
predecir las tasas de flujo del río y la calidad del agua de la corriente.

Investigaciones sobre la infiltración.


Robert E. Horton (1933) sugirió que la capacidad de infiltración rápidamente disminuía
durante la fase inicial de una tormenta y luego tendía hacia un valor aproximadamente
constante después de un par de horas. El agua antes infiltrada llena los almacenes
disponibles y reduce las fuerzas capilares que hacen entrar el agua en los poros. Las
partículas de arcilla en el suelo pueden hincharse cuando se mojan, y así reducen el
tamaño de los poros. En áreas donde la tierra no está protegida por una capa de residuos
forestales, las gotas de lluvia pueden separar las partículas del suelo superficial y lavar las
partículas finas en los poros superficiales, lo que puede impedir el proceso de infiltración.

Infiltración en la recogida de aguas residuales.


Los sistemas de recogida de aguas residuales consisten de un juego de líneas, uniones y
estaciones elevadoras para comunicar las aguas residuales con una planta de tratamiento
de agua. Cuando estas líneas se ven comprometidas por ruptura, rajas o invasión de la
raíz de un árbol, puede producirse infiltración de aguas pluviales. Esta circunstancia a
menudo conduce a un desbordamiento de alcantarillas, o la descarga de aguas residuales
no tratadas al entorno.

Métodos de cálculo de la infiltración.


Hay varias formas de estimar el volumen y/o la tasa de infiltración del agua en un suelo.
Algunos métodos de valoración excelentes son el método Verde-Ampt, el método de SCS,
el método de Horton, y la ley de Darcy.

3.6.-Medición de la infiltración.

Los métodos para medir la infiltración se dividen en métodos directos e indirectos.

 Métodos directos: Valorar la cantidad de agua infiltrada sobre una superficie de


suelo:

Lisímetros: Es un depósito enterrado, de paredes verticales, abierto en su parte superior y


relleno del terreno que se quiere estudiar. La superficie del suelo está sometida a los
agentes atmosféricos y recibe las precipitaciones naturales. El agua de drenaje es
medida, al igual que la humedad y la temperatura del suelo a diferentes profundidades.
Los inconvenientes son la necesidad de períodos largos, la reconstrucción del suelo no es
adecuada ya que no se reproduce exactamente igual el proceso que el mismo sufrió
debido al accionar de la naturaleza y el hombre.

Simuladores de lluvia: Aplican agua en forma constante reproduciendo lo más fielmente el


acontecer de la precipitación. Las gotas son del tamaño de las de la lluvia y tienen una
energía de impacto similar, comparándose los efectos. Varían en tamaño, cantidad de
agua necesaria y método de medición. El área de lluvia es variable entre 0,1 m2 y 40 m2.
La diferencia entre precipitación y escorrentía representa la valoración del volumen
infiltrado.

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Infiltrómetros: Para realizar el ensayo de infiltración en el campo se utiliza el infiltrómetro.
Es un aparato sencillo, de uno o dos tubos de chapa de diámetro fijo. Se clava en el suelo
a una profundidad variable, se le agrega una cierta cantidad de agua y se observa el
tiempo que tarda en infiltrarse.
Tubos: Es un tubo de cilíndrico de 0,20 a 0,25 cm de diámetro y un alto de 0,60 m, que se
hinca en el suelo, midiéndose el descenso del agua, con el principal inconveniente que el
agua infiltrada por el círculo del fondo, en las zonas del suelo a los lados del aparato
participan también en la infiltración; dando medidas superiores a la realidad.

Infiltrómetros: Son dos anillos concéntricos, usándose el interior, de 23 cm. de diámetro


para determinar la velocidad de infiltración, mientras que el exterior de 35 cm se inunda a
las mismas profundidades para disminuir los efectos de frontera en el anillo interior. Los
anillos se insertan en el suelo a la profundidad mínima necesaria para evitar las fugas de
los mismos. La medición es menor que la anterior y más concordante con la capacidad
real del suelo.

El método de Muntz trabaja con los mismos anillos pero cambia la forma de medir: junto al
cilindro interior se entierra una punta, colocándose una determinada cantidad de agua por
encima y repitiendo la medición en intervalos de tiempo y descenso del agua.

Los principales inconvenientes, aparte del carácter local de la experiencia, son que el
suelo se modifica al clavar el tubo, y no hay efectos de compactación, ni de arrastre de
finos, ni del aire.
Se aclara que el terreno no es preparado para el ensayo de infiltración, si no que se hace
sobre el terreno natural. Como la medición varía según el estado de humedad inicial
existente al momento del ensayo, deben realizarse una serie de ensayos para distintos
grados de humedad.

 Métodos indirectos: Se determina la capacidad de infiltración considerando una


cuenca perfectamente controlada, con datos precisos de precipitación,
evaporación y escorrentía, se puede determinar la infiltración.

Ensayo de infiltración: Los ensayos de infiltración permiten conocer la variación de la


capacidad de infiltración en función del tiempo, decreciente a medida que transcurre el
mismo.

Los ensayos más simples y difundidos son los que se desarrollan con los anillos
concéntricos. Los datos obtenidos de campo se vuelcan en una planilla registrándose las
distintas alturas de agua y los tiempos correspondientes. Los intervalos de tiempo
dependen del suelo donde se hace la medición. Con los datos de altura y tiempo se
obtienen los deltas de ambos.La capacidad de infiltración se obtiene haciendo el cociente
entre cantidad de agua infiltrada y el intervalo de tiempo: f = Variación altura / Variación de
tiempo.

Se obtienen dos curvas: De lámina acumulada, y la curva de capacidad de infiltración,


ambas en función del tiempo:

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Ecuación de Horton: Desarrolló una ecuación matemática para definir la curva de
capacidad de
infilración:

Dónde:
Fo: Capacidad de infiltración inicial o máxima.
Fb: Capacidad de infiltración básica o mínima.
K: Constante de decaimiento.
T: Tiempo desde el inicio del ensayo.

Los valores de fo, fb y K están asociados a los suelos y a su cubierta vegetal. Se


determina fo en suelo completamente seco y fb en suelo totalmente saturado.

El postulado de Horton establece que la curva que representa la capacidad de infiltración


se manifiesta de esa manera, solo y solo si la intensidad de precipitación es mayor que la
capacidad de infiltración del suelo analizado. Este principio o postulado es debidamente
respetado en el ensayo de infiltración de doble anillo, porque siempre hay agua en
superficie que satisface la capacidad de absorción que tiene el suelo en su grado máximo
o potencial, cualquiera sea el tiempo que transcurre desde el inicio del ensayo.

3.7.-Análisis de la infiltración.

El análisis de la infiltración en el ciclo hidrológico es de importancia básica en la relación


entre la precipitación y el escurrimiento, por lo que a continuación se introducen los
conceptos que la definen, los factores que la afectan, los métodos que se usan para
medirla y el cálculo de dicha componente en grandes cuencas.

La infiltración es el proceso por el cual el agua penetra desde la superficie del terreno
hacia el suelo. En una primera etapa satisface la deficiencia de humedad del suelo en una
zona cercana a la superficie, y posteriormente superado cierto nivel de humedad, pasa a
formar parte del agua subterránea, saturando los espacios vacíos.

Factores que afectan la capacidad de infiltración:Influyen en el proceso de infiltración:


entrada superficial, transmisión a través del suelo, capacidad de almacenamiento del
suelo, características del medio permeable, y características del fluido.

Entrada superficial: La superficie del suelo puede estar cerrada por la acumulación de
partículas que impidan, o retrasen la entrada de agua al suelo.

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Transmisión a través del suelo: El agua no puede continuar entrando en el suelo con
mayor rapidez que la de su transmisión hacia abajo, dependiendo de los distintos
estratos.

Acumulación en la capacidad de almacenamiento: El almacenamiento disponible depende


de la porosidad, espesor del horizonte y cantidad de humedad existente.

Características del medio permeable: La capacidad de infiltración está relacionada conel


tamaño del poro y su distribución, el tipo de suelo –arenoso, arcilloso-, la vegetación, la
estructura y capas de suelos.

4.1 Evaporación, evapotranspiración e intercepción

La evaporación y la transpiración son las vías de abstracción hídrica básicas del ciclo
hidrológico. Durante la escorrentía, la cuantía de las abstracciones es desdeñable. La
mayor parte de la evaporación y de la transpiración se produce entre episodios de
escorrentía, que suelen ser de duración prolongada. Por ello, las abstracciones son
especialmente importantes durante esos períodos intermedios. El efecto combinado de la
evaporación y de la transpiración se denomina evapotranspiración. Sobre grandes
extensiones terrestres de las zonas templadas, aproximadamente dos tercios de la
precipitación anual experimenta evapotranspiración, mientras que el tercio restante
discurre en forma de corrientes de agua y aguas subterráneas hacia los océanos. En
regiones áridas, la evapotranspiración puede ser todavía más cuantiosa, devolviendo a la
atmósfera hasta un 90 por ciento o más de la precipitación anual. La evaporación
establece también un vínculo entre la hidrología con las ciencias atmosféricas y, en su
variante de transpiración, con la agronomía.

Evaporación
Se entiende por evaporación el proceso en virtud del cual el agua pasa del estado líquido
o sólido al estado gaseoso mediante la transferencia de energía calórica. En el ciclo
hidrológico la evaporación es un proceso importante, hasta el punto de que, a nivel
continental, entre un 70 y un 75 por ciento de la precipitación anual total retorna a la
atmósfera por evaporación y transpiración. En climas cálidos, la pérdida de agua por
evaporación en ríos, canales y equipos de almacenamiento de agua a cielo abierto es de
vital importancia, ya que la evaporación detrae una proporción considerable del suministro
total de agua. La mayor parte del agua utilizada para fines beneficiosos acaba retornando
a los ríos y acuíferos y puede ser reutilizada, mientras que el agua perdida por
evaporación desaparece completamente del suministro aprovechable. Incluso en áreas
húmedas, la pérdida por evaporación es notable, aunque la acumulación de precipitación
tiende a enmascararla, de modo que no se reconoce salvo en períodos sin lluvia.

Transpiración
La transpiración se define como un proceso fisioló- gico natural de las plantas,
consistente en que el agua almacenada en el suelo en forma de humedad es captada por
las raíces, recorre la estructura de la planta y se evapora a través de unas células foliares
denominadas estomas. La cantidad de agua almacenada en una planta representa menos
del 1 por ciento de la que pierde durante la estación de crecimiento. Desde un punto de
vista hidrológico las plantas son, pues, como dispositivos de bombeo que extraen agua
del suelo y la elevan hasta la atmósfera.

17
Evapotranspiración
Se define la evapotranspiración como el vapor de agua producido en una cuenca fluvial
por efecto del crecimiento de su flora. La evaporación y los usos fitonutrientes abarcan la
transpiración vegetal y la evaporación en superficies libres, el suelo, la nieve, el hielo y la
vegetación. Será importante distinguir aquí entre en la evapotranspiración y los usos
fitonutrientes. Los usos fitonutrientes solo difieren de la evapotranspiración en que
abarcan el agua utilizada para formar los tejidos vegetales (Singh, 1994). Al calcular la
evapotranspiración se incluyen tanto la transpiración como la evaporación del suelo. La
evapotranspiración real se puede determinar analizando al mismo tiempo los registros de
pluviosidad y de escorrentía de una cuenca fluvial. Hay una diferencia importante entre la
evapotranspiración y la evaporación en superficies libres. La transpiración está asociada
al crecimiento de la planta y, por lo tanto, solo habrá evapotranspiración cuando la planta
está creciendo, lo que dar lugar a variaciones diurnas y estacionales. La transpiración
añade pues estas variaciones al volumen anual normal de evaporación en superficies
libres.

4.2 medición de la evaporación

Métodos directos
Aunque existen métodos razonablemente exactos de medición de la evaporación y de la
evapotranspiración mediante tanques de evaporación y pequeñas masas de agua y de
suelo, no es actualmente posible medir de manera directa cualquiera de esos fenómenos
en grandes superficies de agua o de tierra. Sin embargo, se han desarrollado varios
métodos indirectos que arrojan resultados aceptables. A tal fin se utilizan tanques de
evaporación y lisímetros, como se explica en el presente capítulo. En embalses y parcelas
de terreno o cuencas pequeñas es posible obtener valores estimativos mediante métodos
de balance hídrico o balance energético, métodos aerodinámicos y otros. Estas técnicas
se examinan en el presente capítulo únicamente desde el punto de vista de los
instrumentos y de las necesidades de observación. Se aborda también en este capítulo,
por separado, el cálculo de la evaporación y de la evapotranspiración en superficies de
agua y de tierra mediante métodos indirectos

Evaporación en tanque
Para estimar la evaporación en masas de agua libre se utilizan por lo general registros de
evaporación en tanque. Los tanques pueden ser de sección cuadrada o circular,
instalados enteramente por encima del terreno o insertados en éste de modo que el nivel
de agua sea aproximadamente el mismo que el del suelo. Pueden estar también
instalados en plataformas flotantes ancladas, en la superficie de lagos u otras masas de
agua.
El nivel de agua en el tanque se medirá con exactitud antes y después de llenar éste. Esta
operación puede efectuarse mediante dos procedimientos:
a) determinando el nivel de agua mediante un dispositivo de gancho, consistente en una
balanza móvil con vernier provista de un gancho y confinada en una cámara con agua
detenida sobre el tanque. Sería posible utilizar también un flotador. Mediante un recipiente
calibrado, se agrega o retira agua en cada observación de modo que el nivel de ésta se
mantenga en un valor previamente especificado; y
b) el nivel de agua puede determinarse también mediante el procedimiento siguiente:
i) se coloca un recipiente de pequeño diámetro provisto de una válvula sobre una
superficie de trabajo situada bajo la superficie del agua en el tanque;

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ii) se abre la válvula, y se permite que el nivel de agua en el recipiente se iguale con el
del tanque; y iii) se cierra la válvula, y se determina con exactitud el volumen del agua en
el recipiente mediante un tubo graduado.

La altura del agua sobre la superficie de trabajo se determina a partir del volumen de agua
contenido en el recipiente y de las dimensiones de éste. La evaporación diaria se calcula
en base a la diferencia de nivel de agua en el tanque en días sucesivos, corregida para
tener en cuenta la precipitación caída durante ese período. La cantidad de evaporación
sobrevenida entre dos observaciones del nivel de agua en el tanque se determina
mediante la expresión siguiente: E = P ± Δd (4.1) donde P es la altura de la precipitación
durante el período transcurrido entre ambas mediciones, y Δd es la altura del agua
agregada (+) o retirada (–) del tanque. Se utilizan varios tipos de tanques de evaporación
automáticas. En el tanque, el nivel de agua se mantiene automáticamente constante
mediante descargas de agua provenientes de un depósito de almacenamiento, o
extrayendo agua del tanque en caso de precipitación. Seguidamente se registra la
cantidad de agua añadida o retirada del tanque.

Evaporación de nieve
En muchos países se utilizan evaporímetros de polietileno o plástico incoloro para medir
la evaporación o la condensación en una capa de nieve. Los evaporímetros de nieve
tendrán una superficie mínima de 200 cm2 y una profundidad de 10 cm. Tras extraer una
muestra de nieve para llenar el evaporímetro, se mide su peso total y se nivela el
evaporímetro con la superficie de la nieve. Se procurará que las características de la
superficie de la muestra situada en el evaporímetro sean similares a las de la capa de
nieve en que se haya instalado el instrumento. Al término del período de medición, se
extrae de la nieve el evaporímetro, se limpian sus rebordes y se efectúa una segunda
pesada. La diferencia entre los pesos inicial y final es convertida en valores de
evaporación o condensación, expresados en centímetros. Las mediciones efectuadas en
el transcurso de precipitaciones o ventiscas de nieve no serán válidas. Durante la fusión,
se pesarán los evaporímetros y se extraerán nuevas muestras a intervalos más
frecuentes ya que, al asentarse, la capa de nieve expondrá el borde del evaporímetro y
alterará el flujo de aire sobre la muestra

Métodos indirectos
Debido a los problemas que plantean las mediciones directas de la evaporación en lagos
y embalses, se utilizan frecuentemente métodos indirectos basados en el balance hídrico
y energético, métodos de tipo aerodinámico, o combinaciones de ambos. Los elementos
meteorológicos incorporados en que se basan estos métodos son la radiación solar y de
onda larga, la temperatura superficial del aire y de la superficie del agua, la humedad
atmosférica o la presión de vapor, y el viento. En las secciones siguientes se describen
los instrumentos y procedimientos observacionales utilizados para medir tales elementos.
En secciones posteriores del presente capítulo se expondrá la manera de utilizar estas
observaciones para la aplicación de diversos métodos indirectos de estimación de la
evaporación.

Radiación solar
La radiación solar total incidente (de onda corta) se medirá en un emplazamiento cercano
al embalse mediante un piranómetro, y los resultados serán registrados de manera
continua. La radiación entrante de onda corta sobre una superficie horizontal se mide con
un piranómetro. La mayoría de los piranómetros modernos están basados en termopilas

19
multiunión, y están cubiertos de cúpulas de vidrio simple o doble que permiten únicamente
el paso de la radiación en el intervalo de 0,3 a 3 µm hasta la superficie sensible del
piranómetro Algunos tipos de piranómetro presentan una superficie negra a la que se
conectan la mitad de las termouniones, mientras que las restantes están situadas de
modo que perciban la lenta variación de la temperatura de referencia en un bloque del
latón apantallado de gran tamaño. Otros modelos presentan una superficie sensible
constituida por varias superficies pintadas de blanco y de negro, con termouniones en
ambos casos.
Radiación de onda larga La radiación de onda larga se mide indirectamente mediante
radiómetros de placa. Estos instrumentos no presentan una respuesta selectiva a
diferentes longitudes de ondas, por lo que miden la totalidad del espectro. La radiación de
onda larga se calcula en términos de la diferencia entre la radiación total recibida del sol y
del cielo, tal como es observada por el radiómetro; la radiación solar se mide mediante un
piranómetro instalado en el mismo emplazamiento. Hay un tipo de radiómetro de onda
larga consistente en una placa de 5 cm2 instalada horizontalmente en la vía de salida de
un pequeño ventilador. La placa está situada entre una superficie superior de aluminio
pintado de negro y una superficie inferior de aluminio pulimentada. Una termopila mide el
gradiente vertical de temperatura al través de una lámina aislante, que constituye la capa
central. La tensión en la termopila es proporcional al flujo de calor descendente a través
de la placa, que a su vez es proporcional a la energía recibida por la superficie negra, una
vez restada la radiación de cuerpo negro. Con el fin de descartar los efectos de ésta, se
medirá mediante un termopar la temperatura de la superficie negra. La vía de salida del
ventilador tiene por objeto reducir al mínimo los efectos del viento sobre el coeficiente de
calibración del aparato.

Temperatura del aire


La temperatura del aire se medirá a 2 m de altura sobre la superficie del agua, en las
proximidades del centro del embalse. En embalses de pequeño tamaño, la temperatura
del aire podría no alterarse apreciablemente a su paso a través de la superficie del agua,
en cuyo caso podrán efectuarse mediciones satisfactorias en un emplazamiento situado
en la orilla, viento arriba.

Temperatura de la superficie del agua


Para medir la temperatura del agua se utilizan varios tipos de termómetros, como los de
mercurio en vidrio o de mercurio en acero (incluidos los de máxima y mínima y los de
inversión), de resistencia de platino o termistor con circuito electrónico y medidor o
registrador, y los termómetros de termopar con voltímetro, con o sin registrador. El
termómetro más adecuado se determinará en función de la aplicación deseada. Así, para
las observaciones directas lo ideal sería un termómetro de mercurio en vidrio, mientras
que para los registros continuos podrán utilizarse dispositivos de resistencia o termopar.

Humedad o presión de vapor del aire


Las mediciones de humedad se efectúan en el mismo lugar que las de temperatura del
aire. Para registrar los valores de observación, los instrumentos más adecuados son
psicrómetros provistos de un termómetro de termopar. Los termómetros de termopar
descritos en la sección precedente sobre la temperatura del aire, juntamente con un
termó- metro de termopar adicional que registre temperaturas de bulbo húmedo,
proporcionarán unos resultados adecuados.

Viento

20
La velocidad del viento se medirá en las proximidades del centro del lago o embalse, a
una altura de 2 m por encima de la superficie del agua. En la práctica, se utiliza una balsa
anclada, sobre la que se instalan los instrumentos. Cualquier tipo de anemómetro
estándar adecuado para transmitir indicaciones o registros a distancia será apropiado
para determinar promedios diarios de la velocidad del viento.

Medición de la evapotranspiración

Evaporímetros de suelo y lisímetros Para estimar la evapotranspiración pueden utilizarse


evaporímetros de suelo y lisímetros, métodos basados en el presupuesto hídrico o
térmico, métodos de difusión turbulenta, o diversas fórmulas empíricas basadas en datos
meteorológicos. La utilización de evaporímetros de suelo y lisímetros permite medir
directamente la evapotranspiración en diferentes superficies de tierra, así como la
evaporación del suelo en terrenos con plantas cultivadas. Estos instrumentos son
sencillos y exactos, siempre que se respeten todos los requisitos relativos a su instalación
y a las técnicas de observación.
La transpiración de la vegetación es, en términos estimados, la diferencia entre la
evapotranspiración medida y la evaporación del suelo medida contemporáneamente. Los
evaporímetros de suelo y los lisímetros pueden clasificarse atendiendo a su modo de
funcionamiento: a) por peso, que utilizan balanzas mecánicas para reflejar los cambios del
contenido de agua; b) por hidráulica, basados en el principio hidrostático de pesada; y c)
por volumetría, que mantienen constante el contenido de agua, midiendo la
evapotranspiración en términos de la cantidad de agua agregada o extraída.
No existe un único instrumento estándar para medir la evapotranspiración. Los requisitos
generales con respecto a la situación de los emplazamientos para medir la evaporación
son: a) el emplazamiento seleccionado debería ser representativo del área circundante en
cuanto a las características de riego y de suelo (textura, estratificación, tipo genético), así
como a la pendiente y a la cubierta vegetal; y b) el emplazamiento estará alejado de la
influencia de edificios y árboles. Estará instalado a una distancia no inferior a entre 100 y
150 m de la linde de la parcela, y a no más de 3 a 4 km de la estación meteorológica. Los
monolitos de suelo incorporados a los evaporímetros y lisímetros habrán sido extraídos en
un radio de 50 m de la parcela, y tanto el suelo como la cubierta vegetal del monolito se
corresponderán con los de la parcela.

4.3 uso consuntivo


Transpiración
Es el agua que se despide en forma de vapor de las hojas de las plantas. Esta agua es
tomada por las plantas del suelo.
Evapotranspiración
Es la combinación de evaporación y transpiración.
Uso consuntivo

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Es la combinación de la evapotranspiración y el agua que las plantas retienen para su
nutrición. Esta última cantidad es pequeña en comparación con la evapotranspiración
(aproximadamente representa sólo el 1 %), por lo que los términos evapotranspiración y
uso consuntivo se usan como sinónimos. El conocimiento de la evapotranspiración o uso
consuntivo es un factor determinante en el diseño de sistemas de riego, incluyendo las
obras de almacenamiento, conducción, distribución y drenaje. Especialmente, el volumen
útil de una presa para abastecer una zona de riego, depende en gran medida del uso
consuntivo.

22
Unidad 5. Avenidas máximas.

5.1 Escurrimiento en cuencas no aforadas

Escurrimiento:

De acuerdo con el ciclo hidrológico, el escurrimiento se puede definir como la porción de


la precipitación pluvial que ocurre en una zona o cuenca hidrológica y que circula sobre o
debajo de la superficie terrestre y que llega a una corriente para ser drenada hasta la
salida de una cuenca o bien alimentar un lago, si se trata de cuencas abiertas o cerradas,
respectivamente.

Cuenca:

La cuenca es aquella superficie en la cual el agua precipitada se transfiere a las partes


topográficas bajas por medio del sistema de drenaje, concentrándose generalmente en un
colector que descarga a otras cuencas aledañas, o finalmente al océano. La cuenca
hidrológica, junto con los acuíferos, son las unidades fundamentales de la hidrología.

Aforos:

La medición de la velocidad de una corriente, la información geométrica de la sección


donde se mide y el registro de los niveles del agua, proporcionando la base para el
volumen que pasa por el cauce en una unidad de tiempo; a este proceso de cuantificación
se le da el nombre de aforo.

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Avenida máxima:

Se define como avenida máxima al máximo caudal que se puede presentar a la salida de
una cuenca y siempre será consecuencia de una lluvia máxima. Se define como lluvia
máxima a la mayor altura de agua que meteorológicamente puede darse durante un
tiempo dado y en un periodo de tiempo fijado.

Estudio hidráulico

Las partidas importante de los estudios hidrológicos son el caudal, la escorrentía y la


sedimentación.

Los datos necesarios sobre el caudal y escorrentía son:

a. El caudal máximo o de inundación para proyectar las obras de ingeniería


b. El caudal mínimo para calcular los abastecimientos de agua
c. El total anual y su variación para diversas formas de planificación y diseño

En una cuenca no aforada es aquella que no cuenta con un registro de información de la


misma velocidad de corriente, información geométrica y registros de niveles de agua

En el caso de que se desee saber los datos anteriores y no se cuente con aforos de la
cuenca y los alrededores se recomienda lo siguiente:

a. Investigacion y calculo de campo visitando el cause y viendo las marcas mas altas
del agua para calcular los caudales de la avenida midiéndolas, calculando la
velocidad empleando la formula de manning.
Q = A*V

Donde: Q es el caudal en volumen, A es la superficie del caudal transversal y V es


la velocidad en metros por segundo.

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b. Medición del caudal del agua
Se pueden emplear flotadores de superficie para un calculo aproximado de la
velocidad. Se puede hacer mediciones mas precisas mediante el uso de un
medidor de corriente.

c. Calculo del caudal máximo


Entre las muchas ecuaciones empleadas la formula empírica la mas popular es:

Q = (1/360) C.I.A

Dónde: Q es el caudal máximo, C es el coeficiente de escorrentía, I es la


intensidad máxima para una frecuencia elegida, A es el área de una avenida.

5.2 Escurrimiento en cuencas aforadas


Como se había dicho una cuenca define como una depresión de la superficie de la tierra o
también como un valle rodeado por alturas.

Una cuenca aforada de la cual se cuenta con la medición de la velocidad de una corriente,
la información geométrica de la sección donde se mide y el registro de los niveles del
agua, proporcionando la base para el volumen que pasa por el cauce en una unidad de
tiempo.

El escurrimiento o escorrentía se puede definir como la relación entre la lámina


de agua precipitada sobre una superficie y la lámina de agua que escurre
superficialmente.También la dirección y la velocida de la tormenta con respecto a la
dirección general de escurrimiento en el sistema hidrográfico de la cuenca, tiene una
influencia en el caudal máximo resultante y la dirección del escurrimiento superficial.

En general las tormentas que se mueven en el sentido de la corriente producen caudales


de descarga mayores que las que se desplazan hacia la parte alta de la cuenca.

Aunque la lluvia es el factor mas importante que afecta y determina la magnitud de un


escurrimiento no es el único.

Existen condiciones meteorológicas generales que influyen unque sea de una manera
indirecta en el escurrimiento superficial como es el caso de la temperatura, la velocidad
del viento, la humedad relativa y la presión barométrica.

Hidrógramas utilizados

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Un hidrograma es un gráfico continuo de tiempo contra gasto sobre una unidad de tiempo,
producido por una lluvia de cualquier magnitud para una duración especifica.

Puede ser resultado de un proceso en uno, es la huella digital de la cuenca y captura la


relación lluvia - escorrentía en una cuenca y resultado de:

- Condiciones meteorológicas
- Condiciones de uso de suelo

La mayor parte de los estudios y proyectos de obras de ingenieria civil incluye el


dimensionamiento de los elementos de la cuenca evitándolos en los proyectados, aguas
arriba o aguas abajo.

Aunque este tipo de cálculos pueden adaptarse a la meteorología común, sus aspectos
básico dirección normalmente en los datos e hipótesis del partido.

Se manifiesta en una dirección del caudal máximo de descarga dirección y velocidad de


las tormentas dirección y velocidad con que se desplaza la tormenta respecto a la
dirección general del escurrimiento en el sistema hidrográfico de la fuerza tiene una
influencia notable en el caudal máximo resultante y en la duración del escurrimiento
superficial en general las tormentas en el sentido de la corriente produce caudales
descargas mayores que las que se desplaza hacia la parte alta de la Cuenca

Aunque las lluvias es el factor más importante que afecta y determina la magnitud de un
escurrimiento Qué es el único que debe considerarse existen condiciones meteorológicas
generales que influyen Aunque de una manera indirecta en el escurrimiento superficial
como es el caso de la temperatura la velocidad del viento la humedad relativa la presión
barométrica es etc un hidrograma es una gráfica continúa tiempo contra gastos producida
por una lluvia de cualquier magnitud para una duración específica

5.3 Análisis de las avenidas máximasç+

En general la aplicación de la Hidrología Superficial en el diseño, construcción y operación


de una obra hidráulica, se puede resumir en encontrar la solución a las siguientes tres
cuestiones:

1. De qué cantidad de agua se dispone en la corriente y cuáles son sus propiedades


físicas.
2. Cuánto volumen de material sólido transporta la corriente.

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3. Cuál es la magnitud de las avenidas o crecidas en la corriente y cuándo se
presentan.

Es la tercera pregunta la más difícil de contestar, la que mayor información requiere para
ser evaluada y quizá, la más importante, sobre todo en obras o estructuras hidráulicas
cuyo fin sea dar paso o controlar el agua proveniente de hidrología superficial.

Tales avenidas. Son ejemplos de dichas estructuras: las obras de


excedencias(vertedores), en las presas de almacenamiento, control o derivación, los
puentes y alcantarillas, los diques de encauzamiento, los bordos de defensa, los sistemas
de drenaje urbano, agrícola y de aeropuertos, rectificación de cauces, etc. Las citadas
estructuras son comúnmente muy costosas y su falla por mal proyecto causaría graves
daños materiales, Interrupción de los servicios públicos y quizá, la pérdida de vidas
humanas.

Por otra parte, los terrenos de las horillas de los ríos, generalmente fértiles, han marcado
una tendencia a cultivarlos y a construir viviendas e industrias en ellos, ignorando o
despreciando el riesgo de inundación y destrucción por las avenidas poco frecuentes o
máximas del río. A este respecto sería conveniente realizar la rigurosa delimitación de los
cauces de avenida y la construcción de obras de defensa que eviten los daños. Además
conviene considerar que aunado al potencial de daños propio de las avenidas originadas
por los ciclones, se tiene la edificación en cauces y la invasión de llanuras de inundación
que restan capacidad de conducción y almacenamiento a los ríos, originando remansos
que aumentan las pérdidas por inundación y por otra parte, en el diseño de puentes,
bordos de protección y represas no se han considerado en el pasado los efectos de estas
obras en las avenidas.

De lo anterior, se deduce la gran importancia de un estudio amplio y racional delas


avenidas máximas probables de un río, en especial el cálculo y evolución delas avenidas
de proyecto en un embalse, en lo que respecta a la seguridad de la obra y al efecto sobre
la avenida, atenuándola.

En términos generales, las avenidas máximas se pueden clasificar de acuerdo a las


causas que las generan, en las tres clases siguientes:

1. Avenidas Máximas de Precipitaciones Líquidas.


2. Avenidas Máximas de Precipitaciones Sólidas.
3. Avenidas Máximas Mixtas y originadas por otras causas.

Las avenidas máximas del primer grupo son las más comunes y tienen, sobretodo, como
origen, tormentas extraordinarias por su intensidad, duración, extensión y repetición. Al
segundo grupo corresponden las avenidas cuyo origen se debe a la fusión de la nieve y al
almacenamiento y descongelación del hielo.

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Dentro del tercer grupo están las avenidas que se engendran por efectos simultáneos de
las avenidas antes descritas y las originadas principalmente por ruptura de presas
naturales y artificiales y por la mala operación de las compuertas de un embalse.

5.4 Determinación de las avenidas máximas

Se define como avenida máxima al máximo caudal que se puede presentar a la salida de
una cuenca y siempre será consecuencia de una lluvia máxima

El método que se use dependerá de los siguientes factores:

1) Disponibilidad de datos hidrométricos en el sitio de la obra o cerca de ella.

2) De las dimensiones del proyecto y la magnitud de los daños que ocasionaría el fracaso
de la obra.

Considerando los factores enunciados, para el proyecto de obras de excedencias en


pequeñas presas, o embalses definidos por un dique de altura con una capacidad inferior
a 100,000m3 y altura entre 10 y 15 metros (Dal-Ré, 2003), se presentan los siguientes
casos:

1) Sin construcciones ni cultivos aguas abajo.

La capacidad de la obra de excedencias en este caso puede estimarse por simple


inspección de las huellas de aguas máximas en el cauce, en puentes, alcantarillas o en
sitios donde la observación sea fácil y perfectamente delimitada. Para la determinación de
la avenida máxima en este caso, puede usarse el método de sección y pendiente,
eligiendo un tramo recto del cauce de 200 m de longitud, aproximadamente, donde
puedan obtenerse las secciones hasta las huellas de aguas máximas. Se comparará el
caudal así determinado, con el que se obtenga al tomar un 25% del calculado por medio
de la fórmula de Creager, que se expone más adelante.

Este caudal máximo será definitivo si no se dispone de otros elementos de juicio.

2) Con construcciones y cultivos aguas abajo.

Como en el caso anterior, comparar el valor del método de la sección y pendiente, con el
obtenido de tomar el 50% del calculado por la fórmula de Creager. En caso de poderse
obtener los dos valores, el obtenido en el campo representa en forma más fidedigna las
condiciones de avenida máxima, salvo en caso de estimaciones muy discutibles,
quedando a criterio y responsabilidad del ingeniero la elección final.

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Envolventes de Creager

La idea fundamental de este método es relacionar el gasto máximo (Q) con el área de la
cuenca (Ac).

La fórmula de Creager para la "Envolvente Mundial" de escurrimientos, es la siguiente:

Donde:

Q = Gastos de la avenida máxima en m3/s.

C = la SARH tiene evaluado C para cada una de las 37 regiones hidrológicas del país.

A = Área de la cuenca en Km2.

Método de las huellas máximas

Este método se utiliza para estimar el gasto máximo que se presentó durante una avenida
reciente, en un río donde no se cuenta con ningún otro tipo de aforo.

Para su aplicación se requiere solamente contar con topografía de un tramo del cauce y
las marcas del nivel máximo del agua durante el paso de la avenida.

Dónde:

Qp= gasto máximo, m3/s.

Ce = coeficiente de escurrimiento, adimensional

I = intensidad máxima de lluvia para un período de retorno dado, mm/h.

Qp= área de la cuenca, ha.

360 = factor de ajuste de unidades.

Formula racional:

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Este método ASUME el máximo porcentaje de descubrimiento de una cuenta pequeñas
ocurre cuando la totalidad de dar cuenta si está contribuyendo al escurrimiento y que el
citado porcentajes descubrimientos es igual a un porcentaje de la intensidad de lluvia
promedio lo anterior se expresa mediante la fórmula anterior.

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