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INTRODUCCION ............................................................................................................ 2
IDENTIDAD .................................................................................................................... 3
1. EL PERÚ: SUMA DE IDENTIDADES DIVERSAS .................................................. 3
2. ¿CUÁNDO NACIERON LAS NACIONES? .............................................................. 3
3. ¿CUÁNDO NACE EL PERÚ? .................................................................................... 3
4. REFERENCIAS HECHAS POR JORGE BASADRE ACERCA DE LA
IDENTIDAD NACIONAL .............................................................................................. 4
5. LA PERUANIDAD ...................................................................................................... 6
6. LA DIVERSIDAD CULTURAL ................................................................................. 8
7. GLOBALIZACIÓN ..................................................................................................... 9
8. MULTICULTURALISMO Y GLOBALIZACIÓN ..................................................... 9
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 14
INTRODUCCION
La peruanidad es concepto rico y múltiple, que abarca todos los milenios y todos los
colores, desde los rojiblancos de la actual enseña patria hasta los del arco iris del
emblema de los Incas, así como la diversa cromática de nuestras pieles y ojos. Somos
"todas las sangres", según la feliz frase de José María Arguedas. Todas las culturas:
un pequeño planeta. En suma, la peruanidad es real y tangible. La identidad es un
propósito1.
Los historiadores discuten el momento en que nacieron las naciones: en todo caso
parece haber sido al fenecer la Edad Media o feudalismo, en perspectiva europea.
El Perú es caso complejo por la heterogeneidad de sus componentes; por ello es que
algunos autores señalan que el Perú es un Estado y un país, mas no una nación. Ésta,
sin embargo, puede hallarse en proceso de formación, por la mezcla de sus elementos
integrantes. Algo similar sucede en varias partes de América, donde se enfrentan una
vigorosa herencia indígena con raigambre prehispánica y una capa social, étnica y
cultural que primordialmente deriva de la ocupación española de tres siglos. Estas
tierras americanas son Guatemala, Nicaragua, El Salvador y en cierta medida Méjico.
En los Andes, Perú, Ecuador y Bolivia.
1
BENAVIDES RODRÍGUEZ, Alfredo (1988). La Arquitectura en el Virreinato del Perú y en la Capitanía
General de Chile. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello.
Muchas naciones siguen todavía dialogando en torno a la época precisa en que
surgieron a la historia. En el Perú también se h:s promovido debates absurdos
inspirados por un hispanismo ñoño (que nada tiene que ver con la España verdadera
del Cid o de Goya). No hace tantos años, Pareja y Paz Soldán sostenía que los
peruanos éramos “españoles que habíamos perdido el boleto de retomo a España".
Este afán de borrar la memoria india puede verse desde un inicio y por ello Francisco
Pizarra tuvo la desfachatez -es la palabra correcta- de "fundar el Cuzco" un 23 de
marzo de 1534; y aunque Manco Inca le enmendaría la plana poco después, el hecho
está allí, como en la Plaza de Armas de Lima, capital del Perú, donde hasta hace poco
se erguía la estatua, no.al fundador de Lima española sino al conquistador del Incario,
pues se presenta a caballo y espada en mano (así no se fundan ciudades); y decimos
"de la Lima Española" porque hubo otra, antes, la Lima yunga, hermosa y polícroma
que aquél arrasó para dar sitio a sus compañeros de empresa. Esa Lima yunga de la
cual nadie quiere acordarse en país tan alienado como el nuestro2.
El Perú, como nombre y como hecho social, donde coexisten lo hispano y lo indígena,
no aparece modesta o desapercibidamente. No proviene que el Estado español fija
linderos y demarca provincias. Es una nueva sociedad la que nace entre sangre y
llanto en un abismo de la historia con un estrépito que conmueve al mundo. El Estado
español llega más tarde, después de constatar el acontecimiento, con el fin de utilizar
y administrar esta realidad ya bullente. El mismo nombre "Perú" es fruto de ese
impulso colectivo, lucha y connubio a la vez: surge de un bautismo anónimo,
desplazando el nombre oficial de "Nueva Castilla". Entendámoslo bien; no es "Nueva
Castilla, es el Perú." De "Meditaciones sobre el destino histórico del Perú" (Juan José
Vega)
2
Basadre, J. (2000).Perú Problema y Posibilidad. Ensayo de una síntesis de la evolución histórica del
Perú, con algunas reconsideraciones, 46 años después. Lima: Fundación M.J. Bustamante de la fuente.
quedaron fijos los límites por el sur y porque sólo en 1851 se firmó un tratado
incompleto con el Brasil, mientras quedaba sin deslinde definitivo hasta el siglo XX
el resto de esa frontera y totalmente sin demarcación las de Colombia, Ecuador y
Bolivia”.
"Tampoco tuvieron una conciencia plena del Perú en el tiempo. Creyeron inventar
un país nuevo. Ignoraron que este país tenía precisamente un privilegio envidiable:
el privilegio de una vieja cultura. De la Colonia hablaron como si sólo hubiese sido
el "largo tiempo", durante el cual "el peruano oprimido, la ominosa cadena arrastró".
Y si pensaron en los Incas, no vieron los problemas y las enseñanzas que de esa época
emanaban."
"La religión católica siguió como la religión oficial y el clero conservó su influencia,
tanto sobre las clases populares, como sobre las clases acomodadas. Si la República
misma, como ya se ha dicho varias veces, se erigió sobre el Virreinato, las
intendencias fueron el antecedente de los departamentos. Al lado de la supervivencia
del idioma y de la religión, se mantuvo la supervivencia del derecho3."
3
BURGA, Manuel (2005). La historia y los historiadores en el Perú. Lima: Fondo Editorial de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. p. 237.
colegios, mezcla estos últimos de planteles de enseñanza primaria, secundaria y
profesional. Perduró también el descuido en la preparación intelectual de la mujer."
"Pero, por otra parte, el Virreinato no había sido creado de la nada. Había, en cierta
forma, reemplazado al Imperio de los Incas. De ahí y aun de épocas más lejanas que,
sin embargo, habían desembocado en el imperio, venían también importantes
supervivencias. Ellas estaban, sobre todo, en la presencia misma del elemento
indígena, de alto porcentaje dentro del total de la población. Su caso era, en forma
trágica y formidable el de los que se llama en alemán Grundvolk, pueblo-raíz
aferrado a la tierra a través de los siglos. En las comarcas del interior manteníanse
aún, por ejemplo, restos del antiquísimo ayllu o comunidad de tierras conservado y,
a veces alterado por las leyes de la metrópoli."
"La realidad histórica del Perú era, pues, el resultado de las distintas etapas que, a su
vez, habían creado confluencias o superposiciones de estratos culturales y sociales a
veces integrados, a veces mal soldados y hasta separados por aislamientos y
divergencias. En primer término había sido posible una continuidad esencial a través
de los siglos, bajo una unidad de gobierno político y administrativo a pesar de las
distancias geográficas y a pesar de las contradicciones características de las distintas
grandes épocas (Preínca, Inca, Conquista-Virreinato e Independencia). Pero, al
mismo tiempo, surgía, con carácter patético, el problema primordial de la deficiente
integración nacional. Resultaba él de la difícil comunicación entre las distintas
regiones, lo cual favorecía las semillas del particularismo. Provenía, asimismo, de la
permanencia de diversas capas étnicas y sociales y de sus formas de vida como
sistemas culturales cerrados, a pesar de eventuales o cotidianos contactos. Como
tercera nota característica, ostentaba la proporción demasiada pequeña de los grupos
dirigentes dentro del conjunto de la población total. Estos tres elementos debían
repercutir necesariamente en todos y en cada uno de los problemas sociales del país,
así como en las posibilidades de su desarrollo económico."
5. LA PERUANIDAD
Sin embargo, los símbolos -salvo los formales, como nuestro himno y bandera- no se
escogen de antemano, sino que deben cuajar y ser funcionales en un espectro bastante
4
BELAUNDE, Víctor Andrés (1987). Peruanidad. Lima: BCR. p. 488.
5
BENAVIDES RODRÍGUEZ, Alfredo (1988). La Arquitectura en el Virreinato del Perú y en la Capitanía
General de Chile. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello.
amplio de la sociedad. ¿Qué hace que de tantos platos sea el cebiche el más distintivo
de peruanidad? ¿Y por qué de las múltiples danzas el huayno y la marinera se asocian
más con nuestra identidad? Un país sin pasado, o que no rescate su pasado, es un país
sin futuro, pues no tiene dónde reflejarse. Y el Perú, a pesar de los numerosos
problemas que sufre y ha sufrido, tiene todavía una memoria sólida. Ni la conquista
ha hecho olvidara Pachacútec, ni la independencia a la tapada limeña. Ahora, la
manera como nosotros nos vemos no es necesariamente la manera como nos ven en
el exterior. Y eso también forma parte de nuestro mosaico simbólico, aunque no sean
conceptos que manejemos cotidianamente. Por ejemplo, la expresión
internacionalmente difundida "Vale un Perú" alude a toda una mitología creada en
torno al oro -imaginario y real- de los Incas. Este tipo de afirmaciones apelan a un
pasado grandioso, pero no reflejan que el Perú siga buscando internamente más
elementos que cohesionen su identidad, su peruanidad. El surgimiento de nuevos
símbolos que representen los valores comunes de nuestros pueblos, conscientes de
una realidad pluricultural, nos permitirá avanzar juntos hacia un futuro común6.
6. LA DIVERSIDAD CULTURAL
Muchos estados del mundo consideran que la diversidad cultural es parte del
patrimonio común de la humanidad. El concepto de interculturalidad apunta a
describir la interacción entre dos o más culturas de un modo horizontal y sinérgico.
Esto supone que ninguno de los conjuntos se encuentra por encima de otro.
6
De Vallescar, Diana: Cultura, Multiculturalismo e Interculturalidad. Hacia una racionalidad intercultural.
Madrid: Perpetuo Socorro, 2000.
aunque la presencia indígena es muy fuerte. Y no sólo en la zona andina, sino también
en la Amazonia, con numerosas familias étnicas con un perfil propio (asháninkas,
aguarunas, machiguengas y otras). Cada grupo étnico - incluyendo a los negros,
blancos y mestizos- tiene sus propios mitos y una particular cosmovisión. Pero no
todo es estático; hay un proceso de cambio cultural que afecta a las poblaciones
indígenas expuestas a la in fluencia de la urbe y los valores occidentales: Es un nuevo
mestizaje, que genera su propia dinámica y sus propios códigos, los que mantienen
en constante modificación a nuestra sociedad.
7. GLOBALIZACIÓN
8. MULTICULTURALISMO Y GLOBALIZACIÓN
7
BRÜNNER, José Joaquín. Globalización cultural y posmodernidad. Primera reimpresión. Santiago de
Chile: Fondo de Cultura Económica, 1998.
zonas menos desarrolladas hacia las más prósperas, lo que ha supuesto la llegada a
los países occidentales de gentes con diversas culturas. Pero, al mismo tiempo, la
globalización, en tanto encarnación del neoliberalismo económico, ha supuesto la
erosión del Estado del Bienestar y de muchos derechos sociales y, en consecuencia,
ha aumentado las desigualdades en el interior de los países desarrollados. De esta
forma la integración socioeconómica y cultural de los inmigrantes se ve dificultada.
Como resultado, se perfila un escenario con muchas sombras para la convivencia
multicultural y la justicia social.
8
De VALLESCAR, Diana: Cultura, Multiculturalismo e Interculturalidad. Hacia una racionalidad
intercultural. Madrid: Perpetuo Socorro, 2000.
A pesar de que, también como parte de los procesos de globalización
informacionales, hoy se reconoce la existencia de múltiples culturas que compiten de
manera desigual, pues su reconocimiento no significa su aceptación.
El problema es que son muchos los que quedan fuera de este modelo, aunque las
comunicaciones tiendan a integrarnos simbólicamente a todos en la globalización.
"El origen de numerosos conflictos étnicos del mundo actual está en problemas
imputables a la manera en que el Estado-nación moderno encara la diversidad étnica.
Las políticas sociales culturales y educativas seguidas por los Estados reflejan
directamente estas tensiones. (...) Una educación realmente pluralista se basa en una
filosofía humanista, es decir, en una ética que considera positivas \ las consecuencias
sociales del pluralismo cultural".
9
LUMBRERAS, Luis Guillermo (1999). Historia de América Andina 2. Quito: Libresa. p. 426.
Hemos mencionado cómo el fenómeno actual de la "globalización", que tiene como
eje conductor la revolución tecnológica e informática de las comunicaciones, rompe
las múltiples fronteras culturales, pero también las de los Estados-nacionales. Una
suerte de "homogeneización" se instala, amenazando desplazar o destruir a nivel del
orbe los referentes tradicionales nacionales y culturales a través de los cuales los
pueblos se han venido autocomprendiendo.
El tema de la llamada "globalización" de la cultura plantea, pues, bajo una nueva luz
la tensión entre la "universalidad" que requiere la noción de identidad nacional en
todo Estado nacional y constitucional, y la "particularidad" de las múltiples culturas
que normalmente se hallan a su base, y que claman por un respeto y reconocimiento
en su singularidad. El debate filosófico contemporáneo entre los defensores del
"comunítarismo" y del "liberalismo" -en torno a los fundamentos sobre los que deben
levantarse las democracias constitucionales contemporáneas permite ilustrar la
tensión entre el reconocimiento y respeto que reclama la "muiticulturalidad", por un
lado, y la "universalidad" y homogeneidad formal de los derechos civiles del
individuo en todo Estado-nacional, por el otro, sobre cuya base y de modo contractual
deben configurarse los estados políticos y sus constituciones, con independencia de
los reclamos de las colectividades, particulares que los integran10.
10
KYMLICKA, Will: Ciudadanía multicultural, Paidós, Barcelona, 1996.
Es a partir de las comunidades que los individuos en su unicidad crean sus
identidades autónomas y responsables reflexionando sobre sus propias herencias
culturales. Esta idea del "bien común" que pertenece esencialmente a toda
colectividad cultural es la que los comunitaristas pretenden sea recogida por el
Estado. Éste no sólo debe respetar los derechos formales de los "individuos"
atómicos; debe asegurar el respeto y el reconocimiento de las distintas comunidades
culturales y sus diferencias; en otras palabras, el Estado debe articular una "política
del reconocimiento" colectivo. Los comunitaristas consideran que esto no es
garantizado por el concepto "liberal" del Estado, puesto que éste está moldeado a
partir de la idea de los "derechos (formales) de los individuos".
BURGA, Manuel (2005). La historia y los historiadores en el Perú. Lima: Fondo Editorial
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. p. 237.