Es importante advertir que la liebre ni la tortuga abandonaron la carrera, la liebre
se evaluó su de empeño, pero también reconoció sus errores y decidió poner más empeño después de su fracaso que ocurrió con la tortuga. Por su parte la tortuga, al notar que la velocidad era su debilidad, decidió cambiar su estrategia y apoyar su estrategia como nadadora en un nuevo recorrido. Así ocurre en la carrera de la administración y muchos de nosotros dejamos de competir contra un rival y comenzamos contra una situación de empeño con reconocimientos de errores análisis de uno mismo, meditación de nuestras personalidad, actos y no solo complementamos capacidades si no compensamos debilidades, de los cuales potenciamos nuestros recursos y también obtenemos mejores resultados ya sea trabajo en equipo o de uno mismo. Muchos de nosotros cursamos la carrera de administración por delante y hay muchas maneras de ganar como la liebre lo realizo en algún momento con capacidades personales pero a menos que seamos capases de trabajar con otras personas y potenciar principalmente las habilidades de cada uno no seremos efectivos, siempre existirá situaciones para los cuales no estamos preparados que otras personas puedan enfrentar mejor. De igual manera la liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital que nosotros también debemos aprender, que cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación y completamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos y obtenemos mejores resultados en nuestra carrera profesional.