Você está na página 1de 7

El Hombre de las ratas. Aprender a leer la neurosis obsesiva El paciente habla, desde el primer momento, de su vida sexual.

momento, de su vida sexual. Sus primeras


emociones se remontan a la edad de cuatro o cinco años cuando practicó
Esthela Solano-Suárez tocamientos a la señorita Robert. Ella tenía “genitales curiosos”, dice. Esta
experiencia le dejó un rastro indeleble: la curiosidad de mirar mujeres desnudas.
Os propongo una lectura de “El Hombre de las ratas”, el caso de Freud. Creo haber Más tarde, le pasó lo mismo con la señorita Rosa. Sus recuerdos se remontan a la
atado bien a las ratas para poder mostraros su consistencia. edad de seis años y son muy nítidos: “Padecía erecciones”, señala. Podemos
suponer con Lacan que hasta entonces, no había subjetivado sus primeras
Me referiré al caso publicado en Cinco psicoanálisis, y al Diario de un análisis, experiencias sexuales. Estas primeras erecciones vienen a agujerear en el nivel del
que reúne las notas tomadas por Freud al final de las sesiones. ¡Al final y no sentido y se va a quejarse a su madre porque algo vivido como extranjero se le
durante! De hecho, Freud nos dice: “Aconsejo a los psicoanalistas que no observen escapa. Es el encuentro con la realidad sexual, que se revela traumático. Lacan, en
lo que dicen los pacientes durante las horas de tratamiento; la distracción de la su Conferencia sobre el síntoma, dada en Ginebra, dice que el encuentro con la
atención del médico es más perjudicial para los pacientes de lo que puede erección no es autoerótico, es de lo más hetero que hay, es traumático. En una de
justificarse por la mayor precisión de los comentarios.” Esta cura duró once meses; sus Conferencias americanas dice, a propósito de Hans, que su pene le parece
puede decirse que produjo rápidos efectos terapéuticos. pertenecer al exterior porque lo siente como ajeno a su propio cuerpo.

También pueden referirse a las contribuciones teóricas de Freud sobre la neurosis Ernst Lehrs sospechaba que este extraño fenómeno de las erecciones estaba
obsesiva, posteriores a 1896, en el “Manuscrito K” y en el texto “Nuevas relacionado con sus pensamientos y su curiosidad sexual, es decir, con su fantasía
observaciones sobre las psiconeurosis de defensa”. de ver mujeres desnudas, fantasía que sostenía su deseo de voyeur pero también su
deseo de saber. Temía la muerte de su padre si pensaba en lo sexual y por eso se
Parte clínica: Comentarios sobre un caso de neurosis obsesiva: el Hombre de impedía pensar en sus pensamientos. Suponía que pronunciaba sus pensamientos
las ratas en voz alta porque tenía la impresión que sus padres conocían sus pensamientos,
una impresión que se deriva de la sensación de exterioridad del lenguaje que todos
El paciente teme que le sucedan cosas terribles a su padre y a una dama venerada. conocemos.
Está sujeto a impulsos obsesivos, como hacer daño a la dama, que acuden cuando
ella está ausente, pero estar lejos de ella le hace bien. Se impone prohibiciones y se Freud piensa que todo esto no es el comienzo de la enfermedad, sino que ya es la
retrasa en sus estudios de derecho porque padece inhibiciones relacionadas con la enfermedad misma. Toda la neurosis obsesiva está ahí, en la neurosis infantil que
lucha que lleva contra sus síntomas. Viene a consultar a Freud porque ha leído incluye, como síntoma, el eje de la neurosis posterior:
Psicopatología de la vida cotidiana. Se puede decir que hubo allí un encuentro con
el sujeto supuesto saber, encuentro que abre sobre la hipótesis de que sus síntomas - La pulsión escópica en el niño pone de relieve el goce de la mirada existente en la
quieren decir algo. fantasía de ver mujeres desnudas, una fantasía que sostiene el deseo.

La neurosis infantil - Una aprensión viene a oponerse al deseo en el modo de una construcción lógica:
“si… entonces”, “si tengo el deseo de ver una mujer desnuda, entonces mi padre
La primera sesión: morirá”.
- Del registro de la inquietante extrañeza la ansiedad se impone al sujeto como personas a quienes debe imponerse el suplicio son el padre, muerto hace mucho
afecto doloroso. Emerge entonces en defensa la necesidad de cometer actos que se tiempo, y la mujer de la que está enamorado. No es él quien inflige el suplicio, éste
opongan a la idea obsesiva. es infligido impersonalmente (lo desarrollaré más adelante).

Freud deduce que podemos encontrar en un niño de seis años todos los elementos Al mismo tiempo se pone en escena el texto de los síntomas obsesivos, el texto de
de la neurosis. Señala que la neurosis obsesiva comienza a una edad muy la deuda imposible de pagar.
temprana. Cuando se recibe a alguien con obsesiones, conviene buscar el núcleo
infantil de la neurosis para asegurarse que se trata realmente un síntoma obsesivo. En efecto, fruto de la petición de las lentes, al día siguiente el cruel capitán le da su
paquete indicándole que debe pagarle al Teniente A. Esto tiene un efecto
Otra característica: una actividad sexual temprana que nunca falta. No falta fulminante sobre Ernst: no debe devolver el dinero, de lo contrario la tortura de las
tampoco en la histérica, pero ha caído en el olvido debido a la represión. ratas se producirá. A esto se le agrega una orden: debes devolver el dinero al
teniente A. Entonces, ¡no puede moverse!
La gran aprensión obsesiva
La historia es contradictoria, confusa, vaga e imprecisa. Ernst está en un estado de
La segunda sesión está dedicada a la elucidación del síntoma obsesivo tal como se estupor y confusión tal que en un momento llama a Freud “Mi capitán”.
desencadenó en la edad adulta.
Esto muestra que un neurótico obsesivo atrapado en un trance obsesivo grave
Ernst llega y le dice a Freud que le va a contar el suceso que lo empujó a venir a su puede parecer confuso sin que podamos deducir de ello una psicosis.
encuentro y que ocurrió dos meses antes de su llegada, en agosto, cuando tuvo que
cumplir con sus obligaciones militares. Dos eventos totalmente contingentes se han Freud, animado por un deseo de saber, estudia el caso absteniéndose de
producido: en primer lugar, perdió sus lentes durante unas maniobras y telegrafió a comprender de inmediato. Lo que importa desde el punto de vista del diagnóstico
su oculista de Viena para que le enviara otras de repuesto y, por otro lado, el diferencial son los detalles: resulta que el capitán cruel estaba equivocado. Fue la
encuentro con el “capitán cruel”. Cuando llega al momento de comunicar a Freud mujer que trabajaba en la oficina postal quien había adelantado el dinero, y no el
la historia escuchada, se levanta del diván y camina de un lado a otro, su discurso teniente A. Pero Ernst se hizo el juramento de devolver el dinero a A, y comienza
se torna confuso, habla oscuramente y se cubre la cara una expresión compleja que entonces la comedia de la imposible restitución del dinero.
Freud detecta como testificando “el horror de un goce ignorado a sí mismo”. No
puede pronunciar el término “ano” y es Freud quien lo nombra en su lugar. La falsa conexión afecto/pensamiento
También afirma que cuando escuchó esta narración se le impuso un pensamiento
que rechazó como algo ajeno a él: “esto le sucederá a alguien querido por mí”. Siguen tres sesiones sobre el padre, que murió cuando tenía veintiún años y sobre
Simultáneamente al pensamiento, emerge la sanción: para que el pensamiento no el que se reprocha haber sido negligente. Después de su muerte, fue invadido por
se realice, debe realizar algo. un sentimiento de incredulidad: se imaginaba constantemente que su padre estaba
vivo. Un año y medio más tarde, con motivo de la muerte de una tía, recuerda su
A partir de ese momento lleva un combate sin piedad contra el pensamiento y está negligencia y ésta se convierte en una fuente inagotable de culpabilidad y de
sujeto al castigo. Se apoyará en dos fórmulas defensivas: una palabra –aber reproches: se toma por un criminal. La consecuencia es una muy seria inhibición
(“pero”, en alemán)– pronunciado al mismo tiempo que un gesto de rechazo, y intelectual. Freud plantea la hipótesis de una fantasía en relación con la muerte del
estas palabras que se dirige a sí mismo: “¡Pero mira qué cosas te imaginas!” Las padre que se extiende en el más allá, pero encuentra que los afectos ligados a los
reproches son desproporcionados en relación a su contenido: estos reproches y esta Cuando Freud le da esta interpretación Ernst se enfurece y en un ataque de
culpabilidad no encajan. Hay un desacuerdo entre representaciones y afectos; el desesperación insulta a Freud. En un estado de gran angustia protege su cabeza de
afecto debe coincidir con otro contenido; debemos suponer una falsa conexión los golpes que supone recibirá de Freud. Y es entonces cuando recuerda un ritual
afecto/pensamiento. No se trata pues de desculpabilizar sino de buscar la verdadera del que nunca había hablado. En la época en que tomaba sus exámenes le gustaba
razón. En cada neurosis obsesiva se produce este tipo de mala conexión lógica. imaginar a su padre vivo. Trabajaba por la noche, muy tarde. Entre la medianoche
Freud busca entonces un deseo infantil: el deseo de la muerte del padre. El Hombre y la una de la madrugada abría la puerta de entrada y se contemplaba al espejo, en
de las ratas protesta, se defiende, y afirma que adora a su padre, que lo ama por erección, bajo la mirada del padre muerto. Satisfacía pues al padre trabajando tarde
encima de todo. Freud le dice que este amor tan intenso es la condición de la por sus exámenes, pero al mismo tiempo se entregaba a un acto de subversión
represión del odio, cuya fuente reside en los deseos sexuales infantiles por los que fálica delante del padre.
el padre era molesto. A pesar de su rechazo a la hipótesis de Freud, Ernst reconoce
no obstante que desde la muerte de su padre él está muy mal. Freud intenta Freud insiste en el hecho de que debió librarse a la masturbación cuando tenía unos
entonces reconstituir la contingencia del comienzo de la neurosis. Mientras que en seis años y que fue entonces severamente castigado por el padre.
la histérica la causa ocasional cae en el olvido, en el obsesivo se conserva en la
memoria, pero despojada de su carga afectiva. La contingencia ha venido a Ernst recuerda entonces que siendo muy pequeño, en el momento de la muerte de
despertar a los significantes de su historia y, en particular, antes de su nacimiento, su hermana, cometió un acto grave por el cual el padre lo golpeó. Tuvo una cólera
los que se relacionan con la elección de la pareja del padre. Éste estaba enamorado terrible e insultó a su padre, pero no conociendo insultos, le llamó con todos los
de la hija de un carnicero a la que renunció para casarse con la hija de un nombres de los objetos que pasaron por su cabeza: “¡Tu, Lámpara! ¡Toalla!
industrial, y del cual se convirtió él en empleado, lo que le permitió hacer fortuna. ¡Plato!”. El padre declara: “Este pequeño se convertirá en un gran hombre o en un
Esto plantea a su hijo la pregunta sobre la causa del deseo que une a un hombre gran criminal”. A partir de ese momento se produjo un cambio en su carácter: de
con una mujer. Son los antecedentes lógicos del objeto a en lo que hace a la unión colérico pasa a cobarde.
entre su padre y su madre. Después de la muerte de su padre, su madre insiste en
que se case con una mujer rica, cuando él ama a una mujer pobre, la mujer a la que Los insultos sucios dirigidos a Freud, así como el ritual, mueven al sujeto a admitir
su padre no quería que él se vinculara demasiado. Si persiste en su amor, Ernst su odio inconsciente hacia el padre; el enigma de la obsesión de las ratas se aclara.
desagradará al padre; por lo tanto, se trata para él de contrariar o no a la voluntad
paterna. El neurótico obsesivo quiere la destrucción del deseo del Otro

El odio inconsciente hacia el padre ¿Qué es este odio inconsciente?

Es entonces cuando la transferencia viene en ayuda del descifrado: el Hombre de En Seminario V, Las formaciones del inconsciente (lecciones XXVI, XXVII,
las ratas se encuentra en la escalera que conduce a la casa de Freud con una joven, XXVIII), Lacan expone que un síntoma obsesivo consiste en una fórmula verbal,
que él imagina ser la hija de Freud, y que éste quiere hacerla casarse con él. teniendo por objeto una destrucción que se logra a través de la articulación misma
Después tiene un sueño en el que una joven tiene dos excrementos en el lugar de de la fórmula verbal, es decir, por la vía del significante.
los ojos. De lo que se trata entonces, es de casarse con una joven, no por sus
hermosos ojos, sino por su dinero. Hay ahí dos objetos causa de deseo: la mirada y En efecto, en el obsesivo la destrucción se logra por medio de la anulación. El
el dinero. La causa del deseo del padre fue el dinero. obsesivo quiere anular el deseo del Otro. Su deseo depende del deseo del Otro y
quiere destruirlo porque representa para él una voluntad de goce. Él quiere destruir
todo deseo a su alrededor, y se dedica a ello a través de “un ataque sordo, un La obsesión de las ratas
desgaste permanente, que tiende en el otro a conducir a la abolición, la
devaluación, la depreciación, de lo que es su propio deseo”. Destruyendo el deseo, Freud subraya la función eminente de la contingencia en el desencadenamiento de
él se protege, manteniéndolo en un horizonte de imposibilidad. Esta cancelación la neurosis obsesiva.
del deseo por medio del significante supone una inscripción en lo simbólico,
porque nada puede anularse que no se haya inscrito en lo simbólico. Está sujeta al La cura permite encontrar la falta del padre, un pecado de la juventud mientras
significante en un paréntesis, para decir que lo que está entre paréntesis no es, estaba en el servicio militar. Él era un jugador, un Spielrat. Había perdido el dinero
como en la fórmula de negación, “no es mi madre”. de su regimiento en el juego, y se salvó porque un camarada que le había prestado
la suma para pagar. Cuando se hizo rico, buscó en vano a quien le había prestado el
Siempre es de esta manera que el obsesivo anula el deseo y anula también todo lo dinero, por lo que no pudo pagar su deuda.
que se conecta alrededor, lo que rodea ese deseo. Como resultado, él anula la
palabra misma; va hasta la cancelación de la demanda que comporta toda palabra. A ambos jugadores, el paciente sustituye el Teniente A y el Teniente B.

¿Por qué se ve obligado a cancelar cada palabra? La contingencia del desencadenamiento de la obsesión de las ratas reside en las
palabras del capitán cruel, que constituyen una alusión a la deuda de juego
Está vinculado a una singularidad de una relación con la demanda que siempre impagada del padre, la falta del padre.
incluye en el horizonte una solicitud de muerte. Una relación tal a la demanda
implica la necesaria destrucción del lugar desde el cual se puede formular El significante Rat condensa en alemán muchos significados. Jugador, en alemán,
cualquier demanda, el lugar del Otro. Se trata de destruir el lugar donde se articula es Spielrat. Hay una homofonía entre Raten (pago parcial) y Ratten (ratas), a partir
toda enunciación posible. Pero él, como sujeto, es un efecto de este lugar. del cual el paciente se ha construido una auténtica divisa-ratas, un patrón
Destruyendo la articulación significante, borrará el lugar desde el cual puede monetario en ratas: mantiene una contabilidad en ratas.
sostenerse a sí mismo como sujeto; de ahí el sentimiento de despersonalización, de
desarticulación de la cadena significante que a veces lo posee. Porque no sabría La falta del padre se articula con la cuestión de su sexualidad. Las consecuencias
cómo mantenerse como sujeto si el Otro estuviera efectivamente anulado, el de la sífilis evocan la acción de la rata en la tortura descrita por el cruel capitán.
obsesivo es llevado a realizar la acción opuesta: proteger al Otro, preservarlo. El Ernst piensa que su padre era sifilítico.
trabajo intelectual, el ejercicio del bien decir, dan testimonio de esta preservación
de la articulación significante. La parte que liga al sujeto al goce del padre y su falta es nombrada a través de la
rata. El padre era un hombre sociable, agradable pero colérico y muy severo con
Con respecto al tema de la blasfemia y el insulto, Lacan explica que se trata de los hijos. También era vulgar y muy desvalorizado en este punto por la madre. De
hacer que un significante eminente caiga al rango de un objeto común: Dios, el niño, Ernst era partícipe de la crítica de la madre hacia su esposo.
padre, el analista. Se trata de atacar Phi, signo del deseo del Otro, insignia del
Otro, de depreciarlo, de devolverlo al rango de objeto de uso e intercambio, de La equivalencia de rata-dinero se ve reforzada por el hecho de que Ernst tenía, de
hacer virar la insignia del Otro al desecho. niño, gusanos intestinales. Además, la cola de la rata designa al pene en alemán. La
rata evoca la suciedad, la prostitución. Y además, la rata muerde, y siendo niño él
también mordía.
Debido a estos malentendidos significantes la rata viene a dar nombre lo La técnica más común de deformación es la elipse: si me caso con la dama // le
innombrable del goce sexual. sucederá una desgracia a mi padre en el más allá.

Vale la pena mencionar también la muerte de su hermana mayor, Helga, cuando Se trata de volver a colocar en su sitio los encadenamientos elididos: si mi padre
tenía tres años y medio. Freud señala en el Diario que había olvidado este viviera, se pondría furioso y me castigaría de nuevo, yo me enojaría contra él y,
encuentro temprano con la muerte debido a sus propios complejos. Fue de cara al gracias a la omnipotencia de mi pensamiento, él moriría.
cuerpo de su hermana que se dio cuenta por primera vez de la diferencia de los
sexos. La estructura lógica es la de la implicación: causa-consecuencia, porque se trata de
alejar lo más posible la consecuencia de la causa mediante sustituciones y
Por lo tanto, hay un nudo entre la muerte de Helga y el deseo de ver una mujer desplazamientos metonímicos, creando consecuencias cada vez más absurdas. Si
indefensa e inerte. La muerte de Helga da lugar a un reproche fundamental hacia el esto no funciona, el sujeto puede recurrir a fórmulas de defensa, como el aber del
padre, al que se agrega una identificación con el reproche de la madre al padre. Hombre de las ratas, pronunciado de tal manera que Freud advierte que la e
deviene sonora, lo que crea un equívoco con Abwehr (defensa).
La falta del padre es haberse casado con la madre por su dinero y este reproche se
articula a la muerte de la hermana mayor: “Eres tú quien debería haber muerto, y También hay otra fórmula de protección, destinada a defenderlo del riesgo de
no Helga”. dañar a una prima querida a causa de la masturbación: Glejisamen (anagrama del
nombre de su amada + amén), pero gracias a esta fórmula, al mismo tiempo, se une
La solución dada al enigma de la obsesión de las ratas hace que desaparezca. El con ella (Samen = semilla, esperma).
desciframiento del síntoma hace que éste se levante.
Clínica diferencial neurosis/psicosis
Teoría de la obsesión
El obsesivo está firmemente instalado en el significante. Nunca se debe temer, nos
Freud estudia la formación del síntoma obsesivo. Es preciso señalar la importancia dice Lacan, que una neurosis obsesiva pueda deslizarse hacia una psicosis. En
dada a los elementos instintivos, entre los cuales destaca el odio infantil. efecto, el síntoma obsesivo proporciona una base muy sólida para el sujeto.

Una enfermedad del pensamiento Las fórmulas de anulación no deben confundirse con la forclusión. El obsesivo, tan
confuso y equivocado como pueda presentarse a sí mismo, no está fuera de
Lacan da una definición del síntoma obsesivo: la obsesión es un pensamiento, “un discurso. Las fórmulas de defensa no son erráticas, es decir, no provienen de un
pensamiento cuya alma se avergüenza, no sabe qué hacer”. real sin ley. Están vinculadas al hecho de que “eso significa algo”, por lo que no
están fuera del lazo, incluso si son fuera del sentido.
El neurótico obsesivo es un sujeto que se ve afectado por su pensamiento, que
sufre de sus pensamientos. En la neurosis obsesiva, a diferencia de la histeria, no La fórmula verbal, bajo transferencia, está sujeta a la articulación S1-S2. El
ha tenido lugar la represión mediante amnesia y olvido, sino por una disyunción de obsesivo en el análisis puede restaurar el texto de la fórmula absurda. Las fórmulas
la relación causal debido a un cambio en el afecto. El síntoma obsesivo es el se historizan y se pueden descifrar a partir de los significantes de la historia del
resultado de distorsiones diseñadas para enmascarar el pensamiento que proviene sujeto. El inconsciente en el obsesivo es, por lo tanto, un inconsciente
del reproche primario. El pensamiento obsesivo se vuelve extraño para el sujeto. transferencial, si tomamos en cuenta la distinción establecida por Jacques-Alain
Miller. Las fórmulas son restos de lalangue, que usa el lenguaje como lo oído, allí del deseo del Otro. Para hacer esto, el obsesivo dará antes de que se le pida. A
donde el lenguaje incluye una programación. través de respuestas que anticipan cualquier demanda, él ejecuta la destrucción del
deseo del Otro, vivido como un mandamiento: él cree que debe dedicarse a
El obsesivo usa lalangue para introducir una confusión en el lenguaje. Por satisfacer todas las demandas y sacrificar su cuerpo y su ser, de ahí su oblatividad.
ejemplo, un niño de siete años con una discapacidad importante del lenguaje, ya Procede a la anulación y la mortificación del deseo como un vórtice que corre el
que no introdujo ninguna separación entre los fonemas y las palabras, le era difícil riesgo de aspirarlo. Lucha constantemente para escapar de la aspiración en el
de entender y lo tomaban por loco. Un día, terminó diciéndome que no debería agujero giratorio de S (Ⱥ).
haber una brecha entre las palabras, de lo contrario las bolas podrían entrar y
podríamos morir... Una voz que ordena

Un intento de reducir el agujero Este síntoma no es sin Otro. El obsesivo está en una relación permanente con el
Otro del amor y del ideal, que se le impone mediante un mandamiento, un
El obsesivo se aplica a pensar la paternidad, la duración de la vida, la muerte, es imperativo, una orden: está sujeto a la acción de una voz, pero no es una voz
decir, lo impensable tal como lo define Lacan en el seminario El sinthome: “La exterior. No hay, como en la psicosis, autonomía de la función del mandamiento.
pulsión de muerte es lo real en tanto no puede pensarse sino como imposible. Es Es en él que eso habla, con un efecto de división subjetiva, de duda.
decir, que cada vez que muestra la punta de su nariz, es impensable. Acercarse a
este imposible no puede constituir una esperanza, ya que este impensable es la El mandamiento está oculto: no aparece masivamente sino en forma de
muerte, de la cual es el fundamento de la realidad el que no puede ser pensado”. Se fragmentos. Está vinculado a la culpa, a la modestia, a la vergüenza, al reproche
trata entonces de una lucha de pensamiento con lo imposible. El obsesivo pretende que puede convertirse en angustia social. Son los efectos del sujeto dividido.
controlar lo real por el pensamiento, de ahí su impotencia. Está sujeto a la fantasía
de que, si puede pensar lo impensable, le será posible escapar, escapar. El temor constante al castigo social puede estar cerca de un delirio de observación,
pero sin ningún elemento de certeza. Así, el Hombre de las ratas creyó ver ratas
Para el obsesivo, la muerte es uno de los nombres de la castración. Él sabe que es dos veces, pero para Freud es una ilusión y no una alucinación. En la defensa, se
introducido en el lenguaje por el S1, que convoca al otro significante, el S2. Como establecen rituales, incluso el alcoholismo, para aliviar el pensamiento. Siempre
hay S1 y luego S2, está el intervalo, la brecha. Este agujero no es más que S (Ⱥ), la debemos buscar el pensamiento reprimido que se relaciona con la sexualidad
inconsistencia del Otro, la imposibilidad de decir la verdad sobre lo verdadero, con infantil (algo que nunca encontramos en un sujeto esquizofrénico).
un efecto de pérdida de goce en tanto que a. El obsesivo afirma reducir el intervalo
S1-S2 al Uno-todo-solo, reducir el agujero de S (Ⱥ) al Uno, con el fin de llenar el Gozar de un pensamiento secretado por el cuerpo
intervalo mediante fórmulas sin sentido; tal como el Hombre de las ratas cuenta en
el intervalo entre rayos y truenos. Éstas son defensas contra la inconsistencia del Cualquier pensamiento obsesivo que da lugar a alguna construcción, por muy
Otro, contra lo real como imposible. Preguntar al Otro incesantemente y hacerlo estrafalario que sea siempre estará relacionado con la sexualidad. La neurosis
repetir, para tratar de captar en el equívoco el sentido del sentido, eso es reducir S obsesiva implica una erotización del pensamiento.
(Ⱥ) al Uno.
La fórmula obsesiva tiene siempre una equivalencia que introduce un valor fálico.
Esta compulsión por comprenderlo todo, por buscar detrás del equívoco el sentido El falo imaginario es la verdadera unidad de medida.
del sentido, la verdad de la verdad, atestigua el deseo de cancelar la x enigmática
El obsesivo demuestra que el pensamiento es un parásito, un barniz, un cáncer del
cual el humano está afligido. El habla parasita el cuerpo como pensamiento, el
pensamiento afecta el cuerpo. Esto es lo que dice Lacan en el Seminario XVII, El
reverso del psicoanálisis: “El pensamiento no es una categoría. Casi diré que es un
afecto. Todavía no sería decir que es el más fundamental desde el ángulo del
afecto”.

Los pensamientos en la neurosis obsesiva son el efecto de los afectos sobre el


cuerpo, relacionados con la toma del cuerpo en el discurso. Los pensamientos que
afectan el cuerpo hacen sufrir al obsesivo. No están fuera del discurso, vienen a
condensar un sentido gozado: el pensamiento es erotizado, el obsesivo goza de su
pensamiento en tanto que es secreción del cuerpo. Por lo tanto, debemos tratar los
síntomas obsesivos como un acontecimiento de cuerpo, lo que implica tomarlo
sobre su vertiente significante y sobre su vertiente de goce que se satisface en el
pensamiento obsesivo, que Lacan llama “la triple causal”.

Es necesario operar cortes en el texto del obsesivo para aislar, mediante el


equívoco, el uso del goce condensado en su síntoma. Es así como el obsesivo
puede abandonar el pathos de su pensamiento y hacer de sus fórmulas un Witz.
Puede llegar a descifrar lo que su pensamiento articula de sentido gozado y se le
puede escuchar riéndose de sus pensamientos al final de una sesión donde el
pathos ha sido levantado.

El tratamiento del síntoma obsesivo tiene una dimensión ética, allí donde una
terapia cognitivo-conductual habría ejercido sobre el Hombre de las ratas una
voluntad de goce realizando el fantasma del cruel capitán. Se habría dado
consistencia al síntoma haciendo que el sujeto cuente la cantidad de veces que
ocurrió la obsesión. Y sobre el componente cognitivo, queriendo enderezar las
representaciones del sujeto, se le habría explicado que el padre no podía sufrir el
suplicio porque estaba muerto… ¡y que las ratas son sólo pequeños roedores que
nunca van al cielo!

Você também pode gostar