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Al inicio del siglo XX, nuestro país atravesaba una situación crítica, tanto de manera
económica como política. En el presente trabajo de investigación nos enfocaremos
en resolver cuestionamientos y evaluar las consecuencias que trajo estos problemas
al país, enfocándonos principalmente en la migración interna que ocurría. ¿Cuáles
fueron los distintos factores que hicieron que los peruanos empiecen una migración
por el interior del país? ¿Cuál fue el rol que tomó el estado en la decisión de los
peruanos? Asimismo, plantear suposiciones sobre qué hubiera ocurrido si la situación
del país hubiera sido distinta la situación, nos basaremos en estudios ya realizados,
en encuestas y artículos del sector público y privado.
2. Problemática
Al iniciarse el siglo XX, el Perú estaba experimentando un proceso de crecimiento
que mantenía dos situaciones heredadas desde épocas coloniales: la falta de
autonomía como país y la dominación económica y política de los descendientes de
los españoles. En este escenario, los ciudadanos indígenas son explotados y
marginados socialmente (Matos, 1990).
En el sector de la agricultura se contaba con dos modelos. El primero de ellos era una
especie de feudalismo, en el cuál los feudos pasaban a llamarse haciendas y sobre
los cuales tenía el control absoluto el gamonal, incluso sobre los trabajadores. La
explotación y desvaloración del indígena se debían a su posición de trabajador servil
de las tierras de su patrón. El segundo es la comunidad, que destacaba por ser
conformado por miembros de la misma familia y que podían ser de propiedad de los
campesinos o del hacendado. En todos los casos se reproducían los valores andinos,
basados en la solidaridad y en la colaboración para el bien común. La contraposición
de valores marcaba y coexistía en el agro.
El crecimiento de la economía inglesa tuvo un impacto positivo en la peruana. Tanto
el Reino Unido y Estados Unidos aumentaron las inversiones, los préstamos y por
tanto los capitales aumentaron enormemente su valor. En la costa se favoreció la
extracción de petróleo y la producción de azúcar; en la sierra, se desarrolló el sector
minero; y en la selva, se comenzó a explotar el caucho. Cambió la economía, y con
ella la distribución de la riqueza (Matos, 1990).
Sin embargo, pese a los efectos positivos que se visualizaron económicamente, los
indígenas pasaron por un nuevo momento de cambio forzado. Debido al
enriquecimiento de los hacendados, estos compraron e invadieron tierras indígenas,
expandiendo su presencia en los pueblos, y sometiendo a todo aquel que
encontrasen. Esta situación se afrontaba en las tres regiones naturales y se había
extendido a sector agroindustrial, minero y agrícola, concentrando el poder en unos
pocos y sembrando pobreza en los campesinos.
Estos hechos, que ocurrieron entre los años de 1920 y 1940, consolidaron al Estado
como un administrador cada vez más autónomo. Sin embargo, los cambios sociales
creaban cada vez más divisiones, es así en que las urbes, las clases medias
comenzaron a ser partidarias de los sindicatos, movilizándose contantemente en una
búsqueda de la igualdad de derechos. En el camino, influían en los indígenas,
alegando que deberían defenderse de sus gamonales y pedir sus tierras de vuelta.
Sin embargo, el Estado no promovió ninguna de estas ideas, y los campesinos
seguían sin obtener el reconocimiento de sus derechos.
La población peruana, entonces comenzó a crecer a una tasa constante, luego de las
muertes indígenas que causó la colonización y que produjo muchas bajas. De la
población total del Perú, el 65% vivía en la sierra en 1940. Esta sobrepoblación y los
factores de favorecimiento post-guerras de Corea y Segunda Guerra Mundial, obligó
a optar por el reordenamiento de las personas de acuerdo al espacio y las
condiciones sociales. Impulsados también por la marginación que sufrían, los
provincianos comenzaron a migrar masivamente hacia Lima. El Perú estaba
intercomunicado mediante carreteras en buenas condiciones y emisiones radiales, a
la vez que su auge industrial y económico impulsaba la creación de empleo. En 1950
la migración estaba en su apogeo, pero pese a ello, los modelos agrícolas en la sierra
parecían haberse quedado plasmados en una fotografía, debido a que seguían
usando los mismos modelos andinos e incluso los adoptados durante la época
colonial(Matos, 1990).
La década de 1960 la crisis del agro llegó a su ápice, dando lugar a las revoluciones
por la reivindicación de los derechos de las clases campesinas. De este modo, en el
departamento del Cusco surgió un movimiento que se asemeja a la reforma agraria,
que consistía principalmente en atemorizar a las autoridades para poder recuperar la
tenencia de las tierras. En el aspecto migratorio, se comienza una nueva modalidad
llamada barriadas, que conduce a la informalidad y que se propagó en todo el Perú.
Para 1961 la población en provincia había caído hasta el 53%. Los movimientos
guerrilleros subsecuentes habían afianzado la preocupación del Estado respecto a la
situación del agro. Es así que en 1968 hasta 1975, Juan Velasco Alvarado comienza a
poner en marcha una agitada Reforma Agraria. La misma fracasó, por sobre todo, por
las condiciones externas e internas en las que sucedió. Por ejemplo, la crisis mundial,
las nuevas cooperaciones que distaban del deseo de los campesinos de tener sus
propias tierras, así como la baja en los precios de la exportación de materias primas.
A partir de 1980 la migración adquiere nuevas causas para su ocurrencia. El llamado
boom de la coca produce que comience una migración masiva a la selva alta en
búsqueda de nuevas oportunidades. Asimismo, Sendero Luminoso comienza a
sembrar violencia, al inicio en Ayacucho, para luego propagarse rápidamente a otros
lugares del país, tomando como punto de partida el desmerecimiento constante de la
dignidad campesina. Con un discurso enteramente comunista, adhieren miembros y
exterminan sin piedad a quienes se les enfrentan. También llegaron a la selva para
ofrecer protección y apoyo a las comunidades productoras de coca. De esta manera,
hay pueblos de la sierra que, en el proceso de migración, han desaparecido
completamente.
Desde el año 2000, hasta la actualidad, los motivos de la migración han variado, pero
en su núcleo son los mismos: búsqueda de mejores oportunidades o calidad de vida
que en el lugar de origen, en diversas dimensiones del desarrollo humano. Así es
que, según el INEI, el 54,6 % de la población reside en la costa aunque esta solo
representa el 7,5% del territorio nacional. En la sierra que representa el 30,5% del
territorio, actualmente solo se ubica el 32% de la población nacional. Y en la selva,
cuya extensión es el 62%, habita solo el 13,4%. Desde el año de 1940, se observa
que la población de la sierra se ha reducido a la mitad, mientras que en la costa y la
selva, se ha duplicado (INEI, 2008).
Referencias Bibliográficas
INEI. Censos Nacionales XI de Población y VI de Vivienda, 21 de octubre del 2007,
Perú: Resultados Definitivos, Tomo I. Lima septiembre del 2008.
Taupier, O., Saldaña, N. and Yamashita, J. (2012). Economía y población: el caso de la
migración interna | Saberes Compartidos. [online] Saberescompartidos.pe. Disponible
ent:
http://www.saberescompartidos.pe/economia/economia-y-poblacion-el-caso-de-la-mi
gracion-interna.html [Accedido 16 May 2018].
Universidad del Pacífico (2018). Economía y población. [video] Dismponible:
https://www.youtube.com/watch?v=Ypbntku2JJA [Accedido 16 May 2018].
Matos, J. (1990). Las migraciones campesinas y el proceso de urbanización del Perú.
6ta ed. Lima: UNESCO, pp.2-23.