Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
INICIO|
ACERCA DE FE|
EDITORES|
Español|
16 mayo, 2017
Por: Adriana Camacho
Los programas de alimentación escolar tienen una gran importancia al contribuir con el cumplimiento de la segunda meta estipulada dentro de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS): poner fin al hambre , lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición. Este programa en Colombia, conocido como el PAE,
es uno de los más antiguos en el país contando con más de 80 años de existencia. Desde los años setenta el programa fue operado por el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar, y a partir del 2011 inicia su operación desde el Ministerio de Educación debido a la vinculación de los objetivos del programa con temas de
matrícula, ausentismo y rendimiento escolar. Hoy en día este programa cubre un poco más de 4 millones de niños, aproximadamente el 52% de la matricula
oficial del país. Su priorización se basa en indicadores a nivel municipal como el Índice de Pobreza Multidimensional, el índice de deserción intra-anual, la
cobertura neta y el porcentaje de matrícula perteneciente a grupos étnicos y víctimas.
Durante el último año han surgido una gran cantidad de discusiones en torno a eventos desafortunados de corrupción alrededor del PAE. Específicamente, se
han presentado problemas en torno a la oferta del programa como son: el incumplimiento en requerimientos de raciones, desfinanciamiento o mal costeo, faltas
en la corresponsabilidad de los municipios, entre otras. Lastimosamente, estas problemáticas de la oferta opacan en cierta medida las bondades que el programa
trae a sus beneficiarios. Esta columna busca resaltar los impactos que ha tenido el PAE sobre sus beneficiarios en términos de asistencia escolar, deserción,
seguridad alimentaria y trabajo infantil.
Una primera evaluación contratada por DNP en 2013[1] cubre 31 municipios y cuenta con reportes por parte de estudiantes y maestros tanto en áreas rurales
como urbanas. Dentro de este estudio se encuentra que un 8% de los estudiantes reporta la alimentación que recibe como el motivo más importante por el cual le
gusta ir a la escuela. El estudio incluye un componente de análisis costo beneficio donde encuentra que el programa es socialmente rentable, con unos beneficios
que exceden en casi dos veces su costo. La relación beneficio costo es menor en zonas rurales, pero continua siendo un programa rentable para esta región. Por
su parte el programa tiene un impacto en la deserción escolar, la cual se reduce en 6.5% en el área rural y 3.6% en el área urbana. Los impactos en deserción son
del doble para estudiantes entre los 12 y 17 años. Es importante notar que esta evaluación se enmarca dentro del periodo de tiempo en el cual el programa era
operado por el ICBF.
Por su parte, el trabajo de Indira Porto (2016) utiliza los datos de la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional ENSIN (2010) para evaluar el impacto que
tiene el programa sobre el trabajo infantil. Siendo esta una actividad que se reporta en el 9.7% de los niños y adolescentes en edad escolar en Colombia. Este
estudio concluye que el programa disminuye la probabilidad de que los niños se encuentren en actividades de trabajo infantil en un 4%. Evidentemente, el
mecanismo a traves del cual sucede esto es una mayor asistencia a la escuela. Adicionalmente el estudio encuentra una mejora en la seguridad alimentaria del
hogar, no se logra identificar si esta mejora solo proviene del niño receptor del programa o de una posible sustitución de alimentos en el hogar hacia otros
miembros, pero es un resultado interesante de explorar en mayor detalle.
En resumen, aun cuando el Programa de Alimentación Escolar presenta grandes retos en términos de logística y problemáticas de oferta, este tiene resultados
muy positivos que incluso van más allá de la asistencia y permanencia en la escuela. Es por esto que el Gobierno debe luchar por corregir los problemas de
corrupción que se presentan en el Programa de Alimentación Escolar y así ver aun mayores beneficios de este.
Alderman, Harold., y Bundy, Donald. 2011. School feeding programs and development: are we framing the question correctly?. The World Bank Research
Observer.
Departamento Nacional de Planeación. (2013) “Evaluación de Operaciones y Resultados para Determinar el Grado de Efectividad del Programa de
Alimentación Escolar – PAE” Consultores: Unión temporal G-exponencial y CINDE. http://sinergiapp.dnp.gov.co/#Evaluaciones/EvalFin
Porto, Indira (2016) Impacto del Programa de Alimentación Escolar en el Trabajo Infantil: Una aproximación desde la toma de decisiones familiares. Tesis de
Maestría Universidad del Rosario.
[1] “Evaluación de Operaciones y Resultados para Determinar el Grado de Efectividad del Programa de Alimentación Escolar – PAE” 2013 Consultores G-
exponencial y CINDE. http://sinergiapp.dnp.gov.co/#Evaluaciones/EvalFin
Me gusta 2
More in Colombia
Las consecuencias inesperadas de la paz: el caso del asesinato de líderes sociales en Colombia 22 mayo, 2018
Perfil
Registrarse con Twitter Registrarse con Facebook
o
Comentario
Nombre
Web
No soy un robot
reCAPTCHA
Privacidad - Condiciones
Publicalo
1 Respuesta
1 Comentario
0 Tweets
0 Facebook
0 Notificaciones
La ultima respuesta fue hace 11 meses
Los programas de alimentación escolar son de gran ayuda para mucha gente escolar activa. Recuerdo que hasta hace unos 6 años atrás, Shakira también
ayudo a un centro comunitario, un ejemplo a imitar por varios artistas.
Responder
Buscar Buscar
Notas Recientes
Liberando la Educación Financiera a través de Tablets: Evidencia de una Evaluación Aleatorizada en Colombia
26 mayo, 2018
Por Pablo Lavado y Matthew Bird
Últimos comentarios
Redacción
EDITORES
Martín González Rozada
Andrés Neumeyer (on leave)
EDITORES ASOCIADOS
COLABORADORES
mayo 2017
D L M X J V S
« Abr Jun »
D L M X J V S
1 2 3 4 5 6
7 8 9 10 11 12 13
14 15 16 17 18 19 20
21 22 23 24 25 26 27
28 29 30 31
« Abr Jun »
Foco Económico
1,450 likes