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Inicios de la Sexología
El término fue empleado por primera vez en el libro “Sexology as the Philosophy of Life”
(traducido “Sexología como Filosofía de Vida”), véase la importancia que ya se le otorgó a
la relación entre sexo y psicología desde la primera vez que se crea este término para
abarcar el estudio multidisciplinar entre sexo, psicología y medicina.
Entre los primeros estudios referidos a las desviaciones sexuales encontramos el libro
“Psychopathia Sexualis” de Richard von Krafft-Ebing en el que el autor dividió los
desvíos sexuales en cuatro categorías:
Para Krafft-Ebing todo deseo sexual cuyo objetivo no fuera la procreación era una
perversión hasta el punto de no considerar como perversión la violación, acto que admite
aberrante, pero del que puede derivarse un embarazo. Hoy sabemos mucho más acerca de la
psicología de los violadores siendo su objetivo el dolor ajeno, no la obtención de placer
sexual, aunque los abusos sexuales son parte de las patologías estudiadas en la Sexología
actual pero desde el punto de vista de cada paciente.
También se descarta su teoría de que el deseo sexual tiene como objetivo la procreación ya
que, tanto en la experiencia propia de la excitación como históricamente, se observa que no
van unidos en todas las ocasiones. Más bien, el placer es un mecanismo de recompensa del
cerebro para fomentar la reproducción mediante el placer ya que si obtuviéramos dolor en
vez de placer, la especie en sí misma peligraría. Además está demostrado que, frente a la
idea generalista de esta época que no entendía el sexo sin penetración, no son necesarios los
genitales para obtener placer siendo una alternativa al coito.
Fase oral
Fase anal
Segunda fase pre-genital habitualmente situada entre los dos y los cuatro años, cuando el
niño comienza a controlar sus esfínteres y deja de necesitar pañal, y se caracteriza por la
excitación predominante de la zona anal. El niño obtiene placer en la expulsión (fase anal
expulsiva) y retención (fase anal retentiva) de las heces, lo cual coincide con el
surgimiento, según Freud, de rasgos sádicos (fase sádico-anal) y pasivos en la
personalidad del individuo.
Fase fálica
Primera fase de la organización de la libido en los genitales, aunque el niño sólo reconoce
según Freud un sólo órgano genital, el pene o falo. Como reconoce sólo el pene como
órgano genital el niño cree que a la niña le han amputado su órgano o que aún no le ha
crecido, la llamada oposición fálico-castrado.
En el caso del niño varón, la amenaza de castración que los padres y en la niña la
comprobación de que está castrada ya que no tiene falo y nunca le crecerá culpando de ello
a su madre pues es quien la ha “fabricado mal”. De esta fase fálica Freud acerca su teoría
acerca de la envidia del pene y la vida sexual femeninas lo que ha dado lugar a importantes
discusiones en la historia del psicoanálisis.
Fase genital
A partir del siglo XX y a pesar de la polémica, este tema fue estudiado más profundamente
gracias a los métodos de estudio más científicos, las nuevas tecnologías y sobre todo una
postura menos sexista que la de la época victoriana.
Kinsey
En los años 40 cuando Alfred Charles Kinsey elaboró los primeros estudios científicos
sexológicos, recolectando datos entre 1938 y 1952 de la población estadounidense para
elaborar “Los Informes Kinsey” que incluyen “El comportamiento sexual en el hombre” y
“Comportamiento sexual en la mujer“. La información se obtuvo mediante entrevistas de
interrogatorio directo y dio inicio a la investigación de la respuesta sexual humana que
posteriormente iniciaron Master y Jonhson. Era pues, una investigación sociológica, sin
interpretar de la respuesta fisiológica ni psicológica a la excitación sexual.
Lo llamativo de este informe es que destapa la hipocresía social ya que mostraba grandes
diferencias entre el comportamiento exigido socialmente y el comportamiento real, así
como la inexistencia de una clara separación entre el comportamiento heterosexual y el
homosexual donde el 10% de las mujeres y el 28% de los hombres según encuestas de la
época admitían tener comportamiento homosexuales y un 35% de hombres afirmaban estar
interesados en la homosexualidad.
En hombres:
De todo ello, Kinsey concluyó que la homosexualidad existía a todos niveles sociales y
ocupacionales.
En mujeres:
Masters y Jonhson
La siguiente gran revolución de la Sexología fue durante los años 60 y 70 con el libro “La
respuesta sexual humana” elaborado por el ginecólogo William Masters y la psicóloga
Virginia Johnson creado a partir de la observación y estudio, que definió las diferentes
fases de la respuesta sexual, diferentes en el hombre y la mujer: fase de deseo sexual, fase
de excitación, fase meseta, fase orgasmo y fase resolución.
Fases orgasmo en hombre y mujer
A mayores de estas observaciones, realizadas durante nada menos que diez años también se
incluía un cuestionario psicosexual posterior. De toda esta información publicaron sus
conclusiones en un libro titulado libro titulado “The Human Sexual Response” (“La
respuesta sexual humana”).
También escribieron un artículo que afirmaba cosas tan polémicas como que las relaciones
sexuales entre personas del mismo género resultaban tan placenteras y relajantes como
tener sexo oral y anal al mismo tiempo, o como que las mujeres, la doble penetración les
producía el clímax.
Hoy en día
Las disfunciones sexuales son tratadas con diversas terapias en la Sexología, tratando
aspectos de las dificultades durante las etapas del acto sexual, que dificulten la concreción,
estudiando sus causas.
También las adicciones sexuales son tratadas por esta disciplina, en sus diferentes tipos:
relaciones con otras personas, masturbación, consumo de pornografía, etc.
Entre las patologías tratadas en esta disciplina destaca el abuso sexual, aunque actualmente
no existe una correlación real entre las conclusiones de los estudios sexológicos a este
respecto y la legalidad aplicable. Por ejemplo, en España la opinión de los expertos que
tratan a estos delincuentes no es de obligado cumplimiento con lo que en ocasiones la
decisión judicial resulta totalmente opuesta a la recomendación médica.