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¿Qué es la Sexología?

septiembre 10, 2015

La Sexología es el estudio desde un punto de vista fisiológico, social y psicológico de


la sexualidad humana y todo lo relacionado con ella. En él participan un gran número de
disciplinas y especialidades médicas y humanísticas los estudios de Sexología requieren la
integración de múltiples disciplinas (la Medicina, la Biología, la Psicología, la Sociología,
la Antropología, la Filosofía y la Historia, entre otras) abarcando así todos los aspectos de
la sexualidad. Resumiendo que la Sexología existe para explicar la realidad de la
sexualidad humana.

Comenzaremos hablando del origen de esta disciplina y posteriormente veremos los


estudios más importantes y que, “curiosamente”, coinciden con los más polémicos.

Inicios de la Sexología

El término fue empleado por primera vez en el libro “Sexology as the Philosophy of Life”
(traducido “Sexología como Filosofía de Vida”), véase la importancia que ya se le otorgó a
la relación entre sexo y psicología desde la primera vez que se crea este término para
abarcar el estudio multidisciplinar entre sexo, psicología y medicina.

Aunque desde la Antigua Grecia y Roma ya se había comenzado a estudiar los


comportamientos sexuales y reproductivos nunca antes se había tenido en consideración un
conjunto tan amplio de temáticas relacionadas con el sexo, ni la influencia de las exigencias
sociales en el comportamiento sexual privado.

En un principio se empleó la Sexología como medio para solucionar las disfunciones o


desviaciones sexuales, es decir a las dificultades para disfrutar del acto sexual y a los
comportamientos sexuales dañinos para el propio paciente o las personas con las que
mantenga relaciones sexuales, respectivamente.

Entre los primeros estudios referidos a las desviaciones sexuales encontramos el libro
“Psychopathia Sexualis” de Richard von Krafft-Ebing en el que el autor dividió los
desvíos sexuales en cuatro categorías:

 Paradoxia, o el deseo sexual experimentado en etapas de la vida equivocadas, i.e.,


infancia o vejez.
 Anesthesia, escasez de deseo.
 Hyperesthesia, deseo excesivo.
 Paraesthesia, deseo sexual sobre un objeto equivocado, entre los que el autor
incluye la homosexualidad, el fetichismo, el sadismo, el masoquismo, la pederastia
entre otros.

Para Krafft-Ebing todo deseo sexual cuyo objetivo no fuera la procreación era una
perversión hasta el punto de no considerar como perversión la violación, acto que admite
aberrante, pero del que puede derivarse un embarazo. Hoy sabemos mucho más acerca de la
psicología de los violadores siendo su objetivo el dolor ajeno, no la obtención de placer
sexual, aunque los abusos sexuales son parte de las patologías estudiadas en la Sexología
actual pero desde el punto de vista de cada paciente.

Richard von Krafft-Ebing

También se descarta su teoría de que el deseo sexual tiene como objetivo la procreación ya
que, tanto en la experiencia propia de la excitación como históricamente, se observa que no
van unidos en todas las ocasiones. Más bien, el placer es un mecanismo de recompensa del
cerebro para fomentar la reproducción mediante el placer ya que si obtuviéramos dolor en
vez de placer, la especie en sí misma peligraría. Además está demostrado que, frente a la
idea generalista de esta época que no entendía el sexo sin penetración, no son necesarios los
genitales para obtener placer siendo una alternativa al coito.

Además de las disfunciones y las desviaciones, la Sexología también comenzó estudiando


las distintas etapas del desarrollo sexual de las personas con la teoría de la sexualidad de
Sigmund Freud, el llamado padre del Psicoanálisis.
Freud

Las etapas del desarrollo sexual de Freud

Fase oral

Es la primera fase de evolución de la libido, donde el placer sexual es obtenido en su mayor


parte por la excitación de la cavidad bucal y los labios, iniciado por el amor hacia la madre
debido al amamantamiento. Simplificando, el bebé encuentra placer en chupar (pecho,
pulgar, chupete) primero y posteriormente morder desde la aparición de la dentición (fase
canibalística-oral) con la introducción de la comida sólida, sustituyendo el placer del
chupeteo por el placer de masticar y devorar. En esta fase inicial los genitales no entran en
juego según Freud.

Fase anal

Segunda fase pre-genital habitualmente situada entre los dos y los cuatro años, cuando el
niño comienza a controlar sus esfínteres y deja de necesitar pañal, y se caracteriza por la
excitación predominante de la zona anal. El niño obtiene placer en la expulsión (fase anal
expulsiva) y retención (fase anal retentiva) de las heces, lo cual coincide con el
surgimiento, según Freud, de rasgos sádicos (fase sádico-anal) y pasivos en la
personalidad del individuo.

Fase fálica

Primera fase de la organización de la libido en los genitales, aunque el niño sólo reconoce
según Freud un sólo órgano genital, el pene o falo. Como reconoce sólo el pene como
órgano genital el niño cree que a la niña le han amputado su órgano o que aún no le ha
crecido, la llamada oposición fálico-castrado.
En el caso del niño varón, la amenaza de castración que los padres y en la niña la
comprobación de que está castrada ya que no tiene falo y nunca le crecerá culpando de ello
a su madre pues es quien la ha “fabricado mal”. De esta fase fálica Freud acerca su teoría
acerca de la envidia del pene y la vida sexual femeninas lo que ha dado lugar a importantes
discusiones en la historia del psicoanálisis.

Fase latente o de reposo

En este período correspondiente a la escuela primaria, desaparece el interés por la


sexualidad aunque permanece latente para emanar de nuevo posteriormente. Ejemplo de
ello son los comportamientos típicos de los niños y niñas cuando les asquean los besos o
afirman que nunca tendrán novio o novia. Por poner un ejemplo más animado tenemos el
personaje de Edith, la hija ninja de la película animada “Gru, mi villano favorito”.

Fase genital

Se instaura en la pubertad a partir del desarrollo hormonal y la capacidad orgásmica y de


reproducción. El placer en las zonas erógenas no genitales (boca, ano) se convierte en
preliminar al orgasmo (besos, tocamientos, caricias) mientras el interés se centra en los
órganos sexuales. Es la sexualidad más aproximada a la adulta.

Según Freud la alteración de una de estas fases conduce a la aparición de transtornos


sexuales o de la personalidad específicos.

Auge durante el siglo XX

A partir del siglo XX y a pesar de la polémica, este tema fue estudiado más profundamente
gracias a los métodos de estudio más científicos, las nuevas tecnologías y sobre todo una
postura menos sexista que la de la época victoriana.
Kinsey

En los años 40 cuando Alfred Charles Kinsey elaboró los primeros estudios científicos
sexológicos, recolectando datos entre 1938 y 1952 de la población estadounidense para
elaborar “Los Informes Kinsey” que incluyen “El comportamiento sexual en el hombre” y
“Comportamiento sexual en la mujer“. La información se obtuvo mediante entrevistas de
interrogatorio directo y dio inicio a la investigación de la respuesta sexual humana que
posteriormente iniciaron Master y Jonhson. Era pues, una investigación sociológica, sin
interpretar de la respuesta fisiológica ni psicológica a la excitación sexual.

Lo llamativo de este informe es que destapa la hipocresía social ya que mostraba grandes
diferencias entre el comportamiento exigido socialmente y el comportamiento real, así
como la inexistencia de una clara separación entre el comportamiento heterosexual y el
homosexual donde el 10% de las mujeres y el 28% de los hombres según encuestas de la
época admitían tener comportamiento homosexuales y un 35% de hombres afirmaban estar
interesados en la homosexualidad.

Sus conclusiones fueron distintas respecto a hombres y mujeres.

En hombres:

 el 37% de los entrevistados, experimentaron algún orgasmo homosexual desde la


adolescencia.
 El 13% sintieron deseos homosexuales aunque nunca consumaron contacto físico.
 El 25% tuvieron experiencias no incidentales entre los 16 y los 55 años.
 El 18% mantuvo por igual relaciones hetero y homosexuales durante al menos 3
años entre los 16 y los 55 años.
 Un 10% tuvo una conducta estrictamente homosexual durante al menos 3 años
entre esas edades.
 Un 4% tuvo una conducta estrictamente homosexual durante toda su vida.

De todo ello, Kinsey concluyó que la homosexualidad existía a todos niveles sociales y
ocupacionales.

En mujeres:

 Un 13% habían experimentado algún orgasmo homosexual desde la adolescencia.


 Un 3% habían sido predominantemente homosexuales durante un mínimo de 3
años entre las edades comentadas anteriormente.
 En contraste con los hombres, no habían sido promiscuas en sus relaciones
homosexuales, teniendo el 71% relaciones sólo con 1 o 2 compañeras.

Su conclusión fue que no existe un comportamiento sexual “normal” debido a la amplia


variedad existente, lo que en lenguaje común se traduciría como “cada cabeza es un
mundo”. Asimismo afirmó, entre otras cosas, que la masturbación no produce ceguera ni
es una perversión y que la homosexualidad no es una enfermedad.
El resultado de este estudio contrasta con la postura de la sociedad, ya que no fue hasta los
años 60 y principios de los 70 cuando la propia sociedad respaldó el auge de la Sexología
mediante los movimientos de liberación sexual.

Masters y Jonhson

La siguiente gran revolución de la Sexología fue durante los años 60 y 70 con el libro “La
respuesta sexual humana” elaborado por el ginecólogo William Masters y la psicóloga
Virginia Johnson creado a partir de la observación y estudio, que definió las diferentes
fases de la respuesta sexual, diferentes en el hombre y la mujer: fase de deseo sexual, fase
de excitación, fase meseta, fase orgasmo y fase resolución.
Fases orgasmo en hombre y mujer

A mayores de este estudio revolucionario también publicaron “Tratamiento de las


Disfunciones Sexuales”, con el que se aproximaron a las terapias para las disfunciones
sexuales, entre ellas la eyaculación precoz, la disfunción eréctil, la eyaculación retrasada en
hombres, y en mujeres la disfunción orgásmica, la dispareunia y el vaginismo. La tasa de
eficacia de estas terapias fue nada menos que un 81,1%. Además, definieron una frontera
entre disfunción y desviación.
Fueron los primeros en investigar en laboratorio los procesos biológicos de la sexualidad
con el objetivo de obtener información científica básica que diera respuesta a problemas
multifacéticos de la conducta sexual humana. Tal vez uno de los aspectos más polémicos de
este estudio fue su propio método de realización, emplearon la técnica de observación
directa, lo que en aquella época era fácilmente tildado de voyerismo pero era
completamente comprensible dado su interés por conocer la reacción física a una
estimulación sexual efectiva tanto en el hombre como en la mujer, así como su reacción al
comportamiento del otro.

A mayores de estas observaciones, realizadas durante nada menos que diez años también se
incluía un cuestionario psicosexual posterior. De toda esta información publicaron sus
conclusiones en un libro titulado libro titulado “The Human Sexual Response” (“La
respuesta sexual humana”).

También escribieron un artículo que afirmaba cosas tan polémicas como que las relaciones
sexuales entre personas del mismo género resultaban tan placenteras y relajantes como
tener sexo oral y anal al mismo tiempo, o como que las mujeres, la doble penetración les
producía el clímax.

Posteriormente, y avanzando en estas terapias la investigadora, Helen Kaplan ideó


terapias breves y de alta efectividad para los transtornos sexuales descritas en el libro “La
nueva terapia sexual”, “La eyaculación precoz” y “Manual ilustrado de terapia sexual”.

Hoy en día

La Sexología es un estudio complejo no sólo por su carácter multidisciplinar, ya que por


ejemplo la rama médica se estudia mediante el método científico, sino por las diferentes
consideraciones sociales que influyen en el comportamiento sexual particular. De ahí
también la importancia de los estudios de la sexualidad en grupos especiales, como los
discapacitados, los niños y los ancianos.

Dentro de este mar de estudios, la Sexología moderna contempla tres campos de


actuación: la investigación, la educación y la Sexología clínica, siendo esta última la que
se ocupa del tratamiento de las problemáticas sexuales tanto de origen orgánico como
psicológico y se divide por tanto en dos áreas : la médica y la psicológica.
El área médica trata la problemática sexual de origen orgánico, diagnosticando
enfermedades y disfunciones orgánicas, efectos secundarios producidos por medicamentos,
etc.
Los problemas más comúnmente consultados en Sexología son:

 Dificultades para mantener la erección


 Eyaculación precoz, retardada o ausente
 Disminución de lubricación en la mujer
 Dificultades para alcanzar el orgasmo
 Pánico a la penetración
 Pérdida de deseo
 Ausencia de sensaciones placenteras durante las actividades sexuales
 Diferencias en la pareja de los niveles de deseo
 Insatisfacción conyugal
 Diferencias respecto a las practicas deseadas por cada miembro de la pareja
 Disconformidad con la propia sexualidad
 Fantasías sexuales
 Sexo compulsivo
 Preocupaciones acerca de la propia identidad sexual
 Conductas parafílicas (pedofilia, voyerismo, exhibicionismo, fetichismo, etc.)

Las disfunciones sexuales son tratadas con diversas terapias en la Sexología, tratando
aspectos de las dificultades durante las etapas del acto sexual, que dificulten la concreción,
estudiando sus causas.

También las adicciones sexuales son tratadas por esta disciplina, en sus diferentes tipos:
relaciones con otras personas, masturbación, consumo de pornografía, etc.

Entre las patologías tratadas en esta disciplina destaca el abuso sexual, aunque actualmente
no existe una correlación real entre las conclusiones de los estudios sexológicos a este
respecto y la legalidad aplicable. Por ejemplo, en España la opinión de los expertos que
tratan a estos delincuentes no es de obligado cumplimiento con lo que en ocasiones la
decisión judicial resulta totalmente opuesta a la recomendación médica.

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