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Después de su “cruzada” contra la teología de la liberación, el “teólogo del Papa” Juan Pablo II, y uno

de sus dos brazos derechos, Joseph Ratzinger (Sodano era el otro, más derecho todavía), la emprendió contra la
“teología del pluralismo religioso”. Esta sostiene, en su punto de partida, que si Dios es perfecto (“si Dios es
Dios”) cualquier cosa que se diga de Él será siempre limitada, y en todas las palabras sobre Dios (“teologías”) se
encontrará algo de verdadero. O mucho. Y a su vez, que toda palabra sobre Dios será limitada y parcial. Esto
permite una conclusión, y acá está lo cuestionado por la Congregación para la Doctrina de la Fe: “todas las
religiones son verdaderas”.
No es este el lugar de reflexionar, o cuestionar, o defender esta afirmación, o de distinguir a las grandes
religiones (entre las que sin duda alguna se encuentra el Islam) de lo que -quizá demasiado simplistamente- se
llaman “sectas”. Pero lo cierto es que en el presente, y a raíz de la reciente “conferencia” del Papa Benito XVI,
el tema parece urgente.
Se me ocurren algunas puntualizaciones:

1C la charla del Papa fue una “conferencia”, sobre el tema “fe y razón”, tema
importantísimo para el diálogo de las religiones con las ciencias y el mundo;
2C la “conferencia” tuvo varias partes, la referencia al Islam fue la primera, en la
parte central mostró una identificación entre “cristianismo y helenismo” que también
es preocupante;
3C uno de los temas -muy importante a mi juicio- que quiso mencionar el Papa es
“¿en qué Dios cree el que proclama la violencia en nombre de Dios?”;
4C la “conferencia” se reveló como una mirada desde “Occidente” y -además- de
Occidente entendido como “Europa” (es evidente que América Latina, aunque
congregue al 50% de los católicos del mundo, simplemente “no existe”);
5C es sabido que -mirada toda su historia- la experiencia “pastoral” de Joseph
Ratzinger es casi nula. Su ministerio fue ser un dedicado profesor de teología en
Alemania, con todo lo que eso significa;
6C es sabido que el cardenal Ratzinger se opuso al ingreso de Turquía a la
Comunidad europea: Europa es tradición “judeo-cristiana”, o “greco-romana”,
sostiene vehementemente. No hace falta recordar aquí la campaña vaticana para que
la constitución europea incorporara la mención del cristianismo;
7C también es bueno recordar que San Benito es considerado el “patrono de
Europa”, y por eso Ratzinger eligió su nombre pontificio;
8C es sabido que Ratzinger tiene un importante sustrato helénico (y
particularmente platónico): su conferencia que “más griega que los griegos” al decir
de un cura amigo.
Personalmente no creo que Benito XVI haya querido agraviar al Islam (o no quiero creerlo, para ser
más precisos), pero sí creo que el des-precio o menos-precio de los alemanes por los turcos (albañiles,
barrenderos...), o de los europeos por los musulmanes parece haberse colado en la referencia del Papa; también
es cierto que -especialmente la prensa “occidental”- suele presentar una imagen del islam que los ubica como
violentos, primitivos, atrasados, sucios...; finalmente, creo que -precisamente por su pasado “docente”- el Papa
probablemente no tuviera “ni idea” de las consecuencias que podían tener sus palabras (“la realidad” no parece
colarse en sus intervenciones; su encíclica Deus Caritas Est es un buen ejemplo).

Esto me invita a algunas reflexiones, preguntas o conclusiones:

9C la acertada cercanía vaticana con el judaísmo, iniciada por Juan Pablo II y


continuada por Benito XVI, ¿es motivada por el diálogo, el respeto, el dolor por las
responsabilidades del pasado, la comprensión de todo lo que tenemos “en común”’, ¿o
es una estrategia política frente a un “enemigo común”? ¿eran razonable estos dichos
al día siguiente de un nuevo aniversario del 11 de septiembre? (Me refiero al “11" de
las Torres Gemelas, no al golpe contra Allende);
10C si se quiere mostrar que a veces se utiliza “la religión” para la violencia, y es
bueno preguntarse “¿en qué dios cree el que recurre a la violencia en nombre de
dios?”, ¿no era más lógico empezar preguntándose por ejemplos cristianos, y no
recurrir a un diálogo del 1.300? ¿No es Bush un buen ejemplo de violencia en nombre
de Dios, y desde una mirada cristiana? ¿No es bueno mirar primero la viga en el ojo
propio antes que la paja en el ojo ajeno?;
11C recuerdo que a poco de finalizado el Concilio, J. Ratzinger decía que la
“renovación tiene dos polos: por un lado los orígenes cristianos, que proporcionan el
criterio esencial y básico para entender algo como cristiano o no-cristiano. Por otro
lado, el mundo moderno al cual debe ser traducido lo que es esencialmente cristiano
y debe estar siempre ante los ojos como el otro sujeto del diálogo...”; es precisamente
por eso que tiene sentido y es imprescindible una buena “deshelenización del
cristianismo”, a fin de proponer al mundo moderno lo “esencialmente cristiano”;
12C finalmente, creo que no es algo que se espera de un Papa que dé
“conferencias”, sino que sea “pastor”, que no sea “europeo” sino “universal” (eso es
ser “católico”: he katholikê ekklesía, es “la iglesia universal”), por tanto: de occidente
¡y de Oriente! ¡y de América Latina!
Creo que -lamentablemente- Benito XVI con su reciente intervención dio un paso más para que la
Iglesia católica romana sea tenida como algo prescindible en este tiempo. Si han de matar a cristianos por los
dichos del Papa, ¿no sería preferible que los asesinos sean los genocidas, los nuevos emperadores del mundo y
no las víctimas de la intolerancia y la explotación? Precisamente creo que se perdió una buena oportunidad para
decir “algo” en un tiempo en que bien se podría haber aprovechado la ocasión para que se responda ¿en qué
Dios cree el que trabaja por la paz? ¿en qué Dios cree el que busca la liberación y la concordia? ¿en qué Dios
cree el que sabe tratar a los demás como hermanos?

Eduardo de la Serna

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