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FACULTAD DE CIENCIAS Y ARTES

ESCUELA DE PSICOLOGÍA
DPTO. DE CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO
PSICOLOGÍA SOCIAL I
PROF​. ​DANIEL PEREZ

ENSAYO
SITUACIÓN DE VENEZUELA

Autoras:

Rojas, Yetsenia
Gomes, Emily

Caracas, 01 de marzo de 2018


Violencia por hambre en Venezuela

En la actualidad, Venezuela atraviesa una crisis global que afecta a toda su


población, entre estos múltiples problemas que agobian al país se encuentra la
malnutrición que han conllevado a numerosos problemas de salud, así como
también a altos niveles de violencia como producto de la supervivencia que debe
superar el venezolano para conseguir un poco de comida para su núcleo familiar día
tras día.

La falta de una alimentación adecuada en Venezuela ha sido uno de los


factores por los cuales se ha desarrollado un elevado índice de violencia, este se ha
fusionado con los otros factores que afectan a Venezuela en asuntos de
inseguridad, así como también en la crisis económica que ha propiciado a
desencadenar el empobrecimiento de la población. Dicha crisis alimenticia ha
generado conductas agresivas a consecuencia de la frustración ante la dificultad de
conseguir alimentos, conductas que se han reflejado en hechos violentos como lo
han sido los saqueos a establecimientos comerciales.

El observatorio de violencia en Venezuela realizó los estudios estadísticos


relacionados con los índices de violencia registrados durante el año en el país,
reflejando en su informe del 2017 que:
En este año 2017 se ha acentuado el desabastecimiento, se ha incrementado
el costo de todos los productos de la canasta alimentaria y se ha deteriorado
el ingreso familiar, generando una progresiva pauperización de enormes
sectores sociales. Los estudios realizados por las universidades nacionales
muestran que cuatro de cada cinco hogares venezolanos (82%) están en
situación de pobreza y que más de la mitad de las familias (52%) se
encuentran en pobreza extrema; es decir, que no logran cubrir sus
necesidades alimentarias básicas. (OVV, 2017, párr. 7)

Esta realidad se estima en cifras superiores al primer trimestre del presente


año 2018, ante el deterioro progresivo y sostenido de las condiciones básicas de
vida que se está presenciando, pues la mayor parte de la población trabaja para
solo comer, y este escenario es propicio para que toda la frustración e ira contenida
traiga con sigo hechos de violencia de diferente naturaleza en los últimos meses. No
es para nada difícil hacer estimaciones subjetivas de los posibles escenarios en el
futuro cercano.

Por otra parte, es importante resaltar que en los últimos años en el territorio
venezolano han ocurrido numerosas protestas, saqueos e incluso robos armados
producto de la escasez extrema de alimentos. Así como también son frecuentes los
conflictos entre las personas que pretenden ocupar un lugar en la fila que no les
corresponde para ingresar a los supermercados y adquirir los alimentos disponibles,
llegando incluso a utilizar armas de fuego para ocupar el lugar. La situación extrema
también ha llevado a individuos sin ningún antecedente criminal a participar en
actividades delictivas para poder así obtener los alimentos que necesitan.

Esta problemática social de la violencia que se está generando por el hambre


en el venezolano se puede interpretar desde el punto de vista de teorías sociales
que permiten orientar y acercarse hacia la comprensión sobre el origen de dichas
conductas agresivas. De este modo, por medio de las teorías de agresividad se
pueden vincular los acontecimientos agresivos en Venezuela con la teoría de la
frustración-agresividad donde dicha teoría afirma que la agresividad no es motivada
por factores instintivos, sino que ocurre como resultado de estímulos exteriores que
dan origen a la frustración.

Es por medio de esta teoría que se puede comprender como la falta de


alimentos da origen a la impotencia, esto en vista de que no se puede conseguir lo
necesario de la cesta básica para cubrir la necesidad fisiológica, creando así un
sentimiento de frustración que en una gran cantidad de casos se transforma en
acciones agresivas, verbalmente agresivas o físicamente agresivas.

El Informe OVV (2017) también plantea que la presencia o aumento de


violencia familiar puede estar influenciada por la escasez de comida y la fricción que
ésta ocasiona entre los miembros de una familia. Esta situación del hambre que se
vive en la sociedad venezolana ha causado de forma generalizada índices de
violencia que han afectado externamente al hogar venezolano como también
internamente en las familias, dando origen a diferencias entre las parejas o los
integrantes de la familia que conllevan a agresiones de tipo verbal y físicas que en
muchos de sus casos pueden culminar en lesiones psicológicas graves u homicidio.

Registros estadísticos realizados por la Encuesta de Condiciones de Vida


mostró que el 32,5 % de los venezolanos sólo comen dos o menos veces al día.
Esto genera dificultades en la convivencia familiar, pues los pocos productos que
pueden comprar son racionados o reservados para determinados miembros de la
familia y cuando alguno incumple esas reglas, se producen situaciones de conflicto
y violencia.(ENCOVI, 2017)

Existen numerosos casos de este tipo de violencia doméstica o familiar que


han sido producto de las situaciones actuales que están comprometiendo el
desarrollo en materia de alimentación y produciendo complicaciones en la salud de
la familia venezolana, pues la alimentación no se está llevando a cabo de forma
balanceada trayendo como consecuencias la desnutrición tanto en niños como en
adultos. El venezolano puede comer en promedio una comida diaria y sin alto
contenido proteico, pues por sus altos costos es imposible adquirirlos y lo poco que
se puede conseguir después de horas en una fila es tan poco que no cubre la
necesidad alimentaria de una familia completa. Es realmente una carrera de
supervivencia.

También se podría vincular la situación actual de violencia por hambre en


Venezuela desde el punto de vista de la teoría sociobiológica, donde se considera
que el comportamiento agresivo facilita la supervivencia de un individuo, provocando
una respuesta instintiva hacia una amenaza. En este caso se puede decir que una
acción agresiva en un supermercado o abasto podría ser percibida como un instinto
de supervivencia, donde la obtención de la comida se llevará a cabo bajo cualquier
modalidad y si se debe conseguir por medio de la conducta violenta tiene
justificación instintiva a fin de satisfacer la necesidad fisiológica. Así como también
están aquellos individuos que actúan agresivamente al robar transportes de comida,
solo están actuando sobre su instinto de preservación y supervivencia. En casos
extremos, varias personas se han visto obligadas a robar ganado e incluso caballos
para poder obtener carne para comer.
Para Botella en la compilación sobre la interacción social afirma que la
agresividad y la violencia permiten que se adapten los más fuertes y aptos.
La sociobiología comparte buena parte de los planteamientos de la etiología
pero a diferencia sostiene que la agresividad posibilita la supervivencia del
individuo y no de la especie. (Ibañez, 2004, pag. 141)

En un artículo de la versión virtual de la revista Time, se cita al director del


OVV, ​Roberto Briceño León, quien dice que muchas pandillas atraen niños pobres
con comida, u​sándolos de vigías mientras realizan robos, y como recompensa les
dan comida.

Frente a la realidad planteada, donde la mayor parte de la población está


rebajada a un nivel básico de supervivencia y paralelo a fuertes actos de violencia,
el venezolano se ha reinventado en su forma de alimentarse para sobrevivir ante la
crisis que se vive y se ha adaptado a las conductas agresivas con la finalidad de al
menos conseguir diariamente algún artículo de alimentación que pueda solventar la
situación diaria en el hogar. Quedando en la mayoría de los casos su esfuerzo en
vano, lo que conlleva a que un alto porcentaje de la población consuma muy pocos
alimentos o los derive hacia aquellos miembros de la familia que más necesitan los
nutrientes, como son los niños, enfermos y personas mayores.

Se puede concluir que estas teorías sociales sobre la agresividad pueden de


alguna manera proporcionar una explicación sobre el aumento de la violencia en
Venezuela asociado directamente con el desabastecimiento de alimentos. Estas
teorías no justifican de ninguna manera los altos niveles de violencia en el país, pero
son de mucha utilidad a la hora de plantear este problema social y conocer cómo
afecta a la población en su totalidad la crisis alimentaria, además de proveer
información valiosa para las próximas situaciones que se presentarán en Venezuela
como consecuencia de la mala gerencia en alimentación que se encuentra
establecida actualmente.
Bibliografía

● Armas, M. (2017). 9,6 millones de venezolanos comen dos o menos veces al


día. ​ABC de la semana. ​Recuperado de:
http://www.abcdelasemana.com/2017/03/25/96-millones-de-venezolanos-comen-do
s-o-menos-veces-al-dia/
● Ibáñez, T. (coord.) (2004). ​Introducción a la psicología social. ​Editorial UOC,
Barcelona
● Observatorio Venezolano de Violencia (2017). ​Informe OVV de Violencia
2017.​ Recuperado de:
http://observatoriodeviolencia.org.ve/informe-ovv-de-violencia-2017/
● Sanchez, F. y Smith, S. (2018). ​Venezuelans Are So Hungry ‘They Have to
Loot to Eat’. ​Recuperado de:
http://time.com/5124666/venezuela-food-shortage-crisis-looting/
● Schipp, D. (2018). ​‘We loot or we die of hunger’: Starving Venezuelans steal,
kill, to eat. ​Recuperado de:
http://www.news.com.au/finance/economy/world-economy/we-loot-or-we-die-of-hung
er-starving-venezuelans-steal-kill-to-eat/news-story/30e1122ebd174c9b8f5b971f080
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