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REVELACIÓN PROFÉTICA.
Revelación: un mensaje recibido de Dios por medio del cual nos hace saber lo que no
sabíamos o lo que no podíamos saber a través de nuestros sentidos naturales.
Si es de Dios, entonces es cierta y se cumplirá (Heb 6:18).
IDENTIDAD PROFÉTICA.
El profeta trae identidad al pueblo de Dios: lo que uno es y puede hacer en Cristo.
Trae también dirección, predicción, instrucción y revelación para que podamos entender el
propósito de nuestras vidas y nuestro en la iglesia y en los planes de Dios.
EL TIEMPO PROFÉTICO.
Isa 55:11. Su Palabra nunca regresa vacía, va a hacer lo que Dios quiere: su buena voluntad,
agradable y perfecta (Rom 12:2).
Este tiempo Dios está levantando profetas para establecer Su Reino y transformar la nación
que van a decretar lo que se hará ya.
El tiempo de las confirmaciones se acabó. Dios levantará un pueblo que caminará por
determinación como resultado de vivir la Revelación en su vida.
Mat 16:19: las llaves del Reino abren dimensiones (puertas).
Existen puertas en el mundo espiritual que necesitan ser abiertas.
Cada revelación en nuestra vida abre una puerta.
Perder la revelación, entonces, equivale a perder las llaves.
Existen dimensiones y tiempos (Hch 17:26-28).
* Jesús dijo que en el tercer día (tercer milenio) terminaría Su obra.
* También dijo que todo lo que la Iglesia decretara: "consumado es".
Nosotros vivimos en el Cronos y Kairos. Cronos es el tiempo natural, el tiempo de cada día;
Kairos es el tiempo específico para el cumplimiento del propósito de Dios.
Los ministerios deben caminar en el Kairos de Dios, no en el Cronos. Es en el Kairos cuando
suceden las cosas de Dios.
Problema: cuando Dios está listo para operar y nosotros estamos fuera de tiempo; nunca
podrá operar en y a través de nosotros.
Cuando no tenemos una visión del futuro, el presente siempre va a traer desesperación o
desánimo.
El profeta "corre" en el tiempo, va adelante, viaja en el tiempo, no vive preso a cada día,
regresa y anima al pueblo, porque alcanza a ver más allá de cada día.
MISIÓN PROFÉTICA.
Activar todo lo que hay dentro del Cuerpo de Cristo que ya fue puesto allí por El.
Preparar el camino para lo que Dios va a hacer: activar, habilitar, restaurar.
Dar la estrategia de Dios para tomar y establecer Su Reino sobre personas y lugares.
Traer los diseños celestiales para lo que Dios va a hacer.
Edificar el cuerpo de Cristo.
Traer a la gente a su verdadera identidad en Cristo.
Sacar a luz lo que Dios ha puesto en el corazón de las personas (revelación, dirección,
propósito)
Revelar a Cristo en la vida de las personas.
Activar los dones de Dios en las personas.
Revelar la Palabra, sacar a luz lo que estaba oculto, iluminarla.
Decretar la Palabra activarla para que se cumpla ya.
PROFECÍA Y ENSEÑANZA.
Predicación (y la enseñanza): producto de la revelación conocida.
Profecía: resultado de una iluminación o inspiración (revelación no conocida) (1 Cor 14:29,
Hch 27:10-11, 2 Ped 1:21).
Es importante discernir como profetas la necesidad real de cada persona. ¿Cómo será mejor
atendida esa personas, mediante una palabra profética o al tener más conocimiento de la
Palabra en su vida?
La profecía trae el conocimiento del propósito de Dios para nuestra situación actual
La enseñaza permite ganar un entendimiento completo de los principios que Dios nos ha
dejado para poder creer, servir, etc.
La profecía nos revela el corazón de Dios en tanto que la enseñanza nos muestra la mente de
Dios.
PROFECÍA Y ESTRATEGIA.
La profecía revela e ilumina con discernimiento dinámico, actualizado, presente, pertinente,
pasajes y/o situaciones no muy claras en las Escrituras. Provee una percepción distinta de las
cosas de Dios y como traerlas a nuestra realidad.
La Palabra nos provee estrategia, y la profecía nos provee táctica (2 Cro 20:14-17).
Para vivir como Dios quiere necesitamos de cada Palabra que viene de la boca de Dios: la
Escritura para ordenar nuestra vida y la profecía para ser guiados por el Espíritu.
Mal 4:5-6: el espíritu de Elías es una unción profética que opera en la preparación de la venida
de Jesús (Luc 1:17). Operará en estos tiempos con más fuerza porque los profetas otra vez
prepararán la disposición del corazón del pueblo de Dios para recibirlo en su segunda venida.
ENCARNACIÓN DE LA PROFECÍA.
El profeta no solo es el mensajero, es el mensaje, por lo que necesita encarnar la Palabra
antes de darla. El representa el cumplimiento de la profecía, por lo que no solo debe recibirla
sino hacerla vida (Jn 15:7).
• Si permanecen en mí (salvos).
• Y mis palabras permanecen en ustedes (obediencia, el propósito de Dios para nosotros).
• Pedid todo lo que queréis (profetizar la Palabra).
• Os será hecho (se va a encarnar, Dios se apresura a ponerla por obra).
La responsabilidad del profeta es dar la Palabra y vivirla, no ver que se cumpla en los demás o
que las personas la pongan en práctica. Aunque traen la luz, son las personas que reciben la
Palabra las que van a determinar si siguen viviendo en las tinieblas o se trasladan a vivir a la
luz (Jn 3:19-21).
La mayor responsabilidad profética es traer entendimiento de la Palabra al pueblo (Hch 13:1, 1
Cor 12:28), activarla en la vida de las personas y de la iglesia, que se encarne, que se cumpla
en ellos (y cosechen los frutos derivados de ella).
Mayor revelación implica, para el profeta, mayor sacrificio y mayor responsabilidad: asumir la
Palabra muchas veces implica persecución (crítica, chisme, burla, maldición, etc.) por lo que
también necesita preparar a las personas para encarnarla con todas sus consecuencias.
JUZGAR LA PROFECÍA.
Razones por las cuales debemos juzgar todo lo que oímos (interna o externamente).
• La inspiración. Tres posibles fuentes: Espíritu Santo, humano o demoníaco.
• El. Reconocimiento de nuestras limitaciones y debilidades (imperfectos, 2 Cor 4:7-11).
• 2 Cor 12:9-10: lo vulnerables a lo engañoso de la soberbia, el orgullo, la altivez, etc.
¿Cómo juzgar la profecía?
• Debe estar acorde con la Palabra escrita de Dios (2 Ped 1:19.21).ç
• Debe armonizar con el testimonio del Espíritu con mi espíritu.
• Produce el fruto del Espíritu en los que la reciben.
• Debe ser confirmada por dos o tres otros testigos (1 Cor 14:29) antes de accionar en ella.
OFICIO PROFÉTICO.
Hch 3:21: la promesa de Dios es que antes de la segunda venida de Cristo, todas las cosas
van a ser restauradas a su propósito (aunque sigan manifestando imperfecciones) en el
mundo, lo que incluye la Iglesia y todo lo que a ella concierne (dones, poder, autoridad,
manifestaciones, santidad, pureza doctrinal, etc.).
Mal 4:5, Luc 1:17: como parte de la restauración, El enviará profetas con el Espíritu de Elías a
volver y restaurar el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres, para
preparar un pueblo bien dispuesto para su Segunda Venida. Esa restauración del corazón es
para prepararnos para recibir una revelación poderosa de la Paternidad de Dios, la base de la
identidad, poder y autoridad de los creyentes. La falta de revelación acerca de la Paternidad
de Dios ha tenido confundido a amplios sectores de la Iglesia que viven con mentalidad de
pueblo y siervos, y no con la mentalidad de hijos y familia (como el hijo pródigo y su hermano,
Luc 15:11-31).
Ello implica la restauración del oficio profético, que en la Iglesia fue dejando de ser reconocido
como un ministerio actual y necesario después de los primeros siglos de existencia de la
Iglesia. Ello no quiere decir que no haya habido profetas (siempre los ha habido y los habrá).
Lo que pasó es que no fueron reconocidos.
2 Cor 10:3-6: Otra de las tareas del ministerio profético será la destrucción de las fortalezas,
argumentos y altiveces que se opongan al conocimiento de Dios, para que las personas sean
salvas en forma masiva y vengan al conocimiento de Dios en cumplimiento del último gran
avivamiento profetizado antes de los tiempos del fin. El Señor quiere que la mayor cantidad de
personas sean salvas.
Mat 6:9-10: ese gran avivamiento, con una revelación nueva y fresca de la Paternidad de Dios,
el propósito de Dios para sus hijos, el poder y la autoridad, será para establecer la
manifestación del Reino de Dios (aún de manera imperfecta) en la tierra en cumplimiento de
una condición previa a la segunda venida de Cristo (hasta que todos sus enemigos sean
puestos por estrado de sus pies, Heb 10:13), y que cada creyente funcione en plenitud como
sal de la tierra y luz del mundo (Mat 5:13-16) y como levadura transformadora del mundo (Mat
13:33) para la gloria de Dios.
Efe 4:11-16: la restauración del ministerio profético, junto con la de los otros oficios
ministeriales es imprescindible para el cumplimiento del propósito de Dios para Su Iglesia, por
cuanto ninguno de estos ministerios debió haber dejado de ser reconocido, recibido y apoyado
en la Iglesia por cuanto el objetivo de los cinco oficios, tal como nos lo enseña esta Escritura,
todavía no ha sido cumplido, ni se cumplirá hasta la venida de Cristo (Fil 1.6).
Amós 3:7: los profetas son necesarios porque nada hará el Señor sin revelárselo a sus
profetas. Ello implica que la Iglesia necesita de los profetas para conocer lo que el Señor está
haciendo y va a hacer para alinearse con Sus planes. La falta de profetas implica la falta de
entendimiento en la iglesia de lo que Dios está haciendo y va a hacer (1 Cro 12.32) por cuanto
los profetas son los equipados por Dios dentro del Cuerpo para entender los tiempos y saber
lo que se debe hacer.
NIVELES DE LO PROFÉTICO.
LO PROFÉTICO.
Es la expresión de la voluntad (propósito, destino y visión) de Dios para nosotros, nuestra
familia, iglesia y nación.
Debido a la cercanía de los últimos tiempos y los propósitos de Dios para estos tiempos
revelados en Su Palabra, hoy, la profecía corporativa y/o nacional se está convirtiendo en más
importante que la personal y/o familiar que fue el canal primario que Dios utilizó para iniciar la
restauración del oficio profético.
El propósito de este nuevo nivel en el que está entrando la restauración del oficio profético
(que se corresponde, bajo la gracia, con el nivel de los profetas del Antiguo Testamento), es
mostrarle al diablo cual es su lugar en el mundo hoy (Efe 3:9-11, Hch 3:21, Mat 16:18-19),
desarraigándolo de los espacios que ha estado usurpando, y llevar a la iglesia a ocuparlos tal
y como le corresponde (Col 2:15) para que el deseo y voluntad de Dios se haga visible y se de
a conocer: que Su Reino sea establecido (Mat 6:9-10, Mat 6:33).
Lo profético tiene que ver con la iglesia y a transformación de las ciudades (Mat 28.18-20, Hch
1:8)
y regresar la iglesia al propósito y diseño de Dios: conquistadora, apostólica, para llenarlo
todo, tomarlo todo, influenciarlo todo, transformarlo todo (Efe 1:23).
LA UNCIÓN PROFÉTICA.
Es cualquier activación y/o habilitación de Dios para funcionar en cualquiera de las formas de
lo profético: manifestación, carácter, don u oficio que trae alguna revelación de la voluntad de
Dios para nuestras vidas como personas, familia, iglesia, nación, y que se manifiesta a través
de una persona ya sea por una sola vez, esporádica, continua o permanentemente.
Generalmente, en su forma más simple, es derivada de estar bajo la cobertura de un
ministerio profético, o un ministerio de otro tipo con un fuerte componente profético. Se
manifiesta en cumplimiento a que así como es el árbol, así es el fruto. El que una persona
manifieste una unción unción profética no la hace profeta.
NIVELES DE LO PROFÉTICO.
Se refiere a los diferentes grados de manifestación de lo profético en la vida espiritual, a las
diferentes formas (no los canales por los que viene) en que se pueden manifestar los
pensamientos, sentimientos, palabras, corazón y voluntad de Dios. Los más frecuentes, entre
otros, son:
• La unción y el espíritu profético.
• La oración, intercesión y proclamación (decreto) profética.
• La alabanza y/o adoración profética.
• La predicación profética.
• El don profético: 1 Cor 12:10.
• El oficio profético: Efe 4:11.
• El presbiterio profético: 1 Sam 10:5, 10:10, 19:20, Hch 13:1, Hch 21:9.
PROFECÍA PERSONAL.
Parcial: Dios no revela toda la vida de una persona, solo las partes de ella que requieren ser
corregidas o fortalecidas para que camine y actúe en fe (1 Cor 13:9).
Progresiva: se va cumpliendo poco a poco a través del tiempo.
Condicional expresa o implícitamente (la misma Palabra establece las condiciones) a la
obediencia de la persona que la recibe. Si la recibe y no se conforma a las condiciones que la
Palabra de Dios establece, y cambia su manera de pensar (si es necesario para cumplir esa
condición) o sigue actuando como si no la hubiera recibido, no se cumplirá. El mismo Dios que
escribió la Palabra es el mismo Dios que manifiesta la profecía, y no se puede contradecir una
con la otra, más bien, se complementan.
Sin embargo hay profecías personales incondicionales que se cumplirán en algún momento y
cuyo cumplimiento no depende de una persona. Nadie las puede detener porque tienen que
ver con el propósito y el plan general y universal de Dios para la humanidad.
ADORACIÓN PROFÉTICA.
Se refiere al profeta sintiendo el corazón del pueblo llevándolo delante de Dios y luego recibir
de Dios respondiendo al pueblo y manifestándole Su deseo.
Lo que El dice para Su pueblo: manifestar la voluntad de Dios y el deseo de Dios.
DECRETO PROFÉTICO.
Es una orden que se manifiesta de acuerdo con la Palabra de Dios, la dirección del Espíritu
Santo y conforme a las circunstancias por las cuales se está orando.
Es diferente a la confesión o deseo de que suceda algo.
El decreto se origina en el rhema de la autoridad que tenemos como reyes y sacerdotes
hechos por Jesús para Dios.
INTERCESIÓN PROFÉTICA.
Se refiere a decretar la voluntad y el deseo de Dios para Su pueblo y todas las demás cosas.
ENSEÑANZA PROFÉTICA.
1 Cor 13:9: en parte conocemos, en parte profetizamos.
El tiempo de Dios es la eternidad y lo que es (o será) ya fue (Ecle 1:10).
Como la Palabra de Dios es eterna y permanece para siempre (pasado, presente y futuro),
cuando se predica la Palabra aún cuando nos estemos refiriendo al pasado y/o al presente,
también podemos estar manifestando el propósito de Dios para el futuro.
Ninguna predicación o enseñanza deja de ser, por lo menos en alguna de sus partes, una
enseñanza respecto al diseño de lo que Dios trae para nosotros en el futuro.
De hecho, para algunos un mismo pasaje de una enseñanza y/o predicación puede ser
profético, mientras que para otros, ese mismo pasaje no lo será. Ello dependerá del nivel en el
cual el Reino de Dios se ha ido estableciendo o no en esa persona.
Con mucho mayor razón son proféticas aquellas enseñanzas y/o predicaciones que
manifiestan el diseño de Dios para cualquier área de la vida que no hemos alcanzado.
Dios pone a los profetas en el desierto porque son los únicos con la capacidad de verlos
transformados.
El profeta necesita perder su voluntad: él es la voluntad de Dios (carro de Israel: vehículo).
El desierto implica pruebas, paciencia y resistencia, quebrantamiento (Jn 3:30).
Cuanto mayor es el don, muchas veces mayor es el tiempo de desierto.
Dios desea que los profetas aprendan.
Dios tiene diferentes métodos de aprendizaje. El que El va a usar depende del carácter que
haya que moldear: por revelación, humillación, trituración o pulverización. No depende de El,
depende de ellos, de sus respuestas a lo que Dios quiere enseñarles, transformarles, etc.
Deben ser probado en la sobrenaturalidad (expuesto a situaciones extremas): Elías, Eliseo,
Juan el Bautista, Jeremías, Ezequiel, etc.
Después de la preparación, Jezabel puede decir lo que quiera. Si están formados en carácter
no va a poder contra ellos porque mayor será el que esté en ellos (1 Jn 4:4).
Salir de la cueva (limitaciones, recursos propios): están listos para cumplir su trabajo deungir
reyes y sacerdotes.
PERSONALIDAD PROFÉTICA.
CARACTERÍSTICAS.
Necesidad de expresar pensamientos e ideas verbal y espiritualmente con referencia a lo
correcto y a lo incorrecto (Hch 2:22-23). Para ellos no hay áreas grises, odian lo malo.
Habilidad de sentir la hipocresía: reaccionan duramente (Hch 5:3-4).
Impulsivos (Jn 13:6-10), juzgan, hablan y actúan rápidamente, antes de pensar.
Dispuestos a sufrir por hacer lo correcto (Hch 5:29).
Hablan con valentía y/o mucha franqueza (no se andan por las ramas): Gal 2:11-13.
Persuasivos y directos.
Aborrecen la injusticia: muchas veces intervienen directamente.
Celosos con las cosas de Dios porque su mayor deseo es que Dios sea exaltado.
Aman de verdad y son amigos fieles y leales.
Creencias y convicciones estrictas y rígidas.
Es un "advertidor" pero no un ejecutor.
Siempre tiene que tener autoridad sobre él para que accione (Efe 5:21)
Generalmente es un inconforme.
Necesitan desarrollar balance entre el don y el ministerio y su carácter.
Las herramientas que Dios les ha dado son para ser prácticos no místicos.
PROBLEMAS:
La franqueza los puede hacer insensibles, inmisericordes, ofensivos y herir a otros.
Sus convicciones pueden llegar a ser inflexibles y no ver áreas ciegas en sus vidas.
Cortar sus relaciones con personas que han pecado.
Se condenan a sí mismos cuando le fallan a Dios, auto-críticos excesivos.
Corregir a personas que no están bajo su responsabilidad.
Perciben más lo negativo que lo positivo.
EVIDENCIAS ESPIRITUALES.
Gran sensibilidad espiritual: perciben rápidamente lo bueno y lo malo.
Gran pasión por levantar al caído y animar al desanimado.
A menudo es usado por Dios para dar palabras proféticas personales.
Las profecías que se dan se cumplen.
Gran pasión por lo sobrenatural: milagros, sanidades, prodigios, etc.
Confrontan los sistemas humanos: religiosos, gobierno, filosofías, porque son agentes
llamados a la transformación.
Levantados por Dios para traer corrección y convicción.
Dinero, poder, religión es la trilogía que controla el mundo: los profetas la incomodan por lo
que pueden ser perseguidos y rechazados (muchas veces lo son).
Retan a establecer el Reino de Dios.
Preparan a la iglesia para la guerra espiritual.
Intercesión profética.
OTRAS OBSERVACIONES.
Dios no está interesado en que las personas sean dependientes del ministerio profético.
Debe entender que el ministerio profético en el AT es diferente al del NT: ya no vivimos bajo la
ley sino bajo la gracia y sus funciones son más amplias.
Por lo general, tienen otro ministerio también: el ministerio secundario es el que define el
énfasis del primario (Efe 4:11-16).
No todos los profetas son llamados a hacer lo mismo. Cada uno fue creado para un propósito
como personas específicas en un tiempo y lugares específicos, ubicados en el tiempo que
viven por lo que van a desarrollar áreas características en su ministerio.
AUTORIDAD PROFÉTICA.
En el A.T. los profetas eran la máxima autoridad espiritual dentro del pueblo de Dios. Cuando
Jesús vino, dio autoridad a los apóstoles y no a los profetas. Los profetas deben estar sujetos
a los apóstoles.
Dios dio autoridad a su Iglesia (colectivamente) como Cuerpo. El profeta se sujeta y trabaja
para la Iglesia, es de la Iglesia para la Iglesia. Dios se manifiesta en autoridad (1 Cro 25:6). La
autoridad profética viene como consecuencia de la sujeción a la autoridad.
Jer 1:10: los profetas, por cuestión de su oficio, y actuando bajo autoridad, ostentan un
tremendo grado de autoridad divina. Esa autoridad tiene dos frentes: para destrucción del
reino de tinieblas (pecado, rebelión, enfermedad, pobreza) y para el establecimiento del Reino
de Dios (justicia, paz y gozo, Rom 14:17). Esa autoridad tiene las siguientes características:
Uno. Es una autoridad confrontacional contra demonios (fuerte unción de liberación).
Dos. Para derribar fortalezas en individuos, familias, iglesias, ciudades, naciones, etc.
Tres. Para arrancar, desarraigar (Mat 15:13) falsas doctrinas, pensamientos, sentimientos y
personas infiltradas en la iglesia para estorbar la obra de Dios.
Cuatro. Para destruir todo lo que es del maligno (Sal 139:21-22).
Cinco. Para arruinar las obras del diablo (1 Jn 3:8) como pecado, engaño, rebelión, etc.
Seis. Para edificar el cuerpo de Cristo (1 Cor 14:3, 12, 26) y levantar, animar, preparar,
equipar.a las personas.
Siete. Para plantar (Sal 92:13) y establecer santidad, pureza, obediencia, intimidad, comunión.
El alma del profeta, por la naturaleza de su oficio, no solo ven con los ojos de Dios sino que
también sienten el dolor del corazón de Dios y de las personas. Ello los hace
emocionalment3e sensibles, pudiendo percibir también las emociones de las personas.
Como ellos odian todo lo que es demoníaco, mundano y/o carnal, porque Dios lo odia (Sal
139:21-22) y como con frecuencia esas cosas son manifestadas a través de personas y parte
de la función profética es desarraigarlo de la iglesia, deben saber manejar ese desarraigo
adecuadamente, porque si la cizaña se desarraiga sin la unción, en la carne, el pueblo sufrirá
(Mar 13:29, la parábola del trigo y la cizaña). Su oficio no les da el derecho de ser ofensivos ni
de ministrar en la carne.
El verdadero profeta tiene amor y compasión por las personas. Siempre deben mantener
enfrente de sus ojos que el objetivo final es plantar y edificar. No deben concentrarse solo en
lo malo (ni solo en lo bueno), deben tener balance para destruir lo malo y para construir lo
bueno.
Necesitan evitar ministrar con dureza, crítica y/o amargura (ya no viven en el Antiguo
Testamento, bajo la ley, sino en el Nuevo Testamento bajo la gracia). Deben hacerlo con
firmeza pero con compasión, amor y misericordia. Su responsabilidad última es edificar la
casa del Señor.
No dejan nada de lo que tienen que hacer sin hacer- Siempre tratan de cumplir con su deber a
cabalidad.
Por lo malo que tienen que enfrentar sufren incomodidad, temor, intimidación, aflicción, etc.,
aunque la unción les da el poder de sobreponerse a ello y hacer lo que tienen que hacer, lo
que no implica que no sufran de todos modos, porque aman a Dios y aman a las personas, y
por su oficio, conocen las consecuencias de lo malo. Jeremías es un buen ejemplo de ello:
Maldijo el día que nació y renegó de hacer lo que tenía que hacer, aunque la unción y los
dones (que son irrevocables) lo llevaron al arrepentimiento, a superar la aflicción y a continuar
la obra que el Señor le había encomendado.
TIPOS DE PROFETAS.
Para las naciones (Jer 1:4-10).
Para la Iglesia.
Para la Iglesia local (Hch 13:1).
Para los elementos naturales: Jesús calmando la tempestad.
Para los individuos.
ELIAS Y ELISEO.
GENERALIDADES.
Elías fué levantado para confrontar a Jezabel (manipulación): limpiar, conquistar, derrotar,
vencer, despojar, arrancar, destruír, derribar, arruinar.
Eliseo fue levantado para decretar lo que tenía que suceder en el tiempo presente, edificar y
plantar.
Sabían lo que Dios iba a hacer (1 Cro 12:32).
Los hijos de los profetas fueron a buscar a Elías (el pasado): mentalidad religiosa, atadura a
los logros del pasado, poner su mano en el arado y ver para atrás. Así no se puede alcanzar el
reino. No quisieron aceptar que había sucedido un cambio generacional, Elías se había ido,
Eliseo era el nuevo profeta.
Doble porción: doble camino, doble precio, doble esfuerzo, doble responsabilidad.
1 TES 5:19-20.
La falta de conocimiento y de práctica no puede extinguir el don de Dios.
Rom 8:14: los hijos de Dios somos guiados por Su Espíritu no por los profetas ni las profecías;
son un medio, no un fin.
FALSA PROFECÍA.
Iglesias turbadas: anatemas (consagrados a la maldición de Dios y a la destrucción) adentro
(Josué 7).
Manifestaciones sobrenaturales: en toda manifestación sobrenatural debe ser probado (el
maestresala de las bodas de Cannán):
• El espíritu que está operando (1 Jn 4:1);
• Los dones de la persona, (Mat 7:15-20) y
• El mensaje que se está dando.
Falsa profecía: sube y serás prosperado (1 Rey 22:11-18). La prosperidad puede ser utilizada,
y tal vez está siendo utilizada, para falsa enseñanza, profecía, etc. Cuando Jesús profetizó a
las 7 iglesias (Apo 2 y 3) no todo fué positivo y agradable, hubo también reprensión y
confrontación.