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Caso de estudio: MICROSOFT y NETSCAPE

Marc Andreessen fundó Netscape en Abril de 1994 junto a Jim Clark. Sin haberse graduado de
la universidad de Illinois en Champaign, Estados Unidos, Andreessen creó el navegador Mosaic,
junto a otros estudiantes pertenecientes al grupo del Centro Nacional para Aplicaciones de
Supercomputadoras (en inglés NCSA) con una interfaz sumamente amistosa, el Mosaic, fue
adquirido por más de 2 millones de personas en el período de un año, gracias a su interfaz y su
distribución gratuita.
Andreessen creó un nuevo medio para buscar y sacar información de Internet. Su invento era
un nuevo navegador. La prensa mundial anunció la llegada de un “cibergenio”, y predijo que
crearía un nuevo tipo de computadora que le haría tan poderoso como Microsoft a Bill Gates.
Durante un breve período, parecía que Andreessen tenía el mundo en su bolsillo. Netscape
acaparó el 80 por ciento del floreciente mercado de Internet. Empezó a crear intranets,
proporcionando sistemas para que las empresas pudieran crear su propia red interna. Se
convirtió en la plataforma y promotor de Sun Microsystem, de Java, un nuevo lenguaje de
programación que amenazaba los cimientos de la fortuna personal de Gates, y los sistemas
operativos DOS y Windows para computadoras personales (PC). Cuando Netscape empezó a
cotizar en la bolsa en Agosto de 1995, sus acciones se dispararon como un cohete. Antes de
tener beneficios netos, la empresa estaba valorada en 2,700 millones de dólares. Andreessen,
un joven regordete y aseado, que se alimentaba de comida chatarra, descubrió que su
participación en la empresa valía 55 millones de dólares. Jim Clark, el socio capitalista que
había aportado el dinero para crear Netscape, poseía casi 1,000 millones de dólares.
Gates, al principio consideró que ni Internet ni Netscape eran importantes, pero las
escalofriantes ventas de Netscape, y el sorprendente crecimiento de la popularidad de la red, le
obligaron rápidamente a cambiar de idea. Reuniendo los ingentes recursos de Microsoft
gastando cientos de millones en ID, puso a 2,000 programadores a crear un navegador propio,
el Explorer, y después bombardeó al público regalándolo. La cuota de mercado de Microsoft en
Internet pasó de un 2.9 por ciento a finales de 1995 hasta el 40 por ciento mientras que la
cuota de Netscape había caído al 54 por ciento. A comienzos de 1998 Netscape sorprendió a los
analistas al anunciar que esperaba pérdidas entre 85 y 89 millones de dólares en el cuarto
trimestre. Afirmó que iba a dotar de reservas por valor de 35 millones de dólares para despidos
y otro tipo de reestructuraciones. A medida que sus acciones se desplomaban un 21 por ciento
(hasta 18.56 dólares), Netscape parecía más mortal. Algunos analistas pensaron que la
empresa podía encontrarse en estado terminal y que no sobreviviría, al menos, como empresa
independiente. Durante los últimos meses del 97, Netscape buscó la ayuda del Departamento
de Justicia norteamericano, el cual, en octubre de ese mismo año, acusó a Microsoft de estar
utilizando su control monopolístico del 90 por ciento de los sistemas operativos de PC para
obligar a los productores de computadoras a instalar su navegador. El 11 de diciembre, el juez
Thomas Jackson dictó unas disposiciones preliminares para obligar a Microsoft a proporcionar a
los productores dos versiones de Windows, una con el navegador y otra sin él. El Departamento
de Justicia también quería que Microsoft suprimiera el icono de Explorer que aparece de forma
automática en la pantalla cuando el usuario inicia el programa Windows. Microsoft negó estar
ejerciendo prácticas comerciales desleales, y se defendió afirmando que simplemente ejercía su
derecho a mejorar su sistema operativo. Afirmó que el navegador de Internet es una parte
integrada en el programa Windows.
En mayo de 1995, Gates escribió lo siguiente: “Internet es el invento más importante desde
que se introdujeron las PCs de IBM en 1981. Tiene los usuarios suficientes para poder
beneficiarse del estado de realimentación positivo derivado del hecho de que, cuantos más
usuarios tiene, más contendido tiene y cuanto mas contenido tiene, más usuarios consigue”.
Además, afirmaba que representaba una amenaza para Microsoft, ya que las empresas rivales,
como Netscape y Sun, estaban intentando utilizar la red para “difundir su sistema operativo,
implícito en el navegador”. David Rosenfield de Value Line, afirmó: “muchos piensan que las
acciones de Microsoft (para desarrollar su propio navegador) reflejan el temor a que Netscape
logre controlar el sistema (del computador) y que su navegador termine convirtiéndose en una
plataforma alternativa a Windows. Las increíbles pérdidas de Netscape, las primeras desde que
se convirtió en sociedad anónima en 1995, hacen que ahora sea improbable. Parece que
Microsoft dictará los estándares tecnológicos de Intenet.

Los directivos de Netscape insisten en que perder la batalla de los navegadores no implica
perder la guerra. Señalan que, actualmente, menos de 10 por ciento de los beneficios de la
empresa provienen de las ventas del navegador, y que casi el 80 por ciento proviene de unos
programas “empresariales” más complejos y lucrativos que diseña para grandes empresas. Se
espera que Netscape anuncie en las próximas semanas que regalará su navegador a las
grandes empresas que adquieran sus productos. Chris Selland, director de estrategias de
Internet del Yankee Group, piensa que el efecto de esto no se limitará únicamente a frenar la
pérdida de cuota de mercado. “Si vendes algo, tienes que apoyarlo”, afirma Selland. “Para ello,
necesitas mucha gente. No sale barato, pero si lo regalas, podrás decir a los usuarios: ahí lo
tenéis”. Por otro lado, Microsoft tiene que apoyar su producto Explorer, porque afirma que “es
parte de Windows 95, y que la gente ha pagado por ello”.

Más preocupante para Netscape resulta la marcada caída de sus ingresos por ventas a
empresas. El presidente de Netscapa, Jim Barksdale, responsabilizó de las pérdidas a las
turbulentas condiciones económicas en Asia, así como a la creciente competencia en América.
Algunos analistas señalan que Netscape ha empeorado la situación al cambiar con frecuencia de
estrategia. Don DiPalmer, del Forrester Research de Boston, afirma que “Netscape ha tenido un
problemático 1997, y problemas graves con sus programas y sus frecuentes cambios de
versión. Los compradores de tecnología no desean comprometerse a aceptar las continuas
revisiones que le piden, y empiezan a preocuparse por Netscape. Con Microsoft y Oracle no
tienen dudas sobre el cumplimiento de sus promesas”. Las ventas de Netscape, que
ascendieron a 150 millones de dólares en el tercer trimestre, se hundieron hasta caer a los
125-130 millones de dólares del último trimestre. Para el conjunto del año, la empresa espera
unas pérdidas entre 113 y 117 millones de dólares sobre unas ventas de 450 millones; en 1996
tuvo unos beneficios de 21 millones de dólares, con unas ventas de 346 millones.
Aunque los que critican a Microsoft le han acusado de utilizar tácticas anti-competencia desde
que introdujo el sistema operativo DOS para el primer PC de IBM en 1981, ninguna acusación
ha llegado a buen fin. Los críticos afirman que se debe en gran parte a las teorías económicas
políticas vigentes, como las relativas a la falta de pruebas, y que el Departamento de Justicia
sólo ha aceptado recientemente el argumento de que las fuerzas del libre mercado no
garantizan necesariamente el éxito del mejor producto en el campo de la alta tecnología, como
ocurre normalmente en otras áreas comerciales.
Brian Arthur, catedrático de economía del Instituto de Santa Fe, y asesor del Departamento de
Justicia, afirmó: “Fui recibido con un elevado grado de hostilidad por parte de otros
economistas cuando sugerí por primera vez, en 1984, que el capitalismo no funciona en el
campo de la alta tecnología. Cada vez que una empresa se pone por delante (en alta
tecnología) tiene una creciente ventaja sobre sus rivales, crecen sus ingresos, y es capaz de
utilizar su posición para dominar otros mercados. Lo que yo afirmaba no era aceptable, porque
estábamos en plena guerra fría, y yo estaba sugiriendo que existía un fallo fundamental en el
capitalismo”. Arthur menciona una serie de “productos inferiores” que han superado a los
supuestamente superiores, como el caso de los videos VHS, que vencieron al sistema Betamax,
o el sistema operativo DOS frente al de Apple.

El concepto de lo que la mayoría de los economistas denomina “externalidades de la red” se


acepta ahora mucho más. Implica que, a medida que más gente utiliza una determinada
tecnología, es más probable que esa tecnología prevalezca sobre la de los competidores. En la
industria informática, la primera empresa que consigue crear un estándar en la industria y una
amplia base de productos termina, invariablemente, dominando el mercado, igual que Microsoft
domina el sector de sistemas operativos de las PC. Incluso consigue un posición para crecer en
otros mercados y terminar por dominarlos.
“cuando Microsoft intentó comprar Intuit (que hace programas informáticos para el sector de
las finanzas electrónicas) en 1995, se temió que de ahí pasaría al sector bancario, pronto
tendríamos un Banco Microsoft”, afirma Arthur. El Departamento de Justicia llevó el caso a los
tribunales, y Microsoft replegó velas.
Microsoft menospreciaba estas teorías. Estaba desautorizando el nombramiento por el juez
Jackson de Lawrence Lessig, un catedrático de la Harvard Law School, para que revisara los
aspectos legales de las acusaciones basadas en las leyes antitrust. Afirmaba que el juez había
delegado demasiados poderes a Lessig, quien tenía que entregar su informe al tribunal a finales
de mayo. Microsoft afirmaba que Lessig no era imparcial, y para demostrarlo propuso entregar
el tribunal copias de su correo electrónico.
Brad Smith, un abogado de Microsoft, afirmaba que “la teoría de las externalidades de la red no
describía la realidad de nuestra industria. Lo primero que hay que hacer en esta industria es
conseguir un buen producto para crear otro mejor: de lo contrario, alguien creará un producto
que hará que el tuyo sea obsoleto.
“El supuesto de partida de la teoría de las externalidades de la red es que, si tienes esa sólida
base, no necesitas gastar tiempo y energías para protegerte, sino para crecer en otras áreas.
Todos los grandes éxitos que terminan fracasando, como WorPerfect, dBase, o Lotus1-2-3, lo
hicieron porque los responsables perdieron de vista la pelota. La gente que trabaja aquí, en
Microsoft, está constantemente preocupándose por intentar mejorar nuestros productos antes
que otros lo consigan.
Aunque Arthur y sus compañeros economistas son conscientes del peligro que supone una gran
intervención pública, que crearía problemas mayores que los que pretende resolver, también
temen que, sin ningún tipo de intervención, desaparezcan los incentivos para innovar. “lo que
aquí está en juego va a decidir cuáles van a ser las reglas en los próximos 20, 30 o 50 años”,
afirma. “En un mundo ideal, Netscape no se habría visto tan fácilmente amenazado por
Microsoft. El temor actual es que nadie tenga incentivos para convertirse en el próximo
Netscape.

Fuentes consltadas:
DIRECCIÓN ESTRATÉGICA, Gerry Jonson y Keyan Acholes, 5ª edición, Prentice Hall, página 35.
htpp://search.yahoo.com/search?=netscape¡? History&fr=ieas
htpp://www.comsto.org

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