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EL FACTORING AYUDA A LAS EMPRESAS A CONTAR CON LIQUIDEZ

04- 11 - 2016
Si tienes problemas con el cobro de tus facturas o créditos puedes utilizar
el factoring como una alternativa para resolver este tipo de problemas que nunca faltan.
El factoring o factoraje es un contrato mediante el cual una empresa traspasa, a un
banco u otra entidad, el servicio de la cobranza de los créditos y facturas existentes a
su favor y a cambio obtiene de manera inmediata el dinero de estas operaciones.
Por su parte la entidad encargada de cobrar las deudas, te hace un descuento del dinero
cobrado que constituye su ganancia por el servicio prestado.
El factoring es una herramienta financiera poco aprovechada por las pequeñas
empresas y puede convertirse en una buena alternativas de financiamiento.
¿Cómo funciona el factoring?
1. La empresa X recibe un contrato para vender un producto a un supermercado
en 30 días.
2. La empresa X entrega el producto en el plazo establecido y emite una factura
que se pagará en 30 días.
3. La empresa X celebra un contrato de factoring con una institución financiera para
que ésta se encargue de la cobranza de la deuda, previo pago de intereses y
comisiones pactadas.
4. La empresa X cobra por adelantado un porcentaje de la deuda por parte de la
entidad financiera que posee las facturas. El resto queda como reserva para
cubrir cualquier inconveniente.
5. El supermercado paga directamente a la entidad financiera el importe total de
la cuenta por cobrar.
6. Se realiza la liquidación final de la operación, y se devuelve los saldos que haya
a favor de la empresa X.
¿Cuáles son las ventajas del factoring?
El uso del factoring por parte de las Pymes es ventajoso en el sentido que aumenta
la eficacia en los cobros de tus facturas, el flujo de caja de la empresa y la rentabilidad
del negocio.
La utilización del factoring para las cobranzas hace que no tengas que destinar recursos
de ninguna especie a este tipo de gestiones, de tal modo que puedes centrar todos sus
esfuerzos en producir y vender, a la vez que se aminoran enormemente los riesgos,
las cargas administrativas y los gastos financieros por retrasos de cobro. El factoring
también elimina la posibilidad de gastos en juicios y demandas por incumplimiento de
pago.
¿Cuáles son los inconvenientes del factoring?
 El procedimiento del factoring conlleva un costo, por lo que habrá que valorar si
es más conveniente frente a otros métodos o frente a la opción de correr el riesgo
de impago por parte del deudor.
 La entidad financiera solo se hará cargo de aquellas cuentas en las que el pago
se prevea factible.
 Usar la figura del factoring podría perjudicar al posicionamiento estratégico de
la empresa de cara a futuras relaciones comerciales al ser interpretado como un
signo de poca confianza y debilidad financiera.
EL FACTORING… OTRO BUEN AMIGO QUE NO CONOCES
Cuando se necesita capital de trabajo, lo único que se puede hacer con una letra es
descontarla o venderla. Si se descuenta, la institución financiera que otorgó el dinero
puede esperar que la letra sea pagada por la empresa que la entregó a descuento o por
su cliente (el comprador al crédito).
Por el contrario, si es vendida, el único responsable de la cancelación es este último.
Ahora bien, ¿y si se vende al crédito con facturas?, salvo que sean facturas
conformadas (que sí son títulos valores) no se podrán descontar; pero eso no impide
conseguir financiamiento con este tipo de documentos.
Preste atención, pues a continuación, les presento al Factoring, el cual es una
operación mediante la cual, una empresa especializada (que también puede ser
un banco) compra las facturas y letras que una empresa ha generado por vender
al crédito.
Por ejemplo, si la empresa A, ha vendido al crédito a la empresa B, con una factura a
60 días por S/.100 y necesita capital de trabajo, la factura no se podrá presentar a
descuento (repito sólo se descuentan los títulos valores); pero sí se podrá vender.
Si el cliente que compró al crédito (la empresa B en nuestro ejemplo) tiene buenos
antecedentes crediticios, entonces la empresa A, puede contemplar vendérsela a una
empresa especializada (empresa C). Esta última, analizará la conveniencia de la
compra, evaluando a ambas empresas, pero poniendo muchísimo más énfasis en el
análisis en la empresa B.
Este es un comportamiento lógico puesto que, de concretarse la compra, la empresa C
recibirá el pago de la empresa B. La empresa A, que originó la transacción y que
posteriormente vendió la factura, ya no tiene ninguna responsabilidad en el pago y, por
lo tanto, si la empresa B no paga, la empresa C no puede dirigirse a ella para exigirle el
cobro del documento.
Si se produce la transacción, entonces se firmará un contrato de cesión de propiedad
entre el vendedor (A) y el comprador (C), (el cual, repito, debe ser una empresa
especializada o un banco) y el vendedor (A) emitirá una carta simple en donde informa
a su cliente (B) que la factura ha sido vendida a un tercero (C) y que, por lo
tanto, el pago deberá ser efectuado a este.
Ahora bien, supongamos que ya se realizaron las formalidades crediticias y legales
(evaluación, contrato y comunicación de A a B).
¿Cuánto puede recibir A por la venta a C?, la respuesta es un porcentaje del valor de la
factura. Así por ejemplo, si la factura es de S/. 100 a 60 días, la empresa A, recibirá
S/.98; siendo los S/.2 de menos que recibe A la ganancia de la empresa C.
Para efectos prácticos, es como si se estuviese descontando la factura (ver post “Les
presento al descuento de letras”).
Es justo mencionar los pros y los contras de este tipo de operaciones.
Primero las buenas noticias:
Uno. A muchas empresas compradoras, sobre todo las corporativas, no les gusta firmar
letras y sólo quieren que se emitan facturas.
Recurriendo al factoring, la firma vendedora puede convertir estas facturas, en dinero
para financiar las ventas o la producción (¡ojo! que no son lo mismo).
Dos. La venta de facturas ahorra costos. Al no ser ya propiedad de la empresa que
vendió al crédito (A en nuestro ejemplo), no tiene que cobrarla. Lo que le permite
ahorrar en trámites de cobranza y de soporte administrativo.
Tres. En el factoring no sólo se compran facturas sino también letras.
Y ahora, las malas noticias:
Uno. Su utilización no está muy difundida. Relativamente, pocas instituciones lo ofrecen
y muchos menos clientes lo utilizan.
Dos. El costo financiero es mayor que el de un descuento. Esto es lógico, si se tiene en
cuenta que, el riesgo que corre la institución financiera, es mayor (acuérdese que en el
descuento de hay dos posibles fuentes de repago, en el factoring sólo una).
Tres. El comprador (la empresa B en nuestro ejemplo) debe tener impecables
antecedentes crediticios. Recuerde que ahora la institución que compra la factura (C en
nuestro ejemplo) sólo puede cobrársela a B (A ya salió de la foto); por lo que exigirá que
los compradores sean empresas A-1 y esto, hoy por hoy, significa, lamentablemente,
empresas corporativas y grandes.
Sin embargo, como “sin información no hay utilización” espero que esta entrega les haga
saber que en el mercado local, existe un mecanismo alternativo que les permite financiar
capital de trabajo y puedan empezar a utilizarlo.

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