Hablamos de clase II –o retrognatia- cuando la persona tiene la
mandíbula retrasada con respecto al maxilar superior. En muchas ocasiones, esta posición da problemas en el habla y la masticación.
Para corregir esta mal oclusión, podemos distinguir tres tipos de aparatos removibles:
Bionator: Se trata de un aparato funcional de avance mandibular. A
partir del mismo, estimulamos el crecimiento mandibular en niños en los que entendemos que, para su edad, la mandíbula no se ha desarrollado lo suficiente. Ayuda a aumentar la distancia entre la arcada superior e inferior –resalte- y a armonizar la cara y el crecimiento en perfiles con mandíbula pequeña o poco desarrollada. Para determinar su uso, nos servimos de una radiografía de muñeca o del análisis de la maduración vertebral. Suele emplearse en niños en pico de crecimiento con edades comprendidas entre los 8 y los 11 años.
Anclaje extraoral: Se trata de un arco facial que, insertado en los
molares, se ancla al cuello con el fin de frenar el crecimiento del maxilar. Se emplea en aquellos casos de clase II con causa maxilar. Herbst: Con apariencia de férula, el Herbst es un aparato empleado para reducir la distancia entre maxilar y mandíbula que se emplea una vez el pico de crecimiento ha acabado o es residual. Gracias a su uso, se remodelan los cóndilos y conseguimos reducir la distancia anteroposterior entre ambas arcadas.