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CARRERA ADMINISTRACIÓN DE
EMPRESAS
Abogado y NOTARIO
Administrador de Empresas
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Unidad I
DERECHO
La palabra Derecho proviene del término latino “directum”, que significa “lo que está
conforme a la regla”. El Derecho se inspira en postulados de justicia y constituye el orden
normativo e institucional que regula la conducta humana en sociedad. La base del Derecho
son las relaciones sociales, las cuales determinan su contenido y carácter. Dicho de otra
forma, el Derecho es un conjunto de normas que regula la convivencia social y a la vez
permiten resolver los conflictos de intereses de relevancia jurídica en el seno de una
sociedad.
Así, «Derecho» se dice en relación con la ciencia del Derecho o un determinado cuerpo de
normas (ejemplo, Derecho Civil, Derecho Penal, Derecho Procesal en cualquier rama,
Derecho Internacional, Derecho Laboral, etc.). En cambio, «derecho» se utiliza en su
acepción como derecho subjetivo, es decir, como la facultad que ha otorgado el
ordenamiento jurídico a un sujeto (por ejemplo, derecho a la nacionalidad, derecho a la
salud, derecho a demandar, derecho a manifestarse libre y pacíficamente, etc.).
La norma jurídica es una regla u ordenación del comportamiento humano dictado por la
autoridad competente del caso, con un criterio de valor y cuyo incumplimiento lleva a una
sanción. Generalmente, impone deberes y confiere derechos. Se trata de una regla o
precepto de carácter obligatorio, emanado de una autoridad normativa legitimizada, la cual
tiene por objeto regular las relaciones sociales o la conducta del hombre que vive en
sociedad. Como ejemplo podemos encontrar los códigos Civil, Mercantil o Penal.
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Por último, conviene tener en cuenta que en todo ordenamiento jurídico existen normas
agrupadas alrededor de determinadas instituciones sociales (propiedad, matrimonio,
trabajo, etc.); en cuanto estas normas tienen una probada experiencia en la regulación de
hechos sociales o económicos de acreditado abolengo, se habla de instituciones jurídicas.
Capacidad jurídica:
Aptitud general para ser titular de las relaciones jurídicas, titular de derechos
y obligaciones. Se tiene con el solo hecho de nacer y existir, inclusive se presume 300 días
antes del nacimiento.
La persona jurídica es una ENTIDAD de Derecho, de fantasía que se le conoce, creada para
ciertos fines, como por ejemplo el comercio, siendo que dentro de ellas tenemos las
asociaciones, las sociedades en sus diferentes tipo (anónima, responsabilidad limitada, en
comandita), las corporaciones y las fundaciones.
El Derecho Privado es la rama del Derecho que se ocupa preferentemente de las relaciones
entre particulares. También se rige por las relaciones entre particulares y el Estado cuando
éste actúa como un particular, sin ejercer potestad pública alguna. El Derecho Privado se
suele contraponer al Derecho Público, que es la parte del ordenamiento jurídico que regula
las relaciones de los ciudadanos con los poderes públicos y de los poderes públicos entre sí.
Como diferencias entre Derecho privado y Derecho Público se suelen mencionar las
siguientes:
ESTADO
Estado de Derecho:
Ente organizado jurídicamente conforme al principio de separación de poderes, en el cual
se reconocen derechos públicos subjetivos y se garantizan los derechos fundamentales de
los ciudadanos a través del sometimiento de la Administración a la ley, cual es la expresión
de la voluntad popular. El Estado de Derecho nace como reacción al Estado absoluto, en el
que dominaba el poder soberano del monarca. Se caracteriza por:
1) División de poderes;
2) Imperio de la ley como expresión de la voluntad popular;
3) Reconocimiento y garantía de los derechos fundamentales, y
4) Sometimiento del Estado a la ley.
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Pirámide de Kelsen:
Es un sistema jurídico graficado en forma de pirámide, el cual es usado para representar
la jerarquía de las leyes, unas sobre otras y está dividida en tres niveles, el nivel
fundamental en el que se encuentra la Constitución, como la suprema norma de un estado y
de la cual se deriva el fundamento de validez de todas las demás normas que se ubican por
debajo de la misma, el siguiente nivel es el legal y se encuentran las leyes orgánicas y
especiales, seguido de las leyes ordinarias y decretos de ley, para luego seguir con el nivel
sub legal en donde encontramos los reglamentos, debajo de estos las ordenanzas y
finalmente al final de la pirámide tenemos a las sentencias judiciales (jurisprudencia), y a
medida que nos vamos acercando a la base de la pirámide, se va haciendo más ancha lo que
quiere decir que hay un mayor número de normas jurídicas (usos y costumbres, por
ejemplo).
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UNIDAD II
EL DERECHO ADMINISTRATIVO
Artículo 6-LGAP:
Artículo 7-LGAP:
Artículo 11. CP- (*) Los funcionarios públicos son simples depositarios de la autoridad.
Están obligados a cumplir los deberes que la ley les impone y no pueden arrogarse
facultades no concedidas en ella. Deben prestar juramento de observar y cumplir esta
Constitución y las leyes. La acción para exigirles la responsabilidad penal por sus actos es
pública. La Administración Pública en sentido amplio, estará sometida a un procedimiento
de evaluación de resultados y rendición de cuentas, con la consecuente responsabilidad
personal para los funcionarios en el cumplimiento de sus deberes. La ley señalará los
medios para que este control de resultados y rendición de cuentas opere como un sistema
que cubra todas las instituciones públicas.
(*) Reformado el artículo 11 por la Ley N° 8003 de 8 de junio de 2000, publicada en La Gaceta N° 126 de 30
de junio de 2000.
1) Formales:
Los que se refieren a aspectos meramente procedimentales del acto, o sea cuestiones de
forma relacionadas con la estructura del acto administrativo, su expresión dentro del ámbito
jurídico. Los elementos formales son:
2) Materiales:
La validez del acto administrativo consiste en la idoneidad del acto lícito para generar
efectos jurídicos insuprimibles. Acto válido es aquel que se ajusta a las normas jurídicas; o
sea el que se conforma a las prescripciones de la ley. La validez del acto administrativo
dependerá que este contenga todos los elementos y en las condiciones en que la ley lo
establece. La validez del acto depende del cumplimiento de ciertos requisitos esenciales;
tales requisitos se concretan en los elementos de dicho acto, los cuales deben recurrir
simultáneamente en la forma requerida por el ordenamiento jurídico. Estando reunidos
dichos elementos en la forma expresada, el acto administrativo es perfecto: "válido y
eficaz". De modo que los elementos del acto administrativo son los requisitos que deben de
concurrir simultáneamente para la plena validez y eficacia del acto en cuestión.
Es así como la invalidez del acto administración será, por tanto, su disconformidad con el
ordenamiento jurídico, lo cual implica que acto inválido es todo aquel que ha sido emitido
suprimiendo alguno de los elementos del acto administración o en su defecto, con
elementos viciados que implican la invalidez del acto administración La consecuencia
lógica de la invalidez, consiste en que el acto administración no produce efectos jurídicos
en forma segura y definitiva.
Clasificación de la invalidez:
A) Absoluta o relativa: Sera absoluta o relativa según la gravedad del vicio que la
determina.
Íntimamente ligadas a la eficacia del acto están la ejecutoriedad y ejecutividad del mismo.
La ejecutoriedad implica su obligatorio cumplimiento en virtud de su presunción de
legitimidad y la ejecutividad es la concretización o efectivización del acto
administrativo. Significa pasar de la teoría a la práctica. Del documento a la realidad, de
la potencia al acto y de las palabras a la acción (arts. 146 y 149 LGAP).
1. Constitucionales.
2. De relevancia constitucional.
3. Órgano individual.
4. Órgano colegiado
Defensoría de los Habitantes: Su función es velar por que las instituciones administrativas
actúen apegadas a Derecho y no abusen de sus funciones en detrimento de los derechos de
los particulares y del interés público. Si bien sus dictámenes no son vinculantes, tienen peso
ante la opinión pública.
• Responsabilidad del Estado: Para definir la responsabilidad del Estado nos basamos
en dos criterios:
• Criterio Objetivo: Considera el fin que quiso alcanzar el funcionario al actuar.
Acorde con este criterio, lo es si la voluntad del funcionario es consecuente con los
fines del órgano, el mismo cumple la voluntad estatal, si es contradictorio, actúa
como simple persona física particular.
• Criterio Subjetivo : Este criterio considera solamente los objetivos realizados, en él
existen dos posiciones:
UNIDAD III
PRINCIPIOS ADMINISTRATIVOS:
• Relación del Estado con las personas físicas y jurídicas dentro de la función
administrativa: Principio de Autotutela en el Desarrollo de la Función
Administrativa:
Es el poder que la ley le otorga a la Administración para revocar sus propios actos sin
necesidad de acudir a un juicio previo de carácter declarativo y posterior ejecución de
sentencia. Este poder le otorga asimismo la potestad de emanar actos administrativos
ejecutorios (de obligatorio cumplimiento por parte de los administrados) y ejecutivos
(eficaces, incluso vía forzosa: artículos 152, 146 y 149 de la LGAP).
1) Vías de hecho: se definen como la violación del principio de legalidad por acción
material de un funcionario o empleado de la Administración Pública. Para
configurar la vía de hecho es requisito la intervención de un empleado o funcionario
público, una acción material de ese funcionario público (no fundada en un acto
valido y eficaz) y la violación por de la legalidad, del ordenamiento jurídico.
Presupone la práctica de la justicia por mano propia (art. 357 LGAP).
El artículo 111 de la LGAP recoge un concepto amplio de servidor público. “(…) Como se
puede observar, la Ley (…) optó por seguir la definición amplia de servidor público
contemplada por la propia LGAP, en su artículo 111, pero yendo incluso más allá, pues se
incorpora a la Administración Pública no estatal, a los funcionarios de hecho y a las
personas que laboran para las empresas públicas (…), que custodien, administren, o
exploten fondos, bienes o servicios de la Administración Pública, por cualquier título o
modalidad de gestión. (Oficio 14765 (DAGJ-3445 del 14 de noviembre del 2005) (…)”. (Dictamen de la
Procuraduría General de la República n.° C-222-2012 del 20 de septiembre del 2012).
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UNIDAD IV
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[1] Son las instituciones autónomas (ejemplo PANI, INS, CCSS, bancos estatales y universidades estatales y las
municipalidades).
[2] Ejemplo de empresas públicas: RECOPE, RACSA, ICE, etc.
[3] (*) Mediante resolución N° 6754-98 del 22/9/1998 la Sala Constitucional indicó: “interprétese la definición de
"actividad ordinaria" (…) en el sentido de que se trata de la actividad o servicio que constituye la prestación última o final
de la Administración que realiza frente al usuario o destinatario final, actividad o servicio que deben estar definidos
previamente en la ley, y cuyo desarrollo puede hacerse mediante reglamento autónomo o de servicio, pero no ejecutivo."
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• La contratación directa:
La excepción de “escasa cuantía” está contemplada en los artículos 2, inciso d), de la Ley
de Contratación Administrativa (en adelante LCA) y el artículo 79.4 del Reglamento
General de Contratación Administrativa. En esa última disposición se establecen los
montos máximos que para cada grupo presupuestario de instituciones, hacen procedente la
contratación directa (se fija la “escasa cuantía”). Estos últimos, las compras de escasa
cuantía, tiene como principal requerimiento la invitación de un mínimo de
tres proveedores y el factor determinante será el precio, sin perjuicio de otros determinados
en la invitación.
Otro de los aspectos que trata este primer capítulo, compuesto por dos secciones, es el del
régimen jurídico aplicable, cual es las normas y procedimientos del ordenamiento jurídico –
administrativo, indicando, por ejemplo, que se aplica el régimen de nulidades de la LGAP y
que la fiscalización de los procedimientos estará a cargo de la Contraloría General de la
República (CGR), jerarquía impropia que ocupa por imperativo constitucional y de su
propia ley orgánica. La segunda sección de este capítulo nos ofrece el elenco de principios
que rigen la contratación administrativa: eficacia y eficiencia, igualdad, libre competencia y
el de publicidad, a los cuales se les dará un tratamiento especial más adelante.
Son tres los requisitos previos enumerados por este capítulo en su primera sección: inicio
del procedimiento, disponibilidad presupuestaria y previsión de verificación. El
procedimiento inicia con la decisión administrativa de promover el concurso emitida por el
titular subordinado [4] o el jerarca competente. Tal decisión incluye la justificación del
procedimiento, la cual debe contener como mínimo una explicación amplia, razonada,
verificable y efectiva de la necesidad, indicar el fin público que se pretende satisfacer, en
qué será utilizada la compra y el tiempo probable de consumo.
La regla es que todo procedimiento cuente con los recursos económicos suficientes para
enfrentar la erogación que representa, y aún y cuando se cuente con la aprobación
del presupuesto, cada caso debe ser autorizado mediante una reserva económica,
cuya documentación igualmente formará parte del expediente.
Ahora, no solo el dinero es necesario para iniciar una compra. Otro aspecto imprescindible
es el recurso humano y la infraestructura administrativa. De ahí que la administración deba
dar fe de que dispone o, en su defecto, dispondrá oportunamente de tales recursos con el fin
de atender el fiel cumplimiento del objeto de la contratación. A esto se le llama previsión
de verificación y es emitida por el administrador del contrato, quien generalmente es el
mismo titular subordinado o jerarca que emite la decisión administrativa de iniciar el
procedimiento.
Constituido por dos secciones, la primera de las cuales trata los derechos y la segunda, las
obligaciones. Son derechos de la Administración en los procesos de contratación
administrativa: sumisión a la normativa administrativa, derecho a la rescisión y resolución
unilateral, derecho a la modificación unilateral, la nueva contratación, la fiscalización y el
derecho a la ejecución de garantías.
Así, la prerrogativa que encierra este derecho es también garantía para el oferente pues de
forma precisa, cierta, concreta y lo más importante, a priori, conoce los procedimientos
aplicables y la obligación de ambas partes de someterse a ellos.
• Incumplimiento.
• Fuerza mayor o caso fortuito.
• Conveniencia por interés público.
Cuando se trate de rescisión por caso fortuito o fuerza mayor, la Administración solo
deberá liquidar lo que se haya ejecutado y los gastos en que haya incurrido el adjudicatario
en previsión de la ejecución del contrato. Tales gastos y los daños y perjuicios y por
supuesto, la liquidación de lo ejecutado, puede la Administración reconocerlos en sede
administrativa.
Cuando se habla de conveniencia por interés público, se trata de que en atención a este
principio, la Administración tiene la potestad de rescindir o resolver el contrato para
proteger los bienes y fondos públicos. Toda resolución contractual unilateral por parte de la
Administración, deberá ser aprobada por la CGR.
Este artículo habla también de las llamadas mejoras, es decir, actualizaciones en el objeto
de contratación que favorezcan a la Administración y a los fines públicos que ésta persigue.
Este derecho opera en virtud del Principio de Mutabilidad del Contrato con el objeto de que
se cumpla con el fin público asignado que debe proteger y realizar.
El derecho a nueva contratación, nos dice que en caso de requerir bienes o servicios de la
misma naturaleza que los adjudicados en otro contrato en ejecución, se pueden obtener del
mismo contratista, previo cumplimiento de los requisitos que se enumeran a continuación:
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Quiere decir este derecho además, que las garantías mencionadas pueden ser ejecutadas no
solo cuando ya se haya hecho la adjudicación, sino también en etapas previas a ella como lo
es la presentación de las ofertas. Así por ejemplo, si un oferente retira su propuesta sin que
medie justa causa y el pliego cartelario exigía el otorgamiento de garantía de participación,
la Administración estará facultada para retener el monto de la misma.
Además de los derechos descritos, la Administración debe cumplir, como sujeto contractual
que es, con ciertas obligaciones las cuales describe la sección segunda de este tercer
capítulo.
Como toda relación contractual, ambos sujetos gozan de derechos y tienen obligaciones.
Son derechos de los contratistas:
• Ejecutar lo pactado a menos que se presente alguno de los supuestos del artículo 11
cuales son: incumplimiento, fuerza mayor, caso fortuito y conveniencia por interés
público. Esta es una condición ambivalente pues constituye no solo un derecho sino
también una obligación. (Art. 17 LCA).
• Que se mantenga el equilibrio económico del contrato, esto es, que se revisen y se
reajusten los precios (aumentar o disminuir) cuando varíen los costos directos o
indirectos relacionados con la obra, servicio o suministro. Esto es particular para las
obras de construcción; sin embargo, en las otras contrataciones también se pueden
revisar los precios para lo cual se indicará el mecanismo aplicable en el cartel de
licitación. Este derecho nace del Principio de Intangibilidad Patrimonial, que opera
tanto para conveniencia de la misma Administración como del contratista. (Art. 18
LCA).
• Que se le reconozcan intereses por atraso de la Administración en el pago de sus
obligaciones desde que debió efectuarse el pago hasta que se emitió el documento de
pago. Antes de la modificación impuesta por la Ley 7612 de 1996, la Administración
solo pagaba intereses si la mora excedía los 90 días naturales. (Art. 19 LCA).
CAPÍTULO V: Prohibiciones.
Interesa conocer quién puede y quién no puede participar en los procesos de contratación
administrativa y para ello, este capítulo nos ofrece una lista taxativa. Las prohibiciones de
este capítulo se refieren a los procedimientos de contratación pero también a la fase de
ejecución del contrato. La prohibición no solo puede ser actual sino también sobreviniente.
Si la prohibición alcanza a un funcionario público, éste deberá abstenerse de intervenir de
cualquier forma en el procedimiento. De no atender esta prohibición cometerá falta grave.
La participación podrá ser directa o indirecta para que sea sujeto de prohibición. Es directa
cuando por la naturaleza de sus funciones o la investidura que ostenta pueda decidir, opinar,
asesorar o participar en el proceso de selección y adjudicación de las ofertas o incluso en la
etapa de fiscalización. Es indirecta si por interpósita persona, ya sea física o jurídica, se
busca eludir los alcances de la prohibición. El contenido de este numeral responde a las
disposiciones de la Ley contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito en la Función
Pública del año 2004 y su pretensión es precisamente implementar los controles internos
que prevengan los actos de corrupción en el manejo de los fondos públicos.
Cuando se habla de injerencia o poder de decisión se debe entender que ostenta esas
condiciones quien por la naturaleza de su puesto, el rango que ocupa o la jerarquía de su
perfil pueda influir en la toma de decisiones de cualquier manera. De ahí que un
funcionario ajeno a los trámites de los procesos de contratación administrativa de la unidad
para la que labora no está inhibido de participar en el mismo en calidad de oferente. Es
decir, por ser funcionario público y solo por el hecho de serlo no pierde la capacidad de
contratar con la Administración Pública.
Las consultas ante las dudas que surjan sobre estas prohibiciones deben ser tramitadas ante
la Contraloría General de la República por el interesado. El mismo artículo 22 bis indica
que hay excepciones a esas prohibiciones:
• Cuando quien sea sujeto de prohibición sea el único proveedor a nivel nacional.
• Cuando la contratación en la que participa el sujeto, sea la actividad ordinaria del ente.
• Cuando el sujeto afectado por la prohibición tiene un manifiesto interés en colaborar
con la Administración.
A excepción de estos tres casos, la Administración debe verificar que el oferente no esté
cubierto por el régimen de prohibiciones descrito anteriormente. Es importante destacar que
la violación al régimen de prohibiciones no solo es causal de sanciones administrativas para
el funcionario infractor, sino que conlleva la nulidad del acto de adjudicación.
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• Procedimiento de contrataciones.
R-DC-11-2017. Publicada en el Alcance No. 43 a La Gaceta No. 40 del viernes 24 de febrero de 2017.
Límites generales de Contratación Administrativa (excluye obra pública), año 2017
D
12.170.00 24.300.00 273.000. 273.000. 22.680. 22.680.0 117.800.
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Por otro lado, en contratos de cuantía inestimable [8], la Administración puede solicitar un
monto fijo y no porcentual. En atención al principio de certeza jurídica, el reclamo
indemnizatorio por el incumplimiento de las obligaciones del contratista tiene un plazo de
prescripción de 5 años. Tal plazo es de 10 años para los casos de obras públicas cuyo
reclamo nazca por vicios ocultos.
La sección segunda de este sexto capítulo dedica cuatro artículos para tratar el tema de
la Licitación Pública. No obstante, aquí conviene hacer un paréntesis para tratar con detalle
el tema de la Licitación.
La Licitación
La licitación se puede definir como un conjunto de principios, un procedimiento
administrativo o una formalidad de los contratos. Veamos el artículo 182 de nuestra
Constitución Política:
"Los contratos para la ejecución de obras públicas que celebren los Poderes
del Estado, las Municipalidades y las instituciones autónomas, las compras que se
hagan con fondos de esas entidades y las ventas o arrendamientos de bienes
pertenecientes a las mismas, se harán mediante licitación, de acuerdo con la ley en
cuanto al monto respectivo".
Tales principios han merecido tratamientos especiales por parte de nuestra Sala
Constitucional: "Ha dicho esta Sala que si el artículo 182 de la Constitución Política
establece este principio -el de la licitación-, entonces se encuentran inmersos en
el concepto todos los principios propios de la Contratación Administrativa"[9].
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[7] Una adjudicación declarada insubsistente es aquella en la que el adjudicatario incumple con los elementos de
formalización del contrato. Ejemplo, una vez notificada la adjudicación, el adjudicatario se niega a recibir o aceptar el
contrato o, en caso de serle exigido algún documento, no lo entrega. En esas situaciones, se procede a la readjudicación al
oferente que obtuvo el segundo mejor puntaje en la ponderación de ofertas.
[8] Ejemplos: Contrataciones según demanda, reparaciones indeterminadas, etc.
[9] Sentencia de la Sala Constitucional No.1206-96 de las 9:00 horas del 15 de marzo de 1996.
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Reiterando este criterio, encontramos este otro pronunciamiento: “(…) toda contratación
administrativa, se hará por el procedimiento de licitación, implica que tienen rango
constitucional todos los principios del derecho público que informan la contratación
administrativa, en la medida en que resulten razonables y proporcionados a los fines que se
persiguen. Los tres principios esenciales que reconoce la doctrina del Derecho Público, son
la libre concurrencia, la igualdad de oportunidades y la publicidad"[10].
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[10] Sala Constitucional. Voto salvado de la sentencia número 0787-94, de las 15:21 horas del 8 de febrero de 1994.
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• Principio del equilibrio de los intereses: Debe existir equivalencia entre los derechos y
obligaciones del contratista y los de la Administración.
• Principio de buena fe: Es un principio moral básico de las relaciones entre los
contratistas y la Administración. Las actuaciones de ambas partes deben estar sujetas a
normas éticas claras y precisas donde el fin primordial sea la satisfacción del interés
público. Como sucede en otras ramas del Derecho, la buena fe se presume, la mala fe
debe ser demostrada.
Una definición muy completa y práctica es la que nos ofrece Héctor Noillet: "Así mismo, la
licitación ha sido considerada como "un procedimiento legal técnico de invitación a los
interesados, para que, conforme a las bases preparadas al efecto, llamadas pliego de
condiciones, formulen propuestas de entre las cuales, se elige y acepta la más ventajosa
mediante la adjudicación, que perfecciona el contrato. En otros términos, es un
procedimiento de selección del contratista de la Administración Pública que, sobre la base
de una previa justificación de idoneidad moral, técnica y financiera, tiende a establecer
qué persona es la que ofrece el precio más conveniente o la mejor oferta" [11]
Nuestra Sala Constitucional ofrece igualmente una definición que no está de más aportar:
"(…) por licitación debe entenderse "el mecanismo, modalidad, medio o conjunto de
principios a los que debe sujetarse el Estado, en el sentido más amplio para poder realizar
su actividad de contratación por cuanto en ella se dan cumplimiento los principios
constitucionales que informan la contratación administrativa [...]". [12]
Licitación Abreviada:
[11] http\\www.monografias.com/trabajos/lipu/lipu/shtml.
[12] Sala Constitucional. Voto 998-98 de las 11:30 horas del 16 de febrero de 1998.
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• El remate:
El contrato de obra pública se puede efectuar por licitación pública, licitación abreviada o
contratación directa según sea el monto, al igual que el de suministro de bienes, el
arrendamiento de bienes inmuebles y el arrendamiento de equipo. Puede aplicar la opción
de compra o no.
Los procedimientos de urgencia aplican en los casos en que con el fin de evitar daños
graves a las personas, daños irreparables a las cosas o lesiones al interés público, se puedan
prescindir de unas o todas las formalidades de los procedimientos de contratación. Para
utilizarse debe ser previamente autorizado por la CGR.
El recurso de objeción solo puede interponerse contra el cartel de una licitación pública o
de una licitación abreviada, lo que excluye esta posibilidad de impugnación en los demás
procedimientos. El recurso de objeción en licitaciones abreviadas, se interpone ante la
administración contratante. El plazo de resolución es de 10 días hábiles, lo cual se hará
mediante acto motivado.
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CAPÍTULO X: Sanciones.
Enseña la Biblia, en el Génesis -primer libro del Pentateuco de Moisés-, que el hombre
estaba destinado al trabajo, aun en el estado de gracia y perfección antes de la caída. Dios
lo destinó al jardín del Edén para que lo cultivara y "sometiera la tierra" mediante el
trabajo. Por lo que éste -según el libro de Job-, había sido hecho para trabajar, "como el ave
para volar".
Es decir, "un derecho a la medida del hombre". En el mundo antiguo se sostiene que el
Derecho Laboral fue regulado no sólo de normas jurídicas, sino también religiosas, o
sociales. Algunos autores señalan que el origen de nuestra materia, se remonta a Egipto,
Mesopotamia, China o India, y es de destacarse el Código de Hammurabi en Babilonia,
hacia 1950 A.C., en el cual se quedó consagrado el principio de quien presta un servicio
personal para un tercero, siendo éste último quien se beneficia; también el Código de
Hammurabi reconoce a los oficios como trabajo, tales como: el trabajo del mar, el pastoreo,
carpintería o ladrillo cocido. El pueblo hebreo hacia 1250 A.C., se menciona en el Antiguo
Testamento, el derecho de exigir una retribución de sus servicios, y el disfrute del séptimo
día como descanso. Cabe destacar, que se trató a la esclavitud como un trabajo con función
indigna, y ésta normalmente era asociada a la pobreza de las personas.
1. LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA:
A) Régimen de Esclavitud:
En ésta época, se consideraba al trabajo como una pena, y meramente servil, considerando
al trabajo manual como un quehacer degradante, de seres inferiores. Por ejemplo de la
esclavitud tenemos las pirámides de Egipto y en Roma, después de tomar Jerusalén, se
tomó como esclavos a los judíos, con el fin de conservarlos y tenerlos como propiedad para
explotarlos sin miramientos. A su vez, en Roma fue necesario tomar como esclavos a
hombres libres, normalmente arruinados (pater familias), para que de manera denigrante
trabajaran a favor de su acreedor, teniendo como única paga el sustento, de ahí que sea
precisamente en Roma, cuando surgen las figuras de arrendamiento de servicios. En la
última época del Imperio Romano, a finales de la República, y dada la crisis económica,
precipitó la quiebra de muchos ciudadanos, obligándolos a contratarse para prestar su
trabajo, dando origen a la locatio conductio operarum, que consistía en un convenio, por
el cual el hombre libre se comprometía a prestar servicios para otro, durante cierto periodo
y mediante el pago de una retribución. La diferencia con la locatio conductio rei, era que
consistía en el arrendamiento de animales o esclavos.
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La mujer libre que tuviera relaciones sexuales con el esclavo ajeno sin autorización del
patrono devenía en esclava de ese patrón. En Roma, junto a los seres humanos o personas
físicas, existieron las personas morales o jurídicas, las cuales tuvieron un patrimonio,
créditos y deudas propios. El ejercicio de los derechos pertenecientes a la persona moral
podía ser confiado a sus esclavos o bien a una especie de curador que los textos calificaban
de "actor, syndicus o magister". En el Derecho Romano, las personas jurídicas o morales
fueron las asociaciones o corporaciones, integradas por un conjunto de personas unidas
entre sí voluntariamente por la tradición para la consecución de un fin común. Eran
designadas con distintos nombres: "societas, collegium, corpus, universitas, etcétera". Dado
lo anterior, no se puede señalar que en el Imperio Romano, es el antecedente del Derecho
Laboral, pues la doctrina moderna es unánime en tener como requisito la libertad de
trabajo.
El trabajo digno de un hombre libre no era retribuido, pero en los casos que existiera una
remuneración voluntaria ésta no le quitaba el carácter de trabajo libre. Cuando se rompe
con el principio de la no retribución del trabajo, en las profesiones de mayor jerarquía, éste
es sustraído del derecho de la locación.
EL COLONATO:
Con la extinción de la esclavitud comienza a surgir, por transición, una figura a la que el
antiguo derecho denominó colonatus, la cual consistía en explotar las tierras a través de
colonos. En lugar del esclavo, tan fácilmente comprado y vendido antes, en los mercados
establecidos para tales fines, encontramos en la figura del colonato al servus glebae,
hombre libre, pero vinculado contractualmente a determinadas tierras, de las que no puede
separarse y a las cuales no pueden ser vendidas sin garantizarle al servus glebae su derecho
de continuar cultivándolas. El colono era un hombre libre; podía casarse, adquirir y hacerse
acreedor o deudor; pero le estaba prohibido en absoluto enajenar sin el consentimiento de
su amo. Sus bienes garantizaban el pago del censo y del impuesto territorial. No podía
ejercer ningún cargo público.
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El nexo laboral:
Por causa del fenómeno de la esclavitud, el contrato de trabajo no fue la figura jurídica
frecuentemente utilizada en la antigua Roma, donde surgió la locatio, o arrendamiento, que
comprendía tres tipos de relaciones: locatio-conductio rei (arrendamiento de cosas),
locatio-conductio operis (arrendamiento de obra) y locatio-conductio operarum
(arrendamiento de servicios), las cuales han perdurado hasta nuestros días y cobran
vigencia en las legislaciones civiles, con algunas modificaciones. El arrendamiento de
esclavos fue equiparado a la "cesión de animales de trabajo a cambio de una prestación en
dinero". El arrendamiento de servicios constituye la "típica expresión del trabajo por cuenta
ajena". El objeto de este contrato fue la persona misma y no la actividad, por lo cual es
difícil intentar una distinción entre prestaciones materiales e intelectuales. Por este motivo,
tal distinción sólo podría formularse cuando "el derecho llegara a concebir como objeto de
las relaciones jurídicas laborales, la propia actividad y no la persona del trabajador". El
Código de Napoleón y las diversas legislaciones que se inspiraron en él reglamentarían el
trabajo de criados y obreros, junto con el contrato de obra bajo el título de "arrendamiento".
2. EDAD MEDIEVAL:
A) Régimen Feudal: En la Edad Media, dos fueron las actividades que se desarrollaron:
Las Corporaciones de Oficios son asociaciones laborales que agrupaban a los maestros
de los talleres corporativos que establecían en los estatutos, normas reguladoras de las
relaciones de trabajo, los precios de venta de los productos manufacturados, la calidad de
los productos, la perfección de los productos elaborados y, las sanciones con respecto al
fraude, a la especulación, y los conflictos de trabajo con el fin de asegurar el monopolio del
oficio. Florecieron en la Edad Media. Van formándose a partir del siglo XII, en Italia,
Francia y España con organización propia, de actividad común, de hondo sentimiento
religioso y jerarquizado por escala gremial, que partía del aprendiz (discipuli), ascendía por
el oficial o compañero y concluía por el maestro (magistri): el peldaño superior en lo
técnico y en ese proceso laboral. Estas corporaciones de oficios se establecieron alrededor
del castillo feudal o en los arrabales de las ciudades para realizar actividades artesanales.
En su apogeo tuvieron gran influencia política y social. Prolongaron su existencia hasta
fines del siglo XVIII.
P á g i n a | 40
Los gremios:
Asociación formada por los maestros, oficiales y aprendices de un mismo oficio, regida por
ordenanzas o estatutos especiales. Los gremios surgieron en Europa durante la Baja Edad
Media, amparados en la pujanza económica de las ciudades. Sus fines tuvieron
esencialmente un carácter económico y social, consistiendo en controlar la oferta y
los precios de los productos que manufacturaban, pero también velando por la prosperidad
y seguridad de los miembros que los integraban. Regulaban la actividad laboral,
la formación y aprendizaje de sus asociados, estableciendo una estricta jerarquía entre ellos
(aprendices, oficiales, maestros). También los amparaba en caso de desgracias como
la viudez, orfandad o enfermedad, a través de pensiones, asignaciones o el mantenimiento
de hospitales. Desarrollaron igualmente labores de carácter religioso expresadas en la
veneración de sus santos particulares y la creación de cofradías. En cierto modo,
constituyeron el antecedente de los sindicatos, más concretamente, en las etapas iniciales de
su creación, ejemplo de los cuales fueron las Trade Unions (Sindicatos de Oficio) en los
albores del siglo XIX.
A lo largo del siglo XVIII, los gremios eran ya una institución de carácter feudal, ya muy
debilitados fueron desapareciendo, siendo sustituidos por la iniciativa privada, la libertad de
industria y comercio propios del capitalismo. Esto se aprecia tempranamente en Inglaterra
tras la introducción del “domestic system” que producía mercancías fuera de la
reglamentación gremial. El desarrollo de la industria moderna y la consiguiente quiebra de
los talleres artesanales arrojó a oficiales y maestros artesanos al desempleo. Durante el siglo
XIX las relaciones de producción capitalistas y la creciente proletarización del trabajo
desembocaron en el problema obrero. En adelante los obreros se organizarían en sindicatos
y partidos políticos.
Debido a la lucha masiva y clandestina del movimiento obrero, el Estado tuvo que
reconocer jurídicamente a los sindicatos de trabajadores, el contrato colectivo y la huelga,
pero no como un bien hacia los trabajadores, sino con fines electorales, para obtener su
apoyo. El derecho del trabajo entró en una etapa de flexibilización y tolerancia, que
comenzó a generalizarse en los países del Occidente. Tal es el caso del Reino Unido, que en
el documento denominado Combination Acts o Combination Laws, fueron leyes inglesas
que inicialmente prohibieron y luego regularon las asociaciones de trabajadores y la huelga.
Se promulgaron en 1799 y 1800 ante el auge que el movimiento obrero estaba tomando y
declaraban ilegales las Trade Unions, es decir, las organizaciones obreras o sindicatos. En
realidad, estas organizaciones ya eran ilegales, pero estas leyes simplificaban el
procedimiento legal para su persecución y facilitaban su denuncia a los empresarios;
además, posibilitaban la represión mediante fuerzas públicas, incluido el ejército. La
legislación inglesa seguía el ejemplo de la francesa, que en 1791 había implantado una
similar: la Ley “Le Chapelier”.
P á g i n a | 41
Edad Contemporánea:
En esta etapa se dan una serie de conquistas laborales y del Derecho del Trabajo:
• Las leyes de pobres de Inglaterra de fines del siglo XIX y principios del XX derivan
de las normas y prácticas con las que desde la primera mitad del siglo XVI se había
intentado suprimir el vagabundeo y van evidenciando un cierto aprecio por la
dignidad humana cuyo siguiente paso era traducirlo hacia el mundo laboral, con un
sistema de caridad institucionalizada que surge en estos momentos proporciona
ayudas a los pobres pero les prohíbe mendigar fuera de sus parroquias de origen.
• Surgieron nuevas soluciones teórico filosóficas que se ocuparon de la problemática
del hombre y el trabajo. Así, la intervención del Estado para regular las relaciones
económicas paleando el abuso y para mantener el equilibrio entre los distintos
factores de producción se fue haciendo necesaria.
• Luego llegó el comunismo o "socialismo científico" concebido por Karl Marx y
Federico Engels, quienes proclaman que los obreros mediante la lucha de clases
deben controlar los medios de producción eliminando a la burguesía e instaurando
la dictadura del proletariado.
• Paralelamente surge la doctrina social de la Iglesia. Sus creadores atribuyen su
origen a las enseñanzas de Jesucristo. Esta doctrina que consagra el individualismo
del hombre pero en un contexto social de búsqueda del bien común, condena al
capitalismo porque permite la explotación del hombre por el hombre y al
comunismo porque permite la explotación del hombre por el estado. Está compuesta
por siete Encíclicas, destacando la Rerum Novarum y la Quadragessimo Anno.
Las primeras leyes del trabajo nacen en 1796, donde fue aprobada la primera ley destinada
a resguardar el patrimonio humano de los nocivos efectos de la Revolución Industrial,
prescribiéndose disposiciones sanitarias: limitaba a 12 horas máximas la jornada diaria,
incluyendo el tiempo de comedor, hacía obligatoria la instrucción del menor y establecía un
sistema de inspección periódico del trabajo, no obstante esta ley no llegó a ser aplicada. El
primer ordenamiento de este tipo realmente efectivo fue la llamada Ley de Fábricas de
1833. Prusia en 1839 sanciona legalmente el amparo de la mano de obra infantil y
femenina, y Francia asegura en 1851 el aprendizaje del menor acorde con su edad y sus
fuerzas.
P á g i n a | 43
Para el principio de los años 1900 la legislación latinoamericana se dibuja con mayor
avance con respecto a la europea, en cuanto se refiere al trabajo y a los empleados. Las
leyes europeas estaban dirigidas hasta entonces a la protección del trabajo manual,
predominante en las grandes industrias de la época. Puede decirse, que la legislación tutelar
del trabajo en América se adelanta a los países de Europa cuando extiende sus reglas a los
empleados de las empresas particulares. Pueden citarse en tal sentido: Bolivia, que por ley
en 1924 reglamenta el trabajo de los empleados de comercio y otras industrias; al igual que
Brasil y Chile en 1925. Lo mismo puede decirse de los Códigos de Trabajo de algunos
Estados de México (Chihuahua, Puebla, Michoacán, Veracruz). Panamá, con su ley de
1914 y Perú, con la ley de 1924, también reglamentan el Contrato de Trabajo de los
empleados de Comercio.
HISTORIA DE LA OIT:
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) nace a partir de la parte XIII del Tratado
de Versalles suscrito por los Estados que combatieron en la 1ª Guerra Mundial, con fecha
28 de junio de 1919.
P á g i n a | 44
La OIT fue creada como una organización autónoma vinculada a la Sociedad de Naciones y
con posterioridad la Organización de Naciones Unidas (ONU) reemplazó a la Sociedad
de Naciones. De ahí, entonces, que la OIT se ha definido como: "Un organismo
especializado asociado a Naciones Unidas, que elabora normas internacionales para
los problemas del trabajo y de la mano de obra".
Asimismo, a partir de ese momento, la OIT comienza a adquirir carácter universal, ya que
se unen a ella una gran cantidad de países y se aprueban numerosos convenios que
han mejorado la situación laboral de los trabajadores en el mundo. En 1969, cincuenta años
después de su fundación, se le otorga a la OIT el premio Nobel de la Paz. En la actualidad,
los fines y objetivos de la OIT se consignan en el preámbulo de su Constitución de 1919
y se reafirman y complementan en la Declaración de Filadelfia de 1944. En aquellos
documentos se establece que la OIT se inspira, entre otros, en los siguientes principios:
ESTRUCTURA DE LA OIT:
La OIT realiza su labor a través de 3 órganos principales, todos los cuales se atienen a la
característica singular de la Organización: su estructura tripartita (dado que en ella
participan gobiernos, empleadores y trabajadores). Esta característica distingue a la OIT de
otros organismos internacionales. El tripartismo se refleja también en la actividad
legislativa de la OIT, pues los instrumentos internacionales que emanan de ella son
aprobados por representantes del gobierno, de los trabajadores y de los empleadores, lo que
es propio de la relevancia social de las relaciones laborales y del escenario en el que
se desenvuelven, en el cual se combinan intereses públicos y privados.
P á g i n a | 45
2. EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN:
Es el órgano ejecutivo de la OIT y se reúne tres veces por año en Ginebra. Adopta
decisiones acerca de la política de la OIT y establece el programa y el presupuesto que, a
continuación presenta a la Conferencia para su adopción. También elige al Director General
de la Oficina Internacional del Trabajo. Los diez Estados de mayor importancia industrial
están representados con carácter permanente, mientras que los otros miembros son elegidos
por la Conferencia cada tres años entre los representantes de los demás países miembros,
habida cuenta de la distribución geográfica. Los empleadores y los trabajadores eligen sus
propios representantes independientemente unos de otros.
P á g i n a | 46
Además, en virtud del programa de cooperación técnica, unos 600 expertos llevan a
cabo misiones en todas las regiones del mundo y efectúan investigaciones y encuestas. La
Oficina también actúa en calidad de centro de investigación y documentación; como casa
editora publica una amplia gama de estudios especializados, informes y periódicos.
LOS CONVENIOS
Estos Convenios son una expresión de la labor que realiza la Conferencia Internacional y
constituyen los instrumentos internacionales de índole laboral por excelencia, a los cuales
se les reconocen 3 características esenciales:
2) En su adopción, no solo concurren los gobiernos, sino que también lo hacen los
representantes de los trabajadores y de los empleadores.
La rama del Derecho que se encarga de regular las relaciones que se establecen a raíz del
trabajo humano se conoce como Derecho Laboral. Se trata del conjunto de reglas jurídicas
que garantizan el cumplimiento de las obligaciones de las partes que intervienen en
una relación de trabajo, entendiendo al trabajo como aquella actividad que un individuo
desarrolla con el objetivo de transformar el mundo exterior, y mediante la cual obtiene los
medios materiales o bienes económicos para su subsistencia.
Es importante determinar que varias son las fuentes de las que se nutre el citado Derecho
Laboral para desarrollarse y establecer la justicia que se estima pertinente. En concreto, se
establece que entre aquellas destacan la Constitución, los contratos de trabajo, los tratados
internacionales existentes, la ley o los reglamentos.
Cabe resaltar que las relaciones laborales están regidas por una ley -el contrato de trabajo- y
diversas normas complementarias. De todas formas, cada sector productivo cuenta con sus
propias normas para regular las relaciones o ciertos aspectos de ellas, sin que estas normas
impliquen una violación a la mencionada ley del contrato de trabajo.
Por otra parte, existen convenios colectivos de trabajo que se aplican a distintos grupos
profesionales. Estos convenios colectivos son acuerdos que se negocian entre los
empleadores y los empleados y que deben ser aprobados por el Estado. Convenios estos
que se deben caracterizar porque tienen que respetar en todo momento la legislación laboral
existente. En concreto, se pueden establecer dos tipos: los convenios de empresa, en los que
ejercen de interlocutores los delegados sindicales o los comités de empresa, y los convenios
de rango superior donde son los sindicatos los encargados de tener la representatividad.
El objeto del Derecho del Trabajo es proteger al trabajador humano, siempre que no sea una
actividad libre y espontánea, que sea ejecutada por amistad, colaboración o benevolencia,
entre esposos e hijos en asuntos del hogar, un deportista amateur, o el trabajo subordinado,
prestado al Estado o sus instituciones autónomas, y a los municipios que no tiene carácter
comercial ni industrial. El fin supremo del Derecho del Trabajo es la justicia social, y tiene
por misión el estudio y la regulación de los problemas legales que tienen relación con la
actividad laboral de un país. Por lo tanto, regula tanto los deberes como los derechos de los
obreros y de los patronos, así como norma todo lo referente a salarios, las horas de trabajo,
despidos, contratos individuales y colectivos, los sindicatos, las huelgas, entre otros. Es
decir, hay que verlo como un hecho social, porque implica una serie de condiciones
sociales de cada trabajo.
Una rama jurídica es autónoma –y como tal, se destaca con perfil y contenido propio frente
a las restantes ramas que compone el ordenamiento jurídico en su totalidad- cuando
concurren, como más importantes, las siguientes condiciones:
5.2.4. Características.
El Derecho del Trabajo presenta características propias que lo diferencian de las otras
ramas del derecho, y le dan una individualidad perfectamente determinada. Entre estas
características las principales son las que siguen:
b) Es realista y evolutivo:
Es adaptable a condiciones económicas cambiantes que lo modifican constantemente,
siendo un derecho inconcluso, en perpetuo devenir. Por ello parece peligroso
codificarlo, lo cual puede paralizarlo en su evolución; no obstante, en varios países de
América Latina se rigen bajos sus propios códigos del trabajo, tal es el caso de nuestro
país. En su realismo es concreto, pletórico de dinamismo, es inmensa su fuerza
expansiva, determinada por nuevas necesidades y contingencias sociales. Se va
extendiendo de día en día, especialmente en materia sindical y de seguridad social; su
carrera ha sido vertiginosa, y sus normas se aplican a la mayoría de los seres humanos;
pocos son los individuos que quedan fuera de su órbita; es el auténtico derecho común
de la humanidad.
c) No es formalista:
Debiendo ser sencillo, dúctil y claro, sin tecnicismo en su terminología, poco oneroso
en su aplicación práctica, puesto que en general ampara a gentes modestas y
desprovistas de recursos económicos; empero, en el hecho, estas finalidades a menudo
no se realizan, pues su lenguaje no tiene suficiente claridad, su frondosa legislación es
confusa, su reglamentación es excesiva y marcadamente burocrática, sus tramitaciones
son costosas y complicadas, todo lo cual repercute a veces en perjuicio de la producción
y del progreso económico.
e) Es de orden público:
No pudiendo renunciarse a los derechos que consignan sus leyes; ello es la lógica
consecuencia del carácter tutelar hacia los trabajadores, que inspira a la legislación
social; si aquellos derechos fueran renunciables, la totalidad de las leyes laborales y
previsionales perderían su eficacia, mediante una mera inserción en todos los contratos
de trabajo de una breve cláusula por la cual se renunciarían los derechos otorgados por
tales leyes.
g) Es autónomo y especial:
Su autonomía es la de una disciplina particularista dentro de la unidad orgánica del
Derecho; la especialidad no hace perder la visión del conjunto. La autonomía no
significa independencia ni aislamiento; si bien el Derecho del Trabajo comenzó
tímidamente desprendiéndose del Derecho Civil, ahora posee una individualidad bien
definida, y se diferencia de una manera substancial de las demás disciplinas jurídicas,
aun cuando tenga con ellas muchos puntos comunes, fuertes vinculaciones y reciprocas
penetraciones.
Como trabajo denominamos “el conjunto de actividades que son realizadas con el
objetivo de alcanzar una meta, la solución de un problema o la producción de bienes y
servicios para atender las necesidades humanas”. La palabra, como tal, proviene del
latín tripaliāre, y ésta a su vez de tripalĭum.
1
MONTOYA MELGAR, Alfredo. Óp. Cit. pp. 40-41.
P á g i n a | 52
El trabajo, como tal, puede ser abordado de varias maneras y con enfoque en diversas áreas,
como la economía, la física, la filosofía, la religión, etc. Da posibilidades a los hombres y
las mujeres para lograr sus sueños, alcanzar sus metas y objetivos de vida, además de ser
una forma de expresión y de afirmación de la dignidad personal. En este sentido, el trabajo
es el que hace que el individuo actúe, proponga iniciativas, desarrolle y pueda mejorar sus
habilidades. El trabajo enseña al hombre a vivir y compartir con otras personas y con sus
diferencias, a desarrollar conciencia cooperativa y a pensar en el equipo y no solo en sí
mismo; asimismo permite que las personas aprendan a hacer las cosas con un objetivo
determinado, y gracias a éste el ser humano comienza a conquistar su propio espacio, así
como el respeto y la consideración de los demás, lo cual además contribuye a su
autoestima, satisfacción personal y realización profesional. El Día Internacional del
Trabajo, por su parte, se celebra cada año el día 1 de mayo.
El Derecho del Trabajo regula el trabajo personal, el cual es personalísimo (la prestación es
personal), a diferencia de lo que ocurre en los contratos civiles de empresa, en el contrato
de trabajo la condición personal del trabajador es esencial. En otras palabras regula el
trabajo personal de los seres humanos, como personas físicas o naturales sin que quepa
posibilidad alguna de sustitución novatoria en la persona del trabajador. Es decir, el trabajo
es personalísimo, la prestación es personal.
ARTÍCULO 18.- “Contrato individual de trabajo, sea cual fuere su denominación, es todo
aquél en que una persona se obliga a prestar a otra sus servicios o a ejecutarle una obra,
bajo la dependencia permanente y dirección inmediata o delegada de ésta, y por una
remuneración de cualquier clase o forma.
Se presume la existencia de este contrato entre el trabajador que presta sus servicios y la
persona que los recibe”. Al Derecho del Trabajo no le interesan las prestaciones a cargo de
personas jurídicas o aquellas que pueden ser cumplidas por medio de terceros. A diferencia
de lo que ocurre en los contratos civiles de empresa – en los que el contratista de la obra no
se obliga a trabajar personalmente- y del contrato de mandato – en el que normalmente el
mandatario puede nombrar un sustituto que le reemplace – en el contrato de trabajo la
condición personal del trabajador es absolutamente esencial, sea que es un requisito sine
qua non. (Conditio sine qua non es una locución latina originalmente utilizada como
término legal para decir «condición sin la cual no». Se refiere a una acción, condición o
ingrediente necesario y esencial —de carácter más bien obligatorio— para que algo sea
posible).
P á g i n a | 53
b) Trabajo Dependiente
Se llama trabajo dependiente el que se realiza bajo las órdenes de un empleador, que fija las
condiciones de trabajo del empleado en una actividad lícita, y a cambio le asigna una
remuneración, que debe acordarse de acuerdo a la pauta constitucional de ser un salario
digno, mínimo, vital y móvil. La ganancia obtenida por el trabajo del empleado es para el
empleador.
No importa que el trabajo se efectivice o no, bastando que el trabajador ponga a disposición
del empleador su fuerza de trabajo en los horarios previstos, que según la OIT no debe
superar las 8 horas diarias o 48 semanales. El trabajo dependiente, además de ser
subordinado y oneroso, es personal e intransferible (intuito personae) y voluntario,
generando obligaciones y derechos para el trabajador y también obligaciones y derechos
para el empleador, como la de pagar el sueldo, aguinaldo, dar vacaciones, cumplir con lo
establecido por los sindicatos y la seguridad social, de seguridad y no discriminación, entre
los primeros, y el recibir el trabajo, el Ius Variandi y la potestad disciplinaria, entre los
segundos; debiendo actuar ambas partes de acuerdo al principio de la buena fe.
Se presenta en aquellos casos en que la utilidad patronal del trabajo se atribuye a una
persona distinta del propio trabajador, a saber el empresario. Un trabajador por cuenta ajena
es un empleado. En sentido muy general, trabajar por cuenta ajena significa atribuir a un
tercero los beneficios del trabajo. Los bienes o servicios producidos por el trabajador, no se
plasman en un beneficio económico directo, sino que tal beneficio le corresponde al
patrono, que a su vez compensa al trabajador con una parte de esa utilidad que se le
denomina (salario). (...) “El contrato de trabajo es un típico contrato de cambio (dicho en
forma simple: cambio de trabajo por salario y no es un contrato de naturaleza
asociativa2”. Es decir los socios de una empresa persiguen la utilidad, mientras que en el
contrato de trabajo se persigue el salario.
2
MONTOYA MELGAR, Alfredo. Óp. Cit. p. 36.
P á g i n a | 54
d) Trabajo libre
El trabajo como objeto del Derecho del Trabajo ha de ser prestado voluntariamente. No
tiene ninguna cabida en nuestro ordenamiento jurídico laboral, que tutela la libertad y la
dignidad humana, los sistemas sociales que permiten el trabajo forzoso, como la esclavitud
o la servidumbre (artículos 20, 21, 33 y 40 de la Constitución Política).
Artículo 56.- El trabajo es un derecho del individuo y una obligación con la sociedad. El
Estado debe procurar que todos tengan ocupación honesta y útil, debidamente
remunerada, e impedir que por causa de ella se establezcan condiciones que en alguna
forma menoscaben la libertad o la dignidad del hombre o degraden su trabajo a la
condición de simple mercancía. El Estado garantiza el derecho de libre elección de
trabajo.
e) Trabajo Productivo
“El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país, organizando y
estimulando la producción”.
P á g i n a | 55
5.4.1. Concepto
5.4.3. Tipos:
1. Fuentes que surgen de la voluntad del Estado (fuentes de orden internacional –OIT;
fuentes de orden nacional –la Constitución, la ley ordinaria laboral y la ley supletoria o
conexa de naturaleza laboral, los reglamentos y acuerdos del Consejo de Gobierno, la
jurisprudencia, entre otros-.
3. Fuentes que resultan del ambiente (la costumbre, los usos, la equidad, la buena fe, los
principios generales del Derecho del Trabajo).
P á g i n a | 56
Principios generales
El fundamento del “principio protector” está ligado con la propia razón del ser del Derecho
del Trabajo. Históricamente el Derecho del Trabajo surgió como consecuencia de que la
libertad de contratación entre las personas con desigualdad de poder y resistencia
económica conducía a distintas formas de explotación. Por eso el legislador no pudo
mantener por más tiempo la ficción de una igualdad existente entre las partes del contrato
de trabajo y tendió a compensar esa desigualdad económica desfavorable al trabajador con
una protección jurídica favorable al trabajador. El Derecho de Trabajo responde
fundamentalmente al propósito de nivelar desigualdades. De ahí que la máxima de Couture
que haga latente en esta materia social “El procedimiento lógico de corregir las
desigualdades es el de crear otras desigualdades”. Lo anterior es reforzado por Radbruch, al
indicar: “La idea central en que el derecho social se inspira no en la idea de igualdad entre
las personas, sino de la nivelación de la desigualdad que entre ellas existen. La igualdad
deja de ser así punto de partida del derecho, para convertirse en meta o aspiración del orden
jurídico”.
3
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica anotado
con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 11.
4
Constitución Política de la República de Costa Rica. Óp. Cit. Artículo 74.
P á g i n a | 58
Para entender este postulado debemos partir de la base de que el contrato de trabajo es un
pacto de tracto sucesivo, o sea, que la relación dura por el tiempo, no se agota mediante la
realización instantánea de un cierto acto. Este principio está establecido en favor del
trabajador, quien puede invocarlo o no, según sea su interés. El patrono no puede invocar
ese principio para oponerse a la renuncia o al abandono del empleo del trabajador, excepto
en los contratos de duración determinada. Se ha sostenido que este principio es una
derivación y consecuencia del principio protector antes analizado, especialmente en lo que
se refiere a la aplicación de la regla de la condición más beneficiosa, porque el proseguir
trabajando es más beneficioso que estar cesante. Todos los principios están vinculados
entre sí, pero son diferentes y autónomos. Todos tienen la misma raíz, que es la tutela del
trabajador.
11SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica anotado
con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículos 19-20.
12
Código Civil de Costa Rica, San José, Costa Rica. Editorial Investigaciones Jurídicas. 1997. Artículo 21.
13
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 19.
P á g i n a | 60
Se conoce como Garantías Sociales a una serie de reformas políticas progresistas realizadas
en Costa Rica en los años cuarenta, a raíz de la alianza entre diversas figuras políticas y
religiosas, en beneficio de las clases trabajadoras. Durante el siglo XIX, las relaciones
laborales en nuestro país estuvieron regidas por las leyes del Derecho Civil,
específicamente por el Código Civil de 1888, en el cual se regulaba de una manera muy
general el contrato de arrendamiento de obra. Este contrato establecía el acuerdo de
voluntades entre el patrono y el obrero. Es decir, se regulaba el trabajo como un contrato de
arrendamiento de obra, basado en un liberalismo extremo, en donde se consideraba a las
partes de la relación laboral bajo un principio de igualdad.
Esta regulación fue criticada por el Obispo Thiel alrededor de 1893, influido por la
Encíclica de León XIII, Rerum Novarum, publicó una Carta Pastoral sobre el justo salario
de los jornaleros y artesanos, esta Carta Pastoral fue mal recibida por el Gobierno de la
época, ya que ella indicaba que la situación de los artesanos era muy mal remunerada. Sin
embargo, con esta Carta Pastoral, surgió la conciencia social en torno a problemas laborales
y al final del siglo XIX, nace un movimiento obrero de manera espontánea, el cual no
contaba con ningún tipo de organización sindical independiente y tenía débiles objetivos
políticos.
P á g i n a | 61
Como consecuencia de las desigualdades sociales del siglo XIX surge la necesidad de
regular las relaciones laborales y establecer garantías sociales. Fue hasta la promulgación
del Código de Trabajo en agosto de 1943 que se empezó a legislar de manera especial el
Derecho Laboral. Con el gobierno del Dr. Calderón Guardia se impulsó el Estado Social y
logró introducir a nuestra Constitución Política un capítulo de Garantías Sociales, además
de la creación del Código de Trabajo y la Caja Costarricense de Seguro Social.
Estas reformas sociales representaron una etapa importante en la historia social y laboral de
Costa Rica, ya que se institucionalizan una serie de derechos que van a contribuir
enormemente para aliviar la situación que venían enfrentando los trabajadores
costarricenses. Con la promulgación de las Garantías Sociales, se incorporan a nuestra
Constitución Política una serie de artículos dirigidos a la protección del trabajador.
Establecen que el trabajo es un deber social y debía de gozar de especial protección de las
leyes.
Entre los derechos protegidos por las garantías sociales podemos encontrar la regulación
del derecho a formar sindicatos, se reconoce el derecho de los patronos al paro y de los
trabajadores a la huelga. Se les otorga fuerza de ley a las convenciones y contratos
colectivos de trabajo que, con arreglo a la ley, se concierten entre patronos y sindicatos de
trabajadores legalmente organizados. De la misma manera se estableció una jurisdicción
especial de trabajo para mejor resolver los conflictos que se deriven de las relaciones entre
patronos y trabajadores, así mismo se regulan las jornadas ordinarias y extraordinarias. Las
reformas fueron diversas y variadas, sin embargo, las tres principales fueron:
1. Creación de la Caja Costarricense del Seguro Social, que universalizaba los servicios
médicos.
2. Creación de la Universidad de Costa Rica, que brinda educación superior a los
costarricenses.
3. Promulgación del Código de Trabajo, una ley laboral que cubre a todos los
trabajadores de Costa Rica y que planteaba una serie de derechos pioneros para la
época en cualquier país de Latinoamérica, incluyendo el salario mínimo, jornada
laboral de 8 horas, días feriados, vacaciones, cargas sociales, aguinaldo (bono
navideño) obligatorio, el pago doble de salario de trabajar en días feriados, el derecho
a la huelga y los pagos de cesantía en caso de ser despedido sin justificación, así
como las razones específicas únicas por las cuales un empleado puede ser cesado sin
pago de cesantía (aunque aún en ese caso deberá pagarse lo acumulado de vacaciones
y aguinaldo siendo esto parte del salario y no bonificaciones). Estas reformas fueron
incluidas en un capítulo específico de la Constitución Política, bajo el Título V:
Derechos y Garantías Sociales: Capítulo único (artículos 50 al 74).
_______
5
MONTOYA MELGAR, Alfredo. Óp. Cit. p. 35.
P á g i n a | 62
Unidad VI
Nuestro criterio particular, en este sentido, es que un Código de Trabajo regula las
relaciones de empleo privadas, incluyendo las que pudieran ser catalogadas como tales
dentro del llamado sector público, no correspondiéndole a este tipo de legislación el regular
las relaciones de empleo de naturaleza estatutaria. 1 Excepcionalmente como en este caso, se
incluyen en el Código de Trabajo disposiciones sobre derechos colectivos de los
trabajadores, cuya regulación no puede esperar a la elaboración de una prometida Ley de
Empleo Público, por razones que no admiten discusión. ¿Cuáles son esas razones básicas?
mencionemos rápidamente las siguientes:
2) Costa Rica ha aprobado al menos tres Convenios Internacionales con la OIT que dan un
marco jurídico a la libertad sindical para todos los trabajadores del país, sin que pueda
interpretarse que dichos convenios hacen acepción – con excepción de algunos casos
puntuales- entre trabajadores, tratándose de empleados del sector público o privado. 2
_______
1
Es necesario aclarar que con la división anterior entre Derecho Laboral y Derecho de la función pública no estamos aceptando que se
sustraiga de la aplicación del derecho laboral a los trabajadores públicos del Estado y sus instituciones que no se rigen por una relación
pública de empleo, sea por una relación estatutaria. Todo lo contrario, defendemos el derecho de muchos trabajadores del Estado y sus
instituciones, lo mismo que de las empresas públicas del Estado, a continuar rigiéndose por el Derecho Laboral, como derecho tutelar
aplicable a ellos.
2
Ejemplo los convenios 87, 98 y 135 de la OIT. El Convenio 98 autoriza a la legislación nacional a exceptuar del derecho de la
negociación colectiva a los llamados “public servants”, según la versión original en idioma inglés del convenio, concepto que no abarca
como se pretende a todos los servidores públicos sino únicamente a aquellos que tienen competencias de derecho público, según
interpretación reiterada del Comité de Expertos de la OIT.
P á g i n a | 63
5) Tenemos en Costa Rica una conflictividad laboral muy importante en el sector público,
no solo por la capacidad de las organizaciones sindicales en dicho sector y de su alta tasa de
afiliación sindical, sino también por la proximidad entre temas laborales y políticos,
asumidos por las organizaciones laborales como parte de su agenda de lucha, todo lo cual
obliga a encontrar mejores y más racionales canales de solución de conflictos colectivos en
este sector.
La obligada mezcla entonces, entre normas propias de una Código de Trabajo que regula
las relaciones de empleo privadas, con institutos del Derecho Laboral (cesantía,
negociación colectiva, arbitraje, huelga, etc.), aplicados a trabajadores del Estado y sus
instituciones, crea no pocos problemas de aplicación práctica, dada la particularidad
reconocida universalmente de los trabajadores con régimen de empleo público, la cual
deriva a su vez de la naturaleza jurídica de su patrono: El Estado.
El Título que aquí se analiza pretende resolver estos problemas de la manera más
armoniosa posible, tomando en cuenta los diferentes intereses en juego (públicos, privados,
sindicales, etc.), manteniendo regulaciones, ciertamente limitantes en algunos casos, para
los derechos colectivos de los servidores del sector público en general, extendiendo a ellos
sin embargo, hasta donde el estado de la jurisprudencia constitucional actual lo permite, los
principales institutos que contempla la Constitución Política en su beneficio, como son los
de negociación colectiva y conflictividad laboral, incluyendo el derecho de huelga. El título
se inicia con una definición muy importante sobre el concepto de trabajador del Estado, de
sus instituciones y órganos, que a nuestro juicio no es equivalente al de trabajador del
sector público en general, concepto que también utiliza este Título Decimoprimero, solo
que, para ser aplicado a otros institutos, como son los de la negociación colectiva y la
conflictividad laboral. Aún así – a pesar del uso restringido que tiene entonces este primer
concepto –, el artículo 682 introduce una definición tan amplia de lo que es un servidor del
Estado, de sus instituciones y de sus órganos, que permite cobijar bajo la misma no solo a
los trabajadores adscritos a una relación de naturaleza estatutaria, sino también al personal
“laboral” enganchado mediante contrato de naturaleza laboral.
_______
3
Precisamente, la ausencia de armonía y de continuidad entre lo dispuesto en varios votos de la Sala Constitucional sobre
el tema (1696-92, 4453-2000 y 1317-98), hacen muy necesario legislar sobre el particular.
P á g i n a | 64
En este último sentido, la norma según la cual las relaciones con los trabajadores sujetos a
contrato laboral se regirán por el Derecho Común y disposiciones conexas, salvo que la ley
disponga otra cosa. De esta manera, el artículo 682 no solo contempla la distinción entre
personal “laboral” y personal “funcionarial”, sino que además establece el régimen
preferente para cada caso, evitando que en el futuro se produzcan las confusiones que a
veces ha creado la jurisprudencia patria, al considerar que todos los servidores públicos
tienen el mismo régimen jurídico.4
El artículo 683 pasa a ser, por otro lado, uno de los artículos centrales del nuevo Título, ya
no solo por la función directa que se le asigna en cuanto excluye taxativamente a un grupo
de funcionarios del derecho al pago de indemnización por terminación de su relación de
servicio con el Estado, y sus instituciones, sino también porque este artículo permite luego
determinar – función indirecta –, cuáles servidores se encuentran excluidos del derecho a la
negociación colectiva. De esta forma, se simplifica un tema tradicionalmente controversial,
como es el tratamiento que debe de darse a un grupo de funcionarios públicos en una
situación jurídica que los distingue del funcionariado normal, para convertidos de hecho en
grupo diferenciado, entre la condición de empleado y de dirigente político, quienes con
frecuencia responden de sus actos no ante un Jefe o Jerarca en el sentido tradicional del
concepto, utilizado por los artículos 2 y 5 del Código de Trabajo, sino ante una comunidad
política local o nacional. Se incluyen allí también dentro de este grupo diferenciado, las
personas que alguna doctrina ha llamado personal de alta dirección, que aunque
subordinados a una autoridad política superior, gozan no obstante de una altísima
discrecionalidad en el ejercicio de sus funciones, y ejercen claramente competencias de
Derecho Público. En adición a lo expuesto, resulta necesario referirse al nuevo artículo 685
allí contemplado, en cuanto admite que aún cuando un despido no se produzca por causa
justificada, los servidores públicos en general tendrán derecho a la indemnización
correspondiente por terminación de la relación de trabajo, cuando así lo admitan leyes
especiales, reglamentos autónomos de trabajo o acuerdos colectivos concluidos de acuerdo
con este Código.
De este modo, se abre paso a que, por medio de los frutos de una ley especial, de una
negociación colectiva, o de un reglamento autónomo de trabajo se pueda superar lo ya
establecido en la legislación común sobre el tema. Tal es el caso actualmente de la Ley de
Asociaciones Solidaristas, y de algunos laudos arbitrales del pasado que pasaron a
incorporarse a los Reglamentos Autónomos de Servicio de importantes instituciones del
Estado.5
______
4La noción de Estado como patrono único es en parte culpable de esta confusión, que con frecuencia impide la aplicación
de los institutos iuslaboralistas a trabajadores del Estado que no están adscritos a una relación de tipo estatutario.
5 Por ejemplo, los laudos arbitrales de la Caja Costarricense de Seguro Social y del Instituto Costarricense de
Electricidad.
P á g i n a | 65
El mencionado artículo reviste como se comprenderá una enorme importancia, pues sirve
de límite a la capacidad negociadora de las partes o decisoria de los árbitros, indicándonos,
por así decirlo, las señales de identidad de la negociación colectiva y de la capacidad de los
árbitros cuando se trata del llamado sector público. Obsérvese que este capítulo ya no
refiere a los trabajadores del Estado y sus instituciones en particular, sino del sector público
en general.
Aunque las normas del Capítulo Segundo no definan “sector público”, debemos entender
que se trata tanto del Estado y sus instituciones como de las llamadas empresas públicas,
independientemente de su titularidad y administración, pues aquí lo que interesa es que
forman parte de la llamada Hacienda Pública, de acuerdo con la definición que al respecto
da la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República. Los artículos 691 a 694, nos
presentan otras particularidades de la negociación colectiva así como de la competencia de
los árbitros en el caso de laudos arbitrales, que definitivamente distinguen y separan este
tipo de soluciones a la conflictividad laboral de las que contempla el mismo Código de
Trabajo con respecto al sector privado.
P á g i n a | 66
Finalmente, en cuanto deba aquí hacerse referencia a la Sección II del Capítulo Segundo, el
numeral 695 nos dibuja un tipo de negociación que podemos llamar “ad referéndum”, en el
tanto ningún acuerdo puede ser válido si éste no cuenta con la aprobación del órgano
jerárquico competente para comprometer la voluntad de la entidad correspondiente.
Igualmente, contempla este artículo un recordatorio del llamado Principio de Legalidad
presupuestario, el cual debemos entender que no se extiende a todas las negociaciones del
sector público, sino únicamente a aquellas que puedan comprometer dicho principio, es
decir cuando se trate de la creación de obligaciones que para ser válidas y eficaces
requieran de su inclusión en el Presupuesto Nacional. Obsérvese que nuevamente, este
último requisito puede alentar las alianzas sindicales en el sector público, para negociar la
misma Ley de Presupuesto, o al menos la inclusión en la misma, de aquellos beneficios que
previamente se hubieren pactado por el Poder Ejecutivo.
Lógicamente que ello plantea problemas de legitimación a nivel sindical, que el Capítulo III
pretende resolver con algunas reglas muy generales, pero que posiblemente requerirán de
un desarrollo reglamentario posterior.6
La regla general sobre representatividad sindical sigue siendo la que el Código había
contemplado desde su inicio en el artículo 56, esto es, la aplicación del criterio mayoritario,
con la salvedad del caso de los sindicatos gremiales o de oficio, que aún siendo minoritarios
podrían sin embargo suscribir una convención colectiva independiente cuando se trate sus
propios. No obstante, ese criterio mayoritario simple, solo se aplicaría para el caso de
convenciones colectivas en una sola empresa pública o institución, pues si se tratara de una
convención colectiva que va a afectar a varias empresas públicas o a grupos de empresas e
instituciones, entonces se aplican los criterios del artículo 697. Conforme con esta norma,
todo sindicato que desee participar en la mesa negociadora, deberá contar con al menos dos
requisitos iniciales: afiliación en por lo menos una de las empresas o instituciones del grupo
donde se celebrará la convención colectiva, y que esa afiliación por empresa o institución
supere la cuota de un 20% del total de sindicalizados en dicha empresa o negociación.
Nótese que la norma no nos habla de sumar afiliaciones de distintas empresas del Grupo,
sino que debe contarse con ese 20% en al menos una de las empresas o instituciones donde
se celebrará la convención colectiva.
Cabe agregar, en cuanto al tema de la legitimación de los sindicatos para negociar y por
tanto hacerse representar dentro del sector sindical, que en caso de conflicto sobre este
tema, corresponderá al Ministerio de Trabajo hacer la designación correspondiente, siendo
una competencia exclusiva de dicho ente, su decisión será ejecutoria, sin perjuicio de las
acciones de nulidad que podrían intentarse en la jurisdicción común. Finalmente, es
importante destacar que el artículo 711 otorga a las convenciones colectivas que se
negocien y firmen en el sector público, los mismos efectos que señala expresamente el
artículo 62 de la Constitución Política, reconciliando entonces el instituto de la convención
colectiva de los empleados de la administración y de las empresas públicas, con un derecho
de rango constitucional, que en no pocas oportunidades la jurisprudencia que querido
separar.
La conclusión que debemos asumir de cara a estas nuevas regulaciones es muy simple en
realidad. El derecho a negociar convenciones colectivas, conforme con la Constitución
Política no puede ser expropiado a los trabajadores del Estado y sus instituciones ni a los
trabajadores de las empresas públicas.
______
6
Este mismo esquema de negociaciones macro, integradoras de distintas empresas, debería posibilitarse también en el
sector privado, superando la normativa tradicional en esta materia de nuestro Código de Trabajo, que hace casi imposible
la negociación fuera del ámbito mono empresarial. Será importante observar el comportamiento práctico del nuevo
instituto que introduce el Título XI, para valorar su posterior incorporación al resto de convenciones colectivas del país.
P á g i n a | 68
La reforma contenida en el Título XI, y concretamente en los capítulos II, III y IV del
mismo, pretende precisamente establecer ese régimen racional y separado para la solución
de conflictos colectivos de carácter económico y social en el sector público y con ello
además se soluciona un defecto “sistémico” que ha arrastrado el derecho procesal laboral
costarricense después del voto 1696-92, como es la imposibilidad de acudir a una
conciliación en el sector público, no obstante que el derecho de huelga en este sector es un
derecho real, incluso fortalecido con la declaratoria de inconstitucionalidad del inciso a) del
artículo 376 del Código de Trabajo por parte de la misma Sala Constitucional.7
______
7 El voto 1317-98 de la Sala Constitucional, de las 10.12 horas del 27 de febrero de 1998, declaró inconstitucional el
inciso a) del artículo 376 que incluye como servicios públicos “Todos los que desempeñen los trabajadores del Estado o
de sus instituciones, cuando las actividades de aquél o de éstas no sean también propias de empresas particulares de lucro”
P á g i n a | 69
En síntesis, la regulación del derecho de huelga de los servidores del Estado y sus
instituciones, lo mismo que de las empresas públicas en general, se regirá por las reglas del
Código de Trabajo para huelgas en servicios esenciales, cuando ello sea el caso, y de lo
contrario, se regirá por las disposiciones de ese mismo cuerpo de leyes, para la huelga en
general.
Conclusiones:
La reforma al Código de Trabajo tiene el gran mérito de conciliar una serie de tendencias,
herramientas jurídicas y de conceptos, que se nutren no solo de las fuentes clásicas del
Derecho Laboral, sino también del Derecho Constitucional y, particularmente, de la
jurisprudencia dictada en Costa Rica por la Sala Constitucional. Hasta hoy ha parecido que
esta última jurisprudencia cerraba muchos caminos a la negociación colectiva en el sector
público, al punto de pensar en una verdadera conculcación de un Derecho Constitucional y
reconocido por muchos instrumentos internacionales sobre derechos humanos. El nuevo
Título XI devuelve pues la negociación colectiva a los trabajadores del sector público, así
como el uso de otros medios de solución de conflictos colectivos, sin derribar la puerta
divisoria que necesariamente va a seguir existiendo con respecto a la negociación que se
puede dar en el sector privado.
7. 1. Relación Laboral:
Las relaciones laborales son los vínculos que se establecen en el ámbito del trabajo. Por lo
general, hacen referencia a las relaciones entre el trabajo y el capital en el marco de
un proceso productivo. En las sociedades modernas, las relaciones laborales se encuentran
reguladas por un contrato de trabajo, que estipula los derechos y obligaciones de ambas
partes. Por ejemplo, el contrato laboral señala que un trabajador accederá a una
indemnización si es despedido sin causa justa.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que las relaciones laborales pueden
ser individuales o colectivas. Las relaciones laborales individuales son las que un trabajador
aislado establece con su empleador o su representante de forma directa. En cambio, las
relaciones laborales colectivas son las que establece un sindicato en representación de los
trabajadores con una empresa u organización patronal. Las relaciones colectivas surgen
para minimizar la situación de dependencia y subordinación entre el trabajador y el
empleador. El sindicato tiene más poder para imponer sus condiciones y conseguir una
relación laboral justa y equitativa. Las relaciones entre organizaciones de empleadores y de
trabajadores, entre si o con el Estado como intermediario, se conocen como diálogo social.
Estas relaciones laborales se basan en el principio del tripartismo, que supone que las
cuestiones más importantes vinculadas con el empleo deben resolverse entre las tres partes
principales implicadas: el Estado, el capital y el trabajo.
7.1.1. Características:
En una relación laboral, la persona que aporta el trabajo se denomina trabajador, en tanto
que la que aporta el capital se denomina empleador, patronal o empresario. El trabajador
siempre es una persona física, en tanto que el empleador puede ser tanto una persona
física como una persona jurídica. En las sociedades modernas la relación laboral se regula
por un contrato de trabajo en el cual ambas partes son formalmente libres. Como
consecuencia de las necesidades de la actuación de las empresas dentro del mercado actual,
las relaciones laborales entre las personas trabajadoras han evolucionado. Las relaciones
laborales se caracterizan por:
7.1.3. Elementos que siempre deben de presentarse para que exista una relación
laboral:
- Subordinación.
- Prestación personal del servicio.
- Remuneración.
Para que una relación laboral se configure como tal, no hacen falta solemnidades
especiales, sino que basta con que se presenten los tres elementos mencionados para que la
ley la reconozca como tal, de suerte que no es necesario que medie un contrato de
trabajo escrito o verbal, ni siquiera un contrato de servicios, basta con que en la realidad se
puedan identificar los tres elementos ya mencionados.
La relación laboral está mucho más allá del contrato de trabajo, puesto que la ausencia o
existencia de este, en nada afecta la relación laboral. El contrato de trabajo es un
formalismo en el cual se pactan ciertas condiciones pero que en ningún momento afectan la
relación laboral, toda vez que esta se da por sí misma como consecuencia de la existencia
de una realidad en la que se configuren los famosos tres elementos previamente
mencionados.
7.2.1 Concepto:
(MANUEL ALONSO OLEA): “Todo acuerdo de voluntades (negocio jurídico bilateral)
en virtud del cual una persona se obliga a prestar personalmente un servicio por cuenta de
otra, dentro del ámbito de organización y dirección de ésta, a cambio de una
remuneración.”
P á g i n a | 72
14
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 18.
P á g i n a | 73
- Es conmutativo: En él, por consiguiente, las prestaciones que se deben las partes son
inmediatamente ciertas, de manera que cada una de ellas pueda apreciar, en el momento
mismo en que el contrato se perfecciona, el beneficio o la pérdida que el contrato pueda
causarle.
- Es un contrato de ejecución continuada o periódica: en cuyo carácter el dilatarse en
el cumplimiento por cierta duración es condición para que el contrato produzca el
efecto querido por las partes y satisfaga la necesidad que les indujo a contratar. A su
vez, y dentro de los de esta categoría, el trabajo pertenece a los denominados de tracto
sucesivo, es decir, aquellos en los que la prestación, siendo única, se realiza sin
interrupción.
- Tiene el carácter de principal: en cuanto puede existir por sí solo, sin depender ni
lógica ni jurídicamente de otro.
- Es un contrato de naturaleza personal: en su realización y patrimonial contenido, con
obligaciones no estrictamente de este último carácter.
El contrato de trabajo está configurado por lo que es en sí mismo, de manera idéntica como
los otros contratos (compraventa, mandato, depósito, etcétera), que aparecen delimitados
por lo que es su esencia o si se quiere sus elementos tipificadores; no pudiendo por ende
asimilarse a ninguna de las otras figuras contractuales previstas por el ordenamiento
jurídico. Se ha planteado el problema de su naturaleza a un nivel más amplio, sea respecto
de todo el ordenamiento jurídico. A este respecto, es claro que el contrato de trabajo es un
pacto de Derecho Privado, sin que basten para transformar su naturaleza en otro sentido
(naturaleza jurídica pública), las medidas interventoras que supongan una posible
limitación o conjunto de limitaciones a la disposición de aquel.
contradicción, o cuando menos, una paradoja. Las partes del contrato se encuentran en una
situación mixta de concordancia y contraposición, de intereses divergentes y de ánimo de
conciliación de esos intereses. Unas veces los juristas han prestado más atención a los
aspectos de concordia presentes en el contrato y otras veces han ascendido a primer plano
los aspectos de discordia u oposición de interés y se ha dicho que el contrato es el negocio
bilateral con intereses contrapuestos.
En todo contrato, deben existir cuatro elementos esenciales, sin cuya presencia no puede
hablarse de un contrato, ellos son los sujetos (capacidad y legitimación), el objeto (la
prestación de ambas partes), la justa causa y el consentimiento16:
b) Objeto: No existe mayor diferencia entre los requisitos que debe reunir el objeto del
contrato en el Derecho Laboral, de aquellos que debe reunir en el Derecho Civil, de
modo que requiere que el objeto (prestación) del contrato, sea lícitas, ciertas, posibles,
determinadas y dentro del comercio de los hombres.17 El trabajo, como objeto del
contrato de trabajo, se define como todo esfuerzo susceptible de contratación, realizado
libremente, con fines de producir a cambio de una retribución económica.
c) Justa Causa: Por causa se entiende en una de sus concepciones el origen o fundamento
de la prestación o contraprestación, de modo que adquiere importancia, si tomamos en
consideración que, en un contrato laboral, las prestaciones que se deben las partes son
recíprocas, o sea, se trabaja por un salario y se paga por un trabajo. De lo anterior surge
el derecho que tiene una parte de no cumplir con su obligación, mientras la otra no
cumpla con lo suyo. Por otra parte, también se habla de la teoría de la causa impulsiva o
determinante, la cual nos dice que si el objeto de la obligación es lícita, la causa de la
obligación también lo es.
con efectos retroactivos. Sea que el afectado, conozca el vicio y aún así no los rescinde el
contrato dentro del plazo legal establecido –un mes desde que tuvo conocimiento-20. Esto
implica que el vicio ha dejado de existir. Esta convalidación puede ser expresa o tácita.
En la primera forma, hay una manifestación clara, que puede ser por escrito, de renuncia a
la rescisión del contrato. La segunda, porque se deja de transcurrir el plazo para rescindir el
contrato sin responsabilidad de la parte. Dentro de los vicios del consentimiento están:
- Error: El yerro, definido como falta de noción que tenemos sobre una cosa; es distinto
a la ignorancia que es la carencia absoluta de todo conocimiento. Es creer verdadero lo
falso y falso lo verdadero. El error –que anula el consentimiento al crear una noción
equivocada o inexacta sobre lo querido o lo tenido en cuenta al realizar el vínculo
jurídico- puede ser esencial, que supone la nulidad del acto; y concomitante, que no
destruye el acto realizado. También puede ser de derecho, cuando recae sobre una
norma jurídica y de hecho, relativo a un objeto o situación dada. Cabe, asimismo,
diferenciarlo según sea de causa, de declaración o de voluntad; y por último como
excusable o inexcusable, según sea admisible o no considerando las calidad y condición
del agente. En Derecho del Trabajo, el error de derecho no anula el contenido total del
acto jurídico, que subsiste y tiene eficacia plena por razones de orden público que
influyen el contrato de trabajo. El error de hecho puede referirse tanto a la naturaleza
del acto jurídico como a la persona con la cual se forma la relación jurídica.
En caso de que el error sobre la naturaleza jurídica del acto, sea por parte de ambos
contratantes, la ineficacia del acto jurídico resulta total; o su subsistencia aparejaría la
de una relación sin carácter contractual por faltar en consentimiento. Pero si el error es
sólo de una de las partes, el contrato puede subsistir; principalmente si de actos
anteriores o posteriores cabe deducir un estado jurídico que permita sostener la
existencia de un contrato de trabajo. Si hay controversia entre las partes, esta no tiene
importancia, sobre todo si de la ejecución del convenio puede inferirse su verdadera
naturaleza jurídica. Es el contenido del contrato lo que prevalece aunque las
denominaciones puedan no estar acertadas con respecto al mismo. El error en cuanto a
la persona puede ser esencial o sólo invalida el contrato cuando la consideración de ella
haya sido la causa principal del mismo. También hay diferencia entre error en cuanto a
la persona y el error sobra la calidad de la persona. Por ejemplo un trabajador
contratado en su condición de técnico (abogado, médico, etc.); si no reuniera la calidad
exigida de preparación, daría origen a la nulidad del contrato, pues el error en tal
supuesto resulta esencial.21
20
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 603.
21
CABANELLAS, Guillermo. Óp. Citp. p. 463.
P á g i n a | 78
Como regla general puede formularse que todo error proveniente de dolo de una
parte o de un tercero invalida el acto jurídico; pero se requiere que las circunstancias
del caso demuestren que, sin el error, el acto no se había celebrado.
- Violencia: De acuerdo con el Código Civil Español, hay violencia cuando para arrancar
el consentimiento se emplea una fuerza irresistible. Distingue el mismo cuerpo legal la
violencia de la intimidación, considerando que existe esta última cuando se inspira a
uno de los contratantes el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave
en su persona o bienes; o en la persona o bienes de su cónyuge, ascendientes o
descendientes. “Todo acto jurídico hecho por la fuerza o miedo carece de valor y
eficacia; la fuerza o miedo hace anulable el acto, aunque se hay empleado por un
tercero que no intervenga en él.”22
- Dolo: Se entiende por dolo toda especie de astucia, trampa, maquinación o artificio
utilizado para engañar a otro. En el Derecho Común, para que el dolo produzca la
nulidad de un contrato deberá ser grave y no haber sido empleado por las dos partes
contratantes.
En resumen, sobre los vicios del consentimiento puede señalarse que tan pronto como cesa
el vicio que enerva o destruye el consentimiento, cabe convalidar el acto jurídico.
22
CABANELLAS, Guillermo. Óp. Citp. p. 464.
23
Código Civil de Costa Rica. Óp. Cit. Artículo 31.
24
Código Civil de Costa Rica. Óp. Cit. Artículo 36.
P á g i n a | 79
La concurrencia de los distintos elementos en el contrato de trabajo, sin vicio que las
afecte, determina la validez y en consecuencia su eficacia.
25
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 46.
26
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 81 inciso k).
27
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 46.
28
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo Ibíd.
29
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo Ibíd.
P á g i n a | 80
El criterio de diferenciación entre el contrato laboral con otras figuras afines de prestación
remunerada de servicios es la subordinación jurídica. La importancia de esta distinción,
lo es identificar los casos de simulación en que el patrono busca calificar los servicios que
presta el trabajador, simulando la existencia de otra figura contractual. Los casos que se
pueden citar en este sentido son los que a continuación de enlistan:
9.1. Remuneración
9.1.1. Concepto:
Es aquel monto que deberá pagar el empleador al trabajador como contrapartida del trabajo,
visto como el monto necesario para satisfacer cuando menos el bienestar y existencia digna
del trabajador y su familia, o bien, como una forma de participación en los beneficios de la
empresa.
9.1.2. Tipos:
Desde este punto de vista, se estudia el salario como aquél monto que deberá pagarle el
empleador al trabajador, por las labores que este ejecute.
Se concibe que el monto que se determine como salario para el trabajador, debe ser tal que
permita a este satisfacer las necesidades que de diversa índole tienen tanto el propio
trabajador como su familia.
El salario que recibe el trabajador también puede fijarse como participación en los
beneficios de la empresa. Bajo esta modalidad, el salario se fija de acuerdo con las
utilidades, ventas o cobros que realice la empresa (artículo 164 del CT) Esta forma de
retribución permite incentivar al trabajador, de manera que se sienta partícipe del desarrollo
de las actividades económicas de la empresa para la que labora.
El monto del salario puede ser fijado en forma convencional (acuerdo de voluntades), legal
(fijado por el legislador), o en forma mixta (con intervención de las partes y de acuerdo a lo
establecido por ley).
Permite convenir el monto del salario libremente, pero se requieren dos condiciones:
b. Respeto del salario mínimo (artículo 163 del CT). En ningún caso podrá ser inferior al
mínimo legal porque deberá permitirle al trabajador procurarse bienestar y existencia digna;
así como cubrir las necesidades normales de su hogar, en lo material, moral y cultural.
Una vez dictado el Decreto de Salarios Mínimos para un determinado período, el mismo
modifica automáticamente los contratos de trabajo en que exista un salario inferior (artículo
191 del CT), pero no afecta los que provean un salario mayor.
c. Pago del salario (artículo 169 del CT): Indica que debe pagarse en forma completa.
Excepciones:
- Cuando se reciba el salario como participación (artículo 168 párrafo 2° del CT).
Aún cuando se establece que el salario podrá ser pagado por unidad de tiempo, de acuerdo
al convenio de partes, es lo cierto que para ciertas actividades existen limitaciones:
- En trabajos manuales: no podrá ser el plazo mayor a una quincena. (artículo 168 del
CT).
- En trabajos intelectuales y de servicio doméstico no podrá ser mayor de un mes.
- Cuando exista participación en beneficios de la empresa, se deberá fijar una suma
quincenal o mensual, pero cuando menos una vez al año se realizará una liquidación
definitiva.
e. Lugar
Según el artículo 170 del CT, el salario debe ser pagado en el lugar que se prestan los
servicios, salvo pacto en contrario. No obstante no podrán fijarse como lugar de pago,
centros de ocio o recreo, de venta de mercaderías o de expendio de bebidas alcohólicas. El
salario puede pagarse al trabajador durante la jornada de labores o inmediatamente después
y deberá ser pagado al trabajador o en su defecto, podrá retirarlo un familiar que aquel
autorice por escrito (artículos 177 y 171 del CT)
f. Prueba
Corresponde al patrono acreditar el pago del salario al trabajador (artículo 171 del CT). A
estos efectos, el numeral 176 del CT, le impone la obligación de llevar planillas si ocupa
permanentemente de tres a nueve trabajadores; y si ocupa a diez o más trabajadores en
forma permanente, deberá llevar un libro de salarios, autorizado y sellado por la oficina de
salarios, MTSS.
P á g i n a | 85
El legislador por diversos medios procuró emplear medidas de protección al salario que
debe recibir el trabajador por la ejecución de sus labores.
A. Embargo:
El salario mínimo legal es inembargable, salvo por pensión alimentaria hasta un 50%.
Todo salario que exceda ese límite, hasta 3 veces el mismo, podrá ser embargado en una
octava parte. De ahí en adelante será embargable en una cuarta parte. El embargo se
practica sobre el salario total líquido, sea el que reciba el trabajador por jornada ordinaria,
extraordinaria, dietas y otros conceptos semejantes; menos aquellas que por ley debe pagar
(artículo 174 del CT). Como regla general, se establece que los salarios no podrán ser
vendidos o cedidos sino en la proporción en que son embargables, salvo que se trate de
operaciones legales que el trabajador realice con cooperativas e instituciones de crédito, en
cuyo caso se estará a lo que se pacte en cada operación. El auto embargo o simulación: en
caso de ser comprobado es penado con cárcel como delito de fraude por simulación.
Datos previos:
a. Salario
c. Orden de juez Sin orden del juez no se pude hacer = retención indebida.
Procedimiento:
Consideraciones legales:
– El salario mínimo de ley se entiende como el menor salario que por decreto fija el
Gobierno cada seis meses. Para el primer semestre del año 2018 este salario es de
¢300.255,79 para un trabajador no calificado genérico.
a- El salario bruto del trabajador y restarle las cargas sociales (salario menos el 10,34% de
cargas sociales) lo que llamaremos “suma liquida” o salario líquido.
Entonces, si el salario bruto es igual o menor a tres veces el salario mínimo vigente, se
puede embargar hasta una octava parte del salario a embargar. Si el salario bruto, supera
más de tres veces el salario mínimo vigente, la suma restante se puede embargar hasta en
una cuarta parte del resto.
Cálculo:
En este caso no se puede efectuar el embargo de 1/4 ya que el salario embargable no supera
tres veces el monto del salario mínimo, es por eso que solo se puede embargar en 1/8.
P á g i n a | 87
¿Qué pasa si existen diferentes acreedores, lo que se conoce como “en fila”?
C. Deudas comunes:
Son aquellas deudas que el trabajador contraiga con su patrono, asociados, familiares o
dependientes, podrán ser amortizadas en la proporción que sea embargable el salario
(artículo 36 del CT). Se establece por otra parte que el salario no puede ser transado por ser
un derecho irrenunciable. Cualquier transacción que se haga será nula (artículo 11 del CT).
a. Concepto:
Es aquel en que el medio de pago es cualquier especie distinta al dinero, que satisfaga total
o parcialmente un consumo, que de no existir, el trabajador sólo hubiera podido procurarse
a sus propias expensas. El convenio 95 de la OIT, relativo a la protección del salario, señala
que este podrá ser permitido cuando sea una forma de pago de uso corriente a causa de la
naturaleza de la industria u ocupación de que se trate.
P á g i n a | 88
c. Prestaciones más comunes que por jurisprudencia se pueden considerar como tales.
++ Uso de vehículo: El uso de vehículo discrecional en las labores del trabajo y además
para llenar necesidades de carácter personal, se considera como salario en especie,
únicamente en cuanto a la ventaja que representa su uso fuera de las labores que
desempeña.
++ Vivienda: Los tribunales han calificado la vivienda como salario en especie, de acuerdo
a las circunstancias de la actividad del patrono y del lugar que se prestan los servicios.
++ Prestaciones gratuitas: Para que una determinada prestación se considere gratuita, sea
como mera liberalidad del patrono, debe ser ocasional y no permanente pues su reiteración
a lo largo de toda la relación laboral la convertirá en salario en especie. No obstante lo
anterior, ha habido confusión en la jurisprudencia, cuando ha definido como característica
esencial del salario en especie la gratuidad del beneficio; desde el momento en que es
salario no se da la gratuidad, toda vez que la prestación forma parte de la retribución, es
decir, la contraprestación que recibe el trabajador por sus servicios.
d. Con respecto al salario mínimo. En Costa Rica por disposición del art. 166 del CT se
concluye que sí puede ser válido que el salario mínimo se integre con especie, dentro del
límite señalado antes. Sin embargo, hay una excepción en el caso de los servidores
domésticos, ya que por disposición del art. 104 del CT percibirán un salario en efectivo que
en ningún caso será inferior al salario mínimo correspondiente.
Rebajos al salario
1. Obligatorios o legal 2. Judiciales 3. Autorizados
b. Viáticos: desayuno, almuerzo, cena, hospedaje, necesarios para las giras de trabajo.
e. Prohibición: Se refiere al plus que paga el empleador para que solo realice el trabajo con
él, no puede hacerlo en otra empresa, ni de forma particular.
f. Dedicación Exclusiva: se refiere al plus que paga el empleador para que solo realice el
trabajo con él, no puede hacerlo en otra empresa, si de forma particular.
9.2. Jornadas:
9.2.1.- La jornada ordinaria:
Llamamos jornada ordinaria a aquella por la que se recibe un salario, sea el mínimo legal
o el que se contrate entre patrono y trabajador, se clasifica en las siguientes:
Se ejecuta en lugares no insalubres (art. 294 del CT) o peligrosos y la ley permite exceder
los límites diarios fijado por el numeral 136 del CT, hasta 10 horas en jornada diurna y en 8
en jornada mixta, no pudiendo, eso sí, se exceder de las 48 horas semanales, no son
remuneradas como extras. (Se convierte en jornada extraordinaria)
Es aquella que excede los límites fijados por ley y la jornada máxima pactada entre las
partes. Por regla general, se trata de una jornada que se produce en situaciones especiales.
Lo contrario, constituiría una modificación de la jornada laboral. Se remunera con un 50%
del salario ordinario.
b. Excepciones de no pago del 50 % adicional. Existen cuatro casos en los que a pesar de
que el trabajador ejecute una jornada mayor que la ordinaria común, no procede el pago
del 50 % adicional sobre el normal:
1. En la jornada ordinaria especial que puede ampliarse a 8 o 10 horas según sea mixta o
diurna, respectivamente.
2. En la jornada ordinaria excepcional, donde puede existir jornadas ordinarias de 12 o
más horas como es el caso de los trabajadores de transporte, comunicaciones o de
actividades continuas
3. En el trabajo voluntario agrícola o ganadero que puede ser hasta de 14 horas al día
dentro de los límites de la jornada diurna (art.139 del CT)
4. En el trabajo para subsanar errores que sean imputables al trabajador (art. 139 del
CT).
Cuando por siniestro ocurrido o riesgo inminente peligren las personas, los
establecimientos, las máquinas o instalaciones, los plantíos, los productos o cosechas y que,
sin evidente perjuicio, no pueden sustituirse los trabajadores o suspenderse las labores de
los que están trabajando. Se realiza cuando pueda afectar los intereses del patrono y como
consecuencia los del trabajador (art. 140 del CT). El pago es sencillo.
Es obligación del empleador llevar registros del pago del salario extraordinario y aún
cuando no le sea obligatorio, debe tenerlos por un mínimo de organización y prudencia.
P á g i n a | 92
Si hay juicio por las horas extras, en principio el trabajador será quien debe aportar la
prueba que respalde su dicho, o sea, prueba que respalde que trabajó horas extra, el
quantum de horas y que las mismas no le han sido pagadas. Cuando el trabajador pruebe los
anteriores, se revierte la carga de la prueba y le corresponde al empleador probar que pagó
las horas extras y que las pagó a tiempo y medio.
Menores de edad jornada de seis horas por día y treinta y seis semanales. Prohibición de
laborar en jornada nocturna.
La jornada máxima legal. Salvo los casos de excepción en que el mismo Código establece
la posibilidad de que la jornada exceda de las 12 horas diarias, la jornada máxima legal no
podrá exceder de 12 horas sumadas las jornadas ordinarias y extraordinarias.
9.2.5.- Distinción entre Jornada y Horario: La jornada se refiere al tiempo máximo que
puede laborar un trabajador y el horario que es diario y semanal, está relacionado
directamente con la determinación patronal. Por ejemplo, hora de ingreso 8 a.m., hora de
salida 5 p.m. y el descanso.
P á g i n a | 93
9.3. VACACIONES:
a. Naturaleza obligacional
Dos elementos indispensables: Debe ser un trabajo continuo y para un mismo patrono.
14 días: para el comercio por cada 50 semanas continuas laboradas en forma continua.
12 días: para la Agricultura, industria, servicio y urbanismo por cada 50 semanas laboradas.
c. Remuneración y cálculo:
Para calcular el salario que el trabajador deber recibir durante sus vacaciones, se utilizan
dos criterios (promedio).
d. Compensabilidad: art. 156 del CT: dispone que las vacaciones son absolutamente
incompensables, salvo las siguientes excepciones:
- Cuando el trabajador cese en su trabajo por cualquier causa tendrá derecho a percibir el
importe correspondiente en dinero.
- Cuando por circunstancias justificadas no las haya disfrutado podrá convenir con el
patrono el pago del exceso de dos semanas de vacaciones por cada 50 semanas siempre que
no supere el equivalente a tres periodos. Esta compensación no podrá otorgarse si el
beneficio se concedió en los dos años anteriores.
e. Acumulación:
Art. 159 del CT: Prohíbe expresamente acumular vacaciones. No obstante permite
acumulación por única vez cuando el trabajador desempeñe labores de confianza u otras
análogas que dificulten su reemplazo; o cuando la residencia de su familia quedare situada
en provincia distinta del lugar donde presta sus servicios. En este último caso si el patrono
fuere el interesado en la acumulación, deberá sufragar al trabajador que desee pasar al lado
de su familia los gastos de traslado de ida y regreso respectivamente.
P á g i n a | 94
Art. 158 del CT: Dispone que los trabajadores deban gozar sin interrupción el periodo de
vacaciones, sin embargo, se puede dividir en dos fracciones como máximo, cuando así lo
convengan las partes y cuando se trate de labores de índole especial que no permitan
ausencia muy prolongada.
9.3.2.-Descanso semanal:
a. Concepto:
b. Tipos:
c. Regla General:
Conforme el texto constitucional todos los trabajadores tienen derecho a un día de descanso
por cada seis consecutivos de trabajo, el cual puede otorgarse cualquier día de la semana,
no necesariamente el domingo (artículo 59 Constitución Política). El Código de Trabajo
contempla tal disposición en su artículo 52, añadiendo que, en caso de incumplimiento por
parte del patrono, sea que no otorgue el descanso obligatorio a sus trabajadores, incurrirá en
infracción a las leyes de trabajo, cuya pena es una multa, y además deberá satisfacer a sus
trabajadores, por esa jornada, el doble del salario que ordinariamente les pague.
d. Remuneración y cálculo: art. 152 del CT. El día de descanso es de pago obligatorio, si
se paga quincenal o mensual se entiende que esta incluido dentro del salario.
a. Concepto: se trata de un día determinado por ley. Es libre con el fin de que el trabajador
asista a la celebración de fechas especiales (cívicas, religiosas, históricas, etc.). No es un
día de descanso.
b. Naturaleza y distinción con el día de descanso semanal: Los descansos son de cuatro
tipos:
Según los artículos 148 y 149 del CT son días feriados de pago obligatorio:
• 1 de enero
• 11 de abril (campaña de 1856)
• Jueves y Viernes santo
• 1 de mayo ( Mártires de Chicago)
• 25 de julio (Anexión de Nicoya)
• 15 de agosto ( Día de la Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma)
• 15 de septiembre
• 25 de diciembre
* Se pagan doble si no se respetan.
P á g i n a | 96
d. Feriados legales de pago no obligatorio (si se trabaja se pagan como tiempo sencillo):
• 2 de agosto y 12 de octubre (Día de las Culturas), cuando este caiga martes, miércoles,
jueves o viernes, el patrono deberá disponer que se trabaje ese día y el disfrute lo
trasladará para el lunes siguiente.
e.- Feriados por motivos religiosos (art. 148 del CT en relación con el art. 150 CT).
g.- Remuneración y cálculo: art. 148 del CT lo establece de acuerdo con el salario
ordinario:
Prohibición general de trabajo: Por regla general la Ley prohíbe que el patrono ocupe a
sus empleados durante los días feriados, estableciendo como sanción en caso de que se
infrinja, el deber de reconocer doble salario, aparte de pagar la multa que resulte imponible
si se llegare a acusar el caso ante los Tribunales Justicia (artículos 149 y 152 del CT).
9.4.1. Concepto:
El Aguinaldo (o también llamado décimo tercer salario) es un derecho de toda persona
trabajadora en nuestro país, que debe ser pagado por los patronos dentro de los primeros 20
días de diciembre.
P á g i n a | 97
Todo trabajador(a) tiene derecho a recibirlo sin importar su forma de pago, siempre y
cuando tenga como mínimo un mes laborado para la misma persona empleadora en forma
continua. Quienes trabajan por contrato a plazo fijo o por obra determinada (eventual,
ocasional) y los que trabajan por días y horas a la semana, también tienen derecho a recibir
el aguinaldo.
Primer ejemplo:
En diciembre del año 2016, María ganó ¢350.000,00 de salario; luego a partir de enero y
hasta noviembre del año 2017, su salario fue de ¢370.000,00 por mes.
DICIEMBRE 2016 + SUMA MESES DE ENERO A NOVIEMBRE 2017 = Sumatoria de
12 meses de salarios devengados
¢ 350.000,00 + (¢370.000,00 x 11) ¢ 4.070.000,00 =
TOTAL ¢ 4.420.000,00
Ese total se divide entre 12; por lo que el aguinaldo será de ¢368.333,33.
Segundo ejemplo:
Puede darse el caso que en el período indicado un trabajador no trabaje todo un año, sino
solamente unos meses del año. Entonces se suman todos los salarios devengados durante
ese período menor y el total de igual forma se divide entre 12. El resultado será el
aguinaldo proporcional a que tiene derecho, por ese tiempo laborado inferior a 1 año.
Juan trabajó del 1° de abril del 2017 al 30 de noviembre del año 2017. Su salario de abril a
junio fue de ¢360.000,00 por mes; luego su salario aumentó a ¢380.000,00 por mes, de
julio a noviembre. Entonces:
ABRIL A JUNIO (¢360.000,00 x 3) = ¢ 1,080.000
+ JULIO A NOVIEMBRE (¢380.000,00 x 5) ¢ 1,900.000 =
TOTAL ¢ 2.980.000,00 Ese total se divide entre 12.
Por lo que el aguinaldo proporcional a pagar será de ¢248.333,33.
En Costa Rica rige el principio de libre despido o libre contratación, lo cual equivale a
señalar que el patrono se encuentra plenamente facultado para contratar y necesariamente
para despedir a cualquier persona. Bastaría entonces con que el patrono le reconociera al
trabajador todos los derechos económicos que se derivan de un despido con responsabilidad
patronal a fin de dar por terminada la relación de trabajo. Sin embargo, este principio de
libre despido encuentra varias limitantes o excepciones que deben ser señaladas:
• El fuero de protección que cubre a los trabajadores menores de edad que incurran en
una falta grave a su contrato de trabajo, en donde para poder despedir sin
responsabilidad patronal a un menor de edad es necesario que el patrono inicie el
mismo procedimiento administrativo ante la Inspección General del Trabajo, para que
esta investigue si el menor incurrió en la causal señalada por su patrono y sea esta
entidad la que emita la autorización para despedir al trabajador menor de edad. Este
fuero de protección está contenido dentro del Código de la Niñez y de la Adolescencia.
• Por último, cuando se interpone una denuncia por acoso sexual, entra en un fuero de
protección especial la persona que accionó en dicha denuncia. De este modo, al igual
que la trabajadora embarazada no puede ser despedida esta persona mientras dure el
procedimiento judicial y solo podrá ser cesada por cometer alguna falta grave a su
contrato de trabajo (artículo 81 del CT), siempre que se siga un trámite administrativo
previo ante la Inspección General de Trabajo.
Despido indirecto o auto despido: se entiende por ello la disolución del contrato de trabajo
por iniciativa del trabajador, con base en las que el artículo 83 del CT califica como justas
causas atribuidas al empleador. El trabajador se ve obligado a dejar su empleo debido a un
hecho imputable al empresario y que impide la prosecución normal de la prestación de los
servicios.
Principio de actualidad: De conformidad con el artículo 414 del CT, los derechos y
acciones de los patronos para despedir justificadamente a los trabajadores o para disciplinar
sus faltas prescriben en un mes, que comenzará a correr desde que se dio causa para la
separación o, en su caso, desde que fueron conocidos los hechos que dieron lugar a la
corrección disciplinaria. El fundamento del cual se nutre esta forma de extinción es
precisamente el principio de seguridad jurídica, y la garantía del encausado frente a la
pasividad e inercia del patrono, el que no puede conservar indefinidamente el ejercicio de la
potestad sancionatoria, dicho poder disciplinario resulta correlativo al poder de dirección
del patrono, pero no de forma absoluta, debe obedecer a parámetros de razonabilidad y
actualidad. Hace referencia a que el poder disciplinador del patrono debe ejercerse en forma
oportuna; es decir, que la sanción impuesta, en un determinado momento, sea correlativa al
tiempo de la comisión de la falta, con lo que se procura también, lograr la seguridad
jurídica del trabajador, en el sentido de que tenga conocimiento de que su infracción ha de
ser sancionada en un período determinado.
Principio de causalidad: Implica que debe existir una relación de causa a efecto entre los
hechos constitutivos de la falta y el acto jurídico del despido. Por ello, si en la carta de
despido se indica la falta con base en la cual se decidió despedir al trabajador; luego no
resulta válido alegar, en el juicio, otra distinta o señalar faltas concomitantes que se omitió
mencionar en dicha carta.
10.3.1 Renuncia del trabajador: Extinción del contrato de trabajo por voluntad del
trabajador.
Por regla general cualquier trabajador puede dar por rota la relación laboral. No obstante a
tenor del artículo 28 del Código de Trabajo, deberá indicar anticipadamente a su patrono la
decisión de concluir la relación laboral, y dejar rendido de este modo el período de
preaviso. La jurisprudencia ha indicado que si es el trabajador quien da el período de
preaviso, el patrono no está obligado a otorgarle el día semanal en que podría ausentarse
según el citado artículo para buscar un nuevo empleo. Es importante señalar que durante el
período de preaviso, el trabajador debe cumplir normalmente su contrato de trabajo, ya que
de incurrir en una causal de despido justificado, podría ser despedido sin responsabilidad
patronal.
La renuncia por causa justificada, es la facultad que tiene el trabajador para dar por
terminado su contrato de trabajo, con responsabilidad para el patrono, es decir, se trata de
una renuncia por parte del trabajador, en donde el patrono tiene la obligación de cancelarle
todos los extremos laborales a saber, preaviso, cesantía, vacaciones y aguinaldo.
Las causales para que el trabajador pueda hacer uso de este derecho están debidamente
tipificadas en el artículo 83 del Código de Trabajo y el artículo 84 es el que resguarda el
derecho a que se le paguen sus extremos laborales. Ahora bien, es importante señalar que la
jurisprudencia ha sido clara en indicar que de previo a que el trabajador de por rota la
relación laboral al tenor del artículo 83, primeramente debe agotar TODOS LOS MEDIOS
POSIBLES DE ARREGLO con el patrono a fin de que este subsane o corrija las
circunstancias que según el trabajador justifican que de por rota la relación laboral con
responsabilidad para el patrono. En estos casos el trabajador debe indicarle claramente a su
patrono su intención de dar por rota la relación laboral si este no corrige las circunstancias
que afectan su adecuado desempeño laboral.
P á g i n a | 103
La jurisprudencia ha señalado que un plazo prudencial para otorgarle al patrono para que
subsane los problemas es de quince días, luego de los cuales si persiste la perturbación
podría el trabajador dar por rota la relación laboral, esto en atención al principio de buena
fe recíproca que debe existir entre las partes de una relación laboral.
a. Por voluntad de ambas partes: El inciso b) del artículo 86 establece que el contrato de
trabajo terminará sin responsabilidad para ninguna de las partes por las causas
expresamente estipuladas en el contrato de trabajo, por lo que ambas partes pueden acordar
de antemano las razones por las cuales se dará por terminada la relación laboral.
b. Por hechos ajenos a la voluntad de las partes: El inciso a) del artículo 86 establece
que el contrato de trabajo terminará sin responsabilidad para ninguna de las partes por el
advenimiento del plazo en los contratos a plazo fijo salvo el caso de prórroga, y por la
conclusión de la obra en los contratos para obra determinada.
c. Por otras situaciones: Por último, el inciso c) del artículo 86 establece que el contrato
de trabajo podría terminar sin responsabilidad para ninguna de las partes, simplemente por
el mutuo consentimiento de las mismas.
Tiene como objeto como su nombre indica, hacer saber una de las partes contratantes a la
otra, con un tiempo prudencial, su propósito de disolver el contrato. El preaviso se puede
conceder en tiempo o bien pagar su equivalente en dinero. Dicho aviso debe darse por
escrito pero si el contrato de trabajo es verbal el aviso puede ser dado de esta misma
manera pero en presencia de dos testigos.
b. Cuando el trabajador rompe la relación con justa causa (art. 83 del CT).
c. Cuando el contrato se rompe por causas ajenas a la voluntad del trabajador (arts. 85,76,
80 del CT). Se paga por tiempo laborado.
Este artículo establece que si el contrato de trabajo concluye por despido injustificado o
alguna de las causas previstas en el artículo 83 u otra ajena a la voluntad del trabajador, el
patrono deberá pagarle un auxilio de cesantía, por lo que ha sido llamado seguro de
despido, y consiste en una cantidad de dinero que debe reconocerle el patrono al trabajador
por el despido, debido a que a partir del 1-03-2001 entró en vigencia la Ley de Protección
al Trabajador que reformó el artículo 29 del CT. Muy importante: Las reglas para el
cálculo del preaviso y la cesantía están en el artículo 30 del Código de Trabajo.
Cuando un trabajador haya sido despedido por su patrono alegando que éste cometió una
falta grave a su contrato de trabajo y posteriormente surja contención en donde no se logre
demostrar la supuesta falta cometida por el trabajador, este tendrá derecho a que su antiguo
patrono le pague a título de daños y perjuicios los salarios que habría percibido desde la
injusta terminación del contrato hasta la fecha en que recaiga sentencia firme condenatoria
contra el patrono. Sin embargo, la jurisprudencia de la Sala Segunda ha establecido en un
máximo de seis meses la indemnización referida.
P á g i n a | 105
e- Prescripción y caducidad.
La prescripción de los derechos laborales, la Sala Constitucional señala claramente que los
derechos a los extremos laborales de todo trabajador prescriben al año contado a partir de la
terminación de la relación laboral, siendo importante señalar que mientras se mantenga
vigente la relación laboral, los derechos que del contrato de trabajo se deriven se mantienen
plenamente vigentes, sin importar los años o antigüedad laboral que posea el trabajador. En
cuanto a la caducidad no se encuentra expresamente prevista en el Código de Trabajo, sin
embargo, se ha interpretado que puede referirse al plazo previsto en el artículo 32 del
Código de Trabajo, que le concede un término de treinta días para cobrarle al trabajador
que renuncia el monto correspondiente al preaviso, cuando este no le haya otorgado el
período de aviso respectivo, derecho que si no se ejercita se entenderá como renunciado
dicho derecho.
Los derechos y acciones de los patronos para despedir justificadamente a los trabajadores o
para disciplinar sus faltas prescriben en un mes, que comenzará a correr desde que se dio
P á g i n a | 106
causa para la separación o, en su caso, desde que fueron conocidos los hechos que dieron
lugar a la corrección disciplinaria.
El antiguo artículo 601 del CT (actualmente artículo 411 variada su numeración de acuerdo
a la Reforma Procesal Laboral) dispone que se regirán, en cuanto no hubiese
incompatibilidad, por lo dispuesto en nuestro Código Civil. Este último cuerpo normativo,
en su artículo 879 dispone que la prescripción negativa se interrumpe también por cualquier
gestión judicial o extrajudicial, para el cobro de la deuda y cumplimiento de la obligación.
a. Daños y perjuicios:
En los contratos a tiempo fijo y para obra determinada, cada una de las partes puede
ponerle término, sin justa causa, antes del advenimiento del plazo o de la conclusión de la
obra, pagando a la otra los daños y perjuicios concretos que demuestre, en relación con:
1. El tiempo de duración del contrato,
2. La importancia de la función desempeñada, y
3. La dificultad que el trabajador tenga para procurarse cargo o empleo equivalente, o el
patrono para encontrar sustituto, todo a juicio de los Tribunales de Trabajo. La suma a fijar
es absolutamente prudencial, sin necesidad de la demostración efectiva del daño.
b. Indemnización fija:
Cuando el patrono ejercite la facultad aludida de dar por terminada sin justa causa el
contrato de trabajo a tiempo fijo o por obra determinada, deberá pagar al trabajador en el
mismo momento de dar por concluido el contrato, el importe correspondiente a un día de
salario por cada siete días de trabajo continuo ejecutado o fracción de tiempo menor, si no
se hubiera ajustado dicho término, pero en ningún caso esta suma podrá ser inferior a tres
días de salario. No obstante si el contrato de trabajo se ha estipulado por seis meses o más o
la ejecución de la obra, por su naturaleza o importancia deba durar este plazo u otro mayor,
la referida indemnización fija adicional nunca podrá ser inferior a veintidós días de salario.
Este plazo fue reformado por la Ley de Protección al Trabajador.
P á g i n a | 107
c.- Trabajadores en ejercicio de sus derechos sindicales: totalmente prohibido, salvo que
se le comprueben faltas graves y se lleve el debido procedimiento.
Fuero de protección y reinstalación: Antes de despedir por justa causa a una persona
adolescente trabajadora, el patrono deberá gestionar la autorización ante la Dirección
Nacional e Inspección General del Trabajo del MTSS, ofreciendo las pruebas que estime
pertinentes. Esta oficina verificará la existencia de la causal alegada, en el plazo máximo de
ocho días hábiles. Para ello, deberá escuchar a la persona adolescente y recibir la prueba
que se considere necesaria. Si la Dirección desautoriza el despido, el patrono podrá apelar
la resolución ante el Tribunal superior de Trabajo. Mientras el asunto se resuelva en vía
judicial, el despido no podrá ser ejecutado. El incumplimiento de esta disposición hará
incurrir al patrono en responsabilidad y la persona menor de edad podrá solicitar la
satisfacción de sus derechos indemnizatorios o la reinstalación.
Los demás tipos de trabajadores analizados en este apartado (menores de edad, trabajadores
en ejercicio de sus derechos sindicales y trabajadores afectados por prácticas de
hostigamiento sexual), no tienen un proceso o trámite especial para solicitar su
reinstalación, por lo que necesariamente deben acudir a un proceso ordinario laboral en
donde se solicite su reinstalación y subsidiariamente los extremos laborales
correspondientes a un despido con responsabilidad patronal además de los daños y
perjuicios previstos por el artículo 82 del CT.
El contrato de trabajo puede ser sujeto de suspensión sin que se rompa necesariamente la
relación laboral. Dichas interrupciones pueden ser por voluntad de alguna de las partes o de
ambas, siempre dentro de la libertad de plena contratación; pero también pueden darse
ciertos motivos o circunstancias que suspenden el contrato de trabajo por hechos ajenos a la
voluntad de las partes y que se encuentran debidamente contemplados dentro de nuestra
legislación laboral, por lo que resulta prudente afirmar que la suspensión de los contratos de
trabajo ya sea de forma individual o colectiva, debe estar enmarcada dentro de las causas
previstas por nuestra legislación según lo analizaremos más adelante.
P á g i n a | 109
Debe tenerse presente que la suspensión de los contratos de trabajo, si bien es cierto puede
darse por causas achacables a las partes o bien por causas independientes a la voluntad de
los contratantes, lo importante es tener presente que tratándose de causas independientes a
la voluntad de las partes, puede tratarse de causas sin responsabilidad para el patrono, sin
responsabilidad para el trabajador o sin responsabilidad para ninguna de las dos partes, lo
cual quiere decir que aunque se deba suspender el contrato de trabajo, la parte que se ve
afectada por la suspensión ya sea el trabajador o el patrono, no puede exigir a la otra que
cumpla con los deberes del contrato (ya sea el salario o la prestación del servicio), ya que
como se indica es sin responsabilidad.
Existen causas que son claramente identificables a la voluntad de las partes y que
suspenden el contrato de trabajo. Tal y como se señaló líneas atrás esta suspensión es
temporal y no produce efectos laborales mientras se mantenga dicha suspensión.
Ahora bien, tratándose de una relación de empleo privado, no existe ninguna obligatoriedad
para el patrono para acceder a lo solicitado por uno de sus trabajadores, ya que no hay
ninguna norma que lo obligue a dar dicho permiso, salvo que exista en la empresa un
reglamento interno de trabajo que así lo establezca. De lo contrario es facultad y libre
voluntad del patrono el otorgar o no el citado permiso.
La suspensión del contrato de trabajo por voluntad del empleador es achacable a motivos de
índole disciplinaria y se dará cuando el patrono suspenda al trabajador como medida
sancionatoria por una falta cometida por éste.
Dentro del principio de libre contratación laboral que como premisa rige para las relaciones
de empleo de nuestro país, se puede enmarcar la posibilidad de que ambas partes de mutuo
acuerdo, decidan suspender el contrato de trabajo, limitándonos a decir que no existe
ninguna razón en especial para dicha suspensión, en donde basta únicamente que ambas
partes acuerden la mencionada suspensión.
b.- Ejercicio del voto en las elecciones populares: El Código Electoral faculta a los
trabajadores a suspender por un plazo de una hora su contrato de trabajo a fin de que
puedan ejercer su derecho al sufragio, situación en la cual el patrono no puede oponerse al
ejercicio de este derecho por parte del trabajador.
En una relación de empleo privado al tenor del inciso e) del artículo 68 del Código de
Trabajo, la suspensión no podrá darse por más de ocho días como medida sancionatoria y
sin antes haber escuchado al interesado y a los compañeros de este. Sin pretender sacar de
contexto la norma de mérito, debe observarse que la misma alude al caso de suspensiones
sin goce de salario, como medida disciplinaria contenida en un Reglamento Interior de
Trabajo, lo que no obsta para que se pueda sólidamente invocar su aplicación en aquellos
otros casos en los que, como sanción sustitutiva del despido, se disponga la suspensión sin
goce de salario del trabajador, aunque esa medida no esté expresamente prevista en un
Reglamento Interior de Trabajo (Sala Segunda, no. 190 de las 9:20 hrs. del 21/6/1996).
P á g i n a | 112
Existe otra posibilidad de suspensión y se trata de las suspensiones de los trabajadores por
voluntad de su patrono, a fin de desarrollar una investigación administrativa y justificando
dicha medida en el hecho de que el trabajador no interfiera o dificulte la investigación. En
estos casos a diferencia de todo lo que se ha venido señalando dentro del estudio de la
suspensión de los contratos de trabajo, el patrono que suspenda a un empleado con este fin
específico, NO ESTÁ AUTORIZADO PARA DEJAR DE CANCELARLE SU
SALARIO, ya que es un acto que lo que pretende es facilitar una investigación
administrativa, que no puede perjudicar económicamente al trabajador, puesto que aún se
encontraría en etapa de investigación y no se ha concluido aún que éste haya cometido una
falta que deba ser sancionada o incluso con la ruptura del contrato de trabajo.
10.7.3 Arresto o prisión Preventiva: privación de libertad del trabajador. (Es sin
responsabilidad para ninguna de las partes): Prevista en el artículo 78 del Código de
Trabajo la privación de libertad del trabajador es una causa de suspensión del contrato de
trabajo, siempre que éste último notifique al patrono dentro del tercer día siguiente a aquel
en que fue privado de libertad. Asimismo deberá reincorporarse al trabajo dentro de los dos
días siguientes en que cesó la privación de libertad. Si no lo hiciere se dará por terminado el
contrato de trabajo, sin que ninguna de las partes incurra en responsabilidad.
10.7.4 Permiso sin goce de salario: Para una relación de empleo público, previo a la
suspensión, debe darse todo el debido proceso administrativo que llegue a la necesaria
conclusión de emanar un acto administrativo que ordene la suspensión del trabajador con
indicación del período y el motivo de ésta, además de que dicha causal de suspensión debe
estar debidamente establecida en alguna ley o reglamento en clara sujeción al principio de
legalidad.
10.7.5 Causa imputable al patrono: Falta de materia prima (es sin responsabilidad para
ambas partes). Muerte o incapacidad del empleador (Ídem).
10.7.6 Caso fortuito o fuerza mayor: Es sin responsabilidad para ambas partes.
30
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 26.
P á g i n a | 113
características de los servicios resulta otra cosa. Este carácter excepcional de los
contratos por tiempo determinado, ha sido reiteradamente afirmado por los juzgados y
tribunales de trabajo, en numerosos casos y variadas circunstancias.
Así se han definido como contratos por tiempo indefinido, una variada gama de
situaciones que se pretendían considerar como de tiempo determinado, por ejemplo, las
de los profesores de colegios privados, los abogados de planta, los funcionarios que
administran justicia, un publicista encargado de relaciones públicas en una institución
estatal, el asistente de gerencia, el secretario de la junta directiva y un oficinista de una
institución autónoma, los trabajadores de empresas dedicadas a la construcción, los
Alcaldes, el gerente de una institución autónoma, los miembros del Tribunal del
Servicio Civil y los miembros del Tribunal Fiscal Administrativo. Respecto del plazo,
se prevé la posibilidad de prórroga para los contratos por tiempo determinado, la cual
puede se expresa o tácita, y que los será de esta manera por el hecho de continuar el
trabajador prestando sus servicios con conocimiento del patrono, sin que, para el caso
concreto, puedan superar los plazos máximos indicados por la ley31. Cuando la prórroga
es tácita el contrato se convierte en contrato a plazo indeterminado y para que esa
prórroga se opere bastarán unos pocos días y aún unas pocas horas; en cuyo caso, para
todos los efectos emergentes de la antigüedad, se tomarán con efecto retroactivo al
inicio de la relación.
Este aviso debe darse por escrito, pero si el contrato es verbal, se puede dar en igual forma
ante dos testigos; y puede omitirse sin perjuicio del auxilio de cesantía, pagando a la otra
una cantidad igual al salario correspondiente a los plazos. Durante el término del aviso
previo, el patrono está obligado a conceder al trabajador un día de asueto por semana, para
que el trabajador busque colocación. En el transcurso del mismo, subsiste la obligación de
las partes de la buena fe y respeto; en caso de incumplimiento o de incurrir en alguna de las
causales establecidas para el rompimiento del contrato sin responsabilidad, cesa la
31
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 27.
32
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 28.
P á g i n a | 114
obligación del afectado de continuar con el preaviso. Este derecho puede ser renunciado por
ambas partes al no hacerse el reclamo correspondiente en sede judicial.
33
SALAS MURILLO, Evelyn y BARRANTES GAMBOA, Jaime Eduardo. Código de Trabajo de Costa Rica
anotado con Jurisprudencia. Óp. Cit. Artículo 83.
P á g i n a | 115
• Demanda.
• Conciliación, arbitraje y arreglo directo.
• Carga de la prueba.
• Recursos.
• Concepto de prescripción.
NOTA: El esquema y las partes de un proceso laboral serán vistos en clase, a través del
curso.
P á g i n a | 116
Accidentes de Trabajo:
En Costa Rica se entiende que los accidentes de trabajo son aquellos que se generan como
consecuencia de la actividad laboral desempeñada. Nuestro Código de Trabajo de igual
forma ha definido este término en el artículo 196, el cual ha sido ampliamente desarrollado
por la jurisprudencia. Las enfermedades profesionales, por su parte, son aquellas que se
contemplan en el Código de Trabajo, en el artículo 197: “Se denomina enfermedad del
trabajo a todo estado patológico, que resulte de la acción continuada de una causa, que tiene
su origen o motivo en el propio trabajo o en el medio y condiciones que éstos han sido la
causa de la enfermedad”. Podemos decir entonces, que mientras el accidente laboral se
produce como un hecho rápido e imprevisto, instantáneo; mientras que la enfermedad
supone un periodo largo y permanente de un trabajador desempeñando una actividad o
movimiento determinado. Esto la convierte en un padecimiento sigiloso, y no es hasta que
se encuentra avanzado en su desarrollo que se detecta y se trata. Por lo general, aunque no
en todos los casos, es esta circunstancia la que determina que sea más difícil la
recuperación del trabajador de una enfermedad profesional que de un accidente.
La tabla de impedimentos físicos para los efectos de los diferentes tipos de incapacidades
permanentes está prevista en el artículo 224 del CT y las indemnizaciones en dinero, se
calcularán con fundamento en las reglas previstas en los artículos 235, 236, 238, 239, 240,
241, 243, 244, 245 y 246 del CT.
Prevención de Riesgos:
Será fundamental que el patrono trabaje la parte preventiva de Riesgos de Trabajo, a partir
de las obligaciones previstas en los numerales 280, 284, 288, 295, 296, y 300 del Código de
Trabajo, debiendo destacarse: