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Prácticas
Suborden Strepsirhini
+ Superfamilia Adapoidea (Eoceno-Mioceno)
Superfamilia Lemuroidea
Superfamilia Indrioidea
Superfamilia Lorisoidea
Suborden Haplorhini
Infraorden Tarsiiformes
+ Superfamilia Omomyoidea (Eoceno-Oligoceno)
Superfamilia Tarsioidea
"Anthropoidea"
Infraorden Platyrrhini
Superfamilia Ceboidea
Familia Cebidae
Subfamilia Cebinae
Juan Luis Arsuaga
Subfamilia Callitrichinae
Familia Atelidae
Subfamilia Atelinae
Subfamilia Pitheciinae
Infraorden Catarrhini
+ Superfamilia Parapithecoidea (Eoceno-Oligoceno)
+ Superfamilia Propliopithecoidea (Eoceno-Oligoceno)
Superfamilia Cercopithecoidea
Familia Cercopithecidae
Subfamilia Cercopithecinae
Tribu Cercopithecini
Tribu Papionini
Subfamilia Colobinae
Superfamilia Hominoidea
+ Familia Proconsulidae (Oligoceno-Mioceno)
+ Familia Oreopithecidae (Mioceno)
+ Familia Pliopithecidae (Mioceno)
Familia Hylobatidae
Familia Pongidae
Familia Hominidae
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Universidad Complutense de Madrid. Evolución Humana. Prácticas
1- Objetivos:
1a) Conceptos: Conocer las categorías básicas de la clasificación de los primates.
Distinguir entre estados derivados (apomórficos) y primitivos (plesiomórficos). Interpretar la
fórmula dental de un primate. Conocer la fórmula dental primitiva de los primates y las
respectivas de los catarrinos y de los platirrinos. Conocer los principales rasgos craneales que
se emplean en la taxonomía de los primates.
1b) Procedimientos: Establecer la fórmula dental de los ejemplares. A partir de la
fórmula dental de cada ejemplar, determinar si es un catarrino o un platirrino. Distinguir, por
la fórmula dental, a los callitrichinos de los demás platirrinos. Estudiar la morfología de la
dentición anterior de los estrepsirrinos. Distinguir las tres morfologías del hueso
ectotimpánico en los distintos ejemplares. Conocer y diferenciar la barra postorbitaria y el
tabique postorbitario. Cotejar, entre estrepsirrinos y haplorrinos, la región interorbitaria, y el
desarrollo relativo del cráneo cerebral y el cráneo facial. Determinar en qué primates hay
fusión en la sínfisis mandibular. Establecer las diferencias en la región de la fosa temporal de
catarrinos y platirrinos.
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Juan Luis Arsuaga
una barra postorbitaria en los estrepsirrinos, en relación con un cierto grado de expansión
orbitaria y rotación hacia adelante de las órbitas, o de un tabique postorbitario con
participación del alisfenoides en los haplorrinos, y disposición frontal de las órbitas para
producir un amplio campo de visión estereoscópica.
En todos los primates hay exposición del etmoides en la pared interna de la órbita. En
los haplorrinos las órbitas quedan separadas entre sí por un simple tabique interorbitario
(consecuencia de la expansión orbitaria), y se reduce el esplacnocráneo en relación con el
neurocráneo (que se expande). La sínfisis mandibular se fusiona en los antropoideos, así
como la sutura metópica del hueso frontal.
En los catarrinos no hay contacto entre los huesos cigomático y parietal en la fosa
temporal; sí lo hay en platirrinos.
1- Objetivos:
1a- Conceptos: Conocer la taxonomía básica de los cercopitécidos. Conocer las
principales cúspides de los molares. Comprender el diseño bilofodonto de las coronas de los
molares de los cercopitécidos.
1b- Procedimientos: Reconocer sobre los ejemplares las distintas cúspides de la
corona de los molares. Identificar el modelo bilofodonto en los diferentes ejemplares y
compararlo con el modelo bunodonto de los ejemplares fósiles de comparación. Cotejar la
anchura de la abertura nasal y del paladar en los hominoideos y en los cercopitecoideos.
Situar el hueso lacrimal en los cráneos de la práctica. Reconocer la escotadura supraorbitaria.
Comparar los tabiques interorbitarios de colobinos y cercopitecinos. Asignar los distintos
ejemplares a las subfamilias de los colobinos y de los cercopitecinos.
3- Contenidos:
Dentro de los catarrinos se debe distinguir a los cercopitécidos de los hominoideos
por la presencia en estos últimos de un diseño de cúspides de los molares bunodonto (que es
el primitivo). Los cercopitecoideos, en cambio, tienen un diseño de coronas de los molares
bilofodonto, con crestas transversales que conectan las cúspides, que están enfrentadas
(estado derivado). Los catarrinos tienen cinco cúspides en los molares inferiores, con
hipoconúlido, pero en los cercopitécidos se produce la pérdida del hipoconúlido en los
molares primero y segundo.
La abertura nasal y el paladar son más anchos en los hominoideos que en los
cercopitecoideos.
Los cercopitecoideos vivientes (los cercopitécidos) se dividen en dos subfamilias:
colobinos y cercopitecinos. En el cráneo, los colobinos se reconocen por la mayor anchura
del tabique interorbitario y porque carecen de la escotadura supraorbitaria. Los
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cercopitecinos, en cambio, tienen un tabique interorbitario más estrecho y con escotadura
supraorbitaria (estos estados parecen los derivados). Además, en los cercopitecinos el hueso
lacrimal se extiende más allá de la órbita, con la fosa lacrimal completamente incluida en el
hueso lacrimal. Los incisivos son más anchos en los cercopitecinos y la mandíbula más baja;
los primeros suelen tener un esqueleto facial más desarrollado.
Dentro de los cercopitecinos es interesante distinguir las tribus Cercopitecini y
Papionini. Estos últimos presentan esqueletos faciales hiperdesarrollados, especialmente los
papiones, mandriles y geladas (menos desarrollados los macacos). Además los cercopitecini
han experimentado la pérdida del hipoconúlido del tercer molar inferior.
1- Objetivos:
1a- Conceptos: Conocer la anatomía básica del cráneo y de la mandíbula de los
hominoideos. Distinguir las principales estructuras anatómicas del cráneo y de la mandíbula
de los hominoideos.
1b- Procedimientos: Reconocer los huesos del cráneo de los hominoideos. Identificar
las principales estructuras óseas del cráneo de los hominoideos (apófisis mastoides, arco
zigomático, articulación temporomandibular, crestas sagital y nucal, etc.). Comparar la
anatomía craneal de los distintos hominoideos. Establecer los caracteres anatómicos
diferenciadores entre los diferentes hominoideos. Distinguir los caracteres derivados de la
estirpe del orangután y reconocerlos en los hominoideos fósiles.
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morfología facial, que parece ser derivada; sin embargo, el esqueleto postcraneal de
Sivapithecus no es como el de los actuales orangutanes y parece a su vez especializado hacia
algún tipo de cuadrupedalismo arbóreo.
1- Objetivos:
1a- Conceptos: Entender la noción de dimorfismo sexual. Comprender como se
expresa el dimorfismo sexual en el esqueleto y en la dentición. Conocer la inserción y acción
de los principales músculos que se originan en el neurocráneo. Entender la necesidad de
orientar, según un plano estándar, los cráneos para estudiar la posición de sus principales
estructuras anatómicas. Comprender la relación entre la morfología del aparato masticador y
la dieta de los hominoideos.
1b- Procedimientos: Reconocer el distinto grado de desarrollo de las superestructuras
craneales en los dos sexos de las distintas especies de hominoideos. Comparar el tamaño de
los caninos en los dos sexos de las distintas especies de hominoideos. Identificar las áreas de
inserción de los músculos nucales y temporales, y reconocer las superestructuras óseas
relacionadas. Orientar los cráneos de los distintos ejemplares según el plano de Frankfurt.
Analizar la posición del foramen magnum en cráneos previamente orientados y relacionar
dicha posición con el modo de locomoción. Distinguir las adaptaciones del aparato
masticador de Gigantopithecus blacki e inferir su tipo de dieta.
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EL ESQUELETO POSTCRANEAL DE LOS CATARRINOS. MODOS DE
LOCOMOCIÓN
1- Objetivos:
1a- Conceptos: Conocer los distintos tipos de locomoción de los catarrinos y el orden
en el que aparecen en la evolución . Comprender las adaptaciones a la braquiación
experimentadas por el esqueleto. Entender las modificaciones impuestas por la locomoción
bípeda a la anatomía del esqueleto postcraneal.
1b- Procedimientos: Distinguir sobre los ejemplares las adaptaciones esqueléticas a la
braquiación en la cintura escapular. Reconocer las modificaciones sufridas en la anatomía del
raquis como adaptaciones a la braquiación. Comparar la anatomía de pies y manos en
humanos y antropomorfos. Valorar, en términos de adaptaciones a modos diferentes de
locomoción, las diferencias encontradas entre la anatomía de pies y manos en humanos y
antropomorfos. Relacionar la proporción entre las longitudes de los miembros superior e
inferior con los distintos tipos de locomoción de los catarrinos. Comparar las longitudes de
los distintos segmentos de ambos miembros en chimpancés y humanos.
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Juan Luis Arsuaga
Los diferentes tipos de locomoción de los primates tienen su reflejo en las
proporciones entre las extremidades, y dentro de ellas entre sus diferentes segmentos. Los
primates cuadrúpedos suelen tener brazos y piernas de similar longitud (además, en los
cuadrúpedos terrestres las extremidades son más largas que en los cuadrúpedos arborícolas),
mientras que en los primates que se cuelgan de los brazos, éstos son más largos que las
piernas, y los antebrazos son más largos que los húmeros (el cúbito y el radio suelen ser
delgados además de largos, porque no participan en la locomoción cuadrúpeda y no
transmiten peso); al mismo tiempo la mano tiende a alargarse y el pulgar a reducirse.
Los chimpancés pasan mucho tiempo en el suelo, por el que se desplazan como
cuadrúpedos (aunque de una forma especial que consiste en apoyarse sobre el dorso de las
falanges mediales de los dedos segundo a quinto de las manos: knuckle-walking). Por eso sus
extremidades tienen prácticamente la misma longitud. Mientras que en los chimpancés el
húmero, el cúbito (como representante del antebrazo, lo mismo puede decirse del radio) y el
fémur tienen longitudes similares, en nuestra especie el fémur es claramente más largo que el
húmero, y éste a su vez mayor que el cúbito (o el radio). Dicho de otro modo, los humanos
tienen un húmero de longitud similar a la del chimpancé, mientras que el fémur es mucho
más largo y el cúbito y radio son más cortos.
LA PELVIS HUMANA
1- Objetivos:
1a- Conceptos: Reconocer los distintos elementos óseos que componen la pelvis.
Conocer la anatomía general de la pelvis. Entender el concepto de línea de acción de un
músculo. Comprender los conceptos de brazo de resistencia y brazo de potencia, aplicados a
la acción de un músculo. Relacionar la anatomía pélvica humana con las acciones musculares
concretas que caracterizan a la locomoción bípeda.
1b- Procedimientos: Situar sobre una pelvis los huesos íleon, isquion y pubis.
Reconocer las siguientes estructuras anatómicas: ala ilíaca, faceta auricular, cresta ilíaca, pilar
ilíaco, escotadura ciática, acetábulo, espinas ilíacas (antero-superior y antero-inferior), espina
isquiática, tuberosidad isquiática y sínfisis púbica. Localizar sobre el hueso las inserciones de
los músculos glúteos e isquiotibiales. Comparar la posición relativa de las facetas auriculares
y del acetábulo en pelvis de antropomorfos y humanos. Establecer las diferencias entre las
alas ilíacas de las pelvis de antropomorfos y humanos.
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cuadrúpedos que son cuando se desplazan por el suelo, unos músculos isquiotibiales bien
desarrollados, que funcionan como extensores (y van desde la tuberosidad isquiática a la tibia
y peroné: músculos bíceps femoral, semitendinoso y semimembranoso); para mejorar su
brazo de potencia el isquion es alargado, mientras que en los homínidos bípedos se acorta.
AUSTRALOPITHECUS
1- Objetivos:
1a- Conceptos: Conocer los principales rasgos derivados de los homínidos en el
cráneo y la dentición. Relacionar la morfología postcraneal de los australopitecos con su tipo
de locomoción. Interpretar la morfología del aparato masticador de los australopitecos en
relación con sus hábitos alimentarios. Caracterizar las especies A. afarensis y A. africanus por
sus rasgos cráneo-dentales. Reconocer el grado de dimorfismo sexual existente en cráneos y
mandíbulas de las especies A. afarensis y A. africanus.
1b- Procedimientos: Comparar la orientación del foramen magnum en australopitecos
y antropomorfos. Analizar las dimensiones de los molares en australopitecos y
antropomorfos. Determinar la presencia o ausencia de diastema dentario en los ejemplares.
Estudiar la morfología y tipo de desgaste de los caninos y terceros premolares inferiores.
Comparar el desarrollo relativo de la dentición anterior y la posterior en las dos especies de
australopitecos, entre sí y con los antropomorfos. Observar el diferente desarrollo de las
crestas nucal y sagital en los distintos ejemplares de A. africanus y relacionarlo con el grado
de dimorfismo sexual. Establecer las proporciones entre las longitudes del miembro superior
y del inferior en los australopitecos, ralacionándolas con su tipo de locomoción. Analizar la
morfología pélvica de los australopitecos y determinar su tipo de locomoción.
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función de tijera).
La relación de tamaño entre la dentición anterior (cortante) y la posterior (trituradora)
varía en las diferentes especies humanas, y es otro de los argumentos que se utilizan como
hilos conductores de las prácticas.
También se discute en esta práctica el desarrollo de las crestas sagital y nucal en los
australopitecos.
La postura y las proporciones corporales de los australopitecos son igualmente objeto
de esta práctica, en la que se aplicarán los conceptos desarrollados en las dos prácticas
anteriores. Las extremidades superiores son mucho más largas en relación con las inferiores
en los australopitecos que en nuestra especie, y además, el antebrazo es también
relativamente más largo. Estas proporciones se interpretan como herencia de un pasado más
arborícola y más braquiador: los australopitecos todavía estarían en condiciones de trepar
eficazmente a los árboles y de colgarse de las ramas por los brazos (las falanges de manos y
pies muestran, por otro lado, una curvatura más marcada que en la especie humana actual).
La condición bípeda de los australopitecos puede deducirse de las modificaciones
operadas en la pelvis, que se hace más baja, al tiempo que las alas ilíacas se ensanchan y
rotan para orientarse lateralmente y permitir que los músculos glúteos mediano y menor
actúen como abductores, en lugar de hacerlo como extensores de la cadera. Por otro lado, este
último movimiento (la extensión de la cadera) pierde eficacia biomecánica al acortarse el
brazo de la potencia de los músculos isquiotibiales (que es casi equivalente a la longitud
isquiática).
PARANTHROPUS
1- Objetivos:
1a- Conceptos: Conocer los principales rasgos derivados de los parántropos en el
cráneo y la dentición. Interpretar la morfología del aparato masticador de los parántropos en
términos biomecánicos. Relacionar la biomecánica de la masticación de los parántropos con
sus hábitos alimentarios. Caracterizar las diferentes especies de Paranthropus por sus rasgos
cráneo-dentales, reconociendo la mayor o menor especialización de cada una de ellas.
Comprender el concepto de homoplasia.
1b- Procedimientos: Localizar las inserciones de los músculos temporales, maseteros
y pterigoideos sobre los cráneos y mandíbulas. Comparar el desarrollo y morfología de la
cresta sagital entre las distintas especies de parántropos y australopitecos. Cotejar el tamaño
relativo de la dentición anterior y la posterior en los distintos ejemplares. Analizar el
desarrollo de molares y premolares en las distintas especies de parántropos y australopitecos.
Analizar la morfología y orientación de las placas infraorbitarias. Observar la posición de la
raíz anterior del arco cigomático. Comparar la altura de la rama mandibular, y la altura y
espesor del cuerpo mandibular en las distintas especies de parántropos y australopitecos.
Confrontar la relación longitud/anchura del aparato masticador en las distintas especies
estudiadas en la práctica.
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(Olduvai, Tanzania), KNM-ER 406 y KNM-ER 732 (lago Turkana, orilla oriental), y las
mandíbulas KNM-ER 728 (lago Turkana, orilla oriental) y Peninj (Kenia). Para comparar y
establecer las especializaciones de los parántropos se utilizan los ejemplares de
australopitecos de la práctica anterior y también un cráneo humano moderno para discutir las
convergencias faciales.
1- Objetivos
1a- Conceptos: Conocer las dos regiones anatómicas principales del cráneo: cráneo
cerebral (neurocráneo) y esqueleto facial (esplacnocráneo). Reconocer los fósiles más
destacados de las especies primigenias de Homo. Distinguir las principales apomorfías
craneales de Homo. Entender la importancia que tiene el conocimiento del dimorfismo sexual
en la asignación taxonómica de los primeros representantes de Homo.
1b- Procedimientos: Repasar el desarrollo del neurocráneo y el esplacnocráneo en los
primeros representantes de Homo, australopitecos y parántropos. Comparar la morfología
dental y el tamaño relativo de la dentición anterior y la dentición posterior en los primeros
representantes de Homo, australopitecos y parántropos. Cotejar la relación entre neurocráneo
y esplacnocráneo de los fósiles atribuidos a H. habilis con los asignados a H. rudolfensis.
Valorar si las diferencias entre los ejemplares de los primeros fósiles de Homo son
equiparables a las encontradas entre los ejemplares masculinos y femeninos de
australopitecos y parántropos. Distinguir en los ejemplares la presencia de torus supraorbital,
reconociendo el surco supraorbitario. Comparar la proyección de los huesos nasales en los
primeros Homo, australopitecos y parántropos. Reconocer la presencia en Homo de un torus
occipital delimitado superiormente por la existencia de un surco supratoral.
2- Material: H. rudolfensis: cráneo KNM-ER 1470 (holotipo, orilla oriental del lago
Turkana, Kenia), mandíbula de Malawi atribuida a la misma especie; H. habilis: cráneo OH
24 (Olduvai, Tanzania), mandíbulas (misma procedencia) OH 13 y OH 7 (holotipo), cráneo
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KNM-ER 1813 (orilla oriental del lago Turkana, Kenia); Homo ergaster: cráneos KNM-ER
3733 y KNM-ER 3883 (orilla oriental del lago Turkana, Kenia), mandíbula KNM-BK 67 del
lago Baringo (Kenia); también se puede atribuir a esta especie el ejemplar SK 847 de
Swartkrans. Como material de comparación y para analizar el problema del dimorfismo
sexual se utilizarán los fósiles de A. africanus Sts 5 y Stw 505, y los cráneos de Paranthropus
boisei KNM-ER 406 y KNM-ER 732.
1- Objetivos
1a- Conceptos: Conocer las especies humanas del Pleistoceno inferior de Eurasia.
Caracterizar a la especie Homo erectus a partir de sus especializaciones craneales. Conocer
los rasgos craneales que distinguen a Homo antecessor de Homo ergaster y de Homo erectus.
Comprender la morfología del esqueleto facial de Homo antecessor.
1b- Procedimientos: Reconocer los principales ejemplares fósiles de Homo erectus.
Confrontar la forma general del cráneo en Homo ergaster y Homo erectus. Identificar las
superestructuras craneales (toros frontal y occipital, torus angular, cresta supramastoidea y
cresta sagital) en los ejemplares y comparar su grado de desarrollo en las distintas especies.
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Reconocer las especializaciones anatómicas de Homo erectus: marcada angulación del hueso
occipital, ausencia de proceso postglenoideo, ausencia de apófisis estiloides. Comparar la
anchura frontal y el contorno superior de la escama temporal en Homo ergaster, Homo
erectus y Homo antecessor. Analizar la morfología facial de Homo antecessor, atendiendo a
la orientación de la placa infraorbitaria, la presencia de fosa canina y el contorno del borde
zigomaxilar.
2- Material: Como la muestra de fósiles empieza a ser abundante para esta última
parte de la evolución humana se tiene que efectuar una selección que, inevitablemente, deja
fuera una buena parte del material potencialmente interesante. Entre los fósiles de Homo
erectus se muestran tres ejemplares javaneses: Thinil, Sangiran 2 (ambos probablemente del
Pleistoceno inferior) y Ngandong (probablemente del Pleistoceno superior), y dos chinos (del
Pleistoceno medio): Zhoukoudian 3 y Zhoukoudian 5. Se muestra también un cráneo africano
que ha sido a veces asignado a la misma especie: OH 9 de Olduvai (Pleistoceno inferior). De
la especie Homo antecessor, se muestran réplicas de los ejemplares craneales más
representativos (ATD6-69 y ATD6-15). Con el objeto de comparar y valorar las
especializaciones anatómicas de Homo erectus, se incluyen los dos cráneos adultos mejor
conservados del registro de la especie antecesora Homo ergaster (KNM-ER 3733 y KNM-ER
3883).
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EVOLUCIÓN HUMANA EN EL PLEISTOCENO MEDIO Y EN EL PLEISTOCENO
SUPERIOR. HOMO NEANDERTHALENSIS Y HOMO SAPIENS
1- Objetivos
1a- Conceptos: Conocer las especializaciones de la especie Homo neanderthalensis.
Saber las especializaciones de la especie Homo sapiens. Conocer los caracteres craneales
compartidos por neandertales y humanos modernos. Comprender las principales hipótesis
propuestas para explicar en términos adaptativos la anatomía facial de neandertales.
Relacionar la morfología de la pelvis con la robustez corporal y la forma del cilindro
corporal.
1b- Procedimientos: Comparar el cráneo neandertal con el cráneo humano moderno
en norma lateral, prestando especial atención al contorno general, la proyección del hueso
occipital, la morfología y desarrollo del torus frontal, el desarrollo de la cresta
supramastoidea, la verticalización de la escama frontal, y el contorno superior de la escama
temporal. Comparar el cráneo neandertal con el cráneo humano moderno en norma posterior,
fijándose especialmente en la forma del contorno general, la posición de la máxima anchura
craneal, la morfología y desarrollo del torus occipital, la presencia de fosa suprainíaca, y la
proyección de las apófisis mastoides. Comparar el cráneo neandertal con el cráneo humano
moderno en norma anterior, prestando especial atención al desarrollo y morfología del torus
frontal, y la morfología del esqueleto facial. Comparar la mandíbula neandertal con la
mandíbula humana moderna atendiendo especialmente a la presencia o ausencia de mentón
óseo en la sínfisis, la presencia o ausencia de espacio retromolar, la posición del foramen
mentoniano, la morfología del plano alveolar, del cóndilo mandibular y la apófisis
coronoides. Analizar los ejemplares del Pleistoceno medio de Europa y África, identificando
en ellos rasgos de tipo neandertal, de tipo humano moderno, o compartidos por neandertales y
humanos modernos. Examinar los fósiles “protocromañones”, distinguiendo rasgos de tipo
neandertal, de tipo humano moderno, o compartidos por neandertales y humanos modernos.
Confrontar la morfología del pubis en las pelvis de la Sima de los Huesos, Kebara y humana
moderna. A partir de estas pelvis, deducir y comparar la robustez corporal y anchura del
cilindro corporal en la población de la Sima de los Huesos, los neandertales y los humanos
modernos.
2- Material: Del registro europeo del Pleistoceno medio, se incluyen los siguientes
ejemplares: Cráneo 5 (con mandíbula) y Pelvis 1 de la Sima de los Huesos (Atapuerca),
cráneo de Steinheim, cráneo y mandíbulas 2 y 13 de Arago, y mandíbula de Mauer. Del
registro africano del Pleistoceno medio y del Pleistoceno superior inicial se estudian los
cráneos de Broken Hill (Zambia), Djebel Irhoud 1 (Marruecos), Laetoli 18 (Tanzania) y Eliye
Springs (Kenia).
Entre los neandertales del Pleistoceno superior se seleccionan los cráneos con
mandíbula de La Ferrassie 1 y La Chapelle-aux-Saints y los israelíes de Tabun y Amud, más
la pelvis de Kebara. Del Homo sapiens se verán dos “protocromañones” de Israel, Skhul 5 y
Qafzeh 9, el cráneo y mandíbula nº 1 de Cro-Magnon y un cráneo y mandíbula humanos
modernos, más una pelvis masculina actual.
Para comprender la discusión sobre la evolución de la morfología facial en las líneas
de los neandertales y de los humanos modernos, se incluye el fósil ATD6-69 de Homo
antecessor.
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Universidad Complutense de Madrid. Evolución Humana. Prácticas
3- Contenidos:
Esta práctica se ocupa de la evolución humana en todo el mundo durante el
Pleistoceno medio y el Pleistoceno superior, incluyendo el origen de los neandertales (que
aquí se nombran como una especie propia: Homo neanderthalensis, mientras que sus
antepasados directos del Pleistoceno medio de Europa se incluyen en la especie Homo
heidelbergensis).
Para caracterizar y definir las diferentes especies del género Homo que se estudian en
esta práctica se observarán los neurocráneos en vista lateral y en vista posterior. En norma
lateral se distinguirá entre el perfil alargado anteroposteriormente de los neandertales y el
perfil circular del Homo sapiens; en el perfil neandertal se identificará la proyección occipital
del neurocráneo (“moño” o “chignon”), y en el perfil humano moderno se apreciará la
verticalización de la escama del frontal. En norma posterior, se diferenciará entre el contorno
redondeado de los neandertales, con la máxima anchura a nivel de los parietales, y el perfil
elevado de los humanos modernos, con las paredes laterales verticales o incluso divergentes
hacia arriba y la máxima anchura sobre las protuberancias parietales. Los fósiles del
Pleistoceno medio africano y europeo muestran perfiles laterales y posteriores intermedios
entre los del Homo erectus y los de neandertales y humanos modernos. Se analizará en los
neurocráneos también el grado de desarrollo de las superestructuras: toros frontal y occipital,
torus angular, cresta supramastoidea, y cresta sagital. Por otro lado, se observarán una serie
de rasgos de interés taxonómico: forma del torus occipital y del torus supraorbitario,
desarrollo de las apófisis mastoides, contorno del borde superior de la escama temporal, fosa
suprainíaca, espacio retromolar, forma de la sínfisis (presencia o ausencia de mentón óseo) y
otros rasgos mandibulares como el plano alveolar, la apófisis coronoides, el foramen
mandibular, etc.
Se compara el esqueleto facial de los neandertales y del Homo sapiens. El primero
muestra unas características únicas por su prognatismo medial (forma apuntada o en cuña); se
explicarán las dos hipótesis que explican en términos adaptativos la morfología facial
neandertal: la hipótesis biomecánica y la hipótesis climática.
La robustez corporal y anchura del cilindro corporal de las poblaciones del
Pleistoceno medio y de los neandertales pueden apreciarse sobre las pelvis de la Sima de los
Huesos y de Kebara, comparadas con una pelvis masculina actual. Los neandertales presentan
una rama púbica muy alargada, en contraste con el pubis más corto moderno. La morfología
púbica moderna es derivada y el pubis alargado el estado primitivo, si bien en los
neandertales se hizo más aplanado y fino que en sus antepasados del Pleistoceno medio.
1- Objetivos
1a- Conceptos: Entender, y distinguir entre sí, las nociones de edad cronológica y de
edad fisiológica. Conocer las tres grandes etapas del ciclo biológico de los primates,
relacionandolas con la erupción de los molares permanentes. Comprender el concepto de
secuencia de erupción dentaria. Conocer los patrones de erupción dentaria en humanos
modernos y chimpancés. Entender el proceso de maduración ósea del esqueleto postcraneal.
1b- Procedimientos: Analizar la dentición de los distintos ejemplares, en diferentes
estados de desarrollo, diferenciando piezas deciduas y permanentes. Determinar la edad
fisiológica de muerte de los distintos especímenes analizados. A partir de los diferentes
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ejemplares, establecer la secuencia de erupción dentaria en humanos y chimpancés.
Comparar el estado de desarrollo dental de los especímenes fósiles con el de los ejemplares
de humano y chimpancé y determinar su edad fisiológica. Estudiar el estado de maduración
ósea de los ejemplares de esqueleto postcraneal.
1- Objetivos
1a- Conceptos: Conocer la anatomía de la región de la pelvis directamente relacionada
con el alumbramiento. Comprender la dinámica del parto en un primate generalizado.
Entender las modificaciones sufridas por el canal del parto en los homínidos, como
consecuencia de su adaptación a la locomoción bípeda. Conocer el concepto de conflicto
pélvico-cefálico y su incidencia en los distintos grupos de primates. Comprender la dinámica
del parto en los humanos.
1b- Procedimientos: Estudiar las dimensiones y morfología del canal del parto en el
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papión y chimpancé. Analizar las dimensiones y morfología del canal del parto en el humano.
Comparar las dimensiones y morfología del canal del parto en el papión, chimpancé y
humano. Comparar los diámetros de la cabeza del feto a término de papión chimpancé y
humano, con las respectivas pelvis y determinar el grado de conflicto pélvico-cefálico en
cada especie.
2- Material: Para el estudio del parto se utilizarán una pelvis de papión hembra, una
de chimpancé hembra y una femenina humana moderna. Para simular los conflictos pélvico-
cefálicos se utilizarán secciones de la cabeza del feto a término. También se estudiará la
pelvis de A.L. 288-1 “Lucy”(A. afarensis de Hadar) y de Sts 14 (A. africanus de
Sterkfontein).
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BIBLIOGRAFÍA DE PRÁCTICAS
Libros que resultan de utilidad para trabajar en prácticas con las diferentes especies de
primates, fósiles de homínidos o anatomía del aparato locomotor humano.
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