Desde que aparece la Antropología, casi como una reacción empírica a la filosofía Social sus

relaciones con la Ciencia Política fueron muy estrechas, por ello no debe extrañar su preocupación
por el estudio del Gobierno y la Política, que en un comienzo se caracterizó principalmente por
analizar las sociedades más simples. En la Actualidad se han ampliado sus intereses hasta los Estados
modernos más simples. En la actualidad se han ampliado sus intereses hasta los Estados modernos
más complejos. Al construir sus tipologías sociales, los antropólogos subrayan, ante todo, las
diferencias existentes en los modos de subsistencia y en la organización política, empleando dichas
taxonomías para desarrollar sus teorías de la evolución social, como lo hicieran Henry Maine y Lewis
Morgan. En el área de lo político, el antropólogo se preocupa fundamentalmente de analizar las
estructuras de status y función; esto es, los derechos, privilegios y obligaciones de los integrantes
de una comunidad dada. En el fondo, se trata de identificar las condiciones dinámicas que subyacen
al orden social.

La antropología estudia la política desde sus inicios, como la política influye en el desarrollo de un
grupo de individuos al convertirse en una sociedad. La Antropología estudia la política y a la vez
estudia al ser político ya que se ha demostrado que este surgió desde que el ser humano formo
grupos y en cada grupo se elegía un líder y este líder trabaja en beneficio del grupo y este liderazgo
se pasaba de generación en generación (descendientes del líder), según varios politólogos el ser
político es elegido en beneficio de una sociedad.

Ejemplo: Una tribu de Ashánincas eligen a un líder que trabaje en beneficio de todo su grupo. En
este sistema, al lado de la regla matrimonial señalada, existe también otra por la cual el individuo
debe "casarse lejos", es decir debe contraer matrimonio fuera del ámbito de las relaciones de
consanguinidad y afinidad conocidas. El resultado de este sistema de alianzas es un espacio social
extendido similar al caso matsiguenga, estudiado por Casevitz. Existe, asimismo, la regla del
"servicio de la novia" (bride-service) según la cual un hombre debe quedarse a vivir en el
asentamiento de su suegro por un tiempo variable que generalmente termina poco después de
nacer el primer hijo. La definición posterior de la residencia, virilocal o uxorilocal, posterior a este
período, se encuentra fuertemente influida por la variable del poder. Así un padre poderoso y de
gran prestigio como el jefe pinkatsari, o como el shamán sheripiari o, como hasta en un pasado
reciente, el guerrero ovayeri, retendrá a sus hijos en su grupo residencial. Un grupo de hermanos
constituirá a menudo el núcleo de un asentamiento.