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ESTIMULOS ECONOMICOS COMO ESTRATEGIA PARA REDUCIR

LA DESERCIÓN ESCOLAR EN MEXICO


Elaborado por: Octavio C. Bernal Ramos

La Deserción Escolar es un tema de gran importancia que debe estar presente en todo
momento en la agenda de las autoridades educativas, pues se ha demostrado y
comprobado que es uno de los principales retos que debe afrontar el sistema educativo
de nuestro país. Si la educación es la clave para superar las desigualdades y salir del
trance económico en el que estamos sumidos, entonces, no hay otro camino que seguir.
En este contexto valdría la pena preguntarnos si realmente las autoridades educativas,
docentes, alumnos, padres de familia entre otros agentes sociales de nuestro país
conocen ¿cuáles son los principales factores que ocasionan la deserción escolar en
México? ¿Cuál es el impacto socioeconómico que juegan ellos, en el sistema educativo y
en el país?
Para argumentar estas preguntas, primero partiremos en definir ¿qué es la deserción
escolar?
Para efectos de este escrito se establece que: Es el acto en el que un alumno que se
encuentra inscrito y cursando un nivel educativo en un periodo determinado tuvo que
interrumpir, abandonar, o deja inconclusa su formación por diferentes cuestiones
socioeconómicas.
Una vez establecido como se concibe la deserción escolar, el segundo paso es establecer
¿cuáles son los principales factores que la motivan?
Diversos estudios sobre el tema han clasificado los principales componentes de la
deserción escolar en tres grandes categorías: Económicos, Sociales y Académicos donde
cada uno de ellos, dependiendo del espacio geográfico, nivel educativo y contexto
socioeconómico, se manifiestan en mayor o menor medida, entre algunos que podemos
citar son los siguientes: bajo rendimiento académico, oferta educativa limitada con bajo
nivel académico, falta de motivación por los adolescentes por estudiar, problemas
familiares (integración), personales (embarazo, salud, discapacidad), entorno social hostil
(comunitario y de redes sociales) y el principal factor la falta de recursos económicos en
el hogar, tal como lo demuestra el estudio realizado por CEPAL (2002), Panorama Social
de América Latina 2001-2002, en el que señala que más del 70% de los jóvenes se han
retirado de sus estudios por dificultades económicas o porque se encuentra trabajando o
en busca de un empleo.
Bajo este último factor, el costo de oportunidad de estudiar se reduce, toda vez que, cada
vez a más temprana edad, los alumnos deciden desertar porque tienen problemas
económicos pensando que el mercado laboral les compensará más que el seguir
estudiando, sin tener una idea clara de lo que enfrentarán en un futuro.
Ha quedado demostrado que los alumnos que abandonan sus estudios, en el largo plazo
enfrentan problemas para integrarse al mercado laboral y conseguir un trabajo mejor
remunerado, a su vez, son menos productivos y finalmente generan un costo social que
se refleja en un bajo crecimiento económico, trampas de pobreza, desigualdades de los
ingresos, un alto nivel de delincuencia, entre otros.
Esto confirma que los factores de expulsión y atracción escuela-trabajo no se han
compensado, dejando al descubierto una aguda desigualdad educativa que difícilmente
se podrá revertir si no se implementan acciones o estrategias de apoyo tanto a los
alumnos como a las instituciones educativas y en su conjunto al sistema educativo.
Por lo anteriormente descrito, y bajo el hecho de que uno de los principales factores por el
que los alumnos desertan de sus estudios es el factor económico, el gobierno federal a
través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha instrumentado a lo largo del
tiempo una serie de programas con la finalidad de abatir este problema y que se
mantengan o reincorporen los jóvenes al sistema educativo. Entre algunos programas que
se pueden citar son: “Todos a la Escuela”, “Escuelas de Tiempo Completo”, “Sigue
estudiando- Sigue tus sueños” “Construye T” y “Yo no Abandono”.
En este sentido, una estrategia que se debe promover e impulsar para subsanar el
problema de la deserción escolar por la vulnerabilidad económica es un Sistema de
Estímulos Económicos en donde los alumnos de condiciones socioeconómicas bajas se
les garanticen el otorgamiento de un apoyo económico para continuar sus estudios lo que
sin duda favorecerá el avance de los alumnos desde el nivel básico hasta un nivel
superior. Esta propuesta se puede fundamentar tal como lo plantea el documento “Plan de
diez años para desarrollar el Sistema Educativo” de la UNAM, en el que establece que:
• Un estudiante sin recursos tendrá una mayor probabilidad de abandonar sus estudios.
(Deserción)
• Un estudiante con problemas económicos tendrá una menor probabilidad de mantener un
buen promedio. (Calidad)
• Un estudiante con problemas económicos demorará más para terminar con sus estudios.
(Egreso)
• Un estudiante de escasos recursos enfrentará obstáculos para su adecuado desarrollo
personal. (Bienestar o autoestima) [UNAM, 2012]
Es por ello que un Sistema de Estímulos Económicos contribuirá a disminuir la deserción
escolar, mejorar la permanencia y favorecer la eficiencia terminal de los alumnos en
condiciones económicas adversas.
Esta estrategia de apoyo se ve reflejada en el programa “Yo no Abandono”,
específicamente con la “Beca yo no abandono” o “Beca contra el abandono escolar” que
busca apoyar la continuidad de los alumnos en sus estudios, pues tan solo por citar un
ejemplo en el ciclo escolar 2016-2017 se otorgaron a través de este programa alrededor
de 951mil becas que oscila entre 650 y 875 pesos dependiendo del grado escolar.
A manera de conclusión de este ejercicio, podemos establecer que si bien es cierto que el
factor económico influye mucho en la deserción escolar, no se corregirá con estímulos
económicos, sino que va más allá del aspecto monetario, pues existen factores sociales,
académicos, políticos, socio conductuales, en el que las instituciones, autoridades
educativas, padres de familia y alumnos deberán atender de manera urgente e inmediata,
pues este tema no debe quedar sólo en discursos políticos, cuestiones administrativas, o
buenas intenciones tiene que abatirse con programas y recomendaciones por
instituciones y organismo nacionales e internacionales. Si bien es un tema que la SEP (Yo
no abandono) ha tomado cartas en el asunto, la gestión del combate a la deserción es un
proceso de largo plazo y con un alto costo económico y social para el país.

Referencias:
Narro Robles, José; Martuscelli Quintana, Jaime y Barzana García, Eduardo (Coord.).(2012) Plan de diez años
para desarrollar el Sistema Educativo Nacional. [En línea]. México: Dirección General de Publicaciones y
Fomento Editorial, UNAM http://www.planeducativonacional.unam.mx
CEPAL (2002). Deserción escolar: un obstáculo para el logro de los Objetivos del Milenio. Capítulo III en
Panorama social de América Latina 2001-2002.
Martínez Morales, Javier, Ortega Aguirre, Alejandra (2011). La Problemática Actual de la Deserción Escolar,
Un Análisis desde lo Local. Universidad Autónoma de Chihuahua. Edición electrónica gratuita. Texto
completo en www.eumed.net/libros/2011a/906/.

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