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La administración de efectivo casi siempre se centraliza alrededor de dos áreas: el de

presupuesto de efectivo y el control interno de contabilidad. El presupuesto de caja o


presupuesto de efectivo es una herramienta de gestión que prevé las futuras entradas y salidas
de efectivo, permitiendo que la empresa programe sus necesidades de corto plazo; por lo que
el área financiera debe prestar especial atención a la planeación de sus excedentes o déficits, ya
que al obtener remanentes estos pueden ser invertidos, pero por el contrario, si hay faltante
planear la forma de buscar financiamiento a corto plazo.

Por otro lado, el control contable es necesario para dar un sustento a la planeación y además,
con el fin de asegurar que el efectivo se utilice de manera correcta en operaciones propias del
negocio y no para otros fines. Se necesita un sistema de control interno adecuado para prevenir
robos y evitar que los empleados utilicen el dinero de la empresa para fines personales. El
control interno no se diseña para detectar errores, sino para reducir la oportunidad que ocurran
los malos manejos.

La actividad de la tesorería en las finanzas de las empresas tiene entre sus objetivos invertir los
excedentes generados en activos financieros; así como, la búsqueda de formas de
endeudamiento menos costosas. Es una parte esencial de la gestión de tesorería, lograr un
adecuado equilibrio entre los beneficios y los costos de liquidez, función que realiza el tesorero
al decidir sobre la distribución de los activos líquidos, entre efectivo y valores negociables.

En términos más concretos, un negocio es rentable, solo cuando genera una cantidad
relativamente suficiente de dinero y que supere sus egresos correspondientes.

La administración de este rubro es uno de los campos fundamentales en la administración del


capital de trabajo, pues la caja representa el activo más líquido que poseen las empresas, por
medio del cual se pueden cubrir las erogaciones imprevistas y reducir de esta forma el riesgo de
una crisis de liquidez.

El término efectivo o caja se refiere a todo el dinero, ya sea en caja o en cuenta de banco que
posee la organización, que genera o recibe durante un período determinado, que se distingue
por no producir ningún rendimiento y posibilita la utilización de forma inmediata del dinero en
las operaciones de la empresa.
El objetivo fundamental de la administración del efectivo es minimizar los saldos de efectivos
ociosos y lograr la obtención del equilibrio entre los beneficios y los costos de la liquidez.

Flotación Según Besley y Brigham (2001), la flotación es la diferencia entre el saldo que se
muestra en la cuenta de cheques de una empresa (o un individuo) y el saldo en los registros del
banco (p. 641). Van Horne y Wachowicz (2002), señalaban a la flotación como la diferencia entre
el saldo en la cuenta de cheques de una empresa (o persona) y el saldo en los libros del banco
(p. 232). Para Weston (1994), define la flotación como la diferencia que existe entre el saldo que
aparece en la chequera de una empresa (o un individuo) y el saldo que arrojan los registros
bancarios (p. 489). A partir de las definiciones podemos establecer que, la flotación no es otra
cosa que la diferencia entre el saldo disponible o el saldo en el Banco según extracto o reporte
bancario y el saldo contable o saldo en el libro bancos o también llamado, saldo del Libro Mayor.
En consecuencia, si se quiere establecer o determinar el monto de las partidas en tránsito
(flotación) se puede aplicar esta sencilla ecuación:

Administración de cuentas por cobrar

Las cuentas por cobrar representan el crédito que concede la empresa a sus clientes con una
cuenta abierta. Para conservar los clientes (actuales) y atraer nueva clientela, la mayoría de las
empresas manufactureras encuentra que es necesario ofrecer crédito. Las condiciones de
crédito pueden variar entre campos industriales diferentes, pero las empresas dentro del mismo
campo industrial generalmente ofrecen condiciones de créditos similares. Como la mayoría de
las empresas manufactureras encuentran que las cuentas por cobrar representan gran parte de
sus activos circulantes, normalmente se presta muchísima atención a la administración de estas
cuentas.

Las Cuentas por Cobrar representan derechos exigibles originados por ventas, servicios
prestados y otorgamiento de prestamos, son créditos a cargo de clientes y otros deudores, que
continuamente se convierten o pueden convertirse en bienes o valores más líquidos disponibles
tales como efectivo, aceptaciones, etc., y que por lo tanto pueden ser cobrados.

Las Cuentas por Cobrar constituyen una función dentro del ciclo de ingresos que se encarga de
llevar el control de las deudas de clientes y deudores para reportarlas a los departamentos de
Crédito y Cobranza, Contabilidad, Tesorería y Finanzas.

Las cuentas por cobrar son el total de todo el crédito extendido por una empresa a sus clientes;
por lo consiguiente, esta cuenta del Estado de Posición Financiera Representa cuentas no
pagadas adeudadas a la empresa. Desde el punto de vista del administrador financiero la
cantidad en pesos de las cuentas por cobrar se puede dividir en dos partes. Una de ellas
representa los desembolsos de caja efectuados por la empresa al proporcionar los productos
que se han vendido; la otra, es la diferencia entre los desembolsos de caja y los precios de veta
de los productos. La porción de desembolso de caja es la inversión real de la empresa en cuentas
por cobrar; lo restante representa utilidades contables.

Las cuentas por cobrar pueden ser clasificadas como de exigencia inmediata a CORTO PLAZO y
A LARGO PLAZO.
A CORTO PLAZO.- Aquellas cuya disponibilidad es inmediata dentro de un plazo no mayor de un
año.

A LARGO PLAZO.- Su disponibilidad es a más de un año.

Las cuentas por cobrar a corto plazo, deben presentarse en el Balance General como activo
circulante y las cuentas por cobrar a largo plazo deben presentarse fuera del activo circulante.

Su objetivo primordial es el de registrar todas las operaciones originadas por adeudos de


clientes, de terceros o de funcionarios y empleados de la compañía.

Las cuentas por cobrar fundamentalmente son un instrumento de mercadotecnia para


promover las ventas, el director de finanzas debe cuidar que su empleo ayude a maximizar las
utilidades y el rendimiento de la inversión y que no se abuse del procedimiento hasta el grado
en que el otorgamiento de créditos deje de ser rentable y atractivo en términos de rendimiento
sobre inversión.

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